texto 3- manifiesto revolucionario 1868

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Comentario Manifiesto revolucionario de Cádiz (1868) Estamos ante un texto que, pese a ser publicado en la Gaceta de Madrid el 3 de octubre de 1868, fue dado a conocer el 19 de septiembre de ese mismo año en Cádiz. Se trata de una proclama con motivo del pronunciamiento de septiembre de 1868 que dio fin al reinado de Isabel II y abrió paso al llamado Sexenio Democrático (1868-1874). Tiene una naturaleza circunstancial y una temática política. Su autoría es colectiva: se trata de varios de los protagonistas y responsables de la caída de Isabel II y del advenimiento de una etapa más democrática. Destacamos entre ellos a los militares Topete, Serrano y Prim, principales líderes de “La Gloriosa”, revuelta que provocó el final del reinado de Isabel II. Su destino es a los españoles, más aún cuando es publicado en la Gaceta de Madrid cuyo principal objetivo es dar a conocer a toda la nación española cuanto en ella se publica. En cuanto al análisis decir que en este fragmento se recogen una idea principal: derrocar a la reina Isabel II lo cual aparece claramente expresado en el primer párrafo cuando los sublevados niegan su obediencia al gobierno de la nación (gobierno de Madrid) y afirman representar a “todos los ciudadanos”. De esta idea principal surgen cuatro ideas secundarias: 1 − Causas del levantamiento: vulneración de la Constitución y desastre político generalizado. − Objetivos que se proponen con este levantamiento: nuevo gobierno, respeto a la Constitución y sufragio universal. − Apoyos de todas las ideologías con los que cuenta este levantamiento - Exhortación al pueblo a tomar las armas: “¡Viva España con honra!”. Comentario En los años anteriores a 1868, el malestar social y el desprestigio del gobierno de Isabel II iban en aumento. Después del fracaso de la sublevación del cuartel de San Gil en 1866, se decidió que era preciso unir el mayor número de fuerzas posibles, tanto militares como civiles. Por ello, el general Prim firmó ese mismo año el Pacto de Ostende, una alianza con el partido demócrata, que se había escindido del progresista para promover el cambio de régimen y convocar Cortes Constituyentes. Hay que considerar como otro factor importante de la revolución la crisis económica que se manifestó a partir de 1866. Fue una crisis de subsistencia que trajo escasez de cereales, alza de precios, hambre y enfermedades, y que afectó también a la burguesía de los negocios. La revolución se produjo en septiembre de 1868 al grito de "¡Viva España con honra!" y triunfó sin apenas derramamiento de sangre, formándose Juntas Revolucionarias en muchos puntos del país. Jefes militares, como Prim, Serrano y Topete se pusieron al frente de todo este movimiento insurreccional. El ejército leal a la reina fue derrotado e Isabel II se encontró sin apoyos y se exilió a Francia. El objetivo principal de los revolucionarios fue elaborar una nueva Constitución que estableciera el reconocimiento de la democracia como sistema. La Constitución, después de haber sido ampliamente debatida durante cerca de cinco meses, fue promulgada en junio de 1869. Consagraba las libertades democráticas básicas (asociación, reunión, expresión), establecía el sufragio universal (masculino) y, por primera vez, se producía un reconocimiento de la libertad religiosa. Por lo que respecta a la forma de régimen, la solución fue un nuevo concepto de monarquía, la "monarquía democrática", aunque resultó muy numerosa entre los diputados la opción republicana. Se instauró una regencia presidida por el general Serrano, mientras que Juan Prim era nombrado jefe de Gobierno. A fines de octubre de 1870 se logró solucionar la cuestión del rey en la persona de D. Amadeo, duque de Aosta, que aceptó el trono tras obtener el consentimiento de las potencias europeas, y finalmente las Cortes lo eligieron rey. Pero el reinado de Amadeo fue efímero debido a diversos factores y a que su valedor, el general Prim, había sido asesinado días antes de su llegada a España. Durante el año 1869 se habían producido diversos problemas que amenazaban la estabilidad del nuevo régimen: comenzó la guerra de Cuba, se reorganizaron los carlistas, se sucedieron levantamientos y agitaciones republicanas en gran parte del país. Así, en febrero de 1873, después de repetidas elecciones generales y crisis de gobiernos que nada solucionaron, D. Amadeo abdicó. Inmediatamente, el Congreso y el Senado, constituidos en una sola Asamblea Nacional, dispusieron de forma ordenada y pacífica la proclamación de la República. La Primera República duraría escasamente un año, sucediéndose cuatro presidentes (Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar). En este período se agudizó la guerra carlista y se produjeron los levantamientos cantonalistas. A comienzos de 1874, el general Pavía dio un golpe de Estado y disolvió el Parlamento.

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Page 1: TEXTO 3- Manifiesto Revolucionario 1868

Comentario Manifiesto revolucionario de Cádiz (1868) Estamos ante un texto que, pese a ser publicado en la Gaceta de Madrid el 3 de octubre de 1868, fue dado a conocer el 19 de septiembre de ese mismo año en Cádiz. Se trata de una proclama con motivo del pronunciamiento de septiembre de 1868 que dio fin al reinado de Isabel II y abrió paso al llamado Sexenio Democrático (1868-1874). Tiene una naturaleza circunstancial y una temática política. Su autoría es colectiva: se trata de varios de los protagonistas y responsables de la caída de Isabel II y del advenimiento de una etapa más democrática. Destacamos entre ellos a los militares Topete, Serrano y Prim, principales líderes de “La Gloriosa”, revuelta que provocó el final del reinado de Isabel II. Su destino es a los españoles, más aún cuando es publicado en la Gaceta de Madrid cuyo principal objetivo es dar a conocer a toda la nación española cuanto en ella se publica. En cuanto al análisis decir que en este fragmento se recogen una idea principal: derrocar a la reina Isabel II lo cual aparece claramente expresado en el primer párrafo cuando los sublevados niegan su obediencia al gobierno de la nación (gobierno de Madrid) y afirman representar a “todos los ciudadanos”. De esta idea principal surgen cuatro ideas secundarias: 1 − Causas del levantamiento: vulneración de la Constitución y desastre político generalizado.

− Objetivos que se proponen con este levantamiento: nuevo gobierno, respeto a la Constitución y sufragio universal.

− Apoyos de todas las ideologías con los que cuenta este levantamiento - Exhortación al pueblo a tomar las armas: “¡Viva España con honra!”.

Comentario En los años anteriores a 1868, el malestar social y el desprestigio del gobierno de Isabel II iban en aumento. Después del fracaso de la sublevación del cuartel de San Gil en 1866, se decidió que era preciso unir el mayor número de fuerzas posibles, tanto militares como civiles. Por ello, el general Prim firmó ese mismo año el Pacto de Ostende, una alianza con el partido demócrata, que se había escindido del progresista para promover el cambio de régimen y convocar Cortes Constituyentes. Hay que considerar como otro factor importante de la revolución la crisis económica que se manifestó a partir de 1866. Fue una crisis de subsistencia que trajo escasez de cereales, alza de precios, hambre y enfermedades, y que afectó también a la burguesía de los negocios. La revolución se produjo en septiembre de 1868 al grito de "¡Viva España con honra!" y triunfó sin apenas derramamiento de sangre, formándose Juntas Revolucionarias en muchos puntos del país. Jefes militares, como Prim, Serrano y Topete se pusieron al frente de todo este movimiento insurreccional. El ejército leal a la reina fue derrotado e Isabel II se encontró sin apoyos y se exilió a Francia. El objetivo principal de los revolucionarios fue elaborar una nueva Constitución que estableciera el reconocimiento de la democracia como sistema. La Constitución, después de haber sido ampliamente debatida durante cerca de cinco meses, fue promulgada en junio de 1869. Consagraba las libertades democráticas básicas (asociación, reunión, expresión), establecía el sufragio universal (masculino) y, por primera vez, se producía un reconocimiento de la libertad religiosa. Por lo que respecta a la forma de régimen, la solución fue un nuevo concepto de monarquía, la "monarquía democrática", aunque resultó muy numerosa entre los diputados la opción republicana. Se instauró una regencia presidida por el general Serrano, mientras que Juan Prim era nombrado jefe de Gobierno. A fines de octubre de 1870 se logró solucionar la cuestión del rey en la persona de D. Amadeo, duque de Aosta, que aceptó el trono tras obtener el consentimiento de las potencias europeas, y finalmente las Cortes lo eligieron rey. Pero el reinado de Amadeo fue efímero debido a diversos factores y a que su valedor, el general Prim, había sido asesinado días antes de su llegada a España. Durante el año 1869 se habían producido diversos problemas que amenazaban la estabilidad del nuevo régimen: comenzó la guerra de Cuba, se reorganizaron los carlistas, se sucedieron levantamientos y agitaciones republicanas en gran parte del país. Así, en febrero de 1873, después de repetidas elecciones generales y crisis de gobiernos que nada solucionaron, D. Amadeo abdicó. Inmediatamente, el Congreso y el Senado, constituidos en una sola Asamblea Nacional, dispusieron de forma ordenada y pacífica la proclamación de la República. La Primera República duraría escasamente un año, sucediéndose cuatro presidentes (Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar). En este período se agudizó la guerra carlista y se produjeron los levantamientos cantonalistas. A comienzos de 1874, el general Pavía dio un golpe de Estado y disolvió el Parlamento.

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Serrano volvió a presidir el Gobierno y dedicó sus esfuerzos a combatir a carlistas y cantonales. A finales de año el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto y restableció la dinastía borbónica en la persona de Alfonso XII, quien contaba con el apoyo de un amplio sector de la burguesía conservadora liderado por Cánovas y se había dirigido al país en el Manifiesto de Sandhurst. Con la entrada de Alfonso XII en Madrid en enero de 1875 concluyó el Sexenio Democrático y comenzó la Restauración. Conviene destacar la trascendencia de las reformas económicas del Sexenio. Se creó por fin la nueva unidad monetaria, la peseta, en 1868. Se intentó llevar a cabo una reforma fiscal y se otorgó al Banco de España el monopolio de la emisión de billetes. Pero lo más relevante en la idea progresista de abrir la economía española a los mercados exteriores para que la industria española se pusiese en unos años en condiciones de competir con el exterior. Como conclusión diremos que es un texto muy importante para el conocimiento del proceso histórico que dio lugar al nacimiento de la primera experiencia democrática que tuvo lugar en España y que fracasará: el Sexenio Democrático.

CONCEPTOS: Constitución: ley fundamental y suprema de la organización de un Estado, propia de los regímenes liberales y democráticos, que establece los principios generales del gobierno del país. Define en esos principios aspectos fundamentales como la forma de gobierno, tipo de soberanía, derechos y deberes básicos de los ciudadanos, organización de los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), organización política del territorio, fiscalidad, defensa, educación, etc… Todas las demás leyes deben adecuarse a esta ley básica. En la historia contemporánea de España se han sucedido constituciones de diverso tipo: republicanas y monárquicas; moderadas, progresistas y democráticas; unitarias y federales; confesionales y laicas,… hasta más de diez, incluyendo algunas no promulgadas, que se quedaron en proyecto, como la progresista de 1855 y la republicana de 1873. La primera fue la de 1812 y la más duradera la de 1876. La actual data de 1978. Sufragio universal: sistema electoral en el que puede votar la totalidad de la población que cumpla con los requisitos de edad y nacionalidad. En España ya encontramos un sufragio universal indirecto en la Constitución de 1812, pero solo se establecería de manera clara en la Constitución de 1869. Tras su supresión, fue restablecido en 1890. Se identifica con la democracia. En el siglo XIX sólo afecta a la población masculina no siendo hasta la Segunda República (1931) cuando se le reconozca el voto a las mujeres Liberal/Liberales: Liberal es aquel partidario del sistema político basado en la igualdad ante la ley, la soberanía nacional, la separación de poderes y la elección del legislativo, es decir, constitucional. Partidario de una economía basada en la propiedad privada y la no intervención del Estado, es decir, partidario del sistema capitalista. Es propio de las revoluciones y gobiernos del siglo XIX y base del sistema democrático actual. Dentro de los liberales en el siglo XIX español podemos diferenciar entre: 1 − Liberales moderados: partidarios de la igualdad ante la ley, de la elaboración de una constitución donde se recoja la división de poderes y un sistema representativo. Era partidario de un sistema electoral muy censitario, con un poder ejecutivo del rey muy amplio y de una administración central preeminente. Además defendían una política de "orden" y económicamente proteccionistas. Se desarrolla a partir de 1837 y es propia de la oligarquía terrateniente. Su representante máximo es el general Narváez (1837-54) 2 − Liberales progresistas: partidarios de la igualdad ante la ley, de la elaboración de una constitución donde se recoja la división de poderes y un sistema representativo. Era partidario así mismo de un sufragio censitario amplio o universal, del desarrollo de las libertades individuales, de un poder real débil y económicamente librecambistas. Su máximo representante será el general Espartero presidente del gobierno en 1835-37 y 1854-56. De este grupo surgirán los demócratas y los liberales radicales, que tendrán gran importancia en la I República (1873) y en la Restauración (1875-1923).