un esposo que restaura

“UN ESPOSO QUE RESTAURA” (ISAÍAS 54:1-17)

(POR EL PASTOR EMILIO BANDT FAVELA)

(DOMM 210107)

V. C. COMO ESPOSOS CRISTIANOS DEBEMOS SEGUIR EL MODELO DE NUESTRO DIOS Y PERDONAR Y RESTAURAR.

& Permítanme comenzar este sermón con una historia: Este era un matrimonio que

celebraba sus bodas de oro, es decir, cincuenta años de casados. Un amigo de la pareja al felicitarlos les pregunta ¿Y nunca se han peleado? Y él contesta: Claro que sí, si mal no recuerdo sólo hemos tenido una pelea, ¿Verdad, viejita? Ella asienta con la cabeza. El amigo asombrado exclama: ¡En cincuenta años sólo una pelea han tenido! ¿Cómo le han hecho? Y los dos contestan: “Es que todavía no nos hemos reconciliado”. Creo que es buena idea para evitar futuras peleas.

& Pero ya hablando en serio, déjenme citar una anécdota publicada en el libro “Reflexiones” editado en 1981 por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y que cuenta acerca de una pareja que celebraba no cincuenta sino setenta y cinco años de feliz matrimonio. Periodistas de todas partes vinieron a entrevistarlos. Todos querían saber del tío Pedro y de la tía Teresa el secreto de un matrimonio con éxito. La tía Tere dijo: “Claro que hemos tenido nuestras peleas y desavenencias, pero el secreto es nunca herir los sentimientos del otro. Cuando alguno de los dos empieza a enojarse y a levantar la voz, nos retiramos a un lugar para estar a solas. Oramos y no nos levantamos de allí hasta que nos sintamos bien, entonces los dos nos encontramos en el camino y en lugar de enojo hay risas, en lugar de gritos hay abrazos, en lugar de acusaciones hay comprensión, en lugar de palabras ofensivas hay besos”.

& ¡Que bueno fuera que así sucediera en todos los matrimonios! Pero la realidad es otra. La verdad es que ni aún los matrimonios cristianos escapan de tener sendos problemas debido a los errores, las equivocaciones y los pecados.

& Pero, ¿No hay nada que hacer? ¿Debemos los cristianos ajustarnos a una vida matrimonial pobre, llena de disgustos, de resentimientos, de amargura?

& ¡Definitivamente no! Dios nos pone el ejemplo a seguir en este capítulo donde ÉL toma la figura de un marido ofendido por la infidelidad de su esposa que es representada por su pueblo Israel que se fue tras dioses ajenos para adorarlos y servirlos. ¿Qué hizo el Señor ante esta situación? La verdad es que ÉL se portó como un esposo amante y perdonador.

& Veamos como es un esposo que restaura y perdona a su esposa. Hagámosle tres preguntas a nuestro pasaje.

1º ¿CÓMO DEBE RESTAURAR A SU ESPOSA? (54:1-4). & La pregunta no es si debe restaurar a su esposa.

DOMM 210107. “UN ESPOSO QUE RESTAURA”. ISAÍAS 54:1 -17… 1/4

& Se da por entendido que es el santo deber de todo esposo perdonar y restaurar a su esposa cuando ella cometa cualquier clase de falta y viceversa.

& No. La pregunta más bien va dirigida hacia la acción. ¿Cómo? & Nuestro pasaje nos presenta dos respuestas: & (1) Ofreciéndole completa seguridad. & Es cierto que Israel se alejó de Jehová Dios y por eso fue un pueblo sin fruto. De

ahí que el Señor la llama estéril, la que no daba a luz, la que nunca estuvo de parto. Sin embargo, ahora la invita a regocijarse, a levantar canto y a dar voces de júbilo. Créame amado hermano, que no hay mayor felicidad para su esposa que el hecho de que usted la perdone y restaure sinceramente. E igualmente, no hay mayor dicha para el hombre que saberse perdonado y restaurado.

& El Señor enseguida le invita a su casa, aunque sea una humilde tienda de campaña, le estimula a mejorar la casa juntos, a hacerla más espaciosa, más confortable, más firme que nunca. Esto es lo mismo que usted debe hacer con su esposa, darle una plena seguridad de sentirse bien en casa. Darle la oportunidad de crecer como esposa y como madre. Que ella se sienta Segura, confiada, feliz. Lo cierto es que la paz en un hogar es algo que no tiene precio.

& (2) Ofreciéndole absoluta confianza. & El Señor habla al corazón de su pueblo y le dice que no tema, pues nunca será

confundida. Que no se avergüence pues nunca será afrentada. & Veamos las preciosas palabras que le dice enseguida: “sino que te olvidarás

de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria”.

& El perdón verdadero y la restauración verdadera son cuando no se recuerdan los errores del pasado.

& Un esposo que restaura es aquel que ayuda a su esposa amada a superar y a olvidar todo lo que pasó.

& Una de las cosas que más daño hace a la relación conyugal es el estar recordando con frecuencia las faltas del pasado.

& Al menos en esto tratemos de imitar a nuestro Buen Dios que dice: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones” (Hebreos 10:17).

& Esposo, ¿Restaurará usted así a su esposa? Esposa ¿Lo hará usted con su marido? 2º ¿POR QUÉ DEBE RESTAURAR A SU ESPOSA? (54:5-10). & Nuestro pasaje nos presenta dos razones muy sólidas: & (1) Por su calidad de esposo. Dios le dice a la nación judía que ÉL es su marido, y

como tal nadie más que ÉL puede perdonarla y restaurarla. No va a ser el vecino, ni el pastor, ni mamá, ni papá, quienes puedan restaurar al ofensor, tiene que ser el mismo ofendido.

& Cuando el apóstol Pedro negó al Señor Jesucristo, nadie más que el mismo Jesús podía restaurarlo. ¿Y lo hizo? ¡Claro que sí!

& El perdón y la restauración son regalos, no se dan a quien lo merece, sino a quien no lo merece. El perdón es amor en acción.


& Tiene mucha razón el apóstol Pablo cuando dice que: “El amor acepta todo con paciencia. Siempre confía. Nunca pierde la Esperanza. Todo lo soporta” (1 Corintios 13:7). (Versión Palabra de Dios para Todos). Este mismo versículo pero en la Biblia en Lenguaje Sencillo dice: “El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo”.

& Amado hermano, su ira, si bien es cierto justificable, debe ser pasajera. No debe estacionarse en su corazón. No debe echar raíces ni envejecer.

& El perdón es la puerta que nos permite salir del recinto de la amargura. Al perdonar y restaurar, no sólo le estamos haciendo un bien al ofensor, sino sobre todo y principalmente nos estamos haciendo un bien a sí mismos.

& Su amor, a semejanza de nuestro Señor, debe ser eterno, duradero, permanente. & Así como el amor de Dios se inflama en su corazón, así debe encenderse su amor

por su esposa. & Alguien dijo que todo puede perdonarse menos la infidelidad. Pero, amados, aún

la infidelidad puede perdonarse. Dios nos está poniendo la muestra aquí. ÉL está, precisamente perdonando y restaurando a su pueblo Israel de su infidelidad.

& Si usted cree en Dios entonces se tomará de su mano y Dios le ayudará a perdonar lo imperdonable.

& (2) Por la triste condición de ella. Note que el Señor llama a su esposa mujer abandonada y triste de espíritu, esposa de la juventud que es repudiada. En el versículo once le dice: Pobrecita, fatigada con tempestad y sin consuelo.

& Jehová Dios, como el esposo que restaura, mostró a su esposa, Israel, toda su eterna misericordia. Notemos que cuatro veces lo menciona en estos versículos. Usted como esposo que quiere seguir el modelo divino debe ser el primero en mostrarle a su amada la misericordia de que es usted capaz.

& Por favor, usted debe darse cuenta del sufrimiento indecible que está padeciendo su esposa o su esposo. El remedio está en sus manos. No está en las manos de Dios, no en las de los familiares, ni en las de la iglesia, sino en sus propias manos.

& Si usted ama verdaderamente a su esposa entonces le dirá: “Te amo no por tu conducta, sino a pesar de tu conducta”. Nadie que condicione su cariño a alguien le ama verdaderamente.

& El Señor pudo haberle dicho que por su traición muchas cosas cambiarían, pero no cambiaron porque le amaba.

& Así usted, amado hermano, amada hermana, no se escude en frases prefabricadas como “ya nada será igual”, “todo se terminó entre nosotros”, “eso no lo puedo perdonar”. ¿Por qué no cambiar esas frases por otras totalmente diferentes motivados por el amor? La verdad es que sí se puede.

& Todos cometemos errores, por lo mismo, no podemos divorciarnos de todo aquel que comete una falta. Usted no debe encarnizarse, ni ensañarse con quien le ha fallado, mucho menos con quien dice amar en las buenas y en las malas.

& Lo cierto es que el perdón y la restauración jamás serán un premio, son un regalo. & ¿Está usted dispuesto o dispuesta a dárselo hoy mismo a quien realmente vale?


3º ¿PARA QUÉ DEBE RESTAURAR A SU ESPOSA? (54:11-17). & También el pasaje nos presenta dos grandes beneficios de la restauración: & (1) Para que resplandezca la belleza y esplendor de una esposa restaurada. & Nuestro Señor representa con las más bellas piedras la forma en que adornará a

su esposa. Carbunclo, algunas versiones traducen como turquesas. Y donde dice piedras preciosas otras versiones dicen rubíes.

& Esta es sólo una muestra de la belleza, el honor y la prosperidad tan grandes, cual jamás ha disfrutado la esposa, que el amante esposo le promete.

& Pero no sólo será adornada exteriormente, sino también en lo interior con amor, conocimiento, santidad y justicia.

& Y aún los hijos serán prosperados en un matrimonio que se ama y se restaura. & Alguien dijo que la mejor manera de amar a los hijos es amando a su madre. & Cuando hay perdón y restauración, también hay paz y prosperidad. & (2) Para que se manifiesten las bendiciones de la restauración. & Dice el versículo catorce que la esposa restaurada estará lejos de opresión porque

no temerá y estará lejos del temor porque no se acercará a ella. & Nada hay más valioso para una mujer que vivir confiada, Segura, sin temores. & El esposo debe esforzarse porque nada en sus palabras o acciones inspiren

desconfianza, inseguridad, temor. & Al contrario, él está allí para infundir certidumbre en el corazón de su esposa y de

sus hijos. & Hace mal el varón que cuando hay una pelea amenaza con irse de la casa, o correr

a su esposa, o castigarla con el ingreso para el sustento diario. Todo aquello que genere inseguridad está estrictamente prohibido.

& Observemos que Dios no permitirá que se hable mal de su pueblo. Aún cuando las malas lenguas tengan toda la razón, el Señor se compromete a condenar toda lengua que se levante contra ella en juicio y toda conspiración y toda calumnia que sea forjada, el Señor dice, no prosperará, precisamente porque yo no la haré prosperar.

& Así nosotros, amados hermanos, no demos lugar al chisme, a que se hable mal de nuestra amada esposa. Puede ser que lo que digan sea cierto, pero en usted está, querido hermano, en hacer prosperar o frenar en seco las habladurías.

& Dios es un esposo que perdona y restaura. & ¿Será usted un esposo que también perdona y restaura? & ¡Que el Señor encamine su corazón a tomar siempre la mejor decisión en relación

a su matrimonio! ¡Que usted sea convencido e inspirado por el Espíritu Santo a perdonar y restaurar, así como Dios mismo lo hace con usted! ¡Así sea! ¡Amén!


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