Control de lectura “Un viejo que leía novelas de amor”

• Alumno: Felipe Antonio González Maldonado• Docente: Angélica Zamudio Arancibia• Curso: 1º B• Autor: Luis Sepúlveda• Fecha entrega: 23/05/2008

Índice

• Presentación• Narrador• Personajes• Personajes (2 parte)• Personajes (3 parte)• Marco de la novela• Estructura• Estructura (2 parte)• Estructura (3 parte)• Síntesis de la novela• Síntesis (2 parte)

Presentación

• La novela “Un viejo que leía novelas de amor trata de un viejo llamado Antonio José Bolívar Proaño que gustaba de la lectura de esos amores que son del verdadero, del que hace sufrir y que obtenía dos libros dos veces al año gracias a uno de sus amigos de vejez, un dentista al que no a todos le gustaba su visita pero con el que se distraía en las noches de su vejez. En éstas intentaba olvidar las estupideces que cometían los codiciosos forasteros que creían dominar la selva porque se arman como bombas pero no saben como afrontarse a una enrabiada fiera porque le han matado las crías. Pero lo que él no sabía era que él también estaría involucrado en el lío.

Narrador

• El narrador presente en esta novela es del tipo 3ª persona omnisciente.

• Es aquel que lo sabe todo; como lo que piensan los personajes, lo que sienten, e incluso su pasado. Está en tercera persona, es una voz narrativa que favorece siempre la objetividad. También es propio de un narrador omnisciente la distribución de la narración a su antojo, en ocasiones hace una pausa para dirigirse de forma directa al lector.

• “Quería vengarse de aquella región maldita, de ese infierno verde que le arrebatara el amor y los sueños. Soñaba con un gran fuego convirtiendo la amazonía entera en una pira”.

Personajes

• Antonio José Bolívar Proaño: Es el personaje principal en la obra. Se puede describir como un viejo al que le gusta la buena compañía, el introducirse en la selva, es de carácter apacible, amable, inteligente y sagaz, como un tigrillo de la selva.

• Rubicundo Loachamín: Es un personaje secundario en la obra. Se le puede describir como un hombre que no acostumbra ser muy amable ni tampoco de mucho entendimiento, es algo enojón y un tanto odioso, tanto como un padre que reta a un hijo.

• El alcalde (la babosa): Es un personaje secundario en la obra. Se le puede describir como un hombre de aspecto físico obeso, sudoroso, de mentalidad y comportamiento desagradable y poco comprensible, que actúa de torpe manera y de poco razonamiento.

• Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo: Es un personaje del tipo terciario en la obra. Se le describe como una mujer de buena semblante y mucha comprensión, de buen físico y de buena compañía. Muchas veces mencionada por Antonio José Bolívar Proaño como su único amor.

Personajes (2 parte)

• Nushiño (shuar): Es un personaje del tipo terciario en la obra. Describible como un indio conocedor de la selva, de sus animales, costumbres, peligros y beneficios. Es un personaje que interviene mucho en los cambios de Antonio José Bolívar Proaño por la ayuda que le entregó y los conocimientos que de él aprendió.

Personajes (3 parte)

• Cazadores del alcalde (3): Son personajes terciarios en la obra. Éstos intervienen al final de la obra y son parte de una expedición al interior de la selva para ir en busca de la fiera que ha cobrado víctimas a lo largo de un tiempo por la acción de un gringo (odiados por todos en El Idilio) que atacó a su camada y al macho, generando furia en el animal.

Marco de la novela

• La novela se basa aproximadamente en los años 30”-40”.• “El Gobierno prometía grandes extensiones de tierra y

ayuda técnica a cambio de poblar territorios disputados al Perú.”

• La novela se desarrolla en los terrenos de la gran amazonía, en el Río Nangaritza, en Ecuador.

• “El Idilio permaneció un par de años sin autoridad que resguardara la soberanía ecuatoriana de aquella selva sin límites posibles, hasta que el poder central mandó al sancionado.”

Estructura

• Inicio: Los pocos habitantes de El Idilio más un puñado de buscadores de oro pasaban por las pinzas extractoras del doctor Rubicundo Loachamín, el cual era hijo ilegítimo de un emigrante ibérico, del cual heredó una tremenda bronca a todo cuanto sonara a autoridad, también odiaba a los gringos llegados a veces de las petroleras. El dentista llegaba en el Sucre, barco que arribaba dos veces al año a El Idilio, junto con el empleado de Correos, barco que la gente esperaba para sólo renovar provisiones de sal, gas, cerveza y aguardiente. Pero al rato de atender pasaron el patrón del Sucre y un shuar por un gringo muerto, gringo que se descubrió que había muerto a causa de un zarpazo gracias a Antonio José Bolívar Proaño, quien dedujo que murió porque atacó a la camada de una tigrilla, que tras buscarlo le encontró por llevar las pieles de sus cachorros, pero el alcalde creyó que fueron los indígenas y tras una larga y acalorada discusión lograron dejar que se vayan hasta su poblado para poder avisar a los suyos.

• Trama: Luego de que todo fue aclarado Antonio José Bolívar Proaño y el doctor Rubicundo Loachamín se juntaron y bebieron Frontera mientras fumaban cigarros de hoja dura, cuando el dentista le entregó dos libros de amor al viejo. Después de unos cuantos cambios de palabras el viejo exclamó que podría ser llamado por el alcalde para la expedición en busca de la fiera, y el barco zarpó. Antonio José Bolívar Proaño vivía con Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo en la Sierra antes de llegar a El Idilio. Cuando llegaron por primera vez los problemas abundaron, pero luego el viejo quedó solo y vive en chozas porque su mujer se fue por variados problemas, sólo quería ver destruida la maldita selva aquella. Pero entre tanto odio se dio cuenta de que no la conocía tanto como para odiarla. Con los shuar aprendió todo sobre la selva, y fue así como vivió en El Idilio. Un día llegaron a la orilla un grupo de blancos que atacaron a los shuar y Nushiño murió ahí. El viejo fue en busca del último buscador de oro, lo mató y le arrebató el arma, pero al volver los shuar le dijeron que jamás podría volver. Cuando llegó a El Idilio, ejerció su primer voto electoral, y fue durante mucho tiempo lector inútil. Una tarde de pesca, llegó una canoa con un muerto, era Napoleón Salinas, buscador de oro. Así, con toda seguridad, dedujeron que la tigrilla también estaba al lado del poblado con relación al río por la tormenta.

Estructura (2 parte)

Estructura (3 parte)

• Desenlace: En su inicio de lectura, Antonio José Bolívar Proaño se distrajo debido a un griterío que le obligó a levantarse, una acémila de Alkasetzer Miranda estaba enloquecida y ensillada, pero ni rastro del jinete, ésta venía con heridas a los costados y sangraba copiosamente. Cuando atraparon al animal y luego de repartirse entre los presentes, el alcalde decidió tomar un grupo de hombres e ir al día siguiente en busca del perdido jinete, hacia la finca que ya no eran cultivadas del colono que se encontraba a 7 kilómetros de El Idilio, pero el viejo se fue a su choza y recordó algo que le sucedió hace años atrás y que le dio paz, paz que ya se veía quebrantada. Un grupo de hombres incluido el viejo llegaron hasta el punto de partida, desde donde comenzaron el viaje, largo que terminaría tras la separación del grupo y el encuentro decisivo de Antonio José Bolívar Proaño y la tigrilla, Antonio José Bolívar Proaño luchó con la tigrilla y ésta con Antonio José Bolívar Proaño, así, los dos enfrascados en una batalla en la que Antonio José Bolívar Proaño, que mató a la fiera, comprendió el sentido del cruento, pero ineludible, ojo por ojo de la hembra.

Síntesis de la novela

• Antonio José Bolívar Proaño estaba viviendo en la Sierra cuando se cambió a El Idilio, en donde pasó por muchos problemas económicos, de salud y de compañía, puesto que su esposa se fue y él quedó solo, pero encontró a los shuar, quienes eran unos indígenas que le ayudaron a plantar, cazar y conocer los misterios y beneficios de la selva, de ellos aprendió que no se debe destruir la selva y que debe cuidar de ella. También estando en El Idilio pasó por muchas peripecias a causa del alcalde, un tipo que sólo por ser de cargo público cree ser poseedor de algo que es ingobernable, la selva, y varias aventuras peligrosas que pasó debido a la codicia de La Babosa.

Síntesis (2 parte)

• La Babosa era el apodo del alcalde, pero Antonio José Bolívar Proaño nunca le dijo así, con eso y todo Antonio José Bolívar Proaño logró salir adelante, con los problemas con los gringos llegados desde las petroleras y las tonterías por el dinero del alcalde y que ninguno cuidaba lo que es de todos, pero ahora, leyendo sus novelas de amor en la choza que él construyó, puede olvidar la barbarie humana que tanto está presente en nuestro mundo, dejándonos una moraleja que debemos recordar, y que si Antonio José Bolívar Proaño logró aprender a cuidar su selva y el medio, nosotros también deberemos aprender de él.