tema nº2: la profecía

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TEMA Nº 2: LA PROFECÍA (19 DE MARZO 2011) o Jesús y la profecía Para introducirnos en el carisma de la profecía escuchemos hablar, profetizar al Señor Jesús. A lo largo de su vida pública hasta su muerte, Jesús dice palabras inspiradas por el Espíritu que habita en Él. - Son palabras fuertes que “construyen y plantan” (Jer. 1, 10), palabras que edifican el Reino: “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor…es arrojada fuera…” (Mt. 5, 13). - Son palabras terribles a veces, que “arrancan llegando a la raíz del mal” (Jer. 1, 10): “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, pues son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!” (Mt. 23, 27). - Son sobre todo palabras de consuelo y de esperanza : “Bienaventurados los pobres, los mansos, los pacíficos, los perseguidos…” (Mt. 5, 3-11). Y ¿cómo no citar las últimas palabras dichas por Jesús en la cruz? “Perdónalos…”; “Mujer, he ahí a tu hijo”; “He ahí a tu Madre”; “Tengo sed”; “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”; “Todo está consumado”. Sí, verdaderamente, todo se ha dicho, profetizado. o Los miembros de Jesús y la profecía Pero Jesús no se callará; continuará edificando, arrancando, consolando hasta la consumación de los siglos. Al contrario, su voz se va a amplificar y a extender por todas partes en el mundo, a través de los miembros de su Cuerpo Místico. Para esto, cumple la promesa del padre dando el Espíritu a todos sus miembros, este Espíritu que va a recordar todas las palabras que Él ha dicho. En esta perspectiva se puede captar el carisma de la profecía. o La profecía, es Jesús que habla hoy “A otro profecía” (1 Cor. 12, 10). ¿Qué quiere decir esto? Sencillamente que el Espíritu Santo va a actuar en un miembro de Jesús con el fin de hacer oír la voz de Jesús. Así, todas

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Los tópicos tratados sobre la profecía con referencias bíblicas incluidas.

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Page 1: Tema Nº2: La Profecía

TEMA Nº 2: LA PROFECÍA (19 DE MARZO 2011)

o Jesús y la profecía

Para introducirnos en el carisma de la profecía escuchemos hablar, profetizar al Señor Jesús.A lo largo de su vida pública hasta su muerte, Jesús dice palabras inspiradas por el Espíritu que habita en Él.- Son palabras fuertes que “construyen y plantan” (Jer. 1, 10), palabras que edifican el Reino: “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor…es arrojada fuera…” (Mt. 5, 13).- Son palabras terribles a veces, que “arrancan llegando a la raíz del mal” (Jer. 1, 10): “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, pues son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!” (Mt. 23, 27). - Son sobre todo palabras de consuelo y de esperanza: “Bienaventurados los pobres, los mansos, los pacíficos, los perseguidos…” (Mt. 5, 3-11).Y ¿cómo no citar las últimas palabras dichas por Jesús en la cruz? “Perdónalos…”; “Mujer, he ahí a tu hijo”; “He ahí a tu Madre”; “Tengo sed”; “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”; “Todo está consumado”. Sí, verdaderamente, todo se ha dicho, profetizado.

o Los miembros de Jesús y la profecía

Pero Jesús no se callará; continuará edificando, arrancando, consolando hasta la consumación de los siglos. Al contrario, su voz se va a amplificar y a extender por todas partes en el mundo, a través de los miembros de su Cuerpo Místico. Para esto, cumple la promesa del padre dando el Espíritu a todos sus miembros, este Espíritu que va a recordar todas las palabras que Él ha dicho. En esta perspectiva se puede captar el carisma de la profecía.

o La profecía, es Jesús que habla hoy

“A otro profecía” (1 Cor. 12, 10). ¿Qué quiere decir esto? Sencillamente que el Espíritu Santo va a actuar en un miembro de Jesús con el fin de hacer oír la voz de Jesús. Así, todas las maravillosas palabras de Jesús, los secretos del padre, se vuelven a decir en las asambleas de los creyentes.

o ¿Cómo ocurre esto?

Un miembro de Jesús va a percibir en el fondo de su ser un llamado, una moción que lo hace hablar; y al mismo tiempo se forman las frases y se ha dado un mensaje.

o ¿Por qué nos habla de este modo?

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TEMA Nº 2: LA PROFECÍA (19 DE MARZO 2011)

No tenemos que pedirle cuentas al señor, acojamos sus beneficios; he ahí lo único que podríamos decir: “Porque el Señor nos ama quiere hablar de esta manera. El sabe siempre que la escucha de la palabra en las Escrituras tiene que ser confirmada por este carisma de la profecía: “No los dejaré solos: volveré a ustedes” (Jn. 14, 18)”.Viene a nosotros y nos habla a través de sus miembros para levantarnos, mostrarnos el camino a seguir, ponernos en guardia contra el enemigo, exhortarnos al amor, llenarnos de esperanza; viene a “construir la comunidad” (1 Cor. 14, 3)

o “Pero aspiren también a los dones espirituales, especialmente a la profecía” (1 Cor. 14, 1)

San Pablo había comprendido bien la importancia del Buen pastor hablando a su rebaño para la edificación del Reino. Por esto debemos pedir este carisma; si no es para nosotros personalmente, por lo menos lo es para la asamblea de oración.¡Este desprecio de la profecía no es ilusorio! Manifiesta una falta de fe en los dones de Dios. Cuando no hay fe, el don se agota: así ocurrió en una aldea de Galilea donde Jesús no hacía milagros por la falta de fe de la gente (Mc. 6, 1-6). Así ocurre en los grupos de oración; muy a menudo el carisma de la profecía no es dado porque no se cree verdaderamente. Pero si se cree, ¡qué maravilla es escuchar la voz de Jesús que hace que nuestro corazón arda de amor!

o Pero verifiquen si viene de Dios

a) Hay profecías falsas: Un carisma falso es una acción del espíritu malo que imita, que hace creer que hay una profecía, ya sea para instigar nuestra testarudez, ya sea para confundirnos. “En efecto, se levantarán falsos profetas…capaces de engañar, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mt. 24, 24).b) Hay profecías mezcladas: esto es mucho más frecuente. Se mezclan los pensamientos propios a la profecía y se le añade. No es para asustarse, pero hay que saberlo y no dejarse engañar. Todo el arte del discernimiento para sacar lo que viene del Señor.c) Las palabras piadosas no son profecías: Esto ocurre más de lo que se piensa; se confunden la profecía “con algunas palabras de estilo evangélico que dan ánimo”. Toda persona piadosa puede dejarse llevar a este exceso que –sin que ella lo sepa- es una impostura. Esto puede no hacer daño, pero no construye la comunidad ni transforma la vida de los creyentes y sobre todo la de los incrédulos. ¡Estemos vigilantes; busquemos la Verdad!

o ¿Cómo verificar?

Nunca se insistirá bastante en la importancia de la sumisión. El que da una profecía debe someterse al discernimiento de la asamblea. Cada

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TEMA Nº 2: LA PROFECÍA (19 DE MARZO 2011)

grupo debe ponerse de acuerdo sobre ese modo práctico de compartir los juicios sobre la profecía y asegurarse que los consejos y correcciones necesarios sean bien dados. En la mayoría de los casos no conviene que los miembros del grupo den, por iniciativa propia, consejos y correcciones a los que profetizan. Mejor deben compartir su discernimiento con los responsables del grupo y son estos últimos los que tienen la responsabilidad de transmitirla.Finalmente, la regla de oro del discernimiento será ésta: “¿Dan frutos?”. Fruto del amor que se esparce en la asamblea, fruto de la paz interior que se percibe en el fondo del corazón y del gozo del Espíritu porque el Señor ha hablado a sus hijos.

o Una trampa que hay que evitar

Al constatar lo negativo, se corre el riesgo de perder de vista la gracia dada y finalmente desconfiar a tal punto de las profecías que este carisma podría sofocarse. Es bueno repetir una vez más que la “gracia” no es dada en estado “puro”; ello es, sí, un arroyo puro, pero circula a través de recovecos, acarreando bastantes impurezas. A nosotros nos toca tener esa mirada de fe que sabe reconocer los signos de Dios… esta mirada de fe que es una mirada de niño: “Si no se hacen como niños no entrarán en el Reino de los cielos” (Mt. 18, 3)