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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
COMUNICACIÓN SOCIAL Y PERIODISMO
TALLER: LECTORES Y LECTURAS
DOCENTE: GLORIA DEL HIERRO SANTACRUZ
ACTIVIDAD INVESTIGATIVA: LA LECTURA ES PASIÓN
PRESENTADO POR:
MARTHA SOFÍA SANDOVAL MONROY
DANIEL FELIPE SUÁREZ ÁLVAREZ
MARÍA CAMILA TORRES PADILLA
SANTAFÉ DE BOGOTÁ, 13 DE FEBRERO DE 2015
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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….3
1. PROBLEMA……………………………………………………………………………..5
1.1 TÍTULO………………………………………………………………………………...5
1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………………………………………...5
1.3 OBJETIVOS…………………………………………………………………………...5
2. MARCO DE REFERENCIA……………………………………………………………7
2.1 HÁBITOS………………………………………………………………………………7
2.2 FAMILIA Y HÁBITO LECTOR……………………………………………………...12
2.3 ESCUELA Y HÁBITO LECTOR……………………………………………………13
3. METODOLOGÍA………………………………………………………………………15
4. RESULTADOS………………………………………………………………………..16
4.1 ANÁLISIS ENCUESTA……………………………………………………………..16
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………..23
ANEXOS
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INTRODUCCIÓN
En el transcurso de nuestras vidas, y gracias a nuestras distintas experiencias
personales, nos encontramos en un constante desarrollo y afianzamiento de
nuestras competencias, es decir, todas aquellas aptitudes que nos permiten
conocer, hacer y ser, para desenvolvernos en distintos aspectos de la vida diaria.
Algunas competencias son desarrolladas con mayor énfasis y destreza que otras,
y esto varía en cada persona. Aunque nunca cesamos de mejorar, o incluso, de
desmejorar en cuanto a dichas competencias, la infancia es una etapa primordial
para el desarrollo de éstas, principalmente de las competencias cognitivas,
emocionales, y comunicativas. Y es respecto a éstas últimas sobre las cuales se
centra nuestra reflexión e investigación.
Desde un primer momento, los padres, o las personas encargadas de ver por los
infantes, se presentan como los principales actores influyentes y determinantes de
las competencias comunicativas.
Sin embargo, vamos atravesando por diferentes etapas, nos vamos enfrentando a
nuevos desafíos, y sobre todo, van apareciendo nuevos actores en nuestras
vidas. Vamos reconociendo a otros familiares no tan cercanos, como los abuelos,
los tíos y los primos, e incluso pueden aparecer figuras tales como la de las nanas
y niñeras, personas que no forman parte de nuestra familia, pero que son
aceptadas por nosotros como tal. Pero no se limita a nuestra familia, pues más
adelante nos encontraremos con los primeros maestros, amigos y compañeros, y
estos vínculos irán variando y estrechando con el paso de los años.
Es en estos escenarios en donde comenzamos a moldear nuestros hábitos de
lecturas, ya sea motivantes o ya sean desmotivantes. Y es en este trasegar de
formación y deformación, de interés y desinterés, de emoción y apatía, donde
inciden bien sea de manera positiva o negativa dichas personas, actores que
finalmente contribuyen a moldear nuestros hábitos de lectura.
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La lectura forma parte esencial de estas competencias. Leer es comunicarse con
otro (el autor) y soñar, imaginar, entretener, aprender, conocer. La sola
capacitación para leer (habilidad para decodificar), no crea lectores.
La lectura comienza antes del aprendizaje formal. Los niños desde pequeños leen
imágenes, láminas, carteles, propagandas. Además extraen significaciones de
ellas y le sirven para hablar e inventar historias. Esta etapa en el desarrollo de los
niños es fundamental. Todo lo que adquieran a través de los miembros de sus
respectivas familias será beneficioso en el momento de aprendizaje de la lectura.
La lectura, según Smith F., se inicia con una entrada gráfica, los ojos recogen las
marcas impresas y las envían al cerebro para que éste lo procese. Ese
procesamiento sólo es posible por los conocimientos y experiencias contenidos en
la memoria del lector. Gracias a ello el cerebro puede tomar decisiones respecto
de la información visual y construir un significado para el texto en cuestión. El
aprovechamiento dependerá de las vivencias y estímulos que posea el lector.
Con la presente investigación se pretende identificar cuáles actores han dejado su
huella en nuestros procesos de formación de hábitos de lectura. Para ello, nos
hemos valido de herramientas tales como la encuesta para el análisis de los datos
obtenidos y el establecimiento de conjeturas que nos permita comprender la
compleja parafernalia de los procesos comunicativos en las personas.
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1. PROBLEMA
1.1 TÍTULO
INVESTIGACIÓN: ACTORES QUE CONTRIBUYEN O LIMITAN LA FORMACIÓN
DE HÁBITOS DE LECTURA EN LAS PERSONAS
1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBELMA
”Es necesario formarse en un hábito de lectura, porque trae muchos beneficios”
así es como se plantea en diversos medios de comunicación que tratan acerca de
este tema (libros, revistas, televisión, radio, artículos especializados, etc.).
Algunos de los beneficios que trae la acción de leer son el obtener conocimientos
de todo tipo, desde los más básicos hasta los cocimientos de tipo universal; trae la
oportunidad de poder disfrutar todo aquello que quizá jamás pudiéramos pensar o
hasta imaginar.
Muchos son los actores que van influyendo en cada una de las etapas de la vida.
Sin duda alguna se pasa gran parte de la vida en las instituciones educativas.
Algunas personas recordarán cómo sus maestros lograron inculcar en ellas
buenos hábitos de lectura, otros identificarán sus metodologías como poco
acertadas, generando en ellos más bien desidia y apatía por la lectura. Incluso se
puede llegar a pensar que quienes se encuentran en estos espacios son los
principales actores influyentes.
Es por esto que con esta investigación pretendemos establecer conjeturas sobre
quiénes son esos actores que han incidido, positiva o negativamente, en los
hábitos de lectura de las personas.
1.3 OBJETIVOS
Objetivo General: Identificar los actores influyentes en la formación de hábitos de
lecturas en las personas, y cómo dichos actores configuran los hábitos de lectura.
Objetivos Específicos:
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Llevar a cabo un trabajo investigativo sobre el tema propuesto, sustentado
en datos bibliográficos, siguiendo las pautas indicadas y haciendo uso de
herramientas tales como la encuesta para la obtención de datos
cuantitativos y cualitativos, y de los recursos tecnológicos para la
elaboración y estructuración de la investigación.
Estudiar a las personas como actores incidentes y configuradores de a
lectura como parte de la compleja parafernalia de los procesos
comunicativos.
Establecer conjeturas e hipótesis a partir de los datos obtenidos por medio
de las encuestas como resultados del trabajo investigativo, y cotejarlas con
la información de referencia y premisas establecidas respecto al tema.
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2. MARCO REFERENCIAL
Cabe preguntarse: ¿Qué son los hábitos?, ¿Qué es la lectura?, ¿Cómo se forman
los hábitos lectores?, y así pueden surgir una serie de interrogantes a partir de
este fenómeno. A continuación se pretende satisfacer la mayor cantidad de dudas
al respecto, entregando respuestas a estas interrogantes.
2.1 HÁBITOS
Los hábitos son acciones del individuo que se repiten consciente e
inconscientemente hasta persistir por sí mismas y convertirse en acciones
automáticas. A medida que el individuo se va desarrollando, se conforma
progresivamente el predominio de los hábitos.
El hábito es un mecanismo esencial en la vida del ser humano, permite funcionar
rápida, suave y cómodamente, aunque éstos pueden ser perjudiciales o
beneficiosos.
"Psicológicamente el hábito significa que las funciones mentales, una vez
establecidas se hacen más fáciles con la repetición y progresivamente dejan de
acompañarse de la sensación de esfuerzo.
Formación de hábitos
Los hábitos de conducta se alcanzan a través de aprendizajes concretos y
congruentes. El proceso de formación de los hábitos pasa necesariamente por tres
fases:
1. Provocar la conducta que sea manifestación del hábito pretendido.
2. Fijarla para que aumente su contingencia ante las situaciones de
estímulo.
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3. Acrecentar su estabilidad y hacerla participe de la estructura personal
del sujeto. Durante estas tres fases se hará uso de las siguientes
técnicas:
a) Repetición, entendida como la práctica de la respuesta.
b) La variación de los contextos o situaciones que permitan la futura
generalización de las conductas apropiadas.
c) La motivación, el sujeto se ha de encontrar motivado para que el
proceso de formación de hábitos tenga resultados positivos.
d) La utilización de modelos para que el sujeto imite las conductas
objetivo.
La lectura
Leer es una actividad cognitiva compleja, que exige coordinar una serie de
procesos de diversa índole, mediante la cual el lector puede atribuir significado a
un texto escrito. Para comprender mejor estos procesos es necesario agruparlos
de la siguiente manera:
a) Procesos de reconocimiento o de identificación de la palabra escrita.
b) Procesos que tienen que ver con la comprensión del texto.
La lectura es un proceso que incluye a la vez la transformación de los signos
gráficos en significados, así como también el poder llegar a la integración del
texto. Lectura en su integridad es el producto de la decodificación y la
comprensión, es decir, implica el dominio de las habilidades de reconocimiento de
palabras y de las estrategias de comprensión.
Los procesos integrales de la lectura son dinámicos y progresivos, de tal manera
que difieren en los niños que empiezan a leer, en los que están perfeccionando la
comprensión de textos y en quienes ya son expertos.
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La esencia de la lectura, es la construcción del sentido, y ésta sólo es posible con
el encuentro personal e íntimo del lector con el texto, cuyo encuentro se
caracteriza por la interacción entre el mundo afectivo y cognitivo del lector y el
mundo del autor, quien propone los elementos para una comprensión potencial.
Como resultado de esta interacción, el lector, que asume un rol activo, descubre y
elabora respuestas, formula nuevas preguntas, acepta o simplemente ignora; vale
decir, construye el sentido de los mensajes, el sentido valido para sí.
Gran parte de los aprendizajes que se plantean en la escuela cuentan con los
textos escritos como vehículo, por lo tanto los alumnos deben pasar de aprender a
leer, a leer para aprender, lo que obliga a reflexionar seriamente sobre el valor que
se le asigna a la lectura en la escuela.
La lectura no es sólo un objeto de conocimiento en sí misma, sino un utilísimo
medio para la realización autónoma de aprendizajes. Lo coherente es que se
reclame para ella un tratamiento serio y específico al enfoque o perspectiva desde
el que se organizan, planifican e implementan las situaciones de enseñanza-
aprendizaje.
Dicho tratamiento no puede circunscribirse a un ciclo de la enseñanza obligatoria,
sino que es conveniente ubicar adecuadamente los objetivos relativos a la lectura
en los diversos tramos de la escolaridad, de modo que en cada uno de ellos pueda
ser trabajada de acuerdo a las posibilidades de los alumnos con el fin de
convertirlos en lectores eficientes y de proporcionarles un medio de goce y disfrute
cuya utilidad trasciende los límites de la escolarización.
Ya se han dado a conocer los conceptos de Hábito y Lectura, sin embargo al unir
estas dos palabras, se conforma el "Hábito Lector", el cual es punto de referencia
de este estudio, en las próximas líneas se explica con precisión, a qué se refiere
"Hábito Lector"
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Hábito lector
Es posible definir el Hábito por la Lectura como un acto normal y frecuente en la
vida de las personas. Esto implica que los individuos acudan regularmente y por
su propia voluntad a los materiales de lectura y que esta situación se utilice como
medio eficaz para satisfacer sus demandas cognitivas y de entretenimientos, es
decir, en términos generales, es la frecuencia con que se lee, y el contenido de la
lectura, por ejemplo una persona puede tener el hábito de leer el diario todas las
mañanas, pero, nunca ha leído una novela, estas son preferencias lectoras.
Sin embargo para considerar a una persona como "Lector Habitual" es necesario
considerar tres factores esenciales que van unidos entre sí:
1. El saber leer: Que implica el dominio de los códigos escritos y la
decodificación de estos.
2. El querer leer: Sentir el deseo innato de leer diversos tipos de textos,
creyendo que en éstos se encuentra la respuesta a lo que se busca.
3. Poder leer: lo cual implica disponibilidad de condiciones físicas, temporales
y materiales para su realización. En definitiva, la lectura, como hábito es un
proceso que se caracteriza por un aprendizaje concreto, que va desde la
adquisición del mecanismo lector, hasta el disfrute de dicha actividad.
Importancia de fomentar el hábito lector
La inteligencia humana es una inteligencia lingüística. Sólo gracias al lenguaje es
posible desarrollarla, comprender el mundo, inventar grandes cosas, convivir,
aclarar sentimientos, resolver problemas, hacer planes. Una inteligencia llena de
imágenes y vacía de palabras es una inteligencia mínima, tosca, casi inútil. En ese
sentido, es imprescindible animar y promocionar la lectura, para proveer a los
niños de herramientas básicas que ayuden a comprender su realidad y
contrastarla con otras, desarrollando adecuadamente su personalidad y
enriqueciendo su lenguaje.
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Mantener una lectura constante permite satisfacer gran variedad de inquietudes,
necesidades y curiosidades manifestadas en las distintas etapas de desarrollo del
niño, tales como:
Seguridad física y emocional: las historias sobre familias y amigos, así
como el contacto al momento de escuchar o narrar lo leído, ayudan a que el
niño se sienta seguro.
Autoconfianza: los niños necesitan sentirse apreciados por lo que son
capaces de hacer, las historias donde se muestren a niños y sus logros
refuerzan su autoestima.
Pertenencia a un grupo: las historias sobre familias y escuelas ayudan a
que los niños se identifiquen con su grupo familiar y escolar.
Satisfacción de intereses e inquietudes: La curiosidad de los niños no tiene
límites, y es necesario estar satisfaciéndola continuamente.
Necesidad desarrollar su inteligencia: los niños necesitan adquirir nuevos
conceptos, desarrollar procesos de pensamiento (observar, comparar,
clasificar, asociar, organizar, aplicar, etc.)
Cuándo inculcar el hábito lector
Para conseguir convertir a los niños en lectores adultos competentes y capaces de
disfrutar con la lectura, el acercamiento del niño a los libros debe hacerse sin que
sea demasiado tarde. El encuentro con los libros debe producirse en su momento;
hay una edad para los cuentos populares, otra para las historias realistas y una
para las historias de aventuras y de romance, por ello, es fundamental una
selección de lecturas adecuadas a cada edad y a los gustos de cada niño sin que
la orientación de los padres conlleve nunca a una obligación. Ahora bien, ¿cuál es
el momento indicado para comenzar a inculcar el hábito Lector?
Fomentar el interés por la lectura es un tema de gran relevancia y que preocupa
bastante en las escuelas, sin embargo, el primer vehículo hacia la lectura, sin
lugar a dudas, es la familia. El niño comienza a participar de la actividad cultural
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que ve en casa, si ve a sus padres leyendo o escribiendo, los hijos crecen dentro
de ese ambiente. Pero hay un momento clave, aquel en que el niño, comienza a
darse cuenta que un simple papel, puede decir algo, es decir, cuando le produce
significado al libro, aunque a temprana edad, es casi imposible que llegue a
entender eso, por lo que es fundamental que un adulto lea delante de él, para que
entienda, para qué, sirven dichos papeles. En algunos niños esto se da alrededor
de los dos o tres años, dependiendo del estímulo y el ambiente en que se
desarrollen.
2.2 FAMILIA Y HÁBITO LECTOR
El niño es un captador de ideas, experiencias y saberes; por medio de la lectura
aprende también a interpretar el mundo, por tanto el poseer buenos hábitos de
lectura, ayudará a formar personas con un alto nivel de vocabulario y capacidad
crítica, esto les ayudará en su proceso educativo. Además, el motivar a un niño a
leer es conllevarlo a interesarse por sí mismo hacia los libros, para poner a volar
su imaginación creando cosas nuevas, innovando y resolviendo problemas de su
realidad.
El hábito lector es una gran herencia que la familia debe transmitir a los hijos. Los
padres han de ser conscientes de la importancia de formar "buenos lectores" y
esforzarse en conseguirlo, creando un ambiente propicio para convertir esta
actividad en algo habitual, libre, deseado y placentero, sin embargo, leer es un
ejercicio intelectual riguroso, que exige un gran esfuerzo especialmente a algunos
niños. Hay niños que llegarán a ser magníficos lectores por sí mismos, por sus
cualidades, su entorno, sus intereses, pero otros, necesitan ser sistemáticamente
orientados y estimulados. No es sólo un asunto relacionado con la capacidad
intelectual. La capacidad lectora se desarrolla con los hábitos relacionados con la
afectividad, la sensibilidad estética y a la interiorización.
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Los padres son quienes deben proporcionar este acercamiento "afectivo e
intelectual" de sus hijos a los libros. Este acercamiento se hará sin alejar al niño o
niña de otros medios de diversión y aprendizajes que le divierten.
El amor por los libros ha de tener un sitio en su vida, pero no debe ser exclusivo ni
excluyente de otros. No es bueno quitar, o dar fin, a una ocupación que resulta
placentera para ponerles a leer. Si se hace así, identificarán la lectura como algo
negativo dentro de sus vidas.
Al estar ya constituido el hábito por la Lectura, el niño tiene la capacidad de elegir
qué desea leer, sin embargo el rol de la familia es actuar como mediador, para que
esta lectura sea favorable y sea adecuada para él, sin olvidar que para que la
lectura sea placentera, la última palabra siempre la tiene el lector. "El mediador
debe actuar con una actitud de comprensión y respeto ilimitados hacia el niño,
intentando descubrir sus necesidades y atendiendo sus demandas, marcando
pausadamente el ritmo de sus actuaciones en función del momento evolutivo que
vive.
2.3 ESCUELA Y HÁBITO LECTOR
La escuela es el segundo peldaño en el proceso del niño y su acercamiento a la
lectura. La diferencia está en que en la escuela influyen los maestros,
bibliotecarios, coordinadores, y amigos. Cada uno de ellos cumple su rol en el
encantamiento con la lectura.
Un factor muy importante dentro de la escuela, es no confundir las diversas
actividades relacionadas con el libro y pensar que con eso es suficiente para
incentivar a los alumnos a la lectura. Al mismo tiempo evitar caer en el "asesinato
lector", esto es "evaluación", cabe recordar que para formar un buen hábito lector,
la lectura no debe ser impuesta, sino incentivar a la curiosidad por descubrir lo que
esconde un texto determinado, además de esto, no calificar como "mal lector" si el
alumno sacó una mala calificación por olvidar algún detalle de tal o cual libro.
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El docente debe hacer un mayor esfuerzo, pues es la docencia de manera
transversal quien debe inculcar la lectura en sus alumnos, por ninguna razón se
debe dejar la responsabilidad sólo al profesor de Lenguaje y Comunicación; es el
conjunto de docentes de todos los subsectores quienes comparten dicha
responsabilidad.
La escuela debe promover el alfabetismo; pero el docente no puede limitarse a
enseñar a leer, a descifrar los signos, sino que debe procurar, ante todo, dirigir y
monitorear el ejercicio lector con el fin de preparar al educando para la lectura
autónoma, lo cual supone, que el niño lector se sienta motivado a tomar un libro
por iniciativa propia (con motivación, gusto e interés) y con las suficientes
competencias lingüísticas que lo habiliten para la construcción de un conocimiento
amplio, el cual lo provea, a su vez, de la habilidad para aprender más.
El bibliotecario o coordinador, aunque ya tiene una parte ganada, porque sólo con
el hecho de que el niño asista a la biblioteca, quiere decir que tiene una actitud
positiva hacia la lectura, sin embargo, en el o la bibliotecaria cae la
responsabilidad de interactuar con todos los ámbitos de la lectura, ya sea humor,
novelas, poesía, romance, historia, psicología, y un sin fin de temas a los cuales
puede acceder el alumno. El bibliotecario será el mediador entre el texto y el
lector.
El papel de las amistades dentro del aula, aunque sea a lo que menos importancia
se da, suele ser de gran valor, ya que sin darse cuenta, son muchas veces los
pares quienes influyen en leer o no un determinado texto. Por medio de diálogos
entre iguales, se puede recomendar y despertar el interés de diversos escritos.
De lo anterior, cabe relevar que en el área escolar no son sólo unos cuantos los
responsables del hábito lector, sino que la tarea de formación de Hábitos Lectores
recaen en todo el organismo que conforma el sistema escolar.
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3. METODOLOGÍA
1. Se realizará una encuesta que tendrá por población a los estudiantes de la
Pontificia Universidad Javeriana, y como muestra a veintes estudiantes
encuestados de las diferentes carreras ofrecidas en la universidad.
2. Los datos obtenidos por medio de la encuesta serán tabulados.
3. Se procederá a analizar y cotejar los datos obtenidos para la elaboración de
hipótesis y conjeturas.
4. La información obtenida será sustentada por medio de información
bibliográfica correspondiente a otras investigaciones respecto al tema.
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4. RESULTADOS
4.1 ANÁLISIS ENCUESTA
Consideraciones para análisis de la encuesta
Los datos obtenidos a través de las encuestas no pueden ser considerados
concluyentes, debido a que la muestra de 20 estudiantes encuestados no
es representativa con respecto a la población de más de 22 mil personas
que conforman el estudiantado de la Pontificia Universidad Javeriana.
Esta encuesta no contempla evaluar el desempeño académico de los
estudiantes encuestados con relación a sus instituciones educación básica
y media de procedencia.
El objetivo de esta encuesta es obtener información sobre los hábitos
personales de lectura de los estudiantes encuestados y cómo distintos
actores inciden en dichos hábitos.
Conjeturas
Teniendo en cuenta las consideraciones enunciadas anteriormente, se pueden
obtener las siguientes conjeturas a partir de los datos obtenidos por medio de la
encuesta:
La mayoría de estudiantes encuestados, un 55%, han manifestado que
consideran tener buenos hábitos de lectura. Al mismo tiempo, el 65% de los
estudiantes encuestados expresan que en sus familias existen buenos
hábitos de lectura. Esto conlleva a inferir que los hábitos de lectura se
transmiten por medio del ejemplo en el núcleo familiar.
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a) Núcleo familiar
primario 35%
b) Otros Familiares
16%
c) Amigos19%
d) Maestros
29%
Personas que han contribuido postivamente a fomentar la lectura
Los encuestados han manifestado que en el núcleo familiar primario se
encuentran los principales promotores de los buenos hábitos de lectura,
principalmente los padres. Esto sustenta la hipótesis anterior que plantea
que los buenos hábitos de lectura se transmiten a través del ejemplo en el
núcleo familiar primario.
Adicionalmente, se observa una alta influencia por parte de los maestros en
la contribución a los hábitos de lectura, según los encuestados.
Se constata así la premisa de que los principales espacios para el
desarrollo de los hábitos de lectura son, en primer lugar, el hogar, y también
las instituciones educativas.
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a) Núcleo famil-iar primario
22%b) Otros famil-
iares10%
c) Amigos38%
d) Compañeros de estudio y/o de
trabajo28%
f) No lo comparte, es personal3%
Personas con quienes comparte o tiene in-tereses similares por la lectura
A pesar de que se identifican a los miembros del núcleo familiar como
principales actores en la promoción de los hábitos de lectura, los
encuestados en su mayoría señalan a sus amigos y compañeros de estudio
y/o trabajo como aquellas personas con quienes comparten o tienen
intereses similares por la lectura.
Esto nos permitirá evidenciar la incidencia, bien sea positiva o negativa, de
parte de los amigos y compañeros, en los hábitos de lectura.
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a) Núcleo familiar pri-
mario14%
c) Amigos9%
d) Maestros 23%
e) No han ex-istido limitantes
55%
Personas que han limitado los hábitos de lectura
En su mayoría, los encuestados han manifestado que no han existido
actores que limiten el fomento de los buenos hábitos de lectura. Sin
embargo, el siguiente valor representativo corresponde a los maestros
como principales influyentes en desmotivar el interés por la lectura, y por
consiguiente, los buenos hábitos de lectura.
Sin duda alguna, los principales escenarios que buscan la promoción de la
lectura son las instituciones educativas. Sin embargo, el hecho de que los
maestros sean señalados como principales limitantes del interés por la
lectura conlleva a pensar que en muchas ocasiones las estrategias
pedagógicas implementadas no logran el objetivo primordial, la promoción
del interés por la lectura.
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a) Ausencia o desinterés por parte de algún familiar respecto a
los hábitos de lectura4%
b) Imposición de los hábitos de lec-tura por parte de
algún familiar13%c) Intereses distin-
tos a la lectura en su grupo de amigos
39%
d) Apatía por las metodologías prop-uestas por los mae-
stros para incentivar los hábitos de lec-
tura 30%
e) Otras13%
Causas limitantes del interés por la lectura
Tal como se expuso anteriormente, el grupo de amigos de una persona
incide en sus hábitos de lectura, en este caso, de manera negativa. La
mayoría de encuestados ha manifestado el tener intereses distintos a la
lectura entre su grupo de amigos como un limitante.
Consecuentemente con los resultados expuestos anteriormente, en donde
se señala a los maestro como principales limitantes del interés por la
lectura, se presenta la apatía por las metodologías propuestas por los
maestros como el siguiente factor de desmotivación del interés por la
lectura. Esto sustenta la hipótesis de que los maestros sean señalados
como limitantes del interés por la lectura conlleva a pensar que en muchas
ocasiones las estrategias pedagógicas implementadas no logran el objetivo
primordial, la promoción del interés por la lectura.
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Los siguientes actores a considerar como influyentes en los hábitos de lectura no
corresponden directamente al entorno en el que se desarrolla una persona, sin
embargo, se busca evaluar la incidencia de los autores de las obras literarias
como actores influyentes en los hábitos de lectura de las personas.
a) Sí30%
b) No50%
c) In-
difer-ente20%
¿Influyen los autores en los hábitos de lec-tura?
Para la mayoría de encuestados no es relevante o le es indiferente la
incidencia de un autor de una obra literaria en sus hábitos personales de
lectura. Cabe aclarar que por hábitos de lectura se entiende algo
completamente distinto a gustos o afinidad hacia un autor.
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a) Por su reconocimiento4%
b) Por su estilo35%c) Por los
temas a tratar52%
e) Me es indiferente el autor a la hora de escoger una obra literaria.
9%
Maneras en las que puede influir un autor
A pesar de que los autores no influyen de manera determinante en los
hábitos de lectura, según los encuestados, ellos pueden motivar a la lectura
gracias a distintas características distintivas de cada cual.
En este caso, los encuestados han identificado los temas sobre los cuales
escribe un autor como principal manera en que éste pueda motivar a la
lectura e influir en sus hábitos de lectura.
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BIBILIOGRAFÍA
www.monografias.com
http://www.cn.fac.org.ar
LA INFLUENCIA DE LA FAMILIA EN EL HÁBITO LECTOR. CRITERIOS DE
SELECCIÓN DE RECURSOS PARA LA LECTURA Y ALFABETIZACIÓN
INFORMACIONAL.
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ANEXOS
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