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Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 1 TRANSFORMACION Y COMPRENSION DE LAS DINÁMICAS DE VIOLENCIA, PODER Y LAS CREENCIAS DE GÉNERO EN LAS RELACIONES DE PAREJA MEDIANTE LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA ZARINA NARVAEZ BASTIDAS Dirigido por: NOHORA ISABEL GONZALEZ Trabajo de Grado PONTIFICIA UNIVERSIDADJAVERIANA FACULTAD DE PSICOLOGIA MAESTRIA EN PSICOLOGIA CLINICA 2012

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Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

TRANSFORMACION Y COMPRENSION DE LAS DINÁMICAS DE VIOLENCIA,

PODER Y LAS CREENCIAS DE GÉNERO EN LAS RELACIONES DE PAREJA

MEDIANTE LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA

ZARINA NARVAEZ BASTIDAS

Dirigido por:

NOHORA ISABEL GONZALEZ

Trabajo de Grado

PONTIFICIA UNIVERSIDADJAVERIANA

FACULTAD DE PSICOLOGIA

MAESTRIA EN PSICOLOGIA CLINICA

2012

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

Contenido  

Resumen ............................................................................................................................................ 3 

Justificación ....................................................................................................................................... 4 

Marco Conceptual .......................................................................................................................... 18 

Objetivos .......................................................................................................................................... 41 

Metodología ..................................................................................................................................... 42 

Resultados ....................................................................................................................................... 50 

Discusión y conclusiones .............................................................................................................. 87 

Bibliografía ..................................................................................................................................... 102 

Anexos ........................................................................................................................................... 106 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

 

Resumen

El presente proyecto de orden investigativo / interventivo, busca describir

desde la perspectiva sistémica la transformación en el discurso en parejas que

presentan pautas de interacción mediadas por dinámicas de poder que favorecen

la aparición de la violencia

La población está constituida por tres parejas heterosexuales, sin importar su

estado civil, pero que se definen en su unión como pareja constituida, con las que

se realizaron aproximadamente entre 6 y 8 sesiones de acuerdo a la

particularidad del caso

El objetivo principal está dirigido a describir las dinámicas de poder que

existen en las parejas con conflicto conyugal e identificar las creencias de género

que las mantienen para favorecer el cambio de la relación a partir de la terapia

sistémica.

A partir de la utilización del análisis de narrativas se observó como las

parejas que sufren conflicto debido a las creencias de género que promueven las

relaciones de subordinación, al vincularse a un proceso de terapia sistémica se

permiten encontrar posibilidades diferentes a partir del reconocimiento de recursos

que favorecieron el cambio en las dinámicas de interacción conyugal, en las que

ahora se tiene en cuenta la voz del otro y donde cada miembro que compone la

pareja pueda afirmarse como individuo autónomo, responsable y libre.

Palabras claves: pareja, terapia sistémica, poder, género, creencias.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

Justificación En la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la

Violencia contra la Mujer (1993) se establecen tres esferas en las que se

manifiesta habitualmente la violencia contra la mujer: a)violencia física, sexual o

psicológica que se produce en la familia, incluido malos tratos, el abuso sexual de

las niñas en el hogar, la violación por el marido, la mutilación genital femenina,

actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia; b) violencia física,

sexual o psicológica perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la

violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación en el trabajo, en instituciones

educacionales y en otros lugares la trata de mujeres y la prostitución forzada; y, c)

la violencia física, sexual o psicológica perpetrada o tolerada por el Estado donde

quiera que ocurra.

La violencia intrafamiliar es problema multicausal que se asocia con varios

factores sociales, individuales, políticos y comunitarios. Entre los factores

individuales se incluyen el sexo, edad, otros factores biológicos y fisiológicos, nivel

socioeconómico, situación laboral, nivel de educación, uso de alcohol o drogas y

haber sufrido o presenciado maltrato físico en la niñez. Aunque todos estos

elementos inciden, no necesariamente determinan las situaciones de violencia. La

cultura es uno de los factores más significativos en el comportamiento violento.

El departamento Administrativo de la Presidencia de la República de

Colombia, mediante la Ley 1009 de 2006 creó con carácter permanente el

Observatorio de asuntos de género (OAG), a través de la Consejería Presidencial

para la Equidad de la mujer como mecanismo de seguimiento, el cual tiene entre

otras funciones, investigar, documentar, sistematizar, analizar, visibilizar, desde la

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perspectiva de género, la situación de las mujeres cuando se compara con la de

los hombres, hacer el seguimiento a la aplicación de normas nacionales e

internacionales vigentes, a fin de formular recomendaciones que contribuyan a

eliminar las discriminaciones y la violencia contra las mujeres y a superar la falta

de equidad de género en Colombia.

El Gobierno Nacional sancionó la Ley 1257 del 4 de diciembre de 2008, por

la cual se dictan normas de sensibilizacíón, prevención y sanción de formas de

violencia y discriminación contra las mujeres, que contiene los principios que guían

las acciones para garantizar a todas las mujeres una vida libre de violencia tanto

en el ámbito público como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos

en el ordenamiento jurídico interno e internacional, el acceso a los procedimientos

administrativos y judiciales para su protección y atención y la adopción de las

políticas públicas necesarias para su realización.

el numeral 6 del artículo 6 de la ley 1257 de 2008 incorpora el principio de

coordinación, según el cual todas las entidades que tengan dentro de sus

funciones la atención a las mujeres víctimas de violencia deberán ejercer

acciones coordinadas y articuladas con el fin de brindarles una atención integral.

En virtud de la norma mencionada es obligación del Gobierno Nacional formular,

aplicar y actualizar estrategias, planes y programas nacionales integrales para la

prevención y la erradicación de todas las formas de violencia contra la mujer.

En el mismo sentido, existe una legislación internacional que hace

referencia especialmente a la violencia contra la mujer, en la que la violencia de

género se encuentra definida en el artículo primero de la Declaración Oficial de la

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Naciones Unidas de 1993 como todo acto que resulte en, o pueda resultar en

daño, sufrimiento físico, sexual o psicológico de la mujer, incluyendo la amenaza

de dichos actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida

pública como en la privada. Sumado a esto, la Convención Interamericana sobre

la Eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer, CEDAW, en

su artículo primero complementa la anterior visión planteando que la violencia

hacia la mujer es cualquier acción o conducta, realizada basada en su género, y

que cause muerte, daño, sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto

en el ámbito público como privado. Finalmente, la Convención Interamericana para

prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, Convención de Belem

Do Para, aprobada por la Ley 248 de 1995, plantea la necesidad de que los

Estados adopten políticas públicas orientadas a erradicar la violencia en contra de

las mujeres.

Este marco jurídico nacional e internacional se concreta en unas políticas

públicas, desde las cuales la violencia es clasificada en tres tipos:

Violencia física: forma de agresión producida por la aplicación de la fuerza

física no accidental, caracterizada por las lesiones variables sobre el cuerpo de la

persona agredida, con consecuencias leves o graves, incluso la muerte, pero que

siempre tiene efectos traumáticos de orden psicológico o emocional, ya que es

generada con una intencionalidad específica.

Violencia psicológica: se refiere a todo tipo de agresión a la vida, lo cual

genera múltiples conflictos, frustraciones y traumas de diferentes órdenes

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(emocional, psicológico, social) en forma temporal o permanente. Este tipo de

violencia además de estar íntimamente relacionada con las agresiones físicas y

sexuales, puede presentarse como una relación cotidiana en la convivencia

familiar expresada en tres formas: agresión verbal, la cual expresa el deterioro de

las formas de comunicación entre los integrantes del grupo familiar y es utilizada

para humillar, ridiculizar, amenazar o denigrar al agredido; lenguaje corporal, el

cual consiste en manifestaciones exageradas y permanentes como miradas de

insatisfacción, de rechazo o de burla, implica, también la ausencia de expresiones

afectivas, la exclusión y el aislamiento como una forma de hostilidad y agresión

emocional (chantaje afectivo); y abuso emocional o psicológico, el cual puede

preceder o acompañar la violencia física, como forma de control a través del

miedo y la degradación, y tiene como la base la subvaloración o descalificación de

la mujer y el autoritarismo, como la imposición de ideas y deseos.

Violencia sexual: Toda acción u omisión, voluntaria o involuntaria, que

causa daño físico o emocional, vulnera los derechos sexuales de la otra persona,

le impide o le limita la satisfacción de sus necesidades sexuales e inhibe el pleno

desarrollo de su sexualidad. La violencia sexual atenta contra la libertad sexual

que se refiere a la capacidad de autodeterminación de mujeres y hombres sobre

su vida sexual y reproductiva.

Por otro lado, y partiendo del interés del Estado Colombiano, y de las

organizaciones internacionales, como hemos visto por brindar alternativas frente al

fenómeno de la violencia, en particular la violencia hacía las mujeres, y dado el

interés para la creación de espacios para la prevención y el tratamiento de ésta

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problemática, ésta propuesta de investigación promueve en el espacio de la

conversación terapéutica, generar comprensiones respecto a las dinámicas

conyugales que generan malestar en uno o en ambos miembros del sistema

conyugal como propuesta de intervención en el tratamiento de la problemática que

la pareja trae a consulta.

La pareja está inevitablemente influida por las expectativas culturales que

existen sobre la conducta esperada para los hombres y para las mujeres. Es así

como las mujeres deben, según lo estipula nuestra cultura, hacerse cargo de una

serie de tareas asociadas a los niños y a la casa que definen su rol de esposa. Por

otra parte, los hombres deben hacerse cargo de la mantención económica de la

familia y de la protección de ésta. Hombres y mujeres validan y aceptan estas

creencias.

Según mi experiencia en la atención terapéutica a parejas que acuden a

consulta asociados a estos roles están ciertas conductas y actitudes que, si se

rigidizan tienden a generar dificultades y problematizar a la pareja en su

convivencia. Cuando las parejas son capaces de flexibilizar estos roles y compartir

las tareas (no importando a quien corresponde culturalmente su realización), la

convivencia mejora y se pueden enfrentar sin dificultades los pequeños detalles

propios de la convivencia en pareja. Cada pareja deberá resolver a su modo qué

compartir y cómo hacerlo.

Corsi ( 1994), refiere que es necesario conocer los factores que son

legitimados culturalmente, como las creencias y los valores acerca del hombre y

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de la mujer que han caracterizado una cultura patriarcal facilitando al varón

mantener una postura de superioridad que le ha permitido ejercer control y

dominio sobre la mujer; estas creencias han sido perpetuadas por la familia, la

escuela, los medios de comunicación, entre otros más; dando lugar al

desequilibrio de poder, otorgándole al varón el derecho y la obligación de

mantener autoridad y poder frente a quienes se encuentran a su cargo . Menciona

además la violencia de género como una forma de intentar perpetuar el sistema de

jerarquías impuestas por la cultura patriarcal, tratándose de una violencia

estructural que se dirige hacia las mujeres con el objeto de mantener o

incrementar su subordinación al género masculino hegemónico.

Uno de los temas recurrentes de conflicto en la relación de pareja tiene

relación con el ejercicio del poder al interior de un vínculo, La mayor parte de las

relaciones de pareja que consultaron suele turnarse en el ejercicio del poder

dependiendo del dominio de la vida a que se refiera, especialmente cuando existe

además el ámbito familiar.

Por lo general los roles asignados socialmente hacia un género suelen

afectar la distribución de tareas y el poder de decisión. Por ejemplo, las mujeres

son habitualmente las responsables de la administración del hogar y los varones

están a cargo del ámbito financiero, sin embargo el foco del conflicto surge en

espacios donde se comprometen algunos proyectos personales, de pareja y de

familia en que ambos miembros del sistema conyugal tienen expectativas y

sueños que quieren ver realizados y que tienen que ver con los modelos

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aprendidos en sus familias de origen. Muchas veces la influencia de éstas se

configura también en un serio conflicto que influye en el ejercicio del poder al

interior de la relación. Las madres y padres suelen presionar a sus hijos o hijas

para que repitan el modelo que ellos entregaron y descalifican y niegan los estilos

del otro integrante de la pareja y de su familia de origen.

El año 2010 fue proclamado por la asamblea general de la OEA, como el

año interamericano de las mujeres, respondiendo a la preocupación por las altas

cifras mundiales respecto a la violencia que contra ellas se gesta en el interior de

los diferentes contextos sociales, políticos, culturales, laborales, económicos y

familiares en los que tiene participación.

La violencia en la pareja es una de las modalidades en las que la mujer

sufre violencia , ésta situación por años ha afectado las pautas familiares, teniendo

impacto en los diferentes contextos donde interactúan los integrantes del sistema

y que se ven reflejadas a diario en las parejas que consultan instituciones como

IPS, comisarias de familia entre otros. El mundo de hoy vive infortunadamente la

multiplicación de situaciones violentas con efectos físicos y psicológicos

potencialmente devastadores para las personas y en sus relaciones

La realización de ésta propuesta, pretende aportar elementos de

intervención, a partir de la interacción con personas que han vivido violencia o no

como parte de su experiencia de pareja, pero mediada por dinámicas de poder

percibidas por quienes consultan como riesgosas o generadoras de malestar. En

esta interacción definida como un encuentro terapéutico basado en la

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conversación, se asigna una importancia fundamental al lugar del sujeto como

fuente de significación y sentido de las situaciones que vive y por lo tanto como

referencia fundamental para transformar su experiencia y reorganizar un proyecto

de futuro, a partir de la generación de movilizaciones que permitan a la pareja y a

cada individuo que la conforma, descubrir nuevas posibilidades de relación.

Cuando se generan pautas de violencia al interior de la pareja, ya sea

física, emocional o sexual, provocan cambios en la conducta, en el pensamiento,

en la emoción, así como en la relación, incrementando sentimientos de confusión,

de sumisión e incluso muchas veces culpabilidad. Además la autoestima se

percibe lesionada. Las relaciones de abuso de poder muchas veces se instauran

en la forma de relacionarse de las parejas, llegando inclusive a volverse la única

posibilidad. Por lo tanto, es relevante investigar acerca de cuáles son los aspectos

que llevan a prolongar está relación en el tiempo y por qué se legitima esta opción

de pareja. En este sentido resulta imprescindible poder comprender a quienes

cuentan sus propias historias en el contexto de la conversación terapéutica, a

partir de la vivencia diaria de estas situaciones de sumisión y cuáles son las

herramientas o recursos a los que se puede acudir en los diferentes contextos de

interacción, especialmente en el subsistema conyugal, el cual convoca los

encuentros terapéuticos de ésta investigación.

Insistiendo en la necesidad de una lectura integral y sistémica de los

dilemas humanos, en la que no se den explicaciones deterministas acerca de las

causas, es necesario poner el énfasis en las historias de vida y en los diferentes

contextos en que se desarrollan estas historias significadas como “dañinas” y que

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han causado sufrimiento en el interior del sistema de relación. Se tendrán en

cuenta, a partir de los relatos, diferentes niveles contextuales que puedan

brindarnos información acerca de los recursos con los que cuentan los sistemas

conyugales y de los factores protectores que permitan construir historias diferentes

y elaborar experiencias nuevas.

Teniendo en cuenta el interés por comprender a profundidad las dinámicas

interaccionales de poder entre las parejas, éste proyecto titulado “Transformación

y comprensión de las dinámicas de poder y las creencias de género en las

relaciones de pareja mediante la intervención sistémica”, quiere realizar aportes

desde la disciplina en cuanto a estrategias de intervención que apuntan al

reconocimiento y al desarrollo de habilidades para la transformación de aquellos

juegos que generan malestar e insatisfacción en la relación conyugal , en el

contexto de la terapia sistémica, mediante la realización de encuentros entre el

sistema consultante y el sistema terapéutico en torno a un tema que por años ha

venido tocando significativamente las parejas colombianas como lo es el ejercicio

del poder a partir de ciertas comprensiones culturales mediadas por el género.

Se pretende que la terapia sistémica sea el espacio en el que la pareja se

posicione como agente movilizador, generando procesos de solidaridad,

colaboración y reconocimiento de las capacidades familiares, mediante la

comprensión de las dinámicas de los procesos que promueven el desarrollo de

habilidades según categorías como autonomía, responsabilidad y libertad en las

esferas del pensamiento, emoción y acción, teniendo en cuenta narrativas con

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respecto a la idea de ser hombre y mujer en pareja, desde la perspectiva de

género.

La idea de profundización en la perspectiva de género aplicada al contexto

clínico de nuestro ejercicio profesional, surge con el ánimo de generar reflexiones

acerca de la importancia de tener en cuenta esta perspectiva junto con sus

implicaciones epistemológicas, en el momento de intervenir terapéuticamente

sobre los dilemas humanos que aparecen a partir de la experiencia de la violencia

en el contexto del sistema conyugal en el marco de nuestra cultura y de nuestra

sociedad, que indiscutiblemente influyen sobre los sistemas humanos desde el

punto de vista de la complejidad.

Es así, como la existencia de dichos dilemas convoca a los profesionales

de la disciplina psicológica a asumir una postura de análisis y reflexión acerca de

las comprensiones e interpretaciones de las formas de relación enmarcadas en el

funcionamiento del sistema social y cultural y del contexto temporo espacial en el

que nos encontramos. Es en este contexto, el contexto de la cultura en la que nos

encontramos inmersos como sociedad, que tenemos ciertos marcos de referencia

respecto a lo que significa ser mujer, hombre o ser pareja.

Cualquier definición de lo que es ser mujer cae en el encasillamiento, en la

clasificación odiosa y en la arbitrariedad, pues, pienso que el admitir la diversidad

tanto de hombres y de mujeres, teniendo en cuenta la complejidad y la diferencia,

permite la deconstrucción de lo que se ha descrito como el deber ser de ser

hombre o mujer, rompiendo con los esquemas impuestos que no tienen en cuenta

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las individualidades, los significados propios, las relaciones exclusivas con los

otros, con la cultura, con el tiempo, con la historia y con el contexto.

El término género se utiliza para señalar las características socialmente

construidas que constituyen la definición de lo masculino y lo femenino en distintas

culturas de acuerdo a factores de clase social, grupo étnico, nivel educativo etc.

Creo que la construcción social de género determina un conjunto de

significantes del bienestar que generan la satisfacción también socialmente creada

como la económicos, intelectuales, domésticos, éticos, morales, paradigmáticos

etc. que determinan el ser y el hacer de las mujeres y de los hombres,

respondiendo de manera diferente según el género, a la satisfacción de las

necesidades socialmente construidas nuevamente de amor, supervivencia,

protección, identidad y libertad. ¿Cuando estas necesidades entonces no son

satisfechas la sensación de bienestar se encuentra comprometida? Parece que si.

En cuanto creemos que no respondemos a las necesidades exigidas por nuestra

cultura, por nuestro medio, por nuestros padres, por nuestros esposos, es como si

no estuviéramos respondiendo a nuestra biología femenina, a aquel cuerpo

sexuado que indica que somos mujeres y que debemos cumplir con lo que la

cultura y la sociedad exige como por ejemplo ser la esposa esperad o la madre

abnegada y sacrificada, entre otras creencias.

Es como si entráramos en una especie de estado esquizofrénico socio

cultural en donde se habla de libertad y de igualdad y al mismo tiempo de

diferencias y de prácticas sociales contradictorias en relación con las cuestiones

de género. Es como si esa comunicación doble vincular socio cultural estuviera

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presente en la vida tanto de hombres como de mujeres. Como si en nuestra propia

individualidad y construcción de subjetividad aquellas contradicciones perpetuaran

a partir de lo que se quiere y se debe.

El género como construcción también determina la forma en que los

hombres y las mujeres tienen para posicionarse frente a factores de sus vidas y

que intervienen en su salud mental como por ejemplo los factores socio

económicos, religiosos, políticos, su posición social, el modo en que son tratados

en determinado contexto, entre otros, que se configuran como factores de riesgo

de algunas alteraciones o de modos relacionales “patológicos”.

A partir de la epistemología feminista la mujer establece una relación íntima

como sujeto que percibe el objeto que comprende, esta comprensión está

atravesada por significados, de aquí la creencia de lo implícito propio del género,

como constructos avalados por la comunidad científica pero también por la

colectividad social, pues el sujeto del género es un ser de conocimiento con una

pre concepción del mundo, inmerso en una historia, en una familia, en un lugar

físico que contiene una mirada particular de lo que es entendido por género.

Como he dicho que las comprensiones acerca de la perspectiva de género

se produce a partir de la interacción con el mundo y que tiene mucho que ver con

las diferentes historias de vida, es necesario que también se tengan en cuenta las

particularidades del sujeto que comprende y significa como sujeto de

conocimiento. Estas particularidades responden a preguntas como de que sujeto

se trata?, Cuales son sus intereses?, Como se posiciona en el mundo?, entre

otras particularidades.

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En conclusión creo que nuestra labor en el contexto de la clínica teniendo

en cuenta la perspectiva de género está en co construir un discurso acerca de la

mujer como un sujeto que se construye a diario en interacción con los hombres, la

cultura, las relaciones, a partir de una comprensión compleja sin caer en

idealizaciones o sumisiones, reconociendo la construcción de la subjetividad como

un proceso de interacción como la experiencia de ser mujer, que emerge día a día,

con nuestras diferencias, similitudes, angustias, cuestionamientos, deseos,

sueños.

Comprender los estilos de vida de hombres y mujeres, la conciliación

trabajo y familia y el impacto que estos aspectos tienen para la salud física y

mental de los individuos. A veces los seres humanos bien sean llamados hombres

o mujeres se sienten limitados presentando dificultades precisamente por esa

forma obligatoria y única que la cultura determina. Tanto en la comprensión de los

dilemas humanos como en la intervención, es necesario tener presente el entorno

socio-cultural de la persona como contexto que define lo esperado de hombres y

mujeres, en cuyo espacio adquieren significado las creencias y los marcos de

referencia en los que interactúan.

La necesidad desde mi posición terapéutica de poner en práctica

estrategias para el abordaje de los problemas o las dificultades que genera los

juegos de poder justifican en parte la realización de esta investigación –

intervención en el marco de la Maestría en Psicología Clínica, que permita

encontrar aportes en el entendimiento de la dinámica del maltrato en la pareja, que

no les permite reconocer y dar cuenta de sus recursos, para que puedan ser

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potenciados y poder mejorar la salud mental tanto de la pareja, como de cada uno

de los si mismos que configuran ese “nosotros” del sistema conyugal; a través de

la intervención terapéutica y del reconocimiento de éstas habilidades.

De acuerdo con la comprensión de Minuchin (2000: 58) quien afirma:

“entendemos a la familia como un sistema capaz de transformarse y de generar

cambio” , la intervención entonces, es entendida como ese espacio de

conversación que invita a la pareja a re pensarse en su relación, a encontrarse de

manera diferente ante el conflicto, construyendo nuevos significados que les

permita entenderse como sujetos con sentido de las situaciones que viven y que

son tenidas como referencia fundamental para transformar su experiencia y re

organizarse, y no como sobreviviente de la situación.

Comprender aquellos factores que permiten enfrentar la situación de

adversidad entendida como el ejercicio de poder de modo que es percibido por el

otro como invasivo, hiriente y humillante ( según relatos de los consultantes), para

que en los encuentros terapéuticos se generen movilizaciones al punto de mejorar

la calidad de vida, da origen al interés de realizar este estudio, a partir de una

postura compleja y ecológica acerca de la capacidad de enfrentar y re construirse

a pesar de la dificultad en el fenómeno del ejercicio del poder.

Partiendo de todo lo mencionado anteriormente, surgen los siguientes

interrogantes: ¿Cuáles son las características de las dinámicas de poder que se

evidencian en los conflictos conyugales? ¿Cuáles son las creencias con respecto

a la identidad de género que favorecen la aparición del conflicto en la pareja?

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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¿Cómo se evidencia la transformación y el cambio del ejercicio de las dinámicas

de poder en la pareja a partir de la intervención sistémica?

Marco Conceptual Teniendo en cuenta que esta propuesta se lleva a cabo a partir de el

método de investigación – intervención, se realizó una revisión teórica acerca de

los diferentes conceptos que acuden a los intereses de este proyecto en sus dos

modalidades. Se da inicio con la comprensión de lo interventivo a partir de la

perspectiva epistemológica del enfoque sistémico. Cuando se habla de sistema

consultante se hace referencia a un sistema complejo, integrado, organizado,

diverso, dinámico y relacional, consigo mismo y con los demás, en el cual se

encuentra presente el contexto y la relación entre el sistema consultante y el

terapéutico. En tal sentido, durante este proceso se encuentra inmersa la realidad

de quien observa y del observado, lo que Maturana (1995) denomina observación

con paréntesis, la cual tiene en cuenta las múltiples voces o multiversos,

incluyendo las del terapeuta, lo cual permite un contexto que logre procesos

reflexivos de segundo orden, que interactúen entre los sistemas inmersos de la

intervención. De este modo, uno de los focos centrales de la misma es la

movilización de recursos y potencialidades del sistema terapéutico y consultante,

con el fin de construir y desarrollar hipótesis generativas y circulares, con base en

las cuales se despliega el proceso y el plan de intervención a lo largo del proceso

(Padilla 1997).

A partir el planteamiento del mismo autor, existe una serie de procesos, que no

interactúan de forma lineal sino circular, los cuales son: la recepción y remisión,

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las cuales se establecen como la primera puntuación del profesional ya que es su

primer contacto con el sistema consultante y con todos los elementos implicados,

que se tienen en cuenta para la construcción de la lectura ecosistémica del

contexto; primer encuentro o entrevista, es el espacio donde se establece el

motivo de consulta, el cual debe ser lo suficientemente claro y evidenciar la queja,

la demanda y el problema del sistema consultante, permitiendo redefinirla y

organizarla, para lograr, desde ese instante, la generación de un proceso

interventivo; evaluación, en este punto se utiliza la técnica del genograma la cual

permite la lectura de las relaciones e interacciones de los miembros del sistema,

en sí mismo y con los demás sistemas y redes; hipótesis circulares y reflexivas,

las cuales se van resignificando en la medida que transcurre la terapia, y que

apuntan a un proceso de cambio en las siguientes sesiones con el sistema

consultante. Logrando esto, se establece el cierre y seguimiento. (Padilla 1997)

Esta forma de comprensión, permite profundizar en el fenómeno del

conflicto conyugal sin reducirlo a un enfoque patologicista o de enfermedad, sino

que por el contrario, lo aborda desde una mirada de mantenimiento de la salud, en

la cual se estudian las distintas dimensiones y contextos o escenarios que

contribuyen a la estabilidad y cohesión de todos los miembros del sistema familiar.

En este orden, la teoría no toma como centro al individuo, sino que considera a

todos los participantes del sistema, y de otros sistemas contextuales en conjunto,

a las interacciones que se producen entre sí y a la manera como se desenvuelven

las relaciones según los diferentes contextos.

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Desde esta perspectiva, la terapia sistémica permite generar cambios en la

estructura y en el funcionamiento de la pareja, vista como un sistema conyugal, al

reorganizar los comportamientos que desde allí se gestan, afectando la manera en

que se posiciona en la vida y en la familia cada uno de los miembros del sistema.

Se encuentra entonces, que desde el postulado epistemológico en el

pensamiento sistémico, planteado desde la Teoría de los Sistemas por Bertalanffi,

se involucra la comprensión y el análisis del fenómeno de la violencia física

conyugal, tanto desde lo holístico como desde el paradigma de la complejidad.

Este postulado plantea el abordaje del objeto de estudio no como un producto

estático sino como conjuntos de relaciones, lo cual significa que el pensamiento

sistémico está llamado a “concebir a los fenómenos y seres que distinguimos en el

mundo, como entidades complejas que están interconectadas y son

interdependientes, es decir, como sistemas que hacen parte de sistemas más

amplios, y que a su vez están conformados por subsistemas, como lo explica

Pérez (2001).

La psicología clínica compleja presupone que lo humano es una

emergencia que se engendra en la interdependencia creadora entre lo cultural, lo

subjetivo, lo cerebral y lo biológico. Por tanto, su objeto emerge y opera a través

de la rituallización de la interacción y de la atribución de significado a lo vivido

como operadores temporo espaciales de los vínculos. Hernández (2010)

Entonces, el pensamiento sistémico permite que los fenómenos sean

definidos y abordados en términos de conectividad, conexión e interacción entre

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

21 

los sistemas desde un punto de vista ecológico. Así, siguiendo a Capra (1998), las

seis características fundamentales que definen este pensamiento son las

siguientes:

Es circular: Este término debe ser comprendido dentro de las interacciones,

de modo que, cuando cambia una de las partes el efecto se propaga a todas las

demás, las cuales, a su vez, experimentan transformaciones que terminan

afectando a la parte en la que se originó el cambio.

Es integrador: esta característica plantea la paradoja del todo y las partes,

el todo es más que las partes, pero la suma de las partes es más que el todo. Se

puede afirmar, entonces, que las partes no pueden verse de forma aislada, pues

están inmersas en otro sistema o hacen parte de una red.

Es procesal: los fenómenos son asumidos como resultados de procesos.

De esta manera, cada estructura es la manifestación de un proceso que podría

definirse como una acción progresiva, conformada por muchas pequeñas

acciones.

Es contextual: la comprensión del individuo, y de los colectivos que

conforman, implica entenderlos como productos y productores de los diversos

contextos en los que operan, y que los afectan.

Es relacional: el fenómeno es lo que se observa en virtud del tipo de

relaciones que tejen entre sí, las cuales le dan la identidad y las particularidades

que pueden ser distinguidas.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

22 

Es rédico: Pues asume que los seres, y sus relaciones, son redes dentro de

redes, y que las unidades son sistemas, dentro de sistemas, interconectadas en

forma de red.

Desde esta lógica, Minuchin, en Pérez (2002), define unos puntos básicos

para entender la violencia conyugal desde el enfoque sistémico: 1) El abuso

sexual o físico tiene un rol funcional en el mantenimiento del sistema familiar; 2)

Con igual influencia, cada miembro de la familia participa activamente en

perpetuar el sistema disfuncional; 3) La violencia contra las mujeres ocurre en

sistemas familiares caracterizados por ciertas estructuras de relación; 4) Las

agresiones son producto de las interacciones caracterizadas por secuencias

repetitivas de comportamiento tradicional. Se observa, entonces que aspectos

tales como el miedo al cambio, el no reconocer que se hace parte de la situación,

el contexto histórico y social y la historia de vida, entre otros, son fundamentales

en el arraigo de comportamientos violentos dentro de las parejas, y hacen parte de

una estructura subyacente que rige el funcionamiento del sistema conyugal.

La teoría de la cibernética de segundo orden llama la atención particularmente en

la noción de causalidad circular, que subraya la necesidad de entender todo

fenómeno en su contexto. Este postulado, según Heinz Von Foster (1991), permite

entender al observador como parte del sistema, lo cual imprime un nuevo sentido

a la relación con el objeto de estudio pues desprende al sujeto del carácter

absoluto de su observación sobre el objeto. De este modo, en el conocimiento

obtenido no sólo participan los aportes del sujeto y del objeto, sino que, además,

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

23 

las circunstancias en las que se produce la observación empiezan a jugar un papel

relevante.

Esta afirmación remarca el cambio del paradigma clásico del investigador como

externo y permite que en la solución de las dificultades que estudia, éste no acuda

a una mera observación lineal (causa-efecto), sino que se dé el espacio para que

el observado participe como parte de la solución. Pero esto va más allá pues,

como lo expone Maturana (1992), al no existir una realidad independiente del

observador, nada existe más allá del lenguaje. Así, a la vez, se es observador y

objeto de observación. No obstante, es el observador el que le da sentido a lo que

observa, hecho para el cual Maturana acuña el término autopoiesis (autos: sí

mismo; poiesis: producir), refiriéndose con éste a la organización que define y

constituye a los seres vivos. De esta manera, Maturana (1992) explica la

autopoiesis como un sistema, es decir, "Una unidad compuesta cuya organización

puede ser descrita como una red cerrada de producciones de componentes que

en sus interacciones constituyen la red de producciones que los producen, y

especifican su extensión al constituir sus fronteras en su dominio de existencia"

Urie Bronfrenbrenner desarrolla la teoría ecológica en su libro “La Ecología del

desarrollo humano” (1987) planteando en el mismo una perspectiva teórica para el

estudio de la persona. En su propuesta teórica, define a la persona como una

entidad creciente, dinámica, que va adentrándose progresivamente y

reestructurando el medio en que vive. En tal sentido le da una orientación

constructivista a la conducta de la persona. Se considera que la conducta no es

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

24 

una realidad objetiva sino la forma en que el ambiente es percibido por cada

individuo en particular.

El ambiente ecológico es un conjunto de estructuras concéntricas, cada una

de las cuales está incluida dentro de la siguiente, es decir, existe un nivel interno,

un nivel medio que contiene al primero y un nivel mayor que contiene a los dos

anteriores. Estos se han denominado microsistema, mesosistema y macrosistema

respectivamente y se comportan como los entornos en los que interactúa la

persona

El primer nivel es definido como un patrón de actividades, roles y relaciones

interpersonales que la persona en desarrollo experimenta en un entorno

determinado con características físicas y mentales particulares. Es el nivel mas

interno y engloba los diferentes contextos inmediatos en que se desenvuelve la

persona. Está conformado por 2 elementos: la actividad y las relaciones

interpersonales. El mesosistema comprende las relaciones de dos o más entornos

en los que las personas en desarrollo participan activamente.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

25 

Cabe señalar que en el mesosistema pueden presentarse vínculos débiles.

Esa situación se da en aquellos casos en que los vínculos entre las personas en

los distintos entornos no sirven de apoyo o no existen. El macrosistema está

formado por entornos en los que la persona no interviene pero que “la influyen” o

la afectan. Es decir, lo constituyen cultura o subcultura determinada; el micro, el

meso sistema y cualquier sistema de creencias o ideologías. Estos sistemas, que

constituyen el macrosistema, responden a patrones de un esquema común: la

ideología y la organización de las instituciones sociales de una determinada

cultura o subcultura.

Desde la perspectiva sistémica la familia es considerada un sistema complejo,

abierto, dinámico, diverso y múltiple. Esto quiere decir que está este posee

continuo movimiento y está en constante transformación, lo cual genera diversas

relaciones, e interrelaciones, entre los miembros del sistema y con el contexto.

Una familia, entonces, vive cambios y modificaciones en cada momento de su

etapa evolutiva, y como no permanece aislada experimenta interacción

ininterrumpida tanto con otros sistemas, como entre sus subsistemas interiores.

De acuerdo con Hernández (2009) la familia es un sistema, en la medida que

está constituida por una red de relaciones; es natural, porque responde a

necesidades biológicas y psicológicas inherentes a la supervivencia humana, y

tiene características propias, en cuanto a que no hay otra instancia social que

hasta ahora haya logrado reemplazarla como fuente de satisfacción de las

necesidades psico afectivas tempranas de todo ser humano. “Una definición

completa de familia incluye tres perspectivas: una estructural, relativa a los

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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aspectos de composición, jerarquía, roles, límites, subsistemas etc; otra funcional,

relacionada con los patrones y fenómenos de la interacción; y otra evolutiva donde

se considera a la familia como un sistema morfogenético en creciente

complejidad.”(Hernández 2009)

Dentro de la familia se establecen relaciones e interrelaciones

caracterizadas como circulares, es decir que dentro y fuera de la familia existe una

conexión directa, y recíproca, con los demás integrantes del sistema. De este

modo, cuando se afecta una de las partes, esto involucra a toda la familia, y

viceversa. Por este motivo, es relevante tener en cuenta que dentro de ésta se

desarrollan procesos recursivos, que dan cuenta de los dominios, dinámicas y

diálogos internos del sistema, con el fin de retomar, buscar o reformular recursos

basados en sus propios pensamientos, acciones, vínculos, redes, relaciones e

interrelaciones. (Hernández 2009)

Es en la estructura familiar, entonces, en la que se encuentran las

jerarquías, las pautas, los patrones, conexiones y vínculos que, día a día, se

construyen teniendo en cuenta los contextos en los que la familia se desenvuelve.

De esta manera, la familia construye una visión o percepción del mundo o de la

realidad, la cual es alimentada por cada miembro, a partir de la significación de su

propia experiencia, la cual es transformada en la medida que se viven nuevas

realidades, lo cual hace que en el sistema familiar se generen transformaciones y

procesos, condicionados en parte por sus antecedentes históricos y contextuales.

(Hernández, 2009)

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

27 

Dentro del sistema también es relevante la manera en que cada persona

expresa sus pensamientos y/o sentimientos en forma dialógica, es decir, a través

de lo lingüístico, pues la utilización de un lenguaje explícito que contenga códigos

verbales o escritos, o a través de una comunicación analógica, por medio de

mensajes no verbales (gestos, expresiones y posturas corporales). Es de

considerarse que un modo no excluye al otro pues pueden presentarse, paralela y

complementariamente, ambos tipos de comunicación. Lo fundamental de este

proceso es la hermenéutica del mismo, ya que es quien escucha, y no quien

habla, el que determina el significado de una expresión o mensaje, siendo esto

determinante en el proceso de interrelaciones del sistema familiar. (Hernández,

2009)

De acuerdo con lo visto, para un abordaje sistémico, el conflicto conyugal

debe ser visto como un fenómeno que afecta tanto a la pareja como al resto de la

familia (hijos, hermanos, padres) puesto que cualquier situación que toque a uno

de los miembros de la familia, de manera inmediata, impacta al núcleo, en general

e incluso incidiendo en contextos ecológicos como sistemas de salud, de

educación, en la cultura y en la configuración social del momento histórico en el

que nos encontramos.

Madanés (1993) menciona que todos los problemas de los seres humanos

que acuden a la terapia se derivan de la oposición entre el amor y la violencia, en

el dilema de si los individuos debemos amarnos, protegernos y ayudarnos entre

nosotros o si por el contrario debemos entrometernos, dominar y hacernos daño

ejerciendo la violencia sobre los demás. el amor implica intrusión, dominio, control

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

28 

y violencia , se puede ejercer violencia en nombre del amor, la protección y la

ayuda.

El poder es un tema que se ha trabajado a lo largo de la historia siendo

Foucault su mayor exponente en el mundo contemporáneo del siglo XX, quien

sostiene que es un error hablar del poder como una cosa, institución o estructura;

el poder es más bien, una compleja relación de estrategia-táctica su carácter es de

tipo intencional a la constitución de un fin determinado, la cual se presenta en un

espacio micro y/o macro-relacional en una sociedad dada. El poder está

compuesto por la red de relaciones particulares con historias propias del sujeto,

que se conforman de manera jerarquizada y/o coordinada (Foucault 1996).

Para Ramírez (2004) la historia de la humanidad está llena de ejemplos

que dividen la raza humana en dos opuestos, por ejemplo ricos-pobres, jefes-

trabajadores, blancos-negros, mujeres-hombres etc. En las que principalmente se

cree que las mujeres y los hombres son muy diferentes, sin olvidar que han sido

los hombres quienes han generado la mayoría de las leyes y las reglas que rigen

la sociedad, asegurándose de que éstas continúen manteniendo éstas diferencias

entre los sexos. Dice el autor, que el objetivo de mantener a la sociedad dividida

de esta forma es el de hacer que sean las mujeres quienes aporten sus recursos

para ser usados por los hombres, pues desde el inicio de la humanidad se ha

asumido al hombre como superior sobre la mujer y para mantener esta posición es

necesario el uso de modos violentos de relación, manteniendo a la mujer

controlada, sin alternativas, desprovista de recursos económicos o intelectuales,

de sus propias capacidades para satisfacerse a si misma y tomar decisiones. Los

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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hombres se aseguran de mantener a la mujer exhausta, cansada de cuidar a la

familia y mantener el sistema conocido como patriarcado.

Los hombres en la sociedad patriarcal, por el hecho de haber nacido

varones, nacen con poder social. La sociedad les da ventajas y derechos con

todas las posibilidades de ejercer poder y de decidir tanto en los contextos

públicos, como en los privados. (García 2009).

Ahora bien, antes de que los seres humanos nos constituyamos como

pareja somos seres independientes, con historias familiares, creencias y

experiencias diferentes. Es por esta razón que al unirnos con una pareja y al

compartir esa infinidad de vivencias, éstas se comienzan a mezclar, generando

acoples o desacuerdos con respecto a cada circunstancia nueva que se presente.

Es de esta forma que se comienzan a generar las luchas de poder en la relación,

ya que los miembros del sistema, en este caso la pareja, comienzan a discrepar

entre lo que desean y lo que reciben, en donde uno termina generando presión

sobre el otro, logrando el control de la relación y en otros casos llevándolos a

generar pautas de relación violentas para enmarcar su posición.

Gran parte de los actos de poder, no son planificados ni maquinados por los

hombres, si no que aparecen naturalizados y se adoptan en forma de emociones,

pasiones, sentimientos y gustos. Muchas expresiones de subordinación son

confundidas con el amor, el respeto, el deber etc. (Bourdieau, 2000)

Para Corsi (1995) El poder es entendido como la capacidad y la posibilidad

de control y dominio sobre la vida o los hechos de los otros, para lograr obediencia

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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y lo que de ella deriva. Es necesario tener recursos como bienes y afectos que

aquella persona que quiera controlarse valore y además no tenga, así como

medios para sancionar y premiar a quien obedece.

El control puede ejercerse sobre cualquier aspecto de la autonomía de la

persona a la que se busca subordinar (pensamiento, sexualidad, economía,

decisión, etc). La desigual distribución en el ejercicio del poder sobre otros

conduce a una asimetría relacional. La posición de género es uno de los ejes por

donde transcurren las desigualdades de poder y la familia, es uno de los ámbitos

en que se manifiesta. Esto es así porque la cultura ha legitimado la creencia en la

posición superior del varón. (Corsi, 1995)

.

Madanés (1997) refiere cuatro dimensiones de la interacción familiar, éstas

dimensiones son: control y poder, cuya emoción principal es la de miedo; deseo

de ser amado es la segunda dimensión que puede sacar a la luz las mejores

cualidades de una persona pero también puede desembocar en irracionalidad,

egoísmo y daño, la emoción que predomina es la de deseo, frustración y malestar;

la tercera dimensión es el deseo de amar y proteger a otros. Este deseo puede

suscitar intrusividad, posesividad, dominación y violencia, la emoción prevalente

es la de desesperación; arrepentimiento y dolor es la cuarta dimensión de la

interacción de la familia violenta, la emoción que sobresale es la de vergüenza por

lo que se ha hecho o dejado de hacer o por no poder perdonar.

El abuso alude a un estilo, a un patrón a una modalidad de trato que una

persona ejerce sobre otra, sobre si misma o sobre objetos, con la característica

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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que la primera no advierte que produce daños, que va de un malestar psíquico

hasta lesiones físicas concretas. Quien ejerce el abuso no aprende a regular , a

medir, a decir, a escuchar y respetar mensajes de sí mismo y del otro, como son

“no quiero”, “no va más”, “solo hasta ahí”, o se encuentra en contextos donde

estos aprendizajes se le borran, se le diluyen o pierden firmeza. (Ravazzola 1999)

Hernández (2010) considera que algunos profesionales explican las pautas

de maltrato, abuso y falta de responsabilidad en el manejo del hogar por la

repetición transgeneracional, sin que medien procesos reflexivos que las detengan

y las modifiquen.

Para que la violencia pueda ser ejercida, no basta la voluntad de someter al

otro, tienen que haber condiciones de posibilidad, que se basan en la existencia

de un desbalance de poder físico, económico, político o cultural. Entonces la

violencia es desatada por quien ostenta ese mayor poder, cuando interpreta que

su posición de superioridad está en peligro o encuentra obstáculos para el

ejercicio de ese poder. (Ramos, M, 2006).

Para Corsi (1995) las situaciones de poder que desde la normativa genérica

desfavorecen a las mujeres suelen ser invisibilizadas en las relaciones de pareja,

llevando a la creencia de que en ellas se desarrollan prácticas recíprocamente

igualitarias y velando la mediatización social que adjudica a los varones, por el

hecho de serlo, un plus de poder del que carecen las mujeres.

Coddou y Méndez (2006) se preguntan acerca de la forma correcta de ser

pareja y si existe un modo normal de llevar una relación de pareja. Los autores

plantean que los seres humanos contemporáneos y post modernos reaccionaron a

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los guiones pre escritos anteriormente frente a la forma de ser pareja. Ahora la

motivación principal para establecer la relación de pareja se da en el escogerse

libremente a partir del amor, y en congruencia con esto, las personas enamoradas

deciden como vivir la relación marital y familiar en todas las dimensiones. Sin

embargo, el decidir cómo se quiere ser pareja queda condicionado por los marcos

de la normalidad asignados social y culturalmente.

Caillé (1992) menciona que la relación de pareja tiene la propiedad de

adquirir diversas formas sin dejar de ser identificable como tal. Las parejas

representan otro de los sistemas humanos naturales que ante dificultades internas

solicitan ayuda en el contexto de la terapia. Cada uno de los cónyuges piensa que

la intervención del terapeuta puede modificar la situación en un sentido favorable,

o por el contrario desfavorable.

El terapeuta puede actuar como un guarda agujas comunicacional cuidando

que cada cónyuge pueda expresarse libremente sin interrupciones, controlando la

lógica y la claridad de las respuestas o solicitando las aclaraciones necesarias

para evitar cualquier confusión, o puede usar otro método más sutil, y por eso

mismo más eficaz, es decir, la entrevista circular. (Caillé 1992)

El entrevistador se dirige a un miembro del sistema para pedirle su opinión,

no sobre su relación personal con otro miembro del sistema, si no sobre la relación

que existe entre otros dos miembros del sistema. El interrogado no responde

entonces como actor si no como observador de la relación. (Caillé, 1992)

La terapia de pareja no puede ser un arbitraje, ni tampoco una terapia de

conyugue en presencia de otro. La terapia de pareja como su nombre lo indica es

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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una intervención sobre la relación de pareja en presencia de dos personas que

son a la vez las creadoras de esa relación y creaciones de ésta. (Caillé, 1992)

La concepción de la perspectiva de género influye en las distintas

construcciones de los individuos para conformar pareja. Según los planteamientos

de Corsi (1995), la identidad masculina se construye por oposición, por un proceso

de diferenciación de lo femenino, lo cual hace que la masculinidad sea entendida

como una reacción más que el resultado de un proceso de identificación.

El exosistema implica las características actuales de la sociedad industrial,

concerniente al mundo de lo laboral, del trabajo. Entonces el hombre está menos

tiempo en la casa debido a esta actividad, y cuando la mujer también entra en el

mundo laboral, entonces el cuidado de los hijos queda al cuidado de otra mujer

como la niñera, la abuela o la maestra. (Corsi,1995)

En el microsistema se develará entonces, el tipo de interacción familiar.

Algunas veces el varón asume una postura distante emocionalmente como

modelo para diferenciarse de lo femenino materno, incorporará la restricción

emocional como modo de alejarse de lo femenino y parecerse a lo masculino con

distanciamiento corporal, inexpresividad, aparente ausencia de sentimientos

tiernos entre otros comportamientos. según el modelo ecológico de Corsi (1995)

es importante tener en cuenta factores como el biológico con la acción de la

testosterona sobre el hipotálamo, la educación diferenciada entre hombres y

mujeres,, el proceso de construcción de subjetividad masculina, los modelos

masculinos valorizados por los medios de comunicación y la atribución del rol

dominante en la sociedad entre otros factores. (Corsi,1995)

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Sin embargo, el tener en cuenta los factores mencionados anteriormente no

constituye una hipótesis relacionada entre el ser hombre y la violencia, si no que

es necesario conservar una mirada compleja, ecosistémica, incluyente de los

diferentes contextos y factores que intervienen en la interacción relacional.

Recientemente la violencia de pareja se está considerando como una

cuestión pública que ataca la salud y la dignidad de las mujeres y de los hombres.

Según Matud (2009) no debe normalizarse el fenómeno de la violencia sobre las

mujeres, aunque históricamente se haya generalizado con explicaciones derivadas

de las diferencias biológicas y factores hormonales de los hombres que los

predisponen a situaciones violentas y de control.

En términos generales, el uso del poder en la relación conyugal implica el

uso de la fuerza de uno de los miembros de la pareja con el fin de hacer daño

sobre el otro. En este sentido, es una expresión de relaciones de poder pues, en la

mayoría de los casos, uno ejerce autoridad sobre otro (un arriba y un abajo). Para

que la conducta violenta sea una posibilidad es necesario que exista un cierto

desequilibrio de poder, que puede estar definido culturalmente o por el contexto, o

producido por maniobras interpersonales de control de la relación (Corsi, 2001).

En otras palabras, la violencia toma forma a través de las actitudes culturales, por

ejemplo en el machismo, en el cual el hombre es aquel que ostenta poder sobre

su conyugue, manejando y sometiendo la relación. (Corsi, 2001)

Esta última afirmación es apoyada por investigaciones como la de

Rodríguez (2004), titulada La violencia intrafamiliar en Cartagena: un asunto de

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mentalidades, en la cual se destaca la violencia física conyugal como una

manifestación cultural aprendida, y que se legitima en la familia por medio de la

distribución de poderes, en tanto que se genera un sentido de propiedad de una

persona sobre otra. De esta forma, se reproducen dinámicas de subordinación que

generan relaciones de abuso y agresión que lleven a que una parte esté en

desventaja respecto a la otra.

En tal virtud, a través de diferentes autores se observa que existen tres

formas posibles de relaciones que se establecen dentro de la relación conyugal

violenta. La primera de ellas, se denomina terrorismo patriarcal, el cual se

caracteriza por un ejercicio del poder, por parte del hombre, para lograr dominar y

controlar a la otra persona (Johnson 1995, en Pérez 2002). De otro lado, también

se encuentra un segundo tipo de relaciones en las que el poder lo ejercen las

mujeres, con el fin de dominar y controlar al hombre (Cook 1997, en Pérez 2002),

y la tercera, abarca las relaciones en las que, ambas partes, utilizan la agresión

como una forma de establecer límites o de solucionar problemas, manifestando

por medio de esta la frustración, el rechazo, la hostilidad o la rabia, lo cual se

establece como la violencia común de pareja (Johnson 1995, en Pérez, 2002).

Esta tipificación de la relación conyugal permite observar más allá de la

idea generalizada sobre que el hombre es el único que la ejerce, lo cual plantea

que el ejercicio del poder es una posibilidad humana, no sólo determinada por el

género. El presente fenómeno se deriva es de la jerarquización de la relación de

pareja, pues, como Torres (2001) lo menciona en La violencia en casa, detrás de

un acto violento, existen mecanismos de negación del afecto y de compasión o

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empatía pero, también, se produce una pérdida del espacio para la identificación,

por lo cual se anula la posibilidad de una relación entre iguales. Por consiguiente,

al no ser capaz la persona de ponerse en los zapatos del otro, entra en una lógica

de control y sometimiento de actos, sentimientos, y hasta de pensamientos, del

otro como forma de autoafirmación.

A pesar de los riesgos que este tipo de situación genera, se encuentra que

muchas personas permanecen en una relación caracterizada por la violencia

conyugal. (Torres, 2001). Frente a esto, Rodríguez (2004) explica que existen

aspectos sociales, económicos, culturales, religiosos y/o legales, que mantienen,

especialmente a las mujeres, dentro de estas dinámicas de relación. Ahora bien,

se encuentra que no necesariamente esta situación se presenta en estratos bajos,

pues en familias en las que su económica es solvente, existen situaciones, tales

como la mentalidad obtenida por medio de la cultura, que no permiten que la mujer

sea autónoma y tome decisiones libres, perpetuando este tipo de relaciones.

Según Matud,M (2009), es muy común que el maltrato a la mujer empiece desde

el comienzo de la relación de noviazgo, y es frecuente que aumente su intensidad

y frecuencia con el tiempo. Otra de las características del maltrato es que pese a

su frecuencia y gravedad, la mayoría de las mujeres permanecen con su pareja

durante muchos años o vuelven con ella aunque hayan sido capaces de

abandonar temporalmente, dadas condiciones emocionales, económicas,

familiares, legales y sociales que la unen a él.

En cuanto a los factores socioculturales, se observan algunos que pueden

ser calificados como condiciones estructurales que favorecen la aparición de la

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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sumisión. Para Pérez (2002) estos son “la subordinación, la pobreza, el

desempleo, el hambre, la marginación, la inseguridad y las ideologías

segregacionistas”. Estas características inciden altamente en el sistema familiar,

ya que al presentarse alguna de estas, el sistema debe asumirlas y manejarlas, lo

cual puede desestabilizarlo y reorganizarlo produciendo cambios en la dinámica

familiar y en las interrelaciones que pueden resultar en la aparición de la violencia.

Pérez (2002) explica que: “La cultura no solo permite sino que también

legitima la violencia dentro del hogar. El espacio familiar, es un espacio en el que

normalmente se fomentan las relaciones afectivas y es igualmente un medio

violento reproductor de relaciones autoritarias y de explotación, en donde se

ejerce la violencia como un derecho del agresor. En las familias existen factores

que promueven las agresiones entre las parejas: la relación de poder desigual y

dominio de un miembro de la familia sobre otro, el manejo inadecuado de

conflictos, una tensión emocional fuerte de uno o varios miembros progenitores

que vienen de familias violentas y una condición especial de alguno de los

integrantes, pues ello genera sobrecargas materiales y afectivas”.

Se observa, entonces, que la estructura y función de los miembros de la

familia, determinada por las jerarquías, las pautas, los vínculos y los patrones de

interacción son importantes a la hora de entender la legitimación de las relaciones

de poder y dominio por uno de los integrantes de la pareja. Es así, como, en

algunas ocasiones existe una demanda cultural sobre la necesidad de expresión

de la masculinidad como forma de control de la pareja.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

38 

Madanés (1990) menciona la dimensión del control en la que a las personas

les interesa principalmente dominarse unas a otras y luchar por el poder. El

control y el dominio, dice, se logran por medio de la intimidación y la explotación.

En el ámbito de la terapia es necesario re distribuir el poder entre los miembros de

la familia y cambiar el modo de usarlo a fin de que, en lugar de temor al castigo,

prevalezcan la protección y la atención.

La misma autora afirma que cuando las personas tratan de dominar y

controlar, es necesario que se generen ayudas para negociar y llegar a acuerdos

sobre el dinero, los hijos, tiempo libre, sexo etc. Entonces el rol del se dirige a

ayudar al sistema a expresar sus preferencias y a negociar, estableciendo tipos

de contratos que deben cumplirse.

Por su parte Perrone, R., Nannini, M.(1997), refieren “que el comportamiento

violento forma parte de una estructura de personalidad relacionada con el tipo de

educación recibida, las circunstancias familiares, las creencias y mensajes

sociales que el hombre asimiló en cuanto a lo que es la masculinidad. La otra cara

de la moneda, es la sumisión que las mujeres interiorizan en su socialización de la

feminidad”.

De acuerdo con Turbay, C (1994) Las relaciones que se establecen entre

hombres y mujeres en el tejido social, y particularmente, en sus modos de de

inserción y participación en los distintos ámbitos de la sociedad se refiere a la

situación de género, mientras que por condición de género se entiende al mundo

de las representaciones socialmente construidas en torno a la situación de género

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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y al deber ser sobre las características propias de los sexos tanto en el plano de

su comportamiento social como de lo individual o personal.

La expresión Violencia de Género es la traducción del inglés gender-based

violence o gender violence, expresión difundida a raíz del Congreso sobre la Mujer

celebrado en Pekín en 1995, bajo los auspicios de la ONU. Con ella se identifica la

violencia, tanto física como psicológica, que se ejerce contra las mujeres por razón

de su sexo, como consecuencia de su tradicional situación de sometimiento al

varón en las sociedades de estructura patriarcales.

La violencia de género es definida por la ONU como “todo acto de violencia

que se ejerce contra la mujer por el simple hecho de serlo y que tiene como

resultado posible o real un daño físico, sexual psicológico o emocional, ya sea en

la vida pública o en la privada.

A pesar de la creación de políticas públicas a nivel nacional e internacional

y de la preocupación de diferentes entidades por combatir la violencia de género,

es real que en el interior de las parejas ocurren manifestaciones que atentan

contra la dignidad de las mujeres.

En cuanto al control del dinero Corsi (1995) encuentra gran cantidad de

maniobras que son utilizadas para manipular el uso o las decisiones sobre el

dinero, limitando el acceso de la mujer a él o sugiriendo que es el hombre quien

más derecho tiene al mismo. Algunas formas de esta forma encubierta de

machismo es el no dar información acerca del destino del dinero común, retención

del dinero, lo que obliga a la mujer a pedir y la negación del valor del trabajo

doméstico así como de la crianza y el cuidado de los hijos entre otros.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Como he dicho que las comprensiones acerca de la perspectiva de género

se produce a partir de la interacción con el mundo y que tiene mucho que ver con

las diferentes historias de vida, es necesario que también se tengan en cuenta las

particularidades del sujeto que comprende y significa como sujeto de

conocimiento. Estas particularidades responden a preguntas como de que sujeto

se trata?, Cuales son sus intereses?, Como se posiciona en el mundo?, entre

otras particularidades.

Desde el enfoque sistémico la comprensión del sufrimiento emocional que

aqueja a mujeres y hombres con referencia a las relaciones de género, lo han

abordado autores como Peggy, P (1991) coincidiendo en que el síntoma es tan

solo la percepción de los miembros del sistema de lo que está pasando, mas no

está centrado solo en ella, por lo que sería más bien una queja, para hacer

resistencia a los sistemas establecidos, que generalmente es el patriarcal, en el

que la mujer se siente sobrecargada, teniendo en cuenta las exigencias de lo

cultural, lo social, traducidos a como debe ser la mujer y los discursos dominantes

de la cultura del debe ser mujer.

Por ejemplo Peggy Papp (1991), en el libro La red invisible: pautas vinculadas

al género en las relaciones familiares comenta “todas las intervenciones deben

tomar en cuenta el género por vía de reconocer los procesos de socialización

diferentes de mujeres y hombres, prestando especial atención al modo en que

estos procesos ponen en desventaja a las mujeres”, esto debe estar presente a fin

de reconocer que cada uno de los integrantes de la pareja, significa el contenido

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

41 

de la sesión desde su marco de referencia que construido a partir de la cultura

patriarcal en la que aún nos encontramos inmersos.

De igual forma en los escritos de Thelma Goodrich (1989) se encuentra

que la reciente Terapia Familiar Feminista surge con la finalidad de combatir la

diferencia, haciendo una crítica a la terapia más tradicional, pues no cree que

pueda surgir un buen resultado de una terapia si no se desvanecen estas

relaciones desiguales de género, las cuales son causa de muchas problemáticas

de la mujer y de la familia.

Finalmente, el reflexionar sobre las implicaciones que tienen las creencias de

género sobre la salud mental, tanto de hombres como de mujeres permite ampliar

la mirada y facilita la comprensión de los consultantes en su dilema, el entender

su sufrimiento, y saber desde donde estamos parados para responder a su

pedido.

Objetivos Objetivo General:

Describir las dinámicas de poder que existen en las parejas con conflicto conyugal

e identificar las creencias de género que las mantienen para favorecer el cambio

de la relación a partir de la terapia sistémica.

Objetivos específicos:

Conocer las dinámicas de poder que se evidencian en las parejas consultantes.

Describir las características del ejercicio del poder en la relación conyugal.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Identificar las creencias que existen en las parejas que consultan respecto a los

roles de género.

Describir el proceso de transformación de las dinámicas de poder que favorecen el

cambio en la relación conyugal.

Metodología La presente investigación/intervención es de tipo cualitativa, la cual

según Miranda (1995) aborda el estudio de la construcción social de la realidad

elaborada por los individuos en sus actos de habla (individuales y colectivos) dada

la reflexividad de las practicas discursivas, permitiendo, por medio de los actos de

habla y de lenguaje la re significación de la realidad a través de espacios

conversacionales que le dan sentido y valor a las experiencia vividas por parte de

las personas y las familias.

La investigadora establece el rapport adhiriéndose a los siguientes

principios:

Solidaridad como medio para ganar confianza.

Interesarse por lo que dicen y hacen los consultantes que asisten a terapia.

Preguntar y alentar a la gente a que manifieste sus vivencias.

Empatizar con el contexto socio lingüístico que los consultantes traen.

Contexto:

La forma de intervención que se utilizó fue la conversación terapéutica que se dio

a partir de encuentros programados con anterioridad dirigidos hacia la

comprensión de las perspectivas que tienen los consultantes respecto de sus

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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vidas, experiencias o situaciones derivadas de una problemática particular, que en

este caso es la dificultad en la relación de pareja.

Las conversaciones terapéuticas, se llevaron a cabo a través de diferentes

encuentros, donde en un primer encuentro con cada una de las parejas, se

estableció en conjunto, los posibles temas a tratar, derivados de los motivos de

consulta que cada sistema consultante traía para trabajar en la terapia. Además, la

investigadora señaló los lineamientos en los que se fundamenta la presente

investigación. Es decir, se pide consentimiento para que la intervención

terapéutica pueda ser tenida en cuenta para nutrir elementos de la investigación

en curso con pretexto de opción a grado de Magister en Psicología Clínica de la

Pontificia Universidad Javeriana.

Es importante señalar que las parejas y personas individualmente son

tenidas en cuenta como expertas en su problemática, ya que son ellas quienes se

han visto enfrentadas a esta realidad del conflicto en la pareja a partir de

interacciones que generan malestar en el contexto de la vida conyugal, por lo cual

son los ojos y los oídos del sistema investigador, a partir de las revelaciones de

sus propios modos de vivirla, y describiendo a través de sus experiencias, relatos

y modos conversacionales las experiencias de violencia en las que se han visto

involucradas.

Participantes:

La población que se tuvo en cuenta son consultantes que acuden a la

consulta particular de la investigadora – interventora. Para la construcción de éste

documento se cuenta con la participación de 3 parejas o sistemas consultantes

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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que acuden voluntariamente y que han experimentado conflicto en la relación de

pareja, llevando a cabo un aproximado de 6 sesiones acordadas previamente. Los

participantes firman consentimiento informado para autorizar la grabación en audio

de las sesiones.

Características socio demográficas:

Se trata de 3 parejas conformadas cada una por un hombre y una mujer. Los

miembros de las tres parejas oscilan entre los 28 y 39 años de edad, siendo todos

profesionales. Las tres parejas consultantes pertenecen a estrato socio económico

4. Dos de los sistemas conyugales se encuentran unidos por la institución de

matrimonio católico y otra está configurada como unión libre.

Recolección de la información:

La información analizada en este documento se obtiene a través de

sesiones realizadas en el contexto de psico terapia. Se realizan transcripciones de

las sesiones efectuadas con los consultantes. Esta información fue sistematizada

en matrices de información y comparadas con sistemas conceptuales tomados de

la bibliografía consultada.

Instrumentos:

Los instrumentos utilizados para la elaboración de ésta investigación –

intervención son: La entrevista sistémica, transcripción de entrevistas, matrices de

información.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

45 

Análisis de los datos:

El análisis de los datos se realiza a partir de los relatos obtenidos de los

consultantes en el contexto de la terapia, teniendo en cuenta la complejidad de las

relaciones de pareja frente al constructo de poder, la identidad y la subjetividad de

los consultantes, reflejados en sus creencias en distintas dimensiones como:

Autonomía, que en este proceso, se ha entendido a partir de las

construcciones conversacionales hechas con las y los consultantes como la

independencia que posee cada individuo para pensar, decidir, actuar y moverse

en el mundo.

Libertad, percibida como la capacidad para elegir y tomar decisiones entre

múltiples posibilidades de acuerdo a las propias necesidades y no a las del mundo

externo, la habilidad de expresarse sin temor.

Responsabilidad: la cual se entiende en el marco del proceso terapéutico

con las parejas como la habilidad para actuar entendiendo que esos actos

posibilitan o no los resultados que deseamos, permitiéndonos reflexionar sobre

éstas consecuencias reconociendo las propias expectativas y las de los demás.

Deconstrucción de creencias: se da en los momentos en que los discursos

dominantes acerca del rol género empieza a desmoronarse y se reconocen fallos

en los discursos que hacen que se generen otros alternativos al dominante, hasta

que finalmente es reemplazado por otro. Es la posibilidad de generar nuevos

significados.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Una vez identificadas las dimensiones anteriores en los relatos de los

consultantes, éstas se organizaron en matrices de información que dan cuenta de

cada categoría en los niveles de pensamiento, acción y emoción así:

Matriz No 1

Relatos sobre creencias de género:

Creencias de genero Discurso del hombre Discurso de la mujer

Pensamiento

Acción

Emoción

En ésta matriz se agrupan los relatos sobre creencias de género que dan

cuenta de pensamientos, acciones y emociones respecto a la manera de significar

el rol de género develado en la narración de las historias personales. Se

identifican semejanzas o diferencias en los diferentes niveles.

Se entienden las sub categorías así:

Pensamiento: Se refiere al significado que los consultantes dan a las situaciones

de la experiencia narrada por ellos mismos.

Emoción: Se refiere a los sentimientos que experimentan los consultantes frente a

las situaciones o creencias narradas.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Acción: Se refiere a los comportamientos, al hacer frente a una situación particular

narrada por los consultantes.

Matriz No 2

Dimensiones de los relatos:

Categoría Relato del hombre Relato de la mujer

AUTONOMIA

LIBERTAD

RESPONSABILIDAD

En ésta matriz se identifican los relatos que dan cuenta de los niveles de

autonomía, libertad y responsabilidad en la relación de pareja, teniendo en cuenta

las creencias de género.

Luego de agrupar los relatos en las categorías anteriores se cruza la

información con los hallazgos conceptuales, lo que se configura como sustento de

la interpretación de los resultados encontrados. Lo anterior sugiere un análisis que

surge a partir de las narrativas obtenidas de las conversaciones terapéuticas, que

tienen que ver con las experiencias particulares de los sistemas consultantes.

Dichas categorías son susceptibles de ser interpretadas por el interventor-

investigador (terapeuta) y así dar cuenta de formas de relación que favorecen la

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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presencia de pautas de poder en el interior de las relaciones de pareja que

generan conflicto familiar, individual o conyugal.

La información obtenida de las transcripciones de sesión, de la intervención

terapéutica, fue analizada a partir de la metodología de análisis de narrativas.

Roberts, (2002) señala que el estudio narrativo de las vidas de la gente se ha

convertido en un área sustantiva para el análisis de las experiencias de vida y la

identidad conectada con los grupos sociales, las situaciones y los

acontecimientos. Las narraciones también proporcionan una estructura para

nuestro sentido de la identidad, porque a la vez que contamos relatos sobre

nuestras vidas creamos una identidad narrativa. El giro narrativo también se ha

considerado adecuado para comprender los significados con el que las personas

componemos el mundo. El significado resulta básico para el ser humano y su

naturaleza humana supone la construcción activa de significado. El estudio del

relato y las historias permiten comprender el significado. (Bruner 2002)

Una de las formas de análisis estructural es la categórica, es decir, la que

examina los aspectos formales de diferentes secciones o categorías y se centra

en la práctica narrativa en acción de varios relatos buscando similitudes y

diferencias en cómo se cuentan las historias. (Lieblich 1998)

Como nos recuerda Lieblich (1998) los aspectos formales de la estructura,

tanto como su contenido, expresan la identidad, las percepciones y los valores de

quien cuenta el relato. Por ello, el análisis de la estructura de las historias y de la

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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manera en qué están organizadas es objeto de preocupación por parte de los

investigadores narrativos.

El análisis de datos durante el proceso de ésta investigación se desarrolla en

tres etapas; la primera es una fase de identificación en la que a partir de lo

escuchado en los relatos, se identifican los temas prevalentes en las tres parejas;

es decir, se tienen en cuenta discursos, emociones y comportamientos en común.

La segunda etapa, se desarrolla a partir de la categorización de la información

anteriormente encontrada en las historias narradas. Se eligen categorías en las

que se incluyen los elementos en común de los sistemas consultantes, este

proceso permite a la investigadora obtener mayor claridad y nutrición en el análisis

de las experiencias relatadas por quienes asisten a consulta. En la última etapa la

investigadora da a conocer la interpretación de los resultados luego de realizar el

proceso de categorización, triangulación y análisis de los estamentos.

Este proceso de análisis de resultados es útil en la medida que permite a la

investigadora dar origen a diferentes reflexiones en torno a la problemática tratada

en cruce con la información documental encontrada como resultado de la

triangulación con el marco teórico. A lo largo del análisis, se trata de obtener una

refinación de las interpretaciones y de los significados tanto de los sistemas

consultantes como de la terapeuta.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Resultados A continuación se darán a conocer los resultados obtenidos de las

conversaciones en las que las parejas comparten sus historias respecto a la forma

en que se ejerce el poder en la relación, favoreciendo la aparición del conflicto

conyugal.

La información fue recopilada principalmente a través de la conversación

terapéutica la cual permitió obtener información respecto a la percepción que

tienen las mujeres de su relación de pareja que han experimentado

manifestaciones de poder y sumisión por parte de sus parejas, a partir de técnicas

como preguntas circulares, reflexivas, estratégicas entre otras, grabación en

audio, etc.

Se mostrará lo hallado en las tres parejas que asistieron a proceso de

intervención terapéutica manifestando motivos de consulta como “ Estamos a

punto de separarnos, no nos aguantamos mas” “ La relación está pasando por un

momento difícil…es como si ya no nos estuviéramos entendiendo…nos queremos

mucho pero sentimos que algo anda mal”, “ Queremos darnos una oportunidad a

nosotros y también a nuestra familia…no lo merecemos porque hemos trabajado

mucho para conseguir lo que somos hoy como familia”.

Aunque en un comienzo asistieron a la primera sesión las parejas

conformadas, a lo largo del proceso, se notó que los hombres fueron mostrándose

menos interesados en el proceso alegando responsabilidades laborales o sociales

que impedía la asistencia a algunas de las sesiones. Sin embargo, al final del

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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proceso se evidenció cambios en la narrativa de los hombres a partir de la de

construcción de algunas creencias y la construcción de otras nuevas .

A lo largo de la investigación-intervención se comprendió que en la relación

de pareja, el ejercicio del poder se manifiesta en la existencia de un sistema de

emociones, experiencias, pensamientos y mundos compartidos fruto de la

construcción en el vínculo conyugal, que se refleja en modos particulares de

relación. Estas dinámicas particulares de relación, generan en quienes componen

el sistema conyugal de las parejas consultantes, miedos e incertidumbres, así

como deseos de dominación mediante mecanismos de anulación, invisibilización,

control, etc. que se manifiestan en las esferas emocional, comportamental y del

pensamiento.

Para la realización del análisis de resultados la investigadora identificó

categorías, a partir de los discursos escuchados , que favorecen la interpretación

más clara los resultados.

En primer lugar se describe la categoría creencias de género de la cual

se derivan sub categorías como pensamiento, acción y emoción, evidenciándose

lo que significa para los consultantes el ser hombre o mujer. Así mismo, se tienen

en cuenta roles de género, creencias sobre el deber ser y el deber hacer. Ej: el

esposo de la pareja 1 dice: “Yo por ejemplo sé que mi responsabilidad es cumplir

económicamente con la casa, por eso uno no puede dejar de trabajar…ella por su

parte está pendiente de que la casa este bonita, de que ella también este bonita,

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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que los niños estén limpios, que si hace falta algo ella me lo haga saber para darle

la plata”.

En los siguientes hallazgos se da cuenta de la primera pregunta de

investigación ¿Cuáles son las creencias con respecto a la identidad de género

que favorecen la aparición del conflicto en la pareja?

Las creencias tanto en hombres como en mujeres están principalmente

fundamentadas en sus historias provenientes de sus familias de origen, es así,

como el tipo de familia de origen de cada uno de los consultantes juega un papel

muy importante en la construcción de subjetividad femenina o masculina.

Las tres parejas consultantes manifestaron provenir de hogares

conformados por madre, padre e hijos en donde el varón asumía rol abastecedor y

la mujer se ocupaba de las tereas domésticas y del cuidado de los hijos. Aunque

los padres de los seis consultantes obtuvieron nivel de escolaridad superior, las

madres sólo alcanzaron el nivel de bachiller en dos de los casos mientras que en

uno de ellos ni si quiera se terminó la básica secundaria. Los hombres de las tres

parejas coinciden al inicio del proceso en que existen actividades diseñadas

estrictamente para hombres y otras para mujeres. Además creen que existen

ciertos espacios sociales en los que las mujeres no deben participar como fiestas.

Sin embargo, en las tres familias de origen de las mujeres consultantes el

acceder a la educación superior fue una preocupación de los padres y madres de

las mismas. Paralelamente, en sus familias se les exigía el aprendizaje de

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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comportamientos propios de las mujeres como el arreglo personal y el aprendizaje

de oficios domésticos y culinarios entre otros.

Por otro lado, las familias de origen de los varones fueron descritas como

familias tranquilas, relajadas, en donde desde niños fueron educados para

conducir autos, ganar dinero, conquistar mujeres mientras que las mujeres de la

casa, ósea las hermanas de los consultantes varones, no tuvieron acceso a estos

aprendizajes por considerarlas no aptas o simplemente por considerar que no era

necesario la existencia de éstos saberes en el repertorio de las mujeres. Además

recuerdan como era importante la interacción social en torno a fiestas, bebidas

alcohólicas y amigos, mientras que a sus hermanas este tipo de actividades les

era restringido o supervisado.

Paradójicamente, tanto hombres como mujeres no comparten éste modo

de crianza para las hijas de la pareja, pues consideran que en la actualidad el

mundo ofrece un sin número de alternativas y posibilidades para captar las

capacidades de sus hijas, es decir, ni padres ni madres están de acuerdo en que

sus hijas se conviertan en cuidadoras exclusivas del hogar. Por el contrario, las

tres parejas comparten la idea de brindar diferentes oportunidades tanto a hijas

como a hijos para explorar el mundo con independencia, autonomía y

responsabilidad de las decisiones tomadas de acuerdo a sus intereses y proyectos

para la vida.

El conflicto aparece cuando a pesar de tener claridad respecto a estas

creencias, emerge en el nivel de la emoción malestar por no considerar que el dar

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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cuenta de estas creencias esté acorde con la manera en que las mujeres quieren

sentirse amadas, respetadas, valoradas y tenidas en cuenta en la familia, mientras

que sus esposos consideran que éstas creencias simplemente son las que

tradicionalmente han hecho que las familias funcionen de la misma forma en que

han funcionado las suyas.

Entonces surgen tensiones en la pareja en donde cada miembro de la

misma desea continuar funcionando como familia de una manera armónica, pero

éste funcionamiento choca o va en contra de los deseoso individuales de

realización o de formas de querer ser en el mundo, especialmente por parte de las

mujeres.

Ahora bien, la primera sub categoría de la categoría de creencias de

género, hace referencia a la esfera del pensamiento entendido como la forma en

que comprendemos y significamos. En ésta sub categoría se evidencian relatos de

creencias de género presentes en este nivel. Además la sub categorización se

hace teniendo en cuenta al género femenino así como al masculino. De ésta forma

se obtienen análisis en el nivel del pensamiento respecto a la comprensión de

género tanto en hombres como en mujeres que conforman la pareja.

Las mujeres de las tres parejas que consultaron manifestaron en sus

relatos sentirse privilegiadas por haber sido escogidas por su pareja y es por esto

que sienten la responsabilidad de responder a las exigencias de sus esposos en

cuanto a lo que se cree debe ser una buena esposa. Es decir, la esposa debe dar

gusto a su pareja sin importar que esto genere malestar en ellas. Cuando éste

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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malestar aparece entonces las mujeres experimentan la emoción de culpa por ser

“desagradecidas” frente al hombre que vio en ellas la capacidad de ser buena

esposa y buena madre. Por otro lado, las creencias familiares nutren la idea

subjetiva femenina de tener como deber el atender a su esposo, satisfaciendo sus

necesidades físicas (salud y sexualidad) y emocionales (apoyo incondicional)

Se pudo observar en las conversaciones como la construcción de

subjetividad femenina está centrada en el que hacer doméstico, la responsabilidad

del ámbito de lo privado está en la mujer. De acuerdo con Grosman (1992) estas

parejas experimentan Una organización jerárquica fija e inamovible, basada en la

creencia muchas veces, explícita en desigualdades naturales. Para las

consultantes el hecho de ser mujer implica una actitud de obediencia frente a sus

esposos, y aunque la responsabilidad de lo privado está en ellas, incluso es

necesario solicitar aprobación en aspectos como la comida, un ejemplo está en

relato de la mujer que compone la pareja número 2 “Yo no puedo preparar de

comida lo que yo quiero o lo que a mi me gusta porque viene un problema, es lo

que a él le gusta, incluso a veces tengo que hacer varios menús para darle gusto a

todo el mundo.”

“La mirada de género incluye el análisis de las condiciones de existencia de

los varones, que si bien han aprovechado históricamente sus posiciones de poder

y privilegios, han sufrido y sufren fundamentalmente la mutilación cultural de la

esfera de los afectos, la que pertenece a lo relacional, lo íntimo. Un ejemplo

exacto de esto es el machismo imperante en muchas sociedades”

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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(Entel 2002). Es aquí donde la emoción aparece como afectada

fundamentalmente en la relación de pareja de quienes asistieron a consulta con

relatos como: “Es que yo no soy afectuosa para nada y a él le gustaría que yo

fuera así toda melosa “

“Ella parece un macho, nunca tiene un cariño para uno ni un detalle

especial como uno ve que las esposas de los compañeros hacen”. Existe

inconformidad masculina por la ruptura de esquema que representa el que una

mujer nos sea afectuosa. Maternalización de la mujer. Corsi (1995) Además este

hombre que conforma la pareja número uno manifiesta sentirse inconforme con la

falta de nutrición emocional por parte de su esposa, reclamando manifestaciones

de afecto por parte de ella.

En el nivel de la acción Las labores domésticas son consideradas por los

varones como un oficio que se desarrolla en un ambiente de tranquilidad y que no

trae consigo grandes esfuerzos, entonces el hombre considera un favor especial

hacia su mujer que ésta se quede en el hogar y no sufriendo los dilemas laborales

que son tan poco deseables para sus mujeres. El hombre de la pareja número uno

relata: “Yo por ejemplo sé que mi responsabilidad es cumplir con la casa, por eso

uno no puede dejar de trabajar…ella por su parte está pendiente de que la casa

este bonita, de que ella también este bonita, que los niños estén limpios, que si

hace falta algo ella me lo haga saber para darle la plata”. Aquí el esposo de la

pareja número uno, atribuye a su pareja la responsabilidad de el mantenimiento de

la casa, así como del orden y el aseo de los hijos sin que su esposa descuide su

parte física, a él le agrada verla estéticamente arreglada, en el momento de la

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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sesión se percibe que lo mencionado no trae consigo alguna dificultad, sino que

por el contrario el ocuparse de estas tareas debería ser un privilegio para su

esposa.

El varón de la pareja número dos expresa: “Hacer todo lo posible desde las

posibilidades de uno para poner el granito de arena en la familia…que llevarlos de

viaje, que coman rico, que el colegio sea bueno…” El esposo de la pareja número

dos considera que en él está la responsabilidad de brindar a su familia espacios

de bienestar que se consiguen a través del dinero, lo económico continúa siendo

lo más importante de su rol, incluso en los momentos de esparcimiento y

diversión.

En cuanto a la percepción del esposo de la pareja número tres frente a

que su esposa no trabaje tiempo completo dice: “Menos mal tenemos la bendición

de que ella pueda estar la mayor parte del tiempo en la casa… porque es que no

tenemos la necesidad de eso …eso es un lujo que hoy en día no se pueden dar

muchas familias”.

En estos relatos los hombres de estas parejas legitiman el deber hacer

de las mujeres en los que haceres domésticos, ellos por su parte se siguen

ubicando en el rol de proveedor que les otorga el beneficio del uso del poder en la

relación conyugal y familiar.

El ámbito de lo privado es un terreno exclusivamente femenino, pues son

ellas las que deben ocuparse de los asuntos del manejo del hogar, ya que sus

esposas, por el hecho de ser mujeres cuentan con el privilegio de no ocuparse de

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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devengar un salario para responder económicamente por la manutención de la

casa y de quienes componen la familia.

Como respuesta a la pregunta de investigación ¿Cuáles son las

características de las dinámicas de poder que se evidencian en los conflictos

conyugales? Se observa como aparecen las conductas “micromachistas” (Corsi

1995) de subordinación y a la vez creando un fértil territorio para que la mujer

desarrolle incondicionalmente su maternidad y sostenga toda la carga doméstica.

El hombre es el dueño del conocimiento, es quien sabe, decide, la hace callar y la

culpa. Cuando están juntos durante las primeras sesiones son frecuentes frases

de este tipo: “Cállate, no digas lo que no sabes”, “Así no son las cosas”, “Esa es tu

responsabilidad, los niños están a tu cargo todo el día” como menciona el varón de

l apareja número dos.

En el siguiente relato contado por la mujer de la pareja número tres se

evidencia una forma de micro machismo en el que el dinero se configura como

una fuente de poder (Corsi 1995) “Cuando él era el que aportaba mas a mí

también me tocaba aguantarme sus desplantes y comprar lo que él quisiera por

que como el de la plata era él. La verdad es que el que tiene la plata si tiene como

unos derechos diferentes en la casa”.

El dinero para esta pareja (número 3) constituye una fuente de poder en su

relación y coincide con el pensamiento de las demás parejas consultantes, pues

es quien asume rol proveedor a quien se le atribuye o se atribuye a sí mismo el

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derecho a tomar decisiones respecto al hogar, a las actividades que se realizan en

espacios de ocio y frente a la forma de invertirlo.

Pearson (1969) se refiere al aspecto simbólico del poder, encontrando

analogías entre este y el dinero. Menciona que el poder es un valor de cambio,

que como el dinero, circula, se transmite, se acumula, se distribuye y se

reproduce, siendo fuente de crédito para quien lo obtiene. “Mas precisamente el

poder como el dinero permite obtener algo a cambio de lo que él ofrece”. Es en

este sentido en que Pearson analiza el poder como uno de los medios de

interacción del sistema social.

El que los varones se atribuyan a sí mismos el rol de proveedores y al

mismo tiempo sus esposas asignen ese rol a sus parejas, otorga privilegios en la

relación, es decir, el dinero es el símbolo de quien representa mayor jerarquía en

el hogar, el que posee el dinero es quien puede obtener aquello que quiere no solo

en términos materiales, sino también en términos relacionales. Esto se puede

observar en relatos como el siguiente en el que la esposa de la pareja número tres

menciona: “Es que a él le toca duro, trabaja demasiado, yo no me puedo quejar

porque a nosotros no nos hace falta nada, el nos da todo lo que necesitamos y

hasta de sobra, por eso yo le paso el genio”. Por otro lado, el esposo de la misma

pareja dice: “Uno no puede permitir que a la familia le haga falta nada, para eso

trabajo, me esfuerzo, lo único que uno espera es consideración por tantas horas

de trabajo para que ellos puedan tener todo lo que quieran. Eso hace que uno

tenga derechos”

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Las parejas están inmersas en un sistema de autoridad en el que la

distribución del poder se organiza conformando relaciones de dominación

/subordinación, autoritarias, una modalidad relacional, cercenadora de la

autonomía femenina, en tanto los miembros de la familia interactúan rígidamente,

esto es solo en término de funciones con relación a otro y sin posibilidad de que la

persona subordinada reconozca su propia identidad. De manera que estas

mujeres actúan como el sistema les impone ser, y permanecen inmovilizadas en

sus lugares. (Grosman 1992)

La mujer de la pareja número dos menciona en varias oportunidades

situaciones que dan cuenta de modos de subordinación que a la vez son validados

por ella misma, un ejemplo es el siguiente: “pues yo siempre acudo a él para

pedirle su opinión cuando quiero hacer algo, uno a veces como que necesita ese

apoyo o esa opinión para estar más seguro, por ejemplo lo del trabajo, a él no le

gusta que la casa esté mucho tiempo sola y menos cuando los niños están en la

casa. Entonces ahí fue cuando decidí trabajar solo medio tiempo”.

El mismo autor manifiesta que una de las características facilitadoras de

eventos violentos, es la existencia de una fuerte adhesión a los modelos

dominantes de género. Esto significa también una rígida adhesión a los supuestos

explícitos o implícitos de la cultura lo que conduce a una significativa contradicción

entre ambos, puesta de manifiesto en las prácticas de interacción.

Tanto los hombres como las mujeres que conforman las tres parejas

consideran que es común que como los hombres están expuestos a mas presión

social y laboral, tengan a menudo mayor número de manifestaciones violentas

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como gritos, expresiones soeces, entre otras. Al respecto la mujer de la pareja

número uno dice: “Yo sé que el llega estresado del trabajo, entonces yo lo dejo

que haga mala cara” La de la pareja número dos menciona: “a mí me da rabia que

cuando llega y yo estoy viendo algún programa el sin mas ni mas me lo cambia de

canal, entonces yo me calmo y me digo a mi misma, tranquila, el viene cansado,

quiere distraerse, y no le digo nada”.

Los relatos tanto de hombres como de mujeres se refuerzan entre si

destacando la existencia de legitimación de violencia al interior de las relaciones

de pareja, por ejemplo en la esfera de la emoción los discursos que se dicen por

separado son por ejemplo en el caso del varón de la pareja número uno : “Son

ellas las que se dan cuenta si uno está triste, si esta de mal genio, si le fue bien en

el trabajo o no, si los niños están raros…y eso es chévere porque uno sabe que

están pendientes, La esposa de la pareja uno menciona: “Uno tiene como ese

sexto sentido del que hablan…uno tiene las palabras mágicas para consolarlos

cuando algo pasa…yo siempre se solo con verlo si le fue bien, si le fue mal y con

los niños es igual ellos lo buscan es a uno para darles consuelo…uno no busca al

papá para contarle las cosas uno siempre busca a la mamá”.

Se valida la relación de dependencia emocional siendo ésta definida por

Castello (2005) como la necesidad afectiva extrema que una persona siente

hacía otra a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja.

Estás relaciones se sustentan en lo que se denomina también dependencia

afectiva y se caracterizan porque ambos o uno de ellos, tiene la constante

necesidad de preguntarle al otro que hace o deja de hacer, pero no por

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consideración, sino por una eterna búsqueda de la confirmación externa de sus

acciones. Las personas que se ven envueltas en este tipo de relaciones “creen

que no existen sin el otro, porque no poseen una vida intima e individual, todo lo

proyecta o disfrutan si están en compañía. Por ello tienen sentimientos posesivos

y deseos de exclusividad (Castello, 2005)

Las mujeres se acoplan a los deseos de la familia sin preocuparse de ellas

mismas, siempre y cuando las necesidades de los otros miembros de la familia

estén cubiertas por ellas mismas. Se da un rol asignado y otro asumido al mismo

tiempo de la carga doméstica que trunca el desarrollo personal. Se puede

observar como existe una percepción de poder en ambos miembros de la pareja,

en distintos contextos pues el esposo siente lo favorable de asumir el poder

económico y la esposa siente que puede controlar las cuestiones emocionales de

la familia en donde sólo ella tiene la capacidad de intervenir.

“Yo siento tranquilidad de saber que ella está cumpliendo con su papel de mamá y

de esposa en la casa…uno puede trabajar sin estrés cuando sabe que la señora

está en la casa al frente de todo”. “Pues es que vivir así es rico…por que todos

estamos tranquilos…el trabaja tranquilo porque sabe que yo estoy aquí y que

nada malo va a pasar…y yo estoy tranquila de que él esté tranquilo, produciendo,

trabajando…si me entiendes? (esposo pareja 3)

Las parejas consultantes se encuentran en un patrón de poder-

subordinación que no facilita el pleno desarrollo de la subjetividad en uno de los

miembros que la conforman. En el caso de este estudio el individuo al que no se le

permite la expresión de si mismo es el miembro femenino de la pareja.

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Al mismo tiempo son las mujeres quienes validan éstas expresiones de poder por

parte de sus esposos, considerando que el hecho de ser varones proveedores les

otorga una posición jerárquica mayor, teniendo privilegios en la toma de

decisiones incluso en asuntos de sus esposas.

Los cambios en los discurso de los consultantes tanto en hombres como en

las mujeres son un indicador de la transformación vivida a través del proceso

terapéutico. Algunas de las transformaciones observadas en el lenguaje fueron las

siguientes: en relatos como: “yo sé que no me quiero separar, me da mucho dolor

pensar en eso, pero si se que tenemos que mejorar nuestra comunicación, porque

o si no nos vamos a tener que abrir, se observa que la mujer muestra niveles de

autonomía en la que es capaz de expresar sus emociones y además no deja la

responsabilidad de la relación sólo en ella si no que comparte una visión de co

responsabilidad, lo que va en contra de la subjetividad masculina del esposo.

Este cambio en la mujer de la pareja número tres se evidencia en la sesión

4 cuando la consultante reconoce que en el pasado nunca hubiera pensado en

separarse de su esposo, pues una de sus creencias era que la mujer debe

soportar todas las adversidades que surjan en el matrimonio, para poder

conservarlo toda la vida y evitar que su esposo abandone el hogar. Además

evidencia una necesidad de cambio en la relación, específicamente en la

comunicación, distinto a cuando en el pasado decía: “lo mejor es quedarse callado

para evitar problemas”

Por otro lado, al iniciar el proceso, se identifica en las parejas

manifestaciones del lenguaje no verbal como miradas intimidantes en el momento

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de hacer preguntas especialmente a las mujeres, intervenciones sonoras como tos

o ruidos con la garganta.

En los momentos en que se les dio mayor voz a las mujeres los

compañeros expresaron signos de invalidación como no mirar los rostros de sus

esposas mientras estas hablaban, se asumieron posturas corporales de barrera

como cruzar brazos o mostrarse muy despreocupados “escurriéndose en las sillas

en las que se encontraban. En otras ocasiones se evidenciaron comportamientos

simbólicos de poder pasando su brazo tras los hombros de sus esposas o

poniendo sus manos sobre las rodillas de ellas como indicador de parar discursos

en contra de ellos. En varias oportunidades se observaron actitudes de burla y de

desprecio tanto por hombres como por mujeres, a través de gestos y miradas.

En las últimas sesiones se puede evidenciar como el lenguaje analógico se

transforma en la comunicación cuando las parejas expresan sus sentimientos y

tienen la capacidad de mirarse a los ojos, asintiendo con la cabeza y mostrándose

muy atentos al contenido de lo que están escuchando, estos cambios fueron

observados principalmente en los hombres de las parejas consultantes, aunque

las mujeres al verse reconocidas por sus esposos, también fueron capaces de

validar, reconocer y manifestar lo agradable que esto resultaba para ellas, lo que a

la vez generaba una respuesta positiva en los hombres que los invitaba a

continuar manteniendo esta dinámica en la comunicación tanto verbal como no

verbal.

Respecto a la manera en que se evidencia la transformación y el cambio del

ejercicio de las dinámicas de poder en la pareja a partir de la intervención

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sistémica, los hombres se mostraron al inicio del proceso como personas seguras

de sus actos de sus palabras y de sus emociones, así como de sus decisiones,

mientras que sus compañeras los describían como hombres celosos, machistas,

inseguros. “Yo estoy aquí porque quiero que ella entienda que yo no soy el malo

del paseo” (Esposo pareja 2), “Estamos aquí porque yo pago, sino ni siquiera

podríamos venir” (esposo 1) “A mí no me trasnocha pensar en una separación”

(esposo 3). Sin embargo, a medida que el proceso avanzaba, estos hombres se

convirtieron en personas más cuidadosas en el momento de referirse a sus

mujeres, otorgando espacios de expresión. Es decir, ya no planteaban sus puntos

de vista de forma vehemente, sino que adoptaban un estilo más circular en sus

conversaciones involucrando a sus esposas e incluso a sus hijos.

Los hijos fueron puestos en medio de las conversaciones de pareja en

varias ocasiones como elemento de triangulación emocional, quedando ellos en

medio del conflicto. El esposo de la pareja número dos permanentemente hacia

comentarios como: “es que si tu quieres que nuestros hijos estén bien y luego no

vayan a salir con cosas raras, tienes que estar en la casa” “los niños son los

afectados cuando las esposas no cumplen con lo que les corresponde como

mamás.” Los hombres, a medida que fue avanzando el proceso recuperaron la

capacidad para manifestar a sus parejas sus deseos de recuperar la relación, así

como de comprender que el ser padres y el ser esposo son dos relaciones

diferentes, y de mostrarse afectados emocionalmente ante la idea de dar por

terminada la relación, sin embargo, las mujeres aunque también manifestaron

deseos de reconciliación se mostraban en ocasiones( mas que ellos) dispuestas a

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dar por terminado el vínculo conyugal con determinación, lo que generaba

respuestas emocionales en sus parejas representadas en llanto, ira o silencios

prolongados.

Lo anterior se entiende como cambio en la medida que los relatos iniciales

de los hombres de las tres parejas expresaban rigidez emocional y parecía que

éstos le daban poca importancia a la idea de una posible separación, influenciados

por los relatos de sus esposas que manifestaban temor ante una situación de

divorcio o de ruptura conyugal. Cuando las mujeres se empoderaron de sus

sentimientos y pudieron hacer evidentes sus voces de inconformidad ante sus

esposos, estos también pudieron alzar su voz respecto a su sentir expresando

también rechazo por la ruptura, dado que de por medio se estaba poniendo en

juego su situación emocional.

Es decir, se pudo evidenciar en algunas sesiones el cambio de roles frente

al ejercicio del poder especialmente en el ámbito emocional, siendo las mujeres

las poseedoras de la dominación sentimental de sus esposo, a partir de la idea de

la ruptura del vínculo conyugal. Al poner en práctica las estrategias

conversacionales en las que se involucra al otro, los hombres fueron capaces de

reconocer el malestar que sus esposas experimentaban en momentos particulares

de la interacción, a partir del ejercicio de la puesta en escena de las creencias de

género que estaban generando conflicto en la pareja.

En relación con las respuestas emocionales de los hombres, las esposas al

dejar de verse disminuidas y opacadas por sus parejas se mostraban como

personas tranquilas, optimistas con sus proyectos de vida y seguras de poder

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ejecutarlos en el futuro sin la presencia de sus esposos, como mecanismos de

poder emocional. Luego de varias sesiones aunque los varones no se encontraran

en ellas, las mujeres manifestaban la posibilidad de poder desempeñarse en otros

contextos diferentes al doméstico, pues se reconocieron como mujeres

profesionales capaces de mantener actividades laborales.

Esto generó que en las consultantes los sentimientos iniciales de tristeza y

de percepción de baja auto estima, se movilizaran hacia el reconocimiento de sus

capacidades y habilidades, manifestando que su relación de pareja ya no es un

elemento limitante para llevar a cabo sus proyectos, sin desconocer también la

prioridad de abastecer emocionalmente a su núcleo familiar y responder con las

exigencias y expectativas de sus respectivos contextos familiares y culturales, en

co responsabilidad con los demás miembros de la familia. Por ejemplo, la mujer de

la pareja 1 dice: “yo sé que soy buena mamá y buena esposa, y el que yo quiera

ejercer profesionalmente sólo me hace mas verraca, mejor persona, porque voy a

tener mas experiencias de las cuales aprender y esos aprendizajes voy a poder

transmitírselos a mis hijos” la mujer de la pareja número dos menciona: “ Uno no

hace si no preocuparse por los demás,, por el esposo, por el hijo, pero por que no

nos preocupamos por nosotras mismas?, lo que yo quiero ahora es poder

sentirme orgullosa de mi por cosas nuevas, yo ya se que soy buena ama de casa ,

buena mamá, pero quiero darme cuenta que también puedo sobresalir en otras

cosas y así también hacer que mi familia se sienta orgullosa de mi. Eso sólo

puedo hacerlo yo, si yo tomo la decisión, si sigo dejando que decidan por mi nunca

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voy a poder saber que se siente. Quiero que mi esposo sienta por mi admiración

así como yo por él.

Otra de las cosas que se evidencia al inicio de la terapia es la necesidad

de generar sentimientos de culpa en el otro de manera mutua bien sea por el

mostrar desinterés en la otra persona o frente a las expectativas de la pareja por la

incapacidad percibida por si mismo/a de manejar situaciones de conflicto o de

malestar respecto al modo de generar acuerdos en el interior del subsistema

conyugal. Sin embargo, al finalizar el proceso se observa como el sistema

conyugal es percibido por los consultantes como una construcción relacional en la

que ambos miembros de la pareja tienen responsabilidad en el tipo de dinámica

que desean generar.

La pareja número uno se culpa mutuamente diciendo: “que haga lo que

quiera, cuando esta familia se desplome a mí que nadie me diga nada” (hombre)

“es que como eres tu el que toma todas las decisiones, entonces si, cuando esta

familia se desplome tu vas a ser el culpable” (mujer).

La pareja número dos se culpa así: “usted nunca piensa en mí, solo piensa

en usted, en que sus amigos se den cuenta de que tiene una casa bonita y la

familia perfecta” (mujer), “usted puede pensar lo que quiera, total usted se quiere

sentir como la gran señora pasando por encima de todos en la familia” (hombre).

La pareja número tres cree que la infelicidad de cada uno se debe al otro: “yo he

dejado de hacer todo lo que quiero por darle gusto a usted” (mujer); “pues yo

también me he privado de muchas cosas que quisiera pero me abstengo porque

tengo una responsabilidad en la familia”.

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Al finalizar procesos se escuchan relatos como: “Uno tiene que ser

responsable y honesto con uno mismo, porque es uno el que se encarga de que

los demás lo vean como débil y sin ambiciones” (mujer pareja 2)

“A veces uno si es egoísta y no se preocupa por preguntarle a su pareja si

se siente bien con lo que uno piensa o como uno hace las cosas, es importante

tener en cuenta el punto de vista de esa otra persona que lleva con uno la

responsabilidad del hogar y de la familia” (hombre pareja 1)

Se observa cómo se transforma el discurso de uno de los integrantes de la

pareja, a partir del cambio en el otro. Es decir, cuando las mujeres empiezan a

reconocerse a sí mismas, sus esposos también empiezan a tenerlas en cuenta

como miembros activos con voz propia dentro del sistema conyugal y familiar.

La narrativa de los consultantes se configura como la principal evidencia de

cambio respecto a las dinámicas de poder- subordinación en la relación conyugal.

Este cambio se observa no sólo en los hombres si no también en las mujeres,

pues en el pasado ellas eran las encargadas de validar las creencias de sus

esposos con el lenguaje o simplemente callando. Un ejemplo de esto es lo

siguiente: “El es así porque así le enseñaron en la familia, él no tiene la culpa, el

es así, no lo hace por ser malo con migo”, la misma mujer ( pareja 1), finalizando

el proceso terapéutico tiene discursos como el siguiente: “ Es que el malo es uno

mismo cuando uno permite cosas y cuando no entiende que ahora le toca a uno

con el esposo poner las reglas de la relación, no se puede pretender ser igual a

los papás o a los abuelos, ellos hicieron sus vidas como quisieron, ahora la

pregunta es cómo queremos la de nosotros?”

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Ante la situación anterior, en presencia del esposo, se genera un ambiente

de reflexión en el que participan los dos, construyendo la vida que desde ese

momento quisieron.

Otra evidencia del cambio se pudo observar en el contexto del consultorio a

través del lenguaje analógico, pues las parejas asumieron una postura de

escucha, mirándose a los ojos, con su cuerpo dispuesto hacia el otro. Esto fue

develado por la terapeuta, lo que causó un efecto de sorpresa en las tres parejas,

quienes manifestaron como la disposición corporal ayudaba a que la comunicación

se diera bidireccionalmente. Al respecto las parejas mencionaron: “Si es verdad,

no me había dado cuenta, pero ahora que lo mencionas si siento que es diferente

hablar cuando uno se mira a los ojos, como que uno habla sin tanta rabia, uno

siente que lo están escuchando y no se siente ignorado” (hombre pareja 2); “Si, yo

lo que siento es que él ahora está esperando una respuesta mía, ósea que me

quiere escuchar, que quiere saber que pienso, cuando él me mira es como si

quisiera saber que sigue, que tengo para decir” (mujer pareja 2)

Así que los consultantes desarrollaron habilidades en su comunicación,

reconociendo la importancia del otro en la misma. El hombre de la pareja 3 decía:

“Es que es diferente hablar uno sólo y sentir la carga de la responsabilidad, en

cambio cuando hay un diálogo como que entre los dos se hacen acuerdos y entre

los dos asumimos la responsabilidad de eso que dijimos, o de esa decisión que

tomamos”.

Otro de los recursos encontrados principalmente en los hombres fue el de

reconocerse como individuos con emoción. Durante años éstos hombres se han

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privado de expresar sus emociones incluso a sus parejas, a pesar de que en el

pasado lo hicieron a través del cortejo. “A uno se le olvida que también siente,

que también le gusta que lo consientan, empieza uno a creer que es obligación

que la esposa le haga una comida rica, que tengan detalles, pero lo que pasa es

que uno también tiene esa necesidad de sentirse querido, pero uno lo disfraza con

que ellas tienen que ser así.”(Hombre pareja 1). El hombre de la pareja 2 dice: “

hace cuanto no te digo lo mucho que te quiero mi amor?, para mi es importante

que lo sepas porque no me gustaría volver a pasar por esto, a mi no se me ha

olvidado porque fue que me case contigo, por ser la mujer que eres…lo que pasa

es que uno se va volviendo como un robotsito y sólo piensa en plata y mas plata”.

“antes uno se sentía como ridículo diciendo estas cosas después de tanto

tiempo de estar juntos, como que sentía que esa etapa ya había pasado, pero no,

si es importante, es importante saber que a uno lo quieren, ahhh, uno a veces

como que pierde esa sensibilidad.”

Los hombres dejaron de sentirse expuestos o vulnerables en el momento

de expresar sus sentimientos de amor frente a sus esposas y expresaban

abiertamente miedo frente a la posibilidad de la ruptura de la relación conyugal.

Cuando ellos lograron expresar sus sentimientos de amor y miedo a sus esposas,

éstas inicialmente asumieron una postura de poder emocional: Sin embargo, al ser

develado este patrón evocaban su malestar cuando eran ellas quienes se

encontraban en posición subordinada y empezaron a generar espacios de diálogo

en sus hogares, abandonando el silencio que las llevó a soportar varios años de

inconformidad.

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A continuación se expondrán los hallazgos encontrados a partir de la matriz

de información número dos en la que se observan los cambios generados en las

sesiones teniendo en cuenta categorías como autonomía, responsabilidad, libertad

y de construcción de creencias.

Autonomía:

La autonomía en este proceso, se ha entendido a partir de las

construcciones conversacionales hechas con las y los consultantes como la

independencia que posee cada individuo para pensar, decidir, actuar y moverse

en el mundo de acuerdo con las propias construcciones que hacemos de éste

representadas en criterios, convicciones, sueños, metas, en vez de seguir el ritmo

de quienes hacen parte de ese mundo. Es decir, vivir para complacer las

expectativas propias, a partir del conocimiento del sí mismo, teniendo en cuenta

las propias necesidades y re diseñando las historias propias.

A lo largo del proceso se llevaron a cabo intervenciones tanto individuales

como en pareja que permitieron que las mujeres se re construyeran en su

subjetividad teniendo en cuenta los gritos de sus propias voces sin callar las de las

personas que para ellas son importantes. En cuanto a los hombres, éstos pudieron

reconocer la manera en que ha primado su modo de ejercer autonomía en la

relación de pareja, pero como al mismo tiempo se callaba la de sus esposas

muchas veces a partir de la imposición, del no escuchar, del no preguntar, del

suponer simplemente. En cuanto al nivel de pareja en dos de los casos se re

oriento la intervención a la construcción del nosotros en donde cada uno podía

brindar un aporte y con el construir un nosotros diferente al cada uno o a cada si

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mismo bajo la premisa de Caillé “uno mas uno son tres” Para comenzar, en

algunos relatos se observa como las consultantes en un principio muestran una

postura de heteronomía frente a la relación con su esposo, pues a pesar de no

querer renunciar a su trabajo, consideran que deben hacerlo pues son sus

esposos quien se los pide: “Pues en este momento estoy como asustada por qué

yo creo que a este paso voy a tener que renunciar así como me dice Mauricio….

Por otro lado, se observa como la heteronomía se da en distintos contextos,

por ejemplo, dependencia frente a sus familias de origen, pues a pesar de haber

construido un núcleo familiar compuesto por su esposo e hijos, las mujeres aún

continúan sintiendo que deben lealtad a los mitos familiares fomentadas como por

ejemplo “ Si mi mamá supiera que estoy pensando en separarme se retorcería en

la tumba”, “los papás de uno también esperan que uno tenga un matrimonio

exitoso como el de ellos, mi mamá es de las que dice que uno debe soportar

muchas cosas en el matrimonio, sino otra viene y se queda con lo que uno ha

construido”; “ En mi casa mi abuela y mis tías siempre decían que uno se debía a

su marido, que si ellos lo eligieron a uno fue por algo, no sería por ser mala mujer,

entonces que uno debía responder a esas expectativas. A uno esas cositas como

que se le van quedando en la cabeza.”

El miedo es una de las emociones que prima en las relaciones de pareja

que impide que las expresiones de libertad en las mujeres se ejerzan, pues

sobresale el poder ejercido por uno de los miembros, en este caso el poder que el

hombre ejerce sobre la mujer respecto a la relación de pareja. Pero cuando esta

emoción es reconocida por las mujeres que consultaron el mundo de posibilidades

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se abre en el momento en que deciden desear que el miedo no continúe siendo el

dirigente de sus vidas, convirtiéndose en mujeres autónomas que deciden

enfrentar el miedo y moverse en su mundo en la dirección deseada.

En uno de los casos llama la atención como la mujer utiliza la metáfora de

“el rey de mi vida” refiriéndose al miedo. La intervención durante esa sesión se

dirigió a cómo podría ella quitarle poder al miedo, al punto de arrebatarle el trono y

llegar ella misma a ser la reina de su vida. La meta terapéutica para esa sesión se

logró a partir de la utilización de preguntas como la pregunta milagro así:

Tp: si hoy ocurriera un milagro y mañana despiertas y te das cuenta de que eres la

reina de tu vida como te darías cuenta de que ese milagro en realidad ocurrió?

“mmm…pues creo que primero que todo ya no tendría miedo, podría decirle a mi

familia que me encanta hacer todo lo posible para que sus sueños se cumplan

pero que desde hoy voy a utilizar un tiempo extra para cumplir los mios, le diría a

mis papás que hoy la reina soy yo y que mis mandatos son diferentes, que en mi

reino la felicidad solo es posible si tienes en cuenta tus propias expectativas de la

vida y luchas por alcanzarlas, que nadie puede ser feliz si quienes lo rodean no

son felices”. (Mujer pareja 2); “Me levantaría llena de cosas por hacer, pero cosas

que me llenen, me preocuparía menos por el aseo de la casa y por tener los

uniformes y las camisas planchadas, haría mil cosas como aprender un idioma,

hacer un curso de arte, seguiría trabajando y a mi esposo le encantaría por que se

sentiría orgulloso de mi, el leería las cartas que me hacen mis estudiantes y mis

hijos también las leerían” (mujer pareja 1). “Mis papás estarían felices de haber

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criado a una hija independiente que no descuida a su familia pero que tampoco se

olvida de ella misma, incluso mi mamá me confesaría que a ella le hubiera

gustado hacer lo mismo” (mujer pareja 3)

TP: Crees que has empezado a hacer alguna de esas cosas de alguna manera?

“ pues yo creo que estoy empezando a pensarlas…eso es un comienzo, yo creo

que dentro de poco a ese rey lo van a tumbar…jajajajajaja” (mujer pareja 1)

En otro de los casos la consultante redefine el problema centrado en la

relación con su esposo. “creo que si nos uniéramos mas podríamos encontrar otra

salida que no afectara a ninguno de los dos o bueno a nadie de la familia.” (Mujer

pareja 2)

Responsabilidad

Esta categoría se entiende en el marco del proceso terapéutico con las

parejas como la habilidad para actuar entendiendo que esos actos posibilitan o no

los resultados que deseamos.

Generalmente, las parejas que llegaron a consulta, estaban cargadas de

problemas y conflictos, en su discurso prevalecía el malestar por el

comportamiento del otro y de cómo ese otro se encargaba de hacer infeliz a su

pareja, especialmente las mujeres narraban como sus esposos a partir de sus

creencias machistas hacían su vida poco agradable y como este machismo había

arruinado poco a poco la relación de pareja.

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Cada uno de los miembros de la pareja tenía su percepción particular de

los problemas y su punto de vista personal acerca de las causas y “culpables”.

Después de que cada uno explicaba su visión de la problemática existente,

sugiriendo tener la razón y que es su pareja la que está equivocada y la que tiene

que cambiar, se percibía por parte de la terapeuta la intensión de los consultantes

de que el psicoterapeuta tomara una posición acerca de quien consideraba

“culpable” o causante de los problemas en la relación.

Los discursos estuvieron cargados de imposibilidad frente al mejorar la

relación de pareja en un principio del proceso terapéutico, sin embargo, a medida

que el proceso fue llevando su curso, se observaron cambios en la percepción de

la responsabilidad que cada uno de los miembros de la pareja asume en su

relación conyugal.

Por ejemplo, ante la pregunta ¿Cómo crees que podrías ayudar a tu familia

para que ellos también te ayuden?, la consultante responde “No permitiendo más

que ellos crean que tienen el derecho de tratarme peor que a una empleada.

Haciéndoles entender que yo también tengo ganas de hacer cosas diferentes en la

vida. No siendo tan sumisa mejor dicho…darme mi lugar en la casa”. En este

relato la consultante asume parte de la responsabilidad de que los demás la vean

de la forma en que ha sido vista por mucho tiempo.

Otros ejemplos son los siguientes: “Como crees tú que has aportado en la

transformación de la relación entre tu esposo y tu de tal modo que ahora solo se

hace lo que él dice?, la consultante responde “Permitiéndoselo…yo creo que uno

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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va hasta donde se lo permiten y yo le he permitido que vaya más allá de mis

sueños y mis ideales de la familia que quiero…me he quedado callada…no he

luchado por construir la familia que quiero”. Se aprecia un sentido de

corresponsabilidad en el que se deja de lado la queja centrada en el otro y se

reconoce que comportamientos propios se han llevado a cabo para contribuir a la

situación que genera malestar.

¿Qué tendrías que hacer para que esa transformación que quieres se dé?

“Empezar a hablar con él. Creo que también lo voy a sacar de la rutina de

siempre….que el llega le sirvo la comida, le arreglo la pijama todas esas

cosas…ahora lo voy a sorprender más seguido…voy a dejar que conozca una

nueva yo…espero que le guste…”

Se comienza a vislumbrar un mundo de posibilidades en el que se da paso

a la construcción de una nueva historia más esperanzadora. Además, se proponen

cambios en la persona misma y no se espera que el cambio este protagonizado

por el otro, la consultante tiene la idea de cambios específicos en el nivel de la

acción que a futuro generarán cambios en la pareja y en la relación.

¿Si de ti dependiera esta transformación cual sería tu aporte? “Ser honesta…la

honestidad con migo misma primero y luego con mi familia….con todos” La

consultante tiene en cuenta como herramienta de cambio la utilización de un valor

familiar mencionado en varias sesiones. Lo que sugiere gran potencia para la

intervención. Se realiza la devolución en torno a lo mencionado anteriormente,

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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donde la metáfora del valor de la honestidad a través de una historia construida

por la misma consultante.

¿Sabe él como te sientes? “No…lo peor es que siempre le reclamo que no me

dice nada…Parece que ninguno de los dos se dice nada y así es difícil saber que

siente el otro” En este momento del proceso se reconoce la importancia de validar

y reconocer la voz del otro y la propia. Se logra una meta mirada de la dinámica

relacional.

Libertad

Esta categoría es percibida por el sistema terapéutico como la capacidad para

elegir y tomar decisiones entre múltiples posibilidades, de acuerdo a las propias

necesidades y no a las del mundo externo, la habilidad de expresar emociones y

sentimientos así como pensamientos sin temor.

“Es mejor no decirle nada, si me dan ganas de llorar voy y me encierro en el

baño porque no quiero que vaya a empezar con su sarcasmo, además tampoco

quiero que los niños me vean”. (mujer pareja 3)

“”Cuando estoy de mal genio todos se dan cuenta pero cuando estoy triste o me

fue mal en el trabajo o tengo algún problema creo que no, porque no me gusta

hablar de esas cosas, no me gusta que mi familia me vea mal” (hombre pareja 1)

En estos casos los consultantes no sienten la libertad para expresar sus

emociones debido a creencias que impiden hacerlo. Una de estas creencias dice

que no esta bien que los hombres sean vistos por su familia y por la sociedad

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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como vulnerables ante los problemas, ellos deben ser fuertes ante la adversidad y

proteger al resto de la familia de la misma. Además esta permitido según estas

creencias expresar sentimientos como la ira porque es sinónimo de autoridad, de

respeto; en cambio al expresar tristeza este hombre podría ser visto como una

persona vulnerable.

Los consultantes reconocieron la importancia de construir relaciones

propias, basadas en sus propias expectativas, teniendo presentes las historias

personales pero sin que estas se conviertan en camisas de fuerza para ser o

hacer. Es decir, reconocieron la habilidad para ser libres en la construcción de la

dinámica de su propia relación conyugal.

De construcción de creencias

Se deconstruyeron creencias en general, respecto a que en la relación

existe un culpable, la culpa busca atribuir a otro malas intenciones a la pareja

incluyendo también discursos de acusación: “es que a él no le importa nada de lo

que tiene que ver con migo”, “es que él es egoísta” “es que si ella no fuera tan

sensible las cosas se verían de una manera diferente”

Los consultantes dejaron de creer que el problema de la relación era culpa

del otro, pues cada uno de los integrantes de los tres sistemas conyugales

pensaban al inicio del proceso terapéutico que el problema era el no estar

dispuesto a diferentes cosas, por ejemplo una de las parejas creía que el

problema era que el esposo no estaba dispuesto a esforzarse por pasar más

tiempo con su familia, en otro caso, el esposo creía que su pareja estaba mas

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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preocupada de ella misma que del bienestar de la familia, y en otro caso parte del

problema era que cada uno pensaba solo en sí mismo y el otro era percibido como

poco importante.

La creencia que en estos casos imperaba era aquella que permitía a los

consultantes estar seguros de que ante la presencia del conflicto, siempre uno de

los miembros de la pareja era quien lo propiciaba, siendo el culpable del deterioro

de la relación y excluyéndose a si mismo de su participación.

Durante las conversaciones terapéuticas, los consultantes manifestaron los

malestares descritos anteriormente, pero en el momento en que se empezaron a

evidenciar cambios se escuchaban discursos como “ Tal vez tu y yo tenemos

razón en lo que estamos diciendo, los dos hemos fallado en algo, pero el principal

error ha sido el creer que todo lo que nos pasa solo es culpa del otro, los dos

hemos puesto de nuestra parte para que las cosas estén así”, “ lo importante es

que en este momento nos estamos escuchando…es como si nos estuviéramos

conociendo otra vez, la diferencia es que ahora cada uno sabe algo del otro que

antes no sabíamos y que estamos pensando en conjunto en hacer cosas

diferentes para salir adelante”, “ es como si nos estuviéramos dando una

tregua…la guerra se acabó por un momento…nos estamos dando la oportunidad

de hacer nuevos pactos…ya no buscamos como hacer enfurecer al otro ni como

vengarnos de lo que no nos gustó”.

Se transforma la creencia masculina de ser el hombre el que tiene la última

palabra. Se tiene en cuenta la voz femenina como parte del sistema conyugal y se

valida la idea de compartir responsabilidades en la relación. Además se introduce

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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la idea novedosa de ser una pareja nueva, reconstruida, que tiene nuevas cosas

por mostrar. Se sugiere que hoy en día son vistos de una manera diferente. Se

reconoce que antiguas creencias generaban malestar y conflicto en la relación.

Al comienzo las creencias de las mujeres giraba en torno a la maldad de

sus maridos y lo tiranos que eran por no ser el hombre que ellas quisieran que

fueran, sin embargo, a lo largo del proceso fueron construyendo la idea de su

participación en la construcción de la relación que tenían, es decir, dejaron de

atribuir la culpa de los conflictos conyugales en sus esposos.

Por otro lado, los esposos de construyeron las creencias que naturalizan

ser el tirano, se notaron cambios en el discurso masculino de “es que uno siempre

termina siendo el malo y ellas las pobrecitas” a “ es diferente cuando a uno le

dicen que uno hizo algo que las hizo sentir mal con verraquera a cuando

simplemente se ponen sensibles y uno ni sabe porque, porque entonces uno sabe

que la embarro en algo, o que está haciéndola sentir mal y ese no es el objetivo de

una pareja, chévere tener la oportunidad de decir perdón, o de tener más cuidado

la próxima vez”

Fue importante el reconocer el impacto que tuvo sobre las parejas la

premisa del uno más uno son tres, pues la relación de pareja dejó de ser vista

como la suma de dos seres individuales, completamente independientes el uno del

otro con hijos en común simplemente como lo mencionaban al principio al

preguntarles que creían que los hacía pareja, las respuestas variaron entre “ que

estamos casados desde hace cinco años, que tenemos dos hijos, que

compartimos el hogar”; “ Somos pareja por que así lo decidimos desde que

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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éramos novios, el quiso que nos casáramos y a mí me pareció que él era un buen

hombre, trabajador, sin vicios, sano, que tenia ciertos valores”; “somos pareja

porque un día sin darnos cuenta ya estábamos conviviendo, casados con hijos,

asistiendo a reuniones familiares…porque…jmmm pues no se…por que decidimos

juntarnos en la vida para formar una familia”

Luego de algunas sesiones las parejas mencionaban: “ si, es que uno a

veces piensa que ser pareja es vivir juntos y ya, y no … es mucho más que eso es

conocer día a día al otro que cambia constantemente, que vive experiencias

nuevas con uno pero también con otras personas en el trabajo, con los amigos,

con los mismos hijos…entonces es cierto que somos aparentemente los mismos,

pero cuando nos preocupamos por saber cuál es el esposo nuevo que llego esta

noche a la casa, como es diferente, en que cambio, o cual es el nuevo sueño

luego de haber logrado algo muy importante en la vida, la vida a uno también le

cambia, y también somos mujeres nuevas en la lucha por ideales nuevos.” “ es

que uno se estanca y piensa que ser pareja siempre es lo mismo, tener hijos,

cuidarlos, darles estudio, verlos crecer, regañarlos, felicitarlos, tener la casa

bonita, dar para el mercado y que no falte nada en la casa…pero no…cuando uno

aprende que ser pareja es mas que eso le cambia a uno la visión de las cosas,

empieza uno de verdad a querer hacer parte de la vida de la persona que está al

lado de uno y a que ser hacerla parte de la vida de uno…pero en cosas

especiales…si los hijos no se van a olvidar por supuesto, pero cuando uno

empieza a diferenciar entre lo que es de uno, lo que es del otro y lo que es de los

dos es otra cosa…no hablo de cosas materiales…hablo de los ideales, de esas

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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cosas que uno casi nunca habla por que todo se da por hecho y uno con el tiempo

como que se resigna a que la vida de pareja es como uno siempre la ha visto con

los amigos, que la esposa del jefe, que los papas de uno… en fin”

Cambios en las relaciones con diferentes contextos

Los cambios en las relaciones con otros contextos distintos al privado, se

percibieron de manera más visible en las mujeres, quienes en el momento de re

activar sus redes sociales, especialmente con sus amigos, manifestaron sentirse

de nuevo miembros de una sociedad y de pertenecer al mundo. Se de construye

en este sentido la creencia de ser de la casa, el hogar o la familia exclusivamente.

“es que uno en esta sociedad piensa a veces muchas cosas” Menciona uno de los

varones, “ uno de verdad se llega a creer el cuento de tener a la esposa como una

especie de posesión, que solo es de uno y si acaso de los hijos, por que a veces

hasta con los hijos compite uno. A mí en serio me ha parecido interesante el que L

haya empezado a salir, a verse con las amigas, a ir al gimnasio y a hacer todas

esas cosas que les gusta a las mujeres por que ella también es diferente”

A partir de este relato se comprende como el hombre de esta relación de

pareja encuentra beneficios en que su esposa esté interactuando en contextos

diferentes, él reconoce la importancia de permitir al otro ser en el mundo de una

manera autónoma.

Por otro lado, se reconocen nuevos modos de relación a partir de la

interacción en contextos diferentes al doméstico, por ejemplo “mira a mí se me

había olvidado completamente que yo tenía buen sentido del humor, el otro día le

dije a M camine vamos a la finca esa que nos invitaron,y fuimos y yo no lo podía

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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creer pero casi que era el alma del grupo. Lo mas chevre fue que M como que

también estaba feliz, como que se sentía orgulloso de su esposa, la pasamos

delicioso”

Con este relato se da cuenta del reconocimiento de los consultantes de

otras capacidades y habilidades ligadas al género, es decir, una mujer puede ser

divertida y su esposo puede disfrutar de esa habilidad para compartir con los

otros. Además los consultantes mencionaban haber encontrado otras ventajas

como resultado del incremento en la interacción social y es que las mujeres se

sentían autónomas de decidir cuando, como y con quien querían salir, fue un

pretexto para empezar a generar nuevos acuerdos como si van juntos al evento, o

quién se queda con los niños etc. Otro beneficio encontrado tiene que ver con el

ánimo, pues según reportaron los consultantes, la tensión emocional ha ido

disminuyendo notablemente, el momento de la tarde o de la noche en que la

pareja vuelve a encontrarse luego del trabajo resulta ahora agradable y no

“estresante” en términos de dos de las consultantes. Se disfruta de la compañía

del otro. “Por lo menos ya no llegamos a vernos hacer mala cara, ahora nos

miramos, nos preguntamos cómo nos fue, que hicimos, que paso con el

chicharrón del trabajo”

Al realizar un análisis del alcance de los resultados, es importante

mencionar que no existe una forma de intervenir en los casos de conflicto

conyugal debido a las creencias de género, pues cada sistema consultante es

único y trae consigo historias de vida diferentes, aunque con motivos de consulta

similares. Con la pareja número uno se utilizaron estrategias y técnicas más

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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reflexivas a lo largo del proceso, pues los consultantes facilitaban que la

conversación se desarrollara de esta manera en la mayoría de la veces; con la

pareja número dos, el proceso tuvo un tono más de validación constante,

principalmente con la mujer, dado que la consultante manifestaba frecuentemente

expresiones de disminución respecto a la percepción de sí misma, lo que facilitaba

que su esposo la percibiera al mismo tiempo como disminuida, frágil, incapaz. Con

el hombre de ésta pareja, fue importante ayudar en el reconocimiento de los

recursos de su esposa y de él mismo como esposo y padre, pues estaba muy

arraigada la creencia de que el hombre cumple un rol exclusivo en la familia como

abastecedor y como figura de autoridad que infringe miedo para ser respetado, su

esfera emocional sólo era reconocida cuando existían sentimientos de ira o de

malestar. Es decir, éste hombre no se permitía tener experiencias amorosas con

los miembros de su familia, especialmente con su esposa, pues existía la creencia

de ser percibido como débil tanto a nivel social como familiar.

Con la pareja número tres, la intervención estuvo dirigida al reconocimiento

de los consultantes como pareja, pues cuando llegaron a consulta se percibían

mutuamente sólo como padres y su relación conyugal no era considerada por

ninguno de los dos, lo que generaba actitudes de desconocimiento, invalidación y

anulación de la relación conyugal. Se fortaleció la creencia de que el convertirse

en padres excluía la realización de los sueños y expectativas frente a la vida.

Ahora la madre debía dedicarse exclusivamente al trabajo del hogar y el padre a

cumplir económicamente con las necesidades de los hijos. Cuando la mujer

decide desempeñarse en otro contexto como el laboral, esto percibido por su

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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esposo como una falta a la responsabilidad de ser madre de tiempo completo y a

ser la esposa obediente.

Entonces, la experiencia con las tres parejas consultantes tienen matices

diferentes, aunque se compartan algunas creencias, las necesidades son

diferentes para cada una y para cada uno de quienes conforman la pareja. Los

criterios de intervención deben co construirse, a partir de las necesidades y del

malestar particular que cada sistema trae a consulta, teniendo en cuenta las

habilidades y los recursos con los que se cuenta en el momento de iniciar la

terapia.

En un inicio se pretendió que con el estudio se pudiera dar respuesta a

preguntas del como intervenir y de los criterios que deben tenerse en cuenta en el

momento de intervenir con parejas que viven la problemática expuesta en este

documento. Sin embargo, esta experiencia trajo como resultado que el cómo y los

criterios están sujetos al modo en que el terapeuta comprende la problemática y a

la manera en que ésta es entendida también por quienes consultan. Así que en

cada caso será diferente, dada la construcción de subjetividad respecto al género,

que cada individuo trae al contexto terapéutico, incluyendo al terapeuta.

Lo anterior, quizá, es el principal aporte que la disciplina pueda hacer

respecto a la intervención. Ahora, frente a las políticas familiares, el aporte que

hace la intervención desde la mirada sistémica, es el de favorecer las dinámicas

en las que se tenga en cuenta siempre la voz del otro y el tener en cuenta que los

conflictos aparecen en relación, de tal manera que cada integrante del sistema

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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lleva con sigo una responsabilidad frente a la forma que ha encontrado para

relacionarse.

Discusión y conclusiones Con la realización de la presente investigación – intervención se analiza la

dinámica del proceso de la reproducción de las desigualdades y relaciones de

poder que se generan entre hombres y mujeres en el interior de la dinámica

conyugal y las razones que hacen que éstas desigualdades se mantengan.

Se refleja con nitidez la desvalorización de por parte de la familia y por las mujeres

mismas. Ésta forma de pensamiento coincide con el planteamiento de Giberti

(2005). En el que las tareas invisibilizadas en el núcleo familiar no son

importantes. “Siempre he sido una mujer inteligente y trabajadora, pero eso el no

lo ve, y uno termina creyendo que el trabajo de uno es menos que el de ellos”. La

casa es un desastre, a veces tengo que dejar todo para ponerme con él a hacer

los deberes, buscar información....después a la noche se me junta todo, la comida,

ordenar un poco todo lo que dejan tirado, al padre no le gusta cuando vuelve del

trabajo que esté desordenado. Cuando termino de lavar los platos, ya están todos

acostados. Sí, estoy yo sola para atender a los tres, si por lo menos tuviera una

hija mujer que me ayudara...Cuando el más grande discute sobre algún programa

que están viendo con el padre, mejor que no opine porque me sacan

corriendo...ellos creen que por ser hombres saben todo...

La mujer se encarga de ser la primera en desconocer la importancia de su

malestar debido a que debe estar dispuesta para su familia sin importar que se

sienta agotada oo en desacuerdo con la repartición de los deberes en el hogar.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Se observa la condición de género en la que la mujer debe ser aquello que

ha establecido la sociedad o la familia. (Turbay1994)

En este relato obtenido de la mujer de la pareja número tres, vemos

reflejado la característica de subjetividad femenina de ser de otro (Fernández en

Armas 1993) “Por algo lo eligieron a uno…y uno tiene que responder a eso yo soy

su mujer y no puedo salir con un chorro de babas”. El no salir con un chorro de

babas se refiere a tener la obligación de responder a sus roles como madre y

esposa según lo esperado tanto por su familia como por la sociedad, además es

un privilegio haber sido escogida entre tantas mujeres para llevar a cabo estas

labores. El hecho de ser mujer implica una responsabilidad.

A partir de la interacción con las tres parejas consultantes se observó que

no existe una actitud mal intencionada por parte de los hombres que ejercen

comportamientos de poder en la pareja, sino que más bien actúan de acuerdo a

un modo natural de ser varón que se ha estereotipado en la sociedad, de acuerdo

con Bordieau (2000) para quien la mayoría de los actos de poder no son

planificados ni maquinados, simplemente son naturalizados.

El mismo autor manifiesta que las expresiones de poder son confundidas

por las mujeres con expresiones de amor, pues en el estudio se encontró que las

mismas mujeres han naturalizado el ejercicio del poder en los hombres sobre

ellas, a partir del lenguaje y del silencio, tolerando y soportando ya que así lo han

hecho sus madres y sus abuelas, por lo tanto parecería ser ese el destino

femenino. Este planteamiento es contrario al de Corsi (1995) quien expone que la

identidad masculina se construye por oposición a lo femenino.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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A partir de lo anterior, considero que se ha entendido el concepto de

género como una construcción cultural y simbólica de las nociones de feminidad y

masculinidad que en nuestra cultura han dificultado la apertura a la posibilidad de

deconstruir la polaridad entre lo masculino y lo femenino, obligándonos a

generalizar y a aferrarnos a éstas nociones naturalizándolas y a referirnos, por

tanto, a hombres o mujeres con las suposiciones que cada uno de ellos evoca,

legitimando creencias de superioridad e inferioridad. En este sentido, sería

posibilitador el empezar a promover nuevas dinámicas de creación de nuevas

realidades como posibilidad de transformación y de re invención en el contexto de

la intervención.

Sin embargo, es necesario recordar la diversidad de creencias personales y

familiares que pueden dar respuestas diferentes en la pareja.

Entonces, parte de la intervención debería dirigirse a encontrar habilidades

para comunicar la tensión acumulada y a encontrar estrategias de alivio y de

generación de acuerdos frente a las mismas, teniendo en cuenta la emoción

predominante encada uno de los miembros de la pareja, pues según Caillé (1992),

la relación de pareja tiene la propiedad de adquirir diversas formas sin dejar de ser

identificable como tal, y ante la percepción desfavorable de la misma, está en

capacidad de solicitar ayuda en el contexto de la terapia.

Es importante resaltar como durante el proceso de intervención terapéutica,

las parejas desarrollaron habilidades para generar nuevos acuerdos ante la

expresión de inconformidad que desencadenó en conflicto conyugal, ya que

Madanés (1990), afirma que cuando las personas tratan de controlar y dominar, es

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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necesario que se generen ayudas para negociar y llegar a acuerdos sobre

diferentes aspectos como el dinero, el trabajo, los hijos, el sexo etc.

Por otro lado, plantea la misma autora la necesidad de re distribuir el poder

a fin de evitar emociones de temor, o de castigo. Para lograr ésta re distribución

del poder en las parejas, fue necesario iniciar en el contexto del consultorio, donde

se daba prioridad en un inicio a la voz de las mujeres, que en este caso eran

quienes asumían el rol de subordinadas.

Las manifestaciones de poder o subordinación en la vida son invisibilizadas

por la cotidianidad de dichos actos especialmente en el ámbito de lo privado. Hay

que reconocer que las polaridades de género han generado una posición de

encrucijada de la mujer donde ésta está entre la producción y la reproducción, la

activación económica y el cuidado de su familia, entre la responsabilidad y el

riesgo creyendo que estas esferas funcionan de manera opuesta y que se está del

lado de una de ellas o de otra.

Sin embargo, a pesar de todo lo que últimamente se ha dicho respecto a la

perspectiva de género, todavía es poco el conocimiento que las mujeres de

nuestra sociedad tienen sobre la existencia de relaciones de subordinación

enmascaradas en la cotidianidad de la vida en pareja. Me refiero a aquellos micro

machismos a los que se refiere Corsi (1995) que se convierten en casi

imperceptibles pero que contribuyen a la inferiorización de la mujer. Son los micro

machismos encubiertos en los que según el autor el varón oculta su objetivo de

dominio, pero que impiden el pensamiento y la acción eficaz de la mujer,

conduciéndola en la dirección elegida por su pareja.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Ahora bien, Contrario a lo que personalmente pensaba, hoy en día aún

existen muchas parejas que igual que en las parejas tradicionales, el varón asume

el rol de proveedor y la mujer el de responsable del funcionamiento del hogar,

donde la autoridad masculina es indiscutible y la construcción en la relación está

mediada por la dominación y la sumisión en aspectos como el económico, toma de

decisiones, autonomía etc. Es decir, el poder se ejerce de una manera uni

direccional.

En las parejas consultantes, la construcción de su propia biografía como tal,

estaba contextualizada en un ambiente de tensión entre la tradición familiar y

socio cultural y el deseo de autonomía en un inicio de las mujeres, pero

posteriormente luego de haber transcurrido la mayoría del proceso, también se

observó esta tensión en los hombres.

Aunque varones y mujeres gozaban de una vida profesional, el trabajo de

las mujeres fuera de casa continúa percibiéndose como tiempo que se le resta al

mantenimiento emocional del hogar. Es decir, el lograr una autonomía laboral,

aunque parcial, no favorecía a estas mujeres en la construcción de autonomía ni

de igualdad en su relación de pareja.

Se observó que aunque desde el punto de vista temporal, nos encontramos

en un momento de modernidad, en las parejas consultantes, sigue

considerándose al constructo de pareja tradicional como el ideal, aunque se

generen situaciones de conflicto y de malestar. Sin embargo, al terminar el

proceso terapéutico los consultantes manifestaban en su discurso los beneficios

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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de la deconstrucción de algunas creencias de género y de ser pareja según lo

esperado culturalmente.

Creo que existe un deseo de construir pareja entre la complementariedad

de lo tradicional y lo simétrico de algunas concepciones modernas de ser pareja.

En ésta investigación se encontraron diversas formas de ejercer y aceptar

el poder de uno de los miembros en la relación de pareja: una forma es la de la

legitimización del poder a partir de la tradicional comprensión de roles de género.

En otra de las formas se observó que aunque las parejas quieren mantener una

posición igualitaria del poder, se otorga el mismo en su totalidad de forma oculta; y

la última forma es aquella que se observó en las tres parejas consultantes al

finalizar el proceso, en la que existe un ideal de establecer un patrón de relación

simétrico, en el que se pretende una relación igualitaria en cuanto al rol de género.

Aunque también mencionaban dificultades para que ésta forma de relación

estrictamente igualitaria se mantuviera a través del tiempo, pues es posible que se

logre practicar una relación completamente igualitaria debido a diferentes

obstáculos que pueden surgir en los diferentes contextos que dificultan la

construcción de la igualdad, como por ejemplo estereotipo sociales, familiares e

incluso individuales.

Aunque a primera vista el cambio mostrado en el lenguaje por los

consultantes es alentador en la construcción de relaciones simétricas en cuanto al

poder, pienso que aún podrían mantenerse imaginarios como el de poner en un

nivel superior el rol profesional al rol doméstico en ambos miembros de la pareja.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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La familia extensa, es una institución que en las parejas consultantes aún

mantienen un nivel importante de influencia sobre sus familiares, para quienes la

igualdad de género, según los consultantes es una idea aún difícil de contemplar.

La desigualdad social y familiar de las mujeres, influye en las relaciones de género

que se dan en el interior del sistema conyugal.

La teoría de género contribuye al desarrollo del concepto de ser humano.

Ofrece elementos para una comprensión sistémica, procesual e histórico- temporal

de las relaciones entre hombres y mujeres con sus creencias y significados.

El género no se restringe a una categoría para describir las relaciones

sociales de hombres y mujeres, al contrario, en su desarrollo actual este cuerpo

teórico permite ir más allá del análisis empírico y descriptivo de estas relaciones.

Permite la transformación y promoción de estrategias de cambio a partir del

reconocimiento de la subordinación tanto social como familiar que durante años

hemos experimentado las mujeres.

En sus usos más habituales, la teoría de género, ha sido utilizada para

estudiar asuntos como el sexo, reproducción, la participación económica y política

de las mujeres entre otros asuntos. En el ámbito de la terapia tener en cuenta la

perspectiva de género permite movilizar y favorecer cambios en la re construcción

de la subjetividad femenina involucrando a los hombres que son importantes en

las vidas de las mujeres, con la intencionalidad de promover un cambio relacional.

Pero pienso que el cambio debe trascender el nivel del análisis y la reflexión para

extenderse hacia el nivel de la acción, y permitir modos diferentes de ser y de

estar en el mundo sin culpa.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Una comprensión más sistémica de cómo el género opera como elemento

en el marco de las relaciones sociales y como forma primaria de generar

significado del poder puede propiciar una comprensión más amplia de las

dinámicas sociales. Es así que tanto hombres como mujeres construimos modos

de ser pareja y de mantener relaciones íntimas y sociales dentro de un mundo

amplio o restringido de posibilidades, generando sentimientos de seguridad o de

disvalía en uno de los miembros.

Antes de ser una pareja, existen dos personas con diferentes mundos, los

cuales representan la historia de sus familias de origen, las experiencias de lo

que han vivido, de lo que han experimentado con otras personas, de cómo se

han ido sintiendo a lo largo del proceso de su propia vida; se suman a estos

factores las creencias, ideas, gustos, pasatiempos, religión, moral personal y

sobre todo sus emociones.

Al empezar a vivir en pareja, estos dos mundos se empiezan a mezclar y

en muchos de los casos el acoplar estos factores no es fácil y se llegan a crear

fuente de conflicto que está sustentada en la necesidad de imponer al otro las

ideas y experiencias propias, como si fueran una verdad absoluta, o como si la

razón estuviera de nuestro lado.

Por otro lado, La pareja es una unidad compleja con un fuerte componente

social , el cual determina el deber ser de cada uno de los roles esperados en el

interior del sistema conyugal. Sin embargo, y paradójicamente, estos roles llevan a

que un miembro de la pareja, generalmente los hombres, según determinaciones

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

95 

de nuestra cultura, tome ciertas decisiones que sabiéndolo o no afectan a

conjunto llamado pareja en función de la relación existente entre dos personas. La

toma de decisiones implica una estructura de poder interna que se atribuye a un

miembro de la pareja. Cuando no se está de acuerdo con esas decisiones

tomadas por el otro y no se tiene la capacidad o la posibilidad de expresarlo,

sintiendo la percepción de ataque a partir de la dominación, surge el conflicto

conyugal a partir de la ejecución del poder que previamente se le entregó a uno de

los miembros de la pareja.

El papel de la intervención sistémica en el contexto de la terapia en parejas

consultantes con dinámicas de poder que generan conflicto, ofrece herramientas y

estrategias de cambio que representan la posibilidad de una nueva oportunidad

para vincularse, la nueva pareja debe configurarse como un dispositivo de libertad

y de autonomía, siendo el punto de encuentro de diferentes historias y culturas

sociales y familiares, generando la capacidad para el reconocimiento de los

recursos que permitan la reparación de dinámicas que producen sufrimiento y

malestar.

Teniendo en cuenta esto en el trabajo que se realizó con las parejas

consultantes se hizo evidente la necesidad de los hombres y de los mujeres de

vincularse a un proceso que les permita encontrar posibilidades frente a una

dinámica relacional casi estereotipada de sus familias de origen, que ha generado

conflicto conyugal. Igualmente, es necesario para estas parejas encontrar en el

proceso terapéutico las herramientas que les permita el abordaje de estrategias

para resolver dificultades relacionales, establecer acuerdos, y alzar la voz en torno

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

96 

a sentimientos y pensamientos que emergen a partir de dinámicas construidas en

relación.

A través del relato de las parejas entrevistadas se resalta que existen

problemas familiares que repercuten en el comportamiento de los miembros del

sistema conyugal en la manera de relacionarse en pareja, legitimando el ejercicio

del poder a partir de creencias familiares y de la imposición de estereotipos

sociales. Lo que sugiere que es muy importante en el desarrollo de la intervención

terapéutica tener en cuenta la historia personal de los miembros de las parejas

consultantes.

De acuerdo con la experiencia terapéutica de éste estudio se determina que

las categorías de autonomía, responsabilidad y libertad están estrechamente

relacionadas, pues un buen ejercicio de la autonomía, promueve el uso de la

libertad en las parejas, asumiendo la responsabilidad de las elecciones que se

hacen.

Desde mi punto de vista, es importante ser cuidadoso en la intervención

de no perpetuar posiciones de vulnerabilidad en el contexto terapéutico con el fin

de generar un ambiente de confianza donde éste sea el comienzo para ver

posibilidades de relación diferentes.

Es importante mencionar que esta investigación contrasta con la creencia

popular que se refiere a que las manifestaciones de poder en el interior de las

relaciones conyugales se presenta mayoritariamente en estratos socioeconómicos

bajos, y en personas con escaso nivel educacional, ya que en la presente

investigación y su análisis es posible observar que estas manifestaciones hacen

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

97 

parte de una dinámica cultural y social que se extiende a las familias que hacen

parte de un sistema cultural patriarcal como es el caso de nuestro país. Es decir,

estas dinámicas de poder abarcan todos los niveles de la ecología de la

complejidad humana desde un nivel micro en la construcción de la subjetividad,

hasta un nivel macro en la forma contextual de relacionarse con el mundo.

Otra tendencia obtenida en esta investigación-intervención sugiere a la

investigadora que las parejas entrevistadas, generalmente para enfrentar el

conflicto conyugal que emerge a partir de creencias de género basadas en el

poder ven solo dos caminos posibles a seguir respecto a su relación, estos dos

caminos son el dar por terminado su vínculo afectivo , pero manteniendo la

relación, es decir continuar soportando el malestar, .o simplemente ignorar sus

sentimientos y dar cumplimiento a las expectativas externas respecto a ser

hombre o mujer en la familia, en la pareja y en el mundo. Es a partir del proceso

terapéutico que las parejas consultantes lograron encontrar las herramientas que

les permitió dar cuenta de sus recursos y de las habilidades relacionales para

facilitar la resolución del conflicto, a partir de re significación y de construcción de

creencias familiares principalmente.

Además fue posible visibilizar mediante esta investigación intervención que

el silenciamiento de la inconformidad frente a algunas creencias de género,

favorece la aparición de sentimientos de soledad, desvalorización, y

desconocimiento de las posibilidades tanto individuales como relacionales.

También es importante mencionar que las parejas de las mujeres

entrevistadas no reconocen el malestar que sienten sus esposas, pues éste es

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

98 

naturalizado y entendido como “normal” en el matrimonio, es natural que luego de

estar casados por un tiempo la apatía, el aburrimiento y la monotonía aparezcan,

así que como es natural, no debería hacerse nada para cambiarlo. Finalizando el

proceso los hombres mencionaron los beneficios de expresar las inconformidades

respecto a creencias, formas de interacción y dinámica conyugal que puedan

llevar a la pareja hacia una interacción en la que se puede comunicar y movilizarse

para moverse en búsqueda de una relación de bienestar.

Las mujeres presentan diferentes reacciones frente a los comportamientos

de sus parejas que sugieren sumisión por parte de ellas, algunas son más

subordinadas, otras en ocasiones se defienden actuando violentamente, se

sienten responsables de lo que está pasando y creen deber sacrificarse, pues se

responsabilizan constantemente de su dinámica conyugal.

Algunas lo enfrentan o se paralizan frente al deseo de control que muestra

su pareja. Sin embargo, resulta paradójico ante la diversidad de reacciones ya

mencionadas, pensar que todas coinciden en expresar los sentimientos que tienen

frente a su sumisión o dominación de sus parejas como son la rabia, la frustración

a que las cosas no funcionen o que la pareja no cambie de actitud, impotencia

frente a lo que está sucediendo y no tener la herramientas suficientes para

enfrentar esta situación, miedo de confrontar a sus esposos y familias de origen.

Las normas sociales, la presión social, la costumbre, favorecen que las

relaciones de género no se modifiquen de una manera significativa a nivel social y

permiten que los varones sigan estando legitimados para ejercer relaciones de

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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poder en el interior de la pareja a pesar de que tanto sus esposas como ellos

mismos elaboren estrategias para alterar el dominio masculino en sus parejas.

A pesar de que las mujeres realicen trabajos productivos remunerados, sus

ingresos no son considerados como importantes para proveer el hogar, entonces

se sigue considerando al varón como principal proveedor, lo que al mismo tiempo

le otorga una parte importante del poder frente a la distribución y uso del dinero.

Aunque a lo largo del proceso terapéutico se hayan de construido algunas

creencias respecto al rol de género, frente a las cuales los consultantes

encontraron beneficios frente a la dinámica de la relación, pienso que las mujeres

que consultaron aún no se sienten preparadas para asumir la ejecución del poder

o de la re distribución del poder, quizá porque históricamente no han tenido

acceso al mismo, y aunque individualmente reconozcan tener los recursos y las

condiciones para asumirlo, no lo ejercen o lo ejercen manteniendo la idea de no

estar preparadas para hacerlo, de tal manera que en el nivel de la acción

continúan comportándose de tal manera que otorgan el poder a sus esposos,

esperando cambios en el comportamiento de dominación de ellos, pero sin

imponer sus propios intereses, promoviendo mas bien comportamientos de

negociación y mediación.

Para vivir en una relación simétrica, igualitaria en cuanto al poder en las

relaciones de pareja, es necesario que las mujeres se movilicen activamente para

construirla en compañía de sus esposos, logrando afirmarse como individuos con

autonomía, sueños, intereses y expectativas propias, invitando a sus parejas a

participar de dicha autonomía aunque suene paradójico. Podrían encontrar un

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

100 

ejemplo de la utilización de los recursos en sus esposos quienes no pierden de

vista su autonomía a pesar de encontrarse en una relación de pareja. En el caso

de las mujeres que consultaron, podrían contar con el apoyo de sus esposos

quienes aunque no a todos, asistieron a encuentros que les permitió re significar

algunas creencias y significados sobre lo que es ser hombre o mujer en el

contexto de la relación conyugal.

Es importante que para próximas investigaciones se tenga en cuenta un

nivel mas heterónomo de la población para el análisis del funcionamiento del

poder, pues en las conversaciones tenidas con las parejas consultantes se pudo

notar que aunque éstas parejas prefieren un estilo tradicional de construirse en la

relación conyugal, la tendencia en las generaciones mas recientes es a mantener

relaciones simétricas, debido al interés de los padres para que así sea, pues los

consultantes en su rol de padres, guían la educación especialmente de sus hijas

mujeres hacia una exploración mas profunda de su autonomía e individualidad.

Aunque ésta investigación – intervención se centró en el análisis del

ejercicio del poder en la relación conyugal, tampoco se logró un acercamiento con

las familias de origen, lo que pudo haber nutrido la comprensión de creencias y

mitos acerca de los roles de género manifestados por los consultantes.

Por otra parte, se ha analizado la desigualdad en las relaciones de poder en

la pareja principalmente a través de la comprensión de creencias que afectan la

autonomía de las mujeres en los niveles del pensamiento, acción y emoción desde

el punto de vista de diferentes categorías como responsabilidad, libertad entre

otras, sin embargo, resultaría importante que próximamente pudieran tenerse en

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

101 

cuenta aspectos como la sexualidad, el cuerpo, y otros aspectos que no se

trataron como el amor.

Respecto a las limitaciones del estudio, se tiene en cuenta que la asistencia

de los hombres de las parejas no fue la esperada, pues de 6 a 8 sesiones

acordadas, éstos en promedio asistieron a 4 o 5 de ellas. Sin embargo, las

mujeres asistieron a todas las consultas programadas sin faltar, lo que facilitó el

cambio en los sistemas consultantes.

Además las parejas sugirieron tener en cuenta la vinculación de los hijos al

proceso, pues creen que ellos pueden dar cuenta de dinámicas que quizá los

mismos miembros de la pareja desconocen.

Sería útil para el estudio y para otros posteriores, realizar encuentros de

seguimiento para determinar el impacto de la intervención.

Podría realizarse un encuentro en red, con el fin de reconocer

potencialidades en la pareja.

Los aportes del estudio proporcionan luces frente al trabajo con parejas,

pues pesar de la resistencia inicial de los hombres, se logró un buen nivel de

empatía con ellos, gracias a la habilidad de neutralidad de la terapeuta.

Es importante conocer en primera instancia los marcos de referencia desde

donde se mueven los consultantes para lograr empatía y generar un ambiente de

confianza y colaboración en el sistema terapéutico.

El haber llevado a cabo ejercicios de tipo auto referencial por parte de la

terapeuta, permitió que se fomentara el respeto hacia los consultantes y el ser

muy cuidadosau con los mismos.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica. 

 

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Anexos MATRIZ 1

CREENCIAS DE

GENERO

Discurso textual Hombre Discurso textual Mujer Análisis

PENSAMIENTO • “Yo sé que soy un buen

esposo y un buen

papá, a ellos no les

falta nada. incluso a

veces me veo a gatas

con tal de darles todo lo

que piden y lo que

necesitan.”

• pienso que se vale su

situación y de su

• Lo más importante es el bienestar de l

familia”

• “Siempre he sido una mujer inteligente

y trabajadora, pero eso el no lo ve, y

uno termina creyendo que el trabajo

de uno es menos que el de ellos”.

• La casa es un desastre, a veces

tengo que dejar todo para ponerme

con él a hacer los deberes, buscar

información....después a la noche se

En este discurso se refleja

con nitidez la

desvalorización de “S” por

parte de su familia y por ella

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

107  

posición como madre

como y mujer, y por

ser la primera

en haber ido a la

comisaria.

• Bueno, que vamos a

hacer, es la vida de la

mujer...

• Mire Doctora….yo se

que si “M” me hiciera caso y

no dejara salir al muchacho

de la casa como se lo he

dicho no tendríamos este

problema.

me junta todo, la comida, ordenar un

poco todo lo que dejan tirado, al padre

no le gusta cuando vuelve del trabajo

que esté desordenado. Cuando

termino de lavar los platos, ya están

todos acostados. Si, estoy yo sola para

atender a los tres, si por lo menos

tuviera una hija mujer que me

ayudara...Cuando el más grande

discute sobre algún programa que

están viendo con el padre, mejor que

no opine porque me sacan

corriendo...ellos saben todo...

Hoy no pudo venir “R” porque está con

misma. Sus tareas

invisibilizadas en el núcleo

familiar no son importantes

(Giberti 1998).

Por otra parte las conductas

“micromachistas” (Corsi

1995) subordinan a “S”

creando a su vez un fértil

territorio para que ella

desarrolle

incondicionalmente su

maternidad y sostenga toda

la carga doméstica.

El saber se centra en el

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

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• Sandra piensa que

como ella está teniendo

mejores oportunidades

ahora, me puede hablar

como ella quiera, ponerse

odiosa cuando quiera, irse

sin decirme nada e

ignorarme”

• todo el mundo sabe

que las mujeres en la casa

son las que saben

administrar, cuidar de la

familia, y que aunque el

mucho trabajo, pero me dijo que le

contara lo que pasó este fin de

semana…no sé si “R” estará de

acuerdo con esa fecha...”R” piensa

que el problema de Juan es que no

estoy pendiente de él…”R” es un poco

nervioso...pero la verdad tiene razón...

• Cuando él era el que aportaba

mas a mí también me tocaba

aguantarme sus desplantes y comprar

lo que él quisiera por que como el de

la plata era él. ..La verdad es que el

que tiene la plata si tiene como unos

derechos diferentes en la casa.

• Por algo lo eligieron a uno…y

padre la madre cuida pero

educa el padre que es el

que da las instrucciones a

distancia

“R” sabe, decide, la hace

callar y la culpa. Cuando

están juntos son frecuentes

frases de este tipo.

En este relato se evidencia

una forma de micro

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

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mundo esté así de loco

como está hay cosas que

no deberían cambiar…

• Las mujeres son como

la cabeza de la familia así

uno se encargue de la parte

económica…ellas tienen

como ese don para que

todo en la casa marche

bien.

• Ella puede trabajar

medio tiempo mientras los

muchachos están en el

uno tiene que responder a eso yo soy

su mujer y no puedo salir con un

chorro de babas.

• Es que si uno no está pendiente

de las cosas de la casa imagínese

como sería ese caos…. Si no más uno

se va a visitar a la mamá dos días y

vuelve y la casa parece un campo de

guerra…yo si creo que las mujeres

tenemos la batuta en el manejo de la

casa y un hogar puede funcionar sin

un papá…pero sin una mamá????

Son muy pocos los que lo logran…

• Pues si uno puede tener la oportunidad

de permanecer más tiempo en la casa

machismo en el que el

dinero se configura como

una fuente de poder (Corsi

1995)

Nuevamente se observa la

condición de género en la

que la mujer “debe ser

aquello que ha establecido

la sociedad o la

familia.(Turbay1994)

En este relato, vemos

reflejado la característica de

subjetividad femenina de

"ser de otro" (Fernández

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

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colegio… pero después

alguien tiene que estar en

la casa con ellos.

que bueno…yo trabajo medio tiempo

como para no dejar, por que las

amigas de uno todas trabajan y tienen

su plata…pero con calma por que el

hogar necesita de uno.

1989.

Se observa como la

construcción de subjetividad

femenina está centrada en

el que hacer doméstico, la

responsabilidad del ámbito

de lo privado está en la

mujer.

EMOCION • “Ella parece un macho,

nunca tiene un cariño

• “Es que yo no soy afectuosa para nada

y a él le gustaría que yo fuera así toda

Existe inconformidad

masculina por la ruptura de

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

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para uno ni un detalle

especial como uno ve

que las esposas de los

compañeros hacen”.

• siento, que ella siempre

ha querido controlar

todo, llevar todo y tener

todo en su cuadricula,

si algo se sale de su

cuadricula entonces

somos afectados o los

niños o nosotros, me

está juzgando, sí,

cometí un error, me

melosa “

• a mí me extraña que él diga que le

extraña mi actitud, por qué? Porque

nosotros firmamos unos compromisos

en una comisaría, donde dice muy

claramente que no nos vamos a

agredir, que no nos vamos a tratar con

malas palabras, que vamos a tratar los

problemas a puerta cerrada, de donde

no hallan niños, no involúcralos, y que

no vamos a castigar físicamente a los

niños, entonces la verdad desde que

nosotros firmamos ese compromiso,

yo me hice el propósito de eso de

cumplirlo y me da mucha rabia, me

esquema que representa el

que una mujer nos sea

afectuosa. Maternalización

de la mujer. Corsi (1995)

En este relato se observa

que la mujer muestra

niveles de autonomía en la

que es capaz de expresar

sus emociones y además no

deja la responsabilidad de la

relación sólo en ella si no

que comparte una visión de

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

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dolió mucho

posteriormente , no

esperaba que se

desatara toda esa

cuestión, pero me

imagino que es natural,

que venimos en un

proceso y entonces, si ,

aparte que me siento

culpable con el niño,

que me dolió mucho lo

que le hice ese

Domingo, me siento

juzgado por una

persona que yo siento

molesta muchísimo que pasen estas

cosas. “yo sé que no me quiero

separar, me da mucho dolor pensar en

eso, pero si se que tenemos que

mejorar nuestra comunicación, porque

o si no nos vamos a tener que abrir.

• “ Si uno no está bien emocionalmente

con uno mismo tampoco puede estar

bien con los demás” “Como yo soy la

que paga la mayoría de las cosas yo

me siento con el derecho de echarlo a

él de la casa

• “Yo sé que como yo soy la que más

está aportando en la casa, me siento

co responsabilidad, lo que

va en contra de la

subjetividad masculina del

esposo.

Con estas frases la

consultante pone en un

nivel superior su propia

emocionalidad, no existe

intención de permitir

subordinación emocional

por parte de su pareja. Sin

embargo se observa como

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

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que también tiene rabo

de paja.

• me molestaba mucho ,

que yo llegara a las 10

de la noche, y

encontrara los platos

sucios, entonces fui y

hable con un

compañero en la

parroquia que es amigo

de ella, y le dije; eso es

tenaz, llego cansado,

he caminado, el sol, y

con el poder y con el derecho de tomar

algunas decisiones sola, sin

consultarle nada a él”.

• También trabajo muy duro para

prácticamente mantenerlo a él, si le

molesta mucho ver los platos entonces

por qué no los lava él? Pero espera a

que sea yo la que además de todo se

encargue de tener el apartamento

como una tacita de plata?

• Yo puedo sentir cuando el descontrol

de él está llegando” pero entonces me

da rabia y nos agarramos y el

descontrol nos agarra a los dos…es

que uno también se puede enloquecer

al ser ella la proveedora

económica se pone a si

misma en un nivel superior

de poder asumiendo

comportamientos de

dominación frente a su

pareja.

El Descontrol, ósea la ira y

sus manifestaciones son la

manera en que los dos

miembros de la pareja

intentan subordinar al otro.

Entonces la proveedora

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no he almorzado y llego

por la noche y están los

platos ahí,

• “Yo sé que la he

embarrado, y estoy

muy arrepentido, de

verdad no quiero que

esto siga pasando por

qué no me siento bien

con esto. No sé por qué

ese descontrol.

• Son ellas las que se

no solo ellos.

descalifica económicamente

a su pareja yendo en contra

de la subjetividad

masculina, poniéndolo en

un nivel inferior a través del

control del sostenimiento del

hogar. En este patrón el

hombre asume el rol de

subordinado llevando a

cabo maniobras de

explotación emocional,

alegando malestar en su

sentir. Tambien existe auto

indulgencia por parte del

varón.

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dan cuenta si uno está

triste, si esta de mal

genio, si le fue bien en

el trabajo o no, si los

niños están raros…y

eso es chévere porque

uno sabe que están

pendientes.

• Yo siento tranquilidad

de saber que ella está

cumpliendo con su

papel de mamá y de

esposa en la

casa…uno puede

Uno tiene como ese sexto sentido del que

hablan…uno tiene las palabras mágicas para

consolarlos cuando algo pasa…yo siempre

se solo con verlo si le fue bien, si le fue mal y

con los niños es igual ellos lo buscan es a

uno para darles consuelo…uno no busca al

papá para contarle las cosas uno siempre

busca a la mamá.

• Pues es que vivir así es rico…por que

todos estamos tranquilos…el trabaja

tranquilo porque sabe que yo estoy

aquí y que nada malo va a pasar…y

yo estoy tranquila de que él esté

Maternalización de la mujer.

En este relato tanto el

hombre como la mujer

priorizan los

comportamientos de

cuidado emocional

incondicional hacia el

esposo y los hijos.La mujer

se acopla a los deseos de la

familia sin preocuparse de

ella misma, siempre y

cuando las necesidades de

los otros miembros de la

familia estén cubiertas por

ella misma. Se da un rol

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

116  

trabajar sin estrés

cuando sabe que la

señora está en la casa

al frente de todo.

tranquilo, produciendo, trabajando…si

me entiendes?

asignado y otro asumido al

mismo tiempo de la carga

doméstica que trunca el

desarrollo personal. Se

puede observar como existe

una percepción de poder en

ambos miembros de la

pareja, en distintos

contextos pues el esposo

siente lo favorable de

asumir el poder económico

y la esposa siente que

puede controlar las

cuestiones emocionales de

la familia en donde sólo ella

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

117  

Relato del hombre

Relato de la mujer

tiene la capacidad de

intervenir.

Análisis conceptual

ACCION • Uno se siente orgulloso

de que la familia vaya a

la casa o los amigos,

que vean el hogar de

uno que es bonito que

hay amor, cuidado, que

la platica se vea.

• “Uno es el que está pendiente de que

la casa este bonita, de arreglarles la

ropa para que siempre estén bien

presentados, de ayudar en las tareas”

• cuando llega yo siempre estoy

arreglando lo que me toca de los

niños,

Control del dinero: En estos

fragmentos de los relatos

hechos por los consultantes

se observa como las

maniobras que el hombre

lleva a cabo tienen que ver

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

118  

• “Zapatero a tus

zapatos” “cada uno con

lo suyo”, “a cada quien

lo que le corresponde”.

• yo tengo el dinero, yo

tomo las

determinaciones y si no

soy yo, entonces yo

consulto es con mi

mamá.

• Al mediodía prácticamente como

parada, no tengo tiempo, les sirvo a

los chicos y me pongo a ordenar todo.

Termino y estoy con los deberes de

Carla (la hija de 8 años) que siempre

hay algo que no entiende, que no sabe

hacer, el chiquito con los dibujos

animados en la tele a todo volumen,

yo que tengo que corregir trabajos de

mis alumnos. Cuando me quiero

acordar tengo que preparar la cena,

José a las nueve quiere comer y que

los niños ya estén bañados y a la

cama. Pero cuando llega a casa no

mueve un dedo. La semana pasa

con el rol productivo,

proveedor y con el uso del

dinero. la mujer queda

limitada a acceder a los

deseos del hombre o de los

hijos pues parece que este

es su deber en contraparte,

como compensación de la

manutención. La mujer se

ve destinada a “pedir”

dinero cuando lo considere

necesario no existe

confianza en ella frente al

uso del dinero, primero

debe ser aprobado por el

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

119  

• Soy muy bueno en mi

trabajo y me le he

medido a lo que sea, lo

que uno espera es que

eso sea reconocido en

la casa y que valoren

todo lo que uno hace

por la familia.”.

• Yo por ejemplo sé

que mi responsabilidad

es cumplir con la casa,

por eso uno no puede

dejar de trabajar…ella

por su parte está

pendiente de que la

volando, los sábados hago limpieza

general y los domingos generalmente

vienen sus amigos, ven partidos,

juegan a las cartas y yo atendiendo a

todos.

varón el uso que se le va a

dar al dinero. Generalmente

el dinero se solicita para

suplir necesidades

domésticas. Es el varón

quien decide los momentos

en que el dinero se usa en

aspectos como recreación.

La crianza y el trabajo

doméstico son subvalorados

por el hombre, asumiendo

que ocupa un lugar mas

importante en la jerarquía

familiar por el hecho de ser

quien mas dinero aporta a la

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

120  

casa este bonita, de

que ella también este

bonita, que los niños

estén limpios, que si

hace falta algo ella me

lo haga saber para

darle la plata.

• Hacer todo lo posible

desde las posibilidades

de uno para poner el

granito de arena en la

familia…que llevarlos

de viaje, que coman

rico, que el colegio sea

bueno…

familia , además de ser

quien toma las decisiones

respecto al mismo. Las

labores domésticas son

consideradas como un oficio

que se desarrolla en un

ambiente de tranquilidad y

que no trae consigo grandes

esfuerzos, entonces el

hombre considera un favor

especial hacia su mujer que

ésta se quede en el hogar y

no sufriendo los dilemas

laborales que son tan poco

deseables para sus

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

121  

• Menos mal tenemos

la bendición de que ella

pueda estar la mayor

parte del tiempo en la

casa… porque es que

no tenemos la

necesidad de eso

…eso es un lujo que

hoy en día nos e

pueden dar muchas

familias.

• Como dice el

chiste…es muy malo

pero por ahí dicen que

a las mujeres no se les

Pues cuando no me lo aguanto entonces me

da por empujarlo y por decirle entonces que

va a hacer me va a pegar”?

mujeres.

En este relato es evidente el

comportamiento de

intimidación que ejerce el

esposo sobre su esposa.

Aunque en sesión lo

describe desde el humor, la

mujer responde que sólo en

las ocasiones en las que no

“se lo aguanta” entonces

responde desde el lenguaje.

El término “educa” hace

referencia al golpe o al

maltrato físico que se

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

122  

pega …se les

educa….jajajajaja

impone en ocasiones en

que el hombre siente que su

esposa no ha obedecido

alguna de sus

determinaciones.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

123  

MATRIZ 2

CAMBIOS EVIDENCIADOS A PARTIR DE LA INTERVENCION

CATEGORIA INTERVENCION CONSTRUCCION DEL CONSULTANTE ANALISIS

AUTONOMIA Cuál es la solución en la que

han pensado para que las

cosas en la familia marchen

mejor?

Pues en este momento estoy como

asustada por qué yo creo que a este

paso voy a tener que renunciar así como

me dice Mauricio…. (mujer)

En este relato se

observa como la

consultante

muestra una

postura de

heteronomía

frente a la relación

con su esposo,

pues a pesar de

no querer

renunciar a su

trabajo, considera

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

124  

Y ese miedo o ese susto como

les ayuda?

Y que piensan sobre la

posibilidad de que L no vuelva

a trabajar?

Yo creo que no nos ayuda en

nada…nos paraliza…no nos deja

pensar. (hombre)

Que no es la correcta…creo que si nos

uniéramos mas podríamos encontrar

otra salida que no afectara a ninguno de

que debe hacerlo

pues es su esposo

quien se lo pide.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

125  

Cuál es la solución en la que

han pensado para que las

cosas en la familia marchen

mejor?

los dos o bueno a nadie de la

familia.(hombre)

Que estamos pensando en cada uno y

no en el otro ni en nuestra

relación.(mujer) Que podamos

entendernos, que dejemos de ser los

desconocidsos en que nos hemos

convertido.

Se redefine el

problema centrado

en la relación de la

consultante con su

esposo

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

126  

Ósea que en este momento

cual creen que es el problema?

Como llegaste a conseguir el

trabajo que tienes en la

actualidad?

En tu vida personal como eres

comprometida?

Una amiga me recomendó en el colegio

y fui y al rector le pareció bien darme

una oportunidad porque de todas

maneras mi hoja de vida ha sido

buena…lo que pasa es que ya hace

nueve años no trabajaba por estar

pendiente de la casa y de los niños…

Uno siempre se esfuerza para que todo

esté bien tanto en el trabajo como en la

En este momento

la consultante

amplia su mundo

de posibilidades

teniendo en

cuenta sus propias

expectativas

personales.

Existe la creencia

de que el sacrificio

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

127  

No entiendo muy bien como el

sacrificio es una manera de ser

comprometido con uno

mismo…puedes ayudarme a

entender

casa, uno sacrifica el tiempo de uno, los

sueños, los ideales con atl de mantener

unida a la familia, eso es un compromiso

muy grande

mmmmm…..pues por eso, porque uno

pone por encima a los demás por

encima de uno mismo…bueno eso es

compromiso con los demás pero no con

uno…y así es difícil poder aportar

personal es

prueba de amor

frente a las

expectativas

familiares.

Se de construye la

idea anterior. Los

sacrificios algunas

veces no son tan

útiles…es

necesario estar

satisfecho consigo

mismo para poder

aportar a los

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

128  

En la pareja como se dispone del dinero?

Como se establece si el dinero es propio o es del hogar?

El dinero no se dispone entre los

dos…por ejemplo yo no tengo voz ni

voto en esas decisiones…él dice tanto

para mercado, tanto para el colegio,

tanto para servicios y asi…loco eso no?

Porque si soy yo la que está a cargo de

las cosas de la casa pues debería ser yo

la que sabe cómo usar la plata…o por lo

menos hacer mis aportes.

Pues como sabes yo trabajo medio

tiempo …pero lo que me gano en el

colegio en realidad es poco… esa plata

yo casi siempre la uso para cosas de la

demás.

.

En este fragmento

la consultante

asume una actitud

de

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

129  

casa…por ejemplo que vi un florero lindo

pero que a el le parece una bobada

comprarlo entonces un día que esté

aburrida voy y lo compro, o que a los

niños les mandaron una maqueta

entonces yo cojo de lo mío y lo

compro…aunque sabes que

últimamente que hemos estado

hablando de estos temas he pensado

que yo podría utilizar mi dinero en cosas

que a mi se me antojen…ya que el se

ofana tanto de responder por todo lo de

la casa…entonces he estado pensando

en ahorrar e irme de viaje sola con mis

amigas…yo no sé…utilizar mi dinero en

cuestionamiento

frente a su propio

comportamiento

de sumisión

respecto a las

determinaciones

que su esposo

toma con el

dinero. Existe un

reconocimiento de

las habilidades

que la facultan a

ella para llevar a

cabo esta tarea o

para participar de

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

130  

cosas para mi…el coge para él lo que

quiere de su sueldo y se lo gasta en

trago, o en lo que quiera sin preguntarle

a nadie.

ella. La

consultante

expresa la no

existencia de

acuerdos en la

pareja respecto al

uso del dinero

común. Devela la

necesidad de

generar

autonomía en el

uso y el destino

del dinero que

produce a partir

dde sus

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

131  

actividades

laborales.

LIBERTAD Qué experiencias le gustaría

vivir?

Me gustaría poder vivir mis propias

experiencias. Decir al final del día que

esta u otra cosa me paso diferente a lo

mismo de siempre…que se quemó el

arroz, que se me hizo tarde para hacer

la comida, que se fue el niño sin

lonchera.

Quisiera que mis experiencias fueran

sobre mis propios sueños.

Me gustaría ser la persona que quiero y

no la persona que me toca poro que es

lo que mi marido quiere o lo que mis

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

132  

Que persona le gustaría ser?

hijos quieren de mi, o lo que mi mamá

es….quiero ser una persona libre de

asumir las consecuencias de mis actos,

que realiza sus propias metas y no está

al pendiente de el cumplimiento de las

metas de los demás…

Es que es eso…tampoco se trata de

desentenderse del esposo ni de los

hijos….se trata de estar con ellos sin

que ser esposa o mamá se convierta en

una atadura…se trata de ayudarles en

sus cosas pero sin descuidar las de uno

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

133  

Qué realizaciones le gustaría

lograr en los diferentes roles

por ejemplo a nivel personal,

familiar, laboral y social?

…por ejemplo con lo que usted me

pregunta.. a mi me gustaría ser como

antes salir con mis amigas porque es

que de esas experiencias con el cafecito

uno también aprende, porque lo

aconsejan o uno aconseja, aprende de

las experiencias de los demás, uno ve

que existen otros mundos allá afuera.

Quiero ser alguien en el mundo de

afuera…a veces parece que solo existo

en la casa y ya. Igual quiero seguir

siendo importante para mi familia, pero

sintiéndome libre de ser la persona que

en realidad soy…la que está guardada

dentro de mí.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

134  

En qué le gustaría emplear, de

manera prioritaria?

Qué te impide vivir feliz? ¿Qué

te retiene?

Vea, puede que suene feo pero quiero

gastar el tiempo en lo que yo

quiera…que si quiero dormir todo el día

pues duermo todo el día, que si quiero

trabajar hasta tarde pues trabajo hasta

tarde, que si quiero hacer una comida

rica para consentirlos y cocinar todo el

día, pues lo hago…pero porque quiero,

no porque si no lo hago entonces voy a

ser mala esposa y mala mamá

Con todo lo que hemos hablado yo creo

que la única que se lo impide soy yo

misma..porque es que uno mismo se

encarga de que lo vean así. Sin sentido,

sin sueños, sin nada más que hacer. Si

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

135  

En que momento has creído

que Mauricio piensa de manera

diferente?

uno habla y grita y le dice al mundo que

uno también es una persona igual que

ellos con deseos de lograr cosas y de no

hacer otras pues tendrán que entenderlo

o de pronto no…pero uno sabe que está

haciendo uso de su libertad…es que

cuando uno se casa uno no pasa a ser

objeto de nadie…uno sigue deseando

cosas por las que hay que luchar, y uno

es el único que decide si lo hace o no.

Es que yo se que Mauricio no quisiera

que Natalia se dedicara a la crianza de

hijos y a atender a un esposo… el quiere

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

136  

que la niña tenga una vida llena de

oportunidades…una vida bonita…yo

también quiero lo misma para ella pero

también para mí.

RESPONSABILIDAD Como crees que podrías

ayudar a tu familia para que

ellos también te ayuden?

No permitiendo más que ellos crean que

tienen el derecho de tratarme peor que a

una empleada. Haciéndoles entender

que yo también tengo ganas de hacer

cosas diferentes en la vida. No siendo

tan sumisa mejor dicho…darme mi lugar

en la casa.

Empezar a hablar con él. Creo que

también lo voy a sacar de la rutina de

En este relato la

consultante asume

parte de la

responsabilidad de

que los demás la

vean de la forma

en que ha sido

vista por mucho

tiempo

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

137  

Como crees que podrías

ayudar a tu familia para que

ellos también te ayuden

Como crees tú que has

aportado en la transformación

de la relación entre tu esposo y

tu de tal modo que ahora solo

se hace lo que él dice?

siempre….que el llega le sirvo la comida,

le arreglo la pijama todas esas

cosas…ahora lo voy a sorprender más

seguido…voy a dejar que conozca una

nueva yo…espero que le guste…jajajaja.

(6 sesión)

“Ser honesta…la honestidad con migo

misma primero y luego con mi

familia….con todos”

Noooo. el no sabe…no tiene idea de lo

Se aprecia un

sentido de

corresponsabilidad

en el que se deja

la queja centrada

en el otro y se

reconoce que

comportamientos

se han llevado a

cabo para

contribuir a la

situación que

genera malestar.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

138  

Que tendrías que hacer para

que esa transformación se dé?

que es sentir que no tienes tiempo para

ti…que todo tu tiempo es solo para

complacer a los demás y que nadie ni

siquiera agradece que se hizo una

comida especial, o que a pesar de haber

estado muy agotada se hace lo posible

por prepara una comida rica que les

guste a todos …incluso a veces me

siento como dueña de un restaurante

porque me toca preparar varios platos

diferentes por que a uno le gusta una

cosa y al otro no…es cansón…es muy

cansón y si siento que nadie sabe lo que

significa.

No…lo peor es que siempre le reclamo

Se comienza a

vislumbrar un

mundo de

posibilidades en el

que se da paso a

la construcción de

una nueva historia

mas

esperanzadora.

Se tiene en cuenta

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

139  

Si de ti dependiera esta

transformación cual sería tu

aporte?

que no me dice nada…Parece que

ninguno de los dos se dice nada y así es

difícil saber que siente el otro.

Bueno, quizá participando un poco mas

de sus cosas tanto en la casa como en

el trabajo…ella a veces me invita para

que yo conozca a sus compañeras y a

mi me da pereza entonces mas bien me

voy con los niños a algún lugar mientras

ella atiende a su visita.

creo que quiero esforzarme un poco más

para involucrarme en sus intereses y

volverla a a conocer…es que todos

como herramienta

de cambio la

utilización de un

valor familiar

mencionado en

varias sesiones.

Lo que sugiere

gran potencia para

la intervención. Se

realiza la

devolución. (7

sesión)

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

140  

Se lo has dicho,?

como te sientes con el reparto

de tareas domésticas

cambiamos y creo que ella también ha

cambiado y a veces siento que conozco

a mi mujer.

No pienses que yo no quiero cosas

buenas para ti…o también quiero cosas

buenas para ti…no quiero que seas

infeliz a mi lado… Quiero participar de tu

alegría.

Pues… la verdad…en cuanto a lo

doméstico es ella quien se encarga de

todo…yo casi no le ayudo en

nada…nunca lo había pensado…pero

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

141  

Sabe como se siente su esposa?

ahora que lo pienso no se…de pronto no

es equitativo porque yo trabajo 8 horas

ella trabaja como 16 por la casa tiene su

maní.

mmm…no se…me imagino que

cansada?..de pronto se siente mal…uno

como hombre no piensa mucho en esas

cosas y mientras uno está con los

amigos jugando cartas o pasando la rico

ella está en la casa lidiando con los

chinos o preparando comida que luego

uno ni recibe por que llega con tragos, o

llega cansado, o ya comió con los del

Se reconoce la

importancia de

validar la voz del

otro y la propia. Se

logra una meta

mirada de la

dinámica

relacional.

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

142  

trabajo….ufff…si es complicado.

DE CONSTRUCCION DE CREENCIAS

en este momento como creen

que son diferentes respecto a

los pedidos del otro?

“Tal vez tu y yo tenemos razón en lo que

estamos diciendo, los dos hemos fallado

en algo, pero el principal error ha sido el

creer que todo lo que nos pasa solo es

culpa del otro, los dos hemos puesto de

nuestra parte para que las cosas estén

así”

Se transforma la

creencia

masculina de ser

el hombre el que

tiene la última

palabra. Se tiene

en cuenta la voz

femenina como

parte del sistema

conyugal y se

valida la idea de

compartir

responsabilidades

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

143  

Si pensamos en ustedes como

una nueva pareja que sería lo

nuevo que vería?

Que lo importante es que en este

momento nos estamos escuchando…es

como si nos estuviéramos conociendo

otra vez, la diferencia es que ahora cada

uno sabe algo del otro que antes no

sabíamos y que estamos pensando en

conjunto en hacer cosas diferentes para

salir adelante. Como que volaron todas

esas cucarachas que antes ensuciaban

la casa y tapaban lo que en el fondo

queríamos que se viera. A veces uno

cree que es mas importante darle gusto

a los demás que a uno mismo o la que

uno más quiere que es la pareja.

en la relación

Se introduce la

idea novedosa de

ser una pareja

nueva,

reconstruida, que

tiene nuevas

cosas por mostrar.

Se sugiere que

hoy en día son

vistos de una

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

144  

Si volvemos un poquito atrás y

recordáramos cual fue ese

pequeño paso que dieron para

encontrar a esta nueva pareja

cual dirían que fue?

Tendrian ustedes una definición

de lo que es ser pareja que

seqa diferente a la definición

que tenían cuando nos

conocimos?

es como si nos estuviéramos dando una

tregua…la guerra se acabó por un

momento…nos estamos dando la

oportunidad de hacer nuevos pactos…ya

no buscamos como hacer enfurecer al

otro ni como vengarnos de lo que no nos

gustó

si, es que uno a veces piensa que ser

pareja es vivir juntos y ya, y no … es

mucho más que eso”….(hombre) “es

conocer día a día al otro que cambia

constantemente, que vive experiencias

nuevas con uno pero también con otras

manera diferente.

Se reconoce que

antiguas creencias

generaban

malestar y

conflicto en la

relación.

Se pasa del nivel

del análisis al nivel

de la acción, los

consultantes

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

145  

personas en el trabajo, con los amigos,

con los mismos hijos…entonces es

cierto que somos aparentemente los

mismos, pero cuando nos preocupamos

por saber cuál es el esposo nuevo que

llego esta noche a la casa, como es

diferente, en que cambio, o cual es el

nuevo sueño luego de haber logrado

algo muy importante en la vida, la vida a

uno también le cambia, y también somos

mujeres nuevas en la lucha por ideales

nuevos.” (mujer)

hablan de tregua,

de finalizar la

guerra, se busca

la manera de

generar nuevos

acuerdos

involucrando la

voz de la pareja.

Además el

significado de la

acción cambia,

pues ya no se

comportan en

torno a la culpa o

la venganza, se

Transformación y comprensión de las dinámicas de violencia, poder y las creencias de género en las relaciones de pareja mediante la intervención sistémica.  

146  

actua en pro del

bienestar

individual y

conyugal.

Se construyen

nuevos

significados

respecto al

imaginario de ser

pareja. Se

redefinen

aspectos

importantes de la

vida conyugal