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TERRITORIOS Y EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES: El
“Vivir Bien” en los municipios de Bolivia
(Algunas reflexiones conceptuales sobre el papel de las instituciones desde el punto de
vista del territorio y el desarrollo)
9no Congreso Internacional
“Educación, Territorio y procesos socio ambientales en América Latina y el Caribe”
Luís Pablo Cuba Rojas 1
Cochabamba, octubre de 2014
1 Economista, Docente Investigador Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Mayor de San Simón.
E-mail [email protected]
Índice
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
I. LAS ALIANZAS DE ACTORES LOCALES, REGIONALES Y
NACIONALES COMO FORMA ESPECÍFICA DE VER LAS
INTERVENCIONES EN EL DESARROLLO
II. RESPUESTA ESTATAL DEL “VIVIR BIEN” COMO INTERVENCIÓN
MODERNA EN EL DESARROLLO REGIONAL
III. LA VISION DEL MUNICIPIO PRODUCTIVO Y EL “VIVIR BIEN”
IV. ¿QUÉ SON LAS INSTITUCIONES Y LAS ORGANIZACIONES?
V. ¿CUÁLES SON LAS BARRERAS AL SURGIMIENTO DE UN AMBIENTE
INSTITUCIONAL?
VI. CONCLUSIONES
RESUMEN
Este trabajo intento generar algunas reflexiones conceptuales desde el punto de vista del
desarrollo territorial y el papel de las instituciones como parte de una comprensión teórica
del rol del municipio en el desarrollo sostenible y el territorio. De ahí que se plantearon
algunas preguntas que las consideramos centrales para este análisis: ¿Cómo se entiende el
papel de las instituciones y las organizaciones en el desarrollo? ¿Cómo hacer que fluyan las
fuerzas locales a través de la iniciativa de su población, que fortalezcan la institucionalidad
desde lo local sin perder de vista lo regional y nacional?. En la teoría económica se hace
énfasis en el papel de las organizaciones e instituciones como parte fundamental del
desempeño económico de un territorio; sin embargo, no se le ha dado la importancia
necesaria. Por tanto, la comprensión del rol de las instituciones, organizaciones
económicas, socio-políticas y socio-culturales es crucial para comprender el desarrollo
regional y la sostenibilidad de los ecosistemas social y económico. Las instituciones y las
organizaciones también tienen que ver con los estilos de intervención del sector privado y
los procesos de producción en los territorios, en las estrategias de vida de las poblaciones,
en la transformación productiva, en el empleo para cerrar las brechas de la desigualdad. En
el presente trabajo se plantea la construcción de una institucional con amplia participación
de entidades locales y regionales como sustento del proceso de desarrollo regional. En ese
contexto uno de los hallazgos centrales de éste estudio, es que el desarrollo económico de
los municipios expresa el grado de desarrollo de sus instituciones y organizaciones
económicas y sociales.
Palabras Clave: Territorios, Desarrollo, Instituciones y organizaciones sociales
Introducción.-
En la Bolivia de hoy, más que nunca el desarrollo rural constituye una prioridad estratégica
pero ha sido tratado unívocamente en muchos sentidos, uno de ellos ha sido el privilegiar el
desarrollo agropecuario y no considerar otros aspectos productivos y menos la importancia
del rol de la asociatividad y las redes institucionales como un mecanismo estratégico para
atender primordialmente las necesidades en producción, transformación, toma de
decisiones, capacidad tecnológica, actividades comerciales, valorización de conocimientos,
mejora de los canales de comercialización, etc.
En el desarrollo económico las organizaciones e instituciones tienen un peso relevante; sin
embargo, no se le ha dado la importancia necesaria. Hoy, recién empieza a reconocerse a
las instituciones, organizaciones económicas, socio-políticas y socio-culturales como
factores cruciales para la emergencia del desarrollo rural. Las instituciones y las
organizaciones también tienen que ver con los estilos de intervención del sector privado
en el medio rural, las estrategias de vida de las poblaciones rurales, el vacío de propuestas
por parte del Estado, la transformación productiva, la superación de lo rural como
equivalente a lo agropecuario, el empleo como vinculo urbano-rurales y otros.
Por otro lado, las posibilidades de desarrollo mediante la transformación productiva, no
están siendo impulsadas para la reconversión de la economía como respuesta a la nueva
mega tendencia regional. En el inmediato pasado, se planteó la construcción de un nuevo
marco institucional, jurídico-político-administrativo para fomentar y potenciar un sistema
de intervenciones entre el Estado y la sociedad civil como fueron las leyes de participación
popular y de descentralización, posteriormente la Ley de Revolución Productiva pero que
no han generado cambios sustanciales en la estructura territorial productiva en el nuevo
contexto histórico que vive el país.
Pero lo más preocupante, es que Bolivia no está aprovechando las oportunidades de lograr
articular sus propias experiencias productivas para conseguir alianzas institucionales y
organizacionales, lo que permitiría distribuir riesgos y recopilar las mejores prácticas a
través del intercambio de experiencias. En éste ámbito, la búsqueda de arreglos
institucionales para el desarrollo es crucial, arreglos de éstas con organizaciones
económicas y sociales en el marco de un sistema de normas y acuerdos adecuadamente
reconocidas tendría un mayor impacto en el mediano plazo.
La nueva Bolivia, ya muestra rupturas de que ese nuevo Estado y Sociedad, no es el nuevo
escenario de la reestructuración Societal-Estatal. En ese entendido el papel de las
instituciones y la visión de desarrollo demandan nuevos criterios metodológicos y
conceptuales para construir una nueva forma de ver el país y nuestra región.
I. LAS ALIANZAS DE ACTORES LOCALES, REGIONALES Y
NACIONALES COMO FORMA ESPECÍFICA DE VER LAS INTERVENCIONES
EN EL DESARROLLO
Bolivia, requiere desarrollar con suma urgencia un sistema de alianzas entre los actores
locales y los agentes que actúan en los espacios nacional, regional, local y global con el
propósito de fortalecer la capacidad negociadora principalmente de los pequeños
productores. La incorporación a estas alianzas de las universidades, de las escuelas de
negocios, de las cámaras de comercio e industria, de las asociaciones de productores
permitiría por ejemplo que los agentes económicos accedieran a información sobre temas
de oferta y demanda de productos, rondas de negocios, tecnología, derechos de propiedad
intelectual, regulaciones sanitarias y otros.
La aparición de nuevos agentes económico, sociales y políticos relacionados con el
crecimiento de las nuevas actividades económicas y la creciente para los habitantes rurales
de los pueblos y de las ciudades intermedias traen nuevas oportunidades que deben ser
aprovechadas por las intervenciones públicas y privadas en desarrollo. (Secretariado Rural,
2005).2
Las instituciones u organizaciones tienen su razón de ser no en si mismas, en su mera
existencia, sino en su función, en su respuesta, en sus aportes al desarrollo, por lo tanto, es
necesario encontrar formas a través de las cuales se puedan generar razones efectivas de
existencia de las instituciones tanto privadas como públicas. En este entendido
consideramos necesario aprehender de las estrategias de sobrevivencia que desarrollan las
familias rurales, pues como se sabe éstas son más dinámicas.
En el Dialogo productivo nacional (2004), se planteo la necesidad de desarrollar un
proceso de reingeniería y cambio institucional que permita articular la gestión de los
2 Enfoque y Temas para la agenda del Secretariado Rural por: Alexander Schejtman, 2005).
programas y servicios relacionados al sector productivo, precisamente una de sus líneas de
acción señala:
“Desarrollar un sistema institucional integrado de los servicios de desarrollo
empresarial, evitando duplicidad, profundizando y fortaleciendo el proceso de
descentralización con autonomía administrativa y financiera, en los ámbitos:
departamental, municipal, mancomunidades municipales y comunitario. Con
directorios que en cada ámbito tengan poder de decisión y representación de las
organizaciones sociales, productivas, asociativismo municipal y comunidades
indígenas, originarias y campesinas” (Diálogo Nacional Productivo, 2004).
Por su parte, la Cooperación Holandesa a través de ICCO eligió el Desarrollo Económico
Justo y Sostenible (DREO) como enfoque y nuevo ámbito de intervención, cuyo mayor
interés es apoyar a los pequeños productores. ICCO también apoya los procesos de
intercambio e interprendizaje en éste tópico.
Después de un buen tiempo en las intervenciones en desarrollo, finalmente hoy en día se
constata que el mayor campo de aprendizajes es económico, por las respuestas multi-
estratégicas de las familias rurales en búsqueda de mecanismos de sobrevivencia y mejora
de sus condiciones de vida practicando un concepto de lo rural y lo urbano no dicotómico.
Finalmente, una de las respuestas sobre lo que podría constituir una agricultura del futuro,
es la agricultura orgánica, como una opción para lograr un equilibrio entre los intereses
ambientales sociales y económicos, un concepto integrado de calidad de la producción.
Para muchos la agricultura orgánica es una utopía; sin embargo, debemos reconocer que
cada día son más los agricultores en todo el mundo que, con el fruto de su trabajo,
demuestran lo contrario.
Esta respuesta se relaciona con las políticas globales de apertura de mercados, en los cuales
países pequeños como Bolivia, tienen pocas opciones para competir con cantidad. Pero por
las ventajas socio-geográficas y socio-culturales se podría competir con calidad y
eficiencia. Un ejemplo de eficiencia podría ser una mayor independencia de insumos
externos como plaguicidas y fertilizantes (Groot Jebbink: 2003).
II. RESPUESTA ESTATAL DEL “VIVIR BIEN” COMO NUEVA
INTERVENCIÓN EN EL DESARROLLO REGIONAL
En 2006 nace la propuesta del VIVIR BIEN, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo
(2006-2010) que tenía planeamientos concretos para pensar en una Bolivia productiva que
en el contexto del desarrollo agropecuario sostenía que para avanzar hacia la soberanía
alimentaria del país se debería enfatizar en el desarrollo de las capacidades en la
agricultura y forestería comunitaria-indígena, originaria y campesina para la producción de
alimentos. Ampliando Ampliar la contribución de la producción agropecuaria y forestal a
los medios de vida de la población y al desarrollo del país, posibilitando la expansión de la
base económica con base en la industrialización ambientalmente sustentable de los recursos
naturales renovables. Impulsar la gestión sustentable de los recursos naturales, que haga
posible la mejora de los medios de vida y el Vivir Bien de los pueblos indígenas,
originarios y campesinos, y de la sociedad rural en su conjunto, a través del
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales renovables.
Las estrategias de esta nueva visión del desarrollo giran en torno a:
• Transformación de la estructura de tenencia y de acceso a la tierra: eliminación
del latifundio, distribución y redistribución de tierras
• Transformación de los patrones productivos y alimentarios: construir seguridad y
soberanía alimentaria, desarrollo de nuevos patrones de producción y distribución de
alimentos
• Agua para la producción: infraestructura de riego, mejoramiento del uso del agua
y la gestión de los sistemas de riego.
• Apoyo a la producción y transformación de los recursos naturales renovables:
empresas sociales públicas de productos alimentarios y de gestión de productos
estratégicos, industrialización de la coca.
• Dinamización y restitución integral de las capacidades productivas territoriales:
Desarrollo productivo territorial
• Fortalecimiento de la institucionalidad estratégica; Servicios rurales
Para lo cual se diseño una acción vía la creación de EMAPA, el Banco de Desarrollo
Productivo y se plantea una propuesta de gestión territorial comunitaria que permita
disminuir la brecha entre la intervención nacional, departamental y lo local comunal (Plan
Nacional de Desarrollo y el Vivir Bien, 2006).
Desde ese punto de vista se define a la gestión territorial comunitaria como la
administración comunal del territorio, en términos políticos, económicos y culturales, para
permitir vivir bien a sus integrantes. Gestión del territorio como espacio político, social y
económico para el desarrollo rural.
Enfoque que permite poner en relieve el factor comunitario para mejorar las condiciones
previas de producción y luego activar procesos de desarrollo local utilizando a la
organización comunal como instancia de decisión política articulada al Estado, y a las
iniciativas familiares y/o comunales como instancias productivas, ya sean ligadas al
mercado o no.
Además, El potencial de la organización comunal para administrar sus RRNN y generar
dinámicas de desarrollo territorial en base a sus usos y costumbres, sus prácticas
económicas y su institucionalidad política parece llevar como consecuencia lógica a un
proceso de descentralización política administrativa de mayor profundidad, que va
acompañado de un rediseño de la institucionalidad estatal, incorporando en su estructura
formas políticas de comunidades indígenas, campesinas y originarias.
III. LA VISION DEL MUNICIPIO PRODUCTIVO Y EL “VIVIR BIEN”
Desde nuestra percepción, la propuesta del “Municipio Productivo” adolece de un sentido
de realidad aplicable al desarrollo local en el contexto histórico actual. La propuesta es
débil. En la propuesta del Municipio Productivo, no existe un análisis sobre los vínculos de
lo local con lo global y lo nacional; una respuesta a ésta relación la consideramos
estratégica. A nuestro entender, los argumentos más frecuentes en la actualidad es la
conexión de la globalización con el Desarrollo Económico Local (DEL), puesto que el
mundo se caracteriza por un incremento de la globalización y la competitividad
internacional, el Estado Nación en Bolivia se ha comprimido y mucho más su capacidad
para estimular y manejar o administrar el proceso de desarrollo. Un hecho que llama la
atención es que el grado de aislamiento de los municipios rurales, que ha impedido el
relacionamiento con la propia economía nacional, mucho más con la economía
internacional.
He aquí algunas interrogantes que nos formulamos para una mejor comprensión del rol del
municipio en el desarrollo rural ¿Cómo se entiende la competitividad local con la
competitividad global? y ¿Cómo debe entenderse el efecto o las implicancias de una nueva
división regional del trabajo y la emergencia de nuevos centros de producción? ¿Cómo
debemos entender el desarrollo económico desigual de la economía boliviana?. Si el
aislacionismo y el proteccionismo no contribuyen con el desarrollo. ¿Cómo superar
políticas con éste sello, cómo hacer que fluyan las fuerzas locales a través de la iniciativa
de su población, sin que necesariamente pase por niveles centralistas?. ¿Cómo ven el futuro
de los gobiernos locales en relación a la reducción del Estado actual a su rol de intervención
en la economía, al proceso de liberalización de los mercados domésticos o nacionales, a la
privatización, al incremento de énfasis en el sector privado como el motor del crecimiento
económico, a la reducción de fronteras para el comercio y la introducción de incentivos de
exportación, etc. (Mendoza D.: 2002).
5. CAPTAR SEÑALES, EQUILIBRAR INTERESES Y EL CUMPLIMIENTO
DE LAS REGLAS DE JUEGO
Las instituciones son reglas, son las normas informales y formales que coordinan la
conducta humana. Cuando las instituciones funcionan bien, habilitan a las personas para
trabajar entre ellas. Con miras a plantear un futuro para si mismas. Sus familias y sus
comunidades en general. Pero cuando son débiles e injustas el resultado es la desconfianza
y la incertidumbre, esto último impulsa a la gente a “tomar” que a “hacer” cosa que mina la
potencial unión (Informe sobre el Desarrollo Mundial 2009).
Una de las funciones institucionales es captar señales sobre las necesidades y problemas -
en particular en las poblaciones marginales-, esto implica generar información, dar voz a
los ciudadanos, responder a la retroalimentación y fomentar el aprendizaje. También es
tarea de ellas equilibrar intereses, negociando el cambio y forjando acuerdos, afrontando y
evitando estancamientos y conflictos. Finalmente, tienen que ver con la ejecución e
implementación de soluciones mediante el cumplimiento confiable de los acuerdos
(Informe sobre Desarrollo Mundial, 2009).
Es necesario comprender la diferencia esencial entre instituciones y organizaciones
sociales. Las instituciones son las reglas del juego social, o el conjunto de las constricciones
que en una sociedad moldean la interacción individual y organizativa. Las instituciones
proceden de la evolución social histórica, pero no han sido prediseñadas o construidas por
voluntad o decreto. Cada país tiene su específico sistema institucional, el cual determina en
gran medida el sistema de incentivos de la interacción económica, política o social, y, por
lo mismo, el potencial de eficiencia económica y de equidad social del país en cuestión.
En cuanto la eficiencia y la equidad de las interacciones humanas, estas dependen no sólo
de las instituciones sino también de las organizaciones. La interacción humana no sólo es
moldeada por las reglas del juego sino también por las organizaciones constituidas para el
juego. Lo característico de las instituciones es que no tienen fines específicos sino la
función de facilitar la interacción humana. Lo característico de las organizaciones es que
persiguen finalidades específicas y que han sido o son susceptibles de ser creadas,
dirigidas, modificadas o suprimidas por voluntad u orden. En otras palabras, el papel de las
instituciones es el de si incentivan o desincentivan y en qué medida la eficiencia económica
y la equidad social, mientras que el problema de las organizaciones es el de cómo hacer
para maximizar su utilidad, ya sea dentro de las reglas de juego existentes o intentando
cambiar las mismas (Ibíd.).
Todas las instituciones existen para reducir las incertidumbres que aparecen en la
interacción humana como consecuencia tanto de la complejidad de los problemas como el
procesamiento oportuno de la información disponible.
6. ¿Cuáles son las barreras al surgimiento de un ambiente institucional?
En primer lugar la constituyen los intereses dispersos. La mayoría de las instituciones3 no
se atreven a cambiar o adaptarse, por eso la crisis de muchas y la formación de otras. Del
mismo modo los sujetos de apoyo como son las organizaciones del campo y la ciudad
buscan nuevas alianzas para encarar desafíos que no son posibles de resolver con las viejas
estructuras institucionales.
Una segunda barrera es la dificultad de forjar compromisos dignos de crédito. En ese
ámbito se encontrarían particularmente las instituciones públicas en general. Estas muestran
altos grados de ineficiencia, credibilidad y corrupción. Uno de los temas que no han sabido
resolver es el derecho propietario de los pueblos indígenas. Los intereses de determinados
sectores con poder económico ha hecho que importantes instituciones del sector público
pierdan su carácter de servidores públicos.
Una tercera barrera, lo constituye la actitud de no inclusión. En este ámbito se encuentran
muchas instituciones relacionadas con poderes locales, regionales y nacionales. Ello lleva a
actitudes de polarización, ocasionando peligrosos procesos de ingobernabilidad (Caso
3 No obstante el progreso institucional de Tarija, este es una problema aún manifiesto que debe superarse
Mojos). Todas estas barreras pueden ser fácilmente identificadas en un grado mayor o
menor en los municipios estudiados.
7. ¿Cómo puede superarse estas barreras?
Las barreras solo pueden superarse liberando oportunidades para todos y por ende para el
cambio, así por ejemplo el “Comercio Justo” es una buena oportunidad. En este caso la
información y las acciones empoderan a la población. Por lo mismo el propio Estado debe
involucrarse con las necesidades productivas de la población, incluyendo en sus estructuras
el fomento a la producción.
Lo que demanda la sociedad boliviana, son instituciones que coordinen la conducta
humana, por eso se las denomina también “activos”, éstas son activos sociales (o pasivos
cuando son malas o débiles). Cuanto más compleja la sociedad entonces más necesaria la
institución. En el caso de los negocios los productores, comercializadores y consumidores,
enfrentan costos de transacción, y es precisamente aquí donde las instituciones y las
organizaciones pueden coordinar para bajar esos costos. Por ejemplo los comerciantes
pueden querer engañar a los productores o incumplir sus promesas. Pero el capital social
que son las instituciones como el gobierno local y las leyes reduce esta probabilidad,
facilitando así las transacciones mutuamente benéficas. Comprometerse por ejemplo por
parte de los productores a proteger el medio ambiente.
Desde la perspectiva del mercado los productores, comercializadores y consumidores
comprendan la necesidad de organizarse para lograr mejores beneficios. Pero ello no es
posible sin iniciativas institucionales y organizaciones económicas.
En el ambiente institucional más general, las empresas, el gobierno y las organizaciones de
la sociedad civil conjuntamente dan fuerza a las reglas y normas. En este sentido la
institucionalidad debe hacer cumplir las leyes.
Por su parte la cooperación internacional debería de contribuir a una mejor calidad
institucional. El desarrollo de la calidad institucional y organizacional podría contribuir a
lograr resultados efectivamente necesarios e importantes en el desarrollo.
8. Solidez institucional y funciones de éstas.-
Una constante es la falta de conciencia de que las instituciones son importantes y que los
políticos dejen sus inmediatismos, puesto que la construcción de institucionalidad toma un
tiempo más largo; es decir los resultados de una buena institucionalidad son de largo plazo.
Otro hecho es que no se cuentan con un liderazgo transformacional institucional. Esta
situación no hace más que contribuir a un clima de inseguridad y de inversión en activos.
Un buen ambiente institucional tiene que desempeñar tres funciones indispensables: captar
señales, equilibrar diferentes intereses e implementar decisiones.
a) Captación de señales
Hechos como el intercambio desigual, sistema informal de pesas y medidas, precios
injustos, etc. son problemas que pueden ser ignorados voluntaria o accidentalmente en un
entorno “institucional” que no es receptivo a las señales. Las señales de degradación
ambiental por ejemplo pueden basarse en medidas científicas o en la voz de la gente, pero
solo serán efectivas si hay instituciones partidarias de la información y la acción. Por ej. es
posible contar con productos orgánicos, pero de que sirve ello si éstos están siendo
negociados como cualquier otro producto importado o ingresado de contrabando; más aún
si los productos son de alto valor nutricional y no se hace nada para dar a conocer las
bondades de ellos y estimular su consumo en la propia población. O el hecho de obtener
simplemente mejores precios para mejorar la calidad de vida de los productores. Todo ello
es posible atacar si es que existe un sistema de información para todos. La Voz describe las
señales provenientes de ciudadanos, empresas y la sociedad civil para influir en las
instituciones (v. gr., mediante quejas, votos, procesos judiciales y los medios de
comunicación).
b) Equilibrio de alternativas e intereses
El equilibrio de intereses tiene lugar en muchos niveles: En legislaturas nacionales, en
procesos judiciales, en mercados, en normas individuales, en las intervenciones para el
desarrollo rural etc. Las evidencias muestran como la provisión de información puede
catalizar cambios en los balances políticos y en las decisiones finales. Es por esto que el
término “transparencia” domina la campaña actual por una mejor gobernabilidad. Estos
equilibrios son procesos.
c) Ejecución de decisiones
Es necesario contar con planes y buenos procedimientos para lograr una amplia
participación que pueda ayudar en la ejecución de decisiones. Hasta ahora muchas de las
decisiones proviene de las propias instituciones, pero que no guardan relación con las
apremiantes necesidades de los beneficiarios. Es importante saber recoger demandas de
acción y sobre esta base desarrollar capacidades de la gente para la acción. De igual modo,
el financiamiento de las acciones es importante, punto importante en el que puede participar
la cooperación internacional, pero siempre sobre la base del equilibrio de intereses (Estudio
de Caso: SR/CERES, 2005).
Superación de barreras a la coordinación es crucial en el nuevo escenario de desafíos
institucionales. Las diferentes iniciativas deben contar con un alto nivel de coordinación
sobre liderazgos transformacionales, sobre la base de una legitimación de las instituciones.
En el sector de la sociedad civil, ya no es suficiente contar con clientes, pues estos se han
transformado en ciudadanos y como tales exigen participación política. En esa perspectiva
la no comprensión de que solo será posible una coordinación en tanto se tenga la
participación de las organizaciones sociales.
Un elemento que posibilita la coordinación y la organización de intereses dispersos es la
libertad de expresión, la confianza y la responsabilidad política. Ellas constituyen la
maquinaria institucional para coordinar intereses dispersos tanto en la captación de señales
como en el equilibrio de intereses.
Otro de los desafíos es forjar compromisos creíbles, esto es comprometerse a ayudarse unos
a otros en el futuro y durante un periodo más largo, que para ayudarse unos a otros hoy. A
veces dominan actitudes de coyuntura que a la larga no deja ver el horizonte. Por ello, es
responsable ver el futuro, esta es una acreditación de que se actúa institucionalmente bien,
en ello también contribuye la información y la participación.
Promover mayor inclusividad, es otro de los desafíos, para ello es necesario más y mejor
coordinación en pro del bien común, es urgente superar lo exclusivo, los desigual y lo no
democrático.
Finalmente, los activos mal distribuidos pueden afectar negativamente a la calidad de las
instituciones y su capacidad. Las instituciones no pueden dejar que se pierdan capacidades
de creatividad y la productividad potenciales y no escuchar a los beneficiarios. En buen
romance, requerimos de instituciones catalizadoras del cambio.
7. CONCLUSIONES
Las relaciones urbano-rurales son impensables sin contratos, sin redes que permitan
el acceso a conocimientos y habilidades, sin alianzas entre agentes que se
complementan para el logro de objetivos compartidos. También no es imaginable
estas relaciones sin espacios de concertación público-privados.
Se debe asumir que la vía agrícola tiene el potencial de reducir la pobreza rural
cuando se puede orientar a la producción más o menos intensiva de bienes
diferenciados o con identidad y de mayor valor, que no tienen grandes economías de
escala en su producción, y que son intensivos en mano de obra; este tipo de
producciones requiere, además, vínculos sustantivos con la industria y los servicios,
implicando una mayor intensidad de vínculos urbano-rurales. La experiencia
reiterada indica que la producción agrícola de productos básicos (commodities) para
el mercado local, en particular cuando se trata de zonas pobres, por lo general no
tiene una repercusión significativa y sustentable en la pobreza rural.
Se advierte que en la mayor parte de los municipios del Valle Bajo la propuesta
relacionada con el desarrollo productivo, cuyo rol de promoción de la pequeña
empresa ha sido muy débil fundamentalmente por la poca importancia que se ha
dado a las organizaciones e instituciones en el ámbito local. Es importante
reconocer a las instituciones, organizaciones económicas, socio-políticas y socio-
culturales como factores cruciales para impulsar del desarrollo rural. Las
instituciones y las organizaciones también tienen que ver con los estilos de
intervención del sector privado en el medio rural, las estrategias de vida de las
poblaciones rurales, la transformación productiva, la superación de lo rural como
equivalente a lo agropecuario, el empleo como vinculo urbano-rurales entre otros
factores.
Si bien con la Ley de Participación Popular (LPP) se concretiza la oferta Estatal
permitiendo un mayor involucramiento con la sociedad civil, relacionada con
problemáticas y potencialidades sectoriales y sus perspectivas en el marco de
estrategias desarrolladas por la propia población en muchos municipios de
Cochabamba no se ha podido establecer estrategias serias que permitan mejorar la
capacidad de sobreviencia de los habitantes que se encuentran en municipios
relativamente aislados y en las que una estrategia de seguridad alimentaria hubiera
generado mejores resultados en términos de integración social, la equidad y la
justicia social
Como se ha observado en el estudio, los municipios en Cochabamba requieren
desarrollar con suma urgencia un sistema de alianzas entre los actores locales y los
agentes que actúan en los espacios nacional, regional, local y global con el
propósito de fortalecer la capacidad negociadora principalmente de los pequeños
productores. La incorporación a estas alianzas de las universidades, de las escuelas
de negocios, de las cámaras de comercio e industria, de las asociaciones de
productores permitiría por ejemplo que los agentes económicos accedieran a
información sobre temas de oferta y demanda de productos, rondas de negocios,
tecnología, derechos de propiedad intelectual, regulaciones sanitarias y otros.
Las instituciones u organizaciones tienen su razón de ser no en si mismas, en su
mera existencia, sino en su función, en su respuesta, en sus aportes al desarrollo,
por lo tanto, es necesario encontrar formas a través de las cuales se puedan generar
razones efectivas de existencia de las instituciones tanto privadas como públicas.
Finalmente, una de las respuestas sobre lo que podría constituir una agricultura del
futuro, es la agricultura orgánica, como una opción para lograr un equilibrio entre
los intereses ambientales sociales y económicos, un concepto integrado de calidad
de la producción. Para muchos la agricultura orgánica es una utopía; sin embargo,
debemos reconocer que cada día son más los agricultores en todo el mundo que, con
el fruto de su trabajo, demuestran lo contrario.
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