texto precarización para debatir (espacio sindical libertario)

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Texto precarización para debatir

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PRINCIPALES CARACTERSTICAS DE LA PRECARIZACIN LABORAL EN EL GRAN LA PLATA. PERODO 2003-2004. SuarezEl proceso de precarizacin se manifiesta a travs de aspectos econmicos (bajos ingresos, suspensiones, despidos, reduccin salarial, etc.) y aspectos jurdicos (tipo de contratacin que legalizan formas precarias de insercin laboral, o el no cumplimiento de las leyes) que se complementan y confluyen en un proceso dinmico. El impacto de estas situaciones de inestabilidad, desproteccin e inseguridad sociolaboral y que posicionan desfavorablemente a la fuerza de trabajo se traduce en la intermitencia entre situaciones de ocupacin desocupacin-subocupacin creciente segn las condiciones imperantes en el mercado de trabajo (Tissera, 1999). Aunque no es el propsito de este trabajo realizar un anlisis del concepto de empleo precario, resulta interesante sealar las diferencias con otros trminos que parecen referirse a situaciones similares: es el caso de trabajo en negro e informalidad. Labrune y Gallo (2005) definen al empleo precario como aquel que no ofrece seguridad sobre su continuidad y no est protegido por la legislacin laboral e involucra al trabajo en relacin de dependencia. Precariedad e informalidad2 son fenmenos en parte superpuestos, ya que por su lgica de funcionamiento el sector informal es un gran generador de empleo precario. Pero la precariedad tambin est presente en empresas grandes y modernas, formalmente establecidas. Si bien el trabajo en negro (entendido como evasin de normas laborales, de seguridad social y/o impuestos) implica siempre precariedad, lo contrario no tiene la misma relacin: muchas de las variantes contractuales de la llamada flexibilizacin laboral dan marco legal a relaciones laborales precarias. En consonancia con lo planteado por Lo Vuolo (1999) y Rodrguez Enrquez (2000, 2001) se considera que el trabajo es el soporte privilegiado de inscripcin de las personas en la estructura social. En este sentido, existe una alta correlacin entre la posibilidad de contar con un empleo pleno y una insercin productiva y social slida. El concepto de empleo pleno que se utiliza implica el cumplimiento de las siguientes condiciones: - Seguridad en el mercado de trabajo: oportunidades adecuadas de empleo garantizadas por polticas del Estado. - Seguridad en el empleo: proteccin contra despidos arbitrarios, regulacin de condiciones de contratacin, etc. - Seguridad en el puesto de trabajo: demarcacin de actividades y calificaciones requeridas. - Seguridad en las condiciones de trabajo: regulacin de seguridad y salud, del trabajo nocturno, proteccin contra accidentes y enfermedades. - Seguridad en la reproduccin de las habilidades: oportunidades de capacitacin laboral. - Seguridad en el ingreso: salarios mnimos, seguridad social, etc. - Seguridad de representacin: sindicalizacin, derecho a huelga, etc. Tomando como parmetro esta caracterizacin de empleo pleno pueden identificarse distintos grados de precariedad segn la carencia de los elementos que caracterizan dicha plenitud. Existira as una gradacin de situaciones laborales con una referencia mxima en el empleo pleno hasta una mnima en el desempleo absoluto, con una heterognea franja intermedia donde vastos sectores de la poblacin transitan por diversas instancias de precariedad.

Las fronteras de la precariedad: Percepciones y sentidos del trabajo de los jvenes trabajadores precarios de hipermercados. Longoa. La precariedad como ofensiva del capital La relacin capital-trabajo es una relacin social que puede tomar formas diversas en distintos momentos y circunstancias sin alterar su esencia: la venta de la fuerza de trabajo por salario. En este sentido, interesa pensar a la precariedad como una de las formas histricas que adopta la relacin capital-trabajo, donde el capital avanza y dispone ms enteramente de la fuerza de trabajo. La precariedad puede entenderse entonces, en primer trmino, como una respuesta a la crisis de sobreproduccin de 1973, la cual seal la incapacidad de un modelo de acumulacin para contener las contradicciones inherentes del capitalismo, de modo de lograr la valorizacin del capital. Sus limitaciones pueden resumirse en la rigidez del sistema productivo. Lo que Trabajo y Sociedad, Nm. 19, 2012 376 1 Quiero agradecer especialmente a todos los trabajadores que me brindaron desinteresadamente su tiempo haciendo posible el desarrollo de la investigacin. significaba tanto rigidez de los mercados de suministros, como de los mercados de consumo, y tambin, y esto nos interesa principalmente, rigidez del mercado del trabajo, en parte por la propia organizacin del trabajo, y en parte por la fuerza que haba adquirido el movimiento obrero desde fines de la dcada del 60 (Vasapollo, 2004). Como respuesta a esta crisis, dos cambios corrieron de forma paralela. Se rearticul, en primer lugar, la divisin internacional del trabajo, desplazando los centros de valorizacin hacia la periferia. En segundo lugar, se reorganizaron los mecanismos de organizacin y subordinacin de la fuerza de trabajo. La flexibilizacin y la consiguiente precarizacin del mercado laboral, fueron los nuevos mecanismos para lograr disminuir el costo de la fuerza laboral, reducir el tiempo de trabajo innecesario, y disciplinar a los trabajadores en un nuevo modelo de acumulacin flexible (Frebel et al., 1980). La precarizacin laboral fue as, una de las formas a travs de la cual se avanz sobre las conquistas que haba obtenido el movimiento obrero en los aos de la posguerra. En los pases de Amrica Latina, as como en otras regiones perifricas del capital, la precariedad en el trabajo no es un fenmeno nuevo, el empleo informal y diversas precariedades signaron al trabajo de nuestros pases desde su incorporacin al mercado mundial (Busso, 2006). Sin embargo, el modelo de industrializacin por sustitucin de importaciones (1940-1976), se construy sobre la base de un creciente poder de los trabajadores y sus organizaciones, de manera que el empleo estable lleg a constituir un marco de referencia para las reivindicaciones y acciones de los trabajadores. La ltima dictadura militar min las relaciones de fuerza sobre las que se sostena este modelo, tanto en trminos econmicos y sociales como polticos. Esta ofensiva del gran capital nacional y extranjero se consolidara con la implantacin de la convertibilidad (Ortiz y Schorr, 2007). La dcada del 90 inaugura as, un cambio de escenario para los actores del mundo productivo. Bajo el discurso neoliberal, con la apertura de la economa y el deterioro de las regulaciones estatales, se forjaron nuevas condiciones de la competencia que generaron fuertes presiones sobre las formas de contratacin y uso de la fuerza de trabajo (Novick, 2001). Estas transformaciones afectaron cuantitativa y cualitativamente a la clase trabajadora, de modo que la desocupacin estructural, junto con el subempleo y la precariedad laboral se extendieron a grandes proporciones de los asalariados. La precarizacin dej as de estar localizada en empresas de baja productividad, para transformarse en una caracterstica de las grandes empresas, en muchos casos multinacionales. El deterioro del mercado de trabajo respondi entonces a caractersticas propias de las estrategias de valorizacin del capital, y no fue por el contrario producto de la crisis del mismo (Lucita, 2006).b. Cambios en la estrategia de acumulacin y consolidacin de la precariedad en el mercado laboral La crisis del modelo de la convertibilidad, junto con la recuperacin econmica a partir del ao 2003, pareci cambiar la lgica econmica del modelo neoliberal. Se postul un nuevo modelo de industrializacin, que a partir del crecimiento del mercado interno revertira los niveles de desocupacin y la baja productividad de la industria. Sin embargo, muchas de las condiciones que caracterizaron la dcada 90, se mantuvieron en nuestro pas en la posconvertibilidad. Como sealan Ortiz y Schorr (2007: 3), se afianzaron las posiciones estructurales de ciertas fracciones de la clase dominante, y fortaleci en muchos aspectos la lgica socioeconmica de la dcada neoliberal. En primer lugar, los dos gobiernos kirchneristas (2003-2011) se caracterizaron por mantener altas tasas de crecimiento econmico, superiores al 7% del PBI anual, impulsado por la exportacin de commodities agrarias y de algunos productos industriales de bajo valor agregado. La combinacin de altos precios de las materias primas, junto con bajos salarios, benefici extraordinariamente a estos los grupos exportadores, al tiempo aument la concentracin y se acento la extranjerizacin de la cpula empresarial (Ortiz y Schorr, 2009).De la mano de esta recuperacin econmica, y como consecuencia de la proteccin que implic la devaluacin, se expandi en la ltima dcada el mercado interno y el empleo industrial. En los ltimos aos, cuatro millones de trabajadores fueron incorporados al mercado laboral. Sin embargo, el crecimiento del mercado interno, la creacin de puestos de trabajo, y en definitiva la expansin de la industria, encuentran un freno en los bajos salarios necesarios para garantizar altas tasas de ganancias de los sectores exportadores (Fliz, 2008). La devaluacin constituy en este sentido, una de las precondiciones de la acumulacin pos-convertibilidad, al disminuir rpidamente los salarios reales y mantenerlos a un nivel de crecimiento menor que el de la productividad, generando una nueva y fenomenal transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia los empresarios (Ortiz y Schorr, 2009: 15). De esta manera, el aumento de la tasa de ganancia en la ltima dcada se explica principalmente por el crecimiento de la tasa de explotacin (Fliz, 2008). Y si bien, el empleo no-registrado disminuy del 48% en el ao 2003 al 35% en el ao 2010 (Palomino, 2008), Prez, Chena y Barrera plantean que existe una funcionalidad de la informalidad, ya que las actividades informales constituyen una precondicin para el desarrollo y progreso de aquellas actividades que se entienden como formales (Prez et al, 2010). Por ltimo, si bien el gobierno comenz a intervenir ms activamente en las relaciones capitaltrabajo, principalmente a partir de la reactivacin de la negociacin colectiva , y en contraposicin a la dcada del 90 ms del 86% de las negociaciones colectivas pautaron principalmente aumentos salariales, en la negociacin no salarial de la pos-convertibilidad se mantuvo la introduccin de clusulas de flexibilidad laboral a niveles similares a los del primer lustro de la dcada del 90 (Campos y Campos, 2010). Por lo tanto, si bien el actual modelo de crecimiento econmico tiene como consecuencia directa la recomposicin del movimiento obrero, las caractersticas del modelo actual tienden a consolidar una estructura del mercado laboral fragmentada. En un extremo se ubica una fraccin de la clase trabajadora con empleos registrados y estables, que goza de salarios altos, y es representada por el sindicalismo tradicional. En el otro extremo, se encuentra una fraccin no beneficiada, es decir aquellos trabajadores con empleos inestables, no registrados, con sueldos por debajo o iguales al salario mnimo, con psimas condiciones laborales, y que no se encuentran sindicalizados. En medio de ambas fracciones se encuentra un conjunto de trabajadores, que aunque con empleos registrados, se encuentran atravesados por las polticas que precarizan al mercado laboral pero de forma legal. Es decir, los trabajadores tercerizados, subcontratados, o con inestabilidad laboral de hecho, con condiciones de trabajo precarias, y con salarios levemente superiores al mnimo. El estudio de caso lo desarrollaremos en mbitos laborales que renen particularmente a esta ltima fraccin de trabajadores.c. Debates en torno al concepto de precariedad laboral Pero si, como se seal, la precariedad es una forma histrica que asume la relacin de poder entre el capital y el trabajo, cmo debe ser analizada? El concepto de precariedad laboral surge en la dcada de 1970, y se extendi ganando peso en las ciencias sociales del trabajo a partir de los 80, y particularmente en los 90. Sin embargo, los debates en torno a su significacin lejos estn de encontrar consenso. Y es que de alguna manera el propio concepto vara de acuerdo con las circunstancias sociales, polticas y econmicas de cada pas (Paugam, 2000; Bouffartigue y Busso, 2010). En un primer momento se defini al empleo precario como aquel que se alejaba del empleo tpico, es decir el trabajo estable e industrial de los aos dorados del capitalismo. Como seala Galn:El empleo en sus formas tpicas o normales es el empleo asalariado a tiempo completo, ejercido en un lugar nico, en el cual el asalariado est ligado a un empleador nico y protegido por la legislacin o la negociacin colectiva. El trabajo precario se caracteriza por su alejamiento de alguna de estas caractersticas bsicas (Galn, 1986: 33). Desde esta perspectiva se haca hincapi en la variable jurdica-contractual como la caracterstica principal que daba cuenta de los cambios en el mundo del trabajo. Era el contrato por tiempo indeterminado, con derechos laborales y sociales el que daba seguridad y estabilidad en el empleo al trabajador; por lo tanto los trabajos atpicos estaban signados por la inestabilidad y la falta de seguridad en el trabajo (Pok, 1992; Neffa, 2008). En los ltimos aos, siguiendo esta perspectiva algunos autores comenzaron a utilizar una concepcin reducida de la precariedad, identificndola con el trabajo desprovisto de seguridad social, y por lo tanto entendiendo a los empleos precarios como aquellos empleos no registrados (Palomino, 2008). Esta primera definicin contiene algunos problemas. En primer lugar, asociar la precariedad con el empleo no registrado, si bien es metodolgicamente til y simple, implica desconocer las reformas en el mercado laboral que hicieron que la precariedad no constituya una ilegalidad. Por otro lado, al definir a la precariedad por lo que no es, el empleo estable, se agrupa a un conjunto de situaciones laborales muy heterogneas. Al mismo tiempo, el hecho de definirlo en contraste con el empleo tpico, parece pensarlo como una desviacin de la normalidad, cuando en realidad es el propio empleo tpico el que se aleja de la normalidad de las relaciones de produccin capitalistas. Adems, como seala Battistini, la legislacin desde la reforma laboral de 1974 (Ley 20.744), corroe la estabilidad en el empleo an en trabajos con contrato por tiempo indeterminado, ya que con esta ley se habilitan los despidos con causa, y se plantean bajas indemnizaciones para los despidos con causa, as como distintas ambigedades permiten una utilizacin de la fuerza de trabajo con amplia flexibilidad, como la introduccin de periodos de prueba prolongados. Como seala el autor, en la legislacin argentina el trabajador asalariado siempre se encontr en una situacin de precariedad (Battistini, 2008: 4). Por otro lado, Serge Paugam (2000) desde una perspectiva neo-durkhemiana, plantea que el anlisis de la precariedad laboral debe tener en cuenta, adems de las formas de contratacin laboral, la calidad del empleo y la satisfaccin en el trabajo. Paugam se referir entonces al empleo precario en situaciones laborales donde, para el trabajador, su empleo es incierto y no puede prever su futuro profesional. Esta situacin se caracteriza por una fuerte vulnerabilidad econmica y por una restriccin, al menos potencial, de los derechos sociales. Pero por otro lado, hablar de trabajo precario cuando el trabajador no tiene un debido reconocimiento material y simblico por su actividad. Desde esta perspectiva, si bien incorpora aspectos interesantes en relacin calidad del empleo y a la subjetividad del trabajador y su reconocimiento como tal en el trabajo, sigue definiendo al empleo/trabajo precario a partir de los trabajadores, pensados conceptualmente como individualidades. En este sentido, Paul Bouffartigue (2008) plantea que adems de la precariedad del empleo y el trabajo, se precarizan las relaciones profesionales. Es decir, podemos hablar de trabajadores precarios pero tambin, y aqu es donde el concepto tiene especialmente capacidad explicativa, de relaciones laborales entre el capital y trabajo precarias. Siguiendo esta ltima conceptualizacin, entendemos que la precariedad constituye una forma histrica de la relacin de fuerzas entre capital y trabajo donde el capital avanza y dispone ms enteramente del trabajo, pese a lo cual, no existe un momento de no-precariedad versus un momento de precariedad en el mercado laboral, sino distintos grados de precariedad en esta relacin de poder. De esta manera, el concepto de precariedad laboral no constituye un concepto relacional, y deja de constituir un estado para transformarse en un proceso (Bouffartigue y Broud, 2009). Desde esta conceptualizacin la precariedad deja de ser una excepcin del mercado laboral capitalista, y la capacidad de disminuir los niveles de precariedad depende tambin del poder que adquieren los trabajadores y sus organizaciones frente al capital, y no slo de las caractersticas de los distintos modelos de produccin, u organizacin del trabajo, desplegados por el capital. Trabajo y Sociedad, Nm. 19, 2012 379 Ahora bien, entendiendo a la precariedad como una forma que asume la relacin de poder capital-trabajo, es necesario pensar cmo se materializa, y esto depende de los procesos histricos de cada pas. En el caso de Argentina, planteamos que la precariedad que existe en el mercado laboral, es el resultado de la derrota del movimiento obrero iniciada con la ltima dictadura militar y profundizada durante la dcada neoliberal. Entendemos entonces que la precariedad se materializa en tres dimensiones, que fueron las que se articularon de manera conjunta en la derrota del movimiento obrero. La primera est contemplada en la definicin jurdica/contractual y tiene que ver con capacidad de flexibilizar tanto la contratacin y el despido, como el uso de la fuerza de trabajo. Entendemos entonces aqu tanto la capacidad de flexibilidad interna es decir, la flexibilidad en la jornada laboral, en el espacio de trabajo y/o en las tareas a realizar; como la llamada flexibilidad externa, es decir la posibilidad de subcontratacin, tercerizacin, y otras formas irregulares o ilegales de contratacin precaria. En relacin con este aspecto de la precariedad hablaremos de precariedad del empleo. En segundo lugar, entendemos que la precariedad se materializa en la degradacin de los trabajos a travs de la simplificacin y rutinizacin de las tareas, el aumento del despotismo en el trabajo, la desubjetivacin de la produccin, y la contratacin de trabajadores sobre o sub calificados con respecto a las tareas que deben desarrollar. Estos aspectos influyen sobre la percepcin que construyen los trabajadores del trabajo, principalmente a travs de sentimiento de insatisfaccin, al tiempo que disminuyen el poder del trabajador frente al capital. Hablamos de esta dimensin de la precariedad como precariedad del trabajo. En tercer lugar, se precarizan las relaciones laborales, lo que se manifiesta en la fragmentacin del colectivo de trabajo y en la prohibicin o ausencia de organizaciones sindicales que representen los intereses de los trabajadores. En esta dimensin se entiende que la precariedad, pensada en trminos de una relacin de fuerzas, construye mbitos y espacios laborales precarios en los que la precariedad se consolida atravesando las fronteras individuales. Es finalmente en este terreno, donde la precariedad condiciona y modifica las posibilidades de organizacin colectiva en y a partir del trabajo. Estas tres dimensiones de la precariedad laboral, hacen a la posibilidad del capital de disponer ms enteramente del trabajo, y son necesarias para dar cuenta de un fenmeno caracterstico del mercado laboral en las ltimas dcadas.

SUBCONTRATACIN Y PRECARIZACIN LABORAL: NOTAS SOBRE SU CONCEPTUALIZACIN / ANDREA DEL BONO27 noviembre, 2012 porceil eninvestigacin,publicaciones[Novedades CEIL N36, noviembre 2012]La externalizacin de la produccin como proceso sistemtico se ha extendido durante los ltimos veinte aos en Argentina, al igual que en el resto de los pases de Amrica Latina. La tercerizacin o subcontratacin de la produccin ha sido su sello distintivo y el de las polticas econmicas neoliberales que rigieron la economa argentina durante los aos noventa del siglo pasado. La orientacin central del PICT 2011-0351 es situar el trabajo en rgimen de subcontratacin en el marco de las dinmicas ms generales de externalizacin para, a partir de un anlisis de conjunto, entender sus alcances y perspectivas futuras. La cuestin es compleja, debido a la variedad de formas y motivos que coadyuvan a la externalizacin.A continuacin, comentamos algunos de los lineamientos de nuestro actual trabajo de investigacin.Centralmente, apuntamos a desarrollar una investigacin que contribuya a comprender mejor las vinculaciones existentes entre la extensin de los procesos de subcontratacin y las caractersticas que adquieren las formas de trabajo enmarcadas en los mismos. La idea es rediscutir los conceptos con los que se analiza la subcontratacin y su relacin con los procesos de precarizacin laboral. Lo que nos planteamos es la necesidad de analizar articuladamente el fenmeno de la subcontratacin, que hoy en da avanza sostenidamente contribuyendo a complejizar la relacin laboral tradicional, y las consecuencias de dicha complejizacin en trminos de precarizacin de condiciones de trabajo.Existe una estrecha relacin entre flexibilizacin productiva, desregulacin de las relaciones laborales y la configuracin de formas de empleo que carecen de proteccin y estabilidad. En este sentido, la literatura ha sido prolfera en plantear este fenmeno bajo el concepto de precariedad laboral para hacer referencia a la aparicin y creciente generalizacin de formas de trabajo que suponen mayores niveles de inestabilidad, incertidumbre e inseguridad laboral, en la medida en que vienen a sustituir al empleo tradicional, caracterizado por jornadas laborales completas, estabilidad en el puesto de trabajo y mecanismos de negociacin salarial centralizados.Sin embargo es clave no perder de vista este punto-, no debera establecerse una relacin de causalidad directa entre subcontratacin y precariedad, por ms que los empleos creados por las subcontratistas sean generalmente trabajos que conllevan situaciones de precarizacin. Una cosa no conlleva necesariamente la otra: las condiciones de empleo en las empresas subcontratistas no siempre son peores que las de la empresa principal, la precariedad puede registrarse en toda su plenitud incluso en la empresa principal, y no siempre las condiciones laborales de los trabajadores independientes tienen como caracterstica central la precarizacin. La combinacin entre estos factores es ms bien, compleja y mltiple.Nuestro trabajo, as como la labor investigativa que estamos desarrollando en el marco del PICT 2011-3051, parte de una idea (hiptesis) central, aquella que enfatiza que, si bien los procesos de subcontratacin no necesariamente llevan a situaciones de precariedad laboral, aumentan al menos de manera sustancial el riesgo de los trabajadores de caer en ella. Esto es as porque el objetivo de este tipo de prcticas empresariales no es solo la bsqueda de una mayor especializacin, sino tambin el inters por remplazar la mano de obra contratada directamente para bajar costos, eludir a los sindicatos y ganar flexibilidad en el manejo de las relaciones laborales, sobre todo cuando existen contratos o convenios colectivos de alto perfil de regulacin. Esta idea fuerza se enraza en la constatacin del progresivo aumento del contingente de personas que, alcanzadas en su esfera laboral por procesos de externalizacin, detentan situaciones alejadas del modelo de empleo asalariado, estable y protegido predominante dcadas atrs y muy heterogneas entre s. En este sentido, se trata de una cuestin que merece una atencin especial por parte de la investigacin social ya que los trabajadores inscritos en dichas dinmicas tercerizadoras deben considerarse como un grupo particularmente vulnerable.Al respecto resulta clave sealar que la situacin a la que hacemos referencia, no se restringe a determinados grupos acotados del mercado de trabajo sino que se registra en sectores y categoras de trabajadores tradicionalmente inmunes a las estrategias clsicas de externalizacin, tales como, las actividades profesionales, comerciales, las intensivas en tecnologa y en conocimiento, las actividades financieras, los servicios empresariales de relativa complejidad, las industrias culturales, entre los casos ms llamativos. Nuestro estudio se focaliza, precisamente, en este tipo de sectores y de actividades, algunas de nuevo cuo y otras transformadas a partir de procesos de externalizacin, para analizar con un enfoque amplio de las situaciones de precariedad laboral la diversidad de situaciones a las que dan lugar los procesos de tercerizacin / subcontratacin y la forma diferencial y no siempre evidente- en la que inciden sobre las trayectorias y experiencias socio-laborales de las personas involucradas.Ahora bien, en trminos especficos, no es sencillo definir cules son las formas de trabajo que se inscriben efectivamente bajo el concepto de subcontratacin pero son varios los autores que han explorado sus distintas configuraciones llegando a un acuerdo en torno a que es clave distinguir, entre la subcontratacin de la produccin de bienes y servicios entre empresas o grupos de empresas, de la subcontratacin de personal, que realiza una empresa principal a una subcontratista, ya sea a travs de la modalidad de intermediacin o de suministro de mano de obra. Por otra parte, hay quien seala que para conseguir una visin ms amplia del fenmeno es necesario superar los lmites de la subcontratacin entre compaas incluyendo en la conceptualizacin el traslado de tareas desde la empresa hacia el trabajador independiente, o que aparece como simple prestador de servicios.En lo que a nosotros respecta, nuestra indagacin actual considera las cuatro modalidades mencionadas: la subcontratacin de una segunda empresa para que realice actividades o servicios; la intermediacin de una segunda empresa encargada de la contratacin de personal que luego trabajar en la empresa principal; el suministro de trabajadores a cargo de una empresa de trabajo eventual para que realice tareas en la empresa principal, y la subcontratacin de tareas hacia trabajadores independientes (contratos de servicios u obra y factura propia).Frente a esta heterogeneidad, tomamos como punto de partida un concepto amplio de subcontratacin porque la investigacin que venimos desarrollando tiene la pretensin de abarcar el estudio de distintas formas de trabajo que en muchos casos no son jurdicamente reconocidas como situaciones de subcontratacin pero que, vistas desde una perspectiva holstica, situada y sociolgica, que extiende la observacin a los procesos completos de produccin, se apreciarn insertas en procesos regidos por las dinmica de reduccin de costos a travs de la externalizacin de actividades y de fuerza de trabajo. Probablemente, la forma de superar la ambigedad del trmino subcontratacin radique en dejar de pensar que puede ser definido por sus elementos ms evidentes (tipo de contrato, lugar donde se realiza la prestacin del trabajo, etc.). Antes bien, lo distintivo de este fenmeno reside en su lgica, o sea, en el fin ltimo que persigue este tipo de arreglo productivo: externalizar riesgos y reducir costos fijos.Nuestra investigacin trata de captar el espectro de variacin del fenmeno de la subcontratacin, tomando como objeto de indagacin un conjunto de formas de trabajo que pertenecen a sectores de actividad donde el trabajo industrial, asalariado y formal dista de ser la norma. Antes bien, se trata de casos donde la articulacin entre capital y trabajo adquiere formas complejas y no siempre asalariadas; en los cuales la naturaleza de la produccin no siempre es tangible y se ponen en juego competencias simblicas, inmateriales y/o emocionales; donde las nociones de jornada y de espacio productivo frecuentemente se desdibujan por el carcter desterritorializado o mvil del trabajo; o donde la gestin y movilizacin de la fuerza de trabajo sucede a partir de mecanismos indirectos y para nada evidentes.En este sentido, la originalidad del abordaje radica en la propuesta de estudiar un conjunto de actividades nuevas -o renovadas- que debido a su naturaleza, alejada de la evolucin del trabajo clsico, exigen la puesta a prueba de los instrumentos conceptuales con los que contamos, para el estudio del par conceptual subcontratacin/precariedad. En esta clave, nuestros estudios de caso corresponden a los sectores de: servicios empresariales intensivos en conocimiento, programacin de software y provisin de servicios informticos, produccin audiovisual (cine, televisin, publicidad) y medios de comunicacin (especialmente prensa escrita). En ese contexto reflexionamos sobre la existencia -o ausencia- de situaciones de precariedad laboral, en funcin de una serie de dimensiones que no solo ataen a las cuestiones jurdico-contractuales de cada forma de trabajo, sino tambin a los contenidos y sentidos asociados a los mismos.En sntesis, creemos que aunque el concepto de precariedad laboral pueda seguir siendo una herramienta conceptual importante para reflexionar sobre el difundido deterioro de las condiciones laborales de los segmentos centrales de la fuerza de trabajo, actualmente, existe el desafo de desarrollar lecturas complejas sobre el fenmeno para poder captar una heterogeneidad de situaciones que ya no hacen referencia exclusivamente a actividades marginales, de baja productividad y escasa calificacin. En este sentido, el estudio de la vinculacin realmente existente entre los procesos de subcontratacin y de precarizacin del trabajo en el territorio de los trabajos no clsicos tendra que permitir el desarrollo de tipologas ms completas sobre el trabajo precario con las que abarcar situaciones ambiguas y en apariencia contradictorias.