traumatismo al parto en bovinos y sus consecuencias

40
Facultad de Ciencias Veterinarias -UNCPBA- Traumatismo al parto en bovinos y sus consecuencias Argaña, Pedro; Abadie, Jèrôme; Moscuzza, Carlos Hernán Marzo, 2019 Tandil

Upload: others

Post on 29-Nov-2021

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Facultad de Ciencias Veterinarias

-UNCPBA-

Traumatismo al parto en bovinos y sus

consecuencias

Argaña, Pedro; Abadie, Jèrôme; Moscuzza, Carlos Hernán

Marzo, 2019

Tandil

Traumatismo al parto y sus consecuencias

Tesina de la Orientación de Producción Animal, presentada como parte de los requisitos

para optar al grado de Veterinario del estudiante: Argaña, Pedro.

Tutor: Dr. Abadie, Jèrôme.

Director: Veterinario, Dr. Moscuzza, Carlos Hernán.

Evaluador: Veterinario; Dr. Cabodevila, Jorge.

Agradecimientos

A mi familia y amigos por su apoyo incondicional y constante en todas las etapas

de la carrera.

A la UNCPBA, a la Facultad de Ciencias Veterinarias de Tandil, al departamento

de residencias y tutorías y sus responsables, Dr. Carlos Hernán Moscuzza, Dr.

Eduardo Castro, María Florencia Torres, a el antiguo responsable Gabriel

Rodriguez y a Ofelia Tapia, por la posibilidad que me dieron de realizar mi

residencia en el exterior y el apoyo durante la misma mediante el programa

ARFAGRI.

Al Dr. Carlos Hernán Moscuzza, por su ayuda en la elaboración de la tesis.

A ONIRIS por el recibimiento, el buen trato y la instrucción que recibí durante el

semestre que pase en Nantes, Francia, durante mi residencia.

Al Médico Veterinario Gustavo Fernandez, por haberme recibido, instruido e

insertado en las practicas veterinarias rurales, enseñándome no solo técnicas

veterinarias si no también valores de manera totalmente desinteresada.

Resumen

El término distocia hace referencia a una dificultad en el parto, que conlleva un

riesgo tanto para la cría como para la madre y su origen está sujeto a múltiples

factores. Las distocias en bovinos pueden provocar fuertes pérdidas económicas,

tanto directas como indirectas para el productor. Es de gran importancia, tener en

cuenta los factores que las causan, tanto maternos como fetales, para poder

prevenir su desencadenamiento. Para ejecutar una correcta resolución de una

distocia es imprescindible definir la estática fetal y aplicar las maniobras

adecuadas. Tanto la distocia como las acciones realizadas para su resolución

pueden provocar traumatismos en la hembra y en el neonato. Este trabajo tiene

como objetivo presentar un caso clínico de un bovino Charolaise que llegó a

consulta a l’École Nationale Vétérinaire, Agroalimentaire et de l'Alimentation de

Nantes-Atlantique, ONIRIS, Nantes, Francia, que había cursado un parto distócico,

y continuó el detrimento de su estado sanitario.

Palabras clave: Distocia, maniobras obstétricas, trauma en canal blando,

peritonitis crónica.

Índice

Introducción………………………………………………………………………………..1

Distocia por causas maternas…………………………………………………...1

Enfermedades sistémicas………………………………………………..1

Distocias causadas por alteraciones del canal óseo del parto……….2

Distocias causadas por el canal blando del parto……………………..3

Distocias causadas por el feto…………………………………………………...4

Desproporción feto pélvica por excesivo tamaño del ternero….….....4

Fetos muertos……………………………………………………………...5

Fetos enfisematosos………………………………………………………6

Malformaciones fetales……………………………………………………6

Alteraciones de la estática fetal………………………………………….6

Maniobras obstétricas…………………………………………………………….8

Traumatismos consecutivos al parto…………………………………………..10

Lesión de la pared vaginal y hemorragia………………………………10

Lesión y hemorragia uterina…………………………………………….11

Hematomas……………………………………………………………….13

Necrosis por compresión………………………………………………..13

Compresiones, laceración, sección del intestino……………………..14

Rotura del periné y fistula rectovaginal………………………………..14

Prolapso de útero………………………………………………………..16

Objetivos………………………………………………………………………….17

Descripción del caso clínico…………………………………………………………....18

Reseña……………………………………………………………………………19

Anamnesis………………………………………………………………………..19

Examen objetivo general……………………………………………………….20

Examen objetivo particular……………………………………………………..21

Exámenes complementarios…………………………………………………...22

Planilla de necropsia…………………………………………………………….23

Discusión…………………………………………………………………………………26

Conclusión……………………………………………………………………………….30

Bibliografía……………………………………………………………………………….31

1

Introducción

Etimológicamente distocia significa nacimiento difícil; se trata de un parto, que

necesita una intervención externa para poder progresar (Villeval, 2012).

La distocia representa un riesgo vital no sólo para la cría, sino para la madre

también. Muchas variables pueden causar distocia, algunas se pueden prevenir,

pero otras requieren de interpretación y acción inmediatas (González, 2018)

Las distocias pueden provocar fuertes pérdidas económicas directas e indirectas.

Las directas están constituidas por la muerte de terneros, los gastos de atención

de los partos, la muerte de las madres y el tratamiento de trastornos puerperales

consecuentes. Como factor indirecto sobresaliente debe mencionarse la baja en la

fertilidad, que como secuelas de los partos distócicos, causan un daño económico

importante. Los factores que producen distocias son múltiples, interactuando

durante el parto tanto la madre como el feto; por lo tanto, hay que diferenciar el

componente maternal y el de la cría (Huth et al., 1977; Schmitt, 2005).

En cualquier caso, el peso del ternero y los factores asociados a la madre son los

factores de mayor influencia en la aparición de partos difíciles (Price y Wiltbank,

1978; Serrano, 2009).

DISTOCIAS POR CAUSAS MATERNAS

Enfermedades sistémicas

Las enfermedades por errores en la alimentación o en la crianza, debilidad,

estados septicémicos o intoxicaciones crónicas pueden tener consecuencias

negativas en el desarrollo del parto: parto prematuro, preparación inadecuada para

el desarrollo del parto, dilatación insuficiente de las partes blandas, debilidad en

los pujos, entre otras (Rutter, 2013).

Algunas afecciones de órganos individuales pueden alterar el desarrollo del parto,

aunque esto sucede en forma menos frecuente que las enfermedades sistémicas.

Se trata sobre todo de lesiones en órganos que toman un papel activo o pasivo en

2

el proceso del parto, y son base de dolores intensos durante el parto mismo. Por

ejemplo, una peritonitis en un determinado sector de la cavidad abdominal, o una

reticuloperitonitis (Rutter, 2013).

Cabe destacar que muchas veces las enfermedades sistémicas pueden generar

disturbios de las contracciones uterinas, citándose dos tipos de inercias, primaria y

secundaria. La inercia uterina primaria, implica una deficiencia de contracciones

miometriales sin haber otros problemas asociados, mientras que la inercia uterina

secundaria es debida al agotamiento esencialmente resultante de una distocia

debida a otra etiología (Schmitt, 2005).

Distocias causadas por alteraciones del canal óseo del parto

Constricción de la cavidad pelviana

Una de las principales causas inmediatas de distocia, la constituye la

desproporción feto-pélvica (Dufty y Ŝloss, 1986; Villeval, 2012); ésta puede estar

dada por un excesivo desarrollo del feto en relación de una pelvis materna normal

(feto de tamaño absolutamente grande) o un anillo pelviano materno

excesivamente estrecho (pelvis juvenil o reducción de la cavidad pelviana a causa

de la formación de estructuras anormales, como callos óseos post-fractura)

(Rutter, 2013).

Pelvis juvenil

La pelvis juvenil es una condición anatómica, en la cual el área de la misma, es

insuficiente para poder lograr el pasaje del feto al momento del parto; esta

condición puede ser dada por un insuficiente desarrollo (Ectors et al., 1999;

Villeval, 2012). Generalmente esto sucede al intentar “el aprovechamiento

productivo” demasiado temprano (15 meses) de las vaquillonas sin que las

mismas tengan un adecuado desarrollo pelviano (Ebert, 1990; Pardo y Saelzer,

2006).

3

No obstante, existe una dilatación total del conducto de partes blandas y trabajo

de parto normal, el parto no progresa, por una falta de relación entre los diámetros

materno-fetales. Este cuadro puede complicarse con actitudes patológicas, muerte

fetal, y otras alteraciones (Grunert y Ebert, 1990; Pardo y Saelzer, 2006).

Cuando se encuentra este inconveniente, dependiendo de la falta de concordancia

existente y de las condiciones del ternero (vivo o muerto) debe elegirse entre

extracción forzada, operación cesárea o fetotomía, como tratamiento del mismo

(Grunert y Ebert, 1990; Pardo y Saelzer, 2006).

Distocias causadas por alteraciones del canal blando del parto

Estrechez de la vulva y vagina

Es la tercera patología más frecuente después de las desproporciones feto

maternales y de las malas posiciones fetales (Arthur et al., 1996). Se da

generalmente en las vaquillonas, sobre todo en las que se encuentran demasiado

engrasadas (Schmitt, 2005). También se da cuando el proceso de parición es

intervenido con demasiada anticipación (Arthur et al., 1996).

En cuanto a la estrechez de la vulva, la misma puede también ser consecuencia

de retracciones cicatriciales, debidas a lesiones sufridas en partos anteriores, o en

el caso de hembras primíparas, al desarrollo insuficiente de la vulva (Grunert y

Ebert, 1990; Pardo y Saelzer, 2006).

En las formas leves puede intentarse una tracción lenta del ternero, previa buena

lubricación y especial cuidado en la protección del periné, para lograr la expulsión

de éste (Grunert y Ebert, 1990; Rutter, 2013). Si la dilatación es insuficiente será

necesitará una episiotomía (Chastant-Maillard et al., 2002). Cabe destacar que la

episiotomía está contraindicada en partos infectados (Grunert y Ebert, 1990)

La estrechez de la vagina, puede deberse también a una obstrucción causada por

tumores, abscesos, hematomas, edema excesivo, presencia de bridas por

persistencia de los conductos de Müller, infantilismo o retracciones cicatriciales.

4

Sin embargo, la causa más importante la constituye la ruptura prematura de las

membranas placentarias (Roberts, 1979; Grunert y Ebert, 1990; Pardo y Saelzer,

2006).

Para favorecer la distención del canal blando se recomienda realizar una tracción

moderada y prolongada del ternero para dilatar la vagina y la vulva, evitando

aplicar fuertes tracciones porque se pueden generar desde laceraciones a

desgarros. En los cuadros más graves está indicada la operación cesárea (Grunert

y Ebert, 1990; Pardo y Saelzer, 2006).

Insuficiente dilatación cervical

La gama de distención del cuello puede ir desde un cuello completamente cerrado

hasta una ligera contracción de tejido cervical. Las dilaciones cervicales

incompletas se encuentran más frecuentemente en las vaquillonas que en las

vacas (Arthur et al., 1996; Pardo y Saelzer, 2006).

Torsión uterina

La torsión uterina consiste en una rotación más o menos completa del útero

alrededor de su eje longitudinal; lo más frecuentemente observado es la torsión

completa (Arthur et al., 1996).

Como signos relevantes de esta afección, se cita que se presentan todos los

signos de parto, pero las membranas y/o el ternero no aparecen por vulva.

Cuando la rotación es importante 270 a 360° la comisura superior de la vulva

puede estar aspirada y desviada del eje vertical (Chastant-Maillard et al., 2002).

DISTOCIAS CAUSADAS POR EL FETO:

Desproporción feto pélvica por excesivo tamaño del ternero

Los desequilibrios entre la dimensión del canal de parto y el tamaño del ternero

son la principal causa de distocia (Alcay et al., 2016). Se entiende entonces que es

de vital importancia conocer los factores que inciden sobre el peso del ternero.

5

El principal factor que influye en el tamaño del ternero es la raza del padre, por lo

tanto, la elección de éste resulta un factor muy significativo en el

desencadenamiento de un parto distócico (Carrillo, 1996; Rovira, 1996; Fioretti,

2010). Otros factores como el largo de la gestación, el sexo de la cría y la nutrición

preparto de la madre tienen una menor importancia (Rovira, 1996; Fioretti, 2010).

En cuanto a la relación del peso al nacer con el sexo del ternero, se ha

demostrado que los machos presentan un peso superior (3 %) con respecto al

peso de las hembras por la precoz producción androgénica durante la gestación

(Alejo et al., 2000).

También cuando se altera el normal periodo de gestación, se ve afectado el peso

del producto, dando terneros más pesados cuanto más larga sea la misma

(Adams et al., 1997; Berger y Johanson, 2003).

El servicio con toros de bajo peso al nacer, de tamaño corporal similar a las

hembras del rodeo donde prestará servicio y la información sobre las

características de facilidad de parto del mismo, son determinantes para lograr una

adecuada eficiencia reproductiva y minimizar los problemas de distocias

(Campero, 1998; Campero, 1999).

Fetos muertos

La muerte del feto da en general un parto laborioso, el mismo se torna en general

más difícil y peligroso (Pauzac, 1875; Villeval, 2012). El feto muerto se adapta

menos durante la progresión del parto, a las condiciones de las vías blandas y con

frecuencia se encaja en la pelvis con su presentación, posición y actitud que tenía,

sin progresar. Es necesario considerar, que la muerte influye sobre el feto con el

tiempo de rigidez cadavérica mayor o menor, lo cual hace más dificultosa la

corrección de su estática fetal (Rutter, 2013). Además, cabe mencionar que no

existe una buena lubricación en el canal de parto, por lo tanto, se debe realizar

una buena lubricación de las paredes vaginales para facilitar el deslizamiento

(Alcay et al., 2016). Frecuentemente si el feto está en un estado de putrefacción,

6

al traccionar su cuerpo se despedaza, y se lo termina extrayendo por trozos

(Pauzac, 1875; Villeval, 2012).

Fetos enfisematosos

El enfisema es una descomposición gaseosa, la misma provoca un edema

generalizado del feto, lo cual dificulta la expulsión del mismo (Tavernier, 1954;

Villeval, 2012).

Malformaciones fetales

Son numerosas y variadas las anomalías congénitas que producen

malformaciones fetales (Rutter, 2013). Tienen una presentación de baja

frecuencia. Aquellas que frecuentemente provocan distocias son: hidrocefalia,

hidropesía general (anasarca), ascites, Schitosoma reflexus y Perosomus

embulus.

Alteraciones de la estática fetal

Actitudes patológicas en presentación anterior

Desviación lateral de la cabeza

En este caso, la cabeza y cuello se encuentran doblados sobre la pared costal. Es

un obstáculo obstétrico frecuente. Pero de pronóstico relativamente favorable. La

posibilidad de extensión de la cabeza es generalmente favorable. (Meijer, 2005;

Pardo y Saelezer, 2006)

Cabeza en flexión hacia el esternón

Esta actitud se caracteriza por la cabeza descendida entre los miembros

anteriores y su región maxilar pegada al esternón (Grunert y Ebert, 1990; Villeval,

2012). La frecuencia de esta presentación es mucho menor que la flexión lateral

(Pardo y Saelezer, 2006).

7

Cabeza en flexión dorsal

La cabeza se encuentra doblada sobre el dorso del feto. Es de presentación muy

rara (Meijer, 2005). Se presentan varias formas intermedias entre esta flexión y la

flexión lateral. El pronóstico es reservado y el feto siempre está muerto (Grunert y

Ebert, 1990).

Actitud del carpo en flexión

La cabeza, en posición normal, se introduce en la pelvis a veces al mismo tiempo

que uno de los miembros (desviación de uno sólo) mientras que el otro (o los dos)

acaban por chocar por el metatarso contra el borde anterior del pubis (Derivaux y

Ectors, 1984; Pardo y Saelzer, 2006; Villeval, 2012).

Actitud del encuentro en flexión

El miembro anterior se encuentra flexionado en la articulación del hombro

(articulación escápulo-humeral) y colocado extendido debajo del vientre, mirando

hacia atrás. Puede ser uni o bilateral (Pardo y Saelzer, 2006; Villeval, 2012).

Actitud de flexión del codo

A la exploración se encuentra dentro del canal obstétrico, las pezuñas de los

miembros anteriores a la misma altura que el morro del feto. Puede ser uni o

bilateral (Meijer, 2005; Rutter, 2013).

Actitudes en presentación posterior

Actitud de tarso flexionado

Una o ambas extremidades posteriores se encuentran flexionadas en la

articulación del tarso (Pardo y Saelzer, 2006; Villeval, 2012). Tiene mayor

frecuencia la flexión bilateral (Rutter, 2013).

8

Actitud de cadera en flexión

Una o generalmente ambas extremidades posteriores están flexionadas a nivel de

la articulación coxofemoral, encontrándose uno o ambos miembros colocados bajo

el vientre (Pardo y Saelzer, 2006).

Posiciones anormales

Posición lateral

El feto se encuentra de lado, el dorso está vuelto hacia el flanco derecho o

izquierdo de la madre (Meijer, 2005).

La presentación puede ser anterior o posterior. La cabeza y las extremidades en

general se encuentran extendidas hacia la entrada de la pelvis, y con menor

frecuencia en actitudes anormales (Rutter, 2013).

Posición ventral

El dorso del feto está dirigido hacia la pared abdominal inferior de la madre y su

vientre hacia la región dorsolumbar de ella (Pardo y Saelzer, 2006).

Presentaciones anormales

El dorso del feto puede estar dirigido hacia el dorso, hacia la cabeza o hacia la

cola de la madre. Si el dorso del feto está dirigido hacia la pelvis de la madre se

denomina presentación vertical dorsal y también puede ser transversa dorsal; en

cambio si el dorso del feto está dirigido hacia la cabeza de la madre, se denomina

presentación vertical ventral o también puede ser presentación vertical transversal.

(Pardo y Saelzer, 2006; Rutter, 2013).

MANIOBRAS OBSTETRICAS

La resolución de las distocias se hace aplicando diversas maniobras obstétricas,

preservando durante las mismas la salud y la vida de la madre y en lo posible del

feto (Rutter, 2013).

9

Mutación: Es la manipulación necesaria para colocar en presentación, posición y

actitud normales al feto que se presente en el parto de modo anormal, interfiriendo

sobre su evolución fisiológica (Guallpa, 2012). Las mutaciones necesarias en la

práctica obstétrica son, por lo tanto, variadas y consisten en:

Retropropulsión: Esta operación se usa cuando el feto ya encajado en la pelvis no

puede adelantar en el canal del parto por presentación, posición o actitud

anormales o por exceso de volumen, entonces hay que empujarlo en la cavidad

uterina y el abdomen hacia el diafragma a fin de que el partero tenga el espacio

necesario para realizar las maniobras de rectificación. Según el caso, puede ser

útil o indispensable la anestesia epidural y la reposición de la lubricación del canal

blando (Vatti, 1993; Meijer, 2005).

Rectificación de extremidades: corrección de posturas anormales, por lo común,

debidas a flexiones de los miembros, de la cabeza o del cuello. Puede ser manual

o instrumental mediante muleta y cadenas (Rutter, 2013).

Rotación: maniobra que se justifica si el feto está en posición dorso-púbica o

dorso-ilíaca (Carpio et al., 2018), rotándolo en forma manual o instrumental

(Rutter, 2013).

Tracción forzada: la extracción forzada se define como la obtención del feto a

través del canal de parto mediante la aplicación de fuerza o tracción (Roberts,

1979; Elmore, 1991; Carpio et al., 2018) debiendo ésta ser moderada,

convenientemente dirigida y dosificada, evitando provocar daño a la madre y a la

cría (Grunert y Ebert, 1990; Cuzco, 2012).

Según Arthur et al., (1996) y Guallpa (2012) la intensidad de la fuerza a utilizar

para la extracción del feto debe ser controlada. En los bovinos no debe superar la

fuerza que puedan ejercer dos hombres, su aplicación y dirección deben simular lo

más fielmente posible los esfuerzos fisiológicos de un parto normal.

Una tracción prematura sólo puede complicar la situación. La extracción forzada

está indicada cuando un feto vivo se encuentra en actitud y posición normales,

siendo su presentación anterior o posterior. El feto no puede ser expulsado por la

10

debilidad o ausencia de pujos, aun existiendo una relación adecuada entre los

diámetros maternos y el tamaño fetal (Grunert y Ebert, 1990; Rutter, 2013).

Esta intervención también está indicada cuando existe una falta de relación

materno-fetal que puede ser vencida sin provocar daño, y también está indicada

después de la realización de alguna corrección de estática fetal. Esta intervención

está contraindicada frente a malformaciones fetales, hidropesía fetal, exóstosis

pélvica, fetos absoluta o relativamente grandes, pelvis juvenil, posiciones y

actitudes anómalas y presentaciones transversales o verticales (Grunert y Ebert,

1990; Guallpa, 2012).

Versión: combina tracción y retropropulsión; se aplica cuando la posición fetal es

atípica. Este procedimiento es difícil en animales grandes (Carpio et al., 2018).

TRAUMATISMOS CONSECUTIVOS AL PARTO

Lesión de la pared vaginal y hemorragia

La rotura de la pared vagina con hemorragia es una complicación frecuente,

observada sobre todo en vaquillonas sobrealimentadas, con terneros grandes, una

lubricación insuficiente durante la tracción del ternero al momento del parto y o

una tracción demasiado rápida que no permite la dilatación normal de la vagina y

vulva (Grunert et al., 1971; Derivaux y Ectors, 1984; Grunert y Ebert, 1990; Meijer,

2005).

Por lo general, la pared lateral de la vagina se desgarra aproximadamente 10-

20cm desde los labios de la vulva, dorsal al orificio uretral externo. Puede

producirse prolapso de una masa grande de grasa pelviana por el desgarro y

sobresalir a través de los labios vulvares (Figura 1). La rotura de la arteria vaginal

se palpa fácilmente en la pared lateral de la vagina en el punto del desgarro,

puede producir una hemorragia grave y con frecuencia mortal en la hora siguiente

al parto. (Grunert et al., 1971; Derivaux y Ectors, 1984; Grunert y Ebert, 1990;

Blowey y Weaver, 2004).

11

Figura 1: Lesión de la vagina con rotura de la arteria vaginal (Blowey y Weaver, 2004).

Lesiones y Hemorragia uterina

Entre las causas principales de estas heridas pueden mencionarse contracciones

uterinas muy violentas estando el feto en actitud, presentación o posición

anómala, fetos anquilosados, malformaciones, movimientos exagerados del feto,

torsión uterina, traumatismos obstétricos durante la extracción fetal, la fetotomía,

la sección de pedículos cotiledonarios en la histerotomía, o incluso lesiones en un

útero prolapsado (Figura 2) (Grunert et al., 1971;Derivaux y Ectors, 1984;Grunert y

Ebert, 1990; López, 2008).

12

Figura 2: Útero prolapsado con asas intestinales en contacto con el ambiente debido a un desgarro

uterino (Rivera Gaona, 2015).

Desde el punto de vista clínico se distinguen rupturas no perforantes que abarcan

mucosa y miometrio, y perforantes que además comprometen a la serosa, en este

último caso se trata de complicaciones muy serias. Sólo pueden diagnosticarse si

el lugar de la lesión está al alcance de la mano, en caso contrario se lo puede

sospechar por los signos clínicos (Grunert et al., 1971; Grunert y Ebert, 1990;

Meijer, 2005).

Los signos clínicos son comunes a cualquier hemorragia interna: apatía, anorexia,

mucosas pálidas y blanquecinas, pulso débil, rápido, filante, temblores musculares

generalizados o más específicamente localizados en los ancóneos y en el tríceps

crural; enfriamiento de las extremidades, estación, marcha titubeante y vacilante,

pronto seguidas de decúbito permanente con imposibilidad de levantarse. Los

flujos vulvares sanguinolentos no son observados; pero la exploración manual del

útero permite reconocer la presencia de sangre y coágulos en la cavidad que

pueden ser eliminados en parte al exterior por los esfuerzos expulsivos del animal.

(Grunert et al., 1971; Derivaux y Ectors, 1984; Grunert y Ebert, 1990; Amiot, 2004;

López, 2008).

13

El pronóstico varía desde reservado a grave, de acuerdo con la extensión y

ubicación de la lesión, la intensidad de las hemorragias, el contenido uterino

(infectado o no), la oportunidad de la intervención, etc. Antes de intentar un

tratamiento debe evaluarse si realmente es recomendable hacerlo. En muchos

casos es preferible un aprovechamiento inmediato del animal mediante el

sacrificio. No debe olvidarse que no basta salvar la vida de la vaca, sino que

también debe conservarse fértil (Grunert et al., 1971; Grunert y Ebert, 1990; Amiot,

2004; Schmitt, 2005).

Los desgarros longitudinales, de extensión limitada (5 cm) situados a nivel del

techo uterino pueden obturarse y resolver por si solos, a consecuencia de la

retracción del órgano, la cual puede estar favorecida por la inyección de oxitocina.

La cura de los desgarros más extensos necesita evidentemente la sutura de la

solución de continuidad. Si el desgarro compromete a la arteria uterina el

pronóstico es generalmente nefasto (Grunert et al., 1971; Derivaux y Ectors, 1984;

Grunert y Ebert, 1990; Amiot, 2004).

Hematomas

No es raro, a consecuencia de partos laboriosos (tracciones excesivas, parto seco,

fetotomía) que se produzcan hematomas en el interior de la pelvis a nivel de la

vulva y del periné. Estos hematomas pueden reabsorberse, organizarse, o

abscedarse; originan una estrechez vaginal, la compresión o la modificación de

determinados órganos (uretra, recto) lo que tiene por efecto dificultar la micción o

la defecación y provocar esfuerzos expulsivos por parte del animal (Derivaux y

Ectors, 1984).

Necrosis por compresión

Se trata de la presentación de necrosis en el vestíbulo, vagina o cérvix como

consecuencia de partos prolongados cuando el feto permaneció encajado durante

largo tiempo. Por la compresión se producen zonas de isquemia que

14

posteriormente se necrosan. Estas lesiones sólo se reconocen clínicamente

algunos días después del parto (Grunert y Ebert, 1990; Villeval, 2012).

Compresiones, laceración, sección de intestino

En un parto, incluso normal, cuando el feto está en presentación posterior, puede

ocurrir que un asa de intestino delgado o una porción del colon penetren en la

pelvis y se encuentre comprometida entre el canal duro y el feto. La compresión

puede generar hasta la sección del intestino (Derivaux y Ectors, 1984; Villeval,

2012).

Rotura del periné y fístula recto vaginal

Estas lesiones (Figura 3) son prácticamente siempre consecuencia de la

extracción incorrecta y violenta del ternero. También puede observarse en vacas

primíparas, en casos de hipoplasia de vulva y vagina o acentuado anillo himenal,

cicatrices exuberantes de procesos anteriores, parto con ayuda antes de tiempo,

auxilio obstétrico inadecuado, falta de protección del periné, fetos relativos o

absolutamente grandes, fetos en posición ventral y monstruosidades fetales

(Derivaux y Ectors, 1984; Grunert y Ebert, 1990; Blowey y Weaver, 2004; Rutter,

2013).

En los primeros días, luego de producida la lesión, el animal presenta pujos y

movimientos de expulsión, que cesan después de la cicatrización. Cuanto más

viejo es el desgarro tanto más manifiesta se hace la atrofia de los bordes de la

herida, la abertura común para eliminación de materia fecal y orina disminuye de

tamaño y las perspectivas de restitución son menos favorables (Rutter, 2013).

15

Figura 3: Laceraciones en pared vaginal dorsal mucosa anal desgarrada, 5 días después del parto

(Blowey y Weaver, 2004).

Según las características de las lesiones y los tejidos involucrados, las lesiones

del periné se clasifican en (Derivaux y Ectors, 1984; Rutter, 2013):

1- Ruptura parcial del periné: Sin llegar a interesar el esfínter anal, se observa un

desgarro entre la vulva y el ano, o en lateral de la vulva.

2- Ruptura y perforación a nivel del anillo himenal: La misma puede ser superficial

(sólo interesa la mucosa y submucosa vaginal) o profunda (fístula recto-vaginal).

3- Ruptura total: Interesa vulva, vagina, recto y esfínter anal, formándose una

salida común entre recto y la vagina; es la denominada cloaca recto-vaginal. La

ruptura perineal total o completa, una vez producida consta de dos labios uno

derecho y otro izquierdo, irregularmente desgarrados; ambos se unen hacia

craneal en un ángulo agudo. El largo de los labios de la herida depende de la

profundidad del desgarro perineal que varía de 2 a 25 cm.

Todo desgarro producido durante el parto en el ámbito de la vulva y el vestíbulo

vaginal debería ser suturado inmediatamente o dentro de las 12 horas de

finalizado el parto. Si esta sutura no se pudo realizar, deberá intentarse la

corrección del defecto, luego de una cicatrización por segunda intención (Rutter,

2013). Sin tratamiento quirúrgico el tracto genital se mantiene permanentemente

16

abierto, y queda en contacto con las heces. Como complicaciones de las lesiones

perineales se citan infecciones secundarias (vaginitis, cervicitis, endometritis),

pneumovagina, pneumómetra, pneumorecto, enfisema perivaginal (Derivaux y

Ectors, 1984; Grunert y Ebert, 1990; Rutter, 2013).

Prolapso de útero

Es una lesión propia del postparto inmediato que consiste en la retroversión del

órgano de forma que la mucosa se haga visible exteriormente (Figura 4) (Derivaux

y Ectors, 1984; Adjou y Lichtenberger, 2011; Cuzco, 2012).

Figura 4: Prolapso completo de útero en vaca Holando argentina (Garnero y Perusia, 2002).

El prolapso uterino se llama simple cuando la víscera está intacta y no alterada y

se dice que es complicado cuando se acompaña de la reinversión de otro órgano,

principalmente la vejiga o el intestino (Derivaux y Ectors, 1984; Cuzco, 2012).

En cuanto a las causas predisponentes, se puede mencionar la relajación de los

ligamentos suspensorios del útero (lo que explica la rareza de la patología en

animales primíparos y su mayor frecuenta en animales viejos), la inercia uterina y

el cierre insuficiente del cuello uterino (Derivaux y Ectors, 1984; Bencomo, 2010).

También se presenta en partos laboriosos y principalmente en los partos secos, en

los que la pared uterina queda pegada al feto. La hipocalcemia aguda postparto y

el prolapso uterino pueden estar asociados en un 30 % de los casos (Derivaux y

Ectors, 1984; Cuzco, 2012).

17

OBJETIVOS

Describir las lesiones de la hembra bovina consecuentes a un parto

distócico.

Presentar un caso clínico de un bovino Charolaise que se presentó en

l’École nationale vétérinaire, agroalimentaire et de l'alimentation de Nantes-

Atlantique, ONIRIS, Nantes, Francia, atendido por complicaciones

consecuentes a una distocia.

18

Descripción del caso clínico

El episodio ocurrió en Nantes, Francia con un bovino hembra derivado a L’Ecole

Nationale Vétérinaire, Agroalimentaire et de l’Alimentation Nantes-Atlantique.

Por disposición del Colegio, y a causa del habitual contrato que se realiza con los

productores que ceden sus animales, se encuentran reservados los datos de

identidad del propietario, la ubicación de su establecimiento y algunos aspectos en

cuanto a su producción. En esta Casa de Estudios, sólo se otorga al alumnado la

información que entrega el productor al momento del envió del animal, a fin de

poder dilucidar de manera educativa la causa por la cual el animal llegó a ese

estado y a partir de allí, los alumnos, colaboradores y profesores, intentaran

subsanar la afección; de no poder resolverse el problema se considera que hay un

tiempo estipulado de estadía ya que hay otros animales que deben ir entrando al

hospital para también poder analizar y tratar sus afecciones.

A los animales que no evolucionan y que se encuentran en mal estado se les

practica la eutanasia, para luego realizarles una necropsia y analizar las lesiones

que los mismos tengan y continuar con la investigación de las causas que llevaron

al animal a esa situación. En algunas ocasiones se envían a necropsia animales

que se encuentran en un estado “estable” pero se prioriza un ciclo entre bloques

educativos, ya que estos animales donados se utilizan para la enseñanza en las

rotaciones del Hospital Escuela de Grandes Animales, como también la rotación

de necropsias y alguna otra área según el caso lo amerite.

Cabe destacar que los animales son donados a la Universidad por productores

asesorados por sus respectivos veterinarios. Estos casos no deberían ser

enviados a faena, porque provocarían una multa para el productor, al estar

afectados por enfermedades que llevarían al decomiso total de la res. El presente

caso ingresó por donación al Hospital Escuela el 21 de abril de 2017 y se trabajó 4

días para luego derivarlo a la Sala de Necropsia.

19

Al momento del ingreso del animal al hospital no se lo examinó inmediatamente,

se dejó que se tranquilice para que poder luego recolectar los signos clínicos sin

que el estrés del viaje interfiera en la fehaciente manifestación de los mismos.

Reseña

Especie: Bovino (Figura 5)

Sexo: Hembra

Raza: Charolaise

Edad: 7 años un mes y 23 días de vida (al momento de entrar al hospital).

Peso: 470 kg

Identificación del animal: Caravana 3060.

Nombre: Bonnie.

Numero de dosier del animal: 17193.

Figura 5: Imagen del caso clínico, obtenida durante la hospitalización (24/04/2017), Fuente: École

nationale vétérinaire, agroalimentaire et de l'alimentation de Nantes-Atlantique, ONIRIS, Nantes,

Francia.

Anamnesis

A partir de las preguntas realizadas al propietario se registra que el animal había

cursado una distocia el 18/03/17, como consecuencia de parir un ternero

20

absolutamente grande que, a su vez, presentaban una actitud con miembro

anterior en flexión. La distocia fue resuelta por atención veterinaria.

En cuanto a la alimentación del animal se destaca que se encontraba en pastoreo

consumiendo únicamente forrajes en pie. Con respecto al plan sanitario del rodeo

sólo se registró la administración de Ivermectina (Ivomec D®) a razón de 200

mg/kg, vía subcutánea, sobre las vaquillonas y las vacas en el mes de diciembre

de 2016.

Otro dato relevante se observó el día 13/04/17 encontrándose el animal con

hipertermia, anorexia, adelgazamiento, orejas caídas, y en decúbito esternal. El

profesional actuante, (el 15/04/17) administró como terapéutica un imán

intraruminal (ante la hipótesis que un cuerpo extraño metálico en el tracto digestivo

estuviese causando alguno de los signos del animal), Oxitetraciclina

(Duphacucline®) dosis de 20 mg/kg, vía intramuscular, por 5 días consecutivos

Meloxicam (Metacam®) 0,5 mg/kg, vía subcutánea por 3 días. En los días

consecutivos se notó una mejoría del animal.

El día 18/04/17 el médico veterinario responsable de atender el establecimiento

realizó una palpación transrectal y al apreciar una deformación en el útero, llegó a

la sospecha de la existencia de un absceso el mismo. Ante la detención del

tratamiento el 20/04/18 se observó una diarrea profusa y se decide la donación a

la Escuela Veterinaria.

Examen Objetivo general (EOG):

A la inspección, el estado general del paciente fue considerado de regular a malo

al evidenciar un score corporal de 2 (Escala de 1 a 9) y manto deslucido. Los

resultados de los otros datos y parámetros del EOG incluyeron:

Sensorio: Alerta.

Estado de hidratación: 5 % de deshidratación.

Temperatura corporal: 38,2 °C.

Frecuencia cardiaca: 64 latidos por minuto.

21

Frecuencia respiratoria: 24 movimientos respiratorios por minuto.

Frecuencia ruminal: 5 contracciones ruminales durante 5 minutos.

Apetito y sed: Normales.

Linfonódulos superficiales: Sin particularidades.

Examen Objetivo Particular:

Sistema digestivo

Prensión de los alimentos: Normal.

Masticación y deglución: Normal.

Esófago: Sin particularidades.

Pared abdominal derecha: Sin particularidades.

Pared abdominal izquierda: Flanco con aspecto deprimido.

Amplitud de contracciones ruminales: Normal.

Sonido de fermentación: Presente.

Heces: Diarreicas, color amarronado de consistencia líquida.

Aparato respiratorio

Ausencia de disnea, amplitud y ritmo normal.

Sistema cardiovascular

Ausencia de edemas y yugulares invisibles.

Sistema Ocular:

Ojos: Normales.

Pupilas: Normales.

Sistema urinario:

Cantidad de orina emitida: Normal.

Dolor a la micción: Ausente.

Dificultad a la micción: Ausente.

Color de la micción: Normal.

22

Exámenes complementarios

Se realizó un análisis coproparasitológico por método de MacMaster y método de

Stoll el 24/04/2017, cuyos resultados indicaron la ausencia de elementos

parasitarios en números significativos.

Análisis Sanguíneo:

23

El análisis sanguíneo arrojó algunos valores alterados (se detallan entre

paréntesis los valores normales):

- Albumina 24g/L (superior a 27g/L)

- Glóbulos Rojos: 3,8x106/μL (5x106/μL – 10x106/μL)

- Fibrinógeno: 5,3 g/L (1,0 g/L - 2,5 g/L)

Los resultados indicaron la presencia de una anemia moderada normocítica

normocrómica y trombocitosis compatibles con un proceso inflamatorio. A su vez,

se observó una leucopenia moderada con linfopenia atribuible a corticoides

endógenos o exógenos, una fase aguda de infección viral, bacteriana o una

septicemia.

Con respecto al fibrinógeno, el mismo se encontró elevado y esto se asocia con la

peritonitis crónica que aquejaba al animal.

Con el transcurso de los días del animal en el hospital se observó que el bovino

manifestaba una diarrea acompañada de adelgazamiento con conservación del

apetito.

Ya habiéndose cumplido un ciclo del animal dentro del Hospital Escuela, y ante la

falta de evolución en su salud, se decidió practicarle la eutanasia y enviarlo al

Servicio de Necropsia.

Planilla de necropsia

Se realizó la necropsia el 24/04/2018

Lesiones Significativas:

- Hematoma organizado de 40 cm de diámetro a nivel abdómino-pélvico

delimitado por una cápsula fibrosa de grueso espesor, adherida al recto y al

útero (Figuras 6 a 8).

- Absceso pulmonar crónico de 2cm localizado en el lóbulo caudal derecho.

- Contenido digestivo poco abundante y líquido.

24

Lesiones no significativas:

- Ulceras abomasales ligeras.

- Fasciolas hepáticas intrabiliares en cantidad moderada.

Figura 6: Útero del animal, con foco de fibrina organizada. Fuente: École nationale vétérinaire,

agroalimentaire et de l'alimentation de Nantes-Atlantique, ONIRIS, Nantes, Francia

Figura 7: Cápsula del hematoma, adherido al recto luego de haber sido separado del útero. Fuente:

École nationale vétérinaire, agroalimentaire et de l'alimentation de Nantes-Atlantique, ONIRIS,

Nantes, Francia.

25

Figura 8: Líquido proveniente del interior del hematoma. Fuente: École nationale vétérinaire,

agroalimentaire et de l'alimentation de Nantes-Atlantique, ONIRIS, Nantes, Francia

A partir de los datos registrados en la necropsia se observa que el hematoma

organizado de 40 cm de diámetro, localizado a nivel del abdomen caudal y

limitado por una cápsula fibrosa adherida al útero y al recto, tuvo probablemente

origen a partir de la ruptura de un vaso intrauterino debido al parto distócico que

cursó el animal. La organización conjuntiva de este hematoma ha creado

adherencias fibrosas genito-digestivas generando un disturbio de la motilidad

gástrica que permitiría explicar la diarrea y los demás signos clínicos asociados

observados.

26

Discusión:

El caso clínico se enmarca en un cuadro generado por una distocia, que provocó

un daño en el útero de una vaca Charolaise de 7 años de edad, con significativas

consecuencias a nivel sistémico. Finalmente, esta situación derivó en la eutanasia

de la misma por falta de evolución en su estado sanitario y por protocolo de

trabajo establecido al haber cumplido un ciclo educativo en el Hospital Escuela de

la L’Ecole Nationale Vétérinaire, Agroalimentaire et de l’Alimentation Nantes-

Atlantique.

Como causa de la distocia se destaca la presencia de un ternero absolutamente

grande, es decir de un peso mayor al promedio de la raza, con una vaca de

proporciones normales. El ternero, a su vez, se presentó con una actitud

patológica de miembro en flexión. Las desproporciones entre el feto y la pelvis de

la madre son consideradas la principal causa de distocias en el bovino (Grunert et

al., 1971; Derivaux y Ectors, 1984; Grunert y Ebert, 1990; Rutter, 2013; Alcay et

al., 2016). Para reducir los riesgos de distocia debe considerarse la correcta

selección del padre, ya que se deberían priorizar toros cuyas crías tengan bajo

peso al nacer (Campero, 1998; Campero, 1999). El conocimiento del efecto que el

toro provoca en la variable peso al nacer es de suma importancia en los criterios

de selección de reproductores (Menchon, 2010).

Con respecto a las particularidades del miembro anterior en flexión del ternero al

momento del parto, no se obtuvieron detalles por falta de información en la

anamnesis. Según Derivaux y Ectors, (1984); Pardo y Saelzer, (2006); y Villeval,

(2012) esta actitud patológica en presentación anterior puede ser con el carpo en

flexión, o de la articulación escápulo-humeral (encuentro) en flexión. En ambos

casos, estas actitudes patológicas debieron resolverse aplicando diversas

maniobras obstétricas, preservando la salud reproductiva y la vida de la madre, y

en lo posible, del ternero (Rutter, 2013). Para lograr la rectificación del miembro,

deben primero realizarse maniobras de retropropulsión, una vez modificado el eje

del miembro en la extensión, se realiza tracción forzada para extraer al feto

27

(Grunert y Ebert, 1990; Vatti, 1993; Guallpa, 2012; Rutter, 2013; Carpio et al.,

2018).

Específicamente si el carpo se encuentra flexionado, debe empujárselo hacia el

útero lo más profundo posible; luego el operador toma el metatarso intensificando

el retroceso de la articulación, para deslizar la mano sobre la articulación

metacarpo-falangeana hasta tomar la pezuña. De esta manera se extiende el

miembro, protegiendo a su vez a la pared del útero de potenciales laceraciones

por la pezuña del feto. Si la pezuña es difícil de alcanzar directamente, se pasa un

lazo y se fija a nivel de la primera falange; así mientras el operador rechaza el

carpo con una mano tira lentamente el lazo hacia atrás y hacia arriba con la otra.

Esta maniobra debe hacerse con precaución para evitar la producción de lesiones

uterinas. Es ventajoso cubrir el casco con la mano al momento de que sea posible

abordarlo (Derivaux y Ectors, 1984; Pardo y Saelzer, 2006;Villeval, 2012).

Cuando el feto se encuentra con la articulación escápulo-humeral en flexión, la

maniobra de rectificación se realiza en dos tiempos. En el primero tiempo, se

transforma la actitud de encuentro en flexión a carpo en flexión, combinando

movimientos de retroceso de la escápula con el de tracción hacia adelante del

carpo mediante un lazo. En el segundo tiempo, se debe modificar la actitud de

carpo en flexión a una actitud fisiológica en extensión (Derivaux y Ectors, 1984).

La estática fetal inadecuada sumada a el gran tamaño del ternero, pueden

provocar lesiones al útero de la madre (Grunert et al., 1971; Derivaux y Ectors,

1984; Grunert y Ebert, 1990; López, 2008), hecho observado en el caso clínico.

Esta circunstancia explica los signos clínicos que presentó el animal en el

transcurso de los días siguientes al parto: hipertermia, anorexia, adelgazamiento,

orejas caídas, decúbito y los resultados de los análisis sanguíneos (anemia

moderada normocítica normocrómica y trombocitosis compatibles con un proceso

inflamatorio). Dichos signos se pueden corresponder con signos de cualquier

hemorragia interna, entre ellas las consecuentes a lesiones de la pared del útero

(Grunert et al., 1971; Derivaux y Ectors, 1984; Grunert y Ebert, 1990; López,

2008). La lesión de la pared del útero, provocó la formación de un hematoma de

28

gran tamaño que explica la masa que fue palpada por el veterinario sobre el útero.

El hematoma y la acumulación de fibrinógeno generaron una peritonitis crónica,

con la consecuente adherencias entre el útero y el tracto intestinal del paciente

que provocaron alteraciones digestivas (diarrea acompañada de adelgazamiento

con conservación del apetito). Esta peritonitis crónica explica los valores alterados

de fibrinógeno en el análisis hematológico del paciente, ya que según Fidalgo

(2003) este valor se encuentra elevado cuando un paciente sufre esta lesión. La

ausencia de elementos parasitarios en los resultados de la prueba de MacMaster y

método de Stoll quitan la posibilidad de adjudicar la diarrea a causas parasitarias y

refuerzan la hipótesis de que la misma se debió a la peritonitis crónica.

Descartando a estos agentes como generadores de la diarrea, debió pensarse

también en otros que pudieron causar los signos de diarrea crónica, como por

ejemplo, paratuberculosis, tuberculosis, salmonelosis crónica, linfosarcoma del

abomaso, carencia de cobalto/cobre/selenio, insuficiencias renales (pielonefritis,

amiloidosis), trombosis de la vena cava posterior y cardiopatías (Savey, 2009).

Es pertinente destacar que según Delgado, et al. (2018) la peritonitis crónica

puede dar lugar según la gravedad a la pérdida de peso, la anorexia y la

disfunción del sistema digestivo entre otras alteraciones. Este tipo de alteraciones

podrían agravarse siendo las mismas incompatibles con la vida, lo cual es

probable que hubiese pasado en este caso por los signos que el animal presentó

en el transcurso de la enfermedad y por las lesiones halladas al momento de la

necropsia

Es destacable la ausencia en la revisación clínica de un examen transrectal, ya

sea por palpación o ultrasonografía. Esta situación se debe a que con los animales

de razas de temperamento violento, y con animales que presenten actitudes

agresivas, se prefiere resguardar la salud del alumnado y de los profesores ante la

falta en el Hospital Escuela de infraestructura de inmovilización que minimice los

riesgos al realizar la revisación.

Según Rutter, (2013) es necesario evaluar en el puerperio la pérdida de la

condición corporal (la cual se vio claramente alterada en el caso clínico), los

29

antecedentes del parto (el cual fue distócico), la secundinación, la presencia de

flujos por vagina periné y cola, el cérvix aumentado de tamaño y su ubicación con

respecto a la pelvis y a los días transcurridos desde el parto, el tamaño y el

contenido del útero (sobre todo en el cuerno gestante).

Según Rutter (2013) entre los métodos diagnósticos que pudieron ser aplicados

para detectar particularmente la lesión presentada en este caso clínico se

destacan:

- La palpación transrectal, para evaluar el diámetro cervical, la ubicación del

útero, la simetría y diámetro de los cuernos uterinos, el espesor de la pared

y el contenido uterino.

- La vaginoscopía, para evaluar el tipo y las características de la colecta en

fondo de vagina.

- La ecografía, para analizar la involución del útero, cuantificando

dimensiones y su contenido.

Estos procedimientos diagnósticos, ayudan al análisis de la situación post parto

del animal y, a su vez, permiten evidenciar lesiones como las detalladas en el caso

clínico y su evolución ante la instalación de un tratamiento.

El pronóstico ante este tipo de lesiones uterinas varía desde reservado a grave, de

acuerdo con la extensión y ubicación de la lesión, la intensidad de las

hemorragias, el contenido uterino (infectado o no), la oportunidad de la

intervención, etc. Antes de intentar un tratamiento debe evaluarse si realmente es

recomendable hacerlo. En muchos casos es preferible un aprovechamiento

inmediato del animal mediante el sacrificio. No debe olvidarse que no basta salvar

la vida de la vaca, sino que también debe conservarse fértil (Grunert et al., 1971;

Grunert y Ebert, 1990).

30

Conclusión

La distocia es una afección que puede ser generada por múltiples factores,

algunos de los cuales pueden ser evitados a través de la prevención y otros,

propios de la idiosincrasia del animal. Sólo puede ser resuelta a través de

maniobras obstétricas que deberán ser seleccionadas y ejecutadas según las

circunstancias del caso y el criterio del veterinario actuante.

Existen múltiples lesiones que pueden observarse tras la falta de intervención en

una distocia o por una intervención errónea del obstetra.

En las distocias pueden generarse lesiones internas, difícilmente apreciables al

momento del parto. Una intervención tardía sobre su resolución puede derivar en

consecuencias sobre la capacidad reproductiva o la salud del animal.

Con respecto al caso, se concluye que el animal fue sacrificado con fines

educativos, ya que en el momento de la eutanasia la salud del animal se

encontraba comprometida, pero su pronóstico según los parámetros descriptos no

era nefasto, el mismo se encuadraría dentro de un pronóstico grave, sin embargo,

a los fines educativos y según el protocolo establecido por la universidad se tomó

la decisión de realizar la eutanasia con la consiguiente necropsia para los mismos

fines. Consecuentemente a la necropsia se entiende que a causa de la magnitud

de la peritonitis crónica que se apreció en la misma, era esperable que la salud del

animal empeorara.

31

Bibliografía

1. Adams, D. C.; Colburn, D. J.; Deutscher, G. H.; Nielsen, M. K. Effects of

sire, dam traits, calf traits, and environment on dystocia and subsequent

reproduction of two-year-old heifers. 1997 Disponible en URL:

http://digitalcommons.unl.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1510&context=ani

malscifacpub. Fecha de consulta: 10/07/2018

2. Adjou, k.; Lichtenberger, K. Conduite à tenir lors de prolapsus utérin chez la

vache, étape par étape 2011. Disponible en URL:

https://www.lepointveterinaire.fr/publications/la-semaine-veterinaire/article/n-

1473/conduite-a-tenir-lors-de-prolapsus-uterin-chez-la-vache-etape-par-

etape.html Fecha de consulta: 22/07/2018

3. Alcay, C.; Carreño, L.; Espada, M.; Figueras, L.; Sastre L.; Villarroya A. El

parto distócico en el ganado vacuno 2016. Disponible en URL:

http://www.produccion-animal.com.ar/informacion_tecnica/cria_parto/18-

parto_distocico.pdf Fecha de consulta: 04/08/2018

4. Alejo, D.; Campero, C. M.; Faverín, C.; Fernández Sainz, I. Caracterización

de partos y mortalidad perinatal asociado a genotipos en ganado de carne.

2000 Disponible en URL:

http://www.produccion-animal.com.ar/informacion_tecnica/cria_parto/57-

partos_mortalidad_perinatal_genotipos.pdf Fecha de consulta: 11/07/2018.

5. Amiot, J. (2004) Contribution a l’etude des sutures des dechirures de

l’uterus chez la vache par renversement provoque de l’organe. Pág 65-73

6. Arthur G. H., Noakes D. E., Pearson H., Parkinson T. J. (1996) pp726.

In:Veterinary Reproduction and Obstetrics. 7th ed. London, WB Saunders.

7. Bencomo, A. B. G. (2010) Manejo Sanitario Eficiente del Ganado Bovino:

Principales Enfermedades. Pág 44-46

32

8. Berger, P.J., Johanson, J.M. (2003). Birth weight as a predictor of calving

ease and perinatal mortality in Holstein cattle. Jornal of Animal Science 86,

3745-3755.

9. Blowey, R. W.; Weaver, D. W. (2004). Atlas a color de enfermedades y

trastornos del ganado vacuno segunda edición. Pág. 164-170

10. Campero, C.M. (1998) Pérdidas perinatales y neonatales en terneros de

rodeos de cría. Therios 27, 130-148.

11. Campero, C.M. (1999) Selección y manejo de los toros en rodeos de cría.

Revista de Medicina Veterinaria 80, 58-65.

12. Carpio, J.; Guanga, J.; Sharup, D.; Zhinin, A. Partos y distocia en bovinos.

2018 Disponible en URL: https://fr.slideshare.net/dianasharup/parto-

ydistociaenbovinos Fecha de consulta:06/08/2018

13. Carrillo J. (1996) pp 135-140. En: Manejo de un rodeo de cría. Editorial

Hemisferio Sur. Cuarta reimpresión.

14. Chastant-Maillard S., Courouble F., Mialot J. P., Remy D. (2002).pp 94. En :

Les interventions obstétricales chez les animaux de rente (bovins, ovins,

caprins, équins, porcins) Polycopié. Ecole Nationale Vétérinaire d'Alfort,

Unité Pédagogique de Reproduction.

15. Cuzco, C. M. G. (2012) Presentación de prolapso uterino y vaginal en

hembras bovinas adultas. Pág. 15

16. Derivaux, J.; Ectors, F. (1984) Fisiopatología de la gestación y obstetricia

veterinaria. Pág 91-240

17. Delgado, A., Montenegro, M., Sandoval, R. Reticuloperitonitis a cuerpo

extraño. 2018. Disponible en URL:

http://www.actualidadganadera.com/articulos/reticuloperitonitis-cuerpo-

extrano.htmlFecha de consulta: 01/12/2018

18. Dufty, J. H. y Ŝloss, V. (1986). Manual de Obstetricia Veterinaria.

Compañía Editorial Continental S. A. DEC. V., México D. F.

19. Ebert, J. La obstetricia en la ganadería moderna. 1990.Disponible en URL:

http://www.vet.unicen.edu.ar/ActividadesCurriculares/ObstetriciaInseminacio

33

nArtificial/images/Documentos/Obst.%20en%20ganaderia%20moderna.pdf

Fecha de consulta: 14/07/2018

20. Ectors F., Hanzen C., Lourtie O., 1999. La césarienne dans l'espèce bovine.

Service d'obstetrique et de pathologie de la reproduction des rumiants,

equides et porcs, Université de Liège. Article de synthèse et de formation

continue tiré des annales de médicine vétérinaire n 2, tome 153, 8 pages.

21. Elmore, R. G. (1991). Diagnóstico de gestación y parto. En: Lain J A,

Morgan B, Wagner W. Fertilidad e Infertilidad en la práctica veterinaria.

4°Ed. Pág. 68-84.

22. Fidalgo, L. E. A., Rejas, J. L., Ruiz de Gopegui, R. F., Ramos, J. A. (2003)

Medicina Veterinaria. Pág. 293

23. Fioretti, C. Distocia, la dificultad de parto. 2010. Disponible en URL:

http://www.produccion-animal.com.ar/informacion_tecnica/cria_parto/07-

distocia.pdf Fecha de consulta: 30/10/2018

24. Garnero, O., Perusia, O. (2002) Manual de anestesias y cirugías de bovino.

Pág.70-71

25. Gonzalez, K. Distocia en bovinos. 2018 Disponible en el URL:

https://zoovetesmipasion.com/ganaderia/reproduccion-bovina/parto-

distocico-en-bovinos/Fecha de consulta: 28/07/2018

26. Guallpa, G. A. T. (2012). Distocias y técnicas quirúrgicas en bovinos. Pág.

29

27. Grunert, E.; Bove, S.; Stopiglia, A., V. (1971) Guía de obstetricia veterinaria

Pág. 13-133

28. Grunert, E.; Ebert, J., J. (1990) Obstetricia del bovino. Pág 45-198

29. Huth, F. W., Smidt, G. y VonSchutzbar W. (1977)

"ErgebnissemehrjährigerAufzeichnungenüberGeburtsverlaufundKälberverlu

ste in vierVersuchsbetrieben" Tierzüchter 29, 248-252

30. Lopez, J. Distocias. 2008. Disponible en URL:

https://www.reproduccionveterinaria.com/patologias-de-la-

reproduccion/distocias/ Fecha de consulta: 15/10/18

31. Meijer, F. (2005). Dystocies d’origine foetale chez la vache. Pág 22-83

34

32. Menchon, P. (2010) Criterios para la selección de toros cruzantes. Rev.

Hereford, Bs. As., 75(651):38-42

33. Pardo, E.; Saelzer, P. J. (2006). Obstetricia y ginecología Managua

Nicaragua. Universidad Nacional Agraria. Pág. 81-88

34. Pauzac, F. (1875). La dystocie chez la vache. Pág. 3

35. Price, T. D.; Wiltbank. J. N. Distocia in cattle. A review and implications.

1978 Disponible en URL:

http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0301622684900575Fecha

de consulta: 13/07/2018.

36. Rivera Gaona, M. G. Manual de patologiareproductiva hembra bovina.

2015. Disponible en URL:

http://patologiareproductivabovina.blogspot.com/p/patologias-del-

puerperio.htmlFecha de consulta: 07/10/2018

37. Roberts, S. J. (1979). Operaciones Obstétricas cap. 9 en Obstetricia

Veterinaria y Patología de la Reproducción (Teriogenología), Buenos Aires,

Hemisferio Sur, 1021 p.

38. Rovira, J. (1996) Manejo nutritivo de los rodeos de cría. Pág. 336 p.

39. Rutter, B. (2013). Obstetricia y neonatología bovina. Pág. 67-150

40. Savey, M. M. (2009) Paratuberculose des ruminants. Pág. 12

41. Serrano, J. Distocia en imagenes. 2009.Disponible en URL:

http://jairoserrano.com/2009/04/distocia-en-imagenes/ Fecha de consulta

30/10/2018

42. Schmitt, D (2005). Les dystocies d’origine maternelle chez les bovins. Pág

7-47

43. Tavernier H. (1954). Guide de pratique obstétricale chez les grandes

femelles domestiques. 2 ème édition. Vigotfrèreséditeurs, Paris, 353 Pág.

53

44. Vatti, G. (1993). Manual de obstetricia y ginecología veterinarias, tomo III.

Facultad de medicina veterinaria de la universidad de Nápoles. Pág. 350.

45. Villeval, J. (2012) Méthodes de prise en charge des dystocies bovines en

élvage allaitant et mixte allaitant/laiter en France. Pág. 28 – 64