una fabula quechua

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Colegio “LUIS ESPINAL CAMS FE Y ALEGRIA” LENGUAJE 2011 UNA FABULA QUECHUA Fue en las vacaciones Cuando el abuelo Amador Decidió relatarnos los lindos Cuentos andinos que él atesoraba. Nosotros felices porque era lo que Nos exigia la profesora: leer a los Autores peruanos. Empezaré-dijo-por contarles Una fábula anónima que nos Motiva a valorar nuestra Autoestima:”Era una vanidosa Zorra que sintió asco al saber que El sapito cazaba moscas. Pero el sapito no se Amilanó por las burlas de la Raposa, pues ese era su medio Para sobrevivir. Es más, cuando La zorra le propuso que sea su Sirviente, el sapito lo rechazó Aduciendo que ambos eran Iguales y que, incluso, él podía Superarla en un evento de Velocidad. La zorra estalló en Carcajadas”. “pero tuvo que aceptar el desafio para no quedar mal ante los demás. Acordaron que ella correría por la orilla del río y el sapito lo aria bajo el agua. La raposa lo llamaría cada cierto trecho y él contestaria: ¡toc, toc!... Asi corrieron por tres kilómetros y para molestia de la zorra , el sapito siempre Adela Nina Apaza Página 1

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Page 1: Una Fabula Quechua

Colegio “LUIS ESPINAL CAMS FE Y ALEGRIA” LENGUAJE

2011

UNA FABULA QUECHUA

Fue en las vacacionesCuando el abuelo AmadorDecidió relatarnos los lindosCuentos andinos que él atesoraba.Nosotros felices porque era lo queNos exigia la profesora: leer a losAutores peruanos.Empezaré-dijo-por contarlesUna fábula anónima que nosMotiva a valorar nuestraAutoestima:”Era una vanidosaZorra que sintió asco al saber queEl sapito cazaba moscas.

Pero el sapito no seAmilanó por las burlas de laRaposa, pues ese era su medioPara sobrevivir. Es más, cuandoLa zorra le propuso que sea suSirviente, el sapito lo rechazóAduciendo que ambos eranIguales y que, incluso, él podíaSuperarla en un evento deVelocidad. La zorra estalló enCarcajadas”.

“pero tuvo que aceptar el desafio para no quedar mal ante los demás. Acordaron que ella correría por la orilla del río y el sapito lo aria bajo el agua. La raposa lo llamaría cada cierto trecho y él contestaria: ¡toc, toc!... Asi corrieron por tres kilómetros y para molestia de la zorra , el sapito siempre contestaba vigoroso a su llamado, mientras que ella lucía cada vez más agotada.

Lo más grave sucedió en la puna. La zorra tenía el rostro amoratado por el cansancio. Quiso seguir, mas desfalleció en ese instante, mientras que a lo largo del río iban surgiendo un sinfin de sapitos que cantaban felices -¡toc ,toc.,toc,toc!por la victoria lograda “. La auto estima en unión con la sagacidad habían derrotado a la soberbia.

FIN

Adela Nina Apaza Página 1

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Colegio “LUIS ESPINAL CAMS FE Y ALEGRIA” LENGUAJE

2011

EL CHASQUI

José Wallullo o Josucho era un indio robusto que frisaba los dieciocho años. La autoridad de su pueblo lo comisionó para llevar y traer las comunicaciones con la capital de la provincia.Ya tenía varios meses en ella, pero no le pagaban un centavo.Una mañana, el alcalde de Vara le dijo: “lleva ya estas cartas, es orden del taita.” Se puso la montera, lió en el poncho su frazada, algo de coca, cancha y papas frías, tomó su wallqe, un baston e inició el ascenso.

Tras dos horas de viaje Josucho se detuvo. Le ofrendo al barranco algo de coca y al divisar el pueblo, allá abajo, le suplicó al cerro igual. Prosiguió hacia la puna, asomando la apacheta-altar de piedras que proteje a los viajeros- entre las peñas. Musitó el rezo que el taita cura le enseñó, iba a acercarse cuando, ¡maldición!, vio a un perro lanudo que admiraba el altar. Quiso correr, mas entonces evocó el consejo de su abuela: “No huyas de los aparecidos, es del agüero”.Preparó la waraka y lanzó el proyectil. El perro chilló dolido, y se alejo cojeando por la pampa. El chasqui prosiguió. Debía llegar al tambo antes de la lluvia. De pronto, de una quebrada surgió una mujer de llijllla blanca, faldellín negro y sombrero alicaído. La alcanzó y le preguntó: “¿Cas a Ayllukullama?”. Ella asintió diciendole: “Josucho”. Lo conocía, sabía que Nicola era su madre y Jesusa su amada. “Soy Naticha-dijo-, jugamos de niños a las escondidas”.

Josucho negó a Jesusa; en cambio le gustó Naticha, quien le citaba hechos que él no recordaba bien. Pasarían la noche en la puna. Sacó su fiambre, mas ella sólo quería chajchar coca. Se acostaron buscando abrigo. Ella se reía y él la atraía más: “¡Ay!-gritó Naticha—No, me duele aquí; ¿o no recuerdas el hondazo de la tarde?”.Se quedó mudo, lo entendía todo. Como alma que lleva el diablo se zafó de las mantas, eludió los colmillos del rabioso can y huyó como loco. Días después hallaron al perro y lo quemaron en la hoguera. Había sido una condenada convertida en animal.

FIN

Adela Nina Apaza Página 2