tres posiciones fundamentales en el problema de la libertad

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Tres posiciones fundamentales en el problema de la libertad La responsabilidad moral requiere que el agente actúe, no como resultado de una coacción irresistible, sino como fruto de una decisión. Sin embargo, aunque el hombre pueda actuar libremente en ausencia de una coacción, siempre se encuentra sujeto a ciertas causas que influyen, y hasta determinan su acción. El problema de la responsabilidad moral depende entonces de la relación entre la libertad y la necesidad, es decir: entre la determinación causal de la conducta humana y la libertad de la voluntad. ¿Hasta qué punto podemos afirmar que somos responsables moralmente? En el intento de responder a esta cuestión se han dado fundamentalmente tres posturas, que describiremos a grandes rasgos. La primera plantea un determinismo en sentido absoluto; la segunda un libertarismo también concebido en sentido absoluto; y la tercera defiende una relación de compatibilidad ‘razonable’ entre libertad y causalidad. 1) El determinismo absoluto Parte del principio de que todo tiene una causa. La experiencia cotidiana y la ciencia confirman a cada paso esta tesis determinista. De hecho, la ciencia parte del supuesto de que todo hecho tiene su origen en una causa, aunque no podamos conocerla. El progreso científico ha consistido históricamente en extender la aplicación del principio de causalidad a un sector de la realidad tras otro: físico, químico, biológico. Este principio también se ha introducido en la manera de entender la actividad humana (modos de pensar, de actuar, de sentir) de modo tal que se comprende que la definición de dicha actividad siempre responde a causas determinadas. Pero si toda actividad es respuesta a causas determinadas, ¿cómo podemos evitar actuar como lo hacemos? ¿Cómo afirmamos la libertad de una acción que, en el fondo, es la respuesta o el ‘efecto inevitable’ de una causa dada? Cuando hablamos de ‘determinación causal’, nos referimos al conjunto de circunstancias que determinan el comportamiento de una persona, de manera que cualquier acción no es sino el efecto de una causa o serie causal. Llevado al extremo, el determinismo absoluto plantea que todo está determinado causalmente y de manera definitiva, lo cual implica un rechazo a la existencia de la libertad. Esta postura se halla representada por diversas escuelas filosóficas, que a grandes rasgos defienden que todos los actos y todas las decisiones son como eslabones de una cadena causal universal: inevitables e involuntarios. En este plano, se descarta la real intervención del hombre. La posibilidad de elección sería una mera ilusión, que desaparecería si fuéramos del todo conscientes de las presiones que conducen nuestras decisiones –tanto externas como internas-.

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Tres posiciones fundamentales en el problema de la libertad

La responsabilidad moral requiere que el agente acte, no como resultado de una coaccin irresistible, sino como fruto de una decisin. Sin embargo, aunque el hombre pueda actuar libremente en ausencia de una coaccin, siempre se encuentra sujeto a ciertas causas que influyen, y hasta determinan su accin. El problema de la responsabilidad moral depende entonces de la relacin entre la libertad y la necesidad, es decir: entre la determinacin causal de la conducta humana y la libertad de la voluntad. Hasta qu punto podemos afirmar que somos responsables moralmente? En el intento de responder a esta cuestin se han dado fundamentalmente tres posturas, que describiremos a grandes rasgos. La primera plantea un determinismo en sentido absoluto; la segunda un libertarismo tambin concebido en sentido absoluto; y la tercera defiende una relacin de compatibilidad razonable entre libertad y causalidad.

1) El determinismo absolutoParte del principio de que todo tiene una causa. La experiencia cotidiana y la ciencia confirman a cada paso esta tesis determinista. De hecho, la ciencia parte del supuesto de que todo hecho tiene su origen en una causa, aunque no podamos conocerla. El progreso cientfico ha consistido histricamente en extender la aplicacin del principio de causalidad a un sector de la realidad tras otro: fsico, qumico, biolgico. Este principio tambin se ha introducido en la manera de entender la actividad humana (modos de pensar, de actuar, de sentir) de modo tal que se comprende que la definicin de dicha actividad siempre responde a causas determinadas.Pero si toda actividad es respuesta a causas determinadas, cmo podemos evitar actuar como lo hacemos? Cmo afirmamos la libertad de una accin que, en el fondo, es la respuesta o el efecto inevitable de una causa dada? Cuando hablamos de determinacin causal, nos referimos al conjunto de circunstancias que determinan el comportamiento de una persona, de manera que cualquier accin no es sino el efecto de una causa o serie causal. Llevado al extremo, el determinismo absoluto plantea que todo est determinado causalmente y de manera definitiva, lo cual implica un rechazo a la existencia de la libertad. Esta postura se halla representada por diversas escuelas filosficas, que a grandes rasgos defienden que todos los actos y todas las decisiones son como eslabones de una cadena causal universal: inevitables e involuntarios. En este plano, se descarta la real intervencin del hombre. La posibilidad de eleccin sera una mera ilusin, que desaparecera si furamos del todo conscientes de las presiones que conducen nuestras decisiones tanto externas como internas-. Tesis central del planteo: todo se halla causado no hay libertad humana no hay responsabilidad moral. Crtica:Todos los hechos -naturales y humanos- responden a causas, afirmar esto es acertado y razonable. Sin embargo, plantear que todas las decisiones sean meros efectos ineludibles definidos por las circunstancias, es un extremo innecesario. El hombre, al tomar consciencia de su realidad, puede y de hecho lo hace- decidir actuar en una forma determinada, y esta decisin, puesta en prctica, se convierte a su vez en causa que interacta con las condiciones dadas.

2) El libertarismoPara esta posicin, la libertad consiste necesariamente en la indeterminacin absoluta, es decir: ser libre significa decidir y obrar como se quiere y cuando se quiere, sin influencia de ninguna circunstancia interna o externa. La existencia de tal libertad es un hecho que nosotros podemos constatar en la experiencia, por lo que esta postura plantea el extremo opuesto al determinismo.En el libertarismo se rechaza que la persona se halle determinada causalmente, ya sea desde fuera por el medio natural y social en el que se mueve-, ya sea desde dentro por deseos, motivaciones, el propio carcter personal e incluso el inconsciente-. La libertad se presentara como la posibilidad siempre nueva e inquebrantable de vencer las circunstancias, implicara una ruptura de la continuidad causal universal. Ser libre significa ser incausado, es decir, una accin verdaderamente libre no podra estar influenciada ni siquiera por el carcter del sujeto. Slo as se puede hablar de verdadera autodeterminacin, que es la manera en la que comnmente se entiende la libertad. Tesis central del planteo: somos capaces de autodeterminarnos la libertad es absoluta no hay determinaciones exteriores. Crtica:El libertarismo, por ser tambin una postura extrema, tiene consecuencias para el anlisis de la responsabilidad moral que es necesario sealar. Dado que no existen causas ni razones que sean capaces de determinar, o siquiera influir en mis decisiones, el nico y verdadero motivo que mueve mi accin es el porque s, el porque quiero. Al no existir causas ni criterios a los que deba orientar mi obrar, propiamente no soy responsable de mis acciones, dado que no debo responder a nada ni a nadie. Sin embargo, nuestra mirada sobre nuestros actos y los de los dems est lejos de tener estas caractersticas, porque entre diferentes alternativas, siempre buscamos reconocer cual es preferente, es decir, cul es mejor. Es decir, nuestra libertad de decisin no es azarosa, sino que est guiada por cierto reconocimiento de las opciones y algn criterio de bondad. Por otro lado, dicha libertad tampoco es absoluta. En nuestra experiencia cotidiana reconocemos constantemente que estamos limitados y condicionados por mltiples factores de la realidad y de nuestra propia naturaleza. Esto significa que no podemos todo lo que queremos, y que si bien las circunstancias no determinan absolutamente nuestros movimientos, claramente los limitan en las posibilidades que la realidad nos presenta. Por ejemplo, el hecho de que una fbrica cierre puede obedecer a una serie de causas que escapan al control de los individuos afectados: la falta de crdito, el aumento del dlar, las leyes del mercado, etc. Estas causas son determinaciones. Pero que Pedro, siendo empleado de ese lugar, se sume a la propuesta de pedir una audiencia con los superiores, firmar un petitorio, hacer una manifestacin pacfica o recurrir a la violencia, u otras posibilidades que estn a su alcance, depende de una serie de condiciones que no escapan a su control. Se presentan dos posibilidades claras: sumarse a la tarea de hacer algo o no hacer nada. Al decidirse por una de ellas, pone de manifiesto su libertad de opcin, que no es absoluta ni azarosa, sino que est condicionada por ciertas causas: su propia condicin econmica, su grado de conciencia social, su educacin, su carcter, etc.

3) Dialctica entre libertad y necesidadPara que pueda hablarse de responsabilidad moral, es necesario entonces que el sujeto cuente con libertad de decisin y de accin, es decir, que intervenga conscientemente en su realizacin. Pero, a su vez, para que justifique su comportamiento es decir: que su accin sea plenamente humana, razonada, y no mera respuesta espontnea e irreflexiva-, es preciso que ste se halle condicionado por causas. Qu significa esto? Significa que el hombre debe actuar conforme a razones. Entonces, podemos decir que libertad y necesidad no se excluyen.La libertad comienza por el conocimiento de la necesidad o la determinacin, es decir, por el conocimiento de las posibilidades reales con las que cada uno cuenta para decidir y actuar en una situacin determinada. Lo caracterstico del obrar humano, precisamente, es que es capaz de reconocer esas posibilidades, evaluarlas y luego justificar sus elecciones. A travs de esto, es capaz tambin de transformar y mejorar creativamente las situaciones, y enfrentar de manera inteligente los factores que influyen en el uso de su libertad.La libertad entendida como ausencia absoluta de impedimentos es una idea meramente terica, una ilusin romntica de cmo nos movemos en la realidad. El genuino obrar humano es aquel que, conociendo y reconociendo sus lmites y posibilidades, es capaz de preferir libremente lo bueno, lo que construye mejor su vida y la de los dems.

Bibliografia: Snchez Vsquez, Adolfo. tica. Edit. Grijalbo.