tst iii la salvacion en la biblia

38
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA INSTITUTO DE CAPACITACION TEOLOGICA “BUENA ENSEÑANZA” Núcleo Mérida RIF: J-40295747-5 Técnico Superior en Teología [email protected] ANALISIS SOBRE LA SALVACION

Upload: carlos-alberto-hernandez

Post on 28-Sep-2015

10 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Teologia TSU

TRANSCRIPT

  • REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

    INSTITUTO DE CAPACITACION TEOLOGICA

    BUENA ENSEANZA Ncleo Mrida

    RIF: J-40295747-5 Tcnico Superior en Teologa [email protected]

    ANALISIS

    SOBRE

    LA SALVACION

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 1 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    LA SALVACION EN LA BIBLIA

    INTRODUCCION

    Hoy da hay mucha confusin sobre lo que es el evangelio y cul es la salvacin que proclama el mensaje evanglico. Esta situacin no es algo nuevo. El trmino evangelio se ha usado de diferentes maneras desde los tiempos de la iglesia primitiva. El apstol Pablo hace referencia en su carta a los glatas a quienes predicaban un supuesto evangelio que no es realmente evangelio (1:6,7). En nuestro contexto latinoamericano, recordamos la llamada evangelizacin del subcontinente de parte de Espaa en el siglo diecisis. Para los conquistadores, el evangelio era la fe cristiana en su forma catlico-romana, y evangelizar era lograr que los habitantes del nuevo mundo aceptaran dicha fe por las buenas o por las malas.

    Todava en nuestros das existe cierta confusin sobre el significado de las palabras evangelio y salvacin. A pesar de todo lo que se ha escrito sobre el tema, existe, en las palabras de Ernest Reisinger, una ignorancia espantosa sobre qu es el evangelio, y qu hace cuando se recibe de manera salvfica. La discusin sobre este tema va mucho ms all que una simple definicin de trminos. En juego est la proclamacin misma de la fe cristiana.

    Nuestro concepto de lo que es el evangelio y la salvacin que proclama debe venir de la nica fuente totalmente fidedigna para ello, las Sagradas Escrituras. Es de suma importancia que entendamos el sentido en que los escritores bblicos usaron estos trminos. As podremos llegar a un concepto bien fundado y equilibrado, y evitaremos el peligro de reducir el evangelio a una frmula limitada que nos impida conocer su riqueza. A la vez, evitaremos el peligro opuesto, el de agregar al mensaje elementos que vayan ms all de lo que la Biblia misma ensea.

    Una forma de reducir el mensaje evanglico es enfocarlo casi exclusivamente en el perdn de pecados. Hace ms de cincuenta aos el Dr. Lewis Sperry Chafer, el primer presidente del Seminario de Dallas, expres su preocupacin por el hecho de que en la gran mayora de sermones evangelsticos, se ofrece a los inconversos solamente el perdn de pecados. Chafer agrega la observacin de que el cristiano es muchsimo ms que un pecador perdonado. Ms recientemente, el misionlogo Lesslie Newbigin expres la misma preocupacin acerca de una perspectiva del evangelio que lo reduce totalmente al perdn de pecados.

    En el otro extremo encontramos evangelios con elementos agregados para los cuales sera difcil encontrar un respaldo en el texto bblico. Segn el escritor filipino Lourdino Yuzn, por ejemplo, la proclamacin del evangelio incluye el derecho de cada persona a disfrutar de los recursos materiales de comida, ropa, vivienda, educacin, diversin y remuneracin econmica. Podramos mencionar en esta misma lnea la teologa de la liberacin que proclama una salvacin consistente en la transformacin de las condiciones socio-polticas en que viven los pueblos. Tambin se difunde en nuestro medio el evangelio de la prosperidad que promete la superacin de las limitaciones econmicas, o el evangelio de la satisfaccin personal que ofrece libertad interior y auto-estima.

    Reconocemos que las palabras evangelio y salvacin pueden usarse de diferentes maneras en nuestro medio, incluso con acepciones seculares. Sin embargo, la tarea de las disciplinas bblicas y teolgicas es buscar el sentido de las palabras del texto bblico dentro de las propias Escrituras. Como observa acertadamente el erudito neo-testamentario N. T. Wright, debemos usar las palabras que se encuentran en el Nuevo Testamento con el sentido que el mismo Nuevo Testamento les da.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 2 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    La revelacin divina en cuanto a la salvacin debera ser dominada por cada hijo de Dios: 1) puesto que la salvacin personal depende de ello, 2) es el mensaje que Dios ha comisionado al creyente a proclamar al mundo, y 3) descubre la completa medida del amor de Dios.

    De acuerdo a su amplio significado como se usa en la Escritura, la palabra salvacin representa la obra total de Dios por medio de la cual l rescata al hombre de la ruina eterna y la sentencia del pecado y le confiere las riquezas de su gracia, incluyendo la vida eterna ahora y en la gloria eternal en los cielos. La salvacin es de Jehov (Jon. 2:9). Por lo tanto, en cada aspecto es una obra de Dios en favor del hombre, y no es en ningn sentido una obra del hombre a favor de Dios.

    Ciertos detalles de esta empresa divina han variado de edad en edad. Estamos seguros de que, comenzando con Adn y continuando con Cristo, aquellos individuos quienes ponen su confianza en Dios han sido renacidos espiritualmente y hechos herederos de la gloria en los cielos. De igual manera, la nacin de Israel renacer espiritualmente de una vez en el tiempo de la venida del Seor (Is. 66:8).

    Tambin se dice que las multitudes tanto de judos como de gentiles que vivan en la tierra durante el reino venidero conocern al Seor desde el ms pequeo hasta el ms grande (Jer. 31:34). Sin embargo, la salvacin ofrecida a los hombres en la edad presente no solamente est revelada ms completamente en la Biblia en cuanto a sus detalles, sino que tambin excede grandemente cualquier otra obra salvadora de Dios en las maravillas que lleva a cabo, puesto que la salvacin que se ofrece en la edad presente incluye cada una de las fases de la obra de gracia de Dios tal como el morar, el sellar y el bautismo del Espritu.

    Los escritos del apstol Pablo son de inters especial para nosotros en este estudio. De las 75 veces que aparece en el Nuevo Testamento el vocablo euaggelion, 60 se encuentran en las epstolas paulinas. Si agregamos por razones estadsticas el verbo euaggelizomai, dichas epstolas representan el 63% de los usos de estos dos trminos.

    Algo semejante se puede notar en el uso que hace Pablo de la palabra salvar y sus derivados. El utiliza el verbo sozo 29 veces, ms que cualquier otro escritor del Nuevo Testamento. El 40% de las ocurrencias del vocablo soteria (salvacin) y el 50% de las de la palabra soter (salvador) estn en los escritos paulinos. El erudito bblico Leon Morris comenta que tales estadsticas demuestran que Pablo est interesado en el concepto de la salvacin, an ms que cualquier otro escritor neotestamentario.

    El concepto que el apstol a los gentiles tena del evangelio y la salvacin no difiere significativamente de lo que entendan los dems escritores neotestamentarios. Pero en vista del desarrollo amplio que las cartas de Pablo hacen de dichos temas, ellas constituyen una mina especialmente rica en informacin.

    Lo que nos proponemos en esta serie de estudios es investigar algunos de los aspectos de la salvacin que proclama el evangelio. El ttulo de la serie es Evangelio y salvacin. Primero La salvacin como reversin, luego La salvacin: pasada, presente y futura, en tercer lugar La respuesta salvfica al evangelio, en cuarto lugar la seguridad de la salvacin despus la salvacin del poder del pecado, luego la seguridad presente y por ltimo la seguridad eterna de la salvacin.

    Antes de entrarle directamente al primer tema, conviene que hablemos un poco sobre el significado del trmino griego euaggelion, del cual viene nuestra palabra evangelio. En su raz significa buena noticia. En cuanto a su uso, puede significar buena noticia o sencillamente noticia. Sin embargo, el trmino evangelio conlleva un sentido mayor que sencillamente noticia o aun buena noticia. Tanto en su uso secular en la cultura greco-romana como en el contexto religioso judo, las palabras euaggelion y euaggelizomai se refieren a un anuncio de gran importancia.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 3 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    Se puede notar esto especialmente en la ltima seccin del libro de Isaas, donde el profeta anuncia la dramtica intervencin de Dios para salvar a su pueblo. El versculo 7 del captulo 52, por ejemplo, ocupa el verbo euaggelizomai dos veces cuando se refiere a los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvacin, del que dice a Sion: Tu Dios reina! Este trasfondo se debe tomar muy en cuenta para comprender lo que lo que los escritores del Nuevo Testamento queran comunicar al utilizar la palabra evangelio. Y es precisamente ese sentido antiguotestamentarioel anuncio de la obra salvadora de Diosque constituye el fondo sobre el cual el apstol Pablo pincela el mensaje salvfico del evangelio.

    Para el apstol Pablo, los temas de evangelio y salvacin son inseparables. En su carta a los Efesios describe el mensaje que predicaba, y al cual ellos respondieron con fe, como el evangelio de vuestra salvacin (Ef. 1:13). En el prefacio de su epstola a los Romanos, declara que el evangelio es poder de Dios para salvacin (Ro. 1:16). La relacin estrecha entre el evangelio y la salvacin se refleja en una docena de pasajes en las cartas paulinas.

    De hecho, Pablo usa la palabra salvacin ms que ninguna otra para describir la obra que Dios realiza en aquella persona que responde con fe al mensaje del evangelio. Adems de ser el trmino usado con mayor frecuencia, tambin es el que tiene el sentido ms amplio.

    Tal como observa Charles Scott, salvacin tiene una amplitud de sentido que no se encuentra en ninguna otra palabra usada para describir lo que Dios hace a favor del pecador. Para el apstol, dicho trmino parece incluir toda la gama de la obra salvadora de Dios.

    Las palabras griegas para salvar y salvacin (sozo y soteria) conllevan la idea de liberacin o preservacin de algn peligro. Ese peligro, en la teologa paulina, es espiritual. Leon Morris observa que en los escritos paulinos lo importante es liberacin del pecado y de las consecuencias del pecado. La salvacin del peligro espiritual a la seguridad espiritual se describe con una variedad de trminos que ilustran las facetas de dicha salvacin, tales como liberacin, justificacin, reconciliacin, santificacin y vivificacin. La mayora de ellos tambin tienen acepciones seculares en el Nuevo Testamento. Pero los trminos salvar y salvacin en los escritos paulinos se usan solamente en conexin con las relaciones entre el hombre y Dios.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 4 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    TEMA 1

    SALVACION Y REVERSION - UN CONCEPTO BIBLICO

    La idea de que Dios interviene en la experiencia de los seres humanos para revertir su situacin se encuentra a travs de toda la Biblia. Un ejemplo de este concepto aparece en el canto de Ana, registrado en 1 Samuel 2. Por la intervencin de Dios los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los dbiles se cieron de poder. Los saciados se alquilaron por pan, y los hambrientos dejaron de tener hambre (1 Sam. 2: 4-5). El fuerte se vuelve dbil, mientras que el dbil se hace fuerte; al que le sobraba comida ahora le hace falta, y al que antes le faltaba, ahora le sobra.

    La profeca mesinica de Isaas 61, la que tom Jess como programtica para su ministerio, proclama buenas nuevas de reversin. El Mesas se presenta como alguien ungido y enviado por Dios para cambiar la situacin de aquellos que estn en gran necesidad. l proclama libertad a los cautivos (v. 1) y consuelo a los tristes (v. 2). Provee gloria en vez de cenizagozo en lugar de lutoalegra en lugar de espritu angustiado (v. 3).

    Jess mismo anunci una reversin en Lucas captulo 6. Las bienaventuranzas, en la forma en que las registra el tercer evangelista, contienen tanto bendiciones para los que sufren como ayes para los que estn cmodos. Jess dice, Bienaventurados los que ahora tenis hambre, porque seris saciados. Bienaventurados los que ahora lloris, porque reiris (v. 21). Tambin dice, Ay de vosotros, los que ahora estis saciados! porque tendris hambre. Ay de vosotros, los que ahora res! porque lamentaris y lloraris (v. 25). Las bendiciones, desde luego, son para aquellos que siguen a Jess con fe. Los ayes son para aquellos que reaccionan con indiferencia o rechazo ante su persona y su mensaje.

    Los escritos de Pablo tambin hablan de la manera en que Dios revierte la situacin de las personas. En 2 Tesalonicenses 1:6-7 declara que Dios tratar justamente tanto a los creyentes que sufren como a los perseguidores que les hacen sufrir. Estos ahora se sienten tranquilos, pero llegar el momento cuando Dios les pagar con tribulacin. En cambio, los creyentes que ahora estn atribulados van a descansar. Ese cambio de situacin se har realidad cuando Jess se manifieste desde el cielo con los ngeles de su poder.

    A veces, como en el pasaje de 2 Tesalonicenses, la reversin es doble; los que ahora estn bien terminarn en una situacin lamentable, y los que ahora sufren terminarn en una situacin de bendicin Pero muchas veces, particularmente en relacin con la salvacin, la Biblia enfoca lo que Dios hace a favor del necesitado, o sea el aspecto positivo de la reversin. Es ese enfoque que consideraremos en la parte final de este estudio.

    La salvacin como reversin en las Epstolas de Pablo

    La obra que Dios realiza cuando una persona responde con fe al mensaje del evangelio es multifactica. La salvacin que l efecta tiene una variedad de dimensiones. Examinaremos algunas de esas dimensiones para conocerlas ms de cerca, demostrando a la vez cmo ellas representan una reversin.

    Liberacin. Para describir la salvacin como un acto de liberacin, el apstol Pablo emplea dos palabras: el verbo ruomai, librar y el sustantivo apolutrosis, redencin. Pablo describa a Jess como aquel que nos libra de la ira venidera (1 Tes. 1:10). Usa la misma expresin griega para referirse a Jess como El Libertador que traer salvacin a Israel (Ro. 11:26) y aquel que nos ha librado de la potestad de las tinieblas

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 5 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    (Col. 1:13). El evangelio tambin trae redencin, o sea liberacin. La palabra griega para redencin, apolutrosis, no es muy comn; Leon Morris comenta que al usarlo, los escritores cristianos estaban sugiriendo que la redencin de la cual hablaban era una redencin muy especial. La liberacin que efecta el mensaje del evangelio significa que la condicin de haber estado bajo la ira de Dios y el dominio de Satans se han revertido. Por medio del potente mensaje del evangelio, ahora somos libres del castigo y el poder del pecado.

    Justificacin. La justificacin del pecador por medio de la fe es un tema favorito de Pablo. l usa las palabras justicia, justificar y justificacin ms que todos los otros escritores del Nuevo Testamento en conjunto. Dichas palabras aparecen con particular frecuencia en la Epstola a los Romanos. Aqu el apstol concluye su prefacio declarando que el evangelio es poder de Dios para salvacinporque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe (Ro. 1:16-17).

    El dilema del ser humano segn la carta a los Romanos es que se encuentra bajo condenacin por su pecado, y no puede hacer nada por s mismo para salvarse. Todos pecaron y estn destituidos de la gloria de Dios (Ro. 3:23). No hay salida; todos estn bajo el juicio de Dios, ya que por las obras de la ley ningn ser humano ser justificado delante de l (3:19-20). La nica esperanza para el pecador condenado es que Dios mismo le provea una va de salvacin.

    Pero, Dios es justo y no puede dejar de castigar el pecado. As que l mismo puso a su Hijo como propiciacin (3:25); es decir, que descarg en Jess el justo juicio por nuestros pecados. Ahora l puede con toda libertad actuar para ponernos en relacin correcta consigo mismo. Es a la vez el justo, y el que justifica al que cree en Jess (3:26).

    La justificacin en un acto por el cual Dios declara justo al pecador, porque le ha aplicado la justicia de Jess en respuesta a su fe. El autor N. T. Wright resume el significado de la justificacin en Romanos con estas palabras: El evangelio de Jess revela la justicia de Dios, en que Dios es justo l mismo, y como parte de ello, Dios es el que declara que el creyente es justo. La justificacin representa una reversin. El veredicto universal para la raza humana es que est bajo pecado y no justo ante Dios (Ro. 3:9-10). Ese veredicto ha sido cambiado radicalmente para el creyente. Ahora ste ha sido hecho beneficiario de la justicia de Dios por la fe en Jesucristo y tiene ante Dios la condicin de justificado (Ro. 3:22, 24). Sobre la base de la obra salvfica de Cristo y en respuesta a la fe, su condicin de pecador ha sido revertido y ahora se encuentra en una relacin recta y correcta con Dios.

    Reconciliacin. Los vocablos que se refieren a la reconciliacin como un aspecto de la salvacin son usadas exclusivamente por el apstol Pablo en el Nuevo Testamento. Aparecen principalmente en dos pasajes claves, Romanos 5 y 2 Corintios 5, donde el enfoque est en la reconciliacin vertical, o sea entre Dios y el ser humano. En Efesios 2 y Colosenses 1 se ve adems de la dimensin vertical, la dimensin horizontal de reconciliacin entre personas.

    La reconciliacin se hace necesaria cuando dos personas o grupos se encuentran separados por una enemistad o una ruptura en su relacin. Esta condicin de alienacin necesita revertirse. En el caso de la raza humana, Dios tom la iniciativa para reconciliarnos consigo mismo, al enviar a su Hijo a la cruz para morir en nuestro lugar. La reconciliacin ya fue lograda de parte de Dios; siendo enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo (Ro. 5:10). Ahora nos toca recibir la reconciliacin por la fe en el Seor nuestro Jesucristo (Ro. 5:11). Dios nos reconcili consigo mismo por Cristo, y ahora pide que correspondamos a esa obra maravillosa reconcilindonos con El (2 Co. 5:18-20).

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 6 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    La reconciliacin revierte totalmente nuestra relacin con Dios. De una relacin de enemistad con Dios, pasamos a una relacin de amistad. De una condicin de alienacin, pasamos a gozar de la comunin con l. De una situacin anterior de lejana, hemos sido hechos cercanos por la sangre de Cristo (Ef. 2:13).

    Santificacin. Otro aspecto de nuestra salvacin es la santificacin. Por el mensaje del evangelio, Cristo nos ha sido hecho santificacin (1 Co. 1:30). Fuimos escogidos por Dios para salvacin, mediante la santificacin por el Espritu (2 Tes. 2:13).

    Santificar significa bsicamente la accin de apartarse para Dios. En los pasajes en que la santificacin se relaciona con el evangelio, se hace un contraste con aspectos negativos de la vida anterior de los creyentes. Su santificacin representa lo opuesto del misterio de la iniquidad (2 Tes. 2:7) y la accin de los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia (2 Tes. 2:12). Como resultado de su fe en Cristo, los creyentes han sido apartados para Dios y han recibido una condicin de santidad que le hace aceptables a El.

    La santificacin como un aspecto de nuestra salvacin tambin representa una reversin. De una situacin de inmundicia moral, hemos sido colocados en un estado de santidad por la obra del Espritu (2 Tes. 2:13). En vez de estar separados de Dios, ahora hemos sido apartados para El.

    Vida eterna. El evangelio ofrece vida eterna a aquellos que reciben su mensaje por la fe. La vida y la inmortalidad han sido sacados a luzpor el evangelio (2 Tim. 1:10). El evangelio se describe como la palabra de vida (Fil. 2:16); es un mensaje vivo que transmite vida al que lo recibe. Cuando Pablo dice a los corintios, yo os engendr por medio del evangelio (1 Co. 4:15), da a entender que ellos comenzaron una nueva vida al recibir dicho mensaje. La vida significa relacin, y la vida eterna significa una relacin con dimensin eterna, tanto cualitativa como cuantitativamente.

    Pablo ve en el vocablo zoe (vida) algo ms que la mera existencia fsica; se refiere a una calidad singular de vida que viene por la fe en Cristo y la unin con l. Nueve veces se combina con aionios para significar vida eterna, una vida distinta cualitativamente de la vida como la conocemos ahora, una vida otorgada por Dios como parte de la edad venidera. El evangelio proclama que en Cristo todos sern vivificados (1 Co. 15:22). La vida que recibimos al creer en Cristo garantiza no solamente una relacin viva y eterna con Dios, sino tambin un futuro escatolgico de vida fsica por la resurreccin de nuestro cuerpo.

    La vida que recibimos al creer en Cristo representa una reversin radical. Trae un cambio dramtico. Nos lleva de muerte espiritual a vida abundante (Ef. 2:5), de separacin a relacin, de mortalidad a inmortalidad (1 Co. 15:53).

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 7 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    PREGUNTAS

    1.- Cmo llama el apstol Pablo a los que predican otro evangelio?

    2.- De dnde debe venir nuestro concepto de lo que es el evangelio y la salvacin?

    3.- Cules elementos se le han agregado al Evangelio y no deberan tenerlo?

    4.- Cules son las tres fases de la obra de la gracia de Dios que se incluyen en la salvacin?

    5.- Qu es reversin?

    6.- Mencione las buenas nuevas de reversin en Isaas 61.

    7.- Mencione las dimensiones de la salvacin.

    8.- Mencione brevemente los conceptos de justicia, justificar y justificacin.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 8 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    TEMA 2

    LA SALVACIN: PASADA, PRESENTE Y FUTURA

    Una de las caractersticas de la salvacin anunciada en el evangelio es que se relaciona con las tres dimensiones temporales de la experiencia cristiana: el pasado, el presente y el futuro. Fuimos salvos cuando cremos en Cristo. Estamos siendo salvados en nuestro diario vivir como creyentes. Y seremos salvos de manera plena cuando Cristo regresa y nos transforma a su semejanza.

    Estas tres fases de nuestra salvacin se pueden ilustrar con una cuenta bancaria que se abre a favor de un nio. Todo el dinero en la cuenta es de l, pero no lo puede usar de inmediato. Posiblemente se le d una cantidad inicial, para asegurarle que de verdad le pertenece la cuenta en el banco. Luego podra ser que se le pase una cantidad mensual mientras todava sea menor de edad. Al alcanzar la mayora de edad, l recibir en pleno aquella cuenta y podr disponer de ella totalmente. Nuestra salvacin, de alguna manera, es as. Dios nos la acredita completa en el momento de aceptar a Cristo, pero no la experimentamos en su plenitud todava. Inicialmente se nos da un tipo de anticipo o garanta en la persona del Espritu Santo, y gozamos de los beneficios inmediatos que acompaan nuestra salvacin. Luego recibimos diariamente los beneficios de la obra salvadora de Dios de una manera progresiva. Finalmente, en la segunda venida de Cristo, entraremos en el disfrute de nuestra salvacin en toda su plenitud.

    La teologa cristiana evanglica reconoce estas tres etapas en nuestra salvacin. El escritor Ron Sider resume de manera concisa la teologa paulina sobre el particular: Para Pablo, la salvacin se refiere a la pasada, presente y futura actividad redentora de Dios en Cristo.

    Quiz no todos los cristianos nos hemos puesto a pensar en las implicaciones de esa verdad, ni nos hemos preguntado cules son los aspectos que corresponden a cada fase. Una tendencia es identificar con cada etapa alguna de las facetas de la salvacin. Por ejemplo, se ubica la regeneracin y la justificacin en la etapa inicial de la salvacin; la santificacin en la etapa progresiva; y la glorificacin en la etapa final. Hay cierta razn por esa clasificacin. No es incorrecta. Pero no refleja toda la amplitud de lo que el autor a los Hebreos describe como una salvacin tan grande (Heb. 2:4).

    El estudio detallado del tema nos lleva a una conclusin un poco diferente. Lo que notamos es que somos beneficiados con todos los aspectos de la salvacin en cada una de sus tres etapas.

    La salvacin en sus tres etapas

    Se suele hablar de la salvacin en tres tiempospasado, presente y futuro. Si con esos trminos se quiere hablar de lo Dios hizo en el pasado, lo que est haciendo ahora y lo que har en el futuro, est bien. As lo entiende Ron Sider a quien acabamos de citar. O bien, si con esa clasificacin se desea sealar las etapas en la experiencia personal del creyente, no hay problema. Ud. y yo fuimos salvos, estamos siendo salvados, y seremos salvos en el futuro.

    Sin embargo, hay una terminologa ms adecuada para describir las tres etapas de nuestra salvacin. En vez de hablar del pasado, el presente y el futuro, es preferible hablar de un aspecto inicial de nuestra salvacin, un aspecto progresivo y un aspecto final. Esta terminologa enfatiza la unidad del proceso salvfico ms que la

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 9 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    otra. Entreteje las etapas como parte de una experiencia total. As lo entiende el teolgo novotestamentario George Caird al decir, La salvacin es una accin de Dios con dimensin triple: es un hecho ya realizado, una experiencia que contina en el presente, y una consumacin todava futura.

    La salvacin como liberacin

    La salvacin se relaciona con liberacin. Hay tres trminos que describen nuestra salvacin y que comunican la idea de liberacin. El primero es salvar, que conlleva el concepto de rescatar de algn peligro. El segundo es liberar, y el tercero redimir, que habla de liberar por medio del pago de un rescate.

    Los creyentes en Cristo hemos sido salvados (Ef. 2:8; 2 Ti. 1:9); estamos siendo salvados en el presente (1 Co. 15:2); y seremos salvados en el futuro (Ro. 5:9). Hemos sido liberados del poder de Satans (Col. 1:13), somos liberados del poder del pecado en nuestra experiencia presente (Ro. 6:14), y seremos liberados en el futuro de la ira de Dios (1 Tes 1:10). Fuimos redimidos en el pasado (Gal. 3:13; Ef. 1:7), gozamos hoy de la obra redentora de Jess (Tito 2:14); y un da gozaremos de la plenitud de la redencin (Ro. 8:23).

    La doctrina bblica de la salvacin ensea que la muerte de Cristo arregl de manera completa el problema del pecado. El pecado nos condena y nos esclaviza. Pero al aceptar por fe la obra de Cristo en la cruz, recibimos una liberacin total del pecado y sus consecuencias. En la fase inicial de la salvacin, somos salvos de una vez por todas del castigo del pecado. En la fase presente de nuestra salvacin, somos liberados diaria y progresivamente del poder del pecado en nuestra vida. Y en la fase de culminacin, seremos salvos de la misma presencia del pecado y sus efectos, incluyendo la muerte. Gracias a Dios por su maravillosa obra de salvacin!

    Las tres fases de la salvacin en la justificacin

    La justificacin tambin se relaciona con las tres fases de nuestra salvacin. La obra de Dios por la que nos justifica normalmente se relaciona con el aspecto inicial de nuestra salvacin. Fuimos justificadoses decir que Dios nos declar justoscuando depositamos nuestra confianza en Cristo. La fe le fue acreditada por justicia a Abraham en el momento en que crey; Crey Abraham a Dios y le fue contado por justicia (Ro. 4:3). Lo mismo pasa hoy: al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impo, su fe le es contada por justicia (Ro. 4:5). Desde que cremos en Cristo, cuando dejamos de confiar en nuestros propios esfuerzos y pusimos la fe slo en l, Dios aplic a nuestra cuenta la justicia de Cristo, con base en su obra perfecta y en cruz, y nos declar justos. Es por eso que Pablo puede decir: Justificados pues, por la fe, tenemos paz para con Dios (Ro. 5:1).

    Sin embargo, la justificacin es fundamentalmente un acto escatolgico. Es en el juicio final que Dios dar el veredicto definitivo. Pablo habla del da en que Dios juzgar por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio (Ro. 2:16). Ese ser un da de la revelacin del justo juicio de Dios, el cual pagar a cada uno conforme a sus obras (Ro. 2:5-6). En Romanos 3:30 el apstol ubica el veredicto justificador de Dios en el futuro: Dios justificar por la fe tanto a judos como a no judos.

    El erudito N. T. Wright comenta que en el escenario apocalptico los integrantes del pueblo de Dios sern vindicados cuando Dios los levanta de los muertos.

    En el caso del creyente en Cristo, aquella declaracin futura se adelanta. Aunque el veredicto de justificado corresponde a un juicio todava por realizarse, ya ha sido pronunciada la sentencia de manera anticipada. Qu seguridad nos da esta verdad! Dios no nos declarara justos ahora si no considerara la

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 10 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    declaracin futura como un hecho. Es porque ha asegurado el veredicto escatolgico de justos que Dios puede anticipar ese veredicto y declararnos justos en el presente.

    La etapa inicial de nuestra salvacin incluye la justificacin, la cual ser confirmada en la consumacin final. Pero, qu de la etapa presente? La vida cristiana consiste de cierta manera en un proceso en que nuestra prctica se va ajustando progresivamente a nuestra posicin. Si nuestra posicin es la de justos, la justicia se debera mostrar de manera creciente en nuestra experiencia actual.

    Esto es lo que Pablo enfatiza cuando dice, en la misma carta a los romanos, que el propsito de Dios al enviar a su Hijo fue para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, los que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espritu (Ro. 8:4). El propsito supremo de Dios para nosotros es conformarnos a la imagen de su Hijo (Ro. 8:29), y eso incluye desarrollar en nosotros la justicia.

    Hay mucho campo para la reflexin sobre este asunto. La justicia incluye tratar a todos sin preferencia ni discriminacin. Incluye ser imparcial tanto en los reconocimientos que se dan como con las sanciones que haya que aplicar. Incluye una conducta recta en todo sentido. Dios debera poder decir de cada uno de nosotros, como sucedi con Job, No has considerado a mi siervo Juan (o mi sierva Mara) que no hay otro como l (o ella) en la tierra, varn (o mujer) perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? (Job 1:8). Cunto mayor sera el impacto del pueblo evanglico en nuestros pases si todos nos condujramos de esa manera. La reproduccin de la justicia de Dios en nuestro diario caminar es un reto que debemos tener siempre presente, y una aspiracin que nos esforzamos por alcanzar.

    Las tres fases de la salvacin en la santificacin

    Las tres fases de la salvacin se ven de manera clara en otro de sus aspectosla santificacin. La santificacin habla de separacin del pecado y separacin para Dios. Fuimos santificados inicialmente cuando cremos en Cristo; Dios nos apart para s mismo y nos sac de la esfera de pecado en que vivamos. La salvacin para la cual Dios nos escogi, y a la cual nos llam por el evangelio, se realiz mediante la santificacin del Espritu (2 Tes. 2:13). Pablo describe a los creyentes en la problemtica iglesia de Corinto como los santificados en Cristo Jess (1 Co. 1:2).

    La santificacin comienza cuando creemos en Cristo y recibimos el precioso regalo de la salvacin. As como Dios nos declara justos desde ese momento, tambin nos llama santos. Pablo pudo decir a los corintios, ya habis sido santificados (1 Co. 6:11). Este aspecto de la salvacin se puede llamar santificacin posicional. Nuestra posicin ante Dios es la de santos, porque nos ha apartado para l y nos ha limpiado (Tito 3:5).

    A la vez, la santificacin tiene mucha relacin con nuestra experiencia presente. Pablo dice a los tesalonicenses, la voluntad de Dios es vuestra santificacin (1 Tes. 4:3). El apstol relaciona esta verdad con el problema de inmoralidad. Hace un contraste entre la relacin matrimonial en la que uno tiene a su esposa en santidad y honor (4:4), y la fornicacin, que representa pasin de concupiscencia (4:5). Resume su enseanza diciendo que no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificacin (4:7). En un mundo en que el sexo se comercializa y la satisfaccin sexual se busca por cualquier medio, es importante que hagamos un llamado continuo a la santidad.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 11 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    La santificacin tiene que ver con todas las reas de nuestra conducta, no solamente la sexual. Una de las razones por las que fuimos santificados es para que hagamos buenas obras (Tito 2:14). Una evidencia de estamos experimentando la santificacin presente es que serviremos a la justicia (Ro. 6:18-19).

    El aspecto futuro de nuestra santificacin no es menos importante. Cuando Cristo venga, el proceso santificador ser consumado. La oracin del apstol por los tesalonicenses, de que Dios os santifique por completo, ser contestada finalmente para la venida de nuestro Seor Jesucristo (1 Tes. 5:23). La meta de Dios, de presentarnos santos y sin mancha e irreprensibles delante de l (Col. 1:22) est relacionada con la reconciliacin csmica que est an por efectuarse (Col. 1:20). La obra santificadora del Espritu se culminar cuando se hace realidad nuestro destino de alcanzar la gloria de nuestro Seor Jesucristo (2 Tes. 2:14), lo cual suceder en su segunda venida.

    Como comenta Charles Wanamaker, cuando Pablo habla de obtener la gloria de Cristo tiene en mente la transformacin escatolgica del pueblo de Diosasociada con la resurreccin.

    Las tres etapas de la salvacin en la vivificacin

    La nueva vida que recibimos como resultado de la salvacin tambin se experimenta en las tres etapas. En el momento en que cremos en Cristo, recibimos vida; estando nosotros muertos en pecados, (Dios) nos dio vida juntamente con Cristo (Ef. 2:5). Fuimos engendrados por el evangelio (1 Co. 4:15). Esa vida representa el comienzo de una nueva y viva relacin con Dios.

    Pero la nueva vida que recibimos en Cristo es slo el comienzo. El plan de Dios es que nosotros andemos en vida nueva (Ro. 6:4). El verbo andar sugiere un proceso, un caminar continuo. La nueva vida que tenemos no es nuestra; es la vida de Cristo en nosotros. Para Pablo, esto era lo importante: ya no vivo yo, mas vive Cristo en m (G. 2:20). Las aflicciones que experimentamos como cristianos tienen como uno de sus propsitos permitir que la vida de Cristo se manifieste en nuestros cuerpos (2 Co. 4:10).

    Una vida como la de Jess! Eso es lo que Dios desea reproducir en nosotros. Y la manifestacin de esa vida en nosotros es una salvacinsalvacin de nuestra auto-dependencia, de nuestro ego, de nuestras metas equivocadas. La vida de Cristo en nosotros se manifiesta por las cualidades que su Espritu desarrolla en nosotrosel fruto del Espritu que es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (G. 5:22-23). Los que demuestran la vida de Jess en su diario caminar han crucificado la carne con sus pasiones (5:24), y evitan la vanagloria y la envidia (5:26). Viven en verdadera libertad, no sirviendo a la carne, sino sirviendo por amor los unos a los otros (Gl 5:13).

    Nuestra nueva vida tendr su plena realizacin cuando Cristo venga otra vez. Seremos vivificados no slo porque entraremos a una nueva y hermosa esfera de vida, sino tambin porque nuestros cuerpos mortales sern resucitados, o transformados si nos encontramos vivos en su regreso. Esto corruptible se vestir de incorrupcin y esto mortal se vestir de inmortalidad (1 Co. 15:53).

    De nuevo podemos ver que la esperanza de nuestra plena salvacin en el futuro representa un poderoso orientador para el presente. Pablo dice que cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros tambin seris manifestados en l en gloria (Col. 3:4). El apstol utiliza esa esperanza de vida plena y gloriosa para exhortar a sus lectores a hacer morir lo terrenal en vosotros (3:5).

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 12 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    Cmo sera la iglesia si todos viviramos manifestando la vida de Cristo! Tal manifestacin puede ser una realidad si cumplimos con los requisitos de mantener una comunin ntima con nuestro Seor, a travs de la oracin, el estudio de la Palabra, y la confesin diaria de pecado. Es cuando contemplamos la gloria del Seor que somos transformados a su imagen (2 Co. 3:18).

    PREGUNTAS

    1.- Cules son las tres fases de la salvacin?

    2.- Cmo llama Ron Sider a las tres etapas de la salvacin?

    3.- A qu se llama santificacin posicional?

    4.- La santificacin tiene que ver con lo sexual?

    5.- Cundo Cristo venga que la pasar a nuestra nueva vida?

    6.- Qu es la glorificacin?

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 13 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    TEMA 3

    LA RESPUESTA SALVFICA AL EVANGELIO

    El evangelio es poder de Dios para salvacin. Es un mensaje que trae vida y cambia radicalmente nuestra condicin ante Dios. Pero para que esa transformacin se efecte, tiene que haber una respuesta correcta.

    Para el apstol Pablo, al igual que para los dems escritores del Nuevo Testamento, esa respuesta consiste en creer. El evangelio es poder de Dios para salvacin a todo aquel que cree (Ro. 1:16). No siempre hemos entendido lo que significa creer en Cristo. Quiz nosotros como estudiantes de teologa lo entendemos, pero la gente a nuestro alrededor muchas veces tiene un concepto equivocado o tergiversado de lo que es la fe. Piensan que creen en Cristo porque creen en Dios.

    El concepto popular de la fe puede traernos problemas al evangelizar. Si una persona cree en Dios y en Cristo, qu ms le falta? Si le decimos que necesita creer en Jess para la salvacin nos dir que ya cree. Tal vez se deba a ese fenmeno que buscamos alguna otra forma de expresar a las personas lo que tienen que hacer para ser salvas. Por ejemplo, conozco un pastor que al terminar su mensaje casi siempre pregunta, Hay alguien que quiere entregar su vida a Jesucristo?

    Tal vez el pastor est pidiendo con esa pregunta que el oyente reconozca que no puede salvarse, y que descanse en la obra perfecta de Cristo en la cruz. Pero el oyente puede entender la pregunta de otra manera, como que le estara haciendo un favor a Dios si le entrega su vida. Hablamos frecuentemente de recibir a Jess. La expresin se halla en Juan 1:12, y aparece en los escritos de Pablo una vez en Colosenses 2:6: De la manera en que habis recibido al seor Jesucristo, andad en l. No es incorrecto pedir a una persona que reciba a Cristo, porque el concepto est en la Biblia. Pero debemos observar que se usa muy poco en comparacin con otras expresiones como creer en Cristo, y si la usamos, debemos entender lo que significa bblicamente.

    Una invitacin an menos definida es la de levantar la mano o pasar el frente. Cuntas personas han levantado la mano o pasado al frente en una reunin sin recibir la salvacin! Nuevamente, si a dichas personas se les explica bien el evangelio y se les gua a una respuesta correcta, experimentarn la obra salvadora de Dios en su vida. De otra manera, slo experimentarn una desilusin.

    Habl con un hombre hace varios aos que haba pasado al frente en una iglesia para buscar a Dios. Los hermanos le dijeron que ya estaba salvo, pero no haba ni siquiera entendido el mensaje, mucho menos respondido con fe. Al poco tiempo abandon la iglesia. He sabido de muchos casos de personas que fueron salvas al responder a la invitacin en una campaa masiva, pero tambin he sabido de muchas ms que pasaron al frente sin experimentar ningn resultado.

    Debe ser un motivo de preocupacin para nosotros asegurarnos de que estamos pidiendo una respuesta bblica y correcta cuando presentamos el evangelio. Las enseanzas de Pablo sobre el tema nos pueden ayudar muchsimo en esa bsqueda. Lo que nos proponemos es examinar los pasajes en que el apstol menciona la respuesta de los oyentes a la proclamacin del evangelio. Notaremos que la reaccin receptiva al evangelio se describe con varios verbos: recibir, escuchar, convertirse, creer, confesar y obedecer. De all sacaremos algunas conclusiones en cuanto a la respuesta que nosotros debemos pedir de nuestros oyentes.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 14 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    Recibir el mensaje

    La respuesta positiva al evangelio se puede describir en general como la de recibir el mensaje. Por ejemplo, Pablo recuerda a los tesalonicenses que ellos recibieron la Palabra en medio de gran tribulacin, con gozo (1 Tes. 1:6). Luego les dice, cuando recibisteis la palabra de Dios que osteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino segn es en verdad, la palabra de Dios (1 Tes. 2:13). Recibir el mensaje equivale a darle la bienvenida. De cierta manera viene a ser una descripcin general que abarca todos los dems aspectos de la respuesta positiva al evangelio.

    Escuchar La respuesta correcta al evangelio comienza con el acto de escuchar. Pablo les recuerda a los efesios que primero escucharon y luego creyeron; habiendo odo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvacin, y habiendo credo en l, fuisteis sellados (Ef. 1:13). Dice algo similar a los colosenses. Fue porque oyeron de la esperanza cristiana por la palabra verdadera del evangelio que se haban convertido (Col. 1:5). La palabra griega usada es proakouo, que literalmente significa escuchar previamente. Primero escucharon el mensaje, y luego respondieron con fe. Colosenses 1:23 subraya el concepto: primero oyeron de la esperanza del evangelio y luego creyeron. Es interesante el nfasis que da Pablo a la esperanza que se proclama en el evangelio. Romanos 10:14-15 ilustra la importancia de escuchar el mensaje para poder creerlo. Para que las personas invoquen al Seor y as sean salvas, tienen que creer. Para que puedan creer, tienen que or. Para que oigan, tiene que haber quien les predique. Y para que haya quien les predique, es necesario que el predicador sea enviado. El proceso, entonces, comienza con el envo del mensajero y la predicacin del evangelio. Esto pasos corresponden a los ya creyentes. Luego viene la respuesta del no creyente, la cual incluye tres pasosor, creer e invocar. La importancia de or el mensaje se ve nuevamente en los versculos 17 y 18. Para que haya una respuesta de fe, es indispensable or el mensaje: La fe viene por el or. Y para que se oiga el mensaje, en indispensable que se proclame el evangelio: el or (viene por) la palabra de Dios. El comentarista Cranfield hace la siguiente observacin: La cita (de Rom. 10:16) habla de creer un mensaje. Pero el acto de creer un mensaje implica un paso intermedio entre la expresin del mensaje y la fe en dicho mensajeor el mensaje. As que en el v. 17 Pablo extrae lo que se encuentra implcito en la cita y lo aplica al tema que est desarrollando. La fe resulta de escuchar el mensaje, y el escuchar el mensaje se realiza por la palabra de Cristo. Desde luego que la respuesta de fe viene cuando se escucha con inters y receptividad. Si se escucha de manera superficial, sin permitir que el mensaje entre en el corazn, no habr un resultado beneficioso. Pablo hace la pregunta en cuanto a la nacin de Israel, No han odo? (Rom. 10:18). La respuesta es que s han odo el mensaje, pero no ha producido fe en ellos porque son un pueblo rebelde y contradictor (10:21).

    El caso de los tesalonicenses fue muy distinto. Ellos escucharon el mensaje con un corazn receptivo; Cuando recibisteis la palabra de Dios que osteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino segn es en verdad, la palabra de Dios, la cual acta en vosotros los creyentes (1 Tes. 2:13). Cuando el mensaje del evangelio se escucha de manera receptiva, dicho mensaje obra para producir fe y da como resultado la salvacin.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 15 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    Conversin Un aspecto de la respuesta al evangelio en las Epstolas Paulinas es volver a Dios, o sea la conversin. El apstol dice que los creyentes en Tesalnica se convirtieron de los dolos a Dios (1 Tes. 1:9). El verbo griego es epistrefo, dar la vuelta. Cuando esas personas escucharon el evangelio, dieron las espaldas a sus prcticas y valores paganas y se volvieron a Dios. La respuesta de volverse al Seor se encuentra tambin en 2 Corintios 3:16. Con la llegada del evangelio, Dios resplandece en nuestros corazones, para iluminacin del conocimiento de su gloria (2 Cor. 4:6). La persona que permite la entrada de la luz del evangelio experimenta una conversin, y el velo que antes cubra su conocimiento se cae. Cuando se conviertan al Seor, el velo se quitar La conversin de cierta manera es el equivalente paulino para el arrepentimiento. Pablo no presenta el arrepentimiento como una de las respuestas al evangelio, tal como los hacen los evangelios y Hechos. Pero la conversin a que l se refiere significa prcticamente lo mismo. En su mensaje ante el rey Agripa, Pablo dice que anunci tanto a judos como a gentiles que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios (Hech. 26:20). Convertirse significa dar la vuelta, cambiar de mentalidad, volverse de una fe falsa a una fe en el Dios verdadero. Ese cambio de actitud es un aspecto importante de la respuesta correcta al evangelio.

    Fe o creer Pablo subraya la importancia de la fe en respuesta al evangelio. Es quiz la respuesta que ms menciona. De manera especial se ve esto en su carta a los Romanos, pero tambin aparece en sus dems escritos. Los corintios creyeron el evangelio que Pablo les predic (1 Cor. 15:2); fue cuando creyeron que los cristianos en Efeso fueron sellados con el Espritu (Ef. 1:13); a los glatas el apstol dice que nosotros hemos credo en Jesucristo para ser justificados (G. 2:16). El captulo 10 de Romanos incluye varias referencias a la fe como respuesta a la predicacin del evangelio. La fe viene como resultado de or el mensaje: La fe viene por el or, y el or por la palabra de Dios (Ro. 10:17). El mensaje pide una respuesta de fe; se describe como la palabra de fe que predicamos (Ro. 10:8). Es una respuesta que surge del corazn; con el corazn se cree para justicia (10:9). La fe en el mensaje trae como resultados la justicia (10:6, 10), la salvacin (10:9) y la seguridad de nuestra vindicacin (10:11).

    La fe como respuesta al evangelio representa una actitud de dependencia total de Dios para la salvacin. Es reconocer que la salvacin viene de Dios, que ha sido realizada por la muerte y resurreccin de Cristo y que Cristo el Seor exaltado es totalmente capaz de darnos una salvacin completa. Es depositar nuestra confianza total en lo que el evangelio proclama. El telogo Leonhard Goppelt lo expresa de esta manera: La fe, fundamentalmente, era confianza en Dios sobre la base de sus promesas. Esta confianza inclua fe en Jesucristo. Por lo tanto la persona que crea en Cristo Jess era aquella que aceptaba su muerte y resurreccin como la revelacin salvadora de Dios. La confianza absoluta y total en Jesucristo en respuesta al mensaje del evangelio es un requisito indispensable para la salvacin.

    Confesin

    La confesin o sea la expresin verbal de fe en Cristo es otro aspecto de la respuesta positiva al evangelio. Las palabras confesin y confesar expresan esta respuesta, junto con el verbo invocar. Prcticamente la mitad de las veces en que Pablo usa los verbos confesar e invocar se encuentran en el captulo 10 de Romanos, as que este es un pasaje clave para comprender el asunto.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 16 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    El tema de la confesin se introduce en Romanos 10:9, inmediatamente despus de una serie de citas, principalmente de Deuteronomio 30:12-14. Estas citas ilustran el hecho de que nuestra posicin de justos ante Dios es el resultado de un ofrecimiento de gracia basado en lo que Dios ha hecho, no en los esfuerzos humanos. Las citas terminan en el versculo 8 mencionando la palabra que est en tu boca y tu corazn. Ese mensaje es la palabra de fe que predicamos. Es la palabra que trae salvacin a todo aquel que invoca el nombre del Seor (10:13).

    La confesin a que se refiere en versculo 9 consiste en el reconocimiento de que Jess es el Seor. Tambin incluye el reconocimiento de que Dios le levant de los muertos. Ambas verdades son credas y confesadas. En otras palabras, los verbos confesar y creer implican una respuesta conjunta frente a ambas verdades. Como lo expresa Schreiner, la fe involucra la confesin doctrinal de que Jess es Seor y que Dios le levant de los muertos.

    La confesin es la expresin externa de la fe interior, y lgicamente le sigue a esta. El orden en el versculo 14 es creer, luego invocar. Pero estas dos acciones no deben verse como dos acciones separadas. Ms bien, la confesin es inseparable de la conviccin interna que involucra confianza personal. Ambas, ya que forman parte de la fe en el seoro de Cristo y su resurreccin (que son inseparables ya que Cristo fue puesto como Seor en su resurreccin, Rom. 1:4) son necesarias para la salvacin. Los verbos que utiliza Pablo para describir la confesin en Romanos 10, confesar e invocar, son prcticamente sinnimos. Pablo utiliza el segundo de estos al citar del Antiguo Testamento (Joel 2:32) en el versculo 13, todo aquel que invocare el nombre del Seor ser salvo. Invocar el nombre del Seor en el Antiguo Testamento era un acto de adoracin pblica. Era un acto en que se proclamaba pblicamente quin era el Dios a quien se adoraba. Pablo identifica el Seor mencionado por Joel con el Seor Jess. As que invocar a Jess es no slo dirigirse a l en oracin, sino tambin reconocer quin es l.

    La confesin de fe enfoca la persona de Cristo. Reconoce que l es Seor. Representa la expresin espontnea de fe en Cristo que se da cuando una persona escucha receptivamente el mensaje del evangelio y responde positivamente a l.

    Obediencia

    La respuesta positiva al evangelio tambin se describe como obediencia. Pablo habla de la obediencia de fe en Romanos 1:5 y 16:26. Es un elemento importante tanto en la introduccin a la carta como en su conclusin. En el centro de la carta, hablando de los israelitas, Pablo menciona que no todos obedecieron el evangelio (10:16). Lo mismo dice de los perseguidores de los tesalonicenses: no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Seor Jesucristo (2 Tes.1:8). Responder al evangelio con fe es obedecerlo. Rechazarlo con incredulidad es no obedecerlo. Obedecer el evangelio no es un acto distinto a la fe o la confesin. Ms bien se usa en relacin con otras expresiones para describir la actitud con que se responde al mensaje. Obedecer contiene la idea de someterse a una autoridad, de cumplir una orden dada por una autoridad. Cuando una persona reconoce que Jess es Seor, responder en obediencia. La respuesta de obediencia se relaciona con la de or. Los dos vocablos griegos (akoe, or y hypakoe, obedecer) tienen la misma raz; es como que Pablo estuviera utilizando un juego de palabras. Joseph Fiztmyer comenta al respecto, el escuchar el evangelio (akoe) deba llevar (al oyente) a un compromiso personal con l (hypakoe, Rom. 10:16-17).

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 17 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    La obediencia se relaciona con la fe en la expresin la obediencia de fe (Rom. 1:2; 16:26), la cual puede entenderse como la obediencia que consiste en fe. Tambin se relaciona con la confesin en Romanos 10:8-17, donde la respuesta al mensaje se describe como creer (10:14), confesar (10:9) y obedecer (10:16). Tanto la fe como la confesin y la conversin representan actos de obediencia al mensaje.

    La respuesta de obediencia viene cuando una persona llega a entender por el evangelio que Jess es no solo el Salvador crucificado, pero tambin el Seor exaltado. Significa aceptar el mensaje con una actitud de sumisin. El trmino obediencia sirve para resumir de manera global la respuesta positiva al evangelio. Por la manera en que Pablo usa la palabra, podemos concluir que el apstol tiene en mente la respuesta total del creyente al evangelio.

    PREGUNTAS

    1.- Creer en Cristo es creer en Dios?

    2.- Cules son las 6 cosas que muestran que se ha tenido una reaccin favorable al Evangelio?

    3.- De dnde proviene la fe?

    4.- Cul es el resultado de or con fe?

    5.- Qu es conversin?

    6.- Por qu los verbos confesar y creer son tan importantes en la salvacin?

    7.- En qu es distinto el obedecer de la fe o la confesin?

    8.- Por qu es radical la respuesta al Evangelio?

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 18 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    TEMA 4

    LA SEGURIDAD DE LA SALVACION

    La salvacin como el remedio de Dios para el pecado

    Aun cuando se hacen ciertas distinciones en la doctrina bblica del pecado, hay dos hechos universales que deben considerarse en primer lugar:

    1. El pecado es siempre condenable, ya sea que lo cometa el salvaje o el civilizado, el no regenerado o el regenerado. Aunque puede haber diferentes grados de castigo para el pecador (Lc. 12:47-48), todo pecado es invariablemente pecaminoso en s mismo, porque constituye una ofensa contra la santidad de Dios.

    2. El nico remedio para el pecado est en la sangre derramada del Hijo de Dios. Esto es tan cierto cuando se trata de los que por medio de sacrificios de animales anticiparon la muerte de Cristo en la cruz, como lo es de aquellos que por fe miran ahora retrospectivamente hacia el sacrificio del Cordero de Dios.

    Si la pena del pecado puede ser remitida es porque hubo otro que en su carcter de sustituto satisfizo todas las demandas que la justicia divina tena contra el pecador. En el antiguo orden, el pecador no era perdonado sino hasta que el sacerdote haba presentado el sacrificio cruento para expiacin, el cual anticipaba la muerte de Cristo en la cruz (Lv. 4:20, 26, 31, 35; 5:10, 13, 16, 18; 6:7; 19:22; Nm. 15:25-26, 28). Y despus que el sacrificio del Hijo de Dios se ha consumado, prevalece la misma verdad tocante a que su sangre derramada en el Calvario es la base del perdn para todo pecador. Este es el testimonio de la Palabra de Dios: En quien tenemos redencin por su sangre, el perdn de pecados segn las riquezas de su gracia (Col. 1:14; Ef. 1:7).

    La muerte vicaria de Cristo es infinitamente perfecta en su eficacia redentora, y, por lo tanto, el pecador que confa en l es no solamente perdonado, sino tambin justificado para siempre (Ro. 3:24). Dios nunca ha tratado el pecado con lenidad. Al pecador no se le impone ninguna carga por el perdn; pero si es perdonado se debe tan slo a que el castigo divino por el pecado cay con todo su rigor sobre el Cordero de Dios (1 P.2:24; 3:18).

    El pecado antes de la cruz y despus de la cruz

    1. Se dice que el mtodo divino de tratar con el pecado antes de La cruz fue la expiacin. Segn su uso bblico, la palabra expiacin significa sencillamente cubrir. La sangre de los toros y de los machos cabros no puede quitar los pecados (He. 10:4). La sangre del sacrificio indicaba de parte del que lo ofreca su reconocimiento de la justa pena de muerte impuesta sobre el pecador (Lv. 1:4); y de parte de Dios era una anticipacin de la sangre eficaz que Cristo derramara en la cruz. Por el hecho de simbolizar la sangre derramada de Cristo, la sangre de la expiacin serva para cubrir el pecado como en un pacto de promesa hasta el da cuando Cristo viniera a tratar en forma definitiva con el pecado del mundo.

    Hay en el Nuevo Testamento dos pasajes que arrojan luz sobre el significado de la palabra antiguo testamentaria expiacin.

    a) En Romanos 3:25 la palabra remisin tiene el significado de pasar por alto, y es en relacin con este significado que se declara que Cristo demostr en su muerte que Dios haba sido justo en pasar por alto los pecados cometidos antes de la cruz y por los cuales la sangre de los sacrificios se haba vertido. Dios haba prometido enviar al Cordero que sera capaz de quitar el pecado del mundo, y en base de esta gran promesa haba perdonado el pecado antes de la cruz.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 19 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    Por consiguiente, por medio de la muerte de Cristo qued plenamente demostrado que Dios ha sido justo en todo lo que l ha prometido.

    b) En Hechos 17:30 se afirma que Dios pas par alto los tiempos de esta ignorancia.

    2. En Romanos 3:26 se declara cul ha sido el mtodo divino de tratar con el pecado despus de la cruz. Cristo ha muerto. El valor de su sacrificio no es ya un asunto de expectacin que debe tomarse coma un pacto de promesa y simbolizarse por la sangre de los animales ofrecidos en el altar; la sangre de Cristo ha sida derramada, y ahora lo nico que se demanda de toda persona, sin tomar en cuenta cual sea su grado de culpabilidad, es que crea que la gracia infinita se ha consumado para salvacin del pecador. El versculo que tenemos delante revela que los juicios que pesaban sobre cada pecador, Cristo los llev completamente en la cruz, a fin de que Dios pudiera permanecer justo, o sea inalterable en su santidad. Aparte de todo castigo, l justificar al pecador que tan slo crea en Jess.

    Como antes se ha dicho, la palabra expiacin, la cual aparece slo en el Antiguo Testamento, significa:

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 20 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    La salvacin como obra salvadora de Dios

    La obra salvadora de Dios, la cual se cumple en el momento en que uno cree, incluye varias fases de la obra de Dios en la gracia: redencin, reconciliacin, propiciacin, perdn, regeneracin, imputacin, justificacin, santificacin, perfeccin, glorificacin. Por medio de ella somos hechos capaces de ser participes de la herencia de los santos (Col. 1:12), hechos aceptos en el Amado (Ef. 1:6), hechos hijos de Dios (Jn. 1:12), hechos ciudadanos de los cielos (Fil. 3:20), hechos una nueva creacin (2 Co. 5:17), hechos miembros de la familia de Dios (Ef. 2:19; 3:15), hechos justicia de Dios (2 Co. 5:21), hechos cercanos a Dios (Ef. 2:13) y hechos completos en Cristo (Col. 2:10). El hijo de Dios ha sido liberado del poder de las tinieblas y trasladado al reino del amado Hijo de Dios (Col. 1:13), y ahora posee toda bendicin espiritual (Ef. 1:3).

    Entre las maravillosas obras de Dios mencionadas recientemente, la culpa y la pena del pecado han sido quitadas; puesto que se dice del que es salvo, es perdonado de todas sus transgresiones y justificado para siempre. Dios no podra perdonar y justificar aparte de la cruz de Cristo, pero puesto que Cristo ha muerto, Dios es capaz de salvar hasta lo sumo a todos los que vienen a l por medio de Cristo Jess.

    La salvacin en relacin al pecado del salvo

    1. El perdn de los pecados se cumple para el pecador cuando l cree en Cristo y es una parte de su salvacin. Muchas cosas que constituyen la salvacin son forjadas por Dios en el momento que uno cree; pero el perdn nunca se recibe por parte del no creyente aparte de la obra completa de la gracia salvadora sobre la base de creer en Cristo como Salvador.

    2. En el trato divino con los pecados del cristiano, es slo la cuestin del pecado lo que se tiene en vista, y el pecado del cristiano es perdonado, no sobre la base del creer para salvacin, sino sobre la base de la confesin del pecado (1 Jn. 1:9).

    El efecto del pecado del cristiano, entre otras cosas, es Ia perdida de la comunin con el Padre y con el Hijo y el contristar al Espritu que mora en l. El hijo de Dios que ha pecado ser restaurado a la comunin, gozo, bendicin y poder cuando confiese su pecado.

    Mientras que el efecto del pecado sobre el creyente es la perdida de bendicin, la cual puede ser renovada por medio de la confesin, el efecto del pecado del creyente sobre Dios es un asunto mucho ms serio. Pero Si no fuera por el valor de la sangre de Cristo derramada y de la presente abogaca de Cristo en los cielos (Ro. 8:34; He. 9:24; 1 Jn. 3:1-2), el pecado separara a los cristianos de Dios para siempre. Sin embargo, se nos asegura que la sangre es eficaz (1 Jn. 2:2) y la causa del Abogado es justa (1 Jn. 2:1).

    El santo que peca no se pierde por su pecado, puesto que, aun cuando ha estado en el momento del pecado, l tiene un Abogado con el Padre. Esta verdad, la cual forma nicamente las bases en las cuales cualquier cristiano siempre ha sido mantenido salvo, lejos de animar a los cristianos a que pequen, Se presenta en la Escritura con el fin de que el cristiano no peque 0 no permanezca en pecado (1 Jn. 2:1). La gratitud al Salvador abogado por nosotros en los cielos debe encauzarnos a dudar seriamente antes de rendirnos a la tentacin.

    La salvacin est condicionada solamente por la fe

    En unos 115 pasajes del Nuevo Testamento se declara que la salvacin del pecador depende slo de creer, y en aproximadamente 35 pasajes se dice que depende de la fe, lo cual es un sinnimo de creer. Creyendo, un individuo ejerce el deseo de confiar en Cristo. Es un acto del hombre en su totalidad, no solamente de su intelecto o su emocin. Mientras que el asentimiento intelectual no proviene de la fe real, y es meramente una motivacin de las emociones, por lo tanto escasa en fe, el creer es un acto definido en el cual el individuo desea recibir a Cristo por la fe.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 21 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    En todas partes la Escritura armoniza con esta abrumadora verdad. Slo Dios puede salvar un alma, y Dios slo puede salvar a travs del sacrificio de su Hijo. El hombre no puede sostener ninguna otra relacin para la salvacin que creer en el mensaje de Dios hasta el grado de volverse de sus propias obras para depender solamente en la obra de Dios a travs de Cristo. Creer es lo opuesto a hacer cualquier cosa; es, en lugar de ello, confiar en otro. Por lo tanto, se viola la Escritura y toda la doctrina de la gracia se confunde cuando la salvacin se hace depender de cualquier otra cosa que no sea creer.

    El mensaje divino no es cree y ora, cree y confiesa pecado, cree y confiesa a Cristo, cree y s bautizado, cree y arrepintete o cree y haz restitucin. Estos seis puntos aadidos se mencionan en la Escritura, y all tienen su total significado propuesto; pero si fueran tan esenciales para la salvacin como creer, nunca hubieran sido omitidos de ningn pasaje donde se declara la manera para ser salvo (notar Jn. 1:12; 3:16, 36; 5:24; 6:29; 20:31; Hch. 16:31; Ro. 1:1; 3:22; 4:5, 24; 5:1; 10:4; Ga. 3:22). La salvacin es slo a travs de Cristo y, por lo tanto, los hombres son salvos cuando le reciben como su Salvador.

    PREGUNTAS

    1. Por qu un hijo de Dios debe dominar la doctrina de la salvacin?

    2. Qu se incluye en la salvacin en su ms amplia dimensin?

    3. Hasta qu grado la salvacin es la misma en cada edad, y hasta qu grado es ms completa en la edad presente?

    4. Qu dos hechos universales se muestran en la Escritura concerniente a la relacin de la salvacin del pecado?

    5. Cmo trataba Dios con el pecado en relacin con la salvacin en el Antiguo Testamento?

    . Cmo difiere el trato de Dios con el pecado despus de la cruz del mtodo del Antiguo Testamento?

    7. Qu se muestra en los pasajes que tratan con la salvacin en el pasado?

    8. Cmo se revela la salvacin como una obra presente de Dios?

    9. Qu se contempla cuando la salvacin se ve cmo futura?

    10. Distinguir entre la obra terminada de Cristo y la obra salvadora de Dios aplicada al individuo cuando este cree.

    11. Por qu es verdad que el hecho de que Cristo haya muerto no salva a todos los hombres?

    12. Qu debe de esperarse como una respuesta de parte del creyente cuando es salvo?

    13. Nombrar algunas de las fases importantes de la obra de gracia de Dios en salvar a los hombres que estn incluidas en palabras doctrinales importantes.

    14. Cules son algunos de los aspectos de la obra de Dios cumplida cuando un individuo es salvo?

    15. Cmo se relaciona la salvacin con el perdn de los pecados?

    1. En el trato con los pecados del cristiano, qu est incluido en su perdn?

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 22 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    TEMA 5

    LA SALVACION DEL PODER DEL PEACDO

    A. LIBERACION DEL PECADO UNICAMENTE PARA LOS CRISTIANOS.

    Puesto que la salvacin del poder del pecado es una provisin de la gracia de Dios para los que ya son salvos de la culpa y de la pena del pecado, la doctrina que en este captulo consideramos se limita en su aplicacin solamente a los regenerados. Aunque ya estn salvos y seguros en Cristo, los cristianos tienen todava la disposicin a pecar y cometer pecados. De esto tenemos pruebas abundantes en las Escrituras y en la experiencia humana. Basndose en el hecho de que los cristianos pecan, el Nuevo Testamento procede a explicar cul es el camino divinamente trazado para que el hijo de Dios se libere del poder del pecado.

    Por suponer que el cristiano no debiera pecar ni tener la inclinacin al pecado, muchos creyentes que no han alcanzado la madurez espiritual se alarman y confunden y aun dudan de su salvacin cuando descubren en su vida el poder dominante del pecado. Es una actitud positiva que se preocupen del pecado, debido a la ofensa que ste ocasiona a la santidad de Dios; pero en lugar de poner en duda su salvacin o entregarse a la prctica del pecado, debieran escudriar lo que Dios en su gracia ha provisto para que los suyos puedan liberarse del dominio del pecado.

    Con excepcin del plan de salvacin no hay otro tema ms importante que demande un conocimiento cabal por la mente humana que el plan divino por el cual un cristiano puede vivir para la gloria de Dios. La ignorancia y el error pueden resultar en un trgico error espiritual. En la predicacin del evangelio existe una gran necesidad de claridad en la exposicin de la doctrina bblica de la salvacin del poder del pecado.

    B. EL PROBLEMA DEL PECADO EN LA VIDA DE UN CRISTIANO.

    Habiendo recibido la naturaleza divina (2 Pe. 1:4), pero reteniendo todava la naturaleza antigua, cada hijo de Dios posee dos naturalezas; la una es incapaz de pecar, y la otra es incapaz de practicar la santidad. La antigua naturaleza, algunas veces llamada pecado (significando la fuente del pecado) y viejo hombre, es una parte de la carne; porque, segn el uso de la Escritura, el trmino carne, cuando se usa en su sentido moral, se refiere al espritu y al alma, como tambin al cuerpo, especialmente en el caso del hombre no regenerado. Por esto es que el apstol declara: Yo s que en m, esto es, en mi carne, no mora el bien (Ro. 7:18).

    Por otra parte, teniendo en vista la naturaleza divina que es impartida al creyente, el apstol Juan dice: Todo aquel que es nacido de Dios permanece en l; y no puede pecar, porque es nacido de Dios (1 Jn. 3:9). Este versculo ensea que todo cristiano que ha nacido de Dios no practica el pecado (el verbo en el tiempo presente implica una accin continua). Sin embargo, debe observarse que es en esta misma epstola donde se advierte a cada hijo de Dios que no pretenda no poseer una naturaleza pecaminosa (1:8) o que no ha cometido pecado (1:10).

    Estas dos Fuentes de actividad que el cristiano tiene en s mismo se consideran tambin en Glatas 5:17, donde tanto el Espritu Santo y la carne estn activos en incesante y mutuo conflicto: Porque el deseo de la carne es contra el Espritu, y el del Espritu es contra la carne; y stos se oponen el uno al otro. El apstol no se est refiriendo en estas palabras al cristiano carnal, sino al que es ms espiritual, y aun al que no est satisfaciendo la concupiscencia de la carne (G. 5:16). Este conflicto existe ciertamente en el cristiano espiritual, y si l se ve libre de los efectos y concupiscencias de la carne, es porque est caminando bajo la direccin del Espritu.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 23 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    C. La ley como una norma de vida.

    Para comprender el programa de Dios para la liberacin del poder del pecado, es importante distinguir entre la ley y la gracia como reglas de vida. La palabra ley se usa en la Escritura con muchos sentidos diferentes. Algunas veces se usa como regla de vida. Cuando se usa en este sentido, la palabra tiene varios significados.

    1. Los Diez Mandamientos; escritos por el dedo de Dios sobre tablas de piedra (Ex. 31:18).

    2. Todo el sistema de gobierno de Israel que inclua los mandamientos (Ex. 20:1-26), las leyes (Ex. 21:1 - 24:11) y las ordenanzas (Ex. 24:12 - 31:18).

    3. Los principios de gobierno del aun futuro reino del Mesas sobre la tierra, los cuales estn contenidos en la Ley y los profetas (MT. 5:1 - 7:29; comparar con 5:17, 18; 7:12).

    4. Algunos aspectos de la voluntad revelada de Dios a los hombres (Ro. 7:22, 25; 8:4).

    5. Algunas reglas de conducta establecidas por los hombres para su propio gobierno (Mt. 20:15; Lc. 20:22; 2 Ti. 2:5). La palabra ley es usada tambin algunas veces como una fuerza en operacin (Ro. 7:21; 8:2).

    6. En el Antiguo Testamento especialmente, la ley es presentada tambin como un pacto de obras. Bajo este concepto de ley, su alcance se extiende ms all de los escritos del sistema mosaico, e incluye toda accin humana intentada (en conformidad a la enseanza de la Escritura o no) con el objeto de conseguir el favor de Dios. La frmula de la ley es:

    Si hacis el bien, yo os bendecir. As, el ideal supremo de una buena conducta si se emprende con el propsito de conseguir el favor de Dios en lugar de ser una manifestacin de la seguridad del favor por medio de Cristo se convierte en algo puramente legal en su carcter.

    7. La ley se presenta tambin como un principio de dependencia sobre la carne. La ley no provee capacidad para su observancia. No se esperaba ms de sus mandamientos de lo que el hombre natural poda hacer. Sin embargo, todo lo que es acometido en la carne, es legal en su naturaleza: los mandamientos contenidos en la ley, las exhortaciones de la gracia, o cualquier actividad espiritual.

    D. La gracia como regla de vida.

    Para el hijo de Dios bajo la gracia, cada aspecto de la ley ha sido eliminado (Jn. 1:16, 17; Ro. 6:14; 7:1-6; 2 Co. 3:1-18; G. 3:19-25; Ef. 2:15; Col. 2:14).

    1. Las ordenanzas legales del sistema mosaico y los mandamientos instituidos para el gobierno del reino no son ahora las guas principales del cristiano. Han sido reemplazados por una regla de conducta nueva y de gracia que incluye en s misma todo lo que es vital en la ley, aunque la reafirma bajo el orden y el carcter de la gracia.

    2. El hijo de Dios bajo la gracia ha sido liberado del peso de un pacto de obras. Ahora l no lucha para ser aceptado, sino que es libre como uno que es aceptado en Cristo (Ef. 1:6).

    3. El hijo de Dios no est llamado ahora a vivir por la energa de su propia carne. l ha sido liberado de este rasgo de la ley y puede vivir en el poder del Espritu. Desde que la ley escrita fue dada a Israel, ella pudo liberarse de los mandamientos escritos de Moiss solamente por la muerte de Cristo. Sin embargo, tanto el judo como el gentil fueron liberados por esa muerte del desesperado principio del mrito humano y del vano esfuerzo de la carne.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 24 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    4. En contraste con la ley, la palabra gracia se refiere al favor inmerecido que representa el mtodo divino de tratamiento con el hombre que fue introducido con Adn. Bajo la gracia, Dios no trata a los hombres como ellos se lo merecen, sino que con una misericordia y gracia infinitas, sin hacer referencia a lo que realmente merecen. Esto es libre de hacerlo sobre la base de que el justo castigo por el pecado, que de otro modo su santidad podra imponer sobre los pecadores como retribucin a sus hechos, fue satisfecho por el Hijo de Dios.

    Aunque el pueblo de Israel experiment la gracia de muchas maneras, como regla de vida ellos pasaron de una relacin de gracia con Dios a una relacin legal con Dios. Cuando aceptaron la ley, como se aprecia en xodo 19:3-25, ellos neciamente presumieron que podran guardar la ley de Dios completamente ignorando su necesidad de la gracia como la nica base posible de ser aceptado delante de Dios. La experiencia de Israel bajo la ley, por consiguiente, demuestra a todos los hombres la imposibilidad de ser liberado del poder del pecado por medio de la ley como principio.

    5. En contraste con la ley, la gracia es revelada en tres aspectos diferentes: a) salvacin por gracia, b) seguridad por medio de la gracia, y c) la gracia como una regla de vida para el salvado.

    a) Dios salva a los pecadores por gracia, y no hay otro camino de salvacin ofrecido a los hombres (Hch. 4:12). La gracia salvadora es el amor sin lmites y libre de Dios por el perdido en conformidad con las exactas e invariables demandas de su propia justicia a travs del sacrificio sustitutorio de Cristo. La gracia es ms que el amor; es amor que libera y hace al cristiano triunfante sobre el justo juicio de Dios contra el pecador.

    Cuando El salva a un pecador por gracia, es necesario que Dios termine con cada pecado, porque de otro modo stos demandaran un juicio y as dificultaran su gracia. Esto es lo que El ha hecho en la muerte de su Hijo. Tambin es necesario que cada obligacin sea satisfecha, con este objeto la salvacin ha sido efectuada como un absoluto regalo de Dios (Jn. 10:28; Ro. 6:23; Ef. 2:8). Adems, es necesario que todo mrito humano sea eliminado, para que ninguna cosa que Dios realice est basada en ningn modo en los mritos de los hombres y no en su gracia soberana solamente (Ro. 3:9; 11:32; G. 3:22). Ya que todo elemento humano est excluido, el evangelio de la gracia es la proclamacin de la gracia poderosa, redentora y transformadora de Dios, la cual ofrece vida y gloria eternas a todo aquel que cree.

    b) El programa divino de la seguridad por medio de la gracia demuestra que nicamente por medio de la gracia Dios guarda a aquellos que son salvos. Habiendo provisto un camino por el cual El puede actuar libre de sus propias demandas de justicia contra el pecado; habiendo dispuesto la retribucin de cada accin humana, y habiendo puesto a un lado eternamente todo mrito humano, Dios ha de continuar el ejercicio de su gracia hacia el salvado para darle la seguridad de su proteccin eterna. Esto es lo que El hace y al hijo de Dios se le dice que est en la gracia (Ro. 5:2; 1 Pe. 5:12).

    c) Dios tambin provee una regla de vida para el salvado basada nicamente en el principio de la gracia. Dios ensea a aquellos que estn salvados y seguros la manera cmo deben vivir en la gracia y cmo vivir para su eterna gloria. Del mismo modo como la ley ha provisto una completa regla de conducta para Israel, as Dios ha provisto una completa regla de conducta para el cristiano. Puesto que todas las reglas de vida que estn presentadas en la Biblia son completas en s mismas, no es necesaria que sean combinadas. Por lo tanto, el hijo de Dios no est bajo la ley como una regla de vida, sino bajo los consejos de la gracia. Lo que l hace bajo la gracia no tiene como objetivo conseguir el favor de Dios, sino porque l ya ha sido aceptado en el Amado. El no est confiando en la energa de la carne, sino en la manifestacin del poder del Espritu. Es una vida que se vive sobre el principio de fe: Mas el justo por su fe vivir. Estos principios estn declarados en los evangelios y en las epstolas.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 25 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    E. El nico camino de victoria.

    Se han sugerido varias enseanzas que pretender sealar el camino por el cual el cristiano puede liberarse del poder del pecado.

    1. Se ha dicho que el cristiano ser impulsado a vivir para la gloria de Dios si observa suficientes reglas de conducta. Este principio legalista est condenado al fracaso porque hace que la victoria dependa de la misma carne de la cual se busca la liberacin (Ro. 6:14).

    2. Se ha afirmado muchas veces que el cristiano debe buscar la erradicacin de la vieja naturaleza, para as quedar permanentemente libre del poder del pecado. Pero esta teora tiene sus objeciones:

    a) No hay base bblica para la enseanza de que la naturaleza admica pueda erradicarse.

    b) La vieja naturaleza es una parte de la carne, y es claro que ella debe tratarse en la misma forma en que Dios trata a la carne. La carne es uno de los tres poderosos enemigos del cristiano: el mundo, la carne y el Diablo. Dios no erradica el mundo, o la carne, o el Diablo; pero provee la victoria sobre estos enemigos, por medio del Espritu (G. 5:16; 1 Jn. 4:4; 5:4). De manera semejante, El da la victoria sobre la vieja naturaleza, por medio del Espritu (Ro. 6:14; 8:2).

    c) Ninguna experiencia humana actual confirma la teora de la erradicacin, y si esta teora fuera verdadera, los padres en este estado engendraran hijos no afectados por la cada.

    d) Cuando se acepta la teora de la erradicacin no hay lugar ni significado alguno para el ministerio del Espritu que mora en cada hijo de Dios. Muy por el contrario, los cristianos ms espirituales son advertidos de la necesidad de andar en el Espritu, rindindose a la voluntad de Dios, impidiendo que el pecado reine en sus cuerpos mortales, mortificando las obras de la carne y permaneciendo en el Seor.

    3. Algunos cristianos suponen que, aparte del Espritu y simplemente por el hecho de que ya son salvos, podrn vivir para la gloria de Dios. En Romanos 7:15 - 8:4 el apstol testifica de su propia experiencia con esta teora. El afirma que conoca lo que era el bien, pero l no saba cmo llevar a cabo lo que conoca (7:18). Por lo tanto, lleg a las siguientes conclusiones:

    a) Que aun cuando l procuraba hacer lo mejor, era siempre derrotado por una ley que an estaba presente en sus miembros, rebelndose contra la ley de su espritu (7:23); b) que su estado era espiritualmente miserable (7:24);

    c) que, aun cuando ya era salvo, lo que le dio la libertad fue la ley del Espritu de vida en Cristo Jess, y no sus propias obras (8:2);

    d) que la completa voluntad de Dios se cumple en el creyente, pero nunca por el creyente (8:4).

    En Romanos 7:25 se declara que la libertad del poder del pecado viene por medio de Jesucristo nuestro Seor. Puesto que se trata de un problema que atae a la santidad de Dios, la liberacin del poder del pecado puede venir solamente por medio de Jesucristo. El Espritu Santo no podra ejercer dominio sobre una naturaleza cada que todava no estuviese juzgada; pero en Romanos 6:1-10 se afirma que la naturaleza cada del creyente fue ya juzgada al ser crucificada, muerta y sepultada con Cristo, lo que hizo posible para el Espritu dar la victoria. Debido a esta provisin de la gracia de Dios, el creyente puede caminar en el poder de un nuevo principio de vida que consiste en depender solamente del Espritu, reconocindose a s mismo muerto en verdad al pecado (6:4, 11). Por lo tanto, la liberacin del poder del pecado es por el Espritu y por medio de Cristo.

    F. Victoria por el Espritu Santo.

    Como se ha dicho en los estudios anteriores sobre la doctrina del Espritu Santo, un creyente puede ser liberado del poder del pecado por el Espritu Santo.

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 26 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    Si estis caminando por medio del Espritu, no satisfaris los deseos de la carne (G. 5:16, lit.). La salvacin del poder del pecado, al igual que la salvacin de la pena del pecado, es de Dios y, desde un punto de vista humano, depende de una actitud de fe, as como la salvacin de la pena del pecado depende de un acto de fe. El que ha sido justificado vivir por fe fe que depende del poder de otro y la persona justificada no conocer una poca en esta vida cuando necesite depender menos del Espritu.

    Existen tres razones para una vida de dependencia del Espritu.

    1. Bajo las enseanzas de la gracia el creyente se encuentra ante una norma de vida que humanamente es imposible alcanzar. Siendo un ciudadano de los cielos (Fil. 3:20, un miembro del cuerpo de Cristo (Ef. 5:30) y un miembro de la familia de Dios (Ef. 2:19; 3:15), el cristiano es llamado a vivir de acuerdo a su elevada posicin celestial. Puesto que este modo de vida es sobrehumano (Jn. 13:34; 2 Co. 10:5; Ef. 4:1-3, 30; 5:20; 1 Ts. 5:16-17; 1 P. 2:9), el hijo de Dios debe depender completamente del Espritu que mora en su corazn (Ro. 8:4).

    2. El cristiano se enfrenta a Satans, el prncipe de este mundo. A causa de esto, debe fortalecerse en el Seor y en el poder de su fuerza (Ef. 6:10-12; 1 Jn. 4:4; Jud. 9).

    3. El cristiano posee la vieja naturaleza, la cual le es incapaz de controlar.

    La Escritura revela que no solamente Dios nos salva de la culpa del pecado, sino que tambin nos libera del poder del pecado. Finalmente, cuando el cristiano se encuentre en el cielo, ser liberado de la presencia del pecado.

    PREGUNTAS

    1. Por qu la liberacin del pecado es para los cristianos nicamente?

    2. Hasta qu punto el pecado es un problema para los cristianos?

    3. Qu evidencia se da en la Escritura de que el cristiano tiene dos naturalezas?

    4. De qu manera se relaciona el Espritu Santo con la vieja naturaleza?

    5. Cules son algunos de los sentidos en que la palabra ley es usada en la Biblia?

    6. Hasta qu punto falla la ley en proporcionar capacidad para su observancia?

    7. Por qu el cristiano no est bajo el sistema de la ley mosaica?

    8. Por qu un cristiano no lucha para ser aceptado por Dios?

    9. Por qu un hijo de Dios no debe intentar vivir por medio de la energa de su propia carne?

    10. Comparar las relaciones de Israel con la gracia como regla de vida con la relacin de la iglesia con la gracia como regla de vida.

    11. Hasta qu punto se revela la gracia en la salvacin por gracia, y cul es la parte de Dios?

    12. Cmo se relaciona la gracia con la seguridad de un creyente?

    13. De qu manera es la gracia una regla completa de vida?

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 27 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    TEMA 6

    LA SEGURIDAD PRESENTE DE LA SALVACION

    A. La importancia de la seguridad

    En la experiencia cristiana, la seguridad de que uno es salvo por la fe en Cristo es esencial para el cumplimiento de todo el programa de crecimiento en la gracia y el conocimiento de Cristo. La seguridad es asunto de experiencia y se relaciona con la confianza personal en la salvacin presente. No se debe confundir con la doctrina de la seguridad eterna del creyente, que discutiremos en el prximo captulo. La seguridad eterna es una cuestin de doctrina, mientras la seguridad presente es un asunto de lo que la persona cree en un momento dado acerca de su salvacin personal.

    La seguridad presente depende de tres aspectos importantes de la experiencia: 1) comprensin de que la salvacin provista en Cristo Jess es completa; 2) el testimonio confirmatorio de la experiencia cristiana; 3) aceptacin por fe de las promesas bblicas de la salvacin.

    B. Comprensin de la naturaleza de la salvacin

    Para tener una verdadera seguridad de salvacin es esencial tener una clara comprensin de lo que Cristo obtuvo por medio de su muerte en la cruz. La salvacin no es una obra del hombre para agradar a Dios, sino una obra de Dios en favor del hombre. Depende completamente de la gracia divina, sin tener en consideracin ningn mrito humano. La persona que comprende que Cristo muri en su favor y provey una salvacin completa que se ofrece a cualquiera que cree sinceramente en Cristo, puede tener la seguridad de su salvacin en cuanto cumple la condicin de confiar en Cristo como Salvador.

    En muchos casos la falta de seguridad se debe a una comprensin incompleta de la naturaleza de la salvacin. Una vez que se ha comprendido que la salvacin es un obsequio que no puede obtenerse por esfuerzos humanos, que no puede merecerse y que est disponible como un don de Dios para todo aquel que la reciba por fe, se ha echado una base adecuada para la seguridad de la salvacin, y la cuestin se resuelve por si sola en la respuesta a la pregunta de si uno ha credo realmente en Cristo. Esta pregunta puede ser respondida por las confirmaciones que se encuentran en la experiencia cristiana de una persona que ha recibido la salvacin.

    Entre las diversas realizaciones divinas que en conjunto constituyen la salvacin de un alma, la Biblia da un nfasis supremo a la recepcin de una nueva vida de parte de Dios. Ms de 85 pasajes del Nuevo Testamento confirman este rasgo de la gracia salvadora. La consideracin de estos pasajes deja ver el hecho de que esta vida impartida es don de Dios para todo aquel que cree en Cristo (Jn. 10:28; Ro. 6:23); es de Cristo (Jn. 14:6); es Cristo que mora en el creyente en el sentido de que la vida eterna es inseparable de El (Col. 1:27; 1 Jn. 5:11, 12) y, por lo tanto, es eterna como l es eterno.

    C. Testimonio confirmatorio de la experiencia cristiana

    Basado en el hecho de que Cristo mora en l, el creyente debe probarse a s mismo si est en fe (2 Co. 13:5); porque es razonable esperar que el corazn en que Cristo mora, en condiciones normales, est consciente de su maravillosa presencia. Sin embargo, el cristiano no es dejado a merced de sus sentimientos e imaginaciones equvocos en cuanto a la forma precisa en que se manifestar Cristo en su vida interior, y esto queda claramente definido en las Escrituras. Esta revelacin particular tiene un propsito doble para el cristiano que est sujeto a la Palabra de Dios: lo protege contra la suposicin de que el emocionalismo carnal es de

  • ICTEBEN LA SALVACIN Pg. 28 Tcnico Superior Teologa Ncleo Mrida

    Dioscreencia que ha encontrado muchos seguidores en la actualidad y establece una norma de realidad espiritual, para alcanzar la cual deben esforzarse constantemente los cristianos.

    Es obvio que una persona inconversa, aunque sea fiel en su conformidad exterior a la prctica religiosa, jams manifestar la vida que es Cristo. De igual manera, el cristiano carnal es anormal en el sentido de que no tiene modo de probar por la experiencia que tiene la salvacin. Aunque la vida eterna en s es ilimitada, toda experiencia cristiana normal es limitada por lo carnal (1 Co. 3: 1-4).

    El cristiano carnal est tan perfectamente salvado como el cristiano espiritual, porque ninguna experiencia, mrito o servicio forman parte de la base de la salvacin. Aunque an sea un beb, est en Cristo (1 Co. 3:1). Su obligacin hacia Dios no es ejercer la fe salvadora, sino someterse al propsito y voluntad de Dios. Es de importancia fundamental comprender que una experiencia cristiana normal solo pueden tenerla quienes estn llenos del Espritu.

    La nueva vida en Cristo que viene como resultado de ser salvo por la fe produce ciertas manifestaciones importantes.

    1. El conocimiento de que Dios es nuestro Padre Celestial es una de las preciosas experiencias que pertenecen a quien ha puesto su confianza en Cristo. En Mateo 11:27 se declara que ninguno conoce al Padre sino el Hijo y aqul a quien el Hijo lo quiera revelar. Una cosa es saber algo acerca de Dios, experiencia posible en una persona no regenerada, pero es algo muy distinto conoc