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Universidad Agraria de la Habana
“Fructuoso Rodríguez Pérez” Facultad de Agronomía
Departamento de Sanidad Vegetal
Tesis en Opción al Título Académico de Master en
Sanidad Vegetal
Título: Incidencia de las plagas fungosas en el cultivo del tomate (Lycopersicon esculentum Mill), en las casas de cultivo de la Empresa de Cítricos “Capitán Tomás”, de Pinar del Río.
Autor: Ing. Armando Alfredo del Busto Concepción.
Tutor: DrC. Elio Rivas Figueredo.
- La Habana, Septiembre 2004 -
“Año del 45 Aniversario del Triunfo de la Revolución”
PENSAMIENTO. Toda universidad ha de ser no madre arcaica, que de un
pecho de griego y protoplasma de otro, sino seno moral, que
críe, a leche fresca, hombres felices.
José Martí.
21 de julio de 1890. Nueva York.
DEDICATORIA.
El resultado de este trabajo, en el cual está puesto todo mi
empeño y sacrificio, quiero dedicarlo de forma especial a :
Mí padre adoptivo, que ya no esta entre nosotros,
Vinicio Piñera Llera.
Mí Madre.
Mis Hijos.
Mis hermanos y a Rafael Melgar Segovia.
Mí amigo y hermano Luis E. León Sánchez.
Li mila que tanto esmero y dedicación de amor
manifestó con su apoyo en la parte investigativa y de
gabinete en el desarrollo de esta Tesis.
ud
AGRADECIMIENTOS. Este trabajo fue realizado en las Casas de Cultivo de la Empresa de Cítricos “Capitán Tomas”, por lo que quiero agradecerles las facilidades que me han brindado para llevarlo a cabo. Estas líneas serán pocas para agradecer a todas aquellas personas que de una forma u otra han aportado con tenacidad, experiencia y talento, un grano de arena para sacar a delante este trabajo.
Primero quiero agradecerle a Dios sobre todas las cosas; gracias Señor por estar siempre conmigo.
A mis familiares, en especial a mis hijos, a quién fue mí compañera y a Rafael Melgar Segovia. Que sea esta la oportunidad perfecta para agradecerle a mí padre adoptivo, Vinicio Piñera Llera,
que con tanto amor y cariño me educó.
También agradezco a todos mis compañeros de trabajo, que muchos de ellos fueron profesores de pre
grado y han aportado en mí formación, además al profesor del ISCAH Aldo López por su ayuda en
el análisis estadístico de este trabajo.
Mi cariño especial para mi tutor el DrC. Elio Rivas Figueredo.
No podría olvidar agradecer a mi compañero y amigo Luis Enrique León, en el que siempre encontré
la ayuda necesaria en los momentos difíciles.
A todos los profesores que me impartieron clases en la maestría y que siempre dieron lo mejor de sí
por nuestro aprendizaje, siempre les estaré agradecido.
A Liudmila con cariño y amor especial.
Gracias al ayer, al hoy y el mañana porque en ellos siempre encontraré motivos para continuar
superándome.
Gracias a todos.
RESUMEN.
El presente trabajo fue realizado en la Empresa de Cítricos “Capitán Tomás” de
Consolación del Sur, ubicada en el kilómetro 5 ½ de la carretera a Herradura;
en particular tiene el objetivo de determinar el comportamiento de los hongos
fitopatógenos y sus relaciones con los factores ambientales en las casas de
cultivo.
Se registró la temperatura del aire, del suelo y la humedad relativa en el interior
de los túneles. Seguidamente con el resultado de los muestreos se calculó el
por ciento de intensidad y distribución de cada una de las enfermedades que se
presentaron en los mismos en la época que se desarrolló la investigación
(noviembre del 2002 a mayo del 2003).
Como resultado de esta investigación, se pudo constatar que las enfermedades
que mayor por ciento de incidencia y distribución de las presentadas fueron A.
solana, C. fulvum y P. infestans, siendo la primera la más representativa. La
temperatura ambiental como factor abiótico manifestó la mayor influencia en el
interior de los túneles sobre las condiciones para el desarrollo de los
patógenos-hongos que se presentaron en el periodo estudiado (noviembre del
2002 a mayo del 2003). El P. infestans, agente causal del Tizón Tardío fue el
más resistente a los tratamientos químicos y de manejo integrado. Al comparar
los resultados obtenidos con los manifestados en la tecnología tradicional se
observó una menor incidencia de hongos fitopatógenos con relación a la
tecnología de casas de cultivo.
I.- INTRODUCCIÓN.
El tomate (Lycopersicon esculentum, Mill), es una de las hortalizas más
importante en el mundo después de la papa (Consuelo y Nelia, 1991 y Olimpia,
et al., 2000).
Este cultivo, constituye más del 30 por ciento de la producción hortícola
mundial con una superficie de siembra de casi tres millones de hectáreas, una
producción de 78 millones de toneladas y un rendimiento promedio de 27
toneladas por hectáreas. Solo el 10 por ciento de esta cifra se produce en
América Latina y el Caribe (FAO, 1995), citado por Olimpia, et al., (2000). Entre
las causas que motivaron esta situación está la falta de variedades con
adaptación climática, la susceptibilidad a enfermedades y plagas de las
variedades utilizadas, las prácticas inadecuadas de manejo, la pobre
organización del mercado y las severas pérdidas post-cosechas.
La evolución natural de los sistemas de producción agraria, ha derivado en los
últimos años hacia unos métodos de control de plagas y enfermedades más
racionales y menos agresivas al medio ambiente. La problemática especial de
los cultivos hortícola, en casas de cultivo (alta incidencia de plagas, densidad
de parcelas de producción, problemas de residuos fitosanitarios y otros), su
rápida evolución, dinamismo y las exigencias de los mercados, hacen
necesario un esfuerzo para adecuar las técnicas de producción a las nuevas
tendencias con el empleo y puesta a punto de nuevas técnicas agronómicas y
de control de plagas y enfermedades. Estas nuevas técnicas están
encaminadas hacia el concepto y desarrollo de la producción integrada y su
implantación en el país para los principales cultivos hortícola en casas de
cultivo, (Belda y Lastre, 1998).
El diagnóstico constituye el primer paso en un estudio de las enfermedades,
tanto en su aspecto técnico y científico, como en el práctico (Sagata, 1996).
Las casas de cultivo constituyen una tecnología muy promisoria para extender
los calendarios de producción de las principales hortalizas en Cuba, augurando
rendimientos altos, estables y suministro fresco al mercado nacional y de
fronteras con alta calidad, inclusive en los períodos en que la oferta de la
producción hortícola cultivada al aire libre resulta en extremo limitada, como
ocurre en el verano (CNSV- MINAGRI, 2000).
En estos momentos, Cuba, está limitada en estudios que establezcan valores
de temperatura y humedad relativa, que permitan realizar un pronóstico de la
aparición de una enfermedad, en estas nuevas condiciones de casas de
cultivo, que difiere de la tecnología tradicional.
Por lo anteriormente expuesto, uno de los problemas que presentan las casas
de cultivo en Cuba es: La alta incidencia de las enfermedades del tomate.
Para darle cumplimiento al problema anterior se formula la siguiente hipótesis:
Sobre la base de que la expresión de las enfermedades está condicionada
muchas veces a factores climáticos, es de esperar que en las condiciones de
cultivo protegido estos favorezcan el desarrollo de las mismas.
Para dar respuesta a lo anteriormente expresado se plantean los siguientes
objetivos:
I. Determinar la incidencia de las enfermedades fungosas en el cultivo del
tomate (L. esculentum) en condiciones de casas de cultivo.
II. Correlacionar la influencia de los factores ambientales “in situ” con el
desarrollo de las enfermedades fungosas.
III. Comparar el comportamiento de las enfermedades fungosas que incurren
en la tecnología de casas de cultivos con la tecnología tradicional.
II.- REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA. 2.1 Generalidades del cultivo (Lycopersicon esculentum, Mill).
2.1.2 - Situación de la producción mundial. Un análisis de la superficie cosechada, rendimiento y producción mundial del
tomate para el período 1979/81-1994 (Tabla 1), indica un crecimiento de la
superficie cosechada en 388 000 há, con un aumento del rendimiento de cinco
t/há, mientras que la producción creció más de 23 millones de toneladas en el
mismo período.
Asia, América y Europa poseen las producciones más elevadas en 1994, pero
mientras a Europa le corresponde el 20 por ciento de la producción mundial en
sólo el 14 por ciento de la superficie cosechada de tomate, Asia produce el 35
por ciento, pero en el 41 por ciento de la superficie total. Ello se debe a la gran
diferencia que hay en los rendimientos de ambos continentes (39 t/há y 23 t/há
respectivamente).
Tabla 1. Superficies cosechadas, rendimientos y producción mundial del
tomate.
Superficie (1000 há)
Rendimiento (t/há)
Producción (1000 há) Zona
geográfica 1979/
81 1992
1993
1994
1979/81
1992
1993
1994
1979/81
1992
1993
1994
Mundo 2464 2850
2829
2852 22 26 26 27 53902 738
96 74357
77540
África 338 432 426 428 14 20 20 19 4841 8509
8496
8315
N. y C. Améri
ca 320 309 318 326 30 40 42 46 9517 123
04 13294
14874
S. Améri
ca 133 150 154 157 23 30 31 34 2999 444
9 4756
5335
Asia 772 1158
1191
1182 19 23 23 23 14491 268
49 2707
27430
Europa 484 405 392 402 30 37 38 39 14413 151
53 14873
15537
Oceanía 10 10 11 11 26 34 39 40 270 346 420 433
URSS 406 - - - 18 - - - 7317 - - - Fuente: (FAO, 1995), citado por Olimpia, (2000).
2.1.3 - Origen, domesticación y distribución.
Consuelo, (1991); Villela, (1993) y Olimpia, (2000), coinciden en plantear que el
tomate cultivado, (L. esculentum), es originario del área del Perú, Ecuador y
Bolivia, en los Andes de Sudamérica. El hábitat natural de esta especie es una
estrecha franja costera que se extiende desde el Ecuador (0° de latitud) hasta
el norte de Chile (30° latitud sur) y entre el Pacífico y los Andes en latitudes que
varían entre 0 a 2000 metros, se incluyen las Islas Galápagos, donde
aproximadamente no llueve durante seis meses pero si existe una niebla
constante a temperaturas de 17 a 24 °C.
Todo parece indicar que el tomate fue llevado como maleza a América Central
por los nativos y a otras áreas del mundo por los viajeros europeos, ya que a la
llegada de estos últimos su cultivo se conocía únicamente en México.
Detallando lo anterior, podemos apreciar muchos puntos oscuros con relación
al origen y domesticación del tomate cultivado, sin embargo se considera que
algunos de ellos son razonablemente ciertos (Rick, 1976), citado por Olimpia,
(2000):
A. El ancestro más parecido al tomate es la “cereza” silvestre; que crece
espontáneo en áreas tropicales y subtropicales.
B. El tomate cultivado se originó en América.
C. El tomate había alcanzado un estado de domesticación antes de ser
llevado a Europa y Asia.
Es difícil ser más específico en el tiempo y lugar de domesticación, ya que este
ronda entre la región Andina y México, encontrándose en las ruinas
arqueológicas de esta última representaciones de este fruto, no siendo así en
la parte Andina, además las técnicas de cultivo Europeas y Asiáticas, semejan
mucho a las implantadas en América Tropical. Se puede concluir, que el
tomate, como el pimiento son plantas del trópico americano que han alcanzado
su mayor importancia y desarrollo fuera de su área de origen y fuera del
trópico.
2.1.4 – Taxonomía. (Olimpia, 2000)
Este cultivo pertenece al reino de los vegetales, división Tracheophyta, clase
Angiosperma, subclase Dicotiledonea, orden Tubifloral, familia Solanácea. el
género es Lycopersicon, el subgénero Eulycopersicon y la especie
Lycopersicon esculentum, Mill. Se conocen nueve especies del género
Lycopersicon (Warnock, 1988), pero solamente Lycopersicon esculentum Mill.,
es cultivada comercialmente como hortaliza. Las especies silvestres de este
género tienen gran importancia en el mejoramiento del tomate.
2.1.5 – Botánica.
Según Olimpia, (2000), el sistema radicular del tomate consiste de una raíz
principal pivotante de la que salen las raíces laterales. La planta que ha sido
transplantada produce un sistema de raíces más ramificado y superficial que
llega a no distinguirse de la raíz principal. La mayor parte de este sistema, se
encuentra entre los cinco a treinta y cinco centímetros (5-35 cm) de
profundidad, pero algunas raíces pueden alcanzar más de un metro.
La planta presenta un porte erecto, herbáceo. La parte adulta del tallo es
semileñosa y en contacto con el suelo emite raíces adventicias con facilidad.
Después de desplegar dos hojas cotiledonales ovales, la planta puede emitir de
seis a catorce hojas verdaderas antes de producir su primera inflorescencia.
Estas hojas son alternas y compuestas de un número impar de foliolos
peciolados con limbo oval y bordes serrados. Están cubiertas con pelos
glandulares que emiten un olor característico cuando son apretados. Las axilas
foliares producen ramas laterales que se desarrollan.
La Inflorescencia, por su parte, presenta un eje principal que estará formado
por ramas de distintos tipos, cada uno de los cuales termina en una flor.
Pueden ser simples, bifurcadas y ramificadas. En una inflorescencia se pueden
formar más o menos flores, lo cual dependerá de la variedad y de las
condiciones del cultivo. Las flores, son hermafroditas de pedúnculos cortos.
Están formadas por seis sépalos y seis pétalos amarillos unidos en su base. Se
presentan generalmente seis estambres que envuelven totalmente al estilo y al
estigma, lo cual contribuye a la polinización. Posee un ovario súpero, de dos a
diez carpelos generalmente. Los frutos son en forma de bayas formadas por los
tabiques del ovario, los lóculos, las semillas y la piel. Pueden tener diferentes
formas: periformes, redondeados, ovalados. El tamaño es también muy
variable. Las semillas, son de pequeño tamaño, deprimidas, cubiertas de
vellosidades, de color amarillo grisáceo, pueden conservar su capacidad
germinativa de cinco a seis años, cuando las condiciones son favorables,
temperaturas relativamente bajas, sin alteraciones y humedad relativa alta.
(Gladys, 1993)
2.2 – Casas de cultivo protegidos en condiciones tropicales. Las casas de cultivo son instalaciones que tienen por objetivo proteger a las
plantas de la incidencia de la alta radiación solar y de las fuertes lluvias propias
de los países tropicales, proporcionando una máxima aireación al cultivo,
teniendo como ventaja principal el hecho de ser operables por pequeños y
medianos productores especializados en el cultivo de las hortalizas, así como
por cooperativas y empresas interesadas en esta producción con un costo de
inversión inicial.
Las casas de cultivo, constituyen una tecnología muy promisoria para extender
el calendario de producción y lograr una alta productividad y calidad de las
hortalizas durante todo el año en condiciones tropicales. Es una técnica que
permite modificar, total o parcialmente las condiciones ambientales, para que
las plantas se desarrollen en un medio más favorable que el existente al aire
libre (López, G. y López, H., 1996), citados por Olimpia, (2000).
En zonas tropicales el efecto buscado es el de “sombrilla”, que consiste en
proteger a las plantas de la alta radiación global existente y de los eventos de
lluvia, propiciando una gran aireación al cultivo (Goto y Wilson, 1998). Por el
contrario, en los países templados el efecto buscado es el de “invernadero”.
Este consiste en el calentamiento espontáneo de la atmósfera confinada en el
invernadero o casas de cultivo, en relación con el exterior. (López, G. y López,
H., 1996), citados por Olimpia, (2000)
En la década de los ochenta se inicia por el IRAT, en Guyana, los primeros
trabajos de investigación sobre cultivos protegidos en regiones tropicales
(Raoult, 1988a y 1988b). Esta técnica comenzó a desarrollarse posteriormente
en Martinica, Guadalupe y en otros países de la región como Cuba.
Zoilo, (1994), plantea que un invernadero es una instalación cubierta y abrigada
artificialmente con materiales transparentes para defender a las plantas de la
acción de los meteoros exteriores. El volumen interior del recinto, permite el
desarrollo de los cultivos en todo su ciclo vegetativo.
Ventajas:
Muchas son las ventajas que estas instalaciones imprimen a los cultivos de
hortalizas entre ellas se encuentran:
Cultivar fuera de época y conseguir mayor precocidad.
Aumento de la producción.
Obtención de mejor calidad.
Mejor control de plagas y enfermedades.
Ahorro en agua de riego.
Sufrir menos riesgos catastróficos.
Trabajar con más comodidad y seguridad.
Inconvenientes:
Alta especialización, empresarial y técnica, de las personas que se
dedican a esta actividad productiva.
Elevados gastos de producción (semilla, abonos, jornales, tratamientos,
conservación, etc.), que aumentan considerablemente respecto a los mismos
cultivos realizados al aire libre.
2.3 Principales enfermedades fungosas del cultivo. El término “plaga”, designa a cualquier organismo que afecta a un cultivo, ya
sea en forma directa o indirecta causando pérdidas económicas, estando
condicionado por su población. Hay plagas invertebradas (insectos, ácaros,
nemátodos, moluscos), organismos patógenos (hongos, bacteria y virus),
malezas y vertebrados (roedores, pájaros). (Olimpia, 2000)
Según (FAO, 1999), citado en Materiales de la Maestría de Sanidad Vegetal,
(2002), plaga es cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente
patógeno dañino para las plantas o productos vegetales.
Enfermedad. Es la difusión de un proceso causado por una acción continuada,
con efectos deletéreos para el sistema viviente y resultante en la manifestación
de síntomas. (Materiales de la Maestría de Sanidad Vegetal, 2002)
AMBIENTE
HOSPEDERO HOMBRE PATÓGENO
COMPLEJO
HOSPEDANTE PATÓGENO
Un análisis completo de la enfermedad infecciosa debe considerar esos cuatro
componentes y al hombre. Obviamente, es necesario conocer las
características del hospedero y del patógeno en aislamiento. El establecimiento
exitoso de un patógeno en su hospedero, da lugar a una combinación conocida
como complejo hospedante patógeno. Esto es más que una simple suma de
los organismos en asociación, ya que las propiedades de uno cambian con la
presencia del otro. Deben conocer los efectos del ambiente sobre cada uno de
los otros componentes. En patología, como en ecología, el ambiente incluye no
solo factores físicos y químicos, sino también agentes macro y
microbiológicos.
No debe pasarse por alto la flecha bidireccional entre el hospedante y el
ambiente, ya que las poblaciones de plantas de cultivo suelen tener efectos
importantes sobre su microclima circundante, por ejemplo la humedad relativa
dentro de la cobertura de un cultivo maduro, es mayor que en el exterior, y esto
favorece la germinación de las esporas. Los factores de los patógenos sobre el
ambiente son más sutiles, pero pueden ser importantes; por ejemplo, algunos
hongos liberan la hormona volátil etileno, que a su vez afecta el desarrollo de
plantas hospedantes adyacentes.
Se conocen alrededor de 100 000 especies de hongos; de ellas, la mayor parte
son estrictamente saprofitas, sin embargo más de 8 000 producen
enfermedades en las plantas. (Agrios, 1995).
Mc Donald, (1997), plantea que los hongos fitopatógenos tienen la capacidad
de evolucionar rápidamente y adaptarse a las nuevas condiciones que se les
imponen con las medidas de control. En consecuencia, éstas deben
concentrarse en las poblaciones más que en los individuos.
Según Olimpia, et al., (2000), el tomate es un cultivo de alto riesgo fitosanitario
en países tropicales, especialmente por los daños causados por enfermedades
y plagas, el alto costo de los insumos y la fluctuación de los precios de los
productos que afectan desfavorablemente los resultados productivos y
económicos del cultivo. La incidencia y gravedad del ataque está en
dependencia del grado de resistencia o susceptibilidad del cultivar en cuestión,
de las condiciones edafoclimáticas del lugar, del período de siembra y del
manejo del cultivo, entre otros aspectos.
Herzog, (2000), sostiene que una de las limitaciones más importantes para la
producción de tomate bajo invernadero, reside en las pérdidas provocadas por
las enfermedades.
Con el empleo de esta nueva tecnología se pone en evidencia, que la
presencia y dinámica poblacional de las plagas-hongos no se manifiesta de la
misma forma a lo que ocurre en la tecnología de cultivo tradicional, pues en ella
aparecen nuevos factores que imposibilitan que el patógeno se manifieste de la
misma forma, ni con iguales límites permisibles de factores abióticos.
Según Suárez, et al., (1989) y coincidiendo por lo planteado por CATIE/MIP.,
(1990); Casanova, et al., (1999); MINAGRI, (2000); Olimpia, et al., (2000),
CNSV. MINAGRI, (2002), entre las principales plagas-hongos que afectan el
cultivo del tomate en condiciones normales de plantación se encuentran:
Tizón tardío o mildium.
Agente causal: Phytophthora infestans (Mont) de Bary.
Tizón temprano.
Agente causal: Alternaria solani. (Ell. And Mart) Jones and Grout.
Moho de la hoja.
Agente causal: Cladosporium fulvum. (Cooke, sin. Fulvia fulva).
Marchitez por Fusarium.
Agente causal: Fusarium oxysporum y Fusarium oxysporum var. lycopersici.
Mancha de la hoja.
Agente causal: Septoria lycopersici. Speg.
Mancha gris.
Agente causal: Stemphyllium solani. G.F. Weber.
Según entrevistas realizadas a productores hortícola que asumieron el reto de
esta tecnología (Empresa de Cítricos “Capitán Tomás”, Empresa de Cultivos
Varios “Los Palacios” y la Empresa de Cítricos “Enrique Troncoso”.), en la
provincia, plantean que entre las principales plagas fungosas que atentan
contra la salud y rendimiento del tomate pueden citar:
C. fulvum. P. infestans.
A. solani.
2.3.1 – P. infestans. Según MINAGRI, (2002), la enfermedad conocida como Tizón Tardío de la
papa y el tomate causada por P. infestans, es considerada la más importante
de dicho cultivo.
La aparición y desarrollo de esta enfermedad está muy relacionado con la
resistencia varietal, las condiciones climáticas y factores de la agrotécnia, como
son: la nutrición, la preparación y nivelación de los suelos.
Ciclo de la Enfermedad:
Dependiendo de las condiciones medio-ambientales, el tiempo de regeneración
de este patógeno puede ser muy rápido con un ciclo de vida que se repite solo
de cinco a siete días. (Deahl, 1999)
Figura 1. Representación esquemática del ciclo del hongo P. Infestans.
Fuente: Ivette y Torres, (2000).
Es conocido que los primeros focos de la enfermedad se presentan en aquellos
lugares donde la nutrición no ha sido la adecuada y en lugares bajos donde se
producen encharcamientos y crean condiciones favorables para el desarrollo
del patógeno y su posterior diseminación por toda el área al crearse valores de
temperatura y humedad propicios. (MINAGRI, 2002)
El patógeno es higrófilo, es decir, que los conidios son producidos y germinan
si existen gotas de agua o si la humedad relativa es superior a 80 por ciento. El
hongo se desarrolla en un amplio rango de temperatura, siendo el umbral
mínimo para la germinación de los conidios de 10 °C, el umbral máximo es de
28 °C y el óptimo se encuentra entre 19 y 21 °C. Los conidios pueden germinar
y producir tubos germinativos y transferirse como zoosporangios y producir
zoosporas, en dependencia de las condiciones del medio. (Urquijo, 1972)
Se ha podido demostrar que en gotas de agua y a temperaturas de 13 a 17 °C
los conidios se transforman en zoosporangios. Si hay agua, pero la
temperatura es superior a 17 °C y no menor de 15 °C, o si la temperatura está
en el rango de 13 a 17 °C, pero no existe agua, y existe más de 80 por ciento
de humedad relativa, los conidios germinan formando tubos germinativos.
(Walker, 1970, Urquijo, 1972 y MINAGRI, 2002)
En condiciones de humedad una germinación ocurre de cuatro a cinco días
siendo el agua imprescindible para la esporulación. En condiciones
desfavorables puede durar hasta 10 días.
La enfermedad aparece siempre y cuando la plantación emite los botones
florales o los frutos. Hasta ese momento las plantas presentan gran resistencia
natural.
Las principales fuentes de infección son los residuos de cosecha donde el
hongo se encuentra en estado miceliar.
En las hojas más bajas aparecen manchas acuosas hacia los extremos de la
misma y alrededor de estas se observan halos amarillos, llegando a ocupar
grandes áreas en los foliolos.
Las áreas atacadas toman un color oscuro. Cuando la humedad relativa es
baja, las hojas se secan y en condiciones de alta humedad comienzan
pudriciones, observándose en los límites de las zonas de tejidos sanos y
enfermos por el envés de las hojas, micelios blancos o ligeramente grisáceos,
debido a los conidios del hongo por lo que se le llama frecuentemente mildiu
algodonoso.
En el tomate, el patógeno ataca las hojas, los tallos y muy frecuentemente los
frutos. Los síntomas sobre tallos y hojas son similares a los causados en las
plantas de papa, como se puede observar en la siguiente figura:
Figura 2. Síntomas de la enfermedad Tizón Tardío. Fuente: Derechos de propiedad literaria: Rob Williams/CAB International.
En los frutos verdes aparecen manchas de color carmelita oscuro, grandes,
deprimidas, duras, de superficie regular penetrando profundamente la
pudrición. En ocasiones se producen pudriciones grisáceas sobre las cuales
en los períodos húmedos se pueden observar fructificaciones del hongo,
(figura 3).
Figura 3. Síntomas de la enfermedad Tizón Tardío en el fruto. Fuente: Derechos de propiedad literaria: Rob Williams/CAB International.
Frecuentemente, las infecciones de Phytophthora de los tomateros provienen
de campos de papas infectados, presentándose los síntomas unas o dos
semanas después de aparecer en las papas.
Los daños de la enfermedad están en relación directa con las condiciones
ambientales imperantes, cuando las condiciones son favorables, causa hasta
un 70 por ciento de pérdidas de cosecha.
2.3.2 – A. solani.
El Tizón Temprano, causado por A. solani, es una de las enfermedades más
importantes en el cultivo del tomate a nivel mundial, no solo por la severidad de
sus daños, sino también por la fragilidad de los cultivares comerciales frente a
este patógeno. (Benlioglus y Denle, 1996), citado por Olimpia, et al., (2000)
La acción del hongo A. solani, se favorece con la presencia de compuestos
tóxicos como el ácido alternárico, su toxina fundamental. (Furuichi, Nishimura y
Langdorf, 1992)
Esta especie, al igual que otras de conidios grandes del género, excretan una
toxina no hospedante específica, denominada zinniol (Cotty y Misaghi, 1984).
Según Olimpia, (2000), existe la posibilidad de utilizar la toxina producida por
este hongo en la discriminación de variedades al nivel de laboratorio.
MINAGRI, (2002), plantea, que lo más usual es que el tizón temprano se
presenta a partir de los 35 o 45 días de transplantado el tomate y es más
frecuente en las plantaciones sembradas a partir del mes de diciembre en
adelante.
Figura 4. Síntomas de A. solani en tallos, hojas y frutos. Fuente: Rueda y Shelton, (1996).
El hongo ataca los tallos, hojas y frutos del tomate. Este puede ahorcar las
plántulas causando mal del talluelo (Damping-off) en el semillero. En las hojas
se presentan pequeñas manchas circulares de color café frecuentemente
rodeadas de un halo amarillo. Las manchas tienen la característica de tener
anillos concéntricos de color oscuro. Usualmente las manchas aparecen en las
hojas más viejas y de estas suben al resto de la planta. A medida que la
enfermedad progresa, el hongo puede atacar los tallos y los frutos.
En los tallos, el mismo tipo de lesiones puede llegar a causar el
estrangulamiento del mismo.
En los frutos, las lesiones necróticas se manifiestan en la parte de inserción del
pedúnculo, y toma una coloración verde olivácea por la gran cantidad de
conidios que se producen. Provoca en frutos recién cuajados, su caída y en
frutos maduros, una podredumbre seca. Los otros frutos próximos a las hojas
con síntomas se abanderan con zonas más maduras, amarillas o rojizas,
debido a la producción de etileno.
Ciclo de la Enfermedad:
El hongo puede sobrevivir en el suelo, en residuos de cultivos infestados y
malezas, en semillas y este es dispersado con la ayuda del viento, agua,
insectos, trabajadores y maquinaria agrícola. Las esporas que aterrizan en las
plantas de tomate germinan e infectan las hojas cuando las mismas están
húmedas.
Las esporas pueden penetrar las hojas, tallos o frutos. El hongo es más activo
cuando ocurren temperaturas moderadas o calientes y el ambiente esta
húmedo. Esta enfermedad es mayor problema en la época lluviosa. El tizón
temprano es más severo cuando las plantas están estresadas por mucha
fructificación, ataque de nemátodos, o deficiencias de nitrógeno. (Rueda y
Shelton, 1996)
Figura 5. Ciclo de la enfermedad Tizón Temprano. Fuente: Rueda y Shelton, (1996).
PRINCIPALES CARACTERISTICAS EPIDEMIOLÓGICAS. (Rueda y Shelton, 1996)
SUPERVIVENCIA: Sobrevive en restos vegetales producto de los residuos de
las cosechas. Algunas malezas de las Solanáceas son también importantes
como fuente de inóculo primario.
DISEMINACION: El salpicado de la lluvia y sobre todo el viento, tiene una
importancia notable en la dispersión de los conidios. Las semillas infectadas
pueden contribuir a su propagación.
CONDICIONES PREDISPONENTES: Es un patógeno policíclico, pero no en la
magnitud de P. infestans, tiene importancia la tasa de reproducción del hongo,
pero también la cantidad de inóculo inicial. Higrometrías elevadas y
temperaturas entre 18 y 25 ºC son las óptimas para la producción de conidios,
por enzima de los 30 ºC deja de producirlo y mantiene el desarrollo miceliar y
sobre los 34 ºC detiene todo su crecimiento. La luz influye como "gatillo" en el
estímulo para la producción de los conidioforos y es innecesaria en la
formación de las esporas. Los rocíos o precipitaciones débiles son suficientes
para su propagación, pero es necesario que las mismas se repitan para el
desarrollo de una epidemia importante. Las plantas mal estercoladas y muy
cargadas de frutos son más sensibles.
Muestreos.
Sobre la base de la biología del hongo y de la fenología de la planta, se han
establecido los períodos críticos, cuando las condiciones naturales son
óptimas, produciéndose la infección por infestans y solani.
Se establece un período crítico(Tecnología Tradicional), cuando en dos días
consecutivos ocurre:
a) La suma de las precipitaciones no es menos de siete milímetros el
primer día y no menos de 11 milímetros el segundo o la suma de ambos días
con más de 10 milímetros (usar pluviómetro más cercano).
b) La temperatura máxima del día es mayor a 25 ºC (hasta 30 ºC en
ocasiones, brotes aislados).
c) La humedad relativa máxima mayor o igual al 60 por ciento o humedad
relativa mínima del día mayor e igual a 84 por ciento o ambos.
d) Rocíos intensos, alta nubosidad y ausencia de aire.
e) Bajo tales condiciones el período de incubación es de uno a dos días.
Siendo estos los elementos fundamentales para la señalización y el pronóstico
de esta enfermedad. (CNSV- MINAGRI, 2002)
La mejor manera de manejar esta enfermedad, es mediante el control
preventivo. Una vez que el tizón temprano se establece en el cultivo, es muy
difícil su control. Inspeccione el campo al menos una vez por semana antes de
iniciar la aplicación de cualquier funguicida. (Suárez, Rodríguez y Álvarez,
1986)
MANEJO INTEGRADO. (CNSV- MINAGRI, 2002)
• Temporada de siembra
Es preferible sembrar tomates en la estación seca cuando la incidencia del
tizón temprano es baja.
• Lugar del cultivo
Es mejor no tener siembras múltiples de tomate en una misma área, porque los
cultivos viejos sirven de inóculo del tizón temprano para los cultivos nuevos.
Seleccione terrenos que estén rodeados de pastizales, ya que éstos no son
hospederos de esta enfermedad.
• Rompevientos
Siembre rompevientos de pastos altos como Napier (pasto elefante), o árboles
frutales como mango, higo, bananas y otros.
• Irrigación
Evite el uso de riego con aspersores aéreos. Si usa irrigación con aspersores,
riegue temprano en el día para que el cultivo se pueda secar.
• Calidad de semilla
Use semilla certificada libre de enfermedades. Esta se puede comprar en
establecimientos garantizados. Asegúrese de que las semillas vienen en el
empaque original.
• Plántulas
Los semilleros deben estar distantes de las siembras viejas. Es importante que
en los semilleros utilice tierra nueva, suelta y que tenga buen drenaje. Esterilice
el suelo con agua caliente o ceniza para eliminar los hongos del suelo.
Inspeccione las plántulas para detectar cualquier síntoma de enfermedades;
descarte y destruya las plántulas que sospeche estén enfermas.
• Fertilización
Incremente la materia orgánica de los suelos hasta donde sea posible. Para
esto es preferible que utilice estiércol viejo y tallos de maíz. Esto incrementa la
fertilidad del suelo y reduce los nemátodos. El uso de leguminosas fijadoras de
nitrógeno en la rotación de cultivos incrementa la fertilidad del suelo y elimina
algo del inóculo de la enfermedad.
• Destrucción de rastrojos
Destruya las plantas de tomate y desechos de cosecha inmediatamente
después de que termine la cosecha. Con los desechos haga una compostera y
cúbralos con una capa de tierra. No utilice este compost para sembrar tomate u
otras plantas susceptibles.
• Rotación
Rote cultivos no sembrando tomate, papas, chiles o berenjena en el mismo
lugar por lo menos por dos años, preferible tres.
• Durante el cultivo:
Tomar las medidas que favorezcan la aireación del cultivo y el secado de
las hojas.
Poda de las hojas inferiores a medida que se cosechan los frutos.
Aplicaciones preventivas de fungicidas, repitiéndolos cada siete a diez días
mientras se mantengan las condiciones. Productos: Clorotalonil, Oxicloruro
de cobre, Metiran, Maneb, entre otros.
Se sugiere que se eliminen los residuos de cosecha tan pronto cuando se
termine el cultivo.
• Recomendación de plaguicidas
Usted necesita contactar las autoridades locales para que le indique los
plaguicidas específicos a usar en su país. Recuerde que debe utilizar
solamente los fungicidas que son legales en su país para este cultivo y plaga.
Cuando se detecta tempranamente síntomas de tizón temprano en el campo,
aplique fungicidas protectantes (carbamatos, clorotalonil, cúpricos). Aplique
cada siete días cuando las condiciones son húmedas y frías, y hasta cada diez
días cuando el clima esta seco. Riego con aspersores y lluvias lavan el
funguicida de la planta. Después de terminar un ciclo de riego o de aguaceros
fuertes se debe aplicar nuevamente. (CNSV- MINAGRI, 2002)
• Técnicas de Aplicación
Las aplicaciones de plaguicidas se deben hacer utilizando bombas de mochila
en buen estado. Se debe utilizar bombas con boquillas de cono hueco. El
operario debe caminar despacio cubriendo bien toda la planta. Se debe aplicar
suficiente funguicida para cubrir la planta, pero sin producir escurrimiento. (de
Faz, A.; 1988 y Materiales de la Maestría de Sanidad Vegetal, 2003)
Para ejecutar las medidas de control, se tomará como base el trabajo de
señalización y pronóstico de los períodos favorables para la aparición y
desarrollo de la enfermedad en el campo de acuerdo a los procedimientos
establecidos por las metodologías.
Según CNSV- MINAGRI, (2000), a partir de esta problemática y de las
posibilidades reales que ofrece el control químico que es necesario minimizar
los efectos de esta enfermedad, y adoptar desde el principio las medidas
anteriores para plantaciones a cielo abierto y las siguientes referentes a
condiciones bajo abrigo en particular:
Seleccionar variedades resistentes a estos patógenos.
Realizar la siembra en el calendario óptimo para cada variedad y región
en el menor tiempo posible.
Lograr una adecuada preparación y nivelación de los campos.
Propiciar los niveles nutricionales adecuados al cultivo y su distribución
uniforme en toda el área.
Lograr la mayor uniformidad del riego evitando encharcamientos en los
campos.
Evitar colindancias de las áreas nuevas con campos de mayor edad,
realizando la siembra escalonada teniendo en cuenta la dirección de los vientos
predominantes.
Demolición de los campos fuertemente afectados o que hayan sido
cosechados.
Eliminación de los residuos que puedan servir de hospederos y con ello
disminuir la presión de inóculo en el área.
Observación diaria en aquellos lugares donde es más probable la
aparición de la enfermedad en su etapa inicial.
Adoptar las medidas de control adecuado, seleccionando los productos
fungicidas previos en la estrategia de control fitosanitario de acuerdo a la
enfermedad existente y fase de desarrollo de la misma.
Utilizar los fungicidas protectantes de forma óptima, bien dosificados y con
el esquema de la asperjadora en correspondencia con la fase fenológica del
cultivo, de forma que logre una cobertura total del área foliar de la planta.
Fundamentalmente después de los 40 días en el tomate revolcado, la parte
inferior de la planta debe quedar bien mojada con la solución del fungicida.
Las aplicaciones de los fungicidas sistémicos (Score, Silvacur, Domark100),
se harán orientados por las Estaciones Territoriales de Protección de
Plantas (ETPP), una vez la enfermedad haya alcanzado el índice
establecido según la metodología existente.
No obstante, la importancia que tienen estas medidas, será la detección
oportuna de los síntomas en su fase inicial lo que determine la posibilidad de
ejercer un control efectivo y evitar su diseminación y afectación al cultivo, lo
que está determinado por el conocimiento preciso por parte del personal
fitosanitario y la frecuencia con que se revise el campo.
La experiencia ha demostrado que cuando A. solani aparece y existen
condiciones favorables, si no se detectan y atienden a tiempo, todas las
medidas de control pueden ser insuficientes y se reincurre en gastos de
productos y pérdidas innecesarias.
De lo anterior se desprende la necesidad de adiestrar al personal técnico y a
los productores de forma tal que dominen las condiciones o factores que
posibilitan la aparición de estas enfermedades, dónde pueden detectarse
inicialmente y cuáles son sus síntomas más característicos.
Es bueno constatar que según Dierksmeier, (2000), plantea que los extremos ni
químicos, ni ecológicos son los correctos, de ahí la importancia de aplicar un
manejo integrado lo menos contaminante al medio ambiente.
2.3.3 – C. fulvum. (Pérez, 2000)
C. fulvum es el agente responsable de la cladosporiosis del tomate. Es una
enfermedad que presenta una sintomatología en las hojas, caracterizada por la
aparición de manchas amarillas en el haz y marrones en el envés en
correspondencia con las amarillas del haz. En ataques graves, gran parte de la
superficie foliar queda inutilizada para realizar la fotosíntesis, lo que se traduce
en un descenso en el rendimiento y la calidad del fruto. C. fulvum normalmente
ataca a cultivos bajo plástico, pero su control es simple, ya que es sensible a
los fungicidas de uso más común y la mayoría de las variedades de tomate
cultivadas disponen de genes de resistencia introducidos a partir de especies
salvajes resistentes del género Lycopersicon mediante programas clásicos de
mejora.
Por lo tanto, desde un punto de vista económico la Cladosporiosis no es un
problema importante. No obstante, desde un punto de vista puramente
científico sí es importante, ya que el estudio de su interacción con el tomate
está permitiendo desvelar las bases moleculares de los mecanismos de
resistencia de las plantas frente a patógenos.
Figura 6. Síntomas en las hojas. Fuente: Pérez, (2000).
Ciclo biológico. (Pérez, 2000)
Comienza con la llegada de una espora a una hoja. Si la humedad relativa es
elevada, la espora germinará y se desarrollará una hifa delgada denominada
hifa primaria que crece sobre la superficie de la hoja. La penetración en el
hospedero se produce a través de los estomas, muy abundantes en el envés.
Una vez en el interior de la hoja esta hifa engrosará su diámetro y se formarán
hifas secundarias que colonizarán extensivamente los espacios intercelulares
del parénquima esponjoso del mesófilo. Dos semanas más tarde a través de
los estomas emergerán los conidioforos, a partir de los cuales se dispersarán
las esporas cerrándose el ciclo.
PRINCIPALES CARACTERISTICAS EPIDEMIOLOGICAS. (Pérez, 2000)
SUPERVIVENCIA: Los conidios son muy resistentes sobre desechos de las
cosechas o sobre las estructuras de los invernaderos, su viabilidad persiste
de nueve a doce meses.
DISEMINACION: Por el viento, por el agua de riego, por las corrientes de
aire que se generan en los cultivos bajo cubierta.
CONDICIONES PREDISPONENTES: Es favorecida con condiciones
ambientales cálidas (20 a 25 °C) y una humedad relativa superior al 80 por
ciento. En los invernaderos mal ventilados la contaminación se produce
entre 24 y 48 horas, tiene un período de incubación bastante largo de 12 a
15 días, y la esporulación se produce a las pocas horas de la manifestación
de los síntomas.
CONTROL INTEGRADO. (Rista, 2000)
Ventilar al máximo los invernaderos para reducir la humedad relativa del
aire.
Una poda de las hojas de las bases permiten mejorar la aireación de las
partes bajas.
Evitar los riegos en exceso.
Eliminar restos vegetales durante y al final del cultivo.
Efectuar tratamientos preventivos desde la aparición de los primeros
síntomas. Algunos de los productos que se pueden utilizar son: Maneb,
Mancozeb, Clorotalonil, Benomil.
Desinfección de las estructuras con la finalidad de destruir las esporas
con agua con formol al dos por ciento pulverizadas con fuerza (mochila a
motor). También se pueden utilizar amonios cuaternarios, hipoclorito de sodio y
otros desinfectantes similares.
2.3.4 – S. lycopersici.
Las manchas de las hojas por Septoria comparten con el tizón temprano el
primer rango de las enfermedades causantes de la defoliación del tomate en
los Estados Unidos. La enfermedad se presenta por todo el mundo.
Síntomas.
Según Suárez, (1989), la enfermedad aparece en las hojas y los tallos en
cualquier estado del desarrollo de la planta. Los primeros síntomas se
presentan de ordinario en las hojas más viejas. Las pequeñas manchas
acuosas, burdamente circulares, aumentan hasta dos milímetros de diámetro.
Los márgenes son oscuros y en los centros grises se forman relativamente
pocos picnidios. Las hojas duramente infectadas caen prematuramente,
quedando los frutos expuestos a las quemaduras por el sol. Las lesiones
también aparecen en los tallos, pero son muy raras en los frutos.
Figura 7. Síntomas en los foliolos. Fuente: Fotografía original de Ohio State University Extensión. http// www.viarural.com/
Organismo Causante.
Septoria lycopersici Speg. El micelio es tabicado, ramificado, hialino cuando
joven, oscureciéndose con la edad. Los picnidios se originan
subepidérmicamente, empezando a irrumpir cuando el tejido se agrieta. Las
picnosporas forman después abundantes ostíolos que, se originan por la
presión interna. Las picnosporas son filiformes, hialinas, midiendo de dos a
cuatro por 60 a 120 µm, con tres o nueve tabiques (Suárez, 1989).
Ciclo de la Enfermedad.
El hongo subsiste en los desechos infectados del tomate y otros huéspedes.
Las esporas se expulsan por los picnidios y se disemina principalmente por las
salpicaduras y los impactos de la lluvia. Se demostró que las esporas también
se diseminan por contacto con las manos de los recolectores y por las semillas.
La invasión se realiza vía estoma. El micelio es intercelular, penetrando en las
células por medio de unas ramas de aspecto de haustorio, y avanza debajo del
tejido necrosado de la mancha. Las temperaturas límites para el desarrollo en
un cultivo son: mínima, 1.5 ºC.; óptima, 25 ºC y máxima, 34 ºC, los límites para
la esporulación en un cultivo son: mínimo, 15 ºC; óptimo, 25 ºC y máximo, 28
ºC. (Suárez, et al., 1989)
Medios de lucha.
Como no se pueden utilizar las variedades resistentes comerciales, los medios
para combatir las manchas consistirán en medidas protectoras. Se requiere
una producción de plantones en la forma descrita para la podredumbre de los
almácigos. En las regiones donde hay epidemias, las pulverizaciones
realizadas siguiendo las instrucciones dadas para el mildium y el tizón
temprano se han mostrado como un auxiliar eficaz. (Suárez, 1989)
2.3.5 – S. solani.
La Mancha Gris de las hojas provocadas por el patógeno S. solani, es una
enfermedad muy extendida en Cuba.
Organismo Causal.
Es el hongo Stemphyluim solani, G. F. Weber. El micelio es oscuro, tabicado y
ramificado. Los conidioforos oscuros, tabicados y miden de cuatro a siete por
130 a 200 µm. Los conidios nacen acrógena o pleurógenamente, son oscuros
oblongo-rectangulares, muriformes, estrechados a nivel del tabique medio,
ligeramente reticulados y miden de 20 a 30 por 45 a 50 µm. (Suárez, 1989)
Sintomatología.
La Mancha Gris de la hoja comienza en las hojas, propiamente dichas, en los
semillero aparece en forma de manchas pequeñas, circulares, hundidas, de
color pardo o casi negro. Por lo general las manchas son muy numerosas en los
foliolos y algunas de ellas presentan halos amarillentos. A medida que la
mancha se agranda, el centro se torna gris y puede caer la parte necrosada y
aparecer perforaciones. Las manchas son pequeñas y rara vez llegan a medir
más de dos a cuatro milímetros.
A medida que las manchas alcanzan su máximo tamaño, las hojas se ponen
amarillas y se caen. La enfermedad en el campo progresa de las hojas más
viejas a las más nuevas. (CNSV- MINAGRI, 2000)
Epidemiología.
El hongo de desarrolla a altas temperaturas y humedad relativa. Sobrevive en
desechos infectados y en tomates silvestres que crecen en Cuba en verano.
Medidas de Lucha.
Son similares a las que se emplean para el tizón temprano. En varios países se
utilizan variedades como Manalucie.
2.3.6 – Fusarium sp
Mayea, Herrera y Andreu, (1983), plantea que Fusarium oxysporum y
Fusarium oxysporum var. lycopersici, es una variedad poco frecuente en
Cuba por las variedades resistentes que se siembran.
Sintomatología:
Figura 8. Síntomas de la enfermedad producida por Fusarium. Fuente: Derechos de propiedad literaria: Jim Correll. (CROP.PROT.COMPENDIUM). Como puede observarse en la figura 8, se produce una decoloración de las
nervaduras, acompañada por decaimiento de los pecíolos y amarilleo de las
hojas más viejas. El sistema vascular adquiere color pardo (figura 9), y las
plantas muestran achaparramiento, con marchitamiento y muerte del follaje.
Figura 9: Síntomas de la presencia de Fusarium en los tejidos conductores.
Fuente: Derechos de propiedad literaria: los Nigel Cattlin/Holt.(CROP.PROT.COMPENDIUM).
La podredumbre empieza por una lesión blanda, acuosa, que lleva el fino
micelio extramatricial, blanco, color crema o rosada, y prosigue rápidamente en
los almacenes de maduración, donde la temperatura y humedad suelen ser
relativamente altas. (Mayea, Herrera y Andreu, 1983)
Epidemiología.
El hongo según Mayea, Herrera y Andreu, (1983), se establece en muchos
tipos de suelos y la enfermedad es más frecuente en climas cálidos como el
nuestro. La temperatura del suelo óptima para la enfermedad es de 28 ºC.
Medidas de lucha.
Siembra de variedades resistentes.
Rotaciones de 5-7 años pueden reducir significativamente el nivel de
inoculo del suelo, (Jones, et al., 1991).
Regulando el ph y la fertilidad, también pueden tener un efecto
significativo en la severidad de la marchites por Fusarium, (Jones, et al., 1991).
En algunos tipos de suelo, ajustando el ph de la tierra de 6.5-7.0 y usando un
nitrato (ia. nitrato del calcio) en lugar de una fuente de nitrógeno de amonio
puede reducirse la severidad de la enfermedad.
2.4- Manejo integrado de plagas.
CATIE/MIP, (1990), plantea que el Manejo Integrado de Plagas (MIP) es la
selección y aplicación de prácticas de combate de plagas, basadas en
consecuencia predecibles de tipo económico, ecológico y socio-ecológico.
Para la protección fitosanitaria se aplican los conceptos de MIP, con énfasis en
las medidas cuarentenarias, empleo de cultivares resistentes, prácticas
adecuadas de manejo, lucha biológica y química racional. (Vásquez, et al.,
1999)
El MIP se define como el control racional, basado en elementos biológicos y
ecológicos trabajando con la naturaleza y no en contra de ella. (FAO, 2001,
citado en Materiales de la Maestría de Sanidad Vegetal, 2002)
La aplicación del MIP, en casas de cultivos protegidos presupone la adopción
oportuna de medidas que coadyuven a reducir la incidencia, establecimiento y
desarrollo de organismos nocivos a los cultivos dentro de la instalación, así
como aquellas que se derivan de una insuficiente conducción del proceso
tecnológico en este tipo de producción. En sentido general, las mismas
comienzan desde la selección de las áreas y ubicación de las casas, calidad
constructiva, su mantenimiento y tensado de las mallas, cumplimiento de los
ciclos de producción y agrotécnia adecuada para cada cultivo, observación
rigurosa de las medidas de eliminación sistemáticas de restos de cosechas y
malezas que pudieran servir de reservorios de plagas y semillas de malezas,
desinfección de los suelos y los sustratos antes de comenzar de nuevo el
proceso productivo.
No obstante estas consideraciones generales, se deben adoptar ante cada
plaga acciones precisas de manejo en dependencia de sus características y de
los cultivos en que incidan. (CNSV- MINAGRI, 2000)
Enfermedades producidas por hongos. (CNSV- MINAGRI, 2002)
Para alcanzar un adecuado manejo y control de las enfermedades que inciden
en las casas de cultivo protegidos se deben combinar adecuadamente medidas
legales o de cuarentena, agrotécnicas y químicas, así como conocer sus
sintomatologías y condiciones que favorecen su aparición y desarrollo, además
de algunas características específicas como son: sus mecanismos de
transmisión, que impliquen también acciones especiales para su prevención y
control.
Un grupo importante de las acciones indicadas para el manejo de plagas son:
el manejo de la humedad del suelo y ambiental, el saneamiento y destrucción
de residuos, la nutrición adecuada y la detección oportuna, elementos
fundamentales para prevenir y evitar grandes afectaciones a los cultivos.
El cumplimiento del programa de aplicaciones preventivas semanales con
productos protectantes bien dosificados y con la solución final establecida de
acuerdo a la fase fenológica del cultivo, unido a las aplicaciones oportunas
(según señal), de productos fungicidas de acción curativa, serán elementos
insustituibles en el control de enfermedades.
La frecuencia de las aplicaciones preventivas estarán en dependencia de las
condiciones reinantes y la evolución de las enfermedades. Debe recalcarse la
necesidad de sembrar solo semillas certificadas y previamente desinfectadas y
llevar a la plantación posturas sanas y con buen desarrollo vegetativo, en lo
que influye positivamente la calidad de los sustratos y el tratamiento de los
mismos en el cepellón con Trichoderma a la dosis y momentos indicados.
Los muestreos sistemáticos y la aplicación consecuente de las metodologías de
señalización expuestas para cada organismo nocivo, constituyen el eslabón
fundamental en el empeño de detectar y reducirlas oportunamente.
Al detectarse la presencia de enfermedades como Erwinia spp., Sclerotun sp.,
P. parasitica, Fusarium sp. y otras de carácter infeccioso local, se procederá a
la selección negativa, incinerando los residuos fuera de las instalaciones y se
desinfectarán los focos con solución de hipoclorito de sodio al uno por ciento y
aplicaciones de fungicidas cúpricos más hidrato de cal con una dosis de cuatro
a cinco kg/ha y un adherente. Las manos y calzados de los que practiquen la
selección negativa, así como los medios utilizados, deberán ser desinfectados
al concluir la labor con formol o hipoclorito a las dosis indicadas para cada
propósito.
Si se detecta alguna sintomatología desconocida se debe comunicar de
inmediato a la Estación Territorial de Protección de Plantas (ETPP) que atiende
el territorio y adoptar las medidas de extrema seguridad en el local hasta tanto
se emita el diagnóstico y recomendaciones pertinentes.
Una medida válida en todos los casos, es impedir que corrientes de agua
desde el exterior entren y salgan de las casas de cultivo, por lo que las vías de
drenaje deben estar previstas en cada instalación. (MINAGRI, 2002)
Por último, es de importancia capital para lograr un manejo y control efectivo,
tanto de plagas como de las enfermedades, cumplir rigurosamente la
tecnología de producción de cada cultivo y las indicaciones del Programa de
Defensa Fitosanitario. Cualquier violación, por simple que parezca, es una
ventana que se abre a ella e inevitablemente se incurrirán en gastos
adicionales, mermas de rendimientos y de calidad e incluso pueden inutilizarse
las producciones para el consumo y comercialización. Finalmente no es posible
lograr estos propósitos a cabalidad si no se cuenta con variedades resistentes
a determinados organismos nocivos y bien adaptadas a estas condiciones de
producción, por lo que trabajar en estas direcciones sería un complemento
esencial para lograr un adecuado manejo del cultivo y de los organismos
nocivos que los afectan.
2.5- Dinámica poblacional.
Según Suárez, Rodríguez y Álvarez, (1986) y Suárez, Maria del Rosario y
Gladys, (1992), explican que la dinámica poblacional se sustenta en las
fluctuaciones de la población de las plagas, lesiones producidas por patógenos
y presencia de plantas indeseables (aumento o disminución de estas),
provocada por diversos factores que pueden ser bióticos (parásitos,
depredadores, inhibidores, etc.) o abióticos (temperatura, humedad y trabajos
que estimulan o deprimen la población).
El aumento o disminución de las poblaciones se determina mediante toma de
muestras y conteos poblacionales, que consisten en precisar en un momento
deseado y en un cultivo y área determinada, utilizando el método adecuado a
las características del cultivo y del agente nocivo que nos interesa, la población
existente de este.
Según Suárez, Maria del Rosario y Gladys, (1992), en la dinámica poblacional
existen distintas fases en el desarrollo del agente nocivo, como las siguientes:
Depresión. El agente nocivo se conserva solamente en sitios de reserva, es
decir, reservorios u hospederos intermedios. Es también conocido como
período de latencia.
Migración. Cuando las condiciones ambientales resultan favorables al
agente nocivo, comienza a multiplicarse y emigra buscando mejores
condiciones para su alimentación, llamando a este período de crecimiento.
Reproducción masiva. Cuando las condiciones ambientales y alimentarías
son favorables el agente nocivo con mayor viabilidad aumenta su población
y continúa su migración. Este se denomina período de explosión o erupción.
Vértice numérico. Es el punto máximo de desarrollo al volverse adversas
las condiciones al agente nocivo; comienza en ese punto el descenso
poblacional al debilitarse su multiplicación y al llegar a su máximo desarrollo
se produce el período de apogeo.
Caída numérica o disminución del agente nocivo. Cuando la
reproducción cesa, el agente muere, emigra o se conserva en sitios de
reservación, donde encuentra condiciones para sobrevivir, volviendo al
punto inicial o depresión, es decir, pasando por el descenso o período de
crisis.
No siempre se cumple el ciclo total, sino parte de este, dependiendo de las
condiciones que rodean al agente nocivo, ya sean bióticas o abióticas.
Muestreos y Conteos.
El muestreo consiste en la operación de acopio de muestras o de datos, lo cual
depende tanto de la plaga, enfermedad o planta indeseable, como del tipo de
cultivo, los objetivos que se persigan y el área.
Las muestras pueden consistir en parte del suelo, hojas, tallos, flores, plantas
completas, insectos, ácaros, plantas indeseables y otros.
Este muestreo puede estar encaminado a determinar dos índices diferentes:
intensidad y difusión.
La intensidad se clasifica en tres grados de acuerdo con el Manual de
Funciones y Procedimientos del Sistema Nacional de Protección de Plantas:
ligera, media e intensa.
La difusión representa en porcentaje o en área, la parte del cultivo muestreado
afectado por el agente nocivo. Al mismo tiempo que se toma la muestra se
determinan los estados de desarrollo presentes y la fase más vulnerable a los
controles biológicos introducidos para combatir al agente nocivo. La muestra a
de ser siempre representativa de la situación.
El conteo que se efectúa de la presencia o no del agente nocivo en el
muestreo realizado, determina la intensidad, la difusión, así como las
fluctuaciones o movimientos de la población en el momento del muestreo, o
sea, los ascensos o descensos de la población objeto de conteo.
Factores en la elección y realización del método de muestreo. (Püntener,
1981)
En la selección del método adecuado para realizar el muestreo, es
necesario considerar:
I. Área, configuración y relieve del campo. Influye en el número de
muestras a tomar y lugares de donde se toman, tratando de que sea lo más
representativo posible de la situación fitosanitaria del campo muestreado, sin
perder de vista los aspectos operativos y económicos de la toma de muestra.
II. Tipo de cultivar. Está en dependencia si se muestrea un cultivo masivo,
en línea o plantas aisladas.
III. Sitio de la planta. El objeto de observación será el sitio comúnmente
atacado por las plagas en la planta.
IV. Síntoma de la enfermedad. Se deben conocer las características de las
lesiones de las plagas, incluso identificar formas de comer, excretas,
rozamientos, plegados, roeduras, minas entre otros, así como, los síntomas de
las diferentes enfermedades.
V. Biología, ciclo biológico y hábitos de la plaga. Puede determinar la
frecuencia de los muestreos y el momento justo de las aplicaciones de control o
lucha, y el método a emplear.
VI. Movilidad de la plaga. Es el aspecto más importante, pues si el agente
nocivo a identificar vuela, salta, perfora mina o es sésil, si es el viento quien lo
esparce, en consecuencia con cada forma, será el método a emplear en el
muestreo.
VII. Porte de la planta. En el caso de los frutales se deben tener en cuenta
los distintos niveles para tomar hojas, frutos, flores (nivel alto, medio bajo), así
como los puntos cardinales.
VIII. Fenología del cultivo. Los estudio fenológicos, tanto del cultivo como del
agente nocivo y sus correspondientes calendarios, comparados con el
resultado de la dinámica poblacional, constituye un valioso instrumento a la
hora de elegir el momento más oportuno para determinar la lucha contra el
agente nocivo.
Métodos de muestreos: (Püntener, 1981)
Muestreos por diagonales. Consiste en dividir imaginariamente el lote en
dos diagonales que dividen en cuatro lotes el campo e ir anotando las
observaciones o muestras. Al avanzar sobre la línea podemos hacerlo en forma
recta o produciendo zig-zag (giros en ángulo). Con la segunda variante se
obtienen muestreos más significativos. Se puede utilizar en cualquier cultivo.
Cuadrangular. Consiste en tomar muestras en la intersección de las
líneas que mentalmente tracemos en el campo, las que tendrán la separación
de acuerdo con el cultivo que se trate.
Cuadrado de ajedrez. Este método se utiliza en cultivos en línea o por
surcos y se realiza cada un número determinado de surcos, y tomando
muestras cada un número constante de pasos.
El control racional de plagas y enfermedades, dentro de programas de lucha
integrada, se apoya en un proceso de toma de decisiones. Dicho proceso
comprende una serie de herramientas como son: técnicas de muestreo,
umbrales de intervención, métodos de lucha y su aplicación (Norton y Mumford,
1993 y Moreno, 1994, citado por Cabello, 1999), como se representa a
continuación:
Figura 10. Muestreos Fuente: Cabello, (1999).
III. DESARROLLO.
3.1- Materiales y Métodos.
3.1.1- Breve caracterización de la Empresa.
El presente trabajo fue realizado en la Empresa de Cítricos “Capitán Tomás” de
Consolación del Sur, ubicada en el kilómetro cinco y medio de la carretera a
Herradura, la cual posee una extensión territorial de 801,32 ha, de ellas, 799,1
ha pertenecen al cultivo de los cítricos, las restantes 2,22 ha se encuentran
produciendo hortalizas (tomate, pimiento, pepino, lechuga, melón, entre otras),
bajo la tecnología de casas de cultivo.
Figura 11. Vista preliminar de las casas de cultivo de la Empresa de Cítricos. En la superficie destinada a la producción de hortalizas (2,22 ha), existen un
total de 24 casas de cultivo, 22 túneles (0.09 ha/túnel), con tendencia
tecnológica española y dos parrales (0.12 ha/parral) con tecnología israelita.
Poseen un total de 35 trabajadores, de ellos 30 vinculados directamente al
proceso productivo y el resto en las labores administrativas; están vinculados al
resultado final, y reciben un anticipo de $ 230,00. Los datos ofrecidos fueron
brindados amablemente por la Dirección de la Empresa de Cítricos “Capitán
Tomás”.
Para el desarrollo de la investigación se utilizaron dos casas de cultivo, las
cuales aparecen en la siguiente tabla, con su fecha de plantación en el túnel.
Tabla 6. Túneles y sus fechas de plantados.
Túnel Fecha de Plantación 16 7 de noviembre del 2002 19 17 de febrero del 2003
Las observaciones se realizaron cada siete días, registrándose la temperatura
del aire, del suelo en el cono de humedecimiento y fuera de este con los datos
obtenidos en los muestreos y la humedad relativa en el interior de los túneles,
con los datos obtenidos en los muestreos, se calculó el por ciento de infección
y distribución de cada una de las enfermedades que se manifestaron, utilizando
las siguientes expresiones matemáticas:
Para calcular el índice de infestación en por ciento de cada una de las
enfermedades se determinó, utilizando la expresión matemática (Towsend y
Heuberguer, 1948), citado por Suárez, Rodríguez y Álvarez, (1986) y MINAGRI,
(2002):
( )100% ∗
∗∗
= ∑nN
baI
Donde:
% I – Índice de infestación expresado en por ciento.
a - grado de la escala.
b - número de plantas afectadas en cada grado de la escala.
N - número total de plantas muestreadas.
n - valor máximo de la escala de grado empleada.
Por su parte, para el cálculo de la distribución de las enfermedades (en %), se
utilizó la fórmula (Stepanov y Chumakov, 1974), citado por Suárez, Rodríguez y
Álvarez, (1986) y MINAGRI, (1999), como se relaciona a continuación:
100% ∗=
BAD
Donde:
% D – Índice de distribución expresado en por ciento.
A - plantas sanas.
B - plantas observadas.
3.1.2- Diseño del túnel.
El método de muestreo llevado a cabo en esta investigación, según Suárez,
(1989) y Cabello, (2000), fue el de diagonales dobles, tomándose cinco puntos
dentro del túnel y muestreándose veinte plantas por punto, para un total de cien
plantas, según la figura que mostramos a continuación:
Entrada del Túnel.
Figura 12. Disposición de los puntos de muestreo.
En la Figura 6 donde podemos observar la disposición de los surcos y partes
del sistema de riego, con el cultivo establecido.
Figura 13. Disposición de los surcos en el interior del túnel.
20
20
10
20
10
20
En el trabajo desarrollado, se utilizó además la escala de cinco grados y lo
establecido por las Estaciones Territoriales de Protección de Plantas (E.T.P.P.),
la cual relacionamos a continuación:
Escala de Grados.
0 – plantas sanas. (Figura 8)
1 – hasta el cinco por ciento del área foliar afectada. (Figura 8)
2 – del seis al quince por ciento del área foliar afectada. (Figura 9)
3 - del dieciséis al veinticinco por ciento del área foliar afectada. (Figura 9)
4 – del veintiséis al cincuenta por ciento del área foliar afectada. (Figura 10)
5 – más del cincuenta por ciento del área foliar afectada.
A continuación se exponen las diferentes figuras, en las que se observa, la
medida de criterio que se tuvo a la hora de aplicar la escala de grados a las
enfermedades, tomando como referencia al tizón temprano (A. solani), por ser
la de mayor incidencia en ambos túneles.
Figura 14. Grado 0 y 1
Figura 15. Grado 2 y 3.
Figura 16. Grado 4
Para registrar los datos se confeccionó un modelo, el cual aparece a continuación:
Enfermedad: Patógeno: Fecha:
Escala de grado Puntos
Obs. 0 1 2 3 4 5
H.R
(%)
T.Am.
(°C)
T.S.C.
(°C)
T.F.C.
(°C)
1
2
3
4
5
Observaciones:
Total Realizado por:
3.1.3 – Características del suelo.
En las Figuras 17,18 y 19, se pueden observar la superficie del suelo de las
casas de cultivo en preparación y los surcos sin plantar las plántulas de
tomate.
Figura 17. Comenzando la preparación del suelo utilizando la tracción animal.
Figura 18. Suelo en el interior del túnel. Después del primer pase de aradura.
Figura 19. Suelo listo para ser plantado.
La Empresa de Cítricos “Capitán Tomás” de Consolación del Sur, en la cual se
realizó el trabajo, posee un suelo del tipo Ferralítico Cuarcítico Amarillo
Lixiviado perteneciente a la serie Herradura, con las siguientes características
(MINAGRI, 1984):
Perfil ABC y ABLD. Su desarrollo es a partir de rocas metamórficas (esquistos, cuarcíticos, macices).
El proceso de fertilización va acompañado de lixiviación con predominio de minerales arcillosos como gestita, vermiculita, etc.
Presenta en todo el perfil enriquecimiento de cuarzo a causa del material que se forma.
Transición doble entre sus horizontes.
Es un suelo de textura ligera en la superficie (Horizonte A), en la profundidad se hace más pesado (loam arcillo arenoso).
Su productividad varía en dependencia de la topografía.
Son suelos ligeramente neutros con un pH de 6-6,5.
Contenido de materia orgánica entre uno y dos por ciento.
Colores predominantes en sus horizontes:
-Horizonte A – Pardo. -Horizonte B – Amarillento. -Horizonte C – Puede tener tonalidades amarillo rojizo.
3.1.4 – Materiales.
Materiales utilizados en la investigación.
• Termómetros.
• Higrómetro.
• Computadora.
• Impresora.
• Papel y lápiz.
• Discos de 3 ½.
• Cámara digital.
• Hilo.
• Plantación de tomates.
• Tecnología de cultivos protegidos.
2.1.5- Análisis estadístico de los resultados.
Los datos obtenidos en el experimento fueron procesados con programas
estadísticos computarizados, aplicando un Anova simple, donde se calcularon
las medias de los por ciento de infestación y distribución de las enfermedades
presentes en ambas tecnologías; se le realizó un análisis de varianza.
(NOTA: a los datos que originalmente se obtienen en por ciento se les aplica
una transformación como artificio matemático).
3.1.6. Tablas y figuras.
En el trabajo se elaboraron tablas, donde se muestran los meses, decenas,
túneles, tipos de cultivar, índice de infección y distribución, así como algunos
factores ambientales registrados, además a partir de esta, se confeccionaron
gráficos de barra, según fue conveniente la explicación de los resultados
obtenidos.
Junto a lo anterior se muestran fotos, donde aparecen el suelo en el interior de
los túneles en preparación, la forma de surcar para plantar el tomate, la
distribución de los surcos ya plantados y con el sistema de riego conectado en
el interior del túnel, así como la representación de los distintos grados de
infección, según criterio del observador a la hora de realizar los muestreos, una
vez consultada la metodología y previa preparación en el Laboratorio Provincial
de Sanidad Vegetal.
3.2- RESULTADOS Y DISCUSIONES.
En la Tabla 2 (a y b), se observa el comportamiento poblacional de las
enfermedades del tomate relacionadas con la temperatura ambiente,
temperatura del suelo y la humedad relativa. Como se aprecia, se presentaron
en estas casas de cultivo (Túnel 16 y 19) las siguientes especies de hongos A.
solani, C. fulvum y P. infestans.
Tabla 2a. Comportamiento de las enfermedades del tomate bajo abrigo en el túnel 16.
MES DEC ALT.IN
F (%)
ALT.DIST
(%)
CLAD.INF
(%)
CLAD.DIS
(%)
PHY.INF (%)
PHY.DIS (%)
T. AMB (ºC)
T.SUELO(ºC)
H.R.(%)
11 2 0 0 0 0 0 0 28 24 59
11 3 1,4 7 0 0 0 0 31 24 58,5
12 1 0 0 0 0 0 0 28 24 85
12 2 0,3 1,5 0 0 0 0 31,5 23,5 58,5
12 3 3,8 19 0 0 0 0 30 24 55
1 1 35,4 89 0 0 0 0 32 20 41
1 2 33,4 91 0 0 0 0 27 20 51
1 3 41,5 99 0 0 0 0 25 24,5 69,5
2 1 44,2 99 0 0 0 0 31 23 53
2 2 45,5 100 8,8 30 0 0 32 24 67
2 3 40,4 100 9,4 30 0 0 32 26 74
3 1 20,6 72 3 15 0 0 36 29 54
3 2 8,4 12 1,2 6 0 0 26 25 85
Tabla 2b. Comportamiento de las enfermedades del tomate bajo abrigo en el túnel 19.
MES
DEC
ALT.INF (%)
ALT.DIST (%)
CLAD.INF (%)
CLAD.DIST (%)
PHY.INF (%)
PHY.DIST (%)
T. AMB
(ºC
T.SUELO (ºC)
H.R.(%)
1 3 0 0 0 0 0 0 30 25 73 2 1 0 0 0 0 0 0 32 23 53 2 2 0,3 1,5 0 0 0 0 33 24 72 2 3 1,8 9 0 0 0 0 32 25 74 3 1 9 22,5 0 0 0 0 34 29,5 81 3 2 27,4 59,5 0 0 0 0 29 22 85,53 3 48,6 98 1 5 0 0 27 20 85 4 1 52,6 100 4,8 19 0 0 29,8 25 78 4 2 42,4 100 5,1 17 3,8 19 27,5 24,7 85 4 3 42,4 100 8 23 7,4 31 24 19 77 5 1 22,2 76 2,1 10,5 35,2 92 27 24 77,55 2 6,6 30 2,2 11 55,6 100 32 29 71 5 3 6,6 30 1,8 9 66,2 100 34 30 74
En un análisis de ambas tablas, se observa que en los túneles, la temperatura
jugó un papel importante en la aparición de las enfermedades, por lo general
estas aparecieron con valores de temperatura que oscilaron entre los 28 y 33
ºC, sin embargo, en el caso particular de la humedad relativa esta fue más
flexible en sus valores, no coincidiendo con lo planteado por varios autores
(Suárez, 1989 y Rista, 2000), los cuales admiten valores sumamente elevados
de humedad relativa para el desarrollo de estos hongos.
3.2.1- Comportamiento de la A. solani.
3.2.1.1- Túnel 16.
En las figuras 20 y 21 se representa el desarrollo del hongo A. solani por
meses y decenas, así como el comportamiento de los factores abióticos; se
observa que en la segunda decena de noviembre, con una temperatura
ambiental de 28 ºC y una humedad relativa del 59 por ciento no se presentó
esta enfermedad, coincidiendo con Suárez, (1989); Vásquez, et al., (1999) y
Rista, (2000), los cuales plantean que para el desarrollo de este patógeno es
necesario que existan temperaturas altas con períodos relativamente húmedos.
0
10
20
30
40
50
Nov DicEne
FebMar
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0
20
40
60
80
100
Hu
me
dad
Re
lati
va
% de inc idencia Temperatura Humedad Relativa
Figura 20. Por ciento de intensidad (A. solani).
020406080
100120
Nov DicEne
FebMar
M e s e s
% d
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istr
ibu
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T
em
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0
20
40
60
80
100
Hu
me
dad
Re
lati
va
% de Dis tribuc ión Temperatura Humedad Relativa
Figura 21. Por ciento de distribución (A. solani).
En la tercera decena del propio mes aparece la enfermedad con un 14 por
ciento de infección, pero con una distribución baja (siete por ciento); existiendo
en ese momento temperaturas de 31 ºC y una humedad relativa de 58.5 por
ciento, lo cual difiere de lo expresado por Suárez, (1989) y Vásquez, et al.,
(1999), que señalan temperaturas altas y abundante humedad (80-90 por
ciento), lo que nos hace reflexionar y pensar que las exigencias a las
condiciones climáticas para el desarrollo de este hongo en las casas de cultivo
varían.
En el muestreo realizado en la primera decena de diciembre, la infección y
distribución disminuyó a cero por ciento con temperatura y humedad de 28 ºC y
85 %, respectivamente, no coincidiendo con Vásquez, et al., (1999), el cual
plantea, que estas son óptimas para el desarrollo del hongo, sin embargo, en
nuestro caso no se comportó de esa manera, lo cual podría estar motivado por
el efecto positivo que tuvo la aplicación de Score (0,3 L/ha), recomendada por
MINAGRI, (2000); representada en la Tabla 10. Sin embargo, en la segunda
decena de diciembre se presenta esta enfermedad con un por ciento de 0,3 de
infección y una distribución en el área muy baja (1,5 %), esto ocurre con una
temperatura ambiental de 31,5 ºC y un 58,5 por ciento de humedad relativa.
Ello nos hace suponer que el hongo comenzó su período de incubación días
anteriores, cuando existían rangos de temperatura y humedad óptimos para el
desarrollo del patógeno. Seguidamente se aprecia en las Figuras 20, 21 y en la
Tabla 2a, que la infección y distribución de este hongo, aumentó
progresivamente hasta alcanzar valores de 45,6 y 100 % respectivamente, con
una temperatura ambiente de 32 ºC y un 67 % de humedad relativa, hasta la
segunda decena de febrero.
En la tercera decena de febrero el por ciento de infección disminuyó al 40,4 %,
mientras que la enfermedad se encontraba distribuida en el 100 % de las
plantas muestreadas de la plantación, existiendo en ese momento una
temperatura ambiente de 32 ºC y una humedad relativa del 74 %.
Debemos puntualizar que independientemente de existir factores de
temperatura y humedad más favorables para el desarrollo de este hongo que
en decenas anteriores, el por ciento de infección disminuye motivado por el
efecto de una aplicación de fungicida (Tabla 3).
Tabla 3. Aplicaciones realizadas al túnel 16 durante su ciclo vegetativo.
A partir de la primera decena de marzo y hasta finales de este propio mes se
observa una depresión en el porcentaje de infección y distribución, con
temperaturas que oscilaron entre 26-36 ºC y la humedad relativa en el rango de
64-85 %. Esta disminución se ve favorecida por una labor de saneamiento
contenida en el Programa de Control Integrado de Plagas del cultivo del
tomate, según MINAGRI, (1999), con vistas a disminuir la fuente de inóculo
secundario y aumentar la circulación de aire en las partes bajas de la planta.
FECHA ORG. PLAGA PRODUCTO DOSIS
26/10/2002 DESINFECCIÓN DE
SUELO BROMURO DE METILO 50 kg/casa
05/11/2002 PREVENTIVO TRICHODERMA 6 kg/ha
19/11/2002 PREVENTIVO TRICHODERMA 6 kg/ha
20/11/2002 PREVENTIVO SCORE 0,3 l/ha
19/12/2002 PREVENTIVO CONFIDOR (FER.) 1 l/ha
10/01/2003 MINADOR VERTLAN 0,3 l/ha
23/01/2003 ALTERNARIA SOLANIOXICLORURO DE
COBRE 2 kg/ha
31/01/2003 CLADOSPORIUM
FULVUM MANCOZEB 3 kg/ha
04/02/2003 MINADOR VERTLAN 0,5 l/ha
07/02/2003 MINADOR VERTLAN 0,5 l/ha
12/02/2003 MINADOR CONFIDOR (FER.) 1 kg/ha
18/02/2003 ALTERNARIA SOLANIOXICLORURO DE
COBRE 2 kg/ha
3.2.1.2- Túnel 19.
En las Figuras 22 y 23 se muestran los valores por meses y decenas del por
ciento de infección y distribución de A. solani, donde además aparecen
representados los diferentes valores de temperatura y humedad relativa. A
diferencia del túnel 16, en este la enfermedad no se presentó hasta los 30 días
de plantado el cultivo.
010
203040
5060
EneFeb
MarAbr
May
M e s e s
% d
e In
cid
en
cia
y T
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pe
ratu
ra
0
20
40
60
80
100
Hu
me
dad
Re
lati
va
% de Inc idenic ia de Phythopthora Temperatura Humedad Relativa
Figura 22. Por ciento de infestación (A. solani).
0
2040
60
80100
120
EneFeb
MarAbr
May
M e s e s
% d
e D
istr
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n y
T
em
pe
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ra
0
20
40
60
80
100
Hu
me
dad
Re
lati
va
% de Dis tribuc ión Temperatura Humedad Relativa
Figura 23. Por ciento de distribución (A. solani).
En la segunda decena de febrero con una temperatura ambiente de 33 ºC y
una humedad relativa del 72 %; el por ciento de infección y distribución fue
de 0,3 y 1,5 respectivamente, (Figura 22 y 23) y no es hasta después de la
tercera decena de febrero que comienza el porcentaje de infección y
distribución a aumentar progresivamente, hasta alcanzar los valores
máximos de incidencia en la primera decena de abril con una temperatura de
29,8 ºC y una humedad relativa del 78 %, en este período se le realizó al
cultivo una aplicación fitosanitaria de Mancozeb (MINAGRI, 1999), pero sin
obtener los resultados esperados (Tabla 4).
Tabla 4. Aplicaciones realizadas al túnel 19 durante su ciclo vegetativo.
FECHA ORG. PLAGA PRODUCTO DOSIS
28/12/2002 DESINFECCIÓN DE
SUELO BROMURO DE METILO 50 kg/casa
14/01/2003 PREVENTIVO TRICHODERMA 6 kg/ha
21/01/2003 LARVAS DE LEPIDÓPTERO RELEVO (FER.) 1 l/ha
29/01/2003 LARVAS DE LEPIDÓPTERO CARBARIL+SCORE 2kg/ha+0,3 l/ha
10/02/2003 PREVENTIVO TRICHODERMA+CARBARIL 6kg/ha+2kg/ha10/03/2003 ÁCARO BRONCEADO DICOFOL 2 l/ha
13/03/2003 L. DE LEPIDÓPTERO+ALTERNARIA SOLANI MANCOZEB+DIPTERE 3kg/ha+3kg/ha
17/03/2003 L. DE LEPIDÓPTERO+ALTERNARIA SOLANI MANCOZEB+DIPTERE 3kg/ha+3kg/ha
26/03/2003 CLADOSPORIUM FULVUM AMISTAR 0.3 l/ha
31/03/2003 ÁCARO BRONCEADO COMORAN 3 l/ha 3/04/2003 ÁCARO BRONCEADO COMORAN 3 l/ha
10/04/2003 ÁCARO BRONCEADO COMORAN 3 l/ha 24/04/2003 ÁCARO BRONCEADO COMORAN 3 l/ha 18/04/2003 LARVAS CARBARYL 2kg/ha
En la segunda y tercera decena de abril, el porcentaje de infección disminuyó
en 10,2 unidades, aunque la distribución de la enfermedad se mantuvo en el
100 % de las plantas muestreadas, con una temperatura ambiente de 24-27,5
ºC y una humedad relativa entre el 77-78 %, factores estos que, según Rista,
(2000), son idóneas para el desarrollo de la enfermedad, sin embargo en
nuestro caso hubo una tendencia a disminuir; y no es hasta la primera decena
de mayo que tanto, el porcentaje de infección, como el de distribución
comienzan a disminuir hasta alcanzar 6,6 y 30 % respectivamente, con la
presencia de una temperatura ambiente de 34 ºC y una humedad relativa del
74 %, en respuesta a una poda de saneamiento que se le realiza al cultivo en
esta etapa y a la influencia de la temperatura ambiental elevada (CNSV-
MINAGRI, 2000).
3.2.1.3- Análisis estadístico del por ciento de infestación y distribución de
A. solani entre túneles y con ambas tecnologías.
Tabla 5. Valores de la Media para los datos transformados del por ciento de
infestación de A. solani en el túnel 16, 19 y la tecnología tradicional.
Un análisis de la tabla 5, muestra que el mayor valor de la media se obtiene en
el túnel 16, así mismo la de menor cuantía es la encontrada en el cultivo que se
desarrolló en la tecnología tradicional.
El análisis de varianza (Tabla 6), del por ciento de infestación de A. solani,
indica que existen diferencias significativas entre el túnel 16 y 19 para el 0.05
por ciento.
Tabla 6. Análisis de Varianza de las variables estudiadas.
Al aplicarle un Test de Duncan a estos datos, nos corrobora la diferencia
significativa que existe para el por ciento de infestación de esta enfermedad
entre los túneles 16, 19 con la tecnología tradicional.
A continuación se muestran los valores medios, así como el análisis de
varianza del por ciento de distribución de A. solani. (Tablas 7 y 8), a partir de
los cuales se puede resumir que el mayor valor medio con relación a la
distribución de la enfermedad, apareció en el túnel 16 y que no existen
diferencias significativas entre túneles.
Tabla 7. Valores de la Media para los datos transformados del por ciento de
distribución de A. solani en el túnel 16, 19 y la tecnología
tradicional.
Tabla 8. Análisis de Varianza de las variables estudiadas.
3.2.2- Comportamiento de C. fulvum..
3.2.2.1- Túnel 16.
En las Figuras 24 y 25, se observa que la enfermedad no se manifestó en la
plantación en el primer muestreo realizado en la segunda semana de
noviembre con temperatura ambiente de 26 ºC y humedad relativa del 59 %, y
su primera detección fue en la segunda decena de febrero con una temperatura
de 32 ºC y un 67 % de humedad relativa, presentándose con un por ciento de
infección de 8,8 y un 30 % de distribución, no coincidiendo con lo planteado por
Pérez, (2000), el cual expone, que las condiciones óptimas para el desarrollo
del patógeno son: temperatura ambiental de 20-25 ºC y humedad relativa de
90-95 %, enfatizando que una alta humedad es esencial para que ocurra la
germinación de los conidios y la penetración de los haustórios.
010
2030
40
Nov DicEne Feb Mar
Meses
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yTe
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ratu
ra
020406080100
Hum
edad
Rel
ativ
a
% de Incidencia Temperatura Humedad Relativa
Figura 24. Por ciento de infestación (C. fulvum).
010203040
Meses
% d
e D
istr
ibuc
ión
yTe
mpe
ratu
ra
020406080100
Hum
edad
Rel
ativ
a
% de Distribución Temperatura Humedad Relativa
Figura 25. Por ciento de distribución (C. fulvum).
En el próximo muestreo se observó que el porcentaje de infección aumentó a
9.4, mientras que la distribución se mantuvo en 30 %, destacándose que la
temperatura se mantuvo en 32 ºC y la humedad relativa aumentó al 74 %,
factor este que favoreció el aumento de la infección de la enfermedad.
En la primera decena de marzo y hasta finales del propio mes, el porcentaje de
infección disminuyó hasta alcanzar valores de 1,2 y de 6 la distribución. Esta
disminución pudo ser motivada por una poda de saneamiento que se le
efectuara al cultivo, también influyó un aumentó de la temperatura a 36 ºC y el
comportamiento de la humedad relativa del 54 %, los cuales según Gladys, et
al., (1993), no son las idóneas para que se presente la enfermedad o puedan
germinar las conidioforas de este hongo.
3.2.2.2- Túnel 19.
En las figuras 26 y 27 se puede apreciar, desde que se plantó este túnel, la
tercera decena de enero del 2003 y hasta el muestreo realizado en la segunda
decena de marzo con temperaturas que oscilaron en este período entre 29 y 34
ºC con una humedad relativa que osciló de 53 a 85,5 %; no se presentó la
enfermedad, sin embargo, independientemente de haber realizado una
aplicación de fungicida en esta misma decena (Tabla 4) para el control de A.
solani, se puede observar en la tabla 2b que existen temperaturas de 29 ºC y
una humedad relativa de 85,5 %, lo cual tuvo su influencia, en la germinación
de los conidios y en la penetración al vegetal, no manifestándose los primeros
síntomas de infección (uno por ciento) y de distribución (cinco por ciento) hasta
la última decena de marzo, donde la temperatura fue de 27 ºC y la humedad
relativa del 85 %. A partir de este momento y hasta la tercera decena de abril la
infección de la enfermedad aumentó hasta un 8 % y la distribución fue de un 23
% sobre la plantación, con temperatura ambiental de 31 ºC y un 77 % de
humedad relativa.
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10152025303540
Ene Feb Mar Abr May
Meses
% d
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20
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60
80
100
Hum
edad
Rel
ativ
a
% de Incidenica de Cladosporium Temperatura Humedad Relativa
Figura 26. Por ciento de infestación (C. fulvum).
05
10152025303540
Ene Feb Mar Abr May
Meses
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ibuc
ión
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0102030405060708090
Hum
edad
Rel
ativ
a
% de Distribución Temperatura Humedad Relativa
Figura 27. Por ciento de distribución (C. fulvum).
En el muestreo realizado en la primera decena de mayo y hasta finales de este
mes, el porcentaje de infección y distribución disminuyó hasta alcanzar valores
de 1,8 y 9 respectivamente, con la presencia de temperaturas sobre los 34 ºC y
una humedad relativa del 74 por ciento, este comportamiento de la
enfermedad, pudiera tener su causa en una poda de saneamiento que se le
efectuó al cultivo y por consiguiente a la eliminación de un determinado
porcentaje de inóculo secundario y el aumento de la circulación de aire en la
planta, aspecto este que favorece al hospedero y detiene o reduce la infección
del patógeno.
3.2.2.3- Análisis estadístico del por ciento de infección y distribución de
C. fulvum entre túneles y las dos tecnologías.
En el caso del C. fulvum, la mayor media se presento en el túnel 16. Con
relación al análisis de varianza se observa que no existen diferencias
significativas entre estos valores de infección (Tabla 9 y 10).
Tabla 9. Valores de la Media para los datos transformados del por ciento de
infestación del C. fulvum en el túnel 16, 19 y la tecnología tradicional.
Tabla 10. Análisis de Varianza de las variantes estudiadas.
3.2.3- Comportamiento del P. infestans.
3.2.3.1- Túnel 16.
Como puede observarse en la Tabla (2a), en este túnel, en todo el período que
se desarrolló la plantación no se presentó esta enfermedad, donde la
temperatura osciló entre los 26 y 36 ºC con una humedad entre el 41 y el 85 %, factores estos que según Pérez, (2000), no son factibles para que los conidios
germinen y puedan penetrar por los estomas, heridas o directamente por la
epidermis.
3.2.3.2- Túnel 19.
En las Figuras 28 y 29 se puede observar que, desde el primer muestreo
realizado en la tercera decena de enero y hasta la primera de abril, en
condiciones de temperatura ambiental que estuvo por el rango de 27-33 ºC con
una humedad relativa que osciló entre 70 y 85,5 %, no se presentó en ningún
momento síntomas de esta enfermedad, sin embargo a partir de la segunda
decena de abril el porcentaje de infección (3,8 %), y la distribución de la
enfermedad (19 %), se presentó con temperaturas ambientales de 27,5 ºC y la
humedad relativa del 85 %, factores estos que según Suárez, Maria del Rosario
y Gladys, (1992) y Mayea, et al., (1983), no son las óptimas para el desarrollo
de la enfermedad, pues plantean la necesidad de humedad relativa por encima
del 90 %, destacando que debe existir la presencia de una neblina, rocío o
lluvia (100 % de humedad relativa), elementos estos que no estaban presentes
en el túnel 19, unido a esto, los mismos plantean que la temperatura ambiente
debe oscilar entre 17 y 25 ºC, la cual en nuestro caso estaba fuera de ese
rango (27,5 ºC), lo anterior demuestra que este hongo en presencia de un buen
inóculo primario, en condiciones de tecnología casas de cultivo, no responde
necesariamente a las exigencias descritas por varios autores que la han
investigado en condiciones de tecnología tradicional.
010203040506070
Ene Feb Mar Abr May
Meses
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cide
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Tem
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20
40
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100
Hum
edad
Rel
ativ
a
% de Incidencia de Phytophthora Temperatura Humedad Relativa
Figura 28. Por ciento de infección (P. infestans).
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406080
100120
Ene Feb Mar Abr May
Meses
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40
60
80
100
Hum
edad
Rel
ativ
a
% de Distribución Temperatura Humedad Relativa
Figura 29. Por ciento de distribución (P. infestans).
En las Figuras 28 y 29, se observa que el porcentaje de infección y distribución
comienza a aumentar progresivamente hasta la tercera decena del mes de
mayo, donde el por ciento de infección fue de 66,2 y la distribución de la
enfermedad en el túnel fue del 100 %, con la presencia de una temperatura
ambiente de 34 ºC y una humedad relativa del 74 %.
Lo anterior concuerda con lo expuesto por Deahl, 1999 “… este hongo no
solamente posee algunos de los armamentos más sofisticados conocido entre
los patógenos de las plantas, sino también tiene la mayor flexibilidad genética y
demuestra una ilimitada variabilidad…”; ya que sin contar con las condiciones
óptimas para su desarrollo, no solamente se estableció, sino que llegó a invadir
el 100 % del túnel. Cuando se presentó por primera vez en el túnel se llevó a
cabo una poda de saneamiento, la cual motivó la disminución del porcentaje de
infección y distribución de las demás enfermedades, sin embargo en el caso
del P. infestans , no resultó así, pues este fue aumentando hasta invadir el 100
% de la plantación, como pueden apreciar en las Figuras 30 y 31 expuestas a
continuación:
010203040506070
Ene Feb Mar Abr May
Meses
% d
e In
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0102030405060708090
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Rel
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aAlternaria Cladosporium Phytophthora Temperatura Humedad Relativa
Figura 30. Por ciento de infección de las enfermedades en el túnel 19.
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EneFeb
MarAbr
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A lternaria Cladosporium Phytophthora Temperatura Humedad Relativa
Figura 31. Por ciento de distribución de las enfermedades en el túnel 19.
Lo sucedido en las figuras anteriores motivó la demolición del túnel a finales de
mayo, pues la producción de tomate disminuyó considerablemente y no era
aconsejable económicamente dejarla plantada en el túnel con baja producción.
3.2.3.3- Análisis estadístico del por ciento de infección y distribución del
P. infestans entre las diferentes tecnología.
Los datos obtenidos en los muestreos realizados a la enfermedad producida
por el patógeno P. infestans en ambos túneles y en la tecnología tradicional no
fueron sometidos a un análisis estadístico, debido a que solo se observo su
incidencia en el túnel 19.
3.2.4- Análisis de la ocurrencia de las enfermedades en ambos túneles.
El análisis estadístico efectuado demostró que existen diferencias significativas
en cuanto al por cinto de infestación de Alternaria y Cladosporium en el túnel
16, no coincidiendo con los resultados obtenidos en el túnel 19, donde no se
aprecian diferencias significativas en el por ciento de infestación, sin embargo,
con relación al por ciento de distribución se observa que en ambos túneles
existen diferencias significativas en las enfermedades que se manifestaron,
excepto Phytophthora, observando una mayor incidencia de A. Solani. (Ver
anexo No.3)
3.2.5- Comparando con la tecnología tradicional.
En el anexo No 1, se representa el comportamiento de las enfermedades
fungosas que se presentaron en ambas tecnologías, donde se realizaron los
muestreos para estudiar la dinámica poblacional de estas, observándose que
en la tecnología tradicional, se presentó solamente A. solani, según datos
brindados por la Estación Territorial de Protección de Plantas (ETPP) del
Municipio Los Palacios, en Pinar del Río, mientras que en la tecnología de
casas de cultivo se desarrollaron los hongos de los géneros Alternaria,
Cladosporium y Phytophthora. Lo anterior nos hace pensar que la estructura
tecnológica de este tipo de técnica de cultivo, incide en la aparición de
enfermedades fungosas, por encontrase las plantas cultivadas en un medio
cerrado, influyendo en la variación de los factores ambientales, comportándose
diferentes a las condiciones existentes en la tecnología tradicional, donde
existe una mayor circulación de aire y el cultivo se encuentra bajo la influencia
abierta de todos los factores, por ejemplo las precipitaciones, coincidiendo con
lo demostrado por (Thomas, 1946), citado por Walker, (1969), además de los
por ciento de inóculo primario que pueden existir en el interior de los túneles
alojados hasta en la misma tela de nylon y que producto a lo explicado
anteriormente no sufren muchos cambios en cuanto a su movilidad.
3.2.6- Análisis Económico del Trabajo.
Cuando se pretende hacer un análisis de valoración económica en este tipo de
investigación, donde se incursiona, en el estudio de la dinámica poblacional de
plagas fungosas relacionadas con los factores ambientales, a veces, es muy
difícil poder determinar con cierta precisión, el aporte económico del mismo a la
entidad, más aún, cuando la investigación está en una fase prematura para
poder llegar a conclusiones definitorias, como para establecer modelos de
pronóstico que se puedan respaldar científicamente.
Sí podemos afirmar, que esta investigación ayuda a establecer modelos de
pronósticos en un mediano a largo plazo y de está forma reducir las
aplicaciones de productos químicos, los cuales, en estos momentos y en la
tecnología que se investiga, relacionado con el comportamiento de las
enfermedades son programadas, causando efectos deletéreos sobre el medio
ambiente y de esta forma buscar vías para reducir la cantidad de plaguicidas,
trayendo consigo una disminución de los costos de producción.
En los anexos No.2 del trabajo, se expone una tabla donde aparecen los
productos más utilizados en estas casas de cultivo de la Empresa “Capitán
Tomás” y su precio en Moneda Nacional y en Moneda Libremente Convertible.
Hay que destacar que los productos aplicados para la prevención y el control
de estas tres enfermedades fungosas, tienen un alto costo en el mercado
internacional y son importado en su mayoría. Para realizarle el costo beneficio
o la viabilidad económica de esta investigación nos centraremos en la
residualidad que tiene cada uno de los productos aplicados, ya que esto es de
vital importancia a la hora de realizar cada una de las aplicaciones.
Como es un cultivo protegido y este es establecido en 5 meses, los productos
que se aplicaron desde la preparación de suelo hasta su cosecha fueron: el
Bromuro de metilo (producto este que por el daño que le causa a la capa de
ozono está prohibida su aplicación); y el mismo tiene un costo de $3 832.26/t
“CUC”, la aplicación de este producto se realiza antes del trasplante de las
posturas, ya que es un producto desinfectante del suelo.
Analizando otro producto, el oxicloruro de cobre, presenta un costo de
$0.62/Kg. MN y $2.15/Kg. CUC, el por ciento de residualidad es de 7 días por
lo que su aplicación en los 5 meses de cultivo seria de 21.
El Score otro de los productos importados, presenta un costo de $12.97/L MN y
$45.19/L CUC, presentando una residualidad de 10 días, por lo que su
aplicación en el periodo de plantación sería de 15 veces.
El Mancozeb, el costo del producto es de $ 0.99/Kg. MN y $ 3.50/Kg. CUC
tiene un período de residualidad de 7 días por lo que su frecuencia de
aplicación sería de 21.
Otro producto aplicado en el ciclo vegetativo del cultivo fue Amistar, el cual
tiene un costo de $22.23/L en MN y $70.00/L en CUC y su residualidad es 7
días después de ser aplicado, por lo que su frecuencia de aplicación sería de
21.
De acuerdo a las aplicaciones de productos fitosanitarios destinados al control
de enfermedades producidas por hongos, que se realizaron en la
investigación, se infiere que el costo, solo por el uso de estos, ascendió a $5.24
en MN y $562.45 CUC/ Túnel, destacando, que estas aplicaciones se
realizaron frecuentemente programadas, sin tener en cuenta el umbral
económico de cada enfermedad y la posible incidencia que tiene la temperatura
y la humedad, tal y como mostramos en los resultados del trabajo, por lo que si
se tiene un registro sobre el comportamiento de estos factores se podría
pronosticar la incidencia de estas.
Analizando las tablas donde se muestran los por ciento de infestación de cada
una de las enfermedades se deduce que el ataque o la aparición de las mismas
es debido a la presencia del inóculo primario en el lugar de la plantación (túnel),
y a la temperatura y humedad relativa, esto se corresponde con el desarrollo
del cultivo, ya que cuando este pasa de la 4ta a la 5ta decena su follaje es tal
que provoca dicho aumento, es por ello que la programación de las
aplicaciones debe hacerse previendo la presencia de la enfermedad y el por
ciento de infestación, relacionándolo con los factores abióticos y el desarrollo
fenológico del cultivo.
En la tabla 11, se muestra una valoración en cuanto a los productos que se
aplicaron, el número de aplicaciones y cuánto asciende por túnel el costo total
del control fitosanitario para enfermedades producidas por hongos.
Tabla 11. Costos de los productos por aplicación y No. de estas.
Costo/ aplicación
Costo/ No. de
aplicaciones
Producto # de aplicaciones
MN CUC MN CUCBromuro de
Metilo 1 - 172.45 172.45
Oxicloruro de Cobre
4 0.11 0.39 0.44 1.56
Score 4 0.35 1.22 1.40 4.88 Mancozeb 4 0.25 0.94 1.00 3.76 Amistar 4 0.60 1.89 2.40 7.56 TOTAL 17 1.31 176.44 5.24 562.45
IV.- CONCLUSIONES.
En las plantaciones de tomate, las enfermedades que más incidieron en la
etapa analizada, por su orden de incidencia fueron: A. solani., C. fulvum y P.
infestans.
La temperatura ambiente fue la que mayor influencia ejerció en la incidencia
sobre las enfermedades fungosas.
La enfermedad que mayor infestación y distribución manifestó en ambos
túneles fue A. solani.
La enfermedad que manifestó mayor resistencia a los tratamientos químicos
y a las podas de saneamiento en el túnel 19 fue P. infestans, demostrando
mayor agresividad y virulencia.
En la investigación, existió una mayor incidencia de hongos fitopatógenos
en la tecnología de casas de cultivo que en la tecnología tradicional.
V.- RECOMENDACIONES.
Darle continuidad a este trabajo, para enriquecer la base de datos y en un
futuro contar con un pronóstico más aceptado de la ocurrencia de
enfermedades fungosas en esta nueva tecnología de cultivo,
correlacionándolo con los factores abióticos, para las casas de cultivo de la
Empresa de Cítricos “Capitán Tomas”.
Ampliar la muestra para todos los cultivos establecidos bajo condiciones de
casas de cultivo, introduciendo otros factores de carácter biótico como: la
presencia de inóculos primarios en el momento de la plantación y las etapas
por las cuales transita el cultivo, además de ampliarlo a todo el año.
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Anexo No.1. COMPORTAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES EN AMBAS TECNOLOGÍAS.
MES DEC. T.CULTIVAR ALT.INF CLAD.INF PHY.INF T. AMB H.R. 11 2 1 0 0 0 28 59 11 3 1 1,4 0 0 31 58,5 12 1 1 0 0 0 28 85 12 2 1 0,3 0 0 31,5 58,5 12 3 1 3,8 0 0 30 55 1 1 1 35,4 0 0 32 41 1 2 1 33,4 0 0 27 51 1 3 1 41,5 0 0 25 69,5 2 1 1 44,2 0 0 31 53 2 2 1 45,5 8,8 0 32 67 2 3 1 40,4 9,4 0 32 74 3 1 1 20,6 3 0 36 54 3 2 1 8,4 1,2 0 26 85 1 3 1 0 0 0 30 73 2 1 1 0 0 0 32 53 2 2 1 0,3 0 0 33 72 2 3 1 1,8 0 0 32 74 3 1 1 9 0 0 34 81 3 2 1 27,4 0 0 29 85,5 3 3 1 48,6 1 0 27 85 4 1 1 52,6 4,8 0 29,8 78 4 2 1 42,4 5,1 3,8 27,5 85 4 3 1 42,4 8 7,4 24 77 5 1 1 22,2 2,1 35,2 27 77,5 5 2 1 6,6 2,2 55,6 32 71 5 3 1 6,6 1,8 66,2 34 74 1 1 2 0 0 0 18,5 73 1 2 2 0 0 0 22,1 84 1 3 2 3,5 0 0 18,6 73 2 1 2 3 0 0 22 76 2 2 2 4,5 0 0 22,1 81 2 3 2 6 0 0 24,2 82 3 1 2 5 0 0 25,2 83 3 2 2 9 0 0 26,3 87 3 3 2 8 0 0 27,6 87 4 1 2 7 0 0 18,2 71 4 2 2 11 0 0 25,4 85
Anexo No.2. PRECIOS DE LOS PRODUCTOS UTILIZADOS PARA EL TRATAMIENTO DE LAS PLAGAS FUNGOSAS PRESENTADAS EN LOS TUNELES.
PRECIOS PRODUCTO MN MLC
BROMURO DE METILO GL 98
- 3 832.26/t
SCORE 25% EC 12.97/L 45.19/L
OXICLORURO DE COBRE
0.617/kg 2.15/kg
MANCOZEB 0.94/kg 3.50/kg AMISTAR 22.23/L 70/L
TOTAL 37.56 3955,9
Anexo No.3. ANÁLISIS ESTADÍSTICO CON AMBAS TECNOLOGÍAS.