todos los recién nacidos: plan de acción para poner fin a ... · 17.04.2013 · medidas y las...
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En los últimos decenios se ha avanzado notablemente en la reducción del número de
defunciones infantiles en todo el mundo, pero el descenso de las tasas de mortalidad neonatal
ha sido más lento. Sin embargo, gran parte de las muertes neonatales pueden prevenirse. En la
actualidad, 2,9 millones de niños mueren en el primer mes de vida, lo que representa el 44% de
la mortalidad de menores de cinco años, y hay 2,6 millones de mortinatos. Para reducir la
mortalidad en la niñez y poner fin a las muertes prevenibles de niños es preciso intensificar las
medidas y las orientaciones dirigidas a salvar vidas y garantizar la supervivencia de los neonatos.
El documento Todos los recién nacidos: plan de acción para poner fin a las muertes prevenibles es
una hoja de ruta para el cambio. En él se establece una visión y se proponen un objetivo y unas
metas para poner fin a las muertes neonatales debidas a causas prevenibles. El plan de acción
se articula en torno a cinco principios rectores y cinco objetivos estratégicos.
El plan se basa en datos factuales y tiene en cuenta las principales causas de mortalidad
neonatal y las intervenciones eficaces para prevenirlas y combatirlas. Se fundamenta en los
vínculos intrínsecos entre la salud materna y la neonatal, y promueve los conocimientos más
avanzados acerca de los métodos con los que aplicar eficazmente las intervenciones e
innovaciones orientadas a acelerar el avance hacia la cobertura universal de la atención de
salud. El plan se apoya, asimismo, en los resultados de un examen sistemático de los avances
mundiales logrados en la mejora de la supervivencia del neonato durante el último decenio.
El plan se ha elaborado siguiendo orientaciones de países y expertos, y bajo la coordinación de un
pequeño grupo de asociados al frente del cual estaban la OMS y el UNICEF. Se llevaron a cabo
varias reuniones consultivas con numerosos interesados, en las cuales los equipos nacionales
presentaron y discutieron los resultados de un análisis llevado a cabo en sus países sobre los
obstáculos que entorpecen la ampliación de las intervenciones en favor de los recién nacidos.
El plan de acción «Todos los recién nacidos» se inscribe en el conjunto del proceso asistencial de
la salud reproductiva, materna, neonatal e infantil. Será un recurso útil para orientar la
concepción de los planes nacionales destinados a acelerar el avance hacia el logro de los ODM 4
y 5, así como el trabajo a más largo plazo en pos del objetivo de poner fin a la mortalidad
prevenible de las mujeres y los niños.
Todos los recién nacidos: proyecto de plan de acción para poner fin a las
muertes prevenibles
1. Los últimos decenios han sido testigos de un notable descenso del número de muertes de
niños en todo el mundo, debido en gran medida a las intervenciones dirigidas a reducir la
mortalidad infantil después del primer mes de vida. Aunque la tasa de mortalidad de
menores de cinco años ha disminuido casi un 50% en todo el mundo (de 90 en 1990 a 48
muertes/1000 nacidos vivos en 2012), en el mismo periodo la tasa de mortalidad neonatal
solo se redujo un 36%, de 33 a 21 muertes/1000 nacidos vivos.1 En consecuencia, la
proporción de defunciones de menores de cinco años que se producen en el periodo
neonatal ha aumentado del 37% en 1990 al 44% en 2012, año en el que 2,9 millones de
niños murieron en el primer mes de vida, la mayoría de ellos por causas prevenibles. Esas
muertes están estrechamente vinculadas a los 2,6 millones de niños que mueren en los tres
últimos meses del embarazo o durante el parto (mortinatos).
2. Muchos Gobiernos y asociados han renovado su compromiso de salvar las vidas de las
mujeres y los recién nacidos, en respuesta a la Estrategia Mundial del Secretario General de
las Naciones Unidas para la Salud de la Mujer y el Niño (presentada en 2010), a la iniciativa
conexa «Todas las mujeres, todos los niños» y a las recomendaciones de la Comisión sobre
la Información y la Rendición de Cuentas (2011) y la Comisión de las Naciones Unidas sobre
Productos Básicos de Supervivencia para Mujeres y Niños (2012). El Plan de Acción «Todos
los recién nacidos» lleva adelante la misión de la Estrategia Mundial y forma parte de la
iniciativa «Todas las mujeres, todos los niños», por lo que contribuye a las acciones
integradas en el proceso asistencial de la salud reproductiva, materna, neonatal e infantil.
3. En todo el mundo, dirigentes nacionales y mundiales han hecho suyos los objetivos expuestos
en el documento El compromiso con la supervivencia infantil: una promesa renovada (UPR),
en el que se pide que se ponga fin a la mortalidad infantil prevenible de aquí a 2035.2 Del
mismo modo, existen firmes compromisos regionales y mundiales orientados a poner fin a
la mortalidad materna prevenible. Dada la importancia relativa de la mortalidad neonatal
en el conjunto de la mortalidad de menores de cinco años, la meta de la iniciativa UPR, a
saber, que todos los países reduzcan la mortalidad de menores de cinco años a 20 o
menos muertes por 1000 nacidos vivos de aquí a 2035, no se logrará si no se adoptan
medidas específicas para reducir la mortalidad neonatal.
1 UNICEF, OMS, Banco Mundial, Naciones Unidas. Levels and trends in child mortality: Report 2013. Nueva York: UNICEF;
2013. 2 UNICEF. Committing to Child Survival: A Promise Renewed Progress Report 2013. Nueva York: UNICEF; 2013.
4. Este proyecto de plan de acción responde a la urgente necesidad de intensificar las medidas
dirigidas a poner fin a la mortalidad neonatal prevenible. Se basa en los datos que confirman
la eficacia de determinadas medidas y fija unos objetivos estratégicos claros. Reconoce que
la supervivencia de los neonatos es un marcador sensible de la respuesta de un sistema de
salud en favor de sus ciudadanos más vulnerables, y pide a todos los interesados que
mejoren la calidad de la atención de salud y el acceso de las mujeres y los recién nacidos a
ella en el marco del proceso asistencial que se extiende desde el embarazo hasta la infancia
y la adolescencia. El proyecto de plan de acción insiste en la importancia de llegar a todas las
mujeres y todos los recién nacidos, en particular durante el periodo en el que son más
vulnerables, es decir, en el trabajo de parto, el nacimiento y los primeros días de vida del
recién nacido. En esos momentos, prestar una atención eficaz a la madre y el neonato
también reduce la mortalidad materna y la mortinatalidad en el parto, por lo que la
rentabilidad de la inversión es triple.
5. Las posibilidades de mejorar la salud neonatal no tienen precedentes. Más de diez años de
análisis e investigaciones han generado información sobre la carga de mortalidad neonatal
y sus causas, han puesto de manifiesto la eficacia de intervenciones y de cauces de
prestación de servicios, y han permitido identificar formas de acelerar la ampliación de la
cobertura de las intervenciones y reducir dicha mortalidad. Se ha corroborado la existencia
de un vínculo intrínseco entre la supervivencia, la salud y la nutrición del recién nacido y la
supervivencia, la salud y el bienestar de la madre, y se ha confirmado que, tanto para la
madre como para el niño, el periodo de mayor riesgo de morbimortalidad son las horas
anteriores y posteriores al parto.
6. En la resolución WHA64.12 y las discusiones de la Comisión A de la 64ª Asamblea Mundial de la
Salud, los Estados Miembros señalaron la insuficiencia e irregularidad de los avances en el
logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio 4 y 5, y observaron que los avances en
materia de reducción de la mortalidad perinatal y neonatal se habían estancado. Expresaron
su preocupación por el elevado número de mortinatos y de muertes neonatales y la gran
contribución de la mortalidad neonatal a la mortalidad de menores de cinco años. La
Asamblea Mundial de la Salud, en su resolución WHA64.13 (Hacia la reducción de la
mortalidad perinatal y neonatal), solicitó a la Directora General que promoviera planes
específicos orientados a ampliar el acceso a servicios de salud seguros y de alta calidad para
prevenir y tratar las afecciones perinatales y neonatales.3 El presente proyecto de plan de
acción da respuesta a esa solicitud y está asimismo en consonancia con las disposiciones de la
resolución WHA64.9 (Estructuras de financiación sostenible de la salud y cobertura universal).
3 Véase también el documento WHA64/2011/REC/1, actas resumidas de las reuniones novena, décima y undécima de
la Comisión A.
7. La salud del recién nacido es un derecho fundamental, como se especifica en la Convención
sobre los Derechos del Niño. El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en
la resolución A/HRC/22/32, afirma la importancia de aplicar un enfoque basado en los
derechos humanos para eliminar la morbimortalidad materna e infantil prevenible, y pide a
los Estados que renueven su compromiso político y adopten medidas para hacer frente a las
principales causas de morbimortalidad materna e infantil. En su Observación General nº 15,
de abril de 2013, el Comité de los Derechos del Niño especifica que «los Estados tienen la
obligación de reducir la mortalidad infantil», e insta a prestar especial atención a la
mortalidad neonatal.4
8. El marco mundial de inversiones para la salud de la mujer y el niño estima los efectos de la
inversión en salud reproductiva, materna, neonatal e infantil en todo el proceso asistencial.5
El conjunto de 50 intervenciones eficaces examinadas incluye las relacionadas con la salud
del recién nacido. El marco calculó que invirtiendo correctamente US$ 5 por persona y año,
de aquí a 2035 se pueden evitar 147 millones de muertes infantiles (entre ellas, las de 60
millones de neonatos), 32 millones de mortinatos y 5 millones de defunciones maternas.
Según lo estimado por el marco para el grupo de 74 países con mayor carga de mortalidad
materna, neonatal e infantil, la inversión generaría un rendimiento casi nueve veces mayor
en forma de beneficios sociales y económicos durante el periodo de 23 años, desde 2012
hasta 2035.
SITUACIÓN ACTUAL
9. Se estima que cada año fallecen 287 000 mujeres por complicaciones del embarazo y el
parto, hay 2,6 millones de mortinatos y 2,9 millones de niños mueren en los primeros meses
de vida. Desde 1990, la tasa anual media mundial de descenso de la mortalidad neonatal ha
sido del 2,1%, inferior a la de la mortalidad materna (3,1%) y la mortalidad de niños de entre
1 y 59 meses (3,5%), y mucho más baja que la tasa del 4,4% necesaria para lograr el Objetivo
de Desarrollo del Milenio 4 y la tasa del 5,2% necesaria para alcanzar el objetivo fijado en El
compromiso con la supervivencia infantil: una promesa renovada. En el anexo 1 se exponen
las metas del proyecto de plan de acción para corregir esta situación.
4 Committee on the Rights of the Child General comment No. 15 (2013) on the right of the child to the enjoyment of
the highest attainable standard of health (art. 24), 17 April 2013 5 Stenberg K, Axelson H, Sheehan P, Anderson I, Gülmezoglu AM, Temmerman M et al. Advancing social and economic
development by investing in women’s and children’s health: a new Global Investment Framework. Lancet, publicación anticipada en línea, 19 de noviembre de 2013, doi:10.1016/S0140-6736(13)62231-X (consultado el 26 de noviembre
de 2013).
10. La mayoría de las muertes de recién nacidos se producen en países de ingresos bajos y
medianos. Dos terceras partes de ellas se concentran en doce países, seis de los cuales están
en el África subsahariana.6 Los países con una tasa de mortalidad neonatal de 30 o más
muertes/1000 nacidos vivos totalizan el 60% de las muertes de recién nacidos.7 Muchos de
los países con una alta carga de mortalidad neonatal han vivido recientemente conflictos o
situaciones de emergencia humanitaria. Otros tienen sistemas de salud débiles con unas
infraestructuras limitadas y una baja densidad de profesionales sanitarios calificados; además,
el gasto directo es alto. En ellos no se garantiza el acceso de las mujeres y los niños a unos
servicios de salud de calidad, lo que da lugar a marcadas disparidades en la cobertura de las
intervenciones, tanto entre los países como dentro de ellos. Sin embargo, en el último
decenio, al menos 77 países, entre ellos 13 países de bajos ingresos,8 han demostrado que
es posible avanzar con rapidez, ya que redujeron sus tasas de mortalidad neonatal en más
de un 25%.9
11. Hay tres causas que son responsables de más del 85% de la mortalidad neonatal (figura 1):
las complicaciones de la prematuridad, las muertes neonatales relacionadas con el parto
(incluida la asfixia perinatal) y las infecciones neonatales.10 En la actualidad, las
complicaciones de la prematuridad son la segunda causa de muerte de menores de cinco
años. Cada año se producen 15 millones de nacimientos prematuros y 32,4 millones de niños
nacen con un peso inferior al décimo percentil de su edad gestacional. Más del 60% de las
muertes de neonatos se producen en niños que nacen con bajo peso por ser prematuros, por
ser pequeños para la edad gestacional o por ambas razones.11 Entre los lactantes
prematuros, el 2,7% (esto es, 345 000) sufren una afectación moderada o grave y el 4,4%
(esto es, 567 000) presentan una afectación leve.12 Además, las personas que han nacido
prematuramente corren mayor riesgo de padecer una enfermedad no transmisible en algún
momento de sus vidas. La prematuridad moderada o grave es la que más aumenta el riesgo
de discapacidad y de morbilidad a largo plazo.
6 India, Nigeria, Pakistán, China, República Democrática del Congo, Etiopía, Bangladesh, Indonesia, Angola, Kenya,
República Unida de Tanzanía, Afganistán (por orden decreciente de número anual de muertes neonatales). 7 Afganistán, Angola, Burundi, Chad, Comoras, Congo, Côte d'Ivoire, Djibouti, Etiopía, Guinea, Guinea-Bissau, Guinea
Ecuatorial, India, Lesotho, Malí, Mauritania, Mozambique, Nigeria, Pakistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Swazilandia, Togo y Zimbabwe. 8 Bangladesh, Bolivia (Estado Plurinacional de), Eritrea, Guatemala, Indonesia, Madagascar, Malawi, Marruecos,
Nepal, República Unida de Tanzanía, Rwanda, Senegal y Viet Nam. 9 Lawn JE, Kinney MV, Black RE, et al. Newborn survival: a multi-country analysis of a decade of change. Health policy
and planning. Jul 2012;27 Suppl 3:iii6-28. 10 Repositorio de datos del Observatorio mundial de la salud. Organización Mundial de la Salud; 2013.
http://apps.who.int/ghodata/ (consultado el 26 de noviembre de 2013). 11
Katz J, Lee AC, Kozuki N, et al. Mortality risk in preterm and small-for-gestational-age infants in low-income and middle-income countries: a pooled country analysis. Lancet. Aug 3 2013;382(9890):417-425. 12
Lawn JE, Blencowe H, Darmstadt GL, Bhutta ZA. Beyond newborn survival: the world you are born into determines your risk of disability-free survival. Pediatric Research. 2013.
Figura 1: Causas de muerte de menores de cinco años
Más del 60% de las muertes neonatales se asocian a bajo peso al nacer*
Fuente: (1) OMS. Observatorio mundial de la salud http://www.who.int/gho/child_health/en/index.html), (2) * Sobre el bajo peso al nacer: Katz et al. Lancet, 2013.
Neumonía 13 %
Neumonía 5 %
Complicaciones de la prematuridad
14 %
Asfixia y traumatismo perinatales
10 %
Sepsis y otras infecciones neonatales
5% Otros trastornos
3 %
Anomalías congénitas 4 %
Tétanos neonatal 1 %
Otros trastornos 9 %
ENT 8 %
Traumatismos 4 %
Malaria 7 %
VIH/sida 2 %
Sarampión 2 %
Diarrea 9 %
Meningitis/ encefalitis
2 %
Tos ferina 1 %
Muertes neonatales:
44 %
Diarrea 1 %
12. No se debe subestimar la influencia de los determinantes sociales de la salud en la
mortalidad neonatal. La pobreza, la desigualdad y el descontento social menoscaban la
atención de la madre y el recién nacido por muy diversos cauces, entre ellos, las
deficiencias en la alimentación materna, la vivienda y el saneamiento. Las emergencias
humanitarias complejas desencadenan unos movimientos de población dramáticos que
afectan a las embarazadas y los recién nacidos, y que ponen en peligro el acceso a unos
sistemas de salud operativos. Los bajos niveles de instrucción, la discriminación por razón
de sexo y la falta de capacitación impiden a las mujeres acudir a los servicios de atención
de salud y tomar las decisiones idóneas para ellas mismas y para la salud de sus hijos, lo
que acarrea retrasos peligrosos y muertes que no tendrían por qué producirse. La brecha
entre la población con mayor cobertura de las intervenciones eficaces y la más
desprovista de ellas puede cerrarse en una generación con la aplicación de acciones
intersectoriales tales como la expansión de los programas educativos, la mejora de las
condiciones de vida y de trabajo, la ampliación del acceso a agua limpia y un saneamiento
adecuado, y los avances hacia la cobertura sanitaria universal.
INTERVENCIONES EFICACES PARA MEJORAR LA SALUD DE LOS NEONATOS DURANTE EL PROCESO ASISTENCIAL
13. Las intervenciones eficaces orientadas a mejorar la supervivencia y la salud de los recién
nacidos constituyen uno de los componentes de los servicios integrados de salud
reproductiva, materna, neonatal, y del niño y el adolescente. Se han documentado
adecuadamente en todas las etapas de la vida y se han agrupado en conjuntos concebidos
para los diversos niveles de prestación de servicios.13 Muchas de ellas se dispensan desde
plataformas comunes para la prestación de atención de salud; la planificación y la
dispensación integradas pueden garantizar unos servicios de salud eficientes y eficaces
para las mujeres y los niños.
14. Las intervenciones en el periodo que rodea al parto son las que más reducen la
mortalidad neonatal, ya que las altas tasas de mortalidad neonatal, mortalidad materna y
mortinatalidad durante el parto son atribuibles a una baja cobertura y una mala calidad de
la atención de salud en ese periodo. Una atención de buena calidad durante el parto y el
periodo posnatal inmediato no solo previene la aparición de complicaciones, sino que
permite detectarlas precozmente y tratarlas sin demora. Aunque a escala mundial la
proporción de mujeres que dan a luz asistidas por personal calificado (ya sea médico,
de enfermería o de partería) ha aumentado al 66%, hay grandes disparidades entre los
13
Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño. A global review of the key interventions related to reproductive, maternal, newborn and child health. Ginebra: Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño, 2011.
países y dentro de ellos. En el África subsahariana en particular, la cobertura de la
atención calificada durante el parto sigue siendo baja, de algo menos del 50%.14
15. Aunque se reconoce la importancia de dispensar a todas las mujeres y a todos los recién
nacidos una atención de calidad en el momento del parto y los días inmediatamente
posteriores, también las intervenciones durante el embarazo y antes de la concepción
desempeñan un papel crucial. Dichas intervenciones incluyen las esenciales para todas las
embarazadas que están de parto y también la atención esencial del neonato. En el caso
de los bebés de pequeño tamaño o enfermos probablemente haya que aplicar, además,
medidas tales como la reanimación neonatal, la antibioterapia y el método «madre
canguro». Sin embargo, la atención antes del embarazo, durante este y entre una
gestación y otra también influye en la supervivencia y la salud de los recién nacidos. Las
embarazadas malnutridas tienen más probabilidades de dar a luz niños con bajo peso al
nacer, al igual que las mujeres que estuvieron desnutridas durante sus primeros mil días
de vida. Las madres muy jóvenes no solo se enfrentan a más problemas relacionados con
el embarazo, sino que también son propensas a presentar un trabajo de parto obstruido.
Los embarazos demasiado seguidos están estrechamente relacionados con los resultados
de salud del recién nacido y la mortalidad neonatal. El acceso a la planificación familiar y el
derecho a decidir cuándo y con qué frecuencia se quedan embarazadas son de vital
importancia para la capacitación de las mujeres y las niñas, pero también para la
supervivencia y la salud de sus bebés. La figura 2 presenta los conjuntos de intervenciones
que son esenciales para la supervivencia del recién nacido y también repercuten en la
mortalidad materna y la mortinatalidad.
14
OMS. EB 134/17 Monitoring the achievement of the health-related Millennium Development Goals. Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 2013.
Figura 2: Conjuntos de intervenciones esenciales para poner fin a la mortalidad neonatal prevenible
16. El acceso a intervenciones eficaces en el periodo posnatal sigue siendo insuficiente:
menos de la mitad de las mujeres y sus recién nacidos reciben atención posnatal en los
dos días posteriores al nacimiento.15 La atención posnatal temprana es particularmente
importante para reducir el elevado porcentaje de muertes neonatales que se producen el
primer día de vida, ya que la dispensación de una atención de buena calidad en las
primeras 24 horas, el 3º día y entre el 7º y el 14º día repercute mucho en la salud de la
madre y el recién nacido.16 La atención posnatal permite a los cuidadores instaurar unas
buenas prácticas asistenciales, tales como la lactancia materna exclusiva y la solicitud de
atención cuando un recién nacido presente signos de enfermedad. En el mundo, solo el
38% de los menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna,
en muchos casos debido a una atención deficiente desde la primera semana de vida y
pese a que unas prácticas óptimas de lactancia materna podrían salvar la vida de hasta
800 000 menores de cinco años cada año.17
15
Requejo JH, Bryce J, Victora C, Deixel A. Accountability for maternal, newborn and child survival: the 2013 update. Ginebra: Organización Mundial de la Salud y UNICEF; 2013. 16 Organización Mundial de la Salud. Compilation of WHO recommendations on maternal, newborn,
child and adolescent health. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2013. 17
Bhutta ZA, Das JK, Rizvi A, et al. Evidence-based interventions for improvement of maternal and child nutrition: what can be done and at what cost? Lancet. Aug 3 2013;382(9890):452-477.
El periodo que rodea al parto y el primer día de vida: una oportunidad crucial para prevenir y tratar las complicaciones
ATENCIÓN REPRODUCTIVA
ATENCIÓN PREGESTACIONAL
ATENCIÓN DURANTE EL EMBARAZO
TRATAMIENTO DE LAS
COMPLACIONES DE LA GESTACIÓN
Atención del trabajo de parto y el nacimiento
Monitorización del parto
Atención obstétrica
Atención neonatal esencial
Nacimiento: secado, piel con piel
Primera semana: lactancia materna
temprana/exclusiva; calor, cuidado
del cordón, higiene
No respira al nacer:
reanimación
Presunta sepsis: antibioterapia
temprana
Prematuro/BPN: método «madre canguro», apoyo de
la lactancia materna, tratamiento inmediato de la
presunta infección
Obstrucción/sufrimiento fetal: cesárea, ventosa.
Parto prematuro: orticoesteroides, antibióticos para la RPM antes del término
17. Las intervenciones deberían comenzar mucho antes de la concepción. Todo embarazo
debería ser deseado y, a este respecto, hay que intensificar los esfuerzos por llegar
a los 222 millones de mujeres de los países en desarrollo que se calcula que desearían
retrasar el siguiente embarazo o no tener más hijos, pero no están utilizando ningún
método anticonceptivo moderno.18 Las inversiones en planificación familiar también
contribuirán considerablemente a reducir la mortalidad materna y neonatal en su
conjunto. La reducción del número de embarazos no deseados podría evitar el 60% de
las muertes maternas y el 57% de las muertes infantiles.19
18. Ninguna joven debería casarse o ser madre antes de alcanzar la mayoría de edad. Cada
año dan a luz unos 16 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años, lo que representa
alrededor del 11% de los nacimientos del mundo. Las complicaciones del embarazo y el
parto son algunas de las principales causas de muerte de adolescentes y la mortalidad
perinatal de los niños nacidos de madres menores de 20 años es un 50% más alta que la
de los nacidos de madres de entre 20 y 29 años; además, los hijos de madres adolescentes
tienen más probabilidades de nacer con bajo peso o prematuramente. La prevención del
embarazo precoz en las adolescentes debe ser un componente primordial de las medidas
orientadas a mejorar la salud de los recién nacidos.20
19. Las iniciativas y los recursos dirigidos a prevenir los embarazos adolescentes se han
centrado generalmente en las niñas de entre 15 y 19 años, pero las más vulnerables y las
que corren un mayor riesgo de presentar complicaciones y morir como consecuencia del
embarazo y el parto son las de 14 años o menos. Sus necesidades son inmensas, y los
poderes públicos, la sociedad civil, las comunidades y el conjunto de los países deben
hacer mucho más para protegerlas y ayudarlas a pasar de la niñez y la adolescencia a la
edad adulta en condiciones seguras y saludables.21
20. Dispensar atención a las mujeres y las parejas antes del primer embarazo y entre
embarazos mejora las posibilidades de que las madres y los recién nacidos estén sanos.
Hasta hace poco, la atención pregestacional era un eslabón débil del proceso asistencial.
Además de la planificación familiar, comprende el aprendizaje de aptitudes para la vida;
intervenciones orientadas a mejorar la nutrición y a prevenir y controlar las prácticas
nocivas, como el tabaquismo y el consumo de alcohol; la identificación y el tratamiento
18
Singh S, Darroch JE. Adding It up: costs and benefits of contraceptive services - estimates for 2012. Nueva York: Guttmacher Institute y Fondo de Población de las Naciones Unidas 2012. 19
Stenberg K, Axelson H, Sheehan P, et al. Advancing social and economic development by investing in women's and children's health: a new Global Investment Framework. Lancet. Nov 18 2013. 20 Organización Mundial de la Salud. Preventing early pregnancy and poor reproductive outcomes among adolescents in developing countries. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2011. 21 Fondo de Población de las Naciones Unidas. The state of world population 2013: motherhood in childhood. Nueva York: Fondo de Población de las Naciones Unidas; 2013.
de dolencias tales como las infecciones de transmisión sexual y las enfermedades
mentales, y la lucha contra la violencia de pareja.
21. La atención prenatal es un cauce importante para la aplicación de un conjunto de
intervenciones que influyen directamente en la salud de la madre y el feto. Se calcula que
en los países de ingresos bajos solo el 37% de las mujeres cumplen con el mínimo
recomendado de cuatro visitas a los centros de atención prenatal, y muchas veces
reciben una asistencia de poca calidad. El porcentaje de las que reciben intervenciones
esenciales, como la detección y el tratamiento de la anemia y la hipertensión arterial, el
asesoramiento y las pruebas del VIH y la sífilis, o la prevención y el tratamiento de la
malaria, es aún menor.
22. La dispensación de atención de salud en todas las etapas de la vida exige una coordinación
funcional e ininterrumpida entre los diversos niveles asistenciales. En muchos países, la
prestación de atención calificada durante el parto alcanza su máxima eficiencia en los
establecimientos de atención de salud, ya que la supervivencia en caso de
complicaciones depende del acceso inmediato a servicios obstétricos y neonatales de
urgencia. Los agentes de salud comunitarios pueden desempeñar un papel importante, ya
sea ayudando a las familias a adoptar unas buenas prácticas asistenciales en el hogar,
alentando el parto en un establecimiento de atención de la salud cuando se tenga acceso
a servicios de calidad, o velando por que se derive oportunamente a los recién nacidos
que presenten signos de enfermedad.
23. La dispensación de atención de salud a las madres y los recién nacidos exige una
coordinación entre los programas técnicos y las iniciativas, y la colaboración de todos los
interesados bajo la dirección de los poderes públicos, con las asociaciones profesionales,
la sociedad civil, las instituciones académicas y de investigación, el sector empresarial, los
asociados para el desarrollo y las familias.
EL PLAN DE ACCIÓN
24. Con este plan de acción se busca mejorar y apoyar la planificación y la aplicación
integrales y coordinadas de intervenciones dirigidas específicamente a los neonatos en el
contexto de las estrategias y los planes de acción nacionales relacionados con la salud. Se
ha elaborado en estrecha consulta con los interesados y tiene en cuenta los resultados de
los análisis de los obstáculos a la ampliación de las medidas.
25. La puesta en marcha del plan de acción aprovechará y fortalecerá los compromisos
existentes, como los mencionados en los puntos 2 y 3. El plan se inspira también en los
objetivos y metas de otros planes de acción mundiales, como los orientados a la
eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis; la lucha antipalúdica; la
mejora de la salud de la madre, el lactante y el niño pequeño, y el logro de la cobertura
universal de la inmunización, así como el Plan de Acción Mundial Integrado para la
Prevención y el Control de la Neumonía y la Diarrea.
26. El plan de acción se basa en cinco principios rectores:
a) Liderazgo de los países: En primera instancia, el plan pertenece a los países, los cuales tienen la responsabilidad de establecer una buena gobernanza y prestar unos servicios de salud reproductiva, materna y neonatal eficaces y de buena calidad. La participación de la comunidad es una característica clave de este liderazgo, ya que constituye uno de los mecanismos transformativos más eficaces para la acción y la responsabilización en pro de la salud del recién nacido. Los asociados para el desarrollo deberían armonizar sus contribuciones y acciones. b) Integración: Para dispensar a todas las mujeres y todos los recién nacidos una atención de buena calidad se requieren la prestación integrada de servicios y la coordinación de los enfoques del sistema de salud entre los diversos programas, interesados e iniciativas del proceso asistencial de salud reproductiva, materna, neonatal e infantil, sin dejar de prestar especial atención al recién nacido. c) Equidad: Es fundamental lograr una cobertura equitativa y universal de las intervenciones de gran impacto y centrarse en llegar a los grupos más vulnerables y pobres de la población para respetar el derecho a la salud de todas las mujeres y todos los recién nacidos, niños y niñas. d) Rendición de cuentas: La transparencia, la supervisión y la rendición de cuentas son requisitos para lograr una cobertura equitativa, una atención de calidad y un uso óptimo de los recursos. e) Innovación: A lo largo del último decenio se han ido acumulando los datos sobre estrategias que amplían la cobertura de las intervenciones para los recién nacidos y reducen la mortalidad. Aun así, es preciso idear maneras innovadoras de llegar a las poblaciones más pobres y desatendidas. Para optimizar la aplicación de los conocimientos relativos a las intervenciones y estrategias más eficaces hacen falta más labores de investigación y desarrollo.
VISIÓN, OBJETIVOS Y METAS
27. El plan de acción establece una visión y propone un objetivo global y unas metas para la
reducción de la mortalidad neonatal y la reducción de la mortalidad de menores de 5 años
de aquí a 2035, con metas intermedias de mortalidad para 2020 y 2025. Las metas de
reducción de la mortalidad están relacionadas con las de la cobertura y la calidad de la
atención a la madre y al niño en los establecimientos de atención de salud, los servicios de
atención posnatal y la asistencia al neonato enfermo. En el anexo 1 se indican otras
metas. La figura 3 muestra la evolución actual de la mortalidad neonatal y de menores
de cinco años junto con las metas de reducción de la mortalidad de menores de cinco
2000-2012 TAMR = 2,7 %
TM<5 mundial
Meta de UPR: TM <5 nacional de 20 TM <5 mundial media de 15
2000-2012 TAMR = 3,8 %
TMN mundial
TM <5 si se sigue como hasta ahora
Meta prpuesta para la TMN : TMN nacional de o inferior TMN mundial media de 7
TAMR = 4,7 % Tasa
de
mo
rtal
idad
(p
or
100
0 n
acid
os
vivo
s)
Meta propuesta para la mortalidad neonatal en 2035 Vinculada a la meta de Una promesa renovada para las muertes infantiles preventibles
años propuestas por el movimiento «Una promesa renovada» y las correspondientes
metas de reducción de la mortalidad neonatal propuestas por el presente plan de acción
«Todos los recién nacidos». En la figura 4 se describen la visión, los objetivos y las metas
propuestos en este proyecto de plan.
28. El proyecto de plan de acción respalda los objetivos de la iniciativa Planificación Familiar
2020, que busca llegar a la cifra de 120 millones de nuevos usuarios de métodos
anticonceptivos modernos, en particular a través de los servicios de atención posnatal. En
el apartado correspondiente del documento se incluyen los vínculos específicos con otros
objetivos.
Figura 3: Evolución de la mortalidad de menores de cinco años y la mortalidad neonatal de aquí a 2035
Fuentes de los datos: Evolución calculada a partir de las tasas de mortalidad que figuran en el informe del Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas para las Estimaciones sobre la Mortalidad en la Niñez titulado Levels and Trends in Child Mortality: Report 2013.
Situación hipotética Defunciones neonatales en 2035 TMN mundial en 2035 (ponderada)
Se sigue como hasta ahora 1,8 millones 13
Todos los países logran una TMN de 10 por 1000 1 millón 7
Supone que todos los países reduzcan en >2/3 parter la TMN, como continuación del ODM 4
Figura 4. Esquema de la visión, los objetivos y las metas del plan de acción «Todos los recién nacidos»
Visión El plan de acción prevé un mundo sin mortinatos ni muertes neonatales prevenibles, en el que todos los embarazos serán deseados, todos los nacimientos se festejarán, y las madres, los bebés y los niños prosperarán y harán realidad todo su potencial social y económico.
Metas mundiales Poner fin a la mortalidad neonatal prevenible: Para 2035, todos los países tendrán menos de 10 muertes de neonatos/1000 nacidos vivos, con una tasa mundial media de mortalidad neonatal de 7 muertes/1000 nacidos vivos, y metas mundiales intermedias como las que se muestran a continuación. Esta meta es coherente con la formulada por El compromiso con la supervivencia infantil: una promesa renovada» para poner fin a la mortalidad infantil prevenible, y la apoya; asimismo, es coherente con las metas propuestas para poner fin a las muertes maternas evitables. Los Estados Miembros deberían velar por que esta meta también se alcance en todas sus poblaciones desatendidas.
La muerte neonatal se define como la muerte de un niño nacido vivo en los primeros 28 días de vida, con independencia del peso o la edad gestacional. Obsérvese que estas cifras tienen en cuenta las metas fijadas por el movimiento «Compromiso con la supervivencia infantil: una promesa renovada», a saber, que todos los países alcancen una tasa de mortalidad de menores de 5 años de 20 muertes/1000 nacidos vivos, con una media mundial de 15 muertes/1000 nacidos vivos.
Para lograr una tasa mundial media de mortalidad neonatal de 7 muertes/1000 nacidos vivos, todos los países tendrán que reducir la mortalidad neonatal por lo menos en dos terceras partes respecto a la cifra de referencia de 2012, lo que puede considerarse una prolongación del Objetivo de Desarrollo del Milenio 4 aplicada al programa inconcluso de reducción del número de muertes de recién nacidos.
Poner fin a toda la mortinatalidad prevenible: Todos los países habrán reducido su tasa de mortinatalidad a menos de 10/1000 nacimientos totales de aquí a 2035, con lo que la tasa mundial media de mortinatalidad será de 8/1000 nacimientos totales. Los países con una tasa de mortinatalidad inferior a 10/1000 nacimientos totales deberían centrarse en reducir las desigualdades y utilizar datos de auditorías para rastrear y prevenir todos los casos de mortinatalidad evitables.
Con miras a las comparaciones internacionales, un mortinato se define como un niño nacido sin signos de vida y con un peso de más de 1000 g o a las 28 semanas o más de gestación.
Año 2020 2025 2030 2035 Número de muertes neonatales en 2035
Tasa de mortalidad neonatal (media mundial ponderada)
15 11 9 7 Alrededor de 1 millón
Objetivos El objetivo global es que en todos los países se logre una cobertura equitativa y de alta calidad de la atención esencial, de referencia y de urgencia para todas las mujeres y todos los recién nacidos.
Vinculación con otros planes mundiales y nacionales: El plan de acción apoyará el objetivo de la iniciativa Planificación Familiar 2020, a saber, alcanzar los 120 millones de nuevos usuarios de métodos anticonceptivos modernos, en concreto mediante el establecimiento de vínculos con la dispensación de atención posnatal. Se inspira, asimismo, en otros planes de acción mundiales y se vincula a ellos, como los relativos a la nutrición, las vacunas, la neumonía, la diarrea, el agua y el saneamiento, y la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH, la sífilis y el tétanos.
Medición y rendición de cuentas:
En los 12 meses posteriores a la puesta en marcha del plan de acción se elaborará un plan operacional para definir y medir la cobertura y la calidad de las intervenciones eficaces y los conjuntos de intervenciones propugnados por el plan de acción, en asociación con las organizaciones e instituciones encargadas de mejorar estos indicadores a escala mundial, y se vinculará con otros planes mundiales y marcos de rendición de cuentas. En el anexo 2 se ofrece una lista de los indicadores clave de la salud neonatal.
Objetivos relativos a la cobertura para 2020
Objetivo 1: Cobertura y calidad de la atención en el parto y el nacimiento El 90% de las mujeres que dan a luz y de los bebés que nacen en establecimientos de salud recibirán una atención de alta calidad, eficaz y respetuosa, que comprenderá la atención esencial durante el embarazo y el parto y después del nacimiento, y las medidas preventivas y el tratamiento pertinente de las complicaciones en la madre y el recién nacido. La vigilancia de las muertes maternas y perinatales, la respuesta a estas y la vigilancia periódica de la calidad asistencial formarán parte de los servicios de salud materna y neonatal.
Objetivo 2: Cobertura y calidad de la atención dispensada a los neonatos en situación de riesgo Al menos la mitad de los bebés que no respiran espontáneamente después del nacimiento son reanimados con respirador manual (ambú) y mascarilla; al menos la mitad de los prematuros estables y los neonatos de menos de 2000 gramos son atendidos con el método «madre canguro» y otras medidas de apoyo, y al menos la mitad de los recién nacidos que presentan una posible infección bacteriana grave reciben antibioterapia.
Objetivo 3: Visitas domiciliarias y apoyo de grupos participativos para la mujer y el recién nacido Todos los países habrán logrado que la prestación de atención posnatal temprana a la madre y el recién nacido en los dos días posteriores al nacimiento aumente un 20% (o llegue al 90% si la cifra inicial de referencia era superior al 70%), con objeto de promover la lactancia materna, el asesoramiento en materia de complicaciones maternas y neonatales y la detección de estas, y la planificación familiar posnatal. Además, en cada país habrá aumentado un 20% el número de mujeres embarazadas con acceso a un grupo participativo.
Objetivos relativos a la cobertura para 2025
Objetivo 1: Cobertura y calidad de la atención en el parto y el nacimiento El 95% de las mujeres darán a luz con un asistente calificado, y todas las mujeres y sus hijos recién nacidos recibirán la atención de alta calidad, eficaz y respetuosa, que se indica en la meta 1 de la cobertura.
Objetivo 2: Cobertura y calidad de la atención dispensada a los neonatos en situación de riesgo Al menos el 75% de los bebés que no respiran espontáneamente después del nacimiento son reanimados con respirador manual (ambú) y mascarilla; al menos el 75% de los prematuros estables y los neonatos de menos de 2000 g son atendidos con el método «madre canguro» y otras medidas de apoyo, y al menos el 75% de los recién nacidos que presentan una posible infección bacteriana grave reciben antibioterapia.
Objetivo 3: Visitas domiciliarias y apoyo de grupos participativos para la mujer y el recién nacido El 90% de las madres y los recién nacidos reciben atención posnatal temprana de alta calidad en los dos días posteriores al nacimiento y tienen acceso a un grupo participativo. Se realizará un seguimiento de la calidad de la atención posnatal mediante indicadores mejorados para evaluar el contenido y los resultados a más largo plazo, como el objetivo nutricional de una tasa de lactancia materna exclusiva del 50% en todos los países de aquí a 2025.
OBJETIVOS ESTRATÉGICOS
29. El plan de acción «Todos los recién nacidos» propone cinco objetivos estratégicos.
Objetivo estratégico 1: Fortalecer, mediante inversiones, la atención durante el parto y
el primer día y la primera semana de vida. Más de una tercera parte de los mortinatos
(1,2 millones), el 75% de las muertes neonatales (2 millones) y el 72% de las muertes
maternas (206 250) se producen en este periodo. Muchas defunciones y complicaciones
pueden prevenirse garantizando la dispensación de atención esencial de alta calidad a
todas las embarazadas y a todos los bebés durante el parto y en las 24 horas y la semana
posteriores a este.
Objetivo estratégico 2: Mejorar la calidad de la atención materna y neonatal. La calidad
de la atención sigue siendo muy desigual a lo largo del proceso asistencial de la madre y el
niño. En muchos entornos, las mujeres y los recién nacidos no reciben la atención que
necesitan, ni siquiera cuando tienen un contacto con el sistema de salud, ya sea antes,
durante o después del embarazo. Para mejorar esta situación, la clave del éxito radica en
introducir una atención de alta calidad con intervenciones costoeficaces de gran impacto
para la madre y el bebé, en la mayoría de los casos dispensada simultáneamente a ambos
por el mismo personal sanitario.
Objetivo estratégico 3: Llegar a todas las mujeres y todos los recién nacidos para
reducir las desigualdades. El acceso de las personas a la atención sanitaria de alta calidad
que necesitan sin que el hecho de pagarla las exponga a dificultades económicas es un
derecho fundamental. Hay pruebas cada vez más sólidas de que existen enfoques
orientados a poner fin a la mortalidad neonatal prevenible que logran acelerar la
ampliación de la cobertura de intervenciones esenciales mediante innovaciones tales
como la delegación de tareas, la mejora del acceso a productos básicos de importancia
vital, seguros de salud y mecanismos de financiación, y el uso de las tecnologías de la
información y de las redes sociales y de conocimiento.
Objetivo estratégico 4: Aprovechar la influencia de los padres, las familias y las
comunidades. La educación y la información son cruciales para dotar a los padres, las
familias y sus comunidades de los medios que les permitan exigir una atención de calidad.
Las pruebas han demostrado que los dirigentes comunitarios, los grupos de mujeres y
los agentes comunitarios comprometidos pueden lograr que la situación cambie y los
resultados de salud de los recién nacidos mejoren. El aprendizaje y la acción
participativos en las comunidades rurales pobres son intervenciones fundamentales que
requieren inversiones y deberían expandirse.
Objetivo estratégico 5: Contabilizar a todos los recién nacidos. Medición, seguimiento
de los programas y rendición de cuentas. Las mediciones permiten a los gestores
mejorar el desempeño y adaptar las acciones en función de las necesidades. La
evaluación de los resultados y los flujos financieros mediante indicadores normalizados
mejora la rendición de cuentas. Urge mejorar los indicadores a escala mundial y nacional,
sobre todo los relativos a los resultados obstétricos y la calidad de la atención. Es
primordial registrar a todos los recién nacidos y contabilizar todas las muertes
neonatales, como también lo es contabilizar todas las muertes maternas y los
mortinatos.
MEDIDAS PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS ESTRATÉGICOS
Objetivo estratégico 1: Fortalecer, mediante inversiones, la atención durante el parto y el
primer día y la primera semana de vida.
¿Por qué?
30. El parto y los primeros días de vida son el periodo de mayor vulnerabilidad del recién nacido.
Este no solo corre el riesgo de morir por complicaciones, sino que también puede sufrir una
discapacidad de larga duración. La atención calificada durante el parto y el tratamiento
precoz de las complicaciones, por sí solos, pueden prevenir alrededor del 50% de la
mortalidad neonatal y el 45% de los mortinatos durante el parto. Combinados con una
atención neonatal adecuada en el periodo postnatal, pueden prevenir el 75% de las muertes
neonatales que se producen actualmente, así como miles de muertes maternas y mortinatos.
Este periodo reviste especial importancia no solo para la supervivencia, sino también para las
interacciones y el desarrollo en la primera infancia, cuando se establecen los fundamentos de
la evolución de las habilidades cognitivas y psicosociales.
31. Todas las embarazadas deberían recibir atención esencial dispensada por un asistente
calificado que sea capaz de supervisar el parto y ayudar en él, y de detectar con prontitud
las complicaciones, tratarlas de manera solvente y organizar la derivación inmediata
cuando sea necesario. Del mismo modo, todos los recién nacidos deberían recibir atención
neonatal esencial a partir del momento mismo del nacimiento, durante el primer día, y en
los momentos críticos de la primera semana y después de ella.
32. Se dispone de conjuntos de intervenciones de probada eficacia que deberían garantizar la
dispensación de atención básica y complementaria a las mujeres y los recién nacidos para
prevenir o tratar las principales causas de la mortalidad neonatal. Dichas intervenciones
comprenden: i) la atención del parto prematuro, incluido el uso prenatal de
corticoesteroides; ii) la asistencia calificada del parto; iii) la atención obstétrica básica; iv)
la atención obstétrica integral; v) la atención esencial del recién nacido, incluidos el calor,
la higiene y la alimentación; vi) la reanimación neonatal; vii) el método «madre canguro»;
viii) el tratamiento de las posibles infecciones neonatales graves, y ix) la atención
complementaria para los recién nacidos enfermos. En el anexo 2 se ofrece un resumen de
las intervenciones esenciales.
33. Para reducir la mortalidad neonatal es particularmente importante dispensar una atención
especial a los bebés con bajo peso al nacer, y el personal de salud tiene que ser competente
y estar equipado para apoyar a las madres y a estos bebés, muchos de los cuales no
requieren una atención compleja o intensiva y pueden ser atendidos adecuadamente en un
establecimiento de salud de nivel inferior e incluso en la comunidad. En el caso de los bebés
que necesiten cuidados intensivos, los centros de referencia primarios pueden desempeñar
un papel fundamental, ya que permiten administrar oxigenoterapia, presión positiva continua
en las vías respiratorias, líquidos por vía intravenosa y medicamentos que salvan vidas, entre
otras intervenciones.
34. Muchos recién nacidos que presentan una posible infección bacteriana grave y no pueden
ser derivados a un centro hospitalario tienen ahora la posibilidad de recibir una
antibioterapia simplificada. Esta novedad refuerza la potencial eficacia de las visitas de
atención domiciliaria durante la semana posterior al parto, ya que un agente de salud
comunitario calificado puede identificar a los recién nacidos con signos de enfermedad
grave, derivarlos a un servicio de atención primaria o tratarlos en régimen ambulatorio según
protocolos normalizados de atención de las enfermedades neonatales.
35. La investigación es un elemento importante de la inversión en la atención de salud que
rodea al momento del parto. Nadie puede predecir cuándo va a ponerse de parto una
embarazada; sin embargo, el momento en el que se produce el nacimiento puede
determinar la supervivencia y los resultados de salud del neonato. Es preciso conocer
mejor las bases biológicas del parto a término y del parto prematuro, idear nuevas maneras
de prevenir los partos prematuros, ampliar las intervenciones de probada eficacia en los
países de ingresos bajos y medianos, mejorar la recopilación de datos, e impulsar la
innovación y la colaboración.
Medidas propuestas
36. Se alienta a todos los países a elaborar o reorientar las estrategias y los planes de acción
nacionales para armonizarlos con los principios, el objetivo global, las metas y los objetivos
estratégicos del proyecto de plan de acción. Los poderes públicos deberían llevar a cabo un
análisis sistemático de la situación y acordar un grupo de intervenciones básicas y de
conjuntos de intervenciones que estén adaptados al contexto local, se correspondan con la
carga de morbimortalidad neonatal y se inscriban en el proceso asistencial. El acceso
equitativo a una atención de buena calidad durante el parto y la primera semana del periodo
posnatal debería ser una prioridad en todos los planes de acción nacionales pertinentes.
37. Las autoridades nacionales, con el apoyo de los interesados, deberían determinar los costes
de los planes y asignar recursos suficientes para la salud de las mujeres y los niños, haciendo
hincapié en la atención en el momento del parto y durante la primera semana de vida. Los
poderes públicos y todos los interesados deberían velar por que las inversiones en la salud
materna y neonatal se mantuvieran más allá de 2015 y se incrementaran cuando fuera
necesario.
38. Las autoridades nacionales deberían tomar medidas para ampliar la cobertura de la
atención del parto por personal calificado en los establecimientos de salud. Deberían,
asimismo, apoyar la aplicación de directrices y políticas orientadas a mejorar la asistencia
durante el parto, incluido el uso del partograma, y a elevar el número de visitas posnatales
que se les realizan a la madre y al bebé. Cuando sea necesario, se formará a más parteras,
personal auxiliar y agentes de salud comunitarios.
39. Los poderes públicos y todos los interesados deberían sensibilizar a las comunidades y
hacerles tomar conciencia de que el periodo que rodea al parto y la primera semana de vida
son cruciales para salvar vidas de madres y recién nacidos; deberían, asimismo, rendir
cuentas de la creación de condiciones que garanticen que se respeta el derecho de todas las
madres y todos los recién nacidos a la salud y la atención sanitaria.
Resumen de las medidas clave para lograr el objetivo estratégico 1 Hacer comprender a la población la excepcional importancia del periodo que rodea al
parto y de la semana posterior a este para salvar vidas. Elaborar o perfeccionar los planes nacionales de salud neonatal en el marco del
proceso asistencial de la salud reproductiva, materna, neonatal e infantil de conformidad con los principios, el objetivo global, las metas y los objetivos estratégicos del plan de acción «Todos los recién nacidos».
Asignar recursos financieros suficientes para aplicar el plan nacional y garantizar unos altos niveles de acceso a los servicios de salud para las mujeres y los recién nacidos.
Acrecentar la responsabilización de todos los interesados pertinentes respecto a la creación de condiciones que garanticen el respeto del derecho de todas las madres y todos los recién nacidos a la salud y la atención sanitaria.
Objetivo estratégico 2: Mejorar la calidad de la atención materna y neonatal
¿Por qué?
40. En muchos países han aumentado los partos atendidos por personal calificado (médico, de
enfermería o de partería), pero numerosas mujeres que dan a luz con un asistente reciben
una atención mediocre o de mala calidad y poco respetuosa con ella y el recién nacido.
Todavía no se ha generalizado el uso del partograma y es frecuente que las prácticas de
prevención de las infecciones y de atención del recién nacido inmediatamente después del
parto sean perjudiciales y no concuerden con los principios de la iniciativa «Hospitales amigos
del niño» (IHAN), como mantener al bebé caliente y junto a su madre, iniciar pronto la
lactancia materna y promover la lactancia materna exclusiva. Con frecuencia se pasa por alto
establecer zonas adecuadas para la atención del neonato. Son demasiado pocos los países
que han adoptado los principios de la IHAN y en muchos establecimientos de salud la
atención no está adaptada ni a la madre ni al recién nacido. Indicadores simples tales
como la tasa de iniciación temprana de la lactancia materna ilustran claramente la
discrepancia entre la cobertura de la asistencia calificada durante el parto y la calidad de la
atención recibida. Por lo tanto, el aumento del número de partos en establecimientos de
salud no se corresponde con la disminución prevista de la mortalidad neonatal, y en
particular de las muertes neonatales tempranas.
41. Las razones de que la calidad de la atención sea insuficiente y desigual son diversas, y
comprenden las limitaciones relacionadas con la densidad de profesionales sanitarios en la
población, con los conocimientos, las competencias, la motivación y la carga de trabajo de
estos, y con la disponibilidad de productos básicos. Hay pruebas abrumadoras de que el nivel
de formación del personal médico, de enfermería y de partería es bajo en muchos países. Por
ejemplo, en algunos países, los planes de estudios de partería no cumplen los criterios
mundiales, y las estudiantes no adquieren las competencias necesarias para prestar servicios
de buena calidad con confianza. Las limitaciones en materia de reglamentación y de
capacidad de asociación profesional determinan que el personal de partería esté poco
protegido desde el punto de vista jurídico y carezca de un medio de expresión organizado
que represente sus intereses. Es fácil que estos factores, unidos a la escasez de personal, la
falta de equipos de los establecimientos y la baja remuneración, menoscaben la motivación y
reduzcan la calidad asistencial.
42. Los servicios de salud también deben lidiar con los factores de riesgo de malos resultados de
salud del recién nacido, como los embarazos adolescentes, los embarazos muy seguidos, la
malnutrición (insuficiencia ponderal u obesidad), las enfermedades crónicas (como la
diabetes), las enfermedades infecciosas (como la infección por el VIH), el abuso de
sustancias (como tabaco y alcohol) y la mala salud psicológica. Las políticas relativas al lugar
de trabajo son importantes para apoyar a las mujeres durante el embarazo y el periodo
posnatal y deberían incluir normativas que eximan a las embarazadas de trabajos pesados
desde el punto de vista físico.22 También hacen falta intervenciones comportamentales y
comunitarias orientadas a reducir la exposición a contaminantes potencialmente nocivos,
como el humo de estufas tradicionales y de tabaco ajeno. Es frecuente que la prevención, la
detección y el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (por ejemplo, el VIH y la sífilis),
la malaria y las enfermedades no transmisibles se apliquen por medio de programas específicos,
pero estos han de estar correctamente integrados en los servicios de salud materna y neonatal.
La figura 5 ofrece ejemplos de plataformas específicas y su posible contribución al
reforzamiento de la calidad de los servicios de salud prestados para mejorar los resultados
de salud y la supervivencia de los recién nacidos.
Figura 5: Medidas específicas para los recién nacidos en las plataformas programáticas existentes
PLATAFORMA VINCULACIÓN ESPECÍFICA CON UNA MEJOR SALUD Y LA SUPERVIVENCIA DEL NEONATO
Planificación familiar Prevención del embarazo en la adolescencia, prevención de los embarazos no deseados en todas las mujeres, y promoción del espaciamiento de los embarazos
VIH Prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH y eliminación de las infecciones nuevas por el VIH en niños
Sífilis Detección y tratamiento de la sífilis
Malaria Prevención, identificación y tratamiento intermitente de la malaria en el embarazo (TPIe)
Agua, saneamiento e higiene Promoción del lavado de manos
Nutrición Inicio temprano de la lactancia materna exclusiva, promoción de la nutrición saludable antes y durante el embarazo, incluidos la suplementación o el enriquecimiento de alimentos esenciales con micronutrientes
Atención Integrada de las Enfermedades Prevalentes en la Infancia (AIEPI)
Detección, tratamiento y derivación oportuna de los recién nacidos enfermos; apoyo a la lactancia materna exclusiva y asesoramiento sobre problemas de alimentación
Visitas domiciliarias en el periodo posnatal
Atención posnatal para todos los recién nacidos. Apoyo a las buenas prácticas de atención en el hogar; detección y derivación de los recién nacidos enfermos a establecimientos de atención de salud; y apoyo complementario después del alta
Inmunización Promoción de la vacunación, en especial para las adolescentes; iniciativas orientadas a eliminar el tétanos materno y neonatal y la rubéola y el síndrome de rubéola congénita; dispensación de las vacunas BCG, OPV y Hep B al nacer
22
Organización Internacional del Trabajo. Convenio sobre la protección de la maternidad, 2000 (núm. 183). Ginebra: Organización Internacional del Trabajo; 2000.
43. Los adolescentes requieren una atención específica. Cada vez hay más datos que
demuestran que no están cubiertos por los servicios de salud. Aunque a escala mundial la
incidencia de la infección por el VIH está disminuyendo, sus tasas aumentan en esta
población. Hay que poner a disposición de los adolescentes servicios de salud adaptados a
ellos y que ofrezcan servicios de salud sexual y reproductiva. Es fundamental prevenir los
embarazos tempranos, pero también hay que prestar especial atención a las niñas y las
mujeres jóvenes durante el embarazo, el parto y el periodo posnatal, tanto por su propia
salud mental y física como por la salud del bebé.
44. En muchos establecimientos de atención de salud, sobre todo los de zonas remotas, no está
asegurado el acceso a productos básicos de importancia vital, como fármacos uterotónicos
(oxitocina o misoprostol), equipos de reanimación, corticoesteroides prenatales o antibióticos
inyectables, o clorhexidina para la antisepsia del cordón umbilical en los partos domiciliarios
en entornos de alta mortalidad. Puede que no se hayan registrado formulaciones nuevas de
algunos medicamentos y que existan obstáculos importantes en la cadena de suministro. En
muchos entornos es frecuente que no haya existencias de productos esenciales por
deficiencias de dicha cadena. Además, ocurre a menudo que los cuidadores y el personal
sanitario no conocen un producto básico y su eficacia. En entornos en los que los servicios no
son gratuitos para el usuario en el punto de atención, los costes pueden ser prohibitivos.
45. Hay pocos indicadores mundiales para supervisar la calidad de la atención materna y
neonatal, y en muchos países no existen mecanismos de seguimiento y evaluación. La
vigilancia de la mortalidad materna y perinatal y la respuesta a ella pueden contribuir muy
eficazmente a mejorar la calidad de la atención. Muchos países han adoptado una legislación
que exige declarar las muertes maternas, lo cual puede proporcionar la vía para investigar
confidencialmente las causas que llevaron a la muerte de la madre y planificar medidas
correctivas que eleven la calidad de la atención. Se podría adoptar un enfoque similar
respecto a la mortalidad perinatal.
Medidas propuestas
46. En colaboración con las asociaciones profesionales, las instituciones académicas y de
formación, y otros interesados, los poderes públicos deberían actualizar periódicamente las
políticas y directrices nacionales relativas a las intervenciones que se inscriben en el proceso
asistencial de las madres y los niños, inspirándose para ello en directrices mundiales basadas
en datos factuales y en estrategias definidas por el contexto local. Deberían adoptar normas
y criterios para la dispensación de una atención materna y neonatal respetuosa y de alta
calidad y obligar a su cumplimiento.
47. Los poderes públicos deberían adoptar planes de estudios basados en competencias y
establecer marcos normativos que definan el ámbito y la práctica de la partería y la
enfermería, en particular las capacidades específicas necesarias para atender a recién nacidos
enfermos o pequeños para la edad gestacional, la formación para el asesoramiento y apoyo a
la lactancia materna, y los requisitos mínimos en materia de formación. También debería
considerarse, si procede, la posibilidad de corregir la escasez de especialistas tales como
neonatólogos o asesores en lactancia materna.
48. Es preciso planificar la dotación de personal de los establecimientos que dispensan atención
materna y neonatal de modo que puedan prestar los servicios de manera continua las 24 horas
del día y todos los días de la semana. El trabajo en equipo es esencial. En los hospitales de
referencia de primer y segundo nivel, los equipos deberían ser multidisciplinarios y contar
con personal especializado en obstetricia y pediatría para tratar las complicaciones
maternas y neonatales.
49. Es indispensable que las maternidades dispongan de unas infraestructuras adecuadas y estén
suficientemente equipadas para dispensar la atención que las madres y sus bebés necesitan.
Se deben respetar las normas de prevención de la infección y de bioseguridad. Ha de haber
instalaciones de electricidad, agua, saneamiento y lavado de manos, y unos baños limpios,
espacios adecuados para que las mujeres den a luz con intimidad, y zonas especiales para
atender en condiciones de seguridad a los neonatos enfermos. Se debería alojar
sistemáticamente a la madre y al recién nacido en la misma habitación y tomar las
disposiciones pertinentes para que la madre aplique cómodamente el método «madre
canguro». En los establecimientos de salud que atiendan a bebés enfermos o pequeños para la
edad gestacional debería alentarse la extracción y conservación de la leche materna,
complementada por bancos de leche en algunos centros de referencia. Los establecimientos
de nivel secundario y terciario deberían disponer de unidades de atención neonatal y salas de
neonatología debidamente dotadas de equipos y personal, y vinculadas a los establecimientos
de atención primaria a través de un sistema de derivación que funcione bien.
50. En todas las listas nacionales de medicamentos esenciales deberían incluirse los productos
básicos de importancia vital, y en particular las tecnologías esenciales, para proteger la salud
de las mujeres y los niños, y se debería garantizar su suministro ininterrumpido a todos los
establecimientos de salud, en especial a los más periféricos. Los medicamentos habrán de ser
apropiados para los recién nacidos, y los fabricantes deberían invertir en mejorar la
disponibilidad de productos básicos de bajo coste que se puedan suministrar y utilizar
fácilmente en entornos con escasos recursos.
51. El hecho de que se dé una perfecta continuidad asistencial entre los servicios de atención
primaria y los establecimientos de referencia salva vidas. Se estima que una de cada tres
embarazadas necesita una intervención durante el parto y que entre el 5% y el 15% de las
mujeres necesitan que se les practique una cesárea. A veces es difícil prever los riesgos, por
lo que todos los servicios de maternidad deberían ser capaces de dispensar a las madres y
los recién nacidos intervenciones básicas que salvan vidas y tener acceso ininterrumpido a
medios de transporte para la derivación en caso de complicaciones graves.
52. Es indispensable instaurar sistemas de supervisión y mejora de la calidad asistencial en todos
los servicios de maternidad públicos y privados, por ejemplo, mediante la vigilancia de la
mortalidad materna y perinatal y la respuesta a esta, el registro de los nacimientos y las
defunciones, y encuestas periódicas sobre la disponibilidad y el estado de preparación de los
establecimientos de salud. Las tecnologías de la información pueden facilitar la vigilancia
en tiempo real y los teléfonos móviles (celulares) ayudan a potenciar la comunicación de
los trabajadores sanitarios entre ellos y con la comunidad, por ejemplo en materia de
intercambio de datos. El establecimiento de vínculos entre las comunidades y los servicios
para mejorar la calidad asistencial requiere inversiones y evaluaciones. Las reuniones de
auditoría y la rendición de cuentas son otros elementos clave del proceso de mejora de la
calidad asistencial.
53. La motivación del personal determina notablemente la calidad asistencial, y las autoridades
nacionales pueden estudiar la posibilidad de ofrecer incentivos en forma de pagos
financieros, primas y reconocimiento público. Un tipo particular de incentivo es la
financiación basada en el desempeño, que se está adoptando en varios países, aunque es
preciso estudiar más a fondo la relación coste-eficacia y los posibles riesgos asociados.
54. Se pueden acelerar las mejoras de la calidad asistencial sensibilizando a la población y
aumentando la participación de la comunidad. Los parlamentarios representan a los
votantes, legislan, examinan y aprueban los presupuestos, y supervisan las acciones
gubernamentales, por lo que son determinantes para el bienestar de las mujeres y los niños.
Del mismo modo, la sociedad civil y los dirigentes locales pueden fortalecer la voluntad
política, que es crucial, y ayudar a que la población tome conciencia de los problemas y las
soluciones y a que las comunidades los consideren de su incumbencia. Para que esto
suceda es importante la libre circulación de los datos y la información, y los resultados de los
exámenes anuales del sector de la salud deberían ponerse a disposición del público, de
conformidad con las recomendaciones de la Comisión sobre la Información y la Rendición de
Cuentas para la Salud de la Mujer y el Niño.
55. La participación del sector privado a través de alianzas publicoprivadas puede ofrecer muchas
ventajas, entre ellas, la transferencia de tecnología a los países de ingresos bajos; unos costes
más reducidos y una mayor disponibilidad de medicamentos y productos esenciales de
calidad certificada a precios asequibles; una asistencia de mejor calidad y la prestación de
servicios basados en datos factuales por parte de profesionales del sector privado; la función
gestora y normativa de los poderes públicos; la dispensación de servicios de transporte para
las urgencias; unos servicios de salud más sólidos y garantizados por los empleadores; y el
desarrollo de tecnologías innovadoras.
.
Resumen de las medidas clave para lograr el objetivo estratégico 2 Actualizar las políticas, las directrices, las normas y los criterios nacionales aplicables
a la atención materna y neonatal en consonancia con las directrices basadas en la evidencia y acordadas a escala mundial y con las condiciones locales.
Adoptar planes de estudios basados en competencias y establecer marcos normativos para el personal de partería y otros profesionales sanitarios.
Velar por que todos los establecimientos que dispensen atención materna y neonatal cuenten con personal suficiente, dispongan de unas infraestructuras básicas óptimas, permitan que la madre y el recién nacido permanezcan juntos, reciban un suministro regular de productos básicos clave que salvan vidas, y sean capaces de prestar servicio de forma ininterrumpida.
Velar por que a todos los neonatos nacidos en establecimientos de salud y sus madres se les dispensen todos los servicios esenciales antes del alta.
Elaborar estrategias orientadas a lograr que los proveedores del sector privado evalúen y garanticen la calidad de sus servicios, aumenten la oferta de productos esenciales a precios asequibles, y desarrollen tecnologías innovadoras para superar las barreras.
Instaurar la vigilancia de la mortalidad materna y perinatal y la respuesta a ella, lo que incluye la declaración de las muertes maternas y perinatales, preferiblemente en un plazo máximo de 24 h para poder poner en marcha una acción rápida.
Considerar y evaluar enfoques innovadores, tales como el acompañamiento (coaching), la tutoría, la acreditación y la formación continua, para mejorar la calidad de la atención y el acceso a ella.
Mejorar la supervisión pública de la calidad de la atención materna y neonatal, difundir la información de interés y ayudar a las comunidades a adquirir la influencia necesaria para pedir cuentas a los interesados.
Objetivo estratégico 3: Llegar a todas las mujeres y a todos los recién nacidos para reducir las desigualdades
¿Por qué?
56. Todas las mujeres y todos los recién nacidos tienen derecho a una atención de salud de
buena calidad, de conformidad con los principios de la cobertura universal de la atención de
salud y los derechos humanos. Aunque en el último decenio ha aumentado
considerablemente el número de partos en establecimientos de salud, en muchos de los
centros la calidad asistencial no es uniforme. Además, en el mundo, alrededor de la tercera
parte de los partos se producen en el hogar y sin la atención de un profesional sanitario. Los
países con las tasas de mortalidad neonatal más altas tienen tasas de parto por cesárea
mucho más bajas que los países con tasas de mortalidad más bajas. Aunque unas altas tasas
de parto por cesárea no son deseables, las inferiores al 5% suelen denotar la falta de servicios
de urgencia y cuidados intensivos para la madre y el recién nacido. Hay pocos indicadores
universales de la cobertura de las intervenciones en el momento del parto, pero análisis y
estudios a pequeña escala revelan que la cobertura de intervenciones que pueden salvar
vidas, como la administración prenatal de corticoesteroides en caso de parto prematuro; el
inicio temprano de la lactancia materna exclusiva, el método «madre canguro» y la lactancia
materna en los bebés prematuros y con bajo peso al nacer, y el tratamiento de las infecciones
neonatales graves con antibióticos, sigue siendo muy baja en muchos entornos.
57. El acceso a una atención materna y neonatal de calidad depende, entre otros factores, de que
se disponga de personal sanitario calificado, motivado, suficientemente equipado y distribuido
de manera equitativa. En muchos países, la baja densidad de profesionales sanitarios, sobre
todo en las zonas rurales, es uno de los principales factores que explican la persistencia de
altas tasas de mortalidad materna y neonatal. En la actualidad, menos de uno de cada seis
países con la mayor carga de mortalidad materna y neonatal alcanza el umbral mínimo de 23
profesionales médicos, de partería y de enfermería por 10 000 habitantes que se necesita
para dispensar un conjunto básico de servicios.23 Al menos 38 países sufren una gran escasez
de parteras.24 En los países con una carga de mortalidad neonatal alta y repartida de manera
desigual, esta escasez, unida a unas condiciones de trabajo precarias y a la penuria de
incentivos para que los trabajadores vivan y ejerzan en zonas remotas o con poblaciones
desfavorecidas, se traduce en una distribución dispar del personal sanitario y grandes
inequidades en el acceso de las madres y los neonatos a la atención de salud.
23
Organización Mundial de la Salud. Global Health Atlas of the Health Workforce. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2013 (www.who.int/globalatlas/autologin/hrh_login.asp, consultado el 27 de noviembre de 2013). 24
UNFPA. State of the world's midwifery report 2011: delivering health, saving lives. Nueva York: Fondo de Población de las Naciones Unidas; 2011.
58. El coste de los servicios de salud puede suponer un obstáculo importante para las familias
que solicitan atención sanitaria durante el embarazo y el parto y en el periodo posnatal. La
excesiva dependencia de los pagos directos (por ejemplo, el pago al contado de
medicamentos y de honorarios por consultas y procedimientos) y los costes indirectos
(como el transporte y la pérdida de ingresos) han generado importantes desigualdades en
la cobertura, sobre todo en el caso de la asistencia calificada al parto. Las familias que
utilizan los servicios de salud materna pueden verse obligadas a hacer frente a gastos
médicos muy altos, a veces incluso catastróficos. En algunos países, hasta un 11% de la
población sufre este tipo de dificultades económicas y hasta un 5% se ve sumido en la
pobreza debido a los gastos sanitarios, entre ellos los asociados a la atención esencial de la
madre y el recién nacido.25 Con la cobertura universal de la atención de salud se busca
garantizar que todas las personas tengan acceso a esta y que ello no les acarree dificultades
económicas, pero el mundo está aún lejos de alcanzar cualquiera de estos dos objetivos, en
particular en lo que concierne a las mujeres y los niños.
59. La ausencia de información sobre los presupuestos limita la transparencia y dificulta la
vigilancia de la salud materna y neonatal. Solo un pequeño número de países elaboran
cuentas nacionales de salud que incluyen subcuentas específicas para la salud materna y
neonatal, y hace poco tiempo que el seguimiento de la asistencia para el desarrollo ha
cobrado importancia como información de dominio público.
60. Para llegar a todas las mujeres y todos los recién nacidos es preciso invertir en todos los
aspectos del sistema de salud, a saber, el liderazgo y la gobernanza, el personal, las
infraestructuras, los productos básicos y suministros, la prestación de servicios, los sistemas de
información y la financiación. Cada vez hay más datos sobre enfoques capaces de acelerar la
ampliación de la cobertura de intervenciones eficaces y la reducción de las desigualdades, por
ejemplo, mediante la aplicación de métodos innovadores para eliminar barreras en el sistema
de salud. Cada contexto necesita un enfoque específico que debe prestar especial atención a
la preparación y la respuesta rápida ante las emergencias humanitarias complejas.
Medidas propuestas
61. Para que los países avancen hacia la cobertura universal de la atención materna y neonatal, se
propone como primera medida el análisis sistemático de los obstáculos que impiden ampliar la
aplicación de los conjuntos de intervenciones necesarios para dispensar una atención de
buena calidad. Dichos obstáculos pueden radicar en el propio sistema de salud, pero también
son determinantes las lagunas de conocimientos, las percepciones erróneas y la falta de
recursos de las familias y las comunidades. Deberían tenerse en cuenta los resultados de
25
Organización Mundial de la Salud. Informe sobre la salud en el mundo 2010: Financiación de los sistemas de salud: el camino hacia la cobertura universal. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2010.
estos análisis a la hora de diseñar los planes de acción nacionales relacionados con los recién
nacidos.
62. Por lo general, en los planes de acción nacionales relacionados con los recién nacidos existe
un componente básico relacionado con el personal sanitario. Todos los países deberían
tener un plan de desarrollo integral de este colectivo que aborde no solo la educación y la
formación, sino también la distribución, la motivación y la permanencia del personal
calificado. Es fundamental que los trabajadores sanitarios tengan actitudes y
comportamientos respetuosos con las mujeres y los recién nacidos. Y al mismo tiempo las
condiciones de trabajo deben ser tales que permitan a los trabajadores sanitarios
desempeñarse en un entorno de seguridad y respeto. Los planes deberían incluir acciones
orientadas a ampliar el personal sanitario o redistribuirlo más equitativamente y, en caso
necesario, a aplicar medidas correctivas inmediatas, incluida una remuneración adecuada.
La provisión de vivienda, energía eléctrica y complementos salariales ha logrado motivar a
los trabajadores sanitarios para ir a prestar servicio a zonas remotas y desatendidas.
63. Es prioritario optimizar el desempeño del personal disponible. Hay pruebas sólidas de que es
seguro delegar la aplicación de intervenciones de importancia vital en trabajadores
sanitarios de nivel medio, siempre y cuando estén debidamente capacitados. Por ejemplo,
en los casos en los que las posibilidades de derivar a la paciente fueran limitadas, el personal
de partería debería ser plenamente capaz de aplicar todas las medidas de la atención
obstétrica de urgencia. Por su parte, los agentes de salud comunitarios pueden desempeñar
un papel importante en la reducción de la brecha entre los servicios de salud y las familias, y
se ha comprobado que las visitas domiciliarias que realizan durante el embarazo y la semana
posterior al parto influyen positivamente en las prácticas de atención del recién nacido y
reducen las tasas de mortalidad neonatal en un 20% aproximadamente.26,27 Asimismo,
ayudan eficazmente a detectar y derivar a las madres con complicaciones puerperales y a
asesorar sobre planificación familiar.
64. Los poderes públicos deberían adoptar y aplicar leyes y políticas sobre equidad del acceso a
una atención materna y neonatal de calidad, tanto en el sector público como en el privado.
Las políticas deberían ir dirigidas a asegurar: el acceso universal de las mujeres y los niños a
los servicios de atención de salud sin que ello les cause dificultades económicas; la
notificación de las muertes maternas y perinatales; la adopción de enfoques relacionados
con el VIH y la alimentación del lactante que estén adaptados al contexto; la ratificación del
Convenio de la OIT sobre protección de la maternidad, 2000 (núm. 183), y la adopción de
una legislación que aplique el Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos
de la Leche Materna.
26
Gogia S, Sachdev HS. Home visits by community health workers to prevent neonatal deaths in developing countries: a systematic review. Bull World Health Organ. Sep 1 2010;88(9):658-666B. 27
Kirkwood BR, Manu A, ten Asbroek AH, et al. Effect of the Newhints home-visits intervention on neonatal mortality rate and care practices in Ghana: a cluster randomised controlled trial. Lancet. Jun 22 2013;381(9884):2184-2192.
65. Los planes para ampliar los servicios de salud materna y neonatal deberían basarse en
información y pruebas objetivas. Los países habrán de calcular qué infraestructuras se
necesitan para el número de embarazos y partos en un entorno determinado, construirlas y
equiparlas. Deberían definir un conjunto estándar de servicios de atención materna y neonatal
para cada nivel asistencial y determinar la dotación de personal y las funciones de los equipos,
que estarán integrados por parteras y otro personal de partería y, cuando sea necesario, por
especialistas tales como obstetras, enfermeras de neonatología y pediatras. En muchos países
se ha utilizado con éxito la cartografía de los puntos de acceso para la toma de decisiones
sobre el número y la ubicación de los servicios de maternidad previstos, con miras a llegar al
mayor número posible de familias y comunidades. El aumento de las inversiones en la calidad
de la atención en el momento del parto debería basarse en una sólida planificación.
66. En los entornos en los que los embarazos adolescentes son frecuentes hay que esforzarse en
prevenirlos, al igual que las gestaciones no deseadas, y ampliar los servicios destinados a los
adolescentes y los adultos jóvenes. Las medidas preventivas, la educación para la salud y una
buena prestación de servicios promueven la salud y ahorran costes. Es preciso poner en
marcha programas dirigidos para ampliar la disponibilidad y el uso de métodos
anticonceptivos modernos por parte de los adolescentes y los adultos jóvenes. Deberían
tomarse medidas para prevenir los embarazos precoces, tales como introducir leyes
orientadas a impedir los matrimonios de niñas menores de 18 años o a reducir su número;
mantener a las niñas en la escuela; reducir las tasas de relaciones sexuales forzadas; prevenir
los embarazos tempranos antes de los 20 años; e inculcar normas y tradiciones culturales
positivas por medio de la enseñanza de habilidades para la vida impartida a los niños de
ambos sexos. Los jóvenes deberían tener acceso a la educación sexual y la anticoncepción, y
habría que enseñar a las niñas a oponerse a las relaciones sexuales impuestas. Las
adolescentes embarazadas deberían tener acceso a unos servicios de salud adaptados a su
edad en los que recibieran todo el apoyo necesario para estar bien preparadas para el parto
y la maternidad, con independencia de su situación marital.
67. La reducción de las diferencias entre ricos y pobres en lo relativo a la cobertura de las
intervenciones de atención materna y neonatal salvará vidas. Se necesitan políticas
orientadas a eliminar las disparidades en el acceso a la atención de salud, lo que incluye
subvencionar la atención y centrarse en los grupos de población más vulnerables, con el fin
de garantizar el acceso a unos servicios de salud materna y neonatal de buena calidad y a un
precio asequible en el punto de uso (lo que para muchas personas significaría la gratuidad).
Para ello, los países deberían reducir la dependencia de los pagos directos mediante el
aumento de las formas de pago anticipado y la ulterior mancomunación de los fondos para
repartir el riesgo financiero entre toda la población. En general el pago anticipado implica
introducir impuestos y otros gravámenes públicos o sistemas de seguro. Para obtener
recursos, los Gobiernos deberían dar prioridad al sector de la salud en los presupuestos
nacionales, mejorar la eficiencia de la recaudación de ingresos nacionales, y adoptar formas
innovadoras de conseguir fondos, por ejemplo a través de los impuestos sobre el tabaco y el
alcohol. La asistencia para el desarrollo en materia de salud reproductiva, materna, neonatal
e infantil seguirá cubriendo los déficits de financiación en muchos países de ingresos bajos.
Las inversiones deberían utilizarse de manera eficiente, orientándolas correctamente y
aplicándolas a dar respuesta a las necesidades prioritarias.
68. Con objeto de mejorar la transparencia de la financiación y la asignación de recursos, todos
los países deben dotarse de capacidades para dar cuenta periódicamente del gasto en salud
en función de los compromisos, los objetivos y las metas. Han de hacer un seguimiento del
gasto total en salud por fuente de financiación (y por habitante), y del gasto total en salud
reproductiva, materna, neonatal e infantil por fuente de financiación (y por habitante). Del
mismo modo, todos los principales asociados para el desarrollo deberían informar de la
asistencia que aportan efectivamente para la salud materna y neonatal en comparación con la
prometida, y formular compromisos que permitieran a las autoridades nacionales elaborar
unos presupuestos previsibles y reforzar la mutua responsabilidad.
69. Dispensar a todas las mujeres y todos los recién nacidos las intervenciones esenciales no solo
requiere una inversión financiera, sino que también mejorará la eficiencia del funcionamiento
del sistema sanitario en su conjunto y de cada punto de contacto de este. Será crucial integrar
las acciones en pro de la salud de los recién nacidos en las iniciativas de salud reproductiva,
materna, neonatal e infantil y en las plataformas de prestación de servicios que ya existen
(incluidas las dedicadas a la infección por el VIH, la malaria y la inmunización) para tener la
seguridad de que no se pierde ninguna oportunidad de llegar a las madres y sus recién nacidos
(figura 5). Los países deben evaluar críticamente qué servicios son necesarios, motivar a los
trabajadores sanitarios, mejorar la eficiencia de los hospitales, combatir el despilfarro y la
corrupción, y optimizar el uso de las tecnologías y los servicios de salud.
70. La inversión en la creación de demanda de atención neonatal por medio de enfoques
comunitarios participativos es una actividad intersectorial esencial. En los entornos en los que
se discrimina a las niñas por razón de sexo han de adoptarse medidas especiales para combatir
esta violación de los derechos humanos en los servicios de salud y las comunidades.
Resumen de las medidas clave para lograr el objetivo estratégico 3 Llevar a cabo un análisis sistemático de los obstáculos que impiden lograr a gran escala
unas altas tasas de cobertura de los conjuntos de intervenciones eficaces. Elaborar y aplicar un plan de desarrollo del personal sanitario para mejorar la
motivación y la permanencia del personal calificado y así ampliar el acceso a una atención materna y neonatal de calidad en el nivel asistencial comunitario, primario y de referencia.
Considerar la posibilidad de delegar tareas en personal sanitario de nivel medio y estudiar el papel de los agentes de salud comunitarios en la prestación de servicios de salud materna y neonatal y la reducción de la brecha entre las familias y los servicios de salud.
Esforzarse por eliminar las barreras (sociales y económicas) que limitan el acceso de las madres y los recién nacidos a la atención; ello incluye a las niñas que son especialmente vulnerables en algunas poblaciones.
Hacer un seguimiento del gasto nacional en salud, incluido el gasto en salud materna y neonatal, y lograr más recursos (de fuentes nacionales y externas).
Invertir en intervenciones participativas de la comunidad en las zonas rurales, en colaboración con los dirigentes locales y las organizaciones para el desarrollo.
Participar en pactos entre los poderes públicos y los asociados sobre la base de programas comunes que se fundamenten en pruebas y den prioridad a las intervenciones de gran impacto y a la buena calidad de la atención materna e infantil, con el fin de maximizar el uso de los recursos disponibles.
Objetivo estratégico 4: Aprovechar la influencia de los padres, las familias y las comunidades
¿Por qué?
71. En los países de ingresos bajos, casi la mitad de las madres no reciben atención calificada
durante el parto, y más del 70% de los bebés que nacen fuera de los hospitales no reciben
atención posnatal.28 Muchas muertes de recién nacidos se producen en la vivienda y sin que
se haya solicitado ninguna asistencia. Los resultados de salud, tanto positivos como
negativos, están determinados en gran medida por las decisiones tomadas en el hogar. Sin
embargo, es frecuente que no se reconozca que las familias y las comunidades desempeñan
un papel primordial en las labores orientadas a mejorar su salud y aumentar la cobertura de
las intervenciones esenciales.
72. Los programas orientados a fortalecer los servicios de salud mediante una integración
basada en la movilización y la educación comunitarias y en la capacitación de todos los
miembros de la comunidad para que estos adopten unas prácticas saludables y modifiquen
sus normas sociales han demostrado que es un enfoque eficaz. Los cambios resultantes son
particularmente evidentes en el ámbito de la salud materna y neonatal, donde un decenio
de investigaciones y proyectos a gran escala ha demostrado la eficacia de los enfoques que
buscan fortalecer las capacidades de los individuos, las familias y las comunidades.
73. Las actividades comunitarias pueden clasificarse en cuatro grandes áreas, a saber: i) el
desarrollo de capacidades para mantenerse sano, adoptar decisiones saludables y
responder a las urgencias obstétricas y neonatales; ii) la sensibilización respecto a los
derechos, las necesidades y los problemas potenciales relacionados con la salud materna y
neonatal; iii) el fortalecimiento de las redes de apoyo social entre las mujeres, las familias
y las comunidades y de los vínculos con el sistema de salud, y iv) la mejora de la calidad
asistencial, los servicios de salud y las interacciones con las mujeres y las comunidades. Es
preciso invertir en cada una de estas áreas, sobre todo en los entornos con altas de
mortalidad materna y neonatal. Las medidas habrán de adoptarlas numerosos actores de
manera concertada, y en este ámbito la sociedad civil puede desempeñar un papel catalizador
particularmente útil a través de las coaliciones y redes existentes y reforzadas.
74. En 2009, la OMS y el UNICEF presentaron una declaración conjunta sobre las visitas
domiciliarias de atención neonatal como estrategia para mejorar la supervivencia de los recién
nacidos, basada en estudios científicos que demostraban que las visitas domiciliarias de
agentes de salud comunitarios mejoran las tasas de supervivencia de aquellos.29 Desde
entonces, amplios estudios llevados a cabo en África y Asia han demostrado que, en efecto, las
28
Requejo JH, Bryce J, Victora C, Deixel A. Accountability for maternal, newborn and child survival: The 2013 Update. Ginebra: Organización Mundial de la Salud y UNICEF; 2013. 29
OMS/UNICEF. Declaración conjunta. Visitas domiciliarias al recién nacido: una estrategia para aumentar la supervivencia. Ginebra: Organización Mundial de la Salud WHO/FCH/CAH/09.02.
visitas domiciliarias durante el embarazo y la semana posterior al parto inducen un aumento
del número de mujeres que acuden a los servicios de atención prenatal y reciben atención
calificada durante el parto. Contribuyen asimismo a la adopción de unas mejores prácticas
neonatales, como la demora del primer baño y el inicio temprano de la lactancia materna
exclusiva, lo que se traduce en reducciones significativas de las tasas de mortalidad neonatal.
75. El trabajo de los grupos de mujeres y de asesores especializados y no especializados ha
resultado eficaz en muchos países. En particular, los grupos de mujeres han contribuido a
mejorar las prácticas de cuidado en el hogar, generar apoyo social, potenciar las habilidades
de toma de decisiones, capacitar a las mujeres, impulsar la demanda de atención de salud y
fortalecer la organización comunitaria con el fin de hacer frente a los principales obstáculos,
como el transporte o la financiación de la atención de urgencia.
76. Las familias, y en particular las madres y los padres, son los principales responsables de los
cuidados que se le dispensan al recién nacido, y es fundamental reforzar sus capacidades para
criarlo. Aunque es frecuente que prácticas como la lactancia materna se consideren
comportamientos naturales, muchas mujeres necesitan un apoyo especializado. Lo mismo
sucede en el caso de las interacciones entre los cuidadores y el niño, que son cruciales para
el desarrollo psicosocial y cognitivo y deben comenzar desde el día del nacimiento. Los
gestos sencillos de comunicación y estimulación son pertinentes tanto para el bebé a
término como para el prematuro, ya que catalizan la maduración de los circuitos
neurológicos. El apoyo para el desarrollo en la primera infancia es un componente esencial de
la atención del recién nacido.
77. Además de los enfoques individualizados, también pueden utilizarse los medios de
comunicación y las redes sociales para transmitir conocimientos, inducir cambios de
comportamiento e inculcar a los servicios de salud neonatal la idea de responsabilidad
social. Unas campañas de sensibilización transmitidas por radio y televisión han contribuido a
aumentar el número de partos en establecimientos de salud y a promover la lactancia
materna exclusiva y otras intervenciones.30 Los enfoques multidimensionales potencian el
alcance de los mensajes.
78. Se están llevando a cabo revisiones sistemáticas de los resultados de enfoques basados en
pruebas y concebidos para aprovechar la influencia de los padres y las comunidades;
abarcan las áreas siguientes: el transporte a centros de referencia, la reducción de las
barreras financieras y el abono de transferencias de efectivo, las visitas domiciliarias de
agentes de salud comunitarios, la movilización y la participación comunitarias, el papel de
los grupos de mujeres, la atención integrada de las enfermedades neonatales e infantiles, el
30
Véase, por ejemplo, Development Media International. Research findings from Burkina Faso. 2013; http://www.developmentmedia.net/oct-2013/research-findings-burkina-faso-4, consultado el 27 de noviembre de 2013.
uso de la tecnología de telefonía móvil (salud móvil), las auditorías de las defunciones
maternas y perinatales, y la financiación basada en resultados.
79. La responsabilidad de garantizar el acceso a unos servicios de salud de buena calidad
corresponde en último término a los poderes públicos, pero las organizaciones de la sociedad
civil son asociados necesarios para el desarrollo de sistemas de salud equitativos que
respondan a las necesidades de todas las familias. La naturaleza de dichas organizaciones
varía mucho de un país a otro, pero es frecuente que desempeñen un papel vital en la
prestación de servicios de salud y representen un mecanismo eficaz y eficiente para escuchar
las opiniones de las personas. Pueden contribuir notablemente a la movilización social, la
creación de voluntad política y la formulación de políticas, y ayudar a responsabilizar a los
poderes públicos y los dispensadores de atención de salud. Es esencial fortalecer las alianzas
con estas organizaciones.
80. Se puede aprovechar la considerable experiencia del sector privado en materia de
comunicación estratégica para impulsar cambios de las normas sociales, promover
comportamientos óptimos en materia de salud y aumentar la demanda de atención sanitaria
de buena calidad. La capacidad de muchas empresas privadas de llevar a cabo
investigaciones y explotar diversas fuentes de datos con el fin de conocer qué motiva los
cambios de comportamiento es un activo muy valioso cuyo potencial aún no se ha
aprovechado al máximo. Las alianzas publicoprivadas son particularmente aptas para
organizar campañas de sensibilización en múltiples medios de comunicación haciendo uso de
las plataformas de comunicación existentes en el sector privado, la televisión, la radio, las
redes sociales y las tecnologías de cibersalud y salud móvil.
Medidas propuestas
81. En los países con una alta mortalidad neonatal, el análisis de los obstáculos propuesto en el
marco del objetivo estratégico 1 debería centrarse también en los factores que determinan
la demanda de servicios de salud materna y neonatal. Para elaborar una respuesta adecuada
es fundamental conocer los aspectos motivacionales, culturales, estructurales y financieros
que inducen a las familias y las comunidades a aplicar unas buenas prácticas de cuidados
domiciliarios y a solicitar la atención necesaria para las madres y los recién nacidos.
82. Si el acceso a los servicios de salud fuera deficiente o no equitativo, los países deberían
estudiar la posibilidad de invertir en la formación y el despliegue de agentes de salud
comunitarios como un poderoso recurso para mejorar la atención materna y neonatal, en
particular en las zonas de difícil acceso. Los agentes de salud comunitarios pueden
responsabilizarse de numerosas tareas, como realizar visitas domiciliarias durante el embarazo
y después del parto, facilitar la creación de grupos de mujeres, y movilizar a los dirigentes y las
estructuras de la comunidad para que actúen en pro de la salud de los recién nacidos.
83. Con el fin de fomentar la movilización de las comunidades por medio del aprendizaje y la
acción participativos, se debería estudiar la posibilidad de crear organizaciones comunitarias
tales como grupos de mujeres, en particular en las poblaciones rurales. Se necesita con
urgencia evaluar más a fondo la utilidad de estos enfoques en las zonas urbanas pobres.
También es importante el papel de los hombres en general y de los padres en particular, a los
que se debería implicar en actividades, tanto individuales en el hogar como comunitarias.
84. Cuando las circunstancias económicas individuales y familiares obstaculicen el acceso a la
atención sanitaria, se podrá pensar en realizar transferencias monetarias condicionadas a las
familias y las comunidades, con un seguimiento cuidadoso para confirmar su eficacia con
respecto al coste.
85. Hoy día está muy difundido el acceso a la telefonía móvil, tecnología con la que se puede
llegar a zonas remotas en muchos países. Se ha utilizado con éxito para comunicar mensajes
de salud, crear líneas de asistencia y facilitar el seguimiento de los nacimientos y las
defunciones en tiempo real. Se puede vincular con intervenciones de movilización
comunitaria para fortalecer la sinergia.
86. La Comisión sobre la Información y la Rendición de Cuentas para la Salud de la Mujer y el
Niño ha solicitado que se refuercen la supervisión y la transparencia y ha instado a los
parlamentarios, los dirigentes comunitarios, los miembros de la sociedad civil y la población
en general a que reclamen información y participen activamente en la planificación y el
seguimiento de los servicios de salud y la calidad de la atención que reciben las madres y sus
hijos. Los países deberían seguir estas recomendaciones. Del mismo modo, la aplicación de
este plan de acción a escala mundial debería llevar aparejada la rendición de cuentas
independiente de todos los interesados con respecto a sus compromisos para salvar vidas
de recién nacidos.
Resumen de las medidas clave para lograr el objetivo estratégico 4
Promover la nula tolerancia ante las muertes maternas y neonatales prevenibles por dos
cauces: modificando las normas y las expectativas sociales relativas al nacimiento y la supervivencia del recién nacido, y dando la palabra a los padres con hijos que nacieron muertos o fallecieron en el periodo neonatal.
Incluir un análisis sistemático de los obstáculos que impiden a las familias y las comunidades solicitar servicios de atención materna y neonatal de buena calidad, y aplicar prácticas esenciales de atención domiciliaria, como base para planificar las acciones pertinentes.
Dotar a las familias, incluidos los hombres, de los conocimientos y las capacidades que les permitan dispensar una buena atención en el hogar, lo que incluye la capacitación de las mujeres y la creación de grupos de estas, las campañas en los medios y las visitas domiciliarias de agentes de salud comunitarios calificados.
Fortalecer los vínculos entre la comunidad y los establecimientos de atención de salud, y mejorar la calidad de la atención en el hogar y en los servicios de salud por medio de enfoques combinados.
Utilizar la influencia de la palabra de los padres, de la sociedad civil, de los medios de comunicación y de las redes sociales para ofrecer información y lograr que cambien las normas.
Adoptar estrategias basadas en datos factuales para generar y sostener la demanda de servicios mediante el recurso a acciones de ámbito comunitario (por ejemplo, transferencias monetarias condicionadas, seguros de enfermedad, transporte, movilización social, planes de crédito y ahorro, y cooperativas).
Implicar, habilitar y apoyar a las organizaciones de la sociedad civil del país para que exijan transparencia y supervisión, y mejoren el acceso a la atención y la calidad de esta.
Implicar al sector privado para que apoye las campañas de comunicación realizadas a través de la radio, la televisión, las redes sociales y las tecnologías de cibersalud y salud móvil con el propósito de modificar las normas sociales, promover la nula tolerancia para la mortalidad prevenible y alentar los comportamientos óptimos.
Objetivo estratégico 5: Contabilizar todos los recién nacidos. Medición, seguimiento de los programas y rendición de cuentas
¿Por qué?
87. Las estadísticas vitales ofrecen información indispensable, y en este caso particular
permiten que las políticas sean más eficaces y sensibles a las necesidades de las mujeres y
los niños. Sin embargo, en 2010, alrededor de una tercera parte de los 135 millones de
nacimientos ocurridos en el mundo y dos terceras partes de las muertes quedaron sin registrar. La
mitad de los países de África y Asia Sudoriental no consignan la causa de muerte en sus
estadísticas vitales, y los sistemas existentes adolecen de graves deficiencias.31 En algunos
países, el sistema de registro civil no sigue las recomendaciones mundiales relativas a los
niños que se deben contabilizar,32 y es frecuente que, además, el sistema funcione
solamente en parte del país. En otros países no se registran todas las muertes. El hecho de
que no se recopilen datos de alta calidad en el registro de los nacimientos y las defunciones,
incluida la causa de la muerte, determina que se carezca de información crucial para la
formulación de políticas, la planificación y la evaluación en todos los sectores del desarrollo,
incluidos la salud y los servicios de atención sanitaria. En 2012, el Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas adoptó por vez primera una resolución enteramente
dedicada a la inscripción de nacimientos y al derecho de todo ser humano, sin
discriminación, al reconocimiento de su personalidad jurídica.33
88. Existen estimaciones modeladas de la mortalidad neonatal y de las causas de muerte de los
recién nacidos a escala mundial, regional y nacional, y son menos frecuentes las estimaciones
de las tasas de prematuridad, de mortinatalidad, de niños nacidos con bajo peso o pequeños
para la edad gestacional, y de morbilidad neonatal y discapacidades asociadas. A medida que
los poderes públicos y los asociados vayan estableciendo y ampliando el acceso a las
intervenciones relacionadas con la salud neonatal hará falta más y mejor información para el
seguimiento y la evaluación de los avances hacia el logro de los compromisos adquiridos
para poner fin a la mortalidad neonatal prevenible.
31 Oomman N, Mehl G, Berg M, Silverman R; (2013) Modernising vital registration systems: why now? The Lancet
381(9875): 1336 - 1337. 32
Véase, por ejemplo, las resoluciones WHA20.19 y WHA43.20. 33
Resolución A/HRC/19/L.24 La inscripción de nacimientos y el derecho de todo ser humano al reconocimiento en todas partes de su personalidad jurídica.
89. Se dispone de pocos indicadores universales para supervisar la calidad de la atención
materna y neonatal y la equidad del acceso a ella. Se han adoptado algunas iniciativas para
mejorar las mediciones, como añadir a las encuestas de hogares preguntas sobre la atención
posnatal dispensada a las madres y los recién nacidos, y en el caso de los cuestionarios de
evaluación de los establecimientos, preguntas sobre la disponibilidad de productos básicos
para recién nacidos, como equipos de reanimación y corticoesteroides para la corticoterapia
prenatal. Aun así, la recopilación de estos datos todavía plantea numerosas dificultades.
90. Persisten muchas deficiencias importantes en la recopilación de datos sistemáticos sobre los
resultados, la cobertura y la calidad de la atención en el periodo del parto. Hay que prestar
una atención mucho más rigurosa a la elaboración y puesta a prueba de indicadores para
dicho periodo y a su inclusión en los sistemas de información de la gestión sanitaria. En la
actualidad, los sistemas de información sanitaria sistemática contienen pocos indicadores
relacionados con la salud del neonato, y los datos recopilados no se utilizan apenas para mejorar
la calidad. Es preciso acordar un conjunto de indicadores básicos y suplementarios que
permitan hacer un seguimiento no solo de la cobertura poblacional de intervenciones
eficaces, sino también de la calidad de la atención en los servicios de salud, con miras a
utilizarlos en diversos contextos, entre ellos las emergencias humanitarias complejas.
91. Muchos países han adoptado la vigilancia de la mortalidad materna y la respuesta a ella
como un medio eficaz de identificar las muertes, investigar sus factores determinantes y
tomar medidas correctivas respecto a las causas de muerte prevenibles. Las muertes
perinatales deberían considerarse un componente importante de estas iniciativas. Un
metanálisis del impacto asociado a la introducción de las auditorías perinatales en los países
de ingresos bajos y medianos mostró que la mortalidad descendía un 30% cuando las
soluciones identificadas en el proceso de auditoría se llevaban a la práctica.34 La auditoría de
la mortalidad materna y perinatal y la vinculación de los resultados a un proceso nacional
pueden fortalecer la capacidad de luchar contra las causas prevenibles de mortalidad. Sin
embargo, en muchos países, los mecanismos de protección jurídica que facilitarían la realización
de investigaciones más completas son insuficientes, lo que impide aprovechar todo el potencial
de este enfoque.
34
Pattinson R, Kerber K, Waiswa P, et al. Perinatal mortality audit: counting, accountability, and overcoming challenges in scaling up in low- and middle-income countries. Int J Gynaecol Obstet. Oct 2009;107 Suppl 1:S113-121, S121-112.
Medidas propuestas
92. Los países deberían invertir en la mejora de la recopilación de información y la calidad de los
sistemas de registro de los nacimientos y las defunciones, y considerar la posibilidad de
aplicar mecanismos innovadores para allegar datos, por ejemplo, recurriendo a los agentes
de salud comunitarios y a la telefonía móvil. El registro de los mortinatos y de las muertes
neonatales debería ir acompañado de una categorización de las causas de muerte que tuviera
interés desde el punto de vista de los programas. Habría que hacer un seguimiento continuo
de la calidad y la integridad de los datos, y estos deberían difundirse para que sirvieran de
base a la planificación. Además, se necesitan inversiones y apoyo técnico para mejorar la
cantidad, la coherencia y la frecuencia de los datos nacionales recopilados sobre todos los
resultados de salud maternos y obstétricos en el marco de un conjunto mínimo de datos
perinatales vinculado a los datos del registro civil y a los procedentes de los establecimientos de
atención de salud. También es importante hacer un seguimiento de los casos de discapacidad
(por ejemplo, retinopatía del prematuro, sordera o parálisis cerebral), en particular en los
países que están ampliando los servicios de cuidados intensivos neonatales.
93. Los indicadores de la prestación de servicios que se proponen en el marco del proyecto de
plan de acción deberían someterse a evaluación por los interesados y luego integrarse en la
gestión de los sistemas de salud nacionales. Además, en el marco del plan operativo al que
alude el punto 101, se elaborará un conjunto de indicadores básicos que cubrirá los
ámbitos del estado de preparación de los servicios, los resultados, la utilización de
servicios, la cobertura de las intervenciones y la calidad de la atención. En todos los
niveles, los gestores necesitan saber en qué medida el sistema puede dispensar servicios
esenciales de atención materna y neonatal, e identificar las deficiencias del desempeño que
cabría corregir mejorando la planificación, la elaboración de presupuestos y la prestación de
servicios. Muchos de estos indicadores se pueden integrar en los sistemas de información
sanitaria sistemática y los resultados se pueden validar periódicamente mediante encuestas
específicas.
94. Los países deberían fortalecer los mecanismos de vigilancia de la mortalidad materna y
respuesta a ella (VMMR), y de vigilancia de la mortalidad perinatal. Unas directrices nuevas
de la OMS y sus asociados ofrecen recomendaciones claras sobre la manera de aplicar con
éxito a gran escala la vigilancia de la mortalidad materna; preconizan un enfoque por etapas
y proponen centrarse en fortalecer la VMMR en los establecimientos de atención de salud
antes de ampliarla a las comunidades.35
35 OMS. Maternal Death Surveillance and Response: Technical Guidance. Information for action to prevent
maternal death. Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 2013 http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/87340/1/9789241506083_eng.pdf
95. Al tiempo que fortalecen los sistemas de recopilación de información sistemática, los países
y sus asociados para el desarrollo deberían invertir en encuestas de hogares periódicas con
el fin de obtener datos sobre la mortalidad, la cobertura de las intervenciones y el uso de los
servicios. Hace mucho tiempo que las encuestas de hogares poblacionales, entre ellas las
Encuestas de Demografía y Salud y las Encuestas de Conglomerados de Indicadores Múltiples,
permiten recopilar datos sobre indicadores de la planificación familiar, la atención prenatal y
la asistencia al parto. Recientemente se han incorporado a estas dos encuestas más
preguntas sobre los contactos posnatales de los recién nacidos y cada vez hay más países
que disponen de estos datos. En el plan de acción definitivo se presentará una lista de
indicadores propuestos que se pueden añadir a las encuestas de hogares para evaluar las
prácticas de atención neonatal y el contenido de la atención posnatal.
Resumen de las medidas clave para lograr el objetivo estratégico 5 Invertir en mejorar la cobertura y la calidad del registro de nacimientos y defunciones:
promover el registro de todos los nacimientos (niños vivos y mortinatos) y registrar las defunciones consignando correctamente las causas de mortinatalidad y de muerte neonatal en los certificados de defunción por medio de los códigos mejorados de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (décima revisión). Estudiar la posibilidad de seguir la recomendación de dicha clasificación y utilizar certificados de defunción específicos para el periodo perinatal que registren datos adicionales sobre los mortinatos, la edad gestacional, el peso al nacer y las complicaciones maternas.
Elaborar un conjunto mínimo de datos del periodo perinatal y garantizar que se recopilan todos los resultados obstétricos, con definiciones coherentes y bases de datos interrelacionadas para el registro civil, el sistema de información sanitaria sistemática y otras fuentes de datos de los establecimientos de atención de salud y las comunidades. Establecer triangulaciones con las encuestas de hogares y los censos periódicos.
Hacer un seguimiento de los resultados de morbilidad y discapacidad del recién nacido, en particular a partir del momento en que se estén ampliando los cuidados intensivos neonatales.
Institucionalizar la vigilancia de la mortalidad materna y la respuesta a ella, vincularla a los exámenes de las defunciones perinatales, y tomar medidas para hacer frente a los factores evitables identificados por medio de dichos exámenes.
Definir indicadores de la prestación de servicios para las madres y los bebés e integrarlos en los sistemas e instrumentos de recopilación de datos sistemáticos, llevando a cabo, si es preciso, evaluaciones periódicas de los establecimientos de salud para determinar la calidad de la atención.
PRIORIDADES EN MATERIA DE INVESTIGACIÓN
96. Es preciso que la investigación en salud, en los tres ámbitos de la prestación, el desarrollo y el
descubrimiento, se sitúe en vanguardia de los esfuerzos por reducir la mortalidad neonatal. En
el marco de un análisis mundial para el periodo 2013-2025 se determinaron las prioridades en
materia de investigación sobre salud neonatal. Nueve de las diez prioridades identificadas
guardaban relación con la mejora de la dispensación de intervenciones conocidas.
97. Las principales prioridades en materia de investigación sobre la dispensación de
intervenciones comprenden la búsqueda de enfoques para ampliar el acceso a técnicas
simplificadas de reanimación neonatal en niveles asistenciales inferiores del sistema de salud;
la identificación y el tratamiento de las infecciones neonatales en el ámbito comunitario; la
reducción de los obstáculos que entorpecen la ampliación de la lactancia materna exclusiva y
del método «madre canguro» en los establecimientos de atención de salud; la evaluación del
empleo de la clorhexidina para el cuidado del cordón umbilical en los niños nacidos en
establecimientos de atención de salud, y la elaboración de estrategias para mejorar la calidad
de la atención dispensada durante el parto en establecimientos de atención de salud.
98. En lo relativo al desarrollo, las prioridades identificadas comprenden la adaptación del
método «madre canguro» para facilitar su uso en el ámbito comunitario; la detección precoz
en la comunidad de las mujeres que podrían correr grandes riesgos en el embarazo y el
parto; la mejora y simplificación de la monitorización fetal durante el parto; la evaluación del
uso de los antibióticos orales apropiados para el tratamiento de la sepsis neonatal; el papel
que podrían desempeñar las auditorías perinatales en la mejora de la calidad de la atención
durante el parto, y el desarrollo de agentes tensioactivos y dispositivos menos costosos para
su uso en los países de ingresos bajos y medianos.
99. Por lo que hace a los descubrimientos, se subraya la necesidad de invertir en ciencia y
tecnología para determinar las causas del desencadenamiento prematuro del trabajo de
parto; investigar nuevos tocolíticos para demorar el parto prematuro; desarrollar agentes
tensioactivos estables que se dispensen más fácilmente; descubrir vacunas maternas
eficaces para prevenir la sepsis neonatal; poner a punto pruebas diagnósticas y nuevos
agentes biológicos utilizables en el punto de atención para identificar y tratar mejor la
sepsis neonatal; investigar métodos más eficaces de detección del sufrimiento fetal, e
identificar biomarcadores del retraso del crecimiento intrauterino y la muerte fetal.
COORDINACIÓN
100. Para llevar a la práctica el proyecto de plan de acción hará falta la participación de muchos
interesados, a saber, los Gobiernos y los responsables de la formulación de políticas, los
países donantes y las instituciones filantrópicas mundiales, las Naciones Unidas y otras
organizaciones multilaterales, así como la sociedad civil, los trabajadores sanitarios y sus
asociaciones profesionales, el sector empresarial, y las instituciones académicas y de
investigación.
101. La integración desempeñará un papel crucial en la aplicación de este plan de acción, para el
que se requiere que numerosos programas del sector de la salud colaboren e integren las
intervenciones esenciales de atención neonatal en las diversas plataformas de prestación de
servicios que utilizan. Los servicios de salud materna e infantil son una plataforma idónea
para ofrecer conjuntos integrados de diversas intervenciones, entre ellas, las referidas a
la malaria, la infección por el VIH, la nutrición y la inmunización. En la figura 6 se ofrecen
algunos ejemplos de vínculos específicos.
Figura 6: Marco conceptual del plan de acción «Todos los recién nacidos»
Implicación de los países, integración, equidad, rendición de cuentas, innovación
Conocimiento y datos factuales
Liderazgo y gobernanza
Contexto social, económico, político y ambiental
Co
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Atención neonatal integrada en los
programas existentes
Salud materna
Salud de los adolescentes
Planificación familiar y salud reproductiva
Salud infantil VIH
Malaria
Nutrición
Inmunización
Agua, saneamiento e higiene (WASH)
Reducción de la morbimortalidad y la discapacidad neonatales
Reducción de la morbimortalidad materna y prevención de la mortinatalidad
Atención esencial para todas las mujeres y todos los neonatos a lo largo del proceso asistencial de la salud reproductiva y de la madre, el recién nacido y el niño
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Impacto
Resultados
Objetivos estratégicos
Principios
MARCO E HITOS DEL SEGUIMIENTO
102. En los 12 meses posteriores a la aprobación del plan de acción «Todos los recién
nacidos», y en consonancia con otros planes mundiales, se elaborará un marco de
seguimiento para definir y medir la cobertura y la calidad de los conjuntos de servicios
previstos, y llevar a cabo unas determinaciones más sólidas y frecuentes del impacto
en colaboración con organizaciones e instituciones especializadas en este tipo de
evaluaciones. El plan de seguimiento y evaluación coincidirá con el examen de los
avances hacia al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015 y estará
preparado para el periodo posterior a 2015. En el anexo 3 se ofrece una lista
provisional de indicadores para evaluar la cobertura de las intervenciones esenciales
en pro de la salud del recién nacido y la calidad de la atención prestada en los
servicios de salud.
103. El camino hacia el logro del objetivo general y las metas de este plan de acción estará
jalonado por una serie de hitos que se definirán para el periodo 2014-2020. Constituirán
el punto de partida para la rendición de cuentas y la supervisión independiente, y en
ellos se fundamentará el seguimiento de los progresos en la aplicación.
Anexo 1
METAS MUNDIALES Y NACIONALES DEL PLAN DE ACCIÓN «TODOS LOS RECIÉN NACIDOS» PARA EL PERIODO 2020-2035
Indicador Meta
2020 2025 2030 2035
Impacto a nivel mundial
Tasa de mortalidad neonatal por 1000 nacidos vivos
Una defunción neonatal se define como la muerte de un niño nacido vivo en los primeros 28 días de vida, con independencia del peso o la edad gestacional.
15 12 9 7
Equivalente a una reducción del 66% de la tasa de mortalidad neonatal en todos los países de aquí a 2035, respecto al nivel de referencia de 2012
Tasa de mortinatalidad por 1000 nacimientos en total 11 8
Cobertura y calidad de la atención a escala nacional
Proporción de partos atendidos por personal de salud calificado
Universal Universal
Porcentaje de mujeres y neonatos que reciben atención de alta calidad en el parto*
En el 90% de los partos en establecimientos de atención de salud se dispensa esta atención
El 95% de las mujeres y sus recién nacidos reciben esta atención
Porcentaje de neonatos pequeños o enfermos que reciben una atención de alta calidad*
a. Número de bebés que no respiran después del nacimiento y en los que se practica reanimación con respirador manual (ambú) y mascarilla
b. Prematuros de menos de 2000 g a los que se les dispensan el método «madre canguro» y otras medidas de apoyo
c. Neonatos con una posible infección bacteriana grave que reciben una antibioterapia adecuada
>50%
>50%
>50%
>75%
>75%
>75%
Porcentaje de mujeres y neonatos que reciben atención posnatal temprana (en los dos días posteriores al parto)*
Aumento del 20% respecto a la cifra de referencia desde 2012
(o cobertura del 90% si la cifra de referencia nacional era >70%)
Cobertura del 90%
Vínculos El plan de acción complementará otros planes mundiales y nacionales, y apoyará los objetivos vinculados. Se muestran algunos ejemplos.
Planificación Familiar 2020
Nutrición: lactancia materna exclusiva con 6 meses de edad: 50%
Indicadores y rendición de cuentas
* En los 12 meses posteriores a la aprobación del plan de acción se elaborará un plan completo para definir y medir la cobertura y la calidad de los conjuntos de intervenciones citados y se llevarán a cabo determinaciones más sólidas y frecuentes del impacto, en colaboración con otros planes mundiales y organizaciones especializadas en este tipo de evaluaciones.
Anexo 2
Conjuntos de intervenciones a lo largo del ciclo vital que favorecen la salud del recién nacido
Atención de salud reproductiva, incluidas la atención pregestacional y la atención de salud de los adolescentes
Nutrición, inmunización, reducción de las prácticas perjudiciales (tabaco, alcohol), planificación familiar, prevención del embarazo adolescente, prevención y tratamiento de las ITS, mejoras de la salud medioambiental, apoyo a la salud mental, mitigación de la violencia interpersonal, aprendizaje de aptitudes para la vida
Atención durante el embarazo
Atención dispensada a TODAS las embarazadas
Exploración, incluida la tensión arterial
Nutrición adecuada; uso de sal yodada
Cribado de la anemia; suplementos de hierro, ácido fólico y calcio
Vacunación con anatoxina tetánica
Mosquiteros tratados con insecticida y profilaxis intermitente de la malaria
Identificación y tratamiento de la infección por el VIH, la sífilis y las ITS
Tratamiento de infecciones como las de las vías urinarias y las vaginitis
Preparación para el parto
Tratamiento de las complicaciones
Tratamiento de la eclampsia y la preeclampsia grave, incluido el sulfato de magnesio (y con antihipertensivos en caso necesario)
Tratamiento de la rotura prematura y prolongada de membranas con antibióticos
Tratamiento del parto prematuro con tocolíticos y corticoesteroides prenatales (si la gestación <34 semanas)
Atención en el parto y el nacimiento
Atención dispensada a TODAS las embarazadas
Vigilancia materna y fetal durante el parto, con una respuesta adecuada y oportuna en caso de complicaciones
Precauciones de seguridad, higiene y prevención de infecciones
Tratamiento de las complicaciones
Atención obstétrica básica de urgencia
Atención obstétrica integral de urgencia
Atención inmediata dispensada a TODOS los neonatos
Secado inmediato y completo, contacto piel-con-piel y baño demorado
Pinzamiento del cordón umbilical en el momento oportuno, cuidado higiénico del cordón umbilical (incluido el uso de clorhexidina en los partos domiciliarios en países con tasas de mortalidad neonatal de 30 o más)
Inicio temprano de la lactancia materna exclusiva
Medidas sistemáticas (p. ej.; atención ocular, vitamina K, inmunización)
Exploración posnatal y revisiones periódicas
Asesoramiento sobre las prácticas esenciales de cuidado del neonato (protección térmica, lactancia materna, higiene y cuidado del cordón umbilical) y la solicitud de atención de salud
Tratamiento de las complicaciones
Tratamiento del neonato que no respira mediante estimulación táctil y, en caso necesario, mediante ventilación con respirador manual (ambú) y mascarilla
Atención posnatal Atención dispensada a TODOS los neonatos
Lactancia materna exclusiva y calor
Higiene, incluidos el secado natural del cordón y el uso de
clorhexidina en los partos domiciliarios de entornos o países con tasas de mortalidad neonatal de 30 o más
Prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH
Comunicación y juegos para favorecer el desarrollo
Asesoramiento para reconocer las señales de peligro en el recién nacido y solicitar correctamente atención de salud
Atención dispensada a los prematuros y los bebés con bajo peso al nacer
Apoyo a la lactancia materna exclusiva o la alimentación exclusiva con leche materna
Aplicación del método «madre canguro» durante periodos prolongados.
Alimentación suplementaria de apoyo para los bebés con muy bajo peso al nacer
Visitas domiciliarias adicionales para evaluar al bebé y apoyar a la madre
En los bebés con dificultad respiratoria, oxigenoterapia, presión positiva continua en las vías respiratorias, o ambas (utilizando el pulsioxímetro), si procede
Tratamiento de las infecciones en el neonato
Antibioterapia en los neonatos con signos de una posible infección bacteriana grave
Intensificación de la lactancia materna durante la enfermedad para favorecer la curación
Anexo 3
Indicadores de la supervivencia del neonato, su salud y la calidad de atención que se le dispensa
Indicador Numerador Denominador Utilidad y limitaciones
ATENCIÓN SISTEMÁTICA
1 Parto atendido por un asistente calificado
Número de partos atendidos por un médico, un enfermero o una partera
Todos los nacimientos
2 Parto con presencia de una persona elegida y atendido por un asistente calificado
Número de partos atendidos por un médico, un enfermero o una partera y en los que la madre estaba acompañada por una persona de su elección
Todos los nacimientos Atención respetuosa durante el parto
3 Atención posnatal temprana
Número de neonatos que reciben atención en los dos primeros días de vida
Todos los nacidos vivos
4 Inicio temprano de la lactancia materna
Número de neonatos que son amamantados en la hora posterior al parto
Todos los nacidos vivos
5 Proporción de recién nacidos a los que se dispensaron los cuatro elementos de la atención esencial del neonato:
secado inmediato y completo
contacto inmediato piel con piel
pinzamiento demorado del cordón umbilical
iniciación de la lactancia materna en la primera hora de vida
Número de recién nacidos a los que se dispensaron los cuatro elementos de la atención esencial del neonato
Número total de nacidos vivos en el establecimiento de atención de salud
Indicador sensible para evaluar de manera (más) exhaustiva la calidad de la atención neonatal esencial en los establecimientos de atención de salud
6 Lactancia materna exclusiva con 1 mes de edad
Número de neonatos alimentados exclusivamente con lactancia materna hasta los 30 primeros días de vida
Todos los nacidos vivos en el periodo/año de referencia en el que los bebés sobrevivieron durante al menos 30 días
COMPLICACIONES
7 Reanimación del neonato
Número de neonatos que no respiran al nacer y en los que se practica reanimación con respirador manual (ambú) y mascarilla
Número de neonatos que no respiran al nacer
8 Tasa de mortinatalidad reciente
Número de neonatos sin signos de vida al nacer y sin signos de maceración
Todos los nacimientos
9 Tasa de mortinatalidad durante el parto
Número de mortinatos con más de 2500 g de peso, sin anomalías congénitas importantes conocidas y cuya frecuencia cardíaca se registró en el ingreso
Número total de partos en el establecimiento de atención de salud
Indicador sensible para evaluar la calidad de la atención en los establecimientos de atención de salud
10 Administración prenatal de corticoesteroides
Número de niños nacidos antes de las 34 semanas (confirmación ecográfica) cuyas madres recibieron corticoesteroides prenatales
Todos los bebés nacidos con una edad gestacional, confirmada por ecografía, de menos de 34 semanas
La fecha de la última menstruación no es fiable para estimar con precisión la edad gestacional.
Solo se puede utilizar en entornos en los que se lleva a cabo una confirmación ecográfica temprana de la edad gestacional.
11 Método «madre canguro»
Número de niños nacidos con menos de 2000 g de peso que recibieron contacto piel con piel durante al menos tres horas al día y durante al menos una semana
Todos los niños nacidos vivos con un peso al nacer inferior a 2000 g
12 Sepsis neonatal Número de neonatos con una presunta infección bacteriana grave (se notificó que el lactante dejó de alimentarse adecuadamente y/o dejó de moverse espontáneamente) que recibieron antibióticos por vía parenteral
Todos los neonatos con una presunta infección bacteriana grave (se notificó que el lactante dejó de alimentarse adecuadamente y/o dejó de moverse espontáneamente)
POLÍTICAS Y SISTEMAS
13 Registro de nacimientos
Porcentaje de niños menores de 1 año para los que se ha expedido un certificado de nacimiento
Todos los nacimientos durante el último año
14 Registro del peso al nacer
Número de neonatos cuyo peso al nacer se registró en las primeras 24 horas de vida
Todos los nacidos vivos
15 Tasa de mortalidad neonatal del establecimiento de atención de salud por categorías de peso al nacer: >4000 g, 2500 a 3999 g, 2000 a 2499 g, 1500 a 1999 g, <1500 g
Número de muertes neonatales por categorías de peso al nacer: >4000 g, 2500 a 3999 g, 2000 a 2499 g, 1500 a1999 g, <1500 g
Número total de nacidos vivos en el establecimiento de atención de salud por categorías de peso al nacer
Indicador sensible para evaluar la calidad de la atención en los establecimientos de atención de salud (de conformidad con la CIE-10)
16 Política relativa a la atención especial dispensada a los neonatos con bajo peso al nacer
17 Política relativa al pago por los servicios de atención materna y neonatal/a la gratuidad de los servicios de atención materna y neonatal
18 Exámenes de las muertes perinatales
Número de muertes perinatales examinadas
Todas las muertes perinatales
Frecuencia mensual/trimestral
19 Exámenes de las muertes neonatales
Número de muertes neonatales examinadas
Todas las muertes neonatales
Frecuencia mensual/trimestral
Recursos humanos
20 Disponibilidad de agentes de salud comunitarios para la atención neonatal
Número de agentes de salud comunitarios que dispensan atención neonatal en la población
Todos los nacimientos en la población
21 Disponibilidad de parteras
Número de parteras en la población
Todos los nacimientos en la población
Infraestructuras
22 Proporción de establecimientos de atención de salud que disponen de jabón, agua corriente o
Número de establecimientos de atención de salud que disponen de jabón, agua corriente o
Número total de establecimientos de atención de salud
solución alcohólica en las salas de partos, de neonatología y de pediatría
solución alcohólica en las salas de partos, de neonatología y de pediatría
23 Disponibilidad de medios para la reanimación del neonato en los establecimientos de atención de salud
Número de establecimientos de atención de salud en los que se dispone permanentemente de personal capacitado para llevar a cabo la reanimación neonatal
Todos los establecimientos de atención de salud que dispensan servicios de maternidad
Evaluación por el método SARA (Evaluación de la disponibilidad y el estado de preparación de servicios)
24 Proporción de establecimientos de atención de salud que disponen de un suministro seguro e ininterrumpido de oxígeno en las salas de partos, de neonatología y de pediatría
Número de establecimientos de atención de salud que disponen de un suministro seguro e ininterrumpido de oxígeno en las salas de partos, de neonatología y de pediatría
Número total de establecimientos de atención de salud
25 Proporción de establecimientos de atención de salud con servicios de maternidad certificados por la IHAN36 y cuya revalidación del certificado no data de hace más de dos años
Número de establecimientos de atención de salud con servicios de maternidad certificados por la IHAN y cuya revalidación del certificado no data de hace más de dos años
Número total de establecimientos de salud con servicios de maternidad
26 Proporción de establecimientos de atención de salud en los que está operativo el método «madre canguro»37, según el nivel del establecimiento
Número de establecimientos de atención de salud en los que está operativo el método «madre canguro», según el nivel del establecimiento
Número total de establecimientos de atención de salud con servicios de maternidad o atención hospitalaria para neonatos
27 Disponibilidad del parto por cesárea en la población
Número de establecimientos de atención de salud en los que se realizaron cesáreas en los tres
Todos los establecimientos de atención de salud que prestan servicios de maternidad
Evaluación por el método SARA
36
IHAN - Iniciativa «Hospitales amigos del niño» 37 En este contexto, «operativo» significa que el método «madre canguro» se aplica según los criterios
recomendados.
meses anteriores
Medicamentos y suministros
28 Proporción de establecimientos de atención de salud que tenían existencias de medicamentos esenciales de importancia vital (oxitocina, sulfato de magnesio, dexametasona, vacunas, sales de rehidratación oral, cinc, amoxicilina oral, gentamicina inyectable, prueba diagnóstica rápida de la malaria, antipalúdicos y antirretrovirales específicos según el contexto) en un periodo de tiempo determinado
Número de establecimientos de atención de salud que tenían existencias de medicamentos esenciales de importancia vital (oxitocina, sulfato de magnesio, dexametasona, vacunas, sales de rehidratación oral, cinc, amoxicilina oral, gentamicina inyectable, prueba diagnóstica rápida de la malaria, antipalúdicos y antirretrovirales específicos según el contexto) en un periodo de tiempo determinado
Número total de establecimientos de atención de salud
Evaluación por el método SARA
29 Proporción de establecimientos de atención de salud con servicios de maternidad que disponen de respiradores manuales y mascarillas (2 tamaños de mascarillas neonatales) operativos en las áreas obstétricas
Número de establecimientos de atención de salud con servicios de maternidad que disponen de respiradores manuales y mascarillas (2 tamaños de mascarillas neonatales) operativos en las áreas obstétricas
Número total de establecimientos de atención de salud con servicios de maternidad
Encuestas o autoevaulaciones de los establecimientos
Anexo 4
Definiciones
Término Definición
Muerte materna Muerte de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio de este, debida a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención, pero no por causas accidentales o incidentales
Razón de mortalidad materna Número de muertes maternas por 100 000 nacidos vivos durante un periodo concreto, generalmente de 1 año
Mortalidad neonatal: muerte neonatal temprana
Muerte que se produce en los primeros siete días de vida
Mortalidad neonatal: muerte neonatal tardía
Muerte que se produce después del 7º día de vida, pero antes de que termine el 28º día de vida
Mortalidad neonatal: tasa Probabilidad de morir durante los primeros 28 días completos de vida, expresada por cada 1000 nacidos vivos
Mortalidad perinatal Muerte en el periodo perinatal, que comprende los últimos meses del embarazo, el nacimiento y la primera semana de vida; por lo tanto incluye los mortinatos y la mortalidad neonatal temprana
Prematuro: extremo Niño nacido antes de que se cumplan 28 semanas de gestación El límite inferior de la definición de prematuridad varía entre 20 y 28 semanas
Prematuro: moderado o tardío Niño nacido habiéndose cumplido 32 semanas de gestación y antes de que se cumplan 37 semanas
Prematuro: muy prematuro Niño nacido habiéndose cumplido 28 semanas de gestación y antes de que se cumplan 32 semanas
Prematuro Niño nacido antes de que se cumplan 37 semanas de gestación
Pequeño para la edad gestacional (PEG)
Lactante cuyo peso al nacer para la edad gestacional está por debajo del décimo percentil de la población de referencia del mismo sexo. Un bebé PEG puede ser prematuro o a término
Peso al nacer: bajo Peso inferior a 2500 g, con independencia de la edad gestacional
Peso al nacer: muy bajo Peso inferior a 1500 g
Peso al nacer: sumamente bajo Peso inferior a 1000 g
Mortinatalidad: mortinato Nacimiento de un niño muerto con un peso al nacer de 500 g o más, 22 semanas completas de gestación o más, o una longitud de 25 cm o más, y fallecido antes o durante el parto. Para las comparaciones internacionales, la OMS recomienda notificar los mortinatos con peso al nacer de 1000 g o más, 28 semanas de gestación o más, o una longitud de 35 cm o más, notificados a menudo como mortinatos del tercer trimestre
Mortinatalidad: mortinato reciente
Niño nacido muerto sin signos de desintegración ni maceración de la piel y cuya muerte se supone que se ha producido después del iniciado el trabajo de parto y antes del nacimiento
Mortinatalidad: tasa (para comparaciones internacionales)
La mortinatalidad se refiere al feto de 28 semanas o más de gestación que al nacer no muestra signos de vida. Las tasas de mortinatalidad se calculan por 1000 nacimientos totales (vivos y mortinatos)
Tasa de mortalidad de menores de 5 años
Probabilidad de morir entre el nacimiento y exactamente los 5 años de edad, expresada por 1000 nacidos vivos