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DAVID F. BURT Comentario Expositivo del Nuevo Testamento — 140 — LA CONVERSIÓN AUTÉNTICA 1 TESALONICENSES 1:1–10 Edita y distribuye PUBLICACIONES ANDAMIO ® C/ Alts Forns n/68, sót. 1/, 08038 Barcelona. Tel-Fax: 93/ 432 25 23 LA CONVERSIÓN AUTÉNTICA DAVID-FRANCISCO BURT STOCKWELL Copyright © 2002 David F. Burt. Prohibida la reproducción total o parcial sin la autorización de los editores . Diseño gráfico y maquetación: FERNANDO CABALLERO Portada: El castillo de Cetina (provincia de Zaragoza). Foto del autor, 05.05.2001. PUBLICACIONES ANDAMIO es la sección editorial de los Grupos Bíblicos Unidos de España (G.B.U.). Todas las referencias bíblicas corresponden a la Biblia de las Américas. Depósito Legal: B. ISBN: 84-87940-64-1 ÍNDICE 1. Tesalónica 2. El inicio de la iglesia tesalonicense 3. La estructura y el propósito de 1 Tesalonicenses 4. Los autores (1:1) 5. Los destinatarios (1:1) 6. Gracia y paz (1:1) 7. Acción de gracias e intercesión (1:2) 8. Fe, amor y esperanza (1:3) 9. La elección de los tesalonicenses (1:4) 10. El poder del evangelio (1:5) 11. Modelos e imitadores (1:6) 12. Ejemplo a todos (1:7–8) 13. Volverse a Dios desde los ídolos (1:9) 14. Servicio y esperanza (1:9–10a) 15. El retorno del Libertador (1:10b) 16. La conversión auténtica (1:1–10) Bibliografía RECONOCIMIENTOS

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DAVID F. BURTComentario Expositivo del Nuevo Testamento 140 LA CONVERSIN AUTNTICA1 TESALONICENSES 1:110Edita y distribuye PUBLICACIONES ANDAMIO C/ Alts Forns n/68, st. 1/,08038 Barcelona.Tel-Fax: 93/ 432 25 23LA CONVERSIN AUTNTICADAVID-FRANCISCO BURT STOCKWELLCopyright 2002 David F. Burt.Prohibida la reproduccin total o parcial sin la autorizacin de los editores.Diseo grfico y maquetacin: FERNANDO CABALLEROPortada: El castillo de Cetina (provincia de Zaragoza). Foto del autor, 05.05.2001.PUBLICACIONES ANDAMIO es la seccin editorial de los Grupos Bblicos Unidos de Espaa (G.B.U.).Todas las referencias bblicas corresponden a la Biblia de las Amricas.Depsito Legal: B.ISBN: 84-87940-64-1NDICE1.Tesalnica2.El inicio de la iglesia tesalonicense3.La estructura y el propsito de 1 Tesalonicenses4.Los autores (1:1)5.Los destinatarios (1:1)6.Gracia y paz (1:1)7.Accin de gracias e intercesin (1:2)8.Fe, amor y esperanza (1:3)9.La eleccin de los tesalonicenses (1:4)10.El poder del evangelio (1:5)11.Modelos e imitadores (1:6)12.Ejemplo a todos (1:78)13.Volverse a Dios desde los dolos (1:9)14.Servicio y esperanza (1:910a)15.El retorno del Libertador (1:10b)16.La conversin autntica (1:110)BibliografaRECONOCIMIENTOSLa produccin de este libro no habra sido posible sin la fiel ayuda y paciente perseverancia de un equipo de colaboradores:Francisca Capa, Marc Fargas, Elena Flores, Francisco Mira y Stuart Park.Slo el Seor sabe las largas horas que han dedicado a la grabacin de estudios y la correccin de textos. A todos ellos, mi ms profunda gratitud.Mencin aparte merece mi amada esposa Margarita. Aunque no forma parte del equipo de redaccin, yo no podra seguir en esta empresa sin su apoyo moral, su paciencia, sus oraciones y sus palabras de nimo.Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros, teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Seor Jesucristo (1 Tesalonicenses 1:23).CAPTULO 1TESALNICAUNA CIUDAD HELNICAAll por el ao 49 o 50 d.C., cuando Pablo y sus compaeros llegaron a Tesalnica en lo que hoy es el norte de Grecia (Hechos 17:110), la ciudad ya tena una larga historia. En el siglo V a.C. Herdoto la haba descrito como una gran ciudad, y era all donde Jerjes (el rey Asuero de la Biblia) haba establecido su base naval en sus campaas contra Grecia. Antiguamente, haba pertenecido al reino de Tracia y se haba llamado Termas (Thermai en griego, algo as como Fuencaliente) a causa de los manantiales de aguas minerales calientes que existan (y an existen) en la regin. Este nombre dio lugar a que la actual baha de Salnica se llamara entonces golfo de Termas (Thermaks Kolpos).Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, absorbi la Tracia costera dentro del mbito de su corona, y a partir de entonces Termas fue considerada como ciudad macedonia, aunque sus habitantes siempre recordaron sus races tnicas. En el ao 315 o 316 a.C., Casandro, uno de los generales del ejrcito de Alejandro, fund una nueva ciudad en las cercanas de Termas, ciudad que con el paso de los aos iba a absorber el antiguo asentamiento. La llam Thessalonki en honor a su esposa, hija de Filipo y hermanastra de Alejandro[footnoteRef:1]1. [1: 1 Estrabn: Geografa, libro VII, fragmento 24.]

Sin duda, Casandro eligi el lugar por su valor estratgico: adems de tener el mejor puerto natural de la regin, ocupaba el punto medio entre el Adritico y el Helesponto, y era lugar de paso de diferentes caminos. Aun hoy, gracias a estos factores geogrficos, Salnica sigue siendo la segunda ciudad de Grecia (con una poblacin que rozaba los 400.000 habitantes en el censo de 1991).Estas referencias a Alejandro Magno no son ociosas. El fantasma del gran macedonio planeaba sobre las ciudades de aquella comarca, y el impacto de sus hazaas estaba an vivo en el recuerdo de los pueblos. Alejandro, por supuesto, haba nacido, crecido y comenzado su reino en Macedonia. Desde all haba salido en una campaa militar de victorias sin parangn en la historia humana. En el espacio de unos pocos aos, haba logrado convertirse en el amo de un gran imperio que se extenda desde Egipto hasta Sogdiana (Uzbekistn) y desde Grecia hasta la India, incluyendo todo el mundo del Nuevo Testamento al este de Dalmacia. En todas partes los topnimos de los pueblos daban testimonio del paso de Alejandro. No solamente Tesalnica recibi el nombre de su hermanastra, sino que Filipos recibi el de su padre; mientras que el nombre completo de Troas, aquel puerto desde donde el apstol Pablo zarp al inicio de su misin a Europa, era Trade Alejandrina[footnoteRef:2]2. [2: 2 Ver Barclay, pgs. 215216.]

Sin embargo, la importancia de Alejandro no reside slo en sus proezas militares, sino en la filosofa (por algo fue alumno de Aristteles!) que subyaca en su afn expansionista. Se puede decir que fue el primer estadista que sostuvo una visin poltica universalista. Desde luego, deseaba unir militarmente el mundo bajo su solo dominio, pero form su imperio con un talante eclctico que daba espacio no slo a la fundamental cultura helnica, sino tambin a las religiones y culturas de Egipto, Persia y todos los dems pueblos conquistados. Adems de ser el paladn del helenismo, este prncipe macedonio lleg a ser el faran de Egipto y el gran rey de Persia. Sus cortesanos procedan no solamente de las familias nobles de Macedonia y de Grecia, sino tambin (para gran disgusto de stas) de las cortes de todos los pueblos sometidos. Quiso casar el Oriente con el Occidente y deca que Dios le haba enviado a unir, pacificar y reconciliar al mundo entero[footnoteRef:3]3. Pero muri joven, cuando su gran proyecto universal estaba an incompleto. [3: 3 Barclay, pg. 216.]

A tierras macedonias, repletas de recuerdos alejandrinos, lleg el apstol Pablo, llevando consigo noticias acerca de otro rey cortado de la tierra de los vivientes en plena juventud (Isaas 53:8), que haba venido para unir a los pueblos y reconciliarlos con Dios y que iba a volver para establecer un reino universal y eterno. Le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es un dominio eterno que nunca pasar, y su reino uno que no ser destruido (Daniel 7:14). El evangelio cristiano es aun ms universalista que la filosofa de Alejandro. Proclama los derechos de un solo Rey legtimo y afirma que los habitantes de todos los pueblos tienen igual derecho a entrar en su reino. Desde el primer momento, el nfasis de la predicacin de Pablo en Macedonia recaera sobre la realeza y el mesiazgo de Jess (Hechos 17:3)[footnoteRef:4]4; y puede ser una mera casualidad el que no existan epstolas ms centradas en el retorno en majestad de Jesucristo que las dos que van dirigidas a los tesalonicenses? En cada pgina suya est presente la gran esperanza del reino eterno del Cristo. Ante esta perspectiva, la visin universalista de Alejandro se ve como un pobre anticipo caricaturesco de las verdaderas pretensiones mesinicas de Jess. [4: 4 Cf. Erdman, pg. 4: Por la acusacin que se le hizo de que deca que hay otro rey, Jess, y por las principales enseanzas de estas dos cartas dirigidas a la iglesia de Tesalnica, es evidente que Pablo puso de relieve la doctrina del reino, tal como Jess la proclam, y del establecimiento final de su reino con la vuelta personal del Rey resucitado y exaltado.]

UN CENTRO DE LA ADMINISTRACIN ROMANACuando, en el ao 168 a.C., los romanos vencieron a Perseo, ltimo rey de Macedonia, Tesalnica fue nombrada capital del segundo de los cuatro distritos administrativos del pas (Macedonia secunda). En 146 a.C. lleg a ser la capital de toda la provincia de Macedonia y su ciudad ms grande, alcanzando en los siglos posteriores la cifra de 200.000 habitantes[footnoteRef:5]5. Tan poderosa lleg a ser que, cuando se decidi trasladar la capital imperial desde Roma, se dudaba si deba ser Tesalnica o Constantinopla la capital del mundo[footnoteRef:6]6. [5: 5 Esto segn Barclay, pg. 217, y Wiersbe, pg. 2. Ryrie (pg. 9), en cambio, habla de 290.000, mientras que Ubieta (pg. 36) propone 80.000 o 100.000.] [6: 6 Barclay, pg. 217. Cf. Erdman, pg. 3.]

Un siglo antes de la visita de Pablo, durante la segunda guerra civil (en el 42 a.C.), la ciudad tuvo la suerte de ponerse de parte de Antonio y Octavio. Cuando stos salieron victoriosos del conflicto despus de la batalla de Filipos, premiaron la lealtad de Tesalnica nombrndola ciudad libre (Liberam Civitatem)[footnoteRef:7]7, con derecho a autogobierno y a la exencin de ciertas cargas, como por ejemplo el acuartelamiento de tropas imperiales. Aunque serva de residencia del gobernador provincial, ste no tena jurisdiccin sobre los habitantes, sino que eran gobernados por su propia asamblea popular y sus propias autoridades civiles llamadas politarcas. La ciudad acuaba, adems, moneda propia. Por tanto, a pesar de seguir teniendo fuertes races helnicas, vino a ser un importante centro de la administracin romana. [7: 7 Plinio: Historia Natural IV, 17.]

Por aquel entonces, la vida comercial de Tesalnica tambin se haba extendido enormemente. Los romanos haban ampliado su puerto, construido un muelle y creado importantes astilleros. Por en medio de la ciudad pasaba la Va Egnatia (o Va Ignacia) que se extenda desde el Adritico hasta Constantinopla y el Bsforo. Es decir, para todos los que viajaban por tierra hacia el este desde Roma, Tesalnica era paso obligado y puerta de Oriente. All convergan mercaderes de Europa y de Asia.Aqu hagamos un parntesis para explicar un dato curioso. Dos arcos triunfales fueron levantados en la Va Egnatia a su paso por Tesalnica: el Arco de Galerio al este y la Puerta de Vardar al oeste. Dos tramos del Arco de Galerio siguen an de pie como testimonio elocuente del podero de la Tesalnica romana. La Puerta de Vardar, en cambio, fue destruida en el ao 1876, pero una inscripcin procedente de ella y actualmente en el Museo Britnico es de especial inters porque confirma lo que dice Lucas en el texto griego de Hechos 17:6: que el ttulo oficial de las autoridades de la ciudad era politarcas, palabra desconocida en la literatura antigua, pero que demuestra la extraordinaria exactitud de Lucas como historiador[footnoteRef:8]8. [8: 8 Madvig, pgs. 837838.]

As pues, Tesalnica era una ciudad cosmopolita, rica y prspera que vibraba con una intensa actividad comercial. La poblacin tracia haba quedado inundada por grandes nmeros de extranjeros. Adems del griego y del latn, en las plazas se oan las lenguas y los acentos de todas las partes del imperio. Entre ellas estaba el hebreo. Haba una importante colonia juda en la ciudad, suficientemente numerosa y rica como para haber construido una sinagoga, y suficientemente arraigada y segura de su posicin social como para no dudar en organizar alborotos pblicos si crea amenazados sus intereses (Hechos 17:5)[footnoteRef:9]9. [9: 9 Ubieta (pg. 36) sugiere que la comunidad juda puede haber ascendido a unas tres mil personas, pero l mismo reconoce que slo es una conjetura. La colonia juda segua existiendo hasta los trgicos aos de la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejrcito nazi tom la ciudad y deport y extermin a 60.000 personas.]

Es difcil exagerar la importancia estratgica de esta ciudad para la extensin del evangelio. Sin duda, Pablo haba comprendido que, si el cristianismo poda llegar a arraigar en ella, servira como punto de partida para extender el evangelio hacia Asia Menor y Oriente, y hacia Grecia, Dalmacia y Occidente. De hecho, Tesalnica se caracterizaba por todas las cualidades que ms atraan al apstol al fijar sus prioridades en la obra misionera. Como bien se ha dicho, l sola concentrar su atencin en aquellas ciudades que eran centros de la administracin imperial, de la cultura helnica, de influencia juda o lugares de especial importancia comercial[footnoteRef:10]10. Tesalnica reuna no slo alguna de estas condiciones, sino todas ellas. [10: 10 Ver Roland Allen, Missionary Methods, St. Pauls or Ours (Londres, 1930), captulo 2. Citado por Morris (2), pg. 16.]

Sin embargo, esta misma importancia comercial y administrativa comportaba peligros morales y espirituales para los nuevos cristianos de la ciudad. En medio del bullicio del ambiente comercial, en el que todo el mundo iba de compras o intentaba hacerse una fortuna, era fcil dejarse arrastrar hacia una mentalidad mundana y materialista. Qu importante, pues, que los creyentes tuvieran ojos de fe para contemplar los valores del ms all y esperar de los cielos a Jess (1:9)! Por otro lado, esta misma esperanza mesinica podra derivar hacia una utopa poco realista y hacia el abandono de responsabilidades familiares y laborales en aras de una dedicacin total a la espera del Rey. Tambin contra este extremo el apstol tuvo que arremeter (1 Tesalonicenses 4:1112; 2 Tesalonicenses 3:1012) porque, adems de ser una actitud equivocada en s, constitua un testimonio psimo ante una ciudad trabajadora orgullosa de su prosperidad.

UNA COSMOPOLITA CIUDAD PORTUARIAPero, adems de ser una ciudad de races helnicas y un centro de la administracin romana, Tesalnica era una tpica ciudad portuaria. Haba muchos marineros en sus calles. Por otra parte, como acabamos de ver, su comercio atraa a gente de todas partes, gente de paso, mercaderes, militares y hombres en busca de empleo. Y, como suele ocurrir en tales casos, la ciudad haba adquirido una merecida reputacin a causa de su promiscuidad y su delincuencia.En el ao 1996, un equipo de arquelogos descubri debajo del foro romano de Tesalnica un complejo de edificios del primer siglo antes de Cristo, complejo que inclua una casa de baos y de prostitucin en excelente estado de conservacin[footnoteRef:11]11. La calidad y la extensin de los edificios indican que no se trata de una casa de citas baratas, sino de un domus meretricius (tambin llamado casa de ninfas), un lugar sofisticado donde los clientes comerciantes adinerados y ciudadanos de las mejores familias podan tomarse un bao y cenar con sus amigos acompaados por chicas refinadas dispuestas, ciertamente, a satisfacer los apetitos carnales de sus clientes, pero tambin a hacerles compaa, a citarles poesa culta, a hacer teatro cmico o trgico y a excitarles con juegos erticos. [11: 11 Debo esta informacin al artculo Glories that were Rome, de la revista Time, 11 de enero de 1999.]

Cuando las excavaciones se abran al pblico, prometen convertirse en uno de los sitios arqueolgicos ms populares entre los turistas, no tanto por el empaque de sus edificios como por los centenares de objetos erticos encontrados en torno a los baos, incluyendo ms de 700 lamparitas decoradas con escenas sexuales. De haberse hallado estos artefactos hace cincuenta aos, habran sido consignados al fondo de algn armario, lejos de la vista de los curiosos. Pero, a comienzos del siglo XXI, la gente vuelve a hacer alarde de los mismos gustos morbosos del siglo primero, por lo cual es de suponer que el nuevo museo arqueolgico ser una celebracin del erotismo con el pretexto de que se trata de cultura helnica.Lo cierto es que nuestra sociedad tiene la misma obsesin con el sexo y la misma tendencia a la promiscuidad que la antigua Tesalnica. El mismo espritu depravado e inmoral que caracteriza nuestra poca se haba adueado tambin de la ciudad cuando la visit el apstol Pablo. Porque debemos saber que, si bien los baos fueron construidos en el primer siglo antes de Cristo, el hallazgo de monedas con la efigie del emperador Nern demuestra que an funcionaban al menos hasta el ao 68 despus de Cristo y que la mayora de los artefactos hallados datan, sin duda, de aquellos tiempos apostlicos.Los descubrimientos arqueolgicos, unidos al morbo de nuestros das, nos ayudan a entender mejor la lucha moral de los primeros creyentes tesalonicenses y arrojan luz sobre algunas de las enseanzas del apstol Pablo en su primera epstola. Mientras deploramos la decadencia de nuestra poca, reconocemos que estamos en mejores condiciones que nuestros antepasados para poder entender el sofocante ambiente promiscuo en que vivan los primeros creyentes de Tesalnica y que podemos identificarnos mejor con las implicaciones de las exhortaciones del apstol. Nosotros, como ellos, al convertirnos de los dolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo (1:910), lo hacemos a sabiendas de que implica seguir un camino minoritario rechazado con desprecio por la mayora, exponernos a la burla de nuestros contemporneos y padecer los mismos sufrimientos a manos de nuestros propios compatriotas, tal como [las iglesias en Judea] padecieron a manos de los judos (2:14). Nosotros, como los primeros lectores de las Epstolas a los Tesalonicenses, tendremos que asumir el reto de estar dispuestos a soportar aflicciones sabiendo que para esto hemos sido destinados (3:34). La inmensa mayora seguir el camino del placer carnal y nos acusarn de intolerantes si nadamos contra corriente y seguimos seriamente las enseanzas ticas de Cristo. Pero nosotros, como los primeros lectores, si queremos ser fieles a la fe, no tenemos ms opcin que acatar las instrucciones del apstol, instrucciones que se revisten de aun mayor gloria cuando las leemos contra el fondo de los recientes descubrimientos arqueolgicos:El Seor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros a fin de que l afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios Porque sta es la voluntad de Dios: vuestra santificacin; es decir, que os abstengis de inmoralidad sexual; que cada uno de vosotros sepa poseer su propio cuerpo en santificacin y honor, no en pasin de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificacin. Por consiguiente, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espritu Santo (3:1213; 4:38).

CAPTULO 2EL INICIO DE LA IGLESIA TESALONICENSEHECHOS 17:115En torno a los orgenes de algunos libros del Nuevo Testamento, el texto bblico nos ofrece muy poca informacin. Por ejemplo, no sabemos exactamente adnde iban dirigidas las epstolas de Juan, ni en qu circunstancias fueron redactados los Evangelios, ni la datacin exacta de las Epstolas de Santiago o de Judas, ni siquiera quin fue el autor de la Epstola a los Hebreos. Todas estas cuestiones proveen un amplio terreno en el cual los telogos pueden verter sus opiniones y enzarzarse en debates interminables. Pero, en realidad, all donde las Escrituras se callan, podemos dar por sentado que la informacin que nos falta tiene poca utilidad para mejorar nuestra comprensin del texto.En cambio, all donde existe una amplia informacin bblica acerca de la autora de un libro, de sus destinatarios o de las circunstancias de su redaccin, podemos suponer que esos datos nos ayudarn a entender mejor el libro en cuestin. Tal es el caso de las Epstolas a los Tesalonicenses. Por lo tanto, antes de entrar en su exposicin, nos conviene detenernos a reflexionar acerca de lo que la Biblia nos revela en cuanto a los autores, los lectores y las causas de su redaccin. Para ello necesitamos acudir, sobre todo, al captulo 17 del Libro de los Hechos, donde Lucas nos cuenta la historia de la fundacin de la iglesia de Tesalnica.Poco despus del Concilio de Jerusaln (Hechos 15:629), el apstol Pablo emprendi su segundo viaje misionero. En esta ocasin llev consigo a Silas (Hechos 15:40). Los dos partieron de Antioqua rumbo a Cilicia, con el fin de fortalecer a las iglesias formadas durante el primer viaje del apstol (Hechos 15:41; 16:5). Al llegar a Listra, Timoteo se incorpor al equipo (Hechos 16:13). Prosiguieron su viaje, atravesando de este a oeste lo que hoy es Turqua hasta llegar a Troas, en Asia Menor. All Pablo tuvo la visin de un hombre macedonio que estaba de pie, suplicndole y diciendo: Pasa a Macedonia y aydanos (Hechos 16:9). Lucas, quien acababa de integrarse en el equipo apostlico[footnoteRef:12]1, nos dice que enseguida procuramos ir a Macedonia, persuadidos de que Dios nos haba llamado para anunciarles el evangelio (Hechos 16:10). As comenz la evangelizacin de Europa por parte del apstol, lo que iba a significar un hito importante en la historia de la Iglesia. Sin duda, Pablo mismo no se percat de esa importancia: para nosotros el paso a Macedonia representa un cambio de continentes; para l era cuestin, sencillamente, de pasar de una provincia romana a otra. [12: 1 Esto lo deducimos del hecho de que, mientras hasta aqu Lucas, al referirse a Pablo y a sus acompaantes, ha empleado la tercera persona (pasaron, llagaron, intentaron, descendieron; 16:68), ahora de repente cambia a la primera (procuramos, Dios nos haba llamado, navegamos ; 16:1011), indicando que l mismo estaba presente.]

La primera ciudad europea evangelizada fue Filipos. All se convirtieron Lidia y su casa (Hechos 16:1115), la muchacha adivina (16:1618) y el carcelero de la ciudad (16:1934), entre otros. As se form una pequea iglesia a la que Pablo iba a llamar su gozo y corona (Filipenses 4:1). Dejando atrs a Lucas[footnoteRef:13]2, sin duda para continuar la obra pastoral de edificacin de los nuevos creyentes y de evangelizacin en la ciudad, Pablo, Silas y Timoteo prosiguieron su camino. Aunque Timoteo no es mencionado entre Hechos 16:13 y 17:14, se suele dar por sentado que acompa a Pablo y a Silas en todo el trayecto entre Listra y Berea y, concretamente, que estuvo con ellos en Tesalnica. Esta suposicin recibe apoyo por el hecho de que su nombre aparezca al comienzo de las dos Epstolas a los Tesalonicenses como coautor de ellas[footnoteRef:14]3. [13: 2 Esto se deduce del hecho de que, a partir del momento de salir de Filipos (16:4017:1), la narracin de Hechos vuelva a emplear la tercera persona, no la primera. Ver Puigvert, pg. 175.] [14: 3 Ver Hendriksen, pg. 12.]

Los misioneros viajaron por la Va Egnatia que, como hemos dicho, era una de las principales carreteras del imperio romano, bien construida y mantenida, y una Bizancio con la costa dlmata (es decir, la actual Estambul con la costa de Albania). Puesto que el viaje de Filipos a Tesalnica (unos 170 kilmetros[footnoteRef:15]4) sola durar tres das, es lgico que hicieran escala en las ciudades de Anfpolis y Apolonia (Hechos 17:1). Presumiblemente, no vieron fruto espiritual all, bien porque slo trasnocharon en ellas sin intentar evangelizar a las poblaciones, o bien porque stas no respondieron ante su testimonio. Sea como fuere, los misioneros procedieron a Tesalnica. [15: 4 Bornkamm, pg. 103. Ciento sesenta segn Hendriksen (pg. 12) y otros; y ciento cincuenta segn Leal (pg. 873).]

Refresquemos nuestra memoria en cuanto a lo que Lucas nos cuenta acerca de lo que pas all y cules fueron las secuelas de su labor evangelstica:Despus de pasar por Anfpolis y Apolonia, llegaron a Tesalnica, donde haba una sinagoga de los judos (Hechos 17:1).En contraste con Filipos, ciudad en la que los pocos judos residentes tenan que reunirse para orar a la orilla de un ro (Hechos 16:13), Tesalnica tena una gran poblacin hebrea que haba constituido una sinagoga en toda regla. La mencin de la sinagoga es de suma importancia porque, como Lucas est a punto de decirnos, sta iba a jugar un papel destacado tanto en la formacin de la iglesia de Tesalnica como en su persecucin: la primera fase de la obra misionera de Pablo en la ciudad se realiz en el mbito de la sinagoga; los primeros convertidos fueron judos; pero tambin fueron los judos los que alborotaron la multitud contra los apstoles tanto en Tesalnica como en Berea y consiguieron el pronto abandono de ambas ciudades por parte del apstol.Y Pablo, segn su costumbre, fue a ellos (Hechos 17:2).Pablo, ciertamente, fue enviado por Cristo como apstol a los gentiles (Hechos 9:15; 22:21; Romanos 11:13; Efesios 3:112). Sin embargo, siempre sigui el orden establecido por Cristo (Mateo 15:24; Hechos 1:8) y que l mismo expone al escribir a los romanos: al judo primeramente y tambin al griego (Romanos 1:16; 2:9; cf. Hechos 13:46). Haba seguido este orden en Filipos, predicando en primer lugar a las mujeres judas que se haban reunido para orar. Iba a seguirlo en Berea (Hechos 17:10). Ahora lo sigue en Tesalnica. y por tres das de reposo discuti con ellos basndose en las Escrituras, explicando y presentando evidencia de que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y diciendo: Este Jess, a quien yo os anuncio, es el Cristo (Hechos 17:23).Cada sbado a lo largo de tres semanas (suponemos que los sbados eran consecutivos), Pablo asisti a las reuniones de la sinagoga. All, seguramente a causa de su obvia erudicin bblica, su formacin teolgica a los pies del famoso maestro Gamaliel y su clara competencia como rabino, Pablo recibi permiso para dirigirse a la congregacin. Su mensaje result ser altamente polmico. Toda la argumentacin del apstol iba dirigida a una sola meta: la proclamacin de que Jess de Nazaret no era otro sino el Mesas anunciado por las Escrituras. Pero parece ser que no empez hablndoles acerca de Jess, sino intentando demostrarles que el testimonio bblico ensea que el Mesas haba de sufrir, morir y resucitar antes de establecer su reino. Slo entonces, despus de establecer los requisitos que las Escrituras dicen que el Mesas debe reunir, les anunci a Jesucristo.Para lograr convencer a sus oyentes, el apstol emple todas las mejores artes de la comunicacin. Entr en dilogo con ellos, escuchando sus argumentos, dando espacio a sus reservas y luego, con la Biblia en la mano, contestndoles conforme al testimonio de los profetas. El nfasis sobre el uso de las Escrituras en este debate Pablo discuti con ellos [basndose] en las Escrituras es de fundamental importancia. Naturalmente, los mismos hechos de la vida, muerte y resurreccin de Jess deberan haber sido suficientes como para convencer a cualquier persona acerca del origen divino y carcter sagrado del Salvador. Pero no para la mentalidad juda. Ni el poder de los milagros de Jess, ni la santidad de su vida, ni su vindicacin por medio de la resurreccin, bastaban en s para demostrar su mesiazgo si no se poda demostrar que Jess haba cumplido lo que las Escrituras haban profetizado acerca del Mesas. Y sta no era una tarea fcil, en parte a causa de la visin distorsionada que los judos abrigaban acerca del Cristo esperaban que fuera un libertador poltico, que echara a los romanos e inaugurara el imperio judo; y en parte porque el propio Jess haba indicado que una buena parte de lo que las Escrituras decan acerca de l no se cumplira hasta su segunda venida. Tanto su manifestacin en gloria como su ejercicio del juicio final y del gobierno universal quedaban an en el futuro. Por esto, era necesario que Pablo utilizara la explicacin (la exposicin de textos bblicos, dando el sentido exacto de lo que queran decir) y la presentacin (la acumulacin de evidencias, pruebas y argumentos derivados de la Biblia). Slo con estas herramientas pudo derribar los prejuicios de sus oyentes y hacerles comprender que, segn las mismas Escrituras, lejos de ser una aberracin proclamar como Mesas a un hombre despreciado, rechazado, muerto y resucitado, era imprescindible que Jess hubiera sufrido estas cosas a fin de poder ser el Mesas. Su tesis, por lo tanto, era que el Jess de la historia y el Cristo presentado por las Escrituras del Antiguo Testamento eran una misma persona.Sin duda, Pablo no slo proclam el hecho de la muerte y resurreccin de Cristo y no slo defendi la consonancia de estos hechos con la revelacin bblica, sino que tambin explic su significado salvfico: era necesario (v. 3) que Jess muriese y resucitase porque slo as pudo realizar su labor redentora. Pero, segn Lucas, el nfasis primordial de su discurso recay sobre la demostracin bblica del mesiazgo de Jess de Nazaret, y el fin que persigui fue que sus oyentes le reconociesen como su Seor y Cristo. Este nfasis, como veremos, iba a ser el arma utilizada por los judos para desacreditar al equipo misionero ante las autoridades.Debemos recordar que, adems de entregarse a la actividad evangelstica, Pablo se dedic tambin a trabajar duramente con sus manos para proveer para su alimentacin diaria. Esto lo sabemos no por el Libro de Hechos, sino por lo que el mismo apstol dice en las Epstolas:Porque recordis, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, cmo, trabajando de da y de noche para no ser carga a ninguno de vosotros, os proclamamos el evangelio de Dios (1 Tesalonicenses 2:9).Debis seguir nuestro ejemplo, porque no obramos de manera indisciplinada entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que con trabajo y fatiga trabajamos da y noche a fin de no ser carga a ninguno de vosotros (2 Tesalonicenses 3:78).As pues, el apstol tiene que haber estado sumamente ocupado, dedicado completamente a la doble responsabilidad de proveer para sus propias necesidades materiales y de comunicar a sus oyentes los bienes espirituales del evangelio.Algunos de ellos creyeron, y se unieron a Pablo y Silas, juntamente con una gran multitud de griegos temerosos de Dios y muchas de las mujeres principales (Hechos 17:4).De momento, la Palabra de Dios, expuesta y explicada por el apstol, iba surtiendo efecto. Para nuestro estudio de las Epstolas a los Tesalonicenses, estos datos son de especial importancia, porque nos dan a entender quines llegaron a formar parte de aquella congregacin. En primer lugar, es posible que algunos de los judos creyeran en Cristo (el texto griego es un tanto ambiguo al respecto). Sin duda, aun en el mejor de los casos, slo constituan una pequea minora en comparacin con los judos que rechazaron el testimonio de Pablo.En segundo lugar, se convirti una gran multitud de griegos piadosos. stos eran proslitos gentiles que, hartos de la vergonzosa promiscuidad y las necedades filosficas del politesmo reinante y deseosos de encontrar un fundamento religioso ms slido para sus vidas, se haban adherido a la sinagoga atrados por la sobriedad monotesta y la elevada moralidad del judasmo. Seguramente, la incorporacin masiva a la iglesia cristiana de estos proslitos se debi a que no compartan ciertos prejuicios de los judos. No tenan ideas tan cerradas acerca de cmo deba ser el Mesas. Y, quizs ms importante, para ellos no era ningn problema, sino todo lo contrario, el que la iglesia cristiana abriera sus puertas a los gentiles. El judasmo les haba preparado para recibir con entusiasmo el mensaje de los misioneros[footnoteRef:16]5. [16: 5 Cf. Morris (2), pg. 18: En la nueva fe [cristiana] encontraron el satisfactorio monotesmo y la alta moralidad que les haba atrado al judasmo, sin el escollo de su nacionalismo intenso, su legalismo y sus exigencias rituales.]

Y, en tercer lugar, Lucas menciona a no pocas de las mujeres principales (as, literalmente) de la ciudad. stas quizs fueran otras tantas proslitas, mencionadas especialmente a causa de su importancia social (es de observar que en Macedonia las mujeres disfrutaban de mayor libertad y protagonismo social que en otros lugares del imperio[footnoteRef:17]6). O quizs representaran otro grupo que no tuviese que ver con los temerosos de Dios, mujeres de la alta sociedad que escucharon el evangelio no en la sinagoga, sino mediante el testimonio de los misioneros proclamado directamente a la sociedad gentil. [17: 6 Ver Morris (1), pg. 14; Ramsay, pg. 227.]

Esta segunda posibilidad hace surgir otras preguntas. Dur la estancia de Pablo en Tesalnica slo tres semanas?[footnoteRef:18]7 O debemos entender que, al ver que los judos se resistan a aceptar sus argumentos, decidi dirigirse a los gentiles (cf. Hechos 13:46; 18:6) y empezar una segunda fase de evangelizacin entre ellos?[footnoteRef:19]8 En este ltimo caso, cunto tiempo ms habr pasado en la ciudad? [18: 7 As opinan Barclay, pg. 217; Frame, pg. 7; Morris (2), pgs. 1718.] [19: 8 Como quieren Bicknell, pg. xiii; Bornkamm, pgs. 103104; Bruce (1), pg. 1154; Erdman, pgs. 45; Hendriksen, pg. 14; Hogg y Vine, pg. 4; Jamieson, Fausset y Brown, pg. 528; Leal, pg. 873; Ramsay, pg. 228; Salvador, pg. 35; Trenchard, pg. 2; Ubieta, pg. 57. Puntualiza Bornkamm: Sin una estancia algo ms larga de Pablo en Tesalnica apenas sera concebible la enorme irradiacin de la comunidad en el pas circunvecino, que 1 Tesalonicenses 1:7 menciona con elogio.]

Ante todas estas preguntas, tenemos que confesar finalmente nuestra ignorancia. El hecho de que Pablo pueda referirse a los creyentes tesalonicenses como personas convertidas de los dolos a Dios (1 Tesalonicenses 1:9) y personas perseguidas por sus compatriotas de la misma manera que los creyentes de Judea lo haban sido por parte de los judos (1 Tesalonicenses 2:14) sugiere que exista en la congregacin una mayora de personas convertidas al cristianismo directamente del paganismo[footnoteRef:20]9, en cuyo caso es probable que la estancia de los misioneros hubiera sido ms larga. Igualmente, el hecho de que el apstol hubiera buscado un trabajo secular (1 Tesalonicenses 2:711; 2 Tesalonicenses 3:8) sugiere un perodo alargado; como tambin el hecho de que los filipenses le enviaran varios donativos durante su estancia (Filipenses 4:16). Sin embargo, ninguno de estos argumentos es incontrovertible: es posible considerar que los convertidos de los dolos fueran proslitos judos[footnoteRef:21]10; puede que Pablo necesitara trabajar para sufragar sus gastos aun siendo su estancia menor que un mes; y el texto de Filipenses se presta a otra interpretacin: Tanto [cuando me encontr] en Tesalnica como en varias ocasiones [cuando estuve en otros lugares], me enviaste [footnoteRef:22]11 As pues, no sabemos con certeza cunto tiempo estuvo el equipo apostlico en la ciudad. Pero, en todo caso, fue ms breve de lo que Pablo habra deseado. [20: 9 Cf. Guthrie, pg. 564: Por 1 Tesalonicenses 1:9 podemos suponer que la mayora fueron idlatras convertidos de su paganismo.] [21: 10 Cf. Guthrie, pg. 569: Los temerosos de Dios mencionados en Hechos tambin habran sido idlatras antes de refugiarse en el judasmo y la terminologa empleada por Pablo podra aplicarse a ellos.] [22: 11 Ver Morris (2), pg. 18.]

Lo que s est bastante claro es que, desde su inicio, la iglesia de Tesalnica se compuso de unos pocos judos, una gran multitud de proslitos y un nmero indeterminado de personas convertidas desde el paganismo. La congregacin, pues, fue abrumadoramente gentil. En adicin, sabemos que, quizs por primera vez, el evangelio logr penetrar en los estamentos ms influyentes del imperio, gracias a la conversin de algunas mujeres de la alta sociedad.Sin embargo, estas mujeres fueron una excepcin. Parece ser que la mayora de los conversos procedan de las clases humildes, pues en 2 Corintios 8:12 el apstol habla de la extrema pobreza de las iglesias de Macedonia. En general, los creyentes de Tesalnica trabajaban en labores manuales (1 Tesalonicenses 4:11); no eran personas acomodadas, ni ocupaban puestos en la administracin romana.Pero los judos, llenos de envidia, llevaron a algunos hombres malvados de la plaza pblica, organizaron una turba y alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasn, procuraban sacarlos al pueblo (Hechos 17:5).Si unos pocos judos abrazaron el evangelio cristiano, la mayora iba creciendo en su determinacin a acabar con el testimonio de Pablo y sus compaeros. Segn Lucas, tomaron esta actitud a causa de su envidia: no podan tolerar la ascendencia que Pablo haba conseguido sobre los proslitos. Al no saber contradecir sus argumentos ni demostrar la falsedad de sus evidencias de hecho, la implicacin de Hechos 17:11 es que los judos de Tesalnica ni siquiera se molestaron por cotejar las enseanzas de Pablo con las Escrituras, tuvieron que recurrir a mtodos violentos e injustos contra el apstol. Contrataron a hombres de los bajos fondos de la ciudad, hombres sin escrpulos y sin empleo[footnoteRef:23]12, para encabezar un alboroto, probablemente con la intencin de asesinar al apstol en medio de la confusin del tumulto. [23: 12 Segn BA, la palabra griega puede significar: hombres ociosos.]

Al no encontrarlos, arrastraron a Jasn y a algunos de los hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Esos que han trastornado al mundo han venido ac tambin; y Jasn los ha recibido, y todos ellos actan contra los decretos del Csar, diciendo que hay otro rey, Jess (Hechos 17:67).Al descubrir que Pablo y Silas no estaban en casa, los judos descargaron su ira en otras vctimas menores. Primero, en Jasn, el dueo de la casa, quien probablemente era uno de los recin convertidos: el solo hecho de ser maltratado por los judos sugiere esto, juntamente con el hecho de que su nombre difcilmente hubiera sobrevivido a no ser por su compromiso cristiano[footnoteRef:24]13; adems, la frase Jasn los ha recibido quizs indique no slo su ofrecimiento de hospedaje, sino tambin el uso de su casa para los encuentros de la nueva iglesia[footnoteRef:25]14. Luego buscaron a otros nuevos cristianos para descargar sobre ellos su furia y los llevaron delante de las autoridades civiles. Como ya hemos visto, Lucas, siempre escrupuloso en la exactitud con la que menciona los ttulos cvicos, los llama los politarcas, ttulo atestiguado por inscripciones halladas en la ciudad[footnoteRef:26]15. [24: 13 Cf. Ubieta, pgs. 2425: Su posicin en favor de Pablo y Silas es claramente comprometida: se une a ellos, los hospeda en su casa, padece por ellos ante los politarcas y los judos y paga la fianza juntamente con los dems. Cf. tambin Hendriksen, pg. 18.] [25: 14 Cf. Ubieta, pg. 34.] [26: 15 Ver mi obra, Nos podemos fiar del Nuevo Testamento? (Segunda edicin, 1995. Ediciones Andamio, Barcelona), pg. 29.]

La denuncia contra los cristianos era triple: se les acusaba de haber amparado e incluso abrazado personalmente una religin que estaba causando desrdenes y conmociones por el mundo entero[footnoteRef:27]16; de haber desacatado las leyes imperiales; y de haberlas despreciado porque ya no reconocan la autoridad del emperador, sino que seguan a otro rey, Jess. Eran acusaciones muy serias de subversin que podan haber merecido la pena capital. Adems, eran especialmente peligrosas en una ciudad libre como Tesalnica, que se aferraba celosamente a sus privilegios, consciente de que podran ser revocados si en Roma se sospechaba que daban cobijo a traidores. [27: 16 Como bien indica MacDonald (pg. 988), la frase trastornan el mundo entero era un elogio involuntario!]

En el fondo, las acusaciones eran falsas (como lo demuestra el hecho de que las autoridades librasen en seguida a Jasn y a los dems creyentes), pero contenan suficiente verdad como para parecer plausibles. Es cierto que, all donde haba llegado el evangelio, haba habido trastornos sociales; pero por qu? No era precisamente a causa de la reaccin violenta de los judos? Es cierto tambin que los cristianos seguan una ley ms alta que la del Csar; sin embargo, no por ello desobedecan las leyes imperiales, excepto quizs en aquellos pocos casos en que la ley secular vulneraba su conciencia. Pero tales casos afectaban igualmente a judos y a cristianos. Tambin es cierto que reconocan la suprema autoridad de su rey Jess; pero aquel mismo rey les exiga sumisin a las autoridades establecidas y haba demostrado l mismo su disposicin a dar al Csar lo que le perteneca. Con todo, siempre ha sido una tctica de los adversarios religiosos del evangelio emplear tales argumentos polticos para acabar con el testimonio cristiano. Jess mismo fue ajusticiado por ser rey de los judos (Juan 18:3319:16). No nos sorprende encontrar la misma clase de persecucin empleada contra los creyentes de Tesalnica.Y alborotaron a la multitud y a las autoridades de la ciudad que oan esto. Pero despus de recibir una fianza de Jasn y de los otros, los soltaron (Hechos 17:89).De inmediato, las acusaciones de traicin y subversin producen el efecto deseado: la multitud, juntamente con los politarcas, reaccion con indignacin, protesta y alboroto. Sin embargo, tratndose de vctimas menores, Jasn y los dems creyentes no fueron ajusticiados, ni siquiera maltratados fsicamente, sino liberados bajo fianza. sta quizs fuera una multa a causa de los disturbios que ellos supuestamente haban ocasionado, o quizs una fianza que garantizaba que no permitiran el retorno de Pablo, que no volveran a dar albergue a sediciosos o que evitaran todo tipo de conmocin social.Enseguida los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea, los cuales, al llegar, fueron a la sinagoga de los judos. stos eran ms nobles que los de Tesalnica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran as. Por eso muchos de ellos creyeron, as como tambin un buen nmero de griegos, hombres y mujeres de distincin (Hechos 17:1012).Durante el alboroto, Pablo y Silas haban permanecido escondidos en la ciudad. Ahora, bajo la proteccin de la noche, los creyentes los ayudaron a huir, acompandoles hacia el suroeste hasta Berea. All, una vez instalado en la ciudad, Pablo emple la misma tctica evangelstica que en Tesalnica, dirigindose inmediatamente a la sinagoga y podemos suponer proclamando a Jess como Mesas con argumentos y pruebas procedentes de las Escrituras. La gran diferencia de los judos de Berea con respecto a los de Tesalnica fue que, mientras stos haban respondido con indignacin y agresividad a causa de su envidia (v. 5), aqullos indagaron concienzudamente en las Escrituras para verificar si Pablo tena razn. No trataron la enseanza apostlica con liviandad ni con prejuicios, sino con una seria investigacin de las evidencias, por lo cual muchos de ellos (en contraste con los pocos de Tesalnica) creyeron en Jesucristo. Sin duda, la incipiente iglesia de Berea se compona de una mayora de creyentes hebreos.Pero cuando los judos de Tesalnica supieron que la palabra de Dios haba sido proclamada por Pablo tambin en Berea, fueron tambin all para agitar y alborotar a las multitudes. Entonces los hermanos inmediatamente enviaron a Pablo para que fuera hasta el mar; pero Silas y Timoteo se quedaron all. Los que conducan a Pablo lo llevaron hasta Atenas; y despus de recibir rdenes de que Silas y Timoteo se unieran a l lo ms pronto posible, partieron (Hechos 17:1015).La saa persecutoria de los judos de Tesalnica no pudo restringirse a los lmites de su propia ciudad. Nada ms or acerca del xito del equipo apostlico en Berea, se presentaron all y emplearon los mismos mtodos que en Tesalnica para lograr su expulsin. Esto nos hace comprender la importancia social de la comunidad juda de Tesalnica. La prepotencia con la que actuaron, incluso fuera de los lmites de su propia ciudad, indica una gran confianza en sus propios derechos civiles y en su posicin arraigada y reconocida. Y stos son los judos con los que los cristianos tesalonicenses tendrn que convivir!Esta vez, en Berea, se ve que sus iras fueron dirigidas explcitamente contra Pablo, por lo cual Silas y Timoteo pudieron quedarse en la ciudad mientras Pablo y sus acompaantes bereanos se fueron al sur, a Atenas. All los acompaantes le dejaron y volvieron a casa, no sin haber recibido previamente el encargo de enviar cuanto antes a Silas y Timoteo.Ahora Pablo se encuentra en Atenas. El equipo misionero se ha dispersado, con Lucas (probablemente) en Filipos y con Silas y Timoteo en Berea. Los tesalonicenses, mientras tanto, estn solos en medio de la furia anticristiana de los judos, y el apstol no puede dejar de estar preocupado por ellos. Recuerda que slo ha estado entre ellos durante un perodo breve y ha tenido que abandonar la ciudad con prisas, sin haber podido llevar a trmino la consolidacin de la iglesia. Habr sido su estancia de suficiente duracin como para arraigarlos en su nueva fe? Seguirn fieles a pesar de toda la oposicin de los judos y de las presiones de familiares y amigos? Abandonarn la fe al ver el precio que han de pagar?La secuencia de acontecimientos durante y despus de la estancia de Pablo en Atenas es motivo de debate. Lucas se limita a decirnos que despus de esto Pablo sali de Atenas y fue a Corinto (Hechos 18:1). No nos dice cunto tiempo dur la estancia ateniense ni tampoco pretende narrarnos todo lo que ocurri all. En cambio, s sabemos que la estancia en Corinto dur un mnimo de dieciocho meses (Hechos 18:11, 18).La opinin casi unnime de los comentaristas es que 1 Tesalonicenses fue redactada despus de la llegada del apstol a Corinto[footnoteRef:28]17. Sin embargo, antes de su redaccin y estando an en Atenas, Pablo ya haba enviado [a Tesalnica] a Timoteo, nuestro hermano y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para fortaleceros y alentaros respecto a vuestra fe (1 Tesalonicenses 3:2). El verbo enviar slo parece encajar adecuadamente con la informacin registrada en la narracin de Hechos si suponemos que, despus de ser dejado atrs en Berea con el encargo de reunirse con el apstol en Atenas, Timoteo efectivamente se reuni con l all, y probablemente Silas tambin. Desde Atenas Pablo los habr enviado en sendas misiones pastorales a Macedonia: Silas, posiblemente, a Filipos; y Timoteo seguramente a Tesalnica[footnoteRef:29]18. Sabemos que Silas y Timoteo volvieron a reunirse con l en Corinto (Hechos 18:5; cf. tambin 2 Corintios 1:19) y seguramente fue en aquel segundo encuentro cuando el apstol recibi las noticias acerca de los tesalonicenses que tanto contribuyeron a su consuelo espiritual: [28: 17 De hecho, algunas versiones antiguas de la epstola llevan la subinscripcin: La primera carta a los tesalonicenses fue escrita desde Atenas. Pero sta no aparece en los manuscritos ms antiguos y casi seguramente se trata de una glosa hecha por algn escriba en poca tarda. Ver Morris (1), pg. 127.] [29: 18 As Stott, pg. 19. Cf. Hogg y Vine, pg. 4; Puigvert, pg. 175.]

Pero ahora Timoteo ha regresado de vosotros a nosotros, y nos ha trado buenas noticias de vuestra fe y amor y de que siempre tenis buen recuerdo de nosotros, aorando vernos, como tambin nosotros a vosotros; por eso, hermanos, en toda nuestra necesidad y afliccin fuimos consolados respecto a vosotros por medio de vuestra fe; porque ahora s que vivimos, si vosotros estis firmes en el Seor. Pues qu accin de gracias podemos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos regocijamos delante de nuestro Dios a causa de vosotros? (1 Tesalonicenses 3:69).Sin duda, en aquellos momentos Pablo estaba cansado y desilusionado. Las cuatro ciudades que acababa de visitar haban prometido mucho, pero los resultados no haban alcanzado lo esperado. l mismo haba sido expulsado violentamente de Filipos, Tesalnica y Berea, mientras que en Atenas la gente se haba burlado de l. No nos sorprende saber que haba llegado a Corinto con debilidad, y con temor y mucho temblor (1 Corintios 2:3).Qu cambio anmico producen en nosotros las buenas noticias! Silas y Timoteo se reunieron con l en Corinto (Hechos 18:5) trayendo informacin acerca de la firmeza en la fe de los creyentes macedonios. A pesar de toda la oposicin de los judos, la obra del Seor prospera. El apstol recibi nuevos nimos. Y fue con espritu de alivio y gozo como decidi escribir una carta a sus amados tesalonicenses con la finalidad de expresarles su satisfaccin y su preocupacin.Se trata, con toda probabilidad, de la primera de las epstolas existentes de Pablo y uno de los textos ms antiguos del Nuevo Testamento[footnoteRef:30]19. En la actualidad, su datacin suele situarse en torno al invierno de los aos 51 a 52 d.C.[footnoteRef:31]20, apenas veinte aos despus de la muerte y resurreccin del Seor. [30: 19 La fecha de la Epstola a los Glatas es incierta. Algunos comentaristas la consideran anterior a 1 Tesalonicenses. Sin embargo, a este respecto Bornkamm es contundente: Esta carta escrita desde Corinto poco despus de la precipitada partida de Tesalnica y de la corta parada en Berea y Atenas (50 d.C.), es la ms antigua de las cartas de Pablo que han llegado hasta nosotros y es absolutamente el escrito ms antiguo del nuevo testamento.] [31: 20 Para la datacin de 1 Tesalonicenses, ver Guthrie, pgs. 566567; McGee, pg. 9; Morris (1), pgs. 1718; (2) pg. 15, 2526; Ryrie, pg. 11; y Staab, pg. 14. Robinson (pg. 53) y Morris (2; pg.2526), seguidos por Ubieta (pg. 10) y Salvador (pg. 29), colocan la datacin un ao antes, en el invierno de 50 a 51. Jamieson (pg. 529) la coloca un ao despus, en el invierno de 52 a 53. Bruce (1), pg. 1154, seguido por Trenchard, pg. 1, tambin propone finales del ao 50. Casi nadie disputa una datacin entre los aos 50 y 53, y, con la sola excepcin de los seguidores de la descabellada opinin de la escuela de Tubinga (F. C. Baur crea que la epstola fue obra de un discpulo annimo de Pablo posterior al ao 70 d.C.), casi ningn comentarista de peso ha cuestionado su autora paulina (ver Guthrie, pg. 567; Morris [1], pgs. 1821; [2], pg. 28).]

Llegamos a esta datacin gracias a ciertos datos histricos de fecha segura. Sabemos que, hacia finales de su estancia en Corinto, Pablo fue llevado ante Galin, procnsul de Acaya (Hechos 18:1217). Y por una inscripcin descubierta en la isla de Delfos, sabemos que el mandato de Galin debe situarse en algn momento entre los aos 51 y 53 d.C.[footnoteRef:32]21 Deducimos, pues, que 1 Tesalonicenses vio la luz entre los aos 51 y 52, poco despus de la estancia de Pablo en Tesalnica (ver 1 Tesalonicenses 2:17). Sin duda, 2 Tesalonicenses fue escrita poco despus. [32: 21 Ver Airhart, pg. 456; Cevallos, pg. 11; Ewert, pg. 1067; Hendriksen, pg. 24; Morris (2), pg. 25.]

CAPTULO 3LA ESTRUCTURA Y EL PROPSITO DE 1 TESALONICENSESIndudablemente, la primera carta a los Tesalonicenses es la respuesta de Pablo a aquellas noticias tradas por Timoteo. Segn lo que vemos en el texto de la epstola, est claro que, en trminos generales, la reaccin del apstol al escuchar el informe fue altamente positiva: irrumpe en gozo, gratitud y alabanza al Seor a causa del crecimiento en la fe de sus hijos espirituales. Pero lo cierto es que no escribe solamente para felicitarles, sino adems para manifestarles ciertas preocupaciones. stas, seguramente, brotaban tambin de las noticias tradas por Timoteo.En qu consistieron estas noticias? En parte, esta pregunta es contestada directamente por Pablo (3:6). Y en parte se puede deducir leyendo entre lneas los nfasis ms destacados de su carta. As, parece que las intenciones principales del apstol al dirigirles estas lneas fueron las siguientes:Ante todo, desea expresarles su alegra y satisfaccin a causa de la fe, el amor y la esperanza que siguen manifestando. Les alaba a causa de su perseverancia aun en medio de la oposicin de sus enemigos, y da gracias al Seor por su celo en la causa del evangelio, su buen testimonio y su vivencia tica consecuente con la fe que profesan. Escribe, pues, porque ama a los tesalonicenses, los lleva en su corazn y desea expresarles su afecto. Su epstola est llena de expresiones de gratitud y de gozo espiritual, con el fin de mostrarles su alivio ante la noticia de su perseverancia y de animarles en el camino cristiano.Sin embargo, el solo hecho de haberles enviado a Timoteo tendra que haberles demostrado su afecto y su preocupacin. Era normal que el apstol dedicara un prrafo de sus epstolas a dar gracias por sus lectores; pero si ahora abunda en ellas y en darles explicaciones cerca de sus movimientos y sus motivaciones, hasta el punto de dedicar tres captulos enteros a exponer su gratitud y a justificar su ausencia[footnoteRef:33]1, tiene que haber otras razones para su insistencia. Sin duda tienen razn aquellos que proponen que este nfasis de la epstola se debe a que alguien estaba calumniando al apstol. Probablemente, sus enemigos estaban causando malestar entre los creyentes insinuando que Pablo era un charlatn ambicioso que slo predicaba para enriquecerse[footnoteRef:34]2, y utilizando la ausencia de Pablo como argumento para apoyar su difamacin: si realmente les amara, no habra vuelto ya? Entre los muchos profetas, filsofos y predicadores itinerantes de aquel entonces, haba muchos que lo hacan motivados por el afn de lucro. A pesar suyo, Pablo se vio en la necesidad de aclarar sus motivaciones, protestar su honradez y manifestar la autenticidad de su amor hacia los tesalonicenses, porque de ello dependa la buena reputacin del evangelio de Jesucristo ante ellos (2:26; 2:173:5). Haba tenido que huir de noche de la ciudad, seguramente sin poder despedirse de la mayora de los creyentes. De ninguna manera deban pensar que su huida repentina significaba que los haba abandonado. [33: 1 Cf. Bornkamm, pg. 105: Merece especial atencin el hecho de que la parte de accin de gracias e intercesin, con una extensin del todo desusada, abarca casi la mitad de la carta.] [34: 2 Wiersbe, pg. 7.]

Pero difcilmente un hombre como Pablo se conformara con escribir una epstola con la nica finalidad de justificarse a s mismo ante sus lectores. Por tanto, aprovecha la carta para animarles a la perseverancia. Estn sometidos a la oposicin de la sinagoga, a la persecucin por parte de los paganos (2:14) y a las presiones de sus antiguos compaeros y familiares. Adems, como consecuencia de su expulsin de la ciudad, Pablo no ha podido darles toda la formacin espiritual y enseanza doctrinal que deseaba. En estas condiciones, sern capaces de aguantar las presiones y seguir fieles a su fe? Podrn soportar la tentacin de darse por vencidos y abandonar la iglesia? Les anima a perseverar, sobre todo mediante el recuerdo del pronto retorno de Cristo y la esperanza de gloria. A este respecto, es muy significativo que una referencia ms o menos explcita a la segunda venida del Seor aparezca al final de cada captulo de esta epstola y, ms importante an, al final de la mayora de las secciones que la componen (ver 1:10; 2:12, 16, 1920; 3:1113; 4:1318; 5:211, 2324).En adicin, vio la conveniencia de abordar ciertas situaciones de irregularidad tica y doctrinal que se estaban produciendo en la iglesia. Por ejemplo, parece que algunos de los creyentes sin duda, aquellos convertidos directamente de un trasfondo pagano no haban renunciado del todo a la inmoralidad sexual de su vida pasada o estaban en peligro de sucumbir ante las seducciones de aquella sociedad permisiva y promiscua. Haca falta, pues, ensearles acerca de la pureza sexual y exigirles un comportamiento moral irreprochable (4:18).Parece tambin que otros se haban tomado tan a pecho la idea del pronto retorno de Cristo que estaban abandonando sus empleos a fin de dedicarse exclusivamente a la espera de su venida. Debido a eso, vivan como parsitos a expensas de los dems y daban un psimo testimonio ante la sociedad laboriosa y emprendedora de Tesalnica. Haca falta, pues, exhortarles en cuanto a la importancia del trabajo (4:912; 5:14).Parece tambin que se haba producido cierta consternacin ante el fallecimiento de algunos hermanos. Sin duda, los misioneros les haba enseado que, si bien nadie saba exactamente cundo volvera Cristo, su retorno podra tener lugar en cualquier momento. Como consecuencia, algunos de los tesalonicenses haban supuesto que la parusa era inminente: que Cristo estaba a punto de volver y que su pronto retorno les eximira de la necesidad de tener que afrontar la muerte. Haca falta, pues, corregir ciertos malentendidos acerca de la segunda venida de Cristo (4:135:11).Posiblemente, estos puntos de malentendido y controversia haban causado conflicto y tensin entre los miembros, por lo cual era necesario hablarles acerca del amor fraternal (4:910) y del respeto a los lderes (5:1213).Las instrucciones que concluyen la epstola (5:1422) son demasiado escuetas como para servir para la identificacin segura de otros problemas. Sin embargo, el nfasis de Pablo sobre la obra del Espritu y el ejercicio de algunos dones (5:920) hace pensar que puede haber existido cierta tensin entre un sector sobrio y ortodoxo de la congregacin y otro sector entusiasta y carismtico.El propsito de la epstola, por tanto, es mltiple y responde a las diversas situaciones reflejadas en el informe de Timoteo. Pero, a grosso modo, podemos decir que los nfasis principales son dos:Por un lado, el apstol mira atrs y da gracias al Seor por los recuerdos de su estancia en Tesalnica y por el gozo de haber recibido buenas noticias acerca de la iglesia.Por otro, contempla la situacin presente de los creyentes, tanto en cuanto a su entendimiento doctrinal como en cuanto a su vivencia moral, y se dirige a las necesidades espirituales que percibe en ellos.Esta doble intencin queda claramente reflejada en la estructura de la epstola. Con slo una lectura somera de la misma, se hace patente que sta se divide en dos partes fcilmente distinguidas (1:13:13 y 4:15:28). Los tres primeros captulos corresponden al primer nfasis del apstol: constan de expresiones de gozo y gratitud y de detalladas explicaciones, y versan sobre la relacin entre Pablo y los tesalonicenses. En cambio, los dos ltimos captulos emplean otro tono: constan de exhortaciones e instrucciones, y versan sobre diversos temas doctrinales y ticos.Esta divisin, ya obvia en s, queda enfticamente reforzada por el hecho de que cada parte acabe con una doxologa en la que el apstol intercede por los tesalonicenses. Adems, el contenido de su oracin es similar en ambos casos: se centra en la obra divina de santificacin. Y tambin el enfoque de las dos oraciones es parecido: en ambos casos el apstol ora por los creyentes a la luz de la segunda venida de Cristo:Que el Seor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como tambin nosotros lo hacemos para con vosotros; a fin de que l afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Seor Jess con todos sus santos (3:1213).Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Seor Jesucristo (5:2328).Es como si el propio apstol quisiera indicar expresamente el doble mensaje de su epstola. Su intencin persigue siempre la misma finalidad: contribuir a la santificacin de sus lectores; pero el texto se divide en dos partes caracterizadas por dos nfasis y escritas en dos tonos claramente diferenciados entre s.Para abundar algo ms en las diferencias entre las dos partes, podemos sealar lo siguiente:La primera parte mira principalmente hacia atrs, a la estancia en Tesalnica de Pablo y su equipo, a su ministerio evangelstico, a la conversin de los tesalonicenses y a la oposicin de los judos. Contempla, pues, el perodo de tiempo que media entre la visita del equipo misionero a la ciudad (Hechos 17) y el momento de redactar la carta. En cambio, la segunda parte mira al presente y al futuro: pone la mirada en el retorno en gloria del Seor Jesucristo y en la vivencia santa que debe caracterizar a los creyentes mientras le esperan.Por tanto, la primera parte abunda en verbos en tiempo pasado: os hicisteis imitadores, habis sido ejemplo, os convertisteis de los dolos (1:69); tuvimos valenta, segn fuimos aprobados por Dios as hablamos, nunca usamos palabras lisonjeras, fuimos tiernos, os proclamamos el evangelio, actuamos entre vosotros (2:210); recibisteis la palabra, osteis, aceptasteis, llegasteis a ser imitadores, padecisteis (2:1314); procuramos, quisimos ir, no pudimos soportarlo, nos pareci bien, enviamos, envi (2:173:5). En cambio, la segunda parte se caracteriza por verbos en tiempo presente, futuro o imperativo: estis andando, as sigis progresando, que os apartis, cada uno sepa controlar, nadie atropelle ni engae (4:112); traer, habremos quedado, precederemos, descender, resucitarn, seremos arrebatados, estaremos (4:1318); vendr, escaparn, sois, no durmamos, vigilemos, seamos sobrios (5:111); que reconozcis, os presiden, tenedlos, vivid, que amonestis, procurad, orad, dad gracias, no apaguis, no menospreciis, apartaos (5:1222). Matizando an ms, podemos decir que en los verbos pretritos de la primera parte hay una alternancia entre subsecciones en primera persona (que contemplan a los creyentes de Tesalnica: 1:210 y 2:1316) y otras en tercera persona (que contemplan a los misioneros: 2:112 y 2:173:13). En cambio, en la segunda parte hay una alternancia entre secciones imperativas (que definen las obligaciones morales de los tesalonicenses: 4:112 y 5:1222) y secciones en tiempo futuro (que ponen la mirada en el retorno de Cristo: 4:1318 y 5:111).La nota dominante de la primera parte es de accin de gracias; la de la segunda parte es de exhortacin. La primera, pues, empieza: damos gracias a Dios (1:2; cf. 2:13); mientras que la segunda empieza: os rogamos y os exhortamos (4:1; cf. 4:10; 5:12, 14).La primera parte contiene una detallada explicacin acerca de las causas por las cuales el apstol no ha regresado a Tesalnica; la segunda contiene una extensa instruccin acerca del retorno de Cristo. Es decir, mientras la primera parte trata de la segunda venida del apstol Pablo y defiende los vnculos de afecto y comunin amenazados por la separacin, la segunda parte trata de la segunda venida de Cristo y defiende la vivencia santa de los creyentes amenazada por la tardanza de su retorno.A veces se dice que 1 Tesalonicenses no contiene doctrina. Los que sostienen esta idea suelen aadir que, por supuesto, la segunda mitad de la epstola contiene importantes enseanzas ticas y algn esbozo de doctrina sobre la segunda venida, pero que, por lo dems, es una carta que trata asuntos personales y prcticos.Podemos estar de acuerdo con que Pablo no se sent a redactar un tratado teolgico, sino una carta amistosa llena de recuerdos personales. No se trata, pues, de una epstola como Romanos, que hace un desarrollo sistemtico de temas doctrinales casi desde el principio hasta el final. Pero, en realidad, 1 Tesalonicenses est llena de doctrina. Sin ir ms lejos, por ejemplo, el captulo 1 constituye todo un compendio de enseanzas acerca de lo que es la verdadera conversin, de modo que nadie que desee estudiar el tema de la conversin puede ignorar sus enseanzas. Y los captulos 2 y 3 forman un verdadero manual de cuidado pastoral, de manera que no se puede estudiar eficazmente la enseanza bblica sobre la cura de almas sin tenerlos en cuenta. Lejos de ser de orden secundario por carecer de forma pan-fletaria, el impacto de 1 Tesalonicenses quizs sea mayor por introducir sus enseanzas de maneras tan naturales y espontneas a lo largo del discurso personal de la carta.ESTRUCTURA DE 1 TESALONICENSESA.Salutacin (1:1).B.Primera seccin principal (1:23:13):1.La ejemplaridad de los tesalonicenses: su respuesta fiel ante la proclamacin del evangelio (1:210).2.El ministerio de los misioneros: apologa pro vita sua (2:112).3.La ejemplaridad de los tesalonicenses: su fidelidad en la persecucin (2:1316).4.El ministerio de los misioneros: apologa pro absentia sua (2:173:13).Doxologa pidiendo santificacin (3:1213).C.Segunda seccin principal (4:15:24):1.Exhortacin a la santidad personal: la pureza sexual, el amor fraternal y la diligencia laboral (4:112);os rogamos y os exhortamos (4:1).2.La segunda venida de Cristo y el consuelo (4:1318);acaba con la exhortacin: confortaos unos a otros (4:18).3.La segunda venida de Cristo y la vigilancia (5:111);acaba con la exhortacin: confortaos unos a otros (5:11).4.Exhortacin a la unidad eclesial (5:1224);os rogamos y os exhortamos (5:12, 14).Doxologa pidiendo santificacin (5:2324).D.Conclusin (5:2528).Las secciones marcadas con un asterisco concluyen con una referencia a la segunda venida.CAPTULO 4LOS AUTORES1 TESALONICENSES 1:1Pablo, Silvano y Timoteo; Nosotros, al escribir una carta, solemos dejar para el final nuestra firma. Como consecuencia, si nuestros lectores quieren saber el nombre del remitente, tienen que mirar la ltima pgina antes de empezar la lectura. Los antiguos eran ms sensatos. Ellos firmaban al principio. Las cartas siempre comenzaban con el nombre del autor.En el caso de 1 Tesalonicenses, los nombres son tres: Pablo, Silvano (o Silas) y Timoteo. Los autores de la epstola son los tres misioneros fundadores de la iglesia. Acaban de reunirse en Corinto, despus de semanas o meses de estar separados. Al escuchar las noticias que Timoteo les ha trado desde la iglesia de Tesalnica han conversado largamente acerca de sus propias experiencias y acerca del estado de las iglesias que han visitado. Y ahora se disponen a escribir una carta a los tesalonicenses exponindoles su alegra y sus preocupaciones.Podemos dar por seguro que el apstol Pablo fue el principal responsable de la redaccin y el contenido de la carta. Suyo es el nombre que aparece en primer lugar y, aunque en general el texto utiliza el plural, nosotros, incluyendo as a los tres como coautores, en ciertas ocasiones pasa naturalmente al singular (ver 2:18; 3:5; 5:27; cf. 2 Tesalonicenses 3:17), lo cual slo se explica si Pablo fue el autor material de la epstola. Adems, en el 3:2 y 3:6, el nosotros tiene que referirse slo a Pablo y Silas, porque Timoteo es mencionado en tercera persona. La participacin de Timoteo en la preparacin de la carta fue seguramente de segundo orden. Por otra parte, es posible que Silas fuera el amanuense ya que parece haber ejercido esa funcin en otras ocasiones (1 Pedro 5:12) y que Pablo se la dictara.En todo caso, la incorporacin de los otros nombres (Silas y Timoteo) no es un mero gesto de cortesa: sin duda, los tres suscribieron el contenido de la carta y quisieron que llegase con el apoyo moral y la autoridad ministerial de todo el equipo. Puesto que los tres haban sido instrumentos en la mano de Dios para la fundacin y consolidacin de aquella iglesia, fue natural que los tres compartieran los mismos temores, la misma gratitud y las dems emociones expresadas en la carta. Seguramente hablaron largamente entre s acerca de la situacin de los tesalonicenses antes de que Pablo se pusiera a redactar el escrito.Refresquemos la memoria en cuanto a quines eran los tres autores:PabloEl nombre hebreo del apstol era Sal o Saulo (en griego, Saulos), que significa pedido, solicitado o deseado, un nombre dado frecuentemente a nios cuyos padres haban estado largo tiempo sin tener hijos. Probablemente el padre de Pablo le dio este nombre en recuerdo del primer rey de Israel, porque ambos procedan de la tribu de Benjamn (1 Samuel 9:1; Filipenses 3:5). Sin embargo, no era un nombre muy apto para el apstol, porque nos consta que ste era de baja estatura (su presencia fsica es poco impresionante: 2 Corintios 10:10), mientras que el hijo de Cis de los hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo (1 Samuel 9:2). Mucho ms apropiado era su nombre latino, Paulus o Pablo (en la forma griega, Paulos), que significa pequeo. Puede que lo hubiera recibido desde su nacimiento o en el momento de su circuncisin[footnoteRef:35]1, o quizs fuera un apodo que l mismo se impuso antes de su conversin en un gesto de autodesprecio amargo: No me deis el nombre de aquel rey alto y apuesto, sino llamadme segn lo que soy, el pequeajo; no me llamis Saulos, sino Paulos. A excepcin de la breve referencia de 2 Corintios 10:10, la Biblia no describe el aspecto fsico del apstol, pero encontramos la siguiente descripcin en los Hechos de Pablo y Tecla: [Pablo era un hombre] calvo, con piernas en arco, de contextura robusta, hombre de pequea estatura, cejijunto, de nariz ms bien larga, lleno de gracia, que a veces tena apariencia humana y otras su rostro era como de un ngel[footnoteRef:36]2. Todo hace pensar que su aspecto fsico era tal que podra haberle causado complejos cuando era joven, pero que se revisti de una hermosura espiritual tras su conversin a Cristo. Entonces su nombre latino adquiri un nuevo significado. Ya no le preocupaba ms su poca estatura fsica, sino su indignidad espiritual: era el ms insignificante de los apstoles porque haba perseguido a la Iglesia de Dios (1 Corintios 15:9) y se consideraba menos que el menor de todos los santos (Efesios 3:8). Ya no utilizaba su nombre latino con actitud de autodesprecio, sino con asombro ante la grandeza de la misericordia de aquel Dios que se haba dignado a servirse de un siervo tan indigno y pequeo. [35: 1 As Hendriksen, pg. 48.] [36: 2 Citado por Hendriksen, pg. 48.]

Pero la cuestin del origen de los nombres del apstol es asunto de especulacin. Lo cierto es que el nombre hebreo, Saulo, es empleado en el Libro de Hechos durante el ministerio inicial de Pablo entre los judos. Pero en cuanto el apstol se involucra de lleno en la labor misionera entre los gentiles, Lucas utiliza su nombre latino, Paulus. ste es el nombre empleado siempre por el apstol mismo en sus escritos.No sabemos a ciencia cierta su fecha de nacimiento. Se suele suponer que naci unos pocos aos despus de Cristo, en cuyo caso tendra unos 50 aos de edad cuando visit Tesalnica y quizs un ao ms cuando escribi las dos epstolas. Naci en Tarso, ciudad principal de Cilicia en el sudeste de lo que es hoy Turqua, en el seno de una familia juda. El hecho de que se llamara a s mismo hebreo de hebreos (Filipenses 3:5; cf. 2 Corintios 11:22) indica que sus padres, aun viviendo en la dispora, se mantuvieron fieles a la lengua, la piedad y las costumbres de los judos. Esto queda confirmado por cuanto recibi su educacin no en las destacadas escuelas de filosofa y retrica de Tarso (al menos, que sepamos), sino en Jerusaln a los pies de Gamaliel, el ms ilustre fariseo de aquel entonces y maestro principal de la escuela de estudios sagrados fundada por el rabino Hillel. Pero, por otra parte, el hecho de que tuviera ciudadana romana desde su nacimiento (Hechos 22:28) significa que su padre tambin la tuvo. Este doble trasfondo cultural ciudadano romano y hebreo de hebreos iba a ser un factor de gran importancia en la formacin de Pablo y en su preparacin para ser apstol a los gentiles.La fecha de la conversin de Pablo y de su comisin como apstol suele establecerse en torno al ao 33 d.C.[footnoteRef:37]3 La referencia en Glatas 2:1 a un perodo intermedio de catorce aos indica que no puede haber emprendido su primer viaje misionero (Hechos 1314) hasta el ao 47. En aquella ocasin fue acompaado por Bernab y visit la isla de Chipre y las comarcas del sudeste de Asia Menor (Panfilia, Pisidia, Licaonia y Cilicia). Despus de volver a Antioqua, subi con Bernab al concilio de Jerusaln (Hechos 15:135), probablemente en el ao 49. Poco despus comenz aquel segundo viaje misionero que iba a llevarle a Tesalnica. [37: 3 Ver Bruce (3), pg. 709.]

En esta segunda ocasin, Pablo no fue acompaado por Bernab a causa de un fuerte desacuerdo entre ellos ocasionado por el deseo de Bernab de llevar con ellos a Juan Marcos (Hechos 15:3640). Su compaero fue un tal Silas.SilasCasi todo el mundo est de acuerdo con que el nombre griego Silas mencionado en el Libro de los Hechos (15:2240; 16:1929; 17:1015; 18:5) y el nombre latino Silvanus (o Silvano) empleado en las epstolas (2 Corintios 1:19; 1 Tesalonicenses 1:1; 2 Tesalonicenses 1:1; 1 Pedro 5:12) se refieren a una misma persona. Silas fue un compaero ideal para una misin al mundo gentil, porque, como Pablo, parece haber sido judo de nacimiento, pero con las ventajas de tener ciudadana romana (Hechos 16:37)[footnoteRef:38]4. Adems, dadas las tensiones que la incorporacin de gentiles en la iglesia estaba provocando entre los creyentes judos, convena que el exfariseo Pablo fuera acompaado por un miembro acreditado de la congregacin de Jerusaln, a fin de cortar de raz cualquier asomo de conflicto entre la iglesia madre y las nuevas iglesias del mundo gentil. [38: 4 Bruce (3), pg. 714; Campbell, pg. 509.]

Efectivamente, la primera noticia que tenemos sobre Silas indica que perteneca al crculo de apstoles y ancianos de Jerusaln (Hechos 15:2223). No se trataba, pues, de un joven principiante al que Pablo quera llevar consigo a fin de adiestrarle en el ministerio, sino de un lder ya experimentado que poda ser un verdadero compaero del apstol. Juntamente con Pablo, Bernab y Judas Barsabs, haba sido enviado por los apstoles y ancianos a la iglesia de Antioqua con el fin de comunicarle las deliberaciones del concilio de Jerusaln (Hechos 15:2329) y dar la bienvenida a la comunin cristiana a los gentiles convertidos por intermedio de la iglesia de Antioqua[footnoteRef:39]5. All emplearon sus dones profticos y de exhortacin para fortalecer y alentar a los creyentes (Hechos 15:3033). Es posible que Lucas mencione el carcter fructfero de aquel ministerio porque l mismo, como miembro de la iglesia de Antioqua[footnoteRef:40]6, se haba beneficiado de l y haba recibido su impacto. Consecuencia de ello puede haber sido el deseo del propio Lucas de unirse al equipo misionero, deseo que, como ya hemos visto, se hizo realidad a partir de la estancia en Troas (Hechos 16:10). [39: 5 Nixon, pg. 1294.] [40: 6 El hecho de que Lucas fuera oriundo de Antioqua de Siria lo sabemos no explcitamente por la Biblia (aunque este mismo texto de Hechos lo apoya), sino por el llamado prlogo antimardonita al Evangelio de Lucas. El mismo prlogo aade que Lucas fue soltero toda la vida, sirviendo al Seor sin las distracciones de esposa o familia hasta su muerte, acaecida en Boecia a los 84 aos.]

No sabemos si la amistad entre Pablo y Silas comenz durante el concilio en Jerusaln o durante la estancia de ste en Antioqua. Pero lo cierto es que el apstol, al ver frustrada su intencin de viajar con Bernab, se haba formado ya una impresin tan positiva de la vala de Silas que no vacil en invitarle a acompaarle en el nuevo viaje (Hechos 15:40). Su nombre es mencionado en relacin con la visita misionera a Filipos (Hechos 16:19, 25, 29), a Tesalnica (17:4), a Berea (17:10, 1415) y a Corinto (18:5; cf. 2 Corintios 1:19). A partir de entonces, Silas desaparece de la historia narrada en Hechos. No sabemos lo que fue de l. Slo vuelve a aparecer suponiendo que se trata del mismo Silvano como el hermano fiel y amanuense de la primera Epstola de Pedro (1 Pedro 5:12).TimoteoSi es cierto que las races culturales de Pablo y Silas eran mixtas (padres hebreos y ciudadana romana), aun lo es ms en el caso de Timoteo. Era hijo de un matrimonio mixto: su padre era gentil y su madre juda (Hechos 16:1). En consecuencia, no haba sido circuncidado (Hechos 16:3), probablemente porque su padre no lo haba consentido; pero, en cambio, haba recibido una buena formacin bblica gracias a su madre Eunice y a su abuela Loida (2 Timoteo 1:5; 3:15). Como Pablo, era oriundo del sur de Asia Menor, concretamente de Listra de Licaonia.Es razonable inferir que se convirti gracias a la visita de Pablo y Bernab a Listra durante el primer viaje misionero, porque Pablo le llama mi hijo amado y fiel en el Seor (1 Corintios 4:17) y verdadero hijo en la fe (1 Timoteo 1:2), porque haba sido testigo de las tribulaciones sufridas por los apstoles en su primera visita a Listra, Antioqua de Pisidia e Iconio (2 Timoteo 3:11) y porque ya era un joven lder apreciado por las iglesias de Listra e Iconio cuando el apstol lleg all en el segundo viaje (Hechos 16:2).Sin duda, Timoteo tena un carcter afable, afectuoso y servicial, ayudaba con celo y fidelidad en la iglesia local y prometa mucho en cuanto a ministerios futuros; todo lo cual hizo que el apstol sintiera una viva simpata hacia l y deseara llevarle consigo como ayudante (Hechos 16:3). Sin embargo, esta decisin no fue tomada de una manera unilateral, sino que fue confirmada por diferentes palabras profticas de la congregacin (1 Timoteo 1:18) y por el apoyo espiritual de los ancianos de la iglesia (1 Timoteo 4:14). La encomienda de Timoteo se hizo con el pleno acuerdo de todos: de Timoteo como interesado, del apstol, de los ancianos y de la iglesia en general.Antes de partir de Listra, convena que Timoteo se sometiera a dos condiciones, una de las cuales tena el propsito de quitar de en medio cualquier escollo en su testimonio y la otra el de equiparle espiritualmente para su ministerio. En primer lugar, puesto que Pablo pensaba proseguir con su costumbre habitual de testificar en primer lugar en las sinagogas, y puesto que Timoteo era conocido como judo por la poblacin local, era necesario que fuera circuncidado a fin de no causar ninguna ofensa innecesaria a los judos (Hechos 16:3). Posiblemente, para entonces el padre de Timoteo ya hubiera muerto[footnoteRef:41]7, por lo cual su circuncisin no causara problemas en casa. [41: 7 Esta idea recibe apoyo del hecho de que algunos manuscritos de Hechos 16:1 hablen de la madre de Timoteo como de una viuda. Ver Hawthorne, pg. 857.]

El hecho de que Pablo no se viera en la necesidad de hacer lo mismo en el caso de Tito (Glatas 2:15) no demuestra incoherencia en el apstol, ni mucho menos implica contradiccin en la narracin bblica. Tito era gentil por nacimiento. En su caso, por encima de la consideracin del buen testimonio ante los judos imperaba otra consideracin: la de no imponer cargas onerosas a los conversos gentiles. Pablo mismo consideraba que la cuestin de la circuncisin o la incircuncisin careca de importancia en s (Glatas 5:6; 6:15), y slo la contemplaba como factor a tener en cuenta como posible escollo en el ministerio. Si alguien mantena que la circuncisin era necesaria para la salvacin, Pablo se le opona con energa. Pero, en el caso de Timoteo, no se trataba de eso, sino de allanar el camino para el testimonio; era cuestin de hacerse todo a todos, para que por todos los medios pudiera salvar a algunos (1 Corintios 9:1923).En segundo lugar, la iglesia se reuni para que los ancianos, juntamente con Pablo, orasen con Timoteo imponindole las manos y pidiendo al Seor una medida especial de uncin divina para las tareas de testimonio y servicio que tendra que realizar (1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 1:6). A pesar de las evidentes cualidades humanas de Timoteo su amabilidad, su entrega, su inteligencia y su buena disposicin, habra estado destinado al fracaso si no hubiera sido potenciado con los recursos de Dios. Para poder valer para esa misin, Timoteo necesitaba contar con el discernimiento, la sabidura, la autoridad y la paciencia que slo el Espritu de Dios puede proporcionar.Aunque las causas y las formas quizs varen de generacin en generacin, sigue siendo cierto que, al encomendar a alguien para un ministerio pblico en la obra de Dios, la iglesia debe levantar la mirada a Dios y suplicarle que conceda abundantemente al obrero aquellos dones que vaya a necesitar en el ministerio, y debe poner la mirada en la gente entre la cual va a ministrar para ver si hay algn impedimento en la vida del obrero que deba ser subsanado.Sin duda, la intencin de Pablo era que Timoteo ocupase el lugar de Marcos: el equipo presente lo compondran Pablo, Silas y Timoteo, como antes lo haban compuesto Pablo, Bernab y Marcos. Quizs algunas funciones del joven tuvieran que ver con la atencin a las necesidades materiales de los hombres mayores. Por ejemplo, es posible que Timoteo guardara su ropa y que los manuscritos bblicos del equipo estuvieran bajo su cuidado y vigilancia (2 Timoteo 4:13). En todo caso, parece evidente que Pablo y Silas eran los lderes y Timoteo el aprendiz. Pero tambin est claro que Timoteo no fue un mero criado. Ya desde el principio particip activamente en el testimonio evangelstico y el cuidado pastoral de los creyentes (2 Corintios 1:19; 1 Tesalonicenses 3:2). Pronto se convirti en el brazo derecho del apstol (o, como Pablo mismo dice, en su colaborador: Romanos 16:21) y actu como su enviado en diferentes misiones en las iglesias (Hechos 19:22; 1 Corintios 4:17; Filipenses 2:1920; 1 Tesalonicenses 3:2; 1 Timoteo 1:3). Con el tiempo lleg a estar tan estrechamente vinculado a Pablo que, cuando Lucas hizo su relacin de los acompaantes del apstol a Jerusaln, aunque identific a todos los dems mencionando su lugar de procedencia, no necesit hacerlo en el caso de Timoteo, sino que pudo nombrarle a secas como alguien ya bien conocido por sus lectores (Hechos 20:4). Aunque el carcter tmido de Timoteo le mereci ms de una admonicin por parte del apstol (1 Timoteo 4:12; 2 Timoteo 1:78) y puede que malograra su misin en Corinto (comparar 1 Corintios 4:17; 16:1011; 2 Corintios 7:516; 12:1421), no hubo ningn compaero suyo al que el apstol otorgara mayores elogios (1 Corintios 16:10; Filipenses 2:1922) ni nadie cuya ausencia el apstol ms acusara ni cuya compaa ms aorara (2 Timoteo 1:35).stos, pues, fueron los tres hombres que haban trabajado juntos en la fundacin de la iglesia de Tesalnica y que ahora se reunan para comunicar su alegra y sus preocupaciones a aquella iglesia: Pablo el apstol, de unos cincuenta aos de edad, lder indiscutible del equipo; Silas el anciano de Jerusaln, quizs de unos cuarenta aos, compaero y colaborador de Pablo desde el principio de su viaje; y Timoteo, joven de algo ms de veinte aos, que se haba agregado al equipo como ayudante desde la estancia en Listra.CAPTULO 5LOS DESTINATARIOS1 TESALONICENSES 1:1 a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Seor Jesucristo: LA IGLESIA EN DIOSDespus de indicar el nombre del remitente, las cartas de la antigedad seguan con el nombre del destinatario y una salutacin: Fulano de tal a Mengano, saludos (cf. Hechos 15:23; 23:26).Con el paso del tiempo, el apstol Pablo iba a dirigirse a sus lectores empleando habitualmente una frmula doble: primero una frase que describa su posicin espiritual; y luego otra que hablaba de su ubicacin geogrfica. Por ejemplo, escribe a los corintios diciendo: a la iglesia de Dios que est en Corinto (1 Corintios 1:2; 2 Corintios 1:1); o a los efesios: a los santos y fieles en Cristo que estn en feso (Efesios 1:1; cf. Filipenses 1:1; Colosenses 1:2). En cambio, en sus primeras epstolas la frmula est al revs. En primer lugar establece el lugar geogrfico de sus lectores y luego su posicin espiritual: no escribe a la iglesia de Dios en Tesalnica, sino a la iglesia de los tesalonicenses en Dios. Posiblemente Pablo abandonara esta frmula inicial porque pensaba que era difcil de entender: la frase iglesia de Dios tiene un significado llano y obvio, pero la frase iglesia en Dios causa cierta extraeza. La primera subraya que la iglesia pertenece a Dios y ha sido constituida por l. La segunda (es decir, la primera empleada por Pablo) va ms lejos: la iglesia no slo pertenece a Dios sino que encuentra en l su fuente de vida y su razn de ser. Slo es iglesia en Dios en virtud de su unin vital a l. Pero, puesto que es una frase teolgicamente concisa y lingsticamente inusual, necesitamos detenernos un poco a considerar sus implicaciones.Recordemos, antes que nada, cul es el significado original de la palabra iglesia. En la actualidad, este vocablo tiene inmediatas connotaciones religiosas y se aplica no slo al pueblo de Dios, sino tambin al edificio en el cual ste se rene e incluso a la jerarqua que lo preside. Pero la palabra griega empleada por el apstol (ekklesa) se refera siempre a un concurso de personas (asamblea o congregacin), no a un edificio, ni a la presidencia de la asamblea; y, adems, era una palabra de uso diario sin connotaciones especficamente religiosas.En Tesalnica, por ejemplo, haba muchas clases de iglesia o asamblea. Las asambleas civiles presididas por los politarcas se llamaban ekklesa y, sin duda, muchas de las decisiones que gobernaban la vida de diferentes entidades sociales y culturales de la ciudad eran tomadas tambin en iglesias[footnoteRef:42]1. As pues, para los antiguos una iglesia no era ms que un grupo de personas reunidas en asamblea. [42: 1 Igualmente, la multitud alborotada de feso es llamada ekktesa en Hechos 19:32, 39, 41.]

Tomemos buena nota de esa dimensin colectiva que subyace en la palabra iglesia. Aunque las buenas nuevas del evangelio se dirigen individualmente a cada ser humano, y todos somos personalmente responsables ante Dios de cmo respondemos ante ellas, nuestra salvacin e incorporacin en Dios tiene lugar en el contexto de una asamblea. El apstol no escribe a creyentes aislados, cada uno de ellos encerrado en su propia casa, sino a todos ellos congregados. Excepto en circunstancias especiales de fuerza mayor, la Biblia nunca contempla a creyentes aislados, individualistas, o independientes de una congregacin. Segn la misma etimologa de la palabra, es imposible por definicin que pertenezcamos a la iglesia sin que nos reunamos en asamblea.Ahora bien, una asamblea no es una mera aglomeracin de gente. Las personas que se agolpan alrededor del puesto de un mercado pueden constituir una multitud, pero no una asamblea. Detrs de esta palabra est la idea de una finalidad determinada y de una convocatoria especfica. La iglesia cristiana de Tesalnica era, pues, un grupo de personas reunido con un propsito, el cual, segn el apstol, se centraba en Dios. Aunque Pablo no elabora explcitamente la naturaleza exacta de ese propsito, sin duda habra suscrito las palabras de Pedro al respecto:Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo adquirido para posesin de Dios, a fin de que anunciis las virtudes de aquel que os llam de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9).Evidentemente, quien emite la convocatoria constitutiva de la iglesia no es otro sino Dios mismo. Aunque se sirve de heraldos humanos que la anuncian en este caso, los tres misioneros, en ltima instancia es l mismo quien nos convoca. Los tesalonicenses, pues, son un pueblo elegido (sabiendo, hermanos amados de Dios, su eleccin de vosotros; 1:4), llamado por Dios para vivir en santidad hasta el da de Cristo (El mismo Dios de paz os santifique; fiel es el que os llama, el cual tambin lo har; 5:2324), mediante una convocatoria que se expresa de momento por medio de reuniones en asamblea, pero cuyo alcance se extiende hacia la eternidad (Dios os ha llamado a su reino y a su gloria; 2:12).Por tanto, la asamblea a la que nuestra epstola va dirigida es iglesia de Dios por cuanto Dios es quien la llama, la constituye y la congrega. Pero, ms an, le pertenece porque l es quien la ha redimido. A este respecto, es importante recordar que la ekklesa del Nuevo Testamento no es sino la continuacin de la congregacin (en hebreo, qahal) del Antiguo. Cuando Israel sali de Egipto bajo el liderazgo de Moiss, se constituy como pueblo convocado por Dios, congregado en el desierto por l y apartado para ser su especial tesoro. Ahora dice Pablo las congregaciones cristianas, tanto en Judea como en el mundo gentil, son iglesias de Dios (2:14). Esta frase (en griego ekklesa tou Zeou) es textualmente la misma que la empleada por la Septuaginta para traducir aquellos textos en que Israel es contemplado como qahal Yavh (asamblea de Dios).De hecho, es difcil disociar la idea bblica de convocacin o congregacin de otras dos ideas esenciales que encontramos en la Biblia: la de la redencin y la de la santidad. Cuando Israel fue convocado por Dios, fue como consecuencia de una gran separacin: Dios intervino con brazo poderoso para redimir a su pueblo y sacarlo de en medio de Egipto (Deuteronomio 4:3334). Y lo separ con el propsito de hacer posible que Israel viviera en santidad y lealtad a l. La santidad es una separacin moral y espiritual realizada en base a un acto salvfico y redentor de Dios, y se manifiesta mediante una nueva vivencia diferenciada con respecto a los valores del mundo. De igual manera, la Iglesia, redimida por Cristo al precio de su sangre, debe ser un pueblo apartado, diferente de los dems. Ha sido convocada por Dios y constituida en pueblo distintivo mediante una radical separacin del mundo, no tanto fsica como moral y espiritual. Ha sido redimida con el fin de glorificar a Dios, no de seguir en la vana manera de vivir de antes (1 Corintios 6:20; 1 Pedro 1:18). Es un pueblo diferente en su estilo de vida, en sus aspiraciones y en sus valores. Es un pueblo santo.Todos estos matices subyacen en el concepto bblico de la Iglesia como pueblo de Dios. Pero, como ya hemos dicho, la frase empleada aqu por Pablo no es iglesia de Dios, sino iglesia en Dios. Esta frase va aun ms lejos que la idea de pertenecer a Dios o de ser convocado por l o aun de ser santo como l es santo. Indica que el mbito en el cual la iglesia se congrega y se mueve es Dios mismo. l, por su Espritu, est en medio de su pueblo (cf. Mateo 18:20; Apocalipsis 1:13; 2:1) como el Tabernculo de la Presencia estuvo en medio del campamento de Israel (Nmeros 2:17; Deuteronomio 23:14). La iglesia est geogrficamente en Tesalnica. Pero sta no es su primera ubicacin. Espiritualmente, est en Dios y en Jesucristo.Esto nos lleva a otra consideracin. La iglesia en Dios debe ser santa en su manera de vivir, pero quin es capaz de vivir en santidad? Nadie que no haya sido redimido por Cristo y sellado por el Espritu Santo. Es decir, slo pueden formar parte de la iglesia en Dios aquellos que son una nueva creacin en Cristo (2 Corintios 5:17). Si es cierto que sin la santidad nadie ver al Seor (Hebreos 12:14), tambin lo es que si Dios no efecta en l una profunda obra de santificacin, jams habr algn ser humano que sea santo. Slo la incorporacin de los creyentes en Cristo (y, por cierto, la pequea frase en Dios nos recuerda aquella otra frase, en Cristo, tan frecuente en los escritos del apstol) puede crear un pueblo ubicado en Dios. La congregacin cristiana de Tesalnica slo es iglesia en Dios por cuanto cada uno de sus miembros, por haber credo en Cristo, ha sido incorporado en l.No queda del todo claro si lo que est en Dios es estrictamente la iglesia o los tesalonicenses. Se dirige Pablo a la asamblea-en-Dios compuesta por personas residentes en Tesalnica, o a la asamblea de los tesalonicenses-en-Dios (es decir, de aquellos tesalonicenses cuyas vidas ahora se centran en el Dios verdadero)? Supongo que, en ltimo trmino, poco importa; pero, dado el orden de las palabras y el uso secular de la palabra ekklesa, me inclino a la segunda lectura. Como hemos dicho, en la ciudad haba muchas clases de asamblea, pero sta se compona de aquellos ciudadanos que, por su fe en Jesucristo, encontraban en Dios su principal