Un Hegel explicado a los nios

Un Hegel explicado a los niosEstimado Manuel Jimnez Redondo:Agradezco su amable y prolija respuesta a la crtica que hice de la nueva edicin espaola de la Fenomenologa del espritu. Desafortunadamente, usted ignora el aspecto central de mi argumento: sostuve y sostengo que lo que tenemos enfrente no es una traduccin del texto de Hegel, sino en dado caso una versin parafrstica del mismo, desglosada, anotada y encorchetada con el objetivo de tornarla inteligible a estudiantes de filosofa. Esto lo lleva a usted a concluir que gracias a su trabajo de editor hasta los estudiantes podrn entender a Hegel. Yo no sera tan optimista al respecto, y creo que en rigor esto habra que demostrarlo en los hechos. Si alguien publica una versin de El Quijote adaptado a los nios, podra presumir muy bien que su versin es tan buena que hasta los nios la entienden. Lo que yo me pregunto es, qu Cervantes estn entendiendo? No el mismo que entendemos nosotros, por supuesto. El argumento con el que usted intenta justificar la permanencia de la palabra Beispiel, no hace sino corroborar lo que yo he dicho de su versin: que es farragosa y que multiplica innecesariamente los trminos y que otros los deja tal cual, sin trasladar. En el contexto hegeliano ya est claro que en este asunto "se halla en juego mucho ms" (sigo la traduccin de Wenceslao Roces). A la economa de Roces, usted opone el despilfarro y la redundancia como mtodo para volver "elocuente" (?) a Hegel: "Pues una efectiva certeza sensible no es solamente esa pura inmediatez sino a su vez un Beispiel de esa inmediatez [es decir, cosas que esa inmediatez pone en danza, cosas que esa inmediatez pone en juego, cosas que median en esa inmediatez.]" El fallecido Rafael Gutirrez Girardot, que algo saba de esto, observ alguna vez que en esta palabra alemana tambin resuena el significado de concomitancia. Falso pues, como usted afirma en su respuesta, que se haga indispensable "recurrir a una frase", donde en realidad su versin aglomera tres frases al hilo, todo para no alcanzar a decir con ello lo que Gutirrez Girardot concreta en una sola palabra. El buen lector sabr entender lo que se desprende de este minsculo pero significativo ejemplo al que recurro para zanjar esta discusin. AtentamenteEVODIO ESCALANTEPS. En cuanto se convoque a un congreso para hablar de la obra de Manuel Jimnez Redondo, tenga por seguro que ah me referir a sus personales aportaciones filosficas. Vale.