topo gigo

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Page 1: topo gigo

2B E X P R E S O Viernes 28 de Septiembre de 2007

HERMOSILLO

Ventilan públicamente el juicio para resolver quién mató a Juan Carlos Carmona “el Topo Gigio”Por Antonio García [email protected] La audiencia tuvo que guardar silencio y po-nerse de pie cuando entraron los tres integrantes del tribunal que escucharían las versiones del Ministerio Público, del acusado y de la parte defensora, para co-nocer saber quién mató al “Topo Gigio” con una arma de fuego calibre 38, el pasado viernes 12 de enero del presente año.

En la escenif icación del primer juicio oral en Sonora, realizado en el teatro Emiliana de Zubeldía, con la intención de mostrar este procedimiento penal a los ciudadanos, el presi-dente del tribunal verifi có que estuvieran presentes los testi-gos de ambas partes protestaran decir la verdad a las preguntas que ahí se les hicieren.

Retirados los testigos y se-parados en diferentes lugares, para evitar que tuvieran comu-nicación entre ellos, el juez leyó la acusación por el agente del Ministerio Público contra José Maldonado Rivas alias “el Bar-bas”, apuntando los siguientes hechos:

“Que siendo aproximada-mente las 5 de la mañana del día 12 de enero del año 2007, cuando José Maldonado Rivas alias “el Barbas”, se encontra-ba enfrente de su domicilio, le disparó a Juan Carlos Carmona alias “el Topo Gigio”, de 18 años de edad, con un arma calibre 38, provocándole una lesión en el abdomen que le causó una hemorragia intensa y seguido a esto un shock hipobolémico que hizo terminar la vida de esta persona”.

“Hechos que el agente del Ministerio Público, clasifica jurídicamente como un homi-cidio, clasificado previsto y sancionado por los artículos 252, 253 y 254 del Código Penal vigente en el Estado de Sonora; doloso como lo prevé el artículo 6 del ordenamiento ya citado, solicitando se condene al impu-tado a una pena de prisión máxi-ma de 50 años y a la reparación del daño”.

AlegatosLuego de esto, el tribunal cedió al fi scal la palabra para que ini-ciara con el alegato de apertura. El ministerio público se levantó y dijo: “nos encontramos ante un caso de verdadera amenaza cumplida”. Acusó a “el Barbas” de ser un vendedor de droga, adicto y vengativo. Explicó que la evidencia y los testigos pro-barían que apenas una semana antes del 12 de enero, el acusado amenazó de muerte a la víctima gritándole: “la próxima vez que te vea, te voy a matar, cabrón”.

Esa mañana, asegura el fi scal, “el Topo Gigio”, acompañado de otras personas se dirigió a la ca-sa del “Barbas” para comprarle droga, hecho que sería referido por la testigo presencial Perla Bilbao Carrazco. Ella dijo que Maldonado Rivas salió de su ca-sa armado, insultó a Carmona

y al hacer un disparo al aire, le amenazó gritando, “te lo dije, cabrón, que te iba a matar”.

Y el fi scal siguió enumeran-do cómo probarían que “el Bar-bas” era el culpable.

Primero presentaría a Patri-cio Martínez, vecino del lugar y dueño de un abarrotes, para que confirmara de la amenaza de muerte que lanzó “el Barbas” al “Topo Gigio” por haberlo herido con una navaja en el hombro.

Argumentó también que el policía Rafael Mendoza, quien acudió al lugar explicaría, que la víctima le dijo antes de morir, que el agresor fue “el Barbas”, lo que permitiría al ofi cial de-tenerlo cuando trataba escapar por la puerta trasera de su casa, encontrándole el arma del cri-men y en el domicilio una caja de cartuchos.

La perito de balística y dac-tiloscopía, acudiría también a reconocer que el proyectil con el que “el Topo Gigio” fue ase-sinado, coincidía con el arma encontrada en el abrigo del “Barbas”; además de una huella que coincidía con la del pulgar derecho del acusado.

Antes de llamar a los testi-gos, la parte defensora dio tam-bién señales de cómo basaría su alegato y una de las abogadas explicó que en realidad, sí era un caso de amenazas cumpli-das, porque “el Barbas” dejó de drogarse y se rehabilitó. Pero ante todo, dejó claro que el pun-to medular del juicio no era có-mo murió “el Topo Gigio”, sino quién realizó el disparo que lo privó de la vida.

Oportunidad de hablarEl juez le explicó al acusado que podía defenderse en ese momento o más antes de que terminara el juicio, y en caso de no hacerlo, su silencio no im-plicaría indicio de culpabilidad alguna.

Ante esto, “el Barbas” con-sultó rápidamente a sus abo-gadas y decidió abstenerse de defenderse, al menos en ese momento. El juez explicó que primero serían presentadas las pruebas por parte del ministe-rio público y posteriormente de

la parte defensora.El fiscal llamó a su primer

testigo, Patricio Martínez Ro-jas, quien relató que los vio dis-cutir. “el Topo Gigio” le dio un puñetazo en la ceja a “el Barbas” y después le clavó una navaja en el hombro izquierdo. Cuando el “Topo Gigio” vio que Patricio se acercaba corrió y “el Barbas” le gritaba: “la próxima vez que te vea, te voy a matar, cabrón”.

El testigo señaló al “Barbas”, como el que estaba sentado en medio de sus defensoras, tam-bién afi rmó que “el Barbas” ayu-daba en un programa de rehabi-litación para jóvenes adictos y hacía trabajo comunitario.

Luego vino la siguiente testi-go: Perla Bilbao Carrazco, quien entró con un caminar suelto y con pantalones holgados, blu-sa negra y labios pintados del mismo color, Perla, dijo que la noche en que murió “el Topo Gigio”, habían “pisteado” en el parque Madero con sus “cama-radas ‘el Sapo’, ‘el Topo Gigio’, ‘el Conejo’ y otros batos”. Los modismos utilizados por Perla provocaron risas en la audien-cia, pero el juez recordó que es-taban en un tribunal y en caso de seguir con esa actitud, serían retirados del lugar.

La mujer continuó con su narración y dijo que como “el Sapo” decidió retirarse, “el Topo Gigio” sacó un “churrito de mota” y se lo fumaron en-tre ellos, pero argumentó que como era muy poca la marigua-na, el ahora occiso propuso que fueran a casa del “Barbas” para conseguir más.

Eran como las 5 de la mañana cuando fueron a “comprar mota”, cuando llegaron ella comenzó a sentirse mal y un poco mareada, por lo que decidió sentarse en la banqueta, frente a la casa de “el Barbas”, de la que sus compañe-ros rompieron un cristal por estar lanzándole piedras.

Entonces escuchó un disparo y vio a “el Barbas” con una pis-tola en mano, gritándole a “el Topo Gigio”. En ese momento comenzó a vomitar y los gritos siguieron y los insultos siguie-ron, pero claramente escuchó que “el Barbas” gritó: “te dije que

te iba a matar, cabrón”. Cuando escuchó esa frase, volteó y vio que “el Barbas” disparaba a que-marropa a su amigo, después el agresor se guardó el arma en su abrigo y se metió a su casa.

Perla aseguró que pronto llegaron dos patrullas, se baja-ron dos policías y agonizando, la víctima dijo que “el Barbas” era el agresor y ella les dijo lo mismo. Entonces uno de ellos fue por él y cuando trataba de escapar por la puerta de atrás de su casa, lo detuvo.

Vino también el ofi cial Ra-fael Mendoza para testifi car y dijo tener 10 años de experien-cia como policía municipal, asignado al control a pandillas. Aseguró llegar solo al domicilio del incidente y vio a cuatro per-sonas en el lugar. Dos de ellas salieron corriendo y al ver al herido, le brindó auxilio.

Lo acusa “el Topo Gigio”Moribundo, “el Topo Gigio” le dijo que “el Barbas” era el cul-pable.

Mendoza reconoció el arma que le mostró el fi scal. Otro re-sultado de la investigación que también coincidió fue el pro-yectil y el arma de fuego que le encontraron al agresor.

La defensa llamó a Georgina Díaz, bailarina. Ella también es-tuvo en el lugar de los hechos, como iba llegando a su casa, vio que alegaban, pero al escuchar un disparo, prefi rió meterse, es-cuchó otro disparo y como co-rrieron y le habló a la Policía.

Terminando todos los testi-gos. “el Barbas” decidió hablar.

Cuando escuchó que rom-pieron la ventana del cuarto en que dormía su hijo se enfureció y escondió a su familia en el ba-ño. Saldría a enfrentar a quie-nes tiraban piedras a su casa y le gritaban desde fuera. Entró a la cocina y fue por una navaja.

Tras alegar un poco con ellos escuchó un disparo, hecho por alguna de las personas, al sen-tirse amenazado se lanzó con-tra ella, y comenzaron a force-jear. Fue entonces cuando salió el segundo disparo y vio tirado al “Topo Gigio”, por la voz del herido. Fue un error, aseguró.

Él ya no vendía droga porque supo del daño que le estaba ha-ciendo a su familia y a sus veci-nos de la cuadra.

Recuerda que quiso escapar, ante el miedo de ser inculpad y asegura que fue cuando lo detuvo el policía y sin oponer resistencia fue esposado.

Recordó también lo que había ocurrido una semana antes por-que “el Topo Gigio” lo agredió por el reclamo que le hizo por molestar a su esposa. Al clavarle la navaja en el hombre y ante el coraje que sentía, “el Barbas” le gritó: “la próxima vez que te vea, te voy a matar, cabrón”.

Al terminar su defensa, inició la clausura del juicio. El ministerio público reiteró que se le diera la pena de 50 años al inculpado, pero llegó la parte de más suspenso en el juicio oral, cuando la defensoría alegó que hubo fallas en la investigación.

“El señor José Maldonado Ri-vas, actuó como cualquier per-sona lo hubiera hecho”, dijo la defensa al referirse al momen-to en que “el Barbas” salió para defender a su familia, porque no sabía qué intenciones tenían para contra ellos.

“Es por esa condición de pro-tección humana que el propio derecho faculta a los individuos para repeler las agresiones que sufran, y jamás en ningún mo-mento los obliga a huir de él. Por lo tanto, el argumento que pone el ministerio público es comple-tamente inválido para querer responsabilizar a mi defendido”, expresó la parte defensora.

Luego pasó a las pruebas. Mencionó que cuando “el Bar-bas” amenazó de muerte a su enemigo, éste no lo escuchó porque salió corriendo cuando lo agredió y le clavó la navaja.

Agregó que esas palabras no podrían ser consideradas como amenaza porque en cualquiera que las escuchara, produciría miedo; algo que “el Topo Gigio”, no sentía porque entonces es iló-gico que él mismo haya decidido ir al domicilio de “el Barbas”, para comprarle mariguana.

Recordó también que la de-claración de Perla Bilbao se en-contraba en estado de ebriedad y bajo los efectos de la droga, por lo que es inverosímil que sólo haya escuchado la frase en la que le recordó que lo iba a matar.

Y terminó diciendo que el ministerio público no logró aclarar el principio de duda ra-zonable y recalcó fallas en la investigación previa.

Quedaba todo para que el tri-bunal diera el veredicto.

Entonces el juez tomó el mi-crófono y dijo: “a ustedes au-diencia, aclaramos que este tri-bunal no emitirá una sentencia en este momento. La fi nalidad de esta representación, más que para entrar a cuestiones argu-mentativas y disputas penales, es para el entendimiento y el conocimiento de lo que puede llegar a ser un nuevo procedi-miento penal.

“Nuestra labor sólo expone aquí los motivos y razones y será la de ustedes la de encon-trar culpables o inocente y la de validar pruebnas, testigos y peritajes. Por lo que respecta a nosotros, nuestra labor aquí ya ha terminado, pero ustedes deberán emitir un fallo.

ESCENIFICAN JUICIO ORAL ALUMNOS DE DERECHO

ESPERA SENTENCIA “EL BARBAS”

LOS ACTORESEstudiantes de las escuelas de De-recho de la Universidad de Sonora y de la Universidad del Valle de México, fueron quienes escenifi ca-ron el juicio oral. Los actores fueron elegidos por especialistas, que se encargaron de instruirlos sobre el procedimiento que deben seguir estos juicios.

PARTICIPARON:Daniel German Villagrán (UVM)María Antonieta Castellanos

(Profesora Unison)Sergio Sugich Encinas (Asesor

Jurídico PAN)Mauro Arturo Rivera León

(Unison)Anahís Millán Peralta (UVM)Atenas Alejandra Silva Arias

(Unison)Marco Antonio Herrera Morales

(Unison)Ramón Alejandro Acosta Cortez

(UVM)Jorge Arturo Blasco Rangel

(Unison)José Luis Manuel Galán (UVM)Lucía Guadalupe Durazo

Rodríguez (Unison)Marlen María Moraga Arvayo

(Unison)Karla María Preciado Sayas

(Unison)Israel Márquez Bustamante

(Unison)

¿JUICIOS ORALES? Los juicios orales han sido promo-vidos en la República, para agilizar los procesos penales y son ya varios estados los que cuentan con la le-gislación necesaria. El juicio esceni-fi cado ayer en Hermosillo tiene gran similitud con las reformas hechas a las leyes penales del estado de Chihuahua. Los conocedores asegu-ran que este tipo de procedimiento permitirá tener un sistema judicial con mayor transparencia y en el que la ciudadanía tenga más confi anza.

EL PROCESO DEL JUICIOA pesar que a nivel federal se pro-mueven reformas para establecer los juicios orales, deben ser las le-gislaturas locales las que analicen la viabilidad de tenerlos en la entidad, para poder tener una iniciativa que permitiría cambiar el Código Penal y el Código de Procedimientos Penales. Existiendo la propuesta, el Congreso deberá analizar y votarla para que sea aprobada.

EN SONORA…Rebeca Fernández, una de las abogadas que promueve los juicios orales, aseguró la escenifi cación de ayer fue apenas el inicio para que la ciudadanía y los mismos defensores conozcan las ventajas de este pro-cedimiento penal. Después vendrán las propuestas para una nueva legislación y la posible aprobación por el Congreso Local.

El ministerio público Ramón Alejandro Acosta y el secretario de la sala Daniel German Villagrán.

Como jueces, Sergio Sugich Encinas, Mauro Arturo Rivera León y María Antonieta Castellanos.Las defensoras, Anahís Millán Peralta, Atenas Alejandra Silva Arias y el imputado Marco Antonio Herrera Morales.

IntercambioCuando Dios creó a Adán, éste le pidió una

compañera perfecta; alguien inteligente, agradable, sexy, divertida, que sepa cocinar,

lavar ropa...- Claro que te la puedo hacer... pero eso te

costará un brazo y una pierna.Hmm... y ¿qué me podrías dar por una

costilla ?

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