una contribucion unica a la salud mental

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Meditacion

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  • MEDITACIN VIPASSANA: UNA CONTRIBUCIN

    NICA A LA SALUD MENTAL

    Paul R. Fleischman, M. D.

  • Ttulo original en ingls: Vipassana Meditation: A Unique Contribution to Mental Health Publicado como parte del libro de ensayos seleccionados del Dr. Fleischman: Karma and Chaos por Vipassana Research Publications, Seattle, USA, 1999.

    Primera versin electrnica en espaol: septiembre 2009.

  • NDICE

    INTRODUCCIN ..................................................................................................................................................... 5 LA VIPASSANA ES NICA................................................................................................................................... 6 UNA DEFINICIN DE LA VIPASSANA PARA LOS SISTEMAS PSICOLGICOS .................................... 9 HAY LIMITES PARA LOS CURSOS FORMALES DE VIPASSANA............................................................11 LA VIPASSANA NO ES UNA PSICOTERAPIA ...............................................................................................14 EJEMPLOS ..............................................................................................................................................................16

    1. PARTICIPACIN.......................................................................................................................................... 16 2. OBSERVACIN............................................................................................................................................ 17 3. UN INTENTO RAZONABLE Y SINCERO ...............................................................................................19

    RESUMEN ...............................................................................................................................................................24 SOBRE EL AUTOR................................................................................................................................................ 25 VIPASSANA EN INTERNET ...............................................................................................................................26

  • INTRODUCCIN

    Puede todo el mundo beneficiarse de un curso de Vipassana de diez das? Hay personas que deberan evitar estos cursos, temporal o definitivamente? Pueden algunos problemas, que se entienden en Occidente como desordenes psiquitricos, ser curados con la Meditacin Vipassana? Ayudara a alguien la Vipassana ms que la psicoterapia?

    Me han planteado estas cuestiones una y otra vez, pero siempre me he visto incapaz de responderlas adecuadamente en el momento que se me plantean porque las preguntas son demasiado generales para ser aplicadas a personas concretas dentro del contexto de las circunstancias especficas de su vida. Para poder responder con exactitud a estas preguntas, es necesario comprender adecuadamente cul es la aportacin nica que hace la Vipassana a la salud mental. Entonces, es posible reflexionar sobre las circunstancias particulares de cada persona a la luz de una comprensin correcta. En este artculo, en vez de ftiles generalizaciones, me gustara describir con detalle aquello que la Vipassana puede o no puede aportar a la salud mental.

  • I

    LA VIPASSANA ES NICA

    La meditacin Vipassana es nica en muchos sentidos. Como mtodo de meditacin utilizado por el Buddha y que le llev a la liberacin, es la causa subyacente de su subsiguiente papel en la historia: es la segunda matriz a travs de la cual renaci iluminado. Ninguna otra persona, ni sistema de auto-desarrollo, ha influido en las vidas de tantos millones de personas, a lo largo de tantas pocas histricas, entre tantas naciones y culturas, en una manifestacin tan poco ambigua de compasin, armona y paz.

    Histricamente, antes del Buddha, todas las religiones se componan de una mezcla de mandamiento moral, propiciacin de dioses, magia, supersticin y etnocentrismo. El Buddha desarroll la idea de una comunidad ilimitada, que no estaba basada ni en el idioma, ni en la etnia, ni en la localidad ni siquiera en la propia especie! Su enseanza fue la primera en enfatizar las cosas en comn de todos los seres vivos como base de las relaciones, y fue la primera en fomentar un desarrollo espiritual de tipo psicolgico y social, que no se basa en apaciguar a un dios imaginario. El Buddha se dio cuenta de que la liberacin reside en nuestros propios corazones, ms que en ponerse del lado de un poderoso Otro externo al que podamos ser capaces de engatusar o coaccionar para que nos salve.

    Mientras que otras religiones o culturas haban alabado la virtud, el papel liberador de la tica haba estado limitado por el ritual y por otros intentos de manipular los acontecimientos. El Buddha hizo que la humanidad prestara atencin a la identidad de la virtud y de la exaltacin. Sus enseanzas fusionaron lo que hasta entonces haba parecido ser dos aspectos de la existencia: maneras de vivir con empata y estados de sentimientos personales gratificantes. Mediante la prctica de Vipassana, el Buddha trajo a la conciencia de la comunidad humana una sonrisa de conexin universal, no-tribal, psicolgica, tica y no-supersticiosa hacia todos los seres, que ayuda a quien la practica y a quienes le rodean a convertirse en vehculos de amor y libertad.

    Vipassana no es slo lo que el Buddha practic, sino tambin lo que predic. Promovi la prctica de Vipassana como algo igualmente relevante y beneficioso para reyes, mercaderes, amas de casa y asesinos. Aunque resalt que no todo el mundo poda utilizar la Vipassana para convertirse en Buddha en esta misma vida, afirm que todo el mundo poda crecer en el camino. La misma luz del sol nos ilumina a todos. Aunque todos vemos escenas diferentes cuando nos despertamos, todos vemos a travs de la misma luz de la maana. No todos pueden beneficiarse en el mismo grado pero todos pueden beneficiarse de la ecuanimidad y amorosa bondad que forman la base de la Vipassana.

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    El carcter nico de la Vipassana se asienta adems en su base emprica. El Buddha discerni la tcnica observando aquello que efectivamente funcionaba para l mismo. Como cualquier otra observacin de la naturaleza cuidadosamente probada, la Vipassana es una descripcin de las leyes naturales que sigue siendo fiable a lo largo del tiempo y en las distintas culturas. Est libre de creencias o suposiciones preexistentes, y comprende la misma realidad intemporal que el conocimiento de que el ocano es lquido y la tierra slida. Es ms acertado describirla como una psicologa tica que como una religin. Incluso para el oyente moderno suena a verdad, no por su autoridad etno-bblica, ni siquiera debido a la apoteosis histrica del Buddha, sino porque utiliza la razn y la observacin para explicar la experiencia personal. Nos lleva al borde del ocano de la existencia, donde nuestra vida se expone a comprender cosas que son obvias e inevitables, como el hecho de que somos visitantes temporales en un universo vasto, antiguo y en continuo desarrollo.

    La meditacin Vipassana podra definirse as: el mtodo mediante el cual una persona puede obtener la purificacin total. La purificacin total significa la ausencia de odio, miedo, avaricia y delirio; y la presencia de amor, compasin y ecuanimidad. A travs de la prctica de la Vipassana, una persona se convirti en Buddha, es decir, se transform en sujeto de bondad inquebrantable, incapaz de hacer dao y capaz de explicar su metodologa a los dems para que, aunque sus logros no fuesen tan absolutos como los suyos, al menos su direccin fuera la misma.

    La Vipassana es simplemente la delineacin cuidadosa del sentido comn. Captura lo que es comn para todas las comunidades civilizadas y extrae la esencia: evitar daar a otros, ayudarlos y cultivar pensamientos y emociones con esas mismas pautas. Incluso esta sencilla definicin abarca el desarrollo social, interpersonal, emotivo, cognitivo y conductual del individuo.

    La Vipassana es el nico camino que podemos emprender con el convencimiento de que estamos siguiendo el histrico consejo del testimonio en primera persona ms poderoso, perdurable y autntico sobre la transformacin personal hacia la bondad absoluta.

    Todos somos mamferos y, como tales, nos identificamos con las sensaciones de nuestros cuerpos. Los protegemos a toda costa y a menudo nos agarramos inmediatamente a la satisfaccin y al placer a expensas de virtudes que nos gustara creer que hemos adoptado, pero que de hecho dejamos en un segundo plano despus de nuestra auto-gratificacin continua. Ansiamos el placer y tememos el dolor. Es fcil desviarnos en nuestro viaje a travs del camino que va ms all del placer y del dolor. Necesitamos asentarnos en una meditacin que nos ayude a arraigarnos en el marco ms amplio de lo que ennoblece nuestras vidas. Necesitamos un recordatorio, una disciplina, una prctica que nos disuada de reaccionar ciegamente a nuestras sensaciones. Necesitamos una direccin reconstituyente para activar la vida de amor y razn en la textura real de nuestras aventuras diarias. Cuando nos anclamos en la perspectiva de la meditacin Vipassana, podemos incorporar cada pensamiento y cada aliento puede ser incorporado en un camino de conciencia. Entonces, nuestras elecciones ms insignificantes se convierten en las fuerzas que dan forma a nuestra relacin con nuestros cuerpos, con nuestras emociones, con nuestros vecinos y con el mundo. Nos convertimos en viajeros del Camino, gente que vive con intencin consciente (aunque con xito variable) para activar la sabidura en cada momento.

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    La Vipassana es nica como camino a la purificacin total, mtodo del Buddha, fuente de sus logros, flujo de sus tomas de conciencia y como una psicologa prctica en cada momento que es tica, conductual, emocional, cognitiva y espiritual. Pero nica no significa exclusiva. De vez en cuando, todo el mundo practica esto mismo de forma espontnea: observa cmo sus reacciones a las pequeas seales de comodidad corporal llevan demasiado peso a la hora de determinar la direccin de sus vidas, e intentan obtener cierta distancia objetiva frente a estos impulsos insignificantes, para que la vida pueda fluir en armona con las fuerzas ms grandes y espirituales de la gratitud, del servicio y de la felicidad. Al igual que el ejercicio, en cierta medida, es intrnseco a la vida humana aunque haya ciertas personas que apenas lo practiquen y lo hagan de forma descuidada- la Vipassana es el trmino que utiliza Buddha para definir una capacidad innata de nuestras mentes. Mucha gente la perfecciona tmidamente sin etiquetarla y muchas culturas ensean ciertos aspectos de ella bajo distintas nomenclaturas. Todos los seres puros, sea cual sea el trmino que utilicen, han llegado a este estado gracias al desapego de la preocupacin narcisista hacia las sensaciones de sus propios cuerpos.

    Toda vida amorosa, comprometida y generosa se basa en la misma ley psicolgica: practicar la ecuanimidad con las sensaciones de nuestra propia vida. La Vipassana es nica, no en el sentido de ser mejor que cualquier otro camino, sino por el hecho de que ya est implcita y fluye con cualquier enseanza que trate sobre ayudar a los dems, no daar a nadie y sobre el compromiso amoroso. El agua ese disolvente que hace posible la existencia de clulas, tejidos y vida- es un compuesto omnipresente y claro. El hecho de ser universal, no su rareza, es lo que hace que el agua sea nica. La Vipassana es nica en su forma de evocar el principio general. Es nica no en contraste a, sino como el ingrediente activo en todos los caminos de la paz. No es una religin, sino una psicologa religiosa; no es una psicoterapia, aunque s es psicoteraputica.

    La Vipassana simplemente significa esclarecer la naturaleza humana en su confluencia con las sensaciones de la vida. Su naturaleza nica no se basa en que slo pueda hallarse en un sitio aislado y especializado, si no en que el camino hacia la Vipassana empieza en la puerta de cada casa.

    Puesto que la Vipassana empieza en todos sitios, no pertenece a nadie y no tiene ninguna enseanza esotrica ni clrigos que la preserven, slo es ella misma cuando se transmite como una propiedad comn para el bien comn. Cuando se vende por un beneficio ya no es Vipassana: al igual que la intimidad fsica o emocional, por definicin, dejan de ser lo que son cuando se dan a cambio de dinero; al igual que la amistad, por definicin, no tiene precio. La Vipassana se podra comparar a una cena en casa con los amigos, mientras que la psicoterapia emocional es equiparable a una cena en un restaurante. La Vipassana no es comparable a la terapia profesional, la cual imparten terapeutas particulares que se ganan la vida de forma justa aplicando sus conocimientos para resolver problemas individuales de manera particular y en un lugar y un sitio particular. Si la Vipassana es como el agua, el disolvente universal, la terapia profesional sera anloga a la medicacin: un elixir de uso medicinal para una persona concreta, durante un periodo concreto y en un lugar concreto.

  • II

    UNA DEFINICIN DE LA VIPASSANA PARA LOS SISTEMAS PSICOLGICOS

    La Vipassana es una psicologa de desarrollo espiritual antigua, gratuita, no-profesional, no-sectaria, tica y universal. Est basada en la observacin metdica, continua y objetiva de uno mismo a nivel de las sensaciones. Esta forma especial de observacin acta como catalizador de un desarrollo multinivel sistmico a travs de todas las capas de la personalidad. Parte de la aportacin nica de la Vipassana a la salud mental se deriva de su constelacin de acciones psicolgicas. Se puede concebir la Vipassana como el acto de crear, a travs de la meditacin, un campo magntico que energiza nuevas pautas en seis niveles de la personalidad:

    a) La Vipassana induce cambios a nivel molecu lar en el cuerpo del meditador. La observacin sistemtica, cada vez ms refinada y sutil de uno mismo, altera el flujo de substancias qumicas relacionadas con el estrs. La prctica recurrente de la ecuanimidad como enfoque de por vida, reduce la frecuencia y la intensidad con la que las alarmas somticas sealan la segregacin de neurotransmisores. La prctica a largo plazo de la armona y no-reactividad en sustitucin a la clera, el miedo y la pasin, altera el almacenaje, la secrecin, cantidad y tipo de substancias neuroqumicas mensajeras en circulacin. Con el tiempo, el cuerpo del meditador estar compuesto de sustancias distintas a las anteriores.

    b) La Vipassana cambia la bio loga del cuerpo del meditador. A medida que cambian los patrones de reaccin, cambia la composicin neuroqumica, y a medida que crece un estilo de vida consciente y compasivo, el sueo, la dieta y las expresiones de afliccin as como los patrones de placer pueden verse afectados. Pueden verse alteradas las enfermedades psicosomticas, as como las funciones bsicas tales como el peso, el pulso o la vigilia. Los meditadores notan que eligen evitar antiguos hbitos y eligen cultivar nuevas opciones personales que emanan de una relacin ms intensa con sus cuerpos. Si, a lo largo de toda una vida, eliges una dieta ms tranquila y relajaciones ms sanas, te conviertes en un animal distinto. Nuestros tejidos tienen la capacidad de regenerarse en cierta medida como respuesta a nuestra amistad con ellos. Automticamente, experimentamos la propia conciencia corporal como una forma de cuidarnos.

    c) La Vipassana tiene un efecto dramtico a nivel ps i co lgi co . Renunciamos a antiguos complejos, se cultivan nuevas actitudes y virtudes, resurgen antiguos recuerdos, las relaciones se ven y se desarrollan desde otra perspectiva, el futuro se desmorona y se abren nuevos horizontes, se reconocen potenciales distintos para la historia de la humanidad as como para la comunidad humana de los que antes se crean posibles, y evento tras evento en la propia vida se re-experimenta y re-examina desde una nueva perspectiva. sta es la aportacin ms dramtica y ms obvia de la meditacin y es el motivo por el cual resulta atractiva a mucha gente.

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    d) La Vipassana es una educacin basada en valores. La meta de la Vipassana es manifestar las virtudes del amor, la compasin, la felicidad y la ecuanimidad, y, como psicologa, se entiende que incorpora el aprendizaje directo. La virtud se cultiva en la intimidad, y tambin se interioriza gracias al ejemplo de los profesores, que pueden vivir como ncleos de inspiracin en las mentes de sus alumnos. En este sentido, la Vipassana incorpora la psicologa cogn i t i vo-conduc tual , la cual fomenta la prctica activa de formas ideales de resolver problemas, de interactuar con los dems, o de participar en la sociedad. La Vipassana es adems algo que uno hace. La reverencia, el respeto, la gratitud, el servicio son formas de estar/ser en el mundo que se pueden aprender, como se puede aprender a montar en bicicleta, y la meditacin tambin supone un aprendizaje de la recta conducta. El carcter se forma a base de repeticin y esfuerzo, no slo de sentarse quieto con los ojos cerrados. La Vipassana es un entrenamiento en cultura psicolgica.

    e) La Vipassana es una psicologa ambiental que enfatiza el bucle de retroalimentacin de la armona. La forma en la que tratamos al resto del mundo determina en gran medida las respuestas que conseguiremos. Este principio no se limita al mundo humano. Las motivaciones con las que tratamos con gatos, elefantes y rboles tambin son expresiones de nuestras psiques, y ponen en marcha respuestas que a su vez recibiremos nosotros de aquellos que reciben los mensajes que previamente hemos enviado. Para un meditador, el respeto a la vida es una extensin lgica del respeto hacia uno mismo. El aire, la tierra, nos respondern y nos dirn de qu manera influyen en ellos, y por tanto de qu forma siguen circulando a nuestro rededor, nuestros deseos, nuestros miedos y nuestras preocupaciones. El mundo es un receptor sensible de nuestra vida interior. Al expresar nuestro mundo interior a travs de las acciones, la membrana de nuestro entorno vibra con la destruccin o la alegra que hemos generado. Para la persona que medita, todo lo que nos rodea es un espejo que nos revela a nosotros mismos. Todo lo que nos rodea tambin siente la herida de nuestra clera, o tararea nuestro mismo canturreo. La atencin a nuestro entorno vital es la sensibilidad psicolgica de la Vipassana.

    f) La Vipassana es un camino hacia el nibbana, ese estado que trasciende al mundo material. La psicologa de la Vipassana implica la fe en un Algo Ms, la intuicin de un Ms All. Vipassana es una psicologa de lo numinoso, libre de cualquier descripcin concreta, creencia, visin, teologa, antropomorfismo, fantasa, o reduccin de cualquier tipo. La Vipassana contiene un impulso experiencial ms all de los lmites conceptuales y verbales, que influye en la personalidad promoviendo la fe en la bondad absoluta.

  • III

    HAY LMITES PARA LOS CURSOS FORMALES DE VIPASSANA

    Aunque la Vipassana no pertenece a nadie y cualquiera puede practicarla en cualquier sitio y a cualquier hora, los cursos formales de Vipassana no son apropiados para cualquier persona en cualquier momento que est atravesando. Sumergirse en la prctica de Vipassana todo el da, todos los das, durante diez das seguidos es una experiencia intensa que requiere una eleccin inteligente y cierta discrecin en cuanto a quin debera hacerlo o en qu etapa de su vida. Esperar, elegir el momento adecuado, o abstenerse del adiestramiento formal son parte de la ecuacin de la eleccin.

    Durante largas horas de meditacin silenciosa, se desenmascaran las intenciones superficiales conscientes del individuo. Bajo nuestras mentes conscientes subyacen las reacciones primarias que emanan del contacto con nuestras sensaciones fsicas- el anhelo, la insatisfaccin, la pasin, el mal humor, el miedo, el odio. Podemos conseguir estar paz con este incesante cambio impersonal de nuestros cuerpos que empieza en cuanto nacemos y contina hasta la muerte y que constituye la matriz fluida sobre la cual hemos construido una imagen de nuestro ser aparentemente estable pero realmente efmero? En un curso formal de Vipassana de diez das, adiestramos nuestra capacidad de auto-observacin de estas reacciones arcaicas, dentro de la intimidad de nuestra propia vida interior, y aprendemos a ver y transformar quienes somos en el nivel cambiante de las entraas, los huesos y el corazn. Clarificamos y modificamos lo que realmente hemos sido siempre, por encima de aquello que nos gustara imaginarnos que hemos sido. No se saca a la luz ni se provoca nada nuevo, si no que se nos pone de relieve lo que siempre hemos sido. En este proceso, nuestros antiguos patrones habituales resurgen desde el inconsciente a la superficie de la mente. La disciplina del curso, as como las nuevas percepciones y habilidades para realizarnos tal y como quisiramos llegar a ser que nos brinda la meditacin, limitan la tentacin de actuar de acuerdo con antiguos patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento.

    Los cursos formales de Vipassana de diez das se construyen en torno a unos preceptos ticos de comportamiento, concentracin meditativa y de la perspectiva de la transitoriedad personal. Con el fin de favorecer el desarrollo de estos preceptos, tambin se establecen normas, regulaciones y horarios que crean un ambiente propicio al desarrollo de los rasgos de personalidad beneficiosos y a soltar reacciones inadaptadas.

    No hay lmite de personas que puedan beneficiarse de estos eventos educativos formales. Aquellos con problemas mdicos especficos posiblemente encuentren que estas instalaciones sencillas, diseadas para brindar una comodidad modesta y con vistas a acoger a un pblico general, no son adecuadas para sus necesidades particulares. Los que sufran de algn problema psiquitrico tambin podran muy sabiamente decidir evitar cursos de Vipassana organizados.

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    Los alumnos de dicho curso debern poder seguir aquellas normas que sirven para asegurar la intimidad, el silencio y la instruccin adecuada de todos los participantes. Los largos das de silencio y los consejos detallados requieren que el alumno aporte un mnimo de confianza, colaboracin, participacin y esfuerzo sincero. Aquellos cuyos desrdenes psiquitricos les hagan propensos a la desconfianza extrema, a la conflictividad, o a la apata claramente no se vern beneficiados. Para algunas personas tambin puede resultar insoportable pasar diez das en un ambiente libre de drogas y de alcohol y en el que se practica el celibato.

    Otra serie de situaciones an ms complicadas se originan por personas esencialmente colaboradoras y libre de adicciones que sufren estados mentales incontenibles, que pueden abarcar desde una excitacin intensa, grrula o agitada hasta el recelo, la depresin y el pnico. En estos casos, aunque existe una gran variedad de posibles sucesos, las directrices son claras: cualquier persona que, debido a su carcter, a la enfermedad o a un estado temporal, se vea incapacitada para seguir las instrucciones o para colaborar con el profesor, no podr utilizar retiros de enseanza formal en su camino. La tcnica de auto-observacin durante largos das tender a hacer resurgir el viejo patrn de conducta en aquellas personas que en el pasado hayan sufrido reacciones abrumadoras. Le ayudarn las nuevas capacidades de atencin meditativa, observacin y percepcin a transformar sus viejas reacciones? O, por el contrario volver a verse sumido en ellas? La respuesta depende del grado y la intensidad de esas reacciones pasadas: no importa lo fuerte que pueda ser una sensacin, con tal de que se mantengan intactas la atencin, la participacin, la confianza funcional y el esfuerzo, la Vipassana aportar un poder increble para permitirle al alumno percibirla, comprender la raz de la vieja reaccin, y encontrar una nueva va para liberarse de ella.

    Si, por el contrario, el alumno sabe que en el pasado sus reacciones le han llevado a perder las facultades constructivas y organizativas de su personalidad, para l no sera prudente participar en un curso de Vipassana de diez das. Los cursos de Vipassana no son adecuados en el tratamiento de desordenes psiquitricos, ni para gente con estados mentales alterados. Aquellos que requieran tomar medicamentos para controlar sus emociones debern abstenerse de los cursos de Vipassana hasta que tanto el mdico que le ha prescrito el medicamento como ellos mismos tengan la seguridad de que pueden dejar de tomar el medicamento y participar en el curso sin hacerse dao y sin que les suponga un peligro. No es amable llevar a alguien que no nada a hacer un largo viaje en canoa.

    Aquellas personas que no puedan participar en un curso de Vipassana de diez das pueden, no obstante, beneficiarse de esta enseanza, aunque no al nivel de intensidad provocado por los diez das de silencio y de atencin ininterrumpida a las sensaciones del cuerpo. Todos los das, en alguna medida, podemos renunciar a los antiguos patrones de la clera, la avaricia y el miedo; podemos desarrollar mayor crecimiento en la tolerancia, la generosidad, la sinceridad y la sobriedad. La prctica de estas formas de ser beneficiosas es en s misma parte del camino. Para periodos de menos de diez das, practicar la meditacin concentrada, anapana, la cual se centra solamente en la respiracin, probablemente no remover las reacciones viejas arraigadas y puede ser relajante adems de servir como precursora a un retiro de diez das. Cualquier palabra atenta, cualquier memoria grata, puede ayudar a reforzar la base subyacente de una futura prctica de Vipassana. Incluso si un alumno potencial actualmente no est preparado para enfrentarse al resurgimiento de viejas pautas, todava puede cultivar las virtudes personales- como la gratitud y la compasin- que, con el tiempo, le

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    darn la fuerza para contenerse, que a la larga le permitir afrontar un curso de meditacin con confianza y xito. Tras esta cuidadosa espera y una anticipacin premeditada, las viejas pautas de reaccin podrn surgir de forma segura para ser liberadas durante un futuro curso de Vipassana. La forma en la que vives mientras esperas para hacer un curso de Vipassana podra ser el mejor uso posible de tu tiempo, adems del ms sabio ejercicio fortalecedor. Hay gente que podra sacar provecho de hacer una pausa premeditada antes de lanzarse a hacer un curso de diez das- una especie de moratoria que podra durar desde unos meses hasta varios aos- hasta que tengan la seguridad de que podrn aguantar sin cigarrillos, o de que tienen mejor controlados sus antiguos ataques de pnico o de depresin. Su espera no es un exilio si no una preparacin para una experiencia ms profunda.

    En la vida de un mediador, no se progresa slo durante los retiros de meditacin, y tampoco sera aconsejable que as fuese. Antes de y entre cursos intensivos, cada alumno puede utilizar las sencillas verdades universales para mejorar su situacin y contribuir a la sociedad. El hecho mismo de tener que esperar y trabajar un problema que podra resultar abrumador durante un curso de meditacin podra darle un enfoque teraputico a ese problema. Es bueno apuntarse a clases de natacin antes de un viaje en canoa. El Buddha mismo se pas seis aos buscando la Vipassana. Cualquier seminario que valga la pena pide una serie de requisitos a sus participantes.

    Puesto que la Vipassana es una funcin natural de la psique humana- a pesar de que haya sido el Buddha quien la puliera, purificara y articulara- no tiene ni dueo ni institucin oficial. Cada individuo que se acerca a ella es un agente independiente cuya voluntad es en s misma la clave del camino. En su esencia, la Vipassana no puede desarrollarse deprisa, de forma descuidada, hostil, desafiante o fraudulenta. Sus mtodos y sus metas son idnticos.

  • IV

    LA VIPASSANA NO ES UNA PSICOTERAPIA

    La Vipassana no es una psicoterapia porque no es una actividad desempeada por personas con una formacin profesional, porque no se ofrece como medio de ganarse la vida, porque no se basa en una relacin de apoyo personal con un curandero particular, porque no se administra con una medicacin u otros medios teraputicos, y porque no se pretende que se utilice para tratar desrdenes psiquitricos. No obstante, sigue existiendo un asunto poco definido: la Vipassana rectifica los patrones de reaccin resultantes de una falta de adaptacin y adems fortalece los rasgos positivos de carcter no es eso psicoterapia?

    La diferencia ms significativa entre la Vipassana y la psicoterapia es el lugar que estas dos actividades pretenden ocupar en la vida de la persona. Indudablemente, la Vipassana y la psicoterapia en algunos aspectos se solapan ya que ambas se disearon para ayudar a la gente a vivir mejor; aparte de esto, difieren tanto en su intencin como en su prctica. La psicoterapia pretende ser una intervencin temporal dentro del contexto de una relacin profesional de pago para sanar heridas psicolgicas. La Vipassana es una transmisin espiritual gratuita, un modo de vida, y con una magnitud ms all de la vida misma. Aunque tambin puede aliviar los problemas mundanos, la Vipassana es un camino hacia el nibbana, la purificacin absoluta, la liberacin del sufrimiento. Su plazo de ejecucin es largo- varias vidas en el lenguaje oriental- y sus objetivos elevados y globales. Aunque nuestro propio uso de la Vipassana en esta vida sea mucho ms modesto y limitado, no obstante imparte a nuestras vidas un impulso ms all de nuestro propio tiempo y de nosotros mismos.

    La Vipassana est orientada a la esperanza y la fe en el futuro tal y como se manifiestan en el momento actual. Su objetivo es la ecuanimidad para uno mismo ahora y bajo todas las condiciones futuras, y el amor y la compasin por todos los dems. Apunta haca una perspectiva ms all del horizonte temporal. No obstante, es posible que una persona tambin necesite enyesar inmediatamente una pierna rota, encontrar un alivio inmediato de los horrores de la guerra, o una ayuda personal para superar abusos del pasado.

    Antes de hacer el primer curso de Vipassana, sera prudente plantearse las siguientes preguntas: Cul es la intensidad de mi problema? Cul es el alcance y hasta dnde penetra mi problema en el conjunto de mi personalidad? Qu otras habilidades y fortalezas existen en torno al problema? Hay dilemas humanos que, a pesar de ser fuertes, quedan restringidos a ciertas reas. Otros pueden ser menos explosivos, y sin embargo ms extendidos y ms malignos. Hay una infinidad de combinaciones de fallos y fortalezas en cada uno de nosotros. Todos contenemos tanto montones de virtudes como montones de aspectos negativos, as que no podemos medir nuestro carcter slo por un puado de rasgos tiles o dainos.

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    Aunque no existe una frmula generalizada esquemtica que se pueda aplicar con exactitud en cada caso, hay tres perspectivas desde las cuales un examen detallado puede ser muy revelador. Antes de emprender un curso de diez das, es aconsejable que cada persona se pregunte (y, de hecho, los organizadores del curso querrn saberlo): 1) Puedo part i c ipar de aquellas normas, regulaciones y directrices propias de una experiencia colectiva? En caso de tener dudas o conflictos mentales con respecto a alguna instruccin, sera capaz de hablar amablemente de ellas con los organizadores y los profesores y de seguir las directrices y conclusiones del grupo acerca de stas? 2) El corazn de la Vipassana es una base nica para la auto-observacin continua. Podr mantener la auto-observacin contra viento y marea, desde el alba hasta el anochecer, diez das seguidos? O, ser capaz de buscar ayuda y de seguir los consejos para aprender nuevas formas de mantener esta auto-observacin? 3) Tanto durante los cursos de Vipassana como durante la vida diaria, el esfuerzo continuo es el secreto del xito. Tengo la madurez y la estabilidad necesarias para darle una opo rtunidad razonablemente s incera a la Vipassana?

    Aunque alguien sea capaz de hacer un curso de Vipassana, sigue habiendo cierta ambigedad en cuanto al paso correcto a dar por una persona concreta en un momento dado. Lejos de convertirse en problema irresoluble, la complejidad, privacidad, singularidad, y ambigedad de la decisin nos lleva al corazn de la meditacin, el cual fundamentalmente supone una transformacin de la motivacin. Cundo, porqu, y cmo decidimos meditar es en s parte de la prctica.

    Puesto que cada individuo es nico, y puesto en cada momento somos diferentes a lo que fuimos un momento antes, nadie puede responder por otro a la pregunta: Dados estos problemas que tengo, que no son tan severos como para que sea evidente que, por ahora, debera evitar un curso de Vipassana, debera tomar antidepresivos? hacer psicoterapia?, o, me ira mejor (o peor) hacer un curso de diez das de Vipassana? Teniendo en cuenta la contribucin nica de la Vipassana, las limitaciones de los cursos de diez das, y la distincin entre la Vipassana y la psicoterapia, veamos cmo estos comportamientos distintos pueden afectar las vidas de los individuos, para resaltar la variedad de respuestas reales que da la gente, y el probable resultado de esta variedad de elecciones.

  • V

    EJEMPLOS

    El propsito de los siguientes ejemplos es resaltar algunos de los principios generales de los que he hablado hasta ahora. No se trata de las experiencias ms habituales de los alumnos en los cursos de Vipassana, ya que la mayor parte de los alumnos de meditacin tienen pocos conflictos o confusin respecto a estos puntos. Los ejemplos pretenden resumir a grandes rasgos los temas que existen en el lmite entre la Vipassana y la salud mental, y son retratos ficticios que yo he dividido en tres grupos ilustrativos y algo arbitrarios. Cualquiera que medite bien sera un ejemplo positivo para las tres secciones. Esto no es cierto para los ejemplos negativos. Mientras una persona utiliza la meditacin con comprensin, perseverancia y fe, otro alumno que aparenta ser similar puede utilizar la Vipassana de forma errtica o poco sabia, lo cual le acarrear problemas en vez de soluciones.

    1. PARTICIPACIN

    El proceso de solicitud de plaza para un curso de Vipassana implica un auto-examen sincero as como realimentacin de los organizadores del curso, pero el auto-engao o la negacin ilusoria en ocasiones pueden llevar a que un alumno emprenda un curso de diez das sin estar preparado para enfrentarse a l.

    Un adicto a la herona de las afueras de Nueva York neg su adiccin en el formulario de solicitud, subestimando adems su adiccin a los cigarrillos, de forma que, desde el inicio, se sinti abrumado debido al sndrome de abstinencia. Aunque fue educado y comunicativo, simplemente se neg a quedarse despus del segundo da, claramente haba un grave conflicto entre su deseo de librarse de sus adicciones qumicas y el poder que estas substancias ejercan sobre l. Debido a esta ansiedad y agitacin, le era imposible mantener la quietud y la auto-observacin.

    En su solicitud, un alumno de postgrado de la Universidad omiti su historial de delirios y episodios sicticos. Haba dejado de tomar la medicacin y haba anulado sus citas con el psiquiatra debido a su afn de borrar el pasado con la meditacin. Se esforz durante casi una semana, luch por seguir el curso de Vipassana, pero poco a poco su estado se iba deteriorando. Cuando los organizadores del curso se percataron de su extraa forma de gesticular, su ayuno, y sus dificultades para seguir el horario, el profesor se entrevist con l y se dio cuenta, por las respuestas que ofreca a sus preguntas, que el alumno se haba desviado de la prctica correcta de la Vipassana, elaborando su propia versin errnea, y que estaba sinceramente perturbado y perdido. Se llam a su familia, y los organizadores del curso y la mujer del alumno cooperaron para volver a encomendarle al cuidado de su mdico.

    Estos dos ejemplo muestran que los retiros de meditacin no son tiles para gente que los emprende con engao o que sufre de estados mentales que les impiden comprender, aprender y practicar tal y como se les ensea.

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    En contraste, un consumidor de drogas habituado a viajar por el mundo se desenganch del uso de mltiples drogas duras e hizo un curso de Vipassana, habiendo descrito en su solicitud sus problemas en el pasado y su deseo de comenzar de nuevo. Su sinceridad alert al profesor de que posiblemente necesitara ayuda extra. Sus ansias, aunque fuertes, no eran demasiado agudas para impedirle observarlas y utilizarlas durante las tcnicas de meditacin. Acab su curso de meditacin de forma satisfactoria. Despus de varios meses, hizo un segundo intensivo de diez das y se fue a vivir a otra regin para empezar una nueva vida.

    Otra historia similar es la de un ingeniero que en su solicitud describi cmo en sus aos de estudiante haba sufrido varias crisis nerviosas. Estuvo hospitalizado en un psiquitrico. Tras aos de medicarse y recibir psicoterapia, haba conseguido acabar los estudios y comenzar su carrera profesional. Cuando se enter de la Vipassana, le llam la atencin como una forma de atraer ms amor, compasin y alegra a una vida algo solitaria y estril, pero fue sabio y prudente acerca de su capacidad para estar quieto y observar sus reacciones! Hablando con el Centro de Meditacin Vipassana, empez con cuidado a hacer planes a largo plazo. Sigui trabajando hasta que consigui anclarse en un modo de vida estable; pidi el apoyo de sus padres; y, como medida preventiva, restableci el contacto con su psiquiatra. Tras varios aos de disfrutar de una slida salud mental, emprendi y consigui acabar un curso de diez das de forma satisfactoria, se convirti en un voluntario activo en el centro y, despus de un periodo de muchos aos y muchos cursos, ampli su red social, abri su corazn, apoy la meditacin de miles de alumnos contribuyendo con sus habilidades y su tiempo en las instalaciones del centro, y sigue creciendo en el camino.

    No es un diagnstico concreto, ni un solo evento del pasado, sino una actitud, comprensin, planificacin, un momento personal, y un esfuerzo los que sirven para predecir el uso exitoso de las enseanzas del Buddha.

    La Vipassana no es un retraimiento personal hacia uno mismo, si no que implica la participacin en una comunidad humana intemporal.

    2. OBSERVACIN

    A veces es posible que un alumno totalmente honrado y sincero tenga que esperar o limitar su exposicin a la Vipassana. Esto ocurre cuando los alumnos tienen emociones o reacciones que pueden irrumpir inesperadamente y agobiarles. A pesar de la devocin o del compromiso, en algunas etapas concretas de la vida, estos alumnos simplemente no sern capaces de activar la auto-observacin tal y como la ense el Buddha. En cierto modo, esto puede aplicarse a cualquiera de nosotros! Quin osara atribuirse a s mismo la ecuanimidad, objetividad y auto-observacin de un Buddha? Sin embargo, entre los meditadores comunes y corrientes, hay algunos que pueden persistir en el esfuerzo de observar, mientras que otros alumnos, igual de slidos en casi todos los dems aspectos, no pueden debido a la especfica organizacin de la vida interior que traen con ellos a la prctica de la meditacin.

    Por ejemplo, un joven profesor de historia y su mujer se hicieron alumnos de Vipassana. Estaban encantados con los efectos personales y espirituales que haban experimentado en su primer curso de meditacin, y juntos continuaron practicando en casa a diario por las maanas y por las tardes, hacan un curso de diez das al ao, y de vez en cuando trabajaban de voluntarios en el centro de meditacin. Mantuvieron en sus vidas de forma consciente la base moral sobria que predicaba el Buddha y se percataron de que sus vidas eran cada vez ms

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    dichosas. Pero las cosa cambiaron. Los padres del profesor de historia murieron y l tuvo que hacerse cargo de su hermana que tena una enfermedad mental. No slo tuvo que asumir una nueva responsabilidad, si no que empezaron a atormentarle los recuerdos de los abusos de un padre alcohlico que posiblemente haban contribuido a la existencia miserable y marginal de su hermana. Los recuerdos de la infancia se hicieron ms intensos, su vida se enmara con un sinfn de llamadas telefnicas en relacin a su hermana a hospitales, agencias gubernamentales, mdicos y a la polica, y el profesor de historia estaba cada vez ms inquieto. Se apunt a otro curso de meditacin con la esperanza de profundizar en su capacidad de mantenerse ecunime bajo estas nuevas y ms difciles circunstancias de vida, pero durante el curso apenas fue capaz de observar sus sensaciones, su mente no dejaba de cavilar de forma indisciplinada y desesperada. Al volver a casa, continu con su meditacin diaria, pero empez a estallar en momentos de terror que, segn su mdico de cabecera, eran ataques de pnico. Cada uno de estos estallidos lo dejaban destrozado anmicamente. A pesar de su noble esfuerzo por restablecer la ecuanimidad de su mente, senta que se ahogaba en una situacin similar a la de su hermana. El mdico de cabecera lo mand a un centro mdico donde pidi ayuda. Durante ocho meses, hizo una psicoterapia con un psiquiatra que adems le recet medicamentos y con el que habl en detalle de su vida familiar, pasada y presente, con el fin de poder enfrentarse a sus recuerdos y a las exigencias del cuidado de su hermana. Durante esta etapa de su vida, se abstuvo de hacer cursos de meditacin.

    Podra haber abandonado la meditacin en ese momento. Podra haber concluido que haba enfrentado una crisis y la meditacin no era una cura, o bien hay algo en m que est mal, o es un problema de la tcnica. Sin embargo, sigui manteniendo el contacto con los profesores de meditacin y amigos meditadores, evit juzgarse a s mismo y juzgar la Vipassana, y sigui meditando en casa con su mujer lo mejor que pudo. Codo a codo, siguieron cmplices de la fe y la concentracin en un tiempo tumultuoso.

    Sus meditaciones de maana y tarde haban cambiado, tena fuertes distracciones mentales, emociones tempestivas, y multitud de preocupaciones que lo atormentaban- un gran cambio respecto a la agradable tranquilidad a la que antao l haba denominado meditacin! Ahora, su observacin a menudo tena que limitarse a la fuerza a observar la respiracin, e incluso eso lo haca de forma interrumpida y fragmentada. Podra haber llegado a la conclusin de que ya no era capaz de meditar, que estaba meditando mal, que su meditacin era mala. No obstante, tuvo la reflexin de que deba abandonar su antigua definicin de la meditacin como una forma de relajacin que produce un alivio seguro y confortante. Su errtica meditacin diaria no le cur, pero le estaba ayudando bastante ms de lo que l sospechaba, preparando el terreno para una futura prctica meditativa resistente, multidimensional, y capaz de resistir golpes y sufrimientos, y, con el tiempo, esto le permitira tener ms energa dinmica para restaurar la ecuanimidad incluso en momentos de afliccin aguda. Mientras tanto, logr tener en cuenta la comprensin de que ese momento terrible, esa etapa de su vida, cambiara, igual que haba cambiado su vida anterior. Mientras que su enfermedad responda al tratamiento psiquitrico l descubri que segua siendo meditador, segua vinculado a una tradicin, segua siendo un observador sincero y sensato de la realidad del cambio en s mismo. De hecho, ahora sus meditaciones eran mucho ms profundas, porque ahora tena un recuerdo inolvidable de la realidad de vivir cambio tras cambio dentro de las estructuras que supuestamente conformaban su identidad. La experiencia indeseada se haba convertido en una estricta pero til leccin. Qu irona cuando descubri, despus de acabar el tratamiento psiquitrico, que Ahora era un estudiante de Vipassana an ms inspirado!

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    Ahora que no se empeaba en tener un cierto tipo de experiencia mental y etiquetar esa experiencia como una buena meditacin, que no se empeaba en utilizar la meditacin como una panacea medicinal, empez a comprender la Vipassana como una ventana a la realidad universal del cambio, a travs de la cual sera ms capaz de enfrentarse a las tormentas de la vida. A veces tendra que pedir ayuda, pero tarde o temprano superara la crisis, mientras tanto seguira contemplando fielmente la verdad fundamental a travs de una meditacin continua. El tratamiento psiquitrico, en su caso, supuso un comportamiento hbil de bsqueda de ayuda que contribuy a su longevidad como meditador sano. Desde hace aos ya no requiere ningn tratamiento; ha podido cuidar de su hermana y de s mismo con mayor equilibrio. Sigue andando por el camino del que nunca se ha desviado del todo, incluso cuando pareca que su mundo estaba estallando.

    El secreto de su xito fue la continuidad del esfuerzo de observar. La Vipassana le proporcion nuevas percepciones, un sentido y una direccin que lo arroparon y duraron ms all de la ayuda profesional de los mdicos. Posteriormente, su proceso aparentemente catastrfico result ser un ferviente intervalo educativo, mientras su meditacin, que en ese momento pareca ms bien simblica y dbil, de hecho fue un puente singular del Buddha hacia l, antes, durante, y despus de su periodo de intenso sufrimiento. Su arraigamiento en la moralidad y su perspectiva realista le sirvieron de timn incluso cuando su concentracin pareca haber naufragado. Cuando por fin desaparecieron las grandes olas, su devocin hacia la auto-observacin objetiva segua su rumbo. La psiquiatra le ayud a recobrar la salud mental. El camino de la Vipassana lo propuls en un viaje que le indicaba cmo ayudar a los dems y cmo agradecer la ayuda recibida. Con una larga vida por delante, es muy posible que contine progresando ms all del bienestar, para ayudarse a s mismo y a los dems a realizar la verdad universal, desenmarandose del sufrimiento parroquial. La Vipassana es tan profunda como el problema que se resuelve con ella.

    No hay ninguna sabidura en el hecho de comenzar un primer curso de meditacin mientras uno est agobiado y abrumado ms all de lo que es capaz de tolerar. Una persona atormentada por la agitacin, la ansiedad, la depresin o la duda no debe esperar encontrar una cura instantnea radical en diez das de sentirse revuelto y consternado. La Vipassana debera dejarse arraigar slo cuando no hubiera ninguna duda de que el corazn de las enseanzas del Buddha- la observacin objetiva de la realidad vibratoria del falso sentido de uno mismo-, puede ser comprendido, movilizado y practicado. No obstante, una vez que se haya aprendido bien el camino es posible mantenerlo vivo durante las pruebas ms duras. De hecho, es se el sentido de la prctica!

    Muchos alumnos dejan de meditar cuando la vida estalla en sufrimiento indeseado, o cuando su concentracin se deteriora bajo los efectos del estrs. Mucha gente, comprensiblemente, se siente empequeecida por las montaas de aflicciones dentro de ellas. Pero hay un sinfn de ejemplos contrarios, de gente que teje un hilo de esfuerzo para observar correctamente incluso mientras caen por la ladera de la montaa. A la larga, es a travs de este hilo que sienten el poderoso anclaje de la enseanza del Buddha.

    3. UN INTENTO RAZONABLE Y SINCERO

    Dos parejas, viejos amigos, vinieron de la costa este y la costa oeste para hacer su primer curso de meditacin Vipassana juntos, trabajaron correctamente y experimentaron esa alegre

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    sensacin de realizacin y regocijo que a menudo es el fruto de una primera prctica profunda de Vipassana. Ninguno de ellos tuvo graves dificultades a la hora de atenerse a las normas y disciplina del curso, ni en seguir haciendo el esfuerzo de volver a observarse a s mimos de forma objetiva. Cada uno de los cuatro, en la intimidad de sus propios pensamientos, se sinti tan inspirado que decidi continuar el camino de por vida. Pero las cosas no fueron as.

    La mujer de California estaba muy interesada en la medicina alternativa, y malinterpret el poder sanador psicosomtico de la Vipassana y su atencin al cuerpo como una terapia ms de cuerpo y mente. No supo ver la singularidad de la Vipassana como un camino libre, universal, intemporal, compuesto de mltiples niveles hacia el nibbana. Empez a mezclar la Vipassana con talleres e intensivos de fin de semana de terapia superficial, tcticos y relajantes, y poco a poco se alej de la meditacin, su prctica se hizo mecnica y, por tanto, le aport muy poco. Se empez a tranquilizar tomando un vino tinto californiano por las noches en vez de meditando. Mientras vagaba de una moda sanativa a otra, la misma ira, irritabilidad e infelicidad que inicialmente le haban llevado a buscar la Vipassana, empezaron a resurgir. La negatividad, incrementada por las fantasas de felicidad que le propona el mercado de sanacin de la Nueva Era, se filtraba en su vida diaria y en su matrimonio. Poco a poco, al aumentar su depresin y frente al deterioro de su relacin con su marido, busc ayuda psiquitrica y le dieron medicamentos para tratar una depresin crnica y un sndrome de dficit de atencin. Incorpor estas etiquetas a su sentido de identidad, dej de meditar y acept la idea de que tena defectos bioqumicos genticos y que tendra que seguir tomando medicamentos el resto de su vida.

    Su marido estaba cada vez ms furioso con ella debido a su ensimismamiento. Con orgullo, sigui meditando dos veces al da l slo, y volvi a hacer ms cursos de diez das. Le agradaban las gratas sensaciones de flujo-libre que senta en el cuerpo mientras meditaba, y cada vez ms interpretaba estas experiencias de disolucin eufrica como prueba de que era un hombre espiritual y realizado. En vez de seguir la Vipassana como un camino de observacin objetiva, la convirti en un camino de auto-absorcin sensual; en vez de un camino de compasin, convirti la Vipassana en una fortaleza engreda. Mientras meditaba, se permita fantasear sobre sus vidas pasadas y futuras, en perjuicio de su vida actual. Cuando su mujer finalmente le convenci de acompaarla al psiquiatra para hacer terapia de pareja, el marido de California rechaz de forma altanera la sugerencia del psiquiatra de que comenzara su propio proceso de psicoterapia y tomara medicamentos para minimizar sus delirios de grandeza compensatorios.

    Con el tiempo, la pareja de California se separ. La mujer acab considerndose un caso puramente mdico, tomando drogas psicotrpicas y experimentando con las hierbas. El marido asumi una postura defensiva engreda y convirti su rechazo anti-medicamentoso de la psiquiatra en una prueba ms de su pureza espiritual. Su auto-estima empez a basarse en estar muy por encima de la psicoterapia o la medicacin. Busc un divorcio acusatorio, agrio, infeliz y auto-justificante. Al ver que los profesores de Vipassana no le daban la aprobacin que buscaba a su agresivo pleito con sus racionalizaciones de haber vuelto a nacer, dej la meditacin y se meti de lleno en un grupo de iluminacin instantnea en Los ngeles.

    Para que la meditacin pueda dar sus frutos, debe haber un discernimiento razonable para saber diferenciar el camino del Buddha de las tendencias y de las modas. As mismo, el uso de mdicos es ptimo cuando existe un mnimo de inquisicin por parte del cliente. La historia de la esposa de California ilustra ambos puntos. Mucha gente bsicamente sana acaba tomando medicamentos por motivos predominantemente culturales. En una sociedad que

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    fomenta el consumismo y que combina las curas de salud con el amor y el sentido, se acaba diagnosticando y medicando a la gente, como esta esposa californiana, con sndromes que son resultado de la sobre-estimulacin, la intoxicacin sutil y fortuita, la ausencia de disciplina, y la auto-absorcin. Puesto que no encontr la realizacin plena de manera inmediata, sigui buscndola desesperadamente de cualquier modo hasta que top con el denominador comn ms bajo que su cultura le ofrece. En otra poca o en otra cultura, en la que los individuos no se sentan con derecho a tomar una serie de decisiones vitales frvolas, su supuesto sndrome de dficit de atencin podra haberse esfumado bajo un rgimen de constancia, sencillez y devocin, mientras que su depresin podra haberse fundido con el calor constructivo de la aportacin a la sociedad y una vida familiar llena de amor. Sin embargo, ella no contaba ni con el conocimiento ni con la direccin social para saber casarse con una persona o con un camino.

    La cara opuesta de las soluciones rpidas tambin es poco productiva. El marido de California era constante pero rgido, fantico pero no devoto. Trabaj duro y largamente en la direccin equivocada. Utiliz la meditacin para sentirse poderoso y mantener las distancias, en vez de sentir empata y solidaridad. Practic de forma incorrecta, marcando sus propias metas y rechazando la objetividad y la ecuanimidad a favor de baarse en las sensaciones placenteras y en el escapismo. Se situ a s mismo por encima de sus profesores. Alejndose de la Vipassana, ingeni una disciplina contemplativa singular que amplific su delirio narcisista. Lo irnico del caso es que, mientras escuchaba al psiquiatra que atiborraba a su mujer a prescripciones podra, no obstante, haber salvado tanto su matrimonio como su prctica de meditacin reduciendo al menos sus delirios. Rechaz tanto la psicoterapia como la medicacin no para profundizar en su capacidad de hacer frente al sufrimiento con las nobles verdades, si no para ensalzar su propio ego. Segn su punto de vista, haba rechazado la psiquiatra porque, como estudiante del Buddha, ese apoyo tan mundano estaba muy por debajo de l- sin embargo la terquedad y la vanidad eran incluso menos liberadoras. Al final, no logr sacar provecho ni de la psiquiatra ni de la Vipassana.

    Es til comparar a esta pareja con el profesor de historia. l evit las etiquetas tanto medico-diagnsticas como espirituales; persisti haciendo un esfuerzo correcto a pesar de las dificultades. Diferenci claramente entre la legtima ayuda mdica y las presentaciones de ventas aduladoras, y entre el camino de por vida de la Vipassana y la rectificacin de estados concretos psiquitricos de la psico-farmacologa combinada con una psicoterapia breve. Diferenci la necesidad apremiante de utilizar medicamentos del mal uso meramente conveniente o tranquilizante; jams proyect su dolor en su mujer, si no que se sent con ella a su lado como querida aliada; continu siguiendo los aspectos morales y de estilo de vida de la Vipassana como guas apreciados y auto-elegidos que siempre pueden practicarse y que siempre vienen bien. Evitando el desespero o la bsqueda desesperada de soluciones fciles, evitando juzgar su meditacin segn el placer o el trastorno de sus sensaciones corporales, camin, o posiblemente fue tambaleando, hacia delante, cada vez ms capaz de vivir sintiendo compasin hacia su hermana, gratitud hacia su mujer y mayor alegra y ecuanimidad dentro de s. Dnde acabar su movimiento hacia delante? Qu podra parar a un practicante tan devoto, incluso en momentos problemticos, del camino de la Vipassana?

    Los amigos de la costa este de la pareja de California empezaron con la Vipassana a la vez que ellos y dando el mismo paso, pero su camino sera muy distinto. En principio, tenan un camino ms difcil de recorrer, sin embargo encontraron la aportacin singular de la Vipassana a la salud mental.

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    El marido haba nacido en una familia con un historial de generacin tras generacin sumida en la pobreza y la opresin. El exilio, el terror, la enemistad haban formado parte del ambiente en el que se cri, y haban impregnado su sistema nervioso ya desde su desarrollo con reacciones de miedo y de desesperacin. Aos ms tarde, llegara a comprender que cumpla los criterios y podra haber sido diagnosticado fcilmente con depresin y ansiedad. Pero, despus de su primer encuentro con la Vipassana, se arraig profundamente en la prctica. Decidi utilizar su angustia como un catalizador continuo para enfrentarse a la realidad dentro de l mismo de la forma ms objetiva y ecunime posible. Su incursin fue ms que un ejercicio de estoicismo. Comprendi que el camino es un modo de vida, no simplemente una tctica; cultiv el inters y la generosidad hacia los dems tan asiduamente como la meditacin en s. Se tranquiliz con la calma purificadora que acompaa un estilo de vida sobrio y moral. Dio pasos hacia adelante considerando su vida entera como plazo, no con un irritable lmite de tiempo. A pesar de, y debido a, sus recuerdos interiores de profundo sufrimiento, poco a poco floreci como profesor de msica y director del coro del instituto. Su matrimonio, colmado de respeto mutuo, devocin y afecto, era una fuente de consuelo y alegra de vivir que no dejaba de tener su justa medida de cruda vulnerabilidad. Junto con su esposa, contribuy activamente con su tiempo y energa para propagar la Vipassana a los dems. No trat su ansiedad / depresin con la Vipassana, si no que se subsumieron bajo la Vipassana convirtindose en una fuente de decisin y direccin.

    La esposa de la costa este haba estado incapacitada en su juventud debido a problemas psiquitricos. El suicidio de su padre, sus inquietantes posos, y las subsiguientes deficiencias de su crianza, la haban convertido en una persona inmadura, que quera y esperaba que los dems cuidaran de ella y evitaba asumir el papel de persona adulta. Incapaz de trabajar o estudiar de forma constructiva, se sumi en un leve abuso de drogas y en aventuras sexuales dependientes. Cuando descubri la Vipassana, trabaj con ella tal y como le ensearon, y casi instantneamente aplic sus implicaciones morales a sus desordenes de comportamiento, los cuales desparecieron de forma dramtica, casi de la noche a la maana. Pero su crecimiento en el camino, como el de todo el mundo, era irregular, con algunos problemas ms superficiales a los que era ms fcil de renunciar, y otros que parecan aplastarla. Su personalidad era marcadamente reactiva y susceptible. Durante muchos aos despus de su primera experiencia con la prctica de Vipassana, construy su matrimonio y su maternidad en torno a las enseanzas del Buddha. Poco a poco, ella y su marido crearon ese hogar lleno de amor y de apoyo que ella siempre haba anhelado y que antes no haba tenido. Cada da era un reto aplicar las reflexiones que desarrollaba durante su meditacin a su propia predisposicin antagnica. Su tendencia era reaccionar ante el ms mnimo estrs como si se tratase de la muerte del mundo que la rodeaba. Crea pero no conoca la ecuanimidad. El modo de vida de la Vipassana no era ni fcil ni natural para ella, pero precisamente por eso era ms valioso y rectificador, y cuanto ms le ayudaba a disminuir sus arrebatos y sus compulsiones, ms se converta su apreciacin de la Vipassana en una devocin profunda y puesta a prueba. Sin ser superficial ni tampoco una santa, su estilo de ejercer la maternidad madur desde la irritabilidad anterior hasta un cuidado equilibrado. Sus hijos florecieron, convirtindose en personas ms equilibradas y capaces de lo que haban sido ella y su marido. Cada da segua el camino, dando una nueva direccin a una vida que, aunque fcilmente golpeada, estaba bien sujeta. No corri a buscar terapia ni medicamentos para salvar cada irritacin, si no que cultiv msculos mentales contra el estrs y las presiones de la vida a base de ejercer la Vipassana. Lo curioso es

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    que, los que ms luchan por establecer la Vipassana en sus vidas suelen ser los que ms provecho sacan de ella.

    Ambos miembros de la pareja de la costa este empezaron la vida con desordenes psiquitricos leves. No utilizaron la Vipassana como psicoterapia ni como una panacea, tampoco les hizo perfectos ni les elev ms all de toda angustia. Pero les ofreci un estilo de vida eflorescente, repleto de intimidad y agradecimiento, un hogar lleno de determinacin y de modestia, pleno de la luz del amor y la alegra del Buddha. Su noble e imperfecto bienestar lo trasmitan a sus hijos, sus amigos y su comunidad como el olor de la hierba en primavera.

    La historia de la pareja de la costa este es sobre el uso exitoso de la Vipassana por gente normal que tiene problemas. Ambos pudieron participar en las directrices y restricciones que hacen posible que existan los cursos de meditacin, los centros de meditacin y las familias sanas. Aunque al principio les turbaban la ansiedad y la desesperanza, no utilizaron su sufrimiento particular como motivo de desprecio a s mismo, o el uno al otro, ni para menospreciar las disciplinas del camino. Con la comprensin de los principios esenciales de la Vipassana, cultivaron el amor, la paz y el respeto para todos en su hogar, tanto para ellos dos como para sus hijos. No caba la posibilidad de que un esfuerzo tan sincero no diese sus frutos, ya que estaba basado en la lgica de causa y efecto. En el momento en que sus respectivas manas y pasiones amenazaban con hacerles desviarse del camino, reactivaban la auto-observacin al ms profundo nivel a travs de la devota meditacin en casa y en retiros anuales. Se retiraron del pasatiempo nacional americano de culpar, acusar y estar insatisfechos, y sustituyeron estas conductas por un auto-examen de su propia aportacin a las tensiones domsticas que se presentaban de vez en cuando. Puesto que los dos practicaban Vipassana, ninguno de los dos tena derecho a asumir el rol de acusador justificado; ninguno haca de mrtir piadoso. La armona y la alegra que inundaban sus anteriormente penosas vidas justificaban con creces su fe en el camino. La pareja de la costa este es un ejemplo de lo que significa un intento justo y sincero. Todo esto lo hicieron sin ningn talento que los distinguiera y habiendo comenzado con graves imperfecciones. En una sociedad que se atiborra a pastillas, a pleitos, y a curas de cuento de hadas, ellos aplicaron las verdades clsicas universales de la reflexin y la gratitud a las races de sus vidas, y cosecharon la nica cosecha posible cuando uno aplica estos medios.

    Segn siguen progresando en el camino, el desenlace final sigue siendo una incgnita. La pareja de la costa este est experimentando algo distingo a la mera salud mental, puesto que son parte del Camino, de la continuidad del modo de vida del Buddha. Brevemente, sus vidas transitorias forman un ndulo de paz y rectitud en las mareas del tiempo.

    Ms all de lo que ha ganado a nivel personal, la pareja de la costa este ha aportado una estrella ms al cielo. Posiblemente, muchos pequeos vehculos en las aguas turbulentas que les rodean se estn guiando por la luz que ellos dan.

    La aportacin singular de la Vipassana a la salud mental no sirve como remedio para los desrdenes psiquitricos, y tampoco para ignorarlos, sino para abrir a cada individuo al flujo de la liberacin. Entonces, la auto-observacin, la ecuanimidad, y la alegra emptica utiliza a estas personas como conductos para entrar en sus mundos y aliviarles. Su individualidad, con sus nudos particulares de sufrimiento, se desenmaraa, y se alinean con realidades ms profundas.

  • RESUMEN

    Los Buddhas son excepcionales. Son tan radiantes, inspiradores y ejemplares que guan a millones de personas durante miles de aos. Cuanto ms avancemos siguiendo el camino que ellos han andado, ms nos acercaremos a los frutos que lograron. Pero, en esta vida, es probable que nos falten algunos puntos fuertes y que tengamos muchas debilidades comunes al ser humano. La meditacin Vipassana florece cuando tenemos una aceptacin realista de nosotros mismos. En cada revs, cada vez que sufrimos un golpe, no hay mejor momento para activar lo que hemos desarrollado hasta entonces. Cada momento es nuevo, y supone una oportunidad de la que podemos sacar provecho, por muy larga que sea la cadena de problemas que an tengamos pendientes de resolver.

    La Vipassana es como atravesar una serie de puertas en la casa de tu propio kamma. Hay que abrir una puerta tras otra, con paciencia, una habitacin tras otra. Es posible que una de estas habitaciones tenga suelos de mrmol pulido resbaladizos y que te cueste varias vidas atravesarla. Pero si sigues avanzando, al final saldrs al patio de atrs y ms all de la casa de ti mismo, por fin ms all de todas las puertas. Es posible que en ese momento alguien est cantando las famosas estrofas que el Buddha cant en el momento de su iluminacin plena, sobre cmo l haba logrado romper todas las paredes dentro de s mismo. Es posible que seas t el que canta.

  • SOBRE EL AUTOR

    Paul R. Fleischman, psiquiatra norteamericano, fue galardonado por la Asociacin Americana de Psiquiatra con el Premio Oskar Pfister en 1993 por su importante contribucin al aspecto humanstico y espiritual de los asuntos psiquitricos como fue expresado en el libro The Healing Spirit (El Espritu Sanador), Paragon House, Nueva York, 1989.

    Fleischman es tambin esposo, padre, elocuente orador y escritor.

    Tom su primer curso de meditacin Vipassana en 1974 junto a su esposa, Susan, bajo la gua del Maestro Principal S.N. Goenka. En 1987 los Flaischmans fueron nombrados maestros asistentes de Vipassana y en 1998 el Sr. Goenka los nombr maestros. Hoy en da Paul R. Fleischman es el portavoz oficial de Vipassana para los intelectuales y profesionales de Occidente.

    Ha escrito diversas obras, estudios y ensayos, entre los que destacan Healing the Healer (Sanando al Sanador), Cultivating Inner Peace (Cultivando la Paz Interior) y Karma and Chaos (Karma y Caos).

  • VIPASSANA EN INTERNET

    Se puede obtener informacin adicional sobre la meditacin Vipassana,

    incluyendo el calendario de cursos, a travs de las pginas Web:

    www.spanish.dhamma.org

    www.spanish.dhamma.org/os