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CAPITULO 1

Tendencias recientes en terapia gestltica en Estados Unidos y lo que debemos aprender de ellas

COMENTARIO

El 29 de junio de 1989 fui invitado como expositor a la Tercera Conferencia Britnica de Terapia Gestltica en Nottingham, Inglaterra; mi tema era tendencias actuales de la terapia gestltica en Estados Unidos. Este artculo es una adaptacin de esa charla y servir de introduccin para este libro. Aqu explico lo que yo creo que hemos aprendido, comenzando con una resea del desarrollo de la terapia gestltica en Estados Unidos, sus avances y algunos de sus lamentables aspectos o "errores". INTRODUCCIN: CMO SABEMOS QU ES LO QUE FUNCIONA? En los cuarenta aos de historia de la terapia gestltica en Estados Unidos, han habido muchos estimulantes y tiles avances. As como tambin vacos en su desarrollo, en su evolucin, conceptos equivocados y errores. Desgraciadamente, en otros pases parecen haberse repetido algunas de las equivocaciones en que incurrimos en Estados Unidos. En aquellos pases donde la terapia gestltica apareci ms tarde, aparentemente se tendi a redescubrir la rueda, repitiendo con entusiasmo los errores que cometimos en los aos 60. Esto a menudo ha sido estimulado, sostenido, usado y reforzado por estadounidenses expatriados, que han insistido en un modelo de terapia gestltica ampliamente trascendido en Estados Unidos. Espero que al compartir nuestra experiencia actual, la curva de aprendizaje pueda ser reducida en otros lugares. Como seal positiva, algunos pases ya estn evitando algunos de los errores que nosotros cometimos. Me he estado refiriendo a errores y equivocaciones. Pero cmo sabemos lo que es un error?3

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Para m, nuestra teora se prueba en la prctica teraputica con "pacientes reales", es decir, personas que acuden al psicoterapeuta en busca de terapia y no de entrenamiento. Mi principal actividad profesional consiste en tratar a esas personas. Otras actividades, como formar terapeutas, dar conferencias o hacer demostraciones, son secundarias. El trabajo con otros terapeutas en grupos formativos y talleres es til, pero lo que ocurra en ese contexto es slo una comprobacin secundaria de la eficacia de la prctica basada en nuestra teora. A mi juicio, la eficacia del entrenamiento est en cmo ayuda o no ayuda a la prctica teraputica. Nuestra- principal informacin proviene del contacto real y del trabajo_con el darse cuenta en psicoterapia. Obviamente, una de las maneras de probar lo que decimos y hacemos es la investigacin. Lamentablemente, en terapia gestltica no hacemos mucha investigacin formal o informal. Tampoco realizamos un verdadero anlisis filosfico. Hacemos mucho anlisis del tipo "a m me suena bien...", sin verdadera informacin, explicacin fenomenolgica, anlisis filosfico ni debate intelectual. Incluso nuestra presentacin del material clnico es escasa, parca en detalles y con frecuencia una mera referencia nominal a la descripcin clnica. La presentacin de nuestros pensamientos y conocimientos clnicos sin someterlos a la comprobacin de investigaciones, debates, explicaciones fenomenolgicas o anlisis filosfico, se presta a la idealizacin de alguna autoridad, al liderazgo segn el carisma y a sustituir la lgica y claridad del presentador por el verdadero inters en una exploracin fenomenolgica cuidadosa basada en experiencias reales, comprobadas a travs del tiempo y refinadas por la severa prueba del dilogo. Promover ideas sin el apoyo de una buena teora, basada en una buena investigacin y~n buen anlisis terico, no es una buena fenomenologa. ANTECEDENTES I: LOS PRIMEROS AOS Reaccin contra el psicoanlisis clsico La terapia gestltica surgi en respuesta a la rigidez del psicoanlisis clsico por terapeutas con formacin psicoanaltica clsica. En la era actual, es difcil para alguien imaginar cuan rgido se haba vuelto el psicoanlisis. Cuando comenc mi formacin como psiquiatra social en 1962, haba serios debates clnicos acerca de si estaba permitido saludar con la mano a un paciente en la sala de espera, o si interfera

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indebidamente con el adecuado desarrollo de la transferencia. Este tipo de rigidez an se ve en algunas de las escuelas psicoanalticas ms nuevas. Por ejemplo, recuerdo haber ledo uno de los libros de Heinz Kohut (en los aos 70), en el cual l discuta un caso en que el psicoanlisis se malogr irreparablemente despus de cientos~de horas de trabajo solamente porque el analista permiti que el paciente supiera que l era catlico romano. La terapia gestltica tambin reaccion contra la teora psicoanaltica .del cambio, que era pesimista acerca de las posibilidades de crecimiento y tena un sentido limitado de las opciones disponibles. El acento psicoanaltico en la transferencia ms que en la relacin real, iba acompaado por un nfasis paralelo en la interpretacin ms que en la experiencia real tanto del paciente como del terapeuta. La realidad de la relacin en curso era abordada slo por la va de la interpretacin de la transferencia. Y el trabajo teraputico utilizaba la transferencia principalmente como una clave para el origen en el pasado del comportamiento actual del paciente. Cuando el terapeuta formulaba una inferencia acerca de cmo el comportamiento actual, segn se evidenciaba en la transferencia, era causado por eventos pasados, esto era con frecuencia comunicado al paciente como si\la inferencia fuera un hecho (M.V. Miller, 1988). El -concepto total del rol del terapeuta fue modificado radicalmente por los primeros terapeutas gestlticos. La teora psicoanaltica del cambio exiga al terapeuta limitar revelaciones personales o cualquier otro aspecto evidente que pudiera dar a conocer la persona del terapeuta. Incluso la oficina deba estar decorada de manera neutra, es decir, sin retratos familiares ni recuerdos personales que pudieran teir la pantalla en blanco y colorear la transferencia. El analista deba observar las reglas de neutralidad y abstinencia. No se le permita desviarse .de la neutralidad absoluta, por ejemplo, tomar partido en el conflicto de un paciente; tampoco se le permita gratificar ningn deseo del paciente. Se supona que ambas situaciones distorsionaban la transferencia e interferan con el anlisis. Se crea que el analista poda mantener una posicin verdaderamente neutral, y por lo tanto, no tendra ningn efecto en la transferencia, como si una postura "neutral", de ser posible, no afectara la transferencia. La teora psicoanaltica del cambio tambin exiga pasividad de parte del paciente. La regla bsica para l era compartir todas las asociaciones sin censurar. (Por supuesto que generalmente se ignora-

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ba que esta regla no era neutral, sino que se aliaba contra la resistencia). Un buen trabajo analtico en este modelo no inclua un enfoque fenomenolgico. Cualquier conducta activa del paciente durante la sesin, o realizar cambios en su vida antes de que el analista estimara que los diferentes temas haban sido resueltos, era considerado sobre-actuacin y resistencia al trabajo analtico. Uno de los aspectos bsicos del psicoanlisis, que fue cambiado por el movimiento gestltico, es que era impulsado por una teora y no se basaba principalmente en la experiencia real. Y la teora que movi al psicoanlisis fue una teora del impulso. En esa teora, los determinantes de la personalidad se consideraban ampliamente preestablecidos, no eran sociales ni existenciales. Por ejemplo, el complejo de castracin se daba umversalmente en todas las personas de todas las culturas, debido a los impulsos bsicos con que todo individuo nace. La revolucin de la terapia gestltica: atencin a las posibilidades La terapia gestltica no slo reaccion al psicoanlisis, sino que inici una revolucin firmemente enraizada en la fe bsica en el potencial de las capacidades humanas. El poder del darse cuenta y de la presencia En el nuevo modelo, tanto paciente como terapeuta crecen estando activamente presentes y comprometidos durante las sesiones teraputicas y en el mundo en general. La terapia gestltica puso el nfasis en lo que las personas saben y en lo que pueden aprender al centrarse en su darse cuenta. Cre una nueva metodologa que no se basaba en lo que las personas no conocan y no podan conocer (el inconsciente no poda conocerse salvo a travs de la interpretacin y anlisis de la transferencia en el psicoanlisis). 1 poder de la experimentacin La terapia gestltica se bas en el poder de la experimentacin, del intento de realizar algo nuevo permitiendo el surgimiento del darse cuenta desde la nueva conducta experimental. Ms que una metodologa limitada a la asociacin libre y anlisis de la transferencia, la terapia gestltica dej espacio para una metodologa ms poderosa. Estando libres de rgidas restricciones tericas, los pacientes y terapeutas gestlticos ensayaron nuevas conductas y las comprobaron con sus propios procesos del darse cuenta.

Las alternativas a esta utilizacin de la actitud experimental fueron la actitud psicoanaltica que considera las nuevas conductas como sobre-actuacin, y la actitud conductista que controla el comportamiento usando los principios de refuerzo. La actitud experimental apoya un modo de funcionamiento ms activo por parte del terapeuta y del paciente, sin convertir al terapeuta en un modificador de conductas ni acusar al paciente de sobre-actuacin. El poder del aqu y ahora La revolucin de la terapia gestltica fue parte clave de un movimiento donde el aqu y ahora momentneo era el punto focal para el trabajo del darse cuenta, el contacto y la creacin de nuevas soluciones. Las ideas de campo del siglo XX an no haban provocado un impacto importante en la terapia cuando los terapeutas gestlticos, parcialmente bajo las influencias de Lewn y de la psicologa de la gestalt, las convirtieron en parte central del pensamiento de la terapia gestltica. "Qu ests haciendo (o de qu te das cuenta) en este momento, y cmo lo ests haciendo?" reemplaz a "Por qu hiciste eso?" como pregunta prototipo. Algunos describen la terapia gestltica como "Yo y T, Aqu y Ahora, Qu y Cmo". Para la escena teraputica de ese momento, era revolucionario que terapeutas y pacientes se comprometieran entre s, basndose en lo que realmente se estaba experimentando, haciendo o necesitando en ese preciso momento. Para la psicologa de la poca, tambin fue nuevo el nfasis descriptivo, de proceso y de campo en el qu y el cmo, ms que el nfasis especulativo en una causalidad mecanicista. Dos estilos En la terapia gestltica emergieron y an continan dos tendencias o estilos contrastantes. Un enfoque es teatral, catrtico, acentuando ms la tcnica que el compromiso persona-a-persona. A esto lo llamo a veces terapia bum-bum-bum. El otro enfoque consiste en un trabajo asiduo, persona a persona, orientado al contacto. Ambos han estado presentes en forma embrinica al menos desde mediados de los aos 60. Ambas tendencias fueron pioneras. Una fue la precursora, o al menos un temprano ejemplo, de muchas de las terapias manipuladoras que florecieron en los 80. La otra fue precursora del nfasis dialogal de la teora paradjica del cambio que tambin comenz a prosperar en la dcada pasada.

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Fui introducido a uno de los estilos de terapia gestltica en 1964, cuando Perls dio su curso de entrenamiento anual en el Metropolitan State Hospital en Norwalk, California. Fue invitado por Arnold Beisser, quien ahora es miembro del cuerpo docente del Gestalt Therapy Institute de Los Angeles, y entonces Director de Formacin Psiquitrica en ese hospital. Perls era teatral, desaforado, narcisista. Lograba tanto comprometer como enfurecer a la gente. Obtuvo una reaccin del personal psiquitrico y de los residentes en formacin, as como tambin de los pacientes psicticos que no haban sido alcanzados por nadie ms. Perls pensaba que la terapia gestltica era una psicoterapia seria, basada erf la teora expuesta por Perls, Hefferline y Goodman (1951). Viaj por todo el pas haciendo demostraciones de terapia gestltica. Pero, liberado de la influencia del grupo de terapeutas gestlticos de Nueva Yorfc, su tendencia a lucirse y buscar excitacin, su recelo acerca de los pacientes que trataban de ridiculizarlo, sus antecedentes teatrales, todo salt a primer plano. Cuando se dio cuenta que inadvertidamente estaba estimulando un estilo de terapia gestltica que era ms "incitacin" que buena terapia, fue muy tarde para mantener la imagen popular de la terapia gestltica consecuente con la teora bsica. Al final, habl claramente en contra de la actitud incitadora y la confusin de esto con la terapia gestltica. Cuando lo vi, me sent atrado por las posibilidades de la filosofa que planteaba (vase captulo "Por qu me convert en terapeuta gestltico"). Personalmente, no me pareca alguien agradable y senta slo una leve admiracin por l. Pero consider atractivas las posibilidades. Cuando trabaj con Jim Simkin experiment algo distinto, vi un estilo o tendencia muy diferente. Lo encontr-personalmente interesado, contactado, recto y directo. Pona el nfasis en los "no debera" y en el "hay suficiente espacio", fundamentales en mi crecimiento (Simkin, 1974). Fue un ejemplo del acento de la terapia gestltica en cuanto a que el terapeuta muestre su inters a travs de una presencia activa-"confrontaba asertivamente la realidad actual del paciente. Enfatizaba los temas existenciales de posesin de las propias opciones y comportamiento, de responsabilidad por la auto-regulacin y de experimentacin para descubrir lo que era posible. Aunque su estilo no era dialogal segn las normas modernas, y desconfiaba de los conceptos de empatia e inclusin, definitivamente no era teatral, ni catrtico, ni orientado a las tcnicas.

ANTECEDENTES H: CONTRASTANDO REVOLUCIONES (1950 Y 1965) DOS REVOLUCIONES Y DOS POCAS DIFERENTES 1947 a 1951: Rebelin contra el autoritarismo La terapia gestltica fue inaugurada en la era de la reaccin contra el autoritarismo despus de la Segunda Guerra Mundial. La crearon personas que tenan una actitud agresiva y una ideologa revolucionaria. Intentaron desarrollar toda una teora sociopoltica. El grupo se caracterizaba por la confrontacin personal, poltica e intelectual. Nadie estaba exento de esto, por ejemplo, Perls fue confrontado y criticado porque no se inclinaba a hablar acerca de la teora o a entrar en un dilogo personal. Dado que era un grupo revolucionario, polticamente agresivo, que se rebelaba contra prcticas sociales rgidas, no es de sorprenderse que tambin se hayan rebelado contra la rigidez del psicoanlisis. Estaban relacionados con analistas tales como Harry Stack Sullivan y Erich Fromm, quienes estaban comenzando a poner el nfasis en el ego ms que en el id, y en la interaccin social ms que en la teora del impulso. No obstante, el primer grupo de terapia gestltica trascendi a los psicoanalistas reformadores, ya que alter la base misma del psicoanlisis al enfatizar el contacto con la realidad sobre la transferencia, la presencia activa sobre la pantalla en blanco, el dilogo y enfoque fenomenolgico sobre la asociacin libre y la interpretacin, la teora de campo sobre la teora mecanicista, y la teora de procesos sobre las dicotomas aristotlicas y newtom'anas. Los aos 60 En los aos 60, se extendi por el mundo un nuevo modelo de terapia gestltica. Las principales influencias de este modelo fueron Fritz Perls, el Instituto Esalen y la escena sociopoltica de Estados Unidos en los 60. Los 60, la era del "todo puede ser", fue la era de los colegios libres y de la no organizacin. Fue un movimiento rebelde, pero una rebelin ingenua. Tena una fe ingenua en la bondad e inteligencia rsticas. Era anti-intelecto, anti-organizacin y anti-estructuras. Dentro del movimiento de los aos 60 hubo poco apoyo a la confrontacin intelectual. El movimiento era rebelde y revolucionario, pero careca de un modelo post revolucionario. Ignoraba incluso sus propias races. En 1950, la teora de la terapia gestltica era en parte una teora poltica anti-autoritaria, una teora de Anarquismo poltico. En 1965,

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la terapia gestltica formaba parte de un movimiento ms amplio que era anarquista, pero anarquista con a minscula. Era un movimiento contra la organizacin, pero sin una teora poltica real que apoyara el Anarquismo.Cmo se origina el significado En la teora de la terapia gestltica, el significado es la configuracin de una figura contra un fondo, la figura de inters del aqu y ahora contra un contexto ms general o trasfondo. Los terapeutas gestlticos de 1950 conocan la importancia de los antecedentes cuando trataban a un paciente. La mayora tena buenos antecedentes tanto clnicos como filosficos. Ejercan y se sometan a terapia individual a largo plazo, usando a veces incluso el divn. En el movimiento de mediados de los aos 60, los antecedentes fueron descuidados o incluso descartados. Por ejemplo, a menudo se ignoraba la historia evolutiva del paciente. Y muchos consideraban que era totalmente innecesario conocer la historia. En los 80, hemos aprendido a sintetizar la figura del aqu y ahora y los antecedentes histricos. Hemos aprendido que es importante tomar conciencia de los antecedentes. Terapia y teora son ahora ms eficientes, pero no tan simples como antes. El estilo bum-bum-bum La actitud anti-terica de los 60 permiti desarrollar el estilo teraputico bum-bum-bum, que muchos llegaron a caracterizar como terapia gestltica. Entre mediados y fines de los 60, la terapia gestltica desarroll este enfoque teatral y altamente orientado a la catarsis. Era arrogante, dramtico, simplista, y prometa cambios rpidos. Contrastaba con el primer movimiento de terapia gestltica y estaba enclavado en la actitud rebelde anti-intelectual e ingenua de los aos 60. Para muchos, la terapia gestltica era equivalente a la pirotecnia bombstica y a la confrontacin abrasiva de este estilo. Al igual que Perls, este estilo de terapia llam la atencin de la gente, permita que "sucedieran cosas con rapidez. Los terapeutas lograban efectos dramticos en sus demostraciones. Terapeutas carismticos de este estilo utilizaban tcnica y choque para mover a la gente, con la ingenua fe de que lograran un crecimiento duradero. (Ms adelante veremos que despus hemos aprendido ms). La terapia bum-bum-bum reemplaz la exploracin teraputica cuidadosa por artimaas. Esta orientacin incitadora, de cambios r-

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pidos, estaba en profundo contraste con la terapia a large plazo de los primeros terapeutas gestlticos y contrastaba incluso con la prctica de hbiles terapeutas gestlticos durante los aos 60. Pacientes de esta terapia de accin rpida con frecuencia desarrollaban o acrecentaban resistencias contra-fbicas. A los pacientes tmidos se les estimulaba a ser ms expresivos, as se convirtieran en individuos descarados e insolentes. Sin considerar debidamente la personalidad total del paciente y sin respetar su resistencia y la necesidad de enfrentarla por medio del darse cuenta y la asimilacin, los resultados a menudo eran inautnticos, desintegrados e inflexibles. En esa poca, muchos (crticos y adherentes por igual) confundan terapia gestltica con grupos de encuentro. Mientras la teora de la terapia gestltica era fenomenolgica y enfatizaba la calidad del contacto, muchos grupos usaban la presin, confrontacin y tirana grupal en nombre de la "Terapia Gestltica". Mientras el prudente enfoque de la terapia gestltica se basaba en los "no debera", estos grupos usaban la presin grupal y otros esfuerzos programticos para llevar a los pacientes a una conformidad con los objetivos del grupo, por ejemplo, expresin de la rabia, cooperacin, contacto fsico, etc. Obviamente, terapeutas y pacientes por igual, tendan a percibir estas nuevas normas como ms liberadoras que las antiguas, sin apreciar que las introyecciones son introyecciones. "Es" versus "lograr que el paciente d el piximo paso" La inca troncal de la metodologa de la terapia gestltica se centra en la teora paradjica del cambio. Esta estimula estar en contacto con lo que es, con quin uno es, permitiendo que el crecimiento se desarrolle naturalmente. El enfoque bum-bum-bum apunta a modificar la conducta y pretende lograr que el paciente d el prximo paso. Existe una diferencia entre mejorar el auto-apoyo que permite el siguiente paso de crecimiento y modificar la conducta para llevar al paciente hasta ese paso. En la modificacin de la conducta, se rompe la resistencia; en la terapia gestltica fenomenolgica, el nfasis est en el trabajo del darse cuenta, es decir, en el contacto con lo que es. Este ltimo enfoque apoya el crecimiento del paciente y el surgimiento del siguiente paso, y no un siguiente paso al que aspira el terapeuta. La esencia de la terapia gestltica est en la teora paradjica del cambio. En ese enfoque, la resistencia se reconoce y confiesa. Se nombra y comprende. No se comprende como algo indeseable, slo se comprende. En este modelo, el trabajo del darse cuenta integra los polos de impulso y resistencia. Pero la resistencia no es destruida ni

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omitida. Se mejora el auto-apoyo para que el paciente pueda avanzar a cualquier paso siguiente que se ajuste al curso de su vida. Pero el terapeuta no se centra en lograr que el paciente d el prximo paso como un concepto suyo. Estilo liderazgo carismtico En el psicoanlisis, un terapeuta pasivo interpreta a un paciente pasivo. La terapia gestltica inici el intercambio activo entre paciente y terapeuta. Desgraciadamente, mientras se desarroll y practic el estilo teatral de los 60, se caracteriz por terapeutas guiados por el carisma ms que por el contacto dialogal y foco fenomenolgico. El estilo bum-burn-bum era un medio natural para terapeutas que necesitaban ser carismticos. Este estilo favoreca ms el drama que la sustancia, y la "experiencia cumbre" que el crecimiento. Satisfaca las necesidades narcisistas del terapeuta ms que las necesidades teraputicas del paciente. Para beneficio de quin se usaban estas tcnicas dramticas? Muy a menudo he pensado que para la glorificacin del terapeuta. Jim Simkin haca resaltar la diferencia entre gur y terapeuta. El gur se haca amar por aquellos con quienes trabajaba, mientras que el terapeuta amaba a aquellos con quienes trabajaba. Deca que el terapeuta haca contacto claro, directo y honesto, basado en el inters y respeto por la autonoma, auto-apoyo y capacidad de darse cuenta del paciente. Los primeros terapeutas gestlticos conocan bien las lecciones del psicoanlisis, la importancia de la relacin teraputica en curso y de los fenmenos de transferencia y contratransferencia. Su prctica y teora explicaban estos fenmenos de manera similar. Sin embargo, en los aos 60 y principios de los 70, esto a veces era omitido por una sobre-simplificada caracterizacin del sistema de terapia gestltica. Como se discutir ms adelante, ltimamente en Estados Unidos hemos aprendido (o re-aprendido) la importancia d la relacin y el dilogo, y del seguimiento de la experiencia inmediata del paciente. El estilo liderazgo carismtico no cosech los beneficios de la sabidura del paciente, ni de la. interaccin, ni de lo que surge del dilogo. No se molest en ser modesto ni en informarse. Este estilo prestaba muy poca atencin a la informacin dada por la observacin, si no se ajustaba a las expectativas del terapeuta. No hubo informacin a largo plazo de quienes practicab'ese estilo, a excepcin tal vez de ancdotas que confirmaban la excelencia de su trabajo. Qu funciona con qu tipo de pacientes? Cules son los peligros? Los j

beneficios secundarios? Frente a la grandiosidad narcisista, la cual todos hemos heredado en algn grado, estbamos ciegos. Dios, qu especiales fuimos! Hay evidencias de que la terapia basada en tcnica, carisma y catarsis no funciona tan bien como creen sus partidarios. La terapia gestltica abri el mundo teraputico a nuevas posibilidades. Pero la versin teatral pareca mejor de lo que era. Hubo personas daadas tanto en forma obvia como sutil. Todo puede ser El ambiente de los aos 60, especialmente en terapia gestltica, permiti que florecieran estas distorsiones. La evitacin de la teora, y especialmente del conflicto intelectual, foment la falta de pensamiento claro y la actitud de "todo puede ser". Las historias de horror abundaban en los 60, y esto era predecible. Haba una excesiva simplificacin y una fe ingenua que incitaba a todos a pensar que bastaba con salir y hacer terapia. En esta actitud haba excusas y racionalizaciones inherentes. Aparentemente bastaba que el momento de la terapia fuera dramtico, excitante, una "experiencia cumbre". As como los lderes carismticos no necesitaban saber la historia, tampoco pensaban que fuera necesario conocer los resultados de sus intervenciones. La teora de la terapia gestltica era sofisticada en asuntos relacionados con la responsabilidad del propio comportamiento. Pero el nivel clich del dogma sobre-simplific esto, y se insisti en que los pacientes eran responsables de sus propias vidas, incluyendo su propia terapia. Y a este nivel clich, el terapeuta no era considerado igualmente responsable por el resultado de la terapia. Si la terapia no funcionaba o si el taller era muy intensivo para un paciente, la explicacin era que ste simplemente deba irse a casa y asumir la responsabilidad de encontrar la ayuda necesaria. Esto ocurra a nivel clich. Muchos opinaron sobre la responsabilidad del terapeuta, incluyendo Frederick Perls, Laura Perls, Walter Kempler, Jim Simkin y otros. Una de mis historias de horror favoritas: recuerdo que Jim Simkin estaba haciendo un taller de entrenamiento de fin semana en Tucson, Arizona. Asisti al taller un terapeuta sin entrenamiento previo ni experiencia en terapia gestltica. Jams trabaj durante el taller, y si la memoria no me falla, no fue a la ltima sesin el domingo en la maana. Al da siguiente, lunes en la maana, se declar terapeuta gestltico.

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Hay numerosos ejemplos no tan obvios como ste. Muchos se entrenaban mediante los talleres, sin supervisin sistemtica ni comprensin terica, practicaban la terapia gestltica sin saber lo mucho que no saban. Los ms agresivos incluso,desdeaban a quienes se declaraban a favor de un entrenamiento y una teora ms rigurosos, etc. Algunos escasamente saban cmo hacer aquello llamado terapia gestltica, no conocan la teora, y con el paso del tiempo se consideraban competentes para formar a otros en terapia gestltica. De alguna manera, el ejercer durante un tiempo, aunque sin ninguna evidencia especial de competencia o comprensin de la teora, los calificaba (segn ellos) para formar a otros e incluso crear institutos. Literatura de terapia gestltica A principios de los aos 50, slo exista escasa literatura gestltica, pero haba gran inters en la produccin terica. Estaban las obras Terapia gestltica y Ego, hambre y agresin, un excelente artculo de Perls (Perls, 1948) y otros de menor importancia. Pero el dilogo intelectual continuaba, y haba gran respeto por la teora. Interesaba ms un pensamiento de buena calidad que una teora simplificada en exceso, la publicidad o cualquier ismo o introyeccin. De 1950 a 1972 no hubo avances en la literatura gestltica. Cuando escrib mi primer artculo en 1969, una revisin de la teora y prctica de la terapia gestltica, haba slo unos pocos artculos introductorios inditos que circulaban informalmente, adems de la literatura pre-1951, y una tradicin oral que enseaba terapia gestltica (por ejemplo, el trabajo de Isadore From). En los aos 60, la actitud frente a la teora cambi. Se perdi el inters por la teora, consecuente con la actitud anti-intelectual de la dcada: "Deja tu mente y vuelve a tus sentidos". Adems exista una creciente inhabilidad para hacer teora, es.decir, haban ms personas en terapia gestltica sin antecedentes, entrenamiento, ni temperamento para conducir un buen anlisis terico o mantener un dilogo intelectual. Esto fue muy desafortunado. Ya que si bien no haba una abundante literatura en terapia gestltica, yo descubr una rica literatura en las distintas fuentes que fluan hacia la terapia gestltica, por ejemplo, Martin Buber, psicologa de la gestalt, existencialismo, fenomenologa, Zen, etc. El deterioro final de esta era con respecto a la teora vino con los clichs y los afiches. Perls y otros contribuyeron a este deterioro. Los afiches con la Oracin Gestltica fueron quizs lo peor de todo.

Cuando Perls logr darse cuenta que estaba contribuyendo a la degeneracin de la terapia gestltica, el dao ya estaba hecho. ANTECEDENTES ffl: LOS AOS 70 DESEMBRIAGNDOSE Y MEDITANDO MS De "incitar" a "sintonizar" En los aos 70, el movimiento de psicologa humanstica comenz a descubrir que la catarsis no bastaba, y hubo una reaccin contra la actitud incitadora de los 60. Muchos de los que ingenuamente pensaron que la terapia gestltica era una terapia simple, reducindola al bum-bum-bum, descubrieron ahora la espiritualidad, manifestando un nuevo inters en inquietudes transpersonales. Habiendo distorsionado la terapia gestltica en una terapia que slo induca a los pacientes a exteriorizar sus sentimientos, ahora se centraron haca el interior, usando diversas formas de meditacin, etc. Ahora se escuchaba a los "terapeutas gestlticos" hablar de chakras, percepcin extrasensorial, sanacin mediante masaje de auras, y cosas por el estilo. Este enfoque careca de un alcance amplio, todava era terapia gestltica, pero sin una estructura. Tanto la teora como la prctica carecan de reflexin. Haba sintona, pero sin una comprensin terica de la terapia gestltica. Muchos abandonaron la terapia gestltica sin comprenderla, ingresando a nuevos mbitos de prctica y pensamiento, an sobre-simplificando y sin una estructura global. Por ejemplo, muchos se apropiaron del budismo, pero lo sobre-simplificaron y distorsionaron al igual como lo haban hecho con la terapia gestltica. Durante los 70, el nfasis espiritual estaba slo en la salvacin personal. No estaba sintetizado con la teora fundamental de la terapia gestltica (espero que ahora lo estemos haciendo mejor). En terapia gestltica, por supuesto, el s mismo, el darse cuenta y la espiritualidad son relacinales. El darse cuenta y la espiritualidad no emanan de la introspeccin, sino del dilogo en el campo individuo/ambiente. Al adoptar este nfasis tipo protestante en el individuo y su salvacin, la actitud sintonizadora consideraba al individuo en forma aislada del campo con relaciones agregadas. La idea de descubrir la sabidura dirigiendo el darse cuenta hacia el interior de uno mismo, separa individuo y ambiente, y tambin separa el darse cuenta (interno) y el contacto. Esto constituye, de varias maneras, una sena distorsin de la teora gestltica, incluyendo la prdida de la nocin gestltica vital que todos y todo es inherentemente relaciona!. La nocin de espiritualidad de la terapia gestltica se acerca a la de

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Martin Buber, donde no hay un yo fuera del yo-t o del yo-ello, y donde el dilogo del hombre con Dios depende del dilogo persona-prsona, y ste puede existir slo junto con las races del dilogo entre la humanidad y Dios. Este enfoque de los 70 desincentiv otro aspecto importante de la teora gestltica: no tena virtualmente ninguna nocin de la responsabilidad social. Era esencialmente narcisista e individualista. Este cambio haba comenzado con el "Yo hago lo mo, t haces lo tuyo" de los 60. En los 70, lo llamaron espiritual. Esto poda verse en las relaciones en una comunidad. Nos encontrbamos con personas centradas que decan yo, que tenan un aura energtica, que parecan carismticas y espirituales, pero que no prestaban ninguna atencin a las necesidades de los dems o del grupo. No hacan nada que no fuera personalmente interesante para ellas. Con una persona as, tal vez nos gustara cantar, pero no compartir en la cocina. Meditando ms: ms all de Fritz Durante los 70, muchas personas, siendo Laura Perls slo una de ellas, establecieron claramente que el estilo de Perls era slo un estilo de la terapia gestltica. No fue el nico estilo que Perls us en su vida, y ciertamente no fue el nico estilo legtimo de la terapia gestltica. Otros decidieron dejar en claro que su teora a nivel clich no era representativa de la teora gestltica. Algunos, especialmente Isadore From, enseaban teora segn los principios de Paul Goodman (como aparecen en Terapia gestltica}. De alguna manera, la comunidad profesional no recibi plenamente el mensaje. Por qu? Slo se puede especular. Personas como Laura e Isadore no fueron escritores prolficos. Tampoco eran tan teatrales como Perls. Se hicieron or muy tarde, despus de que las demostraciones teatrales de Perls y sus imitadores haban dejado una huella indeleble en el pblico profesional y lego. Y no se movieron con la gran marea social como los terapeutas bum-bum-bum de los 60. Una de esas irnicas peculiaridades de la historia es que la posicin mejor fundada y meditada recibi menos atencin. Por otro lado, las reafirmaciones, clarificaciones y mejoramientos de la teora de la terapia gestltica condujeron a su desarrollo futuro en los 80. La literatura en los aos 70 Desde 1972 en adelante, se mitig el perodo rido de la literatura gestltica y hubo una mayor produccin. Gran parte fue a nivel introductorio. Aun cuando a veces signific alivianar la difcil prosa

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de Terapia gestltica, rpidamente se torn repetitiva. Y en su mayor parte, ni siquiera explicaba bien la teora bsica de la terapia gestltica, presentndola en forma inexacta. No slo enfocaron mal la teora bsica, sino que llamaron muy poco la atencin a propsito de la filosofa, el mtodo y la tcnica. Hubo poca discusin clnica real. Haba y sigue habiendo una seria -necesidad de discusiones clnicas generales a nivel elevado, as como tambin de material con buenos casos. QU ES LA TERAPIA GESTLTICA? Poi qu naci la pregunta Durante los 70 se dio mayor atencin a la pregunta "Qu es la terapia gestltica?". La pregunta naci debido a la proliferacin de estilos de terapia gestltica y a su creciente popularidad como movimiento. Simultneamente, hubo una continua decadencia en la comprensin de la teora por parte de quienes la practicaban. Y los abusos se hicieron ms notorios. A medida que la terapia se populariz, sin que aumentaran sus presentaciones tericas y organizacin comunitaria, muchas personas con escasos antecedentes profesionales y entrenamiento ejercieron terapia gestltica de mala calidad. Adems aparecieron muchas terapias de tipo gestltico, incluyendo la infame "terapia gestltica y...". A fines de la dcada, muchas de las innovaciones de la terapia gestltica fueron asimiladas a la prctica general de la psicoterapia. Muchas terapias se movan en la direccin de la terapia gestltica. El psicoanlisis se hizo ms vivencial con la llegada de las Relaciones Objtales y la Psicologa del S Mismo. La Modificacin Conductual se traslad a la terapia de comportamiento cognitivo, alejndose de los remanentes de las nociones de la caja negra del conductismo. La antigua y sencilla imagen del psicoanlisis y de la terapia gestltica que describ anteriormente, se hizo ms y ms insostenible. Nuevas terapias, como la terapia familiar estructural, la terapia ericsoniana, etc., presentaron alternativas muy activas a la vieja opcin del psicoanlisis o del conductismo. La terapia gestltica definida como tcnicas especficas La literatura profesional est plagada de descripciones de terapia gestltica en trminos de prcticas o tcnicas especficas. Mientras para algunos de nosotros esto es la anttesis de la terapia gestltica,

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otros terapeutas la han definido en trminos de tcnicas. Esto se convirti en el dogma, y as fue como prepararon a nuevos terapeutas gestlticos. Bajo este modelo, la formacin consista en la enseanza de tcnicas, y la.terapia se convirti en.la aplicacin de ellas. As, tcnicas espontneas especficas usadas por Perls pasaron a ser dogma: la silla vaca, golpear cojines, "ponerlo en palabras". Esta definicin de la terapia gestltica est implcita incluso en artculos que recomiendan no usar tales tcnicas con determinados pacientes, como si fuera una modificacin excepcional de la terapia gestltica. Este enfoque demuestra una incomprensin de lo que es la psicoterapia, y manifiesta una prdida de profundidad y flexibilidad. Aqu, ser emocionar reemplaza la verdadera comprensin, y la catarsis reemplaza la verdadera creatividad. Definida de este modo, la terapia gestltica es slo otra forma de modificacin conductual, pero sin la responsabilidad y honestidad del conductismo. Esto es terapia gestltica Una reduccin paralela de la terapia gestltica ocurre cuando se define de manera tal que equivale a un estilo en particular. Cualquiera sea el estilo que se use como modelo, se convierte en "esto es terapia gestltica". Obviamente,' la terapia gestltica es una filosofa y metodologa general, y se aplica en una gran variedad de estilos, con una gran variedad de pacientes y en una gran variedad de modalidades y ambientes. Sin embargo, la literatura est plagada de artculos donde el autor confunde su propia sntesis, conclusiones y experiencia clnica con la terapia gestltica. Cmo puede ser reducida a uno de sus estilos? Creo que esto puede ocurrir debido a la falta de un pensamiento claro y de una teora. Si no conocemos la teora general y los profesores no la ensean, cuando vemos terapia gestltica grupal practicada en un estilo 1-1, es natural suponer que la terapia gestltica de grupo significa hacer terapia 1-1 en un escenario grupal. Cuando en 1960 practiqu terapia gestltica en un hospital con esquizofrnicos crnicos y agudos; no us la tcnica de la silla vaca. Lo adecuado para ese contexto, y con esos pacientes, era realizar mucho trabajo grupal usando el psicodrama, encuentro en parejas, reuniones a nivel de pabelln, etc. Esto era la terapia gestltica practicada por m, en ese ambiente. Sin una teora clara, podra decir "esto es terapia gestltica" o demostrar que sta es una de las muchas formas de aplicar la actitud de la terapia gestltica.

Cualquier cosa que hagan los terapeutas gestlticos Muchas personas capaces consideran aburridos, intiles e incluso peligrosos los argumentos pertinentes acerca de lo que es terapia gestltica. Prefieren centrarse en lo que se hace ms que en creencias, dogmas o fidelidad. Favorecen ms una comprensin flexible de lo que hacen los terapeutas gestlticos, que una reduccin de la terapia gestltica a tcnicas o dogmas. Siento lstima por esta actitud. Una forma de lograrla ha sido definiendo terapia gestltica como "cualquier cosa que hagan los terapeutas gestlticos". Esta definicin no me agrada. Lamentablemente hay medicuchos, incompetentes, charlatanes y tontos descamados haciendo terapia, y algunos se auto-denominan terapeutas gestlticos. Ya que no tenemos ningn mecanismo para certificar a los terapeutas gestlticos, y a quienes definen la terapia gestltica como "cualquier cosa que hagan los terapeutas gestlticos" no les gustara que existiera dicho mecanismo, estaramos diciendo que la terapia gestltica es lo que hacen estos terapeutas incompetentes, reducindola as a su mnimo denominador competente. Adems, esta definicin no responde adecuadamente el punto en discusin. La buena terapia gestltica es hacer lo que se necesita de acuerdo a un modelo claro. No es un cheque en blanco para hacer lo que indique el impulso y llamarlo terapia gestltica. La terapia gestltica no es un permiso para ser excntrico. La terapia gestltica es libertad para hacer terapia con espontaneidad, vivacidad y creatividad". Pero tambin impone responsabilidad. Responsabilidad de saber qu estamos haciendo. La responsabilidad de especificar lo que hacemos y compartirlo para que los efectos puedan ser estudiados. Responsabilidad de saber qu sirve, e inters por las mejores opciones. Responsabilidad de mejorar la terapia. Todo esto significa mayor especificacin acerca de lo que la terapia gestltica realmente es, y no slo que "la terapia gestltica es cualquier cosa que hagan los, terapeutas gestlticos". LOS AOS 80: QU HEMOS APRENDIDO? CAMBIO DE POCA (ESTADOS UNIDOS) Cambio social general En Estados Unidos, los aos 80 fueron una poca muy diferente de los 60 y 70. Fue la era de los yuppies. Una interminable bsqueda de respuestas fciles ha continuado a travs de esta dcada. Durante esta dcada, el narcisismo general ha sido excesivo, a menudo sin los adornos espirituales de los 70.

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Ha habido una creciente confianza en la tecnologa, con la concomitante disminucin de la confianza en la interaccin persona-apersonarLas familias ven televisin sin hablarse. Hay una declina- ein del-trabajo tico y del compromisoCambios en psicoterapia La psicoterapia se ha sofisticado cada vez ms. Por una parte, hay mayor credibilidad y conanza en las soluciones tecnolgicas. Esta es una faceta importante del contexto actual de la terapia gestltica: en esta era de tecnologa y terapia por medio de procedimientos, hay una creciente necesidad de enfoques que enfaticen los valores persona-a-persona. Creo que mientras hay ms necesidad que nunca ce una terapia gestltica dialogal y fenmenolgica, hay mucho menos necesidad de una "terapia gestltica hechicera", es decir, terapia orientada al procedimiento. Lo que se necesita en el campo de la psicoterapia son enfoques basados en los principios del dilogo, darse cuenta fenomenolgico y teora de campo (proceso) de la terapia gestltica original. Psicoanlisis En general, el psicoanlisis est menos orientado hacia la teora del impulso y ms cercano a la experiencia bsica. Se ha vuelto menos rgido, orientado ms a lo interpersonal. Es una mejor alternativa a la terapia gestltica de lo que jams fue el psicoanlisis clsico, y ms cercano a la verdadera intencin de la terapia gestltica que a los enfoques bum-bum-bum que se auto-denominaban terapia gestltica. Sin embargo, el psicoanlisis no es la respuesta. An carece de mucho de lo que la gestalt ofrece. No tiene ni una teora de la conciencia, ni una metodologa que permita un total uso del poder del enfoque y experimentacin fenomenolgrcos. No tiene una teora que integre verdaderamente lo interpersonal y lo intrapsquico. No tiene un concepto del rol del terapeuta que abarque verdaderamente las variaciones que claramente se requieren al trabajar con diferentes tipos de pacientes. Por ejemplo, algunos psicoanalistas han cambiado "ia~pOstra psiconaltica en el trabajo con pacientes limtrofes, acercndose ms a un enfoque dialogal. Necesitan encontrar justificacin especial para aquello que rutinariamente es parte de la prctica y teora de la terapia gestltica. Y finalmente, no tienen una teora de la relacin teraputica adecuada para los cambios que estn haciendo. Se estn acercando a la terapia gestltica y necesitan algo equivalente a la estructura global de la terapia gestltica.

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Investigaciones Han aumentado los conocimientos bsicos de la psicoterapia en general. Las investigaciones generalmente demuestran un efecto positivo de la psicoterapia. Esto ha sido menos impactante de lo que debera porque los buenos efectos se nivelan con los daos e ineficiencia de algunos terapeutas (Bergin y Suinn, 1975; Lambert, 1989)., Al promediar buena terapia y buenos terapeutas con prcticas perjudiciales y malos terapeutas, el resultado es un beneficio psicoteraputico moderado ms que un efecto teraputico poderoso. Yalom ilustra esto en su libro sobre grupos de encuentro (Lieberman et al., 1973). Un terapeuta gestltico fue muy eficiente y obtuvo resultados muy beneficiosos sin accidentes. Este grupo logr un "nfasis en la experiencia como valor dominante, valor que refleja las motivaciones de muchas ideologas de encuentro, pero que demostr un incremento significativo slo en este grupo" (Lieberman et al., p. 126). Miembros de este grupo dijeron tambin que el ambiente grupal ofreca ms oportunidades para una comunicacin abierta entre pares. Por otra parte, un segundo terapeuta gestltico us un estilo de lder carismtico fuerte, agresivo, incitador, duro, ubicndose en el grupo estadstico que tena mayor cantidad de accidentes (Lieberman et al., p. 126). Los miembros de este grupo tenan un bajo sentido de auto-estima, eran menos indulgentes consigo mismos y perciban el ambiente como menos indulgente. "Es interesante sealar que a pesar del alto estmulo y de la orientacin aqu-y-ahora de [este grupo]..., los participantes disminuyeron su valoracin de la experiencia, orientndose ms hacia s mismos y a su propio crecimiento" (Lieberman et al., p. 126). Es obvio que la actitud del terapeuta determina una amplia gama de resultados, que pueden ser muy teraputicos o precipitar colapsos psicticos. Y la etiqueta usada por el terapeuta, por ejemplo terapeuta gestltico, no indica por s sola la calidad de la terapia. Por supuesto que ciertas prcticas o actitudes funcionan mejor con cierto tipo de pacientes en particular. Existen diferentes riesgos con diferentes tipos de pacientes. Se ha hecho evidente la complejidad y los factores que deben ser considerados para adaptar terapeuta, enfoque y paciente; por ejemplo, el tipo de paciente y terapia, la personalidad y correspondencia de antecedentes entre terapeuta y paciente, etc. Por ejemplo, en los procesos cognitivos negativos de personas con depresin, generalmente parece ser ms eficaz trabajar con el darse cuenta que simplemente estimular una catarsis. Esto es vlido para la prctica de la terapia gestltica y para cualquier otro tipo de terapia.

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Mayoi expeiiencia clnica en terapia gestltica Los terapeutas gestlticos tienen ms experiencia como tales que la que tenan dcadas atrs. Hemos aprendido de la experiencia, haciendo terapia_gestltica,,y. de nuestras terapias personales. He hecho terapia gestltica durante ms de 24 aos, 19 de los cuales los he empleado en hacer psicoterapia a largo plazo en la misma posicin general. Mi comprensin y prctica se han ido adaptando por medio de esta experiencia, por ejemplo, viendo resultados de patrones a largo plazo y cmo se ven afectados por las diferentes intervenciones, actitudes, ajustes entre terapeuta y paciente, etc. Tambin he aprendido al tratar generaciones sucesivas dentro de la misma familia. As como tambin he aprendido de las terapias personales a travs de los aos. Y en esto soy ms bien tpico que original. Una de las cosas que hemos aprendido es el reconocimiento ms claro de los patrones. Reconocemos con mayor claridad los diferentes tipos de pacientes, cmo debemos trabajar con ellos y cules son los peligros. Por ejemplo, como ya se dijo en este volumen, hemos aprendido mucho acerca de cmo trabajar con pacientes limtrofes y narcisistas, es decir, las indicaciones y peligros teraputicos. En general, la importancia de la empatia y la sintona ha aumentado en mi mente a travs de los aos como resultado de estos distintos factores. ALGUNAS LECCIONES GENERALES OBVIAS No hay respuestas fciles Los clichs estn a menudo equivocados (decir que "siempre" estn equivocados sera otro cuch errneo). La bsqueda de respuestas fciles, sin estar dispuesto a o ser incapaz de masticar las afirmaciones antes de aceptarlas, usarlas o hacerlas, parece ser incompatible con el crecimiento individual o con el crecimiento de un sistema teraputico. Necesitamos un proceso para producir buenas teoras Kurt Lewin deca que "nada es tan prctico como una buena teora". Sin una buena teora, no tenemos una buena direccin global. Una buena teora es clara, consecuente y mejora los resultados. Una buena teora es un proceso de teorizacin, no es permanente ni esttica, y tampoco es dogma. Es un proceso para llegar a ser claro y consecuente. Es un reconocimiento de las debilidades y de los aspectos incompletos. Es un proceso de cambio, comprobacin, desafo y mejoramiento constantes.

Necesitamos dilogo intelectual. La verdad emerge de la lucha entre ideas conflictivas, incluyendo retroalimentacin honesta y competente. Las ideas no expresadas o no comentadas crticamente por otros no son confiables. Las ideas profesionales que no son presentadas en un foro donde otros colegas puedan desafiarlas y destruirlas no son confiables. Debemos honrar a nuestros colegas desafiando sus afirmaciones clnicas y tericas. Necesitamos que la teora sea verificable. Slo as podemos averiguar qu es verdadero o til, qu sirve y qu no sirve. Necesitamos conocimientos profesionales ajenos a la terapia gestltica Necesitamos diagnsticos y descripcin de casos desde otras perspectivas. Necesitamos informacin tecnolgica acerca de las posibilidades de tratamiento. (Analizaremos esto en relacin al trabajo clnico en la seccin de aplicacin de este volumen). Y necesitamos el estmulo de anlisis tericos y discusiones filosficas de personas con otras perspectivas. Por ejemplo, durante los ltimos aos, en The Journal of Humanistic Psychology ha habido una serie de artculos sobre problemas tericos con la teora de la auto-actualizacin, que podran ser importantes y motivantes para el desarrollo de la teora de la terapia gestltica, y proporcionar una apertura para una contribucin de la terapia gestltica (Geller, 1982, 1984; Ginsburg, 1984). No hay atajos para la formacin de buenos terapeutas Con mtodos abreviados, muchas personas ni siquiera saben lo que les falta por aprender. Recuerdo que aos atrs di el primer curso de teora para el Gestalt Therapy Ifistitute de Los Angeles. En ese curso tuve alumnos con distintos niveles de experiencia. Yo estaba analizando cmo aplicar la terapia gestltica en el tratamiento de esquizofrnicos. Uno de los alumnps avanzados, un psicoterapeuta licenciado que pareca desempearse aceptablemente bien en el grupo de entrenamiento vivencial, ni siquiera saba qu era esquizofrnico. Haba tomado demasiados atajos. Cmo poda saber si su paciente era esquizofrnico, y mucho menos cmo tratarlo, si no saba qu era esto? Necesidad de mejor liteatura A travs del esfuerzo personal aprendemos que las demostraciones y la popularidad por s solas son una base de apoyo insuficiente para un continuo desarrollo de la terapia gestltica. Creo que sostener la

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terapia gestltica y ayudarla a prosperar requiere de buena literatura y dilogo dentro de la comunidad teraputica gestltica, as como la presentacin de mejor material al pblico no gestltico. Guando el desarrollo no ha sido as, la terapia gestltica se ha visto en problemas despus de una mxima popularidad. Cuando la ola de popularidad retrocede, cuando se presentan nuevas tecnologas e ideas, la terapia gestltica palidece al no tener una buena base de apoyo que incluya teora, dilogo y presentaciones a la comunidad profesional en general. Necesidad de logiai un mejor manejo de nuestra propia teora original La mejor demostracin de la teora bsica sigue siendo la de Perls, Hefferline y Goodman. Esto debe ser comprendido y debe constituir la base de futuros trabajos. No es necesario estar de acuerdo con todo el texto, pero un dilogo terico debe tomar en consideracin ese anlisis de manera competente. Debemos usarlo ms para la formacin, la construccin de la teora y el dilogo. Luego debemos trascenderlo. Cuando discutimos conceptos (la parte) debemos discutir la relacin del concepto o parte con el todo, y eso incluye el anlisis de Terapia gestltica. LA TEORA PARADJICA DEL CAMBIO Qu es la teora paradjica del cambio? Mientras ms tratamos de ser lo que no somos, ms permanecemos igual. El crecimiento, incluyendo la asimilacin del amor y ayuda de otros, requiere de auto-apoyo. Tratar de ser lo que uno no es, no constituye auto-apoyo. Un aspecto importante del auto-apoyo es la identificacin de la propia condicin. Esta identificacin significa conocer la propia condicin, es decir, la actual experiencia, conducta, situacin. Debido a que nuestra condicin cambia con el tiempo, dicha identificacin incluye identificar el flujo de las condiciones, de una a otra, es decir, corTfe rTel movimiento y el cambio. El auto-apoyo debe incluir tanto el conocimiento como la aceptacin de uno mismo. No podemos auto-apoyarnos sin conocer nuestro propio s mismo las propias necesidades, capacidades, ambiente, deberes, etc.- Conocerse uno mismo sin admitir quedes una opcin y rechazarla, es una forma de auto-engao. Sartre describe esto como "mala fe", ya que uno confiesa, pero en el acto de realizar tal con-

fesin se desidentifica de aquello que ha confesado. Por ejemplo, realizo un acto de cobarda, y confieso ser cobarde. Pero en el acto de confesar ser un cobarde, me engao con una sutil creencia de que yo estoy sobre la cobarda. Es como si el comportamiento cobarde no hubiese sido elegido, y que de alguna manera .slo visitaba a esa persona. Cuando un terapeuta "gua" o "sana" a un paciente, est de hecho empujndolo o presionndolo a ser diferente. Y mientras ms se presione al paciente hacia el objetivo, ms permanecer igual. Empujar o dirigir lleva a resistir tal empuje. De este modo, el paciente ya no tiene slo la resistencia original a su propio funcionamiento organsmico, sino que adquiere tambin una resistencia a la intrusin del terapeuta. Esta ltima resistencia generalmente es sana, aunque tambin impide trabajar la dificultad original que necesitaba terapia. Existe otra razn por la cual la presin del terapeuta no conduce a un movimiento real. Una de las formas de no tomar contacto con la intrusin del terapeuta es introyectando. Externamente, el paciente puede adecuarse o rebelarse, pero en ambos casos es probable que se trague todo lo que el terapeuta propugna: "Si yo fuera una persona competente, hara lo que el terapeuta est sugiriendo". Si la persona cambia de acuerdo a las presiones del terapeuta, no ser en base a la autonoma y auto-apoyo. Y esa persona no habr adquirido las herramientas de auto-apoyo y autonoma. Pero ms que nada, esta presin, gua o direccin del terapeuta entrega al paciente un mensaje: no basta con lo que eres. Este mensaje provoca vergenza y/o culpa. En resumen, el terapeuta que presiona no ayuda al paciente a lograr su auto-apoyo. Un terapeuta as puede estar, actuando de "buena fe". Esto no mejora la situacin. Yo creo que presionar a los pacientes generalmente satisface las necesidades del terapeuta, no las del paciente. Ver cambios rpidos puede ser gratificante y emocionante, pero apoya el crecimiento del paciente? Dudo que la transferencia e idealizacin producidas sean tan valiosas para el paciente como lo son para el terapeuta. Creo que el paciente es el ltimo en conocer esta realidad. La presin puede conducir al descubrimiento de algo, pero generalmente no da las herramientas para hacerlo sin terapeuta. En el mejor de los casos, puede otorgar al paciente la habilidad para seguir haciendo lo mismo a lo que fue presionado por el terapeuta. Esto tiene una generabilidad muy limitada. Tambin est el reverso de la paradoja: mientras ms queremos permanecer igual, ms cambiamos en relacin al fluctuante ambien-

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te. Cmo enfrentamos, sin presionar, a los pacientes estancados, que tratan de permanecer igual y empeoran en relacin al ambiente? El mtodo para enfrentar a pacientes estancados sin presionar es: dilogo, darse cuenta y experimentacin. Esto requiere de paciencia.Requiere que la actitud del terapeuta sea "hay suficiente espacio" para el paciente en el mundo tal como l es, y requiere fe en el crecimiento organsmico. Mi experiencia es que si esto no funciona, la presin tampoco, excepto tal vez en un plazo muy corto. La presin es muy peligrosa en pacientes que no cambian con facilidad. Aquellos casos inusuales en que funciona, constituyen informes impactantes para los colegas. Es ms comn que la presin lleve graves dificultades de relacin. Esto casi siempre significa que el terapeuta no asume su responsabilidad en la interaccin. Si el terapeuta se frustra, la responsabilidad de esto es suya. El terapeuta tiene la responsabilidad de encontrar o crear un mejor enfoque. Los terapeutas tambin deben conocer los lmites de los ltimos adelantos. Y principalmente, el terapeuta debe ser capaz de monitorear e investigar su propia contratransferencia. Respeto poi el paciente Mi imagen de la terapia gestltica se basa en una relacin horizontal. Dentro de lo posible, el terapeuta trata al paciente como un igual (aunque con la diferencia de roles necesaria para el contrato teraputico). Esto es igualmente vlido al enfrentarse a un paciente que el terapeuta considere resistente. La resistencia del paciente es perjudicial slo cuando no forma parte del darse cuenta y del ajuste creativo del organismo. Resistir al terapeuta o a la terapia gestltica puede ser una sana reaccin. Aun cuando el paciente resista su propio darse cuenta, puede ser saludable. En terapia gestltica conducimos la resistencia hacia el darse cuenta, de modo que la auto-regulacn del paciente se caracterice por un mejor contacto y darse cuenta. Una consumacin integrada y madura de la situacin psicolgica exige integracin y no aniquilacin de la resistencia. Las defensas del paciente necesitan respeto del terapeuta, no ataque ni ternura excesiva. Es til conocer y sealar las defensas o evitaciones, para comprenderlas y poseerlas. Es probable que los esfuerzos por eliminar o complacer las defensas no tengan resultados positivos para el paciente. El objetivo es que l comprenda las resistencias y las asuma totalmente en su darse cuenta. Y esto debe hacerse al ritmo del paciente.

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El paciente sabe ms. Algunos terapeutas gestlticos atribuyen al paciente la total responsabilidad, el total poder para enfermarse o sanarse, pero luego asumen ellos la decisin de presionarlo ms all de sus defensas. A m me parece que si los pacientes son tan capaces y responsables de s mismos (de sus vidas, patologas, terapias), tambin se deben respetar sus resistencias como su propia opcin, ya que satisfacen una importante necesidad. Histricamente, la terapia gestltica ha sido asociada con la rebelin contra la autoridad y el fomento de la disconformidad. No nos convertimos en personas autoritarias cuando decidimos destruir las defensas? No creo que la respuesta est slo en un trato gentil con el paciente. El trabajo de darse cuenta debe hacerse, y el terapeuta que decide ser "apoyador" sin trabajar el darse cuenta, no est respetando al paciente ni su opcin. La respuesta est en el dilogo y claridad acerca del diagnstico (ambos sern analizados ms adelante). El respeto por el paciente incluye distinguir el nivel de autoapoyo del cual l es capaz. Incluye saber lo que espera del trabajo teraputico, sentido comn, cohesin de la identidad, inteligencia, sofisticacin teraputica, etc. del paciente. En grupos, esto se complica ms. El terapeuta tiene la responsabilidad de observar, reconocer y respetar las necesidades de todos los individuos y del grupo como un todo. Un individuo que necesita moverse con lentitud, puede provocar presin de parte del resto del grupo que se siente frustrado. La presin grupal puede ser an peor que la del terapeuta. En esta situacin, el grupo debe aprender a enfrentar la frustracin siendo respetuoso de los lmites, diferencias y autonoma. El grupo no est a salvo si est dominado por una agresin grupal hostil o por la insistencia de imponer las necesidades de la mayora sobre las de la minora. Por otra parte, el grupo tampoco est a salvo si no se expresan sentimientos y pensamientos negativos. El terapeuta es responsable de definir las necesidades para la seguridad y el equilibrio. La opcin La teora paradjica del cambio entra en conflicto con la catarsis como principal intervencin. Entra en conflicto con el rompimiento de las defensas y la aniquilacin de las resistencias. Entra en conflicto con el uso de tcnicas o de la personalidad del terapeuta para movilizar directamente a los pacientes hacia un resultado preconcebido ("sanar").

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La teora paradjica tambin choca con la idea de entrenamientos simples para terapeutas. Segn esta teora, una buena terapia requiere del terapeuta una buena comprensin terico-clnica j un buen enfoque personal. Los nuevos avances de la terapia gestltica en Estados Unidos han ido "ms all del carisma". La experiencia nos ha enseado algo esencial de esta teora de enfoques mltiples: la importancia de la relacin y el darse cuenta dialogal basados en el respeto por la experiencia personal y estilo vivencia! del paciente. Esto requiere un buen conocimiento de patrones y necesidades clnicas. Lo que no es esencial, sino ms bien opuesto a una buena formacin-y a una buena terapia, es el sistema de formadores y terapeutas estrellas dnde el carisma domina. El nuevo enfoque requiere ms trabajo y esfuerzo que carisma. La salud psicolgica y la maximizacin del crecimiento humano requieren, al igual que los genios, 90% de transpiracin y 10% de inspiracin. RELACIN: COMPROMISO Y SURGIMIENTO Hemos aprendido a reemplazar la teatralidad, el carisma y la catarsis, por un nfasis en el compromiso dialogal de paciente y terapeuta, de paciente con otros pacientes en grupos, y a confiar en que el crecimiento surge de tal compromiso. La dimensin social: relacin y eficiencia teraputica En psicologa se ha producido un incremento general del nfasis en la relacin. Esto tambin se ha dado en terapia gestltica, y es parte de un crecimiento generalizado de la apreciacin de la dimensin social. Investigaciones acerca de los factores del xito teraputico sealan permanentemente la importancia de la relacin. En psicoanlisis hay un creciente nfasis en la relacin, desgraciadamente utilizando una terminologa que an confunde contacto con transferencia. En terapia gestltica individual y grupal hay un creciente nfasis en la relacin Teraputica. Otro aspecto de la dilatada apreciacin de la dimensin social en general y de la relacin en particular, es un creciente nfasis en las familias y organizaciones en terapia gestltica. Aun cuando el trabajo con familias y grupos organizados no es nuevo en terapia gestltica, se realiza con ms frecuencia, se habla y escribe ms sobre l, y se discute y practica con ms sofisticacin que nunca antes.

Parte del nuevo desarrollo de la terapia gestltica ha sido una creciente apreciacin de la idea de Buber de "sanar por medio del encuentro". Sanar es restaurar la totalidad. Y Buber crea que la sanacin ocurra slo a travs de cierto tipo de compromiso personaa-persona. El compromiso total se da aqu y ahora. En los aos 60, algunas personas desgraciadamente interpretaron el aqu y ahora de manera limitada y estrecha. Ahora estamos ms dispuestos a participar en forma ms completa del historial de vida del paciente, y a compartir nuestro historial si corresponde a la terapia. Un ejemplo de este nfasis es el libro de Erving Polster Every Pezson's Life Is Worth a Novel (1987). Pero en psicologa y psiquiatra tambin han habido tendencias contrarias, especialmente el tratamiento por medio de procedimientos. Se ha incrementado la perspectiva tecnolgica. La terapia, en general, se ha dirigido hacia un creciente enfoque tcnico o tcnicamente orientado, con miras hacia el camino ms rpido. Qu tcnicas funcionan con pacientes depresivos? O limtrofes? En investigaciones psicoteraputicas, a menudo se usan libros de recetas para terapia y manuales de trminos. Me parece interesante que, a pesar de los rigurosos intentos para estandarizar los procedimientos, la personalidad del terapeuta individual y la calidad de la relacin teraputica an produzcan resultados muy diferentes, segn los distintos terapeutas y los distintos ajustes terapeuta-paciente (Lambert, 1989). Histricamente, la terapia gestltica ha estado en el campo del humanismo y ha planteado una alternativa al conductismo y a similares terapias de control y tcnicamente orientadas. Nuestro nfasis est en trabajar con personas, y no en controlarlas o re-condicionarlas. Pero siempre hubo cierta tensin entre nuestro humanismo por un lado, y nuestra tecnologa y propensin al liderazgo carismtico por otro. Muchos han planteado dudas acerca de si tcnicas como la silla vaca, golpear cojines, el uso clnico de la frustracin y otros recursos de este tipo sean realmente humansticos. Ms recientemente, la pregunta se ha enmarcado en trminos de su consecuencia con un enfoque dialogal. En gran medida, hemos aprendido a trascender la orientacin tcnica. Y esto constituye parte esencial de mi mensaje en este artculo. Hemos aprendido la importancia del dilogo y de la relacin, la teora paradjica del cambio, a dejar que el cambio surja sin dirigirlo, y la escasa importancia de tcnicas particulares. Sin embargo, a pesar de

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esto, en muchos lugares todava se prepara a las personas principalmente mediante tcnicas, usando presin y frustracin para lograr el cambio. Creo que esto es una distorsin de la terapia gestltica. Esto nunca fue una buena teora de la terapia gestltica, y por cierto no lo es actualmente. En esta era de movimiento hacia arreglos tecnolgicos rpidos, se necesita ms que nunca la verdadera terapia gestltica de humanismo, dilogo la teora paradjica del cambio. En terapia familiar hay algunos signos de insatisfaccin frente a enfoques familiares manipuladores, y una receptividad a enfoques orientados al compromiso, que enfatizan el darse cuenta y el dilogo. Para m, la esencia de la terapia gestltica es la integracin de un compromiso persona-a-persona con una competencia tcnico-clnica general. Y esto es vlido al margen de la modalidad o tipo de paciente. Compromiso dialogal la realidad es relacin La perspectiva dialogal de la realidad es que toda realidad es relacin. Vivir es encontrarse. El darse cuenta es relacional es una orientacin hacia el lmite entre la persona y el resto del campo organismo/ ambiente. El contacto obviamente es tambin relacional: es lo que ocurre entre persona y ambiente. Nuestro sentido de nosotros mismos es relacional (explicado claramente en Terapia gestltica). Yo creo, como Buber, que la espiritualidad tambin es relacional. Crecemos gracias a lo que ocurre entre personas, no mirando hacia adentro. Interior y exterior son slo "elaboraciones secundarias" o diferenciaciones en el campo organismo/ambiente. En la obra Terapia gestltica, Perls, Hefferline y Goodman dicen que el contacto es la realidad primaria. La persona (s mismo) es definida en trminos de las interrelaciones entre la persona y el resto del campo: 2. El s mismo es el Sistema de Contactos Presentes y el Agente de Crecimiento. Hemos visto que en cualquier investigacin biolgica o sociopsicolgica, el tema de estudio concreto es siempre un campo organismo/ambiente. No existe ninguna funcin de ningn animal que sea definible excepto como funcin de tal campo... El complejo sistema de contactos necesario para un ajuste en el difcil campo, lo llamamos 's mismo'. El s mismo puede ser considerado como en el lmite del organismo, pero

el lmite no est aislado del ambiente; contacta al ambiente; pertenece a ambos, ambiente y organismo (p. 373). La actualizacin del s mismo, en el sentido gestltico de la actual relacin aqu y ahora entre una persona y otra, contrasta delicadamente con el intento de actualizar una auto-imagen. Las imgenes, incluyendo las de uno mismo, son productos o representaciones, y no el evento de relacin actual de existir en la humanidad. Una de las cosas que distingue a la terapia gestltica de las relaciones objtales, y de otros enfoques psicoanalticos (antiguos o nuevos), es que la terapia gestltica enfatiza la relacin actual ms que las imgenes propias o de otros. El lema es: contactar el presente. Contactar a la otra persona real, y tambin lo que es realmente verdadero para uno como persona. Existe slo el yo del yo-ello y del yo-t. T, lo que ocurre en un verdadero encuentro de personas como personas. En tales encuentros, cada persona es tratada como un otro separado, como un fin en s misma. Por medio del dilogo, una persona sabe y confirma que el otro es una conciencia separada e igualmente importante. En las relaciones yo-ello hay un distanciamiento y engrasamiento del lmite. En el yo-ello se persigue algo, en vez de permitir que eso surja del compromiso de las personas como personas. En la modalidad yo-ello hay clculos, control, y se trata a las personas como un medio para un fin. Planear, discutir y manipular a las personas, estn dentro de la modalidad yo-ello. El terapeuta que usa su personalidad para movilizar al paciente a sanarse opera en la modalidad yo-ello. No podemos existir sin el yp-ello. Es una modalidad sana y organsmicamente necesaria. Pero hay un yo-ello en el cual la persona oscila entre el yo-ello y el yo-t. Es un yo-ello al servicio de un yo-t. En ensayos anteriores, me he referido a esto como la "relacin yo-t", en oposicin al "momento yo-t". He cambiado la terminologa para hacerla menos confusa: reservando el yo-t para el momento cumbre del encuentro que Buber describe tan poticamente en Yo y t, y usando el trmino dialogal para relaciones ms amplias que oscilan entre el yo-ello y el yo-t Hycner, 1985; Jacobs, 1989). Caractersticas del dilogo En terapia, dilogo significa una relacin basada en el compromiso y el surgimiento, ms que una relacin para dirigir al paciente hacia algo o retener presencia o gratificacin al servicio del fomento de la neurosis de transferencia.

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Presenci.; Buber J cribe el encuentro existencial con frases tales como "vivir en opos: ion", "luchar con" y "forcejear" con. Esto no significa ser agradable ni brutalmente honesto. Significa encontrarse, manteniendo las ventajas personales en forma contactada, incluyente y confirmada (vase subseccin siguiente). Significa ir hasta el lmite con la otra persona, pero sin traspasarlo ni controlar a la otra persona, es decir, sin controlar lo que est al otro lado del lmite. Buber habla de una "comunicacin genuina y sin restriccin" como caracterstica de la presencia dialogal. Las personas plenamente presentes comparten el significado entre ellas. Para el terapeuta significa compartir significados con el paciente. El significado total incluye la desesperacin, el amor, la espiritualidad, la rabia, la alegra, el humor, la sensualidad. En la relacin dialogal, el terapeuta est presente como persona, y no se mantiene en reserva como en la postura analtica, ni funciona principalmente como tcnico. Debemos tener claro que la comunicacin sin restriccin significa que el terapeuta se abandona al dilogo, y no significa que no discrimine. Se refiere a un compromiso vivido en el cual el terapeuta demuestra adecuada y regularmente sus sentimientos, experiencias, etc. La naturaleza de la otra persona y la situacin son parte orgnica del contacto dialogal con otro. Al dirigirnos en forma dialogal a una persona narcisistamente vulnerable, no lo hacemos del mismo modo que al dirigirnos a una persona que no es susceptible en ese sentido. La terapia gestltica en Estados Unidos ha percibido en forma creciente que es tericamente ms consecuente y a menudo ms eficaz decir a los pacientes cmo uno est siendo afectado, en vez de actuar sobre los sentimientos usando tcnicas de frustracin y otras artimaas, que pueden enfrentar activamente la situacin clnica y mostrar cierta presencia de parte del terapeuta, pero que-evitan el dilogo. Ms adelante discutiremos los factores para discriminar cundo y cmo hacer esto (o no hacerlo) con diferentes tipos de pacientes, por ejemplo, pacientes con alteraciones de personalidad narcisista. Confijcmaci e inclusin Las personas se convierten en seres nicos a travs de la confirmacin de otras personas. Confirmar: "hacer presente" por otras personas. Una persona es confirmada cuando otra "imagina lo real", es decir, cuando se pone en sus zapatos e imagina y vive a travs de lo que esa persona vivencia.

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Lo que se confirma en este proceso es la existencia de la otra persona como un ser humano que existe en forma separada con un alma independiente al igual que la del perceptor. A nivel ms bsico, es confirmar la existencia del otro como una persona separada. El terapeuta confirma que el paciente existe, que genera efectos y que es tan valioso como cualquier otra persona. El paciente no es invisible, ni tampoco un objeto de los deseos o imgenes del otro. Hay quienes han dicho que al mirar a los ojos de un gur han visto el infinito; otras personas dicen que al mirar a Buber a los ojos se han encontrado ellas mismas. Eso es lo que los pacientes necesitan de su terapeuta. El terapeuta maestro responde a lo nico. ; Confirmacin es mxima aceptacin. Incluye por cierto el mensaje de aceptacin: "Hay suficiente espacio". La teora y buena prctica de la terapia gestltica tienen un respeto intrnseco por la diversidad y las diferencias. Esto es una piedra angular de la actitud gestltica. La confirmacin tambin incluye confirmar lo que uno est llamado a ser. Aun cuando no puede haber inclusin ni confirmacin sin aceptacin, con ellas tambin hay una afirmacin del potencial. Aceptar a las personas tal como son no significa renunciar a la esperanza de crecimiento. Al contrario, la esencia de la confirmacin es precisamente este potencial de crecimiento que uno verdaderamente puede realizar. La inclusin es la forma ms elevada de confirmacin La inclusin es sentir en la perspectiva del otro, manteniendo el sentido de uno mismo. La persona que practica la inclusin ve por un momento el mundo a travs de los ojos del otro en la forma ms plena posible. Y no es confluente, ya que la persona que practica la inclusin mantiene simultneamente un sentido de s misma como persona separada. Es la forma ms elevada del darse cuenta polar de s mismo y de otro. La inclusin se confunde a veces con la identificacin y la empatia. La identificacin diere en que la persona capta una identidad de s misma y de otro; es una prdida del sentido de diferenciacin. La inclusin significa movilizarse ms hacia el polo de sentir el punto de vista del otro, lo cual a veces se llama empatia, manteniendo simultneamente un agudo darse cuenta de la propia existencia separada, que a veces est implcito en el trmino empatia. La inclusin, como el T, que a veces emerge cuando dos personas se contactan por medio del dilogo, requiere elegancia. La inclusin se puede desarrollar plenamente, cuando se tiene el apoyo y uno se prolonga para contactar al otro.

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La inclusin en terapia Muchos terapeutas gestlticos han criticado la empatia debido al peligro de confluencia, es decir, el peligro de confundirse uno mismo con el otro, al creer que uno realmente puede vivenciar con exactitud lo que experimenta el otro. Cuando le mostr a Jim Simkin el borrador de un ensayo anterior donde discuta la inclusin en terapia gestltica, l pregunt: "Es sta tu forma de meter la empatia en la terapia gestltica?". Pero la inclusin requiere darse cuenta de la separacin, mientras se est oscilando hacia el polo para vivenciar lo ms plenamente posible el punto de vista del otro. La prctica de la inclusin y una perspectiva fenomenolgica calzan delicadamente. En fenomenologa, todo es reconocido para ser percibido desde el darse cuenta espacio-temporal de alguna persona. Desde un punto de vista estrictamente fenomenolgico, la fenomenologa de toda persona es igualmente real. Al hacer terapia en un marco fenomenolgico, se presta cuidadosa atencin a la experiencia actual del paciente (y por supuesto, a la del terapeuta) y al proceso. Se da especial importancia a lo que ocurre entre terapeuta y paciente desde la perspectiva del paciente. Si bien en una terapia dialogal hay un sentido de reciprocidad mucho mayor que en una terapia analtica o conductista, la inclusin no es mutua. En terapia existe un lmite para la inclusin mutua. La mayora de los pacientes son incapaces de practicar la inclusin al principio de la terapia. Deben desarrollar, en la terapia, la capacidad de tener el tipo de contacto que involucra la prctica de la inclusin. Buber afirma que cuando un paciente puede practicar la inclusin, la terapia ha terminado. Estoy en total desacuerdo con esto. Los pacientes desarrollan la capacidad para la inclusin, y algunos comienzan con esta habilidad ya desarrollada. "~ Sin embargo, si en una terapia la inclusin se practica mutuamente en forma regular, deja de ser terapia. La tarea de la terapia, su estructura y funcin, exige que la mayor parte del tiempo la inclusin sea en un sentido. El pacto y la tarea es- enfocar la experiencia del paciente para su crecimiento. Para el paciente que ya puede practicar la inclusin, la relacin teraputica puede servir de foro para tener una relacin en la cual no tiene que practicar la inclusin, a menos que convenga a sus necesidades teraputicas. En ste contexto, puede valerse por s mismo y ser atendido por el terapeuta sin ocuparse de l. Ms an' por muy capaz que sea el paciente de practicar la inclusin, no puede vi-

sualizarse a s mismo plenamente como otra persona (el terapeuta) puede visualizarlo a l, y esto es a menudo muy importante para el crecimiento del paciente que puede practicar la inclusin. Este es a menudo el caso cuando los terapeutas entran a terapia. Dilogo, fenomenologa y avances psicoanalticos Algunos tipos de psicoanlisis se han. acercado a la experiencia real de los pacientes. Este es un enorme progreso sobre el psicoanlisis clsico, y es por cierto ms fenomenolgico. Es un progreso sobre la terapia gestltica teatral de los 60. Como resultado de esto, muchos de los que redujeron la terapia gestltica en sus propias mentes a ese estilo particular, se han movilizado hacia una de las nuevas modalidades psicoanalticas, por ejemplo, la psicologa del s mismo. Pero incluso en las terapias psicoanalticas ms modernas hay un lmite al foco fenomenolgico. An contienen la herencia de la asociacin libre y de la interpretacin, y no extienden el nfasis fenomenolgico para incluir enfoque, formacin o experimentacin fenomenolgicos. La fenomenologa experimental an no ha sido incluida en las terapias psicoanalticas ampliadas. Tambin hay un lmite a la auto-revelacin del terapeuta. Esto es algo que slo se realiza a veces, con razonamientos y justificaciones especiales. Si la terapia de un paciente en particular lo requiere categricamente, puede ser justificado. Pero an no se aprecia el verdadero poder de una terapia dialogal, y la teora o formacin del analista no proporciona un desempeo ptimo dentro del contexto dialogal. Se ha dicho que cuando dos personas cantan, hay dilogo. En terapia gestltica podemos cantar con el paciente. No tenemos las limitaciones de contacto, presencia y creatividad presentes en la mayora de las psicoterapias. En este dilogo podemos cantar, bailar, hablar, actuar de manera emotiva, deducir, argumentar. Trabajamos y luchamos en conjunto con el paciente. Tambin hay una utilizacin diferente del aqu y ahora entre la terapia gestltica y las terapias psicoanalticas. Esto es vlido incluso para la perspectiva extendida y liberalizada del aqu y ahora en terapia gestltica que discutimos anteriormente. El aqu y ahora entr a la psicoterapia psicoanaltica y al psicoanlisis a travs del concepto de transferencia. Sin embargo, en el psicoanlisis, la informacin del anlisis de la transferencia se usa principalmente para explicar el pasado en vez de estimular el dilogo y la fenomenologa experimental de la relacin actual con el paciente.

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No se puede hacer buena terapia sin enfrentar en forma competente los fenmenos de transferencia. Tampoco se puede hacer buena terapia ignorando aspectos del desarrollo. En terapia gestltica, sin embargo, enfrentamos ambas cosas. Por supuesto que lo hacemos utilizando las perspectivas dialogal y fenomenolgica que hemos discutido y que seguiremos analizando a travs de este libro. Dilogo y direccin No podemos dirigir el dilogo. El dilogo surge entre personas contactadas. El dilogo surge entre El dilogo es-frcr que emerge cuando t y yo nos unimos de una manera autnticamente contactada. El dilogo no es t ms yo, sino que emerge de la interaccin. Dilogo es algo que puede ocurrir cuando ambas partes se hacen presentes. El dilogo puede darse slo si el resultado no es controlado o determinado por ninguna de las partes. La interaccin no es dialogal al "tratar". Tratar, en el sentido de aspirar a un resultado y buscar los medios para lograrlo, es una manipulacin. La manipulacin, obviamente, no es algo malo. Buber dej en claro que el yo-ello era absolutamente necesario para la existencia. En Terapia gestltica, la palabra manipulacin se usa para describir la conducta motora de la actividad sensorio-motriz de los organismos. Ciertamente, esto puede ser sano e importante, y es esencial que cada, persona pueda hacerlo segn la necesidad. Pero dirigir no es dialogal. A veces escuchamos a algunas personas hablar del uso del dilogo para crecer. Este es otro ejemplo de manipulacin, de direccin. Se usa a la otra persona y es un ejemplo de yo-ello. Es usar a la otra persona para ser uno mismo. La actitud dialogal es a la inversa: ser uno mismo para encontrar al otro. Tratar de llevar a un paciente a algo es una interaccin yo-ello. Cuando la terapia gestltica usa tcnicas para movilizar a un paciente, se convierte en una forma de modificacin conductual ms que en una terapia dialogal. Esto ocurre aun cuando el terapeuta trate de buena fe y con una clara motivacin sanadora de dirigir al paciente a la "sanacin". El contacto real no se "hace", "ocurre" Cada parte puede conducir su voluntad al lmite, al encuentro pero slo hasta ah. Usar la voluntad para controlar no es un contacto

dialogal con el otro, es controlar al otro. El contacto para asimilar a la otra persona para estar en confluencia con los propios deseos o imgenes, puede ser parte de la auto-regulacin organsmica, pero no es contacto dialogal. En una auto-regulacin organsmica dialogal, la otra persona est contactada y sigue siendo una persona independiente, aunque aspectos de esa persona independiente, de ese otro, son asimilados en uno mismo. Por ejemplo, una persona puede tener un estilo que no me gusta. Puedo aceptar a esa persona con ese estilo. Puedo aprender de esa persona y en ese sentido asimilar algo de ella. Pero esto es muy distinto de manipular para lograr que esa otra persona sea como yo quiero que sea. El contacto dialogal comienza conduciendo la propia voluntad al lmite, y el resto requiere de una respuesta de la otra persona y de elegancia. T te preparas, usas tu voluntad. Y luego, puede ocurrir o no. Esto requiere fe y confianza en lo que ocurrir. Requiere confianza en la existencia y fe en que el terreno nos sustentar a ambos. Requiere tener fe en que existen los recursos no slo bajo el control de la persona, sino en el resto del campo organsmico/ambiental. Paradoja: no puedes ser t mismo aspirando a ser t mismo Cada persona es nica, pero slo en el compromiso humano se puede confirmar, mantener y desarrollar el s mismo nico. Slo en el contacto del encuentro yo-t, se desarrolla la unicidad de cada persona. Slo sabiendo cmo somos con los otros y cmo son los otros con uno, nos conocemos y nos convertimos verdaderamente en nosotros mismos. Cuando una persona se mira hacia adentro, hace introspeccin, retroflexin, etc., no est comprometindose con el otro. Esto apunta al s mismo. En un encuentro real, se apunta al encuentro con el otro, al encuentro de mi yo y de mi no yo. Por esta razn no considero la terapia gestltica como una psicologa del "S Mismo". En la'psicologa del s mismo hay un nfasis en apuntar al s mismo, y en la terapia dialogal hay un nfasis en el compromiso y el surgimiento. El devenir de uno mismo ("yo") ocurre al entrar en una relacin. Al presentarnos tal como somos, otras personas nos pueden tratar como un T. Tratando a otras personas como un T, somos ms nosotros mismos.