unidad y diversidad del pensamiento -...

10
Unidad y diversidad del pensamiento geográfico en el mundo. Retos y perspectivas Vincent Berdoulay Héctor Mendoza Vargas [Editores] Instituto de Geografía, UNAM Instituto Nacional de Estadística , Geografía e Informática UGI Commission sur I'Histoire de la pensée géographiquel

Upload: vuongquynh

Post on 28-Sep-2018

217 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Unidad y diversidad del pensamientogeográfico en el mundo.

Retos y perspectivas

Vincent BerdoulayHéctor Mendoza Vargas

[Editores]

Instituto de Geografía, UNAM

Instituto Nacional de Estadística , Geografía e InformáticaUGI Commission sur I'Histoire de la pensée géographiquel

Portada:

Robert Delaunay.

Formes Circulaires, [Circular Forms] 1930

Óleo sobre tela [Oil on canvas]

128.9 x 194.9 cm

O Solomon R. Guggenheim Museum, New York 49.1184

© L&M SERVICES B. V. Amsterdam 20030209

Unidad y diversidad del pensamiento geográfico

en el mundo.Retos y perspectivas

Vincent BerdoulayHéctor Mendoza Vargas

[Editores]

© Instituto de Geografía, UNAM

© Instituto Nacional de Estadística , Geografía e Informática

Primera edición: marzo de 2003

Instituto de Geografía- IJNAM

Ciudad Universitaria

Del. Coyoacán

04510 México D. F.

www.igeograf . unam.mx

Instituto Nacional de Estadística , Geografía e Informática

Av. Héroe de Nacozari Sur Núm. 2301

Fracc. Jardines del Parque

20270 Aguascalientes, Ags.

www.inegi . com.mx

ISBN 970-32-0604-2 [UNAM]

ISBN 970-13-4243-7 [INEGI]

Impreso en México

Printed in afe.xico

Instituto de Geografla, UNAM

Instituto Nacional de Estadística , Geografía e Informática

UGI Commission sur 1'Histoire de la Pensée géographique/

IGU Commission on the History of Geographical Thought

México, 2003

T

Quintero, S. (1995), "Geografía y nación. Estrategias educativas en la representacióndel territorio argentino (1862-1870)", Territorio N° 7, Instituto de Geografía,Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, pp. 1-103.

Rhein, C. (1982), "La Geografía, ¿disciplina escolar y/o ciencia social?", en Ministeriode Cultura y Educación, PTFD, Materiales de actualización disciplinaria.Selección Bibliográfica correspondiente a "Presentación de la problemática de lasciencias sociales" anexo 2, pp. 1-34).

RSGA (1881-1890), Revista de la Sociedad Geográfica Argentina, Tomos 1 a VII.Sanz, L. S. (1988), Zeballos. El tratado de 1881. Guerra del Pacífico. Pleamar,Buenos Aires.

SHE (Servicio Histórico del Ejército), Campaña al Chaco. Documentos. Cajas 1 a 9.Zusman, P. (1996), Sociedades Geográficas na promopáo do saber ao respeito doterritório. Estratégias políticas e académicas das instituicóes geográficas naArgentina (1879-1942) e no Brasil (1838-1945). Departamento de Geografía.Universidade de Sáo Paulo. Disertacáo de Mestrado em (Geografía).

V. Berdoulay y H. Mendoza Vargas (eds.), Unidad y diversidad de!

pensamiento geográfico en el mundo. Retos y perspectivas.

® 2003 UNAM- Instituto de Geografía / INEGI. México, p. 177-191.

Obsesiones geográficas en el Brasil de finales del siglo XIX:La labor de la Sociedade de Geografia do Rio de Janeiro'

Sergio Nunes PereiraDepartamento de Geografía

Universidade Federal Fluminense, Brasil

Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo examinar los vínculos entre viajes de exploración,modelos de conocimiento y autonomización del saber geográfico , considerando comocaso la Sociedade de Geografia do Rio de Janeiro , fundada en 1883 en la capital delImperio Brasileño . A tal fin, se pretende , en una primera parte , describir lascaracterísticas de las sociedades geográficas en este país, buscando dar cuenta de lascircunstancias históricas que les dieron origen y concentrando nuestro análisis en elInstituto Histórico e Geográfico Brasileiro (en adelante : IHGB) y la Sociedade deGeografía do Rio de Janeiro (SGRJ), separadas casi medio siglo en el tiempo. En unasegunda parte , se examina la forma en que fue tratada la temática de la exploraciónpor la última institución, tomando como indicadores los debates e iniciativas por ellaimpulsados . Finalmente , en la tercera y última parte , se intenta bosquejar algunasconsideraciones sobre los efectos de dichos debates en los contenidos y en la dinámicade producción del saber geográfico en Brasil , durante el período considerado.

Sociedades geográficas en Brasil : algunas especificidades

A lo largo del siglo XIX cobraban fuerza en Europa iniciativas de reconocimiento delos territorios ultramarinos, a través de expediciones militares o viajes de estudioorganizados por las asociaciones científicas y comerciales. Entre estas merecen serdestacadas las sociedades geográficas, formadas a partir de la década de 1820 yespecialmente prolíficas entre 1870 y 1890, coincidiendo con el comienzo de la eraimperialista (Freeman, 1961; Capel, 1981). Actuando como centros de intercambio

t La traducción del capítulo del portugués al castellano estuvo a cargo de Mariana Paladino,

estudiante de doctorado en Antropología Social. Museo Nacional-Universidade Federal do

Rio de Janeiro, Brasil.

176 I177

V

científico e incentivo a la exploración, ellas contribuyeron para cubrir los vacíos deinformación sobre el mundo y posibilitaron una reconfiguración del mismo en el planorepresentacional (Driver, 2001).

La formación de sociedades de este tipo en regiones del planeta identificadas,desde la visión europea, como objeto de acciones de exploración constituye, en simisma, una paradoja que merece reflexión. En el caso de Brasil, la coexistencia de dosde ellas viene a acentuar todavía más el carácter complejo de esta cuestión.

El IHGB fue fundado en 1838 con la misión de construir las bases de la identidadpolítica, social y territorial del Imperio. Diferentemente, la SGRJ comenzó a serorganizada en un momento de crisis del poder imperial y de creciente integración deBrasil en la economía capitalista mundial , cuando la geografía , en palabras de lordCurzon (presidente de la Roval Geographical Society), se transformó en la "máscosmopolita de todas las ciencias (apud Said, 1990:221). Estas diferencias imprimenuna identidad peculiar a las dos instituciones , que se reflejan en las estrategias y en losprogramas de conocimiento desarrollados . Estos elementos serán examinados acontinuación comenzando por el IHGB.

A partir de la Independencia (1822), la extensión de un dominio territorial engran parte desconocido y los riesgos de su fragmentación política, sumados a la ausenciade una historia oficial capaz de seleccionar elementos del pasado que alimentasen unaidea de lo nacional, comenzaron a ser percibidos con preocupación por un Estadonaciente como el Brasileño que buscaba definir una identidad necesaria para orientarsu actuación tanto en el plano interno como externo (Guimaráes , 1988). Para laconstrucción de esa identidad fueron convocadas diversas áreas del conocimiento y dela producción intelectual ( Rouanet , 1994), dando origen a instituciones culturalesoficiales, a comienzos del Imperio, creadas con la misión política de tornar más objetivay palpable la noción abstracta de patria. En palabras de María Helena Rouanet(1994:100), se trataba de "dibujarle un rostro [a la patrial ", "moldear su imagen derealidad". Entre estos organismos cabe resaltar el IHGB, que, más que otros, simbolizóla institucionalización de un lugar de saber en el cual la idea de Brasil -construida apartir de su historia y geografía - se tornaba posible.

Si consideramos el caso del IHGB, el origen de las sociedades geográficas sevincula con la formación del Estado Nacional Brasileño, proceso que requirió unaruptura simbólica con el pasado colonial, así como implicó la movilización de unaserie de esfuerzos para instituir lo nacional como imagen, valor e identificación(Guimaráes, 1988). Con el Instituto, la nación recién independiente pasaba a contarcon una entidad destinada a escribir su historia, fundar sus tradiciones, producir fechasconmemorativas y símbolos nacionales (Schwarcz, 1989).

z Las traducciones de citas textuales presentes en este trabajo son realizadas por el propio

autor.

En el momento de su fundación, el IHGB contaba con cincuenta miembrosordinarios, divididos en la misma proporción entre las secciones de historia y geografía.Según los estatutos de aquel entonces, el Instituto tenía la atribución de colectar,organizar y archivar documentos pertinentes ala Historia de Brasil, además de incentivarsu estudio en las escuelas públicas (Guimaráes, 1988:8). Dicha orientación permitevisualizar su claro compromiso con la construcción de una historia nacional. Esteproyecto, en virtud de sus presupuestos y objetivos, contribuía para consolidar unatradición historiográfica documental, descriptiva y clasificadora, propia de la ilustración.

El conocimiento geográfico del país constituía uno de los soportes de esta historianacional e indicaba el valor simbólico otorgado al territorio y a la naturaleza en lasrepresentaciones sobre la nación (Moraes. 1991; Domingues, 1996). En la visión delInstituto -conforme a un modelo establecido desde fines del siglo XVIII -la geografíase hacía necesaria sobretodo para entenderla historia, siendo subordinada a esta comodisciplina auxiliar. Los trabajos de carácter geográfico, cuando no eran orientadospara la cartografía y para la temática de fronteras, convergían casi siempre en dosdirecciones: las corografías o noticias de provincias (o capitanías) y los itinerarios deviajes y exploraciones. Conviene observar que estos temas también se incluían en eldominio de los estudios históricos, por lo cual la distinción geografía/historia no parecehaber tenido mucho sentido para el proyecto acunado por el IHGB, que entrelazaba enla práctica la problemática de construcción de la nación con la definición de su identidadfísico-geográfica (Guimaráes, 1988:23). Historia y geografía eran, por lo tanto,interdependientes y complementarias, constituyendo "dos momentos de un mismoproceso, en cuyo final el cuadro de la Nación, en su integridad, en sus aspectos físicosy sociales, estaría siendo dibujado" (Id., ¡bid.: 14).

Después de 1850, con la consolidación del poder monárquico y la centralizaciónresultante de este proceso, el Estado pasa a incorporar al interior del país en el foco desus preocupaciones y políticas, motivado por cuestiones de defensa y expansión agrícola.Los efectos de esta nueva coyuntura sobre el Instituto se hacen sentir, sobretodo, através del interés por dar prioridad a la realización de trabajos inéditos en las áreas dehistoria, geografía y etnografía` (Guimaráes, 1988:10). A pesar de la voluntad enorientar la producción intelectual en el sentido de los cambios anteriormentemencionados, continúa bastante presente el carácter documental y coleccionista delIHGB, durante toda la segunda mitad del siglo XIX. Este carácter se manifestaba, porejemplo, en las numerosas corografías, noticias geográficas, memorias de viajes eitinerarios de navegación publicados en la revista del Instituto, a partir de documentos

' En 1847 fue incorporada a la estructura del IHGB una tercera sección de estudios: la

Comisión de Etnografía y Arqueología Indígena ( Domingues , 1996:43). El interés por eltema indígena justificaría más tarde (1859) la inclusión del calificativo Etnográfico en el

nombre de la institución , conservado hasta 1887.

178 179

de la época colonial . Lejos de constituir un ejercicio anacrónico , estas transcripcionestenían una funcionalidad política en el momento histórico de su publicación , siendoque establecían un nexo de continuidad entre el presente y el pasado, construido sobrela base territorial de la nación.

El Instituto cumplía , por lo tanto, un papel destacado en la configuración delorden imperial y mantenía estrechos lazos de lealtad con el Estado . Este le otorgabadonativos esenciales para su funcionamiento y en respuesta, el IHGB se esmeraba enofrecer sus servicios a la Nación . Como ya fue resaltado , estos servicios consistieronen construir una historia oficial y fundamentar la `unidad nacional ', o sea , la integridadterritorial de Brasil . Los resultados de esta acción programática en los planos políticoy cognitivo estaban claramente asociados. De la misma forma que atendía a las demandasde representación patriótica del aparato estatal, el Instituto conformaba un determinadomodelo de conocimiento cuyas características , aquí sumariamente delineadas, actuabanen el sentido de proveer los elementos constitutivos de aquella representación.

Cabe preguntar , a esta altura , hasta cuando tal modelo sería capaz de mantenersesin perder su funcionalidad , teniendo en cuenta ciertas transformaciones verificadasen las últimas décadas del siglo XIX, en el ámbito externo e interno. Sin duda, en esteperíodo, al mismo tiempo en que se operaba una significativa reconfiguración de loscampos del saber en los centros culturales europeos ( resultante de la creciente

valorización de la ciencia ), ganaba forma en Brasil un proyecto de redefinición de laidentidad nacional , basado en lo que Lia Machado caracterizó como "rechazo delpasado-presente" [esclavista ] como la búsqueda de un rápido encuadramiento del paísen el "conjunto de las naciones `progresistas ', término que designaba en la época a lospaíses industrializados " ( Machado , 1995:310). Eso no significaba que el ideal decivilización cultivado por la elite brasileña hubiese perdido su validez , sino conocidouna actualización . Incluir a Brasil en el "mundo civilizado " consistía ahora en colocarloen el camino de la modernidad económica , según el padrón occidental.

Se trataba de un nuevo momento , favorable a la recepción de concepcionesuniversalistas y cientificistas en el plano intelectual (Dantes, 1993; Machado , 1995) yparticularmente fértil en lo referente a la creación o reformulación de espaciosinstitucionales dedicados a la actividad científica (Dantes, 1993; Petitjean, 1993;Figueróa , 1997)a . Como indica la última autora , esta movilización en tomo a la ciencia

4 Como ejemplos pueden ser mencionados el Observatório Astronómico y el Museu Nacional

de História Natural , reformulados con una orientación científica - a diferencia del carácter

coleccionista anterior - a partir de 1871 ( Dantes, 1993); bien como algunos espacios

institucionales creados con el objetivo de amparar el projecto imperial de modernización

administrativa y económica (Petitjean , 1993). Entre estas últimas, podemos mencionar la

Escola Politécnica, creada cm 1874, la Escola de Minas de Ouro Preto, cm 1875 y la Comissdo

Geológica do Império, adjunta al Museu Nacional entre 1875 y 1877.

no se verificaba simplemente en el ámbito de las acciones estatales, pudiendo tambiénser constatada a través de iniciativas voluntarias de las más variadas, como conferenciaspopulares ( Fonseca , 1995/1996), clubes académicos surgidos en la Escuela Militar(Castro, 1995)5 y asociaciones de carácter científico, de las cuales la Sociedad deGeografía creada en Río de Janeiro constituye un buen ejemplo.

En medio de este panorama , el origen de esta última institución provoca cuestionesparticulares. Contrariamente a la situación de crisis en que se había sumergido amediados del siglo XIX (Capel , 1977), la geografía conocía ahora, con el cientificismoen boga, una oportunidad de renovación. Aún antes que se consolidasen los primerosmodelos científicos moldeados en la Academia a través de Richthofen y Ratzel, unanueva concepción de esta área del conocimiento comenzaba a afirmarse, alimentadapor la ola de progreso material y científico desencadenada en los finales del siglo, cuyapropagación se suponía ilimitada. El impacto de la técnica en la reconfiguración delplaneta , fuese real o virtual , confería vigor y sentido a los estudios geográficos, comoaparece evidente en la primera editorial del Boletín de la SGRJ : "el dominio de lageografía , durante muchos años , no pasó de algunos adeptos: solamente cuando lacorriente de las investigaciones científicas arrastró al género humano a los estudiosmás trascendentes, cuando la mejoría (...) del transporte , del telégrafo y de las máquinasdestruyó los obstáculos que dificultaban en gran parte el progreso , entonces surgió converdadera eficacia el justo entusiasmo por el conocimiento profundo de la Tierra"(SGRJ , 1885:6).

En este escenario , se comprende que la geografía pueda haber adquirido unadignidad que le posibilitaba superar su condición subalterna (en relación a la historia,principalmente ) y renovar fórmulas antiguas, como aquellas que la identificabancon la crónica de los viajeros o la descripción enciclopédica de países. Desde talperspectiva , ella era vista como un saber comprometido con la actualidad e integradoa las "ciencias afines" (geología , oceanografía etc.) y más capacitada que cualquierotra para documentar la marcha del progreso en la superficie del planeta. Comoejemplo, obsérvese un trecho del Noticiero de la Revista de la SGRJ : " Hace dosaños decía M . Charmes, en un informe (...) al Ministro de Instrucción Pública deFrancia, que la geografía es actualmente la más cultivada de todas las ciencias yrepresenta hoy el mismo papel que la historia en 1834 . El número de las sociedades[geográficas ] aumenta constantemente y de año en año se recogen informaciones ydocumentos preciosos " ( SGRJ , 1886:42-43).

5 El cientificismo se difundió también en las escuelas de derecho y medicina , pero no en el

mismo nivel que en la Academia Militar. En esta , además de hegemónico, actuaba como

elemento constitutivo de la identidad social de los aspirantes , que denominaban su escuela

de ".Templo de la Ciencia" (Castro, 1995).

180 1 181

Asumiendo formas populares y eruditas, la resignificación de la geografía eneste período puede ser constatada, entre otros factores, por su autonomización comocampo de conocimiento. Así las sociedades geográficas formadas en la época,presentándose como instancias legitimadoras y centros aglutinadores de interesesdiversos, tuvieron un papel fundamental en este proceso, constituyendo, algunas veces,espacios institucionales alternativos a los anteriormente existentes. Este parece ser elcaso de la SGRJ. Aludiendo explícitamente al IHGB -criticado, aunque cordialmente,por su concentración en los estudios históricos- y a la Sección de la Sociedad deGeografía de Lisboa situada en Río de Janeiro -descartada por ser extranjera- losmentores de la nueva institución justificaron su origen "a fin de llenar la laguna, desdetiempo atrás sentida, de una sociedad nacional, que tome a su cargo el estudio, ladiscusión, las investigaciones y exploraciones científicas de la geografía en sus diferentesramos (...) y aplicaciones; y especialmente el estudio y conocimiento de los hechos ydocumentos concernientes a la geografía de Brasil" (SGRJ, 1885:4).

Los viajes de exploración en la SGRJ: representaciones y prácticas

Semejante al IHGB en cuanto a los objetivos generales y al formato institucional, laSGRJ, sin embargo, presentaría aspectos innovadores en lo referente a las estrategiasde actuación y programas de conocimiento. Se pretende mostrar aquí que talesinnovaciones pueden ser observadas en las concepciones y prácticas de exploracióndesarrolladas por la institución, que constituirán su principal preocupación a fines delsiglo XIX6. Para tal fin, son examinados dos episodios referentes al tema. El primero,retratado de forma bastante sucinta, corresponde al envío, por parte de la Sociedad, deuna comisión de exploradores a la `región desconocida de Mato Grosso'. El segundoconsiste en la controversia entre un viajero alemán y uno de los redactores de la Revistade la SGRJ acerca de la exploración del río Xingu que, por remitir a cuestionesinteresantes sobre la conformación del saber producido y legitimado en las sociedadesgeográficas, merecerá algunas consideraciones adicionales al final de este trabajo.

Localizada al norte de la Provincia, la 'región desconocida de Mato Grosso' eraasí llamada por la gran incertidumbre existente acerca de su hidrografía. La carta de la

antigua capitanía de Mato Grosso (1790) y el Atlas do Imperio do Brasil, de CándidoMendes de Almeida (1868), divergían considerablemente en cuanto al origen, curso ynombres de los ríos considerados formadores del Tapajós (éste afluente del Amazonas).

6 Entre 1885 y 1900, los artículos sobre exploración y viajes (incluyendo alli a la navegación

interna) ocuparon el 36% de las páginas del Boletín/Revista de la SGRJ, correspondiendo,

de lejos, al tema más frecuente de la publicación. En segundo lugar, venían las editoriales,

actas, estatutos etc. (16,3%) y, en seguida, el Noticiero (9,7%), donde, a veces, también

aparecían noticias sobre viajes de exploración.

En aquella época había dudas si tales ríos confluían para el Tapajós o para el Xingu,si al mismo río correspondían diferentes nombres y sobre la jerarquía existente entreellos. Sumándose a los mapas referidos algunos relatos dispersos, reinaba una"confusión babélica", una "acumulación de informaciones incompletas ycontradictorias" (SGRJ, 1888:126). Esta situación configuraba, en los términos de laSociedad, el `problema geográfico' y para solucionarlo, fueron designados exploradores

brasileños para "ir al propio terreno y certificarse de la verdad" (Id., ibid.:121).A juzgar por lo que se puede leer en la Revista de la SGRJ, nada fue dejado a la

improvisación. La Sociedad encaminó al ingeniero militar que comandaba la expedición,capitán Telles Pires, un oficio con indicaciones precisas sobre su recorrido, plazos y

objetivos. Después de llegar por tierra a los ríos Piava y Sáo Manoel, los expedicionariosdeberían explorar todos sus afluentes, determinando sus coordenadas y las altitudes delos saltos y cascadas que encontrasen. Además del reconocimiento de los ríos, estabaincluida en los objetivos de la expedición la realización de estudios sobre la región,

para los cuales, la SGRJ, con ayuda de otras instituciones - Museu Nacional, Reparticáo

Hidrográfica, Repartigúo Central Meteorológica do Imperio - definiría instruccionesbastante minuciosas, distribuidas en siete áreas temáticas: 1) geografía; 2) historianatural; 3) antropología y etnología; 4) zoología; 5) botánica; 6) geología; 7)

metereología y magnetismo.Aunque la mayor parte de esos estudios no fueron realizados debido al desenlace

trágico de la empresa', su preparación metódica muestra la pretensión de la Sociedaden realizar una expedición científica en el interior de Brasil. No hay, por lo tanto,porque desestimarla, teniendo en cuenta los trabajos especializados que deberían serllevados a cabo dentro de cada área temática, según las instrucciones referidas. Unarelación resumida de estos trabajos ofrece un panorama del abanico de asuntos querevela el acto de exploración: levantamiento de las posiciones geográficas referentes atrechos y accidentes de los ríos, sondeos transversales y determinación de la velocidadde sus aguas, niveles barométricos, mediciones meteorológicas y magnéticas, mediciónde datos antropométricos de las poblaciones nativas, observación de sus rasgos fisicosy culturales, observación sobre el uso de las lenguas y de los diversos dialectos,organización de colecciones mineralógicas, zoológicas, botánicas y de artefactos

indígenas (SGRJ, 1888: 122-24).Esta diversidad de intereses no debe hacer perder de vista que el objetivo central

de la expedición era la solución del `problema geográfico' anteriormente mencionado.En esta perspectiva, la exploración efectiva de los ríos y la determinación astronómica

Sin noticias por muchos meses de los exploradores , la SGRJ pidió auxilio a diversas

autoridades para buscarlos . El grupo fue encontrado totalmente desabastecido y reducido a

siete personas. El resto - el capitán Telles Pires y 21 miembros más de la expedición -

murieron ahogados o por fiebre.

182 183

de ciertos puntos de su curso poseía prioridad frente a cualquier otro trabajo , puestoque proveía la base para el levantamiento general de la región considerada. El casoevidencia , más allá de todo , una obsesión por la geografía exacta , factor que imprimiríael carácter de las acciones de exploración realizadas por la Sociedad en el período.

El episodio de la 'región desconocida de Mato Grosso ' constituye una excepción.En general la SGRJ no organizaba directamente exploraciones , pero actuaba comoforo a donde los exploradores presentaban los resultados de sus incursiones y eranhomenajeados . Así ocurrió con el alemán Karl von den Steinen , etnólogo con formaciónen medicina , que realizó viajes al río Xingu en 1884 y 1887-881. Después de terminarsu primer viaje , este explorador comparece a la Sociedad para dictar una conferenciaen una sesión solemne a la que asiste el Emperador Pedro II . En esa ocasión, cuentaque ingresó , por tierra , en la región de las cabeceras del Xingu , atravesando los sertóes9.Este sería el camino inverso de los antiguos viajeros que , según él , habrían penetradoen el río por la desembocadura, en el Amazonas , pero sin conseguir ultrapasar lalatitud de 4°. Apoyándose en este argumento , von den Steinen resalta el estado dedesconocimiento y mismo de olvido del Xingu: "ese pobrecito! Igual en tamaño alTapajós, es como el hijo no reconocido de la geografia" (SGRJ, 1885b:64). La tesisdel olvido, evidentemente , confería un carácter pionero a su propia iniciativa.

El relato de Karl von den Steinen sobre la travesía del sertio y la navegaciónpor los ríos no se aleja del modelo clásico de los viajeros del siglo XIX, donde apareceel itinerario recorrido, referencias a las dificultades encontradas ( sobretodo en lanavegación ) y un balance de los descubrimientos realizados. Su descripción un tantosuperficial de la vegetación , fauna y condiciones climáticas contrasta visiblementecon la riqueza de informaciones sobre las tribus indígenas y su localización a lo largodel Xingu (SGRJ, 1885b :69-71). Tratando a estas últimas por separado , von den Steinenanota varias observaciones acerca de sus costumbres , temperamento , lenguaje , vestuario(o su ausencia) e instrumentos (Id., ibid .:72-74). El principal interés del explorador-científico era sin duda la etnología10 , como quedaría todavía más evidente en otrasocasiones en que él comparece a la SGRJ ( Steinen , 1887 y 1888).

8 Karl von den Steinen comandó las dos expediciones . En la primera , lo acompañó su primo

Wilhem von den Steinen ( ilustrador) y Othon Clauss (astrónomo -geógrafo ); en la segunda,

además de su primo , estuvieron presentes Paul Ehrenreich (etnólogo y fotógrafo ) y Peter

Vogel ( matemático).

9 En Brasil, desde el comienzo de la colonización , se llama sertáo (o sertóes , en el plural) a

los espacios alejados de las poblaciones y tierras cultivadas del litoral . En un sentido más

amplio se utiliza el término para aludir al interior desconocido del país.

10 Karl von den Steinen estaba convencido que los indios de las cabeceras del Xingu aún se

encontraban en la Edad de Piedra . Más allá de eso , los grupos allí existentes formarían un

conjunto representativo de las principales familias indígenas "del Atlántico hasta las

No había ninguna incompatibilidad entre este interés y los asuntos tratados porla Sociedad, que cedió espacio a von den Steinen para nuevas conferencias y divulgó

con orgullo su ida a un Congreso de Americanistas en Berlín , a fin de presentar allí "alhombre de la edad de Piedra que encontró en los confines de Brasil " (SGRJ, 1888:137).

Pero el trabajo del viajero alemán era evaluado también a partir de otras expectativasalimentadas por la institución , como aquélla referente al magno problema de la

localización de las nacientes del Xingu, para usar los términos del Baráo de Teffé

(SGRJ, 1885b :63). Tal expectativa, al no ser contemplada por el viajero , daría margenpara que algunos miembros de la Sociedad cuestionaran algunos aspectos de su

expedición.El principal de esos cuestionamientos partió de un redactor de la Revista de la

SGRJ, Francisco Antonio Pimenta Bueno , que había escrito un informe oficial y

también recopilado abundante material cartográfico sobre la provincia de Mato Grosso.A partir de esta condición, el autor se siente motivado a criticar al explorador alemán

por su descripción del Xingu y del sertáo; no obstante , deja de lado, la parte referida alas observaciones etnológicas y aspectos generales del viaje, que considerabasatisfactorios . Resumiendo , invierte el énfasis dado por von den Steinen , valorizando

justamente lo que, en su opinión , había sido relegado a un plano secundario por el

explorador: la descripción del río.Para fundamentar su objeción , Pimenta Bueno elabora un largo texto titulado

Memória sobre a exploracáo do rio Xingu (Bueno, 1885), en el cual pretende mostrarque: 1) el río Xingu habría sido reconocido en todo su curso antes de la expedición devon den Steinen; 2) esta expedición no habría llegado a realizar una exploracióndefinitiva del río, siendo bastante dudoso que haya descubierto sus verdaderas cabeceras.

El primer punto , que retiraría el carácter "pionero" alegado por el viajero alemánno podría ser comprobado por documentos , pues los mismos se habrían extraviado por

el pasar del tiempo , así como "muchos otros papeles importantes sobre la historia y

geografia de Brasil " (Bueno, 1885 :238). No obstante, habría referencias a viajes alXingu inventariados por el autor en un dossier" . También estos aparecerían registrados

en ciertos mapas, siendo el más notable la Carta Corográfica de la Provincia de Mato

Grosso ( 1802). Para Pimenta Bueno , el hecho de que esta carta mostrara al río en

Cordilleras, de las Antillas hasta las cabeceras del río Paraguay" (Steinen,1887:96). El

explorador alemán trabajaba con la hipótesis de ser el Xingu , situado en el "corazón de

América del Sur", un núcleo original de dispersión poblacional indígena por el continente.

Basándose en estudios lingüísticos , había desarrollado un sistema clasificatorio que le permitía

probar su hipótesis y pretendía perfeccionarla con nuevas observaciones etnológicas.

" Pimenta Bueno presenta , en el final de su texto, un dossier con noticias antiguas sobre el

Xingu, mostrando las informaciones que se tenían del río en épocas anteriores.

184 1 185

toda su extensión, con gran semejanza con relación al plano presentado por von denSteinen (Figura 1) demostraría la realización de incursiones en el río en épocas anteriores.Esta semejanza residiría en el diseño básico del río y su desarrollo, "con los afluentescasi en el mismo número y orden en que desaguan por las dos márgenes del río principal"(Bueno, 1885:239). Además, los planos elaborados por los exploradores modernos yantiguos estarían de completo acuerdo sobre las cabeceras del Xingu, registradas casien la misma latitud y constituidas por tres ríos.

No obstante, Pimenta Bueno no deja de reconocer dos diferencias entre losplanos: la discordancia considerable sobre el punto de confluencia de los formadoresdel Xingu (12° versus 14° 30') y la representación del bajo curso del río, desde sucurva característica hasta la desembocadura. La primera diferencia se explicaría porel hecho de los antiguos exploradores -"hombres (...) prácticos de los viajes delsertáo" (id., ibid.:239) - no haber determinado las coordenadas geográficas como lohizo la expedición alemana, sino apenas haber hecho un reconocimiento del río sincálculos exactos. En cuanto a la segunda diferencia, Pimenta Bueno no realiza ningunaobjeción a los antiguos exploradores; al contrario, recuerda que von den Steinen afirmóhaber contorneado por tierra la gran curva del río (su trecho más accidentado); hechoque, si no empalidece el valor de la expedición, al menos deja un margen de dudas encuanto a la exactitud del trabajo de reconocimiento realizado.

Esta duda se haría sentir en relación a las cabeceras del Xingu, todavía de formamás acentuada. Examinando el relato de von den Steinen, el redactor de la Revista dela SGRJ coloca en evidencia el tono de incertidumbre del viajero alemán sobre eldescubrimiento de las cabeceras, expresado en ciertos trechos de su relato. En el pasajeque alude más directamente al tema, consta la información de que la expedición, antesde embarcar en un río desconocido que la llevaría al Xingu, había atravesado unterreno en el que "no se podía descubrir un divisor [de aguas]" (Bueno, 1885: 243).Debido a este aspecto en particular, desde la vision de la SGRJ, la expedición habríafracasado.

La crítica de Pimenta Bueno mercería respuesta de von den Steinen. En marzode 1887, poco antes de su segundo viaje al Xingu, él comparece a la Sociedad a fin deanunciar los objetivos de la nueva iniciativa y, además, reafirmar los resultados de laanterior. En esta ocasión, presenta nuevos mapas para reemplazar al plano trazado en1884 y, basado en éstos, refuta cualquier analogía con la carta de Mato Grosso de1802. Más allá de alimentar la "guerra de los mapas", esta actitud inaugura una nuevadimensión en el debate con Pimenta Bueno: "los mapas antiguos, hechos sin instrumentoscientíficos, tal vez tengan un valor grande para la historia del país, para la geografíano tienen ninguno. Sean buenos, sean malos, es preciso viajar, hacer observaciones yrenunciar a las construcciones teóricas" (Steinen, 1887:95-96)

u

.Se9rcnda n trrc¡ndn''fi""

d« e.q.nta p.b A..

Figura 1 . Planos generales del Rio Xingu, Revista de SGRJ , T.111, 2° Boletim,

1887.

186 1 187

El viajero alemán parece tener plena conciencia de las condiciones de tiempo ylugar en que traba su duelo retórico, cuyo palco es una sociedad geográfica sumergidaen el cientificismo. Es por eso, que él busca modelar su discurso valorizando los aspectosrelacionados a la actualidad del conocimiento y a su sentido práctico, representado porel trabajo de campo. De forma diferente y en respuesta, Pimenta Bueno transcribe másnoticias sobre el Xingu en otras épocas, ampliando su dossier. Basado en esas nuevasfuentes, este autor reitera su opinión de que "no eran infundadas las noticias vagas yantiguas, que teníamos del río" (Bueno, 1887:100).

El conocimiento geográfico : una chispa entre dos espadas

Un aspecto de la referida controversia que merece ser profundizado es el de lavalorización de determinadas formas de conocimiento, en detrimento de otras, en lascuestiones relativas a la exploración. Recuérdese, una vez más, que la estrategia dePimenta Bueno fue confrontar mapas y organizar un informe con noticias antiguas queconfirmasen el reconocimiento previo del Xingu. Aumentado con algunasconsideraciones críticas, el material recopilado formaba un estudio concebido comouna "averiguación histórica de nuestra geografía patria" (RSGRJ, 1887:100).Recuérdese también, por otro lado, la reacción de von den Steinen. Esta consistió encolocar en duda el descubrimiento anterior del río -"nadie sabe los nombres de losexpedicionarios, nadie conoce el recorrido que ellos hicieron" (Steinen, 1887:95) -así como la utilidad de los mapas antiguos y del trabajo de recopilación. Hay, por lotanto, en esas diferentes posturas, materia suficiente para algunas consideracionesfinales.

Vale observar que la versión propuesta por von den Steinen para la geografía,basada en la observación directa y en la descalificación del pasado como fuente deconocimiento, estaría mejor afinada con ciertas expectativas que pesaban sobre estecampo del saber a finales del siglo XIX. Pero esto no significa que fuese menos"geográfica" la versión de Pimenta Bueno. Esta anclábase, sin duda, en una antiguatradición asociada al conocimiento histórico, pero de una forma que no debe ser vistacomo simple reedición del modelo del IHGB. En verdad, en ella parecía haber unainversión de la clásica fórmula geographia ancilla historice12, pues era el registro delas experiencias del pasado que estaba siendo colocado a servicio del conocimiento dela geografía patria. Al igual que en el episodio de la `región desconocida' de MatoGrosso, esta obsesión por la geografía exacta en relación a las cabeceras del Xingu

`Literalmente: geografía sierva de la historia. La expresión manifesta el papel de la geografía

como "ciencia auxiliar" de la historia, según una determinada tradición historiográfica.

8R

manifiesta la sobreposición de los enunciados geográficos frente a otros posibles (elhistórico, el etnográfico etc.).

La SGRJ puede ser vista entonces como un lugar de autonomización del sabergeográfico configurando, en el sentido conferido por Bourdieu (1966), un campoestructurado a partir de las posiciones asumidas por determinados actores que en ellainteractuaban dinámicamente". Esto significa reconocer que ninguna concepción degeografía estaba previamente definida en el ámbito de la institución, a pesar de queexistiesen indicios de insatisfacción frente a modelos anteriormente establecidos. Lasalternativas, a pesar de eso, estaban abiertas. En este sentido, el duelo entre un viajeroy un investigador de gabinete afecto a documentos antiguos, por remitir a diferentesusos de la geografia y a otros saberes en las acciones de exploración, puede traeralguna luz para la cuestión. A través de esta confrontación se puede percibir nítidamenteel carácter estratégico de la producción del conocimiento, descartando hipótesis ingenuaso demasiado convenientes sobre el origen de los saberes y de las disciplinas científicas,entre las cuales está la geografia.

Una de esas hipótesis, todavía hoy fuertemente arraigada en la historia delpensamiento, es la de que el conocimiento sería inherente al hombre, correspondiendoa uno de sus más antiguos instintos. Con base en una reflexión de Nietzche sobre eltema, Foucault llamó la atención para la diferencia de naturaleza existente entre elconocimiento y los instintos. En la perspectiva evocada, el conocimiento sería"simplemente el resultado del juego, del enfrentamiento, de la reunión, de la lucha ydel compromiso entre los instintos. Es porque los instintos se encuentran, se confrontany llegan, finalmente, al término de sus batallas a establecer un acuerdo, que algo seproduce. Este algo es el conocimiento. (...) El es, dice Nietzche, como `una chispaentre dos espadas', pero no es del mismo hierro que las dos espadas" (Foucault, 1999[1973]:16-17). Tal caracterización viene a ilustrar lo que aquí se pretendió desarrollar.En lugar de consenso y modelos acabados, circunstancias de confrontación definieronlos contornos del conocimiento producido en la SGRJ, dándole una dimensión decontinuo "devenir". Cumpliendo esta dinámica, la institución operó una mutación enel campo del saber geográfico en Brasil, cuyas líneas generales se mantendrían hastalas primeras décadas del siglo XX.

" "Irreductible a un simple agregado de agentes aislados (...), el campo intelectual, de la

misma manera que el campo magnético, constituye un sistema de líneas de fuerza: o sea, los

agentes (...) que lo componen pueden ser descriptos como fuerzas que dispondiéndose,

oponiéndose y componiéndose, le confierem su estructura específica en un dado momento

del tiempo" (Bourdieu, 1968: 105).

189

Bibliografía

Bourdieu, P. (1968), "Campo intelectual e projeto criador", en Pouillon, J. (Ed.),Problemas do estruturalismo. Zahar, Rio de Janeiro.

Bueno, F. A. P. (1885), "Memória sobre a exploragáo do Rio Xingu". Boletim daSGRJ Tomo 1, núm. 3, 3° trimestre, pp. 233-58.

Bueno, E A. P. (1887). "Consideracóes sobre a exploracáo do Rio Xingu em respostaás observacóes do Sr. Dr. Carlos von den Steinen, pelo Sr. Dr. F. A. Pimenta Bueno,em sessáo de 29 de marco de 1887". Revista da SGRJTomo III, 2°Boletim, pp. 97-104.

Cape], H. (1977), "Institucionalización de la Geografia y estrategias de la comunidadcientífica de los geógrafos". Geo-Crítica. Cuadernos Críticos de Geografia Humana.Universidad de Barcelona, núm. 8-9, pp. 1-58.

Capel, H.. (1981), Filosofa y ciencia en la geografía contemporánea. Barcanova,Barcelona.

Castro, C. (1995), Os militares e a República. Um estudo sobre cultura e acáo política.Jorge Zahar, Rio de Janeiro.

Domingues, H. B. (1996), "As ciéncias naturais e a construcáo da nacáo brasileira".Revista de História núm. 135, pp. 41-59.

Dantes, M. A. (1993), "Universalismo e ciencia no Brasil no final do século XIX", enLafuente, A. et alli. (Eds.). Mundialización de la ciencia y cultura nacional. DoceCalles, Madrid, pp. 377-89.

Driver, F. (2001), Geography Militant. Cultures ofExploration and Empire. Blackwell,Oxford (UK) / Malden, Massachusetts.

Figueróa, S. (1997), As ciéncias geológicas no Brasil: urna história social einstitucional, 1875-1934. Sáo Paulo, Hucitec.

Fonseca, M. R. E da (1995/1996), "As `conferéncias populares da Glória': a divulgagáodo saber científico". História, Ciéncias, Saúde - Manguinhos vol. II núm. 3, pp.135-66.

Foucault, M. (1999 [19731), A verdade e as formas jurídicas. Nau/PUC-Rio, Rio deJaneiro.

Freeman, T. W. (1961), A hundread years of geography. Methuen, London.Guimaráes, M. S. (1988), "Nacáo e Civilizagáo nos Trópicos: o Instituto Histórico e

Geográfico Brasileiro e o Projeto de urna História Nacional". Estudos Históricos,

vol 1. núm. 1, pp. 5-27.Machado, L. O. (1995), "Origens do pensamento geográfico no Brasil: meio tropical,

espacos vazios e a idéia de ordem", en Castro, I. E. et alii (Eds.) Geografia:Conceitos e Temas. Bertrand Brasil, Rio de Janeiro.

Moraes, A. C. R. (1991), "Notas sobre identidade nacional e institucionalizagáO da

geografía no Brasil". Estudos Históricos, vol. 4 núm. 8, pp. 166-77.

Petitjean. P. (1993), "Scientific relations as a crossing of supplies and demands ofscience: Franco-Bazilian cases, 1870-1940", en Lafuente, A. et alli. (Eds.).

Mundialización de la ciencia y cultura nacional. Doce Calles, Madrid, pp. 635-

650Rouanet, M. H. (1994), "Aquarelas de um Brasil". História, Ciéncias, Saúde -

Manguinhos vol. 1 núm. 1, pp. 100-08.

Said, E. (1990), Orientalismo. O Oriente como invengáo do Ocidente. Companhia

das Letras, Sáo Paulo.Schwarcz, L. (1989), "Os guardiñes da nossa história oficial ": os institutos históricos

e geográficos brasileiros. IDESP, Sáo Paulo.

SGRJ (1885a), "IntroduQáo". Boletim da SGRJ Tomo 1 núm. 1, 1° trimestre, pp.3-8.

SGRJ (1885b), "Exploragáo do rio Xingu e homenagem tributada aos exploradores".

Boletim da SGRJ Tomo 1, n° 1, 1° trimestre, pp. 57-83.

SGRJ (1886), "O progresso da geografía". Revista da SGRJ Tomo II, 1° Boletim,

pp.42-43.SGRJ (1888), "Exploradores brasileiros". Revista da SGRJ Tomo IV, 2° Boletim, pp.

121-27.SGRJ (1888b), "O rio Xingu". Revista da SGRJ Tomo IV, 2° Boletim, pp. 136-144.

Steinen, K. von den (1887), "Observacóes do Dr. Carlos von den Steinen sobre a

exploracáo do Rio Xingu, em sessáo de 8 de marco de 1887". Revista da SGRJ

Tomo III, 2° Boletim, pp. 95-97.Steinen, K. von den (1888), "0 rio Xingu". Revista da SGRJ Tomo IV, 3°Boletim, pp.

189-212.

190 191