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  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

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    UN SIGLO DE ARTE EN LA BOCA (1860-1910)

    Los precursores All por 1868 la familia Cichero construa un edificio en plena Vuelta de Rocha, en la esquina noroeste de las actuales Pedro de Mendoza y Benito Quinquela Martn, que con el

    correr del tiempo se transformara en el centro artstico del barrio.i Para esa poca debe de

    haber sido uno de los ms importantes de la zona: de dos plantas y totalmente de material,

    contrastaba seguramente con las mayoritarias casillas de madera y chapa montadas, para

    evitar las inundaciones, sobre pilotes a los cuales se ataba el bote siempre presto; casas

    construidas con tcnicas navales, algunas con ms de una planta, con escalera exterior y una

    barandilla para acceder a las habitaciones, y algunas completamente transportables sobre un

    carretn en caso de mudanza. La Boca era, en aquellos tiempos, el puerto natural de Buenos

    Aires y la vida de sus habitantes giraba en torno de los astilleros, varaderos, aserraderos,

    almacenes navales y mil y una actividades y oficios relacionados con la construccin de barcos

    y su navegacin a lo largo de nuestros ros o cruzando los mares.

    Uno de esos habitantes, que seguramente vio construir el edificio, era Francisco

    Parodi, que arribado de Italia hacia 1860 se haba instalado en la calle Martn Rodrguez casi

    Pedro de Mendoza con taller de escultura y dorado.ii Trabajo no le debe de haber faltado, pues

    se le atribuye la mayora de los mascarones de proa que se conservan en el Museo de Bellas

    Artes de La Boca, por lo menos de aquellos que corresponden a embarcaciones construidas en

    el barrio;iii el acero y el vapor an no haban reemplazado totalmente a la madera y la vela en la

    navegacin, la Vuelta de Rocha era un bosque de mstiles y el mascarn no era solamente un

    adorno, sino un signo de identidad de la nave y de su capitn o patrn en un mundo en que las

    clases populares eran en su mayora analfabetas. De su obra como escultor tambin nos

    queda una talla de Bartolom Mitre que se conserva en el Museo homnimo, pero la

    importancia de Parodi es que, en ese pueblo en formacin, es el primer artista y maestro cuyo

    nombre ha quedado en la memoria. Vecino a su taller naca en 1861 Francisco Cafferata, el

    primer escultor nacional, que segn algunos autores habra sido su discpulo, y en 1865, en

    una casa de Quinquela Martn 740, casi frente al edificio del que antes hablbamos, haca lo

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

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    propio Amrico Bonetti. Si Cafferata tom lecciones con Parodi debi de ser prcticamente en

    la niez, pues tras estudiar en Buenos Aires con Julio Laguens sus padres, de buena posicin

    econmica, lo enviaron a la Real Academia florentina con tan slo diecisis aos. Cuando

    regres a la Argentina, en 1885, traa consigo una estatua del almirante Brown encargada por

    Esteban Adrogu para el pueblo que hoy lleva su nombre: si bien fundido en Europa, era el

    primer monumento realizado por un escultor argentino y habra que esperar hasta 1897 para

    que su condiscpulo, Lucio Correa Morales, inaugurase el monumento a Falucho, primero

    modelado y fundido en Buenos Aires.

    Si bien, como se dijo, no tenemos seguridad de que Cafferata haya sido discpulo de

    Parodi, podemos igualmente imaginar la influencia que pudo haber ejercido en el nio ese taller

    de escultura aledao a su casa: tallas y muebles a medio terminar, mascarones de proa listos a

    ser entregados, otros en pleno proceso de policromado, figuras populares o quimricas entre

    las sombras del taller impregnado de olores a madera, resina, pinturas y solventes. En este

    ambiente y mientras Cafferata viajaba a Italia se form Amrico Bonetti, cuyo padre tambin

    era tallista. Tom clases de dibujo con los pintores Jos Aguyari y Martn Boneo, viaj a Europa

    y, a su regreso, luch en la revolucin de 1890 pero, decepcionado por el fracaso del

    movimiento, se radic en el Chaco y Misiones durante 15 aos, donde prosigui su obra

    artstica y adquiri un gran conocimiento de las maderas argentinas. Bonetti se gan la vida

    con el mobiliario de estilo, pero fue en su Boca natal donde dej algunas de sus mejores obras:

    el ngel, que segn la tradicin adorn muchos aos la terraza de una casa de Martn

    Rodrguez y Surez,iv un Cristo crucificado y una Mater dolorosa en la iglesia San Pedro, de

    Quinquela Martn 1151, un San Juan en la de San Juan Evangelista y una Leona para la

    Escuela Pedro de Mendoza. Esta produccin de Bonetti en el campo de la imaginera religiosa,

    sumado a que su hermano Valentn fue titular de la parroquia, nos indica su segura adscripcin

    al bando catlico en la empecinada lucha que libraron en las tres ltimas dcadas del siglo

    XIX la Iglesia y la Masonera por el predominio en La Boca, en la cual desempe un papel

    protagnico la Orden salesiana. Los seguidores de Don Bosco no solamente se hicieron cargo

    en 1877 del gobierno parroquial de San Juan Evangelista, sino que el citado templo de San

    Pedro naci a iniciativa del padre Esteban Bourlot, lo mismo que el de Nuestra Seora de la

    Guardia en Bernal, para el cual Bonetti tall las puertas. Cabe destacar que este pueblo del

    partido bonaerense de Quilmes, donde Bonetti falleci en 1931, se form en base a pobladores

    boquenses que, a partir de las epidemia de clera de 1868 y de fiebre amarilla de 1871,

    buscaron refugio en zonas ms salubres aprovechando la fcil comunicacin que les brindaba

    el ferrocarril a la Ensenada, cuya estacin General Brown estaba ubicada en Olavarra y Martn

    Rodrguez.v

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    Pero volviendo al patriarca Francisco Parodi, que tuvo una larga vida pues falleci en

    1892,vi es muy posible que en su ancianidad se haya cruzado ms de una vez con un par de

    nios del barrio: uno, nacido en 1886 en Almirante Brown y Surez: Pedro Zonza Briano; el

    otro, venido al mundo en 1887 a la vuelta de su taller -Almirante Brown entre Lamadrid y

    Ayolas- llamado Fortunato Lacmera, y ambos destinados a desempear papeles protagnicos

    en la escultura y la pintura nacionales. Lo que s se podra afirmar es que Parodi debe de haber

    conocido y tratado a un pintor que en 1884 haba instalado su taller en los altos del Caf de

    Torres de Almirante Brown y Ayolas, Decoroso Bonifanti. Nacido en Chiavarri, Liguria, en 1860,

    Bonifanti haba estudiado en la Academia Albertina de Turn y arrib a la Argentina con un

    enorme cuadro de tema histrico que fue exhibido en el Hotel de Inmigrantes: La defensa de

    Roma en 1849; se dedic en nuestro medio al retrato y al pequeo paisaje, fue respetado y

    consultado por los principales artistas de la poca y entre sus discpulos se contaron figuras

    como Emilio C. Agrelo, Antonio Alice y Cupertino del Campo. Veinte aos despus de su

    llegada, en 1904, regres a Italia y falleci en Turn en 1941.

    Cinco aos despus del fallecimiento de Parodi, en 1897, arribaba a La Boca quien

    habra de convertirse en el maestro de las siguientes generaciones plsticas: Alfredo Lazzari,

    que haba nacido en 1871 en Diecimo -en la provincia italiana de Lucca- y estudiado en el Real

    Instituto de Bellas Artes de Lucca y en la Real Academia de Bellas Artes florentina, sta ltima

    an bajo la influencia de los Macchiaioli,vii un movimiento crtico del academicismo al que se ha

    considerado pre-impresionista, nacido de la importancia que se daba en los planes de estudio

    al boceto: Se esperaba que los estudiantes de la Accademia presentaran mensualmente un

    ejercicio de boceto o un bozzetto dinvenzione. Estos bocetos pintados, algunos de los cuales

    todava se conservan, destacan los valores tonales puros. Se dejan fuera los detalles y se

    estudian los perfiles de la forma, su densidad y peso dentro de un mbito determinado. Este

    tipo de trabajo, que cada estudiante deba hacer (pero que nunca era pensado con la intencin

    de ser expuesto como una obra acabada), es uno de los elementos que llev al desarrollo de

    un movimiento basado no sobre el concepto popular de la pintura acabada, sino sobre la

    libertad proporcionada sobre el boceto.viii Lazzari haba viajado a la Argentina con un contrato

    para ejecutar vitrales en la ciudad de La Plata, luego frustrado, y se instal en Barracas pero la

    necesidad, seguramente, gui sus pasos a La Boca donde se convirti en profesor de pintura

    en la sociedad Unin de La Boca. Con la presencia de Lazzari se va a cerrar una poca, la de

    los precursores y comenzar la ms importante en el desarrollo de la cultura y el arte de un

    barrio que, desde sus humildes comienzos, haba desarrollado una fisonoma y una vida

    cultural propias.

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    La Boca, un pueblo particular A medida que pasaban los aos, nuestro edificio de Pedro de Mendoza y Australia ya

    no se encontraba tan solo, el duro y constante trabajo aportaba prosperidad al barrio y cada

    vez eran ms las construcciones de material. Francisco Parodi fue testigo de esta

    transformacin, desde la aldea que encontr a su arribo, prcticamente una pequea Venecia,

    hasta el barrio pujante, progresista y lleno de vida industrial, comercial y cultural de sus ltimos

    das. A diferencia de otros barrios de Buenos Aires, La Boca naci y creci con una fisonoma e

    identidad propias, fruto en gran medida de dos factores: su aislamiento y su relativa

    homogeneidad tnica. En el primer caso, es bueno recordar que nuestra ciudad, hasta mucho

    despus de Caseros, no haba crecido mucho ms all de sus antiguos lmites de la poca

    hispnica; la parte completamente edificada se extenda, recostada contra el Ro de la Plata,

    aproximadamente desde la actual Plaza Dorrego hasta la avenida Crdoba por el Norte,

    formando un tringulo desde esta base hacia la Plaza Miserere. Habra que esperar hasta la

    aparicin del tranva, en 1870, para que un medio de locomocin barato permitiera a los

    trabajadores, en su mayora inmigrantes, salir de la zona cntrica donde se hacinaban hacia las

    afueras, donde al paso del tranva se iban loteando las antiguas quintas y se formaban los

    nuevos barrios.ix

    La Boca, en los planos de la poca, es un villorrio aislado, rodeado de espacios vacos

    que no son otra cosa que las grandes quintas de Brittain (actuales terrenos de Casa Amarilla y

    barrio Catalinas), de Guerrero (desde plaza Colombia hasta el ro), lzaga, etc. La primera

    inclua una vasta rea anegadiza llamada el Tragaleguas, que se extenda desde las

    barrancas del Parque Lezama hasta la calle Alegra (actual Wenceslao Villafae), surcada por

    un curso de agua tributario del arroyo del Piguyi que haba que cruzar por un pequeo puente

    en la actual Almirante Brown.x Para llegar al Riachuelo era preciso, en los primeros tiempos,

    tomar una diligencia en Defensa y Venezuela, ms tarde reemplazada por los mnibus de

    Francisco Hu, o bien el ferrocarril a la Ensenada, en la estacin de Paseo Coln y Venezuela,

    hasta la estacin General Brown de Olavarra y Garibaldi.xi El barrio quedara realmente

    comunicado con la ciudad por la misma poca en que alcanza autonoma administrativa, al

    establecer los hermanos Lacroze la Compaa Tramway de la Boca y Barracas, con central en

    la Casa Amarilla, cuyas dos lneas unan la Plaza de Mayo con Barracas por Defensa y la Calle

    Larga (Montes de Oca) y con la Boca por Almirante Brown.xii

    El otro factor, quizs el decisivo, en la configuracin nica de La Boca fue, como

    decamos, su relativa homogeneidad tnica debido al predominio de inmigracin italiana y,

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    especialmente, ligur.xiii Este fenmeno, detectable desde los primeros aos del siglo XIX, se

    intensific a partir de 1850 tras la cada de la Repblica de Roma, dirigida por Jos Mazzini y

    Jos Garibaldi, que implic un desbande a los cuatro rumbos de los republicanos a la espera

    de una nueva oportunidad que slo llegara pasados veinte aos.xiv Muchos de ellos arribaron a

    estas tierras y, naturalmente, se congregaron con sus connacionales ya residentes, y decimos

    naturalmente porque en tierras extraas, en el exilio, es una tendencia humana intentar

    reconstruir los lazos sociales de origen a travs del idioma, las costumbres, la procedencia de

    tal o cual pueblo del paese abandonado. As se originan las asociaciones -como las an

    existentes Unione e Benevolenza, fundada en 1858, y la Nazionale Italiana, en 1861- que

    reproducen y, en cierto modo, crean una identidad tnica que otorgan al inmigrante una

    contencin nutrida de lazos solidarios e, incluso, un marco de referencia que les permite

    posicionarse en los intercambios con la poblacin residente.xv Y en el caso que nos ocupa, es

    fundamental recordar que estos inmigrantes, exiliados polticos, portaban consigo una tradicin

    poltica y asociativa -liberal y masnica- de larga data que pronto reproduciran en La Boca.xvi

    El florecimiento cultural e institucional As pues el escenario y el elenco, el contexto y las fuerzas sociales estaban maduras

    para que el ao de 1875 se produjera una serie de acontecimientos que marcan el inicio de la

    vida cultural boquense e influirn en su posterior evolucin. Por un lado, en ese villorrio que ya

    agrupa unos 12.000 habitantes, aparece el primer peridico local: el bisemanario El Ancla,

    fundado por J. A. Pisani que publica doce nmeros entre el 1 de julio y el 25 de agosto; tena

    su redaccin en la entonces General Brown 21 y en su contenido se alternaban gacetillas e

    informaciones locales junto a editoriales de mayores pretensiones. Segn un autor habra

    dejado de aparecer debido a un atentado contra Pisani quien, al considerar que no contaba con

    la proteccin policial necesaria, opt por llamarse a silencio.xvii En otro orden de cosas, la

    actividad de las logias masnicas ya era de notar agrupndose este ao en la Augusta Logia

    de San Juan de Escocia -ms conocida como Liberi Pensatori-, en Almirante Brown 235 de la

    vieja numeracin, bajo la presidencia de Juan Roncoroni y contndose entre los fundadores

    vecinos que originaron conocidos troncos boquenses: Pedro Cnova, Juan Mrega, Luis

    Garzoglio, Pedro Perinetti, ngel Medone, Santiago Ferro, ngelo Vaccari, Simn Carnovali,

    Antonio Zanni y Domingo Brtora, a los que luego se agregaran apellidos no menos ilustres a

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    travs de Csar Bignoli, Toms Zolessi, Antonio Garibaldi, ngel Descalzo, Francisco Cichero,

    Jernimo Podest -patriarca de la familia fundadora del teatro nacional-, Pedro Bustos, Toms

    Liberti -futuro cofundador de River Plate y de otras importantes instituciones-, Pascual Cupido,

    Francisco Pedemonte, Pascual Maxera (sombrerero de gran fama en la poca) y Jos

    Ragozza, propietario de la principal farmacia del barrio.xviii Para contrarrestar este predominio

    msonico en La Boca, arriba este mismo ao, procedente de Gnova, la primera misin

    salesiana encabezada por el padre Juan Cagliero, Orden que pronto se har cargo con este

    objetivo de la parroquia de San Juan Evangelista, cuya primera capilla de madera haba sido

    erigida en 1859. En realidad, esta primera misin haba sido concebida por Don Bosco para

    evangelizar la Patagonia, pero la alarma de la Iglesia Catlica ante la situacin del barrio -en

    lugar de Boca del Riachuelo la llamaban, pardicamente, La Boca del Diablo- el arzobispo de

    Buenos Aires, Monseor Aneiros, les confi la parroquia vacante, primera en el mundo en ser

    gobernada por los salesianos.xix

    Debemos consignar que las razones de esta pugna no eran nuevas. La masonera

    moderna, nacida a principios del siglo XVIII, reflejaba el espritu de la Ilustracin y las nuevas

    ideas que se condensaran en el liberalismo poltico.xx Es conocida su participacin en las

    revoluciones Francesa y Norteamericana, su gran influencia en las luchas independentistas de

    la Amrica hispana y asimismo en el ciclo revolucionario europeo de 1848, pero no en todos los

    pases adopt las mismas caractersticas: conservadora en Inglaterra y el norte de Europa,

    donde las monarquas estaban en cierto modo atemperadas, asumi un carcter revolucionario

    en Italia, repartida entre la dominacin austraca, de los Borbones y del Papado. El movimiento

    de los Carbonarios y la Joven Italia fundada por Jos Mazzini fueron o adoptaron

    caractersticas de sociedades masnicas entre las cuales no era la menor su carcter secreto,

    lo que no debe extraarnos dado que a los monarcas absolutos no les temblaba la mano a la

    hora de penar con la muerte toda rebelin. Este vasto movimiento al que se di el nombre de

    Risorgimento tena tres objetivos, la unidad de Italia, la independencia de toda dominacin

    extranjera y la abolicin del absolutismo reaccionario impuesto por el Congreso de Viena a la

    cada de Napolen Bonaparte, y entre los monarcas absolutos que combatan se encontraba el

    Papa, por entonces el Papa-Rey que seoreaba sobre los Estados Pontificios, en el que se

    conjugaban -de acuerdo a su ptica- el papel de enemigo del libre pensamiento con el de

    obstculo poltico a la unidad de toda la pennsula.xxi Valga esta parrafada para explicar,

    entonces, que la masonera de origen itlico no estaba ni est en contra de la religin, sino que

    asuma un carcter anticlerical, por lo que librara en La Boca -como al principio decamos- una

    contienda con la Iglesia que a la larga sera beneficiosa para el barrio, dada la competencia

    entablada entre ambas en la fundacin de instituciones que, en muchos casos, perduran hoy

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    en da.xxii Y fue en una de estas instituciones, la sociedad o club Progreso de La Boca fundada

    frente mismo al taller de Parodi por Jos Ragozza, Domingo Cichero y P. Pini Roncoroni en el

    pionero ao de 1875 que venamos glosando, que se realiza la primera exposicin de artes

    plsticas del barrio, organizada por el ya consagrado pintor nacional Martn Boneo.

    A partir de este momento, las nuevas instituciones se suceden en cascada. En 1877 es

    fundada la Sociedad Cosmopolita, Filarmnica y de Socorros Mutuos La Unin de La Boca y al

    ao siguiente la Sociedad Cosmopolita, Filarmnica y de Socorros Mutuos Jos Verdi; el 13 de

    agosto de 1881 se inaugura el teatro Ateneo Iris, en Almirante Brown 1451, y en 1883 el teatro

    Dante Alighieri en la misma calle con el nmero 1382; por iniciativa de nuestro ya conocido

    Toms Liberti, en 1884, se fundan la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y la Sociedad de

    Socorros Mutuos Bomberos Voluntarios de la Boca; en 1885, nace la Sociedad Ligur de

    Socorros Mutuos; en 1894 es fundada la Asociacin Anticlerical Boca del Riachuelo y Juan

    Carrera crea la Escuela para maquinistas y dibujantes mecnicos en Wenceslao Villafae 346.

    Hacia 1895 tambin instala Vito Cantone su Teatro Sicilia en Necochea 1135, donde se

    representan espectculos de puppi, las grandes marionetas sicilianas cuyo repertorio se

    basaba en obras clsicas como el Orlando Furioso de Ariosto o la Jerusaln Liberada de

    Tasso.

    La prensa barrial, por su parte, tras el intento frustrado de El Ancla retom la posta en

    1878 con Il Corrieri della Boca, de inspiracin msonica, en 1888 aparece El Eco de La Boca

    de Carlos Eglis, seguido por Bohemio, de Atilio Massone, en 1892; El Faro del Riachuelo,

    dirigido por Antonio Cichero, en 1893; el semanario El Progreso de La Boca, dirigido por Florido

    Mateucci y redactado en castellano e italiano, en 1896; Riachuelo, semanario dirigido por

    Antonio Cichero y tambin bilinge en 1898, y en 1904 El Nacional, creado por Juan Cassiau,

    que perdurar hasta 1948.

    Mientras tanto y ante la renuncia del padre Fortunato Marchi el arzobispo Aneiros

    encomendaba a los salesianos la parroquia y en 1878 instalaban, aledaa a la capilla de

    madera, una escuela primaria a cargo del padre Domingo Milanesio, quien tambin consigui

    autorizacin para ensear religin en las escuelas estatales de La Boca y Barracas. La

    asuncin del padre Esteban Bourlot como prroco, en 1879, signific una etapa de mltiples

    obras y crecimiento: ese mismo ao crea en Olavarra 637, en un edificio alquilado y frente a la

    Unin de La Boca, el Colegio Madre Auxiliadora; en 1882 la organizacin parroquial Hijas de

    Mara, que se suma a las ya existentes cofradas Virgen del Carmen y Sagrado Corazn; en

    1884 funda la Sociedad Catlica de Socorros Mutuos, que se tranformara en 1939 en el

    Crculo Catlico de Obreros; inaugura en 1886 el templo definitivo -obra del arquitecto Pablo

    Besana- en Olavarra 486 y edita, en 1892, el peridico, Cristoforo Colombo; funda en 1894 la

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    Asociacin Juventud Catlica con su propio cuadro dramtico, orquesta y coro, y an tendr

    decisiva participacin en la creacin de los noviciados salesianos de Bernal, junto con su

    parroquia Nuestra Seora de La Guardia, y en los lmites de La Boca, en Australia casi

    Patricios, de la iglesia de San Pedro para la cual Amrico Bonetti tallar una Mater dolorosa.

    sta era La Boca hacia 1900. Un mundo bullicioso de trabajo en que las primeras

    reuniones obreras en el Saln Verdi se cruzaban con las tenidas masnicas de las logias, las

    procesiones religiosas con la rivalidad de las comparsas de la Verdi y la Unin de La Boca en

    los carnavales, y las representaciones lricas del Ateneo Iris y del Dante Alighieri con las

    primeras manifestaciones del tango en los cafs de la calle Necochea, como los de Tancredi y

    de Zanni en su interseccin con Surez, o El Palomar que regenteaba el padre de Juan de

    Dios Filiberto en el cruce con Pinzn.xxiii El barrio, en su crecimiento, ya tena zonas claramente

    diferenciadas: la avenida Almirante Brown era el centro comercial y social, la zona de

    Necochea y Wenceslao Villafae an era conocida como Santa Rita, barrio de los negros o

    de los correntinos mientras que pasando la va de la calle Garibaldi comenzaba el barrio

    chino de psima fama y en el cual existan algunos fumaderos de opio. Nuestro conocido

    edificio de Pedro de Mendoza y Australia, ya cuarentn, se encontraba casi a sus puertas y por

    sus veredas habrn correteado los hermanos Santiago y Orlando Stagnaro que vivan en la

    actual Carlos F. Melo (entonces Zrate) entre Australia y Rocha, habr lustrado botines

    Filiberto y habr trajinado con la bolsa del reparto al hombro un nio cuyos padres tenan

    carbonera en Irala, entre Olavarra y Lamadrid, y que an se llamaba Benito Martn Chinchella.

    No lo saban, pero en pocos aos frecuentaran ese mismo edificio y estaban destinados a ser

    la siguiente generacin artstica de La Boca.

    Alfredo Lzzari y sus discpulos

    Como se ha dicho, en 1897 llegaba a la argentina el joven pintor Alfredo Lazzari que a

    partir de 1903 da lecciones de pintura en la Unin de La Boca. Segn el historiador boquense

    por antonomasia, Antonio J. Bucich, que lo trat en sus ltimos aos: Cuando vino al Plata se

    acerc al Riachuelo y en l se vio pronto rodeado de hombres acucidados por una gran

    ambicin de aprender. Lazzari era muy locuaz. Pintaba, pero hablaba. Cumpla, quiz sin

    proponrselo, una especie de ambicin socrtica. Y as, mientras les dotaba de los

    conocimientos bsicos de la plstica y les indicaba temas y modos de apreciar el paisaje -

    porque andaba con sus discpulos en pos- encenda en ellos no poco del fervor revolucionario

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    que en l arda. Con los aos, este ardor se fue atemperando; pero siempre mantuvo sus

    ideales de republicano itlico intangible (...).xxiv

    Si bien Lazzari, como se ha dicho, tena una slida formacin acadmica su arte estaba

    ms all del academicismo tanto en los medios expresivos como en su concepcin

    pedaggica. En cuanto a lo primero, se destaca su preferencia tanto por el aire libre y los

    paisajes suburbanos, como por el pequeo formato, que lo llevaba a usar como soportes

    cartones, tablitas e incluso tapas de cajas de cigarros, en las que plasmaba obras de alto valor

    documental, de gran libertad compositiva y de empaste entusiasta (que) irradian poesa

    contenida, delicada, hecha de leves estilizaciones formales con gran finura de color (...) son

    verdaderos documentos de su ambiente, cargados demelancola y piadosa comprensin por

    esos seres y cosas que supo reflejar en verdaderos poemas de color (...).xxv

    En relacin a su pedagoga, qu mejor que el testimonio de quien fuera uno de sus

    mayores alumnos. Memoraba Quinquela Martn: Como todo vecino de La Boca tena por

    fuerza que pertenecer a alguna agrupacin, yo me inscrib en la Sociedad Unin de La Boca,

    dentro de la cual funcionaba el Conservatorio Pezzini-Sttiatessi. El Saln Unin, como todos le

    decamos en La Boca era una especie de academia universal, donde se enseaba msica,

    canto, dibujo, pintura, yeso, baile, corte y confeccin y no s cuntas cosas ms (...) Cuando

    ingres como alumno en ese emporio del saber divino y humano acababa yo de cumplir

    diecisiete aos y ya tena las manos bien curtidas por el trabajo. Tambin tena mucho que

    aprender, pues no saba nada de nada, aparte de descargar el carbn de los barcos y repartirlo

    luego a domicilio (...) Mi profesor y maestro, el nico que tuve en la vida, fue el pintor Alfredo

    Lazzari. l me ense los rudimentos del trabajo y de la pintura. A esas clases de Lazzari

    asistan tambin Fortunato Lacmera, Arturo Maresca y Camilo Mandelli. Nos daba yesos para

    copiar en dibujos al claroscuro, y estampas para reproducir y colorear. Yo asista a esas clases

    dos veces por semana, los lunes y los jueves, de veinte a veintids. Algunas tardes de

    domingo, el maestro Lazzari llevaba a sus discpulos a la isla Maciel, a tomar apuntes del

    paisaje natural. Lazzari conoca el oficio y enseaba bien lo que saba. Y tena una buena

    condicin, rara en los profesores de academia: dejaba en libertad al alumno, para que ste

    explayara su temperamento, buscara su expresin y hasta su propia tcnica. Este respeto por

    la libertad en el arte es uno de los mayores beneficios que saqu de sus enseanzas.xxvi

    Lazzari tambin se dedic al grabado y la cermica y desempe ctedras en

    instituciones oficiales. Hasta su fallecimiento, en 1949, expuso en la galera Witcomb en 1935,

    en el Concejo Deliberante de Buenos Aires en 1937, en Impulso y en el Ateneo, ambos de La

    Boca, en 1943 y en los Salones Nacionales de 1938 y 1942; su obra est representada en los

    Museos de Bellas Artes Quinquela Martn y Svori de Buenos Aires y en los de La Plata y

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    Tandil, as como en el Jockey Club de la provincia de Buenos Aires. Pero su obra ms

    importante, su herencia, fueron esos muchachos de origen obrero que conformaron la luego

    llamada escuela de La Boca,xxvii que tuvo su primera presentacin en pblico en la Sociedad

    Ligure que en 1910, con motivo de su XXV aniversario, organiza una exposicin a la que

    envan trabajos Benito Chinchella, Arturo Maresca, Leonidas Maggiolo, Enrique Guastavino y

    Vicente Vento, junto a Santiago Stagnaro y otros autodidactos.

    Se avecinaba la segunda dcada del siglo y nuestro conocido edificio de la Vuelta de

    Rocha, con casi medio siglo en sus muros, se preparaba para recibir a esta nueva generacin

    artstica. En sus salas pronto funcionara la agrupacin El Bermelln y tendran sus talleres

    Quinquela, Guillermo Facio Hebecquer, Juan del Prete, Adolfo Montero, Emilio Centurin,

    Miguel Carlos Victorica y Fortunato Lacmera, entre otros artistas de la que ser la edad de

    oro del arte boquense.

    La Boca en el Centenario Mucha agua haba corrido por el Riachuelo desde aquellos tiempos en que

    comenzaron a asentarse en la Vuelta de Rocha los primeros inmigrantes ligures, aquellos

    hombres y mujeres perseguidos por la pobreza o por sus ideas polticas que haban ido

    creando un pueblo con fisonoma propia dedicado, casi en su totalidad, a todas las empresas y

    oficios que hacen a la actividad portuaria. La Boca, en 1910, era un ruidoso enjambre de

    trabajo y comercio: desde la Drsena Sud hasta la Vuelta de Badaracco -y ya en Barracas,

    hasta el Puente Pueyrredn- cientos de embarcaciones cargaban y descargaban productos del

    pas y de ultramar, mientras en ambas riberas las chimeneas de industrias y frigorficos

    recortaban el cielo. Pedro de Mendoza, Necochea y la avenida Almirante Brown haca tiempo

    que haban dejado de ser malos caminos para transformarse en bulliciosas calles pobladas de

    negocios e instituciones y La Boca poda presumir de ser uno de los barrios ms progresistas y

    dinmicos de una ciudad que se consideraba la Pars del Sur.

    Este cuadro no era sino reflejo de lo que suceda en Buenos Aires y, en menor medida,

    en el resto del pas. Argentina ocupaba un lugar expectante gracias a sus exportaciones de

    carne y granos y todo el mundo consideraba que estaba llamada a ser el equivalente de los

    Estados Unidos en el sur del continente. Este optimismo y confianza en el futuro llev a la

    planificacin de grandes festejos para el Centenario de la Revolucin de Mayo que en realidad

    ya se venan preparando, especialmente en Buenos Aires, con la construccin de grandes

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    11

    edificios pblicos como el Congreso Nacional y el Teatro Coln, inaugurados en 1906 y 1908, y

    numerosas residencias privadas en la zona norte como la residencia Anchorena -hoy sede del

    Ministerio de Relaciones Exteriores- en Plaza San Martn, inaugurada en 1909. Para los

    festejos, encabezados por el presidente Jos Figueroa Alcorta, arribaron numerosas

    delegaciones extranjeras, personalidades intelectuales y polticas como el escritor espaol

    Vicente Blasco Ibez y el futuro presidente francs Georges Clemenceau y, como invitada

    especial, la Infanta de Espaa Isabel de Borbn.xxviii

    El campo artstico tambin reclam su participacin y el 12 de julio de 1910 se inaugur

    la Exposicin Internacional de Arte del Centenario en el Pabelln Argentino de Plaza San

    Martn.xxix Fueron expuestas ms de 2.000 obras y objetos de catorce naciones participantes y

    Argentina estuvo representada por 235 obras, casi en su totalidad pictricas, con la partipacin

    de Cesreo Bernaldo de Quirs, Carlos Ripamonte, Eduardo Svori y Eduardo Schiaffino, los

    principales entre tantos otros. La Boca, como ya hemos dicho,xxx no poda estar ausente en

    estos festejos y la Sociedad Ligure organiz un saln con motivo de su XXV aniversario al que

    envan trabajos Benito Chinchella, Arturo Maresca, Leonidas Maggiolo, Enrique Guastavino y

    Vicente Vento, junto a Santiago Stagnaro y otros autodidactos. Por otro lado, se haba

    constituido una Comisin Popular organizadora de los festejos barriales que, entre sus

    acciones, procedi a inaugurar el monumento a Domingo Matheu en la plaza que lleva su

    nombre, hablando en representacin del vecindario el concejal Antonio L. Zolezzi. Lo

    interesante es que esto sucedi el 29 de mayo, mientras que la inauguracin oficial no se

    llev a cabo hasta el 5 de junio, cuando se hicieron presentes autoridades municipales y de la

    Comisin honoraria encargada de erigir las estatuas de los miembros de la Primera Junta.

    Desencuentro, desacuerdo, o independentismo boquense? xxxi

    Lo cierto es que La Boca, culturalmente, tena vida propia y una fuerte personalidad: las

    instituciones nacidas en el ltimo cuarto del siglo XIX seguan desarrollando su fructfera tarea

    y nuevas asociaciones y emprendimientos se sumaban a la vida cultural del barrio. A los muy

    concurridos teatros Ateneo Iris, Olimpia y Dante Alighieri -donde las veladas lricas alternaban

    con los conjuntos filodramticos y las asambleas obreras tanto como en el Saln Verdi- o el

    Sicilia, reino de Vito Cantone y sus marionetas-, se sumaba ahora una de las maravillas del

    nuevo siglo: el cinematgrafo. Los primeros bigrafos funcionaron en cafs y bares, algunos

    muy humildes y otros de mayores pretensiones, como la Confitera, Restaurante y Bigrafo

    Ligure de Sebastin Gambaudo, de Almirante Brown 1343 al 51, pero pronto se instalaron

    salas como los cines Kalisay y Brown, en la misma avenida al 1035 y 1377, o en Olavarra,

    lado a lado y frente a la Unin de La Boca, el Marconi y el Olavarra en las puertas 631 y

    635.xxxii

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    12

    A la salida de la funcin cafs y fondas de todas las categoras esperaban en sus

    mesas y veredas a los parroquianos: sobre Pedro de Mendoza, a pasos de Almirante Brown,

    se alzaba The Droning Maud, ms conocido como El bar de la negra Carolina donde segn la

    tradicin apagaron su sed los escritores y marinos Jack London y Eugene ONeill, propiedad de

    la negra Carolina Maud, nativa de Nueva Orleans. A dos cuadras escasas, en la esquina de

    Ministro Brin, el Caf del Sur -donde haba actuado el mitolgico bandoneonista Genaro

    Spsito y se proyectaron las primeras pelculas en el barrio- era frecuentado por Santiago

    Stagnaro que tambin concurra con sus amigos al Caf de Torres de Ayolas y Almirante

    Brown.xxxiii All por 1914 este caf, en cuyos altos haba tenido su estudio el pintor italiano

    Decoroso Bonifanti, se convirti en el restaurante El Cocodrilo, la fama de cuya cocina atraa

    visitantes del Centro, especialmente gente de teatro que sola festejar all los estrenos. Una

    novela nos ha dejado testimonio de su ambiente: Reunironse en El Cocodrilo, itlico

    restaurante, tirando a bodegn. Era un local muy amplio y bastante obscuro, un tanto

    destartalado por entonces ya. Estaba situado en la calle Pedro de Mendoza del barrio

    boquense, apenas a cien metros del muralln, casi parapeto, junto al cual atracaban algunos

    buques menores de cabotaje (...) Tras los diversos copetines, ingeridos en la parte delantera

    del establecimiento, decorada con barriles, bordalesas y los infaltables grandes cromos sobre

    Garibaldi y el Vesubio, ambos en plena erupcin, pasaron los concurrentes a uno de los

    comedores del sospechoso interior. En efecto, de otros comedores ms reducidos y cerrados

    previsoramente por dentro, sola trascender un rumor de besos y un batir de alas, y tambin, a

    veces, cortantes palabrotas, tanto pronunciadas por labios masculinos como por los

    enrojecidos en su borde (...).xxxiv

    Subiendo por la avenida hacia el norte, se abra un caf de la cadena Paulista en el

    1374 y a pocos metros, en el 1343-51, la ya mencionada confitera de Gambaudo, quiz la ms

    elegante del barrio. Cruzando Surez, en la esquina noroeste, el almacn de Pasalacqua era

    por todos conocido como Almacn La Poltica por ser el reducto de los radicales de la

    parroquia,xxxv entre los que se destacaban Aquiles Bucich -padre de Antonio, el insoslayable

    historiador del barrio- y Toms Le Bretn, que en 1917 fundara la Universidad Popular de La

    Boca. Unos metros ms y, tras dejar atrs la fbrica de sifones de los descendientes del

    precursor Toms Liberti, cruzando Brandsen el caf La Alegra congregaba a la hinchada de

    Boca Juniors mientras el Caf Pars, a pocos metros, reuna a los dirigentes y afiliados del

    Partido Socialista, fuerte en el barrio, cuyo Centro se hallaba en Del Valle Iberlucea (entonces

    Del Crucero) 1162 y que, segn Quinquela Martn, posea una excelente biblioteca.xxxvi

    Necochea, el camino viejo, desbordaba ahora de negocios y, fundamentalmente de

    legendarios cafs-concert que se agrupaban alrededor del cruce con Surez: el tango, en su

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    13

    camino hacia la conquista del Centro, haba recalado en San Cristbal, en los alrededores de

    Entre Ros e Independencia, y en La Boca en esta esquina que llamaron del pecado. No

    olvidemos que el barrio era portuario, con muchos marineros ociosos mientras sus naves

    descargaban y cargaban y que, por otro lado, Buenos Aires registraba una desproporcin entre

    ambos sexos debido a la inmigracin. Rara vez la mujer cruzaba el mar sola, casi siempre

    vena a reunirse con su esposo o familia mientras los hombres, cuando no eran solteros,

    probaban fortuna solos hasta establecerse y poder llamar a los suyos.xxxvii Esta situacin

    favoreci el auge de la prostitucin en toda la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, como

    en la localidad de San Fernando o, ms cerca, en la Isla Maciel con el famoso prostbulo El

    Farol Colorado. Ms discretamente, en muchos otros lugares de esparcimiento masculino -

    como los cafs con orquesta y luego los cabarets- se ejerca la prostitucin encubierta de

    mujeres que llevaban a sus clientes a otro domicilio o, en algunos casos, a cuartos ubicados en

    la trastienda. Pero todo esto no empaa el hecho de que en esta esquina se escribi una de las

    ms importantes pginas del naciente tango: all donde se haba alzado el bailetn del

    palomar de Tancredi en la dcada de 1880,xxxviii ahora florecan el caf La Marina, donde

    tocaba un tro integrado por Genaro Spsito en bandonen, el tuerto Camarano en guitarra y

    Agustn Bardi al piano; el Edn, La Popular, el Royal, conocido tambin como el caf del

    Griego, donde en 1908 debut Francisco Canaro y Eduardo Arolas estren Una noche de

    garufa; o el Caf Concert de Benito Priano, frente por frente con el anterior.xxxix

    Por su parte, y para no abundar, Olavarra era la Florida barrial, la calle donde se

    unan el comercio con el intelecto, la parroquia de San Juan Evangelista y su colegio con el

    cinematgrafo, la Unin de La Boca -con su academia de arte y su conservatorio- con la

    Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Torcuato Tasso... A pocos metros de Almirante Brown,

    en el 436, abra sus puertas la librera de Nicols Benvenuto, en la que se reunan algunos de

    los hombres que contribuyeron en 1904 al triunfo de la candidatura de Alfredo L. Palacios,xl

    como los escritores Ricardo Senz Hayes y Alberto Gerchunoff, el poeta y dirigente anarquista

    Alberto Ghiraldo, el dramaturgo Florencio Snchez, Santiago Stagnaro e incluso habr

    frecuentado un jovencito que contribuy a la campaa pegando carteles: Benito Quinquela

    Martn.

    Finalmente, no podemos dejar de referirnos a un centro de agrupamiento e irradiacin

    cultural que no fue una institucin formal sino una peluquera a la altura del 576 que Quinquela,

    ms tarde, evocara: (...) su dueo, Nuncio Nucforo, era peluquero profesional, pero su gran

    aficion era la pintura. Su peluquera fue el centro de reunin de una pea de artistas. A ella

    acudan, adems de Stagnaro y Filiberto, Alfredo Lazzari, Fortunato Lacmera, Arturo Maresca,

    Adolfo Montero, Camilo Mandelli, Vicente Vento, que por su parte era tambin pintor y

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    14

    peluquero. Yo empec a ir a la peluquera de Nuciforo no como cliente ni contertulio, sino como

    carbonero. l era cliente de nuestra carbonera y yo era el encargado de llevarle el carbn y la

    carbonilla. Con frecuencia me lo encontraba pintando, a la puerta de la peluquera. Yo dejaba

    la bolsa de carbn en el suelo y me quedaba all plantado, vindolo pintar. Iban llegando los

    clientes y Nucforo segua pintando, sin hacerles caso. Hasta que alguno protestaba y recin

    entonces el peluquero pictrico dejaba los pinceles y agarraba la brocha (...).xli Conmovedor

    testimonio que nos recuerda a otro nio-obrero, Filiberto, que por estos tiempos del Centenario

    y ya veinteaero amenizaba las tardes con un tro en un caf de Patricios y Olavarra donde, de

    chico, haba trabajado como lustrabotas.xlii Y termina Quinquela: (...) Despus de Alfredo

    Lazzari, que fue el maestro de todos nosotros, Nuncio Nuciforo fue el principal animador que

    tuvo entonces el ambiente artstico de La Boca. Ese ambiente era una mezcla de cantores,

    guitarreros, payadores, msicos de almacn o de bodegn, que eran los ms, y de artistas

    plsticos, que ramos los menos. Si Lazzari fue el creador acadmico de ese clima pictrico,

    Nuciforo fue quien le insuflo animacin y aliento popular.

    Anarquismo y socialismo en La Boca Sin embargo, en este Centenario no todo era tan idlico como pareca. El progreso y la

    opulencia tenan su contracara en las grandes desigualdades sociales y en las terribles

    condiciones de labor que sufran las clases trabajadoras.xliii Desde la ltima dcada del siglo

    XIX venan producindose conflictos, manifestaciones y huelgas que, en su gran mayora, eran

    duramente reprimidas y cuya experiencia permiti a los trabajadores ir agrupndose en

    sociedades gremiales y polticas. Sin embargo, estas sociedades y su ideologa diferan de

    aquellas fundadas por la primera oleada inmigratoria, dedicadas a los socorros mutuos o

    pertenecientes a la masonera. En gran medida, La Boca reflejaba un proceso que se haba

    desarrollado en Italia a partir de la toma de Roma y la entronizacin de Vctor Manuel como

    Rey de toda la nacin: las reivindicaciones de independencia y unidad nacional haban sido

    cumplidas, pero la joven y creciente clase obrera ya no se vea representada en las consignas

    del republicanismo logista. En 1864, en Londres, haba sido fundada la Asociacin

    Internacional de Trabajadores que agrupaba a distintas organizaciones obreras europeas pero

    tambin, en su primer momento, a movimientos o personalidades del campo republicano como

    es el caso de Giuseppe Mazzini.xliv En esta Asociacin, ms conocida por la Internacional,

    surgieron pronto distintas corrientes de pensamiento que se acentuarn despus de la derrota

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    15

    de la Comuna de Pars en 1871: la comunista orientada primeramente por Carlos Marx y la

    comunista antiautoritaria, liderada por Miguel Bakunin, que ser conocida como anarquista;

    otra, inspirada en el alemn Fernando Lassalle y el francs Julio Guesde, que consideraba

    posibles las reformas graduales y la conquista del poder en el marco de las instituciones

    existentes, que dar origen a los partidos socialdemcratas y, finalmente, la llamada

    sindicalista, orientada los franceses Georges Sorel y Fernand Pelloutier, que propugnaba la

    lucha gremial como herramienta de conquistas sociales y, en ltima instancia, del poder. En

    lneas generales, estas corrientes se insertaron con mayor o menor fuerza en los distintos

    pases europeos segn su grado de desarrollo capitalista y la importancia y podero de su clase

    obrera. Mientras la vertiente socialdemcrata se consolid en Alemania, Francia y, con

    caractersticas particulares, en Inglaterra, el anarquismo arraig con gran fuerza en Italia y

    Espaa, pases con vastas masas campesinas y clases obreras jvenes, con poca experiencia

    asociativa.xlv As pues no debe extraarnos que, dada la composicin mayoritariamente italiana

    -y en menor grado espaola- de nuestra inmigracin, el movimiento anarquista alcanzase

    proporciones masivas en las tres primeras dcadas del siglo XX.xlvi Este proceso de

    implantacin de las nuevas ideas, que se haba iniciado alrededor de 1870, tuvo un importante

    impulso con la presencia en el pas, especialmente en La Boca, del importante dirigente

    Enrique Malatesta entre 1885 y 1889, a cuyo paso se fundaron numerosas sociedades de

    resistencia, denominacin de las asociaciones gremiales por oficios de tendencia anarquista.

    Sobre esta personalidad dice Quinquela Martn: En una de aquellas asambleas de los

    caldereros o, por primera vez, a Enrico Malatesta, que era una figura muy popular en La Boca,

    donde se radic y refugi cuando vino a Buenos Aires, huyendo de la polica italiana. Cay en

    La Boca hacia 1908 y tambin aqu tuvo que vrselas con la polica, que le segua los pasos.

    Pero l no cejaba en su prdica social, y si defenda su libertad era para ponerla ante todo al

    servicio de la revolucin. As lo comprendan los obreros de La Boca, en cuyas casas se

    alojaba por turno. Cada da coma en una mesa distinta y coma en una cama diferente. Y con

    frecuencia tena que escaparse en alguna barca que parta, confundido con los hombres de la

    tripulacin. Vida de riesgos, de lucha y de accin (...) Cuando lo dejaban tranquilo sola ir a la

    fonda de los Siete Hermanos, en Rocha y Garibaldi. All lo vi varias veces. Era un tipo alto y

    fuerte, con gran voz de tribuno, que arrebataba a las masas obreras. Les hablaba en italiano,

    pero todos le entendan. Como su vida en La Boca termin hacindosele imposible, un da

    tom un pirscafo y no lo vimos ms. Al tiempo supimos de l. Andaba por otras tierras

    siguiendo su prdica revolucionaria.xlvii

    Por su parte, la corriente socialista tambin tena una importante presencia en el barrio.

    Ya hemos mencionado el Centro de la calle Iberlucea y su excelente biblioteca y es imposible

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    16

    soslayar que el primer diputado socialista de Amrica, Alfredo Palacios, surgi de esta

    parroquia al aplicarse un efmero sistema de circunscripciones uninominales impulsado por el

    ministro Joaqun V. Gonzlez.xlviii A lo largo de los aos, numerosos dirigentes socialistas de

    primera lnea y de extraccin obrera tuvieron su origen en La Boca o Barracas, como Antonio

    Zaccagnini, pero el grueso del movimiento gremial, como se ha dicho, estuvo hegemonizado

    por el anarquismo y esta corriente de ideas tendr una vasta influencia en el campo artstico

    boquense y en sus integrantes.

    Santiago Stagnaro Si Alfredo Lzzari fue el maestro de la primera generacin de artistas boquenses, uno

    de ellos se constituy en una especie de hermano mayor de los mismos. No por edad, pues

    haba nacido en 1888; no por estudios formales, pues era autodidacta y slo recibi algunas

    lecciones de Alfredo Lazzari, sino por ascendiente intelectual y modelo de dedicacin en las

    diversas facetas de su corta vida. Nacido en Montevideo haba llegado a La Boca muy nio y,

    al morir el padre, debi trabajar desde los doce aos en los astilleros de la Isla Maciel hasta ser

    elegido, con tan slo diecisiete, secretario general de la combativa Sociedad de Caldereros que

    funcionaba en el local de la Unin de la Boca. Pero la lucha gremial era tan slo uno de sus

    intereses: Stagnaro escriba, pintaba, esculpa y tocaba la guitarra. Los cafs del barrio lo

    vieron en muchas ocasiones animar las veladas con su instrumento e, incluso, atreverse al

    canto con alguno de los conjuntos infaltables en esos establecimientos. En esa faceta lo habra

    conocido Filiberto, a quien le aconsej estudiar msica,xlix faceta que tambin lo llev en alguna

    ocasin a combinar la militancia con la guitarra: Hasta en las distancias que parecan remotas

    -el entonces fabuloso Ro Negro- anduvo con ella, salvando con su msica y su voz la precaria

    situacin de un grupo de obreros declarado cesante por lanzarse a una huelga en un obra de

    ingeniera (...) Stagnaro, con su habilidad artstica, sac de apuros a los trabajadores

    despedidos y con los dineros reunidos en la inesperada empresa lrica todos pudieron regresar

    a Buenos Aires.l

    Quinquela Martn conoci a Stagnaro, seguramente, en la Sociedad de Caldereros a

    cuya biblioteca concurra las noches en que no tena academia; lo cierto es que la firma de

    ambos aparece en la proclama de la huelga portuaria de 1908 en la que se conquistaron la

    jornada de ocho horas y el peso mximo de las bolsas de 70 kilos. La comunidad de intereses

    debe de haber facilitado la amistad pues a su regreso de Crdoba, donde debi radicarse

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    17

    Quinquela durante seis meses por su debil salud, instal su primer y pequeo taller en los altos

    de la carbonera paterna del cual se convirtieron en inquilinos Stagnaro y Adolfo Montero,li

    antes de instalar un estudio propio en Olavarra al 600, vecino a la Unin de La Boca. Lo

    notable es que ese logro se debi a la solidaridad de sus amigos y compaeros de lucha

    gremial: Santiago Elena fue el propulsor de una Sociedad Estmulo a las Bellas Artes, con el

    mayoritario aporte de la Sociedad de Caldereros, cuyo nico -si no principal- beneficiario era...

    Stagnaro.lii No era para menos; Quinquela evoca as su primera visita, con Filiberto, a la casa

    del que llamaban el pequeo Leonardo: Santiago Stagnaro viva por entonces en una pequea

    casucha con la madre y tres hermanas, que cosan para vivir. La madre era lavandera. El

    pequeo Leonardo ocupaba una pieza que le serva de estudio, de dormitorio, de escritorio y

    de biblioteca. Pocos muebles, menos de los indispensables. Muchos libros y algunos cuadros.

    En un rincn, un bastidor y una guitarra (...).liii

    Stagnaro hace msica, escribe poesa que publica en la revista Azul y en el peridico

    La Opinin, ensea como docente libre dibujo y pintura en la escuela Fray Justo Santa Mara

    de Oro y enva obras, sin mayor suerte, a los Salones Nacionales. De esta poca, 1913, es su

    leo Pierrot tango, hoy en el Museo de Bellas Artes de La Boca y su magnfico Autorretrato, en

    el de Bellas Artes, y es en este perodo donde se produce un encuentro que tendr gravitacin

    tanto en su itinerario como en la plstica boquense. En 1912 dos estudiantes de la Sociedad

    Estmulo de Bellas Artes, Guillermo Facio Hebecquer y Jos Torre Revello, instalan su estudio

    en Pedro de Mendoza y Patricios, en el deslinde entre La Boca y Barracas, mientras en las

    cercanas hacen lo propio Santiago Palazzo, Jos Arato y el escultor Agustn Riganelli. Pronto

    se entablar una relacin y amistad entre los jvenes artistas de ambos barrios, favorecidas

    por la comunin de ideas polticas. Uno de los protagonistas -luego destacado historiador-,

    Jos Torre Revello, evoca el espritu de la poca: Alrededor de una mesita, ubicada en

    cualquier caf establecido en una de las aceras de la calle ancha, Almirante Brown, pero con

    preferencia en las cercanas de Pedro de Mendoza, [Stagnaro] solia reunirse muchas noches

    con amigos y colegas para divagar sobre cosas del arte (...) y agrega La Boca era entonces

    un mundo de color que interesaba a los artistas sensibles. En la poca de Riganelli, vease

    asaltada diariamente por plsticos noveles desde el puente Avellaneda hasta la calle Almirante

    Brown. La ms frecuentada de sus calles, en las primeras horas del alba, era la que

    desemboca en la Ribera, Patricios, desde Ro Cuarto a Pedro de Mendoza (...).liv

    Esta comunidad de intereses entre los artistas boquenses y los de Barracas -grupo que

    con el agregado de Abraham Vigo y Adolfo Bellocq dar origen a los Artistas del Pueblo-

    desembocar en iniciativas como la Primera Exposicin de obras recusadas en el Saln

    Nacional en la Cooperativa Artstica de Corrientes 655, en la que participa Quinquela Martn y

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    18

    la fundacin, en 1917, de la Sociedad Nacional de Artistas Pintores y Escultores -entidad

    gremial antecedente de la Sociedad Argentina de Artistas Plsticos- con la participacin de

    Facio Hebecquer, Vigo, Riganelli, y otros artistas, siendo su primer presidente Santiago

    Stagnaro. Al ao siguiente, ya bajo el nombre de Sociedad Nacional de Artistas

    Independientes, el movimiento realiza el 16 de agosto su Primer Saln sin jurados y sin

    premios, con la participacin de treinta y un expositores. Pero Stagnaro no pudo presenciarlo,

    el 14 de febrero haba fallecido vctima -como en 1916 Santiago Palazzo- del mal que, si bien

    no respetaba clases sociales, acechaba a la pobreza: la tuberculosis. Aos ms tarde,

    resumiendo el espritu que los haba animado, dir Facio Hebecquer: En 1918 tomamos parte

    activa en el movimiento revolucionario que cre la Sociedad Nacional de Artistas. Hasta esa

    fecha habamos vivido en el puerto, en ntima vinculacin con los obreros que lo poblaban.

    Habitbamos en los mismos casuchones sucios e inhospitalarios y comamos en los mismos

    figones inmundos. Frente a ese mundo doloroso del trabajo y la miseria social se hizo luz en

    nosotros: el artista, sensibilidad privilegiada, no tena derecho a cerrar sus ojos ante aquella

    realidad terrible que vivamos (...) Algo haba superior a la plstica y al arte y ese algo era la

    criatura humana. Nada nos apart ya del camino (...).lv

    La Universidad Popular de La Boca

    Una de las caractersticas ms destacables tanto del socialismo como del anarquismo

    ha sido su fe en la educacin como herramienta de redencin personal y social, heredera de

    las ideas de la Ilustracin. All donde cualquiera de ambos movimientos abran un local

    inmediatamente se instalaba una biblioteca, se organizaba un coro o un conjunto

    filodramtico, como entonces se llamaba a los grupos de teatro independiente, se dictaban

    cursos o se enseaba a leer y escribir. An es posible, en todo el pas, encontrar sociedades y

    bibliotecas con nombres como Luz, o como la muy antigua biblioteca popular Veladas de

    estudio de Avellaneda, cuyo nombre original y completo era Veladas de estudio despus del

    trabajo. Este afn cultural y la avidez de los trabajadores por adquirir conocimientos qued

    reflejada en el testimonio de un catedrtico espaol, Adolfo Posada, que visit el pas para el

    Centenario: No olvidar jams el Restaurant del Cocodrilo. Ni menos olvidar la peregrinacin

    que, despus de cenar, hicimos en busca del magnfico saln obrero; unos 300 o 400

    trabajadores nos esperaban, a pesar de la lluvia. La Extensin Universitaria del Colegio

    Nacional Mariano Moreno cumpli aquella noche todo su programa. Yo hice un discurso. Un

    joven profesor, el Dr. Levene, dio su leccin de Historia; los obreros, como siempre,

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    19

    interesados, vidos. Despus, visitamos una Biblioteca popular, sostenida con fe y esperanza

    por un grupo de trabajadores. Sera media noche cuando tombamos el tranva para la

    Avenida.lvi

    En este marco haba fundado Juan Carrera, en 1894, la Escuela para maquinistas y

    dibujantes mecnicos de Wenceslao Villafae 346 y, en 1917, el dirigente radical Toms Le

    Bretn hara lo propio con la Universidad Popular de La Boca, inspirada sta en el movimiento

    que se desarrollaba en Francia desde fines del siglo XIX: de raigambre socialista, estas

    universidades haban tenido origen en una asociacin de obreros de la ciudad de Montreuil

    que, adems de sus fines sociales, se reunan para estudiar ciencias naturales. Con el tiempo,

    este ncleo dio origen al primer intento de educacin obrera, las Soires ouvrires (Veladas

    obreras) y a la revista Coopration des Ides (La Cooperacin de las Ideas) fundada por el

    anarquista Jorge Deherme quien en 1899 instal la primera Universidad Popular en Pars que,

    adems del dictado de cursos variados, tena caractersticas de agencia de colocaciones,

    mutual, farmacia, consultorio mdico y jurdico, etc., organizando tambin conciertos y

    funciones teatrales. Como no poda ser de otro modo, contaba con una biblioteca de ms de

    3.000 volmenes, en su mayora de filosofa y ciencias sociales. A diferencia de las

    universidades tradicionales, dice un autor espaol, las populares se oponen a lo acadmico o

    profesional ya que las clases populares (...) suelen incluir a los vecinos de los barrios, a

    trabajadores no universitarios o no titulados, a profesiones manuales, etc. (...) En este

    sentido la Universidad popular se propone mirar a estas clases que no han accedido a la

    Universidad facultativa, y se dirige a ellas precisamente para cultivarlas, y para cultivar en

    adelante actividades que quedan de hecho marginadas de la Universidad tradicional (...)

    Las Universidades populares surgen (...) a partir del propio pueblo trabajador, de sus

    idelogos y de las organizaciones obreras. Es el pueblo quien, al margen de la

    Universidad facultativa, quiere alcanzar la ms alta institucin del saber, es decir, la

    Universidad; y, por ello, se acoge al nombre (Universidad) porque busca reconstruir la

    institucin desde el pueblo.lvii

    El movimiento se extendi por toda Europa y, a escasos veinte aos de su origen en

    Francia, se fundaba la primera institucin de este tipo en Sudamrica, la Universidad Popular

    de La Boca, en Aristbulo del Valle 471, ofreciendo tanto formacin en diversos oficios como

    cursos de artes plsticas, letras, artes aplicadas, etc. Actualmente en Pinzn 546. ha

    desarrollado a lo largo de los ltimos noventa aos una permanente accin educativa y cultural

    y en sus aulas ensearon en distintas pocas personalidades como el cientfico ngel Gallardo,

    los pintores Jos Arcidicono, Vicente Lapegna, Osvaldo Sanguinetti Marcos Tiglio, Jorge

    Rivara y, como no poda ser de otra manera, Benito Quinquela Martn.

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    20

    El grupo El Bermelln El ao 1919 fue de grandes convulsiones polticas y sociales como la Semana Trgica,

    a las que La Boca no fue ajena. Por entonces nuestro viejo conocido de la calle Pedro de

    Mendoza 2087,lviii aquel edificio construido por la familia Cichero hacia 1868, ya haba cumplido

    el medio siglo y entraba en una etapa fundamental de su historia. Si bien no hay acuerdo entre

    los investigadores acerca de su fecha de fundacin y los artistas que lo integraron, afirma

    Antonio J. Bucich que la primera agrupacin artstica boquense, El Bermelln, naci en dicho

    ao y tuvo su sede en uno de los tantos cuartos de aquel edificio. Para algunos autores su

    inspirador fue Juan Del Prete, quien tambin le habra dado el nombre, pero al no existir ningn

    documento fundacional o, como en el caso de los movimientos de vanguardia europeos, ningn

    manifiesto, todo lo que sabemos del grupo es fruto del testimonio de sus integrantes o

    allegados. Bucich da como fundadores a los pintores Juan A. Chiozza, Adolfo Montero -que

    viva en el mismo edificio- Juan Giordano, Roberto Pallas Pensado y el escultor Orlando

    Stagnaro, hermano menor del recin fallecido Santiago. A ellos se habran pronto agregado el

    estudiante de Bellas Artes Adolfo Gustavino, fallecido tempranamente; el poeta y dibujante

    Jos Parodi, descendiente del precursor Francisco;lix Jos Luis Menghi, Vctor Cnsolo, Juan

    Borgatello, Vctor Pissarrro, tambin msico, Mario Cecconi, Salvador Cal y Juan Del Prete. Lo

    cierto es que en 1921 se habra producido algn desacuerdo que dividi al grupo y unos se

    quedaron en la sede original, mientras otros se agruparon en El gato negro de Gaboto y Pedro

    de Mendoza. Tras la divergencia vino el reparto de los muebles (los carpinteros haban sido

    Chiozza, su padre y su hermano Luis). Fue una sorpresa para Chiozza. Al volver del servicio

    militar se enter de esta divergencia.lx Otros autores tambin consignan como integrante a

    Guillermo Facio Hebecquer que en 1918 haba trasladado su estudio a Parque Patricios, donde

    ahora se reuna el grupo de los Cinco -Facio, Arato, Riganelli, Bellocq y Vigo- que pronto

    entablara relacin con el grupo de Boedo. Es ms que probable que Facio haya tenido

    participacin pues siempre estuvo muy vinculado al ambiente artstico de La Boca, al punto de

    haber enseado a Quinquela Martn la tcnica del grabado al aguafuerte.

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    21

    Si bien su existencia fue breve, El Bermelln fue el primer agrupamiento

    multidisciplinario de jvenes artistas de La Boca, en base a un comn origen barrial, social y

    seguramente ideolgico. Algunos fallecieron prematuramente pero otros tuvieron

    posteriormente una larga actuacin, trascendiendo algunos de ellos al plano nacional e incluso

    internacional. Juan Alfonso Chiozza haba nacido en la Isla Maciel en 1899 y estudi en la

    Academia Nacional de Bellas Artes, siendo adems odontlogo y Jos Mario Cecconi, oriundo

    de la italiana isla de Elba, donde naci en 1894, se destac como grabador. Vctor A. Pissarro

    se desempe como msico y docente; haba estudiado, como Filiberto, con Alberto Williams y

    se desempe como maestro de grado y profesor de msica. Viaj varias veces a Europa y

    realiz tanto all como en nuestro pas conciertos y exposiciones, falleciendo en 1937. Adolfo

    Montero, por su parte, pudo estudiar en la entonces Academia Nacional de Bellas Artes -

    sucesora de Estmulo- y fue pintor, grabador y muralista. Viaj varias veces a Europa, se

    desempe en la enseanza artstica, gan el Primer Premio del Saln Nacional de 1941 y

    realiz, entre otros, los murales del gremio La Fraternidad y de los actuales ministerios de

    Economa y de la Produccin.

    Jos Luis Menghi, algo menor que sus compaeros pues haba nacido en 1904, no

    slo era de extraccin obrera, sino que trabaj como herrero en el taller familiar de la calle Irala

    hasta su jubilacin. Estudi con Adolfo Montero y concurri al Saln Nacional por primera vez

    en 1927, cuyo Primer Premio obtuvo en 1969. Fundador con Fortunato Lacmera y otros de la

    Asociacin de Gente de Artes y Letras Impulso en 1940, al ao siguiente hizo lo propio en la

    Asociacin Gente de Arte de Avellaneda, donde se haba radicado y falleci en 1985. Otro

    integrante de extraccin netamente proletaria era Orlando Stagnaro, hermano menor de

    Santiago, autodidacto que se dedic a la escultura, mantuvo su taller en la casona de Pedro de

    Mendoza y Quinquela Martn (entonces Australia) y en su larga vida, falleci en 1977 a los 82

    aos, realiz numerosas exposiciones y obtuvo importantes premios.

    Vctor Cnsolo, nacido en Siracusa -Sicilia, Italia- en 1898, arrib con su familia a

    nuestro pas en 1913. Discpulo de Mario Piccione, realiz su primera muestra individual en

    1927 y en 1928, por iniciativa de Alfredo Guttero, una exposicin en la Asociacin Amigos del

    Arte, que marc un punto de inflexin en su pintura.lxi Este giro, detectable tambin en

    Lacmera y otros artistas contemporneos a partir de esta fecha, estara vinculado en alguna

    medida con los nuevos aires aportados tanto por Guttero -que haba residido en pases

    europeos veintitrs aos- como por Emilio Pettoruti que desde su regreso de Europa vena

    haciendo una tarea de difusin del arte italiano en diversos medios grficos. Unos meses antes

    de la exposicin de Cnsolo de 1928, Leonardo Estarico haba organizado en Boliche de Arte

    una muestra de pintura italiana que inclua artistas del grupo Il Novecento y, en 1930, debemos

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    22

    consignar la visita de dos personalidades italianas relacionadas con Pettoruti por su vinculacin

    con el movimiento futurista: el plstico y fotgrafo italiano Antn Giulio Bragaglia y la crtica de

    arte Margherita Sarfatti.lxii Bragaglia dict una serie de conferencias invitado por el Instituto

    Argentino de Cultura Italiana y expuso una serie de maquetas escenogrficas en la Comisin

    Nacional de Bellas Artes; la Sarfatti, por su parte, traa una muestra del movimiento Novecento

    que se mont en Amigos del Arte. Y si bien el futurismo y en especial esta muestra tenan una

    connotacin poltica fascista con la que los artistas boquenses -como hemos dicho en su

    mayora de tendencia anarquista- no podan concordar, los crticos coinciden en que, no

    obstante, dejaron huella en la obra de muchos de ellos.lxiii En la obra que a partir de entonces

    desarrolla Cnsolo se asientan los parmetros de una nueva tradicin plstica que se hace

    visible hacia los aos 30, caracterizada por un realismo de nuevo cuo que revela un retorno a

    la norma figurativa del pasado, sin olvidar la experiencia de las vanguardias y

    fundamentalmente las bsquedas de Czanne (...).lxiv Cnsolo falleci joven, en 1937 y el

    Ateneo de la Boca organiz, en su homenaje, una exposicin pstuma en Amigos del Arte.

    Juan Del Prete, como Cnsolo, haba nacido en Italia en 1897 y arribado a la Argentina

    en 1909. Estudi en la Academia Perugino, donde tuvo por compaera a Raquel Forner, luego

    en MEEBA (Mutual de Estudiantes y Egresados de Bellas Artes) y en 1926, por iniciativa del

    pintor y crtico Lozano Moujn realiz su primera exposicin en Amigos del Arte,lxv institucion

    que en 1929 le otorga una beca para instalarse en Pars, donde toma contacto con el grupo

    Abstraction Cration, creado en 1931, en el que descollaban Hans Arp y Piet Mondrian y que

    tanta influencia tendra en el arte moderno. A su regreso en 1933 volvi a exponer en Amigos

    del Arte, pero sus obras no figurativas sufrieron de parte del pblico una indiferencia o repudio

    similar al que haba recibido Pettoruti en 1924. Los reconocimientos llegaron ms tarde, como

    el Primer Premio del Saln de Acuarelistas y el Gran Premio del Saln Municipal en 1957, el

    Premio Palanza de la Academia Nacional de Bellas Artes en 1958, el Gran Premio de Honor

    del Saln Nacional en 1963 y el Gran Premio Internacional de Bruselas en el mismo ao entre

    otros, falleciendo en 1987.

    Victorica, Guttero y la atraccin de La Boca El paisaje y la vida social y artstica del barrio no cautivaban solamente a los artistas

    residentes; ya hemos citado el testimonio de Torre Revello sobre la atraccin que ejerca el

    Riachuelo sobre los artistas plsticos en la dcada de 1920. Algunos instalaban sus caballetes,

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    23

    otros actuaban como promotores de los valores locales y otros, como Miguel ngel Victorica,

    se instalaban en nuestro edificio de Pedro de Mendoza y Quinquela Martn. Nacido en Buenos

    Aires en 1884 en el seno de una familia tradicional, Victorica estudi primeramente con el

    italiano Ottorino Pugnaloni e ingres en 1901 en Estmulo, donde tuvo por maestros nada

    menos que a ngel Della Valle, Reinaldo Gidici, Ernesto de la Crcova y Eduardo Svori. En

    1911 viaja becado a Pars donde estudia con Luis Desir Lucas, recorriendo durante su estada

    Espaa, Italia y Blgica y recibiendo la influencia de Odilon Redon y Eugne Carrire. De esta

    poca datan sus obras Retrato de mi madre, Retrato del escultor Madariaga y El collar de

    Venecia, que obtuvo una mencin especial en la Exposicin Internacional Francesa. Al trmino

    de la guerra mundial regresa al pas, realiza las decoraciones del despacho del ministro de

    Obras Pblicas y expone por primera vez en el Saln Nacional.

    En 1922 toma una decisin fundamental para nuestro relato: instala su taller en el

    edificio de Pedro de Mendoza y Quinquela Martn (entonces Australia) donde por estas fechas

    hacen lo propio Lacmera y Quinquela Martn. All vivir hasta su muerte en 1955, desarrollar

    su vasta obra y ser un referente insoslayable -como lo fue ms de tres dcadas antes

    Decoroso Bonifanti- para las nuevas generaciones artsticas. Victorica incursion en todos los

    gneros -retrato, desnudo, paisaje, interior, naturaleza muerta- sin atarse a ninguna corriente o

    estilo; sus cuadros parecen inacabados, esfumados, de colores apagados, (...) un espritu

    acogedor de una realidad nacida tanto del recuerdo como de su circunstancia ambiente (...) Un

    modo de no llevar a trmino la labor emprendida, temeroso de quebrar el secreto de las cosas

    y de la naturaleza, unos tonos bajos, preferentemente grises, que envuelven los objetos y las

    atmsferas de sus cuadros y establecen los valores a los cuales se incorporan tonos rojizos,

    azules, ocres, verdes, y que rebosan una luz perlada, libre ya de violencias.lxvi

    Desde su refugio boquense Victorica particip en los Salones de todo el pas y en el

    exterior y obtuvo numerosas distinciones como el Gran Premio Adquisicin del Saln Nacional

    de 1941, pero tiempo antes su trayectoria se cruz con la de otro artista en cuya labor, ms all

    de su propia obra, se destac la permanente promocin de nuevos valores, en especial

    perifricos como eran los artistas boquenses, en los medios consagratorios del arte oficial

    como Amigos del Arte, donde participa en 1929 del Nuevo Saln, en 1930 del Saln de

    Pintores y Escultores Modernos y en 1931 concreta una exposicin individual. se artista era

    Alfredo Guttero, porteo nacido en 1882 que, tras estudiar msica y derecho, se dedic a la

    pintura bajo el estmulo de Martn Malharro y Ernesto de la Crcova. Becado por el gobierno

    argentino, viaj a Pars a estudiar con Maurice Denis y Lucien Simon, instalndose luego en

    Espaa, donde participa en una exposicin con los jvenes Guillermo Butler y Pablo Curatella

    Manes, y en Gnova, desde donde regresa en 1927 al pas despus de veintitrs aos. Su

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    24

    aceptacin en el medio es inmediata y expone en Amigos del Arte, en el Boliche de Arte y su

    cuadro Mujeres indolentes es adquirido por el Museo Nacional de Bellas Artes.

    Pero Guttero -como decamos- tambin se acerc a los suburbios porteos, en especial

    a La Boca y ya en 1928 participa activamente en las actividades del Ateneo Popular de La

    Boca, participando en su segunda Exposicin realizada en la Unin de La Boca. En la misma

    presenta seis obras propias y participan los boquenses Miguel Carlos Victorica, Juan Del Prete,

    Vctor Cnsolo, Fortunato Lacmera y Vctor Pissarro junto a Hctor Basalda, Raquel Forner,

    Xul Solar y Atilio Malinverno; a partir de entonces se convierte en lo que hoy llamaramos un

    gestor cultural desde Amigos del Arte y de la Asociacion Wagneriana, de la cual es nombrado

    director de la Seccin de Artes Plsticas. Estas inquietudes del artista no eran nuevas, ya en

    1917 haba participado en la Asociacin de Artistas Argentinos en Europa uno de cuyos

    proyectos eran las barracas de arte, suerte de exposiciones desmontables e itinerantes

    destinadas a facilitar la difusin de los artistas, noveles, excludos o an no partcipes de los

    circuitos oficiales de exhibicin,lxvii anticipndose a la similar actividad que los Artistas del

    Pueblo encararn en la dcada de 1930 exponiendo en clubes, fbricas, bibliotecas, sindicatos,

    etc.

    Guttero tambin realiz escenografas para el Teatro Coln y, desde sus tiempos en

    Gnova haba desarrollado la tcnica que denomin yeso cocido, una pasta de yeso y

    pigmentos ligados con cola que aplicaba sobre soportes de madera. En 1932 encara otro

    proyecto trascendente, abre con Pedro Domnguez Neira, Raquel Forner y el escultor Alfredo

    Bigatti los Cursos Libres de Arte Plstica en el edificio Barolo, emprendimiento en el que lo

    sorprende la muerte el 1 de diciembre, a los 50 aos. A raz de la IV Exposicin Estmulo del

    Ateneo Popular de La Boca, en 1939, el historiador y crtico Jorge Romero Brest consignar:

    De Alfredo Guttero -gran pintor y espritu exquisito a quien tanto debe el arte nacional, no slo

    por lo que pint, sino por los principios que impuso y los estmulos que supo repartir

    generosamente- se expusieron seis obras conocidas. Manos piadosas y annimas diariamente

    esparcieron flores bajo su autorretrato, testimonio emocionado de la perduracin de su

    recuerdo en La Boca.lxviii

    El Ateneo Popular de La Boca En el ambiente intelectual del barrio, en la dcada de 1920, se va abriendo paso una

    nueva generacin. Hijos o nietos de inmigrantes, los que actan en ella estn ms

    profundamente unidos al espritu nacional que sus antecesores. El italianismo es entonces una

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    25

    tradicin, no una fuerza operante (...) dice uno de sus principales protagonistas, Antonio J.

    Bucich, que agrega (...) esa generacin del 20 se incorpora decididamente al quehacer

    argentino. La escuela ha aventado las impurezas. El habla ha recobrado su ritmo. Se usa el

    genovs, es cierto. Mas se lo hace por apego a lo tradicional, a la rememoracin de lo

    antecedente.lxix Sin embargo, continuando la tradicin de esos padres y abuelos, encaran

    publicaciones locales con mucho entusiasmo y escasos medios para expresar sus ideas

    literarias y artsticas: el quincenario Argos, publicado por el Centro de Estudiantes de La Boca

    entre 1920 y 1924; la revista Juvenilia, rgano de la Asociacin Juvenil Jos Mrmol que

    publica doce nmeros entre 1921 y 1922 y donde hacen sus primeras armas Bucich, Jos

    Carlos Astolfi y otros adolescentes; La Fragua, revista mensual que alcanz nueve nmeros

    entre 1923 y 1924, dirigida por Jos Lacmera e integrada por Francisco Isernia, Pascual

    Ragno, Antonio Porchia, Atilio Garca Mellid, el siempre presente Bucich e ilustraban Fortunato

    Lacmera, Victorica y Vicente Vento, e Ideas, peridico publicado entre 1925 y 1928 bajo la

    direccin de Bucich y Jos Enrique Molinari, en el que participaban varios de los futuros

    fundadores del Ateneo. La Boca viva as en inquietud creadora. Sus artistas -proletarios en su

    mayora (...)- sus jvenes estudiantes buscaban rumbos ms anchos para dar trayectos a las

    aspiraciones desbordantes del idealismo que los inspiraba. En Argos primero, peridico

    estudiantil de orientacin reformista pero de generosas expresiones literarias. Pero la

    orientacin reformista estuvo francamente expuesta en Ideas, hoja de combate, desde la que

    se efectuaba una funcin crtica y una prdica de constante disidencia (...) Atac con ardor y

    analiz con juicio independiente los problemas contemporneos, alentando a la juventud a

    rodear banderas de pujantes reivindicaciones. Se extingui en 1928. Pero algo dej. El Ateneo

    Popular de La Boca, fundado en 1926, fue la consecuencia directa de su activa campaa.

    Logr despertar la indiferencia local (...).lxx

    As pues, el 7 de diciembre de 1926 se realizaba una asamblea en el local de la

    Universidad Popular de La Boca, dirigida entonces por el distinguido jurista Sebastin Soler, en

    la que queda fundado el Ateneo Popular de La Boca con la participacin de Bucich, Jos

    Carlos Astolfi, el historiador Enrique de Ganda, los plsticos Victorica, Lacmera, Vento,

    Roberto Capurro, Tiglio; los escritores Francisco Isernia, Hernani Mandolini, Adolfo Likerman,

    Marcelo Olivari, Csar Mandelli, Pablo Fianaca, Blanca de Garibaldi y muchos ms. Se

    planteaba como objetivo (...) cumplir una accin tendiente a implantar en La Boca una nueva

    direccin cultural, alejada de los cenculos de supuestos privilegiados intelectuales (...) y estar

    ms en contacto con la poblacin laboriosa.lxxi Si bien por sus caractersticas de asociacin

    civil asuma un carcter pluralista, no declarando una orientacin poltica o ideolgica, sus

    posiciones connotan claras afinidades con las del socialismo. Un folleto conmemorativo del XX

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    26

    aniversario de la fundacin declara: Slo por y con la cultura se afirma la libertad (...) El

    Ateneo Popular de La Boca es una institucin que lucha por divulgar en el pueblo ideales de

    superacin artstica e intelectual (...) procurando afianzar el concepto de que trabajar por la

    cultura -que es su finalidad primordial- es trabajar por el engrandecimiento de la Patria.lxxii As

    pues la orientacin del Ateneo, bajo la inspiracin de Bucich, se alineaba con el pensamiento

    de Echeverra y Alberdi en el cual la educacin del pueblo era la base para hacer posible la

    democracia. El Ateneo es consecuente con estos principios y, aparte de la promocin de la

    plstica y las letras y de dictar cursos en su sede, contribuye a la creacin de bibliotecas y

    centros culturales, dona publicaciones y mantiene relaciones con otras instituciones argentinas

    y latinoamericanas, como la Conferencia Popular por la Paz de Amrica cuya presidente,

    entre 1936 y 1937, era Alicia Moreau de Justo. Asimismo, organiza homenajes a prceres

    argentinos y conmemoraciones de las fechas patrias, publica estudios histricos, acua

    medallas, fija placas conmemorativas y colabora en el emplazamiento de monumentos.lxxiii El

    inters por estos temas determina la organizacin de concursos histricos y literarios como los

    realizados para el IV Centenario de la fundacin de Buenos Aires, en 1936, que reabren una

    polmica sobre el emplazamiento de la poblacin de Pedro de Mendoza. Una comisin

    popular, presidida por Aquiles J. Bucich, reivindica la hiptesis de Paul Groussac en el sentido

    de que tal hecho se produjo en la Vuelta de Rocha, mientras que la Academia Nacional de la

    Historia, a travs de Enrique de Ganda, produce un dictamen que la establece en el Alto de

    San Pedro, actual Plaza Dorrego.lxxiv

    La tarea orgnica, las ideas y posiciones del Ateneo son divulgadas a travs de

    publicaciones como El Ateneo (1927), Riachuelo (1931-1933), Vida del Ateneo (1937-1941) y

    Prtico (1941-1946). En el mbito de nuestro inters, la institucin entre 1929 y 1936 los

    Salones de Artistas de La Boca y, entre 1936 y 1943, los de Artistas Noveles de La Boca, con

    jurados como Victorica, Lacmera, Forner, Horacio Butler, Emilio Centurin, Enrique Larraaga,

    Alfredo Bigatti, Julio E. Payr y Jorge Romero Brest, entre otros, siendo premiadas figuras

    como Miguel Diomede, Carlos Veneziano, Delia Bucich, Orlando Stagnaro, etc.

    El Ateneo Popular de La Boca peregrin por diversas sedes, circunstancia por la que

    sus archivos sufrieron sensibles prdidas a causa de las inundaciones pero actualmente, en su

    sede propia de Benito Prez Galds 315 y bajo la presidencia del arquitecto Eduardo Bucich,

    prosigue con su tarea de promocin del arte y las letras.

    Fortunato Lacmera e Impulso

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    27

    Generacionalmente Lacmera pertenece a la camada de Victorica y Guttero, unos aos

    mayor que Stagnaro, Quinquela, Bellocq y Facio Hebecquer, pero hemos querido evocarlo en

    el marco de su fundacin, la Agrupacin de Gente de Arte y Letras Impulso, que desarrolla una

    labor renovadora en las formas de difusin, circulacin y legitimacin de la plstica. Lacmera,

    nacido en 1887 en Almirante Brown entre Lamadrid y Ayolas, comenz a trabajar an nio en

    el Ferrocarril del Sur como aprendiz de telegrafista pero en 1912, a los quince aos, renunci a

    su empleo dedicndose, para subsistir, a la pintura de brocha gorda y -como muchos artistas o

    futuros artistas de esa poca- a la decoracin de interiores mientras tomaba lecciones con

    Alfredo Lazzari. Entre 1915 y 1919 realiza ilustraciones para el peridico anarquista La

    Protesta, asistiendo este ltimo ao por primera vez al Saln Nacional, y en 1922 concreta su

    primera exposicin individual en el Saln Chandler.

    Poco a poco, trabajando silenciosamente, se va afirmando: en 1926 -como ya se ha

    dicho- se encuentra entre los fundadores del Ateneo Popular de La Boca, en 1929 obtiene el

    Premio de Estmulo, en 1936 la Direccin Nacional de Bellas Artes le otorga el Premio de

    Acuarelistas y en 1938 obtiene el Premio Estmulo en el Saln Nacional, siendo nombrado en

    1939 docente de la Escuela Tcnica de Oficios N 4. Por esta poca Hernani Mandolini, uno de

    los protagonistas de la vida intelectual boquense, dice de Lacmera: Obra lenta, silenciosa,

    de aos. Llevada a cabo con ese apasionamiento severo de quien no busca fciles aplausos ni

    medra con discutibles favores. Arte puro el de este hombre, que en ms de un cuarto de siglo

    de labor tesonera, infatigable, no ha salido an de la pobreza. La decorosa y noble pobreza del

    que no sabe ni quiere traficar con su talento (...) Y su arte es el reflejo de esta manera de ser.

    Paciente, de creador que se empea en superarse de obra en obra y alcanza ahora, a la edad

    en que otros se fosilizan o decaen, su genuina madurez artstica (...).lxxv

    En 1940 un periodista de La Boca, Jos Pugliese, propone a varias personalidades

    crear una nueva agrupacin artstica. En el barrio proliferaban los talleres y estudios, pero los

    circuitos de circulacin de las obras -especialmente las galeras cntricas- estaban vedados a

    muchos artistas por los costos, a pesar de la actividad ya comentada de instituciones como

    Amigos del Arte o el Ateneo. Ante la dificultad de encontrar un local, los convocados deciden

    reunirse el 23 de marzo en el taller de Lacmera, en nuestro conocido edificio de Pedro de

    Mendoza 2087, para constituir la Agrupacin de Gente de Arte y Letras Impulso. Se hallaban

    presentes el dueo de casa, el propio Pugliese, Jos Luis Menghi, Arturo Maresca, Pascual

    Ragno, Mateo Scagliarino, Carlos Porteiro, Alejandro Frecero y Antonio Carotenuto y el acta

    fundacional expresa como objetivos: Reunir bajo un techo comn a todos los artistas plsticos

    y a quienes se sientan partcipes de sus inquietudes. Fomentar la mutualidad y el

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

    28

    compaerismo entre sus asociados. Propender por todos los medios a su alcance a la

    divulgacin del arte en todos sus aspectos (...) Implantar clases gratuitas para la enseanza del

    dibujo, pintura, modelado, artes decorativas, etc. Editar un peridico que ser el rgano oficial

    de la agrupacin. Procurar de los poderes constituidos de la Nacin mejoras y nuevas normas

    para la mayor difusin del arte en el pueblo. Costear el mantenimiento de una biblioteca de

    arte. Sostener un local para exposiciones, conferencias, conciertos y otros actos artsticos y

    culturales. Mantener relaciones con todas las entidades afines y colaborar con toda iniciativa

    tendiente a favorecer el arte y a los artistas (...).lxxvi Para sede ubicaron un barracn en la calle

    Lamadrid hmedo, triste, lgubre y destartalado, segn palabras de Jos Pugliese y para

    ponerlo en condiciones y adquirir los muebles cada uno de los socios -muy en el espritu

    fundacional- aport una mancha que se llev a empear al Banco Municipal. Con los 440

    pesos de esa poca obtenidos, los propios asociados adquirieron los materiales y realizaron las

    necesarias refacciones para la primera exposicin colectiva.lxxvii Aos despus, en la dcada de

    1950, el gobierno le ofreci un subsidio de cien mil pesos para adquirir una nueva sede, pero

    Impulso lo rechaz. Entre los objetivos que se fija Impulso est la realizacin de 8 exposiciones

    anuales, 2 colectivas y 6 individuales, pero la demanda de la sala y el aumento del nmero de

    socios llev el nmero a una cada 3 semanas,lxxviii en las que expusieron artistas de todas las

    tendencias, llegando ya en 1949 a la centsima exposicin con obras de Quinquela, Victorica y

    Lacmera. Pero esta tarea de difusin no se limit al mbito boquense; Impulso tambin sali a

    los barrios y a las localidades bonaerenses como Wilde, Lomas de Zamora, Almirante Brown,

    Tandil y Avellaneda, entre otras. En esta ltima e importante localidad, separada y a la vez

    unida por el Riachuelo con La Boca y Barracas, su influjo se extendi a la creacin de otra

    entidad similar: la Asociacin Gente de Arte de Avellaneda, fundada el 23 de febrero de 1941

    por Jos Luis Menghi, el poeta Baldomero Fernndez Moreno, el fotgrafo Pedro Otero, el

    escultor Alfredo Sturla, Carlos Sitoula, Jorge Paredes, Jos Kon y otros, con el objetivo de la

    promocin, enseanza, divulgacin y estmulo de las manifestaciones del arte y la cultura en

    todas sus disciplinas. Este accionar de Impulso se entronca con el accionar que venan

    realizando los contemporneos Artistas del Pueblo, como recuerda Facio Hebecquer: (...) en

    1933 salgo de nuevo a la calle. Pero ahora es la calle verdadera. Cuelgo mis grabados en

    clubs, bibliotecas, locales obreros. Los llevo a las fbricas y sindicatos y organizamos en todos

    ellos conversaciones sobre arte y realidad, sobe el artista y el medio social (...) Desde la Isla

    Maciel a Mataderos, todos los barrios porteos han recibido nuestra visita (...).lxxix

    Las actividades de Impulso estuvieron profundamente insertadas en la vida del barrio:

    al final de las exposiciones, y desde que se iniciaron, se renen los expositores, el

    conferenciante y los socios y amigos en un gape que se sirve en algn restaurante boquense

  • Un siglo de arte en La Boca (1860-1960)

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    (...), reuniones que se amenizan con versos, canto solo o a coro, en ocasiones la entrega de

    una condecoracin creada por Juan Pliza, la pipa marinera, y la extensin de un certificado

    de amistad, que fue creado por (...) Fortunato Lacmera. Consiste en un cuadrito adherido a un

    cartn que firman todos los circunstantes y que lleva el ampuloso ttulo de pergamino, pero es

    ms preciado y tiene ms calor de afecto que si fuera un autntico papiro. Se entrega al

    expositor de turno y al conferenciante ocasional. Esta innovacin es utilizada ahora en casi

    todas las manifestaciones de arte y se confecciona par rendir homenaje a alguien que se

    destaque en las artes o las letras.lxxx Quiz la mxima expresin de esta insercin barrial y

    popular haya sido el homenaje brindado a Victorica con motivo de habrsele otorgado el Gran

    Premio del Saln Nacional de 1941 por su cuadro Cocina bohemia. Lejos de realizarse en un

    mbito cerrado, una carroza fue a buscar al artista a su estudio y, acompaado por Quinquela y

    Lacmera, recorrieron las calles del barrio acompaados por boy-scouts, una banda de msica,

    carruajes de los bomberos voluntarios, una manifestacin de antorchas, automviles

    particulares y vecinos de a pie hasta la sede de Impulso, terminando el da con un banquete en

    la sede de los Bomberos Voluntarios.lxxxi

    Lacmera presidi la institucin durante diez aos, prosiguiendo su obra y obteniendo

    en 1950 los premios Rosa Galisteo de Rodrguez del Saln de Santa Fe y Eduardo Svori del

    Saln Nacional. Tras su fallecimiento en 1951 otros asociados continuaron la tarea, entre los

    que se destac el poeta Antonio Porchia, cuyas Voces f