tomas arduino fajardo

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No. de Radicado, Oficio BZ2021_5080894-1057420 Página 1 de 12 Bogotá D.C., 05 de mayo del 2021 URGENTE TUTELA Honorable Magistrada LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ Consejo de Estado – Sala de lo Contencioso Administrativo Sección Quinta Correo: [email protected] Bogotá D.C. Asunto: Contestación Admisión Tutela Radicado: 11001031500020210200900 Apoderado: TOMAS ARDUINO FAJARDO HERNANDEZ CC: 16582461 Accionante: SAÚL MESA GARCÍA CC: 14975528 Y OTROS Accionado: TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DEL VALLE DEL CAUCA Vinculado: COLPENSIONES Y OTROS MALKY KATRINA FERRO AHCAR, en mi calidad de Directora (A) de la Dirección de Acciones Constitucionales de la Administradora Colombiana de Pensiones, Colpensiones, conforme la certificación adjunta, por medio de la cual se asignan las funciones de Director, presento informe en los términos del artículo 19 del Decreto 2591 de 1991 como pasa a indicarse: Colpensiones fue notificada vía correo electrónico del auto admisorio mediante el cual se decidió vincular a esta administradora con el fin de que emitiera pronunciamiento sobre la acción de tutela adelantada por el apoderado TOMAS ARDUINO FAJARDO HERNANDEZ en favor del señor SAÚL MESA GARCÍA y otros accionantes que fueron parte dentro de la acción de grupo adelantada en el JUZGADO CUARTO ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO DE CALI bajo radicado 2003 – 03707 en la cual pretende que se declare la pérdida de competencia del operador judicial de segunda instancia la cual fue negada mediante Auto del 07 de abril del 2021 proferido por el Magistrado FERNANDO AUGUSTO GARCÍA MUÑOZ del TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DEL VALLE DEL CAUCA, pues considera el accionante que el despacho judicial no ha respetado los términos judiciales para decidir el proceso en segunda instancia, por lo cual, por medio de acción de tutela, solicita se acceda a dichas pretensiones. Entonces, de acuerdo con las pretensiones del apoderado TOMAS ARDUINO FAJARDO HERNANDEZ le solicito de manera respetuosa a su despacho tener en cuenta lo siguiente: Sea lo primero indicar que de acuerdo con el artículo 6º del Decreto 2591 de 1991 la acción de tutela será improcedente cuando existan otros recursos o medios de defensa judicial. En ese sentido, podemos concluir que la jurisprudencia constitucional en armonía con los artículos 86 de la Carta Política, 6º del Decreto 2591 de 1991 y el artículo 2 numeral 4 del Código Procesal del Trabajo, han señalado que la acción de tutela es un mecanismo

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No. de Radicado, Oficio BZ2021_5080894-1057420

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Bogotá D.C., 05 de mayo del 2021

URGENTE TUTELA

Honorable MagistradaLUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZConsejo de Estado – Sala de lo Contencioso AdministrativoSección QuintaCorreo: [email protected]á D.C.

Asunto: Contestación Admisión TutelaRadicado: 11001031500020210200900Apoderado: TOMAS ARDUINO FAJARDO HERNANDEZ CC: 16582461Accionante: SAÚL MESA GARCÍA CC: 14975528 Y OTROSAccionado: TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DEL VALLE DEL CAUCAVinculado: COLPENSIONES Y OTROS

MALKY KATRINA FERRO AHCAR, en mi calidad de Directora (A) de la Dirección de AccionesConstitucionales de la Administradora Colombiana de Pensiones, Colpensiones, conforme lacertificación adjunta, por medio de la cual se asignan las funciones de Director, presentoinforme en los términos del artículo 19 del Decreto 2591 de 1991 como pasa a indicarse:

Colpensiones fue notificada vía correo electrónico del auto admisorio mediante el cual sedecidió vincular a esta administradora con el fin de que emitiera pronunciamiento sobre laacción de tutela adelantada por el apoderado TOMAS ARDUINO FAJARDO HERNANDEZ enfavor del señor SAÚL MESA GARCÍA y otros accionantes que fueron parte dentro de la acciónde grupo adelantada en el JUZGADO CUARTO ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO DECALI bajo radicado 2003 – 03707 en la cual pretende que se declare la pérdida de competenciadel operador judicial de segunda instancia la cual fue negada mediante Auto del 07 de abrildel 2021 proferido por el Magistrado FERNANDO AUGUSTO GARCÍA MUÑOZ del TRIBUNALADMINISTRATIVO DEL VALLE DEL CAUCA, pues considera el accionante que el despachojudicial no ha respetado los términos judiciales para decidir el proceso en segunda instancia,por lo cual, por medio de acción de tutela, solicita se acceda a dichas pretensiones.

Entonces, de acuerdo con las pretensiones del apoderado TOMAS ARDUINO FAJARDOHERNANDEZ le solicito de manera respetuosa a su despacho tener en cuenta lo siguiente:

Sea lo primero indicar que de acuerdo con el artículo 6º del Decreto 2591 de 1991 la acción detutela será improcedente cuando existan otros recursos o medios de defensa judicial.

En ese sentido, podemos concluir que la jurisprudencia constitucional en armonía con losartículos 86 de la Carta Política, 6º del Decreto 2591 de 1991 y el artículo 2 numeral 4 delCódigo Procesal del Trabajo, han señalado que la acción de tutela es un mecanismo

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subsidiario y residual y su procedencia está supeditada a la inexistencia de otros mediosjudiciales ordinarios que sean idóneos y eficaces para la protección de los derechospresuntamente vulnerados o amenazados.

Ahora bien, atendiendo que las pretensiones del señor TOMAS ARDUINO FAJARDOHERNANDEZ, van encaminadas a que se declare la falta de competencia del TRIBUNALADMINISTRATIVO DEL VALLE DEL CAUCA, Magistrado FERNANDO AUGUSTO GARCÍAMUÑOZ, para seguir conociendo de la Acción de Grupo en segunda instancia, solicito tener encuenta además los siguientes argumentos procedimentales sobre la acción de tutela, pues lamisma no es el mecanismo establecido por el legislador para debatir dichas pretensiones:

SUBSIDIARIEDAD-

A la luz del artículo 86 superior y del Decreto 2591 de 1991 la acción de tutela procede contra

providencias judiciales solo de manera excepcional, en aras a salvaguardar el valor de la cosa

juzgada y el principio de la seguridad jurídica, así como la presunción de acierto y legalidad de

las providencias judiciales, por lo que su viabilidad se encuentra condicionada a la

demostración de requisitos genéricos y específicos de procedibilidad que den cuenta de que el

Funcionario judicial actuó y decidió de manera arbitraria y caprichosa y se desprenda una

grave irregularidad de relevancia constitucional.

Contrario sensu, cuando en el escrito de tutela solo se evidencie que la parte actora expone los

mismos puntos que fueron resueltos de fondo por otros jueces en virtud de sus específicas

competencias, la acción de tutela pierde su carácter excepcional y subsidiario, siendo

ostensible que la misma está siendo utilizada como un recurso más dentro del procedimiento

ordinario o como un alegato de instancia, que en nada corrobora la vulneración iusfundamental

alegada, lo que, en efecto, acaece en el Sub judice, en el que la parte actora utiliza la acción

de amparo para lograr las pretensiones propuestas en el libelo demandatorio de la acción de

grupo, acción que a la fecha se encuentra en curso y, por tanto, pertenecen a la órbita del Juez

natural.

Este carácter subsidiario impide de suyo que la acción se emplee como un mecanismo judicial

ordinario para atacar e impugnar decisiones judiciales emitidas dentro del proceso, en el cual

se ventila el objeto de la Litis, habida cuenta que, son de competencia del Juez natural y no del

Juez de tutela, siendo ostensible que el objeto de esta acción solo se erige a resquebrajar la

firmeza de una decisión judicial, en detrimento de los principios de seguridad jurídica y buena

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fe de las partes en el litigio. Con relación a la naturaleza subsidiaria de la acción de tutela laHonorable Corte Constitucional en sentencia T-1222 del 2001 señaló:

“(…) El desconocimiento del principio de subsidiaridad que rige la acción de tutelaimplica necesariamente la desarticulación del sistema jurídico. La garantía de losderechos fundamentales está encomendada en primer término al juez ordinario y soloen caso de que no exista la posibilidad de acudir a él, cuando no se pueda calificar deidóneo, vistas las circunstancias del caso concreto, o cuando se vislumbre la ocurrenciade un perjuicio irremediable, es que el juez constitucional está llamado a otorgar laprotección invocada. Si no se dan estas circunstancias, el juez constitucional no puedeintervenir.”

Ante el ejercicio indiscriminado de la acción de tutela contra actos de la administración el AltoTribunal ha advertido:

“(…) La paulatina sustitución de los mecanismos ordinarios de protección de derechos y de solución de controversias por el uso indiscriminado e irresponsable de la acción de tutela entraña (i) que se desfigure el papel institucional de la acción de tutela como mecanismo subsidiario para la protección de los derechos fundamentales, (ii) que se niegue el papel primordial que debe cumplir el juez ordinario en idéntica tarea, como quiera que es sobre todo éste quien tiene el deber constitucional de garantizar el principio de eficacia de los derechos fundamentales (artículo 2 Superior) y (iii) que se abran las puertaspara desconocer el derecho al debido proceso de las partes en contienda, mediante eldesplazamiento de la garantía reforzada en qué consisten los procedimientos ordinariosante la subversión del juez natural (juez especializado) y la transformación de losprocesos ordinarios que son por regla general procesos de conocimiento (no sumarios)”(Negrilla y subrayado fuera del texto)

En ese sentido, aplicado la normatividad anterior, tenemos que el presente caso no cumple con

el requisito de subsidiariedad toda vez que los accionantes cuentan con los mecanismos

ordinarios para reclamar sus pretensiones, no siendo la acción de tutela el mecanismo

establecido por el legislador para debatir lo que ya se debatió dentro de la acción de grupo.

Una vez proferido y notificado el auto adiado el 7 de abril de 2021 por el Tribunal Administrativo

del Valle del Cauca, en el cual se dispuso negar la pérdida automática de competencia,

elevada por la parte actora (numeral segundo), los demandantes presentaron recurso de

súplica solicitado revocatoria parcial del auto, específicamente el numeral segundo de la parte

resolutiva. En virtud de ello, el Despacho corrió traslado a Colpensiones del recurso incoado,

traslado que se descorrió el pasado 19 de abril de 2021, fecha en la cual se presentó memorial

al Tribunal, en ejercicio del derecho de defensa y contradicción.

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Valga agregar que, revisada la página de la rama judicial, y el estado actual de la acción de

grupo, se evidencia que el apoderado interpuso RECURSO DE SÚPLICA el cual a la fecha no

se ha resuelto, por lo tanto, aún cuenta con dicho recursos para debatir sus pretensiones.

Siendo claro que, en este asunto, no se han agotado en su completitud, por parte del aquí

accionante, los recursos ordinarios y extraordinarios previstos en el ordenamiento jurídico para

la defensa de sus intereses, lo que conduce a la improcedencia de esta acción de amparo,

máxime que la parte actora no demostró la existencia de un perjuicio irremediable que decante

en la concesión al menos transitoria de la acción, perjuicio que, en los términos de la Corte

Constitucional, debe ser grave, inminente e impostergable ( SU-617 de 2013), lo que desdeluego no se evidencia en el Sub lite, pues solo se advierte de esta acción es el empleo de éstacomo medio alternativo para impugnar y censurar decisiones expedidas dentro del procesoconstitucional (acción de grupo), solo por estar en desacuerdo y porque no comparte lasrazones esbozadas por el Operador Jurídico.

Por consiguiente, es claro que lo pretendido por la parte accionante resulta improcedente, todavez que desconoce el presupuesto de subsidiariedad, requisito genérico indispensable paraque proceda el estudio de fondo, de cara a los defectos específicos que se le hayan endilgadoa la providencia. Esto, pues se insiste la naturaleza de la acción de amparo es residual ysubsidiaria, no constitutiva de una instancia adicional y, menos aún, puede ser usada comoinstrumento paralelo o alternativo soslayando los procedimientos ordinarios.

EN RELACIÓN CON EL AUTO DEL 07 DE ABRIL DEL 20211.

La parte actora alega vulneración a los derechos fundamentales de los accionantes al debidoproceso, acceso a la administración de justicia y contradicción (entre otros), pues a su juicio, elTRIBUNAL ADMINISTRATIVO DEL VALLE DEL CAUCA mantuvo el proceso en su despachopor un año sin actuación alguna y considera que atendiendo dicha circunstancia debe declararla falta de competencia con base en el Artículo 121 del Código General de Proceso, sinembargo, nótese que el Tribunal manifiesta la improcedencia de dicha solicitud, así:

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“(…) El artículo 121 del C.G.P. estipula que:

“(…) ARTÍCULO 121. DURACIÓN DEL PROCESO. Salvo interrupción osuspensión del proceso por causa legal, no podrá transcurrir un lapso superior aun (1) año para dictar sentencia de primera o única instancia, contado a partir dela notificación del auto admisorio de la demanda o mandamiento ejecutivo a laparte demandada o ejecutada. Del mismo modo, el plazo para resolver lasegunda instancia, no podrá ser superior a seis (6) meses, contados a partir de larecepción del expediente en la secretaría del juzgado o tribunal.

El artículo 121 del C.G.P. estipula que: “(…) ARTÍCULO 121. DURACIÓN DELPROCESO. Salvo interrupción o suspensión del proceso por causa legal, no podrátranscurrir un lapso superior a un (1) año para dictar sentencia de primera o únicainstancia, contado a partir de la notificación del auto admisorio de la demanda omandamiento ejecutivo a la parte demandada o ejecutada. Del mismo modo, el plazopara resolver la segunda instancia, no podrá ser superior a seis (6) meses, contados apartir de la recepción del expediente en la secretaría del juzgado o tribunal.

Ello, por cuanto tratándose de los términos de instrucción del proceso, la etapa dejuzgamiento y el término para proferir la sentencia, dentro del medio de control deperjuicios ocasionados a un grupo, se encuentran regulados expresamente en el artículo67 del estatuto especial que regula dicho medio de control, esto es, la Ley 472 de 1998,el cual establece lo siguiente:

“ARTICULO 67. RECURSOS CONTRA LA SENTENCIA. La sentencia esapelable en el efecto suspensivo. En este evento el Juez ordenará se prestecaución para garantizar las medidas cautelares de embargo y secuestro. Elrecurso de apelación deberá resolverse por la autoridad judicial competente enun término máximo de veinte (20) días, contados a partir de la fecha deradicación del expediente en la Secretaría General; sin embargo, cuando seanecesario practicar nuevas pruebas, el término para decidir el recurso podráampliarse en diez (10) días. Contra las sentencias proferidas en los procesosadelantados en ejercicio de las Acciones de Grupo proceden el recurso derevisión y el de casación, según el caso, de conformidad con las disposicioneslegales vigentes; pero en ningún caso el término para decidir estos recursospodrá exceder de noventa (90) días contados a partir de la fecha en que seradicó el asunto en la Secretaría General de la Corporación”

Término que de paso ha de precisarse, debe tener en cuenta los procesos asignados aeste operador judicial, y que se están tramitando, las acciones de tutela y decumplimiento que tienen prioridad y que, además se ha visto interrumpido por lasreiteradas solicitudes o recursos impetrados por las partes, amén de la situación deemergencia sanitaria y social, derivada de la pandemia generada por el Coronavirus-COVID-19, pandemia que aqueja a la humanidad entera y particularmente el adecuadofuncionamiento de todos los sistemas judiciales del mundo.

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Así las cosas, al no existir vacío normativo en la Ley 472 de 1998, que permita laaplicación del artículo 121 de C.G.P., se impone negar la solicitud de pérdida automáticade competencia planteada por el apoderado de la parte demandante. (…)”

A partir de lo anterior, es necesario transcribir un aparte jurisprudencial de la Sala de CasaciónCivil de la Corte Suprema de Justicia que, en sentencia de tutela STL4389 de 2019, se refiriósobre este mismo asunto indicando:

“De ahí, se advierte que no todo incumplimiento de los términos procesales puedetomarse per se, como una lesión a las prerrogativas constitucionales, en la medida quese reitera, es preciso analizar cada caso específico y así determinar la concurrencia deun motivo plausible que justifique la modificación de ese plazo. Luego, la aplicación dedicha disposición no es automática y, contrario a ello, es necesario verificar laconcurrencia de los factores que contribuyeron a que se desconociera el lapso impuestopor el legislador”.

Adicionalmente, el máximo órgano de cierre de la jurisdicción constitucional en sentencia CC T-341-2018 adoctrinó:

"(…) Ahora bien, mediante la acción de tutela contra providencias judiciales solo puedeinvalidarse una decisión de un juez ordinario que implique una interpretación porcompleto irrazonable de la normativa vigente y que, por ende, incurra en alguno de losdefectos antes mencionados. Es por ello que en la sede de acción de tutela debeconsiderarse que el juez ordinario no incurre en defecto orgánico al aceptar que eltérmino previsto en el artículo 121 del Código General del Proceso, para dictar sentenciade primera o de segunda instancia, si bien implica un mandato legal que debe seratendido, en todo caso un incumplimiento meramente objetivo del mismo no puedeimplicar, a priori, la pérdida de la competencia del respectivo funcionario judicialy, por lo tanto la configuración de la causal de nulidad de pleno derecho de lasprovidencias dictadas por fuera del término fijado en dicha norma, no opera de maneraautomática (…)".

De igual modo, en la sentencia de constitucionalidad 443 de 2019, en la que se estudió laexequibilidad del artículo 121 del CGP, se dijo, en relación con la “nulidad de pleno derecho”frente a las actuaciones ejecutadas con posterioridad a la data de expiración del plazo legal, losiguiente:

“A juicio de la Sala, la medida legislativa es incompatible con la Carta Política, ya que,primero, no solo no contribuye eficazmente a la materialización del derecho a unajusticia oportuna, sino que constituye un obstáculo para la consecución de este objetivo,y, segundo, porque la norma comporta una disminución de las garantías asociadas al derecho al debido proceso y al derecho a una justicia material, al compelir a los jueces

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resolver los trámites a su cargo dentro de los plazos legales, incluso si ello implica cercenar los derechos de las partes o afectar el desenvolvimiento natural de los mismos,y al dar lugar al traslado de las controversias a operadores de justicia que carecen delas condiciones y de los elementos de juicio para adoptar una decisión apropiada.

(…)

En este orden de ideas, la Sala concluye que la calificación de pleno derecho de lanulidad de las actuaciones adelantadas por el juez que pierde la competencia por elvencimiento del término para concluir la respectiva instancia, vulnera el derecho laresolución oportuna de las decisiones judicial, el derecho de acceso a la administraciónde justicia, el derecho al debido proceso y la prevalencia del derecho sustancial. Porello, la Corte declarará la inexequibilidad de la expresión “de pleno derecho” contenidaen el inciso 6 del referido precepto legal”.

Descendiendo al caso que concita nuestra atención, se advierte que el Tribunal Administrativodel Valle del Cauca no se ha mostrado inactivo y, por ende, no ha dejado fenecer los términossin impulso alguno, por el contrario, véase en el plenario que, con posterioridad al auto queadmitió el recurso de apelación incoado contra la sentencia de primer grado (3 de marzo de2020), la parte actora ha presentado solicitudes que se han venido resolviendo, lo que seadvierte del mismo auto objeto de controversia, en el cual se resolvió una solicitud de adición ycomplementación de prueba pericial, respecto de lo cual cursa recurso de súplica, entre otrasactuaciones. Por tanto, es claro que todas las frecuentes solicitudes presentadas por la parteactora han incidido en que se postergue el término de duración del litigio.

Sumado a lo anterior, no se está en presencia de una vulneración de los derechosfundamentales alegados por el señor TOMAS ARDUINO FAJARDO HERNANDEZ, toda vezque, el despacho judicial señaló la norma aplicable al caso concreto, y efectivamente el paísaún se encuentra atravesando por una pandemia, y especialmente en el año 2020 la situaciónpor la que atravesaba era más crítica y la rama judicial no se quedó exenta de lasconsecuencias negativas de la misma y se debieron tomar medidas para que la administraciónjudicial pudiera ser efectiva para todos los ciudadanos1, dando prioridad a los procesosindicados por el Magistrado en el auto del 07 de abril del 2021, y en consecuencia, su actuaciónse encuentra enmarcada en la ley y en los principios de proporcionalidad y razonabilidad,cumpliendo de esta manera su función de administrar justicia conforme al artículo 230 de laConstitución Nacional y a la realidad que incluso, atravesaba la humanidad entera conforme lapandemia COVID-19.

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1 Téngase en cuenta que dicha circunstancia se encuentra ajustada a lo expuesto por la Honorable Corte Constitucional en la Sentencia T 441 de 2015: “(…) MORA JUDICIAL JUSTIFICADA-Circunstancias en que se encuentra justificado el incumplimiento de los términos: El incumplimiento de un término procesal se entiende justificado cuando (i) es producto de la complejidad del asunto y dentro del proceso se demuestra la diligencia razonable del operador judicial, (ii) se constata que efectivamente existen problemas estructurales en la administración de justicia que generan un exceso de carga laboral o de congestión judicial, o (iii) se acreditan otras circunstancias imprevisibles o ineludibles que impiden la resolución de la controversia en el plao previsto en la ley. (…)”

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TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL2.

Mediante sentencia T-949/03, Magistrado Ponente: Dr. Eduardo Montealegre, la CorteConstitucional redefinió dogmática del concepto de procedibilidad de la acción de tutela contraprovidencias judiciales y reemplazó el concepto de “vía de hecho” por el de “causales genéricasde procedibilidad”.

Así mismo, señaló: “Todo pronunciamiento de fondo por parte del juez de tutela con ocasión dela actividad judicial es constitucionalmente admisible solo cuando el juez haya determinado demanera previa una de las causales de procedibilidad reconocidas por la jurisprudencia: (i)defecto sustantivo, orgánico y procedimental (ii) defecto fáctico (iii) error inducido (iv) decisiónsin motivación (v) desconocimiento del precedente (vi) violación directa a la Constitución.”

Estas causales de procedibilidad se deben a la doble necesidad de sistematización yracionalización de la actividad jurisprudencial, y de coherencia y fidelidad con los mandatosconstitucionales. Ahora bien, en sentencia T-106-05, Magistrado Ponente: Dr. Rodrigo EscobarGil, la Corte Constitucional manifestó, “frente a acciones u omisiones de los administradores dejusticia desprovistas de todo fundamento normativo y explicables sólo como fruto del capricho yla arbitrariedad del funcionario, cabe la acción de tutela de manera excepcional y restrictiva.”

De conformidad con lo anterior, y una vez realizado un análisis sobre la existencia de alguno delos 6 requisitos de procedibilidad de la tutela contra providencias judiciales, se observa que eldespacho accionado procedió conforme a la ley y la constitución así: (i) aplicó las normasrelativas en la materia (ii) aplicó los preceptos constitucionales sobre el particular (iii) aplicó lajurisprudencia existente en la materia y (iv) las actuaciones del despacho no transgreden,violan o amenazan los derechos fundamentales del accionante.

De otro lado, es evidente que la tutela frente al caso particular no es el mecanismo adecuadopara conseguir la satisfacción del derecho reclamado por el actor, teniendo en cuenta que nopuede constituirse en una tercera instancia para analizar el litigio objeto de debate.

Mediante sentencia C-543 de 1° de octubre de 1992 en la cual se estudió la constitucionalidaddel artículo 40 del Decreto 2591 de 1991, la alta corporación señaló:

“La acción de tutela no es, por tanto, un medio alternativo, ni menos adicional o complementario para alcanzar el fin propuesto . Tampoco puede afirmarse que sea elúltimo recurso al alcance del actor, ya que su naturaleza, según la Constitución, es lade único medio de protección, precisamente incorporado a la Carta con el fin de llenarlos vacíos que pudiera ofrecer el sistema jurídico para otorgar a las personas unaplena protección de sus derechos esenciales.

Se comprende, en consecuencia, que cuando se ha tenido al alcance un medio judicial ordinario y, más aún, cuando ese medio se ha agotado y se ha adelantado un proceso,

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no puede pretenderse adicional al trámite ya surtido una acción de tutela, pues al tenor del artículo 86 de la Constitución, dicho mecanismo es improcedente por la sola existencia de otra posibilidad judicial de protección, aún sin que ella haya culminado en un pronunciamiento definitorio del derecho. Bien puede afirmarse que, tratándosede instrumentos dirigidos a la preservación de los derechos, el medio judicial porexcelencia es el proceso , tal como lo acreditan sus remotos orígenes.”

Vale la pena citar en este punto, un aparte de la sentencia de tutela STL 4389 de 2019, en lacual se dijo lo siguiente:

“En ese orden de ideas, resulta improcedente fundamentar la queja constitucional endiscrepancias de criterio frente a interpretaciones normativas o valoraciones probatoriasrealizadas por los jueces naturales, como si se tratara de una instancia más y pretenderque el juez constitucional sustituya en su propia apreciación, el análisis que al efectohicieron los jueces designados por el legislador para tomar la decisión correspondientedentro de los litigios sometidos a su consideración”.

De modo que, es improcedente la acción de amparo que se presente a partir de discrepanciasfrente a la interpretación y la motivación otorgada por los Jueces, como sucede en el presentecaso de cara a la providencia atacada, máxime que el precedente que se ha fijado en torno aeste artículo (121 CGP), no conlleva inexorablemente a una pérdida automática decompetencia del Juez de conocimiento, pues “para acceder a dicha declaratoria no basta elcumplimiento de dicho plazo, pues también es necesaria la verificación de otros factoresrazonables que permitan identificar, por qué el fallador incumplió el término en mención”(CSJ, STL4389-2019).

De ahí que, en este caso, no se configuren los defectos enrostrados en el escrito de tutela,atinentes a desconocimiento de precedente, orgánico y menos aún procedimental, éste últimoque, como lo ha dicho la Corte, no propende por exigir rigorismos adjetivos excesivos que, porel contrario, sí podrían decantar en la violación del derecho al debido proceso2 . Esto, aunado aque el Juez en la providencia cuestionada explicó las razones objetivas o, dicho de otro modo,los factores razonables que han conllevado a incumplir con el plazo legal.

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2 Corte Constitucional, sentencia T-916 de 2014: “El exceso ritual manifiesto se presenta cuando un funcionario utiliza o concibe los procedimientos como un obstáculo para la eficacia del derecho sustancial y, por esta vía sus actuaciones devienen en una denegación de justicia, causada por la aplicación de disposiciones procesales opuestas a la vigencia de los derechos fundamentales, por la exigencia irreflexiva del cumplimiento de requisitos formales o por un rigorismo procedimental en la apreciación de las pruebas. Se configura en las siguientes circunstancias: (i) cuando al aplicarse un precepto procesal se restringen derechos sustanciales o al utilizar el primero se limitan las mismas oportunidades procesales; (ii) dejar de inaplicar disposiciones procesales que se oponen a la vigencia de derechos constitucionales en un caso concreto; (iii) exigir el cumplimiento de requisitos formales de manera irreflexiva, aunque en algunas ocasiones puedan consistir en cargas imposibles de cumplir para las partes, siempre que esa situación se encuentre probada; o, (iv) incurrir en un rigorismo procedimental en la apreciación de las pruebas”.

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AUTONOMÍA JUDICIAL3.

Respecto a la autonomía e INDEPENDENCIA del juez la Corte Constitucional en Sentencia T-238/11 ha manifestado lo siguiente:

“(…) La gran importancia de la función judicial, e incluso la celosa protección del derechode acceder a ella resultan vacíos e inútiles, si no se garantizan de igual manera laautonomía e independencia de los jueces, reconocidas y relievadas también por variospreceptos constitucionales y por los tratados internacionales sobre la materia. En suma,los operadores judiciales deben ser autónomos e independientes, pues sólo así los casospuestos a su conocimiento podrán ser resueltos de manera imparcial, aplicando a elloslos mandatos abstractamente definidos por el legislador, de tal modo queverdaderamente se cumpla la esencia de la misión constitucional de administrarjusticia.(…)”

Igualmente en Sentencia C-836 de 2001 la Corte Constitucional expresó:

“Esta función creadora del juez en su jurisprudencia se realiza mediante la construcción yponderación de principios de derecho, que dan sentido a las instituciones jurídicas apartir de su labor de interpretación e integración del ordenamiento positivo. Ello suponeun grado de abstracción o de concreción respecto de normas particulares, para darleintegridad al conjunto del ordenamiento jurídico y atribuirle al texto de la ley unsignificado concreto, coherente y útil, permitiendo encausar este ordenamiento hacia larealización de los fines constitucionales. Por tal motivo, la labor del juez no puedareducirse a una simple atribución mecánica de los postulados generales, impersonales yabstractos consagrados en la ley a casos concretos, pues se estarían desconociendo lacomplejidad y la singularidad de la realidad social, la cual no puede ser abarcada porcompleto dentro del ordenamiento positivo. De ahí se derivan la importancia del papel deljuez como un agente racionalizador e integrador del derecho dentro de un Estado y elsentido de la expresión probable que la norma acuña a la doctrina jurisprudencial a partirde la expedición de la Ley 169 de 1896. La palabra probable, que hace alusión a undeterminado nivel de certeza empírica respecto de la doctrina, no implica una anulacióndel sentido normativo de la jurisprudencia de la Corte Suprema.

(…)” La fuerza normativa de la doctrina dictada por la Corte Suprema proviene (1) de laautoridad otorgada constitucionalmente al órgano encargado de establecerla y de sufunción como órgano encargado de unificar la jurisprudencia ordinaria; (2) de laobligación de los jueces de materializar la igualdad frente a la ley y de igualdad de tratopor parte de las autoridades; (3) del principio de la buena fe, entendida como confianzalegítima en la conducta de las autoridades del Estado; (4) del carácter decantado de lainterpretación del ordenamiento jurídico que dicha autoridad ha construido,confrontándola continuamente con la realidad social que pretende regular.(…)

Ello significa que los jueces pueden apartarse de la jurisprudencia de los órganosjurisdiccionales de cierre, como expresión de la autonomía judicial constitucional. Sin embargo,

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para que ello sea válido es necesario el previo cumplimiento del estricto deber de identificacióndel precedente en la decisión y de la carga argumentativa suficiente, “ya que la jurisprudenciade las corporaciones judiciales de cierre no puede ser sencillamente ignorada frente asituaciones similares a las falladas en ella” (SU354-2017).

Puntualmente, se requiere la observancia de dos requisitos:

“El primero, refiere al requisito de transparencia, es decir, del cual se colige que "lascargas que se imponen para apartarse de un procedente dependen de la autoridad quela profirió". En efecto, el juez "en su providencia hace una referencia expresa alprecedente conforme al cual sus superiores funcionales o su propio despacho hanresuelto casos análogos, pues 'sólo puede admitirse una revisión de un precedente si sees consciente de su existencia'. El segundo, es decir, el requisito de suficiencia, tiene quever con que el juez debe exponer razones suficientes y válidas, "a la luz delordenamiento jurídico y los supuestos fácticos del caso nuevo que justifiquen el cambiojurisprudencial", es decir, que no basta con ofrecer argumentos contrarios a la posiciónde la cual se aparta, sino que debe demostrarse que el anterior precedente ha perdidovigencia para resolver asuntos futuros, bien sea por el cambio normativo o por la simpletransformación social (...).” 3

Por tanto, una vez identificada la jurisprudencia aplicable al caso, la autoridad judicial solopuede distanciarse de la misma mediante un proceso expreso de contra-argumentación queexplique las razones del disenso, bien por:

a. Ausencia de identidad fáctica, que impide aplicar el precedente al caso concreto,b. Cambios normativos,c. Transformaciones sociales que obligan a dar una nueva mirada a determinada cuestión, od. Divergencias hermenéuticas fundadas en la prevalencia de mejores y más sólidosargumentos que permiten un desarrollo más amplio de los derechos, libertades y garantíasconstitucionales.

Así las cosas, la posibilidad de separarse del precedente emanado de las corporacionesjudiciales de cierre de las respectivas jurisdicciones supone, en primer término, un deber dereconocimiento del mismo y, adicionalmente, de explicitación de las razones de sudesconsideración en el caso que se juzga (C-621-2015).

Por todo lo antes expuesto, es claro que el proveído enjuiciado, contrario a lo señalado por laparte accionante, no vulnera derecho fundamental alguno, menos aún el derecho al debidoproceso, habida cuenta que, respeta el principio de legalidad, las garantías del derecho dedefensa y contradicción de las partes y se aviene la jurisprudencia imperante.

Conforme a lo anterior, no se ha materializo ningún vicio, defecto o vulneración de derechosfundamentales, por lo cual, la Administradora Colombiana de pensiones – Colpensiones lesolicita de manera respetuosa a su despacho la siguiente:

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3 Sentencia SU113/18, M.P Luis Guillermo Guerrero Pérez Bogotá. D.C.

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No. de Radicado, Oficio BZ2021_5080894-1057420

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PETICIÓN

Desestimar los argumentos presentados por la parte accionante y en consecuencia,-declarar la IMPROCEDENCIA de la acción de tutela interpuesta.

Se nos notifique en debida forma la decisión adoptada por su despacho.-

Recibo notificaciones en cualquiera de nuestras oficinas del nivel regional o en el siguientecorreo electrónico: [email protected].

Finalmente, en cuanto a las dependencias encargadas de cumplir el fallo de tutela y lasfacultades legales del suscrito puede El Acuerdo 131 del 26 de abril de 2018 podrá serconsultado en el link:

https://www.colpensiones.gov.co/Publicaciones/nuestra_entidad_colpensiones/Normativas/normativa_interna_colpensiones/normativa_interna_colpensiones_acuerdos, en caso de que elJuez lo estime conveniente.

Cordialmente,

MALKY KATRINA FERRO AHCARDirectora (A) de Acciones ConstitucionalesAdministradora Colombiana de Pensiones, Colpensiones

Proyectó: Luis Carlos Pereira JiménezRevisó: Laura Alexandra Ballestas Gómez