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1 El 23 de mayo de 2001, se firmó oficialmente en Estocolmo (Suecia) el Convenio sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), al que asistieron más de 120 países. Este Convenio persigue la eliminación total de 12 de estas sustancias ("la docena sucia"). Para ello, se acuerdan una serie de medidas dirigidas a la sustitución de los productos y procesos que las generan, así como un procedimiento de identificación de nuevos COPs. Tratado de Eliminación de Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Estocolmo, 21-23 de Mayo de 2001 Desde finales de la década de los cuarenta, se han fabricado y liberado al medio ambiente miles de nuevos productos químicos sintéticos. Durante 1960, los científicos estudiaron por primera vez los efectos de algunas de estas sustancias químicas en el medio ambiente, sustancias que en la actualidad se conocen con el nombre de Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs), y comprobaron que ocasionaban graves impactos a largo plazo en humanos y en la naturaleza. Los COPs son un grupo de sustancias tóxicas muy resistentes a los procesos de degradación natural, por lo que presentan una estabilidad extrema y una vida larga. Una vez que se liberan al medio ambiente, muchas de estas sustancias persisten durante años e incluso décadas. Además, muchos COPs tienen características tóxicas y son bioacumulativos es decir, se acumulan en los tejidos grasos y en órganos de animales y humanos, acabando en nuestra cadena alimentaria. En la actualidad existen suficientes evidencias científicas que muestran que los COPs ponen en peligro la salud de las personas y el medio ambiente. En junio de 2000, la Agencia de Protección del Medio Ambiente americana estimó que, debido a la exposición a dioxinas a través de los alimentos, el riesgo de padecer cáncer podría elevarse a uno de cada mil. Otros problemas en la salud debido a la exposición a COPs incluyen: trastornos endocrinos, retrasos en el aprendizaje, problemas reproductivos como infertilidad, efectos en el sistema inmunológico, endometriosis e incremento en la incidencia de diabetes.

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El 23 de mayo de 2001, se firmó oficialmente en Estocolmo (Suecia) el Convenio sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), al que asistieron más de 120 países. Este Convenio persigue la eliminación total de 12 de estas sustancias ("la docena sucia"). Para ello, se acuerdan una serie de medidas dirigidas a la sustitución de los productos y procesos que las generan, así como un procedimiento de identificación de nuevos COPs.

Tratado de Eliminación de Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs) del Programa

de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Estocolmo, 21-23 de Mayo de 2001

Desde finales de la década de los cuarenta, se han fabricado y liberado al medio ambiente miles de nuevos productos químicos sintéticos. Durante 1960, los científicos estudiaron por primera vez los efectos de algunas de estas sustancias químicas en el medio ambiente, sustancias que en la actualidad se conocen con el nombre de Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs), y comprobaron que ocasionaban graves impactos a largo plazo en humanos y en la naturaleza.

Los COPs son un grupo de sustancias tóxicas muy resistentes a los procesos de degradación natural, por lo que presentan una estabilidad extrema y una vida larga. Una vez que se liberan al medio ambiente, muchas de estas sustancias persisten durante años e incluso décadas. Además, muchos COPs tienen características tóxicas y son bioacumulativos es decir, se acumulan en los tejidos grasos y en órganos de animales y humanos, acabando en nuestra cadena alimentaria.

En la actualidad existen suficientes evidencias científicas que muestran que los COPs ponen en peligro la salud de las personas y el medio ambiente. En junio de 2000, la Agencia de Protección del Medio Ambiente americana estimó que, debido a la exposición a dioxinas a través de los alimentos, el riesgo de padecer cáncer podría elevarse a uno de cada mil.

Otros problemas en la salud debido a la exposición a COPs incluyen: trastornos endocrinos, retrasos en el aprendizaje, problemas reproductivos como infertilidad, efectos en el sistema inmunológico, endometriosis e incremento en la incidencia de diabetes.

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A pesar de que sus tres propiedades - persistencia, toxicidad y

capacidad para bioacumularse - convierten a los COPs en los compuestos químicos más problemáticos a los que se han expuesto los sistemas naturales, se ha permitido a las industrias que continúen produciendo y diseminando estos compuestos por todo el planeta. Hacia Estocolmo “La guerra contra los COPs ha empezado” (John Buccino, Jefe de Negociaciones del Tratado de COPs del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), diciembre 2000).

A principios de la década de los 70, en la Convención de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano celebrada por el PNUMA, los gobiernos comenzaron a mostrar su preocupación por la contaminación ambiental. Treinta años más tarde, en diciembre de 2000, y después de tres años de negociaciones1, los países que habían dificultado este proceso, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Japón y Nueva Zelanda, finalmente cedieron a la presión internacional y acordaron el borrador del texto de lo que es el primer Tratado Internacional para eliminar los Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs), o Convención de Estocolmo. El Tratado

El Tratado Internacional para la eliminación de los COPs, bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es el resultado de años de negociación para obtener compromisos legales para reducir y/o eliminar estos compuestos, siguiendo los acuerdos de la Cumbre de Río celebrada en 1992.

La prohibición de la producción y uso de los COPs en el mundo es un paso importante y necesario para un futuro libre de tóxicos. Por lo tanto, es muy importante que, los más de 120 países que tomaron parte en las negociaciones, llegasen a un acuerdo sobre un tratado que elimine la producción y uso de los COPs globalmente.

Este Tratado se convertirá en un compromiso legal, que proporcionará el marco general para establecer medidas nacionales e internacionales que pongan fin a la producción y uso de todos los COPs existentes, además de 1 La convención de Estocolmo es el último paso de las negociaciones que han tenido lugar durante las reuniones del Comité Intergubernamental de Negociaciones (INC) y las reuniones de sus grupos de trabajo subsidiarios. Se han celebrado un total de cinco INCs. El primer INC (INC1) tuvo lugar en Montreal en Junio de 1998, seguido de otros dos en 1999 (INC2 en Nairobi (Enero), INC3 en Génova (Septiembre)) y por último otros dos en 2000 (INC4 en Bonn (Marzo) e INC5 en Sudáfrica (diciembre).

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evitar también la introducción de nuevos COPs en el mercado. Las medidas se centran en una lista inicial de 12 COPs prioritarios para actuar.

La Convención de Estocolmo proporciona una sólida base para trabajar hacia una solución del problema de los COPs, que implicará un cambio radical de las prácticas industriales y de las políticas a adoptar sobre sustancias químicas, y tiene como metas: 1) La prohibición de nuevos COPs

Prevenir la fabricación y el uso de nuevos productos químicos con características de COPs. Esta prohibición manda un claro mensaje a la industria química, que ya no podrá utilizar el medio ambiente y la salud humana como un laboratorio a gran escala para probar sus productos químicos. 2) La eliminación de los COPs existentes Eliminar todos los COPs existentes comenzando por la lista de los 12 COPS de acción prioritaria que ha identificado el PNUMA, conocida también como “la docena sucia”.

Otros productos químicos con características de COPS, como los pirorretardantes halogenados, que se utilizan en mobiliario y equipos electrónicos, pueden ser añadidos a la lista del Tratado si se tiene en cuenta el principio de precaución. Con este principio se reconoce que la falta de pruebas científicas determinantes, no debe ser un obstáculo para tomar medidas que protejan de posibles daños a la salud y el medio ambiente. En el pasado, para que un problema se empezara a considerar, eran necesarias pruebas científicas definitivas que determinaran que un producto químico ocasionaba daños, aunque en este momento ya fuese demasiado tarde para prevenirlos. a) La “docena sucia” incluye: § Productos químicos elaborados por la industria

Ocho pesticidas: aldrina, endrina, toxafeno, clordano, dieldrina, heptacloro, mirex, DDT, y los productos químicos industriales: hexaclorobenceno y PCBs

La fabricación y uso de la mayoría de los COPs utilizados como pesticidas ha sido ya prohibida en la mayoría de los países, pero todavía quedan reservas de estos productos que están causando problemas a las personas que se exponen a ellos, o que las manejan de forma inapropiada. Bajo el Tratado se requieren investigaciones para localizar todas las reservas de pesticidas COPS que existen en el mundo y, se tendrán que acordar métodos

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para su eliminación segura. El Convenio reconoce que la incineración de residuos es una fuente significativa de dioxinas, furanos, hexaclorobenceno y PCBs. Si los COPs se incineran, no se acabará con la contaminación que producen, por el contrario se emitirán más COPS al medio ambiente. El Tratado de COPs requiere que la destrucción de estas reservas de pesticidas no origine nuevos COPs.

Se permitirá a algunos países continuar utilizando algunos de estos compuestos para usos específicos, como el DDT para el control de la malaria. Sin embargo se restringirá cada uso y solo se permitirá por un periodo de tiempo, que se acordará en sucesivas reuniones de los gobiernos de la convención. § Productos químicos no deseados, generados como subproductos

de la industria. PCBs, hexaclorobenceno, dioxinas y furanos

Todos los países han acordado que, con el objetivo de comenzar a trabajar en la eliminación de las dioxinas, es necesario reemplazar por alternativas todos los materiales, productos y procesos de fabricación que liberen dioxinas. Cada país tendrá que comenzar realizando un inventario de industrias que emitan dioxinas. Este inventario incluye todos los sectores industriales que utilizan cloro, como el plástico PVC y las industrias que blanquean papel y pulpa, así como las plantas incineradoras que queman residuos urbanos, hospitalarios y tóxicos y peligrosos. 3) Ayuda financiera para la eliminación de COPs

Se ha alcanzado un acuerdo para que los países en vías de desarrollo reciban ayudas financieras y técnicas de las naciones más ricas, para eliminar los COPs y reformar su industria. Greenpeace apoya estas ayudas y subraya la necesidad de que los países que desarrollaron las tecnologías y fabricaron los productos químicos que ocasionaron los problemas de COPs, paguen para resolver el problema. Conclusión

Greenpeace apoya el Convenio de Estocolmo y considera que es una sólida base para comenzar a trabajar en la eliminación de los COPs. Sin embargo, señala que el Tratado no presenta soluciones en sí mismo, las palabras no son suficientes para limpiar el medio ambiente. Únicamente se hará efectivo el Tratado si los gobiernos emprenden acciones concretas, y llevan a cabo cambios reales en la legislación y en los procesos industriales basados en el Principio de Precaución.

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Greenpeace también señala la necesidad urgente de tomar medidas inmediatas para eliminar los COPs. Una vez firmado, el Tratado debe ser ratificado por 50 países para que entre legalmente en vigor. Este proceso puede llevar al menos tres años, tiempo en el que continuará aumentando la cantidad de COPs que se liberan al medio ambiente. Greenpeace demanda: § La firma de todos los gobiernos en Estocolmo del Tratado Internacional

de eliminación de COPs. § Acciones urgentes por parte de gobiernos e industria destinadas a

eliminar los COPs. Estas contemplarán el fin inmediato de la expansión de las fuentes que se sospecha que generan estos compuestos tóxicos, y de las que se tiene certeza; y la eliminación de todas las fuentes de COPs que ya existen.

§ La eliminación de las reservas de COPs que existen por métodos seguros

que no tengan como consecuencia la formación y liberación de más COPs al medio ambiente, como ocurre con la incineración.

§ El compromiso de los gobiernos a la eliminación total de todos los COPS

en el plazo de una generación (25 años). Los gobiernos firmaron el tratado, pero las palabras no son suficientes para limpiar el medio ambiente. Es hora de pasar a la acción, y los ciudadanos tenemos que demandar medidas reales para frenar la contaminación tóxica.

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El convenio de Estocolmo

Informe: TBT:El principio del fin de un problema global para el medio

ambiente marino. Greenpeace, octubre 2001

C O P S

Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs). ¿La punta del iceberg?

Europa 1999: pollos en Bélgica cargados de dioxinas; seres humanos y

vida silvestre contaminados por DDT, PCBs y otros productos químicos; pesticidas en nuestra comida; océanos contaminados con TBT procedente de las pinturas de los barcos; comunidades del Artico amenazadas por productos químicos que llegan desde las zonas agrícolas e industrializadas. ¿Se trata de la punta de un iceberg? Probablemente, porque desconocemos la toxicidad de la mayoría de los miles de productos químicos que utilizamos.

Las industrias químicas, los campos rociados con pesticidas, ríos contaminados por productos tóxicos y otros, son escenarios habituales en nuestro entorno.

En la mayor parte del Artico no existen plantas químicas o agricultura contaminante. La densidad de habitantes es muy baja y la gente depende para vivir de lo que la naturaleza les proporciona: cazan, pescan y recolectan alimentos en lo que parece ser un entorno virgen. Sin embargo, la gente y la vida salvaje en el Artico están en peligro debido a nuestra contaminación. Lo mismo sucede con los grandes mamíferos marinos que habitan los océanos y con los animales que viven en áreas de alta montaña, como por ejemplo en los Alpes. Las sustancias químicas que los amenazan son muy resistentes a la degradación y pueden recorrer largas distancias. Las fuentes se encuentran en las zonas del planeta muy industrializadas y cultivadas intensivamente, incluida nuestra vieja Europa.

Las sustancias químicas persistentes no conocen fronteras. Se dispersan por el globo con la ayuda de las corrientes de aire y de agua. En el clima frío del Artico, los océanos del norte y las regiones de alta montaña, estos productos se condensan, integrándose en la cadena trófica cuando alcanzan el agua o la tierra.

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Los productos químicos peligrosos que permanecen en el medio

durante mucho tiempo y que se acumulan en la cadena trófica se denominan Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs). En Europa, algunos COPs muy conocidos como los PCBs o el DDT se prohibieron hace ya varios años. A pesar de la prohibición, siguen contaminando el medio ambiente y nuestra cadena alimentaria y han encontrado una vía de llegada a regiones remotas del planeta. Pero otros COPs se siguen produciendo o utilizando en Europa y en otras partes del globo.

Puesto que muchas de estas sustancias químicas tienen propiedades similares a las de los COPs más conocidos, si no las mismas, estos productos tóxicos llegarán a nuestra cadena alimentaria así como a áreas remotas como el Artico y a las profundidades de los océanos. Ya existen algunas evidencias de que así ocurre.

Estas sustancias químicas incluyen: *Dioxinas, producidas en numerosos procesos industriales, como la incineración de residuos y la industria del cloro;

*Pirorretardantes bromados, utilizados en muchos productos, especialmente en productos electrónicos como los ordenadores;

*Tributilestaño (TBT), un biocida antincrustante que se utiliza en

muchas pinturas para barcos; *Cloroparafinas, utilizadas como pirorretardantes y lubricantes

industriales; *Lindano (g -HCH), un pesticida organoclorado.

Y esto puede ser sólo la punta del iceberg: en Europa se comercializan más de 100.000 productos químicos, de los que 3.000 están oficialmente clasificados como tóxicos por la Unión Europea (UE). Pero sólo se conoce con detalle la toxicidad y el destino final en el medio de una pequeña proporción de los mismos, y tan sólo se realizan mediciones con regularidad de unos cuantos. Muchos de ellos se liberan al medio ambiente accidentalmente, como subproductos o a través de productos que los contienen.

Los COPs se caracterizan por ser tóxicos, persistentes en el medio, y acumularse en los tejidos, en especial los grasos, de los seres vivos. En términos generales, cuanto más arriba se encuentra un organismo en la cadena trófica, mayor es la concentración de COPs en su cuerpo: los seres humanos se encuentran al final de la cadena trófica y por tanto están sujetos a un riesgo elevado. Los habitantes del Artico se enfrentan a un riesgo adicional porque su dieta tradicional está compuesta, en gran parte, por animales que poseen gruesas capas de grasa.

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Las crías de los animales y los niños son muy vulnerables a los COPs:

los adultos acumulan sustancias químicas tóxicas a lo largo de sus vidas, y éstas se pueden traspasar a la siguiente generación. Por ejemplo:

En la isla de Spitsbergen (Ártico) se han encontrado algunos osos polares que presentan características masculinas y femeninas al mismo tiempo. Las elevadas concentraciones de PCBs detectadas en los cuerpos de los osos del archipiélago de Svalbard parecen sugerir que estas sustancias tóxicas podrían estar relacionadas con este fenómeno, hipótesis que se está investigando.

El sistema endocrino de la hembra de caracol marino está alterado por el TBT. Estos caracoles se vuelven estériles: en algunas partes del Mar del Norte se ha extinguido el gasterópodo buccino (Buccinum undatum) se han extinguido.

Los niños holandeses, en cuyos tejidos se encontraron niveles de PCBs y dioxinas ligeramente elevados, mostraban ligeras alteraciones en sus sistemas nervioso e inmunitario, así como problemas de crecimiento postnatal.

Los niveles de pirorretardantes bromados en la leche de las madres suecas se han duplicado cada cinco años durante los últimos 25 años.

Es preciso actuar ahora para evitar que el problema se agrave. Es imposible controlar los COPs una vez que se han emitido al medio ambiente: por ello es necesario eliminar la contaminación en origen, previniendo la liberación de estas sustancias al aire, agua o tierra.

Greenpeace hace un llamamiento a la industria y a la agricultura para que cambien a una tecnología limpia que elabore productos limpios. Y el cambio tiene que ser global: estas sustancias deben eliminarse en todo el planeta.

Los políticos han trabajado durante los últimos 25 años para alcanzar acuerdos que minimicen y eliminen los riesgos de la contaminación química. Ahora es el momento de aplicar estos compromisos: en 1998, los ministros de los 15 países del Atlántico noreste integrados en OSPAR acordaron la eliminación de los vertidos de sustancias tóxicas que llegan al medio marino para el año 2020, y emprender, con carácter de urgencia, un programa para eliminar progresivamente un primer grupo de sustancias químicas. Poco se ha avanzado en la aplicación de las medidas adoptadas.

Bajo los auspicios del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), se está negociando en la actualidad un tratado global para eliminar los COPs, habiéndose priorizado 12 sustancias. Es crucial que

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se adopten medidas globales para el cese de la producción y la utilización de estos 12 COPs y que este tratado se centre en la eliminación de todos los COPs en el futuro.

Adquirir productos libres de COPs –por ejemplo, frutas y verduras que se hayan cultivado sin pesticidas y productos electrónicos que no contengan piroretardantes bromados.

No comprar PVC y otros productos clorados, ya que contaminan el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. 2

2 Se pueden consultar las hojas informativas: Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) en alimentos en España. Extractos del informe “Receta para un desastre alimentario” de Greenpeace Internacional. Mayo 2001 Traducción del resumen del informe: Receta para un desastre alimentario. Marzo 2000. Greenpeace Internacional. Pirorretardantes halogenados. Una amenaza para la vida. Marzo 2.000. Greenpeace. Objetivo: Eliminación de los COPs. Octu bre 1999. Greenpeace.

El Convenio de Barcelona: Política, Objetivos y Situación Actual. Greenpeace. Septiembre 1999. Traducción del resumen del informe: La Punta del Iceberg. Octubre 1999, Greenpeace Internacional.

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MANIFIESTO DE GREENPEACE EN CONTRA DE LA INCINERACIÓN DE RESIDUOS

La incineración de residuos domésticos, industriales, hospitalarios y

lodos de depuradora contribuye significativamente a la degradación del medio ambiente y pone en peligro la salud humana. Es necesario y urgente detener la expansión de la industria de la incineración para prevenir la emisión, y posterior dispersión, de contaminantes tóxicos y persistentes a nuestro entorno. El mito de la incineración argumenta que ésta es una tecnología que hace desaparecer los residuos, pero en la práctica la incineración redistribuye los contaminantes en el aire, en el agua y en el suelo. Por otra parte, la promoción de la incineración evita que los productores de residuos asuman la responsabilidad del posible impacto negativo: una vez que el contaminante se dispersa, es muy difícil identificar y señalar al responsable del daño medioambiental y sanitario. Incluso las incineradoras "de alta tecnología" emiten sustancias químicas tóxicas que forman parte de las "partículas de combustión incompleta". De los cientos de compuestos emitidos de forma rutinaria por las plantas incineradoras sólo se ha identificado una pequeña fracción. La dispersión de las sustancias persistentes y bioacumulativas que se emiten en las incineradoras se añaden a la larga lista de contaminantes químicos que diariamente degradan la atmósfera, el recurso agua, el suelo y en último término nuestros alimentos. Hasta el momento la industria no ha desarrollado métodos que permitan la continua identificación de todos los gases de chimenea. Además, los subproductos de la incineración, como las cenizas, escorias y aguas residuales son elementos tóxicos, cuya gestión plantea un nuevo problema y suponen un auténtico riesgo para los ecosistemas naturales. La incineración perpetúa la práctica de sistemas de producción contaminantes y derrochadores de recursos naturales, y supone un auténtico obstáculo para la reutilización y el reciclaje de materiales no peligrosos. Esta tecnología desincentiva la minimización de residuos y las técnicas de Producción Limpia, al existir una manera de "deshacerse" de los materiales fuera de uso. La utilización de residuos tóxicos como combustible en los hornos industriales y en cementeras, y su uso para generar energía eléctrica son sólo diversas formas de "disfrazar" a la incineración. Además de generar un problema tóxico, desde el punto de vista energético la quema de residuos es ineficiente en comparación con los sistemas de recuperación de materiales. En definitiva, cuando nos referimos a la incineración hablamos de una tecnología obsoleta, contaminante, derrochadora de recursos naturales, cara e incompatible con los programas integrales de reducción y reciclaje de los residuos. Actualmente no existe ninguna razón que justifique el mantenimiento de esta actividad, sino son los propios intereses económicos de esta industria y de los gobiernos que la apoyan.

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Coalición Ciudadana Anti-incineración ¿Por qué tenemos que respirar ese humo?

INCINERACION Y SALUD HUMANA

Estado del conocimiento de los impactos de los incineradores

de residuos en la salud humana.

Michelle Allsopp, Pat Costner y Paul Johnston

Laboratorios de Investigación de Greenpeace, Universidad de Exeter, Reino Unido. Marzo 2001.

La gestión de los residuos urbanos e industriales se está convirtiendo

en un problema a nivel mundial, que aumenta con el tiempo. La situación en la Unión Europea es crítica, mientras que la cantidad de residuos que se genera no deja de crecer, la legislación actual impone restricciones cada vez mayores a la cantidad de residuos que se pueden depositar en los rellenos sanitarios. Al mismo tiempo, en los últimos años se han cerrado muchas incineradoras que no cumplían la normativa sobre emisiones atmosféricas; y en un futuro todas las plantas tendrán que cumplir las normas estándar que se han fijado recientemente en el borrador de la nueva Directiva Europea.

Afortunadamente existen alternativas, que permiten a largo plazo

acabar con la crisis de los residuos. Estas soluciones se basan en la puesta en marcha de estrategias de prevención de la formación de residuos, reutilización y reciclaje. En la actualidad existe una tendencia cada vez mayor en la búsqueda de “soluciones rápidas”, a corto plazo, que hacen proliferar los proyectos de construcción de nuevos incineradores. Estas plantas se presentan como la solución perfecta que reduce a una décima parte el volumen de residuos inicial, y además permiten disminuir la cantidad de residuos que se depositan en los rellenos.

Sin embargo la incineración es una solución controvertida. Las emisiones de sustancias tóxicas a la atmósfera y la producción de cenizas y otros residuos, generan impactos potenciales en el medio ambiente y la salud que la hacen poco recomendable; no hay que olvidar además la poca rentabilidad económica que tienen estas plantas. El gobierno de Filipinas ha considerado los problemas que plantea este tipo de tratamiento para los residuos. Y tras la fuerte oposición pública que surgió en el país en contra de esta práctica, la “ley del Aire Limpio” de Filipinas de 1999, prohibió la incineración de residuos urbanos, hospitalarios y tóxicos y peligrosos, promoviendo otro tipo de gestión de residuos basado en la reducción, la

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reutilización y el reciclaje. En Europa el panorama es diferente, y algunos gobiernos están permitiendo la construcción de aún más incineradores.

Este informe tiene como objetivo analizar los estudios científicos que

se han llevado a cabo, para identificar la posible relación entre las emisiones procedentes de la incineración y los impactos en la salud. El hecho de vivir cerca de las incineradoras, así como de trabajar en ellas, se ha asociado con un amplio rango de efectos en la salud, entre los que se incluyen: cáncer (en adultos y niños), impactos adversos en el sistema respiratorio, enfermedades del corazón, efectos en el sistema inmunitario, incremento de la alergias y malformaciones congénitas. Las plantas que se han puesto en marcha en los últimos años también se han asociado a efectos nocivos en la salud. Por ello, algunos estudios, particularmente los de cáncer, se refieren tanto a antiguas como a modernas instalaciones.

A pesar de que la tecnología de las nuevas plantas permite reducir las

emisiones de algunas sustancias químicas, no se ha conseguido eliminarlas en su totalidad, así como tampoco han desaparecido los otros residuos procedentes de la incineración, como cenizas volantes y cenizas de fondo. En realidad la reducción de dioxinas y otros productos químicos en las emisiones, conlleva un aumento de estos tóxicos en los otros residuos de incineración. En la mayoría de los casos, los efectos en la salud que se han asociado a la presencia de incineradoras no están relacionados con un contaminante en particular. Este hecho junto con los pocos datos disponibles, hace difícil predecir con exactitud los efectos sobre la salud de la presencia de estas plantas. Teniendo en cuenta estos condicionantes, este informe demuestra que existe una necesidad urgente de eliminar progresivamente la incineración, y de poner en vigor una nueva política de tratamiento de residuos basada en la prevención, la reutilización y el reciclaje.

INCINERACIÓN versus PRODUCCIÓN DE RESIDUOS.

Existe un sentimiento común de que la cosas desaparecen cuando se

queman. En realidad, la materia no se puede destruir, únicamente se transforma. Esto se puede ejemplificar comprobando el destino de algunas sustancias en los residuos que se han quemado en incineradoras de residuos urbanos. Estas incineradoras se alimentan con residuos que contienen sustancias tóxicas y peligrosas, como metales pesados y compuestos organoclorados. Los metales pesados presentes en los residuos sólidos se emiten en los gases que salen por la chimenea de la incineradora, asociados a partículas muy finas. También están presentes en las cenizas y otros residuos. La incineración de sustancias cloradas, como el plástico policloruro de vinilo (PVC), conduce a la formación de nuevas sustancias cloradas, como las dioxinas que se liberan en los gases de las chimeneas, cenizas y otros residuos. En resumen, la incineración no resuelve el problema de las

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sustancias tóxicas presentes en los residuos, únicamente las transforma; en algunos casos en formas más tóxicas que las originales.

Todas los tipos de incineradores liberan contaminantes a la atmósfera

a través de los gases, cenizas y otros residuos. Entre la gran variedad de sustancias químicas que se emiten, se incluyen innumerables productos químicos que permanecen sin identificar. Las sustancias químicas presentes en los gases de la chimenea también se localizan en las cenizas y otros residuos, los más frecuentes son: dioxinas, bifenilos policlorados (PCBs), naftalenos policlorados, bencenos clorados, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), numerosos compuestos orgánicos volátiles (COVs), y metales pesados como plomo, cadmio y mercurio. La mayoría de estas sustancias son persistentes (resistentes a la degradación en el medio ambiente), bioacumulativas (se acumulan en los tejidos de organismos vivos) y tóxicas. Estas propiedades las convierte en los contaminantes más problemáticos a los que jamás se ha expuesto un sistema natural. Algunas de ellas son cancerígenas y pueden alterar el sistema hormonal. Otras como el dioxido de azufre (SO2) y el dioxido de nitrógeno (NO2), así como las partículas finas, se han asociado con trastornos del sistema respiratorio.

Existe una creencia generalizada de que el peso y el volumen de los

residuos originales, se reduce incinerándolos en una proporción de incluso el 90%. Pero los datos actuales, aunque tengan en cuenta únicamente las cenizas que se generan, reflejan una reducción tan sólo del 45% . Se supone que el peso total de los residuos se reduce en una tercera parte durante la incineración; aunque estos datos sólo se refieren a las cenizas, e ignoran otros residuos como las emisiones en forma de gases. Un cómputo de estas emisiones incrementaría la cifra. De hecho, si se sumara la masa de todos los residuos que genera una incineradora, incluyendo las emisiones, la suma sería superior a la cantidad de residuos que entran en la planta.

EXPOSICIÓN HUMANA Y AMBIENTAL A LAS EMISIONES

PROCEDENTES DE LA INCINERACIÓN.

Las investigaciones llevadas a cabo en este campo son limitadas y se han centrado principalmente en dioxinas y metales pesados. Estos estudios han demostrado que las plantas incineradoras, tanto las instalaciones más modernas como las más antiguas, pueden contribuir a la contaminación local de suelos y vegetación, con dioxinas y metales pesados. En varios países europeos, se ha encontrado que la leche de vaca procedente de granjas situadas en las inmediaciones de los incineradores contienen niveles elevados de dioxinas, en algunos casos por encima de los niveles permitidos. Las poblaciones que residen cerca de incineradores se encuentran potencialmente expuestas a productos químicos, bien por inhalación del aire contaminado, por el consumo de productos agrícolas locales (verduras, huevos y leche), o por el contacto directo con el suelo contaminado. Se ha detectado un incremento significativo de los niveles de dioxinas en tejidos

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corporales de personas que viven cerca de incineradores. En Finlandia se encontró que la proporción de mercurio en el cabello de las personas que vivían cerca de un incinerador era superior al resto de la población, posiblemente debido a las emisiones de la planta. En España, se detectaron niveles elevados de tioéteres en orina, un biomarcador de exposición a tóxicos, en niños que vivían cerca de una planta incineradora con tecnología moderna. También se encontraron niveles elevados de ciertos PCBs en la sangre de niños, que vivían cerca de una incineradora de residuos tóxicos y peligrosos en Alemania.

Varios estudios han señalado elevados niveles de dioxinas (total EQT), y/o ciertos compuestos similares a dioxinas, en los análisis efectuados en los tejidos corporales de los trabajadores, tanto de modernas como de antiguas plantas incineradoras. Estas investigaciones concluyen que es posible que este aumento se haya producido como consecuencia de la exposición, en su lugar de trabajo, a cenizas contaminadas con estas sustancias. Igualmente, algunos estudios han mostrado niveles elevados de fenoles clorados, plomo, mercurio y arsénico en los tejidos corporales de los trabajadores de estos incineradores.

IMPACTOS EN LA SALUD

Datos experimentales confirman que los incineradores emiten

sustancias tóxicas y que las personas se ven expuestas como consecuencia. Los estudios realizados a trabajadores de incineradores y a poblaciones que residen cerca de estas plantas, han identificado una gran variedad de impactos asociados a la salud (ver tablas a continuación). Estos estudios muestran datos preocupantes sobre los posibles impactos en la salud pública de los incineradores; incluso aunque el número de estudios (en particular aquellos que se han realizado de acuerdo con los rigurosos estándares científicos) sea limitado. Estos resultados se pueden interpretar como indicativos claros del daño potencial que los incineradores pueden representar para la salud humana.

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IMPACTOS EN LA SALUD Biomarcadores de exposición Niveles elevados de mutágenos en orina. Aumento en los niveles de hidroxipireno en orina. Incremento en la cantidad de tioéteres en orina. Cáncer Se incrementa 3,5 veces la probabilidad de mortalidad por cáncer de pulmón. Aumenta 1,5 veces la probabilidad de mortalidad por cáncer de esófago. Incremento de 2,79 veces la mortalidad por cáncer de estómago. Otros Impactos Mortalidad elevada por isquemia coronaria. Hiperlipidemia. Asociación entre los niveles de dioxina en sangre y una actividad natural de las células “killer” (efectos en el sistema inmunitario). Alteración de la proporción de sexos en la descendencia. Disminución de la función del hígado. Incremento de alergias. Exceso de proteinurea e hipertensión. Posible incremento de la incidencia debido a una pequeña obstrucción en la salida de aire de la planta (hipótesis sin confirmar). Resultados anormales en la bioquímica de los análisis de sangre.

COMENTARIOS

Las cenizas de incineradores y las emisiones de gases de chimenea actúan como mutágenos (tienen la habilidad de dañar el ADN de las células). Los trabajadores de los incineradores están expuestos a estos compuestos. Niveles elevados de mutágenos en orina indican una exposición elevada a estos agentes. (Estudio realizado en 1990-1992). El hidroxipireno es un indicador de exposición a los hidrocarbonos poliaromáticos HAPs. Los resultados sugieren una elevada exposición a estos compuestos. (Estudio realizado en 1992). Los tioéteres en orina son indicadores de la exposición a compuestos electrofílicos como los HAPs. Los resultados sugieren una exposición a compuestos electrofílicos. (Estudio realizado en 1981). En personas que trabajaron en un incinerador sueco de RSU (Residuos Sólidos Urbanos), durante el periodo 1920-1985. (Estudio realizado en 1989). En Suecia, en personas que trabajaron en un incinerador de RSU, durante el periodo comprendido entre 1920 y 1985. Estos resultados junto con otros estudios realizados evidencian un incremento de problemas en la salud de los trabajadores. (Estudio realizado en 1989). En personas que trabajaron durante el periodo comprendido entre 1962 y 1992, en un

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Cloracné (afección de la piel debido a la exposición a dioxinas)

entre 1962 y 1992, en un incinerador de RSU en Italia. Parte de este incremento puede estar motivado por otros factores. En personas que han trabajado en un incinerador sueco de RSU, durante el periodo 1920-1985. El resultado fue estadísticamente significativo en trabajadores mayores de 40 años. (Estudio realizado en 1989). Los niveles de hiperlipidemia fueron significativos en los trabajadores de una incineradora en Japón, que estuvo en funcionamiento entre los años 1988 y 1997. La alteración en la proporción de sexos estadísticamente no fue significativa. La correlación entre la exposición a dioxinas y las alergias tiene que confirmarse. (Estudio realizado en 2000). Trabajadores de un incinerador de RSU en Estados Unidos. Un número elevado de trabajadores presentaron niveles altos de proteinurea. (Estudio realizado en 1992). Se diagnosticó cloracné en un trabajador de una antigua incineradora en Japón, que tenía elevados niveles de dioxinas en sangre. (Estudio realizado en 1999).

Resumen de los estudios sobre la salud de las poblaciones que viven cerca de incineradores.

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IMPACTOS EN LA SALUD Biomarcadores de Exposición Elevados niveles de tioéteres en orina de niños. Daño cromosómico “no anormal”. Cáncer Incremento de un 44% en sarcoma de tejido blando, y un 27% en linfoma no- Hodgkin. Se eleva 6,7 veces la probabilidad de mortalidad por cáncer de pulmón. Incidencia significativa de cáncer de laringe. Aumento del 37% en la mortalidad por cáncer de hígado. Incremento de dos veces en la probabilidad de mortalidad por cáncer infantil. Problemas respiratorios. Aumento en la compra de medicamentos relacionados con problemas respiratorios. Incremento de síntomas respiratorios, que incluye un aumento de nueve veces en la información acerca de tos y dificultades en la respiración. Impactos adversos en la función pulmonar de niños. Aumento de los síntomas respiratorios entre los que se encuentran enfermedades pulmonares, dificultad en la respiración, tos persistente y bronquitis. No se encuentran efectos adversos relacionados con la frecuencia o severidad del asma infantil.

COMENTARIOS Los niveles de tioéteres en orina son más altos en niños que viven cerca de un incinerador de reciente construcción en España. (Estudio realizado en 1999). Daños cromosómicos no excesivos entre niños que viven cerca de dos incineradoras en Bélgica. (Estudio realizado en 1998). Incremento significativo de estos tipos de cáncer en residentes que viven cerca de un incinerador en Francia. Posiblemente debido a la exposición a dioxinas provenientes de dicha planta, aunque son necesarias más investigaciones para confirmar estos casos. (Estudio realizado en 2000). Aumento significativo de la incidencia de este cáncer en residentes que viven cerca de un incinerador de RSU en una ciudad de Italia. (Estudio realizado en 1996). Este incremento se manifestó en las inmediaciones de un peligroso incinerador de residuos en Reino Unido (1990), no se apreció en los nueve incineradores restantes del país. En Italia, se encontró una mortalidad elevada por este tipo de cáncer, en residentes que viven cerca de un incinerador, un relleno, y una refinería. Los resultados de un estudio realizado a 14 millones de personas que viven en un radio de 7,5 Km. de los 72 incineradores de RSU en Reino Unido. Estudios posteriores realizados para determinar la existencia de cualquier factor que pudiera haber influido en los resultados, encontraron que el incremento en la probabilidad de cáncer de

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EMISIONES DE INCINERADORAS Y LEGISLACIÓN.

Gases de chimenea Cómo se ha mencionado con anterioridad, un buen número de sustancias químicas se emiten a la atmósfera a través de los gases que salen por las chimeneas de los incineradores. A continuación se detallan algunos de estos compuestos: Dioxinas

Numerosas investigaciones han demostrado que las dioxinas pueden causar una amplia gama de efectos tóxicos. Estos contaminantes tienen la capacidad de desplazarse a cualquier punto del globo, y están presentes en los tejidos corporales de los seres humanos de todo el planeta. Los estudios sugieren que, en países industrializados, las dioxinas han alcanzado niveles tales en los tejidos de mujeres, que pueden causar efectos sutiles sobre el sistema inmunitario y nervioso de su descendencia.

La incineración, en particular de residuos sólidos urbanos, se identificó

como la mayor fuente de dioxinas, en la década de los ochenta y principio de los noventa. En países industrializados llegan a representar una proporción, de entre el 40 y el 80%, de las emisiones a la atmósfera de dioxinas. Los datos reales pueden ser incluso mayores, debido a imperfecciones en la metodología de la mayoría de los inventarios de dioxinas que estiman las emisiones atmosféricas de los incineradores.

Durante la década de los noventa, se ha logrado una reducción

sustancial de la emisión de dioxinas, gracias a la considerable mejora de la tecnología que controla las emisiones; aunque estimaciones recientes sugieren que los incineradores de RSU representan aún la principal fuente de dioxinas al medio ambiente. En el Reino Unido, se estima que este tipo de plantas son responsables del 30-56% de la emisión de dioxinas; mientras que en Dinamarca un estudio reciente identificó la incineración de RSU como la principal fuente de dioxinas a la atmósfera, con una alta contribución (vía cenizas residuales) a los vertederos. Una reducción de los niveles de dioxinas en los gases de chimenea, con toda probabilidad se traduce en un incremento en la cantidad de dioxinas en las cenizas de incineración.

Las mediciones efectuadas en plantas incineradoras nuevas, o con

instalaciones actualizadas, demuestran que no todas cumplen con los límites permitidos en la nueva directiva de la Unión Europea; estos casos se han encontrado en países como: España, Polonia, Suecia y Bélgica. En Bélgica, las medidas se han llevado a cabo utilizando la técnica rutinaria de “medidas puntuales”, que implica el control de los niveles de dioxinas en un periodo de varias horas. Sin embargo, cuando se lleva a cabo un “control continuo”, en un periodo aproximado de dos semanas, los resultados son sustancialmente diferentes. La primera técnica subestima, de 30 a 50 veces, los niveles de

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emisión de dioxinas. Hay que destacar que muy pocos incineradores utilizan como técnica de medida la de “control continuo”, además de que la mayoría de las veces se toman las medidas por debajo de las condiciones normales de funcionamiento de la planta.

El nuevo reglamento de la Unión Europea no estipula qué técnicas se

deben utilizar en las mediciones. La utilización masiva de la técnica de “medida puntual” puede dar lugar a estimaciones, mucho más bajas, en los valores de emisión de dioxinas al aire.

Otros Compuestos Orgánicos Para regular la emisión de sustancias

químicas orgánicas, la Unión Europea ha propuesto unos límites para la emisión total de carbono orgánico a la atmósfera. Sin embargo, esta regulación no tiene en cuenta la toxicidad, y los efectos sobre la salud, de los compuestos orgánicos conocidos que se emiten desde los incineradores. De forma similar ignora las sustancias químicas de toxicidad desconocida, y los potenciales efectos sobre la salud que podrían ocasionar.

Metales pesados En los gases de chimenea se emiten metales pesados

incluidos, plomo y cadmio. Muchos de estos metales son persistentes y presentan una gran variedad de impactos adversos en la salud.

Debido a la mejora en las tecnologías, los niveles de metales pesados

que se liberan, a excepción del mercurio, han disminuido considerablemente en la última década. No obstante, no hay que olvidar que estas cantidades que aún se emiten, se suman a los niveles de fondo que ya se han acumulado en el medio ambiente y en los organismos vivos. Como ocurre con las dioxinas, una reducción de los niveles de metales pesados en los gases de chimenea, implica el correspondiente aumento de estos niveles en las cenizas, que en último término contaminarán el medio ambiente dónde se depositen.

Partículas Cualquier tipo de incinerador emite partículas a la

atmósfera, la mayoría de ellas de tamaño ultrafino. Los habituales métodos de control de la contaminación atmosférica en incineradores, tan sólo impiden que se emita a la atmósfera del 5 al 30% de partículas “respirables”(< 2.5µm), mientras que poco pueden hacer con las partículas ultrafinas (<0.1µm). Las partículas, y en especial las ultrafinas, se pueden depositar en los sitios más recónditos de los pulmones, ocasionando graves impactos en el sistema respiratorio. Evidencias recientes sugieren que las partículas que contienen metales pesados, como las que se emiten desde incineradoras, son un motivo suficiente de preocupación para la salud humana. La contaminación por partículas que produce una incineradora es incluso más tóxica, que por ejemplo la que se genera desde las centrales térmicas de carbón.

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El nuevo borrador de la Directiva de la Unión Europea no contempla

ningún límite para la liberación de partículas finas. Dada la magnitud de los impactos de este tipo de partículas en la salud, se puede considerar como una negligencia la omisión de límites para sustancias que afectan a la salud humana, y que requieren un rígido control y regulación.

Cenizas Las cenizas volantes procedentes de los equipos de filtración

de aire de los incineradores, y las cenizas de fondo que se generan como resultado de la incineración, contienen numerosas sustancias químicas peligrosas, como las dioxinas y los metales pesados. A pesar de la toxicidad potencial de las cenizas, en la Unión Europea no existen límites para los niveles de los compuestos orgánicos persistentes y metales pesados en cenizas.

El depósito de las cenizas procedentes de la incineración presenta

graves problemas ambientales. La mayoría de las cenizas se depositan en vertederos, lo que puede acabar en la contaminación del subsuelo y aguas subterráneas. En algunos casos, se ha documentado la contaminación de las aguas subterráneas por compuestos que han lixiviado desde los residuos, y en particular metales pesados como plomo y cadmio, procedente de las cenizas volantes. En un intento de reducir el lixiviado, en algunas ocasiones se estabilizan las cenizas volantes con cemento, antes de depositarse en vertederos. Aunque este método reduce la lixiviación inmediata de metales pesados y otros compuestos tóxicos, el desgaste que se produce estando a la intemperie y la erosión, puede ocasionar con el tiempo la liberación de contaminantes al medio ambiente.

En algunos países de Europa existe una tendencia reciente que utiliza

las cenizas de fondo y/o las cenizas volantes para proyectos de construcción, en especial para carreteras y caminos. Esta práctica reduce los costes económicos que implica un relleno “de seguridad” para las cenizas, pero no impide la liberación de las sustancias químicas persistentes por la acción de la erosión. En Newcastle, Reino Unido, se ha podido comprobar esta afirmación. Entre los años 1994 y 1999 se utilizaron, para la construcción de caminos, las cenizas volantes y de fondo procedentes de un incinerador de tecnología moderna que aún sigue en funcionamiento. Estas cenizas se emplearon también como fertilizantes, esparciéndose sobre las parcelas. Análisis recientes de cenizas procedentes de los terrenos muestran que están contaminadas con niveles extremadamente elevados de metales pesados y dioxinas. El uso de cenizas procedentes de incineradores supone un peligro potencial para la salud humana, aunque ni la Unión Europea ni ningún gobierno ha dictado medidas legislativas para acabar con esta práctica.

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El camino a seguir

No son muchos los estudios epidemiológicos que se han realizado para

investigar los efectos de los incineradores en la salud. A pesar de ello, los estudios científicos revelan que los incineradores de RSU y otros residuos se asocian con efectos adversos en la salud pública.

El nuevo borrador de la Directiva de la Unión Europea sobre

incineración, no tiene en cuenta la relación entre el impacto en la salud humana, y el control y regulación de este tipo de plantas. Los limites de emisión permitidos se basan en los valores mínimos que se considera que la tecnología puede conseguir, y no en aquellos que son seguros para la salud humana. En cualquier caso, el borrador de la directiva, que todavía no está en vigor, se puede considerar ya obsoleto: muchos países europeos han ratificado el Convenio de OSPAR para eliminar todas las emisiones de sustancias tóxicas y peligrosas al medio ambiente para el año 2020. En este contexto no debería permitirse la emisión de ninguna de estas sustancias en los gases de chimenea o en las cenizas, hecho que parece imposible que alguna vez pueda conseguir la tecnología de incineración.

Por otra parte, en el quinto encuentro del Comité de Negociación Intergubernamental INC5 sobre la Eliminación de los Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs), celebrado en diciembre de 2000, se llegó a un acuerdo mundial para reducir la emisión de dioxinas, con la intención última de su eliminación. La incineración se enumeró como una de las principales fuentes industriales de estos compuestos, y se requirió la utilización de las mejores técnicas disponibles para las nuevas instalaciones y una sustancial mejora de las plantas ya existentes. Se llegó también al acuerdo de promover el desarrollo y, donde fuera apropiado, requerir el uso de sustitutos o materiales modificados, productos y procesos que prevengan la formación y liberación de dioxinas. En este contexto, se reconoce la incineración como una fuente significativa de dioxinas que, a largo plazo, se debería sustituir por sistemas alternativos.

Actuar de acuerdo con las previsiones de OSPAR y de la próxima Convención de COPs, implica un cambio radical en la forma de entender los procesos industriales y de producción. En lugar de utilizar tecnologías “sucias”, como la incineración y otros sistemas de tratamiento, se deben desarrollar y utilizar tecnologías de “producción limpia” que no generen residuos tóxicos. La adopción como dogma central de la máxima “generación de residuos cero” en la legislación ambiental, también implica que el Principio de Precaución ocupe una posición clave en el desarrollo de marcos de trabajo políticos y legislativos. Para adoptar este principio no es necesario que existan investigaciones que determinen impactos negativos concluyentes sobre el medio ambiente y la salud, sino que se demuestre que no existe ninguna probabilidad de impacto. Con esta premisa de precaución,

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ya se puede argumentar que existen suficientes evidencias de contaminación ambiental e impactos adversos en la salud humana, para pedir el cierre de los incineradores.

En el caso de la gestión de residuos, la adopción de una estrategia de

emisión cero, y la reducción de impactos en la salud, significaría un giro hacia sistemas de gestión más respetuosos con el medio ambiente basados en la reducción, reutilización y reciclaje de los residuos sólidos urbanos e industriales.

QUE PIDE GREENPEACE.

El camino hacia la reducción, reutilización y reciclaje, y la prevención de los impactos en la salud de los sistemas de gestión de residuos debería incluir las siguientes medidas:

· La eliminación de todas las formas de incineración industrial para el 2020, incluyendo la incineración de RSU. Esta medida está de acuerdo con el Convenio de OSPAR para la eliminación de las emisiones de todas las sustancias tóxicas y peligrosas para el año 2020. · Mecanismos legales y de financiación que refuercen la reutilización de envases y embalajes, y de productos como, computadoras o componentes electrónicos. · La utilización de mecanismos financieros (como impuestos a rellenos sanitarios) que se destinen a la inversión en la infraestructura que se requiere para que el reciclaje sea efectivo. · Estimular el mercado de materiales reciclados, mediante requisitos legales que obliguen a utilizar cantidades específicas en envases, embalajes y productos apropiados. · Aquellos materiales que no se puedan reciclar de forma segura o compostar al final de su periodo de vida útil (por ejemplo el PVC), deberían eliminarse y sustituirse por materiales más ssustentables. · A corto plazo, debería evitarse, con un coste para el fabricante, que entren a formar parte de los residuos aquellos materiales y productos que impliquen la formación de sustancias tóxicas y peligrosas en incineradores. En estos productos se incluirían equipos electrónicos, metales y productos que contienen metales (como las pilas, los fluorescentes) y el plástico PVC (suelos, cableado, embalaje, marcos de ventanas, etc). y de forma más general: · El desarrollo de tecnologías de producción limpia que sean más eficientes en términos de utilización de energía y materiales, que fabriquen productos

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limpios con menos residuos y que, en último término diseñen procesos cíclicos en los que los residuos se conviertan en recursos; para así satisfacer las necesidades de la sociedad de una manera más equitativa y sostenible. · Una total puesta en práctica del Principio de Precaución, de forma que los problemas se puedan evitar antes de que ocurran. El continuo desarrollo de investigaciones científicas tiene un papel fundamental en la identificación de problemas potenciales y soluciones. Debemos estar preparados para hacer efectivo el Principio de Precaución, para prevenir la contaminación y degradación ambiental, a pesar de las incertidumbres que inevitablemente van asociadas a la determinación de los impactos de la incineración en el medio ambiente y la salud. 3

MADRID, 23 may (IPS) El tratado contra los contaminantes orgánicos

persistentes (COP), firmado hoy en Estocolmo, debe ser ratificado e implementado de inmediato pues de lo contrario tendrá escaso efecto, advirtió la organización ambientalista Greenpeace Internacional en la capital española.

Los COP, sustancias muy volátiles liberadas por la actividad industrial,

de gran estabilidad química y capacidad para acumularse en el tejido graso de organismos vivos, no se concentran en los lugares donde son liberados al ambiente.

"Estas sustancias pueden desplazarse miles de kilómetros, hasta

ecosistemas frágiles como los de alta montaña, los del Artico o los oceánicos, afectando a especies vulnerables", dijo a IPS Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace en España.

La organización Ecologistas en Acción señaló que el daño causado a los

seres humanos por los COP, sustancias que no se eliminan con el paso del tiempo, no se manifiestan en la población adulta expuesta a estas sustancias, sino en la siguiente generación.

3 Inter Press Service Principal fuente de información sobre temas globales de seguridad humana PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente AMBIENTE: Greenpeace urge aplicación de tratado contra los COP por Tito Drago.

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Los COP absorbidos en el cuerpo de la madre son transferidos a través de la placenta al feto y a través de la leche materna al lactante. Los daños sufridos por el hijo sólo se advierten desde la pubertad.

Ecologistas en Acción urgió a los estados a ratificar el Tratado Global

para la Eliminación de los Compuestos Persistentes en el corto plazo para evitar que se reitere la situación de los protocolos sobre contaminación transfronteriza a larga distancia, firmados en 1998 en Aarhus, Dinamarca.

Estos acuerdos, que prevén normas para obstaculizar la contaminación

causada por los COP y por metales pesados, fueron firmados por Estados Unidos, Canadá y 34 países europeos, pero no entraron en vigor porque aún no fueron ratificado por el mínimo requerido de 30 por ciento de los firmantes.

Entre los COP más perniciosos y más utilizados en todo el mundo

figuran plaguicidas clorados, como el DDT, aceites industriales como los PCB y residuos dioxinados, el grupo de sustancias más tóxicas que se conocen, derivadas de la combustión de compuestos con cloro.

El Tratado Global establece una serie de medidas para la eliminación

total de un grupo de COP denominado "la docena sucia" (por "The Dirty Dozen", título original de la película bélica estadounidense conocida en español como "Los doce del patíbulo").

Estas sustancias son el aldrin, el clordano, la dieldrina, la endrina, el

heptacloro, el hexaclorobenceno, el mirex, el toxafeno, el PCB, el DDT, las dioxinas y los furanos.

Las medidas aprobadas en el Tratado se orientan tanto a la sustitución

de los productos y los procesos que los generan por otros no contaminantes, así como un procedimiento para la identificación de nuevos COP que puedan presentarse.

Una parte significativa de los COP proceden de instalaciones operadas

por combustión, como fundiciones, cementeras e incineradoras de residuos en los que se queman aceites, solventes y plásticos que contengan cloro.

Según el último inventario de la Unión Europea, 40 por ciento de las

dioxinas se originan por la quema de productos en incineradoras, cementeras y vertederos de basuras a cielo abierto.

Los daños que ocasionan estos contaminantes se prolongan en el

tiempo y en el espacio. López de Uralde subrayó que estudios en lugares distantes de los centros urbanos como el Artico vinculan esas sustancias con procesos como la feminización de las gónadas masculinas en machos de ballenas de Groenlandia.

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Así mismo, los expertos atribuyen deformaciones de los genitales de

osos polares y la elevada mortalidad de sus cachorros al efecto de los COP. Según Greenpeace, esos estudios responsabilizan a los COP de

deterioro de los sistemas inmunológico y reproductor humanos, incluyendo escasa cantidad de esperma en los hombres, así como lesiones y tumores como el cáncer de mama en las mujeres.

La organización ambientalista también destacó que, a pensar de que

en algunos países los COP ya están prohibidos, se siguen promoviendo procesos industriales que los generan, como la incineración.

Medio millón de toneladas de esas substancias permanece almacenado

en lugares inadecuados, principalmente en el mundo en desarrollo. Por eso, "es urgente que los gobiernos impulsen los cambios

tecnológicos necesarios para proteger el ambiente y a la población mundial de los efectos cancerígenos y tóxicos de los COP", agregó López de Uribe.

Esa acción debe encararse "a través de medidas radicales y de la

ratificación del Tratado Global, en el menor tiempo posible".

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Ecologistas en Acción exige la aplicación inmediata

en España del Convenio de Estocolmo

23 de mayo

Hoy, miércoles 23 de mayo, el Ministro español de Medio Ambiente, Jaume Matas, firmará oficialmente en Estocolmo el Convenio sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, (COP) auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Este Convenio persigue la eliminación total de 12 de estas sustancias, "la docena sucia": aldrin, clordano, dieldrina, endrina, heptacloro, hexaclorobenceno, mirex, toxafeno, PCB, DDT, dioxinas y furanos. Para ello, se acuerdan una serie de medidas dirigidas a la sustitución de los productos y procesos que las generan, así como un procedimiento de identificación de nuevos COP.

Para que el Convenio de Estocolmo surta efectos, debe ser ratificado

por un mínimo de 50 países. La experiencia demuestra que más tortuoso que el proceso de negociación puede ser la ratificación del Convenio por parte de los Estados firmantes. De hecho, los protocolos de Aarhus (Dinamarca) sobre contaminación transfronteriza a larga distancia por COP y metales pesados, firmados en 1998 por EE UU, Canadá y 34 países europeos, aún no han entrado en vigor al no haberse alcanzado el número mínimo de ratificaciones requerido. Entre los estados "remolones" se encuentra España, que aún no ha ratificado ninguno de los dos protocolos.

Por ello, Ecologistas en Acción demanda la urgente ratificación por el Parlamento español de los Protocolos de Aarhus, así como del Convenio de Estocolmo, para que estos instrumentos internacionales puedan entrar en vigor lo antes posible. Asimismo, pide al Gobierno español la habilitación de medidas legislativas y fiscales que promuevan la sustitución de todas las aplicaciones comerciales de los compuestos clorados por otras sustancias que no generen COP, en coherencia con el espíritu y la letra del Convenio firmado. También deberán ser abandonados los planes de construcción de nuevas incineradoras de residuos, procediéndose al cierre progresivo de las actualmente existentes.

Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) son productos y

subproductos de la actividad industrial humana que se definen por su volatilidad, su gran estabilidad química y su capacidad para acumularse en los tejidos grasos de los organismos vivos. En concentraciones extraordinariamente bajas, son capaces de inducir trastornos hormonales, nerviosos, inmunológicos y reproductivos, así como cánceres y tumores de múltiples tipos. El daño que causan no se expresa en la población adulta expuesta a ellos, sino en la generación siguiente: los COP presentes en el cuerpo de la madre son transferidos a través de la placenta al feto en

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desarrollo y a través de la leche materna al lactante, provocando daños en etapas vulnerables del desarrollo que pueden expresarse cuando el niño alcanza la pubertad o la edad adulta.

Entre las familias de COP más perniciosos, se encuentran varios plaguicidas clorados, como el DDT, aceites industriales como los PCBs, y residuos no deseados como las dioxinas. Estas últimas, procedentes de la quema de compuestos que contengan cloro, son el grupo de sustancias más tóxicas que se conocen.

En España, la generación de COP alcanzó en 1996 una cantidad de 163 gramos de dioxinas y furanos, y 6.078 kilogramos de hexaclorobenceno, en su mayoría procedentes de instalaciones de combustión como fundiciones, cementeras o incineradoras de residuos donde se hayan quemado aceites, disolventes, plásticos, etc. que contengan cloro. Por otro lado, el Gobierno ha estimado recientemente en 210.000 toneladas el volumen de aceites y aparatos contaminados con PCB que aún existen en nuestro país.

6.5. TRATAMIENTOS DE ELIMINACIÓN FINAL

Por último, hay que abordar el tratamiento final de los residuos: incineración (con o sin recuperación de energía), tratamientos físico-químicos destructivos y depósito en vertederos de RSU, No Especiales, inertes o de seguridad. 6.5.1. Tratamiento sectorial

• Madera y mueble

Se ha solicitado por parte del Sector la necesidad de una Planta Físico-Química para el tratamiento de las aguas residuales.

• Cerámica Para los residuos de este sector no reutilizables (17.000 Tm/año) existe una instalación de inertización y un vertedero para los residuos inertizados que es suficiente para los residuos generados en el sector. También se dispone en la zona próxima a ONDA un vertedero para residuos Inertes cocidos que no se reutilizan en el propio proceso.

• Curtidos, calzado y textil Al igual que para los residuos de cerámicas, se generan en estos sectores grandes cantidades de residuos sólidos No Especiales que, si bien parte de ellos se podrían valorizar, otra gran parte requieren ser depositados en un vertedero controlado (unas 30.000 Tm/año y teniendo en cuenta una reducción del 40 % por la implantación de medidas de minimización: 18.000 Tm/año). A este residuo se le incrementarían los lodos de la industria del sector cuero y calzado

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que por sus características no se hayan caracterizado como especiales. Por tanto, en las proximidades del centro de transferencia debería buscarse un vertedero de residuos No Especiales. Este vertedero se localizarÁ en alguna de las comarcas donde se originan una mayor cantidad de residuos del sector curtido y recogerá también otros residuos No Especiales detectados en el inventario como lodos de depuradoras industriales.

6.5.2. Planta físico-química

A continuación se incluye un desglose de los residuos a los cuales debería someterse a un tratamiento físico-químico como consecuencia de los tratamientos propuestos para cada corriente de residuos.

Cantidad Total a tratar: 95.132 Tm/año Cantidad de Residuos a tratar con medidas de minimización: 59.484 Tm/año Infraestructuras existentes en la Comunidad Valenciana: Ninguna Infraestructuras necesarias: 2 Plantas Físico-Químicas La ubicación orientativa de las plantas serán las Comarcas de Valencia L’Horta y Comarcas de L’Alicanti o Vinalopó

6.5.3. Inertización (o estabilización)

Ciertos residuos que no cumplen con las exigencias marcadas para su admisión en los depósitos pueden ser llevados a éstos si previamente reciben un tratamiento consistente en su mezcla con ciertos reactivos, los cuales les confieren aspecto y carácter de estabilidad. Incluso si se añaden estos reactivos en cantidades superiores se podría llegar a la inertización consistente en la transformación del producto en un sólido totalmente estable en condiciones ambientales. Los productos admisibles para tratamientos de Estabilización -Inertización son:

• Fangos resultantes de procesos de tratamiento físico químico • Fangos obtenidos en plantas de tratamiento • Fangos procedentes de limpieza de tanques que hayan contenido

hidrocarburos • Lodos procedentes de limpieza de cabinas de pinturas • Pasta de pinturas, colas, barnices... Existe en la Comunidad Valenciana una instalación de reciente creación

para la Inertización de las siguientes corrientes de residuos que dispone asimismo de un depósito para residuos Inertizados con capacidad para 1.000.000 m3 brutos, SECOLEN. Estas instalaciones implican que parte de

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los residuos que anteriormente se depositaban el Vertedero de seguridad VER (Real de Montroy) en la actualidad se traten en Castellón. De esta manera no será necesario el traslado de algunas corrientes de residuos desde Castellón hasta Valencia.

6.5.4. Depósito de seguridad

A continuación se incluye un desglose de los residuos detectados en el inventario para incluir en el depósito de seguridad

Cantidad Total de Residuos a depósito de seguridad: 18.594 Tm/año Cantidad Total de Residuos previa aplicación de medidas de minimización: 15.845 Tm/año

El depósito de Seguridad en Real de Montroy (VER) se encuentra en fase de ampliación. Este depósito en principio se podría considerar suficiente para la eliminación de residuos especiales en la Comunidad Valenciana.

Sin embargo en la actualidad este depósito se encuentra cerrado y por lo tanto y a la vista de las necesidades que está creando, se revisa en este Plan la necesidad de instalar un nuevo depósito de seguridad en algún lugar de la Comunidad Valenciana que asegure la eliminación de los residuos especiales destinados a este tratamiento. 6.5.5. Vertedero de inertizados

Los residuos Especiales si están sometidos al tratamiento de inertización se podrán depositar en un vertedero para residuos inertizados. En la actualidad existe un depósito para residuos inertizados en Alcora con capacidad para 1.000.000 m3 de residuos inertizados. El tratamiento de inertización-Estabilización se lleva a cabo en SECOLEN. 6.5.6. Vertedero de residuos no especiales

La mayoría de residuos no especiales se depositarán en un vertedero para residuos no Especiales. En este tipo de vertedero se depositarán aquellos residuos Industriales que no son Especiales pero tampoco se pueden considerar inertes ni asimilables a urbanos, por ejemplo los restos de cuero y piel que pueden contener algo de cromo sin llegar a ser la cantidad de este contaminante suficiente como para considerar el residuo como especial, lodos de depuradoras industriales no aptos para agricultura. Es necesario disponer de este tipo de infraestructura en la Comunidad Valenciana. Mientras no se construya este vertedero los residuos No Especiales podrán enviarse a un vertedero para RSU siempre que este esté autorizado y disponga de una celda específica para estos residuos.

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6.5.7. Vertedero de residuos inertes

Los residuos denominados Inertes no recuperables se depositarán en un vertedero para residuos Inertes. Estos residuos se han descrito en la parte del Plan Integral correspondiente a Residuos Inertes. En el modelo previsto la gestión de los inertes recae sobre la administración local resaltándose la conveniencia de llegar a acuerdos y convenios de carácter plurimunicipal. En principio está previsto, como regla general, la construcción de un vertedero por cada término municipal.

6.5.8. Vertedero de residuos asimilables a urbanos

Los residuos denominados Asimilables a urbanos no compostables o recuperables se depositarán en un vertedero para residuos Urbanos. Estos residuos se han descrito en la parte del Plan Técnico correspondiente a Residuos Urbanos. 6.5.9. Incineración

En la actualidad los residuos que requieren este tratamiento se envían fuera de la Comunidad (a otras Comunidades e incluso fuera de España). Los residuos que precisan este tratamiento son unas 19.475 Tm/año de las cuales, y por líneas de residuos, se estima una minimización media hasta el año 2002 de un 7%.

Para realizar una instalación fija centralizada rentable en la Comunidad Valenciana se necesitarían como mínimo unas 30.000 Tm/año, por tanto se tendrían que captar o exportar estos residuos de/a otras Comunidades Autónomas.

Las alternativas que se proponen para incineración de residuos especiales son:

• Incineradoras móviles. • Incineración en Cementeras. Resaltamos que cualquier instalación que se autorice en la Comunidad

Valenciana para la incineración de residuos Especiales estará regulada por el Real Decreto 1.217/1.997 de 18 de Julio para la incineración de residuos peligrosos. Dicho Real Decreto regula las obligaciones de los gestores las condiciones de funcionamiento de los hornos, los controles obligatorios y los límites de emisión tanto para el caso de incineración completa como coincineración. En el caso de que ninguna instalación cumpla las condiciones de seguridad indicadas los residuos incinerables se enviarán fuera de la Comunidad Valenciana. Ya que la masa crítica no justifica la construcción de una instalación para este tipo de residuos.

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Prácticamente se admiten los mismos tipos de residuos en cementeras e

incineradoras móviles (excepto envases o sólidos de gran tamaño). Parte de estos residuos, los generados en cantidades relativamente pequeñas podrían tratarse en la incineradora móvil y el resto de incineración en las cementeras.

Tabla

Resumen de infraestructuras de tratamiento final

TIPO DE TRATAMIENTO

EMPLAZAMIENTO

VARIOS CANTIDADES DE RESIDUOS

Físico-química móvil

Móvil (Propuesto no se valora)

Sector del Mueble

Sin determinar

Inertización de residuos Especiales y vertedero

Alcora (Castellón) Existente

SECOLEN 15.000 Tm/año (residuos no reutilizables)

Vertedero Residuos No Especiales

Vinalopó Alicante o Valencia (Propuesto)

Sectores Cuero, Calzado y Textil

30.000 Tm/año

Físico-química (2 plantas)

Valencia y Alicante (Propuesto)

60.000 Tm/año

Depósito de Seguridad

Real de Montroy (Valencia) (Existente) Se propone otro depósito de seguridad.

VER, S.L. 18.000 Tm/año

Incineración Cementeras situadas en la Comunidad (Propuesto) Incineradoras móviles (Propuesto) Países europeos (Existente)

16.000 Tm/año

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Se señalan en Sombreado las infraestructuras no disponibles en la

Comunidad Valenciana y que por lo tanto se deben instalar para asegurar la correcta gestión de los residuos Industriales Especiales y no Especiales.

Por otro lado, a lo largo del programa de infraestructuras se han ido

estimando las cantidades de residuos Especiales y No Especiales que se pueden minimizar aplicando las medidas propuestas el programa correspondiente. En la tabla siguiente se resumen las cantidades detectadas en el inventario y; los porcentajes de minimización alcanzables y las cantidades de residuos una vez aplicadas las medidas de minimización.

INSTALAC

IÓN CANTIDAD TM/AÑO

TIPO DE RESIDUOS

MINIMIZACIÓN

MEDIA ALCANZAB

LE

TOTAL TM/AÑ

O

Depósito de Seguridad

18.594 • Fangos y sólidos

de pinturas y tintas.

• Envases • Lodos

con Cromo

14% 15.845

Físico-Químico

95.132 • Aguas de

lavado • Suspensi

ones acuosas

• Lixiviados

37% 59.484

Incineración 19.475 • Líquidos orgánico

s • Disolven

tes no recupera

bles • Citostáti

cos

17% 16.031

Depósito No Especiales

52.827 • Curtidos • Lodos de

25% 39.944

33

Depuradora

Industrial

Recuperación

Disolventes

8.271 • Disolvetnes

incluidos de

laboratorio

20% 6.590

Envases 5.393 • Envases Especial

es

16% 4.518

Ácidos 1.641 • Acidos de

decapado

26% 1.202

Aceites y Emulsiones

38.416 • Aceites Automoc

ión • Taladrin

as • Aceites

Industriales y

Marpol

7% 35.711

6.6. ACTUACIONES PARA LA GESTIÓN DE ESPACIOS CONTAMINADOS

La problemática que supone la existencia de terrenos cuya naturaleza se ha visto alterada por componentes de carácter Especial de origen antrópico (principal consecuencia de la inadecuada gestión de los residuos industriales), explica la necesidad de elaborar un programa de acciones encaminadas a reparar los daños ambientales mediante la implantación de medidas de corrección, prevención y control.

El Programa para la Gestión de los Espacios Contaminados de la

Comunidad Valenciana está encaminado a corregir y prevenir la aparición de nuevas áreas contaminadas (puntos de vertido que pueden constituir un suelo contaminado y actividades con probabilidad de generarlo), atacando el problema en su origen y evitando los daños ambientales que posteriormente puedan derivarse.

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6.6.1. Futuro inventario de suelos contaminados

El conocimiento de la realidad global de la Comunidad Valenciana en cuanto a la contaminación del suelo, es primordial para establecer una política de acciones a llevar a cabo en este campo y para estimar los posibles costes asociados en la política.

En este sentido la Consellería de Medio Ambiente va a realizar un Inventario de Suelos Contaminados en la Comunidad Valenciana, que constará de diversas fases:

El inventario que se va a realizar se estructura en dos niveles:

1. Reflejará la primera etapa del proceso en la que se registrarán

todos los emplazamientos con potencialidad de estar contaminados.

2. El comienzo de este nivel se establece con la decisión de ejecutar un reconocimiento visual del emplazamiento. La visita al emplazamiento persigue la confirmación de los datos disponibles sobre el mismo y obtener información adicional que permita valorar la existencia o no de contaminación. Ocasionalmente pueden realizarse tomas de muestras y análisis para confirmar las impresiones visuales.

La realización del Inventario dará lugar a la obtención de un listado de

emplazamientos que presentarán distintas problemáticas en función de varios factores, como su ubicación, la naturaleza de los contaminantes presentes, etc. Por eso, es necesario establecer un orden de prioridades dentro de los emplazamientos inventariados, que sirva de base para las acciones futuras a realizar, investigaciones detalladas, obras de recuperación, etc. 6.6.2. Criterios de calidad ambiental

El vacío legal dentro del ordenamiento jurídico en cuanto a espacios contaminados, supone una limitación a la hora de establecer los objetivos de calidad en los suelos a recuperar. Sin embargo, se pueden establecer unos criterios de acuerdo a:

• Características particulares de cada emplazamiento en cuanto al medio

físico, toxicidad de los contaminantes presentes, tipo, nivel y extensión de la contaminación, volumen afectado, tiempo preciso para la recuperación, etc.

• Análisis de riesgos necesarios para la evaluación de las actuaciones de recuperación o descontaminación que son precisas acometer para

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garantizar la protección de la salud humana, preservando los recursos naturales y defendiendo el medio ambiente.

• Establecimiento y aplicación de unos valores o estándares que sirvan para luchar contra la contaminación con el objeto de poner en acción los planes de recuperación. Estos valores servirán para decidir hasta qué grado de descontaminación deben extenderse tales actuaciones.

• En la actualidad, dada la carencia existente en este campo, se están tomando como valores de referencia los contemplados en las tablas holandesas donde se dan unos valores guía para determinar si un suelo necesita de actuaciones urgentes de intervención (valores C) o por el contrario no representan un riesgo elevado (valores A).

• Minimizar los riesgos presentes en cada emplazamiento hasta niveles asumibles por la población y el entorno, teniendo en cuenta para ello los usos actuales y potenciales de los recursos afectados (suelos y aguas).

En cualquier caso, la aplicación de estos criterios para conseguir los

objetivos de calidad dependerá del nivel que precise la actividad que se vaya a desarrollar en el terreno a recuperar. 6.6.3. Planes de actuación Como paso previo a la descontaminación de suelos de la Comunidad Valenciana se elaborará un Plan de Actuación.

Los planes de actuación estarán basados en los siguientes principios:

• Conocimiento previo de los terrenos a descontaminar y su nivel de

riesgo. • Objetivo de la descontaminación (en función del tipo de contaminantes

y el entorno). • Proyecto de descontaminación. • Análisis económico.

6.6.4. Medidas preventivas

La Consellería de Medio Ambiente fomentará la aplicación de las siguientes medidas:

• Control por parte de la Administración de actividades industriales para

evitar la aparición de nuevos focos de contaminación. • Establecimiento futuro de valores límite de concentración de

contaminantes basándose en estándares nacionales. • Ejecución del Plan de Gestión de Residuos Industriales y Construcción

de las Instalaciones de Tratamiento adecuadas. • Divulgación, formación e información de la problemática desprendida

con la presencia de suelos contaminados.

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• Establecimiento de medidas de vigilancia de espacios detectados como contaminados y de las actuaciones de gestión de residuos.

• Redacción de Normativa tendente al establecimiento de estándares de calidad.

• Elaboración de Normas Técnicas para modelo de investigación, recuperación y saneamiento de emplazamientos.

6.6. ACTUACIONES PARA LA GESTIÓN DE ESPACIOS CONTAMINADOS

La problemática que supone la existencia de terrenos cuya naturaleza se ha visto alterada por componentes de carácter Especial de origen antrópico (principal consecuencia de la inadecuada gestión de los residuos industriales), explica la necesidad de elaborar un programa de acciones encaminadas a reparar los daños ambientales mediante la implantación de medidas de corrección, prevención y control. El Programa para la Gestión de los Espacios Contaminados de la Comunidad Valenciana está encaminado a corregir y prevenir la aparición de nuevas áreas contaminadas (puntos de vertido que pueden constituir un suelo contaminado y actividades con probabilidad de generarlo), atacando el problema en su origen y evitando los daños ambientales que posteriormente puedan derivarse. 6.6.1. Futuro inventario de suelos contaminados

El conocimiento de la realidad global de la Comunidad Valenciana en cuanto a la contaminación del suelo, es primordial para establecer una política de acciones a llevar a cabo en este campo y para estimar los posibles costes asociados en la política. En este sentido la Consellería de Medio Ambiente va a realizar un Inventario de Suelos Contaminados en la Comunidad Valenciana, que constará de diversas fases:

El inventario que se va a realizar se estructura en dos niveles: 1. Reflejará la primera etapa del proceso en la que se registrarán

todos los emplazamientos con potencialidad de estar contaminados.

2. El comienzo de este nivel se establece con la decisión de ejecutar un reconocimiento visual del emplazamiento. La visita al emplazamiento persigue la confirmación de los datos disponibles sobre el mismo y obtener información adicional que permita valorar la existencia o no de contaminación. Ocasionalmente pueden realizarse tomas de muestras y análisis para confirmar las impresiones visuales.

La realización del Inventario dará lugar a la obtención de un listado de

emplazamientos que presentarán distintas problemáticas en función de

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varios factores, como su ubicación, la naturaleza de los contaminantes presentes, etc. Por eso, es necesario establecer un orden de prioridades dentro de los emplazamientos inventariados, que sirva de base para las acciones futuras a realizar, investigaciones detalladas, obras de recuperación, etc. 6.6.2. Criterios de calidad ambiental

El vacío legal dentro del ordenamiento jurídico en cuanto a espacios contaminados, supone una limitación a la hora de establecer los objetivos de calidad en los suelos a recuperar. Sin embargo, se pueden establecer unos criterios de acuerdo a:

• Características particulares de cada emplazamiento en cuanto al medio

físico, toxicidad de los contaminantes presentes, tipo, nivel y extensión de la contaminación, volumen afectado, tiempo preciso para la recuperación, etc.

• Análisis de riesgos necesarios para la evaluación de las actuaciones de recuperación o descontaminación que son precisas acometer para garantizar la protección de la salud humana, preservando los recursos naturales y defendiendo el medio ambiente.

• Establecimiento y aplicación de unos valores o estándares que sirvan para luchar contra la contaminación con el objeto de poner en acción los planes de recuperación. Estos valores servirán para decidir hasta qué grado de descontaminación deben extenderse tales actuaciones.

• En la actualidad, dada la carencia existente en este campo, se están tomando como valores de referencia los contemplados en las tablas holandesas donde se dan unos valores guía para determinar si un suelo necesita de actuaciones urgentes de intervención (valores C) o por el contrario no representan un riesgo elevado (valores A).

• Minimizar los riesgos presentes en cada emplazamiento hasta niveles asumibles por la población y el entorno, teniendo en cuenta para ello los usos actuales y potenciales de los recursos afectados (suelos y aguas).

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La contaminación atmosférica

Sumario ¿Que se entiende por contaminación atmosférica?

Los contaminantes atmosféricos:

Tabla de características de los contaminantes Tabla de fuentes de los contaminantes

La contaminación del aire es un proceso que se inicia a partir de las

emisiones al aire desde los distintos focos emisores de contaminantes en la atmósfera. La atmósfera es un medio fluido con una dinámica que hace que la dispersión y el transporte de los contaminantes sean difíciles de estudiar y de prevenir. Así la relación entre la cantidad de contaminantes emitidos al aire y la presencia de estos en el aire en un momento y en un lugar determinado no es una relación directa ni proporcional ni sencilla de conocer ya que la atmósfera es un sistema complejo con un comportamiento caótico.

Por tanto, para minimizar la contaminación atmosférica es necesario,

por un lado el control de las emisiones atmosféricas (niveles de emisión), y por otro lado, el control y la vigilancia de la presencia de los contaminantes en el aire en distintos puntos receptores (niveles de inmisión). Este anuario hace referencia principalmente a los resultados de los niveles de inmisión, pero también se hace referencia a las gestiones que se llevan a cabo sobre los focos emisores.

¿Que se entiende por contaminación atmosférica? El aire tiene una composición variable porque hay determinadas

sustancias que tienen su origen principal en la actividad humana, la cual difiere de un lugar a otro y a lo largo del tiempo.

Las sustancias presentes en la atmósfera en unas concentraciones

superiores a las naturales se denominan contaminantes, sólo si son sustancies alienas al aire como sustancias habituales.

En general, los contaminantes son liberados por una fuente, proceso

conocido como emisión, y, en la atmósfera se desplazan, se transforman, se acumulan, se degradan... Como resultado de estos procesos, en un punto determinado se da una determinada concentración de cada contaminante. Esta concentración (cantidad de contaminante por metro cúbico de aire) -que es independiente de la fuente de procedencia- se conoce como nivel de inmisión.

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Son los niveles de inmisión los que determinan el efecto de un contaminante sobre la salud o el medio ambiente. Fruto de los estudios médicos y científicos, se han establecido unos valores de referencia para los niveles de inmisión de cada contaminante. Mientras no se superen, se puede considerar que la calidad del aire es buena.

Por otro lado, habrá que tomar medidas preventivas o correctoras en

función del grado de contaminación detectado. Al tratar el problema de la contaminación atmosférica, hay que tener

presente que, aunque hay cierta relación entre emisión y inmisión, estos parámetros no son necesariamente equivalentes porque entre los dos hay un proceso de transporte y dispersión a través de la atmósfera, que puede dispersar o concentrar los contaminantes o incluso modificar su naturaleza.

Los contaminantes atmosféricos Por lo que respecta a las sustancias contaminantes, pueden ser

muchas las emitidas por una fuente natural o antropogénica. Hay multitud de sustancias contaminantes. Aún así, hay que destacan por su importancia cuantitativa o cualitativa o por sus efectos.

Los efectos de la contaminación del aire pueden ser crónicos o agudos.

Los primeros son aquellos asociados a recibir el impacto de niveles de inmisión moderados durante largos periodos de tiempo. Los segundos son aquellos producidos al recibir el impacto de niveles de inmisión muy altos durante cortos periodos de tiempo, es decir, como consecuencia de episodios de contaminación.

La valoración de los efectos de cada contaminante es uno de los

criterios fundamentales al establecer las normas de calidad o los niveles permitidos.

Hay que tener en cuenta también que la naturaleza y la estructura de

las fuentes contaminantes es decisiva por lo que respecta a los efectos que puedan producir posteriormente, es decir, que los mismos contaminantes, emitidos de una manera o de otra, pueden tener efectos muy diferentes.

Los contaminantes atmosféricos más importantes, según su

composición química, son: Partículas: según el tamaño, son sedimentables (> 30 µm), partículas

en suspensión (< 30 µm), partículas respirables (< 10 µm), o humos (< 1 µm).

Compuestos de azufre: SO2, H2S, H2SO4 mercaptanos, sulfuros ... Compuestos de nitrógeno: NO, NO2, NOx, NH3 ... Compuestos de carbono: CO, CO2, CH4, HCT ...

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Halógenos y compuestos halogenados: Cl2, HCl, HF, CFC ... Oxidantes fotoquímicos: O3, peróxidos, aldehídos... Por otro lado, los contaminantes atmosféricos también se pueden

clasificar según su procedencia de la siguiente manera: Contaminantes primarios: procedentes directamente de fuentes de

emisión fijas o móviles, que se pueden encontrar con la misma forma química en los focos emisores (por ejemplo: SO2, H2S, NO, NH3, CO, CO2, HCl, HF, PST ...).

Contaminantes secundarios: originados en la misma atmósfera, como

consecuencia de transformaciones de contaminantes primarios; es decir, no se pueden encontrar con la misma forma química en los focos emisores (por ejemplo: O3, SO3, H2SO4, NO2, HNO3 ...).

En las tablas siguientes se muestran las características y las fuentes

principales de los contaminantes más importantes que se miden actualmente.

SO2 (dióxido de azufre) Características Fuentes emisoras antropogénicas Gas incoloro de olor fuerte y sofocante En una atmósfera húmeda se transforma en ácido sulfúrico y causa la

deposición ácida A partir de concentraciones >0.1 ppm se produce una importante

reducción de la visibilidad Refinerías de petróleo Transporte: principalmente vehículos de gasoil Centrales térmicas Combustión de carburantes: líquidos y sólidos Cementeras NO2 (dióxido de nitrógeno) Características Fuentes emisoras antropogénicas Gas de color amarronado y de olor irritante Tóxico en altas concentraciones Interviene en la formación de la niebla fotoquímica Transporte Centrales térmicas Combustión de carburantes: gas natural, líquidos y sólidos Incineradoras Cementeras Fábricas de cristal

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Refinerías O3 (ozono) Características Fuentes emisoras antropogénicas Gas incoloro y de olor agradable Muy oxidante y irritante Es un contaminante secundario, es decir, no se emite por ningún foco De origen fotoquímico, es decir, se forma por la acción de la luz solar y

en presencia de óxidos de nitrógeno y hidrocarburos H2S (sulfuro de hidrógeno) Características Fuentes emisoras antropogénicas Gas incoloro y con fuerte olor (olor a huevos podridos) Límite olfatible muy bajo (a partir de 2 ppb) Tóxico en altas concentraciones y en exposiciones cortas de tiempo Fabricación de pasta de papel Refinerías Industria de curtidos Depuradoras de aguas residuales CO (monóxido de carbono) Características Fuentes emisoras antropogénicas Gas inodoro y incoloro Tóxico en altas concentraciones y en exposiciones cortas de tiempo Gran indicador del tránsito Transporte: principalmente vehículos de gasolina Centrales térmicas Combustión de carburantes: gas natural, líquidos y sólidos Incineradoras Cremaciones agrícolas Refinerías Cementeras Fábricas de cristal y de cerámica PST (partículas totales en suspensión) Características Fuentes emisoras antropogénicas Materia en suspensión en el aire ST: partículas de diámetro <30µm PM10: partículas de diámetro <10µm FN (humos negros): partículas de diámetro <1µm Centrales Térmicas Fundiciones Procesos de molturación Incineradoras Plantas asfálticas Fábricas de cristal Fábricas de cerámica

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Combustión de carburantes: líquidos y sólidos Transporte: principalmente vehículos de gasolina Cementeras y minerías Extracción de áridos Cremaciones agrícolas Refinerías HCT (hidrocarburos totales) Características Fuentes emisoras antropogénicas Familia de compuestos formados por hidrógeno y carbono Intervienen en la formación de la niebla fotoquímica Combinados con otros elementos, provocan problemas de malos olores También denominados VOC (Compuestos Orgánicos Volátiles) Evaporaciones y combustiones de materia orgánica Transporte Fabricación de pinturas Pérdidas en procesos industriales Refinerías Industria química Depuradoras de aguas residuales Industria de curtidos Industria que utiliza disolventes Pb (plomo) Características Fuentes emisoras antropogénicas Metal pesado, sólido, que queda en suspensión con las partículas Tóxico en altas concentraciones Indicador del tránsito de vehículos ligeros (gasolina) Vehículos de gasolina Fundiciones de recuperación de plomo Fábricas de cerámica Cl2 (cloro) Características Fuentes emisoras antropogénicas Gas de color amarillo-verdoso y de olor sofocante Tóxico en altas concentraciones Petroquímicas Industria química HCl (cloruro de hidrógeno) Características Fuentes emisoras antropogénicas Gas incoloro de olor intensa y irritante Petroquímicas Industria química Procesos de limpieza y decapado de metales Incineradoras Metales pesados Características Fuentes emisoras antropogénicas Sólidos que quedan en suspensión con las partículas Presentan diversa toxicidad dependiendo del metal

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Fábricas de cristal Fundiciones Incineradoras Fuentes de los distintos contaminantes que podemos encontrar en el

aire En la siguiente tabla sólo se muestran las principales fuentes emisoras

contaminantes en el aire y los contaminantes más significativos que emiten. Por lo tanto esto no excluye la existencia de otras fuentes emisoras y emisiones de más contaminantes de forma menos importante.

Principales fuentes emisoras antropogénicas SO2 NO2 CO H2S

COV's HCl Cl2 PST Pb Otros metales pesados Centrales térmicas (3) (3) Cementeras Cremaciones agrícolas Depuradoras de aguas residuales Extracción de áridos y minería Fábricas de cerámica Fábricas de cristal (3) Fabricación de pinturas Fabricación de pasta de papel Fundiciones (4) Incineradoras Industria de Curtidos Industria química Industria que utiliza disolventes Plantas asfálticas Procesos de combustión: gas natural combustibles líquidos y sólidos Procesos de molturación Refinerías Transporte: gasolina gasoil sin plomo

4 (3) Sólo en caso de utilización de combustibles líquidos o sólidos. (4) Fundiciones de recuperación de plomo.