universidad de salamanca facultad de filosofÍa

562
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA “HERÁCLITO: NATURALEZA Y COMPLEJIDAD” TESIS DOCTORAL GUSTAVO FERNÁNDEZ PÉREZ DIRECTOR: Dr. D. LUCIANO ESPINOSA RUBIO DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y LÓGICA Y FILOSOFÍA DE LA CIENCIA. ÁREA DE FILOSOFÍA. SALAMANCA, 2009.

Upload: others

Post on 23-Nov-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA

UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

FACULTAD DE FILOSOFIacuteA

ldquoHERAacuteCLITO NATURALEZA Y COMPLEJIDADrdquo

TESIS DOCTORAL

GUSTAVO FERNAacuteNDEZ PEacuteREZ

DIRECTOR

Dr D LUCIANO ESPINOSA RUBIO

DEPARTAMENTO DE FILOSOFIacuteA Y LOacuteGICA Y FILOSOFIacuteA DE

LA CIENCIA AacuteREA DE FILOSOFIacuteA

SALAMANCA 2009

2

3

laquoHERAacuteCLITO NATURALEZA Y COMPLEJIDADraquo

Trabajo presentado por Gustavo Fernaacutendez Peacuterez bajo

la direccioacuten del Dr D Luciano Espinosa Rubio para optar al

tiacutetulo de ldquodoctorrdquo por la Universidad de Salamanca

Salamanca 2009

4

5

bdquoUnd das ist all mein Dichten und Trachten

dass ich in Eins dichte und zusammentrage

was Bruchstuumlck ist und Raumlthsel und grauer Zufallldquo

Nietzsche AsZ II bdquoVon der Erloumlsungldquo

ldquoTomorrow and tomorrow and tomorrow

Creeps in this petty pace from day to day

To the last syllable of recorded time

And all our yesterdays have lighted fools

The way to dusty death Out out brief candle

Lifes but a walking shadow a poor player

That struts and frets his hour upon the stage

And then is heard no more It is a tale

Told by an idiot full of sound and fury

Signifying nothingrdquo

Shakespeare Macbeth act 5 scene 5 19-28

6

7

A mi familia mi naturaleza A Irene mi complejidad

A quienes no sabriacutea no querer

8

9

laquoAGRADECIMIENTOSraquo0

Una vez finalizado un trabajo de estas caracteriacutesticas uno reconoce

de inmediato que por novedoso que sea el enfoque siempre hay una valio-

sa participacioacuten de personas que han intervenido para hacerlo realidad Mi

maacutes sincero agradecimiento a todas ellas por haber contribuido a mejorarlo

sea con criacuteticas consejos comentarios o sugerencias bibliograacuteficas Gra-

cias tambieacuten por el aliento y la confianza

Agradezco al director de esta tesis Luciano Espinosa la pulcritud y

seriedad de su trabajo maacutes proacuteximo a la amistad que a la simple relacioacuten

acadeacutemica Tambieacuten la generosidad y las ensentildeanzas de todos estos antildeos

cuya huella fue es y seraacute indeleble Espero que sigas nadando en todas las

aguas del saber sin estancarte jamaacutes aunque a veces sea preciso hacerlo a

contracorriente

Agradezco a Alberto Medina la amabilidad y dedicacioacuten con las que

se ha prestado para revisar todos los textos griegos que aparecen en este es-

crito ameacuten de facilitarme muacuteltiples referencias bibliograacuteficas Sin duda te

debo ndashpor contagio y magisterio- mi amor por el mundo griego sin olvidar

la labor pareja de tu mujer Mordf del Carmen a este respecto Debo tener un

recuerdo para Baltasar Saacutenchez mi profesor de filosofiacutea en el instituto que

me presentoacute y me ensentildeoacute a valorar la filosofiacutea

0 Este trabajo se ha beneficiado para su realizacioacuten de distintas becas Beca de matriacutecula

para la realizacioacuten de estudios de tercer ciclo (Universidad de Salamanca 2004) Beca

de formacioacuten de personal investigador (FPI-Junta de Castilla y Leoacuten 2004) y Beca del

programa nacional de formacioacuten del profesorado universitario (FPU-Ministerio de

Educacioacuten y Ciencia 2006)

10

No puedo olvidar a mis profesores en la Universidad de Salamanca

que me ayudaron a dar un salto cualitativo en el campo de la filosofiacutea Ma-

riano Aacutelvarez Mordf del Carmen Paredes Cirilo Floacuterez Joseacute Mordf Gordf Goacutemez-

Heras etc Tampoco a mis amigos y amigas (amicus certus in re incerta

cernitur) ni a mis compantildeeros del IES laquoIsabel de Castillaraquo (Aacutevila) en el

que conociacute la filosofiacutea como alumno y al que he tenido la suerte de regresar

como profesor

Agradezco a mi familia todo el apoyo que me ha dado en este cami-

no lleno de altibajos y el esfuerzo que ha realizado en especial a mi madre

Rosa que supo educarme en un ambiente en el que se respiraba el amor por

la cultura transmitieacutendome el haacutebito de apreciar y escudrintildear mis posesio-

nes maacutes preciadas los libros No puedo olvidar a mi novia Irene que me

ha ayudado y sufrido en esta empresa al tiempo que ha visitado todas las

bibliotecas y libreriacuteas universitarias de Madrid en busca de materiales Un

recuerdo tambieacuten para sus padres

Espero que algunas palabras de este escrito os digan cosa nueva y os

permitan volver o ir maacutes allaacute o al menos os recuerden el enorme alcance

de las intuiciones de los que primero filosofaron tan maltratados en estos

tiempos aciagos para la cultura claacutesica

ldquoNo solo el riacuteo es irrepetible

Tampoco se repiten la lluvia

el fuego el viento

las dunas del crepuacutesculo

No solo el riacuteo sugirioacute el fulano

Por lo pronto nadie puede mengana

contemplarse dos veces en tus ojosrdquo

Mario Benedetti ldquoVariaciones sobre un tema de Heraacuteclitordquo

11

laquoNOTA PRELIMINARraquo

A lo largo de este trabajo facilitamos el traductor de todos los textos

que se citen en castellano sin estarlo originalmente de no hacerlo se entien-

de que la traduccioacuten es nuestra Las citas de internet remiten a paacuteginas acti-

vas hasta la fecha Hemos tenido acceso al laquoTLGraquo para cotejar los textos

griegos de otros autores citados en este escrito por cortesiacutea del Departa-

mento de Filologiacutea Claacutesica e Indoeuropeo de la Universidad de Salamanca

Tomamos el texto griego y la numeracioacuten de la edicioacuten claacutesica ale-

mana Diels Hermann Kranz Walther Die Fragmente der Vorsokratiker

vol I Berlin Weidmannshe Verlagsbuchhandlung 1960 Si bien hemos

tenido presentes a la vez entre otras Snell Bruno Die Fragmente des He-

raklit Tuumlbingen H Laupp 1944 Kirk Geoffrey S Heraclitus the Cos-

mic Fragments Cambridge University Press 1954 Mouraviev Serge He-

raclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents I Textes traduc-

tions apartas I-III Sankt Agustin Academia Verlag 2006 Marcovich

Miroslav Heraclitus Greek text with a short commentary Editio Maior

Meacuterida Los Andes University Press 1967 Kahn Charles H The Art and

Thought of Heraclitus An edition of the fragments with translation and

commentary Cambridge Cambridge University Press 1981 Bollack Jean

Wismann Heinz Heacuteraclite ou la seacuteparation Paris Les Eacuteditions de Minuit

1972 Conche Marcel Heacuteraclite Fragments Paris PUF 1986 Colli

Giorgio La sapienza greca vol 3 ldquoEraclitordquo Milano Adelphi 1982 Pra-

deau Jean-Franccedilois Heacuteraclite Fragments (citations et teacutemoignages) Pa-

ris Flammarion 2004

Para la traduccioacuten castellana hemos seguido la versioacuten Bernabeacute Al-

berto De Tales a Demoacutecrito Fragmentos presocraacuteticos Madrid Alianza

1988 (lo mismo sirve ndashsi no se indica lo contrario- para el resto de los pre-

12

socraacuteticos que se citan en este trabajo salvo Parmeacutenides para el que segui-

mos Bernabeacute Alberto Peacuterez de Tudela Jorge Parmeacutenides Poema (frag-

mentos y tradicioacuten textual) Madrid Aacutegora 2007) Hemos tenido presentes

tambieacuten las versiones Geoffrey S Kirk John E Raven Malcolm Scho-

field Los filoacutesofos presocraacuteticos Madrid Gredos 1987 (trad cast Jesuacutes

Garciacutea) Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria Los Filoacutesofos presocraacuteticos

vol I Madrid Gredos 1978 Garciacutea Calvo Agustiacuten Razoacuten comuacuten Edi-

cioacuten ordenacioacuten traduccioacuten y comentario de los restos del libro de Heraacute-

clito Zamora Lucina 1985 Dejamos abierta la posibilidad de tomar la res-

ponsabilidad en la traduccioacuten de aquellos teacuterminos que consideremos espe-

cialmente problemaacuteticos o importantes para nuestra interpretacioacuten de Heraacute-

clito notificaacutendolo y justificaacutendolo debidamente si se diera el caso

Por uacuteltimo dada la orientacioacuten de este trabajo no entraremos en la

exposicioacuten de la vida de Heraacuteclito ni en la del contexto socio-poliacutetico de la

Grecia arcaica de entrada por no redundar en cosas ya sabidas Para una

visioacuten completa de estos aspectos cfr Garciacutea Quintela Marco El rey me-

lancoacutelico Antropologiacutea de los fragmentos de Heraacuteclito Madrid Taurus

1992 Bendala Manuel ldquoLos albores de Greciardquo Historia 16 nordm 9 (1988)

Alonso Troncoso Viacutector ldquoEl genio de Greciardquo Historia 16 nordm 10 (1988)

Alonso Troncoso Viacutector ldquoPara una historificacioacuten de Heraacuteclitordquo en Poacutelis

nordm 6 (1994) pp 5-31 VVAA El mundo griego Madrid Naacutejera 1987

13

IacuteNDICE

Introduccioacuten sentido en intencioacuten

1 Mirada prospectiva La complejidad de la naturaleza [p 19]

2 Mirada retro-prospectiva Nuestra interpretacioacuten de Heraacuteclito [p

28]

3 Mirada retrospectiva Sentido e intencioacuten [p 36]

1ordf parte

Discurso preliminar naturaleza y complejidad

Cap 1 La hermeneacuteutica como meacutetodo para volver al pasado

1 La hermeneacuteutica como ars interpretandi [p 47]

2 Los pre-juicios como aacutembito pre-dado de sentido [p 51]

3 Del ciacuterculo hermeneacuteutico a la fusioacuten de horizontes [p 54]

4 El caraacutecter linguumliacutestico de la comprensioacuten [p 56]

5 La persistencia del legado filosoacutefico griego [p 61]

Cap 2 La filosofiacutea de la naturaleza como horizonte

1 La fiacutesica del siglo XX y sus consecuencias para la filosofiacutea natural

[p 73]

11 Horizonte ontoloacutegico un nuevo cosmos [p 76]

12 Horizonte epistemoloacutegico un nuevo modo de pensar [p

83]

2 Heraacuteclito y la filosofiacutea natural actual

21 iquestVuelta a los presocraacuteticos [p 89]

14

22 Algunos puentes entre Heraacuteclito y nuestro horizonte [p

95]

Cap 3 La complejidad como presupuesto

1 La ciencia de lo complejo [p 105]

2 La filosofiacutea de lo complejo [p 109]

2ordf parte

Discurso eco-enantio-loacutegico o sobre la naturaleza

Cap 4 La naturaleza como realidad radical

1 Inmediatez de la pregunta por la naturaleza en los presocraacuteticos [p

121]

2 La pregunta por la naturaleza y la buacutesqueda del primer principio

[p 125]

3 El fuego coacutesmico [p 140]

Cap 5 Los contrarios y el primer principio

1 La pregunta por el no-ser en los primeros presocraacuteticos [p 159]

11 Los contrarios en Anaximandro [p 170]

12 Los contrarios en Pitaacutegoras [p 178]

13 Los contrarios en Heraacuteclito [p 188]

Cap 6 Un pensamiento enantioloacutegico

1 La universalizacioacuten de las oposiciones

11 La oposicioacuten como motor del cosmos [p 207]

12 La controversia con Hesiacuteodo y Pitaacutegoras [p 215]

15

13 Los astros y el conocimiento del cosmos [p 233]

14 Una lectura actual de 22 B 124 DK

sect 1 Nota criacutetica sobre caos cosmos y azar en el mundo

griego [p 237]

sect 2 Sobre la inseparabilidad ordendesorden [p 245]

Cap 7 Un pensamiento ecoloacutegico

1 La buacutesqueda de la armoniacutea invisible

11 La trabazoacuten estructural de lo natural [p 253]

12 La estructura dinaacutemica de lo real [p 259]

13 El concepto de λόγος y la religacioacuten de la naturaleza [p

265]

14 El eterno juego del cosmos consigo mismo (22 B 52 DK)

[p 276]

Cap 8 Sobre lo divino

1 Lo divino como resolucioacuten de la oposicioacuten

11 El problema de lo divino [p 287]

12 La imagen completa del mundo theologia naturalis [p

290]

2 Heraacuteclito y la religioacuten popular [p 302]

21 Heraacuteclito y el orfismo [p 310]

3ordf parte

Discurso antropoloacutegico sobre la sabiduriacutea y su praacutectica

16

Cap 9 Elementos para una teoriacutea del conocimiento

1 El conocimiento del λόγος y sus consecuencias [p 335]

11 laquoDormidosraquo y laquodespiertosraquo como categoriacuteas epistemoloacute-

gicas [p 361]

12 El auto-conocimiento del λόγος interior [p 365]

Cap 10 Elementos para una eacutetica

1 El aspecto praacutectico del λόγος

11 La virtud y la vida seguacuten la naturaleza [p 371]

12 La eacutetica y el saber traacutegico [p 385]

Conclusioacuten Heraacuteclito naturaleza y complejidad [p 399]

Apeacutendices

A Platoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticos

1 Platoacuten la memoria frente a la palabra escrita [p 427]

2 Aristoacuteteles iquesthistoriador de la filosofiacutea [p 435]

B El destino del libro de Heraacuteclito

1 La evolucioacuten de la doxografiacutea [p 443]

2 Principales hitos editoriales [p 451]

C Nietzsche saber traacutegico e inocencia del devenir [p 461]

Bibliografiacutea [p 473]

17

laquoIntroduccioacuten Sentido e intencioacutenraquo

18

ldquoLas cosas de este mundo tienen sed

La realidad no sabe estarse quietardquo

Luis Garciacutea Montero

19

1 Mirada prospectiva La complejidad de la naturaleza

I

Heraacuteclito representa una provocacioacuten fundamental para la filosofiacutea

desde sus primeras luces El conjunto de sus sentencias entreveroacute con pas-

mosa lucidez las cuestiones esenciales de la philosophia perennis Soacutelo con

fines sistemaacuteticos se puede separar tajantemente en esos fragmentos la fiacute-

sica de la metafiacutesica la loacutegica la teologiacutea o la antropologiacutea Todos estos

aspectos son co-incidentes y estaacuten inter-conectados de suerte que se inten-

sifican mutuamente en una filosofiacutea que se antoja de una riqueza inagota-

ble Su relectura resulta harto provechosa para la filosofiacutea actual en cuanto

acomete sin anestesia ni subterfugios las contradicciones del universo en la

aurora del pensamiento griego Pero no se trata de volver al pasado con un

intereacutes laquoarqueoloacutegicoraquo puesto que esas preguntas lejos de haber sido su-

peradas siguen auacuten vigentes La filosofiacutea al contrario que las ciencias par-

ticulares estaacute inevitablemente trabada con su historia de modo que la nue-

va creacioacuten toma su laquoaliento vitalraquo ndashtambieacuten para pensar el presente- de la

persistencia de las creaciones del pasado1

Es verdad que escribioacute poco pero sin duda pensoacute mucho Lo confir-

man los restos de su libro una coleccioacuten de textos solemnes y misteriosos ndash

1 A este respecto cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos

Madrid FCE 1978 p 7 (trad cast Joseacute Gaos) Seguacuten Castoriadis evitar una lectura

laquoarqueoloacutegicaraquo del pasado no significa caer en una comprensioacuten erroacutenea del mismo ni

atribuirle problemas que no son suyos La verdadera interpretacioacuten filosoacutefica consiste en

un laquovaiveacuten perpetuoraquo entre los problemas del pasado y los del presente buscando las

laquoencrucijadasraquo donde confluyen las cuestiones perennes Cfr Castoriadis Cornelius Lo

que hace a Grecia 1 De Homero a Heraacuteclito Buenos Aires FCE 2006 p 291 (trad

cast Sandra Garzonio)

20

no podiacutea ser de otro modo puesto que tratan de ese misterio que es la natu-

raleza el hombre lo divino- que han llegado hasta nosotros refutando al

tiempo al silencio a la palabra Incluso en su pulverizacioacuten esos textos son

laquomonumentalesraquo Se pueden ordenar en la disposicioacuten que se quiera ndashde

hecho como es sabido son muacuteltiples y variados los intentos de ajustar los

vestigios del libro heracliacuteteo- pero siempre resultaraacute una trama de laquorelacio-

nes significativas prospectivas y retrospectivasraquo y el movimiento de uno

seraacute retomado y continuado por otro Ademaacutes la literatura arcaica presenta

una estrecha relacioacuten entre forma y pensamiento de suerte que laquode pocas

palabras se puede sacar muchoraquo2

Heraacuteclito atisboacute como pocos la complejidad de la naturaleza ndashsentildea-

lando a un tiempo la naturaleza de la complejidad- por medio de una filo-

sofiacutea que no esquiva la relacioacuten paradoacutejica entre lo uno y lo muacuteltiple y que

comprende en una misma pero pujante intuicioacuten el horizonte de lo coacutesmico

lo humano y lo divino La naturaleza causa de vida y movimiento es en

este contexto una realidad auto-poeacutetica en sentido etimoloacutegico determina-

da de un modo inmanente por las presencias y relaciones que ella misma

2 Cfr Fraumlnkel Hermann Poesiacutea y filosofiacutea de la Grecia Arcaica Madrid Visor 1993

pp 19-20 (trad cast Ricardo Saacutenchez) Transitar por las sinuosas liacuteneas del pensamien-

to presocraacutetico supone una decidida laquovoluntad hermeneacuteuticaraquo sea para intentar hilvanar

una laquopalabraraquo descosida en muacuteltiples retales sea para tratar de iluminarla a pesar de su

apariencia subrepticia y enigmaacutetica Uno de los problemas previos que no de menor im-

portancia para valorar en conjunto la filosofiacutea arcaica es el de la transmisioacuten de los tex-

tos sin olvidar la determinacioacuten del valor relativo de los mismos La ventaja de conser-

var textos completos e inmediatos se nos ha negado en lo que respecta a estos filoacutesofos

La mayoriacutea son mediatos y a veces estaacuten laquocontaminadosraquo por los intereses del autor que

los cita ndashno siempre de primera mano- Cfr Robin Leon El pensamiento griego y los

oriacutegenes del espiacuteritu cientiacutefico Meacutexico UTEHA 1962 p 7 (trad cast Joaquiacuten Xirau)

Cfr Apeacutendice B ldquoEl destino del libro de Heraacuteclitordquo pp 443-459

21

determina naturante a un tiempo que naturada por decirlo en teacuterminos

spinozianos

El presente escrito se centra en la interpretacioacuten heracliacutetea de la natu-

raleza (φύσις) en las ideas contradictorio-complementarias de πόλεμος y

λόγος a la luz del pensamiento actual sobre la complejidad por eso nues-

tra lectura puede adjetivarse como eco-enantio-loacutegica si se nos permite el

teacutermino que detallaremos en lo sucesivo3 Se trata de proponer un ejercicio

de revitalizacioacuten del pensamiento arcaico esto es de acercarnos al pasado

sin perder de vista los problemas del presente siendo conscientes en todo

momento de la distancia ndashtemporal e intelectual- que nos separa con la in-

tencioacuten de buscar un enriquecimiento mutuo4

Entendemos las nociones de πόλεμος y λόγος en absoluta respecti-

vidad como dos modos loacutegicos de expresar una unidad ontoloacutegica elemen-

tal Estos dos conceptos permiten componer (des-componerre-componer)

la unidad-multiplicidad del cosmos sin cercenar su complejidad asiacute como

pensar la naturaleza ndashde un modo semejante a la ciencia actual salvando

3 Como introduccioacuten a este tema cfr Fernaacutendez Peacuterez Gustavo ldquoHeraacuteclito a la luz de

Edgar Morin de la complejidad de la naturaleza a la naturaleza de la complejidadrdquo en

Azafea nordm 9 (2007) pp 147-178 4 Puede resultar paradoacutejico que se pretenda destapar la actualidad de un filoacutesofo arcaico

Opina Aubenque al hilo de Aristoacuteteles que la actualidad de un filoacutesofo antiguo se pue-

de entender de dos formas ldquola del que vive todaviacuteardquo y ldquola del que vive de nuevordquo Esto

es la persistencia del intereacutes de sus ideas a pesar del alejamiento temporal o la renova-

cioacuten de las mismas de un modo inversamente proporcional a su lejaniacutea Entendemos que

la actualidad de Heraacuteclito estriba en este uacuteltimo sentido ya que despueacutes de un largo si-

lencio se ha vuelto a escuchar su palabra de la mano de la fiacutesica actual que nos revela

una naturaleza fluyente y en algunos niveles contradictoria a la par que mesurada Cfr

Aubenque Pierre ldquoLa actualidad de Aristoacutetelesrdquo en Daimon nordm 22 (2001) p 9

22

las distancias- a un tiempo como ordendesorden necesidadazar serdeve-

nir5 etc

Nos encontramos en suma ante dos potentes intuiciones con un ca-

lado onto-episteacutemico radical por un lado la tensioacuten la oposicioacuten la inse-

parabilidad o armoniacutea de los contrarios (aspecto enantioloacutegico) por otro la

inter-retro-accioacuten de todos los planos de lo real (aspecto ecoloacutegico en sen-

tido etimoloacutegico)6 que preconiza una laquonuevavieja alianzaraquo entre el hom-

bre y la naturaleza entre la razoacuten y la vida Estos dos aspectos opuestos

pero complementarios se contraponen a la cosmovisioacuten de la ciencia claacutesi-

ca que separa al sujeto del objeto de conocimiento (y a eacuteste de su medio) y 5 El pensamiento de Heraacuteclito vuelve a estar en boga a tenor de los resultados de la cien-

cia de nuevo cuntildeo que nos ha legado una visioacuten del universo mucho maacutes dinaacutemica y

compleja (ldquoheracliacuteteardquo) frente a la visioacuten inmutable (ldquoparmeniacutedeardquo) que del mismo nos

habiacutea legado la mecaacutenica claacutesica Cfr Christidis Theodoros ldquoHeraclitus two views on

change and the physics of complexityrdquo en Philosophical Inquiry vol 19 nordm 1-

2 (1997) pp 52-70 Sobre la contraposicioacuten entre el caraacutecter ldquoparmeniacutedeordquo de la fiacutesica

moderna y el ldquoheracliacuteteordquo de la contemporaacutenea cfr Thom Reneacute ldquoDeterminismo e in-

novacioacutenrdquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tusquets 1996 p

68 (trad cast Joaquiacuten Boya) 6 La laquoecologiacutearaquo que aquiacute se propone no es antropoceacutentrica es decir no estaacute centrada en

el ser humano ni entiende que eacuteste se encuentra por encima o aparte de la naturaleza

como fuente de todo sentido quedando para aqueacutella un valor meramente instrumental

Cfr Capra Fritjof La trama de la vida Barcelona Anagrama 1998 p 29 (trad cast

David Sempau) Antes bien se ajusta a los imperativos de un contexto presocraacutetico es-

to es no separa a los humanos de su entorno natural que es su casa (οἶκος) ni ve al

mundo como un estado de objetos aislados sino como una red de procesos interconecta-

dos e interdependientes Si bien a diferencia de Capra en el caso que nos ocupa el ser

humano tiene un cierto predominio ontoloacutegico sobre lo natural en cuanto es el uacutenico ser

del cosmos dotado de razoacuten y palabra (λόγος) pudiendo por tanto hacer cuestioacuten de siacute

mismo y del propio cosmos

23

elimina la relacioacuten esto es la tensioacuten entre los contrarios apostando por el

predominio exclusivo de unos sobre otros (el orden sobre el desorden la

necesidad sobre el azar7 etc)

II

La filosofiacutea natural actual presenta muchas perspectivas diversas pe-

ro acaso la que maacutes se ajusta al pensamiento heracliacuteteo sea la propuesta de

Edgar Morin quien lo cita en muacuteltiples ocasiones al hilo de problemas del

presente Especialmente destaca del presocraacutetico la amplitud de miras y la

confrontacioacuten con las muacuteltiples contradicciones de la naturaleza8

Heraacuteclito es uno de los pensadores maacutes oscuros de todos los tiempos

Morin uno de los maacutes luminosos de la actualidad El primero es un punto

de referencia para todo aquel que se interese por la filosofiacutea el segundo el

precursor del pensamiento complejo Las sentencias de Heraacuteclito precisan

con intensa determinacioacuten la complejidad de la naturaleza asumen la pro-

blemaacutetica relacioacuten entre los contrarios e intentan aprehender sin escisiones

la totalidad de lo que hay Los escritos de Morin emprenden el estudio de

uno de los temas de nuestro tiempo la naturaleza de la complejidad9 7 Cfr Prigogine Ilya Stengers Isabelle La nueva alianza Madrid Alianza 2002 p

271 (trad cast Manuel Garciacutea Mordf Cristina Martiacuten) Sobre este tema cfr Moscovici

Serge ldquoLa historia humana de la naturalezardquo en Prigogine Ilya et al El tiempo y el

devenir Actas del Coloquio Internacional de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

pp 123-138 (trad cast Joseacute A Aacutelvarez) 8 ldquoRegreso sin cesar a las contradicciones-madre de Heraacuteclito la unioacuten de la unioacuten y la

desunioacuten del acuerdo y la discordia vivir de muerte morir de vidardquo Morin Edgar Mis

demonios Barcelona Kairoacutes 1995 p 71 (trad cast Manuel Serrat) Sobre el papel de

la contradiccioacuten en el pensamiento complejo y su relacioacuten con Heraacuteclito volveremos 9 ldquoReconocer la complejidad hallar los instrumentos para describirla y acometer una re-

lectura dentro de este nuevo contexto de las relaciones cambiantes del hombre con la

24

Como es bien sabido la obra maacutes importante de Morin es El Meacutetodo

(seis voluacutemenes) donde lleva a cabo una investigacioacuten transdisciplinar que

intercomunica los planos de la materia la vida y el pensamiento ndashtomados

en un sentido amplio- por medio de una relacioacuten recursiva y multidimen-

sional10 Pero el Meacutetodo que propone Morin poco o nada tiene que ver con

el de Descartes No se trata de obedecer las indicaciones de un camino pre-

viamente delimitado sino de inventar constantemente el camino durante la

propia buacutesqueda Nada maacutes lejos de esta visioacuten del meacutetodo que la imagen

moderna del mismo compuesta por un conjunto mecaacutenico de reglas para la

consecucioacuten de un fin previsto11

Si Heraacuteclito estaacute en lo cierto cuando advierte que la realidad es movi-

miento constante entonces una concepcioacuten del meacutetodo como eacutesta resulta

cuanto menos limitada porque ante situaciones complejas (mudables e in-

ciertas) los programas sirven de poco En las situaciones complejas esto es

naturaleza son los problemas cruciales de nuestra eacutepocardquo Prigogine Ilya ldquoLa lectura de

lo complejordquo en iquestTan soacutelo una ilusioacuten Una exploracioacuten del caos al orden Barcelona

Tusquets 1993 p 46 (trad cast Francisco Martiacuten) 10 Los seis voluacutemenes del Meacutetodo han sido publicados en Seuil (Paris) y traducidos al

castellano por Ana Saacutenchez en Caacutetedra (Madrid) Cfr La Meacutethode 1 La Nature de la

Nature 1977 (1981) La Meacutethode 2 La Vie de la Vie 1980 (1983) La Meacutethode 3 La

Connaissance de la Connaissance 1986 (1988) La Meacutethode 4 Les Ideacutees 1991 (1992)

La Meacutethode 5 LrsquoHumaniteacute de lrsquoHumaniteacute 2001 (2003) La Meacutethode 6 LEacutethique 2004

(2006) 11 ldquoAsiacute pues entiendo por meacutetodo reglas ciertas y faacuteciles mediante las cuales el que las

observe exactamente no tomaraacute nunca nada falso por verdadero y no empleando inuacutetil-

mente ninguacuten esfuerzo de la mente sino aumentando siempre gradualmente su ciencia

llegaraacute al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capazrdquo Descartes Reneacute

Reglas para la direccioacuten del espiacuteritu Madrid Alianza 2003 regla IV p 79 (trad cast

Juan M Navarro Cordoacuten)

25

alliacute donde aparece una contradiccioacuten ineludible alliacute donde en un mismo es-

pacio conviven ordendesorden necesidadazar es preciso adoptar un meacute-

todo que no soacutelo preceda a la experiencia sino que ademaacutes proceda de ella

que sea capaz de aprender e inventar en su propio caminar capaz de tender

cuerdas tensas sobre el abismo entre la evidencia y la perplejidad

De lo que se trata en definitiva es de preparar el camino para una

laquonueva alianzaraquo entre el hombre y la naturaleza la relacioacuten laquoaacutentropo-bio-

coacutesmicaraquo que envuelve al hombre a la vez que estaacute en su interior con la

intencioacuten de no recusar los retos del presente Para ello es preciso arribar a

un nuevo tipo de racionalidad (distinta de la tradicional cercana a la de los

presocraacuteticos aunque con una diferencia obvia en los lenguajes) de caraacutecter

laquorecursivoraquo laquodialoacutegicoraquo y laquoauto-eco-organizacionalraquo

1- La idea de laquorecursividadraquo trata de ir maacutes allaacute de la simple laquoretro-

actividadraquo por medio de un bucle donde las consecuencias ndashdesde el

punto de vista loacutegico- o los productos ndashdesde el punto de vista onto-

loacutegico- son al mismo tiempo causantesproductores del proceso mis-

mo que los causa o produce

2- La idea de laquodialoacutegicaraquo prescribe la posibilidad de pensar en un

mismo marco episteacutemico instancias opuestas a un tiempo que com-

plementarias sin sofocar la tensioacuten que brota de toda contradiccioacuten

(por ejemplo permite mantener la unidad en el seno de la multiplici-

dad y al reveacutes) La dialoacutegica es el diaacutelogo entre lo loacutegico y lo empiacute-

rico entre lo racional y lo irracionalizable Su origen se remonta a

Heraacuteclito reitera Morin aunque en el mundo contemporaacuteneo encon-

tramos un buen ejemplo en el fiacutesico Niels Bohr quien postuloacute la ne-

cesidad de aceptar racionalmente la complementariedad de dos con-

26

ceptos aparentemente contradictorios como los de laquoondaraquo y laquocorpuacutes-

culoraquo12

3- La idea de laquoauto-eco-organizacioacutenraquo por uacuteltimo sostiene que todo

sistema para mantener su autonomiacutea necesita paradoacutejicamente de

una relacioacuten de aperturadependencia con el medio o ecosistema del

que se alimenta y al que alimenta13

III

El presente trabajo precisa que caminemos con cautela sin dar nada

por supuesto ni tomar atajos no tanto en liacutenea recta como en espiral14 Asiacute

se entiende el acercamiento hermeneacuteutico al pasado a partir de Heidegger y

Gadamer Eacuteste uacuteltimo ha insistido en que nunca observamos la historia co-

mo algo externo sino que siempre estamos en tanto seres histoacutericos laquoden-

troraquo de la historia que tratamos de comprender que el observador no puede

ser apartado de la observacioacuten que no es posible adoptar un punto de vista

12 Cfr Bohr Niels La teoriacutea atoacutemica y la descripcioacuten de la naturaleza Madrid Alian-

za 1988 p 66 (trad cast Miguel Ferrero) Para profundizar en las consecuencias epis-

temoloacutegicas de la complementariedad cfr Rioja Ana ldquoLa filosofiacutea de la complementa-

riedad y la descripcioacuten objetiva de la naturalezardquo en Revista de Filosofiacutea vol V nordm 8

(1992) pp 266-278 13 Cfr Morin Edgar et al Educar en la era planetaria Valladolid Universidad de Va-

lladolid-UNESCO 2002 pp 27-33 Sobre esto volveremos 14 El tema central de esta tesis es la filosofiacutea de la naturaleza de Heraacuteclito Las alusiones

al pensamiento de nuestro tiempo (en especial al de Morin) son recursos hermeneacuteuticos

que sirven por un lado para constatar la actualidad de la filosofiacutea heracliacutetea y por otro

para rendir cuentas a los retos del presente en lo que respecta a la filosofiacutea natural Todo

ello pretende quedar integrado en la propia fluencia del discurso tomando los fragmen-

tos como liacutemite y punto de referencia ineludible

27

aseacuteptico y que el mayor de los prejuicios resulta justamente de la ilusioacuten

de no tenerlos Una vez dicho esto no estaacute de maacutes recordar que el inicio del

pensamiento occidental no es algo que se nos deacute inmediatamente sino que

necesariamente tenemos que volver a eacutel partiendo de otro punto laquoel mundo

del observadorraquo15

En su opinioacuten la metodologiacutea positivista no basta para dar cuenta de

los problemas de interpretacioacuten que afectan a las ciencias humanas la com-

prensioacuten por tanto nunca es inmediata sino necesariamente mediata Toda

interpretacioacuten (Auslegung) que pretenda comprensioacuten parte de una precom-

prensioacuten de lo que se ha de interpretar se trata del laquociacuterculo hermeneacuteuticoraquo

que no es cerrado o vicioso como sentildealoacute Heidegger sino abierto y recursi-

vo16 El inteacuterprete que parte de una situacioacuten espacio-temporal distinta y

distante del texto tiene que reconocer lo distinto en lo distante para permi-

tir una aproximacioacuten entre un laquomundoraquo con sus particularidades faacutecticas e

histoacutericas y otro se trata de lo que Gadamer ha denominado laquofusioacuten de ho-

rizontesraquo17

Nuestro propoacutesito en suma es explorar esta nueva viacutea de interpreta-

cioacuten en los estudios heracliacuteteos que ndashen lo posible- no pierda de vista los

problemas que suscita para el pensamiento contemporaacuteneo asiacute como para

la ciencia la comprensioacuten de la naturaleza No se trata de un camino unila-

teral sino repleto de encrucijadas Del mismo modo no se trata de descartar

15 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoLa aproximacioacuten hermeneacuteutica al origenrdquo en El inicio

de la filosofiacutea occidental Barcelona Paidoacutes 1995 p 24 (trad cast Ramoacuten Alonso Mordf

Carmen Blanco) 16 Cfr Heidegger Martin Ser y tiempo Meacutexico FCE 1998 pp 170-172 (trad cast

Joseacute Gaos) Cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo Salamanca Siacutegueme 1977

pp 362-363 (trad cast Ana Agud Rafael de Agapito) Sobre esto volveremos 17 Cfr Ibid pp 466-468

28

o sustituir otras interpretaciones ni de prescindir de ellas sino ndashacaso- de

complementarlas Tenemos presente en todo momento la enorme distancia

ndashtemporal e intelectual- que separa a Heraacuteclito de nuestro horizonte episteacute-

mico Simplemente entendemos que su pensamiento no carece de actuali-

dad ni se reduce a la toacutepica constatacioacuten del incesante devenir de la natura-

leza (πάντα ῥεῖ)

2 Mirada retro-prospectiva Nuestra interpretacioacuten de Heraacuteclito

I

El hombre es el uacutenico ser del cosmos donde se anudan lo oacutentico y lo

ontoloacutegico Esa fue acaso la maacutes alta ensentildeanza de los presocraacuteticos la ne-

cesidad de pensar unidos los dos temas capitales de la filosofiacutea arcaica por

un lado el estudio de la naturaleza entendida como sustento baacutesico como

esencia y primer principio de cada ente por otro el estudio del hombre en-

tendido como ser natural y animal racional que tiene la capacidad de cues-

tionar todo lo que le rodea para intentar comprenderlo18

18 La necesidad de pensar unidos los problemas coacutesmicos y los problemas humanos que

puso de manifiesto la filosofiacutea presocraacutetica ha sido retomada en nuestro tiempo por la

fiacutesica Pero aunque se consiga culminar esta revolucioacuten inacabada que intenta la unifi-

cacioacuten de las fuerzas fundamentales del universo auacuten quedaraacute una cuestioacuten baacutesica por

resolver Como dijo Max Planck ldquoLa ciencia es incapaz de resolver el misterio uacuteltimo

de la naturaleza Y ello se debe en un uacuteltimo anaacutelisis a que nosotros mismos formamos

parte de la naturaleza y por tanto del misterio que estamos intentando resolverrdquo Planck

Max ldquoEl misterio de nuestro serrdquo en Wilber Ken (Ed) Cuestiones cuaacutenticas Escri-

tos miacutesticos de los fiacutesicos maacutes famosos del mundo Barcelona Kairoacutes 2005 p 213

(trad cast Pedro de Casso)

29

A pesar de encontrarse en un mundo que le sobrepasa y que no en-

tiende por completo el ser humano se halla iacutentimamente emparentado con

el sentido maacutes profundo del mismo del que no soacutelo es un insaciable busca-

dor sino ademaacutes un distraiacutedo portador Por eso su condicioacuten es laquotraacutegicaraquo

simeacutetrica a un tiempo que asimeacutetrica porque obedece ndashsin saberlo- a la ra-

zoacuten que todo lo gobierna El hombre atrapado entre dos mundos uno pro-

pio otro comuacuten es un laquomicro-cosmos-en-tensioacutenraquo asediado por un con-

flicto irresoluble en el liacutemite que separa el suentildeo de la lucidez

El hombre se cuestiona a siacute mismo cuestionando la naturaleza esto

es interioridad y exterioridad son dos aacutembitos permeables y absolutamente

correlativos que comparten unos ritmos y unas pautas comunes Por eso se

puede afirmar que Heraacuteclito es el primer filoacutesofo de la naturaleza en senti-

do estricto no porque sea el primero que se ocupe de ella pues ya lo hicie-

ron los milesios como es sabido sino porque entendemos que fue el prime-

ro que lo hizo de un modo propiamente filosoacutefico buscando relaciones y

conexiones que permitan pensar y reunir en unidad lo que aparentemente

no es maacutes que fragmento disperso y multiplicidad Puede objetarse que este

mismo motivo ya estaba presente en las intuiciones de los filoacutesofos anterio-

res pues todos trataron de pensar y reunir en unidad la multiplicidad dis-

persa de lo real no obstante entendemos que existe una diferencia que re-

sulta decisiva Por un lado Heraacuteclito va maacutes allaacute de la buacutesqueda del ἀρχή

postulando el concepto multidimensional de λόγος que atantildee de un modo

no menos radical al estatuto ontoepisteacutemico de lo real Por otro lado Heraacute-

clito no concibioacute una unidad que permaneciera al margen de la multiplici-

dad sino una laquounidad-multiplicidadraquo donde ambos elementos son insepara-

bles e indisolubles pues no soacutelo se refuerzan uno al otro sino que incluso

permanecen uno en otro ya que nunca encontramos una multiplicidad pura

30

sin ninguna presencia de la unidad ni viceversa Se trata en definitiva de

una unidad que no se puede entender sin la multiplicidad que no estaacute por

encima ni por debajo de los contrarios sino en los contrarios mismos

II

El estudio de la naturaleza nos ha obligado a enfrentarnos con un

concepto extraordinariamente extenso y no menos intenso en el que no soacute-

lo tiene cabida el mundo sino tambieacuten el hombre y lo divino en relaciones

de ida y vuelta Para acometer esta empresa hemos recurrido como recurso

hermeneacuteutico a las ideas de oposicioacuten y relacioacuten que permiten trabar y

explicar todos los aspectos de la naturaleza dentro de una perspectiva de-

nominada laquoeco-enantio-loacutegicaraquo en sentido etimoloacutegico por la importancia

que tienen tanto una como otra dentro del pensamiento de Heraacuteclito ambas

medidas y mediadas por el λόγος que contienen a la vez que las contiene

Aquiacute radica la especificidad de su filosofiacutea en el protagonismo que

adquiere el plano loacutegico pues no soacutelo incide sobre el plano fiacutesico sino que

ademaacutes lo determina La naturaleza por tanto se despliega fundamental-

mente como laquofuegoraquo (plano fiacutesico) y como laquorelacioacutenoposicioacutenraquo (plano loacute-

gico o eco-enantio-loacutegico) en el horizonte del tiempo y el devenir donde

todas las cosas aparecen y desaparecen de un modo incesante a la par que

inocente o amoral

Los primeros filoacutesofos buscaron un primer principio (ἀρχή) que fue-

ra incontestablemente sutil (asiacute el agua de Tales el aacutepeiron de Anaximan-

dro o el aire de Anaxiacutemenes) En este contexto suele situarse la filosofiacutea

de Heraacuteclito para el Efesio la naturaleza es un proceso iacutegneo incesante pe-

ro estable que da lugar a todas las cosas sin perder por ello su mismidad

puesto que en realidad el fuego no desaparece en cada una de sus determi-

31

naciones sino que simplemente laquose ocultaraquo de suerte que permanece laquoin-

visibleraquo en cada una de ellas Soacutelo asiacute se comprende que la unidad pueda

ser al mismo tiempo multiplicidad y al contrario Ciertamente nos encon-

tramos ante la misma intuicioacuten que tuvieron los milesios si bien entende-

mos que la potencia de la filosofiacutea heracliacutetea no reside en su concepcioacuten del

fuego sino en su concepcioacuten del λόγος que introduce el ritmo y la medi-

da en el fuego y en el propio devenir antropocoacutesmico

Heraacuteclito postuloacute un gran juego cosmoloacutegico donde tanto el laquoordenraquo

como el laquodesordenraquo (en ineludible interaccioacuten) son necesarios para la orga-

nizacioacuten del cosmos Ahiacute radica la potencia de la laquoarmoniacutearaquo de los contra-

rios como reconocieron Nicolaacutes de Cusa Hegel o Marx entre otros19 El

mundo de la multiplicidad es un mundo-en-contienda un gran laquocampo de

batallaraquo si se nos permite la imagen donde toda existencia nace de la dis-

cordia y vive en la tensioacuten No obstante no debemos entender en este con-

texto la laquoguerraraquo (πόλεμος) como un fenoacutemeno exclusivamente destruc-

19 Mencioacuten especial merece Hegel a este respecto Es sabido que concibe una razoacuten

esencialmente contradictoria como lo real mismo que no existe ni es conocido por en-

tero al mismo tiempo sino a lo largo del tiempo en un proceso dialeacutectico No habraacute

pensamiento verdadero que no sea dialeacutectico esto es que no asuma superando las

contradicciones de lo real En su opinioacuten Heraacuteclito fue el primero en reconocer la dia-

leacutectica como principio Aquiacute radica tambieacuten la principal diferencia entre ambos para

Heraacuteclito las contradicciones de lo real que ya es como tiene que ser son insuperables

pero Hegel atina al romper el ciacuterculo del tiempo presocraacutetico por medio de una espiral

que permite a lo real asumir lo anterior a la vez que trascenderlo No se olvide ademaacutes

que Hegel es uno de los pensadores que maacutes ha contribuido al estudio de los presocraacuteti-

cos dotaacutendoles de una actualidad que no han tenido antes ni se ha perdido despueacutes En

lo que respecta a Heraacuteclito cfr Hegel G W F Lecciones sobre la historia de la filo-

sofiacutea vol I Meacutexico FCE 1977 p 258 (trad cast Wenceslao Roces)

32

tivo sino tambieacuten productivo ya que procura encuentros e interacciones

entre todos los elementos de lo real dando lugar al laquocosmosraquo20

Ciertamente se necesita una intuicioacuten penetrante para encontrar den-

tro de la discordia visible una laquoarmoniacutea invisibleraquo (ἁρμονίη ἀφανής) que

introduce la justicia o justeza en el devenir (δίκην ἔριν) no en sentido mo-

ral sino loacutegico y ontoloacutegico permitiendo atisbar orden y medida donde no

habiacutea maacutes que desorden y oposicioacuten Noacutetese que a diferencia de Pitaacutegoras

quien defendiacutea el primado moral y ontoloacutegico de unos opuestos sobre otros

ndashseguacuten la tabla que nos facilitoacute Aristoacuteteles- Heraacuteclito entiende que soacutelo la

tensioacuten entre ellos y no su neutralizacioacuten conduce hacia la verdadera armo-

niacutea21 Dicho de otro modo la posicioacuten heracliacutetea trata de escapar de todo

antropocentrismo de todo mecanicismo reconociendo que el problema es-

triba en pensar la laquounidad-multiplicidadraquo del cosmos sin reabsorber redu-

cir ni relegar uno de los teacuterminos en favor del otro es decir se trata de

comprender coacutemo a partir de la discordia pueden surgir relaciones que arti-

culen e integren los teacuterminos contrarios sin eliminar su tensioacuten Lo que qui-

so Heraacuteclito en definitiva no fue concebir una unidad que se precipitara

sobre los contrarios para destensarlos sino una unidad que viviera y se rea-

lizase en la propia tensioacuten sin evitarla ni silenciarla

III

Heraacuteclito atisboacute por otro lado que en la naturaleza se da una esen-

cial conexioacuten entre todos sus componentes una concomitancia entre ele-

20 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos Barcelona

Kairoacutes 2003 p 90 21 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica Madrid Gredos 2002 A 5 986a 22ss (trad cast To-

maacutes Calvo)

33

mentos contrarios que se necesitan y se intensifican mutuamente La condi-

cioacuten de posibilidad de esta relacioacuten es el laquodevenirraquo horizonte del pensa-

miento heracliacuteteo maacutes que su tema central (no hay que olvidar que tiene

maacutes peso en su filosofiacutea la estabilidad que proporciona el λόγος que la

fluencia perpetua de todo lo que hay) Por otro lado reconocer la presencia

del devenir no significa concebir el cosmos como una representacioacuten absur-

da o sin sentido carente de loacutegica o sujeta al acaso El mundo resulta in-

concebible sin movimiento pero tambieacuten sin permanencia sin consisten-

cia sin la posibilidad por tanto de alguacuten tipo de existencia pues toda exis-

tencia presupone la mismidad de aquello que existe o lo que es lo mismo

su permanencia en el cambio Por decirlo en teacuterminos kantianos ldquoEl deve-

nir sin λόγος es ciego pero el λόγος sin devenir es vaciacuteordquo parafraseando

al prusiano en un sentido bien distinto

De este modo la naturaleza organizada esto es el laquofuego siempre-

vivo (πῦρ ἀείζωον) que se prende y apaga seguacuten medidas (μέτρα)raquo (cfr

22 B 30 DK) no es maacutes ni menos que un extraordinario complejo de re-

laciones que necesita del dinamismo para mantener su unidad como el bre-

baje llamado kykeṓn (cfr 22 B 125 DK) Dicho de otro modo la naturaleza

integra simultaacuteneamente todos los pares de contrarios a traveacutes del movi-

miento en un ciclo perpetuo e incesante Lo verdaderamente destructivo

para el cosmos (y para la vida) no es el movimiento que permite la com-

posicioacuten o estructuracioacuten de lo real sino el aislamiento derivado de la au-

sencia de movimiento de la ausencia de relacioacuten

La naturaleza en suma ndashlaquoinmortal y siempre jovenraquo como la adjeti-

voacute Anaximandro (cfr 12 B 2 DK)- es un complejo proceso que se regenera

constantemente por medio de la dialoacutegica entre el laquoprincipio de relacioacutenraquo y

el laquoprincipio de oposicioacutenraquo por asiacute decirlo donde el primero trata de so-

34

meter a medida al segundo mientras que eacuteste se resiste una y otra vez a ser

neutralizado dentro de una alternancia sin fin En este sentido oposicioacuten y

relacioacuten no son sino las dos caras de una misma moneda pues se trata de

dos elementos correlativos que en uacuteltimo teacutermino confluyen

IV

La persecucioacuten de la sabiduriacutea por uacuteltimo es otro de los elementos

decisivos dentro del pensamiento de Heraacuteclito La sabiduriacutea precisa una

aceptacioacuten incondicional de lo real sin omisiones ni subterfugios No obs-

tante para alcanzarla no basta con comprender la naturaleza sino que ade-

maacutes es menester actuar laquoseguacuten la naturalezaraquo (κατὰ φύσιν) de acuerdo

con ella siguiendo su ritmo y escuchando su laquopalabraraquo22 Soacutelo los despier-

tos que contemplan la batalla coacutesmica desde el punto de vista de la divini-

dad (sub specie totalitatis) como unidad relacional como coincidencia de

opuestos entienden la belleza de este sublime espectaacuteculo puesto que co-

nocen la medida insobornable que lo rige y posibilita pero los dormidos

que soacutelo tienen acceso a una parte aislada de la batalla y la destruccioacuten coacutes-

micas lo entienden unos como un espectaacuteculo aterrador (los que tratan de

comprenderlo desde su laquopropio entendimientoraquo (ἰδίαν φρόνησιν) o bien

atendiendo a los preceptos de la tradicioacuten) y otros como un espectaacuteculo

enteramente ajeno que nada tiene que ver con ellos (los que estaacuten sumidos

en el suentildeo maacutes profundo) La paradoja del cosmos que sea una comuni-

dad de medida y justeza a pesar del incesante devenir resulta incomprensi-

22 ldquoSu pretensioacuten singular consistioacute sobre todo en hablar escuchando a la misma natu-

ralezardquo Ramnoux Cleacutemence ldquoPresocraacuteticosrdquo en VV AA Historia de la filosofiacutea La

filosofiacutea griega vol 2 Madrid Siglo XXI 1969 p 9 (trad cast Santos Juliaacute Miguel

Bilbatuacutea)

35

ble para el hombre aletargado En este sentido la filosofiacutea de Heraacuteclito no

es sino laquouna apelacioacuten a una conciencia sobria y despiertaraquo23

En este punto Heraacuteclito parece anticipar las ensentildeanzas de los poe-

tas traacutegicos su penetrante reflexioacuten sobre el hombre y su puesto en el cos-

mos la tensioacuten irresoluble entre conocimiento y desconocimiento entre na-

turaleza y ambicioacuten o en definitiva entre caraacutecter y destino el reconoci-

miento de una potencia impersonal e inexorable que todo lo gobierna de la

que no pueden escapar dioses ni hombres y por uacuteltimo la laquosabiduriacutea del

liacutemiteraquo que invita a los hombres a pensar y a comportarse como hombres

dejando el resto a los dioses

V

Consciente de habitar un mundo vivo e interconectado en suma He-

raacuteclito tratoacute de desarrollar un pensamiento vivo e interconectado asumien-

do sin remilgos la condicioacuten traacutegica del hombre asiacute como las contradiccio-

23 Cfr Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega Madrid FCE 1990

p 159 (trad cast Joaquiacuten Xirau) Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p 348 La idea de la

relatividad de los contrarios como manifestaciones de una unidad fundamental y divina

que soacutelo una conciencia luacutecida y despierta es capaz de comprender es un planteamiento

semejante al de ciertas filosofiacuteas orientales como el taoiacutesmo y el budismo No se trata

de que todas las cosas sean iguales se reconoce la especificidad de los fenoacutemenos pero

al mismo tiempo se comprende que las diferencias y contrastes son relativos al interior

de una unidad dinaacutemica (no-dualidad) que implica un punto de vista absoluto y todo lo

incluye El miacutestico trasciende el dominio de los conceptos loacutegicos y de ese modo com-

prende ndashpese a las apariencias- la trabazoacuten uacuteltima de los contrarios que no son realida-

des absolutas ni desligadas sino aspectos distintos de una misma y velada realidad Por

otro lado todos los opuestos son solidarios de modo que su antagonismo no puede con-

ducir a la victoria de unos sobre otros sino a la expresioacuten de un juego mutuo Cfr Paacute-

niker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit pp 113-114

36

nes de lo real de un modo ciertamente pujante Heraacuteclito trazoacute un cuadro

del devenir antropocoacutesmico del enfrentamiento de los contrarios del ciclo

del tiempo pero no debemos olvidar que lo que verdaderamente le interesoacute

fue el hombre tan cercanamente emparentado con la naturaleza como ajeno

a ella tan proacuteximo a la clave de la realidad como distante de la misma La

naturaleza en este contexto ndashcomo en el nuestro curiosamente- debe ser

entendida como lo que religa articula y hace que se comuniquen en profun-

didad lo antropoloacutegico con lo fiacutesico y con lo metafiacutesico En eso radica bue-

na parte de la actualidad del pensamiento heracliacuteteo y por extensioacuten preso-

craacutetico

Heraacuteclito fue metafiacutesico sin dejar de ser fiacutesico pero sobre todo fue

filoacutesofo sin dejar de ser hombre se entiende entonces el intereacutes por desper-

tar a los dormidos en lugar de olvidarse de ellos se entiende su apuesta

por la vida se entiende que no trate de cosas extraordinarias inaccesibles o

inalcanzables sino de las cosas ordinarias de la vida captadas ndashen verdad-

con una nueva y dramaacutetica intensidad24 y asequibles a todo aquel que no se

comporte como si estuviera dormido que se muestre despierto y atento a la

laquopalabraraquo (λόγος) de la naturaleza que es tambieacuten su laquopalabraraquo

3 Mirada retrospectiva Sentido e intencioacuten

I

Entendemos que esta relectura del pasado sin aacutenimo de falsearlo ni

descontextualizarlo es nuestra modesta al tiempo que novedosa aportacioacuten

al conjunto de los estudios heracliacuteteos El tema central como se ha dicho

24 Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p 354

37

es la reinterpretacioacuten del pensamiento natural del oscuro presocraacutetico a la

luz del pensamiento complejo ndashcon las restricciones oportunas- de suerte

que sea posible una lectura laquoeco-enantio-loacutegicaraquo de los distintos planos de

lo real desde el universo hasta el ser humano por medio del λόγος que

todo lo hilvana En uacuteltima instancia se trata de despertar al hombre en laquolo

comuacutenraquo al modo heracliacuteteo de ser maacutes y vivir mejor a traveacutes del conoci-

miento a fin de conocernos conociendo la naturaleza

Nuestro reto estriba por tanto en ser capaces de alcanzar el maridaje

de la filosofiacutea presocraacutetica con el pensamiento contemporaacuteneo de un modo

convincente sin inconsistencias ni anacronismos esto pretende ser ademaacutes

una auteacutentica reivindicacioacuten de la filosofiacutea como reflexioacuten criacutetica se atien-

de al pasado para iluminar el presente y viceversa se destacan los temas

esenciales que constituyen el pensar humano y sus inquietudes se procura

en fin un ejercicio de laquorevitalizacioacutenraquo

La novedad del enfoque queda patente en la medida en que ser hu-

mano y universo son pensados en respectividad de modo que uno es ininte-

ligible sin el otro y a partir de ahiacute (laquoaacutentropo-cosmo-eco-enantio-logiacutearaquo) se

desgranan las consecuencias praacutecticas correspondientes En definitiva se

espera entretejer un conjunto armoacutenico e integrado interpelando a uno de

los grandes claacutesicos a la luz de la filosofiacutea actual de la complejidad

Lo que maacutes nos interesa no obstante es tratar de desentrantildear para la

contemporaneidad el sentido del pasado de la filosofiacutea No se trata de pre-

sentar un recuento de interpretaciones establecidas al modo de quien reali-

za un inventario en una biblioteca sino de intentar perpetrar ndashdentro de lo

posible- un diaacutelogo vivo con el pensamiento anterior Si la historicidad del

pensar es la posibilidad que el hombre tiene de actualizar el pasado pensan-

do el presente entonces no se hace otra cosa que volver a los problemas

38

perennes ahistoacutericamente recurrentes con luz siempre renovada En este

sentido retomar el pasado filosoacuteficamente no significa alcanzar mediante

refinadas teacutecnicas de reconstruccioacuten histoacuterica o filoloacutegica un conocimiento

objetivo e impersonal del pasado al que las tensiones e intereses de la vida

del presente le fueran enteramente ajenas La pretendida asepsia o nitidez

positivista soacutelo se conquista al precio de silenciar que esos pensamientos

respondieron al reto de su tiempo histoacuterico alimentaacutendose del mismo25

II

En todo momento tenemos presente la gravedad que comporta pro-

fundizar en la filosofiacutea presocraacutetica ameacuten del respeto que merece Lo que

se pretende es fundamentar una viacutea hermeneacuteutica audaz y auacuten por explorar

El tiacutetulo ldquoHeraacuteclito naturaleza y complejidadrdquo alude a dos cosas que por

lo pronto se nos antojan bien distintas Es sabido que laquonaturalezaraquo es un

concepto central para los presocraacuteticos laquocomplejidadraquo hace referencia a

temas que nos ocupan y preocupan en el presente Pudiera entonces pensar-

se quizaacute no sin razoacuten que se cae en la tentacioacuten de proponer una de esas

interpretaciones que se dicen actuales pero que a fin de cuentas no aportan

nada realmente provechoso En verdad pensamos que acaso no haya nada 25 ldquoNada es sin la memoria histoacuterica que lo mantiene vivo en el presente y que lo rescata

de la nada de la preteridad maacutes allaacute de los archivos doxograacuteficos en que permanece de-

positadordquo Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L ldquoAristoacuteteles como historiador de la filosofiacuteardquo en

Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael (Eds) En torno a Aristoacuteteles home-

naje al prof Pierre Aubenque Santiago de Compostela Universidad de Santiago 1998

pp 297-298 Por otro lado el pasado es ldquoirrecuperablerdquo como recuerda Goacutemez Espelo-

siacuten de modo que toda pretendida vuelta al mismo sin ldquomediacionesrdquo es una empresa de

antemano irrealizable Cfr Goacutemez Espelosiacuten F Javier ldquoLos riesgos de la distancia o

algunas reflexiones sobre la irrecuperabilidad del mundo antiguordquo en Cuadernos de

Filologiacutea Claacutesica nordm 23 (1989) pp 97-116

39

maacutes alejado de nuestra intencioacuten Tenemos que ver con Heraacuteclito de princi-

pio a fin tambieacuten con sus textos con las interpretaciones tradicionales de

su filosofiacutea y con el brillante trabajo que ha llevado a cabo la filologiacutea claacute-

sica a partir del s XIX especialmente en Alemania26

Se suele afirmar que de hecho

laquoExisten una historia filoloacutegica de la filosofiacutea y otra filosoacutefica [hellip] la his-

toria filoloacutegica avanza mediante la criacutetica destemplada muchas veces y

muchas veces justa de las interpretaciones de los filoacutesofos y la historia fi-

losoacutefica soacutelo puede edificarse sobre los resultados que los filoacutelogos esta-

blecen [hellip] Filoacutelogos y filoacutesofos se comportan muchas veces como si el

otro fuera un intruso en su campo o un mero auxiliar que reduce o tergi-

versa el material que el otro le ofreceraquo27

En cuanto anaacutelisis de la situacioacuten real quizaacutes sea cierto pero es pre-

ciso sentildealar que lo maacutes saludable no es tomar esto como pauta

laquoNi el filoacutesofo puede prescindir de las aclaraciones de la hermeneacuteutica fi-

loloacutegica ni el filoacutelogo alcanza a comprender todo el sentido de los textos

de los filoacutesofos sin la recurrencia a categoriacuteas filosoacuteficas No cabe una

26 Lo primero que llama la atencioacuten de los presocraacuteticos es la cantidad y diversidad de

interpretaciones filosoacuteficas que se dan de su pensamiento No espere encontrarse en este

escrito una lectura que desestime el estricto dictamen de la filologiacutea ni obedezca a otra

cosa que no sea la maacutexima honestidad intelectual Ante todo se trata de no hacer decir a

los textos ldquoni maacutes ni menos de lo que dicenrdquo Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLeacutexico y fi-

losofiacutea en los presocraacuteticosrdquo en Logos Anales del Seminario de Metafiacutesica vol 6 nordm 6

(1971) p 8 27 Bueno Gustavo La metafiacutesica presocraacutetica Oviedo Pentalfa 1974 p 12

40

versioacuten filoloacutegica aseacuteptica de interpretacioacuten filosoacutefica como tampoco una

interpretacioacuten de los textos filosoacutefica saltando por encima de la exeacutegesis

de los filoacutelogosraquo28

Entendemos que en el marco de la filosofiacutea antigua no puede alen-

tarse tal contraposicioacuten sino una comunicacioacuten radical en los meacutetodos29 La

interpretacioacuten filosoacutefica tiene un cierto margen de maniobra en cuanto in-

terpreta el pasado filosoacutefico desde las coordenadas del presente tal vez el

filoacutelogo sea maacutes imparcial en el sentido de que estaacute menos comprometido

28 Garciacutea Gual Carlos ldquoLengua historia y proceso filosoacutefico en Greciardquo en El Basilis-

co nordm 10 (1980) p 21 ldquoLa urdimbre de los textos de los filoacutesofos antiguos es esa len-

gua griega cuyo conocimiento es imprescindible para una inteleccioacuten cabal de su senti-

do [hellip] Los filoacutesofos no heredaron una terminologiacutea especializada sino que la tomaron

de su entorno vitalrdquo Ibid p 15 29 Si tal comunicacioacuten es posible en el marco de la hiperespecializacioacuten universitaria es

otro tema no es faacutecil de lograr ni ha sido la toacutenica en el pasado Noacutetese por ejemplo el

contraste entre los comentarios de Heidegger sobre el teacutermino ἀλήθεια como ldquodesve-

lamientordquo o negacioacuten de la λήθη (ldquoocultacioacutenrdquo ldquoolvidordquo) en su obra Ser y tiempo ed

cit sect 44 y los de Marcel Detienne en Los maestros de la verdad en la Grecia arcaica

Madrid Taurus 1981 (trad cast Juan Joseacute Herrera) donde se relaciona el teacutermino maacutes

allaacute de la etimologiacutea con las condiciones intelectuales y socio-poliacuteticas que dieron lugar

al nacimiento de la filosofiacutea Especialmente criacutetico se muestra T Calvo en referencia al

abuso de las etimologiacuteas en las traducciones heideggerianas sin olvidar los errores se-

maacutenticos que nacen no del desconocimiento de la lengua sino del intento de acercar el

sentido de los teacuterminos al propio pensamiento Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLeacutexico y

filosofiacutea en los presocraacuteticosrdquo ed cit p 8 Sirva como ejemplo la traduccioacuten del teacutermi-

no λόγος ldquoposada que recoge y liga o reunioacuten que hace yacer ante el hombre y apare-

cer como lo ente todo lo que es en su totalidadrdquo Cfr Heidegger Martin ldquoLoacutegos Heraacute-

clito (fr 50)rdquo en Conferencias y artiacuteculos Barcelona Serbal 1994 pp 179-199 (trad

cast Eustaquio Barjau)

41

con una teoriacutea filosoacutefica concreta La historia de la filosofiacutea cobra forma

por medio de transformaciones sin cuento sometida a muacuteltiples reinterpre-

taciones en una espiral sin fin La filosofiacutea es pensamiento in itinere por

eso las aportaciones de la filologiacutea y de la historia no restan sino que su-

man pues contribuyen a una comprensioacuten mejor y renovada de los viejos

textos proporcionando anclajes infranqueables y puntos de apoyo ineludi-

bles

III

Esperamos en suma ser capaces de obrar con prudencia y justeza

para ir tejiendo un entramado de reflexiones que tienen su inicio y su meta

en Heraacuteclito pero que al tiempo tienen como horizonte el que correspon-

de a nuestra situacioacuten intelectual Heraacuteclito es interpelado puesto en escena

y representado desde una inquietud suscitada en el autor que escribe estas

liacuteneas pero que a su vez ha ido naciendo y conformaacutendose desde una asi-

dua lectura de los textos de Heraacuteclito y de sus inteacuterpretes muchos de ellos

procedentes del campo de la ciencia natural

Tambieacuten esperamos ser capaces de acercarnos a eso que Gadamer ha

considerado la clave de la hermeneacuteutica la fusioacuten de horizontes O si se

quiere por utilizar la imagen heracliacutetea de la tensa armoniacutea del arco y la li-

ra trataremos de templar las cuerdas al maacuteximo para que nos permita abar-

car tanto y al mismo tiempo sin perder el hilo conductor Toda la exposi-

cioacuten va a ir trenzada en un viaje permanente laquode ida y vueltaraquo30 De ida ha-

30 ldquoLa mundanidad radical de la filosofiacutea hermeneacuteutica determina su forma de argumen-

tacioacuten y el tipo de viaje a que se arroja un viaje laquode ida y vueltaraquo en el que se tiene que

salir del mundo inmediato y sus encubrimientos precisamente para comprenderlo para

explicitarlo para volver a eacutelrdquo Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoEl replanteamiento hermeneacuteutico de

la verdadrdquo en Del sujeto y la verdad Madrid Siacutentesis 2004 p 146

42

cia lo fundamental que es preteacuterito y necesariamente lejano para nosotros

de vuelta hacia lo maacutes proacuteximo e inmediato Pero ni se pierde aquello ni se

trivializa esto sino que ambas cosas pretenden quedar fundidas en una sola

Desde el pensamiento complejo en conclusioacuten se atisba una nueva

posibilidad de leer y revisitar a Heraacuteclito entre su comprensioacuten de la natu-

raleza y nuestra comprensioacuten de la misma que desde la aparicioacuten de la

mecaacutenica cuaacutentica ha aprendido a pensar simultaacuteneamente ndashal modo hera-

cliacuteteo- lo contradictorio En definitiva no se trata de encontrar en Heraacuteclito

conceptos de la filosofiacutea actual31 Antes bien se trata de buscar un enrique-

cimiento mutuo sin dar nada por supuesto ni ahorrar en explicaciones No

se trata por uacuteltimo de ensentildear nada a Heraacuteclito sino de que sea eacutel quien

nos ensentildee algo a nosotros adentraacutendonos en los entresijos de la inasible

naturaleza desde la distancia de lo auacuten presente pero ciertamente irrecupe-

rable

31 ldquoUn historiador de la filosofiacutea en cualquier eacutepoca se ve obligado a interpretar opinio-

nes maacutes antiguas con el lenguaje que se usa en su propia eacutepoca Hasta la arrogancia de

la suposicioacuten de Aristoacuteteles de que eacutel sabiacutea lo que sus predecesores quisieron decir me-

jor de lo que ellos mismos lo hicieron es una arrogancia de la que ninguno de nosotros

puede sentirse plenamente inocenterdquo Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega

vol I Madrid Gredos 1984 pp 64-65 (trad cast Alberto Medina)

43

1ordf parte

laquoDiscurso preliminar naturaleza y complejidadraquo

44

ldquoCada diacutea sabemos maacutes y entendemos menosrdquo

Albert Einstein

45

Cap 1

laquoLa hermeneacuteutica como meacutetodo para volver al pasadoraquo

46

47

1 La hermeneacuteutica como ars interpretandi

En un sentido amplio la hermeneacuteutica (de ἑρμενεία ldquointerpreta-

cioacutenrdquo) es el arte de interpretar un texto con el objetivo uacuteltimo de alcanzar

su profunda comprensioacuten32 Nosotros nos ubicamos en el sentido onto-epis-

teacutemico del teacutermino propuesto por H-G Gadamer en su obra Verdad y meacute-

todo (1960) que permite entender el pasado de un modo recursivo multidi-

mensional y consciente de sus propias limitaciones y posibilidades El pen-

samiento hermeneacuteutico se centra por un lado en la mutua pertenencia del

observador y lo observado en un horizonte comuacuten y por otro en la consi-

deracioacuten de la verdad como acontecer que en diaacutelogo entre los interlocuto-

res pone en obra y modifica a la par este mismo horizonte33

Gadamer constata por lo pronto que existen formas de la experien-

cia humana como la filosofiacutea el arte o la historia que encierran una verdad

que desborda el criterio de objetividad de las ciencias de la naturaleza so-

32 Uno de los primeros autores en utilizar este teacutermino en sentido teacutecnico fue Platoacuten se

trata del meacutetodo que permite interpretar los oraacuteculos Cfr Platoacuten Poliacutetico (Diaacutelogos

vol V) Madrid Gredos 2002 260d (trad cast Mordf Isabel Santa Cruz) Con Aristoacuteteles

deja este sentido relativo a la interpretacioacuten de los mensajes divinos para referirse a la

relacioacuten entre las palabras y las cosas no en vano aparece en el tiacutetulo de su obra Sobre

la interpretacioacuten (Περὶ ἑρμενείας)

33 Cfr Gabilondo Pujol Aacutengel ldquoEl conocimiento como lector traductor e inteacuterpreterdquo

en VV AA Problemas fundamentales del conocimiento ed cit p 56 Como sentildeala

Uscatescu ldquoestablecer un diaacutelogo con Heraacuteclito desde nuestra propia eacutepoca histoacuterica y

nuestra propia situacioacuten aparece como una auteacutentica exigencia de caraacutecter hermeneacuteuti-

cordquo Uscatescu Jorge ldquoHeraacuteclito y la interpretacioacutenrdquo en Revista de Estudios Poliacuteticos

nordm 194 (1974) p 215 En este sentido ldquolo antiguo no puede ser retomado en lo nuevo

maacutes que con la significacioacuten que lo nuevo le dardquo Cfr Castoriadis Cornelius op cit p

89

48

metidas a una fuerte abstraccioacuten metoacutedica Su objetivo es rastrear la expe-

riencia de aquellas formas de verdad que no pueden encerrarse en los liacutemi-

tes del meacutetodo cientiacutefico pero que no son menos importantes para com-

prender lo que somos ya que atraviesan todos los planos del mundo pro-

piamente humano

No obstante el fenoacutemeno de la correcta comprensioacuten e interpretacioacuten

de un texto no es soacutelo un problema de los saberes mencionados No estaacute de

maacutes recordar que junto a la hermeneacuteutica filosoacutefica estaacuten la juriacutedica y la

religiosa aunque su caraacutecter concierna menos a la teoriacutea de la ciencia que

al comportamiento praacutectico del juez o del sacerdote34

Hasta Schleiermacher autor de la primera edicioacuten criacutetica de los tex-

tos de Heraacuteclito (1808)35 la hermeneacuteutica no tomoacute plena relevancia filosoacute-

fica como laquoteoriacutea general de la interpretacioacuten y la comprensioacutenraquo Ello co-

mo intento de reconstruir la fuente del texto de modo que permita al inteacuter-

prete fundirse con el autor No obstante Gadamer opina que esta versioacuten

subjetivista y psicologista de la hermeneacuteutica trata de alcanzar algo de an-

temano imposible la inmediacioacuten en la lectura y comprensioacuten de un texto

esto es reproducir lo que fue la produccioacuten original de su autor olvidando

que

34 Gadamer Hans-Georg ldquoHistoria de efectos y aplicacioacutenrdquo en Warning Rainer (Ed)

Esteacutetica de la recepcioacuten Madrid Visor 1989 p 86 (trad cast Ricardo Saacutenchez) 35 El hecho es cuanto menos importante en el caso que nos ocupa ya que la edicioacuten que

hizo este autor de los textos de Heraacuteclito hay que situarla en las coordenadas de su con-

cepcioacuten de la hermeneacuteutica y la tarea del inteacuterprete Cfr Schleiermacher Friedrich

ldquoHerakleitos der dunkle von Ephesos dargestellt aus den Truumlmmern seines Werkes und

den Zeugnisses der Altenrdquo en Kritische Gesamtausgabe Schriften und Entwuumlrfe Band

6 Berlin Walter de Gruyter 1998 Sobre esto cfr Apeacutendice B ldquoEl destino del libro de

Heraacuteclitordquo pp 451-459

49

laquoLa reconstruccioacuten de las condiciones originales igual que toda restaura-

cioacuten es cara a la historicidad de nuestro ser una empresa impotenteraquo36

En este aspecto discrepa Vattimo quien entiende que el propoacutesito de

Schleiermacher consiste en el intento de superacioacuten de la propia situacioacuten

entendida como un obstaacuteculo que impide captar el texto como el autor mis-

mo37 Tambieacuten Dilthey interpretaba la comprensioacuten como el intento de re-

construir en la vivencia del inteacuterprete (Erlebnis) el propio sentimiento vivi-

do del autor Pero creemos que Gadamer estaacute maacutes atinado a este respecto

La comprensioacuten no es un proceso reproductivo sino esencialmente produc-

tivo puesto que laquoel sentido de un texto supera a su autor no ocasional-

mente sino siempreraquo38 Con ello se muestra el caraacutecter siempre praacutectico de

la comprensioacuten No se trata de la mera posicioacuten de un observador neutral

ni de la de un sujeto ante un objeto laquoinsta a obrar en una comunidad his-

toacuterica de interaccioacutenraquo39

Con Heidegger simplemente recordamos la hermeneacuteutica se rela-

cionoacute directamente con la ontologiacutea de la existencia puesto que la com-

prensioacuten era una estructura fundamental o existenciario del ser-ahiacute (Da-

sein) No se trata entonces de la mera comprensioacuten de un texto en su con-

texto sino que concierne a la propia auto-comprensioacuten del ser del Dasein

por medio del lenguaje40 Por uacuteltimo para Paul Ricoeur el objetivo de esta

disciplina es identificar el ser del yo que no puede reducirse al simple suje-

36 Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 219-220 37 Cfr Vattimo Gianni Schleiermacher filosofo dellrsquointerpretazione Milano Mursia

1986 p 2 38 Gadamer Hans-Georg loc cit p 336 39 Gabilondo Pujol Aacutengel op cit p 55 40 Heidegger Martin Ser y tiempo ed cit sect 32

50

to del conocimiento sino que estaacute abierto a muacuteltiples experiencias simboacute-

licamente mediadas41

Lo que constata Gadamer en suma es que el tipo de comprensioacuten

que atantildee a las ciencias humanas es maacutes un arte que una teacutecnica Es decir

no se reduce a la aplicacioacuten mecaacutenica de un conjunto de reglas sino que re-

quiere un esfuerzo extra por parte del inteacuterprete para intentar alcanzar una

fusioacuten de horizontes sin olvidar los pre-jucios con los que necesariamente

se parte Pero esto no significa que no se persigan verdades ni que se deje

de lado el rigor cientiacutefico El meacutetodo hermeneacuteutico trata de ciencia e intenta

conocer verdades pero lo hace de otro modo

laquoEn su origen el problema hermeneacuteutico no es en modo alguno un proble-

ma metoacutedico No se interesa por un meacutetodo de la comprensioacuten que permi-

ta someter los textos igual que cualquier otro objeto de la experiencia al

conocimiento cientiacutefico Ni siquiera se ocupa baacutesicamente de constituir un

conocimiento seguro y acorde con el ideal metoacutedico de la ciencia Y sin

embargo trata de ciencia y trata tambieacuten de verdad Cuando se comprende

la tradicioacuten no soacutelo se comprenden textos sino que se adquieren perspecti-

vas y se conocen verdadesraquo42

De este modo desde su origen histoacuterico se comprueba que el pro-

blema de la hermeneacuteutica va maacutes allaacute de las fronteras impuestas por el con-

cepto de meacutetodo de la ciencia moderna Por tanto comprender e interpretar

textos no es soacutelo una instancia cientiacutefica sino que pertenece con toda evi-

dencia a la experiencia humana del mundo

41 Ricoeur Paul Le conflit des interpreacutetations Essais dhermeacuteneutique Paris Seuil

1969 pp 283-284 42 Cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 23-24

51

2 Los pre-jucios como aacutembito pre-dado de sentido

Una vez dicho esto Gadamer establece la necesidad de no olvidar

como hizo la ciencia moderna que la interpretacioacuten que es requerida para

la comprensioacuten la realiza un sujeto histoacuterico que parte de unas condiciones

espacio-temporales definidas y que porta una serie de estructuras previas

de laquopre-comprensioacutenraquo (Vorverstaumlndnis) Es decir en todo proceso de com-

prensioacuten se parte de un aacutembito pre-dado de sentido de pre-supuestos o pre-

juicios (Vorurteile) ndashjuicios previos en sentido literal- que son el horizonte

que hace posible todo juicio y que constituyen una suerte de memoria co-

lectiva o cultural que no puede no determinar en cierto modo nuestra inter-

pretacioacuten del pasado43

El sujeto de la comprensioacuten por tanto no parte nunca de cero ndashpues

tiene a sus espaldas toda la historia- ni puede pretender viajar al pasado o a

la mente del autor en cuestioacuten sin mediaciones Pero igualmente tomar

conciencia de este hecho no es una invitacioacuten al relativismo ciertamente

desde el punto de vista histoacuterico y filoloacutegico existen unas limitaciones evi-

dentes que parten de la premisa de no cometer anacronismos injustificados

ni elucubrar sin estar anclados en el texto mismo No obstante aquello de-

be ser asumido la tradicioacuten estaacute presente de un modo activo en todo retor-

no al pasado esto permite buscar un enriquecimiento mutuo desde una ac-

titud de total apertura hacia lo que se interpreta puesto que soacutelo desde el

presente se puede volver al pasado y soacutelo desde el conocimiento del pasa-

do se puede trazar el futuro Justamente es la distancia entre el emisor y el

receptor la que hace que surja una interpretacioacuten del discurso fijado por la

43 Cfr Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoEl replanteamiento hermeneacuteutico de la verdadrdquo en op cit

p 144

52

escritura Eacuteste se desliga de su autor y es apropiado por el lector por me-

dio de una aplicacioacuten del sentido del texto al esclarecimiento de su propio

contexto44

De esta manera Gadamer denuncia el prejuicio de todos aquellos

que dicen no tenerlos en su vuelta al pasado El ideal de objetividad de la

ciencia moderna recusado por la mecaacutenica cuaacutentica del s XX no puede to-

marse como modelo en lo que respecta a las ciencias humanas Los prejui-

cios o presupuestos son parte esencial de la dimensioacuten histoacuterica del ser hu-

mano son condiciones a priori de la comprensioacuten por tanto la pretensioacuten

historicista o cientificista de eliminar todo pre-juicio es a su vez un prejui-

cio esta vez en otro sentido Esto no quita para que una vez reconocidos se

desvelen o traten de evitarse en la medida de lo posible especialmente los

maacutes nocivos45 44 Ricoeur Paul Hermeneacuteutica y accioacuten De la hermeneacuteutica del texto a la hermeneacuteuti-

ca de la accioacuten Buenos Aires Docencia 1985 p 70 (trad cast Mauricio Prelooker

Luis Aduacuteriz) Mediante este proceso de distanciamiento o atemporalizacioacuten ldquose puede

ampliar el horizonte del texto esto es continuar su propio movimientordquo Lledoacute Emilio

El silencio de la escritura Madrid Centro de Estudios Constitucionales 1991 p 50 45 En este punto conviene tener presentes a los maestros de la sospecha Marx desveloacute

como falsa conciencia la ideologiacutea burguesa Nietzsche desenmascaroacute los falsos valores

de la metafiacutesica tradicional Freud destapoacute los disfraces de las pulsiones inconscientes

Esta triple criacutetica puso en cuestioacuten los ideales de la razoacuten ilustrada y preparoacute el camino

para una nueva hermeneacuteutica que cuestiona la nocioacuten misma de sentido en funcioacuten de

los condicionamientos histoacutericos morales y psicoloacutegicos del inteacuterprete Cfr Ricoeur

Paul El conflicto de las interpretaciones I Hermeneacuteutica y psicoanaacutelisis Buenos Ai-

res Aurora 1975 p 5 (trad cast Hiber Conteris) Tambieacuten para Kant la filosofiacutea teniacutea

un cometido esencialmente laquocriacuteticoraquo y su deber consistiacutea en eliminar ldquola ilusioacuten produ-

cida por un malentendido aunque esto suponga la peacuterdida de preciados y queridos erro-

res sean cuantos seanrdquo Cfr Kant Immanuel Criacutetica de la razoacuten pura Madrid Alfa-

guara 2002 A XII p 10 (trad cast Pedro Ribas)

53

En consecuencia se trata de mantener alejado todo lo que pueda difi-

cultar la comprensioacuten de la tradicioacuten desde ella misma puesto que son los

prejuicios no percibidos los que con su dominio nos vuelven sordos hacia

la cosa de que nos habla la tradicioacuten46 En esto consiste la concrecioacuten de la

conciencia histoacuterica presente en el proceso del comprender este reconoci-

miento del caraacutecter esencialmente prejuicioso de toda comprensioacuten confie-

re al problema hermeneacuteutico toda la pujanza que atesora

laquoMucho antes de que nos comprendamos a nosotros mismos por la refle-

xioacuten nos estamos comprendiendo de un modo autoevidente en la realidad

histoacuterica en que vivimos La lente de la subjetividad es un espejo defor-

mante La autorreflexioacuten del individuo no es maacutes que una chispa en la

corriente cerrada de la vida histoacuterica Por eso los prejuicios de un indivi-

duo son mucho maacutes que sus juicios la realidad histoacuterica de su serraquo47

Lo que queda claro por tanto es que la pretensioacuten psicologista de al-

canzar la coexistencia atemporal entre el inteacuterprete y lo interpretado no es

posible Justamente lo que nos marca es la temporalidad no la atemporali-

46 Noacutetese la similitud con la denuncia de los iacutedolos que hace Bacon en el Novum Orga-

num concretamente en la pars destruens del meacutetodo Los iacutedolos son los errores o pre-

juicios que hay que evitar cuando se hace ciencia puesto que dificultan el acceso del en-

tendimiento a la verdad Estos pueden emanar de la naturaleza humana (idola tribus) de

la naturaleza del individuo (idola specus) donde se cita la contraposicioacuten que hace He-

raacuteclito entre el mundo propio y el mundo comuacuten de la comunicacioacuten entre humanos

(idola fori) o de la excesiva servidumbre respecto de la tradicioacuten (idola theatri) Cfr

Bacon Francis La gran restauracioacuten Aforismos sobre la interpretacioacuten de la naturale-

za y el reino humano XXXVIII-XLIV Madrid Alianza 1985 pp 97-100 (trad cast

Miguel A Granada) 47 Cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit p 334

54

dad En su medida la temporalidad es productora de sentido y es la que

permite discriminar los prejuicios positivos de los negativos durante el pro-

ceso de comprensioacuten Como se ha dicho no es la historia la que nos perte-

nece a nosotros sino que somos nosotros los que pertenecemos a la histo-

ria La interiorizacioacuten de las vivencias por tanto no puede tender el puente

hacia las realidades histoacutericas porque las realidades histoacutericas son en rea-

lidad determinantes previos de toda vivencia

3 Del ciacuterculo hermeacuteneutico a la fusioacuten de horizontes

Llegamos de este modo a uno de los conceptos claves de la herme-

neacuteutica contemporaacutenea el laquociacuterculo hermeneacuteuticoraquo que hace cuestioacuten de la

aparente paradoja de que toda comprensioacuten deba partir necesariamente de

una precomprensioacuten de aquello que se quiere interpretar En consecuencia

los prejuicios no desaparecen del proceso sino que se mantienen vivos en el

movimiento circular de la comprensioacuten (Der Zirkel des Verstehens) o si se

quiere espiral que nutre la interpretacioacuten al tiempo que se nutre de ella

laquoLa comprensioacuten del texto se encuentra determinada continuadamente por

el movimiento anticipatorio de la precomprensioacuten El ciacuterculo del todo y

las partes no se anula en la comprensioacuten total sino que alcanza en ella su

realizacioacuten maacutes auteacutentica El ciacuterculo no es pues de naturaleza formal no

es subjetivo ni objetivo sino que describe la comprensioacuten como la interpe-

netracioacuten del movimiento de la tradicioacuten y del movimiento del inteacuterpre-

teraquo48

48 Ibid pp 362-363

55

La anticipacioacuten de sentido que mueve nuestra comprensioacuten de un

texto por tanto no es un acto de la subjetividad sino que se determina des-

de la comunidad que nos une con la tradicioacuten Pero en nuestra relacioacuten con

la tradicioacuten esta comunidad estaacute sometida a un proceso de continua forma-

cioacuten No es simplemente un presupuesto bajo el que nos encontramos siem-

pre sino que nosotros mismos la instauramos en cuanto que comprendemos

el acontecer de la tradicioacuten participamos en eacutel y continuamos determinaacuten-

dolo asiacute desde nosotros mismos El movimiento circular de la comprensioacuten

en suma no es en este sentido un ciacuterculo metodoloacutegico sino que describe

un momento estructural ontoloacutegico de la comprensioacuten misma

En el proceso hermeneacuteutico la interpretacioacuten se efectuacutea desde una

situacioacuten presente junto con el horizonte que la define pero la comprensioacuten

precisa la apertura de un nuevo horizonte comuacuten entre el mundo del inteacuter-

prete y el de la realidad a interpretar Se trata de lo que se ha denominado

laquofusioacuten de horizontesraquo otro de los conceptos claves para entender la her-

meneacuteutica de Gadamer Esto quiere decir que en la recuperacioacuten del sentido

de un texto se encuentran siempre implicadas las propias ideas del inteacuterpre-

te Su horizonte resulta de este modo determinante pero no puede tomarse

como un punto de vista que se impone sino como una opinioacuten que se pone

en juego al lado de la tradicioacuten para tratar de apropiarse mejor de lo que

dice el texto49 Se trata de una verdadera relacioacuten vital e histoacuterica que se

realiza por medio del lenguaje y que tambieacuten en el caso de la interpreta-

cioacuten de textos podemos denominar laquoconversacioacutenraquo

49 Cfr Ibid p 466 Esta proyeccioacuten no pretende dar lugar a una falsa conciencia del

pasado sino recoger el horizonte histoacuterico de comprensioacuten en el horizonte del presente

Igualmente no se trata de mitigar la tensioacuten entre pasado y presente sino de evidenciar-

la ya que de otro modo no quedariacutea patente la alteridad del pasado en la comprensioacuten

56

laquoAcostumbramos a decir que llevamos una conversacioacuten pero la verdad

es que cuanto maacutes auteacutentica es la conversacioacuten menos posibilidades tie-

nen los interlocutores de llevarla en la direccioacuten que deseariacutean Parece maacutes

correcto decir al contrario que entramos en una conversacioacuten cuando no

que nos enredamos en ella Una palabra conduce a la otra la conversacioacuten

cambia hacia aquiacute o hacia allaacute encuentra su curso y su desenlace y todo

esto puede quizaacute llevar alguna clase de direccioacuten pero en ella los dialo-

gantes son menos los directores que los dirigidos Lo que saldraacute de una

conversacioacuten no lo puede saber nadie por anticipado El acuerdo o su fra-

caso es como un suceso que tiene lugar en nosotros [hellip] Son formas de

expresar que la conversacioacuten tiene su propio espiacuteritu y que el lenguaje que

discurre en ella lleva consigo su propia verdad esto es desvela y deja apa-

recer algo que desde ese momento esraquo50

A traveacutes de este diaacutelogo el pasado queda integrado en el presente ndash

como momento constitutivo de la fusioacuten de horizontes- pero lo esencial es

advertir que el resultado final de este proceso nunca se puede determinar de

antemano ya que no se trata de descubrir la verdad sino de facilitar su pro-

pio acontecer como hemos visto Por tanto todo comprender es interpre-

tar y toda interpretacioacuten se desarrolla por medio de un lenguaje que pre-

tende dejar hablar al objeto para que aparezca el lenguaje del inteacuterprete

4 El caraacutecter linguumliacutestico de la comprensioacuten

Como se ha dicho la comprensioacuten no se basa en un desplazarse al

interior del otro ni consiste en una participacioacuten inmediata del sentido del

50 Ibid p 461

57

texto Comprender lo que alguien dice es ponerse de acuerdo en la cosa no

ponerse en el lugar del otro y reproducir sus vivencias Se ha dicho tambieacuten

que la verdadera problemaacutetica de la comprensioacuten y el intento de dominarla

por el arte de la hermeneacuteutica pertenece tradicionalmente al aacutembito del len-

guaje Eacuteste y no otro es el medio en el que se realiza el acuerdo de los inter-

locutores y el consenso sobre la cosa Citando un ejemplo del propio Gada-

mer resulta particularmente ilustrador el proceso linguumliacutestico en el que por

traduccioacuten se hace posible una conversacioacuten entre dos lenguas distintas El

traductor tiene que trasladar el sentido que se trata de comprender al con-

texto en el que vive el otro interlocutor Pero esto no quiere decir en modo

alguno que le esteacute permitido falsearlo Precisamente lo que tiene que man-

tenerse es el sentido pero como tiene que comprenderse en un mundo lin-

guumliacutestico nuevo tiene que hacerse valer en eacutel de una forma nueva51

La relacioacuten esencial entre lenguaje y comprensioacuten se muestra para

empezar en el hecho de que la esencia de la tradicioacuten consiste en existir en

el lenguaje en los textos que conservamos de manera que el objeto prefe-

rente de la interpretacioacuten es de naturaleza linguumliacutestica Por supuesto esto no

carece de consecuencias hermeneacuteuticas

laquoLa tradicioacuten linguumliacutestica podraacute estar muy por detraacutes de los monumentos de

las artes plaacutesticas en lo que se refiere a inmediatez y conspicuidad Sin

51 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoLeer es como traducirrdquo en Arte y verdad de la pala-

bra Barcelona Paidoacutes 1998 p 89 (trad cast Joseacute F Zuacutentildeiga Faustino Oncina) ldquoToda

traduccioacuten es ya una interpretacioacuten e incluso puede decirse que es la consumacioacuten de la

interpretacioacuten [hellip] No es una simple resurreccioacuten del proceso psiacutequico original del es-

cribir sino una recepcioacuten del texto realizada en virtud de la comprensioacuten de lo que se

dice en eacutel No cabe duda de que se trata de una interpretacioacuten y no de una simple correa-

lizacioacutenrdquo Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 462-464

58

embargo la falta de inmediatez no es en este caso un defecto en la apa-

rente deficiencia o abstracta extrantildeeza de los laquotextosraquo se expresa de una

manera peculiar la pertenencia previa de todo lo que es linguumliacutestico al aacutem-

bito de la comprensioacuten La tradicioacuten linguumliacutestica es tradicioacuten en el sentido

auteacutentico de la palabra lo cual quiere decir que no es simplemente un resi-

duo que se haya vuelto necesario investigar e interpretar en su calidad de

reliquia del pasadoraquo52

Lo que llega a nosotros por el camino de la tradicioacuten linguumliacutestica no es

lo que ha quedado sino algo que se trasmite que se nos dice a nosotros sea

bajo la forma del relato directo sea bajo la forma de la tradicioacuten escrita

Bajo la forma de la escritura todo lo trasmitido se da simultaacuteneamente para

cualquier presente En ella se da una coexistencia uacutenica de pasado y presen-

te pues la conciencia presente tiene la posibilidad de un acceso libre a todo

cuanto se ha trasmitido por escrito El medio de toda comprensioacuten por tan-

to es el lenguaje que no es un mero instrumento del pensamiento sino un

elemento constitutivo del mismo (y de nuestro propio mundo)

Es en el lenguaje donde se revela el sentido uacuteltimo del mundo para el

hombre O lo que es lo mismo los hombres tienen mundo justamente por-

que tienen lenguaje

laquoEl lenguaje no es soacutelo una de las dotaciones de que estaacute pertrechado el

hombre tal como estaacute en el mundo sino que en eacutel se basa y se representa

el que los hombres simplemente tengan mundo Para el hombre el mundo

estaacute ahiacute como mundo en una forma bajo la cual no tiene existencia para

ninguacuten otro ser vivo puesto en eacutel Y esta existencia del mundo estaacute consti-

tuida linguumliacutesticamente Este es el verdadero meollo de una frase expresada

52 Ibid p 448

59

por Humboldt con otra intencioacuten la de que ldquolas lenguas son acepciones

del mundordquo Con esto Humboldt quiere decir que el lenguaje afirma fren-

te al individuo perteneciente a una comunidad linguumliacutestica una especie de

existencia autoacutenoma y que introduce al individuo cuando eacuteste crece en

ella en una determinada relacioacuten con el mundo y en un determinado com-

portamiento hacia eacutel Pero maacutes importante auacuten es lo que subyace a este

aserto que el lenguaje no afirma a su vez una existencia autoacutenoma frente

al mundo que habla a traveacutes de eacutel No soacutelo el mundo es mundo en cuanto

que accede al lenguaje ldquoel lenguaje soacutelo tiene su verdadera existencia en

el hecho de que en eacutel se representa el mundordquo La humanidad originaria

del lenguaje significa pues al mismo tiempo la linguumlisticidad originaria

del estar-en-el-mundo del hombreraquo53

A este respecto el que un texto transmitido se convierta en objeto de

la interpretacioacuten quiere decir que plantea una pregunta al inteacuterprete La in-

terpretacioacuten consiste en una referencia constante a la pregunta que se le ha

planteado Comprender un texto por tanto quiere decir comprender esta

pregunta (a la que pertenecemos) Asiacute pues el que quiera comprender tiene

que retroceder con sus inquisiciones maacutes allaacute de lo dicho entendiendo su

tarea como una respuesta a tal pregunta

laquoUn texto soacutelo es comprendido en su sentido cuando se ha ganado el ho-

rizonte del preguntar que como tal contiene necesariamente tambieacuten otras

respuestas posibles En esta medida el sentido de una frase es relativo a la

53 Ibid p 531 En efecto Humboldt ha puesto el acento como pocos en el lenguaje

entendido como medio universal en el que se realiza la comprensioacuten El romanticismo

alemaacuten nos ha ensentildeado que en uacuteltima instancia comprender e interpretar son lo mis-

mo Gadamer tomoacute buena nota de ello lo que se hace patente en su reconocimiento de

que la comprensioacuten se realiza siempre por medio de la interpretacioacuten

60

pregunta para la que es respuesta y esto significa que va necesariamente

maacutes allaacute de lo que se dice en ellaraquo54

Nuestra reflexioacuten en suma ha estado guiada por la idea de que el

lenguaje es un centro en el que se reuacutenen el yo y el mundo o mejor en el

que ambos aparecen en su unidad originaria55 En todos los casos que he-

mos analizado se ha hecho patente lo que Gadamer denomina laquoestructura

especulativa del lenguajeraquo que consiste no en ser copia de algo que estaacute

dado con fijeza sino en un acceder al lenguaje en el que se anuncia un todo

de sentido Ahora estamos en condiciones de comprender que este giro del

acceso del sentido al lenguaje apunta a una estructura universal ontoloacutegica

a la constitucioacuten fundamental de todo aquello hacia lo que puede volverse

la comprensioacuten ya que laquoel ser que puede ser comprendido es lenguajeraquo56

El fenoacutemeno hermeneacuteutico devuelve aquiacute su propia universalidad a

la constitucioacuten oacutentica de lo comprendido cuando la determina en un sentido

universal como lenguaje y cuando entiende su propia referencia a lo que es

54 Ibid pp 447-448 55 La predileccioacuten hermeneacuteutica por la idea de ldquopertenenciardquo (Zugehoumlrigkeit) es una

muestra inequiacutevoca de su intento de expresar el hecho primordial de que antes de toda

accioacuten libre de toda conducta planificadora o de cualquier forma de reflexioacuten el sujeto

humano estaacute ya penetrado y poseiacutedo por el mundo sobre el que su accioacuten recae ldquoPerte-

necer significa una relacioacuten de inclusioacuten en la que el hombre estaacute colocado de tal mane-

ra que aquello a lo que pertenece forma parte de lo que eacutel mismo es y no puede por tan-

to situarlo libremente ante siacute y disponer de ello o controlarlo a su antojo La pertenen-

cia como insercioacuten radical en el horizonte abierto del mundo no tiene el caraacutecter de un

espectaacuteculo al que asistimos [hellip] Responder es por ello el modo humano de estar en el

mundordquo Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoReflexioacuten sin espejo la verdad de la hermeneacuteuticardquo en

op cit p 217 56 Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit p 568

61

como interpretacioacuten Acaso por eso no hablamos soacutelo del lenguaje de la fi-

losofiacutea el arte o la historia sino tambieacuten del lenguaje de la naturaleza e in-

cluso del lenguaje de la cosas

En verdad entendemos que lo dicho sirve de justo meacutetodo para el es-

tudio de Heraacuteclito Lo que podemos tener del oscuro presocraacutetico no es un

acceso inmediato a su ser mismo sino un acceso necesariamente mediato a

sus palabras Ciertamente no sucede lo mismo con los pensadores contem-

poraacuteneos si bien en el caso que nos ocupa eso es lo que nos queda eso es

lo que Heraacuteclito es para nosotros eso es lo que puede ser comprendido e

interpretado palabras ni maacutes ni menos

5 La persistencia del legado filosoacutefico griego

En lo que sigue intentaremos fusionar el pasado con nuestra propia

circunstancia de un modo activo evitando que este retorno se convierta en

un simple acopio de datos e interpretaciones que las maacutes de las veces ni se

procesan ni se relacionan por lo que se corre el riesgo de silenciar que mu-

chos de los problemas que alientan en el presente responden a interpelacio-

nes que establecieron los que primero filosofaron No se olvide que la his-

toria de la filosofiacutea como dijo Hegel es un ciacuterculo que vuelve sobre siacute mis-

mo de forma que en lo nuevo estaacute contenido todo lo anterior

laquoLa filosofiacutea es un desarrollo del pensamiento libre o mejor es la totali-

dad de este desarrollo un ciacuterculo que vuelve sobre siacute permanece entera-

mente en siacute es todo eacutel mismo el que quiere volver soacutelo a siacute mismo [hellip] En

la filosofiacutea como tal en la filosofiacutea actual en la uacuteltima estaacute contenido to-

do aquello que ha producido el trabajo durante miles de antildeos la filosofiacutea

62

actual es el resultado de todo lo precedente de todo el pasado [hellip] Eacuteste es

el sentido la significacioacuten de la historia de la filosofiacutea La filosofiacutea emer-

ge de la historia de la filosofiacutea y al contrario Filosofiacutea e historia de la fi-

losofiacutea son una misma cosa una el trasunto de la otraraquo57

Ademaacutes como subrayoacute Heraacuteclito laquola acumulacioacuten de conocimientos

(πολυμαθίη) no ensentildea inteligenciaraquo (22 B 40 DK) Eso acaso sea histo-

ria anticuaria ndashen palabras de Nietzsche- esto es estudio de cosas muer-

tas de cosas que han perdido su antildeejo esplendor pero no pensamiento en-

tendido como algo vivo como algo en movimiento e higieacutenico que nos per-

mite aprender del pasado dialogar con eacutel aunque no volver a eacutel al menos

de un modo aseacuteptico e incontaminado58

Cabe cuestionarse por la altura de los tiempos por la situacioacuten del

pensamiento actual sobre la naturaleza ndashen la que estamos inmersos- si re-

sulta consecuente dedicarse al estudio de los presocraacuteticos arcaicos e inci-

pientes auacuten Para que esta vuelta esteacute justificada parece necesario encontrar

57 Hegel G W F Introduccioacuten a la historia de la filosofiacutea Madrid Aguilar 1973 pp

70-72 (trad cast Eloy Terroacuten) 58 Sobre el estudio del pensamiento antiguo como algo distinto de una simple ldquopasioacuten de

anticuariordquo cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 47-48 Esto ya

habiacutea sido anticipado por Nietzsche quien sentildealoacute ndashcontra el positivismo de su tiempo-

la imposibilidad de alcanzar un conocimiento neutro e inmediato de la historia ajeno a

intereses vitales e intelectuales Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoLa diversidad de Europardquo

en La herencia de Europa ensayos Barcelona Peniacutensula 2000 p 33 (trad cast Pilar

Giralt) Asiacute frente a la ldquohistoria monumentalrdquo y la ldquohistoria anticuariardquo que vuelven al

pasado como algo ajeno e inmejorable Nietzsche aboga por una ldquohistoria criacuteticardquo que

utilice los aciertos del pasado para corregir el presente y reconozca a su vez sus errores

como siacutentoma de ldquosaludrdquo Cfr Nietzsche Friedrich Sobre la utilidad y el perjuicio de

la historia para la vida Madrid Biblioteca Nueva 2003 (trad cast Germaacuten Cano) sect 3

63

en ella una suerte de laquoforzosidadraquo intelectual impuesta por los problemas

que nos inquietan en el presente De entrada queacute sea el pasado es algo que

soacutelo puede ser entendido desde el presente desde aquiacute volvemos al inicio

con el equipaje conceptual correspondiente (lo que no quiere decir que to-

memos como suyos conceptos que son nuestros) El pasado precisamente

por serlo no tiene maacutes realidad que la de su actuacioacuten sobre el presente59

En este sentido nada de lo que alguna vez ha sido se pierde por completo

(entendiendo que la historia no es una simple sucesioacuten de estados reales

aislados sino un componente baacutesico de la propia realidad) El hombre no

soacutelo tiene historia sino que es una realidad histoacuterica dijo Ortega en Histo-

ria como sistema Esto justifica la ocupacioacuten con el pasado por cuanto no

es sino un modo distinto de ocuparse del presente Al darse cuenta de doacuten-

de estaacute al entrar en su presente las cosas dejan al hombre debatieacutendose con

su pasado o dicho de otro modo lo que somos hoy se sustenta en lo que

fuimos ayer donde el pasado no soacutelo produce el presente sino que ademaacutes

lo posibilita

En consecuencia Grecia no representa para nosotros un museo que

se pueda visitar de vez en cuando para recordar de doacutende venimos un es-

caparate de modelos claacutesicos perdidos para siempre sino el suelo sobre el

que se asienta nuestra propia cultura60 Tambieacuten la base primaria de la que

parten todos los caminos que ha trazado la filosofiacutea occidental por cuanto

representa el modo concreto como el propio universo ndashutilizando una metaacute-

59 Zubiri Xavier ldquoEl acontecer humano Grecia y la pervivencia del pasado filosoacutefi-

cordquo en Naturaleza Historia Dios ed cit p 315 ldquoLo que somos despueacutes de todo es

tambieacuten nuestra historia y a partir de ella misma y de su resultado presente queremos

pensarrdquo Cfr Catoriadis Cornelius op cit p 63 60 Cfr Thurner Martin Der Ursprung des Denkens bei Heraklit Berlin Kohlhammer

2001 p 13

64

fora de Ortega- por medio del hombre comenzoacute a cuestionarse su propio

estatuto onto-episteacutemico por vez primera de un modo estrictamente racio-

nal En este sentido participamos de la conciencia del universo somos la

conciencia del universo esto es por medio de nosotros el universo se pien-

sa a siacute mismo

laquoiquestQueacute es como vida el filosofar [hellip] Es un desvivirse por cuanto hay o

el Universo- un hacer de siacute lugar y hueco donde el Universo se conozca y

reconozcaraquo61

Si se sabe seguir el hilo de Ariadna a traveacutes del laberinto del tiempo

por tanto no pareceraacute desmedida la opinioacuten de Zubiri quien dijo que no es

que los griegos sean nuestros claacutesicos sino que ndashen cierto modo- laquolos grie-

gos somos nosotrosraquo62 Noacutetese que en la costa jonia se constituyoacute el filoso-

far mismo de suerte que somos griegos (medievales o modernos) porque

61 Ortega y Gasset Joseacute ldquoiquestQueacute es filosofiacuteardquo en Obras Completas Madrid Alianza

1983 T VII lecc XI p 430 Sobre este tema cfr Mosteriacuten Jesuacutes ldquoUna chispa divi-

nardquo en La naturaleza humana Madrid Espasa 2006 pp 398-399 62 Cfr Zubiri Xavier ldquoEl acontecer humano Grecia y la pervivencia del pasado filosoacute-

ficordquo en Naturaleza Historia Dios ed cit p 312 Como sentildeala Jaeger ldquosi la conti-

nuidad de la antigua tradicioacuten griega nunca se rompioacute por completo en Europa se debe

al hecho de haberse mantenido viva la filosofiacutea griega Pero esto no habriacutea sido posible

si esta misma filosofiacutea no hubiera servido como theologia naturalis de base a la theo-

logia supernaturalis del cristianismordquo Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros

filoacutesofos griegos ed cit p 8 Esta idea ha sido retomada recientemente por Held quien

considera que la filosofiacutea griega y su manera de cuestionar el mundo representa el ori-

gen de Europa hecho que no se debe perder nunca de vista a riesgo de dejar de ser lo

que somos Cfr Held Klaus ldquoThe Origins of Europe with the Greek Discovery of the

Worldrdquo en Epocheacute Vol 7 Iss 1 (2002) pp 81-83 (trad ingl Sean Kirkland)

65

tenemos en nuestra filosofiacutea elementos de las anteriores pero somos preso-

craacuteticos de un modo fundamental no soacutelo por lo que de ellos nos ha que-

dado sino ante todo por el hecho de estar filosofando

Como afirmoacute Heidegger quien hoy se atreva a co-responder al cala-

do de la conmocioacuten del mundo no soacutelo debe fijarse en que estaacute dominado

por el querer saber de la ciencia moderna sino que tiene que considerar

ademaacutes y antes que cualquier otra cosa que toda meditacioacuten sobre lo que

ahora es soacutelo puede emerger y prosperar si por medio de un diaacutelogo con

los pensadores griegos y con su lengua echa sus raiacuteces en el suelo de nues-

tro estar histoacuterico

laquoEl diaacutelogo con los pensadores griegos no significa ninguacuten renacimiento

moderno de la Antiguumledad Tampoco se trata de una curiosidad historicista

por aquello que si bien pasado con todo podriacutea servir auacuten para explicar-

nos algunos rasgos del mundo moderno en su geacutenesis Lo que en los albo-

res de la Antiguumledad griega ha sido pensado y poetizado estaacute presente auacuten

hoy en diacutea tan presente que su esencia cerrada auacuten para eacutel mismo estaacute

esperaacutendonos por todas partes y viene a nosotros sobre todo alliacute donde

menos lo sospechamosraquo63

63 Heidegger Martin ldquoCiencia y meditacioacutenrdquo en Conferencias y artiacuteculos ed cit p

41 A este respecto cfr Heidegger Martin ldquoLa constitucioacuten onto-teo-loacutegica de la meta-

fiacutesicardquo en Identidad y diferencia Barcelona Anthropos 1988 p 111 (trad cast Hele-

na Corteacutes Arturo Leyte) Como reconoce el fiacutesico Heisenberg debemos a los griegos el

vigor de nuestra cultura por tanto la ciencia natural no debe desestimar la cultura hu-

maniacutestica sino servirse de ella ldquoSon muchos los terrenos en los que se rastrean las hue-

llas del origen comuacuten que no es otro que el pensamiento griegordquo Heisenberg Werner

La imagen de naturaleza en la fiacutesica actual Barcelona Planeta 1993 p 54 (trad cast

Gabriel Ferrater)

66

En nuestra opinioacuten desde el amanecer de la cultura europea hasta el

universo de los cuantos nada es comparable en trascendencia real a lo que

supuso decirpensar por vez primera la realidad de las cosas maacutes elementa-

les por decirlo en teacuterminos de Parmeacutenides (cfr 28 B 3 DK) En ese mismo

momento nacioacute un tipo de pensamiento racional entendido como un saber

radical sobre ultimidades esto es como un saber sobre la totalidad de lo

ente que busca destapar la verdad uacuteltima de lo que las cosas son Y ello

para tenerse en pie en el mundo y saber a queacute atenerse en la vida

Lo que se antoja como un quehacer enorme inmoderado si se quiere

queda pronto atemperado si se nota que nos encontramos ante un saber in-

cierto e inconcluso por definicioacuten El filoacutesofo se instala siempre en la pro-

visionalidad y en la problematicidad de suerte que el lema socraacutetico soacutelo seacute

que no seacute nada que se tiene por punto de partida de la filosofiacutea se torna

ademaacutes destino y residencia No se trata por tanto de alcanzar la plena sa-

biduriacutea sino de adoptar una actitud juiciosa ante ella64 No se trata de reu-

nir todos los conocimientos que una curiosidad insaciable pueda desear si-

no tan soacutelo de asimilar aquellos que una persona prudente requiere para al-

canzar la excelencia como ser humano

No es de extrantildear que Jaspers denominara a este fecundo periodo co-

mo laquotiempo-ejeraquo (Achsenzeit) en el que confluyen un conjunto de saberes

en distintos lugares del planeta que han cimentado el decurso posterior de

la humanidad

laquoEn este tiempo se concentran y coinciden multitud de hechos extraordi-

narios En China viven Confucio y Lao-Tseacute aparecen todas las direccio-

nes de la filosofiacutea china [hellip] en la India surgen las Upanishad vive Buda 64 Cfr Arana Juan ldquoLa incierta sabiduriacutea del filoacutesofordquo en El caos del conocimiento

Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 38-41

67

se desarrollan como en China todas las posibles tendencias filosoacuteficas

[hellip] en el Iraacuten ensentildea Zaratustra la excitante doctrina que presenta al mun-

do como el combate entre el bien y el mal en Palestina aparecen los pro-

fetas [hellip] En Grecia encontramos al poeta Homero a los filoacutesofos ndashPar-

meacutenides Heraacuteclito Platoacuten- y a los traacutegicosndash [hellip] Todo lo que estos nom-

bres no hacen maacutes que indicar se origina en estos cuantos siglos casi al

mismo tiempo en China en la India y en Occidente sin que supieran unos

de otrosraquo65

La novedad de esta eacutepoca estriba en que el ser humano ndashdesde diver-

sas culturas que confluyen a pesar de estar alejadas unas de otras- se elevoacute

a la conciencia de la totalidad de lo que hay cuestionando el estatuto onto-

episteacutemico de cuanto le rodeaba ndashameacuten del suyo propio- lo que le permi-

tioacute al tiempo desde la llamada de lo incondicionado tomar conciencia tan-

to de lo que puede como de lo que le sobrepasa Noacutetese que

laquoEn esa eacutepoca se constituyen las categoriacuteas fundamentales con las cuales

todaviacutea pensamos y se inician las religiones mundiales de las cuales toda-

viacutea viven los hombres En todos los sentidos se pone el pie en lo universal

[hellip] Por primera vez hay filoacutesofos Los hombres se atreven a considerarse

como individuos Pensadores eremitas y trashumantes en China ascetas en

la India filoacutesofos en Grecia profetas en Israel se corresponden unos con

otros por mucho que se diferencien en creencias contenido y constitucioacuten

iacutentima El hombre puede oponerse interiormente al conjunto del mundo

En siacute mismo descubre el punto de partida desde el cual se alza sobre siacute

mismo y sobre el mundo En el pensamiento especulativo el hombre se

65 Jaspers Karl ldquoEl tiempo-ejerdquo en Origen y meta de la historia Madrid Alianza

1980 p 20 (trad cast Fernando Vela)

68

eleva al ser mismo que queda aprehendido sin dualidad al desaparecer la

escisioacuten del sujeto y el objeto y en la coincidencia de los contrariosraquo66

Justamente en nuestra cultura occidental la impronta del tiempo-eje

aparece plasmada en la idea de λόγος y en la posibilidad que el hombre

tiene de participar de eacutel El λόγος es razoacuten del orden universal para los fi-

loacutesofos y es el Verbum Dios mismo para los cristianos La comunidad en

el λόγος es aquello que hace al hombre animal racional seguacuten Aristoacutete-

les67 Se trata de algo que poseen todos los hombres pero que los trascien-

de a un tiempo que no puede quedar apropiado por una persona ni tampo-

co por una ciudad-estado puesto que corresponde a la totalidad de los hom-

bres que viven despiertos

Ciertamente hoy sabemos maacutes que los griegos pero esto se debe a

que nos hemos propuesto saber sobre menos68 La filosofiacutea nacioacute con una

vocacioacuten sinoacuteptica Su cometido siempre ha sido elaborar laquomapas de la rea-

lidadraquo como reconoce Salvador Paacuteniker lo que puede comprobarse desde

Platoacuten y Aristoacuteteles en adelante No debe tener miedo por tanto a la comu-

nicacioacuten con otros saberes siempre que esto no implique una peacuterdida de su

especificidad ni la abjuracioacuten del uso de la estricta razoacuten por los sentidos

apuntalada La suerte de transdisciplinariedad que le concierne no desco-

noce la altura de los muros de la especializacioacuten ni los logros a los que nos

ha conducido pero no se trata de buscar un principio unitario de todos los

conocimientos (que no es posible ni acaso deseable) sino de aspirar a una

66 Ibid pp 21-22 67 Cfr Aristoacuteteles Poliacutetica Gredos Madrid 2002 I 1 1553a (trad cast Manuela

Garciacutea) 68 Zubiri Xavier ldquoCiencia y realidadrdquo en Naturaleza Historia Dios ed cit p 64

69

comunicacioacuten en lo esencial entre todos los saberes entreverando los resul-

tados de unas con los de otras en las encrucijadas de la verdad sobre la ba-

se de un pensamiento complejo69

Las grandes cuestiones siempre se renuevan sin dejar de ser las mis-

mas y tampoco encuentran respuestas acabadas o tajantes Mas en este sis-

temaacutetico viaje de lo oscuro hacia lo claro se debe buscar la permeabilidad

entre los saberes no su desavenencia Es un imperativo capital de nuestro

tiempo pues nos une a todos un mismo propoacutesito la persecucioacuten de lo real

que en uacuteltima instancia es la de lo absoluto aquello que se presiente aun-

que no esteacute presente ni sea ciertamente accesible por completo Esto es lo

que permite que la maacutexima lejaniacutea pueda convertirse para nosotros en la

maacutexima proximidad tambieacuten en el caso de Heraacuteclito

69 Cfr Paacuteniker Salvador ldquoPensar la complejidadrdquo en El Paiacutes (18-XI-2007) Cfr ldquoA

propoacutesito de un nuevo humanismordquo en El Paiacutes (18-VI-2007)

70

71

Cap 2

laquoLa filosofiacutea de la naturaleza como horizonteraquo

72

73

1 La fiacutesica del siglo XX y sus consecuencias para la filosofiacutea natural

El ser humano ha estudiado la naturaleza desde diversos puntos de

vista a lo largo de la historia Sin menoscabo de los restantes destacamos

dos desde un punto de vista filosoacutefico por un lado hacer cuestioacuten de lo na-

tural supone ndashen esencia- asumir sin excepciones esa realidad a la que per-

tenecemos desde la necesidad onto-episteacutemica y vital de comprenderla pa-

ra comprendernos desde un punto de vista cientiacutefico-teacutecnico por otro lado

hacer cuestioacuten de lo natural supone asumir una realidad que nos pertenece

con la intencioacuten de comprenderla para dominarla y transformarla seguacuten los

deseos y necesidades del ser humano (o como reza el adagio positivista

laquosaber para prever y prever para proveerraquo) 70

No obstante es preciso advertir que no se pretende elaborar en este

apartado un estudio completo del concepto objeto meacutetodo e historia de la

70 Estas perspectivas han dado lugar a diversos modelos histoacutericos que para no reiterar

cosas de todos sabidas nos limitamos a resumir de la mano de un estudioso autorizado

como Collingwood el ldquogriegordquo el ldquorenacentistardquo y el ldquomodernordquo En la idea griega la

naturaleza es concebida como un organismo como una especie de animal racional que

impone orden desde el todo a las partes En la idea renacentista la naturaleza es una

maacutequina de precisioacuten puesta en marcha por Dios un ldquomecanismo de relojeriacuteardquo deter-

minista matemaacutetico e inalterable donde todo lo que acontece tiene una razoacuten previa y

obedece a leyes necesarias En la visioacuten moderna por uacuteltimo la naturaleza ya no es

concebida como un conjunto eterno y estaacutetico de sustancias sino como un despliegue

de procesos evolutivos e irreversibles donde el tiempo y el devenir dejan de ser colate-

rales para convertirse en elementos ineludibles de la misma Cfr Collingwood Robin

G The Idea of Nature Oxford Clarendon Press 1945 pp 3-37 (trad cast Eugenio

Imaz Meacutexico FCE 1952) Para evitar equiacutevocos aclaramos que lo que el autor llama

ldquorenacentistardquo y ldquomodernordquo nosotros lo hemos llamado ldquomodernordquo y ldquocontemporaacuteneordquo

respectivamente

74

philosophia naturalis Esto sobrepasa el propoacutesito de nuestro trabajo y nos

desviacutea del tema principipal del mismo Nos limitamos por tanto a subrayar

los presupuestos que subsisten en el intento humano de pensar la naturaleza

de un modo racional Este es el marco de nuestra vuelta a Heraacuteclito Pero

tampoco se trata de presentar sin maacutes los inicios de la disciplina sino de in-

tentar relacionarlos con las condiciones que reclama desde nuestro punto

de vista una filosofiacutea de la naturaleza a la altura de los tiempos

La cuestioacuten se complica si comenzamos por esto uacuteltimo debido al

caraacutecter problemaacutetico de esta disciplina en el presente sobre todo en lo que

respecta a su objeto y a su propio estatuto a medio camino entre la ciencia

y la filosofiacutea Aunque esto se atenuacutea si cabe por su enorme vitalidad que

nace de una comunicacioacuten fluida con la ciencia natural

laquoUna filosofiacutea de la naturaleza capaz de afrontar los desafiacuteos del presente

debe tener un caraacutecter amplio e integrador interdisciplinar sin perder por

ello su especificidad Se trata de articular y destilar lo comuacuten a diferentes

viacuteas de trabajo sin prejuicios por un lado hay que atender a los resulta-

dos de las diversas ciencias [hellip] y a la vez componer visiones del mundo

que no se reduzcan a eso por otra parte [hellip] elaborar hasta donde sea po-

sible ciertas nociones transversales que permitan relacionar los diversos

planos [hellip] y por uacuteltimo es pertinente proyectar una plataforma para otro

tipo de discursos sean eacuteticos esteacuteticos o poliacuteticos sin reduccionismo [hellip]

Esa filosofiacutea de la naturaleza escapa a cualquier etiqueta unilateral contri-

buye a reconciliar ciencias naturales y humanas y se define por ser dialoacute-

gica e histoacutericaraquo71

71 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoPensar la naturaleza hoyrdquo en Revista Filosoacutefica de

Coimbra nordm 18 (2000) p 327

75

Lo que se busca por tanto es una disciplina capaz de acometer un

estudio sistemaacutetico de la nocioacuten de naturaleza (compleja y multidimensio-

nal) que aporte una comprensioacuten elemental de la materia la vida y el uni-

verso y permita la comunicacioacuten con otros planos que confluyen en ella (al

hilo de diversos contextos histoacutericos y culturales) dotaacutendola de contenido y

sentido para la vida

Antes de continuar por tanto conviene elaborar un pequentildeo esbozo

de la situacioacuten onto-episteacutemica de la que partimos al encuentro de Heraacutecli-

to para hacerla consciente ya que la fiacutesica del pasado siglo nos ha llevado

a descubrir un nuevo cosmos y nos ha invitado a iluminar en consonancia

un nuevo modo de pensar lo que tiene consecuencias ineludibles para to-

dos los demaacutes aacutembitos de la vida Pero no se trata de estudiar al jonio en es-

tas coordenadas que no son suyas sino nuestras sino de intentar encontrar

algunas liacuteneas comunes que nos permitan recuperar su filosofiacutea en el pre-

sente aun constando las diferencias evidentes en meacutetodos y lenguajes72

72 Los fiacutesicos Heisenberg y Bohr consideran innecesario cerrar la mente a los problemas

planteados por los filoacutesofos antiguos simplemente porque no se puedan expresar en un

lenguaje maacutes preciso Siempre se puede obtener de sus ideas alguna intuicioacuten para res-

ponder los problemas que nos atantildeen Es cierto que usualmente son palabras oscuras

frente a la claridad analiacutetica de la ciencia pero iquestquieacuten nos dice que tengamos que bucar

la verdad en lo claro ndashcomo pretendiacutean los positivistas- y no en lo oscuro -que desecha-

ban- Ambos comparten un verso de Schiller ldquola verdad habita en las profundidadesrdquo y

reconocen que en la historia del pensamiento humano los desarrollos maacutes fecundos na-

cen de la interseccioacuten de corrientes de ideas Cfr Heisenberg Werner ldquoLa verdad habi-

ta en las profundidadesrdquo en Wilber Ken (Ed) op cit pp 63-65 Sirva como ejemplo

la visita de N Bohr a China (1937) estando ya elaborada su interpretacioacuten de la teoriacutea

cuaacutentica donde quedoacute impresionado por la idea ancestral de la unidad de los opuestos

(yinyang) de modo que al ser condecorado con la Elefantordenen danesa (1947) eligioacute

para su blasoacuten el siacutembolo del Tai Chi junto con el lema contraria sunt complementa

76

11 Horizonte ontoloacutegico un nuevo cosmos

Lo primero que hay que destacar es el enorme contraste que se pro-

dujo respecto a la visioacuten moderna del mundo Se pasoacute en unas pocas deacuteca-

das de la creencia en que el fin de la fiacutesica estaba proacuteximo a la constata-

cioacuten de que apenas estaacutebamos iniciando el conocimiento posible sobre el

cosmos En la Modernidad la ciencia reveloacute los los nuacutemeros y las relacio-

nes que ajustaban el orden del universo Esto se llevoacute a cabo utilizando un

meacutetodo soacutelido que emparejaba por vez primera las matemaacuteticas y la experi-

mentacioacuten lo que permitioacute alcanzar un conocimiento completo y unificado

de la naturaleza (de modo que el ser humano se encontrara en ella laquocomo

en casaraquo)73

Las principales caracteriacutesticas de este meacutetodo son el reduccionismo y

el mecanicismo que permiten una mayor simplicidad y capacidad de pre-

diccioacuten a la hora de explicar los complejos procesos de la naturaleza aun-

que desterrando de este aacutembito todo lo que no se deje racionalizar Como

consecuencia se llevoacute a cabo la separacioacuten de los diferentes elementos que

la integran consideraacutendolos desde la independencia y la autonomiacutea entre

siacute y respecto al entorno Este programa racionalista de matematizacioacuten de

la experiencia por tanto se llevoacute a cabo por medio de un proceso de abs-

traccioacuten a partir de una serie de postulados claacutesicos de todos conocidos

73 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoDie griechische Philosophie und das moderne Denkenrdquo

en Gesammelte Werke 6 ldquoGriechische Philosophie IIrdquo Tuumlbingen J C B Mohr (Paul

Siebeck) 1999 p 4 Los cambios que trajo consigo esta nueva cosmovisioacuten son com-

parados por Carmen Mataix con el paso de una visioacuten ldquoplatoacutenicardquo (estaacutetica e inmutable)

del universo a otra ldquoaristoteacutelicardquo (dinaacutemica y compleja) Cfr Mataix Carmen ldquoEl giro

de la nueva ciencia de Platoacuten a Aristoacutetelesrdquo en Revista de Filosofiacutea vol VII nordm 12

(1994) p 435

77

que prescriben la correcta descripcioacuten de la naturaleza la continuidad de

las conexiones causales el representacionismo pictoacuterico la independencia

de las propiedades dinaacutemicas y cinemaacuteticas el isomorfismo entre los nive-

les descriptivos el ideal de descripcioacuten fiacutesica de observacioacuten de objetivi-

dad y de determinismo o predictibilidad causal74 En definitiva el marco

claacutesico supone una descripcioacuten objetiva capaz de definir el objeto por una

serie de cualidades propias independientes del observador y del proceso de

observacioacuten Se trata de lo que Bohr ha denominado el laquomarco de la causa-

lidadraquo cuya principal caracteriacutestica es ofrecer un ideal descriptivo que po-

sibilita la prediccioacuten causal de todos los fenoacutemenos naturales

laquoAnte todo los principios de la mecaacutenica newtoniana significan un escla-

recimiento trascendental del problema de causa y efecto que permite par-

tiendo del estado de un sistema fiacutesico definido en un instante dado me-

diante magnitudes medibles predecir su estado en cualquier instante pos-

terior Se sabe que este tipo de descripcioacuten determinista o causal condujo

al concepto mecaacutenico de la naturaleza y vino a representar un ideal de

explicacioacuten cientiacutefica en todos los dominios del conocimientoraquo75

La naturaleza en suma desvelaba un orden uniforme legislable y

humanamente accesible en el que las cosas no podiacutean suceder de un modo

distinto al que de hecho lo haciacutean76 Como consecuencia la mayoriacutea de los

74 Cfr Cadenas Goacutemez Yolanda Epistemologiacutea ontologiacutea y complementariedad en

Niels Bohr Madrid Universidad Complutense Tesis doctoral 2004 p 25 75 Bohr Niels ldquoUnidad del conocimientordquo en Fiacutesica atoacutemica y conocimiento humano

Madrid Aguilar 1964 p 85 (trad cast Albino Yusta) 76 Cfr Morin Edgar ldquoLa relacioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo en Gazeta de Antropologiacutea

11-01 (1995) p 1 (trad cast Joseacute L Solana)

78

fiacutesicos se atuvo a la teoriacutea del determinismo universal porque les asegura-

ba a priori que el mundo era inteligible y que valiacutea la pena esforzarse en

comprenderlo77

Esta revolucioacuten como es sabido tomoacute cuerpo en el s XVII a traveacutes

de personajes como Copeacuternico Kepler Descartes Galileo Leibniz o New-

ton Es justo reconocer que pocos hechos tienen tanta trascendencia como

el despunte de la ciencia moderna a la hora de hacer recuento de los mo-

mentos maacutes eminentes de la historia de la humanidad Pero esto no quita

para que se reconozcan tambieacuten sus limitaciones No se trata de que el cor-

pus newtoniano deje de tener validez de la noche a la mantildeana Lo que suce-

de es que se limitan sus pretensiones y su aacutembito de aplicacioacuten fiable de

modo que en adelante soacutelo se encuentra equilibrio estabilidad y capacidad

efectiva de prediccioacuten en la laquoescala-mediaraquo (middel-scale) sita entre los

dos abismos que revelaron la mecaacutenica cuaacutentica y la teoriacutea de la relativi-

dad Estas dos teoriacuteas nos han ensentildeado que maacutes allaacute de lo-que-estaacute-en-el-

medio existen otros mundos en los que los elementos que componen nues-

tro mundo fenomeacutenico se diluyen a pequentildea escala o bien se desvanecen a

gran escala78

Es preciso subrayar que la visioacuten claacutesica comenzoacute a ser cuestionada

desde la propia fiacutesica a partir de Einstein quien pronto comprendioacute que la

mecaacutenica claacutesica como base de una descripcioacuten fiacutesica completa de la natu-

raleza era insuficiente Con Einstein el universo mismo se disolvioacute como

77 Esta obsesioacuten por eliminar hasta el uacuteltimo resquicio de riesgo en el aacutembito epistemo-

loacutegico contrasta fuertemente con las condiciones habituales en las que se desarrolla la

existencia humana que casi siempre fluctuacutea entre la certeza y la perplejidad Cfr Arana

Juan ldquoFiacutesica y metafiacutesica del azarrdquo en Anuario Filosoacutefico 30 (1997) p 179 78 Cfr Morin Edgar El meacutetodo III El conocimiento del conocimiento Madrid Caacutete-

dra 2006 p 235 (trad cast Ana Saacutenchez)

79

unidad-coacutesmica para expandirse ilimitadamente como espacio-tiempo En

eacutel operan cuatro fuerzas fundamentales (gravitatoria electromagneacutetica nu-

clear fuerte y nuclear deacutebil) que la ciencia desde entonces trata de ajustar

(sin olvidar los logros de Newton o Maxwell a este respecto)79

A pesar de todo tal era su querencia por el determinismo que la di-

versidad completa de casos y cosas del universo continuaba reducieacutendose a

la unidad-simple del aacutetomo Como reconoce Luis Otero los motivos que

llevaron a Einstein a separarse del camino que tomaba la fiacutesica cuaacutentica

hay que buscarlos en profundas razones epistemoloacutegicas en su visioacuten de la

naturaleza y en el papel que juega la fiacutesica en la representacioacuten del mundo

lo que no pretende empantildear la enorme importancia de Einstein para la fiacutesi-

ca del s XX80 La teoriacutea de la relatividad ensanchoacute nuestra comprensioacuten del 79 Cfr Einstein Albert Sobre la teoriacutea de la relatividad especial y general Madrid

Alianza 1984 p 18 (trad cast Miguel Paredes) Es sabido que Steven Weinberg Shel-

don Lee Glashow y Abdus Salam recibieron en 1979 el Nobel de Fiacutesica por la unifica-

cioacuten de las fuerzas electromagneacutetica y nuclear deacutebil (ldquomodelo electrodeacutebilrdquo) Uno de los

mayores retos de la fiacutesica actual es la conjuncioacuten de la teoriacutea de la relatividad general

que describe la fuerza de la gravedad y la mecaacutenica cuaacutentica que describe las restantes

fuerzas elementales Como ampliacioacuten cfr Salam Abdus Heisenberg Werner Dirac

Paul La unificacioacuten de las fuerzas fundamentales Barcelona Gedisa 1991 pp 63-87

(trad cast Alberto Luis Bixio) 80 Cfr Otero Carvajal Luis E ldquoEinstein y la revolucioacuten cientiacutefica del siglo XXrdquo en

Cuadernos de Historia Contemporaacutenea nordm 27 (2005) p 35 No se olvide que ldquoEl Viejo

[Dios] no juega a los dadosrdquo Cfr ldquoCarta de Einstein a Born (4-XII-1926)rdquo en Einstein

A Born M y H Correspondencia (1916-1955) Meacutexico Siglo XXI 1973 p 119

(trad Feacutelix Blanco) De la misma opinioacuten es Planck ldquoSi uno tiene que elegir el deter-

minismo debe ser preferido en todos los casos al indeterminismo por la simple razoacuten de

que una respuesta determinada a una cuestioacuten seraacute siempre maacutes preciosa que una res-

puesta indeterminadardquo Planck Max Lrsquoimage du monde dans la physique moderne Ge-

negraveve Gonthier 1963 p 24 (trad fr Cornelius Heim)

80

universo a escala coacutesmica no menos que sus conjeturas sobre el efecto fo-

toeleacutectrico a escala microfiacutesica que prepararon el camino de la venidera

mecaacutenica cuaacutentica81

La relatividad y la fiacutesica cuaacutentica son dos teoriacuteas que han cambiado

por completo nuestra visioacuten del mundo en el pasado siglo Ambas protago-

nizaron una suerte de revolucioacuten silenciosa e inacabada que minoacute las bases

de la fiacutesica claacutesica desde dentro y apoyadas por la experimentacioacuten La teo-

riacutea de la relatividad por un lado convulsionoacute nuestra concepcioacuten del espa-

cio y el tiempo que dejaban de ser entidades absolutas inmutables e inde-

pendientes para convertirse en un continuo espacio-temporal de cuatro di-

mensiones relativo respectivo e inseparable donde el campo gravitacional

era interpretado como una consecuencia de la propia geometriacutea del laquoespa-

cio-tiemporaquo La mecaacutenica cuaacutentica por otro lado presagiaba una nueva in-

terpretacioacuten de los fenoacutemenos microscoacutepicos completamente ajena a la

descripcioacuten claacutesica e introduciacutea por vez primera en la fiacutesica un indetermi-

nismo esencial Las repercusiones filosoacuteficas de estos dos grandes marcos

conceptuales estaacuten lejos de ser analizadas en profundidad en el presente e

incluso parece aceptada una presumible incompatibilidad mutua a un nivel

profundo El contenido conceptual de ambas teoriacuteas fue ciertamente nove-

doso antiintuitivo cuando no paradoacutejico con unas predicciones no menos

sorprendentes e inquietantes82

La naturaleza es relativista y es cuaacutentica Estaacute claro que cuando tene-

mos objetos muy pequentildeos movieacutendose a velocidades cercanas a la de la

81 Cfr Dobado Antonio ldquoFiacutesica de partiacuteculas y cosmologiacutea Hacia una historia integra-

da del universordquo en Garrido Manuel Valdeacutes Luis M Arenas Luis (Eds) El legado

filosoacutefico y cientiacutefico del siglo XX Madrid Caacutetedra 2007 p 753 82 Cfr Ortiacuten Tomaacutes ldquoRelatividadrdquo en Garrido M Valdeacutes L M Arenas L (Eds)

op cit pp 724ss

81

luz es preciso ajustar la relatividad con la mecaacutenica cuaacutentica83 El resultado

son las laquoteoriacuteas cuaacutenticas de campos relativistasraquo que describen las partiacutecu-

las elementales y sus interacciones fuerte y electrodeacutebil La primera es sa-

bido mantiene unidos a los constituyentes del nuacutecleo atoacutemico ndashtambieacuten a

los constituyentes de los constituyentes los quarks- y soacutelo actuacutea a estas es-

calas microscoacutepicas La segunda por su parte es una uacutenica interaccioacuten que

se manifiesta de dos maneras distintas como interaccioacuten nuclear deacutebil res-

ponsable de la desintegracioacuten de ciertos nuacutecleos atoacutemicos y que soacutelo actuacutea

a escalas microscoacutepicas y como interaccioacuten electromagneacutetica que actuacutea

tambieacuten a escalas macroscoacutepicas entre objetos cargados Sin duda la des-

cripcioacuten unificada de estas interacciones ha sido uno de los logros maacutes al-

tos de la fiacutesica teoacuterica del s XX

La ciencia moderna en suma siempre ha tratado de revelar la sim-

plicidad matemaacutetica del orden escondido en la naturaleza donde el aacutetomo

era el componente baacutesico con el que nuestro universo estaba configurado

Hoy sabemos que a nivel subatoacutemico todo es indeterminacioacuten Al buscar el

elemento uacuteltimo y la ley simple del universo por tanto la ciencia ha des-

cubierto la complejidad del tejido microfiacutesico y comienza a entrever la mis-

teriosa complejidad del cosmos84 En los uacuteltimos 125 antildeos el universo atis-

bado por Copeacuternico Kepler Galileo y Newton se ha tornado una ilusioacuten

con el consecuente debilitamiento de la idea de realidad objetiva Esta idea

83 Por ejemplo para estudiar la fiacutesica del universo cerca de la ldquogran explosioacutenrdquo inicial

donde se estima que todo estaba concentrado en un volumen muy pequentildeo con una ele-

vada densidad de materia y energiacutea por lo que la fuerza gravitatoria tiene que estudiarse

junto con el resto de fuerzas Cfr Weinberg Steven ldquoLa gran reduccioacuten de la fiacutesica en

el siglo XXrdquo en Ciencias 62 (2001) pp 51-62 (trad cast Carlos Loacutepez) 84 Cfr Morin Edgar Ciencia con consciencia Barcelona Anthropos 1984 p 45 (trad

cast Ana Saacutenchez)

82

por su parte no se ha debilitado a causa de una nocioacuten de realidad auacuten no

comprendida sino en la transparencia matemaacutetica de una teoriacutea que descri-

be no el comportamiento de las partiacuteculas elementales sino nuestro cono-

cimiento de dicho comportamiento85

Todos estos cambios han hecho que se pregunte Prigogine

laquoiquestQueacute es lo que no seacute Esta pregunta me hace pensar en otra que se puede

considerar complementaria iquestQueacute es lo que seacute Mi respuesta estaacute clara

muy poco No digo esto por modestia excesiva sino por una conviccioacuten

profunda Nos encontramos al final de esa era de la historia de la ciencia

que se abrioacute con Copeacuternico y Galileo Un periodo memorable pero que

nos ha dejado una visioacuten del mundo demasiado simplista La ciencia claacutesi-

ca destacaba los elementos de equilibrio orden estabilidad Hoy vemos

fluctuacioacuten e inestabilidad por todas partes Estamos empezando a tomar

conciencia de la complejidad intriacutenseca del universo Esta toma de con-

ciencia es el primer paso hacia una nueva racionalidad pero soacutelo el primer

pasoraquo86

Desde Newton en conclusioacuten las ciencias de la naturaleza han expe-

rimentado una transformacioacuten conceptual enorme a partir de una visioacuten es-

85 Cfr Heisenberg Werner op cit p 12 86 Cfr Prigogine Ilya ldquoQacuteest-ce quacuteon ne sait pas en Premiegraveres rencontres philoso-

phiques de l UNESCO Paris (1995) en httpwwwunescoorgphiwebuk1rpunobel

presnobelhtml El camino de esta ldquonueva racionalidadrdquo lo han preparado los fiacutesicos del

s XX Se echa en falta en la filosofiacutea una revisioacuten tan profunda de los fundamentos de

la propia disciplina desde dentro Popper habloacute del paso del universo ldquorelojrdquo al universo

ldquonuberdquo lo que evoca el paso del mecanicismo determinista a una concepcioacuten esencial-

mente abierta e indeterminada Cfr Popper Karl ldquoSobre nubes y relojesrdquo en Conoci-

miento objetivo Barcelona Tecnos 2005 (trad cast Carlos Soliacutes)

83

taacutetica del mundo concebido de un modo mecaacutenico en su curso se ha confi-

gurado en el uacuteltimo siglo una imagen dinaacutemica del universo en la que se

constata su evolucioacuten hacia sistemas cada vez maacutes complejos en los que

orden y desorden sujetos no obstante a leyes permiten la emergencia de la

pluralidad87 Por tanto al tiempo que nos alejamos del viejo mundo nos

aparece ante nuestros ojos un nuevo universo de procedencia incierta des-

tino desconocido y dimensiones inconmensurables

12 Horizonte epistemoloacutegico un nuevo modo de pensar

Todos estos cambios precisan ndashen consecuencia- una renovacioacuten de

las coordenadas mismas de nuestro pensamiento asiacute como el abandono de

ciertos haacutebitos adquiridos en el curso de la historia Se necesita por tanto

87 Cfr Kanitschneider Bernulf Von der mechanistischen Welt zum kreativen Univer-

sum Zu einem neuen philosophischen Verstaumlndnis der Natur Darmstadt Wissenschaft-

lige Buchgesellschaft 1993 p 254 ldquoLa razoacuten que promueve el mecanicismo es una ra-

zoacuten escandalosamente incompleta [hellip] se estaacute echando en falta una razoacuten ecoloacutegica una

razoacuten compleja la misma quizaacutes que Edgar Morin se aventura a esbozarrdquo San Miguel

de Pablos Joseacute L ldquoLa naturaleza iquestviva o muerta Un debate secularrdquo en Theacutemata 38

(2007) p 273 La leccioacuten que nos ha dado el s XX es que tanto el universo como el

hombre conjugan una multitud de aspectos encontrados sin dejar de poseer una armoniacutea

que merece la pena intentar atrapar En verdad es tan nocivo para el saber el reduccio-

nismo extremo como su contrario Ambos comparten la simplicidad de la receta que tra-

tan de aplicar la obsesioacuten de creer que una cuestioacuten tan intrincada como eacutesta se puede

resolver tajantemente Se trata de permitir a la realidad que nos sorprenda de continuo

pero sin dejar que nos desconcierte por completo Cfr Arana Juan ldquoUnidad y diversi-

dad del saber en los umbrales del siglo XXIrdquo en El caos del conocimiento Del aacuterbol

de las ciencias a la marantildea del saber ed cit pp 115-118

84

una laquonueva voluntad de inteligenciaraquo88 La tarea es a la vez capital e incier-

ta pero esto es lo que debiera movilizarnos

laquoTenemos que comprender que la renovacioacuten se juega hoy no tanto en el

terreno de las ideas buenas o verdaderas opuestas en su lucha a vida o

muerte a las ideas malas y falsas sino en el terreno de la complejidad del

modo de organizacioacuten de las ideas La salida de la [hellip] prehistoria del es-

piacuteritu nos exige pensar de forma radicalmente complejaraquo89

Un pensamiento que se quiera a la altura de los tiempos no puede

desestimar la cosmovisioacuten que nos ha legado el pasado siglo La fiacutesica ha

impugnado los principios teoacutericos que cimentaban la visioacuten del mundo mo-

derna pero se ha pasado sobre este hecho como de puntillas No cabe duda

de que la tarea que se le impone a nuestro tiempo es la de aprender a desen-

volverse con acierto en todos los dominios de la vida sobre la base de esta

nueva situacioacuten90

Esto no significa que se utilicen las matemaacuteticas en contextos donde

no proceda tampoco que se intente convertir en ciencia natural disciplinas

que no lo son ndashni tienen por queacute serlo- No se trata de tomar la bata y el mi-

croscopio sino de convenir que no se puede hacer filosofiacutea en el s XXI sin

tener los pies en el suelo es decir sin una miacutenima base empiacuterica ni usando

conceptos atoacutemicos para responder a cuestiones moleculares

88 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoPor una nueva voluntad de inteligenciardquo en VV

AA Problemas fundamentales del conocimiento Salamanca SCLF 1993 pp 131-

139 89 Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas Madrid Caacutetedra 2006 p 244 (trad cast Ana

Saacutenchez) 90 Cfr Heisenberg Werner op cit p 20

85

Igualmente no se pueden pensar problemas nuevos con meacutetodos vie-

jos Hoy no se puede hablar sobre la naturaleza el hombre o la vida uacutenica-

mente desde la tradicioacuten la simple introspeccioacuten o la propia experiencia

existencial por no hablar de la asistencia de las musas Los que nos dan

que pensar desde los griegos hasta el presente permanecieron siempre

atentos a la ciencia de su momento sin descuidar por ello la puesta en con-

ceptos de su circunstancia ni el pensamiento de los que les precedieron en

la filosofiacutea

Como apunta Ramoacuten Rodriacuteguez la filosofiacutea contemporaacutenea puede

dividirse en dos tipos fundamentales el de las filosofiacuteas que toman la cien-

cia como el objeto esencial de su reflexioacuten y el conocimiento cientiacutefico co-

mo modelo cognoscitivo al que tratan de aproximarse (son asiacute filosofiacuteas de

la ciencia o filosofiacuteas cientiacuteficas) y el de las que creen que en la misioacuten de

comprender el mundo la filosofiacutea tiene su sitio propio (al lado con o contra

las ciencias) y su forma especiacutefica de reflexioacuten es decir que posee una au-

tonomiacutea originaria lo que no significa una posicioacuten de competencia o rece-

lo hacia la ciencia Noacutetese que en ambos casos la ciencia es un punto de

referencia para la filosofiacutea le guste o no91

Una filosofiacutea que no conozca los resultados de la ciencia por tanto

es una filosofiacutea que no responde a todos los retos de su tiempo No se trata

por supuesto de que lo haga desde la tecnicidad de los cientiacuteficos Esto se-

riacutea imposible y ya no seriacutea filosofiacutea sino repeticioacuten laquociencia pues de lo

complejo filosofiacutea por tanto de la complejidadraquo92

91 Cfr Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoLas paradojas de una filosofiacutea mundanardquo en op cit pp

151-152 92 Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones filosoacutefi-

cas Madrid Ediciones Pedagoacutegicas 2002 p 157

86

La filosofiacutea no habraacute de ser una filosofiacutea cientiacutefica pero siacute habraacute de

tomarse al menos la molestia de no cerrarse a lo que las ciencias nos dicen

sobre la naturaleza ni a la complejidad que destapan de continuo sobre el

estatuto ontoepisteacutemico de lo real Esto se evidencia especialmente en las

disquisiciones que provoca la fiacutesica cuaacutentica invadida por cuestiones sobre

la naturaleza de la realidad el proceso de medicioacuten-observacioacuten el indeter-

minismo etc Este estado de cosas no implica simplemente el abandono de

la hipoacutetesis determinista por la idea de que el comportamiento de la natura-

leza obedece a modelos probabilistas Tambieacuten pone en cuestioacuten las nocio-

nes claacutesicas de realidad y localidad y hace del acto de medicioacuten algo de

suyo enigmaacutetico por cuanto muestra que toda interaccioacuten entre el sistema-

objeto y el sistema-aparato-de-medida modifica de manera irreversible e

impredecible el estado del sistema-objeto despueacutes de la medida93

93 Cfr Chevalley Catherine ldquoFiacutesica cuaacutentica y filosofiacuteardquo en Revista de Filosofiacutea vol

VII nordm 12 (1994) pp 28ss (trad cast Juan Antonio Valor) Para una visioacuten distinta pe-

ro interesante del tema que relaciona la nueva fiacutesica con los postulados baacutesicos del bu-

dismo cfr Dalai Lama El universo en un solo aacutetomo Barcelona Grijalbo 2006 pp

55-89 (trad cast Arsi Samata) La doctrina budista claacutesica constata que todo es transito-

rio e inconsistente siendo eacutesta la causa fundamental del sufrimiento La mecaacutenica cuaacuten-

tica opina el Dalai Lama explica la materia microfiacutesica (el fondo verdadero de las co-

sas) como un fluir inconsistente muy semejante al que defendiacutea la doctrina del budismo

mahayana con una idea del ldquovaciacuteordquo como fondo y origen de las cosas ldquoLa naturaleza

paradoacutejica de la realidad tal como la revelan la filosofiacutea budista del vaciacuteo y la fiacutesica

moderna representa un gran desafiacuteo a los liacutemites del conocimiento humano [hellip] El pro-

blema filosoacutefico al que se enfrenta la fiacutesica a la luz de la mecaacutenica cuaacutentica es si la no-

cioacuten misma de la realidad ndashdefinida en teacuterminos de unos constituyentes esencialmente

reales de la materia- resulta sostenible Lo que la filosofiacutea budista del vaciacuteo puede ofre-

cer es un modelo coherente de comprensioacuten de la realidad que no es esencialistardquo Ibid

pp 88-89

87

laquoA la tarea de racionalizar la naturaleza desde la ciencia en modo alguno

le son ajenas cuestiones de caraacutecter epistemoloacutegico Con la incorporacioacuten

de los micro-fenoacutemenos la experiencia se amplia a oacuterdenes de cosas que

no son directamente observables no soacutelo a causa de su tamantildeo sino sobre

todo debido a la imposibilidad radical de acceder a ellos sin que interac-

tuacuteen de manera incontrolable con los instrumentos de observacioacuten Esto

trae dos consecuencias inmediatas por un lado la imposibilidad de seguir

hablando de la realidad fiacutesica independiente de los sujetos por otro lado

la imposibilidad de hablar de objetividad en la descripcioacuten de la naturaleza

por medio de procedimientos fiacutesicos de observacioacuten y medidaraquo94

La cuestioacuten que se le presenta hoy a la filosofiacutea por tanto es la de

reconocer queacute haacutebitos de pensamiento suponen un obstaacuteculo No se trata de

obstaacuteculos externos como la complejidad o la fugacidad de los fenoacutemenos

ni tampoco de obstaacuteculos internos como la debilidad de los sentidos o la

razoacuten En el mismo acto de conocer encontramos por una especie de nece-

sidad funcional inquietudes remontadas y estancamientos

laquoEl conocimiento de lo real es una luz que proyecta siempre sombras en

alguna parte Nunca es inmediato y pleno Las revelaciones de lo real son

siempre recurrentes Lo real no es nunca lo que podriacuteamos pensar sino lo

que hubieacuteramos debido pensar [hellip] Volviendo sobre un pasado de errores

encontramos la verdad en un verdadero arrepentirse intelectualraquo95

Lo que produce esta situacioacuten de estancamiento por tanto no es un

problema de competencias sino el deseo de sustraerse a los propios erro- 94 Rioja Ana op cit p 257 95 Bachelard Gaston Epistemologiacutea Barcelona Anagrama 1973 pp 187-188 (trad

cast Elena Posa)

88

res a la necesidad de evolucionar con los tiempos por parte de la filosofiacutea

y a la necesidad de no ignorar todo aquello que presente un aspecto metafiacute-

sico por parte de la ciencia como si problematizar el origen del universo

la materia o la vida no fueran cuestiones de suyo metafiacutesicas96 Existe en la

naturaleza humana ndashlo dijo Kant con tino- una inclinacioacuten metafiacutesica irres-

tricta que nos impele a plantearnos esas cuestiones a sabiendas de que so-

brepasan la capacidad de la propia razoacuten

laquoLa razoacuten humana tiene un extrantildeo destino en un geacutenero de conocimien-

tos es inquietada por cuestiones que no puede evitar pues le son impuse-

tas por la naturaleza de la razoacuten pero que por otra parte tampoco puede

contestar dado que superan la capacidad de la razoacuten humanaraquo97

Una filosofiacutea que no escuche lo que la ciencia tiene que decir sobre

la naturaleza es limitada pero tambieacuten lo es una ciencia que pretenda cues-

tionar lo natural sin reflexionar sobre las implicaciones filosoacuteficas que eso

conlleva98 Las auteacutenticas cuestiones filosoacuteficas sostuvo M Heidegger son

96 Cfr Mosteriacuten Jesuacutes Ciencia viva Reflexiones sobre la aventura intelectual de nues-

tro tiempo Madrid Espasa 2001 pp 38-39 97 Kant Inmanuel op cit A VII p 7 98 Como sentildeala Hegel (Werke t II pp 53-54) ldquoEs especialmente necesario que se haga

del filosofar un asunto serio [hellip] Tal parece como si fuese precisamente la carencia de

conocimientos y de estudio lo privativo de la filosofiacutea y como si eacutesta terminase donde

aqueacutellos comienzan Se la considera con frecuencia como un saber formal carente de

contenido y falta mucho para acabar de comprender que [] las otras ciencias por mu-

cho que intenten razonar sin el auxilio de la filosofiacutea jamaacutes llegaraacuten a poseer sin eacutesta

vida espiacuteritu ni verdadrdquo El texto estaacute sacado de la seleccioacuten que hace Ernst Bloch en su

obra Sujeto-objeto El pensamiento de Hegel Meacutexico FCE 1982 p 112 (trad cast

Wenceslao Roces)

89

aquellas que incluyen en la pregunta a aquel que pregunta puesto que laquoen

un sentido absolutamente esencial metafiacutesica es fiacutesica es decir un saber

sobre la φύσις (ἐπιστήμη φυσική)raquo99

iquestEn queacute consiste pues la nueva alianza entre ciencia y filosofiacutea Por

lo pronto parecen acabarse los aacutembitos reservados cuando se piensa sobre

la ciencia sus fundamentos sus procedimientos o la validez de sus simple-

ficaciones se estaacute ya inmerso en pleno campo filosoacutefico100 En este sentido

el cientiacutefico que desprecia la filosofiacutea o el filoacutesofo que desprecia la ciencia

obedecen ambos al mismo apetito por la disyuncioacuten que reduce entre siacute los

distintos planos de lo real y separa lo que en esencia no son maacutes que aspec-

tos complementarios de una misma y muacuteltiple realidad

2 Heraacuteclito y la filosofiacutea natural actual

21 iquestVuelta a los presocraacuteticos

Con el despunte de la ciencia moderna se le concedioacute a la ciencia el

predominio en el discurso con sentido sobre lo natural relegando a la filo-

sofiacutea al estudio de lo sobre-natural La intencioacuten de fondo es la de someter

99 Heidegger Martin ldquoSobre la esencia y el concepto de la φύσις Aristoacuteteles Fiacutesica

B1rdquo en Hitos Madrid Alianza 2000 sect241 p 201 (trad cast Arturo Leyte Helena

Corteacutes) 100 Cfr Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones filo-

soacuteficas ed cit p 156 La ciencia tiene que ver con el descubrimiento de la verdad tan-

to como la filosofiacutea y cuando se ha pretendido lo contrario ha sido malo para ambas

Cfr Arana Juan ldquoiquestTiene algo que ver la ciencia con el descubrimiento de la verdadrdquo

en El caos del conocimiento ed cit p 70

90

lo muacuteltiple a lo uacutenico lo cambiante a lo permanente Pero la idealidad de la

visioacuten moderna del mundo como hemos visto se ha mostrado reductora e

insuficiente en el pasado siglo necesaria quizaacute en su momento pero en de-

sacuerdo con el tiempo presente La ciencia nos ha ensentildeado nuevos cami-

nos para conocer la naturaleza que revelan la complejidad con la que opera

en todos los niveles (procesos irreversibles caos determinista fractales

rupturas de simetriacutea dinaacutemica no-lineal etc) esto fue acompantildeado de una

crisis epistemoloacutegica que obligoacute a modificar numerosos conceptos claacutesicos

Todo esto ha hecho opina Peacuterez de Laborda laquoque estemos hoy mucho maacutes

cerca de las interrogaciones que se planteaban los presocraacuteticosraquo101

Nos une con ellos el sentimiento radical de pasmo y extrantildeeza ante el

cosmos sin olvidar el retorno de la naturaleza como tema central de la re-

flexioacuten filosoacutefica Si bien hemos de aclarar de antemano que no se trata de

elaborar un inventario de temas puntuales del presente que puedan tener un

eco en la filosofiacutea presocraacutetica Se trata de otra cosa de reconocer los pre-

supuestos epistemoloacutegicos de los que parte nuestra vuelta al pasado para ir

al fondo mismo de la cuestioacuten en la medida en que nos proponemos sinte-

tizar en un solo aspecto todos los relativos a la actualidad de la filosofiacutea de

Heraacuteclito en la pujanza de su concepto de naturaleza

Como reconoce Morin la concepcioacuten newtoniana de un universo

mecanicista transido por un orden absoluto ha sido sustituida por la de un

cosmos auto-organizador secuela de la dialoacutegica compleja entre orden

desorden e interaccioacuten por otra parte las nociones de ecosistema y de bios-

fera dibujan una nueva imagen de la naturaleza cercana al hilozoiacutesmo de

los milesios El mundo material ya no es concebido como una maacutequina de 101 Cfr Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones filo-

soacuteficas ed cit p 156 A este respecto cfr Conche Marcel ldquoLe retour de la philoso-

phie agrave son essence grecquerdquo en Preacutesence de la nature Paris PUF 2001 pp 15-26

91

precisioacuten sino como un todo orgaacutenico cuyos componentes se definen por

sus interrelaciones Al mismo tiempo que el universo se torna desconocido

a medida que avanza la exploracioacuten espacial asistimos a la vuelta de una

naturaleza cercana nutricia que envuelve al hombre a la vez que estaacute en su

interior que de la mano de la ciencia ecoloacutegica se ha provincializado en

comparacioacuten con la antigua naturaleza coacutesmica y que se autorregula de un

modo inmanente como indica la hipoacutetesis Gaia de James Lovelock102

laquoPor eso en este cosmos [hellip] reencontramos una Patria el planeta Tierra

haacutebitat de nuestra errancia reencontramos una Matria la Biosfera a la

que estamos vinculados por una simbiosis orgaacutenica de la que tomamos ca-

da vez maacutes concienciaraquo103

En consecuencia tenemos que aprender a vivir en el claroscuro con

lo incierto tenemos que asumir esa dimensioacuten inmanente al universo a la

materia a la vida a la razoacuten esto es el misterio Estamos destinados a la

errancia pero no al error ni a la ilusioacuten Tenemos destellos de lucidez mo-

102 La ldquohipoacutetesis Gaiardquo sostiene que la vida tiene la capacidad de moldear y perfeccionar

las condiciones de la Tierra Lejos de llegar a ser lo que es para poder estar habitada la

Tierra llegoacute a ser lo que es justamente por estar habitada En suma la vida ha sido el

medio y no el fin para el desarrollo y la autorregulacioacuten de la Tierra Cfr Lovelock Ja-

mes ldquoGaia Un modelo para la dinaacutemica planetaria y celularrdquo en Thompson William

(Ed) Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989 pp 80-94

(trad cast Carletto Carboacute D James Clark) Como ampliacioacuten cfr Lovelock James

Gaia A New Look at Life on Earth Oxford University Press 1979 (trad cast Alberto

Jimeacutenez Madrid Hermann Blume 1983) 103 Morin Edgar ldquoLa relacioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo ed cit pp 3-7 Cfr Morin Edgar

Kern Anne Brigitte Tierra-Patria Barcelona Kairoacutes 1984 pp 199ss (trad cast Ma-

nuel Serrat)

92

mentos de libertad a pesar de todas esas servidumbres pero tambieacuten gra-

cias a ellas104 Nuestra comprensioacuten del cosmos lo dijo Aristoacuteteles con ti-

no es un rastreo sin teacutermino ni detencioacuten un laquosaber que se buscaraquo (ζητου-

μένη ἐπιστήμη)105 de suerte que cada vez que se ampliacutean los liacutemites de

la luz se mueven con ellos ndashen justa medida- los de la oscuridad En ver-

dad sabemos maacutes que nunca sobre la naturaleza o el hombre pero auacuten des-

conocemos lo esencial acaso porque el coacutemo no tiene tanto calado como el

porqueacute Esta es ndashseguacuten Zubiri- la paradoja de nuestra situacioacuten intelectual

cuanto maacutes sabemos sobre el universo tanto maacutes desconocemos106 El uni-

verso es complejo la relacioacuten entre materia-vida-pensamiento problemaacuteti-

ca pero al menos sabemos desde la primera mitad del s XX que no so-

mos meros espectadores de una escena ajena eterna e inmutable sino co-

partiacutecipes de un proceso evolutivo en devenir de complejidad creciente e

irreversible temporalidad que nos cobija al tiempo que nos sobrepasa107

104 Cfr Morin Edgar El meacutetodo V La humanidad de la humanidad Madrid Caacutetedra

2006 p 317 (trad cast Ana Saacutenchez) 105 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Κ 1-2 1059b 4-1060a 5 La foacutermula es equiacutevo-

ca porque no se sabe si se refiere al contenido de la filosofiacutea o al tipo de saber que la

conforma Cfr Zubiri Xavier ldquoLa idea de filosofiacutea en Aristoacutetelesrdquo en Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 p 102 106 Soacutelo tres momentos de la historia pueden compararse al presente en trascendencia

epistemoloacutegica (los relativos al desarrollo de la metafiacutesica griega la religioacuten cristiana y

la ciencia moderna) pero nunca la incertidumbre ha estado tan presente como ahora en

la tarea del intelectual de la mano de los resultados de la ciencia de nuevo cuntildeo que

tienen consecuencias para todos los campos del saber y para la propia vida Cfr Zubiri

Xavier ldquoNuestra situacioacuten intelectualrdquo en Naturaleza Historia Dios loc cit p 5

Cfr Heisenberg Werner op cit p 5 107 Cfr Prigogine Ilya Stengers Isabelle op cit p 271 Cfr Gil Ortiz Joseacute M Uni-

verso y naturaleza Madrid Sirius 2007 p 171

93

No parece del todo descabellado admitir que habitamos un universo

maacutes proacuteximo a los altibajos de los dramas shakespearianos que a la minu-

ciosa precisioacuten de los tratados newtonianos Sin duda hemos asistido al na-

cimiento de un nuevo cosmos y lo cierto es que nos encontramos siquiera

en uno de los estadios iniciales del conocimiento posible sobre el mismo

tanto a nivel subatoacutemico como cosmoloacutegico Tradicionalmente se ha pen-

sado que el conocimiento teniacutea un punto de partida y un teacutermino pero hoy

sabemos que el conocimiento es una aventura en espiral que tiene un punto

de partida histoacuterico pero que no tiene fin108

Pascal estuvo muy acertado al augurar que el hombre estaba situado

entre la nada y el todo En su opinioacuten nuestro mundo no es maacutes que un mi-

nuacutesculo pormenor en la inmensidad del universo En consecuencia nues-

tros intentos de comprenderlo no dan a luz sino aacutetomos al precio de la rea-

lidad de las cosas109 No es preciso antildeadir mucho maacutes Tomando como re-

ferencia la astrofiacutesica nuestra pequentildeez queda patente al cotejarnos con un

cosmos inmenso que se expande a traveacutes de miles de millones de antildeos luz

Lo mismo sucede ndashpero en sentido contrario- si tomamos como referencia

el mundo subatoacutemico puesto que estamos constituidos por miles de millo-

nes de partiacuteculas interconectadas elaboradas en el laboratorio coacutesmico pre-

bioacutetico

Este universo nacido de un suceso inefable que ha creado la materia

la luz el espacio y el tiempo tal y como nosotros los entendemos estaacute de-

terminado por un proceso dialoacutegico entre orden y desorden de resonancia

108 Cfr Morin Edgar ldquoLa epistemologiacutea de la complejidadrdquo en Gazeta de Antropolo-

giacutea 20-02 (2004) p 1 (trad cast Joseacute L Solana) 109 Cfr Pascal Blaise Pensamientos Barcelona RBA 2002 I 1 sect 84 pp 41-43 (trad

cast Juan Domiacutenguez) Para una formulacioacuten maacutes reciente de esta idea cfr Jaspers

Karl ldquoHistoria y cosmosrdquo en Origen y meta de la historia ed cit p 306

94

heracliacutetea En palabras de Morin nuestro cosmos laquose construye al destruir-

se y se destruye al construirseraquo por medio de un proceso de auto-organiza-

cioacuten constante donde interactuacutean un desorden ubicuo y unos pocos pero

certeros principios de orden110

La propia historia humana no hace sino evocar la historia coacutesmica

donde unos elementos viven de la muerte de otros para subsistir como ha-

biacutea enunciado Heraacuteclito (cfr 22 B 76 DK) Las estrellas por ejemplo vi-

ven de su muerte alimentaacutendose del fuego que nace en sus entrantildeas (que

las hace vivir a la vez que las consume) Los ecosistemas viven de la rege-

neracioacuten sistemaacutetica de sus componentes a traveacutes del intercambio constan-

te de materia y energiacutea con el medio Lo mismo ocurre con nosotros que

vivimos de la regeneracioacuten permanente ndashpor su muerte - de nuestras ceacutelulas

y moleacuteculas Y con nuestras sociedades que viven de la muerte de las vie-

jas generaciones al tiempo que se educa a las nuevas111

He aquiacute pues la nueva alianza entre el hombre y la naturaleza que

recuerda sin duda las elucubraciones de los primeros filoacutesofos En esta mis-

ma liacutenea sentildealoacute Popper en un artiacuteculo claacutesico sobre los presocraacuteticos la ne-

cesidad de volver a ellos para laquoencontrarnos con nosotros mismosraquo invi-

tando a la ciencia a retomar el problema baacutesico de estos pensadores que no

es otro que laquoentender el mundo en que vivimos y en consecuencia a noso-

tros mismos ndashpuesto que somos parte del mundo-raquo112

110 Cfr Morin Edgar El meacutetodo V La humanidad de la humanidad ed cit p 31 111 Cfr Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la naturaleza ed cit pp 418-421

Cfr Morin Edgar El meacutetodo VI Eacutetica Madrid Caacutetedra 2006 p 38 (trad cast Ana

Saacutenchez) 112 Popper Karl R ldquoBack to the Presocraticsrdquo en Furley DJ Allen RE (Eds) Stu-

dies in Presocratic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London Rout-

ledgeamp Kegan Paul 1970 p 130

95

iquestAcaso no es elocuente el hecho de que las cuestiones baacutesicas que

han entretejido la filosofiacutea occidental tales como Naturaleza Razoacuten Hom-

bre Dios etc se encuentren en los presocraacuteticos reunidas como elementos

de una misma sospecha La filosofiacutea es siempre nueva paradoacutejicamente

porque vuelve siempre sobre las mismas cuestiones que son perennes aun-

que se extraviariacutean de no ser sometidas a una revisioacuten constante No se ol-

vide que lo importante no es tanto el acierto de las respuestas como la ra-

dicalidad de las inquisiciones que sin duda iniciaron el camino del saber fi-

losoacutefico en Occidente

22 Algunos puentes entre Heraacuteclito y nuestro horizonte

Presentamos por uacuteltimo algunos nexos centrales de la filosofia natu-

ral actual que constituyen el trasunto de nuestra vuelta a Heraacuteclito aunque

constatando las diferencias obvias de lenguajes y perspectivas113

1- Complementariedad Trabajando en su modelo atoacutemico el fiacutesico

Niels Bohr se encontroacute con un problema la materia se presenta bajo

dos aspectos mutuamente excluyentes uno ondulatorio otro corpus-

cular Lo solucionoacute por medio del principio de complementariedad

presentado en el Congreso de Volta (1927) ndashaunque no definido de

una forma expliacutecita- seguacuten el cual en los fenoacutemenos subatoacutemicos

las partiacuteculas elementales manifiestan las dos propiedades a la vez

aunque bajo conceptos distintos por lo que para comprender los he-

113 Sobre los nexos que articulan la filosofiacutea natural en el presente cfr Espinosa Rubio

Luciano ldquoPensar la naturaleza hoyrdquo ed cit pp 332-343

96

chos subatoacutemicos son necesarios ambos modelos teoacutericos Una con-

secuencia epistemoloacutegica general de este principio es que lo contra-

dictorio es complementario (contraria sunt complementa) pues su-

pone pensar unidos dos aspectos loacutegicamente incompatibles de un fe-

noacutemeno si se busca una descripcioacuten completa del mismo114 La solu-

cioacuten de Bohr por tanto mantiene la tensioacuten en la contradiccioacuten sin

relegar uno de los polos en litigio en beneficio del otro La semejan-

za de este planteamiento con la armoniacutea de los contrarios de Heraacute-

clito es evidente cuyo ensamblaje depende de la propia tensioacuten y de

la estabilidad dinaacutemica que posibilita (cfr 22 B 51 DK B 80 DK)

2- Relacionalidad Se trata del plano maacutes baacutesico y conocido apela

tanto a la constitucioacuten relacional de cada individuo como a la rela-

cionalidad general de lo existente en cuanto totalidad Asiacute entendida

la relacioacuten es un constitutivo intriacutenseco de los entes un trascenden-

tal tanto desde su consideracioacuten esencial ad intra como desde su

consideracioacuten correlacional ad extra en tanto que pone a cada ente

en relacioacuten con los demaacutes Heraacuteclito sentildealoacute igualmente que la natura-

leza se traba por medio de conexiones (συνάψιες cfr 22 B 10 DK)

Volviendo al presente sentildeala Morin que un cosmos con todas sus

connotaciones no puede sobrevenir sino por la separacioacuten y no pue-

de existir sino en la relacioacuten entre lo que estaacute separado115 Tambieacuten

Zubiri como es sabido habloacute por extenso y de un modo maacutes radical

de la respectividad de lo real116 La relacioacuten por tanto indica al mis- 114 Cfr Rioja Ana op cit p 270 115 Morin Edgar El meacutetodo VI La Eacutetica ed cit p 35 116 Cfr Zubiri Xavier ldquoRespectividad de lo realrdquo en Realitas III-IV (1979) pp 13-

43

97

mo tiempo tendencia respectividad apertura y trascendencia donde

cada ente real tiene en su entrantildea maacutes profunda la orientacioacuten hacia

los demaacutes entes y hacia lo real mismo ndashsiendo dicha orientacioacuten laquoha-

cia otroraquo (ad aliud) y no laquoen otroraquo (in alio)-

2- Complejidad El pensamiento de lo complejo es uno de los temas

maacutes relevantes de la filosofiacutea de la naturaleza actual Se trata de un

cambio cualitativo en la forma misma de pensar basado en un enfo-

que poliscoacutepico que delimita pero no disjunta ni reduce planos entre

siacute por otro lado la incertidumbre pasa a ser un dato esencial en el

conocimiento como higiene mental y antiacutedoto contra la racionaliza-

cioacuten cerrada En el plano fiacutesico o natural destaca la dialoacutegica entre el

orden el desorden las interacciones y la organizacioacuten Obviamente

la dialoacutegica entre estos cuatro conceptos no nos da la clave del uni-

verso pero nos permite reflexionar sobre el misterio de la naturaleza

de un modo menos dogmaacutetico No se trata de permutar un teacutermino

simple por otro un teacutermino absoluto por otro sino que hay que bus-

car la inteligibilidad en la interaccioacuten e interdependencia de los cua-

tro117 En suma laquola naturaleza no es solamente phyacutesis caos y cosmos

juntos La naturaleza es lo que religa articula y hace que se comuni-

quen en profundidad lo antropoloacutegico con lo bioloacutegico y con lo fiacutesico

[hellip] La naturaleza de la naturaleza estaacute en nuestra naturalezaraquo118 En

este sentido es posible atisbar un continuo de continuos donde el ser

humano tiene cabida en tanto ser bioloacutegico y natural a la vez que lo

117 Sobre este tema cfr Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la Naturaleza

Madrid Caacutetedra 2006 pp 60ss (trad cast Ana Saacutenchez) 118 Cfr Ibid pp 420ss

98

trasciende en tanto ser social y cultural y donde el estudio interdis-

ciplinar por ende es una obligacioacuten ineludible119

3- Autopoiesis El teacutermino auto-produccioacuten fue introducido en 1971

por los bioacutelogos Humberto Maturana y Francisco Varela para desig-

nar el proceso por el que un sistema vivo organizado se auto-(re)-

produce120 Los sistemas auto-producidos mantienen una red de inter-

acciones entre sus elementos y de eacutestos con el entorno que a su vez

los mantiene y los renueva este complejo proceso reticular permite

la identidad estable y permanente del sistema a pesar de sus muacutelti-

ples transformaciones al tiempo que su autonomiacutea frente al entorno

a pesar del intercambio de materia y energiacutea Un sistema auto-poie-

tico ndashla organizacioacuten miacutenima de lo vivo- es aquel que continuamente

produce los componentes que lo especifican al tiempo que lo reali-

zan como unidad concreta en el espacio y en el tiempo haciendo po-

sible la propia red (network) de produccioacuten de componentes que lo

produce El mecanismo autopoietico se mantendraacute a siacute mismo como

unidad distinta mientras su concatenacioacuten baacutesica de procesos se man-

tenga intacta en presencia de perturbaciones y desapareceraacute cuando 119 ldquoUn universo complejo presupone una realidad muacuteltiple contradictorio-complemen-

taria danzante y fluyente una naturaleza heraclitianardquo Cfr San Miguel de Pablos Joseacute

L ldquoEdgar Morin del universo complejo a la realidad veladardquo en Tendencias de las re-

ligiones (19-V-2007) en httpwwwtendencias21net Trataremos la afinidad del pen-

samiento complejo con Heraacuteclito en el proacuteximo capiacutetulo que es uno de los presupuestos

baacutesicos de nuestra interpretacioacuten 120 Cfr Maturana Humberto Varela Francisco Autopoiesis and Cognition The Reali-

zation of the Living Dordrecht Kluwer Academic Publishers 1980 pp 79ss Cfr Vare-

la F Maturana H Uribe R ldquoAutopoiesis The Organization of Living Systems its

Characterization and a Modelrdquo en BioSystems 5 (1974) pp 187ndash196

99

se enfrente a perturbaciones que superen cierto umbral de viabilidad

La autopoiesis es un inmejorable ejemplo de este tipo de dialeacutectica

entre el nivel de componentes locales y el todo global unidos en re-

lacioacuten reciacuteproca a traveacutes de los requerimientos constitutivos de una

entidad que se auto-separa de su entorno Es evidente que un sistema

autopoietico depende de su entorno fiacutesico-quiacutemico para su conserva-

cioacuten como unidad separada de lo contrario volveriacutea a disolverse en

eacutel De aquiacute la intrigante paradoja propia de una identidad autoacutenoma

laquoEl sistema vivo debe diferenciarse de su entorno mientras mantiene

al mismo tiempo su acoplamiento (linkage) [hellip] Ahora en este aco-

plamiento dialoacutegico entre la unidad viva y su entorno fiacutesico-quiacutemico

la balanza se encuentra ligeramente inclinada del lado de lo vivo ya

que posee el rol activo en el acoplamiento reciacuteproco Al tiempo que

se define a siacute mismo como unidad define queacute queda fuera de eacutel esto

es su entorno circundante (surrounding environment)raquo121

4 Ecologiacutea La importancia de este teacutermino para la filosofiacutea de la na-

turaleza desde el punto de vista ontoepisteacutemico queda resumida en

el concepto de ecosistema como sentildeala Morin Esta nocioacuten prescribe

en un medio dado la inter-retro-accioacuten de las instancias fiacutesicas y bio-

loacutegicas lo que permite generar y regenerar sin cesar el propio ecosis-

tema producido por estas mismas interacciones Dicho de otro mo-

do las relaciones entre los seres vivientes no son solamente de con-

121 Cfr Varela Francisco ldquoAutopoiesis and a Biology of Intentionalityrdquo en McMullin

B Murphy N (Eds) Autopoiesis and Perception Dublin University Press 1992 pp

3-7 Sobre el tema de la autoorganizacioacuten bioloacutegica cfr Atlan Henri Entre le cristal et

la fumeacutee Essai sur lorganisation du vivant Paris Seuil 1986 pp 39-61 (trad cast

Manuel Serrat Madrid Debate 1990)

100

flicto o competencia sino tambieacuten de interdependencia y solidaridad

El ecosistema se autoproduce se autorregula y se auto-organiza sin

depender de un centro de control Su proceso de auto-regulacioacuten in-

tegra la muerte en la vida la vida en la muerte Es el famoso ciclo

troacutefico en el cual la muerte y la descomposicioacuten de unos animales

sirve de alimento a muchos otros de los que a su vez se alimentan

otros laquoDe este modo la vida y la muerte se sustentan la una a la otra

seguacuten la formula de Heraacuteclito ldquovivir de muerte morir de vidardquo [hellip]

El organismo de un ser viviente trabaja sin cesar pues degrada su

energiacutea para automantenerse tiene necesidad de renovarla alimen-

taacutendose en su medio ambiente de energiacutea y de este modo depende

de su medio ambiente Asiacute tenemos necesidad de la dependencia

ecoloacutegica para poder asegurar nuestra independenciaraquo122 La relacioacuten

ecoloacutegica nos conduce a una idea aparentemente paradoacutejica para ser

independiente es necesario ser dependiente Maacutes profundamente la

auto-eco-organizacioacuten significa que la organizacioacuten del mundo exte-

rior estaacute inscrita en el interior de nuestra propia organizacioacuten vivien-

te Asiacute el ritmo coacutesmico de la rotacioacuten de la Tierra sobre siacute misma

que hace alternar el diacutea y la noche se encuentra no solamente en el

exterior de nosotros sino tambieacuten en nuestro interior en forma de un

reloj bioloacutegico interno En este sentido debemos definirnos a la vez

122 Morin Edgar ldquoEl pensamiento ecologizadordquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm 12-01

(1996) pp 1-2 (trad cast Joseacute L Solana) ldquoEl proceso entero del mundo es un trueque

La muerte de uno es siempre la vida de otro [hellip] La unidad de Heraacuteclito se realiza me-

diante la tensioacuten La intuicioacuten bioloacutegica en esta idea genial es de una fecundidad ilimi-

tada Soacutelo en nuestro tiempo ha sido estimada en todo su valorrdquo Jaeger Werner Pai-

deia Los ideales de la cultura griega ed cit p 179 Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p

348

101

por la insercioacuten mutua y por nuestra distincioacuten con respecto a la na-

turaleza Vivimos en esta paradoacutejica situacioacuten Hemos llegado al mo-

mento histoacuterico en que el problema ecoloacutegico nos demanda tomar

conciencia a la vez de nuestra relacioacuten fundamental con el cosmos y

de nuestra extrantildeeza Estamos habituados a separar las cosas de su

entorno para comprenderlas mejor Pero el meacutetodo experimental ha

contribuido a desecologizar las cosas Es necesario dejar de ver al

hombre como un ser sobre-natural Es preciso abandonar el proyecto

de conquista y posesioacuten de la naturaleza formulado por la Moderni-

dad Este proyecto comenzoacute a ser cuestionado a partir del momento

en que nos dimos cuenta de que el universo permanece fuera de

nuestro alcance y de que los resultados incontrolados de la tecno-

ciencia nos estaacuten conduciendo al deterioro irreversible del planeta

Hoy sabemos que soacutelo se puede valorar en verdad al hombre si valo-

ramos tambieacuten la vida y que el respeto profundo hacia el hombre pa-

sa por el respeto profundo hacia la vida Estamos pues en presencia

de una ciencia de nuevo cuntildeo sustentada sobre un sistema complejo

que apela a la vez a las interacciones particulares y al conjunto glo-

bal que resucita el diaacutelogo y la confrontacioacuten entre el hombre y la

naturaleza permitiendo intervenciones mutuamente provechosas

En verdad desconocemos si existe una red de redes uacuteltima y transver-

sal que atraviese la realidad desde el aacutetomo a la estrella como pretenden

las laquoTeoriacuteas del Todoraquo o ToE (Theories of Everything)123 Lo dicho soacutelo es

un esbozo de algunos de los nexos que articulan el pensamiento actual en 123 Cfr Barrow John D Theories of Everything The Quest for Ultimate Explanation

Oxford University Press 1990 Cfr Weinberg Steven Dreams of a Final Theory The

Search for the Fundamental Laws of Nature London Hutchinson Radius 1993

102

torno a la naturaleza no de todos soacutelo de aquellos que tienen una mayor

resonancia en un contexto presocraacutetico a fin de que sirvan de miacutenimo co-

muacuten denominador entre el presente y el pasado y nos permitan retomar los

problemas claacutesicos (naturaleza y vida naturaleza y razoacuten etc) con aires

siempre renovados

103

Cap 3

laquoLa complejidad como presupuestoraquo

104

105

1 La ciencia de lo complejo

Tanto la pujante fiacutesica de los sistemas complejos como la incipiente

filosofiacutea de la complejidad suponen un nuevo modo de acometer el estudio

de la naturaleza en el presente desde dos distintas perspectivas con meacuteto-

dos distintos pero complementarios en el fondo La filosofiacutea por un lado

permite a la ciencia cuestionar o precisar su propio estatuto ontoepisteacutemico

la ciencia por su parte permite a la filosofiacutea comprender mejor algunos de

sus problemas perennes como el origen de la materia la vida o la mente124

En un sentido estrictamente cientiacutefico la complejidad se asocia con la

dinaacutemica no-lineal y la teoriacutea del caos determinista entre otras cosas esto

es con aquellos sistemas dinaacutemicos no-mecaacutenicos altamente sensibles a

cualquier alteracioacuten de las condiciones iniciales por lo que resultan impre-

visibles

laquoPosiblemente una de las ideas maacutes profundas acerca de la naturaleza de

lo que se conoce como comportamiento caoacutetico o simplemente caos sea

124 Cfr Fdez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa complejidad en la cienciardquo Anaacutelisis Madri+d

(2004) p 1 Nos encontramos ante un concepto relativamente nuevo por eso es preciso

avanzar con cautela Los propios cientiacuteficos no se ponen de acuerdo al definirlo Cfr

Vicsek Tamos ldquoThe Bigger Picturerdquo en Nature 418 (2002) p 131 Muchas de las no-

ciones conceptuales de la complejidad son relativamente nuevas pero los primeros pa-

sos del teacutermino en el sentido que explicitamos se remontan a la publicacioacuten del artiacutecu-

lo fundacional Weaver Warren ldquoScience and Complexityrdquo en American Scientist 36

(1948) pp 536-544 Como ampliacioacuten cfr Gershenson C Heylighen F ldquoHow can

we think the complexrdquo en Richardson Kurt (Ed) Managing the Complex vol I

Charlotte Information Age Publishing 2005 pp 47-62 Cfr Stengers Isabelle ldquoThe

Challenge of Complexity Unfolding the Ethics of Sciencerdquo en ECO vol 6 nordm 1-2

(2004) pp 92-99

106

la idea de dependencia sensible a las condiciones iniciales Es decir las

trayectorias de un sistema caoacutetico se alejan unas de otras a medida que

avanza el tiempo cuando parten de puntos iniciales muy proacuteximos Este

hecho tiene consecuencias draacutesticas en la capacidad de prediccioacuten de un

sistemaraquo125

En tales sistemas existen fenoacutemenos que emergen soacutelo cuando los

componentes estaacuten conectados formando metasistemas maacutes complejos que

revelan propiedades de las que sus propios elementos carecen (como resul-

tado de procesos de cooperacioacuten e interacciones mutuas entre los elementos

que los constituyen)126 En tales sistemas dicho de otro modo puede obser-

varse coacutemo las interacciones locales entre los individuos a menudo laquoen el

liacutemite del caosraquo (edge of chaos) esto es a medio camino entre el orden y el

desorden producen la emergencia de orden global con propiedades especiacute-

ficas del sistema considerado como un todo que retroactuacutean sobre los ele-

mentos iniciales127 Como consecuencia de la historia del sistema que se

relaciona con el medio de un modo activo (y no soacutelo reactivo) adaptaacutendose

a eacutel sucesivamente de lo simple nace lo complejo

Como reconoce Philip W Anderson Nobel de Fiacutesica en 1977 uno

de los teacuterminos fundamentales para entender la complejidad es el de emer-

gencia A cada nivel de complejidad aparecen propiedades completamente

125 Fdez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa fiacutesica al encuentro de la complejidadrdquo en Arbor CL

XXX III 728 (2007) p 895 Para un estudio de conjunto de esta disciplina cfr Fdez

Sanjuaacuten Miguel A Casado Vaacutezquez Joseacute M ldquoDinaacutemica no-lineal oriacutegenes y futurordquo

en Revista de la Unioacuten Iberoamericana de Sociedades de Fiacutesica 11 (2005) pp 23-31 126 Cfr Fdez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa complejidad en la cienciardquo ed cit pp 2ss 127 Para una explicacioacuten detallada de este proceso cfr Sametband Moiseacutes Joseacute Entre el

orden y el caos la complejidad Buenos Aires FCE 1999

107

nuevas y la comprensioacuten de estos nuevos comportamientos requiere una

investigacioacuten tan fundamental como cualquier otra128 En un artiacuteculo maacutes

reciente sentildeala justamente que existe un elevado nuacutemero de fiacutesicos que se

dedican a otro tipo de investigacioacuten fundamental la investigacioacuten de fenoacute-

menos que son demasiado complejos para ser analizados de modo sencillo

por simple aplicacioacuten de las leyes fundamentales Estos fiacutesicos estaacuten traba-

jando en la frontera entre lo misterioso y lo conocido es decir en la fron-

tera de la complejidad En este liacutemite la norma no es el reduccionismo sino

la emergencia Los fenoacutemenos complejos emergentes bajo ninguacuten concepto

vulneran las leyes microscoacutepicas sin embargo no aparecen como una con-

secuencia loacutegica de tales leyes129

Esto implica por un lado que las leyes que describen el comporta-

miento de los sistemas complejos son cualitativamente diferentes de las que

gobiernan las unidades de que estaacuten compuestos130 y por otro que la com-

plejidad del mundo supone un enorme contraste con la simplicidad de las

leyes de la fiacutesica de modo que todo es simple y ordenado excepto ndashpor su-

puesto- el propio mundo que tratamos de comprender131

Es suficiente para nuestro propoacutesito sentildealar el alcance extraordinario

de la creacioacuten espontaacutenea de orden a partir del desorden pues acaso expli-

que el origen de la vida la evolucioacuten bioloacutegica y mental las pautas ecosis-

128 Cfr Anderson Philip W ldquoMore is Differentrdquo en Science 177 (1972) pp 393-396 129 Cfr Anderson Philip W ldquoPhysics the Opening to Complexityrdquo en Proceedings of

the National Academy of Sciences of the USA 92 (1995) pp 6653-6654 130 Sobre este tema cfr Vicsek Tamas ldquoThe Bigger Picturerdquo ed cit p 131 Cfr Da-

vies Paul La mente de Dios La base cientiacutefica para un mundo racional Madrid Mc

Graw-Hill 1998 p 173 (trad cast Lorenzo Abellanas) 131 Cfr Goldenfeld Nigel Kadanoff Leo ldquoSimple Lessons from Complexityrdquo en

Science 248 (1999) pp 87-89

108

teacutemicas etc Lo esencial es cuestionarse coacutemo a partir de un proceso de

complejidad creciente del desorden nace el orden coacutemo por medio de

procesamientos sucesivos de informacioacuten auto-organizaciones adaptacio-

nes ramificaciones bifurcaciones saltos cuantitativos y tambieacuten cualitati-

vos se produce el paso de la materia a la vida y de eacutesta a la inteligencia en

todas sus manifestaciones132

laquoLo que tienen en comuacuten todos estos procesos es la existencia de un sis-

tema complejo adaptativo que adquiere informacioacuten acerca tanto de su

entorno como de la interaccioacuten entre el propio sistema y dicho entorno

identificando regularidades condensaacutendolas en una especie de esquema o

modelo interno y actuando en el mundo real sobre la base de dicho esque-

ma En cada caso hay diversos esquemas en competencia y los resultados

de la accioacuten en el mundo real influyen de modo retroactivo en dicha com-

petencia hasta optar por lo maacutes adecuado o eficazraquo133

El punto central de este acercamiento cientiacutefico es que no renuncia a

disolver lo complejo en lo simple por medio del descubrimiento de los re-

sortes baacutesicos comunes e identificables que permiten el desarrollo de este

proceso En este sentido esta teoriacutea no se diferencia tanto de la ciencia claacute-

sica salvo por el tratamiento estadiacutestico de lo no-lineal por cuanto no de-

siste de la pretensioacuten de reunir en unas pocas ecuaciones las claves del fun-

132 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoPerspectivas sobre el problema de la naturalezardquo en

VV AA Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los problemas del presente Salaman-

ca SCLF 2005 pp 50-51 133 Gell-Mann Murray El quark y el jaguar Aventuras en lo simple y en lo complejo

Barcelona Tusquets p 35 (trad cast Ambrosio Garciacutea Romualdo Pastor) Cfr Gell-

Mann Murray ldquoWhat is Complexityrdquo en Complexity vol 1 nordm 1 (1995) pp 16-19

109

cionamiento de la naturaleza134 El propoacutesito uacuteltimo no es otro que explicar

los fenoacutemenos y los seres complejos a partir de las leyes fundamentales de

la fiacutesica sin perder de vista en todo el proceso la conexioacuten con una uacutenica

estructura que atraviesa todos los niveles de modo que los planos superio-

res se explican siempre por los inferiores

laquoTenemos que comprender la manera en que surgieron a partir de la sim-

plicidad el orden y la regularidad del universo primigenio las condiciones

intermedias entre orden y desorden que han prevalecido en muchos luga-

res en eacutepocas posteriores y que han hecho posible entre otras cosas la

existencia de sistemas complejos adaptativos como los seres vivosraquo135

De lo que se trata en definitiva es de encontrar de un modo sisteacutemi-

co las semejanzas entre los distintos niveles de laquocomplejidad efectivaraquo es-

to es los peldantildeos de la escalera que sube de la fiacutesica elemental a la vida

compleja a fin de jalonar las encrucijadas de los episodios maacutes resentildeables

de la historia del cosmos y poder volver a hacer el camino inverso esta vez

con pleno conocimiento

2 La filosofiacutea de lo complejo

134 Cfr Lewin Roger Complejidad El caos como generador de orden Barcelona Tus-

quets 1995 pp 222-224 (trad cast Gabriel Loacutepez) 135 Gell-Mann Murray El quark y el jaguar Aventuras en lo simple y en lo complejo

ed cit pp 130-138 Esta idea estaacute desarrollada en Gell-Mann Murrary ldquoNature Con-

formable to Herselfrdquo en The Bulletin of the Santa Fe Institute 7 1 (1992) pp 7-10 En

esta liacutenea cfr Holland John H El orden oculto De coacutemo la adaptacioacuten crea la com-

plejidad Buenos Aires FCE 2004 (trad cast Esteban Torres)

110

En el tema de la complejidad cabe otro punto de vista maacutes filosoacutefico

que comparte con la ciencia algunas nociones relevantes sobre la combina-

cioacuten de evolucioacuten y complejidad pero descarta todo reduccionismo y no

cree posible encontrar unos pocos mecanismos simples que den cuenta de

todo cuanto hay Antes bien hace de la lucha contra toda forma de simplifi-

cacioacuten su estandarte en aras de una visioacuten maacutes compleja de lo real

El conocimiento cientiacutefico tiene una misioacuten clara disipar la aparente

complejidad de los fenoacutemenos para revelar el orden simple al que obede-

cen Pero si los modos simplificadores del conocimiento mutilan maacutes de lo

que clarifican aquellas realidades de las que intentan dar cuenta sin duda

tenemos un problema Por lo pronto un pensamiento complejo es ante todo

un pensamiento que distingue sin reducir ni desligar

laquoEs complejo aquello que no puede resumirse en una palabra maestra

aquello que no puede retrotraerse a una ley aquello que no puede reducir-

se a una idea simple Dicho de otro modo lo complejo no puede resumirse

en el teacutermino complejidad retrotraerse a una ley de complejidad reducirse

a la idea de complejidad La complejidad no seriacutea algo definible de mane-

ra simple para tomar el sitio de la simplicidad La complejidad es una pa-

labra-problema no una palabra-solucioacutenraquo136

136 Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo Barcelona Gedisa 1994 pp

21-22 (trad cast Marcelo Pakman) Morin deriva el adjetivo del teacutermino complexus

(ldquolo que estaacute tejido en conjuntordquo) Cfr Morin Edgar ldquoLe besoin drsquoune penseacutee comple-

xerdquo en Societeacutes nordm 62 4 (1998) p 58 Gell-Mann prefiere llamarlo pleacutectica que signi-

fica en griego ldquoretorcido o trenzadordquo De la palabra latina correspondiente plexus deri-

va ldquocomplejordquo (ldquoentretejidordquo) De la misma raiacutez es el verbo latino plicare (ldquoplegarrdquo) re-

lacionado con simplex (ldquoplegado una vezrdquo) y que da origen a ldquosimplerdquo La pleacutectica es

pues el estudio de la simplicidad y de la complejidad Cfr Gell-Mann Murray ldquoLetrsquos

Call It Plecticsrdquo en Complexity vol 1 nordm 5 (19951996)

111

Se trata de alentar un pensamiento flexible capaz de tratar o negociar

con lo real Esto requiere en primer lugar ver si hay un meacutetodo o modo de

pensar que pueda estar a la altura de la complejidad y en segundo lugar

deshacerse de dos ilusiones

1- Por un lado no hay que creer que la complejidad conduce sin maacutes

a la eliminacioacuten de la simplicidad Si bien es cierto que la compleji-

dad aparece alliacute donde falla el pensamiento simplificador no es me-

nos cierto que pretende atraer todo aquello que pone orden preci-

sioacuten claridad y distincioacuten en el conocimiento y en lo real mismo Lo

que rechaza no es lo simple sino la excesiva simplificacioacuten que mu-

tila reduce unidimensionaliza y finalmente ciega nuestra concep-

cioacuten del mundo Lo que se rechaza no es la razoacuten puesto que no se

admite otro modo de conocimiento teoreacutetico que ella sino el racio-

nalismo como dijo Ortega137

2- Por otro lado es preciso no confundir complejidad con comple-

tud La ambicioacuten del pensamiento complejo es rendir cuenta de las

articulaciones entre dominios disciplinarios quebrados por el pensa-

miento disyuntor que aiacutesla lo que separa y oculta todo lo que religa

interactuacutea interfiere138 Ciertamente el pensamiento complejo aspira

a un conocimiento multidimensional pero sabe de antemano que el

conocimiento completo es imposible Lo que le anima es la tensioacuten

permanente casi heracliacutetea que nace de la aspiracioacuten a un saber no 137 Cfr Ortega y Gasset Joseacute ldquoNi vitalismo ni racionalismordquo en El tema de nuestro

tiempo Madrid Alianza-Revista de Occidente 1987 p 105 138 Cfr Thompson Klein Julie ldquoInterdisciplinarity and Complexity An Envolving Re-

lationshiprdquo en ECO vol 6 nordm 1-2 (2004) pp 2-10

112

parcelado no dividido no reduccionista y el reconocimiento de lo

inacabado e incompleto de todo conocimiento139

No se trata de retomar la aspiracioacuten del pensamiento simple de con-

trolar y dominar lo real el papel del conocimiento ya no es explicar lo vi-

sible-complejo por lo invisible-simple Se trata de ejercitarse en un pensa-

miento capaz de dialogar y negociar con lo real Esto quiere decir que en

contraposicioacuten al modo de pensar tradicional que divide los conocimientos

en disciplinas aisladas el pensamiento complejo es un modo de relacioacuten ra-

dical una buacutesqueda sin teacutermino de nudos redes y articulaciones entre los

distintos saberes En este sentido aspira a un conocimiento multidimensio-

nal y metasisteacutemico abierto a la incertidumbre sabiendo de antemano que

un conocimiento completo es imposible el conocimiento no estaacute hecho de

una vez para siempre sino que es una aventura un quehacer constante

laquoLa simplicidad ve lo uno y ve lo muacuteltiple pero no puede ver que lo uno

puede al mismo tiempo ser muacuteltipleraquo140

Morin lo denomina laquounidad complejaraquo (unitas multiplex) situando

su origen en Heraacuteclito quien atisba la multiplicidad en la unidad asiacute como 139 Cfr Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo ed cit pp 22-23 Cfr

Morin Edgar ldquoLa complexiteacuterdquo en Colloque sur les interrelations entre la biologie les

sciences sociales et la societeacute Paris UNESCO 1974 en httpunesdocunescoorgima

ges0001000115011551fbpdf 140 Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo ed cit p 85 ldquoLo malo del re-

duccionismo no estaacute en querer entender lo muacuteltiple desde lo uno sino en negar la diver-

sidad de un modo impositivo y arbitrario lo cual una vez maacutes antes de ser malo o bue-

no es acertado o erroacuteneordquo Arana Juan ldquoiquestEs la naturaleza un libro escrito en caracteres

matemaacuteticosrdquo en Anuario Filosoacutefico 33 (2000) p 48

113

la complementariedad de los contrarios Lo uno es pues muacuteltiple y comple-

jo141 Asumir la complejidad es aceptar ndashsin disolver- la tensioacuten propia de

toda contradiccioacuten La aparicioacuten de una contradiccioacuten abre un abismo en el

discurso que revela los liacutemites de la loacutegica (y justamente la complejidad

de lo real) esto es la emergencia de lo desconocido en lo conocido la ne-

cesidad de acometer una apertura en la racionalidad142

laquoLa cuestioacuten es saber si la aparicioacuten de una contradiccioacuten es signo de

error es decir si es necesario abandonar el camino que ha conducido a

ella o si por el contrario nos revela niveles profundos o desconocidos de

la realidad [hellip] El verdadero problema es que la misma loacutegica es la que

nos conduce a momentos aporeacuteticos los cuales pueden o no pueden ser su-

perados Lo que revela la contradiccioacuten si ella es insuperable es la pre-

sencia de un nivel de realidad que cesa de obedecer a la loacutegica claacutesica o

aristoteacutelicaraquo143

Es importante destacar que mientras que la filosofiacutea se ha enfrentado

desde el inicio con la contradiccioacuten (Heraacuteclito Nicolaacutes de Cusa Pascal

Kant Hegel Marx etc) la ciencia claacutesica siempre la rechazoacute Una contra-

diccioacuten no podiacutea ser sino indicio de un error de razonamiento por ello de-

biacutea ser eliminada junto con el razonamiento que la albergaba Cuando N

141 Cfr Morin Edgar ldquoLe deacutefi de la complexiteacuterdquo en Chimeres nordm 5-6 (1998) pp 4ss 142 Cfr Wunenburger Jean-Jacques La raison contradictoire sciences et philosophie

modernes la penseacutee du complexe Paris Albin Michel 1990 Cfr Wunenburger Jean-

Jacques ldquoDel antoacutenimo a la paradoja el discurso de la complejidadrdquo en La Laacutempara

de Dioacutegenes 4-7-4 (2003) (trad cast Jesuacutes Santander) 143 Morin Edgar ldquoLa epistemologiacutea de la complejidadrdquo en Gazeta de Antropologiacutea

20-02 (2004) p 11 (trad cast Joseacute Luis Solana) Cfr Morin Edgar El meacutetodo II La

vida de la vida Madrid Caacutetedra 2006 p 383 (trad cast Ana Saacutenchez)

114

Bohr aceptoacute la unioacuten de las nociones contrarias de onda y corpuacutesculo de-

claraacutendolas complementarias se dio el primer paso de una formidable revo-

lucioacuten episteacutemica la aceptacioacuten de una contradiccioacuten por parte de la racio-

nalidad cientiacutefica Es preciso pues no olvidar la idea compleja contraria

sunt complementa de clara iacutendole heracliacutetea Por otro lado en 1931 el Teo-

rema de indecibilidad de Goumldel abrioacute una brecha en el seno mismo de la loacute-

gica formal postulando que no es posible que un sistema consistente de

axiomas sea absolutamente demostrable desde dentro Al menos contiene

un enunciado que aunque sea verdadero no es deducible del sistema sien-

do preciso acceder a un metasistema Esto no es sino una invitacioacuten al pen-

samiento complejo a la higiene mental al metapunto de vista de modo que

no se tomen las contradicciones soacutelo como limitaciones sino tambieacuten como

posibilidades de superar en sentido hegeliano lo anti- en lo ndashmeta No co-

mo resquebrajaduras sino como viacuteas de paso

laquoEl pensamiento que deja de ser un espejo de la realidad se comunica

con el universo no soacutelo por una constitucioacuten loacutegica comuacuten sino por una

incompletud loacutegica comuacutenraquo144

En este sentido Morin se siente maacutes cercano a la dialoacutegica de Heraacute-

clito que a la dialeacutectica de Hegel Mientras que eacutesta normalmente tiende a

disolver o resolver todas las contradicciones en un tercer teacutermino (posi-

cioacutenndashnegacioacuten siempre dan negacioacuten de la negacioacuten) aqueacutella entiende que

144 Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas ed cit p 197 En palabras de Axelos ldquoTo-

do pensamiento radical intenta sacar a la loacutegica de sus casillasrdquo Axelos Kostas Contri-

bution agrave la logique Paris Minuit 1977 p 102 De otro modo si hubiera una loacutegica que

fuera capaz de sojuzgar el pensamiento eacuteste perderiacutea la complejidad la creatividad la

invencioacuten y la vida

115

hay contradicciones que son insuperables (tenemos que vivir con ellas) de

ahiacute que la tensioacuten sea ndashpara Heraacuteclito- una condicioacuten indispensable para

mantener la inseparabilidad o armoniacutea de los contrarios145

El pensamiento puede trabajar con la contradiccioacuten pero no disolver-

la sin maacutes Uno de los maacutes altos tinos de Hegel fue precisamente el de le-

vantar acta de la insuficiencia de los principios de la loacutegica claacutesica (identi-

dad no-contradiccioacuten y tercio excluso) ante la complejidad de lo real146 Su

dialeacutectica no es una nueva loacutegica sino un pensamiento filosoacutefico potente

que se opone a la simplificacioacuten de la loacutegica cerrada mediante el recono-

cimiento de la contradiccioacuten Pero por otro lado no se trata de renunciar a

la loacutegica claacutesica laquoel uso de la loacutegica es necesario para la inteligibilidad la

superacioacuten de la loacutegica es necesaria para la inteligenciaraquo147

No sabemos en queacute momento se puede volver incoherente nuestro

pensamiento ni en queacute momento lo real escaparaacute entre sus redes o las rom-

peraacute pero en el momento en el que esto se produzca se tiene que asumir

sin anestesia con lucidez se debe continuar adelante en sentido popperia-

no puesto que lo real es abierto e inacabado por definicioacuten pero nunca re-

currir al subterfugio ni a la ilusioacuten

La complejidad no es una receta para conocer lo inesperado pero nos

vuelve prudentes atentos y no nos deja dormirnos ndashal modo heracliacuteteo- Es

maacutes una nocioacuten loacutegica que una nocioacuten cuantitativa Complejidad reitera-

mos es una palabra-problema no una palabra-solucioacuten Un reto y no una

145 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoI Presocraticirdquo en Mathieu Vittorio (Ed) Questioni

di Storiografia filosofica vol I Brescia La Scuola 1975 p 32 146 Cfr Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas ed cit p 184 pp 199-200 Cfr Morin

Edgar Autocriacutetica Barcelona Kairoacutes 1976 p 52 (trad cast Janine Muls Jaime Lia-

ras) 147 Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas loc cit p 212

116

respuesta cerrada Se trata de una convivencia entre orden y desorden entre

certidumbre e incertidumbre La amnesia ontoloacutegica del pensamiento tradi-

cional olvidoacute la otra cara de lo real el desorden la incertidumbre el azar

No podemos eliminar la incertidumbre ni el desorden del universo pero

podemos tomarlos como acicate y no como desaliento No como resta sino

como suma

117

2ordf parte

laquoDiscurso eco-enantio-loacutegico o sobre la naturalezaraquo

118

ldquoEl maacutes bello orden-del-mundo

desperdicios sembrados al azarrdquo

Heraacuteclito (22 B 124 DK)

119

Cap 4

laquoLa naturaleza como realidad radicalraquo

120

121

1 Inmediatez de la pregunta por la naturaleza en los presocraacuteticos

La inquietud por conocer la naturaleza es tan remota como la propia

filosofiacutea acaso como el propio ser humano Como es sabido los presocraacuteti-

cos elaboraron escritos comprendidos bajo el tiacutetulo Περὶ φύσεως148 Esta

denominacioacuten claacutesica aunque procede de la eacutepoca heleniacutestica no es ni mu-

cho menos azarosa sino que apunta con tino e intencioacuten al objeto de estu-

dio de estos pensadores149 Incluso tuvo que darse el caso de que la parte

maacutes ambiciosa de la filosofiacutea fuese denominada metafiacutesica llevando im-

presa en su nombre una relacioacuten de posteridad con respecto al conocimien-

to de lo fiacutesico (τὰ μετὰ τὰ φυσικά)150

La comunicacioacuten de lo natural con lo sobrenatural se evidencia de in-

mediato sobre todo si se tiene en cuenta que cuestiones tan fundamentales

como iquestde doacutende venimos o iquestquieacutenes somos son inseparables de otra no

menos radical como iquestdoacutende estamos Conocer lo humano por tanto no es

separarlo de la naturaleza sino justamente situarlo en ella de donde proce- 148 Hasta donde tenemos noticia Anaximandro fue el primer filoacutesofo que dejoacute un escrito

laquosobre la naturalezaraquo (cfr 12 A 7 DK) 149 Kirk y Guthrie sostienen que este era un tiacutetulo que se adjudicaba en el Museo alejan-

drino a falta de un testimonio concreto a los textos de los autores a los que Aristoacuteteles

denominoacute fiacutesicos Cfr Kirk G S Raven J E Schofield M op cit p 148 Cfr Gu-

thrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 80 No obstante tene-

mos un pasaje de Platoacuten en el que Soacutecrates rememora su intereacutes de juventud por ldquoese ti-

po de saber que llaman investigacioacuten sobre la naturalezardquo (περὶ φύσεως ἱστορία) que

confirma que se trata de un ldquotiacutetulordquo muy apropiado para describir la tarea de los preso-

craacuteticos Cfr Platoacuten Fedoacuten (Diaacutelogos vol III) Madrid Gredos 2002 96a 7 (trad cast

Carlos Gordf Gual) 150 Cfr Arana Juan ldquoNaturaleza y razoacuten ciencia natural y filosofiacutea de la naturalezardquo

en Theacutemata 5 (1988) p 9

122

de nosotros no somos sin ella pero ndashen cierto modo- ella tampoco es sin

nosotros puesto que soacutelo la razoacuten humana es capaz de investigarla en bus-

ca de sentido151

La naturaleza es un tema capital para la filosofiacutea griega desde sus ini-

cios En el caso que nos ocupa se trata de su objeto central de estudio y del

horizonte que posibilita toda otra pregunta sea sobre lo coacutesmico lo huma-

no o lo divino Del mismo modo es el marco que comprende los temores e

inquietudes que provoca en el hombre arcaico cuanto le rodea aquello que

le envuelve al tiempo que le sobrepasa aquello que no entiende a pesar de

ser lo maacutes cercano e inmediato152 Lo natural se impone como presencia en-

volvente como circunstancia esencial puesto que por medio de ella se hil-

vanan todos los niveles de lo real lo natural es principio elemental de ra-

cionalidad y contexto primordial para la vida La naturaleza es laquopreguntaraquo

y es laquorespuestaraquo para las cosmovisiones presocraacuteticas por eso nunca es un

151 Noacutetese que lo impensable y lo impensado vuelven a estar hoy tan presentes y cerca-

nos como lo estaban para los primeros filoacutesofos lo que ha obligado a la fiacutesica a idear

conceptos maacutes proacuteximos si cabe a la intuicioacuten poeacutetica de los milesios que al rigor sis-

temaacutetico de Newton tales como ldquoagujero negrordquo ldquomateria oscurardquo o ldquocuerda coacutesmicardquo

O lo que es lo mismo hemos retomado la conciencia de que el misterio humano va uni-

do al misterio de la vida y el cosmos puesto que como nos ha ensentildeado la ciencia laquolle-

vamosraquo en nosotros mismos la vida y el cosmos Cfr Morin Edgar El meacutetodo V La

humanidad de la humanidad ed cit p 47 Cfr Morin Edgar El meacutetodo VI Eacutetica ed

cit p 40 152 Esto no es preciso demostrarlo como dijo Aristoacuteteles porque es una evidencia de la

experiencia (ἐκ τῆς ἐπαγωγῆς) ldquoQue la naturaleza existe seriacutea ridiacuteculo intentar de-

mostrarlo pues es claro que hay cosas que son asiacute y demostrar lo que es claro por lo

que es oscuro es propio de quienes son incapaces de distinguir lo que es cognoscible por

siacute mismo de lo que no lo esrdquo Aristoacuteteles Fiacutesica Madrid Gredos 2002 II 1 193a 3-5

(trad cast Guillermo Rodriacuteguez de Echandiacutea)

123

elemento neutro sino que aparece como presupuesto y expresioacuten del resto

de los planos Se trata en suma del suelo sobre el que se asienta lo humano

mismo153

Como es sabido el teacutermino encierra varios sentidos baacutesicos en la fi-

losofiacutea griega que permanecen a traveacutes de los distintos pensadores que se

han ocupado de ella154

1 En sentido extensional la naturaleza es el conjunto de todos los

entes que componen el universo (φύσις τῶν πάντων)

2 En sentido intensional la naturaleza es el conjunto de cualidades

que hacen que un ente sea justamente lo que es (τὸ τί ἦν εἶναι)

153 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoSobre metafiacutesica y filosofiacutea de la naturalezardquo en

VV AA Metafiacutesica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salamanca SCLF

1996 p 142 ldquoNada influye tan decisivamente en la historia como la imagen que el

hombre tenga de su contorno del universo [hellip] A tal idea sobre el cosmos corresponde

irremisiblemente tales ideales eacuteticos poliacuteticos y artiacutesticosrdquo Ortega y Gassset Joseacute El

tema de nuestro tiempo ed cit p 99 154 Cfr Whitehead Alfred North The Concept of Nature Cambridge Cambridge Uni-

versity Press 1982 p 3 Cfr Whitehead Alfred North ldquoNaturaleza y Vidardquo en Logos

Anales del Seminario de Metafiacutesica vol 37 (2004) p 259 (trad cast Laura Nuntildeo Joseacute

L Gonzaacutelez) El Diccionario de la RAE (22 ed) recopila hasta 18 acepciones entre las

que destacan ldquoesencia y propiedad caracteriacutestica de cada serrdquo ldquoconjunto orden y dis-

posicioacuten de todo lo que compone el universordquo ldquoinstinto propensioacuten o inclinacioacuten de las

cosas con que pretenden su conservacioacuten o aumentordquo ldquofuerza o actividad natural con-

trapuesta a la sobrenaturalrdquo ldquoprincipio universal de todas las operaciones naturalesrdquo

Cfr httpwwwraecom

124

3 En el caso de los presocraacuteticos la naturaleza es la materia de la

que nacen todas las cosas a la que todas retornan al morir al tiempo

que la potencia que permite tal nacimiento (ἀρχὴ τῶν πάντων)

Incidiendo en los primeros filoacutesofos por tanto podemos destacar dos

perspectivas parejas Por un lado la naturaleza es entendida como lo prima-

rio lo fundamental lo que perseverando hace que las cosas se renueven

esto es la realidad en toda su extensioacuten En consecuencia la naturaleza es

al mismo tiempo la causa de la fluencia y estabilidad de lo real lo que per-

mite que las cosas crezcan y se desarrollen es decir el horizonte mismo

donde se entrelazan el ser y el devenir Esto nos conduce a un teacutermino cen-

tral el de ἀρχή o principio del que procede todo cuanto es y al que retorna

todo cuanto deja de ser De este modo la naturaleza es la realidad radical

aquello que permanece como sustento y componente baacutesico de todo lo visi-

ble y lo invisible155 Por otro lado la naturaleza es entendida como princi-

pio del movimiento responsable de la presencia de los entes de su apari-

cioacuten y desaparicioacuten En este sentido la naturaleza es la fuente del nacer de

cada cosa siempre que dicho proceso surja del mismo ser que nace Se tra-

ta de la uacutenica realidad capaz de conjugar el verbo nacer de un modo entran-

sitivo e impersonal O dicho en teacuterminos aristoteacutelicos todos los entes que

son laquopor naturalezaraquo (φύσει) tienen en su interior el principio de su propio

movimiento desarrollo y expresioacuten156

Ambas perspectivas conciben la naturaleza como la totalidad auto-re-

ferente de lo que hay en el sentido de que todo cuanto existe procede a su

155 Cfr Conche Marcel Preacutesence de la nature ed cit pp 3-13 156 Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit II 1 192b-193b Sobre este tema cfr Collingwood

Robin G op cit pp 81-85

125

vez de aquello que posibilita su movimiento es decir la naturaleza no de-

pende de ninguna determinacioacuten externa sino de las presencias y relacio-

nes que se establecen en su seno siendo por el mismo movimiento causa

de siacute y de las cosas Los presocraacuteticos en suma sondearon la naturaleza

por medio de una intuicioacuten poeacutetica fundamental por eso aparece como un

concepto poliscoacutepico sin liacutemites cerrados que comprende bajo un mismo

destino lo humano y lo divino lo celeste y lo terrestre La naturaleza por

tanto no es sino la potencia que desvela o activa ndashpor medio de su apare-

cer- lo que estaba oculto o en potencia aunando la fuente del nacer con la

del permanecer al tiempo que se retro-alimenta del perecer

2 La pregunta por la naturaleza y la buacutesqueda del primer principio

Como es sabido el nacimiento de la filosofiacutea occidental se suele em-

parejar con el paso laquode lo miacutetico a lo racionalraquo en el intento de dar razoacuten

(λόγον διδόναι) de todo cuanto hay y ello con la conviccioacuten baacutesica de

que el desorden y la multiplicidad aparentes de la naturaleza se someten ndash

en uacuteltima instancia- a un orden inaparente pero estable y a un primer prin-

cipio sustantivo y esencial (ἀρχή) En un sentido amplio los mitos son un

conjunto de narraciones poeacuteticas tradicionales que responden sin paliativos

a las cuestiones maacutes radicales que atantildeen al ser humano La filosofiacutea no re-

nuncia a tales cuestiones pero las acomete de otro modo Por otra parte no

se olvide que los mitos no son un conjunto de relatos neutros sino que hay

una posicioacuten intelectual subyacente ya que presentan una explicacioacuten que

quiere pasar por vaacutelida del origen del cosmos los dioses la vida y la socie-

dad De este modo hay representacioacuten miacutetica pero tambieacuten pensamiento

126

miacutetico por eso dijo Aristoacuteteles que laquotambieacuten el que ama los mitos (φιλό-

μυθος) es en cierto modo filoacutesofo (φιλόσοφος πώς ἐστιν)raquo157

En consecuencia los acontecimientos de la naturaleza encuentran su

sentido en el mito y dependen primariamente de la antojadiza voluntad de

los dioses o bien de un destino inexorable e impersonal En adelante lo

que sucede es que la idea de destino seraacute sustituida por la de necesidad

despojaacutendola por tanto de su ropaje irracional Las cosas naturales en su-

ma no suceden ahora cuando los dioses quieren sino cuando y como tie-

nen que suceder puesto que obedecen a principios inmutables y humana-

mente aprehensibles

Asiacute nacioacute la filosofiacutea tratando de desvelar la naturaleza tratando de

encontrar la razoacuten uacuteltima y verdadera de ese universo que se le presentaba

misteriosamente ante sus ojos Ni la astronomiacutea ni la matemaacutetica nacieron

con los griegos tampoco el pensamiento racional como tal pero no es me-

nos cierto que los griegos hicieron un uso propio e ineacutedito de la razoacuten su-

mamente provechoso para la posteridad Se trata de una rigurosa buacutesqueda

del sustento invisible de lo visible o fenomeacutenico para ndashen uacuteltima instancia

- alcanzar una recta comprensioacuten del trabado y subterraacuteneo funcionamiento

del cosmos Lo importante en definitiva no es zanjar la cuestioacuten de si los

griegos fueron o no los primeros en hacer un uso teoreacutetico de la razoacuten sino

profundizar en el hecho de que acaso lo primero que hicieron con ella fue

157 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 2 982b 18-19 El Estagirita reconoce que la mito-

logiacutea y la filosofiacutea tienen un origen comuacuten el sentimiento de laquoadmiracioacutenraquo ante lo que

nos rodea si bien ldquolos poetas dicen muchas mentirasrdquo y es preciso reconocer que soacutelo la

filosofiacutea ofrece un verdadero conocimiento de las causas de las cosas Sobre este tema

cfr Bollack Jean La Grecia de nadie Las palabras dentro del mito Meacutexico S XXI

1999 pp 194ss (trad cast Glenn Gallardo) Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu

griego Barcelona Ariel 1975 pp 18-19 (trad cast Manuel Sacristaacuten)

127

aplicarla al estudio del mundo natural que nos envuelve y soporta158 Por

eso desde el inicio no se entiende la pregunta por lo natural sin referirla a

la pregunta por lo laquosobre-naturalraquo

laquoLos griegos van a investigar la phyacutesis y a buscar su archeacute [hellip] pero en la

investigacioacuten de la phyacutesis van a superarla en una meta-phyacutesis en una reali-

dad de otro orden fundante de toda realidad visibleraquo159

Aparte de todas estas consideraciones de todos conocidas es preciso

fijarse en el hecho entendemos que no pasajero de que la filosofiacutea occi-

dental naciera como un cuestionamiento acerca de la naturaleza (περὶ φύ-

σεως ἱστορία) entendiendo por tal el conjunto de todo cuanto existe esto

es el universo mismo160 El teacutermino φύσις fue inicialmente elevado por

los filoacutesofos al nivel de una nocioacuten maacuteximamente general siendo aplicado

no soacutelo a las sustancias particulares sino a toda la realidad en su conjunto

Todo pertenece al aacutembito de la naturaleza dioses y hombres cielo y tierra

plantas y animales la especie humana y sus logros Los griegos contaron

tambieacuten con otros teacuterminos semejantes para referirse al todo de la realidad

en su conjunto Tal es el caso de los teacuterminos ἀλήθεια y οὐσία y de ma-

158 Cfr Arana Juan Materia Universo Vida Madrid Tecnos 2001 p 296 Sobre esto

mismo cfr Peacuterez de Laborda Alfonso ldquoEl nacimiento de la ciencia los filoacutesofos pre-

socraacuteticosrdquo en Estudios filosoacuteficos de historia de la ciencia Madrid Encuentro 2005

p 19 159 Goacutemez Muntaacuten Joseacute Luis ldquoNaturaleza y filosofiacutea griega De la phyacutesis a la meta-

phyacutesisrdquo en Pensamiento vol 51 nordm 201 (1995) pp 353-354 160 Todas estas ideas han sido presentadas magistralmente por Guthrie por lo que no in-

sistimos maacutes Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp

37-48

128

nera especial del participio del verbo εἶναι (τὸ ὄν en plural τὰ ὄντα lo

que es o hay las cosas que hay existen o son) Finalmente como es bien

sabido seraacute este uacuteltimo ndashel participio ὄν ὄντα- el que acabaraacute imponieacuten-

dose como teacutermino de la maacutexima universalidad en la especulacioacuten filosoacutefi-

ca fundamentalmente a partir de Parmeacutenides161

Noacutetese por otro lado que se dice laquola realidad en su conjuntoraquo no soacute-

lo porque sea la suma de todo cuanto hay sino justamente porque todo eso

estaacute conjuntado en el sentido de que emana naturalmente de la propia na-

turaleza incluido el hombre respetando un ritmo inmanente un orden inal-

terable y unas medidas eternas e inmutables En suma en esa eacutepoca inicial

de la filosofiacutea griega surge una radical extrantildeeza ante el mundo circundan-

te cuando la explicacioacuten miacutetica no satisface el asombro del sujeto humano

que se cuestiona el enigma natural del universo La realidad global se pre-

senta ante esos inquietos pensadores como algo que requiere una explica-

cioacuten distinta a la que dan las narraciones miacuteticas se tuvo entonces la sen-

sacioacuten de que los mitos tradicionales no procuraban con sus narraciones

poeacuteticas una imagen veraz a la altura de los tiempos162

En una ciudad jonia costera nacioacute con los milesios la figura del gran

pensador que se enfrenta de un modo teoreacutetico con la totalidad de lo real

para referirnos una explicacioacuten que no remita a la intervencioacuten de factores

extramundanos sino a la propia actividad inmanente de la naturaleza ndashque

presenta una estructura unitaria y fundamental que afecta a todo a la vez

que lo entrelaza-

161 Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la filosofiacutea

griegardquo en Daimon nordm 22 (2001) p 36 162 Cfr Garciacutea Gual Carlos ldquoApuntes sobre los comienzos del filosofar y el encuentro

griego del Myacutethos y del Loacutegosrdquo en Daimon nordm 22 (2001) p 5

129

laquoLa phyacutesis vendriacutea a ser la fuerza que provoca todo devenir y todo crecer

un proceso regular con orden fijo y leyes inmanentes e inviolables que no

exigen ni consienten ninguna intervencioacuten exteriorraquo163

Por otro lado hay que destacar que las cosas nacen de la naturaleza

como algo que eacutesta produce de suyo en cuanto ἀρχή Ademaacutes el movi-

miento que permite tal nacimiento y la posterior autoconformacioacuten de las

cosas procede a su vez de la propia naturaleza En este sentido la naturale-

za no es uacutenicamente principio sino algo si cabe maacutes fundamental algo que

permanece activo tras el momento inicial algo que constituye el fondo per-

manente que hay en todas las cosas a modo de sustancia o sustrato de que

todas estaacuten hechas En ella se entrevera por tanto el principio y lo princi-

piado de un modo esencial En este sentido la naturaleza es tambieacuten causa

eficiente o principio del movimiento materia dotada de vida que se auto-

mueve al tiempo que se autodetermina utilizando teacuterminos aristoteacutelicos

que no presocraacuteticos164

Como sentildeala Jaeger φύσις significa ambas cosas de manera conjun-

ta el acto de φῦναι el proceso de surgir y desarrollarse y tambieacuten la fuen-

te originaria de las cosas aquello a partir de lo cual surgen y se desarrollan

esto es la realidad subyacente a todas las cosas de nuestra experiencia Por

tanto este teacutermino puede designar tanto la generacioacuten como lo generado

ameacuten de la materia o sustrato del que procede que no soacutelo actuacutea en el mo-

163 Goacutemez Muntaacuten Joseacute L ldquoNaturaleza y filosofiacutea griega De la phyacutesis a la meta-phyacute-

sisrdquo ed cit p 356 164 Cfr Cappelletti Aacutengel ldquoVida y evolucioacuten en la filosofiacutea griegardquo en Pensamiento

vol 46 nordm 182 (1990) pp 225-226 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A I 3 983b

11-13

130

mento inicial sino que permanece latente a lo largo de todo la evolucioacuten de

lo generado165

Siguiendo a Zubiri con una idea tal de permanencia el pensamiento

presocraacutetico renuncioacute manifiestamente al camino marcado por la mitologiacutea

tradicional pergentildeando de este modo un nuevo camino que maacutes tarde da-

raacute lugar a la filosofiacutea y a la ciencia

laquoLas cosas en su generacioacuten natural reciben de la naturaleza su sustancia

La naturaleza misma es entonces algo que permanece eternamente fecun-

do e imperecedero [hellip] en el fondo y por encima de la caducidad de las

cosas particulares fuente inagotable de todas ellas Por esto los grandes

pensadores griegos y todaviacutea auacuten el propio Aristoacuteteles llamaron a la natu-

raleza lo divino (τὸ θεῖον)raquo166

Los hombres que realizaron esta inquisicioacuten sobre la naturaleza tra-

taron de centildeir con su mirada escrutadora la totalidad del universo y de pe-

netrar hasta su uacuteltima raiacutez comunicando asiacute con laquolo divinoraquo167 La natura-

leza es tambieacuten para los presocraacuteticos algo divino en el sentido arriba sentildea-

lado pues comprende todas las cosas estando presente en todas Se trata de

una presencia vital que unas veces estaacute dormida y otras despierta que unas

165 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 26 A

este respecto cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la fi-

losofiacutea griegardquo ed cit p 36 166 Zubiri Xavier ldquoSoacutecrates y la sabiduriacutea griegardquo en Naturaleza Historia Dios ed

cit p 168 Para las antiguas religiones politeiacutestas en efecto ser divino significa ser in-

mortal pero con una inmortalidad que deriva de un inagotable caudal de vitalidad Cfr

Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 143 167 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Λ 9 1075a 5-9

131

veces se muestra con claridad y otras ama esconderse (φύσις κρύπτεσ-

θαι φιλεῖ) como sentildealoacute Heraacuteclito (22 B 123 DK)168 No obstante todas

estas variaciones no son aleatorias sino que tienen un caraacutecter ciacuteclico su-

ceden conforme a un orden y a una medida llaacutemese χρόνος en el caso de

Anaximandro o λόγος en el caso de Heraacuteclito

Los que arrancaron de este modo el velo que ocultaba la naturaleza

revelando a los hombres la verdadera esencia de lo-que-siempre-es fueron

llamados en justeza filoacutesofos (laquoamantes de la sabiduriacutearaquo) laquolos que filosofa-

ron acerca de la verdadraquo en palabras de Aristoacuteteles pues esta verdad no

consistioacute sino en el conocimiento del λόγος de la φύσις por eso al hablar

de ella el Estagirita emplea como sinoacutenimos laquoindagar la verdadraquo e laquoinda-

gar la naturaleza de las cosasraquo169

El pensamiento arcaico religoacute esencialmente al hombre con la natu-

raleza (y al contrario) lo que anula todo intento de someterla o transfor-

marla seguacuten los intereses o las necesidades humanas y permite que todos

los elementos y mecanismos de la misma queden ante la mirada pensante

168 Algunos inteacuterpretes entienden que phyacutesis es en este contexto ldquola naturaleza de las

cosasrdquo y no ldquola naturaleza en su conjuntordquo Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic

Fragments ed cit pp 33-46 cfr Marcovich Miroslav op cit pp 31-33 Para noso-

tros se trata de una instancia unitaria y universal aunque no deje de estar conectada con

la esencia particular de cada cosa puesto que es su fundamento uacuteltimo Parece evidente

por otro lado que teacuterminos como λόγος o armoniacutea invisible afectan a la totalidad de lo

real y no soacutelo a la esencia concreta de cada cosa

169 ζητοῦντες γὰρ οἱ κατὰ φιλοσοφίαν πρῶτοι τὴν ἀλήθειαν καὶ τὴν φύσιν

τῶν ὄντων ἐξετράπησαν οἷον ὁδόν τινα ἄλλην ἀπωσθέντες ὑπὸ ἀπειρίας

Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 191a 25-26 Sobre esta misma idea cfr Aristoacuteteles Meta-

fiacutesica ed cit A 3 983 b 1-6

132

de los que primero filosofaron tal y como son Se trata de un tipo de hacer

que consiste en no hacer con la naturaleza nada maacutes que dejarla que se ma-

nifieste Entonces es cuando propiamente nos aparece el universo como

φύσις maacutes allaacute de las explicaciones mitoloacutegicas La sabiduriacutea de los pre-

socraacuteticos trata de decirnos algo sobre la naturaleza nada maacutes que por la na-

turaleza misma Para el sabio arcaico comprender lo natural no tiene una

finalidad distinta que la propia comprensioacuten puesto que se trata de una ac-

titud puramente teoreacutetica no pragmaacutetica ni tampoco religiosa En este sen-

tido no se puede confundir esta especulacioacuten con lo que maacutes adelante se

llamoacute laquocienciaraquo o laquoteologiacutearaquo puesto que las motivaciones de fondo son

claramente distintas170

Los pensadores jonios por tanto trataron de iluminar un pensamien-

to radical y novedoso centrado en el estudio de la naturaleza entendida co-

mo una nocioacuten que comprende en una misma intuicioacuten lo coacutesmico lo hu-

mano y lo divino Este sentido amplio del teacutermino queda reunido en el vo-

cablo griego φύσις ndashmaacutes extenso y maacutes intenso que el latino natura-171

Noacutetese que el primer teacutermino presenta la naturaleza como proceso (ldquona-

170 Cfr Zubiri Xavier ldquoSoacutecrates y la sabiduriacutea griegardquo en Naturaleza Historia Dios

ed cit p 172

171 Es sabido que φύσις es el nombre que corresponde al verbo φύω ldquonacerrdquo ldquocrecerrdquo

ldquoengendrarrdquo etc El teacutermino puede retrotraerse a la raiacutez indoeuropea bhū que en saacutens-

crito significa ldquonacerrdquo traducido por Ciceroacuten como natura ldquoel hecho de nacerrdquo ldquola

constitucioacuten de algordquo Cfr Pannikar Raimundo El concepto de naturaleza Madrid

CSIC 1972 pp 55ss donde se delimitan hasta 20 campos semaacutenticos distintos En

un sentido amplio el concepto de naturaleza alude a la cualidad propiedad o determina-

cioacuten de una cosa que hace que sea justamente lo que es como consecuencia de un prin-

cipio propio e inmanente Cfr Ferrater Mora Joseacute ldquoPhyacutesisrdquo en Diccionario de Filoso-

fiacutea tomo II Buenos Aires Sudamericana 1964 p 415

133

cerrdquo ldquobrotarrdquo etc) como algo dinaacutemico e inacabado mientras que el se-

gundo lo hace como estado (ldquoel hecho de nacerrdquo ldquola constitucioacuten de al-

gordquo) La nocioacuten de φύσις por tanto no soacutelo en la lengua comuacuten sino tam-

bieacuten en la de la filosofiacutea mantiene una conexioacuten esencial con la actividad y

el movimiento

laquoEn primer lugar en cuanto que la phyacutesis de una cosa o sustancia es la

constitucioacuten que eacutesta adquiere como resultado del proceso de su genera-

cioacuten y crecimiento En segundo lugar en cuanto que esta constitucioacuten in-

terna de las sustancias naturales comporta ciertas propiedades activas es

fuente o principio de determinadas actividades especiacuteficasraquo172

La naturaleza es punto de partida (ἀρχή) y resultado final (κόσ-

μος) para las concepciones arcaicas del mundo un de doacutende y un adoacutende

en palabras de Tomaacutes Calvo por eso se toma como punto de referencia pa-

ra idear sucesivas oposiciones definitorias de aacutembitos de sentido no perte-

necientes a la φύσις como el arte (τήχνη) o la cultura (νόμος) que a pe-

sar de referirse a cosas que no son naturales sino convencionales encuen-

tran en la naturaleza su inspiracioacuten sea en sus formas o en sus normas

172 Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la filosofiacutea grie-

gardquo ed cit p 37 Para el autor Heraacuteclito fue el primero en usar filosoacuteficamente los teacuter-

minos φύσις y κόσμος (cfr 22 B 123 DK y 22 B 30 DK respect) No parece extrantildeo

si tenemos en cuenta que en Homero (Odisea X 303) por ejemplo como es sabido el

teacutermino naturaleza aparece una sola vez como sinoacutenimo de ldquopropiedadesrdquo ldquoHabiendo

hablado asiacute Argifonte me dio el remedio (φάρμακον) sacando de la tierra una planta

de la que me mostroacute su naturalezardquo (μοι φύσιν αὐτοῦ ἔδειξε) Homero Odisea Ma-

drid Gredos 2004 X 303 (trad cast Joseacute M Paboacuten)

134

laquoEn el marco de la filosofiacutea presocraacutetica la nocioacuten de naturaleza (φύσις)

comporta un surgir y desarrollarse que tiene un punto de partida (un de

doacutende) y un resultado final (un adoacutende) que no es otro que el orden actual

acabado y cumplido del universo y de cuanto en eacutel existeraquo173

Los presocraacuteticos es sabido no inventaron estas palabras sino que

las tomaron de la lengua popular y las especializaron por eso nos encon-

tramos con numerosos pasajes en los que aparece un mismo teacutermino usado

con distintos sentidos174 Un punto de contraste respecto al concepto de ἀρ-

χή se encuentra por ejemplo en Hesiacuteodo Seguacuten el relato de la Teogoniacutea

(114-120) si nos remontamos laquoal principioraquo (ἐξ ἀρχῆς) el primero de to-

dos en venir fue Caos (πρώτιστα Χάος γένετο) Nos encontramos ante

el uso comuacuten de la palabra que se utiliza para referirse al acontecimiento

inicial dentro de una serie Desde el punto de vista de la narracioacuten no es ne-

cesario remontarse maacutes allaacute de ese suceso primigenio Pero cuando se trata

del acontecer universal esta nocioacuten resulta claramente insuficiente para los

filoacutesofos que establecieron un principio absoluto eterno e ingenerado En

173 Cfr Ibid p 24 p 37 Esto lo constata tambieacuten Pierre Hadot Cfr Hadot Pierre Le

voile drsquoIsis Essai sur lrsquohistoire de lrsquoideacutee de Nature Paris Gallimard 2004 pp 36-38

174 Un buen ejemplo es el teacutermino λόγος asiacute Heraacuteclito dice que no hay que atender a

su palabra sino a la palabra de la propia realidad ldquoNo escuchaacutendome a miacute (οὐκ ἐμοῦ)

sino a la razoacuten (λόγου) sabio es reconocer (ὁμολογεῖν) que todas las cosas son unardquo

(22 B 50 DK) O cuando dice que los hombres a pesar de encontrarse cotidianamente

con el λόγος en el habla comuacuten no son capaces de ir maacutes allaacute hasta la razoacuten comuacuten

de la propia realidad ldquoAunque esta razoacuten (λόγου) existe siempre los hombres se tor-

nan incapaces de comprenderla tanto antes de oiacuterla como una vez que la han oiacutedohelliprdquo

(22 B 1 DK)

135

contraste con el Caos de Hesiacuteodo por tanto que deja de actuar activamente

despueacutes de ese momento inicial el ἀρχή de los presocraacuteticos se presenta

como una realidad eterna permanentemente presente y activa en el devenir

mismo de lo real

El resultado final del ἀρχή o punto de partida de este proceso en el

sentido arriba explicitado es el orden universal de la naturaleza que deno-

minaron cosmos En un sentido amplio siempre ha significado orden y be-

lleza traacutetese de cosas animales o personas En Homero por ejemplo suele

utilizarse para referirse a la colocacioacuten de un ejeacutercito con vistas a la bata-

lla175 De ahiacute se pasoacute a la idea de orden social y justicia entendida como

justeza o ajustamiento donde cada individuo ocupa dentro del todo la posi-

cioacuten que le corresponde seguacuten su naturaleza linaje o formacioacuten Despueacutes

con los presocraacuteticos esta misma idea de ajustamiento se trasladoacute al con-

junto de la realidad donde los elementos de la misma estaacuten todos donde

tienen que estar desempentildeando el papel que les corresponde sin sobrepa-

sar sus propias medidas ni interferir en el cometido de los demaacutes176

laquoiquestQueacute es en definitiva en su uacuteltima interna y verdadera raiacutez la naturale-

za lo que siempre permanece La naturaleza es el archeacute el principio de

sus propias modificaciones y el teacutelos el teacutermino donde todas ellas desem-

bocanraquo177

175 Cfr Homero Iliacuteada Madrid Gredos 2000 I 17 II 212-16 703-4 805-6 III 236

XX IV 622 (trad cast Emilio Crespo) Homero Odisea ed cit III 137-38 VIII 489-

90 XX 181-2 XVIII 152 176 Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la filosofiacutea

griegardquo ed cit pp 26-29 177 Zubiri Xavier ldquoHegel y el problema metafiacutesicordquo en Naturaleza Historia Dios ed

cit p 226

136

Ante todo reconoce Zubiri el saber filosoacutefico va descubriendo en

Grecia zonas de realidad distintas con peculiaridad propia va alumbrando

regiones del universo cada vez maacutes insospechadas y haciendo de ellas ob-

jeto suyo Como es bien sabido en un principio el saber filosoacutefico se ocu-

poacute preferentemente de los dioses y vio en el mundo una especie de prolon-

gacioacuten geneacutetica de ellos Junto a los dioses los jonios descubrieron la natu-

raleza como algo propio Maacutes tarde Parmeacutenides y Heraacuteclito descubrieron a

su vez en ella esa misteriosa y sutil cualidad del ser por la que decimos que

esta naturaleza es la realidad178

La naturaleza por tanto causa de materia vida sentido y movimien-

to es una realidad auto-poeacutetica naturante a un tiempo que naturada pues

se trata de aquello que produciendo se produce (y se reproduce)179 Dicho

de otro modo la naturaleza no es la consecuencia de un principio ordena-

dor externo sino que estaacute determinada de un modo inmanente por los resul-

tados de su propia actividad

Este primer principio inmanente ademaacutes no se agota en su sentido

material sino que reuacutene a todos los demaacutes (desde un punto de vista onto-

episteacutemico) puesto que ἀρχή es principio al menos en tres sentidos esen-

ciales En sentido cronoloacutegico es comienzo ndashen cuanto que es lo primero-

178 Cfr Zubiri Xavier ldquoLa idea de filosofiacutea en Aristoacutetelesrdquo en ibid p 100 No es de

extrantildear por tanto que Aristoacuteteles denominara a los primeros pensadores ldquoinquisidores

de la naturalezardquo (ξητοῦντες τὴν φύσιν) ldquofiacutesicosrdquo (φυσικοί) o fisioacutelogosrdquo (φυσιο-

λόγοι) Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 8 191a 24-25 III 4 203b 3 Metafiacutesica ed

cit A 8 989b 31 etc Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit pp

19-20 179 Cfr Lasso de la Vega Joseacute ldquoNotas sobre Phyacutesisrdquo en VV AA Actas del II Con-

greso Espantildeol de Estudios Claacutesicos Madrid Talleres Graacuteficos viuda de C Bermejo

1964 p 182

137

en sentido material es sustrato ndashen cuanto que es lo primario- y en un sen-

tido maacutes radical es fundamento ndashen cuanto que es lo principal180- Se trata

pues de algo intriacutenseco al mundo el principio de su crecimiento y organi-

zacioacuten presente identificado en su estadio primitivo con su parte constitu-

tiva material no es que esteacute compuesto por una sustancia material uacutenica si-

no que la diversidad de su actual disposicioacuten no procede de la eternidad si-

no que se ha originado a partir de algo radicalmente maacutes sencillo en un

momento concreto y determinado Como sentildeala M Pohlenz laquoel concepto

de phyacutesis es una creacioacuten de la ciencia jonia en el cual resumieron su con-

cepcioacuten del mundoraquo181 No se trata de corregir aquiacute la aproximacioacuten aristo-

teacutelica a los presocraacuteticos sino de tomar las cosas en su justa medida182 La

intencioacuten de eacutestos ndashresulta evidente- no fue la de estudiar el cosmos desde

los paraacutemetros de la teoriacutea de las cuatro causas ni en otro sentido la de li-

mitar el alcance del primer principio a su acepcioacuten material Como sostiene

Guthrie durante largo tiempo se ha mantenido la costumbre de considerar a

los milesios como interesados exclusivamente en la pregunta iquestde queacute estaacute

hecho el mundo suponiendo que la respuesta era una sustancia material

uacutenica llaacutemese agua aire fuego o algo aparte Esta era la opinioacuten de Aris- 180 Cfr Burnet John Early Greek Philosophy London AdamampCharles Black 1945

pp 10-12 363-4 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit

pp 65-66 181 Pohlenz Max ldquoNoacutemos und Phyacutesisrdquo en Hermes 81 (1953) p 426 Para una buena

discusioacuten sobre este tema cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit

1954 pp 42-43 pp 228-231 Cfr Lasso de la Vega Joseacute ldquoNotas sobre Phyacutesisrdquo ed

cit p 180 182 En verdad se trata de una primera aproximacioacuten pujante e inmediata eminentemen-

te jonia pero ajena a las distinciones del sistema aristoteacutelico quien sentildealoacute como es sa-

bido seis acepciones del teacutermino archeacute en la Metafiacutesica Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica

ed cit ∆ I 1012b 34-1013a 23

138

toacuteteles quien buscando anticipaciones o antecedentes de su teoriacutea de la

cuaacutedruple causacioacuten (material formal eficiente y final) llegoacute a la conclu-

sioacuten de que los presocraacuteticos se ocupaban exclusivamente de principios de

tipo material (τὰς ἐν ὕλης εἴδει μόνας)183 Esta teoriacutea se ha impuesto sin

duda en la posteridad pero al limitar su punto de vista de este modo Aris-

toacuteteles por tanto se confunden quienes descuidando su declaracioacuten de in-

tenciones ven en su propoacutesito una historia de la filosofiacutea neutra o aseacuteptica y

no la interpretacioacuten del pensamiento anterior desde las propias inquietudes

e intereses184

En aquella eacutepoca siguiendo a Ramnoux la materia no estaba inven-

tada ni nombrada La armadura categorial de las cosmogoniacuteas y de las an-

tropologiacuteas estaba formada por parejas de opuestos y en ellas no se en-

cuentra precisamente la oposicioacuten de la materia y el espiacuteritu La palabra

clave correcta no es materia para lo cual no teniacutean teacutermino ya que no co-

nociacutean ninguna otra forma de existencia sino maacutes bien naturaleza185

En suma mientras que la phyacutesis es concebida como un poder vivo

divino auto-engendrante y constituyente el recurso a otros principios para

explicar la totalidad de lo real se hace innecesario Por otro lado en los pre- 183 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 983a 24-983b 7 993a 11-17 Cfr Acerca

del Cielo ed cit 270b 16-20 Cfr Meteoroloacutegicos Madrid Gredos 1996 339b 27-30

(trad cast Miguel Candel) Poliacutetica ed cit 1329b 25-30 184 Sobre este tema cfr Cherniss Harold F ldquoAristoacuteteles y la filosofiacutea presocraacuteticardquo en

La criacutetica aristoteacutelica a la filosofiacutea presocraacutetica Meacutexico UNAM 1991 pp 387-448

(trad cast Conrado Eggers) donde se estudian hasta siete procedimientos distintos usa-

dos por Aristoacuteteles para adaptar la filosofiacutea presocraacutetica a la teoriacutea de las cuatro causas

Cfr Apeacutendice A ldquoPlatoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticosrdquo pp 427-441 185 Cfr Ramnoux Cleacutemence op cit p 2 En esta idea coinciden otros autores cfr Gu-

thrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 88-89 Cfr Arana

Juan Materia Vida Universo ed cit p 297

139

socraacuteticos se encuentran numerosos ejemplos de elementos con un alto gra-

do de abstraccioacuten material desde la tempranera alusioacuten al aacutepeiron de Ana-

ximandro hasta los nuacutemeros de Pitaacutegoras el loacutegos de Heraacuteclito la pareja

amorodio de Empeacutedocles el noūs de Anaxaacutegoras o el ser de Parmeacuteni-

des186

De lo dicho se desprende que la pregunta misma por el fundamento

fue mucho maacutes importante que las respuestas que los presocraacuteticos plantea-

ron Normalmente se suele limitar el estudio de los mismos a recordar la

ingenuidad de su aportacioacuten Lo notable lo novedoso fue plantear tal pre-

gunta en toda su pujanza y extensioacuten y Tales de Mileto fue el primero que

lo hizo En efecto la filosofiacutea griega se inicioacute con una ocurrencia un tanto

extravagante con la tesis de que el agua es el origen y la matriz de todas

las cosas iquestEs realmente necesario mantener la calma ante una aseveracioacuten

de este tipo se pregunta Nietzsche Su respuesta es afirmativa por tres ra-

zones laquola primera porque la tesis enuncia algo acerca del origen de las co-

sas la segunda porque lo enuncia sin imagen o fabulacioacuten alguna y final-

mente la tercera razoacuten porque en ella se incluye aunque soacutelo en estado de

crisaacutelida el pensamiento todo es unoraquo187

Como recapitulacioacuten la experiencia fundamental e inmediata del de-

venir indujo a los primeros presocraacuteticos a cuestionarse por la arquitectura

de lo muacuteltiple por el basamento de lo real por la clave que equilibra las

tensiones opuestas de la naturaleza De este modo el tiempo el movimien-

to el envite entre los contrarios la determinacioacuten de las cosas su aparicioacuten

y desaparicioacuten se convirtieron en objetos esenciales de sus reflexiones En

consecuencia el empentildeo de los primeros pensadores puede ser entendido 186 Cfr Collingwood Robin G op cit p 82 187 Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos Madrid Valde-

mar 1999 sect3 pp 44-45 (trad cast Luis F Moreno)

140

como un rastreo sin teacutermino de lo uno en lo muacuteltiple de lo permanente en

lo aparente de lo comuacuten en lo particular188 etc En este contexto hay que

situar el pensamiento natural de Heraacuteclito

3 El fuego coacutesmico

Como se ha sentildealado Heraacuteclito se adentroacute en la aventura de la filo-

sofiacutea dirigiendo primariamente su intereacutes hacia la naturaleza Su motiva-

cioacuten estaba sin duda transida por el asombro metafiacutesico (θαυμάζειν) del

que habla Aristoacuteteles en el libro A de la Metafiacutesica189 aunque sin olvidar el

miedo que suscita en el hombre arcaico todo cuanto le rodea de iacutendole mu-

cho maacutes fiacutesica que metafiacutesica En nuestra opinioacuten el Efesio representa el

punto de transicioacuten y comunicacioacuten entre los dos polos principales del pen-

samiento griego antiguo el estudio de la naturaleza por un lado propio de

los presocraacuteticos y el estudio de la ciudad-estado y el hombre por otro

maacutes propio de Soacutecrates Platoacuten y los sofistas como es sabido El esquema

relacional baacutesico φύσις-λόγος-ἄνθρωπος gira como un ciacuterculo en la fi-

losofiacutea heracliacutetea La filosofiacutea piensa y habla sobre el λόγος de la φύσις

con el λόγος del ἄνθρωπος que son uno y el mismo Es decir el pensa-

miento del ser del mundo y el pensamiento del ser del hombre se co-impli-

can necesariamente en este contexto Dicho de otro modo no hay en rigor

naturaleza sin pensamiento ni pensamiento sin naturaleza sino que ambos

188 Cfr Segura Peraita Carmen ldquoUna interpretacioacuten de la concepcioacuten de la phyacutesis entre

los presocraacuteticos Antes y despueacutes de Parmeacutenidesrdquo Contrastes vol VI (2001) p 145 189 ldquoLos hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admira-

cioacuten (διὰ γὰρ τὸ θαυμάζειν)rdquo Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 2 982b 12ss p 14

141

surgen unidos y en la maacutes absoluta homologiacutea en la eacutepoca arcaica Es decir

el hombre arcaico se dio cuenta de que las normas del discurso y las nor-

mas del cosmos eran similares y llegoacute de este modo al atisbo de que la na-

turaleza y el hombre podiacutean participar de una norma comuacuten hablar un mis-

mo lenguaje (λόγος) por tanto se dio cuenta de que conocieacutendose y en-

contrando en siacute mismo las pautas de esa ley universal podriacutea conocer mejor

el cosmos que presumiblemente seguiacutea esas mismas pautas190

Una vez hecha esta aclaracioacuten hay que advertir la contundencia con

la que Heraacuteclito ha sabido precisar la complejidad de la naturaleza dentro

de un pensamiento que religa sin relegar y que distingue sin desligar por lo

que puede ser considerado como el primer filoacutesofo de la naturaleza en sen-

tido estricto Heraacuteclito planteoacute una concepcioacuten de la naturaleza marcada-

mente distinta de la de sus predecesores a excepcioacuten de Anaximandro a

pesar de que Aristoacuteteles los considere a todos en su conjunto ndashnos referi-

mos a los pensadores jonios- como fiacutesicos o fisioacutelogos esto es como el pel-

dantildeo preliminar pero necesario que conduce inevitablemente a la teoriacutea de

las cuatro causas191

La idea que Heraacuteclito tiene de la phyacutesis se antoja de entrada mucho

maacutes compleja que la de los milesios no obstante debemos reconocer que

ambas comparten un mismo origen (los antiguos cultos agrarios griegos) y

proceden de una misma intuicioacuten la buacutesqueda del primer principio de la

realidad que al mismo tiempo es principio vital hacedor ex quo y transfor-

mador de todas las cosas Del mismo modo la naturaleza es para Heraacuteclito

190 Sobre la unidad primordial e inmediata entre los problemas humanos y los problemas

coacutesmicos en los primeros presocraacuteticos cfr Mondolfo Rodolfo El pensamiento anti-

guo vol I Buenos Aires Losada 1983 pp 15-17 (trad cast Segundo Tri) 191 Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 2 184b 17ss I 4 187a 12ss

142

lo divino (τὸ θεῖον) como tambieacuten lo era para Tales Anaxiacutemenes y Ana-

ximandro en sentido impersonal e inmanente nunca personal y trascen-

dente Todos ellos por uacuteltimo tienen una concepcioacuten esencialmente dinaacute-

mica de la naturaleza complementada con una cierta intuicioacuten de la medida

que prevalece en cada una de sus transformaciones sin embargo Heraacuteclito

a diferencia de sus predecesores entiende que esta misma medida no soacutelo

estaacute presente en la naturaleza sino tambieacuten en el hombre al mismo tiempo

que profundiza en la idea de devenir para intensificarla192

Para Heraacuteclito la naturaleza es un proceso iacutegneo incesante que da lu-

gar a todas las cosas sin perder por ello su mismidad en un ciclo perpetuo

de relaciones y retro-acciones donde cada movimiento es ineacutedito incluso en

su repeticioacuten es decir donde acontece el retorno temporal de lo mismo co-

mo otro

laquoEl sol es nuevo cada diacutearaquo193

Heraacuteclito advierte con una sensibilidad maacutes oriental que occidental

que soacutelo una regeneracioacuten permanente permite conciliar en la naturaleza las

ideas de creacioacuten y destruccioacuten de permanencia y cambio La naturaleza

dicho de otro modo mantiene su identidad visible gracias a una constante

renovacioacuten invisible posibilitada por la solidaridad de todos sus elementos

Ahiacute radica el secreto activo de la vida en su esencial apertura en su caraacutec-

ter homeostaacutetico o auto-regulativo y en su perpetua regeneracioacuten lo que

permite que los sistemas vivos mantengan un fuerte equilibrio organizacio-

192 Cfr Graham Daniel W Explaining the cosmos The Ionian Tradition of Scientific

Philosophy Princeton Princeton University Press 2006 p 115

193 ὁ ἥλιος νέος ἐφrsquo ἡμέρηι ἐστίν (22 B 6 DK)

143

nal posibilitado por muacuteltiples reajustes dinaacutemicos e intercambios de mate-

ria y energiacutea con el medio a pesar de sus continuas peacuterdidas transforma-

ciones y renovaciones La naturaleza por tanto es entendida en este frag-

mento como aquello que nace y muere cada diacutea como aquello que se forma

al mismo tiempo que se transforma donde nacimiento y muerte formacioacuten

y transformacioacuten no son maacutes que las dos caras de un mismo proceso

La phyacutesis es fuego como reconoce Aristoacuteteles194 pero no hay que ol-

vidar siguiendo al propio Estagirita que soacutelo a partir de Empeacutedocles puede

considerarse al fuego como uno de los cuatro elementos naturales junto

con la tierra el agua y el aire195 Noacutetese que mientras que estos uacuteltimos re-

presentan los tres estados fundamentales de la materia soacutelido liacutequido y ga-

seoso respectivamente el fuego seriacutea maacutes bien la fuerza que permite la

transformacioacuten de unos en otros cerca del fuego lo soacutelido se hace liacutequido y

lo liacutequido gaseoso mientras que a medida que el fuego se aleja lo que era

gaseoso se torna liacutequido y lo liacutequido soacutelido196 En este sentido aparece co-

194 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 984 a 5ss 195 Ibid A 4 985 a 31ss 196 Esta capacidad del fuego como transformador de la materia a la vez que su dualidad

como dador de vida y muerte se manifiesta especialmente en el culto a la Tierra-Madre

de los misterios de Eleusis Narra el mito como es sabido que Demeacuteter teniacutea una hija

llamada Perseacutefone Hades se enamoroacute de ella y la raptoacute Despueacutes de haber errado mucho

tiempo en busca de su hija llegoacute a Eleusis donde entroacute en casa de Ceacuteleo bajo los rasgos

de una anciana con la tarea de criar a Demofonte Para agradecer su hospitalidad se

propuso hacer inmortal a su hijo Lo frotaba con ambrosiacutea y lo poniacutea cada noche en el

fuego para volverlo semejante a los dioses Una noche su madre penetroacute en la habita-

cioacuten de la diosa y al ver a su hijo en las llamas comenzoacute a gritar El encanto se rompioacute

y el nintildeo murioacute (o continuoacute siendo mortal seguacuten otras versiones) Cfr Lorite Mena Jo-

seacute ldquoEl simbolismo miacutetico del fuego y el loacutegos de Heraacuteclitordquo en Pensamiento vol 37

nordm 45 (1981) p 55

144

mo algo diferente de todos los estados que asume la materia y se presenta

como una fuerza creadora con actividad y vida incesante197

Como es sabido los primeros filoacutesofos buscaron sin excepcioacuten un

primer principio que fuera sutil flexible y maleable asiacute el agua de Tales el

aire de Anaxiacutemenes el aacutepeiron de Anaximandro y el fuego de Heraacuteclito

Este uacuteltimo sin duda debioacute parecerle al filoacutesofo efesio el maacutes moacutevil y acti-

vo incluso en su quietud quizaacutes a eso se refiera este enigmaacutetico fragmento

laquoSu reposo es cambiarraquo198

En tanto que ἀρχή no podemos precisar el primado cronoloacutegico del

fuego puesto que siempre fue es y seraacute (como indica 22 B 30 DK) pero siacute

su primado ontoloacutegico puesto que es principio en el sentido de fundamen-

to Lo que parece claro es que el fuego no es simplemente un principio ma-

terial199 El fuego pues seriacutea ante todo un siacutembolo que permite dar a com-

prender su pensamiento mejor que cualquier otro Se trata tanto del princi-

pio del cambio como de aquello que permanece a todo cambio200

197 En efecto el fuego es fuente de vida y calor (indispensable en todos los procesos

bioquiacutemicos) y tambieacuten de luz que posibilita la visioacuten y se utiliza como metaacutefora del

conocimiento en la filosofiacutea griega y medieval Cfr Cappelletti Aacutengel J La filosofiacutea

de Heraacuteclito de Eacutefeso Caracas Monte Aacutevila Editores 1969 p 46

198 μεταβάλλον ἀναπαύεται (22 B 84a DK)

199 Aristoacuteteles tiene razoacuten al afirmar que Heraacuteclito denominoacute fuego al principio (ἀρχή)

de todas las cosas Si bien su propia concepcioacuten de las cuatro causas le ha llevado a en-

casillar este fuego dentro de los cuatro elementos naturales trataacutendolo como un princi-

pio netamente material Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 984a 200 Cfr Cappelletti Aacutengel J Mitologiacutea y filosofiacutea los presocraacuteticos Madrid Cincel

1986 p 95

145

Resulta significativo que Prometeo robara el fuego a Zeus entregaacuten-

doselo a los hombres y no otro elemento siacutembolo de la creacioacuten de la ca-

pacidad humana para transformar la naturaleza y de la propia libertad pero

tambieacuten de la imprudencia la desmesura y la discordia Es interesante des-

tacar que seguacuten este mito el fuego no es un producto natural sino un rega-

lo algo que viene extranaturalmente al hombre algo que supera la capaci-

dad y la invencioacuten humana El hombre no descubre propiamente el fuego

sino que utiliza el fuego celeste por lo que hay que concluir en consecuen-

cia que hay un solo fuego el divino del que procede el humano201

En esta misma liacutenea posiblemente nos encontremos ante uno de los

primeros intentos de explicar racionalmente lo que antes se aceptaba de un

modo miacutetico-religioso202 pero no ante una imagen del puro devenir ince-

sante y destructor ciego e insensato como proponen Nietzsche o Spengler

puesto que se trata de una actividad creadora que se desarrolla seguacuten medi-

das En nuestra opinioacuten lo maacutes importante en la filosofiacutea de Heraacuteclito su

auteacutentica originalidad no es su concepcioacuten del fuego sino su concepcioacuten

del λόγος que gobierna al fuego y al propio devenir antropocoacutesmico203 El

fuego afirma Cappelletti genera el cosmos de acuerdo con una razoacuten in-

manente que le es propia pero no podemos estar de acuerdo con eacutel en su

201 Cfr Lorite Mena Joseacute op cit p 59 202 Cfr Farreacute Luis Heraacuteclito Fragmentos Barcelona Folio 2002 p 128 203 Esta idea aparece en muacuteltiples obras del filoacutesofo alemaacuten pero acaso especialmente

en su etapa filoloacutegica de juventud cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca

traacutegica de los griegos ed cit sect 8 pp 74ss Spengler sostiene que Heraacuteclito tiene una

concepcioacuten del cosmos de naturaleza energeacutetica donde acontece un devenir puro e ince-

sante que empareja directamente con el primer principio de la termodinaacutemica hacieacutendo-

se eco de la ciencia de su tiempo Cfr Spengler Oswald Heraacuteclito Buenos Aires Es-

pasa-Calpe 1947 pp 88 108-109 111-113 120 (trad cast Augusta de Mondolfo)

146

identificacioacuten de fuego y λόγος El fuego cambia en efecto seguacuten medidas

pero ni el fuego es relacioacuten o sistema ni el λόγος es sustrato del que por

una actuacioacuten interior emerge la totalidad de lo que hay204

El fuego es eterno e increado (ἀείζωον) Posiblemente sea infinito

espacialmente hablando por analogiacutea con el aacutepeiron de Anaximandro y

con el aire de Anaxiacutemenes y posiblemente siguiendo la analogiacutea con Ana-

ximandro debamos entenderlo como el origen de todas las determinaciones

y de todos los seres No obstante al referirse concretamente al fuego y no

al aacutepeiron esto es a algo indefinido Heraacuteclito pone de manifiesto la nece-

sidad ontoloacutegica que la unidad iacutegnea tiene de desplegarse de desvelar la

multiplicidad de posibilidades que encierra dando lugar al cosmos laquopluri-

unidad que es al mismo tiempo uni-pluralidadraquo205

Asiacute en el fragmento 30 de Heraacuteclito podemos leer lo siguiente

laquoEste orden del mundo el mismo para todos no lo hizo (ἐποίησεν) dios

ni hombre alguno sino que fue siempre es y seraacute fuego siempre-vivo

(ἀείζωον) prendido seguacuten medidas y apagado seguacuten medidasraquo206

204 Cfr Cappelletti Aacutengel J Mitologiacutea y filosofiacutea los presocraacuteticos ed cit p 102

cfr Cappelletti Aacutengel J La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso ed cit p 68 Que fuego y

loacutegos no son lo mismo lo demuestra Adrados haciendo uso del sentido comuacuten asiacute pro-

pone permutar ambos teacuterminos en los fragmentos para comprobar que no son en modo

alguno intercambiables Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoEl sistema de Heraacuteclito

estudio a partir del leacutexicordquo en Emeacuterita tom XLI fasc I (1973) p 9 205 Cfr Cappelletti Angel J La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso ed cit pp 49-50

206 κόσμον τόνδε τὸν αὐτὸν ἁπάντων οὔτε τις θεῶν οὔτε ἀνθρώπων ἐποίη-

σεν ἀλλrsquoἦν ἀεὶ καὶ ἔστιν καὶ ἔσται πῦρ ἀείζωον ἁπτόμενον μέτρα καὶ

ἀποσβεννύμενον μέτρα (22 B 30 DK)

147

Se ha discutido mucho si el teacutermino κόσμος hace mencioacuten al mundo

en su totalidad o simplemente a un determinado orden de cosas Nosotros

entendemos que se trata del mundo en su totalidad o si se quiere del or-

den-del-mundo Posiblemente estemos como se ha dicho ante uno de los

primeros usos del teacutermino en sentido propiamente filosoacutefico207 Se dice

ademaacutes que este mundo es el mismo para todos destacando que a pesar de

que los dormidos se retiran a un mundo propio todo aquel que siga el λό-

γος vive necesariamente en el mundo uacutenico y comuacuten208

207 Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 313 Deichgraumlber atri-

buye la mencioacuten a los hombres a razones simetriacutea Cfr Deichgraumlber Karl Rhythmische

Elemente im Logos des Heraklit Mainz Akademie der Wissenschaften und der Litera-

tur 1963 pp 500-501 Noacutetese el contraste con Hesiacuteodo respecto a la configuracioacuten del

cosmos quien afirma que Zeus laquodispusoraquo (διέταξε) cada una de las cosas para los dio-

ses Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea (Obras y fragmentos) Madrid Gredos 1990 73-74 (trad

cast Aurelio Peacuterez Alfonso Martiacutenez) Asimismo laquodispuso una ley para los hombresraquo

(ἀνθρώποισι νόμον διέταξε) Cfr Hesiacuteodo Los trabajos y los diacuteas (Obras y frag-

mentos) ed cit 276 La coincidencia entre el mundo y el fuego siempre-vivo resulta

evidente pudiendo ser considerados como los teacuterminos de una relacioacuten de antecedente a

consecuente pues los participios ἁπτόμενον y ἀποσβεννύμενον por su desinencia

soacutelo pueden relacionarse con un sustantivo neutro en nominativo (πῦρ ἀείζωον) κόσ-

μον por su parte en acusativo por ser objeto del verbo ἐποίησεν pasa a ser sujeto taacute-

cito de ἀλλrsquoἦν ἀεὶ καὶ ἔστιν καὶ ἔσται Lo resentildeable es que en lugar de aparecer los

participios en acusativo para hacerlos concordar con el sujeto taacutecito lo hacen en nomi-

nativo masculino lo que remite de un modo latente a κόσμος Cfr Eggers Lan Conra-

do Juliaacute Victoria Los filoacutesofos presocraacuteticos vol I ed cit pp 344 Cfr Kirk G S

Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 311 208 Cfr Vlastos Gregory ldquoOn Heraclitusrdquo en American Journal of Philology nordm 76

(1955) p 344 Para Kirk la expresioacuten el mismo para todos es un antildeadido de Clemente

148

No se trata por otro lado de una creacioacuten de la nada Hacer un mun-

do (ἐποίησεν) equivale a ordenar las cosas seguacuten una cierta medida o pro-

porcioacuten En eso no han intervenido ni los dioses ni los hombres (οὔτε τις

θεῶν οὔτε ἀνθρώπων) El cosmos era es y seraacute fuego siempre-vivo la

totalidad ordenada de las cosas un fondo existencial-dinaacutemico y eterno del

que emanan todas las realidades209

Como sentildealan Kirk y Raven el fuego es la forma arquetiacutepica de la

materia para Heraacuteclito y el cosmos concebido como totalidad puede des-

cribirse como un fuego que cuando una determinada cantidad se extingue

se vuelve a encender en una parte proporcional

laquoNo todo eacutel estaacute ardiendo a la misma vez y siempre estuvo y siempre esta-

raacute en ese estado No podemos hallar en consecuencia en eacutel una cosmogo-

niacutea en el sentido milesio No es posible que el fuego sea una materia prima

original a la manera en que lo era el agua o el viento para Tales o Anaxiacute-

menes [hellip] Es no obstante la fuente continua de los procesos natura-

lesraquo210

a partir de una fuente estoica cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed

cit p 307 209 Cfr Lorite Mena Joseacute op cit p 73 210 Kirk G S Raven J E Schofield M op cit p 289 Sobre las relaciones entre

fuego y mundo Barnes hace una precisioacuten que merece la pena tener en cuenta al dis-

tinguir entre made from y made of en un juego de palabras difiacutecil de traducir al castella-

no ldquoworld things were made from but are not made of firerdquo esto es las cosas mismas

estaacuten hechas del fuego pero no hechas de fuego en el sentido de que proceden del fue-

go pero no son fuego materialmente hablando lo que acentuacutea la necesidad de tener en

cuenta la confusioacuten presocraacutetica entre fiacutesica y metafiacutesica Cfr Barnes Jonathan The

Presocratic Philosophers London Routledge amp Kegan Paul 1982 p 63

149

Parece evidente en suma que el fuego (πῦρ) no se entiende en este

texto uacutenicamente como el principio material que constituye la totalidad de

lo ente sino en esencia como un siacutembolo o protoconcepto filosoacutefico que

trata de representar la potencia organizadora que articula en la naturaleza

la generacioacuten y regeneracioacuten de formas de orden estables sobre la inestabi-

lidad de un fondo desordenado por mediacioacuten y medicioacuten del λόγος211

Como afirma W Jaeger en ninguna parte encontramos en Heraacuteclito

la huella de una consideracioacuten puramente teoacuterica de las apariencias ni la

sombra de una teoriacutea puramente fiacutesica Lo que pudiera ser interpretado asiacute

se halla en conexioacuten con un contexto mucho maacutes amplio y tambieacuten maacutes

profundo212 Sus consideraciones fiacutesicas por tanto no son los principios de

su visioacuten del mundo sino las consecuencias de la misma pues no se entien-

den sin las ideas de medida juego y devenir como veremos213

En este sentido una historia de la filosofiacutea que no vea en los preso-

craacuteticos maacutes que la aurora de la ciencia moderna celebraraacute la tentativa tan

interesante como insuficiente de aquellos que trataron de encontrar el ele-

mento primero de la realidad material pero no dudaraacute en calificar esta

mentalidad de preloacutegica por no ser capaz de pasar de lo cualitativo a lo

cuantitativo esto es por no aplicar las matemaacuteticas al estudio de la natura-

leza cuestionando igualmente la carencia de un saber teacutecnico pujante y

bien rematado Ciertamente vista la sutileza que se aprecia en las intuicio-

nes matemaacuteticas de Tales o Pitaacutegoras no parece que el problema estribe en

una falta de conocimientos sino en el estatuto ontoepisteacutemico que se con-

cede a la naturaleza Los primeros filoacutesofos no se queriacutean dominadores de

211 Sobre este tema volveremos 212 Cfr Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit p 175 213 Cfr Brun Jean Heraacuteclito Madrid Edaf 1976 p 44 (trad cast Ana Mordf Aznar)

150

la naturaleza sino espectadores dado que partiacutean de la esencial unidad en-

tre el hombre y la naturaleza La naturaleza no era para ellos un objeto fren-

te a un sujeto sino un horizonte que englobaba tambieacuten al hombre y a lo

divino como se ha dicho Como reconoce Sambursky laquoel mundo teniacutea que

ser entendido pero no habiacutea ninguna necesidad de cambiarloraquo214 Los grie-

gos confiaban en que el conocimiento de la naturaleza les permitiera cono-

cerse a siacute mismos por eso escrutaban su ritmo y su medida y nunca trataron

de someterla a la medida ni al ritmo de los deseos temores o necesidades

humanas

El fuego en nuestra opinioacuten es una imagen que permite al filoacutesofo

explicar su pensamiento mejor que cualquier otra pues se trata de un ele-

mento que permanece al mismo tiempo que cambia y que se renueva al

mismo tiempo que se consume Acaso nos encontramos ante uno de los pri-

meros intentos de explicar racionalmente lo que antes se aceptaba mitoloacutegi-

camente De todos modos al introducir la medida en el fuego Heraacuteclito

pone de manifiesto la necesidad que la unidad tiene de desvelar las muacutelti-

ples posibilidades que esconde en su interior dando lugar al cosmos soacutelo

asiacute se entiende que lo uno sea al mismo tiempo lo muacuteltiple y viceversa215 214 Sambursky Samuel El mundo fiacutesico de los griegos Madrid Alianza 1999 p 260

(trad cast Mordf Joseacute Pascual) Esos modelos sentildeala Ramnoux no fueron elaborados se-

guacuten las leyes del meacutetodo experimental sino siguiendo las pautas de la propia naturaleza

tal como se la representaban por dicotomiacutea a partir de una oposicioacuten elemental o a

partir de una oposicioacuten surgida de la unidad original En este sentido trabajaron escu-

chando la naturaleza y siguiendo su ley Cfr Ramnoux Cleacutemence op cit p 8 215 ldquoTal vez sea maacutes importante el hecho de que todo fuego [hellip] debido a la regularidad

con que absorbe el combustible y emite el humo a la vez que mantiene una cierta esta-

bilidad entre ellos personifica de un modo claro la regla de la medida en el cambio in-

herente al proceso del mundo del que el loacutegos es una expresioacutenrdquo Kirk G S Raven J

E Schofield M op cit p 290

151

El fuego en conclusioacuten es una metaacutefora del mundo y del tiempo ciacute-

clico que lo gobierna como toda imagen por tanto tenemos que entenderla

en sentido literario o poeacutetico pero tambieacuten literal puesto que tiene un al-

cance ontoloacutegico innegable El mundo arde se mueve cambia deviene

consume pero nunca se consume hace y deshace en el incesante e inocente

transcurso de los diacuteas los meses las estaciones y los antildeos como el juego de

un nintildeo El mundo es un nintildeo que juega (παῖς παίζων) un enorme campo

de batalla donde reina la discordia la tensioacuten y el antagonismo un tablero

de juego en el que dioses y hombres juegan y son jugados donde se em-

prende una partida nueva cada diacutea pero siempre con las mismas reglas bajo

la perspectiva eco-enantio-loacutegica de la escondida respectividad de todas las

cosas de la armoniacutea invisible que religa y articula la unidad-multiplicidad

de lo visible

El fuego dicho de otro modo puede llegar a ser todas las cosas sin

perder su mismidad de igual modo que cambiamos el oro por mercanciacuteas y

las mercanciacuteas por oro sin que eacuteste pierda su valor de cambio ni su posibili-

dad de intercambio por otro tipo de mercanciacuteas y al contrario

laquoTodas las cosas se cambian (ἀνταμοιβή) por fuego y el fuego por todas

las cosas como las mercanciacuteas por oro y el oro por las mercanciacuteasraquo216

El fuego por tanto es lo que concede valor ontoloacutegico a las cosas

No se puede imaginar en consecuencia un mundo sin fuego ni un fuego sin

mundo como pretende M Stokes al interpretar de un modo sucesivo el in-

tercambio Pues el mundo no se olvide es fuego siempre-vivo (22 B 30

216 πυρός τε ἀνταμοιβὴ τὰ πάντα καὶ πῦρ ἁπάντων ὅκωσπερ χρυσοῦ χρήμα-

τα καὶ χρημάτων χρυσός (22 B 90 DK)

152

DK) y eacuteste es una suerte de sol que no se pone nunca (22 B 16 DK) aun-

que a veces ame esconderse y sea preciso buscar allende las apariencias pa-

ra encontrarlo217

El fuego por tanto sin dejar de ser por completo lo que es da lugar

al cosmos pues en realidad no desaparece en cada una de sus determinacio-

nes sino que simplemente se esconde

laquoTransformaciones del fuego primero mar y del mar la mitad tierra la mi-

tad ardiente huracaacuten (πρηστήρ) [] La tierra se esparce como mar y se

mide en la misma proporcioacuten (λόγον) que habiacutea antes de que se hiciera

tierraraquo218

Al transformarse el fuego seguacuten una primera medida nace el mar y

de la muerte del mar nacen por un lado la tierra y por otro el ardiente va-

217 Cfr Stokes Michael One and Many in Presocratics Philosopy Washington dc

Harward Univesity Press 1971 pp 104-105Tambieacuten en Homero aunque en otro senti-

do se dice que el sol todo lo ve y todo lo oye Cfr Homero Iliacuteada ed cit III 277 Cfr

Homero Odisea ed cit XI 109 Cfr Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria Los Filoacute-

sofos presocraacuteticos vol I ed cit p 329

218 πυρὸς τροπαὶ πρῶτον θάλασσα θαλάσσης δὲ τὸ μὲν ἥμισυ γῆ τὸ δὲ ἥμι-

συ πρηστήρ [] ltγῆgt θάλασσα διαχέεται καὶ μετρέεται εἰς τὸν αὐτὸν λό-

γον ὁκοῖος πρόσθεν ἦν ἢ γενέσθαι γῆ (22 B 31 DK) Snell sentildealoacute que no se trata

de transformaciones del fuego puesto que en la eacutepoca de Heraacuteclito el teacutermino se utiliza-

ba uacutenicamente para referirse a las rotaciones del sol Cfr Snell Bruno Il linguaggio di

Eraclito Ferrara Gabriele Corbo 1989 p12 Traducimos no obstante por transforma-

ciones (τροπαί) siguiendo a Marcovich porque entendemos que se trata de una pre-

sencia perpetua que no desaparece en sus muacuteltiples fases sino que simplemente subsiste

invisible en cada una de ellas Cfr Marcovich Miroslav op cit p 287

153

por y presumiblemente de la muerte de eacutestos volveraacute a renacer el fuego

hasta completar el ciclo coacutesmico encendieacutendose y apagaacutendose del mismo

modo que la vegetacioacuten se oculta (ἀφανισμός) en otontildeo para volver a ma-

nifestarse (ἐπιφάνεια) en primavera Seguacuten la opinioacuten de Olof Gigon la

transformacioacuten del fuego en mar es metafiacutesica mientras que el posterior

desenvolvimiento del mar es por el contrario un proceso fiacutesico219 si bien

estas palabras parecen contradecir lo que escribe unas paacuteginas despueacutes

laquoLo uno se transforma ello mismo por completo en todas las cosas El fue-

go no es un suelo firme del que van brotando todas las cosas sino que to-

do eacutel se cambia en el conjunto de las cosas de suerte que existe invisible y

completo en el cosmos evolucionadoraquo220

Podemos entender que las transformaciones del fuego sean conside-

radas como un proceso fiacutesico asiacute lo hizo Aristoacuteteles o bien asiacute lo creemos

nosotros como un proceso metafiacutesico que no por ello deja de ser fiacutesico (fiacute-

sico-metafiacutesico si se quiere dada la relacioacuten entre ambos aacutembitos en este

contexto) De todos modos si partimos del hecho de que la distincioacuten entre

fiacutesica y metafiacutesica carece de sentido para los presocraacuteticos resulta muy di-

fiacutecil establecer cuaacutendo nos encontramos ante un proceso exclusivamente fiacute-

sico y cuaacutendo ante uno metafiacutesico Ademaacutes si eludimos el sentido metafiacutesi-

co del resto de transformaciones del fuego estariacuteamos desestimando la pre-

sencia latente del mismo en cada una de ellas y negando por ende el ca-

raacutecter unitario de la propia realidad

219 Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 233 220 Ibid p 239

154

El mundo es pues una unidad en constante proceso de devenir y pe-

recer en constante transformacioacuten a la par de las transformaciones del fue-

go en constante cambio e intercambio sin olvidar que se trata de un proce-

so loacutegicamente medido221 Asiacute el fuego es el aspecto fiacutesico de una gran

fuerza metafiacutesica que crea modela y destruye operaciones eacutestas cuya suma

es un cambio constante e incesante Se trata en definitiva de la idea de lo

uno que deviene eternamente lo muacuteltiple y de lo muacuteltiple que deviene eter-

namente lo uno donde lo uno no es auacuten un conjunto de sustancias o esen-

cias estables al modo aristoteacutelico sino fuerza viva y por ende activa El

mundo por tanto es el juego del fuego consigo mismo con su incesante

construir y destruir a lo largo del tiempo soacutelo asiacute se entiende que la unidad

pueda ser al mismo tiempo multiplicidad y la multiplicidad unidad

En este punto volvemos a enlazar con el pensamiento oriental ya

que para la filosofiacutea india como para la griega el primer problema que se

ofrece al pensamiento es el de la relacioacuten entre lo uno y lo muacuteltiple Por to-

das partes vemos multiplicidad de objetos y seres pero la duda consiste en

saber si eso es real o fenomeacutenico (maya) verdad o ficcioacuten si el hombre po-

see una existencia propia o es el efiacutemero resultado de la evolucioacuten o juego

de alguacuten principio originario222 Con esto retomamos el hilo de nuestro tra-

bajo que lo lleva maacutes allaacute de los milesios ya que las cuestiones cosmogoacute-

nicas no tienen tanto peso en su filosofiacutea como las cosmoloacutegicas En nues-

tra opinioacuten su filosofiacutea natural es una solucioacuten fiacutesica del problema de los

contrarios y soacutelo puede comprenderse desde ese punto de vista El verdade-

ro ἀρχή de Heraacuteclito no es el fuego sino el λόγος que no es un atributo

221 Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 62 222 Cfr Aurobindo Shri Heraacuteclito y Oriente Buenos Aires Leviataacuten 1982 pp46-49

(trad cast Alfredo Llanos)

155

del fuego sino a la inversa el fuego es una manifestacioacuten material de la ra-

zoacuten coacutesmica universal Por otro lado el fuego no debe considerarse como

sustancia sino como proceso que consiste en el asomarse y desaparecer de

los contrarios por medio de un constante cambio (τροπή) e intercambio

(ἀνταμοιβή) El fuego es lo que da unidad al cambio porque es su fuente

comuacuten y uacutenica pero la norma que dirige este cambio no procede del fuego

sino del λόγος que ensambla todo lo que se opone sin eliminar su tensioacuten

Esta misma nocioacuten de equilibrio dinaacutemico es esencial a la forma en que la

unidad de los contrarios es entendida y vivida en la espiritualidad china No

es jamaacutes una identidad estaacutetica sino un juego dinaacutemico entre los contrarios

La doctrina taoiacutesta llama Tao o camino a la unidad que les sirve de fondo y

lo ve como un proceso que determina su juego mutuo223 Este proceso para

Heraacuteclito se hace maacutes intuitivo en el fuego que en cualquier otro elemento

natural quizaacute por eso lo eligioacute como siacutembolo de su filosofiacutea siendo ndashen uacutel-

tima instancia- un siacutembolo del decurso de la propia naturaleza que consiste

en una unidad dinaacutemica de contrarios a pesar de la ignorancia que mani-

fiesta el hombre aletargado a este respecto

223 ldquoEl movimiento del daoes transformacioacuten de contrarios (fan)El dao se manifiesta

en la debilidadLas cosas del mundo nacen del ser (you)el ser nace del no-ser (wu)rdquo

Lao Zi El libro del Tao Madrid Alfaguara 1996 (trad cast Intildeaki Preciado) sect 40

156

157

Cap 5

laquoLos contrarios y el primer principioraquo

158

159

1 La pregunta por el no-ser en los primeros presocraacuteticos

Uno de los problemas tratados por la filosofiacutea presocraacutetica es el de la

realidad del mundo fiacutesico En eacutel se entrelaza de un modo general toda la es-

peculacioacuten de los filoacutesofos presocraacuteticos Todos ellos redujeron la realidad

a un primer principio dinaacutemico y sustantivo que para unos pensadores era

de naturaleza material y determinada para otros de naturaleza numeacuterica y

para otros de naturaleza indeterminada A partir de Parmeacutenides como es

bien sabido se produce un cambio radical preconizado sin duda por Heraacute-

clito que permite hablar en adelante de un pensamiento propiamente meta-

fiacutesico Esto se debe a la afirmacioacuten fundamental de que aquello de que to-

das las cosas constan es el ente (τό ὄν) Sin duda con el descubrimiento

del ente elevoacute Parmeacutenides la especulacioacuten filosoacutefica al nivel de la ontologiacutea

(τοῦ ὂντος λόγος)

Seguacuten su descripcioacuten el ente es lo que es y el no-ente es lo que no es

(ἡ μὲν ὅπως ἔστιν τε καὶ ὡς οὐκ ἔστι μὴ εἶναι cfr 28 B 2 DK) Esto

se explicita en la primera parte del poema parmeniacutedeo con una serie de atri-

butos que conviene sentildealar ingeacutenito e imperecedero entero homogeacuteneo

imperturbable y sin fin a la vez uno continuo (cfr 28 B 8 DK) No puede

ademaacutes no haber sido ni puede dejar de ser (οὐδέ ποτ΄ ἦν οὐδ΄ ἔσται) de

lo que se saca como consecuencia inmediata que el no-ente no puede ser di-

cho ni tampoco pensado (οὐ γὰρ φατὸν οὐδὲ νοητόν ἔστιν ὅπως οὐκ

ἔστι) Lo que es por tanto puro presente y pura identidad ingenerable e

incorruptible no tiene pasado ni futuro no tiene principio ni fin Ademaacutes

es uacutenico e indivisible completo e inmoacutevil En definitiva lo que es no pue-

de moverse a lo que no-es ni a lo que es sino que instalado en un perpetuo

160

presente no tiene historia y es esencialmente ajeno a toda mutacioacuten224 Sin

duda cabe preguntarse iquestqueacute sucede pues con la aparente multiplicidad de lo

real mismo constatada sin salvedad por los anteriores presocraacuteticos iquestY

queacute sucede con el devenir la provocacioacuten fundamental la maacutes paradoacutejica y

desconcertante si cabe para el pensamiento desde los comienzos de la filo-

sofiacutea Se trata simplemente de laquopareceres de los mortalesraquo (βροτῶν δό-

ξας) ndashcontestaraacute Parmeacutenides- pero no de la inmutable laquoverdad bien redon-

daraquo (Ἀληθείης εὐκυκλέος cfr 28 B 1 DK)

En efecto esta concepcioacuten de la filosofiacutea griega como ontologiacutea ha

persistido en la posteridad sobre todo a partir de Aristoacuteteles quien identifi-

coacute laquola posesioacuten de los principios y las causas de las entidades con la tarea

propia del filoacutesoforaquo

laquoHay una ciencia que estudia lo que es en tanto que algo es y los atribu-

tos que por siacute mismo le pertenecen (Ἔστιν ἐπιστήμη τις ἣ θεωρεῖ τὸ

ὂν ᾗ ὂν καὶ τὰ τούτῳ ὑπάρχοντα καθrsquo αὑτό) Esta ciencia por lo

demaacutes no se identifica con ninguna de las denominadas particulares Nin-

guna de las otras en efecto se ocupa universalmente de lo que es en tanto

que algo es sino que tras seccionar de ello una parte estudia los acciden-

tes de eacutesta [hellip] Y puesto que buscamos los principios y las causas supre-

mas es evidente que eacutestas han de serlo necesariamente de alguna naturale-

za por siacute misma Y ciertamente si tambieacuten buscaban estos principios

quienes buscaban los elementos de las cosas que son tambieacuten los elemen-

tos teniacutean que ser necesariamente elementos de lo que es no accidental-

mente sino en tanto que algo es [hellip] La expresioacuten ldquoalgo que esrdquo se dice

en muchos sentidos pero en relacioacuten con una sola cosa y una sola natura- 224 Cfr Gonzaacutelez Aacutelvarez Aacutengel Tratado de metafiacutesica Ontologiacutea Madrid Gredos

1967 p 66

161

leza (Τὸ δὲ ὂν λέγεται μὲν πολλαχῶς ἀλλὰ πρὸς ἓν καὶ μίαν τι-

νὰ φύσιν) [hellip] Por tanto si esto es la entidad el filoacutesofo deberaacute hallarse

en posesioacuten de los principios y de las causas de las entidades (εἰ οὖν

τοῦτrsquo ἐστὶν ἡ οὐσία τῶν οὐσιῶν ἂν δέοι τὰς ἀρχὰς καὶ τὰς αἰτίας

ἔχειν τὸν φιλόσοφον)raquo225

El texto arriba acotado pone el acento en el en tanto que algo es en

el ser en general o aquello que hace que los entes sean y compartan una

cierta unidad ontoloacutegica No en vano Aristoacuteteles recuerda poco despueacutes

que mientras que la filosofiacutea primera (πρώτη φιλοσοφία) estudia el ser

en general laquose ocupa universalmente de lo que esraquo (καθόλου) el resto de

las ciencias se ocupan de una parte aislada y accidental del ser (μέρος αὐ-

τοῦ) esto es de los entes concretos Ademaacutes seguacuten el texto el ente no es

simplemente un objeto entre otros de los que se ocupa la filosofiacutea primera

Antes bien se trata de su objeto propio el que la legitima como tal y hace

que se distinga de los demaacutes saberes Por otro lado no estamos ante una di-

ferenciacioacuten sin maacutes como sentildeala Mariano Aacutelvarez puesto que la forma

como difiere la filosofiacutea primera de las otras ciencias es distinta de la forma

en que eacutestas difieren entre siacute226 En efecto lo que apunta Aristoacuteteles no es

que anaacutelogamente a como la matemaacutetica se ocupa de la cantidad y la fiacutesica

del ente moacutevil la filosofiacutea primera se ocupe del ente en cuanto ente Si esto

fuera asiacute de entrada quedariacutea atenuado el caraacutecter eminente y el propio es-

tatuto epistemoloacutegico de la metafiacutesica como ciencia Al contrario el ente

225 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Γ 1 1003a 20-1003b19 226 Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCaraacutecter antiteacutetico del objeto de la metafiacutesica en Aristoacute-

telesrdquo en Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael (Eds) op cit p 149

162

en cuanto ente se caracteriza esencialmente por estar presente y expresar

todo ente en lo que tiene de ente No puede por tanto ser algo bien deter-

minado ni tampoco opuesto al resto de las cosas sino que eacutestas por pecu-

liares que sean son ante todo y en todo caso entes y como tales pertenecen

a la esfera del ente en cuanto ente

Por lo pronto y en este sentido todas las determinaciones comunes

de la realidad parten de una verdad fundamental que las cosas son Se trata

de la determinacioacuten maacutes radical y universal de la realidad No es de extra-

ntildear por tanto que el problema del ser sea uno de los problemas centrales

de la metafiacutesica asiacute como su horizonte mismo ademaacutes del punto de partida

de toda interrogacioacuten humana acerca de lo real Pero por otro lado no de-

bemos olvidar el caraacutecter esencialmente aporeacutetico y multiacutevoco de este con-

cepto como sentildealoacute Aristoacuteteles pues a un tiempo es el maacutes cercano y el

maacutes lejano De entrada que las cosas son es evidente se trata de una pri-

mera certeza de la metafiacutesica pero en el momento de aprehender lo que el

ser es estamos ante una idea que trasciende el saber humano y que no se

deja atrapar nunca por completo227

Ciertamente la posibilidad y necesidad de esta cuestioacuten se funda-

menta en una relacioacuten paradoacutejica entre trascendencia e inmanencia pues

por un lado siempre sabemos sin mediaciones lo que el ser es pero por otro

227 Llegados a este punto nos encontramos en un aprieto que bien pudiera recordarnos

las palabras de San Agustiacuten sobre el tiempo ldquoiquestQueacute es el tiempo iquestQuieacuten puede expli-

carlo de una forma faacutecil y breve iquestQuieacuten puede apresarlo en el pensamiento o expresar-

lo con palabras Sin embargo iquestno es verdad que en nuestras conversaciones a nada nos

referimos con maacutes familiaridad que al tiempo Y seguramente lo comprendemos cuan-

do hablamos de eacutel y cuando oiacutemos a otro hablar de eacutel iquestQueacute es entonces el tiempo Si

nadie me lo pregunta seacute queacute es Pero si quisiera explicarlo a quien me pregunta no lo

seacuterdquo San Agustiacuten Confesiones Madrid BAC 1988 XI 14 (trad cast Joseacute Cosgaya)

163

sabemos que nunca podremos conocerlo por completo porque nos sobrepa-

sa La ontologiacutea parte del supuesto de que todo ente es en el ser Se trata de

la necesidad de reconocer que antes de toda comprensioacuten de un ente con-

creto hay una precomprensioacuten del ser en cuanto ser pues la primera predi-

cacioacuten que se puede hacer de un ente es que es y soacutelo despueacutes se pueden

predicar el resto de sus concomitancias Desde este punto de vista por tan-

to el desarrollo de la metafiacutesica occidental consiste en el recuento de los

diversos modos de plantear el problema del ser que en opinioacuten de Heideg-

ger es el auteacutentico y uacutenico tema de la filosofiacutea pero no el ser entendido co-

mo ente sino como aquello que es previo al ente y le hace ser Aristoacuteteles

ya habiacutea dicho que laquoel ser se dice de muchas manerasraquo y que debiacutea haber

un conocimiento del laquoser en cuanto serraquo pero es de justeza reconocer que

el concepto de ser el maacutes universal y extenso de todos los conceptos resul-

ta indefinible por definicioacuten228

Por tanto desde los comienzos de la filosofiacutea se advierte que el ente

(τό ὄν) prima de un modo tajante sobre el no-ente (μὴ ὄν) puesto que se-

ntildeala sus condiciones de posibilidad y define las coordenadas en las que un

planteamiento del no-ser es posible O lo que es lo mismo la elucidacioacuten 228 Cfr Heidegger Martin Ser y tiempo ed cit sect 1 pp 11-14 Como dijo Aristoacuteteles

la filosofiacutea primera no se identifica con ninguacuten saber particular Tiene que ver bajo ese

punto de vista con lo indeterminado En consecuencia la filosofiacutea no debe reconocer

como propio nada que le venga puesto o impuesto ni tampoco comenzar por nada que

esteacute previamente delimitado Cfr Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoEl comienzo de la filoso-

fiacutea como vaciacuteo seguacuten Hegelrdquo en Paredes Martiacuten Mordf del Carmen (Ed) Intencionali-

dad mundo y sentido Problemas de fenomenologiacutea y metafiacutesica Salamanca Universi-

dad de Salamanca 2003 p14 A fin de no repetir cosas de todos conocidas sobre la for-

macioacuten y el sentido de la idea de ente cfr Gonzaacutelez Aacutelvarez Aacutengel Tratado de metafiacute-

sica Ontologiacutea ed cit pp 99-111 Como ampliacioacuten cfr Pentildea Lorenzo El ente y su

ser Un estudio loacutegico-metafiacutesico Leoacuten Universidad de Leoacuten 1985

164

del estatuto ontoepisteacutemico del no-ser se encuentra determinada por la ca-

racterizacioacuten del ser (y del ente) Por eso la convivencia metafiacutesica entre

ente y no-ente soacutelo es posible en una ontologiacutea en la que la concepcioacuten del

ser haya adquirido la suficiente flexibilidad para dar cabida en su seno a

una cierta dosis de no-ser sin rechazar de antemano el caraacutecter negativo

implicado en lo finito lo aparente lo muacuteltiple y lo moacutevil229 Es bien sabido

que Hegel comienza su Ciencia de la loacutegica por el ser que es lo puramente

indeterminado Justamente esa indeterminacioacuten ese no referirse a nada en

concreto es lo que le hace coincidir con la nada La unioacuten de ambos confi-

gura el devenir Dejando a un lado la compleja problemaacutetica de esta obra

entendemos que mutatis mutandis se puede encontrar en este planteamien-

to una notable semejanza con los presocraacuteticos puesto que para ambos lo

que es el comienzo acompantildea luego a todas las fases del proceso como su

fundamento En el caso de los presocraacuteticos como hemos visto el ἀρχή

nunca deja de actuar activamente despueacutes del momento inicial sino que se

define por ser una realidad eterna que permanece presente en el devenir y

en la configuracioacuten misma de lo real hasta dar lugar al cosmos En el caso

de Hegel el hecho de comenzar por lo indeterminado unido al arraigo de

todo el proceso posterior en ese mismo hecho supone que la realidad no

estaacute dada de antemano sino que es un resultado se llega a ella por medio

de las sucesivas etapas de un proceso dialeacutectico donde se supera pero no se

pierde lo anterior pues se entiende como un estadio necesario para el final

desenvolvimiento de la esencia o el todo Este planteamiento que recuerda

sin duda a Heraacuteclito por la importancia que se concede al devenir asiacute como

a la necesidad de pensar las contradicciones de lo real sirve al tiempo para

229 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoNada y ontologiacutea en el pensamiento griegordquo en Anuario Fi-

losoacutefico 18 (1985) p 78

165

reconciliarlo con Parmeacutenides ya que se parte del supuesto de que razoacuten y

realidad son lo mismo que no es ajeno al jonio a tenor del peso del λόγος

en la estructuracioacuten de la propia realidad y en el conocimiento humano de

la misma La perspectiva hegeliana parte de la consideracioacuten de que soacutelo el

todo tiene sentido sin olvidar que se trata de una totalidad dialeacutectica ndashque

es y no-es al mismo tiempo- para la que resulta fundamental estar en deve-

nir como proceso de modo que soacutelo es verdaderamente al final Lo que en

principio es o significa por tanto no alcanzaraacute su verdad hasta que no sea

mediado hasta que no se transforme en otra cosa que no es o devenga otra

idea de un modo similar al primer principio de los presocraacuteticos que opera

de lo indeterminado a lo determinado por medio de sucesivas transforma-

ciones en un proceso en devenir que supera e integra los contrarios en una

unidad uacuteltima que todo lo liga Pero hay una salvedad obvia para los pre-

socraacuteticos el tiempo es un ciacuterculo el ciclo de la vida de modo que este pro-

ceso fiacutesico retorna siempre sobre siacute mismo como sucede con las estaciones

mientras que Hegel entiende este proceso como una espiral de tinte metafiacute-

sico e histoacuterico que avanza hacia un fin concreto Por otro lado es preciso

evitar leer a Heraacuteclito en clave hegeliana cuando se dice que los contrarios

forman para el jonio una unidad no nos referimos a que formen una identi-

dad en sentido hegeliano que es una consecuencia del propio devenir cu-

yo motor es la contradiccioacuten interna de cada momento o determinacioacuten co-

mo tal Heraacuteclito concibe el devenir como una sucesioacuten o despliegue de de-

terminaciones diferentes que en su mismo decurso revelan el cambio y la

multiplicidad pero esta multiplicidad se produce en y por la unidad pro-

funda de la propia φύσις230

230 Para profundizar en este aspecto del pensamiento de Hegel cfr Aacutelvarez Goacutemez Ma-

riano ldquoEl comienzo de la filosofiacutea como vaciacuteo en Hegelrdquo ed cit pp 13ss

166

Para Heidegger desde el principio la pregunta por el ente acompantildea

en la filosofiacutea a la pregunta por lo que no-es (Nicht-Seinde) y por la nada

(Nichts) En este sentido el modo de preguntar por la nada en un determi-

nado pensamiento puede facilitarnos las claves de su modo de preguntar

por el ser Pues en el pensamiento especulativo no se pregunta por ella soacutelo

exteriormente como hace la ciencia como manifestacioacuten concomitante si-

no que conforme a la correspondiente extensioacuten profundidad y originali-

dad con que se interroga sobre el ente se despliega la interrogacioacuten por la

nada y viceversa231

De este modo afirma el pensador alemaacuten quizaacutes no sin razoacuten que la

pregunta fundamental de la metafiacutesica es iquestpor queacute hay ente y no maacutes bien

nada232 Tomemos esta cuestioacuten como hilo conductor para analizar el pa-

pel del no-ser en los filoacutesofos preparmeniacutedeos puesto que el concepto de

nada no estaacute auacuten tematizado en el pensamiento arcaico de entrada porque

para un griego no tiene sentido que algo surja de la nada aunque se presu-

ponga en algunos planteamientos sobre los opuestos Justamente la nada

conforma tan soacutelo una de las posibilidades del no-ente la maacutes radical si se

quiere pero entendemos que en el amanecer de la ontologiacutea griega los pri- 231 Cfr Heidegger Martin Introduccioacuten a la metafiacutesica Buenos Aires Nova 1980 pp

32ss (trad cast Emilio Estiuacute) 232 Heidegger Martin ldquoiquestQueacute es metafiacutesicardquo en Hitos ed cit p 108 No se olvide

que esta pregunta fundamental se remonta a Leibniz ldquoLa primera pregunta que tenemos

derecho a formularnos seraacute por queacute hay algo en vez de nada Pues la nada es maacutes simple

y maacutes faacutecil que algordquo Leibniz G W Principes de la nature et de la gracircce fondeacutes en

raison Paris PUF 1986 p 45 (Ed Andreacute Robinet) Es maacutes se pregunta Leibniz supo-

niendo que tenga que existir algo por queacute este estado efectivo de cosas mejor que otro

La conclusioacuten de todos conocida es que eacuteste es el mejor de los mundos posibles seguacuten

el divino ensamblaje preestablecido La moacutenadas por tanto no interactuacutean autoacutenoma-

mente sino seguacuten una relacioacuten reglamentada de antemano por Dios

167

meros filoacutesofos no se preguntaban por la nada sino de un modo maacutes gene-

ral por el no-ente Es maacutes tomando la historia de la filosofiacutea en su conjun-

to se puede notar coacutemo se pasa de la pregunta originaria por lo que no-es

por lo que deja-de-ser por el constante devenir de lo real mismo a la pre-

gunta por lo que es por lo inmutable por lo permanente Sin duda la pre-

gunta por lo negativo de uno u otro modo ha acompantildeado siempre a la fi-

losofiacutea en su caminar teoreacutetico233 En verdad el asunto no debe extrantildear

pues el ente mismo que es objeto de una experiencia inmediata estaacute radical-

mente afectado por la negatividad se muestra cambiante finito limitado

incluso surcado por el no-ente en cuanto es ndashpero no de modo pleno- y en

cierto sentido no-es

Es verdad que la polaridad entendashno-ente no aparece auacuten de forma

expliacutecita en los primeros presocraacuteticos justamente porque la pregunta por

el ente no ha adquirido auacuten perfiles bien delimitados Hemos sentildealado que

fue Parmeacutenides quien preparoacute el camino para la concepcioacuten de la posterior

ontologiacutea entendida como indagacioacuten precisa sobre el ente y con eacutel nace

tambieacuten como rechazo la cuestioacuten del no-ente que no soacutelo no tiene cabida

ontoloacutegica sino tampoco epistemoloacutegica puesto que no puede pensarse ni

tan siquiera decirse De este modo carece de trascendencia metafiacutesica des-

terrado del aacutembito de lo que verdaderamente es no puede afectar en modo

alguno a la realidad No sirve para explicar la multiplicidad ni el movi-

miento de la naturaleza que nos muestran los sentidos justamente porque

no son porque son ilusorios o aparentes y en consecuencia no necesitan

una comprensioacuten racional Con todo el no-ente hace un claro acto de pre- 233 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoNada y ontologiacutea en el pensamiento griegordquo ed cit p 79

ldquoEstos inconciliables por lo tanto coexisten de hecho en el ser con caras de una mis-

ma realidad La estructura del ser es contrariedadrdquo Castoriadis Cornelius op cit p

277

168

sencia en los pensadores anteriores especialmente en los polos negativos

de esas parejas de contrarios que constituyen para ellos la clave para com-

prender el universo

Los problemas que plantea la admisioacuten de tales supuestos que no

fueron ajenos a la sofiacutestica pesan decisivamente sobre la especulacioacuten de

Platoacuten como es bien sabido lo que le lleva en uacuteltima instancia a cometer lo

que eacutel mismo denominoacute como un parricidio la revisioacuten de la identidad ab-

soluta y del caraacutecter estaacutetico del ente parmeniacutedeo a fin de no paralizar el

pensamiento mismo por medio de una oposicioacuten irreductible entre ente y

no-ente y poder asiacute alcanzar un punto de vista maacutes flexible en el que am-

bos puedan decirse pensarse existir e incluso co-existir en el seno de la

primera tabla de categoriacuteas ndashen sentido estricto- de la filosofiacutea occiden-

tal234 No obstante hasta Aristoacuteteles no encontramos los medios conceptua-

les para alcanzar una precisa comprensioacuten del no-ser por un lado con la

nocioacuten de analogiacutea y multivocidad del ser por otro con la minuciosa ela-

boracioacuten de una tabla loacutegico-metafiacutesica de categoriacuteas o modos de ser y mo-

dos de decirse el ser que va maacutes allaacute de la platoacutenica sin olvidar el com-

pleto estudio acerca de los diversos tipos de oposicioacuten ajenos sin duda al

autor que nos ocupa pero que conviene tener presentes No obstante en

nuestra opinioacuten el concepto aristoteacutelico de potencia (δύναμις) cuyo sen-

tido primario es laquoprincipio productor de cambio en otro o en ello mismo

234 Cfr Platoacuten Sofista (Diaacutelogos vol V) ed cit 241d (trad cast Nestor L Cordero)

Platoacuten afirmoacute que el no-ente de alguna manera era daacutendole cabida en el campo de la

ontologiacutea Asiacute todo los entes participan de lo mismo porque cada uno es lo mismo con-

sigo mismo y todos participan tambieacuten de lo otro porque cada uno es otro respecto a

los demaacutes No obstante entendemos que la tensioacuten enteno-ente no resulta tan funda-

mental en el marco de la ontologiacutea platoacutenica como la tensioacuten unomuacuteltiple de mucho

maacutes calado

169

pero en tanto que otroraquo quizaacutes sea la mayor aportacioacuten conceptual que se

ha hecho en la historia del pensamiento para la comprensioacuten filosoacutefica del

no-ser puesto que cuando algo estaacute en potencia como es bien sabido no es

auacuten lo que tiene que ser pero puede llegar a serlo en una suerte de unioacuten

entre el ser el no-ser y el devenir235

De la mano de Aristoacuteteles sabemos que la articulacioacuten de las diver-

sas concepciones del no-ser en el pensamiento preparmeniacutedeo estriba en la

trabazoacuten del mundo por medio de parejas de opuestos Acaso no estemos

sino ante una traduccioacuten racional de las antildeejas luchas mitoloacutegicas entre po-

tencias contrarias presentes en buena parte de las teogoniacuteas y cosmogoniacuteas

que conservamos en las que de lo uno surge en primer lugar un par de

opuestos236 No obstante queremos destacar un hecho que nos parece fun-

damental a saber que la reflexioacuten arcaica sobre la negatividad acompantildea

desde el inicio a la concepcioacuten filosoacutefica de la naturaleza En otras pala-

bras la filosofiacutea identificada en lo sucesivo con la estricta ontologiacutea o es-

tudio del ente nace en el momento mismo en que comienza a esbozarse la

especulacioacuten sobre el no-ente sobre los opuestos sobre los contrarios esto

es nace como laquoenantiologiacutearaquo laquoLa filosofiacutea recibioacute su bautismo al surgir la

nocioacuten del devenir como lucha entre contrarios (ἐναντίωσις)raquo237

235 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit ∆ 11 1019a 15-1020a 236 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 37 Seguacuten Gigon la

filosofiacutea comparte con las teogoniacuteas la buacutesqueda de la verdad la buacutesqueda de los prime-

ros principios y el propoacutesito de hablar acerca de todo cuanto hay ldquoVerdad Principio

Todo son tres ideas que sentildealan el peso filosoacutefico de la Teogoniacutea en el terreno de las ca-

tegoriacuteas formales Como preguntas son otros tantos senderos al final de los cuales

emerge la idea del ser que es el centro absoluto de la filosofiacuteardquo Ibid p 29 237 Martano Giuseppe Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico vol I Napoli-Fi-

renze Il Tripode 1972 p 19

170

11 Los contrarios en Anaximandro

El caso maacutes incontrovertible de esta tendencia lo encontramos pri-

mero en Anaximandro quien alude directamente en su pensamiento a la lu-

cha u oposicioacuten de contrarios

laquoLa salida de las cosas del aacutepeiron es una separacioacuten de los contrarios que

luchan en este mundo a partir del todo originariamente unidoraquo238

En un sentido amplio Anaximandro postuloacute la existencia de un pri-

mer principio indeterminado e ilimitado (τὸ ἄπειρον) no afectado direc-

tamente por la contrariedad pero del que dependen el nacimiento y la opo-

sicioacuten de los contrarios Uno de ellos prevalece sobre otro durante un cierto

tiempo y como justa retribucioacuten de su injusticia debe ceder su lugar a su

opuesto seguacuten lo dispone el tiempo

laquoEl principio de los seres es lo ilimitado (τὸ ἄπειρον) [hellip] y las cosas

perecen en lo mismo que les dio el ser seguacuten la necesidad Y es que se

dan mutuamente justa retribucioacuten por su injusticia seguacuten la disposicioacuten

del tiempo (κατὰ τὴν τοῦ χρόνου τάξιν) (12 B 1 DK 12 A 9 DK)raquo

Por ello Anaximandro despoja de determinaciones a este principio y

lo define como algo indeterminado como algo que puede ser ndashsin serlo de

hecho- todas las cosas a la vez El ἄπειρον es una entidad comuacuten a todas

238 Jaeger Werner Paideia ed cit p 158 A este respecto cfr Lloyd G E R ldquoHot

and cold dry and wet in Greek Philosophyrdquo en Journal of Hellenic Studies 84 (1964)

p 99

171

las cualidades contrarias pues no siendo ninguna en concreto estaacute en todas

ellas las traba y las muda unas en otras siendo aquello a lo que todas las

cosas tienen que retornar de nuevo cuando desaparezcan o dejen de ser

Asiacute este principio es indeterminado e ilimitado ingeacutenito e imperecedero

(ἀγένητον καὶ ἄφθαρτον) divino (τὸ θεῖον) lo abarca todo y todo lo

gobierna (περιέχειν ἅπαντα καὶ πάντα κυβερνᾶν) (cfr 12 B 6 DK

cfr 12 A 15 DK) inmortal e indestructible (ἀθάνατον γὰρ καὶ ἀνώλε-

θρον) (cfr 12 B 3 DK cfr 12 A 15 DK) es eterno (ἀίδιον) y nunca en-

vejece (ἀγήρω) (cfr 12 B 2 DK) siendo a la vez principio y fin de todas

las cosas239

Sin duda esta consideracioacuten del primer principio representa un nota-

ble esfuerzo de abstraccioacuten puesto que se trata de una realidad unitaria que

subsiste bajo los cambios si bien resulta auacuten maacutes notable el esfuerzo de

considerar esta realidad subyacente como ilimitada e imperceptible240 Pe-

ro ciertamente el ἀρχή debe ser ilimitado e indeterminado por definicioacuten

239 Cfr Reale Giovanni Storia della filosofia antica vol I Milano Vitae pensiero

1982 p 60 Este planteamiento puede considerarse como precursor del heracliacuteteo Aun-

que Heraacuteclito no se pronuncie en este sentido consideramos suficiente el hecho de que

Anaximandro no aparezca en ninguna de sus criacuteticas en las que siacute estaacuten otros presocraacute-

ticos lo que demuestra que conocioacute la filosofiacutea de sus predecesores Prueba de ello pue-

de ser el fragmento 126 DK de Heraacuteclito donde resuena sin duda el estilo del milesio

ldquoLas cosas friacuteas se calientan lo caliente se enfriacutea lo huacutemedo se seca lo reseco se hume-

decerdquo A este respecto cfr Broumlcker Walter ldquoHeraklit zitiert Anaximanderrdquo en Her-

mes 84 (1956) pp 382-384 Cfr Kahn Charles H Anaximander and the Origins of

Greek Cosmology New York Columbia University Press 1960 pp 182ss 240 En verdad estamos ante una ruptura con lo representable ndashy tal vez con lo pensable-

pues lo que nos presenta Anaximandro es laquoun abismoraquo Cfr Castoriadis Cornelius op

cit p 250

172

en el sentido de lo que no tiene liacutemites ni puede ser determinado pues de

ser limitado o determinado iquestqueacute lo limitariacutea o determinariacutea Por lo pronto

si hubiera algo que pudiese limitar al primer principio eacuteste dejariacutea de serlo

de inmediato y en sentido estricto

Para explicar coacutemo del aacutepeiron sin determinaciones ni cualidades

pueden surgir los elementos determinados Anaximandro apela a la separa-

cioacuten de la realidad en pares de contrarios caliente-friacuteo seco-huacutemedo (cfr

12 A 9 DK) A partir de esta oposicioacuten nace la contienda la discordia la

injusticia A su vez fruto de la tensioacuten entre estas cualidades contrarias

que engendran y transforman todas las cosas se da la desaparicioacuten de todas

ellas para volver de nuevo al ἄπειρον que de esta manera consuma un ci-

clo y restaura el equilibrio en lo indeterminado esto es la justicia Cierta-

mente el tiempo es entendido ciacuteclicamente como el traacutensito entre un punto

inicial y un punto final (que no es sino un nuevo inicio puesto que ambos

se anudan en el ἄπειρον) y aparece tambieacuten como juez ya que es quien

disuelve y resuelve todas las disputas e injusticias Asiacute pues este mundo

(junto con los mundos innuacutemeros cuya posible existencia postula) estaacute des-

tinado a desaparecer y de la sustancia primitiva reapareceraacute otro nuevo (cfr

12 A 14 DK)241

Advierte una cosa Tomaacutes Melendo que resulta capital para compren-

der el alcance de la oposicioacuten en Anaximandro a saber que el surgimiento

de los contrarios a partir de lo ilimitado implicariacutea una maacutes radical oposi-

cioacuten laquola que media entre lo finito y lo infinitoraquo242 En este sentido ya sentildea-

loacute Gigon que lo ilimitado por el simple sentido de la palabra estaacute exigien-

241 Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit pp 42ss pp 228-32

242 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparme-

niacutedeordquo en Anuario Filosoacutefico 20 (1987) p 133

173

do lo limitado que brota de ello243 Surge entonces el interrogante por el

nexo entre lo limitado y lo ilimitado una vez producida la laquoseparacioacutenraquo

iquestSubsisten las contrariedades en lo uno o soacutelo puede hablarse de ellas en lo

muacuteltiple iquestSe trata de un primer principio que es al tiempo unidad-multipli-

cidad iquestQueacute sucede con lo ilimitado una vez que ha dado lugar al cosmos

iquestCabe de alguacuten modo ser en el desaparecer

Por lo pronto soacutelo podemos admitir que lo ilimitado se dispone como

una suerte de flexible pero inalterable laquomezclaraquo ndasha la vez una y muacuteltiple-

que cobija en su interior a los diversos contrarios y de la que eacutestos se sepa-

ran por un procedimiento que sin duda recuerda a Heraacuteclito laquoel movimien-

to eternoraquo (κίνησιν ἀίδιον) (cfr 12 A 17 DK) La respuesta aristoteacutelica

estaacute clara a este respecto aunque no obstante sospechamos que la cuestioacuten

no es tan sencilla porque seguimos sin saber si los contrarios surgen de lo

ilimitado una vez que estaacuten fuera o si por el contrario toman forma en su

interior mismo

laquoOtros afirman que los contrarios (τὰς ἐναντιότητας) estaacuten contenidos

en el Uno y emergen de eacutel por separacioacuten (ἐκκρίνεσθαι) como Anaxi-

mandro y tambieacuten cuantos dicen que los entes son uno y muacuteltiples como

Empeacutedocles y Anaxaacutegoras pues para eacutestos las cosas emergen de la Mez-

cla (ἐκ τοῦ μίγματος) por separacioacuten (ἐκκρίνουσι) (12 A 16 DK)244

243 ldquoLa relacioacuten entre el principio y lo que le sigue puede ser formulada como relacioacuten

entre lo ilimitado y lo limitadordquo Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed

cit p 69 244 Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 4 187a 20 Como indica Bernabeacute mientras que lo ili-

mitado es uno eterno inmortal indestructible y carece de vejez lo abarca y lo gobierna

todo ldquosurgen mecaacutenicamente pares de contrarios en su interiorrdquo Bernabeacute Alberto ldquoLo

uno y lo muacuteltiple en la especulacioacuten presocraacuteticardquo en Taula nordm 27-28 (1997) p 82 Pa-

174

Lo que al menos no se puede dudar a tenor de los fragmentos con-

servados es que Anaximandro atisboacute una distincioacuten clara entre los contra-

rios bajo el sello del predominio temporal de unos sobre otros lo que con-

lleva una injusticia que debe ser reparada De entrada lo que parece es que

la propia existencia en el mundo sensible de los entes es algo negativo una

culpa que se debe expiar En este sentido si la injusticia nace de la indivi-

duacioacuten de las cualidades contrarias en la totalidad de lo ente parece que se

apunta a que el estado de justicia consiste precisamente en la unificacioacuten de

unos contrarios con otros en el seno de lo indeterminado esto es a una

suerte de armoniacutea invisible por decirlo en teacuterminos heracliacuteteos245

Por lo demaacutes no parece pertinente tratar de rastrear aquiacute una teoriacutea

que soacutelo maacutes adelante se encuentra expresamente sostenida asiacute como tratar

ra Gigon no se puede atribuir a Anaximandro el concepto de mezcla puesto que aparte

de una falta de perspectiva seriacutea una anaxagorizacioacuten de su pensamiento Cfr Gigon

Olog Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 76 Esta idea no parece descabella-

da a la vista de algunos fragmentos de Anaxaacutegoras que recuerdan a Anaximandro aun-

que introduciendo elementos propios como el concepto de mezcla (cfr 59 B 4 DK B 8

B 12) 245 Ante esta idea de culpa o injusticia vienen a la mente de inmediato las palabras que

Soacutefocles puso en boca de los ancianos corifeos en su obra Edipo en Colono que de-

nuncian el caraacutecter efiacutemero de la felicidad humana el acecho sin tregua de los males y

el dolor y la imposibilidad de luchar contra lo que no se puede cambiar ldquoEl no haber

nacido triunfa sobre cualquier razoacuten (Μὴ φῦναι τὸν ἅπαντα νικᾷ λόγον) Pero ya

que se ha venido a la luz lo que en segundo lugar es mejor con mucho es volver cuanto

antes alliacute de donde se vienerdquo Soacutefocles Edipo en Colono (Tragedias) Madrid Gredos

1981 Coro Antistrofa 1224-1229 (trad cast Assela Alamillo) Parejas son sin duda las

palabras de Segismundo en un ceacutelebre soliloquio de La vida es suentildeo ldquohellippues el delito

mayor del hombre es haber nacidordquo Cfr Calderoacuten de la Barca Pedro La vida es suentildeo

Barcelona Orbis 1983 jorn I esc ii

175

de delimitar una estricta tipologiacutea de la contradiccioacuten Lo que en Anaxi-

mandro implica una cierta negatividad metafiacutesica es la presencia misma de

los contrarios o maacutes bien la preponderancia de unos sobre otros Como

consecuencia inmediata de la generacioacuten por tanto debe darse una remota

reparacioacuten con una accioacuten de signo inverso246 Cabe preguntarse no obstan-

te en queacute consiste exactamente la culpa o injusticia que debe ser retribuida

Ciertamente el pensamiento de que la individuacioacuten misma resulta culpa-

ble de la necesidad de la identidad con lo absoluto no es propio de la reli-

gioacuten griega sino maacutes bien de la hinduacute seguacuten las Upanishad el principio vi-

tal el yo personal (ātman) tiende a unirse de nuevo con el principio univer-

sal de donde procede (Brahmān) Soacutelo por el verdadero conocimiento de

esta unidad (o mejor no-dualidad) y no por las obras se puede alcanzar en

uacuteltima instancia la liberacioacuten se puede escapar de la rueda de las reencar-

naciones (samsāra) al saber que ātman es Brahmān que el ser humano es

una chispa del todo alcanzando de este modo la unioacuten con lo absoluto247

Por tanto en el caso que ahora nos ocupa parece que no es tanto el hecho

de separarse del todo lo que constituye una injusticia sino maacutes bien el he-

cho de imponerse sobre su opuesto La justicia seraacute pues el cese de tal pre-

ponderancia o imposicioacuten pero no es el tiempo entendido como un maacutes al-

to poder personal o impersonal el encargado de impartir justicia y devol-

ver el equilibrio a lo real ni tampoco los contrarios mismos sino el propio

primer principio (τὸ ἄπειρον)248 que todo lo circunda (περιέχειν ἅπαν-

τα) y todo lo gobierna (πάντα κυβερνᾶν) que trasciende e integra todas 246 Cfr Zeller E Mondolfo R La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I

vol II Firenze La Nuova Italia 1968 p 204 247 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos Barcelona

Anagrama 1992 pp 60-65 248 Cfr Classen C J ldquoAnaximanderrdquo en Hermes 90 (1962) pp 168-169

176

las contradicciones sin ser afectado por ellas siendo adjetivado consecuen-

temente como lo divino (τὸ θεῖον) En verdad esta idea tan fecunda para

la posteridad la de la superacioacuten de la negatividad por parte de lo absoluto

la de la coincidencia de los opuestos en lo divino apareceraacute de nuevo en

Heraacuteclito como veremos si bien con tintes propios

Por otro lado conviene sentildealar que a diferencia de Pitaacutegoras Anaxi-

mandro se acerca a Heraacuteclito en el hecho de que no se otorga prioridad on-

toloacutegica a unos contrarios respecto de otros no hay polos negativos ni posi-

tivos en la relacioacuten enantioloacutegica249 Justamente el nacimiento de la contra-

riedad conlleva finitud y liacutemite pero resulta una rara excepcioacuten en el pen-

samiento griego el hecho de no concebir el infinito como una instancia ne-

gativa sino maacutes bien como fuente inagotable de vida y existencia250

La suposicioacuten de una realidad imperceptible detraacutes de la perceptible

por tanto es un recurso casi imprescindible para quien busca la unidad de-

traacutes de la multiplicidad de los fenoacutemenos Ciertamente cuando Anaximan-

dro tratoacute de exponer su visioacuten del mundo no existiacutea auacuten la distincioacuten entre

sustancia y atributos por eso los consideraba como cosas ndashen sentido onto-

loacutegico- y no como cualidades de las cosas ndashen sentido epistemoloacutegico-251

Por otro lado el conflicto entre realidades contrarias constituye una eviden-

cia inmediata en la propia naturaleza la naturaleza del agua ndashpor ejemplo-

consiste en apagar el fuego allaacute donde lo encuentre y viceversa Acaso por

eso no identificoacute el primer principio con algo determinado sino indefinido

porque si unas realidades aniquilan a otras iquestcoacutemo explicar el nacimiento 249 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparme-

niacutedeordquo ed cit p 139 250 Cfr Martano Giuseppe Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico vol I ed cit

p 28 Cfr Reale Giovanni Storia della filosofia antica vol I ed cit p 60 251 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 86

177

de unas a partir de otras o maacutes bien de todas a partir de una sola iquestPor lo

demaacutes no equivale el traacutensito perpetuo de lo caliente y lo seco a lo friacuteo y lo

huacutemedo al paso mismo de las estaciones

laquoHay algunos que suponen lo infinito en el primer sentido que no es para

ellos ni aire ni agua y hacen esto a fin de que los otros elementos no pue-

dan ser destruidos por un elemento que sea infinito Porque estos elemen-

tos tienen contrariedades entre siacute (ἔχουσι γὰρ πρὸς ἄλληλα ἐναντίω-

σιν) ndashpor ejemplo el aire es friacuteo el agua huacutemeda el fuego caliente- y si

uno de ellos fuera infinito los otros habriacutean sido ya destruidos afirman en-

tonces que hay algo distinto de lo cual estos provienen Pero es imposible

que exista tal cuerpo no porque sea infinito [hellip] sino porque no hay tal

cuerpo sensible fuera de los llamados elementosraquo252

Seguacuten el texto de Aristoacuteteles Anaximandro advirtioacute que existe una

tendencia natural entre los elementos contrarios que consiste en destruirse

unos a otros Si el mundo tiene que nacer de una sustancia uacutenica por tanto

eacutesta tiene que subsistir en una cantidad tal que pueda cobijar en potencia al

resto de los entes y ademaacutes tiene que ser ajena a toda contradiccioacuten Por eso

no puede ser un elemento determinado porque si fuera el fuego o el agua el

que subsistiera en tal cantidad no podriacutea evitar aniquilar a su contrario tal y

como dicta su propia naturaleza Con Anaximandro en definitiva se da sin

duda una primera pero interesante desviacioacuten de la filosofiacutea desde el terre-

no de la experiencia concreta y sensible hasta el terreno del pensamiento

abstracto y teoreacutetico Pero falta auacuten un hito en el camino de la configura-

cioacuten del pensamiento enantioloacutegico arcaico que merece la pena resentildear a

fin de entender mejor y enmarcar con precisioacuten la propuesta de Heraacuteclito a 252 Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit III 204b 25

178

este respecto Se trata de Pitaacutegoras y los pitagoacutericos que dieron una nueva

vuelta de tuerca al problema que nos ocupa

12 Los contrarios en Pitaacutegoras

Sin duda como veremos Pitaacutegoras representa un avance en el cam-

po de la interpretacioacuten e inteleccioacuten de los contrarios respecto a los filoacuteso-

fos anteriores pero por otro lado no deja de presentar las mismas dificulta-

des teoacutericas para determinarlos en especial la confusioacuten entre los aspectos

oacutenticos y episteacutemicos de la oposicioacuten y la mezcla en una misma clasifica-

cioacuten de contrarios concretos y abstractos En cierto modo quizaacute se eche en

falta en este contexto el espiacuteritu sisteacutemico de Aristoacuteteles y el enorme es-

fuerzo que hizo por categorizar lo real pero por otro lado se gana la es-

pontaneidad y la libertad de una reflexioacuten que nace del asombro mismo an-

te los aspectos no dominados de lo real que no se somete a moldes estric-

tos ni predisentildeados y que posiblemente nos ilumine sobre los primeros pa-

sos de la filosofiacutea antes de convertirse en una disciplina precisa y bien defi-

nida iquestNo se vio impelido el propio Estagirita a elaborar una precisa clasifi-

cacioacuten de los tipos de oposicioacuten a tenor de la presencia e importancia que

tuvo esta temaacutetica en las filosofiacuteas anteriores preocupado especialmente

por la problemaacutetica del principio de no-contradiccioacuten

Tres son los puntos que resumen la visioacuten pitagoacuterica sobre este tema

seguacuten Aristoacuteteles en primer lugar se parte de la afirmacioacuten fundamental

de que el nuacutemero es el principio de todos los seres o lo que es lo mismo

laquolos elementos del nuacutemero constituyen los elementos de las cosasraquo (τὰ

τῶν ἀριθμῶν στοιχεῖα τῶν ὄντων στοιχεῖα πάντων ὑπέλαβον εἶ-

179

ναι) en segundo lugar los propios nuacutemeros por ser contrarios entre siacute in-

troducen la oposicioacuten en el seno mismo de lo real tal y como sucede en los

intervalos musicales en tercer lugar los principios del universo pueden re-

sumirse en diez parejas de contrarios

laquoLos llamados pitagoacutericos dedicaacutendose los primeros a las matemaacuteticas

las hicieron avanzar y nutrieacutendose de ellas dieron a considerar que sus

principios son principios de todas las cosas que son Y puesto que en ellas

lo primario son los nuacutemeros y creiacutean ver en estos ndashmaacutes desde luego que

en el fuego en la tierra y el agua- muacuteltiples semejanzas con las cosas que

son [hellip] supusieron que los elementos de los nuacutemeros son elementos de

todas las cosas que son y que el firmamento entero es armoniacutea y nuacutemero

Y cuantas correspondencias encontraban entre los nuacutemeros y armoniacuteas de

una parte y las peculiaridades y partes del firmamento y la ordenacioacuten del

Universo de otra las relacionaban entre siacute sistemaacuteticamente [hellip] el nuacuteme-

ro es principio que constituye no soacutelo la materia de las cosas que son sino

tambieacuten sus propiedades y disposiciones y que los elementos del nuacutemero

son lo Par e Impar limitado aqueacutel e ilimitado eacuteste y que el Uno se compo-

ne de ambos [hellip] y que el Nuacutemero deriva del Uno (58 B 4-5 DK)raquo253

253 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Α 5 985b 22-986b 7 Como es sabido son diez las

parejas de contrarios porque el diez era el nuacutemero perfecto para los pitagoacutericos se trata

de la suma de los cuatro primeros nuacutemeros naturales (τετρακτύς) y representa el liacutemite

del cosmos Aristoacuteteles cuenta en este mismo pasaje que al observar soacutelo nueve cuerpos

celestes los pitagoacutericos tuvieron que proponer la existencia de otro maacutes para ajustar las

apariencias con el sistema se trata de la ldquoanti-Tierrardquo que no se ve por estar situada al

lado opuesto de la Tierra Cfr Gorman Peter Pitaacutegoras Barcelona Criacutetica 1988 pp

154ss

180

Por lo pronto para los pitagoacutericos el sistema de la naturaleza reposa

sobre la base de que la esencia de cada cosa es una consecuencia conexa a

los nuacutemeros En su opinioacuten es evidente que la naturaleza estaacute estructurada

seguacuten proporciones matemaacuteticas pero no lo es tanto que proceda de un ele-

mento natural concreto sea la tierra el fuego o el agua En este sentido

quien conozca sus propiedades y relaciones conoceraacute las propiedades y re-

laciones que se dan en el cosmos Los nuacutemeros establecen el nexo de unioacuten

de todas las cosas ya que unos derivan de otros y todos del Uno y la me-

caacutenica del universo entero son la base del espiacuteritu y el uacutenico medio por el

cual se manifiesta la realidad La unioacuten aritmeacutetica de todos los seres esta-

blece la armoniacutea jeraacuterquica del universo como sentildeala Gonzaacutelez Urbaneja

esto es el ensamblaje de todos los contrarios sobre la base de la concor-

dancia profunda entre el macrocosmos y el microcosmos254

Por tanto el pitagorismo acentuacutea y fundamenta de este modo la uni-

versal contrariedad de los entes en cuanto eacutesta viene referida de modo radi-

cal a los principios mismos de los que esos entes derivan son los nuacutemeros

254 Gonzaacutelez Urbaneja Pedro M Pitaacutegoras El filoacutesofo del nuacutemero Madrid Nivola

2007 p 91 El concepto pitagoacuterico de laquoarmoniacutearaquo tiene un talante musical De hecho las

escalas que usamos en la actualidad derivan de la escala que ideoacute Pitaacutegoras Sus disciacute-

pulos llamaron a las relaciones coacutesmicas ldquomuacutesica de las esferasrdquo y difundieron la idea

de que la muacutesica se basa en relaciones matemaacuteticas entre nuacutemeros enteros simples Si se

considera una cuerda de cualquier longitud tensioacuten y grosor como unidad al hacerla vi-

brar se produce un tono Si se toma solamente la mitad de la cuerda tenemos otro par de

opuestos La oposicioacuten entre la cuerda completa y la mitad define los lazos del cosmos

Aunque los sonidos producidos por la cuerda completa y la cuerda a la mitad resultan

diferentes son en realidad semejantes separados por una determinada distancia del tono

principal el Uno es decir no se produce nada nuevo sino que todo se origina del mis-

mo tono el Uno Cfr Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar ldquoLa muacutesica en la Grecia antiguardquo en Ac-

ta Poetica 24 (2003) p 103

181

los que generan las parejas de contrarios de un modo sucesivo Pero como

contrapartida se rompe con la concepcioacuten de lo principal de Anaximandro

entendido como una realidad uacutenica ajena a toda oposicioacuten a partir de la

cual surgen simultaacuteneamente los contrarios en el cosmos255

A diferencia de Anaximandro pues el pitagorismo postula como ori-

gen de todo lo que es un principio antiteacuteticamente pluralizado y jerarquiza-

do Pero existe otra diferencia que resulta capital y que permite comprender

por queacute en Heraacuteclito la oposicioacuten se entiende como un principio universal

en el devenir mismo antropocoacutesmico se trata del caraacutecter esencialmente

abstracto o desmaterializado que adquieren algunas parejas de contrarios

como laquolo finito y lo infinitoraquo o laquolo limitado y lo ilimitadoraquo a la sazoacuten los

propios principios de los nuacutemeros y en consecuencia de todo el universo

Pero ademaacutes la asociacioacuten de un nuacutemero con cada una de las realidades

incluso en el campo de la moral prescribe la concepcioacuten del mundo como

un todo ordenado y proporcionado esto es como un laquocosmosraquo o dicho de

otro modo como un aacutembito de racionalidad y verdad lo que tendraacute conse-

cuencias importantes para el decurso posterior de la propia filosofiacutea256

Pero hay que destacar otro hecho no menos importante para Pitaacutego-

ras los motivos religiosos y morales estaban por encima de cualquier otro a

la hora de poner en marcha su reflexioacuten filosoacutefica La filosofiacutea de Pitaacutegoras

configura ante todo un modo de vida e incluso ndashen uacuteltimo teacutermino- una for-

ma de salvacioacuten En este sentido la investigacioacuten del universo no se puede

separar de la comprensioacuten del ser humano y de su puesto en el cosmos A

veces resulta difiacutecil conciliar el fondo intelectual de su pensamiento con su

255 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparme-

niacutedeordquo ed cit pp 143-144 256 Cfr Ibid p 145

182

apariencia arcaica y casi miacutestica con sus preceptos morales que tuvieron

un fuerte influjo entre sus seguidores y con sus consideraciones sobre el

camino del alma semejantes a las que encontramos en los textos oacuterficos257

Los rasgos baacutesicos de la concepcioacuten pitagoacuterica son los siguientes a)

El alma humana procede de la naturaleza divina a la que se asemeja y a la

que volveraacute al final purificada y libre de la rueda de las reencarnaciones

b) La comunidad de naturaleza entre el alma humana y la divinidad expre-

sa una conexioacuten profunda entre el microcosmos y el macrocosmos c) La

unidad de todo debe ser finita y limitada (de lo contrario el hombre no la

podriacutea asimilar en su interior) d) Esta conexioacuten se expresa por medio de

una proporcioacuten entre sus elementos de ahiacute que la entendieran como ajuste

o ensamblaje258 Los nuacutemeros por tanto son los garantes uacuteltimos de la ar-

moniacutea los principios divinos que gobiernan el cosmos revelando su estruc-

tura y la esencia de cada cosa259 Y noacutetese que esta estructura tiene un claro

aspecto musical

Tal como relata el mito de Orfeo hijo de Apolo y Caliacuteope la muacutesica

tiene un poder maacutegico que afecta a todos los seres incluso a los aacuterboles las

piedras o las aguas260 Cabe preguntarse a queacute se debe este gran poder que

fue capaz de conmover los desconsolados rostros de los moradores del Ha- 257 ldquoPara los pitagoacutericos la parte maacutes importante de la filosofiacutea era la que meditaba

sobre el hombre sobre la naturaleza del alma humana y sus relaciones con otras formas

de vida y con el todordquo Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I p 197 258 Cfr Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar La muacutesica del universo Meacutexico UNAM 1994 p 9 259 Cfr Hegel G W F Lecciones sobre la historia de la filosofiacutea vol I ed cit p

192 260 Cfr Esquilo Agamenoacuten (Tragedias) Madrid Gredos 1986 1629-1630 (trad cast

Bernardo Perea) cfr Euriacutepides Bacantes (Tragedias completas vol III) Madrid Gre-

dos 1998 560 (trad cast Carlos Gordf Gual) cfr Piacutendaro Piacutetica IV 176 en Epinicios

Madrid Alianza 1984 (Ed Pedro BaacutedenasAlberto Bernabeacute)

183

des y hasta dejar dormido al perro Cerbero infatigable guardiaacuten de su puer-

ta La muacutesica dentro del mito oacuterfico no es un factor ciacutevico como establece

la educacioacuten griega sino una potencia maacutegica y oscura que subvierte las le-

yes naturales a su antojo y que puede reconciliar en unidad los principios

opuestos que rigen el cosmos vida y muerte bien y mal belleza y fealdad

estas antinomias llegan a anularse en la muacutesica ejecutada por Orfeo hasta

el punto de cambiar el curso natural de los acontecimientos curar enferme-

dades ndashdel cuerpo o del alma- y forzar a los hombres al encanto presos de

un poder superior que los eleva hacia la divino261

Teniendo en cuenta este doble aspecto de la muacutesica se entiende que

Platoacuten la desterrara ndashen la Repuacuteblica- de la ciudad ideal en cuanto objeto

de deleite para recuperarla poco despueacutes como objeto de razoacuten fundamen-

tal para la educacioacuten del ser humano por eso habla de una muacutesica que en-

tra laquopor el oiacutedoraquo y de otra que entra laquopor la inteligenciaraquo aunque la mayo-

riacutea ndashen una situacioacuten pareja a la que denuncioacute Heraacuteclito- laquoprefiera los oiacutedos

261 Cfr Fubini Enrico La esteacutetica musical desde la Antiguumledad hasta el s XX Madrid

Alianza 1988 pp 40-41 (trad cast Carlos G Peacuterez de Aranda) La relacioacuten de la muacutesi-

ca con el aspecto irracional del ser humano y la posibilidad que conlleva de unioacuten con

la divinidad ha sido subrayada por los poetas traacutegicos al hilo de Dioniso y estudiada

en profundidad por Nietzsche Orfeo y Dioniso resultan opuestos complementarios en

sentido heracliacuteteo uno representa la lira otro la flauta uno representa la serenidad otro

el desenfreno pero ambos desatan con la muacutesica y la palabra poderes sobenaturales e

inciden en el alma humana en una mezcla de razoacuten y locura Cfr Nietzsche Friedrich

ldquoLa visioacuten dionisiaca del mundordquo en El nacimiento de la tragedia Madrid Alianza

1995 pp 244-248 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) Seguacuten narra el mito Orfeo murioacute des-

pedazado por las meacutenades por no rendir culto a Dioniso lo que recuerda la necesidad

de no separar los contrarios so pena de acabar ndashcomo dijo Heraacuteclito- con la vida y el

cosmos Cfr Ovidio Metamorfosis Madrid Caacutetedra 1994 libro X (trad cast Consue-

lo Aacutelvarez Rosa Mordf Iglesias) Cfr Platoacuten Banquete (Diaacutelogos vol III) ed cit 179d

184

a la inteligenciaraquo (ὦτα τοῦ νοῦ προστησάμενοι)262 la importancia que

concede a la muacutesica radica en las proporciones matemaacuteticas que encierra

similares a las que muestra la astronomiacutea lo que permite reproducir esas

pautas en el alma humana armonizando sus partes No se olvide que llegoacute

a equipararla ndashen el Fedoacuten- con la propia filosofiacutea al recordar un suentildeo re-

currente de su maestro en el que una voz le exhortaba a laquohacer muacutesicaraquo

(μουσικὴν ποιεῖν) Soacutecrates acaboacute comprendiendo que eso era lo que ha-

biacutea hecho durante toda su vida pues laquola filosofiacutea es la maacutes alta de las muacutesi-

casraquo (ὡς φιλοσοφίας μὲν οὔσης μεγίστης μουσικῆς) aunque proxi-

mo a la muerte quizaacute por precaucioacuten compuso un poema y mandoacute sacrifi-

car un gallo a Asclepio263

Una vez dicho esto podemos concluir que la respuesta a la pregunta

sobre el origen del poder de la muacutesica la encontroacute Pitaacutegoras al sentildealar que

las mismas proporciones que configuran la escala musical se encuentran en

el cosmos y en el ser humano lo que permite una conexioacuten entre estos aacutem-

bitos ese fue uno de los grandes logros de Pitaacutegoras a quien debemos tam-

bieacuten el descubrimiento de las razones matemaacuteticas que subyacen a los in-

tervalos consonantes de la escala musical iquestNo seraacute el alma un instrumento

musical que debe estar afinado con el resto de instrumentos de la orquesta 262 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) Madrid Gredos 2002 VII 531a-c (trad

cast Conrado Eggers) Platoacuten llegoacute a la conclusioacuten de que la muacutesica ndashno la irracional y

luacutedica sino la racional- es un instrumento educativo fundamental ya que expresa el or-

den que rige el alma y el mundo de modo que permite corregir los movimientos disar-

moacutenicos del alma (ἀνάρμοστον ψυχῆς περίοδον) y ajustarla consigo misma (συμ-

φωνίαν ἑαυτῇ) Cfr Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) Madrid Gredos 2002 47d-e

(trad cast Francisco Lisi) La muacutesica ndashcontinuacutea- representa la armoniacutea divina en movi-

mientos mortales de ahiacute que nos conozcamos al conocer el mundo (cfr Ibid 80b) 263 Cfr Platoacuten Fedoacuten (Diaacutelogos vol III) ed cit 61a

185

coacutesmica para que no haya disonancias iquestNo se podraacute influir en ella o en el

propio cosmos si se sabe tocar la nota adecuada

Obviamente el concepto de armoniacutea como conciliacioacuten de contra-

rios como acuerdo entre elementos discordantes que vertebra la especula-

cioacuten metafiacutesica de los pitagoacutericos como dijo Filolao no se entiende sin su

matiz musical la naturaleza maacutes profunda de la armoniacutea se revela a traveacutes

de la muacutesica cuyas relaciones expresan de un modo evidente y tangible la

propia armoniacutea universal (cfr 44 B 10 DK) El propio cosmos es una gran

partitura que integra dinamismos y fuerzas opuestas sin perder nunca sus

proporciones Y en la virtud el alma se encuentra concertada con la armo-

niacutea de las esferas alcanza su perfeccioacuten ontoloacutegica eacutetica y esteacutetica264 El

mundo moral se mezcla de este modo con el fiacutesico por lo que cerramos el

ciacuterculo y llegamos ndashcomo es menester en un griego- a una teoriacutea poliacutetica

para la convivencia en la poacutelis de la que se hizo eco Platoacuten265

264 Como dijo Aristoacuteteles muchos sabios dicen que el alma ndashcomo la muacutesica- es armo-

niacutea o que contiene armoniacutea Cfr Aristoacuteteles Poliacutetica ed cit 1340b Y que el alma ndash

como el cuerpo- es armoniacutea de contrarios Cfr Aristoacuteteles Acerca del alma Madrid

Gredos 1994 407b (trad cast Tomaacutes Calvo) Tambieacuten Platoacuten afirma que quien cultiva

su cuerpo debe cultivar su alma en la misma medida ejercitaacutendose en la muacutesica y en la

filosofiacutea (μουσικῇ καὶ πάσῃ φιλοσοφίᾳ προσχρώμενον) si quiere que se le pueda

llamar bello (καλός) ademaacutes de bueno (ἀγαθός) Cfr Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol

VI) ed cit 88c 265 Tenemos pocos datos para dirimir la importancia poliacutetica de estas consideraciones

Desde el punto de vista biograacutefico Pitaacutegoras emigroacute de Samos (en Jonia) a Crotona

colonia aquea de la Magna Grecia para huir de la tiraniacutea de Poliacutecrates Alliacute fundoacute su es-

cuela y consiguioacute una notable influencia en la ciudad Pero maacutes que una ambicioacuten per-

sonal tenemos que ver en este intereacutes un intento de reformar la sociedad seguacuten sus pro-

pias ideas morales Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit

p 173

186

La buacutesqueda del orden coacutesmico y su reflejo en la ciudad tambieacuten fue

un tema capital para el filoacutesofo ateniense quien puso de manifiesto que en

la poacutelis igual que en el individuo lo maacutes importante es la presencia de la

justicia (relacionada con el orden de los elementos de modo que cada uno

esteacute en el lugar que le corresponde y realice sus funciones propias sin per-

juicio de los demaacutes)266 En uacuteltima instancia el orden justo de la ciudad de-

pende como en Pitaacutegoras de ciertas virtudes sabiduriacutea valor y templan-

za cada una asociada con una parte de la misma y del alma aunque deben

estar dirigidas por la primera que es la maacutes prudente267 La templanza (σω-

φροσύνη) dice Platoacuten parece maacutes que las otras un acorde (συμφωνίᾳ) o

armoniacutea (ἁρμονίᾳ) puesto que requiere el dominio de los placeres y las

pasiones se trata de la virtud del alma considerada como un todo en el que

colaboran de un modo uniforme y armoacutenico todas sus partes El hombre

que la posee por tanto tiene a tono su propia vida y en perfecta armoniacutea

(ἡρμοσμένος) porque sus palabras concuerdan con sus acciones (σύμ-

φωνον τοῖς λόγοις πρὸς τὰ ἔργα)268

Enlazamos tambieacuten ndashen este contexto- con la purificacioacuten del alma

cuya disonancia con el cosmos es un mal que debe ser expiado hasta que-

dar libre de las transmigraciones Para los pitagoacutericos la inmortalidad del

266 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 433a 267 Cfr Ibid 428e-429a 268 Cfr Platoacuten Laques (Diaacutelogos vol I) Madrid Gredos 2002 188d (trad cast Carlos

Gordf Gual) La muacutesica dice el ateniense tiene un caraacutecter nomoteacutetico ya que su verdad

expresa una ley (νόμος) que armoniza ndashdebido a su naturaleza inteligible- la parte sen-

sible del hombre puesto que toda vida humana necesita ritmo y armoniacutea en la palabra y

en la accioacuten Cfr Platoacuten Las leyes I-VI (Diaacutelogos vol VIII) Madrid Gredos 2002 II

673a (trad cast Francisco Lisi)

187

alma dependiacutea de que fuera una armoniacutea de igual modo que el cosmos pe-

ro no se trata de una armoniacutea de contrarios fiacutesicos sino de nuacutemeros Y esto

se debe a que los nuacutemeros estaban maacutes proximos a lo divino que los contra-

rios fiacutesicos como lo caliente y lo friacuteo lo seco y lo huacutemedo que eran conse-

cuencia ndasha su vez- de los propios nuacutemeros Por tanto la proporcioacuten que hay

entre el mundo fenomeacutenico y la trama numeacuterica que lo sustenta debe ser la

misma que se busque entre el cuerpo y el alma pero sin olvidar que para la

concepcioacuten pitagoacuterica el alma es una armoniacutea de sus propias partes no de

las partes del cuerpo igual que la muacutesica es una proporcioacuten entre nuacutemeros

y no entre elementos materiales sean cuerdas como en la lira o tubos co-

mo en la flauta de Pan

Se atisba una diferencia esencial respecto a los pensadores anterio-

res se incide en el aspecto formal del primer principio antes que en el ma-

terial lo que seraacute retomado por Heraacuteclito al hablar del λόγος y no soacutelo del

fuego Para ambos el elemento formal es lo permanente mientras que lo fiacute-

sico y material es pasajero269 Sin duda estamos ante otro aspecto esencial

269 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 301 Esta re-

lacioacuten entre lo visible fenomeacutenico y cambiante por un lado y lo invisible y permanente

por otro recuerda la relacioacuten que establece Platoacuten entre el alma y el cuerpo del universo

en el Timeo laquomientras el cuerpo del universo nacioacute visible ella [sc el alma] fue gene-

rada invisible partiacutecipe del razonamiento y la armoniacutearaquo (καὶ τὸ μὲν δὴ σῶμα ὁρα-

τὸν οὐρανοῦ γέγονεν αὐτὴ δὲ ἀόρατος μέν λογισμοῦ δὲ μετ λογισμοῦ δὲ

μετέχουσα καὶ ἁρμονίας) Cfr Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) ed cit 36e Las

similitudes con la armoniacutea invisible (ἁρμονίη ἀφανὴς 22 B 54 DK) de Heraacuteclito pa-

recen evidentes pues el jonio ensentildea coacutemo ndashsi se sigue la inteligenia- se puede vislum-

brar allende las apariencias un entramado estable interconectado y radical que unifica

lo muacuteltiple La misma idea estaacute presente en Anaxaacutegoras ldquoVislumbre de las cosas ocul-

tas son las que se muestranrdquo (59 B 21a DK) de la que tomoacute buena nota Platoacuten

188

para comprender mejor la filosofiacutea heracliacutetea dada la relacioacuten que estable-

ce entre los oacuterdenes eacutetico y fiacutesico que estaraacute igualmente presente en el es-

toicismo como es sabido Aparece aquiacute el caraacutecter nomoteacutetico del λόγος

que no soacutelo ensambla los contrarios en el cosmos sino que ajusta tambieacuten

la propia vida humana transida de tensiones y lucha de opuestos cuya vir-

tud principal consiste en conocer la norma que opera en la naturaleza y ac-

tuar seguacuten dicha norma esto es seguacuten la naturaleza (κατὰ φύσιν)

13 Los contrarios en Heraacuteclito

En un primer acercamiento al tema de los opuestos en Heraacuteclito hay

que recordar que como se ha visto admitioacute un primer principio ndashel fuego-

semejante de alguacuten modo al de los milesios que es adjetivado como lo uno

(cfr 22 B 32 DK) lo comuacuten (cfr 22 B 1 DK) y lo sabio que es distinto y

estaacute separado de todas las cosas (cfr 22 B 32 DK cfr 22 B 108 DK) En

cierto sentido el fuego estaacute por encima de toda oposicioacuten estaacute en todo sin

serlo y a su vez todo se presenta como el resultado de las transformaciones

del fuego (πυρὸς τροπαί cfr 22 B 31 DK)270 En el caso de Heraacuteclito el

cosmos tiene un caraacutecter esencialmente enantioloacutegico En este sentido no

se acentuacutea el enfrentamiento de tal o cual contrario sino que se entiende la

270 ldquoAdemaacutes los primeros que hablaron de la naturaleza (οἱ πρῶτοι φυσιολογήσαν-

τες) [hellip] dicen que todas las demaacutes cosas se generan y fluyen sin que haya nada firme

pero que soacutelo una cosa permanece (ἓν δέ τι μόνον ὑπομένειν) de la cual todas aque-

llas nacen por transformacioacuten esto parecen querer decir Heraacuteclito de Eacutefeso y muchos

otrosrdquo Aristoacuteteles Acerca del cielo Madrid Gredos 1996 298b 28-32 (trad cast Mi-

guel Candel)

189

propia contradiccioacuten como un principio antropocoacutesmico maacuteximamente uni-

versal (τἀναντία ἀρχαὶ τῶν ὄντων)271 que dispone ndashjunto con el λό-

γος su otra cara fenomeacutenica ya que en el fondo son lo mismo- el ordena-

miento del propio cosmos a traveacutes del perpetuo devenir (cfr 22 B 80 DK)

laquoNo es tanto la oposicioacuten de los contrarios sino su reciacuteproco transformar-

se el estar uno en el otro no soacutelo por tanto el antagonismo sino tambieacuten

la unidad la armoniacutea la identidad de los opuestos que constituye la esen-

cia iacutentima de las cosasraquo272

Como consecuencia el autor que nos ocupa ha tematizado acaso por

vez primera de un modo filosoacutefico el caraacutecter dinaacutemico de lo real donde el

devenir no es el objeto principal de su pensamiento sino el horizonte mis-

mo donde se despliega (y sin el que no se entiende) apuntando como sentildea-

la Heidegger algunos puntos baacutesicos de la filosofiacutea de Hegel273

271 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica A 5 986b 3 ldquoLejos de ser simple coexistencia pasiva

de los contrarios la contrariedad es a la vez determinacioacuten ontoloacutegica y principio activo

ndashlucha discordia guerra- Todo lo que existe estaacute en conflicto no solamente con las

otras cosas sino consigo mismordquo Cornelius Castoriadis op cit p 278 272 Melendo Tomaacutes Nada y ontologiacutea en el pensamiento griego ed cit p 100

273 Para Heidegger los teacuterminos λόγος (Heraacuteclito) ἕν (Parmeacutenides) ἰδέα (Platoacuten) y

ἐνέργεια (Aristoacuteteles) son las aportaciones conceptuales maacutes importantes de la historia

de la filosofiacutea Muestra tambieacuten coacutemo todos estos conceptos han sido asumidos y en-

trelazados por Hegel seguacuten su propia terminologiacutea ldquola razoacutenrdquo (Vernunft) ldquoel todordquo

(All) ldquoel conceptordquo (Begriff) y ldquola realidad efectivardquo (Wirklichkeit) Cfr Heidegger

Martin ldquoHegel y los griegosrdquo en Hitos ed cit pp 351ss Sobre la interpretacioacuten he-

geliana de Heraacuteclito cfr Saintillan Daniel ldquoHegel et Heacuteracliterdquo en DrsquoHondt Jacques

(Ed) Hegel et la penseacutee grecque Paris PUF 1974 esp pp 31-44

190

En suma ese traacutensito de toda realidad finita en su contrario va de la

mano del convertirse el fuego siempre-vivo en todas las cosas y de eacutestas a

su vez en fuego iquestEstamos ante la misma intuicioacuten de los milesios iquestSupo-

ne un retroceso respecto a los planteamientos de Anaximandro y Pitaacutegoras

Sin duda esto no es asiacute y trataremos de mostrar maacutes allaacute de esto que el

pensamiento heracliacuteteo representa la formulacioacuten maacutes madura del plantea-

miento de los contrarios en el pensamiento arcaico no superada hasta Aris-

toacuteteles Esto uacuteltimo es evidente puesto que en la eacutepoca de Heraacuteclito no esta-

ban auacuten tematizados los modos de la oposicioacuten por lo que podiacutea dejar ndashco-

mo reconoce Jaspers- que unos modos jugasen libremente con otros274 No

obstante cabe atisbar al menos dos tipos de oposicioacuten aunque entrevera-

dos que nacen de una oposicioacuten loacutegica comuacuten con algunas variables que

se emplean indistintamente contradiccioacuten oposicioacuten escisioacuten polaridad

tensioacuten etc Por un lado una oposicioacuten fiacutesica vida-muerte vigilia-suentildeo

diacutea-noche salud-enfermedad calor-friacuteo etc Por otro lado una oposicioacuten

metafiacutesica todo-parte unidad-multiplicidad concordia-discordia etc El

primer tipo corresponde a fenoacutemenos ontoloacutegicos visibles el segundo a re-

laciones loacutegicas invisibles lo que demuestra que la oposicioacuten tiene un al-

cance universal en Heraacuteclito desde lo maacutes cercano y concreto hasta lo maacutes

remoto y abstracto A su vez sentildeala Kirk cada tipo presenta cuatro modos

de conectar la oposicioacuten

i) Las mismas cosas producen efectos opuestos sobre clases distintas

de seres animados como el agua del mar saludable para los peces

deleteacuterea para los hombres (cfr 22 B 61 DK) el fango que les gusta

274 Cfr Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el ori-

gen Madrid Tecnos 1998 p 38 (trad cast Elisa Lucena)

191

a los cerdos pero no a los hombres (cfr 22 B 13 DK) o la arveja que

es preferida al oro por los asnos aunque en el caso de los hombres

suceda lo contrario (cfr 22 B 9 DK)

ii) Aspectos diferentes de la misma cosa pueden justificar descripcio-

nes opuestas como un camino que aunque se recorra hacia arriba o

hacia abajo no deja de ser el mismo sin ser lo mismo hacerlo en un

sentido que en otro (cfr 22 B 60 DK) la escritura que combina en

un mismo movimiento lo recto y lo curvo (cfr 22 B 59 DK) o la la-

bor del meacutedico que corta y quema algo que causa dolor pero recibe

un salario por ello porque busca de este modo eliminar un dolor ma-

yor (cfr 22 58 B DK)

iii) Algunas realidades soacutelo son concebibles por medio de sus opues-

tos como la salud que no seriacutea agradable si no existiera la enferme-

dad la saciedad respecto al hambre o el descanso respecto al cansan-

cio (cfr 22 B 111 DK) Lo mismo sucede con la justicia que no ten-

driacutea sentido si no se cometieran injusticias (cfr 22 B 23 DK)

iv) Algunos opuestos estaacuten enlazados de un modo esencial siendo

dos aspectos distintos y sucesivos de una misma realidad lo caliente

y lo friacuteo (cfr 22 B 126 DK) la noche y el diacutea (cfr 22 B 57 DK) vida

y muerte velar y dormir juventud y vejez (cfr 22 B 88 DK)275

Afinando un poco maacutes en suma estos cuatro tipos de oposicioacuten se

pueden resumir en dos i-iii) opuestos inherentes a un solo sujeto o produci-

275 Cfr Kirk G S Raven J E Schofield M op cit pp 254-255

192

dos simultaacuteneamente por eacutel iv) opuestos conectados en un mismo proceso

como aspectos sucesivos del mismo276 Por un lado se da una relatividad

respecto al sujeto que los experimenta o bien en la esfera de los valores

donde lo justo no se entiende sin lo injusto Por otro tenemos una sucesioacuten

y cambio reciacuteprocos propio de cualidades o cosas que estaacuten en los liacutemites

opuestos de un continuun aunque en el fondo sean ideacutenticas porque cons-

tituyen aspectos diferentes de la misma cosa

Todo esto nos lleva a otra consideracioacuten pareja que no se puede olvi-

dar cuando uno se adentra en los fragmentos se da cuenta casi de inmedia-

to de que su idea del fuego no constituye el fondo uacuteltimo y maacutes radical de

su pensamiento sino que este lugar lo ocupa la oposicioacuten medida y media-

da por el λόγος que no es sino su otra cara El concepto de λόγος ndashjusta-

mente- impone medidas al fuego y a lo real mismo atemperando las oposi-

ciones por medio de una armoniacutea invisible que todo lo liga Existe ademaacutes

por medio del λόγος una comunicacioacuten y un paralelismo entre los asuntos

e intercambios humanos y los asuntos e intercambios coacutesmicos (cfr 22 B

117) Por otro lado las oposiciones no soacutelo se extienden al universo entero

como novedad sino que a diferencia de otros pensadores arcaicos tampo-

co se establece un nuacutemero limitado de contrarios o parejas de contrarios si-

no que por asiacute decirlo la oposicioacuten se multiplica ilimitadamente hasta

abarcar la totalidad de lo real En suma no se entiende la oposicioacuten sin me-

dida ni la medida sin oposicioacuten como apunta Gigon

laquoTodo es lucha de opuestos y todo es unidad de opuestos El cosmos brota

a traveacutes de la pugna de opuestos y es eacutel mismo la unidad escondida de es-

tas oposiciones Y el hombre tiene que darse cuenta de que tambieacuten la ley

276 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 419-420

193

de su vida es lucha y maacutes allaacute de la lucha misma la identidad de los que

se enfrentanraquo277

Varias cosas se pueden sacar de este fecundo texto En primer lugar

estamos quizaacute ante el primer uso filosoacutefico de la idea de laquoleyraquo (cfr 22 B

114 DK) y no soacutelo eso sino que se la considera el principio rector del cos-

mos y el objeto maacutes elevado de conocimiento El teacutermino no se usa soacutelo en

sentido poliacutetico sino que se ha extendido hasta cubrir la realidad misma

La propia idea de cosmos aplicada al conjunto del universo que tambieacuten

Heraacuteclito utilizoacute en sentido teacutecnico presagiaba este cambio de perspectiva

(cfr 22 B 30 DK 22 B 124 DK) La interpretacioacuten de la vida humana y el

proceso coacutesmico como un juicio o litigio hecha por Anaximandro es un an-

tecedente claro del planteamiento heracliacuteteo por ejemplo cuando dice que

el sol no traspasaraacute sus medidas (μέτρα) porque si no las Erinis ayudan-

tes de la Justicia (Δίκης ἐπίκουροι) lo descubriraacuten (22 B 94 DK)278 Aquiacute

la justicia se incorpora al orden inviolable de la naturaleza es decir resume

todos los precedentes juriacutedicos y mitoloacutegicos del teacutermino en una uacutenica laquoley

divinaraquo que se diferencia de la humana aunque sea su fundamento Pero

Heraacuteclito no encuentra lo divino en lo eterno sino que conecta este teacutermino

con el principio legal que Anaximandro habiacutea encontrado en el proceso de

la naturaleza De este modo la armoniacutea de los opuestos llega hasta cotas in-

sospechadas porque el propio cambio seriacutea una expresioacuten de la medida mis- 277 Gigon Olof Los oriacutegenes del pensamiento griego ed cit p 222 278 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 117-

118 Sobre esto cfr Martano Giuseppe Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico

vol I ed cit p 150 Como ampliacioacuten cfr Martano Giuseppe ldquoSullrsquoantiodromia era-

cliteardquo en VVAA Fons Perennis Saggi critici di filosofia de classica raccolti in ono-

re di Vittorio drsquoAgostino Torino Baccola and Gili 1971 pp 259-270

194

ma del λόγος un ayudante que vigila sus normas igual que las Erinis cui-

dan de la Justicia Como dice Guthrie laquohabiacutea ley en el universo pero no

era una ley de permanencia sino una ley de cambioraquo279 puesto que Heraacute-

clito no buscaba lo cambiante en lo permanente sino lo permanente en lo

cambiante La naturaleza en su conjunto en suma incluyendo la vida hu-

mana es al mismo tiempo lucha manifiesta y unidad latente de modo que

es la tensioacuten la que ensambla el cosmos cuya faz visible es una lucha per-

petua que a la postre se desvela para la mente despierta como un aspecto

parcial de un entramado global e invisible que todo lo liga en el que los

opuestos coinciden Y tal es el alcance de la oposicioacuten que hasta la propia

divinidad se entiende como la unidad uacuteltima de todos los contrarios esto

es la unidad misma de la naturaleza (cfr 22 B 67 DK)280

279 Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega ed cit vol I p 435 280 Seguacuten Jaeger no tenemos razoacuten alguna para separar en Heraacuteclito la teologiacutea del resto

de sus ensentildeanzas ldquomaacutes bien hay que concebirla como formando con la cosmologiacutea un

todo indivisible incluso si ponemos el centro de gravedad del lado teologicordquo Jaeger

Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 119 Zeller encuentra

aquiacute una anticipacioacuten de las relaciones entre complicatio y explicatio sobre las que teo-

rizaron Nicolaacutes de Cusa y Giordano Bruno Estos teacuterminos expresan la relacioacuten entre

Dios y el universo Dios aparece como la totalidad de las cosas posibles que estaacute impliacute-

cita en la unidad suprema (complicatio) Todos los posibles estaacuten precontenidos en Dios

como la pluralidad en la unidad A su vez el universo es el despliegue de Dios (explica-

tio) de las cosas contenidas en la unidad divina Dios es la complicatio del mundo y el

mundo la explicatio de Dios o lo que es lo mismo todas las cosas estaacuten complicadas en

Dios y Dios estaacute explicado en todas las cosas Cfr Zeller E Mondolfo R La filoso-

fia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol III Firenze La Nuova Italia 1968 p

128 A este respecto soacutelo podraacute ser llamado laquosabioraquo (σοφόν) ndashdice Heraacuteclito- quien

comprenda dicha unidad que consiste en que laquotodas las cosas son unaraquo (ἓν πάντα εἶ-

ναι cfr 22 B 50 DK) Sobre esto volveremos

195

En segundo lugar debemos fijarnos en las consecuencias ontoloacutegicas

de esta armoniacutea de un lado se constata que todo cuanto hay estaacute sujeto a

una tensioacuten interna ya que todo es producto de la lucha de contrarios por

tanto la guerra es la fuerza creadora del cosmos ameacuten del estado propio de

los acontecimientos de otro lado los contrarios coinciden desde el punto

de vista del sabio lo que destaca la unidad fundamental de la naturaleza

que es una unidad dinaacutemica pues consiste en el eterno despliegue y replie-

gue de sus muacuteltiples posibilidades Esta armoniacutea de tensiones opuestas en

suma que ajusta la naturaleza en su conjunto muestra una cara disonante

pero esconde un fondo consonante Las connotaciones musicales como en

Pitaacutegoras son aquiacute evidentes aunque Gigon las niegue281 Basta con leer

22 B 8 DK para sospechar que la καλλίστην ἁρμονίαν de la que se ha-

bla alude a la que produce la muacutesica

laquohellipque lo a contrapelo es concordante (συμφέρον) y de los elementos

dispares (διαφερόντων) nace la harmoniacutea maacutes hermosa y que todas las

cosas suceden seguacuten discordia (κατrsquo ἔριν)raquo282

281 Gigon Olof Untersuchungen zu Heraklit Leipzig Dieterichsche Verlagsbuchhand-

lung 1935 p 23

282 Τὸ ἀντίξουν συμφέρον καὶ ἐκ τῶν διαφερόντων καλλίστην ἁρμονίαν [καὶ

πάντα κατrsquo ἔριν γίνεσθαι = B 80] (22 B 8 DK trad Garciacutea Calvo) Para compren-

der mejor este texto se puede recurrir a la escala musical en la cual dos notas muy sepa-

radas v gr una octava conciertan mejor que otras maacutes cercanas a un tono de distancia

que resultan disonantes Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 131 Lo mismo sucede

en 22 B 10 DK donde se habla de laquoconexionesraquo (συνάψιες) como laquoconvergente y di-

vergenteraquo (συμφερόμενον διαφερόμενον) o consonante y disonante (συνᾶιδον δι-

ᾶιδον) en clara alusioacuten a la muacutesica Tambieacuten podemos consultar 22 B 51 DK donde se

196

Como es sabido tres son los teacuterminos baacutesicos para comprender la

muacutesica en la Grecia antigua ἁρμονία τόνος y τρόπος y los tres apare-

cen o se presuponen en Heraacuteclito como en 22 B 51 DK donde se habla de

una παλίντροπος ἁρμονίη (o παλίντονος seguacuten otras lecciones)283

Armoniacutea es un teacutermino que encontramos ya en la liacuterica arcaica por tanto

precede a las posteriores disquisiciones de los presocraacuteticos Desde el punto

de vista musical se refiere al ensamblaje de sonidos diversos simultaacuteneos

o sucesivos cuyos ritmos e intervalos la confieren un nombre concreto que

deriva del lugar que ocupa en los modos griegos (dorio frigio lidio etc) y

tambieacuten un caraacutecter acuacutestico propio (ἦθος)284 El termino τόνος denota

una idea de tensioacuten dependiendo de la distancia de un sonido respecto a la

toacutenica o tono principal285 lo que tiene consecuencias obvias para la propia

dice laquoNo entienden coacutemo lo divergente (διαφερόμενον) estaacute de acuerdo consigo mis-

mo Es una armoniacutea de tensiones opuestas (παλίντροπος ἁρμονίη) como la del arco

y la liraraquo Noacutetese que la armoniacutea musical es el resultado de la pugna o tensioacuten entre di-

versas notas Posiblemente lo que hizo Heraacuteclito fue ensanchar este siacutembolo cotidiano

hasta hacerlo de universalidad coacutesmica Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los prime-

ros filoacutesofos griegos ed cit n 45 p 234-235 Sobre estos textos volveremos 283 Los dos uacuteltimos se pueden considerar como sinoacutenimos aunque en el tratado pseudo-

plutarquiano que se dedica a la muacutesica se considera que los tres lo son Cfr Pseudo-Plu-

tarco ldquoSobre la muacutesicardquo 389e-793a en Plutarco Obras morales y de costumbres Mo-

ralia XIII Madrid Gredos 2004 (trad cast Joseacute Garciacutea Alicia Morales) 284 Cfr Garciacutea Loacutepez Joseacute ldquoSobre el vocabulario eacutetico-musical del griegordquo en Emeacuteri-

ta 37 (1969) p 341

285 Cfr Redondo Reyes Pedro ldquoἉρμονία y τόνος en la praacutectica musical griegardquo en

Calderoacuten Esteban Morales Alicia Valverde Mariano (Eds) ldquoKoinograves Loacutegos home-

naje al profesor Joseacute Garciacutea Loacutepezrdquo vol II Murcia Universidad de Murcia 2006 p

880

197

armoniacutea puesto que seguacuten sea la distancia estaremos en un modo musical

u otro Es suficiente para nuestro propoacutesito sentildealar la semejanza de la muacutesi-

ca griega con la filosofiacutea de Heraacuteclito ya que la armoniacutea se alcanza ndashen

ambos casos- por medio del ritmo la medida y la tensioacuten entre elementos

encontrados286

Constatamos por tanto en esta primera aproximacioacuten tres noveda-

des que introduce la filosofiacutea de Heraacuteclito en el campo de la enantiologiacutea

respecto a los filoacutesofos anteriores

1- La universalizacioacuten de las oposiciones

2- La buacutesqueda de la armoniacutea invisible que liga tales oposiciones

3- La concepcioacuten de un primer principio que se situacutea maacutes allaacute de to-

da oposicioacuten

Estas novedades que desarrollaremos en lo sucesivo nos permiten

calibrar la potencia de la intuicioacuten heracliacutetea sea porque se separa de los

planteamientos anteriores o bien profundiza en ellos y porque anticipa o

prepara algunas propuestas posteriores tambieacuten nos permiten al tiempo in-

troducir el concepto de laquoeco-enantiologiacutearaquo que pretende ir maacutes allaacute ndashcom-

plementaacutendola- de la mera enantiologiacutea Como anticipacioacuten sentildealamos que

se dice eco-enantiologiacutea porque entendemos que los conceptos esenciales

que articulan la teoriacutea heracliacutetea sobre la naturaleza son los de laquooposicioacutenraquo

y laquorelacioacutenraquo que constituyen las dos caras de un mismo λόγος

286 Como ampliacioacuten cfr West M L Ancient Greek Music Oxford Oxford Universi-

ty Press 1992 esp el cap 3 ldquoStringed Instrumentsrdquo donde se analiza la lira y sus pro-

porciones a fondo pp 48ss y los caps 5 (ldquoRythm and Tempordquo pp 129ss) y 6 (ldquoSca-

les and Modesrdquo p 160ss) que se ocupan del ritmo y los modos respectivamente

198

1 Proponemos el teacutermino laquoenantiologiacutearaquo para tratar de aprehender la

importancia que la oposicioacuten loacutegicamente medida y mediada tiene

para Heraacuteclito La oposicioacuten es un tema recurrente en su filosofiacutea es-

pecialmente en su interpretacioacuten del cosmos pero tambieacuten en su an-

tropologiacutea los fragmentos no soacutelo contienen la ensentildeanza de que to-

do nace de la tensioacuten y de la oposicioacuten (el orden nace del desorden

el diacutea de la noche la vida de la muerte y a la inversa) sino que ade-

maacutes sostienen esa ensentildeanza al estar escritos los propios textos en

forma de intensa oposicioacuten (asiacute el uso habitual de la paradoja la con-

tradiccioacuten el oxiacutemoron la antiacutetesis o la metaacutefora)

2 laquoEcologiacutearaquo por su parte resulta un teacutermino inseparable del ante-

rior En sentido literal la naturaleza es nuestra casa aquello que nos

cobija al tiempo que nos excede aquello que todo lo liga Si su con-

cepcioacuten de la naturaleza no puede entenderse sin la idea de oposi-

cioacuten tampoco puede hacerlo sin las ideas de interaccioacuten relacioacuten y

organizacioacuten a su vez loacutegicamente medidas y mediadas e intriacutenseca-

mente unidas con aqueacutella en una constante alternancia moacutevil que li-

mita y posibilita el ciclo y el juego antropocoacutesmico del fuego preser-

vando a un tiempo la unidad viviente de la contradiccioacuten El teacutermino

ecologiacutea por otro lado no hace uacutenicamente mencioacuten a un determina-

do modo de entender las relaciones del ser vivo con su medio sino

que constituye un paradigma episteacutemico de nuevo cuntildeo que persigue

la inter-retro-accioacuten de todos los planos de lo real del microfiacutesico al

macroloacutegico sin olvidar el socio-bio-antropoloacutegico

Heraacuteclito integroacute estas dos esferas en lo que tienen de loacutegicas esto

es en el aacutembito de jurisdiccioacuten del λόγος que permite ajustar las oposi-

199

ciones a la par que religar la totalidad de lo natural presagiando a su vez

el caraacutecter divino de la propia naturaleza que soacutelo el ser humano es capaz

de indagar por cuanto participa con su λόγος del λόγος universal287

Heraacuteclito elevoacute el enigma y el antagonismo a conceptos coacutesmicos

pero tambieacuten existenciales buscando relaciones loacutegicas y categoriacuteas episte-

moloacutegicas que expliquen y articulen lo real desde un punto de vista global

En este sentido los restos de su libro prologan una filosofiacutea ostensible-

mente traacutegica que no se agota con el estudio de la naturaleza sino que se

ocupa a un tiempo del hombre-en-la-naturaleza de su errancia y de su fini-

tud confirmando que en un sentido radicalmente esencial fiacutesica y metafiacute-

sica van (o deberiacutean ir) de la mano

La visioacuten del mundo de Heraacuteclito en suma como la de los restantes

presocraacuteticos parte de la naturaleza por eso utiliza conceptos e imaacutegenes

fiacutesicas para referirse a intuiciones y experiencias metafiacutesicas ndashsin olvidar

que en este contexto carece de sentido una distincioacuten tajante- La naturale-

za es cimiento referencia principio y fundamento para las concepciones

arcaicas de lo real por eso nunca aparece como un elemento neutro sino

como trasfondo que trasciende e integra las diferencias refractando y trans-

firiendo sentido al resto de los planos

Partiendo de esta base comuacuten la especificidad de la reflexioacuten hera-

cliacutetea radica en la esencial respectividad entre el estudio de la naturaleza y

el estudio del hombre288 La filosofiacutea de la naturaleza preludia y presupone

287 Cfr Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el ori-

gen ed cit p 39 Sobre esto volveremos 288 Para pasar de los milesios a Heraacuteclito no basta con sustituir agua aire o aacutepeiron por

fuego Sin duda desde el punto de vista filosoacutefico Heraacuteclito dio un paso maacutes en la con-

cepcioacuten de la naturaleza y de la relacioacuten del hombre con la misma Cfr Ramnoux Cleacute-

mence op cit p 12

200

una antropologiacutea como veremos en la que aquel que pregunta acaba con-

virtieacutendose tambieacuten en pregunta acaso en la uacutenica esperanza de encontrar

respuestas de resolver el enigma cuya solucioacuten estaacute maacutes proacutexima de lo

que se imagina quizaacute porque busca demasiado lejos lo que estaacute tan cerca o

quizaacute porque la respuesta esteacute en el hombre mismo aunque no lo sepa o

aunque lo note demasiado tarde como ensentildea la Tragedia

Heraacuteclito es un filoacutesofo que no soacutelo busca conocer la verdad sino

que sabe que ese conocimiento atantildee directamente a la vida humana

laquoCentral en el pensamiento de Heraacuteclito es la doctrina de la unidad de los

contrarios Aquiacute resultan especialmente patentes las relaciones entre los

distintos lados de su filosofiacutea Por una parte se emplean ejemplos cosmo-

loacutegicos para ilustrar esta verdad fundamental y mostrar coacutemo opera el

principio de los contrarios Pero este principio va mucho maacutes allaacute del reino

de la fiacutesica y su aplicacioacuten a la vida humana casi parece maacutes importante

que su papel dentro de la filosofiacutea natural Por otra parte tambieacuten explica

Heraacuteclito el proceso coacutesmico en teacuterminos de experiencias esencialmente

humanas que cobran un sentido simboacutelicoraquo289

289 Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 119 El pa-

so de lo cotidiano a lo coacutesmico para llegar en uacuteltimo teacutermino a la unidadndashdivina de las

oposiciones (vigilia-suentildeo vida-muerte caliente-friacuteo seco-huacutemedo diacutea-noche invier-

no-verano) se nota especialmente en 22 B 67 DK laquoDios diacutea-noche invierno-verano

guerra-paz hartura-hambre Pero se torna otro cada vez igual que el fuego cuando se

mezcla con los inciensos se llama seguacuten el gusto de cada unoraquo En el caso de laquohartura y

hambreraquo (κόρος y λιμός) que designan experiencias humanas se ve clara esta tenden-

cia pues encontramos dos variantes de estos teacuterminos en 22 B 65 DK laquocarencia y sa-

ciedadraquo (χρησμοσύνην καὶ κόρον) que se refieren al fuego y a la ordenacioacuten del

cosmos por lo que se refieren a un principio universal Tambieacuten laquoguerra-pazraquo sentildeala

Gigon tienen caraacutecter coacutesmico aunque el hombre haga la experiencia de ellas primera-

201

Los maacutes afirma Heraacuteclito presentes estaacuten ausentes despiertos se

comportan como dormidos no alcanzan a comprender la razoacuten que todo lo

gobierna y que sin saberlo obedecen buscan en lo-otro-de-siacute lo que estaacute

dentro-de-siacute pues lo maacutes cercano es para ellos lo maacutes lejano No advierten

que el espacio de la interioridad se abre a lo comuacuten en la naturaleza escu-

chando a la naturaleza y no a los recitadores de mentiras por medio de una

relacioacuten que oculta al mismo tiempo que revela en un horizonte cuyos liacute-

mites se alejan cada vez que el hombre se acerca a ellos

laquoLos liacutemites del alma (ψυχῆς πείρατα) no los hallaraacutes sea cual sea el

camino que recorras Tan profunda razoacuten (λόγον) tieneraquo290

Esta sentencia que prescribe la relacioacutencomunicacioacuten entre el hom-

bre y la naturaleza a traveacutes del λόγος incide especialmente en el marcado

caraacutecter ecoloacutegico de la filosofiacutea heracliacutetea puesto que esta disciplina insis-

te sobre la interdependencia fundamental de todos los fenoacutemenos y sobre la

naturaleza intriacutensecamente dinaacutemica del universo El hombre es una venta-

na que da a la naturaleza (la naturaleza es una ventana que da al hombre)

El hombre se convierte en cuestioacuten para siacute mismo cuestionando la naturale-

za (de donde procede) es decir se encuentra a siacute mismo buscandobuscaacuten-

dose en la naturaleza pero se trata de una buacutesqueda sin fin Interioridad y mente en la vida y las comprenda partiendo de su interior Cfr Gigon Olof Untersu-

chungen zu Heraklit ed cit p 49 laquoCarenciaraquo es la ordenacioacuten del mundo y laquosacie-

dadraquo la descomposicioacuten del mismo modo que se dice en 22 B 30 DK que el mundo es

un fuego que se prende y se apaga Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit pp 224 Sobre

este texto volveremos

290 ψυχῆς πείρατα ἰὼν οὐκ ἂν ἐξεύροιο πᾶσαν ἐπιπορευόμενος ὁδόν οὕτω

βαθὺν λόγον ἔχει (22 B 45 DK)

202

exterioridad se anudan e interpenetran porque son dos aacutembitos permeables

y absolutamente respectivos pero soacutelo los despiertos se saben parte de una

realidad que tambieacuten forma parte de ellos tanto extensional como intensio-

nalmente asumieacutendola y reconocieacutendola como tal y aspirando a conocerla

desde la consciencia de acometer una empresa sin fin (o quizaacute una empresa

sobrehumana) Soacutelo los despiertos presienten que toda luz proyecta som-

bras y que toda superacioacuten de un liacutemite revela la existencia de nuevos liacutemi-

tes por eso intentan hacer del claroscuro su casa no despreciando la oscu-

ridad sino conviviendo con ella a pesar de ella lo que es siacutentoma de una

auteacutentica y honesta disposicioacuten intelectual y no al contrario Soacutelo los des-

piertos en definitiva presienten la profunda unidad de todas las cosas des-

centrada y englobante (τὸ περιέχον) con una determinacioacuten cercana a la

miacutestica oriental que sugiere un posible parentesco o comunicacioacuten entre

los inicios de las filosofiacuteas oriental y occidental291

En este sentido se nota que ya desde los inicios se deja bien claro

que la tarea de la filosofiacutea es por naturaleza infinita e inabarcable El alma

humana cuando trata de conocerse se excede a siacute misma comunicando

primero con la naturaleza visible y despueacutes con la naturaleza invisible (con

lo divino) que articula todo cuanto hay e impone medida en la oposicioacuten

De ahiacute la conviccioacuten de que lo que aparece no es lo que verdaderamente es

y la necesidad de buscar lo que estaacute escondido en eso que se nos presenta

de continuo ante los ojos

En suma el conocimiento del cosmos y la orientacioacuten radical hacia

lo divino parten del propio autoconocimiento del ser humano y lo que po-

sibilita esta relacioacuten fundamental entre aacutembitos de entrada tan distintos es

291 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit pp

119ss

203

justamente el λόγος que estaacute presente a un tiempo en los tres Por otro la-

do noacutetese que el autoconocimiento no se entiende simplemente en un sen-

tido episteacutemico sino que maacutes allaacute se presenta como un modo de participa-

cioacuten esencial en el universo y en la sabiduriacutea o profundizacioacuten laquoen la ra-

zoacuten que gobierna todas las cosas por medio de todasraquo (cfr 22 B 41 DK) lo

que sin duda tiene consecuencias praacutecticas para la eacutetica puesto que hay que

obrar laquoseguacuten la naturaleza (κατὰ φύσιν cfr 22 B 112 DK) y para la poliacute-

tica puesto que esa misma ley sirve tambieacuten para organizar la ciudad-esta-

do y laquoha de luchar el pueblo por su ley igual que por su murallaraquo (22 B 44

DK)292

Jaeger ha destacado la importancia de esta idea para comprender la

filosofiacutea de Heraacuteclito

laquoEl espiacuteritu griego formado en la legalidad del mundo exterior pronto

descubre tambieacuten las leyes interiores del alma y llega a la concepcioacuten ob-

jetiva de un cosmos interiorraquo293

292 Cfr Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el ori-

gen ed cit p 31 Sobre estos fragmentos volveremos 293 Werner Jaeger Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit p 152 cfr Ibid

pp 176-180 De la misma opinioacuten es Platoacuten ldquoPues incluso en el tiempo en que se dice

que vive cada una de las criaturas vivientes y que es la misma como se dice por ejem-

plo que es el mismo el hombre desde su nintildeez hasta que se hace viejo sin embargo

aunque se dice que es el mismo ese individuo nunca tiene en siacute las mismas cosas sino

que continuamente se renueva y pierde otros elementos en su pelo en su carne en sus

huesos en su sangre y en todo su cuerpo Y no soacutelo en el cuerpo sino tambieacuten en el al-

ma los haacutebitos caracteres opiniones deseos placeres tristezas temores ninguna de

estas cosas jamaacutes permanece la misma en cada individuo sino que unas nacen y otras

muerenrdquo Platoacuten Banquete (Diaacutelogos vol III) Madrid Gredos 2002 207d (trad cast

Carlos Gordf Gual)

204

La legalidad del macrocosmos es asumida de este modo en el interior

del microcosmos como norma a seguir ya que comparten un parentesco

baacutesico La vida humana es tambieacuten el producto de una tensioacuten interna entre

elementos contrarios (opiniones deseos intereses pasiones etc) que son

particulares y deben ser armonizadas en lo comuacuten por medio de la misma

razoacuten que impera y opera en la naturaleza De este modo la eacutetica consiste

en obrar conforme a la naturaleza y la poliacutetica en buscar lo comuacuten maacutes allaacute

de los intereses particulares como veremos

Heraacuteclito en suma trazoacute un cuadro del devenir antropocoacutesmico del

enfrentamiento de los contrarios del ciclo del tiempo pero no debemos ol-

vidar que lo que verdaderamente le interesoacute fue el hombre (esto es desper-

tar a los dormidos) tan iacutentimamente emparentado con la naturaleza como

extrantildeo a este parentesco tan cercano a la clave de la realidad como distan-

te de la misma

205

Cap 6

laquoUn pensamiento enantioloacutegicoraquo

206

207

1 La universalizacioacuten de las oposiciones

11 La oposicioacuten como motor del cosmos

Acaso lo que maacutes llame la atencioacuten de la filosofiacutea de Heraacuteclito sea su

marcado caraacutecter laquoenantioloacutegicoraquo294 En ella los contrarios tejen una gran

red por medio de la cual el pensador jonio trata de aprehender y nombrar el

mundo En este sentido la tensioacuten la oposicioacuten y la contienda desde un

punto de vista ontoloacutegico al tiempo que la contradiccioacuten el antoacutenimo el

oxiacutemoron y la paradoja desde un punto de vista epistemoloacutegico se revelan

como elementos ineludibles no soacutelo en su propio planteamiento sino en la

estructura misma de lo real

laquoEl estilo es el tiacutepico encadenamiento arcaico de contraposiciones [hellip] Tal

estilo se corresponde con la visioacuten del mundo de Heraacuteclito para quien to-

da la vida es un juego de oposiciones que se siguen en flujo continuo [hellip]

Pero ante todo se sentiacutea atraiacutedo por la paradoja muy proacutexima a su estilo y

que se convirtioacute en vehiacuteculo de sus ideas [hellip] iquestQueacute es pues el loacutegos nor-

294 Proponemos el teacutermino enantioloacutegico del griego τὸ ἐναντίος (ldquocontrariordquo ldquoopues-

tordquo) como es bien sabido para caracterizar este aspecto del pensamiento arcaico Cfr

ldquoἄνταrdquo en Chantraine Pierre Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque his-

toire des mots Paris Klincksieck 1980 pp 91-92 A lo largo de este trabajo tomamos

como sinoacutenimos los teacuterminos contrario y opuesto puesto que ambos se entreveran en el

contexto que nos ocupa aun sabiendo que seguacuten Aristoacuteteles el primero tiene menos

extensioacuten que el segundo Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit V 10 1018a 20-34 Cfr

Aristoacuteteles ldquoCategoriacuteasrdquo 9a 16-14a 25 en Tratados de Loacutegica vol I Madrid Gredos

1982 (trad cast Miguel Candel) Como ampliacioacuten cfr Melendo Tomaacutes ldquoOposicioacuten y

contradiccioacuten en Aristoacuteteles y Tomaacutes de Aquinordquo en Anuario Filosoacutefico 14 (1981)

pp 63-100 Cfr Melendo Tomaacutes Ontologiacutea de los opuestos Pamplona Eunsa 1982

208

ma de toda existencia iquestQueacute es esa realidad de realidades y vida de la vi-

da Es la coincidentia oppositorum la conciencia de opuestos en unidades

de dos caras En la filosofiacutea de Heraacuteclito encuentra su culminacioacuten y su

expresioacuten teoacuterica maacutes perfecta la concepcioacuten polarizada que dominoacute la

eacutepoca arcaicaraquo295

La oposicioacuten juega un papel ineludible en su filosofiacutea porque los

contrarios cooperan ndashenfrentaacutendose- en la organizacioacuten del cosmos pues

no se olvide que todas las cosas se originan en la tensioacuten y la discordia (γι-

νόμενα πάντα κατ΄ἔριν cfr 22 B 80 DK) En verdad nos encontramos

ante una potente intuicioacuten que apunta a la entrantildea misma de la tragedia an-

tropocoacutesmica y que se niega a reducir la complejidad de la naturaleza a los

centildeidos maacutergenes de la palabra escrita

El mundo de lo muacuteltiple es un mundo-en-contienda un gran campo

de batalla donde toda existencia nace del conflicto y vive del antagonismo

pero no se trata de un conflicto uacutenicamente destructivo sino tambieacuten pro-

ductivo puesto que la guerra ademaacutes de ser comuacuten es padre de todas las

cosas como podemos leer en 22 B 53 DK296 En este sentido decir que la

armoniacutea visible del cosmos esconde una discordia invisible seriacutea tan cierto

295 Fraumlnkel Hermann op cit pp 349-350 Sobre Heraacuteclito como creador de una ldquoloacutegi-

ca del antagonismordquo Cfr Ramnoux Cleacutemence op cit p 13 296 Cfr Barnes Jonathan op cit p 60 Sobre este fragmento volveremos Esto sin du-

da es paradoacutejico como sentildeala Kahn puesto que al hacer de la guerra el principio rector

de la generacioacuten y el gobierno de los seres se positiviza una realidad que por definicioacuten

causa efectos contrarios como muerte y destruccioacuten a la par que se invierte el significa-

do que le da la poesiacutea tradicional que hace de ella lo maacutes funesto y temible como su-

brayaron Homero y Hesiacuteodo Cfr Kahn Charles The Art and Thought of Heraclitus

ed cit p 208

209

como decir que la discordia visible esconde una armoniacutea invisible puesto

que la armoniacutea es una consecuencia de la lucha ajustamiento o justeza un

equilibrio que nace de la tensioacuten entre los contrarios mismos pero nunca de

su reconciliacioacuten sea por confusioacuten como sucede con el aacutepeiron de Anaxi-

mandro o por sumisioacuten como sucede con la tabla pitagoacuterica297

Dicho en teacuterminos heracliacuteteos

laquoEs preciso saber que la guerra es comuacuten (ξυνόν) la justicia discordia

(δίκην ἔριν) y que todo acontece por la discordia y la necesidadraquo298

297 Cfr Brun Jean op cit p 45 Por tanto todos los contrarios son necesarios para lo-

grar el ajuste del cosmos Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit

pp 42-43 228-232 En este sentido leemos en 22 B 111 DK ldquoLa enfermedad hace a la

salud cosa agradable y buena el hambre a la hartura el cansancio al descansordquo (νοῦ-

σος ὑγιείην ἐποίησεν ἡδὺ καὶ ἀγαθόν λιμὸς κόρον κάματος ἀνάπαυσιν)

298 εἰδέναι δὲ χρὴ τὸν πόλεμον ἐόντα ξυνόν καὶ δίκην ἔριν καὶ γινόμενα

πάντα κατ΄ ἔριν καὶ χρεών (22 B 80 DK) Seguacuten Mondolfo Heraacuteclito se separa con

esta idea de Hesiacuteodo quien oponiacutea la ley de la lucha propia de los animales a la justi-

cia propia del ser humano Cfr Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito textos y problemas de

su interpretacioacuten ed cit p 79 Pero seguacuten Kanh de la distincioacuten que hace Hesiacuteodo en-

tre una disputa positiva y otra negativa Heraacuteclito se decanta por la segunda que es fu-

nesta pues incita a la guerra lamentable y a la discordia (πόλεμόν τε κακὸν καὶ δῆ-

ριν) y todos los hombres estaacuten sometidos a ella laquopor necesidadraquo ya que esa es la laquovo-

luntad de los inmortalesraquo (ἀλλrsquo ὑπrsquo ἀνάγκης ἀθανάτων βουλῇσιν) Cfr Hesiacuteodo

Los trabajos y los diacuteas ed cit 11-26 Cfr Kahn Charles The Art and Thought of He-

raclitus ed cit p 206 Tambieacuten Homero vincula el deber de ir a la guerra ndashincluso los

heridos- a la necesidad (δεῦτrsquo ἴομεν πόλεμον δὲ καὶ οὐτάμενοί περ ἀνάγκῃ) Cfr

Homero Iliacuteada ed cit XIV 128

210

Este fragmento que resume la concepcioacuten heracliacutetea de la armoniacutea

de los contrarios posiblemente hace referencia a un conocido pasaje de la

Iliacuteada donde se dice que laquoAres es comuacutenraquo (ξυνὸς Ἐνυάλιος)299 No obs-

tante hay que notar que lo que en un primer momento se utilizoacute para des-

cribir una realidad antropoloacutegica es decir el hecho de que la guerra decide

de un modo necesario el destino de pueblos y hombres reaparece ahora co-

mo un principio cosmoloacutegico que decide esta vez el destino de la propia

realidad Maacutes importante es el hecho de que la guerra como el λόγος sea

comuacuten (ξυνόν) pues este teacutermino tiene un significado maacutes profundo en

Heraacuteclito que en Homero ya que la guerra es comuacuten porque el λόγος ndashla

ley de todo lo que acontece- es una ley de discordia y lucha de tensiones

opuestas Y esto remite a la suposicioacuten pareja de que todo lo que existe estaacute

en proceso de cambio sin olvidar que todo cambio es intercambio (ἀντα-

μοιβή) o lucha de contrarios Por tanto al decir que la justicia es dicordia

se estaacute diciendo que la guerra es un aspecto fenomeacutenico del propio λόγος

al que asiste para armonizar lo real que no puede perder nunca la tensioacuten a

riesgo de dejar de ser lo que es

Sin tensioacuten ni discordia por tanto nada de lo que hay existiriacutea como

tal pero sin proporcioacuten o armoniacutea en la contienda tampoco Ciertamente

es una constante en la filosofiacutea griega el despliegue de pares de opuestos

para la interpretacioacuten del cosmos pero ninguacuten otro pensador ha atribuido

tanta importancia como Heraacuteclito al hecho mismo de la oposicioacuten al hecho

de que soacutelo la tensioacuten hace justicia reunificaacutendolos en un nivel superior o

maacutes profundo (lo divino) donde coinciden todas las oposiciones porque

unifica e integra lo anti- en lo meta- subrayando el fondo paciacutefico que sub-

299 Cfr Ibid XVIII 309

211

yace a la cara visible y poleacutemica del cosmos puesto que los contrarios son

para la divinidad aspectos distintos de un mismo fenoacutemeno300

Heraacuteclito en suma entiende la contienda no soacutelo en teacuterminos negati-

vos sino tambieacuten productivos si bien esto soacutelo se hace visible para el hom-

bre que superando su propia individualidad sea capaz de contemplar el de-

venir coacutesmico desde una perspectiva unitaria y global301

Es decir la vida nace de la muerte y la muerte nace de la vida en

un ciclo constante esa es la tragedia y el juego del fuego que gobierna el

universo encendieacutendose y apagaacutendose gradualmente esa es la tragedia y

el juego del hombre que estaacute inmerso en este gran espectaacuteculo a un tiempo

aciago y rutilante simeacutetrico y desmesurado

Pero el conflicto no soacutelo es originario en el plano cosmoloacutegico sino

tambieacuten en el socio-poliacutetico (guerras conquistas conspiraciones y asesina-

tos han marcado el curso de la historia)302 Ninguno de ellos fue ajeno a la

reflexioacuten heracliacutetea Sin duda Grecia se definioacute por medio de su indeleble

produccioacuten cultural pero no se puede olvidar que para que esto fuera posi-

ble tuvo que definirse simultaacuteneamente de un modo poleacutemico303

La filosofiacutea griega nacioacute en un mundo en guerra sea exterior contra

los persas o interior entre distintas ciudades-estado de la Heacutelade y en ese 300 Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoEl sistema de Heraacuteclito estudio a partir del leacute-

xicordquo ed cit p 12 301 ldquoConstruccioacuten y destruccioacuten destruccioacuten y construccioacuten este es el principio que re-

gula todos los ciclos de la vida natural desde el maacutes pequentildeo hasta el maacutes granderdquo

Gomperz Theodor Greek Thinkers A History of Ancient Philosophy vol I London

John Murray 1955 p 64 302 Sobre el caraacutecter agonal del pueblo griego cfr Burckhardt Jacob Historia de la

cultura griega vol I Barcelona RBA 2005 pp 318-323 (trad cast Eugenio Imaz) 303 ldquoPor enfrentamiento a Persia como el hombre libre al esclavo por oposicioacuten a Egip-

to como el joven contra el ancianordquo Ramnoux Cleacutemence op cit p 5

212

contexto se educaron estos admirables hombres de caraacutecter y destino traacutegi-

co Tambieacuten las obras de Homero cuyo contenido formaba parte de la edu-

cacioacuten tradicional griega serviacutean para naturalizar la guerra y mostrar coacutemo

sellaba inexorablemente el destino de los contendientes Posiblemente este

ambiente inspiroacute a Heraacuteclito la imagen beacutelica que le permite expresar que

oposicioacuten y justeza generacioacuten y destruccioacuten se dan inevitablemente uni-

das en la naturaleza Asiacute lo expresa 22 B 53 DK apuntando la importancia

que la trama enantioloacutegica adquiere en su filosofiacutea tanto a nivel cosmoloacute-

gico puesto que la guerra es el estado natural del cosmos como socio-poliacute-

tico puesto que se trata de una realidad comuacuten que no es ajena a ninguna

poacutelis ni siquiera a la luminosa Atenas

laquoGuerra (πόλεμος) es padre y rey de todas las cosas A unas ha hecho

dioses a otras hombres a unas ha hecho esclavos a otras libresraquo304

Lo primero que llama la atencioacuten de este fragmento es que se pre-

sente la guerra con los atributos de Zeus laquopadreraquo (πατήρ) y laquoreyraquo (βασι-

λεύς) de todas las cosas (laquopadre de los dioses y de los hombresraquo (πατὴρ

ἀνδρῶν τε θεῶν τε) seguacuten Homero)305 La Guerra como Zeus fulmina-

dor representa un poder supremo y uacutenico que se ejerce sobre la diversidad

de las divinidades y de los hombres garantizando asiacute la justicia y el equili-

brio en el cosmos y salvaguardando la distancia ontoloacutegica entre dioses y

304 πόλεμος πάντων μὲν πατήρ ἐστι πάντων δὲ βασιλεύς καὶ τοὺς μὲν θεοὺς

ἔδειξε τοὺς δὲ ἀνθρώπους τοὺς μὲν δούλους ἐποίησε τοὺς δὲ ἐλευθέρους

(22 B 53 DK) 305 Se trata de uno de los epiacutetetos maacutes repetidos del Croacutenida v gr cfr Homero Iliacuteada

ed cit I 544

213

hombres no se olvide que cada ser del cosmos tiene un lugar propio y una

medida ndashasignada por el destino- que no debe sobrepasar so pena de que-

brantar el orden natural y exponerse a un castigo por su desmesura (ὕβρις)

impuesto por Zeus306

Entendemos por otro lado que la guerra tiene un sentido simboacutelico

en la filosofiacutea de Heraacuteclito lo que no impide que tenga al tiempo un funda-

mento real como ocurre con el fuego El pensador jonio se enfrentoacute a la

realidad sin apenas un vocabulario filosoacutefico previo de ahiacute que tratara de

dibujar sus intuiciones metafiacutesicas con imaacutegenes fiacutesicas que pudieran refe-

rir aquello que resulta casi inefable No obstante no parece que de los frag-

mentos conservados pueda desprenderse una apologiacutea del belicismo Presu-

miblemente se trata de un proceso ontoloacutegico y amoral que comprende la

306 Hesiacuteodo sentildealoacute al comienzo de Los trabajos y los diacuteas que Zeus eleva y derriba faacute-

cilmente laquoabate con facilidad al hombre poderoso y fortalece al deacutebil castiga al malo y

humilla al soberbioraquo Cfr Hesiacuteodo Los trabajos y los diacuteas ed cit 5-7 Semejante es el

papel de la guerra como principio rector del cosmos pues los combates y tensiones se

suceden estableciendo el orden de las cosas que pronto se disolveraacute de la mano de nue-

vos conflictos que vuelven a situar a cada uno en el puesto que el resultado de la guerra

le asigna Seguacuten Gigon los hombres libres o esclavos son el resultado de la guerra es-

to es vencedores o vencidos de igual modo que los caiacutedos con gloria seraacuten elevados a

dioses Cfr Gigon Olof Untersuchungen zu Heraklit ed cit p 119 De la misma opi-

nioacuten es Marcovich quien afirma que el contexto es maacutes social que natural sentildealando

que πάντων no se refiere a todas las cosas sino a dioses y hombres ndashal ser masculino-

Cfr Marcovich Miroslav op cit p 348 Se puede discrepar de ambos que se quedan

en la superficie de la imagen y no la remiten al pensamiento heracliacuteteo siguiendo a He-

raacuteclito el mundo no lo han hecho dioses ni hombres sino que se regula por un principio

inmanente que traza las tensiones al tiempo que las armoniza la guerra Entendemos

por tanto que esta oposicioacuten tiene un alcance natural claro (ontoloacutegico) y no simple-

mente socio-poliacutetico como sostienen

214

totalidad del cosmos generativo y regenerativo en el que propiamente no

hay vencedores ni vencidos puesto que todos los contrarios son necesarios

para que el mundo exista y mantenga su equilibrio307

Lo real por ende es la tensioacuten no la distensioacuten de ahiacute sus criacuteticas a

Homero (cfr 22 A 22 DK B 42) quien expresoacute en un verso de la Iliacuteada su

deseo de que cesara la discordia entre dioses y hombres sin advertir que tal

cese seriacutea equiparable a la desaparicioacuten del cosmos308 Parece en suma que

la hostilidad con la que Heraacuteclito tratoacute a Homero no es sino una forma de

recriminar al poeta que nos ha legado los dos poemas eacutepicos maacutes importan-

tes de Occidente el hecho de que no haya profundizado en el caraacutecter poleacute-

mico de la propia realidad

Por otro lado podemos incluir las criacuteticas al rapsoda en el marco de

la corriente ilustrada iniciada por Jenoacutefanes que cuestionoacute radicalmente

307 Como sentildeala Kirk la guerra o la disputa tienen que simbolizar aquiacute la interaccioacuten en-

tre opuestos Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit p 241 Tam-

bieacuten Eggers y Juliaacute siguen esta idea laquoGuerraraquo no es aquiacute un conflicto beacutelico humano

sino uno de los nombres del principio supremo que subyace bajo las oposiciones (otro

nombre seriacutea Zeus cuyos atributos maacutes frecuentes son citados) Cfr Eggers Lan Con-

rado Juliaacute Victoria op cit p 347 308 Cfr Homero Iliacuteada ed cit XVIII 105 Acaso por eso se dice en 22 56 B DK que

los hombres se engantildean respecto al conocimiento de las cosas manifiestas de modo se-

mejante a Homero el maacutes sabio de todos los griegos al que unos joacutevenes pescadores

que estaban matando piojos le confundieron al decirle ldquoCuantos vimos y cogimos los

dejamos pero los que ni vimos ni cogimos los llevamosrdquo (ὅσα εἴδομεν καὶ ἐλάβο-

μεν ταῦτα ἀπολείπομεν ὅσα δὲ οὔτε εἴδομεν οὔτrsquo ἐλάβομεν ταῦτα φέρο-

μεν) Incluso afirma en 22 B 42 DK que laquoHomero mereciacutea que los expulsaran de los

certaacutemenes y que lo apalearan y Arquiacuteloco otro tantoraquo (τόν τε Ὅμηρον ἔφασκεν

ἄξιον ἐκ τῶν ἀγώνων ἐκβάλλεσθαι καὶ ῥαπίζεσθαι καὶ Ἀρχίλοχον ὁμοίως)

215

las ensentildeanzas miacutetico-religiosas tradicionales (cfr 22 B 5 DK B 42 B 57

B 104) Para Jenoacutefanes

laquoHomero y Hesiacuteodo han atribuido a los dioses todo cuanto es verguumlenza e

injuria entre los hombres robar cometer adulterio y engantildearse unos a

otrosraquo (21 B 11 DK)

Pero sin olvidar que no se disputan poetas y filoacutesofos tan soacutelo la en-

sentildeanza de la verdad sino antes bien la influencia poliacutetica la capacidad de

incidir directamente con su palabra en el decurso de la sociedad309 De ahiacute

que disputen ese lugar a los poetas con sus propias armas escribiendo en

su estilo el de la tradicioacuten narrativa el del prestigio didaacutectico el que con-

llevaba la capacidad de anunciar la verdad lo que se hace evidente en Jenoacute-

fanes Heraacuteclito Parmeacutenides o Empeacutedocles que traspasan numerosos con-

ceptos de la tradicioacuten eacutepico-religiosa al aacutembito filosoacutefico como Justicia

Erinis Amor Discordia o Moira ameacuten de utilizar un estilo maacutes cercano a

la poesiacutea que a la prosa Aunque con una diferencia esencial sus versos no

tienen un fondo mitoloacutegico ni obedecen al argumento de autoridad sino

que tratan de ofrecer razones objetivas para comprender mejor el cosmos

la vida y los dioses sin recurrir a causas ajenas a la propia naturaleza

12 La controversia con Hesiacuteodo y Pitaacutegoras

309 Cfr Mendoza Tuntildeoacuten Julia M ldquoEl magisterio poliacutetico del poeta en el aacutembito indo-

europeordquo en Cuadernos de Filologiacutea Claacutesica nordm 5 (1995) p 30 En este momento se-

ntildeala Jaeger la poesiacutea se habia tornado un instrumento para hacer puacuteblicas todo tipo de

opiniones sobre el laquobien comuacutenraquo fuesen criacuteticas o didaacutecticas Cfr Jaeger Werner La

teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 43-44

216

Homero no fue el uacutenico blanco de las criacuteticas heracliacuteteas La misma

suerte corrieron Hesiacuteodo y Pitaacutegoras entre otros tantos aunque estudiare-

mos soacutelo estos dos casos por considerarlos paradigmaacuteticos

laquoLa acumulacioacuten de conocimientos no ensentildea inteligencia (πολυμαθίη

νόον οὐ διδάσκει) pues se la hubiera ensentildeado a Hesiacuteodo y a Pitaacutego-

rasraquo310

Todos ellos forjaron su visioacuten del mundo utilizando los mismos ele-

mentos pero los entendieron de diversa manera por eso Heraacuteclito no tardoacute

en percatarse de que la filosofiacutea occidental nacioacute como un traacutensito irrever-

sible del desorden al orden de lo caduco a lo perenne de lo muacuteltiple a lo

uno donde los segundos deben someter a los primeros para poder hablar de

cosmos Frente a esto el jonio considera necesario un diaacutelogo permanente

entre ambos sin eliminar su tensioacuten puesto que en el mundo fenomeacutenico

no se vislumbra tal predominio tajante de unos sobre otros

I

Sabido es que Hesiacuteodo era un famoso poeta griego del s VIII a C

posterior a Homero por tanto que vivioacute en Ascra (Beocia) Era un campe-

310 πολυμαθίη νόον οὐ διδάσκειmiddot Ἡσίοδον γὰρ ἂν ἐδίδαξε καὶ Πυθαγόρην []

(22 B 40 DK la traduccioacuten es nuestra) En 22 B 129 DK afirma ldquoPitaacutegoras hijo de

Mnesarco practicoacute la investigacioacuten maacutes que ninguacuten otro hombre y tras haber escogido

estos escritos configuroacute su propia sabiduriacutea erudicioacuten malas artesrdquo (Πυθαγόρης

Μνησάρχου ἱστορίην ἤσκησεν ἀνθρώπων μάλιστα πάντων καὶ ἐκλεξάμε-

νος ταύτας τὰς συγγραφὰς ἐποιήσατο ἑαυτοῦ σοφίην πολυμαθίην κακο-

τεχνίην) En esta liacutenea cfr 22 B 81 DK

217

sino a quien las musas seguacuten cuenta le arrastraron a cantar no a los heacuteroes

como Homero sino a los dioses y a los trabajos de cada diacutea311 Uno y otro

son los creadores de la mitologiacutea griega tal y como ha llegado hasta noso-

tros asiacute como los principales precursores de la cosmogoniacutea filosoacutefica pre-

socraacutetica

Sin duda de todos los relatos cosmogoacutenicos griegos la Teogoniacutea de

Hesiacuteodo es el maacutes antiguo y el mejor conocido de todos Escrita entre fina-

les del s VIII y comienzos del s VII a C es la fuente de la que se nutre

toda la mitologiacutea griega Ya entre los griegos Hesiacuteodo era tenido como el

autor que ordenoacute los mitos religiosos y la genealogiacutea de los dioses312 En

esta obra podemos distinguir hasta cuatro fases en la primera fase se parte

de la existencia de Caos y despueacutes de la Tierra Eros el Cielo y la primera

generacioacuten divina en la segunda fase se describe la castracioacuten del Cielo

por su hijo Cronos en la tercera parte Zeus evita ser devorado por su pa-

dre Cronos y toma el poder y en la uacuteltima fase se narra la batalla de Zeus

y los dioses contra los titanes

El autor nos describe el origen del mundo como parte de una teogo-

niacutea siendo la formacioacuten del mundo un tema secundario puesto que a He-

siacuteodo ante todo le interesa la laquoestirpe de los inmortales que siempre vi-

311 Subraya Nestle que todo aquel que ndashcon Nietzsche- quiera hablar de ldquola rebelioacuten de

los esclavos en la moralrdquo frente a los valores vitales y aristocraacuteticos de ldquola moral de los

sentildeoresrdquo debe fecharla aquiacute en Hesiacuteodo el cantor de los pobres campesinos beocios y

no en Soacutecrates o en el Cristianismo Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego

ed cit p 41 312 Heroacutedoto relata que los pelasgos adoraban a los dioses ldquoporque habiacutean puesto en or-

den cada cosa [hellip] Pero de doacutende habiacutea nacido cada uno de los dioses y si todos habiacutean

existido desde siempre y cuaacuteles eran en el semblante no se conociacutea hasta [hellip] Hesiacuteo-

dordquo Heroacutedoto Historia Madrid Gredos 2006 II 52-53 (trad cast Carlos Schrader)

218

venraquo (τrsquo ἀθανάτων ἱερὸν γένος αἰὲν ἐόντων) como nos indica al ini-

cio de su poema313 Hesiacuteodo comenzoacute su obra con una invocacioacuten a las Mu-

sas quienes le inspiraron e instruyeron en su tarea Podemos pensar que es-

ta alusioacuten fluctuacutea entre el recurso literario y la experiencia religiosa en la

que un personaje sobrenatural se aparece a un mortal y le transmite una se-

rie de conocimientos314 No obstante su finalidad no era entretener sino en-

sentildear por eso la reflexioacuten pasoacute a un primer plano en detrimento de la fan-

tasiacutea lo que se manifiesta primariamente en la aspiracioacuten a la verdad en la

inclinacioacuten a la sistematicidad y en la tendencia a regular racionalmente la

vida del ser humano En este sentido hace decir a las musas

laquoSabemos decir mucho inventado parecido a lo real pero tambieacuten sabe-

mos cuando queremos anunciar la verdad (ἀληθέα)raquo315

313 Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 21 ldquoA Hesiacuteodo la cosmogoniacutea le interesa maacutes bien poco

o mejor dicho casi nadardquo Bernabeacute Alberto ldquoκατὰ τὴν τοῦ χρόνου τάξιν Modelos

del tiempo en las cosmogoniacuteas presocraacuteticasrdquo en Emeacuterita 58 (1990) p 69 El poeta

deseando llegar a la historia de Zeus pasa raacutepido por los principios cosmogoacutenicos ha-

ciendo de la tierra el cielo y las montantildeas el escenario donde colocar a los dioses Cfr

West Martin L Hesiod Theogony Oxford Clarendon Press 1971 p 192 A este res-

pecto cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 117 128 129 314 Este mismo motivo lo encontramos en el proemio del Poema de Parmeacutenides cuando

la diosa toma su mano y le revela la verdad (cfr 28 B 1 DK) Como sentildeala Aristoacuteteles

estaacute dentro de la naturaleza de la poesiacutea ofrecerse como realidad sabieacutendose invencioacuten

por eso se recurre laquoa la musaraquo como medio de robustecer los propios argumentos Cfr

Aristoacuteteles Poeacutetica Madrid Gredos 1999 1451a 36ss (trad cast Valentiacuten G Yebra)

315 ἴδμεν ψεύδεα πολλὰ λέγειν ἐτύμοισιν ὁμοῖα ἴδμεν δrsquo εὖτrsquo ἐθέλωμεν ἀλη-

θέα γηρύσασθαι Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 27ss

219

Para Gigon esta sentencia sentildeala el origen de la filosofiacutea griega Se

trata de un punto decisivo en el que Hesiacuteodo se vuelve contra Homero y

trata de decir algo distinto y novedoso316 Pero aunque el relato del proceso

coacutesmico se presente destacando el caraacutecter natural de los protagonistas no

estaacute totalmente despojado de la imagen miacutetica En consecuencia sostiene

Vernant Hesiacuteodo no era auacuten un filoacutesofo natural y su funcioacuten no era tampo-

co explicar la verdad sino revelarla317

Hay pues dos cosas que saben decir las musas lo falso con aparien-

cia de verdad y lo verdadero Si bien Hesiacuteodo recibe el encargo de decir la

verdad y no de inventarse falsedades que parezcan sin serlo verdades En

este sentido se aparta de Homero esto es del mundo de las verosimilitudes

engantildeosas Frente al mito homeacuterico se coloca la verdad En ese terreno por

tanto siacute es cierto que nace la filosofiacutea en cuanto oposicioacuten de la verdad a

la apariencia318

Hay que preguntarnos iquestcuaacutel es esa verdad que pretende anunciar el

poeta Se trata ante todo de la verdad acerca del linaje de los dioses y del

modo como gobiernan el mundo encabezados por Zeus en segundo teacutermi-

316 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 13-14 317 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y pensamiento en la Grecia Antigua Barcelona

Ariel 1993 p 338 (trad cast Juan Loacutepez) Sobre esta misma idea cfr Martiacutenez Nieto

Roxana La aurora del pensamiento griego Madrid Trotta 2000 p 26 318 Noacutetese la similitud de las palabras de Hesiacuteodo con las del Proemio del poema de Par-

meacutenides cuando la diosa promete mostrarle la esencia de la verdad asiacute como la viacutea de

la apariencia o de la humana opinioacuten a la que no es posible prestar verdadera creencia

(Χρεὼ δέ σε πάντα πυθέσθαι ἠμέν Ἀληθείης εὐκυκλέος ἀτρεμὲς ἦτορ ἠδὲ

βροτῶν δόξας ταῖς οὐκ ἔνι πίστις ἀληθής) Por otro lado el filoacutesofo eleaacutetico hace

alusioacuten en ese mismo pasaje como el poeta beocio al umbral de la puerta que separa el

diacutea de la noche (cfr 28 B 1 DK sobre el que pronto volveremos)

220

no hay que mencionar tambieacuten la verdad acerca del origen de los hombres

y del propio universo Para ello Hesiacuteodo disentildea la arquitectura de lo real

cimentada sobre un enigmaacutetico estado caoacutetico inicial Los aspectos inteligi-

bles de la experiencia humana surgen del caos primordial a partir del cual

se va articulando y delimitando un cuadro de inteligibilidad creciente que

entrelaza la unidad con la multiplicidad puesto que de la unidad confusa e

indeterminada emergen varias determinaciones que por sucesivas procrea-

ciones configuran la pluralidad Ademaacutes encontramos un aspecto destaca-

ble que consiste en que el mundo se torna crecientemente inteligible a me-

dida que aumenta no la unidad sino justamente la multiplicidad De este

modo se rompe con la tendencia de la filosofiacutea posterior de colocar lo inte-

ligible del lado de la unidad relegando lo multiple salvo excepciones al

aacutembito de lo equiacutevoco e incomprensible319 Por otro lado la progresiva ar-

ticulacioacuten del cosmos a intervalos regulares se va alcanzando por medio de

la disputa y la oposicioacuten sucesiva entre Urano Cronos y Zeus que tratan

de evitar el progreso de la articulacioacuten esto es los periodos de injusticia o

el surgimiento de entidades inteligibles a partir de la unidad ininteligible

primordial lo que recuerda primero a Heraacuteclito y despueacutes a Anaximandro

laquoEn primer lugar era el Caos (πρώτιστα Χάος γένετο) Despueacutes Gea la

de amplio pecho sede siempre segura de todos los inmortales [hellip] En el

fondo de la tierra de anchos caminos existioacute el tenebroso Taacutertaro Por uacutelti-

mo Eros el maacutes hermoso entre los dioses inmortales [hellip] Del Caos na-

cieron Eacuterebo y la negra Noche De la Noche a su vez nacieron el Eacuteter y el

Diacutea [hellip] Gea alumbroacute primero al estrellado Urano con sus mismas pro-

porciones para que la contuviera por todas partes y poder ser asiacute sede

319 Cfr Hyland Drew A Los oriacutegenes de la filosofiacutea en el mito y los presocraacuteticos

Buenos Aires El Ateneo 1975 p 23 (trad cast Jorge L Garciacutea)

221

siempre segura para los felices dioses Tambieacuten dio a luz a las grandes

Montantildeas [hellip] Ella igualmente parioacute al esteacuteril pieacutelago de agitadas olas320

Noacutetese la penetracioacuten de la pregunta hesioacutedica iquestqueacute fue lo primero

que existioacute En efecto Hesiacuteodo quiere hablar del inicio en sentido radical

Mientras que los poemas homeacutericos se mueven en un tiempo indetermina-

do en el ancho campo del eacuterase una vez sin relacioacuten alguna con el pre-

sente ndashcomo apunta Gigon- la Teogoniacutea se cuestiona por el comienzo de

un proceso que desemboca en el presente desde el que se plantea la pre-

gunta en un sentido claramente protofilosoacutefico Hesiacuteodo no se pegunta

pues por lo maacutes remoto histoacutericamente sino por el principio de lo que

existe pregunta que seraacute retomada por los presocraacuteticos como es sabido a

la que responden que el punto de partida del cosmos es la laquonaturalezaraquo

(φύσις)321

Al principio por tanto fue el Caos un abierto y confuso espacio va-

ciacuteo del que proceden la Tierra y las potencias de las tinieblas las cuales a

su vez engendraron a las potencias de la luz punto en el cual Urano y Gea

inauguran la Teogoniacutea puesto que hasta entonces estamos simplemente an-

te una cosmogoniacutea El principio activo de este proceso que permite la pro-

creacioacuten entre los seres es Eros el amor un impulso a medio camino entre

la razoacuten y la voluntad entre lo conceptual y lo personal que alienta en el

pecho de los dioses y de los hombres y mantiene en curso el devenir del

mundo En efecto Tierra y Eros simbolizan dos tipos absolutamente distin-

tos de poderes superiores uno atantildee a las cosas que el ser humano no pue-

de controlar en su exterior otro a las que no puede controlar en su inte-

320 Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 116ss 321 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 23-24

222

rior322 Hay que tener en cuenta pues que el relato eacutepico entrelaza las fuer-

zas impulsoras de la vida tanto externas como internas esparcidas aquiacute y

allaacute en un mismo teacutermino dioses Si bien hay que sentildealar que los dioses

aunque tienen los mismos nombres que en Homero presentan en Hesiacuteodo

un caraacutecter muy diverso

laquoMientras que la divina aristocracia homeacuterica que gobierna el mundo con

mayor o menor arbitrariedad se nos presenta siempre en movimiento lo

divino hesioacutedico se nos presenta aunque diferenciado en miles de confor-

maciones como algo fijo y permanente en el mundo llegado a su estado

actual Los dioses son poderes coacutesmicos y eacuteticos de los que el poeta se sa-

be dependiente y ante los que se inclina con el maacutes profundo respeto Por

eso pasan a uacuteltimo teacutermino sus rasgos humanosraquo323

En este sentido el poeta pone mucha confianza en el gobierno divino

del mundo y ante todo en la justicia de Zeus que todo lo vigila y al que na-

da se le escapa a pesar de la miseria del mundo De hecho toda la persona-

lidad que en comparacioacuten con Homero pierden el resto de los dioses oliacutem-

picos se antildeade en cierto sentido a Zeus Noacutetese que sus esposas son Μῆτις

(prudencia) y Θέμις (ley de la naturaleza) y que las hijas de eacutesta son Εὐ-

νομία (orden) Δίκη (justicia) y Εἰρήνη (paz) con lo que queda delimita-

da la esencia de Zeus y su regimiento del mundo Hesiacuteodo por tanto tiene

322 El principio reactivo por su parte es Eris (Discordia) que se encuentra escindida

por el poeta en dos esencias una mala que produce la lucha y la guerra y otra buena

que promueve el trabajo y el bienestar por la sana competencia Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea

ed cit 225-226 La pareja eroseris recuerda inevitablemente a las fuerzas coacutesmicas

que mueven el mundo seguacuten Empeacutedocles (cfr 31 B 9 DK B 17 B 23 B 35 etc) 323 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 39

223

una firme confianza en un orden moral del mundo que parte de Zeus y tiene

que realizarse entre los hombres

laquoA primera vista el poema entero podriacutea ser tomado como un canto a la

alabanza de Zeus En planos maacutes generales su estructura corresponde a la

de un himno a los dioses con la historia de su nacimiento y con la hazantildea

en la que la divinidad se acredita (la Titanomaquia) como elementos cen-

trales El poema se cierra con el comienzo del reinado de Zeus creador y

amante de la paz y la justiciaraquo324

Esto da como resultado el cuadro de un orden universal en el que to-

do estaacute exactamente repartido y se limita y contiene mutuamente Nos en-

contramos ante otra de las caracteriacutesticas que haraacute suya la venidera filoso-

fiacutea el ser verdadero es un ser con orden en el que todo estaacute relacionado

con todo y cada uno realiza su papel correspondiente No se olvide que en

la narracioacuten figura un viaje del caos al cosmos pero no por medio de la

324 Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 25 Gigon destaca ade-

maacutes el aroma monoteiacutesta que recorre en cierto sentido el poema por un lado se invita a

la fe en Zeus por otro se recalca su importancia puesto que de eacutel depende todo lo de-

maacutes No obstante Zeus no es el sentildeor desde el principio sino el tercero en la escala de

sucesioacuten tras Urano y Cronos salvaacutendose de ser devorado por este uacuteltimo por una co-

nocida artimantildea Aquiacute radica la vertebracioacuten dramaacutetica del poema cuyo caraacutecter perso-

nal lo eleva a la categoriacutea de traacutegico por cuanto Croacutenos a pesar de intentar cambiar su

destino ndashque era ser derrocado por su hijo- no pudo esquivarlo y Zeus tuvo que luchar

y utilizar la inteligencia para conquistar el suyo alzaacutendose finalmente con el poder so-

bre los dioses Por otro lado la llamada laquomaldicioacuten de las generacionesraquo que vienen a

la vida por una culpa necesaria y por ella perecen tambieacuten recuerda sin duda a Anaxi-

mandro quien consideraraacute necesaria una justa retribucioacuten de la injusticia seguacuten el man-

dato del tiempo (cfr 12 B 1 DK)

224

lucha de unos dioses contra otros sino por la generacioacuten de unos a partir de

otros y la separacioacuten del mundo en partes distintas y bien diferenciadas En

el ordenamiento que aquiacute se impone por tanto los dioses no luchan recor-

dando rituales de soberaniacutea sino que se generan unos a otros o se segregan

y sus nombres recuerdan ya a elementos naturales

Como dice Vernant se reconoceraacute en esta versioacuten del mito la estruc-

tura de pensamiento que sirve de modelo a toda la fiacutesica jonia a) En el co-

mienzo existe un estado de indistincioacuten en el cual nada se diferencia b) De

esta unidad primordial brotan por segregacioacuten parejas de contrarios (ca-

liente y friacuteo seco y huacutemedo) que van a diferenciar en el espacio cuatro re-

giones el cielo de fuego el aire friacuteo la tierra seca y el mar huacutemedo c)

Los contrarios se conectan e interactuacutean cada uno triunfando alternativa-

mente sobre los otros conforme a un ciclo por siempre renovado en los fe-

noacutemenos meteoroloacutegicos en la sucesioacuten de las estaciones en el nacimiento

y la muerte de todo lo que vive plantas animales y hombres325

Hesiacuteodo en suma prescribe un traacutensito sin retorno del caos al cos-

mos pues la consecucioacuten de eacuteste en la realidad conllevaba la progresiva de-

saparicioacuten de aqueacutel realidad que por otra parte resultaba desde ese mo-

mento totalmente emparentada jerarquizada y moralizada 325 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y pensamiento en la Grecia Antigua ed cit pp 338-

339 Cfr Cornford Francis M De la religioacuten a la filosofiacutea Barcelona Ariel 1984

cap I (trad cast Antonio Peacuterez) En este capiacutetulo Cornford explica coacutemo la estructura

de los mitos de Hesiacuteodo en la Teogoniacutea se mantiene en las teoriacuteas de los primeros filoacute-

sofos rechazando eacutestos solamente el recurso a lo sobrenatural y la aceptacioacuten de la con-

tradiccioacuten a excepcioacuten de Heraacuteclito Destaca tambieacuten la influencia educativa de los

poetas en la constitucioacuten y posterior desarrollo de la civilizacioacuten griega y analiza por

uacuteltimo coacutemo algunos de los conceptos que seraacuten fundamentales posteriormente en la fi-

losofiacutea (destino justicia naturaleza ley dios alma etc) proceden directamente del

pensamiento miacutetico-religioso

225

A este respecto recuerda Nestle que en este contexto no hay creacioacuten

desde la nada idea imposible para un griego ni por tanto tampoco senti-

miento de criatura en el hombre

laquoEl griego no conoce maacutes que una transicioacuten a partir del caos estado auacuten

desordenado de los elementos hacia un orden universal el cosmosraquo326

Una vez dicho esto parece que la criacutetica de Heraacuteclito se centra esen-

cialmente en la relacioacuten que establece Hesiacuteodo entre los contrarios tanto a

nivel particular (noche-diacutea) como general (caos-cosmos)327 El primer as-

pecto queda recogido en la conocida metaacutefora de la laquopuertaraquo seguacuten Hesiacuteo-

do cuando el diacutea va a entrar en casa la noche se dirige hacia la salida y

nunca estaacuten ambos en casa sino que se encuentran en el umbral de la puer-

326 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 21 327 Sin duda el caos es el elemento laquonaturalraquo maacutes difiacutecil de definir y Hesiacuteodo apenas ha-

ce algunas alusiones al mismo La primera resulta solemne subrayando su importancia

en la cosmogeacutenesis Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 114-115 Su aspecto oscuro queda

patente cuando se atisba su progenie ldquoEacuterebo y la negra Nocherdquo (ibid 123) Sin olvidar

su epiacuteteto maacutes propio ζοφερός (tenebroso ibid 814) en clara conexioacuten con ζόφος

(oscuridad tinieblas ibid 729) Tambieacuten se relacionan estos teacuterminos en 653 y 658

cuando se evoca el retorno a la luz por obra de Zeus de los Hecatoacutenquiros laquodesde el fon-

do de las oscuras tinieblasraquo (ὑπὸ ζόφου ἠερόεντος) De este modo se nos da la sus-

tancia que lo conforma ἀήρ (bruma niebla oscuridad) agregado a su condicioacuten de ca-

vidad u oquedad que la etimologiacutea de la palabra aporta Cfr Martiacuten Garciacutea Joseacute A

ldquoLos mitos griegos de la creacioacuten La cosmogoniacuteardquo en Cuadernos de filologiacutea claacutesica

8 (1998) pp 110-111 Cfr Kirk G S Raven J E Schofield M op cit pp 46-7

Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 31-33 Para un estudio

completo sobre el teacutermino laquocaosraquo cfr Martiacutenez Nieto Roxana La aurora del pensa-

miento griego ed cit pp 27-48

226

ta en el liacutemite Uno ofrece a los hombres su luz penetrante la otra les lleva

en sus brazos el Suentildeo hermano de la Muerte envuelto en densa niebla328

Heraacuteclito se hace eco de este texto en B 57 DK

laquoiexclMaestro de los maacutes Hesiacuteodo Creen que el que maacutes sabe es eacutel que no

conociacutea el diacutea y la noche Y es que son una sola cosaraquo329

Para Hesiacuteodo la noche era una divinidad primordial hija del caos y

madre del diacutea que dio a luz a toda una serie de divinidades asociadas con

el suentildeo y la oscuridad Pero el discurso de Heraacuteclito que es el mismo que

el de la phyacutesis dice que todo es uno que el diacutea es lo mismo que la noche

(cfr 22 B 50 DK B 67) por eso no podiacutea admitir la primaciacutea o la prece-

dencia de unos contrarios sobre otros ya que eso supondriacutea una separacioacuten

fuerte lo que eliminariacutea la tensioacuten o armoniacutea entre los mismos330

Heraacuteclito establece una relacioacuten similar entre el caos y el cosmos

conceptos opuestos a la vez que complementarios En este sentido se hace

necesaria una vuelta constante al caos entendido como un concepto preloacute-

gico anterior a toda distincioacuten separacioacuten y escisioacuten entre orden y desor-

den El caos estaacute fuera de alcance para la inteligibilidad loacutegica occidental

ya que obliga a los contrarios a anudarse unos con otros Puesto que es in-

328 Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 750ss

329 διδάσκαλος πλείστων Ἡσίοδοςmiddot τοῦτον ἐπίστανται πλεῖστα εἰδέναι ὅστις

ἡμέρην καὶ εὐφρόνην οὐκ ἐγίνωσκενmiddot ἔστι γὰρ ἕν (22 B 57 DK)

330 Entendemos que la controversia de Heraacuteclito con Hesiacuteodo pone de manifiesto la di-

ferencia entre la seguridad de la concepcioacuten mitoloacutegica del mundo y la inseguridad

cuestionante propia de la concepcioacuten filosoacutefica Esta inseguridad se constata en el hecho

de que ninguacuten presocraacutetico eligioacute la tierra como principio antropocoacutesmico decantaacutendo-

se todos ellos por elementos maacutes sutiles y menos soacutelidos

227

determinado se vuelve infinitamente determinable puesto que es indistin-

to posibilita la aparicioacuten simultaacutenea y medida de todas las distinciones

Aunque el teacutermino caos no aparece en ninguno de los fragmentos de

Heraacuteclito no es de extrantildear que eligiera al fuego como imagen de esta con-

fusioacuten creadoradestructora originaria que conforma el mundo por ser el

elemento natural maacutes dinaacutemico e inestable dentro de su estabilidad fuente

de vida y tambieacuten de muerte La propia vida del fuego nace de la muerte de

la materia que estaacute siendo quemada y del oxiacutegeno que lo alimenta Por tan-

to es preciso repensar el caos entendido como fuego siempre-vivo pues se

trata de un concepto que no soacutelo no es contradictorio con la idea de ciclo

sino que ademaacutes permite entender el caraacutecter constructivo y no soacutelo des-

tructivo de la guerra y el desorden coacutesmicos331

El cosmos de Heraacuteclito en suma no es ordenado ni desordenado si-

no ajeno a todo dualismo cerrado332 tampoco se forja en un traacutensito unila-

teral del desorden al orden sino en un ciclo donde ambos se suceden o al-

ternan donde el fuego se prende y apaga seguacuten medidas ya que la propia

naturaleza encierra un principio de organizacioacuten interno independiente de 331 ldquoEl caos no es simple desorden [hellip] hay orden en las apariencas en el mundo consti-

tuido este orden es el del nacimiento-destruccioacuten en su sucesioacuten sin finrdquo Castoriadis

Cornelius op cit p 340 En este sentido ldquoComuacuten es el principio y el fin en el contor-

no de un ciacuterculordquo ξυνὸν γὰρ ἀρχὴ καὶ πέρας ἐπὶ κύκλου περιφερείας (22 B 103

DK trad J-F Pradeau) En efecto principio y fin son lo mismo sin serlo realmente De

igual modo concibe Heraacuteclito la vida de la naturaleza Orden y desorden no son maacutes que

las dos caras de una misma moneda como el resto de los contrarios que se alternan en

el ciclo del tiempo pues ambos aparecen y desaparecen a partir de un estado previo in-

determinado (fuegocaos) que se determina constantemente por mediacioacuten y medicioacuten

del λόγος

332 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit p

115

228

toda instancia trascendente eficiente o teleoloacutegica De este modo la ten-

sioacuten se traduce en conexiones que la guerra se encarga de generarregene-

rar y el λόγος de perpetuar en un juego ciacuteclico incesante e inocente333

II

En el caso de Pitaacutegoras nos limitamos a sentildealar concisamente algu-

nos aspectos relevantes sobre este tema a fin de no reiterar lo expuesto en

333 Para entender este ciclo seguacuten Nietzsche la clave estriba en interpretar la vida a par-

tir de un laquoinstinto de juegoraquo que hace de la existencia un fenoacutemeno esteacutetico no moral o

religioso soacutelo asiacute se puede vislumbrar que semejante nacer y perecer construir y des-

truir estaacuten sumidos en eterna e intacta inocencia Todo devenir es inocente no hay fina-

lidad los contrarios no se consideran aislados o inmutables sino que su fundamento lo

constituye un conjunto de fuerzas en continuo movimiento que genera la posibilidad de

su sentido y su valor Cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los

griegos ed cit sect7 p 68 Al hablar de un juego sobre lo que volveremos se enlazan

las ideas de medida y azar puesto que en todo juego se dan situaciones imprevisibles

nunca se sabe de antemano el resultado final pero su decurso no es caoacutetico sino que es-

taacute sujeto a reglas fijas e inquebrantables De este modo el joven Nietzsche ofrece una

interpretacioacuten alternativa a su concepcioacuten general de Heraacuteclito entendido como el filoacute-

sofo del puro devenir lo que no se sostiene a tenor del papel central del λόγος en su

pensamiento que impone medidas al devenir y al propio cosmos Por otro lado Nietzs-

che no supo ver que tambieacuten el devenir y la lucha confieren estabilidad a lo real aunque

coincidamos con eacutel en la lectura ciacuteclica y amoral del proceso coacutesmico ldquoMe ha quedado

una duda con respecto a Heraacuteclito en cuya cercaniacutea siento maacutes calor y me encuentro de

mejor humor que en ninguacuten otro lugar La afirmacioacuten del fluir y del aniquilar [hellip] el de-

cir siacute a la antiacutetesis y a la guerra el devenir el rechazo radical incluso del concepto mis-

mo de ser ndashen esto tengo que reconocer en cualquier circunstancia lo maacutes afiacuten a miacute en-

tre lo que hasta ahora se ha pensado La doctrina del eterno retorno es decir del ciclo

incondicional infinitamente repetido de todas las cosasrdquo Nietzsche Friedrich Ecce

Homo Madrid Alianza 2001 sect 3 p 79 (trad cast Andreacutes Saacutenchez)

229

relacioacuten a su concepcioacuten de los contrarios Los pitagoacutericos vislumbraron un

parentesco natural entre el hombre y el universo de ahiacute que la tarea de la

filosofiacutea fuera revelar la estructura del mismo para entender lo divino pre-

sente en el alma humana Para ello se necesita la contemplacioacuten entendida

como purificacioacuten o catarsis esto es un esfuerzo teoreacutetico que permita re-

producir en el alma el orden perfecto del cosmos y ndashde ese modo- sintoni-

zar con eacutel Soacutelo asiacute se escapa del ciclo de reencarnaciones y se puede regre-

sar a la naturaleza divina de la que provenimos

La filosofiacutea pitagoacuterica simboliza el triunfo del orden sobre el desor-

den de lo determinado sobre lo indeterminado de lo simple sobre lo com-

plejo destacando especialmente su capacidad para reducir las cosas a medi-

da proporcioacuten y nuacutemero tanto en su estructura interna como en su relacioacuten

con el todo Para expresar esta proporcioacuten que subyace a lo real Pitaacutegoras

utilizoacute ndashcomo hemos visto- el teacutermino armoniacutea (ἁρμονία) que significa

unioacuten ajuste ensamblaje tanto en un contexto fiacutesico como matemaacutetico o

musical334 Homero usoacute esta palabra para referirse a lo que une las diferen-

tes partes de un todo incluso si se trata de la clavija que permite el acopla-

miento de varias cosas entre siacute335 esto presupone una relacioacuten esencial pre-

via entre las partes (una cierta medida o proporcioacuten) que permita su ajuste

puesto que cada una tiene que mantener sus liacutemites respetando los de las

demaacutes para que podamos decir de un todo que es armoacutenico El estudio del

concepto de armoniacutea por tanto remite a otras nociones parejas como or-

den mediacioacuten proporcioacuten o analogiacutea todas ellas vinculadas con la inter-

pretacioacuten filosoacutefica de la naturaleza pero la que estaacute a la base es la idea de

orden de hecho cuando los pitagoacutericos buscaban la clave de la estructura

334 Cfr Chantraine Pierre ldquoἉρμονίαrdquo en op cit p 111

335 Homero Odisea ed cit V 248

230

loacutegica y ontoloacutegica del mundo lo primero que atisbaron fue un orden mate-

maacuteticamente tejido de esto tomoacute buena nota Galileo padre de la fiacutesica mo-

derna336 pero sin olvidar que no estamos ante un descubrimiento exclusivo

del espiacuteritu griego sino que otras muchas culturas como la hinduacute la sume-

ria la egipcia la babilonia o la maya basaron su idea del mundo en un or-

den sostenido por los nuacutemeros todas ellas buscaron ademaacutes las secretas

correspondencias entre el orden coacutesmico y el orden de la vida humana es

decir trataron de encontrar una relacioacuten de proporcioacuten entre ambos337 Po-

siblemente estos significados del teacutermino fueron conocidos por Heraacuteclito

cuya familiaridad con la filosofiacutea pitagoacuterica parece segura si bien debemos

tener presente de queacute tipo de unioacuten (κρᾶσις) estamos hablando en cada ca-

so Independientemente de la traduccioacuten literal del teacutermino acaso maacutes cer-

cana a Pitaacutegoras que a Heraacuteclito resulta evidente que la unioacuten es entendida

por el primero como equilibrio y ajuste mientras que para el segundo se

manifiesta como equipotencia y tensioacuten Dicho de otro modo para uno la

336 Semejante presupuesto queda plasmado en la conocida asimilacioacuten galileana de la

naturaleza con ldquoun libro escrito en caracteres matemaacuteticosrdquo La metaacutefora del libro im-

plica por lo pronto una cierta continuidad de elementos ademaacutes de la necesidad de co-

nocer el idioma en el que estaacute escrito el de las matemaacuteticas para poder comprenderlo

Cfr Galilei Galileo El ensayador I 6 Buenos Aires Aguilar 1981 pp 62-63 (trad

cast Joseacute M Revuelta) 337 Ciertamente los oacuterdenes matemaacuteticos postulados por estas culturas no son iguales

aunque compartan un propoacutesito comuacuten y todos ellos tengan relacioacuten con la astronomiacutea y

un cierto sentido miacutestico En Babilonia por ejemplo se utilizaba un sistema sexagesi-

mal mientras que en Egipto se utilizaba uno decimal Pero hasta los griegos no se dio

una investigacioacuten sistemaacutetica y racional de la naturaleza derivada del surgimiento de

una nueva clase de ciudadanos libres que alejados de los mitos y la religioacuten tradicional

se dedicaron a la vida teoreacutetica Cfr Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar La muacutesica del universo

ed cit p 7

231

armoniacutea neutraliza los contrarios para el otro lo real radica en la contrapo-

sicioacuten misma pues en el momento en que desapareciera la disputa desapa-

receriacutea tambieacuten el cosmos

Como dijo Aristoacuteteles Pitaacutegoras afirmaba que el estado mejor era

aquel en el que las cualidades contrarias se habiacutean mezclado por una ley de

proporcioacuten haciendo desaparecer la tensioacuten y originando asiacute la salud en el

cuerpo la justicia en la poacutelis y el orden en el cosmos Aquiacute estriba la dife-

rencia insalvable entre Pitaacutegoras y Heraacuteclito en el dualismo ontoloacutegico del

primero que conduce ndashen este punto Nietzsche estaacute muy atinado338- a un

dualismo moral desde el momento en que se llaman buenos a unos elemen-

tos (por delimitar el caos) y malos a sus contrarios339

Esta es la lista que nos facilitoacute Aristoacuteteles

laquoLiacutemite - Ilimitado

Impar - Par

Unidad - Pluralidad

Derecho - Izquierdo

338 Seguacuten Nietzsche la trabazoacuten del dualismo moral con el ontoloacutegico que le sirve de

base ha sido la toacutenica en Occidente puesto que al mundo verdadero le corresponden

unos valores propios opuestos a los del aparente ldquopara surgir la moral [hellip] necesita

siempre primero de un mundo opuesto y externordquo Nietzsche Friedrich La genealogia

de la moral Madrid Alianza 1999 p 43 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) 339 ldquoEl pitagorismo de manera distinta a los filoacutesofos jonios estaacute enraizado en los valo-

res la unidad el liacutemite etc aparecen situados en el mismo lado que el bien porque son

buenos mientras que la pluralidad y lo ilimitado son malosrdquo Guthrie W K C Histo-

ria de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 237 Esto lo confirma y suscribe Aristoacuteteles

ldquoComo los pitagoacutericos supusieron el mal es una forma de lo ilimitado y el bien de lo li-

mitadordquo Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco Madrid Gredos 2002 II 6 1106b 29 (trad

cast Julio Palliacute)

232

Masculino - Femenino

Reposo - Movimiento

Recto - Curvo

Luz - Oscuridad

Bueno - Malo

Cuadrado - Oblongoraquo340

Para Heraacuteclito como veremos la realidad expresa una esencial inter-

conexioacuten o sinapsis (σύναψις) esto implica que por un lado no hay pri-

maciacutea ontoloacutegica de unos contrarios sobre otros y por otro que tampoco

hay primaciacutea moral Del mismo modo no se establece ninguacuten tipo de rela-

cioacuten jeraacuterquica ni mezcla entre ellos Ambos son necesarios antagonistas al

tiempo que complementarios Entre ellos no hay maacutes reconciliacioacuten posible

que la eterna tensioacuten Heraacuteclito no entiende la presencia en el cosmos de lo

uno sin relacioacuten a lo muacuteltiple y al reveacutes La propia divinidad como vere-

mos es concebida como la unidad de todas las oposiciones que soacutelo para

el hombre son susceptibles de ser desligadas (cfr 22 B 67 DK B 102) Por

eso no es posible atisbar una preemitencia de la luz sobre la oscuridad sino

una tensa alternancia o una suerte de claroscuro si se nos permite el teacutermi-

no y lo mismo con el resto de pares a los que hace mencioacuten Pitaacutegoras

340 Aristoacuteteles Metafisica ed cit A 5 986a 22ss Sin duda la comprensioacuten de la rea-

lidad atendiendo a parejas de contrarios no es nueva si bien la lista Pitagoacuterica difiere de

otras semejantes porque sus oposiciones no proceden soacutelo de los fenoacutemenos cotidianos

sino que entrelazan estas parejas con otras netamente abstractas de las que probable-

mente proceden y son expresioacuten pues no hay que olvidar que para los pitagoacutericos las

cosas y sus cualidades son ndashen sentido literal- nuacutemeros Cfr Lloyd G E R Polarity

and Analogy Cambridge University Press 1971 pp 94-96 (trad cast Mordf J Maidagaacuten

Madrid Taurus 1987)

233

13 Los astros y el conocimiento del cosmos

Sin duda la observacioacuten de los astros ha sido uno de los principales

estiacutemulos intelectuales en todos los tiempos y culturas El cielo nocturno

cautiva la mente y suscita de inmediato cuestiones sobre el universo su ori-

gen y su funcionamiento cuestiones que no permanecieron en modo alguno

ajenas para los primeros pensadores

laquoComuacuten a todos es esta incomprensible consagracioacuten al conocimiento del

cosmos a la meteorologiacutea como se deciacutea todaviacutea entonces en un sentido

maacutes amplio y maacutes profundo es decir a la ciencia de las cosas de lo al-

toraquo341

Como sentildeala Zubiri el contenido primario de todas estas sabiduriacuteas

es lo que hoy llamariacuteamos astronomiacutea y meteorologiacutea La inmensidad de la

naturaleza justamente se hace presente de un modo especial en los fenoacute-

menos atmosfeacutericos y astronoacutemicos que desencadenan los supremos pode-

res que se ciernen sobre todas las cosas particulares del universo Por otra

parte la teoriacutea ha consistido primariamente en mirar al cielo y a las estre-

llas desde Tales hasta Anaxaacutegoras Sin duda la contemplacioacuten de la boacuteve-

da celeste llevoacute a la primera intuicioacuten abstracta de la regularidad y caraacutecter

ciacuteclico de los grandes movimientos de la naturaleza que ya fue constatada

de un modo empiacuterico con el paso de los diacuteas los meses las estaciones etc

lo que teniacutea una aplicacioacuten directa para la agricultura entre otras cosas Fi-

nalmente la vida y la muerte de los seres vivientes nos remiten al propio

mecanismo de la naturaleza Eacutesta se muestra ndashen estos tres oacuterdenes- a quien

posea la fuerza para descorrer el velo que la oculta (el propio Heraacuteclito dijo 341 Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit 153

234

que ama esconderse) Esta es la verdad que busca este tipo de sabiduriacutea342

Para los presocraacuteticos el orden del mundo y el orden del hombre siempre

han aparecido iacutentimamente relacionados La astronomiacutea ha planteado las

bases para comunicar el autoconocimiento con el conocimiento del mundo

fiacutesico Esto significa que la organizacioacuten del mundo fiacutesico estaacute inscrita en

nuestra propia organizacioacuten viviente el mundo estaacute en nosotros al tiempo

que nosotros estamos en el mundo Asiacute el ritmo coacutesmico de la rotacioacuten de

la Tierra sobre siacute misma que hace alternar el diacutea y la noche se encuentra

en nuestro interior en forma de laquoreloj bioloacutegicoraquo343

Como es sabido el acercamiento inicial del hombre al estudio y con-

templacioacuten de los astros tuvo por un lado un caraacutecter esencialmente praacutec-

tico y econoacutemico desde tiempos inmemoriales conocer la situacioacuten de las 342 La insoacutelita regularidad celeste ha sido una de las cuestiones que maacutes han interesado a

los filoacutesofos de todos los tiempos La naturaleza sigue unas pautas bioloacutegicas que estaacuten

tambieacuten en nuestro interior en cuanto seres naturales por lo que es preciso ajustarnos a

su ritmo para conducirnos mejor y conocer sus leyes para comprendernos mejor puesto

que el parentesco entre el λόγος coacutesmico y el λόγος humano es manifiesto Por otro

lado sintonizar con un orden en el que aparentemente no tiene cabida el azar parece ser

el uacutenico modo de atemperar el elemento aleatorio que constituye a todo ser humano asiacute

como el miedo que produce lo desconocido que nos rodea Cfr Zubiri Xavier ldquoSoacutecra-

tes y la sabiduriacutea griegardquo ed cit p 169 A este respecto cfr Aristoacuteteles Meteoroloacutegi-

cos ed cit 982b 15 343 El ritmo coacutesmico externo de las estaciones es un ritmo que se encuentra en el interior

de los seres vivos (algunas plantas comienzan a secretar su sabia a partir del incremento

de la duracioacuten del diacutea o a partir de la intensificacioacuten de la luz y para la mayor parte de

los animales la primavera desencadena el apareamiento) y nosotros mismos hemos inte-

grado en el interior de nuestras sociedades la organizacioacuten del tiempo solar o lunar que

es el de nuestro calendario y el de nuestras fiestas Por tanto debemos abandonar la vi-

sioacuten laquoinsularraquo del hombre e insertarlo en la naturaleza de donde procede Cfr Morin

Edgar ldquoEl pensamiento ecologizadordquo ed cit pp 2-3

235

estrellas permitioacute el desarrollo de la navegacioacuten y la expansioacuten del comer-

cio mariacutetimo no soacutelo porque el cielo estrellado se convertiacutea en un mapa a

escala coacutesmica sino ademaacutes porque se trataba de un mapa comuacuten e indele-

ble del mismo modo la agricultura la caza el calendario religioso etc es-

taban igualmente relacionados con (regidos por) los ciclos coacutesmicos Pero

por otro lado todo este entramado de ciclos perpetuamente recurrentes des-

pertoacute en el hombre antiguo la conciencia del enorme contraste existente en-

tre la constancia del cosmos y las fluctuaciones de la vida humana Frente a

la precisioacuten y repeticioacuten sin fin de los ciclos se presenta la vida del hombre

como un evento uacutenico azaroso e irrepetible344 No resulta extrantildeo por tan-

to que el pensamiento arcaico (oriental y occidental) coincida en esta pecu-

liar aspiracioacuten a encontrar el modo de ajustar el obrar humano a la norma

divina que prevalece en el cosmos entendida como modelo a seguir y co-

mo phaacutermakon para neutralizar el desconcierto la extrantildeeza y la duda

Ciertamente Heraacuteclito no se dedicoacute minuciosamente a la astronomiacutea

(la mayoriacutea de los fragmentos que se ocupan de este tema son considerados

apoacutecrifos por los doxoacutegrafos con la excepcioacuten de los que mencionan al Sol

ndashpor otra parte algunos de los maacutes interesantes-)345 no obstante tomamos

en este apartado el modelo astronoacutemico como ejemplo que permite com-

prender mejor la iacutentima pero extrantildea relacioacuten que se establece entre los

conceptos de orden y desorden dentro de su pensamiento

344 Cfr Sambursky Samuel op cit pp 74-75 345 Macrobio aporta un bello pero dudoso testimonio a este respecto ldquoEl fiacutesico Heraacuteclito

cree que el alma es una chispa de la esencia astral (Anima scintilla stellaris essentiae)rdquo

(22 A 15 DK) Respetando los criterios de los filoacutelogos para determinar la autenticidad

de un fragmento pensamos que esta afirmacioacuten que el alma estaacute emparentada con la

esencia coacutesmica con el fuego aun a riesgo de estar contaminada por elementos estoi-

cos no incurre en un gran desacuerdo con el conjunto de la filosofiacutea heracliacutetea

236

a) En un primer momento el orden coacutesmico nos asombra por su

aparente desorden por su caprichosa distribucioacuten un espectaacuteculo

bello e inconmensurable de puntos de luz esparcidos al azar (cfr

22 B 124 DK)

b) En un segundo momento lo que pareciacutea pleno desorden adopta

ahora el aspecto de un orden misteriosamente firme e inalterable

cada noche el mismo cielo cada estrella en su lugar cada planeta

errante (pues eso es lo que significa como es sabido el teacutermino

griego πλανητής346) realizando su ciclo nueva y perpetuamente

c) Pero se produce un tercer momento marcado por la reaparicioacuten

del desorden en el orden Se trata de la maravilla de la organiza-

cioacuten de un cosmos que se ordena al mismo tiempo que se desin-

tegra de una armoniacutea que nace de tensiones contrapuestas y que

nos obliga a concebir dialoacutegicamente dos nociones aparentemente

irreconciliables como las de orden y desorden

Lo que verdaderamente asombra cuando se observan los miles de mi-

llones de estrellas que pueblan el cosmos es que no son el producto de nin-

guna organizacioacuten exterior a siacute mismas sino que mediante sus auto-inter-

retro-acciones son capaces de generarse y regenerarse medida e incesante-

mente como sucede con el cosmos de Heraacuteclito (cfr 22 B 30 DK) Estos

tres momentos resumen de un modo sinteacutetico la esencia de la concepcioacuten

heracliacutetea de la naturaleza (y su relacioacuten con el pensamiento natural actual)

es decir el juego cosmogeneacutesico del desorden el orden las interacciones y 346 Cfr Chantraine Pierre ldquoπλανάομαιrdquo en op cit pp 909-910

237

la organizacioacuten que nos permite explorar con herramientas conceptuales

contemporaacuteneas una idea de phyacutesis que ya fue proyectada por los presocraacute-

ticos que encierra en su interior un principio inmanente para su transfor-

macioacuten que se nutre de la inestabilidad el desorden y la tensioacuten para su

constante reorganizacioacuten347 Hoy sabemos que las estrellas son formidables

maacutequinas de relojeriacutea al tiempo que sistemas turbulentos e inestables son

fuego ardiendo en una autoconsumicioacuten perpetua se crean o se autoorgani-

zan a la temperatura de su propia destruccioacuten y viven en la cataacutestrofe con-

tinua El desorden que se gesta en las estrellas produce interacciones que a

su vez permiten los encuentros que se traducen en organizacioacuten los aacuteto-

mos La relacioacuten ordendesordeninteraccionesorganizacioacuten estaacute presente

en todos los fenoacutemenos fiacutesicos complejos donde orden y desorden se nece-

sitan y co-producen mutuamente mantienen una relacioacuten geneacutesica y soli-

daria Y la geacutenesis no ha cesado pues estamos en un universo que se sigue

forjando en un universo en expansioacuten

14 Una lectura actual de 22 B 124 DK

sect 1 Nota criacutetica sobre caos cosmos y azar en el mundo griego

A diferencia del cosmos de los milesios la tensioacuten ambivalente se

hace esencial para Heraacuteclito El fragmento 124 sobre el que volveremos

presenta el cosmos como un montoacuten de basuras esparcidas al acaso Pero

despueacutes de reducirlo a desperdicios desordenados lo recupera como proce-

347 Cfr Morin Edgar El Meacutetodo I La naturaleza de la naturaleza ed cit pp 75ss

Sobre esto volveremos

238

so eterno sometido a un orden inapelable que no ha sido creado por dioses

ni hombres Por otra parte este cosmos de apariencia caoacutetica es el maacutes be-

llo es λόγος y es φύσις348 La riqueza de este texto exige en primer lu-

gar hacer algunas aclaraciones conceptuales Normalmente tenemos pro-

pensioacuten a identificar el cosmos con el orden y la necesidad y el caos con el

desorden y el azar acaso por efecto de la metafiacutesica platoacutenica de la que sin

duda somos herederos Ahora bien son numerosas las propuestas de la fiacutesi-

ca contemporaacutenea que retornan a los presocraacuteticos para invitarnos a susti-

tuir los pares de opuestos mutuamente excluyentes (caoscosmos azarne-

cesidad etc) por la relacioacuten retro-activa entre dos conceptos complemen-

tarios a la vez que antagonistas pero siempre inseparables ordendesorden

mucho maacutes intensos y tambieacuten maacutes extensos que las parejas arriba sentildeala-

das ya que el azar no es maacutes que una cara del desorden pero no la uacutenica y

lo mismo sucede con la relacioacuten entre la necesidad y el orden349 Y todo

ello en aras de una visioacuten maacutes compleja de lo real capaz de integrar todos

sus ingredientes no sin dificultad pero al menos sin omisiones

1 El teacutermino Caos (del griego χάος350 abismo) procede del verbo

χαίνω abrir la boca abrirse la tierra abrirse una herida Este

concepto adquiere su sentido esencial en un contexto miacutetico-reli-

gioso donde se entiende como desorden originario en oposicioacuten

al orden Caos define el estado primordial del mundo anterior a

toda organizacioacuten que consiste en la absoluta indistincioacuten mate-

348 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit p 90 349 Cfr Monod Jacques El azar y la necesidad Ensayo sobre la filosofiacutea natural de la

biologiacutea moderna Barcelona Barral 1963 pp 125-128 (trad cast Francisco Ferrer)

350 Cfr Chantraine Pierre ldquoχάοςrdquo en op cit p 1246

239

rial y que constituye el punto de partida de toda ordenacioacuten y dis-

tincioacuten posterior normalmente bajo la forma de pares de opues-

tos351 No cabe duda de que la visioacuten predominante de este teacutermi-

no a lo largo de la historia ha sido la platoacutenica laquoComo el dios

queriacutea que todas las cosas fueran buenas y no hubiese en lo posi-

ble nada malo tomoacute todo cuanto es visible que se moviacutea sin re-

poso de manera caoacutetica y desordenada y lo condujo del caos al

orden porque pensoacute que eacuteste es en todo sentido mejor que aqueacutel

Pues al oacuteptimo soacutelo le estaba y le estaacute permitido hacer lo maacutes be-

lloraquo352 Este texto no soacutelo moraliza lo real diciendo que el reposo

y el orden son buenos mientras que el cambio y el desorden son

malos sino que ademaacutes apunta a un proceso lineal e irreversible

del desorden al orden El demiurgo platoacutenico no es propiamente

de todos es sabido una divinidad que acometa una creatio ex ni-

hilo sino una dios ordenador de la materia que media entre dos

realidades eternas es decir un dios-artesano que configura el uni-

351 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los pensadores griegos ed cit p 19 Sobre el

sentido del teacutermino en Hesiacuteodo cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit IV 1 208b 31

352 βουληθεὶς γὰρ ὁ θεὸς ἀγαθὰ μὲν πάντα φλαῦρον δὲ μηδὲν εἶναι κατὰ

δύναμιν οὕτω δὴ πᾶν ὅσον ἦν ὁρατὸν παραλαβὼν οὐχ ἡσυχίαν ἄγον ἀλλὰ

κινούμενον πλημμελῶς καὶ ἀτάκτως εἰς τάξιν αὐτὸ ἤγαγεν ἐκ τῆς ἀταξίας

ἡγησάμενος ἐκεῖνο τούτου πάντως ἄμεινον θέμις δrsquo οὔτrsquo ἦν οὔτrsquo ἔστιν τῷ

ἀρίστῳ δρᾶν ἄλλο πλὴν τὸ κάλλιστονmiddot Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) ed cit

30a Como dijo Aristoacuteteles ldquoLa doctrina de las ideas se les ocurrioacute porque estaban con-

vencidos de los razonamientos de Heraacuteclito sobre la verdad que todas las cosas sensi-

bles estaacuten en perpetuo fluir y por tanto si ha de haber ciencia y conocimiento de algo

tendraacute que haber otras naturalezas permanentes aparte de las sensiblesrdquo Aristoacuteteles Me-

tafiacutesica ed cit Μ 4 1078b 12-16

240

verso tomando como modelo las ideas por eso el mundo ha de re-

sultar necesariamente bueno bello y verdadero

2 El concepto de Orden (del latiacuten ordo) recordamos hace referen-

cia a la relacioacuten que se establece entre diversos elementos seguacuten

un principio de disposicioacuten En el mundo antiguo este concepto

(κόσμος353) teniacutea unas connotaciones esencialmente ontoloacutegicas

orden era lo opuesto a caos es decir lo sometido a λόγος (nor-

ma medida y razoacuten) y que puede por ende ser comprendido por

el entendimiento humano En este sentido el orden deviene con-

dicioacuten de inteligibilidad de lo real ya que implica las nociones de

regularidad y legalidad Parece que debemos el primer uso en

sentido teacutecnico de este teacutermino a Anaximandro quien concibioacute el

proceso cosmoloacutegico como un proceso ordenado y comprensible

a partir de lo indeterminado en justa retribucioacuten de su injusticia

seguacuten el mandato del tiempo (cfr 12 A 9 DK 12 B 1 DK) aun-

que eacutel no hable de un mundo sino de innuacutemeros mundos posibles

(κόσμους) Heraacuteclito utilizoacute tambieacuten este teacutermino en sentido teacutec-

nico en 22 B 30 DK Pero el auteacutentico punto de transicioacuten entre

los pensadores jonios y Platoacuten lo encontramos sin duda como re-

conoce Aristoacuteteles en Anaxaacutegoras quien afirmoacute que del caos ori-

ginario se pasa al cosmos mediante la intervencioacuten del noucircs in-

dependiente de la materia y extraordinariamente sutil Aristoacuteteles

celebroacute la separacioacuten que establecioacute el pensador de Clazoacutemenas

entre la causa eficiente y la causa material pero se lamentoacute como

353 Cfr Guthrie William KC Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 114-

115

241

habiacutean hecho Soacutecrates y Platoacuten del exiguo papel que otorgaba

Anaxaacutegoras al noucircs dentro de su cosmologiacutea ya que su participa-

cioacuten se reduciacutea a la puesta en marcha del cosmos cosmos que

una vez en movimiento se podiacutea explicar por siacute mismo debido a

sus constancias y regularidades De esta manera el teleologismo

inicial desembocoacute en un mecanicismo final que alejaba su posi-

cioacuten de la aristoteacutelica al mismo tiempo que acercaba el noucircs al

aacutepeiron de Anaximandro y al loacutegos de Heraacuteclito con la salvedad

de que para eacutestos no hay sujeto mediador sino que el movimiento

es estructural interno y surge de la propia oposicioacuten354

3 El teacutermino Azar (del aacuterabe az-zahr ldquojuego de dadosrdquo) por su par-

te fue entendido generalmente por los griegos como sinoacutenimo de

casualidad (αυτόματον) es decir interferencia de series causa-

les independientes pero tambieacuten como suerte (τύχη) al relacio-

narlo con un evento bueno o malo para el ser humano que tantas

veces aparece en la obra de los poetas traacutegicos355 Propiamente

llamamos azar a la incertidumbre (cuando nos situamos en un

contexto epistemoloacutegico) o a la indeterminacioacuten (cuando nos si-

tuamos en un contexto ontoloacutegico) Esto puede deberse principal-

mente a dos motivos incertidumbre e indeterminacioacuten provoca-

das por un desconocimiento de la causa de un suceso o bien por-

que sospechemos que dicho suceso carece de causa aparente La

respuesta de la ciencia occidental a este fenoacutemeno fue la procla-

macioacuten de un determinismo universal donde no habiacutea lugar para

354 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 984b 11s 355 Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit II 6 197b-198a

242

el azar No obstante encontramos ya en la antiguumledad una teoriacutea

que articula el azar y la necesidad de un modo admirable con una

pretensioacuten no menos admirable dar cabida a la libertad humana

Nos referimos a Epicuro y a su inclusioacuten del concepto de pareacuten-

klisis o posibilidad de una declinacioacuten o desviacuteo (κλίσις) en la caiacute-

da de los aacutetomos (no debido a ninguna causa) dentro del universo

mecanicista de Leucipo y Demoacutecrito356

Evidentemente la ciencia y la filosofiacutea no han permanecido extrantildeas

a la infinita complejidad de lo real pero su voluntad ha sido laquodominadoraraquo 356 Justamente nos movemos dentro de la interpretacioacuten de Epicuro que hace Lucrecio

Cfr Lucrecio ldquoDeclinacioacuten de los aacutetomosrdquo ldquoEl libre albedriacuteordquo en De la naturaleza II

216-285 Barcelona Bosch 1993 pp 173-177 (trad cast Eduardo V Fiol) Cuando

Heraacuteclito dice que el cosmos son desperdicios sembrados al azar que configuran no

obstante el maacutes bello orden no se estaacute refiriendo a un azar real como el que postulan

los atomistas sino aparente El sabio comprende que existe un orden invisible que ajus-

ta la naturaleza en su conjunto a pesar de las apariencias Posiblemente tome la imagen

del cielo estrellado como hemos sentildealado que si se observa una primera vez parece

estar esparcido al acaso pero en una segunda observacioacuten se advierten muacuteltiples cons-

tantes y regularidades Si su azar corresponde con uno de los tipos propuestos por Aris-

toacuteteles que no parece el caso estaacute claro que ha de ser con la laquocasualidadraquo puesto que la

laquosuerteraquo se refiere exclusivamente al ser humano De este modo si no se observa la na-

turaleza desde un punto de vista global atando los cabos de todas las conexiones posi-

bles a simple vista puede parecer caoacutetica o azarosa pero esto soacutelo es ndashpara Heraacuteclito-

un rasgo fenomeacutenico de un entramado maacutes profundo El propio Aristoacuteteles dice ldquoin-

cluso aunque se concediese que la casualidad es la causa del cielo seriacutea necesario que la

inteligencia y la naturaleza fuesen antes causas no soacutelo de muchas otras cosas sino tam-

bieacuten de este universordquo lo que concuerda con la preeminencia que Heraacuteclito concede al

λόγος sobre el orden y el desorden y el resto de pares contrarios Cfr Aristoacuteteles Fiacute-

sica ed cit II 6 198a 12-14

243

y laquopolicialraquo dominadora del caos el desorden y el azar policial si se nos

permite la metaacutefora porque se han convertido en funcionarias de la ley y el

orden ocupaacutendose de silenciar todo aquello que no podiacutea ser aprehendido

por esa ley o ese orden Como sentildealoacute Nietzsche y despueacutes Rosset la histo-

ria de la filosofiacutea occidental comienza con un acta de duelo la desapari-

cioacuten de las nociones de azar desorden y caos357

El primer testimonio de ello es este texto de Anaxaacutegoras

laquoTodas las cosas estaban juntas luego sobrevino la mente (νοῦς) y las or-

denoacuteraquo (59 A 42 DK)

Desde entonces todo saber que se llame y pretenda ser llamado filo-

soacutefico deberaacute colaborar en la ingente tarea de constatar el orden subyacente

al aparente desorden de lo real asiacute como en la extincioacuten del fuego de la in-

certidumbre y el azar de las entrantildeas mismas del pensamiento humano Di-

cho de otro modo la filosofiacutea occidental siempre ha precisado la utilizacioacuten

de tratamientos inmunoloacutegicos maacutes o menos conscientes contra la incerti-

dumbre (que usualmente concluyen con el recurso a otro mundo ndashel mundo

verdadero distinto del aparente o fenomeacutenico) El principio de no-incerti-

dumbre por contraposicioacuten al ceacutelebre principio enunciado por Heisenberg

o paradigma del orden en suma ha regido no soacutelo la filosofiacutea occidental si-

no tambieacuten su ciencia Pero si el orden opera como principio en este para-

digma esto quiere decir que nos encontramos ante un concepto indemostra-

ble a partir del cual podemos demostrarlo todo Desde la eacutepoca arcaica

357 Cfr Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit sect12 p 113 Cfr

Rosset Cleacutement Loacutegica de lo peor Elementos para una filosofiacutea traacutegica Barral

Barcelona 1976 p 9 (trad cast Francisco Monge)

244

tanto la ciudad (πόλις) como el universo (κόσμος) posiblemente por ana-

logiacutea se caracterizaron por conceder la primaciacutea al orden frente al desor-

den Orden y caos por definicioacuten se excluiacutean mutuamente azar y necesi-

dad tambieacuten y muy pocos planteamientos desde Platoacuten hasta principios del

siglo XX han podido ponerlos en comunicacioacuten es decir sustituir el monoacute-

logo del orden por el diaacutelogo ordendesorden

Como es sabido Platoacuten auspicioacute en la Repuacuteblica el predominio de la

metaacutefora de la luz en la filosofiacutea occidental frente a la oscuridad asociada

con el desorden lo irracional y lo inconsciente358 Ciertamente no pensaba

que el orden pudiera surgir del desorden sin la intervencioacuten exterior de un

demiurgo que trasladase los modelos y las formas a la materia Ahora bien

si el orden es previo al desorden estamos postulando que es anterior a la

propia phyacutesis pues deriva como hemos visto directamente de las ideas

(eternas y preexistentes que configuran la verdadera realidad) en el mis-

mo sentido en que Newton definiraacute las leyes universales de la fiacutesica (eter-

nas y preexistentes por la voluntad divina) Esto no soacutelo impide relacionar

caos y cosmos como hace Heraacuteclito (aunque justamente no aparezca tema-

tizado como tal en sus sentencias conservadas) sino que ademaacutes abre un

abismo insalvable (χωρισμός) entre el mundo aparente y el mundo verda-

dero entre el mundo ilusorio y el mundo real Otra consecuencia de este

planteamiento es la eliminacioacuten del caraacutecter dinaacutemico de la naturaleza que

358 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit VI 509 d-e En esta misma liacutenea

encontramos pasajes en otros diaacutelogos v gr cfr Platoacuten Filebo (Diaacutelogos vol VI) ed

cit 28d-e (trad cast Mordf Aacutengeles Duraacuten) Cfr Platoacuten Las leyes VIII-XII (Diaacutelogos vol

IX) Madrid Gredos 1999 X 889 a-c (trad cast Francisco Lisi) Este detalle no escapoacute

a la criacutetica nietzscheana de la cultura occidental por eso en Ecce Homo se denuncia la

ldquosobreabundancia de luzrdquo de las filosofiacuteas de corte platoacutenico que ignoran los aspectos

oscuros e irracionales de lo real Cfr Nietzsche Friedrich Ecce Homo ed cit p 114

245

es a la par generativo y regenerativo poeacutetico y auto-poeacutetico en sentido eti-

moloacutegico pues la naturaleza es por definicioacuten aquello que produciendo se

produce y se re-produce como asumieron serena y traacutegicamente la gran

mayoriacutea de los presocraacuteticos359

sect 2 Sobre la inseparabilidad ordendesorden

Tras haber despertado de su largo suentildeo unificador como hemos

visto la ciencia ha llegado a ser maacutes permeable a otros aacutembitos del saber

abandonando su tradicional oacuteptica unidimensional por otra esencialmente

abierta y multidimensional para reconocer como preludioacute Heraacuteclito que

pensar no es servir al orden ni al desorden sino servirse del orden y del

desorden que pensar no es apartar lo irracional y lo inconcebible sino tra-

bajar a pesar con y contra lo irracional y lo inconcebible Edgar Morin lo

ha expresado contundentemente orden y desorden separados son metafiacutesi-

cos absolutos excluyentes pero unidos son fiacutesicos relativos respectivos

en una firme invitacioacuten a resituar dentro del espacio filosoacutefico estos dos

conceptos que como ya intuyeron los presocraacuteticos son inseparables si se

quiere pensar en profundidad la relacioacuten entre lo uno y lo muacuteltiple entre lo

visible y lo invisible entre la vida y la muerte360

El paradigma orden-desorden es el maacutes nuevo afirma G Balandier

si atendemos a sus representantes en las ciencias actuales pero tambieacuten es

el maacutes antiguo si atendemos a sus representantes en la aurora de la filoso- 359 Cfr Escohotado Antonio De phyacutesis a poacutelis La evolucioacuten del pensamiento filosoacutefico

griego desde Tales hasta Soacutecrates Barcelona Anagrama 1995 p 25 360 Cfr Morin Edgar ldquoOrden desorden complejidadrdquo en Ciencia con consciencia ed

cit p 106

246

fiacutea occidental entre los que se encuentra Heraacuteclito361 Para el jonio el des-

orden es geneacutesico alliacute donde los elementos del cosmos no carecen de una

relacioacuten inmanente (armoniacutea) asiacute la idea de ciclo estacional o coacutesmico en-

trelaza las ideas de vida y muerte de generacioacuten y regeneracioacuten362 Soacutelo

podraacute adjetivar al desorden como destructor de un modo aparente quien

no contemple el universo desde el punto de vista de la unidad de los opues-

tos o quien postule un universo ndashcomo Homero- en el que paradoacutejicamen-

te desapareciera la contienda la discordia la tensioacuten el movimiento es

decir en el que los elementos que lo constituyen se disociaran dejaran de

ser respectivos desligando la multiplicidad-unidad de lo real visible de la

unidad-multiplicidad de lo real invisible Heraacuteclito lo expresa con un texto

del que se desprende una potencia irrefutable

laquoEl maacutes bello orden-del-mundo (κόσμος) desperdicios sembrados al azar

(εἰκῇ)raquo363

Posiblemente se pudiera hacer un comentario ndashy una enmienda- a la

historia de la filosofiacutea occidental partiendo de este fragmento Lo que se

pone en juego no es la cosmogeacutenesis puesto que el mundo es eterno (fuego

siempre-vivo) sino la forma correcta de pensardecir el cosmos (que se en-

ciende y apaga en un ciclo perpetuo) El maacutes bello orden-del-mundo afir-

361 Cfr Balandier Georges El desorden La teoriacutea del caos y las ciencias sociales

Elogio de la fecundidad del movimiento Barcelona Gedisa p 42 (trad cast Beatriz

Loacutepez) 362 ldquoHeraacuteclito supo formular mejor que nadie el tema del antagonismo constructor nom-

brando las parejas cuya contradiccioacuten explica la condicioacuten humana y la condicioacuten coacutes-

micardquo Ramnoux Cleacutemence op cit p 6

363 ὥσπερ σάρμα εἰκῇ κεχυμένων ὁ κάλλιστοςmiddot ὁ κόσμος (22 B 124 DK)

247

ma Heraacuteclito uniendo las ideas de orden y azar por un lado y de belleza y

desperdicios por otro se enciendeapaga por medio de encuentros aleato-

rios y movimientos desordenados a partir de una lucha entre elementos en-

contrados Ahora bien que los encuentros parezcan aleatorios no implica

que en el fondo lo sean puesto que se encuadran dentro de una unidad pre-

via y radical que da unidad al devenir coacutesmico de la que son manifestacio-

nes y que se encarga de imponer medidas a todo este proceso dando lugar

a un orden estable siendo ella misma inconmensurable Dicho de otro mo-

do el cosmos heracliacuteteo nace o se organiza al tiempo que muere o se desin-

tegra debido a las inter-retro-acciones entre ordendesorden esto es entre

todos los contrarios procuradas por la discordia y la guerra incesante que

se integran en una organizacioacuten-en-ciclo con movimiento perpetuo pero

acompasado (como el kykeṓn) Se trata de un gran juego cosmoloacutegico don-

de orden desorden y organizacioacuten se co-producen simultaacutenea y reciacuteproca-

mente como veremos por medio de las interacciones entre los contrarios

Decimos juego porque hay piezas de juego tablero de juego reglas de jue-

go y el azar de las distribuciones y los encuentros (cfr 22 B 52 DK)364

En un contexto heracliacuteteo no se puede aislar a ninguno de estos cua-

tro elementos pues cada uno adquiere su sentido en su relacioacuten con los de-

maacutes Las interacciones (conexiones tensioacuten) son inconcebibles sin desor-

den (pugna enantioloacutegica y dinaacutemica) pero el orden y la organizacioacuten (ar-

moniacutea cosmos) son inconcebibles sin interacciones De los cuatro pensados

conjuntamente deriva un concepto molecular ndashacuntildeado por Morin- que nos

permitiraacute estudiar la filosofiacutea de Heraacuteclito sin suprimir su estructura dinaacute-

mica por cuanto expresan ndashmutatis mutandis- las distintas caras del λόγος

(oposicioacuten dinamismo conexioacuten y armoniacutea)

364 Sobre esto volveremos

248

desorden rarr interaccioacuten rarr orden rarr organizacioacuten365 |_______________________________|

Esta herramienta conceptual no nos proporcionaraacute la clave del cos-

mos pero nos permitiraacute dialogar y negociar con el misterio del mismo de

un modo maacutes abierto y menos dogmaacutetico Dentro del bucle no se da una

permutacioacuten entre un teacutermino simple (orden) y otro teacutermino simple (desor-

365 Obviamente soacutelo buscamos una analogiacutea (del desorden y la interaccioacuten tambieacuten na-

ce el orden y la organizacioacuten en Heraacuteclito) pero estos conceptos morinianos pertenecen

a un marco estrictamente contemporaacuteneo Ademaacutes en Heraacuteclito no hay novedades cua-

litativas en el proceso dinaacutemico que permite el paso del desorden al orden por eso no

aludimos a las teoriacuteas de H Atlan o R Thom que desde distintas perspectivas tienen ndash

como es sabido- cierta afinidad con el planteamiento del jonio (aunque no lo tienen co-

mo presupuesto como en el caso de Morin) La conjuncioacuten de las observaciones astro-

noacutemicas y las teoriacuteas microfiacutesicas ha permitido alcanzar una visioacuten coherente de la geacute-

nesis organizacioacuten y devenir de nuestro universo que se ha formado en el desorden y

se ha organizado en una desintegracioacuten generalizada Sin embargo no es el desorden el

que a partir de ahora sucede al orden Es una dialoacutegica compleja (a la vez complementa-

ria concurrente y antagonista) entre ordendesorden sin relegar ni reducir uno al otro

en la que interviene desde la formacioacuten de los aacutetomos hasta las galaxias otro teacutermino

clave la organizacioacuten Asiacute el universo no es ya concebible seguacuten un uacutenico principio de

orden debe ser concebido en y por los constrentildeimientos leyes aacuteleas que determinan las

interacciones entre sus elementos es decir seguacuten un juego recursivo entre ordendesor-

deninteraccionesorganizacioacuten El universo no sigue un plan previo Al contrario su or-

den y su organizacioacuten se construyen a partir de una gran deflagracioacuten en la agitacioacuten y

la turbulencia seguacuten encuentros aleatorios unos colisiones y choques otros colusio-

nes y asociaciones (que seguacuten la distancia y la naturaleza de las entidades que se ecuen-

tran obedeceraacuten a leyes gravitacionales electromagneacuteticas nucleares deacutebiles o fuertes)

Para ampliar la geacutenesis y evolucioacuten de este macroconcepto cfr Morin Edgar El meacuteto-

do I La naturaleza de la naturaleza ed cit pp 60-103 Cfr Morin Edgar ldquoLa rela-

cioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo ed cit pp 1-2

249

den) entre un teacutermino absoluto (orden) y otro teacutermino absoluto (desorden)

sino que hay que buscar la inteligibilidad en la interaccioacuten y no en la exclu-

sioacuten Para concebir la complejidad de esta relacioacuten hay que considerar la

complejidad de cada uno de los teacuterminos por separado El universo hera-

cliacuteteo no estaacute constituido uacutenicamente a pesar del desorden sino tambieacuten

por y en el desorden La discordia (desorden contienda guerra) estaacute en to-

das partes en accioacuten permitiendo encuentros y desencuentros de los que

nace la maacutes bella armoniacutea el maacutes bello cosmos No se trata de realizar una

apologiacutea del desorden sino de constatar que un universo totalmente orde-

nado sin liberar las tasas correspondientes de desorden es tan inconcebible

como un universo totalmente desordenado en el que seriacutea imposible cual-

quier tipo de permanencia y estabilidad366

El desorden por tanto no debe ser entendido como una cosa-en-siacute

no hay Desorden hay muchos desoacuterdenes Hay desorden en el orden y hay

orden en el desorden El desorden no existe maacutes que en relacioacuten y en res-

pectividad El Orden por su parte ha dejado de ser Uno en sentido platoacute-

nico En el universo hay orden pero no un orden previo a la interaccioacuten El

orden ha dejado de ser eterno ha dejado de ser exterior a las cosas para ha-

cerse contextual definido por los fenoacutemenos y relaciones a los que define

366 ldquoSi la posicioacuten inicial consiste en decir que el mundo es significacioacuten de parte a parte

no hay lugar para filosofar o en todo caso se filosofaraacute de una vez por todas edificare-

mos un sistema que traduciraacute en un lenguaje propio lo que es para nosotros el sentido

del mundo De la misma manera si el mundo no es maacutes que caos tampoco hay lugar

para filosofar La posibilidad histoacuterica de la filosofiacutea depende del hecho de que el mun-

do es y no es pensable a la vez Y tambieacuten por cierto del hecho de que no hay un Dios

que haya revelado la verdad del mundo sin lo cual en lugar de filosofiacutea soacutelo tendriacutea-

mos como mucho una interpretacioacuten de la palabra divinardquo Castoriadis Cornelius op

cit p 203

250

naturante al mismo tiempo que naturado En este sentido el λόγος de He-

raacuteclito no es un molde que se coloca sobre lo real imponiendo orden sino

una medida inmanente a los propios procesos naturales de modo que el or-

den se va gestando el en propio devenir coacutesmico367

La ensentildeanza de Heraacuteclito dice asiacute es preciso poner el desorden en

la nocioacuten de orden es preciso poner el orden en la nocioacuten de desorden En-

tre ambos soacutelo entre ambos se pone en movimiento una dialoacutegica mediada

por transformaciones e interacciones que da lugar al cosmos Para concebir

la relacioacuten del orden con el desorden por tanto es preciso poner en sus-

penso el paradigma loacutegico tradicional donde el orden y el desorden se su-

primen mutuamente como hemos visto

Conocemos detalladamente lo que separa a estas dos nociones trate-

mos de aprender ahora lo que las une orden y desorden a la vez se llaman

se necesitan se combaten se contradicen Ambos son necesarios para que

el cosmos pueda ser bello pues en el momento en que desapareciera uno

desapareceriacutea tambieacuten el otro eliminando la tensioacuten

367 Este fragmento en suma puede interpretarse como una criacutetica frontal al antropocen-

trismo se relativizan los contrarios que son manifestaciones fenomeacutenicas (quad nos) de

una unidad originaria y radical entendida como patroacuten de medida universal Ordendes-

orden y el resto de pares no son principios originarios por tanto sino aspectos diver-

sos de la trama del cosmos que se hilvanan en el λόγος se trata del acercamiento hu-

mano por medio de una loacutegica bipolar a la complejidad inabarcable del λόγος (cfr 22

B 45 DK) El antropocentrismo opera en el mejor caso con dualidades simples donde

el orden somete al desorden en la relacioacuten enantioloacutegica pero no con oposiciones com-

plejas y amorales donde ambos elementos se necesitan e intensifican y no se considera

bueno la preemicencia o victoria de uno puesto que la desaparicioacuten de la tensioacuten equi-

valdriacutea a la desaparicioacuten del propio cosmos

251

Cap 7

laquoUn pensamiento ecoloacutegicoraquo

252

253

1 La buacutesqueda de la armoniacutea invisible

11 La trabazoacuten estructural de lo natural

Decimos que el pensamiento de Heraacuteclito es ecoloacutegico en el sentido

que la ciencia y no la conciencia ecoloacutegica ha dado al teacutermino porque para

el pensador jonio la naturaleza tiene un caraacutecter intriacutensecamente relacional

tanto desde el punto de vista de la unidad como desde el punto de vista de

la multiplicidad Asiacute lo testimonia 22 B 10 DK

laquoSon conexiones (συνάψιες) entero y no-entero convergente y diver-

gente consonante y disonante y de todas las cosas una sola y de una so-

la todasraquo368

368 συνάψιες ὅλα καὶ οὐχ ὅλα συμφερόμενον διαφερόμενον συνᾶιδον διᾶι-

δον καὶ ἐκ πάντων ἓν καὶ ἐξ ἑνὸς πάντα (22 B 10 DK) Noacutetese de entrada que

συνάψιες no es el sujeto de lo que sigue sino una suerte de encabezamiento Existen

varias lecciones del teacutermino συνάψιες (Diels Walzer Colli Conche) συλλάψιες

(Snell Kirk Kahn Marcovich BollackWismann) συνάψειας (Schleiermacher Las-

salle Zeller Schuster Bywater) συνάψειἐς (Mouraviev) συναλλάξιες (Garciacutea Cal-

vo) Eacuteste postula el teacutermino συναλλάξιες (correlaciones) del que proceden συνά-

ψιες (reuniones) y συλλάψιες (composiciones) Snell entiende de este modo la transi-

cioacuten entre ambos teacuterminos συλλάψιεςrarrσυνλάψιεςrarrσυνάψιες Nosotros propone-

mos traducirlo por conexiones (Bernabeacute) para subrayar el caraacutecter relacional de la reali-

dad en cuanto tal asiacute como el nexo loacutegico que concierta y posibilita tanto las reuniones

como las correlaciones Cfr Snell Bruno ldquoIl frammento 10 di Eraclitordquo en op cit

pp 59-64 Cfr Mouraviev Serge Heraclitea IIA1 DrsquoEpicharme agrave Philon drsquoAlexan-

drie Textes et traduction Sankt Agustin Academia Verlag 1999 pp 318-328

254

En opinioacuten de Kirk la primera pareja (entero y no-entero) no repre-

senta una pareja de contrarios en el usual sentido heracliacuteteo puesto que

suelen estar selladas por la polaridad dentro de un continuo uacutenico (como lo

caliente y lo friacuteo invierno y verano etc)369 Snell opina que se trata de ca-

tegoriacuteas que soacutelo tienen sentido a partir de Platoacuten y Aristoacuteteles consideran-

do que οὐχ ὅλα y διᾶιδον de la tercera pareja pueden ser considerados

incluso como neologismos en este contexto370 Por su parte Alberto Berna-

beacute introduce una separacioacuten entre la primera pareja (totalidades y no-tota-

lidades) que en su opinioacuten hace referencia a las conexiones y el resto de

parejas que entiende como ejemplos de lo anterior371 La segunda pareja

(convergente y divergente) ofrece menos problemas puesto que figura en

otros textos (22 B 51 DK 22 B 72 DK) Lo mismo sucede con consonante

y disonante la tercera pareja que como las anteriores no expresa una su-

cesioacuten sino una simultaneidad puesto que cada elemento es una unidad pe-

ro el conjunto de ambos tambieacuten lo es Sin duda lo maacutes propiamente hera-

cliacuteteo es la afirmacioacuten final de todas las cosas una sola y de una sola to-

das donde el ἐξ no alude a una sucesioacuten de etapas sino a una implicacioacuten

mutua lo uno abarca todas las cosas y en todas las cosas hay que saber ver

lo uno Esta es la frase que acaso mejor se adecue al tiacutetulo o encabezamien-

to inicial y por eso cierra el ciclo y da consistencia al fragmento entero

Por lo pronto este texto quiere decir que Heraacuteclito atisba un cosmos

sustantivo en tanto que unidad de respectividad o relacioacuten de relaciones

entre todos los elementos que lo integran pero tambieacuten dinaacutemico como

multiplicidad de mismidades en perpetuo aparecerdesaparecer es decir no

369 Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit p 173 370 Cfr Snell Bruno ldquoIl frammento 10 di Eraclitordquo ed cit pp 62-63 371 Cfr Bernabeacute Alberto Fragmentos presocraacuteticos ed cit p 136

255

se trata de un universo de identidades sustanciales sino de ritmos y pautas

sustantivas que permiten atisbar la estabilidad en el devenir y la oposicioacuten

gracias a la comunidad el gobierno y la permanencia del tempo y la pro-

porcioacuten372 Nos encontramos de nuevo ante el aspecto musical del λόγος

La naturaleza ndashcomo una obra musical- integra y armoniza los contrarios

por medio del movimiento y eacuteste no es fortuito sino riacutetmico y cadencioso

Igualmente el sentido de una obra musical no depende del reposo sino del

juego dinaacutemico de tensiones que se establece entre unos sonidos y otros A

diferencia de otras artes que son estaacuteticas y espaciales como la pintura la

escultura o la arquitectura la muacutesica tiene una esencia temporal es una es-

pecie de arquitectura en movimiento ndashusando teacuterminos de Goethe- que soacute-

372 Entendemos que la idea de respectividad va maacutes allaacute de la categoriacutea tradicional de

relacioacuten puesto que para la filosofiacutea tradicional la relacioacuten es un accidente de la sus-

tancia pero ninguna sustancia se tiene por relativa en tanto que no depende de otra cosa

para existir Como es bien sabido el teacutermino relacioacuten procede etimoloacutegicamente de re-

latum (supino del verbo referre ldquoreferirrdquo) Se trata pues de la referencia de una cosa a

otra Seguacuten el diccionario de la RAE (22ed) ldquoconexioacuten correspondencia de algo con

otra cosardquo Cfr http wwwraees Seguacuten Aristoacuteteles se trata del accidente por el cual

una sustancia se refiere a otra (πρός τι) ldquoSe dicen respecto a algo todas aquellas cosas

tales que lo que son exactamente ellas mismas se dice que lo son de otras cosas o res-

pecto a otra cosa [hellip] Tambieacuten la contrariedad se da en lo respecto a algordquo Aristoacuteteles

ldquoCategoriacuteasrdquo en Tratados de Loacutegica ed cit 7 6a 36ss Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica

ed cit ∆ 15 1020b 25ss En esta misma liacutenea Santo Tomaacutes la caracterizoacute como res-

pectus ad alterum delimitando un esse in (ldquohallarse en o inherenciardquo) y un esse ad

(ldquoreferido a otro o referenciardquo) A su vez en el esse ad de una relacioacuten hay que distin-

guir un teacutermino inicial (terminus a quo) y un teacutermino final (terminus ad quem) En su-

ma se supone que en las cosas es posible diferenciar lo que son de aquello a que se re-

fieren o si se quiere un aspecto constitutivo y un aspecto relativo Cfr Gonzaacutelez Aacutelva-

rez Aacutengel Tratado de metafiacutesica ed cit pp 340-347

256

lo se puede vislumbrar unitariamente como proceso por un lado presenta

ndashcomo las demaacutes- estructuras estables y bien reconocibles pero por otro

lado su ensamblaje no es simultaacuteneo sino que se alcanza en el decurso de

la propia composicioacuten Tomados de un modo aislado por tanto algunos so-

nidos pueden parecen disonantes pero desde una perspectiva global todos

conciertan dentro de una unidad consonante subyacente y de caraacutecter dia-

loacutegico donde varios motivos chocan y se reconcilian aparecen y desapare-

cen preguntan y responden a lo largo de la obra373

Sin duda la realidad no es para Heraacuteclito un conjunto de entes sus-

tanciales sino un sistema dinaacutemico de respectividades un tejido coacutesmico

remitente y reticular de sucesos interdependientes Lo real por tanto se ca-

racteriza por la natural respectividad de todos los entes Dicho de otro mo-

do toda realidad es respectiva y relacional en cuanto tal pero no soacutelo en

sentido fiacutesico (relacioacuten de unas cosas con otras) sino ante todo metafiacutesico o

trascendental (por cuanto se trata de una estructura radical de la propia rea-

lidad que no concierne a las cosas reales en cuanto cosas sino justamente

en cuanto reales)374

Lo que es desaparece en el no-ser mientras que lo que no-era apare-

ce por su parte al ser (llega-a-ser) pero la medida que rige este proceso es

siempre la misma Precisamente esta medida es la que permite una cone-

xioacuten entre ser y no-ser sin olvidar que las cosas no llegan-a-ser nunca des-

373 A este respecto cfr Sauvanet Pierre Le rythme grec drsquoHeacuteraclite agrave Aristote Paris

PUF 1999 pp 27-32 374 ldquoTodas las cosas reales tienen en cuanto pura y simplemente reales una unidad de

respectividadrdquo Zubiri Xavier Inteligencia y razoacuten Madrid Alianza 1983 p 19 Cfr

Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad Alianza Madrid 1989 p 326Cfr

Zubiri Xavier ldquoRespectividad de lo realrdquo en Realitas III-IV (1979) p 13 p 29 Cfr

Zubiri Xavier Sobre la esencia Madrid Alianza 1985 p 6

257

de la nada sino desde un no-ser-indeterminado previo (el fuego) y ade-

maacutes que nos encontramos ante un proceso recursivo que retro-actuacutea sobre

siacute mismo ya que se trata de un ciclo y no de un proceso lineal

En la naturaleza dicho de otro modo se da una esencial conexioacuten en-

tre todos sus componentes entre todos los contrarios es decir una conco-

mitancia entre elementos opuestos pero inseparables entre elementos que

combaten al mismo tiempo que cooperan que se necesitan y se definen

mutuamente pero que no se pueden confundir o neutralizar puesto que su

relacioacuten consiste en oposicioacuten En este sentido leemos B 51 DK

laquoNo entienden coacutemo lo divergente estaacute de acuerdo (ὁμολογέει) consigo

mismo Es una armoniacutea de tensiones opuestas como la del arco y la li-

raraquo375

Heraacuteclito utiliza el teacutermino conexiones para expresar este nexo de

tensiones opuestas para referirse a la extrantildea relacioacuten que permite armoni-

zar los contrarios en particular y la unidad-multiplicidad del cosmos en

general Esta relacioacuten se extiende a la totalidad de la naturaleza como he-

375 οὐ ξυνιᾶσιν ὅκως διαφερόμενον ἑωυτῶι ὁμολογέει παλίντροπος ἁρμονίη

ὅκωσπερ τόξου καὶ λύρης (22 B 51 DK) Frente al παλίντροπος de Diels la lec-

cioacuten de Kirk y Marcovich es παλίντονος (ldquopropiedad de lo que tiende en direcciones

opuestasrdquo) El arco y la lira (atributos de Aacutertemis y Apolo) son dos instrumentos simila-

res ambos tienen una misma apariencia externa y ambos necesitan la tensioacuten para poder

llevar a cabo su funcioacuten especiacutefica Sin embargo son distantes en cuanto a dicha fun-

cioacuten de una parte la muerte de otra la muacutesica El propio nombre del arco es una armo-

niacutea de contrarios como sentildeala Heraacuteclito ldquoNombre del arco (βιός) vida (βίος) pero su

accioacuten muerterdquo (βιός τῶι οὖν τόξωι ὄνομα βίος ἔργον δὲ θάνατος) (22 B 48

DK)

258

mos dicho a la totalidad de los contrarios (entre los que no hay por tanto

ninguacuten tipo de primaciacutea ontoloacutegica ni moral) lo que permite advertir la

acentuada dimensioacuten ecoloacutegica de su pensamiento

laquoRealmente las cosas seriacutean como los nudos de una red pero la realidad

primaria seriacutean los hilos de esa red y la estructura filamentosa de ella Que

se crucen en forma de nudos constituyendo en cada uno de los nudos ese

algo que llamamos una cosa bien esto es derivado de la red pero no es lo

primarioraquo376

Lo que quiso Heraacuteclito no fue concebir una unidad que se precipitara

sobre los contrarios sometieacutendolos neutralizaacutendolos reconciliaacutendolos sino

una unidad que viviera y se realizase en el propio conflicto Se trata en de-

finitiva de una unidad que no se puede entender sin la multiplicidad que

no estaacute por encima ni por debajo de los contrarios sino en los contrarios

mismos377 lo que no hace sino constatar la gran correlacioacuten existente entre

las categoriacuteas de laquooposicioacutenraquo y laquorelacioacutenraquo

Como es sabido la ecologiacutea no se reduce a la ciencia que estudia las

relaciones del ser vivo con su entorno Del mismo modo tampoco se redu-

ce al compromiso tan necesario como razonable de proteger la naturaleza

y respetar su diversidad frente a las agresiones humanas Se trata maacutes bien

376 Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 52 No obstante en

esta red que presenta Zubiri falta la oposicioacuten que la teje para poder capturar toda la

complejidad de la intuicioacuten heracliacutetea Todo estaacute relacionado pero esto se debe al mismo

tiempo a que todo estaacute enfrentado oposicioacuten y relacioacuten por tanto son las dos caras del

λόγος con las que hila el tapiz del cosmos

377 Cfr Heimsoeth Heinz Los seis grandes temas de la metafiacutesica occidental Revista

de Occidente Madrid 1974 pp 26-27 (trad cast Joseacute Gaos)

259

de un nuevo paradigma que pretende superar la separacioacuten moderna entre

el hombre y su medio a traveacutes de la inter-retro-accioacuten de todos los planos

de la naturaleza La ecologiacutea como paradigma supone una respuesta nove-

dosa y transdisciplinar al viejo problema griego de lo uno y lo muacuteltiple378

Nace asiacute un nuevo modo de pensar que tiene unas raiacuteces muy antiguas una

nueva convivencia o colaboracioacuten de diferentes marcos teoacutericos una nueva

conciencia una nueva loacutegica de la complejidad que no soacutelo no rechaza los

antagonismos sino que se alimenta de ellos y los integra en un dinamismo

maacutes profundo maacutes proliacutefico y maacutes real379

12 La estructura dinaacutemica de lo real

En justa medida la importancia de un pensador no deberiacutea estimarse

uacutenicamente por lo que pensoacute sino tambieacuten por lo que dejoacute sin pensar sea a

378 Como es bien sabido la ecologiacutea como disciplina nacioacute en el s XIX con el bioacutelogo

alemaacuten E Haeckel En 1935 el botaacutenico ingleacutes A Tansley delimitoacute el objeto de esta

ciencia el ecosistema En los antildeos 70 del s XX se situacutea el problema en su dimensioacuten

planetaria y se pasa de la ciencia ecoloacutegica a la conciencia ecoloacutegica La nocioacuten de eco-

sistema prescribe que los seres vivos inter-retro-actuacutean con su entorno El ecosistema se

auto-produce se auto-regula y se auto-organiza de tal modo que integra la vida en la

muerte y la muerte en la vida al modo heracliacuteteo Asiacute tenemos necesidad de la depen-

dencia ecoloacutegica para poder asegurar nuestra independencia Maacutes auacuten la organizacioacuten

del mundo exterior estaacute inscrita en el interior de nuestra propia organizacioacuten viviente

Por tanto el ritmo coacutesmico que hace alternar el diacutea y la noche las estaciones etc se en-

cuentra no solamente en el exterior sino tambieacuten en nuestro interior En cierto modo el

mundo estaacute en nosotros al mismo tiempo que nosotros estamos en eacutel Cfr Morin Edgar

ldquoEl pensamiento ecologizadordquo ed cit pp 1-4 379 Cfr Paacuteniker Salvador Ensayos retroprogresivos Barcelona Kairoacutes 1987 p 173

260

sabiendas o no Heraacuteclito atisboacute que el mundo fenomeacutenico era un entrama-

do dinaacutemico donde se alternan y cohabitan la vida y la muerte la perma-

nencia y el cambio la unidad y la multiplicidad Ahora bien en lugar de

huir del espanto del devenir asumioacute que este mundo temporal de laquoaparien-

ciasraquo o laquosombrasraquo por decirlo en teacuterminos platoacutenicos es nuestro mundo

Se necesita en verdad una gran fortaleza para afrontar la condicioacuten traacutegica

del hombre la paradoja existente entre la posibilidad de un conocimiento

infinito sobre el cosmos y la imposibilidad de culminarlo para un cognos-

cente finito

Desde el inicio de la filosofiacutea los hombres han elaborado grandes ar-

tificios conceptuales para resguardarse del miedo a existir para esquivar la

finitud para buscar la inmortalidad A traveacutes del lenguaje se han procura-

do la tranquilidad y la ilusioacuten de contener el cambio de tener bajo control

la propia realidad realidad que una y otra vez ha desbordado los liacutemites de

lo conceptual y lo racional Buen ejemplo de ello es precisamente el con-

cepto de devenir una provocacioacuten ineludible que se le ha planteado al pen-

samiento desde sus oriacutegenes Probablemente no sea tanto el tema central de

la filosofiacutea heracliacutetea como su horizonte mismo En este sentido Heraacuteclito

maacutes que pensar el devenir en cuanto tal piensa un mundo en devenir esto

es con eacutel y a pesar de eacutel El devenir arrastra dispersa y desconcierta por su

caraacutecter evanescente Estrictamente hablando el devenir no es nada ya que

siempre estaacute en camino de ser algo pero en el momento mismo en que lle-

ga a ser deja de ser

El devenir es el incesante paso del no-ser al ser y del ser al no-ser to-

mados ambos no como conceptos absolutos sino relativos y relacionales

En este sentido el problema del devenir no es un problema de ser (ni tam-

poco de no-ser) sino que afecta primaria y radicalmente a la realidad mis-

ma

261

laquoEl devenir es anterior justamente a toda articulacioacuten de ser y de no-ser

porque es algo que incide en la realidad en tanto que realidad380

El devenir no es algo colateral a la realidad sino un componente baacute-

sico y elemental de la misma No olvidemos que el alcance de esta afirma-

cioacuten tiene un caraacutecter global para Heraacuteclito puesto que entiende la realidad

como una reunioacuten extaacutetica de relaciones respectivas y medidas por el λό-

γος en un dar-de-siacute determinado Es decir ninguna realidad estaacute aislada

del mundo sino que su autonomiacutea estaacute constitutiva e intriacutensecamente refe-

rida a su dependencia ecoloacutegica respecto de las demaacutes realidades Pero esta

remitencia a su vez no es posible sin el devenir que posibilita la pugna y

el intercambio de los contrarios cuya mutua relacioacuten es tambieacuten intriacutenseca

ya que no se entienden unos sin otros381

Al pensar el devenir se corre un doble riesgo por un lado el de ana-

lizar de un modo aislado la cosa que deviene como un estado y no como

un proceso por otro el de cosificar el propio proceso como si el devenir

fuera algo que le adviene a la cosa en un momento determinado y no un

elemento constitutivo de la cosa misma382 Heraacuteclito responde a estas dos

dificultades de un modo admirable Constata el devenir constata la tensioacuten

entre los contrarios pero no entiende el cosmos como una representacioacuten

absurda o sin sentido El cosmos heracliacuteteo resulta inconcebible sin movi-

miento pero tambieacuten sin permanencia sin consistencia sin la posibilidad

380 Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 30 381 Cfr ibid p 319 En eso consiste la verdadera sabiduriacutea como veremos en conocer

la relacioacuten por la cuaacutel ldquotodas las cosas son dirigidas por todasrdquo (ἐκυβέρνησε πάντα

διὰ πάντων) (22 B 41 DK)

382 Cfr Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCoacutemo pensar el devenirrdquo ed cit pp 89ss

262

por tanto de alguacuten tipo de existencia pues toda existencia presupone la

mismidad de aquello que existe o lo que es lo mismo su permanencia en y

a pesar del cambio

laquoLa realidad es estructuralmente dinaacutemica en cuanto ser siempre la misma

y nunca lo mismo es un caraacutecter primario de toda realidad sustantiva en

cuanto sustantivaraquo383

Es preciso recordar una vez maacutes que Heraacuteclito no es un filoacutesofo del

puro devenir sino ante todo un filoacutesofo de la unidad dinaacutemica384 Cierta-

mente insitioacute como pocos en el caraacutecter estructuralmente dinaacutemico de la

realidad buscando foacutermulas novedosas y radicales para expresar el cambio

383 Zubiri Xavier Sobre la esencia ed cit pp 249-250 384 Entendemos que Heraacuteclito no tratoacute de responder a la cuestioacuten de si la esencia del

mundo es ser o devenir puesto que soacutelo a partir de Platoacuten tomoacute forma esta pregunta

Nos separamos por tanto de la interpretacioacuten tradicional que reduce la filosofiacutea heracliacute-

tea a una tesis fundamental todo fluye puesto que el λόγος tiene un caraacutecter primario

frente al devenir al tiempo que le impone unas medidas ineludibles Cfr Platoacuten Craacutetilo

(Diaacutelogos vol II) Madrid Gredos 2002 439b-440d (trad cast Joseacute L Calvo) Cfr

Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) Madrid Gredos 2002 181c (trad cast Aacutelvaro Valle-

jo) Heraacuteclito dijo en 22 B 12 DK ldquoA quienes penetran en los mismos riacuteos aguas dife-

rentes y diferentes les corren por encimardquo (ποταμοῖσι τοῖσιν αὐτοῖσιν ἐμβαίνουσιν

ἕτερα καὶ ἕτερα ὕδατα ἐπιρρεῖ) subrayando que a pesar del cambio constante los

riacuteos son los mismos es decir hay algo que permanece Sin duda Platoacuten y Aristoacuteteles

nos han transmitido un copioso nuacutemero de textos presocraacuteticos pero no es menos cierto

que a veces los presentan como los actores de una funcioacuten en la que son ajenos al guioacuten

noacutetese por ejemplo lo que sucede con la obsesiva contraposicioacuten entre Heraacuteclito y Par-

meacutenides tan repetida en la obra platoacutenica como afortunada en la posteridad A este res-

pecto cfr Apeacutendice A ldquoPlatoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticosrdquo pp 427-441

263

Pero se trata del cambio y el devenir de lo uno que se despliega una y otra

vez como muacuteltiple aunque permanezca en el fondo de las cosas muacuteltiples

como unidad (siendo la misma sin ser nunca lo mismo) En este sentido se

desmiente la tajante contraposicioacuten entre Heraacuteclito y Parmeacutenides pero con

una salvedad para el jonio la oposicioacuten surge cuando se trata de lo muacutelti-

ple y de su relacioacuten con lo uno mientras que el eleacuteata descarta la convi-

vencia entre ambas385 Como es sabido Parmeacutenides eliminoacute lo muacuteltiple por

considerarlo loacutegicamente incongruente con la unidad del ser y eliminoacute el

devenir por considerarlo una intrusioacuten injustificada del no-ser en el aacutembito

del ser pero Heraacuteclito igual que los milesios aunque de un modo maacutes pro-

fundo parte de una intuicioacuten viviente de la unidad que se manifiesta en lo

muacuteltiple sin dejar de ser una De este modo cada uno de los seres particula-

res debido a la unidad subyacente no estaacute aislado en su realizacioacuten a los

demaacutes seres particulares por esa razoacuten la justicia es discordia y la armoniacutea

es tensioacuten El devenir enantioloacutegico en suma mantiene una loacutegica interna

por la que a su vez es mantenido unas medidas posibilitadas por la armoniacutea

invisible que articula y relaciona todos los elementos de la realidad visible

laquoArmoniacutea invisible maacutes fuerte que la visibleraquo386

Se necesita una profunda intuicioacuten para encontrar debajo de la dis-

cordia manifiesta una armoniacutea invisible que introduce la justicia en el de-

venir pero no en sentido moral sino loacutegico y ontoloacutegico permitiendo atis-

bar orden medida y organizacioacuten donde no habiacutea maacutes que tensioacuten oposi-

cioacuten e interaccioacuten No se olvide que ciertamente el incesante movimiento

385 Cfr Cappelletti Aacutengel J La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso ed cit p 59

386 ἁρμονίη ἀφανὴς φανερῆς κρείττων (22 B 54 DK)

264

de la naturaleza su perpetua fluencia nace de la lucha misma de los contra-

rios Esto quiere decir que la imagen que tiene Heraacuteclito de la consistencia

del universo no se basa en la homogeneidad sino en la heterogeneidad de

sus elementos constituyentes Esto es la aparente estabilidad fiacutesica es el

producto de la persistencia de los contrarios en su condicioacuten de tales sin

olvidar que precisamente por ello esta armoniacutea es al tiempo que tensa

moacutevil por cuanto los contrarios no pueden permanecer unidos de modo

que se neutralicen unos a otros387 Por tanto esta laquojusticiaraquo debe ser enten-

dida como justeza como ajustamiento y no como ajusticiamiento Olof Gi-

gon sostiene que el pensamiento cosmoloacutegico de Heraacuteclito esconde un pre-

eminente significado moral dado que la ley a la que ha de someterse el

hombre es al mismo tiempo la ley del cosmos

laquoHeraacuteclito llega al devenir como un moralistaraquo388

No obstante aunque esto es cierto puesto que la ley de la naturaleza

tiene que servir como modelo para la accioacuten humana creemos que esta opi-

nioacuten no caracteriza la intuicioacuten heracliacutetea en toda su amplitud parece maacutes

atinada la aportacioacuten de Zubiri quien reconoce que en este contexto no de-

be traducirse δίκη por justicia porque la justicia evoca una cualidad moral

y no se trata de eso se trata justamente del ajustamiento de la justeza que

Heraacuteclito conoce por el nombre de armoniacutea (ἁρμονίη) Aquiacute se separa de

Anaximandro quien entendiacutea el surgimiento de los contrarios como una in-

justicia a expiar El litigio para Heraacuteclito permite el ensamblaje del cos-

387 Cfr Garciacutea Junceda J A ldquoUno y muacuteltiple la dialeacutectica de los contrarios en Heraacute-

clitordquo en Anales del Seminario de Historia de la Filosofiacutea nordm IV (1984) pp 29-30 388 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 221-223

265

mos por eso la justicia radica en la poleacutemica y no en la neutralizacioacuten que

supondriacutea el fin del cosmos y de la vida humana389

Heraacuteclito en definitiva no parte del hombre para llegar a la naturale-

za (antropocentrismo) sino de la naturaleza para llegar al hombre donde la

naturaleza tiene un caraacutecter amoral pues consiste en una contienda perpe-

tua de contrarios en la que todos son necesarios para la marcha del cosmos

en la que ninguno tiene primaciacutea ontoloacutegica ni moral sobre los otros como

hemos visto Dicho de otro modo el pensador asiste al espectaacuteculo de todo

lo que pasa en la naturaleza pero no soacutelo como espectador sino como co-

productor y co-partiacutecipe de ese gran espectaacuteculo El pensador por tanto

debe pensar sin anestesia porque ese mundo dinaacutemico es tambieacuten su mun-

do porque a menos que sea un dios oliacutempico no podraacute situarse en un pun-

to de vista global e impasible en el que no tenga cabida el aciago devenir

ni el pasajero decurso de toda existencia finita aunque de hecho lo intente

dando cabida a todo cuanto su mente le permite vislumbrar

13 El concepto de λόγος y la religacioacuten de la naturaleza

389 Cfr Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 321 Vlastos con-

firma que la justicia para Heraacuteclito consiste en la unidad de las oposiciones en todos los

niveles desde el ontoloacutegico al moral Prueba de ello es 22 B 102 DK sobre el que vol-

veremos que apunta la coincidencia de todos los contrarios en el aacutembito de lo divino

siendo los hombres desde la limitacioacuten de su entendimiento incapaces de percibir la uni-

dad que subyace a la multiplicidad los causantes de toda lectura moral sobre lo real so-

bre la relacioacuten entre los contrarios Cfr Vlastos Gregory ldquoOn Heraclitusrdquo en Furley

DJAllen RE (eds) op cit vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo p 428 Como

ampliacioacuten cfr Vlastos Gregory ldquoEquality and Justice in Early Greek Cosmologiesrdquo

ibid pp 67-73

266

La palabra que mejor expresa el aspecto ecoloacutegico del pensamiento

heracliacuteteo es λόγος teacutermino que preferimos no traducir del griego dada la

riqueza semaacutentica del mismo asiacute como el gran nuacutemero de contextos distin-

tos en los que se utiliza Λόγος es palabra todo lo que se dice o deja por

escrito sea verdad o ficcioacuten por lo que de un modo obvio e inmediato nos

encontramos con la acepcioacuten linguumliacutestica del teacutermino el λόγος es la palabra

del jonio que trata de dar cuenta de la palabra de la naturaleza como toda

palabra traduce un pensamiento podemos enlazar esta acepcioacuten con otra

loacutegica (razoacuten argumento causa etc) inherente a la anterior por cuanto

todo pensamiento estaacute linguumliacutesticamente mediado390 por otro lado desde un

punto de vista ontoloacutegico representa la φύσις el entramado mismo de la

realidad cuyas notas esenciales y unitarias aglutina al tiempo que aparece

como principio rector de la misma (medida relacioacuten proporcioacuten norma

principio fundamento reunioacuten etc) por uacuteltimo de aquiacute se desprenden al-

gunas consecuencias eacuteticas puesto que la norma natural es la norma que

debe seguir el hombre para conducir rectamente su vida dado el parentesco

que vislumbra Heraacuteclito entre el λόγος de la naturaleza y el λόγος del ser

humano en suma se trata de un concepto que limita al mismo tiempo que

posibilita la comunicacioacuten entre la loacutegica la fiacutesica y la metafiacutesica sin olvi-

390 Como apunta Casadesuacutes λόγος implica siempre y cualquiera que sea la traduccioacuten

que se elija la nocioacuten de palabra incluso cuando se traduce como razoacuten se entiende que

eacutesta se sirve de la aqueacutella como medio Cfr Casadesuacutes Francesc ldquoLos oriacutegenes de la

crisis de la razoacuten el paso del logos a la ratiordquo en Taula nordm 33-34 (2000) p 131 Se-

ntildeala el autor tambieacuten que al traducir λόγος con el teacutermino latino ratio se pasoacute del aacutembi-

to de la palabra y el discurso al del nuacutemero y el caacutelculo Como dijo Nietzsche esto deri-

voacute en lo sucesivo en un intento de reducir los aspectos cualitativos de la realidad a canti-

dades Cfr Ibid p 135

267

dar el aspecto praacutectico del λόγος que prescribe una vida secundum natu-

ram profundizada por buena parte de las escuelas heleniacutesticas391

Se trata por tanto de una razoacuten coacutesmica objetiva que alude tanto al

contenido del libro como al objeto del que trata la norma universal que

permite armonizar el devenir del cosmos y a la que debe ajustarse la accioacuten

humana392 Este teacutermino viene a corroborar que los filoacutesofos arcaicos auacuten

no disponiacutean de un lenguaje filosoacutefico especializado para expresar sus in-

tuiciones sobre la naturaleza de un modo uniacutevoco de ahiacute que tuvieran que

recurrir asiduamente a teacuterminos del lenguaje cotidiano asiacute como a imaacutege-

nes y siacutembolos que les permitieran dar forma a sus discursos en una pecu-

liar mezcolanza de poesiacutea y filosofiacutea393

El λόγος ha de ser buscado en el mundo fiacutesico como reflejo visible

de la trama invisible que lo sustenta pero sobre todo bajo el mundo inten-

tando profundizar en el principio divino e inmanente que ajusta el cosmos

en su conjunto y unifica todas las oposiciones si se encuentra algo que no

logran la mayoriacutea de los hombres se accederaacute a un mundo comuacuten donde lo 391 No entraremos en una discusioacuten filoloacutegica exhaustiva sobre los sentidos del teacutermino

o el uso que del mismo hacen otros autores antiguos a este respecto cfr Guthrie W K

C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 396-399 que reuacutene en un buen es-

tudio ambos aspectos como complemento desde una perspectiva maacutes filosoacutefica cfr

Bollack Jean ldquoReacuteflexions sur les interpeacutetations du logos heacuteracliteacuteenrdquo en Matteacutei Jean-

Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du Congregraves de Nice (1987)

Paris PUF 1990 pp 165-185 392 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 177 Se

trata de un teacutermino que dice que todo es uno porque consiste justamente en eso en la

unidad medida y subterraacutenea de la multiplicidad fenomeacutenica y dispersa de lo real Cfr

Fraumlnkel Hermann op cit p 349 393 Cfr Signes Codontildeer Juan Escritura y literatura en la Grecia arcaica Akal Ma-

drid 2004 p 343

268

divergente se vuelve convergente y la discordia hace justicia para el hom-

bre vigilante y despierto Se trata del sentido y el fundamento del mundo la

norma y regla que todo lo determina y cuya comprensioacuten hace todo com-

prensible por eso al comienzo de su libro habla de un λόγος o ley coacutesmi-

ca que coincide con el contenido del mismo aunque la mayoriacutea lo ignore

incluso despueacutes de mostrarle estas razones394

Todo esto justifica la afirmacioacuten de que el pensamiento heracliacuteteo no

es simplemente loacutegico sino tambieacuten eco-loacutegico ya que no piensa sustancias

aisladas y estaacuteticas (esse reale) sino relaciones entre mismidades extaacuteticas

dinaacutemicas a la vez que sustantivas (realitas in essendo) es decir no piensa

sujetos sino relaciones estructurales Esto es posible gracias a una concep-

cioacuten del λόγος como ligamento universal como luz que hace posible la re-

velacioacuten del ser-en-devenir de la totalidad fragmentaria y fragmentada del

mundo395

Armoniacutea y Loacutegos por tanto son los teacuterminos que traducen al lengua-

je humano el ritmo y la medida de la naturaleza el ritmo y la medida del

394 Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco El sistema de Heraacuteclito Estudio a partir de leacutexi-

co ed cit p 12 Sentildeala Adrados que al consistir la contextura del mundo en el λόγος

y tener lugar el propio devenir de acuerdo con este λόγος las bases del concepto de ley

natural estaban sentadas Cfr Ibid p 7 Aunque no se puede establecer de un modo ta-

jante si Heraacuteclito concibioacute tal idea o se trata de un antildeadido estoico lo cierto es que iden-

tificar el λόγος con el θεῖος νόμος no parece algo del todo ajeno al pensamiento del

jonio como veremos siempre y cuando no se hable de una divinidad sobrenatural sino

del caraacutecter divino de la propia naturaleza que armoniza todos los contrarios por medio

del λόγος

395 Cfr Axelos Kostas El pensamiento planetario El devenir-pensamiento del mundo

y el devenir-mundo del pensamiento Caracas Monte Aacutevila Caracas 1969 p 75ss

(trad cast Susana Theacutenon Sonia Lida)

269

propio devenir antropocoacutesmico Lo que es dinaacutemico afirma Zubiri es la

realidad en cuanto tal pero cada cosa real organizada y respectiva no care-

ce en absoluto de permanencia Heraacuteclito no niega tal permanencia Si se

quiere se puede llamar ser a esta permanencia a este dar-de-siacute extaacutetico de

una mismidad concreta pero sabiendo que no se trata de algo eterno sino

de una fotografiacutea de lo real en una determinada respectividad cuya organi-

zacioacuten es estable y en efecto tiende a combatir el desorden (subordinaacutendolo

al orden) pero sin olvidar que este orden no es perpetuo puesto que el fue-

go igual que se enciende se apaga Para Heraacuteclito el mundo no es una or-

denacioacuten llevada a cabo por un agente externo al mismo sino un sistema

intriacutensecamente organizado de tal modo que unos dinamismos se apoyan

en otros sosteniendo asiacute el entramado invisible que (permaneciendo bajo el

cambio) dota de estabilidad a la realidad visible

El devenir en suma no debe ser entendido como una actuacioacuten con-

secutiva sino constitutiva constitutiva de orden desorden y organizacioacuten

por medio de las interacciones posibilitadas por la discordia (ἔρις) Cierta-

mente una vez establecida una determinada organizacioacuten una vez articula-

da loacutegicamente tenderaacute a disminuir y a combatir las ocurrencias posibles

de desorden asiacute como a edificar formas estables de orden sobre el fondo

poleacutemico de la naturaleza Precisamente si podemos hablar de naturaleza

es porque hay interaccioacuten (relacioacuten) y porque hay organizacioacuten (armoniacutea)

La idea central por ende no es la de orden no es la de ser tampoco la de

desorden ni la de no-ser sino la de interaccioacuten la de relacioacuten De este mo-

do la naturaleza organizada el fuego que se enciende y se apaga seguacuten me-

dida presenta ndashdicho en teacuterminos actuales- un caraacutecter polisisteacutemico una

extraordinaria solidaridad de sistemas (en una relacioacuten a la vez de coopera-

cioacuten y de oposicioacuten) que necesita del dinamismo para mantener su unidad

270

pues la naturaleza en constante renovacioacuten es la misma paradoacutejicamente

no siendo nunca la misma396 La estructura del universo es por tanto cons-

titutiva y no accidentalmente dinaacutemica en el sentido de que las cosas se

mueven porque el universo estaacute en movimiento y no porque sean las rela-

ciones entre eacutestas las que impriman movimiento de unas a otras397 Asiacute lo

indica el fragmento 125 DK

laquo[sc Del mismo modo que la naturaleza] tambieacuten el [sc brebaje llamado]

kykeṓn se descompone si no lo agitan [sc pautadamente]raquo398

Como indica este fragmento el cosmos integra orden y desorden (or-

ganizacioacuten y desorganizacioacuten) a traveacutes del movimiento a traveacutes de un ciclo

perpetuo Pero esto no es algo en modo alguno pasajero sino una precisa

caracterizacioacuten del proceder del propio cosmos puesto que sin movimien-

to pautado al igual que el kykeṓn dejariacutea de ser justamente lo que es399 En

este sentido Heraacuteclito vislumbra que el cosmos no es otra cosa que el caos

puesto en movimiento en un ciclo sin fin No puede atisbarse por ende un

cosmos inmoacutevil en el que desapareciera toda interaccioacuten entre los elemen-

tos que lo conforman en el que no es posible ninguacuten tipo de generacioacuten o 396 Cfr Roger Ciurana Emilio Edgar Morin Introduccioacuten al pensamiento complejo

Valladolid Universidad de Valladolid 1997 p 28 397 Cfr Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 119

398 καὶ ὁ κυκεὼν διίσταται κινούμενος (22 B 125 DK) Los pareacutentesis son nuestros

399 El kykeṓn era una bebida compuesta de vino queso rallado miel y cebada que debiacutea

ser agitada y estar en movimiento hasta el momento mismo de ser tomada si no se agi-

ta no hay kykeṓn puesto que los ingredientes no se disolveraacuten bien en el vino Del mis-

mo modo no puede haber reposo ni quietud en la naturaleza a riesgo de dejar de ser un

todo ordenado tal y como se nos presenta A este respecto cfr Creacutepet Fabien ldquoHeacutera-

clite et le Cyceonrdquo en Klecircsis Revue philosophique nordm 1-2 (2006) pp 1-19

271

re-generacioacuten porque todo es como es de una vez para siempre y sin altera-

ciones Por tanto lo verdaderamente destructivo para el cosmos (y para la

vida) no es el movimiento que permite la organizacioacuten sino el aislamien-

to derivado de la ausencia de movimiento de la ausencia de relacioacuten

Por sistema entendemos una unidad-multiplicidad de elementos soli-

darios que soacutelo pueden ser definidos los unos con relacioacuten a los otros en

funcioacuten de su lugar en el todo Ciertamente se trata de un recurso herme-

neacuteutico ajeno al pensamiento de los presocraacuteticos pero en verdad consonan-

te con el mismo Lo esencial es sentildealar que Heraacuteclito no adopta un princi-

pio sisteacutemico anterior ni exterior a la propia naturaleza esto es a las inter-

acciones entre sus elementos El principio organizador nace de los encuen-

tros aleatorios y de la tensioacuten pero una vez establecido busca mantener la

estabilidad en detrimento de la dispersioacuten por medio del λόγος400

A este respecto cabe recordar 22 B 30 DK este fragmento sostiene

en primer lugar que no hay maacutes que un mundo el mismo para todos y en

400 La dificultad de un pensamiento complejo es que debe afrontar lo entramado (el jue-

go infinito de inter-retro-acciones) la solidaridad de los fenoacutemenos entre siacute la bruma la

incertidumbre la contradiccioacuten Seguacuten Morin el pensamiento de Heraacuteclito tiene algo

paradoacutejico las estructuras se mantienen mientras los componentes cambian de modo

que eacutestos se renuevan mientras el conjunto permanece estable como sucede con el fue-

go o con nuestras ceacutelulas La inteligibilidad de un sistema ndashusando un concepto contem-

poraacuteneo- debe encontrarse no solamente en el sistema mismo sino tambieacuten en su rela-

cioacuten con el medio que no es de simple dependencia sino constitutiva del propio siste-

ma Lo real es una trama una red y radica tanto en el viacutenculo como en la distincioacuten de

unos elementos con otros en un proceso incesante que tiende al tiempo al desorden y a

la organizacioacuten De modo que la naturaleza es un sistema vivo o auto-eco-organizador

una realidad auto-poeacutetica que se genera y se regenera por el mismo movimiento en un

ciclo sin fin permaneciendo en el cambio y cambiando en la permanencia Cfr Morin

Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo ed cit p 44

272

segundo lugar que este mundo no lo hizo dios ni hombre alguno sino que

se hace constantemente a siacute mismo Hay que notar que el verbo que se uti-

liza para designar este hacer es ἐποίησεν el mismo que aparece en 22 B

53 DK para indicar que la Guerra es padre de todas las cosas haciendo

(ἐποίησε) a unas libres y a otras esclavas401 Esto indica que el fuego que

se organiza y desorganiza medidamente es la metaacutefora de un mundo auto-

eco-poeacutetico que se crea y se recrea a siacute mismo gracias al caraacutecter ciacuteclico y

relacional de la propia realidad donde la discordia y la medida se combaten

y se complementan en una alternancia constante e incesante402

401 La importancia que el verbo ποιεῖν tiene en los textos de Heraacuteclito es un buen expo-

nente de su filosofiacutea Mientras que en Parmeacutenides no aparece ni una sola vez cuya teo-

riacutea se mueve en el campo del νοεῖν en Heraacuteclito la accioacuten forma junto con el λόγος la

estructura iacutentima de su pensamiento Cfr Lledoacute Iacutentildeigo Emilio El concepto de ldquopoiesisrdquo

en la filosofiacutea griega Heraacuteclito-Sofistas-Platoacuten Madrid CSIC 1961 p 26 402 No parece que Heraacuteclito esteacute proponiendo una destruccioacuten perioacutedica del cosmos de

tinte estoico Cfr Marcovich Miroslav op cit p 348 En este proceso se alude a una

cosmologiacutea maacutes que a una cosmogoniacutea El mundo es eterno no es el resultado de una

transformacioacuten primaria como en el caso de los milesios y el fuego ha de entenderse

como cambio constante pero sometido a norma Cfr Bernabeacute Alberto ldquoκατὰ τὴν τοῦ

χρόνου τάξιν ldquoModelos del tiempo en las cosmogoniacuteas presocraacuteticasrdquo ed cit pp 82-

83 La concepcioacuten ciacuteclica de la naturaleza en constante regeneracioacuten gracias al devenir

la relacioacuten y la oposicioacuten que encontramos en 22 B 125 DK de Heraacuteclito reaparece en

la filosofiacutea contemporaacutenea de la mano de Edgar Morin ldquoLa complejidad surge en el co-

razoacuten de la φύσις a la vez como relatividad relacionalidad unidad multiplicidad am-

biguumledad incertidumbre oposicioacuten y en la unioacuten de estas uniones que son complemen-

tarias concurrentes y antagonistas unas respecto de otras en un juego cosmoloacutegico que

se alimenta de las nociones de orden desorden interaccioacuten y organizacioacuten puestas en

un movimiento retroactivo y circularrdquo Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la

naturaleza ed cit pp 139-145

273

El tejido de la naturaleza por otro lado tambieacuten puede definirse co-

mo uni-multiplicidad porque desde un punto de vista global es uno pero

desde una perspectiva concreta es muacuteltiple Organizar por tanto consiste

en reunir en una misma relacioacuten unidad y multiplicidad armoniacutea y discor-

dia permanencia y cambio generacioacuten y regeneracioacuten Precisamente lo

que caracteriza el cosmos heracliacuteteo ndashen tanto que unidad compleja- es que

no podemos reducir ni lo uno a lo muacuteltiple ni lo muacuteltiple a lo uno sino que

hay que concebirlos juntos de modo complementario a la vez que antago-

nista403

403 La dicotomiacutea cerrada ordendesorden no es posible pues ambos cooperan ndashsiendo

enemigos- para organizar el universo Seguacuten la teoriacutea del Big Bang el universo se gene-

roacute en una singularidad espacio-temporal matemaacuteticamente paradoacutejica e infinitamente

densa es decir el universo comenzoacute con una gran deflagracioacuten y es desintegraacutendose co-

mo se organiza (siendo una agitacioacuten caloacuterica intensa la que permitioacute el nacimiento de

los nuacutecleos de helio e hidroacutegeno) Debido a la gravedad y a la temperatura se concen-

troacute la materia de la que aparecieron las estrellas (que se alimentan de su propia combus-

tioacuten) maacutes auacuten en su interior se dieron las condiciones para que desde el desorden se

unieran tres nuacutecleos de helio dando lugar al aacutetomo de carbono del que procede la vida

Por eso no resulta extrantildeo que Heraacuteclito dijera que el universo se organiza por medio de

la agitacioacuten sujeta a leyes como el kykeṓn aunque para ello haya que unir dos nociones

que se repelen loacutegicamente como las de ordendesorden al tiempo que asumir racional-

mente una contradiccioacuten fundamental La complejidad de esta relacioacuten estriba en el dato

empiacuterico de que ciertos fenoacutemenos desordenados son necesarios para la produccioacuten de

fenoacutemenos organizados ldquoVivir de muerte morir de vidardquo esta sentencia resume la ac-

tualidad de Heraacuteclito seguacuten Morin porque la complejidad se encuentra alliacute donde no

podemos remontar una contradiccioacuten donde no es posible una reconciliacioacuten de modo

que es preciso vivir en la tensioacuten y hacer de la discordia justicia Nuestro mundo incluye

armoniacutea pero esa armoniacutea estaacute ligada a la disarmoniacutea como deciacutea Heraacuteclito hay armo-

niacutea en la disarmoniacutea y viceversa Cfr Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento com-

plejo ed cit pp 94-95

274

La naturaleza por tanto no soacutelo suma componentes sino que ademaacutes

los integra pues el todo organizado es maacutes y menos que la suma de las par-

tes que lo componen es un diaacutelogo continuo entre δίκη y ὕβρις si se nos

permite la comparacioacuten con la Tragedia entre mesura y desmesura cuyo

enfrentamiento es una alegoriacutea del cosmos y del propio ser humano pues

ambos encuentran su equilibrio en la tensioacuten Decimos que el todo es maacutes

que la suma de las partes porque impone limitaciones a eacutestas (δίκηλόγος)

para que se pueda hablar de un todo pero tambieacuten es menos que la suma de

las partes porque eacutestas modifican y desafiacutean al todo con sus continuas dis-

putas (ὕβριςπόλεμος) intentando quebrantar un orden a la postre inque-

brantable por eso los heacuteroes aunque decidan ir en contra del destino aca-

ban siempre ayudando a que se cumpla (pero eso tambieacuten es necesario para

que exista el cosmos seguacuten Heraacuteclito pues no sabriacuteamos queacute es la justicia

si no existieran injusticias ni la salud si no existiera la enfermedad ya que

todos los contrarios son requeridos para mantener la tensioacuten y la armoniacutea)

Tanto unas como otras en suma se ayudan y se enfrentan de un modo cir-

cular pues son a un tiempo productos y productores del todo dando lugar

a nuevas formas de ordendesorden mediante una relacioacuten metaloacutegica y

metasisteacutemica que permite a la naturaleza ser nueva cada diacutea sin dejar de

ser nunca la misma como hemos visto

Dicho de otro modo Heraacuteclito intuye que no se puede concebir la or-

ganizacioacuten sin antagonismos la vida sin la muerte que el orden no es eter-

no sino un momento pasajero de la propia disputa de los contrarios Se trata

de la antigua idea del laquoeterno retornoraquo presente en muacuteltiples culturas que

no es ndashde entrada- una idea metafiacutesica sino fiacutesica y bioloacutegica e invita a in-

cluir la vida humana en un gran proceso regenerativo y circular que la in-

cluye al tiempo que la sobrepasa

275

laquoEl camino hacia arriba [sc organizacioacuten] y el camino hacia abajo [sc

desorganizacioacuten] son uno y el mismoraquo404

Noacutetese pues que la naturaleza se organiza por el mismo movimiento

que se desorganiza que el equilibrio organizacional (armoniacutea) es un equili-

brio de fuerzas antagoacutenicas (necesita de la unidad para que se deacute la multi-

404 ὁδόςmiddot ἄνω κάτω μία καὶ ωὑτή (22 B 60 DK) Los pareacutentesis son de Edgar Morin

Cfr Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la naturaleza ed cit p 77 En este

sentido afirma Heraacuteclito en 22 B 60 DK que ldquoComunes son el principio y el fin en el

contorno de un ciacuterculordquo (ξυνὸν γὰρ ἀρχὴ καὶ πέρας ἐπὶ κύκλου περιφερείας) Y

en 22 B 59 DK que ldquoEn el rodillo del cardador recorrido recto y torcido uno son y el

mismordquo (γναφείωι ὁδὸς εὐθεῖα καὶ σκολιὴ μία ἐστί φησί καὶ ἡ αὐτή) Para el

hombre antiguo ha constituido siempre un profundo misterio la regularidad que revelan

algunos fenoacutemenos de la naturaleza como el diacutea y la noche las fases de la luna o las es-

taciones del antildeo que se suceden siempre sin interrupcioacuten Sin embargo no se toma este

proceso de un modo uniforme sino que por medio de sucesivas distinciones recogidas

en el calendario se diferencia un diacutea de otro y un antildeo del siguiente La mayoriacutea de las

culturas antiguas concedieron valor universal a esos periodos que apareciacutean en el campo

de la experiencia El mito del eterno retorno expresa el renacer constante (palingenesia)

de la propia naturaleza En el caso de Heraacuteclito se habla de dos procesos el laquocamino

hacia arribaraquo y el laquocamino hacia abajoraquo Seguacuten el pensador jonio el mundo procede de

un principio uacutenico el fuego que ha ido diferenciaacutendose en otros principios que en su-

cesivos cambios e intercambios dan lugar al paso del fuego al agua la tierra y el aire

Estas fases se expresan al decir que el fuego eterno laquose encienderaquo y laquose apagaraquo seguacuten

medidas de una determinada medida el fuego se apaga en agua y de la muerte del agua

nacen la tierra y el vapor ardiente cuyo adjetivo preludia el encendido o retorno al fue-

go (que no desaparece en sus determinaciones sino que laquose ocultaraquo) completando el ci-

clo e iniciando uno nuevo pues en la naturaleza coinciden principio y fin Cfr Cubels

Fernando ldquoEl mito del eterno retorno y algunas de sus derivaciones doctrinales en la fi-

losofiacutea griegardquo en Anales del Seminario de Valencia V-II nordm 10 (1965) pp 41-43

276

plicidad y de la multiplicidad para que se deacute la unidad) donde el principio

de relacioacuten nutre y se nutre del principio de oposicioacuten ya que lo somete in-

cesantemente a medida pero nunca es capaz de neutralizarlo ni de hacerlo

desaparecer por completo ya que ambos son medida del λόγος

14 El eterno juego del cosmos consigo mismo (22 B 52 DK)

La relacioacuten dialoacutegica que hemos visto en apartados anteriores entre

orden desorden interacciones y organizacioacuten se pone en marcha en el gran

juego coacutesmico del tiempo mezcla de medida y azar De azar porque cada

movimiento es ineacutedito y resultado de las interacciones producidas por la lu-

cha de los contrarios De medida porque el λόγος mantiene la misma pro-

porcioacuten en cada uno de los movimientos de tal modo que lo que aislada-

mente parece azaroso (un montoacuten de desperdicios sembrados al azar como

dice Heraacuteclito) deviene necesario contemplado desde el punto de vista de

la unidad del juego de la armoniacutea invisible que subyace a su desarrollo y

que religa todos los momentos del mismo

Se trata de una relacioacuten entre conocimiento y desconocimiento soacutelo

los despiertos saben que en cada fase del juego se reduce inevitablemente

el nuacutemero de movimientos posibles de la naturaleza de modo que lo que en

un primer momento apareciacutea como un proceso aleatorio reaparece al final

del juego como el resultado de una razoacuten comuacuten y omniabarcante (el λό-

γος) sin olvidar que el final de cada partida no hace sino anunciar el co-

mienzo de la proacutexima repleta de posibilidades pero con las mismas reglas

Dicho de otro modo el jugador soacutelo conquistaraacute su libertad (la sabiduriacutea)

asumiendo que bajo la multiplicidad manifiesta de lo real se esconde una

277

unidad invisible y relacional haciendo que sus decisiones coincidan con las

de la naturaleza del juego es decir con las de la propia naturaleza de mo-

do que el sabio no soacutelo es el que conoce la naturaleza sino el que ndashuna vez

conocida- actuacutea seguacuten la naturaleza

Para salir airosos del juego por tanto hay que comprender y respetar

sus reglas hay que comprender que el arte regio consiste en gobernar el

mundo (tanto interior como exterior) de acuerdo con sus propias leyes hay

que comprender que todas las posibilidades del juego estaban ya contenidas

desde un principio en la propia naturaleza en lo divino a pesar de que el

entendimiento de los dormidos no sea capaz de contemplarla desde la pers-

pectiva de la unidad sino uacutenicamente desde la perspectiva de la multiplici-

dad Los despiertos que contemplan la batalla coacutesmica desde el punto de

vista de lo divino entienden la belleza de este gran espectaacuteculo puesto que

conocen la medida insobornable que lo rige y posibilita pero los dormidos

que soacutelo tienen acceso a una parte aislada de la batalla coacutesmica lo entien-

den como un espectaacuteculo traacutegico y aterrador que nada significa405

Asiacute lo expresa Heraacuteclito en uno de sus fragmentos maacutes enigmaacuteticos

laquoEl tiempo-de-la-vida (αἰών) es un nintildeo que juega a la petteia de un nintildeo

el reinoraquo406

405 Cfr Cleve Felix M The Giants of Presophistic Greek Philosophy vol I The Ha-

gue Martinus Nijhoff 1973 pp 101-103 Para este autor Heraacuteclito es el primero en le-

vantar el teloacuten de este inmenso espectaacuteculo pleno de ruido y furia el primero en conce-

bir el mundo con la metaacutefora del juego y el teatro (en ingleacutes como es sabido to play

significa tanto ldquorepresentar una obra de teatrordquo como ldquojugarrdquo lo mismo sucede v gr

en alemaacuten con el verbo spielen) la metaacutefora del ldquoGran teatro del mundordquo que tendraacute su

culminacioacuten en Shakespeare y especialmente en Calderoacuten de la Barca

406 αἰὼν παῖς ἐστι παίζων πεσσεύων παιδὸς ἡ βασιληίη (22 B 52 DK)

278

En primer lugar αἰών no debe tomarse en este contexto como laquoeter-

nidadraquo Se trata del laquotiempo-de-la-vidaraquo de la existencia de la duracioacuten de

la vida humana entendida como destino en cuanto aacutembito limitado por la

muerte Por su parte χρόνος denota la duracioacuten del tiempo el tiempo en

su totalidad soacutelo a partir de Platoacuten comienza a usarse αἰών en el sentido

de eternidad asiacute en Timeo (37d) leemos que laquoel tiempo es la imagen moacutevil

de la eternidad (αἰών)raquo407

En segundo lugar Πεσσεύων suele traducirse por damas tres-en-

raya dados ajedrez etc Sin embargo no es lo mismo utilizar una u otra

acepcioacuten la petteia era un juego tradicional griego de loacutegica reflexioacuten y

estrategia no de azar como los dados Se trata de uno de los antecedentes

del ajedrez junto con la tchaturanga (juego de azar de origen indio) La

petteia se juega en un tablero cuadrangular de 64 divisiones (8x8) donde

cada jugador dispone de 8 guijarros o peones unos blancos otros negros

El objetivo del juego es inmovilizar o capturar las piezas del adversario en-

tre dos de las propias mediante movimientos relativos en funcioacuten de los del

contrincante En Egipto se jugaba a un juego similar llamado Seega (el pro-

407 Cfr Chantraine Pierre op cit p 42 Cfr Couloubaritsis Lameros ldquoLa notion drsquo

Aion chez Heacuteracliterdquo en Boudouris K J (Ed) Ionian Philosophy Athens Internatio-

nal Association for Greek Philosophy 1989 pp 104-113 Sobre el sentido del teacutermino

en este fragmento cfr Fink Eugen Le jeu comme symbole du monde Paris Les Eacutedi-

tions de Minuit 1966 p 28 cfr Martiacutenez Marzoa Felipe Historia de la filosofiacutea Filo-

sofiacutea antigua y medieval Madrid Istmo 1984 pp 31ss Otros autores arcaicos como

Piacutendaro usan el teacutermino en ese mismo sentido ldquoEfiacutemeros somos iquestqueacute es uno iquestqueacute no

es Suentildeo de una sombra el hombre Mas cuando llega otorgado por Zeus el esplendor

por encima se situacutean de los hombres un luciente fulgor y una dulce existencia (αἰών)rdquo

Piacutendaro Epinicios ed cit Piacutetica VIII 95

279

pio Platoacuten nos confirma el origen egipcio de la petteia408- otras variantes

del juego aparecen en Japoacuten (Hasami Shogi) y en Roma (Latrunculi) pero

este uacuteltimo cuenta con una ficha maacutes por jugador que actua de comodiacuten

Curiosamente en Japoacuten soliacutea decirse que el Hasami Shogi era laquoel juego de

un nintildeoraquo (de modo semejante a Heraacuteclito) quizaacute por el contraste entre la

complejidad de posibilidades que permite desarrollar el juego y la simplici-

dad de sus reglas (a menos que uno de los jugadores incurra en continuas

equivocaciones resulta muy difiacutecil neutralizar las piezas del adversario eli-

minar la tensioacuten entre los contrarios por lo que las partidas requieren una

gran concentracioacuten ndashestar despiertos- y mucho tiempo)409

Platoacuten sentildeala en la Repuacuteblica que la colocacioacuten haacutebil de una sola fi-

cha en este juego puede bloquear por completo el avance del contrario410

aunque para ello es necesario haberse ejercitado mucho411 En el libro VI de

esta misma obra compara a los interlocutores de Soacutecrates con los malos ju-

408 Cfr Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) edcit 274d (trad cast Emilio Lledoacute) 409 Una conocida pintura sobre aacutenfora (realizada a principios del s VI a C) representa a

Ajax con Aquiles disputando una partida de petteia portando ambos sus armas y vesti-

dos con sus armaduras Existen hasta ocho versiones distintas de esta pintura en dos de

ellas aparecen soacutelo los dos heacuteroes jugando en las seis restantes aparece detraacutes de ellos

Atenea Dada la recurrencia de la imagen se puede pensar que alguacuten poema eacutepico arcai-

co pudo haber descrito esta escena en la que los dos heacuteroes estaban tan entregados a la

batalla loacutegica que acaso olvidaron acudir a una batalla real de la Guerra de Troya por

lo que Atenea tuvo que presentarse para persuadirlos de abandonar el juego y regresar al

combate cuyo tablero son diacuteas y noches como dijo Borges en su ceacutelebre poema sobre el

ajedrez Desde el punto de vista de Heraacuteclito Atenea representariacutea en esa escena el λό-

γος del juego y tambieacuten la sabiduriacutea que conlleva constatar que la lucha es la madre del

cosmos y la discordia es justeza 410 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit I 333b 411 Cfr Ibid II 374d

280

gadores de petteia que acaban bloqueados por la pericia de las preguntas

de su maestro

laquoEstiman que es por su inexperiencia en interrogar y responder por lo que

son desviados un poco por obra del argumento en cada pregunta y al acu-

mularse al final de la discusioacuten estos pequentildeos desviacuteos el error llega a ser

grande y aparece contradiciendo lo primero que se dijo Y asiacute como en el

juego de fichas (πεττείας) los expertos terminan por bloquear a los inex-

pertos que no tienen doacutende moverse asiacute tambieacuten ellos acaban por quedar

bloqueados sin tener queacute decir por obra de este otro juego de fichas que

no se juega con guijarros sino con palabras aunque la verdad no gane maacutes

de ese modoraquo412

Por tanto Heraacuteclito afirma que el tiempo es un juego de loacutegica de

estrategia de razonamiento de reflexioacuten pero jugado por un nintildeo no por

un adulto en ese caso hay que articular las ideas de medida y azar puesto

que el nintildeo introduce en el juego la inocencia la espontaneidad la creativi-

dad la imprevisibilidad De lo que no cabe ninguna duda es de que se trata

de un juego de guerra igual que la tchaturanga y el ajedrez (en la India re-

presenta la lucha de los devas contra los asucircras en Grecia la de los dioses

contra los titanes pero en ambos casos el tablero simboliza la existencia

concebida como campo de accioacuten de fuerzas divinas y como campo de ba-

talla de fuerzas humanas) Del mismo modo sabemos con total certeza que

las piezas de la tchaturanga y del ajedrez corresponden a las distintas fac-

ciones del ejeacutercito antiguo y que el objetivo de ambos consiste en matar al

rey enemigo o en derrotar a su ejeacutercito Por eso creemos por analogiacutea que

la afirmacioacuten de un nintildeo el reino que utiliza Heraacuteclito hace mencioacuten a la 412 Cfr Ibid VI 487b-c

281

frase que se deciacutea al vencer en el juego es decir seriacutea algo similar a la foacuter-

mula jaque mate (del persa shacirch ldquoel reyrdquo y el aacuterabe macirct ldquoha muertordquo) por

tanto habriacutea que leer ldquode un nintildeo (el tiempo) el triunfo en el juegordquo ldquode

un nintildeo (el tiempo) el jaque materdquo En este sentido igual que un nintildeo se en-

tretiene tratando de inmovilizar las fichas de su adversario y en el propio

juego radica su poder y tambieacuten su alegriacutea asiacute el tiempo se ocupa de tener

en jaque al cosmos y al hombre para al final darles jaque mate413

Una vez aclarados estos dos puntos debemos reconocer que esta sen-

tencia encierra al menos dos intuiciones fundamentales por un lado que la

realidad maacutes originaria se entiende y se presenta pre-ontoloacutegicamente como

juego por otro que esta realidad se piensa de un modo temporal no espa-

cial El juego del mundo acontece en el horizonte del tiempo donde todas

las cosas estaacuten en juego donde todas aparecen desaparecen se quitan y se

ponen como quita y pone el nintildeo las fichas sobre el tablero No en vano el

tiempo es la condicioacuten de posibilidad del devenir carente de finalidad y re-

pleto de potencialidades que envuelve los elementos que juegan y son ju-

gados en el mundo414

El tiempo es un nintildeo porque es siempre joven e inocente y es ade-

maacutes rey porque nadie puede vencerlo en este juego que es su juego No se

trata de que el devenir nos desee el mal El devenir no puede desearnos el

413 Sobre este juego como ampliacioacuten cfr Gueacuteniot Philippe ldquoLectures des preacutesocrati-

ques II Un jeu chef la petteiardquo en Revue de Philosophie Ancienne XVIII 2 (2000)

pp 33-64 Cfr Burckhardt Titus ldquoEl simbolismo del ajedrezrdquo en Siacutembolos Palma de

Mallorca ETU 1992 pp 14-24 414 En este punto seguimos a Gadamer quien afirma que la naturaleza es un juego siem-

pre renovado sin objetivo ni intencioacuten donde todo jugar es ser jugado es decir donde

el verdadero sujeto del juego no es el jugador sino el juego mismo Cfr Gadamer H-G

Verdad y Meacutetodo ed cit pp 148-150

282

bien ni el mal porque simplemente no desea nada ya que no es bueno ni

malo Su ferocidad (desde el punto de vista humano) no es sino la maacutes ab-

soluta indiferencia (desde el punto de vista coacutesmico) Ni providencia ni fi-

nalidad ni determinismo soacutelo el juego de los contrarios y la medida soacutelo

un cosmos inconmensurable y la limitacioacuten de los mortales

Creemos en suma que Nietzsche estaacute mucho maacutes atinado cuando

afirma que Heraacuteclito es el filoacutesofo de la inocencia del devenir que cuando

afirma que es el filoacutesofo del puro devenir sin dejar lugar a ninguacuten tipo de

permanencia El nintildeo afirma el filoacutesofo alemaacuten no es movido por un aacuteni-

mo criminal sino por un aacutenimo incesante de juego iquestDoacutende se puede encon-

trar en este mundo ndashse pregunta Nietzsche- un regenerarse y un perecer se-

mejantes un construir y un destruir sin justificacioacuten moral alguna sumidos

en eterna e intacta inocencia En el juego del artista y en el juego del nintildeo

Soacutelo el creador por tanto puede ser activo a la vez que mesurado

laquoEl nintildeo se cansa de su juguete y lo arroja de su lado o de inmediato lo re-

toma y vuelve a jugar con eacutel [] pero cuando construye no lo hace a cie-

gas sino que ajusta adapta y edifica conforme a leyesraquo415 415 Cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos ed cit p

68 En este texto Nietzsche reconoce ndashcomo Heraacuteclito- la presencia de medidas en el

devenir Ecos de 22 B 52 DK los encontramos tambieacuten en Nietzsche Asiacute habloacute Zara-

tustra Madrid Alianza 2002 I ldquoDe las tres transformacionesrdquo pp 53-55 III ldquoEl con-

valecienterdquo p 305 III ldquoAntes de la salida del solrdquo p 239 III ldquoLos siete sellosrdquo pp

320-321 p 55 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) cfr Nietzsche El nacimiento de la trage-

dia ed cit sect 24 p 188 Pero sin duda llama maacutes la atencioacuten un bello pasaje de la Iliacutea-

da en el que Heacutector describe coacutemo Apolo derriboacute el muro de los aqueos ldquocon la misma

facilidad con que un nintildeo jugando en la playa desbarata con los pies y las manos lo que

de arena habiacutea construidordquo (ὡς ὅτε τις ψάμαθον πάϊς ἄγχι θαλάσσης ὅς τrsquo ἐπεὶ

οὖν ποιήσῃ ἀθύρματα νηπιέῃσιν ἂψ αὖτις συνέχευε ποσὶν καὶ χερσὶν ἀθύ-

283

En palabras de Kostas Axelos como conclusioacuten el mundo es el hori-

zonte global y abierto de todo lo que en el devenir del tiempo pertenece al

hombre y se le muestra fragmentariamente416 donde el tiempo mismo es el

horizonte que mantiene unidos a los contrarios al hombre y al mundo mar-

cando el ritmo errante y la medida casi musical del λόγος que dirige y re-

laciona todo lo que es Dicho de otro modo la apertura del mundo se expe-

rimentan en una confusioacuten o mejor conexioacuten entre los contrarios en un

planteamiento donde el λόγος de la naturaleza-divina acoge y recoge al

λόγος humano donde el tiempo es el devenir la constante presenciaau-

sencia del ser es decir donde el ser es devenir y es tiempo Nos encontra-

mos ante un ser que no deja de cambiar pero que cambia precisamente por-

que es En este sentido se atisba que nada puede ser sin cambiar ni cambiar

sin ser o lo que es lo mismo las nociones de ser y devenir lejos de supri-

mirse son solidarias para Heraacuteclito puesto que nada es maacutes que siendo

(cambiando y permaneciendo)417 Como hemos dicho en otro lugar el de-

venir no se entiende sin medida ni la medida sin devenir Por tanto que to-

do cambia es una verdad indudable pero que en todo cambio debe haber

algo que permanezca tambieacuten lo es y de un modo si cabe maacutes fundamen-

tal en el fondo ndashno se olvide- el cambio es expresioacuten de la medida misma y

sirve para llevarla a cabo puesto que es un aspecto del λόγος

ρων) Cfr Homero Iliacuteada ed cit XV 362 Para ampliar la influencia de Heraacuteclito so-

bre Nietzsche cfr Negri Antimo ldquoNietzsche e il fanciullo che giuoca di Eraclitordquo en

Rossetti Livio (ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 Vol II ldquoLa fortuna di Era-

clito nel pensiero modernordquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 209-265 416 Cfr Axelos Kostas El pensamiento planetario ed cit p 30 417 Cfr Comte-Sponville Andreacute iquestQueacute es el tiempo Reflexiones sobre el pasado el

presente y el futuro Barcelona Andreacutes Bello 2001 p 158 (trad cast Pierre Jacomet)

284

285

Cap 8

laquoSobre lo divinoraquo

286

287

1 Lo divino como resolucioacuten de la oposicioacuten

11 El problema de lo divino

El tema que nos ocupa es uno de los que maacutes controversias han sus-

citado entre los estudiosos del pensador jonio A nadie se le oculta la grave-

dad del asunto puesto que la actitud del hombre ante lo divino afecta iacutenti-

mamente a otras cuestiones elementales como su puesto en el cosmos el

sentido de su vida o la entrantildea uacuteltima de la propia naturaleza Se puede aco-

meter esta cuestioacuten por diversas viacuteas (siendo la teoloacutegica la maacutes transitada)

pero los filoacutesofos lo han hecho siempre por la maacutes enojosa de todas ya que

estaacute llamada a no tener fin ni a satisfacer a nadie por completo laquoen espe-

cial a aqueacutellos que buscan razones anteriores a la inteleccioacuten y ajenas a eacutes-

ta porque suponen con cierta razoacuten que por esta viacutea no van a encontrar to-

do lo que el hombre busca en Diosraquo418

Se suele pensar que la cuestioacuten de lo divino se encuentra necesaria-

mente ligada al campo de la fe religiosa pero esto no es del todo preciso

Una cosa es que la respuesta a tal cuestioacuten se ajuste a las propias creencias

y otra bien distinta es que sea una cuestioacuten de simple creencia sin dejar es-

pacio alguno para la reflexioacuten filosoacutefica pues sin ella laquola religioacuten positiva

se pierde en una religiosidad vaporosa tal vez bella pero que en uacuteltima ins-

tancia carece de sentido y de fundamentoraquo419

Por otro lado desde el punto de vista estrictamente filosoacutefico el pro-

blema de Dios es una cuestioacuten verdaderamente atemporal Lo divino no es

una realidad natural inmediatamente presente como las piedras o los aacuterbo- 418 Zubiri Xavier ldquoIntroduccioacuten al problema de Diosrdquo en Naturaleza Historia Dios

ed cit p 344 419 Ibid p 345

288

les se trata quizaacutes de la maacutes lejana de todas pero en modo alguno ajena al

hombre o a la propia naturaleza Esto queda patente en el mundo arcaico

donde afecta a la raiacutez misma de la vida humana420

El hombre pone en juego su inteligencia para conocer lo que las co-

sas son en verdad por eso va pasando de unas a otras destapando su funda-

mento e interna trabazoacuten La inteligencia ademaacutes de encontrarse con ellas

trata de desvelar la razoacuten de las mismas por tanto no es extrantildeo que en ese

proceso de elucidacioacuten se dirija tarde o temprano hacia lo divino (aunque

sin olvidar que el problema de Dios no entroacute de un modo netamente espe-

culativo en la arquitectura de la filosofiacutea claacutesica hasta Platoacuten) En definiti-

va como se trata de un elemento maacutes de lo real el maacutes eminente de todos

la inteligencia se ve forzada por las cosas mismas a resolver ese misterio o

al menos adentrarse en eacutel

No en vano se busca en el campo de lo divino la solucioacuten remota a

una de las cuestiones filosoacuteficas maacutes inmediatas y originarias la de intentar

desvelar la oculta unidad y estabilidad del ser que se nos muestra muacuteltiple

y cambiante en la enmarantildeada diversidad de la experiencia Incluso la maacutes

ingenua contemplacioacuten de la naturaleza no puede pasar por alto la polari-

dad entre la luz y la oscuridad el calor y el friacuteo etc y desde ese mismo 420 En este sentido se puede convenir con Zubiri que ldquolo natural es como el ojo de la

cerradura de la llave de lo absolutordquo Zubiri Xavier Sobre el hombre Madrid Alianza

1986 p 177 Como sentildeala Jaeger la palabra ldquoteologiacuteardquo no tiene sentido filosoacutefico hasta

Platoacuten por tanto si queremos entender las sentencias de Anaximandro o Heraacuteclito so-

bre ldquoDiosrdquo o ldquolo divinordquo conceptos que en este contexto auacuten no estaacuten claramente deli-

mitados necesitamos tomar siempre su filosofiacutea como un todo sin considerar los aspec-

tos teoloacutegicos aparte de los fiacutesicos u ontoloacutegicos Tomando el mundo natural como pun-

to de partida los primeros filoacutesofos llegaron a la intuicioacuten de lo divino consideraacutendolo

el atributo maacutes elevado que se podiacutea conceder al primer principio o a la propia naturale-

za Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 37

289

momento comenzaraacute un escrutinio en busca de la ley oculta que ordena y

posibilita tales oposiciones de modo que guarden una cierta armoniacutea es

decir un cierto ritmo y medida421 Y este primer problema de la ontologiacutea

alcanza toda su enjundia con la vislumbre de los contrarios en la naturaleza

y de un modo especial en la existencia humana a tenor de las tensiones

internas y conflictos morales que atraviesan la mayoriacutea de nuestras decisio-

nes y empentildeos

laquoLa reflexioacuten sobre los contrarios no llega hasta su plenitud y extrema

agudeza hasta el momento en que el problema de la vida se plantea y se

une con la visioacuten del mundoraquo422

En este sentido junto a las oposiciones del cosmos se revelan las que

se dan en el interior del ser humano haciendo del hombre un microcosmos

cuya razoacuten ndashigual que la razoacuten comuacuten que opera en la naturaleza y de la

que participa- busca la unidad uacuteltima de los opuestos y la conexioacuten de todo

cuanto hay lo que abre el camino a lo divino Para Heraacuteclito como hemos

visto no se trata de una unidad que elimine la tensioacuten entre los contrarios

ni tampoco de una unidad que conceda prioridad a unos sobre otros en la 421 Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 129 Asiacute por ejem-

plo sentildeala Heraacuteclito en 22 B 102 DK sobre lo que volveremos que para la divinidad

todas las cosas son buenas bellas y justas siendo los hombres los que comenzaron a

considerar a unas justas y a otras injustas sin duda por una falta de perspectiva global

sobre la unidad uacuteltima de todos los contrarios Nicolaacutes de Cusa fue el primero en estu-

diar sistemaacuteticamente las ideas especulativas de la coincidentia oppositorum en Dios y

del mundo como explicatio Dei que sin duda estaban ya prefiguradas en las intuiciones

miacutesticas del maestro Eckhart Cfr Aacutelvarez Goacutemez Mariano Pensamiento del ser y es-

pera de Dios Salamanca Siacutegueme 2004 pp 13-42 422 Heimsoeth Heinz Los seis grandes temas de la metafiacutesica occidental ed cit p 26

290

relacioacuten enantioloacutegica No obstante esta idea tan pujante que ha sido reto-

mada por la fiacutesica contemporaacutenea de la mano de N Bohr no ha tenido mu-

cha fortuna en el posterior desarrollo de la filosofiacutea occidental Eacutesta se ha

decantado salvo notables excepciones por un dualismo excluyente (mundo

sensiblemundo inteligible cuerpoalma sentidosrazoacuten etc) que se nota

especialmente en pensadores como Platoacuten Tomaacutes de Aquino o Descartes

y que favorece el aacutembito de lo inteligible inmutable y espiritual sobre el de

lo sensible cambiante y material Frente a las dualidades cerradas Heraacutecli-

to propuso una unidad ontoloacutegica fundamental en cuyo seno se despliegan

ndashcomo momentos o aspectos de esa unidad- las diversas oposiciones que

vertebran lo real

12 La imagen completa del mundo theologia naturalis

Afirma Jaeger siguiendo la clasificacioacuten del enciclopedista romano

M Terencio Varroacuten (s II a C) que se han dado al menos tres tipos de teo-

logiacutea en la Antiguumledad la laquomiacuteticaraquo propia de los poetas la laquofiacutesicaraquo propia

de los filoacutesofos presocraacuteticos y la laquopoliacuteticaraquo propia de los sofistas423 De-

bemos situar a Heraacuteclito por tanto en la laquoteologiacutea fiacutesicaraquo que describe la

naturaleza de lo divino a partir de sus manifestaciones en la propia natura-

leza apartaacutendose de la variante miacutetica especialmente a partir de Jenoacutefanes

iniciador de una corriente ilustrada como es sabido que puso en cuestioacuten

los pilares baacutesicos de la religioacuten popular424

423 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 8-10 424 Cfr Jimeacutenez Barintildeaga David ldquoLa teologiacutea de Heraacuteclito de Eacutefesordquo en Anaacutebasis 6 2

(1997) p 91

291

A pesar de esto y de la criacutetica de Heraacuteclito a la religioacuten popular pa-

rece que no existe otro modo de comprender este enigmaacutetico rasgo de su

pensamiento que relacionaacutendolo con la imagen religiosa y filosoacutefica del

mundo predominante en su tiempo Pues a pesar de las notables diferencias

de detalle puede decirse que los primeros presocraacuteticos compartieron en

liacuteneas generales una visioacuten comuacuten del cosmos Lo mismo cabe imaginar

para un filoacutesofo medieval pues por novedoso que fuera su pensamiento

habriacutea dado por sentado un universo ptolomaico ndashcreado por Dios- con la

Tierra situada en su centro425

Como hemos visto para los filoacutesofos jonios lo que contiene la natu-

raleza estaacute sujeto al cambio y a la disolucioacuten al estar compuesta por ele-

mentos contrarios que chocan entre siacute y se sustituyen mutuamente en una

alternancia sin fin Existe tambieacuten lo que rodea este inmenso escenario (τὸ

περιέχον) sea de naturaleza indeterminada o no que de alguacuten modo da

lugar a la aparicioacuten y acoge la desaparicioacuten de los contrarios mismos Este

elemento eterno vivo y activo no soacutelo iniciaba todo movimiento en el cos-

mos sino que ademaacutes lo gobernaba bien imponiendo medidas o bien retri-

buyendo la injusticia que comporta toda separacioacuten o individuacioacuten426 Esta

mezcla del primer principio con los entes principiados estaba tambieacuten en la

base de la concepcioacuten pitagoacuterica del parentesco de toda la naturaleza En

este sentido podemos decir que sea lo que sea este principio coincide en

un sentido esencial con laquolo divinoraquo

Asiacute lo entiende tambieacuten Aristoacuteteles

425 Cfr Guthrie W K C ldquoThe Presocratic World-picturerdquo en Harvard Theological

Review (1952) pp 87-104 426 Cfr Gueacuterin Pierre Lrsquoideacutee de justice dans la conception de lrsquounivers chez les

premiers philosophes grecs Paris Alcan 1934 pp 88-89

292

laquoPor eso como decimos parece que no tiene principio (οὐ ταύτης ἀρ-

χή) sino que es el principio de las otras cosas y a todas las abarca y las

gobierna (περιέχειν ἅπαντα καὶ πάντα κυβερνᾶν) [hellip] y es lo divi-

no pues es inmortal e imperecedero (καὶ τοῦτrsquo εἶναι τὸ θεῖονmiddot ἀθάνα-

τον γὰρ καὶ ἀνώλεθρον) como afirma Anaximandro y la mayor parte

de los fisioacutelogos (τῶν φυσιολόγων)raquo427

Por tanto si suponemos que Heraacuteclito no se habiacutea alejado demasiado

de esta concepcioacuten comuacuten del mundo y de lo divino resultaraacute maacutes sencillo

comprender su cosmologiacutea y el papel que en ella juega el λόγος-divino428

Por otro lado no parece extrantildeo que ndashen este contexto- el primer principio

pueda ser al mismo tiempo inmanente y trascendente inmanente en cuanto

no es una instancia extranatural y trascendente en cuanto estaacute separado de

todo al tiempo que estaacute presente en todo (cfr 22 B 108 DK) En este mismo

sentido pudo decir Esquilo laquoZeus es el Eacuteter Zeus la Tierra Zeus el Cielo

Zeus lo es todo y lo que es maacutes alto que estoraquo (fr 105 Mette)429

Por tanto cuando Heraacuteclito habloacute de laquoDiosraquo como instancia donde

coinciden y se armonizan las oposiciones parece evidente que estaba pen-

sando en el λόγος contraponiendo este conocimiento la laquosabiduriacutearaquo con

427 Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit III 4 203b 10-15 428 Cfr Gigon Olof Untersuchungen zu Heraklit ed cit p 147 Cfr Held Klaus He-

raklit Parmenides und der Anfang von Philosophie und Wissenschaft ed cit p 462

429 Ζεύς ἐστιν αἰθήρ Ζεὺς δὲ γῆ Ζεὺς δ᾽ οὐρανός Ζεύς τοι τὰ πάντα χὤ τι

τῶνδ᾽ ὑπέρτερον Esquilo ldquoLas Hijas del Solrdquo fr 105 en Tragedias de Esquilo vol

II Madrid Hernando 1966 (trad cast Francisco R Adrados que sigue la edicioacuten de

Mette Hans J Die Fragmente des tragoumldien des Aischylos Berlin Akademie Verlag

1959)

293

el limitado conocimiento que tienen los hombres de esta norma universal

que prescribe la unidad uacuteltima de todos los opuestos ya que la experiencia

inmediata de la naturaleza nos los presenta desligados

laquoLo que Heraacuteclito quiere decir es claramente que en contra de nuestra

propia experiencia que distingue una cosa de otra que enfrenta una cosa a

otra debemos ver que lo que pueda presentarse de modos tan diversos

oculta en siacute mismo una identidad en la oposicioacuten Heraacuteclito mira a traveacutes

de la falsa apariencia de las diferencias y las oposiciones y descubre en to-

das partes lo Unoraquo430

Esta misma idea de identidad en la oposicioacuten estaacute presente de alguacuten

modo en el panteoacuten griego compuesto por una gran variedad de dioses

con funciones propias y aacutembitos reservados pero que configuran una socie-

dad jerarquizada en torno a Zeus que impone justicia donde se limitan y

complementan unos a otros Por otro lado los dioses griegos estaacuten en el

mundo formando parte de eacutel no lo han creado en un acto que subraye su

total trascendencia sino que han nacido en y con el mundo como narra He-

siacuteodo en la Teogoniacutea y del mismo modo que los hombres se encuentran

sometidos a medidas que no pueden transgredir431 Asiacute pues debemos ad-

vertir que hay divinidad en el mundo como hay mundanidad en las divini-

dades o lo que es lo mismo la teologiacutea miacutetica griega siempre fue una teo-

430 Gadamer Hans-Georg ldquoEstudios heracliacuteteosrdquo en El inicio de la sabiduriacutea Barcelo-

na Paidoacutes 2001 pp 48-49 (trad cast Antonio Goacutemez) Cfr Drozdek Adam ldquoHeracli-

tusrsquo Theologyrdquo en Classica et Mediaevalia nordm 52 (2001) p 51 431 Esta idea estaacute presente en 22 B 94 DK ldquoEl sol no rebasaraacute sus medidas Pues si no

las Erinis defensoras de la Justicia daraacuten con eacutelrdquo (Ἥλιος γὰρ οὐχ ὑπερβήσεται μέ-

τρα εἰ δὲ μή Ἐρινύες μιν Δίκης ἐπίκουροι ἐξευρήσουσιν)

294

logiacutea natural por lo que los presocraacuteticos no tuvieron una experiencia ale-

jada o remota de lo divino432 la estirpe de los inmortales vio la luz ndashdesde

el caos originario- al mismo tiempo que el mundo y los hombres en un

proceso en el que teogoniacutea y cosmogoniacutea van parejas

laquoLa concepcioacuten heleacutenica de la naturaleza es de la mayor importancia para

la comprensioacuten de la religioacuten y del pensamiento de los griegos No hay en

sus concepciones ninguna contradiccioacuten entre la naturaleza y lo divino

contradiccioacuten que existe en el monoteiacutesmo judeo-cristiano sino que la na-

turaleza misma es divina [hellip] Tambieacuten los dioses son intramundanos [hellip]

pese a la superior sabiduriacutea y al superior poder de los dioses a su inmorta-

lidad y a su eterna juventud no existe entre ellos y los hombres ninguacuten

abismo insuperable [hellip] Lo que une a ambos y les diferencia del animal es

el espiacuteritu el pensamiento y su fuerza la chispa prometeica por la cual

participan los hombres de lo divino Por ello tampoco conoce el griego

maacutes revelacioacuten divina que la que encuentra en la naturaleza [hellip] El cono-

cimiento de la naturaleza lleva cada vez maacutes adentro en el conocimiento

de lo divinoraquo433

Dicho de otro modo el hombre griego no diferencia claramente lo

natural de lo sobrenatural en un mundo que laquoestaacute lleno de diosesraquo en pala-

bras de Tales de Mileto (cfr 11 A 22 DK) No es que se trate de una reli-

gioacuten de la naturaleza sino de una religioacuten que atisba la presencia de lo divi-

no en la propia naturaleza es decir el componente divino de la misma Co-

mo dice W Jaeger ninguno de los primeros filoacutesofos forjoacute una religioacuten en 432 Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia antigua Barcelona Ariel 2001 p

8 (trad cast Salvador Mordf del Canil) 433 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit pp 21-22 Cfr Platoacuten Protaacute-

goras (Diaacutelogos vol I) Madrid Gredos 2002 322a (trad cast Carlos Gordf Gual)

295

sentido estricto sino que se encontraron con laquolo divinoraquo investigando la

naturaleza (en el proceso natural) por eso usaron ndashde un modo novedoso-

el teacutermino neutro τὸ θεῖον referido al primer principio por ser maacutes am-

plio y abstracto que laquoDiosraquo (ὁ θεός) que tambieacuten usaron aunque en un

sentido distinto del que lo hace la religioacuten popular434 Asiacute lo entiende tam-

bieacuten Loacutepez Eire

laquoLos griegos comenzaron a filosofar no por el mero asombro ante la na-

turaleza como suele decirse sino por la admiracioacuten ante lo divino de la

naturalezaraquo435

La naturaleza que vislumbraron los presocraacuteticos no es la naturaleza

profana o desencantada de la ciencia moderna pero cuando Anaximandro

dijo que lo ilimitado era lo divino dejoacute claro que acuntildeaba un teacutermino igual-

mente alejado de la mitologiacutea tradicional El filoacutesofo ndashfrente al poeta- en-

saya una mirada ineacutedita sobre las fuerzas divinas que gobiernan el cosmos

hacieacutendolas asequibles a la razoacuten humana y ndashen cierto modo- humanizaacuten-

dolas por eso dice Heraacuteclito como veremos que aquello que da unidad a

la naturaleza quiere y no quiere verse llamado con el nombre de Zeus (cfr

22 B 32 DK) ya que aunque tenga los atributos del dios oliacutempico es me-

nester no dar lugar a equiacutevocos a este respecto

Para los presocraacuteticos por tanto lo divino no estaacute separado de lo hu-

mano sino que ambos confluyen en lo natural el teacutermino que mejor defi-

ne esta relacioacuten fundamental es religacioacuten En efecto estamos impelidos a

434 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 112 435 Loacutepez Eire Antonio ldquoEl lenguaje sobre Dios en la Grecia antiguardquo en VV AA

Lenguajes sobre Dios Salamanca SCLF 1998 p 147

296

existir porque previamente estamos religados a lo que nos hace existir la

naturaleza Se trata de aquello que es raiacutez y apertura a un tiempo de aque-

llo hacia lo que vamos justamente porque venimos de ello Esto es la exis-

tencia humana no soacutelo estaacute arrojada a la naturaleza sino emparentada radi-

calmente con ella Ese viacutenculo ontoloacutegico del ser humano es la religacioacuten

(coacutesmica y religiosa) utilizando un teacutermino claacutesico bien estudiado por Zu-

biri aunque en un contexto muy distinto Por tanto la religacioacuten no es algo

que se tiene sino algo que se es una dimensioacuten formalmente constitutiva de

la existencia humana436

Eacuteste parece ser tambieacuten el caso de Heraacuteclito quien encontroacute impreso

el sello de lo divino en la unidad-multiplicidad de la naturaleza inter-rela-

cionada en la unidad de todos los opuestos

laquoDios diacutea-noche invierno-verano guerra-paz hartura-hambre Pero se

torna otro cada vez igual que el fuego cuando se mezcla con los inciensos

se llama seguacuten el gusto de cada unoraquo437

436 Cfr Zubri Xavier ldquoEn torno al problema de Diosrdquo en Naturaleza Historia Dios

ed cit pp 372-374

437 ὁ θεὸς ἡμέρη εὐφρόνη χειμὼν θέρος πόλεμος εἰρήνη κόρος λιμός (τἀ-

ναντία ἅπαντα οὗτος ὁ νοῦς) ἀλλοιοῦται δὲ ὅκωσπερ ltπῦρgt ὁπόταν συμ-

μιγῆι θυώμασιν ὀνομάζεται καθrsquo ἡδονὴν ἑκάστου (22 B 67 DK) Ante esta sen-

tencia surge una duda de inmediato si ὁ θεός es sujeto o predicado de lo que sigue a

continuacioacuten Entendemos que no se trata tanto de que ldquoDiosrdquo sea diacutea y noche verano e

invierno sino de que Dios ndashen cierto modo la cara invisible y uacutenica del mundo contra-

puesta a la visible y muacuteltiple- abarca o armoniza los contrarios Por otro lado las pare-

jas de contrarios no son sujetos ni predicados nominales se acoplan entre siacute al compren-

der la unidad dialeacutectica Cfr Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria Los filoacutesofos preso-

craacuteticos vol I ed cit p 325 La palabra πῦρ por otro lado es conjeturada por Diels

297

Hay que advertir que esta sucesioacuten que explica la presencia de la di-

vinidad en la naturaleza se extiende de la maacutes pequentildea medida temporal

del cosmos a la maacutes grande y que todas ellas tienen un caraacutecter de mutua y

ciacuteclica alternancia438 la serie de los conceptos que representa la esencia de

la naturaleza (de la propia divinidad) no es de tipo espacial sino temporal

En consecuencia el cosmos no es un estado sino un proceso y su decurso

se da en el seno mismo de la divinidad (igual que el fuego cuando se mez-

cla con los inciensos que ndashsin dejar de ser el mismo- se llama seguacuten el gus-

to de cada uno) cuyo caraacutecter nomoteacutetico presenta una medida fija que ac-

tuacutea perpetuamente sobre el fondo dinaacutemico de lo que hay Por otro lado se

integran conceptos fiacutesicos y metafiacutesicos en un mismo proceso el paso de

los diacuteas y las estaciones cuya evidencia es empiacuterica se enlaza con el paso

de la guerra a la paz y de la hartura a la saciedad que simbolizan la alter-

nancia armoacutenica de los contrarios y el principio y el fin del ciclo global

respectivamente esto es el encenderse y apagarse del fuego eterno

Dios (ὁ θεός) por tanto seriacutea aquello que expresa la unidad oculta

del cosmos la contemplacioacuten global del mismo desde el punto de vista del

λόγος y la armoniacutea que subyace a la multiplicidad fenomeacutenica de lo real

(siendo el propio λόγος el que permite tal ensambaje) desde el punto de

vista de la medida que preside y procura cada una de sus transformaciones

y el combate de los contrarios mismos En este sentido dice Kostas Axelos

el λόγος heracliacuteteo es divino y la divinidad es loacutegica de modo que ambos

puesto que en el texto de Hipoacutelito no aparece No obstante sentildeala Kirk no se trata aquiacute

del fuego coacutesmico sino del simple fuego que se utiliza para quemar mirra o incienso

produciendo diversos aromas Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed

cit pp 196-201 438 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 272

298

teacuterminos son homoacutelogos y respectivos pues ambos desvelan al pensamien-

to humano las relaciones que constituyen la naturaleza439 pero esto se debe

a que ambos consisten en tales relaciones las posibilitan puesto que son la

medida del cosmos y en uacuteltima instancia son lo mismo

Dios en definitiva no es nada ni nadie concreto sino que consiste en

la tensioacuten creadora y reconciliadora que en toda transformacioacuten y oposicioacuten

se manifiesta como permanencia que se identifica con la propia naturaleza

o mejor con el λόγος mismo que la preside y que se diferencia del hombre

por ser la unidad relacional frente a uno de los elementos que la compo-

nen desde el punto de vista ontoloacutegico ademaacutes de por el grado de conoci-

miento que puede alcanzar desde el punto de vista epistemoloacutegico la sabi-

duriacutea frente a la humana filosofiacutea que no es sino un perpetuo camino hacia

el saber440 Asiacute lo expresa 22 B 32 DK

laquoLo uno lo uacutenico sabio quiere y no quiere verse llamado por el nombre

de Zeusraquo441

439 Axelos Kostas Heacuteraclite et la philosophie la preacutemiere saisie de lacuteecirctre en devenir

de la totaliteacute Paris Les Eacuteditions de Minuit 1968 pp 124-125 440 Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p 370 Se trata de ldquouna divinidad total unas veces

inmanente otras trascendente que domina dinaacutemicamente el cosmosrdquo Nestle Wilhelm

Historia del espiacuteritu griego ed cit p 24 La divinidad inluye todo al tiempo que estaacute

en todo eso es Dios la naturaleza desde un punto de vista unitario e invisible (aspecto

trascendente) pero tambieacuten cada uno de sus dinamismos y oposiciones particulares (as-

pecto inmanente) ambos medidos y mediados por el λόγος que procura de un modo

radical las regularidades que todo lo traban

441 ἓν τὸ σοφὸν μοῦνον λέγεσθαι οὐκ ἐθέλει καὶ ἐθέλει Ζηνὸς ὄνομα (22 B 32

DK)

299

Por un lado quiere porque se trata del principio vital y rector de to-

das las cosas Pero por otro no quiere porque la tradicioacuten mitoloacutegica pre-

senta una imagen de Zeus tintada con los maacutes grotescos y deleznables tra-

zos antropomoacuterficos442 La posicioacuten heracliacutetea por tanto trata de escapar

de todo antropomorfismo de todo antropocentrismo reconociendo que la

dificultad estriba en pensar la unidad-multiplicidad del cosmos sin reabsor-

442 Sobre el rechazo heracliacuteteo del antropomorfismo religioso cfr Held Klaus Hera-

klit Parmenides und der Anfang von Philosophie und Wissenschaft Berlin Walter de

Gruyter 1980 p 466 Esquilo dice algo similar en su tragedia Agamenoacuten ldquoZeus quien-

quiera que sea si asiacute le place ser llamado con este nombre yo le invocordquo (Ζεύς ὅστις

ποτrsquo ἐστίν εἰ τόδrsquo αὐτῷ φίλον κεκλημένῳ τοῦτό νιν προσεννέπω) Cfr Esqui-

lo Agamenoacuten (Tragedias) ed cit 160 Tambieacuten Lao Zi ldquoEl dao que puede expresarse

con palabras no es el dao permanente El nombre que puede ser nombrado no es el

nombre permanente Lo que no tiene nombre (wu ming) es el principio de todos los

seres Lo que tiene nombre (you ming) es la madre de todas las cosas La perma-

nente ausencia de deseos (wu wu) permite contemplar su esencia escondida la cons-

tante presencia del deseo (you wu) lleva a contemplar sus manifestaciones Ambos

(wu you) tienen el mismo origen con nombres diferentes designan una misma reali-

dad El profundo misterio es la llave de las transformaciones de los seresrdquo Lao Zi

op cit sect 1 El entendimiento humano que es limitado no llegaraacute nunca por completo

hasta los confines del λόγος por eso todos los conceptos humanos no son maacutes que me-

ras aproximaciones a lo inefable en este sentido afirma Heraacuteclito ldquoEl modo de ser hu-

mano no comporta capacidad de juicio el divino siacute la comportardquo (ἦθος γὰρ ἀνθρώ-

πειον μὲν οὐκ ἔχει γνώμας θεῖον δὲ ἔχει) (22 B 78 DK) o ldquoEl hombre se oye lla-

mar pueril ante la divinidad igual que el nintildeo ante el hombrerdquo (ἀνὴρ νήπιος ἤκουσε

πρὸς δαίμονος ὅκωσπερ παῖς πρὸς ἀνδρός) (22 B 79 DK) La interpretacioacuten de

Garciacutea Calvo resulta elocuente a este respecto pues sostiene que lo que quiere subrayar

el texto es que el lenguaje de un hombre es tan incompensible para un nintildeo como lo es

el de la divinidad para el hombre Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 335

300

ber reducir ni relegar uno de los teacuterminos contrarios en favor del otro es

decir se trata de comprender coacutemo a partir de la discordia pueden surgir re-

laciones que articulen e integren los contrarios sin eliminar su tensioacuten

laquoPara Dios hermosas todas las cosas y buenas y justas pero los hombres

tienen las unas concebidas como injustas las otras como justasraquo443

443 τῶι μὲν θεῶι καλὰ πάντα καὶ ἀγαθὰ καὶ δίκαια ἄνθρωποι δὲ ἃ μὲν ἄδικα

ὑπειλήφασιν ἃ δὲ δίκαια (22 B 102 DK trad A Garciacutea Calvo M Conche J-F

Pradeau) Como dice Heraacuteclito en B 23 DK laquoDe la justicia no sabriacutean si no existieran

estas cosas [las injusticias]raquo (Δίκης ὄνομα οὐκ ἂν ἤιδεσαν εἰ ταῦτα μὴ ἦν) En

este punto sintonizamos con Nietzsche para el que ldquoNo existen fenoacutemenos morales si-

no soacutelo una interpretacioacuten moral de los fenoacutemenosrdquo Cfr Nietzsche Friedrich Maacutes allaacute

del bien y del mal sect108 Madrid Alianza 2001 p 107 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) el

matiz taoiacutesta de este texto tambieacuten es evidente ldquoTodo el mundo sabe considerar bello lo

que es bello y asiacute aparece lo feo Todos conocen lo que es bueno asiacute es como apa-

rece lo que no es bueno Ser (you) y no-ser (wu) se engendran mutuamente [hellip] es la

ley de la naturaleza (chang) Lao Zi op cit sect 2 Todos los contrarios sin excepcioacuten re-

ciben su ser del Tao los buenos y los malos por lo que se halla allende el bien y el mal

en eacutel tienen su apoyo y adquieren su consistencia El universo es indiferente respecto de

los individuos el cielo y la tierra no tienen afectos humanos Los signos del Tao en el

mundo son el no-ser que todo lo atraviesa el no-actuar que todo lo produce la fuerza

omnigeneradora de la unidad y la conservacioacuten omnifundante de los seres que nacen y

perecen a partir de un estado situado maacutes allaacute de toda oposicioacuten Cfr Jaspers Karl Los

grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el origen ed cit p 337 Este es

el sentido de la teoriacutea del Yin y el Yang seguacuten la cual todo tiene su opuesto aunque eacutes-

te no es absoluto sino relativo pues son interdependientes complementarios alternos

y se consumen y generan mutuamente seguacuten esto la naturaleza es una unidad dinaacutemi-

ca en perpetua transformacioacuten donde todos los contrarios se comunican Cfr Eliade

Mircea Historia de las creencias y de las ideas religiosas vol II Madrid Cristiandad

1979 pp 45-46 (trad cast Jesuacutes Valiente)

301

La realidad desde la perspectiva divina no soacutelo es bella sino ademaacutes

buena y justa Soacutelo el hombre cuya percepcioacuten es limitada introduce los

juicios de valor En este sentido podriacuteamos pensar que la oposicioacuten la al-

ternancia y la relatividad propias de la multiplicidad no son maacutes que apre-

ciaciones humanas de una realidad uacutenica y amoral Proponemos por tanto

una lectura meta-eacutetica y meta-esteacutetica de este fragmento porque entende-

mos que una cosa es conocer y otra bien distinta valorar Dicho de otro

modo se trata de no moralizar lo real (naturalizando la moral) recuperando

el caraacutecter ontoloacutegico de lo que no es maacutes que una apreciacioacuten humana ne-

cesaria y uacutetil para la convivencia ciertamente pero convencional antes que

natural para la naturaleza no hay bueno y malo en sentido excluyente sino

que todos los contrarios cooperan para la recta marcha del cosmos tampo-

co hay finalidad ni progreso hacia mejor sino que igual que se enciende es-

taacute destinado a apagarse igual que todo lo que nace estaacute destinado a morir

regenerando el ciclo natural de la vida444

Heraacuteclito en suma instaloacute con una fuerza demoledora la problemaacuteti-

ca del pensamiento en el corazoacuten mismo de las concepciones miacutetico-reli-

giosas Con eacutel se puede atisbar un verdadero paso del mito al loacutegos en sen-

tido literal (dada la importancia que el λόγος tiene en su filosofiacutea) donde

444 Cfr Cleve Felix M op cit p 101 En este punto volvemos a coincidir con Nietzs-

che pero sobre todo con los sofistas que se situacutean en la misma liacutenea que Heraacuteclito al re-

conocer que es preciso pensar el devenir y la pluralidad frente a la unidad inmutable de

lo ideacutentico y que no hay un fundamento natural para delimitar tajantemente los valores

morales tal distincioacuten se basa en las relaciones humanas y no en las de la propia natura-

leza Por otro lado la moral tampoco procede de la divinidad puesto que para Dios to-

dos los opuestos son inseparables en la inocencia del devenir que los enfrenta y acuerda

Cfr Espinosa Luciano ldquoLos sofistas y el artificio del saberrdquo en Estudios Filosoacuteficos

vol XLIV nordm 126 (1995) pp 344-349

302

el mito no es simple y directamente anulado sustituido y relegado sino re-

visado asumido transformado y traspasado a un nivel superior donde la

religioacuten se asienta y permanece dentro de la propia filosofiacutea por eso se en-

tiende su criacutetica a la religioacuten tradicional que no evidencia ndashcon sus ritos y

praacutecticas- una estricta comprensioacuten de lo divino445

2 Heraacuteclito y la religioacuten popular

De lo dicho se desprende que el ataque de Heraacuteclito a la religioacuten po-

pular no se refiere tanto a la estructura de los actos o creencias religiosas si-

no a la falta de comprensioacuten de la verdadera divinidad En este sentido va

maacutes lejos que Jenoacutefanes en cuya liacutenea se situacutea por cuanto no se limita a

denunciar el antropomorfismo sino tambieacuten algunas praacutecticas religiosas

Pero tambieacuten reconocioacute a los dioses en sentido tradicional ya que en sus

fragmentos encontramos alusiones a Zeus Apolo Dioniso o Hades Enton-

ces cabe preguntarse iquestcuaacutel es la postura que mantuvo Heraacuteclito ante los

cultos tradicionales Para Gadamer la actitud de Heraacuteclito hacia la religioacuten

griega fue claramente criacutetica especialmente con las praacutecticas y ritos dioni-

siacos446 En cualquier caso debido al caraacutecter fragmentario de los vesti-

gios de su libro conviene analizar este asunto maacutes detenidamente a fin de

comprender mejor su posicioacuten

Dioniso era un dios procedente de Tracia que representa unas aspira-

ciones religiosas diferentes se trata de la representacioacuten misma de la ambi- 445 Cfr Axelos Kostas Heacuteraclite et la philosophie ed cit p 145 446 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoSobre la transmisioacuten de Heraacuteclitordquo en El inicio de la

sabiduriacutea ed cit pp 26ss Sobre esta misma idea cfr Adomenas Mantas ldquoHeraclitus

on religionrdquo en Phronesis 44 (1999) p 106

303

guumledad de un dios que rompe esquemas genera contradicciones fecundas

y sacude a los dormidos su culto busca un contacto directo e iacutentimo con la

divinidad asociado a la liberacioacuten de la parte divina que permanece atrapa-

da en la vida corporal447

Como es sabido los cultos dionisiacos se celebraban en las monta-

ntildeas acompantildeados de muacutesica danzas y vino La mayor parte de los fieles

eran mujeres las bacantes iniciadas en una serie de ritos secretos que esta-

ban vetados para los profanos Se trata de un hecho a tener en cuenta dado

el exiguo papel que teniacutea la mujer en la religioacuten oficial griega Se dice que

agitaban la cabeza llevando en sus manos serpientes y tirsos en un estado

de entusiasmo o divina locura que les llevaba incluso a sacrificar animales

que posteriormente preparaban y comiacutean con sus propias manos448

Heraacuteclito se refiere expliacutecitamente a estos comportamientos en va-

rios textos

laquoEn aquello que los hombres toman por misterios sagrados se inician

impiacuteamenteraquo449

447 Parece que este culto no entroacute en Grecia hasta el s VI a C aunque Homero certifica

que se conociacutea su existencia mucho antes Cfr Homero Iliacuteada ed cit VI 130 448 Sobre la actividad de las bacantes cfr Jeanmaire Henri Dionysos Histoire du culte

de Bacchus Paris Payot 1978 pp 157ss Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en

la Grecia antigua ed cit pp 71ss Cfr Garciacutea Loacutepez Joseacute La religioacuten griega Ma-

drid Istmo 1975 pp 128ss Resulta fundamental tener presente a este respecto la obra

de Euriacutepides ldquoBacantesrdquo como es sabido Dodds especialista en los elementos irracio-

nales del pensamiento griego le dedicoacute una excelente edicioacuten comentada cfr Dodds

Eric R The Plays of Euripides Bacchae Oxford Oxford University Press 1960

449 τὰ γὰρ νομιζόμενα κατrsquo ἀνθρώπους μυστήρια ἀνιερωστὶ μυεῦνται (22 B

14b DK)

304

laquoSi no celebraran la procesioacuten en honor de Dioniso y no cantaran el

himno a las verguumlenzas hariacutean lo maacutes desvergonzado Pero Hades es

el mismo que Dioniso por el que enloquecen y hacen bacanalesraquo450

laquoTratan de purificarse con sangre de otra sangre contaminados co-

mo estaacuten como si uno que se ha metido en barro con barro se lava-

ra (Por loco se le tomariacutea si alguacuten hombre se percatara de que estaba

obrando asiacute) Ademaacutes les rezan a esas estatuas como si uno estuvie-

ra charlando con las paredes sin saber nada en absoluto de queacute son

realmente dioses y heacuteroesraquo451

Estos rituales le parecieron a Heraacuteclito un tanto descabellados aun-

que no sabemos si los censura en siacute mismos o bien censura el hecho de que

los fieles hayan olvidado el verdadero sentido del culto dionisiaco En este

caso si lo comprendieran correctamente no hariacutean dos cultos distintos para 450 εἰ μὴ γὰρ Διονύσωι πομπὴν ἐποιοῦντο καὶ ὕμνεον ἆισμα αἰδοίοισιν ἀναι-

δέστατα εἴργαστrsquo ἄν ὡυτὸς δὲ Ἀίδης καὶ Διόνυσος ὅτεωι μαίνονται καὶ λη-

ναΐζουσιν (22 B 15 DK) Seguacuten Kahn existe un claro juego de palabras entre la eti-

mologiacutea del nombre del dios Hades (Ἀ-ίδηςin-visible) por un lado y las verguumlenzas

(αἰδοίοισιν) y desvergonzado (ἀναιδέστατα) que se aplican para referirse al culto de

Dioniso lo que subraya su oculta unidad Cfr Kahn Charles The Art and Thought of

Heraclitus ed cit p 265 Garciacutea Calvo ofece un estudio etimoloacutegico del teacutermino maacutes

completo cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit pp 353-354

451 καθαίρονται δrsquo ἄλλωι αἵματι μιαινόμενοι οἷον εἴ τις εἰς πηλὸν ἐμβὰς πη-

λῶι ἀπονίζοιτο μαίνεσθαι δrsquo ἂν δοκοίη εἴ τις αὐτὸν ἀνθρώπων ἐπιφράσαι-

το οὕτω ποιέοντα καὶ τοῖς ἀγάλμασι δὲ τουτέοισιν εὔχονται ὁκοῖον εἴ τις

δόμοισι λεσχηνεύοιτο οὔ τι γινώσκων θεοὺς οὐδrsquo ἥρωας οἵτινές εἰσι (22 B 5

DK)

305

cada uno de los dioses arriba citados pues seguacuten cuenta Heraacuteclito Hades y

Dioniso el dios de la muerte y el dios de la exaltacioacuten vital son uno y el

mismo Lo que cuenta el pensador jonio se asemeja sin duda a la descrip-

cioacuten que nos ha llegado de las fiestas atenienses denominadas Leneas y An-

testerias celebradas en honor a Dioniso (y a Hades) durante los meses de

enero y febrero centradas en varias procesiones dedicadas a los dioses y en

celebraciones en torno al vino452 Hay que advertir que a pesar del caraacutecter

secreto del culto estas celebraciones no representaban como por ejemplo

en Eleusis un conjunto de actos ordenado y cerrado en siacute mismo sino una

serie discontinua (junto con las Dionisiacas rurales las Dionisiacas Urba-

nas y las Oschoforias) repartida en el calendario al lado de fiestas de otros

dioses (como Apolo Atenea o Demeacuteter) y que respeta las mismas normas

de celebracioacuten Es decir todas son ceremonias oficiales de caraacutecter ciacutevico

aunque entrantildeen algunos elementos secretos o requieran un personal reli-

gioso especializado Todo eso lo hacen laquoen nombre de la ciudad y siguien-

do las tradicionesraquo de modo que no consta que hayan existido en el siglo V

en el Aacutetica ni tampoco en el resto de Grecia asociaciones dionisiacas que

reclutaran adeptos para celebrar en la intimidad de un grupo cerrado un cul-

to bajo el patronazgo del dios453

Cabe cuestionarse entonces en queacute consiste la originalidad del culto

dionisiaco respecto a otros cultos y por queacute llamoacute tanto la atencioacuten de He-

raacuteclito De entrada podemos constatar que este culto no se situacutea junto a la

religioacuten ciacutevica para prolongarla sino que antes bien expresa una paradoja

el reconocimiento oficial por parte de la ciudad de una religioacuten que en mu-

chos aspectos escapa contradice y supera a la propia ciudad ya que instala 452 Flaceliegravere Robert La vida cotidiana en Grecia en el siglo de Pericles Madrid

Temas de Hoy 1996 pp 249-251 (trad cast Cristina Crespo) 453 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia antigua ed cit pp 68-69

306

en el nuacutecleo de la vida puacuteblica comportamientos religiosos que bajo una

forma simboacutelica o manifiesta presentan rasgos de excentricidad Y es que

hasta en el mundo de los dioses oliacutempicos del que forma parte Dioniso por

deferencia de Hestia encarna la figura del eterno extranjero de lo entera-

mente otro En definitiva pone en entredicho el propio orden social desde

dentro revelando con su presencia un aspecto insoacutelito y desconcertante de

lo sagrado y del propio ser humano Dioniso preludia una desorientacioacuten

radical libera de las servidumbres cotidianas quebranta todos los liacutemites y

categoriacuteas que organizan el mundo

laquoLas fiestas de Dioniso no soacutelo establecen un pacto entre los hom-

bres tambieacuten reconcilian al ser humano con la naturaleza Todas las

delimitaciones de casta que la necesidad y la arbitrariedad han esta-

blecido entre los seres humanos desaparecen el esclavo es hombre

libre el noble y el de humilde cuna se unen para formar los mismos

coros baacutequicos [hellip] ha desaprendido a andar y a hablar Maacutes auacuten se

siente maacutegicamente transformado y en realidad se ha convertido en

otra cosaraquo454

454 Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit pp 232-233 Esto es lo

que maacutes fascinoacute al joven Nietzsche un dios maacutes allaacute de todas las formas que escapa a

todas las definiciones que es capaz de revestir todos los aspectos ndashcomo el fuego de He-

raacuteclito- sin dejarse encerrar en ninguno Dioniso revela un aspecto desconcertante de lo

sagrado que lo hace estallar frente al ideal de laquotemplanzaraquo y la necesidad de que cada

ser del cosmos ocupe su lugar natural como ensentildea el culto ciacutevico lo dionisiaco apare-

ce como un culto del delirio y la locura divina de la exaltacioacuten de la vida de la fusioacuten

con la naturaleza y con la divinidad que no busca la perpetuacioacuten de ese orden sino la

emancipacioacuten ndashaunque momentaacutenea- del mismo por medio de la experiencia del laquoentu-

siasmoraquo (que revelan el caraacutecter ilusorio y convencional de ese orden)

307

Estamos ante un dios que escapa a todas las formas moldes y defini-

ciones tradicionales que reviste todos los aspectos sin dejar de trascender-

los Dioniso juega con las apariencias mezcla las fronteras entre lo fantaacutesti-

co y lo real tornaacutendose ubicuo por momentos a medio camino entre la pre-

sencia y la ausencia Si bien y esto es lo esencial para el tema que nos ocu-

pa en cuanto aparece

laquoLas categoriacuteas tajantes los opuestos niacutetidos que dan al mundo co-

herencia y racionalidad se difuminan se fusionan y pasan de ser

unos a ser otros en eacutel y por eacutel se reuacutenen lo masculino y lo femenino

con los que estaacute emparentado el cielo y la tierra que une cuando

surge insertando lo sobrenatural en plena naturaleza en el mismiacutesi-

mo centro de los hombres lo joven y lo viejo lo salvaje y lo civiliza-

do lo lejano y lo proacuteximo el maacutes allaacute y este mundoraquo455

Noacutetese que todas estas distinciones tienen un correlato en los frag-

mentos de Heraacuteclito al hilo de la armoniacutea de los opuestos Incluso se puede

decir que Dioniso anula la distancia misma entre los dioses y los hombres

y entre eacutestos y los animales por medio de la enajenacioacuten y el entusiasmo

que provoca en sus seguidores Cuando las bacantes entran en trance la di-

vinidad toma posesioacuten de ellas esto es se instala en ellas para someterlas a

su voluntad Las fronteras entre ambos se mezclan hasta desaparecer igual

que sucede entre el hombre y los animales por medio de los ritos que se

llevan a cabo y de los que Heraacuteclito ha dado cuenta

A tenor de lo dicho parece que la uacutenica manera de controlar este cul-

to era acogerlo dentro de las fiestas civiles de la comunidad de modo que

455 Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia Antigua ed cit p 70

308

tuviera que cumplir una serie de requisitos siguiera un calendario y permi-

tiera un extrantildeamiento mesurado sin subvertir en demasiacutea el curso general

de las cosas de la mano del teatro el vino y la alegriacutea Pero no se trata de

un dios que preconice una mejor suerte en otro mundo sino que actuacutea para

hacer surgir en este mundo las muacuteltiples figuras de lo muacuteltiple escondidas

o silenciadas bajo el predominio de la unidad asiacute como las contradicciones

que hilvanan y atraviesan el decurso mismo de la realidad y de la propia

existencia humana

Seguacuten esto se puede conjeturar que Heraacuteclito delimitaba dos tipos de

culto en el aacutembito dionisiaco uno correcto y otro incorrecto si se nos per-

mite llamarlos asiacute el que purificaba el alma en uacuteltima instancia por medio

de la comprensioacuten y recta realizacioacuten de los ritos y el que se deteniacutea en el

aspecto que atantildee uacutenicamente al deleite corporal sin reparar en el auteacutentico

significado de los mismos En este sentido dice que son laquoremediosraquo (22 B

68 DK) puesto que su funcioacuten natural es atemperar los males que acompa-

ntildean a la existencia finita En suma podemos concluir que no se trata de

una criacutetica directa a los ritos sino a la falta de comprensioacuten de los mismos

por parte de los iniciados iquestPor queacute hacer dos ritos si Hades y Dioniso son

uno y el mismo Esta identificacioacuten puede encontrarse tambieacuten en la mito-

logiacutea en el sentido de que Dioniso dios de la vida por su comportamiento

brutal es tambieacuten el dios de la muerte456 En este sentido Heraacuteclito penetra

en el corazoacuten del mito haciendo una laquocriacutetica mitoloacutegicaraquo del propio mito457

pero lo verdaderamente importante en ella deriva de su teoriacutea de la unidad

456 En efecto Dioniso se nos revela en la mitologiacutea como un dios impasible con

aquellos que ponen en duda su divinidad Seguacuten nos cuenta Homero por ejemplo

Licurgo rey de Tracia fue castigado por perseguir a las bacantes Cfr Homero Iliacuteada

ed cit VI 130 457 Cfr Jimeacutenez Barintildeaga David ldquoLa teologiacutea de Heraacuteclito de Eacutefesordquo ed cit p 94

309

de los contrarios donde vida y muerte son lo mismo pues una se cambia

en la otra y viceversa en un ciclo sin fin

laquoComo una misma cosa se dan en nosotros vivo y muerto despierto

y dormido joven y viejo Pues lo uno convertido es lo otro y lo

otro convertido es lo uno a su vezraquo458

Para Heraacuteclito los opuestos son inseparables pues configuran diver-

sos aspectos o manifestaciones de un continuo en el que se armonizan noacute-

tese ademaacutes que vieja o joven despierta o dormida viva o muerta la perso-

na es la misma Algo similar sucede con el dios Dioniso en cuanto aparece

el mundo de las dualidades niacutetidas se difumina y las parejas de opuestos se

458 ταὐτό τrsquo ἔνι ζῶν καὶ τεθνηκὸς καὶ [τὸ] ἐγρηγορὸς καὶ καθεῦδον καὶ νέον

καὶ γηραιόν τάδε γὰρ μεταπεσόντα ἐκεῖνά ἐστι κἀκεῖνα πάλιν μεταπεσόν-

τα ταῦτα (22 B 88 DK) No parece que se defienda aquiacute la inmortalidad del alma en

sentido oacuterfico-pitagoacuterico reconociendo que la vida corpoacuterea es muerte o prisioacuten para el

alma esta unidad fundamental se da en este mundo y en esta vida igual que el fuego se

cambia eternamente por cada cosa (y cada cosa retorna al fuego) sin dejar de ser el mis-

mo Esto invita a situar la propia vida dentro del entramado global que la incluye y po-

sibilita en el ciclo natural en perpetua generacioacuten y regeneracioacuten igual que Dioniso

que muere todos los inviernos para renacer en primavera como simboliza su culto Por

otro lado si fuera asiacute Platoacuten habriacutea dado buena cuenta de ello cuyo influjo oacuterfico es

evidente y no hubiera dotado al mundo sensible con los rasgos fluyentes de la filosofiacutea

heracliacutetea Como sentildeala Garciacutea Calvo resulta evidente la semejanza de esta sentencia

con los versos de Euriacutepides que cita Platoacuten en Gorgias (492e) ldquoPero iquestquieacuten sabe si el

vivir no es morir y es el morir vivirrdquo pertenecientes a su tragedia perdida Poliido o

Frixo seguacuten Estobeo y que parodia Aristoacutefanes en Las Ranas (1082 y 1477) curiosa-

mente ponieacutendolos en boca de Baco ldquoQuieacuten sabe si vivir es morir y morir es vivir y el

respirar cenar y el dormir lana en velloacutenrdquo Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 194

310

fusionan y entrelazan lo masculino y lo femenino con los que estaacute empa-

rentado el cielo y la tierra que une cuando surge insertando lo sobrenatu-

ral en plena naturaleza lo joven y lo viejo lo salvaje y lo civilizado lo le-

jano y lo proacuteximo el mundo de los muertos y este mundo

21 Heraacuteclito y el orfismo

I

Los estudios heracliacuteteos contemporaacuteneos tienen una poleacutemica liacutenea

de investigacioacuten abierta en lo que respecta a la relacioacuten del filoacutesofo jonio

con el orfismo459 Se suele aceptar que esta corriente religiosa en todas sus

formas pertenece baacutesicamente al helenismo donde alcanzoacute su mayor am-

plitud Pero algunos descubrimientos del pasado siglo como el Papiro de

Derveni o las Laacuteminas de Olbia han confirmado la opinioacuten de los estudio-

sos que estaban convencidos de la necesidad de conceder al orfismo un lu-

gar importante para comprender la religioacuten griega claacutesica

459 Cfr Bernabeacute Alberto ldquoTendencias recientes en el estudio del Orfismordquo en rsquoIlū Re-

vista de ciencias de las religiones nordm 0 (1995) pp 23-32 No podemos ocuparnos a fon-

do del tema para no perder el hilo conductor de nuestro trabajo dada la complejidad del

mismo exigiriacutea emprender una nueva investigacioacuten Los materiales necesarios para su

estudio estaacuten recogidos traducidos y comentados en Bernabeacute Alberto Textos oacuterficos y

filosofiacutea presocraacutetica Materiales para una comparacioacuten Madrid Trotta 2004 A estu-

diar estos paralelismos se ha dedicado el segundo tomo de una reciente y extensa obra

sobre el orfismo cfr Bernabeacute Alberto Casadesuacutes Francesc (Eds) Orfeo y la tradicioacuten

oacuterfica Un reencuentro Madrid Akal 2009 2 vols de Heraacuteclito se ocupa F Casadesuacutes

con un capiacutetulo titulado ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en ibid vol 2 pp 1079-1103 que

es una revisioacuten de un artiacuteculo ya publicado en 1995 con ese mismo tiacutetulo cfr Casade-

suacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Enrahonar nordm 23 (1995) pp 103-116

311

Por lo pronto hay que destacar que el estudio del orfismo se articula

en torno a una tradicioacuten de textos sagrados por lo que su caraacutecter doctrinal

resulta evidente El Papiro de Derveni hallado cerca de Saloacutenica prueba

que circulaban en el siglo V y sin duda a partir del siglo VI teogoniacuteas que

pudieron conocer los filoacutesofos presocraacuteticos460 Estas teogoniacuteas nos han lle-

gado bajo muacuteltiples versiones pero todas tienen en comuacuten que toman la tra-

dicioacuten hesioacutedica laquoa contrapeloraquo En Hesiacuteodo el universo divino se organiza

seguacuten un proceso lineal que conduce del desorden al orden desde un estado

original de confusioacuten indiferenciada hasta un mundo diferenciado y jerar-

quizado bajo la autoridad inmutable de Zeus461 En los oacuterficos sucede a la

inversa El origen (ldquoPrincipiordquo ldquoHuevo Primordialrdquo o ldquoNocherdquo) simboliza

la unidad perfecta la plenitud de una totalidad cerrada Pero el Ser se de-

grada a medida que la unidad se escinde para dar lugar a los individuos

concretos A este ciclo de divisioacuten debe suceder otro de reunioacuten de las par-

tes en la unidad del Todo La llegada de Dioniso cuyo reino representa el

retorno al Uno la reconquista de la plenitud perdida ocurriraacute en la sexta

generacioacuten De este modo Dioniso reuacutene en siacute mismo el doble ciclo de dis-

persioacuten y reunificacioacuten tambieacuten la inmortalidad y la regeneracioacuten (desde

su desmembramiento por los Titanes o su reconstruccioacuten a partir del cora-

zoacuten preservado intacto hasta la fulminacioacuten de los Titanes por Zeus y el

nacimiento de la raza humana de sus cenizas) que atantildee directamente a la

condicioacuten humana e indica las claves para su salvacioacuten Surgida pues de

las cenizas de los Titanes la estirpe de los mortales arrastra una culpa des-

460 Sobre la controversia entre los partidarios de esta posible influencia sobre los preso-

craacuteticos y los defensores de la opcioacuten contraria cfr Guthrie W K C Orpheus and

Greek Religion Study of the Orphic Movement Princeton Princeton University Press

1993 cap IV (trad cast Juan Valmard Madrid Siruela 2003) 461 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia antigua ed cit p 74

312

de su nacimiento de modo que los ritos y el modo de vida oacuterfico que entre

otras cosas exige no comer carne para no recrear el sangriento festiacuten de los

Titanes tratan de preparar al hombre para lograr el retorno a la unidad per-

dida en el seno de la divinidad encontrando en el maacutes allaacute una vida propia

de la edad de oro462

II

En el caso de Heraacuteclito cobra especial relevancia el Papiro de Derve-

ni descubierto en enero de 1962 en una excavacioacuten arqueoloacutegica en el lu-

gar del que toma su nombre Aparecioacute cerca de una de las seis tumbas del

grupo estudiado junto con numerosas armas por lo que se piensa que pudo

pertenecer a un soldado Otra tumba cercana albergaba una moneda de oro

acuntildeada por Filipo II de Macedonia (cuyo reinado fue de 359 a 336 a C) y

una craacutetera de bronce sobre la que estaba inscrito en dialecto tesalio laquo[ob-

jeto perteneciente] a Astion hijo de Anaxaacutegoras de Larisaraquo En cuanto al

rollo se encontraba en el exterior de la tumba entre los restos de una ho-

guera funeraria para cuyo encendido debioacute servir Una parte del mismo es-

capoacute de las llamas y justamente el hecho de que se carbonizara evitoacute su po-

dredumbre y posterior descomposicioacuten463 Ha sido datado entre mediados y

462 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 68-70 463 Sin duda su estado haciacutea muy difiacutecil la tarea de desenrollarlo A Fackelmann con-

servador de la Biblioteca Nacional de Viena aplicoacute toda su habilidad para entresacar

ciento cincuenta pedazos por medio de electricidad estaacutetica Gracias a ello veintitreacutes co-

lumnas de texto pudieron ser reconstituidas acompantildeadas de algunos fragmentos de las

cuatro columnas precedentes En 1982 la Zeitschrift fuumlr Papyrologie und Epigraphik

propuso una primera edicioacuten El profesor K Tsantsanoglou emprendioacute entonces la re-

construccioacuten de las siete primeras columnas y hoy disponemos de un texto de veintiseacuteis

columnas En 2002 se publicoacute una edicioacuten mejorada con aparato criacutetico y traduccioacuten in-

313

finales del siglo IV a C y en consecuencia se trata del manuscrito griego

maacutes antiguo que conservamos Estaacute compuesto de 26 columnas las siete

primeras aluden a aspectos iniciaacuteticos y rituales y las restantes salvo la co-

lumna XX contienen un extenso comentario de un poema teogoacutenico oacuterfico

El autor presupone que soacutelo un inteacuterprete especializado puede arrojar algo

de luz sobre las enigmaacuteticas palabras de Orfeo ajenas a la mayoriacutea de los

hombres por eso se dedica a analizar pormenorizadamente cada verso

Ciertamente nos encontramos ante una obra atiacutepica el autor cita en

ella un pasaje de Heraacuteclito (uacutenico personaje junto con Orfeo al que cita

por su nombre) en la columna IV no sabemos bien por queacute se refiere tam-

bieacuten a ciertas cuestiones religiosas y desde el final de la columna VII se

centra en la interpretacioacuten de los versos atribuidos a Orfeo Hay que notar

que se trata de un comentario filosoacutefico donde el autor pretende explicar el

laquoverdaderoraquo sentido que tienen las palabras oculto para los no iniciados

De hecho el verso inicial que hace las veces de proemio de la obra consis-

te en la ceacutelebre foacutermula laquoHablareacute a quienes es liacutecito cerrad las puertas

profanosraquo (fr 3 B) En principio esta sentencia se utilizaba en los textos oacuter-

fico-pitagoacutericos para disuadir de su lectura a los no iniciados pero tambieacuten

para sentildealar la necesidad de poseer ciertos conocimientos previos para po-

der comprenderlos sirviendo como laquoselloraquo de los laquohieroi loacutegoiraquo464 La in-

terpretacioacuten parece fiacutesica en su conjunto muy cercana a algunos filoacutesofos

presocraacuteticos como Anaxaacutegoras Heraacuteclito Leucipo o Dioacutegenes de Apolo-

nia A pesar de no haber alusiones al pensamiento platoacutenico no se debe es-

glesa cfr Janko R ldquoThe Derveni Papyrus an Interim Textrdquo en Zeitschrift fuumlr Papyro-

logie und Epigraphik nordm 141 pp 1-62 464 Cfr Bernabeacute Alberto ldquoLa foacutermula oacuterfica ldquoCerrad las puertas profanosrdquo Del profa-

no religioso al profano en la materiardquo en rsquoIlū Revista de ciencias de las religiones nordm

1 (1996) p 18

314

tablecer sin maacutes que se trate de un escrito anterior pues esto puede deberse

a varias razones desde el desconocimiento de la obra platoacutenica por parte

del anoacutenimo comentarista hasta una oposicioacuten doctrinal a la misma465

El relato comienza en el momento en que Zeus va a apoderarse del

poder real y solicita la opinioacuten de la Noche para que le aconseje sobre lo

que debe hacer (fr 4-5 B) Ella le vaticinoacute que ocupariacutea la laquohermosa sede

del nevado Olimporaquo (fr 6 B) Tambieacuten es aconsejado por Crono El con-

sejo maacutes importante que recibe es sin duda el que le insta a devorar laquoel falo

del Cieloraquo (fr 7-8 DK) lo que provoca que Zeus quede laquoembarazadoraquo de

todo el universo A continuacioacuten se evoca de un modo retrospectivo el lina-

je divino del que procede Zeus (fr 10-11 B) quien toma el poder y asume

la sabiduriacutea de sus antepasados Zeus vuelve asiacute atraacutes en el tiempo y reini-

cia la historia del universo pues pese a haber sido el uacuteltimo en nacer se

convierte por su accioacuten en un dios de una generacioacuten anterior a la primera

comienzo medio y fin de todo (fr 13-14 B)

laquoAhora es rey de todo y en adelante lo seraacute

Zeus nacioacute el primero Zeus el uacuteltimo el de rayo refulgente

465 Nos encontramos ante el papiro griego maacutes antiguo y ante el primero que fue encon-

trado en la propia Grecia Seguacuten los arqueoacutelogos la combustioacuten del rollo no pudo ser

posterior a 300 a C La fecha de la copia establecida a partir de los tipos de escritura

es maacutes difiacutecil de determinar Se duda entre mediados y finales del s IV a C Pero el

contenido el estilo y el vocabulario sugieren que no es anterior a 400 a C El texto estaacute

escrito en dialecto jonio con numerosos aticismos antildeadidos en su transmisioacuten Cfr

Brisson Luc ldquoLectura profana y lectura iniciaacutetica del mito El Papiro de Derveni como

ejemplordquo en Sileno nordm 17 (2004) p 45 (trad cast Fernando Guerrero) Sobre la rela-

cioacuten con Platoacuten cfr Casadesuacutes Francesc ldquoOrfeo y orfismo en Platoacutenrdquo en Taula nordm

27-28 (1997) pp 61-73

315

Zeus cabeza Zeus centro por Zeus todo estaacute perfectamente dispues-

[to

Zeus haacutelito de todo Zeus de todo es destino

Zeus soberano Zeus sentildeor de todo el de rayo refulgenteraquo466

Luego procede a una nueva composicioacuten del mundo (Tierra Cielo

Oceacuteano etc) imponiendo orden en el desorden originario (fr 16 B) En es-

te momento se menciona el deseo de Zeus hacia su propia madre y el rela-

to se detiene por lo que desconocemos el final de la historia (fr 18 B)467

Una vez presentado el poema el comentario expone un modelo cos-

moloacutegico alegoacuterico que consta de dos estadios sucesivos dividieacutendose a su

vez el segundo en otros dos

a) Primero los entes originarios se pusieron en movimiento por efec-

to del fuego que los sometiacutea a una divisioacuten incesante ya que no de-

jaban de chocar entre siacute sin poder reunirse jamaacutes Esta etapa se rela-

ciona con Crono (Κρόνον) el laquointelectoraquo quien seguacuten el juego eti-

moloacutegico del exeacutegeta laquohace chocar unas cosas con otrasraquo (κρούον-

τα τὸν Νοΰν) (T 120 P Derveni col IX)

b) Para facilitar que estas partiacuteculas separadas que chocaban sin ce-

sar pudieran conectarse era menester un descenso de la temperatura

Dos elementos lo hicieron posible la colocacioacuten del sol en el centro

del cielo y la accioacuten del aire-Zeus cuyo ascenso al poder estaacute repre-

sentado en este relato cosmoloacutegico (T 126 P Derveni col XV)

466 Cfr Bernabeacute Alberto Textos oacuterficos y filosofiacutea presocraacutetica ed cit p 154 467 Cfr Ibid pp 151-156

316

Entre los propoacutesitos baacutesicos del autor por tanto parece que estaba el

de establecer el predominio absoluto de Zeus sobre todos los demaacutes dioses

o dicho en teacuterminos presocraacuteticos de la unidad sobre la multiplicidad Por

otro lado al asociar a Zeus con el intelecto y con el aire utiliza como es

sabido ideas de Anaxaacutegoras y Dioacutegenes de Apolonia Tambieacuten recrea una

escena en la que los elementos que componen los seres chocan entre siacute co-

mo sostienen Leucipo y Demoacutecrito Aunque el modo como estos elementos

se atraen mutuamente por la accioacuten de Afrodita recuerda sin duda a Empeacute-

docles La propia afirmacioacuten de que las cosas existentes proceden de otras

anteriores contradice uno de los postulados baacutesicos de Parmeacutenides Y por

uacuteltimo volviendo al tema que nos ocupa cita literalmente a Heraacuteclito (en

un texto donde aparecen unidos dos fragmentos relativos al sol que hasta

ese momento se habiacutean tomado por separado 22 B 3 DK y 22 B 94 DK468)

con el que comparte algunos rasgos esenciales como la contraposicioacuten en-

tre el sabio que conoce la verdadera naturaleza de las cosas y el comuacuten de

la gente para quienes pasa desapercibida a pesar de toparse con ella coti-

dianamente sin olvidar las semejanzas estiliacutesticas que se acentuacutean si cabe

en lo que respecta al caraacutecter enigmaacutetico y lapidario de algunas sentencias

Otro punto de coincidencia que se puede poner de relieve es la tendencia a

presentar un principio divino uacutenico y garante de la justicia en el cosmos En

el caso del orfismo Zeus omnipotente como se ha visto En el caso de He-

raacuteclito un principio divino que comparte los atributos de Zeus aunque

quiera y no quiera verse llamado por ese nombre (22 B 32 DK)

III

468 Cfr Lebedev Andrei V ldquoHeraclitus in P Dervenirdquo en Zeitschrift fuumlr Papyrologie

und Epigraphik nordm 79 (1989) pp 40-41

317

La posible influencia oacuterfica en la filosofiacutea de Heraacuteclito ha sido obje-

to de un antildeejo debate entre los especialistas Se pueden delimitar en este li-

tigio dos grandes posturas contrapuestas la que niega todo influjo oacuterfico y

la que hace de este influjo el uacutenico modo de arrojar luz sobre las oscuras

palabras del filoacutesofo jonio Usualmente ha prevalecido la primera acaso si-

guiendo los pasos de Wilamowitz En este sentido aceptar la presencia del

orfismo en la filosofiacutea griega supondriacutea ensuciar los luminosos contornos

de la racionalidad claacutesica por medio de una manifestacioacuten religiosa oscura

delirante y vulgar Nietzsche y su maestro Burckhardt pudieron dar buena

cuenta de esta tendencia a tenor de la poleacutemica que suscitoacute la aparicioacuten de

El nacimiento de la tragedia (1872)469

En 1905 Nestle publicoacute un artiacuteculo donde se destapaban las posibles

relaciones entre Heraacuteclito y el Orfismo470 Pero no fue hasta 1922 con la

publicacioacuten de la ceacutelebre obra de Macchioro sobre Heraacuteclito cuando se pu-

so sobre la mesa el verdadero alcance de la poleacutemica puesto que incluso

sentildealoacute que no era posible comprenderlo plenamente sin estudiar este influjo

oacuterfico que anegaba su filosofiacutea471 Autores importantes como Diels Jaeger

Kirk o Dodds rechazaron estas interpretaciones aduciendo una falta de sen-

tido histoacuterico ameacuten de una sobrevaloracioacuten del papel del orfismo en la for-

macioacuten de la filosofiacutea griega que resulta evidente en algunos filoacutesofos co-

469 Cfr Guervoacutes Luis S de Nietzsche y la poleacutemica sobre ldquoEl nacimiento de la

tragediardquo Maacutelaga Aacutegora 1994 p 81 470 Cfr Nestle Wilhelm ldquoHeraklit und die Orphikerrdquo en Philologus 64 (1905) pp

367-384 Existen antecedentes a esta interpretacioacuten como Pfleiderer Edmund Die

Philosophie des Heraklit von Ephesos in Lichte der Mysterienidee Berlin Reimer

1886 471 Cfr Macchioro Vittorio Heraacuteclito Nuovi Studi sullrsquo Orfismo Bari Laterza 1922

p 41

318

mo Pitaacutegoras o Platoacuten pero que no lo es tanto en otros como Anaximandro

o Heraacuteclito472

Parece en suma que la aparicioacuten del Papiro de Derveni vino a poner

un poco de laquoarmoniacutearaquo entre los opuestos sin olvidar las Laminillas de Ol-

bia (s V a C) en las que se cotejan conceptos como laquovida-muerte-vidaraquo o

laquopaz-guerraraquo evocando claramente el oscuro estilo heracliacuteteo Todo ello

hace precisa una revisioacuten de las relaciones de Heraacuteclito con el orfismo in-

tentando no ceder ante ninguno de los polos de esta controversia puesto

que si desatinado resulta negar tajantemente la presencia oacuterfica en los escri-

tos del jonio a la luz de los descubrimientos resentildeados tanto maacutes yerra sos-

tener sin maacutes que Heraacuteclito (que se jactaba justamente de no ser disciacutepulo

de nadie asiacute como de haber descubierto una sabiduriacutea propia e ineacutedita que

escapaba a los maacutes de los hombres) pudiera comulgar con una religioacuten con

normas tan estrictas unos textos sagrados y una serie de creencias baacutesicas

como la transmigracioacuten de las almas (de la que no tenemos constancia en

ninguno de sus fragmentos) Sabemos por tanto que se cita a Heraacuteclito en

un ceacutelebre documento oacuterfico pero no sabemos auacuten por queacute motivo se hizo

ni con queacute intencioacuten por eso es preciso obrar con suma cautela

Como se ha dicho un primer punto de coincidencia entre ambas doc-

trinas es el aspecto enigmaacutetico de las sentencias que las transmiten473 Aun-

472 Cfr Diels Hermann Herakleitos von Ephesos Berlin Weidmann 1909 p 13 cfr

Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit p 335 cfr Jaeger Werner La

teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 63 cfr Dodds Eric R Los grie-

gos y lo irracional Madrid Alianza 1980 p 145 (trad cast Mariacutea Araujo) 473 Platoacuten alude a los textos de Heraacuteclito en numerosas ocasiones adjetivaacutendolos como

laquoenigmaacuteticosraquo y laquode difiacutecil comprensioacutenraquo Cfr Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) ed

cit 180a cfr Platoacuten Craacutetilo (Diaacutelogos vol II) ed cit 413c cfr Platoacuten Fedoacuten (Diaacute-

logos vol III) ed cit 62b

319

que lo verdaderamente interesante seriacutea encontrar alguna coincidencia de

contenido Seguacuten Francesc Casadesuacutes la maacutes plausible puede ser la esta-

blecida a partir de la conocida metaacutefora oacuterfica que describe el cuerpo como

una prisioacuten para el alma (καὶ γὰρ σῆμα τινές φασιν αὐτὸ εἶναι τῆς

ψυχῆς)474 En este sentido dice Platoacuten

laquoExiste un antiguo relato (παλαιὸς λόγος) [hellip] que dice que llegan [sc

las almas] alliacute [sc al Hades] desde aquiacute y que regresan de nuevo aquiacute y

nacen de los muertos y que [hellip] los vivos nacen de nuevo de los muer-

tosraquo475

Algunos fragmentos de Heraacuteclito en efecto parecen ir en esta liacutenea

reconociendo un sucesivo traacutensito entre la vida y la muerte pero no hay

que olvidar que lo que late en el fondo es la doctrina de la laquoarmoniacutea de los

contrariosraquo y no la doctrina oacuterfica de la trasmigracioacuten de las almas para

Heraacuteclito la oposicioacuten vidamuerte se integra en un contexto mucho maacutes

amplio donde las oposiciones aparentes se diluyen en la invisible unidad de

los contrarios

laquoComo una misma cosa se dan en nosotros vivo y muerto despierto y dor-

mido joven y viejo Pues lo uno convertido es lo otro y lo otro converti-

do es lo uno a su vezraquo476 474 Cfr Platoacuten Craacutetilo (Diaacutelogos vol II) ed cit 400c cfr Casadesuacutes Francesc ldquoHe-

raacuteclito y el orfismordquo ed cit p 107 475 Platoacuten Fedoacuten (Diaacutelogos vol III) ed cit 70c

476 ταὐτό τrsquo ἔνι ζῶν καὶ τεθνηκὸς καὶ [τὸ] ἐγρηγορὸς καὶ καθεῦδον καὶ νέον

καὶ γηραιόν τάδε γὰρ μεταπεσόντα ἐκεῖνά ἐστι κἀκεῖνα πάλιν μεταπεσόν-

τα ταῦτα (22 B 88 DK)

320

laquoInmortales los mortales mortales los inmortales viviendo unos la

muerte de aqueacutellos muriendo los otros la vida de aqueacutellosraquo477

Se trata del ciclo palingeneacutesico de la naturaleza donde la pareja vi-

damuerte queda integrada como un elemento maacutes del proceso coacutesmico ge-

nerativo y regenerativo de todo cuanto hay Por eso dice Heraacuteclito

laquoLas estaciones que traen consigo todas las cosasraquo478

En un contexto oacuterfico estas oposiciones (almacuerpo vidamuerte)

deben entenderse desde los paraacutemetros de su doctrina religiosa pues estaacuten

relacionadas con la creencia en la inmortalidad y la transmigracioacuten de las

almas y en consecuencia con los premios o castigos que se obtendraacuten en el

maacutes allaacute El paralelismo entre ambos en suma revela intereses y objetivos

distintos479 No se olvide que Heraacuteclito fue un gran criacutetico de Pitaacutegoras cu-

ya filosofiacutea comparte con el orfismo numerosos puntos baacutesicos por tanto

no parece posible una concordancia de fondo tampoco menciona en sus

sentencias ninguna de las praacutecticas iniciaacuteticas propias del orfismo sino que

maacutes bien ndashcomo se ha visto- le parecen enojosas (cfr 22 B 14 DK 15 DK)

Al tratarse de un filoacutesofo de la eacutepoca arcaica no presenta auacuten una estricta

477 ἀθάνατοι θνητοί θνητοὶ ἀθάνατοι ζῶντες τὸν ἐκείνων θάνατον τὸν δὲ

ἐκείνων βίον τεθνεῶτες (22 B 62 DK) 478 ὥρας αἳ πάντα φέρουσι (22 B 100 DK) La vida es el inicio de un proceso del

que la muerte es su fin pero no se olvide como hemos visto que en el contorno del ciacuter-

culo coinciden principio y fin (cfr 22 B DK) por lo que hay que relativizar todos los

opuestos en la unidad dinaacutemica a la que pertenecen 479 Cfr Casadesuacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Bernabeacute Alberto Casadesuacutes

Francesc (Eds) op cit vol 2 p 1103

321

determinacioacuten loacutegica de los conceptos que utiliza quizaacute por eso al referir-

se al alma pueda entreverar sus ideas filosoacutefica con vestigios de su educa-

cioacuten o de las tradiciones y creencias imperantes en su tiempo Por ejemplo

cuando dice

laquoLas almas van husmeando tras el Hadesraquo480

laquoA los hombres tras la muerte les esperan cosas que ni esperan ni imagi-

nanraquo481

laquoY ante eacutel que estaacute alliacute se alzan de nuevo y se tornan guardianes en vela

de vivos y muertosraquo482

Puede que aludan sin maacutes a la creencia tradicional griega de que las

sombras de los muertos van al Hades razoacuten por la que se soliacutea colocar al

difunto un oacutebolo para pagar a Caronte aunque no es probable483 Por otro

lado puede ser un juego de palabras para el lector perspicaz puesto que el

alma es invisible respecto al cuerpo como el Hades (Ἅι-δην) respecto al

mundo fiacutesico y la tarea de la razoacuten humana es justamente perseguir lo in-

visible que armoniza lo visible Es cierto que se suelen utilizar estos textos

para sentildealar una suerte de iniciacioacuten misteacuterica pero tambieacuten pueden utili- 480 αἱ ψυχαὶ ὀσμῶνται καθrsquo Ἅιδην (22 B 98 DK)

481 ἀνθρώπους μένει ἀποθανόντας ἅσσα οὐκ ἔλπον-ται οὐδὲ δοκέουσιν (22 B

27 DK)

482 ἔνθα δrsquo ἐόντι ἐπανίστασθαι καὶ φύλακας γίνεσθαι ἐγερτὶ ζώντων καὶ νε-

κρῶν (22 B 63 DK)

483 Cfr Aguirre Castro Mercedes ldquoLa muerte en la Grecia antigua mito culto e icono-

grafiacuteardquo en Revista de Arqueologiacutea XXV nordm 275 (2004) pp 26-35

322

zarse en sentido contrario decir que tras la muerte laquoesperan cosas que los

hombres no conocenraquo puede ser una criacutetica a los que dicen conocerlas En

este sentido dice Platoacuten

laquoTemer la muerte no es otra cosa que creerse sabio sin serlo pues equiva-

le a creer que se sabe lo que no se sabe Nadie conoce la muerte ni si

constituye precisamente el mayor de todos los bienes para el hombre

aunque la temen como si supieran con certeza que representa el mayor de

los malesraquo484

No hay en Heraacuteclito ninguacuten testimonio claro de una supuesta fe en la

inmortalidad del alma de corte misteacuterico la uacutenica idea de inmortalidad que

encontramos en su filosofiacutea es la que se desprende de la persistencia infini-

ta del ciclo de las mutaciones que une siempre el fin con un nuevo inicio

Con su teoriacutea de la unioacuten entre la materia y la fuerza viva que la anima soacute-

lo quiso destacar el caraacutecter eterno de la unidad de la que surge por medio

de transformaciones lo individual y lo muacuteltiple Esta fuerza o actividad del

devenir que carece de comienzo y de fin y que no descansa nunca (ya que

su reposo en cambiar) estaacute simbolizada por el fuego que se enciende y se

apaga perioacutedicamente que es vida y movimiento (pero tambieacuten muerte o

reinicio) En la formacioacuten del mundo la vida se pierde en los elementos (en

el camino hacia abajo) pues su muerte es vida para el agua y de eacuteste nace

la tierra y el aire del que renace el fuego (cfr 22 B 31 DK) Aquello que

entre la variedad de los fenoacutemenos ha conservado su naturaleza divina de

484 Platoacuten Apologiacutea (Diaacutelogos I) ed cit 29 a-b (trad cast Julio Calonge) Tambieacuten di-

ce Confucio ldquoSi no conocemos la vida iquestcoacutemo podemos saber de la muerterdquo Cfr Con-

fucio ldquoAnalectasrdquo XI 11 en Los cuatro libros Barcelona Paidoacutes 2002 (trad cast

Joaquiacuten Peacuterez)

323

fuego es precisamente a lo que Heraacuteclito llamoacute laquoalmaraquo485 Y la mejor prue-

ba de ello es que la utiliza como sinoacutenimo de fuego de ahiacute que el alma seca

sea la mejor y maacutes sabia porque es la maacutes cercana al fuego mientras que el

agua la debilita hasta que muere

laquoPara las almas es muerte (θάνατος) tornarse (γενέσθαι) agua para el

agua es muerte tornarse tierra mas de la tierra nace el agua y del agua el

almaraquo486

laquoAlma enjuta la maacutes sabia y la mejorraquo487

Por tanto el alma humana es fuego es una parte del fuego coacutesmico

del que participa y como tal se transforma y muere Lo divino habita asiacute

en lo humano el hombre forma parte del entramado natural por eso apela a

una conciencia despierta porque la mayoriacutea de los hombres no comprende

la razoacuten que todo lo gobierna (incluido el ser humano) pese a tenerla tan

cerca (ya que una parte de la sabiduriacutea divina habita en su interior de ahiacute

que todos puedan llegar a ser sabios tanto maacutes cuanto maacutes cerca esteacuten del

fuego o seca sea su alma) Incluso suponiendo que estuviera prisionera en

el cuerpo el alma estaacute sujeta a mutacioacuten continua no menos que el resto de

cosas del universo Nada de lo vivo puede ser estaacutetico pues es el perpetuo

fluir lo que le mantiene vivo (el mismo sol es nuevo cada diacutea cfr 22 B 6

485 Cfr Aristoacuteteles Sobre el alma Madrid Gredos 1999 405a (trad cast Tomaacutes Cal-

vo)

486 ψυχῆισιν θάνατος ὕδωρ γενέσθαι ὕδατι δὲ θάνατος γῆν γενέσθαι ἐκ γῆς

δὲ ὕδωρ γίνεται ἐξ ὕδατος δὲ ψυχή (22 B 36 DK)

487 αὔη ψυχὴ σοφωτάτη καὶ ἀρίστη (22 B 118 DK)

324

DK) De este modo el alma no hace maacutes que morir ya en vida para volver

a renacer de nuevo completando y sustituyendo la vida del alma que se ha

marchado por una nueva488 El individuo vive (y conoce rectamente) si estaacute

en contacto con el fuego envolvente y comuacuten ese contacto se pierde al dor-

mir por eso llama dormidos a los que se vuelven a un mundo propio sin

vislumbrar lo que nos une (como dijo Hesiacuteodo el suentildeo es hermano de la

muerte)489 Para Heraacuteclito muerte es el paso de un estado relativo a otro la

otra cara de la vida es muerte de un estado al mismo tiempo que vida de

otro Por eso dice Heraacuteclito

laquoUn adulto cuando se emborracha se deja llevar por un nintildeo pequentildeo va-

cilante sin darse cuenta de hacia doacutende camina por tener huacutemeda el al-

maraquo490

Al alejarse del calor del fuego el alma queda desorientada y el cono-

cimiento de lo que nos rodea se vuelve semejante al de un nintildeo El alma

488 Soacutelo por medio de la procreacioacuten dice Diotima lo mortal puede ser inmortal ya que

siempre se deja un ser nuevo en lugar del viejo Y ni siquiera nosotros somos lo mismo

sin dejar de ser los mismos a lo largo de nuestra vida en el cuerpo esto es evidente pe-

ro sucede lo mismo en el alma Cfr Platoacuten Banquete (Diaacutelogos vol III) ed cit 207d-

208 b Se ha querido ver en este pasaje una posicioacuten anterior o quizaacute una revisioacuten de la

teoriacutea platoacutenica sobre el alma tal como se expone en Fedoacuten Menoacuten y Fedro La cues-

tioacuten ha sido muy debatida e incluso se ha visto en el discurso de Diotima una anticipa-

cioacuten de la concepcioacuten de Hume sobre la personalidad entendida como una sucesioacuten de

estados mentales cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega Madrid Gre-

dos 1990 vol IV pp 373-377 (trad cast Alberto Medina Aacutelvaro Vallejo) 489 Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 116ss 750ss

490 ἀνὴρ ὁκόταν μεθυσθῆι ἄγεται ὑπὸ παιδὸς ἀνήβου σφαλλόμενος οὐκ

ἐπαΐων ὅκη βαίνει ὑγρὴν τὴν ψυχὴν ἔχων (22 B 117 DK)

325

que es iacutegnea abarca en Heraacuteclito inteligencia memoria y fuerza vital de

modo que todo humedecimiento de la misma conlleva una peacuterdida de estas

facultades Lo mismo sucede al dormir que perdemos el contacto con el

mundo comuacuten y nos volvemos a uno propio lo que expresa Heraacuteclito de un

modo antiintuitivo y paradoacutejicamente provocativo jugando con el sentido

filosoacutefico de los teacuterminos y la percepcioacuten habitual de los mismos

laquoMuerte es cuanto vemos despiertos cuanto vemos dormidos visiones

realesraquo491

laquoUn hombre en la noche prende para siacute una luz apagada su vista y vivo

como estaacute entra en contacto con el muerto al dormir Despierto entra en

contacto con el durmienteraquo492

El despierto descubre que vida y muerte estaacuten ligadas pero los maacutes

de los hombres viven aletargados en una falsa apariencia son incapaces de

conocer el verdadero sentido de lo que ven duermen mientras creen estar

despiertos y se asemejan a muertos mientras realmente duermen Este he-

cho refleja por otro lado la esencia misma del pensamiento humano que

despierta de pronto para hundirse de nuevo en la perplejidad como el rayo

manifestacioacuten de la razoacuten coacutesmica universal que nos deja ver todo en la

noche para devolvernos de suacutebito a la oscuridad (cfr 22 B 64 DK) La pos-

491 θάνατός ἐστιν ὁκόσα ἐγερθέντες ὁρέομεν ὁκόσα δὲ εὕδοντες ὕπνος (22 B

21 DK)

492 ἄνθρωπος ἐν εὐφρόνηι φάος ἅπτεται ἑαυτῶι [ἀποθανὼν] ἀποσβεσθεὶς

ὄψεις ζῶν δὲ ἅπτεται τεθνεῶτος εὕδων [ἀποσβεσθεὶς ὄψεις] ἐγρηγορὼς

ἅπτεται εὕδοντος) (22 B 26 DK)

326

tura de Heraacuteclito por tanto no busca otra cosa que hacer honor a la ley del

mundo que relaciona estrechamente los contrarios sin eliminar su tensioacuten

Para los griegos la parte maacutes lejana del universo estaba compuesta

precisamente de fuego es la sustancia del sol y las estrellas de lo que se si-

gue que el fuego (en la regioacuten ocupada por los mortales) evoca un cierto

caraacutecter divino Los cuerpos celestes iacutegneos y eternos nos refieren una de

las caracteriacutesticas esenciales de la naturaleza esto es la vida eterna tal y

como sentildeala el propio Heraacuteclito hablando del fuego (πῦρ ἀείζωον 22 B

30 DK) En grados sucesivos de impureza esta sustancia vital y divina in-

vade nuestro mundo y nos proporciona la vida al tratarse tambieacuten de un

componente esencial del alma En este sentido afirma Guthrie cuando los

oacuterficos dicen que el alma y la inteligencia respiraban del aire no estaacuten en

gran desacuerdo con Heraacuteclito Ahora bien sin duda cabe preguntarse hasta

queacute punto se puede considerar de un modo tajante que esta teoriacutea fue hera-

cliacutetea y no maacutes bien un antildeadido estoico en el primero se puede llegar a in-

tuir pero no hay fragmentos que lo atestiguumlen en los segundos en cambio

es uno de los pilares de su teologiacutea hasta el punto de que denominaron a la

razoacuten-coacutesmica pneuma (soplo o aliento iacutegneo)493 Guthrie ha sentildealado tam-

bieacuten la cercaniacutea con el orfismo que se aprecia en los fragmentos del jonio

relativos al laquoalma secaraquo En su opinioacuten Heraacuteclito estariacutea remedando con

esta dicotomiacutea la doctrina oacuterfica del laquociclo de los nacimientosraquo (aludido en

el camino laquohacia arribaraquo y laquohacia abajoraquo de 22 B 60 DK) que sosteniacutea que

tan soacutelo las almas purificadas podriacutean liberarse del ciclo de las reencarna-

ciones y vivir una vida feliz y eterna en compantildeiacutea de los dioses y que las

493 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 452 Sobe es-

te tema cfr Molina Joseacute ldquoTeologiacutea y racionalidad en la filosofiacutea estoicardquo en Nova

Tellus nordm 19 2 (2001) pp 109-153

327

impuras seriacutean castigadas a yacer en el fango y a reiniciar de nuevo la serie

de los nacimientos494 No obstante parece que eso no es lo que subyace en

las palabras de Heraacuteclito el hombre muere cuando el alma que es fuego se

apaga es decir se ha transformado en agua recorriendo el laquocamino descen-

denteraquo Y de esta manera en el incesante proceso de todo lo que hay el al-

ma vuelve a renacer de nuevo (no la misma ni con caraacutecter individual) en

un ciclo sin fin para Heraacuteclito el individuo aislado no tiene importancia si

no se relaciona con el conjunto inmortal y eterno es el fuego como totali-

dad (que da lugar a todo y a todo reuacutene en su seno como la divinidad) no

una determinacioacuten o parte aislada del mismo Como afirma Erwin Rohde

la cuestioacuten de la inmortalidad del alma singular no tiene sentido para Heraacute-

clito su doctrina tampoco puede ser concebida bajo la forma oacuterfico-pitagoacute-

rica de una metempsicosis no parece loacutegico que junto a sus propias ideas

fundamentales (teniendo en cuenta su orgulloso y aristocraacutetico caraacutecter)

aceptara sin maacutes discusioacuten esta creencia popular ni mucho menos que se

descubriera finalmente como un iniciado en los misterios siendo el porta-

dor de una sabiduriacutea velada para los profanos

laquoHeraacuteclito soacutelo lanza algunas miradas aisladas hacia los misterios y hacia

lo que podriacuteamos llamar su laquodoctrinaraquo (al igual que hace con respecto a

otros fenoacutemenos importantes de la vida religiosa de su tiempo) para po-

nerlos en contacto con su propia doctrina maacutes bien de un modo subordi-

nado que preponderante Heraacuteclito muestra que los misterios pueden estar

de acuerdo con su teoriacutea que a eacutel le pareciacutea poder explicar todos los fenoacute-

menos del mundo Pero en ninguacuten caso encontramos el menor rastro de

que fuera al contrario de que tratara de concordar su doctrina con los mis-

494 Cfr Guthrie W K C Orpheus and Greek Religion ed cit p 173

328

terios de que eacutestos le indicaran la liacutenea a seguir en su pensamiento ha-

cieacutendole desviar de su propio caminoraquo495

Las tesis de Heraacuteclito sobre los contrarios son maacutes radicales auacuten las

inspira el intento de pensar lo uno sin mutilar su dinamismo lo que exige

un esfuerzo extra no a los iniciados sino a todos los hombres (esto no es en

modo alguno pasajero porque oacuterficos y pitagoacutericos guardaban con gran ce-

lo sus doctrinas y las alejaban de los curiosos imponiendo castigos a quien

las revelara mientras que Heraacuteclito depositoacute e hizo puacuteblico su escrito en el

Templo de Aacutertemis para que fuera accesible a todos los interesados)496 sus

fragmentos ndashcomo recalca Gadamer- difiacutecilmente pueden querer expresar

una doctrina especial sobre el destino de los muertos ni mucho menos auacuten

una sabiduriacutea misteacuterica que estuviera cerrada para los no iniciados Lo que

denuncia Heraacuteclito es justamente la torpeza de los hombres para no ver lo

que tienen delante no lo que les espera en el maacutes allaacute497

Una vez dicho esto en suma debemos subrayar que la aparicioacuten del

Papiro de Derveni ha abierto nuevas y fecundas viacuteas de investigacioacuten en lo

que respecta a los estudios heracliacuteteos poniendo de manifiesto que entre

495 Rohde Edwin Psique el culto de las almas y la creencia en la inmortalidad entre

los griegos vol 2 Barcelona Labor 1973 pp 403-404 (trad cast Salvador Fernaacuten-

dez) Tambieacuten M Nussbaum opina que Heraacuteclito rechazoacute la inmortalidad del alma cfr

Nussbaum Martha C ldquoPsychḗ in Heraclitusrdquo en Phronesis 17 (1972) p 169 496 Cfr Dioacutegenes Laercio Vidas de filoacutesofos ilustres Barcelona Orbis 1985 IX 5

(trad cast Joseacute Sainz) Sobre la problemaacutetica que rodea al libro de Heraacuteclito cfr Mou-

raviev S N Heraclitea III 1 La Vie la Mort et le Livre drsquoHeacuteraclite Sankt Agustin

Academia Verlag 2004 pp 187-208 497 Gadamer Hans Georg ldquoEstudios heracliacuteteosrdquo ed cit p 66 De la misma opinioacuten

cfr Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito Textos y problemas de su interpretacioacuten ed cit pp

300-301 Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 65

329

ambos sistemas hay al menos una gran coincidencia en cuanto a la metodo-

logiacutea basada en el cripticismo la sinonimia la polisemia la paradoja los

juegos de palabras y el anaacutelisis etimoloacutegico de las mismas Se parte de la

base por tanto de que las palabras tienen un sentido profundo distinto del

aparente que soacutelo los iniciados son capaces de advertir498 Aunque esto no

parece suficiente para postular una comunicacioacuten de fondo Podriacutea haber

cierto eclecticismo de creencias en el ambiente que Heraacuteclito usoacute libremen-

te igual que los oacuterficos pudieron usar el estilo lacoacutenico y el peculiar asce-

tismo de Heraacuteclito para sus propios fines

498 Como sentildeala Casadesuacutes Heraacuteclito exige la misma atencioacuten a sus lectores que a sus

oyentes por eso sus textos son tan enigmaacuteticos esto se debe en uacuteltima instancia a su

afinidad con el Oraacuteculo de Delfos cuyo estilo habriacutea tratado de imitar por eso aclara en

22 B 93 DK que no laquodiceraquo ni laquoocultaraquo (οὔτε λέγει οὔτε κρύπτει) sino que laquoda sentildea-

lesraquo (ἀλλὰ σημαίνει) Cfr Casadesuacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfimosrdquo en Berna-

beacute Alberto Casadesuacutes Francesc (Eds) op cit vol 2 p 1102 Sobre los juegos de pa-

labras que utiliza el jonio cfr Casadesuacutes Francesc ldquoA la buacutesqueda del lector perspicaz

el caso de Heraacuteclitordquo en Estudios Claacutesicos t 44 nordm 121 (2002) pp 95-106

330

331

3ordf parte

laquoDiscurso antropoloacutegico sobre la sabiduriacutea y su praacutecticaraquo

332

ldquoMuchos son los que sin haber aprendido la razoacuten

de las cosas viven de acuerdo con la razoacutenrdquo

Demoacutecrito (68 B 53 DK)

333

Cap 9

laquoElementos para una teoriacutea del conocimientoraquo

334

335

1 El conocimiento del λόγος y sus consecuencias

El problema del conocimiento aparece en Heraacuteclito inseparablemente

unido a su concepcioacuten de la naturaleza No obstante para alcanzar la sabi-

duriacutea no soacutelo hay que conocer la naturaleza sino ademaacutes obrar laquoseguacuten la

naturalezaraquo (κατὰ φύσιν) escuchando su palabra su ritmo y su medida

(λόγος) Como hemos visto todos los componentes y todos los aspectos

de la filosofiacutea heracliacutetea giran en torno a una misma intuicioacuten metafiacutesica

laquotodo es unoraquo De esta afirmacioacuten fundamental se desprenden un gran nuacute-

mero de consecuencias al tiempo ontoloacutegicas epistemoloacutegicas y eacuteticas

que delimitan la especificidad de su reflexioacuten Ademaacutes los fragmentos de

Heraacuteclito esconden una rara peculiaridad independientemente del fragmen-

to por el que se comience el anaacutelisis se llega siempre al mismo sitio (o se

parte del mismo sitio) nos encontramos siempre con los mismos proble-

mas situados en un ciacuterculo recursivo en el que coinciden principio y fin499

En este sentido soacutelo con fines analiacuteticos se puede separar tajantemente la

fiacutesica de la metafiacutesica la eacutetica o la teoriacutea del conocimiento No obstante

encontramos en los textos algunos motivos recurrentes que nos permiten

delimitar estos aacutembitos al menos con fines hermeneacuteuticos

De cualquier modo parece que existe unanimidad al sostener que el

inicio del libro de Heraacuteclito estaba presidido por el fragmento 1 DK

499 En este sentido dice Parmeacutenides ldquoIndiferente me es por doacutende comenzar pues de

nuevo al mismo punto llegareacute de vueltardquo (28 B 5 DK) El acercamiento hermeneacuteutico a

los presocraacuteticos por tanto requiere un movimiento circular y paradoacutejico la compren-

sioacuten de un texto aislado depende de su puesta en conexioacuten con el conjunto pero soacutelo se

obtendraacute una visioacuten global de su filosofiacutea si se conocen cada uno de los textos por sepa-

rado

336

laquoAunque esta razoacuten (λόγου) existe siempre los hombres se tornan inca-

paces de comprenderla tanto antes de oiacuterla como una vez que la han oiacutedo

En efecto aun cuando todo sucede seguacuten esta razoacuten (κατὰ τὸν λόγον)

parecen inexpertos al experimentar con palabras y acciones tales como las

que yo describo cuando distingo cada una seguacuten la naturaleza (κατὰ φύ-

σιν) y muestro coacutemo es pero a los demaacutes hombres les pasa inadvertido

cuanto hacen despiertos del mismo modo que se olvidan de cuanto hacen

mientras duermenraquo500

En esta sentencia el teacutermino λόγος tiene en primer lugar una acep-

cioacuten linguumliacutestica se trata de la laquopalabraraquo de la naturaleza que los hombres

no comprenden ni antes ni despueacutes de haberla oiacutedo Pero apenas una liacutenea

despueacutes λόγος designa la laquorazoacutenraquo por la que todas las cosas acontecen y

devienen (γινομένων) en la naturaleza501 Palabrapensamiento y natura-

leza por tanto emergen unidas y en la maacutes absoluta homologiacutea Heraacuteclito

500 τοῦ δὲ λόγου τοῦδrsquo ἐόντος ἀεὶ ἀξύνετοι γίνονται ἄνθρωποι καὶ πρόσθεν ἢ

ἀκοῦσαι καὶ ἀκούσαντες τὸ πρῶτον γινομένων γὰρ πάντων κατὰ τὸν λό-

γον τόνδε ἀπείροισιν ἐοίκασι πειρώμενοι καὶ ἐπέων καὶ ἔργων τοιούτων

ὁκοίων ἐγὼ διηγεῦμαι κατὰ φύσιν διαιρέων ἕκαστον καὶ φράζων ὅκως ἔχει

τοὺς δὲ ἄλλους ἀνθρώπους λανθάνει ὁκόσα ἐγερθέντες ποιοῦσιν ὅκωσπερ

ὁκόσα εὕδοντες ἐπιλανθάνονται (22 B 1 DK)

501 En este texto traducimos λόγος por razoacuten no en el sentido moderno de facultad ra-

cional sino en el de ratio (ldquoproporcioacutenrdquo) y tambieacuten palabra que expresa dicha propor-

cioacuten Lo esencial no obstante es comprenderlo por eso se trata de una suerte de ldquopalabra

-pensanterdquo que encierra una sabiduriacutea superior aunque no se trate de una inteligencia

superior con caraacutecter personal Verdenius W J ldquoDer Logosbegriff bei Heraklit und

Parmenidesrdquo en Phronesis 11 (1966) p 11

337

funde su palabra con la palabra de la naturaleza pues en realidad son una

y la misma es decir la medida con la que compone y recompone su discur-

so el pensador es la misma que sirve a la naturaleza para componer y des-

componer todas las cosas del cosmos502

Dicho de otro modo mientras que ldquola naturaleza habla actuando el

hombre actuacutea hablandordquo en palabras de Ramnoux503 No obstante entre la

palabra de la naturaleza y la palabra de Heraacuteclito no se da una simple imita-

cioacuten sino una profunda comunicacioacuten y un esencial parentesco Otro rasgo

del λόγος que cabe destacar en este fragmento es su caraacutecter eterno (ἐὸν-

τος ἀεί ldquoexiste siemprerdquo) El adverbio ἀεί (ldquosiemprerdquo) soacutelo vuelve a apa-

recer en el fragmento 30 DK tambieacuten acompantildeado del verbo laquoserraquo (en pre-

sente pasado y futuro) para referirse al fuego (ἀείζωον ldquosiempre-vivordquo)

y quizaacute tambieacuten en el fragmento 52 DK para referirse al tiempo aunque es-

ta vez de un modo latente (αἰὼν ldquola eternidadrdquo) Con esto no queremos

502 Como indica Gadamer el verdadero hablar es un estar despierto una vigilia que sus-

cita vigilia Estar despierto supone no aceptar someterse pasivamente a lo que le viene a

uno encima sino escuchar Precisamente ese suscitar la vigilia es lo que pretendiacutea Pla-

toacuten con el sistema de la conversacioacuten dialeacutectica como lengua de la filosofiacutea En ella no

se trata de memorizar un conjunto de informaciones de un modo repetitivo pasivo o

somnoliento como sucediacutea con los poemas homeacutericos en la educacioacuten tradicional grie-

ga sino de todo lo contrario se trata de un estar despierto de una vigilia tensa de una

atencioacuten permanente a la palabra que evita el quedarse dormido Cfr Gadamer Hans

Georg ldquoSobre el oiacuterrdquo en Acotaciones hermeneacuteuticas Madrid Trotta 2002 (trad cast

Ana Agud Rafael de Agapito) pp 67-76 503 Ramnoux Cleacutemence op cit p 15 Apunta Ramnoux que las medidas y las leyes

del discurso son en el fondo las mismas que sirven a la naturaleza para disponer las co-

sas puesto que unas y otras obedecen a un mismo λόγος cuya funcioacuten reunificadora

junta sin suprimir las contradicciones

338

afirmar que λόγος y fuego sean lo mismo tampoco que lo sean λόγος y

tiempo Ya hemos visto que es el λόγος el que introduce la medida en el

fuego el tiempo y el devenir y no al reveacutes por tanto lo que hay que des-

tacar es la permanencia de estos tres elementos (pues son aspectos del λό-

γος) a pesar de la constante transformacioacuten de la realidad lo que no hace

sino desestimar una vez maacutes la reiterada interpretacioacuten tradicional que ha-

ce de Heraacuteclito el filoacutesofo del puro devenir

Λόγος en definitiva es un teacutermino extremadamente complejo que

hace referencia al comportamiento y a la constitucioacuten de la naturaleza en

tanto que existente pensable verdadera mesurada y eterna Pero falta un

calificativo si queremos aprehender por completo la intuicioacuten heracliacutetea de

la misma a saber divina No en vano la literatura griega ndashdesde Homero

hasta los poetas traacutegicos- ha adjetivado siempre a los dioses como los siem-

pre vivientes o bien como los inmortales sentildealando el caraacutecter eterno de la

medida que prevalece en la naturaleza Λόγος por tanto es la norma divi-

na que se manifiesta en la naturaleza en general y en cada una de sus trans-

formaciones en particular reuniendo en una unidad relacional y articulada

lo que aparentemente no es maacutes que fragmento disperso y multiplicidad

Justamente al decir Heraacuteclito que todo sucede conforme a este λό-

γος estaacute expresando este caraacutecter de universalidad y de ley que no excluye

nada o lo que es lo mismo sentildeala que estamos ante una instancia objetiva

ajena a toda contingencia sea humana o divina Pues en caso de producirse

una subversioacuten de los mismos las Erinis ayudantes de la Justicia se encar-

garaacuten de perseguirlo (22 B 94 DK)504 Aunque lo maacutes interesante dado el

tema que nos ocupa es relacionar el λόγος con el conocimiento humano

504 Cfr Marcovich Miroslav op cit pp 1-6

339

Seguacuten este texto Heraacuteclito interpreta su tarea como laquodistinguir por medio

de palabras y acciones cada cosa seguacuten la naturaleza y mostrar coacutemo esraquo

En este proceso el λόγος es la base del conocimiento verdadero que con-

siste en comprender la ley objetiva universal asiacute como sus manifestaciones

particulares Aquellos que no reconocen esta ley deben ser llamados igno-

rantes puesto que no poseen un conocimiento verdadero ni vislumbran la

conexioacuten ecoloacutegica que les une con el cosmos

laquoPues es prueba de sensatez conocer lo uacutenico sabio (ἓν τὸ σοφόν) y lo

que era gobernar todas las cosas por medio de todas (πάντα διὰ πάν-

των)raquo505

De nuevo estamos ante una afirmacioacuten que constata la existencia de

una ley objetiva y universal que rige de un modo invisible todos los fenoacute-

menos visibles y que se ramifica en una serie de leyes particulares que de-

penden de ella en uacuteltima instancia por lo que se sirve de ellas para gober-

nar todo por medio de todo Y la sabiduriacutea no es una simple acumulacioacuten

de conocimientos sino el descubrimiento de las conexiones ocultas e inma-

nentes que articulan lo real en este sentido la sabiduriacutea humana exige re-

conocer y asimilar la sabiduriacutea con la que opera la propia naturaleza que

teje un entramado donde todo cumple una funcioacuten sin establecer la preemi-

nencia de la vida sobre la muerte el placer sobre el dolor la justicia sobre

la injusticia el bien sobre el mal y cada cosa sobre su contraria se trata de 505 εἶναι γὰρ ἓν τὸ σοφόν ἐπίστασθαι γνώμην ὁτέη ἐκυβέρνησε πάντα διὰ

πάντων (22 B 41 DK) Tambieacuten dice Platoacuten en Craacutetilo que lo justo (δίκαιον) atravie-

sa el universo y da lugar a todas las cosas ya que gobierna todo a traveacutes de todo (πάν-

τα διαϊόν) Cfr Platoacuten Craacutetilo (Diaacutelogos vol II) ed cit 412 d-e

340

una sabiduriacutea amoral que mantiene el mundo en orden y equilibrio a pesar

de su perpetua inestabilidad y que asegura gracias a una renovacioacuten ince-

sante la persistencia de la vida global506 Si la razoacuten coacutesmica gobierna todo

por medio de todo en suma eso significa que no existen dualismos cerra-

dos sino unidualidades abiertas en las que ninguacuten teacutermino de la relacioacuten

enantioloacutegica es prescindible ni puede ser sometido puesto que se necesi-

tan unos a otros Pero si esto es asiacute iquestcoacutemo es posible mantener el equilibrio

en la naturaleza El equilibrio se mantiene justamente porque existe una

medida universal allende toda oposicioacuten que limita el devenir coacutesmico y

la permuta y lucha entre los contrarios armonizando de este modo los po-

los positivos con los negativos Por tanto es la medida la que permite que

funcione el mundo la que posibilita que un presunto montoacuten de desperdi-

cios sembrados al azar se desvele como un cosmos (22 B 124 DK) Esta es

la regla universal de la naturaleza la oposicioacuten no es incompatible con el

orden coacutesmico sino garante del mismo en eso consiste a su vez la sabidu-

riacutea humana en comprender coacutemo de cada oposicioacuten resulta una armoniacutea (y

en interiorizar esa ensentildeanza para equilibrar la propia vida) que se debe en

uacuteltima instancia a la existencia de unos liacutemites que nada ni nadie pueden

sobrepasar so pena de despertar a las Erinis (22 B 94 DK) En esta liacutenea

conviene recordar dos sentencias afines

laquoPreciso es que los que razonan con sensatez (ξὺν νόωι) se afiancen so-

bre lo comuacuten a todos (τῶι ξυνῶι πάντων) como una ciudad en su ley

incluso con maacutes firmeza Y es que se nutren todas las leyes humanas de

una sola la divina pues su poder se extiende todo cuanto quiere a todas

les basta e incluso sobraraquo laquoPor ello es necesario seguir lo comuacuten (τῶι

506 Cfr Conche Marcel Heacuteraclite Fragments ed cit p 242

341

ξυνῶι) pero aun siendo la razoacuten comuacuten (τοῦ λόγου δrsquo ἐόντος ξυνοῦ)

viven los maacutes como poseedores de una inteligencia propia (ἰδίαν ἔχον-

τες φρόνησιν)raquo507

En efecto en estas acotaciones se sentildeala de nuevo la preeminencia

del λόγος entendido como aquello que rige todos los fenoacutemenos como la

ley universal de la que se alimentan el resto de leyes incluidas las huma-

nas de modo que estando presente en todas como fundamento uacuteltimo las

trasciende en tanto que es la principal El juego de palabras que aparece en

este fragmento es evidente y muy propio del jonio ya que los que razonan

con sensatez (ξὺν νόωι) deben afianzarse en lo comuacuten a todos (τῶι ξυνῶι

πάντων) como todos los juegos que utiliza no es un mero recurso estiliacutes-

tico sino un auteacutentico vehiacuteculo de su pensamiento pues sentildeala la relacioacuten

esencial que hay entre ser sabio y comprender la comunidad de la que parti-

cipa maacutes allaacute de su propia individualidad pero sin olvidar el alcance poliacuteti-

co de esta afirmacioacuten puesto que frente al laquoidiotaraquo (ἰδιώτης) simple ciu-

dadano (ignorante inexperto y vulgar) que soacutelo busca su propio provecho

y beneficio el buen ciudadano es el que mira siempre por la comunidad (τὸ

507 ξὺν νόωι λέγοντας ἰσχυρίζεσθαι χρὴ τῶι ξυνῶι πάντων ὅκωσπερ νόμωι

πόλις καὶ πολὺ ἰσχυροτέρως Τρέφονται γὰρ πάντες οἱ ἀνθρώπειοι νόμοι

ὑπὸ ἑνὸς τοῦ θείου κρατεῖ γὰρ τοσοῦτον ὁκόσον ἐθέλει καὶ ἐξαρκεῖ πᾶσι

καὶ περιγίνεται (22 B 114 DK) + διὸ δεῖ ἕπεσθαι τῶι ltξυνῶι τουτέστι τῶιgt κοι-

νῶι (ξυνὸς γὰρ ὁ κοινός) Τοῦ λόγου δrsquo ἐόντος ξυνοῦ ζώουσιν οἱ πολλοὶ ὡς

ἰδίαν ἔχοντες φρόνησιν (22 B 2 DK) En este punto seguimos a Marcovich quien

de hecho une los dos fragmentos en su edicioacuten debido a su clara correlacioacuten (114+2

DK) Cfr Marcovich Miroslav op cit p 88

342

κοινόν) por los asuntos puacuteblicos (τὰ κοινά) buscando la unioacuten la rela-

cioacuten y la participacioacuten (κοινωνία) aun en detrimento de sus propios inte-

reses y se sacrifica por ella si es menester defendiendo su muralla antes

que cualquier otra cosa La eacutetica aparece ligada de este modo a la poliacutetica

(pero en el contexto de una reflexioacuten general sobre la naturaleza) ya que

no parece que el estudio de la poacutelis sea el motivo fundamental de su filoso-

fiacutea sino una consecuencia de la misma la norma que ajusta el cosmos es la

que debe ajustar la vida y la convivencia en la poacutelis ligando y armonizando

los pareceres y anhelos de todos lo ciudadanos Heraacuteclito la llama ley divi-

na por diferenciarla de la humana dando un paso maacutes en la identificacioacuten

que hizo Anaximandro del primer principio con lo divino por tanto

laquoEl λόγος de acuerdo con el cual suceden todas las cosas aunque perma-

nezca oculto a la humanidad es la ley divina misma Y el filoacutesofo toca

ahora su diana llamando a los hombres a despertar y obrar como manda

esta ley divinaraquo508

Lo que subyace en este planteamiento no es otra cosa que su teoriacutea

de la armoniacutea de los contrarios Heraacuteclito no se detiene una vez que ha

descubierto el funcionamiento de lo natural sino que considera acaso maacutes

importante buscar una aplicacioacuten de este principio a la vida humana en to-

das sus facetas Pero hay aquiacute algo maacutes que una simple analogiacutea las leyes

humanas que traducen en el plano socio-poliacutetico el contenido del λόγος 508 Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 118 Este

matiz teoloacutegico hace ver que lo que presenta Heraacuteclito no es lo que nosotros llamamos

ley de la naturaleza (una foacutermula general para describir un conjunto especiacutefico de he-

chos observados) sino algo maacutes fundamental y auteacutenticamente normativo Es la maacutes al-

ta norma del proceso coacutesmico y la que le da sentido y valor

343

delimitando lo justo de lo injusto no son mera convencioacuten sino que laquose nu-

trenraquo (τρέφονται) de la uacutenica ley divina (ὑπὸ ἑνὸς τοῦ θείου) Por eso

laquoHa de luchar el pueblo por su ley igual que por su murallaraquo509

Si las murallas representan la proteccioacuten fiacutesica de la ciudad las leyes

representan la proteccioacuten poliacutetica y moral de la misma (ya que estaacuten inclu-

so por encima del gobernante) y es maacutes fuerte la ciudad unida sobre su ley

que la que tiene una gran muralla pero vive en total desacuerdo interno o

anomia510 Por otro lado la muralla no estaacute disentildeada para proteger a un in-

dividuo concreto (aunque sea el gobernante) sino un espacio colectivo (un

aacutembito de convivencia apoyado en costumbres y normas comunes) y es el

pueblo (τὸν δῆμον) el que debe luchar por su ley (τοῦ νόμου) como por

su muralla lo que indica que es tan necesario combatir al enemigo externo

en una eacutepoca llena de guerras y cambios sociales como al enemigo interno

que rompe la armoniacutea de la ciudad (ya que el texto no pone el acento en la

muralla sino en la ley) Por tanto un pueblo sin leyes firmes y justas es un

pueblo indefenso aunque tenga anchos muros a su alrededor511 Pero esto

no siginifica que Heraacuteclito tuviera un talante democraacutetico sino todo lo con-

trario su espiacuteritu aristocraacutetico es indudable como sucede en el universo

509 μάχεσθαι χρὴ τὸν δῆμον ὑπὲρ τοῦ νόμου ὅκωσπερ τείχεος (22 B 44 DK)

510 Lo mismo puede decirse de las praacutecticas beacutelicas de los griegos frente a la hazantildea in-

dividual presentada por Homero lo que prima ahora es el combate en formacioacuten donde

cada hoplita pierde su individualidad en el ensamblado de la colectividad pero al tiem-

po gana una potencia y firmeza efectivas de las que careceriacutea por siacute mismo Cfr Lledoacute

Emilio ldquoLa lucha por la ley (Heraacuteclito fragmento B 44)rdquo en Memoria de la eacutetica Ma-

drid Taurus 1994 p 258 511 Cfr Marcovich Miroslav op cit pp 534-535

344

donde todos los sucesos remiten a una uacutenica ley asiacute debe ser en poliacutetica

todos los ciudadanos deben seguir al maacutes apto para encontrar la armoniacutea

laquoLa ley es tambieacuten obedecer a la voluntad de uno soloraquo512

Hay que seguir al mejor pero no por motivos de cuna sino de valiacutea

El conocimiento del λόγος no estaacute restringido a unos pocos sino que to-

dos pueden llegar a comprenderlo (de hecho Heraacuteclito aspira a despertar a

sus conciudadanos y no a mantenerlos dormidos) pero tambieacuten se traza

una liacutenea divisoria clara entre el excelente o virtuoso y la multitud513 Gra-

cias a su caraacutecter estable y permanente puesto que nunca descansa ni tiene

ocaso se puede hablar ndashpor cotejo o adecuacioacuten- de un conocimiento ver-

dadero (22 B 16 DK) Siendo el λόγος por tanto la ley objetiva universal

512 νόμος καὶ βουλῆι πείθεσθαι ἑνός (22 B 33 DK) El teacutermino ἑνός permite una

lectura poliacutetica y otra cosmoloacutegica del texto ya que en ambos casos se trata de seguir

una uacutenica ley Por otro lado la democracia iguala elimina la tensioacuten y permite gobernar

a los menos aptos por eso despreciaba a los efesios que desterraron a Hermodoro pre-

cisamente por destacar sobre los demaacutes diciendo laquoque nadie entre nosotros sea el maacutes

valioso y si lo fuere en otra parte y con otrosraquo (ἡμέων μηδὲ εἷς ὀνήιστος ἔστω εἰ

δὲ μή ἄλλη τε καὶ μετrsquo ἄλλων) (22 B 121 DK) Seguacuten Marcovich Hermodoro po-

driacutea haber sido desterrado por su amistad con los persas partidarios de la antigua noble-

za de Eacutefeso en los albores de la revolucioacuten jonia Cfr Marcovich Miroslav op cit p

372 Sobre la posible relacioacuten de Heraacuteclito con Hermodoro cfr Caballero Rauacutel ldquoLa

musas jonias aprenden a escribir ley escrita y tratado en prosa en los milesios y Heraacute-

clitordquo en Emeacuterita LXXVI 1 (2008) pp 9-21 513 Podriacutea verse aquiacute una anticipacioacuten de la identificacioacuten platoacutenica entre saber y poder

de modo que soacutelo el que llegue a conocer lo maacutes elevado estariacutea capacitado para timo-

near la nave del Estado Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 473c

345

lo que estando presente en cada cosa resiste y regula el devenir del cos-

mos es tambieacuten lo uacutenico que permite una comunicacioacuten entre los hom-

bres514 Todo discurso que no esteacute basado en lo comuacuten cae en el aacutembito

subjetivo de la idiotez esto es del laquomundo particularraquo de cada cual per-

diendo su nexo con lo que todo lo une Noacutetese ademaacutes que esta idea de la

comunidad no se refiere uacutenicamente al aacutembito del conocimiento sino antes

incluso al de la misma realidad puesto que los que conocen el λόγος com-

parten tambieacuten un mundo colectivo Bajo estas coordenadas surge inevita-

blemente el problema del lenguaje El lenguaje es inoperante si no comuni-

ca nada pero para poder hacerlo es necesaria la objetividad la comunidad

de sentido y puesto que lo comuacuten estaacute en el λόγος se entiende ahora que

podamos traducirlo por laquopalabraraquo (o hablar de la laquopalabraraquo de la naturale-

za) en cuanto dicha palabra expresa lo comuacuten a todos los seres Por tanto

hay una relacioacuten esencial entre la unidad y comunidad de la razoacuten y la uni-

dad y comunidad de lo real casi en sentido hegeliano aunque salvando las

distancias515 El λόγος en suma es lo maacuteximamente objetivo y universal

por eso el conocimiento que quiera ser objetivo y universal la ciencia por

contraposicioacuten a la opinioacuten debe entenderse como reconocimiento del

principio que todo lo gobierna a traveacutes de todo (ἐκυβέρνησε πάντα διὰ

πάντων) Lo contrario es perderse en la subjetividad que no proporciona

514 Cfr Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito textos y problemas de su interpretacioacuten ed cit

p 24 515 Cfr Schettino Ernesto ldquoLa teoriacutea del conocimiento en Heraacuteclitordquo en Revista de la

Universidad Veracruzana nordm 46 (1968) p 231 En este sentido puede decir Spinoza

que ldquoel orden y conexioacuten de las ideas es el mismo que el orden y conexioacuten de las

cosasrdquo Spinoza Baruch Eacutetica II 7 Madrid Trotta 2000 (trad cast Atilano Domiacuten-

guez)

346

ninguacuten conocimiento comuacuten o verdadero y sin este lazo que nos religa

desde un punto de vista antropocoacutesmico con la totalidad de lo real el hom-

bre pierde la comunicacioacuten y se retira a un mundo propio516

Subraya Heraacuteclito que no se trata de escucharle a eacutel (οὐκ ἐμοῦ) si-

no a la laquorazoacutenraquo (τοῦ λόγου) que preside el cosmos

laquoNo escuchaacutendome a miacute sino a la razoacuten sabio es reconocer que todas las

cosas son una (ἓν πάντα)raquo517

516 La afinidad con Spinoza es patente mutatis mutandis especialmente en su concep-

cioacuten de las ldquonociones comunesrdquo Como es bien sabido Spinoza distingue tres geacuteneros

de conocimiento 1) La imaginacioacuten que designa el conocimiento sensible que es con-

fuso y fragmentario por estar desligado del orden necesario de las cosas 2) La razoacuten

por la que se conocen las ldquonociones comunesrdquo esto es el conjunto de relaciones gene-

rales que afectan a los cuerpos y componen la naturaleza 3) La intuicioacuten por la que se

conoce la esencia de cada cosa desde el punto de vista divino A nuestro parecer la se-

mejanza con el jonio estriba en el reconocimiento del caraacutecter dinaacutemico de la relacioacuten

hombre-mundo asiacute como en la insercioacuten ecoloacutegica de la conciencia ldquosoacutelo hay autoco-

nocimiento en cualquiera de sus formas dentro de esta interseccioacuten causal en el espesor

del mundo donde el sujeto es estimulado en uno u otro sentidordquo Cfr Espinosa Rubio

Luciano ldquoUna interpretacioacuten general de Spinozardquo en Cuadernos Salmantinos de Filo-

sofiacutea XXIV (1997) p 66

517 οὐκ ἐμοῦ ἀλλὰ τοῦ λόγου ἀκούσαντας ὁμολογεῖν σοφόν ἐστιν ἓν πάντα

εἶναι (22 B 50 DK) Como sentildeala Hegel es un error pensar que el pensamiento debe

ser algo propio ineacutedito o especial puesto que el verdadero pensador es el que da cuenta

de lo que atantildee a todos siendo capaz de poner en conceptos su circunstancia por de-

cirlo en teacuterminos de Ortega aunque ambos hicieron gala de una conciencia histoacuterica que

obviamente no estaba presente en los griegos Cfr Hegel G W F Lecciones sobre la

historia de la filosofiacutea vol I ed cit p 275

347

Sin duda la tesis de objetividad que prescribe Heraacuteclito aparece re-

cogida en este texto puesto que no se trata de aceptar sin maacutes su discurso

(λόγος) a pesar de saberse en posesioacuten de la verdad sino de ser capaces

de descubrir directamente esa verdad en la propia naturaleza Para ello bas-

ta una escucha atenta y despierta detraacutes o maacutes allaacute de las apariencias pues-

to que no estamos ante algo sumamente lejano o inaccesible sino ante algo

con lo que tropezamos cada diacutea aunque no seamos capaces de advertirlo

laquoNo entienden (φρονέουσι) los maacutes las cosas con las que se topan ni pe-

se haberlas aprendido las conocen pero a ellos se lo pareceraquo518

laquoCon la razoacuten (λόγωι) con la que maacutes habitualmente tratan se hallan en

desacuerdo y las cosas con que tropiezan diariamente les parecen extra-

ntildeasraquo519

Justamente por ser universal el λόγος estaacute presente en todas partes

de modo que uno se encuentra con eacutel por doquier aunque no lo comprenda

Heraacuteclito destaca la paradoja de los que se sienten extranjeros en el mundo

518 οὐ γὰρ φρονέουσι τοιαῦτα πολλοί ὁκόσοι ἐγκυρεῦσιν οὐδὲ μαθόντες

γινώσκουσιν ἑωυτοῖσι δὲ δοκέουσι (22 B 17 DK) Dice Lao Zi ldquoMis palabras

son faacuteciles de comprender faacuteciles de practicar pero en el mundo no hay nadie capaz

de comprenderlas no hay nadie capaz de practicarlas Mis palabras tienen un origen

mis actos tienen un sentildeor Como no los conocen tampoco me comprende a miacute

Raros son los que comprendenrdquo Lao Zi op cit sect 70

519 ὧι μάλιστα διηνεκῶς ὁμιλοῦσι λόγωι τῶι τὰ ὅλα διοικοῦντι τούτωι διαφέ-

ρονται καὶ οἷς καθrsquo ἡμέραν ἐγκυροῦσι ταῦτα αὐτοῖς ξένα φαίνεται (22 B 72

DK)

348

habitual la mayoriacutea (πολλοί) de los que no son capaces de trascender las

apariencias e interiorizar la verdad que velan y con la que tropiezan a dia-

rio No puede expresarse de un modo maacutes claro el hecho de que los hom-

bres se encuentren tan cerca y al tiempo tan lejos de la clave de la realidad

Noacutetese que el fragmento encierra hasta cuatro teacuterminos distintos relativos

al conocimiento φρονέουσι μαθόντες γινώσκουσιν y δοκέουσι lo

que subraya la tozudez de sus conciudadanos (y la desesperacioacuten de Heraacute-

clito) que saben sin pecatarse de ello y creen saber cuando en realidad ig-

noran lo fundamental confundiendo asiacute lo esencial con lo aparente520 Aun-

que para ello se necesita ser un aacuteristos uno de los mejores moral e intelec-

tualmente hablando es decir poseer un alma sabia y seca sin olvidar que

la sabiduriacutea no es un privilegio de unos pocos sino algo comuacuten a todos por

igual se sepa o no hacer un buen uso de ella (22 B 113 DK)

Ante este aserto cabe preguntarse por queacute soacutelo una minoriacutea es capaz

de alcanzar el verdadero conocimiento incluso pese al magisterio de los

que saben Heraacuteclito ofrece dos posibles respuestas a esta cuestioacuten por una

parte sentildeala los liacutemites del conocimiento humano por otra la imposibili-

dad de escrutar el λόγος hasta sus uacuteltimos resquicios dada su insondable y

siempre creciente profundidad Ademaacutes esta dificultad nace del hecho mis-

mo de que el λόγος no es un objeto dado sino una relacioacuten o medida que

estaacute en todas las cosas sin ser ella misma una cosa del mismo modo que la

ley de la gravedad no es una cosa aunque afecte a todas por igual

520 Seguacuten Garciacutea Calvo lo que se critica aquiacute es el poder que las creencias y las tradicio-

nes ejercen sobre los hombres hasta el punto de volverles ciegos a la verdad y ajenos a

la loacutegica natural de los acontecimientos haciendo que se aferren al criterio de autoridad

antes incluso que a la evidencia (sobre todo si eacutesta contradice la ensentildeanza tradicional)

Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 57

349

Por otro lado debemos destacar la incapacidad de los sentidos para

captar en un mundo sujeto al constante devenir lo permanente que sirve de

metroacutenomo y fundamento De ahiacute que nos engantildeemos faacutecilmente pensando

que conocemos la verdad sin hacerlo con lo que entroncamos con uno de

los temas claacutesicos de la filosofiacutea griega Pero no se trata de rechazar el tes-

timonio de los sentidos sino de aprender a filtrarlo e interpretarlo correcta-

mente por medio de la inteligencia puesto que la naturaleza laquoama escon-

derseraquo y no se presenta de inmediato tal y como es

laquoMalos testigos para los hombres los ojos y los oiacutedos de quienes tienen al-

mas baacuterbaras (βαρβάρους ψυχὰς)raquo521

Como es bien sabido el teacutermino laquobaacuterbaroraquo (literalmente que balbu-

cea o farfulla un ldquobar-barrdquo ininteligible y confuso en contraste con la clari-

dad expresiva de la lengua griega que era tenida por el arquetipo de lo ra-

cional) se suele utilizar en contextos esencialmente linguumliacutesticos para refe-

rirse a quienes no hablan griego (ni tampoco lo comprenden)522 En sentido 521 κακοὶ μάρτυρες ἀνθρώποισιν ὀφθαλμοὶ καὶ ὦτα βαρβάρους ψυχὰς ἐχόν-

των (22 B 107 DK la traduccioacuten es nuestra) Seguacuten Heraacuteclito los ojos y los oiacutedos de

aquellas personas que no tienen almas cultivadas es decir que no comprenden lo que

subyace a la informacioacuten de los sentidos son malos testigos o poco fidedignos Es pre-

ciso por tanto como sentildeala Pradeau hacer uso de la razoacuten comuacuten y divina para delimi-

tar lo verdadero de lo falso Cfr Pradeau J-F op cit p 165 522 Cfr Garciacutea Gual Carlos ldquoLa utilidad de los baacuterbarosrdquo en Claves de Razoacuten Praacutecti-

ca nordm 5 (1990) pp 64-69 Cfr Santiago Rosa A ldquoGriegos y baacuterbaros arqueologiacutea de

una alteridadrdquo en Faventia 202 (1998) pp 33-45 En otro sentido se trata tambieacuten de

una distincioacuten poliacutetica que delimita dos modos de vida y de organizacioacuten social uno

democraacutetico e igualitario otro tiraacutenico y jeraacuterquico Cfr Hall Edith Inventing the Bar-

barian Greek Self-Definition through Tragedy Oxford Clarendon Press 1989 p 2

350

amplio ojos y oiacutedos seraacuten buenos testigos para los que sepan interpretar su

mensaje adecuadamente para los que comprendan desde su propia alma el

λόγος Pero la experiencia no es suficiente por siacute misma sino que tiene

que ser interpretada como un enigma como un oraacuteculo y podriacuteamos equi-

parar este proceso con la traduccioacuten de una lengua para el que sabe coacutemo

interpretar los siacutembolos resulta clara y comprensible mientras que para el

que no dispone de esas pautas hermeneacuteuticas resulta oscura e incomprensi-

ble Heraacuteclito asume en su escrito un lenguaje oracular profeacutetico iniciaacuteti-

co que laquoni expresa ni oculta sino que indica (σημαίνει)raquo el camino hacia

la verdadera sabiduriacutea para aquellos que sean capaces de descifrarlo523 Es-

te lenguaje tiene dos caracteriacutesticas fundamentales la tendencia a conside-

rar el fundamento del mundo como algo escondido y la necesidad de incluir

la intuicioacuten como un elemento ineludible del conocimiento No olvidemos

que para interpretar correctamente el oraacuteculo hay que completar los datos

sensibles con una cierta intuicioacuten de lo invisible que hay en ellos Afirma

Colli que Heraacuteclito habriacutea resuelto asiacute la tensioacuten entre lo humano y lo divi-

no al presentar mediante enigmas humanos la oculta e inefable esencia de

la naturaleza-divina el λόγος es inmanente y a la vez trascendente es un

523 ldquoEl sentildeor de quien es el oraacuteculo de Delfos ni expresa ni oculta sino que indicardquo (ὁ

ἄναξ οὗ τὸ μαντεῖόν ἐστι τὸ ἐν Δελφοῖς οὔτε λέγει οὔτε κρύπτει ἀλλὰ ση-

μαίνει) (22 B 93 DK) Delfos representa mejor que cualquier otro lugar la inclinacioacuten

de los griegos al conocimiento Alliacute acudiacutean habitantes de toda Grecia para interrogar al

dios por su porvenir como es sabido Eacuteste a pesar de tener una certera intuicioacuten del

mismo lo desvelaba siempre de un modo enigmaacutetico Se establece que el hombre a di-

ferencia de la divinidad debe transitar sin atajos el difiacutecil camino del saber que soacutelo

puede ser iluminado por los destellos que emite el λόγος (desde el interior del hombre)

en una mezcla de razoacuten intuicioacuten e inspiracioacuten

351

intermediario entre lo humano y lo divino entre lo mortal y lo inmortal en-

tre el tiempo y la eternidad y estaacute a medio camino entre la ignorancia y el

saber ya que el hombre participa de eacutel pero nunca llegaraacute a conocerlo ple-

namente524 No se olvide ademaacutes que

laquoSi uno no espera lo inesperado no lo encontraraacute pues es difiacutecil de escu-

drintildear y alcanzarraquo525

Normalmente se suele interpretar este texto en sentido religioso pero

queda patente en nuestra opinioacuten su alusioacuten directa a la teoriacutea del conoci-

miento por cuanto conocer el λόγος exige un notable esfuerzo por parte

de aquel que lo busca El fragmento encierra toda una actitud de vida invi-

524 Cfr Colli Giorgio El nacimiento de la filosofiacutea Barcelona Tusquets 2000 p 92

(trad cast Carlos Manzano) El pensamiento humano debido a su origen divino es la

uacutenica instancia natural que se halla en condiciones de penetrar en la intimidad sobrena-

tural de la propia naturaleza Cfr Jaeger Werner Paideia ed cit p 178

525 ἐὰν μὴ ἔλπηται ἀνέλπιστον οὐκ ἐξευρήσει ἀνεξερεύνητον ἐὸν καὶ ἄπο-

ρον (22 B 18 DK) El hombre sensato estaacute abierto a todo lo que le rodea sin descartar

ninguacuten dato por disparatado que parezca pero el necio olvida tan pronto como aprende

y no advierte la verdad aunque la tenga delante por eso necesita ndashcomo el animal- casti-

gos y escarmientos o como dice Heraacuteclito ser gobernado por un golpe seco (22 B 11

DK) Pensamos que Heraacuteclito se separa aquiacute del racionalismo toacutepico que se le suele atri-

buir (derivado de una identifiacioacuten sin matices del λόγος con la razoacuten tomada como

facultad epistemoloacutegica) en cuanto no hay un camino establecido que conduzca a lo in-

esperado si se sabe usar bien la razoacuten sino que hay que ir ldquohaciendo camino al andarrdquo

como dijo Machado en la propia buacutesqueda interpretando los signos correctamente pe-

ro al mismo tiempo estando atentos a cualquier novedad (ldquoencuentro lo que no buscordquo

dijo tambieacuten el poeta (Proverbios y cantares XIII) y sigue ldquobusca a tu complementa-

rio que marcha siempre contigo y suele ser tu contrario (Ibid XV))

352

ta a no dormirse a no acomodarse a despertar a estar alerta yendo maacutes

allaacute de la experiencia cotidiana del sentido comuacuten y de lo que cabriacutea espe-

rar dejando abiertas las puertas de lo inesperado En apariencia nadie nos

diriacutea que detraacutes de lo que vemos cotidianamente mudar prevalece una nor-

ma universal pero tambieacuten hay que tener presente el caraacutecter infinito de la

tarea de delimitar aquello que todo limita puesto que nunca podraacute ser atra-

pado por completo

laquoLos buscadores de oro mucha tierra cavan y poco encuentranraquo526

Estamos sin duda ante una buena descripcioacuten de la tarea propia del

filoacutesofo una buacutesqueda sin fin enojosa pero gratificante por contraposicioacuten

al poeta que conoce de antemano la verdad que se dispone a contar Siem-

pre habraacute quien se satisfaga con menos o quien huya del esfuerzo que pre-

cisa la verdadera felicidad que deriva de la actividad intelectual y no del

deleite del cuerpo

laquoLos cerdos disfrutan maacutes del cieno que del agua limpiaraquo527

526 χρυσὸν γὰρ οἱ διζήμενοι γῆν πολλὴν ὀρύσσουσι καὶ εὑρίσκουσιν ὀλίγον

(22 B 22 DK)

527 a) ὕες γοῦν Βορβόρῳ ἥδονται μᾶλλον ἢ καθαρῷ ὕδατι (22 B 13 DK) b) sues

caeno cohortales aves pulvere vel cinere lavari (22 B 37 DK) Siguiendo la versioacuten de

Clemente (Strom I 2 2) ldquoEl hombre de aspecto agradable no debe ir sucio ni polvo-

riento ni deleitarse con el fango seguacuten Heraacuteclitordquo Para Marcovich la acotacioacuten arriba

citada por tanto no seriacutea sino un dicho popular griego que sirve para glosar el conteni-

do del texto Cfr Marcovich Miroslav op cit pp 179-181 La segunda versioacuten la da

Columella (VIII 4 4) ldquoSi creemos a Heraacuteclito de Eacutefeso que dice que los cerdos se lavan

con el fango y los paacutejaros con el polvo y la cenizahelliprdquo Sobre la problemaacutetica filoloacutegica

353

laquoLos asnos prefeririacutean los desperdicios al ororaquo528

laquoSi la felicidad consistiera en el deleite del cuerpo diriacuteamos que los bue-

yes son felices cuando encuentran arveja para comerraquo529

Es maacutes coacutemodo yacer en el fango y recoger ndashcomo animales- los fru-

tos inmediatos del placer sensible que dedicar la vida a buscar con empentildeo

y limitados resultados el placer maacutes propio y elevado que le estaacute concedido

al ser humano conocerse a siacute mismo y conocer en profundidad el mundo

que le rodea530 El sabio se desvela por hallar la esencia de las cosas pero

sabe que se embarca en una empresa perenne Tampoco desconoce que es

necesario laquocavar muchoraquo para destapar un poco de esa esencia por el con-

traposicioacuten a los que desisten del esfuerzo y prefieren vivir en la ilusioacuten de

cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit pp 162-163 Cfr Pradeau Jean-Franccedilois op cit

pp 202-203

528 ὄνους σύρματ᾽ ἂν ἑλέσθαι μᾶλλον ἢ χρυσόν (22 B 9 DK)

529 Si felicitas esset in delectationibus corporis boves felices diceremus cum inveniant

orobum ad comedendum (22 B 4 DK) 530 Este fragmento recuerda sin duda el planteamiento que hace Aristoacuteteles sobre la feli-

cidad Sobre su nombre todo el mundo estaacute de acuerdo y piensan que vivir bien y obrar

bien es lo mismo que ser feliz pero sobre su esencia discuten y no lo explican del mis-

mo modo unos creen que es alguna de las cosas tangibles y manifiestas como el placer

la riqueza o los honores pero los maacutes sabios reconocen que se trata de un bien que se

quiere por siacute mismo del que dependen los demaacutes y que no atantildee al cuerpo sino al alma

Cfr Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco ed cit I1 4 1097 b I1 13 1102 a-b Para Aristoacute-

teles cada animal busca el placer que le es propio y eacuteste se corresponde con la actividad

que le define (la maacutes agradable de las actividades conforme a la virtud aunque requiera

esfuerzo) por eso el hombre que no encuentre la felicidad en la actividad contemplati-

va sino en el placer corporal seraacute semejante a un animal Cfr Ibid I10 7 1095 a

354

conocer la verdad cuando lo que conocen no es maacutes que una apariencia de

la misma opiniones humanas en vez de ciencia estricta

Se presenta aquiacute una auteacutentica dialeacutectica entre la razoacuten y los senti-

dos de modo que parafraseando a Kant los sentidos sin λόγος son cie-

gos pero el λόγος sin los sentidos es un molde vaciacuteo Esto no debe inter-

pretarse en modo alguno como un menosprecio de los sentidos sino como

una llamada de atencioacuten para hacer un uso criacutetico y no ingenuo de los mis-

mos ya que para conocer el λόγος su testimonio es vaacutelido

laquoLas cosas cuyo aprendizaje es vista y oiacutedo eacutesas son las que yo prefie-

roraquo531

A traveacutes de los sentidos tenemos un primer contacto con el mundo

que nos rodea de suerte que podemos hacerlo por nosotros mismos sin de-

531 ὅσων ὄψις ἀκοὴ μάθησις ταῦτα ἐγὼ προτιμέω (22 B 55 DK) Como dijo

Hesiacuteodo ldquoEl mejor de todos los hombres es el que por siacute mismo comprende todas las

cosas es bueno asimismo el que hace caso al que bien le aconseja pero el que ni com-

prende por siacute mismo ni lo que escucha a otro retiene en su mente eacuteste en cambio es un

hombre inuacutetilrdquo Hesiacuteodo Los trabajos y los diacuteas ed cit 293 ss Este fragmento destapa

un empirismo inesperado y apunta la posibilidad de conectar con lo real sin mediaciones

rebuscadas Hay algo taoiacutesta aquiacute por cuanto conocer el λόγος no es una actividad pu-

ramente intelectual sino ademaacutes una experiencia vital Se busca en ambos casos superar

las perspectivas individuales para acceder a una verdad universal por medio de un mo-

do despierto de ver ser y estar en el mundo Las palabras y los razonamientos humanos

no alcanzan en uacuteltima instancia para definir esta verdad comuacuten Cfr Arleacutes Goacutemez Joseacute

ldquoInterconexioacuten hombre-mente-naturaleza desde el taoiacutesmordquo en Hallazgos nordm 5 (2006)

pp 72-86 Como ampliacioacuten cfr Watts Alan El camino del tao Barcelona Kairoacutes

2001 (trad cast Horacio Gonzaacutelez)

355

pender uacutenicamente de la autoridad de la tradicioacuten Si todo se convirtiera en

humo postula el jonio seriacutea la nariz la encargada de discriminar unas cosas

de otras (22 B 7 DK) Es maacutes incluso reconociendo la primaciacutea de la razoacuten

sobre los sentidos de cara al recto conocimiento parece que el papel de eacutes-

tos es facilitar al alma una primera toma de contacto con el mundo comuacuten

(siendo el objetivo uacuteltimo del propio conocimiento desvelar la ley universal

que subyace a todo acaecer particular)532

No obstante aquellos cuyos sentidos no esteacuten guiados por un enten-

dimiento atento auacuten oyendo el λόγος se asemejaraacuten a sordos

laquoEscuchando sin atender a sordos se asemejan Les cuadra el testimonio

del dicho ldquopresentes estaacuten ausentesrdquoraquo533

532 Hablando de la filosofiacutea moderna Cassirer hace una definicioacuten del conocimiento que

ndashtomada en siacute misma- podriacutea aplicarse a Heraacuteclito ldquoTodo conocimiento todo esfuerzo

de la investigacioacuten tiende a descubrir y expresar esta ley universal de la razoacuten que im-

pera por encima de todo acaecer especial y de todos los pensamientos de los indivi-

duosrdquo Cassirer Ernst El problema del conocimiento en la filosofiacutea y en la ciencia mo-

derna Meacutexico FCE 1962 vol I p 29 (trad cast Wenceslao Roces) 533 ἀξύνετοι ἀκούσαντες κωφοῖσιν ἐοίκασι φάτις αὐτοῖσιν μαρτυρεῖ παρεόν-

τας ἀπεῖναι (22 B 34 DK) Parmeacutenides hizo una afirmacioacuten semejante ldquoMira pues lo

que aun ausente estaacute firmemente presente al entenderhelliprdquo (28 B 4 DK) invitando a ha-

cer presentes ndashpor medio del pensamiento- las cosas ausentes Heraacuteclito denuncia la sor-

dera mental de los que estando presentes se comportan como ausentes al no ser capaces

de comprender la verdad (aunque la tengan delante y dispongan de un guiacutea para mos-

traacutersela) Reclama por tanto maacutes atencioacuten que se fijen en lo real que lo vivan de mo-

do que sean capaces de descubrir en lo cercano lo maacutes lejano Cfr Mondolfo Rodolfo

Heraacuteclito textos y problemas de su interpretacioacuten ed cit p 370

356

Hemos visto en suma que Heraacuteclito desconfiacutea de los sentidos como

fuente de conocimiento de las cosas cuando no estaacuten guiados por una razoacuten

criacutetica y comuacuten pues todos los entes estaacuten sometidos a un movimiento per-

petuo y hay que intentar conocer la ley que regula y gobierna el devenir an-

tropocoacutesmico (que nunca se muestra inmediatamente ni por completo) No

estamos ante un pensador ingenuo pero tampoco ante un pensador que sos-

tenga la imposibilidad del hombre de alcanzar la sabiduriacutea a pesar de que

soacutelo unos pocos son capaces de recorrer el arduo camino que conduce hasta

ella E Hussey en un intento de sistematizar la teoriacutea heracliacutetea del conoci-

miento ha formulado cuatro principios hipoteacuteticos para interpretar la sensi-

bilidad

1) laquoRegla de no-cancelacioacutenraquo nada de lo que nos es dado por los

sentidos debe ser rechazado sino depurado y traspasado

2) laquoRegla de no-extra-sensiblesraquo nada externo debe ser antildeadido a lo

que nos es dado por la propia experiencia

3) laquoRegla de holismoraquo la experiencia debe ser analizada desde un

punto de vista global que incluye la comprensioacuten inmediata del

λόγος

4) laquoRegla de significado intriacutensecoraquo la experiencia encierra dentro

de siacute todos los elementos que permiten su interpretacioacuten534 534 Cfr Hussey Edward ldquoEpistemology and Meaning in Heraclitusrdquo en Schofield

Malcolm Craven Nussbaum Martha (edts) Language and Logos Studies in ancient

Greek philosophy presented to G E L Owen Cambridge University Press 1982 pp

35-36

357

Puede parecer que esta clasificacioacuten contraviene lo que el propio He-

raacuteclito manifiesta pero no es asiacute Heraacuteclito no rechaza ndashcomo Parmeacutenides o

Platoacuten- el testimonio de los sentidos la experiencia sensible constituye una

parte esencial de la verdad permite un cierto acceso al λόγος puesto que

todo lo que sucede en el cosmos es un reflejo de su medida pero como la

mayoriacutea de los hombres no es capaz de encontrar en ella los vestigios de

esta norma universal es preciso pasarla por el filtro de la inteligencia Cier-

tamente hay que diferenciar los datos sin interpretar que nos proporciona

la intuicioacuten sensible de los datos ya interpretados (proceso que tiene un cla-

ro componente laquoloacutegicoraquo) pero no cabe auacuten una distincioacuten tajante entre los

sentidos y la razoacuten como facultades epistemoloacutegicas opuestas como se da-

raacute en Platoacuten El λόγος no carece de referentes en el mundo sensible y hasta

el propio devenir coacutesmico es expresioacuten suya La experiencia sensible por

tanto proporciona los materiales baacutesicos del conocimiento que deben ser

cribados desde la perspectiva del λόγος es decir desde el punto de vista

de su unidad e invisible respectividad (por eso los buscadores de oro cavan

mucho y encuentran poco una vez tamizada la tierra)

Lo que estaacute claro como hemos visto es que todo aquello que se to-

me por verdadero debe ser directamente entendido En primer lugar se tra-

ta de fundamentar nuestro conocimiento en lo comuacuten en lo sumamente ob-

jetivo en el λόγος En segundo lugar se trata de constatar que los sentidos

nos pueden conducir al error sin la asistencia de la razoacuten En consecuencia

debemos ir maacutes allaacute de las apariencias y no dejarnos dominar por lo inme-

diato visible sino profundizar en ello en busca del sustento invisible

Pero se necesita ademaacutes tener en cuenta un tercer aspecto no menos

importante la evidencia personal que concede primaciacutea a lo que se ve por

uno mismo frente a lo que nos transmiten otros

358

laquoLos ojos son testigos maacutes exactos que los oiacutedosraquo535

La superioridad de la vista respecto al oiacutedo radica en el hecho de que

mientras que la primera nos proporciona impresiones sobre el mundo viva-

ces e inmediatas el segundo nos refiere un conocimiento mediado por la

ensentildeanza de otros esto es por un narrador A tenor de lo dicho anterior-

mente no se trata de que la vista nos proporcione sin maacutes conocimientos

verdaderos sino de que nos pone en disposicioacuten de tenerlos Se trata de que

la propia experiencia siempre es preferible a la autoridad o a la tradicioacuten a

la hora de hacer ciencia Sin duda es menester tener muchos conocimientos

para lograr un saber atinado sobre lo real (22 B 35 DK) pero lo esencial es

distinguir entre cantidad y calidad536 De nada sirve laquosaber muchoraquo (πολυ-

μαθίη) si no se sabe procesar ni aplicar a nivel existencial (22 B 40 DK)

En este sentido

laquoNo hay que hablar y actuar como hijos de nuestros padresraquo537 535 ὀφθαλμοὶ γὰρ τῶν ὤτων ἀκριβέστεροι μάρτυρες (22 B 101a DK)

536 ldquoMuy preciso es que los hombres que aman el saber traten de enterarse de muchas

cosasrdquo (χρὴ γὰρ εὖ μάλα πολλῶν ἵστορας φιλοσόφους ἄνδρας εἶναι) (22 B 35

DK) Seguacuten Garciacutea Calvo la aparicioacuten del teacutermino ἵστορας (ldquoinvestigadoresrdquo) revela

una contraposicioacuten clara respecto a la tarea de mitoacutegrafos y aedos Por otro lado si se

concede que el texto no estaacute modificado estamos ante uno de los primeros usos del teacuter-

mino ldquofiloacutesofordquo para caracterizar a los hombres que aman el saber (φιλοσόφους) Pero

aunque otros como Pitaacutegoras pueen ser considerados filoacutesofos el aristoacutecrata del espiacuteri-

tu no obstante siempre ha de preferir calidad a cantidad y saber a erudicioacuten Cfr Gar-

ciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 79

537 οὐ δεῖ ltὡςgt παῖδας τοκεώνων τοῦτrsquo ἔστι κατὰ ψιλόν καθότι παρειλήφα-

μεν (22 B 74 DK)

359

Ante todo parece que lo que se cuestiona es un modelo de educacioacuten

vigente en la Grecia de su momento basado en la audicioacuten de lecturas y en

la tradicioacuten oral En efecto dada la extrantildeeza con la que los hombres reci-

bieron el discurso de Heraacuteclito podemos pensar que encerraba un modelo

de educacioacuten sustancialmente distinto del tradicional sin olvidar tampoco

el caraacutecter inflexible del Efesio que no deja lugar para el diaacutelogo o el deba-

te ya sea con la tradicioacuten o con sus propios conciudadanos538 538 Seguacuten Garciacutea Baroacute lo que dice esta sentencia es que Heraacuteclito entiende la filosofiacutea

como laquola tradicioacuten de los hombres sin tradicioacutenraquo esto es de los hombres que ponen en

cuestioacuten con la vista lo que han aprendido con el oiacutedo Cfr Garciacutea-Baroacute Miguel De

Homero a Soacutecrates Invitacioacuten a la filosofiacutea Salamanca Siacutegueme 2004 p 55 Los pa-

dres educan a sus hijos en unas creencias y valores que eacutestos aceptan sin maacutes A medida

que crecen y desarrollan su razoacuten comienzan a cuestinarlas y a trazar su propio camino

Lo mismo sucede con la filosofiacutea respecto al mito afirma Conche los filoacutesofos invitan

a hablar y actuar siguiendo los resultados de la investigacioacuten racional y no perpetuando

el dictamen de la tradicioacuten en un ejercicio de criacutetica y libertad Cfr Conche Marcel

Heacuteraclite Fragments ed cit pp 74-75 Dice Heraacuteclito ldquoiquestQueacute sensatez o queacute inteli-

gencia es la de eacutesos Dan creacutedito a los recitadores de los pueblos y toman al vulgo por

maestro sin saber que los maacutes son malos y pocos los buenosrdquo (τίς γὰρ αὐτῶν νόος ἢ

φρήν δήμων ἀοιδοῖσι πείθονται καὶ διδασκάλωι χρείωνται ὁμίλωι οὐκ εἰδό-

τες ὅτι lsquoοἱ πολλοὶ κακοί ὀλίγοι δὲ ἀγαθοίrsquo) (22 B 104 DK) Atando cabos encon-

tramos una criacutetica a los poetas (junto con su repetido elogio de la eacutelite frente a la masa)

especialmente a Homero quien junto con Hesiacuteodo dio forma a la religioacuten griega Su

obra era memorizada por los nintildeos de modo que grababa en sus mentes todo un conjun-

to de creencias y patrones de conducta un modo de pensar y actuar Los filoacutesofos cons-

cientes de la importancia e influencia de los poetas en la educacioacuten disputaron ese lugar

con un nuevo modelo de educacioacuten basado en la investigacioacuten racional de la naturaleza

y el hombre por eso Platoacuten no tuvo maacutes remedio que expulsarlos de la ciudad ideal no

sin antes reconocer que Homero fue quien educoacute a Grecia (τὴν Ἑλλάδα πεπαίδευ-

κεν) Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 606e

360

Pero del mismo modo que sucede con los sentidos no se trata de eli-

minar el testimonio de la tradicioacuten sino de tomarlo en un sentido criacutetico y

no dogmaacutetico una vez filtrado por la evidencia personal ndasha semejanza sal-

vando la distancias de lo que propone Descartes en la primera regla del

Meacutetodo-539 Por eso lo que pide Heraacuteclito es que no se acepte nada sin sa-

ber por queacute se hace como ejemplifica la criacutetica que hace de sus predeceso-

res a excepcioacuten de los milesios

laquoMeras creencias lo que el maacutes acreditado conoce y custodia Justicia se

encargaraacute de los artiacutefices y testimonieros de mentirasraquo540

Una vez maacutes no se trata de sostener que no se pueden tener maacutes que

conocimientos pasajeros sin llegar a saber lo que son las cosas ni la ley que

las rige sino que vamos progresando en su conocimiento gradualmente y

no sin esfuerzo Maacutes que un saber efectivo por tanto tenemos que buscar

aquiacute una suerte de laquofilosofiacutea de la sospecharaquo un despertador que trata de

sacar a los hombres de su sopor cotidiano En esta misma liacutenea como vere-

mos tenemos un gran nuacutemero de textos que inciden en la incapacidad del

hombre dormido para asimilar la palabra de la naturaleza tanto antes co-

mo despueacutes de haberla oiacutedo sea porque trata de interpretar la naturaleza

539 ldquoEl primero consistiacutea en no admitir cosa alguna como verdadera si no se la habiacutea co-

nocido evidentemente como tal Es decir con todo cuidado debiacutea evitar la precipitacioacuten

y la prevencioacuten admitiendo exclusivamente en mis juicios aquello que se presentara tan

clara y distintamente a mi espiacuteritu que no tuviera motivo alguno para la dudardquo Descar-

tes Reneacute Discurso del meacutetodo Madrid Alfaguara 1981 II p 15 (trad cast Guillermo

Quintaacutes)

540 δοκέοντα γὰρ ὁ δοκιμώτατος γινώσκει φυλάσσει καὶ μέντοι καὶ Δίκη κα-

ταλήψεται ψευδῶν τέκτονας καὶ μάρτυρας (22 B 28 DK)

361

desde su propia inteligencia desde su propio mundo sin atender a lo co-

muacuten sea porque escucha sin comprender la interpretacioacuten que proponen los

pocos sabios que han sido capaces de alcanzar la verdad entre los que el

propio Heraacuteclito se incluye

11 laquoDormidosraquo y laquodespiertosraquo como categoriacuteas epistemoloacutegicas

De todo lo analizado en el apartado anterior se desprende que para

Heraacuteclito existen dos clases de hombres seguacuten el conocimiento del λόγος

que posean los laquodespiertosraquo y los laquodormidosraquo

laquoPara los que estaacuten despiertos (τοῖς ἐγρηγορόσιν) el orden del mundo

es uno y comuacuten mientras que cada uno de los que duermen (τῶν δὲ κοι-

μωμένων) se vuelve hacia uno propioraquo541

Seguacuten esto estar despierto o dormido significa estar o no atentos al

λόγος tener un mundo propio (ἴδιον) o uacutenico y comuacuten (ἕνα καὶ κοινὸν

κόσμον) ser sabio o ignorante542 Utilizando conceptos platoacutenicos se trata

de poseer la laquocienciaraquo universal y permanente o bien la laquoopinioacutenraquo parti-

cular y mudable Dicho de otro modo los dormidos no saben lo que hacen

ni por queacute lo hacen mientras que los despiertos son conscientes de cuanto

hacen y piensan puesto que estaacuten en sintoniacutea con el λόγος 541 τοῖς ἐγρηγορόσιν ἕνα καὶ κοινὸν κόσμον εἶναι τῶν δὲ κοιμωμένων ἕκασ-

τον εἰς ἴδιον ἀποστρέφεσθαι (22 B 89 DK)

542 Cfr Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit p 159 Cfr

Fraumlnkel Hermann op cit p 348

362

laquoPara Heraacuteclito los que hablan comparten un mundo comuacuten y los que no

hablan o dejan de hablar o no quieren hablar se vuelven a un mundo par-

ticular pues esa estancia en un mundo particular es precisamente en lo que

consiste el suentildeo y el estar dormido Pero iquestqueacute es y en queacute consiste este

mundo que es comuacuten y se comparte y queacute es y en queacute consiste el mundo

que tambieacuten lo es particular Piensa Heraacuteclito que al mundo le viene su

comunidad y tambieacuten su orden y su estructura del ajuste y del acoplamien-

to de los elementos diversos asiacute como de sus tensiones contrarias y viene

a ser el mundo el resultado de una ensambladura que aunque pueda apare-

cer como quietud es el resultado de la inquietud de la tirantez y de la mez-

claraquo543

Lo laquocomuacutenraquo del mundo comuacuten es en primer lugar algo objetivo la

unidad de cada cosa con su contraria con la que forma esta comunidad in-

separable que Heraacuteclito denominoacute laquoarmoniacutearaquo Cualquier intento de quebrar

dicha unidad seriacutea equiparable a un intento de retirarse de lo comuacuten puesto

que el hecho mismo de no entenderla equivale al primer paso para comen-

zar a vivir en un mundo particular En segundo lugar lo comuacuten del mundo

es algo intersubjetivo algo vaacutelido para cualquier sujeto que sepa mirar lo

que hay entenderlo y expresarlo La oposicioacuten se plantea ahora entre una

razoacuten que es comuacuten y una inteligencia que es particular (ἰδίαν φρόνη-

σιν) iquestCuaacutel es esa razoacuten comuacuten presente en todo momento que todo lo

mide a la que hay que seguir o a la que de hecho seguimos sin advertirlo

543 Rodriacuteguez Saacutendez Rafael ldquoRazoacuten comuacutenrdquo en Fedro Revista de esteacutetica y teoriacutea

de las artes nordm 3 (2005) p 10 ldquoLos que estaacuten despiertos [hellip] participan de un mundo

comuacuten (como prueba su comercio mutuo) mientras que el mundo de los suentildeos en que

se encuentra el durmiente resulta inaccesible a los demaacutesrdquo Jaeger Werner La teologiacutea

de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 116

363

Ese λόγος o razoacuten comuacuten acaso sea en primera instancia el lenguaje aque-

llo que permite a los seres humanos entender ordenar y expresar la estruc-

tura inteligible de lo real Como el propio Efesio sentildeala la presencia uni-

versal del lenguaje en los humanos no garantiza de suyo la comprensioacuten de

lo comuacuten ni evita la caiacuteda en el suentildeo especialmente para los que tienen un

alma baacuterbara (βαρβάρους ψυχὰς) esto es que no comprenden el len-

guaje Por eso dice inteligencia particular y no λόγος particular ya que el

λόγος siempre es comuacuten se sepa o no Hay que hacer ver e indicar a la

mayoriacutea que ademaacutes del placentero y pasivo suentildeo en el que uno se deja

llevar hay una vigilia activa despierta consciente que exige atencioacuten y un

esfuerzo antildeadido y una inexcusable responsabilidad y que ademaacutes del cri-

terio propio estaacute la razoacuten comuacuten que nos permite conocer las cosas en su

conjunto y entrelazamiento El suentildeo es cercano a la muerte justamente

porque se caracteriza por el reposo y la quietud (22 B 21 DK B 88)544 Del

mismo modo el cosmos para estar vivo debe estar abierto a las formas

propias de la vigilia esto es el movimiento y la inquietud Los despiertos

por tanto se saben parte del mundo que tratan de comprender y entienden

que el ajuste nace del desajuste la tensioacuten y la contraposicioacuten

En consecuencia Heraacuteclito no hace sino denunciar la situacioacuten por la

que los hombres permanecen encerrados en su propio mundo (ἴδιον κόσ-

μον) en sus propias creencias incapaces de abrirse a lo comuacuten a la razoacuten

544 ldquoLa muerte misma se concibe como un fenoacutemeno natural parecido al suentildeo del cual

es hermanardquo Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 31 Sobre los

usos y la etimologiacutea del campo semaacutentico de ldquosuentildeosontildearrdquo desde Homero hasta la eacutepo-

ca heleniacutestica cfr Fernaacutendez Garrido Mordf Regla Vinagre Lobo Miguel Aacutengel ldquoLa ter-

minologiacutea griega para suentildeo y sontildearrdquo Cuadernos de filologiacutea claacutesica nordm 13 (2003) pp

69-104

364

que todo lo gobierna y que consiste en la unidad uacuteltima de todas las cosas

Por eso afirma que laquopresentes estaacuten ausentesraquo pues son como laquosordosraquo en

el sentido del que necesita una transformacioacuten mental ya que por mucho

que escuchan la palabra de la naturaleza y se encuentran cotidianamente

con ella no son capaces de comprenderla laquono saben escuchar ni hablarraquo

en palabras de Heraacuteclito545 Dicho de otro modo el hombre que desconoce

la interconexioacuten de la naturaleza y se encierra en siacute mismo alimenta la ilu-

sioacuten de habitar en la verdadera realidad sin advertir que se encuentra en un

suentildeo en una existencia inconsciente e inauteacutentica Soacutelo contemplando el

cosmos desde el punto de vista de la totalidad se encajan todas las piezas

de este enorme puzzle de alcance antropocoacutesmico que se presenta a prime-

ra vista como un espectaacuteculo aciago de tensiones para destaparse despueacutes

como el resultado de una medida escondida que armoniza y entrelaza todas

las parejas de opuestos546

545 Los ecos taoiacutestas son de nuevo evidentes ldquoSe lo mira y no se lo ve su nombre es lo

invisible Se lo escucha y no se lo oye su nombre es lo inaudible [hellip] En el uno lo

superior no es absurdo lo inferior no es confuso Es un proceso interminable que

no admite nombre [hellip] Cuando se le sigue no se ve su parte trasera cuando se le sale

al encuentro no se ve su cabezardquo Lao Zi op cit sect 14 546 Heraacuteclito parece anticipar la tensioacuten entre conocimiento y desconocimiento que se da

en el heacuteroe traacutegico El heacuteroe no conoce todos los elementos necesarios para comprender

su destino (su verdadera naturaleza) por eso muchas veces ayuda a que se cumpla con

la misma accioacuten con la que trata de evitarlo o bien acude a su encuentro al tratar de ale-

jarse de eacutel como le sucede a Edipo En Esquilo por ejemplo encontramos algunos pa-

sajes muy cercanos a los fragmentos que acabamos de analizar ldquoiquestEstoy gritando a sor-

dos y en vano digo palabras inuacutetiles a gente dormidardquo Esquilo Las coeacuteforas (Trage-

dias) ed cit 882 ldquoEn un principio aunque teniacutean visioacuten nada veiacutean y a pesar de que

oiacutean no oiacutean nada [] igual que fantasmas de un suentildeordquo Esquilo Prometeo encadena-

do (Tragedias) ed cit 485

365

Heraacuteclito en conclusioacuten establece una distincioacuten baacutesica y permanen-

te entre los hombres dormidos los maacutes que viven en un mundo cerrado e

incomunicable y los hombres despiertos los menos que comparten una

misma y uacutenica realidad abierta problemaacutetica y multidimensional Conocer

la comunidad del mundo y participar de ella por ende constituye la verda-

dera sabiduriacutea La tragedia estriba en participar de ella sin conocerla como

hacen los dormidos cuya torpeza mental les impide verse como un elemen-

to maacutes de este gran entramado natural (o divino)

12 El auto-conocimiento del λόγος interior

Tal vez el descubrimiento maacutes importante de Heraacuteclito para la teoriacutea

del conocimiento sea el del sujeto cognoscente El jonio se dio cuenta de

que el uacutenico medio que permite aprender a interpretar correctamente el len-

guaje de la naturaleza no es otro que la introspeccioacuten Tambieacuten el oraacuteculo

de Delfos como es sabido recordaba la necesidad del autoconocimiento

para poder interpretar la respuesta de la sibila

laquoMe investigueacute a miacute mismoraquo547

547 ἐδιζησάμην ἐμεωυτόν (22 B 101 DK) Para entender mejor este verbo (ἐδιζησά-

μην) se puede cotejar un pasaje de Heroacutedoto donde se utiliza como ldquobuscar el signifi-

cadordquo [del oraacuteculo] una vez recibida la enigmaacutetica respuesta Cfr Heroacutedoto Historia

Madrid Gredos 2006 VII 142 (trad cast Carlos Schrader) En este sentido apunta

Guthrie Heraacuteclito se investigoacute a siacute mismo para intentar desvelar su propia naturaleza

considerando las respuestas como si se tratase de un oraacuteculo a interpretar Cfr Guthrie

W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 394-395

366

Ciertamente si se trata o no del primer reconocimiento filosoacutefico del

laquoyoraquo en sentido epistemoloacutegico es algo que no se puede establecer de un

modo tajante aunque acaso se pueda afirmar que buena parte de la filosofiacutea

de Soacutecrates descansa sobre esta fecunda sentencia Por otro lado los que

colocan sistemaacuteticamente el giro antropoloacutegico de la filosofiacutea griega en el

ateniense dejando a los presocraacuteticos uacutenicamente los problemas cosmoloacute-

gicos deben tener presente este fragmento del jonio quien nunca desligoacute

los problemas coacutesmicos de los problemas humanos hilvanados por el mis-

mo λόγος548 Seguacuten Jaeger esta sentencia que reconoce que una de las

viacuteas maacutes fecundas de la filosofiacutea es la autoinvestigacioacuten es la prueba maacutes

clara de que Heraacuteclito preparoacute el camino para la vuelta de la filosofiacutea hacia

el hombre y de que es preciso revisar el toacutepico que hace de los primeros fi-

loacutesofos unos simples fiacutesicos o fisioacutelogos549

En este sentido la experiencia que tenemos de la naturaleza por me-

dio de los sentidos soacutelo puede ser iluminada por la experiencia que tenemos

de nosotros mismos viacutea introspectiva Dicho de otro modo para conocer el

548 Seguacuten cuenta D Laercio Soacutecrates dijo ndashen conversacioacuten con Euriacutepides acerca del li-

bro heracliacuteteo (τὸ Ἡρακλείτου σύγγραμμα) ldquoLo que he comprendido es excelente

y creo que lo seraacute tambieacuten lo que no he comprendido salvo que precisa de un nadador

deliordquo (τὸν δὲ φάναι ἃ μὲν συνῆκα γενναῖα οἶμαι δὲ καὶ ἃ μὴ συνῆκα πλὴν

Δηλίου γέ τινος δεῖται κολυμβητοῦ) Dioacutegenes Laercio op cit II 22 Sobre la in-

terpretacioacuten socraacutetica del lema deacutelfico como una invitacioacuten a la sabiduriacutea cfr Platoacuten

Caacutermides (Diaacutelogos I) ed cit 164 d-165 a (trad cast Emilio Lledoacute) 549 Cfr Jaeger Werner Paideia ed cit p 176 Si bien es cierto que esta sentencia en-

trelaza la eacutetica con la teoriacutea del conocimiento en Heraacuteclito se refiere maacutes a este uacuteltimo

aspecto a diferencia de Soacutecrates cuyo trasfondo uacuteltimo es eacutetico Cfr Mondolfo Rodol-

fo La comprensioacuten del sujeto humano en la cultura antigua Buenos Aires Imaacuten 1955

p 142

367

mundo exterior hay que conocer tambieacuten el mundo interior y sus pautas es

decir la pregunta por el cosmos y la pregunta por el hombre son una y la

misma en esencia puesto que se comunican y comparten una misma medi-

da universal (y confluyen en un ciacuterculo fecundo de ida y vuelta donde se

confunden el principio y el fin)550 Como dijo Demoacutecrito el hombre es un

laquomicro-cosmosraquo (cfr 68 B 34 DK) y parece que esta misma idea estaba

presente tambieacuten en Heraacuteclito al menos de un modo latente Desde un pun-

to de vista global el hombre es un fragmento del cosmos no obstante des-

de un punto de vista particular el hombre es tambieacuten un (micro)cosmos or-

ganizado y en constante devenir En efecto todo lo dicho del λόγος de la

naturaleza se puede trasladar al ser humano multiplicidad y conexioacuten uni-

dad y contradiccioacuten tensioacuten y armoniacutea guerra interior creadora etc No se

trata de explicar el cosmos desde el hombre ni el hombre desde el cosmos

sino de algo maacutes intenso de constatar que la conducta humana lo mismo

que los cambios del mundo exterior estaacute gobernada por el mismo λόγος

Cuando el hombre emprende la buacutesqueda de siacute mismo intuye que participa

de algo mucho maacutes extenso que su individualidad intuye el enorme paren-

tesco de la realidad y la simpatiacutea universal que prevalece en la misma intu-

ye que dentro de eacutel se da tambieacuten una tensioacuten armoacutenica entre oposicioacuten y

relacioacuten entre lo visible y lo invisible El hombre en definitiva sabe maacutes y

menos de lo que puede (puede maacutes y menos de lo que sabe) ahiacute radica su 550 Como dice Lao Zi ldquoel saber no es la erudicioacutenrdquo Lao Zi op cit sect 81 el conocimien-

to del Tao no se adquiere desde el exterior sino que crece desde el interior ldquoSin salir de

la propia casa se conoce el mundordquo (ibid sect 47) Lejos de la dispersioacuten de la erudi-

cioacuten en sintoniacutea con Heraacuteclito el conocimiento del Tao es el saber sobre lo uno Esto

significa que el fondo del Tao ndashcomo el λόγος- se abre tan soacutelo al fondo del hombre

donde es posible un saber comuacuten ldquoQuien conoce a los demaacutes posee inteligencia

Quien se conoce a siacute mismo posee clarividenciardquo (ibid sect 33)

368

tragedia como vieron Esquilo o Soacutefocles (su desmesura le lleva a oponer

su pobre individualidad a lo universal que hay en eacutel lo que acarrea muchos

sufrimientos) pero tambieacuten su majestad (el reconocimiento de los propios

liacutemites le permite alcanzar la maacutexima sabiduriacutea que le estaacute permitida a un

ser humano y de este modo ser grande en medio de las desgracias)

369

Cap 10

laquoElementos para una eacuteticaraquo

370

371

1 El aspecto praacutectico del λόγος

11 La virtud y la vida seguacuten la naturaleza

Dada la intensidad con la que Heraacuteclito apercibe a los laquodormidosraquo

por su desconocimiento del λόγος se puede pensar que el conocimiento

del mismo implica la necesidad eacutetica de obrar de acuerdo con eacutel Puesto

que la manera de laquopensarraquo el mundo es comuacuten para los hombres despiertos

tambieacuten tiene que serlo su manera de laquoobrarraquo En consecuencia la medida

que preside el devenir del cosmos debe ser la misma que presida la accioacuten

humana En 22 B 112 DK encontramos justamente esta idea

laquoSer sensato (σωφρονεῖν) es la maacutexima virtud (ἀρετὴ μεγίστη) y es

sabiduriacutea (σοφίη) decir la verdad (ἀληθέα) y obrar de acuerdo con la na-

turaleza (κατὰ φύσιν)raquo551

Esta sentencia pone de manifiesto la estructura dinaacutemica de la exis-

tencia humana en consonancia con la estructura de la propia naturaleza y

nos revela la clave para comprender la eacutetica heracliacutetea Por otro lado evi-

551 σωφρονεῖν ἀρετὴ μεγίστη καὶ σοφίη ἀληθέα λέγειν καὶ ποιεῖν κατὰ φύ-

σιν ἐπαΐοντας (22 B 112 DK) Aristoacuteteles consideroacute que los presocraacuteticos teniacutean un

saber teoacuterico pero no praacutectico pues ldquosaben cosas grandes admirables difiacuteciles y divi-

nas pero inuacutetiles porque no buscan los bienes humanosrdquo Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutema-

co ed cit VI 7 1141b 3-8 Esta consideracioacuten no hace justicia a Heraacuteclito quien para

referirse al sabio y la sabiduriacutea utiliza los teacuterminos φρόνιμος y φρόνησις que delimi-

tan un saber tanto teoacuterico como praacutectico frente al νοεῖν de Parmeacutenides que delimita

un saber esencialmente teoacuterico Cfr Snell Bruno op cit p 35

372

dencia que el sabio no soacutelo es el que conoce la verdad sino antes bien el

que sabe ponerla en praacutectica de suerte que le ayude a ser mejor y maacutes feliz

laquoAunque la filosofiacutea va gravitando cada vez maacutes hacia el lado teoreacutetico

en la medida en que su fin principal es el conocimiento puro de las cosas

vuelve sin embargo a recoger la antigua significacioacuten doble de la sabidu-

riacutea en cuanto entran en su perspectiva los problemas eacuteticos y como para

los griegos la conducta correcta depende siempre del conocimiento verda-

dero la filosofiacutea se convierte en el arte de dominar la vida y su tarea es el

dominio del mundo por el conocimientoraquo552

Lo que se pone en juego aquiacute es la esencial adecuacioacuten (ὁμολογία)

que existe entre la conducta humana y las exigencias de la naturaleza pues-

to que comparten un mismo λόγος Pero esa misma naturaleza con la que

comulgamos nos abre tambieacuten a los demaacutes hasta el punto de que nos une

en una comunidad coacutesmica No en vano el rasgo distintivo del ser humano

552 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 24 ldquoEl loacutegos de Heraacuteclito

es un conocimiento del cual se originan al mismo tiempo la palabra y la accioacuten [hellip] Vi-

vir y conducirse de acuerdo con ella es lo que los griegos denominaron φρονεῖνrdquo Jae-

ger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit pp 177 Seguacuten Auben-

que estamos ante un claro antecedente de la prudencia aristoteacutelica considerada como la

capacidad de juzgar con discernimiento y como la disposicioacuten praacutectica o habilidad del

hombre virtuoso que es capaz de disponer los medios necesarios y adecuados para reali-

zar el bien ya que es capaz de una adecuada deliberacioacuten para alcanzar la felicidad Cfr

Aubenque Pierre La prudencia en Aristoacuteteles Barcelona Criacutetica 1999 pp 177ss

(trad cast Mariacutea Joseacute Torres) En su clasificacioacuten de los distintos saberes Aristoacuteteles

subordina el saber productivo al saber practico mientras que la prudencia o sabiduriacutea

praacutectica estaacute subordinada a la ciencia ya que quien realmente sabe sabe escoger y dis-

cernir para actuar en consecuencia Cfr Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco ed cit VI4

373

para la mayoriacutea de los filoacutesofos antiguos era su caraacutecter racional en el sen-

tido de que es un animal que posee λόγος Ese fue tambieacuten el gran descu-

brimiento de Heraacuteclito al preguntarse por la φύσις con una actitud atenta

y despierta ante el misterio de la realidad De este modo pudo leer y com-

prender con su λόγος la armoniacutea interior que la naturaleza esconde debajo

de sus contradictorias apariencias El hombre en fin estaacute abierto a la natu-

raleza entera y a lo divino Es precisamente la inteligencia la que le da su

puesto en el cosmos

laquoDesde el logos el hombre posee una conexioacuten vertical con la divinidad y

una conexioacuten horizontal con los otros hombres o para decirlo con maacutes ri-

gor es ldquoinmortalrdquo y ldquopoliacuteticordquoraquo553

El hombre en suma precisamente por tener λόγος se encuentra en

la encrucijada del cosmos abierto a las cosas a los otros hombres y a lo di-

vino En este sentido igual que los enfrentamientos coacutesmicos encierran una

insobornable armoniacutea que los atempera las distintas tendencias que comba-

ten en el interior del hombre deben someterse a su inteligencia la uacutenica

instancia capaz de gobernarlas Al entrar dentro de siacute mismo por tanto el

hombre descubre el camino de su propia realizacioacuten de su propia excelen-

cia pero tambieacuten toma conciencia de su penetrante capacidad y de su pa-

rentesco con la naturaleza tanto en sentido material (ἀρχή) como espiri-

tual (λόγος) De modo que todas las posibilidades del ser humano desde

553 Legido Loacutepez Marcelino ldquoLa vida seguacuten la naturaleza en la Estoa Antiguardquo en

Bien Dios Hombre Estudios sobre el pensamiento griego Salamanca Acta Salmanti-

censia Filosofiacutea y Letras XVIII 1 1964 p 105 El aspecto poliacutetico del λόγος ya ha

sido desarrollado en el capiacutetulo anterior por lo que no redundaremos en ello

374

el punto de vista eacutetico y epistemoloacutegico deben anudarse en aquello que nos

comunica con el resto del cosmos y nos permite comprenderlo y compren-

dernos Esto sin duda preparoacute el camino para una unioacuten entre la ἀρετή y la

ἐπιστήμη en un sentido casi socraacutetico La virtud por ende es un saber

praacutectico que brota del λόγος inscribiendo en el interior de los hombres la

norma universal que impera en la naturaleza Por otro lado se subraya la

estrecha cercaniacutea que existe entre la verdad y el bien pues el λόγος no soacute-

lo debe iluminar al ser humano en su buacutesqueda de la verdad sino tambieacuten

en su accioacuten y libre decisioacuten constatando asiacute la funcioacuten clave que tiene la

inteligencia en la vida moral Si somos capaces de hacer que todas las ten-

siones humanas que poleacutemica y agoacutenicamente confrontan en cada una de

nuestras decisiones llegaran a converger y a unificarse tendriacuteamos la maacute-

xima virtud la laquoarmoniacutea de los contrariosraquo en el interior del hombre mis-

mo Pero del mismo modo que sucede con el cosmos hay que comprender

que esa tensioacuten es necesaria para que el propio ser humano siga existiendo

y evolucione puesto que todo nace de la lucha de los que se oponen y de la

medida que confiere sentido a las mismas

El laquovivir seguacuten la naturalezaraquo en conclusioacuten lleva consigo vivir se-

guacuten la naturaleza propia y la coacutesmica porque la nuestra no es maacutes que una

parte de aquella La verdadera realizacioacuten del hombre debe consistir en una

concordancia entre la naturaleza humana y la naturaleza comuacuten (κοινὴ

φύσις) lo que seraacute retomado como es bien sabido por la mayoriacutea de las

escuelas heleniacutesticas algunas de iacutendole heracliacutetea como la estoica Estar

laquodormidoraquo cerrando el ciacuterculo no soacutelo quiere decir ldquopensar malrdquo sino ade-

maacutes ldquohacer malrdquo ya que uno y otro son inseparables Pero advieacutertase que

decimos ldquopensar y hacer malrdquo no ldquopensar y hacer el malrdquo es decir se trata

375

de un problema maacutes onto-episteacutemico que moral Los que ignoran el λόγος

ignoran tambieacuten su propia conexioacuten con la totalidad su parentesco con la

naturaleza por eso actuacutean movidos por el placer obtuso y el egoiacutesmo

laquoSi la felicidad consistiera en el deleite del cuerpo diriacuteamos que los bue-

yes son felices cuando encuentran arveja para comerraquo554

Heraacuteclito entiende que la felicidad no puede quedar reducida al sim-

ple placer sensible pues en ese caso el hombre no podriacutea diferenciarse del

animal ni desarrollar una serie de capacidades (que tambieacuten son placeres)

especiacuteficamente humanas como la contemplacioacuten y el conocimiento Los

hombres que colocan su meta uacutenicamente en el placer corporal afirma He-

raacuteclito ndashrefirieacutendose duramente a los efesios- son equiparables a las bes-

tias incapaces de apreciar los bienes maacutes excelsos y difiacuteciles No obstante

el hombre que participa del λόγος universal por el hecho de estar dotado

de razoacuten estaacute muy por encima de los animales aunque muchas veces se

asemeje a ellos en su comportamiento y tenga que ser conducido a la fuerza

al encuentro del alimento intelectual del mismo modo que los animales son

conducidos a golpe de laacutetigo para pastar555 554 Si felicitas esset in delectationibus corporis boves felices diceremus cum inveniant

orobum ad comedendum (22 B 4 DK)

555 ldquoTodo lo que se arrastra es conducido por el golpe [de la divinidad]rdquo πᾶν ἑρπετὸν

τὴν γῆν νέμεται (22 B 11 DK trad M Conche) La leccioacuten τὴν γῆν estaacute en la ma-

yoriacutea de los manuscritos del tratado pseudo-aristoteacutelico De mundo y sobrevive hasta

Bywater aunque casi todos los editores modernos desde Diels se hallan decantado por

πληγῆι (Lorimer Walter Snell Kirk Marcovich) siguiendo las traducciones latinas

de Estobeo y a Apuleyo Para dos buenos estudios de esta problemaacutetica cfr Conche

Marcel Heacuteraclite Fragments ed cit pp 315-38 cfr Lallot J ldquoLa terre en partagerdquo

376

Heraacuteclito no desestimoacute los temas de la accioacuten y del agente si bien

debemos tener muy presentes las diferencias que existen entre nuestra con-

cepcioacuten de la subjetividad y la concepcioacuten griega arcaica La filosofiacutea con-

temporaacutenea entiende al laquoyoraquo como actor y guionista de su propia existen-

cia como el inicio de una serie indeterminada de actos y decisiones de las

que eacutel es el uacutenico responsable ante siacute mismo y ante los demaacutes En esta ca-

pacidad de decisioacuten cotidiana en esta necesidad radica la libertad del hom-

bre que ademaacutes es uno de los principales fundamentos de su dignidad Asiacute

no podemos hablar de sujeto eacutetico si no es libre y responsable de sus actos

es decir si no tiene la capacidad de decir siacute o no a las diversas posibilida-

des que se le plantean Un individuo se decide cuando decide esto es se

compromete con un proyecto vital que iraacute solapando paulatinamente su

esencia con su existencia

iquestPodemos aplicar esta concepcioacuten de la libertad a un pensador griego

del siglo VI a C La respuesta es no Heraacuteclito comparte en nuestra opi-

nioacuten el ideal homeacuterico de la ἀρητή al mismo tiempo que preconiza el ca-

raacutecter traacutegico del heacuteroe de Esquilo La Tragedia como es sabido situacutea al

hombre en el umbral de la accioacuten (frente a la necesidad de decidir y obrar

en consecuencia lo que genera un debate interior) en la encrucijada de una

decisioacuten que comprometeraacute su destino e incluso su propia vida aporeacutetica y

difiacutecil por definicioacuten pero ineludible

en Archiv fuumlr Geschichte der Philosophie 54 (1972) pp 111-115 Por otro lado Con-

che conjetura que el golpe lo asesta la divinidad dado que todas las cosas se someten en

uacuteltima instancia a la ley divina que todo lo gobierna (λόγος) Asiacute encontramos un pa-

saje de Platoacuten donde se asemeja la relacioacuten entre Dios y los hombres con la que hay en-

tre el pastor y su rebantildeo Cfr Platoacuten Critias (Diaacutelogos VI) Madrid Gredos 2002 109b

-c (trad cast Francisco Lisi)

377

laquoiquestQueacute alternativa estaacute libre de males [se pregunta Agamenoacuten] Grave

destino lleva consigo el no obedecer pero grave tambieacuten si doy muerte a

mi hijaraquo556

iquestPodemos llamar libre al heacuteroe griego que padece la persuasioacuten divi-

na tanto externa como interna ademaacutes de tener que someterse a los desig-

nios del destino Precisamente esa tensioacuten agoacutenica en la que habita el heacuteroe

traacutegico es la misma tensioacuten que Heraacuteclito contempla en el cosmos y en el

hombre mismo Desde Homero sabemos que la accioacuten del hombre estaba

limitada por un doble factor uno externo y otro interno la inspiracioacuten divi-

na (δαίμων) y la motivacioacuten humana (ἦθος) distincioacuten que resulta casi

inapreciable en los escritos de los poetas traacutegicos (pues la decisioacuten del heacute-

roe aunque parezca ir en contra del destino al final ayuda a cumplirlo)

Heraacuteclito se hace eco de esta relacioacuten en el fragmento 119 DK

laquoEl modo de ser del hombre es su genio divino (ἦθος-δαίμων)raquo557

Las liacuteneas que separan la necesidad de la libertad apenas si son per-

ceptibles cuando se hace notar la presencia de todo tipo de pasiones y de-

seos que le son infundidos al hombre en su interior y le empujan a la ac-

cioacuten El hombre trata de enfrentarse a un destino que se le impone desde

556 Esquilo Agamenoacuten (Tragedias) ed cit 205ss

557 ἦθος ἀνθρώπωι δαίμων (22 B 119 DK) Esta interiorizacioacuten del δαίμων seraacute

profundizada por Platoacuten haciendo un juego de palabras con el teacutermino ldquofelicidadrdquo (εὐ-

δαιμονία) ldquoPuesto que cuida siempre de su parte divina y tiene en buen orden al dios

que habita en eacutel (δαίμονα) es necesario que sea sobremanera feliz (εὐδαίμονα)rdquo Cfr

Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) ed cit 90 c

378

fuera pero por el propio movimiento de su caraacutecter ahiacute estaacute la tragedia se

apropia de ese destino lo hace suyo hasta el punto de querer lo que desde

el punto de vista de la divinidad estaacute forzado a hacer558 De ahiacute la tensioacuten

entre lo que viene de fuera y lo que tiene dentro que le lleva a hacer lo que

no quiere y a querer lo que no hace

laquoEs difiacutecil luchar contra el aacutenimo (θυμῶι) de uno pues aquello que desea

(θέληι) le cuesta a uno el alma (ψυχῆς)raquo559

Ciertamente el hombre maacutes que ser causa de su accioacuten es el efecto

de la misma estaacute encerrado en ella donde la accioacuten es la caja de resonan-

cia de un poder que sobrepasa infinitamente al individuo El heacuteroe incluso

cuando decide acaba haciendo siempre lo contrario de lo que decide del

558 Cfr Vernant J P Vidal Naquet P Mito y tragedia en la Grecia Arcaica vol I

Madrid Taurus 1987 p 48 (trad cast Mauro Fernaacutendez)

559 θυμῶι μάχεσθαι χαλεπόν ὃ γὰρ ἂν θέληι ψυχῆς ὠνεῖται (22 B 85 DK) El

aacutenimo (θυμός) parece entenderse como un aspecto del alma (ψυχή) Homero utiliza

ambos teacuterminos para referirse al alma el primero designa la fuerza vital que vivifica el

cuerpo (especialmente activa en los guerreros) y que desaparece al morir el segundo es

la sombra que sale del cuerpo tras la muerte para dirigirse al Hades No estaacute clara en es-

te contexto la inmortalidad del alma ni mucho menos su caraacutecter inmaterial como sos-

tienen las doctrinas oacuterfico-pitagoacutericas y platoacutenicas Cfr Garciacutea Gual Carlos ldquoCuerpo y

alma De Homero a Platoacutenrdquo en Bitarte antildeo 11 nordm 32 (2004) pp 47-61 Si Heraacuteclito se

refiere al ardor belicoso con este teacutermino lo que dice es que el precio que hay que pagar

por desplegarlo es la propia vida (alcanzando el estatus de ldquoheacuteroerdquo) Si se refiere al de-

seo lo que dice es que su desmesura corrompe el alma de modo que es preciso ser pru-

dentes a este respecto Conche lo traduce por ldquocoacutelerardquo siguiendo la liacutenea homeacuterica que

obnubila la razoacuten y empuja a realizar actos ndashsin reflexioacuten- que pueden costarnos la pro-

pia vida Cfr Conche Marcel Heacuteraclite Fragments ed cit p 352

379

mismo modo que aqueacutellos que siguen el λόγος sin saberlo en palabras del

Efesio Esta es una de las liacuteneas comunes entre Heraacuteclito y la Tragedia la

tensioacuten nacida de la antinomia irresoluble que se da cita en la figura del heacute-

roe Sin embargo hay una diferencia esencial el filoacutesofo se separa de la tra-

dicioacuten iniciada por Homero que entiende el δαίμων como un poder exter-

no que controla el destino de cada individuo al declarar que lo que mueve

al hombre estaacute en su interior y es su propio caraacutecter (por lo que sus actos

son responsabilidad suya y no de la divinidad)560

Dentro de este contexto eacutepico ubicamos tambieacuten 22 B 43 DK

laquoLa soberbia (ὕβριν) debe sofocarse con maacutes motivo que un incendioraquo561

La hyacutebris es un motivo recurrente en la literatura claacutesica como es sa-

bido representa el orgullo desmesurado que impulsa a los hombres a desa-

fiar o emular a los dioses en un exceso de confianza que les lleva a trans-

gredir sus liacutemites y que debe ser castigado562 Unida a esta idea aparece ine-

vitablemente la de diacutekē que nosotros habiacuteamos traducido por laquojustezaraquo La

560 Como dice Platoacuten no es el δαίμων quien nos elige a nosotros sino que somos noso-

tros quienes elegimos nuestro δαίμων y un modo de vida propio al que iremos unidos

por tanto ldquola responsabilidad es del que elige no hay culpa alguna en la divinidadrdquo (αἰ-

τία ἑλομένουmiddot θεὸς ἀναίτιος) Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 617 e

561 ὕβριν χρὴ σβεννύναι μᾶλλον ἢ πυρκαϊήν (22 B 43 DK) En esta liacutenea enten-

demos (22 B 110 DK) laquoQue a los hombres les suceda cuanto desean (θέλουσιν) no es

lo mejorraquo (ἀνθρώποις γίνεσθαι ὁκόσα θέλουσιν οὐκ ἄμεινον)

562 Cfr Fernaacutendez Reina F Joseacute ldquoConsideraciones semaacutenticas en torno al concepto de

ὕβρις en la literatura griegardquo en Unidad y pluralidad en el mundo antiguo Actas del

VI Congreso Espantildeol de Estudios Claacutesicos vol 2 Madrid Gredos 1983 pp 76-79

380

Tragedia por tanto podriacutea ser entendida como una alegoriacutea del enfrenta-

miento antropocoacutesmico entre diacutekē y hyacutebris Coacutesmico porque en el cosmos

se da una correlacioacuten incesante entre oposicioacuten y medida donde eacutesta trata

de someter a aqueacutella constantemente mientras que aqueacutella se resiste una y

otra vez Antropoloacutegico porque esta misma correlacioacuten que da lugar al cos-

mos acontece tambieacuten en el interior del hombre563 Se trata de una lucha

cotidiana entre la accioacuten y la pasioacuten la razoacuten y el deseo la vigilia y el sue-

ntildeo la vida y la muerte (que es reflejo de una lucha maacutes radical que supera

cualquier intento humano de comprenderla el destino para la tragedia y el

λόγος para Heraacuteclito son insondables e inexorables)

La soberbia nos evoca una caiacuteda estrepitosa desde lo maacutes alto o bien

un desengantildeo con funestas consecuencias es decir el cambio inesperado

de la suerte propicia en su contrario Esto obedece a que en la naturaleza

existen unas medidas que nadie puede traspasar ni dioses ni hombres so

pena de recibir un terrible castigo564 Las encargadas de perseguir este tipo

de infracciones que atentan contra la regularidad del cosmos asiacute como los

criacutemenes de sangre son las Erinis personajes mitoloacutegicos asistentes de la

Justicia a los que recurre Heraacuteclito en 22 B 94 DK

563 Cleve Felix M op cit p 100 564 Asiacute recuerda Esquilo ldquoiquestY quieacuten dirige el rumbo de Necesidad Las Moiras trifor-

mes y las Erinis que nada olvidan Entonces iquestes Zeus maacutes deacutebil que ellas Asiacute es des-

de luego Eacutel no podriacutea esquivar su destinordquo Esquilo Prometeo encadenado (Trage-

dias) ed cit 515-519 La caiacuteda que conlleva lo traacutegico tambieacuten tiene una lectura epis-

temoloacutegica como sentildeala Albin Lesky pues aporta lucidez al ser humano sobre su ver-

dadera condicioacuten ldquolo que hemos de sentir como traacutegico debe significar la caiacuteda desde

un mundo ilusorio de seguridad y felicidad en las profundidades de una miseria ineludi-

blerdquo Lesky Albin La tragedia griega Barcelona Labor 1970 p 28 (trad cast Juan

Godoacute)

381

laquoEl Sol no rebasaraacute sus medidas (μέτρα) Pues si no las Erinis defenso-

ras de la Justicia (Δίκης ἐπίκουροι) daraacuten con eacutelraquo565

El heacuteroe no obstante muchas veces justifica su osadiacutea recurriendo al

honor y a la fama Se trata de un intento de superar la muerte y alcanzar la

inmortalidad habitando en la memoria de los hombres gracias a las haza-

ntildeas realizadas en vida

laquoA muertes maacutes grandes (μόροι μέζονες) maacutes grandes destinos (μέζο-

νας μοίρας) tocanraquo566

laquoEligen una sola cosa por encima de cualquier otra los mejores (οἱ ἄρισ-

τοι) la gloria imperecedera entre los mortales (κλέος ἀέναον θνητῶν)

Los maacutes en cambio estaacuten cebados como resesraquo567

565 Ἥλιος γὰρ οὐχ ὑπερβήσεται μέτρα εἰ δὲ μή Ἐρινύες μιν Δίκης ἐπίκουροι

ἐξεὑρήσουσιν (22 B 94 DK) No obstante en Homero constatamos al menos tres in-

fracciones que el sol comete impunemente En Iliacuteada ed cit V 506-507 Ares cubre el

campo de batalla ldquocon la nocherdquo para socorrer a los troyanos anaacutelogamente en ibid

XVIII 239-241 Hera hace sumergirse al sol en el oceacuteano antes de tiempo para termi-

nar el combate en Odisea ed cit XXIII 243-241 Atenea ldquoalargoacute la noche cuando lle-

gaba a su teacuterminordquo para permitir la conversacioacuten de Odiseo con Peneacutelope Pero en nin-

guacuten caso se menciona la posibilidad de sancionar tales delitos al contrario de otros ca-

sos claacutesicos como el de Faetoacuten

566 μόροι γὰρ μέζονες μέζονας μοίρας λαγχάνουσι (22 B 25 DK)

567 αἱρεῦνται γὰρ ἓν ἀντὶ ἁπάντων οἱ ἄριστοι κλέος ἀέναον θνητῶν οἱ δὲ

πολλοὶ κεκόρηνται ὅκωσπερ κτήνεα (22 B 29 DK)

382

Este comportamiento es propio de una cultura poleacutemica y aristocraacuteti-

ca de una sociedad laquoagoacutenicaraquo donde predomina la tensioacuten y la guerra El

heacuteroe no obedece a una demarcacioacuten absoluta entre el bien y el mal que

permita atisbar una clasificacioacuten moral de los hechos humanos sino que de

modo individual establece lo que es bueno o malo en cada momento en

cada situacioacuten En este sentido el bien es para el guerrero aquello que le

hace ser maacutes y mejor una especie de voluntad de poder o potencia que se

ejercita mediante la accioacuten y se propone como modelo digno de imitacioacuten

En la Iliacuteada los heacuteroes prefieren combatir como Heacutector o Aquiles aun sa-

biendo que su destino es morir antes que retirarse a la tranquilidad de su

hogar y acabar desapareciendo en la vejez y el olvido568

laquoA los caiacutedos en combate (ἀρηιφάτους) los honran dioses y hom-

bresraquo569

En la Grecia Antigua no soacutelo en el universo homeacuterico por tanto los

mejores los hombres joacutevenes en la plenitud de su naturaleza preferiacutean mo-

rir en combate para alcanzar la fama y hacer perdurar su nombre antes que

esperar a la vejez570 Del mismo modo el tema de la laquomuerte bella y glorio-

568 Mencioacuten aparte merece Odiseo el de multiforme ingenio distinto psicoloacutegicamente

del resto de los heacuteroes pero esa empresa se desviacutea demasiado de nuestro trabajo En el

caso que nos ocupa ldquono hay auacuten en general una distincioacuten entre costumbre y moralidad

La excelencia (areteacute) del hombre consiste principalmente en el valor del guerrerordquo Nes-

tle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 34

569 ἀρηιφάτους θεοὶ τιμῶσι καὶ ἄνθρωποι (22 B 24 DK)

570 ldquoSi hay que soportar la desgracia sea al menos sin deshonor es la uacutenica ganancia

que queda a los muertos mientras que de sucesos infaustos y faltos de honra ninguna

gloria celebraraacutesrdquo Esquilo Los siete contra Tebas (Tragedias) ed cit 684ss

383

saraquo resulta un motivo recurrente en los fragmentos del Efesio Quizaacutes deba-

mos entender tambieacuten en este sentido 22 B 53 DK que dice que la guerra

padre y rey de todo a unos hace dioses (a los heacuteroes) y a otros hombres (a

los caiacutedos) a unos hace libres (a los vencedores) y a otros esclavos (a los

vencidos) Soacutelo asiacute se puede comprender que los mortales sean inmortales

y los inmortales mortales bien porque permanecen en la memoria de los

hombres o bien porque alcanzan realmente la inmortalidad mediante la

apoteosis como premio a su excelencia571 Lo que parece seguro es que

Heraacuteclito defiende abiertamente los valores propios del ideal aristocraacutetico

a pesar de encontrarse en una eacutepoca de expansioacuten de la democracia

El problema eacutetico que se plantea en definitiva revela un conflicto

entre transgresioacuten y castigo caraacutecter y persuasioacuten impulso y razoacuten natura-

leza y ambicioacuten cuya uacutenica solucioacuten estriba en la laquosabiduriacutea praacutecticaraquo

(φρόνησις) en la laquosabiduriacutea del liacutemiteraquo La prudencia representa el laquoarte

de la medidaraquo y la laquooportunidad en el obrarraquo ya que pone de manifiesto la

finitud la errancia y la ambivalencia propias de toda accioacuten humana

laquoCuando se es mortal no hay que abrigar pensamientos maacutes allaacute de la pro-

pia medidaraquo572

Se trata de reconocer la limitacioacuten onto-episteacutemica del hombre in-

tentando templar el comportamiento y adecuarlo a la norma universal con

la que estaacute en correspondencia Es el paso del deseo a la pasioacuten (a la coacutele-

571 ldquoInmortales los mortales (ἀθάνατοι θνητοί) mortales los inmortales (θνητοὶ

ἀθάνατοι) viviendo aqueacutellos la muerte de los otros muriendo los otros la vida de

aqueacutellosrdquo (22 B 62 DK) 572 Esquilo Los persas (Tragedias) ed cit 820ss

384

ra) lo que lleva a la ceguera y no permite actuar desde la mesura La pru-

dencia pone de manifiesto la contingencia de toda accioacuten y pensamiento

humanos573 Los hombres no son dioses ni su saber absoluto de ahiacute que de-

ban medir su comportamiento y aceptar el riesgo de equivocarse El frag-

mento 2 DK de Heraacuteclito donde se queja de que los maacutes viven extrantildeos a

lo que reuacutene aislaacutendose en su propio mundo es uno de los testimonios maacutes

antiguos que poseemos del teacutermino phroacutenēsis

laquoPor ello es necesario seguir lo comuacuten pero aun siendo la razoacuten comuacuten

(τοῦ λόγου ξυνοῦ) viven los maacutes como poseedores de una inteligencia

propia (ἰδίαν φρόνησιν)raquo574

Los hombres como indica este fragmento desconocen la comunidad

de la razoacuten que sin embargo obedecen viviendo en la ilusioacuten de su propio

mundo semejante al de los suentildeos que les impide alcanzar una recta com-

prensioacuten de la realidad y por consiguiente les incapacita para actuar con sa-

biduriacutea La prudencia revela la relacioacuten del hombre con el cosmos y con los

demaacutes hombres es decir con lo fiacutesico lo metafiacutesico y lo antropoloacutegico a

un tiempo o dicho de otro modo con la medida que preside y posibilita la

realidad La mejor manera de aprehender esta medida y aprender a evitar la

desmesura ya lo hemos visto consiste en el conocimiento de uno mismo

en la pregunta por el liacutemite

573 Cfr Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco ed cit VI5 1140b 27 VI6 1140b 36 VI7

1141a 25 VI8 1141b 11

574 διὸ δεῖ ἕπεσθαι τῶι (ξυνῶι τουτέστι τῶι) κοινῶι ξυνὸς γὰρ ὁ κοινός τοῦ

λόγου δrsquo ἐόντος ξυνοῦ ζώουσιν οἱ πολλοὶ ὡς ἰδίαν ἔχοντες φρόνησιν (22 B 2

DK)

385

laquoLa phroacutenēsis es el saber pero limitado y consciente de sus liacutemites es el

pensamiento pero humano que se sabe y se quiere humano Es una deter-

minacioacuten intelectual tambieacuten en tanto que atributo del hombre y una cali-

ficacioacuten moral pues hay alguacuten meacuterito en limitar el deseo natural de cono-

cer en no intentar rivalizar con los dioses en limitar al hombre y sus inte-

reses un pensamiento al que inspira o acecha a cada instante la tentacioacuten

de lo sobrehumanoraquo575

Ciertamente la prudencia arcaica estaacute lejos auacuten del saber del no-sa-

ber socraacutetico pero parece uno de sus maacutes directos precedentes La intros-

peccioacuten en Heraacuteclito por tanto no hace sino relacionar el conocimiento

con la eacutetica el saber recto con el recto hacer pero no se trata de encontrar

en uno mismo el fundamento de todas las cosas sino antes bien de asumir

(respetar) la propia finitud y la asimetriacutea que existe entre el hombre y lo di-

vino entre el hombre y la naturaleza

12 La eacutetica y el saber traacutegico Nietzsche y los griegos

Durante mucho tiempo la imagen que hemos tenido de la cultura

griega fue la de un arquetipo de luz belleza medida y racionalidad Se

puede decir que no se ofrece una contrapartida a esta imagen hasta el siglo

575 Aubenque Pierre La prudencia en Aristoacuteteles ed cit p 183 En este sentido hay

que entender la advertencia del adivino Tiresias ldquoiexclAy ay iexclQueacute terrible es tener clarivi-

dencia cuando no aprovecha al que la tienerdquo Soacutefocles Edipo Rey (Tragedias) ed cit

316-317 No se olvide que Aristoacuteteles dice al comienzo de la Metafiacutesica que ldquoel sabio

sabe todas las cosas en la medida de lo posiblerdquo (ὡς ἐνδέχεται) Aristoacuteteles Metafiacutesi-

ca ed cit A 2 982a 9

386

XIX con las obras de Burckhardt y Nietzsche Especial resentildea merece El

nacimiento de la tragedia de eacuteste uacuteltimo publicada en 1872 donde apare-

ce la ceacutelebre contraposicioacuten entre lo laquoapoliacuteneoraquo y lo laquodionisiacoraquo La criacuteti-

ca no conociacutea maacutes que un aspecto del espiacuteritu griego el de Apolo al que

corresponde una contemplacioacuten serena en medio de un mundo lleno de su-

frimientos Al aspecto apoliacuteneo Nietzsche contrapuso el caraacutecter dionisia-

co o la visioacuten terrible de las cosas el influjo de la voluntad irracional que

de acuerdo con Schopenhauer estaba tambieacuten presente en muchos aspectos

de la cultura griega576

Como es sabido esta dualidad se usoacute de entrada para referirse a dos

modos de entender el arte por un lado lo laquoapoliacuteneoraquo que representa la

medida el orden la belleza la contencioacuten la perfeccioacuten etc por otro lo

laquodionisiacoraquo que representa la desmesura lo irracional la pasioacuten lo inaca-

bado etc Pero maacutes allaacute del campo esteacutetico lo apoliacuteneo representa tambieacuten

el principio de individuacioacuten y el conocimiento verdadero y se expresa en

las artes espaciales como la arquitectura o la escultura Lo dionisiaco en

cambio representa la tendencia a la fusioacuten con la naturaleza y los procesos

que la renuevan Dioniso simboliza la desmesura pero tambieacuten el renacer

el cambio eterno la unidad del universo y se expresa a traveacutes de las artes

temporales como la muacutesica o la poesiacutea

Pero ambos polos se necesitan mutuamente la medida y la desmesu-

ra son la esencia no soacutelo del arte griego sino de todo verdadero arte En la

pugna entre ambos sentildeala Nietzsche nacioacute la tragedia aacutetica la forma maacutes

lograda de la cultura griega porque expresa la sabiduriacutea dionisiaca con me-

dios apoliacuteneos 576 ldquoGrecia es en primer lugar y ante todo una cultura traacutegica [hellip] Lo que hace a Grecia

no es la medida y la armoniacutea [hellip] Lo que hace a Grecia es la cuestioacuten del sinsentido o

del no-serrdquo Castoriadis Cornelius op cit p 327

387

laquoLos griegos que en sus dioses dicen y a la vez callan la doctrina secreta

de su visioacuten del mundo erigieron dos divinidades Apolo y Dioniso como

doble fuente de su arte En la esfera del arte estos nombres representan an-

tiacutetesis estiliacutesticas que caminan una junto a otra casi siempre luchando en-

tre siacute y que soacutelo una vez aparecen fundidas en el instante del florecimien-

to de la ldquovoluntadrdquo heleacutenica formando la obra de arte de la tragedia aacuteti-

caraquo577

La tragedia permitiacutea explicar el lado maacutes terrible de la vida la irre-

mediable finitud del ser humano envuelta en una capa de belleza como un

gran juego en el que participan los dioses y los hombres578 Justamente la

conciencia del sufrimiento y el reconocimiento del caraacutecter contradictorio

del mundo fueron algunos de los rasgos fundamentales de la tragedia grie-

ga Tras presentar al protagonista ante situaciones liacutemite se mostraba la co-

existencia en un mismo ser humano de la maacutexima grandeza y la maacutes terri- 577 Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit p 230 578 Cfr Villar Alicia Suances A Manuel El irracionalismo vol I ldquoDe los oriacutegenes

del pensamiento a Schopenhauerrdquo Madrid Siacutentesis 2000 p 31 ldquoSi somos sinceros

declararemos que no lo entendemos bien Auacuten la filologiacutea no nos ha adaptado suficien-

temente el oacutergano para asistir a una tragedia griega Acaso no haya produccioacuten maacutes en-

treverada de motivos puramente histoacutericos transitorios No se olvide que era en Atenas

un oficio religioso De modo que la obra se verifica maacutes auacuten que sobre las planchas del

teatro dentro del aacutenimo de los espectadores Envolviendo la escena y el puacuteblico estaacute

una atmoacutesfera extrapoeacutetica la religioacuten Y lo que ha llegado hasta nosotros es como un

libreto de una oacutepera cuya muacutesica no hemos oiacutedo nunca ndashes el reveacutes de un tapiz cabos

de hilos multicolores que llegan de un enveacutes tejido por la fe Ahora bien los helenistas

se encuentran detenidos ante la fe de los atenienses no aciertan a reconstruirla Mientras

no lo logren la tragedia griega seraacute una palabra escrita en un idioma del que no posee-

mos diccionariordquo Ortega y Gasset Joseacute ldquoMeditaciones del Quijoterdquo en Obras Com-

pletas Tomo I Madrid Alianza 1983 p 392

388

ble fragilidad Los grandes poetas traacutegicos se valieron de los mitos antiguos

para explorar los enigmas maacutes profundos de la condicioacuten humana presen-

tados en unos certaacutemenes que fundiacutean en una sola fiesta el culto a la vida y

el culto a la muerte tal y como habiacutea reclamado Heraacuteclito en B 15 DK al

decir que Hades es el mismo que Dioniso

La poesiacutea aristocraacutetica griega especialmente la de Homero y la de

Piacutendaro destacaba maacutes la gloria del heacuteroe que sus limitaciones La trage-

dia en cambio no describe el destino del heacuteroe como una narracioacuten eacutepica

sino como una representacioacuten dramaacutetica poniendo en la escena y ante los

ojos del espectador el sufrimiento del protagonista Por tanto en el nuevo

marco del juego traacutegico el heacuteroe deja de ser soacutelo un modelo y se convierte

tambieacuten en un problema579 Se nota entonces coacutemo la unioacuten inevitable entre

el destino y la transgresioacuten del mismo se entrelazan en un enigma traacutegico

que nos domina sin ofrecer salida Es decir la transgresioacuten del destino es a

la vez el cumplimiento del mismo ya que lo que nos viene destinado es en

el fondo insondable e inaccesible como vio Heraacuteclito (cfr 22 B 93 DK)

laquoLo traacutegico es la necesidad de responder que acarrea la ruina En la trage-

dia griega se cuenta la experiencia fundamental del estar en el mundo coacute-

mo el cumplimiento del destino aparta al hombre del mundo y coacutemo me-

diante este sufrimiento se humaniza el mundoraquo580

Se trata de proponer un dilema moral a los espectadores para produ-

cir en ellos sentimientos inmediatos de piedad admiracioacuten o terror Lo que

busca la tragedia es educar al espectador mediante la contemplacioacuten de di-

579 Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 91 580 Herrera Corduente Miguel ldquoEl enigma traacutegico y la filosofiacutea La dialeacutectica y el diaacutelo-

go traacutegicordquo en Anales del Seminario de Metafiacutesica nordm 29 (1995) p 189

389

versos modelos de vida de modo que imite lo bueno (μίμησις) y evite lo

malo purificando su alma (κάθαρσις)581 La tragedia no se representa uacuteni-

camente en la escena sino tambieacuten en el alma de los espectadores Los ac-

tores y el coro poniacutean en marcha un mecanismo que teniacutea resonancias en

todo el universo La tragedia es una forma de poner en comunicacioacuten a los

dioses con los hombres subrayando la superioridad de aqueacutellos y la necesi-

dad de que cada elemento del cosmos permanezca dentro de sus liacutemites

Pero no se olvide que es un medio que permite llegar e influir directamente

a un gran nuacutemero de ciudadanos no en vano tuvo su auge junto con el de la

democracia por lo que podiacutea exhibir al mismo tiempo los rasgos ciacutevica-

mente censurables582

581 ldquoEs pues la tragedia imitacioacuten de una accioacuten esforzada (τραγῳδία μίμησις πρά-

ξεως σπουδαίας) y completa [hellip] y mediante compasioacuten y temor lleva a cabo la pur-

gacioacuten de tales afecciones (διrsquo ἐλέου καὶ φόβου περαίνουσα τὴν τῶν τοιούτων

παθημάτων κάθαρσιν)rdquo Aristoacuteteles Poeacutetica ed cit 1449b 24-28

582 En el teatro Atenas se confrontaba consigo misma En el espejo de la tragedia se

mostraba el camino para una comprensioacuten profunda de la existencia humana Un cami-

no que es al mismo tiempo individual y colectivo a partir del momento en que el cono-

cimiento de siacute mismo que alcanzan los heacuteroes en el escenario pasa por la mirada atenta

de cada uno de los espectadores (enfentando simultaacuteneamente a la poacutelis con ese cuerpo

ciacutevico que abarrota el teatro y que es ella misma) Sobre este tema cfr Iriarte Ana De-

mocracia y tragedia Madrid Akal 1996 En efecto la tragedia es el espejo de la ciu-

dad pero se trata de un espejo que no estaacute disentildeado para ensalzar mecaacutenicamente sus

virtudes sino para subrayar los desgarramientos internos a los que su organizacioacuten estaacute

sometida (de ahiacute la purificacioacuten) Se trata de un espejo semejante a los que alude Valle

Inclaacuten en Luces de Bohemia ldquoLos heacuteroes claacutesicos han ido a pasearse en el callejoacuten del

gato Los heacuteroes claacutesicos reflejados en espejos coacutencavos dan el Esperpento Las imaacutege-

nes maacutes bellas en un espejo coacutencavo son absurdasrdquo Valle Inclaacuten Ramoacuten del Luces de

Bohemia esperpento Madrid Espasa 1997 esc XII

390

A juicio de Rodriacuteguez Adrados para comprender la la tragedia claacute-

sica hay advertir al menos tres factores baacutesicos

1 laquoLos elementos religiososraquo la tragedia es un espejo de la vida hu-

mana pero siempre en conexioacuten con las fuerzas divinas

2 laquoEl culto a Dionisoraquo como hemos visto se trata de un culto popu-

lar que liberaba al individuo de las normas sociales por medio de un

estado de laquoentusiasmoraquo o fusioacuten con la divinidad

3 laquoFinalidad educativaraquo se trata de un geacutenero destinado a la educa-

cioacuten de la ciudad que presenta modelos humanos en situaciones liacute-

mite de suerte que el desenlace final deje huella en el alma del los

espectadores583

En suma las acciones que la tragedia representa no son otra cosa que

las faltas maacutes graves que los hombres puedan cometer su contemplacioacuten

hace que el espectador se familiarice con los mecanismos que las generan

por un lado simpatizando con el heacuteroe traacutegico a traveacutes de sus emociones

(πάθος) de ahiacute que se humanice el mundo por medio de la compasioacuten

por otro lado condenando la soberbia o desmesura del personaje (ὕβρις)

es decir su subversioacuten de las leyes coacutesmicas La moraleja final se obtiene

por medio de un terrible castigo que pretende enmendar el error traacutegico

(άμαρτία) cometido por el protagonista por desconocimiento o autocono-

583 Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco La democracia ateniense Madrid Alianza

1988 pp 129-131 Sobre la finalidad educativa cfr Jaeger Werner Paideia ed cit p

252

391

cimiento incompleto (de ahiacute la importancia de conocerse a siacute mismo) pues

intenta hacer lo correcto en una situacioacuten en la que no puede hacerse El

castigo hace nacer sentimientos de piedad y terror que permiten una purifi-

cacioacuten del aacutenimo del espectador filtrando las pasiones negativas y tomando

conciencia de los propios liacutemites en un estado superior de lucidez La caiacute-

da del heacuteroe traacutegico ndashaunque destinada de antemano- es necesaria porque

de un lado se puede admirar la grandeza del personaje y al mismo tiempo

se puede obtener una ensentildeanza moral de la historia ya que el impacto es

mayor sobre el vulgo si se ve caer a alguien ilustre y poderoso584

Acaso la propia filosofiacutea de Heraacuteclito contemporaacuteneo de Esquilo no

sea sino una respuesta peculiar al enigma traacutegico No se olvide que la filo-

sofiacutea piensa en ese mismo momento aunque de un modo teoreacutetico la uni-

dad del todo y trata de atenuar por medio del λόγος la negatividad impliacuteci-

ta en el cosmos y en el ser humano Los primeros filoacutesofos pensaron asiacute la

unidad del todo de la naturaleza desde la revisioacuten criacutetica de la tradicioacuten

En esta misma liacutenea afirma Esquilo que el conocimiento y el sufrimiento

van parejos en el ser humano

laquoZeus puso a los mortales en el camino del saber cuando establecioacute con

fuerza de ley que se adquiera la sabiduriacutea (τὸν φρονεῖν) con el sufri-

miento (τὸν πάθει)raquo585

584 Seguacuten Aristoacuteteles ldquoEsta diferencia es tambieacuten la que distingue a la tragedia de la co-

media (ἐν αὐτῇ δὲ τῇ διαφορᾷ καὶ ἡ τραγῳδία πρὸς τὴν κωμῳδίαν διέστη-

κενmiddot) eacutesta imita a los hombres peores de lo que son aqueacutella mejores que los del pre-

sente (ἡ μὲν γὰρ χείρους ἡ δὲ βελτίους μιμεῖσθαι βούλεται τῶν νῦν) Aristoacutete-

les Poeacutetica ed cit 1448a 17-18 585 Esquilo Agamenoacuten (Tragedias) ed cit 175-180

392

El surgimiento del diaacutelogo traacutegico en el que los heacuteroes encuentran

con su sufrimiento la verdad que estaban buscando revela una fractura que

debe ser reparada La tragedia propone una representacioacuten que refleja las

tensiones y ambiguumledades que surgen al confrontar los paradigmas miacuteticos

con las instituciones poliacuteticas los valores y las creencias de los atenienses

del siglo V Al mostrar el resquebrajamiento del ordenamiento regular del

mundo se quiere concienciar de la necesidad de restaurarlo Tal escisioacuten se

sustenta en una discrepancia de fondo entre valores opuestos que mutua-

mente se equilibran como sentildealoacute Heraacuteclito586

Precisamente como es bien sabido se ha considerado a Esquilo un

pensador de la justicia coacutesmica o un laquopoeta coacutesmicoraquo semejante a los pre-

socraacuteticos587 sea porque la democracia ateniense gracias a Cliacutestenes que-

daba asentada como un equilibrio entre el pueblo llano y la aristocracia

con un profundo respeto hacia la justicia defendida por los dioses sea por

el tratamiento que hace de los contrarios que a su juicio son inseparables

puesto que son dos aspectos de una misma realidad humana (triunfoderro-

ta alegriacutealamento riquezapobreza etc) lo que se observa especialmente

en Los persas donde se presenta un diaacutelogo constante entre dos posturas

opuestas o sea por uacuteltimo porque toda esta justicia no es sino el producto

de la piedad debida a los dioses cuyo respeto garantiza el ensamblaje coacutes-

mico y evita el castigo divino por el error cometido (cfr Las suplicantes

Agamenoacuten Las coeacuteforas y Las Eumeacutenides) Por otro lado tambieacuten com-

parte con Heraacuteclito el predominio supremo de Zeus como garante de la

justeza coacutesmica y el papel central que ocupa la guerra y la tensioacuten en el de-

586 Cfr Herrera Corduente Miguel op cit p 196 587 Cfr Deforge Bernard Eschyle poegravete cosmique Paris Les Belles Lettres 1986 p

33

393

sarrollo de sus obras (cfr Los Persas Los siete contra Tebas y Agame-

noacuten)588

Sin aacutenimo de seguir profundizando en la tragedia nos conformamos

dado nuestro propoacutesito con constatar las muacuteltiples semejanzas entre las

tensiones y ambiguumledades de la misma y la filosofiacutea de Heraacuteclito Se nota

en el propio lenguaje que superpone una multiplicidad de niveles y desvela

una concepcioacuten irresolublemente problemaacutetica del mundo por ejemplo el

teacutermino noacutemos significa cosas opuestas para Antiacutegona y para Creonte en la

obra de Soacutefocles No obstante el objeto del conflicto que nutre las trage-

dias no es tanto un estricto debate juriacutedico como una reflexioacuten sobre la si-

tuacioacuten del ser humano cuando se ve obligado a tomar una opcioacuten decisiva

a orientar su accioacuten en un universo de valores antiguos y nuevos donde na-

da es jamaacutes estable ni uniacutevoco589 Asiacute aunque la tragedia aparecioacute fuerte-

mente arraigada en la realidad social eso no significa que fuera su simple

reflejo Antes bien la desgarra y cuestiona a traveacutes del debate sobre sus va-

lores fundamentales y la contemplacioacuten del mito desde los ojos del ciuda-

dano Justamente la tensioacuten que se da en el protagonista (las maacutes de las ve-

ces entre ἦθος y δαίμων como dice Heraacuteclito en 119 DK) hace de la tra- 588 Cfr Romilly Jacqueline de La trageacutedie grecque Paris PUF 1970 pp 69-74 Las

semejanzas con Soacutefocles son tambieacuten notables como sentildeala Fraumlnkel En su teatro so-

bresalen los enfrentamientos dialeacutecticos entre personajes que sostienen puntos de vista

contrarios como sucede con las figuras claacutesicas de Antiacutegona o Electra ldquoEs heracliacutetea la

rudeza de la tragedia de Soacutefocles que no reconoce otra solucioacuten de los conflictos que la

conviccioacuten del heacuteroe forzada por la cataacutestrofe de la inevitabilidad del conflicto y la ca-

taacutestrofe Es heracliacutetea la recia ira de los personajes la dureza del destino y de los dioses

y despueacutes del juego de las fuerzas de la aniquilacioacuten la declaracioacuten nada ha sucedido

que no sea Zeusrdquo Fraumlnkel Hermann Poesiacutea y filosofiacutea de la Grecia Arcaica ed cit p

371 589 Cfr Villar Alicia Suances A Manuel op cit p 41

394

gedia una interrogacioacuten abierta que no comporta siempre respuesta Se tra-

ta de enigmas cuyo sentido uacuteltimo como sucede con el propio λόγος no

puede nunca fijarse del todo ni agotarse puesto que a la postre es insonda-

ble

A partir de Soacutecrates en opinioacuten de Nietzsche se inicia un periodo de

decadencia en la cultura griega marcado por la instauracioacuten de una racio-

nalidad desligada de los valores vitales Esto conlleva una inversioacuten poner

la vida en funcioacuten de la razoacuten en lugar de poner la razoacuten en funcioacuten de la

vida lo que tiene consecuencias epistemoloacutegicas y morales para la filosofiacutea

posterior En adelante se ha puesto el mundo real del devenir en funcioacuten de

un falso mundo estaacutetico y suprasensible convirtiendo lo real en una sombra

o copia del laquomundo verdaderoraquo De esta manera la tensioacuten traacutegica se rom-

pe en favor de lo apoliacuteneo en un proceso que se consolidaraacute con el plato-

nismo y con la forma religiosa de eacuteste que es el cristianismo En el Crepuacutes-

culo de los iacutedolos Nietzsche retoma esta distincioacuten sentildealando que ambos

polos son necesarios para comprender la esencia de la tragedia de modo

que tampoco somete lo apoliacuteneo a lo dionisiaco como a veces se ha susten-

tado590

590 ldquolaquoTitaacutenicoraquo y laquobaacuterbaroraquo pareciacuteale al griego apoliacuteneo tambieacuten el efecto producido por

lo dionisiacuteaco sin poder disimularse sin embargo que a la vez eacutel mismo estaba empa-

rentado tambieacuten iacutentimamente con aquellos titanes y heacuteroes abatidos Incluso teniacutea que

sentir algo maacutes su existencia entera con toda su belleza y moderacioacuten descansaba so-

bre un velado substrato de sufrimiento y de conocimiento substrato que volviacutea a serle

puesto al descubierto por lo dionisiacuteaco iexclY he aquiacute que Apolo no podiacutea vivir sin Dioni-

sordquo Cfr Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit sect 4 p 58-59 So-

bre el saber traacutegico en Nietzsche cfr Apeacutendice C ldquoNietzsche saber traacutegico e inocencia

del devenirrdquo pp 461-471

395

En suma a partir de la inversioacuten de los valores efectuada por el ra-

cionalismo socraacutetico se ha falseado la visioacuten de la cultura antigua y en ge-

neral de la historia que se ha interpretado a traveacutes de un prisma decadente

acentuado por la tradicioacuten platoacutenica y judeocristiana Lo apoliacuteneo y lo dio-

nisiaco representan dos tendencias que habitan en todos los hombres y soacute-

lo aquellos que sepan aunarlas sin eliminar su tensioacuten habraacuten comprendido

la esencia de la tragedia y su ensentildeanza al modo heracliacuteteo

396

397

laquoConclusioacutenraquo

398

ldquoBusquemos como buscan los que auacuten no han encontrado y

encontremos como encuentran los que auacuten han de buscarrdquo

San Agustiacuten De Trinitate IX 1

399

Heraacuteclito naturaleza y complejidad

I

Sin duda el intento de conocer la naturaleza es uno de los temas pe-

rennes de la reflexioacuten filosoacutefica y tan remoto como la misma No en vano

los primeros que filosofaron elaboraron escritos comprendidos bajo el tiacutetulo

Περὶ φύσεως Esta caracterizacioacuten no es azarosa sino que sentildeala con tino

el objeto de estudio de estos filoacutesofos cuya ocupacioacuten Soacutecrates denominoacute

περὶ φύσεως ἱστορία Incluso se dio el caso de que la parte de la filoso-

fiacutea en principio maacutes alejada de la naturaleza la metafiacutesica llevara impresa

en su propia esencia una conexioacuten fundamental con lo natural

La naturaleza es el marco que acapara los temores e inquietudes que

suscita en el hombre arcaico cuanto le circunda aquello que le envuelve al

tiempo que le sobrepasa aquello que no es capaz de captar por completo a

pesar de ser lo maacutes cercano e inmediato La naturaleza se impone como cir-

cunstancia vital baacutesica que entrelaza todos los niveles del cosmos Se trata

en suma del suelo del que brota lo humano mismo

Nos hemos enfrentado con un concepto espinoso como pocos a la

par que multidimensional En lo que respecta al contexto presocraacutetico es-

conde al menos dos sentidos baacutesicos por un lado la naturaleza es lo funda-

mental lo que persistiendo hace que las cosas se regeneren o lo que es lo

mismo la realidad en toda su extensioacuten por otro lado la naturaleza es el

principio del movimiento responsable de la presencia y ausencia de los en-

tes sin olvidar que dicho proceso es inmanente de suerte que cada ser aloja

en su interior el principio de su propio movimiento y crecimiento como di-

jo Aristoacuteteles

400

Ambas aproximaciones conciben la naturaleza como la totalidad au-

torreferente de lo que hay que no obedece a ninguna determinacioacuten exter-

na sino que depende en uacuteltima instancia de las presencias y relaciones que

ella misma determina

Al abrir viacuteas de comunicacioacuten con la filosofiacutea de la naturaleza actual

no se ha pretendido elaborar un anaacutelisis exhaustivo de los problemas que

ocupan y preocupan a esta disciplina en el presente puesto que nuestra in-

vestigacioacuten versa uacutenicamente sobre Heraacuteclito (se trata de constatar la vitali-

dad de su filosofiacutea siendo conscientes de la diferencia de lenguajes) El tiacute-

tulo ldquoHeraacuteclito naturaleza y complejidadrdquo hace un guintildeo a Morin pero

apunta en el fondo a la complejidad de la propia concepcioacuten del jonio don-

de confluyen lo coacutesmico lo humano y lo divino en relaciones fecundas de

ida y vuelta por medio de antagonismos irresolubles Este ha sido el marco

de nuestra vuelta a Heraacuteclito en una suerte de fusioacuten de horizontes puesto

que necesariamente se ha de volver al pasado desde la situacioacuten intelectual

del inteacuterprete como mostroacute Gadamer por eso no nos hemos conformado

con presentar los inicios de esta materia sino que hemos intentado referir-

los a las condiciones que debiera tener una filosofiacutea de la naturaleza a la al-

tura de los tiempos

La filosofiacutea de la naturaleza tiene en el presente una gran vitalidad

dada su comunicacioacuten con la inquieta ciencia natural De lo que se trata

por tanto es de atisbar una nocioacuten de naturaleza compleja y poliscoacutepica

que aporte una comprensioacuten elemental de la materia el universo y la vida

En este sentido hemos subrayado algunos nexos fundamentales que articu-

lan el discurso actual sobre lo natural (como la complementariedad la rela-

cionalidad la ecologiacutea la autopoiesis o la complejidad que constituyen el

trasunto de nuestra vuelta a Heraacuteclito) a fin de que sirvan de miacutenimo co-

muacuten denominador entre el presente y el pasado y nos permitan retomar los

401

problemas claacutesicos (naturaleza y vida naturaleza y razoacuten etc) con aires

siempre renovados

II

Un punto de vista baacutesico para elaborar nuestro estudio ha sido la fi-

losofiacutea de E Morin Pero no se trata de enumerar sin maacutes una serie de para-

lelismos sino de trabarlos en el propio despliegue de la disertacioacuten asiacute ha-

blamos de un pensamiento eco-enantio-loacutegico de una naturaleza auto-poeacute-

tica o de la dialoacutegica entre los teacuterminos contrarios sin aacutenimo de forzar gra-

tuitamente la esencia del pensamiento de Heraacuteclito

Tanto la pujante fiacutesica de los sistemas complejos como la filosofiacutea

de la complejidad suponen un nuevo modo de acometer el estudio de la na-

turaleza en el presente Desde el punto de vista cientiacutefico la complejidad se

asocia con la dinaacutemica no-lineal y la teoriacutea del caos determinista que tra-

bajan con sistemas dinaacutemicos no-mecaacutenicos En dichos sistemas emergen

fenoacutemenos inesperados cuando los elementos estaacuten conectados formando

metasistemas maacutes complejos de suerte que los encuentros locales a menuacute-

do rayando lo caoacutetico producen la aparicioacuten de un nuevo orden global de

modo semejante al planteamiento heracliacuteteo de la guerra la tensioacuten y su ar-

monizacioacuten por medio del λόγος

Lo esencial es cuestionarse coacutemo a partir de un proceso de compleji-

dad creciente del desorden nace el orden permitiendo el misterioso paso

de la materia a la vida y de eacutesta a la inteligencia

Cabe otro punto de vista maacutes filosoacutefico que descarta todo reduccio-

nismo y no cree posible hallar unos pocos mecanismos simples que atrapen

conceptualmente la totalidad de lo real Por lo pronto un pensamiento com-

plejo es un pensamiento flexible capaz de negociar con lo real Pero es pre-

402

ciso eliminar dos ilusiones 1- No hay que creer que la complejidad condu-

ce sin maacutes a la eliminacioacuten de la simplicidad 2- Aunque el pensamiento

complejo aspire a un conocimiento muacuteltiple sabe de antemano que un co-

nocimiento completo es imposible Lo que le anima es la tensioacuten constante

que nace de la aspiracioacuten a un saber no parcelado y el reconocimiento de lo

inacabado e incompleto de todo conocimiento

El pensamiento complejo es un modo de religacioacuten radical una buacutes-

queda sin fin de nudos redes y articulaciones entre los distintos saberes

Morin lo denomina unitas multiplex situando su origen en Heraacuteclito quien

atisboacute la multiplicidad en la unidad asiacute como la complementariedad de los

contrarios Lo uno es pues muacuteltiple y complejo Asumir la complejidad por

tanto es aceptar ndashsin disolver- la tensioacuten propia de toda contradiccioacuten La

filosofiacutea se ha enfrentado desde el inicio con la contradiccioacuten pero la cien-

cia claacutesica siempre la rechazoacute puesto que era signo de un error en el razo-

namiento Cuando Bohr aceptoacute la unioacuten de las nociones contrarias de onda

y corpuacutesculo (principio de complementariedad) se dio el primer paso de

una formidable renovacioacuten epistemoloacutegica dentro de la ciencia Es preciso

no olvidar su fecunda idea contraria sunt complementa que apunta sin du-

da a Heraacuteclito

Morin se siente maacutes cercano a la dialoacutegica de Heraacuteclito que a la dia-

leacutectica de Hegel A su juicio eacutesta tiende a superar todas las contradicciones

en un tercer teacutermino (negacioacuten de la negacioacuten) mientras que aqueacutella en-

tiende que hay contradicciones que son insuperables (tenemos que vivir

concontra ellas) de ahiacute que la tensioacuten sea ndashpara Heraacuteclito- una condicioacuten

indispensable para mantener la armoniacutea de los contrarios

El pensamiento puede trabajar con la contradiccioacuten pero no disolver-

la sin maacutes Uno de los mayores aciertos de Hegel fue precisamente su de-

nuncia de la insuficiencia de la loacutegica claacutesica para dar cuenta de lo real Su

403

dialeacutectica no es una nueva loacutegica sino un pensamiento filosoacutefico pujante

que se opone a la simplificacioacuten de la loacutegica cerrada por medio del reco-

nocimiento dialeacutectico de la contradiccioacuten

No sabemos en queacute momento se puede volver incoherente nuestro

pensamiento ni en queacute momento lo real escaparaacute de sus redes o las rompe-

raacute pero en el momento en que esto se produzca se tiene que asumir con

lucidez y seguir buscando en sentido popperiano La complejidad no es

una receta para conocer lo inesperado pero nos vuelve atentos y prudentes

Complejidad es una palabra-problema no una palabra-solucioacuten un reto y

no una respuesta cerrada La amnesia onto-teoloacutegica del pensamiento tradi-

cional olvidoacute la otra cara de lo real el desorden la incertidumbre el azar

Como nos ha ensentildeado la fiacutesica cuaacutentica no podemos eliminar la incerti-

dumbre ni el desorden del universo pero al menos podemos tomarlos como

estiacutemulo No como resta sino como suma

III

El presente escrito ha requerido que procedamos con cautela ya que

nunca estudiamos el pasado como algo ajeno sino que siempre estamos in-

mersos en la historia que tratamos de comprender Gadamer ha sentildealado

que el observador no puede ser apartado de la observacioacuten que no es posi-

ble adoptar un punto de vista neutro o puramente objetivo y que los prejui-

cios y la tradicioacuten nos acompantildean durante todo el proceso El inicio de la

filosofiacutea no es algo que se nos deacute sin maacutes en nuestro mundo sino que tene-

mos que partir a buscarlo y preparar su acontecer en un horizonte comuacuten

La metodologiacutea positivista no basta para dar cuenta de los problemas

de interpretacioacuten que atantildeen a las ciencias humanas la comprensioacuten por

tanto nunca es inmediata Toda interpretacioacuten que pretenda comprensioacuten

parte de una pre-comprensioacuten de lo que se ha de interpretar (ciacuterculo herme-

404

neacuteutico) y el inteacuterprete tiene que permitir la fusioacuten de un mundo con sus

particularidades faacutecticas e histoacutericas con otro (fusioacuten de horizontes)

Nuestro propoacutesito en suma ha sido explorar esta nueva viacutea de inter-

pretacioacuten en los estudios heracliacuteteos sabiendo que no se trata de un camino

unilateral sino repleto de encrucijadas No se trata de descartar otras inter-

pretaciones como se ha podido comprobar sino acaso de complementarlas

Nuestra lectura es filosoacutefica maacutes que filoloacutegica pero no se ha descuidado

este uacuteltimo aspecto Igualmente hemos tenido en cuenta la gran distancia ndash

temporal e intelectual- que separa a Heraacuteclito de nuestro horizonte episte-

moloacutegico

IV

El nacimiento de la filosofiacutea se suele situar en el paso del mito a la

razoacuten en la tentativa de explicar todo cuanto hay y ello con la certeza de

que la multiplicidad aparente de la naturaleza se somete en uacuteltimo teacutermino

a un primer principio sustantivo y esencial (ἀρχή) Se trata de una buacutesque-

da del sustento invisible de lo visible que nos aparece a los sentidos para

alcanzar una recta comprensioacuten del trabado funcionamiento del cosmos (sin

dualismos cerrados ni escisiones tajantes)

Como hemos visto la filosofiacutea occidental nacioacute como un cuestiona-

miento laquoacerca de la naturalezaraquo entendiendo por tal el conjunto de lo que

existe Las cosas nacen de la naturaleza como algo que eacutesta produce de su-

yo en cuanto ἀρχή En este sentido la naturaleza no es uacutenicamente princi-

pio sino algo si cabe maacutes fundamental algo que permanece activo tras el

momento inicial algo que constituye el fondo permanente que hay en todas

las cosas a modo de sustrato del que todas estaacuten hechas

405

El desenlace final de este proceso es el orden universal de la natura-

leza que denominaron cosmos En un sentido amplio siempre ha significa-

do orden y belleza De ahiacute se pasoacute a la idea de orden social y justicia en-

tendida como justeza o ajustamiento donde cada individuo ocupa en el to-

do la posicioacuten que le corresponde seguacuten su naturaleza linaje o formacioacuten

Con los presocraacuteticos esta misma idea se traspasoacute al conjunto del universo

donde cada elemento estaacute donde tiene que estar sin poder sobrepasar su

medida

Parece que la idea que Heraacuteclito tuvo de la naturaleza es mucho maacutes

compleja que la de los milesios aunque es cierto que ambas comparten un

mismo origen (los antiguos cultos agrarios griegos que dependen del ciclo

natural) y proceden de una misma intuicioacuten (la buacutesqueda del primer prin-

cipio de la realidad que al mismo tiempo es principio vital) De igual mo-

do la naturaleza es para Heraacuteclito lo divino (τὸ θεῖον) como tambieacuten lo

era para Tales Anaxiacutemenes y Anaximandro Todos ellos tuvieron una con-

cepcioacuten estructuralmente dinaacutemica de la misma complementada con una

cierta intuicioacuten de la medida que rige cada una de sus transformaciones sin

embargo Heraacuteclito consideroacute que esta norma no soacutelo estaba presente en la

naturaleza sino ademaacutes en el hombre al tiempo que profundizoacute en la idea

del devenir para intensificarla

Para Heraacuteclito la naturaleza es un proceso iacutegneo incesante que da lu-

gar a todas las cosas sin perder por ello su mismidad que se despliega fun-

damentalmente como fuego a traveacutes del tiempo en un ciclo perpetuo En

cuanto ἀρχή no podemos precisar el primado cronoloacutegico del fuego pues-

to que siempre fue es y seraacute pero siacute su primado ontoloacutegico puesto que es

principio en el sentido de fundamento Lo que parece claro a tenor de lo

visto es que el fuego no es simplemente un laquoprincipio materialraquo

406

El fuego es eterno e increado siempre-viviente (ἀείζωον) quizaacute sea

infinito por analogiacutea con el aacutepeiron de Anaximandro y con el aire de Ana-

xiacutemenes y acaso siguiendo esta analogiacutea debamos entenderlo como el ori-

gen (indeterminado) de todas las determinaciones No obstante al referirse

concretamente al fuego y no a un elemento indefinido Heraacuteclito pone de

manifiesto la necesidad ontoloacutegica que la unidad tiene de desvelar las muacutel-

tiples posibilidades que encierra dando lugar al cosmos

El fuego dicho de otro modo puede llegar a ser todas las cosas sin

dejar de ser el mismo (de igual modo que cambiamos el oro por mercan-

ciacuteas y las mercanciacuteas por oro) pues en realidad no desaparece en cada una

de sus transformaciones sino que simplemente se oculta Asiacute al transfor-

marse el fuego seguacuten una primera medida nace el mar y de la muerte del

mar nacen por un lado la tierra y por otro el ardiente vapor y presumi-

blemente de la muerte de eacutestos volveraacute a renacer el fuego hasta completar

de nuevo el ciclo coacutesmico

El mundo es pues una unidad en constante proceso de devenir y pe-

recer sin olvidar que se trata de un proceso medido por el λόγος Se trata

de la idea de lo uno que deviene eternamente lo muacuteltiple y de lo muacuteltiple

que deviene eternamente lo uno donde lo uno no es auacuten un conjunto articu-

lado de sustancias al modo aristoteacutelico sino fuerza viva y por ende activa

El mundo por tanto es el juego del fuego consigo mismo con su incesante

construir y destruir a lo largo del tiempo soacutelo asiacute se entiende que la unidad

pueda ser al mismo tiempo multiplicidad y viceversa

V

La elucidacioacuten del estatuto ontoepisteacutemico del no-ser se encuentra

determinada ndashdesde los comienzos de la filosofiacutea- por la caracterizacioacuten del

407

ser Por eso la convivencia metafiacutesica entre ambas nociones soacutelo seraacute posi-

ble en una ontologiacutea en la que la concepcioacuten del ser haya adquirido la sufi-

ciente plasticidad para dar cabida en su seno a una cierta dosis de no-ser

sin rechazar de antemano el caraacutecter negativo que encierra todo lo finito

Los primeros filoacutesofos no se preguntaban por la nada sino de un mo-

do maacutes general por el no-ente la pregunta por lo negativo de uno u otro

modo ha acompantildeado siempre a la filosofiacutea El asunto no debe extrantildear

pues el ente mismo objeto de la experiencia sensible estaacute transido por la

negatividad se muestra efiacutemero cambiante finito limitado incluso surca-

do por el no-ente en cuanto es ndashpero no de modo pleno- y en cierto sentido

no-es

Los problemas que plantea la admisioacuten de tales supuestos pesaron

decisivamente sobre la especulacioacuten de Platoacuten quien optoacute por revisar el ca-

raacutecter estaacutetico del ente parmeniacutedeo (cometiendo un parricidio) a fin de no

anquilosar el pensamiento Si bien hasta Aristoacuteteles no encontramos los

medios conceptuales para alcanzar una estricta comprensioacuten del no-ser

De la mano del propio Estagirita sabemos que la concepcioacuten del no-

ser en el pensamiento preparmeniacutedeo gravitaba sobre la trabazoacuten del mun-

do por medio de parejas de opuestos De este modo constatamos que la fi-

losofiacutea equiparada en lo sucesivo con el estudio del ente y lo que le corres-

ponde de suyo comenzoacute esbozando una profunda especulacioacuten sobre el no-

ente de la mano de los contrarios esto es nacioacute como enantiologiacutea

El caso maacutes claro de esta tendencia lo encontramos primero en Ana-

ximandro quien sostiene que la salida de las cosas del aacutepeiron es una sepa-

racioacuten de los contrarios que luchan en este mundo a partir del todo origina-

riamente unido Pitaacutegoras constituye un avance en la inteleccioacuten de los con-

trarios elaborando una tabla de varias parejas emparentadas con los nuacuteme-

ros cuya armoniacutea produce el equilibrio en el cosmos (de cuntildeo musical) Si

408

bien presenta las mismas dificultades teoacutericas que Anaximandro para de-

limitarlos (la confusioacuten entre los aspectos oacutenticos y episteacutemicos de la opo-

sicioacuten y la colocacioacuten a un mismo nivel de contrarios concretos y abstrac-

tos) a pesar de introducir una fecunda novedad que seraacute retomada por He-

raacuteclito la consideracioacuten moral de algunas parejas de contrarios Para el os-

curo presocraacutetico el cosmos tiene una esencia enantioloacutegica no se acentuacutea

el enfrentamiento de tal o cual contrario sino que se entiende la contradic-

cioacuten como un principio antropocoacutesmico universal que dispone ndashjunto con

el λόγος- el ordenamiento del propio cosmos a traveacutes del perpetuo deve-

nir (22 B 80 DK) En consecuencia ha tematizado acaso por vez primera el

caraacutecter dinaacutemico de lo real donde el devenir no es el objeto principal de

su pensamiento sino el horizonte mismo donde se despliega (y sin el que

no se entiende) En suma ese traacutensito de toda realidad finita a su contrario

(plano microloacutegico) va de la mano del convertirse el fuego en todas las co-

sas y de eacutestas a su vez en fuego (plano macroloacutegico) Esto nos lleva a otra

consideracioacuten pareja que no se puede olvidar cuando uno se adentra en los

fragmentos se da cuenta de inmediato de que su idea del fuego no constitu-

ye el fondo uacuteltimo de su pensamiento sino que este lugar lo ocupa la oposi-

cioacuten medida y mediada por el λόγος que no es sino su otra cara Tal es el

alcance de la oposicioacuten que hasta la propia divinidad se entiende como la

coincidencia uacuteltima de todas las oposiciones (22 B 67 DK 22 B 50 DK)

VI

Lo que maacutes destaca a primera vista en la filosofiacutea de Heraacuteclito es su

fuerte caraacutecter enantioloacutegico En ella los contrarios tejen una gran red por

medio de la cual se trata de captar el mundo la tensioacuten la oposicioacuten y la

contienda desde un punto de vista ontoloacutegico al tiempo que la contradic-

409

cioacuten el antoacutenimo el oxiacutemoron y la paradoja desde un punto de vista epis-

temoloacutegico se convierten en elementos ineludibles no soacutelo en su propio

planteamiento sino en la estructura misma del cosmos

La oposicioacuten juega un papel esencial en su filosofiacutea justamente por-

que los contrarios cooperan luchando en la organizacioacuten del cosmos pues

no se olvide que todas las cosas se originan en la tensioacuten y la discordia (γι-

νόμενα πάντα κατ΄ἔριν cfr 22 B 80 DK) En verdad nos encontramos

ante una potente intuicioacuten que apunta a la entrantildea misma de la tragedia an-

tropocoacutesmica y que se niega a reducir la complejidad de la naturaleza a los

centildeidos maacutergenes de la palabra escrita incapaz de atrapar las oposiciones

irresolubles que la vertebran

El mundo de la multiplicidad es un mundo-en-contienda un gran

campo de batalla en el que toda existencia procede del antagonismo Pero

no es soacutelo destructor ya que la guerra ademaacutes de comuacuten tambieacuten es padre

de todas las cosas (22 B 53 DK) En este sentido la tensioacuten visible del cos-

mos encierra una armoniacutea invisible donde la armoniacutea es una consecuencia

de la propia lucha un equilibrio que nace de la tensioacuten entre los contrarios

y nunca de su reconciliacioacuten Es una constante en la filosofiacutea griega el des-

pliegue de pares de opuestos para la interpretacioacuten del cosmos pero ninguacuten

otro pensador ha atribuido tanta importancia como Heraacuteclito al hecho mis-

mo de la oposicioacuten al hecho de que soacutelo la tensioacuten entre los opuestos hace

justicia reunificaacutendolos en un nivel maacutes profundo (lo divino) donde coin-

ciden todas las oposiciones De este modo la tensioacuten se traduce en organi-

zacioacuten que el λόγος se encarga de perpetuar y las interacciones o conexio-

nes de regenerar en un ciclo sin fin

Seguacuten la interpretacioacuten de E Morin orden y desorden separados son

metafiacutesicos absolutos excluyentes pero unidos son fiacutesicos relativos res-

410

pectivos en una firme incitacioacuten a resituar dentro del espacio filosoacutefico es-

tos dos conceptos como ya intuyeron los presocraacuteticos son inseparables si

se quiere pensar en profundidad la relacioacuten entre lo uno y lo muacuteltiple entre

lo visible y lo invisible entre la vida y la muerte El paradigma laquoordendes-

ordenraquo es el maacutes nuevo si atendemos a sus representantes en las ciencias

actuales pero tambieacuten es el maacutes antiguo si atendemos a sus representantes

en la aurora de la filosofiacutea griega Para Heraacuteclito el desorden es fecundo

alliacute donde los elementos del cosmos no carecen de una relacioacuten inmanente

(armoniacutea) asiacute la idea de ciclo anuda las ideas de vida y muerte de genera-

cioacuten y destruccioacuten Soacutelo encontramos un desorden esteacuteril en un universo en

el que paradoacutejicamente desapareciera la contienda la tensioacuten el movi-

miento es decir en el que los elementos que lo constituyen dejaran de ser

respectivos como sucede con el kykeṓn Heraacuteclito lo expresa con un texto

del que se desprende una potencia incontestable laquoEl maacutes bello orden-del-

mundo desperdicios sembrados al azarraquo (22 B 124 DK) Pero no se trata de

realizar una apologiacutea del desorden sino de constatar que un universo to-

talmente ordenado sin liberar las tasas correspondientes de desorden es

tan inconcebible como un universo totalmente desordenado en el que seriacutea

imposible cualquier tipo de permanencia y estabilidad Ambos son necesa-

rios para que el cosmos pueda ser laquoloacutegicoraquo pues en el momento en que de-

sapareciera uno desapareceriacutea tambieacuten el otro

VII

Hemos apuntado ademaacutes que el pensamiento de Heraacuteclito es eco-loacute-

gico en sentido etimoloacutegico puesto que la naturaleza (que es nuestra ca-

sa) presenta un caraacutecter respectivo tanto desde el punto de vista de la uni-

dad como desde el punto de vista de la multiplicidad (22 B 10 DK) El fi-

loacutesofo jonio atisboacute un cosmos sustantivo como unidad de respectividad

411

pero tambieacuten dinaacutemico como multiplicidad de mismidades es decir no se

trata de un universo de identidades sustanciales sino de pautas sustantivas

que permiten acusar la estabilidad en el devenir gracias al gobierno y la

permanencia del λόγος

Sin duda la realidad no es para Heraacuteclito un conjunto de entes sus-

tanciales sino un sistema dinaacutemico de relaciones un tejido coacutesmico remi-

tente y reticular de sucesos interdependientes Lo real por tanto se caracte-

riza por la natural interdependencia ecoloacutegica de todo cuanto hay no soacutelo

en sentido fiacutesico (relacioacuten de unas cosas con otras) sino ante todo trascen-

dental (por cuanto se trata de una estructura de la propia realidad que no

concierne a las cosas reales en cuanto cosas sino en cuanto reales)

Lo que es desaparece en el no-ser mientras que lo que no-era apare-

ce por su parte en el ser (llega-a-ser) pero la medida que rige este proceso

es siempre la misma Precisamente esta medida es la que permite una cone-

xioacuten entre ser y no-ser sin olvidar que las cosas no llegan-a-ser nunca des-

de la nada sino desde un no-ser-indeterminado previo y ademaacutes que nos

encontramos ante un proceso circular que retro-actuacutea sobre siacute mismo

En la naturaleza dicho de otro modo se da una esencial conexioacuten

entre todos sus componentes que combaten al mismo tiempo que coope-

ran Esta relacioacuten se extiende a la totalidad de la naturaleza a la totalidad

de los contrarios

Lo que quiso Heraacuteclito no fue concebir una unidad que se precipitara

sobre los contrarios neutralizaacutendolos sino una unidad que viviera y se rea-

lizase en la propia contradiccioacuten Se trata en definitiva de una unidad que

no se puede entender sin la multiplicidad que no estaacute por encima ni por de-

bajo de los contrarios sino en los contrarios mismos lo que subraya la reci-

412

procidad existente entre las categoriacuteas de oposicioacuten y relacioacuten (que son las

dos caras de un mismo λόγος)

A este respecto hemos tratado el concepto de devenir una provoca-

cioacuten fundamental para el pensamiento desde sus oriacutegenes El devenir arras-

tra dispersa y desconcierta por su caraacutecter evanescente El devenir ndashstricto

sensu- no es nada puesto que siempre estaacute en camino de llegar a ser algo

es el incesante paso del no-ser al ser y del ser al no-ser tomados ambos co-

mo conceptos respectivos De este modo el problema del devenir no es un

problema de ser (ni tampoco de no-ser) sino que afecta primaria y radical-

mente a la entrantildea misma de lo real

No olvidemos que esta afirmacioacuten tiene un caraacutecter global en el pen-

samiento heracliacuteteo puesto que en eacutel se entiende la realidad como una reu-

nioacuten extaacutetica de relaciones respectivas y medidas por el λόγος es decir

ninguna realidad estaacute aislada del mundo sino que su autonomiacutea estaacute consti-

tutivamente referida a su dependencia de las demaacutes realidades

El cosmos heracliacuteteo por tanto resulta inconcebible sin movimiento

pero tambieacuten sin consistencia sin la posibilidad de alguacuten tipo de existencia

(que presupone la mismidad de aquello que existe o lo que es lo mismo su

permanencia en el cambio) El devenir mantiene una loacutegica interna por la

que a su vez es mantenido unas medidas posibilitadas por la armoniacutea invi-

sible que se expresa mediante la relacioacuten de todos los elementos de la reali-

dad visible

Se necesita una profunda intuicioacuten para encontrar debajo de la dis-

cordia manifiesta una armoniacutea invisible que introduce la justicia en el deve-

nir pero no en sentido moral sino loacutegico y ontoloacutegico permitiendo atisbar

orden y organizacioacuten donde no habiacutea maacutes que tensioacuten y oposicioacuten No se

413

olvide que el incesante movimiento de la naturaleza su perpetua fluencia

nace de la lucha misma de los contrarios

Ciertamente la palabra que mejor expresa el aspecto ecoloacutegico del

pensamiento heracliacuteteo es λόγος teacutermino que hemos preferido no traducir

de un modo uniacutevoco dada la riqueza semaacutentica del mismo asiacute como el gran

nuacutemero de contextos distintos en los que se utiliza (puede ser palabra cau-

sa razoacuten argumento medida relacioacuten proporcioacuten norma principio fun-

damento etc) se trata de un concepto que limita al tiempo que posibilita la

comunicacioacuten entre la loacutegica la fiacutesica y la metafiacutesica Alude tanto al dis-

curso de Heraacuteclito como al objeto del que trata la norma universal que per-

mite armonizar el devenir del cosmos y a la que debe ajustarse la accioacuten

humana sea eacutetica o poliacutetica

En definitiva es un teacutermino extremadamente complejo que hace re-

ferencia al comportamiento y a la constitucioacuten de la naturaleza en tanto que

existente pensable verdadera mesurada y eterna Pero falta un calificati-

vo si queremos comprender por completo la intuicioacuten heracliacutetea de la mis-

ma a saber divina No en vano la literatura griega siempre ha definido a

los dioses como los siempre vivientes sentildealando el caraacutecter eterno de la

medida que prevalece en la naturaleza λόγος es la norma divina que se

manifiesta en la naturaleza en general y en cada una de sus transformacio-

nes en particular reuniendo en una unidad relacional lo que aparentemente

no es maacutes que fragmento disperso

Armoniacutea y Loacutegos por tanto son los teacuterminos que traducen al len-

guaje humano la medida de la naturaleza la medida del propio devenir que

no debe ser entendido como una actuacioacuten consecutiva sino constitutiva

Noacutetese que el equilibrio organizacional (armoniacutea) es un equilibrio de

fuerzas antagoacutenicas que necesita de la unidad para que se deacute la multiplici-

414

dad y viceversa donde el principio de relacioacuten nutre y se nutre del princi-

pio de oposicioacuten ya que por un lado lo somete incesantemente a medida

pero por otro nunca es capaz de neutralizarlo por completo (pues la propia

oposicioacuten es medida del λόγος)

VIII

Como sentildealoacute Heraacuteclito el hombre pone en juego su inteligencia para

conocer lo que las cosas son en profundidad La inteligencia trata de desve-

lar la razoacuten de las mismas y no es extrantildeo que ese proceso de elucidacioacuten

se dirija tarde o temprano hacia la divinidad

No en vano en este contexto se busca en el aacutembito de lo divino la

solucioacuten remota a una de las cuestiones filosoacuteficas maacutes inmediatas a saber

la de intentar desvelar la oculta unidad y estabilidad del ser que se nos apa-

rece muacuteltiple y cambiante en la diversidad de la experiencia Y esta cues-

tioacuten baacutesica de la teologiacutea natural alcanza toda su enjundia con la vislumbre

de los contrarios en la naturaleza y de un modo especial en la existencia

humana Asiacute sostiene Heraacuteclito que para la divinidad todas las cosas son

buenas bellas y justas siendo los hombres los que comenzaron a conside-

ran a unas justas y a otras injustas por una falta de visioacuten global sobre la

unidad uacuteltima de todos los contrarios (22 B 102 DK)

Los dioses del panteoacuten griego como es sabido estaacuten en el mundo

No lo han creado en un acto de trascendencia y omnipotencia sino que han

nacido en y con el mundo y del mismo modo que los hombres se encuen-

tran sometidos a medidas que no pueden quebrantar Asiacute pues hay divini-

dad en el mundo como hay mundanidad en las divinidades por eso el culto

no podiacutea dirigirse a un ser radicalmente extrahumano cuya existencia no

tuviera nada que ver con el orden natural en el universo fiacutesico en la vida

415

humana y en la convivencia socio-poliacutetica La vida religiosa aparece inte-

grada en la vida social y poliacutetica de la que ella compone un aspecto de los

dioses a la ciudad no hay ruptura ni discontinuidad por eso la impiedad o

falta contra los dioses significa tambieacuten una falta contra la ciudad En este

sentido la mediacioacuten entre el hombre y la divinidad se hace a traveacutes de su

participacioacuten poliacutetica (desterrado de la poacutelis el individuo se encuentra ale-

jado del mundo de los dioses)

El hombre griego no diferencia claramente lo natural de lo sobrena-

tural en un mundo que en palabras de Tales laquoestaacute lleno de diosesraquo No es

que se trate de una religioacuten de la naturaleza sino de una religioacuten que pre-

siente el caraacutecter divino de la propia naturaleza

Entendemos que el teacutermino que mejor expone la conexioacuten entre el

hombre y el aspecto divino de la naturaleza es el de religacioacuten Estamos

impelidos a existir porque previamente estamos religados a lo que nos hace

existir la naturaleza Se trata de aquello que es raiacutez y apertura a un tiempo

de aquello hacia lo que vamos justamente porque es de donde venimos El

ser humano estaacute emparentado radicalmente con la naturaleza y ese viacutenculo

ontoloacutegico es la religacioacuten (que no es algo que se tiene como dijo Zubiri

sino algo que se es una dimensioacuten formalmente constitutiva de la existen-

cia humana) Eacuteste es tambieacuten el caso de Heraacuteclito quien encontroacute impreso

lo divino en la unidad de todos los opuestos en la naturaleza

Lo divino seriacutea aquello que da unidad al cosmos la contemplacioacuten

del mismo desde la totalidad esto es desde el punto de vista del λόγος y

la armoniacutea que subyace a la multiplicidad fenomeacutenica la medida que presi-

de y procura cada una de sus transformaciones y el combate de los contra-

rios mismos No se trata en definitiva de nada ni nadie concreto sino que

consiste en la tensioacuten creadora y reconciliadora que en toda transformacioacuten

416

y oposicioacuten se manifiesta como permanencia que se identifica con la pro-

pia naturaleza o mejor con el λόγος mismo que la gobierna Se diferencia

del hombre por ser laquoel todoraquo frente a laquola parteraquo desde el punto de vista on-

toloacutegico ademaacutes de por el grado de conocimiento que puede alcanzar des-

de el punto de vista epistemoloacutegico la plena sabiduriacutea frente a la humana

filosofiacutea que es un saber parcial La realidad contemplada desde la unidad

divina no soacutelo es bella sino ademaacutes buena y justa Soacutelo el hombre cuya

percepcioacuten es limitada introduce los juicios de valor en el cosmos

De lo dicho se desprende que el ataque de Heraacuteclito a la religioacuten tra-

dicional no se refiere tanto a la estructura de los actos o creencias religiosas

como a la falta de comprensioacuten de la verdadera divinidad En este sentido

va maacutes lejos que Jenoacutefanes en cuya liacutenea se situacutea por cuanto no se limita a

criticar la antropomorfizacioacuten de lo divino sino que ataca tambieacuten determi-

nadas praacutecticas religiosas Heraacuteclito delimitaba dos tipos de culto el que

purificaba el alma por medio de la comprensioacuten y recta realizacioacuten de los

ritos y el que se deteniacutea en el aspecto que atantildee uacutenicamente a la supersti-

cioacuten sin reparar en el significado de los mismos

Hemos resentildeado una pujante liacutenea de estudio abierta en lo que res-

pecta a la relacioacuten de Heraacuteclito con el orfismo (cuyo estudio se articula en

torno a una tradicioacuten de textos sagrados) En el caso de Heraacuteclito cobra es-

pecial relevancia el Papiro de Derveni descubierto en 1962 Parece que su

anoacutenimo autor trataba de establecer la preeminencia de Zeus sobre los de-

maacutes dioses o dicho en teacuterminos presocraacuteticos de la unidad sobre la multi-

plicidad Por otro lado al asociar a Zeus con el intelecto y con el aire utili-

za ideas de Anaxaacutegoras y Dioacutegenes de Apolonia Tambieacuten recrea una esce-

na en la que los elementos que componen los seres chocan entre siacute como

sostienen Leucipo y Demoacutecrito Aunque el modo en que estos elementos se

417

atraen mutuamente por la accioacuten de Afrodita recuerda sin duda a Empeacutedo-

cles La propia afirmacioacuten de que las cosas existentes proceden de otras an-

teriores contradice uno de los postulados baacutesicos de Parmeacutenides Volviendo

al tema que nos ocupa cita literalmente a Heraacuteclito uniendo dos fragmen-

tos relativos al sol que hasta la fecha se habiacutean tomado por separado (22 B

3 DK y 22 B 94 DK) con el que comparte algunos rasgos esenciales como

la contraposicioacuten entre el sabio que conoce la verdadera naturaleza de las

cosas y el comuacuten de la gente para quienes pasa desapercibida a pesar de to-

parse con ella cotidianamente sin olvidar las semejanzas estiliacutesticas que se

acentuacutean por el caraacutecter enigmaacutetico de las sentencias Otro punto comuacuten es

la tendencia a postular un principio divino uacutenico y garante de la justicia en

el cosmos en el caso del orfismo Zeus y en el caso de Heraacuteclito un prin-

cipio divino que comparte los atributos de Zeus a pesar de querer y no

querer verse llamado por ese nombre (22 B 32 DK) Pero todos estos para-

lelismos no parecen suficientes para establecer una comunicacioacuten de fondo

entre el movimiento oacuterfico y Heraacuteclito cuyo orgulloso caraacutecter ndashunido a

los logros de su propio sistema- le hubiera impedido comulgar con una

doctrina con normas tan severas de lo contrario no hubiera maltratado a

Pitaacutegoras cercano al orfismo en numerosos planteamientos por lo que se

deduce que tampoco seriacutea un defensor de la creencia en la metempsicosis

IX

El problema del conocimiento aparece en Heraacuteclito unido a su con-

cepcioacuten de la naturaleza No obstante para alcanzar la sabiduriacutea no soacutelo

hay que conocer la naturaleza sino ademaacutes obrar seguacuten la naturaleza (κα-

τὰ φύσιν) escuchando su palabra y su medida (λόγος) Al decir que todo

sucede conforme a este λόγος estaacute expresando este caraacutecter de universali-

418

dad y de ley que no excluye nada o lo que es lo mismo sentildeala que estamos

ante una instancia objetiva ajena a toda contingencia sea humana o divina

Siendo el λόγος la ley objetiva universal lo que estando presente en cada

cosa resiste y regula el devenir del cosmos es tambieacuten lo uacutenico que permite

una comunicacioacuten entre los hombres En este sentido todo discurso que no

esteacute basado en lo comuacuten cae en el aacutembito de lo subjetivo esto es del mun-

do particular de cada cual Noacutetese ademaacutes que esta idea de comunidad no

se refiere uacutenicamente al aacutembito epistemloacutegico sino antes incluso al ontoloacute-

gico puesto que los que conocen el λόγος comparten tambieacuten un mundo

comuacuten El conocimiento que quiera ser objetivo y universal la ciencia por

contraposicioacuten a la opinioacuten debe entenderse como adecuacioacuten al principio

que todo lo gobierna a traveacutes de todo (ἐκυβέρνησε πάντα διὰ πάντων)

En este mismo sentido subraya Heraacuteclito que no se trata de escucharle a eacutel

(οὐκ ἐμοῦ) sino a la razoacuten que preside el cosmos

Por otro lado debemos destacar la insuficiencia de los sentidos para

captar lo universal y permanente en un mundo sujeto al constante devenir

De ahiacute que nos engantildeemos faacutecilmente pensando que conocemos la verdad

sin realmente hacerlo con lo que enlazamos con uno de los temas claacutesicos

de la filosofiacutea griega Pero no se trata de rechazar el testimonio de los senti-

dos sino de aprender a filtrarlo e interpretarlo por medio de la inteligencia

Maacutes que un saber efectivo tenemos que buscar aquiacute una suerte de laquofiloso-

fiacutea de la sospecharaquo una suerte de despertador que intenta sacar a los hom-

bres de su sopor cotidiano

De todo esto se desprende que para Heraacuteclito existen dos clases de

hombres seguacuten el conocimiento del λόγος que posean los despiertos y los

dormidos Estar despierto o dormido significa estar o no atentos al λόγος

tener un mundo comuacuten o propio ser sabio o ignorante Utilizando concep-

419

tos platoacutenicos se trata de poseer la ciencia universal y permanente o bien

la opinioacuten particular y mudable (pero como dijo Aristoacuteteles el sabio no es

el que conoce sino el que lleva a la praacutectica eso que conoce) Dicho de otro

modo los dormidos no saben lo que hacen ni por queacute lo hacen mientras

que los despiertos son conscientes de cuanto hacen y piensan puesto que

estaacuten de acuerdo con el λόγος que es lo comuacuten

Lo laquocomuacutenraquo del mundo es en primer lugar algo objetivo la unidad

de cada cosa con su contraria (que Heraacuteclito denominoacute armoniacutea) En se-

gundo lugar algo intersubjetivo algo vaacutelido para cualquier sujeto que sepa

mirar lo que hay entenderlo y expresarlo La oposicioacuten se plantea ahora

entre una razoacuten que es comuacuten y una inteligencia que es propia (ἰδίαν) Por

eso hay que indicar a la mayoriacutea que ademaacutes del placentero y pasivo sue-

ntildeo en el que uno se deja llevar hay una vigilia activa consciente que exige

atencioacuten y esfuerzo y que ademaacutes del criterio propio estaacute la razoacuten comuacuten

que nos permite conocer las cosas en su mutua trabazoacuten

Otro de los descubrimientos de Heraacuteclito en este campo ha sido la fi-

gura del sujeto cognoscente El jonio se dio cuenta de que el uacutenico medio

que permite interpretar correctamente el lenguaje de la naturaleza es la in-

trospeccioacuten Tambieacuten en el Templo de Delfos como es sabido se recorda-

ba la necesidad del autoconocimiento para poder interpretar la respuesta de

la sibila (junto con una cierta dosis de intuicioacuten) La experiencia que tene-

mos de la naturaleza por medio de los sentidos debe ser iluminada por la

experiencia que tenemos de nosotros mismos viacutea introspectiva Conocer el

mundo exterior requiere conocer el mundo interior y sus pautas puesto que

se comunican y comparten una misma ley universal o lo que es lo mismo

la pregunta por el cosmos y la pregunta por el hombre co-inciden para He-

420

raacuteclito (pues en uno y otro se vislumbran signos que pueden ayudar a resol-

ver el gran enigma de lo que somos)

X

Dada la intensidad con la que Heraacuteclito apercibe a los dormidos por

su desconocimiento del λόγος se puede pensar que el conocimiento del

mismo conlleva la necesidad eacutetica de obrar de acuerdo con eacutel Puesto que la

manera de ldquopensarrdquo el mundo es comuacuten para los hombres despiertos tam-

bieacuten tiene que serlo su manera de ldquoobrarrdquo (esto es la norma que preside el

devenir del cosmos debe ser la misma que presida la accioacuten humana) Se

confirma ndashpor tanto- la sospecha de que el sabio no soacutelo es el que conoce la

verdad sino el que sabe ponerla en praacutectica de suerte que le ayude a ser

mejor y maacutes feliz

Lo que se pone en juego aquiacute es la adecuacioacuten entre la conducta hu-

mana y las exigencias de la naturaleza puesto que comparten un mismo

λόγος (ὁμολογία) Pero esa misma naturaleza con la que comulgamos

nos abre tambieacuten a los demaacutes y a lo divino hasta el punto de que nos religa

en una gran comunidad coacutesmica

Del mismo modo que los enfrentamientos coacutesmicos encierran una ar-

moniacutea que los articula las distintas tendencias que combaten en el interior

del hombre deben someterse a su inteligencia uacutenica instancia capaz de go-

bernarlas Todas las posibilidades del ser humano desde el punto de vista

eacutetico y epistemoloacutegico deben anudarse en su λόγος en aquello que nos

comunica con el resto del cosmos y nos permite comprenderlo y compren-

dernos Esto preparoacute el camino para una relacioacuten mutua entre la ἀρετή y la

ἐπιστήμη en un sentido casi socraacutetico (donde la virtud por ende es un

saber praacutectico que brota del λόγος inscribiendo en el interior de los hom-

421

bres la norma universal que impera en la naturaleza) Ademaacutes se subraya

la estrecha cercaniacutea que existe entre la verdad y el bien pues el λόγος no

soacutelo debe iluminar al ser humano en su buacutesqueda de la verdad sino tambieacuten

en su accioacuten constatando asiacute la funcioacuten clave que tiene la inteligencia en la

vida moral

Por uacuteltimo siguiendo a Nietzsche hemos presentado las bases para

fundamentar un saber traacutegico a partir del pensamiento de Heraacuteclito Duran-

te mucho tiempo la imagen que hemos tenido de la cultura griega fue la de

un arquetipo de luz belleza y racionalidad La criacutetica no conociacutea maacutes que

un aspecto del espiacuteritu griego el de Apolo dios de la medida del conoci-

miento de la moderacioacuten al que corresponde una contemplacioacuten impasible

del mundo Al aspecto apoliacuteneo contrapuso el caraacutecter dionisiaco e irracio-

nal la visioacuten terrible de las cosas

Seguacuten Nietzsche la tragedia es la forma maacutes lograda del arte griego

porque expresa la sabiduriacutea dionisiaca con medios apoliacuteneos La tragedia

permitiacutea explicar la verdad maacutes aterradora la irremediable finitud del ser

humano envuelta en una capa de belleza como un gran juego entre los dio-

ses y los hombres (dentro del marco de la ciudad) Acaso la propia filosofiacutea

de Heraacuteclito sea una respuesta al enigma traacutegico (a la contradiccioacuten irreso-

luble que revela) El poeta y el filoacutesofo son pensadores de la justicia coacutesmi-

ca y de la armoniacutea de los contrarios que cuestionan la vigencia de los valo-

res antiguos y el puesto del hombre en el cosmos La tensioacuten que se da en

el protagonista las maacutes de las veces entre ἦθος y δαίμων como dice He-

raacuteclito (22 B 119 DK) hace de la tragedia una interrogacioacuten abierta que no

comporta siempre respuesta Se trata de un enigma cuyo sentido uacuteltimo co-

mo sucede con el λόγος no puede nunca esclarecerse por completo

422

XI

Salimos del espinoso camino que recorre la filosofiacutea de este enigma-

tico presocraacutetico constatando de entrada que las enmarantildeadas reflexiones

que bulliacutean en su mente iban sin duda por delante de su eacutepoca y de su len-

guaje (acaso por eso tuvo que referirlas a traveacutes de la imagen y la parado-

ja) Fue seguacuten su propio parecer un solitario maestro de la ley divina del

cosmos conocida soacutelo por unos pocos los despiertos que comparten un

mundo comuacuten y desconocida por la mayoriacutea desmantildeada y aletargada a pe-

sar de someterse a esta ley de continuo

Hemos tratado de llevar a cabo un diaacutelogo vivo con la filosofiacutea de

Heraacuteclito desde nuestra eacutepoca y con nuestro lenguaje como no puede ser

de otro modo aunque sin perder nunca de vista las limitaciones que nos

imponen los textos del jonio El propoacutesito de este escrito no ha sido otro

que el de estudiar en toda su pujanza y amplitud la concepcioacuten heracliacutetea de

la naturaleza sin olvidar las cuestiones que preocupan a la filosofiacutea actual

en lo que respecta a este tema a fin de tender puentes de ida y vuelta So-

mos conscientes de que algunos conceptos que hemos utilizado para pro-

curar esta fusioacuten de horizontes no estaban auacuten disentildeados en la eacutepoca arcai-

ca pero con esto no se ha querido forzar o desfigurar la filosofiacutea heracliacutetea

sino tan soacutelo tratar de arrojar algo de nueva luz sobre la misma asiacute como

mentar su esencia atemporal como sucede con todos los grandes filoacutesofos

Uno de los mayores retos de la fiacutesica actual se encuadra tambieacuten en

un marco cosmoloacutegico y consiste en establecer queacute es todo aquello que se

adjetiva de un modo casi poeacutetico como laquooscuroraquo Y la cuestioacuten no es pa-

sajera si se tiene en cuenta que seguacuten las estimaciones de los cientiacuteficos la

energiacutea y la materia oscuras constituyen el 96 de todo aquello que forma

el universo siendo la parte visible tan soacutelo el 4 restante Este elemento

invisible contribuye a mantener el cosmos de un modo efectivo y no soacutelo

423

figurado ya que interactuacutea gravitacionalmente con los elementos visibles

como es sabido Acaso eso explique que el universo se expanda de un mo-

do cada vez maacutes acelerado contrariamente a la loacutegica que nos hariacutea pensar

en una progresiva disminucioacuten de la aceleracioacuten debido a la accioacuten tensora

de la fuerza de la gravedad Sin duda adquieren un nuevo sentido en este

contexto algunas tesis baacutesicas de Heraacuteclito que remiten a una naturaleza

que ama ocultarse y a una armoniacutea invisible maacutes fuerte que la visible (sin

olvidar ndashpor supuesto- la gran diferencia de contextos)

Para concluir resulta elocuente que los tres grandes temas que han

entreverado el decurso de la filosofiacutea ndashNaturaleza Hombre y Dios- aparez-

can en los presocraacuteticos reunidos en una misma intuicioacuten Esto indica por

un lado que se puede responder a los desafiacuteos del presente sin perder de

vista las ensentildeanzas del pasado y por otro que toda propuesta que preten-

da ser laquooriginalraquo debe dialogar antes o despueacutes con los oriacutegenes y no sepa-

rarse de ellos so pena de convertirse en una especulacioacuten sin alma ni orien-

tacioacuten Lo que nos da que pensar es siempre ineacutedito porque es siempre lo

mismo los mismos problemas las mismas preguntas que son renovadas

una y otra vez a lo largo de la historia De este modo lo importante no son

las respuestas que se van dando sino el caraacutecter radical y fundamental de

las preguntas Por algo se formularon eacutesas al principio y no otras sin olvi-

dar ndashcomo dijo Demoacutecrito- que laquoen realidad nada sabemos pues la verdad

se halla en lo profundoraquo (68 B 117 DK) y que lo verdaderamente importan-

te ahora como entonces es no dejar de hacerse preguntas

424

425

laquoApeacutendicesraquo

426

427

A laquoPlatoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticosraquo

1 Platoacuten la memoria frente a la palabra escrita

La presencia de Heraacuteclito en la obra platoacutenica es evidente pero ape-

nas nos ha legado fragmentos literales ya que tiende a entreverar las opi-

niones de los antiguos con los propios planteamientos iquestacaso puede ser de

otro modo en un filoacutesofo Quizaacute esto sea una consecuencia del estilo litera-

rio de la misma zurcida de situaciones dialoacutegicas (normalemente entre Soacute-

crates y otros interlocutores) A esto se suma el hecho de que suele conferir

a sus testimonios una apariencia indirecta por ejemplo en Sofista se alude

a Heraacuteclito de un modo enigmaacutetico

laquoMaacutes tarde algunas musas jonias [sc Heraacuteclito] y sicilianas [sc Empeacutedo-

cles] pensaron que lo maacutes seguro era entrelazar ambas declaraciones y

afirmar que el ser es muacuteltiple y uno [hellip] Pues ldquosiempre lo divergente es

concorderdquo dicen las maacutes tensas de esas musas [sc Heraacuteclito] mientras

que las maacutes distendidas [sc Empeacutedocles] han aflojado el que sea siempre

asiacute y dicen que alternativamente el todo es uno y amigo por obra de

Afrodita volvieacutendose muacuteltiple y hostil a siacute mismo en virtud de cierto odio

En todo esto si alguno de ellos ha dicho la verdad o no difiacutecil es saberlo

y seriacutea una salida de tono juzgar en tan graves cuestiones a hombres ilus-

tres y antildeejosraquo591

Platoacuten fue el primer gran filoacutesofo que se sintioacute inmerso en una viva

tradicioacuten intelectual por eso sostuvo un persistente diaacutelogo con los perso-

najes maacutes importantes de la cultura anterior La verdad quedaba a la zaga

591 Platoacuten Sofista (Diaacutelogos V) ed cit 242d

428

no en el horizonte por tanto responder a los problemas del presente preci-

saba un ejercicio de retrospectiva Normalmente los antiguos son presen-

tados por Platoacuten como sabios como depositarios de un saber divino desve-

lado soacutelo parcialmente a la posteridad (en contraposicioacuten a los filoacutesofos

que no se tienen por sabios sino por amantes de la sabiduriacutea y se identifi-

can con el ansia de un saber inacabado)592 Toda vislumbre posible de ver-

dad dice Platoacuten no es otra cosa que laquoun regalo de los dioses a los hom-

bresraquo (Θεῶν εἰς ἀνθρώπους δόσις)593 ya que nadie que pudiera respon-

der sin mediaciones a los problemas de su tiempo leemos en el Fedro ne-

cesitariacutea recurrir a las opiniones preteacuteritas

laquoLa verdad soacutelo ellos la saben Si nosotros mismos pudieacuteramos descubrir-

lo iquestnos seguiriacuteamos ocupando todaviacutea de las opiniones humanas (τῶν

ἀνθρωπίνων δοξασμάτων)raquo594

Del texto se desprende que la ocupacioacuten e incluso el diaacutelogo con el

pasado no es algo pasajero sino algo estrictamente necesario para alcanzar

la verdad El mito de Theut inventor de la escritura avala este reconoci-

miento platoacutenico de la importancia de la antiguumledad La sabiduriacutea fue tiem-

po atraacutes vivida laquosin el estorbo ni la limitacioacuten de la palabra escritaraquo Se tra-

ta de rescatar del azaroso vaiveacuten de las opiniones de los antiguos pequentildeos

rescoldos de aquella remota sabiduriacutea En consecuencia Platoacuten recomienda

el cultivo de la memoria en detrimento de las letras

592 Molero Cruz Joseacute ldquoAristoacuteteles historiador de la filosofiacuteardquo en Estudios Filosoacuteficos

XXXI 86 (1982) p 45

593 Platoacuten Filebo (Diaacutelogos vol VI) ed cit 16c 594 Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) ed cit 274c

429

laquoPorque es el olvido (λήθην) lo que produciraacuten en las almas de quienes

lo aprendan al descuidar la memoria (μνήμης) ya que fiaacutendose de lo es-

crito (πίστιν γραφῆς) llegaraacuten al recuerdo desde fuera a traveacutes de ca-

racteres ajenos no desde dentro desde ellos mismos y por siacute mismos No

es pues un faacutermaco de la memoria lo que has hallado sino un simple re-

cordatorio (οὔκουν μνήμης ἀλλὰ ὑπομνήσεως φάρμακον ηὗρες)

Apariencia de sabiduriacutea es lo que proporcionas a tus alumnos que no ver-

dad (σοφίας δὲ τοῖς μαθηταῖς δόξαν οὐκ ἀλήθειαν πορίζεις) Por-

que habiendo oiacutedo muchas cosas sin aprenderlas pareceraacute que tienen mu-

chos conocimientos siendo al contrario en la mayoriacutea de los casos total-

mente ignorantes y difiacuteciles ademaacutes de tratar porque han acabado por

convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad (δοζόσοφοι

γεγονότες ἀντὶ σοφῶν)raquo595

Se entiende que un filoacutesofo que diserta de este modo sobre la palabra

escrita aunque ndashparadoacutejicamente- sea uno de los mejores escritores de la

historia no pudiera entregarse por completo a recopilar las opiniones del

pasado ni a presentar sistemaacuteticamente la propia filosofiacutea por un lado pa-

ra evitar acarrear equiacutevocas interpretaciones por otro para evitar atenuar la

potencia misma del pensamiento encerrado en los centildeidos liacutemites de la pa-

labra escrita El discurso (λόγος) dice Platoacuten ha de estar dispuesto laquoa la

manera de un ser vivoraquo (ὥσπερ ζῷον συνεστάναι)596 igualmente ha de

poder adaptarse al movimiento mismo de lo real siendo por tanto tan efiacute-

595 Literalmente ldquoexpertos en opiniones ajenas ndashsin tener voz propia- en lugar de sa-

biosrdquo Ibid 275a-b Noacutetese la semejanza entre este texto y la denuncia de la πολυμα-

θίη que hace Heraacuteclito en 22 B 40 DK

596 Ibid 264c

430

mero como su objeto de estudio La auteacutentica filosofiacutea ha de permanecer

bajo el sello de lo inconcluso lo que no dejaba de provocar perplejidades ndash

enfados en ocasiones- entre los interlocutores de Soacutecrates por no cerrar

nunca las cuestiones abiertas en los diaacutelogos597

El destino de la escritura por tanto ademaacutes de perseverar en el tiem-

po es el de persistir como un testimonio incompleto de la verdad como un

diaacutelogo ya terminado que no se puede retomar o reavivar sino simplemente

laquorecordarraquo

laquoPorque es impresionante Fedro lo que pasa con la escritura (γραφή) y

por lo que tanto se parece a la pintura (ζωγραφία) En efecto sus vaacutesta-

gos estaacuten ante nosotros como si tuvieran vida (μὲν ὡς ζῶντα) pero si se

les pregunta algo (ἐὰν δrsquoἀνέρῃ τι) responden con el maacutes altivo de los si-

lencios (σεμνῶς πάνυ σιγᾷ) Lo mismo pasa con las palabras escritas

(ταὐτὸν δὲ καὶ οἱ λόγοι) Podriacuteas llegar a creer que lo que dicen fuera

597 Cfr Giovanni Reale Por una nueva interpretacioacuten de Platoacuten Barcelona Herder

2003 (trad cast Mariacutea Pons) Se trata de un estudio de conjunto acerca de la disputa en-

tre los partidarios del Platoacuten ldquoesoteacutericordquo (de la Academia) frente al ldquoexoteacutericordquo (de los

diaacutelogos) En sintoniacutea con la Escuela de Tubinga (Gaiser Kraumlmer etc) el autor trata de

acentuar la importancia primaria de las ldquodoctrinas no-escritasrdquo (ἄγραφα δόγματα) de

las que hacen referencia los mismos alumnos de Platoacuten (Aristoacuteteles in primis) Reale en

suma entresaca la imagen de un Platoacuten diverso de un Platoacuten oral y ndashen cierto sentido-

dogmaacutetico iquestpor lo demaacutes no es quizaacutes el mismo Platoacuten por ejemplo en la Carta VII

quien nos advierte de que su filosofiacutea tiene que buscarse en otro sitio distinto de los es-

critos En contra hemos de decir que esta interpretacioacuten deja ver sus carencias en una

confrontacioacuten con la problemaacutetica de los diaacutelogos a un tiempo que con buena parte de

los estudios claacutesicos sobre el pensador ateniense Acaso lo deseable seriacutea un intento de

conciliacioacuten entre ambas posturas en la medida de lo posible

431

como pensaacutendolo (δόξαις μὲν ἂν ὥς τι φρονοῦντας αὐτοὺς λέγειν)

pero si alguien pregunta queriendo aprender de lo dicho apuntan siempre

y uacutenicamente a una y la misma cosa Pero eso siacute con que una vez algo

haya sido puesto por escrito las palabras ruedan por doquier igual entre

los entendidos que como entre aquellos a los que no les importa en absolu-

to sin saber distinguir a quieacutenes conviene hablar y a quieacutenes no Y si son

maltratadas o vituperadas injustamente necesitan siempre la ayuda del pa-

dre ya que ellas solas no son capaces de defenderseraquo598

Si el escrito no puede responder a lo que se le pregunta ni tampoco

sustraerse de las malas interpretaciones parece evidente por queacute no es per-

tinente dejar por escrito las opiniones de los filoacutesofos Esas opiniones son

respuestas a una pregunta que tuvo lugar tiempo atraacutes pero si es cierto que

la filosofiacutea nace de la laquoadmiracioacutenraquo ante los aspectos no dominados de lo

real (μάλα γὰρ φιλοσόφου τοῦτο τὸ πάθος τὸ θαυμάζειν)599 eso

seriacutea equivalente a la negacioacuten del hecho filosoacutefico mismo

Los personajes que aparecen en los diaacutelogos en suma son momen-

tos ficticios de una escena que representa la buacutesqueda actual de la verdad

Es maacutes cuando se traen a colacioacuten pensamientos ajenos no se hace con el

fin de transferirlos fielmente sino que retontildean en la propia fluencia del dis-

curso para enmarcarlo contrastarlo o reforzarlo600 En este sentido no se

retoma el pasado como algo muerto sino que en cuanto fruto de una preteacute-

rita mirada sobre lo real se supera conservaacutendolo ndashdicho en teacuterminos he-

gelianos- desde la propia mirada presente al enigma del cosmos 598 Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) ed cit 275d-e Noacutetese la belleza de la etimologiacutea

de pintura ldquozoografiacuteardquo (ζωγραφία) literalmente ldquofijar o escribir lo vivordquo

599 Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) ed cit 155d 600 Cfr Molero Cruz Joseacute op cit p 48

432

Sin la palabra escrita que conlleva un cierto modo de trascender el

tiempo probablemente no habriacutea llegado hasta nosotros la mayor parte de

la cultura griega incluidos los textos del ateniense Sin duda ldquofaacutermaco es-

timulador de la memoriardquo pero tambieacuten inmenso recipiente que la contie-

ne iquestAcaso no resulta extrantildea la objecioacuten de que laquolas letras conduciraacuten al

olvido a aquellos que las utilicenraquo iquestQueacute clase de memoria es esta que por

descuidarla el hombre caeraacute en el olvido a pesar de disponer del texto es-

crito Como sentildeala Emilio Lledoacute es muy posible que en este pasaje re-

suene un fuerte eco pitagoacuterico

laquoSabemos de la importancia que el cultivo de la memoria tuvo para los

disciacutepulos de Pitaacutegoras El dinamismo interior que ese cultivo implica

mantiene viva la mente Una intimidad que no crea su propia memoria es-

taacute siempre sometida y condenada a lo exteriorraquo601

Tomando nota solamente de las opiniones la memoria del alma se

afianzaraacute en algo ajeno a ella misma en algo que viene de fuera Pendiendo

de tal enajenacioacuten no se puede cimentar de un modo seguro la arquitectura

del verdadero conocimiento que no es δόξα sino ἐπιστήμη Ante esa de-

pendencia de laquolo que viene de fueraraquo (ἔξωθεν) el texto de Platoacuten opone

un laquodentroraquo (ἔνδοθεν) Se trata del contraste entre el silencio de la natura-

leza y el habla de la palabra Mientras que la naturaleza nos presenta el

universo las letras nos lo re-presentan Lo que dice la naturaleza es lo que

nosotros vemos lo que nos decimos a nosotros mismos (αὐτοὺς ὑφrsquoαὑ-

τῶν) En consecuencia ver el mundo es oiacuter la voz con la que nosotros mis-

601 Lledoacute Emilio El surco del tiempo Meditaciones sobre el mito platoacutenico de la escri-

tura y la memoria Barcelona Criacutetica 1992 p 64

433

mos constatamos su presencia Entre el mundo del λόγος y el mundo de la

φύσις

laquoNo se interpone maacutes que un murmullo interior que se levanta en noso-

tros cuando los sentidos filtran el aparecer de la realidad Los materiales

que componen ese discurso que nos habla y con el que nos hablamos estaacuten

en nosotros y se alimentan de nosotros Esto es nuestro mundo interior es-

taacute surcado por las constelaciones con las que la naturaleza ndashaquello que al

fin y al cabo somos- afirma su presenciaraquo602

La fuente de la que se nutre la memoria estaacute situada ndasha traveacutes de la

intimidad- en un pasado que se presenta a cada momento No se trata de lo

que fuimos sino de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser Sin du-

da el pasado no es un recipiente donde se pueda volver a retomar lo que an-

tantildeo estuvo vivo pero acaso alliacute se encuentren las raiacuteces de los liacutemites y

posibilidades que nos destape el futuro Por eso para Platoacuten el teacutermino fun-

damental de este pasaje es el laquoolvidoraquo (λήθην) que se produce por descui-

do de la memoria El fundador de la Academia no rechaza el diaacutelogo vivo

con el pasado sino el monoacutelogo de la escritura consigo misma que en oca-

siones falsea lo que trata de revelarnos y mutila siempre el tempo y la esen-

cia de la verdadera comunicacioacuten Lo sido soacutelo es de nuevo en el recuerdo

nunca en la relectura pero para recordar hay que haberlo vivido previa-

mente en primera persona tal y como prescribe la teoriacutea de la anaacutemnesis o

reminiscencia Lo mismo sucede con la pintura o con la escultura No son

maacutes que imitaciones que no representan la vida misma sino apariencias de

la vida Esas representaciones en efecto no soacutelo laquono hablanraquo sino que

602 Ibid p 65

434

ademaacutes laquono escuchanraquo ni tampoco laquorespondenraquo si se las interroga carecen

de λόγος de aquello que determina la esencia humana y por eso no son

capaces de diaacutelogo (διάλογος) Soacutelo asiacute se entiende que el verdadero pen-

samiento sea un laquodiaacutelogo silencioso del alma consigo mismaraquo603

Otra de las claves que encierran el sentido de la posicioacuten platoacutenica es

el teacutermino ἀκοήν (ldquotradicioacuten oralrdquo literalmente ldquolo que he oiacutedordquo) Los

primeros (τῶν προτέρων) saben la verdad porque la laquovieronraquo (τὸ δrsquoἀλη-

θὲς αὐτοὶ ἴσασιν)604 Nosotros la hemos laquooiacutedoraquo pero no podemos alcan-

zar esa presencia inmediata que se dio en el origen Tras ese momento ini-

cial todo lo demaacutes es tradicioacuten mediacioacuten opinioacuten605

603 ldquoiquestQueacute entiendes por pensar Un discurso que el alma se dirige a siacute misma sobre los

objetos que considera (λόγον ὃν αὐτὴ πρὸς αὑτὴν ἡ ψυχὴ διεξέρχεται περὶ ὧν

ἂν σκοπῇ) [hellip] Me parece que el alma cuando piensa no hace otra cosa que conversar

consigo misma interrogando y respondiendo afirmando y negando [hellip] en esto consis-

te el juicio [hellip] y la opinioacuten es un discurso pronunciado no a otro ni de vida voz sino

en silencio y a siacute mismo (καὶ τὴν δόξαν λόγον εἰρημένον οὐ μέντοι πρὸς ἄλλον

οὐδὲ φωνῇ ἀλλὰ σιγῇ πρὸς αὑτόνmiddot) Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) ed cit 189

e-190a 604 ldquoEl primero es el auteacutentico hiacutestōr aquel que sabe porque estuvo alliacute porque viordquo

Lledoacute Emilio Lenguaje e historia Barcelona Ariel 1978 pp 92-101

605 Cfr Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) ed cit 274c (Ἀκοήν γrsquoἔχω λέγειν τῶν

προτέρων τὸ δrsquoἀληθὲς αὐτοὶ ἴσασιν εἰ δὲ τοῦτο εὕροιμεν αὐτοί ἆρά γrsquo ἂν

ἔθrsquo ἡμῖν μέλοι τι τῶν ἀνθρωπίνων δοξασμάτων) laquoFrente a la verdad vista y di-

cha por los primeros ya no cabe para no perder el contacto con ella sino engarzarse en

la tradicioacuten que como doacutexa la intercepta y la mediatizaraquo Lledoacute Emilio El surco del

tiempo Meditaciones sobre el mito platoacutenico de la escritura y la memoria ed cit p

41

435

El filoacutesofo en definitiva ajusta su palabra escuchando la de la natu-

raleza y no las opiniones preteacuteritas que no hacen sino delatar la insuficien-

cia de las letras para reflejarla En efecto todo texto sobrevive a su autor y

sigue hablando aunque eacuteste ya no pueda hacerlo El texto es leiacutedo e inter-

pretado una y otra vez por un nuevo lector que se convierte en contexto pa-

ra ese texto proyectando su horizonte en el horizonte original con vistas a

alcanzar una fusioacuten y una retro-alimentacioacuten Sin embargo el texto escrito

al que tanto zahiere Platoacuten no soacutelo sirve para perpetuar la voz de los anti-

guos a lo largo del tiempo tambieacuten permite entresacar nuevos sentidos es-

cuchar otras voces que acaso pasaron desapercibidas o tal vez resuenen

con maacutes intensidad en nuestro contexto y percibir como presente lo que no

era maacutes que pasado606 Las letras en suma rescatan del tiempo y de su irre-

vocable fluencia al pasado para mantenerlo vivo y convertirlo incluso en

futuro porque en el mundo de las letras no se olvide todos los textos se

conjugan en futuro a la espera de un nuevo lector

2 Aristoacuteteles iquesthistoriador de la filosofiacutea

Maacutes fecundo fue Aristoacuteteles a este respecto quien nos ha transmitido

un sinfiacuten de opiniones de los presocraacuteticos aunque movido por la preocu-

pacioacuten de encontrar en ellas lo que era presagio de su propio sistema (por

eso sentildealoacute sus aciertos y tratoacute de refutar sus errores)607 En un sentido am-

606 Sobre este tema cfr Sartre Jean-Paul Las palabras Madrid Alianza 1995 pp 94

ss (trad cast Manuel Lamana) 607 Robin Leon op cit p 7 ldquoEn la escuela de Aristoacuteteles se extractaron sistemaacutetica-

mente obras de antiguos filoacutesofos pero soacutelo desde el punto de vista de su relacioacuten con

los problemas aristoteacutelicosrdquo Fraumlnkel Hermann op cit p 20

436

plio con las restricciones oportunas nos podemos referir al libro A de la

Metafiacutesica como la primera laquohistoria de la filosofiacutea occidentalraquo Tras expo-

ner concisamente la teoriacutea de las causas como es sabido Aristoacuteteles pasa a

exponer y criticar las doctrinas de los filoacutesofos anteriores sosteniendo que

todas ellas resultan pasos insuficientes pero necesarios para llegar a su pro-

pia teoriacutea Ciertamente no se trata de un estudio histoacuterico-hermeneacuteutico en

sentido moderno pero esto no ensombrece su conciencia histoacuterica del pa-

sado de la filosofiacutea

laquoExisten suficientes indicios en su pensamiento que permiten reconstruir

en la obra del Estagirita todo un rico enfoque intelectual hacia los proble-

mas del pasado filosoacutefico [hellip] capaz de sacar a la luz el hilo conductor

que une la dispersidad de los contenidos de la memoria histoacutericaraquo608

Su actitud con respecto a los presocraacuteticos (y a su maestro Platoacuten) re-

sulta tan claramente poleacutemica que sus testimonios por valiosos que sean ndash

afirma Cherniss- laquono pueden ser aceptados sin maacutesraquo Es cierto que la posi-

cioacuten aristoteacutelica tiende a descuidar aquellos problemas de los que se ocupa-

ron los presocraacuteticos que no aparecen en su propio sistema Si bien esto no

quiere decir que tergiverse el pasado deliberadamente ni mucho menos que

sus testimonios carezcan de valor No estamos de acuerdo con Cherniss

quien enuncia hasta siete procedimientos distintos del Estagirita para dis-

torsionar el pasado aunque hacemos nuestra su advertencia de que no se

pueden aceptar sus testimonios laquosin maacutesraquo lo maacutes preciso seriacutea estudiar

608 Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L op cit p 290 Cfr Mondolfo Rodolfo ldquoLa concepcioacuten

historicista de Aristoacutetelesrdquo en Problemas y meacutetodos de investigacioacuten de la historia de

la filosofiacutea Buenos Aires Eudeba 1969 pp 33-38

437

laquocoacutemo Aristoacuteteles se sirvioacute de todos esos escritos para la constitucioacuten de su

propio sistemaraquo609

Se puede recordar un texto de la Poliacutetica en el que se destaca la im-

portancia de conocer la genealogiacutea de los problemas que se estudian para

conocer mejor el proceder aristoteacutelico pues aunque la historia no se ocupe

de lo universal sino de lo particular (no siendo por tanto auteacutentica ciencia)

asiste al resto de las disciplinas en la ordenacioacuten de los datos de la expe-

riencia lo que permite conocer la trabazoacuten de unas ideas con otras a lo lar-

go del tiempo

laquoObservando el desarrollo de las cosas desde su origen (ἐξ ἀρχῆς τὰ

πράγματα) se obtendraacute en esta cuestioacuten como en lo demaacutes la visioacuten

maacutes clara (κάλλιστrsquo ἂν οὕτω θεωρήσειεν)raquo610

Aristoacuteteles ve en la tradicioacuten el depoacutesito de una sabiduriacutea perdida di-

vina velada por el mito de modo que es preciso filtrarla criacuteticamente para

encontrar en la marantildea de lo preteacuterito alguacuten contenido de verdad611 Igual 609 Cherniss Harold F ldquoAristoacuteteles y la filosofiacutea presocraacuteticardquo en op cit pp 387ss

Cfr Cherniss Harold F ldquoThe Characteristics and Effects of Presocratic Philosophyrdquo

en Furley David Allen R E (Eds) op cit vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo

ed cit pp 1-28 610 Aristoacuteteles Poliacutetica ed cit 1252a 24-26 Cfr Aristoacuteteles Retoacuterica Madrid Gre-

dos 2002 1451a 36-b 11 (trad cast Quintiacuten Racionero) 611 ldquoLa exigencia de un examen preliminar de la filosofiacutea anterior que Aristoacuteteles sos-

tiene al comienzo de sus investigaciones teoacutericas responde a la misma necesidad de dis-

cusioacuten inherente a toda especulacioacuten filosoacutefica que aparece ya en las primeras manifes-

taciones poleacutemicas legadas por los presocraacuteticos que comienzan con la criacutetica del pen-

samiento ajeno la defensa de las propias ideasrdquo Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito textos y

problemas de su interpretacioacuten ed cit p 120 Como ampliacioacuten cfr Collobert Ca-

438

que en Platoacuten ese contenido de verdad es lo que dignifica el pasado y hace

necesario su estudio si bien para Aristoacuteteles laquorequieren una operacioacuten her-

meneacuteutica tendente a integrarlos en un estadio maacutes alto del desarrollo de la

razoacutenraquo612

En este sentido resulta preciso pasar revista a las opiniones de aque-

llos que laquoantes que nosotros se acercaron a investigar las cosas que son y

filosofaron acerca de la verdadraquo y nos han preparado el camino tanto por

sus tinos como por sus desatinos613 Esto quiere decir ademaacutes que la evo-

lucioacuten posterior del pensamiento filosoacutefico hasta llegar al propio Aristoacutete-

les estaacute inevitablemente marcada por la naturaleza de los problemas mis-

mos (αὐτὸ τὸ πρᾶγμα) En efecto la teoriacutea de las cuatro causas y los dis-

tintos momentos histoacutericos que jalonan el desarrollo de su planteamiento

hasta culminar plenamente en la exposicioacuten de Aristoacuteteles laquono hacen sino

reproducir el desenvolvimiento del propio pensamiento teoacuterico impulsado

por la naturaleza misma de los problemasraquo614 Es importante que recorde-

mos que Aristoacuteteles en sus exposiciones acerca de los presocraacuteticos no

muestra mayor intereacutes que Platoacuten en escribir laquohistoriaraquo sino que le moti-

van los problemas de su propia filosofiacutea El problema no consiste en escla-

recer si Aristoacuteteles ha falseado o no los hechos sino simplemente en notar

que laquola exactitud de la informacioacuten y la diferenta entre este y aquel filoacutesofo

therine ldquoAristotlersquos Review of the Presocratics Is Aristotle Finally a Historian of Phi-

losophy en Journal of the History of Philosophy vol 40 nordm 3 (2002) pp 281-295 612 Molero Cruz Joseacute op cit p 51

613 ὅμως δὲ παραλάβωμεν καὶ τοὺς πρότερον ἡμῶν εἰς ἐπίσκεψιν τῶν ὄντων

ἐλθόντας καὶ φιλοσοφήσαντας περὶ τῆς ἀληθείας Aristoacuteteles Metafiacutesica ed

cit A 3 983b 1-6 614 Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L op cit p 291

439

no teniacutean mucha importancia para eacutel puesto que le interesaban mucho maacutes

los problemasraquo615 Por eso dijo Aristoacuteteles

laquoAcerca de ello podemos concluir que de los que han estudiado el princi-

pio y la causa ninguno ha dicho nada que se salga de las causas determi-

nadas por nosotros en la Fiacutesica sino que todos aunque de modo confuso

(ἀμιδῶς) se acercan en cierto modo a ellasraquo616

Esto confirma que el pasado de la propia disciplina soacutelo puede enten-

derse para un auteacutentico filoacutesofo desde un presente capaz de darle pleno

sentido Aristoacuteteles juzgoacute es sabido que la teoriacutea de las cuatro causas aca-

baba con las controversias entre los distintos tipos de ἀρχή esto es entre

los distintos principios del universo para los presocraacuteticos De este modo

laquoLa filosofiacutea dejaba de ser tensioacuten hacia el saber para adquirir el estatuto

propio de la sabiduriacutea esto es conocimiento de las causas y los principios

uacuteltimosraquo617

Pero quizaacute resulte una excesiva simplificacioacuten denunciar a Aristoacutete-

les por falsear el pasado a fin de pergentildear un examen centrado exclusiva-

mente en su propio sistema En nuestra opinioacuten lo que le perocupaba era

comprender lo real de un modo multidimensional y para ello era menester

conocer las opiniones de los filoacutesofos anteriores (sin olvidar que el filoacutesofo

tiene el deber de perseverar en su propia opinioacuten sin dejarse eclipsar por

laquoel prestigio de lo antiguoraquo) La mirada retrospectiva no es un simple ejer- 615 Gadamer H-G ldquoEl planteamiento doxograacutefico de Aristoacutetelesrdquo ed cit pp 86-87 616 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 6 988a 20-24 617 Cfr Molero Cruz Joseacute op cit p 51

440

cicio de erudicioacuten sino el intento de captar el movimiento mismo por el

que la verdad se desvela ante el filoacutesofo en las encrucijadas de lo real618

El libro A de la Metafiacutesica no es el uacutenico donde se habla del pasado

es preciso complementarlo con el libro Γ de caraacutecter refutatorio en el que

Heraacuteclito no sale muy bien parado Tras introducir la teoriacutea que estudia laquolo

que es en tanto que es y lo que le corresponde de suyoraquo Aristoacuteteles centra

su atencioacuten en las doctrinas anteriores que se desviaron del recto camino619

Y el asunto no carece de gravedad puesto que como dice el propio Aris-

toacuteteles

laquoSi los que maacutes han alcanzado a ver la verdad que nos es asequible ndashy eacutes-

tos son los que maacutes la buscan y aman (ζητοῦντες καὶ φιλοῦντες)- tie-

nen tales opiniones (δόξας) y manifiestan estas cosas acerca de la verdad

(ἀληθείας) iquestcoacutemo no ha de ser natural que se desanimen los que se dis-

ponen a filosofar Realmente perseguir la verdad seraacute como perseguir paacute-

jaros al vueloraquo620

618 Cfr Aubenque Pierre Le problegraveme de lrsquoecirctre chez Aristote Paris PUF 1972 p 71

(trad cast Vidal Pentildea Madrid Taurus 1981) 619 En el caso de Heraacuteclito la recriminacioacuten gira en torno al principio de no-contradic-

cioacuten No obstante dice ndashrefirieacutendose al Efesio- que ldquouno no cree siempre todas las co-

sas que dicerdquo Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Γ 3 1005 b 23-25 Sabido es que nume-

rosos estudiosos entre ellos Lloyd han mostrado que Heraacuteclito no incumple dicho prin-

cipio puesto que los contrarios no son ldquoa la vez y en lo mismordquo sino que se intercam-

bian unos con otros y soacutelo son simultaacuteneos en potencia por decirlo en teacuterminos aristo-

teacutelicos por ejemplo en 22 B 61 DK ldquoEl mar es el agua maacutes pura y maacutes impura para los

peces potable y saludable para los hombres impotable y mortalrdquo Cfr Lloyd G E R

Polarity and Analogy ed cit pp 94-96 Cfr Graham Daniel op cit p 114 620 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Γ 5 1009b 33-1010a 1

441

Aristoacuteteles en suma no hace otra cosa que filosofiacutea Frente a los que

soacutelo estaacuten preocupados por re-producir el pasado (como si esta empresa

ameacuten de imposible no fuera esteacuteril) el fundador de Liceo se percatoacute de que

en todo intento de rescatar el pasado somos nosotros los que quedamos res-

catados reflejados o traicionados en nuestra comprensioacuten del mismo tam-

bieacuten se percatoacute de que la verdad no es algo que se encuentre o destape sino

algo que acontece en el propio decurso del pensamiento vivo No se olvide

que Aristoacuteteles no era arqueoacutelogo ni historiador sino bioacutelogo y zooacutelogo

ademaacutes de filoacutesofo

442

443

B El destino del libro de Heraacuteclito

1 La evolucioacuten de la doxografiacutea

Nos encontramos ante uno de los filoacutesofos que maacutes interpretaciones

distintas o acaso contradictorias ha suscitado Desde el momento mismo de

su muerte se puede comenzar a investigar el destino del texto y sus nume-

rosas interpretaciones De todos es sabida la queja presentada por Aristoacutete-

les sobre la ambigua puntuacioacuten del principio del libro heracliacuteteo (ἐν τῇ

ἀρχῇ αὐτῇ τοῦ συγγράμματος) Sobre todo le acusa de no someterse a

las normas principales del discurso esto es que sea laquosencillo de leerraquo (εὐ-

ανάγνωστον) y laquosencillo de entenderraquo (εὔφραστον) No cabe duda de

que la velocidad del modo de expresioacuten del Efesio el ritmo poeacutetico casi

musical es deudor de los paraacutemetros de una cultura oral ajena a las pautas

del discurso escrito621

Pero Aristoacuteteles no carece de razoacuten al denunciar la laquooscuridadraquo (τὸ

ἄδηλον) de las primeras liacuteneas de 22 B 1 DK laquoAunque esta razoacuten (λό-

γος) existe siempre los hombres se tornan incapaces de comprenderlaraquo622

Ciertamente no estaacute claro si se quiere decir con el siempre que ldquoesta razoacuten

existe siemprerdquo o bien que ldquolos hombres se tornan siempre incapaces de

comprenderlardquo Nosotros entendemos que es el λόγος medida universal

de la naturaleza en su conjunto el que existe siempre por otro lado aunque

621 Cfr Sauvanet Pierre Le rythme grec dacuteHeacuteraclite agrave Aristote ed cit pp 22-32 Cfr

Deichgraumlber Karl op cit pp 59ss

622 τοῦ δὲ λόγου τοῦδrsquo ἐόντος ἀεὶ ἀξύνετοι γίνονται ἄνθρωποι Aristoacuteteles Re-

toacuterica Madrid Gredos 2002 III 5 1407b 11-19 (trad cast Quintiacuten Racionero)

444

Heraacuteclito constate que los maacutes no lo comprenden los dormidos no dice

que sean incapaces de comprenderlo jamaacutes sino que les invita justamente a

lo contrario a despertar en lo que une a despertar en lo comuacuten

La principal fuente para el estudio de su filosofiacutea es la tradicioacuten do-

xograacutefica sin olvidar las aportaciones de Platoacuten y Aristoacuteteles maacutes filosoacutefi-

cas que doxograacuteficas pero de una importancia irrefutable623 La idea de la

necesaria conexioacuten del pensamiento con su pasado es consustancial a la

cultura griega ldquodecir las cosas dichasrdquo (λέγειν τὰ λεγόμενα) era el mo-

do natural de evitar que algo digno de recuerdo se deslizara de la memoria

de los hombres624 Por eso es menester que de entrada se tome buena nota

de Platoacuten y Aristoacuteteles puesto que todo apunta a que conocieron directa-

mente el escrito heracliacuteteo al contrario que nosotros

Los doxoacutegrafos como es sabido son los escritores o compiladores

de opiniones (δόξαι) llamadas tambieacuten preceptos (τὰ ἀρέσκοντα) y co-

nocidas como placita en latiacuten El teacutermino fue acuntildeado por Hermann Diels

en su obra Doxographi Graeci (Berliacuten 1879) la primera y maacutes importante

edicioacuten y clasificacioacuten del material doxograacutefico asiacute como el primer estudio

fundamental de dicha tradicioacuten Dos deacutecadas despueacutes publicoacute la edicioacuten de

623 ldquoHemos partido de la conviccioacuten de que el inicio de la ciencia y la filosofiacutea griegas

debe entenderse a partir de las respuestas que los grandes pensadores ndashcomo Platoacuten y

Aristoacuteteles- han dado a las cuestiones planteadas por dicho inicio Estas cuestiones sin

duda fueron las de la aproximacioacuten cientiacutefica matemaacutetica astronoacutemica y fiacutesica a lo

que desde Platoacuten llamamos naturalezardquo Gadamer Hans-Georg ldquoEl planteamiento do-

xograacutefico de Aristoacutetelesrdquo en El inicio de la filosofiacutea occidental ed cit p 85 A este

respecto cfr Gadamer H-G ldquoPlatoacuten y la cosmologiacutea presocraacuteticardquo El inicio de la sa-

biduriacutea ed cit p 109 624 Cfr Heroacutedoto Historia ed cit VII 152

445

los textos Die Fragmente der Vorsokratiker (Berliacuten 1903) que se ha con-

vertido en la principal obra de referencia hasta la fecha

El sustento de la tradicioacuten doxograacutefica son los ca 1618 libros de las

Opiniones de los fiacutesicos (Φυσικῶν δόξαι) de Teofrasto (siglos IV-III a

C) conocida en latiacuten como De physicorum placitis625 De la misma obra ndash

desaparecida- se hicieron dos libros el primero titulado Sobre los princi-

pios materiales y el segundo Sobre la sensacioacuten Del primer libro quedan

varios extractos conservados por el neoplatoacutenico Simplicio (siglo VI) en

sus comentarios a la Fiacutesica de Aristoacuteteles626 El segundo libro se ha conser-

vado casi por completo

Despueacutes de Teofrasto tomando como referencia su obra hay una se-

rie de recopilaciones de opiniones que responden a la presente divisioacuten

1- ldquoTemaacuteticasrdquo que toman como referencia cuestiones claacutesicas

2- ldquoBiograacuteficasrdquo que tratan de autores concretos

3- ldquoSucesionesrdquo que tratan de escuelas o sectas627

625 Cfr Mansfeld Jaap ldquoPhysikai Doxai and Problemata Physica from Aristotle to Aeuml-

tiusrdquo en Fortenbaugh W W Gutas D Theophrastus His Psychological Doxogra-

phical and Scientific Writings London Transaction ldquoRutgers University Studies in

Classical Humanitiesrdquo vol 5 1992 pp 63-111 626 Simplicio se apoyoacute a su vez en Alejandro de Afrodisia (s II-III) llamado el ldquosegun-

do Aristoacutetelesrdquo por el notable conocimiento del corpus aristotelicum que evidencioacute y

por los criterios hermeneacuteuticos que establecioacute en su lectura e interpretacioacuten 627 Sin duda nos encontramos ante tres modos de entender la historia de la filosofiacutea que

han llegado hasta el presente Cfr Ferrater Mora Joseacute ldquoDoxoacutegrafosrdquo en Diccionario

de Filosofiacutea vol 1 Madrid Alianza 1979 p 864 Excluimos de esta clasificacioacuten las

cronografiacuteas (como la Chronica de Apolodoro basada en parte en la Chronographia de

Eratoacutestenes de Cirene) porque se trata desde el punto de vista de la filosofiacutea de simples

auxiliares En ellas se encuentran listas de filoacutesofos organizadas por escuelas de acuer-

do con la supuesta fecha de nacimiento de los mismos

446

Dentro de las obras que hemos llamado ldquodoctrinalesrdquo las que siguen

el meacutetodo de presentacioacuten seguacuten temas o problemas adoptado por Teofras-

tro se halla una compilacioacuten a la que Diels dio el nombre de Vetusta Placi-

ta Esta recopilacioacuten ndashperdida- fue redactada al parecer por un disciacutepulo de

Posidonio en el s I Conteniacutea opiniones de autores hasta Teofrastro inclu-

sive de filoacutesofos peripateacuteticos como el mencionado estoicos o epicuacutereos

Las Vetusta Placita constituyeron la base de la compilacioacuten posterior de

Aecio (siglo II) las llamadas Aetii Placita (Συναγωγὴ τῶν ἀρεσκόν-

των) A su vez la compilacioacuten de Aecio constituyoacute la base de las dos do-

xografiacuteas maacutes importantes que han llegado hasta nosotros El Epitome o

Placita philosophorum del Pseudo-Plutarco628 ndashque se atribuyoacute en princi-

pio a Plutarco- y los ldquoExtractosrdquo (Eclogae) contenidos en la Antologiacutea

(Ανθολόγιον) o Florilegium de Juan Estobeo (siglos V-VI)629

Entre las obras biograacuteficas destaca la de Dioacutegenes Laercio Vidas y

opiniones de los filoacutesofos maacutes ilustres (Βίοι καὶ γνῶμαι τῶν ἐν φιλοσο-

φίᾳ εὐδοκιμησάντων) compuesta entre los antildeos 225250 en la que se

recogen con frecuencia sin cuidado y casi siempre sin criacutetica informacio-

628 Varias obras antiguamente atribuidas a Plutarco son hoy consideradas apoacutecrifas La

calificacioacuten ldquoPseudo-Plutarcordquo designa el conjunto de tales obras Maacutes especiacuteficamente

se llama Pseudo-Plutarco al Epitome doxograacutefico cuyo tiacutetulo completo es Περί τῶν

ἀρεσκόντων φιλοσόφοις φυσικῶν δογμάτων y que suele citarse con el nombre

de Placita philosophorum del Pseudo-Plutarco

629 Estobeo compuso cuatro libros titulados Εκλογῶν ἀποφθεγμάτον ὑποθηκῶν

βιβλία τέσσαρα Estos cuatro libros se repartieron en dos voluacutemenes de dos libros ca-

da uno El primer volumen abarca las citadas Eclogae el segundo es la llamada Antolo-

giacutea Cfr Mansfeld Jaap ldquoSourcesrdquo en Long A A (Ed) The Cambridge Companion

to Early Greek Philosophy Cambridge Cambridge University Press 1999 pp 23

447

nes proporcionadas por numerosos historiadores y bioacutegrafos de la eacutepoca

alejandrina Como es sabido contiene muacuteltiples referencias datos textos

aneacutecdotas y resuacutemenes de doctrinas de 84 filoacutesofos desde los Siete Sabios

hasta Epicuro Como se ha dicho no es criacutetico ni sistemaacutetico con el mate-

rial que reproduce y sus comentarios carecen de rigor No obstante y pues-

to que cita sus fuentes este libro es una de las principales referencias doxo-

graacuteficas

En cuanto a las sucesiones la maacutes importante es la del peripateacutetico

Socioacuten de Alejandriacutea Διαδοχαί φιλοσόφων (siglo II a C) de ella pro-

cede la distincioacuten claacutesica entre la escuela de los jonios a la que pertenece

Heraacuteclito y la de los itaacutelicos a la que pertenece Parmeacutenides

A las obras citadas pueden antildeadirse otras fuentes doxograacuteficas Se

encuentran doxografiacuteas en Varroacuten (que se basoacute en parte en las Vetusta Pla-

cita) en Ciceroacuten (siglos II-I aC)630 en Plutarco (siglos I-II) en las Noctes

Atticae de Aulo Gelio en Sexto Empiacuterico (siglos II-III) y en comentaristas

como Simplicio Importantes son los Philosophoumena de la Refutacioacuten de

todas las herejiacuteas de Hipoacutelito romano (siglos II-III) ndashbasada de nuevo en

Teofrasto- y diversos fragmentos que se atribuyeron a Plutarco y que son

llamados Stromateis pseudo-plutarquianos (conservados en la Praeparatio

Evangelica de Eusebio de Cesarea)

Aunque la compilacioacuten de Teofrasto puede seguir siendo considera-

da como fundamento de la tradicioacuten doxograacutefica esto no significa que to-

630 Aunque sus obras no son propiamente originales la difusioacuten que hizo del pensa-

miento griego no se limitoacute a la tarea de un mero doxoacutegrafo traductor o divulgador sino

que estuvo mediatizada por una fecunda labor de sistematizacioacuten e interpretacioacuten En

este sentido ademaacutes de ser de una gran importancia para el conocimiento de la filosofiacutea

de la antiguumledad la obra de Ciceroacuten se caracteriza por crear las bases de una terminolo-

giacutea filosoacutefica latina de alto alcance para la posteridad

448

das las compilaciones de esta tradicioacuten procedan directa o indirectamente

de la elaborada por Teofrastro Lo maacutes plausible es que hubiera numerosos

trabajos producidos con independencia del peripateacutetico en alguno de ellos

se basaron parte de las doxografiacuteas de autores como Plutarco o Clemente

de Alejandriacutea (siglos II-III) de suma importancia para el destino de Heraacute-

clito No hay que olvidar por otro lado que el punto de partida de Diels era

la hipoacutetesis de su maestro Hermann Usener expuesta en su obra Analecta

Theophrastea (Diss Bonn 1858) de que las fuentes maacutes importantes del

pensamiento antiguo teniacutean que estar todas ellas interconectadas es maacutes

de lo que se trata es de hacer plausible la conclusioacuten de que todas proceden

de una uacutenica fuente Teofrastro (que en uacuteltima instancia permanece a la

sombra de Aristoacuteteles)631

Esto no parece descabellado si tenemos en cuenta que el libro Α de la

Metafiacutesica de Aristoacuteteles puede ser considerado en sentido amplio como

la primera ldquohistoria de la filosofiacutea occidentalrdquo (complementado por el libro

Γ de esa misma obra) En el primero se destacan las coincidencias entre los

631 Cfr Baltussen Han ldquoThe Presocratics in the Doxographical Tradition Sources

Controversies and Current Researchrdquo en Studia Humaniora Tartuensia vol 6A6

(2005) p 4 Cfr Mansfeld Jaap ldquoDoxography of Ancient Philosophyrdquo ed cit p 3

Como ampliacioacuten cfr Mansfeld Jaap ldquoDoxography of Ancient Philosophyrdquo en Zalta

E N (Ed) The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2007 Ed) en httpplato

stanfordeduentriesdoxography-ancient Cfr Mansfeld Jaap ldquoSourcesrdquo ed cit pp

22-45 Cfr Mansfeld Jaap Studies in the Historiography of Greek Philosophy Assen

Van Gorcum 1990 Cfr Laks Andreacute ldquoHistoire criacutetique et doxographie Pour une his-

toire de lrsquohistoriographie de la philosophierdquo en Les Etudes Philosophiques 4 (1999)

pp 465-477 Cfr Robin Leon ldquoLas fuentesrdquo en El pensamiento griego y los oriacutegenes

del espiacuteritu cientiacutefico ed cit pp 7-16 Cfr Mouraviev Serge N ldquoHeacuteraclite drsquoEacutephe-

serdquo en Goulet R (Ed) Dictionnaire des Philosophes antiques vol III Paris CNRS

2000 pp 573-617

449

pensadores anteriores y el sistema aristoteacutelico como se ha sentildealado ante-

riormente mientras que en el segundo se presentan las diferencias de un

modo maacutes criacutetico Aristoacuteteles ademaacutes siempre suele anteponer el sentido

problematico o temaacutetico de la filosofiacutea al cronoloacutegico estudiando a los au-

tores por doctrinas antes que por nacimiento o procedencia lo que permite

agrupar bajo un mismo nuacutecleo temaacutetico a pensadores de distinta eacutepoca

Volviendo al punto de partida parece evidente que Teofrastro adopta

el meacutetodo dialeacutectico de Aristoacuteteles que analiza las opiniones a partir de su

plausibilidad y grado de aceptacioacuten por la comunidad derivando en el exa-

men de su verdad o falsedad (lo que no parece extrantildeo dada la cercaniacutea con

su maestro al que sucedioacute a la cabeza del Liceo durante maacutes de tres deacuteca-

das) Cuando explica el meacutetodo dialeacutectico en los Toacutepicos Aristoacuteteles nos

deja unas indicaciones que subsisten en buena parte de las doxografiacuteas que

conocemos

laquoLos instrumentos a traveacutes de los cuales llevaremos a buen puerto los ra-

zonamientos son cuatro primero tomar las proposiciones segundo poder

distinguir de cuaacutentas maneras se dice una cosa tercero encontrar las dife-

rencias cuarto la observacioacuten de lo semejante [hellip] las proposiciones se

han de escoger de tantas cuantas maneras se han precisado asumiendo

bien las opiniones de todo el mundo bien las de la mayoriacutea bien las de los

sabios y de eacutestos bien las de todos bien las de la mayoriacutea bien las de los

maacutes conocidos con tal de que no sean contrarias a las apariencias [hellip] Es

preciso proponer tambieacuten en forma de contradiccioacuten las contrarias a las

que parecen plausibles tal como se ha dicho antes Tambieacuten es uacutetil cons-

truirlas escogiendo no soacutelo las que son plausibles sino tambieacuten las seme-

jantes a ellas [hellip] Todo lo que parece darse en todos los casos o en la ma-

yoriacutea de ellos se ha de tomar como principio y tesis admitida [hellip] es uacutetil

tambieacuten escoger de entre los argumentos escritos y confeccionar listas de

450

cada clase separaacutendolas debajo de epiacutegrafes p ej Acerca del bien o

Acerca del ser vivo y en el caso del bien acerca de todo eacutel empezando

por el ldquoqueacute esrdquo Tambieacuten consignar al margen las opiniones de cada uno

p ej que Empeacutedocles dijo que los elementos de los cuerpos eran cuatro

pues cualquiera hariacutea suyo lo dicho por alguien reputado Hay para decir-

lo sumariamente tres clases de proposiciones y problemas En efecto

unas son proposiciones eacuteticas otras fiacutesicas y otras loacutegicas [hellip] del mismo

modo hay que dividir nuevamente eacutestas mientras sea posible hacer divisio-

nesraquo632

En suma se han de tomar las opiniones de los sabios elaborando de

entre sus escritos ldquolistas de cada claserdquo separaacutendolas bajo tiacutetulos empezan-

do por definir aquello a que se refiere el mismo y delimitando despueacutes ba-

jo subtiacutetulos las posibles ramificaciones del tema principal Tambieacuten hay

que ldquoanotar al margen las opiniones de cada unordquo p ej ldquoEmpeacutedocles dijo

quehelliprdquo de modo que cualquiera pueda aceptar ldquolo que ha dicho alguien re-

putadordquo Por uacuteltimo que no menos importante hay que agrupar las opinio-

nes seguacuten tres grandes tipos de problema ldquoeacuteticosrdquo ldquofiacutesicosrdquo y ldquoloacutegicosrdquo

distincioacuten que permanece en el estoicismo de Zenoacuten de Citio

Es posible por tanto que la conocida particioacuten en tres λόγοι de la

obra de Heraacuteclito que hizo Dioacutegenes Laercio ldquosobre el todordquo (τὸν περὶ

τοῦ παντός) ldquosobre poliacuteticardquo (τὸν πολιτικόν) y ldquosobre teologiacuteardquo (θεο-

λογικόν) procediera de una compilacioacuten alejandrina tomando la divisioacuten

estoica de la filosofiacutea como modelo Entendemos que en Heraacuteclito esta di-

visioacuten no pudo tener el peso episteacutemico que tiene en Aristoacuteteles puesto que

el pensamiento racional era incipiente auacuten ameacuten de que supondriacutea mutilar

632 Aristoacuteteles Toacutepicos ed cit I 13-14

451

la potencia de una intuicioacuten esencialmente relacional a la par que multidi-

mensional633

En la actualidad se empieza a revisar la obra de Diels sobre todo

desde el punto de vista metodoloacutegico lo que permite atisbar un intereacutes re-

novado por los presocraacuteticos Especialmente se apunta a una nueva revisioacuten

de las fuentes y sus interconexiones dando maacutes importancia al contexto en

el que son citadas y a los testimonios ldquoArdquo634 Junto a Teofrastro comien-

zan a tomar relevancia otros compiladores o comentaristas como Simplicio

Aecio los padres de la Iglesia alejandrinos el Pseudo-Plutarco o Juan Es-

tobeo

2 Principales hitos editoriales

Tales de Mileto el primero de los pensadores jonios no dejoacute nada

por escrito No sucede lo mismo con Anaximandro de quien se acepta por

unanimidad que fue el autor de la primera obra filosoacutefica en prosa titulada

laquoSobre la naturalezaraquo (Περὶ φύσεως) de la que se conservan cinco frag-

mentos compilados por Diels635 ni con Anaxiacutemenes de quien se conservan

soacutelo tres fragmentos pertenecientes a un libro con el mismo tiacutetulo636 Todo

633 Cfr Dioacutegenes Laercio op cit IX 6 La divisioacuten original es sabido procede del

platoacutenico Jenoacutecrates de Calcedonia sucesor de Espeusipo en la direccioacuten de la Acade-

mia Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 4 Sobre esto mis-

mo cfr Hadot Pierre Eacutetudes de philosophie ancienne Paris Les Belles Lettres p 80 634 Cfr Baltussen Han op cit p 6 635 Cfr 12 A 2 DK 636 Cfr Dioacutegenes Laercio op cit II 3

452

apunta por tanto a que Heraacuteclito perpetuoacute la tradicioacuten jonia de escribir un

libro en prosa sobre la naturaleza637

En el caso de Heraacuteclito paradoacutejicamente han tenido maacutes peso en su

transmisioacuten los autores maacutes alejados en el tiempo pues los maacutes cercanos

con un acceso presumiblemente directo a su obra nos han dejado apenas 10

fragmentos ldquoBrdquo entre Platoacuten (2) Aristoacuteteles (6) y Teofrastro (2) En el otro

extremo destacan los 80 que nos han dejado entre Clemente alejandrino

(24) Dioacutegenes Laercio (10) Hipoacutelito romano (18) Plutarco (17) o Juan

Estobeo (11) Otros autores importantes en este propoacutesito fueron Sexto Em-

piacuterico (3) Jaacutemblico (3) Marco Aurelio (6) Porfirio (2) Oriacutegenes (3) Ae-

cio (1) Plotino (1) Polibio (1) o Alberto Magno (1)

La segunda paradoja resentildeable es el hecho de que justamente los

autores que se acercan a Heraacuteclito desde el aacutembito religioso (los padres de

la Iglesia) en ocasiones con aacutenimo belicoso han presentado no obstante

sus textos de un modo maacutes completo y cercano a la letra que muchos de sus

predecesores

La Refutacioacuten de todas las herejiacuteas (Ἔλεγχος κατὰ πασῶν ἁιρέ-

σεων) de Hipoacutelito romano por ejemplo escrita hacia 230 tiene por objeto

rebatir aquellos supuestos que tienen su origen en el pensamiento griego

que pueden ser considerados hereacuteticos desde la tradicioacuten cristiana Hipoacutelito

utilizaba ciertamente argumentos de tradicioacuten maacutes que filosoacuteficos si bien

637 Cfr Ibid IX 6-7 IX 12 (22 A 1 DK) Cfr Aristoacuteteles Retoacuterica ed cit III 5

1407b 11-19 cfr Clemente de Alejandriacutea Stromata I 332 B Todos ellos hablan de un

uacutenico escrito (σύγγραμμα) escrito en dialecto jonio con alto contenido poeacutetico y de-

positado en el templo de Aacutertemis no tenemos noticia de que escribiera nada maacutes (por

otro lado no se dice nunca συγγράμματα en plural) Cfr Zeller E Mondolfo R

La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol IV ed cit p 11

453

no por ello son menos interesantes para el historiador de la filosofiacutea Con-

cretamente deriva de la filosofiacutea de Heraacuteclito la herejiacutea de Noeto aunque

para demostrarlo aduce numerosos fragmentos literales del escrito heracliacute-

teo lo que nos ha permitido conservarlos en la actualidad638

Tras los padres de la Iglesia tenemos que esperar hasta el siglo XVI

para encontrar la primera coleccioacuten de fragmentos de Heraacuteclito publicada

por el ceacutelebre humanista franceacutes Henri Estiegravenne quien los presentoacute en un

libro junto con otros fragmentos de poetas y filoacutesofos antiguos639 En total

compiloacute 40 fragmentos ademaacutes de 8 de las 9 Epiacutestolas pseudo-heracliacuteteas

acompantildeados del contexto y de las fuentes el orden parece aleatorio tam-

poco adjunta comentarios interpretaciones o numeraciones Se puede afir-

mar que filoloacutegica y filosoacuteficamente hablando no aporta nada nuevo al co-

nocimiento de Heraacuteclito Lo cierto es que la mayoriacutea de los eruditos huma-

nistas se limitaron a destacar la leyenda o el detalle pintoresco de los filoacuteso-

fos (sirva como ejemplo la contraposicioacuten claacutesica entre el llanto de Heraacutecli-

to y la risa de Demoacutecrito presente en autores como Seacuteneca Juvenal o Lu-

638 Cfr Hipoacutelito de Roma Refutacioacuten de todas las herejiacuteas (Los gnoacutesticos vol II)

Gredos Madrid 1983 IX 9-10 (trad cast Joseacute Montserrat) Cfr Osborne Catherine

Rethinking Early Greek Philosophy Hippolytus of Rome and the Presocratics New

York Cornell University Press 1987 A fines del siglo II la herejiacutea conocida con el

nombre de ldquomodalismordquo ensentildeoacute que en Dios no hay maacutes que una sola persona Esta

doctrina mantiene la divinidad de Jesucristo pero ensentildea al mismo tiempo la uniperso-

nalidad de Dios explicando que fue el mismo Padre quien se hizo hombre y padecioacute por

nosotros Ciertamente uno de los principales propugnadores de esta herejiacutea fue Noeto

de Esmirna contra el cual escribioacute Hipoacutelito Para ampliar este tema cfr Belloc Hilaire

Las grandes herejiacuteas Buenos Aires Tierra Media 2000 (trad cast Pedro de Olazaacutebal) 639 Estieacutenne Henri Poesis philosophica vel saltem Reliquiae poesis philosophicae Pa-

ris 1573

454

ciano de Samosata pero recurrente en este momento especialmente entre

pintores y literatos)640

En este sentido se pude afirmar sin apenas salvedades que Heraacutecli-

to ha sido revitalizado en el siglo XIX especialmente en Alemania

1 La edicioacuten criacutetica temaacuteticamente clasificada y comentada de 75

fragmentos (y numerosos testimonios) de Schleiermacher (Heraklei-

tos der dunkle von Ephesos Berlin 1808) representoacute un auteacutentico

punto de inflexioacuten para los estudios heracliacuteteos contemporaacuteneos se

trata del primer estudio estricto y memorable del que tenemos noti-

cia641

2 En 1858 aparecioacute la obra de Lassalle (Die Philosophie Herakleitos

des Dunklen von Ephesos Berlin 1858) se trata de una monografiacutea

filosoacutefica de raigambre hegeliana que incorpora numerosos textos

de confusa autenticidad642

640 Cfr Ceacuteard J Kecsemeti J Boudou B (Eds) La France des humanistes Henri

Estiegravenne eacutediteur et eacutecrivain (1547-1598) Paris Brepols 2003 Cfr Beacutecares Vicente

ldquoHeraacuteclito lloraba y Demoacutecrito reiacutea fortuna literaria y oriacutegenes de un toacutepico antiguordquo

en Studia Salmanticensia 5 (1980) pp 37-49 641 Schleiermacher Friedrich ldquoHerakleitos der dunkle von Ephesos dargestellt aus den

Truumlmmern seines Werkes und den Zeugnisses der Altenrdquo en Kritische Gesamtausgabe

Schriften und Entwuumlrfe Band 6 Berlin Walter de Gruyter 1998 (1808) En este mo-

mento sentildealaba Hegel ldquoNo hay ni una sola proposicioacuten de Heraacuteclito que no haya reco-

gido en mi Loacutegicardquo Hegel G W F Lecciones sobre la historia de la filosofiacutea ed cit

vol I p 258 642 Lassalle Ferdinand Die Philosophie Herakleitos des Dunklen von Ephesos Nach ei-

ner neuen Sammlung seiner Bruchstuumlcke und der Zeugnisse der Alten dargestellt Ber-

lin 1858

455

3 En 1873 se publicoacute la obra de Schuster de 140 fragmentos (Hera-

klit von Ephesus Leipzig 1873) Nos encontramos ante una compi-

lacioacuten numerada y comentada no sigue un meacutetodo filoloacutegico minu-

cioso ni bien definido pero resulta sumamente interesante desde el

punto de vista filosoacutefico por la erudicioacuten de algunas glosas643

4 No obstante tenemos una grata excepcioacuten al influjo germaacutenico en

la filologiacutea claacutesica En 1877 Bywater publicoacute en Oxford una nueva

edicioacuten de los textos heracliacuteteos (Heraclitii Ephesii reliquiae Ox-

ford 1877) que fue considerada como definitiva hasta la aparicioacuten

en 1901 de la claacutesica de Diels En ella se recopilan 138 fragmentos

pretendidamente ordenados seguacuten el original ofreciendo el contexto

en el que son citados lo que entendemos como un gran acierto y

presentando comentarios criacuteticos filoloacutegicos y doxograacuteficos maacutes

que filosoacuteficos644

5 Volvemos a Alemania para presentar la edicioacuten canoacutenica hasta la

fecha una de las maacutes completas y cuidadas a pesar de haber sido es-

crita en el siglo XIX Nos referimos a la versioacuten de Diels de 136

fragmentos (Herakleitos von Ephesos Berlin 1901) esta obra ha es-

tablecido la numeracioacuten internacional como es sabido junto con la

clasificacioacuten de los materiales seguacuten las letras ldquoArdquo (testimonios)

643 Schuster Paul ldquoHeraklit von Ephesus Ein Versuch dessen Fragmente in ihrer ur-

spruumlnglichen Ordnung wiederherzustellenrdquo en Acta Societatis philologicae Lipsiensis

3 (1873) pp IX-XVIII pp 3-398 Ese mismo antildeo Nietzsche escribioacute que ldquoel mundo

con su incesante necesidad de verdad tendraacute una necesidad incesante de Heraacuteclitordquo

Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos ed cit sect 8 p 74 644 Bywater Imgram Heraclitii Ephesii reliquiae Oxford 1877

456

ldquoBrdquo (fragmentos) y ldquoCrdquo (imitaciones) tambieacuten ha precisado el valor

relativo de los textos y de las fuentes ameacuten de su viable autentici-

dad Acaso no haya una edicioacuten tan notable hasta la aparicioacuten de He-

raclitea de S N Mouraviev en 9 voluacutemenes (1999-2006)645

6 En el terreno cosmoloacutegico destaca la obra de Kirk de 1954 (Hera-

clitus the Cosmic Fragments Cambridge 1954) Se trata de una re-

copilacioacuten de 50 fragmentos acerca de la naturaleza con introduc-

cioacuten monograacutefica comentario criacutetico de los textos y abundante mate-

rial bibliograacutefico Acaso el primer estudio propiamente filosoacutefico de

los fragmentos que encontramos ademaacutes de filoloacutegico Buena parte

de las ediciones incluso las actuales pueden adjetivarse como sim-

ples auxiliares del pensamiento pero no como pensamiento estudian

los textos los testimonios las fuentes la pertinencia de una traduc-

cioacuten u otra pero ndashsiendo esta tarea importante e imprescindible- na-

da dicen sobre la filosofiacutea de Heraacuteclito que entendemos es el fin uacutel-

timo al que tiende todo ese esfuerzo No sucede lo mismo con este

excelente libro que sin duda ha marcado un hito en los estudios he-

racliacuteteos contemporaacuteneos646

7 En 1967 y en esta misma liacutenea encontramos otra excelente edi-

cioacuten comentada de los fragmentos la de Marcovich (Heraclitus Meacute-

rida 1967) Sin duda otra obra de referencia fruto de un hacendoso

trabajo de seleccioacuten criacutetica de 124 textos La ordenacioacuten y la numera-

645 Diels Hermann Herakleitos von Ephesos griechisch und deutsch Berlin 1901 646 Kirk Geoffrey S Heraclitus The Cosmic Fragments Cambridge Cambridge Uni-

versity Press 1954

457

cioacuten son propias basadas en la temaacutetica de los fragmentos e introdu-

cen algunas novedades que es preciso tener en cuenta No obstante

entendemos que lo maacutes pertinente seriacutea adoptar una numeracioacuten in-

ternacional que facilite la consulta la citacioacuten y la comunicacioacuten El

comentario filoloacutegico por su parte nos parece muy bueno aunque

los aspectos filosoacuteficos no son propios sino tributarios de las inter-

pretaciones claacutesicas de Reinhardt Kirk y Guthrie647

8 En 1972 aparecioacute la obra de Bollack y Wismann (Heacuteraclite ou la

seacuteparation Paris 1972) No se trata de una obra canoacutenica pero en-

tendemos que los comentarios filosoacuteficos son valiosos junto con la

introduccioacuten648

9 No podemos olvidar la obra de Kahn (The Art and Thought of He-

raclitus Cambridge 1979) Nos encontramos ante una edicioacuten criacuteti-

ca y comentada de 125 fragmentos con una ordenacioacuten propia su-

puestamente seguacuten el original Se pueden destacar los comentarios

filosoacuteficos y el diaacutelogo mantenido con la tradicioacuten interpretativa649

10 En Espantildea tenemos una buena edicioacuten de la mano de Garciacutea Cal-

vo de 143 fragmentos con numeracioacuten propia (Razoacuten comuacuten Zamo-

647 Marcovich Miroslav Heraclitus Greek Text with a Short Comentary Editio Maior

Meacuterida Los Andes University Press 1967 648 Bollack Jean Wismann Heinz Heacuteraclite ou la seacuteparation Paris Les Eacuteditions de

Minuit 1972 649 Kahn Charles H The Art and Thought of Heraclitus Cambridge Cambridge Uni-

versity Press 1979

458

ra 1985) Los textos estaacuten comentados con una gran destreza filoloacute-

gica pero los aspectos filosoacuteficos son sin duda mejorables650

11 Una obra fresca y estimulante es la de Marcel Conche (Heacuteraclite

Fragments Paris 1986) Sin duda el autor ha pensado mucho sobre

el contenido filosoacutefico de los fragmentos (sin descuidar la filologiacutea)

lo que es digno de encomio651

12 Por uacuteltimo terminamos este conciso recuento con la presenta-

cioacuten de la opera magna de S Mouraviev (Heracliacutetea 9 vol Sankt

Agustin 1999-2006) Se trata de una obra admirable pero sumamen-

te ambiciosa posiblemente el mejor estudio que tenemos sobre las

fuentes y la transmisioacuten del escrito heracliacuteteo desde la edicioacuten de

Diels acompantildeado ademaacutes de una bibliografiacutea monumental La reco-

pilacioacuten en 9 voluacutemenes es ciertamente inabarcable con numerosas

notas criacuteticas a pie de paacutegina y un estilo poco fluido sin duda nos

encontramos ante una herramienta necesaria e ineludible para el estu-

dio del Efesio pero que no cumple con todas las premisas de las que

parte acaso porque se ha propuesto una tarea inconmensurable te-

niendo en cuenta el acceso tan limitado que tenemos al texto hera-

cliacuteteo Desde el punto de vista filosoacutefico resulta incluso decepcionan-

te en nuestra opinioacuten No obstante insistimos resulta muy meritoria

650 Garciacutea Calvo Agustiacuten Razoacuten comuacuten Edicioacuten ordenacioacuten traduccioacuten y comentario

de los restos del libro de Heraacuteclito Zamora Lucina 1985 651 Conche Marcel Heacuteraclite Fragments Paris PUF 1986 En esta misma liacutenea se

puede destacar la edicioacuten de Pradeau Jean-Franccedilois Heacuteraclite Fragments (citations et

teacutemoignages) Paris Flammarion 2004

459

y estamos seguros de que representaraacute un nuevo punto de inflexioacuten

para los estudios heracliacuteteos venideros652

Desde mediados del siglo XX se ha llevado a cabo una revitaliza-

cioacuten del pensamiento de Heraacuteclito no soacutelo en la filosofiacutea o en la filologiacutea

sino tambieacuten en la fiacutesica y en la biologiacutea de la mano de la ciencia de nuevo

cuntildeo Asiacute lo testifica el nuacutemero y la variedad de publicaciones de que dis-

ponemos que no hacen sino conceder al misterioso pensador jonio un lugar

eminente en la historia de la cultura occidental despueacutes de tantos siglos de

silencio

652 Mouraviev Serge N Heraclitea Eacutedition critique complegravete des teacutemoignages sur la

vie et lrsquoouvre drsquo Heacuteraclite drsquoEacutephese et des vestiges de son livre et de sa penseacutee 9 vol

Sankt Agustin Academia Verlag (1999-2006)

460

461

C Nietzsche saber traacutegico e inocencia del devenir

La filosofiacutea occidental comienza con un ldquoacta de duelordquo la desapari-

cioacuten de las nociones de azar desorden y caos653 Desde entonces todo sa-

ber que se llame y pretenda ser llamado filosoacutefico deberaacute colaborar en la

ingente tarea de buscar el orden subyacente al aparente desorden de lo real

asiacute como en la extincioacuten del devenir de las entrantildeas mismas del pensamien-

to humano El desafiacuteo consiste seguacuten Nietzsche en tomarlo no como un te-

ma crucial para el pensamiento sino como su horizonte mismo El devenir

arrastra dispersa denuncia nuestra efiacutemera consistencia suministrando la

dosis necesaria de alegriacutea y lucidez para descubrir la escisioacuten y la tensioacuten

que anegan nuestra existencia asiacute como el caraacutecter ilusorio de nuestro pre-

tendido laquocosmosraquo El devenir no ofrece ninguacuten tipo de escapatoria ninguacuten

remedio sino una gozosa aceptacioacuten de la ley del mundo y una risuentildea in-

vitacioacuten a disolver todas las ficciones que obstaculizan una mirada limpia e

inocente sobre lo real

Para Nietzsche el conocimiento es por definicioacuten desilusionante

pues no nos hace necesariamente maacutes felices pero siacute maacutes libres mediante

una criacutetica de la ilusioacuten el miedo y la supersticioacuten Acaso por eso constate

en su postal a Overbeck (1881) la exigencia de ldquohacer del conocimiento el

afecto maacutes poderosordquo en admirable simpatiacutea con Spinoza654 Seguacuten su in-

terpretacioacuten para Heraacuteclito no es un aacutenimo moral el que da nueva vida al

mundo sino un aacutenimo inocente de juego El nintildeo se cansa de su juguete y

lo arroja de su lado o bien lo retoma y vuelve a jugar con eacutel si bien cuando

construye no lo hace ciegamente sino que ensambla adapta y edifica con- 653 Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit sect12 p 113 654 Cfr Nietzsche Friedrich Epistolario Madrid Biblioteca Nueva 1999 p 168 (trad

cast Luis Loacutepez-Ballesteros)

462

forme a criterios fijos (λόγος) El nintildeo no necesita postular la eternidad de

las construcciones que levanta lo que no significa que niegue la permanen-

cia de las mismas al cambio le basta con reemplazar su caraacutecter perenne y

necesario por otro temporal y circunstancial

La clave de este planteamiento estriba en interpretar la vida a partir

de un laquoinstinto de juegoraquo que hace de la existencia un fenoacutemeno esteacutetico

no un fenoacutemeno moral o religioso Soacutelo desde esta perspectiva pudo pre-

sentir Nietzsche que semejante regeneracioacuten en ciclo sin justificacioacuten mo-

ral alguna sumido en eterna e intacta inocencia soacutelo se encuentran en el

juego del artista y en el nintildeo655

La filosofiacutea reaccionoacute raacutepidamente contra esta dolorosa evidencia pa-

ra proteger todo aquello que postulaba de la muerte y el cambio congelan-

do la experiencia inmediata del mundo e instaurando una isla segura ajena

al devenir que garantizase una inteleccioacuten estricta de la vida y el mundo

No contento con esto el intelecto impondraacute el caraacutecter necesario de tal

agregado protegido por el lenguaje ndashrefugio de la verdad del ser- de la in-

estabilidad de las cosas El resultado de esta reaccioacuten es doble por un lado

se tiene que pagar el alto precio del dualismo cerrado a cambio de orden y

estabilidad en cada acercamiento filosoacutefico a lo real Ante la incapacidad

de hacerse cargo del devenir la apariencia y el error la tradicioacuten occidental

opera por evasioacuten y contraposicioacuten frente al ldquomundo aparenterdquo un ldquomundo

verdaderordquo fuente de todo sentido y valor frente al engantildeoso conocimien-

to que nos proporcionan los sentidos la infalibilidad de la razoacuten frente a la

indigencia de un cuerpo apegado a instintos afectos y pasiones la pureza

de un alma emparentada con la divinidad Por otro lado se presupone que

655 Cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos ed cit sect7

p 68

463

el orden es inherente a lo real mismo y que la uacutenica labor del pensamiento

estriba en constatarlo trabando las ideas y las cosas con la inestimable ayu-

da del lenguaje En cualquier caso se trata de iniciar la indagacioacuten sobre lo

natural desde un elemento externo a la naturaleza misma (sobre-natural)

que no obstante permite en uacuteltima instancia comprender su sentido maacutes

profundo es decir se presupone una armoniacutea preestablecida (en la que no

se admiten disonancias) teleoloacutegicamente determinada y racionalmente de-

limitada que contrapone la contingencia del mundo fiacutesico a la consistencia

de una evidencia metafiacutesica

laquoA la realidad se le ha despojado de su valor de su sentido de su veraci-

dad en la medida en que se ha fingido mentirosamente un mundo ideal

El ldquomundo verdaderordquo y el ldquomundo aparenterdquo ndashdicho con claridad el

mundo fingido y la realidad Hasta ahora la mentira del ideal ha consti-

tuido la maldicioacuten contra la realidad la humanidad misma ha sido engantildea-

da y falseada por tal mentira hasta en sus instintos maacutes baacutesicos- hasta lle-

gar a adorar los valores inversos de aquellos que solos habriacutean garantizado

el futuro el elevado derecho al futuroraquo656

Al contrario de lo que se suele sostener la propuesta nietzscheana

tiene un caraacutecter maacutes aseacuteptico que aniquilador como se desprende de este

texto pues no persigue tanto una destruccioacuten sin maacutes de lo anterior como

un diagnoacutestico una indagacioacuten una evaluacioacuten que permita presagiar un

conocimiento luacutecido del mundo que no necesite recurrir al subterfugio del

ldquomundo verdaderordquo

A tenor de lo dicho no es extrantildeo que se dictamine usualmente que

la filosofiacutea de Nietzsche prefiere la superficie a la profundidad la aparien-

656 Nietzsche Friedrich Ecce homo ed cit sect2 p 18

464

cia a la verdad la copia a la idea Todo esto es cierto pero no en detrimen-

to de la profundidad de lo real sino de la profundidad ilusoria que ha de

buscarse en un mundo aparte La superficie no es para Nietzsche lo que se

opone a la profundidad sino al contrario lo que permite que la profundidad

se haga visible657

Nietzsche implantoacute las bases para la elaboracioacuten de una filosofiacutea traacute-

gica ya desde sus primeras obras donde presagia del mismo modo que

Heidegger una vuelta a los presocraacuteticos para encontrar otro modo de en-

tender la filosofiacutea distinto del laquoonto-teo-loacutegicoraquo tradicional658 Ciertamen-

te Nietzsche siempre consideroacute que ldquoderribar iacutedolosrdquo era una tarea mucho

maacutes estimulante que ldquoestablecer nuevos iacutedolosrdquo por eso en su intento de

pensar la realidad no tratoacute nunca de capturarla por medio de la inteligencia

sino por medio de una criacutetica de la inteligencia y de su pretensioacuten de domi-

nar el mundo y someterlo a sus esquemas mentales659 Por eso proyectoacute un

nuevo concepto de inteligencia radicado en la fisiologiacutea y en el arte a fin

de no silenciar ninguacuten aspecto de lo real aunque no se pueda racionalizar

laquoEl error (-el creer en el ideal-) no es ceguera el error es cobardiacutea Toda

conquista todo paso adelante en el conocimiento es consecuencia del co-

raje de la dureza consigo mismo de la limpieza consigo mismo yo no

refuto los ideales ante ellos simplemente me pongo los guantes Niti-

mur in vetitum [nos lanzamos hacia lo prohibido] bajo este signo venceraacute

657 Rosset Cleacutement La fuerza mayor Madrid Acuarela 2000 p 75 (trad cast Rafael

del Hierro) 658 Cfr Heidegger Martin ldquoLa constitucioacuten onto-teo-loacutegica de la metafiacutesicardquo ed cit

pp 111ss 659 Gonzaacutelez Noriega Santiago El devenir en la filosofiacutea de Nietzsche en VV AA En

favor de Nietzsche Madrid Taurus 1972 p 44

465

un diacutea mi filosofiacutea pues hasta ahora lo uacutenico que se ha prohibido siempre

por principio ha sido la verdadraquo660

Con una mentalidad esencialmente higieacutenica el pensador alemaacuten se

propuso sustituir la ldquobuacutesqueda de la Verdadrdquo por la interpretacioacuten y la ge-

nealogiacutea considerando los fenoacutemenos como siacutentomas y perspectivas cuyo

horizonte es la retroactividad del pensamiento y la vida Para ello primero

hay que enmendar aquella tendencia que venera una serie de ldquovalores supe-

rioresrdquo una serie de ldquoidealesrdquo incuestionables que hacen del pensamiento

algo opuesto a la vida algo deacutebil reactivo nihilista enfermizo Como es

sabido cerrando el ciacuterculo hermeneacuteutico el inventor de la metafiacutesica no es

otro que Soacutecrates con eacutel nace esta tendencia que hace de la vida algo que

debe ser cuantificado delimitado y condenado y del ndashpensamiento una

medida un liacutemite y un juez Se hace necesario como veremos un aconteci-

miento desgarrador a la vez que desmesurado que posibilite un nuevo tipo

de hombre en el que la accioacuten vuelva a tomar la iniciativa frente a la reac-

cioacuten

El segundo acta de duelo que queremos destacar representa la inver-

sioacuten del anterior y viene firmado por Nietzsche la ldquomuerte de Diosrdquo de la

que ha sabido realizar una atinada autopsia a pesar de no haber aparecido

auacuten el cadaacutever

laquoiquestNo habeacuteis oiacutedo hablar de ese hombre loco que en pleno diacutea encendiacutea

una linterna y echaba a correr por la plaza puacuteblica gritando sin cesar bus-

co a Dios busco a Dios Como alliacute habiacutea muchos que no creiacutean en Dios

su grito provocoacute hilaridad ndashQueacute iquestse ha perdido Dios deciacutea uno ndashiquestSe ha

perdido como un nintildeo pequentildeo preguntaba otro -iquestO es que estaacute escondi-

660 Nietzsche Friedrich Ecce homo ed cit sect3 p 19

466

do iquestTiene miedo de nosotros iquestSe ha embarcado iquestHa emigrado Asiacute

gritaban y reiacutean en confusioacuten El loco se precipitoacute en medio de ellos y los

traspasoacute con su mirada -iquestDoacutende se ha ido Dios Yo os lo voy a decir les

gritoacute iexclNosotros le hemos matado vosotros y yoraquo661

El aforismo 125 de La gaya ciencia es uno de los maacutes logrados e in-

quietantes de la produccioacuten nietzscheana un hombre desesperado porta una

linterna a plena luz del diacutea e interroga sin cesar por la presencia de Dios

del mismo modo que Dioacutegenes ndash el ciacutenico- lo hizo a propoacutesito del hombre

No tarda mucho en comprender que ha llegado demasiado pronto mas no

por ello desiste de comunicar a sus interlocutores la grandeza de este acto

los dioses tambieacuten mueren parece querer decir aunque ellos no lo sepan

aunque no tengan certidumbre de tan humana incertidumbre y su muerte

debe servir para persuadirnos de la necesidad de permanecer fieles al laquosen-

tido de la tierraraquo El hombre loco estaacute atormentado por la peacuterdida de toda

referencia con la orilla se siente como un naacuteufrago zarandeado por una na-

da infinita que conduce su bote hacia un abismo insondable laquolejos ya de

todos los solesraquo A partir de ahora afirma tendremos que encender linter-

nas en pleno mediodiacutea para acometer la exploracioacuten de todo aquello que ha

estado prohibido por el resentimiento y la moral A partir de ahora com-

probaremos laquocuaacutenta verdad es capaz de soportar un espiacuterituraquo y cuaacutel es el

verdadero valor de los ldquovalores superioresrdquo El hombre loco en definitiva

es consciente de haber desenmascarado al laquonihilismoraquo pero no desea per-

manecer en eacutel por eso asume la necesidad de aprender a valorar autoacutenoma-

mente sabiendo laquoqueacute se quiere y que se quiereraquo frente a los que prefieren

querer la nada antes que no querer nada 661 Nietzsche Friedrich La gaya ciencia sect125 ldquoEl hombre locordquo Madrid Espasa

2000 pp 184-186 (trad cast Luis Jimeacutenez)

467

Nietzsche lleva a cabo en este texto una labor inversa a la que realiza

el prisionero que escapa de la caverna platoacutenica con la importante salvedad

de que ahora ya no existen dos mundos ldquoal eliminar el mundo verdadero

hemos eliminado tambieacuten el aparenterdquo662 No se trata por tanto de arribar a

un laquoplatonismo invertidoraquo no se trata de que el hombre ocupe el lugar de

Dios basta con que tome conciencia de su muerte y asuma la gravedad de

ese acto asiacute como sus consecuencias pues con ella ciertamente pierde

comodidad y tranquilidad pero obtiene a cambio la posibilidad de contem-

plar un nuevo amanecer maacutes allaacute del nihilismo

Con estos presupuestos se puede reconstruir en suma un pensamien-

to traacutegico que nace con los presocraacuteticos cuyas principales caracteresticas

las resume Nietzsche en Ecce Homo

laquoEl decir siacute a la vida incluso en sus problemas maacutes extrantildeos y duros la

voluntad de vida regocijaacutendose en su propia inagotabilidad al sacrificar a

sus tipos maacutes altos -a eso fue a lo que yo llameacute dionisiaco eso fue lo que

yo adivineacute como puente que lleva a la psicologiacutea del poeta traacutegico No pa-

ra desembarazarse del espanto y la compasioacuten no para purificarse de un

afecto peligroso mediante una vehemente descarga de ese afecto ndashasiacute lo

entendioacute Aristoacuteteles- sino para maacutes allaacute del espanto y la compasioacuten ser

nosotros mismos el eterno placer del devenir -ese placer que instituye en

siacute tambieacuten el placer de destruir En este sentido tengo derecho a conside-

rarme el primer filoacutesofo traacutegico ndashes decir la maacutexima antiacutetesis y el maacuteximo

antiacutepoda de un filoacutesofo pesimista Antes de miacute no existe esta transposicioacuten

de lo dionisiaco a un pathos filosoacutefico falta la sabiduriacutea traacutegicaraquo663

662 Nietzsche Friedrich Crepuacutesculo de los iacutedolos ldquoCoacutemo el ldquomundo verdaderordquo acaboacute

convirtieacutendose en una faacutebulardquo ed cit p 58 663 Nietzsche Friedrich Ecce Homo ldquoEl nacimiento de la tragediardquo ed cit sect3 p 78

468

Nietzsche reclama la presencia de un verdadero saber traacutegico de una

trasposicioacuten de lo dionisiaco a un pathos filosoacutefico de un realismo con co-

nocimiento de causa que nada tiene que ver con el pesimismo (pues lo traacute-

gico no se encuentra en la angustia que procura el delito de haber nacido o

como dice el existencialismo de haber sido arrojado al mundo) ni tampo-

co con el optimismo de los laquoomnicontentosraquo que piensan que este es el

mejor de los mundos posibles

laquoEn verdad tampoco me agradan aquellos para quienes cualquier cosa es

buena e incluso este mundo es el mejor A eacutestos los llamo los omnicon-

tentosraquo664

El saber traacutegico exige por tanto aceptar osadamente el dolor pripio

de toda existencia pero al mismo tiempo situarse ldquomaacutes allaacute del espanto y la

compasioacutenrdquo para experimentar el placer del creador el placer del devenir

que es tambieacuten el placer del destruir Tradicionalmente se ha buscado el

sentido de la existencia presentaacutendola como algo culpable como algo in-

justo que debiacutea ser justificado seguacuten la disposicioacuten del tiempo como dijo

Anaximandro Existiacutea la necesidad de una serie de ldquovalores superioresrdquo pa-

ra interpretarla se teniacutea la necesidad de negarla para despueacutes repararla y

de repararla para despueacutes disculparla Se valoraba la existencia pero siem-

pre desde la perspectiva de la mala conciencia como desmesura (hyacutebris) y

como transgresioacuten

Frente a esto se postula una visioacuten de lo real afirmativa y traacutegica en-

tendida no como una suplantacioacuten de lo real por lo ficticio de lo que es y

estaacute aquiacute y ahora por lo que es y estaacute maacutes allaacute del espacio y el tiempo sino 664 Nietzsche Friedrich Asiacute habloacute Zaratustra III ldquoDel espiacuteritu de la pesadezrdquo ed cit

p 271

469

como una aprobacioacuten incondicional de lo real con todos sus ingredientes665

Pues para Nietzsche el conocimiento del dolor no implica una disminu-

cioacuten de la alegriacutea sino un estimulante y una cuantificacioacuten de la propia po-

tencia

laquoDe la escuela de guerra de la vida lo que no me mata me hace maacutes

fuerteraquo666

De ahiacute la necesidad de aprender a ver de nuevo de ser maacutes y mejores

a traveacutes del conocimiento sin desdoblar la percepcioacuten ni separar las fuerzas

de sus manifestaciones como si hubiera un laquohacerraquo detraacutes del hacer o un

laquoacontecerraquo detraacutes del acontecer que fuera al mismo tiempo la causa y el

efecto de esa causa El saber traacutegico el decir ldquosiacuterdquo a la vida hasta ldquoen el maacutes

aacutespero sufrimientordquo estaacute iacutentimamente emparentado con ldquolo dionisiacordquo

Dioniso el alegre mensajero aquel que afirma todo lo que aparece y apare-

ce en todo lo que se afirma nos ensentildea que lo traacutegico se halla uacutenicamente

en la pluralidad como tal en la alegriacutea de lo muacuteltiple en lo maacutes opuesto

por tanto a cualquier forma de unidad que pretenda presentar la multipli-

cidad bajo la forma de una sumisioacuten una reparacioacuten o una indemnizacioacuten

Lo traacutegico es inmediatamente alegre porque implica ldquoun santo decir siacuterdquo

porque no apela al miedo ni al resentimiento de la mala conciencia

laquoUna loacutegica de la muacuteltiple afirmacioacuten es decir una loacutegica de la pura afir-

macioacuten y una eacutetica de la alegriacutea que le corresponden tal es el suentildeo anti-

665 Rosset Cleacutement Lo real y su doble Barcelona Tusquets 1993 pp 12-14 (trad

cast Enrique Lynch) 666 Nietzsche Friedrich Crepuacutesculo de los iacutedolos sect8 ldquoSentencias y flechasrdquo ed cit p

34

470

dialeacutectico y anti-religioso que recorre toda la filosofiacutea de Nietzsche Lo

traacutegico no estaacute fundado en una relacioacuten de lo negativo y la vida sino en la

relacioacuten esencial de la alegriacutea y de lo muacuteltiple de lo positivo y de lo muacutel-

tiple de la afirmacioacuten y de lo muacuteltipleraquo667

Semejante predileccioacuten por los aspectos maacutes problemaacuteticos de la

existencia no puede nacer sino de una ldquofuerza mayorrdquo la alegriacutea dionisiaca

La alegriacutea otorga la palabra a las cosas antes que a las exigencias humanas

precipitaacutendose en lo natural sin cuestionarse si existe si es pensable deci-

ble o deseable Soacutelo mediante la alegriacutea se piensa y se quiere lo real con su

dosis perpetua de dolor y destruccioacuten668

El saber traacutegico en suma es esencialmente alegre y afirmativo Afir-

mativa porque acepta y ama lo real tal como se muestra sin buscar antiacutedo-

tos ni refugios para eludir su crudeza Alegre en sentido spinozista porque

soacutelo la alegriacutea puede trascender el pensamiento del dolor y de la muerte

aumentando la propia potencia669 porque soacutelo con alegriacutea se puede sabo-

rear el eterno placer del devenir sin eludir el dolor el desorden y el azar

porque soacutelo la alegriacutea en definitiva ensentildea al hombre el camino hacia la

verdadera libertad

667 Deleuze Gilles Nietzsche y la filosofiacutea Barcelona Anagrama 2000 p 30 (trad

cast Carmen Artal) 668 Ibid p 55 669 ldquoEl hombre libre en nada piensa menos que en la muerte y su sabiduriacutea no es medi-

tacioacuten de la muerte sino de la vidardquo Spinoza Baruch Eacutetica ed cit IV 67

471

laquoBibliografiacutearaquo

472

473

1 Ediciones de los textos consultadas

A- HERACLITEA Eacutedition critique complegravete des teacutemoignages

sur la vie et lrsquoouvre drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephese et des vestiges de son livre et

de sa penseacutee Textes reacuteunis eacutetablis et traduit par Serge N Mouraviev

Mouraviev Serge N Heraclitea II A 1 DrsquoEpicharme agrave Philon drsquoAle-

xandrie Textes et traduction Sankt Agustin Academia Verlag

1999

Heraclitea II A 2 De Seacutenegraveque agrave Diogegravene Laeumlrce Textes et tra-

duction Sankt Agustin Academia Verlag 2000

Heraclitea II A 3 De Plotin agrave Eacutetienne drsquoAlexandrie Textes et tra-

duction Sankt Agustin Academia Verlag 2002

Heraclitea II A 4 De Maxime le Confesseur agrave Peacutetrarque Textes

et traduction Sankt Agustin Academia Verlag 2003

Heraclitea III 1 La Vie la Mort et le Livre drsquoHeacuteraclite Textes

traduction et commentaire Sankt Agustin Academia Verlag 2004

Heraclitea III 3 A Le Langage de lrsquoObscur Introduction agrave la poeacute-

tique des fragments Sankt Agustin Academia Verlag 2002

Heraclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents I Tex-

tes traductions I-III Sankt Agustin Academia Verlag 2006

Heraclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents II Lan-

gue et poeacutetique Sankt Agustin Academia Verlag 2006

474

Heraclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents III No-

tes critiques Sankt Agustin Academia Verlag 2006

B Ediciones alemanas

Diels Hermann Doxographi graeci Berlin 1879

Die Fragmente der Vorsokratiker Berlin Weidmannsche Verlags-

buchhandlung 3 vol 1954

Herakleitos von Ephesos Berlin Weidmann 1909

Diels Hermann (herausgegeben von Walther Kranz) Die Fragmente der

Vorsokratiker Berlin Weidmannsche Verlagsbuchhandlung 3 vol

1960-1961

Snell Bruno Die Fragmente des Heraklit Tuumlbingen H Laupp 1944

C Ediciones castellanas

Bernabeacute Alberto De Tales a Demoacutecrito Fragmentos presocraacuteticos Ma-

drid Alianza 1988

Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria E Los filoacutesofos presocraacuteticos vol I

Madrid Gredos 1978

Farreacute Luis Heraacuteclito Fragmentos Buenos Aires Aguilar 1977

Garciacutea Calvo Agustiacuten Razoacuten comuacuten Edicioacuten criacutetica ordenacioacuten traduc-

cioacuten y comentario de los restos del libro de Heraacuteclito Zamora Luci-

na 1999

475

Kirk G S Raven J E Schofield M Los filoacutesofos presocraacuteticos Ma-

drid Gredos 1987

Llanos Alfredo Los presocraacuteticos y sus fragmentos Buenos Aires Juaacuterez

1969

D Ediciones francesas

Axelos Kostas Les fragments drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephegravese Paris Estienne 1958

Bollack Jean Wismann Heinz Heacuteraclite ou la seacuteparation Paris Les Eacutedi-

tions de Minuit 1972

Conche Marcel Fragments Heacuteraclite Paris PUF Paris 2005

Jeanniegravere Abel Heacuteraclite Fragments traduction et introduction Paris La

philosophie en poche 1977

Pradeau Jean-Franccedilois Heacuteraclite Fragments (Citations et teacutemoignages)

Paris Flammarion 2004

Solovine Maurice Doctrines philosophiques Heacuteraclite drsquoEacutephese Traduc-

tion et introduction Paris Librairie Feacutelix Alcan 1931

E Ediciones inglesas

Bywater I Heraclitii Ephesii Reliquiae Oxford 1877

Kahn Charles H The Art and Thought of Heraclitus An edition of the

fragments with translation and commentary Cambridge University

Press 1981

476

Kirk G S Raven J E The Presocratics Philosophers Cambridge Uni-

versity Press 1962

Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments Cambridge University

Press 1954

Mansfeld Jaap Heraclitus Fragments Amsterdam Athenaeum 1979

Marcovich Miroslav Heraclitus Greek text with a short commentary Edi-

tio Maior Meacuterida Los Andes University Press 1967 [Editio Minor

1968 en castellano]

Robinson Thomas M Fragments Heraclitus text and translation with a

commentary Toronto University of Toronto 1987

F Ediciones italianas

Bodrero Emilio Eraclito testimonianze e frammenti Roma Anastatica

1978

Colli Giorgio La sapienza greca vol 3 ldquoEraclitordquo Milano Adelphi

1982

Diano Carlo Serra Giuseppe Eraclito testimonianze e frammenti Mila-

no Mondadori 1989

Mondolfo Rodolfo Taraacuten Leonardo Eraclito testimonianze e frammenti

Firenze La Nuova Italia 1972

Trabattoni Franco Sini Carlo Eraclito testimonianze e frammenti Mila-

no MarcosampMarcos 1991

477

2 Auxiliares de trabajo

Chantraine Pierre Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque histoi-

re des mots Paris Klincksieck 1980

De Martino Francesco Eraclito bibliografiacutea 1970-1984 Napoli Edizioni

scientifiche italiane (Universitaacute di Perugia) 1986

Despotopulu K I Lexicon of Presocratic Philosophy Athens Office (A-

cademy of Athens Research Center for Greek Philosophy) 1994

Ferrater Mora Joseacute Diccionario de filosofiacutea 4 vol Madrid Alianza

1979

Liddell Henry George Scott Robert A Greek-English Lexicon Oxford

Clarendon Press 1940

Martin Reneacute Diccionario de mitologiacutea griega y romana Madrid Espasa

1996

Paquet Leoacutence et al Les preacutesocratiques bibliographie analytique (1879-

1980) MontrealParis BellarminLes Belles Lettres 1988

Roussos Evangelos N Heraklit-Bibliographie Darmstadt Wissenschaftli-

che Buchgesellschaft 1971

httpperseusuchicagoedu (Perseus Digital Library)

httptlguciedu (Thesaurus Linguae Graecae)

httpclasicasusalesrecursos (Depto Filologiacutea Claacutesica e Indoeuro-

peo de la USAL)

httpplatostanfordedu (The Stanford Encyclopedia of Philosophy)

478

3 Heraacuteclito y los presocraacuteticos Obras citadas y obras consultadas

31 Libros y capiacutetulos de libros

Adomenas Mantas ldquoThe Fluctuating Fortunes of Heraclitus in Platordquo en

Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie

Preacutesocratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002

pp 419-447

Alegre Gorri Antonio Estudios sobre los presocraacuteticos Barcelona Antro-

pos 1985

Historia de la filosofiacutea antigua Barcelona Anthropos 1988

ldquoLos filoacutesofos presocraacuteticosrdquo en Garciacutea Gual Carlos (Ed) Histo-

ria de la filosofiacutea antiua Madrid Trotta 2004

Algra Keimpe ldquoThe beginnings of cosmologyrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 45-66

Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCaraacutecter antiteacutetico del objeto de la metafiacutesica

en Aristoacutetelesrdquo en Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael

(Eds) En torno a Aristoacuteteles homenaje al prof Pierre Aubenque

Santiago de Compostela Universidad de Santiago 1998

Aristoacuteteles Estuche conmemorativo 25 aniversario Obras de Aristoacuteteles

(ldquoEacutetica a Nicoacutemacordquo ldquoPoliacuteticardquo ldquoMetafiacutesicardquo ldquoFiacutesicardquo) Madrid

Gredos 2002

Tratados de Loacutegica vol I Madrid Gredos 1982

479

Acerca del cielo Madrid Gredos 1996

Meteoroloacutegicos Madrid Gredos 1996

Poeacutetica Madrid Gredos 1999

Sobre el alma Madrid Gredos 1999

Retoacuterica Madrid Gredos 2002

Armstrong A H Introduccioacuten a la filosofiacutea antigua Buenos Aries Eude-

ba 1987

Aubenque Pierre Le problegraveme de lrsquoecirctre chez Aristote Paris PUF 1972

(trad cast Vidal Pentildea Madrid Taurus 1981)

La prudencia en Aristoacuteteles Barcelona Criacutetica 1999

Aurobindo Shri Heraacuteclito y oriente Buenos Aires Leviataacuten 1982

Axelos Kostas Heacuteraclite et la philosophie la preacutemiere saisie de lacuteecirctre en

devenir de la totaliteacute Paris Les Eacuteditions de Minuit 1968

Barnes Jonathan The Presocratics Philosophers London RoutledgeampKe-

gan 1982

Bernabeacute Alberto ldquoOrphisme et Preacutesocratiques bilan et perspectives drsquoun

dialogue complexerdquo en Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquo

est-ce que la Philosophie Preacutesocratique Paris Presses Universitai-

res du Septemtrion 2002 pp 205-247

Textos oacuterficos y filosofiacutea presocraacutetica Materiales para una compa-

racioacuten Madrid Trotta 2004

Bernabeacute Alberto Casadesuacutes Francesc (Eds) Orfeo y la tradicioacuten oacuterfica

Un reencuentro Madrid Akal 2009 2 vols

480

Bernard Jean-Pierre LacuteUnivers dacuteHeacuteraclite Paris Belin 1998

Bise Pierre La politique drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephegravese Paris Alcan 1929

Blass Heinrich Gott und die Gesetze Ein Beitrag zur Frage des Naturre-

chts bei Heraklit (Fr 114) Bonn H Bouvier amp Co 1960

Bollack Jean ldquoReacuteflexions sur les interpeacutetations du logos heacuteracliteacuteenrdquo en

Matteacutei Jean-Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du

Congregraves de Nice (Mai 1987) Paris PUF 1990 pp 165-185

La Grecia de nadie Las palabras dentro del mito Meacutexico Siglo

XXI 1999

Bolton Robert ldquoNature and Human Good in Heraclitusrdquo en Boudouris

K J (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 49-57

Bouchart dacuteOrval Jean Heacuteraclite la lumiegravere de lacuteobscur Paris Eacuteditions

du Relie 1997

Boudouris Konstantine J (Ed) Ionian Philosophy Athens International

Association for Greek Philosophy 1989

ldquoHeraclitus and the Dialectical Conception of Politicsrdquo en Boudo-

uris K J (Ed) Ionian Philosophy Athens Internacional Associa-

tion for Greek Philosophy 1989 pp 58-79

Breacutehier Eacutemile Histoire de la philosophie LrsquoAntiquiteacute et le Moyen Acircge

vol I Paris Librairie Feacutelix Alcan 1928

Broadie Sarah ldquoRacional theologyrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 205-225

481

Brumbaugh Robert S The Philosophers of Greece New York Thomasamp

Crowell 1964

Brun Jean Heraacuteclito Madrid Edaf 1976

Brunschwig J Lloyd GER Greek Thought A Guide to Classical

Knowledge Cambridge (Mass) Harvard University Press 2000

Burckhardt Jacob Historia de la cultura griega vol I Barcelona RBA

2005

Burkert Walter ldquoEraclito nel Papiro di Dervenirdquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 Vol I ldquoStudirdquo Roma Edi-

zioni dell`Ateneo 1984 pp 37-43

De Homero a los magos Barcelona El Acantilado 2002

Burnet John Early Greek Philosophy London AdamampCharles Black

1945

Greek Philosophy From Thales to Plato London Macmillan Press

1981

Lacuteaurore de la philosophie grecque Paris Payot 1919

Calabi F ldquoLa sagezza del campo di battaglia (sullrsquoambiguitagrave di Eraclitordquo)

en Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol

I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 153-163

ldquoIl signore il cui oracolo egrave a Delfi non dice negrave nasconde ma indi-

cardquo en Bolletino dellrsquo Instituo di Filologia Greca dellrsquoUniversitagrave di

Padova 4 (19771978) pp 14-34

Capelle Wilhelm Historia de la filosofiacutea griega Madrid Gredos 1958

482

Cappelletti Aacutengel J ldquoEl fuego y el logos en la filosofiacutea de Heraacuteclitordquo en

VVAA Estudios filosoacuteficos vol I Caracas Sociedad Venezolana

de Filosofiacutea 1974 pp 59-82

La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso Caracas Monte Aacutevila 1969

Mitologiacutea y filosofiacutea los presocraacuteticos Madrid Cincel 1986

Capriglione I C ldquoPolemosEris Dikerdquo en Rossetti Livio (Ed) Atti del

Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`

Ateneo 1984 pp 361- 381

Casadesuacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Bernabeacute Alberto Casa-

desuacutes Francesc (Eds) Orfeo y la tradicioacuten oacuterfica Un reencuentro

Madrid Akal 2009 vol 2 pp 1079-1103

Casertano G ldquoPiacere e morte in Eraclito (una filosofia dellrsquoambiguitagrave)rdquo

en Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981

vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 272-291

Caston V Graham DW (Eds) Presocratic Philosophy Essays in Ho-

nour of Alexander Mourelatos Aldershot Ashgate 2002

Castoriadis Cornelius Lo que hace a Grecia I de Homero a Heraacuteclito Se-

minarios 1982-1983 Buenos Aires FCE 2006

Cherniss Harold F ldquoThe Characteristics and Effects of Presocratic Philo-

sophyrdquo en Furley David J Allen R E (Eds) Studies in Presocra-

tic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London

RoutledgeampKegan 1970

483

La criacutetica aristoteacutelica a la filosofiacutea presocraacutetica Meacutexico UNAM

1991

Christidis Theodoros ldquoProbabilistic Causality and Irreversibility Heracli-

tus and Prigoginerdquo en Atmanspacher Harald Bishop Robert

(Eds) Between Change and Choice Interdisciplinary Perspectives

on Determinism Thorverton Imprint Academic 2002 pp 165-188

Clark J ldquoAn Inclusive Option whitin Heraclitean Exclusivityrdquo en Rosse-

tti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStu-

dirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 337-347

Cleve Felix M The Giants of Presophistic Greek Philosophy An attempt

to reconstruct their thoughts vol I The Hague Martinus Nijhoff

1973

Colli Giorgio El nacimiento de la filosofiacutea Barcelona Tusquets 2000

La natura ama nascondersi Milano Adelphi 1998

La sapienza greca vol 3 ldquoEraclitordquo Milano Adelphi 1982

Couloubaritsis Lameros ldquoLa notion drsquoAion chez Heacuteracliterdquo en Boudou-

ris KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Associa-

tion for Greek Philosophy 1989 pp 104-113

ldquoProleacutegomegravenes agrave lrsquoagraventhropologie de Heacuteracliterdquo en Rossetti Livio

(Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 121-129

Comte-Sponville Andreacute Invitacioacuten a la filosofiacutea Barcelona Paidoacutes 2002

484

Cornford Francis M De la religioacuten a la filosofiacutea Barcelona Ariel 1984

Cubells Fernando Los filoacutesofos presocraacuteticos Valencia Ed Facultad de

Teologiacutea San Vicente Ferrer 1979

Curd Patricia Graham DW (Eds) The Oxford Handbook of Presocratic

Philosophy New York Oxford University Press 2008

Curd Patricia ldquoThe Presocratics Philosophersrdquo en Laks A Louguet C

(Eds) Qursquo est-ce que la Philosophie Preacutesocratique Paris Presses

Universitaires du Septemtrion 2002 pp 115-138

Deforge Bernard Eschyle poegravete cosmique Paris Les Belles Lettres 1986

De Gennaro Ivo Logos Heidegger liest Heraklit Berlin Dunckeramp Hum-

bolt 2001

Detienne Marcel Los maestros de la verdad en la Grecia arcaica Meacutexi-

co Sexto Piso 2004

Detienne Marcel Vernant Jean-Pierre Las artimantildeas de la inteligencia

La metis en la Grecia antigua Madrid Taurus 1988

Deichgraumlber Karl Rhythmische Elemente im Logos des Heraklit Mainz

Akademie der Wissenschaften und der Literatur 1963

Dilcher Roman Studies in Heraclitus Hildesheim Georg Olms 1995

Dioacutegenes Laercio Vida de los maacutes ilustres filoacutesofos griegos Barcelona

Orbis 1985

Dodds Eric R Los griegos y lo irracional Madrid Alianza 1980

The Plays of Euripides Bacchae Oxford Oxford University Press

1960

485

Duperon Isabelle Heacuteraclite et le bouddha deux penseacutees du devenir uni-

versel Paris LacuteHarmattan 2003

Eliade Mircea Historia de las creencias y de las ideas religiosas vol II

Madrid Cristiandad 1979

Eggers Lan Conrado ldquoEthical-Religious Meaning of 30 DKrdquo en Rossetti

Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo

Roma Edizioni dell` Ateneo 1984 pp 291-301

Escohotado Antonio De phyacutesis a poacutelis La evolucioacuten del pensamiento filo-

soacutefico griego desde Tales a Soacutecrates Barcelona Anagrama 1995

Esquilo Tragedias Madrid Gredos 1986

Fernaacutendez Reina F Joseacute ldquoConsideraciones semaacutenticas en torno al concep-

to de ὕβρις en la literatura griegardquo en Unidad y pluralidad en el

mundo antiguo Actas del VI Congreso Espantildeol de Estudios Claacutesi-

cos vol 2 Madrid Gredos 1983 pp 76-79

Flaceliegravere Robert La vida cotidiana en Grecia en el siglo de Pericles Ma-

drid Temas de Hoy 1996

Fraumlnkel Hermann ldquoA Thought Pattern in Heraclitusrdquo en Mourelatos Ale-

xander P D The Presocratics New York Anchor Books 1974 pp

214-228

Poesiacutea y filosofiacutea de la Grecia Arcaica Madrid Visor 1993

Furley David J Allen R E (Eds) Studies in Presocratic Philosophy

vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London RoutledgeampKegan

1970

486

Gadamer Hans-Georg ldquoDie griechische Philosophie und das moderne

Denken (1978)rdquo en Gesammelte Werke 6 Griechische Philosophie

II Tuumlbingen J C B Mohr (Paul Siebeck) 1999

ldquoEstudios heracliacuteteosrdquo en El inicio de la sabiduriacutea Barcelona Pai-

doacutes 2001

ldquoSobre la transmisioacuten de Heraacuteclitordquo en El inicio de la sabiduriacutea

Barcelona Paidoacutes 2001

El inicio de la filosofiacutea occidental Barcelona Paidoacutes 1995

El inicio de la sabiduriacutea Barcelona Paidoacutes 2001

ldquoI Presocraticirdquo en Mathieu Vittorio (Ed) Questioni di Storiogra-

fia filosofica vol I Brescia La Scuola 1975

Gallop David ldquoThe Riddles of Heraclitusrdquo en Boudouris KJ (Ed) Io-

nian Philosophy Athens International Association for Greek Philo-

sophy 1989 pp 123-135

Garciacutea Caneiro Joseacute Vidarte Francisco J Guerra y filosofiacutea concepcio-

nes de la guerra en la historia del pensamiento Valencia Tirant lo

Blanch 2002

Garciacutea Gual Carlos (Ed) Historia de la Filosofiacutea antigua Madrid Trotta

2004

Garciacutea Morente Manuel Lecciones preliminares de filosofiacutea Madrid En-

cuentro 2000

Garciacutea Quintela Marco V El rey melancoacutelico Antropologiacutea de los frag-

mentos de Heraacuteclito Madrid Taurus 1992

487

Garciacutea-Baroacute Miguel De Homero a Soacutecrates Invitacioacuten a la filosofiacutea Sa-

lamanca Siacutegueme 2004

Garciacutea Loacutepez Joseacute La religioacuten griega Madrid Istmo 1975

Gemelli Marciano M Laura ldquoLe contexte culturel des Preacutesocratiques ad-

versaires et destinatairesrdquo en Laks Andreacute Louguet Claire (Eds)

Qursquoest-ce que la Philosophie Preacutesocratique Paris Presses Univer-

sitaires du Septemtrion 2002 pp 83-114

Georgopoulos N ldquoWhy Heraclitus Is Not a Philosopherrdquo en Boudouris

KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 136-141

Gigon Olof Grundprobleme der antiken Philosophie Bern Francke

1959

Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega de Hesiacuteodo a Parmeacutenides Ma-

drid Gredos 1985

Untersuchungen zu Heraklit Leipzig Dieterichsche Verlagsbuch-

handlung 1935

Gill ML Pellegrin P (Eds) A Companion to Ancient Philosophy Ox-

ford Blackwell 2006

Goacutemez Margulis Juan Pablo La filosofiacutea la poliacutetica y la teologiacutea de He-

raacuteclito de Eacutefeso Tesis doctoral ineacutedita Salamanca Universidad de

Salamanca 1994

488

Gomperz Heinrich ldquoHeraclitus of Ephesusrdquo en Robinson Daniel S Phi-

losophical Essays by Heinrich Gomperz Boston The Christopher

Publishing House 1953 pp 88-107

Gomperz Theodor Greek Thinkers A History of Ancient Philosophy vol

I London John Murray 1955

Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L ldquoAristoacuteteles como historiador de la filosofiacuteardquo en

Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael (Eds) En torno a

Aristoacuteteles homenaje al prof Pierre Aubenque Santiago de Com-

postela Universidad de Santiago 1998

Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar La muacutesica del universo Meacutexico UNAM 1994

Gonzaacutelez Urbaneja Pedro M Pitaacutegoras El filoacutesofo del nuacutemero Madrid

Nivola 2007

Gorman Meter Pitaacutegoras Barcelona Criacutetica 1988

Graham Daniel W ldquoHeraclitus and Parmenidesrdquo en Caston V Graham

DW (Eds) Presocratic Philosophy Essays in Honour of Alexan-

der Mourelatos Aldershot Ashgate 2002 pp 27-44

Explaining the Cosmos The Ionian Tradition of Scientific Philoso-

phy Princeton Princeton University Press 2006

Grennwood Thomas Maziarz Edward A Greek Mathematical Philoso-

phy New York Frederick Ungar 1968

Gruumlndwald Michael (Ed) Die Anfaumlnge der abendlaumlndischen Philosophie

Zuumlrich Artemis Verlag 1949

489

Guervoacutes Luis S de Nietzsche y la poleacutemica sobre ldquoEl nacimiento de la

tragediardquo Maacutelaga Aacutegora 1994

Gueacuterin Pierre Lrsquoideacutee de justice dans la conception de lrsquounivers chez les

premiers philosophes grecs Paris Alcan 1934

Guthrie William K C ldquoFlux and Logos in Heraclitusrdquo en Mourelatos

Alexander P D The Presocratics New York Anchor Books 1974

pp 197-213

Historia de la filosofiacutea griega vol I ldquoLos primeros presocraacuteticos y

los pitagoacutericosrdquo Madrid Gredos 1984

The Greek Philosophers New York Harper 1970 (trad cast Flo-

rentino M Torner FCE Madrid 2003)

Orpheus and Greek Religion Study of the Orphic Movement Prin-

ceton Princeton University Press 1993 (trad cast Juan Valmard

Madrid Siruela 2003)

Hegel GWF Lecciones sobre la Historia de la Filosofiacutea vol I Meacutexico

FCE 1977

Introduccioacuten a la historia de la filosofiacutea Madrid Aguilar 1973

Heidegger Martin Fink Eugen Heraklit Seminar Wintersemester 1966-

1967 Frankfurt am Main Vittorio Klostermann 1970 (trad cast

Jacobo MuntildeozSalvador Mas Barcelona Ariel 1986)

Heidegger Martin ldquoALETHEIA (Heraacuteclito-Fragmento 16) en Conferen-

cias y artiacuteculos Barcelona Ediciones del Serbal 1994

Hitos Madrid Alianza 2000

Identidad y diferencia Barcelona Anthropos 1988

490

ldquoLOGOS (Heraacuteclito-Fragmento 5) en Conferencias y artiacuteculos

Barcelona Ediciones del Serbal 1994

Conferencias y artiacuteculos Barcelona Ediciones del Serbal 1994

Early Greek Thinking London HarperampRow 1984

ldquoSobre la esencia y el concepto de la φύσις Aristoacuteteles Fiacutesica B1rdquo

en Hitos Madrid Alianza 2000

Heidel W A ldquoQualitative Change in Pre-Socratic Philosophyrdquo en Mou-

relatos Alexander P D The Presocratics New York Anchor

Books 1974 pp 333-344

Held KlausHeraklit Parmenides und der Anfang von Philosophie und

Wissenschaft Eine phaumlnomenologische Besinnung Berlin Walter de

Gruyter 1980

Hesiacuteodo Obras y Fragmentos Madrid Gredos 1990

Houmllderlin Friedrich Ensayos Madrid Hiperioacuten 1983

Houmllscher Uvo ldquoParadox Simile and Gnomic Utterance in Heraclitusrdquo en

Mourelatos Alexander P D The Presocratics New York Anchor

Books 1974 pp 229-238

Homero Iliacuteada Madrid Gredos 2004

Odisea Madrid Gredos 2002

Huffman Carl A ldquoThe Pythagorean traditionrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 66-88

491

Hussey Edward ldquoEpistemology and Meaning in Heraclitusrdquo en Scho-

field M Nussbaum M Language and Logos Studies in ancient

Greek philosophy Cambridge University Press 1982 pp 33-61

ldquoHeraclitusrdquo en Long A A (Ed) The Cambridge Companion to

Early Greek Philosophy Cambridge University Press 1999 pp 88-

113

The Presocratics Bristol Duckworth 1972

Hyland Drew A Los oriacutegenes de la filosofiacutea en el mito y los presocraacuteti-

cos Buenos Aires El Ateneo 1975

Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos Madrid

FCE 1978

Paideia los ideales de la cultura griega Madrid FCE 1990

Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el

origen Madrid Tecnos 1998

Jeanniegravere Abel La penseacutee drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephegravese et la vision preacutesocratique

du monde Paris Aubier 1985

Jeanmaire Henri Dionysos Histoire du culte de Bacchus Paris Payot

1978

Kahn Charles H ldquoLanguage and Ontology in the Cratylusrdquo en Lee E

N Mourelatos A P D Rorty R M (Eds) Exegesis and Argu-

ment Studies in Greek Philosophy Assen Van Gorcum amp comp

1973 pp 152-177

492

Anaximander and the Origins of Greek Cosmology New York Co-

lumbia University Press 1960

Kirk G S ldquoNatural Change in Heraclitusrdquo en Mourelatos Alexander P

D The Presocratics New York Anchor Books 1974 pp 189-196

Kofman Sarah Seductions de Sartre a Heacuteraclite Paris Galileacutee 1990

Koacutejeve Alexandre Essai dacuteune histoire raisonneacutee de la philosophie paiumlen-

ne T I ldquoLes preacutesocratiquesrdquo Paris Gallimard 1997

Kurtz Ewald Interpretationen zu den Logos-Fragmenten Heraklits Hil-

desheim-New York Georg Olms Verlag 1971

Labriola I ldquoIl fuoco lo scambio e lrsquounitagrave degli oppostirdquo en Rossetti Li-

vio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Ro-

ma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 241-251

Laiacuten Entralgo Pedro La curacioacuten por la palabra en la Antiguumledad Claacutesi-

ca Barcelona Anthropos 1987

Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie Preacuteso-

cratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002

Laks Andreacute ldquolaquoPhilosophes Preacutesocratiquesraquo Remarques sur la construiacute-

tion drsquoune cateacutegorie de lrsquohistoriographie philosophiquerdquo en Laks

Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie Preacuteso-

cratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002 pp

17-38

493

ldquoSoul sensation and thoughtrdquo en Long A A (Ed) The Cambrid-

ge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge University

Press 1999 pp 250-271

Introduction agrave la philosophie preacutesocratique Paris PUF 2006

Lassalle Ferdinand Die Philosophie Herakleitos des Dunklen von Ephe-

sos Berlin 1892

Laurenti R ldquoEraclito dalle cose al logordquo en Rossetti Livio (Ed) Atti

del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni

dell`Ateneo 1984 pp 83-97

Lee E N Mourelatos A P D Rorty R M (Eds) Exegesis and Argu-

ment Studies in Greek Philosophy Assen Van Gorcum amp comp

1973

Lesher J H ldquoEarly interest in knowledgerdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 225-250

Lesky Albin La tragedia griega Barcelona Labor 1970

Lledoacute Iacutentildeigo Emilio El concepto de ldquopoiesisrdquo en la filosofiacutea griega Heraacute-

clito-Sofistas-Platoacuten Madrid CSIC 1961

Lloyd G E R ldquoLe pluralisme de la vie intellectuelle avant Platonrdquo en

Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie

Preacutesocratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002

pp 39-54

494

Polarity and Analogy Cambridge University Press 1971 (trad cast

Mordf J Maidagaacuten Madrid Taurus 1987)

Long A A (Ed) The Cambridge Companion to Early Greek Philosophy

Cambridge University Press 1999

ldquoThe scope of early Greek philosophyrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 1-22

Loacutepez Eire Antonio ldquoEl lenguaje sobre Dios en la Grecia antiguardquo en

Lenguajes sobre Dios Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa de

Filosofiacutea 1998

Macchioro V Eraclito Nuovi studi sullrsquo Orfismo Bari Laterza 1922

Magris Claudio ldquoIl carattere per un uomo eacute il suo degravemonerdquo en Rossetti

Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo

Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 181-191

Mansfeld Jaap Runia D T Aetiana The Method and Intellectual Con-

text of a Doxographer vol 1 ldquoThe Sourcesrdquo Philosophia Antiqua

73 Leiden Brill Academic Publishers 1997

Mansfeld Jaap ldquoFiddling the Books (Heraclitus B129)rdquo en Boudouris

KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 229-234

ldquoPhysikai Doxai and Problemata Physica from Aristotle to Aeumltius

(and Beyond)rdquo en Fortenbaugh William W Gutas D Theo-

phrastus his Psychological Doxographical and Scientific Wri-

495

tings London Transaction ldquoRutgers University Studies in Classical

Humanitiesrdquo vol 5 1992 pp 63-111

ldquoSourcesrdquo en Long A A (Ed) The Cambridge Companion to

Early Greek Philosophy Cambridge University Press 1999 pp 22-

45

Studies in the Historiography of Greek Philosophy Assen Van Gor-

cum 1990

Martano Giuseppe ldquoSullrsquoantiodromia eracliteardquo en VVAA Fons Peren-

nis Saggi critici di filosofia de classica raccolti in onore di Vittorio

drsquoAgostino Torino Baccola and Gili 1971 pp 259-270

Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico vol I Napoli-Firenze Il

Tripode 1972

Martiacutenez Nieto Roxana La aurora del pensamiento griego Madrid

Trotta 2000

Martiacutenez Marzoa Felipe Historia de la filosofiacutea antigua Madrid Akal

1995

Historia de la filosofiacutea Filosofiacutea antigua y medieval Madrid Ist-

mo 1984

Matteacutei Jean-Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du

Congregraves de Nice (Mai 1987) Paris PUF 1990

Melendo Tomaacutes Ontologiacutea de los opuestos Pamplona Eunsa 1982

Mondolfo Rodolfo El pensamiento antiguo vol I ldquoDe los oriacutegenes hasta

Platoacutenrdquo Buenos Aires Losada 1983

496

Heraacuteclito Textos y problemas de su interpretacioacuten Madrid Siglo

XXI 1981

La comprensioacuten del sujeto humano en la cultura antigua Buenos

Aires Imaacuten 1955

Montanari E ldquoEraclito e la religiositagrave tradizionalerdquo en Rossetti Livio

(Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 381-399

Montano A ldquoMathesis e noos in Eraclitordquo en Rossetti Livio (Ed) Atti

del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni

dell`Ateneo 1984 pp 129-139

Montoneri L ldquoEraclito e la dialettica anticardquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizio-

ni dell`Ateneo 1984 pp 111-121

Moravccedilsik Julius M ldquoHeraclitus at the Crossroad of Presocratic

Thoughtrdquo en Boudouris KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens In-

ternational Association for Greek Philosophy 1989 pp 256-269

Most Glenn W ldquoThe poetics of early Greek philosophyrdquo en Long A A

(Ed) The Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cam-

bridge University Press 1999 pp 332-363

Mouraviev Serge N ldquoHeraclitus Parmeacutenides and the Naive Metaphysics

of Thingsrdquo en Lee E N Mourelatos A P D Rorty R M (Eds)

497

Exegesis and Argument Studies in Greek Philosophy Assen Van

Gorcum amp comp 1973 pp 16-49

Mourelatos A P D (Ed) The Pre-socratic Philosophers A Collection of

Critical Essays New York Anchor Books 1974

Moyal Georges J D ldquoLe rationalisme inexprimeacute dacuteHeacuteracliterdquo en Matteacutei

Jean-Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du

Congregraves de Nice (Mai 1987) Paris PUF 1990 pp 187-195

Negri Antimo ldquoNietzsche e il fanciullo che giuoca di Eraclitordquo en

Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol II

ldquoLa fortuna di Eraclito nel pensiero modernordquo Roma Edizioni dell`

Ateneo 1984

Nehamas Alexander ldquoParmenidean BeingHeraclitean Firerdquo en Caston

V Graham DW (Eds) Presocratic Philosophy Essays in Honour

of Alexander Mourelatos Aldershot Ashgate 2002 pp 45-64

Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego Desde Homero hasta Lucia-

no Barcelona Ariel 1975

Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos Ma-

drid Valdemar 1999

OrsquoBrien Denis ldquoHeraclitus and the Unity of opositesrdquo en Boudouris KJ

(Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 298-303

498

Ortega y Gasset Joseacute Origen y epiacutelogo de la filosofiacutea Madrid Alianza-

Revista de Occidente 1981

Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos Barcelo-

na Kairoacutes 2003

Patrick G T W Heraclitus of Ephesus Chicago The Argonaut Press

1969

Platoacuten Estuche conmemorativo 25 aniversario Diaacutelogos (vols I-IX) Ma-

drid Gredos 2002

Popper Karl R ldquoBack to the Presocraticsrdquo en Furley D J Allen R E

(Eds) Studies in Presocratic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of

Philosophyrdquo London RoutledgeampKegan 1970

Poratti A R El pensamiento antiguo y su sombra Buenos Aires Eudeba

2000

Prier Raymond Adolph Archaic Logic Symbol and Structure in Heracli-

tus Parmenides and Empedocles The Hague Mouton 1976

Rammnoux Cleacutemence Eacutetudes Presocraacutetiques Paris Klincksieck 1970

Heacuteraclite ou lacutehomme entre les choses et les mots Paris Les Belles

Lettres 1968

Reale Giovanni Storia della filosofia antica vol I Milano Vitae pensie-

ro 1982

Por una nueva interpretacioacuten de Platoacuten Barcelona Herder 2003

499

Redondo Reyes Pedro ldquoἉρμονία y τόνος en la praacutectica musical griegardquo

en Calderoacuten Esteban Morales Alicia Valverde Mariano (Eds)

ldquoKoinograves Loacutegos homenaje al profesor Joseacute Garciacutea Loacutepezrdquo vol II

Murcia Universidad de Murcia 2006 pp 879-886

Reinhardt Karl Parmenides und die Geschichte der griechischen Philoso-

phie Frankfurt am Main Vittorio Klostermann 1985

Rey Abel La juventud de la ciencia griega UTEHA Meacutexico ldquoLa evolu-

cioacuten de la humanidadrdquo (162) 1961

Ring Merril Beginning with the Pre-Socratics Columbus McGraw-Hill

2000

Robin Leon El pensamiento griego y los oriacutegenes del espiacuteritu cientiacutefico

Meacutexico UTEHA ldquoLa evolucioacuten de la humanidadrdquo (14) 1962

Robinson Thomas M ldquoEsiste una doctrina del logos in Eraclitordquo en

Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I

ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 65-73

An Introduction to Early Greek Philosophy Boston Houghton Mif-

flin 1968

ldquoMethodology in the Reading of Heraclitusrdquo en Boudouris KJ

(Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for Gre-

ek Philosophy 1989 pp 344-352

Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoFilosofiacutea india y filosofiacutea griegardquo en Pa-

labras e ideas Estudios de filosofiacutea griega Madrid Ediciones Claacutesi-

cas 1992

500

ldquoLa filosofiacutea griega como geacutenero literariordquo en Palabras e ideas Es-

tudios de filosofiacutea griega Madrid Ediciones Claacutesicas 1992

ldquoLos presocraacuteticosrdquo en Palabras e ideas Estudios de filosofiacutea grie-

ga Madrid Ediciones Claacutesicas 1992

El reloj de la historia Barcelona Ariel 2006

Palabras e ideas Estudios de filosofiacutea griega Madrid Ediciones

Claacutesicas 1992

La democracia ateniense Madrid Alianza 1988

Rohde Edwin Psique el culto de las almas y la creencia en la inmortali-

dad entre los griegos vol 2 Barcelona Labor 1973

Romilly Jacqueline La trageacutedie grecque Paris PUF 1970

Rosati P P ldquoLrsquoarche heraclitea filosofia o letteraturardquo en Rossetti Livio

(Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 203-209

Roseacuten Haiim B Early Greek Grammar and Thought in Heraclitus the E-

mergence of the Article Jerusalem Israel Academy of Sciences

and Humanities 1998

Rosetti Livio ldquoAbout the Disunity of Heraclitusrsquo Thoughtrdquo en Boudou-

ris KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association

for Greek Philosophy 1989 pp 353-362

Atti del Symposium Heracliteum 1981 (Ed) vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984

501

Atti del Symposium Heracliteum 1981 (Ed) vol II ldquoLa fortuna di

Eraclito nel pensiero modernordquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984

ldquoLrsquoigravenganno del vivere Eraclito 26 DKrdquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edi-

zioni dell`Ateneo 1984 pp 191-203

Sambursky S El mundo fiacutesico de los griegos Madrid Alianza 1999

Sassi Maria Michela ldquoLa naissance de la philosophie de lrsquoesprit de la tra-

ditionrdquo en Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la

Philosophie Preacutesocratique Paris Presses Universitaires du Septem-

trion 2002 pp 55-81

Sauvanet Pierre Le rythme grec dacuteHeacuteraclite agrave Aristote Paris PUF 1999

Schleiermacher Friedrich ldquoHerakleitos der dunkle von Ephesos darges-

tellt aus den Truumlmmern seines Werkes und den Zeugnisses der Al-

tenrdquo en Kritische Gesamtausgabe Schriften und Entwuumlrfe Band 6

Verlin Walter de Gruyter 1998

Schroumldinger Erwin La naturaleza y los griegos Barcelona Tusquets

2006

Scolnikov S ldquoEraclito e la prehistoria del principio di non-contraddizio-

nerdquo en Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981

vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 97-111

Sedley David ldquoParmenides and Melissusrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 113-134

502

Sider David ldquoWord Order and Sense in Heraclitus Fragment One and the

River Fragmentrdquo en Boudouris KJ (Ed) Ionian Philosophy

Athens International Association for Greek Philosophy 1989 pp

363-368

Signes Codontildeer Juan Escritura y literatura en la Grecia arcaica Madrid

Akal 2004

Sivestre Pinto M L ldquoEraclito e i confini dellrsquoanima pyr e psycherdquo en

Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I

ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 251-265

Snell Bruno Heraklit Munich Heimeran 1976

Il linguaio di Eraclito Ferrara Gabriele Corbo 1989

Soacutefocles Tragedias Madrid Gredos 1981

Spengler Oswald Heraacuteclito Buenos Aires Espasa-Calpe 1947

Stokes Michael C One and Many in Presocratics Philosopy Washington

dc Harward Univesity Press 1971

Sweeney Leo Infinity in the Presocratics The Hague Martinus Nijhoff

1972

Thurner Martin Der Ursprung des Denkens bei Heraklit Berlin Kohl-

hammer 2001

Traglia A ldquoPensiero e linguaggio in Eraclitordquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizio-

ni dell`Ateneo 1984 pp 409-423

503

Vernant Jean-Pierre Los oriacutegenes del pensamiento griego Barcelona Pai-

doacutes 1992

Mito y pensamiento en la Grecia Antigua Barcelona Ariel 1993

Mito y religioacuten en la Grecia antigua Barcelona Ariel 2001

Vernant J P Vidal Naquet P Mito y tragedia en la Grecia Arcaica vol

I Madrid Taurus 1987

Villar Alicia Suances A Manuel El irracionalismo vol I ldquoDe los oriacutege-

nes del pensamiento a Schopenhauerrdquo Madrid Siacutentesis 2000

Vlastos Gregory ldquoEquality and Justice in Early Greek Cosmologiesrdquo en

Furley David J Allen R E (Eds) Studies in Presocratic Philoso-

phy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London Routledgeamp

Kegan 1970

ldquoOn Heraclitusrdquo en Furley David J Allen R E (Eds) Studies in

Presocratic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo

London RoutledgeampKegan 1970

ldquoTheology and Philosophy in Early Greek Thoughtrdquo en Furley

David J Allen R E (Eds) Studies in Presocratic Philosophy vol

I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London RoutledgeampKegan

1970

Studies in Greek Philosophy vol I ldquoThe Presocraticsrdquo (Ed Daniel

W Graham) New Jersey Princeton University Press 1995

504

Von Fritz Kurt ldquoNous Noein and Their Derivates in Pre-Socratic Philoso-

phyrdquo en Mourelatos Alexander P D The Presocratics New York

Anchor Books 1974 pp 12-34

Von Oech Roger Esperar lo inesperado La filosofiacutea de Heraacuteclito aplica-

da a los problemas de hoy Barcelona Grijalbo 2002

VVAA El mundo griego Madrid Naacutejera 1987

VVAA Historia de la Filosofiacutea la filosofiacutea griega vol 2 Madrid Siglo

XXI 1969

Weil Simone La fuente griega Madrid Trotta 2005

West M L Ancient Greek Music Oxford Oxford University Press 1992

Hesiod Theogony Oxford Clarendon Press 1971

Wheelwright Philip Heraclitus Westport-Conneticut Grennwood Press

1981

Wiggins David ldquoHeraclitusrsquo conception of flux fire and material persis-

tencerdquo en Schofield M Nussbaum M Language and Logos Stu-

dies in ancient Greek philosophy Cambridge University Press

1982 pp 1-33

Winterhalder Ludwig Das Wort Heraklits Zurich Eugen Rentsch 1962

Wunenburger Jean-Jacques Le combat est le pegravere de toutes choses Heacutera-

clite Nantes Pleins Feux 2005

505

Zeller E Mondolfo R La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico

parte I ldquoI Presocraticirdquo vol IV ldquoEraclitordquo Firenze La Nuova Italia

1968

La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol II Firen-

ze La Nuova Italia 1968

La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol III Firen-

ze La Nuova Italia 1968

Zubiri Xavier ldquoEl acontecer humano Grecia y la pervivencia del pasado

filosoacuteficordquo en Zubiri Xavier Naturaleza Historia Dios Madrid

Alianza 1974 pp 305-340

ldquoSoacutecrates y la sabiduriacutea griegardquo en Zubiri Xavier Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 149-222

32 Artiacuteculos y entradas de diccionarios

Albert K ldquoPhilosophie und Erziehung bei Heraklit von Ephesusrdquo en Pe-

dagogica Historica 9 (1969) pp 5-19

Adomenas Mantas ldquoHeraclitus on religionrdquo en Phronesis 44 (1999)

Aubenque Pierre ldquoLa actualidad de Aristoacutetelesrdquo DAIMON Revista de Fi-

losofiacutea nordm 22 (2001) pp 9-16

506

Auerbach Wilhelm ldquoDe principio heracliacuteteordquo en Eos 32 (1929) pp 301-

314

ldquoZur Gegenuumlberstellung von Sein und Schein bei Heraklitrdquo en Eos

33 (1930) pp 651-664

Babut Daniel ldquoHeacuteraclite et la critique des poegravetes et des savantsrdquo en LrsquoAn-

tiquiteacute Classique 45 (1976) pp 464-96

ldquoHeacuteraclite et la religion populairerdquo en Revue des Eacutetudes Anciennes

77 (1975) pp 27-62

Baltussen Han ldquoThe Presocratics in the Doxographical Tradition Sources

Controversies and Current Researchrdquo en Studia Humaniora Tar-

tuensia vol 6A6 (2005)

Barintildeaga Jimeacutenez David ldquoLa teologiacutea de Heraacuteclito de Eacutefesordquo en Anaacuteba-

sis Revista de Filosofiacutea Madrid 6 (19972) pp 89-107

Bernabeacute Alberto ldquoActualizacioacuten cientiacutefica la poesiacutea oacuterficardquo en Tempus

nordm 0 (1992) pp 1-41

ldquoEl silencio entre los oacuterficosrdquo en Ilu Revista de ciencias de las reli-

giones Anejo XIX (2007) p 53

ldquoκατὰ τὴν τοῦ χρόνου τάξιν Modelos del tiempo en las cosmo-

goniacuteas presocraacuteticasrdquo en Emeacuterita 58 (1990) pp 61-98

ldquoLa foacutermula oacuterfica ldquocerrad las puertas profanosrdquo en Ilu Revista de

ciencias de las religiones nordm 1 (1996) pp 13-37

ldquoLa theacuteogonie orphique du papyrus de Dervenirdquo en Kernos 15

(2002) pp 91-129

507

ldquoLo uno y lo muacuteltiple en la especulacioacuten presocraacutetica nociones mo-

delos y relacionesrdquo en Taula nordm 27-28 (1997) pp 75-99

ldquoLos filoacutesofos presocraacuteticos como autores literariosrdquo en Emeacuterita

472 (1979) pp 357-394

ldquoTendencias recientes en el estudio del orfismordquo en Ilu Revista de

ciencias de las religiones nordm 0 (1995) pp 23-32

ldquoThe Derveni Theogony Many Questions and Some Answersrdquo en

Harvard Studies in Classical Philology 103 (2007) p 99

ldquoUn documento fundamental para el estudio del orfismo el papiro de

Dervenirdquo en Ordia Prima 4 (2005) p 153

Brillante Carlo ldquoIl sogno nella riflessione dei presocraticirdquo en Materiali e

Discussioni per lrsquoAnalisi dei Testi Classici 16 (1986) pp 9-53

Brisson Luc ldquoLectura profana y lectura iniciaacutetica del mito El Papiro de

Derveni como ejemplordquo en Sileno nordm 17 (2004)

Broumlcker Walter ldquoHeraklit zitiert Anaximanderrdquo en Hermes 84 (1956)

Broumlcker Walter ldquoHeraklit zitiert Anaximanderrdquo en Hermes 84 (1956)

Brown C ldquoSeeing Sleep Heraclitus Fr 49 Marcovich (DK 22B21)rdquo en

The American Journal of Philology 107 (1986) pp 243-245

Caballero Rauacutel ldquoLa musas jonias aprenden a escribir ley escrita y tratado

en prosa en los milesios y Heraacuteclitordquo en Emeacuterita LXXVI 1 (2008)

pp 1-33

508

Calabi F ldquoIl signore il cui oracolo egrave a Delfi non dice negrave nasconde ma in-

dicardquo en Bolletino dellrsquo Instituo di Filologia Greca dellrsquoUniversitagrave

di Padova 4 (1977-1978) pp 14-34

ldquoEraclito Il cammino della saggezardquo en Sandalion nordm 8-9 (1985-

1986) pp 5-26

Calogero Guido ldquoEraclitordquo en Giornale Critico della Filosofia Italiana

17 (1936) pp 195-224

Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Physis en los oriacutegenes de la filoso-

fiacutea griegardquo en DAIMON Revista de Filosofiacutea 21 (2000) pp 21-38

ldquoLeacutexico y filosofiacutea en los presocraacuteticosrdquo en Logos Anales del Se-

minario de Metafiacutesica Vol 6 nordm 6 (1971) pp 7-23

Capelle Wilhelm ldquoDas erste Fragment des Heraclitusrdquo en Hermes 59

(1924) pp 190-204

Casadesuacutes Bordoy Francesc ldquoA la buacutesqueda del lector perspicaz el caso

de Heraacuteclitordquo en Estudios Claacutesicos XLIV (121) 2002 pp 95-105

ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Enrahonar 23 Barcelona 1995 pp

103-116

ldquoMetis el nous el aire y Zeus en el papiro de Dervenirdquo en Faven-

tia 81 (1996) pp 75-88

ldquoNueva interpretacioacuten del Craacutetilo platoacutenico a partir de las aporta-

ciones el papiro de Dervenirdquo en Emeacuterita 681 (2000) pp 53-71

509

ldquoOrfeo y orfismo en Platoacutenrdquo en Taula nordm 27-28 (1997) pp 61-73

Christidis Theodoros ldquoHeraclitus two views on change and the physics of

complexityrdquo en Philosophical Inquiry vol 19 1-2 (1997) pp 52-

70

Classen C J ldquoAnaximanderrdquo en Hermes 90 (1962)

Cordero Neacutestor L ldquoLa dinaacutemica de la polis en Heraacuteclitordquo en Cuadernos

de Filosofiacutea 17 (1977) pp 15-25

Coxon Allan H ldquoHeraclitusrdquo en The Oxford Classical Dictionary Ox-

ford Clarendon Press 1949 p 415

Creacutepet Fabien ldquoHeacuteraclite et le Cyceonrdquo en Klecircsis Revue philosophique

nordm 12 ldquoDe la philosophie grecquerdquo Montpellier 2006 pp 1-19

Cubells Fernando ldquoEl mito del eterno retorno y algunas de sus derivacio-

nes doctrinales en la filosofiacutea griegardquo en Anales del Seminario de

Valencia nordm 10 (1967)

ldquoTemas de la filosofiacutea de Heraacuteclitordquo en Anales del Seminario Me-

tropolitano de Valencia 2 (1962) pp 213-259

Curd Patricia ldquoPresocratic Philosophyrdquo en Zalta Edward N (Ed) The

Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2007 Edition) en http

platostanfordeduentriespresocratics

Curi Humberto ldquoHistoria e polymathia A proposito del frammento 35 di

Eraclitordquo en Giornale di Metafisica 27 (1972) pp 569-574

510

Darcus Shirley M L ldquoDaimon as a Force in Shaping Ethos in Heracli-

tusrdquo en Phoenix 28 (1974) pp 390-407

Davies J C ldquoThe Beginnings of Greek Thought III Heraclitusrdquo en His-

tory Today 20 (1970) pp 427-433

Diels Hermann ldquoHeraclitusrdquo en James Hastings (Ed) Encyclopedia of

Religion and Ethics vol 6 New York Charles Scribnersrsquo Sons

1912 pp 591-594

Drozdek Adam ldquoHeraclitusrsquo Theologyrdquo en Classica et Mediaevalia 52

(2001) 37-56

Eggers Lan Conrado ldquoLa teoriacutea heracliacutetea del logosrdquo en Nova Tellus 5

(1987) pp 9-18

Emlyn Jones C J ldquoHeraclitus and the Identity of Opositesrdquo en Phronesis

21 (1976) pp 89-114

Escohotado Antonio ldquoHeraacuteclito y la razoacutenrdquo en httpescohotadoorg

Esteban Ortega Joaquiacuten ldquoHeraacuteclito linguumlisticidad olvido y hermeneacuteutica

del logosrdquo en Estudio Filosoacuteficos 122 (1994) pp 120-144

Fattal Michel ldquoLe logos drsquoHeacuteraclite un essai de traductionrdquo en Revue

des Eacutetudes Grecques 99 (1986) pp 142-152

511

Fernaacutendez Garrido Mordf Regla Vinagre Lobo M Aacutengel ldquoLa terminologiacutea

griega para suentildeo y sontildearrdquo en Cuadernos de filologiacutea claacutesica nordm 13

(2003)

Fernaacutendez Peacuterez Gustavo ldquoHeraacuteclito a la luz de Edgar Morin de la com-

plejidad de la naturaleza a la naturaleza de la complejidadrdquo en Aza-

fea nordm 9 (2007) pp 147-178

Fraumlnkel Hermann ldquoHeraclitus on God and the Phenomenal Worldrdquo en

Transactions of the Proceedings of the American Philological Asso-

ciation 59 (1938) pp 230-244

Friedlaumlnder Paul ldquoHeracliti Frag 124rdquo en The American Journal of Phi-

lology 63 (1942) p 336

Furley David J ldquoHeraclitusrdquo en Gillespie Charles C Dictionary of

Scientific Biography vol 6 New York Charles Scribnerrsquos Sons

1970 pp 289-291

Garciacutea Gual Carlos ldquoApuntes sobre los comienzos del filosofar y el en-

cuentro griego del Mythos y del Logosrdquo en DAIMON Revista de

Filosofiacutea 21 (2000) pp 55-66

ldquoLengua historia y proceso filosoacutefico en Greciardquo en El Basilisco nordm

10 (1980) pp 14-21

ldquoLa utilidad de los baacuterbarosrdquo en Claves de Razoacuten Praacutectica nordm 5

(1990) pp 64-69

512

Garciacutea Junceda J A ldquoUno y muacuteltiple la dialeacutectica de los contrarios en

Heraacuteclitordquo en Anales del Seminario de Historia de la Filosofiacutea IV

(1984) pp 29-44

Garciacutea Loacutepez Joseacute ldquoSobre el vocabulario eacutetico-musical del griegordquo en

Emeacuterita 37 (1969) pp 335-352

Goacutemez Margulis Juan Pablo ldquoEl ciclo coacutesmico en Heraacuteclitordquo en Helmaacuten-

tica vol 51 nordm 155 (2000)

ldquoLa identidad logos-eoacuten en el pensamiento de Heraacuteclitordquo en Re-

vista de Filosofiacutea vol LIII-LIV (1999) pp 105-120

Graham Daniel W ldquoHeaclitusrdquo en Fieser James Bradley Dowder

(Eds) The Internet Encyclopedia of Philosophy (2007) en http

ieputmeduhheraclit

ldquoHeraclitusacute Criticism of Ionian Philosophyrdquo en Oxford Studies in

Ancient Philosophy 15 (1997) pp 1-50

ldquoHeraclitusrdquo en Zalta Edward N (Ed) The Stanford Encyclope-

dia of Philosophy (Fall 2007 Edition) en httpplatostanfordedu

entriesheraclitus

Grammatico Giuseppina ldquoEl acto del entendimiento en Heraacuteclitordquo en Li-

mes 1 (1988) pp 36-76

Gueacuteniot Philippe ldquoLectures des preacutesocratiques II Un jeu clef la petteiardquo

en Revue de Philosophie Ancienne XVIII 2 (2000) pp 33-64

513

Guthrie W K C ldquoThe Presocratic World-picturerdquo en Harvard Theologi-

cal Review (1952) pp 87-104

Hall Edith Inventing the Barbarian Greek Self-Definition through Trage-

dy Oxford Clarendon Press 1989 p 2

Held Klaus ldquoThe Origins of Europe with the Greek Discovery of the

Worldrdquo en Epocheacute vol 7 Issue 1 (2002) pp 81-105

Helm B ldquoSocial Roots in the Heraclitean Metaphysicsrdquo en The Journal

of the History of Ideas 25 (1964) pp 565-571

Herrera Corduente Miguel ldquoEl enigma traacutegico y la filosofiacutea La dialeacutectica

y el diaacutelogo traacutegicordquo en Anales del Seminario de Metafiacutesica nordm 29

(1995)

Hoz Mordf Paz de ldquoLa educacioacuten de las eacutelites efesiasrdquo en Emeacuterita LXXII 1

(2004) pp 25-45

Ioannidi H G ldquoLa Place drsquoHeacuteraclite dans lrsquohistoire de la philosophie

grecquerdquo en Eirene 5 (1966) pp 17-41

Janko R ldquoThe Derveni Papyrus an Interim Textrdquo en Zeitschrift fuumlr Pa-

pyrologie und Epigrahik nordm 141 pp 1-62

Kahn Charles H ldquoA New Look at Heraclitusrdquo en American Philosophi-

cal Quarterly 1 (1964) pp 189-203

Kerkhoff Manfred ldquoJuego y reino del nintildeo (Nietzsche y Heraacuteclito)rdquo en

Diaacutelogos 17 (1982) pp 7-26

514

Kirk G S ldquoHeraclitusrsquo Contribution to the Development of a Language

for Philosophyrdquo en Archiv fuumlr Begriffsgeschichte 9 (1964) pp 73-

77

ldquoHeraclitus and Death in Battlerdquo en The American Journal of Phi-

lology 70 (1949) pp 384-393

ldquoHeraclitusrdquo en Encyclopaeligdia Britaacutenica Vol 11 Chicago Ency-

clopaeligdia Britannica 1960 p455

Laks Andreacute ldquoHistoire criacutetique et doxographie Pour une histoire de lrsquohisto-

riographie de la philosophierdquo en Les Etudes Philosophiques 4 Pa-

ris 1999

Lallot J ldquoLa terre en partagerdquo en Archiv fuumlr Geschichte der Philosophie

54 (1972) pp 111-115

Lebedev Andrei V ldquoHeraclitus in P Dervenirdquo en Zeitschrift fuumlr Papyro-

logie und Epigraphikrdquo nordm 79 (1989)

Legido Lopez Marcelino ldquoLa vida seguacuten la naturaleza en la Estoa Anti-

guardquo en Bien Dios Hombre Estudios sobre el pensamiento griego

en Acta Salmanticensia XVIII 1 (1964) pp 85-134

Bien Dios Hombre Estudios sobre el pensamiento griego en Acta

Salmanticensia XVIII 1 (1964)

Lledoacute Iacutentildeigo Emilio ldquoHeraacuteclito y las poetasrdquo en Revista de Filosofiacutea 15

(1956) pp 273-277

Lloyd G E R ldquoHot and cold dry and wet in Greek Philosophyrdquo en

Journal of Hellenic Studies 84 (1964)

515

Lorite Mena Joseacute ldquoEl simbolismo miacutetico del logos y el fuego en Heraacutecli-

tordquo en Pensamiento 37 145 (1981) pp 51-80

MacKenzie Mary M ldquoHeraclitus and the Art of Paradoxrdquo en Oxford Stu-

dies in Ancient Philosophy 6 (1988) pp 1-37

Mansfeld Jaap ldquoDeconstructing Doxographyrdquo Philologus 146 2002 pp

277-286

ldquoDoxography of Ancient Philosophyrdquo en Zalta Edward N (Ed)

The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2007 Edition) en

httpplatostanfordeduentriesdoxography-ancient

ldquoHeraclitus fr B63DKrdquo en Elenchos 4 (1983) pp 97-205

ldquoHeraclitus in usum delphinirdquo en Lampas 8 (1975) pp 364-393

Marcovich Miroslav ldquoHeraclitus Some Characteristicsrdquo en Illinois Clas-

sical Studies 7 (1982) pp 171-188

ldquoProblemas heracliacuteteosrdquo en Emeacuterita 41 (1973) pp 449-473

Martiacuten Garciacutea Joseacute A ldquoLos mitos griegos de la creacioacuten La cosmogoniacuteardquo

en Cuadernos de filologiacutea claacutesica 8 (1988)

Melendo Tomaacutes ldquoOposicioacuten y contradiccioacuten en Aristoacuteteles y Tomaacutes de

Aquinordquo en Anuario Filosoacutefico 14 (1981) pp 63-100

ldquoNada y ontologiacutea en el pensamiento griegordquo en Anuario Filosoacutefi-

co 18 (1985)

516

ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparmeniacutedeordquo

en Anuario Filosoacutefico 20 (1987)

Mayor D ldquoHeraacuteclito el sombriacuteordquo en Humanidades 12 (1960) pp 295-

314

Meyer Matthew ldquoReflective listening in Heraclitusrdquo The Internacional

Journal of Listening 21 1 (2007) pp 57-65

Miller Edward L ldquoThe Logos of Heraclitus Updating the Reportrdquo en

Harvard Theological Review 74 (1981) pp 161-176

Molero Cruz Joseacute ldquoAristoacuteteles historiador de la filosofiacuteardquo en Estudios Fi-

losoacuteficos XXXI 86 (1982) pp 45-61

Molina Joseacute ldquoTeologiacutea y racionalidad en la filosofiacutea estoicardquo en Nova

Tellus nordm 19 2 (2001) pp 109-153

Moulines Ulises ldquoUn problema de interpretacioacuten La significacioacuten del lo-

gos en Heraacuteclitordquo en Boletiacuten del Instituto de Estudios Heleacutenicos 6

(1972) pp 93-120

Mouraviev Serge N ldquoHeacuteraclite drsquoEacutepheserdquo en Goulet R (Ed) Diction-

naire des Philosophes antiques vol III Paris CNRS 2000 pp 573-

617

Mourelatos Alexander P D ldquoHeraclitus Fr 114rdquo en The American

Journal of Philology 86 (1965) pp 258-266

517

Nestle Wilhelm ldquoHeraklit und die Orphikerrdquo en Philologus 60 (1905)

pp 367-384

Nussbaum Martha C ldquoPsychḗ in Heraclitusrdquo en Phronesis 17 (1972) pp

1-16 153-170

Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar ldquoLa muacutesica en la Grecia antiguardquo en Acta Poeti-

ca 24 (2003) pp 93-111

Pentildealver Goacutemez Patricio ldquoDos dogmas del antiplatonismordquo en DAI-

MON 21 (2000) pp 107-126

Petit Alain ldquoHeraclite la captation de la margerdquo en Eacutetudes Philosophi-

ques 1988 pp 207-219

Pozo Ortiz A del ldquoHeraacuteclito DK 22 B30rdquo Boletiacuten del Instituto de Estu-

dios Heleacutenicos 6 (1972) pp 93-120

Pralon D ldquoLrsquoimmondice des immondices (Heacuteraclite fr 96 DK)rdquo en Re-

vue de Philologie 52 (1978) pp 98-105

Prier Raymond Adolph ldquoSymbol and Structure in Heraclitusrdquo en Apeiron

7 (1973) pp 23-77

Pritzi K ldquoOn the Way to Wisdom in Heraclitusrdquo en Phoenix 39 (1985)

pp 303-316

Rammnoux Cleacutemence ldquoLa tradition preacutesocratique et le langagerdquo en Re-

vue de Meacutetaphysique et de Morale 79 (1974) pp 269-280

518

ldquoUn episode de la rencontre Est-Ouest Zoroastre et Heacuteracliterdquo en

Revue de la Meacutediteraneacutee 19 (1959) pp 329-364

Reinhardt Karl ldquoHeracliteardquo en Hermes 77 (1942) pp 225-248

ldquoHeraklits Lehre vom Feuerrdquo en Hermes 77 (1942) pp 1-27

Renaut A ldquoLa nature aime se cacherrdquo en Revue de Meacutetaphysique et de

Morale 81 (1976) pp 62-111

Rethy Robert ldquoHeraclitusrsquo Fragment 56 The Deceptiveness of the Appa-

rentrdquo en Ancient Philosophy 7 (1987) pp 1-7

Rivier Andreacute ldquoLrsquohomme et lrsquoexpeacuterience humaine dans les fragments drsquo

Heacuteracliterdquo en Museum Heveticum 13 (1956) pp 144-164

Robinson Thomas M ldquoTre concetti eracliteirdquo en Sandalion 5 (1982) pp

41-58

ldquoHeraclitus on Soulrdquo en The Monist 69 (1986) pp 305-314

Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoEl sistema de Heraacuteclito estudio a partir

del leacutexicordquo en Emeacuterita tom XLI fasc 1ordm Madrid 1973

Rodriacuteguez Saacutendez Rafael ldquoRazoacuten comuacutenrdquo en Fedro Revista de esteacutetica

y teoriacuteas de las artes nordm 3 (2005)

Romano Rodriacuteguez Carmen ldquoAristoacuteteles realidad y lenguajerdquo en La

laacutempara de Diogenes nordm 7 vol 4 (2003) pp 47-55

519

Romeyer-Dherbey G ldquoLa discourse et le contraire Notes sur le deacutebat en-

tre Aristote et Heacuteraclite au livre de la Meacutetaphysiquerdquo en Eacutetudes

Philosophiques 25 (1970) pp 475-497

Santiago Rosa A ldquoGriegos y baacuterbaros arqueologiacutea de una alteridadrdquo en

Faventia 202 (1998) pp 33-45

Schaumlfer Christian ldquoLos oriacutegenes del pensamiento esceacuteptico antiguo El pe-

simismo gnoseoloacutegico de los presocraacuteticos y su influencia en la filo-

sofiacutea antiguardquo Revista de Filosofiacutea XI 22 (1999) pp 95-127

Schettino Ernesto ldquoLa teoriacutea del conocimiento en Heraacuteclitordquo en Revista

de la Universidad Veracruzana nordm 46 (1968)

Schindler D C ldquoThe community of the One and the Many Heraclitus on

Reasonrdquo en Inquiry 46 (2003) pp 413-448

Schmidt Dennis J ldquoOn the Obscurity of the Originsrdquo en Philosophy To-

day 26 (1982) pp 322-331

Segura Peraita Carmen ldquoUna interpretacioacuten de la concepcioacuten de la physis

entre los presocraacuteticos Antes y despueacutes de Parmeacutenidesrdquo en Con-

trastes VI (2001) pp 143-160

Senzasono Luigi ldquoGenesi e significato del concetto eracliteo di misurardquo

en Discorsi 3 (1983) pp215-234

Singh R ldquoHeracleitos and the Law of Naturerdquo en The Journal of the His-

tory of Ideas 24 (1963) pp 457-472

520

Snyder Jane M ldquoThe harmonia of Bow and Lyre in Heraclitus Fr 51

DKrdquo en Phronesis 29 (1984) pp 91-95

Sorge C ldquoIl logos e gli opposti nel pensiero di Heraacuteclitordquo en Giornale di

Metafisica 12 (1957) pp 367-383

Spanar J ldquoDer Logosbegriff bei Herakleitos von Ephesosrdquo en Graeligcolati-

no et Orientalia 2 (1970) pp 3-51

Stefanini L ldquoLa nascita del logos in Heraclitusrdquo en Giornale Criticale

della Filosofia Italiana 5 (1951) pp 1-24

Stewart Donald ldquoContradiction and the Ways of Truth and Seemingrdquo en

Apeiron 14 (1980) pp 1-14

Stokes Michael C ldquoHeraclitus of Ephesusrdquo en Edwards Paul (Ed) The

Encyclopedia of Philosophy vol 3 New York The MacMillan

Company 1967 pp 477-481

Taraacuten Leonardo ldquoThe First Fragment of Heraclitusrdquo en Illinois Classical

Studies 11 (1986) pp 1-15

Thomson George ldquoHeacuteraclite et sa philosophierdquo Penseacutee 116 (1964) pp

16-28

Troncoso Viacutector A ldquoPara una historificacioacuten de Heraacuteclito A propoacutesito de

un libro recienterdquo en Polis Revista de ideas y formas poliacuteticas de la

antiguumledad claacutesica nordm 6 (1994) pp 5-31

521

Tugwell S ldquoHeraclitus Fr 98 DKrdquo en The Classical Quarterly 21

(1971) p 32

Uscatescu Jorge ldquoHeraacuteclito y la interpretacioacutenrdquo en Revista de Estudios

Poliacuteticos 194 (1974) pp 209-221

Valentin P ldquoHeacuteraclite et Cleacutement drsquoAlexandrierdquo en Recherches de

Science Religieuse 46 (1958) pp 27-59

Verdenius W J ldquoDer Logosbegriff bei Heraklit und Parmenidesrdquo en

Phronesis 11 (1966)

Viano Cristina ldquoHeacuteraclite dans la doxographie drsquoAristoterdquo en Les Eacutetudes

Classiques 57 (1989) pp 193-207

VVAA ldquoHeraklit von Ephesosrdquo en httpphilosophenlexikonde

Zaborowski R ldquoSur le fragment DK 22 B 85 drsquoHeacuteraclite drsquoEphegraveserdquo en

Organon 32 (2003) pp 9-30

Zeppi Stelio ldquoLa posizione di Eraclito nella filosofia presocratica e la dia-

lectica heracliteardquo en Atti della Accademia delle Scienze di Torino

108 (1974) pp 39-93

Zoumpos A N ldquoSur un fragment drsquoHeacuteraclite 26 DKrdquo en Revue des Eacutetu-

des Grecques 59 (1946-1947) pp 1-7

Viano Cristina ldquoAristotele e lrsquoarcheacute-fuoco di Heraacuteclitordquo en Archives In-

ternationales drsquoHistoire des Sciences 37 (1987) pp 207-221

522

4 La naturaleza en la ciencia actual y otras obras consultadas

41 Libros y capiacutetulos de libros

Alemantilde Berenguer Rafael A Grandes metaacuteforas de la fiacutesica Madrid

Celeste 1998

Alleacutegre Claude Dios frente a la ciencia Barcelona Peniacutensula 2000

Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCoacutemo pensar el devenirrdquo en VVAA Metafiacute-

sica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salamanca Socie-

dad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1996

ldquoEl comienzo de la filosofiacutea como vaciacuteo seguacuten Hegelrdquo en Paredes

Martiacuten Mordf del Carmen (Ed) Intencionalidad mundo y sentido Pro-

blemas de fenomenologiacutea y metafiacutesica Salamanca Universidad de

Salamanca 2003

Pensamiento del ser y espera de Dios Salamanca Siacutegueme 2004

Aacutelvarez Goacutemez Mariano Andreacute Joatildeo M (Coords) Coincidencia de

opuestos y concordia Los caminos del pensamiento en Nicolaacutes de

Cusa Salamanca SCLF 2002

Anselmo Annamaria Edgar Morin e gli scienziati contemporanei Meciacute-

na Rubbetino Editore 2005

Arana Juan ldquoiquestTiene que ver algo la ciencia con el descubrimiento de la

verdadrdquo en Arana Juan El caos del conocimiento Del aacuterbol de

las ciencias a la marantildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 69-

87

523

ldquoiquestTodaviacutea es posible la interdisciplinariedadrdquo en Arana Juan El

caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del sa-

ber Pamplona Eunsa 2004 pp 13-23

ldquoCausalidad y objetividad Schroumldinger y el trasfondo filosoacutefico de la

fiacutesica cuaacutenticardquo en Mataix C Rivadulla A (Eds) Fiacutesica Cuaacutenti-

ca y Realidad Madrid Complutense 2002 pp 73-96

ldquoCiencia y Religioacuten iquestEquilibrio armoniacutea o alternativardquo en VV

AA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones en torno a la ad-

quisicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Fundacioacuten Iberdrola

2004

ldquoLa incierta sabiduriacutea del filoacutesofordquo en Arana Juan El caos del

conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del saber Pam-

plona Eunsa 2004 pp 37-49

ldquoLa revolucioacuten cientiacutefica y las revoluciones filosoacuteficasrdquo en Arana

Juan El caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la mara-

ntildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 49-69

ldquoNecesidad libertad azarrdquo en Ibaacutentildeez-Martiacuten J A (Ed) Reali-

dad e Irrealidad Madrid Rialp 2001 pp 33-43 [ldquoNecesidad liber-

tad azarrdquo en VVAA Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los

problemas del presente Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa

de Filosofiacutea 2005]

ldquoUnidad y diversidad del saber en los umbrales del siglo XXIrdquo en

Arana Juan El caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la

marantildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 103-119

524

Claves del conocimiento del mundo 1 Materia y movimiento Sevi-

lla Kronos 1999

Claves del conocimiento del mundo 2 Universo y vida Sevilla Kro-

nos 2000

El caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del

saber Pamplona Eunsa 2004

El Dios sin rostro Presencia del panteiacutesmo en el pensamiento del si-

glo XX Madrid Biblioteca Nueva 2003

Materia Universo Vida Madrid Tecnos 2005

Arias Eusebio R Tiempo cero un viaje por el Big Bang Madrid Sirius

1992

Arzel Amir D Entrelazamiento El mayor misterio de la fiacutesica Barcelona

Criacutetica 2004

Asimov Isaac Aacutetomo Viaje a traveacutes del cosmos subatoacutemico Barcelona

Plaza-Janeacutes 1991

El Universo De la tierra plana a los quaacutesares Madrid Alianza

2000

Atlan Henri Lacuteorganisation biologique et la theorie de lacuteinformation Pa-

ris Seuil 2006

ldquoDeacutebat Henri Atlan-Edgar Morin Entre causaliteacute et finaliteacuterdquo en

VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour

drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 247-253

525

ldquoFinalidades poco comunesrdquo en Thompson William Irwin (Ed)

Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

ldquoFinaliteacute du complexerdquo en VVAA Colloque de Cerisy Argu-

ments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990

pp 239-246

Con razoacuten y sin ella Barcelona Tusquets 1991

Cuestiones vitales entre el saber y la opinioacuten Barcelona Tusquets

1997

Entre le cristal et la fumeacutee Paris Seuil 1986

Atmanspacher Harald Bishop Robert (Eds) Between Change and Choi-

ce Interdisciplinary Perspectives on Determinism Thorverton Im-

print Academic 2002

Audouze Jean Cosseacute Michel Carriegravere Jean-Claude Conversaciones so-

bre lo invisible Barcelona Seix Barral 1997

Aacutevila Crespo Remedios Nietzsche y la redencioacuten del azar Granada Uni-

versidad de Granada 1986

Axelos Kostas El pensamiento planetario El devenir-pensamiento del

mundo y el devenir-mundo del pensamiento Caracas Monte Aacutevila

1969

Horizontes del mundo Meacutexico FCE 1980

Le jeu du monde Paris Les Eacuteditions de Minuit 1969

Sistemaacutetica abierta Buenos Aires Galerna 1986

526

Balandier Georges El desorden La teoriacutea del caos y las ciencias sociales

Elogio de la fecundidad del movimiento Barcelona Gedisa 1999

Batlle Jorge Gumuzzio Joseacute La quiacutemica ciencia de la materia y el cam-

bio Barcelona Salvat 1998

Belmonte Juan Antonio Las leyes del cielo Astronomiacutea y civilizaciones

antiguas Madrid Temas de Hoy 1999

Benkirane Reacuteda (Ed) La complexiteacute vertiges et promesses 18 histoires

de sciences Paris Le Pommier 2002

Berstein Jeremy Einstein El hombre y su obra Madrid Mc Graw-Hill

2006

Bianchi Franccediloise ldquoLecture hologrammatique de lrsquoœuvre drsquoEdgar Morinrdquo

en VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (au-

tour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 11-24

Bloch Ernst Sujeto-objeto El pensamiento de Hegel Meacutexico FCE

1982

Bocchi G Ceruti M La sfida della complexita Milano Feltrinelli 1997

ldquoLe problegraveme cosmologique de la moderniteacute de lrsquounivers au pluri-

versrdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutetho-

de (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 107-116

Bodanis David E=mcsup2 La biografiacutea de la ecuacioacuten maacutes famosa del mun-

do Barcelona Planeta 2000

Bohm David ldquoEl cosmos la materia la vida y la concienciardquo en Lorimer

David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experimentacioacuten a la

experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

527

La totalidad y el orden implicado Barcelona Kairoacutes 2004

Bohr Niels La teoriacutea atoacutemica y la descripcioacuten de la naturaleza Madrid

Alianza 1988

Bondi H Cosmologiacutea Barcelona Labor 1972

Briggs John P Peat David F A traveacutes del maravilloso espejo del Univer-

so Barcelona Gedisa 1989

Brockman John (Ed) El nuevo humanismo y las fronteras de la ciencia

Barcelona Kairoacutes 2007

La tercera cultura Maacutes allaacute de la revolucioacuten cientiacutefica Barcelona

Tusquets 1996

Broncano Fernando ldquoLa integracioacuten de los saberes cientiacuteficos y humaniacutes-

ticosrdquo en VVAA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones en

torno a la adquisicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Fundacioacuten

Iberdrola 2004

Brunet Jean ldquoLe principe de cosmo-physique et le pheacutenomegravene drsquoorganisa-

tionrdquo en VV AA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutetho-

de (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 167-177

Burguiegravere Andreacute ldquoDe la historia evolucionista a la historia complejardquo en

Solana Ruiz Joseacute Luis (Ed) Con Edgar Morin por un pensamien-

to complejo Madrid Akal 2005

ldquoHistoire du preacutesent et preacutesence de lrsquoHistoire dans lrsquoœuvre drsquoEdgar

Morinrdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacute-

thode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 87-93

Cabral Antonio ldquoLa tercera culturardquo en Ciencias nordm 51 (1998)

528

Capra Fritjof Steindl-Rast David Pertenecer al Universo Madrid Edaf

1994

Capra Fritjof ldquoLa nueva fiacutesica y la realidad cientiacutefica de nuestra eacutepocardquo

en Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experi-

mentacioacuten a la experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

El punto crucial ciencia sociedad y cultura naciente Barcelona

RBA 1987

El tao de la fiacutesica Maacutelaga Sirio 1996

La trama de la vida una nueva perspectiva de los sistemas vivos

Barcelona Anagrama 1998

Las conexiones ocultas implicaciones sociales medioambientales

econoacutemicas y bioloacutegicas de una nueva visioacuten del mundo Barcelona

Anagrama 2003

Sabiduriacutea insoacutelita Conversaciones con personajes notables Barce-

lona Kairoacutes 1995

Casas Vaacutezquez Joseacute ldquoUn nuevo enfoque de la termodinaacutemica del no-equi-

libriordquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de

Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Cassirer Ernst El problema del conocimiento en la filosofiacutea y en la ciencia

moderna vol I Meacutexico F C E 1962

Castoriadis Cornelius ldquoPour soi et subjectiviteacuterdquo en VVAA Colloque de

Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris

Seuil 1990 pp 118-127

529

Ceja Velaacutesquez Mordf Luisa ldquoDe lo humano o la naturaleza trascendidardquo en

Ciencias especial nordm 1 (1986)

Ceruti Mauro Lazlo Erwin Physis abitare la Terra Milano Feltrinelli

1988

Chamorro Mielke Joaquiacuten Ciencia y Filosofiacutea Ontologiacutea y objetividad

cientiacutefica Madrid Akal 2003

Chanu Jacques ldquoAcerca de la hipoacutetesis del equilibrio localrdquo en VVAA

El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Colo-

quio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Charon Jean E Tiempo espacio hombre Barcelona Kairoacutes 1974

Cosmologiacutea teoriacuteas sobre el Universo Madrid Guadarrama 1969

Chudnovsky Eugene ldquoSobre una nube de electronesrdquo en Punset Eduar-

do Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones

con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino

2006

Cleacutement Pierre ldquoOrganizacioacuten bioloacutegica y evolucioacutenrdquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Coles Peter Einstein y el nacimiento de la gran ciencia Barcelona Gedi-

sa 2004

Colli Giorgio Despueacutes de Nietzsche Barcelona Anagrama 2000

Comellas Joseacute Luis La naturaleza de las estrellas Madrid Sirius 1992

Comte-Sponville Andreacute iquestQueacute es el tiempo Reflexiones sobre el pasado

el presente y el futuro Barcelona Andreacutes Bello 2001

530

Conche Marcel Lacutealeacuteatoire Paris PUF 1998

Preacutesence de la nature Paris PUF 2001

Courbage Maurice ldquoLa entropiacutea como selectora de las condiciones inicia-

lesrdquo en VV AA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya

Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

DacuteEspagnat Bernard En busca de lo real La visioacuten de un fiacutesico Madrid

Alianza 1983

On physics and philosophy Princeton University Press 2006

Dalai Lama El Universo en un solo aacutetomo Coacutemo la unioacuten entre ciencia y

espiritualidad puede salvar el mundo Barcelona Grijalbo 2006

Davies Paul C W La mente de Dios La base cientiacutefica para un mundo

ra- cional Madrid Mc Graw-Hill 2006

ldquoEl programa coacutesmico principios autoorganizadores de la materia y

la energiacuteardquo en Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la

experimentacioacuten a la experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

Dios y la nueva fiacutesica Barcelona Salvat 1988

El espacio y el tiempo en el Universo contemporaacuteneo Buenos Ai-

res FCE 1982

El universo accidental Barcelona Salvat 1986

La frontera del infinito de los agujeros negros a los confines del

universo Barcelona Salvat 1988

Dawkins Richard Destejiendo el arco iris ciencia ilusioacuten y el deseo de

asombro Barcelona Tusquets 2000

Deleuze Gilles Diferencia y repeticioacuten Madrid Juacutecar 1988

531

Nietzsche y la filosofiacutea Barcelona Anagrama 2000

Deligeorges Steacutephane (Ed) El mundo cuaacutentico Madrid Alianza 1990

Einstein Albert Infeld Leopold La evolucioacuten de la fiacutesica Barcelona Sal-

vat 1986

La fiacutesica Aventura del pensamiento El desarrollo de las ideas des-

de los primeros conceptos hasta la relatividad y los cuantos Buenos

Aires Losada 1990

Einstein Albert Mi visioacuten del mundo El ideario cientiacutefico que revolucionoacute

nuestra eacutepoca Barcelona Tusquets 2005

Erickson Jon La vida en la Tierra Origen y evolucioacuten Madrid Mc Graw-

Hill 2006

Escohotado Antonio Caos y orden Madrid Espasa-Calpe 1999

Realidad y substancia Madrid Taurus 1986

Espiacutendola Juan M El tercer planeta Edad estructura y composicioacuten de

la Tierra Meacutexico FCE 1997

Espinosa Rubio Luciano ldquoNaturaleza modelos metaacuteforas y consecuen-

cias praacutecticasrdquo en Garciacutea Goacutemez-Heras Joseacute Mordf et al (Ed) To-

marse en serio la naturaleza Eacutetica ambiental en perspectiva multi-

disciplinar Madrid Biblioteca Nueva 2004

ldquoPerspectivas sobre el problema de la naturalezardquo en VVAA

Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los problemas del presente

Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 2005

532

ldquoPor una nueva voluntad de inteligenciardquo en VVAA Problemas

fundamentales del conocimiento Salamanca Sociedad Castellano-

Leonesa de Filosofiacutea 1993

ldquoSobre metafiacutesica y filosofiacutea de la naturalezardquo en VVAA Meta-

fiacutesica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salamanca Socie-

dad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1996

Spinoza naturaleza y ecosistema Salamanca Universidad Pontifi-

cia de Salamanca 1995

Fairen Victor ldquoHacia la comprensioacuten de los sistemas complejosrdquo en VV

AA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine

Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Ferguson Kitty La medida del Universo La buacutesqueda cientiacutefica de la

cuantificacioacuten del cosmos a traveacutes de la historia Barcelona Ma non

troppo 2000

Fernaacutendez Castro Telmo El desafiacuteo del universo de Tales de Mileto a la

energiacutea oscura Madrid Espasa 2007

Historias del Universo Madrid Espasa 1997

Fernaacutendez-Rantildeada Antonio Ciencia incertidumbre y conciencia Heisen-

berg Madrid Nivela 2004

Los muchos rostros de la ciencia Oviedo Nobel 1995

Ferrys Timothy Informe sobre el Universo Barcelona Criacutetica 1998

La aventura del Universo De Aristoacuteteles a la teoriacutea de los cuantos

Una historia sin fin Barcelona Criacutetica 1990

Feynman Richard P El placer de descubrir Barcelona Criacutetica 2000

533

Queacute significa todo eso Reflexiones de un cientiacutefico-ciudadano Bar-

celona Criacutetica 1999

Seis piezas faacuteciles Barcelona Criacutetica 1998

Fine Arthur The Shaky Game Einstein Realism and the Quantum Theory

Chicago University of Chicago Press 1996

Fink Eugen La filosofiacutea de Nietzsche Madrid Alianza 1996

Le jeu comme symbole du monde Paris Les Eacuteditions de Minuit

Paris 1966

Forward Robert L Davis Joel Explorando el mundo de la antimateria

Barcelona Gedisa 1990

Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo Salamanca Siacutegueme 1977

ldquoHistoria de efectos y aplicacioacutenrdquo en Warning Rainer (Ed) Esteacuteti-

ca de la recepcioacuten Madrid Visor 1989

ldquoSobre el oiacuterrdquo en Acotaciones hermeneacuteuticas Madrid Trotta 2002

pp 67-76

Gaill Franccediloise ldquoBiologiacutea y devenirrdquo en VVAA El tiempo y el devenir

a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983)

Barcelona Gedisa 1996

Garciacutea Belmar Antonio Bertomeu Saacutenchez Joseacute R Nombrar la materia

Una introduccioacuten histoacuterica a la terminologiacutea quiacutemica Barcelona

Del Serbal 1999

Garciacutea Goacutemez-Heras Joseacute Mordf et al (Ed) Tomarse en serio la naturaleza

Eacutetica ambiental en perspectiva multidisciplinar Madrid Biblioteca

Nueva 2004

534

Gardner Martin El Universo ambidiestro Simetriacuteas y asimetriacuteas en el cos-

mos Barcelona Labor 1993

Garrido Manuel Valdeacutes Luis M Arenas Luis (Eds) El legado filosoacutefico

y cientiacutefico del siglo XX Madrid Caacutetedra 2007

Gershenson C Heylighen F ldquoHow can we think the complexrdquo en Ri-

chardson Kurt (Ed) Managing the Complex vol I Charlotte In-

formation Age Publishing 2005 pp 47-62

Gell-Man Murray El quark y el jaguar Aventuras en lo simple y lo com-

plejo Barcelona Tusquets 1995

George Claude ldquoDinaacutemica de las correlacionesrdquo en VVAA El tiempo y

el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy

(1983) Barcelona Gedisa 1996

Glansdorff Paul ldquoPropiedades macroscoacutepicas de los fenoacutemenos irreversi-

blesrdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya

Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Glashow Sheldon Lee ldquoEstamos a mitad del caminordquo en Punset Eduar-

do Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones

con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino

2006

Interacciones Barcelona Tusquets 1994

Goumldel Kurt Obras completas Madrid Alianza 2006

Godin Christian Philosophie et science de la nature Paris Eacuteditions du

Temps 2001

535

Goldbeter Albert ldquoAutoorganizacioacuten temporal en los sistemas bioloacutegicosrdquo

en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Pri-

gogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Goacutemez Garciacutea Pedro La antropologiacutea compleja de Edgar Morin Grana-

da Universidad de Granada 2003

Gonzaacutelez Aacutelvarez Aacutengel Tratado de metafiacutesica Ontologiacutea Madrid Gre-

dos 1967

Gonzaacutelez Noriega Santiago El devenir en la filosofiacutea de Nietzsche en VV

AA En favor de Nietzsche Madrid Taurus 1972

Gonzaacutelez Ruiz Agustiacuten La nueva imagen del mundo El impacto filosoacutefico

de la teoriacutea de la relatividad Madrid Akal 2003

Gould Stephen Jay La estructura de la teoriacutea de la evolucioacuten Barcelona

Tusquets 2004

Greene Brian El tejido del cosmos Barcelona Criacutetica 2006

El Universo elegante Supercuerdas dimensiones ocultas y la buacutes-

queda de una teoriacutea final Barcelona Criacutetica 2001

Gribbin John El nacimiento del tiempo Coacutemo medimos la edad del Uni-

verso Barcelona Paidoacutes 2000

En busca de SUSY Supersimetriacutea cuerdas y la teoriacutea del todo Bar-

celona Criacutetica 2000

En busca del Gato de Schroumldinger La fascinante historia de la me-

caacutenica cuaacutentica Barcelona Salvat 1985

536

Griffiths Bede ldquoLa visioacuten de la no-dualidad en las religiones del mundordquo

en Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experi-

mentacioacuten a la experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

Grinberg Miguel Edgar Morin y el pensamiento complejo Madrid Cam-

po de Ideas 2002

Gruard Agnes et al Los relojes que gobiernan la vida Meacutexico FCE

2002

Gueacutenard Franccedilois Leliegravevre Gilbert (Eds) Pensar la matemaacutetica Barce-

lona Tusquets 1999

Guilleacuten Michael Cinco ecuaciones que cambiaron el mundo El poder y la

belleza de las matemaacuteticas Madrid Debate 1999

Guth Alan H El Universo inflacionario Madrid Debate 1999

Guzoacuten Nestar Joseacute Luis El nuevo estatuto del tiempo introduccioacuten al es-

tudio del concepto de tiempo en Ilya Prigogine Salamanca Univer-

sidad Pontificia de Salamanca 2002

Hacyan Shahen Fiacutesica y metafiacutesica del espacio y el tiempo La filosofiacutea en

el laboratorio Buenos Aires FCE 2004

Hawking Stephen W Penrose Roger Cuestiones cuaacutenticas y cosmoloacutegi-

cas Madrid Alianza 1993

La naturaleza del espacio y el tiempo Madrid Debate 1996

Hawking Stephen W (Ed) A hombros de gigantes Las grandes obras de

la fiacutesica y la astronomiacutea Barcelona Criacutetica 2003

El Universo en una caacutescara de nuez Barcelona Criacutetica 2005

Historia del tiempo Barcelona Criacutetica 1989

537

Breviacutesima historia del tiempo Barcelona Criacutetica 2006

Heidegger Martin Introduccioacuten a la metafiacutesica Buenos Aires Nova

1980

Heimsoeth Heinz Los seis grandes temas de la metafiacutesica occidental Ma-

drid Revista de Occidente 1974

Heisenberg Werner Bohr Niels Schroumldinger Erwin Fiacutesica cuaacutentica

Barcelona Ciacuterculo de Lectores 1996

Heisenberg Werner La imagen de la naturaleza en la fiacutesica contemporaacute-

nea Barcelona Planeta 1993

Heisenberg Werner La parte y el todo Conversando en torno a la

fiacutesica atoacutemica Madrid Ellago 2004

Holland John H El orden oculto De coacutemo la adaptacioacuten crea la comple-

jidad Buenos Aires FCE 2004

Jacob Franccedilois El juego de lo posible ensayo sobre la diversidad de los

seres vivos Barcelona Grijalbo 1997

Loacutegica de lo viviente e Historia de la biologiacutea Barcelona Anagra-

ma 1975

Jacquard Albert La materia y la vida Madrid Paradigma 1997

Jaspers Karl Esencia y formas de lo traacutegico Buenos Aires Editorial Sur

1960

Psicologiacutea de las concepciones del mundo Madrid Gredos 1967

Jay Gould Stephen ldquoNo hay propoacutesito en la evolucioacutenrdquo en Punset

Eduardo Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversa-

538

ciones con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona

Destino 2006

Eacuterase una vez el zorro y el erizo Las humanidades y la ciencia en el

tercer milenio Barcelona Criacutetica 2004

Joachain CJ ldquoLa flecha del tiempo y el origen de la irreversibilidadrdquo en

VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigo-

gine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Kanitschneider Bernulf Von der mechanistischen Welt zum kreativen Uni-

versum Zu einem neuen philosophischen Verstaumlndnis der Natur

Darmstadt Wissenschaftlige Buchgesellschaft 1993

Kippenhahn Rudolf Luz del confiacuten del Universo el Universo y sus inicios

Barcelona Salvat 1987

Kirshner Robert P El universo extravagante Estrellas explosivas ener-

giacutea oscura y cosmos acelerado Madrid Siruela 2006

Koestler Arthur En busca de lo absoluto Barcelona Kairoacutes 1983

Las raiacuteces del azar Barcelona Kairoacutes 1974

Kofman Sarah Nietzsche et la meacutetaphore Paris Eacuteditions Galileacutee 1983

Lahera Claramonte Jesuacutes De la teoriacutea atoacutemica a la fiacutesica cuaacutentica Bohr

Madrid Nivola 2004

Landsberg Peter T ldquoLa buacutesqueda de la certeza en un universo probabiliacutes-

ticordquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tus-

quets 1996

Langair Malcolm S La evolucioacuten de nuestro Universo Madrid Cambrid-

ge University Press 1998

539

Lao Zi El libro del Tao Madrid Alfaguara 1996

Lederman Leon La partiacutecula divina Barcelona Criacutetica 1998

Lewin R Complejidad El caos como generador de orden Barcelona

Tusquets 1995

Lightman Alan P Grandes ideas de la fiacutesica Coacutemo los descubrimientos

cientiacuteficos han cambiado nuestra vida Madrid Mc Graw-Hill 2006

Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experimentacioacuten a la

experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

Lovelock James ldquoEl entorno actual y la perspectiva gaianardquo en Lorimer

David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experimentacioacuten a la

experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

ldquoEs la vida la que disentildea el planetardquo en Punset Eduardo Cara a

cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones con los

grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino 2006

ldquoGaia Un modelo para la dinaacutemica planetaria y celularrdquo en

Thompson William Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva

biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

Gaia a New Look at Life on Earth Oxford University Press 1979

Loy David La no-dualidad Barcelona Kairoacutes 2004

Lucrecio De la naturaleza Barcelona Bosch 1993

Ludwig Guumlnther ldquoMicrosistemas macrosistemas y determinismordquo en

Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tusquets

1996

540

Mandelbrot Benoit B La geometriacutea fractal de la naturaleza Barcelona

Tusquets 1997

Manghi Sergio ldquoMeacuteta-sociobiologie De lrsquoEmpire des gegravenes aacute la Reacutepubli-

que du complexerdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments

pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp

186-194

Mankiewicz Richard Historia de las matemaacuteticas Del caacutelculo al caos

Barcelona Paidoacutes 2000

Margulis Lynn ldquoLa vida temprana Los microbios tienen prioridadrdquo en

Thompson William Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva

biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

Microcosmos cuatro mil millones de antildeos de evolucioacuten desde nues-

tros ancestros microbianos Barcelona Tusquets 1995

Martiacuten Velasco Juan (Ed) La experiencia miacutestica Madrid Trotta 2004

Martiacutenez Migueacutelez Miguel El paradigma emergente hacia una nueva

teoriacutea de la racionalidad cientiacutefica Barcelona Gedisa 1993

Marx Karl Diferencia de la filosofiacutea de la naturaleza en Demoacutecrito y Epi-

curo Madrid Ayuso 1971

Mason Stephen F Historia de las ciencias vol 5 ldquoLa ciencia del siglo

XXrdquo Madrid Alianza 1997

Massuh Victor La flecha del tiempo Einstein Hawking y las fronteras de

la ciencia Barcelona Edhasa 1990

Maturana Humberto Varela Francisco El aacuterbol del conocimiento Las

bases bioloacutegicas del conocimiento humano Madrid Debate 1990

541

Autopoiesis and Cognition The Realization of the Living Dordrecht

Kluwer Academia Publishers 1980

Maturana Humberto ldquoTodo lo dice un observadorrdquo en Thompson Wi-

lliam Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea Barce-

lona Kairoacutes 1989

Mediavilla Peacuterez Mordf Jesuacutes La historia de la Tierra Un estudio global so-

bre la materia Madrid Mc Graw-Hill 2006

Merleau-Ponty Jacques Cosmologiacutea del S XX Estudio epistemoloacutegico e

histoacuterico de las teoriacuteas de la cosmologiacutea contemporaacutenea Madrid

Gredos 1971

Miller Stanley ldquoPor queacute todaviacutea no lo sabemos todordquo en Punset Eduar-

do Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones

con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino

2006

Misra B ldquoTeoriacutea de los sistemas dinaacutemicosrdquo en VVAA El tiempo y el

devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy

(1983) Barcelona Gedisa 1996

Moncho Morales Joseacute La estructura atoacutemica Madrid Santillana 1998

Monod Jacques El azar y la necesidad Ensayo sobre la filosofiacutea natural

de la biologiacutea moderna Barcelona Tusquets 1993

Moreno Ricardo Historia breve del Universo Madrid Rialp 1998

Morin Edgar Kern Anne Brigitte Tierra-Patria Barcelona Kairoacutes 2004

542

Morin Edgar et al Educar en la era planetaria El pensamiento complejo

como Meacutetodo de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana

Valladolid Universidad de ValladolidUNESCO 2002

Morin Edgar ldquoEl devenir del devenirrdquo en Solana Ruiz Joseacute Luis (Ed)

Con Edgar Morin por un pensamiento complejo Madrid Akal

2005

ldquoMessie mais nonrdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments

pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp

254-268

Autocriacutetica Barcelona Kairoacutes 1976

Ciencia con consciencia Barcelona Anthropos 1984

El hombre y la muerte Barcelona Kairoacutes 2004

El paradigma perdido Ensayo de bioantropolgiacutea Barcelona Kai-

roacutes 2004

Introduccioacuten al pensamiento complejo Barcelona Gedisa 2001

El meacutetodo 1 La naturaleza de la naturaleza Madrid Caacutetedra 2006

El meacutetodo 2 La vida de la vida Madrid Caacutetedra 2006

El meacutetodo 3 El conocimiento del conocimiento Madrid Caacutetedra

2006

El meacutetodo 4 Las ideas Madrid Caacutetedra 2006

El meacutetodo 5 La humanidad de la humanidad Madrid Caacutetedra

2006

El meacutetodo 6 Eacutetica Madrid Caacutetedra 2006

543

Los siete saberes necesarios para la educacioacuten del futuro Paris

UNESCO 1999

Mis demonios Barcelona Kairoacutes 1995

Morris Richard Las flechas del tiempo Una visioacuten cientiacutefica del tiempo

Barcelona Salvat 1986

Moscovici Serge ldquoLa historia humana de la naturalezardquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

De la nature pour penser lacuteeacutecologie Paris Meacutetailieacute 2002

Essai sur lacutehistoire humaine de la nature Paris Flammarion 1968

Mosteriacuten Jesuacutes Ciencia viva Reflexiones sobre la aventura intelectual de

nuestro tiempo Madrid Espasa 2001

La naturaleza humana Madrid Espasa-Calpe 2006

Munnshe Jorge La sinfoniacutea del cosmos Madrid Contrastes 1995

Murphy Michael P OacuteNeill Luke AJ La biologiacutea del futuro iquestQueacute es la

vida Cincuenta antildeos despueacutes Barcelona Tusquets 1999

Narlikar Jayant V Las siete maravillas del cosmos Madrid Cambridge

University Press 2000

Nealson Kenneth ldquoLa vida no deberiacutea estar ahiacuterdquo en Punset Eduardo Ca-

ra a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones con

los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino 2006

Negri Antimo Nietzsche eo lacuteinnocenza del divenire Napoli Liguori Edi-

tore 1986

544

Nicolis Greacutegoire ldquoEstructuras disipativas bifurcaciones y fluctuaciones

hacia una dinaacutemica de los sistemas complejosrdquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Nietzsche Friedrich Asiacute habloacute Zaratustra Madrid Alianza 2002

Crepuacutesculo de los iacutedolos Madrid Alianza 1998

Ecce homo Madrid Alianza 2001

El nacimiento de la tragedia Madrid Alianza 1995

La gaya ciencia Madrid Espasa-Calpe 2000

Maacutes allaacute del bien y del mal Madrid Alianza 2001

Epistolario Madrid Biblioteca Nueva 1999

Ortega y Gasset Joseacute El tema de nuestro tiempo Madrid Alianza-Revista

de Occidente 1987

ldquoMeditaciones del Quijoterdquo en Obras Completas Tomo I Madrid

Alianza 1983

ldquoiquestQueacute es filosofiacuteardquo en Obras Completas Tomo VII Madrid

Alianza 1983

Osten-Sacken Peter von der A traveacutes del espacio y del tiempo Madrid

Gredos 1967

Pacault Adolphe ldquoEvolucioacuten y estructuras temporales y espaciales de los

sistemasrdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de

Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Paacuteniker Salvador Aproximacioacuten al origen Barcelona Kairoacutes 1985

545

Ensayos retroprogresivos Barcelona Kairoacutes 1987

Pannikar Raimundo El concepto de naturaleza Anaacutelisis histoacuterico y meta-

fiacutesico de un concepto Madrid CSIC 1972

Pascual Pedro (Ed) Partiacuteculas elementales Quarks leptones y unifica-

cioacuten de las fuerzas Barcelona Investigacioacuten y CienciaScientific

American 1986

Penrose Roger et al Lo grande lo pequentildeo y la mente humana Madrid

Cambridge University Press 1999

Penrose Roger El camino de la realidad Barcelona Debate 2006

Pentildea Lorenzo El ente y su ser Un estudio loacutegico-metafiacutesico Leoacuten Uni-

versidad de Leoacuten 1985

Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones

filosoacuteficas Madrid Ediciones Pedagoacutegicas 2002

Petitot Jean ldquoEl problema del surgimiento de lo descriptible a partir de lo

indescriptiblerdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la

obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedi-

sa 1996

Prigogine Ilya iquestTan soacutelo una ilusioacuten Una exploracioacuten del caos al orden

Barcelona Tusquets 1993

ldquoiquestUn siglo de esperanzardquo en VVAA El tiempo y el devenir a

partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Bar-

celona Gedisa 1996

ldquoEnfrentaacutendose con lo irracionalrdquo en Wagensberg Jorge (Ed) Pro-

ceso al azar Barcelona Tusquets 1996

546

El fin de las certidumbres Madrid Taurus 1997

El nacimiento del tiempo Barcelona Tusquets 1991

La estructura de lo complejo Madrid Alianza 1997

Las leyes del caos Barcelona Criacutetica 1997

Prigogine Ilya Stengers Isabelle Entre el tiempo y la eternidad Madrid

Alianza 1990

La nueva alianza Madrid Alianza 2002

Redhead Michael From Physics to Metaphysics Cambridge University

Press 1996

Reeves H et al La historia maacutes bella del mundo los secretos de nuestros

oriacutegenes Barcelona Anagrama 1997

Reeves Hubert La hora de embriagarse iquestTiene sentido el Universo

Barcelona Kairoacutes 1988

Uacuteltimas noticias del cosmos Madrid Alianza 1996

Revillard Jean-Pierre ldquoMeacutethode et complexiteacute en biologierdquo en VVAA

Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEd-

gar Morin) Paris Seuil 1990 pp 178-185 VVAA Colloque de

Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris

Seuil 1990

Ridderbos Katinka (Ed) El tiempo Madrid Cambridge University Press

2003

Rioja Ana Teoriacuteas del Universo Madrid Siacutentesis 1999

Rodriacuteguez Luis F Un universo en expansioacuten Meacutexico FCE 1995

547

Roger Ciurana Emilio Edgar Morin Introduccioacuten al pensamiento comple-

jo Valladolid Universidad de Valladolid 1997

Rohrer Heinrich Garciacutea Nicolaacutes ldquoLa conciencia de los aacutetomosrdquo en Pun-

set Eduardo Cara a cara con la vida la mente y el Universo Con-

versaciones con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelo-

na Destino 2006

Ronan Colin A Historia natural del Universo Desde el Big Bang hasta el

fin de los tiempos Madrid Del Prado 1992

Ross Taylor Stuart Nuestro Sistema Solar y su lugar en el cosmos Desti-

no o azar Madrid Cambridge University Press 2000

Rosset Cleacutement El principio de crueldad Valencia Pre-textos Valencia

1994

La anti-naturaleza Elementos para una filosofiacutea traacutegica Madrid

Taurus 1974

Loacutegica de lo peor Elementos para una filosofiacutea traacutegica Barcelona

Barral Editores 1976

La fuerza mayor Madrid Acuarela 2000

Lo real y su doble Barcelona Tusquets 1993

Rostan Jean-Claude ldquoEquilibrio y estabilidad en ecologiacuteardquo en VVAA

El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Colo-

quio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Ruelle David ldquoEl impacto filosoacutefico de la fiacutesica actualrdquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

548

Salam Abdus Heisenberg Werner Dirac Paul La unificacioacuten de las fuer-

zas fundamentales Barcelona Gedisa 1991

Sametband Moiseacutes Joseacute Entre el orden y el caos la complejidad Buenos

Aires FCE 1999

San Agustiacuten Confesiones Madrid BAC 1988

Saacutenchez del Riacuteo Carlos (Ed) El significado de la fiacutesica Madrid Universi-

dad Complutense 2002

Saacutenchez Ron Joseacute Manuel (Ed) Einstein Obra esencial Barcelona Criacuteti-

ca 2005

ldquoLa ciencia como objeto cultural Un reto para la educacioacuten del si-

glo XXIrdquo en VVAA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones

en torno a la adquisicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Funda-

cioacuten Iberdrola 2004

Savater Fernando Idea de Nietzsche Barcelona Ariel 1995

Invitacioacuten a la eacutetica Barcelona Anagrama 1999

La tarea del heacuteroe Barcelona Destino 1992

Schatzman Evry ldquoUniversalidad de las leyes de la naturaleza y cosmolo-

giacuteardquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tus-

quets 1996

Schroumldinger Erwin iquestQueacute es la vida Barcelona Tusquets 2006

Ciencia y humanismo Barcelona Tusquets 2006

La estructura del espacio-tiempo Madrid Alianza 1992

Mente y materia Barcelona Tusquets 2006

Mi concepcioacuten del mundo Barcelona Tusquets 2006

549

Smith Huston Las religiones del mundo Barcelona Kairoacutes 2000

Smoluchawski Roman El Sistema Solar El Sol los planetas y la vida

Barcelona LaborScientific American 1986

Solana Ruiz Joseacute Luis Antropologiacutea y complejidad humana Comares

Granada 2001

ldquoEcologiacuteas ecologismos y paradigma de la complejidadrdquo en Sola-

na Ruiz Joseacute Luis (Ed) Con Edgar Morin por un pensamiento

complejo Madrid Akal 2005

ldquoPor un pensamiento complejordquo en Solana Ruiz Joseacute Luis (Ed)

Con Edgar Morin por un pensamiento complejo Madrid Akal

2005

Spire Arnaud El pensamiento de Prigogine la belleza del caos Barcelo-

na Andreacutes Bello 2001

Stengers Isabelle ldquoTransformacioacuten de la significacioacuten del concepto de res-

triccioacutenrdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de

Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Stewart Ian Golubitsky Martin iquestEs Dios un geoacutemetra Las simetriacuteas de

la naturaleza Barcelona Criacutetica 1995

iquestJuega Dios a los dados La nueva matemaacutetica del caos Barcelo-

na Criacutetica 1997

De aquiacute al infinito Las matemaacuteticas de hoy Barcelona Criacutetica

1998

El laberinto maacutegico El mundo a traveacutes de ojos matemaacuteticos Bar-

celona Criacutetica 2001

550

Strathern Paul Bohr y la teoriacutea cuaacutentica Meacutexico Siglo XXI 1999

Terradas Jaume Biografiacutea del mundo Del origen de la vida al colapso

ecoloacutegico Barcelona Destino 2006

Thom Reneacute ldquoDeterminismo e innovacioacutenrdquo en Wagensberg Jorge (Ed)

Proceso al azar Barcelona Tusquets 1996

Thompson William Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea

Barcelona Kairoacutes 1989

Toharia Manuel Hijos de las estrellas Las respuestas de la ciencia a los

enigmas del hombre y el Universo Madrid Temas de Hoy 1998

Trefil James El momento de la creacioacuten del Big Bang al Universo actual

Barcelona Salvat 1986

Udiacuteas Vallina Agustiacuten (Ed) La Tierra Estructura y dinaacutemica Barcelona

Investigacioacuten y CienciaScientific American 1988

Historia de la fiacutesica De Arquiacutemedes a Einstein Madrid Siacutentesis

2004

Varela Francisco ldquoAutopoiesis and a Biology of Intentionalityrdquo en Mc-

Mullin B Murphy N (Eds) Autopoiesis and Perception Dublin

University Press 1992 pp 1-14

ldquoHaciendo camino al andarrdquo en Thompson William Irwin (Ed)

Gaia Implacaciones de la nueva biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

Vidal Christian ldquoCaos temporal en los sistemas quiacutemicos disipativosrdquo en

VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigo-

gine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

551

Vilar Sergio La nueva racionalidad Comprender la complejidad con meacute-

todos transdisciplinarios Barcelona Kairoacutes 1997

Vullierme Jean-Louis ldquoPolitique de la sciencerdquo en VVAA Colloque de

Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris

Seuil 1990 pp 128-134

VVAA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones en torno a la adqui-

sicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Fundacioacuten Iberdrola 2004

VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEd-

gar Morin) Paris Seuil 1990

VVAA El planeta Tierra en el s XXI Bilbao Durvaacuten 2003

VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Co-

loquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

VVAA En favor de Nietzsche Madrid Taurus 1972

VVAA Metafiacutesica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salaman-

ca Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1996

VVAA Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los problemas del presen-

te Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 2005

VVAA Niels Bohr cientiacutefico filoacutesofo humanista Meacutexico FCE 1997

VVAA Problemas fundamentales del conocimiento Salamanca Socie-

dad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1993

VVAA Simposium sobre la Tierra Barcelona Kairoacutes 2005

VVAA Una ojeada a la materia Meacutexico FCE 1997

Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tusquets 1996

552

ldquoLas reglas del juegordquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al a-

zar Barcelona Tusquets 1996

Ideas sobre la complejidad del mundo Barcelona Tusquets 1989

Watts Alan La sabiduriacutea eterna Barcelona Kairoacutes 2000

El camino del tao Barcelona Kairoacutes 2001

Weinberg Stephen Los tres primeros minutos del Universo Madrid

Alianza 1999

Partiacuteculas subatoacutemicas Barcelona Labor 1981

Weinnmann Heinz ldquoLrsquoŒdipe du complexe entre Athegravenes et Romerdquo en

VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour

drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 33-44

Weisskopf Victor F La fiacutesica en el siglo XX Madrid Alianza 1990

Whitrow GJ La estructura del Universo Meacutexico FCE 1973

Wilber Ken (Ed) Cuestiones cuaacutenticas Escritos miacutesticos de los fiacutesicos

maacutes famosos del mundo Barcelona Kairoacutes 2005

Wunenburger Jean-Jacques La raison contradictoire sciences et philo-

sophie modernes la penseacutee du complexe Paris Albin Michel 1990

Zubiri Xavier ldquoCiencia y realidadrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza Histo-

ria Dios Madrid Alianza 1974 pp 61-95

ldquoEn torno al problema de Diosrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 361-397

ldquoIntroduccioacuten al problema de Diosrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 341-360

553

ldquoLa idea de naturaleza en la nueva fiacutesicardquo en Zubiri Xavier Natu-

raleza Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 243-304

ldquoNuestra situacioacuten intelectualrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza His-

toria Dios Madrid Alianza 1974 pp 3-31

Estructura dinaacutemica de la realidad Madrid Alianza 1989

Naturaleza Historia Dios Madrid Alianza 1974

42 Artiacuteculos y entradas de diccionarios

Anderson Philip W Anderson Philip W ldquoMore is Differentrdquo en Scien-

ce 177 (1972) pp 393-396

ldquoPhysics The Opening to Complexityrdquo Santa Fe Institute (2005)

en httpsantafeeduresearchpublicationsworkingspapers

Arana Juan ldquoiquestEs la naturaleza un libro escrito en caracteres matemaacuteti-

cosrdquo en Anuario filosoacutefico 33 (2000) pp 43-66

ldquoFiacutesica y metafiacutesica del azarrdquo en Anuario Filosoacutefico vol XXX1

(1997) pp 173-188

ldquoNaturaleza y razoacuten ciencia natural y filosofiacutea de la naturalezardquo en

Theacutemata 5 (1988) pp 9-31

Arleacutes Goacutemez Joseacute ldquoInterconexioacuten hombre-mente-naturaleza desde el tao-

iacutesmordquo en Hallazgos nordm 5 (2006) pp 72-86

Ashby W Ross ldquoPrinciples of the self-organizing systemrdquo en ECO vol

6 nordm 1-2 (2004)

554

Briscoe Ivan ldquoLo que hubo antesrdquo en VVAA ldquoCiencia y religioacuten El

enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la UNESCO (2001) en

httpunescoorgcourier2001_05spdoss0

Cabral Antonio ldquoLa tercera culturardquo en Ciencias nordm 51 (1998)

Carrillo Gil Francisco ldquoDe la materia a la vida y de la vidahellip al iquestespiacuteri-

turdquo en REDcientiacutefica (2002)

ldquoEvolucioacuten de la materia y de la vidardquo en REDcientiacutefica (2001)

ldquoReflexiones sobre el Universo Astrofiacutesica filosofiacutea materia y ener-

giacuteardquo en REDcientiacutefica (2001)

Casares Serrano Antonio D ldquoDe la ecologiacutea a la geofisiologiacutea Imaacutegenes

y metaacuteforas de una naturaleza cambianterdquo en A parte rei 38 en

httpserbalpnticmeces

Ceja Velaacutesquez Mordf Luisa ldquoDe lo humano o la naturaleza trascendidardquo en

Ciencias especial nordm 1 (1986)

Ceruti Mauro ldquoTaches aveugles eacutecologies du changement dynamiques drsquo

auto-eacuteco-organization Reacuteflexions sur lrsquohistoire naturelle des possi-

biliteacutesrdquo (2004) en httpwwwmcxapcor

Chabal Mireille ldquoLa logique du contradictoire de Steacutephane Lupascordquo Bu-

lletin du CIRET nordm 13 (1998)

Chevalley Catherine ldquoFiacutesica cuaacutentica y Filosofiacuteardquo en Revista de Filoso-

fiacutea vol VII nordm 12 (1994) pp 27-49

Cirac Ignacio ldquoLa realidad soacutelo existe cuando tienes conciencia de ellardquo

en La VanguardiaMagazine (18-11-2007)

555

Copen Elke Mansilla Ricardo Miramontes Pedro ldquoLa interdisciplina

desde la teoriacutea de los sistemas complejosrdquo en Ciencias nordm 79

(2005)

Cue Alberto ldquoPor un pensamiento complejo Entrevista con Edgar Mo-

rinrdquo en La Jornada Semanal (27-07-1997)

Deleuze Gilles ldquoLes conditions de la question quacuteest-ce que la philoso-

phierdquo en Revue Chimegraveres nordm 8 en httprevue-chimeresorg

Espinosa Rubio Luciano ldquoLa evolucioacuten como siacutentesis de naturaleza e his-

toriardquo en Theacutemata 24 (2000) pp 59-70

ldquoPensar la naturaleza hoyrdquo en Revista Filosoacutefica de Coimbra nordm 18

(2000)

ldquoUna interpretacioacuten general de Spinozardquo en Cuadernos Salmanti-

nos de Filosofiacutea XXIV (1997)

Feyerabend Paul K ldquoFilosofiacutea de la ciencia una materia con un gran pa-

sadordquo en Teorema vol 4 nordm 1 (1974) pp 11-28

Fernaacutendez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa complejidad en la cienciardquo Anaacutelisis

Madri+d (2004)

ldquoLa fiacutesica al encuentro de la complejidadrdquo en Arbor CLXXX III

728 (2007)

Fdez Sanjuaacuten Miguel A Casado Vaacutezquez Joseacute M ldquoDinaacutemica no-lineal

oriacutegenes y futurordquo en Revista de la Unioacuten Iberoamericana de So-

ciedades de Fiacutesica 11 (2005) pp 23-31

Feynman Richard P ldquoiquestQueacute es la cienciardquo en Ciencias nordm 13 (1988)

Gell-Man Murray ldquoWhat is complexityrdquo Santa Fe Institute (1999) en

556

httpsantafeeduresearchpublicationsworkingpapers

ldquoNature Conformable to Herselfrdquo en The Bulletin of the Santa Fe

Institute 7 1 (1992) pp 7-10

ldquoLetrsquos Call It Plecticsrdquo en Complexity vol 1 nordm 5 (19951996)

Interacciones Barcelona Tusquets 1994

Gleiser Marcelo ldquoLos mitos de la cienciardquo en VVAA ldquoCiencia y reli-

gioacuten El enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la UNESCO

(2001)

Goldenfeld Nigel Kadanoff Leo ldquoSimple Lessons from Complexityrdquo en

Science 248 (1999) pp 87-89

Gonzaacutelez Recio Joseacute Luis ldquoLa unificacioacuten de la mecaacutenica natural y los liacute-

mites de la mecaacutenica claacutesicardquo en Revista de Filosofiacutea vol VIII nordm

14 (1995) pp 77-88

Hacyan Shahen ldquoA la buacutesqueda del tiempo fiacutesicordquo en Ciencias nordm 35

(1994)

ldquoLos misterios del mundo cuaacutenticordquo en Ciencias nordm 46 (1997)

Hawking Stephen W (Ed) ldquoDoes God Play Dicerdquo en Public Lectures

httphawkingorguklectureslindex

ldquoSpace and Time Warpsrdquo en Public Lectures httphawkingorg

uklectureslindex

ldquoThe Beginning of Timerdquo en Public Lectures httphawking

orguklectureslindex

ldquoThe Nature of Space and Timerdquo en Public Lectures httphaw

kingorguklectureslindex

557

Herraacuten Gascoacuten Agustiacuten de la ldquoFundamentos de Racionalidad Compleja

Aplicacioacuten al aacutembito cientiacuteficordquo en REDcientiacutefica (2001)

Herraacuten Gascoacuten Manuel de la ldquoiquestQueacute es Real Lo subjetivo y lo objetivo

Una aproximacioacuten reflexiva hacia la experiencia miacutesticardquo en RED-

cientiacutefica (2002)

Horgan John ldquoCallejoacuten sin salidardquo en VVAA ldquoCiencia y religioacuten El

enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la UNESCO (2001)

Lambert Dominique ldquoCiencia y religioacuten el eterno debaterdquo en VVAA

ldquoCiencia y religioacuten El enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la

UNESCO (2001)

Le Moigne Jean-Louis ldquoLes trois temps de la moacutedelisation des eacutecosyste-

mes lrsquoentropique lrsquoanthropique et le teacuteleacuteologiquerdquo Le Forum du

Conseil Scientifique du Programme Europeacuteen MCXAPC en http

wwwmcxapcordocsconseilscientlemoign1htm

ldquoLrsquointelligence de la complexiteacute a et agrave deux mains celle qui tient le

pinceau et celle qui tient le ciseaurdquo Lrsquoeacuteditorial du Reacuteseau Intelligen-

ce de la Complexiteacute (2003) en httpwwwmcxapcor

ldquoRelier les connaissances pour comprendre la complexiteacuterdquo Chemin

Faisant nordm36 (2000) en httpwwwmcxapcor

Lupasco Steacutephane ldquoValeurs loacutegiques et contradictionrdquo en La Revue Phi-

losophique nordm 1-3 CXXXV (1945)

Madrid Carlos M ldquoA vueltas con Ortega la fiacutesica y Einsteinrdquo en Revista

de Occidente nordm 294 (2005)

558

Manuel Maas Joseacute Manuel Martiacutenez-Yriacutezar Angelina ldquoLos ecosistemas

definicioacuten origen e importancia del conceptordquo en Ciencias Espe-

cial nordm4 (1990)

Martiacutenez Iradier Miguel Aacutengel ldquoLa mano izquierda del caosrdquo en RED-

cientiacutefica (2005)

Martiacutenez Mekler Gustavo ldquoUna aproximacioacuten a los sistemas complejosrdquo

en Ciencias nordm59 (2000)

Martiacutenez Romero Eduardo ldquoLa restauracioacuten ecoloacutegicardquo en Ciencias nordm

43 (1996)

Martiacutenez Rafael ldquoDel caos de Lucrecio y el nuevo ordenrdquo en Ciencias nordm

8 (1985-6)

Martiacutenez Rodolfo ldquoSimetriacuteas e interacciones en fiacutesicardquo en Ciencias nordm 2

(1982)

Mataix Carmen ldquoEl giro de la nueva ciencia de Platoacuten a Aristoacutetelesrdquo en

Revista de Filosofiacutea vol VII nordm 12 (1994) pp 435-454

Meacutendez Alonzo Rodrigo ldquoLa evolucioacuten geneacutetica como sistema autoorga-

nizado dinaacutemicas no lineales y sistemas bioloacutegicosrdquo en Ciencias nordm

79 (2005)

Montero Rosa ldquoEntrevista a James Lovelock El retorno del creador de

Gaiardquo en EP[S] (7-05-2006)

Morin Edgar ldquoAntropologiacutea de la libertadrdquo en Gazeta de Antropologiacutea

nordm 16-01 (2000)

ldquoComputo ergo sumrdquo en Revue Chimegraveres nordm 8 en httpwwwre-

vue-chimeresorg

559

ldquoEl hombre y el universo de lo bioloacutegico a lo coacutesmicordquo en www

pensamientocomplejocom

ldquoEl pensamiento ecologizadordquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm 12-01

(1996)

ldquoLrsquoaventure de la science fait partie de lrsquoaventure de lrsquohumanite

aventure inconnuerdquo en Chemin Faisant MCX-APC nordm 32 (2006)

ldquoLa complexiteacuterdquo en Colloque sur les interrelations entre la biolo-

gie les sciences sociales et la societeacute Paris UNESCO (1974) en

httpunescodocunescoorgimages001000115011551fbpdf

ldquoLa epistemologiacutea de la complejidadrdquo en Gazeta de Antropologiacutea

nordm 20-02 (2004)

ldquoLa relacioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm

11-01 (1995)

ldquoLa unidualidad del hombrerdquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm 13-

01 (1997)

ldquoLe besoin drsquoune penseacutee complexerdquo en Societeacutes nordm 62 (19984)

ldquoLe deacutefi de la complexiteacuterdquo en Revue Chimegraveres nordm 5-6 en http

revue-chimeresorg

Moscovici Serge ldquoDe la nature Pour penser lacuteecologierdquo en Ecorev nordm 9

(2002)

ldquoLa nature de lacuteecologierdquo en Ecorev nordm 21 (2005-2006)

Oyama Ken ldquoNuevos paradigmas y fronteras en ecologiacuteardquo en Ciencias

nordm 67 (2002)

560

Paacuteniker Salvador ldquoA propoacutesito de un nuevo humanismordquo en El Paiacutes (18-

06-2007)

ldquoLa vidardquo en El Paiacutes (9-04-2005)

ldquoPensar la complejidadrdquo en El Paiacutes (18-11-2007)

ldquoUn nuevo humanismordquo en La Vanguardia (14-09-2005)

Pardo Guerra Juan Pablo ldquoLa metafiacutesica de lo complejordquo en Ciencias nordm

79 (2005)

Pomposo Alexandre de ldquoLa espera de lo inesperado Consideraciones so-

bre el devenir trascendente en la naturalezardquo en REDcientiacutefica

(2004)

Prigogine Ilya ldquoEl desorden creadorrdquo en httpwwwinisocorgprigohtm

ldquoQacuteest-ce quacuteon ne sait pasrdquo I Encuentro Filosoacutefico de la UNES-

CO (1995) en httpwwwunescoorgphiwebuk1rpunobelpresno

bel

Rioja Ana ldquoLa filosofiacutea de la complementariedad y la descripcioacuten objetiva

de la naturalezardquo en Revista de Filosofiacutea vol 5 nordm 8 (1992) pp

257-282

Roger Ciurana Emilio ldquoComplejidad elementos para una definicioacutenrdquo en

wwwpensa mientocomplejocom

ldquoEl modelo organizacional y su meacutetodordquo en wwwpensamiento

complejocom

Roux Rouquieacute Magali ldquoLe concept de vie chez Edgar Morin Une biologie

pour le XXIe siegraveclerdquo CNRS Institut Pasteur Paris en httpwww

mcxapcorgdocsateliersrouquiehtm

561

Saacutenchez Pilar ldquoEntrevista a Marcel Conche Una metafiacutesica de la naturale-

zardquo en Paideia nordm 70 (2004) pp 635-644

ldquoEntrevista a Marcel Concherdquo en Paideia nordm 61 (2002) pp 545-

564

Sandiacuten Maacuteximo ldquoHacia una nueva biologiacuteardquo en REDcientiacutefica (2003)

San Miguel de Pablos Joseacute Luis ldquoLa naturaleza iquestviva o muerta Un de-

bate secular en Theacutemata Revista de Filosofiacutea nordm 38 (2007) pp

269-279

Seade Joseacute ldquoUna introduccioacuten a los sistemas dinaacutemicosrdquo en Ciencias nordm

34 (1994)

Soto Gonzaacutelez Mario ldquoVivir o hacer frente a la complejidad complejidad

y sujeto humano a la luz de Edgar Morinrdquo en Paideia nordm 76 (2006)

pp 239-247

Stengers Isabelle ldquoThe Challenge of Complexity Unfolding the Ethics of

Science en ECO vol 6 nordm 1-2 (2004)

ldquoUn goucirct eacutequivoque pour la veriteacuterdquo en Revue Chimegraveres nordm 1 en

httprevue-chimeresorg

Temple Dominique ldquoLe principe drsquoantagonisme de Steacutephane Lupascordquo

en httpnicolclubfrciretbulletinb13b13c13htm

Thompson Klein Julie ldquoInterdisciplinarity and Complexity An Envolving

Relationshiprdquo en ECO vol 6 nordm 1-2 (2004)

Varela F Maturana H Uribe R ldquoAutopoiesis The Organization of Li-

ving Systems its Characterization and a Modelrdquo en BioSystems 5

(1974) pp 187-196

562

Vicsek Tamos ldquoThe Bigger Picturerdquo en Nature 418 (2002) p 131

VVAA ldquoCiencia y religioacuten El enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de

la UNESCO (2001)

VVAA ldquoRadioscopie drsquoEdgar Morinrdquo Revue Europeacuteenne des Sciences

Sociales XXV 75 (1987)

Wagensberg Jorge ldquoComplejidad contra incertidumbrerdquo en El Paiacutes (12-

01-2000)

Wainstein Martin ldquoComplejidad e incertidumbrerdquo MRI (Mental Research

Institute) Palo Alto (1994) en httpwwwmriorgaboutushtml

Weaver Warren ldquoScience and Complexityrdquo en American Scientist 36

(1948) pp 536-544

Weinberg Stephen ldquoLa gran reduccioacuten la fiacutesica en el s XXrdquo en Cien-

cias nordm 62 (2001)

Whitehead Alfred North ldquoNaturaleza y vidardquo en LOGOS Anales del Se-

minario de Metafiacutesica vol 37 (2004) pp257-288

Wunenburger Jean-Jacques ldquoDel antoacutenimo a la paradoja el discurso de la

complejidadrdquo en La Laacutempara de Dioacutegenes 4 7 4 (2003)

Zin Jean ldquoLacuteecologiste sceptiquerdquo en Ecorev nordm 19 (2005)

ldquoLes trois eacutecologiesrdquo en Ecorev nordm 19 (2005)

Zubri Xavier ldquoRespectividad de lo realrdquo en Realitas III-IV (1979) pp

13-43

Page 2: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA

2

3

laquoHERAacuteCLITO NATURALEZA Y COMPLEJIDADraquo

Trabajo presentado por Gustavo Fernaacutendez Peacuterez bajo

la direccioacuten del Dr D Luciano Espinosa Rubio para optar al

tiacutetulo de ldquodoctorrdquo por la Universidad de Salamanca

Salamanca 2009

4

5

bdquoUnd das ist all mein Dichten und Trachten

dass ich in Eins dichte und zusammentrage

was Bruchstuumlck ist und Raumlthsel und grauer Zufallldquo

Nietzsche AsZ II bdquoVon der Erloumlsungldquo

ldquoTomorrow and tomorrow and tomorrow

Creeps in this petty pace from day to day

To the last syllable of recorded time

And all our yesterdays have lighted fools

The way to dusty death Out out brief candle

Lifes but a walking shadow a poor player

That struts and frets his hour upon the stage

And then is heard no more It is a tale

Told by an idiot full of sound and fury

Signifying nothingrdquo

Shakespeare Macbeth act 5 scene 5 19-28

6

7

A mi familia mi naturaleza A Irene mi complejidad

A quienes no sabriacutea no querer

8

9

laquoAGRADECIMIENTOSraquo0

Una vez finalizado un trabajo de estas caracteriacutesticas uno reconoce

de inmediato que por novedoso que sea el enfoque siempre hay una valio-

sa participacioacuten de personas que han intervenido para hacerlo realidad Mi

maacutes sincero agradecimiento a todas ellas por haber contribuido a mejorarlo

sea con criacuteticas consejos comentarios o sugerencias bibliograacuteficas Gra-

cias tambieacuten por el aliento y la confianza

Agradezco al director de esta tesis Luciano Espinosa la pulcritud y

seriedad de su trabajo maacutes proacuteximo a la amistad que a la simple relacioacuten

acadeacutemica Tambieacuten la generosidad y las ensentildeanzas de todos estos antildeos

cuya huella fue es y seraacute indeleble Espero que sigas nadando en todas las

aguas del saber sin estancarte jamaacutes aunque a veces sea preciso hacerlo a

contracorriente

Agradezco a Alberto Medina la amabilidad y dedicacioacuten con las que

se ha prestado para revisar todos los textos griegos que aparecen en este es-

crito ameacuten de facilitarme muacuteltiples referencias bibliograacuteficas Sin duda te

debo ndashpor contagio y magisterio- mi amor por el mundo griego sin olvidar

la labor pareja de tu mujer Mordf del Carmen a este respecto Debo tener un

recuerdo para Baltasar Saacutenchez mi profesor de filosofiacutea en el instituto que

me presentoacute y me ensentildeoacute a valorar la filosofiacutea

0 Este trabajo se ha beneficiado para su realizacioacuten de distintas becas Beca de matriacutecula

para la realizacioacuten de estudios de tercer ciclo (Universidad de Salamanca 2004) Beca

de formacioacuten de personal investigador (FPI-Junta de Castilla y Leoacuten 2004) y Beca del

programa nacional de formacioacuten del profesorado universitario (FPU-Ministerio de

Educacioacuten y Ciencia 2006)

10

No puedo olvidar a mis profesores en la Universidad de Salamanca

que me ayudaron a dar un salto cualitativo en el campo de la filosofiacutea Ma-

riano Aacutelvarez Mordf del Carmen Paredes Cirilo Floacuterez Joseacute Mordf Gordf Goacutemez-

Heras etc Tampoco a mis amigos y amigas (amicus certus in re incerta

cernitur) ni a mis compantildeeros del IES laquoIsabel de Castillaraquo (Aacutevila) en el

que conociacute la filosofiacutea como alumno y al que he tenido la suerte de regresar

como profesor

Agradezco a mi familia todo el apoyo que me ha dado en este cami-

no lleno de altibajos y el esfuerzo que ha realizado en especial a mi madre

Rosa que supo educarme en un ambiente en el que se respiraba el amor por

la cultura transmitieacutendome el haacutebito de apreciar y escudrintildear mis posesio-

nes maacutes preciadas los libros No puedo olvidar a mi novia Irene que me

ha ayudado y sufrido en esta empresa al tiempo que ha visitado todas las

bibliotecas y libreriacuteas universitarias de Madrid en busca de materiales Un

recuerdo tambieacuten para sus padres

Espero que algunas palabras de este escrito os digan cosa nueva y os

permitan volver o ir maacutes allaacute o al menos os recuerden el enorme alcance

de las intuiciones de los que primero filosofaron tan maltratados en estos

tiempos aciagos para la cultura claacutesica

ldquoNo solo el riacuteo es irrepetible

Tampoco se repiten la lluvia

el fuego el viento

las dunas del crepuacutesculo

No solo el riacuteo sugirioacute el fulano

Por lo pronto nadie puede mengana

contemplarse dos veces en tus ojosrdquo

Mario Benedetti ldquoVariaciones sobre un tema de Heraacuteclitordquo

11

laquoNOTA PRELIMINARraquo

A lo largo de este trabajo facilitamos el traductor de todos los textos

que se citen en castellano sin estarlo originalmente de no hacerlo se entien-

de que la traduccioacuten es nuestra Las citas de internet remiten a paacuteginas acti-

vas hasta la fecha Hemos tenido acceso al laquoTLGraquo para cotejar los textos

griegos de otros autores citados en este escrito por cortesiacutea del Departa-

mento de Filologiacutea Claacutesica e Indoeuropeo de la Universidad de Salamanca

Tomamos el texto griego y la numeracioacuten de la edicioacuten claacutesica ale-

mana Diels Hermann Kranz Walther Die Fragmente der Vorsokratiker

vol I Berlin Weidmannshe Verlagsbuchhandlung 1960 Si bien hemos

tenido presentes a la vez entre otras Snell Bruno Die Fragmente des He-

raklit Tuumlbingen H Laupp 1944 Kirk Geoffrey S Heraclitus the Cos-

mic Fragments Cambridge University Press 1954 Mouraviev Serge He-

raclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents I Textes traduc-

tions apartas I-III Sankt Agustin Academia Verlag 2006 Marcovich

Miroslav Heraclitus Greek text with a short commentary Editio Maior

Meacuterida Los Andes University Press 1967 Kahn Charles H The Art and

Thought of Heraclitus An edition of the fragments with translation and

commentary Cambridge Cambridge University Press 1981 Bollack Jean

Wismann Heinz Heacuteraclite ou la seacuteparation Paris Les Eacuteditions de Minuit

1972 Conche Marcel Heacuteraclite Fragments Paris PUF 1986 Colli

Giorgio La sapienza greca vol 3 ldquoEraclitordquo Milano Adelphi 1982 Pra-

deau Jean-Franccedilois Heacuteraclite Fragments (citations et teacutemoignages) Pa-

ris Flammarion 2004

Para la traduccioacuten castellana hemos seguido la versioacuten Bernabeacute Al-

berto De Tales a Demoacutecrito Fragmentos presocraacuteticos Madrid Alianza

1988 (lo mismo sirve ndashsi no se indica lo contrario- para el resto de los pre-

12

socraacuteticos que se citan en este trabajo salvo Parmeacutenides para el que segui-

mos Bernabeacute Alberto Peacuterez de Tudela Jorge Parmeacutenides Poema (frag-

mentos y tradicioacuten textual) Madrid Aacutegora 2007) Hemos tenido presentes

tambieacuten las versiones Geoffrey S Kirk John E Raven Malcolm Scho-

field Los filoacutesofos presocraacuteticos Madrid Gredos 1987 (trad cast Jesuacutes

Garciacutea) Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria Los Filoacutesofos presocraacuteticos

vol I Madrid Gredos 1978 Garciacutea Calvo Agustiacuten Razoacuten comuacuten Edi-

cioacuten ordenacioacuten traduccioacuten y comentario de los restos del libro de Heraacute-

clito Zamora Lucina 1985 Dejamos abierta la posibilidad de tomar la res-

ponsabilidad en la traduccioacuten de aquellos teacuterminos que consideremos espe-

cialmente problemaacuteticos o importantes para nuestra interpretacioacuten de Heraacute-

clito notificaacutendolo y justificaacutendolo debidamente si se diera el caso

Por uacuteltimo dada la orientacioacuten de este trabajo no entraremos en la

exposicioacuten de la vida de Heraacuteclito ni en la del contexto socio-poliacutetico de la

Grecia arcaica de entrada por no redundar en cosas ya sabidas Para una

visioacuten completa de estos aspectos cfr Garciacutea Quintela Marco El rey me-

lancoacutelico Antropologiacutea de los fragmentos de Heraacuteclito Madrid Taurus

1992 Bendala Manuel ldquoLos albores de Greciardquo Historia 16 nordm 9 (1988)

Alonso Troncoso Viacutector ldquoEl genio de Greciardquo Historia 16 nordm 10 (1988)

Alonso Troncoso Viacutector ldquoPara una historificacioacuten de Heraacuteclitordquo en Poacutelis

nordm 6 (1994) pp 5-31 VVAA El mundo griego Madrid Naacutejera 1987

13

IacuteNDICE

Introduccioacuten sentido en intencioacuten

1 Mirada prospectiva La complejidad de la naturaleza [p 19]

2 Mirada retro-prospectiva Nuestra interpretacioacuten de Heraacuteclito [p

28]

3 Mirada retrospectiva Sentido e intencioacuten [p 36]

1ordf parte

Discurso preliminar naturaleza y complejidad

Cap 1 La hermeneacuteutica como meacutetodo para volver al pasado

1 La hermeneacuteutica como ars interpretandi [p 47]

2 Los pre-juicios como aacutembito pre-dado de sentido [p 51]

3 Del ciacuterculo hermeneacuteutico a la fusioacuten de horizontes [p 54]

4 El caraacutecter linguumliacutestico de la comprensioacuten [p 56]

5 La persistencia del legado filosoacutefico griego [p 61]

Cap 2 La filosofiacutea de la naturaleza como horizonte

1 La fiacutesica del siglo XX y sus consecuencias para la filosofiacutea natural

[p 73]

11 Horizonte ontoloacutegico un nuevo cosmos [p 76]

12 Horizonte epistemoloacutegico un nuevo modo de pensar [p

83]

2 Heraacuteclito y la filosofiacutea natural actual

21 iquestVuelta a los presocraacuteticos [p 89]

14

22 Algunos puentes entre Heraacuteclito y nuestro horizonte [p

95]

Cap 3 La complejidad como presupuesto

1 La ciencia de lo complejo [p 105]

2 La filosofiacutea de lo complejo [p 109]

2ordf parte

Discurso eco-enantio-loacutegico o sobre la naturaleza

Cap 4 La naturaleza como realidad radical

1 Inmediatez de la pregunta por la naturaleza en los presocraacuteticos [p

121]

2 La pregunta por la naturaleza y la buacutesqueda del primer principio

[p 125]

3 El fuego coacutesmico [p 140]

Cap 5 Los contrarios y el primer principio

1 La pregunta por el no-ser en los primeros presocraacuteticos [p 159]

11 Los contrarios en Anaximandro [p 170]

12 Los contrarios en Pitaacutegoras [p 178]

13 Los contrarios en Heraacuteclito [p 188]

Cap 6 Un pensamiento enantioloacutegico

1 La universalizacioacuten de las oposiciones

11 La oposicioacuten como motor del cosmos [p 207]

12 La controversia con Hesiacuteodo y Pitaacutegoras [p 215]

15

13 Los astros y el conocimiento del cosmos [p 233]

14 Una lectura actual de 22 B 124 DK

sect 1 Nota criacutetica sobre caos cosmos y azar en el mundo

griego [p 237]

sect 2 Sobre la inseparabilidad ordendesorden [p 245]

Cap 7 Un pensamiento ecoloacutegico

1 La buacutesqueda de la armoniacutea invisible

11 La trabazoacuten estructural de lo natural [p 253]

12 La estructura dinaacutemica de lo real [p 259]

13 El concepto de λόγος y la religacioacuten de la naturaleza [p

265]

14 El eterno juego del cosmos consigo mismo (22 B 52 DK)

[p 276]

Cap 8 Sobre lo divino

1 Lo divino como resolucioacuten de la oposicioacuten

11 El problema de lo divino [p 287]

12 La imagen completa del mundo theologia naturalis [p

290]

2 Heraacuteclito y la religioacuten popular [p 302]

21 Heraacuteclito y el orfismo [p 310]

3ordf parte

Discurso antropoloacutegico sobre la sabiduriacutea y su praacutectica

16

Cap 9 Elementos para una teoriacutea del conocimiento

1 El conocimiento del λόγος y sus consecuencias [p 335]

11 laquoDormidosraquo y laquodespiertosraquo como categoriacuteas epistemoloacute-

gicas [p 361]

12 El auto-conocimiento del λόγος interior [p 365]

Cap 10 Elementos para una eacutetica

1 El aspecto praacutectico del λόγος

11 La virtud y la vida seguacuten la naturaleza [p 371]

12 La eacutetica y el saber traacutegico [p 385]

Conclusioacuten Heraacuteclito naturaleza y complejidad [p 399]

Apeacutendices

A Platoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticos

1 Platoacuten la memoria frente a la palabra escrita [p 427]

2 Aristoacuteteles iquesthistoriador de la filosofiacutea [p 435]

B El destino del libro de Heraacuteclito

1 La evolucioacuten de la doxografiacutea [p 443]

2 Principales hitos editoriales [p 451]

C Nietzsche saber traacutegico e inocencia del devenir [p 461]

Bibliografiacutea [p 473]

17

laquoIntroduccioacuten Sentido e intencioacutenraquo

18

ldquoLas cosas de este mundo tienen sed

La realidad no sabe estarse quietardquo

Luis Garciacutea Montero

19

1 Mirada prospectiva La complejidad de la naturaleza

I

Heraacuteclito representa una provocacioacuten fundamental para la filosofiacutea

desde sus primeras luces El conjunto de sus sentencias entreveroacute con pas-

mosa lucidez las cuestiones esenciales de la philosophia perennis Soacutelo con

fines sistemaacuteticos se puede separar tajantemente en esos fragmentos la fiacute-

sica de la metafiacutesica la loacutegica la teologiacutea o la antropologiacutea Todos estos

aspectos son co-incidentes y estaacuten inter-conectados de suerte que se inten-

sifican mutuamente en una filosofiacutea que se antoja de una riqueza inagota-

ble Su relectura resulta harto provechosa para la filosofiacutea actual en cuanto

acomete sin anestesia ni subterfugios las contradicciones del universo en la

aurora del pensamiento griego Pero no se trata de volver al pasado con un

intereacutes laquoarqueoloacutegicoraquo puesto que esas preguntas lejos de haber sido su-

peradas siguen auacuten vigentes La filosofiacutea al contrario que las ciencias par-

ticulares estaacute inevitablemente trabada con su historia de modo que la nue-

va creacioacuten toma su laquoaliento vitalraquo ndashtambieacuten para pensar el presente- de la

persistencia de las creaciones del pasado1

Es verdad que escribioacute poco pero sin duda pensoacute mucho Lo confir-

man los restos de su libro una coleccioacuten de textos solemnes y misteriosos ndash

1 A este respecto cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos

Madrid FCE 1978 p 7 (trad cast Joseacute Gaos) Seguacuten Castoriadis evitar una lectura

laquoarqueoloacutegicaraquo del pasado no significa caer en una comprensioacuten erroacutenea del mismo ni

atribuirle problemas que no son suyos La verdadera interpretacioacuten filosoacutefica consiste en

un laquovaiveacuten perpetuoraquo entre los problemas del pasado y los del presente buscando las

laquoencrucijadasraquo donde confluyen las cuestiones perennes Cfr Castoriadis Cornelius Lo

que hace a Grecia 1 De Homero a Heraacuteclito Buenos Aires FCE 2006 p 291 (trad

cast Sandra Garzonio)

20

no podiacutea ser de otro modo puesto que tratan de ese misterio que es la natu-

raleza el hombre lo divino- que han llegado hasta nosotros refutando al

tiempo al silencio a la palabra Incluso en su pulverizacioacuten esos textos son

laquomonumentalesraquo Se pueden ordenar en la disposicioacuten que se quiera ndashde

hecho como es sabido son muacuteltiples y variados los intentos de ajustar los

vestigios del libro heracliacuteteo- pero siempre resultaraacute una trama de laquorelacio-

nes significativas prospectivas y retrospectivasraquo y el movimiento de uno

seraacute retomado y continuado por otro Ademaacutes la literatura arcaica presenta

una estrecha relacioacuten entre forma y pensamiento de suerte que laquode pocas

palabras se puede sacar muchoraquo2

Heraacuteclito atisboacute como pocos la complejidad de la naturaleza ndashsentildea-

lando a un tiempo la naturaleza de la complejidad- por medio de una filo-

sofiacutea que no esquiva la relacioacuten paradoacutejica entre lo uno y lo muacuteltiple y que

comprende en una misma pero pujante intuicioacuten el horizonte de lo coacutesmico

lo humano y lo divino La naturaleza causa de vida y movimiento es en

este contexto una realidad auto-poeacutetica en sentido etimoloacutegico determina-

da de un modo inmanente por las presencias y relaciones que ella misma

2 Cfr Fraumlnkel Hermann Poesiacutea y filosofiacutea de la Grecia Arcaica Madrid Visor 1993

pp 19-20 (trad cast Ricardo Saacutenchez) Transitar por las sinuosas liacuteneas del pensamien-

to presocraacutetico supone una decidida laquovoluntad hermeneacuteuticaraquo sea para intentar hilvanar

una laquopalabraraquo descosida en muacuteltiples retales sea para tratar de iluminarla a pesar de su

apariencia subrepticia y enigmaacutetica Uno de los problemas previos que no de menor im-

portancia para valorar en conjunto la filosofiacutea arcaica es el de la transmisioacuten de los tex-

tos sin olvidar la determinacioacuten del valor relativo de los mismos La ventaja de conser-

var textos completos e inmediatos se nos ha negado en lo que respecta a estos filoacutesofos

La mayoriacutea son mediatos y a veces estaacuten laquocontaminadosraquo por los intereses del autor que

los cita ndashno siempre de primera mano- Cfr Robin Leon El pensamiento griego y los

oriacutegenes del espiacuteritu cientiacutefico Meacutexico UTEHA 1962 p 7 (trad cast Joaquiacuten Xirau)

Cfr Apeacutendice B ldquoEl destino del libro de Heraacuteclitordquo pp 443-459

21

determina naturante a un tiempo que naturada por decirlo en teacuterminos

spinozianos

El presente escrito se centra en la interpretacioacuten heracliacutetea de la natu-

raleza (φύσις) en las ideas contradictorio-complementarias de πόλεμος y

λόγος a la luz del pensamiento actual sobre la complejidad por eso nues-

tra lectura puede adjetivarse como eco-enantio-loacutegica si se nos permite el

teacutermino que detallaremos en lo sucesivo3 Se trata de proponer un ejercicio

de revitalizacioacuten del pensamiento arcaico esto es de acercarnos al pasado

sin perder de vista los problemas del presente siendo conscientes en todo

momento de la distancia ndashtemporal e intelectual- que nos separa con la in-

tencioacuten de buscar un enriquecimiento mutuo4

Entendemos las nociones de πόλεμος y λόγος en absoluta respecti-

vidad como dos modos loacutegicos de expresar una unidad ontoloacutegica elemen-

tal Estos dos conceptos permiten componer (des-componerre-componer)

la unidad-multiplicidad del cosmos sin cercenar su complejidad asiacute como

pensar la naturaleza ndashde un modo semejante a la ciencia actual salvando

3 Como introduccioacuten a este tema cfr Fernaacutendez Peacuterez Gustavo ldquoHeraacuteclito a la luz de

Edgar Morin de la complejidad de la naturaleza a la naturaleza de la complejidadrdquo en

Azafea nordm 9 (2007) pp 147-178 4 Puede resultar paradoacutejico que se pretenda destapar la actualidad de un filoacutesofo arcaico

Opina Aubenque al hilo de Aristoacuteteles que la actualidad de un filoacutesofo antiguo se pue-

de entender de dos formas ldquola del que vive todaviacuteardquo y ldquola del que vive de nuevordquo Esto

es la persistencia del intereacutes de sus ideas a pesar del alejamiento temporal o la renova-

cioacuten de las mismas de un modo inversamente proporcional a su lejaniacutea Entendemos que

la actualidad de Heraacuteclito estriba en este uacuteltimo sentido ya que despueacutes de un largo si-

lencio se ha vuelto a escuchar su palabra de la mano de la fiacutesica actual que nos revela

una naturaleza fluyente y en algunos niveles contradictoria a la par que mesurada Cfr

Aubenque Pierre ldquoLa actualidad de Aristoacutetelesrdquo en Daimon nordm 22 (2001) p 9

22

las distancias- a un tiempo como ordendesorden necesidadazar serdeve-

nir5 etc

Nos encontramos en suma ante dos potentes intuiciones con un ca-

lado onto-episteacutemico radical por un lado la tensioacuten la oposicioacuten la inse-

parabilidad o armoniacutea de los contrarios (aspecto enantioloacutegico) por otro la

inter-retro-accioacuten de todos los planos de lo real (aspecto ecoloacutegico en sen-

tido etimoloacutegico)6 que preconiza una laquonuevavieja alianzaraquo entre el hom-

bre y la naturaleza entre la razoacuten y la vida Estos dos aspectos opuestos

pero complementarios se contraponen a la cosmovisioacuten de la ciencia claacutesi-

ca que separa al sujeto del objeto de conocimiento (y a eacuteste de su medio) y 5 El pensamiento de Heraacuteclito vuelve a estar en boga a tenor de los resultados de la cien-

cia de nuevo cuntildeo que nos ha legado una visioacuten del universo mucho maacutes dinaacutemica y

compleja (ldquoheracliacuteteardquo) frente a la visioacuten inmutable (ldquoparmeniacutedeardquo) que del mismo nos

habiacutea legado la mecaacutenica claacutesica Cfr Christidis Theodoros ldquoHeraclitus two views on

change and the physics of complexityrdquo en Philosophical Inquiry vol 19 nordm 1-

2 (1997) pp 52-70 Sobre la contraposicioacuten entre el caraacutecter ldquoparmeniacutedeordquo de la fiacutesica

moderna y el ldquoheracliacuteteordquo de la contemporaacutenea cfr Thom Reneacute ldquoDeterminismo e in-

novacioacutenrdquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tusquets 1996 p

68 (trad cast Joaquiacuten Boya) 6 La laquoecologiacutearaquo que aquiacute se propone no es antropoceacutentrica es decir no estaacute centrada en

el ser humano ni entiende que eacuteste se encuentra por encima o aparte de la naturaleza

como fuente de todo sentido quedando para aqueacutella un valor meramente instrumental

Cfr Capra Fritjof La trama de la vida Barcelona Anagrama 1998 p 29 (trad cast

David Sempau) Antes bien se ajusta a los imperativos de un contexto presocraacutetico es-

to es no separa a los humanos de su entorno natural que es su casa (οἶκος) ni ve al

mundo como un estado de objetos aislados sino como una red de procesos interconecta-

dos e interdependientes Si bien a diferencia de Capra en el caso que nos ocupa el ser

humano tiene un cierto predominio ontoloacutegico sobre lo natural en cuanto es el uacutenico ser

del cosmos dotado de razoacuten y palabra (λόγος) pudiendo por tanto hacer cuestioacuten de siacute

mismo y del propio cosmos

23

elimina la relacioacuten esto es la tensioacuten entre los contrarios apostando por el

predominio exclusivo de unos sobre otros (el orden sobre el desorden la

necesidad sobre el azar7 etc)

II

La filosofiacutea natural actual presenta muchas perspectivas diversas pe-

ro acaso la que maacutes se ajusta al pensamiento heracliacuteteo sea la propuesta de

Edgar Morin quien lo cita en muacuteltiples ocasiones al hilo de problemas del

presente Especialmente destaca del presocraacutetico la amplitud de miras y la

confrontacioacuten con las muacuteltiples contradicciones de la naturaleza8

Heraacuteclito es uno de los pensadores maacutes oscuros de todos los tiempos

Morin uno de los maacutes luminosos de la actualidad El primero es un punto

de referencia para todo aquel que se interese por la filosofiacutea el segundo el

precursor del pensamiento complejo Las sentencias de Heraacuteclito precisan

con intensa determinacioacuten la complejidad de la naturaleza asumen la pro-

blemaacutetica relacioacuten entre los contrarios e intentan aprehender sin escisiones

la totalidad de lo que hay Los escritos de Morin emprenden el estudio de

uno de los temas de nuestro tiempo la naturaleza de la complejidad9 7 Cfr Prigogine Ilya Stengers Isabelle La nueva alianza Madrid Alianza 2002 p

271 (trad cast Manuel Garciacutea Mordf Cristina Martiacuten) Sobre este tema cfr Moscovici

Serge ldquoLa historia humana de la naturalezardquo en Prigogine Ilya et al El tiempo y el

devenir Actas del Coloquio Internacional de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

pp 123-138 (trad cast Joseacute A Aacutelvarez) 8 ldquoRegreso sin cesar a las contradicciones-madre de Heraacuteclito la unioacuten de la unioacuten y la

desunioacuten del acuerdo y la discordia vivir de muerte morir de vidardquo Morin Edgar Mis

demonios Barcelona Kairoacutes 1995 p 71 (trad cast Manuel Serrat) Sobre el papel de

la contradiccioacuten en el pensamiento complejo y su relacioacuten con Heraacuteclito volveremos 9 ldquoReconocer la complejidad hallar los instrumentos para describirla y acometer una re-

lectura dentro de este nuevo contexto de las relaciones cambiantes del hombre con la

24

Como es bien sabido la obra maacutes importante de Morin es El Meacutetodo

(seis voluacutemenes) donde lleva a cabo una investigacioacuten transdisciplinar que

intercomunica los planos de la materia la vida y el pensamiento ndashtomados

en un sentido amplio- por medio de una relacioacuten recursiva y multidimen-

sional10 Pero el Meacutetodo que propone Morin poco o nada tiene que ver con

el de Descartes No se trata de obedecer las indicaciones de un camino pre-

viamente delimitado sino de inventar constantemente el camino durante la

propia buacutesqueda Nada maacutes lejos de esta visioacuten del meacutetodo que la imagen

moderna del mismo compuesta por un conjunto mecaacutenico de reglas para la

consecucioacuten de un fin previsto11

Si Heraacuteclito estaacute en lo cierto cuando advierte que la realidad es movi-

miento constante entonces una concepcioacuten del meacutetodo como eacutesta resulta

cuanto menos limitada porque ante situaciones complejas (mudables e in-

ciertas) los programas sirven de poco En las situaciones complejas esto es

naturaleza son los problemas cruciales de nuestra eacutepocardquo Prigogine Ilya ldquoLa lectura de

lo complejordquo en iquestTan soacutelo una ilusioacuten Una exploracioacuten del caos al orden Barcelona

Tusquets 1993 p 46 (trad cast Francisco Martiacuten) 10 Los seis voluacutemenes del Meacutetodo han sido publicados en Seuil (Paris) y traducidos al

castellano por Ana Saacutenchez en Caacutetedra (Madrid) Cfr La Meacutethode 1 La Nature de la

Nature 1977 (1981) La Meacutethode 2 La Vie de la Vie 1980 (1983) La Meacutethode 3 La

Connaissance de la Connaissance 1986 (1988) La Meacutethode 4 Les Ideacutees 1991 (1992)

La Meacutethode 5 LrsquoHumaniteacute de lrsquoHumaniteacute 2001 (2003) La Meacutethode 6 LEacutethique 2004

(2006) 11 ldquoAsiacute pues entiendo por meacutetodo reglas ciertas y faacuteciles mediante las cuales el que las

observe exactamente no tomaraacute nunca nada falso por verdadero y no empleando inuacutetil-

mente ninguacuten esfuerzo de la mente sino aumentando siempre gradualmente su ciencia

llegaraacute al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capazrdquo Descartes Reneacute

Reglas para la direccioacuten del espiacuteritu Madrid Alianza 2003 regla IV p 79 (trad cast

Juan M Navarro Cordoacuten)

25

alliacute donde aparece una contradiccioacuten ineludible alliacute donde en un mismo es-

pacio conviven ordendesorden necesidadazar es preciso adoptar un meacute-

todo que no soacutelo preceda a la experiencia sino que ademaacutes proceda de ella

que sea capaz de aprender e inventar en su propio caminar capaz de tender

cuerdas tensas sobre el abismo entre la evidencia y la perplejidad

De lo que se trata en definitiva es de preparar el camino para una

laquonueva alianzaraquo entre el hombre y la naturaleza la relacioacuten laquoaacutentropo-bio-

coacutesmicaraquo que envuelve al hombre a la vez que estaacute en su interior con la

intencioacuten de no recusar los retos del presente Para ello es preciso arribar a

un nuevo tipo de racionalidad (distinta de la tradicional cercana a la de los

presocraacuteticos aunque con una diferencia obvia en los lenguajes) de caraacutecter

laquorecursivoraquo laquodialoacutegicoraquo y laquoauto-eco-organizacionalraquo

1- La idea de laquorecursividadraquo trata de ir maacutes allaacute de la simple laquoretro-

actividadraquo por medio de un bucle donde las consecuencias ndashdesde el

punto de vista loacutegico- o los productos ndashdesde el punto de vista onto-

loacutegico- son al mismo tiempo causantesproductores del proceso mis-

mo que los causa o produce

2- La idea de laquodialoacutegicaraquo prescribe la posibilidad de pensar en un

mismo marco episteacutemico instancias opuestas a un tiempo que com-

plementarias sin sofocar la tensioacuten que brota de toda contradiccioacuten

(por ejemplo permite mantener la unidad en el seno de la multiplici-

dad y al reveacutes) La dialoacutegica es el diaacutelogo entre lo loacutegico y lo empiacute-

rico entre lo racional y lo irracionalizable Su origen se remonta a

Heraacuteclito reitera Morin aunque en el mundo contemporaacuteneo encon-

tramos un buen ejemplo en el fiacutesico Niels Bohr quien postuloacute la ne-

cesidad de aceptar racionalmente la complementariedad de dos con-

26

ceptos aparentemente contradictorios como los de laquoondaraquo y laquocorpuacutes-

culoraquo12

3- La idea de laquoauto-eco-organizacioacutenraquo por uacuteltimo sostiene que todo

sistema para mantener su autonomiacutea necesita paradoacutejicamente de

una relacioacuten de aperturadependencia con el medio o ecosistema del

que se alimenta y al que alimenta13

III

El presente trabajo precisa que caminemos con cautela sin dar nada

por supuesto ni tomar atajos no tanto en liacutenea recta como en espiral14 Asiacute

se entiende el acercamiento hermeneacuteutico al pasado a partir de Heidegger y

Gadamer Eacuteste uacuteltimo ha insistido en que nunca observamos la historia co-

mo algo externo sino que siempre estamos en tanto seres histoacutericos laquoden-

troraquo de la historia que tratamos de comprender que el observador no puede

ser apartado de la observacioacuten que no es posible adoptar un punto de vista

12 Cfr Bohr Niels La teoriacutea atoacutemica y la descripcioacuten de la naturaleza Madrid Alian-

za 1988 p 66 (trad cast Miguel Ferrero) Para profundizar en las consecuencias epis-

temoloacutegicas de la complementariedad cfr Rioja Ana ldquoLa filosofiacutea de la complementa-

riedad y la descripcioacuten objetiva de la naturalezardquo en Revista de Filosofiacutea vol V nordm 8

(1992) pp 266-278 13 Cfr Morin Edgar et al Educar en la era planetaria Valladolid Universidad de Va-

lladolid-UNESCO 2002 pp 27-33 Sobre esto volveremos 14 El tema central de esta tesis es la filosofiacutea de la naturaleza de Heraacuteclito Las alusiones

al pensamiento de nuestro tiempo (en especial al de Morin) son recursos hermeneacuteuticos

que sirven por un lado para constatar la actualidad de la filosofiacutea heracliacutetea y por otro

para rendir cuentas a los retos del presente en lo que respecta a la filosofiacutea natural Todo

ello pretende quedar integrado en la propia fluencia del discurso tomando los fragmen-

tos como liacutemite y punto de referencia ineludible

27

aseacuteptico y que el mayor de los prejuicios resulta justamente de la ilusioacuten

de no tenerlos Una vez dicho esto no estaacute de maacutes recordar que el inicio del

pensamiento occidental no es algo que se nos deacute inmediatamente sino que

necesariamente tenemos que volver a eacutel partiendo de otro punto laquoel mundo

del observadorraquo15

En su opinioacuten la metodologiacutea positivista no basta para dar cuenta de

los problemas de interpretacioacuten que afectan a las ciencias humanas la com-

prensioacuten por tanto nunca es inmediata sino necesariamente mediata Toda

interpretacioacuten (Auslegung) que pretenda comprensioacuten parte de una precom-

prensioacuten de lo que se ha de interpretar se trata del laquociacuterculo hermeneacuteuticoraquo

que no es cerrado o vicioso como sentildealoacute Heidegger sino abierto y recursi-

vo16 El inteacuterprete que parte de una situacioacuten espacio-temporal distinta y

distante del texto tiene que reconocer lo distinto en lo distante para permi-

tir una aproximacioacuten entre un laquomundoraquo con sus particularidades faacutecticas e

histoacutericas y otro se trata de lo que Gadamer ha denominado laquofusioacuten de ho-

rizontesraquo17

Nuestro propoacutesito en suma es explorar esta nueva viacutea de interpreta-

cioacuten en los estudios heracliacuteteos que ndashen lo posible- no pierda de vista los

problemas que suscita para el pensamiento contemporaacuteneo asiacute como para

la ciencia la comprensioacuten de la naturaleza No se trata de un camino unila-

teral sino repleto de encrucijadas Del mismo modo no se trata de descartar

15 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoLa aproximacioacuten hermeneacuteutica al origenrdquo en El inicio

de la filosofiacutea occidental Barcelona Paidoacutes 1995 p 24 (trad cast Ramoacuten Alonso Mordf

Carmen Blanco) 16 Cfr Heidegger Martin Ser y tiempo Meacutexico FCE 1998 pp 170-172 (trad cast

Joseacute Gaos) Cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo Salamanca Siacutegueme 1977

pp 362-363 (trad cast Ana Agud Rafael de Agapito) Sobre esto volveremos 17 Cfr Ibid pp 466-468

28

o sustituir otras interpretaciones ni de prescindir de ellas sino ndashacaso- de

complementarlas Tenemos presente en todo momento la enorme distancia

ndashtemporal e intelectual- que separa a Heraacuteclito de nuestro horizonte episteacute-

mico Simplemente entendemos que su pensamiento no carece de actuali-

dad ni se reduce a la toacutepica constatacioacuten del incesante devenir de la natura-

leza (πάντα ῥεῖ)

2 Mirada retro-prospectiva Nuestra interpretacioacuten de Heraacuteclito

I

El hombre es el uacutenico ser del cosmos donde se anudan lo oacutentico y lo

ontoloacutegico Esa fue acaso la maacutes alta ensentildeanza de los presocraacuteticos la ne-

cesidad de pensar unidos los dos temas capitales de la filosofiacutea arcaica por

un lado el estudio de la naturaleza entendida como sustento baacutesico como

esencia y primer principio de cada ente por otro el estudio del hombre en-

tendido como ser natural y animal racional que tiene la capacidad de cues-

tionar todo lo que le rodea para intentar comprenderlo18

18 La necesidad de pensar unidos los problemas coacutesmicos y los problemas humanos que

puso de manifiesto la filosofiacutea presocraacutetica ha sido retomada en nuestro tiempo por la

fiacutesica Pero aunque se consiga culminar esta revolucioacuten inacabada que intenta la unifi-

cacioacuten de las fuerzas fundamentales del universo auacuten quedaraacute una cuestioacuten baacutesica por

resolver Como dijo Max Planck ldquoLa ciencia es incapaz de resolver el misterio uacuteltimo

de la naturaleza Y ello se debe en un uacuteltimo anaacutelisis a que nosotros mismos formamos

parte de la naturaleza y por tanto del misterio que estamos intentando resolverrdquo Planck

Max ldquoEl misterio de nuestro serrdquo en Wilber Ken (Ed) Cuestiones cuaacutenticas Escri-

tos miacutesticos de los fiacutesicos maacutes famosos del mundo Barcelona Kairoacutes 2005 p 213

(trad cast Pedro de Casso)

29

A pesar de encontrarse en un mundo que le sobrepasa y que no en-

tiende por completo el ser humano se halla iacutentimamente emparentado con

el sentido maacutes profundo del mismo del que no soacutelo es un insaciable busca-

dor sino ademaacutes un distraiacutedo portador Por eso su condicioacuten es laquotraacutegicaraquo

simeacutetrica a un tiempo que asimeacutetrica porque obedece ndashsin saberlo- a la ra-

zoacuten que todo lo gobierna El hombre atrapado entre dos mundos uno pro-

pio otro comuacuten es un laquomicro-cosmos-en-tensioacutenraquo asediado por un con-

flicto irresoluble en el liacutemite que separa el suentildeo de la lucidez

El hombre se cuestiona a siacute mismo cuestionando la naturaleza esto

es interioridad y exterioridad son dos aacutembitos permeables y absolutamente

correlativos que comparten unos ritmos y unas pautas comunes Por eso se

puede afirmar que Heraacuteclito es el primer filoacutesofo de la naturaleza en senti-

do estricto no porque sea el primero que se ocupe de ella pues ya lo hicie-

ron los milesios como es sabido sino porque entendemos que fue el prime-

ro que lo hizo de un modo propiamente filosoacutefico buscando relaciones y

conexiones que permitan pensar y reunir en unidad lo que aparentemente

no es maacutes que fragmento disperso y multiplicidad Puede objetarse que este

mismo motivo ya estaba presente en las intuiciones de los filoacutesofos anterio-

res pues todos trataron de pensar y reunir en unidad la multiplicidad dis-

persa de lo real no obstante entendemos que existe una diferencia que re-

sulta decisiva Por un lado Heraacuteclito va maacutes allaacute de la buacutesqueda del ἀρχή

postulando el concepto multidimensional de λόγος que atantildee de un modo

no menos radical al estatuto ontoepisteacutemico de lo real Por otro lado Heraacute-

clito no concibioacute una unidad que permaneciera al margen de la multiplici-

dad sino una laquounidad-multiplicidadraquo donde ambos elementos son insepara-

bles e indisolubles pues no soacutelo se refuerzan uno al otro sino que incluso

permanecen uno en otro ya que nunca encontramos una multiplicidad pura

30

sin ninguna presencia de la unidad ni viceversa Se trata en definitiva de

una unidad que no se puede entender sin la multiplicidad que no estaacute por

encima ni por debajo de los contrarios sino en los contrarios mismos

II

El estudio de la naturaleza nos ha obligado a enfrentarnos con un

concepto extraordinariamente extenso y no menos intenso en el que no soacute-

lo tiene cabida el mundo sino tambieacuten el hombre y lo divino en relaciones

de ida y vuelta Para acometer esta empresa hemos recurrido como recurso

hermeneacuteutico a las ideas de oposicioacuten y relacioacuten que permiten trabar y

explicar todos los aspectos de la naturaleza dentro de una perspectiva de-

nominada laquoeco-enantio-loacutegicaraquo en sentido etimoloacutegico por la importancia

que tienen tanto una como otra dentro del pensamiento de Heraacuteclito ambas

medidas y mediadas por el λόγος que contienen a la vez que las contiene

Aquiacute radica la especificidad de su filosofiacutea en el protagonismo que

adquiere el plano loacutegico pues no soacutelo incide sobre el plano fiacutesico sino que

ademaacutes lo determina La naturaleza por tanto se despliega fundamental-

mente como laquofuegoraquo (plano fiacutesico) y como laquorelacioacutenoposicioacutenraquo (plano loacute-

gico o eco-enantio-loacutegico) en el horizonte del tiempo y el devenir donde

todas las cosas aparecen y desaparecen de un modo incesante a la par que

inocente o amoral

Los primeros filoacutesofos buscaron un primer principio (ἀρχή) que fue-

ra incontestablemente sutil (asiacute el agua de Tales el aacutepeiron de Anaximan-

dro o el aire de Anaxiacutemenes) En este contexto suele situarse la filosofiacutea

de Heraacuteclito para el Efesio la naturaleza es un proceso iacutegneo incesante pe-

ro estable que da lugar a todas las cosas sin perder por ello su mismidad

puesto que en realidad el fuego no desaparece en cada una de sus determi-

31

naciones sino que simplemente laquose ocultaraquo de suerte que permanece laquoin-

visibleraquo en cada una de ellas Soacutelo asiacute se comprende que la unidad pueda

ser al mismo tiempo multiplicidad y al contrario Ciertamente nos encon-

tramos ante la misma intuicioacuten que tuvieron los milesios si bien entende-

mos que la potencia de la filosofiacutea heracliacutetea no reside en su concepcioacuten del

fuego sino en su concepcioacuten del λόγος que introduce el ritmo y la medi-

da en el fuego y en el propio devenir antropocoacutesmico

Heraacuteclito postuloacute un gran juego cosmoloacutegico donde tanto el laquoordenraquo

como el laquodesordenraquo (en ineludible interaccioacuten) son necesarios para la orga-

nizacioacuten del cosmos Ahiacute radica la potencia de la laquoarmoniacutearaquo de los contra-

rios como reconocieron Nicolaacutes de Cusa Hegel o Marx entre otros19 El

mundo de la multiplicidad es un mundo-en-contienda un gran laquocampo de

batallaraquo si se nos permite la imagen donde toda existencia nace de la dis-

cordia y vive en la tensioacuten No obstante no debemos entender en este con-

texto la laquoguerraraquo (πόλεμος) como un fenoacutemeno exclusivamente destruc-

19 Mencioacuten especial merece Hegel a este respecto Es sabido que concibe una razoacuten

esencialmente contradictoria como lo real mismo que no existe ni es conocido por en-

tero al mismo tiempo sino a lo largo del tiempo en un proceso dialeacutectico No habraacute

pensamiento verdadero que no sea dialeacutectico esto es que no asuma superando las

contradicciones de lo real En su opinioacuten Heraacuteclito fue el primero en reconocer la dia-

leacutectica como principio Aquiacute radica tambieacuten la principal diferencia entre ambos para

Heraacuteclito las contradicciones de lo real que ya es como tiene que ser son insuperables

pero Hegel atina al romper el ciacuterculo del tiempo presocraacutetico por medio de una espiral

que permite a lo real asumir lo anterior a la vez que trascenderlo No se olvide ademaacutes

que Hegel es uno de los pensadores que maacutes ha contribuido al estudio de los presocraacuteti-

cos dotaacutendoles de una actualidad que no han tenido antes ni se ha perdido despueacutes En

lo que respecta a Heraacuteclito cfr Hegel G W F Lecciones sobre la historia de la filo-

sofiacutea vol I Meacutexico FCE 1977 p 258 (trad cast Wenceslao Roces)

32

tivo sino tambieacuten productivo ya que procura encuentros e interacciones

entre todos los elementos de lo real dando lugar al laquocosmosraquo20

Ciertamente se necesita una intuicioacuten penetrante para encontrar den-

tro de la discordia visible una laquoarmoniacutea invisibleraquo (ἁρμονίη ἀφανής) que

introduce la justicia o justeza en el devenir (δίκην ἔριν) no en sentido mo-

ral sino loacutegico y ontoloacutegico permitiendo atisbar orden y medida donde no

habiacutea maacutes que desorden y oposicioacuten Noacutetese que a diferencia de Pitaacutegoras

quien defendiacutea el primado moral y ontoloacutegico de unos opuestos sobre otros

ndashseguacuten la tabla que nos facilitoacute Aristoacuteteles- Heraacuteclito entiende que soacutelo la

tensioacuten entre ellos y no su neutralizacioacuten conduce hacia la verdadera armo-

niacutea21 Dicho de otro modo la posicioacuten heracliacutetea trata de escapar de todo

antropocentrismo de todo mecanicismo reconociendo que el problema es-

triba en pensar la laquounidad-multiplicidadraquo del cosmos sin reabsorber redu-

cir ni relegar uno de los teacuterminos en favor del otro es decir se trata de

comprender coacutemo a partir de la discordia pueden surgir relaciones que arti-

culen e integren los teacuterminos contrarios sin eliminar su tensioacuten Lo que qui-

so Heraacuteclito en definitiva no fue concebir una unidad que se precipitara

sobre los contrarios para destensarlos sino una unidad que viviera y se rea-

lizase en la propia tensioacuten sin evitarla ni silenciarla

III

Heraacuteclito atisboacute por otro lado que en la naturaleza se da una esen-

cial conexioacuten entre todos sus componentes una concomitancia entre ele-

20 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos Barcelona

Kairoacutes 2003 p 90 21 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica Madrid Gredos 2002 A 5 986a 22ss (trad cast To-

maacutes Calvo)

33

mentos contrarios que se necesitan y se intensifican mutuamente La condi-

cioacuten de posibilidad de esta relacioacuten es el laquodevenirraquo horizonte del pensa-

miento heracliacuteteo maacutes que su tema central (no hay que olvidar que tiene

maacutes peso en su filosofiacutea la estabilidad que proporciona el λόγος que la

fluencia perpetua de todo lo que hay) Por otro lado reconocer la presencia

del devenir no significa concebir el cosmos como una representacioacuten absur-

da o sin sentido carente de loacutegica o sujeta al acaso El mundo resulta in-

concebible sin movimiento pero tambieacuten sin permanencia sin consisten-

cia sin la posibilidad por tanto de alguacuten tipo de existencia pues toda exis-

tencia presupone la mismidad de aquello que existe o lo que es lo mismo

su permanencia en el cambio Por decirlo en teacuterminos kantianos ldquoEl deve-

nir sin λόγος es ciego pero el λόγος sin devenir es vaciacuteordquo parafraseando

al prusiano en un sentido bien distinto

De este modo la naturaleza organizada esto es el laquofuego siempre-

vivo (πῦρ ἀείζωον) que se prende y apaga seguacuten medidas (μέτρα)raquo (cfr

22 B 30 DK) no es maacutes ni menos que un extraordinario complejo de re-

laciones que necesita del dinamismo para mantener su unidad como el bre-

baje llamado kykeṓn (cfr 22 B 125 DK) Dicho de otro modo la naturaleza

integra simultaacuteneamente todos los pares de contrarios a traveacutes del movi-

miento en un ciclo perpetuo e incesante Lo verdaderamente destructivo

para el cosmos (y para la vida) no es el movimiento que permite la com-

posicioacuten o estructuracioacuten de lo real sino el aislamiento derivado de la au-

sencia de movimiento de la ausencia de relacioacuten

La naturaleza en suma ndashlaquoinmortal y siempre jovenraquo como la adjeti-

voacute Anaximandro (cfr 12 B 2 DK)- es un complejo proceso que se regenera

constantemente por medio de la dialoacutegica entre el laquoprincipio de relacioacutenraquo y

el laquoprincipio de oposicioacutenraquo por asiacute decirlo donde el primero trata de so-

34

meter a medida al segundo mientras que eacuteste se resiste una y otra vez a ser

neutralizado dentro de una alternancia sin fin En este sentido oposicioacuten y

relacioacuten no son sino las dos caras de una misma moneda pues se trata de

dos elementos correlativos que en uacuteltimo teacutermino confluyen

IV

La persecucioacuten de la sabiduriacutea por uacuteltimo es otro de los elementos

decisivos dentro del pensamiento de Heraacuteclito La sabiduriacutea precisa una

aceptacioacuten incondicional de lo real sin omisiones ni subterfugios No obs-

tante para alcanzarla no basta con comprender la naturaleza sino que ade-

maacutes es menester actuar laquoseguacuten la naturalezaraquo (κατὰ φύσιν) de acuerdo

con ella siguiendo su ritmo y escuchando su laquopalabraraquo22 Soacutelo los despier-

tos que contemplan la batalla coacutesmica desde el punto de vista de la divini-

dad (sub specie totalitatis) como unidad relacional como coincidencia de

opuestos entienden la belleza de este sublime espectaacuteculo puesto que co-

nocen la medida insobornable que lo rige y posibilita pero los dormidos

que soacutelo tienen acceso a una parte aislada de la batalla y la destruccioacuten coacutes-

micas lo entienden unos como un espectaacuteculo aterrador (los que tratan de

comprenderlo desde su laquopropio entendimientoraquo (ἰδίαν φρόνησιν) o bien

atendiendo a los preceptos de la tradicioacuten) y otros como un espectaacuteculo

enteramente ajeno que nada tiene que ver con ellos (los que estaacuten sumidos

en el suentildeo maacutes profundo) La paradoja del cosmos que sea una comuni-

dad de medida y justeza a pesar del incesante devenir resulta incomprensi-

22 ldquoSu pretensioacuten singular consistioacute sobre todo en hablar escuchando a la misma natu-

ralezardquo Ramnoux Cleacutemence ldquoPresocraacuteticosrdquo en VV AA Historia de la filosofiacutea La

filosofiacutea griega vol 2 Madrid Siglo XXI 1969 p 9 (trad cast Santos Juliaacute Miguel

Bilbatuacutea)

35

ble para el hombre aletargado En este sentido la filosofiacutea de Heraacuteclito no

es sino laquouna apelacioacuten a una conciencia sobria y despiertaraquo23

En este punto Heraacuteclito parece anticipar las ensentildeanzas de los poe-

tas traacutegicos su penetrante reflexioacuten sobre el hombre y su puesto en el cos-

mos la tensioacuten irresoluble entre conocimiento y desconocimiento entre na-

turaleza y ambicioacuten o en definitiva entre caraacutecter y destino el reconoci-

miento de una potencia impersonal e inexorable que todo lo gobierna de la

que no pueden escapar dioses ni hombres y por uacuteltimo la laquosabiduriacutea del

liacutemiteraquo que invita a los hombres a pensar y a comportarse como hombres

dejando el resto a los dioses

V

Consciente de habitar un mundo vivo e interconectado en suma He-

raacuteclito tratoacute de desarrollar un pensamiento vivo e interconectado asumien-

do sin remilgos la condicioacuten traacutegica del hombre asiacute como las contradiccio-

23 Cfr Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega Madrid FCE 1990

p 159 (trad cast Joaquiacuten Xirau) Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p 348 La idea de la

relatividad de los contrarios como manifestaciones de una unidad fundamental y divina

que soacutelo una conciencia luacutecida y despierta es capaz de comprender es un planteamiento

semejante al de ciertas filosofiacuteas orientales como el taoiacutesmo y el budismo No se trata

de que todas las cosas sean iguales se reconoce la especificidad de los fenoacutemenos pero

al mismo tiempo se comprende que las diferencias y contrastes son relativos al interior

de una unidad dinaacutemica (no-dualidad) que implica un punto de vista absoluto y todo lo

incluye El miacutestico trasciende el dominio de los conceptos loacutegicos y de ese modo com-

prende ndashpese a las apariencias- la trabazoacuten uacuteltima de los contrarios que no son realida-

des absolutas ni desligadas sino aspectos distintos de una misma y velada realidad Por

otro lado todos los opuestos son solidarios de modo que su antagonismo no puede con-

ducir a la victoria de unos sobre otros sino a la expresioacuten de un juego mutuo Cfr Paacute-

niker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit pp 113-114

36

nes de lo real de un modo ciertamente pujante Heraacuteclito trazoacute un cuadro

del devenir antropocoacutesmico del enfrentamiento de los contrarios del ciclo

del tiempo pero no debemos olvidar que lo que verdaderamente le interesoacute

fue el hombre tan cercanamente emparentado con la naturaleza como ajeno

a ella tan proacuteximo a la clave de la realidad como distante de la misma La

naturaleza en este contexto ndashcomo en el nuestro curiosamente- debe ser

entendida como lo que religa articula y hace que se comuniquen en profun-

didad lo antropoloacutegico con lo fiacutesico y con lo metafiacutesico En eso radica bue-

na parte de la actualidad del pensamiento heracliacuteteo y por extensioacuten preso-

craacutetico

Heraacuteclito fue metafiacutesico sin dejar de ser fiacutesico pero sobre todo fue

filoacutesofo sin dejar de ser hombre se entiende entonces el intereacutes por desper-

tar a los dormidos en lugar de olvidarse de ellos se entiende su apuesta

por la vida se entiende que no trate de cosas extraordinarias inaccesibles o

inalcanzables sino de las cosas ordinarias de la vida captadas ndashen verdad-

con una nueva y dramaacutetica intensidad24 y asequibles a todo aquel que no se

comporte como si estuviera dormido que se muestre despierto y atento a la

laquopalabraraquo (λόγος) de la naturaleza que es tambieacuten su laquopalabraraquo

3 Mirada retrospectiva Sentido e intencioacuten

I

Entendemos que esta relectura del pasado sin aacutenimo de falsearlo ni

descontextualizarlo es nuestra modesta al tiempo que novedosa aportacioacuten

al conjunto de los estudios heracliacuteteos El tema central como se ha dicho

24 Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p 354

37

es la reinterpretacioacuten del pensamiento natural del oscuro presocraacutetico a la

luz del pensamiento complejo ndashcon las restricciones oportunas- de suerte

que sea posible una lectura laquoeco-enantio-loacutegicaraquo de los distintos planos de

lo real desde el universo hasta el ser humano por medio del λόγος que

todo lo hilvana En uacuteltima instancia se trata de despertar al hombre en laquolo

comuacutenraquo al modo heracliacuteteo de ser maacutes y vivir mejor a traveacutes del conoci-

miento a fin de conocernos conociendo la naturaleza

Nuestro reto estriba por tanto en ser capaces de alcanzar el maridaje

de la filosofiacutea presocraacutetica con el pensamiento contemporaacuteneo de un modo

convincente sin inconsistencias ni anacronismos esto pretende ser ademaacutes

una auteacutentica reivindicacioacuten de la filosofiacutea como reflexioacuten criacutetica se atien-

de al pasado para iluminar el presente y viceversa se destacan los temas

esenciales que constituyen el pensar humano y sus inquietudes se procura

en fin un ejercicio de laquorevitalizacioacutenraquo

La novedad del enfoque queda patente en la medida en que ser hu-

mano y universo son pensados en respectividad de modo que uno es ininte-

ligible sin el otro y a partir de ahiacute (laquoaacutentropo-cosmo-eco-enantio-logiacutearaquo) se

desgranan las consecuencias praacutecticas correspondientes En definitiva se

espera entretejer un conjunto armoacutenico e integrado interpelando a uno de

los grandes claacutesicos a la luz de la filosofiacutea actual de la complejidad

Lo que maacutes nos interesa no obstante es tratar de desentrantildear para la

contemporaneidad el sentido del pasado de la filosofiacutea No se trata de pre-

sentar un recuento de interpretaciones establecidas al modo de quien reali-

za un inventario en una biblioteca sino de intentar perpetrar ndashdentro de lo

posible- un diaacutelogo vivo con el pensamiento anterior Si la historicidad del

pensar es la posibilidad que el hombre tiene de actualizar el pasado pensan-

do el presente entonces no se hace otra cosa que volver a los problemas

38

perennes ahistoacutericamente recurrentes con luz siempre renovada En este

sentido retomar el pasado filosoacuteficamente no significa alcanzar mediante

refinadas teacutecnicas de reconstruccioacuten histoacuterica o filoloacutegica un conocimiento

objetivo e impersonal del pasado al que las tensiones e intereses de la vida

del presente le fueran enteramente ajenas La pretendida asepsia o nitidez

positivista soacutelo se conquista al precio de silenciar que esos pensamientos

respondieron al reto de su tiempo histoacuterico alimentaacutendose del mismo25

II

En todo momento tenemos presente la gravedad que comporta pro-

fundizar en la filosofiacutea presocraacutetica ameacuten del respeto que merece Lo que

se pretende es fundamentar una viacutea hermeneacuteutica audaz y auacuten por explorar

El tiacutetulo ldquoHeraacuteclito naturaleza y complejidadrdquo alude a dos cosas que por

lo pronto se nos antojan bien distintas Es sabido que laquonaturalezaraquo es un

concepto central para los presocraacuteticos laquocomplejidadraquo hace referencia a

temas que nos ocupan y preocupan en el presente Pudiera entonces pensar-

se quizaacute no sin razoacuten que se cae en la tentacioacuten de proponer una de esas

interpretaciones que se dicen actuales pero que a fin de cuentas no aportan

nada realmente provechoso En verdad pensamos que acaso no haya nada 25 ldquoNada es sin la memoria histoacuterica que lo mantiene vivo en el presente y que lo rescata

de la nada de la preteridad maacutes allaacute de los archivos doxograacuteficos en que permanece de-

positadordquo Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L ldquoAristoacuteteles como historiador de la filosofiacuteardquo en

Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael (Eds) En torno a Aristoacuteteles home-

naje al prof Pierre Aubenque Santiago de Compostela Universidad de Santiago 1998

pp 297-298 Por otro lado el pasado es ldquoirrecuperablerdquo como recuerda Goacutemez Espelo-

siacuten de modo que toda pretendida vuelta al mismo sin ldquomediacionesrdquo es una empresa de

antemano irrealizable Cfr Goacutemez Espelosiacuten F Javier ldquoLos riesgos de la distancia o

algunas reflexiones sobre la irrecuperabilidad del mundo antiguordquo en Cuadernos de

Filologiacutea Claacutesica nordm 23 (1989) pp 97-116

39

maacutes alejado de nuestra intencioacuten Tenemos que ver con Heraacuteclito de princi-

pio a fin tambieacuten con sus textos con las interpretaciones tradicionales de

su filosofiacutea y con el brillante trabajo que ha llevado a cabo la filologiacutea claacute-

sica a partir del s XIX especialmente en Alemania26

Se suele afirmar que de hecho

laquoExisten una historia filoloacutegica de la filosofiacutea y otra filosoacutefica [hellip] la his-

toria filoloacutegica avanza mediante la criacutetica destemplada muchas veces y

muchas veces justa de las interpretaciones de los filoacutesofos y la historia fi-

losoacutefica soacutelo puede edificarse sobre los resultados que los filoacutelogos esta-

blecen [hellip] Filoacutelogos y filoacutesofos se comportan muchas veces como si el

otro fuera un intruso en su campo o un mero auxiliar que reduce o tergi-

versa el material que el otro le ofreceraquo27

En cuanto anaacutelisis de la situacioacuten real quizaacutes sea cierto pero es pre-

ciso sentildealar que lo maacutes saludable no es tomar esto como pauta

laquoNi el filoacutesofo puede prescindir de las aclaraciones de la hermeneacuteutica fi-

loloacutegica ni el filoacutelogo alcanza a comprender todo el sentido de los textos

de los filoacutesofos sin la recurrencia a categoriacuteas filosoacuteficas No cabe una

26 Lo primero que llama la atencioacuten de los presocraacuteticos es la cantidad y diversidad de

interpretaciones filosoacuteficas que se dan de su pensamiento No espere encontrarse en este

escrito una lectura que desestime el estricto dictamen de la filologiacutea ni obedezca a otra

cosa que no sea la maacutexima honestidad intelectual Ante todo se trata de no hacer decir a

los textos ldquoni maacutes ni menos de lo que dicenrdquo Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLeacutexico y fi-

losofiacutea en los presocraacuteticosrdquo en Logos Anales del Seminario de Metafiacutesica vol 6 nordm 6

(1971) p 8 27 Bueno Gustavo La metafiacutesica presocraacutetica Oviedo Pentalfa 1974 p 12

40

versioacuten filoloacutegica aseacuteptica de interpretacioacuten filosoacutefica como tampoco una

interpretacioacuten de los textos filosoacutefica saltando por encima de la exeacutegesis

de los filoacutelogosraquo28

Entendemos que en el marco de la filosofiacutea antigua no puede alen-

tarse tal contraposicioacuten sino una comunicacioacuten radical en los meacutetodos29 La

interpretacioacuten filosoacutefica tiene un cierto margen de maniobra en cuanto in-

terpreta el pasado filosoacutefico desde las coordenadas del presente tal vez el

filoacutelogo sea maacutes imparcial en el sentido de que estaacute menos comprometido

28 Garciacutea Gual Carlos ldquoLengua historia y proceso filosoacutefico en Greciardquo en El Basilis-

co nordm 10 (1980) p 21 ldquoLa urdimbre de los textos de los filoacutesofos antiguos es esa len-

gua griega cuyo conocimiento es imprescindible para una inteleccioacuten cabal de su senti-

do [hellip] Los filoacutesofos no heredaron una terminologiacutea especializada sino que la tomaron

de su entorno vitalrdquo Ibid p 15 29 Si tal comunicacioacuten es posible en el marco de la hiperespecializacioacuten universitaria es

otro tema no es faacutecil de lograr ni ha sido la toacutenica en el pasado Noacutetese por ejemplo el

contraste entre los comentarios de Heidegger sobre el teacutermino ἀλήθεια como ldquodesve-

lamientordquo o negacioacuten de la λήθη (ldquoocultacioacutenrdquo ldquoolvidordquo) en su obra Ser y tiempo ed

cit sect 44 y los de Marcel Detienne en Los maestros de la verdad en la Grecia arcaica

Madrid Taurus 1981 (trad cast Juan Joseacute Herrera) donde se relaciona el teacutermino maacutes

allaacute de la etimologiacutea con las condiciones intelectuales y socio-poliacuteticas que dieron lugar

al nacimiento de la filosofiacutea Especialmente criacutetico se muestra T Calvo en referencia al

abuso de las etimologiacuteas en las traducciones heideggerianas sin olvidar los errores se-

maacutenticos que nacen no del desconocimiento de la lengua sino del intento de acercar el

sentido de los teacuterminos al propio pensamiento Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLeacutexico y

filosofiacutea en los presocraacuteticosrdquo ed cit p 8 Sirva como ejemplo la traduccioacuten del teacutermi-

no λόγος ldquoposada que recoge y liga o reunioacuten que hace yacer ante el hombre y apare-

cer como lo ente todo lo que es en su totalidadrdquo Cfr Heidegger Martin ldquoLoacutegos Heraacute-

clito (fr 50)rdquo en Conferencias y artiacuteculos Barcelona Serbal 1994 pp 179-199 (trad

cast Eustaquio Barjau)

41

con una teoriacutea filosoacutefica concreta La historia de la filosofiacutea cobra forma

por medio de transformaciones sin cuento sometida a muacuteltiples reinterpre-

taciones en una espiral sin fin La filosofiacutea es pensamiento in itinere por

eso las aportaciones de la filologiacutea y de la historia no restan sino que su-

man pues contribuyen a una comprensioacuten mejor y renovada de los viejos

textos proporcionando anclajes infranqueables y puntos de apoyo ineludi-

bles

III

Esperamos en suma ser capaces de obrar con prudencia y justeza

para ir tejiendo un entramado de reflexiones que tienen su inicio y su meta

en Heraacuteclito pero que al tiempo tienen como horizonte el que correspon-

de a nuestra situacioacuten intelectual Heraacuteclito es interpelado puesto en escena

y representado desde una inquietud suscitada en el autor que escribe estas

liacuteneas pero que a su vez ha ido naciendo y conformaacutendose desde una asi-

dua lectura de los textos de Heraacuteclito y de sus inteacuterpretes muchos de ellos

procedentes del campo de la ciencia natural

Tambieacuten esperamos ser capaces de acercarnos a eso que Gadamer ha

considerado la clave de la hermeneacuteutica la fusioacuten de horizontes O si se

quiere por utilizar la imagen heracliacutetea de la tensa armoniacutea del arco y la li-

ra trataremos de templar las cuerdas al maacuteximo para que nos permita abar-

car tanto y al mismo tiempo sin perder el hilo conductor Toda la exposi-

cioacuten va a ir trenzada en un viaje permanente laquode ida y vueltaraquo30 De ida ha-

30 ldquoLa mundanidad radical de la filosofiacutea hermeneacuteutica determina su forma de argumen-

tacioacuten y el tipo de viaje a que se arroja un viaje laquode ida y vueltaraquo en el que se tiene que

salir del mundo inmediato y sus encubrimientos precisamente para comprenderlo para

explicitarlo para volver a eacutelrdquo Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoEl replanteamiento hermeneacuteutico de

la verdadrdquo en Del sujeto y la verdad Madrid Siacutentesis 2004 p 146

42

cia lo fundamental que es preteacuterito y necesariamente lejano para nosotros

de vuelta hacia lo maacutes proacuteximo e inmediato Pero ni se pierde aquello ni se

trivializa esto sino que ambas cosas pretenden quedar fundidas en una sola

Desde el pensamiento complejo en conclusioacuten se atisba una nueva

posibilidad de leer y revisitar a Heraacuteclito entre su comprensioacuten de la natu-

raleza y nuestra comprensioacuten de la misma que desde la aparicioacuten de la

mecaacutenica cuaacutentica ha aprendido a pensar simultaacuteneamente ndashal modo hera-

cliacuteteo- lo contradictorio En definitiva no se trata de encontrar en Heraacuteclito

conceptos de la filosofiacutea actual31 Antes bien se trata de buscar un enrique-

cimiento mutuo sin dar nada por supuesto ni ahorrar en explicaciones No

se trata por uacuteltimo de ensentildear nada a Heraacuteclito sino de que sea eacutel quien

nos ensentildee algo a nosotros adentraacutendonos en los entresijos de la inasible

naturaleza desde la distancia de lo auacuten presente pero ciertamente irrecupe-

rable

31 ldquoUn historiador de la filosofiacutea en cualquier eacutepoca se ve obligado a interpretar opinio-

nes maacutes antiguas con el lenguaje que se usa en su propia eacutepoca Hasta la arrogancia de

la suposicioacuten de Aristoacuteteles de que eacutel sabiacutea lo que sus predecesores quisieron decir me-

jor de lo que ellos mismos lo hicieron es una arrogancia de la que ninguno de nosotros

puede sentirse plenamente inocenterdquo Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega

vol I Madrid Gredos 1984 pp 64-65 (trad cast Alberto Medina)

43

1ordf parte

laquoDiscurso preliminar naturaleza y complejidadraquo

44

ldquoCada diacutea sabemos maacutes y entendemos menosrdquo

Albert Einstein

45

Cap 1

laquoLa hermeneacuteutica como meacutetodo para volver al pasadoraquo

46

47

1 La hermeneacuteutica como ars interpretandi

En un sentido amplio la hermeneacuteutica (de ἑρμενεία ldquointerpreta-

cioacutenrdquo) es el arte de interpretar un texto con el objetivo uacuteltimo de alcanzar

su profunda comprensioacuten32 Nosotros nos ubicamos en el sentido onto-epis-

teacutemico del teacutermino propuesto por H-G Gadamer en su obra Verdad y meacute-

todo (1960) que permite entender el pasado de un modo recursivo multidi-

mensional y consciente de sus propias limitaciones y posibilidades El pen-

samiento hermeneacuteutico se centra por un lado en la mutua pertenencia del

observador y lo observado en un horizonte comuacuten y por otro en la consi-

deracioacuten de la verdad como acontecer que en diaacutelogo entre los interlocuto-

res pone en obra y modifica a la par este mismo horizonte33

Gadamer constata por lo pronto que existen formas de la experien-

cia humana como la filosofiacutea el arte o la historia que encierran una verdad

que desborda el criterio de objetividad de las ciencias de la naturaleza so-

32 Uno de los primeros autores en utilizar este teacutermino en sentido teacutecnico fue Platoacuten se

trata del meacutetodo que permite interpretar los oraacuteculos Cfr Platoacuten Poliacutetico (Diaacutelogos

vol V) Madrid Gredos 2002 260d (trad cast Mordf Isabel Santa Cruz) Con Aristoacuteteles

deja este sentido relativo a la interpretacioacuten de los mensajes divinos para referirse a la

relacioacuten entre las palabras y las cosas no en vano aparece en el tiacutetulo de su obra Sobre

la interpretacioacuten (Περὶ ἑρμενείας)

33 Cfr Gabilondo Pujol Aacutengel ldquoEl conocimiento como lector traductor e inteacuterpreterdquo

en VV AA Problemas fundamentales del conocimiento ed cit p 56 Como sentildeala

Uscatescu ldquoestablecer un diaacutelogo con Heraacuteclito desde nuestra propia eacutepoca histoacuterica y

nuestra propia situacioacuten aparece como una auteacutentica exigencia de caraacutecter hermeneacuteuti-

cordquo Uscatescu Jorge ldquoHeraacuteclito y la interpretacioacutenrdquo en Revista de Estudios Poliacuteticos

nordm 194 (1974) p 215 En este sentido ldquolo antiguo no puede ser retomado en lo nuevo

maacutes que con la significacioacuten que lo nuevo le dardquo Cfr Castoriadis Cornelius op cit p

89

48

metidas a una fuerte abstraccioacuten metoacutedica Su objetivo es rastrear la expe-

riencia de aquellas formas de verdad que no pueden encerrarse en los liacutemi-

tes del meacutetodo cientiacutefico pero que no son menos importantes para com-

prender lo que somos ya que atraviesan todos los planos del mundo pro-

piamente humano

No obstante el fenoacutemeno de la correcta comprensioacuten e interpretacioacuten

de un texto no es soacutelo un problema de los saberes mencionados No estaacute de

maacutes recordar que junto a la hermeneacuteutica filosoacutefica estaacuten la juriacutedica y la

religiosa aunque su caraacutecter concierna menos a la teoriacutea de la ciencia que

al comportamiento praacutectico del juez o del sacerdote34

Hasta Schleiermacher autor de la primera edicioacuten criacutetica de los tex-

tos de Heraacuteclito (1808)35 la hermeneacuteutica no tomoacute plena relevancia filosoacute-

fica como laquoteoriacutea general de la interpretacioacuten y la comprensioacutenraquo Ello co-

mo intento de reconstruir la fuente del texto de modo que permita al inteacuter-

prete fundirse con el autor No obstante Gadamer opina que esta versioacuten

subjetivista y psicologista de la hermeneacuteutica trata de alcanzar algo de an-

temano imposible la inmediacioacuten en la lectura y comprensioacuten de un texto

esto es reproducir lo que fue la produccioacuten original de su autor olvidando

que

34 Gadamer Hans-Georg ldquoHistoria de efectos y aplicacioacutenrdquo en Warning Rainer (Ed)

Esteacutetica de la recepcioacuten Madrid Visor 1989 p 86 (trad cast Ricardo Saacutenchez) 35 El hecho es cuanto menos importante en el caso que nos ocupa ya que la edicioacuten que

hizo este autor de los textos de Heraacuteclito hay que situarla en las coordenadas de su con-

cepcioacuten de la hermeneacuteutica y la tarea del inteacuterprete Cfr Schleiermacher Friedrich

ldquoHerakleitos der dunkle von Ephesos dargestellt aus den Truumlmmern seines Werkes und

den Zeugnisses der Altenrdquo en Kritische Gesamtausgabe Schriften und Entwuumlrfe Band

6 Berlin Walter de Gruyter 1998 Sobre esto cfr Apeacutendice B ldquoEl destino del libro de

Heraacuteclitordquo pp 451-459

49

laquoLa reconstruccioacuten de las condiciones originales igual que toda restaura-

cioacuten es cara a la historicidad de nuestro ser una empresa impotenteraquo36

En este aspecto discrepa Vattimo quien entiende que el propoacutesito de

Schleiermacher consiste en el intento de superacioacuten de la propia situacioacuten

entendida como un obstaacuteculo que impide captar el texto como el autor mis-

mo37 Tambieacuten Dilthey interpretaba la comprensioacuten como el intento de re-

construir en la vivencia del inteacuterprete (Erlebnis) el propio sentimiento vivi-

do del autor Pero creemos que Gadamer estaacute maacutes atinado a este respecto

La comprensioacuten no es un proceso reproductivo sino esencialmente produc-

tivo puesto que laquoel sentido de un texto supera a su autor no ocasional-

mente sino siempreraquo38 Con ello se muestra el caraacutecter siempre praacutectico de

la comprensioacuten No se trata de la mera posicioacuten de un observador neutral

ni de la de un sujeto ante un objeto laquoinsta a obrar en una comunidad his-

toacuterica de interaccioacutenraquo39

Con Heidegger simplemente recordamos la hermeneacuteutica se rela-

cionoacute directamente con la ontologiacutea de la existencia puesto que la com-

prensioacuten era una estructura fundamental o existenciario del ser-ahiacute (Da-

sein) No se trata entonces de la mera comprensioacuten de un texto en su con-

texto sino que concierne a la propia auto-comprensioacuten del ser del Dasein

por medio del lenguaje40 Por uacuteltimo para Paul Ricoeur el objetivo de esta

disciplina es identificar el ser del yo que no puede reducirse al simple suje-

36 Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 219-220 37 Cfr Vattimo Gianni Schleiermacher filosofo dellrsquointerpretazione Milano Mursia

1986 p 2 38 Gadamer Hans-Georg loc cit p 336 39 Gabilondo Pujol Aacutengel op cit p 55 40 Heidegger Martin Ser y tiempo ed cit sect 32

50

to del conocimiento sino que estaacute abierto a muacuteltiples experiencias simboacute-

licamente mediadas41

Lo que constata Gadamer en suma es que el tipo de comprensioacuten

que atantildee a las ciencias humanas es maacutes un arte que una teacutecnica Es decir

no se reduce a la aplicacioacuten mecaacutenica de un conjunto de reglas sino que re-

quiere un esfuerzo extra por parte del inteacuterprete para intentar alcanzar una

fusioacuten de horizontes sin olvidar los pre-jucios con los que necesariamente

se parte Pero esto no significa que no se persigan verdades ni que se deje

de lado el rigor cientiacutefico El meacutetodo hermeneacuteutico trata de ciencia e intenta

conocer verdades pero lo hace de otro modo

laquoEn su origen el problema hermeneacuteutico no es en modo alguno un proble-

ma metoacutedico No se interesa por un meacutetodo de la comprensioacuten que permi-

ta someter los textos igual que cualquier otro objeto de la experiencia al

conocimiento cientiacutefico Ni siquiera se ocupa baacutesicamente de constituir un

conocimiento seguro y acorde con el ideal metoacutedico de la ciencia Y sin

embargo trata de ciencia y trata tambieacuten de verdad Cuando se comprende

la tradicioacuten no soacutelo se comprenden textos sino que se adquieren perspecti-

vas y se conocen verdadesraquo42

De este modo desde su origen histoacuterico se comprueba que el pro-

blema de la hermeneacuteutica va maacutes allaacute de las fronteras impuestas por el con-

cepto de meacutetodo de la ciencia moderna Por tanto comprender e interpretar

textos no es soacutelo una instancia cientiacutefica sino que pertenece con toda evi-

dencia a la experiencia humana del mundo

41 Ricoeur Paul Le conflit des interpreacutetations Essais dhermeacuteneutique Paris Seuil

1969 pp 283-284 42 Cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 23-24

51

2 Los pre-jucios como aacutembito pre-dado de sentido

Una vez dicho esto Gadamer establece la necesidad de no olvidar

como hizo la ciencia moderna que la interpretacioacuten que es requerida para

la comprensioacuten la realiza un sujeto histoacuterico que parte de unas condiciones

espacio-temporales definidas y que porta una serie de estructuras previas

de laquopre-comprensioacutenraquo (Vorverstaumlndnis) Es decir en todo proceso de com-

prensioacuten se parte de un aacutembito pre-dado de sentido de pre-supuestos o pre-

juicios (Vorurteile) ndashjuicios previos en sentido literal- que son el horizonte

que hace posible todo juicio y que constituyen una suerte de memoria co-

lectiva o cultural que no puede no determinar en cierto modo nuestra inter-

pretacioacuten del pasado43

El sujeto de la comprensioacuten por tanto no parte nunca de cero ndashpues

tiene a sus espaldas toda la historia- ni puede pretender viajar al pasado o a

la mente del autor en cuestioacuten sin mediaciones Pero igualmente tomar

conciencia de este hecho no es una invitacioacuten al relativismo ciertamente

desde el punto de vista histoacuterico y filoloacutegico existen unas limitaciones evi-

dentes que parten de la premisa de no cometer anacronismos injustificados

ni elucubrar sin estar anclados en el texto mismo No obstante aquello de-

be ser asumido la tradicioacuten estaacute presente de un modo activo en todo retor-

no al pasado esto permite buscar un enriquecimiento mutuo desde una ac-

titud de total apertura hacia lo que se interpreta puesto que soacutelo desde el

presente se puede volver al pasado y soacutelo desde el conocimiento del pasa-

do se puede trazar el futuro Justamente es la distancia entre el emisor y el

receptor la que hace que surja una interpretacioacuten del discurso fijado por la

43 Cfr Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoEl replanteamiento hermeneacuteutico de la verdadrdquo en op cit

p 144

52

escritura Eacuteste se desliga de su autor y es apropiado por el lector por me-

dio de una aplicacioacuten del sentido del texto al esclarecimiento de su propio

contexto44

De esta manera Gadamer denuncia el prejuicio de todos aquellos

que dicen no tenerlos en su vuelta al pasado El ideal de objetividad de la

ciencia moderna recusado por la mecaacutenica cuaacutentica del s XX no puede to-

marse como modelo en lo que respecta a las ciencias humanas Los prejui-

cios o presupuestos son parte esencial de la dimensioacuten histoacuterica del ser hu-

mano son condiciones a priori de la comprensioacuten por tanto la pretensioacuten

historicista o cientificista de eliminar todo pre-juicio es a su vez un prejui-

cio esta vez en otro sentido Esto no quita para que una vez reconocidos se

desvelen o traten de evitarse en la medida de lo posible especialmente los

maacutes nocivos45 44 Ricoeur Paul Hermeneacuteutica y accioacuten De la hermeneacuteutica del texto a la hermeneacuteuti-

ca de la accioacuten Buenos Aires Docencia 1985 p 70 (trad cast Mauricio Prelooker

Luis Aduacuteriz) Mediante este proceso de distanciamiento o atemporalizacioacuten ldquose puede

ampliar el horizonte del texto esto es continuar su propio movimientordquo Lledoacute Emilio

El silencio de la escritura Madrid Centro de Estudios Constitucionales 1991 p 50 45 En este punto conviene tener presentes a los maestros de la sospecha Marx desveloacute

como falsa conciencia la ideologiacutea burguesa Nietzsche desenmascaroacute los falsos valores

de la metafiacutesica tradicional Freud destapoacute los disfraces de las pulsiones inconscientes

Esta triple criacutetica puso en cuestioacuten los ideales de la razoacuten ilustrada y preparoacute el camino

para una nueva hermeneacuteutica que cuestiona la nocioacuten misma de sentido en funcioacuten de

los condicionamientos histoacutericos morales y psicoloacutegicos del inteacuterprete Cfr Ricoeur

Paul El conflicto de las interpretaciones I Hermeneacuteutica y psicoanaacutelisis Buenos Ai-

res Aurora 1975 p 5 (trad cast Hiber Conteris) Tambieacuten para Kant la filosofiacutea teniacutea

un cometido esencialmente laquocriacuteticoraquo y su deber consistiacutea en eliminar ldquola ilusioacuten produ-

cida por un malentendido aunque esto suponga la peacuterdida de preciados y queridos erro-

res sean cuantos seanrdquo Cfr Kant Immanuel Criacutetica de la razoacuten pura Madrid Alfa-

guara 2002 A XII p 10 (trad cast Pedro Ribas)

53

En consecuencia se trata de mantener alejado todo lo que pueda difi-

cultar la comprensioacuten de la tradicioacuten desde ella misma puesto que son los

prejuicios no percibidos los que con su dominio nos vuelven sordos hacia

la cosa de que nos habla la tradicioacuten46 En esto consiste la concrecioacuten de la

conciencia histoacuterica presente en el proceso del comprender este reconoci-

miento del caraacutecter esencialmente prejuicioso de toda comprensioacuten confie-

re al problema hermeneacuteutico toda la pujanza que atesora

laquoMucho antes de que nos comprendamos a nosotros mismos por la refle-

xioacuten nos estamos comprendiendo de un modo autoevidente en la realidad

histoacuterica en que vivimos La lente de la subjetividad es un espejo defor-

mante La autorreflexioacuten del individuo no es maacutes que una chispa en la

corriente cerrada de la vida histoacuterica Por eso los prejuicios de un indivi-

duo son mucho maacutes que sus juicios la realidad histoacuterica de su serraquo47

Lo que queda claro por tanto es que la pretensioacuten psicologista de al-

canzar la coexistencia atemporal entre el inteacuterprete y lo interpretado no es

posible Justamente lo que nos marca es la temporalidad no la atemporali-

46 Noacutetese la similitud con la denuncia de los iacutedolos que hace Bacon en el Novum Orga-

num concretamente en la pars destruens del meacutetodo Los iacutedolos son los errores o pre-

juicios que hay que evitar cuando se hace ciencia puesto que dificultan el acceso del en-

tendimiento a la verdad Estos pueden emanar de la naturaleza humana (idola tribus) de

la naturaleza del individuo (idola specus) donde se cita la contraposicioacuten que hace He-

raacuteclito entre el mundo propio y el mundo comuacuten de la comunicacioacuten entre humanos

(idola fori) o de la excesiva servidumbre respecto de la tradicioacuten (idola theatri) Cfr

Bacon Francis La gran restauracioacuten Aforismos sobre la interpretacioacuten de la naturale-

za y el reino humano XXXVIII-XLIV Madrid Alianza 1985 pp 97-100 (trad cast

Miguel A Granada) 47 Cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit p 334

54

dad En su medida la temporalidad es productora de sentido y es la que

permite discriminar los prejuicios positivos de los negativos durante el pro-

ceso de comprensioacuten Como se ha dicho no es la historia la que nos perte-

nece a nosotros sino que somos nosotros los que pertenecemos a la histo-

ria La interiorizacioacuten de las vivencias por tanto no puede tender el puente

hacia las realidades histoacutericas porque las realidades histoacutericas son en rea-

lidad determinantes previos de toda vivencia

3 Del ciacuterculo hermeacuteneutico a la fusioacuten de horizontes

Llegamos de este modo a uno de los conceptos claves de la herme-

neacuteutica contemporaacutenea el laquociacuterculo hermeneacuteuticoraquo que hace cuestioacuten de la

aparente paradoja de que toda comprensioacuten deba partir necesariamente de

una precomprensioacuten de aquello que se quiere interpretar En consecuencia

los prejuicios no desaparecen del proceso sino que se mantienen vivos en el

movimiento circular de la comprensioacuten (Der Zirkel des Verstehens) o si se

quiere espiral que nutre la interpretacioacuten al tiempo que se nutre de ella

laquoLa comprensioacuten del texto se encuentra determinada continuadamente por

el movimiento anticipatorio de la precomprensioacuten El ciacuterculo del todo y

las partes no se anula en la comprensioacuten total sino que alcanza en ella su

realizacioacuten maacutes auteacutentica El ciacuterculo no es pues de naturaleza formal no

es subjetivo ni objetivo sino que describe la comprensioacuten como la interpe-

netracioacuten del movimiento de la tradicioacuten y del movimiento del inteacuterpre-

teraquo48

48 Ibid pp 362-363

55

La anticipacioacuten de sentido que mueve nuestra comprensioacuten de un

texto por tanto no es un acto de la subjetividad sino que se determina des-

de la comunidad que nos une con la tradicioacuten Pero en nuestra relacioacuten con

la tradicioacuten esta comunidad estaacute sometida a un proceso de continua forma-

cioacuten No es simplemente un presupuesto bajo el que nos encontramos siem-

pre sino que nosotros mismos la instauramos en cuanto que comprendemos

el acontecer de la tradicioacuten participamos en eacutel y continuamos determinaacuten-

dolo asiacute desde nosotros mismos El movimiento circular de la comprensioacuten

en suma no es en este sentido un ciacuterculo metodoloacutegico sino que describe

un momento estructural ontoloacutegico de la comprensioacuten misma

En el proceso hermeneacuteutico la interpretacioacuten se efectuacutea desde una

situacioacuten presente junto con el horizonte que la define pero la comprensioacuten

precisa la apertura de un nuevo horizonte comuacuten entre el mundo del inteacuter-

prete y el de la realidad a interpretar Se trata de lo que se ha denominado

laquofusioacuten de horizontesraquo otro de los conceptos claves para entender la her-

meneacuteutica de Gadamer Esto quiere decir que en la recuperacioacuten del sentido

de un texto se encuentran siempre implicadas las propias ideas del inteacuterpre-

te Su horizonte resulta de este modo determinante pero no puede tomarse

como un punto de vista que se impone sino como una opinioacuten que se pone

en juego al lado de la tradicioacuten para tratar de apropiarse mejor de lo que

dice el texto49 Se trata de una verdadera relacioacuten vital e histoacuterica que se

realiza por medio del lenguaje y que tambieacuten en el caso de la interpreta-

cioacuten de textos podemos denominar laquoconversacioacutenraquo

49 Cfr Ibid p 466 Esta proyeccioacuten no pretende dar lugar a una falsa conciencia del

pasado sino recoger el horizonte histoacuterico de comprensioacuten en el horizonte del presente

Igualmente no se trata de mitigar la tensioacuten entre pasado y presente sino de evidenciar-

la ya que de otro modo no quedariacutea patente la alteridad del pasado en la comprensioacuten

56

laquoAcostumbramos a decir que llevamos una conversacioacuten pero la verdad

es que cuanto maacutes auteacutentica es la conversacioacuten menos posibilidades tie-

nen los interlocutores de llevarla en la direccioacuten que deseariacutean Parece maacutes

correcto decir al contrario que entramos en una conversacioacuten cuando no

que nos enredamos en ella Una palabra conduce a la otra la conversacioacuten

cambia hacia aquiacute o hacia allaacute encuentra su curso y su desenlace y todo

esto puede quizaacute llevar alguna clase de direccioacuten pero en ella los dialo-

gantes son menos los directores que los dirigidos Lo que saldraacute de una

conversacioacuten no lo puede saber nadie por anticipado El acuerdo o su fra-

caso es como un suceso que tiene lugar en nosotros [hellip] Son formas de

expresar que la conversacioacuten tiene su propio espiacuteritu y que el lenguaje que

discurre en ella lleva consigo su propia verdad esto es desvela y deja apa-

recer algo que desde ese momento esraquo50

A traveacutes de este diaacutelogo el pasado queda integrado en el presente ndash

como momento constitutivo de la fusioacuten de horizontes- pero lo esencial es

advertir que el resultado final de este proceso nunca se puede determinar de

antemano ya que no se trata de descubrir la verdad sino de facilitar su pro-

pio acontecer como hemos visto Por tanto todo comprender es interpre-

tar y toda interpretacioacuten se desarrolla por medio de un lenguaje que pre-

tende dejar hablar al objeto para que aparezca el lenguaje del inteacuterprete

4 El caraacutecter linguumliacutestico de la comprensioacuten

Como se ha dicho la comprensioacuten no se basa en un desplazarse al

interior del otro ni consiste en una participacioacuten inmediata del sentido del

50 Ibid p 461

57

texto Comprender lo que alguien dice es ponerse de acuerdo en la cosa no

ponerse en el lugar del otro y reproducir sus vivencias Se ha dicho tambieacuten

que la verdadera problemaacutetica de la comprensioacuten y el intento de dominarla

por el arte de la hermeneacuteutica pertenece tradicionalmente al aacutembito del len-

guaje Eacuteste y no otro es el medio en el que se realiza el acuerdo de los inter-

locutores y el consenso sobre la cosa Citando un ejemplo del propio Gada-

mer resulta particularmente ilustrador el proceso linguumliacutestico en el que por

traduccioacuten se hace posible una conversacioacuten entre dos lenguas distintas El

traductor tiene que trasladar el sentido que se trata de comprender al con-

texto en el que vive el otro interlocutor Pero esto no quiere decir en modo

alguno que le esteacute permitido falsearlo Precisamente lo que tiene que man-

tenerse es el sentido pero como tiene que comprenderse en un mundo lin-

guumliacutestico nuevo tiene que hacerse valer en eacutel de una forma nueva51

La relacioacuten esencial entre lenguaje y comprensioacuten se muestra para

empezar en el hecho de que la esencia de la tradicioacuten consiste en existir en

el lenguaje en los textos que conservamos de manera que el objeto prefe-

rente de la interpretacioacuten es de naturaleza linguumliacutestica Por supuesto esto no

carece de consecuencias hermeneacuteuticas

laquoLa tradicioacuten linguumliacutestica podraacute estar muy por detraacutes de los monumentos de

las artes plaacutesticas en lo que se refiere a inmediatez y conspicuidad Sin

51 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoLeer es como traducirrdquo en Arte y verdad de la pala-

bra Barcelona Paidoacutes 1998 p 89 (trad cast Joseacute F Zuacutentildeiga Faustino Oncina) ldquoToda

traduccioacuten es ya una interpretacioacuten e incluso puede decirse que es la consumacioacuten de la

interpretacioacuten [hellip] No es una simple resurreccioacuten del proceso psiacutequico original del es-

cribir sino una recepcioacuten del texto realizada en virtud de la comprensioacuten de lo que se

dice en eacutel No cabe duda de que se trata de una interpretacioacuten y no de una simple correa-

lizacioacutenrdquo Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 462-464

58

embargo la falta de inmediatez no es en este caso un defecto en la apa-

rente deficiencia o abstracta extrantildeeza de los laquotextosraquo se expresa de una

manera peculiar la pertenencia previa de todo lo que es linguumliacutestico al aacutem-

bito de la comprensioacuten La tradicioacuten linguumliacutestica es tradicioacuten en el sentido

auteacutentico de la palabra lo cual quiere decir que no es simplemente un resi-

duo que se haya vuelto necesario investigar e interpretar en su calidad de

reliquia del pasadoraquo52

Lo que llega a nosotros por el camino de la tradicioacuten linguumliacutestica no es

lo que ha quedado sino algo que se trasmite que se nos dice a nosotros sea

bajo la forma del relato directo sea bajo la forma de la tradicioacuten escrita

Bajo la forma de la escritura todo lo trasmitido se da simultaacuteneamente para

cualquier presente En ella se da una coexistencia uacutenica de pasado y presen-

te pues la conciencia presente tiene la posibilidad de un acceso libre a todo

cuanto se ha trasmitido por escrito El medio de toda comprensioacuten por tan-

to es el lenguaje que no es un mero instrumento del pensamiento sino un

elemento constitutivo del mismo (y de nuestro propio mundo)

Es en el lenguaje donde se revela el sentido uacuteltimo del mundo para el

hombre O lo que es lo mismo los hombres tienen mundo justamente por-

que tienen lenguaje

laquoEl lenguaje no es soacutelo una de las dotaciones de que estaacute pertrechado el

hombre tal como estaacute en el mundo sino que en eacutel se basa y se representa

el que los hombres simplemente tengan mundo Para el hombre el mundo

estaacute ahiacute como mundo en una forma bajo la cual no tiene existencia para

ninguacuten otro ser vivo puesto en eacutel Y esta existencia del mundo estaacute consti-

tuida linguumliacutesticamente Este es el verdadero meollo de una frase expresada

52 Ibid p 448

59

por Humboldt con otra intencioacuten la de que ldquolas lenguas son acepciones

del mundordquo Con esto Humboldt quiere decir que el lenguaje afirma fren-

te al individuo perteneciente a una comunidad linguumliacutestica una especie de

existencia autoacutenoma y que introduce al individuo cuando eacuteste crece en

ella en una determinada relacioacuten con el mundo y en un determinado com-

portamiento hacia eacutel Pero maacutes importante auacuten es lo que subyace a este

aserto que el lenguaje no afirma a su vez una existencia autoacutenoma frente

al mundo que habla a traveacutes de eacutel No soacutelo el mundo es mundo en cuanto

que accede al lenguaje ldquoel lenguaje soacutelo tiene su verdadera existencia en

el hecho de que en eacutel se representa el mundordquo La humanidad originaria

del lenguaje significa pues al mismo tiempo la linguumlisticidad originaria

del estar-en-el-mundo del hombreraquo53

A este respecto el que un texto transmitido se convierta en objeto de

la interpretacioacuten quiere decir que plantea una pregunta al inteacuterprete La in-

terpretacioacuten consiste en una referencia constante a la pregunta que se le ha

planteado Comprender un texto por tanto quiere decir comprender esta

pregunta (a la que pertenecemos) Asiacute pues el que quiera comprender tiene

que retroceder con sus inquisiciones maacutes allaacute de lo dicho entendiendo su

tarea como una respuesta a tal pregunta

laquoUn texto soacutelo es comprendido en su sentido cuando se ha ganado el ho-

rizonte del preguntar que como tal contiene necesariamente tambieacuten otras

respuestas posibles En esta medida el sentido de una frase es relativo a la

53 Ibid p 531 En efecto Humboldt ha puesto el acento como pocos en el lenguaje

entendido como medio universal en el que se realiza la comprensioacuten El romanticismo

alemaacuten nos ha ensentildeado que en uacuteltima instancia comprender e interpretar son lo mis-

mo Gadamer tomoacute buena nota de ello lo que se hace patente en su reconocimiento de

que la comprensioacuten se realiza siempre por medio de la interpretacioacuten

60

pregunta para la que es respuesta y esto significa que va necesariamente

maacutes allaacute de lo que se dice en ellaraquo54

Nuestra reflexioacuten en suma ha estado guiada por la idea de que el

lenguaje es un centro en el que se reuacutenen el yo y el mundo o mejor en el

que ambos aparecen en su unidad originaria55 En todos los casos que he-

mos analizado se ha hecho patente lo que Gadamer denomina laquoestructura

especulativa del lenguajeraquo que consiste no en ser copia de algo que estaacute

dado con fijeza sino en un acceder al lenguaje en el que se anuncia un todo

de sentido Ahora estamos en condiciones de comprender que este giro del

acceso del sentido al lenguaje apunta a una estructura universal ontoloacutegica

a la constitucioacuten fundamental de todo aquello hacia lo que puede volverse

la comprensioacuten ya que laquoel ser que puede ser comprendido es lenguajeraquo56

El fenoacutemeno hermeneacuteutico devuelve aquiacute su propia universalidad a

la constitucioacuten oacutentica de lo comprendido cuando la determina en un sentido

universal como lenguaje y cuando entiende su propia referencia a lo que es

54 Ibid pp 447-448 55 La predileccioacuten hermeneacuteutica por la idea de ldquopertenenciardquo (Zugehoumlrigkeit) es una

muestra inequiacutevoca de su intento de expresar el hecho primordial de que antes de toda

accioacuten libre de toda conducta planificadora o de cualquier forma de reflexioacuten el sujeto

humano estaacute ya penetrado y poseiacutedo por el mundo sobre el que su accioacuten recae ldquoPerte-

necer significa una relacioacuten de inclusioacuten en la que el hombre estaacute colocado de tal mane-

ra que aquello a lo que pertenece forma parte de lo que eacutel mismo es y no puede por tan-

to situarlo libremente ante siacute y disponer de ello o controlarlo a su antojo La pertenen-

cia como insercioacuten radical en el horizonte abierto del mundo no tiene el caraacutecter de un

espectaacuteculo al que asistimos [hellip] Responder es por ello el modo humano de estar en el

mundordquo Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoReflexioacuten sin espejo la verdad de la hermeneacuteuticardquo en

op cit p 217 56 Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit p 568

61

como interpretacioacuten Acaso por eso no hablamos soacutelo del lenguaje de la fi-

losofiacutea el arte o la historia sino tambieacuten del lenguaje de la naturaleza e in-

cluso del lenguaje de la cosas

En verdad entendemos que lo dicho sirve de justo meacutetodo para el es-

tudio de Heraacuteclito Lo que podemos tener del oscuro presocraacutetico no es un

acceso inmediato a su ser mismo sino un acceso necesariamente mediato a

sus palabras Ciertamente no sucede lo mismo con los pensadores contem-

poraacuteneos si bien en el caso que nos ocupa eso es lo que nos queda eso es

lo que Heraacuteclito es para nosotros eso es lo que puede ser comprendido e

interpretado palabras ni maacutes ni menos

5 La persistencia del legado filosoacutefico griego

En lo que sigue intentaremos fusionar el pasado con nuestra propia

circunstancia de un modo activo evitando que este retorno se convierta en

un simple acopio de datos e interpretaciones que las maacutes de las veces ni se

procesan ni se relacionan por lo que se corre el riesgo de silenciar que mu-

chos de los problemas que alientan en el presente responden a interpelacio-

nes que establecieron los que primero filosofaron No se olvide que la his-

toria de la filosofiacutea como dijo Hegel es un ciacuterculo que vuelve sobre siacute mis-

mo de forma que en lo nuevo estaacute contenido todo lo anterior

laquoLa filosofiacutea es un desarrollo del pensamiento libre o mejor es la totali-

dad de este desarrollo un ciacuterculo que vuelve sobre siacute permanece entera-

mente en siacute es todo eacutel mismo el que quiere volver soacutelo a siacute mismo [hellip] En

la filosofiacutea como tal en la filosofiacutea actual en la uacuteltima estaacute contenido to-

do aquello que ha producido el trabajo durante miles de antildeos la filosofiacutea

62

actual es el resultado de todo lo precedente de todo el pasado [hellip] Eacuteste es

el sentido la significacioacuten de la historia de la filosofiacutea La filosofiacutea emer-

ge de la historia de la filosofiacutea y al contrario Filosofiacutea e historia de la fi-

losofiacutea son una misma cosa una el trasunto de la otraraquo57

Ademaacutes como subrayoacute Heraacuteclito laquola acumulacioacuten de conocimientos

(πολυμαθίη) no ensentildea inteligenciaraquo (22 B 40 DK) Eso acaso sea histo-

ria anticuaria ndashen palabras de Nietzsche- esto es estudio de cosas muer-

tas de cosas que han perdido su antildeejo esplendor pero no pensamiento en-

tendido como algo vivo como algo en movimiento e higieacutenico que nos per-

mite aprender del pasado dialogar con eacutel aunque no volver a eacutel al menos

de un modo aseacuteptico e incontaminado58

Cabe cuestionarse por la altura de los tiempos por la situacioacuten del

pensamiento actual sobre la naturaleza ndashen la que estamos inmersos- si re-

sulta consecuente dedicarse al estudio de los presocraacuteticos arcaicos e inci-

pientes auacuten Para que esta vuelta esteacute justificada parece necesario encontrar

57 Hegel G W F Introduccioacuten a la historia de la filosofiacutea Madrid Aguilar 1973 pp

70-72 (trad cast Eloy Terroacuten) 58 Sobre el estudio del pensamiento antiguo como algo distinto de una simple ldquopasioacuten de

anticuariordquo cfr Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo ed cit pp 47-48 Esto ya

habiacutea sido anticipado por Nietzsche quien sentildealoacute ndashcontra el positivismo de su tiempo-

la imposibilidad de alcanzar un conocimiento neutro e inmediato de la historia ajeno a

intereses vitales e intelectuales Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoLa diversidad de Europardquo

en La herencia de Europa ensayos Barcelona Peniacutensula 2000 p 33 (trad cast Pilar

Giralt) Asiacute frente a la ldquohistoria monumentalrdquo y la ldquohistoria anticuariardquo que vuelven al

pasado como algo ajeno e inmejorable Nietzsche aboga por una ldquohistoria criacuteticardquo que

utilice los aciertos del pasado para corregir el presente y reconozca a su vez sus errores

como siacutentoma de ldquosaludrdquo Cfr Nietzsche Friedrich Sobre la utilidad y el perjuicio de

la historia para la vida Madrid Biblioteca Nueva 2003 (trad cast Germaacuten Cano) sect 3

63

en ella una suerte de laquoforzosidadraquo intelectual impuesta por los problemas

que nos inquietan en el presente De entrada queacute sea el pasado es algo que

soacutelo puede ser entendido desde el presente desde aquiacute volvemos al inicio

con el equipaje conceptual correspondiente (lo que no quiere decir que to-

memos como suyos conceptos que son nuestros) El pasado precisamente

por serlo no tiene maacutes realidad que la de su actuacioacuten sobre el presente59

En este sentido nada de lo que alguna vez ha sido se pierde por completo

(entendiendo que la historia no es una simple sucesioacuten de estados reales

aislados sino un componente baacutesico de la propia realidad) El hombre no

soacutelo tiene historia sino que es una realidad histoacuterica dijo Ortega en Histo-

ria como sistema Esto justifica la ocupacioacuten con el pasado por cuanto no

es sino un modo distinto de ocuparse del presente Al darse cuenta de doacuten-

de estaacute al entrar en su presente las cosas dejan al hombre debatieacutendose con

su pasado o dicho de otro modo lo que somos hoy se sustenta en lo que

fuimos ayer donde el pasado no soacutelo produce el presente sino que ademaacutes

lo posibilita

En consecuencia Grecia no representa para nosotros un museo que

se pueda visitar de vez en cuando para recordar de doacutende venimos un es-

caparate de modelos claacutesicos perdidos para siempre sino el suelo sobre el

que se asienta nuestra propia cultura60 Tambieacuten la base primaria de la que

parten todos los caminos que ha trazado la filosofiacutea occidental por cuanto

representa el modo concreto como el propio universo ndashutilizando una metaacute-

59 Zubiri Xavier ldquoEl acontecer humano Grecia y la pervivencia del pasado filosoacutefi-

cordquo en Naturaleza Historia Dios ed cit p 315 ldquoLo que somos despueacutes de todo es

tambieacuten nuestra historia y a partir de ella misma y de su resultado presente queremos

pensarrdquo Cfr Catoriadis Cornelius op cit p 63 60 Cfr Thurner Martin Der Ursprung des Denkens bei Heraklit Berlin Kohlhammer

2001 p 13

64

fora de Ortega- por medio del hombre comenzoacute a cuestionarse su propio

estatuto onto-episteacutemico por vez primera de un modo estrictamente racio-

nal En este sentido participamos de la conciencia del universo somos la

conciencia del universo esto es por medio de nosotros el universo se pien-

sa a siacute mismo

laquoiquestQueacute es como vida el filosofar [hellip] Es un desvivirse por cuanto hay o

el Universo- un hacer de siacute lugar y hueco donde el Universo se conozca y

reconozcaraquo61

Si se sabe seguir el hilo de Ariadna a traveacutes del laberinto del tiempo

por tanto no pareceraacute desmedida la opinioacuten de Zubiri quien dijo que no es

que los griegos sean nuestros claacutesicos sino que ndashen cierto modo- laquolos grie-

gos somos nosotrosraquo62 Noacutetese que en la costa jonia se constituyoacute el filoso-

far mismo de suerte que somos griegos (medievales o modernos) porque

61 Ortega y Gasset Joseacute ldquoiquestQueacute es filosofiacuteardquo en Obras Completas Madrid Alianza

1983 T VII lecc XI p 430 Sobre este tema cfr Mosteriacuten Jesuacutes ldquoUna chispa divi-

nardquo en La naturaleza humana Madrid Espasa 2006 pp 398-399 62 Cfr Zubiri Xavier ldquoEl acontecer humano Grecia y la pervivencia del pasado filosoacute-

ficordquo en Naturaleza Historia Dios ed cit p 312 Como sentildeala Jaeger ldquosi la conti-

nuidad de la antigua tradicioacuten griega nunca se rompioacute por completo en Europa se debe

al hecho de haberse mantenido viva la filosofiacutea griega Pero esto no habriacutea sido posible

si esta misma filosofiacutea no hubiera servido como theologia naturalis de base a la theo-

logia supernaturalis del cristianismordquo Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros

filoacutesofos griegos ed cit p 8 Esta idea ha sido retomada recientemente por Held quien

considera que la filosofiacutea griega y su manera de cuestionar el mundo representa el ori-

gen de Europa hecho que no se debe perder nunca de vista a riesgo de dejar de ser lo

que somos Cfr Held Klaus ldquoThe Origins of Europe with the Greek Discovery of the

Worldrdquo en Epocheacute Vol 7 Iss 1 (2002) pp 81-83 (trad ingl Sean Kirkland)

65

tenemos en nuestra filosofiacutea elementos de las anteriores pero somos preso-

craacuteticos de un modo fundamental no soacutelo por lo que de ellos nos ha que-

dado sino ante todo por el hecho de estar filosofando

Como afirmoacute Heidegger quien hoy se atreva a co-responder al cala-

do de la conmocioacuten del mundo no soacutelo debe fijarse en que estaacute dominado

por el querer saber de la ciencia moderna sino que tiene que considerar

ademaacutes y antes que cualquier otra cosa que toda meditacioacuten sobre lo que

ahora es soacutelo puede emerger y prosperar si por medio de un diaacutelogo con

los pensadores griegos y con su lengua echa sus raiacuteces en el suelo de nues-

tro estar histoacuterico

laquoEl diaacutelogo con los pensadores griegos no significa ninguacuten renacimiento

moderno de la Antiguumledad Tampoco se trata de una curiosidad historicista

por aquello que si bien pasado con todo podriacutea servir auacuten para explicar-

nos algunos rasgos del mundo moderno en su geacutenesis Lo que en los albo-

res de la Antiguumledad griega ha sido pensado y poetizado estaacute presente auacuten

hoy en diacutea tan presente que su esencia cerrada auacuten para eacutel mismo estaacute

esperaacutendonos por todas partes y viene a nosotros sobre todo alliacute donde

menos lo sospechamosraquo63

63 Heidegger Martin ldquoCiencia y meditacioacutenrdquo en Conferencias y artiacuteculos ed cit p

41 A este respecto cfr Heidegger Martin ldquoLa constitucioacuten onto-teo-loacutegica de la meta-

fiacutesicardquo en Identidad y diferencia Barcelona Anthropos 1988 p 111 (trad cast Hele-

na Corteacutes Arturo Leyte) Como reconoce el fiacutesico Heisenberg debemos a los griegos el

vigor de nuestra cultura por tanto la ciencia natural no debe desestimar la cultura hu-

maniacutestica sino servirse de ella ldquoSon muchos los terrenos en los que se rastrean las hue-

llas del origen comuacuten que no es otro que el pensamiento griegordquo Heisenberg Werner

La imagen de naturaleza en la fiacutesica actual Barcelona Planeta 1993 p 54 (trad cast

Gabriel Ferrater)

66

En nuestra opinioacuten desde el amanecer de la cultura europea hasta el

universo de los cuantos nada es comparable en trascendencia real a lo que

supuso decirpensar por vez primera la realidad de las cosas maacutes elementa-

les por decirlo en teacuterminos de Parmeacutenides (cfr 28 B 3 DK) En ese mismo

momento nacioacute un tipo de pensamiento racional entendido como un saber

radical sobre ultimidades esto es como un saber sobre la totalidad de lo

ente que busca destapar la verdad uacuteltima de lo que las cosas son Y ello

para tenerse en pie en el mundo y saber a queacute atenerse en la vida

Lo que se antoja como un quehacer enorme inmoderado si se quiere

queda pronto atemperado si se nota que nos encontramos ante un saber in-

cierto e inconcluso por definicioacuten El filoacutesofo se instala siempre en la pro-

visionalidad y en la problematicidad de suerte que el lema socraacutetico soacutelo seacute

que no seacute nada que se tiene por punto de partida de la filosofiacutea se torna

ademaacutes destino y residencia No se trata por tanto de alcanzar la plena sa-

biduriacutea sino de adoptar una actitud juiciosa ante ella64 No se trata de reu-

nir todos los conocimientos que una curiosidad insaciable pueda desear si-

no tan soacutelo de asimilar aquellos que una persona prudente requiere para al-

canzar la excelencia como ser humano

No es de extrantildear que Jaspers denominara a este fecundo periodo co-

mo laquotiempo-ejeraquo (Achsenzeit) en el que confluyen un conjunto de saberes

en distintos lugares del planeta que han cimentado el decurso posterior de

la humanidad

laquoEn este tiempo se concentran y coinciden multitud de hechos extraordi-

narios En China viven Confucio y Lao-Tseacute aparecen todas las direccio-

nes de la filosofiacutea china [hellip] en la India surgen las Upanishad vive Buda 64 Cfr Arana Juan ldquoLa incierta sabiduriacutea del filoacutesofordquo en El caos del conocimiento

Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 38-41

67

se desarrollan como en China todas las posibles tendencias filosoacuteficas

[hellip] en el Iraacuten ensentildea Zaratustra la excitante doctrina que presenta al mun-

do como el combate entre el bien y el mal en Palestina aparecen los pro-

fetas [hellip] En Grecia encontramos al poeta Homero a los filoacutesofos ndashPar-

meacutenides Heraacuteclito Platoacuten- y a los traacutegicosndash [hellip] Todo lo que estos nom-

bres no hacen maacutes que indicar se origina en estos cuantos siglos casi al

mismo tiempo en China en la India y en Occidente sin que supieran unos

de otrosraquo65

La novedad de esta eacutepoca estriba en que el ser humano ndashdesde diver-

sas culturas que confluyen a pesar de estar alejadas unas de otras- se elevoacute

a la conciencia de la totalidad de lo que hay cuestionando el estatuto onto-

episteacutemico de cuanto le rodeaba ndashameacuten del suyo propio- lo que le permi-

tioacute al tiempo desde la llamada de lo incondicionado tomar conciencia tan-

to de lo que puede como de lo que le sobrepasa Noacutetese que

laquoEn esa eacutepoca se constituyen las categoriacuteas fundamentales con las cuales

todaviacutea pensamos y se inician las religiones mundiales de las cuales toda-

viacutea viven los hombres En todos los sentidos se pone el pie en lo universal

[hellip] Por primera vez hay filoacutesofos Los hombres se atreven a considerarse

como individuos Pensadores eremitas y trashumantes en China ascetas en

la India filoacutesofos en Grecia profetas en Israel se corresponden unos con

otros por mucho que se diferencien en creencias contenido y constitucioacuten

iacutentima El hombre puede oponerse interiormente al conjunto del mundo

En siacute mismo descubre el punto de partida desde el cual se alza sobre siacute

mismo y sobre el mundo En el pensamiento especulativo el hombre se

65 Jaspers Karl ldquoEl tiempo-ejerdquo en Origen y meta de la historia Madrid Alianza

1980 p 20 (trad cast Fernando Vela)

68

eleva al ser mismo que queda aprehendido sin dualidad al desaparecer la

escisioacuten del sujeto y el objeto y en la coincidencia de los contrariosraquo66

Justamente en nuestra cultura occidental la impronta del tiempo-eje

aparece plasmada en la idea de λόγος y en la posibilidad que el hombre

tiene de participar de eacutel El λόγος es razoacuten del orden universal para los fi-

loacutesofos y es el Verbum Dios mismo para los cristianos La comunidad en

el λόγος es aquello que hace al hombre animal racional seguacuten Aristoacutete-

les67 Se trata de algo que poseen todos los hombres pero que los trascien-

de a un tiempo que no puede quedar apropiado por una persona ni tampo-

co por una ciudad-estado puesto que corresponde a la totalidad de los hom-

bres que viven despiertos

Ciertamente hoy sabemos maacutes que los griegos pero esto se debe a

que nos hemos propuesto saber sobre menos68 La filosofiacutea nacioacute con una

vocacioacuten sinoacuteptica Su cometido siempre ha sido elaborar laquomapas de la rea-

lidadraquo como reconoce Salvador Paacuteniker lo que puede comprobarse desde

Platoacuten y Aristoacuteteles en adelante No debe tener miedo por tanto a la comu-

nicacioacuten con otros saberes siempre que esto no implique una peacuterdida de su

especificidad ni la abjuracioacuten del uso de la estricta razoacuten por los sentidos

apuntalada La suerte de transdisciplinariedad que le concierne no desco-

noce la altura de los muros de la especializacioacuten ni los logros a los que nos

ha conducido pero no se trata de buscar un principio unitario de todos los

conocimientos (que no es posible ni acaso deseable) sino de aspirar a una

66 Ibid pp 21-22 67 Cfr Aristoacuteteles Poliacutetica Gredos Madrid 2002 I 1 1553a (trad cast Manuela

Garciacutea) 68 Zubiri Xavier ldquoCiencia y realidadrdquo en Naturaleza Historia Dios ed cit p 64

69

comunicacioacuten en lo esencial entre todos los saberes entreverando los resul-

tados de unas con los de otras en las encrucijadas de la verdad sobre la ba-

se de un pensamiento complejo69

Las grandes cuestiones siempre se renuevan sin dejar de ser las mis-

mas y tampoco encuentran respuestas acabadas o tajantes Mas en este sis-

temaacutetico viaje de lo oscuro hacia lo claro se debe buscar la permeabilidad

entre los saberes no su desavenencia Es un imperativo capital de nuestro

tiempo pues nos une a todos un mismo propoacutesito la persecucioacuten de lo real

que en uacuteltima instancia es la de lo absoluto aquello que se presiente aun-

que no esteacute presente ni sea ciertamente accesible por completo Esto es lo

que permite que la maacutexima lejaniacutea pueda convertirse para nosotros en la

maacutexima proximidad tambieacuten en el caso de Heraacuteclito

69 Cfr Paacuteniker Salvador ldquoPensar la complejidadrdquo en El Paiacutes (18-XI-2007) Cfr ldquoA

propoacutesito de un nuevo humanismordquo en El Paiacutes (18-VI-2007)

70

71

Cap 2

laquoLa filosofiacutea de la naturaleza como horizonteraquo

72

73

1 La fiacutesica del siglo XX y sus consecuencias para la filosofiacutea natural

El ser humano ha estudiado la naturaleza desde diversos puntos de

vista a lo largo de la historia Sin menoscabo de los restantes destacamos

dos desde un punto de vista filosoacutefico por un lado hacer cuestioacuten de lo na-

tural supone ndashen esencia- asumir sin excepciones esa realidad a la que per-

tenecemos desde la necesidad onto-episteacutemica y vital de comprenderla pa-

ra comprendernos desde un punto de vista cientiacutefico-teacutecnico por otro lado

hacer cuestioacuten de lo natural supone asumir una realidad que nos pertenece

con la intencioacuten de comprenderla para dominarla y transformarla seguacuten los

deseos y necesidades del ser humano (o como reza el adagio positivista

laquosaber para prever y prever para proveerraquo) 70

No obstante es preciso advertir que no se pretende elaborar en este

apartado un estudio completo del concepto objeto meacutetodo e historia de la

70 Estas perspectivas han dado lugar a diversos modelos histoacutericos que para no reiterar

cosas de todos sabidas nos limitamos a resumir de la mano de un estudioso autorizado

como Collingwood el ldquogriegordquo el ldquorenacentistardquo y el ldquomodernordquo En la idea griega la

naturaleza es concebida como un organismo como una especie de animal racional que

impone orden desde el todo a las partes En la idea renacentista la naturaleza es una

maacutequina de precisioacuten puesta en marcha por Dios un ldquomecanismo de relojeriacuteardquo deter-

minista matemaacutetico e inalterable donde todo lo que acontece tiene una razoacuten previa y

obedece a leyes necesarias En la visioacuten moderna por uacuteltimo la naturaleza ya no es

concebida como un conjunto eterno y estaacutetico de sustancias sino como un despliegue

de procesos evolutivos e irreversibles donde el tiempo y el devenir dejan de ser colate-

rales para convertirse en elementos ineludibles de la misma Cfr Collingwood Robin

G The Idea of Nature Oxford Clarendon Press 1945 pp 3-37 (trad cast Eugenio

Imaz Meacutexico FCE 1952) Para evitar equiacutevocos aclaramos que lo que el autor llama

ldquorenacentistardquo y ldquomodernordquo nosotros lo hemos llamado ldquomodernordquo y ldquocontemporaacuteneordquo

respectivamente

74

philosophia naturalis Esto sobrepasa el propoacutesito de nuestro trabajo y nos

desviacutea del tema principipal del mismo Nos limitamos por tanto a subrayar

los presupuestos que subsisten en el intento humano de pensar la naturaleza

de un modo racional Este es el marco de nuestra vuelta a Heraacuteclito Pero

tampoco se trata de presentar sin maacutes los inicios de la disciplina sino de in-

tentar relacionarlos con las condiciones que reclama desde nuestro punto

de vista una filosofiacutea de la naturaleza a la altura de los tiempos

La cuestioacuten se complica si comenzamos por esto uacuteltimo debido al

caraacutecter problemaacutetico de esta disciplina en el presente sobre todo en lo que

respecta a su objeto y a su propio estatuto a medio camino entre la ciencia

y la filosofiacutea Aunque esto se atenuacutea si cabe por su enorme vitalidad que

nace de una comunicacioacuten fluida con la ciencia natural

laquoUna filosofiacutea de la naturaleza capaz de afrontar los desafiacuteos del presente

debe tener un caraacutecter amplio e integrador interdisciplinar sin perder por

ello su especificidad Se trata de articular y destilar lo comuacuten a diferentes

viacuteas de trabajo sin prejuicios por un lado hay que atender a los resulta-

dos de las diversas ciencias [hellip] y a la vez componer visiones del mundo

que no se reduzcan a eso por otra parte [hellip] elaborar hasta donde sea po-

sible ciertas nociones transversales que permitan relacionar los diversos

planos [hellip] y por uacuteltimo es pertinente proyectar una plataforma para otro

tipo de discursos sean eacuteticos esteacuteticos o poliacuteticos sin reduccionismo [hellip]

Esa filosofiacutea de la naturaleza escapa a cualquier etiqueta unilateral contri-

buye a reconciliar ciencias naturales y humanas y se define por ser dialoacute-

gica e histoacutericaraquo71

71 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoPensar la naturaleza hoyrdquo en Revista Filosoacutefica de

Coimbra nordm 18 (2000) p 327

75

Lo que se busca por tanto es una disciplina capaz de acometer un

estudio sistemaacutetico de la nocioacuten de naturaleza (compleja y multidimensio-

nal) que aporte una comprensioacuten elemental de la materia la vida y el uni-

verso y permita la comunicacioacuten con otros planos que confluyen en ella (al

hilo de diversos contextos histoacutericos y culturales) dotaacutendola de contenido y

sentido para la vida

Antes de continuar por tanto conviene elaborar un pequentildeo esbozo

de la situacioacuten onto-episteacutemica de la que partimos al encuentro de Heraacutecli-

to para hacerla consciente ya que la fiacutesica del pasado siglo nos ha llevado

a descubrir un nuevo cosmos y nos ha invitado a iluminar en consonancia

un nuevo modo de pensar lo que tiene consecuencias ineludibles para to-

dos los demaacutes aacutembitos de la vida Pero no se trata de estudiar al jonio en es-

tas coordenadas que no son suyas sino nuestras sino de intentar encontrar

algunas liacuteneas comunes que nos permitan recuperar su filosofiacutea en el pre-

sente aun constando las diferencias evidentes en meacutetodos y lenguajes72

72 Los fiacutesicos Heisenberg y Bohr consideran innecesario cerrar la mente a los problemas

planteados por los filoacutesofos antiguos simplemente porque no se puedan expresar en un

lenguaje maacutes preciso Siempre se puede obtener de sus ideas alguna intuicioacuten para res-

ponder los problemas que nos atantildeen Es cierto que usualmente son palabras oscuras

frente a la claridad analiacutetica de la ciencia pero iquestquieacuten nos dice que tengamos que bucar

la verdad en lo claro ndashcomo pretendiacutean los positivistas- y no en lo oscuro -que desecha-

ban- Ambos comparten un verso de Schiller ldquola verdad habita en las profundidadesrdquo y

reconocen que en la historia del pensamiento humano los desarrollos maacutes fecundos na-

cen de la interseccioacuten de corrientes de ideas Cfr Heisenberg Werner ldquoLa verdad habi-

ta en las profundidadesrdquo en Wilber Ken (Ed) op cit pp 63-65 Sirva como ejemplo

la visita de N Bohr a China (1937) estando ya elaborada su interpretacioacuten de la teoriacutea

cuaacutentica donde quedoacute impresionado por la idea ancestral de la unidad de los opuestos

(yinyang) de modo que al ser condecorado con la Elefantordenen danesa (1947) eligioacute

para su blasoacuten el siacutembolo del Tai Chi junto con el lema contraria sunt complementa

76

11 Horizonte ontoloacutegico un nuevo cosmos

Lo primero que hay que destacar es el enorme contraste que se pro-

dujo respecto a la visioacuten moderna del mundo Se pasoacute en unas pocas deacuteca-

das de la creencia en que el fin de la fiacutesica estaba proacuteximo a la constata-

cioacuten de que apenas estaacutebamos iniciando el conocimiento posible sobre el

cosmos En la Modernidad la ciencia reveloacute los los nuacutemeros y las relacio-

nes que ajustaban el orden del universo Esto se llevoacute a cabo utilizando un

meacutetodo soacutelido que emparejaba por vez primera las matemaacuteticas y la experi-

mentacioacuten lo que permitioacute alcanzar un conocimiento completo y unificado

de la naturaleza (de modo que el ser humano se encontrara en ella laquocomo

en casaraquo)73

Las principales caracteriacutesticas de este meacutetodo son el reduccionismo y

el mecanicismo que permiten una mayor simplicidad y capacidad de pre-

diccioacuten a la hora de explicar los complejos procesos de la naturaleza aun-

que desterrando de este aacutembito todo lo que no se deje racionalizar Como

consecuencia se llevoacute a cabo la separacioacuten de los diferentes elementos que

la integran consideraacutendolos desde la independencia y la autonomiacutea entre

siacute y respecto al entorno Este programa racionalista de matematizacioacuten de

la experiencia por tanto se llevoacute a cabo por medio de un proceso de abs-

traccioacuten a partir de una serie de postulados claacutesicos de todos conocidos

73 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoDie griechische Philosophie und das moderne Denkenrdquo

en Gesammelte Werke 6 ldquoGriechische Philosophie IIrdquo Tuumlbingen J C B Mohr (Paul

Siebeck) 1999 p 4 Los cambios que trajo consigo esta nueva cosmovisioacuten son com-

parados por Carmen Mataix con el paso de una visioacuten ldquoplatoacutenicardquo (estaacutetica e inmutable)

del universo a otra ldquoaristoteacutelicardquo (dinaacutemica y compleja) Cfr Mataix Carmen ldquoEl giro

de la nueva ciencia de Platoacuten a Aristoacutetelesrdquo en Revista de Filosofiacutea vol VII nordm 12

(1994) p 435

77

que prescriben la correcta descripcioacuten de la naturaleza la continuidad de

las conexiones causales el representacionismo pictoacuterico la independencia

de las propiedades dinaacutemicas y cinemaacuteticas el isomorfismo entre los nive-

les descriptivos el ideal de descripcioacuten fiacutesica de observacioacuten de objetivi-

dad y de determinismo o predictibilidad causal74 En definitiva el marco

claacutesico supone una descripcioacuten objetiva capaz de definir el objeto por una

serie de cualidades propias independientes del observador y del proceso de

observacioacuten Se trata de lo que Bohr ha denominado el laquomarco de la causa-

lidadraquo cuya principal caracteriacutestica es ofrecer un ideal descriptivo que po-

sibilita la prediccioacuten causal de todos los fenoacutemenos naturales

laquoAnte todo los principios de la mecaacutenica newtoniana significan un escla-

recimiento trascendental del problema de causa y efecto que permite par-

tiendo del estado de un sistema fiacutesico definido en un instante dado me-

diante magnitudes medibles predecir su estado en cualquier instante pos-

terior Se sabe que este tipo de descripcioacuten determinista o causal condujo

al concepto mecaacutenico de la naturaleza y vino a representar un ideal de

explicacioacuten cientiacutefica en todos los dominios del conocimientoraquo75

La naturaleza en suma desvelaba un orden uniforme legislable y

humanamente accesible en el que las cosas no podiacutean suceder de un modo

distinto al que de hecho lo haciacutean76 Como consecuencia la mayoriacutea de los

74 Cfr Cadenas Goacutemez Yolanda Epistemologiacutea ontologiacutea y complementariedad en

Niels Bohr Madrid Universidad Complutense Tesis doctoral 2004 p 25 75 Bohr Niels ldquoUnidad del conocimientordquo en Fiacutesica atoacutemica y conocimiento humano

Madrid Aguilar 1964 p 85 (trad cast Albino Yusta) 76 Cfr Morin Edgar ldquoLa relacioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo en Gazeta de Antropologiacutea

11-01 (1995) p 1 (trad cast Joseacute L Solana)

78

fiacutesicos se atuvo a la teoriacutea del determinismo universal porque les asegura-

ba a priori que el mundo era inteligible y que valiacutea la pena esforzarse en

comprenderlo77

Esta revolucioacuten como es sabido tomoacute cuerpo en el s XVII a traveacutes

de personajes como Copeacuternico Kepler Descartes Galileo Leibniz o New-

ton Es justo reconocer que pocos hechos tienen tanta trascendencia como

el despunte de la ciencia moderna a la hora de hacer recuento de los mo-

mentos maacutes eminentes de la historia de la humanidad Pero esto no quita

para que se reconozcan tambieacuten sus limitaciones No se trata de que el cor-

pus newtoniano deje de tener validez de la noche a la mantildeana Lo que suce-

de es que se limitan sus pretensiones y su aacutembito de aplicacioacuten fiable de

modo que en adelante soacutelo se encuentra equilibrio estabilidad y capacidad

efectiva de prediccioacuten en la laquoescala-mediaraquo (middel-scale) sita entre los

dos abismos que revelaron la mecaacutenica cuaacutentica y la teoriacutea de la relativi-

dad Estas dos teoriacuteas nos han ensentildeado que maacutes allaacute de lo-que-estaacute-en-el-

medio existen otros mundos en los que los elementos que componen nues-

tro mundo fenomeacutenico se diluyen a pequentildea escala o bien se desvanecen a

gran escala78

Es preciso subrayar que la visioacuten claacutesica comenzoacute a ser cuestionada

desde la propia fiacutesica a partir de Einstein quien pronto comprendioacute que la

mecaacutenica claacutesica como base de una descripcioacuten fiacutesica completa de la natu-

raleza era insuficiente Con Einstein el universo mismo se disolvioacute como

77 Esta obsesioacuten por eliminar hasta el uacuteltimo resquicio de riesgo en el aacutembito epistemo-

loacutegico contrasta fuertemente con las condiciones habituales en las que se desarrolla la

existencia humana que casi siempre fluctuacutea entre la certeza y la perplejidad Cfr Arana

Juan ldquoFiacutesica y metafiacutesica del azarrdquo en Anuario Filosoacutefico 30 (1997) p 179 78 Cfr Morin Edgar El meacutetodo III El conocimiento del conocimiento Madrid Caacutete-

dra 2006 p 235 (trad cast Ana Saacutenchez)

79

unidad-coacutesmica para expandirse ilimitadamente como espacio-tiempo En

eacutel operan cuatro fuerzas fundamentales (gravitatoria electromagneacutetica nu-

clear fuerte y nuclear deacutebil) que la ciencia desde entonces trata de ajustar

(sin olvidar los logros de Newton o Maxwell a este respecto)79

A pesar de todo tal era su querencia por el determinismo que la di-

versidad completa de casos y cosas del universo continuaba reducieacutendose a

la unidad-simple del aacutetomo Como reconoce Luis Otero los motivos que

llevaron a Einstein a separarse del camino que tomaba la fiacutesica cuaacutentica

hay que buscarlos en profundas razones epistemoloacutegicas en su visioacuten de la

naturaleza y en el papel que juega la fiacutesica en la representacioacuten del mundo

lo que no pretende empantildear la enorme importancia de Einstein para la fiacutesi-

ca del s XX80 La teoriacutea de la relatividad ensanchoacute nuestra comprensioacuten del 79 Cfr Einstein Albert Sobre la teoriacutea de la relatividad especial y general Madrid

Alianza 1984 p 18 (trad cast Miguel Paredes) Es sabido que Steven Weinberg Shel-

don Lee Glashow y Abdus Salam recibieron en 1979 el Nobel de Fiacutesica por la unifica-

cioacuten de las fuerzas electromagneacutetica y nuclear deacutebil (ldquomodelo electrodeacutebilrdquo) Uno de los

mayores retos de la fiacutesica actual es la conjuncioacuten de la teoriacutea de la relatividad general

que describe la fuerza de la gravedad y la mecaacutenica cuaacutentica que describe las restantes

fuerzas elementales Como ampliacioacuten cfr Salam Abdus Heisenberg Werner Dirac

Paul La unificacioacuten de las fuerzas fundamentales Barcelona Gedisa 1991 pp 63-87

(trad cast Alberto Luis Bixio) 80 Cfr Otero Carvajal Luis E ldquoEinstein y la revolucioacuten cientiacutefica del siglo XXrdquo en

Cuadernos de Historia Contemporaacutenea nordm 27 (2005) p 35 No se olvide que ldquoEl Viejo

[Dios] no juega a los dadosrdquo Cfr ldquoCarta de Einstein a Born (4-XII-1926)rdquo en Einstein

A Born M y H Correspondencia (1916-1955) Meacutexico Siglo XXI 1973 p 119

(trad Feacutelix Blanco) De la misma opinioacuten es Planck ldquoSi uno tiene que elegir el deter-

minismo debe ser preferido en todos los casos al indeterminismo por la simple razoacuten de

que una respuesta determinada a una cuestioacuten seraacute siempre maacutes preciosa que una res-

puesta indeterminadardquo Planck Max Lrsquoimage du monde dans la physique moderne Ge-

negraveve Gonthier 1963 p 24 (trad fr Cornelius Heim)

80

universo a escala coacutesmica no menos que sus conjeturas sobre el efecto fo-

toeleacutectrico a escala microfiacutesica que prepararon el camino de la venidera

mecaacutenica cuaacutentica81

La relatividad y la fiacutesica cuaacutentica son dos teoriacuteas que han cambiado

por completo nuestra visioacuten del mundo en el pasado siglo Ambas protago-

nizaron una suerte de revolucioacuten silenciosa e inacabada que minoacute las bases

de la fiacutesica claacutesica desde dentro y apoyadas por la experimentacioacuten La teo-

riacutea de la relatividad por un lado convulsionoacute nuestra concepcioacuten del espa-

cio y el tiempo que dejaban de ser entidades absolutas inmutables e inde-

pendientes para convertirse en un continuo espacio-temporal de cuatro di-

mensiones relativo respectivo e inseparable donde el campo gravitacional

era interpretado como una consecuencia de la propia geometriacutea del laquoespa-

cio-tiemporaquo La mecaacutenica cuaacutentica por otro lado presagiaba una nueva in-

terpretacioacuten de los fenoacutemenos microscoacutepicos completamente ajena a la

descripcioacuten claacutesica e introduciacutea por vez primera en la fiacutesica un indetermi-

nismo esencial Las repercusiones filosoacuteficas de estos dos grandes marcos

conceptuales estaacuten lejos de ser analizadas en profundidad en el presente e

incluso parece aceptada una presumible incompatibilidad mutua a un nivel

profundo El contenido conceptual de ambas teoriacuteas fue ciertamente nove-

doso antiintuitivo cuando no paradoacutejico con unas predicciones no menos

sorprendentes e inquietantes82

La naturaleza es relativista y es cuaacutentica Estaacute claro que cuando tene-

mos objetos muy pequentildeos movieacutendose a velocidades cercanas a la de la

81 Cfr Dobado Antonio ldquoFiacutesica de partiacuteculas y cosmologiacutea Hacia una historia integra-

da del universordquo en Garrido Manuel Valdeacutes Luis M Arenas Luis (Eds) El legado

filosoacutefico y cientiacutefico del siglo XX Madrid Caacutetedra 2007 p 753 82 Cfr Ortiacuten Tomaacutes ldquoRelatividadrdquo en Garrido M Valdeacutes L M Arenas L (Eds)

op cit pp 724ss

81

luz es preciso ajustar la relatividad con la mecaacutenica cuaacutentica83 El resultado

son las laquoteoriacuteas cuaacutenticas de campos relativistasraquo que describen las partiacutecu-

las elementales y sus interacciones fuerte y electrodeacutebil La primera es sa-

bido mantiene unidos a los constituyentes del nuacutecleo atoacutemico ndashtambieacuten a

los constituyentes de los constituyentes los quarks- y soacutelo actuacutea a estas es-

calas microscoacutepicas La segunda por su parte es una uacutenica interaccioacuten que

se manifiesta de dos maneras distintas como interaccioacuten nuclear deacutebil res-

ponsable de la desintegracioacuten de ciertos nuacutecleos atoacutemicos y que soacutelo actuacutea

a escalas microscoacutepicas y como interaccioacuten electromagneacutetica que actuacutea

tambieacuten a escalas macroscoacutepicas entre objetos cargados Sin duda la des-

cripcioacuten unificada de estas interacciones ha sido uno de los logros maacutes al-

tos de la fiacutesica teoacuterica del s XX

La ciencia moderna en suma siempre ha tratado de revelar la sim-

plicidad matemaacutetica del orden escondido en la naturaleza donde el aacutetomo

era el componente baacutesico con el que nuestro universo estaba configurado

Hoy sabemos que a nivel subatoacutemico todo es indeterminacioacuten Al buscar el

elemento uacuteltimo y la ley simple del universo por tanto la ciencia ha des-

cubierto la complejidad del tejido microfiacutesico y comienza a entrever la mis-

teriosa complejidad del cosmos84 En los uacuteltimos 125 antildeos el universo atis-

bado por Copeacuternico Kepler Galileo y Newton se ha tornado una ilusioacuten

con el consecuente debilitamiento de la idea de realidad objetiva Esta idea

83 Por ejemplo para estudiar la fiacutesica del universo cerca de la ldquogran explosioacutenrdquo inicial

donde se estima que todo estaba concentrado en un volumen muy pequentildeo con una ele-

vada densidad de materia y energiacutea por lo que la fuerza gravitatoria tiene que estudiarse

junto con el resto de fuerzas Cfr Weinberg Steven ldquoLa gran reduccioacuten de la fiacutesica en

el siglo XXrdquo en Ciencias 62 (2001) pp 51-62 (trad cast Carlos Loacutepez) 84 Cfr Morin Edgar Ciencia con consciencia Barcelona Anthropos 1984 p 45 (trad

cast Ana Saacutenchez)

82

por su parte no se ha debilitado a causa de una nocioacuten de realidad auacuten no

comprendida sino en la transparencia matemaacutetica de una teoriacutea que descri-

be no el comportamiento de las partiacuteculas elementales sino nuestro cono-

cimiento de dicho comportamiento85

Todos estos cambios han hecho que se pregunte Prigogine

laquoiquestQueacute es lo que no seacute Esta pregunta me hace pensar en otra que se puede

considerar complementaria iquestQueacute es lo que seacute Mi respuesta estaacute clara

muy poco No digo esto por modestia excesiva sino por una conviccioacuten

profunda Nos encontramos al final de esa era de la historia de la ciencia

que se abrioacute con Copeacuternico y Galileo Un periodo memorable pero que

nos ha dejado una visioacuten del mundo demasiado simplista La ciencia claacutesi-

ca destacaba los elementos de equilibrio orden estabilidad Hoy vemos

fluctuacioacuten e inestabilidad por todas partes Estamos empezando a tomar

conciencia de la complejidad intriacutenseca del universo Esta toma de con-

ciencia es el primer paso hacia una nueva racionalidad pero soacutelo el primer

pasoraquo86

Desde Newton en conclusioacuten las ciencias de la naturaleza han expe-

rimentado una transformacioacuten conceptual enorme a partir de una visioacuten es-

85 Cfr Heisenberg Werner op cit p 12 86 Cfr Prigogine Ilya ldquoQacuteest-ce quacuteon ne sait pas en Premiegraveres rencontres philoso-

phiques de l UNESCO Paris (1995) en httpwwwunescoorgphiwebuk1rpunobel

presnobelhtml El camino de esta ldquonueva racionalidadrdquo lo han preparado los fiacutesicos del

s XX Se echa en falta en la filosofiacutea una revisioacuten tan profunda de los fundamentos de

la propia disciplina desde dentro Popper habloacute del paso del universo ldquorelojrdquo al universo

ldquonuberdquo lo que evoca el paso del mecanicismo determinista a una concepcioacuten esencial-

mente abierta e indeterminada Cfr Popper Karl ldquoSobre nubes y relojesrdquo en Conoci-

miento objetivo Barcelona Tecnos 2005 (trad cast Carlos Soliacutes)

83

taacutetica del mundo concebido de un modo mecaacutenico en su curso se ha confi-

gurado en el uacuteltimo siglo una imagen dinaacutemica del universo en la que se

constata su evolucioacuten hacia sistemas cada vez maacutes complejos en los que

orden y desorden sujetos no obstante a leyes permiten la emergencia de la

pluralidad87 Por tanto al tiempo que nos alejamos del viejo mundo nos

aparece ante nuestros ojos un nuevo universo de procedencia incierta des-

tino desconocido y dimensiones inconmensurables

12 Horizonte epistemoloacutegico un nuevo modo de pensar

Todos estos cambios precisan ndashen consecuencia- una renovacioacuten de

las coordenadas mismas de nuestro pensamiento asiacute como el abandono de

ciertos haacutebitos adquiridos en el curso de la historia Se necesita por tanto

87 Cfr Kanitschneider Bernulf Von der mechanistischen Welt zum kreativen Univer-

sum Zu einem neuen philosophischen Verstaumlndnis der Natur Darmstadt Wissenschaft-

lige Buchgesellschaft 1993 p 254 ldquoLa razoacuten que promueve el mecanicismo es una ra-

zoacuten escandalosamente incompleta [hellip] se estaacute echando en falta una razoacuten ecoloacutegica una

razoacuten compleja la misma quizaacutes que Edgar Morin se aventura a esbozarrdquo San Miguel

de Pablos Joseacute L ldquoLa naturaleza iquestviva o muerta Un debate secularrdquo en Theacutemata 38

(2007) p 273 La leccioacuten que nos ha dado el s XX es que tanto el universo como el

hombre conjugan una multitud de aspectos encontrados sin dejar de poseer una armoniacutea

que merece la pena intentar atrapar En verdad es tan nocivo para el saber el reduccio-

nismo extremo como su contrario Ambos comparten la simplicidad de la receta que tra-

tan de aplicar la obsesioacuten de creer que una cuestioacuten tan intrincada como eacutesta se puede

resolver tajantemente Se trata de permitir a la realidad que nos sorprenda de continuo

pero sin dejar que nos desconcierte por completo Cfr Arana Juan ldquoUnidad y diversi-

dad del saber en los umbrales del siglo XXIrdquo en El caos del conocimiento Del aacuterbol

de las ciencias a la marantildea del saber ed cit pp 115-118

84

una laquonueva voluntad de inteligenciaraquo88 La tarea es a la vez capital e incier-

ta pero esto es lo que debiera movilizarnos

laquoTenemos que comprender que la renovacioacuten se juega hoy no tanto en el

terreno de las ideas buenas o verdaderas opuestas en su lucha a vida o

muerte a las ideas malas y falsas sino en el terreno de la complejidad del

modo de organizacioacuten de las ideas La salida de la [hellip] prehistoria del es-

piacuteritu nos exige pensar de forma radicalmente complejaraquo89

Un pensamiento que se quiera a la altura de los tiempos no puede

desestimar la cosmovisioacuten que nos ha legado el pasado siglo La fiacutesica ha

impugnado los principios teoacutericos que cimentaban la visioacuten del mundo mo-

derna pero se ha pasado sobre este hecho como de puntillas No cabe duda

de que la tarea que se le impone a nuestro tiempo es la de aprender a desen-

volverse con acierto en todos los dominios de la vida sobre la base de esta

nueva situacioacuten90

Esto no significa que se utilicen las matemaacuteticas en contextos donde

no proceda tampoco que se intente convertir en ciencia natural disciplinas

que no lo son ndashni tienen por queacute serlo- No se trata de tomar la bata y el mi-

croscopio sino de convenir que no se puede hacer filosofiacutea en el s XXI sin

tener los pies en el suelo es decir sin una miacutenima base empiacuterica ni usando

conceptos atoacutemicos para responder a cuestiones moleculares

88 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoPor una nueva voluntad de inteligenciardquo en VV

AA Problemas fundamentales del conocimiento Salamanca SCLF 1993 pp 131-

139 89 Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas Madrid Caacutetedra 2006 p 244 (trad cast Ana

Saacutenchez) 90 Cfr Heisenberg Werner op cit p 20

85

Igualmente no se pueden pensar problemas nuevos con meacutetodos vie-

jos Hoy no se puede hablar sobre la naturaleza el hombre o la vida uacutenica-

mente desde la tradicioacuten la simple introspeccioacuten o la propia experiencia

existencial por no hablar de la asistencia de las musas Los que nos dan

que pensar desde los griegos hasta el presente permanecieron siempre

atentos a la ciencia de su momento sin descuidar por ello la puesta en con-

ceptos de su circunstancia ni el pensamiento de los que les precedieron en

la filosofiacutea

Como apunta Ramoacuten Rodriacuteguez la filosofiacutea contemporaacutenea puede

dividirse en dos tipos fundamentales el de las filosofiacuteas que toman la cien-

cia como el objeto esencial de su reflexioacuten y el conocimiento cientiacutefico co-

mo modelo cognoscitivo al que tratan de aproximarse (son asiacute filosofiacuteas de

la ciencia o filosofiacuteas cientiacuteficas) y el de las que creen que en la misioacuten de

comprender el mundo la filosofiacutea tiene su sitio propio (al lado con o contra

las ciencias) y su forma especiacutefica de reflexioacuten es decir que posee una au-

tonomiacutea originaria lo que no significa una posicioacuten de competencia o rece-

lo hacia la ciencia Noacutetese que en ambos casos la ciencia es un punto de

referencia para la filosofiacutea le guste o no91

Una filosofiacutea que no conozca los resultados de la ciencia por tanto

es una filosofiacutea que no responde a todos los retos de su tiempo No se trata

por supuesto de que lo haga desde la tecnicidad de los cientiacuteficos Esto se-

riacutea imposible y ya no seriacutea filosofiacutea sino repeticioacuten laquociencia pues de lo

complejo filosofiacutea por tanto de la complejidadraquo92

91 Cfr Rodriacuteguez Ramoacuten ldquoLas paradojas de una filosofiacutea mundanardquo en op cit pp

151-152 92 Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones filosoacutefi-

cas Madrid Ediciones Pedagoacutegicas 2002 p 157

86

La filosofiacutea no habraacute de ser una filosofiacutea cientiacutefica pero siacute habraacute de

tomarse al menos la molestia de no cerrarse a lo que las ciencias nos dicen

sobre la naturaleza ni a la complejidad que destapan de continuo sobre el

estatuto ontoepisteacutemico de lo real Esto se evidencia especialmente en las

disquisiciones que provoca la fiacutesica cuaacutentica invadida por cuestiones sobre

la naturaleza de la realidad el proceso de medicioacuten-observacioacuten el indeter-

minismo etc Este estado de cosas no implica simplemente el abandono de

la hipoacutetesis determinista por la idea de que el comportamiento de la natura-

leza obedece a modelos probabilistas Tambieacuten pone en cuestioacuten las nocio-

nes claacutesicas de realidad y localidad y hace del acto de medicioacuten algo de

suyo enigmaacutetico por cuanto muestra que toda interaccioacuten entre el sistema-

objeto y el sistema-aparato-de-medida modifica de manera irreversible e

impredecible el estado del sistema-objeto despueacutes de la medida93

93 Cfr Chevalley Catherine ldquoFiacutesica cuaacutentica y filosofiacuteardquo en Revista de Filosofiacutea vol

VII nordm 12 (1994) pp 28ss (trad cast Juan Antonio Valor) Para una visioacuten distinta pe-

ro interesante del tema que relaciona la nueva fiacutesica con los postulados baacutesicos del bu-

dismo cfr Dalai Lama El universo en un solo aacutetomo Barcelona Grijalbo 2006 pp

55-89 (trad cast Arsi Samata) La doctrina budista claacutesica constata que todo es transito-

rio e inconsistente siendo eacutesta la causa fundamental del sufrimiento La mecaacutenica cuaacuten-

tica opina el Dalai Lama explica la materia microfiacutesica (el fondo verdadero de las co-

sas) como un fluir inconsistente muy semejante al que defendiacutea la doctrina del budismo

mahayana con una idea del ldquovaciacuteordquo como fondo y origen de las cosas ldquoLa naturaleza

paradoacutejica de la realidad tal como la revelan la filosofiacutea budista del vaciacuteo y la fiacutesica

moderna representa un gran desafiacuteo a los liacutemites del conocimiento humano [hellip] El pro-

blema filosoacutefico al que se enfrenta la fiacutesica a la luz de la mecaacutenica cuaacutentica es si la no-

cioacuten misma de la realidad ndashdefinida en teacuterminos de unos constituyentes esencialmente

reales de la materia- resulta sostenible Lo que la filosofiacutea budista del vaciacuteo puede ofre-

cer es un modelo coherente de comprensioacuten de la realidad que no es esencialistardquo Ibid

pp 88-89

87

laquoA la tarea de racionalizar la naturaleza desde la ciencia en modo alguno

le son ajenas cuestiones de caraacutecter epistemoloacutegico Con la incorporacioacuten

de los micro-fenoacutemenos la experiencia se amplia a oacuterdenes de cosas que

no son directamente observables no soacutelo a causa de su tamantildeo sino sobre

todo debido a la imposibilidad radical de acceder a ellos sin que interac-

tuacuteen de manera incontrolable con los instrumentos de observacioacuten Esto

trae dos consecuencias inmediatas por un lado la imposibilidad de seguir

hablando de la realidad fiacutesica independiente de los sujetos por otro lado

la imposibilidad de hablar de objetividad en la descripcioacuten de la naturaleza

por medio de procedimientos fiacutesicos de observacioacuten y medidaraquo94

La cuestioacuten que se le presenta hoy a la filosofiacutea por tanto es la de

reconocer queacute haacutebitos de pensamiento suponen un obstaacuteculo No se trata de

obstaacuteculos externos como la complejidad o la fugacidad de los fenoacutemenos

ni tampoco de obstaacuteculos internos como la debilidad de los sentidos o la

razoacuten En el mismo acto de conocer encontramos por una especie de nece-

sidad funcional inquietudes remontadas y estancamientos

laquoEl conocimiento de lo real es una luz que proyecta siempre sombras en

alguna parte Nunca es inmediato y pleno Las revelaciones de lo real son

siempre recurrentes Lo real no es nunca lo que podriacuteamos pensar sino lo

que hubieacuteramos debido pensar [hellip] Volviendo sobre un pasado de errores

encontramos la verdad en un verdadero arrepentirse intelectualraquo95

Lo que produce esta situacioacuten de estancamiento por tanto no es un

problema de competencias sino el deseo de sustraerse a los propios erro- 94 Rioja Ana op cit p 257 95 Bachelard Gaston Epistemologiacutea Barcelona Anagrama 1973 pp 187-188 (trad

cast Elena Posa)

88

res a la necesidad de evolucionar con los tiempos por parte de la filosofiacutea

y a la necesidad de no ignorar todo aquello que presente un aspecto metafiacute-

sico por parte de la ciencia como si problematizar el origen del universo

la materia o la vida no fueran cuestiones de suyo metafiacutesicas96 Existe en la

naturaleza humana ndashlo dijo Kant con tino- una inclinacioacuten metafiacutesica irres-

tricta que nos impele a plantearnos esas cuestiones a sabiendas de que so-

brepasan la capacidad de la propia razoacuten

laquoLa razoacuten humana tiene un extrantildeo destino en un geacutenero de conocimien-

tos es inquietada por cuestiones que no puede evitar pues le son impuse-

tas por la naturaleza de la razoacuten pero que por otra parte tampoco puede

contestar dado que superan la capacidad de la razoacuten humanaraquo97

Una filosofiacutea que no escuche lo que la ciencia tiene que decir sobre

la naturaleza es limitada pero tambieacuten lo es una ciencia que pretenda cues-

tionar lo natural sin reflexionar sobre las implicaciones filosoacuteficas que eso

conlleva98 Las auteacutenticas cuestiones filosoacuteficas sostuvo M Heidegger son

96 Cfr Mosteriacuten Jesuacutes Ciencia viva Reflexiones sobre la aventura intelectual de nues-

tro tiempo Madrid Espasa 2001 pp 38-39 97 Kant Inmanuel op cit A VII p 7 98 Como sentildeala Hegel (Werke t II pp 53-54) ldquoEs especialmente necesario que se haga

del filosofar un asunto serio [hellip] Tal parece como si fuese precisamente la carencia de

conocimientos y de estudio lo privativo de la filosofiacutea y como si eacutesta terminase donde

aqueacutellos comienzan Se la considera con frecuencia como un saber formal carente de

contenido y falta mucho para acabar de comprender que [] las otras ciencias por mu-

cho que intenten razonar sin el auxilio de la filosofiacutea jamaacutes llegaraacuten a poseer sin eacutesta

vida espiacuteritu ni verdadrdquo El texto estaacute sacado de la seleccioacuten que hace Ernst Bloch en su

obra Sujeto-objeto El pensamiento de Hegel Meacutexico FCE 1982 p 112 (trad cast

Wenceslao Roces)

89

aquellas que incluyen en la pregunta a aquel que pregunta puesto que laquoen

un sentido absolutamente esencial metafiacutesica es fiacutesica es decir un saber

sobre la φύσις (ἐπιστήμη φυσική)raquo99

iquestEn queacute consiste pues la nueva alianza entre ciencia y filosofiacutea Por

lo pronto parecen acabarse los aacutembitos reservados cuando se piensa sobre

la ciencia sus fundamentos sus procedimientos o la validez de sus simple-

ficaciones se estaacute ya inmerso en pleno campo filosoacutefico100 En este sentido

el cientiacutefico que desprecia la filosofiacutea o el filoacutesofo que desprecia la ciencia

obedecen ambos al mismo apetito por la disyuncioacuten que reduce entre siacute los

distintos planos de lo real y separa lo que en esencia no son maacutes que aspec-

tos complementarios de una misma y muacuteltiple realidad

2 Heraacuteclito y la filosofiacutea natural actual

21 iquestVuelta a los presocraacuteticos

Con el despunte de la ciencia moderna se le concedioacute a la ciencia el

predominio en el discurso con sentido sobre lo natural relegando a la filo-

sofiacutea al estudio de lo sobre-natural La intencioacuten de fondo es la de someter

99 Heidegger Martin ldquoSobre la esencia y el concepto de la φύσις Aristoacuteteles Fiacutesica

B1rdquo en Hitos Madrid Alianza 2000 sect241 p 201 (trad cast Arturo Leyte Helena

Corteacutes) 100 Cfr Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones filo-

soacuteficas ed cit p 156 La ciencia tiene que ver con el descubrimiento de la verdad tan-

to como la filosofiacutea y cuando se ha pretendido lo contrario ha sido malo para ambas

Cfr Arana Juan ldquoiquestTiene algo que ver la ciencia con el descubrimiento de la verdadrdquo

en El caos del conocimiento ed cit p 70

90

lo muacuteltiple a lo uacutenico lo cambiante a lo permanente Pero la idealidad de la

visioacuten moderna del mundo como hemos visto se ha mostrado reductora e

insuficiente en el pasado siglo necesaria quizaacute en su momento pero en de-

sacuerdo con el tiempo presente La ciencia nos ha ensentildeado nuevos cami-

nos para conocer la naturaleza que revelan la complejidad con la que opera

en todos los niveles (procesos irreversibles caos determinista fractales

rupturas de simetriacutea dinaacutemica no-lineal etc) esto fue acompantildeado de una

crisis epistemoloacutegica que obligoacute a modificar numerosos conceptos claacutesicos

Todo esto ha hecho opina Peacuterez de Laborda laquoque estemos hoy mucho maacutes

cerca de las interrogaciones que se planteaban los presocraacuteticosraquo101

Nos une con ellos el sentimiento radical de pasmo y extrantildeeza ante el

cosmos sin olvidar el retorno de la naturaleza como tema central de la re-

flexioacuten filosoacutefica Si bien hemos de aclarar de antemano que no se trata de

elaborar un inventario de temas puntuales del presente que puedan tener un

eco en la filosofiacutea presocraacutetica Se trata de otra cosa de reconocer los pre-

supuestos epistemoloacutegicos de los que parte nuestra vuelta al pasado para ir

al fondo mismo de la cuestioacuten en la medida en que nos proponemos sinte-

tizar en un solo aspecto todos los relativos a la actualidad de la filosofiacutea de

Heraacuteclito en la pujanza de su concepto de naturaleza

Como reconoce Morin la concepcioacuten newtoniana de un universo

mecanicista transido por un orden absoluto ha sido sustituida por la de un

cosmos auto-organizador secuela de la dialoacutegica compleja entre orden

desorden e interaccioacuten por otra parte las nociones de ecosistema y de bios-

fera dibujan una nueva imagen de la naturaleza cercana al hilozoiacutesmo de

los milesios El mundo material ya no es concebido como una maacutequina de 101 Cfr Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones filo-

soacuteficas ed cit p 156 A este respecto cfr Conche Marcel ldquoLe retour de la philoso-

phie agrave son essence grecquerdquo en Preacutesence de la nature Paris PUF 2001 pp 15-26

91

precisioacuten sino como un todo orgaacutenico cuyos componentes se definen por

sus interrelaciones Al mismo tiempo que el universo se torna desconocido

a medida que avanza la exploracioacuten espacial asistimos a la vuelta de una

naturaleza cercana nutricia que envuelve al hombre a la vez que estaacute en su

interior que de la mano de la ciencia ecoloacutegica se ha provincializado en

comparacioacuten con la antigua naturaleza coacutesmica y que se autorregula de un

modo inmanente como indica la hipoacutetesis Gaia de James Lovelock102

laquoPor eso en este cosmos [hellip] reencontramos una Patria el planeta Tierra

haacutebitat de nuestra errancia reencontramos una Matria la Biosfera a la

que estamos vinculados por una simbiosis orgaacutenica de la que tomamos ca-

da vez maacutes concienciaraquo103

En consecuencia tenemos que aprender a vivir en el claroscuro con

lo incierto tenemos que asumir esa dimensioacuten inmanente al universo a la

materia a la vida a la razoacuten esto es el misterio Estamos destinados a la

errancia pero no al error ni a la ilusioacuten Tenemos destellos de lucidez mo-

102 La ldquohipoacutetesis Gaiardquo sostiene que la vida tiene la capacidad de moldear y perfeccionar

las condiciones de la Tierra Lejos de llegar a ser lo que es para poder estar habitada la

Tierra llegoacute a ser lo que es justamente por estar habitada En suma la vida ha sido el

medio y no el fin para el desarrollo y la autorregulacioacuten de la Tierra Cfr Lovelock Ja-

mes ldquoGaia Un modelo para la dinaacutemica planetaria y celularrdquo en Thompson William

(Ed) Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989 pp 80-94

(trad cast Carletto Carboacute D James Clark) Como ampliacioacuten cfr Lovelock James

Gaia A New Look at Life on Earth Oxford University Press 1979 (trad cast Alberto

Jimeacutenez Madrid Hermann Blume 1983) 103 Morin Edgar ldquoLa relacioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo ed cit pp 3-7 Cfr Morin Edgar

Kern Anne Brigitte Tierra-Patria Barcelona Kairoacutes 1984 pp 199ss (trad cast Ma-

nuel Serrat)

92

mentos de libertad a pesar de todas esas servidumbres pero tambieacuten gra-

cias a ellas104 Nuestra comprensioacuten del cosmos lo dijo Aristoacuteteles con ti-

no es un rastreo sin teacutermino ni detencioacuten un laquosaber que se buscaraquo (ζητου-

μένη ἐπιστήμη)105 de suerte que cada vez que se ampliacutean los liacutemites de

la luz se mueven con ellos ndashen justa medida- los de la oscuridad En ver-

dad sabemos maacutes que nunca sobre la naturaleza o el hombre pero auacuten des-

conocemos lo esencial acaso porque el coacutemo no tiene tanto calado como el

porqueacute Esta es ndashseguacuten Zubiri- la paradoja de nuestra situacioacuten intelectual

cuanto maacutes sabemos sobre el universo tanto maacutes desconocemos106 El uni-

verso es complejo la relacioacuten entre materia-vida-pensamiento problemaacuteti-

ca pero al menos sabemos desde la primera mitad del s XX que no so-

mos meros espectadores de una escena ajena eterna e inmutable sino co-

partiacutecipes de un proceso evolutivo en devenir de complejidad creciente e

irreversible temporalidad que nos cobija al tiempo que nos sobrepasa107

104 Cfr Morin Edgar El meacutetodo V La humanidad de la humanidad Madrid Caacutetedra

2006 p 317 (trad cast Ana Saacutenchez) 105 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Κ 1-2 1059b 4-1060a 5 La foacutermula es equiacutevo-

ca porque no se sabe si se refiere al contenido de la filosofiacutea o al tipo de saber que la

conforma Cfr Zubiri Xavier ldquoLa idea de filosofiacutea en Aristoacutetelesrdquo en Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 p 102 106 Soacutelo tres momentos de la historia pueden compararse al presente en trascendencia

epistemoloacutegica (los relativos al desarrollo de la metafiacutesica griega la religioacuten cristiana y

la ciencia moderna) pero nunca la incertidumbre ha estado tan presente como ahora en

la tarea del intelectual de la mano de los resultados de la ciencia de nuevo cuntildeo que

tienen consecuencias para todos los campos del saber y para la propia vida Cfr Zubiri

Xavier ldquoNuestra situacioacuten intelectualrdquo en Naturaleza Historia Dios loc cit p 5

Cfr Heisenberg Werner op cit p 5 107 Cfr Prigogine Ilya Stengers Isabelle op cit p 271 Cfr Gil Ortiz Joseacute M Uni-

verso y naturaleza Madrid Sirius 2007 p 171

93

No parece del todo descabellado admitir que habitamos un universo

maacutes proacuteximo a los altibajos de los dramas shakespearianos que a la minu-

ciosa precisioacuten de los tratados newtonianos Sin duda hemos asistido al na-

cimiento de un nuevo cosmos y lo cierto es que nos encontramos siquiera

en uno de los estadios iniciales del conocimiento posible sobre el mismo

tanto a nivel subatoacutemico como cosmoloacutegico Tradicionalmente se ha pen-

sado que el conocimiento teniacutea un punto de partida y un teacutermino pero hoy

sabemos que el conocimiento es una aventura en espiral que tiene un punto

de partida histoacuterico pero que no tiene fin108

Pascal estuvo muy acertado al augurar que el hombre estaba situado

entre la nada y el todo En su opinioacuten nuestro mundo no es maacutes que un mi-

nuacutesculo pormenor en la inmensidad del universo En consecuencia nues-

tros intentos de comprenderlo no dan a luz sino aacutetomos al precio de la rea-

lidad de las cosas109 No es preciso antildeadir mucho maacutes Tomando como re-

ferencia la astrofiacutesica nuestra pequentildeez queda patente al cotejarnos con un

cosmos inmenso que se expande a traveacutes de miles de millones de antildeos luz

Lo mismo sucede ndashpero en sentido contrario- si tomamos como referencia

el mundo subatoacutemico puesto que estamos constituidos por miles de millo-

nes de partiacuteculas interconectadas elaboradas en el laboratorio coacutesmico pre-

bioacutetico

Este universo nacido de un suceso inefable que ha creado la materia

la luz el espacio y el tiempo tal y como nosotros los entendemos estaacute de-

terminado por un proceso dialoacutegico entre orden y desorden de resonancia

108 Cfr Morin Edgar ldquoLa epistemologiacutea de la complejidadrdquo en Gazeta de Antropolo-

giacutea 20-02 (2004) p 1 (trad cast Joseacute L Solana) 109 Cfr Pascal Blaise Pensamientos Barcelona RBA 2002 I 1 sect 84 pp 41-43 (trad

cast Juan Domiacutenguez) Para una formulacioacuten maacutes reciente de esta idea cfr Jaspers

Karl ldquoHistoria y cosmosrdquo en Origen y meta de la historia ed cit p 306

94

heracliacutetea En palabras de Morin nuestro cosmos laquose construye al destruir-

se y se destruye al construirseraquo por medio de un proceso de auto-organiza-

cioacuten constante donde interactuacutean un desorden ubicuo y unos pocos pero

certeros principios de orden110

La propia historia humana no hace sino evocar la historia coacutesmica

donde unos elementos viven de la muerte de otros para subsistir como ha-

biacutea enunciado Heraacuteclito (cfr 22 B 76 DK) Las estrellas por ejemplo vi-

ven de su muerte alimentaacutendose del fuego que nace en sus entrantildeas (que

las hace vivir a la vez que las consume) Los ecosistemas viven de la rege-

neracioacuten sistemaacutetica de sus componentes a traveacutes del intercambio constan-

te de materia y energiacutea con el medio Lo mismo ocurre con nosotros que

vivimos de la regeneracioacuten permanente ndashpor su muerte - de nuestras ceacutelulas

y moleacuteculas Y con nuestras sociedades que viven de la muerte de las vie-

jas generaciones al tiempo que se educa a las nuevas111

He aquiacute pues la nueva alianza entre el hombre y la naturaleza que

recuerda sin duda las elucubraciones de los primeros filoacutesofos En esta mis-

ma liacutenea sentildealoacute Popper en un artiacuteculo claacutesico sobre los presocraacuteticos la ne-

cesidad de volver a ellos para laquoencontrarnos con nosotros mismosraquo invi-

tando a la ciencia a retomar el problema baacutesico de estos pensadores que no

es otro que laquoentender el mundo en que vivimos y en consecuencia a noso-

tros mismos ndashpuesto que somos parte del mundo-raquo112

110 Cfr Morin Edgar El meacutetodo V La humanidad de la humanidad ed cit p 31 111 Cfr Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la naturaleza ed cit pp 418-421

Cfr Morin Edgar El meacutetodo VI Eacutetica Madrid Caacutetedra 2006 p 38 (trad cast Ana

Saacutenchez) 112 Popper Karl R ldquoBack to the Presocraticsrdquo en Furley DJ Allen RE (Eds) Stu-

dies in Presocratic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London Rout-

ledgeamp Kegan Paul 1970 p 130

95

iquestAcaso no es elocuente el hecho de que las cuestiones baacutesicas que

han entretejido la filosofiacutea occidental tales como Naturaleza Razoacuten Hom-

bre Dios etc se encuentren en los presocraacuteticos reunidas como elementos

de una misma sospecha La filosofiacutea es siempre nueva paradoacutejicamente

porque vuelve siempre sobre las mismas cuestiones que son perennes aun-

que se extraviariacutean de no ser sometidas a una revisioacuten constante No se ol-

vide que lo importante no es tanto el acierto de las respuestas como la ra-

dicalidad de las inquisiciones que sin duda iniciaron el camino del saber fi-

losoacutefico en Occidente

22 Algunos puentes entre Heraacuteclito y nuestro horizonte

Presentamos por uacuteltimo algunos nexos centrales de la filosofia natu-

ral actual que constituyen el trasunto de nuestra vuelta a Heraacuteclito aunque

constatando las diferencias obvias de lenguajes y perspectivas113

1- Complementariedad Trabajando en su modelo atoacutemico el fiacutesico

Niels Bohr se encontroacute con un problema la materia se presenta bajo

dos aspectos mutuamente excluyentes uno ondulatorio otro corpus-

cular Lo solucionoacute por medio del principio de complementariedad

presentado en el Congreso de Volta (1927) ndashaunque no definido de

una forma expliacutecita- seguacuten el cual en los fenoacutemenos subatoacutemicos

las partiacuteculas elementales manifiestan las dos propiedades a la vez

aunque bajo conceptos distintos por lo que para comprender los he-

113 Sobre los nexos que articulan la filosofiacutea natural en el presente cfr Espinosa Rubio

Luciano ldquoPensar la naturaleza hoyrdquo ed cit pp 332-343

96

chos subatoacutemicos son necesarios ambos modelos teoacutericos Una con-

secuencia epistemoloacutegica general de este principio es que lo contra-

dictorio es complementario (contraria sunt complementa) pues su-

pone pensar unidos dos aspectos loacutegicamente incompatibles de un fe-

noacutemeno si se busca una descripcioacuten completa del mismo114 La solu-

cioacuten de Bohr por tanto mantiene la tensioacuten en la contradiccioacuten sin

relegar uno de los polos en litigio en beneficio del otro La semejan-

za de este planteamiento con la armoniacutea de los contrarios de Heraacute-

clito es evidente cuyo ensamblaje depende de la propia tensioacuten y de

la estabilidad dinaacutemica que posibilita (cfr 22 B 51 DK B 80 DK)

2- Relacionalidad Se trata del plano maacutes baacutesico y conocido apela

tanto a la constitucioacuten relacional de cada individuo como a la rela-

cionalidad general de lo existente en cuanto totalidad Asiacute entendida

la relacioacuten es un constitutivo intriacutenseco de los entes un trascenden-

tal tanto desde su consideracioacuten esencial ad intra como desde su

consideracioacuten correlacional ad extra en tanto que pone a cada ente

en relacioacuten con los demaacutes Heraacuteclito sentildealoacute igualmente que la natura-

leza se traba por medio de conexiones (συνάψιες cfr 22 B 10 DK)

Volviendo al presente sentildeala Morin que un cosmos con todas sus

connotaciones no puede sobrevenir sino por la separacioacuten y no pue-

de existir sino en la relacioacuten entre lo que estaacute separado115 Tambieacuten

Zubiri como es sabido habloacute por extenso y de un modo maacutes radical

de la respectividad de lo real116 La relacioacuten por tanto indica al mis- 114 Cfr Rioja Ana op cit p 270 115 Morin Edgar El meacutetodo VI La Eacutetica ed cit p 35 116 Cfr Zubiri Xavier ldquoRespectividad de lo realrdquo en Realitas III-IV (1979) pp 13-

43

97

mo tiempo tendencia respectividad apertura y trascendencia donde

cada ente real tiene en su entrantildea maacutes profunda la orientacioacuten hacia

los demaacutes entes y hacia lo real mismo ndashsiendo dicha orientacioacuten laquoha-

cia otroraquo (ad aliud) y no laquoen otroraquo (in alio)-

2- Complejidad El pensamiento de lo complejo es uno de los temas

maacutes relevantes de la filosofiacutea de la naturaleza actual Se trata de un

cambio cualitativo en la forma misma de pensar basado en un enfo-

que poliscoacutepico que delimita pero no disjunta ni reduce planos entre

siacute por otro lado la incertidumbre pasa a ser un dato esencial en el

conocimiento como higiene mental y antiacutedoto contra la racionaliza-

cioacuten cerrada En el plano fiacutesico o natural destaca la dialoacutegica entre el

orden el desorden las interacciones y la organizacioacuten Obviamente

la dialoacutegica entre estos cuatro conceptos no nos da la clave del uni-

verso pero nos permite reflexionar sobre el misterio de la naturaleza

de un modo menos dogmaacutetico No se trata de permutar un teacutermino

simple por otro un teacutermino absoluto por otro sino que hay que bus-

car la inteligibilidad en la interaccioacuten e interdependencia de los cua-

tro117 En suma laquola naturaleza no es solamente phyacutesis caos y cosmos

juntos La naturaleza es lo que religa articula y hace que se comuni-

quen en profundidad lo antropoloacutegico con lo bioloacutegico y con lo fiacutesico

[hellip] La naturaleza de la naturaleza estaacute en nuestra naturalezaraquo118 En

este sentido es posible atisbar un continuo de continuos donde el ser

humano tiene cabida en tanto ser bioloacutegico y natural a la vez que lo

117 Sobre este tema cfr Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la Naturaleza

Madrid Caacutetedra 2006 pp 60ss (trad cast Ana Saacutenchez) 118 Cfr Ibid pp 420ss

98

trasciende en tanto ser social y cultural y donde el estudio interdis-

ciplinar por ende es una obligacioacuten ineludible119

3- Autopoiesis El teacutermino auto-produccioacuten fue introducido en 1971

por los bioacutelogos Humberto Maturana y Francisco Varela para desig-

nar el proceso por el que un sistema vivo organizado se auto-(re)-

produce120 Los sistemas auto-producidos mantienen una red de inter-

acciones entre sus elementos y de eacutestos con el entorno que a su vez

los mantiene y los renueva este complejo proceso reticular permite

la identidad estable y permanente del sistema a pesar de sus muacutelti-

ples transformaciones al tiempo que su autonomiacutea frente al entorno

a pesar del intercambio de materia y energiacutea Un sistema auto-poie-

tico ndashla organizacioacuten miacutenima de lo vivo- es aquel que continuamente

produce los componentes que lo especifican al tiempo que lo reali-

zan como unidad concreta en el espacio y en el tiempo haciendo po-

sible la propia red (network) de produccioacuten de componentes que lo

produce El mecanismo autopoietico se mantendraacute a siacute mismo como

unidad distinta mientras su concatenacioacuten baacutesica de procesos se man-

tenga intacta en presencia de perturbaciones y desapareceraacute cuando 119 ldquoUn universo complejo presupone una realidad muacuteltiple contradictorio-complemen-

taria danzante y fluyente una naturaleza heraclitianardquo Cfr San Miguel de Pablos Joseacute

L ldquoEdgar Morin del universo complejo a la realidad veladardquo en Tendencias de las re-

ligiones (19-V-2007) en httpwwwtendencias21net Trataremos la afinidad del pen-

samiento complejo con Heraacuteclito en el proacuteximo capiacutetulo que es uno de los presupuestos

baacutesicos de nuestra interpretacioacuten 120 Cfr Maturana Humberto Varela Francisco Autopoiesis and Cognition The Reali-

zation of the Living Dordrecht Kluwer Academic Publishers 1980 pp 79ss Cfr Vare-

la F Maturana H Uribe R ldquoAutopoiesis The Organization of Living Systems its

Characterization and a Modelrdquo en BioSystems 5 (1974) pp 187ndash196

99

se enfrente a perturbaciones que superen cierto umbral de viabilidad

La autopoiesis es un inmejorable ejemplo de este tipo de dialeacutectica

entre el nivel de componentes locales y el todo global unidos en re-

lacioacuten reciacuteproca a traveacutes de los requerimientos constitutivos de una

entidad que se auto-separa de su entorno Es evidente que un sistema

autopoietico depende de su entorno fiacutesico-quiacutemico para su conserva-

cioacuten como unidad separada de lo contrario volveriacutea a disolverse en

eacutel De aquiacute la intrigante paradoja propia de una identidad autoacutenoma

laquoEl sistema vivo debe diferenciarse de su entorno mientras mantiene

al mismo tiempo su acoplamiento (linkage) [hellip] Ahora en este aco-

plamiento dialoacutegico entre la unidad viva y su entorno fiacutesico-quiacutemico

la balanza se encuentra ligeramente inclinada del lado de lo vivo ya

que posee el rol activo en el acoplamiento reciacuteproco Al tiempo que

se define a siacute mismo como unidad define queacute queda fuera de eacutel esto

es su entorno circundante (surrounding environment)raquo121

4 Ecologiacutea La importancia de este teacutermino para la filosofiacutea de la na-

turaleza desde el punto de vista ontoepisteacutemico queda resumida en

el concepto de ecosistema como sentildeala Morin Esta nocioacuten prescribe

en un medio dado la inter-retro-accioacuten de las instancias fiacutesicas y bio-

loacutegicas lo que permite generar y regenerar sin cesar el propio ecosis-

tema producido por estas mismas interacciones Dicho de otro mo-

do las relaciones entre los seres vivientes no son solamente de con-

121 Cfr Varela Francisco ldquoAutopoiesis and a Biology of Intentionalityrdquo en McMullin

B Murphy N (Eds) Autopoiesis and Perception Dublin University Press 1992 pp

3-7 Sobre el tema de la autoorganizacioacuten bioloacutegica cfr Atlan Henri Entre le cristal et

la fumeacutee Essai sur lorganisation du vivant Paris Seuil 1986 pp 39-61 (trad cast

Manuel Serrat Madrid Debate 1990)

100

flicto o competencia sino tambieacuten de interdependencia y solidaridad

El ecosistema se autoproduce se autorregula y se auto-organiza sin

depender de un centro de control Su proceso de auto-regulacioacuten in-

tegra la muerte en la vida la vida en la muerte Es el famoso ciclo

troacutefico en el cual la muerte y la descomposicioacuten de unos animales

sirve de alimento a muchos otros de los que a su vez se alimentan

otros laquoDe este modo la vida y la muerte se sustentan la una a la otra

seguacuten la formula de Heraacuteclito ldquovivir de muerte morir de vidardquo [hellip]

El organismo de un ser viviente trabaja sin cesar pues degrada su

energiacutea para automantenerse tiene necesidad de renovarla alimen-

taacutendose en su medio ambiente de energiacutea y de este modo depende

de su medio ambiente Asiacute tenemos necesidad de la dependencia

ecoloacutegica para poder asegurar nuestra independenciaraquo122 La relacioacuten

ecoloacutegica nos conduce a una idea aparentemente paradoacutejica para ser

independiente es necesario ser dependiente Maacutes profundamente la

auto-eco-organizacioacuten significa que la organizacioacuten del mundo exte-

rior estaacute inscrita en el interior de nuestra propia organizacioacuten vivien-

te Asiacute el ritmo coacutesmico de la rotacioacuten de la Tierra sobre siacute misma

que hace alternar el diacutea y la noche se encuentra no solamente en el

exterior de nosotros sino tambieacuten en nuestro interior en forma de un

reloj bioloacutegico interno En este sentido debemos definirnos a la vez

122 Morin Edgar ldquoEl pensamiento ecologizadordquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm 12-01

(1996) pp 1-2 (trad cast Joseacute L Solana) ldquoEl proceso entero del mundo es un trueque

La muerte de uno es siempre la vida de otro [hellip] La unidad de Heraacuteclito se realiza me-

diante la tensioacuten La intuicioacuten bioloacutegica en esta idea genial es de una fecundidad ilimi-

tada Soacutelo en nuestro tiempo ha sido estimada en todo su valorrdquo Jaeger Werner Pai-

deia Los ideales de la cultura griega ed cit p 179 Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p

348

101

por la insercioacuten mutua y por nuestra distincioacuten con respecto a la na-

turaleza Vivimos en esta paradoacutejica situacioacuten Hemos llegado al mo-

mento histoacuterico en que el problema ecoloacutegico nos demanda tomar

conciencia a la vez de nuestra relacioacuten fundamental con el cosmos y

de nuestra extrantildeeza Estamos habituados a separar las cosas de su

entorno para comprenderlas mejor Pero el meacutetodo experimental ha

contribuido a desecologizar las cosas Es necesario dejar de ver al

hombre como un ser sobre-natural Es preciso abandonar el proyecto

de conquista y posesioacuten de la naturaleza formulado por la Moderni-

dad Este proyecto comenzoacute a ser cuestionado a partir del momento

en que nos dimos cuenta de que el universo permanece fuera de

nuestro alcance y de que los resultados incontrolados de la tecno-

ciencia nos estaacuten conduciendo al deterioro irreversible del planeta

Hoy sabemos que soacutelo se puede valorar en verdad al hombre si valo-

ramos tambieacuten la vida y que el respeto profundo hacia el hombre pa-

sa por el respeto profundo hacia la vida Estamos pues en presencia

de una ciencia de nuevo cuntildeo sustentada sobre un sistema complejo

que apela a la vez a las interacciones particulares y al conjunto glo-

bal que resucita el diaacutelogo y la confrontacioacuten entre el hombre y la

naturaleza permitiendo intervenciones mutuamente provechosas

En verdad desconocemos si existe una red de redes uacuteltima y transver-

sal que atraviese la realidad desde el aacutetomo a la estrella como pretenden

las laquoTeoriacuteas del Todoraquo o ToE (Theories of Everything)123 Lo dicho soacutelo es

un esbozo de algunos de los nexos que articulan el pensamiento actual en 123 Cfr Barrow John D Theories of Everything The Quest for Ultimate Explanation

Oxford University Press 1990 Cfr Weinberg Steven Dreams of a Final Theory The

Search for the Fundamental Laws of Nature London Hutchinson Radius 1993

102

torno a la naturaleza no de todos soacutelo de aquellos que tienen una mayor

resonancia en un contexto presocraacutetico a fin de que sirvan de miacutenimo co-

muacuten denominador entre el presente y el pasado y nos permitan retomar los

problemas claacutesicos (naturaleza y vida naturaleza y razoacuten etc) con aires

siempre renovados

103

Cap 3

laquoLa complejidad como presupuestoraquo

104

105

1 La ciencia de lo complejo

Tanto la pujante fiacutesica de los sistemas complejos como la incipiente

filosofiacutea de la complejidad suponen un nuevo modo de acometer el estudio

de la naturaleza en el presente desde dos distintas perspectivas con meacuteto-

dos distintos pero complementarios en el fondo La filosofiacutea por un lado

permite a la ciencia cuestionar o precisar su propio estatuto ontoepisteacutemico

la ciencia por su parte permite a la filosofiacutea comprender mejor algunos de

sus problemas perennes como el origen de la materia la vida o la mente124

En un sentido estrictamente cientiacutefico la complejidad se asocia con la

dinaacutemica no-lineal y la teoriacutea del caos determinista entre otras cosas esto

es con aquellos sistemas dinaacutemicos no-mecaacutenicos altamente sensibles a

cualquier alteracioacuten de las condiciones iniciales por lo que resultan impre-

visibles

laquoPosiblemente una de las ideas maacutes profundas acerca de la naturaleza de

lo que se conoce como comportamiento caoacutetico o simplemente caos sea

124 Cfr Fdez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa complejidad en la cienciardquo Anaacutelisis Madri+d

(2004) p 1 Nos encontramos ante un concepto relativamente nuevo por eso es preciso

avanzar con cautela Los propios cientiacuteficos no se ponen de acuerdo al definirlo Cfr

Vicsek Tamos ldquoThe Bigger Picturerdquo en Nature 418 (2002) p 131 Muchas de las no-

ciones conceptuales de la complejidad son relativamente nuevas pero los primeros pa-

sos del teacutermino en el sentido que explicitamos se remontan a la publicacioacuten del artiacutecu-

lo fundacional Weaver Warren ldquoScience and Complexityrdquo en American Scientist 36

(1948) pp 536-544 Como ampliacioacuten cfr Gershenson C Heylighen F ldquoHow can

we think the complexrdquo en Richardson Kurt (Ed) Managing the Complex vol I

Charlotte Information Age Publishing 2005 pp 47-62 Cfr Stengers Isabelle ldquoThe

Challenge of Complexity Unfolding the Ethics of Sciencerdquo en ECO vol 6 nordm 1-2

(2004) pp 92-99

106

la idea de dependencia sensible a las condiciones iniciales Es decir las

trayectorias de un sistema caoacutetico se alejan unas de otras a medida que

avanza el tiempo cuando parten de puntos iniciales muy proacuteximos Este

hecho tiene consecuencias draacutesticas en la capacidad de prediccioacuten de un

sistemaraquo125

En tales sistemas existen fenoacutemenos que emergen soacutelo cuando los

componentes estaacuten conectados formando metasistemas maacutes complejos que

revelan propiedades de las que sus propios elementos carecen (como resul-

tado de procesos de cooperacioacuten e interacciones mutuas entre los elementos

que los constituyen)126 En tales sistemas dicho de otro modo puede obser-

varse coacutemo las interacciones locales entre los individuos a menudo laquoen el

liacutemite del caosraquo (edge of chaos) esto es a medio camino entre el orden y el

desorden producen la emergencia de orden global con propiedades especiacute-

ficas del sistema considerado como un todo que retroactuacutean sobre los ele-

mentos iniciales127 Como consecuencia de la historia del sistema que se

relaciona con el medio de un modo activo (y no soacutelo reactivo) adaptaacutendose

a eacutel sucesivamente de lo simple nace lo complejo

Como reconoce Philip W Anderson Nobel de Fiacutesica en 1977 uno

de los teacuterminos fundamentales para entender la complejidad es el de emer-

gencia A cada nivel de complejidad aparecen propiedades completamente

125 Fdez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa fiacutesica al encuentro de la complejidadrdquo en Arbor CL

XXX III 728 (2007) p 895 Para un estudio de conjunto de esta disciplina cfr Fdez

Sanjuaacuten Miguel A Casado Vaacutezquez Joseacute M ldquoDinaacutemica no-lineal oriacutegenes y futurordquo

en Revista de la Unioacuten Iberoamericana de Sociedades de Fiacutesica 11 (2005) pp 23-31 126 Cfr Fdez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa complejidad en la cienciardquo ed cit pp 2ss 127 Para una explicacioacuten detallada de este proceso cfr Sametband Moiseacutes Joseacute Entre el

orden y el caos la complejidad Buenos Aires FCE 1999

107

nuevas y la comprensioacuten de estos nuevos comportamientos requiere una

investigacioacuten tan fundamental como cualquier otra128 En un artiacuteculo maacutes

reciente sentildeala justamente que existe un elevado nuacutemero de fiacutesicos que se

dedican a otro tipo de investigacioacuten fundamental la investigacioacuten de fenoacute-

menos que son demasiado complejos para ser analizados de modo sencillo

por simple aplicacioacuten de las leyes fundamentales Estos fiacutesicos estaacuten traba-

jando en la frontera entre lo misterioso y lo conocido es decir en la fron-

tera de la complejidad En este liacutemite la norma no es el reduccionismo sino

la emergencia Los fenoacutemenos complejos emergentes bajo ninguacuten concepto

vulneran las leyes microscoacutepicas sin embargo no aparecen como una con-

secuencia loacutegica de tales leyes129

Esto implica por un lado que las leyes que describen el comporta-

miento de los sistemas complejos son cualitativamente diferentes de las que

gobiernan las unidades de que estaacuten compuestos130 y por otro que la com-

plejidad del mundo supone un enorme contraste con la simplicidad de las

leyes de la fiacutesica de modo que todo es simple y ordenado excepto ndashpor su-

puesto- el propio mundo que tratamos de comprender131

Es suficiente para nuestro propoacutesito sentildealar el alcance extraordinario

de la creacioacuten espontaacutenea de orden a partir del desorden pues acaso expli-

que el origen de la vida la evolucioacuten bioloacutegica y mental las pautas ecosis-

128 Cfr Anderson Philip W ldquoMore is Differentrdquo en Science 177 (1972) pp 393-396 129 Cfr Anderson Philip W ldquoPhysics the Opening to Complexityrdquo en Proceedings of

the National Academy of Sciences of the USA 92 (1995) pp 6653-6654 130 Sobre este tema cfr Vicsek Tamas ldquoThe Bigger Picturerdquo ed cit p 131 Cfr Da-

vies Paul La mente de Dios La base cientiacutefica para un mundo racional Madrid Mc

Graw-Hill 1998 p 173 (trad cast Lorenzo Abellanas) 131 Cfr Goldenfeld Nigel Kadanoff Leo ldquoSimple Lessons from Complexityrdquo en

Science 248 (1999) pp 87-89

108

teacutemicas etc Lo esencial es cuestionarse coacutemo a partir de un proceso de

complejidad creciente del desorden nace el orden coacutemo por medio de

procesamientos sucesivos de informacioacuten auto-organizaciones adaptacio-

nes ramificaciones bifurcaciones saltos cuantitativos y tambieacuten cualitati-

vos se produce el paso de la materia a la vida y de eacutesta a la inteligencia en

todas sus manifestaciones132

laquoLo que tienen en comuacuten todos estos procesos es la existencia de un sis-

tema complejo adaptativo que adquiere informacioacuten acerca tanto de su

entorno como de la interaccioacuten entre el propio sistema y dicho entorno

identificando regularidades condensaacutendolas en una especie de esquema o

modelo interno y actuando en el mundo real sobre la base de dicho esque-

ma En cada caso hay diversos esquemas en competencia y los resultados

de la accioacuten en el mundo real influyen de modo retroactivo en dicha com-

petencia hasta optar por lo maacutes adecuado o eficazraquo133

El punto central de este acercamiento cientiacutefico es que no renuncia a

disolver lo complejo en lo simple por medio del descubrimiento de los re-

sortes baacutesicos comunes e identificables que permiten el desarrollo de este

proceso En este sentido esta teoriacutea no se diferencia tanto de la ciencia claacute-

sica salvo por el tratamiento estadiacutestico de lo no-lineal por cuanto no de-

siste de la pretensioacuten de reunir en unas pocas ecuaciones las claves del fun-

132 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoPerspectivas sobre el problema de la naturalezardquo en

VV AA Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los problemas del presente Salaman-

ca SCLF 2005 pp 50-51 133 Gell-Mann Murray El quark y el jaguar Aventuras en lo simple y en lo complejo

Barcelona Tusquets p 35 (trad cast Ambrosio Garciacutea Romualdo Pastor) Cfr Gell-

Mann Murray ldquoWhat is Complexityrdquo en Complexity vol 1 nordm 1 (1995) pp 16-19

109

cionamiento de la naturaleza134 El propoacutesito uacuteltimo no es otro que explicar

los fenoacutemenos y los seres complejos a partir de las leyes fundamentales de

la fiacutesica sin perder de vista en todo el proceso la conexioacuten con una uacutenica

estructura que atraviesa todos los niveles de modo que los planos superio-

res se explican siempre por los inferiores

laquoTenemos que comprender la manera en que surgieron a partir de la sim-

plicidad el orden y la regularidad del universo primigenio las condiciones

intermedias entre orden y desorden que han prevalecido en muchos luga-

res en eacutepocas posteriores y que han hecho posible entre otras cosas la

existencia de sistemas complejos adaptativos como los seres vivosraquo135

De lo que se trata en definitiva es de encontrar de un modo sisteacutemi-

co las semejanzas entre los distintos niveles de laquocomplejidad efectivaraquo es-

to es los peldantildeos de la escalera que sube de la fiacutesica elemental a la vida

compleja a fin de jalonar las encrucijadas de los episodios maacutes resentildeables

de la historia del cosmos y poder volver a hacer el camino inverso esta vez

con pleno conocimiento

2 La filosofiacutea de lo complejo

134 Cfr Lewin Roger Complejidad El caos como generador de orden Barcelona Tus-

quets 1995 pp 222-224 (trad cast Gabriel Loacutepez) 135 Gell-Mann Murray El quark y el jaguar Aventuras en lo simple y en lo complejo

ed cit pp 130-138 Esta idea estaacute desarrollada en Gell-Mann Murrary ldquoNature Con-

formable to Herselfrdquo en The Bulletin of the Santa Fe Institute 7 1 (1992) pp 7-10 En

esta liacutenea cfr Holland John H El orden oculto De coacutemo la adaptacioacuten crea la com-

plejidad Buenos Aires FCE 2004 (trad cast Esteban Torres)

110

En el tema de la complejidad cabe otro punto de vista maacutes filosoacutefico

que comparte con la ciencia algunas nociones relevantes sobre la combina-

cioacuten de evolucioacuten y complejidad pero descarta todo reduccionismo y no

cree posible encontrar unos pocos mecanismos simples que den cuenta de

todo cuanto hay Antes bien hace de la lucha contra toda forma de simplifi-

cacioacuten su estandarte en aras de una visioacuten maacutes compleja de lo real

El conocimiento cientiacutefico tiene una misioacuten clara disipar la aparente

complejidad de los fenoacutemenos para revelar el orden simple al que obede-

cen Pero si los modos simplificadores del conocimiento mutilan maacutes de lo

que clarifican aquellas realidades de las que intentan dar cuenta sin duda

tenemos un problema Por lo pronto un pensamiento complejo es ante todo

un pensamiento que distingue sin reducir ni desligar

laquoEs complejo aquello que no puede resumirse en una palabra maestra

aquello que no puede retrotraerse a una ley aquello que no puede reducir-

se a una idea simple Dicho de otro modo lo complejo no puede resumirse

en el teacutermino complejidad retrotraerse a una ley de complejidad reducirse

a la idea de complejidad La complejidad no seriacutea algo definible de mane-

ra simple para tomar el sitio de la simplicidad La complejidad es una pa-

labra-problema no una palabra-solucioacutenraquo136

136 Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo Barcelona Gedisa 1994 pp

21-22 (trad cast Marcelo Pakman) Morin deriva el adjetivo del teacutermino complexus

(ldquolo que estaacute tejido en conjuntordquo) Cfr Morin Edgar ldquoLe besoin drsquoune penseacutee comple-

xerdquo en Societeacutes nordm 62 4 (1998) p 58 Gell-Mann prefiere llamarlo pleacutectica que signi-

fica en griego ldquoretorcido o trenzadordquo De la palabra latina correspondiente plexus deri-

va ldquocomplejordquo (ldquoentretejidordquo) De la misma raiacutez es el verbo latino plicare (ldquoplegarrdquo) re-

lacionado con simplex (ldquoplegado una vezrdquo) y que da origen a ldquosimplerdquo La pleacutectica es

pues el estudio de la simplicidad y de la complejidad Cfr Gell-Mann Murray ldquoLetrsquos

Call It Plecticsrdquo en Complexity vol 1 nordm 5 (19951996)

111

Se trata de alentar un pensamiento flexible capaz de tratar o negociar

con lo real Esto requiere en primer lugar ver si hay un meacutetodo o modo de

pensar que pueda estar a la altura de la complejidad y en segundo lugar

deshacerse de dos ilusiones

1- Por un lado no hay que creer que la complejidad conduce sin maacutes

a la eliminacioacuten de la simplicidad Si bien es cierto que la compleji-

dad aparece alliacute donde falla el pensamiento simplificador no es me-

nos cierto que pretende atraer todo aquello que pone orden preci-

sioacuten claridad y distincioacuten en el conocimiento y en lo real mismo Lo

que rechaza no es lo simple sino la excesiva simplificacioacuten que mu-

tila reduce unidimensionaliza y finalmente ciega nuestra concep-

cioacuten del mundo Lo que se rechaza no es la razoacuten puesto que no se

admite otro modo de conocimiento teoreacutetico que ella sino el racio-

nalismo como dijo Ortega137

2- Por otro lado es preciso no confundir complejidad con comple-

tud La ambicioacuten del pensamiento complejo es rendir cuenta de las

articulaciones entre dominios disciplinarios quebrados por el pensa-

miento disyuntor que aiacutesla lo que separa y oculta todo lo que religa

interactuacutea interfiere138 Ciertamente el pensamiento complejo aspira

a un conocimiento multidimensional pero sabe de antemano que el

conocimiento completo es imposible Lo que le anima es la tensioacuten

permanente casi heracliacutetea que nace de la aspiracioacuten a un saber no 137 Cfr Ortega y Gasset Joseacute ldquoNi vitalismo ni racionalismordquo en El tema de nuestro

tiempo Madrid Alianza-Revista de Occidente 1987 p 105 138 Cfr Thompson Klein Julie ldquoInterdisciplinarity and Complexity An Envolving Re-

lationshiprdquo en ECO vol 6 nordm 1-2 (2004) pp 2-10

112

parcelado no dividido no reduccionista y el reconocimiento de lo

inacabado e incompleto de todo conocimiento139

No se trata de retomar la aspiracioacuten del pensamiento simple de con-

trolar y dominar lo real el papel del conocimiento ya no es explicar lo vi-

sible-complejo por lo invisible-simple Se trata de ejercitarse en un pensa-

miento capaz de dialogar y negociar con lo real Esto quiere decir que en

contraposicioacuten al modo de pensar tradicional que divide los conocimientos

en disciplinas aisladas el pensamiento complejo es un modo de relacioacuten ra-

dical una buacutesqueda sin teacutermino de nudos redes y articulaciones entre los

distintos saberes En este sentido aspira a un conocimiento multidimensio-

nal y metasisteacutemico abierto a la incertidumbre sabiendo de antemano que

un conocimiento completo es imposible el conocimiento no estaacute hecho de

una vez para siempre sino que es una aventura un quehacer constante

laquoLa simplicidad ve lo uno y ve lo muacuteltiple pero no puede ver que lo uno

puede al mismo tiempo ser muacuteltipleraquo140

Morin lo denomina laquounidad complejaraquo (unitas multiplex) situando

su origen en Heraacuteclito quien atisba la multiplicidad en la unidad asiacute como 139 Cfr Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo ed cit pp 22-23 Cfr

Morin Edgar ldquoLa complexiteacuterdquo en Colloque sur les interrelations entre la biologie les

sciences sociales et la societeacute Paris UNESCO 1974 en httpunesdocunescoorgima

ges0001000115011551fbpdf 140 Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo ed cit p 85 ldquoLo malo del re-

duccionismo no estaacute en querer entender lo muacuteltiple desde lo uno sino en negar la diver-

sidad de un modo impositivo y arbitrario lo cual una vez maacutes antes de ser malo o bue-

no es acertado o erroacuteneordquo Arana Juan ldquoiquestEs la naturaleza un libro escrito en caracteres

matemaacuteticosrdquo en Anuario Filosoacutefico 33 (2000) p 48

113

la complementariedad de los contrarios Lo uno es pues muacuteltiple y comple-

jo141 Asumir la complejidad es aceptar ndashsin disolver- la tensioacuten propia de

toda contradiccioacuten La aparicioacuten de una contradiccioacuten abre un abismo en el

discurso que revela los liacutemites de la loacutegica (y justamente la complejidad

de lo real) esto es la emergencia de lo desconocido en lo conocido la ne-

cesidad de acometer una apertura en la racionalidad142

laquoLa cuestioacuten es saber si la aparicioacuten de una contradiccioacuten es signo de

error es decir si es necesario abandonar el camino que ha conducido a

ella o si por el contrario nos revela niveles profundos o desconocidos de

la realidad [hellip] El verdadero problema es que la misma loacutegica es la que

nos conduce a momentos aporeacuteticos los cuales pueden o no pueden ser su-

perados Lo que revela la contradiccioacuten si ella es insuperable es la pre-

sencia de un nivel de realidad que cesa de obedecer a la loacutegica claacutesica o

aristoteacutelicaraquo143

Es importante destacar que mientras que la filosofiacutea se ha enfrentado

desde el inicio con la contradiccioacuten (Heraacuteclito Nicolaacutes de Cusa Pascal

Kant Hegel Marx etc) la ciencia claacutesica siempre la rechazoacute Una contra-

diccioacuten no podiacutea ser sino indicio de un error de razonamiento por ello de-

biacutea ser eliminada junto con el razonamiento que la albergaba Cuando N

141 Cfr Morin Edgar ldquoLe deacutefi de la complexiteacuterdquo en Chimeres nordm 5-6 (1998) pp 4ss 142 Cfr Wunenburger Jean-Jacques La raison contradictoire sciences et philosophie

modernes la penseacutee du complexe Paris Albin Michel 1990 Cfr Wunenburger Jean-

Jacques ldquoDel antoacutenimo a la paradoja el discurso de la complejidadrdquo en La Laacutempara

de Dioacutegenes 4-7-4 (2003) (trad cast Jesuacutes Santander) 143 Morin Edgar ldquoLa epistemologiacutea de la complejidadrdquo en Gazeta de Antropologiacutea

20-02 (2004) p 11 (trad cast Joseacute Luis Solana) Cfr Morin Edgar El meacutetodo II La

vida de la vida Madrid Caacutetedra 2006 p 383 (trad cast Ana Saacutenchez)

114

Bohr aceptoacute la unioacuten de las nociones contrarias de onda y corpuacutesculo de-

claraacutendolas complementarias se dio el primer paso de una formidable revo-

lucioacuten episteacutemica la aceptacioacuten de una contradiccioacuten por parte de la racio-

nalidad cientiacutefica Es preciso pues no olvidar la idea compleja contraria

sunt complementa de clara iacutendole heracliacutetea Por otro lado en 1931 el Teo-

rema de indecibilidad de Goumldel abrioacute una brecha en el seno mismo de la loacute-

gica formal postulando que no es posible que un sistema consistente de

axiomas sea absolutamente demostrable desde dentro Al menos contiene

un enunciado que aunque sea verdadero no es deducible del sistema sien-

do preciso acceder a un metasistema Esto no es sino una invitacioacuten al pen-

samiento complejo a la higiene mental al metapunto de vista de modo que

no se tomen las contradicciones soacutelo como limitaciones sino tambieacuten como

posibilidades de superar en sentido hegeliano lo anti- en lo ndashmeta No co-

mo resquebrajaduras sino como viacuteas de paso

laquoEl pensamiento que deja de ser un espejo de la realidad se comunica

con el universo no soacutelo por una constitucioacuten loacutegica comuacuten sino por una

incompletud loacutegica comuacutenraquo144

En este sentido Morin se siente maacutes cercano a la dialoacutegica de Heraacute-

clito que a la dialeacutectica de Hegel Mientras que eacutesta normalmente tiende a

disolver o resolver todas las contradicciones en un tercer teacutermino (posi-

cioacutenndashnegacioacuten siempre dan negacioacuten de la negacioacuten) aqueacutella entiende que

144 Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas ed cit p 197 En palabras de Axelos ldquoTo-

do pensamiento radical intenta sacar a la loacutegica de sus casillasrdquo Axelos Kostas Contri-

bution agrave la logique Paris Minuit 1977 p 102 De otro modo si hubiera una loacutegica que

fuera capaz de sojuzgar el pensamiento eacuteste perderiacutea la complejidad la creatividad la

invencioacuten y la vida

115

hay contradicciones que son insuperables (tenemos que vivir con ellas) de

ahiacute que la tensioacuten sea ndashpara Heraacuteclito- una condicioacuten indispensable para

mantener la inseparabilidad o armoniacutea de los contrarios145

El pensamiento puede trabajar con la contradiccioacuten pero no disolver-

la sin maacutes Uno de los maacutes altos tinos de Hegel fue precisamente el de le-

vantar acta de la insuficiencia de los principios de la loacutegica claacutesica (identi-

dad no-contradiccioacuten y tercio excluso) ante la complejidad de lo real146 Su

dialeacutectica no es una nueva loacutegica sino un pensamiento filosoacutefico potente

que se opone a la simplificacioacuten de la loacutegica cerrada mediante el recono-

cimiento de la contradiccioacuten Pero por otro lado no se trata de renunciar a

la loacutegica claacutesica laquoel uso de la loacutegica es necesario para la inteligibilidad la

superacioacuten de la loacutegica es necesaria para la inteligenciaraquo147

No sabemos en queacute momento se puede volver incoherente nuestro

pensamiento ni en queacute momento lo real escaparaacute entre sus redes o las rom-

peraacute pero en el momento en el que esto se produzca se tiene que asumir

sin anestesia con lucidez se debe continuar adelante en sentido popperia-

no puesto que lo real es abierto e inacabado por definicioacuten pero nunca re-

currir al subterfugio ni a la ilusioacuten

La complejidad no es una receta para conocer lo inesperado pero nos

vuelve prudentes atentos y no nos deja dormirnos ndashal modo heracliacuteteo- Es

maacutes una nocioacuten loacutegica que una nocioacuten cuantitativa Complejidad reitera-

mos es una palabra-problema no una palabra-solucioacuten Un reto y no una

145 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoI Presocraticirdquo en Mathieu Vittorio (Ed) Questioni

di Storiografia filosofica vol I Brescia La Scuola 1975 p 32 146 Cfr Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas ed cit p 184 pp 199-200 Cfr Morin

Edgar Autocriacutetica Barcelona Kairoacutes 1976 p 52 (trad cast Janine Muls Jaime Lia-

ras) 147 Morin Edgar El meacutetodo IV Las ideas loc cit p 212

116

respuesta cerrada Se trata de una convivencia entre orden y desorden entre

certidumbre e incertidumbre La amnesia ontoloacutegica del pensamiento tradi-

cional olvidoacute la otra cara de lo real el desorden la incertidumbre el azar

No podemos eliminar la incertidumbre ni el desorden del universo pero

podemos tomarlos como acicate y no como desaliento No como resta sino

como suma

117

2ordf parte

laquoDiscurso eco-enantio-loacutegico o sobre la naturalezaraquo

118

ldquoEl maacutes bello orden-del-mundo

desperdicios sembrados al azarrdquo

Heraacuteclito (22 B 124 DK)

119

Cap 4

laquoLa naturaleza como realidad radicalraquo

120

121

1 Inmediatez de la pregunta por la naturaleza en los presocraacuteticos

La inquietud por conocer la naturaleza es tan remota como la propia

filosofiacutea acaso como el propio ser humano Como es sabido los presocraacuteti-

cos elaboraron escritos comprendidos bajo el tiacutetulo Περὶ φύσεως148 Esta

denominacioacuten claacutesica aunque procede de la eacutepoca heleniacutestica no es ni mu-

cho menos azarosa sino que apunta con tino e intencioacuten al objeto de estu-

dio de estos pensadores149 Incluso tuvo que darse el caso de que la parte

maacutes ambiciosa de la filosofiacutea fuese denominada metafiacutesica llevando im-

presa en su nombre una relacioacuten de posteridad con respecto al conocimien-

to de lo fiacutesico (τὰ μετὰ τὰ φυσικά)150

La comunicacioacuten de lo natural con lo sobrenatural se evidencia de in-

mediato sobre todo si se tiene en cuenta que cuestiones tan fundamentales

como iquestde doacutende venimos o iquestquieacutenes somos son inseparables de otra no

menos radical como iquestdoacutende estamos Conocer lo humano por tanto no es

separarlo de la naturaleza sino justamente situarlo en ella de donde proce- 148 Hasta donde tenemos noticia Anaximandro fue el primer filoacutesofo que dejoacute un escrito

laquosobre la naturalezaraquo (cfr 12 A 7 DK) 149 Kirk y Guthrie sostienen que este era un tiacutetulo que se adjudicaba en el Museo alejan-

drino a falta de un testimonio concreto a los textos de los autores a los que Aristoacuteteles

denominoacute fiacutesicos Cfr Kirk G S Raven J E Schofield M op cit p 148 Cfr Gu-

thrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 80 No obstante tene-

mos un pasaje de Platoacuten en el que Soacutecrates rememora su intereacutes de juventud por ldquoese ti-

po de saber que llaman investigacioacuten sobre la naturalezardquo (περὶ φύσεως ἱστορία) que

confirma que se trata de un ldquotiacutetulordquo muy apropiado para describir la tarea de los preso-

craacuteticos Cfr Platoacuten Fedoacuten (Diaacutelogos vol III) Madrid Gredos 2002 96a 7 (trad cast

Carlos Gordf Gual) 150 Cfr Arana Juan ldquoNaturaleza y razoacuten ciencia natural y filosofiacutea de la naturalezardquo

en Theacutemata 5 (1988) p 9

122

de nosotros no somos sin ella pero ndashen cierto modo- ella tampoco es sin

nosotros puesto que soacutelo la razoacuten humana es capaz de investigarla en bus-

ca de sentido151

La naturaleza es un tema capital para la filosofiacutea griega desde sus ini-

cios En el caso que nos ocupa se trata de su objeto central de estudio y del

horizonte que posibilita toda otra pregunta sea sobre lo coacutesmico lo huma-

no o lo divino Del mismo modo es el marco que comprende los temores e

inquietudes que provoca en el hombre arcaico cuanto le rodea aquello que

le envuelve al tiempo que le sobrepasa aquello que no entiende a pesar de

ser lo maacutes cercano e inmediato152 Lo natural se impone como presencia en-

volvente como circunstancia esencial puesto que por medio de ella se hil-

vanan todos los niveles de lo real lo natural es principio elemental de ra-

cionalidad y contexto primordial para la vida La naturaleza es laquopreguntaraquo

y es laquorespuestaraquo para las cosmovisiones presocraacuteticas por eso nunca es un

151 Noacutetese que lo impensable y lo impensado vuelven a estar hoy tan presentes y cerca-

nos como lo estaban para los primeros filoacutesofos lo que ha obligado a la fiacutesica a idear

conceptos maacutes proacuteximos si cabe a la intuicioacuten poeacutetica de los milesios que al rigor sis-

temaacutetico de Newton tales como ldquoagujero negrordquo ldquomateria oscurardquo o ldquocuerda coacutesmicardquo

O lo que es lo mismo hemos retomado la conciencia de que el misterio humano va uni-

do al misterio de la vida y el cosmos puesto que como nos ha ensentildeado la ciencia laquolle-

vamosraquo en nosotros mismos la vida y el cosmos Cfr Morin Edgar El meacutetodo V La

humanidad de la humanidad ed cit p 47 Cfr Morin Edgar El meacutetodo VI Eacutetica ed

cit p 40 152 Esto no es preciso demostrarlo como dijo Aristoacuteteles porque es una evidencia de la

experiencia (ἐκ τῆς ἐπαγωγῆς) ldquoQue la naturaleza existe seriacutea ridiacuteculo intentar de-

mostrarlo pues es claro que hay cosas que son asiacute y demostrar lo que es claro por lo

que es oscuro es propio de quienes son incapaces de distinguir lo que es cognoscible por

siacute mismo de lo que no lo esrdquo Aristoacuteteles Fiacutesica Madrid Gredos 2002 II 1 193a 3-5

(trad cast Guillermo Rodriacuteguez de Echandiacutea)

123

elemento neutro sino que aparece como presupuesto y expresioacuten del resto

de los planos Se trata en suma del suelo sobre el que se asienta lo humano

mismo153

Como es sabido el teacutermino encierra varios sentidos baacutesicos en la fi-

losofiacutea griega que permanecen a traveacutes de los distintos pensadores que se

han ocupado de ella154

1 En sentido extensional la naturaleza es el conjunto de todos los

entes que componen el universo (φύσις τῶν πάντων)

2 En sentido intensional la naturaleza es el conjunto de cualidades

que hacen que un ente sea justamente lo que es (τὸ τί ἦν εἶναι)

153 Cfr Espinosa Rubio Luciano ldquoSobre metafiacutesica y filosofiacutea de la naturalezardquo en

VV AA Metafiacutesica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salamanca SCLF

1996 p 142 ldquoNada influye tan decisivamente en la historia como la imagen que el

hombre tenga de su contorno del universo [hellip] A tal idea sobre el cosmos corresponde

irremisiblemente tales ideales eacuteticos poliacuteticos y artiacutesticosrdquo Ortega y Gassset Joseacute El

tema de nuestro tiempo ed cit p 99 154 Cfr Whitehead Alfred North The Concept of Nature Cambridge Cambridge Uni-

versity Press 1982 p 3 Cfr Whitehead Alfred North ldquoNaturaleza y Vidardquo en Logos

Anales del Seminario de Metafiacutesica vol 37 (2004) p 259 (trad cast Laura Nuntildeo Joseacute

L Gonzaacutelez) El Diccionario de la RAE (22 ed) recopila hasta 18 acepciones entre las

que destacan ldquoesencia y propiedad caracteriacutestica de cada serrdquo ldquoconjunto orden y dis-

posicioacuten de todo lo que compone el universordquo ldquoinstinto propensioacuten o inclinacioacuten de las

cosas con que pretenden su conservacioacuten o aumentordquo ldquofuerza o actividad natural con-

trapuesta a la sobrenaturalrdquo ldquoprincipio universal de todas las operaciones naturalesrdquo

Cfr httpwwwraecom

124

3 En el caso de los presocraacuteticos la naturaleza es la materia de la

que nacen todas las cosas a la que todas retornan al morir al tiempo

que la potencia que permite tal nacimiento (ἀρχὴ τῶν πάντων)

Incidiendo en los primeros filoacutesofos por tanto podemos destacar dos

perspectivas parejas Por un lado la naturaleza es entendida como lo prima-

rio lo fundamental lo que perseverando hace que las cosas se renueven

esto es la realidad en toda su extensioacuten En consecuencia la naturaleza es

al mismo tiempo la causa de la fluencia y estabilidad de lo real lo que per-

mite que las cosas crezcan y se desarrollen es decir el horizonte mismo

donde se entrelazan el ser y el devenir Esto nos conduce a un teacutermino cen-

tral el de ἀρχή o principio del que procede todo cuanto es y al que retorna

todo cuanto deja de ser De este modo la naturaleza es la realidad radical

aquello que permanece como sustento y componente baacutesico de todo lo visi-

ble y lo invisible155 Por otro lado la naturaleza es entendida como princi-

pio del movimiento responsable de la presencia de los entes de su apari-

cioacuten y desaparicioacuten En este sentido la naturaleza es la fuente del nacer de

cada cosa siempre que dicho proceso surja del mismo ser que nace Se tra-

ta de la uacutenica realidad capaz de conjugar el verbo nacer de un modo entran-

sitivo e impersonal O dicho en teacuterminos aristoteacutelicos todos los entes que

son laquopor naturalezaraquo (φύσει) tienen en su interior el principio de su propio

movimiento desarrollo y expresioacuten156

Ambas perspectivas conciben la naturaleza como la totalidad auto-re-

ferente de lo que hay en el sentido de que todo cuanto existe procede a su

155 Cfr Conche Marcel Preacutesence de la nature ed cit pp 3-13 156 Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit II 1 192b-193b Sobre este tema cfr Collingwood

Robin G op cit pp 81-85

125

vez de aquello que posibilita su movimiento es decir la naturaleza no de-

pende de ninguna determinacioacuten externa sino de las presencias y relacio-

nes que se establecen en su seno siendo por el mismo movimiento causa

de siacute y de las cosas Los presocraacuteticos en suma sondearon la naturaleza

por medio de una intuicioacuten poeacutetica fundamental por eso aparece como un

concepto poliscoacutepico sin liacutemites cerrados que comprende bajo un mismo

destino lo humano y lo divino lo celeste y lo terrestre La naturaleza por

tanto no es sino la potencia que desvela o activa ndashpor medio de su apare-

cer- lo que estaba oculto o en potencia aunando la fuente del nacer con la

del permanecer al tiempo que se retro-alimenta del perecer

2 La pregunta por la naturaleza y la buacutesqueda del primer principio

Como es sabido el nacimiento de la filosofiacutea occidental se suele em-

parejar con el paso laquode lo miacutetico a lo racionalraquo en el intento de dar razoacuten

(λόγον διδόναι) de todo cuanto hay y ello con la conviccioacuten baacutesica de

que el desorden y la multiplicidad aparentes de la naturaleza se someten ndash

en uacuteltima instancia- a un orden inaparente pero estable y a un primer prin-

cipio sustantivo y esencial (ἀρχή) En un sentido amplio los mitos son un

conjunto de narraciones poeacuteticas tradicionales que responden sin paliativos

a las cuestiones maacutes radicales que atantildeen al ser humano La filosofiacutea no re-

nuncia a tales cuestiones pero las acomete de otro modo Por otra parte no

se olvide que los mitos no son un conjunto de relatos neutros sino que hay

una posicioacuten intelectual subyacente ya que presentan una explicacioacuten que

quiere pasar por vaacutelida del origen del cosmos los dioses la vida y la socie-

dad De este modo hay representacioacuten miacutetica pero tambieacuten pensamiento

126

miacutetico por eso dijo Aristoacuteteles que laquotambieacuten el que ama los mitos (φιλό-

μυθος) es en cierto modo filoacutesofo (φιλόσοφος πώς ἐστιν)raquo157

En consecuencia los acontecimientos de la naturaleza encuentran su

sentido en el mito y dependen primariamente de la antojadiza voluntad de

los dioses o bien de un destino inexorable e impersonal En adelante lo

que sucede es que la idea de destino seraacute sustituida por la de necesidad

despojaacutendola por tanto de su ropaje irracional Las cosas naturales en su-

ma no suceden ahora cuando los dioses quieren sino cuando y como tie-

nen que suceder puesto que obedecen a principios inmutables y humana-

mente aprehensibles

Asiacute nacioacute la filosofiacutea tratando de desvelar la naturaleza tratando de

encontrar la razoacuten uacuteltima y verdadera de ese universo que se le presentaba

misteriosamente ante sus ojos Ni la astronomiacutea ni la matemaacutetica nacieron

con los griegos tampoco el pensamiento racional como tal pero no es me-

nos cierto que los griegos hicieron un uso propio e ineacutedito de la razoacuten su-

mamente provechoso para la posteridad Se trata de una rigurosa buacutesqueda

del sustento invisible de lo visible o fenomeacutenico para ndashen uacuteltima instancia

- alcanzar una recta comprensioacuten del trabado y subterraacuteneo funcionamiento

del cosmos Lo importante en definitiva no es zanjar la cuestioacuten de si los

griegos fueron o no los primeros en hacer un uso teoreacutetico de la razoacuten sino

profundizar en el hecho de que acaso lo primero que hicieron con ella fue

157 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 2 982b 18-19 El Estagirita reconoce que la mito-

logiacutea y la filosofiacutea tienen un origen comuacuten el sentimiento de laquoadmiracioacutenraquo ante lo que

nos rodea si bien ldquolos poetas dicen muchas mentirasrdquo y es preciso reconocer que soacutelo la

filosofiacutea ofrece un verdadero conocimiento de las causas de las cosas Sobre este tema

cfr Bollack Jean La Grecia de nadie Las palabras dentro del mito Meacutexico S XXI

1999 pp 194ss (trad cast Glenn Gallardo) Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu

griego Barcelona Ariel 1975 pp 18-19 (trad cast Manuel Sacristaacuten)

127

aplicarla al estudio del mundo natural que nos envuelve y soporta158 Por

eso desde el inicio no se entiende la pregunta por lo natural sin referirla a

la pregunta por lo laquosobre-naturalraquo

laquoLos griegos van a investigar la phyacutesis y a buscar su archeacute [hellip] pero en la

investigacioacuten de la phyacutesis van a superarla en una meta-phyacutesis en una reali-

dad de otro orden fundante de toda realidad visibleraquo159

Aparte de todas estas consideraciones de todos conocidas es preciso

fijarse en el hecho entendemos que no pasajero de que la filosofiacutea occi-

dental naciera como un cuestionamiento acerca de la naturaleza (περὶ φύ-

σεως ἱστορία) entendiendo por tal el conjunto de todo cuanto existe esto

es el universo mismo160 El teacutermino φύσις fue inicialmente elevado por

los filoacutesofos al nivel de una nocioacuten maacuteximamente general siendo aplicado

no soacutelo a las sustancias particulares sino a toda la realidad en su conjunto

Todo pertenece al aacutembito de la naturaleza dioses y hombres cielo y tierra

plantas y animales la especie humana y sus logros Los griegos contaron

tambieacuten con otros teacuterminos semejantes para referirse al todo de la realidad

en su conjunto Tal es el caso de los teacuterminos ἀλήθεια y οὐσία y de ma-

158 Cfr Arana Juan Materia Universo Vida Madrid Tecnos 2001 p 296 Sobre esto

mismo cfr Peacuterez de Laborda Alfonso ldquoEl nacimiento de la ciencia los filoacutesofos pre-

socraacuteticosrdquo en Estudios filosoacuteficos de historia de la ciencia Madrid Encuentro 2005

p 19 159 Goacutemez Muntaacuten Joseacute Luis ldquoNaturaleza y filosofiacutea griega De la phyacutesis a la meta-

phyacutesisrdquo en Pensamiento vol 51 nordm 201 (1995) pp 353-354 160 Todas estas ideas han sido presentadas magistralmente por Guthrie por lo que no in-

sistimos maacutes Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp

37-48

128

nera especial del participio del verbo εἶναι (τὸ ὄν en plural τὰ ὄντα lo

que es o hay las cosas que hay existen o son) Finalmente como es bien

sabido seraacute este uacuteltimo ndashel participio ὄν ὄντα- el que acabaraacute imponieacuten-

dose como teacutermino de la maacutexima universalidad en la especulacioacuten filosoacutefi-

ca fundamentalmente a partir de Parmeacutenides161

Noacutetese por otro lado que se dice laquola realidad en su conjuntoraquo no soacute-

lo porque sea la suma de todo cuanto hay sino justamente porque todo eso

estaacute conjuntado en el sentido de que emana naturalmente de la propia na-

turaleza incluido el hombre respetando un ritmo inmanente un orden inal-

terable y unas medidas eternas e inmutables En suma en esa eacutepoca inicial

de la filosofiacutea griega surge una radical extrantildeeza ante el mundo circundan-

te cuando la explicacioacuten miacutetica no satisface el asombro del sujeto humano

que se cuestiona el enigma natural del universo La realidad global se pre-

senta ante esos inquietos pensadores como algo que requiere una explica-

cioacuten distinta a la que dan las narraciones miacuteticas se tuvo entonces la sen-

sacioacuten de que los mitos tradicionales no procuraban con sus narraciones

poeacuteticas una imagen veraz a la altura de los tiempos162

En una ciudad jonia costera nacioacute con los milesios la figura del gran

pensador que se enfrenta de un modo teoreacutetico con la totalidad de lo real

para referirnos una explicacioacuten que no remita a la intervencioacuten de factores

extramundanos sino a la propia actividad inmanente de la naturaleza ndashque

presenta una estructura unitaria y fundamental que afecta a todo a la vez

que lo entrelaza-

161 Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la filosofiacutea

griegardquo en Daimon nordm 22 (2001) p 36 162 Cfr Garciacutea Gual Carlos ldquoApuntes sobre los comienzos del filosofar y el encuentro

griego del Myacutethos y del Loacutegosrdquo en Daimon nordm 22 (2001) p 5

129

laquoLa phyacutesis vendriacutea a ser la fuerza que provoca todo devenir y todo crecer

un proceso regular con orden fijo y leyes inmanentes e inviolables que no

exigen ni consienten ninguna intervencioacuten exteriorraquo163

Por otro lado hay que destacar que las cosas nacen de la naturaleza

como algo que eacutesta produce de suyo en cuanto ἀρχή Ademaacutes el movi-

miento que permite tal nacimiento y la posterior autoconformacioacuten de las

cosas procede a su vez de la propia naturaleza En este sentido la naturale-

za no es uacutenicamente principio sino algo si cabe maacutes fundamental algo que

permanece activo tras el momento inicial algo que constituye el fondo per-

manente que hay en todas las cosas a modo de sustancia o sustrato de que

todas estaacuten hechas En ella se entrevera por tanto el principio y lo princi-

piado de un modo esencial En este sentido la naturaleza es tambieacuten causa

eficiente o principio del movimiento materia dotada de vida que se auto-

mueve al tiempo que se autodetermina utilizando teacuterminos aristoteacutelicos

que no presocraacuteticos164

Como sentildeala Jaeger φύσις significa ambas cosas de manera conjun-

ta el acto de φῦναι el proceso de surgir y desarrollarse y tambieacuten la fuen-

te originaria de las cosas aquello a partir de lo cual surgen y se desarrollan

esto es la realidad subyacente a todas las cosas de nuestra experiencia Por

tanto este teacutermino puede designar tanto la generacioacuten como lo generado

ameacuten de la materia o sustrato del que procede que no soacutelo actuacutea en el mo-

163 Goacutemez Muntaacuten Joseacute L ldquoNaturaleza y filosofiacutea griega De la phyacutesis a la meta-phyacute-

sisrdquo ed cit p 356 164 Cfr Cappelletti Aacutengel ldquoVida y evolucioacuten en la filosofiacutea griegardquo en Pensamiento

vol 46 nordm 182 (1990) pp 225-226 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A I 3 983b

11-13

130

mento inicial sino que permanece latente a lo largo de todo la evolucioacuten de

lo generado165

Siguiendo a Zubiri con una idea tal de permanencia el pensamiento

presocraacutetico renuncioacute manifiestamente al camino marcado por la mitologiacutea

tradicional pergentildeando de este modo un nuevo camino que maacutes tarde da-

raacute lugar a la filosofiacutea y a la ciencia

laquoLas cosas en su generacioacuten natural reciben de la naturaleza su sustancia

La naturaleza misma es entonces algo que permanece eternamente fecun-

do e imperecedero [hellip] en el fondo y por encima de la caducidad de las

cosas particulares fuente inagotable de todas ellas Por esto los grandes

pensadores griegos y todaviacutea auacuten el propio Aristoacuteteles llamaron a la natu-

raleza lo divino (τὸ θεῖον)raquo166

Los hombres que realizaron esta inquisicioacuten sobre la naturaleza tra-

taron de centildeir con su mirada escrutadora la totalidad del universo y de pe-

netrar hasta su uacuteltima raiacutez comunicando asiacute con laquolo divinoraquo167 La natura-

leza es tambieacuten para los presocraacuteticos algo divino en el sentido arriba sentildea-

lado pues comprende todas las cosas estando presente en todas Se trata de

una presencia vital que unas veces estaacute dormida y otras despierta que unas

165 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 26 A

este respecto cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la fi-

losofiacutea griegardquo ed cit p 36 166 Zubiri Xavier ldquoSoacutecrates y la sabiduriacutea griegardquo en Naturaleza Historia Dios ed

cit p 168 Para las antiguas religiones politeiacutestas en efecto ser divino significa ser in-

mortal pero con una inmortalidad que deriva de un inagotable caudal de vitalidad Cfr

Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 143 167 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Λ 9 1075a 5-9

131

veces se muestra con claridad y otras ama esconderse (φύσις κρύπτεσ-

θαι φιλεῖ) como sentildealoacute Heraacuteclito (22 B 123 DK)168 No obstante todas

estas variaciones no son aleatorias sino que tienen un caraacutecter ciacuteclico su-

ceden conforme a un orden y a una medida llaacutemese χρόνος en el caso de

Anaximandro o λόγος en el caso de Heraacuteclito

Los que arrancaron de este modo el velo que ocultaba la naturaleza

revelando a los hombres la verdadera esencia de lo-que-siempre-es fueron

llamados en justeza filoacutesofos (laquoamantes de la sabiduriacutearaquo) laquolos que filosofa-

ron acerca de la verdadraquo en palabras de Aristoacuteteles pues esta verdad no

consistioacute sino en el conocimiento del λόγος de la φύσις por eso al hablar

de ella el Estagirita emplea como sinoacutenimos laquoindagar la verdadraquo e laquoinda-

gar la naturaleza de las cosasraquo169

El pensamiento arcaico religoacute esencialmente al hombre con la natu-

raleza (y al contrario) lo que anula todo intento de someterla o transfor-

marla seguacuten los intereses o las necesidades humanas y permite que todos

los elementos y mecanismos de la misma queden ante la mirada pensante

168 Algunos inteacuterpretes entienden que phyacutesis es en este contexto ldquola naturaleza de las

cosasrdquo y no ldquola naturaleza en su conjuntordquo Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic

Fragments ed cit pp 33-46 cfr Marcovich Miroslav op cit pp 31-33 Para noso-

tros se trata de una instancia unitaria y universal aunque no deje de estar conectada con

la esencia particular de cada cosa puesto que es su fundamento uacuteltimo Parece evidente

por otro lado que teacuterminos como λόγος o armoniacutea invisible afectan a la totalidad de lo

real y no soacutelo a la esencia concreta de cada cosa

169 ζητοῦντες γὰρ οἱ κατὰ φιλοσοφίαν πρῶτοι τὴν ἀλήθειαν καὶ τὴν φύσιν

τῶν ὄντων ἐξετράπησαν οἷον ὁδόν τινα ἄλλην ἀπωσθέντες ὑπὸ ἀπειρίας

Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 191a 25-26 Sobre esta misma idea cfr Aristoacuteteles Meta-

fiacutesica ed cit A 3 983 b 1-6

132

de los que primero filosofaron tal y como son Se trata de un tipo de hacer

que consiste en no hacer con la naturaleza nada maacutes que dejarla que se ma-

nifieste Entonces es cuando propiamente nos aparece el universo como

φύσις maacutes allaacute de las explicaciones mitoloacutegicas La sabiduriacutea de los pre-

socraacuteticos trata de decirnos algo sobre la naturaleza nada maacutes que por la na-

turaleza misma Para el sabio arcaico comprender lo natural no tiene una

finalidad distinta que la propia comprensioacuten puesto que se trata de una ac-

titud puramente teoreacutetica no pragmaacutetica ni tampoco religiosa En este sen-

tido no se puede confundir esta especulacioacuten con lo que maacutes adelante se

llamoacute laquocienciaraquo o laquoteologiacutearaquo puesto que las motivaciones de fondo son

claramente distintas170

Los pensadores jonios por tanto trataron de iluminar un pensamien-

to radical y novedoso centrado en el estudio de la naturaleza entendida co-

mo una nocioacuten que comprende en una misma intuicioacuten lo coacutesmico lo hu-

mano y lo divino Este sentido amplio del teacutermino queda reunido en el vo-

cablo griego φύσις ndashmaacutes extenso y maacutes intenso que el latino natura-171

Noacutetese que el primer teacutermino presenta la naturaleza como proceso (ldquona-

170 Cfr Zubiri Xavier ldquoSoacutecrates y la sabiduriacutea griegardquo en Naturaleza Historia Dios

ed cit p 172

171 Es sabido que φύσις es el nombre que corresponde al verbo φύω ldquonacerrdquo ldquocrecerrdquo

ldquoengendrarrdquo etc El teacutermino puede retrotraerse a la raiacutez indoeuropea bhū que en saacutens-

crito significa ldquonacerrdquo traducido por Ciceroacuten como natura ldquoel hecho de nacerrdquo ldquola

constitucioacuten de algordquo Cfr Pannikar Raimundo El concepto de naturaleza Madrid

CSIC 1972 pp 55ss donde se delimitan hasta 20 campos semaacutenticos distintos En

un sentido amplio el concepto de naturaleza alude a la cualidad propiedad o determina-

cioacuten de una cosa que hace que sea justamente lo que es como consecuencia de un prin-

cipio propio e inmanente Cfr Ferrater Mora Joseacute ldquoPhyacutesisrdquo en Diccionario de Filoso-

fiacutea tomo II Buenos Aires Sudamericana 1964 p 415

133

cerrdquo ldquobrotarrdquo etc) como algo dinaacutemico e inacabado mientras que el se-

gundo lo hace como estado (ldquoel hecho de nacerrdquo ldquola constitucioacuten de al-

gordquo) La nocioacuten de φύσις por tanto no soacutelo en la lengua comuacuten sino tam-

bieacuten en la de la filosofiacutea mantiene una conexioacuten esencial con la actividad y

el movimiento

laquoEn primer lugar en cuanto que la phyacutesis de una cosa o sustancia es la

constitucioacuten que eacutesta adquiere como resultado del proceso de su genera-

cioacuten y crecimiento En segundo lugar en cuanto que esta constitucioacuten in-

terna de las sustancias naturales comporta ciertas propiedades activas es

fuente o principio de determinadas actividades especiacuteficasraquo172

La naturaleza es punto de partida (ἀρχή) y resultado final (κόσ-

μος) para las concepciones arcaicas del mundo un de doacutende y un adoacutende

en palabras de Tomaacutes Calvo por eso se toma como punto de referencia pa-

ra idear sucesivas oposiciones definitorias de aacutembitos de sentido no perte-

necientes a la φύσις como el arte (τήχνη) o la cultura (νόμος) que a pe-

sar de referirse a cosas que no son naturales sino convencionales encuen-

tran en la naturaleza su inspiracioacuten sea en sus formas o en sus normas

172 Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la filosofiacutea grie-

gardquo ed cit p 37 Para el autor Heraacuteclito fue el primero en usar filosoacuteficamente los teacuter-

minos φύσις y κόσμος (cfr 22 B 123 DK y 22 B 30 DK respect) No parece extrantildeo

si tenemos en cuenta que en Homero (Odisea X 303) por ejemplo como es sabido el

teacutermino naturaleza aparece una sola vez como sinoacutenimo de ldquopropiedadesrdquo ldquoHabiendo

hablado asiacute Argifonte me dio el remedio (φάρμακον) sacando de la tierra una planta

de la que me mostroacute su naturalezardquo (μοι φύσιν αὐτοῦ ἔδειξε) Homero Odisea Ma-

drid Gredos 2004 X 303 (trad cast Joseacute M Paboacuten)

134

laquoEn el marco de la filosofiacutea presocraacutetica la nocioacuten de naturaleza (φύσις)

comporta un surgir y desarrollarse que tiene un punto de partida (un de

doacutende) y un resultado final (un adoacutende) que no es otro que el orden actual

acabado y cumplido del universo y de cuanto en eacutel existeraquo173

Los presocraacuteticos es sabido no inventaron estas palabras sino que

las tomaron de la lengua popular y las especializaron por eso nos encon-

tramos con numerosos pasajes en los que aparece un mismo teacutermino usado

con distintos sentidos174 Un punto de contraste respecto al concepto de ἀρ-

χή se encuentra por ejemplo en Hesiacuteodo Seguacuten el relato de la Teogoniacutea

(114-120) si nos remontamos laquoal principioraquo (ἐξ ἀρχῆς) el primero de to-

dos en venir fue Caos (πρώτιστα Χάος γένετο) Nos encontramos ante

el uso comuacuten de la palabra que se utiliza para referirse al acontecimiento

inicial dentro de una serie Desde el punto de vista de la narracioacuten no es ne-

cesario remontarse maacutes allaacute de ese suceso primigenio Pero cuando se trata

del acontecer universal esta nocioacuten resulta claramente insuficiente para los

filoacutesofos que establecieron un principio absoluto eterno e ingenerado En

173 Cfr Ibid p 24 p 37 Esto lo constata tambieacuten Pierre Hadot Cfr Hadot Pierre Le

voile drsquoIsis Essai sur lrsquohistoire de lrsquoideacutee de Nature Paris Gallimard 2004 pp 36-38

174 Un buen ejemplo es el teacutermino λόγος asiacute Heraacuteclito dice que no hay que atender a

su palabra sino a la palabra de la propia realidad ldquoNo escuchaacutendome a miacute (οὐκ ἐμοῦ)

sino a la razoacuten (λόγου) sabio es reconocer (ὁμολογεῖν) que todas las cosas son unardquo

(22 B 50 DK) O cuando dice que los hombres a pesar de encontrarse cotidianamente

con el λόγος en el habla comuacuten no son capaces de ir maacutes allaacute hasta la razoacuten comuacuten

de la propia realidad ldquoAunque esta razoacuten (λόγου) existe siempre los hombres se tor-

nan incapaces de comprenderla tanto antes de oiacuterla como una vez que la han oiacutedohelliprdquo

(22 B 1 DK)

135

contraste con el Caos de Hesiacuteodo por tanto que deja de actuar activamente

despueacutes de ese momento inicial el ἀρχή de los presocraacuteticos se presenta

como una realidad eterna permanentemente presente y activa en el devenir

mismo de lo real

El resultado final del ἀρχή o punto de partida de este proceso en el

sentido arriba explicitado es el orden universal de la naturaleza que deno-

minaron cosmos En un sentido amplio siempre ha significado orden y be-

lleza traacutetese de cosas animales o personas En Homero por ejemplo suele

utilizarse para referirse a la colocacioacuten de un ejeacutercito con vistas a la bata-

lla175 De ahiacute se pasoacute a la idea de orden social y justicia entendida como

justeza o ajustamiento donde cada individuo ocupa dentro del todo la posi-

cioacuten que le corresponde seguacuten su naturaleza linaje o formacioacuten Despueacutes

con los presocraacuteticos esta misma idea de ajustamiento se trasladoacute al con-

junto de la realidad donde los elementos de la misma estaacuten todos donde

tienen que estar desempentildeando el papel que les corresponde sin sobrepa-

sar sus propias medidas ni interferir en el cometido de los demaacutes176

laquoiquestQueacute es en definitiva en su uacuteltima interna y verdadera raiacutez la naturale-

za lo que siempre permanece La naturaleza es el archeacute el principio de

sus propias modificaciones y el teacutelos el teacutermino donde todas ellas desem-

bocanraquo177

175 Cfr Homero Iliacuteada Madrid Gredos 2000 I 17 II 212-16 703-4 805-6 III 236

XX IV 622 (trad cast Emilio Crespo) Homero Odisea ed cit III 137-38 VIII 489-

90 XX 181-2 XVIII 152 176 Cfr Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Phyacutesis en los oriacutegenes de la filosofiacutea

griegardquo ed cit pp 26-29 177 Zubiri Xavier ldquoHegel y el problema metafiacutesicordquo en Naturaleza Historia Dios ed

cit p 226

136

Ante todo reconoce Zubiri el saber filosoacutefico va descubriendo en

Grecia zonas de realidad distintas con peculiaridad propia va alumbrando

regiones del universo cada vez maacutes insospechadas y haciendo de ellas ob-

jeto suyo Como es bien sabido en un principio el saber filosoacutefico se ocu-

poacute preferentemente de los dioses y vio en el mundo una especie de prolon-

gacioacuten geneacutetica de ellos Junto a los dioses los jonios descubrieron la natu-

raleza como algo propio Maacutes tarde Parmeacutenides y Heraacuteclito descubrieron a

su vez en ella esa misteriosa y sutil cualidad del ser por la que decimos que

esta naturaleza es la realidad178

La naturaleza por tanto causa de materia vida sentido y movimien-

to es una realidad auto-poeacutetica naturante a un tiempo que naturada pues

se trata de aquello que produciendo se produce (y se reproduce)179 Dicho

de otro modo la naturaleza no es la consecuencia de un principio ordena-

dor externo sino que estaacute determinada de un modo inmanente por los resul-

tados de su propia actividad

Este primer principio inmanente ademaacutes no se agota en su sentido

material sino que reuacutene a todos los demaacutes (desde un punto de vista onto-

episteacutemico) puesto que ἀρχή es principio al menos en tres sentidos esen-

ciales En sentido cronoloacutegico es comienzo ndashen cuanto que es lo primero-

178 Cfr Zubiri Xavier ldquoLa idea de filosofiacutea en Aristoacutetelesrdquo en ibid p 100 No es de

extrantildear por tanto que Aristoacuteteles denominara a los primeros pensadores ldquoinquisidores

de la naturalezardquo (ξητοῦντες τὴν φύσιν) ldquofiacutesicosrdquo (φυσικοί) o fisioacutelogosrdquo (φυσιο-

λόγοι) Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 8 191a 24-25 III 4 203b 3 Metafiacutesica ed

cit A 8 989b 31 etc Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit pp

19-20 179 Cfr Lasso de la Vega Joseacute ldquoNotas sobre Phyacutesisrdquo en VV AA Actas del II Con-

greso Espantildeol de Estudios Claacutesicos Madrid Talleres Graacuteficos viuda de C Bermejo

1964 p 182

137

en sentido material es sustrato ndashen cuanto que es lo primario- y en un sen-

tido maacutes radical es fundamento ndashen cuanto que es lo principal180- Se trata

pues de algo intriacutenseco al mundo el principio de su crecimiento y organi-

zacioacuten presente identificado en su estadio primitivo con su parte constitu-

tiva material no es que esteacute compuesto por una sustancia material uacutenica si-

no que la diversidad de su actual disposicioacuten no procede de la eternidad si-

no que se ha originado a partir de algo radicalmente maacutes sencillo en un

momento concreto y determinado Como sentildeala M Pohlenz laquoel concepto

de phyacutesis es una creacioacuten de la ciencia jonia en el cual resumieron su con-

cepcioacuten del mundoraquo181 No se trata de corregir aquiacute la aproximacioacuten aristo-

teacutelica a los presocraacuteticos sino de tomar las cosas en su justa medida182 La

intencioacuten de eacutestos ndashresulta evidente- no fue la de estudiar el cosmos desde

los paraacutemetros de la teoriacutea de las cuatro causas ni en otro sentido la de li-

mitar el alcance del primer principio a su acepcioacuten material Como sostiene

Guthrie durante largo tiempo se ha mantenido la costumbre de considerar a

los milesios como interesados exclusivamente en la pregunta iquestde queacute estaacute

hecho el mundo suponiendo que la respuesta era una sustancia material

uacutenica llaacutemese agua aire fuego o algo aparte Esta era la opinioacuten de Aris- 180 Cfr Burnet John Early Greek Philosophy London AdamampCharles Black 1945

pp 10-12 363-4 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit

pp 65-66 181 Pohlenz Max ldquoNoacutemos und Phyacutesisrdquo en Hermes 81 (1953) p 426 Para una buena

discusioacuten sobre este tema cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit

1954 pp 42-43 pp 228-231 Cfr Lasso de la Vega Joseacute ldquoNotas sobre Phyacutesisrdquo ed

cit p 180 182 En verdad se trata de una primera aproximacioacuten pujante e inmediata eminentemen-

te jonia pero ajena a las distinciones del sistema aristoteacutelico quien sentildealoacute como es sa-

bido seis acepciones del teacutermino archeacute en la Metafiacutesica Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica

ed cit ∆ I 1012b 34-1013a 23

138

toacuteteles quien buscando anticipaciones o antecedentes de su teoriacutea de la

cuaacutedruple causacioacuten (material formal eficiente y final) llegoacute a la conclu-

sioacuten de que los presocraacuteticos se ocupaban exclusivamente de principios de

tipo material (τὰς ἐν ὕλης εἴδει μόνας)183 Esta teoriacutea se ha impuesto sin

duda en la posteridad pero al limitar su punto de vista de este modo Aris-

toacuteteles por tanto se confunden quienes descuidando su declaracioacuten de in-

tenciones ven en su propoacutesito una historia de la filosofiacutea neutra o aseacuteptica y

no la interpretacioacuten del pensamiento anterior desde las propias inquietudes

e intereses184

En aquella eacutepoca siguiendo a Ramnoux la materia no estaba inven-

tada ni nombrada La armadura categorial de las cosmogoniacuteas y de las an-

tropologiacuteas estaba formada por parejas de opuestos y en ellas no se en-

cuentra precisamente la oposicioacuten de la materia y el espiacuteritu La palabra

clave correcta no es materia para lo cual no teniacutean teacutermino ya que no co-

nociacutean ninguna otra forma de existencia sino maacutes bien naturaleza185

En suma mientras que la phyacutesis es concebida como un poder vivo

divino auto-engendrante y constituyente el recurso a otros principios para

explicar la totalidad de lo real se hace innecesario Por otro lado en los pre- 183 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 983a 24-983b 7 993a 11-17 Cfr Acerca

del Cielo ed cit 270b 16-20 Cfr Meteoroloacutegicos Madrid Gredos 1996 339b 27-30

(trad cast Miguel Candel) Poliacutetica ed cit 1329b 25-30 184 Sobre este tema cfr Cherniss Harold F ldquoAristoacuteteles y la filosofiacutea presocraacuteticardquo en

La criacutetica aristoteacutelica a la filosofiacutea presocraacutetica Meacutexico UNAM 1991 pp 387-448

(trad cast Conrado Eggers) donde se estudian hasta siete procedimientos distintos usa-

dos por Aristoacuteteles para adaptar la filosofiacutea presocraacutetica a la teoriacutea de las cuatro causas

Cfr Apeacutendice A ldquoPlatoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticosrdquo pp 427-441 185 Cfr Ramnoux Cleacutemence op cit p 2 En esta idea coinciden otros autores cfr Gu-

thrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 88-89 Cfr Arana

Juan Materia Vida Universo ed cit p 297

139

socraacuteticos se encuentran numerosos ejemplos de elementos con un alto gra-

do de abstraccioacuten material desde la tempranera alusioacuten al aacutepeiron de Ana-

ximandro hasta los nuacutemeros de Pitaacutegoras el loacutegos de Heraacuteclito la pareja

amorodio de Empeacutedocles el noūs de Anaxaacutegoras o el ser de Parmeacuteni-

des186

De lo dicho se desprende que la pregunta misma por el fundamento

fue mucho maacutes importante que las respuestas que los presocraacuteticos plantea-

ron Normalmente se suele limitar el estudio de los mismos a recordar la

ingenuidad de su aportacioacuten Lo notable lo novedoso fue plantear tal pre-

gunta en toda su pujanza y extensioacuten y Tales de Mileto fue el primero que

lo hizo En efecto la filosofiacutea griega se inicioacute con una ocurrencia un tanto

extravagante con la tesis de que el agua es el origen y la matriz de todas

las cosas iquestEs realmente necesario mantener la calma ante una aseveracioacuten

de este tipo se pregunta Nietzsche Su respuesta es afirmativa por tres ra-

zones laquola primera porque la tesis enuncia algo acerca del origen de las co-

sas la segunda porque lo enuncia sin imagen o fabulacioacuten alguna y final-

mente la tercera razoacuten porque en ella se incluye aunque soacutelo en estado de

crisaacutelida el pensamiento todo es unoraquo187

Como recapitulacioacuten la experiencia fundamental e inmediata del de-

venir indujo a los primeros presocraacuteticos a cuestionarse por la arquitectura

de lo muacuteltiple por el basamento de lo real por la clave que equilibra las

tensiones opuestas de la naturaleza De este modo el tiempo el movimien-

to el envite entre los contrarios la determinacioacuten de las cosas su aparicioacuten

y desaparicioacuten se convirtieron en objetos esenciales de sus reflexiones En

consecuencia el empentildeo de los primeros pensadores puede ser entendido 186 Cfr Collingwood Robin G op cit p 82 187 Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos Madrid Valde-

mar 1999 sect3 pp 44-45 (trad cast Luis F Moreno)

140

como un rastreo sin teacutermino de lo uno en lo muacuteltiple de lo permanente en

lo aparente de lo comuacuten en lo particular188 etc En este contexto hay que

situar el pensamiento natural de Heraacuteclito

3 El fuego coacutesmico

Como se ha sentildealado Heraacuteclito se adentroacute en la aventura de la filo-

sofiacutea dirigiendo primariamente su intereacutes hacia la naturaleza Su motiva-

cioacuten estaba sin duda transida por el asombro metafiacutesico (θαυμάζειν) del

que habla Aristoacuteteles en el libro A de la Metafiacutesica189 aunque sin olvidar el

miedo que suscita en el hombre arcaico todo cuanto le rodea de iacutendole mu-

cho maacutes fiacutesica que metafiacutesica En nuestra opinioacuten el Efesio representa el

punto de transicioacuten y comunicacioacuten entre los dos polos principales del pen-

samiento griego antiguo el estudio de la naturaleza por un lado propio de

los presocraacuteticos y el estudio de la ciudad-estado y el hombre por otro

maacutes propio de Soacutecrates Platoacuten y los sofistas como es sabido El esquema

relacional baacutesico φύσις-λόγος-ἄνθρωπος gira como un ciacuterculo en la fi-

losofiacutea heracliacutetea La filosofiacutea piensa y habla sobre el λόγος de la φύσις

con el λόγος del ἄνθρωπος que son uno y el mismo Es decir el pensa-

miento del ser del mundo y el pensamiento del ser del hombre se co-impli-

can necesariamente en este contexto Dicho de otro modo no hay en rigor

naturaleza sin pensamiento ni pensamiento sin naturaleza sino que ambos

188 Cfr Segura Peraita Carmen ldquoUna interpretacioacuten de la concepcioacuten de la phyacutesis entre

los presocraacuteticos Antes y despueacutes de Parmeacutenidesrdquo Contrastes vol VI (2001) p 145 189 ldquoLos hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admira-

cioacuten (διὰ γὰρ τὸ θαυμάζειν)rdquo Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 2 982b 12ss p 14

141

surgen unidos y en la maacutes absoluta homologiacutea en la eacutepoca arcaica Es decir

el hombre arcaico se dio cuenta de que las normas del discurso y las nor-

mas del cosmos eran similares y llegoacute de este modo al atisbo de que la na-

turaleza y el hombre podiacutean participar de una norma comuacuten hablar un mis-

mo lenguaje (λόγος) por tanto se dio cuenta de que conocieacutendose y en-

contrando en siacute mismo las pautas de esa ley universal podriacutea conocer mejor

el cosmos que presumiblemente seguiacutea esas mismas pautas190

Una vez hecha esta aclaracioacuten hay que advertir la contundencia con

la que Heraacuteclito ha sabido precisar la complejidad de la naturaleza dentro

de un pensamiento que religa sin relegar y que distingue sin desligar por lo

que puede ser considerado como el primer filoacutesofo de la naturaleza en sen-

tido estricto Heraacuteclito planteoacute una concepcioacuten de la naturaleza marcada-

mente distinta de la de sus predecesores a excepcioacuten de Anaximandro a

pesar de que Aristoacuteteles los considere a todos en su conjunto ndashnos referi-

mos a los pensadores jonios- como fiacutesicos o fisioacutelogos esto es como el pel-

dantildeo preliminar pero necesario que conduce inevitablemente a la teoriacutea de

las cuatro causas191

La idea que Heraacuteclito tiene de la phyacutesis se antoja de entrada mucho

maacutes compleja que la de los milesios no obstante debemos reconocer que

ambas comparten un mismo origen (los antiguos cultos agrarios griegos) y

proceden de una misma intuicioacuten la buacutesqueda del primer principio de la

realidad que al mismo tiempo es principio vital hacedor ex quo y transfor-

mador de todas las cosas Del mismo modo la naturaleza es para Heraacuteclito

190 Sobre la unidad primordial e inmediata entre los problemas humanos y los problemas

coacutesmicos en los primeros presocraacuteticos cfr Mondolfo Rodolfo El pensamiento anti-

guo vol I Buenos Aires Losada 1983 pp 15-17 (trad cast Segundo Tri) 191 Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 2 184b 17ss I 4 187a 12ss

142

lo divino (τὸ θεῖον) como tambieacuten lo era para Tales Anaxiacutemenes y Ana-

ximandro en sentido impersonal e inmanente nunca personal y trascen-

dente Todos ellos por uacuteltimo tienen una concepcioacuten esencialmente dinaacute-

mica de la naturaleza complementada con una cierta intuicioacuten de la medida

que prevalece en cada una de sus transformaciones sin embargo Heraacuteclito

a diferencia de sus predecesores entiende que esta misma medida no soacutelo

estaacute presente en la naturaleza sino tambieacuten en el hombre al mismo tiempo

que profundiza en la idea de devenir para intensificarla192

Para Heraacuteclito la naturaleza es un proceso iacutegneo incesante que da lu-

gar a todas las cosas sin perder por ello su mismidad en un ciclo perpetuo

de relaciones y retro-acciones donde cada movimiento es ineacutedito incluso en

su repeticioacuten es decir donde acontece el retorno temporal de lo mismo co-

mo otro

laquoEl sol es nuevo cada diacutearaquo193

Heraacuteclito advierte con una sensibilidad maacutes oriental que occidental

que soacutelo una regeneracioacuten permanente permite conciliar en la naturaleza las

ideas de creacioacuten y destruccioacuten de permanencia y cambio La naturaleza

dicho de otro modo mantiene su identidad visible gracias a una constante

renovacioacuten invisible posibilitada por la solidaridad de todos sus elementos

Ahiacute radica el secreto activo de la vida en su esencial apertura en su caraacutec-

ter homeostaacutetico o auto-regulativo y en su perpetua regeneracioacuten lo que

permite que los sistemas vivos mantengan un fuerte equilibrio organizacio-

192 Cfr Graham Daniel W Explaining the cosmos The Ionian Tradition of Scientific

Philosophy Princeton Princeton University Press 2006 p 115

193 ὁ ἥλιος νέος ἐφrsquo ἡμέρηι ἐστίν (22 B 6 DK)

143

nal posibilitado por muacuteltiples reajustes dinaacutemicos e intercambios de mate-

ria y energiacutea con el medio a pesar de sus continuas peacuterdidas transforma-

ciones y renovaciones La naturaleza por tanto es entendida en este frag-

mento como aquello que nace y muere cada diacutea como aquello que se forma

al mismo tiempo que se transforma donde nacimiento y muerte formacioacuten

y transformacioacuten no son maacutes que las dos caras de un mismo proceso

La phyacutesis es fuego como reconoce Aristoacuteteles194 pero no hay que ol-

vidar siguiendo al propio Estagirita que soacutelo a partir de Empeacutedocles puede

considerarse al fuego como uno de los cuatro elementos naturales junto

con la tierra el agua y el aire195 Noacutetese que mientras que estos uacuteltimos re-

presentan los tres estados fundamentales de la materia soacutelido liacutequido y ga-

seoso respectivamente el fuego seriacutea maacutes bien la fuerza que permite la

transformacioacuten de unos en otros cerca del fuego lo soacutelido se hace liacutequido y

lo liacutequido gaseoso mientras que a medida que el fuego se aleja lo que era

gaseoso se torna liacutequido y lo liacutequido soacutelido196 En este sentido aparece co-

194 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 984 a 5ss 195 Ibid A 4 985 a 31ss 196 Esta capacidad del fuego como transformador de la materia a la vez que su dualidad

como dador de vida y muerte se manifiesta especialmente en el culto a la Tierra-Madre

de los misterios de Eleusis Narra el mito como es sabido que Demeacuteter teniacutea una hija

llamada Perseacutefone Hades se enamoroacute de ella y la raptoacute Despueacutes de haber errado mucho

tiempo en busca de su hija llegoacute a Eleusis donde entroacute en casa de Ceacuteleo bajo los rasgos

de una anciana con la tarea de criar a Demofonte Para agradecer su hospitalidad se

propuso hacer inmortal a su hijo Lo frotaba con ambrosiacutea y lo poniacutea cada noche en el

fuego para volverlo semejante a los dioses Una noche su madre penetroacute en la habita-

cioacuten de la diosa y al ver a su hijo en las llamas comenzoacute a gritar El encanto se rompioacute

y el nintildeo murioacute (o continuoacute siendo mortal seguacuten otras versiones) Cfr Lorite Mena Jo-

seacute ldquoEl simbolismo miacutetico del fuego y el loacutegos de Heraacuteclitordquo en Pensamiento vol 37

nordm 45 (1981) p 55

144

mo algo diferente de todos los estados que asume la materia y se presenta

como una fuerza creadora con actividad y vida incesante197

Como es sabido los primeros filoacutesofos buscaron sin excepcioacuten un

primer principio que fuera sutil flexible y maleable asiacute el agua de Tales el

aire de Anaxiacutemenes el aacutepeiron de Anaximandro y el fuego de Heraacuteclito

Este uacuteltimo sin duda debioacute parecerle al filoacutesofo efesio el maacutes moacutevil y acti-

vo incluso en su quietud quizaacutes a eso se refiera este enigmaacutetico fragmento

laquoSu reposo es cambiarraquo198

En tanto que ἀρχή no podemos precisar el primado cronoloacutegico del

fuego puesto que siempre fue es y seraacute (como indica 22 B 30 DK) pero siacute

su primado ontoloacutegico puesto que es principio en el sentido de fundamen-

to Lo que parece claro es que el fuego no es simplemente un principio ma-

terial199 El fuego pues seriacutea ante todo un siacutembolo que permite dar a com-

prender su pensamiento mejor que cualquier otro Se trata tanto del princi-

pio del cambio como de aquello que permanece a todo cambio200

197 En efecto el fuego es fuente de vida y calor (indispensable en todos los procesos

bioquiacutemicos) y tambieacuten de luz que posibilita la visioacuten y se utiliza como metaacutefora del

conocimiento en la filosofiacutea griega y medieval Cfr Cappelletti Aacutengel J La filosofiacutea

de Heraacuteclito de Eacutefeso Caracas Monte Aacutevila Editores 1969 p 46

198 μεταβάλλον ἀναπαύεται (22 B 84a DK)

199 Aristoacuteteles tiene razoacuten al afirmar que Heraacuteclito denominoacute fuego al principio (ἀρχή)

de todas las cosas Si bien su propia concepcioacuten de las cuatro causas le ha llevado a en-

casillar este fuego dentro de los cuatro elementos naturales trataacutendolo como un princi-

pio netamente material Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 984a 200 Cfr Cappelletti Aacutengel J Mitologiacutea y filosofiacutea los presocraacuteticos Madrid Cincel

1986 p 95

145

Resulta significativo que Prometeo robara el fuego a Zeus entregaacuten-

doselo a los hombres y no otro elemento siacutembolo de la creacioacuten de la ca-

pacidad humana para transformar la naturaleza y de la propia libertad pero

tambieacuten de la imprudencia la desmesura y la discordia Es interesante des-

tacar que seguacuten este mito el fuego no es un producto natural sino un rega-

lo algo que viene extranaturalmente al hombre algo que supera la capaci-

dad y la invencioacuten humana El hombre no descubre propiamente el fuego

sino que utiliza el fuego celeste por lo que hay que concluir en consecuen-

cia que hay un solo fuego el divino del que procede el humano201

En esta misma liacutenea posiblemente nos encontremos ante uno de los

primeros intentos de explicar racionalmente lo que antes se aceptaba de un

modo miacutetico-religioso202 pero no ante una imagen del puro devenir ince-

sante y destructor ciego e insensato como proponen Nietzsche o Spengler

puesto que se trata de una actividad creadora que se desarrolla seguacuten medi-

das En nuestra opinioacuten lo maacutes importante en la filosofiacutea de Heraacuteclito su

auteacutentica originalidad no es su concepcioacuten del fuego sino su concepcioacuten

del λόγος que gobierna al fuego y al propio devenir antropocoacutesmico203 El

fuego afirma Cappelletti genera el cosmos de acuerdo con una razoacuten in-

manente que le es propia pero no podemos estar de acuerdo con eacutel en su

201 Cfr Lorite Mena Joseacute op cit p 59 202 Cfr Farreacute Luis Heraacuteclito Fragmentos Barcelona Folio 2002 p 128 203 Esta idea aparece en muacuteltiples obras del filoacutesofo alemaacuten pero acaso especialmente

en su etapa filoloacutegica de juventud cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca

traacutegica de los griegos ed cit sect 8 pp 74ss Spengler sostiene que Heraacuteclito tiene una

concepcioacuten del cosmos de naturaleza energeacutetica donde acontece un devenir puro e ince-

sante que empareja directamente con el primer principio de la termodinaacutemica hacieacutendo-

se eco de la ciencia de su tiempo Cfr Spengler Oswald Heraacuteclito Buenos Aires Es-

pasa-Calpe 1947 pp 88 108-109 111-113 120 (trad cast Augusta de Mondolfo)

146

identificacioacuten de fuego y λόγος El fuego cambia en efecto seguacuten medidas

pero ni el fuego es relacioacuten o sistema ni el λόγος es sustrato del que por

una actuacioacuten interior emerge la totalidad de lo que hay204

El fuego es eterno e increado (ἀείζωον) Posiblemente sea infinito

espacialmente hablando por analogiacutea con el aacutepeiron de Anaximandro y

con el aire de Anaxiacutemenes y posiblemente siguiendo la analogiacutea con Ana-

ximandro debamos entenderlo como el origen de todas las determinaciones

y de todos los seres No obstante al referirse concretamente al fuego y no

al aacutepeiron esto es a algo indefinido Heraacuteclito pone de manifiesto la nece-

sidad ontoloacutegica que la unidad iacutegnea tiene de desplegarse de desvelar la

multiplicidad de posibilidades que encierra dando lugar al cosmos laquopluri-

unidad que es al mismo tiempo uni-pluralidadraquo205

Asiacute en el fragmento 30 de Heraacuteclito podemos leer lo siguiente

laquoEste orden del mundo el mismo para todos no lo hizo (ἐποίησεν) dios

ni hombre alguno sino que fue siempre es y seraacute fuego siempre-vivo

(ἀείζωον) prendido seguacuten medidas y apagado seguacuten medidasraquo206

204 Cfr Cappelletti Aacutengel J Mitologiacutea y filosofiacutea los presocraacuteticos ed cit p 102

cfr Cappelletti Aacutengel J La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso ed cit p 68 Que fuego y

loacutegos no son lo mismo lo demuestra Adrados haciendo uso del sentido comuacuten asiacute pro-

pone permutar ambos teacuterminos en los fragmentos para comprobar que no son en modo

alguno intercambiables Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoEl sistema de Heraacuteclito

estudio a partir del leacutexicordquo en Emeacuterita tom XLI fasc I (1973) p 9 205 Cfr Cappelletti Angel J La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso ed cit pp 49-50

206 κόσμον τόνδε τὸν αὐτὸν ἁπάντων οὔτε τις θεῶν οὔτε ἀνθρώπων ἐποίη-

σεν ἀλλrsquoἦν ἀεὶ καὶ ἔστιν καὶ ἔσται πῦρ ἀείζωον ἁπτόμενον μέτρα καὶ

ἀποσβεννύμενον μέτρα (22 B 30 DK)

147

Se ha discutido mucho si el teacutermino κόσμος hace mencioacuten al mundo

en su totalidad o simplemente a un determinado orden de cosas Nosotros

entendemos que se trata del mundo en su totalidad o si se quiere del or-

den-del-mundo Posiblemente estemos como se ha dicho ante uno de los

primeros usos del teacutermino en sentido propiamente filosoacutefico207 Se dice

ademaacutes que este mundo es el mismo para todos destacando que a pesar de

que los dormidos se retiran a un mundo propio todo aquel que siga el λό-

γος vive necesariamente en el mundo uacutenico y comuacuten208

207 Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 313 Deichgraumlber atri-

buye la mencioacuten a los hombres a razones simetriacutea Cfr Deichgraumlber Karl Rhythmische

Elemente im Logos des Heraklit Mainz Akademie der Wissenschaften und der Litera-

tur 1963 pp 500-501 Noacutetese el contraste con Hesiacuteodo respecto a la configuracioacuten del

cosmos quien afirma que Zeus laquodispusoraquo (διέταξε) cada una de las cosas para los dio-

ses Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea (Obras y fragmentos) Madrid Gredos 1990 73-74 (trad

cast Aurelio Peacuterez Alfonso Martiacutenez) Asimismo laquodispuso una ley para los hombresraquo

(ἀνθρώποισι νόμον διέταξε) Cfr Hesiacuteodo Los trabajos y los diacuteas (Obras y frag-

mentos) ed cit 276 La coincidencia entre el mundo y el fuego siempre-vivo resulta

evidente pudiendo ser considerados como los teacuterminos de una relacioacuten de antecedente a

consecuente pues los participios ἁπτόμενον y ἀποσβεννύμενον por su desinencia

soacutelo pueden relacionarse con un sustantivo neutro en nominativo (πῦρ ἀείζωον) κόσ-

μον por su parte en acusativo por ser objeto del verbo ἐποίησεν pasa a ser sujeto taacute-

cito de ἀλλrsquoἦν ἀεὶ καὶ ἔστιν καὶ ἔσται Lo resentildeable es que en lugar de aparecer los

participios en acusativo para hacerlos concordar con el sujeto taacutecito lo hacen en nomi-

nativo masculino lo que remite de un modo latente a κόσμος Cfr Eggers Lan Conra-

do Juliaacute Victoria Los filoacutesofos presocraacuteticos vol I ed cit pp 344 Cfr Kirk G S

Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 311 208 Cfr Vlastos Gregory ldquoOn Heraclitusrdquo en American Journal of Philology nordm 76

(1955) p 344 Para Kirk la expresioacuten el mismo para todos es un antildeadido de Clemente

148

No se trata por otro lado de una creacioacuten de la nada Hacer un mun-

do (ἐποίησεν) equivale a ordenar las cosas seguacuten una cierta medida o pro-

porcioacuten En eso no han intervenido ni los dioses ni los hombres (οὔτε τις

θεῶν οὔτε ἀνθρώπων) El cosmos era es y seraacute fuego siempre-vivo la

totalidad ordenada de las cosas un fondo existencial-dinaacutemico y eterno del

que emanan todas las realidades209

Como sentildealan Kirk y Raven el fuego es la forma arquetiacutepica de la

materia para Heraacuteclito y el cosmos concebido como totalidad puede des-

cribirse como un fuego que cuando una determinada cantidad se extingue

se vuelve a encender en una parte proporcional

laquoNo todo eacutel estaacute ardiendo a la misma vez y siempre estuvo y siempre esta-

raacute en ese estado No podemos hallar en consecuencia en eacutel una cosmogo-

niacutea en el sentido milesio No es posible que el fuego sea una materia prima

original a la manera en que lo era el agua o el viento para Tales o Anaxiacute-

menes [hellip] Es no obstante la fuente continua de los procesos natura-

lesraquo210

a partir de una fuente estoica cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed

cit p 307 209 Cfr Lorite Mena Joseacute op cit p 73 210 Kirk G S Raven J E Schofield M op cit p 289 Sobre las relaciones entre

fuego y mundo Barnes hace una precisioacuten que merece la pena tener en cuenta al dis-

tinguir entre made from y made of en un juego de palabras difiacutecil de traducir al castella-

no ldquoworld things were made from but are not made of firerdquo esto es las cosas mismas

estaacuten hechas del fuego pero no hechas de fuego en el sentido de que proceden del fue-

go pero no son fuego materialmente hablando lo que acentuacutea la necesidad de tener en

cuenta la confusioacuten presocraacutetica entre fiacutesica y metafiacutesica Cfr Barnes Jonathan The

Presocratic Philosophers London Routledge amp Kegan Paul 1982 p 63

149

Parece evidente en suma que el fuego (πῦρ) no se entiende en este

texto uacutenicamente como el principio material que constituye la totalidad de

lo ente sino en esencia como un siacutembolo o protoconcepto filosoacutefico que

trata de representar la potencia organizadora que articula en la naturaleza

la generacioacuten y regeneracioacuten de formas de orden estables sobre la inestabi-

lidad de un fondo desordenado por mediacioacuten y medicioacuten del λόγος211

Como afirma W Jaeger en ninguna parte encontramos en Heraacuteclito

la huella de una consideracioacuten puramente teoacuterica de las apariencias ni la

sombra de una teoriacutea puramente fiacutesica Lo que pudiera ser interpretado asiacute

se halla en conexioacuten con un contexto mucho maacutes amplio y tambieacuten maacutes

profundo212 Sus consideraciones fiacutesicas por tanto no son los principios de

su visioacuten del mundo sino las consecuencias de la misma pues no se entien-

den sin las ideas de medida juego y devenir como veremos213

En este sentido una historia de la filosofiacutea que no vea en los preso-

craacuteticos maacutes que la aurora de la ciencia moderna celebraraacute la tentativa tan

interesante como insuficiente de aquellos que trataron de encontrar el ele-

mento primero de la realidad material pero no dudaraacute en calificar esta

mentalidad de preloacutegica por no ser capaz de pasar de lo cualitativo a lo

cuantitativo esto es por no aplicar las matemaacuteticas al estudio de la natura-

leza cuestionando igualmente la carencia de un saber teacutecnico pujante y

bien rematado Ciertamente vista la sutileza que se aprecia en las intuicio-

nes matemaacuteticas de Tales o Pitaacutegoras no parece que el problema estribe en

una falta de conocimientos sino en el estatuto ontoepisteacutemico que se con-

cede a la naturaleza Los primeros filoacutesofos no se queriacutean dominadores de

211 Sobre este tema volveremos 212 Cfr Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit p 175 213 Cfr Brun Jean Heraacuteclito Madrid Edaf 1976 p 44 (trad cast Ana Mordf Aznar)

150

la naturaleza sino espectadores dado que partiacutean de la esencial unidad en-

tre el hombre y la naturaleza La naturaleza no era para ellos un objeto fren-

te a un sujeto sino un horizonte que englobaba tambieacuten al hombre y a lo

divino como se ha dicho Como reconoce Sambursky laquoel mundo teniacutea que

ser entendido pero no habiacutea ninguna necesidad de cambiarloraquo214 Los grie-

gos confiaban en que el conocimiento de la naturaleza les permitiera cono-

cerse a siacute mismos por eso escrutaban su ritmo y su medida y nunca trataron

de someterla a la medida ni al ritmo de los deseos temores o necesidades

humanas

El fuego en nuestra opinioacuten es una imagen que permite al filoacutesofo

explicar su pensamiento mejor que cualquier otra pues se trata de un ele-

mento que permanece al mismo tiempo que cambia y que se renueva al

mismo tiempo que se consume Acaso nos encontramos ante uno de los pri-

meros intentos de explicar racionalmente lo que antes se aceptaba mitoloacutegi-

camente De todos modos al introducir la medida en el fuego Heraacuteclito

pone de manifiesto la necesidad que la unidad tiene de desvelar las muacutelti-

ples posibilidades que esconde en su interior dando lugar al cosmos soacutelo

asiacute se entiende que lo uno sea al mismo tiempo lo muacuteltiple y viceversa215 214 Sambursky Samuel El mundo fiacutesico de los griegos Madrid Alianza 1999 p 260

(trad cast Mordf Joseacute Pascual) Esos modelos sentildeala Ramnoux no fueron elaborados se-

guacuten las leyes del meacutetodo experimental sino siguiendo las pautas de la propia naturaleza

tal como se la representaban por dicotomiacutea a partir de una oposicioacuten elemental o a

partir de una oposicioacuten surgida de la unidad original En este sentido trabajaron escu-

chando la naturaleza y siguiendo su ley Cfr Ramnoux Cleacutemence op cit p 8 215 ldquoTal vez sea maacutes importante el hecho de que todo fuego [hellip] debido a la regularidad

con que absorbe el combustible y emite el humo a la vez que mantiene una cierta esta-

bilidad entre ellos personifica de un modo claro la regla de la medida en el cambio in-

herente al proceso del mundo del que el loacutegos es una expresioacutenrdquo Kirk G S Raven J

E Schofield M op cit p 290

151

El fuego en conclusioacuten es una metaacutefora del mundo y del tiempo ciacute-

clico que lo gobierna como toda imagen por tanto tenemos que entenderla

en sentido literario o poeacutetico pero tambieacuten literal puesto que tiene un al-

cance ontoloacutegico innegable El mundo arde se mueve cambia deviene

consume pero nunca se consume hace y deshace en el incesante e inocente

transcurso de los diacuteas los meses las estaciones y los antildeos como el juego de

un nintildeo El mundo es un nintildeo que juega (παῖς παίζων) un enorme campo

de batalla donde reina la discordia la tensioacuten y el antagonismo un tablero

de juego en el que dioses y hombres juegan y son jugados donde se em-

prende una partida nueva cada diacutea pero siempre con las mismas reglas bajo

la perspectiva eco-enantio-loacutegica de la escondida respectividad de todas las

cosas de la armoniacutea invisible que religa y articula la unidad-multiplicidad

de lo visible

El fuego dicho de otro modo puede llegar a ser todas las cosas sin

perder su mismidad de igual modo que cambiamos el oro por mercanciacuteas y

las mercanciacuteas por oro sin que eacuteste pierda su valor de cambio ni su posibili-

dad de intercambio por otro tipo de mercanciacuteas y al contrario

laquoTodas las cosas se cambian (ἀνταμοιβή) por fuego y el fuego por todas

las cosas como las mercanciacuteas por oro y el oro por las mercanciacuteasraquo216

El fuego por tanto es lo que concede valor ontoloacutegico a las cosas

No se puede imaginar en consecuencia un mundo sin fuego ni un fuego sin

mundo como pretende M Stokes al interpretar de un modo sucesivo el in-

tercambio Pues el mundo no se olvide es fuego siempre-vivo (22 B 30

216 πυρός τε ἀνταμοιβὴ τὰ πάντα καὶ πῦρ ἁπάντων ὅκωσπερ χρυσοῦ χρήμα-

τα καὶ χρημάτων χρυσός (22 B 90 DK)

152

DK) y eacuteste es una suerte de sol que no se pone nunca (22 B 16 DK) aun-

que a veces ame esconderse y sea preciso buscar allende las apariencias pa-

ra encontrarlo217

El fuego por tanto sin dejar de ser por completo lo que es da lugar

al cosmos pues en realidad no desaparece en cada una de sus determinacio-

nes sino que simplemente se esconde

laquoTransformaciones del fuego primero mar y del mar la mitad tierra la mi-

tad ardiente huracaacuten (πρηστήρ) [] La tierra se esparce como mar y se

mide en la misma proporcioacuten (λόγον) que habiacutea antes de que se hiciera

tierraraquo218

Al transformarse el fuego seguacuten una primera medida nace el mar y

de la muerte del mar nacen por un lado la tierra y por otro el ardiente va-

217 Cfr Stokes Michael One and Many in Presocratics Philosopy Washington dc

Harward Univesity Press 1971 pp 104-105Tambieacuten en Homero aunque en otro senti-

do se dice que el sol todo lo ve y todo lo oye Cfr Homero Iliacuteada ed cit III 277 Cfr

Homero Odisea ed cit XI 109 Cfr Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria Los Filoacute-

sofos presocraacuteticos vol I ed cit p 329

218 πυρὸς τροπαὶ πρῶτον θάλασσα θαλάσσης δὲ τὸ μὲν ἥμισυ γῆ τὸ δὲ ἥμι-

συ πρηστήρ [] ltγῆgt θάλασσα διαχέεται καὶ μετρέεται εἰς τὸν αὐτὸν λό-

γον ὁκοῖος πρόσθεν ἦν ἢ γενέσθαι γῆ (22 B 31 DK) Snell sentildealoacute que no se trata

de transformaciones del fuego puesto que en la eacutepoca de Heraacuteclito el teacutermino se utiliza-

ba uacutenicamente para referirse a las rotaciones del sol Cfr Snell Bruno Il linguaggio di

Eraclito Ferrara Gabriele Corbo 1989 p12 Traducimos no obstante por transforma-

ciones (τροπαί) siguiendo a Marcovich porque entendemos que se trata de una pre-

sencia perpetua que no desaparece en sus muacuteltiples fases sino que simplemente subsiste

invisible en cada una de ellas Cfr Marcovich Miroslav op cit p 287

153

por y presumiblemente de la muerte de eacutestos volveraacute a renacer el fuego

hasta completar el ciclo coacutesmico encendieacutendose y apagaacutendose del mismo

modo que la vegetacioacuten se oculta (ἀφανισμός) en otontildeo para volver a ma-

nifestarse (ἐπιφάνεια) en primavera Seguacuten la opinioacuten de Olof Gigon la

transformacioacuten del fuego en mar es metafiacutesica mientras que el posterior

desenvolvimiento del mar es por el contrario un proceso fiacutesico219 si bien

estas palabras parecen contradecir lo que escribe unas paacuteginas despueacutes

laquoLo uno se transforma ello mismo por completo en todas las cosas El fue-

go no es un suelo firme del que van brotando todas las cosas sino que to-

do eacutel se cambia en el conjunto de las cosas de suerte que existe invisible y

completo en el cosmos evolucionadoraquo220

Podemos entender que las transformaciones del fuego sean conside-

radas como un proceso fiacutesico asiacute lo hizo Aristoacuteteles o bien asiacute lo creemos

nosotros como un proceso metafiacutesico que no por ello deja de ser fiacutesico (fiacute-

sico-metafiacutesico si se quiere dada la relacioacuten entre ambos aacutembitos en este

contexto) De todos modos si partimos del hecho de que la distincioacuten entre

fiacutesica y metafiacutesica carece de sentido para los presocraacuteticos resulta muy di-

fiacutecil establecer cuaacutendo nos encontramos ante un proceso exclusivamente fiacute-

sico y cuaacutendo ante uno metafiacutesico Ademaacutes si eludimos el sentido metafiacutesi-

co del resto de transformaciones del fuego estariacuteamos desestimando la pre-

sencia latente del mismo en cada una de ellas y negando por ende el ca-

raacutecter unitario de la propia realidad

219 Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 233 220 Ibid p 239

154

El mundo es pues una unidad en constante proceso de devenir y pe-

recer en constante transformacioacuten a la par de las transformaciones del fue-

go en constante cambio e intercambio sin olvidar que se trata de un proce-

so loacutegicamente medido221 Asiacute el fuego es el aspecto fiacutesico de una gran

fuerza metafiacutesica que crea modela y destruye operaciones eacutestas cuya suma

es un cambio constante e incesante Se trata en definitiva de la idea de lo

uno que deviene eternamente lo muacuteltiple y de lo muacuteltiple que deviene eter-

namente lo uno donde lo uno no es auacuten un conjunto de sustancias o esen-

cias estables al modo aristoteacutelico sino fuerza viva y por ende activa El

mundo por tanto es el juego del fuego consigo mismo con su incesante

construir y destruir a lo largo del tiempo soacutelo asiacute se entiende que la unidad

pueda ser al mismo tiempo multiplicidad y la multiplicidad unidad

En este punto volvemos a enlazar con el pensamiento oriental ya

que para la filosofiacutea india como para la griega el primer problema que se

ofrece al pensamiento es el de la relacioacuten entre lo uno y lo muacuteltiple Por to-

das partes vemos multiplicidad de objetos y seres pero la duda consiste en

saber si eso es real o fenomeacutenico (maya) verdad o ficcioacuten si el hombre po-

see una existencia propia o es el efiacutemero resultado de la evolucioacuten o juego

de alguacuten principio originario222 Con esto retomamos el hilo de nuestro tra-

bajo que lo lleva maacutes allaacute de los milesios ya que las cuestiones cosmogoacute-

nicas no tienen tanto peso en su filosofiacutea como las cosmoloacutegicas En nues-

tra opinioacuten su filosofiacutea natural es una solucioacuten fiacutesica del problema de los

contrarios y soacutelo puede comprenderse desde ese punto de vista El verdade-

ro ἀρχή de Heraacuteclito no es el fuego sino el λόγος que no es un atributo

221 Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 62 222 Cfr Aurobindo Shri Heraacuteclito y Oriente Buenos Aires Leviataacuten 1982 pp46-49

(trad cast Alfredo Llanos)

155

del fuego sino a la inversa el fuego es una manifestacioacuten material de la ra-

zoacuten coacutesmica universal Por otro lado el fuego no debe considerarse como

sustancia sino como proceso que consiste en el asomarse y desaparecer de

los contrarios por medio de un constante cambio (τροπή) e intercambio

(ἀνταμοιβή) El fuego es lo que da unidad al cambio porque es su fuente

comuacuten y uacutenica pero la norma que dirige este cambio no procede del fuego

sino del λόγος que ensambla todo lo que se opone sin eliminar su tensioacuten

Esta misma nocioacuten de equilibrio dinaacutemico es esencial a la forma en que la

unidad de los contrarios es entendida y vivida en la espiritualidad china No

es jamaacutes una identidad estaacutetica sino un juego dinaacutemico entre los contrarios

La doctrina taoiacutesta llama Tao o camino a la unidad que les sirve de fondo y

lo ve como un proceso que determina su juego mutuo223 Este proceso para

Heraacuteclito se hace maacutes intuitivo en el fuego que en cualquier otro elemento

natural quizaacute por eso lo eligioacute como siacutembolo de su filosofiacutea siendo ndashen uacutel-

tima instancia- un siacutembolo del decurso de la propia naturaleza que consiste

en una unidad dinaacutemica de contrarios a pesar de la ignorancia que mani-

fiesta el hombre aletargado a este respecto

223 ldquoEl movimiento del daoes transformacioacuten de contrarios (fan)El dao se manifiesta

en la debilidadLas cosas del mundo nacen del ser (you)el ser nace del no-ser (wu)rdquo

Lao Zi El libro del Tao Madrid Alfaguara 1996 (trad cast Intildeaki Preciado) sect 40

156

157

Cap 5

laquoLos contrarios y el primer principioraquo

158

159

1 La pregunta por el no-ser en los primeros presocraacuteticos

Uno de los problemas tratados por la filosofiacutea presocraacutetica es el de la

realidad del mundo fiacutesico En eacutel se entrelaza de un modo general toda la es-

peculacioacuten de los filoacutesofos presocraacuteticos Todos ellos redujeron la realidad

a un primer principio dinaacutemico y sustantivo que para unos pensadores era

de naturaleza material y determinada para otros de naturaleza numeacuterica y

para otros de naturaleza indeterminada A partir de Parmeacutenides como es

bien sabido se produce un cambio radical preconizado sin duda por Heraacute-

clito que permite hablar en adelante de un pensamiento propiamente meta-

fiacutesico Esto se debe a la afirmacioacuten fundamental de que aquello de que to-

das las cosas constan es el ente (τό ὄν) Sin duda con el descubrimiento

del ente elevoacute Parmeacutenides la especulacioacuten filosoacutefica al nivel de la ontologiacutea

(τοῦ ὂντος λόγος)

Seguacuten su descripcioacuten el ente es lo que es y el no-ente es lo que no es

(ἡ μὲν ὅπως ἔστιν τε καὶ ὡς οὐκ ἔστι μὴ εἶναι cfr 28 B 2 DK) Esto

se explicita en la primera parte del poema parmeniacutedeo con una serie de atri-

butos que conviene sentildealar ingeacutenito e imperecedero entero homogeacuteneo

imperturbable y sin fin a la vez uno continuo (cfr 28 B 8 DK) No puede

ademaacutes no haber sido ni puede dejar de ser (οὐδέ ποτ΄ ἦν οὐδ΄ ἔσται) de

lo que se saca como consecuencia inmediata que el no-ente no puede ser di-

cho ni tampoco pensado (οὐ γὰρ φατὸν οὐδὲ νοητόν ἔστιν ὅπως οὐκ

ἔστι) Lo que es por tanto puro presente y pura identidad ingenerable e

incorruptible no tiene pasado ni futuro no tiene principio ni fin Ademaacutes

es uacutenico e indivisible completo e inmoacutevil En definitiva lo que es no pue-

de moverse a lo que no-es ni a lo que es sino que instalado en un perpetuo

160

presente no tiene historia y es esencialmente ajeno a toda mutacioacuten224 Sin

duda cabe preguntarse iquestqueacute sucede pues con la aparente multiplicidad de lo

real mismo constatada sin salvedad por los anteriores presocraacuteticos iquestY

queacute sucede con el devenir la provocacioacuten fundamental la maacutes paradoacutejica y

desconcertante si cabe para el pensamiento desde los comienzos de la filo-

sofiacutea Se trata simplemente de laquopareceres de los mortalesraquo (βροτῶν δό-

ξας) ndashcontestaraacute Parmeacutenides- pero no de la inmutable laquoverdad bien redon-

daraquo (Ἀληθείης εὐκυκλέος cfr 28 B 1 DK)

En efecto esta concepcioacuten de la filosofiacutea griega como ontologiacutea ha

persistido en la posteridad sobre todo a partir de Aristoacuteteles quien identifi-

coacute laquola posesioacuten de los principios y las causas de las entidades con la tarea

propia del filoacutesoforaquo

laquoHay una ciencia que estudia lo que es en tanto que algo es y los atribu-

tos que por siacute mismo le pertenecen (Ἔστιν ἐπιστήμη τις ἣ θεωρεῖ τὸ

ὂν ᾗ ὂν καὶ τὰ τούτῳ ὑπάρχοντα καθrsquo αὑτό) Esta ciencia por lo

demaacutes no se identifica con ninguna de las denominadas particulares Nin-

guna de las otras en efecto se ocupa universalmente de lo que es en tanto

que algo es sino que tras seccionar de ello una parte estudia los acciden-

tes de eacutesta [hellip] Y puesto que buscamos los principios y las causas supre-

mas es evidente que eacutestas han de serlo necesariamente de alguna naturale-

za por siacute misma Y ciertamente si tambieacuten buscaban estos principios

quienes buscaban los elementos de las cosas que son tambieacuten los elemen-

tos teniacutean que ser necesariamente elementos de lo que es no accidental-

mente sino en tanto que algo es [hellip] La expresioacuten ldquoalgo que esrdquo se dice

en muchos sentidos pero en relacioacuten con una sola cosa y una sola natura- 224 Cfr Gonzaacutelez Aacutelvarez Aacutengel Tratado de metafiacutesica Ontologiacutea Madrid Gredos

1967 p 66

161

leza (Τὸ δὲ ὂν λέγεται μὲν πολλαχῶς ἀλλὰ πρὸς ἓν καὶ μίαν τι-

νὰ φύσιν) [hellip] Por tanto si esto es la entidad el filoacutesofo deberaacute hallarse

en posesioacuten de los principios y de las causas de las entidades (εἰ οὖν

τοῦτrsquo ἐστὶν ἡ οὐσία τῶν οὐσιῶν ἂν δέοι τὰς ἀρχὰς καὶ τὰς αἰτίας

ἔχειν τὸν φιλόσοφον)raquo225

El texto arriba acotado pone el acento en el en tanto que algo es en

el ser en general o aquello que hace que los entes sean y compartan una

cierta unidad ontoloacutegica No en vano Aristoacuteteles recuerda poco despueacutes

que mientras que la filosofiacutea primera (πρώτη φιλοσοφία) estudia el ser

en general laquose ocupa universalmente de lo que esraquo (καθόλου) el resto de

las ciencias se ocupan de una parte aislada y accidental del ser (μέρος αὐ-

τοῦ) esto es de los entes concretos Ademaacutes seguacuten el texto el ente no es

simplemente un objeto entre otros de los que se ocupa la filosofiacutea primera

Antes bien se trata de su objeto propio el que la legitima como tal y hace

que se distinga de los demaacutes saberes Por otro lado no estamos ante una di-

ferenciacioacuten sin maacutes como sentildeala Mariano Aacutelvarez puesto que la forma

como difiere la filosofiacutea primera de las otras ciencias es distinta de la forma

en que eacutestas difieren entre siacute226 En efecto lo que apunta Aristoacuteteles no es

que anaacutelogamente a como la matemaacutetica se ocupa de la cantidad y la fiacutesica

del ente moacutevil la filosofiacutea primera se ocupe del ente en cuanto ente Si esto

fuera asiacute de entrada quedariacutea atenuado el caraacutecter eminente y el propio es-

tatuto epistemoloacutegico de la metafiacutesica como ciencia Al contrario el ente

225 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Γ 1 1003a 20-1003b19 226 Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCaraacutecter antiteacutetico del objeto de la metafiacutesica en Aristoacute-

telesrdquo en Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael (Eds) op cit p 149

162

en cuanto ente se caracteriza esencialmente por estar presente y expresar

todo ente en lo que tiene de ente No puede por tanto ser algo bien deter-

minado ni tampoco opuesto al resto de las cosas sino que eacutestas por pecu-

liares que sean son ante todo y en todo caso entes y como tales pertenecen

a la esfera del ente en cuanto ente

Por lo pronto y en este sentido todas las determinaciones comunes

de la realidad parten de una verdad fundamental que las cosas son Se trata

de la determinacioacuten maacutes radical y universal de la realidad No es de extra-

ntildear por tanto que el problema del ser sea uno de los problemas centrales

de la metafiacutesica asiacute como su horizonte mismo ademaacutes del punto de partida

de toda interrogacioacuten humana acerca de lo real Pero por otro lado no de-

bemos olvidar el caraacutecter esencialmente aporeacutetico y multiacutevoco de este con-

cepto como sentildealoacute Aristoacuteteles pues a un tiempo es el maacutes cercano y el

maacutes lejano De entrada que las cosas son es evidente se trata de una pri-

mera certeza de la metafiacutesica pero en el momento de aprehender lo que el

ser es estamos ante una idea que trasciende el saber humano y que no se

deja atrapar nunca por completo227

Ciertamente la posibilidad y necesidad de esta cuestioacuten se funda-

menta en una relacioacuten paradoacutejica entre trascendencia e inmanencia pues

por un lado siempre sabemos sin mediaciones lo que el ser es pero por otro

227 Llegados a este punto nos encontramos en un aprieto que bien pudiera recordarnos

las palabras de San Agustiacuten sobre el tiempo ldquoiquestQueacute es el tiempo iquestQuieacuten puede expli-

carlo de una forma faacutecil y breve iquestQuieacuten puede apresarlo en el pensamiento o expresar-

lo con palabras Sin embargo iquestno es verdad que en nuestras conversaciones a nada nos

referimos con maacutes familiaridad que al tiempo Y seguramente lo comprendemos cuan-

do hablamos de eacutel y cuando oiacutemos a otro hablar de eacutel iquestQueacute es entonces el tiempo Si

nadie me lo pregunta seacute queacute es Pero si quisiera explicarlo a quien me pregunta no lo

seacuterdquo San Agustiacuten Confesiones Madrid BAC 1988 XI 14 (trad cast Joseacute Cosgaya)

163

sabemos que nunca podremos conocerlo por completo porque nos sobrepa-

sa La ontologiacutea parte del supuesto de que todo ente es en el ser Se trata de

la necesidad de reconocer que antes de toda comprensioacuten de un ente con-

creto hay una precomprensioacuten del ser en cuanto ser pues la primera predi-

cacioacuten que se puede hacer de un ente es que es y soacutelo despueacutes se pueden

predicar el resto de sus concomitancias Desde este punto de vista por tan-

to el desarrollo de la metafiacutesica occidental consiste en el recuento de los

diversos modos de plantear el problema del ser que en opinioacuten de Heideg-

ger es el auteacutentico y uacutenico tema de la filosofiacutea pero no el ser entendido co-

mo ente sino como aquello que es previo al ente y le hace ser Aristoacuteteles

ya habiacutea dicho que laquoel ser se dice de muchas manerasraquo y que debiacutea haber

un conocimiento del laquoser en cuanto serraquo pero es de justeza reconocer que

el concepto de ser el maacutes universal y extenso de todos los conceptos resul-

ta indefinible por definicioacuten228

Por tanto desde los comienzos de la filosofiacutea se advierte que el ente

(τό ὄν) prima de un modo tajante sobre el no-ente (μὴ ὄν) puesto que se-

ntildeala sus condiciones de posibilidad y define las coordenadas en las que un

planteamiento del no-ser es posible O lo que es lo mismo la elucidacioacuten 228 Cfr Heidegger Martin Ser y tiempo ed cit sect 1 pp 11-14 Como dijo Aristoacuteteles

la filosofiacutea primera no se identifica con ninguacuten saber particular Tiene que ver bajo ese

punto de vista con lo indeterminado En consecuencia la filosofiacutea no debe reconocer

como propio nada que le venga puesto o impuesto ni tampoco comenzar por nada que

esteacute previamente delimitado Cfr Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoEl comienzo de la filoso-

fiacutea como vaciacuteo seguacuten Hegelrdquo en Paredes Martiacuten Mordf del Carmen (Ed) Intencionali-

dad mundo y sentido Problemas de fenomenologiacutea y metafiacutesica Salamanca Universi-

dad de Salamanca 2003 p14 A fin de no repetir cosas de todos conocidas sobre la for-

macioacuten y el sentido de la idea de ente cfr Gonzaacutelez Aacutelvarez Aacutengel Tratado de metafiacute-

sica Ontologiacutea ed cit pp 99-111 Como ampliacioacuten cfr Pentildea Lorenzo El ente y su

ser Un estudio loacutegico-metafiacutesico Leoacuten Universidad de Leoacuten 1985

164

del estatuto ontoepisteacutemico del no-ser se encuentra determinada por la ca-

racterizacioacuten del ser (y del ente) Por eso la convivencia metafiacutesica entre

ente y no-ente soacutelo es posible en una ontologiacutea en la que la concepcioacuten del

ser haya adquirido la suficiente flexibilidad para dar cabida en su seno a

una cierta dosis de no-ser sin rechazar de antemano el caraacutecter negativo

implicado en lo finito lo aparente lo muacuteltiple y lo moacutevil229 Es bien sabido

que Hegel comienza su Ciencia de la loacutegica por el ser que es lo puramente

indeterminado Justamente esa indeterminacioacuten ese no referirse a nada en

concreto es lo que le hace coincidir con la nada La unioacuten de ambos confi-

gura el devenir Dejando a un lado la compleja problemaacutetica de esta obra

entendemos que mutatis mutandis se puede encontrar en este planteamien-

to una notable semejanza con los presocraacuteticos puesto que para ambos lo

que es el comienzo acompantildea luego a todas las fases del proceso como su

fundamento En el caso de los presocraacuteticos como hemos visto el ἀρχή

nunca deja de actuar activamente despueacutes del momento inicial sino que se

define por ser una realidad eterna que permanece presente en el devenir y

en la configuracioacuten misma de lo real hasta dar lugar al cosmos En el caso

de Hegel el hecho de comenzar por lo indeterminado unido al arraigo de

todo el proceso posterior en ese mismo hecho supone que la realidad no

estaacute dada de antemano sino que es un resultado se llega a ella por medio

de las sucesivas etapas de un proceso dialeacutectico donde se supera pero no se

pierde lo anterior pues se entiende como un estadio necesario para el final

desenvolvimiento de la esencia o el todo Este planteamiento que recuerda

sin duda a Heraacuteclito por la importancia que se concede al devenir asiacute como

a la necesidad de pensar las contradicciones de lo real sirve al tiempo para

229 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoNada y ontologiacutea en el pensamiento griegordquo en Anuario Fi-

losoacutefico 18 (1985) p 78

165

reconciliarlo con Parmeacutenides ya que se parte del supuesto de que razoacuten y

realidad son lo mismo que no es ajeno al jonio a tenor del peso del λόγος

en la estructuracioacuten de la propia realidad y en el conocimiento humano de

la misma La perspectiva hegeliana parte de la consideracioacuten de que soacutelo el

todo tiene sentido sin olvidar que se trata de una totalidad dialeacutectica ndashque

es y no-es al mismo tiempo- para la que resulta fundamental estar en deve-

nir como proceso de modo que soacutelo es verdaderamente al final Lo que en

principio es o significa por tanto no alcanzaraacute su verdad hasta que no sea

mediado hasta que no se transforme en otra cosa que no es o devenga otra

idea de un modo similar al primer principio de los presocraacuteticos que opera

de lo indeterminado a lo determinado por medio de sucesivas transforma-

ciones en un proceso en devenir que supera e integra los contrarios en una

unidad uacuteltima que todo lo liga Pero hay una salvedad obvia para los pre-

socraacuteticos el tiempo es un ciacuterculo el ciclo de la vida de modo que este pro-

ceso fiacutesico retorna siempre sobre siacute mismo como sucede con las estaciones

mientras que Hegel entiende este proceso como una espiral de tinte metafiacute-

sico e histoacuterico que avanza hacia un fin concreto Por otro lado es preciso

evitar leer a Heraacuteclito en clave hegeliana cuando se dice que los contrarios

forman para el jonio una unidad no nos referimos a que formen una identi-

dad en sentido hegeliano que es una consecuencia del propio devenir cu-

yo motor es la contradiccioacuten interna de cada momento o determinacioacuten co-

mo tal Heraacuteclito concibe el devenir como una sucesioacuten o despliegue de de-

terminaciones diferentes que en su mismo decurso revelan el cambio y la

multiplicidad pero esta multiplicidad se produce en y por la unidad pro-

funda de la propia φύσις230

230 Para profundizar en este aspecto del pensamiento de Hegel cfr Aacutelvarez Goacutemez Ma-

riano ldquoEl comienzo de la filosofiacutea como vaciacuteo en Hegelrdquo ed cit pp 13ss

166

Para Heidegger desde el principio la pregunta por el ente acompantildea

en la filosofiacutea a la pregunta por lo que no-es (Nicht-Seinde) y por la nada

(Nichts) En este sentido el modo de preguntar por la nada en un determi-

nado pensamiento puede facilitarnos las claves de su modo de preguntar

por el ser Pues en el pensamiento especulativo no se pregunta por ella soacutelo

exteriormente como hace la ciencia como manifestacioacuten concomitante si-

no que conforme a la correspondiente extensioacuten profundidad y originali-

dad con que se interroga sobre el ente se despliega la interrogacioacuten por la

nada y viceversa231

De este modo afirma el pensador alemaacuten quizaacutes no sin razoacuten que la

pregunta fundamental de la metafiacutesica es iquestpor queacute hay ente y no maacutes bien

nada232 Tomemos esta cuestioacuten como hilo conductor para analizar el pa-

pel del no-ser en los filoacutesofos preparmeniacutedeos puesto que el concepto de

nada no estaacute auacuten tematizado en el pensamiento arcaico de entrada porque

para un griego no tiene sentido que algo surja de la nada aunque se presu-

ponga en algunos planteamientos sobre los opuestos Justamente la nada

conforma tan soacutelo una de las posibilidades del no-ente la maacutes radical si se

quiere pero entendemos que en el amanecer de la ontologiacutea griega los pri- 231 Cfr Heidegger Martin Introduccioacuten a la metafiacutesica Buenos Aires Nova 1980 pp

32ss (trad cast Emilio Estiuacute) 232 Heidegger Martin ldquoiquestQueacute es metafiacutesicardquo en Hitos ed cit p 108 No se olvide

que esta pregunta fundamental se remonta a Leibniz ldquoLa primera pregunta que tenemos

derecho a formularnos seraacute por queacute hay algo en vez de nada Pues la nada es maacutes simple

y maacutes faacutecil que algordquo Leibniz G W Principes de la nature et de la gracircce fondeacutes en

raison Paris PUF 1986 p 45 (Ed Andreacute Robinet) Es maacutes se pregunta Leibniz supo-

niendo que tenga que existir algo por queacute este estado efectivo de cosas mejor que otro

La conclusioacuten de todos conocida es que eacuteste es el mejor de los mundos posibles seguacuten

el divino ensamblaje preestablecido La moacutenadas por tanto no interactuacutean autoacutenoma-

mente sino seguacuten una relacioacuten reglamentada de antemano por Dios

167

meros filoacutesofos no se preguntaban por la nada sino de un modo maacutes gene-

ral por el no-ente Es maacutes tomando la historia de la filosofiacutea en su conjun-

to se puede notar coacutemo se pasa de la pregunta originaria por lo que no-es

por lo que deja-de-ser por el constante devenir de lo real mismo a la pre-

gunta por lo que es por lo inmutable por lo permanente Sin duda la pre-

gunta por lo negativo de uno u otro modo ha acompantildeado siempre a la fi-

losofiacutea en su caminar teoreacutetico233 En verdad el asunto no debe extrantildear

pues el ente mismo que es objeto de una experiencia inmediata estaacute radical-

mente afectado por la negatividad se muestra cambiante finito limitado

incluso surcado por el no-ente en cuanto es ndashpero no de modo pleno- y en

cierto sentido no-es

Es verdad que la polaridad entendashno-ente no aparece auacuten de forma

expliacutecita en los primeros presocraacuteticos justamente porque la pregunta por

el ente no ha adquirido auacuten perfiles bien delimitados Hemos sentildealado que

fue Parmeacutenides quien preparoacute el camino para la concepcioacuten de la posterior

ontologiacutea entendida como indagacioacuten precisa sobre el ente y con eacutel nace

tambieacuten como rechazo la cuestioacuten del no-ente que no soacutelo no tiene cabida

ontoloacutegica sino tampoco epistemoloacutegica puesto que no puede pensarse ni

tan siquiera decirse De este modo carece de trascendencia metafiacutesica des-

terrado del aacutembito de lo que verdaderamente es no puede afectar en modo

alguno a la realidad No sirve para explicar la multiplicidad ni el movi-

miento de la naturaleza que nos muestran los sentidos justamente porque

no son porque son ilusorios o aparentes y en consecuencia no necesitan

una comprensioacuten racional Con todo el no-ente hace un claro acto de pre- 233 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoNada y ontologiacutea en el pensamiento griegordquo ed cit p 79

ldquoEstos inconciliables por lo tanto coexisten de hecho en el ser con caras de una mis-

ma realidad La estructura del ser es contrariedadrdquo Castoriadis Cornelius op cit p

277

168

sencia en los pensadores anteriores especialmente en los polos negativos

de esas parejas de contrarios que constituyen para ellos la clave para com-

prender el universo

Los problemas que plantea la admisioacuten de tales supuestos que no

fueron ajenos a la sofiacutestica pesan decisivamente sobre la especulacioacuten de

Platoacuten como es bien sabido lo que le lleva en uacuteltima instancia a cometer lo

que eacutel mismo denominoacute como un parricidio la revisioacuten de la identidad ab-

soluta y del caraacutecter estaacutetico del ente parmeniacutedeo a fin de no paralizar el

pensamiento mismo por medio de una oposicioacuten irreductible entre ente y

no-ente y poder asiacute alcanzar un punto de vista maacutes flexible en el que am-

bos puedan decirse pensarse existir e incluso co-existir en el seno de la

primera tabla de categoriacuteas ndashen sentido estricto- de la filosofiacutea occiden-

tal234 No obstante hasta Aristoacuteteles no encontramos los medios conceptua-

les para alcanzar una precisa comprensioacuten del no-ser por un lado con la

nocioacuten de analogiacutea y multivocidad del ser por otro con la minuciosa ela-

boracioacuten de una tabla loacutegico-metafiacutesica de categoriacuteas o modos de ser y mo-

dos de decirse el ser que va maacutes allaacute de la platoacutenica sin olvidar el com-

pleto estudio acerca de los diversos tipos de oposicioacuten ajenos sin duda al

autor que nos ocupa pero que conviene tener presentes No obstante en

nuestra opinioacuten el concepto aristoteacutelico de potencia (δύναμις) cuyo sen-

tido primario es laquoprincipio productor de cambio en otro o en ello mismo

234 Cfr Platoacuten Sofista (Diaacutelogos vol V) ed cit 241d (trad cast Nestor L Cordero)

Platoacuten afirmoacute que el no-ente de alguna manera era daacutendole cabida en el campo de la

ontologiacutea Asiacute todo los entes participan de lo mismo porque cada uno es lo mismo con-

sigo mismo y todos participan tambieacuten de lo otro porque cada uno es otro respecto a

los demaacutes No obstante entendemos que la tensioacuten enteno-ente no resulta tan funda-

mental en el marco de la ontologiacutea platoacutenica como la tensioacuten unomuacuteltiple de mucho

maacutes calado

169

pero en tanto que otroraquo quizaacutes sea la mayor aportacioacuten conceptual que se

ha hecho en la historia del pensamiento para la comprensioacuten filosoacutefica del

no-ser puesto que cuando algo estaacute en potencia como es bien sabido no es

auacuten lo que tiene que ser pero puede llegar a serlo en una suerte de unioacuten

entre el ser el no-ser y el devenir235

De la mano de Aristoacuteteles sabemos que la articulacioacuten de las diver-

sas concepciones del no-ser en el pensamiento preparmeniacutedeo estriba en la

trabazoacuten del mundo por medio de parejas de opuestos Acaso no estemos

sino ante una traduccioacuten racional de las antildeejas luchas mitoloacutegicas entre po-

tencias contrarias presentes en buena parte de las teogoniacuteas y cosmogoniacuteas

que conservamos en las que de lo uno surge en primer lugar un par de

opuestos236 No obstante queremos destacar un hecho que nos parece fun-

damental a saber que la reflexioacuten arcaica sobre la negatividad acompantildea

desde el inicio a la concepcioacuten filosoacutefica de la naturaleza En otras pala-

bras la filosofiacutea identificada en lo sucesivo con la estricta ontologiacutea o es-

tudio del ente nace en el momento mismo en que comienza a esbozarse la

especulacioacuten sobre el no-ente sobre los opuestos sobre los contrarios esto

es nace como laquoenantiologiacutearaquo laquoLa filosofiacutea recibioacute su bautismo al surgir la

nocioacuten del devenir como lucha entre contrarios (ἐναντίωσις)raquo237

235 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit ∆ 11 1019a 15-1020a 236 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 37 Seguacuten Gigon la

filosofiacutea comparte con las teogoniacuteas la buacutesqueda de la verdad la buacutesqueda de los prime-

ros principios y el propoacutesito de hablar acerca de todo cuanto hay ldquoVerdad Principio

Todo son tres ideas que sentildealan el peso filosoacutefico de la Teogoniacutea en el terreno de las ca-

tegoriacuteas formales Como preguntas son otros tantos senderos al final de los cuales

emerge la idea del ser que es el centro absoluto de la filosofiacuteardquo Ibid p 29 237 Martano Giuseppe Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico vol I Napoli-Fi-

renze Il Tripode 1972 p 19

170

11 Los contrarios en Anaximandro

El caso maacutes incontrovertible de esta tendencia lo encontramos pri-

mero en Anaximandro quien alude directamente en su pensamiento a la lu-

cha u oposicioacuten de contrarios

laquoLa salida de las cosas del aacutepeiron es una separacioacuten de los contrarios que

luchan en este mundo a partir del todo originariamente unidoraquo238

En un sentido amplio Anaximandro postuloacute la existencia de un pri-

mer principio indeterminado e ilimitado (τὸ ἄπειρον) no afectado direc-

tamente por la contrariedad pero del que dependen el nacimiento y la opo-

sicioacuten de los contrarios Uno de ellos prevalece sobre otro durante un cierto

tiempo y como justa retribucioacuten de su injusticia debe ceder su lugar a su

opuesto seguacuten lo dispone el tiempo

laquoEl principio de los seres es lo ilimitado (τὸ ἄπειρον) [hellip] y las cosas

perecen en lo mismo que les dio el ser seguacuten la necesidad Y es que se

dan mutuamente justa retribucioacuten por su injusticia seguacuten la disposicioacuten

del tiempo (κατὰ τὴν τοῦ χρόνου τάξιν) (12 B 1 DK 12 A 9 DK)raquo

Por ello Anaximandro despoja de determinaciones a este principio y

lo define como algo indeterminado como algo que puede ser ndashsin serlo de

hecho- todas las cosas a la vez El ἄπειρον es una entidad comuacuten a todas

238 Jaeger Werner Paideia ed cit p 158 A este respecto cfr Lloyd G E R ldquoHot

and cold dry and wet in Greek Philosophyrdquo en Journal of Hellenic Studies 84 (1964)

p 99

171

las cualidades contrarias pues no siendo ninguna en concreto estaacute en todas

ellas las traba y las muda unas en otras siendo aquello a lo que todas las

cosas tienen que retornar de nuevo cuando desaparezcan o dejen de ser

Asiacute este principio es indeterminado e ilimitado ingeacutenito e imperecedero

(ἀγένητον καὶ ἄφθαρτον) divino (τὸ θεῖον) lo abarca todo y todo lo

gobierna (περιέχειν ἅπαντα καὶ πάντα κυβερνᾶν) (cfr 12 B 6 DK

cfr 12 A 15 DK) inmortal e indestructible (ἀθάνατον γὰρ καὶ ἀνώλε-

θρον) (cfr 12 B 3 DK cfr 12 A 15 DK) es eterno (ἀίδιον) y nunca en-

vejece (ἀγήρω) (cfr 12 B 2 DK) siendo a la vez principio y fin de todas

las cosas239

Sin duda esta consideracioacuten del primer principio representa un nota-

ble esfuerzo de abstraccioacuten puesto que se trata de una realidad unitaria que

subsiste bajo los cambios si bien resulta auacuten maacutes notable el esfuerzo de

considerar esta realidad subyacente como ilimitada e imperceptible240 Pe-

ro ciertamente el ἀρχή debe ser ilimitado e indeterminado por definicioacuten

239 Cfr Reale Giovanni Storia della filosofia antica vol I Milano Vitae pensiero

1982 p 60 Este planteamiento puede considerarse como precursor del heracliacuteteo Aun-

que Heraacuteclito no se pronuncie en este sentido consideramos suficiente el hecho de que

Anaximandro no aparezca en ninguna de sus criacuteticas en las que siacute estaacuten otros presocraacute-

ticos lo que demuestra que conocioacute la filosofiacutea de sus predecesores Prueba de ello pue-

de ser el fragmento 126 DK de Heraacuteclito donde resuena sin duda el estilo del milesio

ldquoLas cosas friacuteas se calientan lo caliente se enfriacutea lo huacutemedo se seca lo reseco se hume-

decerdquo A este respecto cfr Broumlcker Walter ldquoHeraklit zitiert Anaximanderrdquo en Her-

mes 84 (1956) pp 382-384 Cfr Kahn Charles H Anaximander and the Origins of

Greek Cosmology New York Columbia University Press 1960 pp 182ss 240 En verdad estamos ante una ruptura con lo representable ndashy tal vez con lo pensable-

pues lo que nos presenta Anaximandro es laquoun abismoraquo Cfr Castoriadis Cornelius op

cit p 250

172

en el sentido de lo que no tiene liacutemites ni puede ser determinado pues de

ser limitado o determinado iquestqueacute lo limitariacutea o determinariacutea Por lo pronto

si hubiera algo que pudiese limitar al primer principio eacuteste dejariacutea de serlo

de inmediato y en sentido estricto

Para explicar coacutemo del aacutepeiron sin determinaciones ni cualidades

pueden surgir los elementos determinados Anaximandro apela a la separa-

cioacuten de la realidad en pares de contrarios caliente-friacuteo seco-huacutemedo (cfr

12 A 9 DK) A partir de esta oposicioacuten nace la contienda la discordia la

injusticia A su vez fruto de la tensioacuten entre estas cualidades contrarias

que engendran y transforman todas las cosas se da la desaparicioacuten de todas

ellas para volver de nuevo al ἄπειρον que de esta manera consuma un ci-

clo y restaura el equilibrio en lo indeterminado esto es la justicia Cierta-

mente el tiempo es entendido ciacuteclicamente como el traacutensito entre un punto

inicial y un punto final (que no es sino un nuevo inicio puesto que ambos

se anudan en el ἄπειρον) y aparece tambieacuten como juez ya que es quien

disuelve y resuelve todas las disputas e injusticias Asiacute pues este mundo

(junto con los mundos innuacutemeros cuya posible existencia postula) estaacute des-

tinado a desaparecer y de la sustancia primitiva reapareceraacute otro nuevo (cfr

12 A 14 DK)241

Advierte una cosa Tomaacutes Melendo que resulta capital para compren-

der el alcance de la oposicioacuten en Anaximandro a saber que el surgimiento

de los contrarios a partir de lo ilimitado implicariacutea una maacutes radical oposi-

cioacuten laquola que media entre lo finito y lo infinitoraquo242 En este sentido ya sentildea-

loacute Gigon que lo ilimitado por el simple sentido de la palabra estaacute exigien-

241 Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit pp 42ss pp 228-32

242 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparme-

niacutedeordquo en Anuario Filosoacutefico 20 (1987) p 133

173

do lo limitado que brota de ello243 Surge entonces el interrogante por el

nexo entre lo limitado y lo ilimitado una vez producida la laquoseparacioacutenraquo

iquestSubsisten las contrariedades en lo uno o soacutelo puede hablarse de ellas en lo

muacuteltiple iquestSe trata de un primer principio que es al tiempo unidad-multipli-

cidad iquestQueacute sucede con lo ilimitado una vez que ha dado lugar al cosmos

iquestCabe de alguacuten modo ser en el desaparecer

Por lo pronto soacutelo podemos admitir que lo ilimitado se dispone como

una suerte de flexible pero inalterable laquomezclaraquo ndasha la vez una y muacuteltiple-

que cobija en su interior a los diversos contrarios y de la que eacutestos se sepa-

ran por un procedimiento que sin duda recuerda a Heraacuteclito laquoel movimien-

to eternoraquo (κίνησιν ἀίδιον) (cfr 12 A 17 DK) La respuesta aristoteacutelica

estaacute clara a este respecto aunque no obstante sospechamos que la cuestioacuten

no es tan sencilla porque seguimos sin saber si los contrarios surgen de lo

ilimitado una vez que estaacuten fuera o si por el contrario toman forma en su

interior mismo

laquoOtros afirman que los contrarios (τὰς ἐναντιότητας) estaacuten contenidos

en el Uno y emergen de eacutel por separacioacuten (ἐκκρίνεσθαι) como Anaxi-

mandro y tambieacuten cuantos dicen que los entes son uno y muacuteltiples como

Empeacutedocles y Anaxaacutegoras pues para eacutestos las cosas emergen de la Mez-

cla (ἐκ τοῦ μίγματος) por separacioacuten (ἐκκρίνουσι) (12 A 16 DK)244

243 ldquoLa relacioacuten entre el principio y lo que le sigue puede ser formulada como relacioacuten

entre lo ilimitado y lo limitadordquo Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed

cit p 69 244 Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit I 4 187a 20 Como indica Bernabeacute mientras que lo ili-

mitado es uno eterno inmortal indestructible y carece de vejez lo abarca y lo gobierna

todo ldquosurgen mecaacutenicamente pares de contrarios en su interiorrdquo Bernabeacute Alberto ldquoLo

uno y lo muacuteltiple en la especulacioacuten presocraacuteticardquo en Taula nordm 27-28 (1997) p 82 Pa-

174

Lo que al menos no se puede dudar a tenor de los fragmentos con-

servados es que Anaximandro atisboacute una distincioacuten clara entre los contra-

rios bajo el sello del predominio temporal de unos sobre otros lo que con-

lleva una injusticia que debe ser reparada De entrada lo que parece es que

la propia existencia en el mundo sensible de los entes es algo negativo una

culpa que se debe expiar En este sentido si la injusticia nace de la indivi-

duacioacuten de las cualidades contrarias en la totalidad de lo ente parece que se

apunta a que el estado de justicia consiste precisamente en la unificacioacuten de

unos contrarios con otros en el seno de lo indeterminado esto es a una

suerte de armoniacutea invisible por decirlo en teacuterminos heracliacuteteos245

Por lo demaacutes no parece pertinente tratar de rastrear aquiacute una teoriacutea

que soacutelo maacutes adelante se encuentra expresamente sostenida asiacute como tratar

ra Gigon no se puede atribuir a Anaximandro el concepto de mezcla puesto que aparte

de una falta de perspectiva seriacutea una anaxagorizacioacuten de su pensamiento Cfr Gigon

Olog Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 76 Esta idea no parece descabella-

da a la vista de algunos fragmentos de Anaxaacutegoras que recuerdan a Anaximandro aun-

que introduciendo elementos propios como el concepto de mezcla (cfr 59 B 4 DK B 8

B 12) 245 Ante esta idea de culpa o injusticia vienen a la mente de inmediato las palabras que

Soacutefocles puso en boca de los ancianos corifeos en su obra Edipo en Colono que de-

nuncian el caraacutecter efiacutemero de la felicidad humana el acecho sin tregua de los males y

el dolor y la imposibilidad de luchar contra lo que no se puede cambiar ldquoEl no haber

nacido triunfa sobre cualquier razoacuten (Μὴ φῦναι τὸν ἅπαντα νικᾷ λόγον) Pero ya

que se ha venido a la luz lo que en segundo lugar es mejor con mucho es volver cuanto

antes alliacute de donde se vienerdquo Soacutefocles Edipo en Colono (Tragedias) Madrid Gredos

1981 Coro Antistrofa 1224-1229 (trad cast Assela Alamillo) Parejas son sin duda las

palabras de Segismundo en un ceacutelebre soliloquio de La vida es suentildeo ldquohellippues el delito

mayor del hombre es haber nacidordquo Cfr Calderoacuten de la Barca Pedro La vida es suentildeo

Barcelona Orbis 1983 jorn I esc ii

175

de delimitar una estricta tipologiacutea de la contradiccioacuten Lo que en Anaxi-

mandro implica una cierta negatividad metafiacutesica es la presencia misma de

los contrarios o maacutes bien la preponderancia de unos sobre otros Como

consecuencia inmediata de la generacioacuten por tanto debe darse una remota

reparacioacuten con una accioacuten de signo inverso246 Cabe preguntarse no obstan-

te en queacute consiste exactamente la culpa o injusticia que debe ser retribuida

Ciertamente el pensamiento de que la individuacioacuten misma resulta culpa-

ble de la necesidad de la identidad con lo absoluto no es propio de la reli-

gioacuten griega sino maacutes bien de la hinduacute seguacuten las Upanishad el principio vi-

tal el yo personal (ātman) tiende a unirse de nuevo con el principio univer-

sal de donde procede (Brahmān) Soacutelo por el verdadero conocimiento de

esta unidad (o mejor no-dualidad) y no por las obras se puede alcanzar en

uacuteltima instancia la liberacioacuten se puede escapar de la rueda de las reencar-

naciones (samsāra) al saber que ātman es Brahmān que el ser humano es

una chispa del todo alcanzando de este modo la unioacuten con lo absoluto247

Por tanto en el caso que ahora nos ocupa parece que no es tanto el hecho

de separarse del todo lo que constituye una injusticia sino maacutes bien el he-

cho de imponerse sobre su opuesto La justicia seraacute pues el cese de tal pre-

ponderancia o imposicioacuten pero no es el tiempo entendido como un maacutes al-

to poder personal o impersonal el encargado de impartir justicia y devol-

ver el equilibrio a lo real ni tampoco los contrarios mismos sino el propio

primer principio (τὸ ἄπειρον)248 que todo lo circunda (περιέχειν ἅπαν-

τα) y todo lo gobierna (πάντα κυβερνᾶν) que trasciende e integra todas 246 Cfr Zeller E Mondolfo R La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I

vol II Firenze La Nuova Italia 1968 p 204 247 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos Barcelona

Anagrama 1992 pp 60-65 248 Cfr Classen C J ldquoAnaximanderrdquo en Hermes 90 (1962) pp 168-169

176

las contradicciones sin ser afectado por ellas siendo adjetivado consecuen-

temente como lo divino (τὸ θεῖον) En verdad esta idea tan fecunda para

la posteridad la de la superacioacuten de la negatividad por parte de lo absoluto

la de la coincidencia de los opuestos en lo divino apareceraacute de nuevo en

Heraacuteclito como veremos si bien con tintes propios

Por otro lado conviene sentildealar que a diferencia de Pitaacutegoras Anaxi-

mandro se acerca a Heraacuteclito en el hecho de que no se otorga prioridad on-

toloacutegica a unos contrarios respecto de otros no hay polos negativos ni posi-

tivos en la relacioacuten enantioloacutegica249 Justamente el nacimiento de la contra-

riedad conlleva finitud y liacutemite pero resulta una rara excepcioacuten en el pen-

samiento griego el hecho de no concebir el infinito como una instancia ne-

gativa sino maacutes bien como fuente inagotable de vida y existencia250

La suposicioacuten de una realidad imperceptible detraacutes de la perceptible

por tanto es un recurso casi imprescindible para quien busca la unidad de-

traacutes de la multiplicidad de los fenoacutemenos Ciertamente cuando Anaximan-

dro tratoacute de exponer su visioacuten del mundo no existiacutea auacuten la distincioacuten entre

sustancia y atributos por eso los consideraba como cosas ndashen sentido onto-

loacutegico- y no como cualidades de las cosas ndashen sentido epistemoloacutegico-251

Por otro lado el conflicto entre realidades contrarias constituye una eviden-

cia inmediata en la propia naturaleza la naturaleza del agua ndashpor ejemplo-

consiste en apagar el fuego allaacute donde lo encuentre y viceversa Acaso por

eso no identificoacute el primer principio con algo determinado sino indefinido

porque si unas realidades aniquilan a otras iquestcoacutemo explicar el nacimiento 249 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparme-

niacutedeordquo ed cit p 139 250 Cfr Martano Giuseppe Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico vol I ed cit

p 28 Cfr Reale Giovanni Storia della filosofia antica vol I ed cit p 60 251 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 86

177

de unas a partir de otras o maacutes bien de todas a partir de una sola iquestPor lo

demaacutes no equivale el traacutensito perpetuo de lo caliente y lo seco a lo friacuteo y lo

huacutemedo al paso mismo de las estaciones

laquoHay algunos que suponen lo infinito en el primer sentido que no es para

ellos ni aire ni agua y hacen esto a fin de que los otros elementos no pue-

dan ser destruidos por un elemento que sea infinito Porque estos elemen-

tos tienen contrariedades entre siacute (ἔχουσι γὰρ πρὸς ἄλληλα ἐναντίω-

σιν) ndashpor ejemplo el aire es friacuteo el agua huacutemeda el fuego caliente- y si

uno de ellos fuera infinito los otros habriacutean sido ya destruidos afirman en-

tonces que hay algo distinto de lo cual estos provienen Pero es imposible

que exista tal cuerpo no porque sea infinito [hellip] sino porque no hay tal

cuerpo sensible fuera de los llamados elementosraquo252

Seguacuten el texto de Aristoacuteteles Anaximandro advirtioacute que existe una

tendencia natural entre los elementos contrarios que consiste en destruirse

unos a otros Si el mundo tiene que nacer de una sustancia uacutenica por tanto

eacutesta tiene que subsistir en una cantidad tal que pueda cobijar en potencia al

resto de los entes y ademaacutes tiene que ser ajena a toda contradiccioacuten Por eso

no puede ser un elemento determinado porque si fuera el fuego o el agua el

que subsistiera en tal cantidad no podriacutea evitar aniquilar a su contrario tal y

como dicta su propia naturaleza Con Anaximandro en definitiva se da sin

duda una primera pero interesante desviacioacuten de la filosofiacutea desde el terre-

no de la experiencia concreta y sensible hasta el terreno del pensamiento

abstracto y teoreacutetico Pero falta auacuten un hito en el camino de la configura-

cioacuten del pensamiento enantioloacutegico arcaico que merece la pena resentildear a

fin de entender mejor y enmarcar con precisioacuten la propuesta de Heraacuteclito a 252 Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit III 204b 25

178

este respecto Se trata de Pitaacutegoras y los pitagoacutericos que dieron una nueva

vuelta de tuerca al problema que nos ocupa

12 Los contrarios en Pitaacutegoras

Sin duda como veremos Pitaacutegoras representa un avance en el cam-

po de la interpretacioacuten e inteleccioacuten de los contrarios respecto a los filoacuteso-

fos anteriores pero por otro lado no deja de presentar las mismas dificulta-

des teoacutericas para determinarlos en especial la confusioacuten entre los aspectos

oacutenticos y episteacutemicos de la oposicioacuten y la mezcla en una misma clasifica-

cioacuten de contrarios concretos y abstractos En cierto modo quizaacute se eche en

falta en este contexto el espiacuteritu sisteacutemico de Aristoacuteteles y el enorme es-

fuerzo que hizo por categorizar lo real pero por otro lado se gana la es-

pontaneidad y la libertad de una reflexioacuten que nace del asombro mismo an-

te los aspectos no dominados de lo real que no se somete a moldes estric-

tos ni predisentildeados y que posiblemente nos ilumine sobre los primeros pa-

sos de la filosofiacutea antes de convertirse en una disciplina precisa y bien defi-

nida iquestNo se vio impelido el propio Estagirita a elaborar una precisa clasifi-

cacioacuten de los tipos de oposicioacuten a tenor de la presencia e importancia que

tuvo esta temaacutetica en las filosofiacuteas anteriores preocupado especialmente

por la problemaacutetica del principio de no-contradiccioacuten

Tres son los puntos que resumen la visioacuten pitagoacuterica sobre este tema

seguacuten Aristoacuteteles en primer lugar se parte de la afirmacioacuten fundamental

de que el nuacutemero es el principio de todos los seres o lo que es lo mismo

laquolos elementos del nuacutemero constituyen los elementos de las cosasraquo (τὰ

τῶν ἀριθμῶν στοιχεῖα τῶν ὄντων στοιχεῖα πάντων ὑπέλαβον εἶ-

179

ναι) en segundo lugar los propios nuacutemeros por ser contrarios entre siacute in-

troducen la oposicioacuten en el seno mismo de lo real tal y como sucede en los

intervalos musicales en tercer lugar los principios del universo pueden re-

sumirse en diez parejas de contrarios

laquoLos llamados pitagoacutericos dedicaacutendose los primeros a las matemaacuteticas

las hicieron avanzar y nutrieacutendose de ellas dieron a considerar que sus

principios son principios de todas las cosas que son Y puesto que en ellas

lo primario son los nuacutemeros y creiacutean ver en estos ndashmaacutes desde luego que

en el fuego en la tierra y el agua- muacuteltiples semejanzas con las cosas que

son [hellip] supusieron que los elementos de los nuacutemeros son elementos de

todas las cosas que son y que el firmamento entero es armoniacutea y nuacutemero

Y cuantas correspondencias encontraban entre los nuacutemeros y armoniacuteas de

una parte y las peculiaridades y partes del firmamento y la ordenacioacuten del

Universo de otra las relacionaban entre siacute sistemaacuteticamente [hellip] el nuacuteme-

ro es principio que constituye no soacutelo la materia de las cosas que son sino

tambieacuten sus propiedades y disposiciones y que los elementos del nuacutemero

son lo Par e Impar limitado aqueacutel e ilimitado eacuteste y que el Uno se compo-

ne de ambos [hellip] y que el Nuacutemero deriva del Uno (58 B 4-5 DK)raquo253

253 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Α 5 985b 22-986b 7 Como es sabido son diez las

parejas de contrarios porque el diez era el nuacutemero perfecto para los pitagoacutericos se trata

de la suma de los cuatro primeros nuacutemeros naturales (τετρακτύς) y representa el liacutemite

del cosmos Aristoacuteteles cuenta en este mismo pasaje que al observar soacutelo nueve cuerpos

celestes los pitagoacutericos tuvieron que proponer la existencia de otro maacutes para ajustar las

apariencias con el sistema se trata de la ldquoanti-Tierrardquo que no se ve por estar situada al

lado opuesto de la Tierra Cfr Gorman Peter Pitaacutegoras Barcelona Criacutetica 1988 pp

154ss

180

Por lo pronto para los pitagoacutericos el sistema de la naturaleza reposa

sobre la base de que la esencia de cada cosa es una consecuencia conexa a

los nuacutemeros En su opinioacuten es evidente que la naturaleza estaacute estructurada

seguacuten proporciones matemaacuteticas pero no lo es tanto que proceda de un ele-

mento natural concreto sea la tierra el fuego o el agua En este sentido

quien conozca sus propiedades y relaciones conoceraacute las propiedades y re-

laciones que se dan en el cosmos Los nuacutemeros establecen el nexo de unioacuten

de todas las cosas ya que unos derivan de otros y todos del Uno y la me-

caacutenica del universo entero son la base del espiacuteritu y el uacutenico medio por el

cual se manifiesta la realidad La unioacuten aritmeacutetica de todos los seres esta-

blece la armoniacutea jeraacuterquica del universo como sentildeala Gonzaacutelez Urbaneja

esto es el ensamblaje de todos los contrarios sobre la base de la concor-

dancia profunda entre el macrocosmos y el microcosmos254

Por tanto el pitagorismo acentuacutea y fundamenta de este modo la uni-

versal contrariedad de los entes en cuanto eacutesta viene referida de modo radi-

cal a los principios mismos de los que esos entes derivan son los nuacutemeros

254 Gonzaacutelez Urbaneja Pedro M Pitaacutegoras El filoacutesofo del nuacutemero Madrid Nivola

2007 p 91 El concepto pitagoacuterico de laquoarmoniacutearaquo tiene un talante musical De hecho las

escalas que usamos en la actualidad derivan de la escala que ideoacute Pitaacutegoras Sus disciacute-

pulos llamaron a las relaciones coacutesmicas ldquomuacutesica de las esferasrdquo y difundieron la idea

de que la muacutesica se basa en relaciones matemaacuteticas entre nuacutemeros enteros simples Si se

considera una cuerda de cualquier longitud tensioacuten y grosor como unidad al hacerla vi-

brar se produce un tono Si se toma solamente la mitad de la cuerda tenemos otro par de

opuestos La oposicioacuten entre la cuerda completa y la mitad define los lazos del cosmos

Aunque los sonidos producidos por la cuerda completa y la cuerda a la mitad resultan

diferentes son en realidad semejantes separados por una determinada distancia del tono

principal el Uno es decir no se produce nada nuevo sino que todo se origina del mis-

mo tono el Uno Cfr Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar ldquoLa muacutesica en la Grecia antiguardquo en Ac-

ta Poetica 24 (2003) p 103

181

los que generan las parejas de contrarios de un modo sucesivo Pero como

contrapartida se rompe con la concepcioacuten de lo principal de Anaximandro

entendido como una realidad uacutenica ajena a toda oposicioacuten a partir de la

cual surgen simultaacuteneamente los contrarios en el cosmos255

A diferencia de Anaximandro pues el pitagorismo postula como ori-

gen de todo lo que es un principio antiteacuteticamente pluralizado y jerarquiza-

do Pero existe otra diferencia que resulta capital y que permite comprender

por queacute en Heraacuteclito la oposicioacuten se entiende como un principio universal

en el devenir mismo antropocoacutesmico se trata del caraacutecter esencialmente

abstracto o desmaterializado que adquieren algunas parejas de contrarios

como laquolo finito y lo infinitoraquo o laquolo limitado y lo ilimitadoraquo a la sazoacuten los

propios principios de los nuacutemeros y en consecuencia de todo el universo

Pero ademaacutes la asociacioacuten de un nuacutemero con cada una de las realidades

incluso en el campo de la moral prescribe la concepcioacuten del mundo como

un todo ordenado y proporcionado esto es como un laquocosmosraquo o dicho de

otro modo como un aacutembito de racionalidad y verdad lo que tendraacute conse-

cuencias importantes para el decurso posterior de la propia filosofiacutea256

Pero hay que destacar otro hecho no menos importante para Pitaacutego-

ras los motivos religiosos y morales estaban por encima de cualquier otro a

la hora de poner en marcha su reflexioacuten filosoacutefica La filosofiacutea de Pitaacutegoras

configura ante todo un modo de vida e incluso ndashen uacuteltimo teacutermino- una for-

ma de salvacioacuten En este sentido la investigacioacuten del universo no se puede

separar de la comprensioacuten del ser humano y de su puesto en el cosmos A

veces resulta difiacutecil conciliar el fondo intelectual de su pensamiento con su

255 Cfr Melendo Tomaacutes ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparme-

niacutedeordquo ed cit pp 143-144 256 Cfr Ibid p 145

182

apariencia arcaica y casi miacutestica con sus preceptos morales que tuvieron

un fuerte influjo entre sus seguidores y con sus consideraciones sobre el

camino del alma semejantes a las que encontramos en los textos oacuterficos257

Los rasgos baacutesicos de la concepcioacuten pitagoacuterica son los siguientes a)

El alma humana procede de la naturaleza divina a la que se asemeja y a la

que volveraacute al final purificada y libre de la rueda de las reencarnaciones

b) La comunidad de naturaleza entre el alma humana y la divinidad expre-

sa una conexioacuten profunda entre el microcosmos y el macrocosmos c) La

unidad de todo debe ser finita y limitada (de lo contrario el hombre no la

podriacutea asimilar en su interior) d) Esta conexioacuten se expresa por medio de

una proporcioacuten entre sus elementos de ahiacute que la entendieran como ajuste

o ensamblaje258 Los nuacutemeros por tanto son los garantes uacuteltimos de la ar-

moniacutea los principios divinos que gobiernan el cosmos revelando su estruc-

tura y la esencia de cada cosa259 Y noacutetese que esta estructura tiene un claro

aspecto musical

Tal como relata el mito de Orfeo hijo de Apolo y Caliacuteope la muacutesica

tiene un poder maacutegico que afecta a todos los seres incluso a los aacuterboles las

piedras o las aguas260 Cabe preguntarse a queacute se debe este gran poder que

fue capaz de conmover los desconsolados rostros de los moradores del Ha- 257 ldquoPara los pitagoacutericos la parte maacutes importante de la filosofiacutea era la que meditaba

sobre el hombre sobre la naturaleza del alma humana y sus relaciones con otras formas

de vida y con el todordquo Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I p 197 258 Cfr Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar La muacutesica del universo Meacutexico UNAM 1994 p 9 259 Cfr Hegel G W F Lecciones sobre la historia de la filosofiacutea vol I ed cit p

192 260 Cfr Esquilo Agamenoacuten (Tragedias) Madrid Gredos 1986 1629-1630 (trad cast

Bernardo Perea) cfr Euriacutepides Bacantes (Tragedias completas vol III) Madrid Gre-

dos 1998 560 (trad cast Carlos Gordf Gual) cfr Piacutendaro Piacutetica IV 176 en Epinicios

Madrid Alianza 1984 (Ed Pedro BaacutedenasAlberto Bernabeacute)

183

des y hasta dejar dormido al perro Cerbero infatigable guardiaacuten de su puer-

ta La muacutesica dentro del mito oacuterfico no es un factor ciacutevico como establece

la educacioacuten griega sino una potencia maacutegica y oscura que subvierte las le-

yes naturales a su antojo y que puede reconciliar en unidad los principios

opuestos que rigen el cosmos vida y muerte bien y mal belleza y fealdad

estas antinomias llegan a anularse en la muacutesica ejecutada por Orfeo hasta

el punto de cambiar el curso natural de los acontecimientos curar enferme-

dades ndashdel cuerpo o del alma- y forzar a los hombres al encanto presos de

un poder superior que los eleva hacia la divino261

Teniendo en cuenta este doble aspecto de la muacutesica se entiende que

Platoacuten la desterrara ndashen la Repuacuteblica- de la ciudad ideal en cuanto objeto

de deleite para recuperarla poco despueacutes como objeto de razoacuten fundamen-

tal para la educacioacuten del ser humano por eso habla de una muacutesica que en-

tra laquopor el oiacutedoraquo y de otra que entra laquopor la inteligenciaraquo aunque la mayo-

riacutea ndashen una situacioacuten pareja a la que denuncioacute Heraacuteclito- laquoprefiera los oiacutedos

261 Cfr Fubini Enrico La esteacutetica musical desde la Antiguumledad hasta el s XX Madrid

Alianza 1988 pp 40-41 (trad cast Carlos G Peacuterez de Aranda) La relacioacuten de la muacutesi-

ca con el aspecto irracional del ser humano y la posibilidad que conlleva de unioacuten con

la divinidad ha sido subrayada por los poetas traacutegicos al hilo de Dioniso y estudiada

en profundidad por Nietzsche Orfeo y Dioniso resultan opuestos complementarios en

sentido heracliacuteteo uno representa la lira otro la flauta uno representa la serenidad otro

el desenfreno pero ambos desatan con la muacutesica y la palabra poderes sobenaturales e

inciden en el alma humana en una mezcla de razoacuten y locura Cfr Nietzsche Friedrich

ldquoLa visioacuten dionisiaca del mundordquo en El nacimiento de la tragedia Madrid Alianza

1995 pp 244-248 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) Seguacuten narra el mito Orfeo murioacute des-

pedazado por las meacutenades por no rendir culto a Dioniso lo que recuerda la necesidad

de no separar los contrarios so pena de acabar ndashcomo dijo Heraacuteclito- con la vida y el

cosmos Cfr Ovidio Metamorfosis Madrid Caacutetedra 1994 libro X (trad cast Consue-

lo Aacutelvarez Rosa Mordf Iglesias) Cfr Platoacuten Banquete (Diaacutelogos vol III) ed cit 179d

184

a la inteligenciaraquo (ὦτα τοῦ νοῦ προστησάμενοι)262 la importancia que

concede a la muacutesica radica en las proporciones matemaacuteticas que encierra

similares a las que muestra la astronomiacutea lo que permite reproducir esas

pautas en el alma humana armonizando sus partes No se olvide que llegoacute

a equipararla ndashen el Fedoacuten- con la propia filosofiacutea al recordar un suentildeo re-

currente de su maestro en el que una voz le exhortaba a laquohacer muacutesicaraquo

(μουσικὴν ποιεῖν) Soacutecrates acaboacute comprendiendo que eso era lo que ha-

biacutea hecho durante toda su vida pues laquola filosofiacutea es la maacutes alta de las muacutesi-

casraquo (ὡς φιλοσοφίας μὲν οὔσης μεγίστης μουσικῆς) aunque proxi-

mo a la muerte quizaacute por precaucioacuten compuso un poema y mandoacute sacrifi-

car un gallo a Asclepio263

Una vez dicho esto podemos concluir que la respuesta a la pregunta

sobre el origen del poder de la muacutesica la encontroacute Pitaacutegoras al sentildealar que

las mismas proporciones que configuran la escala musical se encuentran en

el cosmos y en el ser humano lo que permite una conexioacuten entre estos aacutem-

bitos ese fue uno de los grandes logros de Pitaacutegoras a quien debemos tam-

bieacuten el descubrimiento de las razones matemaacuteticas que subyacen a los in-

tervalos consonantes de la escala musical iquestNo seraacute el alma un instrumento

musical que debe estar afinado con el resto de instrumentos de la orquesta 262 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) Madrid Gredos 2002 VII 531a-c (trad

cast Conrado Eggers) Platoacuten llegoacute a la conclusioacuten de que la muacutesica ndashno la irracional y

luacutedica sino la racional- es un instrumento educativo fundamental ya que expresa el or-

den que rige el alma y el mundo de modo que permite corregir los movimientos disar-

moacutenicos del alma (ἀνάρμοστον ψυχῆς περίοδον) y ajustarla consigo misma (συμ-

φωνίαν ἑαυτῇ) Cfr Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) Madrid Gredos 2002 47d-e

(trad cast Francisco Lisi) La muacutesica ndashcontinuacutea- representa la armoniacutea divina en movi-

mientos mortales de ahiacute que nos conozcamos al conocer el mundo (cfr Ibid 80b) 263 Cfr Platoacuten Fedoacuten (Diaacutelogos vol III) ed cit 61a

185

coacutesmica para que no haya disonancias iquestNo se podraacute influir en ella o en el

propio cosmos si se sabe tocar la nota adecuada

Obviamente el concepto de armoniacutea como conciliacioacuten de contra-

rios como acuerdo entre elementos discordantes que vertebra la especula-

cioacuten metafiacutesica de los pitagoacutericos como dijo Filolao no se entiende sin su

matiz musical la naturaleza maacutes profunda de la armoniacutea se revela a traveacutes

de la muacutesica cuyas relaciones expresan de un modo evidente y tangible la

propia armoniacutea universal (cfr 44 B 10 DK) El propio cosmos es una gran

partitura que integra dinamismos y fuerzas opuestas sin perder nunca sus

proporciones Y en la virtud el alma se encuentra concertada con la armo-

niacutea de las esferas alcanza su perfeccioacuten ontoloacutegica eacutetica y esteacutetica264 El

mundo moral se mezcla de este modo con el fiacutesico por lo que cerramos el

ciacuterculo y llegamos ndashcomo es menester en un griego- a una teoriacutea poliacutetica

para la convivencia en la poacutelis de la que se hizo eco Platoacuten265

264 Como dijo Aristoacuteteles muchos sabios dicen que el alma ndashcomo la muacutesica- es armo-

niacutea o que contiene armoniacutea Cfr Aristoacuteteles Poliacutetica ed cit 1340b Y que el alma ndash

como el cuerpo- es armoniacutea de contrarios Cfr Aristoacuteteles Acerca del alma Madrid

Gredos 1994 407b (trad cast Tomaacutes Calvo) Tambieacuten Platoacuten afirma que quien cultiva

su cuerpo debe cultivar su alma en la misma medida ejercitaacutendose en la muacutesica y en la

filosofiacutea (μουσικῇ καὶ πάσῃ φιλοσοφίᾳ προσχρώμενον) si quiere que se le pueda

llamar bello (καλός) ademaacutes de bueno (ἀγαθός) Cfr Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol

VI) ed cit 88c 265 Tenemos pocos datos para dirimir la importancia poliacutetica de estas consideraciones

Desde el punto de vista biograacutefico Pitaacutegoras emigroacute de Samos (en Jonia) a Crotona

colonia aquea de la Magna Grecia para huir de la tiraniacutea de Poliacutecrates Alliacute fundoacute su es-

cuela y consiguioacute una notable influencia en la ciudad Pero maacutes que una ambicioacuten per-

sonal tenemos que ver en este intereacutes un intento de reformar la sociedad seguacuten sus pro-

pias ideas morales Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit

p 173

186

La buacutesqueda del orden coacutesmico y su reflejo en la ciudad tambieacuten fue

un tema capital para el filoacutesofo ateniense quien puso de manifiesto que en

la poacutelis igual que en el individuo lo maacutes importante es la presencia de la

justicia (relacionada con el orden de los elementos de modo que cada uno

esteacute en el lugar que le corresponde y realice sus funciones propias sin per-

juicio de los demaacutes)266 En uacuteltima instancia el orden justo de la ciudad de-

pende como en Pitaacutegoras de ciertas virtudes sabiduriacutea valor y templan-

za cada una asociada con una parte de la misma y del alma aunque deben

estar dirigidas por la primera que es la maacutes prudente267 La templanza (σω-

φροσύνη) dice Platoacuten parece maacutes que las otras un acorde (συμφωνίᾳ) o

armoniacutea (ἁρμονίᾳ) puesto que requiere el dominio de los placeres y las

pasiones se trata de la virtud del alma considerada como un todo en el que

colaboran de un modo uniforme y armoacutenico todas sus partes El hombre

que la posee por tanto tiene a tono su propia vida y en perfecta armoniacutea

(ἡρμοσμένος) porque sus palabras concuerdan con sus acciones (σύμ-

φωνον τοῖς λόγοις πρὸς τὰ ἔργα)268

Enlazamos tambieacuten ndashen este contexto- con la purificacioacuten del alma

cuya disonancia con el cosmos es un mal que debe ser expiado hasta que-

dar libre de las transmigraciones Para los pitagoacutericos la inmortalidad del

266 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 433a 267 Cfr Ibid 428e-429a 268 Cfr Platoacuten Laques (Diaacutelogos vol I) Madrid Gredos 2002 188d (trad cast Carlos

Gordf Gual) La muacutesica dice el ateniense tiene un caraacutecter nomoteacutetico ya que su verdad

expresa una ley (νόμος) que armoniza ndashdebido a su naturaleza inteligible- la parte sen-

sible del hombre puesto que toda vida humana necesita ritmo y armoniacutea en la palabra y

en la accioacuten Cfr Platoacuten Las leyes I-VI (Diaacutelogos vol VIII) Madrid Gredos 2002 II

673a (trad cast Francisco Lisi)

187

alma dependiacutea de que fuera una armoniacutea de igual modo que el cosmos pe-

ro no se trata de una armoniacutea de contrarios fiacutesicos sino de nuacutemeros Y esto

se debe a que los nuacutemeros estaban maacutes proximos a lo divino que los contra-

rios fiacutesicos como lo caliente y lo friacuteo lo seco y lo huacutemedo que eran conse-

cuencia ndasha su vez- de los propios nuacutemeros Por tanto la proporcioacuten que hay

entre el mundo fenomeacutenico y la trama numeacuterica que lo sustenta debe ser la

misma que se busque entre el cuerpo y el alma pero sin olvidar que para la

concepcioacuten pitagoacuterica el alma es una armoniacutea de sus propias partes no de

las partes del cuerpo igual que la muacutesica es una proporcioacuten entre nuacutemeros

y no entre elementos materiales sean cuerdas como en la lira o tubos co-

mo en la flauta de Pan

Se atisba una diferencia esencial respecto a los pensadores anterio-

res se incide en el aspecto formal del primer principio antes que en el ma-

terial lo que seraacute retomado por Heraacuteclito al hablar del λόγος y no soacutelo del

fuego Para ambos el elemento formal es lo permanente mientras que lo fiacute-

sico y material es pasajero269 Sin duda estamos ante otro aspecto esencial

269 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 301 Esta re-

lacioacuten entre lo visible fenomeacutenico y cambiante por un lado y lo invisible y permanente

por otro recuerda la relacioacuten que establece Platoacuten entre el alma y el cuerpo del universo

en el Timeo laquomientras el cuerpo del universo nacioacute visible ella [sc el alma] fue gene-

rada invisible partiacutecipe del razonamiento y la armoniacutearaquo (καὶ τὸ μὲν δὴ σῶμα ὁρα-

τὸν οὐρανοῦ γέγονεν αὐτὴ δὲ ἀόρατος μέν λογισμοῦ δὲ μετ λογισμοῦ δὲ

μετέχουσα καὶ ἁρμονίας) Cfr Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) ed cit 36e Las

similitudes con la armoniacutea invisible (ἁρμονίη ἀφανὴς 22 B 54 DK) de Heraacuteclito pa-

recen evidentes pues el jonio ensentildea coacutemo ndashsi se sigue la inteligenia- se puede vislum-

brar allende las apariencias un entramado estable interconectado y radical que unifica

lo muacuteltiple La misma idea estaacute presente en Anaxaacutegoras ldquoVislumbre de las cosas ocul-

tas son las que se muestranrdquo (59 B 21a DK) de la que tomoacute buena nota Platoacuten

188

para comprender mejor la filosofiacutea heracliacutetea dada la relacioacuten que estable-

ce entre los oacuterdenes eacutetico y fiacutesico que estaraacute igualmente presente en el es-

toicismo como es sabido Aparece aquiacute el caraacutecter nomoteacutetico del λόγος

que no soacutelo ensambla los contrarios en el cosmos sino que ajusta tambieacuten

la propia vida humana transida de tensiones y lucha de opuestos cuya vir-

tud principal consiste en conocer la norma que opera en la naturaleza y ac-

tuar seguacuten dicha norma esto es seguacuten la naturaleza (κατὰ φύσιν)

13 Los contrarios en Heraacuteclito

En un primer acercamiento al tema de los opuestos en Heraacuteclito hay

que recordar que como se ha visto admitioacute un primer principio ndashel fuego-

semejante de alguacuten modo al de los milesios que es adjetivado como lo uno

(cfr 22 B 32 DK) lo comuacuten (cfr 22 B 1 DK) y lo sabio que es distinto y

estaacute separado de todas las cosas (cfr 22 B 32 DK cfr 22 B 108 DK) En

cierto sentido el fuego estaacute por encima de toda oposicioacuten estaacute en todo sin

serlo y a su vez todo se presenta como el resultado de las transformaciones

del fuego (πυρὸς τροπαί cfr 22 B 31 DK)270 En el caso de Heraacuteclito el

cosmos tiene un caraacutecter esencialmente enantioloacutegico En este sentido no

se acentuacutea el enfrentamiento de tal o cual contrario sino que se entiende la

270 ldquoAdemaacutes los primeros que hablaron de la naturaleza (οἱ πρῶτοι φυσιολογήσαν-

τες) [hellip] dicen que todas las demaacutes cosas se generan y fluyen sin que haya nada firme

pero que soacutelo una cosa permanece (ἓν δέ τι μόνον ὑπομένειν) de la cual todas aque-

llas nacen por transformacioacuten esto parecen querer decir Heraacuteclito de Eacutefeso y muchos

otrosrdquo Aristoacuteteles Acerca del cielo Madrid Gredos 1996 298b 28-32 (trad cast Mi-

guel Candel)

189

propia contradiccioacuten como un principio antropocoacutesmico maacuteximamente uni-

versal (τἀναντία ἀρχαὶ τῶν ὄντων)271 que dispone ndashjunto con el λό-

γος su otra cara fenomeacutenica ya que en el fondo son lo mismo- el ordena-

miento del propio cosmos a traveacutes del perpetuo devenir (cfr 22 B 80 DK)

laquoNo es tanto la oposicioacuten de los contrarios sino su reciacuteproco transformar-

se el estar uno en el otro no soacutelo por tanto el antagonismo sino tambieacuten

la unidad la armoniacutea la identidad de los opuestos que constituye la esen-

cia iacutentima de las cosasraquo272

Como consecuencia el autor que nos ocupa ha tematizado acaso por

vez primera de un modo filosoacutefico el caraacutecter dinaacutemico de lo real donde el

devenir no es el objeto principal de su pensamiento sino el horizonte mis-

mo donde se despliega (y sin el que no se entiende) apuntando como sentildea-

la Heidegger algunos puntos baacutesicos de la filosofiacutea de Hegel273

271 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica A 5 986b 3 ldquoLejos de ser simple coexistencia pasiva

de los contrarios la contrariedad es a la vez determinacioacuten ontoloacutegica y principio activo

ndashlucha discordia guerra- Todo lo que existe estaacute en conflicto no solamente con las

otras cosas sino consigo mismordquo Cornelius Castoriadis op cit p 278 272 Melendo Tomaacutes Nada y ontologiacutea en el pensamiento griego ed cit p 100

273 Para Heidegger los teacuterminos λόγος (Heraacuteclito) ἕν (Parmeacutenides) ἰδέα (Platoacuten) y

ἐνέργεια (Aristoacuteteles) son las aportaciones conceptuales maacutes importantes de la historia

de la filosofiacutea Muestra tambieacuten coacutemo todos estos conceptos han sido asumidos y en-

trelazados por Hegel seguacuten su propia terminologiacutea ldquola razoacutenrdquo (Vernunft) ldquoel todordquo

(All) ldquoel conceptordquo (Begriff) y ldquola realidad efectivardquo (Wirklichkeit) Cfr Heidegger

Martin ldquoHegel y los griegosrdquo en Hitos ed cit pp 351ss Sobre la interpretacioacuten he-

geliana de Heraacuteclito cfr Saintillan Daniel ldquoHegel et Heacuteracliterdquo en DrsquoHondt Jacques

(Ed) Hegel et la penseacutee grecque Paris PUF 1974 esp pp 31-44

190

En suma ese traacutensito de toda realidad finita en su contrario va de la

mano del convertirse el fuego siempre-vivo en todas las cosas y de eacutestas a

su vez en fuego iquestEstamos ante la misma intuicioacuten de los milesios iquestSupo-

ne un retroceso respecto a los planteamientos de Anaximandro y Pitaacutegoras

Sin duda esto no es asiacute y trataremos de mostrar maacutes allaacute de esto que el

pensamiento heracliacuteteo representa la formulacioacuten maacutes madura del plantea-

miento de los contrarios en el pensamiento arcaico no superada hasta Aris-

toacuteteles Esto uacuteltimo es evidente puesto que en la eacutepoca de Heraacuteclito no esta-

ban auacuten tematizados los modos de la oposicioacuten por lo que podiacutea dejar ndashco-

mo reconoce Jaspers- que unos modos jugasen libremente con otros274 No

obstante cabe atisbar al menos dos tipos de oposicioacuten aunque entrevera-

dos que nacen de una oposicioacuten loacutegica comuacuten con algunas variables que

se emplean indistintamente contradiccioacuten oposicioacuten escisioacuten polaridad

tensioacuten etc Por un lado una oposicioacuten fiacutesica vida-muerte vigilia-suentildeo

diacutea-noche salud-enfermedad calor-friacuteo etc Por otro lado una oposicioacuten

metafiacutesica todo-parte unidad-multiplicidad concordia-discordia etc El

primer tipo corresponde a fenoacutemenos ontoloacutegicos visibles el segundo a re-

laciones loacutegicas invisibles lo que demuestra que la oposicioacuten tiene un al-

cance universal en Heraacuteclito desde lo maacutes cercano y concreto hasta lo maacutes

remoto y abstracto A su vez sentildeala Kirk cada tipo presenta cuatro modos

de conectar la oposicioacuten

i) Las mismas cosas producen efectos opuestos sobre clases distintas

de seres animados como el agua del mar saludable para los peces

deleteacuterea para los hombres (cfr 22 B 61 DK) el fango que les gusta

274 Cfr Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el ori-

gen Madrid Tecnos 1998 p 38 (trad cast Elisa Lucena)

191

a los cerdos pero no a los hombres (cfr 22 B 13 DK) o la arveja que

es preferida al oro por los asnos aunque en el caso de los hombres

suceda lo contrario (cfr 22 B 9 DK)

ii) Aspectos diferentes de la misma cosa pueden justificar descripcio-

nes opuestas como un camino que aunque se recorra hacia arriba o

hacia abajo no deja de ser el mismo sin ser lo mismo hacerlo en un

sentido que en otro (cfr 22 B 60 DK) la escritura que combina en

un mismo movimiento lo recto y lo curvo (cfr 22 B 59 DK) o la la-

bor del meacutedico que corta y quema algo que causa dolor pero recibe

un salario por ello porque busca de este modo eliminar un dolor ma-

yor (cfr 22 58 B DK)

iii) Algunas realidades soacutelo son concebibles por medio de sus opues-

tos como la salud que no seriacutea agradable si no existiera la enferme-

dad la saciedad respecto al hambre o el descanso respecto al cansan-

cio (cfr 22 B 111 DK) Lo mismo sucede con la justicia que no ten-

driacutea sentido si no se cometieran injusticias (cfr 22 B 23 DK)

iv) Algunos opuestos estaacuten enlazados de un modo esencial siendo

dos aspectos distintos y sucesivos de una misma realidad lo caliente

y lo friacuteo (cfr 22 B 126 DK) la noche y el diacutea (cfr 22 B 57 DK) vida

y muerte velar y dormir juventud y vejez (cfr 22 B 88 DK)275

Afinando un poco maacutes en suma estos cuatro tipos de oposicioacuten se

pueden resumir en dos i-iii) opuestos inherentes a un solo sujeto o produci-

275 Cfr Kirk G S Raven J E Schofield M op cit pp 254-255

192

dos simultaacuteneamente por eacutel iv) opuestos conectados en un mismo proceso

como aspectos sucesivos del mismo276 Por un lado se da una relatividad

respecto al sujeto que los experimenta o bien en la esfera de los valores

donde lo justo no se entiende sin lo injusto Por otro tenemos una sucesioacuten

y cambio reciacuteprocos propio de cualidades o cosas que estaacuten en los liacutemites

opuestos de un continuun aunque en el fondo sean ideacutenticas porque cons-

tituyen aspectos diferentes de la misma cosa

Todo esto nos lleva a otra consideracioacuten pareja que no se puede olvi-

dar cuando uno se adentra en los fragmentos se da cuenta casi de inmedia-

to de que su idea del fuego no constituye el fondo uacuteltimo y maacutes radical de

su pensamiento sino que este lugar lo ocupa la oposicioacuten medida y media-

da por el λόγος que no es sino su otra cara El concepto de λόγος ndashjusta-

mente- impone medidas al fuego y a lo real mismo atemperando las oposi-

ciones por medio de una armoniacutea invisible que todo lo liga Existe ademaacutes

por medio del λόγος una comunicacioacuten y un paralelismo entre los asuntos

e intercambios humanos y los asuntos e intercambios coacutesmicos (cfr 22 B

117) Por otro lado las oposiciones no soacutelo se extienden al universo entero

como novedad sino que a diferencia de otros pensadores arcaicos tampo-

co se establece un nuacutemero limitado de contrarios o parejas de contrarios si-

no que por asiacute decirlo la oposicioacuten se multiplica ilimitadamente hasta

abarcar la totalidad de lo real En suma no se entiende la oposicioacuten sin me-

dida ni la medida sin oposicioacuten como apunta Gigon

laquoTodo es lucha de opuestos y todo es unidad de opuestos El cosmos brota

a traveacutes de la pugna de opuestos y es eacutel mismo la unidad escondida de es-

tas oposiciones Y el hombre tiene que darse cuenta de que tambieacuten la ley

276 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 419-420

193

de su vida es lucha y maacutes allaacute de la lucha misma la identidad de los que

se enfrentanraquo277

Varias cosas se pueden sacar de este fecundo texto En primer lugar

estamos quizaacute ante el primer uso filosoacutefico de la idea de laquoleyraquo (cfr 22 B

114 DK) y no soacutelo eso sino que se la considera el principio rector del cos-

mos y el objeto maacutes elevado de conocimiento El teacutermino no se usa soacutelo en

sentido poliacutetico sino que se ha extendido hasta cubrir la realidad misma

La propia idea de cosmos aplicada al conjunto del universo que tambieacuten

Heraacuteclito utilizoacute en sentido teacutecnico presagiaba este cambio de perspectiva

(cfr 22 B 30 DK 22 B 124 DK) La interpretacioacuten de la vida humana y el

proceso coacutesmico como un juicio o litigio hecha por Anaximandro es un an-

tecedente claro del planteamiento heracliacuteteo por ejemplo cuando dice que

el sol no traspasaraacute sus medidas (μέτρα) porque si no las Erinis ayudan-

tes de la Justicia (Δίκης ἐπίκουροι) lo descubriraacuten (22 B 94 DK)278 Aquiacute

la justicia se incorpora al orden inviolable de la naturaleza es decir resume

todos los precedentes juriacutedicos y mitoloacutegicos del teacutermino en una uacutenica laquoley

divinaraquo que se diferencia de la humana aunque sea su fundamento Pero

Heraacuteclito no encuentra lo divino en lo eterno sino que conecta este teacutermino

con el principio legal que Anaximandro habiacutea encontrado en el proceso de

la naturaleza De este modo la armoniacutea de los opuestos llega hasta cotas in-

sospechadas porque el propio cambio seriacutea una expresioacuten de la medida mis- 277 Gigon Olof Los oriacutegenes del pensamiento griego ed cit p 222 278 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 117-

118 Sobre esto cfr Martano Giuseppe Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico

vol I ed cit p 150 Como ampliacioacuten cfr Martano Giuseppe ldquoSullrsquoantiodromia era-

cliteardquo en VVAA Fons Perennis Saggi critici di filosofia de classica raccolti in ono-

re di Vittorio drsquoAgostino Torino Baccola and Gili 1971 pp 259-270

194

ma del λόγος un ayudante que vigila sus normas igual que las Erinis cui-

dan de la Justicia Como dice Guthrie laquohabiacutea ley en el universo pero no

era una ley de permanencia sino una ley de cambioraquo279 puesto que Heraacute-

clito no buscaba lo cambiante en lo permanente sino lo permanente en lo

cambiante La naturaleza en su conjunto en suma incluyendo la vida hu-

mana es al mismo tiempo lucha manifiesta y unidad latente de modo que

es la tensioacuten la que ensambla el cosmos cuya faz visible es una lucha per-

petua que a la postre se desvela para la mente despierta como un aspecto

parcial de un entramado global e invisible que todo lo liga en el que los

opuestos coinciden Y tal es el alcance de la oposicioacuten que hasta la propia

divinidad se entiende como la unidad uacuteltima de todos los contrarios esto

es la unidad misma de la naturaleza (cfr 22 B 67 DK)280

279 Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega ed cit vol I p 435 280 Seguacuten Jaeger no tenemos razoacuten alguna para separar en Heraacuteclito la teologiacutea del resto

de sus ensentildeanzas ldquomaacutes bien hay que concebirla como formando con la cosmologiacutea un

todo indivisible incluso si ponemos el centro de gravedad del lado teologicordquo Jaeger

Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 119 Zeller encuentra

aquiacute una anticipacioacuten de las relaciones entre complicatio y explicatio sobre las que teo-

rizaron Nicolaacutes de Cusa y Giordano Bruno Estos teacuterminos expresan la relacioacuten entre

Dios y el universo Dios aparece como la totalidad de las cosas posibles que estaacute impliacute-

cita en la unidad suprema (complicatio) Todos los posibles estaacuten precontenidos en Dios

como la pluralidad en la unidad A su vez el universo es el despliegue de Dios (explica-

tio) de las cosas contenidas en la unidad divina Dios es la complicatio del mundo y el

mundo la explicatio de Dios o lo que es lo mismo todas las cosas estaacuten complicadas en

Dios y Dios estaacute explicado en todas las cosas Cfr Zeller E Mondolfo R La filoso-

fia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol III Firenze La Nuova Italia 1968 p

128 A este respecto soacutelo podraacute ser llamado laquosabioraquo (σοφόν) ndashdice Heraacuteclito- quien

comprenda dicha unidad que consiste en que laquotodas las cosas son unaraquo (ἓν πάντα εἶ-

ναι cfr 22 B 50 DK) Sobre esto volveremos

195

En segundo lugar debemos fijarnos en las consecuencias ontoloacutegicas

de esta armoniacutea de un lado se constata que todo cuanto hay estaacute sujeto a

una tensioacuten interna ya que todo es producto de la lucha de contrarios por

tanto la guerra es la fuerza creadora del cosmos ameacuten del estado propio de

los acontecimientos de otro lado los contrarios coinciden desde el punto

de vista del sabio lo que destaca la unidad fundamental de la naturaleza

que es una unidad dinaacutemica pues consiste en el eterno despliegue y replie-

gue de sus muacuteltiples posibilidades Esta armoniacutea de tensiones opuestas en

suma que ajusta la naturaleza en su conjunto muestra una cara disonante

pero esconde un fondo consonante Las connotaciones musicales como en

Pitaacutegoras son aquiacute evidentes aunque Gigon las niegue281 Basta con leer

22 B 8 DK para sospechar que la καλλίστην ἁρμονίαν de la que se ha-

bla alude a la que produce la muacutesica

laquohellipque lo a contrapelo es concordante (συμφέρον) y de los elementos

dispares (διαφερόντων) nace la harmoniacutea maacutes hermosa y que todas las

cosas suceden seguacuten discordia (κατrsquo ἔριν)raquo282

281 Gigon Olof Untersuchungen zu Heraklit Leipzig Dieterichsche Verlagsbuchhand-

lung 1935 p 23

282 Τὸ ἀντίξουν συμφέρον καὶ ἐκ τῶν διαφερόντων καλλίστην ἁρμονίαν [καὶ

πάντα κατrsquo ἔριν γίνεσθαι = B 80] (22 B 8 DK trad Garciacutea Calvo) Para compren-

der mejor este texto se puede recurrir a la escala musical en la cual dos notas muy sepa-

radas v gr una octava conciertan mejor que otras maacutes cercanas a un tono de distancia

que resultan disonantes Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 131 Lo mismo sucede

en 22 B 10 DK donde se habla de laquoconexionesraquo (συνάψιες) como laquoconvergente y di-

vergenteraquo (συμφερόμενον διαφερόμενον) o consonante y disonante (συνᾶιδον δι-

ᾶιδον) en clara alusioacuten a la muacutesica Tambieacuten podemos consultar 22 B 51 DK donde se

196

Como es sabido tres son los teacuterminos baacutesicos para comprender la

muacutesica en la Grecia antigua ἁρμονία τόνος y τρόπος y los tres apare-

cen o se presuponen en Heraacuteclito como en 22 B 51 DK donde se habla de

una παλίντροπος ἁρμονίη (o παλίντονος seguacuten otras lecciones)283

Armoniacutea es un teacutermino que encontramos ya en la liacuterica arcaica por tanto

precede a las posteriores disquisiciones de los presocraacuteticos Desde el punto

de vista musical se refiere al ensamblaje de sonidos diversos simultaacuteneos

o sucesivos cuyos ritmos e intervalos la confieren un nombre concreto que

deriva del lugar que ocupa en los modos griegos (dorio frigio lidio etc) y

tambieacuten un caraacutecter acuacutestico propio (ἦθος)284 El termino τόνος denota

una idea de tensioacuten dependiendo de la distancia de un sonido respecto a la

toacutenica o tono principal285 lo que tiene consecuencias obvias para la propia

dice laquoNo entienden coacutemo lo divergente (διαφερόμενον) estaacute de acuerdo consigo mis-

mo Es una armoniacutea de tensiones opuestas (παλίντροπος ἁρμονίη) como la del arco

y la liraraquo Noacutetese que la armoniacutea musical es el resultado de la pugna o tensioacuten entre di-

versas notas Posiblemente lo que hizo Heraacuteclito fue ensanchar este siacutembolo cotidiano

hasta hacerlo de universalidad coacutesmica Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los prime-

ros filoacutesofos griegos ed cit n 45 p 234-235 Sobre estos textos volveremos 283 Los dos uacuteltimos se pueden considerar como sinoacutenimos aunque en el tratado pseudo-

plutarquiano que se dedica a la muacutesica se considera que los tres lo son Cfr Pseudo-Plu-

tarco ldquoSobre la muacutesicardquo 389e-793a en Plutarco Obras morales y de costumbres Mo-

ralia XIII Madrid Gredos 2004 (trad cast Joseacute Garciacutea Alicia Morales) 284 Cfr Garciacutea Loacutepez Joseacute ldquoSobre el vocabulario eacutetico-musical del griegordquo en Emeacuteri-

ta 37 (1969) p 341

285 Cfr Redondo Reyes Pedro ldquoἉρμονία y τόνος en la praacutectica musical griegardquo en

Calderoacuten Esteban Morales Alicia Valverde Mariano (Eds) ldquoKoinograves Loacutegos home-

naje al profesor Joseacute Garciacutea Loacutepezrdquo vol II Murcia Universidad de Murcia 2006 p

880

197

armoniacutea puesto que seguacuten sea la distancia estaremos en un modo musical

u otro Es suficiente para nuestro propoacutesito sentildealar la semejanza de la muacutesi-

ca griega con la filosofiacutea de Heraacuteclito ya que la armoniacutea se alcanza ndashen

ambos casos- por medio del ritmo la medida y la tensioacuten entre elementos

encontrados286

Constatamos por tanto en esta primera aproximacioacuten tres noveda-

des que introduce la filosofiacutea de Heraacuteclito en el campo de la enantiologiacutea

respecto a los filoacutesofos anteriores

1- La universalizacioacuten de las oposiciones

2- La buacutesqueda de la armoniacutea invisible que liga tales oposiciones

3- La concepcioacuten de un primer principio que se situacutea maacutes allaacute de to-

da oposicioacuten

Estas novedades que desarrollaremos en lo sucesivo nos permiten

calibrar la potencia de la intuicioacuten heracliacutetea sea porque se separa de los

planteamientos anteriores o bien profundiza en ellos y porque anticipa o

prepara algunas propuestas posteriores tambieacuten nos permiten al tiempo in-

troducir el concepto de laquoeco-enantiologiacutearaquo que pretende ir maacutes allaacute ndashcom-

plementaacutendola- de la mera enantiologiacutea Como anticipacioacuten sentildealamos que

se dice eco-enantiologiacutea porque entendemos que los conceptos esenciales

que articulan la teoriacutea heracliacutetea sobre la naturaleza son los de laquooposicioacutenraquo

y laquorelacioacutenraquo que constituyen las dos caras de un mismo λόγος

286 Como ampliacioacuten cfr West M L Ancient Greek Music Oxford Oxford Universi-

ty Press 1992 esp el cap 3 ldquoStringed Instrumentsrdquo donde se analiza la lira y sus pro-

porciones a fondo pp 48ss y los caps 5 (ldquoRythm and Tempordquo pp 129ss) y 6 (ldquoSca-

les and Modesrdquo p 160ss) que se ocupan del ritmo y los modos respectivamente

198

1 Proponemos el teacutermino laquoenantiologiacutearaquo para tratar de aprehender la

importancia que la oposicioacuten loacutegicamente medida y mediada tiene

para Heraacuteclito La oposicioacuten es un tema recurrente en su filosofiacutea es-

pecialmente en su interpretacioacuten del cosmos pero tambieacuten en su an-

tropologiacutea los fragmentos no soacutelo contienen la ensentildeanza de que to-

do nace de la tensioacuten y de la oposicioacuten (el orden nace del desorden

el diacutea de la noche la vida de la muerte y a la inversa) sino que ade-

maacutes sostienen esa ensentildeanza al estar escritos los propios textos en

forma de intensa oposicioacuten (asiacute el uso habitual de la paradoja la con-

tradiccioacuten el oxiacutemoron la antiacutetesis o la metaacutefora)

2 laquoEcologiacutearaquo por su parte resulta un teacutermino inseparable del ante-

rior En sentido literal la naturaleza es nuestra casa aquello que nos

cobija al tiempo que nos excede aquello que todo lo liga Si su con-

cepcioacuten de la naturaleza no puede entenderse sin la idea de oposi-

cioacuten tampoco puede hacerlo sin las ideas de interaccioacuten relacioacuten y

organizacioacuten a su vez loacutegicamente medidas y mediadas e intriacutenseca-

mente unidas con aqueacutella en una constante alternancia moacutevil que li-

mita y posibilita el ciclo y el juego antropocoacutesmico del fuego preser-

vando a un tiempo la unidad viviente de la contradiccioacuten El teacutermino

ecologiacutea por otro lado no hace uacutenicamente mencioacuten a un determina-

do modo de entender las relaciones del ser vivo con su medio sino

que constituye un paradigma episteacutemico de nuevo cuntildeo que persigue

la inter-retro-accioacuten de todos los planos de lo real del microfiacutesico al

macroloacutegico sin olvidar el socio-bio-antropoloacutegico

Heraacuteclito integroacute estas dos esferas en lo que tienen de loacutegicas esto

es en el aacutembito de jurisdiccioacuten del λόγος que permite ajustar las oposi-

199

ciones a la par que religar la totalidad de lo natural presagiando a su vez

el caraacutecter divino de la propia naturaleza que soacutelo el ser humano es capaz

de indagar por cuanto participa con su λόγος del λόγος universal287

Heraacuteclito elevoacute el enigma y el antagonismo a conceptos coacutesmicos

pero tambieacuten existenciales buscando relaciones loacutegicas y categoriacuteas episte-

moloacutegicas que expliquen y articulen lo real desde un punto de vista global

En este sentido los restos de su libro prologan una filosofiacutea ostensible-

mente traacutegica que no se agota con el estudio de la naturaleza sino que se

ocupa a un tiempo del hombre-en-la-naturaleza de su errancia y de su fini-

tud confirmando que en un sentido radicalmente esencial fiacutesica y metafiacute-

sica van (o deberiacutean ir) de la mano

La visioacuten del mundo de Heraacuteclito en suma como la de los restantes

presocraacuteticos parte de la naturaleza por eso utiliza conceptos e imaacutegenes

fiacutesicas para referirse a intuiciones y experiencias metafiacutesicas ndashsin olvidar

que en este contexto carece de sentido una distincioacuten tajante- La naturale-

za es cimiento referencia principio y fundamento para las concepciones

arcaicas de lo real por eso nunca aparece como un elemento neutro sino

como trasfondo que trasciende e integra las diferencias refractando y trans-

firiendo sentido al resto de los planos

Partiendo de esta base comuacuten la especificidad de la reflexioacuten hera-

cliacutetea radica en la esencial respectividad entre el estudio de la naturaleza y

el estudio del hombre288 La filosofiacutea de la naturaleza preludia y presupone

287 Cfr Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el ori-

gen ed cit p 39 Sobre esto volveremos 288 Para pasar de los milesios a Heraacuteclito no basta con sustituir agua aire o aacutepeiron por

fuego Sin duda desde el punto de vista filosoacutefico Heraacuteclito dio un paso maacutes en la con-

cepcioacuten de la naturaleza y de la relacioacuten del hombre con la misma Cfr Ramnoux Cleacute-

mence op cit p 12

200

una antropologiacutea como veremos en la que aquel que pregunta acaba con-

virtieacutendose tambieacuten en pregunta acaso en la uacutenica esperanza de encontrar

respuestas de resolver el enigma cuya solucioacuten estaacute maacutes proacutexima de lo

que se imagina quizaacute porque busca demasiado lejos lo que estaacute tan cerca o

quizaacute porque la respuesta esteacute en el hombre mismo aunque no lo sepa o

aunque lo note demasiado tarde como ensentildea la Tragedia

Heraacuteclito es un filoacutesofo que no soacutelo busca conocer la verdad sino

que sabe que ese conocimiento atantildee directamente a la vida humana

laquoCentral en el pensamiento de Heraacuteclito es la doctrina de la unidad de los

contrarios Aquiacute resultan especialmente patentes las relaciones entre los

distintos lados de su filosofiacutea Por una parte se emplean ejemplos cosmo-

loacutegicos para ilustrar esta verdad fundamental y mostrar coacutemo opera el

principio de los contrarios Pero este principio va mucho maacutes allaacute del reino

de la fiacutesica y su aplicacioacuten a la vida humana casi parece maacutes importante

que su papel dentro de la filosofiacutea natural Por otra parte tambieacuten explica

Heraacuteclito el proceso coacutesmico en teacuterminos de experiencias esencialmente

humanas que cobran un sentido simboacutelicoraquo289

289 Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 119 El pa-

so de lo cotidiano a lo coacutesmico para llegar en uacuteltimo teacutermino a la unidadndashdivina de las

oposiciones (vigilia-suentildeo vida-muerte caliente-friacuteo seco-huacutemedo diacutea-noche invier-

no-verano) se nota especialmente en 22 B 67 DK laquoDios diacutea-noche invierno-verano

guerra-paz hartura-hambre Pero se torna otro cada vez igual que el fuego cuando se

mezcla con los inciensos se llama seguacuten el gusto de cada unoraquo En el caso de laquohartura y

hambreraquo (κόρος y λιμός) que designan experiencias humanas se ve clara esta tenden-

cia pues encontramos dos variantes de estos teacuterminos en 22 B 65 DK laquocarencia y sa-

ciedadraquo (χρησμοσύνην καὶ κόρον) que se refieren al fuego y a la ordenacioacuten del

cosmos por lo que se refieren a un principio universal Tambieacuten laquoguerra-pazraquo sentildeala

Gigon tienen caraacutecter coacutesmico aunque el hombre haga la experiencia de ellas primera-

201

Los maacutes afirma Heraacuteclito presentes estaacuten ausentes despiertos se

comportan como dormidos no alcanzan a comprender la razoacuten que todo lo

gobierna y que sin saberlo obedecen buscan en lo-otro-de-siacute lo que estaacute

dentro-de-siacute pues lo maacutes cercano es para ellos lo maacutes lejano No advierten

que el espacio de la interioridad se abre a lo comuacuten en la naturaleza escu-

chando a la naturaleza y no a los recitadores de mentiras por medio de una

relacioacuten que oculta al mismo tiempo que revela en un horizonte cuyos liacute-

mites se alejan cada vez que el hombre se acerca a ellos

laquoLos liacutemites del alma (ψυχῆς πείρατα) no los hallaraacutes sea cual sea el

camino que recorras Tan profunda razoacuten (λόγον) tieneraquo290

Esta sentencia que prescribe la relacioacutencomunicacioacuten entre el hom-

bre y la naturaleza a traveacutes del λόγος incide especialmente en el marcado

caraacutecter ecoloacutegico de la filosofiacutea heracliacutetea puesto que esta disciplina insis-

te sobre la interdependencia fundamental de todos los fenoacutemenos y sobre la

naturaleza intriacutensecamente dinaacutemica del universo El hombre es una venta-

na que da a la naturaleza (la naturaleza es una ventana que da al hombre)

El hombre se convierte en cuestioacuten para siacute mismo cuestionando la naturale-

za (de donde procede) es decir se encuentra a siacute mismo buscandobuscaacuten-

dose en la naturaleza pero se trata de una buacutesqueda sin fin Interioridad y mente en la vida y las comprenda partiendo de su interior Cfr Gigon Olof Untersu-

chungen zu Heraklit ed cit p 49 laquoCarenciaraquo es la ordenacioacuten del mundo y laquosacie-

dadraquo la descomposicioacuten del mismo modo que se dice en 22 B 30 DK que el mundo es

un fuego que se prende y se apaga Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit pp 224 Sobre

este texto volveremos

290 ψυχῆς πείρατα ἰὼν οὐκ ἂν ἐξεύροιο πᾶσαν ἐπιπορευόμενος ὁδόν οὕτω

βαθὺν λόγον ἔχει (22 B 45 DK)

202

exterioridad se anudan e interpenetran porque son dos aacutembitos permeables

y absolutamente respectivos pero soacutelo los despiertos se saben parte de una

realidad que tambieacuten forma parte de ellos tanto extensional como intensio-

nalmente asumieacutendola y reconocieacutendola como tal y aspirando a conocerla

desde la consciencia de acometer una empresa sin fin (o quizaacute una empresa

sobrehumana) Soacutelo los despiertos presienten que toda luz proyecta som-

bras y que toda superacioacuten de un liacutemite revela la existencia de nuevos liacutemi-

tes por eso intentan hacer del claroscuro su casa no despreciando la oscu-

ridad sino conviviendo con ella a pesar de ella lo que es siacutentoma de una

auteacutentica y honesta disposicioacuten intelectual y no al contrario Soacutelo los des-

piertos en definitiva presienten la profunda unidad de todas las cosas des-

centrada y englobante (τὸ περιέχον) con una determinacioacuten cercana a la

miacutestica oriental que sugiere un posible parentesco o comunicacioacuten entre

los inicios de las filosofiacuteas oriental y occidental291

En este sentido se nota que ya desde los inicios se deja bien claro

que la tarea de la filosofiacutea es por naturaleza infinita e inabarcable El alma

humana cuando trata de conocerse se excede a siacute misma comunicando

primero con la naturaleza visible y despueacutes con la naturaleza invisible (con

lo divino) que articula todo cuanto hay e impone medida en la oposicioacuten

De ahiacute la conviccioacuten de que lo que aparece no es lo que verdaderamente es

y la necesidad de buscar lo que estaacute escondido en eso que se nos presenta

de continuo ante los ojos

En suma el conocimiento del cosmos y la orientacioacuten radical hacia

lo divino parten del propio autoconocimiento del ser humano y lo que po-

sibilita esta relacioacuten fundamental entre aacutembitos de entrada tan distintos es

291 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit pp

119ss

203

justamente el λόγος que estaacute presente a un tiempo en los tres Por otro la-

do noacutetese que el autoconocimiento no se entiende simplemente en un sen-

tido episteacutemico sino que maacutes allaacute se presenta como un modo de participa-

cioacuten esencial en el universo y en la sabiduriacutea o profundizacioacuten laquoen la ra-

zoacuten que gobierna todas las cosas por medio de todasraquo (cfr 22 B 41 DK) lo

que sin duda tiene consecuencias praacutecticas para la eacutetica puesto que hay que

obrar laquoseguacuten la naturaleza (κατὰ φύσιν cfr 22 B 112 DK) y para la poliacute-

tica puesto que esa misma ley sirve tambieacuten para organizar la ciudad-esta-

do y laquoha de luchar el pueblo por su ley igual que por su murallaraquo (22 B 44

DK)292

Jaeger ha destacado la importancia de esta idea para comprender la

filosofiacutea de Heraacuteclito

laquoEl espiacuteritu griego formado en la legalidad del mundo exterior pronto

descubre tambieacuten las leyes interiores del alma y llega a la concepcioacuten ob-

jetiva de un cosmos interiorraquo293

292 Cfr Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el ori-

gen ed cit p 31 Sobre estos fragmentos volveremos 293 Werner Jaeger Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit p 152 cfr Ibid

pp 176-180 De la misma opinioacuten es Platoacuten ldquoPues incluso en el tiempo en que se dice

que vive cada una de las criaturas vivientes y que es la misma como se dice por ejem-

plo que es el mismo el hombre desde su nintildeez hasta que se hace viejo sin embargo

aunque se dice que es el mismo ese individuo nunca tiene en siacute las mismas cosas sino

que continuamente se renueva y pierde otros elementos en su pelo en su carne en sus

huesos en su sangre y en todo su cuerpo Y no soacutelo en el cuerpo sino tambieacuten en el al-

ma los haacutebitos caracteres opiniones deseos placeres tristezas temores ninguna de

estas cosas jamaacutes permanece la misma en cada individuo sino que unas nacen y otras

muerenrdquo Platoacuten Banquete (Diaacutelogos vol III) Madrid Gredos 2002 207d (trad cast

Carlos Gordf Gual)

204

La legalidad del macrocosmos es asumida de este modo en el interior

del microcosmos como norma a seguir ya que comparten un parentesco

baacutesico La vida humana es tambieacuten el producto de una tensioacuten interna entre

elementos contrarios (opiniones deseos intereses pasiones etc) que son

particulares y deben ser armonizadas en lo comuacuten por medio de la misma

razoacuten que impera y opera en la naturaleza De este modo la eacutetica consiste

en obrar conforme a la naturaleza y la poliacutetica en buscar lo comuacuten maacutes allaacute

de los intereses particulares como veremos

Heraacuteclito en suma trazoacute un cuadro del devenir antropocoacutesmico del

enfrentamiento de los contrarios del ciclo del tiempo pero no debemos ol-

vidar que lo que verdaderamente le interesoacute fue el hombre (esto es desper-

tar a los dormidos) tan iacutentimamente emparentado con la naturaleza como

extrantildeo a este parentesco tan cercano a la clave de la realidad como distan-

te de la misma

205

Cap 6

laquoUn pensamiento enantioloacutegicoraquo

206

207

1 La universalizacioacuten de las oposiciones

11 La oposicioacuten como motor del cosmos

Acaso lo que maacutes llame la atencioacuten de la filosofiacutea de Heraacuteclito sea su

marcado caraacutecter laquoenantioloacutegicoraquo294 En ella los contrarios tejen una gran

red por medio de la cual el pensador jonio trata de aprehender y nombrar el

mundo En este sentido la tensioacuten la oposicioacuten y la contienda desde un

punto de vista ontoloacutegico al tiempo que la contradiccioacuten el antoacutenimo el

oxiacutemoron y la paradoja desde un punto de vista epistemoloacutegico se revelan

como elementos ineludibles no soacutelo en su propio planteamiento sino en la

estructura misma de lo real

laquoEl estilo es el tiacutepico encadenamiento arcaico de contraposiciones [hellip] Tal

estilo se corresponde con la visioacuten del mundo de Heraacuteclito para quien to-

da la vida es un juego de oposiciones que se siguen en flujo continuo [hellip]

Pero ante todo se sentiacutea atraiacutedo por la paradoja muy proacutexima a su estilo y

que se convirtioacute en vehiacuteculo de sus ideas [hellip] iquestQueacute es pues el loacutegos nor-

294 Proponemos el teacutermino enantioloacutegico del griego τὸ ἐναντίος (ldquocontrariordquo ldquoopues-

tordquo) como es bien sabido para caracterizar este aspecto del pensamiento arcaico Cfr

ldquoἄνταrdquo en Chantraine Pierre Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque his-

toire des mots Paris Klincksieck 1980 pp 91-92 A lo largo de este trabajo tomamos

como sinoacutenimos los teacuterminos contrario y opuesto puesto que ambos se entreveran en el

contexto que nos ocupa aun sabiendo que seguacuten Aristoacuteteles el primero tiene menos

extensioacuten que el segundo Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit V 10 1018a 20-34 Cfr

Aristoacuteteles ldquoCategoriacuteasrdquo 9a 16-14a 25 en Tratados de Loacutegica vol I Madrid Gredos

1982 (trad cast Miguel Candel) Como ampliacioacuten cfr Melendo Tomaacutes ldquoOposicioacuten y

contradiccioacuten en Aristoacuteteles y Tomaacutes de Aquinordquo en Anuario Filosoacutefico 14 (1981)

pp 63-100 Cfr Melendo Tomaacutes Ontologiacutea de los opuestos Pamplona Eunsa 1982

208

ma de toda existencia iquestQueacute es esa realidad de realidades y vida de la vi-

da Es la coincidentia oppositorum la conciencia de opuestos en unidades

de dos caras En la filosofiacutea de Heraacuteclito encuentra su culminacioacuten y su

expresioacuten teoacuterica maacutes perfecta la concepcioacuten polarizada que dominoacute la

eacutepoca arcaicaraquo295

La oposicioacuten juega un papel ineludible en su filosofiacutea porque los

contrarios cooperan ndashenfrentaacutendose- en la organizacioacuten del cosmos pues

no se olvide que todas las cosas se originan en la tensioacuten y la discordia (γι-

νόμενα πάντα κατ΄ἔριν cfr 22 B 80 DK) En verdad nos encontramos

ante una potente intuicioacuten que apunta a la entrantildea misma de la tragedia an-

tropocoacutesmica y que se niega a reducir la complejidad de la naturaleza a los

centildeidos maacutergenes de la palabra escrita

El mundo de lo muacuteltiple es un mundo-en-contienda un gran campo

de batalla donde toda existencia nace del conflicto y vive del antagonismo

pero no se trata de un conflicto uacutenicamente destructivo sino tambieacuten pro-

ductivo puesto que la guerra ademaacutes de ser comuacuten es padre de todas las

cosas como podemos leer en 22 B 53 DK296 En este sentido decir que la

armoniacutea visible del cosmos esconde una discordia invisible seriacutea tan cierto

295 Fraumlnkel Hermann op cit pp 349-350 Sobre Heraacuteclito como creador de una ldquoloacutegi-

ca del antagonismordquo Cfr Ramnoux Cleacutemence op cit p 13 296 Cfr Barnes Jonathan op cit p 60 Sobre este fragmento volveremos Esto sin du-

da es paradoacutejico como sentildeala Kahn puesto que al hacer de la guerra el principio rector

de la generacioacuten y el gobierno de los seres se positiviza una realidad que por definicioacuten

causa efectos contrarios como muerte y destruccioacuten a la par que se invierte el significa-

do que le da la poesiacutea tradicional que hace de ella lo maacutes funesto y temible como su-

brayaron Homero y Hesiacuteodo Cfr Kahn Charles The Art and Thought of Heraclitus

ed cit p 208

209

como decir que la discordia visible esconde una armoniacutea invisible puesto

que la armoniacutea es una consecuencia de la lucha ajustamiento o justeza un

equilibrio que nace de la tensioacuten entre los contrarios mismos pero nunca de

su reconciliacioacuten sea por confusioacuten como sucede con el aacutepeiron de Anaxi-

mandro o por sumisioacuten como sucede con la tabla pitagoacuterica297

Dicho en teacuterminos heracliacuteteos

laquoEs preciso saber que la guerra es comuacuten (ξυνόν) la justicia discordia

(δίκην ἔριν) y que todo acontece por la discordia y la necesidadraquo298

297 Cfr Brun Jean op cit p 45 Por tanto todos los contrarios son necesarios para lo-

grar el ajuste del cosmos Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit

pp 42-43 228-232 En este sentido leemos en 22 B 111 DK ldquoLa enfermedad hace a la

salud cosa agradable y buena el hambre a la hartura el cansancio al descansordquo (νοῦ-

σος ὑγιείην ἐποίησεν ἡδὺ καὶ ἀγαθόν λιμὸς κόρον κάματος ἀνάπαυσιν)

298 εἰδέναι δὲ χρὴ τὸν πόλεμον ἐόντα ξυνόν καὶ δίκην ἔριν καὶ γινόμενα

πάντα κατ΄ ἔριν καὶ χρεών (22 B 80 DK) Seguacuten Mondolfo Heraacuteclito se separa con

esta idea de Hesiacuteodo quien oponiacutea la ley de la lucha propia de los animales a la justi-

cia propia del ser humano Cfr Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito textos y problemas de

su interpretacioacuten ed cit p 79 Pero seguacuten Kanh de la distincioacuten que hace Hesiacuteodo en-

tre una disputa positiva y otra negativa Heraacuteclito se decanta por la segunda que es fu-

nesta pues incita a la guerra lamentable y a la discordia (πόλεμόν τε κακὸν καὶ δῆ-

ριν) y todos los hombres estaacuten sometidos a ella laquopor necesidadraquo ya que esa es la laquovo-

luntad de los inmortalesraquo (ἀλλrsquo ὑπrsquo ἀνάγκης ἀθανάτων βουλῇσιν) Cfr Hesiacuteodo

Los trabajos y los diacuteas ed cit 11-26 Cfr Kahn Charles The Art and Thought of He-

raclitus ed cit p 206 Tambieacuten Homero vincula el deber de ir a la guerra ndashincluso los

heridos- a la necesidad (δεῦτrsquo ἴομεν πόλεμον δὲ καὶ οὐτάμενοί περ ἀνάγκῃ) Cfr

Homero Iliacuteada ed cit XIV 128

210

Este fragmento que resume la concepcioacuten heracliacutetea de la armoniacutea

de los contrarios posiblemente hace referencia a un conocido pasaje de la

Iliacuteada donde se dice que laquoAres es comuacutenraquo (ξυνὸς Ἐνυάλιος)299 No obs-

tante hay que notar que lo que en un primer momento se utilizoacute para des-

cribir una realidad antropoloacutegica es decir el hecho de que la guerra decide

de un modo necesario el destino de pueblos y hombres reaparece ahora co-

mo un principio cosmoloacutegico que decide esta vez el destino de la propia

realidad Maacutes importante es el hecho de que la guerra como el λόγος sea

comuacuten (ξυνόν) pues este teacutermino tiene un significado maacutes profundo en

Heraacuteclito que en Homero ya que la guerra es comuacuten porque el λόγος ndashla

ley de todo lo que acontece- es una ley de discordia y lucha de tensiones

opuestas Y esto remite a la suposicioacuten pareja de que todo lo que existe estaacute

en proceso de cambio sin olvidar que todo cambio es intercambio (ἀντα-

μοιβή) o lucha de contrarios Por tanto al decir que la justicia es dicordia

se estaacute diciendo que la guerra es un aspecto fenomeacutenico del propio λόγος

al que asiste para armonizar lo real que no puede perder nunca la tensioacuten a

riesgo de dejar de ser lo que es

Sin tensioacuten ni discordia por tanto nada de lo que hay existiriacutea como

tal pero sin proporcioacuten o armoniacutea en la contienda tampoco Ciertamente

es una constante en la filosofiacutea griega el despliegue de pares de opuestos

para la interpretacioacuten del cosmos pero ninguacuten otro pensador ha atribuido

tanta importancia como Heraacuteclito al hecho mismo de la oposicioacuten al hecho

de que soacutelo la tensioacuten hace justicia reunificaacutendolos en un nivel superior o

maacutes profundo (lo divino) donde coinciden todas las oposiciones porque

unifica e integra lo anti- en lo meta- subrayando el fondo paciacutefico que sub-

299 Cfr Ibid XVIII 309

211

yace a la cara visible y poleacutemica del cosmos puesto que los contrarios son

para la divinidad aspectos distintos de un mismo fenoacutemeno300

Heraacuteclito en suma entiende la contienda no soacutelo en teacuterminos negati-

vos sino tambieacuten productivos si bien esto soacutelo se hace visible para el hom-

bre que superando su propia individualidad sea capaz de contemplar el de-

venir coacutesmico desde una perspectiva unitaria y global301

Es decir la vida nace de la muerte y la muerte nace de la vida en

un ciclo constante esa es la tragedia y el juego del fuego que gobierna el

universo encendieacutendose y apagaacutendose gradualmente esa es la tragedia y

el juego del hombre que estaacute inmerso en este gran espectaacuteculo a un tiempo

aciago y rutilante simeacutetrico y desmesurado

Pero el conflicto no soacutelo es originario en el plano cosmoloacutegico sino

tambieacuten en el socio-poliacutetico (guerras conquistas conspiraciones y asesina-

tos han marcado el curso de la historia)302 Ninguno de ellos fue ajeno a la

reflexioacuten heracliacutetea Sin duda Grecia se definioacute por medio de su indeleble

produccioacuten cultural pero no se puede olvidar que para que esto fuera posi-

ble tuvo que definirse simultaacuteneamente de un modo poleacutemico303

La filosofiacutea griega nacioacute en un mundo en guerra sea exterior contra

los persas o interior entre distintas ciudades-estado de la Heacutelade y en ese 300 Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoEl sistema de Heraacuteclito estudio a partir del leacute-

xicordquo ed cit p 12 301 ldquoConstruccioacuten y destruccioacuten destruccioacuten y construccioacuten este es el principio que re-

gula todos los ciclos de la vida natural desde el maacutes pequentildeo hasta el maacutes granderdquo

Gomperz Theodor Greek Thinkers A History of Ancient Philosophy vol I London

John Murray 1955 p 64 302 Sobre el caraacutecter agonal del pueblo griego cfr Burckhardt Jacob Historia de la

cultura griega vol I Barcelona RBA 2005 pp 318-323 (trad cast Eugenio Imaz) 303 ldquoPor enfrentamiento a Persia como el hombre libre al esclavo por oposicioacuten a Egip-

to como el joven contra el ancianordquo Ramnoux Cleacutemence op cit p 5

212

contexto se educaron estos admirables hombres de caraacutecter y destino traacutegi-

co Tambieacuten las obras de Homero cuyo contenido formaba parte de la edu-

cacioacuten tradicional griega serviacutean para naturalizar la guerra y mostrar coacutemo

sellaba inexorablemente el destino de los contendientes Posiblemente este

ambiente inspiroacute a Heraacuteclito la imagen beacutelica que le permite expresar que

oposicioacuten y justeza generacioacuten y destruccioacuten se dan inevitablemente uni-

das en la naturaleza Asiacute lo expresa 22 B 53 DK apuntando la importancia

que la trama enantioloacutegica adquiere en su filosofiacutea tanto a nivel cosmoloacute-

gico puesto que la guerra es el estado natural del cosmos como socio-poliacute-

tico puesto que se trata de una realidad comuacuten que no es ajena a ninguna

poacutelis ni siquiera a la luminosa Atenas

laquoGuerra (πόλεμος) es padre y rey de todas las cosas A unas ha hecho

dioses a otras hombres a unas ha hecho esclavos a otras libresraquo304

Lo primero que llama la atencioacuten de este fragmento es que se pre-

sente la guerra con los atributos de Zeus laquopadreraquo (πατήρ) y laquoreyraquo (βασι-

λεύς) de todas las cosas (laquopadre de los dioses y de los hombresraquo (πατὴρ

ἀνδρῶν τε θεῶν τε) seguacuten Homero)305 La Guerra como Zeus fulmina-

dor representa un poder supremo y uacutenico que se ejerce sobre la diversidad

de las divinidades y de los hombres garantizando asiacute la justicia y el equili-

brio en el cosmos y salvaguardando la distancia ontoloacutegica entre dioses y

304 πόλεμος πάντων μὲν πατήρ ἐστι πάντων δὲ βασιλεύς καὶ τοὺς μὲν θεοὺς

ἔδειξε τοὺς δὲ ἀνθρώπους τοὺς μὲν δούλους ἐποίησε τοὺς δὲ ἐλευθέρους

(22 B 53 DK) 305 Se trata de uno de los epiacutetetos maacutes repetidos del Croacutenida v gr cfr Homero Iliacuteada

ed cit I 544

213

hombres no se olvide que cada ser del cosmos tiene un lugar propio y una

medida ndashasignada por el destino- que no debe sobrepasar so pena de que-

brantar el orden natural y exponerse a un castigo por su desmesura (ὕβρις)

impuesto por Zeus306

Entendemos por otro lado que la guerra tiene un sentido simboacutelico

en la filosofiacutea de Heraacuteclito lo que no impide que tenga al tiempo un funda-

mento real como ocurre con el fuego El pensador jonio se enfrentoacute a la

realidad sin apenas un vocabulario filosoacutefico previo de ahiacute que tratara de

dibujar sus intuiciones metafiacutesicas con imaacutegenes fiacutesicas que pudieran refe-

rir aquello que resulta casi inefable No obstante no parece que de los frag-

mentos conservados pueda desprenderse una apologiacutea del belicismo Presu-

miblemente se trata de un proceso ontoloacutegico y amoral que comprende la

306 Hesiacuteodo sentildealoacute al comienzo de Los trabajos y los diacuteas que Zeus eleva y derriba faacute-

cilmente laquoabate con facilidad al hombre poderoso y fortalece al deacutebil castiga al malo y

humilla al soberbioraquo Cfr Hesiacuteodo Los trabajos y los diacuteas ed cit 5-7 Semejante es el

papel de la guerra como principio rector del cosmos pues los combates y tensiones se

suceden estableciendo el orden de las cosas que pronto se disolveraacute de la mano de nue-

vos conflictos que vuelven a situar a cada uno en el puesto que el resultado de la guerra

le asigna Seguacuten Gigon los hombres libres o esclavos son el resultado de la guerra es-

to es vencedores o vencidos de igual modo que los caiacutedos con gloria seraacuten elevados a

dioses Cfr Gigon Olof Untersuchungen zu Heraklit ed cit p 119 De la misma opi-

nioacuten es Marcovich quien afirma que el contexto es maacutes social que natural sentildealando

que πάντων no se refiere a todas las cosas sino a dioses y hombres ndashal ser masculino-

Cfr Marcovich Miroslav op cit p 348 Se puede discrepar de ambos que se quedan

en la superficie de la imagen y no la remiten al pensamiento heracliacuteteo siguiendo a He-

raacuteclito el mundo no lo han hecho dioses ni hombres sino que se regula por un principio

inmanente que traza las tensiones al tiempo que las armoniza la guerra Entendemos

por tanto que esta oposicioacuten tiene un alcance natural claro (ontoloacutegico) y no simple-

mente socio-poliacutetico como sostienen

214

totalidad del cosmos generativo y regenerativo en el que propiamente no

hay vencedores ni vencidos puesto que todos los contrarios son necesarios

para que el mundo exista y mantenga su equilibrio307

Lo real por ende es la tensioacuten no la distensioacuten de ahiacute sus criacuteticas a

Homero (cfr 22 A 22 DK B 42) quien expresoacute en un verso de la Iliacuteada su

deseo de que cesara la discordia entre dioses y hombres sin advertir que tal

cese seriacutea equiparable a la desaparicioacuten del cosmos308 Parece en suma que

la hostilidad con la que Heraacuteclito tratoacute a Homero no es sino una forma de

recriminar al poeta que nos ha legado los dos poemas eacutepicos maacutes importan-

tes de Occidente el hecho de que no haya profundizado en el caraacutecter poleacute-

mico de la propia realidad

Por otro lado podemos incluir las criacuteticas al rapsoda en el marco de

la corriente ilustrada iniciada por Jenoacutefanes que cuestionoacute radicalmente

307 Como sentildeala Kirk la guerra o la disputa tienen que simbolizar aquiacute la interaccioacuten en-

tre opuestos Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit p 241 Tam-

bieacuten Eggers y Juliaacute siguen esta idea laquoGuerraraquo no es aquiacute un conflicto beacutelico humano

sino uno de los nombres del principio supremo que subyace bajo las oposiciones (otro

nombre seriacutea Zeus cuyos atributos maacutes frecuentes son citados) Cfr Eggers Lan Con-

rado Juliaacute Victoria op cit p 347 308 Cfr Homero Iliacuteada ed cit XVIII 105 Acaso por eso se dice en 22 56 B DK que

los hombres se engantildean respecto al conocimiento de las cosas manifiestas de modo se-

mejante a Homero el maacutes sabio de todos los griegos al que unos joacutevenes pescadores

que estaban matando piojos le confundieron al decirle ldquoCuantos vimos y cogimos los

dejamos pero los que ni vimos ni cogimos los llevamosrdquo (ὅσα εἴδομεν καὶ ἐλάβο-

μεν ταῦτα ἀπολείπομεν ὅσα δὲ οὔτε εἴδομεν οὔτrsquo ἐλάβομεν ταῦτα φέρο-

μεν) Incluso afirma en 22 B 42 DK que laquoHomero mereciacutea que los expulsaran de los

certaacutemenes y que lo apalearan y Arquiacuteloco otro tantoraquo (τόν τε Ὅμηρον ἔφασκεν

ἄξιον ἐκ τῶν ἀγώνων ἐκβάλλεσθαι καὶ ῥαπίζεσθαι καὶ Ἀρχίλοχον ὁμοίως)

215

las ensentildeanzas miacutetico-religiosas tradicionales (cfr 22 B 5 DK B 42 B 57

B 104) Para Jenoacutefanes

laquoHomero y Hesiacuteodo han atribuido a los dioses todo cuanto es verguumlenza e

injuria entre los hombres robar cometer adulterio y engantildearse unos a

otrosraquo (21 B 11 DK)

Pero sin olvidar que no se disputan poetas y filoacutesofos tan soacutelo la en-

sentildeanza de la verdad sino antes bien la influencia poliacutetica la capacidad de

incidir directamente con su palabra en el decurso de la sociedad309 De ahiacute

que disputen ese lugar a los poetas con sus propias armas escribiendo en

su estilo el de la tradicioacuten narrativa el del prestigio didaacutectico el que con-

llevaba la capacidad de anunciar la verdad lo que se hace evidente en Jenoacute-

fanes Heraacuteclito Parmeacutenides o Empeacutedocles que traspasan numerosos con-

ceptos de la tradicioacuten eacutepico-religiosa al aacutembito filosoacutefico como Justicia

Erinis Amor Discordia o Moira ameacuten de utilizar un estilo maacutes cercano a

la poesiacutea que a la prosa Aunque con una diferencia esencial sus versos no

tienen un fondo mitoloacutegico ni obedecen al argumento de autoridad sino

que tratan de ofrecer razones objetivas para comprender mejor el cosmos

la vida y los dioses sin recurrir a causas ajenas a la propia naturaleza

12 La controversia con Hesiacuteodo y Pitaacutegoras

309 Cfr Mendoza Tuntildeoacuten Julia M ldquoEl magisterio poliacutetico del poeta en el aacutembito indo-

europeordquo en Cuadernos de Filologiacutea Claacutesica nordm 5 (1995) p 30 En este momento se-

ntildeala Jaeger la poesiacutea se habia tornado un instrumento para hacer puacuteblicas todo tipo de

opiniones sobre el laquobien comuacutenraquo fuesen criacuteticas o didaacutecticas Cfr Jaeger Werner La

teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 43-44

216

Homero no fue el uacutenico blanco de las criacuteticas heracliacuteteas La misma

suerte corrieron Hesiacuteodo y Pitaacutegoras entre otros tantos aunque estudiare-

mos soacutelo estos dos casos por considerarlos paradigmaacuteticos

laquoLa acumulacioacuten de conocimientos no ensentildea inteligencia (πολυμαθίη

νόον οὐ διδάσκει) pues se la hubiera ensentildeado a Hesiacuteodo y a Pitaacutego-

rasraquo310

Todos ellos forjaron su visioacuten del mundo utilizando los mismos ele-

mentos pero los entendieron de diversa manera por eso Heraacuteclito no tardoacute

en percatarse de que la filosofiacutea occidental nacioacute como un traacutensito irrever-

sible del desorden al orden de lo caduco a lo perenne de lo muacuteltiple a lo

uno donde los segundos deben someter a los primeros para poder hablar de

cosmos Frente a esto el jonio considera necesario un diaacutelogo permanente

entre ambos sin eliminar su tensioacuten puesto que en el mundo fenomeacutenico

no se vislumbra tal predominio tajante de unos sobre otros

I

Sabido es que Hesiacuteodo era un famoso poeta griego del s VIII a C

posterior a Homero por tanto que vivioacute en Ascra (Beocia) Era un campe-

310 πολυμαθίη νόον οὐ διδάσκειmiddot Ἡσίοδον γὰρ ἂν ἐδίδαξε καὶ Πυθαγόρην []

(22 B 40 DK la traduccioacuten es nuestra) En 22 B 129 DK afirma ldquoPitaacutegoras hijo de

Mnesarco practicoacute la investigacioacuten maacutes que ninguacuten otro hombre y tras haber escogido

estos escritos configuroacute su propia sabiduriacutea erudicioacuten malas artesrdquo (Πυθαγόρης

Μνησάρχου ἱστορίην ἤσκησεν ἀνθρώπων μάλιστα πάντων καὶ ἐκλεξάμε-

νος ταύτας τὰς συγγραφὰς ἐποιήσατο ἑαυτοῦ σοφίην πολυμαθίην κακο-

τεχνίην) En esta liacutenea cfr 22 B 81 DK

217

sino a quien las musas seguacuten cuenta le arrastraron a cantar no a los heacuteroes

como Homero sino a los dioses y a los trabajos de cada diacutea311 Uno y otro

son los creadores de la mitologiacutea griega tal y como ha llegado hasta noso-

tros asiacute como los principales precursores de la cosmogoniacutea filosoacutefica pre-

socraacutetica

Sin duda de todos los relatos cosmogoacutenicos griegos la Teogoniacutea de

Hesiacuteodo es el maacutes antiguo y el mejor conocido de todos Escrita entre fina-

les del s VIII y comienzos del s VII a C es la fuente de la que se nutre

toda la mitologiacutea griega Ya entre los griegos Hesiacuteodo era tenido como el

autor que ordenoacute los mitos religiosos y la genealogiacutea de los dioses312 En

esta obra podemos distinguir hasta cuatro fases en la primera fase se parte

de la existencia de Caos y despueacutes de la Tierra Eros el Cielo y la primera

generacioacuten divina en la segunda fase se describe la castracioacuten del Cielo

por su hijo Cronos en la tercera parte Zeus evita ser devorado por su pa-

dre Cronos y toma el poder y en la uacuteltima fase se narra la batalla de Zeus

y los dioses contra los titanes

El autor nos describe el origen del mundo como parte de una teogo-

niacutea siendo la formacioacuten del mundo un tema secundario puesto que a He-

siacuteodo ante todo le interesa la laquoestirpe de los inmortales que siempre vi-

311 Subraya Nestle que todo aquel que ndashcon Nietzsche- quiera hablar de ldquola rebelioacuten de

los esclavos en la moralrdquo frente a los valores vitales y aristocraacuteticos de ldquola moral de los

sentildeoresrdquo debe fecharla aquiacute en Hesiacuteodo el cantor de los pobres campesinos beocios y

no en Soacutecrates o en el Cristianismo Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego

ed cit p 41 312 Heroacutedoto relata que los pelasgos adoraban a los dioses ldquoporque habiacutean puesto en or-

den cada cosa [hellip] Pero de doacutende habiacutea nacido cada uno de los dioses y si todos habiacutean

existido desde siempre y cuaacuteles eran en el semblante no se conociacutea hasta [hellip] Hesiacuteo-

dordquo Heroacutedoto Historia Madrid Gredos 2006 II 52-53 (trad cast Carlos Schrader)

218

venraquo (τrsquo ἀθανάτων ἱερὸν γένος αἰὲν ἐόντων) como nos indica al ini-

cio de su poema313 Hesiacuteodo comenzoacute su obra con una invocacioacuten a las Mu-

sas quienes le inspiraron e instruyeron en su tarea Podemos pensar que es-

ta alusioacuten fluctuacutea entre el recurso literario y la experiencia religiosa en la

que un personaje sobrenatural se aparece a un mortal y le transmite una se-

rie de conocimientos314 No obstante su finalidad no era entretener sino en-

sentildear por eso la reflexioacuten pasoacute a un primer plano en detrimento de la fan-

tasiacutea lo que se manifiesta primariamente en la aspiracioacuten a la verdad en la

inclinacioacuten a la sistematicidad y en la tendencia a regular racionalmente la

vida del ser humano En este sentido hace decir a las musas

laquoSabemos decir mucho inventado parecido a lo real pero tambieacuten sabe-

mos cuando queremos anunciar la verdad (ἀληθέα)raquo315

313 Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 21 ldquoA Hesiacuteodo la cosmogoniacutea le interesa maacutes bien poco

o mejor dicho casi nadardquo Bernabeacute Alberto ldquoκατὰ τὴν τοῦ χρόνου τάξιν Modelos

del tiempo en las cosmogoniacuteas presocraacuteticasrdquo en Emeacuterita 58 (1990) p 69 El poeta

deseando llegar a la historia de Zeus pasa raacutepido por los principios cosmogoacutenicos ha-

ciendo de la tierra el cielo y las montantildeas el escenario donde colocar a los dioses Cfr

West Martin L Hesiod Theogony Oxford Clarendon Press 1971 p 192 A este res-

pecto cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 117 128 129 314 Este mismo motivo lo encontramos en el proemio del Poema de Parmeacutenides cuando

la diosa toma su mano y le revela la verdad (cfr 28 B 1 DK) Como sentildeala Aristoacuteteles

estaacute dentro de la naturaleza de la poesiacutea ofrecerse como realidad sabieacutendose invencioacuten

por eso se recurre laquoa la musaraquo como medio de robustecer los propios argumentos Cfr

Aristoacuteteles Poeacutetica Madrid Gredos 1999 1451a 36ss (trad cast Valentiacuten G Yebra)

315 ἴδμεν ψεύδεα πολλὰ λέγειν ἐτύμοισιν ὁμοῖα ἴδμεν δrsquo εὖτrsquo ἐθέλωμεν ἀλη-

θέα γηρύσασθαι Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 27ss

219

Para Gigon esta sentencia sentildeala el origen de la filosofiacutea griega Se

trata de un punto decisivo en el que Hesiacuteodo se vuelve contra Homero y

trata de decir algo distinto y novedoso316 Pero aunque el relato del proceso

coacutesmico se presente destacando el caraacutecter natural de los protagonistas no

estaacute totalmente despojado de la imagen miacutetica En consecuencia sostiene

Vernant Hesiacuteodo no era auacuten un filoacutesofo natural y su funcioacuten no era tampo-

co explicar la verdad sino revelarla317

Hay pues dos cosas que saben decir las musas lo falso con aparien-

cia de verdad y lo verdadero Si bien Hesiacuteodo recibe el encargo de decir la

verdad y no de inventarse falsedades que parezcan sin serlo verdades En

este sentido se aparta de Homero esto es del mundo de las verosimilitudes

engantildeosas Frente al mito homeacuterico se coloca la verdad En ese terreno por

tanto siacute es cierto que nace la filosofiacutea en cuanto oposicioacuten de la verdad a

la apariencia318

Hay que preguntarnos iquestcuaacutel es esa verdad que pretende anunciar el

poeta Se trata ante todo de la verdad acerca del linaje de los dioses y del

modo como gobiernan el mundo encabezados por Zeus en segundo teacutermi-

316 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 13-14 317 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y pensamiento en la Grecia Antigua Barcelona

Ariel 1993 p 338 (trad cast Juan Loacutepez) Sobre esta misma idea cfr Martiacutenez Nieto

Roxana La aurora del pensamiento griego Madrid Trotta 2000 p 26 318 Noacutetese la similitud de las palabras de Hesiacuteodo con las del Proemio del poema de Par-

meacutenides cuando la diosa promete mostrarle la esencia de la verdad asiacute como la viacutea de

la apariencia o de la humana opinioacuten a la que no es posible prestar verdadera creencia

(Χρεὼ δέ σε πάντα πυθέσθαι ἠμέν Ἀληθείης εὐκυκλέος ἀτρεμὲς ἦτορ ἠδὲ

βροτῶν δόξας ταῖς οὐκ ἔνι πίστις ἀληθής) Por otro lado el filoacutesofo eleaacutetico hace

alusioacuten en ese mismo pasaje como el poeta beocio al umbral de la puerta que separa el

diacutea de la noche (cfr 28 B 1 DK sobre el que pronto volveremos)

220

no hay que mencionar tambieacuten la verdad acerca del origen de los hombres

y del propio universo Para ello Hesiacuteodo disentildea la arquitectura de lo real

cimentada sobre un enigmaacutetico estado caoacutetico inicial Los aspectos inteligi-

bles de la experiencia humana surgen del caos primordial a partir del cual

se va articulando y delimitando un cuadro de inteligibilidad creciente que

entrelaza la unidad con la multiplicidad puesto que de la unidad confusa e

indeterminada emergen varias determinaciones que por sucesivas procrea-

ciones configuran la pluralidad Ademaacutes encontramos un aspecto destaca-

ble que consiste en que el mundo se torna crecientemente inteligible a me-

dida que aumenta no la unidad sino justamente la multiplicidad De este

modo se rompe con la tendencia de la filosofiacutea posterior de colocar lo inte-

ligible del lado de la unidad relegando lo multiple salvo excepciones al

aacutembito de lo equiacutevoco e incomprensible319 Por otro lado la progresiva ar-

ticulacioacuten del cosmos a intervalos regulares se va alcanzando por medio de

la disputa y la oposicioacuten sucesiva entre Urano Cronos y Zeus que tratan

de evitar el progreso de la articulacioacuten esto es los periodos de injusticia o

el surgimiento de entidades inteligibles a partir de la unidad ininteligible

primordial lo que recuerda primero a Heraacuteclito y despueacutes a Anaximandro

laquoEn primer lugar era el Caos (πρώτιστα Χάος γένετο) Despueacutes Gea la

de amplio pecho sede siempre segura de todos los inmortales [hellip] En el

fondo de la tierra de anchos caminos existioacute el tenebroso Taacutertaro Por uacutelti-

mo Eros el maacutes hermoso entre los dioses inmortales [hellip] Del Caos na-

cieron Eacuterebo y la negra Noche De la Noche a su vez nacieron el Eacuteter y el

Diacutea [hellip] Gea alumbroacute primero al estrellado Urano con sus mismas pro-

porciones para que la contuviera por todas partes y poder ser asiacute sede

319 Cfr Hyland Drew A Los oriacutegenes de la filosofiacutea en el mito y los presocraacuteticos

Buenos Aires El Ateneo 1975 p 23 (trad cast Jorge L Garciacutea)

221

siempre segura para los felices dioses Tambieacuten dio a luz a las grandes

Montantildeas [hellip] Ella igualmente parioacute al esteacuteril pieacutelago de agitadas olas320

Noacutetese la penetracioacuten de la pregunta hesioacutedica iquestqueacute fue lo primero

que existioacute En efecto Hesiacuteodo quiere hablar del inicio en sentido radical

Mientras que los poemas homeacutericos se mueven en un tiempo indetermina-

do en el ancho campo del eacuterase una vez sin relacioacuten alguna con el pre-

sente ndashcomo apunta Gigon- la Teogoniacutea se cuestiona por el comienzo de

un proceso que desemboca en el presente desde el que se plantea la pre-

gunta en un sentido claramente protofilosoacutefico Hesiacuteodo no se pegunta

pues por lo maacutes remoto histoacutericamente sino por el principio de lo que

existe pregunta que seraacute retomada por los presocraacuteticos como es sabido a

la que responden que el punto de partida del cosmos es la laquonaturalezaraquo

(φύσις)321

Al principio por tanto fue el Caos un abierto y confuso espacio va-

ciacuteo del que proceden la Tierra y las potencias de las tinieblas las cuales a

su vez engendraron a las potencias de la luz punto en el cual Urano y Gea

inauguran la Teogoniacutea puesto que hasta entonces estamos simplemente an-

te una cosmogoniacutea El principio activo de este proceso que permite la pro-

creacioacuten entre los seres es Eros el amor un impulso a medio camino entre

la razoacuten y la voluntad entre lo conceptual y lo personal que alienta en el

pecho de los dioses y de los hombres y mantiene en curso el devenir del

mundo En efecto Tierra y Eros simbolizan dos tipos absolutamente distin-

tos de poderes superiores uno atantildee a las cosas que el ser humano no pue-

de controlar en su exterior otro a las que no puede controlar en su inte-

320 Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 116ss 321 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 23-24

222

rior322 Hay que tener en cuenta pues que el relato eacutepico entrelaza las fuer-

zas impulsoras de la vida tanto externas como internas esparcidas aquiacute y

allaacute en un mismo teacutermino dioses Si bien hay que sentildealar que los dioses

aunque tienen los mismos nombres que en Homero presentan en Hesiacuteodo

un caraacutecter muy diverso

laquoMientras que la divina aristocracia homeacuterica que gobierna el mundo con

mayor o menor arbitrariedad se nos presenta siempre en movimiento lo

divino hesioacutedico se nos presenta aunque diferenciado en miles de confor-

maciones como algo fijo y permanente en el mundo llegado a su estado

actual Los dioses son poderes coacutesmicos y eacuteticos de los que el poeta se sa-

be dependiente y ante los que se inclina con el maacutes profundo respeto Por

eso pasan a uacuteltimo teacutermino sus rasgos humanosraquo323

En este sentido el poeta pone mucha confianza en el gobierno divino

del mundo y ante todo en la justicia de Zeus que todo lo vigila y al que na-

da se le escapa a pesar de la miseria del mundo De hecho toda la persona-

lidad que en comparacioacuten con Homero pierden el resto de los dioses oliacutem-

picos se antildeade en cierto sentido a Zeus Noacutetese que sus esposas son Μῆτις

(prudencia) y Θέμις (ley de la naturaleza) y que las hijas de eacutesta son Εὐ-

νομία (orden) Δίκη (justicia) y Εἰρήνη (paz) con lo que queda delimita-

da la esencia de Zeus y su regimiento del mundo Hesiacuteodo por tanto tiene

322 El principio reactivo por su parte es Eris (Discordia) que se encuentra escindida

por el poeta en dos esencias una mala que produce la lucha y la guerra y otra buena

que promueve el trabajo y el bienestar por la sana competencia Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea

ed cit 225-226 La pareja eroseris recuerda inevitablemente a las fuerzas coacutesmicas

que mueven el mundo seguacuten Empeacutedocles (cfr 31 B 9 DK B 17 B 23 B 35 etc) 323 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 39

223

una firme confianza en un orden moral del mundo que parte de Zeus y tiene

que realizarse entre los hombres

laquoA primera vista el poema entero podriacutea ser tomado como un canto a la

alabanza de Zeus En planos maacutes generales su estructura corresponde a la

de un himno a los dioses con la historia de su nacimiento y con la hazantildea

en la que la divinidad se acredita (la Titanomaquia) como elementos cen-

trales El poema se cierra con el comienzo del reinado de Zeus creador y

amante de la paz y la justiciaraquo324

Esto da como resultado el cuadro de un orden universal en el que to-

do estaacute exactamente repartido y se limita y contiene mutuamente Nos en-

contramos ante otra de las caracteriacutesticas que haraacute suya la venidera filoso-

fiacutea el ser verdadero es un ser con orden en el que todo estaacute relacionado

con todo y cada uno realiza su papel correspondiente No se olvide que en

la narracioacuten figura un viaje del caos al cosmos pero no por medio de la

324 Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 25 Gigon destaca ade-

maacutes el aroma monoteiacutesta que recorre en cierto sentido el poema por un lado se invita a

la fe en Zeus por otro se recalca su importancia puesto que de eacutel depende todo lo de-

maacutes No obstante Zeus no es el sentildeor desde el principio sino el tercero en la escala de

sucesioacuten tras Urano y Cronos salvaacutendose de ser devorado por este uacuteltimo por una co-

nocida artimantildea Aquiacute radica la vertebracioacuten dramaacutetica del poema cuyo caraacutecter perso-

nal lo eleva a la categoriacutea de traacutegico por cuanto Croacutenos a pesar de intentar cambiar su

destino ndashque era ser derrocado por su hijo- no pudo esquivarlo y Zeus tuvo que luchar

y utilizar la inteligencia para conquistar el suyo alzaacutendose finalmente con el poder so-

bre los dioses Por otro lado la llamada laquomaldicioacuten de las generacionesraquo que vienen a

la vida por una culpa necesaria y por ella perecen tambieacuten recuerda sin duda a Anaxi-

mandro quien consideraraacute necesaria una justa retribucioacuten de la injusticia seguacuten el man-

dato del tiempo (cfr 12 B 1 DK)

224

lucha de unos dioses contra otros sino por la generacioacuten de unos a partir de

otros y la separacioacuten del mundo en partes distintas y bien diferenciadas En

el ordenamiento que aquiacute se impone por tanto los dioses no luchan recor-

dando rituales de soberaniacutea sino que se generan unos a otros o se segregan

y sus nombres recuerdan ya a elementos naturales

Como dice Vernant se reconoceraacute en esta versioacuten del mito la estruc-

tura de pensamiento que sirve de modelo a toda la fiacutesica jonia a) En el co-

mienzo existe un estado de indistincioacuten en el cual nada se diferencia b) De

esta unidad primordial brotan por segregacioacuten parejas de contrarios (ca-

liente y friacuteo seco y huacutemedo) que van a diferenciar en el espacio cuatro re-

giones el cielo de fuego el aire friacuteo la tierra seca y el mar huacutemedo c)

Los contrarios se conectan e interactuacutean cada uno triunfando alternativa-

mente sobre los otros conforme a un ciclo por siempre renovado en los fe-

noacutemenos meteoroloacutegicos en la sucesioacuten de las estaciones en el nacimiento

y la muerte de todo lo que vive plantas animales y hombres325

Hesiacuteodo en suma prescribe un traacutensito sin retorno del caos al cos-

mos pues la consecucioacuten de eacuteste en la realidad conllevaba la progresiva de-

saparicioacuten de aqueacutel realidad que por otra parte resultaba desde ese mo-

mento totalmente emparentada jerarquizada y moralizada 325 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y pensamiento en la Grecia Antigua ed cit pp 338-

339 Cfr Cornford Francis M De la religioacuten a la filosofiacutea Barcelona Ariel 1984

cap I (trad cast Antonio Peacuterez) En este capiacutetulo Cornford explica coacutemo la estructura

de los mitos de Hesiacuteodo en la Teogoniacutea se mantiene en las teoriacuteas de los primeros filoacute-

sofos rechazando eacutestos solamente el recurso a lo sobrenatural y la aceptacioacuten de la con-

tradiccioacuten a excepcioacuten de Heraacuteclito Destaca tambieacuten la influencia educativa de los

poetas en la constitucioacuten y posterior desarrollo de la civilizacioacuten griega y analiza por

uacuteltimo coacutemo algunos de los conceptos que seraacuten fundamentales posteriormente en la fi-

losofiacutea (destino justicia naturaleza ley dios alma etc) proceden directamente del

pensamiento miacutetico-religioso

225

A este respecto recuerda Nestle que en este contexto no hay creacioacuten

desde la nada idea imposible para un griego ni por tanto tampoco senti-

miento de criatura en el hombre

laquoEl griego no conoce maacutes que una transicioacuten a partir del caos estado auacuten

desordenado de los elementos hacia un orden universal el cosmosraquo326

Una vez dicho esto parece que la criacutetica de Heraacuteclito se centra esen-

cialmente en la relacioacuten que establece Hesiacuteodo entre los contrarios tanto a

nivel particular (noche-diacutea) como general (caos-cosmos)327 El primer as-

pecto queda recogido en la conocida metaacutefora de la laquopuertaraquo seguacuten Hesiacuteo-

do cuando el diacutea va a entrar en casa la noche se dirige hacia la salida y

nunca estaacuten ambos en casa sino que se encuentran en el umbral de la puer-

326 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 21 327 Sin duda el caos es el elemento laquonaturalraquo maacutes difiacutecil de definir y Hesiacuteodo apenas ha-

ce algunas alusiones al mismo La primera resulta solemne subrayando su importancia

en la cosmogeacutenesis Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 114-115 Su aspecto oscuro queda

patente cuando se atisba su progenie ldquoEacuterebo y la negra Nocherdquo (ibid 123) Sin olvidar

su epiacuteteto maacutes propio ζοφερός (tenebroso ibid 814) en clara conexioacuten con ζόφος

(oscuridad tinieblas ibid 729) Tambieacuten se relacionan estos teacuterminos en 653 y 658

cuando se evoca el retorno a la luz por obra de Zeus de los Hecatoacutenquiros laquodesde el fon-

do de las oscuras tinieblasraquo (ὑπὸ ζόφου ἠερόεντος) De este modo se nos da la sus-

tancia que lo conforma ἀήρ (bruma niebla oscuridad) agregado a su condicioacuten de ca-

vidad u oquedad que la etimologiacutea de la palabra aporta Cfr Martiacuten Garciacutea Joseacute A

ldquoLos mitos griegos de la creacioacuten La cosmogoniacuteardquo en Cuadernos de filologiacutea claacutesica

8 (1998) pp 110-111 Cfr Kirk G S Raven J E Schofield M op cit pp 46-7

Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 31-33 Para un estudio

completo sobre el teacutermino laquocaosraquo cfr Martiacutenez Nieto Roxana La aurora del pensa-

miento griego ed cit pp 27-48

226

ta en el liacutemite Uno ofrece a los hombres su luz penetrante la otra les lleva

en sus brazos el Suentildeo hermano de la Muerte envuelto en densa niebla328

Heraacuteclito se hace eco de este texto en B 57 DK

laquoiexclMaestro de los maacutes Hesiacuteodo Creen que el que maacutes sabe es eacutel que no

conociacutea el diacutea y la noche Y es que son una sola cosaraquo329

Para Hesiacuteodo la noche era una divinidad primordial hija del caos y

madre del diacutea que dio a luz a toda una serie de divinidades asociadas con

el suentildeo y la oscuridad Pero el discurso de Heraacuteclito que es el mismo que

el de la phyacutesis dice que todo es uno que el diacutea es lo mismo que la noche

(cfr 22 B 50 DK B 67) por eso no podiacutea admitir la primaciacutea o la prece-

dencia de unos contrarios sobre otros ya que eso supondriacutea una separacioacuten

fuerte lo que eliminariacutea la tensioacuten o armoniacutea entre los mismos330

Heraacuteclito establece una relacioacuten similar entre el caos y el cosmos

conceptos opuestos a la vez que complementarios En este sentido se hace

necesaria una vuelta constante al caos entendido como un concepto preloacute-

gico anterior a toda distincioacuten separacioacuten y escisioacuten entre orden y desor-

den El caos estaacute fuera de alcance para la inteligibilidad loacutegica occidental

ya que obliga a los contrarios a anudarse unos con otros Puesto que es in-

328 Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 750ss

329 διδάσκαλος πλείστων Ἡσίοδοςmiddot τοῦτον ἐπίστανται πλεῖστα εἰδέναι ὅστις

ἡμέρην καὶ εὐφρόνην οὐκ ἐγίνωσκενmiddot ἔστι γὰρ ἕν (22 B 57 DK)

330 Entendemos que la controversia de Heraacuteclito con Hesiacuteodo pone de manifiesto la di-

ferencia entre la seguridad de la concepcioacuten mitoloacutegica del mundo y la inseguridad

cuestionante propia de la concepcioacuten filosoacutefica Esta inseguridad se constata en el hecho

de que ninguacuten presocraacutetico eligioacute la tierra como principio antropocoacutesmico decantaacutendo-

se todos ellos por elementos maacutes sutiles y menos soacutelidos

227

determinado se vuelve infinitamente determinable puesto que es indistin-

to posibilita la aparicioacuten simultaacutenea y medida de todas las distinciones

Aunque el teacutermino caos no aparece en ninguno de los fragmentos de

Heraacuteclito no es de extrantildear que eligiera al fuego como imagen de esta con-

fusioacuten creadoradestructora originaria que conforma el mundo por ser el

elemento natural maacutes dinaacutemico e inestable dentro de su estabilidad fuente

de vida y tambieacuten de muerte La propia vida del fuego nace de la muerte de

la materia que estaacute siendo quemada y del oxiacutegeno que lo alimenta Por tan-

to es preciso repensar el caos entendido como fuego siempre-vivo pues se

trata de un concepto que no soacutelo no es contradictorio con la idea de ciclo

sino que ademaacutes permite entender el caraacutecter constructivo y no soacutelo des-

tructivo de la guerra y el desorden coacutesmicos331

El cosmos de Heraacuteclito en suma no es ordenado ni desordenado si-

no ajeno a todo dualismo cerrado332 tampoco se forja en un traacutensito unila-

teral del desorden al orden sino en un ciclo donde ambos se suceden o al-

ternan donde el fuego se prende y apaga seguacuten medidas ya que la propia

naturaleza encierra un principio de organizacioacuten interno independiente de 331 ldquoEl caos no es simple desorden [hellip] hay orden en las apariencas en el mundo consti-

tuido este orden es el del nacimiento-destruccioacuten en su sucesioacuten sin finrdquo Castoriadis

Cornelius op cit p 340 En este sentido ldquoComuacuten es el principio y el fin en el contor-

no de un ciacuterculordquo ξυνὸν γὰρ ἀρχὴ καὶ πέρας ἐπὶ κύκλου περιφερείας (22 B 103

DK trad J-F Pradeau) En efecto principio y fin son lo mismo sin serlo realmente De

igual modo concibe Heraacuteclito la vida de la naturaleza Orden y desorden no son maacutes que

las dos caras de una misma moneda como el resto de los contrarios que se alternan en

el ciclo del tiempo pues ambos aparecen y desaparecen a partir de un estado previo in-

determinado (fuegocaos) que se determina constantemente por mediacioacuten y medicioacuten

del λόγος

332 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit p

115

228

toda instancia trascendente eficiente o teleoloacutegica De este modo la ten-

sioacuten se traduce en conexiones que la guerra se encarga de generarregene-

rar y el λόγος de perpetuar en un juego ciacuteclico incesante e inocente333

II

En el caso de Pitaacutegoras nos limitamos a sentildealar concisamente algu-

nos aspectos relevantes sobre este tema a fin de no reiterar lo expuesto en

333 Para entender este ciclo seguacuten Nietzsche la clave estriba en interpretar la vida a par-

tir de un laquoinstinto de juegoraquo que hace de la existencia un fenoacutemeno esteacutetico no moral o

religioso soacutelo asiacute se puede vislumbrar que semejante nacer y perecer construir y des-

truir estaacuten sumidos en eterna e intacta inocencia Todo devenir es inocente no hay fina-

lidad los contrarios no se consideran aislados o inmutables sino que su fundamento lo

constituye un conjunto de fuerzas en continuo movimiento que genera la posibilidad de

su sentido y su valor Cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los

griegos ed cit sect7 p 68 Al hablar de un juego sobre lo que volveremos se enlazan

las ideas de medida y azar puesto que en todo juego se dan situaciones imprevisibles

nunca se sabe de antemano el resultado final pero su decurso no es caoacutetico sino que es-

taacute sujeto a reglas fijas e inquebrantables De este modo el joven Nietzsche ofrece una

interpretacioacuten alternativa a su concepcioacuten general de Heraacuteclito entendido como el filoacute-

sofo del puro devenir lo que no se sostiene a tenor del papel central del λόγος en su

pensamiento que impone medidas al devenir y al propio cosmos Por otro lado Nietzs-

che no supo ver que tambieacuten el devenir y la lucha confieren estabilidad a lo real aunque

coincidamos con eacutel en la lectura ciacuteclica y amoral del proceso coacutesmico ldquoMe ha quedado

una duda con respecto a Heraacuteclito en cuya cercaniacutea siento maacutes calor y me encuentro de

mejor humor que en ninguacuten otro lugar La afirmacioacuten del fluir y del aniquilar [hellip] el de-

cir siacute a la antiacutetesis y a la guerra el devenir el rechazo radical incluso del concepto mis-

mo de ser ndashen esto tengo que reconocer en cualquier circunstancia lo maacutes afiacuten a miacute en-

tre lo que hasta ahora se ha pensado La doctrina del eterno retorno es decir del ciclo

incondicional infinitamente repetido de todas las cosasrdquo Nietzsche Friedrich Ecce

Homo Madrid Alianza 2001 sect 3 p 79 (trad cast Andreacutes Saacutenchez)

229

relacioacuten a su concepcioacuten de los contrarios Los pitagoacutericos vislumbraron un

parentesco natural entre el hombre y el universo de ahiacute que la tarea de la

filosofiacutea fuera revelar la estructura del mismo para entender lo divino pre-

sente en el alma humana Para ello se necesita la contemplacioacuten entendida

como purificacioacuten o catarsis esto es un esfuerzo teoreacutetico que permita re-

producir en el alma el orden perfecto del cosmos y ndashde ese modo- sintoni-

zar con eacutel Soacutelo asiacute se escapa del ciclo de reencarnaciones y se puede regre-

sar a la naturaleza divina de la que provenimos

La filosofiacutea pitagoacuterica simboliza el triunfo del orden sobre el desor-

den de lo determinado sobre lo indeterminado de lo simple sobre lo com-

plejo destacando especialmente su capacidad para reducir las cosas a medi-

da proporcioacuten y nuacutemero tanto en su estructura interna como en su relacioacuten

con el todo Para expresar esta proporcioacuten que subyace a lo real Pitaacutegoras

utilizoacute ndashcomo hemos visto- el teacutermino armoniacutea (ἁρμονία) que significa

unioacuten ajuste ensamblaje tanto en un contexto fiacutesico como matemaacutetico o

musical334 Homero usoacute esta palabra para referirse a lo que une las diferen-

tes partes de un todo incluso si se trata de la clavija que permite el acopla-

miento de varias cosas entre siacute335 esto presupone una relacioacuten esencial pre-

via entre las partes (una cierta medida o proporcioacuten) que permita su ajuste

puesto que cada una tiene que mantener sus liacutemites respetando los de las

demaacutes para que podamos decir de un todo que es armoacutenico El estudio del

concepto de armoniacutea por tanto remite a otras nociones parejas como or-

den mediacioacuten proporcioacuten o analogiacutea todas ellas vinculadas con la inter-

pretacioacuten filosoacutefica de la naturaleza pero la que estaacute a la base es la idea de

orden de hecho cuando los pitagoacutericos buscaban la clave de la estructura

334 Cfr Chantraine Pierre ldquoἉρμονίαrdquo en op cit p 111

335 Homero Odisea ed cit V 248

230

loacutegica y ontoloacutegica del mundo lo primero que atisbaron fue un orden mate-

maacuteticamente tejido de esto tomoacute buena nota Galileo padre de la fiacutesica mo-

derna336 pero sin olvidar que no estamos ante un descubrimiento exclusivo

del espiacuteritu griego sino que otras muchas culturas como la hinduacute la sume-

ria la egipcia la babilonia o la maya basaron su idea del mundo en un or-

den sostenido por los nuacutemeros todas ellas buscaron ademaacutes las secretas

correspondencias entre el orden coacutesmico y el orden de la vida humana es

decir trataron de encontrar una relacioacuten de proporcioacuten entre ambos337 Po-

siblemente estos significados del teacutermino fueron conocidos por Heraacuteclito

cuya familiaridad con la filosofiacutea pitagoacuterica parece segura si bien debemos

tener presente de queacute tipo de unioacuten (κρᾶσις) estamos hablando en cada ca-

so Independientemente de la traduccioacuten literal del teacutermino acaso maacutes cer-

cana a Pitaacutegoras que a Heraacuteclito resulta evidente que la unioacuten es entendida

por el primero como equilibrio y ajuste mientras que para el segundo se

manifiesta como equipotencia y tensioacuten Dicho de otro modo para uno la

336 Semejante presupuesto queda plasmado en la conocida asimilacioacuten galileana de la

naturaleza con ldquoun libro escrito en caracteres matemaacuteticosrdquo La metaacutefora del libro im-

plica por lo pronto una cierta continuidad de elementos ademaacutes de la necesidad de co-

nocer el idioma en el que estaacute escrito el de las matemaacuteticas para poder comprenderlo

Cfr Galilei Galileo El ensayador I 6 Buenos Aires Aguilar 1981 pp 62-63 (trad

cast Joseacute M Revuelta) 337 Ciertamente los oacuterdenes matemaacuteticos postulados por estas culturas no son iguales

aunque compartan un propoacutesito comuacuten y todos ellos tengan relacioacuten con la astronomiacutea y

un cierto sentido miacutestico En Babilonia por ejemplo se utilizaba un sistema sexagesi-

mal mientras que en Egipto se utilizaba uno decimal Pero hasta los griegos no se dio

una investigacioacuten sistemaacutetica y racional de la naturaleza derivada del surgimiento de

una nueva clase de ciudadanos libres que alejados de los mitos y la religioacuten tradicional

se dedicaron a la vida teoreacutetica Cfr Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar La muacutesica del universo

ed cit p 7

231

armoniacutea neutraliza los contrarios para el otro lo real radica en la contrapo-

sicioacuten misma pues en el momento en que desapareciera la disputa desapa-

receriacutea tambieacuten el cosmos

Como dijo Aristoacuteteles Pitaacutegoras afirmaba que el estado mejor era

aquel en el que las cualidades contrarias se habiacutean mezclado por una ley de

proporcioacuten haciendo desaparecer la tensioacuten y originando asiacute la salud en el

cuerpo la justicia en la poacutelis y el orden en el cosmos Aquiacute estriba la dife-

rencia insalvable entre Pitaacutegoras y Heraacuteclito en el dualismo ontoloacutegico del

primero que conduce ndashen este punto Nietzsche estaacute muy atinado338- a un

dualismo moral desde el momento en que se llaman buenos a unos elemen-

tos (por delimitar el caos) y malos a sus contrarios339

Esta es la lista que nos facilitoacute Aristoacuteteles

laquoLiacutemite - Ilimitado

Impar - Par

Unidad - Pluralidad

Derecho - Izquierdo

338 Seguacuten Nietzsche la trabazoacuten del dualismo moral con el ontoloacutegico que le sirve de

base ha sido la toacutenica en Occidente puesto que al mundo verdadero le corresponden

unos valores propios opuestos a los del aparente ldquopara surgir la moral [hellip] necesita

siempre primero de un mundo opuesto y externordquo Nietzsche Friedrich La genealogia

de la moral Madrid Alianza 1999 p 43 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) 339 ldquoEl pitagorismo de manera distinta a los filoacutesofos jonios estaacute enraizado en los valo-

res la unidad el liacutemite etc aparecen situados en el mismo lado que el bien porque son

buenos mientras que la pluralidad y lo ilimitado son malosrdquo Guthrie W K C Histo-

ria de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 237 Esto lo confirma y suscribe Aristoacuteteles

ldquoComo los pitagoacutericos supusieron el mal es una forma de lo ilimitado y el bien de lo li-

mitadordquo Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco Madrid Gredos 2002 II 6 1106b 29 (trad

cast Julio Palliacute)

232

Masculino - Femenino

Reposo - Movimiento

Recto - Curvo

Luz - Oscuridad

Bueno - Malo

Cuadrado - Oblongoraquo340

Para Heraacuteclito como veremos la realidad expresa una esencial inter-

conexioacuten o sinapsis (σύναψις) esto implica que por un lado no hay pri-

maciacutea ontoloacutegica de unos contrarios sobre otros y por otro que tampoco

hay primaciacutea moral Del mismo modo no se establece ninguacuten tipo de rela-

cioacuten jeraacuterquica ni mezcla entre ellos Ambos son necesarios antagonistas al

tiempo que complementarios Entre ellos no hay maacutes reconciliacioacuten posible

que la eterna tensioacuten Heraacuteclito no entiende la presencia en el cosmos de lo

uno sin relacioacuten a lo muacuteltiple y al reveacutes La propia divinidad como vere-

mos es concebida como la unidad de todas las oposiciones que soacutelo para

el hombre son susceptibles de ser desligadas (cfr 22 B 67 DK B 102) Por

eso no es posible atisbar una preemitencia de la luz sobre la oscuridad sino

una tensa alternancia o una suerte de claroscuro si se nos permite el teacutermi-

no y lo mismo con el resto de pares a los que hace mencioacuten Pitaacutegoras

340 Aristoacuteteles Metafisica ed cit A 5 986a 22ss Sin duda la comprensioacuten de la rea-

lidad atendiendo a parejas de contrarios no es nueva si bien la lista Pitagoacuterica difiere de

otras semejantes porque sus oposiciones no proceden soacutelo de los fenoacutemenos cotidianos

sino que entrelazan estas parejas con otras netamente abstractas de las que probable-

mente proceden y son expresioacuten pues no hay que olvidar que para los pitagoacutericos las

cosas y sus cualidades son ndashen sentido literal- nuacutemeros Cfr Lloyd G E R Polarity

and Analogy Cambridge University Press 1971 pp 94-96 (trad cast Mordf J Maidagaacuten

Madrid Taurus 1987)

233

13 Los astros y el conocimiento del cosmos

Sin duda la observacioacuten de los astros ha sido uno de los principales

estiacutemulos intelectuales en todos los tiempos y culturas El cielo nocturno

cautiva la mente y suscita de inmediato cuestiones sobre el universo su ori-

gen y su funcionamiento cuestiones que no permanecieron en modo alguno

ajenas para los primeros pensadores

laquoComuacuten a todos es esta incomprensible consagracioacuten al conocimiento del

cosmos a la meteorologiacutea como se deciacutea todaviacutea entonces en un sentido

maacutes amplio y maacutes profundo es decir a la ciencia de las cosas de lo al-

toraquo341

Como sentildeala Zubiri el contenido primario de todas estas sabiduriacuteas

es lo que hoy llamariacuteamos astronomiacutea y meteorologiacutea La inmensidad de la

naturaleza justamente se hace presente de un modo especial en los fenoacute-

menos atmosfeacutericos y astronoacutemicos que desencadenan los supremos pode-

res que se ciernen sobre todas las cosas particulares del universo Por otra

parte la teoriacutea ha consistido primariamente en mirar al cielo y a las estre-

llas desde Tales hasta Anaxaacutegoras Sin duda la contemplacioacuten de la boacuteve-

da celeste llevoacute a la primera intuicioacuten abstracta de la regularidad y caraacutecter

ciacuteclico de los grandes movimientos de la naturaleza que ya fue constatada

de un modo empiacuterico con el paso de los diacuteas los meses las estaciones etc

lo que teniacutea una aplicacioacuten directa para la agricultura entre otras cosas Fi-

nalmente la vida y la muerte de los seres vivientes nos remiten al propio

mecanismo de la naturaleza Eacutesta se muestra ndashen estos tres oacuterdenes- a quien

posea la fuerza para descorrer el velo que la oculta (el propio Heraacuteclito dijo 341 Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit 153

234

que ama esconderse) Esta es la verdad que busca este tipo de sabiduriacutea342

Para los presocraacuteticos el orden del mundo y el orden del hombre siempre

han aparecido iacutentimamente relacionados La astronomiacutea ha planteado las

bases para comunicar el autoconocimiento con el conocimiento del mundo

fiacutesico Esto significa que la organizacioacuten del mundo fiacutesico estaacute inscrita en

nuestra propia organizacioacuten viviente el mundo estaacute en nosotros al tiempo

que nosotros estamos en el mundo Asiacute el ritmo coacutesmico de la rotacioacuten de

la Tierra sobre siacute misma que hace alternar el diacutea y la noche se encuentra

en nuestro interior en forma de laquoreloj bioloacutegicoraquo343

Como es sabido el acercamiento inicial del hombre al estudio y con-

templacioacuten de los astros tuvo por un lado un caraacutecter esencialmente praacutec-

tico y econoacutemico desde tiempos inmemoriales conocer la situacioacuten de las 342 La insoacutelita regularidad celeste ha sido una de las cuestiones que maacutes han interesado a

los filoacutesofos de todos los tiempos La naturaleza sigue unas pautas bioloacutegicas que estaacuten

tambieacuten en nuestro interior en cuanto seres naturales por lo que es preciso ajustarnos a

su ritmo para conducirnos mejor y conocer sus leyes para comprendernos mejor puesto

que el parentesco entre el λόγος coacutesmico y el λόγος humano es manifiesto Por otro

lado sintonizar con un orden en el que aparentemente no tiene cabida el azar parece ser

el uacutenico modo de atemperar el elemento aleatorio que constituye a todo ser humano asiacute

como el miedo que produce lo desconocido que nos rodea Cfr Zubiri Xavier ldquoSoacutecra-

tes y la sabiduriacutea griegardquo ed cit p 169 A este respecto cfr Aristoacuteteles Meteoroloacutegi-

cos ed cit 982b 15 343 El ritmo coacutesmico externo de las estaciones es un ritmo que se encuentra en el interior

de los seres vivos (algunas plantas comienzan a secretar su sabia a partir del incremento

de la duracioacuten del diacutea o a partir de la intensificacioacuten de la luz y para la mayor parte de

los animales la primavera desencadena el apareamiento) y nosotros mismos hemos inte-

grado en el interior de nuestras sociedades la organizacioacuten del tiempo solar o lunar que

es el de nuestro calendario y el de nuestras fiestas Por tanto debemos abandonar la vi-

sioacuten laquoinsularraquo del hombre e insertarlo en la naturaleza de donde procede Cfr Morin

Edgar ldquoEl pensamiento ecologizadordquo ed cit pp 2-3

235

estrellas permitioacute el desarrollo de la navegacioacuten y la expansioacuten del comer-

cio mariacutetimo no soacutelo porque el cielo estrellado se convertiacutea en un mapa a

escala coacutesmica sino ademaacutes porque se trataba de un mapa comuacuten e indele-

ble del mismo modo la agricultura la caza el calendario religioso etc es-

taban igualmente relacionados con (regidos por) los ciclos coacutesmicos Pero

por otro lado todo este entramado de ciclos perpetuamente recurrentes des-

pertoacute en el hombre antiguo la conciencia del enorme contraste existente en-

tre la constancia del cosmos y las fluctuaciones de la vida humana Frente a

la precisioacuten y repeticioacuten sin fin de los ciclos se presenta la vida del hombre

como un evento uacutenico azaroso e irrepetible344 No resulta extrantildeo por tan-

to que el pensamiento arcaico (oriental y occidental) coincida en esta pecu-

liar aspiracioacuten a encontrar el modo de ajustar el obrar humano a la norma

divina que prevalece en el cosmos entendida como modelo a seguir y co-

mo phaacutermakon para neutralizar el desconcierto la extrantildeeza y la duda

Ciertamente Heraacuteclito no se dedicoacute minuciosamente a la astronomiacutea

(la mayoriacutea de los fragmentos que se ocupan de este tema son considerados

apoacutecrifos por los doxoacutegrafos con la excepcioacuten de los que mencionan al Sol

ndashpor otra parte algunos de los maacutes interesantes-)345 no obstante tomamos

en este apartado el modelo astronoacutemico como ejemplo que permite com-

prender mejor la iacutentima pero extrantildea relacioacuten que se establece entre los

conceptos de orden y desorden dentro de su pensamiento

344 Cfr Sambursky Samuel op cit pp 74-75 345 Macrobio aporta un bello pero dudoso testimonio a este respecto ldquoEl fiacutesico Heraacuteclito

cree que el alma es una chispa de la esencia astral (Anima scintilla stellaris essentiae)rdquo

(22 A 15 DK) Respetando los criterios de los filoacutelogos para determinar la autenticidad

de un fragmento pensamos que esta afirmacioacuten que el alma estaacute emparentada con la

esencia coacutesmica con el fuego aun a riesgo de estar contaminada por elementos estoi-

cos no incurre en un gran desacuerdo con el conjunto de la filosofiacutea heracliacutetea

236

a) En un primer momento el orden coacutesmico nos asombra por su

aparente desorden por su caprichosa distribucioacuten un espectaacuteculo

bello e inconmensurable de puntos de luz esparcidos al azar (cfr

22 B 124 DK)

b) En un segundo momento lo que pareciacutea pleno desorden adopta

ahora el aspecto de un orden misteriosamente firme e inalterable

cada noche el mismo cielo cada estrella en su lugar cada planeta

errante (pues eso es lo que significa como es sabido el teacutermino

griego πλανητής346) realizando su ciclo nueva y perpetuamente

c) Pero se produce un tercer momento marcado por la reaparicioacuten

del desorden en el orden Se trata de la maravilla de la organiza-

cioacuten de un cosmos que se ordena al mismo tiempo que se desin-

tegra de una armoniacutea que nace de tensiones contrapuestas y que

nos obliga a concebir dialoacutegicamente dos nociones aparentemente

irreconciliables como las de orden y desorden

Lo que verdaderamente asombra cuando se observan los miles de mi-

llones de estrellas que pueblan el cosmos es que no son el producto de nin-

guna organizacioacuten exterior a siacute mismas sino que mediante sus auto-inter-

retro-acciones son capaces de generarse y regenerarse medida e incesante-

mente como sucede con el cosmos de Heraacuteclito (cfr 22 B 30 DK) Estos

tres momentos resumen de un modo sinteacutetico la esencia de la concepcioacuten

heracliacutetea de la naturaleza (y su relacioacuten con el pensamiento natural actual)

es decir el juego cosmogeneacutesico del desorden el orden las interacciones y 346 Cfr Chantraine Pierre ldquoπλανάομαιrdquo en op cit pp 909-910

237

la organizacioacuten que nos permite explorar con herramientas conceptuales

contemporaacuteneas una idea de phyacutesis que ya fue proyectada por los presocraacute-

ticos que encierra en su interior un principio inmanente para su transfor-

macioacuten que se nutre de la inestabilidad el desorden y la tensioacuten para su

constante reorganizacioacuten347 Hoy sabemos que las estrellas son formidables

maacutequinas de relojeriacutea al tiempo que sistemas turbulentos e inestables son

fuego ardiendo en una autoconsumicioacuten perpetua se crean o se autoorgani-

zan a la temperatura de su propia destruccioacuten y viven en la cataacutestrofe con-

tinua El desorden que se gesta en las estrellas produce interacciones que a

su vez permiten los encuentros que se traducen en organizacioacuten los aacuteto-

mos La relacioacuten ordendesordeninteraccionesorganizacioacuten estaacute presente

en todos los fenoacutemenos fiacutesicos complejos donde orden y desorden se nece-

sitan y co-producen mutuamente mantienen una relacioacuten geneacutesica y soli-

daria Y la geacutenesis no ha cesado pues estamos en un universo que se sigue

forjando en un universo en expansioacuten

14 Una lectura actual de 22 B 124 DK

sect 1 Nota criacutetica sobre caos cosmos y azar en el mundo griego

A diferencia del cosmos de los milesios la tensioacuten ambivalente se

hace esencial para Heraacuteclito El fragmento 124 sobre el que volveremos

presenta el cosmos como un montoacuten de basuras esparcidas al acaso Pero

despueacutes de reducirlo a desperdicios desordenados lo recupera como proce-

347 Cfr Morin Edgar El Meacutetodo I La naturaleza de la naturaleza ed cit pp 75ss

Sobre esto volveremos

238

so eterno sometido a un orden inapelable que no ha sido creado por dioses

ni hombres Por otra parte este cosmos de apariencia caoacutetica es el maacutes be-

llo es λόγος y es φύσις348 La riqueza de este texto exige en primer lu-

gar hacer algunas aclaraciones conceptuales Normalmente tenemos pro-

pensioacuten a identificar el cosmos con el orden y la necesidad y el caos con el

desorden y el azar acaso por efecto de la metafiacutesica platoacutenica de la que sin

duda somos herederos Ahora bien son numerosas las propuestas de la fiacutesi-

ca contemporaacutenea que retornan a los presocraacuteticos para invitarnos a susti-

tuir los pares de opuestos mutuamente excluyentes (caoscosmos azarne-

cesidad etc) por la relacioacuten retro-activa entre dos conceptos complemen-

tarios a la vez que antagonistas pero siempre inseparables ordendesorden

mucho maacutes intensos y tambieacuten maacutes extensos que las parejas arriba sentildeala-

das ya que el azar no es maacutes que una cara del desorden pero no la uacutenica y

lo mismo sucede con la relacioacuten entre la necesidad y el orden349 Y todo

ello en aras de una visioacuten maacutes compleja de lo real capaz de integrar todos

sus ingredientes no sin dificultad pero al menos sin omisiones

1 El teacutermino Caos (del griego χάος350 abismo) procede del verbo

χαίνω abrir la boca abrirse la tierra abrirse una herida Este

concepto adquiere su sentido esencial en un contexto miacutetico-reli-

gioso donde se entiende como desorden originario en oposicioacuten

al orden Caos define el estado primordial del mundo anterior a

toda organizacioacuten que consiste en la absoluta indistincioacuten mate-

348 Cfr Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos ed cit p 90 349 Cfr Monod Jacques El azar y la necesidad Ensayo sobre la filosofiacutea natural de la

biologiacutea moderna Barcelona Barral 1963 pp 125-128 (trad cast Francisco Ferrer)

350 Cfr Chantraine Pierre ldquoχάοςrdquo en op cit p 1246

239

rial y que constituye el punto de partida de toda ordenacioacuten y dis-

tincioacuten posterior normalmente bajo la forma de pares de opues-

tos351 No cabe duda de que la visioacuten predominante de este teacutermi-

no a lo largo de la historia ha sido la platoacutenica laquoComo el dios

queriacutea que todas las cosas fueran buenas y no hubiese en lo posi-

ble nada malo tomoacute todo cuanto es visible que se moviacutea sin re-

poso de manera caoacutetica y desordenada y lo condujo del caos al

orden porque pensoacute que eacuteste es en todo sentido mejor que aqueacutel

Pues al oacuteptimo soacutelo le estaba y le estaacute permitido hacer lo maacutes be-

lloraquo352 Este texto no soacutelo moraliza lo real diciendo que el reposo

y el orden son buenos mientras que el cambio y el desorden son

malos sino que ademaacutes apunta a un proceso lineal e irreversible

del desorden al orden El demiurgo platoacutenico no es propiamente

de todos es sabido una divinidad que acometa una creatio ex ni-

hilo sino una dios ordenador de la materia que media entre dos

realidades eternas es decir un dios-artesano que configura el uni-

351 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los pensadores griegos ed cit p 19 Sobre el

sentido del teacutermino en Hesiacuteodo cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit IV 1 208b 31

352 βουληθεὶς γὰρ ὁ θεὸς ἀγαθὰ μὲν πάντα φλαῦρον δὲ μηδὲν εἶναι κατὰ

δύναμιν οὕτω δὴ πᾶν ὅσον ἦν ὁρατὸν παραλαβὼν οὐχ ἡσυχίαν ἄγον ἀλλὰ

κινούμενον πλημμελῶς καὶ ἀτάκτως εἰς τάξιν αὐτὸ ἤγαγεν ἐκ τῆς ἀταξίας

ἡγησάμενος ἐκεῖνο τούτου πάντως ἄμεινον θέμις δrsquo οὔτrsquo ἦν οὔτrsquo ἔστιν τῷ

ἀρίστῳ δρᾶν ἄλλο πλὴν τὸ κάλλιστονmiddot Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) ed cit

30a Como dijo Aristoacuteteles ldquoLa doctrina de las ideas se les ocurrioacute porque estaban con-

vencidos de los razonamientos de Heraacuteclito sobre la verdad que todas las cosas sensi-

bles estaacuten en perpetuo fluir y por tanto si ha de haber ciencia y conocimiento de algo

tendraacute que haber otras naturalezas permanentes aparte de las sensiblesrdquo Aristoacuteteles Me-

tafiacutesica ed cit Μ 4 1078b 12-16

240

verso tomando como modelo las ideas por eso el mundo ha de re-

sultar necesariamente bueno bello y verdadero

2 El concepto de Orden (del latiacuten ordo) recordamos hace referen-

cia a la relacioacuten que se establece entre diversos elementos seguacuten

un principio de disposicioacuten En el mundo antiguo este concepto

(κόσμος353) teniacutea unas connotaciones esencialmente ontoloacutegicas

orden era lo opuesto a caos es decir lo sometido a λόγος (nor-

ma medida y razoacuten) y que puede por ende ser comprendido por

el entendimiento humano En este sentido el orden deviene con-

dicioacuten de inteligibilidad de lo real ya que implica las nociones de

regularidad y legalidad Parece que debemos el primer uso en

sentido teacutecnico de este teacutermino a Anaximandro quien concibioacute el

proceso cosmoloacutegico como un proceso ordenado y comprensible

a partir de lo indeterminado en justa retribucioacuten de su injusticia

seguacuten el mandato del tiempo (cfr 12 A 9 DK 12 B 1 DK) aun-

que eacutel no hable de un mundo sino de innuacutemeros mundos posibles

(κόσμους) Heraacuteclito utilizoacute tambieacuten este teacutermino en sentido teacutec-

nico en 22 B 30 DK Pero el auteacutentico punto de transicioacuten entre

los pensadores jonios y Platoacuten lo encontramos sin duda como re-

conoce Aristoacuteteles en Anaxaacutegoras quien afirmoacute que del caos ori-

ginario se pasa al cosmos mediante la intervencioacuten del noucircs in-

dependiente de la materia y extraordinariamente sutil Aristoacuteteles

celebroacute la separacioacuten que establecioacute el pensador de Clazoacutemenas

entre la causa eficiente y la causa material pero se lamentoacute como

353 Cfr Guthrie William KC Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 114-

115

241

habiacutean hecho Soacutecrates y Platoacuten del exiguo papel que otorgaba

Anaxaacutegoras al noucircs dentro de su cosmologiacutea ya que su participa-

cioacuten se reduciacutea a la puesta en marcha del cosmos cosmos que

una vez en movimiento se podiacutea explicar por siacute mismo debido a

sus constancias y regularidades De esta manera el teleologismo

inicial desembocoacute en un mecanicismo final que alejaba su posi-

cioacuten de la aristoteacutelica al mismo tiempo que acercaba el noucircs al

aacutepeiron de Anaximandro y al loacutegos de Heraacuteclito con la salvedad

de que para eacutestos no hay sujeto mediador sino que el movimiento

es estructural interno y surge de la propia oposicioacuten354

3 El teacutermino Azar (del aacuterabe az-zahr ldquojuego de dadosrdquo) por su par-

te fue entendido generalmente por los griegos como sinoacutenimo de

casualidad (αυτόματον) es decir interferencia de series causa-

les independientes pero tambieacuten como suerte (τύχη) al relacio-

narlo con un evento bueno o malo para el ser humano que tantas

veces aparece en la obra de los poetas traacutegicos355 Propiamente

llamamos azar a la incertidumbre (cuando nos situamos en un

contexto epistemoloacutegico) o a la indeterminacioacuten (cuando nos si-

tuamos en un contexto ontoloacutegico) Esto puede deberse principal-

mente a dos motivos incertidumbre e indeterminacioacuten provoca-

das por un desconocimiento de la causa de un suceso o bien por-

que sospechemos que dicho suceso carece de causa aparente La

respuesta de la ciencia occidental a este fenoacutemeno fue la procla-

macioacuten de un determinismo universal donde no habiacutea lugar para

354 Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 3 984b 11s 355 Cfr Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit II 6 197b-198a

242

el azar No obstante encontramos ya en la antiguumledad una teoriacutea

que articula el azar y la necesidad de un modo admirable con una

pretensioacuten no menos admirable dar cabida a la libertad humana

Nos referimos a Epicuro y a su inclusioacuten del concepto de pareacuten-

klisis o posibilidad de una declinacioacuten o desviacuteo (κλίσις) en la caiacute-

da de los aacutetomos (no debido a ninguna causa) dentro del universo

mecanicista de Leucipo y Demoacutecrito356

Evidentemente la ciencia y la filosofiacutea no han permanecido extrantildeas

a la infinita complejidad de lo real pero su voluntad ha sido laquodominadoraraquo 356 Justamente nos movemos dentro de la interpretacioacuten de Epicuro que hace Lucrecio

Cfr Lucrecio ldquoDeclinacioacuten de los aacutetomosrdquo ldquoEl libre albedriacuteordquo en De la naturaleza II

216-285 Barcelona Bosch 1993 pp 173-177 (trad cast Eduardo V Fiol) Cuando

Heraacuteclito dice que el cosmos son desperdicios sembrados al azar que configuran no

obstante el maacutes bello orden no se estaacute refiriendo a un azar real como el que postulan

los atomistas sino aparente El sabio comprende que existe un orden invisible que ajus-

ta la naturaleza en su conjunto a pesar de las apariencias Posiblemente tome la imagen

del cielo estrellado como hemos sentildealado que si se observa una primera vez parece

estar esparcido al acaso pero en una segunda observacioacuten se advierten muacuteltiples cons-

tantes y regularidades Si su azar corresponde con uno de los tipos propuestos por Aris-

toacuteteles que no parece el caso estaacute claro que ha de ser con la laquocasualidadraquo puesto que la

laquosuerteraquo se refiere exclusivamente al ser humano De este modo si no se observa la na-

turaleza desde un punto de vista global atando los cabos de todas las conexiones posi-

bles a simple vista puede parecer caoacutetica o azarosa pero esto soacutelo es ndashpara Heraacuteclito-

un rasgo fenomeacutenico de un entramado maacutes profundo El propio Aristoacuteteles dice ldquoin-

cluso aunque se concediese que la casualidad es la causa del cielo seriacutea necesario que la

inteligencia y la naturaleza fuesen antes causas no soacutelo de muchas otras cosas sino tam-

bieacuten de este universordquo lo que concuerda con la preeminencia que Heraacuteclito concede al

λόγος sobre el orden y el desorden y el resto de pares contrarios Cfr Aristoacuteteles Fiacute-

sica ed cit II 6 198a 12-14

243

y laquopolicialraquo dominadora del caos el desorden y el azar policial si se nos

permite la metaacutefora porque se han convertido en funcionarias de la ley y el

orden ocupaacutendose de silenciar todo aquello que no podiacutea ser aprehendido

por esa ley o ese orden Como sentildealoacute Nietzsche y despueacutes Rosset la histo-

ria de la filosofiacutea occidental comienza con un acta de duelo la desapari-

cioacuten de las nociones de azar desorden y caos357

El primer testimonio de ello es este texto de Anaxaacutegoras

laquoTodas las cosas estaban juntas luego sobrevino la mente (νοῦς) y las or-

denoacuteraquo (59 A 42 DK)

Desde entonces todo saber que se llame y pretenda ser llamado filo-

soacutefico deberaacute colaborar en la ingente tarea de constatar el orden subyacente

al aparente desorden de lo real asiacute como en la extincioacuten del fuego de la in-

certidumbre y el azar de las entrantildeas mismas del pensamiento humano Di-

cho de otro modo la filosofiacutea occidental siempre ha precisado la utilizacioacuten

de tratamientos inmunoloacutegicos maacutes o menos conscientes contra la incerti-

dumbre (que usualmente concluyen con el recurso a otro mundo ndashel mundo

verdadero distinto del aparente o fenomeacutenico) El principio de no-incerti-

dumbre por contraposicioacuten al ceacutelebre principio enunciado por Heisenberg

o paradigma del orden en suma ha regido no soacutelo la filosofiacutea occidental si-

no tambieacuten su ciencia Pero si el orden opera como principio en este para-

digma esto quiere decir que nos encontramos ante un concepto indemostra-

ble a partir del cual podemos demostrarlo todo Desde la eacutepoca arcaica

357 Cfr Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit sect12 p 113 Cfr

Rosset Cleacutement Loacutegica de lo peor Elementos para una filosofiacutea traacutegica Barral

Barcelona 1976 p 9 (trad cast Francisco Monge)

244

tanto la ciudad (πόλις) como el universo (κόσμος) posiblemente por ana-

logiacutea se caracterizaron por conceder la primaciacutea al orden frente al desor-

den Orden y caos por definicioacuten se excluiacutean mutuamente azar y necesi-

dad tambieacuten y muy pocos planteamientos desde Platoacuten hasta principios del

siglo XX han podido ponerlos en comunicacioacuten es decir sustituir el monoacute-

logo del orden por el diaacutelogo ordendesorden

Como es sabido Platoacuten auspicioacute en la Repuacuteblica el predominio de la

metaacutefora de la luz en la filosofiacutea occidental frente a la oscuridad asociada

con el desorden lo irracional y lo inconsciente358 Ciertamente no pensaba

que el orden pudiera surgir del desorden sin la intervencioacuten exterior de un

demiurgo que trasladase los modelos y las formas a la materia Ahora bien

si el orden es previo al desorden estamos postulando que es anterior a la

propia phyacutesis pues deriva como hemos visto directamente de las ideas

(eternas y preexistentes que configuran la verdadera realidad) en el mis-

mo sentido en que Newton definiraacute las leyes universales de la fiacutesica (eter-

nas y preexistentes por la voluntad divina) Esto no soacutelo impide relacionar

caos y cosmos como hace Heraacuteclito (aunque justamente no aparezca tema-

tizado como tal en sus sentencias conservadas) sino que ademaacutes abre un

abismo insalvable (χωρισμός) entre el mundo aparente y el mundo verda-

dero entre el mundo ilusorio y el mundo real Otra consecuencia de este

planteamiento es la eliminacioacuten del caraacutecter dinaacutemico de la naturaleza que

358 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit VI 509 d-e En esta misma liacutenea

encontramos pasajes en otros diaacutelogos v gr cfr Platoacuten Filebo (Diaacutelogos vol VI) ed

cit 28d-e (trad cast Mordf Aacutengeles Duraacuten) Cfr Platoacuten Las leyes VIII-XII (Diaacutelogos vol

IX) Madrid Gredos 1999 X 889 a-c (trad cast Francisco Lisi) Este detalle no escapoacute

a la criacutetica nietzscheana de la cultura occidental por eso en Ecce Homo se denuncia la

ldquosobreabundancia de luzrdquo de las filosofiacuteas de corte platoacutenico que ignoran los aspectos

oscuros e irracionales de lo real Cfr Nietzsche Friedrich Ecce Homo ed cit p 114

245

es a la par generativo y regenerativo poeacutetico y auto-poeacutetico en sentido eti-

moloacutegico pues la naturaleza es por definicioacuten aquello que produciendo se

produce y se re-produce como asumieron serena y traacutegicamente la gran

mayoriacutea de los presocraacuteticos359

sect 2 Sobre la inseparabilidad ordendesorden

Tras haber despertado de su largo suentildeo unificador como hemos

visto la ciencia ha llegado a ser maacutes permeable a otros aacutembitos del saber

abandonando su tradicional oacuteptica unidimensional por otra esencialmente

abierta y multidimensional para reconocer como preludioacute Heraacuteclito que

pensar no es servir al orden ni al desorden sino servirse del orden y del

desorden que pensar no es apartar lo irracional y lo inconcebible sino tra-

bajar a pesar con y contra lo irracional y lo inconcebible Edgar Morin lo

ha expresado contundentemente orden y desorden separados son metafiacutesi-

cos absolutos excluyentes pero unidos son fiacutesicos relativos respectivos

en una firme invitacioacuten a resituar dentro del espacio filosoacutefico estos dos

conceptos que como ya intuyeron los presocraacuteticos son inseparables si se

quiere pensar en profundidad la relacioacuten entre lo uno y lo muacuteltiple entre lo

visible y lo invisible entre la vida y la muerte360

El paradigma orden-desorden es el maacutes nuevo afirma G Balandier

si atendemos a sus representantes en las ciencias actuales pero tambieacuten es

el maacutes antiguo si atendemos a sus representantes en la aurora de la filoso- 359 Cfr Escohotado Antonio De phyacutesis a poacutelis La evolucioacuten del pensamiento filosoacutefico

griego desde Tales hasta Soacutecrates Barcelona Anagrama 1995 p 25 360 Cfr Morin Edgar ldquoOrden desorden complejidadrdquo en Ciencia con consciencia ed

cit p 106

246

fiacutea occidental entre los que se encuentra Heraacuteclito361 Para el jonio el des-

orden es geneacutesico alliacute donde los elementos del cosmos no carecen de una

relacioacuten inmanente (armoniacutea) asiacute la idea de ciclo estacional o coacutesmico en-

trelaza las ideas de vida y muerte de generacioacuten y regeneracioacuten362 Soacutelo

podraacute adjetivar al desorden como destructor de un modo aparente quien

no contemple el universo desde el punto de vista de la unidad de los opues-

tos o quien postule un universo ndashcomo Homero- en el que paradoacutejicamen-

te desapareciera la contienda la discordia la tensioacuten el movimiento es

decir en el que los elementos que lo constituyen se disociaran dejaran de

ser respectivos desligando la multiplicidad-unidad de lo real visible de la

unidad-multiplicidad de lo real invisible Heraacuteclito lo expresa con un texto

del que se desprende una potencia irrefutable

laquoEl maacutes bello orden-del-mundo (κόσμος) desperdicios sembrados al azar

(εἰκῇ)raquo363

Posiblemente se pudiera hacer un comentario ndashy una enmienda- a la

historia de la filosofiacutea occidental partiendo de este fragmento Lo que se

pone en juego no es la cosmogeacutenesis puesto que el mundo es eterno (fuego

siempre-vivo) sino la forma correcta de pensardecir el cosmos (que se en-

ciende y apaga en un ciclo perpetuo) El maacutes bello orden-del-mundo afir-

361 Cfr Balandier Georges El desorden La teoriacutea del caos y las ciencias sociales

Elogio de la fecundidad del movimiento Barcelona Gedisa p 42 (trad cast Beatriz

Loacutepez) 362 ldquoHeraacuteclito supo formular mejor que nadie el tema del antagonismo constructor nom-

brando las parejas cuya contradiccioacuten explica la condicioacuten humana y la condicioacuten coacutes-

micardquo Ramnoux Cleacutemence op cit p 6

363 ὥσπερ σάρμα εἰκῇ κεχυμένων ὁ κάλλιστοςmiddot ὁ κόσμος (22 B 124 DK)

247

ma Heraacuteclito uniendo las ideas de orden y azar por un lado y de belleza y

desperdicios por otro se enciendeapaga por medio de encuentros aleato-

rios y movimientos desordenados a partir de una lucha entre elementos en-

contrados Ahora bien que los encuentros parezcan aleatorios no implica

que en el fondo lo sean puesto que se encuadran dentro de una unidad pre-

via y radical que da unidad al devenir coacutesmico de la que son manifestacio-

nes y que se encarga de imponer medidas a todo este proceso dando lugar

a un orden estable siendo ella misma inconmensurable Dicho de otro mo-

do el cosmos heracliacuteteo nace o se organiza al tiempo que muere o se desin-

tegra debido a las inter-retro-acciones entre ordendesorden esto es entre

todos los contrarios procuradas por la discordia y la guerra incesante que

se integran en una organizacioacuten-en-ciclo con movimiento perpetuo pero

acompasado (como el kykeṓn) Se trata de un gran juego cosmoloacutegico don-

de orden desorden y organizacioacuten se co-producen simultaacutenea y reciacuteproca-

mente como veremos por medio de las interacciones entre los contrarios

Decimos juego porque hay piezas de juego tablero de juego reglas de jue-

go y el azar de las distribuciones y los encuentros (cfr 22 B 52 DK)364

En un contexto heracliacuteteo no se puede aislar a ninguno de estos cua-

tro elementos pues cada uno adquiere su sentido en su relacioacuten con los de-

maacutes Las interacciones (conexiones tensioacuten) son inconcebibles sin desor-

den (pugna enantioloacutegica y dinaacutemica) pero el orden y la organizacioacuten (ar-

moniacutea cosmos) son inconcebibles sin interacciones De los cuatro pensados

conjuntamente deriva un concepto molecular ndashacuntildeado por Morin- que nos

permitiraacute estudiar la filosofiacutea de Heraacuteclito sin suprimir su estructura dinaacute-

mica por cuanto expresan ndashmutatis mutandis- las distintas caras del λόγος

(oposicioacuten dinamismo conexioacuten y armoniacutea)

364 Sobre esto volveremos

248

desorden rarr interaccioacuten rarr orden rarr organizacioacuten365 |_______________________________|

Esta herramienta conceptual no nos proporcionaraacute la clave del cos-

mos pero nos permitiraacute dialogar y negociar con el misterio del mismo de

un modo maacutes abierto y menos dogmaacutetico Dentro del bucle no se da una

permutacioacuten entre un teacutermino simple (orden) y otro teacutermino simple (desor-

365 Obviamente soacutelo buscamos una analogiacutea (del desorden y la interaccioacuten tambieacuten na-

ce el orden y la organizacioacuten en Heraacuteclito) pero estos conceptos morinianos pertenecen

a un marco estrictamente contemporaacuteneo Ademaacutes en Heraacuteclito no hay novedades cua-

litativas en el proceso dinaacutemico que permite el paso del desorden al orden por eso no

aludimos a las teoriacuteas de H Atlan o R Thom que desde distintas perspectivas tienen ndash

como es sabido- cierta afinidad con el planteamiento del jonio (aunque no lo tienen co-

mo presupuesto como en el caso de Morin) La conjuncioacuten de las observaciones astro-

noacutemicas y las teoriacuteas microfiacutesicas ha permitido alcanzar una visioacuten coherente de la geacute-

nesis organizacioacuten y devenir de nuestro universo que se ha formado en el desorden y

se ha organizado en una desintegracioacuten generalizada Sin embargo no es el desorden el

que a partir de ahora sucede al orden Es una dialoacutegica compleja (a la vez complementa-

ria concurrente y antagonista) entre ordendesorden sin relegar ni reducir uno al otro

en la que interviene desde la formacioacuten de los aacutetomos hasta las galaxias otro teacutermino

clave la organizacioacuten Asiacute el universo no es ya concebible seguacuten un uacutenico principio de

orden debe ser concebido en y por los constrentildeimientos leyes aacuteleas que determinan las

interacciones entre sus elementos es decir seguacuten un juego recursivo entre ordendesor-

deninteraccionesorganizacioacuten El universo no sigue un plan previo Al contrario su or-

den y su organizacioacuten se construyen a partir de una gran deflagracioacuten en la agitacioacuten y

la turbulencia seguacuten encuentros aleatorios unos colisiones y choques otros colusio-

nes y asociaciones (que seguacuten la distancia y la naturaleza de las entidades que se ecuen-

tran obedeceraacuten a leyes gravitacionales electromagneacuteticas nucleares deacutebiles o fuertes)

Para ampliar la geacutenesis y evolucioacuten de este macroconcepto cfr Morin Edgar El meacuteto-

do I La naturaleza de la naturaleza ed cit pp 60-103 Cfr Morin Edgar ldquoLa rela-

cioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo ed cit pp 1-2

249

den) entre un teacutermino absoluto (orden) y otro teacutermino absoluto (desorden)

sino que hay que buscar la inteligibilidad en la interaccioacuten y no en la exclu-

sioacuten Para concebir la complejidad de esta relacioacuten hay que considerar la

complejidad de cada uno de los teacuterminos por separado El universo hera-

cliacuteteo no estaacute constituido uacutenicamente a pesar del desorden sino tambieacuten

por y en el desorden La discordia (desorden contienda guerra) estaacute en to-

das partes en accioacuten permitiendo encuentros y desencuentros de los que

nace la maacutes bella armoniacutea el maacutes bello cosmos No se trata de realizar una

apologiacutea del desorden sino de constatar que un universo totalmente orde-

nado sin liberar las tasas correspondientes de desorden es tan inconcebible

como un universo totalmente desordenado en el que seriacutea imposible cual-

quier tipo de permanencia y estabilidad366

El desorden por tanto no debe ser entendido como una cosa-en-siacute

no hay Desorden hay muchos desoacuterdenes Hay desorden en el orden y hay

orden en el desorden El desorden no existe maacutes que en relacioacuten y en res-

pectividad El Orden por su parte ha dejado de ser Uno en sentido platoacute-

nico En el universo hay orden pero no un orden previo a la interaccioacuten El

orden ha dejado de ser eterno ha dejado de ser exterior a las cosas para ha-

cerse contextual definido por los fenoacutemenos y relaciones a los que define

366 ldquoSi la posicioacuten inicial consiste en decir que el mundo es significacioacuten de parte a parte

no hay lugar para filosofar o en todo caso se filosofaraacute de una vez por todas edificare-

mos un sistema que traduciraacute en un lenguaje propio lo que es para nosotros el sentido

del mundo De la misma manera si el mundo no es maacutes que caos tampoco hay lugar

para filosofar La posibilidad histoacuterica de la filosofiacutea depende del hecho de que el mun-

do es y no es pensable a la vez Y tambieacuten por cierto del hecho de que no hay un Dios

que haya revelado la verdad del mundo sin lo cual en lugar de filosofiacutea soacutelo tendriacutea-

mos como mucho una interpretacioacuten de la palabra divinardquo Castoriadis Cornelius op

cit p 203

250

naturante al mismo tiempo que naturado En este sentido el λόγος de He-

raacuteclito no es un molde que se coloca sobre lo real imponiendo orden sino

una medida inmanente a los propios procesos naturales de modo que el or-

den se va gestando el en propio devenir coacutesmico367

La ensentildeanza de Heraacuteclito dice asiacute es preciso poner el desorden en

la nocioacuten de orden es preciso poner el orden en la nocioacuten de desorden En-

tre ambos soacutelo entre ambos se pone en movimiento una dialoacutegica mediada

por transformaciones e interacciones que da lugar al cosmos Para concebir

la relacioacuten del orden con el desorden por tanto es preciso poner en sus-

penso el paradigma loacutegico tradicional donde el orden y el desorden se su-

primen mutuamente como hemos visto

Conocemos detalladamente lo que separa a estas dos nociones trate-

mos de aprender ahora lo que las une orden y desorden a la vez se llaman

se necesitan se combaten se contradicen Ambos son necesarios para que

el cosmos pueda ser bello pues en el momento en que desapareciera uno

desapareceriacutea tambieacuten el otro eliminando la tensioacuten

367 Este fragmento en suma puede interpretarse como una criacutetica frontal al antropocen-

trismo se relativizan los contrarios que son manifestaciones fenomeacutenicas (quad nos) de

una unidad originaria y radical entendida como patroacuten de medida universal Ordendes-

orden y el resto de pares no son principios originarios por tanto sino aspectos diver-

sos de la trama del cosmos que se hilvanan en el λόγος se trata del acercamiento hu-

mano por medio de una loacutegica bipolar a la complejidad inabarcable del λόγος (cfr 22

B 45 DK) El antropocentrismo opera en el mejor caso con dualidades simples donde

el orden somete al desorden en la relacioacuten enantioloacutegica pero no con oposiciones com-

plejas y amorales donde ambos elementos se necesitan e intensifican y no se considera

bueno la preemicencia o victoria de uno puesto que la desaparicioacuten de la tensioacuten equi-

valdriacutea a la desaparicioacuten del propio cosmos

251

Cap 7

laquoUn pensamiento ecoloacutegicoraquo

252

253

1 La buacutesqueda de la armoniacutea invisible

11 La trabazoacuten estructural de lo natural

Decimos que el pensamiento de Heraacuteclito es ecoloacutegico en el sentido

que la ciencia y no la conciencia ecoloacutegica ha dado al teacutermino porque para

el pensador jonio la naturaleza tiene un caraacutecter intriacutensecamente relacional

tanto desde el punto de vista de la unidad como desde el punto de vista de

la multiplicidad Asiacute lo testimonia 22 B 10 DK

laquoSon conexiones (συνάψιες) entero y no-entero convergente y diver-

gente consonante y disonante y de todas las cosas una sola y de una so-

la todasraquo368

368 συνάψιες ὅλα καὶ οὐχ ὅλα συμφερόμενον διαφερόμενον συνᾶιδον διᾶι-

δον καὶ ἐκ πάντων ἓν καὶ ἐξ ἑνὸς πάντα (22 B 10 DK) Noacutetese de entrada que

συνάψιες no es el sujeto de lo que sigue sino una suerte de encabezamiento Existen

varias lecciones del teacutermino συνάψιες (Diels Walzer Colli Conche) συλλάψιες

(Snell Kirk Kahn Marcovich BollackWismann) συνάψειας (Schleiermacher Las-

salle Zeller Schuster Bywater) συνάψειἐς (Mouraviev) συναλλάξιες (Garciacutea Cal-

vo) Eacuteste postula el teacutermino συναλλάξιες (correlaciones) del que proceden συνά-

ψιες (reuniones) y συλλάψιες (composiciones) Snell entiende de este modo la transi-

cioacuten entre ambos teacuterminos συλλάψιεςrarrσυνλάψιεςrarrσυνάψιες Nosotros propone-

mos traducirlo por conexiones (Bernabeacute) para subrayar el caraacutecter relacional de la reali-

dad en cuanto tal asiacute como el nexo loacutegico que concierta y posibilita tanto las reuniones

como las correlaciones Cfr Snell Bruno ldquoIl frammento 10 di Eraclitordquo en op cit

pp 59-64 Cfr Mouraviev Serge Heraclitea IIA1 DrsquoEpicharme agrave Philon drsquoAlexan-

drie Textes et traduction Sankt Agustin Academia Verlag 1999 pp 318-328

254

En opinioacuten de Kirk la primera pareja (entero y no-entero) no repre-

senta una pareja de contrarios en el usual sentido heracliacuteteo puesto que

suelen estar selladas por la polaridad dentro de un continuo uacutenico (como lo

caliente y lo friacuteo invierno y verano etc)369 Snell opina que se trata de ca-

tegoriacuteas que soacutelo tienen sentido a partir de Platoacuten y Aristoacuteteles consideran-

do que οὐχ ὅλα y διᾶιδον de la tercera pareja pueden ser considerados

incluso como neologismos en este contexto370 Por su parte Alberto Berna-

beacute introduce una separacioacuten entre la primera pareja (totalidades y no-tota-

lidades) que en su opinioacuten hace referencia a las conexiones y el resto de

parejas que entiende como ejemplos de lo anterior371 La segunda pareja

(convergente y divergente) ofrece menos problemas puesto que figura en

otros textos (22 B 51 DK 22 B 72 DK) Lo mismo sucede con consonante

y disonante la tercera pareja que como las anteriores no expresa una su-

cesioacuten sino una simultaneidad puesto que cada elemento es una unidad pe-

ro el conjunto de ambos tambieacuten lo es Sin duda lo maacutes propiamente hera-

cliacuteteo es la afirmacioacuten final de todas las cosas una sola y de una sola to-

das donde el ἐξ no alude a una sucesioacuten de etapas sino a una implicacioacuten

mutua lo uno abarca todas las cosas y en todas las cosas hay que saber ver

lo uno Esta es la frase que acaso mejor se adecue al tiacutetulo o encabezamien-

to inicial y por eso cierra el ciclo y da consistencia al fragmento entero

Por lo pronto este texto quiere decir que Heraacuteclito atisba un cosmos

sustantivo en tanto que unidad de respectividad o relacioacuten de relaciones

entre todos los elementos que lo integran pero tambieacuten dinaacutemico como

multiplicidad de mismidades en perpetuo aparecerdesaparecer es decir no

369 Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit p 173 370 Cfr Snell Bruno ldquoIl frammento 10 di Eraclitordquo ed cit pp 62-63 371 Cfr Bernabeacute Alberto Fragmentos presocraacuteticos ed cit p 136

255

se trata de un universo de identidades sustanciales sino de ritmos y pautas

sustantivas que permiten atisbar la estabilidad en el devenir y la oposicioacuten

gracias a la comunidad el gobierno y la permanencia del tempo y la pro-

porcioacuten372 Nos encontramos de nuevo ante el aspecto musical del λόγος

La naturaleza ndashcomo una obra musical- integra y armoniza los contrarios

por medio del movimiento y eacuteste no es fortuito sino riacutetmico y cadencioso

Igualmente el sentido de una obra musical no depende del reposo sino del

juego dinaacutemico de tensiones que se establece entre unos sonidos y otros A

diferencia de otras artes que son estaacuteticas y espaciales como la pintura la

escultura o la arquitectura la muacutesica tiene una esencia temporal es una es-

pecie de arquitectura en movimiento ndashusando teacuterminos de Goethe- que soacute-

372 Entendemos que la idea de respectividad va maacutes allaacute de la categoriacutea tradicional de

relacioacuten puesto que para la filosofiacutea tradicional la relacioacuten es un accidente de la sus-

tancia pero ninguna sustancia se tiene por relativa en tanto que no depende de otra cosa

para existir Como es bien sabido el teacutermino relacioacuten procede etimoloacutegicamente de re-

latum (supino del verbo referre ldquoreferirrdquo) Se trata pues de la referencia de una cosa a

otra Seguacuten el diccionario de la RAE (22ed) ldquoconexioacuten correspondencia de algo con

otra cosardquo Cfr http wwwraees Seguacuten Aristoacuteteles se trata del accidente por el cual

una sustancia se refiere a otra (πρός τι) ldquoSe dicen respecto a algo todas aquellas cosas

tales que lo que son exactamente ellas mismas se dice que lo son de otras cosas o res-

pecto a otra cosa [hellip] Tambieacuten la contrariedad se da en lo respecto a algordquo Aristoacuteteles

ldquoCategoriacuteasrdquo en Tratados de Loacutegica ed cit 7 6a 36ss Cfr Aristoacuteteles Metafiacutesica

ed cit ∆ 15 1020b 25ss En esta misma liacutenea Santo Tomaacutes la caracterizoacute como res-

pectus ad alterum delimitando un esse in (ldquohallarse en o inherenciardquo) y un esse ad

(ldquoreferido a otro o referenciardquo) A su vez en el esse ad de una relacioacuten hay que distin-

guir un teacutermino inicial (terminus a quo) y un teacutermino final (terminus ad quem) En su-

ma se supone que en las cosas es posible diferenciar lo que son de aquello a que se re-

fieren o si se quiere un aspecto constitutivo y un aspecto relativo Cfr Gonzaacutelez Aacutelva-

rez Aacutengel Tratado de metafiacutesica ed cit pp 340-347

256

lo se puede vislumbrar unitariamente como proceso por un lado presenta

ndashcomo las demaacutes- estructuras estables y bien reconocibles pero por otro

lado su ensamblaje no es simultaacuteneo sino que se alcanza en el decurso de

la propia composicioacuten Tomados de un modo aislado por tanto algunos so-

nidos pueden parecen disonantes pero desde una perspectiva global todos

conciertan dentro de una unidad consonante subyacente y de caraacutecter dia-

loacutegico donde varios motivos chocan y se reconcilian aparecen y desapare-

cen preguntan y responden a lo largo de la obra373

Sin duda la realidad no es para Heraacuteclito un conjunto de entes sus-

tanciales sino un sistema dinaacutemico de respectividades un tejido coacutesmico

remitente y reticular de sucesos interdependientes Lo real por tanto se ca-

racteriza por la natural respectividad de todos los entes Dicho de otro mo-

do toda realidad es respectiva y relacional en cuanto tal pero no soacutelo en

sentido fiacutesico (relacioacuten de unas cosas con otras) sino ante todo metafiacutesico o

trascendental (por cuanto se trata de una estructura radical de la propia rea-

lidad que no concierne a las cosas reales en cuanto cosas sino justamente

en cuanto reales)374

Lo que es desaparece en el no-ser mientras que lo que no-era apare-

ce por su parte al ser (llega-a-ser) pero la medida que rige este proceso es

siempre la misma Precisamente esta medida es la que permite una cone-

xioacuten entre ser y no-ser sin olvidar que las cosas no llegan-a-ser nunca des-

373 A este respecto cfr Sauvanet Pierre Le rythme grec drsquoHeacuteraclite agrave Aristote Paris

PUF 1999 pp 27-32 374 ldquoTodas las cosas reales tienen en cuanto pura y simplemente reales una unidad de

respectividadrdquo Zubiri Xavier Inteligencia y razoacuten Madrid Alianza 1983 p 19 Cfr

Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad Alianza Madrid 1989 p 326Cfr

Zubiri Xavier ldquoRespectividad de lo realrdquo en Realitas III-IV (1979) p 13 p 29 Cfr

Zubiri Xavier Sobre la esencia Madrid Alianza 1985 p 6

257

de la nada sino desde un no-ser-indeterminado previo (el fuego) y ade-

maacutes que nos encontramos ante un proceso recursivo que retro-actuacutea sobre

siacute mismo ya que se trata de un ciclo y no de un proceso lineal

En la naturaleza dicho de otro modo se da una esencial conexioacuten en-

tre todos sus componentes entre todos los contrarios es decir una conco-

mitancia entre elementos opuestos pero inseparables entre elementos que

combaten al mismo tiempo que cooperan que se necesitan y se definen

mutuamente pero que no se pueden confundir o neutralizar puesto que su

relacioacuten consiste en oposicioacuten En este sentido leemos B 51 DK

laquoNo entienden coacutemo lo divergente estaacute de acuerdo (ὁμολογέει) consigo

mismo Es una armoniacutea de tensiones opuestas como la del arco y la li-

raraquo375

Heraacuteclito utiliza el teacutermino conexiones para expresar este nexo de

tensiones opuestas para referirse a la extrantildea relacioacuten que permite armoni-

zar los contrarios en particular y la unidad-multiplicidad del cosmos en

general Esta relacioacuten se extiende a la totalidad de la naturaleza como he-

375 οὐ ξυνιᾶσιν ὅκως διαφερόμενον ἑωυτῶι ὁμολογέει παλίντροπος ἁρμονίη

ὅκωσπερ τόξου καὶ λύρης (22 B 51 DK) Frente al παλίντροπος de Diels la lec-

cioacuten de Kirk y Marcovich es παλίντονος (ldquopropiedad de lo que tiende en direcciones

opuestasrdquo) El arco y la lira (atributos de Aacutertemis y Apolo) son dos instrumentos simila-

res ambos tienen una misma apariencia externa y ambos necesitan la tensioacuten para poder

llevar a cabo su funcioacuten especiacutefica Sin embargo son distantes en cuanto a dicha fun-

cioacuten de una parte la muerte de otra la muacutesica El propio nombre del arco es una armo-

niacutea de contrarios como sentildeala Heraacuteclito ldquoNombre del arco (βιός) vida (βίος) pero su

accioacuten muerterdquo (βιός τῶι οὖν τόξωι ὄνομα βίος ἔργον δὲ θάνατος) (22 B 48

DK)

258

mos dicho a la totalidad de los contrarios (entre los que no hay por tanto

ninguacuten tipo de primaciacutea ontoloacutegica ni moral) lo que permite advertir la

acentuada dimensioacuten ecoloacutegica de su pensamiento

laquoRealmente las cosas seriacutean como los nudos de una red pero la realidad

primaria seriacutean los hilos de esa red y la estructura filamentosa de ella Que

se crucen en forma de nudos constituyendo en cada uno de los nudos ese

algo que llamamos una cosa bien esto es derivado de la red pero no es lo

primarioraquo376

Lo que quiso Heraacuteclito no fue concebir una unidad que se precipitara

sobre los contrarios sometieacutendolos neutralizaacutendolos reconciliaacutendolos sino

una unidad que viviera y se realizase en el propio conflicto Se trata en de-

finitiva de una unidad que no se puede entender sin la multiplicidad que

no estaacute por encima ni por debajo de los contrarios sino en los contrarios

mismos377 lo que no hace sino constatar la gran correlacioacuten existente entre

las categoriacuteas de laquooposicioacutenraquo y laquorelacioacutenraquo

Como es sabido la ecologiacutea no se reduce a la ciencia que estudia las

relaciones del ser vivo con su entorno Del mismo modo tampoco se redu-

ce al compromiso tan necesario como razonable de proteger la naturaleza

y respetar su diversidad frente a las agresiones humanas Se trata maacutes bien

376 Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 52 No obstante en

esta red que presenta Zubiri falta la oposicioacuten que la teje para poder capturar toda la

complejidad de la intuicioacuten heracliacutetea Todo estaacute relacionado pero esto se debe al mismo

tiempo a que todo estaacute enfrentado oposicioacuten y relacioacuten por tanto son las dos caras del

λόγος con las que hila el tapiz del cosmos

377 Cfr Heimsoeth Heinz Los seis grandes temas de la metafiacutesica occidental Revista

de Occidente Madrid 1974 pp 26-27 (trad cast Joseacute Gaos)

259

de un nuevo paradigma que pretende superar la separacioacuten moderna entre

el hombre y su medio a traveacutes de la inter-retro-accioacuten de todos los planos

de la naturaleza La ecologiacutea como paradigma supone una respuesta nove-

dosa y transdisciplinar al viejo problema griego de lo uno y lo muacuteltiple378

Nace asiacute un nuevo modo de pensar que tiene unas raiacuteces muy antiguas una

nueva convivencia o colaboracioacuten de diferentes marcos teoacutericos una nueva

conciencia una nueva loacutegica de la complejidad que no soacutelo no rechaza los

antagonismos sino que se alimenta de ellos y los integra en un dinamismo

maacutes profundo maacutes proliacutefico y maacutes real379

12 La estructura dinaacutemica de lo real

En justa medida la importancia de un pensador no deberiacutea estimarse

uacutenicamente por lo que pensoacute sino tambieacuten por lo que dejoacute sin pensar sea a

378 Como es bien sabido la ecologiacutea como disciplina nacioacute en el s XIX con el bioacutelogo

alemaacuten E Haeckel En 1935 el botaacutenico ingleacutes A Tansley delimitoacute el objeto de esta

ciencia el ecosistema En los antildeos 70 del s XX se situacutea el problema en su dimensioacuten

planetaria y se pasa de la ciencia ecoloacutegica a la conciencia ecoloacutegica La nocioacuten de eco-

sistema prescribe que los seres vivos inter-retro-actuacutean con su entorno El ecosistema se

auto-produce se auto-regula y se auto-organiza de tal modo que integra la vida en la

muerte y la muerte en la vida al modo heracliacuteteo Asiacute tenemos necesidad de la depen-

dencia ecoloacutegica para poder asegurar nuestra independencia Maacutes auacuten la organizacioacuten

del mundo exterior estaacute inscrita en el interior de nuestra propia organizacioacuten viviente

Por tanto el ritmo coacutesmico que hace alternar el diacutea y la noche las estaciones etc se en-

cuentra no solamente en el exterior sino tambieacuten en nuestro interior En cierto modo el

mundo estaacute en nosotros al mismo tiempo que nosotros estamos en eacutel Cfr Morin Edgar

ldquoEl pensamiento ecologizadordquo ed cit pp 1-4 379 Cfr Paacuteniker Salvador Ensayos retroprogresivos Barcelona Kairoacutes 1987 p 173

260

sabiendas o no Heraacuteclito atisboacute que el mundo fenomeacutenico era un entrama-

do dinaacutemico donde se alternan y cohabitan la vida y la muerte la perma-

nencia y el cambio la unidad y la multiplicidad Ahora bien en lugar de

huir del espanto del devenir asumioacute que este mundo temporal de laquoaparien-

ciasraquo o laquosombrasraquo por decirlo en teacuterminos platoacutenicos es nuestro mundo

Se necesita en verdad una gran fortaleza para afrontar la condicioacuten traacutegica

del hombre la paradoja existente entre la posibilidad de un conocimiento

infinito sobre el cosmos y la imposibilidad de culminarlo para un cognos-

cente finito

Desde el inicio de la filosofiacutea los hombres han elaborado grandes ar-

tificios conceptuales para resguardarse del miedo a existir para esquivar la

finitud para buscar la inmortalidad A traveacutes del lenguaje se han procura-

do la tranquilidad y la ilusioacuten de contener el cambio de tener bajo control

la propia realidad realidad que una y otra vez ha desbordado los liacutemites de

lo conceptual y lo racional Buen ejemplo de ello es precisamente el con-

cepto de devenir una provocacioacuten ineludible que se le ha planteado al pen-

samiento desde sus oriacutegenes Probablemente no sea tanto el tema central de

la filosofiacutea heracliacutetea como su horizonte mismo En este sentido Heraacuteclito

maacutes que pensar el devenir en cuanto tal piensa un mundo en devenir esto

es con eacutel y a pesar de eacutel El devenir arrastra dispersa y desconcierta por su

caraacutecter evanescente Estrictamente hablando el devenir no es nada ya que

siempre estaacute en camino de ser algo pero en el momento mismo en que lle-

ga a ser deja de ser

El devenir es el incesante paso del no-ser al ser y del ser al no-ser to-

mados ambos no como conceptos absolutos sino relativos y relacionales

En este sentido el problema del devenir no es un problema de ser (ni tam-

poco de no-ser) sino que afecta primaria y radicalmente a la realidad mis-

ma

261

laquoEl devenir es anterior justamente a toda articulacioacuten de ser y de no-ser

porque es algo que incide en la realidad en tanto que realidad380

El devenir no es algo colateral a la realidad sino un componente baacute-

sico y elemental de la misma No olvidemos que el alcance de esta afirma-

cioacuten tiene un caraacutecter global para Heraacuteclito puesto que entiende la realidad

como una reunioacuten extaacutetica de relaciones respectivas y medidas por el λό-

γος en un dar-de-siacute determinado Es decir ninguna realidad estaacute aislada

del mundo sino que su autonomiacutea estaacute constitutiva e intriacutensecamente refe-

rida a su dependencia ecoloacutegica respecto de las demaacutes realidades Pero esta

remitencia a su vez no es posible sin el devenir que posibilita la pugna y

el intercambio de los contrarios cuya mutua relacioacuten es tambieacuten intriacutenseca

ya que no se entienden unos sin otros381

Al pensar el devenir se corre un doble riesgo por un lado el de ana-

lizar de un modo aislado la cosa que deviene como un estado y no como

un proceso por otro el de cosificar el propio proceso como si el devenir

fuera algo que le adviene a la cosa en un momento determinado y no un

elemento constitutivo de la cosa misma382 Heraacuteclito responde a estas dos

dificultades de un modo admirable Constata el devenir constata la tensioacuten

entre los contrarios pero no entiende el cosmos como una representacioacuten

absurda o sin sentido El cosmos heracliacuteteo resulta inconcebible sin movi-

miento pero tambieacuten sin permanencia sin consistencia sin la posibilidad

380 Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 30 381 Cfr ibid p 319 En eso consiste la verdadera sabiduriacutea como veremos en conocer

la relacioacuten por la cuaacutel ldquotodas las cosas son dirigidas por todasrdquo (ἐκυβέρνησε πάντα

διὰ πάντων) (22 B 41 DK)

382 Cfr Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCoacutemo pensar el devenirrdquo ed cit pp 89ss

262

por tanto de alguacuten tipo de existencia pues toda existencia presupone la

mismidad de aquello que existe o lo que es lo mismo su permanencia en y

a pesar del cambio

laquoLa realidad es estructuralmente dinaacutemica en cuanto ser siempre la misma

y nunca lo mismo es un caraacutecter primario de toda realidad sustantiva en

cuanto sustantivaraquo383

Es preciso recordar una vez maacutes que Heraacuteclito no es un filoacutesofo del

puro devenir sino ante todo un filoacutesofo de la unidad dinaacutemica384 Cierta-

mente insitioacute como pocos en el caraacutecter estructuralmente dinaacutemico de la

realidad buscando foacutermulas novedosas y radicales para expresar el cambio

383 Zubiri Xavier Sobre la esencia ed cit pp 249-250 384 Entendemos que Heraacuteclito no tratoacute de responder a la cuestioacuten de si la esencia del

mundo es ser o devenir puesto que soacutelo a partir de Platoacuten tomoacute forma esta pregunta

Nos separamos por tanto de la interpretacioacuten tradicional que reduce la filosofiacutea heracliacute-

tea a una tesis fundamental todo fluye puesto que el λόγος tiene un caraacutecter primario

frente al devenir al tiempo que le impone unas medidas ineludibles Cfr Platoacuten Craacutetilo

(Diaacutelogos vol II) Madrid Gredos 2002 439b-440d (trad cast Joseacute L Calvo) Cfr

Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) Madrid Gredos 2002 181c (trad cast Aacutelvaro Valle-

jo) Heraacuteclito dijo en 22 B 12 DK ldquoA quienes penetran en los mismos riacuteos aguas dife-

rentes y diferentes les corren por encimardquo (ποταμοῖσι τοῖσιν αὐτοῖσιν ἐμβαίνουσιν

ἕτερα καὶ ἕτερα ὕδατα ἐπιρρεῖ) subrayando que a pesar del cambio constante los

riacuteos son los mismos es decir hay algo que permanece Sin duda Platoacuten y Aristoacuteteles

nos han transmitido un copioso nuacutemero de textos presocraacuteticos pero no es menos cierto

que a veces los presentan como los actores de una funcioacuten en la que son ajenos al guioacuten

noacutetese por ejemplo lo que sucede con la obsesiva contraposicioacuten entre Heraacuteclito y Par-

meacutenides tan repetida en la obra platoacutenica como afortunada en la posteridad A este res-

pecto cfr Apeacutendice A ldquoPlatoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticosrdquo pp 427-441

263

Pero se trata del cambio y el devenir de lo uno que se despliega una y otra

vez como muacuteltiple aunque permanezca en el fondo de las cosas muacuteltiples

como unidad (siendo la misma sin ser nunca lo mismo) En este sentido se

desmiente la tajante contraposicioacuten entre Heraacuteclito y Parmeacutenides pero con

una salvedad para el jonio la oposicioacuten surge cuando se trata de lo muacutelti-

ple y de su relacioacuten con lo uno mientras que el eleacuteata descarta la convi-

vencia entre ambas385 Como es sabido Parmeacutenides eliminoacute lo muacuteltiple por

considerarlo loacutegicamente incongruente con la unidad del ser y eliminoacute el

devenir por considerarlo una intrusioacuten injustificada del no-ser en el aacutembito

del ser pero Heraacuteclito igual que los milesios aunque de un modo maacutes pro-

fundo parte de una intuicioacuten viviente de la unidad que se manifiesta en lo

muacuteltiple sin dejar de ser una De este modo cada uno de los seres particula-

res debido a la unidad subyacente no estaacute aislado en su realizacioacuten a los

demaacutes seres particulares por esa razoacuten la justicia es discordia y la armoniacutea

es tensioacuten El devenir enantioloacutegico en suma mantiene una loacutegica interna

por la que a su vez es mantenido unas medidas posibilitadas por la armoniacutea

invisible que articula y relaciona todos los elementos de la realidad visible

laquoArmoniacutea invisible maacutes fuerte que la visibleraquo386

Se necesita una profunda intuicioacuten para encontrar debajo de la dis-

cordia manifiesta una armoniacutea invisible que introduce la justicia en el de-

venir pero no en sentido moral sino loacutegico y ontoloacutegico permitiendo atis-

bar orden medida y organizacioacuten donde no habiacutea maacutes que tensioacuten oposi-

cioacuten e interaccioacuten No se olvide que ciertamente el incesante movimiento

385 Cfr Cappelletti Aacutengel J La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso ed cit p 59

386 ἁρμονίη ἀφανὴς φανερῆς κρείττων (22 B 54 DK)

264

de la naturaleza su perpetua fluencia nace de la lucha misma de los contra-

rios Esto quiere decir que la imagen que tiene Heraacuteclito de la consistencia

del universo no se basa en la homogeneidad sino en la heterogeneidad de

sus elementos constituyentes Esto es la aparente estabilidad fiacutesica es el

producto de la persistencia de los contrarios en su condicioacuten de tales sin

olvidar que precisamente por ello esta armoniacutea es al tiempo que tensa

moacutevil por cuanto los contrarios no pueden permanecer unidos de modo

que se neutralicen unos a otros387 Por tanto esta laquojusticiaraquo debe ser enten-

dida como justeza como ajustamiento y no como ajusticiamiento Olof Gi-

gon sostiene que el pensamiento cosmoloacutegico de Heraacuteclito esconde un pre-

eminente significado moral dado que la ley a la que ha de someterse el

hombre es al mismo tiempo la ley del cosmos

laquoHeraacuteclito llega al devenir como un moralistaraquo388

No obstante aunque esto es cierto puesto que la ley de la naturaleza

tiene que servir como modelo para la accioacuten humana creemos que esta opi-

nioacuten no caracteriza la intuicioacuten heracliacutetea en toda su amplitud parece maacutes

atinada la aportacioacuten de Zubiri quien reconoce que en este contexto no de-

be traducirse δίκη por justicia porque la justicia evoca una cualidad moral

y no se trata de eso se trata justamente del ajustamiento de la justeza que

Heraacuteclito conoce por el nombre de armoniacutea (ἁρμονίη) Aquiacute se separa de

Anaximandro quien entendiacutea el surgimiento de los contrarios como una in-

justicia a expiar El litigio para Heraacuteclito permite el ensamblaje del cos-

387 Cfr Garciacutea Junceda J A ldquoUno y muacuteltiple la dialeacutectica de los contrarios en Heraacute-

clitordquo en Anales del Seminario de Historia de la Filosofiacutea nordm IV (1984) pp 29-30 388 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit pp 221-223

265

mos por eso la justicia radica en la poleacutemica y no en la neutralizacioacuten que

supondriacutea el fin del cosmos y de la vida humana389

Heraacuteclito en definitiva no parte del hombre para llegar a la naturale-

za (antropocentrismo) sino de la naturaleza para llegar al hombre donde la

naturaleza tiene un caraacutecter amoral pues consiste en una contienda perpe-

tua de contrarios en la que todos son necesarios para la marcha del cosmos

en la que ninguno tiene primaciacutea ontoloacutegica ni moral sobre los otros como

hemos visto Dicho de otro modo el pensador asiste al espectaacuteculo de todo

lo que pasa en la naturaleza pero no soacutelo como espectador sino como co-

productor y co-partiacutecipe de ese gran espectaacuteculo El pensador por tanto

debe pensar sin anestesia porque ese mundo dinaacutemico es tambieacuten su mun-

do porque a menos que sea un dios oliacutempico no podraacute situarse en un pun-

to de vista global e impasible en el que no tenga cabida el aciago devenir

ni el pasajero decurso de toda existencia finita aunque de hecho lo intente

dando cabida a todo cuanto su mente le permite vislumbrar

13 El concepto de λόγος y la religacioacuten de la naturaleza

389 Cfr Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 321 Vlastos con-

firma que la justicia para Heraacuteclito consiste en la unidad de las oposiciones en todos los

niveles desde el ontoloacutegico al moral Prueba de ello es 22 B 102 DK sobre el que vol-

veremos que apunta la coincidencia de todos los contrarios en el aacutembito de lo divino

siendo los hombres desde la limitacioacuten de su entendimiento incapaces de percibir la uni-

dad que subyace a la multiplicidad los causantes de toda lectura moral sobre lo real so-

bre la relacioacuten entre los contrarios Cfr Vlastos Gregory ldquoOn Heraclitusrdquo en Furley

DJAllen RE (eds) op cit vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo p 428 Como

ampliacioacuten cfr Vlastos Gregory ldquoEquality and Justice in Early Greek Cosmologiesrdquo

ibid pp 67-73

266

La palabra que mejor expresa el aspecto ecoloacutegico del pensamiento

heracliacuteteo es λόγος teacutermino que preferimos no traducir del griego dada la

riqueza semaacutentica del mismo asiacute como el gran nuacutemero de contextos distin-

tos en los que se utiliza Λόγος es palabra todo lo que se dice o deja por

escrito sea verdad o ficcioacuten por lo que de un modo obvio e inmediato nos

encontramos con la acepcioacuten linguumliacutestica del teacutermino el λόγος es la palabra

del jonio que trata de dar cuenta de la palabra de la naturaleza como toda

palabra traduce un pensamiento podemos enlazar esta acepcioacuten con otra

loacutegica (razoacuten argumento causa etc) inherente a la anterior por cuanto

todo pensamiento estaacute linguumliacutesticamente mediado390 por otro lado desde un

punto de vista ontoloacutegico representa la φύσις el entramado mismo de la

realidad cuyas notas esenciales y unitarias aglutina al tiempo que aparece

como principio rector de la misma (medida relacioacuten proporcioacuten norma

principio fundamento reunioacuten etc) por uacuteltimo de aquiacute se desprenden al-

gunas consecuencias eacuteticas puesto que la norma natural es la norma que

debe seguir el hombre para conducir rectamente su vida dado el parentesco

que vislumbra Heraacuteclito entre el λόγος de la naturaleza y el λόγος del ser

humano en suma se trata de un concepto que limita al mismo tiempo que

posibilita la comunicacioacuten entre la loacutegica la fiacutesica y la metafiacutesica sin olvi-

390 Como apunta Casadesuacutes λόγος implica siempre y cualquiera que sea la traduccioacuten

que se elija la nocioacuten de palabra incluso cuando se traduce como razoacuten se entiende que

eacutesta se sirve de la aqueacutella como medio Cfr Casadesuacutes Francesc ldquoLos oriacutegenes de la

crisis de la razoacuten el paso del logos a la ratiordquo en Taula nordm 33-34 (2000) p 131 Se-

ntildeala el autor tambieacuten que al traducir λόγος con el teacutermino latino ratio se pasoacute del aacutembi-

to de la palabra y el discurso al del nuacutemero y el caacutelculo Como dijo Nietzsche esto deri-

voacute en lo sucesivo en un intento de reducir los aspectos cualitativos de la realidad a canti-

dades Cfr Ibid p 135

267

dar el aspecto praacutectico del λόγος que prescribe una vida secundum natu-

ram profundizada por buena parte de las escuelas heleniacutesticas391

Se trata por tanto de una razoacuten coacutesmica objetiva que alude tanto al

contenido del libro como al objeto del que trata la norma universal que

permite armonizar el devenir del cosmos y a la que debe ajustarse la accioacuten

humana392 Este teacutermino viene a corroborar que los filoacutesofos arcaicos auacuten

no disponiacutean de un lenguaje filosoacutefico especializado para expresar sus in-

tuiciones sobre la naturaleza de un modo uniacutevoco de ahiacute que tuvieran que

recurrir asiduamente a teacuterminos del lenguaje cotidiano asiacute como a imaacutege-

nes y siacutembolos que les permitieran dar forma a sus discursos en una pecu-

liar mezcolanza de poesiacutea y filosofiacutea393

El λόγος ha de ser buscado en el mundo fiacutesico como reflejo visible

de la trama invisible que lo sustenta pero sobre todo bajo el mundo inten-

tando profundizar en el principio divino e inmanente que ajusta el cosmos

en su conjunto y unifica todas las oposiciones si se encuentra algo que no

logran la mayoriacutea de los hombres se accederaacute a un mundo comuacuten donde lo 391 No entraremos en una discusioacuten filoloacutegica exhaustiva sobre los sentidos del teacutermino

o el uso que del mismo hacen otros autores antiguos a este respecto cfr Guthrie W K

C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 396-399 que reuacutene en un buen es-

tudio ambos aspectos como complemento desde una perspectiva maacutes filosoacutefica cfr

Bollack Jean ldquoReacuteflexions sur les interpeacutetations du logos heacuteracliteacuteenrdquo en Matteacutei Jean-

Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du Congregraves de Nice (1987)

Paris PUF 1990 pp 165-185 392 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 177 Se

trata de un teacutermino que dice que todo es uno porque consiste justamente en eso en la

unidad medida y subterraacutenea de la multiplicidad fenomeacutenica y dispersa de lo real Cfr

Fraumlnkel Hermann op cit p 349 393 Cfr Signes Codontildeer Juan Escritura y literatura en la Grecia arcaica Akal Ma-

drid 2004 p 343

268

divergente se vuelve convergente y la discordia hace justicia para el hom-

bre vigilante y despierto Se trata del sentido y el fundamento del mundo la

norma y regla que todo lo determina y cuya comprensioacuten hace todo com-

prensible por eso al comienzo de su libro habla de un λόγος o ley coacutesmi-

ca que coincide con el contenido del mismo aunque la mayoriacutea lo ignore

incluso despueacutes de mostrarle estas razones394

Todo esto justifica la afirmacioacuten de que el pensamiento heracliacuteteo no

es simplemente loacutegico sino tambieacuten eco-loacutegico ya que no piensa sustancias

aisladas y estaacuteticas (esse reale) sino relaciones entre mismidades extaacuteticas

dinaacutemicas a la vez que sustantivas (realitas in essendo) es decir no piensa

sujetos sino relaciones estructurales Esto es posible gracias a una concep-

cioacuten del λόγος como ligamento universal como luz que hace posible la re-

velacioacuten del ser-en-devenir de la totalidad fragmentaria y fragmentada del

mundo395

Armoniacutea y Loacutegos por tanto son los teacuterminos que traducen al lengua-

je humano el ritmo y la medida de la naturaleza el ritmo y la medida del

394 Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco El sistema de Heraacuteclito Estudio a partir de leacutexi-

co ed cit p 12 Sentildeala Adrados que al consistir la contextura del mundo en el λόγος

y tener lugar el propio devenir de acuerdo con este λόγος las bases del concepto de ley

natural estaban sentadas Cfr Ibid p 7 Aunque no se puede establecer de un modo ta-

jante si Heraacuteclito concibioacute tal idea o se trata de un antildeadido estoico lo cierto es que iden-

tificar el λόγος con el θεῖος νόμος no parece algo del todo ajeno al pensamiento del

jonio como veremos siempre y cuando no se hable de una divinidad sobrenatural sino

del caraacutecter divino de la propia naturaleza que armoniza todos los contrarios por medio

del λόγος

395 Cfr Axelos Kostas El pensamiento planetario El devenir-pensamiento del mundo

y el devenir-mundo del pensamiento Caracas Monte Aacutevila Caracas 1969 p 75ss

(trad cast Susana Theacutenon Sonia Lida)

269

propio devenir antropocoacutesmico Lo que es dinaacutemico afirma Zubiri es la

realidad en cuanto tal pero cada cosa real organizada y respectiva no care-

ce en absoluto de permanencia Heraacuteclito no niega tal permanencia Si se

quiere se puede llamar ser a esta permanencia a este dar-de-siacute extaacutetico de

una mismidad concreta pero sabiendo que no se trata de algo eterno sino

de una fotografiacutea de lo real en una determinada respectividad cuya organi-

zacioacuten es estable y en efecto tiende a combatir el desorden (subordinaacutendolo

al orden) pero sin olvidar que este orden no es perpetuo puesto que el fue-

go igual que se enciende se apaga Para Heraacuteclito el mundo no es una or-

denacioacuten llevada a cabo por un agente externo al mismo sino un sistema

intriacutensecamente organizado de tal modo que unos dinamismos se apoyan

en otros sosteniendo asiacute el entramado invisible que (permaneciendo bajo el

cambio) dota de estabilidad a la realidad visible

El devenir en suma no debe ser entendido como una actuacioacuten con-

secutiva sino constitutiva constitutiva de orden desorden y organizacioacuten

por medio de las interacciones posibilitadas por la discordia (ἔρις) Cierta-

mente una vez establecida una determinada organizacioacuten una vez articula-

da loacutegicamente tenderaacute a disminuir y a combatir las ocurrencias posibles

de desorden asiacute como a edificar formas estables de orden sobre el fondo

poleacutemico de la naturaleza Precisamente si podemos hablar de naturaleza

es porque hay interaccioacuten (relacioacuten) y porque hay organizacioacuten (armoniacutea)

La idea central por ende no es la de orden no es la de ser tampoco la de

desorden ni la de no-ser sino la de interaccioacuten la de relacioacuten De este mo-

do la naturaleza organizada el fuego que se enciende y se apaga seguacuten me-

dida presenta ndashdicho en teacuterminos actuales- un caraacutecter polisisteacutemico una

extraordinaria solidaridad de sistemas (en una relacioacuten a la vez de coopera-

cioacuten y de oposicioacuten) que necesita del dinamismo para mantener su unidad

270

pues la naturaleza en constante renovacioacuten es la misma paradoacutejicamente

no siendo nunca la misma396 La estructura del universo es por tanto cons-

titutiva y no accidentalmente dinaacutemica en el sentido de que las cosas se

mueven porque el universo estaacute en movimiento y no porque sean las rela-

ciones entre eacutestas las que impriman movimiento de unas a otras397 Asiacute lo

indica el fragmento 125 DK

laquo[sc Del mismo modo que la naturaleza] tambieacuten el [sc brebaje llamado]

kykeṓn se descompone si no lo agitan [sc pautadamente]raquo398

Como indica este fragmento el cosmos integra orden y desorden (or-

ganizacioacuten y desorganizacioacuten) a traveacutes del movimiento a traveacutes de un ciclo

perpetuo Pero esto no es algo en modo alguno pasajero sino una precisa

caracterizacioacuten del proceder del propio cosmos puesto que sin movimien-

to pautado al igual que el kykeṓn dejariacutea de ser justamente lo que es399 En

este sentido Heraacuteclito vislumbra que el cosmos no es otra cosa que el caos

puesto en movimiento en un ciclo sin fin No puede atisbarse por ende un

cosmos inmoacutevil en el que desapareciera toda interaccioacuten entre los elemen-

tos que lo conforman en el que no es posible ninguacuten tipo de generacioacuten o 396 Cfr Roger Ciurana Emilio Edgar Morin Introduccioacuten al pensamiento complejo

Valladolid Universidad de Valladolid 1997 p 28 397 Cfr Zubiri Xavier Estructura dinaacutemica de la realidad ed cit p 119

398 καὶ ὁ κυκεὼν διίσταται κινούμενος (22 B 125 DK) Los pareacutentesis son nuestros

399 El kykeṓn era una bebida compuesta de vino queso rallado miel y cebada que debiacutea

ser agitada y estar en movimiento hasta el momento mismo de ser tomada si no se agi-

ta no hay kykeṓn puesto que los ingredientes no se disolveraacuten bien en el vino Del mis-

mo modo no puede haber reposo ni quietud en la naturaleza a riesgo de dejar de ser un

todo ordenado tal y como se nos presenta A este respecto cfr Creacutepet Fabien ldquoHeacutera-

clite et le Cyceonrdquo en Klecircsis Revue philosophique nordm 1-2 (2006) pp 1-19

271

re-generacioacuten porque todo es como es de una vez para siempre y sin altera-

ciones Por tanto lo verdaderamente destructivo para el cosmos (y para la

vida) no es el movimiento que permite la organizacioacuten sino el aislamien-

to derivado de la ausencia de movimiento de la ausencia de relacioacuten

Por sistema entendemos una unidad-multiplicidad de elementos soli-

darios que soacutelo pueden ser definidos los unos con relacioacuten a los otros en

funcioacuten de su lugar en el todo Ciertamente se trata de un recurso herme-

neacuteutico ajeno al pensamiento de los presocraacuteticos pero en verdad consonan-

te con el mismo Lo esencial es sentildealar que Heraacuteclito no adopta un princi-

pio sisteacutemico anterior ni exterior a la propia naturaleza esto es a las inter-

acciones entre sus elementos El principio organizador nace de los encuen-

tros aleatorios y de la tensioacuten pero una vez establecido busca mantener la

estabilidad en detrimento de la dispersioacuten por medio del λόγος400

A este respecto cabe recordar 22 B 30 DK este fragmento sostiene

en primer lugar que no hay maacutes que un mundo el mismo para todos y en

400 La dificultad de un pensamiento complejo es que debe afrontar lo entramado (el jue-

go infinito de inter-retro-acciones) la solidaridad de los fenoacutemenos entre siacute la bruma la

incertidumbre la contradiccioacuten Seguacuten Morin el pensamiento de Heraacuteclito tiene algo

paradoacutejico las estructuras se mantienen mientras los componentes cambian de modo

que eacutestos se renuevan mientras el conjunto permanece estable como sucede con el fue-

go o con nuestras ceacutelulas La inteligibilidad de un sistema ndashusando un concepto contem-

poraacuteneo- debe encontrarse no solamente en el sistema mismo sino tambieacuten en su rela-

cioacuten con el medio que no es de simple dependencia sino constitutiva del propio siste-

ma Lo real es una trama una red y radica tanto en el viacutenculo como en la distincioacuten de

unos elementos con otros en un proceso incesante que tiende al tiempo al desorden y a

la organizacioacuten De modo que la naturaleza es un sistema vivo o auto-eco-organizador

una realidad auto-poeacutetica que se genera y se regenera por el mismo movimiento en un

ciclo sin fin permaneciendo en el cambio y cambiando en la permanencia Cfr Morin

Edgar Introduccioacuten al pensamiento complejo ed cit p 44

272

segundo lugar que este mundo no lo hizo dios ni hombre alguno sino que

se hace constantemente a siacute mismo Hay que notar que el verbo que se uti-

liza para designar este hacer es ἐποίησεν el mismo que aparece en 22 B

53 DK para indicar que la Guerra es padre de todas las cosas haciendo

(ἐποίησε) a unas libres y a otras esclavas401 Esto indica que el fuego que

se organiza y desorganiza medidamente es la metaacutefora de un mundo auto-

eco-poeacutetico que se crea y se recrea a siacute mismo gracias al caraacutecter ciacuteclico y

relacional de la propia realidad donde la discordia y la medida se combaten

y se complementan en una alternancia constante e incesante402

401 La importancia que el verbo ποιεῖν tiene en los textos de Heraacuteclito es un buen expo-

nente de su filosofiacutea Mientras que en Parmeacutenides no aparece ni una sola vez cuya teo-

riacutea se mueve en el campo del νοεῖν en Heraacuteclito la accioacuten forma junto con el λόγος la

estructura iacutentima de su pensamiento Cfr Lledoacute Iacutentildeigo Emilio El concepto de ldquopoiesisrdquo

en la filosofiacutea griega Heraacuteclito-Sofistas-Platoacuten Madrid CSIC 1961 p 26 402 No parece que Heraacuteclito esteacute proponiendo una destruccioacuten perioacutedica del cosmos de

tinte estoico Cfr Marcovich Miroslav op cit p 348 En este proceso se alude a una

cosmologiacutea maacutes que a una cosmogoniacutea El mundo es eterno no es el resultado de una

transformacioacuten primaria como en el caso de los milesios y el fuego ha de entenderse

como cambio constante pero sometido a norma Cfr Bernabeacute Alberto ldquoκατὰ τὴν τοῦ

χρόνου τάξιν ldquoModelos del tiempo en las cosmogoniacuteas presocraacuteticasrdquo ed cit pp 82-

83 La concepcioacuten ciacuteclica de la naturaleza en constante regeneracioacuten gracias al devenir

la relacioacuten y la oposicioacuten que encontramos en 22 B 125 DK de Heraacuteclito reaparece en

la filosofiacutea contemporaacutenea de la mano de Edgar Morin ldquoLa complejidad surge en el co-

razoacuten de la φύσις a la vez como relatividad relacionalidad unidad multiplicidad am-

biguumledad incertidumbre oposicioacuten y en la unioacuten de estas uniones que son complemen-

tarias concurrentes y antagonistas unas respecto de otras en un juego cosmoloacutegico que

se alimenta de las nociones de orden desorden interaccioacuten y organizacioacuten puestas en

un movimiento retroactivo y circularrdquo Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la

naturaleza ed cit pp 139-145

273

El tejido de la naturaleza por otro lado tambieacuten puede definirse co-

mo uni-multiplicidad porque desde un punto de vista global es uno pero

desde una perspectiva concreta es muacuteltiple Organizar por tanto consiste

en reunir en una misma relacioacuten unidad y multiplicidad armoniacutea y discor-

dia permanencia y cambio generacioacuten y regeneracioacuten Precisamente lo

que caracteriza el cosmos heracliacuteteo ndashen tanto que unidad compleja- es que

no podemos reducir ni lo uno a lo muacuteltiple ni lo muacuteltiple a lo uno sino que

hay que concebirlos juntos de modo complementario a la vez que antago-

nista403

403 La dicotomiacutea cerrada ordendesorden no es posible pues ambos cooperan ndashsiendo

enemigos- para organizar el universo Seguacuten la teoriacutea del Big Bang el universo se gene-

roacute en una singularidad espacio-temporal matemaacuteticamente paradoacutejica e infinitamente

densa es decir el universo comenzoacute con una gran deflagracioacuten y es desintegraacutendose co-

mo se organiza (siendo una agitacioacuten caloacuterica intensa la que permitioacute el nacimiento de

los nuacutecleos de helio e hidroacutegeno) Debido a la gravedad y a la temperatura se concen-

troacute la materia de la que aparecieron las estrellas (que se alimentan de su propia combus-

tioacuten) maacutes auacuten en su interior se dieron las condiciones para que desde el desorden se

unieran tres nuacutecleos de helio dando lugar al aacutetomo de carbono del que procede la vida

Por eso no resulta extrantildeo que Heraacuteclito dijera que el universo se organiza por medio de

la agitacioacuten sujeta a leyes como el kykeṓn aunque para ello haya que unir dos nociones

que se repelen loacutegicamente como las de ordendesorden al tiempo que asumir racional-

mente una contradiccioacuten fundamental La complejidad de esta relacioacuten estriba en el dato

empiacuterico de que ciertos fenoacutemenos desordenados son necesarios para la produccioacuten de

fenoacutemenos organizados ldquoVivir de muerte morir de vidardquo esta sentencia resume la ac-

tualidad de Heraacuteclito seguacuten Morin porque la complejidad se encuentra alliacute donde no

podemos remontar una contradiccioacuten donde no es posible una reconciliacioacuten de modo

que es preciso vivir en la tensioacuten y hacer de la discordia justicia Nuestro mundo incluye

armoniacutea pero esa armoniacutea estaacute ligada a la disarmoniacutea como deciacutea Heraacuteclito hay armo-

niacutea en la disarmoniacutea y viceversa Cfr Morin Edgar Introduccioacuten al pensamiento com-

plejo ed cit pp 94-95

274

La naturaleza por tanto no soacutelo suma componentes sino que ademaacutes

los integra pues el todo organizado es maacutes y menos que la suma de las par-

tes que lo componen es un diaacutelogo continuo entre δίκη y ὕβρις si se nos

permite la comparacioacuten con la Tragedia entre mesura y desmesura cuyo

enfrentamiento es una alegoriacutea del cosmos y del propio ser humano pues

ambos encuentran su equilibrio en la tensioacuten Decimos que el todo es maacutes

que la suma de las partes porque impone limitaciones a eacutestas (δίκηλόγος)

para que se pueda hablar de un todo pero tambieacuten es menos que la suma de

las partes porque eacutestas modifican y desafiacutean al todo con sus continuas dis-

putas (ὕβριςπόλεμος) intentando quebrantar un orden a la postre inque-

brantable por eso los heacuteroes aunque decidan ir en contra del destino aca-

ban siempre ayudando a que se cumpla (pero eso tambieacuten es necesario para

que exista el cosmos seguacuten Heraacuteclito pues no sabriacuteamos queacute es la justicia

si no existieran injusticias ni la salud si no existiera la enfermedad ya que

todos los contrarios son requeridos para mantener la tensioacuten y la armoniacutea)

Tanto unas como otras en suma se ayudan y se enfrentan de un modo cir-

cular pues son a un tiempo productos y productores del todo dando lugar

a nuevas formas de ordendesorden mediante una relacioacuten metaloacutegica y

metasisteacutemica que permite a la naturaleza ser nueva cada diacutea sin dejar de

ser nunca la misma como hemos visto

Dicho de otro modo Heraacuteclito intuye que no se puede concebir la or-

ganizacioacuten sin antagonismos la vida sin la muerte que el orden no es eter-

no sino un momento pasajero de la propia disputa de los contrarios Se trata

de la antigua idea del laquoeterno retornoraquo presente en muacuteltiples culturas que

no es ndashde entrada- una idea metafiacutesica sino fiacutesica y bioloacutegica e invita a in-

cluir la vida humana en un gran proceso regenerativo y circular que la in-

cluye al tiempo que la sobrepasa

275

laquoEl camino hacia arriba [sc organizacioacuten] y el camino hacia abajo [sc

desorganizacioacuten] son uno y el mismoraquo404

Noacutetese pues que la naturaleza se organiza por el mismo movimiento

que se desorganiza que el equilibrio organizacional (armoniacutea) es un equili-

brio de fuerzas antagoacutenicas (necesita de la unidad para que se deacute la multi-

404 ὁδόςmiddot ἄνω κάτω μία καὶ ωὑτή (22 B 60 DK) Los pareacutentesis son de Edgar Morin

Cfr Morin Edgar El meacutetodo I La naturaleza de la naturaleza ed cit p 77 En este

sentido afirma Heraacuteclito en 22 B 60 DK que ldquoComunes son el principio y el fin en el

contorno de un ciacuterculordquo (ξυνὸν γὰρ ἀρχὴ καὶ πέρας ἐπὶ κύκλου περιφερείας) Y

en 22 B 59 DK que ldquoEn el rodillo del cardador recorrido recto y torcido uno son y el

mismordquo (γναφείωι ὁδὸς εὐθεῖα καὶ σκολιὴ μία ἐστί φησί καὶ ἡ αὐτή) Para el

hombre antiguo ha constituido siempre un profundo misterio la regularidad que revelan

algunos fenoacutemenos de la naturaleza como el diacutea y la noche las fases de la luna o las es-

taciones del antildeo que se suceden siempre sin interrupcioacuten Sin embargo no se toma este

proceso de un modo uniforme sino que por medio de sucesivas distinciones recogidas

en el calendario se diferencia un diacutea de otro y un antildeo del siguiente La mayoriacutea de las

culturas antiguas concedieron valor universal a esos periodos que apareciacutean en el campo

de la experiencia El mito del eterno retorno expresa el renacer constante (palingenesia)

de la propia naturaleza En el caso de Heraacuteclito se habla de dos procesos el laquocamino

hacia arribaraquo y el laquocamino hacia abajoraquo Seguacuten el pensador jonio el mundo procede de

un principio uacutenico el fuego que ha ido diferenciaacutendose en otros principios que en su-

cesivos cambios e intercambios dan lugar al paso del fuego al agua la tierra y el aire

Estas fases se expresan al decir que el fuego eterno laquose encienderaquo y laquose apagaraquo seguacuten

medidas de una determinada medida el fuego se apaga en agua y de la muerte del agua

nacen la tierra y el vapor ardiente cuyo adjetivo preludia el encendido o retorno al fue-

go (que no desaparece en sus determinaciones sino que laquose ocultaraquo) completando el ci-

clo e iniciando uno nuevo pues en la naturaleza coinciden principio y fin Cfr Cubels

Fernando ldquoEl mito del eterno retorno y algunas de sus derivaciones doctrinales en la fi-

losofiacutea griegardquo en Anales del Seminario de Valencia V-II nordm 10 (1965) pp 41-43

276

plicidad y de la multiplicidad para que se deacute la unidad) donde el principio

de relacioacuten nutre y se nutre del principio de oposicioacuten ya que lo somete in-

cesantemente a medida pero nunca es capaz de neutralizarlo ni de hacerlo

desaparecer por completo ya que ambos son medida del λόγος

14 El eterno juego del cosmos consigo mismo (22 B 52 DK)

La relacioacuten dialoacutegica que hemos visto en apartados anteriores entre

orden desorden interacciones y organizacioacuten se pone en marcha en el gran

juego coacutesmico del tiempo mezcla de medida y azar De azar porque cada

movimiento es ineacutedito y resultado de las interacciones producidas por la lu-

cha de los contrarios De medida porque el λόγος mantiene la misma pro-

porcioacuten en cada uno de los movimientos de tal modo que lo que aislada-

mente parece azaroso (un montoacuten de desperdicios sembrados al azar como

dice Heraacuteclito) deviene necesario contemplado desde el punto de vista de

la unidad del juego de la armoniacutea invisible que subyace a su desarrollo y

que religa todos los momentos del mismo

Se trata de una relacioacuten entre conocimiento y desconocimiento soacutelo

los despiertos saben que en cada fase del juego se reduce inevitablemente

el nuacutemero de movimientos posibles de la naturaleza de modo que lo que en

un primer momento apareciacutea como un proceso aleatorio reaparece al final

del juego como el resultado de una razoacuten comuacuten y omniabarcante (el λό-

γος) sin olvidar que el final de cada partida no hace sino anunciar el co-

mienzo de la proacutexima repleta de posibilidades pero con las mismas reglas

Dicho de otro modo el jugador soacutelo conquistaraacute su libertad (la sabiduriacutea)

asumiendo que bajo la multiplicidad manifiesta de lo real se esconde una

277

unidad invisible y relacional haciendo que sus decisiones coincidan con las

de la naturaleza del juego es decir con las de la propia naturaleza de mo-

do que el sabio no soacutelo es el que conoce la naturaleza sino el que ndashuna vez

conocida- actuacutea seguacuten la naturaleza

Para salir airosos del juego por tanto hay que comprender y respetar

sus reglas hay que comprender que el arte regio consiste en gobernar el

mundo (tanto interior como exterior) de acuerdo con sus propias leyes hay

que comprender que todas las posibilidades del juego estaban ya contenidas

desde un principio en la propia naturaleza en lo divino a pesar de que el

entendimiento de los dormidos no sea capaz de contemplarla desde la pers-

pectiva de la unidad sino uacutenicamente desde la perspectiva de la multiplici-

dad Los despiertos que contemplan la batalla coacutesmica desde el punto de

vista de lo divino entienden la belleza de este gran espectaacuteculo puesto que

conocen la medida insobornable que lo rige y posibilita pero los dormidos

que soacutelo tienen acceso a una parte aislada de la batalla coacutesmica lo entien-

den como un espectaacuteculo traacutegico y aterrador que nada significa405

Asiacute lo expresa Heraacuteclito en uno de sus fragmentos maacutes enigmaacuteticos

laquoEl tiempo-de-la-vida (αἰών) es un nintildeo que juega a la petteia de un nintildeo

el reinoraquo406

405 Cfr Cleve Felix M The Giants of Presophistic Greek Philosophy vol I The Ha-

gue Martinus Nijhoff 1973 pp 101-103 Para este autor Heraacuteclito es el primero en le-

vantar el teloacuten de este inmenso espectaacuteculo pleno de ruido y furia el primero en conce-

bir el mundo con la metaacutefora del juego y el teatro (en ingleacutes como es sabido to play

significa tanto ldquorepresentar una obra de teatrordquo como ldquojugarrdquo lo mismo sucede v gr

en alemaacuten con el verbo spielen) la metaacutefora del ldquoGran teatro del mundordquo que tendraacute su

culminacioacuten en Shakespeare y especialmente en Calderoacuten de la Barca

406 αἰὼν παῖς ἐστι παίζων πεσσεύων παιδὸς ἡ βασιληίη (22 B 52 DK)

278

En primer lugar αἰών no debe tomarse en este contexto como laquoeter-

nidadraquo Se trata del laquotiempo-de-la-vidaraquo de la existencia de la duracioacuten de

la vida humana entendida como destino en cuanto aacutembito limitado por la

muerte Por su parte χρόνος denota la duracioacuten del tiempo el tiempo en

su totalidad soacutelo a partir de Platoacuten comienza a usarse αἰών en el sentido

de eternidad asiacute en Timeo (37d) leemos que laquoel tiempo es la imagen moacutevil

de la eternidad (αἰών)raquo407

En segundo lugar Πεσσεύων suele traducirse por damas tres-en-

raya dados ajedrez etc Sin embargo no es lo mismo utilizar una u otra

acepcioacuten la petteia era un juego tradicional griego de loacutegica reflexioacuten y

estrategia no de azar como los dados Se trata de uno de los antecedentes

del ajedrez junto con la tchaturanga (juego de azar de origen indio) La

petteia se juega en un tablero cuadrangular de 64 divisiones (8x8) donde

cada jugador dispone de 8 guijarros o peones unos blancos otros negros

El objetivo del juego es inmovilizar o capturar las piezas del adversario en-

tre dos de las propias mediante movimientos relativos en funcioacuten de los del

contrincante En Egipto se jugaba a un juego similar llamado Seega (el pro-

407 Cfr Chantraine Pierre op cit p 42 Cfr Couloubaritsis Lameros ldquoLa notion drsquo

Aion chez Heacuteracliterdquo en Boudouris K J (Ed) Ionian Philosophy Athens Internatio-

nal Association for Greek Philosophy 1989 pp 104-113 Sobre el sentido del teacutermino

en este fragmento cfr Fink Eugen Le jeu comme symbole du monde Paris Les Eacutedi-

tions de Minuit 1966 p 28 cfr Martiacutenez Marzoa Felipe Historia de la filosofiacutea Filo-

sofiacutea antigua y medieval Madrid Istmo 1984 pp 31ss Otros autores arcaicos como

Piacutendaro usan el teacutermino en ese mismo sentido ldquoEfiacutemeros somos iquestqueacute es uno iquestqueacute no

es Suentildeo de una sombra el hombre Mas cuando llega otorgado por Zeus el esplendor

por encima se situacutean de los hombres un luciente fulgor y una dulce existencia (αἰών)rdquo

Piacutendaro Epinicios ed cit Piacutetica VIII 95

279

pio Platoacuten nos confirma el origen egipcio de la petteia408- otras variantes

del juego aparecen en Japoacuten (Hasami Shogi) y en Roma (Latrunculi) pero

este uacuteltimo cuenta con una ficha maacutes por jugador que actua de comodiacuten

Curiosamente en Japoacuten soliacutea decirse que el Hasami Shogi era laquoel juego de

un nintildeoraquo (de modo semejante a Heraacuteclito) quizaacute por el contraste entre la

complejidad de posibilidades que permite desarrollar el juego y la simplici-

dad de sus reglas (a menos que uno de los jugadores incurra en continuas

equivocaciones resulta muy difiacutecil neutralizar las piezas del adversario eli-

minar la tensioacuten entre los contrarios por lo que las partidas requieren una

gran concentracioacuten ndashestar despiertos- y mucho tiempo)409

Platoacuten sentildeala en la Repuacuteblica que la colocacioacuten haacutebil de una sola fi-

cha en este juego puede bloquear por completo el avance del contrario410

aunque para ello es necesario haberse ejercitado mucho411 En el libro VI de

esta misma obra compara a los interlocutores de Soacutecrates con los malos ju-

408 Cfr Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) edcit 274d (trad cast Emilio Lledoacute) 409 Una conocida pintura sobre aacutenfora (realizada a principios del s VI a C) representa a

Ajax con Aquiles disputando una partida de petteia portando ambos sus armas y vesti-

dos con sus armaduras Existen hasta ocho versiones distintas de esta pintura en dos de

ellas aparecen soacutelo los dos heacuteroes jugando en las seis restantes aparece detraacutes de ellos

Atenea Dada la recurrencia de la imagen se puede pensar que alguacuten poema eacutepico arcai-

co pudo haber descrito esta escena en la que los dos heacuteroes estaban tan entregados a la

batalla loacutegica que acaso olvidaron acudir a una batalla real de la Guerra de Troya por

lo que Atenea tuvo que presentarse para persuadirlos de abandonar el juego y regresar al

combate cuyo tablero son diacuteas y noches como dijo Borges en su ceacutelebre poema sobre el

ajedrez Desde el punto de vista de Heraacuteclito Atenea representariacutea en esa escena el λό-

γος del juego y tambieacuten la sabiduriacutea que conlleva constatar que la lucha es la madre del

cosmos y la discordia es justeza 410 Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit I 333b 411 Cfr Ibid II 374d

280

gadores de petteia que acaban bloqueados por la pericia de las preguntas

de su maestro

laquoEstiman que es por su inexperiencia en interrogar y responder por lo que

son desviados un poco por obra del argumento en cada pregunta y al acu-

mularse al final de la discusioacuten estos pequentildeos desviacuteos el error llega a ser

grande y aparece contradiciendo lo primero que se dijo Y asiacute como en el

juego de fichas (πεττείας) los expertos terminan por bloquear a los inex-

pertos que no tienen doacutende moverse asiacute tambieacuten ellos acaban por quedar

bloqueados sin tener queacute decir por obra de este otro juego de fichas que

no se juega con guijarros sino con palabras aunque la verdad no gane maacutes

de ese modoraquo412

Por tanto Heraacuteclito afirma que el tiempo es un juego de loacutegica de

estrategia de razonamiento de reflexioacuten pero jugado por un nintildeo no por

un adulto en ese caso hay que articular las ideas de medida y azar puesto

que el nintildeo introduce en el juego la inocencia la espontaneidad la creativi-

dad la imprevisibilidad De lo que no cabe ninguna duda es de que se trata

de un juego de guerra igual que la tchaturanga y el ajedrez (en la India re-

presenta la lucha de los devas contra los asucircras en Grecia la de los dioses

contra los titanes pero en ambos casos el tablero simboliza la existencia

concebida como campo de accioacuten de fuerzas divinas y como campo de ba-

talla de fuerzas humanas) Del mismo modo sabemos con total certeza que

las piezas de la tchaturanga y del ajedrez corresponden a las distintas fac-

ciones del ejeacutercito antiguo y que el objetivo de ambos consiste en matar al

rey enemigo o en derrotar a su ejeacutercito Por eso creemos por analogiacutea que

la afirmacioacuten de un nintildeo el reino que utiliza Heraacuteclito hace mencioacuten a la 412 Cfr Ibid VI 487b-c

281

frase que se deciacutea al vencer en el juego es decir seriacutea algo similar a la foacuter-

mula jaque mate (del persa shacirch ldquoel reyrdquo y el aacuterabe macirct ldquoha muertordquo) por

tanto habriacutea que leer ldquode un nintildeo (el tiempo) el triunfo en el juegordquo ldquode

un nintildeo (el tiempo) el jaque materdquo En este sentido igual que un nintildeo se en-

tretiene tratando de inmovilizar las fichas de su adversario y en el propio

juego radica su poder y tambieacuten su alegriacutea asiacute el tiempo se ocupa de tener

en jaque al cosmos y al hombre para al final darles jaque mate413

Una vez aclarados estos dos puntos debemos reconocer que esta sen-

tencia encierra al menos dos intuiciones fundamentales por un lado que la

realidad maacutes originaria se entiende y se presenta pre-ontoloacutegicamente como

juego por otro que esta realidad se piensa de un modo temporal no espa-

cial El juego del mundo acontece en el horizonte del tiempo donde todas

las cosas estaacuten en juego donde todas aparecen desaparecen se quitan y se

ponen como quita y pone el nintildeo las fichas sobre el tablero No en vano el

tiempo es la condicioacuten de posibilidad del devenir carente de finalidad y re-

pleto de potencialidades que envuelve los elementos que juegan y son ju-

gados en el mundo414

El tiempo es un nintildeo porque es siempre joven e inocente y es ade-

maacutes rey porque nadie puede vencerlo en este juego que es su juego No se

trata de que el devenir nos desee el mal El devenir no puede desearnos el

413 Sobre este juego como ampliacioacuten cfr Gueacuteniot Philippe ldquoLectures des preacutesocrati-

ques II Un jeu chef la petteiardquo en Revue de Philosophie Ancienne XVIII 2 (2000)

pp 33-64 Cfr Burckhardt Titus ldquoEl simbolismo del ajedrezrdquo en Siacutembolos Palma de

Mallorca ETU 1992 pp 14-24 414 En este punto seguimos a Gadamer quien afirma que la naturaleza es un juego siem-

pre renovado sin objetivo ni intencioacuten donde todo jugar es ser jugado es decir donde

el verdadero sujeto del juego no es el jugador sino el juego mismo Cfr Gadamer H-G

Verdad y Meacutetodo ed cit pp 148-150

282

bien ni el mal porque simplemente no desea nada ya que no es bueno ni

malo Su ferocidad (desde el punto de vista humano) no es sino la maacutes ab-

soluta indiferencia (desde el punto de vista coacutesmico) Ni providencia ni fi-

nalidad ni determinismo soacutelo el juego de los contrarios y la medida soacutelo

un cosmos inconmensurable y la limitacioacuten de los mortales

Creemos en suma que Nietzsche estaacute mucho maacutes atinado cuando

afirma que Heraacuteclito es el filoacutesofo de la inocencia del devenir que cuando

afirma que es el filoacutesofo del puro devenir sin dejar lugar a ninguacuten tipo de

permanencia El nintildeo afirma el filoacutesofo alemaacuten no es movido por un aacuteni-

mo criminal sino por un aacutenimo incesante de juego iquestDoacutende se puede encon-

trar en este mundo ndashse pregunta Nietzsche- un regenerarse y un perecer se-

mejantes un construir y un destruir sin justificacioacuten moral alguna sumidos

en eterna e intacta inocencia En el juego del artista y en el juego del nintildeo

Soacutelo el creador por tanto puede ser activo a la vez que mesurado

laquoEl nintildeo se cansa de su juguete y lo arroja de su lado o de inmediato lo re-

toma y vuelve a jugar con eacutel [] pero cuando construye no lo hace a cie-

gas sino que ajusta adapta y edifica conforme a leyesraquo415 415 Cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos ed cit p

68 En este texto Nietzsche reconoce ndashcomo Heraacuteclito- la presencia de medidas en el

devenir Ecos de 22 B 52 DK los encontramos tambieacuten en Nietzsche Asiacute habloacute Zara-

tustra Madrid Alianza 2002 I ldquoDe las tres transformacionesrdquo pp 53-55 III ldquoEl con-

valecienterdquo p 305 III ldquoAntes de la salida del solrdquo p 239 III ldquoLos siete sellosrdquo pp

320-321 p 55 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) cfr Nietzsche El nacimiento de la trage-

dia ed cit sect 24 p 188 Pero sin duda llama maacutes la atencioacuten un bello pasaje de la Iliacutea-

da en el que Heacutector describe coacutemo Apolo derriboacute el muro de los aqueos ldquocon la misma

facilidad con que un nintildeo jugando en la playa desbarata con los pies y las manos lo que

de arena habiacutea construidordquo (ὡς ὅτε τις ψάμαθον πάϊς ἄγχι θαλάσσης ὅς τrsquo ἐπεὶ

οὖν ποιήσῃ ἀθύρματα νηπιέῃσιν ἂψ αὖτις συνέχευε ποσὶν καὶ χερσὶν ἀθύ-

283

En palabras de Kostas Axelos como conclusioacuten el mundo es el hori-

zonte global y abierto de todo lo que en el devenir del tiempo pertenece al

hombre y se le muestra fragmentariamente416 donde el tiempo mismo es el

horizonte que mantiene unidos a los contrarios al hombre y al mundo mar-

cando el ritmo errante y la medida casi musical del λόγος que dirige y re-

laciona todo lo que es Dicho de otro modo la apertura del mundo se expe-

rimentan en una confusioacuten o mejor conexioacuten entre los contrarios en un

planteamiento donde el λόγος de la naturaleza-divina acoge y recoge al

λόγος humano donde el tiempo es el devenir la constante presenciaau-

sencia del ser es decir donde el ser es devenir y es tiempo Nos encontra-

mos ante un ser que no deja de cambiar pero que cambia precisamente por-

que es En este sentido se atisba que nada puede ser sin cambiar ni cambiar

sin ser o lo que es lo mismo las nociones de ser y devenir lejos de supri-

mirse son solidarias para Heraacuteclito puesto que nada es maacutes que siendo

(cambiando y permaneciendo)417 Como hemos dicho en otro lugar el de-

venir no se entiende sin medida ni la medida sin devenir Por tanto que to-

do cambia es una verdad indudable pero que en todo cambio debe haber

algo que permanezca tambieacuten lo es y de un modo si cabe maacutes fundamen-

tal en el fondo ndashno se olvide- el cambio es expresioacuten de la medida misma y

sirve para llevarla a cabo puesto que es un aspecto del λόγος

ρων) Cfr Homero Iliacuteada ed cit XV 362 Para ampliar la influencia de Heraacuteclito so-

bre Nietzsche cfr Negri Antimo ldquoNietzsche e il fanciullo che giuoca di Eraclitordquo en

Rossetti Livio (ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 Vol II ldquoLa fortuna di Era-

clito nel pensiero modernordquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 209-265 416 Cfr Axelos Kostas El pensamiento planetario ed cit p 30 417 Cfr Comte-Sponville Andreacute iquestQueacute es el tiempo Reflexiones sobre el pasado el

presente y el futuro Barcelona Andreacutes Bello 2001 p 158 (trad cast Pierre Jacomet)

284

285

Cap 8

laquoSobre lo divinoraquo

286

287

1 Lo divino como resolucioacuten de la oposicioacuten

11 El problema de lo divino

El tema que nos ocupa es uno de los que maacutes controversias han sus-

citado entre los estudiosos del pensador jonio A nadie se le oculta la grave-

dad del asunto puesto que la actitud del hombre ante lo divino afecta iacutenti-

mamente a otras cuestiones elementales como su puesto en el cosmos el

sentido de su vida o la entrantildea uacuteltima de la propia naturaleza Se puede aco-

meter esta cuestioacuten por diversas viacuteas (siendo la teoloacutegica la maacutes transitada)

pero los filoacutesofos lo han hecho siempre por la maacutes enojosa de todas ya que

estaacute llamada a no tener fin ni a satisfacer a nadie por completo laquoen espe-

cial a aqueacutellos que buscan razones anteriores a la inteleccioacuten y ajenas a eacutes-

ta porque suponen con cierta razoacuten que por esta viacutea no van a encontrar to-

do lo que el hombre busca en Diosraquo418

Se suele pensar que la cuestioacuten de lo divino se encuentra necesaria-

mente ligada al campo de la fe religiosa pero esto no es del todo preciso

Una cosa es que la respuesta a tal cuestioacuten se ajuste a las propias creencias

y otra bien distinta es que sea una cuestioacuten de simple creencia sin dejar es-

pacio alguno para la reflexioacuten filosoacutefica pues sin ella laquola religioacuten positiva

se pierde en una religiosidad vaporosa tal vez bella pero que en uacuteltima ins-

tancia carece de sentido y de fundamentoraquo419

Por otro lado desde el punto de vista estrictamente filosoacutefico el pro-

blema de Dios es una cuestioacuten verdaderamente atemporal Lo divino no es

una realidad natural inmediatamente presente como las piedras o los aacuterbo- 418 Zubiri Xavier ldquoIntroduccioacuten al problema de Diosrdquo en Naturaleza Historia Dios

ed cit p 344 419 Ibid p 345

288

les se trata quizaacutes de la maacutes lejana de todas pero en modo alguno ajena al

hombre o a la propia naturaleza Esto queda patente en el mundo arcaico

donde afecta a la raiacutez misma de la vida humana420

El hombre pone en juego su inteligencia para conocer lo que las co-

sas son en verdad por eso va pasando de unas a otras destapando su funda-

mento e interna trabazoacuten La inteligencia ademaacutes de encontrarse con ellas

trata de desvelar la razoacuten de las mismas por tanto no es extrantildeo que en ese

proceso de elucidacioacuten se dirija tarde o temprano hacia lo divino (aunque

sin olvidar que el problema de Dios no entroacute de un modo netamente espe-

culativo en la arquitectura de la filosofiacutea claacutesica hasta Platoacuten) En definiti-

va como se trata de un elemento maacutes de lo real el maacutes eminente de todos

la inteligencia se ve forzada por las cosas mismas a resolver ese misterio o

al menos adentrarse en eacutel

No en vano se busca en el campo de lo divino la solucioacuten remota a

una de las cuestiones filosoacuteficas maacutes inmediatas y originarias la de intentar

desvelar la oculta unidad y estabilidad del ser que se nos muestra muacuteltiple

y cambiante en la enmarantildeada diversidad de la experiencia Incluso la maacutes

ingenua contemplacioacuten de la naturaleza no puede pasar por alto la polari-

dad entre la luz y la oscuridad el calor y el friacuteo etc y desde ese mismo 420 En este sentido se puede convenir con Zubiri que ldquolo natural es como el ojo de la

cerradura de la llave de lo absolutordquo Zubiri Xavier Sobre el hombre Madrid Alianza

1986 p 177 Como sentildeala Jaeger la palabra ldquoteologiacuteardquo no tiene sentido filosoacutefico hasta

Platoacuten por tanto si queremos entender las sentencias de Anaximandro o Heraacuteclito so-

bre ldquoDiosrdquo o ldquolo divinordquo conceptos que en este contexto auacuten no estaacuten claramente deli-

mitados necesitamos tomar siempre su filosofiacutea como un todo sin considerar los aspec-

tos teoloacutegicos aparte de los fiacutesicos u ontoloacutegicos Tomando el mundo natural como pun-

to de partida los primeros filoacutesofos llegaron a la intuicioacuten de lo divino consideraacutendolo

el atributo maacutes elevado que se podiacutea conceder al primer principio o a la propia naturale-

za Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 37

289

momento comenzaraacute un escrutinio en busca de la ley oculta que ordena y

posibilita tales oposiciones de modo que guarden una cierta armoniacutea es

decir un cierto ritmo y medida421 Y este primer problema de la ontologiacutea

alcanza toda su enjundia con la vislumbre de los contrarios en la naturaleza

y de un modo especial en la existencia humana a tenor de las tensiones

internas y conflictos morales que atraviesan la mayoriacutea de nuestras decisio-

nes y empentildeos

laquoLa reflexioacuten sobre los contrarios no llega hasta su plenitud y extrema

agudeza hasta el momento en que el problema de la vida se plantea y se

une con la visioacuten del mundoraquo422

En este sentido junto a las oposiciones del cosmos se revelan las que

se dan en el interior del ser humano haciendo del hombre un microcosmos

cuya razoacuten ndashigual que la razoacuten comuacuten que opera en la naturaleza y de la

que participa- busca la unidad uacuteltima de los opuestos y la conexioacuten de todo

cuanto hay lo que abre el camino a lo divino Para Heraacuteclito como hemos

visto no se trata de una unidad que elimine la tensioacuten entre los contrarios

ni tampoco de una unidad que conceda prioridad a unos sobre otros en la 421 Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 129 Asiacute por ejem-

plo sentildeala Heraacuteclito en 22 B 102 DK sobre lo que volveremos que para la divinidad

todas las cosas son buenas bellas y justas siendo los hombres los que comenzaron a

considerar a unas justas y a otras injustas sin duda por una falta de perspectiva global

sobre la unidad uacuteltima de todos los contrarios Nicolaacutes de Cusa fue el primero en estu-

diar sistemaacuteticamente las ideas especulativas de la coincidentia oppositorum en Dios y

del mundo como explicatio Dei que sin duda estaban ya prefiguradas en las intuiciones

miacutesticas del maestro Eckhart Cfr Aacutelvarez Goacutemez Mariano Pensamiento del ser y es-

pera de Dios Salamanca Siacutegueme 2004 pp 13-42 422 Heimsoeth Heinz Los seis grandes temas de la metafiacutesica occidental ed cit p 26

290

relacioacuten enantioloacutegica No obstante esta idea tan pujante que ha sido reto-

mada por la fiacutesica contemporaacutenea de la mano de N Bohr no ha tenido mu-

cha fortuna en el posterior desarrollo de la filosofiacutea occidental Eacutesta se ha

decantado salvo notables excepciones por un dualismo excluyente (mundo

sensiblemundo inteligible cuerpoalma sentidosrazoacuten etc) que se nota

especialmente en pensadores como Platoacuten Tomaacutes de Aquino o Descartes

y que favorece el aacutembito de lo inteligible inmutable y espiritual sobre el de

lo sensible cambiante y material Frente a las dualidades cerradas Heraacutecli-

to propuso una unidad ontoloacutegica fundamental en cuyo seno se despliegan

ndashcomo momentos o aspectos de esa unidad- las diversas oposiciones que

vertebran lo real

12 La imagen completa del mundo theologia naturalis

Afirma Jaeger siguiendo la clasificacioacuten del enciclopedista romano

M Terencio Varroacuten (s II a C) que se han dado al menos tres tipos de teo-

logiacutea en la Antiguumledad la laquomiacuteticaraquo propia de los poetas la laquofiacutesicaraquo propia

de los filoacutesofos presocraacuteticos y la laquopoliacuteticaraquo propia de los sofistas423 De-

bemos situar a Heraacuteclito por tanto en la laquoteologiacutea fiacutesicaraquo que describe la

naturaleza de lo divino a partir de sus manifestaciones en la propia natura-

leza apartaacutendose de la variante miacutetica especialmente a partir de Jenoacutefanes

iniciador de una corriente ilustrada como es sabido que puso en cuestioacuten

los pilares baacutesicos de la religioacuten popular424

423 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 8-10 424 Cfr Jimeacutenez Barintildeaga David ldquoLa teologiacutea de Heraacuteclito de Eacutefesordquo en Anaacutebasis 6 2

(1997) p 91

291

A pesar de esto y de la criacutetica de Heraacuteclito a la religioacuten popular pa-

rece que no existe otro modo de comprender este enigmaacutetico rasgo de su

pensamiento que relacionaacutendolo con la imagen religiosa y filosoacutefica del

mundo predominante en su tiempo Pues a pesar de las notables diferencias

de detalle puede decirse que los primeros presocraacuteticos compartieron en

liacuteneas generales una visioacuten comuacuten del cosmos Lo mismo cabe imaginar

para un filoacutesofo medieval pues por novedoso que fuera su pensamiento

habriacutea dado por sentado un universo ptolomaico ndashcreado por Dios- con la

Tierra situada en su centro425

Como hemos visto para los filoacutesofos jonios lo que contiene la natu-

raleza estaacute sujeto al cambio y a la disolucioacuten al estar compuesta por ele-

mentos contrarios que chocan entre siacute y se sustituyen mutuamente en una

alternancia sin fin Existe tambieacuten lo que rodea este inmenso escenario (τὸ

περιέχον) sea de naturaleza indeterminada o no que de alguacuten modo da

lugar a la aparicioacuten y acoge la desaparicioacuten de los contrarios mismos Este

elemento eterno vivo y activo no soacutelo iniciaba todo movimiento en el cos-

mos sino que ademaacutes lo gobernaba bien imponiendo medidas o bien retri-

buyendo la injusticia que comporta toda separacioacuten o individuacioacuten426 Esta

mezcla del primer principio con los entes principiados estaba tambieacuten en la

base de la concepcioacuten pitagoacuterica del parentesco de toda la naturaleza En

este sentido podemos decir que sea lo que sea este principio coincide en

un sentido esencial con laquolo divinoraquo

Asiacute lo entiende tambieacuten Aristoacuteteles

425 Cfr Guthrie W K C ldquoThe Presocratic World-picturerdquo en Harvard Theological

Review (1952) pp 87-104 426 Cfr Gueacuterin Pierre Lrsquoideacutee de justice dans la conception de lrsquounivers chez les

premiers philosophes grecs Paris Alcan 1934 pp 88-89

292

laquoPor eso como decimos parece que no tiene principio (οὐ ταύτης ἀρ-

χή) sino que es el principio de las otras cosas y a todas las abarca y las

gobierna (περιέχειν ἅπαντα καὶ πάντα κυβερνᾶν) [hellip] y es lo divi-

no pues es inmortal e imperecedero (καὶ τοῦτrsquo εἶναι τὸ θεῖονmiddot ἀθάνα-

τον γὰρ καὶ ἀνώλεθρον) como afirma Anaximandro y la mayor parte

de los fisioacutelogos (τῶν φυσιολόγων)raquo427

Por tanto si suponemos que Heraacuteclito no se habiacutea alejado demasiado

de esta concepcioacuten comuacuten del mundo y de lo divino resultaraacute maacutes sencillo

comprender su cosmologiacutea y el papel que en ella juega el λόγος-divino428

Por otro lado no parece extrantildeo que ndashen este contexto- el primer principio

pueda ser al mismo tiempo inmanente y trascendente inmanente en cuanto

no es una instancia extranatural y trascendente en cuanto estaacute separado de

todo al tiempo que estaacute presente en todo (cfr 22 B 108 DK) En este mismo

sentido pudo decir Esquilo laquoZeus es el Eacuteter Zeus la Tierra Zeus el Cielo

Zeus lo es todo y lo que es maacutes alto que estoraquo (fr 105 Mette)429

Por tanto cuando Heraacuteclito habloacute de laquoDiosraquo como instancia donde

coinciden y se armonizan las oposiciones parece evidente que estaba pen-

sando en el λόγος contraponiendo este conocimiento la laquosabiduriacutearaquo con

427 Aristoacuteteles Fiacutesica ed cit III 4 203b 10-15 428 Cfr Gigon Olof Untersuchungen zu Heraklit ed cit p 147 Cfr Held Klaus He-

raklit Parmenides und der Anfang von Philosophie und Wissenschaft ed cit p 462

429 Ζεύς ἐστιν αἰθήρ Ζεὺς δὲ γῆ Ζεὺς δ᾽ οὐρανός Ζεύς τοι τὰ πάντα χὤ τι

τῶνδ᾽ ὑπέρτερον Esquilo ldquoLas Hijas del Solrdquo fr 105 en Tragedias de Esquilo vol

II Madrid Hernando 1966 (trad cast Francisco R Adrados que sigue la edicioacuten de

Mette Hans J Die Fragmente des tragoumldien des Aischylos Berlin Akademie Verlag

1959)

293

el limitado conocimiento que tienen los hombres de esta norma universal

que prescribe la unidad uacuteltima de todos los opuestos ya que la experiencia

inmediata de la naturaleza nos los presenta desligados

laquoLo que Heraacuteclito quiere decir es claramente que en contra de nuestra

propia experiencia que distingue una cosa de otra que enfrenta una cosa a

otra debemos ver que lo que pueda presentarse de modos tan diversos

oculta en siacute mismo una identidad en la oposicioacuten Heraacuteclito mira a traveacutes

de la falsa apariencia de las diferencias y las oposiciones y descubre en to-

das partes lo Unoraquo430

Esta misma idea de identidad en la oposicioacuten estaacute presente de alguacuten

modo en el panteoacuten griego compuesto por una gran variedad de dioses

con funciones propias y aacutembitos reservados pero que configuran una socie-

dad jerarquizada en torno a Zeus que impone justicia donde se limitan y

complementan unos a otros Por otro lado los dioses griegos estaacuten en el

mundo formando parte de eacutel no lo han creado en un acto que subraye su

total trascendencia sino que han nacido en y con el mundo como narra He-

siacuteodo en la Teogoniacutea y del mismo modo que los hombres se encuentran

sometidos a medidas que no pueden transgredir431 Asiacute pues debemos ad-

vertir que hay divinidad en el mundo como hay mundanidad en las divini-

dades o lo que es lo mismo la teologiacutea miacutetica griega siempre fue una teo-

430 Gadamer Hans-Georg ldquoEstudios heracliacuteteosrdquo en El inicio de la sabiduriacutea Barcelo-

na Paidoacutes 2001 pp 48-49 (trad cast Antonio Goacutemez) Cfr Drozdek Adam ldquoHeracli-

tusrsquo Theologyrdquo en Classica et Mediaevalia nordm 52 (2001) p 51 431 Esta idea estaacute presente en 22 B 94 DK ldquoEl sol no rebasaraacute sus medidas Pues si no

las Erinis defensoras de la Justicia daraacuten con eacutelrdquo (Ἥλιος γὰρ οὐχ ὑπερβήσεται μέ-

τρα εἰ δὲ μή Ἐρινύες μιν Δίκης ἐπίκουροι ἐξευρήσουσιν)

294

logiacutea natural por lo que los presocraacuteticos no tuvieron una experiencia ale-

jada o remota de lo divino432 la estirpe de los inmortales vio la luz ndashdesde

el caos originario- al mismo tiempo que el mundo y los hombres en un

proceso en el que teogoniacutea y cosmogoniacutea van parejas

laquoLa concepcioacuten heleacutenica de la naturaleza es de la mayor importancia para

la comprensioacuten de la religioacuten y del pensamiento de los griegos No hay en

sus concepciones ninguna contradiccioacuten entre la naturaleza y lo divino

contradiccioacuten que existe en el monoteiacutesmo judeo-cristiano sino que la na-

turaleza misma es divina [hellip] Tambieacuten los dioses son intramundanos [hellip]

pese a la superior sabiduriacutea y al superior poder de los dioses a su inmorta-

lidad y a su eterna juventud no existe entre ellos y los hombres ninguacuten

abismo insuperable [hellip] Lo que une a ambos y les diferencia del animal es

el espiacuteritu el pensamiento y su fuerza la chispa prometeica por la cual

participan los hombres de lo divino Por ello tampoco conoce el griego

maacutes revelacioacuten divina que la que encuentra en la naturaleza [hellip] El cono-

cimiento de la naturaleza lleva cada vez maacutes adentro en el conocimiento

de lo divinoraquo433

Dicho de otro modo el hombre griego no diferencia claramente lo

natural de lo sobrenatural en un mundo que laquoestaacute lleno de diosesraquo en pala-

bras de Tales de Mileto (cfr 11 A 22 DK) No es que se trate de una reli-

gioacuten de la naturaleza sino de una religioacuten que atisba la presencia de lo divi-

no en la propia naturaleza es decir el componente divino de la misma Co-

mo dice W Jaeger ninguno de los primeros filoacutesofos forjoacute una religioacuten en 432 Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia antigua Barcelona Ariel 2001 p

8 (trad cast Salvador Mordf del Canil) 433 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit pp 21-22 Cfr Platoacuten Protaacute-

goras (Diaacutelogos vol I) Madrid Gredos 2002 322a (trad cast Carlos Gordf Gual)

295

sentido estricto sino que se encontraron con laquolo divinoraquo investigando la

naturaleza (en el proceso natural) por eso usaron ndashde un modo novedoso-

el teacutermino neutro τὸ θεῖον referido al primer principio por ser maacutes am-

plio y abstracto que laquoDiosraquo (ὁ θεός) que tambieacuten usaron aunque en un

sentido distinto del que lo hace la religioacuten popular434 Asiacute lo entiende tam-

bieacuten Loacutepez Eire

laquoLos griegos comenzaron a filosofar no por el mero asombro ante la na-

turaleza como suele decirse sino por la admiracioacuten ante lo divino de la

naturalezaraquo435

La naturaleza que vislumbraron los presocraacuteticos no es la naturaleza

profana o desencantada de la ciencia moderna pero cuando Anaximandro

dijo que lo ilimitado era lo divino dejoacute claro que acuntildeaba un teacutermino igual-

mente alejado de la mitologiacutea tradicional El filoacutesofo ndashfrente al poeta- en-

saya una mirada ineacutedita sobre las fuerzas divinas que gobiernan el cosmos

hacieacutendolas asequibles a la razoacuten humana y ndashen cierto modo- humanizaacuten-

dolas por eso dice Heraacuteclito como veremos que aquello que da unidad a

la naturaleza quiere y no quiere verse llamado con el nombre de Zeus (cfr

22 B 32 DK) ya que aunque tenga los atributos del dios oliacutempico es me-

nester no dar lugar a equiacutevocos a este respecto

Para los presocraacuteticos por tanto lo divino no estaacute separado de lo hu-

mano sino que ambos confluyen en lo natural el teacutermino que mejor defi-

ne esta relacioacuten fundamental es religacioacuten En efecto estamos impelidos a

434 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 112 435 Loacutepez Eire Antonio ldquoEl lenguaje sobre Dios en la Grecia antiguardquo en VV AA

Lenguajes sobre Dios Salamanca SCLF 1998 p 147

296

existir porque previamente estamos religados a lo que nos hace existir la

naturaleza Se trata de aquello que es raiacutez y apertura a un tiempo de aque-

llo hacia lo que vamos justamente porque venimos de ello Esto es la exis-

tencia humana no soacutelo estaacute arrojada a la naturaleza sino emparentada radi-

calmente con ella Ese viacutenculo ontoloacutegico del ser humano es la religacioacuten

(coacutesmica y religiosa) utilizando un teacutermino claacutesico bien estudiado por Zu-

biri aunque en un contexto muy distinto Por tanto la religacioacuten no es algo

que se tiene sino algo que se es una dimensioacuten formalmente constitutiva de

la existencia humana436

Eacuteste parece ser tambieacuten el caso de Heraacuteclito quien encontroacute impreso

el sello de lo divino en la unidad-multiplicidad de la naturaleza inter-rela-

cionada en la unidad de todos los opuestos

laquoDios diacutea-noche invierno-verano guerra-paz hartura-hambre Pero se

torna otro cada vez igual que el fuego cuando se mezcla con los inciensos

se llama seguacuten el gusto de cada unoraquo437

436 Cfr Zubri Xavier ldquoEn torno al problema de Diosrdquo en Naturaleza Historia Dios

ed cit pp 372-374

437 ὁ θεὸς ἡμέρη εὐφρόνη χειμὼν θέρος πόλεμος εἰρήνη κόρος λιμός (τἀ-

ναντία ἅπαντα οὗτος ὁ νοῦς) ἀλλοιοῦται δὲ ὅκωσπερ ltπῦρgt ὁπόταν συμ-

μιγῆι θυώμασιν ὀνομάζεται καθrsquo ἡδονὴν ἑκάστου (22 B 67 DK) Ante esta sen-

tencia surge una duda de inmediato si ὁ θεός es sujeto o predicado de lo que sigue a

continuacioacuten Entendemos que no se trata tanto de que ldquoDiosrdquo sea diacutea y noche verano e

invierno sino de que Dios ndashen cierto modo la cara invisible y uacutenica del mundo contra-

puesta a la visible y muacuteltiple- abarca o armoniza los contrarios Por otro lado las pare-

jas de contrarios no son sujetos ni predicados nominales se acoplan entre siacute al compren-

der la unidad dialeacutectica Cfr Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria Los filoacutesofos preso-

craacuteticos vol I ed cit p 325 La palabra πῦρ por otro lado es conjeturada por Diels

297

Hay que advertir que esta sucesioacuten que explica la presencia de la di-

vinidad en la naturaleza se extiende de la maacutes pequentildea medida temporal

del cosmos a la maacutes grande y que todas ellas tienen un caraacutecter de mutua y

ciacuteclica alternancia438 la serie de los conceptos que representa la esencia de

la naturaleza (de la propia divinidad) no es de tipo espacial sino temporal

En consecuencia el cosmos no es un estado sino un proceso y su decurso

se da en el seno mismo de la divinidad (igual que el fuego cuando se mez-

cla con los inciensos que ndashsin dejar de ser el mismo- se llama seguacuten el gus-

to de cada uno) cuyo caraacutecter nomoteacutetico presenta una medida fija que ac-

tuacutea perpetuamente sobre el fondo dinaacutemico de lo que hay Por otro lado se

integran conceptos fiacutesicos y metafiacutesicos en un mismo proceso el paso de

los diacuteas y las estaciones cuya evidencia es empiacuterica se enlaza con el paso

de la guerra a la paz y de la hartura a la saciedad que simbolizan la alter-

nancia armoacutenica de los contrarios y el principio y el fin del ciclo global

respectivamente esto es el encenderse y apagarse del fuego eterno

Dios (ὁ θεός) por tanto seriacutea aquello que expresa la unidad oculta

del cosmos la contemplacioacuten global del mismo desde el punto de vista del

λόγος y la armoniacutea que subyace a la multiplicidad fenomeacutenica de lo real

(siendo el propio λόγος el que permite tal ensambaje) desde el punto de

vista de la medida que preside y procura cada una de sus transformaciones

y el combate de los contrarios mismos En este sentido dice Kostas Axelos

el λόγος heracliacuteteo es divino y la divinidad es loacutegica de modo que ambos

puesto que en el texto de Hipoacutelito no aparece No obstante sentildeala Kirk no se trata aquiacute

del fuego coacutesmico sino del simple fuego que se utiliza para quemar mirra o incienso

produciendo diversos aromas Cfr Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed

cit pp 196-201 438 Cfr Gigon Olof Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega ed cit p 272

298

teacuterminos son homoacutelogos y respectivos pues ambos desvelan al pensamien-

to humano las relaciones que constituyen la naturaleza439 pero esto se debe

a que ambos consisten en tales relaciones las posibilitan puesto que son la

medida del cosmos y en uacuteltima instancia son lo mismo

Dios en definitiva no es nada ni nadie concreto sino que consiste en

la tensioacuten creadora y reconciliadora que en toda transformacioacuten y oposicioacuten

se manifiesta como permanencia que se identifica con la propia naturaleza

o mejor con el λόγος mismo que la preside y que se diferencia del hombre

por ser la unidad relacional frente a uno de los elementos que la compo-

nen desde el punto de vista ontoloacutegico ademaacutes de por el grado de conoci-

miento que puede alcanzar desde el punto de vista epistemoloacutegico la sabi-

duriacutea frente a la humana filosofiacutea que no es sino un perpetuo camino hacia

el saber440 Asiacute lo expresa 22 B 32 DK

laquoLo uno lo uacutenico sabio quiere y no quiere verse llamado por el nombre

de Zeusraquo441

439 Axelos Kostas Heacuteraclite et la philosophie la preacutemiere saisie de lacuteecirctre en devenir

de la totaliteacute Paris Les Eacuteditions de Minuit 1968 pp 124-125 440 Cfr Fraumlnkel Hermann op cit p 370 Se trata de ldquouna divinidad total unas veces

inmanente otras trascendente que domina dinaacutemicamente el cosmosrdquo Nestle Wilhelm

Historia del espiacuteritu griego ed cit p 24 La divinidad inluye todo al tiempo que estaacute

en todo eso es Dios la naturaleza desde un punto de vista unitario e invisible (aspecto

trascendente) pero tambieacuten cada uno de sus dinamismos y oposiciones particulares (as-

pecto inmanente) ambos medidos y mediados por el λόγος que procura de un modo

radical las regularidades que todo lo traban

441 ἓν τὸ σοφὸν μοῦνον λέγεσθαι οὐκ ἐθέλει καὶ ἐθέλει Ζηνὸς ὄνομα (22 B 32

DK)

299

Por un lado quiere porque se trata del principio vital y rector de to-

das las cosas Pero por otro no quiere porque la tradicioacuten mitoloacutegica pre-

senta una imagen de Zeus tintada con los maacutes grotescos y deleznables tra-

zos antropomoacuterficos442 La posicioacuten heracliacutetea por tanto trata de escapar

de todo antropomorfismo de todo antropocentrismo reconociendo que la

dificultad estriba en pensar la unidad-multiplicidad del cosmos sin reabsor-

442 Sobre el rechazo heracliacuteteo del antropomorfismo religioso cfr Held Klaus Hera-

klit Parmenides und der Anfang von Philosophie und Wissenschaft Berlin Walter de

Gruyter 1980 p 466 Esquilo dice algo similar en su tragedia Agamenoacuten ldquoZeus quien-

quiera que sea si asiacute le place ser llamado con este nombre yo le invocordquo (Ζεύς ὅστις

ποτrsquo ἐστίν εἰ τόδrsquo αὐτῷ φίλον κεκλημένῳ τοῦτό νιν προσεννέπω) Cfr Esqui-

lo Agamenoacuten (Tragedias) ed cit 160 Tambieacuten Lao Zi ldquoEl dao que puede expresarse

con palabras no es el dao permanente El nombre que puede ser nombrado no es el

nombre permanente Lo que no tiene nombre (wu ming) es el principio de todos los

seres Lo que tiene nombre (you ming) es la madre de todas las cosas La perma-

nente ausencia de deseos (wu wu) permite contemplar su esencia escondida la cons-

tante presencia del deseo (you wu) lleva a contemplar sus manifestaciones Ambos

(wu you) tienen el mismo origen con nombres diferentes designan una misma reali-

dad El profundo misterio es la llave de las transformaciones de los seresrdquo Lao Zi

op cit sect 1 El entendimiento humano que es limitado no llegaraacute nunca por completo

hasta los confines del λόγος por eso todos los conceptos humanos no son maacutes que me-

ras aproximaciones a lo inefable en este sentido afirma Heraacuteclito ldquoEl modo de ser hu-

mano no comporta capacidad de juicio el divino siacute la comportardquo (ἦθος γὰρ ἀνθρώ-

πειον μὲν οὐκ ἔχει γνώμας θεῖον δὲ ἔχει) (22 B 78 DK) o ldquoEl hombre se oye lla-

mar pueril ante la divinidad igual que el nintildeo ante el hombrerdquo (ἀνὴρ νήπιος ἤκουσε

πρὸς δαίμονος ὅκωσπερ παῖς πρὸς ἀνδρός) (22 B 79 DK) La interpretacioacuten de

Garciacutea Calvo resulta elocuente a este respecto pues sostiene que lo que quiere subrayar

el texto es que el lenguaje de un hombre es tan incompensible para un nintildeo como lo es

el de la divinidad para el hombre Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 335

300

ber reducir ni relegar uno de los teacuterminos contrarios en favor del otro es

decir se trata de comprender coacutemo a partir de la discordia pueden surgir re-

laciones que articulen e integren los contrarios sin eliminar su tensioacuten

laquoPara Dios hermosas todas las cosas y buenas y justas pero los hombres

tienen las unas concebidas como injustas las otras como justasraquo443

443 τῶι μὲν θεῶι καλὰ πάντα καὶ ἀγαθὰ καὶ δίκαια ἄνθρωποι δὲ ἃ μὲν ἄδικα

ὑπειλήφασιν ἃ δὲ δίκαια (22 B 102 DK trad A Garciacutea Calvo M Conche J-F

Pradeau) Como dice Heraacuteclito en B 23 DK laquoDe la justicia no sabriacutean si no existieran

estas cosas [las injusticias]raquo (Δίκης ὄνομα οὐκ ἂν ἤιδεσαν εἰ ταῦτα μὴ ἦν) En

este punto sintonizamos con Nietzsche para el que ldquoNo existen fenoacutemenos morales si-

no soacutelo una interpretacioacuten moral de los fenoacutemenosrdquo Cfr Nietzsche Friedrich Maacutes allaacute

del bien y del mal sect108 Madrid Alianza 2001 p 107 (trad cast Andreacutes Saacutenchez) el

matiz taoiacutesta de este texto tambieacuten es evidente ldquoTodo el mundo sabe considerar bello lo

que es bello y asiacute aparece lo feo Todos conocen lo que es bueno asiacute es como apa-

rece lo que no es bueno Ser (you) y no-ser (wu) se engendran mutuamente [hellip] es la

ley de la naturaleza (chang) Lao Zi op cit sect 2 Todos los contrarios sin excepcioacuten re-

ciben su ser del Tao los buenos y los malos por lo que se halla allende el bien y el mal

en eacutel tienen su apoyo y adquieren su consistencia El universo es indiferente respecto de

los individuos el cielo y la tierra no tienen afectos humanos Los signos del Tao en el

mundo son el no-ser que todo lo atraviesa el no-actuar que todo lo produce la fuerza

omnigeneradora de la unidad y la conservacioacuten omnifundante de los seres que nacen y

perecen a partir de un estado situado maacutes allaacute de toda oposicioacuten Cfr Jaspers Karl Los

grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el origen ed cit p 337 Este es

el sentido de la teoriacutea del Yin y el Yang seguacuten la cual todo tiene su opuesto aunque eacutes-

te no es absoluto sino relativo pues son interdependientes complementarios alternos

y se consumen y generan mutuamente seguacuten esto la naturaleza es una unidad dinaacutemi-

ca en perpetua transformacioacuten donde todos los contrarios se comunican Cfr Eliade

Mircea Historia de las creencias y de las ideas religiosas vol II Madrid Cristiandad

1979 pp 45-46 (trad cast Jesuacutes Valiente)

301

La realidad desde la perspectiva divina no soacutelo es bella sino ademaacutes

buena y justa Soacutelo el hombre cuya percepcioacuten es limitada introduce los

juicios de valor En este sentido podriacuteamos pensar que la oposicioacuten la al-

ternancia y la relatividad propias de la multiplicidad no son maacutes que apre-

ciaciones humanas de una realidad uacutenica y amoral Proponemos por tanto

una lectura meta-eacutetica y meta-esteacutetica de este fragmento porque entende-

mos que una cosa es conocer y otra bien distinta valorar Dicho de otro

modo se trata de no moralizar lo real (naturalizando la moral) recuperando

el caraacutecter ontoloacutegico de lo que no es maacutes que una apreciacioacuten humana ne-

cesaria y uacutetil para la convivencia ciertamente pero convencional antes que

natural para la naturaleza no hay bueno y malo en sentido excluyente sino

que todos los contrarios cooperan para la recta marcha del cosmos tampo-

co hay finalidad ni progreso hacia mejor sino que igual que se enciende es-

taacute destinado a apagarse igual que todo lo que nace estaacute destinado a morir

regenerando el ciclo natural de la vida444

Heraacuteclito en suma instaloacute con una fuerza demoledora la problemaacuteti-

ca del pensamiento en el corazoacuten mismo de las concepciones miacutetico-reli-

giosas Con eacutel se puede atisbar un verdadero paso del mito al loacutegos en sen-

tido literal (dada la importancia que el λόγος tiene en su filosofiacutea) donde

444 Cfr Cleve Felix M op cit p 101 En este punto volvemos a coincidir con Nietzs-

che pero sobre todo con los sofistas que se situacutean en la misma liacutenea que Heraacuteclito al re-

conocer que es preciso pensar el devenir y la pluralidad frente a la unidad inmutable de

lo ideacutentico y que no hay un fundamento natural para delimitar tajantemente los valores

morales tal distincioacuten se basa en las relaciones humanas y no en las de la propia natura-

leza Por otro lado la moral tampoco procede de la divinidad puesto que para Dios to-

dos los opuestos son inseparables en la inocencia del devenir que los enfrenta y acuerda

Cfr Espinosa Luciano ldquoLos sofistas y el artificio del saberrdquo en Estudios Filosoacuteficos

vol XLIV nordm 126 (1995) pp 344-349

302

el mito no es simple y directamente anulado sustituido y relegado sino re-

visado asumido transformado y traspasado a un nivel superior donde la

religioacuten se asienta y permanece dentro de la propia filosofiacutea por eso se en-

tiende su criacutetica a la religioacuten tradicional que no evidencia ndashcon sus ritos y

praacutecticas- una estricta comprensioacuten de lo divino445

2 Heraacuteclito y la religioacuten popular

De lo dicho se desprende que el ataque de Heraacuteclito a la religioacuten po-

pular no se refiere tanto a la estructura de los actos o creencias religiosas si-

no a la falta de comprensioacuten de la verdadera divinidad En este sentido va

maacutes lejos que Jenoacutefanes en cuya liacutenea se situacutea por cuanto no se limita a

denunciar el antropomorfismo sino tambieacuten algunas praacutecticas religiosas

Pero tambieacuten reconocioacute a los dioses en sentido tradicional ya que en sus

fragmentos encontramos alusiones a Zeus Apolo Dioniso o Hades Enton-

ces cabe preguntarse iquestcuaacutel es la postura que mantuvo Heraacuteclito ante los

cultos tradicionales Para Gadamer la actitud de Heraacuteclito hacia la religioacuten

griega fue claramente criacutetica especialmente con las praacutecticas y ritos dioni-

siacos446 En cualquier caso debido al caraacutecter fragmentario de los vesti-

gios de su libro conviene analizar este asunto maacutes detenidamente a fin de

comprender mejor su posicioacuten

Dioniso era un dios procedente de Tracia que representa unas aspira-

ciones religiosas diferentes se trata de la representacioacuten misma de la ambi- 445 Cfr Axelos Kostas Heacuteraclite et la philosophie ed cit p 145 446 Cfr Gadamer Hans-Georg ldquoSobre la transmisioacuten de Heraacuteclitordquo en El inicio de la

sabiduriacutea ed cit pp 26ss Sobre esta misma idea cfr Adomenas Mantas ldquoHeraclitus

on religionrdquo en Phronesis 44 (1999) p 106

303

guumledad de un dios que rompe esquemas genera contradicciones fecundas

y sacude a los dormidos su culto busca un contacto directo e iacutentimo con la

divinidad asociado a la liberacioacuten de la parte divina que permanece atrapa-

da en la vida corporal447

Como es sabido los cultos dionisiacos se celebraban en las monta-

ntildeas acompantildeados de muacutesica danzas y vino La mayor parte de los fieles

eran mujeres las bacantes iniciadas en una serie de ritos secretos que esta-

ban vetados para los profanos Se trata de un hecho a tener en cuenta dado

el exiguo papel que teniacutea la mujer en la religioacuten oficial griega Se dice que

agitaban la cabeza llevando en sus manos serpientes y tirsos en un estado

de entusiasmo o divina locura que les llevaba incluso a sacrificar animales

que posteriormente preparaban y comiacutean con sus propias manos448

Heraacuteclito se refiere expliacutecitamente a estos comportamientos en va-

rios textos

laquoEn aquello que los hombres toman por misterios sagrados se inician

impiacuteamenteraquo449

447 Parece que este culto no entroacute en Grecia hasta el s VI a C aunque Homero certifica

que se conociacutea su existencia mucho antes Cfr Homero Iliacuteada ed cit VI 130 448 Sobre la actividad de las bacantes cfr Jeanmaire Henri Dionysos Histoire du culte

de Bacchus Paris Payot 1978 pp 157ss Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en

la Grecia antigua ed cit pp 71ss Cfr Garciacutea Loacutepez Joseacute La religioacuten griega Ma-

drid Istmo 1975 pp 128ss Resulta fundamental tener presente a este respecto la obra

de Euriacutepides ldquoBacantesrdquo como es sabido Dodds especialista en los elementos irracio-

nales del pensamiento griego le dedicoacute una excelente edicioacuten comentada cfr Dodds

Eric R The Plays of Euripides Bacchae Oxford Oxford University Press 1960

449 τὰ γὰρ νομιζόμενα κατrsquo ἀνθρώπους μυστήρια ἀνιερωστὶ μυεῦνται (22 B

14b DK)

304

laquoSi no celebraran la procesioacuten en honor de Dioniso y no cantaran el

himno a las verguumlenzas hariacutean lo maacutes desvergonzado Pero Hades es

el mismo que Dioniso por el que enloquecen y hacen bacanalesraquo450

laquoTratan de purificarse con sangre de otra sangre contaminados co-

mo estaacuten como si uno que se ha metido en barro con barro se lava-

ra (Por loco se le tomariacutea si alguacuten hombre se percatara de que estaba

obrando asiacute) Ademaacutes les rezan a esas estatuas como si uno estuvie-

ra charlando con las paredes sin saber nada en absoluto de queacute son

realmente dioses y heacuteroesraquo451

Estos rituales le parecieron a Heraacuteclito un tanto descabellados aun-

que no sabemos si los censura en siacute mismos o bien censura el hecho de que

los fieles hayan olvidado el verdadero sentido del culto dionisiaco En este

caso si lo comprendieran correctamente no hariacutean dos cultos distintos para 450 εἰ μὴ γὰρ Διονύσωι πομπὴν ἐποιοῦντο καὶ ὕμνεον ἆισμα αἰδοίοισιν ἀναι-

δέστατα εἴργαστrsquo ἄν ὡυτὸς δὲ Ἀίδης καὶ Διόνυσος ὅτεωι μαίνονται καὶ λη-

ναΐζουσιν (22 B 15 DK) Seguacuten Kahn existe un claro juego de palabras entre la eti-

mologiacutea del nombre del dios Hades (Ἀ-ίδηςin-visible) por un lado y las verguumlenzas

(αἰδοίοισιν) y desvergonzado (ἀναιδέστατα) que se aplican para referirse al culto de

Dioniso lo que subraya su oculta unidad Cfr Kahn Charles The Art and Thought of

Heraclitus ed cit p 265 Garciacutea Calvo ofece un estudio etimoloacutegico del teacutermino maacutes

completo cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit pp 353-354

451 καθαίρονται δrsquo ἄλλωι αἵματι μιαινόμενοι οἷον εἴ τις εἰς πηλὸν ἐμβὰς πη-

λῶι ἀπονίζοιτο μαίνεσθαι δrsquo ἂν δοκοίη εἴ τις αὐτὸν ἀνθρώπων ἐπιφράσαι-

το οὕτω ποιέοντα καὶ τοῖς ἀγάλμασι δὲ τουτέοισιν εὔχονται ὁκοῖον εἴ τις

δόμοισι λεσχηνεύοιτο οὔ τι γινώσκων θεοὺς οὐδrsquo ἥρωας οἵτινές εἰσι (22 B 5

DK)

305

cada uno de los dioses arriba citados pues seguacuten cuenta Heraacuteclito Hades y

Dioniso el dios de la muerte y el dios de la exaltacioacuten vital son uno y el

mismo Lo que cuenta el pensador jonio se asemeja sin duda a la descrip-

cioacuten que nos ha llegado de las fiestas atenienses denominadas Leneas y An-

testerias celebradas en honor a Dioniso (y a Hades) durante los meses de

enero y febrero centradas en varias procesiones dedicadas a los dioses y en

celebraciones en torno al vino452 Hay que advertir que a pesar del caraacutecter

secreto del culto estas celebraciones no representaban como por ejemplo

en Eleusis un conjunto de actos ordenado y cerrado en siacute mismo sino una

serie discontinua (junto con las Dionisiacas rurales las Dionisiacas Urba-

nas y las Oschoforias) repartida en el calendario al lado de fiestas de otros

dioses (como Apolo Atenea o Demeacuteter) y que respeta las mismas normas

de celebracioacuten Es decir todas son ceremonias oficiales de caraacutecter ciacutevico

aunque entrantildeen algunos elementos secretos o requieran un personal reli-

gioso especializado Todo eso lo hacen laquoen nombre de la ciudad y siguien-

do las tradicionesraquo de modo que no consta que hayan existido en el siglo V

en el Aacutetica ni tampoco en el resto de Grecia asociaciones dionisiacas que

reclutaran adeptos para celebrar en la intimidad de un grupo cerrado un cul-

to bajo el patronazgo del dios453

Cabe cuestionarse entonces en queacute consiste la originalidad del culto

dionisiaco respecto a otros cultos y por queacute llamoacute tanto la atencioacuten de He-

raacuteclito De entrada podemos constatar que este culto no se situacutea junto a la

religioacuten ciacutevica para prolongarla sino que antes bien expresa una paradoja

el reconocimiento oficial por parte de la ciudad de una religioacuten que en mu-

chos aspectos escapa contradice y supera a la propia ciudad ya que instala 452 Flaceliegravere Robert La vida cotidiana en Grecia en el siglo de Pericles Madrid

Temas de Hoy 1996 pp 249-251 (trad cast Cristina Crespo) 453 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia antigua ed cit pp 68-69

306

en el nuacutecleo de la vida puacuteblica comportamientos religiosos que bajo una

forma simboacutelica o manifiesta presentan rasgos de excentricidad Y es que

hasta en el mundo de los dioses oliacutempicos del que forma parte Dioniso por

deferencia de Hestia encarna la figura del eterno extranjero de lo entera-

mente otro En definitiva pone en entredicho el propio orden social desde

dentro revelando con su presencia un aspecto insoacutelito y desconcertante de

lo sagrado y del propio ser humano Dioniso preludia una desorientacioacuten

radical libera de las servidumbres cotidianas quebranta todos los liacutemites y

categoriacuteas que organizan el mundo

laquoLas fiestas de Dioniso no soacutelo establecen un pacto entre los hom-

bres tambieacuten reconcilian al ser humano con la naturaleza Todas las

delimitaciones de casta que la necesidad y la arbitrariedad han esta-

blecido entre los seres humanos desaparecen el esclavo es hombre

libre el noble y el de humilde cuna se unen para formar los mismos

coros baacutequicos [hellip] ha desaprendido a andar y a hablar Maacutes auacuten se

siente maacutegicamente transformado y en realidad se ha convertido en

otra cosaraquo454

454 Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit pp 232-233 Esto es lo

que maacutes fascinoacute al joven Nietzsche un dios maacutes allaacute de todas las formas que escapa a

todas las definiciones que es capaz de revestir todos los aspectos ndashcomo el fuego de He-

raacuteclito- sin dejarse encerrar en ninguno Dioniso revela un aspecto desconcertante de lo

sagrado que lo hace estallar frente al ideal de laquotemplanzaraquo y la necesidad de que cada

ser del cosmos ocupe su lugar natural como ensentildea el culto ciacutevico lo dionisiaco apare-

ce como un culto del delirio y la locura divina de la exaltacioacuten de la vida de la fusioacuten

con la naturaleza y con la divinidad que no busca la perpetuacioacuten de ese orden sino la

emancipacioacuten ndashaunque momentaacutenea- del mismo por medio de la experiencia del laquoentu-

siasmoraquo (que revelan el caraacutecter ilusorio y convencional de ese orden)

307

Estamos ante un dios que escapa a todas las formas moldes y defini-

ciones tradicionales que reviste todos los aspectos sin dejar de trascender-

los Dioniso juega con las apariencias mezcla las fronteras entre lo fantaacutesti-

co y lo real tornaacutendose ubicuo por momentos a medio camino entre la pre-

sencia y la ausencia Si bien y esto es lo esencial para el tema que nos ocu-

pa en cuanto aparece

laquoLas categoriacuteas tajantes los opuestos niacutetidos que dan al mundo co-

herencia y racionalidad se difuminan se fusionan y pasan de ser

unos a ser otros en eacutel y por eacutel se reuacutenen lo masculino y lo femenino

con los que estaacute emparentado el cielo y la tierra que une cuando

surge insertando lo sobrenatural en plena naturaleza en el mismiacutesi-

mo centro de los hombres lo joven y lo viejo lo salvaje y lo civiliza-

do lo lejano y lo proacuteximo el maacutes allaacute y este mundoraquo455

Noacutetese que todas estas distinciones tienen un correlato en los frag-

mentos de Heraacuteclito al hilo de la armoniacutea de los opuestos Incluso se puede

decir que Dioniso anula la distancia misma entre los dioses y los hombres

y entre eacutestos y los animales por medio de la enajenacioacuten y el entusiasmo

que provoca en sus seguidores Cuando las bacantes entran en trance la di-

vinidad toma posesioacuten de ellas esto es se instala en ellas para someterlas a

su voluntad Las fronteras entre ambos se mezclan hasta desaparecer igual

que sucede entre el hombre y los animales por medio de los ritos que se

llevan a cabo y de los que Heraacuteclito ha dado cuenta

A tenor de lo dicho parece que la uacutenica manera de controlar este cul-

to era acogerlo dentro de las fiestas civiles de la comunidad de modo que

455 Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia Antigua ed cit p 70

308

tuviera que cumplir una serie de requisitos siguiera un calendario y permi-

tiera un extrantildeamiento mesurado sin subvertir en demasiacutea el curso general

de las cosas de la mano del teatro el vino y la alegriacutea Pero no se trata de

un dios que preconice una mejor suerte en otro mundo sino que actuacutea para

hacer surgir en este mundo las muacuteltiples figuras de lo muacuteltiple escondidas

o silenciadas bajo el predominio de la unidad asiacute como las contradicciones

que hilvanan y atraviesan el decurso mismo de la realidad y de la propia

existencia humana

Seguacuten esto se puede conjeturar que Heraacuteclito delimitaba dos tipos de

culto en el aacutembito dionisiaco uno correcto y otro incorrecto si se nos per-

mite llamarlos asiacute el que purificaba el alma en uacuteltima instancia por medio

de la comprensioacuten y recta realizacioacuten de los ritos y el que se deteniacutea en el

aspecto que atantildee uacutenicamente al deleite corporal sin reparar en el auteacutentico

significado de los mismos En este sentido dice que son laquoremediosraquo (22 B

68 DK) puesto que su funcioacuten natural es atemperar los males que acompa-

ntildean a la existencia finita En suma podemos concluir que no se trata de

una criacutetica directa a los ritos sino a la falta de comprensioacuten de los mismos

por parte de los iniciados iquestPor queacute hacer dos ritos si Hades y Dioniso son

uno y el mismo Esta identificacioacuten puede encontrarse tambieacuten en la mito-

logiacutea en el sentido de que Dioniso dios de la vida por su comportamiento

brutal es tambieacuten el dios de la muerte456 En este sentido Heraacuteclito penetra

en el corazoacuten del mito haciendo una laquocriacutetica mitoloacutegicaraquo del propio mito457

pero lo verdaderamente importante en ella deriva de su teoriacutea de la unidad

456 En efecto Dioniso se nos revela en la mitologiacutea como un dios impasible con

aquellos que ponen en duda su divinidad Seguacuten nos cuenta Homero por ejemplo

Licurgo rey de Tracia fue castigado por perseguir a las bacantes Cfr Homero Iliacuteada

ed cit VI 130 457 Cfr Jimeacutenez Barintildeaga David ldquoLa teologiacutea de Heraacuteclito de Eacutefesordquo ed cit p 94

309

de los contrarios donde vida y muerte son lo mismo pues una se cambia

en la otra y viceversa en un ciclo sin fin

laquoComo una misma cosa se dan en nosotros vivo y muerto despierto

y dormido joven y viejo Pues lo uno convertido es lo otro y lo

otro convertido es lo uno a su vezraquo458

Para Heraacuteclito los opuestos son inseparables pues configuran diver-

sos aspectos o manifestaciones de un continuo en el que se armonizan noacute-

tese ademaacutes que vieja o joven despierta o dormida viva o muerta la perso-

na es la misma Algo similar sucede con el dios Dioniso en cuanto aparece

el mundo de las dualidades niacutetidas se difumina y las parejas de opuestos se

458 ταὐτό τrsquo ἔνι ζῶν καὶ τεθνηκὸς καὶ [τὸ] ἐγρηγορὸς καὶ καθεῦδον καὶ νέον

καὶ γηραιόν τάδε γὰρ μεταπεσόντα ἐκεῖνά ἐστι κἀκεῖνα πάλιν μεταπεσόν-

τα ταῦτα (22 B 88 DK) No parece que se defienda aquiacute la inmortalidad del alma en

sentido oacuterfico-pitagoacuterico reconociendo que la vida corpoacuterea es muerte o prisioacuten para el

alma esta unidad fundamental se da en este mundo y en esta vida igual que el fuego se

cambia eternamente por cada cosa (y cada cosa retorna al fuego) sin dejar de ser el mis-

mo Esto invita a situar la propia vida dentro del entramado global que la incluye y po-

sibilita en el ciclo natural en perpetua generacioacuten y regeneracioacuten igual que Dioniso

que muere todos los inviernos para renacer en primavera como simboliza su culto Por

otro lado si fuera asiacute Platoacuten habriacutea dado buena cuenta de ello cuyo influjo oacuterfico es

evidente y no hubiera dotado al mundo sensible con los rasgos fluyentes de la filosofiacutea

heracliacutetea Como sentildeala Garciacutea Calvo resulta evidente la semejanza de esta sentencia

con los versos de Euriacutepides que cita Platoacuten en Gorgias (492e) ldquoPero iquestquieacuten sabe si el

vivir no es morir y es el morir vivirrdquo pertenecientes a su tragedia perdida Poliido o

Frixo seguacuten Estobeo y que parodia Aristoacutefanes en Las Ranas (1082 y 1477) curiosa-

mente ponieacutendolos en boca de Baco ldquoQuieacuten sabe si vivir es morir y morir es vivir y el

respirar cenar y el dormir lana en velloacutenrdquo Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 194

310

fusionan y entrelazan lo masculino y lo femenino con los que estaacute empa-

rentado el cielo y la tierra que une cuando surge insertando lo sobrenatu-

ral en plena naturaleza lo joven y lo viejo lo salvaje y lo civilizado lo le-

jano y lo proacuteximo el mundo de los muertos y este mundo

21 Heraacuteclito y el orfismo

I

Los estudios heracliacuteteos contemporaacuteneos tienen una poleacutemica liacutenea

de investigacioacuten abierta en lo que respecta a la relacioacuten del filoacutesofo jonio

con el orfismo459 Se suele aceptar que esta corriente religiosa en todas sus

formas pertenece baacutesicamente al helenismo donde alcanzoacute su mayor am-

plitud Pero algunos descubrimientos del pasado siglo como el Papiro de

Derveni o las Laacuteminas de Olbia han confirmado la opinioacuten de los estudio-

sos que estaban convencidos de la necesidad de conceder al orfismo un lu-

gar importante para comprender la religioacuten griega claacutesica

459 Cfr Bernabeacute Alberto ldquoTendencias recientes en el estudio del Orfismordquo en rsquoIlū Re-

vista de ciencias de las religiones nordm 0 (1995) pp 23-32 No podemos ocuparnos a fon-

do del tema para no perder el hilo conductor de nuestro trabajo dada la complejidad del

mismo exigiriacutea emprender una nueva investigacioacuten Los materiales necesarios para su

estudio estaacuten recogidos traducidos y comentados en Bernabeacute Alberto Textos oacuterficos y

filosofiacutea presocraacutetica Materiales para una comparacioacuten Madrid Trotta 2004 A estu-

diar estos paralelismos se ha dedicado el segundo tomo de una reciente y extensa obra

sobre el orfismo cfr Bernabeacute Alberto Casadesuacutes Francesc (Eds) Orfeo y la tradicioacuten

oacuterfica Un reencuentro Madrid Akal 2009 2 vols de Heraacuteclito se ocupa F Casadesuacutes

con un capiacutetulo titulado ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en ibid vol 2 pp 1079-1103 que

es una revisioacuten de un artiacuteculo ya publicado en 1995 con ese mismo tiacutetulo cfr Casade-

suacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Enrahonar nordm 23 (1995) pp 103-116

311

Por lo pronto hay que destacar que el estudio del orfismo se articula

en torno a una tradicioacuten de textos sagrados por lo que su caraacutecter doctrinal

resulta evidente El Papiro de Derveni hallado cerca de Saloacutenica prueba

que circulaban en el siglo V y sin duda a partir del siglo VI teogoniacuteas que

pudieron conocer los filoacutesofos presocraacuteticos460 Estas teogoniacuteas nos han lle-

gado bajo muacuteltiples versiones pero todas tienen en comuacuten que toman la tra-

dicioacuten hesioacutedica laquoa contrapeloraquo En Hesiacuteodo el universo divino se organiza

seguacuten un proceso lineal que conduce del desorden al orden desde un estado

original de confusioacuten indiferenciada hasta un mundo diferenciado y jerar-

quizado bajo la autoridad inmutable de Zeus461 En los oacuterficos sucede a la

inversa El origen (ldquoPrincipiordquo ldquoHuevo Primordialrdquo o ldquoNocherdquo) simboliza

la unidad perfecta la plenitud de una totalidad cerrada Pero el Ser se de-

grada a medida que la unidad se escinde para dar lugar a los individuos

concretos A este ciclo de divisioacuten debe suceder otro de reunioacuten de las par-

tes en la unidad del Todo La llegada de Dioniso cuyo reino representa el

retorno al Uno la reconquista de la plenitud perdida ocurriraacute en la sexta

generacioacuten De este modo Dioniso reuacutene en siacute mismo el doble ciclo de dis-

persioacuten y reunificacioacuten tambieacuten la inmortalidad y la regeneracioacuten (desde

su desmembramiento por los Titanes o su reconstruccioacuten a partir del cora-

zoacuten preservado intacto hasta la fulminacioacuten de los Titanes por Zeus y el

nacimiento de la raza humana de sus cenizas) que atantildee directamente a la

condicioacuten humana e indica las claves para su salvacioacuten Surgida pues de

las cenizas de los Titanes la estirpe de los mortales arrastra una culpa des-

460 Sobre la controversia entre los partidarios de esta posible influencia sobre los preso-

craacuteticos y los defensores de la opcioacuten contraria cfr Guthrie W K C Orpheus and

Greek Religion Study of the Orphic Movement Princeton Princeton University Press

1993 cap IV (trad cast Juan Valmard Madrid Siruela 2003) 461 Cfr Vernant Jean-Pierre Mito y religioacuten en la Grecia antigua ed cit p 74

312

de su nacimiento de modo que los ritos y el modo de vida oacuterfico que entre

otras cosas exige no comer carne para no recrear el sangriento festiacuten de los

Titanes tratan de preparar al hombre para lograr el retorno a la unidad per-

dida en el seno de la divinidad encontrando en el maacutes allaacute una vida propia

de la edad de oro462

II

En el caso de Heraacuteclito cobra especial relevancia el Papiro de Derve-

ni descubierto en enero de 1962 en una excavacioacuten arqueoloacutegica en el lu-

gar del que toma su nombre Aparecioacute cerca de una de las seis tumbas del

grupo estudiado junto con numerosas armas por lo que se piensa que pudo

pertenecer a un soldado Otra tumba cercana albergaba una moneda de oro

acuntildeada por Filipo II de Macedonia (cuyo reinado fue de 359 a 336 a C) y

una craacutetera de bronce sobre la que estaba inscrito en dialecto tesalio laquo[ob-

jeto perteneciente] a Astion hijo de Anaxaacutegoras de Larisaraquo En cuanto al

rollo se encontraba en el exterior de la tumba entre los restos de una ho-

guera funeraria para cuyo encendido debioacute servir Una parte del mismo es-

capoacute de las llamas y justamente el hecho de que se carbonizara evitoacute su po-

dredumbre y posterior descomposicioacuten463 Ha sido datado entre mediados y

462 Cfr Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit pp 68-70 463 Sin duda su estado haciacutea muy difiacutecil la tarea de desenrollarlo A Fackelmann con-

servador de la Biblioteca Nacional de Viena aplicoacute toda su habilidad para entresacar

ciento cincuenta pedazos por medio de electricidad estaacutetica Gracias a ello veintitreacutes co-

lumnas de texto pudieron ser reconstituidas acompantildeadas de algunos fragmentos de las

cuatro columnas precedentes En 1982 la Zeitschrift fuumlr Papyrologie und Epigraphik

propuso una primera edicioacuten El profesor K Tsantsanoglou emprendioacute entonces la re-

construccioacuten de las siete primeras columnas y hoy disponemos de un texto de veintiseacuteis

columnas En 2002 se publicoacute una edicioacuten mejorada con aparato criacutetico y traduccioacuten in-

313

finales del siglo IV a C y en consecuencia se trata del manuscrito griego

maacutes antiguo que conservamos Estaacute compuesto de 26 columnas las siete

primeras aluden a aspectos iniciaacuteticos y rituales y las restantes salvo la co-

lumna XX contienen un extenso comentario de un poema teogoacutenico oacuterfico

El autor presupone que soacutelo un inteacuterprete especializado puede arrojar algo

de luz sobre las enigmaacuteticas palabras de Orfeo ajenas a la mayoriacutea de los

hombres por eso se dedica a analizar pormenorizadamente cada verso

Ciertamente nos encontramos ante una obra atiacutepica el autor cita en

ella un pasaje de Heraacuteclito (uacutenico personaje junto con Orfeo al que cita

por su nombre) en la columna IV no sabemos bien por queacute se refiere tam-

bieacuten a ciertas cuestiones religiosas y desde el final de la columna VII se

centra en la interpretacioacuten de los versos atribuidos a Orfeo Hay que notar

que se trata de un comentario filosoacutefico donde el autor pretende explicar el

laquoverdaderoraquo sentido que tienen las palabras oculto para los no iniciados

De hecho el verso inicial que hace las veces de proemio de la obra consis-

te en la ceacutelebre foacutermula laquoHablareacute a quienes es liacutecito cerrad las puertas

profanosraquo (fr 3 B) En principio esta sentencia se utilizaba en los textos oacuter-

fico-pitagoacutericos para disuadir de su lectura a los no iniciados pero tambieacuten

para sentildealar la necesidad de poseer ciertos conocimientos previos para po-

der comprenderlos sirviendo como laquoselloraquo de los laquohieroi loacutegoiraquo464 La in-

terpretacioacuten parece fiacutesica en su conjunto muy cercana a algunos filoacutesofos

presocraacuteticos como Anaxaacutegoras Heraacuteclito Leucipo o Dioacutegenes de Apolo-

nia A pesar de no haber alusiones al pensamiento platoacutenico no se debe es-

glesa cfr Janko R ldquoThe Derveni Papyrus an Interim Textrdquo en Zeitschrift fuumlr Papyro-

logie und Epigraphik nordm 141 pp 1-62 464 Cfr Bernabeacute Alberto ldquoLa foacutermula oacuterfica ldquoCerrad las puertas profanosrdquo Del profa-

no religioso al profano en la materiardquo en rsquoIlū Revista de ciencias de las religiones nordm

1 (1996) p 18

314

tablecer sin maacutes que se trate de un escrito anterior pues esto puede deberse

a varias razones desde el desconocimiento de la obra platoacutenica por parte

del anoacutenimo comentarista hasta una oposicioacuten doctrinal a la misma465

El relato comienza en el momento en que Zeus va a apoderarse del

poder real y solicita la opinioacuten de la Noche para que le aconseje sobre lo

que debe hacer (fr 4-5 B) Ella le vaticinoacute que ocupariacutea la laquohermosa sede

del nevado Olimporaquo (fr 6 B) Tambieacuten es aconsejado por Crono El con-

sejo maacutes importante que recibe es sin duda el que le insta a devorar laquoel falo

del Cieloraquo (fr 7-8 DK) lo que provoca que Zeus quede laquoembarazadoraquo de

todo el universo A continuacioacuten se evoca de un modo retrospectivo el lina-

je divino del que procede Zeus (fr 10-11 B) quien toma el poder y asume

la sabiduriacutea de sus antepasados Zeus vuelve asiacute atraacutes en el tiempo y reini-

cia la historia del universo pues pese a haber sido el uacuteltimo en nacer se

convierte por su accioacuten en un dios de una generacioacuten anterior a la primera

comienzo medio y fin de todo (fr 13-14 B)

laquoAhora es rey de todo y en adelante lo seraacute

Zeus nacioacute el primero Zeus el uacuteltimo el de rayo refulgente

465 Nos encontramos ante el papiro griego maacutes antiguo y ante el primero que fue encon-

trado en la propia Grecia Seguacuten los arqueoacutelogos la combustioacuten del rollo no pudo ser

posterior a 300 a C La fecha de la copia establecida a partir de los tipos de escritura

es maacutes difiacutecil de determinar Se duda entre mediados y finales del s IV a C Pero el

contenido el estilo y el vocabulario sugieren que no es anterior a 400 a C El texto estaacute

escrito en dialecto jonio con numerosos aticismos antildeadidos en su transmisioacuten Cfr

Brisson Luc ldquoLectura profana y lectura iniciaacutetica del mito El Papiro de Derveni como

ejemplordquo en Sileno nordm 17 (2004) p 45 (trad cast Fernando Guerrero) Sobre la rela-

cioacuten con Platoacuten cfr Casadesuacutes Francesc ldquoOrfeo y orfismo en Platoacutenrdquo en Taula nordm

27-28 (1997) pp 61-73

315

Zeus cabeza Zeus centro por Zeus todo estaacute perfectamente dispues-

[to

Zeus haacutelito de todo Zeus de todo es destino

Zeus soberano Zeus sentildeor de todo el de rayo refulgenteraquo466

Luego procede a una nueva composicioacuten del mundo (Tierra Cielo

Oceacuteano etc) imponiendo orden en el desorden originario (fr 16 B) En es-

te momento se menciona el deseo de Zeus hacia su propia madre y el rela-

to se detiene por lo que desconocemos el final de la historia (fr 18 B)467

Una vez presentado el poema el comentario expone un modelo cos-

moloacutegico alegoacuterico que consta de dos estadios sucesivos dividieacutendose a su

vez el segundo en otros dos

a) Primero los entes originarios se pusieron en movimiento por efec-

to del fuego que los sometiacutea a una divisioacuten incesante ya que no de-

jaban de chocar entre siacute sin poder reunirse jamaacutes Esta etapa se rela-

ciona con Crono (Κρόνον) el laquointelectoraquo quien seguacuten el juego eti-

moloacutegico del exeacutegeta laquohace chocar unas cosas con otrasraquo (κρούον-

τα τὸν Νοΰν) (T 120 P Derveni col IX)

b) Para facilitar que estas partiacuteculas separadas que chocaban sin ce-

sar pudieran conectarse era menester un descenso de la temperatura

Dos elementos lo hicieron posible la colocacioacuten del sol en el centro

del cielo y la accioacuten del aire-Zeus cuyo ascenso al poder estaacute repre-

sentado en este relato cosmoloacutegico (T 126 P Derveni col XV)

466 Cfr Bernabeacute Alberto Textos oacuterficos y filosofiacutea presocraacutetica ed cit p 154 467 Cfr Ibid pp 151-156

316

Entre los propoacutesitos baacutesicos del autor por tanto parece que estaba el

de establecer el predominio absoluto de Zeus sobre todos los demaacutes dioses

o dicho en teacuterminos presocraacuteticos de la unidad sobre la multiplicidad Por

otro lado al asociar a Zeus con el intelecto y con el aire utiliza como es

sabido ideas de Anaxaacutegoras y Dioacutegenes de Apolonia Tambieacuten recrea una

escena en la que los elementos que componen los seres chocan entre siacute co-

mo sostienen Leucipo y Demoacutecrito Aunque el modo como estos elementos

se atraen mutuamente por la accioacuten de Afrodita recuerda sin duda a Empeacute-

docles La propia afirmacioacuten de que las cosas existentes proceden de otras

anteriores contradice uno de los postulados baacutesicos de Parmeacutenides Y por

uacuteltimo volviendo al tema que nos ocupa cita literalmente a Heraacuteclito (en

un texto donde aparecen unidos dos fragmentos relativos al sol que hasta

ese momento se habiacutean tomado por separado 22 B 3 DK y 22 B 94 DK468)

con el que comparte algunos rasgos esenciales como la contraposicioacuten en-

tre el sabio que conoce la verdadera naturaleza de las cosas y el comuacuten de

la gente para quienes pasa desapercibida a pesar de toparse con ella coti-

dianamente sin olvidar las semejanzas estiliacutesticas que se acentuacutean si cabe

en lo que respecta al caraacutecter enigmaacutetico y lapidario de algunas sentencias

Otro punto de coincidencia que se puede poner de relieve es la tendencia a

presentar un principio divino uacutenico y garante de la justicia en el cosmos En

el caso del orfismo Zeus omnipotente como se ha visto En el caso de He-

raacuteclito un principio divino que comparte los atributos de Zeus aunque

quiera y no quiera verse llamado por ese nombre (22 B 32 DK)

III

468 Cfr Lebedev Andrei V ldquoHeraclitus in P Dervenirdquo en Zeitschrift fuumlr Papyrologie

und Epigraphik nordm 79 (1989) pp 40-41

317

La posible influencia oacuterfica en la filosofiacutea de Heraacuteclito ha sido obje-

to de un antildeejo debate entre los especialistas Se pueden delimitar en este li-

tigio dos grandes posturas contrapuestas la que niega todo influjo oacuterfico y

la que hace de este influjo el uacutenico modo de arrojar luz sobre las oscuras

palabras del filoacutesofo jonio Usualmente ha prevalecido la primera acaso si-

guiendo los pasos de Wilamowitz En este sentido aceptar la presencia del

orfismo en la filosofiacutea griega supondriacutea ensuciar los luminosos contornos

de la racionalidad claacutesica por medio de una manifestacioacuten religiosa oscura

delirante y vulgar Nietzsche y su maestro Burckhardt pudieron dar buena

cuenta de esta tendencia a tenor de la poleacutemica que suscitoacute la aparicioacuten de

El nacimiento de la tragedia (1872)469

En 1905 Nestle publicoacute un artiacuteculo donde se destapaban las posibles

relaciones entre Heraacuteclito y el Orfismo470 Pero no fue hasta 1922 con la

publicacioacuten de la ceacutelebre obra de Macchioro sobre Heraacuteclito cuando se pu-

so sobre la mesa el verdadero alcance de la poleacutemica puesto que incluso

sentildealoacute que no era posible comprenderlo plenamente sin estudiar este influjo

oacuterfico que anegaba su filosofiacutea471 Autores importantes como Diels Jaeger

Kirk o Dodds rechazaron estas interpretaciones aduciendo una falta de sen-

tido histoacuterico ameacuten de una sobrevaloracioacuten del papel del orfismo en la for-

macioacuten de la filosofiacutea griega que resulta evidente en algunos filoacutesofos co-

469 Cfr Guervoacutes Luis S de Nietzsche y la poleacutemica sobre ldquoEl nacimiento de la

tragediardquo Maacutelaga Aacutegora 1994 p 81 470 Cfr Nestle Wilhelm ldquoHeraklit und die Orphikerrdquo en Philologus 64 (1905) pp

367-384 Existen antecedentes a esta interpretacioacuten como Pfleiderer Edmund Die

Philosophie des Heraklit von Ephesos in Lichte der Mysterienidee Berlin Reimer

1886 471 Cfr Macchioro Vittorio Heraacuteclito Nuovi Studi sullrsquo Orfismo Bari Laterza 1922

p 41

318

mo Pitaacutegoras o Platoacuten pero que no lo es tanto en otros como Anaximandro

o Heraacuteclito472

Parece en suma que la aparicioacuten del Papiro de Derveni vino a poner

un poco de laquoarmoniacutearaquo entre los opuestos sin olvidar las Laminillas de Ol-

bia (s V a C) en las que se cotejan conceptos como laquovida-muerte-vidaraquo o

laquopaz-guerraraquo evocando claramente el oscuro estilo heracliacuteteo Todo ello

hace precisa una revisioacuten de las relaciones de Heraacuteclito con el orfismo in-

tentando no ceder ante ninguno de los polos de esta controversia puesto

que si desatinado resulta negar tajantemente la presencia oacuterfica en los escri-

tos del jonio a la luz de los descubrimientos resentildeados tanto maacutes yerra sos-

tener sin maacutes que Heraacuteclito (que se jactaba justamente de no ser disciacutepulo

de nadie asiacute como de haber descubierto una sabiduriacutea propia e ineacutedita que

escapaba a los maacutes de los hombres) pudiera comulgar con una religioacuten con

normas tan estrictas unos textos sagrados y una serie de creencias baacutesicas

como la transmigracioacuten de las almas (de la que no tenemos constancia en

ninguno de sus fragmentos) Sabemos por tanto que se cita a Heraacuteclito en

un ceacutelebre documento oacuterfico pero no sabemos auacuten por queacute motivo se hizo

ni con queacute intencioacuten por eso es preciso obrar con suma cautela

Como se ha dicho un primer punto de coincidencia entre ambas doc-

trinas es el aspecto enigmaacutetico de las sentencias que las transmiten473 Aun-

472 Cfr Diels Hermann Herakleitos von Ephesos Berlin Weidmann 1909 p 13 cfr

Kirk G S Heraclitus The Cosmic Fragments ed cit p 335 cfr Jaeger Werner La

teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 63 cfr Dodds Eric R Los grie-

gos y lo irracional Madrid Alianza 1980 p 145 (trad cast Mariacutea Araujo) 473 Platoacuten alude a los textos de Heraacuteclito en numerosas ocasiones adjetivaacutendolos como

laquoenigmaacuteticosraquo y laquode difiacutecil comprensioacutenraquo Cfr Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) ed

cit 180a cfr Platoacuten Craacutetilo (Diaacutelogos vol II) ed cit 413c cfr Platoacuten Fedoacuten (Diaacute-

logos vol III) ed cit 62b

319

que lo verdaderamente interesante seriacutea encontrar alguna coincidencia de

contenido Seguacuten Francesc Casadesuacutes la maacutes plausible puede ser la esta-

blecida a partir de la conocida metaacutefora oacuterfica que describe el cuerpo como

una prisioacuten para el alma (καὶ γὰρ σῆμα τινές φασιν αὐτὸ εἶναι τῆς

ψυχῆς)474 En este sentido dice Platoacuten

laquoExiste un antiguo relato (παλαιὸς λόγος) [hellip] que dice que llegan [sc

las almas] alliacute [sc al Hades] desde aquiacute y que regresan de nuevo aquiacute y

nacen de los muertos y que [hellip] los vivos nacen de nuevo de los muer-

tosraquo475

Algunos fragmentos de Heraacuteclito en efecto parecen ir en esta liacutenea

reconociendo un sucesivo traacutensito entre la vida y la muerte pero no hay

que olvidar que lo que late en el fondo es la doctrina de la laquoarmoniacutea de los

contrariosraquo y no la doctrina oacuterfica de la trasmigracioacuten de las almas para

Heraacuteclito la oposicioacuten vidamuerte se integra en un contexto mucho maacutes

amplio donde las oposiciones aparentes se diluyen en la invisible unidad de

los contrarios

laquoComo una misma cosa se dan en nosotros vivo y muerto despierto y dor-

mido joven y viejo Pues lo uno convertido es lo otro y lo otro converti-

do es lo uno a su vezraquo476 474 Cfr Platoacuten Craacutetilo (Diaacutelogos vol II) ed cit 400c cfr Casadesuacutes Francesc ldquoHe-

raacuteclito y el orfismordquo ed cit p 107 475 Platoacuten Fedoacuten (Diaacutelogos vol III) ed cit 70c

476 ταὐτό τrsquo ἔνι ζῶν καὶ τεθνηκὸς καὶ [τὸ] ἐγρηγορὸς καὶ καθεῦδον καὶ νέον

καὶ γηραιόν τάδε γὰρ μεταπεσόντα ἐκεῖνά ἐστι κἀκεῖνα πάλιν μεταπεσόν-

τα ταῦτα (22 B 88 DK)

320

laquoInmortales los mortales mortales los inmortales viviendo unos la

muerte de aqueacutellos muriendo los otros la vida de aqueacutellosraquo477

Se trata del ciclo palingeneacutesico de la naturaleza donde la pareja vi-

damuerte queda integrada como un elemento maacutes del proceso coacutesmico ge-

nerativo y regenerativo de todo cuanto hay Por eso dice Heraacuteclito

laquoLas estaciones que traen consigo todas las cosasraquo478

En un contexto oacuterfico estas oposiciones (almacuerpo vidamuerte)

deben entenderse desde los paraacutemetros de su doctrina religiosa pues estaacuten

relacionadas con la creencia en la inmortalidad y la transmigracioacuten de las

almas y en consecuencia con los premios o castigos que se obtendraacuten en el

maacutes allaacute El paralelismo entre ambos en suma revela intereses y objetivos

distintos479 No se olvide que Heraacuteclito fue un gran criacutetico de Pitaacutegoras cu-

ya filosofiacutea comparte con el orfismo numerosos puntos baacutesicos por tanto

no parece posible una concordancia de fondo tampoco menciona en sus

sentencias ninguna de las praacutecticas iniciaacuteticas propias del orfismo sino que

maacutes bien ndashcomo se ha visto- le parecen enojosas (cfr 22 B 14 DK 15 DK)

Al tratarse de un filoacutesofo de la eacutepoca arcaica no presenta auacuten una estricta

477 ἀθάνατοι θνητοί θνητοὶ ἀθάνατοι ζῶντες τὸν ἐκείνων θάνατον τὸν δὲ

ἐκείνων βίον τεθνεῶτες (22 B 62 DK) 478 ὥρας αἳ πάντα φέρουσι (22 B 100 DK) La vida es el inicio de un proceso del

que la muerte es su fin pero no se olvide como hemos visto que en el contorno del ciacuter-

culo coinciden principio y fin (cfr 22 B DK) por lo que hay que relativizar todos los

opuestos en la unidad dinaacutemica a la que pertenecen 479 Cfr Casadesuacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Bernabeacute Alberto Casadesuacutes

Francesc (Eds) op cit vol 2 p 1103

321

determinacioacuten loacutegica de los conceptos que utiliza quizaacute por eso al referir-

se al alma pueda entreverar sus ideas filosoacutefica con vestigios de su educa-

cioacuten o de las tradiciones y creencias imperantes en su tiempo Por ejemplo

cuando dice

laquoLas almas van husmeando tras el Hadesraquo480

laquoA los hombres tras la muerte les esperan cosas que ni esperan ni imagi-

nanraquo481

laquoY ante eacutel que estaacute alliacute se alzan de nuevo y se tornan guardianes en vela

de vivos y muertosraquo482

Puede que aludan sin maacutes a la creencia tradicional griega de que las

sombras de los muertos van al Hades razoacuten por la que se soliacutea colocar al

difunto un oacutebolo para pagar a Caronte aunque no es probable483 Por otro

lado puede ser un juego de palabras para el lector perspicaz puesto que el

alma es invisible respecto al cuerpo como el Hades (Ἅι-δην) respecto al

mundo fiacutesico y la tarea de la razoacuten humana es justamente perseguir lo in-

visible que armoniza lo visible Es cierto que se suelen utilizar estos textos

para sentildealar una suerte de iniciacioacuten misteacuterica pero tambieacuten pueden utili- 480 αἱ ψυχαὶ ὀσμῶνται καθrsquo Ἅιδην (22 B 98 DK)

481 ἀνθρώπους μένει ἀποθανόντας ἅσσα οὐκ ἔλπον-ται οὐδὲ δοκέουσιν (22 B

27 DK)

482 ἔνθα δrsquo ἐόντι ἐπανίστασθαι καὶ φύλακας γίνεσθαι ἐγερτὶ ζώντων καὶ νε-

κρῶν (22 B 63 DK)

483 Cfr Aguirre Castro Mercedes ldquoLa muerte en la Grecia antigua mito culto e icono-

grafiacuteardquo en Revista de Arqueologiacutea XXV nordm 275 (2004) pp 26-35

322

zarse en sentido contrario decir que tras la muerte laquoesperan cosas que los

hombres no conocenraquo puede ser una criacutetica a los que dicen conocerlas En

este sentido dice Platoacuten

laquoTemer la muerte no es otra cosa que creerse sabio sin serlo pues equiva-

le a creer que se sabe lo que no se sabe Nadie conoce la muerte ni si

constituye precisamente el mayor de todos los bienes para el hombre

aunque la temen como si supieran con certeza que representa el mayor de

los malesraquo484

No hay en Heraacuteclito ninguacuten testimonio claro de una supuesta fe en la

inmortalidad del alma de corte misteacuterico la uacutenica idea de inmortalidad que

encontramos en su filosofiacutea es la que se desprende de la persistencia infini-

ta del ciclo de las mutaciones que une siempre el fin con un nuevo inicio

Con su teoriacutea de la unioacuten entre la materia y la fuerza viva que la anima soacute-

lo quiso destacar el caraacutecter eterno de la unidad de la que surge por medio

de transformaciones lo individual y lo muacuteltiple Esta fuerza o actividad del

devenir que carece de comienzo y de fin y que no descansa nunca (ya que

su reposo en cambiar) estaacute simbolizada por el fuego que se enciende y se

apaga perioacutedicamente que es vida y movimiento (pero tambieacuten muerte o

reinicio) En la formacioacuten del mundo la vida se pierde en los elementos (en

el camino hacia abajo) pues su muerte es vida para el agua y de eacuteste nace

la tierra y el aire del que renace el fuego (cfr 22 B 31 DK) Aquello que

entre la variedad de los fenoacutemenos ha conservado su naturaleza divina de

484 Platoacuten Apologiacutea (Diaacutelogos I) ed cit 29 a-b (trad cast Julio Calonge) Tambieacuten di-

ce Confucio ldquoSi no conocemos la vida iquestcoacutemo podemos saber de la muerterdquo Cfr Con-

fucio ldquoAnalectasrdquo XI 11 en Los cuatro libros Barcelona Paidoacutes 2002 (trad cast

Joaquiacuten Peacuterez)

323

fuego es precisamente a lo que Heraacuteclito llamoacute laquoalmaraquo485 Y la mejor prue-

ba de ello es que la utiliza como sinoacutenimo de fuego de ahiacute que el alma seca

sea la mejor y maacutes sabia porque es la maacutes cercana al fuego mientras que el

agua la debilita hasta que muere

laquoPara las almas es muerte (θάνατος) tornarse (γενέσθαι) agua para el

agua es muerte tornarse tierra mas de la tierra nace el agua y del agua el

almaraquo486

laquoAlma enjuta la maacutes sabia y la mejorraquo487

Por tanto el alma humana es fuego es una parte del fuego coacutesmico

del que participa y como tal se transforma y muere Lo divino habita asiacute

en lo humano el hombre forma parte del entramado natural por eso apela a

una conciencia despierta porque la mayoriacutea de los hombres no comprende

la razoacuten que todo lo gobierna (incluido el ser humano) pese a tenerla tan

cerca (ya que una parte de la sabiduriacutea divina habita en su interior de ahiacute

que todos puedan llegar a ser sabios tanto maacutes cuanto maacutes cerca esteacuten del

fuego o seca sea su alma) Incluso suponiendo que estuviera prisionera en

el cuerpo el alma estaacute sujeta a mutacioacuten continua no menos que el resto de

cosas del universo Nada de lo vivo puede ser estaacutetico pues es el perpetuo

fluir lo que le mantiene vivo (el mismo sol es nuevo cada diacutea cfr 22 B 6

485 Cfr Aristoacuteteles Sobre el alma Madrid Gredos 1999 405a (trad cast Tomaacutes Cal-

vo)

486 ψυχῆισιν θάνατος ὕδωρ γενέσθαι ὕδατι δὲ θάνατος γῆν γενέσθαι ἐκ γῆς

δὲ ὕδωρ γίνεται ἐξ ὕδατος δὲ ψυχή (22 B 36 DK)

487 αὔη ψυχὴ σοφωτάτη καὶ ἀρίστη (22 B 118 DK)

324

DK) De este modo el alma no hace maacutes que morir ya en vida para volver

a renacer de nuevo completando y sustituyendo la vida del alma que se ha

marchado por una nueva488 El individuo vive (y conoce rectamente) si estaacute

en contacto con el fuego envolvente y comuacuten ese contacto se pierde al dor-

mir por eso llama dormidos a los que se vuelven a un mundo propio sin

vislumbrar lo que nos une (como dijo Hesiacuteodo el suentildeo es hermano de la

muerte)489 Para Heraacuteclito muerte es el paso de un estado relativo a otro la

otra cara de la vida es muerte de un estado al mismo tiempo que vida de

otro Por eso dice Heraacuteclito

laquoUn adulto cuando se emborracha se deja llevar por un nintildeo pequentildeo va-

cilante sin darse cuenta de hacia doacutende camina por tener huacutemeda el al-

maraquo490

Al alejarse del calor del fuego el alma queda desorientada y el cono-

cimiento de lo que nos rodea se vuelve semejante al de un nintildeo El alma

488 Soacutelo por medio de la procreacioacuten dice Diotima lo mortal puede ser inmortal ya que

siempre se deja un ser nuevo en lugar del viejo Y ni siquiera nosotros somos lo mismo

sin dejar de ser los mismos a lo largo de nuestra vida en el cuerpo esto es evidente pe-

ro sucede lo mismo en el alma Cfr Platoacuten Banquete (Diaacutelogos vol III) ed cit 207d-

208 b Se ha querido ver en este pasaje una posicioacuten anterior o quizaacute una revisioacuten de la

teoriacutea platoacutenica sobre el alma tal como se expone en Fedoacuten Menoacuten y Fedro La cues-

tioacuten ha sido muy debatida e incluso se ha visto en el discurso de Diotima una anticipa-

cioacuten de la concepcioacuten de Hume sobre la personalidad entendida como una sucesioacuten de

estados mentales cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega Madrid Gre-

dos 1990 vol IV pp 373-377 (trad cast Alberto Medina Aacutelvaro Vallejo) 489 Cfr Hesiacuteodo Teogoniacutea ed cit 116ss 750ss

490 ἀνὴρ ὁκόταν μεθυσθῆι ἄγεται ὑπὸ παιδὸς ἀνήβου σφαλλόμενος οὐκ

ἐπαΐων ὅκη βαίνει ὑγρὴν τὴν ψυχὴν ἔχων (22 B 117 DK)

325

que es iacutegnea abarca en Heraacuteclito inteligencia memoria y fuerza vital de

modo que todo humedecimiento de la misma conlleva una peacuterdida de estas

facultades Lo mismo sucede al dormir que perdemos el contacto con el

mundo comuacuten y nos volvemos a uno propio lo que expresa Heraacuteclito de un

modo antiintuitivo y paradoacutejicamente provocativo jugando con el sentido

filosoacutefico de los teacuterminos y la percepcioacuten habitual de los mismos

laquoMuerte es cuanto vemos despiertos cuanto vemos dormidos visiones

realesraquo491

laquoUn hombre en la noche prende para siacute una luz apagada su vista y vivo

como estaacute entra en contacto con el muerto al dormir Despierto entra en

contacto con el durmienteraquo492

El despierto descubre que vida y muerte estaacuten ligadas pero los maacutes

de los hombres viven aletargados en una falsa apariencia son incapaces de

conocer el verdadero sentido de lo que ven duermen mientras creen estar

despiertos y se asemejan a muertos mientras realmente duermen Este he-

cho refleja por otro lado la esencia misma del pensamiento humano que

despierta de pronto para hundirse de nuevo en la perplejidad como el rayo

manifestacioacuten de la razoacuten coacutesmica universal que nos deja ver todo en la

noche para devolvernos de suacutebito a la oscuridad (cfr 22 B 64 DK) La pos-

491 θάνατός ἐστιν ὁκόσα ἐγερθέντες ὁρέομεν ὁκόσα δὲ εὕδοντες ὕπνος (22 B

21 DK)

492 ἄνθρωπος ἐν εὐφρόνηι φάος ἅπτεται ἑαυτῶι [ἀποθανὼν] ἀποσβεσθεὶς

ὄψεις ζῶν δὲ ἅπτεται τεθνεῶτος εὕδων [ἀποσβεσθεὶς ὄψεις] ἐγρηγορὼς

ἅπτεται εὕδοντος) (22 B 26 DK)

326

tura de Heraacuteclito por tanto no busca otra cosa que hacer honor a la ley del

mundo que relaciona estrechamente los contrarios sin eliminar su tensioacuten

Para los griegos la parte maacutes lejana del universo estaba compuesta

precisamente de fuego es la sustancia del sol y las estrellas de lo que se si-

gue que el fuego (en la regioacuten ocupada por los mortales) evoca un cierto

caraacutecter divino Los cuerpos celestes iacutegneos y eternos nos refieren una de

las caracteriacutesticas esenciales de la naturaleza esto es la vida eterna tal y

como sentildeala el propio Heraacuteclito hablando del fuego (πῦρ ἀείζωον 22 B

30 DK) En grados sucesivos de impureza esta sustancia vital y divina in-

vade nuestro mundo y nos proporciona la vida al tratarse tambieacuten de un

componente esencial del alma En este sentido afirma Guthrie cuando los

oacuterficos dicen que el alma y la inteligencia respiraban del aire no estaacuten en

gran desacuerdo con Heraacuteclito Ahora bien sin duda cabe preguntarse hasta

queacute punto se puede considerar de un modo tajante que esta teoriacutea fue hera-

cliacutetea y no maacutes bien un antildeadido estoico en el primero se puede llegar a in-

tuir pero no hay fragmentos que lo atestiguumlen en los segundos en cambio

es uno de los pilares de su teologiacutea hasta el punto de que denominaron a la

razoacuten-coacutesmica pneuma (soplo o aliento iacutegneo)493 Guthrie ha sentildealado tam-

bieacuten la cercaniacutea con el orfismo que se aprecia en los fragmentos del jonio

relativos al laquoalma secaraquo En su opinioacuten Heraacuteclito estariacutea remedando con

esta dicotomiacutea la doctrina oacuterfica del laquociclo de los nacimientosraquo (aludido en

el camino laquohacia arribaraquo y laquohacia abajoraquo de 22 B 60 DK) que sosteniacutea que

tan soacutelo las almas purificadas podriacutean liberarse del ciclo de las reencarna-

ciones y vivir una vida feliz y eterna en compantildeiacutea de los dioses y que las

493 Cfr Guthrie W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit p 452 Sobe es-

te tema cfr Molina Joseacute ldquoTeologiacutea y racionalidad en la filosofiacutea estoicardquo en Nova

Tellus nordm 19 2 (2001) pp 109-153

327

impuras seriacutean castigadas a yacer en el fango y a reiniciar de nuevo la serie

de los nacimientos494 No obstante parece que eso no es lo que subyace en

las palabras de Heraacuteclito el hombre muere cuando el alma que es fuego se

apaga es decir se ha transformado en agua recorriendo el laquocamino descen-

denteraquo Y de esta manera en el incesante proceso de todo lo que hay el al-

ma vuelve a renacer de nuevo (no la misma ni con caraacutecter individual) en

un ciclo sin fin para Heraacuteclito el individuo aislado no tiene importancia si

no se relaciona con el conjunto inmortal y eterno es el fuego como totali-

dad (que da lugar a todo y a todo reuacutene en su seno como la divinidad) no

una determinacioacuten o parte aislada del mismo Como afirma Erwin Rohde

la cuestioacuten de la inmortalidad del alma singular no tiene sentido para Heraacute-

clito su doctrina tampoco puede ser concebida bajo la forma oacuterfico-pitagoacute-

rica de una metempsicosis no parece loacutegico que junto a sus propias ideas

fundamentales (teniendo en cuenta su orgulloso y aristocraacutetico caraacutecter)

aceptara sin maacutes discusioacuten esta creencia popular ni mucho menos que se

descubriera finalmente como un iniciado en los misterios siendo el porta-

dor de una sabiduriacutea velada para los profanos

laquoHeraacuteclito soacutelo lanza algunas miradas aisladas hacia los misterios y hacia

lo que podriacuteamos llamar su laquodoctrinaraquo (al igual que hace con respecto a

otros fenoacutemenos importantes de la vida religiosa de su tiempo) para po-

nerlos en contacto con su propia doctrina maacutes bien de un modo subordi-

nado que preponderante Heraacuteclito muestra que los misterios pueden estar

de acuerdo con su teoriacutea que a eacutel le pareciacutea poder explicar todos los fenoacute-

menos del mundo Pero en ninguacuten caso encontramos el menor rastro de

que fuera al contrario de que tratara de concordar su doctrina con los mis-

494 Cfr Guthrie W K C Orpheus and Greek Religion ed cit p 173

328

terios de que eacutestos le indicaran la liacutenea a seguir en su pensamiento ha-

cieacutendole desviar de su propio caminoraquo495

Las tesis de Heraacuteclito sobre los contrarios son maacutes radicales auacuten las

inspira el intento de pensar lo uno sin mutilar su dinamismo lo que exige

un esfuerzo extra no a los iniciados sino a todos los hombres (esto no es en

modo alguno pasajero porque oacuterficos y pitagoacutericos guardaban con gran ce-

lo sus doctrinas y las alejaban de los curiosos imponiendo castigos a quien

las revelara mientras que Heraacuteclito depositoacute e hizo puacuteblico su escrito en el

Templo de Aacutertemis para que fuera accesible a todos los interesados)496 sus

fragmentos ndashcomo recalca Gadamer- difiacutecilmente pueden querer expresar

una doctrina especial sobre el destino de los muertos ni mucho menos auacuten

una sabiduriacutea misteacuterica que estuviera cerrada para los no iniciados Lo que

denuncia Heraacuteclito es justamente la torpeza de los hombres para no ver lo

que tienen delante no lo que les espera en el maacutes allaacute497

Una vez dicho esto en suma debemos subrayar que la aparicioacuten del

Papiro de Derveni ha abierto nuevas y fecundas viacuteas de investigacioacuten en lo

que respecta a los estudios heracliacuteteos poniendo de manifiesto que entre

495 Rohde Edwin Psique el culto de las almas y la creencia en la inmortalidad entre

los griegos vol 2 Barcelona Labor 1973 pp 403-404 (trad cast Salvador Fernaacuten-

dez) Tambieacuten M Nussbaum opina que Heraacuteclito rechazoacute la inmortalidad del alma cfr

Nussbaum Martha C ldquoPsychḗ in Heraclitusrdquo en Phronesis 17 (1972) p 169 496 Cfr Dioacutegenes Laercio Vidas de filoacutesofos ilustres Barcelona Orbis 1985 IX 5

(trad cast Joseacute Sainz) Sobre la problemaacutetica que rodea al libro de Heraacuteclito cfr Mou-

raviev S N Heraclitea III 1 La Vie la Mort et le Livre drsquoHeacuteraclite Sankt Agustin

Academia Verlag 2004 pp 187-208 497 Gadamer Hans Georg ldquoEstudios heracliacuteteosrdquo ed cit p 66 De la misma opinioacuten

cfr Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito Textos y problemas de su interpretacioacuten ed cit pp

300-301 Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 65

329

ambos sistemas hay al menos una gran coincidencia en cuanto a la metodo-

logiacutea basada en el cripticismo la sinonimia la polisemia la paradoja los

juegos de palabras y el anaacutelisis etimoloacutegico de las mismas Se parte de la

base por tanto de que las palabras tienen un sentido profundo distinto del

aparente que soacutelo los iniciados son capaces de advertir498 Aunque esto no

parece suficiente para postular una comunicacioacuten de fondo Podriacutea haber

cierto eclecticismo de creencias en el ambiente que Heraacuteclito usoacute libremen-

te igual que los oacuterficos pudieron usar el estilo lacoacutenico y el peculiar asce-

tismo de Heraacuteclito para sus propios fines

498 Como sentildeala Casadesuacutes Heraacuteclito exige la misma atencioacuten a sus lectores que a sus

oyentes por eso sus textos son tan enigmaacuteticos esto se debe en uacuteltima instancia a su

afinidad con el Oraacuteculo de Delfos cuyo estilo habriacutea tratado de imitar por eso aclara en

22 B 93 DK que no laquodiceraquo ni laquoocultaraquo (οὔτε λέγει οὔτε κρύπτει) sino que laquoda sentildea-

lesraquo (ἀλλὰ σημαίνει) Cfr Casadesuacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfimosrdquo en Berna-

beacute Alberto Casadesuacutes Francesc (Eds) op cit vol 2 p 1102 Sobre los juegos de pa-

labras que utiliza el jonio cfr Casadesuacutes Francesc ldquoA la buacutesqueda del lector perspicaz

el caso de Heraacuteclitordquo en Estudios Claacutesicos t 44 nordm 121 (2002) pp 95-106

330

331

3ordf parte

laquoDiscurso antropoloacutegico sobre la sabiduriacutea y su praacutecticaraquo

332

ldquoMuchos son los que sin haber aprendido la razoacuten

de las cosas viven de acuerdo con la razoacutenrdquo

Demoacutecrito (68 B 53 DK)

333

Cap 9

laquoElementos para una teoriacutea del conocimientoraquo

334

335

1 El conocimiento del λόγος y sus consecuencias

El problema del conocimiento aparece en Heraacuteclito inseparablemente

unido a su concepcioacuten de la naturaleza No obstante para alcanzar la sabi-

duriacutea no soacutelo hay que conocer la naturaleza sino ademaacutes obrar laquoseguacuten la

naturalezaraquo (κατὰ φύσιν) escuchando su palabra su ritmo y su medida

(λόγος) Como hemos visto todos los componentes y todos los aspectos

de la filosofiacutea heracliacutetea giran en torno a una misma intuicioacuten metafiacutesica

laquotodo es unoraquo De esta afirmacioacuten fundamental se desprenden un gran nuacute-

mero de consecuencias al tiempo ontoloacutegicas epistemoloacutegicas y eacuteticas

que delimitan la especificidad de su reflexioacuten Ademaacutes los fragmentos de

Heraacuteclito esconden una rara peculiaridad independientemente del fragmen-

to por el que se comience el anaacutelisis se llega siempre al mismo sitio (o se

parte del mismo sitio) nos encontramos siempre con los mismos proble-

mas situados en un ciacuterculo recursivo en el que coinciden principio y fin499

En este sentido soacutelo con fines analiacuteticos se puede separar tajantemente la

fiacutesica de la metafiacutesica la eacutetica o la teoriacutea del conocimiento No obstante

encontramos en los textos algunos motivos recurrentes que nos permiten

delimitar estos aacutembitos al menos con fines hermeneacuteuticos

De cualquier modo parece que existe unanimidad al sostener que el

inicio del libro de Heraacuteclito estaba presidido por el fragmento 1 DK

499 En este sentido dice Parmeacutenides ldquoIndiferente me es por doacutende comenzar pues de

nuevo al mismo punto llegareacute de vueltardquo (28 B 5 DK) El acercamiento hermeneacuteutico a

los presocraacuteticos por tanto requiere un movimiento circular y paradoacutejico la compren-

sioacuten de un texto aislado depende de su puesta en conexioacuten con el conjunto pero soacutelo se

obtendraacute una visioacuten global de su filosofiacutea si se conocen cada uno de los textos por sepa-

rado

336

laquoAunque esta razoacuten (λόγου) existe siempre los hombres se tornan inca-

paces de comprenderla tanto antes de oiacuterla como una vez que la han oiacutedo

En efecto aun cuando todo sucede seguacuten esta razoacuten (κατὰ τὸν λόγον)

parecen inexpertos al experimentar con palabras y acciones tales como las

que yo describo cuando distingo cada una seguacuten la naturaleza (κατὰ φύ-

σιν) y muestro coacutemo es pero a los demaacutes hombres les pasa inadvertido

cuanto hacen despiertos del mismo modo que se olvidan de cuanto hacen

mientras duermenraquo500

En esta sentencia el teacutermino λόγος tiene en primer lugar una acep-

cioacuten linguumliacutestica se trata de la laquopalabraraquo de la naturaleza que los hombres

no comprenden ni antes ni despueacutes de haberla oiacutedo Pero apenas una liacutenea

despueacutes λόγος designa la laquorazoacutenraquo por la que todas las cosas acontecen y

devienen (γινομένων) en la naturaleza501 Palabrapensamiento y natura-

leza por tanto emergen unidas y en la maacutes absoluta homologiacutea Heraacuteclito

500 τοῦ δὲ λόγου τοῦδrsquo ἐόντος ἀεὶ ἀξύνετοι γίνονται ἄνθρωποι καὶ πρόσθεν ἢ

ἀκοῦσαι καὶ ἀκούσαντες τὸ πρῶτον γινομένων γὰρ πάντων κατὰ τὸν λό-

γον τόνδε ἀπείροισιν ἐοίκασι πειρώμενοι καὶ ἐπέων καὶ ἔργων τοιούτων

ὁκοίων ἐγὼ διηγεῦμαι κατὰ φύσιν διαιρέων ἕκαστον καὶ φράζων ὅκως ἔχει

τοὺς δὲ ἄλλους ἀνθρώπους λανθάνει ὁκόσα ἐγερθέντες ποιοῦσιν ὅκωσπερ

ὁκόσα εὕδοντες ἐπιλανθάνονται (22 B 1 DK)

501 En este texto traducimos λόγος por razoacuten no en el sentido moderno de facultad ra-

cional sino en el de ratio (ldquoproporcioacutenrdquo) y tambieacuten palabra que expresa dicha propor-

cioacuten Lo esencial no obstante es comprenderlo por eso se trata de una suerte de ldquopalabra

-pensanterdquo que encierra una sabiduriacutea superior aunque no se trate de una inteligencia

superior con caraacutecter personal Verdenius W J ldquoDer Logosbegriff bei Heraklit und

Parmenidesrdquo en Phronesis 11 (1966) p 11

337

funde su palabra con la palabra de la naturaleza pues en realidad son una

y la misma es decir la medida con la que compone y recompone su discur-

so el pensador es la misma que sirve a la naturaleza para componer y des-

componer todas las cosas del cosmos502

Dicho de otro modo mientras que ldquola naturaleza habla actuando el

hombre actuacutea hablandordquo en palabras de Ramnoux503 No obstante entre la

palabra de la naturaleza y la palabra de Heraacuteclito no se da una simple imita-

cioacuten sino una profunda comunicacioacuten y un esencial parentesco Otro rasgo

del λόγος que cabe destacar en este fragmento es su caraacutecter eterno (ἐὸν-

τος ἀεί ldquoexiste siemprerdquo) El adverbio ἀεί (ldquosiemprerdquo) soacutelo vuelve a apa-

recer en el fragmento 30 DK tambieacuten acompantildeado del verbo laquoserraquo (en pre-

sente pasado y futuro) para referirse al fuego (ἀείζωον ldquosiempre-vivordquo)

y quizaacute tambieacuten en el fragmento 52 DK para referirse al tiempo aunque es-

ta vez de un modo latente (αἰὼν ldquola eternidadrdquo) Con esto no queremos

502 Como indica Gadamer el verdadero hablar es un estar despierto una vigilia que sus-

cita vigilia Estar despierto supone no aceptar someterse pasivamente a lo que le viene a

uno encima sino escuchar Precisamente ese suscitar la vigilia es lo que pretendiacutea Pla-

toacuten con el sistema de la conversacioacuten dialeacutectica como lengua de la filosofiacutea En ella no

se trata de memorizar un conjunto de informaciones de un modo repetitivo pasivo o

somnoliento como sucediacutea con los poemas homeacutericos en la educacioacuten tradicional grie-

ga sino de todo lo contrario se trata de un estar despierto de una vigilia tensa de una

atencioacuten permanente a la palabra que evita el quedarse dormido Cfr Gadamer Hans

Georg ldquoSobre el oiacuterrdquo en Acotaciones hermeneacuteuticas Madrid Trotta 2002 (trad cast

Ana Agud Rafael de Agapito) pp 67-76 503 Ramnoux Cleacutemence op cit p 15 Apunta Ramnoux que las medidas y las leyes

del discurso son en el fondo las mismas que sirven a la naturaleza para disponer las co-

sas puesto que unas y otras obedecen a un mismo λόγος cuya funcioacuten reunificadora

junta sin suprimir las contradicciones

338

afirmar que λόγος y fuego sean lo mismo tampoco que lo sean λόγος y

tiempo Ya hemos visto que es el λόγος el que introduce la medida en el

fuego el tiempo y el devenir y no al reveacutes por tanto lo que hay que des-

tacar es la permanencia de estos tres elementos (pues son aspectos del λό-

γος) a pesar de la constante transformacioacuten de la realidad lo que no hace

sino desestimar una vez maacutes la reiterada interpretacioacuten tradicional que ha-

ce de Heraacuteclito el filoacutesofo del puro devenir

Λόγος en definitiva es un teacutermino extremadamente complejo que

hace referencia al comportamiento y a la constitucioacuten de la naturaleza en

tanto que existente pensable verdadera mesurada y eterna Pero falta un

calificativo si queremos aprehender por completo la intuicioacuten heracliacutetea de

la misma a saber divina No en vano la literatura griega ndashdesde Homero

hasta los poetas traacutegicos- ha adjetivado siempre a los dioses como los siem-

pre vivientes o bien como los inmortales sentildealando el caraacutecter eterno de la

medida que prevalece en la naturaleza Λόγος por tanto es la norma divi-

na que se manifiesta en la naturaleza en general y en cada una de sus trans-

formaciones en particular reuniendo en una unidad relacional y articulada

lo que aparentemente no es maacutes que fragmento disperso y multiplicidad

Justamente al decir Heraacuteclito que todo sucede conforme a este λό-

γος estaacute expresando este caraacutecter de universalidad y de ley que no excluye

nada o lo que es lo mismo sentildeala que estamos ante una instancia objetiva

ajena a toda contingencia sea humana o divina Pues en caso de producirse

una subversioacuten de los mismos las Erinis ayudantes de la Justicia se encar-

garaacuten de perseguirlo (22 B 94 DK)504 Aunque lo maacutes interesante dado el

tema que nos ocupa es relacionar el λόγος con el conocimiento humano

504 Cfr Marcovich Miroslav op cit pp 1-6

339

Seguacuten este texto Heraacuteclito interpreta su tarea como laquodistinguir por medio

de palabras y acciones cada cosa seguacuten la naturaleza y mostrar coacutemo esraquo

En este proceso el λόγος es la base del conocimiento verdadero que con-

siste en comprender la ley objetiva universal asiacute como sus manifestaciones

particulares Aquellos que no reconocen esta ley deben ser llamados igno-

rantes puesto que no poseen un conocimiento verdadero ni vislumbran la

conexioacuten ecoloacutegica que les une con el cosmos

laquoPues es prueba de sensatez conocer lo uacutenico sabio (ἓν τὸ σοφόν) y lo

que era gobernar todas las cosas por medio de todas (πάντα διὰ πάν-

των)raquo505

De nuevo estamos ante una afirmacioacuten que constata la existencia de

una ley objetiva y universal que rige de un modo invisible todos los fenoacute-

menos visibles y que se ramifica en una serie de leyes particulares que de-

penden de ella en uacuteltima instancia por lo que se sirve de ellas para gober-

nar todo por medio de todo Y la sabiduriacutea no es una simple acumulacioacuten

de conocimientos sino el descubrimiento de las conexiones ocultas e inma-

nentes que articulan lo real en este sentido la sabiduriacutea humana exige re-

conocer y asimilar la sabiduriacutea con la que opera la propia naturaleza que

teje un entramado donde todo cumple una funcioacuten sin establecer la preemi-

nencia de la vida sobre la muerte el placer sobre el dolor la justicia sobre

la injusticia el bien sobre el mal y cada cosa sobre su contraria se trata de 505 εἶναι γὰρ ἓν τὸ σοφόν ἐπίστασθαι γνώμην ὁτέη ἐκυβέρνησε πάντα διὰ

πάντων (22 B 41 DK) Tambieacuten dice Platoacuten en Craacutetilo que lo justo (δίκαιον) atravie-

sa el universo y da lugar a todas las cosas ya que gobierna todo a traveacutes de todo (πάν-

τα διαϊόν) Cfr Platoacuten Craacutetilo (Diaacutelogos vol II) ed cit 412 d-e

340

una sabiduriacutea amoral que mantiene el mundo en orden y equilibrio a pesar

de su perpetua inestabilidad y que asegura gracias a una renovacioacuten ince-

sante la persistencia de la vida global506 Si la razoacuten coacutesmica gobierna todo

por medio de todo en suma eso significa que no existen dualismos cerra-

dos sino unidualidades abiertas en las que ninguacuten teacutermino de la relacioacuten

enantioloacutegica es prescindible ni puede ser sometido puesto que se necesi-

tan unos a otros Pero si esto es asiacute iquestcoacutemo es posible mantener el equilibrio

en la naturaleza El equilibrio se mantiene justamente porque existe una

medida universal allende toda oposicioacuten que limita el devenir coacutesmico y

la permuta y lucha entre los contrarios armonizando de este modo los po-

los positivos con los negativos Por tanto es la medida la que permite que

funcione el mundo la que posibilita que un presunto montoacuten de desperdi-

cios sembrados al azar se desvele como un cosmos (22 B 124 DK) Esta es

la regla universal de la naturaleza la oposicioacuten no es incompatible con el

orden coacutesmico sino garante del mismo en eso consiste a su vez la sabidu-

riacutea humana en comprender coacutemo de cada oposicioacuten resulta una armoniacutea (y

en interiorizar esa ensentildeanza para equilibrar la propia vida) que se debe en

uacuteltima instancia a la existencia de unos liacutemites que nada ni nadie pueden

sobrepasar so pena de despertar a las Erinis (22 B 94 DK) En esta liacutenea

conviene recordar dos sentencias afines

laquoPreciso es que los que razonan con sensatez (ξὺν νόωι) se afiancen so-

bre lo comuacuten a todos (τῶι ξυνῶι πάντων) como una ciudad en su ley

incluso con maacutes firmeza Y es que se nutren todas las leyes humanas de

una sola la divina pues su poder se extiende todo cuanto quiere a todas

les basta e incluso sobraraquo laquoPor ello es necesario seguir lo comuacuten (τῶι

506 Cfr Conche Marcel Heacuteraclite Fragments ed cit p 242

341

ξυνῶι) pero aun siendo la razoacuten comuacuten (τοῦ λόγου δrsquo ἐόντος ξυνοῦ)

viven los maacutes como poseedores de una inteligencia propia (ἰδίαν ἔχον-

τες φρόνησιν)raquo507

En efecto en estas acotaciones se sentildeala de nuevo la preeminencia

del λόγος entendido como aquello que rige todos los fenoacutemenos como la

ley universal de la que se alimentan el resto de leyes incluidas las huma-

nas de modo que estando presente en todas como fundamento uacuteltimo las

trasciende en tanto que es la principal El juego de palabras que aparece en

este fragmento es evidente y muy propio del jonio ya que los que razonan

con sensatez (ξὺν νόωι) deben afianzarse en lo comuacuten a todos (τῶι ξυνῶι

πάντων) como todos los juegos que utiliza no es un mero recurso estiliacutes-

tico sino un auteacutentico vehiacuteculo de su pensamiento pues sentildeala la relacioacuten

esencial que hay entre ser sabio y comprender la comunidad de la que parti-

cipa maacutes allaacute de su propia individualidad pero sin olvidar el alcance poliacuteti-

co de esta afirmacioacuten puesto que frente al laquoidiotaraquo (ἰδιώτης) simple ciu-

dadano (ignorante inexperto y vulgar) que soacutelo busca su propio provecho

y beneficio el buen ciudadano es el que mira siempre por la comunidad (τὸ

507 ξὺν νόωι λέγοντας ἰσχυρίζεσθαι χρὴ τῶι ξυνῶι πάντων ὅκωσπερ νόμωι

πόλις καὶ πολὺ ἰσχυροτέρως Τρέφονται γὰρ πάντες οἱ ἀνθρώπειοι νόμοι

ὑπὸ ἑνὸς τοῦ θείου κρατεῖ γὰρ τοσοῦτον ὁκόσον ἐθέλει καὶ ἐξαρκεῖ πᾶσι

καὶ περιγίνεται (22 B 114 DK) + διὸ δεῖ ἕπεσθαι τῶι ltξυνῶι τουτέστι τῶιgt κοι-

νῶι (ξυνὸς γὰρ ὁ κοινός) Τοῦ λόγου δrsquo ἐόντος ξυνοῦ ζώουσιν οἱ πολλοὶ ὡς

ἰδίαν ἔχοντες φρόνησιν (22 B 2 DK) En este punto seguimos a Marcovich quien

de hecho une los dos fragmentos en su edicioacuten debido a su clara correlacioacuten (114+2

DK) Cfr Marcovich Miroslav op cit p 88

342

κοινόν) por los asuntos puacuteblicos (τὰ κοινά) buscando la unioacuten la rela-

cioacuten y la participacioacuten (κοινωνία) aun en detrimento de sus propios inte-

reses y se sacrifica por ella si es menester defendiendo su muralla antes

que cualquier otra cosa La eacutetica aparece ligada de este modo a la poliacutetica

(pero en el contexto de una reflexioacuten general sobre la naturaleza) ya que

no parece que el estudio de la poacutelis sea el motivo fundamental de su filoso-

fiacutea sino una consecuencia de la misma la norma que ajusta el cosmos es la

que debe ajustar la vida y la convivencia en la poacutelis ligando y armonizando

los pareceres y anhelos de todos lo ciudadanos Heraacuteclito la llama ley divi-

na por diferenciarla de la humana dando un paso maacutes en la identificacioacuten

que hizo Anaximandro del primer principio con lo divino por tanto

laquoEl λόγος de acuerdo con el cual suceden todas las cosas aunque perma-

nezca oculto a la humanidad es la ley divina misma Y el filoacutesofo toca

ahora su diana llamando a los hombres a despertar y obrar como manda

esta ley divinaraquo508

Lo que subyace en este planteamiento no es otra cosa que su teoriacutea

de la armoniacutea de los contrarios Heraacuteclito no se detiene una vez que ha

descubierto el funcionamiento de lo natural sino que considera acaso maacutes

importante buscar una aplicacioacuten de este principio a la vida humana en to-

das sus facetas Pero hay aquiacute algo maacutes que una simple analogiacutea las leyes

humanas que traducen en el plano socio-poliacutetico el contenido del λόγος 508 Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 118 Este

matiz teoloacutegico hace ver que lo que presenta Heraacuteclito no es lo que nosotros llamamos

ley de la naturaleza (una foacutermula general para describir un conjunto especiacutefico de he-

chos observados) sino algo maacutes fundamental y auteacutenticamente normativo Es la maacutes al-

ta norma del proceso coacutesmico y la que le da sentido y valor

343

delimitando lo justo de lo injusto no son mera convencioacuten sino que laquose nu-

trenraquo (τρέφονται) de la uacutenica ley divina (ὑπὸ ἑνὸς τοῦ θείου) Por eso

laquoHa de luchar el pueblo por su ley igual que por su murallaraquo509

Si las murallas representan la proteccioacuten fiacutesica de la ciudad las leyes

representan la proteccioacuten poliacutetica y moral de la misma (ya que estaacuten inclu-

so por encima del gobernante) y es maacutes fuerte la ciudad unida sobre su ley

que la que tiene una gran muralla pero vive en total desacuerdo interno o

anomia510 Por otro lado la muralla no estaacute disentildeada para proteger a un in-

dividuo concreto (aunque sea el gobernante) sino un espacio colectivo (un

aacutembito de convivencia apoyado en costumbres y normas comunes) y es el

pueblo (τὸν δῆμον) el que debe luchar por su ley (τοῦ νόμου) como por

su muralla lo que indica que es tan necesario combatir al enemigo externo

en una eacutepoca llena de guerras y cambios sociales como al enemigo interno

que rompe la armoniacutea de la ciudad (ya que el texto no pone el acento en la

muralla sino en la ley) Por tanto un pueblo sin leyes firmes y justas es un

pueblo indefenso aunque tenga anchos muros a su alrededor511 Pero esto

no siginifica que Heraacuteclito tuviera un talante democraacutetico sino todo lo con-

trario su espiacuteritu aristocraacutetico es indudable como sucede en el universo

509 μάχεσθαι χρὴ τὸν δῆμον ὑπὲρ τοῦ νόμου ὅκωσπερ τείχεος (22 B 44 DK)

510 Lo mismo puede decirse de las praacutecticas beacutelicas de los griegos frente a la hazantildea in-

dividual presentada por Homero lo que prima ahora es el combate en formacioacuten donde

cada hoplita pierde su individualidad en el ensamblado de la colectividad pero al tiem-

po gana una potencia y firmeza efectivas de las que careceriacutea por siacute mismo Cfr Lledoacute

Emilio ldquoLa lucha por la ley (Heraacuteclito fragmento B 44)rdquo en Memoria de la eacutetica Ma-

drid Taurus 1994 p 258 511 Cfr Marcovich Miroslav op cit pp 534-535

344

donde todos los sucesos remiten a una uacutenica ley asiacute debe ser en poliacutetica

todos los ciudadanos deben seguir al maacutes apto para encontrar la armoniacutea

laquoLa ley es tambieacuten obedecer a la voluntad de uno soloraquo512

Hay que seguir al mejor pero no por motivos de cuna sino de valiacutea

El conocimiento del λόγος no estaacute restringido a unos pocos sino que to-

dos pueden llegar a comprenderlo (de hecho Heraacuteclito aspira a despertar a

sus conciudadanos y no a mantenerlos dormidos) pero tambieacuten se traza

una liacutenea divisoria clara entre el excelente o virtuoso y la multitud513 Gra-

cias a su caraacutecter estable y permanente puesto que nunca descansa ni tiene

ocaso se puede hablar ndashpor cotejo o adecuacioacuten- de un conocimiento ver-

dadero (22 B 16 DK) Siendo el λόγος por tanto la ley objetiva universal

512 νόμος καὶ βουλῆι πείθεσθαι ἑνός (22 B 33 DK) El teacutermino ἑνός permite una

lectura poliacutetica y otra cosmoloacutegica del texto ya que en ambos casos se trata de seguir

una uacutenica ley Por otro lado la democracia iguala elimina la tensioacuten y permite gobernar

a los menos aptos por eso despreciaba a los efesios que desterraron a Hermodoro pre-

cisamente por destacar sobre los demaacutes diciendo laquoque nadie entre nosotros sea el maacutes

valioso y si lo fuere en otra parte y con otrosraquo (ἡμέων μηδὲ εἷς ὀνήιστος ἔστω εἰ

δὲ μή ἄλλη τε καὶ μετrsquo ἄλλων) (22 B 121 DK) Seguacuten Marcovich Hermodoro po-

driacutea haber sido desterrado por su amistad con los persas partidarios de la antigua noble-

za de Eacutefeso en los albores de la revolucioacuten jonia Cfr Marcovich Miroslav op cit p

372 Sobre la posible relacioacuten de Heraacuteclito con Hermodoro cfr Caballero Rauacutel ldquoLa

musas jonias aprenden a escribir ley escrita y tratado en prosa en los milesios y Heraacute-

clitordquo en Emeacuterita LXXVI 1 (2008) pp 9-21 513 Podriacutea verse aquiacute una anticipacioacuten de la identificacioacuten platoacutenica entre saber y poder

de modo que soacutelo el que llegue a conocer lo maacutes elevado estariacutea capacitado para timo-

near la nave del Estado Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 473c

345

lo que estando presente en cada cosa resiste y regula el devenir del cos-

mos es tambieacuten lo uacutenico que permite una comunicacioacuten entre los hom-

bres514 Todo discurso que no esteacute basado en lo comuacuten cae en el aacutembito

subjetivo de la idiotez esto es del laquomundo particularraquo de cada cual per-

diendo su nexo con lo que todo lo une Noacutetese ademaacutes que esta idea de la

comunidad no se refiere uacutenicamente al aacutembito del conocimiento sino antes

incluso al de la misma realidad puesto que los que conocen el λόγος com-

parten tambieacuten un mundo colectivo Bajo estas coordenadas surge inevita-

blemente el problema del lenguaje El lenguaje es inoperante si no comuni-

ca nada pero para poder hacerlo es necesaria la objetividad la comunidad

de sentido y puesto que lo comuacuten estaacute en el λόγος se entiende ahora que

podamos traducirlo por laquopalabraraquo (o hablar de la laquopalabraraquo de la naturale-

za) en cuanto dicha palabra expresa lo comuacuten a todos los seres Por tanto

hay una relacioacuten esencial entre la unidad y comunidad de la razoacuten y la uni-

dad y comunidad de lo real casi en sentido hegeliano aunque salvando las

distancias515 El λόγος en suma es lo maacuteximamente objetivo y universal

por eso el conocimiento que quiera ser objetivo y universal la ciencia por

contraposicioacuten a la opinioacuten debe entenderse como reconocimiento del

principio que todo lo gobierna a traveacutes de todo (ἐκυβέρνησε πάντα διὰ

πάντων) Lo contrario es perderse en la subjetividad que no proporciona

514 Cfr Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito textos y problemas de su interpretacioacuten ed cit

p 24 515 Cfr Schettino Ernesto ldquoLa teoriacutea del conocimiento en Heraacuteclitordquo en Revista de la

Universidad Veracruzana nordm 46 (1968) p 231 En este sentido puede decir Spinoza

que ldquoel orden y conexioacuten de las ideas es el mismo que el orden y conexioacuten de las

cosasrdquo Spinoza Baruch Eacutetica II 7 Madrid Trotta 2000 (trad cast Atilano Domiacuten-

guez)

346

ninguacuten conocimiento comuacuten o verdadero y sin este lazo que nos religa

desde un punto de vista antropocoacutesmico con la totalidad de lo real el hom-

bre pierde la comunicacioacuten y se retira a un mundo propio516

Subraya Heraacuteclito que no se trata de escucharle a eacutel (οὐκ ἐμοῦ) si-

no a la laquorazoacutenraquo (τοῦ λόγου) que preside el cosmos

laquoNo escuchaacutendome a miacute sino a la razoacuten sabio es reconocer que todas las

cosas son una (ἓν πάντα)raquo517

516 La afinidad con Spinoza es patente mutatis mutandis especialmente en su concep-

cioacuten de las ldquonociones comunesrdquo Como es bien sabido Spinoza distingue tres geacuteneros

de conocimiento 1) La imaginacioacuten que designa el conocimiento sensible que es con-

fuso y fragmentario por estar desligado del orden necesario de las cosas 2) La razoacuten

por la que se conocen las ldquonociones comunesrdquo esto es el conjunto de relaciones gene-

rales que afectan a los cuerpos y componen la naturaleza 3) La intuicioacuten por la que se

conoce la esencia de cada cosa desde el punto de vista divino A nuestro parecer la se-

mejanza con el jonio estriba en el reconocimiento del caraacutecter dinaacutemico de la relacioacuten

hombre-mundo asiacute como en la insercioacuten ecoloacutegica de la conciencia ldquosoacutelo hay autoco-

nocimiento en cualquiera de sus formas dentro de esta interseccioacuten causal en el espesor

del mundo donde el sujeto es estimulado en uno u otro sentidordquo Cfr Espinosa Rubio

Luciano ldquoUna interpretacioacuten general de Spinozardquo en Cuadernos Salmantinos de Filo-

sofiacutea XXIV (1997) p 66

517 οὐκ ἐμοῦ ἀλλὰ τοῦ λόγου ἀκούσαντας ὁμολογεῖν σοφόν ἐστιν ἓν πάντα

εἶναι (22 B 50 DK) Como sentildeala Hegel es un error pensar que el pensamiento debe

ser algo propio ineacutedito o especial puesto que el verdadero pensador es el que da cuenta

de lo que atantildee a todos siendo capaz de poner en conceptos su circunstancia por de-

cirlo en teacuterminos de Ortega aunque ambos hicieron gala de una conciencia histoacuterica que

obviamente no estaba presente en los griegos Cfr Hegel G W F Lecciones sobre la

historia de la filosofiacutea vol I ed cit p 275

347

Sin duda la tesis de objetividad que prescribe Heraacuteclito aparece re-

cogida en este texto puesto que no se trata de aceptar sin maacutes su discurso

(λόγος) a pesar de saberse en posesioacuten de la verdad sino de ser capaces

de descubrir directamente esa verdad en la propia naturaleza Para ello bas-

ta una escucha atenta y despierta detraacutes o maacutes allaacute de las apariencias pues-

to que no estamos ante algo sumamente lejano o inaccesible sino ante algo

con lo que tropezamos cada diacutea aunque no seamos capaces de advertirlo

laquoNo entienden (φρονέουσι) los maacutes las cosas con las que se topan ni pe-

se haberlas aprendido las conocen pero a ellos se lo pareceraquo518

laquoCon la razoacuten (λόγωι) con la que maacutes habitualmente tratan se hallan en

desacuerdo y las cosas con que tropiezan diariamente les parecen extra-

ntildeasraquo519

Justamente por ser universal el λόγος estaacute presente en todas partes

de modo que uno se encuentra con eacutel por doquier aunque no lo comprenda

Heraacuteclito destaca la paradoja de los que se sienten extranjeros en el mundo

518 οὐ γὰρ φρονέουσι τοιαῦτα πολλοί ὁκόσοι ἐγκυρεῦσιν οὐδὲ μαθόντες

γινώσκουσιν ἑωυτοῖσι δὲ δοκέουσι (22 B 17 DK) Dice Lao Zi ldquoMis palabras

son faacuteciles de comprender faacuteciles de practicar pero en el mundo no hay nadie capaz

de comprenderlas no hay nadie capaz de practicarlas Mis palabras tienen un origen

mis actos tienen un sentildeor Como no los conocen tampoco me comprende a miacute

Raros son los que comprendenrdquo Lao Zi op cit sect 70

519 ὧι μάλιστα διηνεκῶς ὁμιλοῦσι λόγωι τῶι τὰ ὅλα διοικοῦντι τούτωι διαφέ-

ρονται καὶ οἷς καθrsquo ἡμέραν ἐγκυροῦσι ταῦτα αὐτοῖς ξένα φαίνεται (22 B 72

DK)

348

habitual la mayoriacutea (πολλοί) de los que no son capaces de trascender las

apariencias e interiorizar la verdad que velan y con la que tropiezan a dia-

rio No puede expresarse de un modo maacutes claro el hecho de que los hom-

bres se encuentren tan cerca y al tiempo tan lejos de la clave de la realidad

Noacutetese que el fragmento encierra hasta cuatro teacuterminos distintos relativos

al conocimiento φρονέουσι μαθόντες γινώσκουσιν y δοκέουσι lo

que subraya la tozudez de sus conciudadanos (y la desesperacioacuten de Heraacute-

clito) que saben sin pecatarse de ello y creen saber cuando en realidad ig-

noran lo fundamental confundiendo asiacute lo esencial con lo aparente520 Aun-

que para ello se necesita ser un aacuteristos uno de los mejores moral e intelec-

tualmente hablando es decir poseer un alma sabia y seca sin olvidar que

la sabiduriacutea no es un privilegio de unos pocos sino algo comuacuten a todos por

igual se sepa o no hacer un buen uso de ella (22 B 113 DK)

Ante este aserto cabe preguntarse por queacute soacutelo una minoriacutea es capaz

de alcanzar el verdadero conocimiento incluso pese al magisterio de los

que saben Heraacuteclito ofrece dos posibles respuestas a esta cuestioacuten por una

parte sentildeala los liacutemites del conocimiento humano por otra la imposibili-

dad de escrutar el λόγος hasta sus uacuteltimos resquicios dada su insondable y

siempre creciente profundidad Ademaacutes esta dificultad nace del hecho mis-

mo de que el λόγος no es un objeto dado sino una relacioacuten o medida que

estaacute en todas las cosas sin ser ella misma una cosa del mismo modo que la

ley de la gravedad no es una cosa aunque afecte a todas por igual

520 Seguacuten Garciacutea Calvo lo que se critica aquiacute es el poder que las creencias y las tradicio-

nes ejercen sobre los hombres hasta el punto de volverles ciegos a la verdad y ajenos a

la loacutegica natural de los acontecimientos haciendo que se aferren al criterio de autoridad

antes incluso que a la evidencia (sobre todo si eacutesta contradice la ensentildeanza tradicional)

Cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 57

349

Por otro lado debemos destacar la incapacidad de los sentidos para

captar en un mundo sujeto al constante devenir lo permanente que sirve de

metroacutenomo y fundamento De ahiacute que nos engantildeemos faacutecilmente pensando

que conocemos la verdad sin hacerlo con lo que entroncamos con uno de

los temas claacutesicos de la filosofiacutea griega Pero no se trata de rechazar el tes-

timonio de los sentidos sino de aprender a filtrarlo e interpretarlo correcta-

mente por medio de la inteligencia puesto que la naturaleza laquoama escon-

derseraquo y no se presenta de inmediato tal y como es

laquoMalos testigos para los hombres los ojos y los oiacutedos de quienes tienen al-

mas baacuterbaras (βαρβάρους ψυχὰς)raquo521

Como es bien sabido el teacutermino laquobaacuterbaroraquo (literalmente que balbu-

cea o farfulla un ldquobar-barrdquo ininteligible y confuso en contraste con la clari-

dad expresiva de la lengua griega que era tenida por el arquetipo de lo ra-

cional) se suele utilizar en contextos esencialmente linguumliacutesticos para refe-

rirse a quienes no hablan griego (ni tampoco lo comprenden)522 En sentido 521 κακοὶ μάρτυρες ἀνθρώποισιν ὀφθαλμοὶ καὶ ὦτα βαρβάρους ψυχὰς ἐχόν-

των (22 B 107 DK la traduccioacuten es nuestra) Seguacuten Heraacuteclito los ojos y los oiacutedos de

aquellas personas que no tienen almas cultivadas es decir que no comprenden lo que

subyace a la informacioacuten de los sentidos son malos testigos o poco fidedignos Es pre-

ciso por tanto como sentildeala Pradeau hacer uso de la razoacuten comuacuten y divina para delimi-

tar lo verdadero de lo falso Cfr Pradeau J-F op cit p 165 522 Cfr Garciacutea Gual Carlos ldquoLa utilidad de los baacuterbarosrdquo en Claves de Razoacuten Praacutecti-

ca nordm 5 (1990) pp 64-69 Cfr Santiago Rosa A ldquoGriegos y baacuterbaros arqueologiacutea de

una alteridadrdquo en Faventia 202 (1998) pp 33-45 En otro sentido se trata tambieacuten de

una distincioacuten poliacutetica que delimita dos modos de vida y de organizacioacuten social uno

democraacutetico e igualitario otro tiraacutenico y jeraacuterquico Cfr Hall Edith Inventing the Bar-

barian Greek Self-Definition through Tragedy Oxford Clarendon Press 1989 p 2

350

amplio ojos y oiacutedos seraacuten buenos testigos para los que sepan interpretar su

mensaje adecuadamente para los que comprendan desde su propia alma el

λόγος Pero la experiencia no es suficiente por siacute misma sino que tiene

que ser interpretada como un enigma como un oraacuteculo y podriacuteamos equi-

parar este proceso con la traduccioacuten de una lengua para el que sabe coacutemo

interpretar los siacutembolos resulta clara y comprensible mientras que para el

que no dispone de esas pautas hermeneacuteuticas resulta oscura e incomprensi-

ble Heraacuteclito asume en su escrito un lenguaje oracular profeacutetico iniciaacuteti-

co que laquoni expresa ni oculta sino que indica (σημαίνει)raquo el camino hacia

la verdadera sabiduriacutea para aquellos que sean capaces de descifrarlo523 Es-

te lenguaje tiene dos caracteriacutesticas fundamentales la tendencia a conside-

rar el fundamento del mundo como algo escondido y la necesidad de incluir

la intuicioacuten como un elemento ineludible del conocimiento No olvidemos

que para interpretar correctamente el oraacuteculo hay que completar los datos

sensibles con una cierta intuicioacuten de lo invisible que hay en ellos Afirma

Colli que Heraacuteclito habriacutea resuelto asiacute la tensioacuten entre lo humano y lo divi-

no al presentar mediante enigmas humanos la oculta e inefable esencia de

la naturaleza-divina el λόγος es inmanente y a la vez trascendente es un

523 ldquoEl sentildeor de quien es el oraacuteculo de Delfos ni expresa ni oculta sino que indicardquo (ὁ

ἄναξ οὗ τὸ μαντεῖόν ἐστι τὸ ἐν Δελφοῖς οὔτε λέγει οὔτε κρύπτει ἀλλὰ ση-

μαίνει) (22 B 93 DK) Delfos representa mejor que cualquier otro lugar la inclinacioacuten

de los griegos al conocimiento Alliacute acudiacutean habitantes de toda Grecia para interrogar al

dios por su porvenir como es sabido Eacuteste a pesar de tener una certera intuicioacuten del

mismo lo desvelaba siempre de un modo enigmaacutetico Se establece que el hombre a di-

ferencia de la divinidad debe transitar sin atajos el difiacutecil camino del saber que soacutelo

puede ser iluminado por los destellos que emite el λόγος (desde el interior del hombre)

en una mezcla de razoacuten intuicioacuten e inspiracioacuten

351

intermediario entre lo humano y lo divino entre lo mortal y lo inmortal en-

tre el tiempo y la eternidad y estaacute a medio camino entre la ignorancia y el

saber ya que el hombre participa de eacutel pero nunca llegaraacute a conocerlo ple-

namente524 No se olvide ademaacutes que

laquoSi uno no espera lo inesperado no lo encontraraacute pues es difiacutecil de escu-

drintildear y alcanzarraquo525

Normalmente se suele interpretar este texto en sentido religioso pero

queda patente en nuestra opinioacuten su alusioacuten directa a la teoriacutea del conoci-

miento por cuanto conocer el λόγος exige un notable esfuerzo por parte

de aquel que lo busca El fragmento encierra toda una actitud de vida invi-

524 Cfr Colli Giorgio El nacimiento de la filosofiacutea Barcelona Tusquets 2000 p 92

(trad cast Carlos Manzano) El pensamiento humano debido a su origen divino es la

uacutenica instancia natural que se halla en condiciones de penetrar en la intimidad sobrena-

tural de la propia naturaleza Cfr Jaeger Werner Paideia ed cit p 178

525 ἐὰν μὴ ἔλπηται ἀνέλπιστον οὐκ ἐξευρήσει ἀνεξερεύνητον ἐὸν καὶ ἄπο-

ρον (22 B 18 DK) El hombre sensato estaacute abierto a todo lo que le rodea sin descartar

ninguacuten dato por disparatado que parezca pero el necio olvida tan pronto como aprende

y no advierte la verdad aunque la tenga delante por eso necesita ndashcomo el animal- casti-

gos y escarmientos o como dice Heraacuteclito ser gobernado por un golpe seco (22 B 11

DK) Pensamos que Heraacuteclito se separa aquiacute del racionalismo toacutepico que se le suele atri-

buir (derivado de una identifiacioacuten sin matices del λόγος con la razoacuten tomada como

facultad epistemoloacutegica) en cuanto no hay un camino establecido que conduzca a lo in-

esperado si se sabe usar bien la razoacuten sino que hay que ir ldquohaciendo camino al andarrdquo

como dijo Machado en la propia buacutesqueda interpretando los signos correctamente pe-

ro al mismo tiempo estando atentos a cualquier novedad (ldquoencuentro lo que no buscordquo

dijo tambieacuten el poeta (Proverbios y cantares XIII) y sigue ldquobusca a tu complementa-

rio que marcha siempre contigo y suele ser tu contrario (Ibid XV))

352

ta a no dormirse a no acomodarse a despertar a estar alerta yendo maacutes

allaacute de la experiencia cotidiana del sentido comuacuten y de lo que cabriacutea espe-

rar dejando abiertas las puertas de lo inesperado En apariencia nadie nos

diriacutea que detraacutes de lo que vemos cotidianamente mudar prevalece una nor-

ma universal pero tambieacuten hay que tener presente el caraacutecter infinito de la

tarea de delimitar aquello que todo limita puesto que nunca podraacute ser atra-

pado por completo

laquoLos buscadores de oro mucha tierra cavan y poco encuentranraquo526

Estamos sin duda ante una buena descripcioacuten de la tarea propia del

filoacutesofo una buacutesqueda sin fin enojosa pero gratificante por contraposicioacuten

al poeta que conoce de antemano la verdad que se dispone a contar Siem-

pre habraacute quien se satisfaga con menos o quien huya del esfuerzo que pre-

cisa la verdadera felicidad que deriva de la actividad intelectual y no del

deleite del cuerpo

laquoLos cerdos disfrutan maacutes del cieno que del agua limpiaraquo527

526 χρυσὸν γὰρ οἱ διζήμενοι γῆν πολλὴν ὀρύσσουσι καὶ εὑρίσκουσιν ὀλίγον

(22 B 22 DK)

527 a) ὕες γοῦν Βορβόρῳ ἥδονται μᾶλλον ἢ καθαρῷ ὕδατι (22 B 13 DK) b) sues

caeno cohortales aves pulvere vel cinere lavari (22 B 37 DK) Siguiendo la versioacuten de

Clemente (Strom I 2 2) ldquoEl hombre de aspecto agradable no debe ir sucio ni polvo-

riento ni deleitarse con el fango seguacuten Heraacuteclitordquo Para Marcovich la acotacioacuten arriba

citada por tanto no seriacutea sino un dicho popular griego que sirve para glosar el conteni-

do del texto Cfr Marcovich Miroslav op cit pp 179-181 La segunda versioacuten la da

Columella (VIII 4 4) ldquoSi creemos a Heraacuteclito de Eacutefeso que dice que los cerdos se lavan

con el fango y los paacutejaros con el polvo y la cenizahelliprdquo Sobre la problemaacutetica filoloacutegica

353

laquoLos asnos prefeririacutean los desperdicios al ororaquo528

laquoSi la felicidad consistiera en el deleite del cuerpo diriacuteamos que los bue-

yes son felices cuando encuentran arveja para comerraquo529

Es maacutes coacutemodo yacer en el fango y recoger ndashcomo animales- los fru-

tos inmediatos del placer sensible que dedicar la vida a buscar con empentildeo

y limitados resultados el placer maacutes propio y elevado que le estaacute concedido

al ser humano conocerse a siacute mismo y conocer en profundidad el mundo

que le rodea530 El sabio se desvela por hallar la esencia de las cosas pero

sabe que se embarca en una empresa perenne Tampoco desconoce que es

necesario laquocavar muchoraquo para destapar un poco de esa esencia por el con-

traposicioacuten a los que desisten del esfuerzo y prefieren vivir en la ilusioacuten de

cfr Garciacutea Calvo Agustiacuten op cit pp 162-163 Cfr Pradeau Jean-Franccedilois op cit

pp 202-203

528 ὄνους σύρματ᾽ ἂν ἑλέσθαι μᾶλλον ἢ χρυσόν (22 B 9 DK)

529 Si felicitas esset in delectationibus corporis boves felices diceremus cum inveniant

orobum ad comedendum (22 B 4 DK) 530 Este fragmento recuerda sin duda el planteamiento que hace Aristoacuteteles sobre la feli-

cidad Sobre su nombre todo el mundo estaacute de acuerdo y piensan que vivir bien y obrar

bien es lo mismo que ser feliz pero sobre su esencia discuten y no lo explican del mis-

mo modo unos creen que es alguna de las cosas tangibles y manifiestas como el placer

la riqueza o los honores pero los maacutes sabios reconocen que se trata de un bien que se

quiere por siacute mismo del que dependen los demaacutes y que no atantildee al cuerpo sino al alma

Cfr Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco ed cit I1 4 1097 b I1 13 1102 a-b Para Aristoacute-

teles cada animal busca el placer que le es propio y eacuteste se corresponde con la actividad

que le define (la maacutes agradable de las actividades conforme a la virtud aunque requiera

esfuerzo) por eso el hombre que no encuentre la felicidad en la actividad contemplati-

va sino en el placer corporal seraacute semejante a un animal Cfr Ibid I10 7 1095 a

354

conocer la verdad cuando lo que conocen no es maacutes que una apariencia de

la misma opiniones humanas en vez de ciencia estricta

Se presenta aquiacute una auteacutentica dialeacutectica entre la razoacuten y los senti-

dos de modo que parafraseando a Kant los sentidos sin λόγος son cie-

gos pero el λόγος sin los sentidos es un molde vaciacuteo Esto no debe inter-

pretarse en modo alguno como un menosprecio de los sentidos sino como

una llamada de atencioacuten para hacer un uso criacutetico y no ingenuo de los mis-

mos ya que para conocer el λόγος su testimonio es vaacutelido

laquoLas cosas cuyo aprendizaje es vista y oiacutedo eacutesas son las que yo prefie-

roraquo531

A traveacutes de los sentidos tenemos un primer contacto con el mundo

que nos rodea de suerte que podemos hacerlo por nosotros mismos sin de-

531 ὅσων ὄψις ἀκοὴ μάθησις ταῦτα ἐγὼ προτιμέω (22 B 55 DK) Como dijo

Hesiacuteodo ldquoEl mejor de todos los hombres es el que por siacute mismo comprende todas las

cosas es bueno asimismo el que hace caso al que bien le aconseja pero el que ni com-

prende por siacute mismo ni lo que escucha a otro retiene en su mente eacuteste en cambio es un

hombre inuacutetilrdquo Hesiacuteodo Los trabajos y los diacuteas ed cit 293 ss Este fragmento destapa

un empirismo inesperado y apunta la posibilidad de conectar con lo real sin mediaciones

rebuscadas Hay algo taoiacutesta aquiacute por cuanto conocer el λόγος no es una actividad pu-

ramente intelectual sino ademaacutes una experiencia vital Se busca en ambos casos superar

las perspectivas individuales para acceder a una verdad universal por medio de un mo-

do despierto de ver ser y estar en el mundo Las palabras y los razonamientos humanos

no alcanzan en uacuteltima instancia para definir esta verdad comuacuten Cfr Arleacutes Goacutemez Joseacute

ldquoInterconexioacuten hombre-mente-naturaleza desde el taoiacutesmordquo en Hallazgos nordm 5 (2006)

pp 72-86 Como ampliacioacuten cfr Watts Alan El camino del tao Barcelona Kairoacutes

2001 (trad cast Horacio Gonzaacutelez)

355

pender uacutenicamente de la autoridad de la tradicioacuten Si todo se convirtiera en

humo postula el jonio seriacutea la nariz la encargada de discriminar unas cosas

de otras (22 B 7 DK) Es maacutes incluso reconociendo la primaciacutea de la razoacuten

sobre los sentidos de cara al recto conocimiento parece que el papel de eacutes-

tos es facilitar al alma una primera toma de contacto con el mundo comuacuten

(siendo el objetivo uacuteltimo del propio conocimiento desvelar la ley universal

que subyace a todo acaecer particular)532

No obstante aquellos cuyos sentidos no esteacuten guiados por un enten-

dimiento atento auacuten oyendo el λόγος se asemejaraacuten a sordos

laquoEscuchando sin atender a sordos se asemejan Les cuadra el testimonio

del dicho ldquopresentes estaacuten ausentesrdquoraquo533

532 Hablando de la filosofiacutea moderna Cassirer hace una definicioacuten del conocimiento que

ndashtomada en siacute misma- podriacutea aplicarse a Heraacuteclito ldquoTodo conocimiento todo esfuerzo

de la investigacioacuten tiende a descubrir y expresar esta ley universal de la razoacuten que im-

pera por encima de todo acaecer especial y de todos los pensamientos de los indivi-

duosrdquo Cassirer Ernst El problema del conocimiento en la filosofiacutea y en la ciencia mo-

derna Meacutexico FCE 1962 vol I p 29 (trad cast Wenceslao Roces) 533 ἀξύνετοι ἀκούσαντες κωφοῖσιν ἐοίκασι φάτις αὐτοῖσιν μαρτυρεῖ παρεόν-

τας ἀπεῖναι (22 B 34 DK) Parmeacutenides hizo una afirmacioacuten semejante ldquoMira pues lo

que aun ausente estaacute firmemente presente al entenderhelliprdquo (28 B 4 DK) invitando a ha-

cer presentes ndashpor medio del pensamiento- las cosas ausentes Heraacuteclito denuncia la sor-

dera mental de los que estando presentes se comportan como ausentes al no ser capaces

de comprender la verdad (aunque la tengan delante y dispongan de un guiacutea para mos-

traacutersela) Reclama por tanto maacutes atencioacuten que se fijen en lo real que lo vivan de mo-

do que sean capaces de descubrir en lo cercano lo maacutes lejano Cfr Mondolfo Rodolfo

Heraacuteclito textos y problemas de su interpretacioacuten ed cit p 370

356

Hemos visto en suma que Heraacuteclito desconfiacutea de los sentidos como

fuente de conocimiento de las cosas cuando no estaacuten guiados por una razoacuten

criacutetica y comuacuten pues todos los entes estaacuten sometidos a un movimiento per-

petuo y hay que intentar conocer la ley que regula y gobierna el devenir an-

tropocoacutesmico (que nunca se muestra inmediatamente ni por completo) No

estamos ante un pensador ingenuo pero tampoco ante un pensador que sos-

tenga la imposibilidad del hombre de alcanzar la sabiduriacutea a pesar de que

soacutelo unos pocos son capaces de recorrer el arduo camino que conduce hasta

ella E Hussey en un intento de sistematizar la teoriacutea heracliacutetea del conoci-

miento ha formulado cuatro principios hipoteacuteticos para interpretar la sensi-

bilidad

1) laquoRegla de no-cancelacioacutenraquo nada de lo que nos es dado por los

sentidos debe ser rechazado sino depurado y traspasado

2) laquoRegla de no-extra-sensiblesraquo nada externo debe ser antildeadido a lo

que nos es dado por la propia experiencia

3) laquoRegla de holismoraquo la experiencia debe ser analizada desde un

punto de vista global que incluye la comprensioacuten inmediata del

λόγος

4) laquoRegla de significado intriacutensecoraquo la experiencia encierra dentro

de siacute todos los elementos que permiten su interpretacioacuten534 534 Cfr Hussey Edward ldquoEpistemology and Meaning in Heraclitusrdquo en Schofield

Malcolm Craven Nussbaum Martha (edts) Language and Logos Studies in ancient

Greek philosophy presented to G E L Owen Cambridge University Press 1982 pp

35-36

357

Puede parecer que esta clasificacioacuten contraviene lo que el propio He-

raacuteclito manifiesta pero no es asiacute Heraacuteclito no rechaza ndashcomo Parmeacutenides o

Platoacuten- el testimonio de los sentidos la experiencia sensible constituye una

parte esencial de la verdad permite un cierto acceso al λόγος puesto que

todo lo que sucede en el cosmos es un reflejo de su medida pero como la

mayoriacutea de los hombres no es capaz de encontrar en ella los vestigios de

esta norma universal es preciso pasarla por el filtro de la inteligencia Cier-

tamente hay que diferenciar los datos sin interpretar que nos proporciona

la intuicioacuten sensible de los datos ya interpretados (proceso que tiene un cla-

ro componente laquoloacutegicoraquo) pero no cabe auacuten una distincioacuten tajante entre los

sentidos y la razoacuten como facultades epistemoloacutegicas opuestas como se da-

raacute en Platoacuten El λόγος no carece de referentes en el mundo sensible y hasta

el propio devenir coacutesmico es expresioacuten suya La experiencia sensible por

tanto proporciona los materiales baacutesicos del conocimiento que deben ser

cribados desde la perspectiva del λόγος es decir desde el punto de vista

de su unidad e invisible respectividad (por eso los buscadores de oro cavan

mucho y encuentran poco una vez tamizada la tierra)

Lo que estaacute claro como hemos visto es que todo aquello que se to-

me por verdadero debe ser directamente entendido En primer lugar se tra-

ta de fundamentar nuestro conocimiento en lo comuacuten en lo sumamente ob-

jetivo en el λόγος En segundo lugar se trata de constatar que los sentidos

nos pueden conducir al error sin la asistencia de la razoacuten En consecuencia

debemos ir maacutes allaacute de las apariencias y no dejarnos dominar por lo inme-

diato visible sino profundizar en ello en busca del sustento invisible

Pero se necesita ademaacutes tener en cuenta un tercer aspecto no menos

importante la evidencia personal que concede primaciacutea a lo que se ve por

uno mismo frente a lo que nos transmiten otros

358

laquoLos ojos son testigos maacutes exactos que los oiacutedosraquo535

La superioridad de la vista respecto al oiacutedo radica en el hecho de que

mientras que la primera nos proporciona impresiones sobre el mundo viva-

ces e inmediatas el segundo nos refiere un conocimiento mediado por la

ensentildeanza de otros esto es por un narrador A tenor de lo dicho anterior-

mente no se trata de que la vista nos proporcione sin maacutes conocimientos

verdaderos sino de que nos pone en disposicioacuten de tenerlos Se trata de que

la propia experiencia siempre es preferible a la autoridad o a la tradicioacuten a

la hora de hacer ciencia Sin duda es menester tener muchos conocimientos

para lograr un saber atinado sobre lo real (22 B 35 DK) pero lo esencial es

distinguir entre cantidad y calidad536 De nada sirve laquosaber muchoraquo (πολυ-

μαθίη) si no se sabe procesar ni aplicar a nivel existencial (22 B 40 DK)

En este sentido

laquoNo hay que hablar y actuar como hijos de nuestros padresraquo537 535 ὀφθαλμοὶ γὰρ τῶν ὤτων ἀκριβέστεροι μάρτυρες (22 B 101a DK)

536 ldquoMuy preciso es que los hombres que aman el saber traten de enterarse de muchas

cosasrdquo (χρὴ γὰρ εὖ μάλα πολλῶν ἵστορας φιλοσόφους ἄνδρας εἶναι) (22 B 35

DK) Seguacuten Garciacutea Calvo la aparicioacuten del teacutermino ἵστορας (ldquoinvestigadoresrdquo) revela

una contraposicioacuten clara respecto a la tarea de mitoacutegrafos y aedos Por otro lado si se

concede que el texto no estaacute modificado estamos ante uno de los primeros usos del teacuter-

mino ldquofiloacutesofordquo para caracterizar a los hombres que aman el saber (φιλοσόφους) Pero

aunque otros como Pitaacutegoras pueen ser considerados filoacutesofos el aristoacutecrata del espiacuteri-

tu no obstante siempre ha de preferir calidad a cantidad y saber a erudicioacuten Cfr Gar-

ciacutea Calvo Agustiacuten op cit p 79

537 οὐ δεῖ ltὡςgt παῖδας τοκεώνων τοῦτrsquo ἔστι κατὰ ψιλόν καθότι παρειλήφα-

μεν (22 B 74 DK)

359

Ante todo parece que lo que se cuestiona es un modelo de educacioacuten

vigente en la Grecia de su momento basado en la audicioacuten de lecturas y en

la tradicioacuten oral En efecto dada la extrantildeeza con la que los hombres reci-

bieron el discurso de Heraacuteclito podemos pensar que encerraba un modelo

de educacioacuten sustancialmente distinto del tradicional sin olvidar tampoco

el caraacutecter inflexible del Efesio que no deja lugar para el diaacutelogo o el deba-

te ya sea con la tradicioacuten o con sus propios conciudadanos538 538 Seguacuten Garciacutea Baroacute lo que dice esta sentencia es que Heraacuteclito entiende la filosofiacutea

como laquola tradicioacuten de los hombres sin tradicioacutenraquo esto es de los hombres que ponen en

cuestioacuten con la vista lo que han aprendido con el oiacutedo Cfr Garciacutea-Baroacute Miguel De

Homero a Soacutecrates Invitacioacuten a la filosofiacutea Salamanca Siacutegueme 2004 p 55 Los pa-

dres educan a sus hijos en unas creencias y valores que eacutestos aceptan sin maacutes A medida

que crecen y desarrollan su razoacuten comienzan a cuestinarlas y a trazar su propio camino

Lo mismo sucede con la filosofiacutea respecto al mito afirma Conche los filoacutesofos invitan

a hablar y actuar siguiendo los resultados de la investigacioacuten racional y no perpetuando

el dictamen de la tradicioacuten en un ejercicio de criacutetica y libertad Cfr Conche Marcel

Heacuteraclite Fragments ed cit pp 74-75 Dice Heraacuteclito ldquoiquestQueacute sensatez o queacute inteli-

gencia es la de eacutesos Dan creacutedito a los recitadores de los pueblos y toman al vulgo por

maestro sin saber que los maacutes son malos y pocos los buenosrdquo (τίς γὰρ αὐτῶν νόος ἢ

φρήν δήμων ἀοιδοῖσι πείθονται καὶ διδασκάλωι χρείωνται ὁμίλωι οὐκ εἰδό-

τες ὅτι lsquoοἱ πολλοὶ κακοί ὀλίγοι δὲ ἀγαθοίrsquo) (22 B 104 DK) Atando cabos encon-

tramos una criacutetica a los poetas (junto con su repetido elogio de la eacutelite frente a la masa)

especialmente a Homero quien junto con Hesiacuteodo dio forma a la religioacuten griega Su

obra era memorizada por los nintildeos de modo que grababa en sus mentes todo un conjun-

to de creencias y patrones de conducta un modo de pensar y actuar Los filoacutesofos cons-

cientes de la importancia e influencia de los poetas en la educacioacuten disputaron ese lugar

con un nuevo modelo de educacioacuten basado en la investigacioacuten racional de la naturaleza

y el hombre por eso Platoacuten no tuvo maacutes remedio que expulsarlos de la ciudad ideal no

sin antes reconocer que Homero fue quien educoacute a Grecia (τὴν Ἑλλάδα πεπαίδευ-

κεν) Cfr Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 606e

360

Pero del mismo modo que sucede con los sentidos no se trata de eli-

minar el testimonio de la tradicioacuten sino de tomarlo en un sentido criacutetico y

no dogmaacutetico una vez filtrado por la evidencia personal ndasha semejanza sal-

vando la distancias de lo que propone Descartes en la primera regla del

Meacutetodo-539 Por eso lo que pide Heraacuteclito es que no se acepte nada sin sa-

ber por queacute se hace como ejemplifica la criacutetica que hace de sus predeceso-

res a excepcioacuten de los milesios

laquoMeras creencias lo que el maacutes acreditado conoce y custodia Justicia se

encargaraacute de los artiacutefices y testimonieros de mentirasraquo540

Una vez maacutes no se trata de sostener que no se pueden tener maacutes que

conocimientos pasajeros sin llegar a saber lo que son las cosas ni la ley que

las rige sino que vamos progresando en su conocimiento gradualmente y

no sin esfuerzo Maacutes que un saber efectivo por tanto tenemos que buscar

aquiacute una suerte de laquofilosofiacutea de la sospecharaquo un despertador que trata de

sacar a los hombres de su sopor cotidiano En esta misma liacutenea como vere-

mos tenemos un gran nuacutemero de textos que inciden en la incapacidad del

hombre dormido para asimilar la palabra de la naturaleza tanto antes co-

mo despueacutes de haberla oiacutedo sea porque trata de interpretar la naturaleza

539 ldquoEl primero consistiacutea en no admitir cosa alguna como verdadera si no se la habiacutea co-

nocido evidentemente como tal Es decir con todo cuidado debiacutea evitar la precipitacioacuten

y la prevencioacuten admitiendo exclusivamente en mis juicios aquello que se presentara tan

clara y distintamente a mi espiacuteritu que no tuviera motivo alguno para la dudardquo Descar-

tes Reneacute Discurso del meacutetodo Madrid Alfaguara 1981 II p 15 (trad cast Guillermo

Quintaacutes)

540 δοκέοντα γὰρ ὁ δοκιμώτατος γινώσκει φυλάσσει καὶ μέντοι καὶ Δίκη κα-

ταλήψεται ψευδῶν τέκτονας καὶ μάρτυρας (22 B 28 DK)

361

desde su propia inteligencia desde su propio mundo sin atender a lo co-

muacuten sea porque escucha sin comprender la interpretacioacuten que proponen los

pocos sabios que han sido capaces de alcanzar la verdad entre los que el

propio Heraacuteclito se incluye

11 laquoDormidosraquo y laquodespiertosraquo como categoriacuteas epistemoloacutegicas

De todo lo analizado en el apartado anterior se desprende que para

Heraacuteclito existen dos clases de hombres seguacuten el conocimiento del λόγος

que posean los laquodespiertosraquo y los laquodormidosraquo

laquoPara los que estaacuten despiertos (τοῖς ἐγρηγορόσιν) el orden del mundo

es uno y comuacuten mientras que cada uno de los que duermen (τῶν δὲ κοι-

μωμένων) se vuelve hacia uno propioraquo541

Seguacuten esto estar despierto o dormido significa estar o no atentos al

λόγος tener un mundo propio (ἴδιον) o uacutenico y comuacuten (ἕνα καὶ κοινὸν

κόσμον) ser sabio o ignorante542 Utilizando conceptos platoacutenicos se trata

de poseer la laquocienciaraquo universal y permanente o bien la laquoopinioacutenraquo parti-

cular y mudable Dicho de otro modo los dormidos no saben lo que hacen

ni por queacute lo hacen mientras que los despiertos son conscientes de cuanto

hacen y piensan puesto que estaacuten en sintoniacutea con el λόγος 541 τοῖς ἐγρηγορόσιν ἕνα καὶ κοινὸν κόσμον εἶναι τῶν δὲ κοιμωμένων ἕκασ-

τον εἰς ἴδιον ἀποστρέφεσθαι (22 B 89 DK)

542 Cfr Jaeger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit p 159 Cfr

Fraumlnkel Hermann op cit p 348

362

laquoPara Heraacuteclito los que hablan comparten un mundo comuacuten y los que no

hablan o dejan de hablar o no quieren hablar se vuelven a un mundo par-

ticular pues esa estancia en un mundo particular es precisamente en lo que

consiste el suentildeo y el estar dormido Pero iquestqueacute es y en queacute consiste este

mundo que es comuacuten y se comparte y queacute es y en queacute consiste el mundo

que tambieacuten lo es particular Piensa Heraacuteclito que al mundo le viene su

comunidad y tambieacuten su orden y su estructura del ajuste y del acoplamien-

to de los elementos diversos asiacute como de sus tensiones contrarias y viene

a ser el mundo el resultado de una ensambladura que aunque pueda apare-

cer como quietud es el resultado de la inquietud de la tirantez y de la mez-

claraquo543

Lo laquocomuacutenraquo del mundo comuacuten es en primer lugar algo objetivo la

unidad de cada cosa con su contraria con la que forma esta comunidad in-

separable que Heraacuteclito denominoacute laquoarmoniacutearaquo Cualquier intento de quebrar

dicha unidad seriacutea equiparable a un intento de retirarse de lo comuacuten puesto

que el hecho mismo de no entenderla equivale al primer paso para comen-

zar a vivir en un mundo particular En segundo lugar lo comuacuten del mundo

es algo intersubjetivo algo vaacutelido para cualquier sujeto que sepa mirar lo

que hay entenderlo y expresarlo La oposicioacuten se plantea ahora entre una

razoacuten que es comuacuten y una inteligencia que es particular (ἰδίαν φρόνη-

σιν) iquestCuaacutel es esa razoacuten comuacuten presente en todo momento que todo lo

mide a la que hay que seguir o a la que de hecho seguimos sin advertirlo

543 Rodriacuteguez Saacutendez Rafael ldquoRazoacuten comuacutenrdquo en Fedro Revista de esteacutetica y teoriacutea

de las artes nordm 3 (2005) p 10 ldquoLos que estaacuten despiertos [hellip] participan de un mundo

comuacuten (como prueba su comercio mutuo) mientras que el mundo de los suentildeos en que

se encuentra el durmiente resulta inaccesible a los demaacutesrdquo Jaeger Werner La teologiacutea

de los primeros filoacutesofos griegos ed cit p 116

363

Ese λόγος o razoacuten comuacuten acaso sea en primera instancia el lenguaje aque-

llo que permite a los seres humanos entender ordenar y expresar la estruc-

tura inteligible de lo real Como el propio Efesio sentildeala la presencia uni-

versal del lenguaje en los humanos no garantiza de suyo la comprensioacuten de

lo comuacuten ni evita la caiacuteda en el suentildeo especialmente para los que tienen un

alma baacuterbara (βαρβάρους ψυχὰς) esto es que no comprenden el len-

guaje Por eso dice inteligencia particular y no λόγος particular ya que el

λόγος siempre es comuacuten se sepa o no Hay que hacer ver e indicar a la

mayoriacutea que ademaacutes del placentero y pasivo suentildeo en el que uno se deja

llevar hay una vigilia activa despierta consciente que exige atencioacuten y un

esfuerzo antildeadido y una inexcusable responsabilidad y que ademaacutes del cri-

terio propio estaacute la razoacuten comuacuten que nos permite conocer las cosas en su

conjunto y entrelazamiento El suentildeo es cercano a la muerte justamente

porque se caracteriza por el reposo y la quietud (22 B 21 DK B 88)544 Del

mismo modo el cosmos para estar vivo debe estar abierto a las formas

propias de la vigilia esto es el movimiento y la inquietud Los despiertos

por tanto se saben parte del mundo que tratan de comprender y entienden

que el ajuste nace del desajuste la tensioacuten y la contraposicioacuten

En consecuencia Heraacuteclito no hace sino denunciar la situacioacuten por la

que los hombres permanecen encerrados en su propio mundo (ἴδιον κόσ-

μον) en sus propias creencias incapaces de abrirse a lo comuacuten a la razoacuten

544 ldquoLa muerte misma se concibe como un fenoacutemeno natural parecido al suentildeo del cual

es hermanardquo Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 31 Sobre los

usos y la etimologiacutea del campo semaacutentico de ldquosuentildeosontildearrdquo desde Homero hasta la eacutepo-

ca heleniacutestica cfr Fernaacutendez Garrido Mordf Regla Vinagre Lobo Miguel Aacutengel ldquoLa ter-

minologiacutea griega para suentildeo y sontildearrdquo Cuadernos de filologiacutea claacutesica nordm 13 (2003) pp

69-104

364

que todo lo gobierna y que consiste en la unidad uacuteltima de todas las cosas

Por eso afirma que laquopresentes estaacuten ausentesraquo pues son como laquosordosraquo en

el sentido del que necesita una transformacioacuten mental ya que por mucho

que escuchan la palabra de la naturaleza y se encuentran cotidianamente

con ella no son capaces de comprenderla laquono saben escuchar ni hablarraquo

en palabras de Heraacuteclito545 Dicho de otro modo el hombre que desconoce

la interconexioacuten de la naturaleza y se encierra en siacute mismo alimenta la ilu-

sioacuten de habitar en la verdadera realidad sin advertir que se encuentra en un

suentildeo en una existencia inconsciente e inauteacutentica Soacutelo contemplando el

cosmos desde el punto de vista de la totalidad se encajan todas las piezas

de este enorme puzzle de alcance antropocoacutesmico que se presenta a prime-

ra vista como un espectaacuteculo aciago de tensiones para destaparse despueacutes

como el resultado de una medida escondida que armoniza y entrelaza todas

las parejas de opuestos546

545 Los ecos taoiacutestas son de nuevo evidentes ldquoSe lo mira y no se lo ve su nombre es lo

invisible Se lo escucha y no se lo oye su nombre es lo inaudible [hellip] En el uno lo

superior no es absurdo lo inferior no es confuso Es un proceso interminable que

no admite nombre [hellip] Cuando se le sigue no se ve su parte trasera cuando se le sale

al encuentro no se ve su cabezardquo Lao Zi op cit sect 14 546 Heraacuteclito parece anticipar la tensioacuten entre conocimiento y desconocimiento que se da

en el heacuteroe traacutegico El heacuteroe no conoce todos los elementos necesarios para comprender

su destino (su verdadera naturaleza) por eso muchas veces ayuda a que se cumpla con

la misma accioacuten con la que trata de evitarlo o bien acude a su encuentro al tratar de ale-

jarse de eacutel como le sucede a Edipo En Esquilo por ejemplo encontramos algunos pa-

sajes muy cercanos a los fragmentos que acabamos de analizar ldquoiquestEstoy gritando a sor-

dos y en vano digo palabras inuacutetiles a gente dormidardquo Esquilo Las coeacuteforas (Trage-

dias) ed cit 882 ldquoEn un principio aunque teniacutean visioacuten nada veiacutean y a pesar de que

oiacutean no oiacutean nada [] igual que fantasmas de un suentildeordquo Esquilo Prometeo encadena-

do (Tragedias) ed cit 485

365

Heraacuteclito en conclusioacuten establece una distincioacuten baacutesica y permanen-

te entre los hombres dormidos los maacutes que viven en un mundo cerrado e

incomunicable y los hombres despiertos los menos que comparten una

misma y uacutenica realidad abierta problemaacutetica y multidimensional Conocer

la comunidad del mundo y participar de ella por ende constituye la verda-

dera sabiduriacutea La tragedia estriba en participar de ella sin conocerla como

hacen los dormidos cuya torpeza mental les impide verse como un elemen-

to maacutes de este gran entramado natural (o divino)

12 El auto-conocimiento del λόγος interior

Tal vez el descubrimiento maacutes importante de Heraacuteclito para la teoriacutea

del conocimiento sea el del sujeto cognoscente El jonio se dio cuenta de

que el uacutenico medio que permite aprender a interpretar correctamente el len-

guaje de la naturaleza no es otro que la introspeccioacuten Tambieacuten el oraacuteculo

de Delfos como es sabido recordaba la necesidad del autoconocimiento

para poder interpretar la respuesta de la sibila

laquoMe investigueacute a miacute mismoraquo547

547 ἐδιζησάμην ἐμεωυτόν (22 B 101 DK) Para entender mejor este verbo (ἐδιζησά-

μην) se puede cotejar un pasaje de Heroacutedoto donde se utiliza como ldquobuscar el signifi-

cadordquo [del oraacuteculo] una vez recibida la enigmaacutetica respuesta Cfr Heroacutedoto Historia

Madrid Gredos 2006 VII 142 (trad cast Carlos Schrader) En este sentido apunta

Guthrie Heraacuteclito se investigoacute a siacute mismo para intentar desvelar su propia naturaleza

considerando las respuestas como si se tratase de un oraacuteculo a interpretar Cfr Guthrie

W K C Historia de la filosofiacutea griega vol I ed cit pp 394-395

366

Ciertamente si se trata o no del primer reconocimiento filosoacutefico del

laquoyoraquo en sentido epistemoloacutegico es algo que no se puede establecer de un

modo tajante aunque acaso se pueda afirmar que buena parte de la filosofiacutea

de Soacutecrates descansa sobre esta fecunda sentencia Por otro lado los que

colocan sistemaacuteticamente el giro antropoloacutegico de la filosofiacutea griega en el

ateniense dejando a los presocraacuteticos uacutenicamente los problemas cosmoloacute-

gicos deben tener presente este fragmento del jonio quien nunca desligoacute

los problemas coacutesmicos de los problemas humanos hilvanados por el mis-

mo λόγος548 Seguacuten Jaeger esta sentencia que reconoce que una de las

viacuteas maacutes fecundas de la filosofiacutea es la autoinvestigacioacuten es la prueba maacutes

clara de que Heraacuteclito preparoacute el camino para la vuelta de la filosofiacutea hacia

el hombre y de que es preciso revisar el toacutepico que hace de los primeros fi-

loacutesofos unos simples fiacutesicos o fisioacutelogos549

En este sentido la experiencia que tenemos de la naturaleza por me-

dio de los sentidos soacutelo puede ser iluminada por la experiencia que tenemos

de nosotros mismos viacutea introspectiva Dicho de otro modo para conocer el

548 Seguacuten cuenta D Laercio Soacutecrates dijo ndashen conversacioacuten con Euriacutepides acerca del li-

bro heracliacuteteo (τὸ Ἡρακλείτου σύγγραμμα) ldquoLo que he comprendido es excelente

y creo que lo seraacute tambieacuten lo que no he comprendido salvo que precisa de un nadador

deliordquo (τὸν δὲ φάναι ἃ μὲν συνῆκα γενναῖα οἶμαι δὲ καὶ ἃ μὴ συνῆκα πλὴν

Δηλίου γέ τινος δεῖται κολυμβητοῦ) Dioacutegenes Laercio op cit II 22 Sobre la in-

terpretacioacuten socraacutetica del lema deacutelfico como una invitacioacuten a la sabiduriacutea cfr Platoacuten

Caacutermides (Diaacutelogos I) ed cit 164 d-165 a (trad cast Emilio Lledoacute) 549 Cfr Jaeger Werner Paideia ed cit p 176 Si bien es cierto que esta sentencia en-

trelaza la eacutetica con la teoriacutea del conocimiento en Heraacuteclito se refiere maacutes a este uacuteltimo

aspecto a diferencia de Soacutecrates cuyo trasfondo uacuteltimo es eacutetico Cfr Mondolfo Rodol-

fo La comprensioacuten del sujeto humano en la cultura antigua Buenos Aires Imaacuten 1955

p 142

367

mundo exterior hay que conocer tambieacuten el mundo interior y sus pautas es

decir la pregunta por el cosmos y la pregunta por el hombre son una y la

misma en esencia puesto que se comunican y comparten una misma medi-

da universal (y confluyen en un ciacuterculo fecundo de ida y vuelta donde se

confunden el principio y el fin)550 Como dijo Demoacutecrito el hombre es un

laquomicro-cosmosraquo (cfr 68 B 34 DK) y parece que esta misma idea estaba

presente tambieacuten en Heraacuteclito al menos de un modo latente Desde un pun-

to de vista global el hombre es un fragmento del cosmos no obstante des-

de un punto de vista particular el hombre es tambieacuten un (micro)cosmos or-

ganizado y en constante devenir En efecto todo lo dicho del λόγος de la

naturaleza se puede trasladar al ser humano multiplicidad y conexioacuten uni-

dad y contradiccioacuten tensioacuten y armoniacutea guerra interior creadora etc No se

trata de explicar el cosmos desde el hombre ni el hombre desde el cosmos

sino de algo maacutes intenso de constatar que la conducta humana lo mismo

que los cambios del mundo exterior estaacute gobernada por el mismo λόγος

Cuando el hombre emprende la buacutesqueda de siacute mismo intuye que participa

de algo mucho maacutes extenso que su individualidad intuye el enorme paren-

tesco de la realidad y la simpatiacutea universal que prevalece en la misma intu-

ye que dentro de eacutel se da tambieacuten una tensioacuten armoacutenica entre oposicioacuten y

relacioacuten entre lo visible y lo invisible El hombre en definitiva sabe maacutes y

menos de lo que puede (puede maacutes y menos de lo que sabe) ahiacute radica su 550 Como dice Lao Zi ldquoel saber no es la erudicioacutenrdquo Lao Zi op cit sect 81 el conocimien-

to del Tao no se adquiere desde el exterior sino que crece desde el interior ldquoSin salir de

la propia casa se conoce el mundordquo (ibid sect 47) Lejos de la dispersioacuten de la erudi-

cioacuten en sintoniacutea con Heraacuteclito el conocimiento del Tao es el saber sobre lo uno Esto

significa que el fondo del Tao ndashcomo el λόγος- se abre tan soacutelo al fondo del hombre

donde es posible un saber comuacuten ldquoQuien conoce a los demaacutes posee inteligencia

Quien se conoce a siacute mismo posee clarividenciardquo (ibid sect 33)

368

tragedia como vieron Esquilo o Soacutefocles (su desmesura le lleva a oponer

su pobre individualidad a lo universal que hay en eacutel lo que acarrea muchos

sufrimientos) pero tambieacuten su majestad (el reconocimiento de los propios

liacutemites le permite alcanzar la maacutexima sabiduriacutea que le estaacute permitida a un

ser humano y de este modo ser grande en medio de las desgracias)

369

Cap 10

laquoElementos para una eacuteticaraquo

370

371

1 El aspecto praacutectico del λόγος

11 La virtud y la vida seguacuten la naturaleza

Dada la intensidad con la que Heraacuteclito apercibe a los laquodormidosraquo

por su desconocimiento del λόγος se puede pensar que el conocimiento

del mismo implica la necesidad eacutetica de obrar de acuerdo con eacutel Puesto

que la manera de laquopensarraquo el mundo es comuacuten para los hombres despiertos

tambieacuten tiene que serlo su manera de laquoobrarraquo En consecuencia la medida

que preside el devenir del cosmos debe ser la misma que presida la accioacuten

humana En 22 B 112 DK encontramos justamente esta idea

laquoSer sensato (σωφρονεῖν) es la maacutexima virtud (ἀρετὴ μεγίστη) y es

sabiduriacutea (σοφίη) decir la verdad (ἀληθέα) y obrar de acuerdo con la na-

turaleza (κατὰ φύσιν)raquo551

Esta sentencia pone de manifiesto la estructura dinaacutemica de la exis-

tencia humana en consonancia con la estructura de la propia naturaleza y

nos revela la clave para comprender la eacutetica heracliacutetea Por otro lado evi-

551 σωφρονεῖν ἀρετὴ μεγίστη καὶ σοφίη ἀληθέα λέγειν καὶ ποιεῖν κατὰ φύ-

σιν ἐπαΐοντας (22 B 112 DK) Aristoacuteteles consideroacute que los presocraacuteticos teniacutean un

saber teoacuterico pero no praacutectico pues ldquosaben cosas grandes admirables difiacuteciles y divi-

nas pero inuacutetiles porque no buscan los bienes humanosrdquo Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutema-

co ed cit VI 7 1141b 3-8 Esta consideracioacuten no hace justicia a Heraacuteclito quien para

referirse al sabio y la sabiduriacutea utiliza los teacuterminos φρόνιμος y φρόνησις que delimi-

tan un saber tanto teoacuterico como praacutectico frente al νοεῖν de Parmeacutenides que delimita

un saber esencialmente teoacuterico Cfr Snell Bruno op cit p 35

372

dencia que el sabio no soacutelo es el que conoce la verdad sino antes bien el

que sabe ponerla en praacutectica de suerte que le ayude a ser mejor y maacutes feliz

laquoAunque la filosofiacutea va gravitando cada vez maacutes hacia el lado teoreacutetico

en la medida en que su fin principal es el conocimiento puro de las cosas

vuelve sin embargo a recoger la antigua significacioacuten doble de la sabidu-

riacutea en cuanto entran en su perspectiva los problemas eacuteticos y como para

los griegos la conducta correcta depende siempre del conocimiento verda-

dero la filosofiacutea se convierte en el arte de dominar la vida y su tarea es el

dominio del mundo por el conocimientoraquo552

Lo que se pone en juego aquiacute es la esencial adecuacioacuten (ὁμολογία)

que existe entre la conducta humana y las exigencias de la naturaleza pues-

to que comparten un mismo λόγος Pero esa misma naturaleza con la que

comulgamos nos abre tambieacuten a los demaacutes hasta el punto de que nos une

en una comunidad coacutesmica No en vano el rasgo distintivo del ser humano

552 Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 24 ldquoEl loacutegos de Heraacuteclito

es un conocimiento del cual se originan al mismo tiempo la palabra y la accioacuten [hellip] Vi-

vir y conducirse de acuerdo con ella es lo que los griegos denominaron φρονεῖνrdquo Jae-

ger Werner Paideia Los ideales de la cultura griega ed cit pp 177 Seguacuten Auben-

que estamos ante un claro antecedente de la prudencia aristoteacutelica considerada como la

capacidad de juzgar con discernimiento y como la disposicioacuten praacutectica o habilidad del

hombre virtuoso que es capaz de disponer los medios necesarios y adecuados para reali-

zar el bien ya que es capaz de una adecuada deliberacioacuten para alcanzar la felicidad Cfr

Aubenque Pierre La prudencia en Aristoacuteteles Barcelona Criacutetica 1999 pp 177ss

(trad cast Mariacutea Joseacute Torres) En su clasificacioacuten de los distintos saberes Aristoacuteteles

subordina el saber productivo al saber practico mientras que la prudencia o sabiduriacutea

praacutectica estaacute subordinada a la ciencia ya que quien realmente sabe sabe escoger y dis-

cernir para actuar en consecuencia Cfr Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco ed cit VI4

373

para la mayoriacutea de los filoacutesofos antiguos era su caraacutecter racional en el sen-

tido de que es un animal que posee λόγος Ese fue tambieacuten el gran descu-

brimiento de Heraacuteclito al preguntarse por la φύσις con una actitud atenta

y despierta ante el misterio de la realidad De este modo pudo leer y com-

prender con su λόγος la armoniacutea interior que la naturaleza esconde debajo

de sus contradictorias apariencias El hombre en fin estaacute abierto a la natu-

raleza entera y a lo divino Es precisamente la inteligencia la que le da su

puesto en el cosmos

laquoDesde el logos el hombre posee una conexioacuten vertical con la divinidad y

una conexioacuten horizontal con los otros hombres o para decirlo con maacutes ri-

gor es ldquoinmortalrdquo y ldquopoliacuteticordquoraquo553

El hombre en suma precisamente por tener λόγος se encuentra en

la encrucijada del cosmos abierto a las cosas a los otros hombres y a lo di-

vino En este sentido igual que los enfrentamientos coacutesmicos encierran una

insobornable armoniacutea que los atempera las distintas tendencias que comba-

ten en el interior del hombre deben someterse a su inteligencia la uacutenica

instancia capaz de gobernarlas Al entrar dentro de siacute mismo por tanto el

hombre descubre el camino de su propia realizacioacuten de su propia excelen-

cia pero tambieacuten toma conciencia de su penetrante capacidad y de su pa-

rentesco con la naturaleza tanto en sentido material (ἀρχή) como espiri-

tual (λόγος) De modo que todas las posibilidades del ser humano desde

553 Legido Loacutepez Marcelino ldquoLa vida seguacuten la naturaleza en la Estoa Antiguardquo en

Bien Dios Hombre Estudios sobre el pensamiento griego Salamanca Acta Salmanti-

censia Filosofiacutea y Letras XVIII 1 1964 p 105 El aspecto poliacutetico del λόγος ya ha

sido desarrollado en el capiacutetulo anterior por lo que no redundaremos en ello

374

el punto de vista eacutetico y epistemoloacutegico deben anudarse en aquello que nos

comunica con el resto del cosmos y nos permite comprenderlo y compren-

dernos Esto sin duda preparoacute el camino para una unioacuten entre la ἀρετή y la

ἐπιστήμη en un sentido casi socraacutetico La virtud por ende es un saber

praacutectico que brota del λόγος inscribiendo en el interior de los hombres la

norma universal que impera en la naturaleza Por otro lado se subraya la

estrecha cercaniacutea que existe entre la verdad y el bien pues el λόγος no soacute-

lo debe iluminar al ser humano en su buacutesqueda de la verdad sino tambieacuten

en su accioacuten y libre decisioacuten constatando asiacute la funcioacuten clave que tiene la

inteligencia en la vida moral Si somos capaces de hacer que todas las ten-

siones humanas que poleacutemica y agoacutenicamente confrontan en cada una de

nuestras decisiones llegaran a converger y a unificarse tendriacuteamos la maacute-

xima virtud la laquoarmoniacutea de los contrariosraquo en el interior del hombre mis-

mo Pero del mismo modo que sucede con el cosmos hay que comprender

que esa tensioacuten es necesaria para que el propio ser humano siga existiendo

y evolucione puesto que todo nace de la lucha de los que se oponen y de la

medida que confiere sentido a las mismas

El laquovivir seguacuten la naturalezaraquo en conclusioacuten lleva consigo vivir se-

guacuten la naturaleza propia y la coacutesmica porque la nuestra no es maacutes que una

parte de aquella La verdadera realizacioacuten del hombre debe consistir en una

concordancia entre la naturaleza humana y la naturaleza comuacuten (κοινὴ

φύσις) lo que seraacute retomado como es bien sabido por la mayoriacutea de las

escuelas heleniacutesticas algunas de iacutendole heracliacutetea como la estoica Estar

laquodormidoraquo cerrando el ciacuterculo no soacutelo quiere decir ldquopensar malrdquo sino ade-

maacutes ldquohacer malrdquo ya que uno y otro son inseparables Pero advieacutertase que

decimos ldquopensar y hacer malrdquo no ldquopensar y hacer el malrdquo es decir se trata

375

de un problema maacutes onto-episteacutemico que moral Los que ignoran el λόγος

ignoran tambieacuten su propia conexioacuten con la totalidad su parentesco con la

naturaleza por eso actuacutean movidos por el placer obtuso y el egoiacutesmo

laquoSi la felicidad consistiera en el deleite del cuerpo diriacuteamos que los bue-

yes son felices cuando encuentran arveja para comerraquo554

Heraacuteclito entiende que la felicidad no puede quedar reducida al sim-

ple placer sensible pues en ese caso el hombre no podriacutea diferenciarse del

animal ni desarrollar una serie de capacidades (que tambieacuten son placeres)

especiacuteficamente humanas como la contemplacioacuten y el conocimiento Los

hombres que colocan su meta uacutenicamente en el placer corporal afirma He-

raacuteclito ndashrefirieacutendose duramente a los efesios- son equiparables a las bes-

tias incapaces de apreciar los bienes maacutes excelsos y difiacuteciles No obstante

el hombre que participa del λόγος universal por el hecho de estar dotado

de razoacuten estaacute muy por encima de los animales aunque muchas veces se

asemeje a ellos en su comportamiento y tenga que ser conducido a la fuerza

al encuentro del alimento intelectual del mismo modo que los animales son

conducidos a golpe de laacutetigo para pastar555 554 Si felicitas esset in delectationibus corporis boves felices diceremus cum inveniant

orobum ad comedendum (22 B 4 DK)

555 ldquoTodo lo que se arrastra es conducido por el golpe [de la divinidad]rdquo πᾶν ἑρπετὸν

τὴν γῆν νέμεται (22 B 11 DK trad M Conche) La leccioacuten τὴν γῆν estaacute en la ma-

yoriacutea de los manuscritos del tratado pseudo-aristoteacutelico De mundo y sobrevive hasta

Bywater aunque casi todos los editores modernos desde Diels se hallan decantado por

πληγῆι (Lorimer Walter Snell Kirk Marcovich) siguiendo las traducciones latinas

de Estobeo y a Apuleyo Para dos buenos estudios de esta problemaacutetica cfr Conche

Marcel Heacuteraclite Fragments ed cit pp 315-38 cfr Lallot J ldquoLa terre en partagerdquo

376

Heraacuteclito no desestimoacute los temas de la accioacuten y del agente si bien

debemos tener muy presentes las diferencias que existen entre nuestra con-

cepcioacuten de la subjetividad y la concepcioacuten griega arcaica La filosofiacutea con-

temporaacutenea entiende al laquoyoraquo como actor y guionista de su propia existen-

cia como el inicio de una serie indeterminada de actos y decisiones de las

que eacutel es el uacutenico responsable ante siacute mismo y ante los demaacutes En esta ca-

pacidad de decisioacuten cotidiana en esta necesidad radica la libertad del hom-

bre que ademaacutes es uno de los principales fundamentos de su dignidad Asiacute

no podemos hablar de sujeto eacutetico si no es libre y responsable de sus actos

es decir si no tiene la capacidad de decir siacute o no a las diversas posibilida-

des que se le plantean Un individuo se decide cuando decide esto es se

compromete con un proyecto vital que iraacute solapando paulatinamente su

esencia con su existencia

iquestPodemos aplicar esta concepcioacuten de la libertad a un pensador griego

del siglo VI a C La respuesta es no Heraacuteclito comparte en nuestra opi-

nioacuten el ideal homeacuterico de la ἀρητή al mismo tiempo que preconiza el ca-

raacutecter traacutegico del heacuteroe de Esquilo La Tragedia como es sabido situacutea al

hombre en el umbral de la accioacuten (frente a la necesidad de decidir y obrar

en consecuencia lo que genera un debate interior) en la encrucijada de una

decisioacuten que comprometeraacute su destino e incluso su propia vida aporeacutetica y

difiacutecil por definicioacuten pero ineludible

en Archiv fuumlr Geschichte der Philosophie 54 (1972) pp 111-115 Por otro lado Con-

che conjetura que el golpe lo asesta la divinidad dado que todas las cosas se someten en

uacuteltima instancia a la ley divina que todo lo gobierna (λόγος) Asiacute encontramos un pa-

saje de Platoacuten donde se asemeja la relacioacuten entre Dios y los hombres con la que hay en-

tre el pastor y su rebantildeo Cfr Platoacuten Critias (Diaacutelogos VI) Madrid Gredos 2002 109b

-c (trad cast Francisco Lisi)

377

laquoiquestQueacute alternativa estaacute libre de males [se pregunta Agamenoacuten] Grave

destino lleva consigo el no obedecer pero grave tambieacuten si doy muerte a

mi hijaraquo556

iquestPodemos llamar libre al heacuteroe griego que padece la persuasioacuten divi-

na tanto externa como interna ademaacutes de tener que someterse a los desig-

nios del destino Precisamente esa tensioacuten agoacutenica en la que habita el heacuteroe

traacutegico es la misma tensioacuten que Heraacuteclito contempla en el cosmos y en el

hombre mismo Desde Homero sabemos que la accioacuten del hombre estaba

limitada por un doble factor uno externo y otro interno la inspiracioacuten divi-

na (δαίμων) y la motivacioacuten humana (ἦθος) distincioacuten que resulta casi

inapreciable en los escritos de los poetas traacutegicos (pues la decisioacuten del heacute-

roe aunque parezca ir en contra del destino al final ayuda a cumplirlo)

Heraacuteclito se hace eco de esta relacioacuten en el fragmento 119 DK

laquoEl modo de ser del hombre es su genio divino (ἦθος-δαίμων)raquo557

Las liacuteneas que separan la necesidad de la libertad apenas si son per-

ceptibles cuando se hace notar la presencia de todo tipo de pasiones y de-

seos que le son infundidos al hombre en su interior y le empujan a la ac-

cioacuten El hombre trata de enfrentarse a un destino que se le impone desde

556 Esquilo Agamenoacuten (Tragedias) ed cit 205ss

557 ἦθος ἀνθρώπωι δαίμων (22 B 119 DK) Esta interiorizacioacuten del δαίμων seraacute

profundizada por Platoacuten haciendo un juego de palabras con el teacutermino ldquofelicidadrdquo (εὐ-

δαιμονία) ldquoPuesto que cuida siempre de su parte divina y tiene en buen orden al dios

que habita en eacutel (δαίμονα) es necesario que sea sobremanera feliz (εὐδαίμονα)rdquo Cfr

Platoacuten Timeo (Diaacutelogos vol VI) ed cit 90 c

378

fuera pero por el propio movimiento de su caraacutecter ahiacute estaacute la tragedia se

apropia de ese destino lo hace suyo hasta el punto de querer lo que desde

el punto de vista de la divinidad estaacute forzado a hacer558 De ahiacute la tensioacuten

entre lo que viene de fuera y lo que tiene dentro que le lleva a hacer lo que

no quiere y a querer lo que no hace

laquoEs difiacutecil luchar contra el aacutenimo (θυμῶι) de uno pues aquello que desea

(θέληι) le cuesta a uno el alma (ψυχῆς)raquo559

Ciertamente el hombre maacutes que ser causa de su accioacuten es el efecto

de la misma estaacute encerrado en ella donde la accioacuten es la caja de resonan-

cia de un poder que sobrepasa infinitamente al individuo El heacuteroe incluso

cuando decide acaba haciendo siempre lo contrario de lo que decide del

558 Cfr Vernant J P Vidal Naquet P Mito y tragedia en la Grecia Arcaica vol I

Madrid Taurus 1987 p 48 (trad cast Mauro Fernaacutendez)

559 θυμῶι μάχεσθαι χαλεπόν ὃ γὰρ ἂν θέληι ψυχῆς ὠνεῖται (22 B 85 DK) El

aacutenimo (θυμός) parece entenderse como un aspecto del alma (ψυχή) Homero utiliza

ambos teacuterminos para referirse al alma el primero designa la fuerza vital que vivifica el

cuerpo (especialmente activa en los guerreros) y que desaparece al morir el segundo es

la sombra que sale del cuerpo tras la muerte para dirigirse al Hades No estaacute clara en es-

te contexto la inmortalidad del alma ni mucho menos su caraacutecter inmaterial como sos-

tienen las doctrinas oacuterfico-pitagoacutericas y platoacutenicas Cfr Garciacutea Gual Carlos ldquoCuerpo y

alma De Homero a Platoacutenrdquo en Bitarte antildeo 11 nordm 32 (2004) pp 47-61 Si Heraacuteclito se

refiere al ardor belicoso con este teacutermino lo que dice es que el precio que hay que pagar

por desplegarlo es la propia vida (alcanzando el estatus de ldquoheacuteroerdquo) Si se refiere al de-

seo lo que dice es que su desmesura corrompe el alma de modo que es preciso ser pru-

dentes a este respecto Conche lo traduce por ldquocoacutelerardquo siguiendo la liacutenea homeacuterica que

obnubila la razoacuten y empuja a realizar actos ndashsin reflexioacuten- que pueden costarnos la pro-

pia vida Cfr Conche Marcel Heacuteraclite Fragments ed cit p 352

379

mismo modo que aqueacutellos que siguen el λόγος sin saberlo en palabras del

Efesio Esta es una de las liacuteneas comunes entre Heraacuteclito y la Tragedia la

tensioacuten nacida de la antinomia irresoluble que se da cita en la figura del heacute-

roe Sin embargo hay una diferencia esencial el filoacutesofo se separa de la tra-

dicioacuten iniciada por Homero que entiende el δαίμων como un poder exter-

no que controla el destino de cada individuo al declarar que lo que mueve

al hombre estaacute en su interior y es su propio caraacutecter (por lo que sus actos

son responsabilidad suya y no de la divinidad)560

Dentro de este contexto eacutepico ubicamos tambieacuten 22 B 43 DK

laquoLa soberbia (ὕβριν) debe sofocarse con maacutes motivo que un incendioraquo561

La hyacutebris es un motivo recurrente en la literatura claacutesica como es sa-

bido representa el orgullo desmesurado que impulsa a los hombres a desa-

fiar o emular a los dioses en un exceso de confianza que les lleva a trans-

gredir sus liacutemites y que debe ser castigado562 Unida a esta idea aparece ine-

vitablemente la de diacutekē que nosotros habiacuteamos traducido por laquojustezaraquo La

560 Como dice Platoacuten no es el δαίμων quien nos elige a nosotros sino que somos noso-

tros quienes elegimos nuestro δαίμων y un modo de vida propio al que iremos unidos

por tanto ldquola responsabilidad es del que elige no hay culpa alguna en la divinidadrdquo (αἰ-

τία ἑλομένουmiddot θεὸς ἀναίτιος) Platoacuten Repuacuteblica (Diaacutelogos vol IV) ed cit 617 e

561 ὕβριν χρὴ σβεννύναι μᾶλλον ἢ πυρκαϊήν (22 B 43 DK) En esta liacutenea enten-

demos (22 B 110 DK) laquoQue a los hombres les suceda cuanto desean (θέλουσιν) no es

lo mejorraquo (ἀνθρώποις γίνεσθαι ὁκόσα θέλουσιν οὐκ ἄμεινον)

562 Cfr Fernaacutendez Reina F Joseacute ldquoConsideraciones semaacutenticas en torno al concepto de

ὕβρις en la literatura griegardquo en Unidad y pluralidad en el mundo antiguo Actas del

VI Congreso Espantildeol de Estudios Claacutesicos vol 2 Madrid Gredos 1983 pp 76-79

380

Tragedia por tanto podriacutea ser entendida como una alegoriacutea del enfrenta-

miento antropocoacutesmico entre diacutekē y hyacutebris Coacutesmico porque en el cosmos

se da una correlacioacuten incesante entre oposicioacuten y medida donde eacutesta trata

de someter a aqueacutella constantemente mientras que aqueacutella se resiste una y

otra vez Antropoloacutegico porque esta misma correlacioacuten que da lugar al cos-

mos acontece tambieacuten en el interior del hombre563 Se trata de una lucha

cotidiana entre la accioacuten y la pasioacuten la razoacuten y el deseo la vigilia y el sue-

ntildeo la vida y la muerte (que es reflejo de una lucha maacutes radical que supera

cualquier intento humano de comprenderla el destino para la tragedia y el

λόγος para Heraacuteclito son insondables e inexorables)

La soberbia nos evoca una caiacuteda estrepitosa desde lo maacutes alto o bien

un desengantildeo con funestas consecuencias es decir el cambio inesperado

de la suerte propicia en su contrario Esto obedece a que en la naturaleza

existen unas medidas que nadie puede traspasar ni dioses ni hombres so

pena de recibir un terrible castigo564 Las encargadas de perseguir este tipo

de infracciones que atentan contra la regularidad del cosmos asiacute como los

criacutemenes de sangre son las Erinis personajes mitoloacutegicos asistentes de la

Justicia a los que recurre Heraacuteclito en 22 B 94 DK

563 Cleve Felix M op cit p 100 564 Asiacute recuerda Esquilo ldquoiquestY quieacuten dirige el rumbo de Necesidad Las Moiras trifor-

mes y las Erinis que nada olvidan Entonces iquestes Zeus maacutes deacutebil que ellas Asiacute es des-

de luego Eacutel no podriacutea esquivar su destinordquo Esquilo Prometeo encadenado (Trage-

dias) ed cit 515-519 La caiacuteda que conlleva lo traacutegico tambieacuten tiene una lectura epis-

temoloacutegica como sentildeala Albin Lesky pues aporta lucidez al ser humano sobre su ver-

dadera condicioacuten ldquolo que hemos de sentir como traacutegico debe significar la caiacuteda desde

un mundo ilusorio de seguridad y felicidad en las profundidades de una miseria ineludi-

blerdquo Lesky Albin La tragedia griega Barcelona Labor 1970 p 28 (trad cast Juan

Godoacute)

381

laquoEl Sol no rebasaraacute sus medidas (μέτρα) Pues si no las Erinis defenso-

ras de la Justicia (Δίκης ἐπίκουροι) daraacuten con eacutelraquo565

El heacuteroe no obstante muchas veces justifica su osadiacutea recurriendo al

honor y a la fama Se trata de un intento de superar la muerte y alcanzar la

inmortalidad habitando en la memoria de los hombres gracias a las haza-

ntildeas realizadas en vida

laquoA muertes maacutes grandes (μόροι μέζονες) maacutes grandes destinos (μέζο-

νας μοίρας) tocanraquo566

laquoEligen una sola cosa por encima de cualquier otra los mejores (οἱ ἄρισ-

τοι) la gloria imperecedera entre los mortales (κλέος ἀέναον θνητῶν)

Los maacutes en cambio estaacuten cebados como resesraquo567

565 Ἥλιος γὰρ οὐχ ὑπερβήσεται μέτρα εἰ δὲ μή Ἐρινύες μιν Δίκης ἐπίκουροι

ἐξεὑρήσουσιν (22 B 94 DK) No obstante en Homero constatamos al menos tres in-

fracciones que el sol comete impunemente En Iliacuteada ed cit V 506-507 Ares cubre el

campo de batalla ldquocon la nocherdquo para socorrer a los troyanos anaacutelogamente en ibid

XVIII 239-241 Hera hace sumergirse al sol en el oceacuteano antes de tiempo para termi-

nar el combate en Odisea ed cit XXIII 243-241 Atenea ldquoalargoacute la noche cuando lle-

gaba a su teacuterminordquo para permitir la conversacioacuten de Odiseo con Peneacutelope Pero en nin-

guacuten caso se menciona la posibilidad de sancionar tales delitos al contrario de otros ca-

sos claacutesicos como el de Faetoacuten

566 μόροι γὰρ μέζονες μέζονας μοίρας λαγχάνουσι (22 B 25 DK)

567 αἱρεῦνται γὰρ ἓν ἀντὶ ἁπάντων οἱ ἄριστοι κλέος ἀέναον θνητῶν οἱ δὲ

πολλοὶ κεκόρηνται ὅκωσπερ κτήνεα (22 B 29 DK)

382

Este comportamiento es propio de una cultura poleacutemica y aristocraacuteti-

ca de una sociedad laquoagoacutenicaraquo donde predomina la tensioacuten y la guerra El

heacuteroe no obedece a una demarcacioacuten absoluta entre el bien y el mal que

permita atisbar una clasificacioacuten moral de los hechos humanos sino que de

modo individual establece lo que es bueno o malo en cada momento en

cada situacioacuten En este sentido el bien es para el guerrero aquello que le

hace ser maacutes y mejor una especie de voluntad de poder o potencia que se

ejercita mediante la accioacuten y se propone como modelo digno de imitacioacuten

En la Iliacuteada los heacuteroes prefieren combatir como Heacutector o Aquiles aun sa-

biendo que su destino es morir antes que retirarse a la tranquilidad de su

hogar y acabar desapareciendo en la vejez y el olvido568

laquoA los caiacutedos en combate (ἀρηιφάτους) los honran dioses y hom-

bresraquo569

En la Grecia Antigua no soacutelo en el universo homeacuterico por tanto los

mejores los hombres joacutevenes en la plenitud de su naturaleza preferiacutean mo-

rir en combate para alcanzar la fama y hacer perdurar su nombre antes que

esperar a la vejez570 Del mismo modo el tema de la laquomuerte bella y glorio-

568 Mencioacuten aparte merece Odiseo el de multiforme ingenio distinto psicoloacutegicamente

del resto de los heacuteroes pero esa empresa se desviacutea demasiado de nuestro trabajo En el

caso que nos ocupa ldquono hay auacuten en general una distincioacuten entre costumbre y moralidad

La excelencia (areteacute) del hombre consiste principalmente en el valor del guerrerordquo Nes-

tle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 34

569 ἀρηιφάτους θεοὶ τιμῶσι καὶ ἄνθρωποι (22 B 24 DK)

570 ldquoSi hay que soportar la desgracia sea al menos sin deshonor es la uacutenica ganancia

que queda a los muertos mientras que de sucesos infaustos y faltos de honra ninguna

gloria celebraraacutesrdquo Esquilo Los siete contra Tebas (Tragedias) ed cit 684ss

383

saraquo resulta un motivo recurrente en los fragmentos del Efesio Quizaacutes deba-

mos entender tambieacuten en este sentido 22 B 53 DK que dice que la guerra

padre y rey de todo a unos hace dioses (a los heacuteroes) y a otros hombres (a

los caiacutedos) a unos hace libres (a los vencedores) y a otros esclavos (a los

vencidos) Soacutelo asiacute se puede comprender que los mortales sean inmortales

y los inmortales mortales bien porque permanecen en la memoria de los

hombres o bien porque alcanzan realmente la inmortalidad mediante la

apoteosis como premio a su excelencia571 Lo que parece seguro es que

Heraacuteclito defiende abiertamente los valores propios del ideal aristocraacutetico

a pesar de encontrarse en una eacutepoca de expansioacuten de la democracia

El problema eacutetico que se plantea en definitiva revela un conflicto

entre transgresioacuten y castigo caraacutecter y persuasioacuten impulso y razoacuten natura-

leza y ambicioacuten cuya uacutenica solucioacuten estriba en la laquosabiduriacutea praacutecticaraquo

(φρόνησις) en la laquosabiduriacutea del liacutemiteraquo La prudencia representa el laquoarte

de la medidaraquo y la laquooportunidad en el obrarraquo ya que pone de manifiesto la

finitud la errancia y la ambivalencia propias de toda accioacuten humana

laquoCuando se es mortal no hay que abrigar pensamientos maacutes allaacute de la pro-

pia medidaraquo572

Se trata de reconocer la limitacioacuten onto-episteacutemica del hombre in-

tentando templar el comportamiento y adecuarlo a la norma universal con

la que estaacute en correspondencia Es el paso del deseo a la pasioacuten (a la coacutele-

571 ldquoInmortales los mortales (ἀθάνατοι θνητοί) mortales los inmortales (θνητοὶ

ἀθάνατοι) viviendo aqueacutellos la muerte de los otros muriendo los otros la vida de

aqueacutellosrdquo (22 B 62 DK) 572 Esquilo Los persas (Tragedias) ed cit 820ss

384

ra) lo que lleva a la ceguera y no permite actuar desde la mesura La pru-

dencia pone de manifiesto la contingencia de toda accioacuten y pensamiento

humanos573 Los hombres no son dioses ni su saber absoluto de ahiacute que de-

ban medir su comportamiento y aceptar el riesgo de equivocarse El frag-

mento 2 DK de Heraacuteclito donde se queja de que los maacutes viven extrantildeos a

lo que reuacutene aislaacutendose en su propio mundo es uno de los testimonios maacutes

antiguos que poseemos del teacutermino phroacutenēsis

laquoPor ello es necesario seguir lo comuacuten pero aun siendo la razoacuten comuacuten

(τοῦ λόγου ξυνοῦ) viven los maacutes como poseedores de una inteligencia

propia (ἰδίαν φρόνησιν)raquo574

Los hombres como indica este fragmento desconocen la comunidad

de la razoacuten que sin embargo obedecen viviendo en la ilusioacuten de su propio

mundo semejante al de los suentildeos que les impide alcanzar una recta com-

prensioacuten de la realidad y por consiguiente les incapacita para actuar con sa-

biduriacutea La prudencia revela la relacioacuten del hombre con el cosmos y con los

demaacutes hombres es decir con lo fiacutesico lo metafiacutesico y lo antropoloacutegico a

un tiempo o dicho de otro modo con la medida que preside y posibilita la

realidad La mejor manera de aprehender esta medida y aprender a evitar la

desmesura ya lo hemos visto consiste en el conocimiento de uno mismo

en la pregunta por el liacutemite

573 Cfr Aristoacuteteles Eacutetica a Nicoacutemaco ed cit VI5 1140b 27 VI6 1140b 36 VI7

1141a 25 VI8 1141b 11

574 διὸ δεῖ ἕπεσθαι τῶι (ξυνῶι τουτέστι τῶι) κοινῶι ξυνὸς γὰρ ὁ κοινός τοῦ

λόγου δrsquo ἐόντος ξυνοῦ ζώουσιν οἱ πολλοὶ ὡς ἰδίαν ἔχοντες φρόνησιν (22 B 2

DK)

385

laquoLa phroacutenēsis es el saber pero limitado y consciente de sus liacutemites es el

pensamiento pero humano que se sabe y se quiere humano Es una deter-

minacioacuten intelectual tambieacuten en tanto que atributo del hombre y una cali-

ficacioacuten moral pues hay alguacuten meacuterito en limitar el deseo natural de cono-

cer en no intentar rivalizar con los dioses en limitar al hombre y sus inte-

reses un pensamiento al que inspira o acecha a cada instante la tentacioacuten

de lo sobrehumanoraquo575

Ciertamente la prudencia arcaica estaacute lejos auacuten del saber del no-sa-

ber socraacutetico pero parece uno de sus maacutes directos precedentes La intros-

peccioacuten en Heraacuteclito por tanto no hace sino relacionar el conocimiento

con la eacutetica el saber recto con el recto hacer pero no se trata de encontrar

en uno mismo el fundamento de todas las cosas sino antes bien de asumir

(respetar) la propia finitud y la asimetriacutea que existe entre el hombre y lo di-

vino entre el hombre y la naturaleza

12 La eacutetica y el saber traacutegico Nietzsche y los griegos

Durante mucho tiempo la imagen que hemos tenido de la cultura

griega fue la de un arquetipo de luz belleza medida y racionalidad Se

puede decir que no se ofrece una contrapartida a esta imagen hasta el siglo

575 Aubenque Pierre La prudencia en Aristoacuteteles ed cit p 183 En este sentido hay

que entender la advertencia del adivino Tiresias ldquoiexclAy ay iexclQueacute terrible es tener clarivi-

dencia cuando no aprovecha al que la tienerdquo Soacutefocles Edipo Rey (Tragedias) ed cit

316-317 No se olvide que Aristoacuteteles dice al comienzo de la Metafiacutesica que ldquoel sabio

sabe todas las cosas en la medida de lo posiblerdquo (ὡς ἐνδέχεται) Aristoacuteteles Metafiacutesi-

ca ed cit A 2 982a 9

386

XIX con las obras de Burckhardt y Nietzsche Especial resentildea merece El

nacimiento de la tragedia de eacuteste uacuteltimo publicada en 1872 donde apare-

ce la ceacutelebre contraposicioacuten entre lo laquoapoliacuteneoraquo y lo laquodionisiacoraquo La criacuteti-

ca no conociacutea maacutes que un aspecto del espiacuteritu griego el de Apolo al que

corresponde una contemplacioacuten serena en medio de un mundo lleno de su-

frimientos Al aspecto apoliacuteneo Nietzsche contrapuso el caraacutecter dionisia-

co o la visioacuten terrible de las cosas el influjo de la voluntad irracional que

de acuerdo con Schopenhauer estaba tambieacuten presente en muchos aspectos

de la cultura griega576

Como es sabido esta dualidad se usoacute de entrada para referirse a dos

modos de entender el arte por un lado lo laquoapoliacuteneoraquo que representa la

medida el orden la belleza la contencioacuten la perfeccioacuten etc por otro lo

laquodionisiacoraquo que representa la desmesura lo irracional la pasioacuten lo inaca-

bado etc Pero maacutes allaacute del campo esteacutetico lo apoliacuteneo representa tambieacuten

el principio de individuacioacuten y el conocimiento verdadero y se expresa en

las artes espaciales como la arquitectura o la escultura Lo dionisiaco en

cambio representa la tendencia a la fusioacuten con la naturaleza y los procesos

que la renuevan Dioniso simboliza la desmesura pero tambieacuten el renacer

el cambio eterno la unidad del universo y se expresa a traveacutes de las artes

temporales como la muacutesica o la poesiacutea

Pero ambos polos se necesitan mutuamente la medida y la desmesu-

ra son la esencia no soacutelo del arte griego sino de todo verdadero arte En la

pugna entre ambos sentildeala Nietzsche nacioacute la tragedia aacutetica la forma maacutes

lograda de la cultura griega porque expresa la sabiduriacutea dionisiaca con me-

dios apoliacuteneos 576 ldquoGrecia es en primer lugar y ante todo una cultura traacutegica [hellip] Lo que hace a Grecia

no es la medida y la armoniacutea [hellip] Lo que hace a Grecia es la cuestioacuten del sinsentido o

del no-serrdquo Castoriadis Cornelius op cit p 327

387

laquoLos griegos que en sus dioses dicen y a la vez callan la doctrina secreta

de su visioacuten del mundo erigieron dos divinidades Apolo y Dioniso como

doble fuente de su arte En la esfera del arte estos nombres representan an-

tiacutetesis estiliacutesticas que caminan una junto a otra casi siempre luchando en-

tre siacute y que soacutelo una vez aparecen fundidas en el instante del florecimien-

to de la ldquovoluntadrdquo heleacutenica formando la obra de arte de la tragedia aacuteti-

caraquo577

La tragedia permitiacutea explicar el lado maacutes terrible de la vida la irre-

mediable finitud del ser humano envuelta en una capa de belleza como un

gran juego en el que participan los dioses y los hombres578 Justamente la

conciencia del sufrimiento y el reconocimiento del caraacutecter contradictorio

del mundo fueron algunos de los rasgos fundamentales de la tragedia grie-

ga Tras presentar al protagonista ante situaciones liacutemite se mostraba la co-

existencia en un mismo ser humano de la maacutexima grandeza y la maacutes terri- 577 Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit p 230 578 Cfr Villar Alicia Suances A Manuel El irracionalismo vol I ldquoDe los oriacutegenes

del pensamiento a Schopenhauerrdquo Madrid Siacutentesis 2000 p 31 ldquoSi somos sinceros

declararemos que no lo entendemos bien Auacuten la filologiacutea no nos ha adaptado suficien-

temente el oacutergano para asistir a una tragedia griega Acaso no haya produccioacuten maacutes en-

treverada de motivos puramente histoacutericos transitorios No se olvide que era en Atenas

un oficio religioso De modo que la obra se verifica maacutes auacuten que sobre las planchas del

teatro dentro del aacutenimo de los espectadores Envolviendo la escena y el puacuteblico estaacute

una atmoacutesfera extrapoeacutetica la religioacuten Y lo que ha llegado hasta nosotros es como un

libreto de una oacutepera cuya muacutesica no hemos oiacutedo nunca ndashes el reveacutes de un tapiz cabos

de hilos multicolores que llegan de un enveacutes tejido por la fe Ahora bien los helenistas

se encuentran detenidos ante la fe de los atenienses no aciertan a reconstruirla Mientras

no lo logren la tragedia griega seraacute una palabra escrita en un idioma del que no posee-

mos diccionariordquo Ortega y Gasset Joseacute ldquoMeditaciones del Quijoterdquo en Obras Com-

pletas Tomo I Madrid Alianza 1983 p 392

388

ble fragilidad Los grandes poetas traacutegicos se valieron de los mitos antiguos

para explorar los enigmas maacutes profundos de la condicioacuten humana presen-

tados en unos certaacutemenes que fundiacutean en una sola fiesta el culto a la vida y

el culto a la muerte tal y como habiacutea reclamado Heraacuteclito en B 15 DK al

decir que Hades es el mismo que Dioniso

La poesiacutea aristocraacutetica griega especialmente la de Homero y la de

Piacutendaro destacaba maacutes la gloria del heacuteroe que sus limitaciones La trage-

dia en cambio no describe el destino del heacuteroe como una narracioacuten eacutepica

sino como una representacioacuten dramaacutetica poniendo en la escena y ante los

ojos del espectador el sufrimiento del protagonista Por tanto en el nuevo

marco del juego traacutegico el heacuteroe deja de ser soacutelo un modelo y se convierte

tambieacuten en un problema579 Se nota entonces coacutemo la unioacuten inevitable entre

el destino y la transgresioacuten del mismo se entrelazan en un enigma traacutegico

que nos domina sin ofrecer salida Es decir la transgresioacuten del destino es a

la vez el cumplimiento del mismo ya que lo que nos viene destinado es en

el fondo insondable e inaccesible como vio Heraacuteclito (cfr 22 B 93 DK)

laquoLo traacutegico es la necesidad de responder que acarrea la ruina En la trage-

dia griega se cuenta la experiencia fundamental del estar en el mundo coacute-

mo el cumplimiento del destino aparta al hombre del mundo y coacutemo me-

diante este sufrimiento se humaniza el mundoraquo580

Se trata de proponer un dilema moral a los espectadores para produ-

cir en ellos sentimientos inmediatos de piedad admiracioacuten o terror Lo que

busca la tragedia es educar al espectador mediante la contemplacioacuten de di-

579 Cfr Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego ed cit p 91 580 Herrera Corduente Miguel ldquoEl enigma traacutegico y la filosofiacutea La dialeacutectica y el diaacutelo-

go traacutegicordquo en Anales del Seminario de Metafiacutesica nordm 29 (1995) p 189

389

versos modelos de vida de modo que imite lo bueno (μίμησις) y evite lo

malo purificando su alma (κάθαρσις)581 La tragedia no se representa uacuteni-

camente en la escena sino tambieacuten en el alma de los espectadores Los ac-

tores y el coro poniacutean en marcha un mecanismo que teniacutea resonancias en

todo el universo La tragedia es una forma de poner en comunicacioacuten a los

dioses con los hombres subrayando la superioridad de aqueacutellos y la necesi-

dad de que cada elemento del cosmos permanezca dentro de sus liacutemites

Pero no se olvide que es un medio que permite llegar e influir directamente

a un gran nuacutemero de ciudadanos no en vano tuvo su auge junto con el de la

democracia por lo que podiacutea exhibir al mismo tiempo los rasgos ciacutevica-

mente censurables582

581 ldquoEs pues la tragedia imitacioacuten de una accioacuten esforzada (τραγῳδία μίμησις πρά-

ξεως σπουδαίας) y completa [hellip] y mediante compasioacuten y temor lleva a cabo la pur-

gacioacuten de tales afecciones (διrsquo ἐλέου καὶ φόβου περαίνουσα τὴν τῶν τοιούτων

παθημάτων κάθαρσιν)rdquo Aristoacuteteles Poeacutetica ed cit 1449b 24-28

582 En el teatro Atenas se confrontaba consigo misma En el espejo de la tragedia se

mostraba el camino para una comprensioacuten profunda de la existencia humana Un cami-

no que es al mismo tiempo individual y colectivo a partir del momento en que el cono-

cimiento de siacute mismo que alcanzan los heacuteroes en el escenario pasa por la mirada atenta

de cada uno de los espectadores (enfentando simultaacuteneamente a la poacutelis con ese cuerpo

ciacutevico que abarrota el teatro y que es ella misma) Sobre este tema cfr Iriarte Ana De-

mocracia y tragedia Madrid Akal 1996 En efecto la tragedia es el espejo de la ciu-

dad pero se trata de un espejo que no estaacute disentildeado para ensalzar mecaacutenicamente sus

virtudes sino para subrayar los desgarramientos internos a los que su organizacioacuten estaacute

sometida (de ahiacute la purificacioacuten) Se trata de un espejo semejante a los que alude Valle

Inclaacuten en Luces de Bohemia ldquoLos heacuteroes claacutesicos han ido a pasearse en el callejoacuten del

gato Los heacuteroes claacutesicos reflejados en espejos coacutencavos dan el Esperpento Las imaacutege-

nes maacutes bellas en un espejo coacutencavo son absurdasrdquo Valle Inclaacuten Ramoacuten del Luces de

Bohemia esperpento Madrid Espasa 1997 esc XII

390

A juicio de Rodriacuteguez Adrados para comprender la la tragedia claacute-

sica hay advertir al menos tres factores baacutesicos

1 laquoLos elementos religiososraquo la tragedia es un espejo de la vida hu-

mana pero siempre en conexioacuten con las fuerzas divinas

2 laquoEl culto a Dionisoraquo como hemos visto se trata de un culto popu-

lar que liberaba al individuo de las normas sociales por medio de un

estado de laquoentusiasmoraquo o fusioacuten con la divinidad

3 laquoFinalidad educativaraquo se trata de un geacutenero destinado a la educa-

cioacuten de la ciudad que presenta modelos humanos en situaciones liacute-

mite de suerte que el desenlace final deje huella en el alma del los

espectadores583

En suma las acciones que la tragedia representa no son otra cosa que

las faltas maacutes graves que los hombres puedan cometer su contemplacioacuten

hace que el espectador se familiarice con los mecanismos que las generan

por un lado simpatizando con el heacuteroe traacutegico a traveacutes de sus emociones

(πάθος) de ahiacute que se humanice el mundo por medio de la compasioacuten

por otro lado condenando la soberbia o desmesura del personaje (ὕβρις)

es decir su subversioacuten de las leyes coacutesmicas La moraleja final se obtiene

por medio de un terrible castigo que pretende enmendar el error traacutegico

(άμαρτία) cometido por el protagonista por desconocimiento o autocono-

583 Cfr Rodriacuteguez Adrados Francisco La democracia ateniense Madrid Alianza

1988 pp 129-131 Sobre la finalidad educativa cfr Jaeger Werner Paideia ed cit p

252

391

cimiento incompleto (de ahiacute la importancia de conocerse a siacute mismo) pues

intenta hacer lo correcto en una situacioacuten en la que no puede hacerse El

castigo hace nacer sentimientos de piedad y terror que permiten una purifi-

cacioacuten del aacutenimo del espectador filtrando las pasiones negativas y tomando

conciencia de los propios liacutemites en un estado superior de lucidez La caiacute-

da del heacuteroe traacutegico ndashaunque destinada de antemano- es necesaria porque

de un lado se puede admirar la grandeza del personaje y al mismo tiempo

se puede obtener una ensentildeanza moral de la historia ya que el impacto es

mayor sobre el vulgo si se ve caer a alguien ilustre y poderoso584

Acaso la propia filosofiacutea de Heraacuteclito contemporaacuteneo de Esquilo no

sea sino una respuesta peculiar al enigma traacutegico No se olvide que la filo-

sofiacutea piensa en ese mismo momento aunque de un modo teoreacutetico la uni-

dad del todo y trata de atenuar por medio del λόγος la negatividad impliacuteci-

ta en el cosmos y en el ser humano Los primeros filoacutesofos pensaron asiacute la

unidad del todo de la naturaleza desde la revisioacuten criacutetica de la tradicioacuten

En esta misma liacutenea afirma Esquilo que el conocimiento y el sufrimiento

van parejos en el ser humano

laquoZeus puso a los mortales en el camino del saber cuando establecioacute con

fuerza de ley que se adquiera la sabiduriacutea (τὸν φρονεῖν) con el sufri-

miento (τὸν πάθει)raquo585

584 Seguacuten Aristoacuteteles ldquoEsta diferencia es tambieacuten la que distingue a la tragedia de la co-

media (ἐν αὐτῇ δὲ τῇ διαφορᾷ καὶ ἡ τραγῳδία πρὸς τὴν κωμῳδίαν διέστη-

κενmiddot) eacutesta imita a los hombres peores de lo que son aqueacutella mejores que los del pre-

sente (ἡ μὲν γὰρ χείρους ἡ δὲ βελτίους μιμεῖσθαι βούλεται τῶν νῦν) Aristoacutete-

les Poeacutetica ed cit 1448a 17-18 585 Esquilo Agamenoacuten (Tragedias) ed cit 175-180

392

El surgimiento del diaacutelogo traacutegico en el que los heacuteroes encuentran

con su sufrimiento la verdad que estaban buscando revela una fractura que

debe ser reparada La tragedia propone una representacioacuten que refleja las

tensiones y ambiguumledades que surgen al confrontar los paradigmas miacuteticos

con las instituciones poliacuteticas los valores y las creencias de los atenienses

del siglo V Al mostrar el resquebrajamiento del ordenamiento regular del

mundo se quiere concienciar de la necesidad de restaurarlo Tal escisioacuten se

sustenta en una discrepancia de fondo entre valores opuestos que mutua-

mente se equilibran como sentildealoacute Heraacuteclito586

Precisamente como es bien sabido se ha considerado a Esquilo un

pensador de la justicia coacutesmica o un laquopoeta coacutesmicoraquo semejante a los pre-

socraacuteticos587 sea porque la democracia ateniense gracias a Cliacutestenes que-

daba asentada como un equilibrio entre el pueblo llano y la aristocracia

con un profundo respeto hacia la justicia defendida por los dioses sea por

el tratamiento que hace de los contrarios que a su juicio son inseparables

puesto que son dos aspectos de una misma realidad humana (triunfoderro-

ta alegriacutealamento riquezapobreza etc) lo que se observa especialmente

en Los persas donde se presenta un diaacutelogo constante entre dos posturas

opuestas o sea por uacuteltimo porque toda esta justicia no es sino el producto

de la piedad debida a los dioses cuyo respeto garantiza el ensamblaje coacutes-

mico y evita el castigo divino por el error cometido (cfr Las suplicantes

Agamenoacuten Las coeacuteforas y Las Eumeacutenides) Por otro lado tambieacuten com-

parte con Heraacuteclito el predominio supremo de Zeus como garante de la

justeza coacutesmica y el papel central que ocupa la guerra y la tensioacuten en el de-

586 Cfr Herrera Corduente Miguel op cit p 196 587 Cfr Deforge Bernard Eschyle poegravete cosmique Paris Les Belles Lettres 1986 p

33

393

sarrollo de sus obras (cfr Los Persas Los siete contra Tebas y Agame-

noacuten)588

Sin aacutenimo de seguir profundizando en la tragedia nos conformamos

dado nuestro propoacutesito con constatar las muacuteltiples semejanzas entre las

tensiones y ambiguumledades de la misma y la filosofiacutea de Heraacuteclito Se nota

en el propio lenguaje que superpone una multiplicidad de niveles y desvela

una concepcioacuten irresolublemente problemaacutetica del mundo por ejemplo el

teacutermino noacutemos significa cosas opuestas para Antiacutegona y para Creonte en la

obra de Soacutefocles No obstante el objeto del conflicto que nutre las trage-

dias no es tanto un estricto debate juriacutedico como una reflexioacuten sobre la si-

tuacioacuten del ser humano cuando se ve obligado a tomar una opcioacuten decisiva

a orientar su accioacuten en un universo de valores antiguos y nuevos donde na-

da es jamaacutes estable ni uniacutevoco589 Asiacute aunque la tragedia aparecioacute fuerte-

mente arraigada en la realidad social eso no significa que fuera su simple

reflejo Antes bien la desgarra y cuestiona a traveacutes del debate sobre sus va-

lores fundamentales y la contemplacioacuten del mito desde los ojos del ciuda-

dano Justamente la tensioacuten que se da en el protagonista (las maacutes de las ve-

ces entre ἦθος y δαίμων como dice Heraacuteclito en 119 DK) hace de la tra- 588 Cfr Romilly Jacqueline de La trageacutedie grecque Paris PUF 1970 pp 69-74 Las

semejanzas con Soacutefocles son tambieacuten notables como sentildeala Fraumlnkel En su teatro so-

bresalen los enfrentamientos dialeacutecticos entre personajes que sostienen puntos de vista

contrarios como sucede con las figuras claacutesicas de Antiacutegona o Electra ldquoEs heracliacutetea la

rudeza de la tragedia de Soacutefocles que no reconoce otra solucioacuten de los conflictos que la

conviccioacuten del heacuteroe forzada por la cataacutestrofe de la inevitabilidad del conflicto y la ca-

taacutestrofe Es heracliacutetea la recia ira de los personajes la dureza del destino y de los dioses

y despueacutes del juego de las fuerzas de la aniquilacioacuten la declaracioacuten nada ha sucedido

que no sea Zeusrdquo Fraumlnkel Hermann Poesiacutea y filosofiacutea de la Grecia Arcaica ed cit p

371 589 Cfr Villar Alicia Suances A Manuel op cit p 41

394

gedia una interrogacioacuten abierta que no comporta siempre respuesta Se tra-

ta de enigmas cuyo sentido uacuteltimo como sucede con el propio λόγος no

puede nunca fijarse del todo ni agotarse puesto que a la postre es insonda-

ble

A partir de Soacutecrates en opinioacuten de Nietzsche se inicia un periodo de

decadencia en la cultura griega marcado por la instauracioacuten de una racio-

nalidad desligada de los valores vitales Esto conlleva una inversioacuten poner

la vida en funcioacuten de la razoacuten en lugar de poner la razoacuten en funcioacuten de la

vida lo que tiene consecuencias epistemoloacutegicas y morales para la filosofiacutea

posterior En adelante se ha puesto el mundo real del devenir en funcioacuten de

un falso mundo estaacutetico y suprasensible convirtiendo lo real en una sombra

o copia del laquomundo verdaderoraquo De esta manera la tensioacuten traacutegica se rom-

pe en favor de lo apoliacuteneo en un proceso que se consolidaraacute con el plato-

nismo y con la forma religiosa de eacuteste que es el cristianismo En el Crepuacutes-

culo de los iacutedolos Nietzsche retoma esta distincioacuten sentildealando que ambos

polos son necesarios para comprender la esencia de la tragedia de modo

que tampoco somete lo apoliacuteneo a lo dionisiaco como a veces se ha susten-

tado590

590 ldquolaquoTitaacutenicoraquo y laquobaacuterbaroraquo pareciacuteale al griego apoliacuteneo tambieacuten el efecto producido por

lo dionisiacuteaco sin poder disimularse sin embargo que a la vez eacutel mismo estaba empa-

rentado tambieacuten iacutentimamente con aquellos titanes y heacuteroes abatidos Incluso teniacutea que

sentir algo maacutes su existencia entera con toda su belleza y moderacioacuten descansaba so-

bre un velado substrato de sufrimiento y de conocimiento substrato que volviacutea a serle

puesto al descubierto por lo dionisiacuteaco iexclY he aquiacute que Apolo no podiacutea vivir sin Dioni-

sordquo Cfr Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit sect 4 p 58-59 So-

bre el saber traacutegico en Nietzsche cfr Apeacutendice C ldquoNietzsche saber traacutegico e inocencia

del devenirrdquo pp 461-471

395

En suma a partir de la inversioacuten de los valores efectuada por el ra-

cionalismo socraacutetico se ha falseado la visioacuten de la cultura antigua y en ge-

neral de la historia que se ha interpretado a traveacutes de un prisma decadente

acentuado por la tradicioacuten platoacutenica y judeocristiana Lo apoliacuteneo y lo dio-

nisiaco representan dos tendencias que habitan en todos los hombres y soacute-

lo aquellos que sepan aunarlas sin eliminar su tensioacuten habraacuten comprendido

la esencia de la tragedia y su ensentildeanza al modo heracliacuteteo

396

397

laquoConclusioacutenraquo

398

ldquoBusquemos como buscan los que auacuten no han encontrado y

encontremos como encuentran los que auacuten han de buscarrdquo

San Agustiacuten De Trinitate IX 1

399

Heraacuteclito naturaleza y complejidad

I

Sin duda el intento de conocer la naturaleza es uno de los temas pe-

rennes de la reflexioacuten filosoacutefica y tan remoto como la misma No en vano

los primeros que filosofaron elaboraron escritos comprendidos bajo el tiacutetulo

Περὶ φύσεως Esta caracterizacioacuten no es azarosa sino que sentildeala con tino

el objeto de estudio de estos filoacutesofos cuya ocupacioacuten Soacutecrates denominoacute

περὶ φύσεως ἱστορία Incluso se dio el caso de que la parte de la filoso-

fiacutea en principio maacutes alejada de la naturaleza la metafiacutesica llevara impresa

en su propia esencia una conexioacuten fundamental con lo natural

La naturaleza es el marco que acapara los temores e inquietudes que

suscita en el hombre arcaico cuanto le circunda aquello que le envuelve al

tiempo que le sobrepasa aquello que no es capaz de captar por completo a

pesar de ser lo maacutes cercano e inmediato La naturaleza se impone como cir-

cunstancia vital baacutesica que entrelaza todos los niveles del cosmos Se trata

en suma del suelo del que brota lo humano mismo

Nos hemos enfrentado con un concepto espinoso como pocos a la

par que multidimensional En lo que respecta al contexto presocraacutetico es-

conde al menos dos sentidos baacutesicos por un lado la naturaleza es lo funda-

mental lo que persistiendo hace que las cosas se regeneren o lo que es lo

mismo la realidad en toda su extensioacuten por otro lado la naturaleza es el

principio del movimiento responsable de la presencia y ausencia de los en-

tes sin olvidar que dicho proceso es inmanente de suerte que cada ser aloja

en su interior el principio de su propio movimiento y crecimiento como di-

jo Aristoacuteteles

400

Ambas aproximaciones conciben la naturaleza como la totalidad au-

torreferente de lo que hay que no obedece a ninguna determinacioacuten exter-

na sino que depende en uacuteltima instancia de las presencias y relaciones que

ella misma determina

Al abrir viacuteas de comunicacioacuten con la filosofiacutea de la naturaleza actual

no se ha pretendido elaborar un anaacutelisis exhaustivo de los problemas que

ocupan y preocupan a esta disciplina en el presente puesto que nuestra in-

vestigacioacuten versa uacutenicamente sobre Heraacuteclito (se trata de constatar la vitali-

dad de su filosofiacutea siendo conscientes de la diferencia de lenguajes) El tiacute-

tulo ldquoHeraacuteclito naturaleza y complejidadrdquo hace un guintildeo a Morin pero

apunta en el fondo a la complejidad de la propia concepcioacuten del jonio don-

de confluyen lo coacutesmico lo humano y lo divino en relaciones fecundas de

ida y vuelta por medio de antagonismos irresolubles Este ha sido el marco

de nuestra vuelta a Heraacuteclito en una suerte de fusioacuten de horizontes puesto

que necesariamente se ha de volver al pasado desde la situacioacuten intelectual

del inteacuterprete como mostroacute Gadamer por eso no nos hemos conformado

con presentar los inicios de esta materia sino que hemos intentado referir-

los a las condiciones que debiera tener una filosofiacutea de la naturaleza a la al-

tura de los tiempos

La filosofiacutea de la naturaleza tiene en el presente una gran vitalidad

dada su comunicacioacuten con la inquieta ciencia natural De lo que se trata

por tanto es de atisbar una nocioacuten de naturaleza compleja y poliscoacutepica

que aporte una comprensioacuten elemental de la materia el universo y la vida

En este sentido hemos subrayado algunos nexos fundamentales que articu-

lan el discurso actual sobre lo natural (como la complementariedad la rela-

cionalidad la ecologiacutea la autopoiesis o la complejidad que constituyen el

trasunto de nuestra vuelta a Heraacuteclito) a fin de que sirvan de miacutenimo co-

muacuten denominador entre el presente y el pasado y nos permitan retomar los

401

problemas claacutesicos (naturaleza y vida naturaleza y razoacuten etc) con aires

siempre renovados

II

Un punto de vista baacutesico para elaborar nuestro estudio ha sido la fi-

losofiacutea de E Morin Pero no se trata de enumerar sin maacutes una serie de para-

lelismos sino de trabarlos en el propio despliegue de la disertacioacuten asiacute ha-

blamos de un pensamiento eco-enantio-loacutegico de una naturaleza auto-poeacute-

tica o de la dialoacutegica entre los teacuterminos contrarios sin aacutenimo de forzar gra-

tuitamente la esencia del pensamiento de Heraacuteclito

Tanto la pujante fiacutesica de los sistemas complejos como la filosofiacutea

de la complejidad suponen un nuevo modo de acometer el estudio de la na-

turaleza en el presente Desde el punto de vista cientiacutefico la complejidad se

asocia con la dinaacutemica no-lineal y la teoriacutea del caos determinista que tra-

bajan con sistemas dinaacutemicos no-mecaacutenicos En dichos sistemas emergen

fenoacutemenos inesperados cuando los elementos estaacuten conectados formando

metasistemas maacutes complejos de suerte que los encuentros locales a menuacute-

do rayando lo caoacutetico producen la aparicioacuten de un nuevo orden global de

modo semejante al planteamiento heracliacuteteo de la guerra la tensioacuten y su ar-

monizacioacuten por medio del λόγος

Lo esencial es cuestionarse coacutemo a partir de un proceso de compleji-

dad creciente del desorden nace el orden permitiendo el misterioso paso

de la materia a la vida y de eacutesta a la inteligencia

Cabe otro punto de vista maacutes filosoacutefico que descarta todo reduccio-

nismo y no cree posible hallar unos pocos mecanismos simples que atrapen

conceptualmente la totalidad de lo real Por lo pronto un pensamiento com-

plejo es un pensamiento flexible capaz de negociar con lo real Pero es pre-

402

ciso eliminar dos ilusiones 1- No hay que creer que la complejidad condu-

ce sin maacutes a la eliminacioacuten de la simplicidad 2- Aunque el pensamiento

complejo aspire a un conocimiento muacuteltiple sabe de antemano que un co-

nocimiento completo es imposible Lo que le anima es la tensioacuten constante

que nace de la aspiracioacuten a un saber no parcelado y el reconocimiento de lo

inacabado e incompleto de todo conocimiento

El pensamiento complejo es un modo de religacioacuten radical una buacutes-

queda sin fin de nudos redes y articulaciones entre los distintos saberes

Morin lo denomina unitas multiplex situando su origen en Heraacuteclito quien

atisboacute la multiplicidad en la unidad asiacute como la complementariedad de los

contrarios Lo uno es pues muacuteltiple y complejo Asumir la complejidad por

tanto es aceptar ndashsin disolver- la tensioacuten propia de toda contradiccioacuten La

filosofiacutea se ha enfrentado desde el inicio con la contradiccioacuten pero la cien-

cia claacutesica siempre la rechazoacute puesto que era signo de un error en el razo-

namiento Cuando Bohr aceptoacute la unioacuten de las nociones contrarias de onda

y corpuacutesculo (principio de complementariedad) se dio el primer paso de

una formidable renovacioacuten epistemoloacutegica dentro de la ciencia Es preciso

no olvidar su fecunda idea contraria sunt complementa que apunta sin du-

da a Heraacuteclito

Morin se siente maacutes cercano a la dialoacutegica de Heraacuteclito que a la dia-

leacutectica de Hegel A su juicio eacutesta tiende a superar todas las contradicciones

en un tercer teacutermino (negacioacuten de la negacioacuten) mientras que aqueacutella en-

tiende que hay contradicciones que son insuperables (tenemos que vivir

concontra ellas) de ahiacute que la tensioacuten sea ndashpara Heraacuteclito- una condicioacuten

indispensable para mantener la armoniacutea de los contrarios

El pensamiento puede trabajar con la contradiccioacuten pero no disolver-

la sin maacutes Uno de los mayores aciertos de Hegel fue precisamente su de-

nuncia de la insuficiencia de la loacutegica claacutesica para dar cuenta de lo real Su

403

dialeacutectica no es una nueva loacutegica sino un pensamiento filosoacutefico pujante

que se opone a la simplificacioacuten de la loacutegica cerrada por medio del reco-

nocimiento dialeacutectico de la contradiccioacuten

No sabemos en queacute momento se puede volver incoherente nuestro

pensamiento ni en queacute momento lo real escaparaacute de sus redes o las rompe-

raacute pero en el momento en que esto se produzca se tiene que asumir con

lucidez y seguir buscando en sentido popperiano La complejidad no es

una receta para conocer lo inesperado pero nos vuelve atentos y prudentes

Complejidad es una palabra-problema no una palabra-solucioacuten un reto y

no una respuesta cerrada La amnesia onto-teoloacutegica del pensamiento tradi-

cional olvidoacute la otra cara de lo real el desorden la incertidumbre el azar

Como nos ha ensentildeado la fiacutesica cuaacutentica no podemos eliminar la incerti-

dumbre ni el desorden del universo pero al menos podemos tomarlos como

estiacutemulo No como resta sino como suma

III

El presente escrito ha requerido que procedamos con cautela ya que

nunca estudiamos el pasado como algo ajeno sino que siempre estamos in-

mersos en la historia que tratamos de comprender Gadamer ha sentildealado

que el observador no puede ser apartado de la observacioacuten que no es posi-

ble adoptar un punto de vista neutro o puramente objetivo y que los prejui-

cios y la tradicioacuten nos acompantildean durante todo el proceso El inicio de la

filosofiacutea no es algo que se nos deacute sin maacutes en nuestro mundo sino que tene-

mos que partir a buscarlo y preparar su acontecer en un horizonte comuacuten

La metodologiacutea positivista no basta para dar cuenta de los problemas

de interpretacioacuten que atantildeen a las ciencias humanas la comprensioacuten por

tanto nunca es inmediata Toda interpretacioacuten que pretenda comprensioacuten

parte de una pre-comprensioacuten de lo que se ha de interpretar (ciacuterculo herme-

404

neacuteutico) y el inteacuterprete tiene que permitir la fusioacuten de un mundo con sus

particularidades faacutecticas e histoacutericas con otro (fusioacuten de horizontes)

Nuestro propoacutesito en suma ha sido explorar esta nueva viacutea de inter-

pretacioacuten en los estudios heracliacuteteos sabiendo que no se trata de un camino

unilateral sino repleto de encrucijadas No se trata de descartar otras inter-

pretaciones como se ha podido comprobar sino acaso de complementarlas

Nuestra lectura es filosoacutefica maacutes que filoloacutegica pero no se ha descuidado

este uacuteltimo aspecto Igualmente hemos tenido en cuenta la gran distancia ndash

temporal e intelectual- que separa a Heraacuteclito de nuestro horizonte episte-

moloacutegico

IV

El nacimiento de la filosofiacutea se suele situar en el paso del mito a la

razoacuten en la tentativa de explicar todo cuanto hay y ello con la certeza de

que la multiplicidad aparente de la naturaleza se somete en uacuteltimo teacutermino

a un primer principio sustantivo y esencial (ἀρχή) Se trata de una buacutesque-

da del sustento invisible de lo visible que nos aparece a los sentidos para

alcanzar una recta comprensioacuten del trabado funcionamiento del cosmos (sin

dualismos cerrados ni escisiones tajantes)

Como hemos visto la filosofiacutea occidental nacioacute como un cuestiona-

miento laquoacerca de la naturalezaraquo entendiendo por tal el conjunto de lo que

existe Las cosas nacen de la naturaleza como algo que eacutesta produce de su-

yo en cuanto ἀρχή En este sentido la naturaleza no es uacutenicamente princi-

pio sino algo si cabe maacutes fundamental algo que permanece activo tras el

momento inicial algo que constituye el fondo permanente que hay en todas

las cosas a modo de sustrato del que todas estaacuten hechas

405

El desenlace final de este proceso es el orden universal de la natura-

leza que denominaron cosmos En un sentido amplio siempre ha significa-

do orden y belleza De ahiacute se pasoacute a la idea de orden social y justicia en-

tendida como justeza o ajustamiento donde cada individuo ocupa en el to-

do la posicioacuten que le corresponde seguacuten su naturaleza linaje o formacioacuten

Con los presocraacuteticos esta misma idea se traspasoacute al conjunto del universo

donde cada elemento estaacute donde tiene que estar sin poder sobrepasar su

medida

Parece que la idea que Heraacuteclito tuvo de la naturaleza es mucho maacutes

compleja que la de los milesios aunque es cierto que ambas comparten un

mismo origen (los antiguos cultos agrarios griegos que dependen del ciclo

natural) y proceden de una misma intuicioacuten (la buacutesqueda del primer prin-

cipio de la realidad que al mismo tiempo es principio vital) De igual mo-

do la naturaleza es para Heraacuteclito lo divino (τὸ θεῖον) como tambieacuten lo

era para Tales Anaxiacutemenes y Anaximandro Todos ellos tuvieron una con-

cepcioacuten estructuralmente dinaacutemica de la misma complementada con una

cierta intuicioacuten de la medida que rige cada una de sus transformaciones sin

embargo Heraacuteclito consideroacute que esta norma no soacutelo estaba presente en la

naturaleza sino ademaacutes en el hombre al tiempo que profundizoacute en la idea

del devenir para intensificarla

Para Heraacuteclito la naturaleza es un proceso iacutegneo incesante que da lu-

gar a todas las cosas sin perder por ello su mismidad que se despliega fun-

damentalmente como fuego a traveacutes del tiempo en un ciclo perpetuo En

cuanto ἀρχή no podemos precisar el primado cronoloacutegico del fuego pues-

to que siempre fue es y seraacute pero siacute su primado ontoloacutegico puesto que es

principio en el sentido de fundamento Lo que parece claro a tenor de lo

visto es que el fuego no es simplemente un laquoprincipio materialraquo

406

El fuego es eterno e increado siempre-viviente (ἀείζωον) quizaacute sea

infinito por analogiacutea con el aacutepeiron de Anaximandro y con el aire de Ana-

xiacutemenes y acaso siguiendo esta analogiacutea debamos entenderlo como el ori-

gen (indeterminado) de todas las determinaciones No obstante al referirse

concretamente al fuego y no a un elemento indefinido Heraacuteclito pone de

manifiesto la necesidad ontoloacutegica que la unidad tiene de desvelar las muacutel-

tiples posibilidades que encierra dando lugar al cosmos

El fuego dicho de otro modo puede llegar a ser todas las cosas sin

dejar de ser el mismo (de igual modo que cambiamos el oro por mercan-

ciacuteas y las mercanciacuteas por oro) pues en realidad no desaparece en cada una

de sus transformaciones sino que simplemente se oculta Asiacute al transfor-

marse el fuego seguacuten una primera medida nace el mar y de la muerte del

mar nacen por un lado la tierra y por otro el ardiente vapor y presumi-

blemente de la muerte de eacutestos volveraacute a renacer el fuego hasta completar

de nuevo el ciclo coacutesmico

El mundo es pues una unidad en constante proceso de devenir y pe-

recer sin olvidar que se trata de un proceso medido por el λόγος Se trata

de la idea de lo uno que deviene eternamente lo muacuteltiple y de lo muacuteltiple

que deviene eternamente lo uno donde lo uno no es auacuten un conjunto articu-

lado de sustancias al modo aristoteacutelico sino fuerza viva y por ende activa

El mundo por tanto es el juego del fuego consigo mismo con su incesante

construir y destruir a lo largo del tiempo soacutelo asiacute se entiende que la unidad

pueda ser al mismo tiempo multiplicidad y viceversa

V

La elucidacioacuten del estatuto ontoepisteacutemico del no-ser se encuentra

determinada ndashdesde los comienzos de la filosofiacutea- por la caracterizacioacuten del

407

ser Por eso la convivencia metafiacutesica entre ambas nociones soacutelo seraacute posi-

ble en una ontologiacutea en la que la concepcioacuten del ser haya adquirido la sufi-

ciente plasticidad para dar cabida en su seno a una cierta dosis de no-ser

sin rechazar de antemano el caraacutecter negativo que encierra todo lo finito

Los primeros filoacutesofos no se preguntaban por la nada sino de un mo-

do maacutes general por el no-ente la pregunta por lo negativo de uno u otro

modo ha acompantildeado siempre a la filosofiacutea El asunto no debe extrantildear

pues el ente mismo objeto de la experiencia sensible estaacute transido por la

negatividad se muestra efiacutemero cambiante finito limitado incluso surca-

do por el no-ente en cuanto es ndashpero no de modo pleno- y en cierto sentido

no-es

Los problemas que plantea la admisioacuten de tales supuestos pesaron

decisivamente sobre la especulacioacuten de Platoacuten quien optoacute por revisar el ca-

raacutecter estaacutetico del ente parmeniacutedeo (cometiendo un parricidio) a fin de no

anquilosar el pensamiento Si bien hasta Aristoacuteteles no encontramos los

medios conceptuales para alcanzar una estricta comprensioacuten del no-ser

De la mano del propio Estagirita sabemos que la concepcioacuten del no-

ser en el pensamiento preparmeniacutedeo gravitaba sobre la trabazoacuten del mun-

do por medio de parejas de opuestos De este modo constatamos que la fi-

losofiacutea equiparada en lo sucesivo con el estudio del ente y lo que le corres-

ponde de suyo comenzoacute esbozando una profunda especulacioacuten sobre el no-

ente de la mano de los contrarios esto es nacioacute como enantiologiacutea

El caso maacutes claro de esta tendencia lo encontramos primero en Ana-

ximandro quien sostiene que la salida de las cosas del aacutepeiron es una sepa-

racioacuten de los contrarios que luchan en este mundo a partir del todo origina-

riamente unido Pitaacutegoras constituye un avance en la inteleccioacuten de los con-

trarios elaborando una tabla de varias parejas emparentadas con los nuacuteme-

ros cuya armoniacutea produce el equilibrio en el cosmos (de cuntildeo musical) Si

408

bien presenta las mismas dificultades teoacutericas que Anaximandro para de-

limitarlos (la confusioacuten entre los aspectos oacutenticos y episteacutemicos de la opo-

sicioacuten y la colocacioacuten a un mismo nivel de contrarios concretos y abstrac-

tos) a pesar de introducir una fecunda novedad que seraacute retomada por He-

raacuteclito la consideracioacuten moral de algunas parejas de contrarios Para el os-

curo presocraacutetico el cosmos tiene una esencia enantioloacutegica no se acentuacutea

el enfrentamiento de tal o cual contrario sino que se entiende la contradic-

cioacuten como un principio antropocoacutesmico universal que dispone ndashjunto con

el λόγος- el ordenamiento del propio cosmos a traveacutes del perpetuo deve-

nir (22 B 80 DK) En consecuencia ha tematizado acaso por vez primera el

caraacutecter dinaacutemico de lo real donde el devenir no es el objeto principal de

su pensamiento sino el horizonte mismo donde se despliega (y sin el que

no se entiende) En suma ese traacutensito de toda realidad finita a su contrario

(plano microloacutegico) va de la mano del convertirse el fuego en todas las co-

sas y de eacutestas a su vez en fuego (plano macroloacutegico) Esto nos lleva a otra

consideracioacuten pareja que no se puede olvidar cuando uno se adentra en los

fragmentos se da cuenta de inmediato de que su idea del fuego no constitu-

ye el fondo uacuteltimo de su pensamiento sino que este lugar lo ocupa la oposi-

cioacuten medida y mediada por el λόγος que no es sino su otra cara Tal es el

alcance de la oposicioacuten que hasta la propia divinidad se entiende como la

coincidencia uacuteltima de todas las oposiciones (22 B 67 DK 22 B 50 DK)

VI

Lo que maacutes destaca a primera vista en la filosofiacutea de Heraacuteclito es su

fuerte caraacutecter enantioloacutegico En ella los contrarios tejen una gran red por

medio de la cual se trata de captar el mundo la tensioacuten la oposicioacuten y la

contienda desde un punto de vista ontoloacutegico al tiempo que la contradic-

409

cioacuten el antoacutenimo el oxiacutemoron y la paradoja desde un punto de vista epis-

temoloacutegico se convierten en elementos ineludibles no soacutelo en su propio

planteamiento sino en la estructura misma del cosmos

La oposicioacuten juega un papel esencial en su filosofiacutea justamente por-

que los contrarios cooperan luchando en la organizacioacuten del cosmos pues

no se olvide que todas las cosas se originan en la tensioacuten y la discordia (γι-

νόμενα πάντα κατ΄ἔριν cfr 22 B 80 DK) En verdad nos encontramos

ante una potente intuicioacuten que apunta a la entrantildea misma de la tragedia an-

tropocoacutesmica y que se niega a reducir la complejidad de la naturaleza a los

centildeidos maacutergenes de la palabra escrita incapaz de atrapar las oposiciones

irresolubles que la vertebran

El mundo de la multiplicidad es un mundo-en-contienda un gran

campo de batalla en el que toda existencia procede del antagonismo Pero

no es soacutelo destructor ya que la guerra ademaacutes de comuacuten tambieacuten es padre

de todas las cosas (22 B 53 DK) En este sentido la tensioacuten visible del cos-

mos encierra una armoniacutea invisible donde la armoniacutea es una consecuencia

de la propia lucha un equilibrio que nace de la tensioacuten entre los contrarios

y nunca de su reconciliacioacuten Es una constante en la filosofiacutea griega el des-

pliegue de pares de opuestos para la interpretacioacuten del cosmos pero ninguacuten

otro pensador ha atribuido tanta importancia como Heraacuteclito al hecho mis-

mo de la oposicioacuten al hecho de que soacutelo la tensioacuten entre los opuestos hace

justicia reunificaacutendolos en un nivel maacutes profundo (lo divino) donde coin-

ciden todas las oposiciones De este modo la tensioacuten se traduce en organi-

zacioacuten que el λόγος se encarga de perpetuar y las interacciones o conexio-

nes de regenerar en un ciclo sin fin

Seguacuten la interpretacioacuten de E Morin orden y desorden separados son

metafiacutesicos absolutos excluyentes pero unidos son fiacutesicos relativos res-

410

pectivos en una firme incitacioacuten a resituar dentro del espacio filosoacutefico es-

tos dos conceptos como ya intuyeron los presocraacuteticos son inseparables si

se quiere pensar en profundidad la relacioacuten entre lo uno y lo muacuteltiple entre

lo visible y lo invisible entre la vida y la muerte El paradigma laquoordendes-

ordenraquo es el maacutes nuevo si atendemos a sus representantes en las ciencias

actuales pero tambieacuten es el maacutes antiguo si atendemos a sus representantes

en la aurora de la filosofiacutea griega Para Heraacuteclito el desorden es fecundo

alliacute donde los elementos del cosmos no carecen de una relacioacuten inmanente

(armoniacutea) asiacute la idea de ciclo anuda las ideas de vida y muerte de genera-

cioacuten y destruccioacuten Soacutelo encontramos un desorden esteacuteril en un universo en

el que paradoacutejicamente desapareciera la contienda la tensioacuten el movi-

miento es decir en el que los elementos que lo constituyen dejaran de ser

respectivos como sucede con el kykeṓn Heraacuteclito lo expresa con un texto

del que se desprende una potencia incontestable laquoEl maacutes bello orden-del-

mundo desperdicios sembrados al azarraquo (22 B 124 DK) Pero no se trata de

realizar una apologiacutea del desorden sino de constatar que un universo to-

talmente ordenado sin liberar las tasas correspondientes de desorden es

tan inconcebible como un universo totalmente desordenado en el que seriacutea

imposible cualquier tipo de permanencia y estabilidad Ambos son necesa-

rios para que el cosmos pueda ser laquoloacutegicoraquo pues en el momento en que de-

sapareciera uno desapareceriacutea tambieacuten el otro

VII

Hemos apuntado ademaacutes que el pensamiento de Heraacuteclito es eco-loacute-

gico en sentido etimoloacutegico puesto que la naturaleza (que es nuestra ca-

sa) presenta un caraacutecter respectivo tanto desde el punto de vista de la uni-

dad como desde el punto de vista de la multiplicidad (22 B 10 DK) El fi-

loacutesofo jonio atisboacute un cosmos sustantivo como unidad de respectividad

411

pero tambieacuten dinaacutemico como multiplicidad de mismidades es decir no se

trata de un universo de identidades sustanciales sino de pautas sustantivas

que permiten acusar la estabilidad en el devenir gracias al gobierno y la

permanencia del λόγος

Sin duda la realidad no es para Heraacuteclito un conjunto de entes sus-

tanciales sino un sistema dinaacutemico de relaciones un tejido coacutesmico remi-

tente y reticular de sucesos interdependientes Lo real por tanto se caracte-

riza por la natural interdependencia ecoloacutegica de todo cuanto hay no soacutelo

en sentido fiacutesico (relacioacuten de unas cosas con otras) sino ante todo trascen-

dental (por cuanto se trata de una estructura de la propia realidad que no

concierne a las cosas reales en cuanto cosas sino en cuanto reales)

Lo que es desaparece en el no-ser mientras que lo que no-era apare-

ce por su parte en el ser (llega-a-ser) pero la medida que rige este proceso

es siempre la misma Precisamente esta medida es la que permite una cone-

xioacuten entre ser y no-ser sin olvidar que las cosas no llegan-a-ser nunca des-

de la nada sino desde un no-ser-indeterminado previo y ademaacutes que nos

encontramos ante un proceso circular que retro-actuacutea sobre siacute mismo

En la naturaleza dicho de otro modo se da una esencial conexioacuten

entre todos sus componentes que combaten al mismo tiempo que coope-

ran Esta relacioacuten se extiende a la totalidad de la naturaleza a la totalidad

de los contrarios

Lo que quiso Heraacuteclito no fue concebir una unidad que se precipitara

sobre los contrarios neutralizaacutendolos sino una unidad que viviera y se rea-

lizase en la propia contradiccioacuten Se trata en definitiva de una unidad que

no se puede entender sin la multiplicidad que no estaacute por encima ni por de-

bajo de los contrarios sino en los contrarios mismos lo que subraya la reci-

412

procidad existente entre las categoriacuteas de oposicioacuten y relacioacuten (que son las

dos caras de un mismo λόγος)

A este respecto hemos tratado el concepto de devenir una provoca-

cioacuten fundamental para el pensamiento desde sus oriacutegenes El devenir arras-

tra dispersa y desconcierta por su caraacutecter evanescente El devenir ndashstricto

sensu- no es nada puesto que siempre estaacute en camino de llegar a ser algo

es el incesante paso del no-ser al ser y del ser al no-ser tomados ambos co-

mo conceptos respectivos De este modo el problema del devenir no es un

problema de ser (ni tampoco de no-ser) sino que afecta primaria y radical-

mente a la entrantildea misma de lo real

No olvidemos que esta afirmacioacuten tiene un caraacutecter global en el pen-

samiento heracliacuteteo puesto que en eacutel se entiende la realidad como una reu-

nioacuten extaacutetica de relaciones respectivas y medidas por el λόγος es decir

ninguna realidad estaacute aislada del mundo sino que su autonomiacutea estaacute consti-

tutivamente referida a su dependencia de las demaacutes realidades

El cosmos heracliacuteteo por tanto resulta inconcebible sin movimiento

pero tambieacuten sin consistencia sin la posibilidad de alguacuten tipo de existencia

(que presupone la mismidad de aquello que existe o lo que es lo mismo su

permanencia en el cambio) El devenir mantiene una loacutegica interna por la

que a su vez es mantenido unas medidas posibilitadas por la armoniacutea invi-

sible que se expresa mediante la relacioacuten de todos los elementos de la reali-

dad visible

Se necesita una profunda intuicioacuten para encontrar debajo de la dis-

cordia manifiesta una armoniacutea invisible que introduce la justicia en el deve-

nir pero no en sentido moral sino loacutegico y ontoloacutegico permitiendo atisbar

orden y organizacioacuten donde no habiacutea maacutes que tensioacuten y oposicioacuten No se

413

olvide que el incesante movimiento de la naturaleza su perpetua fluencia

nace de la lucha misma de los contrarios

Ciertamente la palabra que mejor expresa el aspecto ecoloacutegico del

pensamiento heracliacuteteo es λόγος teacutermino que hemos preferido no traducir

de un modo uniacutevoco dada la riqueza semaacutentica del mismo asiacute como el gran

nuacutemero de contextos distintos en los que se utiliza (puede ser palabra cau-

sa razoacuten argumento medida relacioacuten proporcioacuten norma principio fun-

damento etc) se trata de un concepto que limita al tiempo que posibilita la

comunicacioacuten entre la loacutegica la fiacutesica y la metafiacutesica Alude tanto al dis-

curso de Heraacuteclito como al objeto del que trata la norma universal que per-

mite armonizar el devenir del cosmos y a la que debe ajustarse la accioacuten

humana sea eacutetica o poliacutetica

En definitiva es un teacutermino extremadamente complejo que hace re-

ferencia al comportamiento y a la constitucioacuten de la naturaleza en tanto que

existente pensable verdadera mesurada y eterna Pero falta un calificati-

vo si queremos comprender por completo la intuicioacuten heracliacutetea de la mis-

ma a saber divina No en vano la literatura griega siempre ha definido a

los dioses como los siempre vivientes sentildealando el caraacutecter eterno de la

medida que prevalece en la naturaleza λόγος es la norma divina que se

manifiesta en la naturaleza en general y en cada una de sus transformacio-

nes en particular reuniendo en una unidad relacional lo que aparentemente

no es maacutes que fragmento disperso

Armoniacutea y Loacutegos por tanto son los teacuterminos que traducen al len-

guaje humano la medida de la naturaleza la medida del propio devenir que

no debe ser entendido como una actuacioacuten consecutiva sino constitutiva

Noacutetese que el equilibrio organizacional (armoniacutea) es un equilibrio de

fuerzas antagoacutenicas que necesita de la unidad para que se deacute la multiplici-

414

dad y viceversa donde el principio de relacioacuten nutre y se nutre del princi-

pio de oposicioacuten ya que por un lado lo somete incesantemente a medida

pero por otro nunca es capaz de neutralizarlo por completo (pues la propia

oposicioacuten es medida del λόγος)

VIII

Como sentildealoacute Heraacuteclito el hombre pone en juego su inteligencia para

conocer lo que las cosas son en profundidad La inteligencia trata de desve-

lar la razoacuten de las mismas y no es extrantildeo que ese proceso de elucidacioacuten

se dirija tarde o temprano hacia la divinidad

No en vano en este contexto se busca en el aacutembito de lo divino la

solucioacuten remota a una de las cuestiones filosoacuteficas maacutes inmediatas a saber

la de intentar desvelar la oculta unidad y estabilidad del ser que se nos apa-

rece muacuteltiple y cambiante en la diversidad de la experiencia Y esta cues-

tioacuten baacutesica de la teologiacutea natural alcanza toda su enjundia con la vislumbre

de los contrarios en la naturaleza y de un modo especial en la existencia

humana Asiacute sostiene Heraacuteclito que para la divinidad todas las cosas son

buenas bellas y justas siendo los hombres los que comenzaron a conside-

ran a unas justas y a otras injustas por una falta de visioacuten global sobre la

unidad uacuteltima de todos los contrarios (22 B 102 DK)

Los dioses del panteoacuten griego como es sabido estaacuten en el mundo

No lo han creado en un acto de trascendencia y omnipotencia sino que han

nacido en y con el mundo y del mismo modo que los hombres se encuen-

tran sometidos a medidas que no pueden quebrantar Asiacute pues hay divini-

dad en el mundo como hay mundanidad en las divinidades por eso el culto

no podiacutea dirigirse a un ser radicalmente extrahumano cuya existencia no

tuviera nada que ver con el orden natural en el universo fiacutesico en la vida

415

humana y en la convivencia socio-poliacutetica La vida religiosa aparece inte-

grada en la vida social y poliacutetica de la que ella compone un aspecto de los

dioses a la ciudad no hay ruptura ni discontinuidad por eso la impiedad o

falta contra los dioses significa tambieacuten una falta contra la ciudad En este

sentido la mediacioacuten entre el hombre y la divinidad se hace a traveacutes de su

participacioacuten poliacutetica (desterrado de la poacutelis el individuo se encuentra ale-

jado del mundo de los dioses)

El hombre griego no diferencia claramente lo natural de lo sobrena-

tural en un mundo que en palabras de Tales laquoestaacute lleno de diosesraquo No es

que se trate de una religioacuten de la naturaleza sino de una religioacuten que pre-

siente el caraacutecter divino de la propia naturaleza

Entendemos que el teacutermino que mejor expone la conexioacuten entre el

hombre y el aspecto divino de la naturaleza es el de religacioacuten Estamos

impelidos a existir porque previamente estamos religados a lo que nos hace

existir la naturaleza Se trata de aquello que es raiacutez y apertura a un tiempo

de aquello hacia lo que vamos justamente porque es de donde venimos El

ser humano estaacute emparentado radicalmente con la naturaleza y ese viacutenculo

ontoloacutegico es la religacioacuten (que no es algo que se tiene como dijo Zubiri

sino algo que se es una dimensioacuten formalmente constitutiva de la existen-

cia humana) Eacuteste es tambieacuten el caso de Heraacuteclito quien encontroacute impreso

lo divino en la unidad de todos los opuestos en la naturaleza

Lo divino seriacutea aquello que da unidad al cosmos la contemplacioacuten

del mismo desde la totalidad esto es desde el punto de vista del λόγος y

la armoniacutea que subyace a la multiplicidad fenomeacutenica la medida que presi-

de y procura cada una de sus transformaciones y el combate de los contra-

rios mismos No se trata en definitiva de nada ni nadie concreto sino que

consiste en la tensioacuten creadora y reconciliadora que en toda transformacioacuten

416

y oposicioacuten se manifiesta como permanencia que se identifica con la pro-

pia naturaleza o mejor con el λόγος mismo que la gobierna Se diferencia

del hombre por ser laquoel todoraquo frente a laquola parteraquo desde el punto de vista on-

toloacutegico ademaacutes de por el grado de conocimiento que puede alcanzar des-

de el punto de vista epistemoloacutegico la plena sabiduriacutea frente a la humana

filosofiacutea que es un saber parcial La realidad contemplada desde la unidad

divina no soacutelo es bella sino ademaacutes buena y justa Soacutelo el hombre cuya

percepcioacuten es limitada introduce los juicios de valor en el cosmos

De lo dicho se desprende que el ataque de Heraacuteclito a la religioacuten tra-

dicional no se refiere tanto a la estructura de los actos o creencias religiosas

como a la falta de comprensioacuten de la verdadera divinidad En este sentido

va maacutes lejos que Jenoacutefanes en cuya liacutenea se situacutea por cuanto no se limita a

criticar la antropomorfizacioacuten de lo divino sino que ataca tambieacuten determi-

nadas praacutecticas religiosas Heraacuteclito delimitaba dos tipos de culto el que

purificaba el alma por medio de la comprensioacuten y recta realizacioacuten de los

ritos y el que se deteniacutea en el aspecto que atantildee uacutenicamente a la supersti-

cioacuten sin reparar en el significado de los mismos

Hemos resentildeado una pujante liacutenea de estudio abierta en lo que res-

pecta a la relacioacuten de Heraacuteclito con el orfismo (cuyo estudio se articula en

torno a una tradicioacuten de textos sagrados) En el caso de Heraacuteclito cobra es-

pecial relevancia el Papiro de Derveni descubierto en 1962 Parece que su

anoacutenimo autor trataba de establecer la preeminencia de Zeus sobre los de-

maacutes dioses o dicho en teacuterminos presocraacuteticos de la unidad sobre la multi-

plicidad Por otro lado al asociar a Zeus con el intelecto y con el aire utili-

za ideas de Anaxaacutegoras y Dioacutegenes de Apolonia Tambieacuten recrea una esce-

na en la que los elementos que componen los seres chocan entre siacute como

sostienen Leucipo y Demoacutecrito Aunque el modo en que estos elementos se

417

atraen mutuamente por la accioacuten de Afrodita recuerda sin duda a Empeacutedo-

cles La propia afirmacioacuten de que las cosas existentes proceden de otras an-

teriores contradice uno de los postulados baacutesicos de Parmeacutenides Volviendo

al tema que nos ocupa cita literalmente a Heraacuteclito uniendo dos fragmen-

tos relativos al sol que hasta la fecha se habiacutean tomado por separado (22 B

3 DK y 22 B 94 DK) con el que comparte algunos rasgos esenciales como

la contraposicioacuten entre el sabio que conoce la verdadera naturaleza de las

cosas y el comuacuten de la gente para quienes pasa desapercibida a pesar de to-

parse con ella cotidianamente sin olvidar las semejanzas estiliacutesticas que se

acentuacutean por el caraacutecter enigmaacutetico de las sentencias Otro punto comuacuten es

la tendencia a postular un principio divino uacutenico y garante de la justicia en

el cosmos en el caso del orfismo Zeus y en el caso de Heraacuteclito un prin-

cipio divino que comparte los atributos de Zeus a pesar de querer y no

querer verse llamado por ese nombre (22 B 32 DK) Pero todos estos para-

lelismos no parecen suficientes para establecer una comunicacioacuten de fondo

entre el movimiento oacuterfico y Heraacuteclito cuyo orgulloso caraacutecter ndashunido a

los logros de su propio sistema- le hubiera impedido comulgar con una

doctrina con normas tan severas de lo contrario no hubiera maltratado a

Pitaacutegoras cercano al orfismo en numerosos planteamientos por lo que se

deduce que tampoco seriacutea un defensor de la creencia en la metempsicosis

IX

El problema del conocimiento aparece en Heraacuteclito unido a su con-

cepcioacuten de la naturaleza No obstante para alcanzar la sabiduriacutea no soacutelo

hay que conocer la naturaleza sino ademaacutes obrar seguacuten la naturaleza (κα-

τὰ φύσιν) escuchando su palabra y su medida (λόγος) Al decir que todo

sucede conforme a este λόγος estaacute expresando este caraacutecter de universali-

418

dad y de ley que no excluye nada o lo que es lo mismo sentildeala que estamos

ante una instancia objetiva ajena a toda contingencia sea humana o divina

Siendo el λόγος la ley objetiva universal lo que estando presente en cada

cosa resiste y regula el devenir del cosmos es tambieacuten lo uacutenico que permite

una comunicacioacuten entre los hombres En este sentido todo discurso que no

esteacute basado en lo comuacuten cae en el aacutembito de lo subjetivo esto es del mun-

do particular de cada cual Noacutetese ademaacutes que esta idea de comunidad no

se refiere uacutenicamente al aacutembito epistemloacutegico sino antes incluso al ontoloacute-

gico puesto que los que conocen el λόγος comparten tambieacuten un mundo

comuacuten El conocimiento que quiera ser objetivo y universal la ciencia por

contraposicioacuten a la opinioacuten debe entenderse como adecuacioacuten al principio

que todo lo gobierna a traveacutes de todo (ἐκυβέρνησε πάντα διὰ πάντων)

En este mismo sentido subraya Heraacuteclito que no se trata de escucharle a eacutel

(οὐκ ἐμοῦ) sino a la razoacuten que preside el cosmos

Por otro lado debemos destacar la insuficiencia de los sentidos para

captar lo universal y permanente en un mundo sujeto al constante devenir

De ahiacute que nos engantildeemos faacutecilmente pensando que conocemos la verdad

sin realmente hacerlo con lo que enlazamos con uno de los temas claacutesicos

de la filosofiacutea griega Pero no se trata de rechazar el testimonio de los senti-

dos sino de aprender a filtrarlo e interpretarlo por medio de la inteligencia

Maacutes que un saber efectivo tenemos que buscar aquiacute una suerte de laquofiloso-

fiacutea de la sospecharaquo una suerte de despertador que intenta sacar a los hom-

bres de su sopor cotidiano

De todo esto se desprende que para Heraacuteclito existen dos clases de

hombres seguacuten el conocimiento del λόγος que posean los despiertos y los

dormidos Estar despierto o dormido significa estar o no atentos al λόγος

tener un mundo comuacuten o propio ser sabio o ignorante Utilizando concep-

419

tos platoacutenicos se trata de poseer la ciencia universal y permanente o bien

la opinioacuten particular y mudable (pero como dijo Aristoacuteteles el sabio no es

el que conoce sino el que lleva a la praacutectica eso que conoce) Dicho de otro

modo los dormidos no saben lo que hacen ni por queacute lo hacen mientras

que los despiertos son conscientes de cuanto hacen y piensan puesto que

estaacuten de acuerdo con el λόγος que es lo comuacuten

Lo laquocomuacutenraquo del mundo es en primer lugar algo objetivo la unidad

de cada cosa con su contraria (que Heraacuteclito denominoacute armoniacutea) En se-

gundo lugar algo intersubjetivo algo vaacutelido para cualquier sujeto que sepa

mirar lo que hay entenderlo y expresarlo La oposicioacuten se plantea ahora

entre una razoacuten que es comuacuten y una inteligencia que es propia (ἰδίαν) Por

eso hay que indicar a la mayoriacutea que ademaacutes del placentero y pasivo sue-

ntildeo en el que uno se deja llevar hay una vigilia activa consciente que exige

atencioacuten y esfuerzo y que ademaacutes del criterio propio estaacute la razoacuten comuacuten

que nos permite conocer las cosas en su mutua trabazoacuten

Otro de los descubrimientos de Heraacuteclito en este campo ha sido la fi-

gura del sujeto cognoscente El jonio se dio cuenta de que el uacutenico medio

que permite interpretar correctamente el lenguaje de la naturaleza es la in-

trospeccioacuten Tambieacuten en el Templo de Delfos como es sabido se recorda-

ba la necesidad del autoconocimiento para poder interpretar la respuesta de

la sibila (junto con una cierta dosis de intuicioacuten) La experiencia que tene-

mos de la naturaleza por medio de los sentidos debe ser iluminada por la

experiencia que tenemos de nosotros mismos viacutea introspectiva Conocer el

mundo exterior requiere conocer el mundo interior y sus pautas puesto que

se comunican y comparten una misma ley universal o lo que es lo mismo

la pregunta por el cosmos y la pregunta por el hombre co-inciden para He-

420

raacuteclito (pues en uno y otro se vislumbran signos que pueden ayudar a resol-

ver el gran enigma de lo que somos)

X

Dada la intensidad con la que Heraacuteclito apercibe a los dormidos por

su desconocimiento del λόγος se puede pensar que el conocimiento del

mismo conlleva la necesidad eacutetica de obrar de acuerdo con eacutel Puesto que la

manera de ldquopensarrdquo el mundo es comuacuten para los hombres despiertos tam-

bieacuten tiene que serlo su manera de ldquoobrarrdquo (esto es la norma que preside el

devenir del cosmos debe ser la misma que presida la accioacuten humana) Se

confirma ndashpor tanto- la sospecha de que el sabio no soacutelo es el que conoce la

verdad sino el que sabe ponerla en praacutectica de suerte que le ayude a ser

mejor y maacutes feliz

Lo que se pone en juego aquiacute es la adecuacioacuten entre la conducta hu-

mana y las exigencias de la naturaleza puesto que comparten un mismo

λόγος (ὁμολογία) Pero esa misma naturaleza con la que comulgamos

nos abre tambieacuten a los demaacutes y a lo divino hasta el punto de que nos religa

en una gran comunidad coacutesmica

Del mismo modo que los enfrentamientos coacutesmicos encierran una ar-

moniacutea que los articula las distintas tendencias que combaten en el interior

del hombre deben someterse a su inteligencia uacutenica instancia capaz de go-

bernarlas Todas las posibilidades del ser humano desde el punto de vista

eacutetico y epistemoloacutegico deben anudarse en su λόγος en aquello que nos

comunica con el resto del cosmos y nos permite comprenderlo y compren-

dernos Esto preparoacute el camino para una relacioacuten mutua entre la ἀρετή y la

ἐπιστήμη en un sentido casi socraacutetico (donde la virtud por ende es un

saber praacutectico que brota del λόγος inscribiendo en el interior de los hom-

421

bres la norma universal que impera en la naturaleza) Ademaacutes se subraya

la estrecha cercaniacutea que existe entre la verdad y el bien pues el λόγος no

soacutelo debe iluminar al ser humano en su buacutesqueda de la verdad sino tambieacuten

en su accioacuten constatando asiacute la funcioacuten clave que tiene la inteligencia en la

vida moral

Por uacuteltimo siguiendo a Nietzsche hemos presentado las bases para

fundamentar un saber traacutegico a partir del pensamiento de Heraacuteclito Duran-

te mucho tiempo la imagen que hemos tenido de la cultura griega fue la de

un arquetipo de luz belleza y racionalidad La criacutetica no conociacutea maacutes que

un aspecto del espiacuteritu griego el de Apolo dios de la medida del conoci-

miento de la moderacioacuten al que corresponde una contemplacioacuten impasible

del mundo Al aspecto apoliacuteneo contrapuso el caraacutecter dionisiaco e irracio-

nal la visioacuten terrible de las cosas

Seguacuten Nietzsche la tragedia es la forma maacutes lograda del arte griego

porque expresa la sabiduriacutea dionisiaca con medios apoliacuteneos La tragedia

permitiacutea explicar la verdad maacutes aterradora la irremediable finitud del ser

humano envuelta en una capa de belleza como un gran juego entre los dio-

ses y los hombres (dentro del marco de la ciudad) Acaso la propia filosofiacutea

de Heraacuteclito sea una respuesta al enigma traacutegico (a la contradiccioacuten irreso-

luble que revela) El poeta y el filoacutesofo son pensadores de la justicia coacutesmi-

ca y de la armoniacutea de los contrarios que cuestionan la vigencia de los valo-

res antiguos y el puesto del hombre en el cosmos La tensioacuten que se da en

el protagonista las maacutes de las veces entre ἦθος y δαίμων como dice He-

raacuteclito (22 B 119 DK) hace de la tragedia una interrogacioacuten abierta que no

comporta siempre respuesta Se trata de un enigma cuyo sentido uacuteltimo co-

mo sucede con el λόγος no puede nunca esclarecerse por completo

422

XI

Salimos del espinoso camino que recorre la filosofiacutea de este enigma-

tico presocraacutetico constatando de entrada que las enmarantildeadas reflexiones

que bulliacutean en su mente iban sin duda por delante de su eacutepoca y de su len-

guaje (acaso por eso tuvo que referirlas a traveacutes de la imagen y la parado-

ja) Fue seguacuten su propio parecer un solitario maestro de la ley divina del

cosmos conocida soacutelo por unos pocos los despiertos que comparten un

mundo comuacuten y desconocida por la mayoriacutea desmantildeada y aletargada a pe-

sar de someterse a esta ley de continuo

Hemos tratado de llevar a cabo un diaacutelogo vivo con la filosofiacutea de

Heraacuteclito desde nuestra eacutepoca y con nuestro lenguaje como no puede ser

de otro modo aunque sin perder nunca de vista las limitaciones que nos

imponen los textos del jonio El propoacutesito de este escrito no ha sido otro

que el de estudiar en toda su pujanza y amplitud la concepcioacuten heracliacutetea de

la naturaleza sin olvidar las cuestiones que preocupan a la filosofiacutea actual

en lo que respecta a este tema a fin de tender puentes de ida y vuelta So-

mos conscientes de que algunos conceptos que hemos utilizado para pro-

curar esta fusioacuten de horizontes no estaban auacuten disentildeados en la eacutepoca arcai-

ca pero con esto no se ha querido forzar o desfigurar la filosofiacutea heracliacutetea

sino tan soacutelo tratar de arrojar algo de nueva luz sobre la misma asiacute como

mentar su esencia atemporal como sucede con todos los grandes filoacutesofos

Uno de los mayores retos de la fiacutesica actual se encuadra tambieacuten en

un marco cosmoloacutegico y consiste en establecer queacute es todo aquello que se

adjetiva de un modo casi poeacutetico como laquooscuroraquo Y la cuestioacuten no es pa-

sajera si se tiene en cuenta que seguacuten las estimaciones de los cientiacuteficos la

energiacutea y la materia oscuras constituyen el 96 de todo aquello que forma

el universo siendo la parte visible tan soacutelo el 4 restante Este elemento

invisible contribuye a mantener el cosmos de un modo efectivo y no soacutelo

423

figurado ya que interactuacutea gravitacionalmente con los elementos visibles

como es sabido Acaso eso explique que el universo se expanda de un mo-

do cada vez maacutes acelerado contrariamente a la loacutegica que nos hariacutea pensar

en una progresiva disminucioacuten de la aceleracioacuten debido a la accioacuten tensora

de la fuerza de la gravedad Sin duda adquieren un nuevo sentido en este

contexto algunas tesis baacutesicas de Heraacuteclito que remiten a una naturaleza

que ama ocultarse y a una armoniacutea invisible maacutes fuerte que la visible (sin

olvidar ndashpor supuesto- la gran diferencia de contextos)

Para concluir resulta elocuente que los tres grandes temas que han

entreverado el decurso de la filosofiacutea ndashNaturaleza Hombre y Dios- aparez-

can en los presocraacuteticos reunidos en una misma intuicioacuten Esto indica por

un lado que se puede responder a los desafiacuteos del presente sin perder de

vista las ensentildeanzas del pasado y por otro que toda propuesta que preten-

da ser laquooriginalraquo debe dialogar antes o despueacutes con los oriacutegenes y no sepa-

rarse de ellos so pena de convertirse en una especulacioacuten sin alma ni orien-

tacioacuten Lo que nos da que pensar es siempre ineacutedito porque es siempre lo

mismo los mismos problemas las mismas preguntas que son renovadas

una y otra vez a lo largo de la historia De este modo lo importante no son

las respuestas que se van dando sino el caraacutecter radical y fundamental de

las preguntas Por algo se formularon eacutesas al principio y no otras sin olvi-

dar ndashcomo dijo Demoacutecrito- que laquoen realidad nada sabemos pues la verdad

se halla en lo profundoraquo (68 B 117 DK) y que lo verdaderamente importan-

te ahora como entonces es no dejar de hacerse preguntas

424

425

laquoApeacutendicesraquo

426

427

A laquoPlatoacuten Aristoacuteteles y los presocraacuteticosraquo

1 Platoacuten la memoria frente a la palabra escrita

La presencia de Heraacuteclito en la obra platoacutenica es evidente pero ape-

nas nos ha legado fragmentos literales ya que tiende a entreverar las opi-

niones de los antiguos con los propios planteamientos iquestacaso puede ser de

otro modo en un filoacutesofo Quizaacute esto sea una consecuencia del estilo litera-

rio de la misma zurcida de situaciones dialoacutegicas (normalemente entre Soacute-

crates y otros interlocutores) A esto se suma el hecho de que suele conferir

a sus testimonios una apariencia indirecta por ejemplo en Sofista se alude

a Heraacuteclito de un modo enigmaacutetico

laquoMaacutes tarde algunas musas jonias [sc Heraacuteclito] y sicilianas [sc Empeacutedo-

cles] pensaron que lo maacutes seguro era entrelazar ambas declaraciones y

afirmar que el ser es muacuteltiple y uno [hellip] Pues ldquosiempre lo divergente es

concorderdquo dicen las maacutes tensas de esas musas [sc Heraacuteclito] mientras

que las maacutes distendidas [sc Empeacutedocles] han aflojado el que sea siempre

asiacute y dicen que alternativamente el todo es uno y amigo por obra de

Afrodita volvieacutendose muacuteltiple y hostil a siacute mismo en virtud de cierto odio

En todo esto si alguno de ellos ha dicho la verdad o no difiacutecil es saberlo

y seriacutea una salida de tono juzgar en tan graves cuestiones a hombres ilus-

tres y antildeejosraquo591

Platoacuten fue el primer gran filoacutesofo que se sintioacute inmerso en una viva

tradicioacuten intelectual por eso sostuvo un persistente diaacutelogo con los perso-

najes maacutes importantes de la cultura anterior La verdad quedaba a la zaga

591 Platoacuten Sofista (Diaacutelogos V) ed cit 242d

428

no en el horizonte por tanto responder a los problemas del presente preci-

saba un ejercicio de retrospectiva Normalmente los antiguos son presen-

tados por Platoacuten como sabios como depositarios de un saber divino desve-

lado soacutelo parcialmente a la posteridad (en contraposicioacuten a los filoacutesofos

que no se tienen por sabios sino por amantes de la sabiduriacutea y se identifi-

can con el ansia de un saber inacabado)592 Toda vislumbre posible de ver-

dad dice Platoacuten no es otra cosa que laquoun regalo de los dioses a los hom-

bresraquo (Θεῶν εἰς ἀνθρώπους δόσις)593 ya que nadie que pudiera respon-

der sin mediaciones a los problemas de su tiempo leemos en el Fedro ne-

cesitariacutea recurrir a las opiniones preteacuteritas

laquoLa verdad soacutelo ellos la saben Si nosotros mismos pudieacuteramos descubrir-

lo iquestnos seguiriacuteamos ocupando todaviacutea de las opiniones humanas (τῶν

ἀνθρωπίνων δοξασμάτων)raquo594

Del texto se desprende que la ocupacioacuten e incluso el diaacutelogo con el

pasado no es algo pasajero sino algo estrictamente necesario para alcanzar

la verdad El mito de Theut inventor de la escritura avala este reconoci-

miento platoacutenico de la importancia de la antiguumledad La sabiduriacutea fue tiem-

po atraacutes vivida laquosin el estorbo ni la limitacioacuten de la palabra escritaraquo Se tra-

ta de rescatar del azaroso vaiveacuten de las opiniones de los antiguos pequentildeos

rescoldos de aquella remota sabiduriacutea En consecuencia Platoacuten recomienda

el cultivo de la memoria en detrimento de las letras

592 Molero Cruz Joseacute ldquoAristoacuteteles historiador de la filosofiacuteardquo en Estudios Filosoacuteficos

XXXI 86 (1982) p 45

593 Platoacuten Filebo (Diaacutelogos vol VI) ed cit 16c 594 Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) ed cit 274c

429

laquoPorque es el olvido (λήθην) lo que produciraacuten en las almas de quienes

lo aprendan al descuidar la memoria (μνήμης) ya que fiaacutendose de lo es-

crito (πίστιν γραφῆς) llegaraacuten al recuerdo desde fuera a traveacutes de ca-

racteres ajenos no desde dentro desde ellos mismos y por siacute mismos No

es pues un faacutermaco de la memoria lo que has hallado sino un simple re-

cordatorio (οὔκουν μνήμης ἀλλὰ ὑπομνήσεως φάρμακον ηὗρες)

Apariencia de sabiduriacutea es lo que proporcionas a tus alumnos que no ver-

dad (σοφίας δὲ τοῖς μαθηταῖς δόξαν οὐκ ἀλήθειαν πορίζεις) Por-

que habiendo oiacutedo muchas cosas sin aprenderlas pareceraacute que tienen mu-

chos conocimientos siendo al contrario en la mayoriacutea de los casos total-

mente ignorantes y difiacuteciles ademaacutes de tratar porque han acabado por

convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad (δοζόσοφοι

γεγονότες ἀντὶ σοφῶν)raquo595

Se entiende que un filoacutesofo que diserta de este modo sobre la palabra

escrita aunque ndashparadoacutejicamente- sea uno de los mejores escritores de la

historia no pudiera entregarse por completo a recopilar las opiniones del

pasado ni a presentar sistemaacuteticamente la propia filosofiacutea por un lado pa-

ra evitar acarrear equiacutevocas interpretaciones por otro para evitar atenuar la

potencia misma del pensamiento encerrado en los centildeidos liacutemites de la pa-

labra escrita El discurso (λόγος) dice Platoacuten ha de estar dispuesto laquoa la

manera de un ser vivoraquo (ὥσπερ ζῷον συνεστάναι)596 igualmente ha de

poder adaptarse al movimiento mismo de lo real siendo por tanto tan efiacute-

595 Literalmente ldquoexpertos en opiniones ajenas ndashsin tener voz propia- en lugar de sa-

biosrdquo Ibid 275a-b Noacutetese la semejanza entre este texto y la denuncia de la πολυμα-

θίη que hace Heraacuteclito en 22 B 40 DK

596 Ibid 264c

430

mero como su objeto de estudio La auteacutentica filosofiacutea ha de permanecer

bajo el sello de lo inconcluso lo que no dejaba de provocar perplejidades ndash

enfados en ocasiones- entre los interlocutores de Soacutecrates por no cerrar

nunca las cuestiones abiertas en los diaacutelogos597

El destino de la escritura por tanto ademaacutes de perseverar en el tiem-

po es el de persistir como un testimonio incompleto de la verdad como un

diaacutelogo ya terminado que no se puede retomar o reavivar sino simplemente

laquorecordarraquo

laquoPorque es impresionante Fedro lo que pasa con la escritura (γραφή) y

por lo que tanto se parece a la pintura (ζωγραφία) En efecto sus vaacutesta-

gos estaacuten ante nosotros como si tuvieran vida (μὲν ὡς ζῶντα) pero si se

les pregunta algo (ἐὰν δrsquoἀνέρῃ τι) responden con el maacutes altivo de los si-

lencios (σεμνῶς πάνυ σιγᾷ) Lo mismo pasa con las palabras escritas

(ταὐτὸν δὲ καὶ οἱ λόγοι) Podriacuteas llegar a creer que lo que dicen fuera

597 Cfr Giovanni Reale Por una nueva interpretacioacuten de Platoacuten Barcelona Herder

2003 (trad cast Mariacutea Pons) Se trata de un estudio de conjunto acerca de la disputa en-

tre los partidarios del Platoacuten ldquoesoteacutericordquo (de la Academia) frente al ldquoexoteacutericordquo (de los

diaacutelogos) En sintoniacutea con la Escuela de Tubinga (Gaiser Kraumlmer etc) el autor trata de

acentuar la importancia primaria de las ldquodoctrinas no-escritasrdquo (ἄγραφα δόγματα) de

las que hacen referencia los mismos alumnos de Platoacuten (Aristoacuteteles in primis) Reale en

suma entresaca la imagen de un Platoacuten diverso de un Platoacuten oral y ndashen cierto sentido-

dogmaacutetico iquestpor lo demaacutes no es quizaacutes el mismo Platoacuten por ejemplo en la Carta VII

quien nos advierte de que su filosofiacutea tiene que buscarse en otro sitio distinto de los es-

critos En contra hemos de decir que esta interpretacioacuten deja ver sus carencias en una

confrontacioacuten con la problemaacutetica de los diaacutelogos a un tiempo que con buena parte de

los estudios claacutesicos sobre el pensador ateniense Acaso lo deseable seriacutea un intento de

conciliacioacuten entre ambas posturas en la medida de lo posible

431

como pensaacutendolo (δόξαις μὲν ἂν ὥς τι φρονοῦντας αὐτοὺς λέγειν)

pero si alguien pregunta queriendo aprender de lo dicho apuntan siempre

y uacutenicamente a una y la misma cosa Pero eso siacute con que una vez algo

haya sido puesto por escrito las palabras ruedan por doquier igual entre

los entendidos que como entre aquellos a los que no les importa en absolu-

to sin saber distinguir a quieacutenes conviene hablar y a quieacutenes no Y si son

maltratadas o vituperadas injustamente necesitan siempre la ayuda del pa-

dre ya que ellas solas no son capaces de defenderseraquo598

Si el escrito no puede responder a lo que se le pregunta ni tampoco

sustraerse de las malas interpretaciones parece evidente por queacute no es per-

tinente dejar por escrito las opiniones de los filoacutesofos Esas opiniones son

respuestas a una pregunta que tuvo lugar tiempo atraacutes pero si es cierto que

la filosofiacutea nace de la laquoadmiracioacutenraquo ante los aspectos no dominados de lo

real (μάλα γὰρ φιλοσόφου τοῦτο τὸ πάθος τὸ θαυμάζειν)599 eso

seriacutea equivalente a la negacioacuten del hecho filosoacutefico mismo

Los personajes que aparecen en los diaacutelogos en suma son momen-

tos ficticios de una escena que representa la buacutesqueda actual de la verdad

Es maacutes cuando se traen a colacioacuten pensamientos ajenos no se hace con el

fin de transferirlos fielmente sino que retontildean en la propia fluencia del dis-

curso para enmarcarlo contrastarlo o reforzarlo600 En este sentido no se

retoma el pasado como algo muerto sino que en cuanto fruto de una preteacute-

rita mirada sobre lo real se supera conservaacutendolo ndashdicho en teacuterminos he-

gelianos- desde la propia mirada presente al enigma del cosmos 598 Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) ed cit 275d-e Noacutetese la belleza de la etimologiacutea

de pintura ldquozoografiacuteardquo (ζωγραφία) literalmente ldquofijar o escribir lo vivordquo

599 Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) ed cit 155d 600 Cfr Molero Cruz Joseacute op cit p 48

432

Sin la palabra escrita que conlleva un cierto modo de trascender el

tiempo probablemente no habriacutea llegado hasta nosotros la mayor parte de

la cultura griega incluidos los textos del ateniense Sin duda ldquofaacutermaco es-

timulador de la memoriardquo pero tambieacuten inmenso recipiente que la contie-

ne iquestAcaso no resulta extrantildea la objecioacuten de que laquolas letras conduciraacuten al

olvido a aquellos que las utilicenraquo iquestQueacute clase de memoria es esta que por

descuidarla el hombre caeraacute en el olvido a pesar de disponer del texto es-

crito Como sentildeala Emilio Lledoacute es muy posible que en este pasaje re-

suene un fuerte eco pitagoacuterico

laquoSabemos de la importancia que el cultivo de la memoria tuvo para los

disciacutepulos de Pitaacutegoras El dinamismo interior que ese cultivo implica

mantiene viva la mente Una intimidad que no crea su propia memoria es-

taacute siempre sometida y condenada a lo exteriorraquo601

Tomando nota solamente de las opiniones la memoria del alma se

afianzaraacute en algo ajeno a ella misma en algo que viene de fuera Pendiendo

de tal enajenacioacuten no se puede cimentar de un modo seguro la arquitectura

del verdadero conocimiento que no es δόξα sino ἐπιστήμη Ante esa de-

pendencia de laquolo que viene de fueraraquo (ἔξωθεν) el texto de Platoacuten opone

un laquodentroraquo (ἔνδοθεν) Se trata del contraste entre el silencio de la natura-

leza y el habla de la palabra Mientras que la naturaleza nos presenta el

universo las letras nos lo re-presentan Lo que dice la naturaleza es lo que

nosotros vemos lo que nos decimos a nosotros mismos (αὐτοὺς ὑφrsquoαὑ-

τῶν) En consecuencia ver el mundo es oiacuter la voz con la que nosotros mis-

601 Lledoacute Emilio El surco del tiempo Meditaciones sobre el mito platoacutenico de la escri-

tura y la memoria Barcelona Criacutetica 1992 p 64

433

mos constatamos su presencia Entre el mundo del λόγος y el mundo de la

φύσις

laquoNo se interpone maacutes que un murmullo interior que se levanta en noso-

tros cuando los sentidos filtran el aparecer de la realidad Los materiales

que componen ese discurso que nos habla y con el que nos hablamos estaacuten

en nosotros y se alimentan de nosotros Esto es nuestro mundo interior es-

taacute surcado por las constelaciones con las que la naturaleza ndashaquello que al

fin y al cabo somos- afirma su presenciaraquo602

La fuente de la que se nutre la memoria estaacute situada ndasha traveacutes de la

intimidad- en un pasado que se presenta a cada momento No se trata de lo

que fuimos sino de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser Sin du-

da el pasado no es un recipiente donde se pueda volver a retomar lo que an-

tantildeo estuvo vivo pero acaso alliacute se encuentren las raiacuteces de los liacutemites y

posibilidades que nos destape el futuro Por eso para Platoacuten el teacutermino fun-

damental de este pasaje es el laquoolvidoraquo (λήθην) que se produce por descui-

do de la memoria El fundador de la Academia no rechaza el diaacutelogo vivo

con el pasado sino el monoacutelogo de la escritura consigo misma que en oca-

siones falsea lo que trata de revelarnos y mutila siempre el tempo y la esen-

cia de la verdadera comunicacioacuten Lo sido soacutelo es de nuevo en el recuerdo

nunca en la relectura pero para recordar hay que haberlo vivido previa-

mente en primera persona tal y como prescribe la teoriacutea de la anaacutemnesis o

reminiscencia Lo mismo sucede con la pintura o con la escultura No son

maacutes que imitaciones que no representan la vida misma sino apariencias de

la vida Esas representaciones en efecto no soacutelo laquono hablanraquo sino que

602 Ibid p 65

434

ademaacutes laquono escuchanraquo ni tampoco laquorespondenraquo si se las interroga carecen

de λόγος de aquello que determina la esencia humana y por eso no son

capaces de diaacutelogo (διάλογος) Soacutelo asiacute se entiende que el verdadero pen-

samiento sea un laquodiaacutelogo silencioso del alma consigo mismaraquo603

Otra de las claves que encierran el sentido de la posicioacuten platoacutenica es

el teacutermino ἀκοήν (ldquotradicioacuten oralrdquo literalmente ldquolo que he oiacutedordquo) Los

primeros (τῶν προτέρων) saben la verdad porque la laquovieronraquo (τὸ δrsquoἀλη-

θὲς αὐτοὶ ἴσασιν)604 Nosotros la hemos laquooiacutedoraquo pero no podemos alcan-

zar esa presencia inmediata que se dio en el origen Tras ese momento ini-

cial todo lo demaacutes es tradicioacuten mediacioacuten opinioacuten605

603 ldquoiquestQueacute entiendes por pensar Un discurso que el alma se dirige a siacute misma sobre los

objetos que considera (λόγον ὃν αὐτὴ πρὸς αὑτὴν ἡ ψυχὴ διεξέρχεται περὶ ὧν

ἂν σκοπῇ) [hellip] Me parece que el alma cuando piensa no hace otra cosa que conversar

consigo misma interrogando y respondiendo afirmando y negando [hellip] en esto consis-

te el juicio [hellip] y la opinioacuten es un discurso pronunciado no a otro ni de vida voz sino

en silencio y a siacute mismo (καὶ τὴν δόξαν λόγον εἰρημένον οὐ μέντοι πρὸς ἄλλον

οὐδὲ φωνῇ ἀλλὰ σιγῇ πρὸς αὑτόνmiddot) Platoacuten Teeteto (Diaacutelogos vol V) ed cit 189

e-190a 604 ldquoEl primero es el auteacutentico hiacutestōr aquel que sabe porque estuvo alliacute porque viordquo

Lledoacute Emilio Lenguaje e historia Barcelona Ariel 1978 pp 92-101

605 Cfr Platoacuten Fedro (Diaacutelogos vol III) ed cit 274c (Ἀκοήν γrsquoἔχω λέγειν τῶν

προτέρων τὸ δrsquoἀληθὲς αὐτοὶ ἴσασιν εἰ δὲ τοῦτο εὕροιμεν αὐτοί ἆρά γrsquo ἂν

ἔθrsquo ἡμῖν μέλοι τι τῶν ἀνθρωπίνων δοξασμάτων) laquoFrente a la verdad vista y di-

cha por los primeros ya no cabe para no perder el contacto con ella sino engarzarse en

la tradicioacuten que como doacutexa la intercepta y la mediatizaraquo Lledoacute Emilio El surco del

tiempo Meditaciones sobre el mito platoacutenico de la escritura y la memoria ed cit p

41

435

El filoacutesofo en definitiva ajusta su palabra escuchando la de la natu-

raleza y no las opiniones preteacuteritas que no hacen sino delatar la insuficien-

cia de las letras para reflejarla En efecto todo texto sobrevive a su autor y

sigue hablando aunque eacuteste ya no pueda hacerlo El texto es leiacutedo e inter-

pretado una y otra vez por un nuevo lector que se convierte en contexto pa-

ra ese texto proyectando su horizonte en el horizonte original con vistas a

alcanzar una fusioacuten y una retro-alimentacioacuten Sin embargo el texto escrito

al que tanto zahiere Platoacuten no soacutelo sirve para perpetuar la voz de los anti-

guos a lo largo del tiempo tambieacuten permite entresacar nuevos sentidos es-

cuchar otras voces que acaso pasaron desapercibidas o tal vez resuenen

con maacutes intensidad en nuestro contexto y percibir como presente lo que no

era maacutes que pasado606 Las letras en suma rescatan del tiempo y de su irre-

vocable fluencia al pasado para mantenerlo vivo y convertirlo incluso en

futuro porque en el mundo de las letras no se olvide todos los textos se

conjugan en futuro a la espera de un nuevo lector

2 Aristoacuteteles iquesthistoriador de la filosofiacutea

Maacutes fecundo fue Aristoacuteteles a este respecto quien nos ha transmitido

un sinfiacuten de opiniones de los presocraacuteticos aunque movido por la preocu-

pacioacuten de encontrar en ellas lo que era presagio de su propio sistema (por

eso sentildealoacute sus aciertos y tratoacute de refutar sus errores)607 En un sentido am-

606 Sobre este tema cfr Sartre Jean-Paul Las palabras Madrid Alianza 1995 pp 94

ss (trad cast Manuel Lamana) 607 Robin Leon op cit p 7 ldquoEn la escuela de Aristoacuteteles se extractaron sistemaacutetica-

mente obras de antiguos filoacutesofos pero soacutelo desde el punto de vista de su relacioacuten con

los problemas aristoteacutelicosrdquo Fraumlnkel Hermann op cit p 20

436

plio con las restricciones oportunas nos podemos referir al libro A de la

Metafiacutesica como la primera laquohistoria de la filosofiacutea occidentalraquo Tras expo-

ner concisamente la teoriacutea de las causas como es sabido Aristoacuteteles pasa a

exponer y criticar las doctrinas de los filoacutesofos anteriores sosteniendo que

todas ellas resultan pasos insuficientes pero necesarios para llegar a su pro-

pia teoriacutea Ciertamente no se trata de un estudio histoacuterico-hermeneacuteutico en

sentido moderno pero esto no ensombrece su conciencia histoacuterica del pa-

sado de la filosofiacutea

laquoExisten suficientes indicios en su pensamiento que permiten reconstruir

en la obra del Estagirita todo un rico enfoque intelectual hacia los proble-

mas del pasado filosoacutefico [hellip] capaz de sacar a la luz el hilo conductor

que une la dispersidad de los contenidos de la memoria histoacutericaraquo608

Su actitud con respecto a los presocraacuteticos (y a su maestro Platoacuten) re-

sulta tan claramente poleacutemica que sus testimonios por valiosos que sean ndash

afirma Cherniss- laquono pueden ser aceptados sin maacutesraquo Es cierto que la posi-

cioacuten aristoteacutelica tiende a descuidar aquellos problemas de los que se ocupa-

ron los presocraacuteticos que no aparecen en su propio sistema Si bien esto no

quiere decir que tergiverse el pasado deliberadamente ni mucho menos que

sus testimonios carezcan de valor No estamos de acuerdo con Cherniss

quien enuncia hasta siete procedimientos distintos del Estagirita para dis-

torsionar el pasado aunque hacemos nuestra su advertencia de que no se

pueden aceptar sus testimonios laquosin maacutesraquo lo maacutes preciso seriacutea estudiar

608 Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L op cit p 290 Cfr Mondolfo Rodolfo ldquoLa concepcioacuten

historicista de Aristoacutetelesrdquo en Problemas y meacutetodos de investigacioacuten de la historia de

la filosofiacutea Buenos Aires Eudeba 1969 pp 33-38

437

laquocoacutemo Aristoacuteteles se sirvioacute de todos esos escritos para la constitucioacuten de su

propio sistemaraquo609

Se puede recordar un texto de la Poliacutetica en el que se destaca la im-

portancia de conocer la genealogiacutea de los problemas que se estudian para

conocer mejor el proceder aristoteacutelico pues aunque la historia no se ocupe

de lo universal sino de lo particular (no siendo por tanto auteacutentica ciencia)

asiste al resto de las disciplinas en la ordenacioacuten de los datos de la expe-

riencia lo que permite conocer la trabazoacuten de unas ideas con otras a lo lar-

go del tiempo

laquoObservando el desarrollo de las cosas desde su origen (ἐξ ἀρχῆς τὰ

πράγματα) se obtendraacute en esta cuestioacuten como en lo demaacutes la visioacuten

maacutes clara (κάλλιστrsquo ἂν οὕτω θεωρήσειεν)raquo610

Aristoacuteteles ve en la tradicioacuten el depoacutesito de una sabiduriacutea perdida di-

vina velada por el mito de modo que es preciso filtrarla criacuteticamente para

encontrar en la marantildea de lo preteacuterito alguacuten contenido de verdad611 Igual 609 Cherniss Harold F ldquoAristoacuteteles y la filosofiacutea presocraacuteticardquo en op cit pp 387ss

Cfr Cherniss Harold F ldquoThe Characteristics and Effects of Presocratic Philosophyrdquo

en Furley David Allen R E (Eds) op cit vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo

ed cit pp 1-28 610 Aristoacuteteles Poliacutetica ed cit 1252a 24-26 Cfr Aristoacuteteles Retoacuterica Madrid Gre-

dos 2002 1451a 36-b 11 (trad cast Quintiacuten Racionero) 611 ldquoLa exigencia de un examen preliminar de la filosofiacutea anterior que Aristoacuteteles sos-

tiene al comienzo de sus investigaciones teoacutericas responde a la misma necesidad de dis-

cusioacuten inherente a toda especulacioacuten filosoacutefica que aparece ya en las primeras manifes-

taciones poleacutemicas legadas por los presocraacuteticos que comienzan con la criacutetica del pen-

samiento ajeno la defensa de las propias ideasrdquo Mondolfo Rodolfo Heraacuteclito textos y

problemas de su interpretacioacuten ed cit p 120 Como ampliacioacuten cfr Collobert Ca-

438

que en Platoacuten ese contenido de verdad es lo que dignifica el pasado y hace

necesario su estudio si bien para Aristoacuteteles laquorequieren una operacioacuten her-

meneacuteutica tendente a integrarlos en un estadio maacutes alto del desarrollo de la

razoacutenraquo612

En este sentido resulta preciso pasar revista a las opiniones de aque-

llos que laquoantes que nosotros se acercaron a investigar las cosas que son y

filosofaron acerca de la verdadraquo y nos han preparado el camino tanto por

sus tinos como por sus desatinos613 Esto quiere decir ademaacutes que la evo-

lucioacuten posterior del pensamiento filosoacutefico hasta llegar al propio Aristoacutete-

les estaacute inevitablemente marcada por la naturaleza de los problemas mis-

mos (αὐτὸ τὸ πρᾶγμα) En efecto la teoriacutea de las cuatro causas y los dis-

tintos momentos histoacutericos que jalonan el desarrollo de su planteamiento

hasta culminar plenamente en la exposicioacuten de Aristoacuteteles laquono hacen sino

reproducir el desenvolvimiento del propio pensamiento teoacuterico impulsado

por la naturaleza misma de los problemasraquo614 Es importante que recorde-

mos que Aristoacuteteles en sus exposiciones acerca de los presocraacuteticos no

muestra mayor intereacutes que Platoacuten en escribir laquohistoriaraquo sino que le moti-

van los problemas de su propia filosofiacutea El problema no consiste en escla-

recer si Aristoacuteteles ha falseado o no los hechos sino simplemente en notar

que laquola exactitud de la informacioacuten y la diferenta entre este y aquel filoacutesofo

therine ldquoAristotlersquos Review of the Presocratics Is Aristotle Finally a Historian of Phi-

losophy en Journal of the History of Philosophy vol 40 nordm 3 (2002) pp 281-295 612 Molero Cruz Joseacute op cit p 51

613 ὅμως δὲ παραλάβωμεν καὶ τοὺς πρότερον ἡμῶν εἰς ἐπίσκεψιν τῶν ὄντων

ἐλθόντας καὶ φιλοσοφήσαντας περὶ τῆς ἀληθείας Aristoacuteteles Metafiacutesica ed

cit A 3 983b 1-6 614 Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L op cit p 291

439

no teniacutean mucha importancia para eacutel puesto que le interesaban mucho maacutes

los problemasraquo615 Por eso dijo Aristoacuteteles

laquoAcerca de ello podemos concluir que de los que han estudiado el princi-

pio y la causa ninguno ha dicho nada que se salga de las causas determi-

nadas por nosotros en la Fiacutesica sino que todos aunque de modo confuso

(ἀμιδῶς) se acercan en cierto modo a ellasraquo616

Esto confirma que el pasado de la propia disciplina soacutelo puede enten-

derse para un auteacutentico filoacutesofo desde un presente capaz de darle pleno

sentido Aristoacuteteles juzgoacute es sabido que la teoriacutea de las cuatro causas aca-

baba con las controversias entre los distintos tipos de ἀρχή esto es entre

los distintos principios del universo para los presocraacuteticos De este modo

laquoLa filosofiacutea dejaba de ser tensioacuten hacia el saber para adquirir el estatuto

propio de la sabiduriacutea esto es conocimiento de las causas y los principios

uacuteltimosraquo617

Pero quizaacute resulte una excesiva simplificacioacuten denunciar a Aristoacutete-

les por falsear el pasado a fin de pergentildear un examen centrado exclusiva-

mente en su propio sistema En nuestra opinioacuten lo que le perocupaba era

comprender lo real de un modo multidimensional y para ello era menester

conocer las opiniones de los filoacutesofos anteriores (sin olvidar que el filoacutesofo

tiene el deber de perseverar en su propia opinioacuten sin dejarse eclipsar por

laquoel prestigio de lo antiguoraquo) La mirada retrospectiva no es un simple ejer- 615 Gadamer H-G ldquoEl planteamiento doxograacutefico de Aristoacutetelesrdquo ed cit pp 86-87 616 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit A 6 988a 20-24 617 Cfr Molero Cruz Joseacute op cit p 51

440

cicio de erudicioacuten sino el intento de captar el movimiento mismo por el

que la verdad se desvela ante el filoacutesofo en las encrucijadas de lo real618

El libro A de la Metafiacutesica no es el uacutenico donde se habla del pasado

es preciso complementarlo con el libro Γ de caraacutecter refutatorio en el que

Heraacuteclito no sale muy bien parado Tras introducir la teoriacutea que estudia laquolo

que es en tanto que es y lo que le corresponde de suyoraquo Aristoacuteteles centra

su atencioacuten en las doctrinas anteriores que se desviaron del recto camino619

Y el asunto no carece de gravedad puesto que como dice el propio Aris-

toacuteteles

laquoSi los que maacutes han alcanzado a ver la verdad que nos es asequible ndashy eacutes-

tos son los que maacutes la buscan y aman (ζητοῦντες καὶ φιλοῦντες)- tie-

nen tales opiniones (δόξας) y manifiestan estas cosas acerca de la verdad

(ἀληθείας) iquestcoacutemo no ha de ser natural que se desanimen los que se dis-

ponen a filosofar Realmente perseguir la verdad seraacute como perseguir paacute-

jaros al vueloraquo620

618 Cfr Aubenque Pierre Le problegraveme de lrsquoecirctre chez Aristote Paris PUF 1972 p 71

(trad cast Vidal Pentildea Madrid Taurus 1981) 619 En el caso de Heraacuteclito la recriminacioacuten gira en torno al principio de no-contradic-

cioacuten No obstante dice ndashrefirieacutendose al Efesio- que ldquouno no cree siempre todas las co-

sas que dicerdquo Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Γ 3 1005 b 23-25 Sabido es que nume-

rosos estudiosos entre ellos Lloyd han mostrado que Heraacuteclito no incumple dicho prin-

cipio puesto que los contrarios no son ldquoa la vez y en lo mismordquo sino que se intercam-

bian unos con otros y soacutelo son simultaacuteneos en potencia por decirlo en teacuterminos aristo-

teacutelicos por ejemplo en 22 B 61 DK ldquoEl mar es el agua maacutes pura y maacutes impura para los

peces potable y saludable para los hombres impotable y mortalrdquo Cfr Lloyd G E R

Polarity and Analogy ed cit pp 94-96 Cfr Graham Daniel op cit p 114 620 Aristoacuteteles Metafiacutesica ed cit Γ 5 1009b 33-1010a 1

441

Aristoacuteteles en suma no hace otra cosa que filosofiacutea Frente a los que

soacutelo estaacuten preocupados por re-producir el pasado (como si esta empresa

ameacuten de imposible no fuera esteacuteril) el fundador de Liceo se percatoacute de que

en todo intento de rescatar el pasado somos nosotros los que quedamos res-

catados reflejados o traicionados en nuestra comprensioacuten del mismo tam-

bieacuten se percatoacute de que la verdad no es algo que se encuentre o destape sino

algo que acontece en el propio decurso del pensamiento vivo No se olvide

que Aristoacuteteles no era arqueoacutelogo ni historiador sino bioacutelogo y zooacutelogo

ademaacutes de filoacutesofo

442

443

B El destino del libro de Heraacuteclito

1 La evolucioacuten de la doxografiacutea

Nos encontramos ante uno de los filoacutesofos que maacutes interpretaciones

distintas o acaso contradictorias ha suscitado Desde el momento mismo de

su muerte se puede comenzar a investigar el destino del texto y sus nume-

rosas interpretaciones De todos es sabida la queja presentada por Aristoacutete-

les sobre la ambigua puntuacioacuten del principio del libro heracliacuteteo (ἐν τῇ

ἀρχῇ αὐτῇ τοῦ συγγράμματος) Sobre todo le acusa de no someterse a

las normas principales del discurso esto es que sea laquosencillo de leerraquo (εὐ-

ανάγνωστον) y laquosencillo de entenderraquo (εὔφραστον) No cabe duda de

que la velocidad del modo de expresioacuten del Efesio el ritmo poeacutetico casi

musical es deudor de los paraacutemetros de una cultura oral ajena a las pautas

del discurso escrito621

Pero Aristoacuteteles no carece de razoacuten al denunciar la laquooscuridadraquo (τὸ

ἄδηλον) de las primeras liacuteneas de 22 B 1 DK laquoAunque esta razoacuten (λό-

γος) existe siempre los hombres se tornan incapaces de comprenderlaraquo622

Ciertamente no estaacute claro si se quiere decir con el siempre que ldquoesta razoacuten

existe siemprerdquo o bien que ldquolos hombres se tornan siempre incapaces de

comprenderlardquo Nosotros entendemos que es el λόγος medida universal

de la naturaleza en su conjunto el que existe siempre por otro lado aunque

621 Cfr Sauvanet Pierre Le rythme grec dacuteHeacuteraclite agrave Aristote ed cit pp 22-32 Cfr

Deichgraumlber Karl op cit pp 59ss

622 τοῦ δὲ λόγου τοῦδrsquo ἐόντος ἀεὶ ἀξύνετοι γίνονται ἄνθρωποι Aristoacuteteles Re-

toacuterica Madrid Gredos 2002 III 5 1407b 11-19 (trad cast Quintiacuten Racionero)

444

Heraacuteclito constate que los maacutes no lo comprenden los dormidos no dice

que sean incapaces de comprenderlo jamaacutes sino que les invita justamente a

lo contrario a despertar en lo que une a despertar en lo comuacuten

La principal fuente para el estudio de su filosofiacutea es la tradicioacuten do-

xograacutefica sin olvidar las aportaciones de Platoacuten y Aristoacuteteles maacutes filosoacutefi-

cas que doxograacuteficas pero de una importancia irrefutable623 La idea de la

necesaria conexioacuten del pensamiento con su pasado es consustancial a la

cultura griega ldquodecir las cosas dichasrdquo (λέγειν τὰ λεγόμενα) era el mo-

do natural de evitar que algo digno de recuerdo se deslizara de la memoria

de los hombres624 Por eso es menester que de entrada se tome buena nota

de Platoacuten y Aristoacuteteles puesto que todo apunta a que conocieron directa-

mente el escrito heracliacuteteo al contrario que nosotros

Los doxoacutegrafos como es sabido son los escritores o compiladores

de opiniones (δόξαι) llamadas tambieacuten preceptos (τὰ ἀρέσκοντα) y co-

nocidas como placita en latiacuten El teacutermino fue acuntildeado por Hermann Diels

en su obra Doxographi Graeci (Berliacuten 1879) la primera y maacutes importante

edicioacuten y clasificacioacuten del material doxograacutefico asiacute como el primer estudio

fundamental de dicha tradicioacuten Dos deacutecadas despueacutes publicoacute la edicioacuten de

623 ldquoHemos partido de la conviccioacuten de que el inicio de la ciencia y la filosofiacutea griegas

debe entenderse a partir de las respuestas que los grandes pensadores ndashcomo Platoacuten y

Aristoacuteteles- han dado a las cuestiones planteadas por dicho inicio Estas cuestiones sin

duda fueron las de la aproximacioacuten cientiacutefica matemaacutetica astronoacutemica y fiacutesica a lo

que desde Platoacuten llamamos naturalezardquo Gadamer Hans-Georg ldquoEl planteamiento do-

xograacutefico de Aristoacutetelesrdquo en El inicio de la filosofiacutea occidental ed cit p 85 A este

respecto cfr Gadamer H-G ldquoPlatoacuten y la cosmologiacutea presocraacuteticardquo El inicio de la sa-

biduriacutea ed cit p 109 624 Cfr Heroacutedoto Historia ed cit VII 152

445

los textos Die Fragmente der Vorsokratiker (Berliacuten 1903) que se ha con-

vertido en la principal obra de referencia hasta la fecha

El sustento de la tradicioacuten doxograacutefica son los ca 1618 libros de las

Opiniones de los fiacutesicos (Φυσικῶν δόξαι) de Teofrasto (siglos IV-III a

C) conocida en latiacuten como De physicorum placitis625 De la misma obra ndash

desaparecida- se hicieron dos libros el primero titulado Sobre los princi-

pios materiales y el segundo Sobre la sensacioacuten Del primer libro quedan

varios extractos conservados por el neoplatoacutenico Simplicio (siglo VI) en

sus comentarios a la Fiacutesica de Aristoacuteteles626 El segundo libro se ha conser-

vado casi por completo

Despueacutes de Teofrasto tomando como referencia su obra hay una se-

rie de recopilaciones de opiniones que responden a la presente divisioacuten

1- ldquoTemaacuteticasrdquo que toman como referencia cuestiones claacutesicas

2- ldquoBiograacuteficasrdquo que tratan de autores concretos

3- ldquoSucesionesrdquo que tratan de escuelas o sectas627

625 Cfr Mansfeld Jaap ldquoPhysikai Doxai and Problemata Physica from Aristotle to Aeuml-

tiusrdquo en Fortenbaugh W W Gutas D Theophrastus His Psychological Doxogra-

phical and Scientific Writings London Transaction ldquoRutgers University Studies in

Classical Humanitiesrdquo vol 5 1992 pp 63-111 626 Simplicio se apoyoacute a su vez en Alejandro de Afrodisia (s II-III) llamado el ldquosegun-

do Aristoacutetelesrdquo por el notable conocimiento del corpus aristotelicum que evidencioacute y

por los criterios hermeneacuteuticos que establecioacute en su lectura e interpretacioacuten 627 Sin duda nos encontramos ante tres modos de entender la historia de la filosofiacutea que

han llegado hasta el presente Cfr Ferrater Mora Joseacute ldquoDoxoacutegrafosrdquo en Diccionario

de Filosofiacutea vol 1 Madrid Alianza 1979 p 864 Excluimos de esta clasificacioacuten las

cronografiacuteas (como la Chronica de Apolodoro basada en parte en la Chronographia de

Eratoacutestenes de Cirene) porque se trata desde el punto de vista de la filosofiacutea de simples

auxiliares En ellas se encuentran listas de filoacutesofos organizadas por escuelas de acuer-

do con la supuesta fecha de nacimiento de los mismos

446

Dentro de las obras que hemos llamado ldquodoctrinalesrdquo las que siguen

el meacutetodo de presentacioacuten seguacuten temas o problemas adoptado por Teofras-

tro se halla una compilacioacuten a la que Diels dio el nombre de Vetusta Placi-

ta Esta recopilacioacuten ndashperdida- fue redactada al parecer por un disciacutepulo de

Posidonio en el s I Conteniacutea opiniones de autores hasta Teofrastro inclu-

sive de filoacutesofos peripateacuteticos como el mencionado estoicos o epicuacutereos

Las Vetusta Placita constituyeron la base de la compilacioacuten posterior de

Aecio (siglo II) las llamadas Aetii Placita (Συναγωγὴ τῶν ἀρεσκόν-

των) A su vez la compilacioacuten de Aecio constituyoacute la base de las dos do-

xografiacuteas maacutes importantes que han llegado hasta nosotros El Epitome o

Placita philosophorum del Pseudo-Plutarco628 ndashque se atribuyoacute en princi-

pio a Plutarco- y los ldquoExtractosrdquo (Eclogae) contenidos en la Antologiacutea

(Ανθολόγιον) o Florilegium de Juan Estobeo (siglos V-VI)629

Entre las obras biograacuteficas destaca la de Dioacutegenes Laercio Vidas y

opiniones de los filoacutesofos maacutes ilustres (Βίοι καὶ γνῶμαι τῶν ἐν φιλοσο-

φίᾳ εὐδοκιμησάντων) compuesta entre los antildeos 225250 en la que se

recogen con frecuencia sin cuidado y casi siempre sin criacutetica informacio-

628 Varias obras antiguamente atribuidas a Plutarco son hoy consideradas apoacutecrifas La

calificacioacuten ldquoPseudo-Plutarcordquo designa el conjunto de tales obras Maacutes especiacuteficamente

se llama Pseudo-Plutarco al Epitome doxograacutefico cuyo tiacutetulo completo es Περί τῶν

ἀρεσκόντων φιλοσόφοις φυσικῶν δογμάτων y que suele citarse con el nombre

de Placita philosophorum del Pseudo-Plutarco

629 Estobeo compuso cuatro libros titulados Εκλογῶν ἀποφθεγμάτον ὑποθηκῶν

βιβλία τέσσαρα Estos cuatro libros se repartieron en dos voluacutemenes de dos libros ca-

da uno El primer volumen abarca las citadas Eclogae el segundo es la llamada Antolo-

giacutea Cfr Mansfeld Jaap ldquoSourcesrdquo en Long A A (Ed) The Cambridge Companion

to Early Greek Philosophy Cambridge Cambridge University Press 1999 pp 23

447

nes proporcionadas por numerosos historiadores y bioacutegrafos de la eacutepoca

alejandrina Como es sabido contiene muacuteltiples referencias datos textos

aneacutecdotas y resuacutemenes de doctrinas de 84 filoacutesofos desde los Siete Sabios

hasta Epicuro Como se ha dicho no es criacutetico ni sistemaacutetico con el mate-

rial que reproduce y sus comentarios carecen de rigor No obstante y pues-

to que cita sus fuentes este libro es una de las principales referencias doxo-

graacuteficas

En cuanto a las sucesiones la maacutes importante es la del peripateacutetico

Socioacuten de Alejandriacutea Διαδοχαί φιλοσόφων (siglo II a C) de ella pro-

cede la distincioacuten claacutesica entre la escuela de los jonios a la que pertenece

Heraacuteclito y la de los itaacutelicos a la que pertenece Parmeacutenides

A las obras citadas pueden antildeadirse otras fuentes doxograacuteficas Se

encuentran doxografiacuteas en Varroacuten (que se basoacute en parte en las Vetusta Pla-

cita) en Ciceroacuten (siglos II-I aC)630 en Plutarco (siglos I-II) en las Noctes

Atticae de Aulo Gelio en Sexto Empiacuterico (siglos II-III) y en comentaristas

como Simplicio Importantes son los Philosophoumena de la Refutacioacuten de

todas las herejiacuteas de Hipoacutelito romano (siglos II-III) ndashbasada de nuevo en

Teofrasto- y diversos fragmentos que se atribuyeron a Plutarco y que son

llamados Stromateis pseudo-plutarquianos (conservados en la Praeparatio

Evangelica de Eusebio de Cesarea)

Aunque la compilacioacuten de Teofrasto puede seguir siendo considera-

da como fundamento de la tradicioacuten doxograacutefica esto no significa que to-

630 Aunque sus obras no son propiamente originales la difusioacuten que hizo del pensa-

miento griego no se limitoacute a la tarea de un mero doxoacutegrafo traductor o divulgador sino

que estuvo mediatizada por una fecunda labor de sistematizacioacuten e interpretacioacuten En

este sentido ademaacutes de ser de una gran importancia para el conocimiento de la filosofiacutea

de la antiguumledad la obra de Ciceroacuten se caracteriza por crear las bases de una terminolo-

giacutea filosoacutefica latina de alto alcance para la posteridad

448

das las compilaciones de esta tradicioacuten procedan directa o indirectamente

de la elaborada por Teofrastro Lo maacutes plausible es que hubiera numerosos

trabajos producidos con independencia del peripateacutetico en alguno de ellos

se basaron parte de las doxografiacuteas de autores como Plutarco o Clemente

de Alejandriacutea (siglos II-III) de suma importancia para el destino de Heraacute-

clito No hay que olvidar por otro lado que el punto de partida de Diels era

la hipoacutetesis de su maestro Hermann Usener expuesta en su obra Analecta

Theophrastea (Diss Bonn 1858) de que las fuentes maacutes importantes del

pensamiento antiguo teniacutean que estar todas ellas interconectadas es maacutes

de lo que se trata es de hacer plausible la conclusioacuten de que todas proceden

de una uacutenica fuente Teofrastro (que en uacuteltima instancia permanece a la

sombra de Aristoacuteteles)631

Esto no parece descabellado si tenemos en cuenta que el libro Α de la

Metafiacutesica de Aristoacuteteles puede ser considerado en sentido amplio como

la primera ldquohistoria de la filosofiacutea occidentalrdquo (complementado por el libro

Γ de esa misma obra) En el primero se destacan las coincidencias entre los

631 Cfr Baltussen Han ldquoThe Presocratics in the Doxographical Tradition Sources

Controversies and Current Researchrdquo en Studia Humaniora Tartuensia vol 6A6

(2005) p 4 Cfr Mansfeld Jaap ldquoDoxography of Ancient Philosophyrdquo ed cit p 3

Como ampliacioacuten cfr Mansfeld Jaap ldquoDoxography of Ancient Philosophyrdquo en Zalta

E N (Ed) The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2007 Ed) en httpplato

stanfordeduentriesdoxography-ancient Cfr Mansfeld Jaap ldquoSourcesrdquo ed cit pp

22-45 Cfr Mansfeld Jaap Studies in the Historiography of Greek Philosophy Assen

Van Gorcum 1990 Cfr Laks Andreacute ldquoHistoire criacutetique et doxographie Pour une his-

toire de lrsquohistoriographie de la philosophierdquo en Les Etudes Philosophiques 4 (1999)

pp 465-477 Cfr Robin Leon ldquoLas fuentesrdquo en El pensamiento griego y los oriacutegenes

del espiacuteritu cientiacutefico ed cit pp 7-16 Cfr Mouraviev Serge N ldquoHeacuteraclite drsquoEacutephe-

serdquo en Goulet R (Ed) Dictionnaire des Philosophes antiques vol III Paris CNRS

2000 pp 573-617

449

pensadores anteriores y el sistema aristoteacutelico como se ha sentildealado ante-

riormente mientras que en el segundo se presentan las diferencias de un

modo maacutes criacutetico Aristoacuteteles ademaacutes siempre suele anteponer el sentido

problematico o temaacutetico de la filosofiacutea al cronoloacutegico estudiando a los au-

tores por doctrinas antes que por nacimiento o procedencia lo que permite

agrupar bajo un mismo nuacutecleo temaacutetico a pensadores de distinta eacutepoca

Volviendo al punto de partida parece evidente que Teofrastro adopta

el meacutetodo dialeacutectico de Aristoacuteteles que analiza las opiniones a partir de su

plausibilidad y grado de aceptacioacuten por la comunidad derivando en el exa-

men de su verdad o falsedad (lo que no parece extrantildeo dada la cercaniacutea con

su maestro al que sucedioacute a la cabeza del Liceo durante maacutes de tres deacuteca-

das) Cuando explica el meacutetodo dialeacutectico en los Toacutepicos Aristoacuteteles nos

deja unas indicaciones que subsisten en buena parte de las doxografiacuteas que

conocemos

laquoLos instrumentos a traveacutes de los cuales llevaremos a buen puerto los ra-

zonamientos son cuatro primero tomar las proposiciones segundo poder

distinguir de cuaacutentas maneras se dice una cosa tercero encontrar las dife-

rencias cuarto la observacioacuten de lo semejante [hellip] las proposiciones se

han de escoger de tantas cuantas maneras se han precisado asumiendo

bien las opiniones de todo el mundo bien las de la mayoriacutea bien las de los

sabios y de eacutestos bien las de todos bien las de la mayoriacutea bien las de los

maacutes conocidos con tal de que no sean contrarias a las apariencias [hellip] Es

preciso proponer tambieacuten en forma de contradiccioacuten las contrarias a las

que parecen plausibles tal como se ha dicho antes Tambieacuten es uacutetil cons-

truirlas escogiendo no soacutelo las que son plausibles sino tambieacuten las seme-

jantes a ellas [hellip] Todo lo que parece darse en todos los casos o en la ma-

yoriacutea de ellos se ha de tomar como principio y tesis admitida [hellip] es uacutetil

tambieacuten escoger de entre los argumentos escritos y confeccionar listas de

450

cada clase separaacutendolas debajo de epiacutegrafes p ej Acerca del bien o

Acerca del ser vivo y en el caso del bien acerca de todo eacutel empezando

por el ldquoqueacute esrdquo Tambieacuten consignar al margen las opiniones de cada uno

p ej que Empeacutedocles dijo que los elementos de los cuerpos eran cuatro

pues cualquiera hariacutea suyo lo dicho por alguien reputado Hay para decir-

lo sumariamente tres clases de proposiciones y problemas En efecto

unas son proposiciones eacuteticas otras fiacutesicas y otras loacutegicas [hellip] del mismo

modo hay que dividir nuevamente eacutestas mientras sea posible hacer divisio-

nesraquo632

En suma se han de tomar las opiniones de los sabios elaborando de

entre sus escritos ldquolistas de cada claserdquo separaacutendolas bajo tiacutetulos empezan-

do por definir aquello a que se refiere el mismo y delimitando despueacutes ba-

jo subtiacutetulos las posibles ramificaciones del tema principal Tambieacuten hay

que ldquoanotar al margen las opiniones de cada unordquo p ej ldquoEmpeacutedocles dijo

quehelliprdquo de modo que cualquiera pueda aceptar ldquolo que ha dicho alguien re-

putadordquo Por uacuteltimo que no menos importante hay que agrupar las opinio-

nes seguacuten tres grandes tipos de problema ldquoeacuteticosrdquo ldquofiacutesicosrdquo y ldquoloacutegicosrdquo

distincioacuten que permanece en el estoicismo de Zenoacuten de Citio

Es posible por tanto que la conocida particioacuten en tres λόγοι de la

obra de Heraacuteclito que hizo Dioacutegenes Laercio ldquosobre el todordquo (τὸν περὶ

τοῦ παντός) ldquosobre poliacuteticardquo (τὸν πολιτικόν) y ldquosobre teologiacuteardquo (θεο-

λογικόν) procediera de una compilacioacuten alejandrina tomando la divisioacuten

estoica de la filosofiacutea como modelo Entendemos que en Heraacuteclito esta di-

visioacuten no pudo tener el peso episteacutemico que tiene en Aristoacuteteles puesto que

el pensamiento racional era incipiente auacuten ameacuten de que supondriacutea mutilar

632 Aristoacuteteles Toacutepicos ed cit I 13-14

451

la potencia de una intuicioacuten esencialmente relacional a la par que multidi-

mensional633

En la actualidad se empieza a revisar la obra de Diels sobre todo

desde el punto de vista metodoloacutegico lo que permite atisbar un intereacutes re-

novado por los presocraacuteticos Especialmente se apunta a una nueva revisioacuten

de las fuentes y sus interconexiones dando maacutes importancia al contexto en

el que son citadas y a los testimonios ldquoArdquo634 Junto a Teofrastro comien-

zan a tomar relevancia otros compiladores o comentaristas como Simplicio

Aecio los padres de la Iglesia alejandrinos el Pseudo-Plutarco o Juan Es-

tobeo

2 Principales hitos editoriales

Tales de Mileto el primero de los pensadores jonios no dejoacute nada

por escrito No sucede lo mismo con Anaximandro de quien se acepta por

unanimidad que fue el autor de la primera obra filosoacutefica en prosa titulada

laquoSobre la naturalezaraquo (Περὶ φύσεως) de la que se conservan cinco frag-

mentos compilados por Diels635 ni con Anaxiacutemenes de quien se conservan

soacutelo tres fragmentos pertenecientes a un libro con el mismo tiacutetulo636 Todo

633 Cfr Dioacutegenes Laercio op cit IX 6 La divisioacuten original es sabido procede del

platoacutenico Jenoacutecrates de Calcedonia sucesor de Espeusipo en la direccioacuten de la Acade-

mia Cfr Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments ed cit p 4 Sobre esto mis-

mo cfr Hadot Pierre Eacutetudes de philosophie ancienne Paris Les Belles Lettres p 80 634 Cfr Baltussen Han op cit p 6 635 Cfr 12 A 2 DK 636 Cfr Dioacutegenes Laercio op cit II 3

452

apunta por tanto a que Heraacuteclito perpetuoacute la tradicioacuten jonia de escribir un

libro en prosa sobre la naturaleza637

En el caso de Heraacuteclito paradoacutejicamente han tenido maacutes peso en su

transmisioacuten los autores maacutes alejados en el tiempo pues los maacutes cercanos

con un acceso presumiblemente directo a su obra nos han dejado apenas 10

fragmentos ldquoBrdquo entre Platoacuten (2) Aristoacuteteles (6) y Teofrastro (2) En el otro

extremo destacan los 80 que nos han dejado entre Clemente alejandrino

(24) Dioacutegenes Laercio (10) Hipoacutelito romano (18) Plutarco (17) o Juan

Estobeo (11) Otros autores importantes en este propoacutesito fueron Sexto Em-

piacuterico (3) Jaacutemblico (3) Marco Aurelio (6) Porfirio (2) Oriacutegenes (3) Ae-

cio (1) Plotino (1) Polibio (1) o Alberto Magno (1)

La segunda paradoja resentildeable es el hecho de que justamente los

autores que se acercan a Heraacuteclito desde el aacutembito religioso (los padres de

la Iglesia) en ocasiones con aacutenimo belicoso han presentado no obstante

sus textos de un modo maacutes completo y cercano a la letra que muchos de sus

predecesores

La Refutacioacuten de todas las herejiacuteas (Ἔλεγχος κατὰ πασῶν ἁιρέ-

σεων) de Hipoacutelito romano por ejemplo escrita hacia 230 tiene por objeto

rebatir aquellos supuestos que tienen su origen en el pensamiento griego

que pueden ser considerados hereacuteticos desde la tradicioacuten cristiana Hipoacutelito

utilizaba ciertamente argumentos de tradicioacuten maacutes que filosoacuteficos si bien

637 Cfr Ibid IX 6-7 IX 12 (22 A 1 DK) Cfr Aristoacuteteles Retoacuterica ed cit III 5

1407b 11-19 cfr Clemente de Alejandriacutea Stromata I 332 B Todos ellos hablan de un

uacutenico escrito (σύγγραμμα) escrito en dialecto jonio con alto contenido poeacutetico y de-

positado en el templo de Aacutertemis no tenemos noticia de que escribiera nada maacutes (por

otro lado no se dice nunca συγγράμματα en plural) Cfr Zeller E Mondolfo R

La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol IV ed cit p 11

453

no por ello son menos interesantes para el historiador de la filosofiacutea Con-

cretamente deriva de la filosofiacutea de Heraacuteclito la herejiacutea de Noeto aunque

para demostrarlo aduce numerosos fragmentos literales del escrito heracliacute-

teo lo que nos ha permitido conservarlos en la actualidad638

Tras los padres de la Iglesia tenemos que esperar hasta el siglo XVI

para encontrar la primera coleccioacuten de fragmentos de Heraacuteclito publicada

por el ceacutelebre humanista franceacutes Henri Estiegravenne quien los presentoacute en un

libro junto con otros fragmentos de poetas y filoacutesofos antiguos639 En total

compiloacute 40 fragmentos ademaacutes de 8 de las 9 Epiacutestolas pseudo-heracliacuteteas

acompantildeados del contexto y de las fuentes el orden parece aleatorio tam-

poco adjunta comentarios interpretaciones o numeraciones Se puede afir-

mar que filoloacutegica y filosoacuteficamente hablando no aporta nada nuevo al co-

nocimiento de Heraacuteclito Lo cierto es que la mayoriacutea de los eruditos huma-

nistas se limitaron a destacar la leyenda o el detalle pintoresco de los filoacuteso-

fos (sirva como ejemplo la contraposicioacuten claacutesica entre el llanto de Heraacutecli-

to y la risa de Demoacutecrito presente en autores como Seacuteneca Juvenal o Lu-

638 Cfr Hipoacutelito de Roma Refutacioacuten de todas las herejiacuteas (Los gnoacutesticos vol II)

Gredos Madrid 1983 IX 9-10 (trad cast Joseacute Montserrat) Cfr Osborne Catherine

Rethinking Early Greek Philosophy Hippolytus of Rome and the Presocratics New

York Cornell University Press 1987 A fines del siglo II la herejiacutea conocida con el

nombre de ldquomodalismordquo ensentildeoacute que en Dios no hay maacutes que una sola persona Esta

doctrina mantiene la divinidad de Jesucristo pero ensentildea al mismo tiempo la uniperso-

nalidad de Dios explicando que fue el mismo Padre quien se hizo hombre y padecioacute por

nosotros Ciertamente uno de los principales propugnadores de esta herejiacutea fue Noeto

de Esmirna contra el cual escribioacute Hipoacutelito Para ampliar este tema cfr Belloc Hilaire

Las grandes herejiacuteas Buenos Aires Tierra Media 2000 (trad cast Pedro de Olazaacutebal) 639 Estieacutenne Henri Poesis philosophica vel saltem Reliquiae poesis philosophicae Pa-

ris 1573

454

ciano de Samosata pero recurrente en este momento especialmente entre

pintores y literatos)640

En este sentido se pude afirmar sin apenas salvedades que Heraacutecli-

to ha sido revitalizado en el siglo XIX especialmente en Alemania

1 La edicioacuten criacutetica temaacuteticamente clasificada y comentada de 75

fragmentos (y numerosos testimonios) de Schleiermacher (Heraklei-

tos der dunkle von Ephesos Berlin 1808) representoacute un auteacutentico

punto de inflexioacuten para los estudios heracliacuteteos contemporaacuteneos se

trata del primer estudio estricto y memorable del que tenemos noti-

cia641

2 En 1858 aparecioacute la obra de Lassalle (Die Philosophie Herakleitos

des Dunklen von Ephesos Berlin 1858) se trata de una monografiacutea

filosoacutefica de raigambre hegeliana que incorpora numerosos textos

de confusa autenticidad642

640 Cfr Ceacuteard J Kecsemeti J Boudou B (Eds) La France des humanistes Henri

Estiegravenne eacutediteur et eacutecrivain (1547-1598) Paris Brepols 2003 Cfr Beacutecares Vicente

ldquoHeraacuteclito lloraba y Demoacutecrito reiacutea fortuna literaria y oriacutegenes de un toacutepico antiguordquo

en Studia Salmanticensia 5 (1980) pp 37-49 641 Schleiermacher Friedrich ldquoHerakleitos der dunkle von Ephesos dargestellt aus den

Truumlmmern seines Werkes und den Zeugnisses der Altenrdquo en Kritische Gesamtausgabe

Schriften und Entwuumlrfe Band 6 Berlin Walter de Gruyter 1998 (1808) En este mo-

mento sentildealaba Hegel ldquoNo hay ni una sola proposicioacuten de Heraacuteclito que no haya reco-

gido en mi Loacutegicardquo Hegel G W F Lecciones sobre la historia de la filosofiacutea ed cit

vol I p 258 642 Lassalle Ferdinand Die Philosophie Herakleitos des Dunklen von Ephesos Nach ei-

ner neuen Sammlung seiner Bruchstuumlcke und der Zeugnisse der Alten dargestellt Ber-

lin 1858

455

3 En 1873 se publicoacute la obra de Schuster de 140 fragmentos (Hera-

klit von Ephesus Leipzig 1873) Nos encontramos ante una compi-

lacioacuten numerada y comentada no sigue un meacutetodo filoloacutegico minu-

cioso ni bien definido pero resulta sumamente interesante desde el

punto de vista filosoacutefico por la erudicioacuten de algunas glosas643

4 No obstante tenemos una grata excepcioacuten al influjo germaacutenico en

la filologiacutea claacutesica En 1877 Bywater publicoacute en Oxford una nueva

edicioacuten de los textos heracliacuteteos (Heraclitii Ephesii reliquiae Ox-

ford 1877) que fue considerada como definitiva hasta la aparicioacuten

en 1901 de la claacutesica de Diels En ella se recopilan 138 fragmentos

pretendidamente ordenados seguacuten el original ofreciendo el contexto

en el que son citados lo que entendemos como un gran acierto y

presentando comentarios criacuteticos filoloacutegicos y doxograacuteficos maacutes

que filosoacuteficos644

5 Volvemos a Alemania para presentar la edicioacuten canoacutenica hasta la

fecha una de las maacutes completas y cuidadas a pesar de haber sido es-

crita en el siglo XIX Nos referimos a la versioacuten de Diels de 136

fragmentos (Herakleitos von Ephesos Berlin 1901) esta obra ha es-

tablecido la numeracioacuten internacional como es sabido junto con la

clasificacioacuten de los materiales seguacuten las letras ldquoArdquo (testimonios)

643 Schuster Paul ldquoHeraklit von Ephesus Ein Versuch dessen Fragmente in ihrer ur-

spruumlnglichen Ordnung wiederherzustellenrdquo en Acta Societatis philologicae Lipsiensis

3 (1873) pp IX-XVIII pp 3-398 Ese mismo antildeo Nietzsche escribioacute que ldquoel mundo

con su incesante necesidad de verdad tendraacute una necesidad incesante de Heraacuteclitordquo

Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos ed cit sect 8 p 74 644 Bywater Imgram Heraclitii Ephesii reliquiae Oxford 1877

456

ldquoBrdquo (fragmentos) y ldquoCrdquo (imitaciones) tambieacuten ha precisado el valor

relativo de los textos y de las fuentes ameacuten de su viable autentici-

dad Acaso no haya una edicioacuten tan notable hasta la aparicioacuten de He-

raclitea de S N Mouraviev en 9 voluacutemenes (1999-2006)645

6 En el terreno cosmoloacutegico destaca la obra de Kirk de 1954 (Hera-

clitus the Cosmic Fragments Cambridge 1954) Se trata de una re-

copilacioacuten de 50 fragmentos acerca de la naturaleza con introduc-

cioacuten monograacutefica comentario criacutetico de los textos y abundante mate-

rial bibliograacutefico Acaso el primer estudio propiamente filosoacutefico de

los fragmentos que encontramos ademaacutes de filoloacutegico Buena parte

de las ediciones incluso las actuales pueden adjetivarse como sim-

ples auxiliares del pensamiento pero no como pensamiento estudian

los textos los testimonios las fuentes la pertinencia de una traduc-

cioacuten u otra pero ndashsiendo esta tarea importante e imprescindible- na-

da dicen sobre la filosofiacutea de Heraacuteclito que entendemos es el fin uacutel-

timo al que tiende todo ese esfuerzo No sucede lo mismo con este

excelente libro que sin duda ha marcado un hito en los estudios he-

racliacuteteos contemporaacuteneos646

7 En 1967 y en esta misma liacutenea encontramos otra excelente edi-

cioacuten comentada de los fragmentos la de Marcovich (Heraclitus Meacute-

rida 1967) Sin duda otra obra de referencia fruto de un hacendoso

trabajo de seleccioacuten criacutetica de 124 textos La ordenacioacuten y la numera-

645 Diels Hermann Herakleitos von Ephesos griechisch und deutsch Berlin 1901 646 Kirk Geoffrey S Heraclitus The Cosmic Fragments Cambridge Cambridge Uni-

versity Press 1954

457

cioacuten son propias basadas en la temaacutetica de los fragmentos e introdu-

cen algunas novedades que es preciso tener en cuenta No obstante

entendemos que lo maacutes pertinente seriacutea adoptar una numeracioacuten in-

ternacional que facilite la consulta la citacioacuten y la comunicacioacuten El

comentario filoloacutegico por su parte nos parece muy bueno aunque

los aspectos filosoacuteficos no son propios sino tributarios de las inter-

pretaciones claacutesicas de Reinhardt Kirk y Guthrie647

8 En 1972 aparecioacute la obra de Bollack y Wismann (Heacuteraclite ou la

seacuteparation Paris 1972) No se trata de una obra canoacutenica pero en-

tendemos que los comentarios filosoacuteficos son valiosos junto con la

introduccioacuten648

9 No podemos olvidar la obra de Kahn (The Art and Thought of He-

raclitus Cambridge 1979) Nos encontramos ante una edicioacuten criacuteti-

ca y comentada de 125 fragmentos con una ordenacioacuten propia su-

puestamente seguacuten el original Se pueden destacar los comentarios

filosoacuteficos y el diaacutelogo mantenido con la tradicioacuten interpretativa649

10 En Espantildea tenemos una buena edicioacuten de la mano de Garciacutea Cal-

vo de 143 fragmentos con numeracioacuten propia (Razoacuten comuacuten Zamo-

647 Marcovich Miroslav Heraclitus Greek Text with a Short Comentary Editio Maior

Meacuterida Los Andes University Press 1967 648 Bollack Jean Wismann Heinz Heacuteraclite ou la seacuteparation Paris Les Eacuteditions de

Minuit 1972 649 Kahn Charles H The Art and Thought of Heraclitus Cambridge Cambridge Uni-

versity Press 1979

458

ra 1985) Los textos estaacuten comentados con una gran destreza filoloacute-

gica pero los aspectos filosoacuteficos son sin duda mejorables650

11 Una obra fresca y estimulante es la de Marcel Conche (Heacuteraclite

Fragments Paris 1986) Sin duda el autor ha pensado mucho sobre

el contenido filosoacutefico de los fragmentos (sin descuidar la filologiacutea)

lo que es digno de encomio651

12 Por uacuteltimo terminamos este conciso recuento con la presenta-

cioacuten de la opera magna de S Mouraviev (Heracliacutetea 9 vol Sankt

Agustin 1999-2006) Se trata de una obra admirable pero sumamen-

te ambiciosa posiblemente el mejor estudio que tenemos sobre las

fuentes y la transmisioacuten del escrito heracliacuteteo desde la edicioacuten de

Diels acompantildeado ademaacutes de una bibliografiacutea monumental La reco-

pilacioacuten en 9 voluacutemenes es ciertamente inabarcable con numerosas

notas criacuteticas a pie de paacutegina y un estilo poco fluido sin duda nos

encontramos ante una herramienta necesaria e ineludible para el estu-

dio del Efesio pero que no cumple con todas las premisas de las que

parte acaso porque se ha propuesto una tarea inconmensurable te-

niendo en cuenta el acceso tan limitado que tenemos al texto hera-

cliacuteteo Desde el punto de vista filosoacutefico resulta incluso decepcionan-

te en nuestra opinioacuten No obstante insistimos resulta muy meritoria

650 Garciacutea Calvo Agustiacuten Razoacuten comuacuten Edicioacuten ordenacioacuten traduccioacuten y comentario

de los restos del libro de Heraacuteclito Zamora Lucina 1985 651 Conche Marcel Heacuteraclite Fragments Paris PUF 1986 En esta misma liacutenea se

puede destacar la edicioacuten de Pradeau Jean-Franccedilois Heacuteraclite Fragments (citations et

teacutemoignages) Paris Flammarion 2004

459

y estamos seguros de que representaraacute un nuevo punto de inflexioacuten

para los estudios heracliacuteteos venideros652

Desde mediados del siglo XX se ha llevado a cabo una revitaliza-

cioacuten del pensamiento de Heraacuteclito no soacutelo en la filosofiacutea o en la filologiacutea

sino tambieacuten en la fiacutesica y en la biologiacutea de la mano de la ciencia de nuevo

cuntildeo Asiacute lo testifica el nuacutemero y la variedad de publicaciones de que dis-

ponemos que no hacen sino conceder al misterioso pensador jonio un lugar

eminente en la historia de la cultura occidental despueacutes de tantos siglos de

silencio

652 Mouraviev Serge N Heraclitea Eacutedition critique complegravete des teacutemoignages sur la

vie et lrsquoouvre drsquo Heacuteraclite drsquoEacutephese et des vestiges de son livre et de sa penseacutee 9 vol

Sankt Agustin Academia Verlag (1999-2006)

460

461

C Nietzsche saber traacutegico e inocencia del devenir

La filosofiacutea occidental comienza con un ldquoacta de duelordquo la desapari-

cioacuten de las nociones de azar desorden y caos653 Desde entonces todo sa-

ber que se llame y pretenda ser llamado filosoacutefico deberaacute colaborar en la

ingente tarea de buscar el orden subyacente al aparente desorden de lo real

asiacute como en la extincioacuten del devenir de las entrantildeas mismas del pensamien-

to humano El desafiacuteo consiste seguacuten Nietzsche en tomarlo no como un te-

ma crucial para el pensamiento sino como su horizonte mismo El devenir

arrastra dispersa denuncia nuestra efiacutemera consistencia suministrando la

dosis necesaria de alegriacutea y lucidez para descubrir la escisioacuten y la tensioacuten

que anegan nuestra existencia asiacute como el caraacutecter ilusorio de nuestro pre-

tendido laquocosmosraquo El devenir no ofrece ninguacuten tipo de escapatoria ninguacuten

remedio sino una gozosa aceptacioacuten de la ley del mundo y una risuentildea in-

vitacioacuten a disolver todas las ficciones que obstaculizan una mirada limpia e

inocente sobre lo real

Para Nietzsche el conocimiento es por definicioacuten desilusionante

pues no nos hace necesariamente maacutes felices pero siacute maacutes libres mediante

una criacutetica de la ilusioacuten el miedo y la supersticioacuten Acaso por eso constate

en su postal a Overbeck (1881) la exigencia de ldquohacer del conocimiento el

afecto maacutes poderosordquo en admirable simpatiacutea con Spinoza654 Seguacuten su in-

terpretacioacuten para Heraacuteclito no es un aacutenimo moral el que da nueva vida al

mundo sino un aacutenimo inocente de juego El nintildeo se cansa de su juguete y

lo arroja de su lado o bien lo retoma y vuelve a jugar con eacutel si bien cuando

construye no lo hace ciegamente sino que ensambla adapta y edifica con- 653 Nietzsche Friedrich El nacimiento de la tragedia ed cit sect12 p 113 654 Cfr Nietzsche Friedrich Epistolario Madrid Biblioteca Nueva 1999 p 168 (trad

cast Luis Loacutepez-Ballesteros)

462

forme a criterios fijos (λόγος) El nintildeo no necesita postular la eternidad de

las construcciones que levanta lo que no significa que niegue la permanen-

cia de las mismas al cambio le basta con reemplazar su caraacutecter perenne y

necesario por otro temporal y circunstancial

La clave de este planteamiento estriba en interpretar la vida a partir

de un laquoinstinto de juegoraquo que hace de la existencia un fenoacutemeno esteacutetico

no un fenoacutemeno moral o religioso Soacutelo desde esta perspectiva pudo pre-

sentir Nietzsche que semejante regeneracioacuten en ciclo sin justificacioacuten mo-

ral alguna sumido en eterna e intacta inocencia soacutelo se encuentran en el

juego del artista y en el nintildeo655

La filosofiacutea reaccionoacute raacutepidamente contra esta dolorosa evidencia pa-

ra proteger todo aquello que postulaba de la muerte y el cambio congelan-

do la experiencia inmediata del mundo e instaurando una isla segura ajena

al devenir que garantizase una inteleccioacuten estricta de la vida y el mundo

No contento con esto el intelecto impondraacute el caraacutecter necesario de tal

agregado protegido por el lenguaje ndashrefugio de la verdad del ser- de la in-

estabilidad de las cosas El resultado de esta reaccioacuten es doble por un lado

se tiene que pagar el alto precio del dualismo cerrado a cambio de orden y

estabilidad en cada acercamiento filosoacutefico a lo real Ante la incapacidad

de hacerse cargo del devenir la apariencia y el error la tradicioacuten occidental

opera por evasioacuten y contraposicioacuten frente al ldquomundo aparenterdquo un ldquomundo

verdaderordquo fuente de todo sentido y valor frente al engantildeoso conocimien-

to que nos proporcionan los sentidos la infalibilidad de la razoacuten frente a la

indigencia de un cuerpo apegado a instintos afectos y pasiones la pureza

de un alma emparentada con la divinidad Por otro lado se presupone que

655 Cfr Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos ed cit sect7

p 68

463

el orden es inherente a lo real mismo y que la uacutenica labor del pensamiento

estriba en constatarlo trabando las ideas y las cosas con la inestimable ayu-

da del lenguaje En cualquier caso se trata de iniciar la indagacioacuten sobre lo

natural desde un elemento externo a la naturaleza misma (sobre-natural)

que no obstante permite en uacuteltima instancia comprender su sentido maacutes

profundo es decir se presupone una armoniacutea preestablecida (en la que no

se admiten disonancias) teleoloacutegicamente determinada y racionalmente de-

limitada que contrapone la contingencia del mundo fiacutesico a la consistencia

de una evidencia metafiacutesica

laquoA la realidad se le ha despojado de su valor de su sentido de su veraci-

dad en la medida en que se ha fingido mentirosamente un mundo ideal

El ldquomundo verdaderordquo y el ldquomundo aparenterdquo ndashdicho con claridad el

mundo fingido y la realidad Hasta ahora la mentira del ideal ha consti-

tuido la maldicioacuten contra la realidad la humanidad misma ha sido engantildea-

da y falseada por tal mentira hasta en sus instintos maacutes baacutesicos- hasta lle-

gar a adorar los valores inversos de aquellos que solos habriacutean garantizado

el futuro el elevado derecho al futuroraquo656

Al contrario de lo que se suele sostener la propuesta nietzscheana

tiene un caraacutecter maacutes aseacuteptico que aniquilador como se desprende de este

texto pues no persigue tanto una destruccioacuten sin maacutes de lo anterior como

un diagnoacutestico una indagacioacuten una evaluacioacuten que permita presagiar un

conocimiento luacutecido del mundo que no necesite recurrir al subterfugio del

ldquomundo verdaderordquo

A tenor de lo dicho no es extrantildeo que se dictamine usualmente que

la filosofiacutea de Nietzsche prefiere la superficie a la profundidad la aparien-

656 Nietzsche Friedrich Ecce homo ed cit sect2 p 18

464

cia a la verdad la copia a la idea Todo esto es cierto pero no en detrimen-

to de la profundidad de lo real sino de la profundidad ilusoria que ha de

buscarse en un mundo aparte La superficie no es para Nietzsche lo que se

opone a la profundidad sino al contrario lo que permite que la profundidad

se haga visible657

Nietzsche implantoacute las bases para la elaboracioacuten de una filosofiacutea traacute-

gica ya desde sus primeras obras donde presagia del mismo modo que

Heidegger una vuelta a los presocraacuteticos para encontrar otro modo de en-

tender la filosofiacutea distinto del laquoonto-teo-loacutegicoraquo tradicional658 Ciertamen-

te Nietzsche siempre consideroacute que ldquoderribar iacutedolosrdquo era una tarea mucho

maacutes estimulante que ldquoestablecer nuevos iacutedolosrdquo por eso en su intento de

pensar la realidad no tratoacute nunca de capturarla por medio de la inteligencia

sino por medio de una criacutetica de la inteligencia y de su pretensioacuten de domi-

nar el mundo y someterlo a sus esquemas mentales659 Por eso proyectoacute un

nuevo concepto de inteligencia radicado en la fisiologiacutea y en el arte a fin

de no silenciar ninguacuten aspecto de lo real aunque no se pueda racionalizar

laquoEl error (-el creer en el ideal-) no es ceguera el error es cobardiacutea Toda

conquista todo paso adelante en el conocimiento es consecuencia del co-

raje de la dureza consigo mismo de la limpieza consigo mismo yo no

refuto los ideales ante ellos simplemente me pongo los guantes Niti-

mur in vetitum [nos lanzamos hacia lo prohibido] bajo este signo venceraacute

657 Rosset Cleacutement La fuerza mayor Madrid Acuarela 2000 p 75 (trad cast Rafael

del Hierro) 658 Cfr Heidegger Martin ldquoLa constitucioacuten onto-teo-loacutegica de la metafiacutesicardquo ed cit

pp 111ss 659 Gonzaacutelez Noriega Santiago El devenir en la filosofiacutea de Nietzsche en VV AA En

favor de Nietzsche Madrid Taurus 1972 p 44

465

un diacutea mi filosofiacutea pues hasta ahora lo uacutenico que se ha prohibido siempre

por principio ha sido la verdadraquo660

Con una mentalidad esencialmente higieacutenica el pensador alemaacuten se

propuso sustituir la ldquobuacutesqueda de la Verdadrdquo por la interpretacioacuten y la ge-

nealogiacutea considerando los fenoacutemenos como siacutentomas y perspectivas cuyo

horizonte es la retroactividad del pensamiento y la vida Para ello primero

hay que enmendar aquella tendencia que venera una serie de ldquovalores supe-

rioresrdquo una serie de ldquoidealesrdquo incuestionables que hacen del pensamiento

algo opuesto a la vida algo deacutebil reactivo nihilista enfermizo Como es

sabido cerrando el ciacuterculo hermeneacuteutico el inventor de la metafiacutesica no es

otro que Soacutecrates con eacutel nace esta tendencia que hace de la vida algo que

debe ser cuantificado delimitado y condenado y del ndashpensamiento una

medida un liacutemite y un juez Se hace necesario como veremos un aconteci-

miento desgarrador a la vez que desmesurado que posibilite un nuevo tipo

de hombre en el que la accioacuten vuelva a tomar la iniciativa frente a la reac-

cioacuten

El segundo acta de duelo que queremos destacar representa la inver-

sioacuten del anterior y viene firmado por Nietzsche la ldquomuerte de Diosrdquo de la

que ha sabido realizar una atinada autopsia a pesar de no haber aparecido

auacuten el cadaacutever

laquoiquestNo habeacuteis oiacutedo hablar de ese hombre loco que en pleno diacutea encendiacutea

una linterna y echaba a correr por la plaza puacuteblica gritando sin cesar bus-

co a Dios busco a Dios Como alliacute habiacutea muchos que no creiacutean en Dios

su grito provocoacute hilaridad ndashQueacute iquestse ha perdido Dios deciacutea uno ndashiquestSe ha

perdido como un nintildeo pequentildeo preguntaba otro -iquestO es que estaacute escondi-

660 Nietzsche Friedrich Ecce homo ed cit sect3 p 19

466

do iquestTiene miedo de nosotros iquestSe ha embarcado iquestHa emigrado Asiacute

gritaban y reiacutean en confusioacuten El loco se precipitoacute en medio de ellos y los

traspasoacute con su mirada -iquestDoacutende se ha ido Dios Yo os lo voy a decir les

gritoacute iexclNosotros le hemos matado vosotros y yoraquo661

El aforismo 125 de La gaya ciencia es uno de los maacutes logrados e in-

quietantes de la produccioacuten nietzscheana un hombre desesperado porta una

linterna a plena luz del diacutea e interroga sin cesar por la presencia de Dios

del mismo modo que Dioacutegenes ndash el ciacutenico- lo hizo a propoacutesito del hombre

No tarda mucho en comprender que ha llegado demasiado pronto mas no

por ello desiste de comunicar a sus interlocutores la grandeza de este acto

los dioses tambieacuten mueren parece querer decir aunque ellos no lo sepan

aunque no tengan certidumbre de tan humana incertidumbre y su muerte

debe servir para persuadirnos de la necesidad de permanecer fieles al laquosen-

tido de la tierraraquo El hombre loco estaacute atormentado por la peacuterdida de toda

referencia con la orilla se siente como un naacuteufrago zarandeado por una na-

da infinita que conduce su bote hacia un abismo insondable laquolejos ya de

todos los solesraquo A partir de ahora afirma tendremos que encender linter-

nas en pleno mediodiacutea para acometer la exploracioacuten de todo aquello que ha

estado prohibido por el resentimiento y la moral A partir de ahora com-

probaremos laquocuaacutenta verdad es capaz de soportar un espiacuterituraquo y cuaacutel es el

verdadero valor de los ldquovalores superioresrdquo El hombre loco en definitiva

es consciente de haber desenmascarado al laquonihilismoraquo pero no desea per-

manecer en eacutel por eso asume la necesidad de aprender a valorar autoacutenoma-

mente sabiendo laquoqueacute se quiere y que se quiereraquo frente a los que prefieren

querer la nada antes que no querer nada 661 Nietzsche Friedrich La gaya ciencia sect125 ldquoEl hombre locordquo Madrid Espasa

2000 pp 184-186 (trad cast Luis Jimeacutenez)

467

Nietzsche lleva a cabo en este texto una labor inversa a la que realiza

el prisionero que escapa de la caverna platoacutenica con la importante salvedad

de que ahora ya no existen dos mundos ldquoal eliminar el mundo verdadero

hemos eliminado tambieacuten el aparenterdquo662 No se trata por tanto de arribar a

un laquoplatonismo invertidoraquo no se trata de que el hombre ocupe el lugar de

Dios basta con que tome conciencia de su muerte y asuma la gravedad de

ese acto asiacute como sus consecuencias pues con ella ciertamente pierde

comodidad y tranquilidad pero obtiene a cambio la posibilidad de contem-

plar un nuevo amanecer maacutes allaacute del nihilismo

Con estos presupuestos se puede reconstruir en suma un pensamien-

to traacutegico que nace con los presocraacuteticos cuyas principales caracteresticas

las resume Nietzsche en Ecce Homo

laquoEl decir siacute a la vida incluso en sus problemas maacutes extrantildeos y duros la

voluntad de vida regocijaacutendose en su propia inagotabilidad al sacrificar a

sus tipos maacutes altos -a eso fue a lo que yo llameacute dionisiaco eso fue lo que

yo adivineacute como puente que lleva a la psicologiacutea del poeta traacutegico No pa-

ra desembarazarse del espanto y la compasioacuten no para purificarse de un

afecto peligroso mediante una vehemente descarga de ese afecto ndashasiacute lo

entendioacute Aristoacuteteles- sino para maacutes allaacute del espanto y la compasioacuten ser

nosotros mismos el eterno placer del devenir -ese placer que instituye en

siacute tambieacuten el placer de destruir En este sentido tengo derecho a conside-

rarme el primer filoacutesofo traacutegico ndashes decir la maacutexima antiacutetesis y el maacuteximo

antiacutepoda de un filoacutesofo pesimista Antes de miacute no existe esta transposicioacuten

de lo dionisiaco a un pathos filosoacutefico falta la sabiduriacutea traacutegicaraquo663

662 Nietzsche Friedrich Crepuacutesculo de los iacutedolos ldquoCoacutemo el ldquomundo verdaderordquo acaboacute

convirtieacutendose en una faacutebulardquo ed cit p 58 663 Nietzsche Friedrich Ecce Homo ldquoEl nacimiento de la tragediardquo ed cit sect3 p 78

468

Nietzsche reclama la presencia de un verdadero saber traacutegico de una

trasposicioacuten de lo dionisiaco a un pathos filosoacutefico de un realismo con co-

nocimiento de causa que nada tiene que ver con el pesimismo (pues lo traacute-

gico no se encuentra en la angustia que procura el delito de haber nacido o

como dice el existencialismo de haber sido arrojado al mundo) ni tampo-

co con el optimismo de los laquoomnicontentosraquo que piensan que este es el

mejor de los mundos posibles

laquoEn verdad tampoco me agradan aquellos para quienes cualquier cosa es

buena e incluso este mundo es el mejor A eacutestos los llamo los omnicon-

tentosraquo664

El saber traacutegico exige por tanto aceptar osadamente el dolor pripio

de toda existencia pero al mismo tiempo situarse ldquomaacutes allaacute del espanto y la

compasioacutenrdquo para experimentar el placer del creador el placer del devenir

que es tambieacuten el placer del destruir Tradicionalmente se ha buscado el

sentido de la existencia presentaacutendola como algo culpable como algo in-

justo que debiacutea ser justificado seguacuten la disposicioacuten del tiempo como dijo

Anaximandro Existiacutea la necesidad de una serie de ldquovalores superioresrdquo pa-

ra interpretarla se teniacutea la necesidad de negarla para despueacutes repararla y

de repararla para despueacutes disculparla Se valoraba la existencia pero siem-

pre desde la perspectiva de la mala conciencia como desmesura (hyacutebris) y

como transgresioacuten

Frente a esto se postula una visioacuten de lo real afirmativa y traacutegica en-

tendida no como una suplantacioacuten de lo real por lo ficticio de lo que es y

estaacute aquiacute y ahora por lo que es y estaacute maacutes allaacute del espacio y el tiempo sino 664 Nietzsche Friedrich Asiacute habloacute Zaratustra III ldquoDel espiacuteritu de la pesadezrdquo ed cit

p 271

469

como una aprobacioacuten incondicional de lo real con todos sus ingredientes665

Pues para Nietzsche el conocimiento del dolor no implica una disminu-

cioacuten de la alegriacutea sino un estimulante y una cuantificacioacuten de la propia po-

tencia

laquoDe la escuela de guerra de la vida lo que no me mata me hace maacutes

fuerteraquo666

De ahiacute la necesidad de aprender a ver de nuevo de ser maacutes y mejores

a traveacutes del conocimiento sin desdoblar la percepcioacuten ni separar las fuerzas

de sus manifestaciones como si hubiera un laquohacerraquo detraacutes del hacer o un

laquoacontecerraquo detraacutes del acontecer que fuera al mismo tiempo la causa y el

efecto de esa causa El saber traacutegico el decir ldquosiacuterdquo a la vida hasta ldquoen el maacutes

aacutespero sufrimientordquo estaacute iacutentimamente emparentado con ldquolo dionisiacordquo

Dioniso el alegre mensajero aquel que afirma todo lo que aparece y apare-

ce en todo lo que se afirma nos ensentildea que lo traacutegico se halla uacutenicamente

en la pluralidad como tal en la alegriacutea de lo muacuteltiple en lo maacutes opuesto

por tanto a cualquier forma de unidad que pretenda presentar la multipli-

cidad bajo la forma de una sumisioacuten una reparacioacuten o una indemnizacioacuten

Lo traacutegico es inmediatamente alegre porque implica ldquoun santo decir siacuterdquo

porque no apela al miedo ni al resentimiento de la mala conciencia

laquoUna loacutegica de la muacuteltiple afirmacioacuten es decir una loacutegica de la pura afir-

macioacuten y una eacutetica de la alegriacutea que le corresponden tal es el suentildeo anti-

665 Rosset Cleacutement Lo real y su doble Barcelona Tusquets 1993 pp 12-14 (trad

cast Enrique Lynch) 666 Nietzsche Friedrich Crepuacutesculo de los iacutedolos sect8 ldquoSentencias y flechasrdquo ed cit p

34

470

dialeacutectico y anti-religioso que recorre toda la filosofiacutea de Nietzsche Lo

traacutegico no estaacute fundado en una relacioacuten de lo negativo y la vida sino en la

relacioacuten esencial de la alegriacutea y de lo muacuteltiple de lo positivo y de lo muacutel-

tiple de la afirmacioacuten y de lo muacuteltipleraquo667

Semejante predileccioacuten por los aspectos maacutes problemaacuteticos de la

existencia no puede nacer sino de una ldquofuerza mayorrdquo la alegriacutea dionisiaca

La alegriacutea otorga la palabra a las cosas antes que a las exigencias humanas

precipitaacutendose en lo natural sin cuestionarse si existe si es pensable deci-

ble o deseable Soacutelo mediante la alegriacutea se piensa y se quiere lo real con su

dosis perpetua de dolor y destruccioacuten668

El saber traacutegico en suma es esencialmente alegre y afirmativo Afir-

mativa porque acepta y ama lo real tal como se muestra sin buscar antiacutedo-

tos ni refugios para eludir su crudeza Alegre en sentido spinozista porque

soacutelo la alegriacutea puede trascender el pensamiento del dolor y de la muerte

aumentando la propia potencia669 porque soacutelo con alegriacutea se puede sabo-

rear el eterno placer del devenir sin eludir el dolor el desorden y el azar

porque soacutelo la alegriacutea en definitiva ensentildea al hombre el camino hacia la

verdadera libertad

667 Deleuze Gilles Nietzsche y la filosofiacutea Barcelona Anagrama 2000 p 30 (trad

cast Carmen Artal) 668 Ibid p 55 669 ldquoEl hombre libre en nada piensa menos que en la muerte y su sabiduriacutea no es medi-

tacioacuten de la muerte sino de la vidardquo Spinoza Baruch Eacutetica ed cit IV 67

471

laquoBibliografiacutearaquo

472

473

1 Ediciones de los textos consultadas

A- HERACLITEA Eacutedition critique complegravete des teacutemoignages

sur la vie et lrsquoouvre drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephese et des vestiges de son livre et

de sa penseacutee Textes reacuteunis eacutetablis et traduit par Serge N Mouraviev

Mouraviev Serge N Heraclitea II A 1 DrsquoEpicharme agrave Philon drsquoAle-

xandrie Textes et traduction Sankt Agustin Academia Verlag

1999

Heraclitea II A 2 De Seacutenegraveque agrave Diogegravene Laeumlrce Textes et tra-

duction Sankt Agustin Academia Verlag 2000

Heraclitea II A 3 De Plotin agrave Eacutetienne drsquoAlexandrie Textes et tra-

duction Sankt Agustin Academia Verlag 2002

Heraclitea II A 4 De Maxime le Confesseur agrave Peacutetrarque Textes

et traduction Sankt Agustin Academia Verlag 2003

Heraclitea III 1 La Vie la Mort et le Livre drsquoHeacuteraclite Textes

traduction et commentaire Sankt Agustin Academia Verlag 2004

Heraclitea III 3 A Le Langage de lrsquoObscur Introduction agrave la poeacute-

tique des fragments Sankt Agustin Academia Verlag 2002

Heraclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents I Tex-

tes traductions I-III Sankt Agustin Academia Verlag 2006

Heraclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents II Lan-

gue et poeacutetique Sankt Agustin Academia Verlag 2006

474

Heraclitea III 3 B Les Fragments B Les textes pertinents III No-

tes critiques Sankt Agustin Academia Verlag 2006

B Ediciones alemanas

Diels Hermann Doxographi graeci Berlin 1879

Die Fragmente der Vorsokratiker Berlin Weidmannsche Verlags-

buchhandlung 3 vol 1954

Herakleitos von Ephesos Berlin Weidmann 1909

Diels Hermann (herausgegeben von Walther Kranz) Die Fragmente der

Vorsokratiker Berlin Weidmannsche Verlagsbuchhandlung 3 vol

1960-1961

Snell Bruno Die Fragmente des Heraklit Tuumlbingen H Laupp 1944

C Ediciones castellanas

Bernabeacute Alberto De Tales a Demoacutecrito Fragmentos presocraacuteticos Ma-

drid Alianza 1988

Eggers Lan Conrado Juliaacute Victoria E Los filoacutesofos presocraacuteticos vol I

Madrid Gredos 1978

Farreacute Luis Heraacuteclito Fragmentos Buenos Aires Aguilar 1977

Garciacutea Calvo Agustiacuten Razoacuten comuacuten Edicioacuten criacutetica ordenacioacuten traduc-

cioacuten y comentario de los restos del libro de Heraacuteclito Zamora Luci-

na 1999

475

Kirk G S Raven J E Schofield M Los filoacutesofos presocraacuteticos Ma-

drid Gredos 1987

Llanos Alfredo Los presocraacuteticos y sus fragmentos Buenos Aires Juaacuterez

1969

D Ediciones francesas

Axelos Kostas Les fragments drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephegravese Paris Estienne 1958

Bollack Jean Wismann Heinz Heacuteraclite ou la seacuteparation Paris Les Eacutedi-

tions de Minuit 1972

Conche Marcel Fragments Heacuteraclite Paris PUF Paris 2005

Jeanniegravere Abel Heacuteraclite Fragments traduction et introduction Paris La

philosophie en poche 1977

Pradeau Jean-Franccedilois Heacuteraclite Fragments (Citations et teacutemoignages)

Paris Flammarion 2004

Solovine Maurice Doctrines philosophiques Heacuteraclite drsquoEacutephese Traduc-

tion et introduction Paris Librairie Feacutelix Alcan 1931

E Ediciones inglesas

Bywater I Heraclitii Ephesii Reliquiae Oxford 1877

Kahn Charles H The Art and Thought of Heraclitus An edition of the

fragments with translation and commentary Cambridge University

Press 1981

476

Kirk G S Raven J E The Presocratics Philosophers Cambridge Uni-

versity Press 1962

Kirk G S Heraclitus the Cosmic Fragments Cambridge University

Press 1954

Mansfeld Jaap Heraclitus Fragments Amsterdam Athenaeum 1979

Marcovich Miroslav Heraclitus Greek text with a short commentary Edi-

tio Maior Meacuterida Los Andes University Press 1967 [Editio Minor

1968 en castellano]

Robinson Thomas M Fragments Heraclitus text and translation with a

commentary Toronto University of Toronto 1987

F Ediciones italianas

Bodrero Emilio Eraclito testimonianze e frammenti Roma Anastatica

1978

Colli Giorgio La sapienza greca vol 3 ldquoEraclitordquo Milano Adelphi

1982

Diano Carlo Serra Giuseppe Eraclito testimonianze e frammenti Mila-

no Mondadori 1989

Mondolfo Rodolfo Taraacuten Leonardo Eraclito testimonianze e frammenti

Firenze La Nuova Italia 1972

Trabattoni Franco Sini Carlo Eraclito testimonianze e frammenti Mila-

no MarcosampMarcos 1991

477

2 Auxiliares de trabajo

Chantraine Pierre Dictionnaire eacutetymologique de la langue grecque histoi-

re des mots Paris Klincksieck 1980

De Martino Francesco Eraclito bibliografiacutea 1970-1984 Napoli Edizioni

scientifiche italiane (Universitaacute di Perugia) 1986

Despotopulu K I Lexicon of Presocratic Philosophy Athens Office (A-

cademy of Athens Research Center for Greek Philosophy) 1994

Ferrater Mora Joseacute Diccionario de filosofiacutea 4 vol Madrid Alianza

1979

Liddell Henry George Scott Robert A Greek-English Lexicon Oxford

Clarendon Press 1940

Martin Reneacute Diccionario de mitologiacutea griega y romana Madrid Espasa

1996

Paquet Leoacutence et al Les preacutesocratiques bibliographie analytique (1879-

1980) MontrealParis BellarminLes Belles Lettres 1988

Roussos Evangelos N Heraklit-Bibliographie Darmstadt Wissenschaftli-

che Buchgesellschaft 1971

httpperseusuchicagoedu (Perseus Digital Library)

httptlguciedu (Thesaurus Linguae Graecae)

httpclasicasusalesrecursos (Depto Filologiacutea Claacutesica e Indoeuro-

peo de la USAL)

httpplatostanfordedu (The Stanford Encyclopedia of Philosophy)

478

3 Heraacuteclito y los presocraacuteticos Obras citadas y obras consultadas

31 Libros y capiacutetulos de libros

Adomenas Mantas ldquoThe Fluctuating Fortunes of Heraclitus in Platordquo en

Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie

Preacutesocratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002

pp 419-447

Alegre Gorri Antonio Estudios sobre los presocraacuteticos Barcelona Antro-

pos 1985

Historia de la filosofiacutea antigua Barcelona Anthropos 1988

ldquoLos filoacutesofos presocraacuteticosrdquo en Garciacutea Gual Carlos (Ed) Histo-

ria de la filosofiacutea antiua Madrid Trotta 2004

Algra Keimpe ldquoThe beginnings of cosmologyrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 45-66

Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCaraacutecter antiteacutetico del objeto de la metafiacutesica

en Aristoacutetelesrdquo en Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael

(Eds) En torno a Aristoacuteteles homenaje al prof Pierre Aubenque

Santiago de Compostela Universidad de Santiago 1998

Aristoacuteteles Estuche conmemorativo 25 aniversario Obras de Aristoacuteteles

(ldquoEacutetica a Nicoacutemacordquo ldquoPoliacuteticardquo ldquoMetafiacutesicardquo ldquoFiacutesicardquo) Madrid

Gredos 2002

Tratados de Loacutegica vol I Madrid Gredos 1982

479

Acerca del cielo Madrid Gredos 1996

Meteoroloacutegicos Madrid Gredos 1996

Poeacutetica Madrid Gredos 1999

Sobre el alma Madrid Gredos 1999

Retoacuterica Madrid Gredos 2002

Armstrong A H Introduccioacuten a la filosofiacutea antigua Buenos Aries Eude-

ba 1987

Aubenque Pierre Le problegraveme de lrsquoecirctre chez Aristote Paris PUF 1972

(trad cast Vidal Pentildea Madrid Taurus 1981)

La prudencia en Aristoacuteteles Barcelona Criacutetica 1999

Aurobindo Shri Heraacuteclito y oriente Buenos Aires Leviataacuten 1982

Axelos Kostas Heacuteraclite et la philosophie la preacutemiere saisie de lacuteecirctre en

devenir de la totaliteacute Paris Les Eacuteditions de Minuit 1968

Barnes Jonathan The Presocratics Philosophers London RoutledgeampKe-

gan 1982

Bernabeacute Alberto ldquoOrphisme et Preacutesocratiques bilan et perspectives drsquoun

dialogue complexerdquo en Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquo

est-ce que la Philosophie Preacutesocratique Paris Presses Universitai-

res du Septemtrion 2002 pp 205-247

Textos oacuterficos y filosofiacutea presocraacutetica Materiales para una compa-

racioacuten Madrid Trotta 2004

Bernabeacute Alberto Casadesuacutes Francesc (Eds) Orfeo y la tradicioacuten oacuterfica

Un reencuentro Madrid Akal 2009 2 vols

480

Bernard Jean-Pierre LacuteUnivers dacuteHeacuteraclite Paris Belin 1998

Bise Pierre La politique drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephegravese Paris Alcan 1929

Blass Heinrich Gott und die Gesetze Ein Beitrag zur Frage des Naturre-

chts bei Heraklit (Fr 114) Bonn H Bouvier amp Co 1960

Bollack Jean ldquoReacuteflexions sur les interpeacutetations du logos heacuteracliteacuteenrdquo en

Matteacutei Jean-Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du

Congregraves de Nice (Mai 1987) Paris PUF 1990 pp 165-185

La Grecia de nadie Las palabras dentro del mito Meacutexico Siglo

XXI 1999

Bolton Robert ldquoNature and Human Good in Heraclitusrdquo en Boudouris

K J (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 49-57

Bouchart dacuteOrval Jean Heacuteraclite la lumiegravere de lacuteobscur Paris Eacuteditions

du Relie 1997

Boudouris Konstantine J (Ed) Ionian Philosophy Athens International

Association for Greek Philosophy 1989

ldquoHeraclitus and the Dialectical Conception of Politicsrdquo en Boudo-

uris K J (Ed) Ionian Philosophy Athens Internacional Associa-

tion for Greek Philosophy 1989 pp 58-79

Breacutehier Eacutemile Histoire de la philosophie LrsquoAntiquiteacute et le Moyen Acircge

vol I Paris Librairie Feacutelix Alcan 1928

Broadie Sarah ldquoRacional theologyrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 205-225

481

Brumbaugh Robert S The Philosophers of Greece New York Thomasamp

Crowell 1964

Brun Jean Heraacuteclito Madrid Edaf 1976

Brunschwig J Lloyd GER Greek Thought A Guide to Classical

Knowledge Cambridge (Mass) Harvard University Press 2000

Burckhardt Jacob Historia de la cultura griega vol I Barcelona RBA

2005

Burkert Walter ldquoEraclito nel Papiro di Dervenirdquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 Vol I ldquoStudirdquo Roma Edi-

zioni dell`Ateneo 1984 pp 37-43

De Homero a los magos Barcelona El Acantilado 2002

Burnet John Early Greek Philosophy London AdamampCharles Black

1945

Greek Philosophy From Thales to Plato London Macmillan Press

1981

Lacuteaurore de la philosophie grecque Paris Payot 1919

Calabi F ldquoLa sagezza del campo di battaglia (sullrsquoambiguitagrave di Eraclitordquo)

en Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol

I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 153-163

ldquoIl signore il cui oracolo egrave a Delfi non dice negrave nasconde ma indi-

cardquo en Bolletino dellrsquo Instituo di Filologia Greca dellrsquoUniversitagrave di

Padova 4 (19771978) pp 14-34

Capelle Wilhelm Historia de la filosofiacutea griega Madrid Gredos 1958

482

Cappelletti Aacutengel J ldquoEl fuego y el logos en la filosofiacutea de Heraacuteclitordquo en

VVAA Estudios filosoacuteficos vol I Caracas Sociedad Venezolana

de Filosofiacutea 1974 pp 59-82

La filosofiacutea de Heraacuteclito de Eacutefeso Caracas Monte Aacutevila 1969

Mitologiacutea y filosofiacutea los presocraacuteticos Madrid Cincel 1986

Capriglione I C ldquoPolemosEris Dikerdquo en Rossetti Livio (Ed) Atti del

Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`

Ateneo 1984 pp 361- 381

Casadesuacutes Francesc ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Bernabeacute Alberto Casa-

desuacutes Francesc (Eds) Orfeo y la tradicioacuten oacuterfica Un reencuentro

Madrid Akal 2009 vol 2 pp 1079-1103

Casertano G ldquoPiacere e morte in Eraclito (una filosofia dellrsquoambiguitagrave)rdquo

en Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981

vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 272-291

Caston V Graham DW (Eds) Presocratic Philosophy Essays in Ho-

nour of Alexander Mourelatos Aldershot Ashgate 2002

Castoriadis Cornelius Lo que hace a Grecia I de Homero a Heraacuteclito Se-

minarios 1982-1983 Buenos Aires FCE 2006

Cherniss Harold F ldquoThe Characteristics and Effects of Presocratic Philo-

sophyrdquo en Furley David J Allen R E (Eds) Studies in Presocra-

tic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London

RoutledgeampKegan 1970

483

La criacutetica aristoteacutelica a la filosofiacutea presocraacutetica Meacutexico UNAM

1991

Christidis Theodoros ldquoProbabilistic Causality and Irreversibility Heracli-

tus and Prigoginerdquo en Atmanspacher Harald Bishop Robert

(Eds) Between Change and Choice Interdisciplinary Perspectives

on Determinism Thorverton Imprint Academic 2002 pp 165-188

Clark J ldquoAn Inclusive Option whitin Heraclitean Exclusivityrdquo en Rosse-

tti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStu-

dirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 337-347

Cleve Felix M The Giants of Presophistic Greek Philosophy An attempt

to reconstruct their thoughts vol I The Hague Martinus Nijhoff

1973

Colli Giorgio El nacimiento de la filosofiacutea Barcelona Tusquets 2000

La natura ama nascondersi Milano Adelphi 1998

La sapienza greca vol 3 ldquoEraclitordquo Milano Adelphi 1982

Couloubaritsis Lameros ldquoLa notion drsquoAion chez Heacuteracliterdquo en Boudou-

ris KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Associa-

tion for Greek Philosophy 1989 pp 104-113

ldquoProleacutegomegravenes agrave lrsquoagraventhropologie de Heacuteracliterdquo en Rossetti Livio

(Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 121-129

Comte-Sponville Andreacute Invitacioacuten a la filosofiacutea Barcelona Paidoacutes 2002

484

Cornford Francis M De la religioacuten a la filosofiacutea Barcelona Ariel 1984

Cubells Fernando Los filoacutesofos presocraacuteticos Valencia Ed Facultad de

Teologiacutea San Vicente Ferrer 1979

Curd Patricia Graham DW (Eds) The Oxford Handbook of Presocratic

Philosophy New York Oxford University Press 2008

Curd Patricia ldquoThe Presocratics Philosophersrdquo en Laks A Louguet C

(Eds) Qursquo est-ce que la Philosophie Preacutesocratique Paris Presses

Universitaires du Septemtrion 2002 pp 115-138

Deforge Bernard Eschyle poegravete cosmique Paris Les Belles Lettres 1986

De Gennaro Ivo Logos Heidegger liest Heraklit Berlin Dunckeramp Hum-

bolt 2001

Detienne Marcel Los maestros de la verdad en la Grecia arcaica Meacutexi-

co Sexto Piso 2004

Detienne Marcel Vernant Jean-Pierre Las artimantildeas de la inteligencia

La metis en la Grecia antigua Madrid Taurus 1988

Deichgraumlber Karl Rhythmische Elemente im Logos des Heraklit Mainz

Akademie der Wissenschaften und der Literatur 1963

Dilcher Roman Studies in Heraclitus Hildesheim Georg Olms 1995

Dioacutegenes Laercio Vida de los maacutes ilustres filoacutesofos griegos Barcelona

Orbis 1985

Dodds Eric R Los griegos y lo irracional Madrid Alianza 1980

The Plays of Euripides Bacchae Oxford Oxford University Press

1960

485

Duperon Isabelle Heacuteraclite et le bouddha deux penseacutees du devenir uni-

versel Paris LacuteHarmattan 2003

Eliade Mircea Historia de las creencias y de las ideas religiosas vol II

Madrid Cristiandad 1979

Eggers Lan Conrado ldquoEthical-Religious Meaning of 30 DKrdquo en Rossetti

Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo

Roma Edizioni dell` Ateneo 1984 pp 291-301

Escohotado Antonio De phyacutesis a poacutelis La evolucioacuten del pensamiento filo-

soacutefico griego desde Tales a Soacutecrates Barcelona Anagrama 1995

Esquilo Tragedias Madrid Gredos 1986

Fernaacutendez Reina F Joseacute ldquoConsideraciones semaacutenticas en torno al concep-

to de ὕβρις en la literatura griegardquo en Unidad y pluralidad en el

mundo antiguo Actas del VI Congreso Espantildeol de Estudios Claacutesi-

cos vol 2 Madrid Gredos 1983 pp 76-79

Flaceliegravere Robert La vida cotidiana en Grecia en el siglo de Pericles Ma-

drid Temas de Hoy 1996

Fraumlnkel Hermann ldquoA Thought Pattern in Heraclitusrdquo en Mourelatos Ale-

xander P D The Presocratics New York Anchor Books 1974 pp

214-228

Poesiacutea y filosofiacutea de la Grecia Arcaica Madrid Visor 1993

Furley David J Allen R E (Eds) Studies in Presocratic Philosophy

vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London RoutledgeampKegan

1970

486

Gadamer Hans-Georg ldquoDie griechische Philosophie und das moderne

Denken (1978)rdquo en Gesammelte Werke 6 Griechische Philosophie

II Tuumlbingen J C B Mohr (Paul Siebeck) 1999

ldquoEstudios heracliacuteteosrdquo en El inicio de la sabiduriacutea Barcelona Pai-

doacutes 2001

ldquoSobre la transmisioacuten de Heraacuteclitordquo en El inicio de la sabiduriacutea

Barcelona Paidoacutes 2001

El inicio de la filosofiacutea occidental Barcelona Paidoacutes 1995

El inicio de la sabiduriacutea Barcelona Paidoacutes 2001

ldquoI Presocraticirdquo en Mathieu Vittorio (Ed) Questioni di Storiogra-

fia filosofica vol I Brescia La Scuola 1975

Gallop David ldquoThe Riddles of Heraclitusrdquo en Boudouris KJ (Ed) Io-

nian Philosophy Athens International Association for Greek Philo-

sophy 1989 pp 123-135

Garciacutea Caneiro Joseacute Vidarte Francisco J Guerra y filosofiacutea concepcio-

nes de la guerra en la historia del pensamiento Valencia Tirant lo

Blanch 2002

Garciacutea Gual Carlos (Ed) Historia de la Filosofiacutea antigua Madrid Trotta

2004

Garciacutea Morente Manuel Lecciones preliminares de filosofiacutea Madrid En-

cuentro 2000

Garciacutea Quintela Marco V El rey melancoacutelico Antropologiacutea de los frag-

mentos de Heraacuteclito Madrid Taurus 1992

487

Garciacutea-Baroacute Miguel De Homero a Soacutecrates Invitacioacuten a la filosofiacutea Sa-

lamanca Siacutegueme 2004

Garciacutea Loacutepez Joseacute La religioacuten griega Madrid Istmo 1975

Gemelli Marciano M Laura ldquoLe contexte culturel des Preacutesocratiques ad-

versaires et destinatairesrdquo en Laks Andreacute Louguet Claire (Eds)

Qursquoest-ce que la Philosophie Preacutesocratique Paris Presses Univer-

sitaires du Septemtrion 2002 pp 83-114

Georgopoulos N ldquoWhy Heraclitus Is Not a Philosopherrdquo en Boudouris

KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 136-141

Gigon Olof Grundprobleme der antiken Philosophie Bern Francke

1959

Los oriacutegenes de la filosofiacutea griega de Hesiacuteodo a Parmeacutenides Ma-

drid Gredos 1985

Untersuchungen zu Heraklit Leipzig Dieterichsche Verlagsbuch-

handlung 1935

Gill ML Pellegrin P (Eds) A Companion to Ancient Philosophy Ox-

ford Blackwell 2006

Goacutemez Margulis Juan Pablo La filosofiacutea la poliacutetica y la teologiacutea de He-

raacuteclito de Eacutefeso Tesis doctoral ineacutedita Salamanca Universidad de

Salamanca 1994

488

Gomperz Heinrich ldquoHeraclitus of Ephesusrdquo en Robinson Daniel S Phi-

losophical Essays by Heinrich Gomperz Boston The Christopher

Publishing House 1953 pp 88-107

Gomperz Theodor Greek Thinkers A History of Ancient Philosophy vol

I London John Murray 1955

Gonzaacutelez Loacutepez Joseacute L ldquoAristoacuteteles como historiador de la filosofiacuteardquo en

Aacutelvarez Goacutemez Aacutengel Martiacutenez Castro Rafael (Eds) En torno a

Aristoacuteteles homenaje al prof Pierre Aubenque Santiago de Com-

postela Universidad de Santiago 1998

Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar La muacutesica del universo Meacutexico UNAM 1994

Gonzaacutelez Urbaneja Pedro M Pitaacutegoras El filoacutesofo del nuacutemero Madrid

Nivola 2007

Gorman Meter Pitaacutegoras Barcelona Criacutetica 1988

Graham Daniel W ldquoHeraclitus and Parmenidesrdquo en Caston V Graham

DW (Eds) Presocratic Philosophy Essays in Honour of Alexan-

der Mourelatos Aldershot Ashgate 2002 pp 27-44

Explaining the Cosmos The Ionian Tradition of Scientific Philoso-

phy Princeton Princeton University Press 2006

Grennwood Thomas Maziarz Edward A Greek Mathematical Philoso-

phy New York Frederick Ungar 1968

Gruumlndwald Michael (Ed) Die Anfaumlnge der abendlaumlndischen Philosophie

Zuumlrich Artemis Verlag 1949

489

Guervoacutes Luis S de Nietzsche y la poleacutemica sobre ldquoEl nacimiento de la

tragediardquo Maacutelaga Aacutegora 1994

Gueacuterin Pierre Lrsquoideacutee de justice dans la conception de lrsquounivers chez les

premiers philosophes grecs Paris Alcan 1934

Guthrie William K C ldquoFlux and Logos in Heraclitusrdquo en Mourelatos

Alexander P D The Presocratics New York Anchor Books 1974

pp 197-213

Historia de la filosofiacutea griega vol I ldquoLos primeros presocraacuteticos y

los pitagoacutericosrdquo Madrid Gredos 1984

The Greek Philosophers New York Harper 1970 (trad cast Flo-

rentino M Torner FCE Madrid 2003)

Orpheus and Greek Religion Study of the Orphic Movement Prin-

ceton Princeton University Press 1993 (trad cast Juan Valmard

Madrid Siruela 2003)

Hegel GWF Lecciones sobre la Historia de la Filosofiacutea vol I Meacutexico

FCE 1977

Introduccioacuten a la historia de la filosofiacutea Madrid Aguilar 1973

Heidegger Martin Fink Eugen Heraklit Seminar Wintersemester 1966-

1967 Frankfurt am Main Vittorio Klostermann 1970 (trad cast

Jacobo MuntildeozSalvador Mas Barcelona Ariel 1986)

Heidegger Martin ldquoALETHEIA (Heraacuteclito-Fragmento 16) en Conferen-

cias y artiacuteculos Barcelona Ediciones del Serbal 1994

Hitos Madrid Alianza 2000

Identidad y diferencia Barcelona Anthropos 1988

490

ldquoLOGOS (Heraacuteclito-Fragmento 5) en Conferencias y artiacuteculos

Barcelona Ediciones del Serbal 1994

Conferencias y artiacuteculos Barcelona Ediciones del Serbal 1994

Early Greek Thinking London HarperampRow 1984

ldquoSobre la esencia y el concepto de la φύσις Aristoacuteteles Fiacutesica B1rdquo

en Hitos Madrid Alianza 2000

Heidel W A ldquoQualitative Change in Pre-Socratic Philosophyrdquo en Mou-

relatos Alexander P D The Presocratics New York Anchor

Books 1974 pp 333-344

Held KlausHeraklit Parmenides und der Anfang von Philosophie und

Wissenschaft Eine phaumlnomenologische Besinnung Berlin Walter de

Gruyter 1980

Hesiacuteodo Obras y Fragmentos Madrid Gredos 1990

Houmllderlin Friedrich Ensayos Madrid Hiperioacuten 1983

Houmllscher Uvo ldquoParadox Simile and Gnomic Utterance in Heraclitusrdquo en

Mourelatos Alexander P D The Presocratics New York Anchor

Books 1974 pp 229-238

Homero Iliacuteada Madrid Gredos 2004

Odisea Madrid Gredos 2002

Huffman Carl A ldquoThe Pythagorean traditionrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 66-88

491

Hussey Edward ldquoEpistemology and Meaning in Heraclitusrdquo en Scho-

field M Nussbaum M Language and Logos Studies in ancient

Greek philosophy Cambridge University Press 1982 pp 33-61

ldquoHeraclitusrdquo en Long A A (Ed) The Cambridge Companion to

Early Greek Philosophy Cambridge University Press 1999 pp 88-

113

The Presocratics Bristol Duckworth 1972

Hyland Drew A Los oriacutegenes de la filosofiacutea en el mito y los presocraacuteti-

cos Buenos Aires El Ateneo 1975

Jaeger Werner La teologiacutea de los primeros filoacutesofos griegos Madrid

FCE 1978

Paideia los ideales de la cultura griega Madrid FCE 1990

Jaspers Karl Los grandes filoacutesofos Los metafiacutesicos que pensaron desde el

origen Madrid Tecnos 1998

Jeanniegravere Abel La penseacutee drsquoHeacuteraclite drsquoEacutephegravese et la vision preacutesocratique

du monde Paris Aubier 1985

Jeanmaire Henri Dionysos Histoire du culte de Bacchus Paris Payot

1978

Kahn Charles H ldquoLanguage and Ontology in the Cratylusrdquo en Lee E

N Mourelatos A P D Rorty R M (Eds) Exegesis and Argu-

ment Studies in Greek Philosophy Assen Van Gorcum amp comp

1973 pp 152-177

492

Anaximander and the Origins of Greek Cosmology New York Co-

lumbia University Press 1960

Kirk G S ldquoNatural Change in Heraclitusrdquo en Mourelatos Alexander P

D The Presocratics New York Anchor Books 1974 pp 189-196

Kofman Sarah Seductions de Sartre a Heacuteraclite Paris Galileacutee 1990

Koacutejeve Alexandre Essai dacuteune histoire raisonneacutee de la philosophie paiumlen-

ne T I ldquoLes preacutesocratiquesrdquo Paris Gallimard 1997

Kurtz Ewald Interpretationen zu den Logos-Fragmenten Heraklits Hil-

desheim-New York Georg Olms Verlag 1971

Labriola I ldquoIl fuoco lo scambio e lrsquounitagrave degli oppostirdquo en Rossetti Li-

vio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Ro-

ma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 241-251

Laiacuten Entralgo Pedro La curacioacuten por la palabra en la Antiguumledad Claacutesi-

ca Barcelona Anthropos 1987

Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie Preacuteso-

cratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002

Laks Andreacute ldquolaquoPhilosophes Preacutesocratiquesraquo Remarques sur la construiacute-

tion drsquoune cateacutegorie de lrsquohistoriographie philosophiquerdquo en Laks

Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie Preacuteso-

cratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002 pp

17-38

493

ldquoSoul sensation and thoughtrdquo en Long A A (Ed) The Cambrid-

ge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge University

Press 1999 pp 250-271

Introduction agrave la philosophie preacutesocratique Paris PUF 2006

Lassalle Ferdinand Die Philosophie Herakleitos des Dunklen von Ephe-

sos Berlin 1892

Laurenti R ldquoEraclito dalle cose al logordquo en Rossetti Livio (Ed) Atti

del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni

dell`Ateneo 1984 pp 83-97

Lee E N Mourelatos A P D Rorty R M (Eds) Exegesis and Argu-

ment Studies in Greek Philosophy Assen Van Gorcum amp comp

1973

Lesher J H ldquoEarly interest in knowledgerdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 225-250

Lesky Albin La tragedia griega Barcelona Labor 1970

Lledoacute Iacutentildeigo Emilio El concepto de ldquopoiesisrdquo en la filosofiacutea griega Heraacute-

clito-Sofistas-Platoacuten Madrid CSIC 1961

Lloyd G E R ldquoLe pluralisme de la vie intellectuelle avant Platonrdquo en

Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la Philosophie

Preacutesocratique Paris Presses Universitaires du Septemtrion 2002

pp 39-54

494

Polarity and Analogy Cambridge University Press 1971 (trad cast

Mordf J Maidagaacuten Madrid Taurus 1987)

Long A A (Ed) The Cambridge Companion to Early Greek Philosophy

Cambridge University Press 1999

ldquoThe scope of early Greek philosophyrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 1-22

Loacutepez Eire Antonio ldquoEl lenguaje sobre Dios en la Grecia antiguardquo en

Lenguajes sobre Dios Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa de

Filosofiacutea 1998

Macchioro V Eraclito Nuovi studi sullrsquo Orfismo Bari Laterza 1922

Magris Claudio ldquoIl carattere per un uomo eacute il suo degravemonerdquo en Rossetti

Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo

Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 181-191

Mansfeld Jaap Runia D T Aetiana The Method and Intellectual Con-

text of a Doxographer vol 1 ldquoThe Sourcesrdquo Philosophia Antiqua

73 Leiden Brill Academic Publishers 1997

Mansfeld Jaap ldquoFiddling the Books (Heraclitus B129)rdquo en Boudouris

KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 229-234

ldquoPhysikai Doxai and Problemata Physica from Aristotle to Aeumltius

(and Beyond)rdquo en Fortenbaugh William W Gutas D Theo-

phrastus his Psychological Doxographical and Scientific Wri-

495

tings London Transaction ldquoRutgers University Studies in Classical

Humanitiesrdquo vol 5 1992 pp 63-111

ldquoSourcesrdquo en Long A A (Ed) The Cambridge Companion to

Early Greek Philosophy Cambridge University Press 1999 pp 22-

45

Studies in the Historiography of Greek Philosophy Assen Van Gor-

cum 1990

Martano Giuseppe ldquoSullrsquoantiodromia eracliteardquo en VVAA Fons Peren-

nis Saggi critici di filosofia de classica raccolti in onore di Vittorio

drsquoAgostino Torino Baccola and Gili 1971 pp 259-270

Contrarietagrave e dialettica nel pensiero antico vol I Napoli-Firenze Il

Tripode 1972

Martiacutenez Nieto Roxana La aurora del pensamiento griego Madrid

Trotta 2000

Martiacutenez Marzoa Felipe Historia de la filosofiacutea antigua Madrid Akal

1995

Historia de la filosofiacutea Filosofiacutea antigua y medieval Madrid Ist-

mo 1984

Matteacutei Jean-Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du

Congregraves de Nice (Mai 1987) Paris PUF 1990

Melendo Tomaacutes Ontologiacutea de los opuestos Pamplona Eunsa 1982

Mondolfo Rodolfo El pensamiento antiguo vol I ldquoDe los oriacutegenes hasta

Platoacutenrdquo Buenos Aires Losada 1983

496

Heraacuteclito Textos y problemas de su interpretacioacuten Madrid Siglo

XXI 1981

La comprensioacuten del sujeto humano en la cultura antigua Buenos

Aires Imaacuten 1955

Montanari E ldquoEraclito e la religiositagrave tradizionalerdquo en Rossetti Livio

(Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 381-399

Montano A ldquoMathesis e noos in Eraclitordquo en Rossetti Livio (Ed) Atti

del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni

dell`Ateneo 1984 pp 129-139

Montoneri L ldquoEraclito e la dialettica anticardquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizio-

ni dell`Ateneo 1984 pp 111-121

Moravccedilsik Julius M ldquoHeraclitus at the Crossroad of Presocratic

Thoughtrdquo en Boudouris KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens In-

ternational Association for Greek Philosophy 1989 pp 256-269

Most Glenn W ldquoThe poetics of early Greek philosophyrdquo en Long A A

(Ed) The Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cam-

bridge University Press 1999 pp 332-363

Mouraviev Serge N ldquoHeraclitus Parmeacutenides and the Naive Metaphysics

of Thingsrdquo en Lee E N Mourelatos A P D Rorty R M (Eds)

497

Exegesis and Argument Studies in Greek Philosophy Assen Van

Gorcum amp comp 1973 pp 16-49

Mourelatos A P D (Ed) The Pre-socratic Philosophers A Collection of

Critical Essays New York Anchor Books 1974

Moyal Georges J D ldquoLe rationalisme inexprimeacute dacuteHeacuteracliterdquo en Matteacutei

Jean-Franccedilois (Ed) La naissance de la raison en Gregravece Actes du

Congregraves de Nice (Mai 1987) Paris PUF 1990 pp 187-195

Negri Antimo ldquoNietzsche e il fanciullo che giuoca di Eraclitordquo en

Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol II

ldquoLa fortuna di Eraclito nel pensiero modernordquo Roma Edizioni dell`

Ateneo 1984

Nehamas Alexander ldquoParmenidean BeingHeraclitean Firerdquo en Caston

V Graham DW (Eds) Presocratic Philosophy Essays in Honour

of Alexander Mourelatos Aldershot Ashgate 2002 pp 45-64

Nestle Wilhelm Historia del espiacuteritu griego Desde Homero hasta Lucia-

no Barcelona Ariel 1975

Nietzsche Friedrich La filosofiacutea en la eacutepoca traacutegica de los griegos Ma-

drid Valdemar 1999

OrsquoBrien Denis ldquoHeraclitus and the Unity of opositesrdquo en Boudouris KJ

(Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for

Greek Philosophy 1989 pp 298-303

498

Ortega y Gasset Joseacute Origen y epiacutelogo de la filosofiacutea Madrid Alianza-

Revista de Occidente 1981

Paacuteniker Salvador Filosofiacutea y miacutestica Una lectura de los griegos Barcelo-

na Kairoacutes 2003

Patrick G T W Heraclitus of Ephesus Chicago The Argonaut Press

1969

Platoacuten Estuche conmemorativo 25 aniversario Diaacutelogos (vols I-IX) Ma-

drid Gredos 2002

Popper Karl R ldquoBack to the Presocraticsrdquo en Furley D J Allen R E

(Eds) Studies in Presocratic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of

Philosophyrdquo London RoutledgeampKegan 1970

Poratti A R El pensamiento antiguo y su sombra Buenos Aires Eudeba

2000

Prier Raymond Adolph Archaic Logic Symbol and Structure in Heracli-

tus Parmenides and Empedocles The Hague Mouton 1976

Rammnoux Cleacutemence Eacutetudes Presocraacutetiques Paris Klincksieck 1970

Heacuteraclite ou lacutehomme entre les choses et les mots Paris Les Belles

Lettres 1968

Reale Giovanni Storia della filosofia antica vol I Milano Vitae pensie-

ro 1982

Por una nueva interpretacioacuten de Platoacuten Barcelona Herder 2003

499

Redondo Reyes Pedro ldquoἉρμονία y τόνος en la praacutectica musical griegardquo

en Calderoacuten Esteban Morales Alicia Valverde Mariano (Eds)

ldquoKoinograves Loacutegos homenaje al profesor Joseacute Garciacutea Loacutepezrdquo vol II

Murcia Universidad de Murcia 2006 pp 879-886

Reinhardt Karl Parmenides und die Geschichte der griechischen Philoso-

phie Frankfurt am Main Vittorio Klostermann 1985

Rey Abel La juventud de la ciencia griega UTEHA Meacutexico ldquoLa evolu-

cioacuten de la humanidadrdquo (162) 1961

Ring Merril Beginning with the Pre-Socratics Columbus McGraw-Hill

2000

Robin Leon El pensamiento griego y los oriacutegenes del espiacuteritu cientiacutefico

Meacutexico UTEHA ldquoLa evolucioacuten de la humanidadrdquo (14) 1962

Robinson Thomas M ldquoEsiste una doctrina del logos in Eraclitordquo en

Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I

ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 65-73

An Introduction to Early Greek Philosophy Boston Houghton Mif-

flin 1968

ldquoMethodology in the Reading of Heraclitusrdquo en Boudouris KJ

(Ed) Ionian Philosophy Athens International Association for Gre-

ek Philosophy 1989 pp 344-352

Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoFilosofiacutea india y filosofiacutea griegardquo en Pa-

labras e ideas Estudios de filosofiacutea griega Madrid Ediciones Claacutesi-

cas 1992

500

ldquoLa filosofiacutea griega como geacutenero literariordquo en Palabras e ideas Es-

tudios de filosofiacutea griega Madrid Ediciones Claacutesicas 1992

ldquoLos presocraacuteticosrdquo en Palabras e ideas Estudios de filosofiacutea grie-

ga Madrid Ediciones Claacutesicas 1992

El reloj de la historia Barcelona Ariel 2006

Palabras e ideas Estudios de filosofiacutea griega Madrid Ediciones

Claacutesicas 1992

La democracia ateniense Madrid Alianza 1988

Rohde Edwin Psique el culto de las almas y la creencia en la inmortali-

dad entre los griegos vol 2 Barcelona Labor 1973

Romilly Jacqueline La trageacutedie grecque Paris PUF 1970

Rosati P P ldquoLrsquoarche heraclitea filosofia o letteraturardquo en Rossetti Livio

(Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 203-209

Roseacuten Haiim B Early Greek Grammar and Thought in Heraclitus the E-

mergence of the Article Jerusalem Israel Academy of Sciences

and Humanities 1998

Rosetti Livio ldquoAbout the Disunity of Heraclitusrsquo Thoughtrdquo en Boudou-

ris KJ (Ed) Ionian Philosophy Athens International Association

for Greek Philosophy 1989 pp 353-362

Atti del Symposium Heracliteum 1981 (Ed) vol I ldquoStudirdquo Roma

Edizioni dell`Ateneo 1984

501

Atti del Symposium Heracliteum 1981 (Ed) vol II ldquoLa fortuna di

Eraclito nel pensiero modernordquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984

ldquoLrsquoigravenganno del vivere Eraclito 26 DKrdquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edi-

zioni dell`Ateneo 1984 pp 191-203

Sambursky S El mundo fiacutesico de los griegos Madrid Alianza 1999

Sassi Maria Michela ldquoLa naissance de la philosophie de lrsquoesprit de la tra-

ditionrdquo en Laks Andreacute Louguet Claire (Eds) Qursquoest-ce que la

Philosophie Preacutesocratique Paris Presses Universitaires du Septem-

trion 2002 pp 55-81

Sauvanet Pierre Le rythme grec dacuteHeacuteraclite agrave Aristote Paris PUF 1999

Schleiermacher Friedrich ldquoHerakleitos der dunkle von Ephesos darges-

tellt aus den Truumlmmern seines Werkes und den Zeugnisses der Al-

tenrdquo en Kritische Gesamtausgabe Schriften und Entwuumlrfe Band 6

Verlin Walter de Gruyter 1998

Schroumldinger Erwin La naturaleza y los griegos Barcelona Tusquets

2006

Scolnikov S ldquoEraclito e la prehistoria del principio di non-contraddizio-

nerdquo en Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981

vol I ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 97-111

Sedley David ldquoParmenides and Melissusrdquo en Long A A (Ed) The

Cambridge Companion to Early Greek Philosophy Cambridge Uni-

versity Press 1999 pp 113-134

502

Sider David ldquoWord Order and Sense in Heraclitus Fragment One and the

River Fragmentrdquo en Boudouris KJ (Ed) Ionian Philosophy

Athens International Association for Greek Philosophy 1989 pp

363-368

Signes Codontildeer Juan Escritura y literatura en la Grecia arcaica Madrid

Akal 2004

Sivestre Pinto M L ldquoEraclito e i confini dellrsquoanima pyr e psycherdquo en

Rossetti Livio (Ed) Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I

ldquoStudirdquo Roma Edizioni dell`Ateneo 1984 pp 251-265

Snell Bruno Heraklit Munich Heimeran 1976

Il linguaio di Eraclito Ferrara Gabriele Corbo 1989

Soacutefocles Tragedias Madrid Gredos 1981

Spengler Oswald Heraacuteclito Buenos Aires Espasa-Calpe 1947

Stokes Michael C One and Many in Presocratics Philosopy Washington

dc Harward Univesity Press 1971

Sweeney Leo Infinity in the Presocratics The Hague Martinus Nijhoff

1972

Thurner Martin Der Ursprung des Denkens bei Heraklit Berlin Kohl-

hammer 2001

Traglia A ldquoPensiero e linguaggio in Eraclitordquo en Rossetti Livio (Ed)

Atti del Symposium Heracliteum 1981 vol I ldquoStudirdquo Roma Edizio-

ni dell`Ateneo 1984 pp 409-423

503

Vernant Jean-Pierre Los oriacutegenes del pensamiento griego Barcelona Pai-

doacutes 1992

Mito y pensamiento en la Grecia Antigua Barcelona Ariel 1993

Mito y religioacuten en la Grecia antigua Barcelona Ariel 2001

Vernant J P Vidal Naquet P Mito y tragedia en la Grecia Arcaica vol

I Madrid Taurus 1987

Villar Alicia Suances A Manuel El irracionalismo vol I ldquoDe los oriacutege-

nes del pensamiento a Schopenhauerrdquo Madrid Siacutentesis 2000

Vlastos Gregory ldquoEquality and Justice in Early Greek Cosmologiesrdquo en

Furley David J Allen R E (Eds) Studies in Presocratic Philoso-

phy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London Routledgeamp

Kegan 1970

ldquoOn Heraclitusrdquo en Furley David J Allen R E (Eds) Studies in

Presocratic Philosophy vol I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo

London RoutledgeampKegan 1970

ldquoTheology and Philosophy in Early Greek Thoughtrdquo en Furley

David J Allen R E (Eds) Studies in Presocratic Philosophy vol

I ldquoThe Beginnings of Philosophyrdquo London RoutledgeampKegan

1970

Studies in Greek Philosophy vol I ldquoThe Presocraticsrdquo (Ed Daniel

W Graham) New Jersey Princeton University Press 1995

504

Von Fritz Kurt ldquoNous Noein and Their Derivates in Pre-Socratic Philoso-

phyrdquo en Mourelatos Alexander P D The Presocratics New York

Anchor Books 1974 pp 12-34

Von Oech Roger Esperar lo inesperado La filosofiacutea de Heraacuteclito aplica-

da a los problemas de hoy Barcelona Grijalbo 2002

VVAA El mundo griego Madrid Naacutejera 1987

VVAA Historia de la Filosofiacutea la filosofiacutea griega vol 2 Madrid Siglo

XXI 1969

Weil Simone La fuente griega Madrid Trotta 2005

West M L Ancient Greek Music Oxford Oxford University Press 1992

Hesiod Theogony Oxford Clarendon Press 1971

Wheelwright Philip Heraclitus Westport-Conneticut Grennwood Press

1981

Wiggins David ldquoHeraclitusrsquo conception of flux fire and material persis-

tencerdquo en Schofield M Nussbaum M Language and Logos Stu-

dies in ancient Greek philosophy Cambridge University Press

1982 pp 1-33

Winterhalder Ludwig Das Wort Heraklits Zurich Eugen Rentsch 1962

Wunenburger Jean-Jacques Le combat est le pegravere de toutes choses Heacutera-

clite Nantes Pleins Feux 2005

505

Zeller E Mondolfo R La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico

parte I ldquoI Presocraticirdquo vol IV ldquoEraclitordquo Firenze La Nuova Italia

1968

La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol II Firen-

ze La Nuova Italia 1968

La filosofia dei greci nel suo sviluppo storico parte I vol III Firen-

ze La Nuova Italia 1968

Zubiri Xavier ldquoEl acontecer humano Grecia y la pervivencia del pasado

filosoacuteficordquo en Zubiri Xavier Naturaleza Historia Dios Madrid

Alianza 1974 pp 305-340

ldquoSoacutecrates y la sabiduriacutea griegardquo en Zubiri Xavier Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 149-222

32 Artiacuteculos y entradas de diccionarios

Albert K ldquoPhilosophie und Erziehung bei Heraklit von Ephesusrdquo en Pe-

dagogica Historica 9 (1969) pp 5-19

Adomenas Mantas ldquoHeraclitus on religionrdquo en Phronesis 44 (1999)

Aubenque Pierre ldquoLa actualidad de Aristoacutetelesrdquo DAIMON Revista de Fi-

losofiacutea nordm 22 (2001) pp 9-16

506

Auerbach Wilhelm ldquoDe principio heracliacuteteordquo en Eos 32 (1929) pp 301-

314

ldquoZur Gegenuumlberstellung von Sein und Schein bei Heraklitrdquo en Eos

33 (1930) pp 651-664

Babut Daniel ldquoHeacuteraclite et la critique des poegravetes et des savantsrdquo en LrsquoAn-

tiquiteacute Classique 45 (1976) pp 464-96

ldquoHeacuteraclite et la religion populairerdquo en Revue des Eacutetudes Anciennes

77 (1975) pp 27-62

Baltussen Han ldquoThe Presocratics in the Doxographical Tradition Sources

Controversies and Current Researchrdquo en Studia Humaniora Tar-

tuensia vol 6A6 (2005)

Barintildeaga Jimeacutenez David ldquoLa teologiacutea de Heraacuteclito de Eacutefesordquo en Anaacuteba-

sis Revista de Filosofiacutea Madrid 6 (19972) pp 89-107

Bernabeacute Alberto ldquoActualizacioacuten cientiacutefica la poesiacutea oacuterficardquo en Tempus

nordm 0 (1992) pp 1-41

ldquoEl silencio entre los oacuterficosrdquo en Ilu Revista de ciencias de las reli-

giones Anejo XIX (2007) p 53

ldquoκατὰ τὴν τοῦ χρόνου τάξιν Modelos del tiempo en las cosmo-

goniacuteas presocraacuteticasrdquo en Emeacuterita 58 (1990) pp 61-98

ldquoLa foacutermula oacuterfica ldquocerrad las puertas profanosrdquo en Ilu Revista de

ciencias de las religiones nordm 1 (1996) pp 13-37

ldquoLa theacuteogonie orphique du papyrus de Dervenirdquo en Kernos 15

(2002) pp 91-129

507

ldquoLo uno y lo muacuteltiple en la especulacioacuten presocraacutetica nociones mo-

delos y relacionesrdquo en Taula nordm 27-28 (1997) pp 75-99

ldquoLos filoacutesofos presocraacuteticos como autores literariosrdquo en Emeacuterita

472 (1979) pp 357-394

ldquoTendencias recientes en el estudio del orfismordquo en Ilu Revista de

ciencias de las religiones nordm 0 (1995) pp 23-32

ldquoThe Derveni Theogony Many Questions and Some Answersrdquo en

Harvard Studies in Classical Philology 103 (2007) p 99

ldquoUn documento fundamental para el estudio del orfismo el papiro de

Dervenirdquo en Ordia Prima 4 (2005) p 153

Brillante Carlo ldquoIl sogno nella riflessione dei presocraticirdquo en Materiali e

Discussioni per lrsquoAnalisi dei Testi Classici 16 (1986) pp 9-53

Brisson Luc ldquoLectura profana y lectura iniciaacutetica del mito El Papiro de

Derveni como ejemplordquo en Sileno nordm 17 (2004)

Broumlcker Walter ldquoHeraklit zitiert Anaximanderrdquo en Hermes 84 (1956)

Broumlcker Walter ldquoHeraklit zitiert Anaximanderrdquo en Hermes 84 (1956)

Brown C ldquoSeeing Sleep Heraclitus Fr 49 Marcovich (DK 22B21)rdquo en

The American Journal of Philology 107 (1986) pp 243-245

Caballero Rauacutel ldquoLa musas jonias aprenden a escribir ley escrita y tratado

en prosa en los milesios y Heraacuteclitordquo en Emeacuterita LXXVI 1 (2008)

pp 1-33

508

Calabi F ldquoIl signore il cui oracolo egrave a Delfi non dice negrave nasconde ma in-

dicardquo en Bolletino dellrsquo Instituo di Filologia Greca dellrsquoUniversitagrave

di Padova 4 (1977-1978) pp 14-34

ldquoEraclito Il cammino della saggezardquo en Sandalion nordm 8-9 (1985-

1986) pp 5-26

Calogero Guido ldquoEraclitordquo en Giornale Critico della Filosofia Italiana

17 (1936) pp 195-224

Calvo Martiacutenez Tomaacutes ldquoLa nocioacuten de Physis en los oriacutegenes de la filoso-

fiacutea griegardquo en DAIMON Revista de Filosofiacutea 21 (2000) pp 21-38

ldquoLeacutexico y filosofiacutea en los presocraacuteticosrdquo en Logos Anales del Se-

minario de Metafiacutesica Vol 6 nordm 6 (1971) pp 7-23

Capelle Wilhelm ldquoDas erste Fragment des Heraclitusrdquo en Hermes 59

(1924) pp 190-204

Casadesuacutes Bordoy Francesc ldquoA la buacutesqueda del lector perspicaz el caso

de Heraacuteclitordquo en Estudios Claacutesicos XLIV (121) 2002 pp 95-105

ldquoHeraacuteclito y el orfismordquo en Enrahonar 23 Barcelona 1995 pp

103-116

ldquoMetis el nous el aire y Zeus en el papiro de Dervenirdquo en Faven-

tia 81 (1996) pp 75-88

ldquoNueva interpretacioacuten del Craacutetilo platoacutenico a partir de las aporta-

ciones el papiro de Dervenirdquo en Emeacuterita 681 (2000) pp 53-71

509

ldquoOrfeo y orfismo en Platoacutenrdquo en Taula nordm 27-28 (1997) pp 61-73

Christidis Theodoros ldquoHeraclitus two views on change and the physics of

complexityrdquo en Philosophical Inquiry vol 19 1-2 (1997) pp 52-

70

Classen C J ldquoAnaximanderrdquo en Hermes 90 (1962)

Cordero Neacutestor L ldquoLa dinaacutemica de la polis en Heraacuteclitordquo en Cuadernos

de Filosofiacutea 17 (1977) pp 15-25

Coxon Allan H ldquoHeraclitusrdquo en The Oxford Classical Dictionary Ox-

ford Clarendon Press 1949 p 415

Creacutepet Fabien ldquoHeacuteraclite et le Cyceonrdquo en Klecircsis Revue philosophique

nordm 12 ldquoDe la philosophie grecquerdquo Montpellier 2006 pp 1-19

Cubells Fernando ldquoEl mito del eterno retorno y algunas de sus derivacio-

nes doctrinales en la filosofiacutea griegardquo en Anales del Seminario de

Valencia nordm 10 (1967)

ldquoTemas de la filosofiacutea de Heraacuteclitordquo en Anales del Seminario Me-

tropolitano de Valencia 2 (1962) pp 213-259

Curd Patricia ldquoPresocratic Philosophyrdquo en Zalta Edward N (Ed) The

Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2007 Edition) en http

platostanfordeduentriespresocratics

Curi Humberto ldquoHistoria e polymathia A proposito del frammento 35 di

Eraclitordquo en Giornale di Metafisica 27 (1972) pp 569-574

510

Darcus Shirley M L ldquoDaimon as a Force in Shaping Ethos in Heracli-

tusrdquo en Phoenix 28 (1974) pp 390-407

Davies J C ldquoThe Beginnings of Greek Thought III Heraclitusrdquo en His-

tory Today 20 (1970) pp 427-433

Diels Hermann ldquoHeraclitusrdquo en James Hastings (Ed) Encyclopedia of

Religion and Ethics vol 6 New York Charles Scribnersrsquo Sons

1912 pp 591-594

Drozdek Adam ldquoHeraclitusrsquo Theologyrdquo en Classica et Mediaevalia 52

(2001) 37-56

Eggers Lan Conrado ldquoLa teoriacutea heracliacutetea del logosrdquo en Nova Tellus 5

(1987) pp 9-18

Emlyn Jones C J ldquoHeraclitus and the Identity of Opositesrdquo en Phronesis

21 (1976) pp 89-114

Escohotado Antonio ldquoHeraacuteclito y la razoacutenrdquo en httpescohotadoorg

Esteban Ortega Joaquiacuten ldquoHeraacuteclito linguumlisticidad olvido y hermeneacuteutica

del logosrdquo en Estudio Filosoacuteficos 122 (1994) pp 120-144

Fattal Michel ldquoLe logos drsquoHeacuteraclite un essai de traductionrdquo en Revue

des Eacutetudes Grecques 99 (1986) pp 142-152

511

Fernaacutendez Garrido Mordf Regla Vinagre Lobo M Aacutengel ldquoLa terminologiacutea

griega para suentildeo y sontildearrdquo en Cuadernos de filologiacutea claacutesica nordm 13

(2003)

Fernaacutendez Peacuterez Gustavo ldquoHeraacuteclito a la luz de Edgar Morin de la com-

plejidad de la naturaleza a la naturaleza de la complejidadrdquo en Aza-

fea nordm 9 (2007) pp 147-178

Fraumlnkel Hermann ldquoHeraclitus on God and the Phenomenal Worldrdquo en

Transactions of the Proceedings of the American Philological Asso-

ciation 59 (1938) pp 230-244

Friedlaumlnder Paul ldquoHeracliti Frag 124rdquo en The American Journal of Phi-

lology 63 (1942) p 336

Furley David J ldquoHeraclitusrdquo en Gillespie Charles C Dictionary of

Scientific Biography vol 6 New York Charles Scribnerrsquos Sons

1970 pp 289-291

Garciacutea Gual Carlos ldquoApuntes sobre los comienzos del filosofar y el en-

cuentro griego del Mythos y del Logosrdquo en DAIMON Revista de

Filosofiacutea 21 (2000) pp 55-66

ldquoLengua historia y proceso filosoacutefico en Greciardquo en El Basilisco nordm

10 (1980) pp 14-21

ldquoLa utilidad de los baacuterbarosrdquo en Claves de Razoacuten Praacutectica nordm 5

(1990) pp 64-69

512

Garciacutea Junceda J A ldquoUno y muacuteltiple la dialeacutectica de los contrarios en

Heraacuteclitordquo en Anales del Seminario de Historia de la Filosofiacutea IV

(1984) pp 29-44

Garciacutea Loacutepez Joseacute ldquoSobre el vocabulario eacutetico-musical del griegordquo en

Emeacuterita 37 (1969) pp 335-352

Goacutemez Margulis Juan Pablo ldquoEl ciclo coacutesmico en Heraacuteclitordquo en Helmaacuten-

tica vol 51 nordm 155 (2000)

ldquoLa identidad logos-eoacuten en el pensamiento de Heraacuteclitordquo en Re-

vista de Filosofiacutea vol LIII-LIV (1999) pp 105-120

Graham Daniel W ldquoHeaclitusrdquo en Fieser James Bradley Dowder

(Eds) The Internet Encyclopedia of Philosophy (2007) en http

ieputmeduhheraclit

ldquoHeraclitusacute Criticism of Ionian Philosophyrdquo en Oxford Studies in

Ancient Philosophy 15 (1997) pp 1-50

ldquoHeraclitusrdquo en Zalta Edward N (Ed) The Stanford Encyclope-

dia of Philosophy (Fall 2007 Edition) en httpplatostanfordedu

entriesheraclitus

Grammatico Giuseppina ldquoEl acto del entendimiento en Heraacuteclitordquo en Li-

mes 1 (1988) pp 36-76

Gueacuteniot Philippe ldquoLectures des preacutesocratiques II Un jeu clef la petteiardquo

en Revue de Philosophie Ancienne XVIII 2 (2000) pp 33-64

513

Guthrie W K C ldquoThe Presocratic World-picturerdquo en Harvard Theologi-

cal Review (1952) pp 87-104

Hall Edith Inventing the Barbarian Greek Self-Definition through Trage-

dy Oxford Clarendon Press 1989 p 2

Held Klaus ldquoThe Origins of Europe with the Greek Discovery of the

Worldrdquo en Epocheacute vol 7 Issue 1 (2002) pp 81-105

Helm B ldquoSocial Roots in the Heraclitean Metaphysicsrdquo en The Journal

of the History of Ideas 25 (1964) pp 565-571

Herrera Corduente Miguel ldquoEl enigma traacutegico y la filosofiacutea La dialeacutectica

y el diaacutelogo traacutegicordquo en Anales del Seminario de Metafiacutesica nordm 29

(1995)

Hoz Mordf Paz de ldquoLa educacioacuten de las eacutelites efesiasrdquo en Emeacuterita LXXII 1

(2004) pp 25-45

Ioannidi H G ldquoLa Place drsquoHeacuteraclite dans lrsquohistoire de la philosophie

grecquerdquo en Eirene 5 (1966) pp 17-41

Janko R ldquoThe Derveni Papyrus an Interim Textrdquo en Zeitschrift fuumlr Pa-

pyrologie und Epigrahik nordm 141 pp 1-62

Kahn Charles H ldquoA New Look at Heraclitusrdquo en American Philosophi-

cal Quarterly 1 (1964) pp 189-203

Kerkhoff Manfred ldquoJuego y reino del nintildeo (Nietzsche y Heraacuteclito)rdquo en

Diaacutelogos 17 (1982) pp 7-26

514

Kirk G S ldquoHeraclitusrsquo Contribution to the Development of a Language

for Philosophyrdquo en Archiv fuumlr Begriffsgeschichte 9 (1964) pp 73-

77

ldquoHeraclitus and Death in Battlerdquo en The American Journal of Phi-

lology 70 (1949) pp 384-393

ldquoHeraclitusrdquo en Encyclopaeligdia Britaacutenica Vol 11 Chicago Ency-

clopaeligdia Britannica 1960 p455

Laks Andreacute ldquoHistoire criacutetique et doxographie Pour une histoire de lrsquohisto-

riographie de la philosophierdquo en Les Etudes Philosophiques 4 Pa-

ris 1999

Lallot J ldquoLa terre en partagerdquo en Archiv fuumlr Geschichte der Philosophie

54 (1972) pp 111-115

Lebedev Andrei V ldquoHeraclitus in P Dervenirdquo en Zeitschrift fuumlr Papyro-

logie und Epigraphikrdquo nordm 79 (1989)

Legido Lopez Marcelino ldquoLa vida seguacuten la naturaleza en la Estoa Anti-

guardquo en Bien Dios Hombre Estudios sobre el pensamiento griego

en Acta Salmanticensia XVIII 1 (1964) pp 85-134

Bien Dios Hombre Estudios sobre el pensamiento griego en Acta

Salmanticensia XVIII 1 (1964)

Lledoacute Iacutentildeigo Emilio ldquoHeraacuteclito y las poetasrdquo en Revista de Filosofiacutea 15

(1956) pp 273-277

Lloyd G E R ldquoHot and cold dry and wet in Greek Philosophyrdquo en

Journal of Hellenic Studies 84 (1964)

515

Lorite Mena Joseacute ldquoEl simbolismo miacutetico del logos y el fuego en Heraacutecli-

tordquo en Pensamiento 37 145 (1981) pp 51-80

MacKenzie Mary M ldquoHeraclitus and the Art of Paradoxrdquo en Oxford Stu-

dies in Ancient Philosophy 6 (1988) pp 1-37

Mansfeld Jaap ldquoDeconstructing Doxographyrdquo Philologus 146 2002 pp

277-286

ldquoDoxography of Ancient Philosophyrdquo en Zalta Edward N (Ed)

The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2007 Edition) en

httpplatostanfordeduentriesdoxography-ancient

ldquoHeraclitus fr B63DKrdquo en Elenchos 4 (1983) pp 97-205

ldquoHeraclitus in usum delphinirdquo en Lampas 8 (1975) pp 364-393

Marcovich Miroslav ldquoHeraclitus Some Characteristicsrdquo en Illinois Clas-

sical Studies 7 (1982) pp 171-188

ldquoProblemas heracliacuteteosrdquo en Emeacuterita 41 (1973) pp 449-473

Martiacuten Garciacutea Joseacute A ldquoLos mitos griegos de la creacioacuten La cosmogoniacuteardquo

en Cuadernos de filologiacutea claacutesica 8 (1988)

Melendo Tomaacutes ldquoOposicioacuten y contradiccioacuten en Aristoacuteteles y Tomaacutes de

Aquinordquo en Anuario Filosoacutefico 14 (1981) pp 63-100

ldquoNada y ontologiacutea en el pensamiento griegordquo en Anuario Filosoacutefi-

co 18 (1985)

516

ldquoἈρχή y ἐναντίωσις su nexo en el pensamiento preparmeniacutedeordquo

en Anuario Filosoacutefico 20 (1987)

Mayor D ldquoHeraacuteclito el sombriacuteordquo en Humanidades 12 (1960) pp 295-

314

Meyer Matthew ldquoReflective listening in Heraclitusrdquo The Internacional

Journal of Listening 21 1 (2007) pp 57-65

Miller Edward L ldquoThe Logos of Heraclitus Updating the Reportrdquo en

Harvard Theological Review 74 (1981) pp 161-176

Molero Cruz Joseacute ldquoAristoacuteteles historiador de la filosofiacuteardquo en Estudios Fi-

losoacuteficos XXXI 86 (1982) pp 45-61

Molina Joseacute ldquoTeologiacutea y racionalidad en la filosofiacutea estoicardquo en Nova

Tellus nordm 19 2 (2001) pp 109-153

Moulines Ulises ldquoUn problema de interpretacioacuten La significacioacuten del lo-

gos en Heraacuteclitordquo en Boletiacuten del Instituto de Estudios Heleacutenicos 6

(1972) pp 93-120

Mouraviev Serge N ldquoHeacuteraclite drsquoEacutepheserdquo en Goulet R (Ed) Diction-

naire des Philosophes antiques vol III Paris CNRS 2000 pp 573-

617

Mourelatos Alexander P D ldquoHeraclitus Fr 114rdquo en The American

Journal of Philology 86 (1965) pp 258-266

517

Nestle Wilhelm ldquoHeraklit und die Orphikerrdquo en Philologus 60 (1905)

pp 367-384

Nussbaum Martha C ldquoPsychḗ in Heraclitusrdquo en Phronesis 17 (1972) pp

1-16 153-170

Gonzaacutelez Ochoa Ceacutesar ldquoLa muacutesica en la Grecia antiguardquo en Acta Poeti-

ca 24 (2003) pp 93-111

Pentildealver Goacutemez Patricio ldquoDos dogmas del antiplatonismordquo en DAI-

MON 21 (2000) pp 107-126

Petit Alain ldquoHeraclite la captation de la margerdquo en Eacutetudes Philosophi-

ques 1988 pp 207-219

Pozo Ortiz A del ldquoHeraacuteclito DK 22 B30rdquo Boletiacuten del Instituto de Estu-

dios Heleacutenicos 6 (1972) pp 93-120

Pralon D ldquoLrsquoimmondice des immondices (Heacuteraclite fr 96 DK)rdquo en Re-

vue de Philologie 52 (1978) pp 98-105

Prier Raymond Adolph ldquoSymbol and Structure in Heraclitusrdquo en Apeiron

7 (1973) pp 23-77

Pritzi K ldquoOn the Way to Wisdom in Heraclitusrdquo en Phoenix 39 (1985)

pp 303-316

Rammnoux Cleacutemence ldquoLa tradition preacutesocratique et le langagerdquo en Re-

vue de Meacutetaphysique et de Morale 79 (1974) pp 269-280

518

ldquoUn episode de la rencontre Est-Ouest Zoroastre et Heacuteracliterdquo en

Revue de la Meacutediteraneacutee 19 (1959) pp 329-364

Reinhardt Karl ldquoHeracliteardquo en Hermes 77 (1942) pp 225-248

ldquoHeraklits Lehre vom Feuerrdquo en Hermes 77 (1942) pp 1-27

Renaut A ldquoLa nature aime se cacherrdquo en Revue de Meacutetaphysique et de

Morale 81 (1976) pp 62-111

Rethy Robert ldquoHeraclitusrsquo Fragment 56 The Deceptiveness of the Appa-

rentrdquo en Ancient Philosophy 7 (1987) pp 1-7

Rivier Andreacute ldquoLrsquohomme et lrsquoexpeacuterience humaine dans les fragments drsquo

Heacuteracliterdquo en Museum Heveticum 13 (1956) pp 144-164

Robinson Thomas M ldquoTre concetti eracliteirdquo en Sandalion 5 (1982) pp

41-58

ldquoHeraclitus on Soulrdquo en The Monist 69 (1986) pp 305-314

Rodriacuteguez Adrados Francisco ldquoEl sistema de Heraacuteclito estudio a partir

del leacutexicordquo en Emeacuterita tom XLI fasc 1ordm Madrid 1973

Rodriacuteguez Saacutendez Rafael ldquoRazoacuten comuacutenrdquo en Fedro Revista de esteacutetica

y teoriacuteas de las artes nordm 3 (2005)

Romano Rodriacuteguez Carmen ldquoAristoacuteteles realidad y lenguajerdquo en La

laacutempara de Diogenes nordm 7 vol 4 (2003) pp 47-55

519

Romeyer-Dherbey G ldquoLa discourse et le contraire Notes sur le deacutebat en-

tre Aristote et Heacuteraclite au livre de la Meacutetaphysiquerdquo en Eacutetudes

Philosophiques 25 (1970) pp 475-497

Santiago Rosa A ldquoGriegos y baacuterbaros arqueologiacutea de una alteridadrdquo en

Faventia 202 (1998) pp 33-45

Schaumlfer Christian ldquoLos oriacutegenes del pensamiento esceacuteptico antiguo El pe-

simismo gnoseoloacutegico de los presocraacuteticos y su influencia en la filo-

sofiacutea antiguardquo Revista de Filosofiacutea XI 22 (1999) pp 95-127

Schettino Ernesto ldquoLa teoriacutea del conocimiento en Heraacuteclitordquo en Revista

de la Universidad Veracruzana nordm 46 (1968)

Schindler D C ldquoThe community of the One and the Many Heraclitus on

Reasonrdquo en Inquiry 46 (2003) pp 413-448

Schmidt Dennis J ldquoOn the Obscurity of the Originsrdquo en Philosophy To-

day 26 (1982) pp 322-331

Segura Peraita Carmen ldquoUna interpretacioacuten de la concepcioacuten de la physis

entre los presocraacuteticos Antes y despueacutes de Parmeacutenidesrdquo en Con-

trastes VI (2001) pp 143-160

Senzasono Luigi ldquoGenesi e significato del concetto eracliteo di misurardquo

en Discorsi 3 (1983) pp215-234

Singh R ldquoHeracleitos and the Law of Naturerdquo en The Journal of the His-

tory of Ideas 24 (1963) pp 457-472

520

Snyder Jane M ldquoThe harmonia of Bow and Lyre in Heraclitus Fr 51

DKrdquo en Phronesis 29 (1984) pp 91-95

Sorge C ldquoIl logos e gli opposti nel pensiero di Heraacuteclitordquo en Giornale di

Metafisica 12 (1957) pp 367-383

Spanar J ldquoDer Logosbegriff bei Herakleitos von Ephesosrdquo en Graeligcolati-

no et Orientalia 2 (1970) pp 3-51

Stefanini L ldquoLa nascita del logos in Heraclitusrdquo en Giornale Criticale

della Filosofia Italiana 5 (1951) pp 1-24

Stewart Donald ldquoContradiction and the Ways of Truth and Seemingrdquo en

Apeiron 14 (1980) pp 1-14

Stokes Michael C ldquoHeraclitus of Ephesusrdquo en Edwards Paul (Ed) The

Encyclopedia of Philosophy vol 3 New York The MacMillan

Company 1967 pp 477-481

Taraacuten Leonardo ldquoThe First Fragment of Heraclitusrdquo en Illinois Classical

Studies 11 (1986) pp 1-15

Thomson George ldquoHeacuteraclite et sa philosophierdquo Penseacutee 116 (1964) pp

16-28

Troncoso Viacutector A ldquoPara una historificacioacuten de Heraacuteclito A propoacutesito de

un libro recienterdquo en Polis Revista de ideas y formas poliacuteticas de la

antiguumledad claacutesica nordm 6 (1994) pp 5-31

521

Tugwell S ldquoHeraclitus Fr 98 DKrdquo en The Classical Quarterly 21

(1971) p 32

Uscatescu Jorge ldquoHeraacuteclito y la interpretacioacutenrdquo en Revista de Estudios

Poliacuteticos 194 (1974) pp 209-221

Valentin P ldquoHeacuteraclite et Cleacutement drsquoAlexandrierdquo en Recherches de

Science Religieuse 46 (1958) pp 27-59

Verdenius W J ldquoDer Logosbegriff bei Heraklit und Parmenidesrdquo en

Phronesis 11 (1966)

Viano Cristina ldquoHeacuteraclite dans la doxographie drsquoAristoterdquo en Les Eacutetudes

Classiques 57 (1989) pp 193-207

VVAA ldquoHeraklit von Ephesosrdquo en httpphilosophenlexikonde

Zaborowski R ldquoSur le fragment DK 22 B 85 drsquoHeacuteraclite drsquoEphegraveserdquo en

Organon 32 (2003) pp 9-30

Zeppi Stelio ldquoLa posizione di Eraclito nella filosofia presocratica e la dia-

lectica heracliteardquo en Atti della Accademia delle Scienze di Torino

108 (1974) pp 39-93

Zoumpos A N ldquoSur un fragment drsquoHeacuteraclite 26 DKrdquo en Revue des Eacutetu-

des Grecques 59 (1946-1947) pp 1-7

Viano Cristina ldquoAristotele e lrsquoarcheacute-fuoco di Heraacuteclitordquo en Archives In-

ternationales drsquoHistoire des Sciences 37 (1987) pp 207-221

522

4 La naturaleza en la ciencia actual y otras obras consultadas

41 Libros y capiacutetulos de libros

Alemantilde Berenguer Rafael A Grandes metaacuteforas de la fiacutesica Madrid

Celeste 1998

Alleacutegre Claude Dios frente a la ciencia Barcelona Peniacutensula 2000

Aacutelvarez Goacutemez Mariano ldquoCoacutemo pensar el devenirrdquo en VVAA Metafiacute-

sica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salamanca Socie-

dad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1996

ldquoEl comienzo de la filosofiacutea como vaciacuteo seguacuten Hegelrdquo en Paredes

Martiacuten Mordf del Carmen (Ed) Intencionalidad mundo y sentido Pro-

blemas de fenomenologiacutea y metafiacutesica Salamanca Universidad de

Salamanca 2003

Pensamiento del ser y espera de Dios Salamanca Siacutegueme 2004

Aacutelvarez Goacutemez Mariano Andreacute Joatildeo M (Coords) Coincidencia de

opuestos y concordia Los caminos del pensamiento en Nicolaacutes de

Cusa Salamanca SCLF 2002

Anselmo Annamaria Edgar Morin e gli scienziati contemporanei Meciacute-

na Rubbetino Editore 2005

Arana Juan ldquoiquestTiene que ver algo la ciencia con el descubrimiento de la

verdadrdquo en Arana Juan El caos del conocimiento Del aacuterbol de

las ciencias a la marantildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 69-

87

523

ldquoiquestTodaviacutea es posible la interdisciplinariedadrdquo en Arana Juan El

caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del sa-

ber Pamplona Eunsa 2004 pp 13-23

ldquoCausalidad y objetividad Schroumldinger y el trasfondo filosoacutefico de la

fiacutesica cuaacutenticardquo en Mataix C Rivadulla A (Eds) Fiacutesica Cuaacutenti-

ca y Realidad Madrid Complutense 2002 pp 73-96

ldquoCiencia y Religioacuten iquestEquilibrio armoniacutea o alternativardquo en VV

AA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones en torno a la ad-

quisicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Fundacioacuten Iberdrola

2004

ldquoLa incierta sabiduriacutea del filoacutesofordquo en Arana Juan El caos del

conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del saber Pam-

plona Eunsa 2004 pp 37-49

ldquoLa revolucioacuten cientiacutefica y las revoluciones filosoacuteficasrdquo en Arana

Juan El caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la mara-

ntildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 49-69

ldquoNecesidad libertad azarrdquo en Ibaacutentildeez-Martiacuten J A (Ed) Reali-

dad e Irrealidad Madrid Rialp 2001 pp 33-43 [ldquoNecesidad liber-

tad azarrdquo en VVAA Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los

problemas del presente Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa

de Filosofiacutea 2005]

ldquoUnidad y diversidad del saber en los umbrales del siglo XXIrdquo en

Arana Juan El caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la

marantildea del saber Pamplona Eunsa 2004 pp 103-119

524

Claves del conocimiento del mundo 1 Materia y movimiento Sevi-

lla Kronos 1999

Claves del conocimiento del mundo 2 Universo y vida Sevilla Kro-

nos 2000

El caos del conocimiento Del aacuterbol de las ciencias a la marantildea del

saber Pamplona Eunsa 2004

El Dios sin rostro Presencia del panteiacutesmo en el pensamiento del si-

glo XX Madrid Biblioteca Nueva 2003

Materia Universo Vida Madrid Tecnos 2005

Arias Eusebio R Tiempo cero un viaje por el Big Bang Madrid Sirius

1992

Arzel Amir D Entrelazamiento El mayor misterio de la fiacutesica Barcelona

Criacutetica 2004

Asimov Isaac Aacutetomo Viaje a traveacutes del cosmos subatoacutemico Barcelona

Plaza-Janeacutes 1991

El Universo De la tierra plana a los quaacutesares Madrid Alianza

2000

Atlan Henri Lacuteorganisation biologique et la theorie de lacuteinformation Pa-

ris Seuil 2006

ldquoDeacutebat Henri Atlan-Edgar Morin Entre causaliteacute et finaliteacuterdquo en

VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour

drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 247-253

525

ldquoFinalidades poco comunesrdquo en Thompson William Irwin (Ed)

Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

ldquoFinaliteacute du complexerdquo en VVAA Colloque de Cerisy Argu-

ments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990

pp 239-246

Con razoacuten y sin ella Barcelona Tusquets 1991

Cuestiones vitales entre el saber y la opinioacuten Barcelona Tusquets

1997

Entre le cristal et la fumeacutee Paris Seuil 1986

Atmanspacher Harald Bishop Robert (Eds) Between Change and Choi-

ce Interdisciplinary Perspectives on Determinism Thorverton Im-

print Academic 2002

Audouze Jean Cosseacute Michel Carriegravere Jean-Claude Conversaciones so-

bre lo invisible Barcelona Seix Barral 1997

Aacutevila Crespo Remedios Nietzsche y la redencioacuten del azar Granada Uni-

versidad de Granada 1986

Axelos Kostas El pensamiento planetario El devenir-pensamiento del

mundo y el devenir-mundo del pensamiento Caracas Monte Aacutevila

1969

Horizontes del mundo Meacutexico FCE 1980

Le jeu du monde Paris Les Eacuteditions de Minuit 1969

Sistemaacutetica abierta Buenos Aires Galerna 1986

526

Balandier Georges El desorden La teoriacutea del caos y las ciencias sociales

Elogio de la fecundidad del movimiento Barcelona Gedisa 1999

Batlle Jorge Gumuzzio Joseacute La quiacutemica ciencia de la materia y el cam-

bio Barcelona Salvat 1998

Belmonte Juan Antonio Las leyes del cielo Astronomiacutea y civilizaciones

antiguas Madrid Temas de Hoy 1999

Benkirane Reacuteda (Ed) La complexiteacute vertiges et promesses 18 histoires

de sciences Paris Le Pommier 2002

Berstein Jeremy Einstein El hombre y su obra Madrid Mc Graw-Hill

2006

Bianchi Franccediloise ldquoLecture hologrammatique de lrsquoœuvre drsquoEdgar Morinrdquo

en VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (au-

tour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 11-24

Bloch Ernst Sujeto-objeto El pensamiento de Hegel Meacutexico FCE

1982

Bocchi G Ceruti M La sfida della complexita Milano Feltrinelli 1997

ldquoLe problegraveme cosmologique de la moderniteacute de lrsquounivers au pluri-

versrdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutetho-

de (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 107-116

Bodanis David E=mcsup2 La biografiacutea de la ecuacioacuten maacutes famosa del mun-

do Barcelona Planeta 2000

Bohm David ldquoEl cosmos la materia la vida y la concienciardquo en Lorimer

David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experimentacioacuten a la

experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

527

La totalidad y el orden implicado Barcelona Kairoacutes 2004

Bohr Niels La teoriacutea atoacutemica y la descripcioacuten de la naturaleza Madrid

Alianza 1988

Bondi H Cosmologiacutea Barcelona Labor 1972

Briggs John P Peat David F A traveacutes del maravilloso espejo del Univer-

so Barcelona Gedisa 1989

Brockman John (Ed) El nuevo humanismo y las fronteras de la ciencia

Barcelona Kairoacutes 2007

La tercera cultura Maacutes allaacute de la revolucioacuten cientiacutefica Barcelona

Tusquets 1996

Broncano Fernando ldquoLa integracioacuten de los saberes cientiacuteficos y humaniacutes-

ticosrdquo en VVAA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones en

torno a la adquisicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Fundacioacuten

Iberdrola 2004

Brunet Jean ldquoLe principe de cosmo-physique et le pheacutenomegravene drsquoorganisa-

tionrdquo en VV AA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutetho-

de (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 167-177

Burguiegravere Andreacute ldquoDe la historia evolucionista a la historia complejardquo en

Solana Ruiz Joseacute Luis (Ed) Con Edgar Morin por un pensamien-

to complejo Madrid Akal 2005

ldquoHistoire du preacutesent et preacutesence de lrsquoHistoire dans lrsquoœuvre drsquoEdgar

Morinrdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacute-

thode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 87-93

Cabral Antonio ldquoLa tercera culturardquo en Ciencias nordm 51 (1998)

528

Capra Fritjof Steindl-Rast David Pertenecer al Universo Madrid Edaf

1994

Capra Fritjof ldquoLa nueva fiacutesica y la realidad cientiacutefica de nuestra eacutepocardquo

en Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experi-

mentacioacuten a la experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

El punto crucial ciencia sociedad y cultura naciente Barcelona

RBA 1987

El tao de la fiacutesica Maacutelaga Sirio 1996

La trama de la vida una nueva perspectiva de los sistemas vivos

Barcelona Anagrama 1998

Las conexiones ocultas implicaciones sociales medioambientales

econoacutemicas y bioloacutegicas de una nueva visioacuten del mundo Barcelona

Anagrama 2003

Sabiduriacutea insoacutelita Conversaciones con personajes notables Barce-

lona Kairoacutes 1995

Casas Vaacutezquez Joseacute ldquoUn nuevo enfoque de la termodinaacutemica del no-equi-

libriordquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de

Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Cassirer Ernst El problema del conocimiento en la filosofiacutea y en la ciencia

moderna vol I Meacutexico F C E 1962

Castoriadis Cornelius ldquoPour soi et subjectiviteacuterdquo en VVAA Colloque de

Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris

Seuil 1990 pp 118-127

529

Ceja Velaacutesquez Mordf Luisa ldquoDe lo humano o la naturaleza trascendidardquo en

Ciencias especial nordm 1 (1986)

Ceruti Mauro Lazlo Erwin Physis abitare la Terra Milano Feltrinelli

1988

Chamorro Mielke Joaquiacuten Ciencia y Filosofiacutea Ontologiacutea y objetividad

cientiacutefica Madrid Akal 2003

Chanu Jacques ldquoAcerca de la hipoacutetesis del equilibrio localrdquo en VVAA

El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Colo-

quio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Charon Jean E Tiempo espacio hombre Barcelona Kairoacutes 1974

Cosmologiacutea teoriacuteas sobre el Universo Madrid Guadarrama 1969

Chudnovsky Eugene ldquoSobre una nube de electronesrdquo en Punset Eduar-

do Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones

con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino

2006

Cleacutement Pierre ldquoOrganizacioacuten bioloacutegica y evolucioacutenrdquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Coles Peter Einstein y el nacimiento de la gran ciencia Barcelona Gedi-

sa 2004

Colli Giorgio Despueacutes de Nietzsche Barcelona Anagrama 2000

Comellas Joseacute Luis La naturaleza de las estrellas Madrid Sirius 1992

Comte-Sponville Andreacute iquestQueacute es el tiempo Reflexiones sobre el pasado

el presente y el futuro Barcelona Andreacutes Bello 2001

530

Conche Marcel Lacutealeacuteatoire Paris PUF 1998

Preacutesence de la nature Paris PUF 2001

Courbage Maurice ldquoLa entropiacutea como selectora de las condiciones inicia-

lesrdquo en VV AA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya

Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

DacuteEspagnat Bernard En busca de lo real La visioacuten de un fiacutesico Madrid

Alianza 1983

On physics and philosophy Princeton University Press 2006

Dalai Lama El Universo en un solo aacutetomo Coacutemo la unioacuten entre ciencia y

espiritualidad puede salvar el mundo Barcelona Grijalbo 2006

Davies Paul C W La mente de Dios La base cientiacutefica para un mundo

ra- cional Madrid Mc Graw-Hill 2006

ldquoEl programa coacutesmico principios autoorganizadores de la materia y

la energiacuteardquo en Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la

experimentacioacuten a la experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

Dios y la nueva fiacutesica Barcelona Salvat 1988

El espacio y el tiempo en el Universo contemporaacuteneo Buenos Ai-

res FCE 1982

El universo accidental Barcelona Salvat 1986

La frontera del infinito de los agujeros negros a los confines del

universo Barcelona Salvat 1988

Dawkins Richard Destejiendo el arco iris ciencia ilusioacuten y el deseo de

asombro Barcelona Tusquets 2000

Deleuze Gilles Diferencia y repeticioacuten Madrid Juacutecar 1988

531

Nietzsche y la filosofiacutea Barcelona Anagrama 2000

Deligeorges Steacutephane (Ed) El mundo cuaacutentico Madrid Alianza 1990

Einstein Albert Infeld Leopold La evolucioacuten de la fiacutesica Barcelona Sal-

vat 1986

La fiacutesica Aventura del pensamiento El desarrollo de las ideas des-

de los primeros conceptos hasta la relatividad y los cuantos Buenos

Aires Losada 1990

Einstein Albert Mi visioacuten del mundo El ideario cientiacutefico que revolucionoacute

nuestra eacutepoca Barcelona Tusquets 2005

Erickson Jon La vida en la Tierra Origen y evolucioacuten Madrid Mc Graw-

Hill 2006

Escohotado Antonio Caos y orden Madrid Espasa-Calpe 1999

Realidad y substancia Madrid Taurus 1986

Espiacutendola Juan M El tercer planeta Edad estructura y composicioacuten de

la Tierra Meacutexico FCE 1997

Espinosa Rubio Luciano ldquoNaturaleza modelos metaacuteforas y consecuen-

cias praacutecticasrdquo en Garciacutea Goacutemez-Heras Joseacute Mordf et al (Ed) To-

marse en serio la naturaleza Eacutetica ambiental en perspectiva multi-

disciplinar Madrid Biblioteca Nueva 2004

ldquoPerspectivas sobre el problema de la naturalezardquo en VVAA

Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los problemas del presente

Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 2005

532

ldquoPor una nueva voluntad de inteligenciardquo en VVAA Problemas

fundamentales del conocimiento Salamanca Sociedad Castellano-

Leonesa de Filosofiacutea 1993

ldquoSobre metafiacutesica y filosofiacutea de la naturalezardquo en VVAA Meta-

fiacutesica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salamanca Socie-

dad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1996

Spinoza naturaleza y ecosistema Salamanca Universidad Pontifi-

cia de Salamanca 1995

Fairen Victor ldquoHacia la comprensioacuten de los sistemas complejosrdquo en VV

AA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine

Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Ferguson Kitty La medida del Universo La buacutesqueda cientiacutefica de la

cuantificacioacuten del cosmos a traveacutes de la historia Barcelona Ma non

troppo 2000

Fernaacutendez Castro Telmo El desafiacuteo del universo de Tales de Mileto a la

energiacutea oscura Madrid Espasa 2007

Historias del Universo Madrid Espasa 1997

Fernaacutendez-Rantildeada Antonio Ciencia incertidumbre y conciencia Heisen-

berg Madrid Nivela 2004

Los muchos rostros de la ciencia Oviedo Nobel 1995

Ferrys Timothy Informe sobre el Universo Barcelona Criacutetica 1998

La aventura del Universo De Aristoacuteteles a la teoriacutea de los cuantos

Una historia sin fin Barcelona Criacutetica 1990

Feynman Richard P El placer de descubrir Barcelona Criacutetica 2000

533

Queacute significa todo eso Reflexiones de un cientiacutefico-ciudadano Bar-

celona Criacutetica 1999

Seis piezas faacuteciles Barcelona Criacutetica 1998

Fine Arthur The Shaky Game Einstein Realism and the Quantum Theory

Chicago University of Chicago Press 1996

Fink Eugen La filosofiacutea de Nietzsche Madrid Alianza 1996

Le jeu comme symbole du monde Paris Les Eacuteditions de Minuit

Paris 1966

Forward Robert L Davis Joel Explorando el mundo de la antimateria

Barcelona Gedisa 1990

Gadamer Hans-Georg Verdad y meacutetodo Salamanca Siacutegueme 1977

ldquoHistoria de efectos y aplicacioacutenrdquo en Warning Rainer (Ed) Esteacuteti-

ca de la recepcioacuten Madrid Visor 1989

ldquoSobre el oiacuterrdquo en Acotaciones hermeneacuteuticas Madrid Trotta 2002

pp 67-76

Gaill Franccediloise ldquoBiologiacutea y devenirrdquo en VVAA El tiempo y el devenir

a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983)

Barcelona Gedisa 1996

Garciacutea Belmar Antonio Bertomeu Saacutenchez Joseacute R Nombrar la materia

Una introduccioacuten histoacuterica a la terminologiacutea quiacutemica Barcelona

Del Serbal 1999

Garciacutea Goacutemez-Heras Joseacute Mordf et al (Ed) Tomarse en serio la naturaleza

Eacutetica ambiental en perspectiva multidisciplinar Madrid Biblioteca

Nueva 2004

534

Gardner Martin El Universo ambidiestro Simetriacuteas y asimetriacuteas en el cos-

mos Barcelona Labor 1993

Garrido Manuel Valdeacutes Luis M Arenas Luis (Eds) El legado filosoacutefico

y cientiacutefico del siglo XX Madrid Caacutetedra 2007

Gershenson C Heylighen F ldquoHow can we think the complexrdquo en Ri-

chardson Kurt (Ed) Managing the Complex vol I Charlotte In-

formation Age Publishing 2005 pp 47-62

Gell-Man Murray El quark y el jaguar Aventuras en lo simple y lo com-

plejo Barcelona Tusquets 1995

George Claude ldquoDinaacutemica de las correlacionesrdquo en VVAA El tiempo y

el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy

(1983) Barcelona Gedisa 1996

Glansdorff Paul ldquoPropiedades macroscoacutepicas de los fenoacutemenos irreversi-

blesrdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya

Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Glashow Sheldon Lee ldquoEstamos a mitad del caminordquo en Punset Eduar-

do Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones

con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino

2006

Interacciones Barcelona Tusquets 1994

Goumldel Kurt Obras completas Madrid Alianza 2006

Godin Christian Philosophie et science de la nature Paris Eacuteditions du

Temps 2001

535

Goldbeter Albert ldquoAutoorganizacioacuten temporal en los sistemas bioloacutegicosrdquo

en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Pri-

gogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Goacutemez Garciacutea Pedro La antropologiacutea compleja de Edgar Morin Grana-

da Universidad de Granada 2003

Gonzaacutelez Aacutelvarez Aacutengel Tratado de metafiacutesica Ontologiacutea Madrid Gre-

dos 1967

Gonzaacutelez Noriega Santiago El devenir en la filosofiacutea de Nietzsche en VV

AA En favor de Nietzsche Madrid Taurus 1972

Gonzaacutelez Ruiz Agustiacuten La nueva imagen del mundo El impacto filosoacutefico

de la teoriacutea de la relatividad Madrid Akal 2003

Gould Stephen Jay La estructura de la teoriacutea de la evolucioacuten Barcelona

Tusquets 2004

Greene Brian El tejido del cosmos Barcelona Criacutetica 2006

El Universo elegante Supercuerdas dimensiones ocultas y la buacutes-

queda de una teoriacutea final Barcelona Criacutetica 2001

Gribbin John El nacimiento del tiempo Coacutemo medimos la edad del Uni-

verso Barcelona Paidoacutes 2000

En busca de SUSY Supersimetriacutea cuerdas y la teoriacutea del todo Bar-

celona Criacutetica 2000

En busca del Gato de Schroumldinger La fascinante historia de la me-

caacutenica cuaacutentica Barcelona Salvat 1985

536

Griffiths Bede ldquoLa visioacuten de la no-dualidad en las religiones del mundordquo

en Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experi-

mentacioacuten a la experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

Grinberg Miguel Edgar Morin y el pensamiento complejo Madrid Cam-

po de Ideas 2002

Gruard Agnes et al Los relojes que gobiernan la vida Meacutexico FCE

2002

Gueacutenard Franccedilois Leliegravevre Gilbert (Eds) Pensar la matemaacutetica Barce-

lona Tusquets 1999

Guilleacuten Michael Cinco ecuaciones que cambiaron el mundo El poder y la

belleza de las matemaacuteticas Madrid Debate 1999

Guth Alan H El Universo inflacionario Madrid Debate 1999

Guzoacuten Nestar Joseacute Luis El nuevo estatuto del tiempo introduccioacuten al es-

tudio del concepto de tiempo en Ilya Prigogine Salamanca Univer-

sidad Pontificia de Salamanca 2002

Hacyan Shahen Fiacutesica y metafiacutesica del espacio y el tiempo La filosofiacutea en

el laboratorio Buenos Aires FCE 2004

Hawking Stephen W Penrose Roger Cuestiones cuaacutenticas y cosmoloacutegi-

cas Madrid Alianza 1993

La naturaleza del espacio y el tiempo Madrid Debate 1996

Hawking Stephen W (Ed) A hombros de gigantes Las grandes obras de

la fiacutesica y la astronomiacutea Barcelona Criacutetica 2003

El Universo en una caacutescara de nuez Barcelona Criacutetica 2005

Historia del tiempo Barcelona Criacutetica 1989

537

Breviacutesima historia del tiempo Barcelona Criacutetica 2006

Heidegger Martin Introduccioacuten a la metafiacutesica Buenos Aires Nova

1980

Heimsoeth Heinz Los seis grandes temas de la metafiacutesica occidental Ma-

drid Revista de Occidente 1974

Heisenberg Werner Bohr Niels Schroumldinger Erwin Fiacutesica cuaacutentica

Barcelona Ciacuterculo de Lectores 1996

Heisenberg Werner La imagen de la naturaleza en la fiacutesica contemporaacute-

nea Barcelona Planeta 1993

Heisenberg Werner La parte y el todo Conversando en torno a la

fiacutesica atoacutemica Madrid Ellago 2004

Holland John H El orden oculto De coacutemo la adaptacioacuten crea la comple-

jidad Buenos Aires FCE 2004

Jacob Franccedilois El juego de lo posible ensayo sobre la diversidad de los

seres vivos Barcelona Grijalbo 1997

Loacutegica de lo viviente e Historia de la biologiacutea Barcelona Anagra-

ma 1975

Jacquard Albert La materia y la vida Madrid Paradigma 1997

Jaspers Karl Esencia y formas de lo traacutegico Buenos Aires Editorial Sur

1960

Psicologiacutea de las concepciones del mundo Madrid Gredos 1967

Jay Gould Stephen ldquoNo hay propoacutesito en la evolucioacutenrdquo en Punset

Eduardo Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversa-

538

ciones con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona

Destino 2006

Eacuterase una vez el zorro y el erizo Las humanidades y la ciencia en el

tercer milenio Barcelona Criacutetica 2004

Joachain CJ ldquoLa flecha del tiempo y el origen de la irreversibilidadrdquo en

VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigo-

gine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Kanitschneider Bernulf Von der mechanistischen Welt zum kreativen Uni-

versum Zu einem neuen philosophischen Verstaumlndnis der Natur

Darmstadt Wissenschaftlige Buchgesellschaft 1993

Kippenhahn Rudolf Luz del confiacuten del Universo el Universo y sus inicios

Barcelona Salvat 1987

Kirshner Robert P El universo extravagante Estrellas explosivas ener-

giacutea oscura y cosmos acelerado Madrid Siruela 2006

Koestler Arthur En busca de lo absoluto Barcelona Kairoacutes 1983

Las raiacuteces del azar Barcelona Kairoacutes 1974

Kofman Sarah Nietzsche et la meacutetaphore Paris Eacuteditions Galileacutee 1983

Lahera Claramonte Jesuacutes De la teoriacutea atoacutemica a la fiacutesica cuaacutentica Bohr

Madrid Nivola 2004

Landsberg Peter T ldquoLa buacutesqueda de la certeza en un universo probabiliacutes-

ticordquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tus-

quets 1996

Langair Malcolm S La evolucioacuten de nuestro Universo Madrid Cambrid-

ge University Press 1998

539

Lao Zi El libro del Tao Madrid Alfaguara 1996

Lederman Leon La partiacutecula divina Barcelona Criacutetica 1998

Lewin R Complejidad El caos como generador de orden Barcelona

Tusquets 1995

Lightman Alan P Grandes ideas de la fiacutesica Coacutemo los descubrimientos

cientiacuteficos han cambiado nuestra vida Madrid Mc Graw-Hill 2006

Lorimer David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experimentacioacuten a la

experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

Lovelock James ldquoEl entorno actual y la perspectiva gaianardquo en Lorimer

David (Ed) El espiacuteritu de la ciencia De la experimentacioacuten a la

experiencia Barcelona Kairoacutes 2000

ldquoEs la vida la que disentildea el planetardquo en Punset Eduardo Cara a

cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones con los

grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino 2006

ldquoGaia Un modelo para la dinaacutemica planetaria y celularrdquo en

Thompson William Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva

biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

Gaia a New Look at Life on Earth Oxford University Press 1979

Loy David La no-dualidad Barcelona Kairoacutes 2004

Lucrecio De la naturaleza Barcelona Bosch 1993

Ludwig Guumlnther ldquoMicrosistemas macrosistemas y determinismordquo en

Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tusquets

1996

540

Mandelbrot Benoit B La geometriacutea fractal de la naturaleza Barcelona

Tusquets 1997

Manghi Sergio ldquoMeacuteta-sociobiologie De lrsquoEmpire des gegravenes aacute la Reacutepubli-

que du complexerdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments

pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp

186-194

Mankiewicz Richard Historia de las matemaacuteticas Del caacutelculo al caos

Barcelona Paidoacutes 2000

Margulis Lynn ldquoLa vida temprana Los microbios tienen prioridadrdquo en

Thompson William Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva

biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

Microcosmos cuatro mil millones de antildeos de evolucioacuten desde nues-

tros ancestros microbianos Barcelona Tusquets 1995

Martiacuten Velasco Juan (Ed) La experiencia miacutestica Madrid Trotta 2004

Martiacutenez Migueacutelez Miguel El paradigma emergente hacia una nueva

teoriacutea de la racionalidad cientiacutefica Barcelona Gedisa 1993

Marx Karl Diferencia de la filosofiacutea de la naturaleza en Demoacutecrito y Epi-

curo Madrid Ayuso 1971

Mason Stephen F Historia de las ciencias vol 5 ldquoLa ciencia del siglo

XXrdquo Madrid Alianza 1997

Massuh Victor La flecha del tiempo Einstein Hawking y las fronteras de

la ciencia Barcelona Edhasa 1990

Maturana Humberto Varela Francisco El aacuterbol del conocimiento Las

bases bioloacutegicas del conocimiento humano Madrid Debate 1990

541

Autopoiesis and Cognition The Realization of the Living Dordrecht

Kluwer Academia Publishers 1980

Maturana Humberto ldquoTodo lo dice un observadorrdquo en Thompson Wi-

lliam Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea Barce-

lona Kairoacutes 1989

Mediavilla Peacuterez Mordf Jesuacutes La historia de la Tierra Un estudio global so-

bre la materia Madrid Mc Graw-Hill 2006

Merleau-Ponty Jacques Cosmologiacutea del S XX Estudio epistemoloacutegico e

histoacuterico de las teoriacuteas de la cosmologiacutea contemporaacutenea Madrid

Gredos 1971

Miller Stanley ldquoPor queacute todaviacutea no lo sabemos todordquo en Punset Eduar-

do Cara a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones

con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino

2006

Misra B ldquoTeoriacutea de los sistemas dinaacutemicosrdquo en VVAA El tiempo y el

devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy

(1983) Barcelona Gedisa 1996

Moncho Morales Joseacute La estructura atoacutemica Madrid Santillana 1998

Monod Jacques El azar y la necesidad Ensayo sobre la filosofiacutea natural

de la biologiacutea moderna Barcelona Tusquets 1993

Moreno Ricardo Historia breve del Universo Madrid Rialp 1998

Morin Edgar Kern Anne Brigitte Tierra-Patria Barcelona Kairoacutes 2004

542

Morin Edgar et al Educar en la era planetaria El pensamiento complejo

como Meacutetodo de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana

Valladolid Universidad de ValladolidUNESCO 2002

Morin Edgar ldquoEl devenir del devenirrdquo en Solana Ruiz Joseacute Luis (Ed)

Con Edgar Morin por un pensamiento complejo Madrid Akal

2005

ldquoMessie mais nonrdquo en VVAA Colloque de Cerisy Arguments

pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp

254-268

Autocriacutetica Barcelona Kairoacutes 1976

Ciencia con consciencia Barcelona Anthropos 1984

El hombre y la muerte Barcelona Kairoacutes 2004

El paradigma perdido Ensayo de bioantropolgiacutea Barcelona Kai-

roacutes 2004

Introduccioacuten al pensamiento complejo Barcelona Gedisa 2001

El meacutetodo 1 La naturaleza de la naturaleza Madrid Caacutetedra 2006

El meacutetodo 2 La vida de la vida Madrid Caacutetedra 2006

El meacutetodo 3 El conocimiento del conocimiento Madrid Caacutetedra

2006

El meacutetodo 4 Las ideas Madrid Caacutetedra 2006

El meacutetodo 5 La humanidad de la humanidad Madrid Caacutetedra

2006

El meacutetodo 6 Eacutetica Madrid Caacutetedra 2006

543

Los siete saberes necesarios para la educacioacuten del futuro Paris

UNESCO 1999

Mis demonios Barcelona Kairoacutes 1995

Morris Richard Las flechas del tiempo Una visioacuten cientiacutefica del tiempo

Barcelona Salvat 1986

Moscovici Serge ldquoLa historia humana de la naturalezardquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

De la nature pour penser lacuteeacutecologie Paris Meacutetailieacute 2002

Essai sur lacutehistoire humaine de la nature Paris Flammarion 1968

Mosteriacuten Jesuacutes Ciencia viva Reflexiones sobre la aventura intelectual de

nuestro tiempo Madrid Espasa 2001

La naturaleza humana Madrid Espasa-Calpe 2006

Munnshe Jorge La sinfoniacutea del cosmos Madrid Contrastes 1995

Murphy Michael P OacuteNeill Luke AJ La biologiacutea del futuro iquestQueacute es la

vida Cincuenta antildeos despueacutes Barcelona Tusquets 1999

Narlikar Jayant V Las siete maravillas del cosmos Madrid Cambridge

University Press 2000

Nealson Kenneth ldquoLa vida no deberiacutea estar ahiacuterdquo en Punset Eduardo Ca-

ra a cara con la vida la mente y el Universo Conversaciones con

los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelona Destino 2006

Negri Antimo Nietzsche eo lacuteinnocenza del divenire Napoli Liguori Edi-

tore 1986

544

Nicolis Greacutegoire ldquoEstructuras disipativas bifurcaciones y fluctuaciones

hacia una dinaacutemica de los sistemas complejosrdquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Nietzsche Friedrich Asiacute habloacute Zaratustra Madrid Alianza 2002

Crepuacutesculo de los iacutedolos Madrid Alianza 1998

Ecce homo Madrid Alianza 2001

El nacimiento de la tragedia Madrid Alianza 1995

La gaya ciencia Madrid Espasa-Calpe 2000

Maacutes allaacute del bien y del mal Madrid Alianza 2001

Epistolario Madrid Biblioteca Nueva 1999

Ortega y Gasset Joseacute El tema de nuestro tiempo Madrid Alianza-Revista

de Occidente 1987

ldquoMeditaciones del Quijoterdquo en Obras Completas Tomo I Madrid

Alianza 1983

ldquoiquestQueacute es filosofiacuteardquo en Obras Completas Tomo VII Madrid

Alianza 1983

Osten-Sacken Peter von der A traveacutes del espacio y del tiempo Madrid

Gredos 1967

Pacault Adolphe ldquoEvolucioacuten y estructuras temporales y espaciales de los

sistemasrdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de

Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Paacuteniker Salvador Aproximacioacuten al origen Barcelona Kairoacutes 1985

545

Ensayos retroprogresivos Barcelona Kairoacutes 1987

Pannikar Raimundo El concepto de naturaleza Anaacutelisis histoacuterico y meta-

fiacutesico de un concepto Madrid CSIC 1972

Pascual Pedro (Ed) Partiacuteculas elementales Quarks leptones y unifica-

cioacuten de las fuerzas Barcelona Investigacioacuten y CienciaScientific

American 1986

Penrose Roger et al Lo grande lo pequentildeo y la mente humana Madrid

Cambridge University Press 1999

Penrose Roger El camino de la realidad Barcelona Debate 2006

Pentildea Lorenzo El ente y su ser Un estudio loacutegico-metafiacutesico Leoacuten Uni-

versidad de Leoacuten 1985

Peacuterez de Laborda Alfonso La ciencia contemporaacutenea y sus implicaciones

filosoacuteficas Madrid Ediciones Pedagoacutegicas 2002

Petitot Jean ldquoEl problema del surgimiento de lo descriptible a partir de lo

indescriptiblerdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la

obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedi-

sa 1996

Prigogine Ilya iquestTan soacutelo una ilusioacuten Una exploracioacuten del caos al orden

Barcelona Tusquets 1993

ldquoiquestUn siglo de esperanzardquo en VVAA El tiempo y el devenir a

partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Bar-

celona Gedisa 1996

ldquoEnfrentaacutendose con lo irracionalrdquo en Wagensberg Jorge (Ed) Pro-

ceso al azar Barcelona Tusquets 1996

546

El fin de las certidumbres Madrid Taurus 1997

El nacimiento del tiempo Barcelona Tusquets 1991

La estructura de lo complejo Madrid Alianza 1997

Las leyes del caos Barcelona Criacutetica 1997

Prigogine Ilya Stengers Isabelle Entre el tiempo y la eternidad Madrid

Alianza 1990

La nueva alianza Madrid Alianza 2002

Redhead Michael From Physics to Metaphysics Cambridge University

Press 1996

Reeves H et al La historia maacutes bella del mundo los secretos de nuestros

oriacutegenes Barcelona Anagrama 1997

Reeves Hubert La hora de embriagarse iquestTiene sentido el Universo

Barcelona Kairoacutes 1988

Uacuteltimas noticias del cosmos Madrid Alianza 1996

Revillard Jean-Pierre ldquoMeacutethode et complexiteacute en biologierdquo en VVAA

Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEd-

gar Morin) Paris Seuil 1990 pp 178-185 VVAA Colloque de

Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris

Seuil 1990

Ridderbos Katinka (Ed) El tiempo Madrid Cambridge University Press

2003

Rioja Ana Teoriacuteas del Universo Madrid Siacutentesis 1999

Rodriacuteguez Luis F Un universo en expansioacuten Meacutexico FCE 1995

547

Roger Ciurana Emilio Edgar Morin Introduccioacuten al pensamiento comple-

jo Valladolid Universidad de Valladolid 1997

Rohrer Heinrich Garciacutea Nicolaacutes ldquoLa conciencia de los aacutetomosrdquo en Pun-

set Eduardo Cara a cara con la vida la mente y el Universo Con-

versaciones con los grandes cientiacuteficos de nuestro tiempo Barcelo-

na Destino 2006

Ronan Colin A Historia natural del Universo Desde el Big Bang hasta el

fin de los tiempos Madrid Del Prado 1992

Ross Taylor Stuart Nuestro Sistema Solar y su lugar en el cosmos Desti-

no o azar Madrid Cambridge University Press 2000

Rosset Cleacutement El principio de crueldad Valencia Pre-textos Valencia

1994

La anti-naturaleza Elementos para una filosofiacutea traacutegica Madrid

Taurus 1974

Loacutegica de lo peor Elementos para una filosofiacutea traacutegica Barcelona

Barral Editores 1976

La fuerza mayor Madrid Acuarela 2000

Lo real y su doble Barcelona Tusquets 1993

Rostan Jean-Claude ldquoEquilibrio y estabilidad en ecologiacuteardquo en VVAA

El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Colo-

quio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Ruelle David ldquoEl impacto filosoacutefico de la fiacutesica actualrdquo en VVAA El

tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Coloquio

de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

548

Salam Abdus Heisenberg Werner Dirac Paul La unificacioacuten de las fuer-

zas fundamentales Barcelona Gedisa 1991

Sametband Moiseacutes Joseacute Entre el orden y el caos la complejidad Buenos

Aires FCE 1999

San Agustiacuten Confesiones Madrid BAC 1988

Saacutenchez del Riacuteo Carlos (Ed) El significado de la fiacutesica Madrid Universi-

dad Complutense 2002

Saacutenchez Ron Joseacute Manuel (Ed) Einstein Obra esencial Barcelona Criacuteti-

ca 2005

ldquoLa ciencia como objeto cultural Un reto para la educacioacuten del si-

glo XXIrdquo en VVAA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones

en torno a la adquisicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Funda-

cioacuten Iberdrola 2004

Savater Fernando Idea de Nietzsche Barcelona Ariel 1995

Invitacioacuten a la eacutetica Barcelona Anagrama 1999

La tarea del heacuteroe Barcelona Destino 1992

Schatzman Evry ldquoUniversalidad de las leyes de la naturaleza y cosmolo-

giacuteardquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tus-

quets 1996

Schroumldinger Erwin iquestQueacute es la vida Barcelona Tusquets 2006

Ciencia y humanismo Barcelona Tusquets 2006

La estructura del espacio-tiempo Madrid Alianza 1992

Mente y materia Barcelona Tusquets 2006

Mi concepcioacuten del mundo Barcelona Tusquets 2006

549

Smith Huston Las religiones del mundo Barcelona Kairoacutes 2000

Smoluchawski Roman El Sistema Solar El Sol los planetas y la vida

Barcelona LaborScientific American 1986

Solana Ruiz Joseacute Luis Antropologiacutea y complejidad humana Comares

Granada 2001

ldquoEcologiacuteas ecologismos y paradigma de la complejidadrdquo en Sola-

na Ruiz Joseacute Luis (Ed) Con Edgar Morin por un pensamiento

complejo Madrid Akal 2005

ldquoPor un pensamiento complejordquo en Solana Ruiz Joseacute Luis (Ed)

Con Edgar Morin por un pensamiento complejo Madrid Akal

2005

Spire Arnaud El pensamiento de Prigogine la belleza del caos Barcelo-

na Andreacutes Bello 2001

Stengers Isabelle ldquoTransformacioacuten de la significacioacuten del concepto de res-

triccioacutenrdquo en VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de

Ilya Prigogine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

Stewart Ian Golubitsky Martin iquestEs Dios un geoacutemetra Las simetriacuteas de

la naturaleza Barcelona Criacutetica 1995

iquestJuega Dios a los dados La nueva matemaacutetica del caos Barcelo-

na Criacutetica 1997

De aquiacute al infinito Las matemaacuteticas de hoy Barcelona Criacutetica

1998

El laberinto maacutegico El mundo a traveacutes de ojos matemaacuteticos Bar-

celona Criacutetica 2001

550

Strathern Paul Bohr y la teoriacutea cuaacutentica Meacutexico Siglo XXI 1999

Terradas Jaume Biografiacutea del mundo Del origen de la vida al colapso

ecoloacutegico Barcelona Destino 2006

Thom Reneacute ldquoDeterminismo e innovacioacutenrdquo en Wagensberg Jorge (Ed)

Proceso al azar Barcelona Tusquets 1996

Thompson William Irwin (Ed) Gaia Implicaciones de la nueva biologiacutea

Barcelona Kairoacutes 1989

Toharia Manuel Hijos de las estrellas Las respuestas de la ciencia a los

enigmas del hombre y el Universo Madrid Temas de Hoy 1998

Trefil James El momento de la creacioacuten del Big Bang al Universo actual

Barcelona Salvat 1986

Udiacuteas Vallina Agustiacuten (Ed) La Tierra Estructura y dinaacutemica Barcelona

Investigacioacuten y CienciaScientific American 1988

Historia de la fiacutesica De Arquiacutemedes a Einstein Madrid Siacutentesis

2004

Varela Francisco ldquoAutopoiesis and a Biology of Intentionalityrdquo en Mc-

Mullin B Murphy N (Eds) Autopoiesis and Perception Dublin

University Press 1992 pp 1-14

ldquoHaciendo camino al andarrdquo en Thompson William Irwin (Ed)

Gaia Implacaciones de la nueva biologiacutea Barcelona Kairoacutes 1989

Vidal Christian ldquoCaos temporal en los sistemas quiacutemicos disipativosrdquo en

VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigo-

gine Coloquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

551

Vilar Sergio La nueva racionalidad Comprender la complejidad con meacute-

todos transdisciplinarios Barcelona Kairoacutes 1997

Vullierme Jean-Louis ldquoPolitique de la sciencerdquo en VVAA Colloque de

Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEdgar Morin) Paris

Seuil 1990 pp 128-134

VVAA Ciencia tecnologiacutea y educacioacuten soluciones en torno a la adqui-

sicioacuten de una cultura cientiacutefica Madrid Fundacioacuten Iberdrola 2004

VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour drsquoEd-

gar Morin) Paris Seuil 1990

VVAA El planeta Tierra en el s XXI Bilbao Durvaacuten 2003

VVAA El tiempo y el devenir a partir de la obra de Ilya Prigogine Co-

loquio de Cerisy (1983) Barcelona Gedisa 1996

VVAA En favor de Nietzsche Madrid Taurus 1972

VVAA Metafiacutesica y pensamiento actual Conocer a Nietzsche Salaman-

ca Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1996

VVAA Naturaleza y libertad La filosofiacutea ante los problemas del presen-

te Salamanca Sociedad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 2005

VVAA Niels Bohr cientiacutefico filoacutesofo humanista Meacutexico FCE 1997

VVAA Problemas fundamentales del conocimiento Salamanca Socie-

dad Castellano-Leonesa de Filosofiacutea 1993

VVAA Simposium sobre la Tierra Barcelona Kairoacutes 2005

VVAA Una ojeada a la materia Meacutexico FCE 1997

Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al azar Barcelona Tusquets 1996

552

ldquoLas reglas del juegordquo en Wagensberg Jorge (Ed) Proceso al a-

zar Barcelona Tusquets 1996

Ideas sobre la complejidad del mundo Barcelona Tusquets 1989

Watts Alan La sabiduriacutea eterna Barcelona Kairoacutes 2000

El camino del tao Barcelona Kairoacutes 2001

Weinberg Stephen Los tres primeros minutos del Universo Madrid

Alianza 1999

Partiacuteculas subatoacutemicas Barcelona Labor 1981

Weinnmann Heinz ldquoLrsquoŒdipe du complexe entre Athegravenes et Romerdquo en

VVAA Colloque de Cerisy Arguments pour une Meacutethode (autour

drsquoEdgar Morin) Paris Seuil 1990 pp 33-44

Weisskopf Victor F La fiacutesica en el siglo XX Madrid Alianza 1990

Whitrow GJ La estructura del Universo Meacutexico FCE 1973

Wilber Ken (Ed) Cuestiones cuaacutenticas Escritos miacutesticos de los fiacutesicos

maacutes famosos del mundo Barcelona Kairoacutes 2005

Wunenburger Jean-Jacques La raison contradictoire sciences et philo-

sophie modernes la penseacutee du complexe Paris Albin Michel 1990

Zubiri Xavier ldquoCiencia y realidadrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza Histo-

ria Dios Madrid Alianza 1974 pp 61-95

ldquoEn torno al problema de Diosrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 361-397

ldquoIntroduccioacuten al problema de Diosrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza

Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 341-360

553

ldquoLa idea de naturaleza en la nueva fiacutesicardquo en Zubiri Xavier Natu-

raleza Historia Dios Madrid Alianza 1974 pp 243-304

ldquoNuestra situacioacuten intelectualrdquo en Zubiri Xavier Naturaleza His-

toria Dios Madrid Alianza 1974 pp 3-31

Estructura dinaacutemica de la realidad Madrid Alianza 1989

Naturaleza Historia Dios Madrid Alianza 1974

42 Artiacuteculos y entradas de diccionarios

Anderson Philip W Anderson Philip W ldquoMore is Differentrdquo en Scien-

ce 177 (1972) pp 393-396

ldquoPhysics The Opening to Complexityrdquo Santa Fe Institute (2005)

en httpsantafeeduresearchpublicationsworkingspapers

Arana Juan ldquoiquestEs la naturaleza un libro escrito en caracteres matemaacuteti-

cosrdquo en Anuario filosoacutefico 33 (2000) pp 43-66

ldquoFiacutesica y metafiacutesica del azarrdquo en Anuario Filosoacutefico vol XXX1

(1997) pp 173-188

ldquoNaturaleza y razoacuten ciencia natural y filosofiacutea de la naturalezardquo en

Theacutemata 5 (1988) pp 9-31

Arleacutes Goacutemez Joseacute ldquoInterconexioacuten hombre-mente-naturaleza desde el tao-

iacutesmordquo en Hallazgos nordm 5 (2006) pp 72-86

Ashby W Ross ldquoPrinciples of the self-organizing systemrdquo en ECO vol

6 nordm 1-2 (2004)

554

Briscoe Ivan ldquoLo que hubo antesrdquo en VVAA ldquoCiencia y religioacuten El

enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la UNESCO (2001) en

httpunescoorgcourier2001_05spdoss0

Cabral Antonio ldquoLa tercera culturardquo en Ciencias nordm 51 (1998)

Carrillo Gil Francisco ldquoDe la materia a la vida y de la vidahellip al iquestespiacuteri-

turdquo en REDcientiacutefica (2002)

ldquoEvolucioacuten de la materia y de la vidardquo en REDcientiacutefica (2001)

ldquoReflexiones sobre el Universo Astrofiacutesica filosofiacutea materia y ener-

giacuteardquo en REDcientiacutefica (2001)

Casares Serrano Antonio D ldquoDe la ecologiacutea a la geofisiologiacutea Imaacutegenes

y metaacuteforas de una naturaleza cambianterdquo en A parte rei 38 en

httpserbalpnticmeces

Ceja Velaacutesquez Mordf Luisa ldquoDe lo humano o la naturaleza trascendidardquo en

Ciencias especial nordm 1 (1986)

Ceruti Mauro ldquoTaches aveugles eacutecologies du changement dynamiques drsquo

auto-eacuteco-organization Reacuteflexions sur lrsquohistoire naturelle des possi-

biliteacutesrdquo (2004) en httpwwwmcxapcor

Chabal Mireille ldquoLa logique du contradictoire de Steacutephane Lupascordquo Bu-

lletin du CIRET nordm 13 (1998)

Chevalley Catherine ldquoFiacutesica cuaacutentica y Filosofiacuteardquo en Revista de Filoso-

fiacutea vol VII nordm 12 (1994) pp 27-49

Cirac Ignacio ldquoLa realidad soacutelo existe cuando tienes conciencia de ellardquo

en La VanguardiaMagazine (18-11-2007)

555

Copen Elke Mansilla Ricardo Miramontes Pedro ldquoLa interdisciplina

desde la teoriacutea de los sistemas complejosrdquo en Ciencias nordm 79

(2005)

Cue Alberto ldquoPor un pensamiento complejo Entrevista con Edgar Mo-

rinrdquo en La Jornada Semanal (27-07-1997)

Deleuze Gilles ldquoLes conditions de la question quacuteest-ce que la philoso-

phierdquo en Revue Chimegraveres nordm 8 en httprevue-chimeresorg

Espinosa Rubio Luciano ldquoLa evolucioacuten como siacutentesis de naturaleza e his-

toriardquo en Theacutemata 24 (2000) pp 59-70

ldquoPensar la naturaleza hoyrdquo en Revista Filosoacutefica de Coimbra nordm 18

(2000)

ldquoUna interpretacioacuten general de Spinozardquo en Cuadernos Salmanti-

nos de Filosofiacutea XXIV (1997)

Feyerabend Paul K ldquoFilosofiacutea de la ciencia una materia con un gran pa-

sadordquo en Teorema vol 4 nordm 1 (1974) pp 11-28

Fernaacutendez Sanjuaacuten Miguel A ldquoLa complejidad en la cienciardquo Anaacutelisis

Madri+d (2004)

ldquoLa fiacutesica al encuentro de la complejidadrdquo en Arbor CLXXX III

728 (2007)

Fdez Sanjuaacuten Miguel A Casado Vaacutezquez Joseacute M ldquoDinaacutemica no-lineal

oriacutegenes y futurordquo en Revista de la Unioacuten Iberoamericana de So-

ciedades de Fiacutesica 11 (2005) pp 23-31

Feynman Richard P ldquoiquestQueacute es la cienciardquo en Ciencias nordm 13 (1988)

Gell-Man Murray ldquoWhat is complexityrdquo Santa Fe Institute (1999) en

556

httpsantafeeduresearchpublicationsworkingpapers

ldquoNature Conformable to Herselfrdquo en The Bulletin of the Santa Fe

Institute 7 1 (1992) pp 7-10

ldquoLetrsquos Call It Plecticsrdquo en Complexity vol 1 nordm 5 (19951996)

Interacciones Barcelona Tusquets 1994

Gleiser Marcelo ldquoLos mitos de la cienciardquo en VVAA ldquoCiencia y reli-

gioacuten El enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la UNESCO

(2001)

Goldenfeld Nigel Kadanoff Leo ldquoSimple Lessons from Complexityrdquo en

Science 248 (1999) pp 87-89

Gonzaacutelez Recio Joseacute Luis ldquoLa unificacioacuten de la mecaacutenica natural y los liacute-

mites de la mecaacutenica claacutesicardquo en Revista de Filosofiacutea vol VIII nordm

14 (1995) pp 77-88

Hacyan Shahen ldquoA la buacutesqueda del tiempo fiacutesicordquo en Ciencias nordm 35

(1994)

ldquoLos misterios del mundo cuaacutenticordquo en Ciencias nordm 46 (1997)

Hawking Stephen W (Ed) ldquoDoes God Play Dicerdquo en Public Lectures

httphawkingorguklectureslindex

ldquoSpace and Time Warpsrdquo en Public Lectures httphawkingorg

uklectureslindex

ldquoThe Beginning of Timerdquo en Public Lectures httphawking

orguklectureslindex

ldquoThe Nature of Space and Timerdquo en Public Lectures httphaw

kingorguklectureslindex

557

Herraacuten Gascoacuten Agustiacuten de la ldquoFundamentos de Racionalidad Compleja

Aplicacioacuten al aacutembito cientiacuteficordquo en REDcientiacutefica (2001)

Herraacuten Gascoacuten Manuel de la ldquoiquestQueacute es Real Lo subjetivo y lo objetivo

Una aproximacioacuten reflexiva hacia la experiencia miacutesticardquo en RED-

cientiacutefica (2002)

Horgan John ldquoCallejoacuten sin salidardquo en VVAA ldquoCiencia y religioacuten El

enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la UNESCO (2001)

Lambert Dominique ldquoCiencia y religioacuten el eterno debaterdquo en VVAA

ldquoCiencia y religioacuten El enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de la

UNESCO (2001)

Le Moigne Jean-Louis ldquoLes trois temps de la moacutedelisation des eacutecosyste-

mes lrsquoentropique lrsquoanthropique et le teacuteleacuteologiquerdquo Le Forum du

Conseil Scientifique du Programme Europeacuteen MCXAPC en http

wwwmcxapcordocsconseilscientlemoign1htm

ldquoLrsquointelligence de la complexiteacute a et agrave deux mains celle qui tient le

pinceau et celle qui tient le ciseaurdquo Lrsquoeacuteditorial du Reacuteseau Intelligen-

ce de la Complexiteacute (2003) en httpwwwmcxapcor

ldquoRelier les connaissances pour comprendre la complexiteacuterdquo Chemin

Faisant nordm36 (2000) en httpwwwmcxapcor

Lupasco Steacutephane ldquoValeurs loacutegiques et contradictionrdquo en La Revue Phi-

losophique nordm 1-3 CXXXV (1945)

Madrid Carlos M ldquoA vueltas con Ortega la fiacutesica y Einsteinrdquo en Revista

de Occidente nordm 294 (2005)

558

Manuel Maas Joseacute Manuel Martiacutenez-Yriacutezar Angelina ldquoLos ecosistemas

definicioacuten origen e importancia del conceptordquo en Ciencias Espe-

cial nordm4 (1990)

Martiacutenez Iradier Miguel Aacutengel ldquoLa mano izquierda del caosrdquo en RED-

cientiacutefica (2005)

Martiacutenez Mekler Gustavo ldquoUna aproximacioacuten a los sistemas complejosrdquo

en Ciencias nordm59 (2000)

Martiacutenez Romero Eduardo ldquoLa restauracioacuten ecoloacutegicardquo en Ciencias nordm

43 (1996)

Martiacutenez Rafael ldquoDel caos de Lucrecio y el nuevo ordenrdquo en Ciencias nordm

8 (1985-6)

Martiacutenez Rodolfo ldquoSimetriacuteas e interacciones en fiacutesicardquo en Ciencias nordm 2

(1982)

Mataix Carmen ldquoEl giro de la nueva ciencia de Platoacuten a Aristoacutetelesrdquo en

Revista de Filosofiacutea vol VII nordm 12 (1994) pp 435-454

Meacutendez Alonzo Rodrigo ldquoLa evolucioacuten geneacutetica como sistema autoorga-

nizado dinaacutemicas no lineales y sistemas bioloacutegicosrdquo en Ciencias nordm

79 (2005)

Montero Rosa ldquoEntrevista a James Lovelock El retorno del creador de

Gaiardquo en EP[S] (7-05-2006)

Morin Edgar ldquoAntropologiacutea de la libertadrdquo en Gazeta de Antropologiacutea

nordm 16-01 (2000)

ldquoComputo ergo sumrdquo en Revue Chimegraveres nordm 8 en httpwwwre-

vue-chimeresorg

559

ldquoEl hombre y el universo de lo bioloacutegico a lo coacutesmicordquo en www

pensamientocomplejocom

ldquoEl pensamiento ecologizadordquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm 12-01

(1996)

ldquoLrsquoaventure de la science fait partie de lrsquoaventure de lrsquohumanite

aventure inconnuerdquo en Chemin Faisant MCX-APC nordm 32 (2006)

ldquoLa complexiteacuterdquo en Colloque sur les interrelations entre la biolo-

gie les sciences sociales et la societeacute Paris UNESCO (1974) en

httpunescodocunescoorgimages001000115011551fbpdf

ldquoLa epistemologiacutea de la complejidadrdquo en Gazeta de Antropologiacutea

nordm 20-02 (2004)

ldquoLa relacioacuten aacutentropo-bio-coacutesmicardquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm

11-01 (1995)

ldquoLa unidualidad del hombrerdquo en Gazeta de Antropologiacutea nordm 13-

01 (1997)

ldquoLe besoin drsquoune penseacutee complexerdquo en Societeacutes nordm 62 (19984)

ldquoLe deacutefi de la complexiteacuterdquo en Revue Chimegraveres nordm 5-6 en http

revue-chimeresorg

Moscovici Serge ldquoDe la nature Pour penser lacuteecologierdquo en Ecorev nordm 9

(2002)

ldquoLa nature de lacuteecologierdquo en Ecorev nordm 21 (2005-2006)

Oyama Ken ldquoNuevos paradigmas y fronteras en ecologiacuteardquo en Ciencias

nordm 67 (2002)

560

Paacuteniker Salvador ldquoA propoacutesito de un nuevo humanismordquo en El Paiacutes (18-

06-2007)

ldquoLa vidardquo en El Paiacutes (9-04-2005)

ldquoPensar la complejidadrdquo en El Paiacutes (18-11-2007)

ldquoUn nuevo humanismordquo en La Vanguardia (14-09-2005)

Pardo Guerra Juan Pablo ldquoLa metafiacutesica de lo complejordquo en Ciencias nordm

79 (2005)

Pomposo Alexandre de ldquoLa espera de lo inesperado Consideraciones so-

bre el devenir trascendente en la naturalezardquo en REDcientiacutefica

(2004)

Prigogine Ilya ldquoEl desorden creadorrdquo en httpwwwinisocorgprigohtm

ldquoQacuteest-ce quacuteon ne sait pasrdquo I Encuentro Filosoacutefico de la UNES-

CO (1995) en httpwwwunescoorgphiwebuk1rpunobelpresno

bel

Rioja Ana ldquoLa filosofiacutea de la complementariedad y la descripcioacuten objetiva

de la naturalezardquo en Revista de Filosofiacutea vol 5 nordm 8 (1992) pp

257-282

Roger Ciurana Emilio ldquoComplejidad elementos para una definicioacutenrdquo en

wwwpensa mientocomplejocom

ldquoEl modelo organizacional y su meacutetodordquo en wwwpensamiento

complejocom

Roux Rouquieacute Magali ldquoLe concept de vie chez Edgar Morin Une biologie

pour le XXIe siegraveclerdquo CNRS Institut Pasteur Paris en httpwww

mcxapcorgdocsateliersrouquiehtm

561

Saacutenchez Pilar ldquoEntrevista a Marcel Conche Una metafiacutesica de la naturale-

zardquo en Paideia nordm 70 (2004) pp 635-644

ldquoEntrevista a Marcel Concherdquo en Paideia nordm 61 (2002) pp 545-

564

Sandiacuten Maacuteximo ldquoHacia una nueva biologiacuteardquo en REDcientiacutefica (2003)

San Miguel de Pablos Joseacute Luis ldquoLa naturaleza iquestviva o muerta Un de-

bate secular en Theacutemata Revista de Filosofiacutea nordm 38 (2007) pp

269-279

Seade Joseacute ldquoUna introduccioacuten a los sistemas dinaacutemicosrdquo en Ciencias nordm

34 (1994)

Soto Gonzaacutelez Mario ldquoVivir o hacer frente a la complejidad complejidad

y sujeto humano a la luz de Edgar Morinrdquo en Paideia nordm 76 (2006)

pp 239-247

Stengers Isabelle ldquoThe Challenge of Complexity Unfolding the Ethics of

Science en ECO vol 6 nordm 1-2 (2004)

ldquoUn goucirct eacutequivoque pour la veriteacuterdquo en Revue Chimegraveres nordm 1 en

httprevue-chimeresorg

Temple Dominique ldquoLe principe drsquoantagonisme de Steacutephane Lupascordquo

en httpnicolclubfrciretbulletinb13b13c13htm

Thompson Klein Julie ldquoInterdisciplinarity and Complexity An Envolving

Relationshiprdquo en ECO vol 6 nordm 1-2 (2004)

Varela F Maturana H Uribe R ldquoAutopoiesis The Organization of Li-

ving Systems its Characterization and a Modelrdquo en BioSystems 5

(1974) pp 187-196

562

Vicsek Tamos ldquoThe Bigger Picturerdquo en Nature 418 (2002) p 131

VVAA ldquoCiencia y religioacuten El enigma de la creacioacutenrdquo en El Correo de

la UNESCO (2001)

VVAA ldquoRadioscopie drsquoEdgar Morinrdquo Revue Europeacuteenne des Sciences

Sociales XXV 75 (1987)

Wagensberg Jorge ldquoComplejidad contra incertidumbrerdquo en El Paiacutes (12-

01-2000)

Wainstein Martin ldquoComplejidad e incertidumbrerdquo MRI (Mental Research

Institute) Palo Alto (1994) en httpwwwmriorgaboutushtml

Weaver Warren ldquoScience and Complexityrdquo en American Scientist 36

(1948) pp 536-544

Weinberg Stephen ldquoLa gran reduccioacuten la fiacutesica en el s XXrdquo en Cien-

cias nordm 62 (2001)

Whitehead Alfred North ldquoNaturaleza y vidardquo en LOGOS Anales del Se-

minario de Metafiacutesica vol 37 (2004) pp257-288

Wunenburger Jean-Jacques ldquoDel antoacutenimo a la paradoja el discurso de la

complejidadrdquo en La Laacutempara de Dioacutegenes 4 7 4 (2003)

Zin Jean ldquoLacuteecologiste sceptiquerdquo en Ecorev nordm 19 (2005)

ldquoLes trois eacutecologiesrdquo en Ecorev nordm 19 (2005)

Zubri Xavier ldquoRespectividad de lo realrdquo en Realitas III-IV (1979) pp

13-43

Page 3: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 4: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 5: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 6: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 7: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 8: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 9: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 10: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 11: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 12: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 13: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 14: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 15: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 16: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 17: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 18: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 19: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 20: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 21: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 22: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 23: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 24: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 25: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 26: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 27: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 28: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 29: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 30: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 31: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 32: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 33: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 34: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 35: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 36: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 37: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 38: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 39: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 40: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 41: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 42: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 43: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 44: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 45: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 46: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 47: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 48: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 49: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 50: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 51: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 52: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 53: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 54: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 55: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 56: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 57: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 58: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 59: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 60: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 61: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 62: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 63: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 64: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 65: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 66: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 67: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 68: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 69: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 70: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 71: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 72: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 73: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 74: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 75: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 76: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 77: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 78: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 79: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 80: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 81: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 82: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 83: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 84: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 85: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 86: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 87: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 88: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 89: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 90: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 91: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 92: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 93: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 94: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 95: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 96: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 97: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 98: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 99: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 100: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 101: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 102: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 103: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 104: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 105: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 106: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 107: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 108: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 109: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 110: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 111: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 112: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 113: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 114: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 115: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 116: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 117: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 118: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 119: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 120: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 121: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 122: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 123: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 124: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 125: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 126: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 127: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 128: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 129: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 130: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 131: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 132: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 133: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 134: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 135: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 136: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 137: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 138: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 139: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 140: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 141: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 142: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 143: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 144: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 145: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 146: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 147: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 148: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 149: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 150: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 151: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 152: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 153: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 154: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 155: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 156: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 157: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 158: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 159: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 160: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 161: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 162: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 163: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 164: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 165: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 166: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 167: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 168: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 169: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 170: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 171: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 172: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 173: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 174: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 175: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 176: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 177: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 178: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 179: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 180: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 181: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 182: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 183: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 184: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 185: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 186: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 187: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 188: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 189: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 190: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 191: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 192: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 193: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 194: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 195: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 196: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 197: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 198: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 199: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 200: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 201: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 202: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 203: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 204: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 205: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 206: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 207: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 208: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 209: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 210: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 211: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 212: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 213: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 214: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 215: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 216: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 217: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 218: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 219: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 220: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 221: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 222: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 223: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 224: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 225: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 226: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 227: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 228: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 229: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 230: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 231: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 232: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 233: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 234: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 235: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 236: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 237: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 238: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 239: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 240: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 241: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 242: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 243: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 244: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 245: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 246: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 247: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 248: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 249: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 250: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 251: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 252: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 253: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 254: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 255: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 256: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 257: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 258: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 259: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 260: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 261: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 262: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 263: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 264: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 265: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 266: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 267: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 268: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 269: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 270: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 271: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 272: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 273: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 274: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 275: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 276: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 277: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 278: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 279: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 280: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 281: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 282: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 283: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 284: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 285: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 286: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 287: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 288: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 289: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 290: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 291: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 292: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 293: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 294: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 295: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 296: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 297: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 298: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 299: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 300: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 301: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 302: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 303: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 304: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 305: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 306: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 307: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 308: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 309: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 310: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 311: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 312: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 313: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 314: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 315: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 316: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 317: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 318: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 319: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 320: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 321: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 322: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 323: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 324: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 325: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 326: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 327: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 328: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 329: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 330: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 331: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 332: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 333: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 334: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 335: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 336: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 337: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 338: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 339: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 340: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 341: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 342: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 343: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 344: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 345: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 346: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 347: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 348: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 349: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 350: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 351: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 352: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 353: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 354: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 355: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 356: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 357: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 358: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 359: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 360: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 361: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 362: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 363: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 364: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 365: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 366: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 367: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 368: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 369: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 370: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 371: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 372: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 373: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 374: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 375: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 376: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 377: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 378: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 379: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 380: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 381: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 382: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 383: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 384: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 385: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 386: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 387: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 388: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 389: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 390: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 391: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 392: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 393: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 394: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 395: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 396: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 397: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 398: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 399: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 400: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 401: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 402: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 403: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 404: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 405: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 406: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 407: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 408: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 409: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 410: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 411: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 412: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 413: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 414: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 415: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 416: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 417: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 418: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 419: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 420: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 421: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 422: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 423: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 424: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 425: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 426: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 427: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 428: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 429: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 430: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 431: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 432: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 433: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 434: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 435: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 436: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 437: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 438: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 439: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 440: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 441: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 442: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 443: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 444: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 445: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 446: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 447: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 448: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 449: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 450: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 451: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 452: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 453: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 454: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 455: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 456: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 457: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 458: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 459: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 460: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 461: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 462: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 463: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 464: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 465: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 466: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 467: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 468: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 469: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 470: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 471: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 472: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 473: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 474: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 475: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 476: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 477: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 478: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 479: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 480: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 481: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 482: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 483: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 484: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 485: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 486: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 487: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 488: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 489: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 490: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 491: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 492: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 493: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 494: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 495: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 496: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 497: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 498: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 499: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 500: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 501: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 502: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 503: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 504: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 505: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 506: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 507: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 508: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 509: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 510: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 511: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 512: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 513: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 514: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 515: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 516: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 517: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 518: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 519: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 520: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 521: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 522: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 523: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 524: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 525: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 526: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 527: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 528: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 529: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 530: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 531: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 532: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 533: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 534: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 535: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 536: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 537: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 538: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 539: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 540: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 541: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 542: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 543: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 544: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 545: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 546: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 547: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 548: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 549: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 550: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 551: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 552: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 553: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 554: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 555: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 556: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 557: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 558: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 559: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 560: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 561: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA
Page 562: UNIVERSIDAD DE SALAMANCA FACULTAD DE FILOSOFÍA