unlock-las chimeneas industriales como elemento de arte publico_parte 1

EL MODELO BARCELONA DE ESPACIO PBLICO Y DISEO URBANO:

Las Chimeneas Industriales como elemento de arte pblico. El caso del Poblenou. Barcelona

Autor: Vernica Grate Navarrete

Trabajo final para la obtencin del grado de Mster en Diseo Urbano: Arte, Ciudad, Sociedad

Profesor Tutor: Dr. Antoni Remesar

ENERO 2011

FACULTAT DE BELLES ARTS

3AGRADECIMIENTOSQuisera agradecer toda la ayuda de quellos que hicieron posible este trabajo.

A mi familia y en especial a Cristian por su constante apoyo y paciencia.

A mi profesor tutor, por su disposicin y sugerencias.

A Carlos Pereira, miembro de la asociacin Amics de les xemeneies, por su tiempo y colaboracin.

Y a mis amigos, muchas gracias.

4RESUMEN

Las grandes transformaciones urbanas que se han venido desarrollando en el barrio del Po-blenou han generado un rpido cambio en el paisaje urbano, provocando una creciente pr-dida de la identidad y memoria fabril que exis-ta en el sector. Este cambio ha generado que las chimeneas, que antes se presentaban como hitos visuales predominantes en el paisaje, hoy en da, hayan visto opacada su presencia entre los nuevos edificios construidos, condicin que ha llevado a realzar el carcter escultrico que poseen por s mismas. Son estas chime-neas un claro ejemplo de cmo un elemento arquitectnico de patrimonio industrial, pese a no tener la facilidad de reutilizacin de las naves industriales, puede transformarse en un elemento de arte pblico debido a su sin-gularidad y a la importante carga simblica que tiene asociada, caractersticas que pueden mantener viva la memoria fabril del barrio y al mismo tiempo, puede articular y configurar los nuevos espacios pblicos del sector.

PALABRAS CLAVE: chimenea, patrimonio industrial, Poblenou, arte pblico.

5RESUM

Les grans transformacions urbanes que shan desenvolupat al barri del Poblenou han generat un rpid canvi en el paisatge urb, provocant una creixent prdua de la identitat i memoria fabril que exista en el sector. Aquest canvi ha generat que les xemeneies, que abans es pre-sentaven com a fites vosuals predominants en el paisatge, avui en dia, hagin cist opacada seva presencia entre ela nous edificis cons-truts, condici que ha portat a realar el ca-rcter escultric que tenen per si mateixes. Sn aquestas xemeneies un clar exemple de com un element arquitectnic de patrimoni indus-trial, malgrat no tenir la facilitat de reutiliza-ci de les naus industrials, pot transformar-se en un element dart pblic a causa de la seva singularitat i la important crrega simblica que t associada, caracterstiques que poden mantener viva la memoria fabril del barri i al mateix temps, pot articular i configurar els nous espais pblics del sector.

PARAULES CLAU: xemeneia, patrimoni in-dustrial, Poblenou, art pblic.

ABSTRACT

Large urban transformations that have been developed in the Poblenou have generated a rapidly changing urban landscape, causing an increasing loss of the memory and iden-tity that existed in the industrial sector. This change has generated that the chimneys, wich before was presented as visual landmarks in the landscape, today, they are being oversha-dowed by the presence of new buildings, a condition that has led to enhance the sculptu-ral character they have for themselves. These chimneys are a clear example of how an ar-quitecture element of industrial heritage, des-pite not having the ease of reuse of industrial buildings, can be transformed into an element of public art because of its uniqueness and the important symbolism that is associated, cha-racteristics that can keep alive the memory of the industrial neighborhood antique and at the same time, they can articulate and create new public spaces of the sector.

KEY WORDS: chimney, industrial heritage, Poblenou, public art.

600. INTRODUCCIN

0.1 Justificacin del tema 0.2 mbito de estudio 0.3 Hiptesis 0.4 Objetivos generales 0.5 Objetivos especficos 0.6 Metodologa

01. MODELO BARCELONA, ARTE PBLICO Y PATRIMONIO INDUSTRIAL

1.1 El Modelo Barcelona - Transformacin urbana de la ciudad 1.2 Arte Pblico - Evolucin del concepto - El arte pblico en Barcelona 1.3 Patrimonio Industrial

02. EL POBLENOU. UNA MIRADA A SU HISTRIA

2.1 Barcelona y los comienzos de la industrializacin 2.2 La Historia del Poblenou - La industrializacin - El Plan de la Ribera - La llegada de la democracia

03. EL PATRIMONIO INDUSTRIAL EN BARCELONA

3.1 Evolucin y reconocimiento del Patrimonio Industrial 3.2 El Patrimonio Industrial a nivel Europeo y Espaol 3.3 El Patrimonio Industrial en Barcelona. Polticas de preservacin y salvaguarda

INDICE

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7 - Polticas de preservacin - Proceso de salvaguarda del Patrimonio 3.4 Proyectos de planificacin urbana que han afectado la conservacin del Patrimonio Industrial

04. LAS CHIMENEAS INDUSTRIALES Y EL PAISAJE DEL POBLENOU

4.1 Las chimeneas y su impronta en el paisaje 4.2 Evolucin del paisaje del Poblenou. Del Manchester Cataln al 22@ - Paisaje natural - Paisaje agrcola - Paisaje Industrial - Paisaje residencial y de servicios 4.3 Las chimeneas industriales y su presencia en el actual paisaje del Poblenou. - Catastros de chimeneas

05. LAS CHIMENEAS COMO ELEMENTO DE ARTE PBLICO

5.1 Desde el elemento de patrimonio industrial hasta el elemento de arte pblico - El Monumento - El Arte pblico 5.2 Las chimeneas industriales y su entorno. - Tipologas 5.3 Casos de estudios a. La chimenea asociada a un conjunto. El caso de Ca lArany b. La chimenea aislada b.1 Asociada a un espacio pblico. El caso de la chimenea de los Jardins de Margarida Comas b.2 Aprisionadas. El caso de la chimenea de Macosa

06. CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFA

INDICE DE ANALTICO

INDICE DE FIGURAS

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8Fuente: Inst itut Cartogrfic de Catalunya

9Introduccin

Durante la segunda mitad del siglo XX, el patrimonio industrial ha ido tomando gran importancia debido al aumento del reconoci-miento de su valor histrico, tecnolgico, social y arquitectnico. En este aspecto, la ciudad de Barcelona se presenta como un gran ejemplo de casos que muestran la relacin entre este patrimonio y su contexto urbano, adems de ser un gran exponente de como las dinmicas urbanas han ido influyendo en l. Bajo esta perspectiva, cabe destacar la importancia que tuvo Barcelona como ncleo industrial de Ca-talunya y de Espaa, forjando una de las reas industriales por excelencia: El Poblenou, co-nocido como el Manchester Cataln, donde se ha escrito una importante parte del pasado fabril de la ciudad.

Desde mediados del siglo XIX, numerosas f-bricas comenzaron a instalarse por diferentes motivos en el sector, transformndolo en un paisaje industrial, el que se caracterizaba por la presencia de unas de las estructuras auxi-liares ms representativas de esta poca, LA CHIMENEA INDUSTRIAL.

Estos elementos verticales, a lo largo de la his-toria, fueron un indicador del apogeo econ-mico de la ciudad, es as como mientras ms chimeneas se observaran en su perfil, ms rica era la economa de ese territorio. Sin embargo, esta implantacin de la industria, desarrollo y apogeo, vino acompaado por un declive que ha dejado, no slo en Barcelona sino que en toda Europa, una gran cantidad de naves in-dustriales abandonadas, lo que produjo una gran degradacin en el paisaje urbano y es-pacio pblico. La oportunidad que represent esta disponibilidad de nuevos espacios y te-rrenos muy bien emplazados, en lo que antes haba sido periferia y hoy era centro de la ciu-dad, para la administraciones, privados y la ciudadana en general, gener todo un proce-so de reconversin urbana y rehabilitacin de estos restos industriales, los que muchas veces tambin pasaron al olvido tras su demolicin.

En Barcelona y especficamente en el barrio del Poblenou, esta condicin se hizo notar y desde la llegada de la democracia, al igual que en el resto de la ciudad, se di paso a una poltica que generara todo un modelo urbano que vendra a rehabilitar muchos espacios degra-dados, dndole una nueva imagen a la ciudad. Este modelo, se distingui por dos tipos de in-

Las chimeneas industriales como elemento de arte pblico. El caso del barrio del Poblenou

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tervenciones, aquellos pequeos proyectos de espacio pblico a nivel de barrio y las grandes actuaciones urbansticas. En este contexto, el Poblenou, fue una de las zonas ms afectadas con intervenciones, a distintas escala, que ge-neraron un proceso de transformacin en el paisaje que llevara a los ciudadanos del ba-rrio a ver un completo cambio desde un pai-saje industrial, hasta uno residencial, de ocio y servicios.

Dentro de este contexto, las chimeneas indus-triales, se han visto muy afectadas, disminu-yendo su importancia en el paisaje, ya que se han visto opacadas por muchos edificios de nueva construccin que les han restado pre-dominancia visual y por otra parte muchas de ellas han quedado aislada a modo de mojones dispersos por el barrio sin ninguna relacin entre ellos. Esto ltimo, responde a que en la conservacin de restos industriales la admi-nistracin en muchas ocasiones prefiere man-tener estas huellas verticales, ya que represen-tan menos mantencin y adems poseen una superficie mnima, lo que hace ms fcil su insercin en cualquier nuevo espacio cons-truido. A pesar de esto, la evolucin en este paisaje, ha generado que las chimeneas se pre-senten como una singularidad dentro del ba-rrio, debido al contraste que existe entre este antiguo elemento y los nuevos edificios que siguen apareciendo en el sector. Es as como la chimenea se muestra como una huella de lo que fue un barrio, recordndonos la historia de industrias y obreros.

De esta manera, la importante impronta que tuvo la chimenea en este territorio sigue man-tenindose, aunque en un contexto diferente, ya que con el tiempo ella ha ido re-significan-dose y ha pasado de ser un elemento plena-mente funcional a un elemento patrimonial.

Esta transformacin del significado del ele-mento, es la que se mostrar a lo largo del si-guiente trabajo.

Como una chimenea industrial puede de-jar atrs lo til y transformarse en un objeto con una alta carga simblica y evolucionar, al igual que el paisaje donde se emplaza, para transformarse en un monumento?

Esta evolucin en su significado, ha hecho que la chimenea se eleve a un rango cultural, en donde su importancia no solo viene dada por la capacidad de contar una historia, sino que tambin por la valoracin que existe desde la ciudadana, lo que ha permitido su conserva-cin y puesta en valor.

La relacin establecida entre la chimenea con el territorio y la ciudadana, sumado a la im-portancia del elemento en si mismo han lle-vado a plantear a la chimenea no solo como un monumento de patrimonio industrial, sino que tambin como un elemento de arte pbli-co, que es capaz de generar una serie de di-nmicas urbanas y sociales - y antiguamente econmicas - en el lugar donde se implanta, influyendo as en todo su entorno. Una situa-cin que en la actualidad, lleva a plantearse serios cuestionamientos sobre el trato que se ha tenido sobre las chimeneas hasta hoy , y a su vez pueden ayudar a replantear las nuevas intervenciones proyectadas en su entorno, las cuales pueden potenciarlas y reafirmar la re-lacin que siempre existi entre ella y su con-texto urbano.

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Introduccin

JUSTIFICACIN DEL TEMA

Reconociendo la problemtica que presentan algunos sitios, en cuanto a la poca capacidad de mantener su memoria, frente a grandes transformaciones en sus territorios, nace la idea de estudiar las chimeneas industriales del Poblenou, como un elemento destacable de gran impronta en el paisaje, capaz de re-forzar la historia industrial del barrio frente a las nuevas transformaciones que se estn lle-vando a cabo en l. En este mbito, se origina el cuestionamiento sobre qu papel pueden jugar hoy estos elementos industriales en los nuevos procesos de reconversin urbana rea-lizados en el barrio.

A partir de esto, se pretende analizar la im-portancia histrica de este elemento de patri-monio industrial, planteando la evolucin de su significado - de un elemento funcional a un elemento de arte pblico lo cual se encuentra directamente relacionado con las transforma-ciones que ha tenido el territorio en el que se emplaza, en donde estas chimeneas se presen-tan como el testimonio por el que se puede re-lacionar la historia del sector con estos nuevos cambios.

MBITO DE ESTUDIO

A nivel terico, el siguiente trabajo se enmar-ca en tres conceptos. El primero, tiene que ver con el MODELO BARCELONA, que se inicio a finales de los aos setenta. Aqu, es donde comenzaron a gestarse una serie de proyectos urbanos, de diversas escalas, que transforma-ran rpidamente muchos sectores de la ciu-dad. El segundo tiene que ver con el ARTE PBLICO, un mbito en el que la Barcelona es muy reconocida debido al gran nmero de obras de distinta ndole presentes en el espacio pblico, asimismo destacan importantes obras de artistas de nivel internacional que intervi-nieron en la periferia de la ciudad desde los aos ochenta, en el marco del nombrado mo-delo. En tercer lugar, se encuentra el PATRI-MONIO INDUSTRIAL, el cual ha ido incre-mentando su importancia, ante las mltiples transformaciones de las ciudades que fueron consideradas industriales y que hoy en da se configuran como ciudades de servicios, como es el caso de Barcelona.

En relacin a estos dos ltimos conceptos, Bar-celona destaca como la primera ciudad en ela-borar un catlogo de patrimonio y una de las pocas en poseer un catlogo de arte pblico.

En cuanto a las chimeneas industriales, des-tacar que, a partir del declive que ha sufrido la industria en el barrio del Poblenou, con el consecuente abandono de las estructuras in-dustriales y la decisin por conservar parte de ellas, en el contexto de las transformacio-nes urbanas planteadas para el sector, se han observado dos cualidades que presentan las chimeneas en relacin a sus particulares ca-ractersticas y tipologa constructiva. Por un lado no son capaces de albergar usos en su


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interior, lo cual dificulta su rehabilitacin, en contraste con las naves industriales que si son capaces de acoger nuevos usos, pero por otro lado, tienen una gran presencia en el paisaje lo que las hace establecer una relacin directa con su entorno.

Es en este ltimo aspecto en donde las chime-neas pueden jugar un papel importante, en su relacin con el espacio pblico. Es as como el tema de estudio se centra en las chimeneas in-dustriales del Poblenou, como un elemento de arte pblico, las cuales ya cargadas de un re-conocido significado histrico y patrimonial,

Figura 1: Plano mbito de estudio

Figura 2: Esquema comparativo entre naves industria-les y chimeneas.

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Introduccin

pueden crear un dialogo entre el pasado y el presente, estableciendo una estrecha relacin entre ellas y su entorno, a travs de la cons-truccin de espacios pblicos que le den cabi-da e importancia a estos elementos. Asimismo, cabe mencionar que la consideracin de stas como elemento de arte pblico, ayudara a dar un paso ms en su puesta en valor.

A nivel prctico, el trabajo acota su estudio dentro de la ciudad de Barcelona en el antiguo barrio industrial del Poblenou, que compren-de un rea desde Plaa de les Glries, siguien-do por Gran va de les Corts Catalanes hasta Rambla Prim, bajando hacia la zona Frum y siguiendo por el litoral hasta subir por Carrer de la Marina y Carrer Wellington, para finali-zar en Avinguda Meridiana.

Dentro de este mbito terico y prctico es donde se desenvuelve la investigacin sobre las chimeneas industriales, las que se presen-tan como un elemento histrico y representa-tivo de la arquitectura industrial que est to-mando cada vez ms importancia en el rea, especialmente por las dinmicas que se estn generando a partir de la gran transformacin en el paisaje que est sufriendo el sector. Cam-bios que, bajo el nombre de Plan 22@, quieren impulsar a Barcelona como un referente en el mbito de la tecnologa y conocimiento.

Bajo esta situacin se hace necesario estudiar y poner en valor estas huellas patrimoniales, ya que las transformaciones que estn suce-diendo en el rea de estudio, pueden ser apro-vechadas, o no, como una oportunidad para establecer una relacin entre las chimeneas y su entorno, una relacin que es fundamental ante la consideracin de que tambin pueden configurarse como parte del arte pblico de la

ciudad.

HIPTESIS

El siguiente estudio, busca verificar que las chimeneas industriales, en especial hacien-do referencia a las presentes en el Poblenou, se han transformado en un elemento de arte pblico. Frente al supuesto que, habiendo de-jado de ser un elemento funcional y al estar emplazadas en un nuevo contexto urbano, las chimeneas industriales han evolucionado en significado, transformndose en un hito urba-no y en un elemento de arte pblico.

Esta hiptesis se fundamenta en la aparicin de vestigios industriales tras el declive indus-trial, los procesos de renovacin urbana lleva-dos a cabo en el rea de estudio, la voluntad de mantener la memoria a travs la polticas de patrimonio, la decisin por parte de la admi-nistracin por mantener las chimeneas como la imagen de la industrializacin y finalmente en la capacidad que tienen estos elementos de transmitir memoria, lo que los convertira en elementos de arte pblico.


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OBJETIVOS GENERALES

1. Estudiar la evolucin del significado de las chimeneas del Poblenou en el contexto del desarrollo y posterior declive industrial, desde su utilizacin como elemento arquitec-tnico industrial hasta su transformacin en monumento y por consiguiente en un elemen-to de arte pblico.

2. Analizar el proceso de puesta en valor que han tenido las chimeneas industriales del Poblenou como elemento patrimonial en el contexto del patrimonio industrial de Barcelo-na.

3. Conocer la evolucin que ha expe-rimentado el Paisaje del Poblenou desde los inicios de la industrializacin hasta la actua-lidad y cmo estas transformaciones han con-dicionado la relacin actual de las chimeneas industriales con su entorno urbano.

4. Poner en relieve el rol que pueden asu-mir las chimeneas industriales como un ele-mento de arte pblico en el contexto del pai-saje actual del barrio del Poblenou.

OBJETIVOS ESPECFICOS

Estudiar el desarrollo industrial que ha vivido el barrio del Poblenou, analizando los factores que influyeron en la deslocaliza-cin industrial en Barcelona y como esto con-dicion los nuevos procesos de regeneracin urbana.

Determinar cmo los proyectos urba-nos realizados en el marco del llamado mo-delo Barcelona han afectado la conservacin del patrimonio industrial, haciendo nfasis en cmo estas nuevas transformaciones han afec-tado las chimeneas presentes en el Poblenou.

Identificar a travs de un catastro las chimeneas existentes hoy en el rea de estu-dio, realizando una comparacin con los re-gistros existentes.

Analizar cul es la relacin existente hoy en da entre las chimeneas industriales y su entor-no en el contexto del Poblenou, distinguiendo posibles tipologas.

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Introduccin

METODOLOGA

1. Revisin de la historia del barrio en re-lacin a su pasado industrial, para contextua-lizar el estudio.

2. Estudio de los procesos de planifica-cin urbana en Barcelona que han afectado directamente en la conservacin del patrimo-nio industrial y en el paisaje urbano del Poble-nou.

3. Reconocimiento en terreno y elabora-cin de un registro fotogrfico de las chime-neas existentes en el barrio.

4. Anlisis comparativo entre los datos tomados en terreno y los registros existentes.

5. Anlisis de la relacin actual entre las chimeneas y el paisaje urbano, centrndose en dos aspectos:

El nuevo carcter otorgado a las chi-meneas. Desde el elemento de patrimonio in-dustrial hasta el elemento de arte pblico.

Establecimiento de tipologas existen-tes entre chimeneas y entorno. Las asociada-das a un conjunto versus las que se encuen-tran aisladas.

6. Seleccin y estudio de un caso para cada tipologa establecida.

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Fuente: Archivo personal de la autora

Modelo Barcelona, Arte Pblico y Patrimonio Industrial

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1.1 EL MODELO BARCELONA

Al poco tiempo despus de las primeras elec-ciones municipales, en 1979, la poltica urbana de Barcelona se vio reflejada en la realizacin de proyectos de diferentes escalas, los cuales seran consecuencia de unas definidas opcio-nes polticas, de un concreto modelo de ges-tin y de un programa urbano definido por algunos tcnicos representativos1. Es as como los alcaldes Narcs Serra, quien impulso con fuerza junto a Oriol Bohigas esta nueva eta-pa, sera seguido por Pasqual Maragall y Joan Clos, quienes plantearon una clara voluntad de intervenir en los espacios pblicos.

El proceso de degradacin inminente en el que estaba sumida la ciudad, debido a una serie de factores como la migracin e inmigracin, la inexistencia de urbanizacin en zonas peri-fricas habitadas, el progresivo deterioro del centro histrico, entre otros, llev a realizar un sinfn de actuaciones pblicas.

El comienzo del llamado modelo, tiene su punto de partida, segn Bohigas (1985), en el Plan General Metropolitano (PGM). El autor plantea que Barcelona, frente a la urgencia de actuaciones inmediatas, no deba plantearse su situacin urbanstica partiendo desde cero, por lo que este instrumento se transformara en la base de lo que se aproximaba.

Desde la intervencin inicial de Oriol Bohigas hasta las diversas responsabilidades de arquitectos como Joan 1. Busquets, Jos Antonio Acebillo, Llus Millet, Josep Martorell, Rafael Cceres, Josep Mara Llop, entre otros (Mon-taner, 1992).


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Desde aqu es donde nace el proceso de re-construccin de la ciudad (Bohigas, 1985), el cual contempla los siguientes elementos confi-guradores2 :

1. La participacin del sector privado en la financiacin de proyectos urbanos.

2. La creacin de entidades autnomas para dirigir el proceso de planeamiento urbano, in-cluyendo su diseo y gestin.

3. El consenso creado entre las administracio-nes pblicas.

4. La introduccin de la planificacin estra-tgica.

5. La utilizacin de grandes acontecimientos y la cultura como estrategias de transforma-cin.

6. La participacin ciudadana.

Son estos 6 puntos los que resumiran la pol-tica urbanstica que ha llevado a Barcelona a convertirse en un modelo de ciudad. Sin em-bargo, existen muchas acciones que permitie-ron llevar a cabo una serie de intervenciones estratgicas en toda la ciudad, acciones que por lo dems se centraron en la realizacin y eficacia del proyecto por sobre el planeamien-to.

Es evidente que una ciudad se construye y se controla con los proyectos y con las obras, y no

con los mtodos consagrados por el planeamiento, contaminados por las pretensiones programticas

de una sistemtica irreal

Oriol Bohigas. Reconstruccin de Barcelona. 1985, pp.12.

Segn Bohigas, 1999; Busquets, 2004. Citado en CASELLAS, Antnia. Las limitaciones del . Una lectura desde Urban Regime Analysis. Documents dAnlisis Geogrfica, Universidad Autnoma de Barcelona, n48, 2006, p. 61-81.

Figura 3: Plan General Metropolitano aprobado en 1976


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TRANSFORMACIN URBANA DE LA CIUDAD

Desde las primeras elecciones democrticas hasta los nuevos planes como el 22@, Barce-lona ha tenido distintas etapas de renovacin urbana, caracterizadas por las intervenciones a diferentes escalas, desde la pequea del pri-mer periodo, relacionada con el espacio pbli-co y la forma de hacer ciudad; hasta grandes actuaciones urbansticas a nivel de territorio (Borja, 1995), que fueron marcadas por acon-tecimientos claves como las Olimpiadas de 1992.

De esta manera, basndonos en Casellas (2006), encontramos cuatro etapas de trans-formaciones urbanas:

Primera etapa 1979-1986Se inicia con la llegada del primer gobierno democrtico y finaliza con la nominacin de Barcelona como sede de los Juegos Olmpicos de 1992.

En Barcelona, se plantearon una serie de cam-bios con la idea principal de higienizar el centro de la ciudad y revalorizar los barrios perifricos., a la vez que se pona nfasis en las reivindicaciones del movimiento vecinal (Capel, 2006)

La idea de la ciudad vista desde el barrio, como lo expresa el autor Bohigas en la reconstruc-cin de Barcelona, permitira abarcar un rea que en el PGM no se mostraba demasiado evi-dente y a su vez permitira mejorar las condi-ciones de vida del habitante ms inmediato.

Se trata, pues, de hacer un urbanismo con los instrumentos de obra pblica, es decir, un urba-

nismo que se apoye en los proyectos de urbaniza-cin. Proyectar, una vez ms y realizar-, plazas,

calles, paseos, parques, ramblas, encrucijadas, pasos de peatones, mobiliario urbano, sealiza-

cin, monumentos

Oriol Bohigas. Reconstruccin de Barcelona. 1985, pp.19.

En este contexto es cuando aparecen los dis-tintos planes y estrategias de ciudad, como los Planes Especiales de Reforma Interior (P.E.R.I.) que comienzan con intervenciones puntuales a pequea escala como plazas, calles y par-ques -la llamada acupuntura urbana- las que estratgicamente ubicadas, generaran una serie de nuevas actuaciones en el mbito de la arquitectura, ingeniera y arte, que seran claves para el desarrollo de proyectos integra-les, donde el espacio pblico aparecera como el gran motor de los nuevos procesos urbans-ticos y como catalizador social.

un urbanismo comprometido en las defini-ciones formales y en las decisiones inmediatas y concretas para una mejora de las condiciones de

vida de la gente de hoy y en una voluntad de dar significacin e incluso expresin monumental a

toda la colectividad urbana

Oriol Bohigas. Reconstruccin de Barcelona. 1985, pp.19


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Segunda etapa 1986-1992Desde la nominacin de Barcelona hasta la realizacin de los Juegos Olmpicos de 1992.

Si bien la candidatura de Barcelona comen-z en 1981, los cambios claves comenzaron en su nominacin como sede en octubre de 1986. Como era de esperar Barcelona aprove-chara esta gran oportunidad para hacer gran-des cambios y transformaciones en la ciudad, siguiendo el patrn que se vena dando a lo largo de su historia, como por ejemplo con las exposiciones de 1888 y 1929.

En este periodo, el cambio de escala se hizo notar ya que abarcaba un amplio territorio. Las intervenciones formaban parte de un Es-quema urbano de desarrollo3 basado en:

1. Mejora de las redes de comunicacin. Ac-cesibilidad a la ciudad, movilidad interna y telecomunicaciones.

2. Apertura de la ciudad al mar. Recuperacin de la fachada martima desde el Port Vell, pa-sando por la Barceloneta, El Poblenou, hasta la lnea del Bess (Bohigas, 1985)

3. Infraestructura necesaria para el desarrollo de los juegos (equipamientos deportivos, vi-viendas, hoteles, etc.)

4. Creacin de reas de nueva centralidad. (Montjuc, Diagonal, Vall dHebron y Poble-nou)

Es en este esquema donde se desarrollaron la mayora de las intervenciones4 , como la Vila Olmpica, la reorganizacin viaria del siste-ma de rondas, la urbanizacin de Montjic,

que ya haba comenzado en la exposicin de 1929 y se consolida en esta etapa con la Anella Olmpica, entre otros.

Estos proyectos se presentan como una cla-ra muestra del capital invertido en la ciudad, que gener el comienzo de una participacin pblico-privada, con la aparicin de empresas como VOSA (Villa Olmpica Sociedad An-nima) y con la creacin de iniciativas como la campaa Barcelona, posat guapa(Borja, 1995) en la que se han rehabilitado muchas fa-chadas y edificios, gracias a este tipo de cola-boracin.

es en este contexto cuando se empieza a crear un modelo de participacin pblico-privada que,

crear las condiciones para la formacin de un urban regime en la ciudad en el que la participa-cin del sector privado empezar a influenciar en el diseo de propuestas urbansticas del Ayunta-

miento

Antonia Casellas. Las limitaciones del . Una lectura desde Urban

Regime Analysis. 2006, pp 70.

Figura 4: Intervenciones realizadas por aos, desde 1981 2004 en Barcelona, espacios pblicos 1981-2001.

Concepto ocupado por BORJA, Jordi. Barcelona. Un modelo de transformacin urbana 1980-1995. Quito: Pro-3. grama de Gestin Urbana (PGU-LAC), 1995.

Segn el anlisis de los documentos AYUNTAMIENTO DE BARCELONA. Barcelona, Espacios Pblicos 1981-4. 1996. Edicin Junio de 1996 y Barcelona, Espacios Pblicos 1981-2001. Edicin Junio de 2001.


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Tercera etapa 1992- 1997Luego de las Olimpiadas de 1992, Barcelona quedo situada en el mapa mundial, sin em-bargo, en este periodo postolmpico, ocurre una desaceleracin evidente de la actividad econmica, que afecto especialmente al sector turstico.

Si bien el nmero de intervenciones baja (Ajuntament de Barcelona, 2001), se siguen planteando nuevos proyectos, como la recupe-racin del frente litoral y el Plan Delta, que te-na como objetivo convertir a Barcelona en un centro de comercio en el mediterrneo, debido a esto se reorganizan las infraestructuras de trasporte y de intercambio, se ampla el puerto y el aeropuerto.

Por otra parte se hace nfasis en el tratamiento de mobiliario y elementos urbanos, que sis-tematizaran el llamado modelo Barcelona. Asimismo, la administracin local comienza a mirar hacia la regin metropolitana creando

agencias y propuestas a esta escala.

En 1993, se crea la Agencia Barcelona Regio-nal, con el objetivo de prestar asistencia tc-nica a entidades y empresas pblicas de la zona metropolitana. En 1994, se desarrolla el segundo Plan Estratgico Metropolitano de Barcelona (PEMB) centrado en el desarrollo econmico, especialmente en la necesidad de crear infraestructura tecnolgica y en la me-jora de los servicios generados tanto pblicos como privados (Casellas, 2006). Mientras que en 1995, se aprueba el Pla Territorial General de Catalunya, creando siete mbitos de Planes Territoriales Parciales.

Cuarta etapa desde 1997Marcada por la salida de Pasqual Maragall y la llegada de Joan Clos a la alcalda de la ciudad. Este periodo se caracteriza por la realizacin de macroproyectos urbansticos, destacando

Figura 5: Proyecto 22@, dentro de la estrategia de renovacin del levante de Barcelona, cuarta etapa.


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tencin de que la cultura ocupe un espacio de centralidad en el marco de la estrategia de la ciudad, y el reconocimiento de la relacin en-tre cultura y desarrollo econmico y tecnol-gico. (Instituto de Cultura de Barcelona, 2006)

1.2 ARTE PBLICOEn los ltimos aos, la recuperacin del es-pacio pblico como espacio de expresin, de identidad y de diversidad de las formas de ciudadana, se ha hecho evidente (Gmez, 2004). En este sentido, el arte pblico, fruto de un proceso histrico de monumentalizacin de la ciudad (Ricart y Remesar, 2010), aparece con una vocacin social, buscando recuperar el sentido cvico, a travs del valor del espacio pblico y nuestro rol dentro de la sociedad a travs del hecho artstico (Baudino, 2008)

EVOLUCIN DEL CONCEPTO

El concepto de arte pblico aparece a finales del siglo XIX, vinculado a la planificacin ur-bana como una disciplina emergente. En este sentido, como explican los autores Ricart y Remesar, 2010, el arte pblico trasciende la idea de escultura conmemorativa o monumen-

to, para significar el arte de hacer ciudad

A lo largo del siglo XX, el arte pblico comien-za a adquirir nuevos lenguajes, pero no ser hasta la dcada del 60, momento decisivo en la evolucin de la escultura, cuando este concep-to ampliar su significado a travs de diferen-tes estrategias de intervencin.

coincidente con un tiempo de auge econmico y de expansin y crisis urbana, tambin social, renace el inters por el arte pblico, una activi-

dad relacionada con la revitalizacin y mejora de los centros y reas urbanas, que el purismo y el funcionalismo del planeamiento contemporneo

haban deshumanizado y vaciado de significado.

Fernando Gmez Aguilera. Arte, ciudadana y espacio pblico. 2004, pp.40.

Es de esta manera como desde las distintas administraciones, especialmente a nivel eu-ropeo, se impulsan proyectos tcnicos (opera-ciones de microurbanismo, equipamiento p-blico, mobiliario urbano, diseo ambiental...) y artsticos (jardinera, arte pblico, arquitectu-ra de autor...), con el propsito de recuperar el valor de los espacios urbanos a travs del arte, creando lugares para la ciudadana. (Gmez, 2004)

En los aos 70, el inters que nace por el lugar y la relacin de las obras con el espacio, inicia un cambio de actitud que llevara a muchos artistas a idear nuevas reflexiones alrededor de la relacin de su obra con el entorno urbano y el contexto social.

Finalmente como expresan algunos autores5 en los siguientes aos, se hace imposible tener

la remodelacin urbanstica realizada en tor-no al Frum de las Culturas en el 2004, planes de regeneracin urbana tan importantes como el 22@ y el gran proyecto del Eje Sant Andreu-La Sagrera.

Por otra parte, Barcelona apunta a transfor-marse en la ciudad del conocimiento, apos-tando por la cultura como motor de desarrollo de la ciudad. Es as como en 1999 se crea el Plan estratgico de cultura de Barcelona, que se caracteriza por dos elementos bsicos: la in-

N. Ricart y A Remesar 2010; Gmez 2004.5.


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una definicin nica de arte pblico, aunque si posea un mbito de caractersticas definidas, transformndolo en un concepto que abarca una gran diversidad de campos que van desde la arquitectura hasta el mbito social.

El arte pblico seala un nuevo territorio de con-fluencias, un espacio que, como ha sealado Anto-ni Remesar, se sita entre el arte, la arquitectura,

el diseo en el contexto de planes de desarrollo o regeneracin urbana de las ciudades

Fernando Gmez Aguilera. Arte, ciudadana y espacio pblico. 2004, pp. 46.

EL ARTE PBLICO EN BARCELONA

Podramos hablar del arte pblico en Barce-lona desde 800 aos atrs, como lo indica el Catlogo de Arte Pblico de Barcelona6 , pero nos centraremos en la Barcelona de la demo-cracia, poca que se caracterizo por una serie de transformaciones urbansticas que, como hemos sealado anteriormente, gener un modelo de ciudad. En este mbito una serie intervenciones artsticas se hicieron presentes en los espacios pblicos con el objetivo de re-generar la ciudad.

El objetivo era regenerar la ciudad, poniendo un nfasis especial en la renovacin de los barrios ms perifricos y cuidando especialmente su expresivi-

dad artstica, es decir, prestando atencin al diseo arquitectnico, y, dentro de este principio de cali-

dad, incorporar esculturas en los nuevos espacios

Ajuntament de Barcelona. Barcelona Escultu-res. 2002

Es as como la monumentalizacin de la pe-riferia fue uno de las estrategias para la reno-vacin de estos barrios. Pero qu se entiende por monumentalizacin? Segn Bohigas (1985) este concepto habla de organizar la ciudad re-saltando los signos de identidad colectiva. En este aspecto, este periodo destaco por la adap-tacin de la obra al entorno arquitectnico del espacio pblico, es decir exista una relacin desde la escala del lugar, hasta la disposicin del mobiliario urbano, una relacin de la obra consigo misma y de la obra con el entorno7 .

El aporte de artistas de nivel internacional como Joan Mir, Eduardo Chillida, Ellworth Kelly, entre otros, han otorgado a la ciudad una gama de arte pblico de gran nivel, lle-gando a convertirla en un museo al aire li-bre, que distribuidos estratgicamente en aquellos barrios que registran importantes in-tervenciones urbansticas, han generado una continuidad en el espacio urbano a travs de una aportacin cultural. A la incorporacin de estas nuevas obras, se sumo la presencia de obras ms tradicionales y la recuperacin de muchas obras que se encontraban en almace-nes municipales, las cuales recobraron su va-lor a travs de nuevos emplazamientos.

Desde el principio, la escultura pblica, como elemento simblico esencial en la caracterizacin de la ciudad, ha sido objeto de especial atencin.

La colaboracin entusiasta de grandes artistas ha sido una pieza clave en el desarrollo de esta nueva

cultura de espacio urbano

Ajuntament de Barcelona. Barcelona. Espacios Urbanos 1981-2001. Junio, 2001.

Lecea, Ide; Remesar, A; Grandas, C (Ed). Catalogo Art pblic de Barcelona. 6. AYUNTAMIENTO DE BARCELONA. Barcelona Escultures. Barcelona: Edicions Polgrafa. 20027.


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1.3 PATRIMONIO INDUSTRIAL

Durante la segunda mitad del siglo XX, el patrimonio industrial ha ido tomando gran importancia debido al aumento del reconoci-miento de su valor histrico, tecnolgico, so-cial y arquitectnico (Hernndez, 2005), sien-do la ciudad de Barcelona un gran ejemplo de casos que muestran la relacin entre este patrimonio y su contexto urbano, adems de como las dinmicas urbanas han ido influyen-do en l. Bajo esta perspectiva, cabe destacar la importancia que tuvo Barcelona como ncleo industrial de Catalua e incluso de Espaa, forjando una de las reas industriales por ex-celencia: El Poblenou, conocido como el Man-chester Cataln, el cual a finales del s. XIX, llegara a ser el rea con mayor concentracin industrial de Catalua, y una de las mayores de Espaa.

Pero, qu se entiende por patrimonio indus-trial?, existen numerosas definiciones que ba-sicamente apuntan a lo mismo. Por un lado en-contramos la definicin realizada por el Plan Nacional de Patrimonio Industrial el ao 2000, muy parecida a la presentada en la Modifica-ci del Pla Especial de Protecci del Patrimoni Arquitectnic histric-artstic de la ciutat de Barcelona en el 2006, en el que se define al pa-trimonio industrial como:

el conjunto de elementos que se relacionan con la produccin industrial generada por las actividades

econmicas de un determinado territorio. Este patrimonio est vinculado a un tipo determinado

de proceso productivo y a un sistema de tecnologa que se manifiesta desde la mitad del siglo XVIII

con los inicios de la mecanizacin hasta la actua-lidad

De esta manera no debemos olvidar que el pa-trimonio es, una pieza bsica por hacer pervivir la memoria, recuperar el papel del sentido del lugar en las ciudades y evitar la homogenizacin que la glo-balizacin impone, as como un elemento con clara vocacin geogrfica8.

En este contexto la importancia de este tipo de patrimonio se ha visto reflejada en un fenme-no que se ha ido repitiendo en numerosas zo-nas con un pasado industrial, en donde sobre-pasando su valor patrimonial estos espacios fabriles han sido necesarios para dar cabida a toda una red de equipamientos culturales, cvicos y educativos.

En el caso de Barcelona, esto no ha sido dis-tinto y desde la llegada de la democracia la administracin ha tenido la obligacin de ge-nerar un conjunto de nuevas utilidades para el patrimonio industrial, debido a la necesidad de nuevos espacios y equipamientos deman-dados por la ciudadana.

La reutilizacin de parte de las antiguas fbricas e instalaciones industriales como equipamientos

sociales y culturales ha sido una constante en Barcelona, desde la creacin de los ayuntamientos

democrticos

Martn Checa Artasu. Geografas para el Patrimonio industriual en Espaa: el caso de

Barcelona. 2007, pp. 1.

Cabe destacar, que Barcelona ha sido una ciu-dad precursora en cuanto a la conservacin del patrimonio, con el primer catalogo de pa-trimonio redactado en Espaa, en el marco de la Ley de Rgimen del Suelo y Ordenacin

Citado por Martn Checa Artasu en Geografas para el Patrimonio industrial en Espaa: el caso de Barcelona. 8. Scripta Nova. Revista electrnica de geografa y ciencias sociales. Barcelona: Universidada de Barcelona, 2007, pp.1. La fuente de Checa Artasu es B. Graham. A geography of heritage: power cultura and economy. Londres: Hodder Arnorld publishers, 2000.


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Urbana del ao 1956. En este aspecto, los pri-meros catlogos de patrimonio realizados en 1962 y 1979 (Ajuntament de Barcelona, 2006), fueron un ejemplo para las polticas estatales que vendran posteriormente.

En cuanto a los estudios sobre el patrimonio industrial de Barcelona, mencionar que stos comienzan con publicaciones en los aos seten-ta, debido a las transformaciones urbansticas, que de la mano del alcalde Jos M Porcioles, afectaron importantes conjuntos industriales, como La Espaa industrial, y amenaz con el llamado Plan de la Ribera (1965-1971) a todo el sector fabril del litoral. (Tatjer, 2008)

Todas estas transformaciones y especficamen-te el Plan de la Ribera gener un gran movi-miento social, que dara paso a un destacado proceso de salvaguarda del patrimonio, que se vera reforzado con el PGM (1976), el que cali-ficara de equipamiento gran parte de los anti-guos espacios industriales abandonados, pro-ducto de la crisis industrial y la relocalizacin urbana, consiguiendo convertirlos en equipa-miento, zonas verdes o viviendas sociales.

Por otro lado el Plan realiza una propuesta muy precisa de reserva de los espacios intersticiales va-cios u obsoletos de actividad para equipamiento y

espacio libre que van a permitir, en un futuro, una mejora de la calidad urbana de la ciudad

Joan Busquets. La construccin urbanstica de una ciudad compacta. 2004, pp. 338

De esta manera con la llegada de los ayun-tamientos democrticos se inicia una primer

etapa en la salvaguarda del patrimonio fruto de las reivindicaciones vecinales, las cuales muchas veces no buscaban la valorizacin patrimonial, si no que perseguan la reivindi-cacin de equipamientos o zonas verdes ante la carencia de infraestructuras bsicas en sus barrios, un ejemplo de esta etapa es El Vapor Vell de Sants.

Con la nominacin de Barcelona como sede de los juegos olmpicos, se marca una segunda etapa en la salvaguarda del patrimonio, do-minado por las transformaciones urbansticas que afectaron a un gran nmero de patrimo-nio industrial, especialmente en el mbito de estudio de esta investigacin, el barrio del Po-blenou.

Finalmente, una nueva etapa comenzara con la redaccin del Plan estratgico del sector cul-tural de Barcelona, en 1999. Las 6 estrategias del Plan9 dejan claro que la ciudad apostara por la cultura en los siguientes aos, estas son:

1. Fortalecer Barcelona como factora de pro-duccin de contenidos culturales.

2. Hacer de la cultura un elemento clave de cohesin social.

3. Incorporar Barcelona en los flujos de la cul-tura digital.

4. Dinamizar el conjunto patrimonial de Bar-celona.

5. Vertebrar Barcelona como un espacio cul-tural singular y metropolitano.

6. Proyectar Barcelona como plataforma de promocin internacional.

ICUB. Pla estratgic del sector cultural de Barcelona. Institut de Cultura de Barcelona, 1999.


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A partir de lampliaci del concepte de cultura es pot constatar la necessitat de revisar les relacions

entre cultura i ciutat, no tant sols per reorien-tar les poltiques pbliques, sin per establir un projete global de ciutat que impliqui el conjunt

doperadors pblics i privats i que permeti dotar la cultura de linstrumental teric i dacci necessari

per guanyar centralitat en els processos globals de desenvolupament de la ciutat

Joan Clos i Matheu. Pla estratgic del sector cultural de Barcelona. 1999

En este contexto es cuando aparecen nuevos proyectos como el Frum de les Cultures de 2004 y el Districte de activitats 22@, el que ac-ta directamente sobre el mbito de estudio, transformando la antigua rea industrial 22a en un distrito innovador.

Debido a estas transformaciones urbanas, se hace necesaria la conservacin del patrimo-nio industrial, especialmente en estas reas en donde la transformacin va siendo cada vez ms rpida. Hoy en da, distintas asociaciones de vecinos y profesionales han creado plata-formas para la defensa de este patrimonio y las publicaciones acerca del mismo tema han ido aumentando paulatinamente para conser-var y divulgar la memoria e identidad de una poblacin que se destaco a nivel europeo por su desarrollo industrial.

El patrimoni s un dels ms ferms signes didentitat duna collectivitat de manera que es

converteix en una pea clau a lhora danalitzar el desenvolupament cultural, econmic i urbanstic

de les nostres ciutats. Dins daquesta concepci

mplia no es pot obviar el paper del patrimoni industrial. De fet, a partir de les grans etapes de la desindustrialitzaci sassisteix a un renovat inters per lestudi i preservaci del Patrimoni Industrial

Ajuntament de Barcelona. Modificaci del Plan especial de protecci del Patrimoni Arquitectnic Histric-Artstic de la ciutat de Barcelona. Dis-

tricte de Sant Mart. 2006

Como podemos ver, la llegada de la democracia ha dado paso a una gran trasformacin urba-nstica, poltica y social. La aparicin de todas aquellas actividades culturales que, contrarias al rgimen franquista, se encontraban escon-didas, ha puesto un acento en la democratiza-cin de la cultura. La apropiacin y ocupacin del espacio pblico, adems de la necesidad de nuevas infraestructuras en donde desarrollar una actividad social se hacen visibles.

El desarrollo de esta investigacin es en este mbito, en donde la ciudad y su modelo es-tratgico de desarrollo, han incorporado una multiplicidad de mbitos como la arquitectu-ra, el urbanismo, la economa, la participacin, el arte pblico y el patrimonio, los cuales se entremezclan formando una continuidad en el desarrollo de la ciudad, desde los aos setenta hasta nuestros das.

En este sentido, uno de los aspectos importan-tes del inicio de este proceso de democratiza-cin es que se transformara en el punto parti-da que vincula los tres aspectos principales de esta investigacin: el modelo, el arte pblico y el patrimonio industrial. Asimismo, cabe destacar la estrecha relacin existente entre las distintas etapas vistas en el llamado modelo Barcelona y la puesta en valor del patrimonio


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industrial de la ciudad, ambas marcadas por el PGM, por la realizacin de los juegos olm-picos de 1992 y por los diversos planes que lle-varan a la ciudad en los ltimos aos a una etapa en la que la cultura se convertira en el motor de la ciudad.

Por otra parte, si bien es reconocido que Barce-lona es una ciudad destacada en cuanto a las operaciones de monumentalizacin realizadas en la periferia, haciendo referencia a las nu-merosas intervenciones de arte pblico y es-pacio pblico que se han llevado a cabo, tam-bin podramos decir que ha sido una ciudad destaca con la realizacin del primer catalogo de patrimonio hecho en Espaa, sin embargo, la ciudad tiene un gran potencial que an no se ha explotado del todo, haciendo referencia a la gran cantidad de patrimonio industrial que posee. En este mbito, las naves industriales y sus estructuras auxiliares, se presentan hoy en da como la gran huella del pasado indus-trial de la ciudad. Una huella que es seguida a travs de la conservacin de mltiples chi-meneas, que se presentan como la imagen de la industrializacin y que encontramos dis-persas por toda la ciudad, especialmente en el barrio del Poblenou, uno de los ms afectados por las grandes transformaciones realizadas desde la nominacin de Barcelona como sede Olmpica de 1992.

En este contexto, se enmarca la presente inves-tigacin, en donde no solo veremos la impor-tancia patrimonial y la relacin con el paisaje que las chimeneas poseen (captulos 3 y 4), sino que tambin analizaremos, a travs del captu-lo 5, como stas han traspasado su dimensin funcional, convirtindose hoy en da en un MONUMENTO, en una HUELLA del pasado

industrial de la ciudad, en un elemento singu-lar e ICNICO presente dentro del paisaje del barrio; y debido a stas y otras caractersticas, en un elemento de ARTE PBLICO.

Como sealaba recientemente el urbanista Joaqun Sabat Bel, si los planes urbansticos del siglo XIX estuvieron marcados por las respues-tas al crecimiento de la poblacin y al desarrollo

industrial, el nuevo paradigma del siglo XX parece asumir la naturaleza y la cultura como ejes de su

reflexin a la hora de proyectar el territorio

Fernando Gmez Aguilera. Arte, ciudadana y espacio pblico. 2004, pp. 38.

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El Poblenou. Una mirada a su historiaEl Poblenou. Una mirada a su historia

Segn Merc Tatjer en Cuando Barcelona era una gran fbrica. Barcelona, ciudad de fbricas. Barcelona: Ed. 10. Xavier Basiana, 2000, pp. 154.

2.1 BARCELONA Y LOS COMIEN-ZOS DE LA INDUSTRALIZA-CIN

El comienzo de la industrializacin en Barce-lona es en Ciutat Vella (primer espacio plena-mente industrial), cuando en 1833 se implanta el primer vapor de la industria textil en la f-brica Bonaplata, Vilaregut, Rull i Cia. Desde este momento, Barcelona se transformara en una GRAN FABRICA10 , en la que la industria sera la base econmica de la ciudad.

Entre 1833 y alrededor de 1850, la industria barcelonesa, dedicada principalmente a la ma-nufactura de hilados, tejidos y estampados de algodn, crece espectacularmente consolidn-dose como eje central de la industria en Ca-talunya. Existan por entonces, dos tipologas de fbricas bien diferenciadas: la casa fbrica y los prados de indianas, que se distinguan principalmente por su tamao, ubicacin y por el tipo de trabajo realizado.

La casa fbrica, la encontrbamos intramuros y se caracterizaba por ocupar un espacio justo para la elaboracin del teido de los tejidos. era un edificio entre medianeras compuesto por varios cuerpos que reunan a la vez la vivienda del propietario y del director y tcnicos de la fbrica, que se abra a la calle, mientras que los otros cuer-pos o cuadras, con acceso desde un patio interior, se


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dedicaban a la produccin a la vez que en el patio se alojaba la mquina de vapor con su correspondiente chimenea (Tatjer, 2006). En cambio, los prados de indianas los encontrbamos en el exterior de la ciudad, principalmente en zonas perifri-cas y se caracterizaban por abarcar superficies muy extensas, cuyo espacio era dedicado tanto al blanqueo de la materia prima, como al tei-do; y por tener una mayor necesidad de agua y lea. Tambin disponan de una o varias vi-viendas dormitorio para sus trabajadores.

Hacia 1848, se produce una congestin indus-trial, debido al gran nmero de fbricas ubi-cadas dentro de las murallas y a la escasez de suelos11 que implicaba, sumado a los nuevos procesos de produccin, la expansin de nue-vos medios de comunicacin y la conflictivi-dad obrera. Todo esto llevara a un inevitable traslado de las industrias fuera de murallas.

como antes en el Raval, muchas fbricas proba-ron suerte en el Eixample y, finalmente, se instala-ron de forma definitiva en los ncleos fabriles ms

perifricos, como Grcia, Sant Andreu, Sant Mart o Sants, que disponan de espacios ms amplios y de dotaciones de agua ms favorables para deter-

minados procesos productivos.

Merc Tatjer. Cuando Barcelona era una gran fbrica. 2000, pp.155.12

La competencia por la falta de suelo para la industria, llevo a la desaparicin de conventos que daban paso a 11. instalaciones fabriles. Segn Merc Tatjer, artculo citado, pp. 155.

En CHECA ARTASU, Mart (Coord.); BASIANA, Xavier; ORPINELL, Jaume. Barcelona, ciudad de fbricas. 12. Barcelona: Ed. Xavier Basiana, 2000.

Lo que le dara el nombre a una parte de este sector. (Arxiu histric del Poblenou, 2001, pp.9)13.

Figura 6: Vista de Barcelona. Dibujo realizado por el francs A. Guesdon (mediados del siglo XIX). La con-gesti industrial de la ciutat, encara enmurallada, i laccs al port des de la Barceloneta i Sant Mart sn ben patents citado de Nadal, J. y Tafunel, X. Sant Mart de Provenals, pulm industrial de Barcelona (1847-1992). 1992, pp. 26

2.2 LA HISTORIA DEL POBLE-NOUEste antiguo barrio perteneciente al municipio de Sant Mart de Provenals hasta 1897, desde cuando fue agregado a Barcelona, contribuy desde el primer tercio del siglo XIX a que la ciudad fuera una de las ms industrializadas de Europa.

Este municipio, que se extenda desde el Gui-nard hasta el mar, y desde la ciudad hasta el ro Bess, se distingui por ser una zona de pastos y humedales, dominado por una la-guna13 (Llacuna) y por un gran nmero de masas y campos. Sant Mart se caracterizaba por su riqueza agrcola (principal actividad econmica), por la existencia del Rec Comtal que aportaba agua a estas tierras, y tambin, porque las principales vas de acceso a la ciu-dad, desde el norte, lo cruzaban (Ajuntament de Barcelona, 2006).

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El Poblenou. Una mirada a su historia

Figura 7: Plano general del trmino de Sant Mart de Provenals. 1851. Autor: Lloren Presas i Puig.

Durante el siglo XVIII, se implantaron una se-rie de actividades nocivas para el centro de la ciudad (Narrero, 2003), primero con el La-zareto o casa de la cuarentena y luego con la instalacin del primer cementerio general de la ciudad, lo que reforzaba el carcter perifri-co del barrio y su condicin de aislamiento.

La llegada de las industrias de indianas14 , de-bido a la gran disponibilidad de terrenos libres y la facilidad de abastecimiento de agua, mar-c un antes y un despus en el sector, constitu-yndose en el embrin y punto de partida de las grandes fbricas que apareceran en el fu-turo (AAVV Poblenou, 2001). A lo largo del s. XIX, la aparicin de nuevos procesos de blan-queo de telas llevaron a la consolidacin de la industria textil, la cual requiri de una tecno-loga ms mecanizada y de un aumento de la mano de obra, que deriv en un crecimiento demogrfico y por lo tanto en la construccin de ms casas.

LA INDUSTRIALIZACIN

Segn Jordi Nadal y Xavier Tafunell (1992), se distinguen 5 periodos en la industrializacin del Poblenou, los que son apoyados por auto-res como Narrero, 2003; Checa Artasu, 2000, 2007; Tatjer y Vilanova, 2002.

La implantacin industrial (1846-1860)

En este periodo los autores hacen referencia a una aproximacin en la fecha del comienzo de la industrializacin. Expresan que A Sant Mart, el seu inici no s tan clar, per la impossibi-litar de datar exactament algunes de les primeres indianries, que han estat lelement pautador i defi-nitori. Aquesta mancana ens ha dut a procedir de manera aproximativa: de labsncia de qualsevol f-brica destampats en la matrcula industrial de 1846 i de la referncia a alguna delles en documents an-teriors a 1850, en dedum que la primera pot haver-se posat en funcionament a partir de 184715

Caracterizado por el asentamiento de la in-dustria textil. En esta etapa, el Poblenou, fa-vorecido por: la necesidad de descongestin de la Barcelona amurallada y la normativa del Ayuntamiento que prohiba la construccin de nuevas fbricas (1846); por la proximidad a la ciudad; por el paso del ferrocarril que una Matar y Barcelona; por la disponibilidad de suelo y agua; y finalmente, por la fcil acce-sibilidad a la zona portuaria; llegara a con-vertirse en el segundo ncleo industrial ms importante de Catalunya.

Mientras tanto, en Barcelona, se hace necesaria la expansin de la ciudad, hasta que en 1860, el ministerio ordena finalmente, luego de un largo proceso, la ejecucin del Plan Cerd.

Nombre que reciben los tejidos de algodn estampados, generalmente adornados de dibujos geomtricos, escenas 14. histricas o flores de colores vivos (Arxiu histric del Poblenou, 2001, pp.12)

Nadal, J. y Tafunel, X. Sant Mart de Provenals, pulm industrial de Barcelona (1847-1992). 1992, pp. 37.15.


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De este periodo destacan fbricas como Can Ricart, Escubs-Ara y Jaumandreu.

Explosin industrial (1861-1904)

En este periodo, Sant Mart de Provenals se consolida como el Manchester Cataln, con una explosin industrial dirigida por el textil. La mecanizacin de la industria, con la intro-duccin del vapor como una nueva fuente de energa, favoreci la consolidacin, aparicin y el comienzo de la diversificacin industrial.

Todo este proceso generara la llegada de mu-cha poblacin buscando nuevas oportunida-

des de trabajo, sto, sumado a la Exposicin Universal de Barcelona en 1888, gener la conformacin de tres barrios de barracas en el sector, el Somorrostro, Darrera del Cementeri y Pekn.

Diversificacin de la industria (1905-1939)

En este periodo, comienza la diversificacin de la industria, sin abandonar el sector textil, a pesar de su estancamiento. La introduccin y generalizacin de la electricidad, como nueva fuente de energa, facilit la incorporacin de la primera generacin de la industria meta-lrgica y las primeras fbricas de automviles.

Figura 8: Vista de la fbrica Can Jaumandreu (El Martinense, 1878)

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Figura 9: Plano geomtrico del trmino juridiccional de S. Martn de Provensals Pedro Moreno Ramnez. 1871. Destaca el crecimiento de Sant Mart producido por la industria.

En 1904, Sant Mart tenia 553 empresas, que en 1933, pasaran a ser 1.261. Destacan industrias como Hispano-Suiza, Ford y General Motors.

Cabe destacar dos momentos importantes: la Exposicin Universal de Barcelona en 1929, que supuso un gran impacto para la ciudad a nivel urbanstico, produciendo un aumento de la poblacin producto de la de la inmigracin (al igual que la Exposicin de 1888) y la guerra civil que signific, un descalabro importante para la industria del Poblenou (Ajuntament de Barcelona, 2006). En este momento muchas empresas fueron colectivizadas, mientras que otras como Can Girona y Can Ribera pasaron a fabricar material de guerra, intensificndo-se los bombardeos en el barrio. Asimismo, muchos stanos de fbricas fueron ocupados como refugios.

Figura 10: Plano del Poblenou hacia 1920. Autor: Vicen Martorell.


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El ltimo impulso de la industria (1939-1965)

Este periodo se caracteriz por el fin de la gue-rra civil y el comienzo de la dictadura fran-quista, la cual provocara un retroceso impor-tante en el campo poltico, econmico, cultural y educativo. Sin embargo, la autarqua favore-ci en cierta medida, la intensificacin indus-trial, debido a la restriccin de importaciones (Tatjer, 2006). Pero no sera hasta la dcada del 50, cuando se produce un impulso econmico debido a la expansin de nuevas industrias, li-deradas por la mecano-metalrgica y la auto-movilsta.

Por otro lado, la creacin del Plan Comarcal de 1953, signific un impulso a la industria del Poblenou, y de toda la ciudad, que se mani-festo en la aparicin de nuevas edificaciones y, por lo tanto, en la consolidacin de las zonas industriales.

El Pla Comarcal del 1953 significa la constataci dun sistema urb, de facto; es construeix segons

criteris de zonificaci funcional, que donen respos-ta als trets ms destacats de lpoca, el creixement frentic de lhabitatge que permet la consolidaci dun sector immobiliari potent i el desenvolupa-

ment dun sector industrial fort.



Por otro lado, el uso industrial intensivo de la fachada martima, hizo de este un espacio muy degradado, transformndolo en un gran ver-

Figura 11: Plano del Poblenou en 1953. En color azul, se puede ver claramente la consolidacin del rea indus-trial en el sector.

tedero de escombros y desechos. Asimismo, esta rea se consolidara como una zona de ba-rracas, sumndose a los barrios ya existentes como el Somorrostro (trasladado en 1966), Bo-gatell, darrera del Cementeri, la antigua Pekn y Camp de la Bota.

El declive industrial (desde 1965)

Es aqu, cuando comienza un periodo de deca-dencia y reestructuracin industrial que pro-voc un primer desplazamiento de la indus-tria fuera de la ciudad, esto se debi a varios factores, entre los que destacan:

El Poblenou haba perdido su caracterstica de barrio perifrico y ahora el espacio donde se emplazaba la antigua industria, se haba convertido en un espacio central.

Reestructuracin del modo de produccin.

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El surgimiento y consolidacin del postfordis-mo, como un nuevo modelo de produccin a nivel global (Narrero, 2003).

Promocin por parte de las autoridades de nuevos polgonos industriales, ms perifri-cos.

El alto valor del suelo de la industria aban-donada si era utilizado para uso residencial o de servicios.

Esta relocalizacin industrial trajo como con-secuencia la remodelacin de amplios sectores de la ciudad (Busquets, 2004), bajo la adminis-tracin del alcalde franquista Jos M Porcio-les.

EL PLAN DE LA RIBERA

Con los primeros sintomas de decadencia del sector industrial, en 1965, nace esta iniciativa como uno de los primeros proyectos de gran remodelacin urbana (Sol-Morales, M; Bus-quets, J.; Domingo, M. y Gmez-Ordez, J.L., 1974), marcando no solo el primer intento es-

paol de gran inversin capitalista, si no que tambin el primer movimiento importante de resistencia popular.

Una asociacin de grandes empresas (socie-dad Ribera S.A.) ubicadas en la fachada ma-ritima, pretenda convertir el litoral norte de la ciudad en una zona residencial y de ocio de alto nivel. Es as como, bajo el lema de Barce-lona, una ciudad que no puede seguir viviendo de espaldas al mar16 , la burguesa intentaba reva-lorizar unos terrenos en decadencia mediante la tercializacin del sector, lo que implicaba la erradicacin de la poblacin obrera.

El Plan contena, de hecho, algunos de los elementos clave que ms tarde se llevaran a

cabo, como la recuperacin del frente martimo, la consecuente eliminacin del ferrocarril de la

costa, mexcla de vivienda y pequeos comercios, y estimulacin de la zona mediante grandes centros

comerciales.

Merc Tatjer. La Barceloneta: del siglo XVIII al Plan de la Ribera. 1973.17

Figura 12: Esquema general del Plan de la Ribera, el cual abarcaba la franja litoral de unos 5 Km de longitud, desde la Barceloneta hasta el ro Bess, con una anchura aproximada de 500 metros.

Busquets, J. La construccin urbanstica de una ciudad compacta. 2004, pp. 336.16. Citado por Narrero, 2003, pp.5-617.


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Ante el posible desalojo de muchas familias y la perdida de lugares de trabajo, debido a las muchas empresas que haba que derribar, jun-to a todas las consecuencias negativas para el barrio, se gener un movimiento social que involucr desde asociaciones de vecinos has-ta colegios profesionales. Es as como estos mismos actores, llaman a un concurso para la realizacin de un CONTRAPLAN18 , como alternativa al proyecto oficial, evitando que el proyecto siguiera adelante. Sin embargo, 20 aos ms tarde, este mismo sector sufrira un gran cambio producto de la recuperacin de playas y el desarrollo olmpico. (Busquets, 2004)

LA LLEGADA DE LA DEMOCRACIA

La llegada de los ayuntamientos democrticos coincide, en los aos setenta, con el impacto de la crisis industrial que llega a su punto mxi-mo. El proceso de declive industrial dominado por la desindustrializacin y periferizacin, llevo a vaciar de industrias la ciudad, dando paso a un emergente sector terciario, el cual vendra a reemplazar a las antiguas fbricas. La aparicin de piezas industriales abandona-das, junto con la degradacin medioambiental

En la publicacin de SOL-MORALES, M.; BUSQUETS, J.; DOMINGO, M.; FONT, A.; GMEZ-ORDOEZ, J. L. 18. Barcelona: remodelacin capitalista o desarrollo urbano en el sector de la ribera oriental. 1974, se recoge la memo-ria y el proyecto del Primer lugar del concurso (Diciembre 1971)

Existen cuatro reas olmpicas, en Montjic, Diagonal, Vall dHebron y Poblenou19.

Figura 13: Propuesta del Contraplan de la Ribera

y fsica del espacio urbano, comienzan a ser un constante en muchas ciudades de Espaa.

A partir de 1980, una serie de micro actuacio-nes a nivel de barrio, que pretendan regene-rar el tejido social, se dejan ver especialmente en el barrio. La mejora del espacio pblico, junto con la recuperacin de antiguas fbricas como equipamientos, dieron paso a una serie de transformaciones. A pesar de esto, la trama del Poblenou se mantuvo como el gran espacio fabril de Barcelona, hasta finales de los ochen-ta, con una cuarta parte o ms del suelo indus-trial de la ciudad (Tatjer, 2006).

Los juegos Olmpicos de 1992

La nominacin olmpica de Barcelona en 1986, signific una gran transformacin para el ba-rrio del Poblenou, ya ste formara parte de una de las 4 reas olmpicas19. Ubicadas es-trategicamente en la ciudad, en estos puntos se concentraran un gran nmero de inter-venciones urbanas. Destacan en el sector: la prolongacin de la Avinguda Diagonal (1991), Vila Olmpica (1992), Port Olmpic (1992), Pas-seig Maritim de la Nova Icria (1992), Passeig Maritim de Bogatell (1992), entre otros.

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Todos los proyectos llevados a cabo en este pe-riodo, y en especial la Vila Olmpica, signifi-caron la reconversin del antiguo suelo indus-trial de Icaria, que represento la liberacin de ms de 46 hectreas hasta ese momento ocu-padas por una zona industrial muy degradada y obsoleta.

Tot aquest moviment ha suposat el descobriment del Poblenou per gran part de la ciutat, i entre ells

per sectors de la modernitat que sinstallaren al barri: galeries dart com lEspai Poblenou, estudis

dartistes situats en antigues fabriques com Palo Alto al carrer Pellaires, locals musicals com Zeles-

te al carrer Almogvers, foren linici duna nova dinmica

Arxiu histric del Poblenou. El Poblenou: ms de 150 anys dhistoria. 2001, pp. 88-90

Figura 14: Grfico que muestra las intervenciones he-chas en espacios pblicos entre los aos 1985-2004, en el distrito de Sant Mart, revelando el gran plan de ac-tuaciones realizado en el barrio para el periodo olmpico concentrndose la mayora de las intervenciones en los aos 1991 y 1992, con el 10% y 45% de las actuacio-nes, respectivamente. Fuente: Elaboracin propia para la asignatura, La construccin de un espacio pblico para todos

Pasado el periodo olmpico, las transformacio-nes se centraron en el sector Este del Poblenou, desde el ncleo antiguo hasta el Bess, y desde la Gran Va-Diagonal hasta el mar, destacando proyectos como el de Diagonal-Mar (comienza 1997), que comprenda una extensa zona resi-dencial donde se ubicara una gran superficie comercial, viviendas y un parque; y el Frum de les Cultures.

Pero las grandes transformaciones seguiran abarcando todo el barrio del Poblenou, con un nuevo plan de renovacin urbana, el 22@. Proyecto que representa la transformacin urbanstica ms importante emprendida en la ciudad (Arxiu histric del Poblenou, 2001). Se trata de una intervencin de gran enverga-dura que ha significado una nueva etapa en la evolucin del barrio, en donde se pretende crear un modelo de ciudad que d respuestas a los nuevos desafos planteados por la socie-dad del conocimiento.

El Poblenou, crisol en el que se condens el principal ncleo de la industrializacin espao-la durante el siglo XIX se propone hoy como la

principal plataforma econmica y tecnolgica de Barcelona, Catalua y Espaa en la perspectiva

del Siglo XXI.



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El patrimonio industrial en Barcelona

El patrimoni s un dels ms ferms signes didentitat duna collectivitat de manera que es

converteix en una pea clau a lhora danalitzar el desenvolupament cultural, econmic i urbanstic

de les nostres ciutats. Dins daquesta concepci mplia no es pot obviar el paper del patrimoni

industrial. De fet, a partir de les grans etapes de la desindustrialitzaci sassisteix a un renovat inters per lestudi i preservaci del Patrimoni Industrial



3.1 EVOLUCIN Y RECONOCI-MIENTO DEL PATRIMONIO IN-DUSTRIAL

En la actualidad, el patrimonio industrial se acepta como un elemento importante dentro del patrimonio cultural, al que se le recono-ce un inters histrico-artstico y adems un valor material y social imprescindibles para la comprensin de la sociedad contempor-nea y la valoracin de la herencia recibida de la era industrial, ligada principalmente, como ya hemos visto en el captulo 2, al proceso de urbanizacin de los siglos XIX y XX, y tam-bin al abandono de la vida rural, junto con la progresiva concentracin de la industria en la ciudad.

Para hablar de patrimonio industrial, en pri-mer lugar debemos referirnos a la definicin de ARQUEOLOGA INDUSTRIAL, discipli-na que defini K. Hudson20 en 1963 como el descubrimiento, la catalogacin y el estudio de los restos fsicos del pasado industrial, para conocer a travs de ellos aspectos significativos de las condi-ciones de trabajo, de los procesos tcnicos y de los procesos productivos 21. Sin embargo, es Augus Buchanan en 1972, quien explica la Arqueo-loga Industrial como un campo de estudio prctico y terico, que centra este anlisis en el proceso de valoracin del significado de los

quien publica el primer libro sobre arqueologa industrial: Industrial archaeology20. Citado por Inmaculada Aguilar Civera en Patrimonio Industrial. Aprovechamiento cultural y reutilizacin. 21.

Estructuras y paisajes industriales: proyectos socioculturales y turismo industrial. Gijn: Editorial Cicees, 2003, pp. 48. La fuente de Aguilar Civera es K. Hudson. Industrial Archaeology. London, An Introduction, 1964.


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vestigios industriales en el contexto de la his-toria. (Hernndez y Lpez, 2005)

Una serie de eventos, a partir de 1965, fueron definiendo el campo de estudio y conserva-cin de la Arqueologa Industrial, dando paso al nacimiento de numerosas asociaciones y co-mits internacionales que tienen en esta dis-ciplina su principal objetivo. De esta manera, en 1978, nace The International Comittee for the Conservation of the Industrial Heritage (TICCIH), a partir del cual se comienza a definir este campo como PATRIMONIO INDUSTRIAL, modernizando el trmino de Arqueologa In-dustrial usado hasta ese momento.

Fue la evolucin de este concepto, junto con la rapidez con que se degradan o desaparecen estos restos industriales, lo que permiti al concepto de Patrimonio Industrial, ir toman-do poco a poco posicionamiento en el rea del Patrimonio Cultural. En este nuevo concepto, destacan los restos industriales en una prime-ra etapa, por su carcter singular y por sus va-lores arquitectnicos e ingenieriles; y en una segunda etapa, por la atribucin de otros va-lores, como la apreciacin como fuente de co-nocimiento de las formas de vida y relaciones sociales; y su significacin social y potencial como agente de dinamizacin econmica para las distintas comunidades locales (Busquets y Fernndez, 2003)22

El patrimonio industrial es un vestigio, un objeto de la memoria colectiva. El patrimonio y las

huellas de la revolucin industrial se han conver-tido en nuevos bienes culturales y en recurso para

afrontar un desarrollo sostenible a escala local y regional

Miguel lvarez Areces. Patrimonio indus-trial. Un futuro para el pasado desde la visin

europea, 2008, pp. 6

Como parte de esta evolucin, es necesario sealar ciertos hitos en materia de reconoci-miento, que han sido claves para la puesta en valor del patrimonio industrial. Entre ellos se pueden mencionar una serie de leyes au-tonmicas de patrimonio cultural, recomen-daciones internacionales y otros documentos que han ampliado la visin del patrimonio, resituando al patrimonio industrial dentro de una visin ms actualizada. En este proceso ha influido un cambio de enfoque, en el que la propia UNESCO en 1990 pasa a considerar los restos de la industria histrica como bienes culturales.

Con respecto a este cambio en la idea de patri-monio, Busquets y Fernndez23 sealan: En las ltimas dcadas hemos asistido a una lenta pero importante reconceptualizacin social de la nocin de patrimonio. Hemos evolucionado desde una vi-sin que asociaba al patrimonio a la idea de pasado y de conservacin (y por tanto a una nocin est-tica) hasta una visin del patrimonio ms relacio-nada con la idea de presente y de utilizacin (y por tanto a una visin dinmica y funcional)

En este mbito, cabe mencionar el ascendente reconocimiento que ha experimentado el pa-trimonio industrial, producido en parte al tra-bajo, a nivel europeo, de instituciones como el TICCIH y asociaciones, en el mbito espaol, como INCUNA24 y a partir de 2003 TICCIH-Espaa; adems de investigadores de distin-tas instituciones que se han propuesto como objetivo la investigacin y puesta en valor de este patrimonio. Asimismo, cabe destacar, el reconocimiento de la propia sociedad civil, la cual ha tomado conciencia del valor de este patrimonio y su vez, mediante distintas rei-vindicaciones, ha logrado rescatar la memoria del pasado industrial por medio de la salva-guarda de piezas industriales fundamentales (Tatjer, 2008)

En LVAREZ ARECES, Miguel ngel (Coord.). Estructuras y paisajes industriales: proyectos socioculturales y 22. turismo industrial. Gijn: Editorial Cicees, 2003, pp. 126.

Idem23. Asociacin Arqueologa Industrial, Patrimonio Cultural y Natural. 24.

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3.2 EL PATRIMONIO INDUS-TRIAL A NIVEL EUROPEO Y ES-PAOLComo ya hemos mencionado, el claro aumento en la investigacin, catalogacin y difusin de elementos de patrimonio industrial, ha dado pie a la creacin de distintas leyes y documen-tos que han incrementado el reconocimiento del patrimonio industrial. En este aspecto, a nivel espaol, desde los aos 80, destaca el gran inters surgido por el patrimonio in-dustrial dando paso a numerosas iniciativas propuestas desde las diferentes comunidades autnomas, las que se concretan, desde fina-les del ao 2000, en el llamado PLAN NA-CIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL (PNPI), cuyo objetivo bsico es acometer la proteccin, conservacin y proyeccin social de dicho Patrimonio y de instrumentar las medidas que lo hagan posible, incluyendo el uso futuro de conjuntos, edificios y elementos industriales, en la conviccin de que se trata de un patrimonio que puede convertirse en factor de desarrollo local, tan-to cultural como econmico25 . Esta ley, gestio-nada por la Direccin General de Bellas Artes y Bienes Culturales, a travs del Instituto del Patrimonio Cultural de Espaa, destaca, entre otros aspectos, por la diferenciacin de tres ti-pos de bienes industriales26 :

Elementos aislados: aquellos que por su na-turaleza o por la desaparicin del resto de sus componentes son testimonio suficiente de una actividad industrial a la que ejemplifican.

Conjuntos industriales: aquellos recintos y zonas en las que se conservan todos los com-ponentes materiales y funcionales, as como su articulacin, y que constituyen una mues-tra coherente y completa de una determinada actividad industrial.

Citado de la pagina web del Instituto del Patrimonio Cultural de Espaa. Apartado Plan del Patrimonio Indus-25. trial.

Citado de la pagina web del Instituto del Patrimonio Cultural de Espaa. Apartado Plan del Patrimonio Indus-26. trial, definicin de Parimonio Industrial.

THE INTERNATIONAL COMMITTEE FOR THE CONSERVATION OF THE INDUSTRIAL HERITAGE 27. (TICCIH). Carta de Nizhny Tagil sobre el patrimonio industrial. Mosc: Asamblea Nacional TICCIH, 2003

Paisajes industriales: entornos que conser-van visibles en el territorio los componentes esenciales de los procesos de produccin de una o varias actividades industriales relacio-nadas entre s.

Este plan, constituye un primer avance en la proteccin y conservacin de este patrimonio a nivel espaol, pese a que posee deficiencias como las sealadas por el Economista y pre-sidente de INCUNA, Miguel ngel lvarez Areces, relacionadas principalmente con la representatividad de los bienes seleccionados y con la escasa consideracin de asuntos re-levantes como la propiedad y dominio de los bienes o su catalogacin en los ayuntamientos o comunidades respectivas.

Posteriormente, el Comit Internacional para la Conservacin del Patrimonio Industrial (TICCIH), elabora la CARTA DE NIZNHY TAGIL sobre patrimonio industrial en la asamblea celebrada en Mosc el ao 2003. Este documento es de gran importancia, debido a que propone una definicin a nivel europeo de patrimonio industrial, compuesta por los restos de la cultura industrial que poseen un valor histrico, tecnolgico, social, arquitectnico o cien-tfico, como edificios y maquinaria, talleres, molinos y fbricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depsitos, lugares donde se genera, se transmite y se usa energa, medios de transporte y toda su infraestructura, as como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto re-ligioso o la educacin27

En razn de ello, menciona la importancia del estudio, catalogacin, investigacin y pro-teccin legal del patrimonio industrial, como pasos fundamentales dirigidos a su conserva-cin.


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3.3 EL PATRIMONIO INDUS-TRIAL EN BARCELONA. POLITICAS DE PRESERVACIN Y SALVAGUARDA

Catalunya es una de las comunidades en don-de se inicia con ms fuerza el proceso de in-dustrializacin (lvarez Areces, 2008), y Bar-celona, como su centro industrial, lo refuerza con la reutilizacin cultural, social y cvica de numerosos elementos industriales de gran im-pacto en el entorno ms cercano.

La ciudad de Barcelona, en Espaa, es un ejem-plo, casi un laboratorio, donde se pueden estudiar

los fenmenos que afectan al patrimonio industrial en un contexto urbano.

Martn Checa Artasu. Geografas para el patrimonio industrial en Espaa: El caso de

Barcelona. 2007, pp. 2.

Es en este contexto y debido a la gran abun-dancia, singularidad y preocupacin por la conservacin y difusin de este patrimonio, nace la primera asociacin de arqueologa in-dustrial en Espaa, la Asociaci del Museu Nacional de la Cincia i de la Tcnica de Cata-lunya i de la Arqueologa Industrial de Cata-lunya (AMCT)28, fundada en 1979 y dedicada a estudiar, preservar y difundir el Patrimonio industrial de Catalunya. Por este ao, impul-saban la creacin de un Museo de la Ciencia y Tcnica, proyecto que pasara a manos del Departament de Cultura de la Generalitat en 1982, adquiriendo el ao siguiente la fbrica Aymerich, Amat i Jover, antiguo vapor textil de Terrassa, con el fin de convertirlo en la sede

del museo. Finalmente en 1990, se declara Mu-seo Nacional, por la Ley de Museos. 29

Como ya hemos dicho, Barcelona ha sido el centro urbano en el que la impronta industrial ha sido ms determinante tanto por el alcance territorial como por su importancia econmi-ca (Ajuntament de Barcelona, 2006), condicin que ha incrementado, con el paso del tiempo, el inters y la preocupacin, por parte de la administracin, por este tipo de patrimonio. Lo anterior, se ve reflejado en una serie de actuaciones que poco a poco fueron incorpo-rando y elevando el nmero de elementos in-dustriales catalogados o protegidos, entre los que destacan, el Catlogo de 1979, en el que los bienes industriales presentes eran mnimos; los Planes Especiales elaborados en los aos 80 y 90, tales como el Plan Especial del Vapor Vell (1988), el Plan Especial del entorno a la ca-lle Campeny (1990) o el Plan Especial de Re-forma Interior del Sector Diagonal-Poblenou (1993), en los cuales se produjo un aumento en el numero de bienes protegidos; y finalmente, a partir del ao 2000 una seguidilla de Planes Especiales y modificaciones, adems de cat-logos realizados en cada distrito, que elevaron considerablemente la catalogacin y sucesiva proteccin del Patrimonio Industrial presente en la ciudad.

Citado de la web de la Asociaci del Museu de la cincia i de la Tcnica i dArqueologia Industrial de Catalunya. 28.

Citado de la web del MNACTEC. 29.

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POLTICAS DE PRESERVACIN

En cuanto a las polticas de preservacin del patrimonio, la ciudad de Barcelona se sita como unas de las pioneras, con la redaccin y aprobacin del primer Catlogo de Patrimonio realizado en Espaa, bajo las directrices preci-sadas por la Ley de Rgimen del Suelo y Or-denacin Urbana del ao 1956, la que recono-ca - desde una visin urbanstica - los valores artsticos, histricos, arqueolgicos, tpicos o tradicionales de algunos edificios presentes en la ciudad. Asimismo, esta ley sealaba que los Ayuntamientos deberan aprobar los listados o Catlogos de los edificios con el fin de salva-guardarlos para su traspaso a las generaciones futuras (Ajuntament de Barcelona, 2006)

De esta manera, en Octubre de 1962, bajo la realizacin del Servicio de Edificios Artsticos y Arqueolgicos y de Ornato Pblico a cargo del arquitecto Florensa, se aprueba el Cat-logo de edificios y monumentos de inters histrico, arqueolgico, tpico o tradicional de Barcelona. Cabe destacar, que a pesar de que dentro de este catlogo se incorporan dos

Figura 15 y 16: Fotografa edificio Les Drassanes y La Seca

edificios de inters industrial, estos no fueron protegidos por esta caracterstica, sino por el hecho de ser reconocidos como edificios mo-numentales. Estos son, el antiguo artillero donde se construan y reparaban galeras, Les Drassanes Reials30 , y el edificio perteneciente a la antigua fbrica de moneda, La Seca.31

En este aspecto, queda en evidencia las ca-rencias sufridas por el primer Catlogo y la falta de inters que exista por el Patrimonio Industrial. Aunque en la elaboracin del si-guiente Catlogo en 1979, bajo la Ordenanza sobre proteccin del patrimonio arquitectni-co, histrico-artstico de la ciudad de Barcelo-na, establecida el mismo ao, se muestra un leve aumento en la incorporacin de elemen-tos industriales, sta sigue siendo insuficiente, reforzando la falta de inters por este tipo de arquitectura que apareca en el primer Catlo-go. Dentro de los nuevos edificios industriales protegidos, relacionados directamente con el sistema productivo, destacan: La fbrica Cas-arramona, actual CaixaForum, ya declarada por esos aos monumento nacional; la Edi-

Ajuntament de Barcelona. Catlogo de Patrimonio arquitectnico de Barcelona. Identificador 858. < http://w10.bcn.30. es/APPS/cat_patri/editElement.do?reqCode=inspect&id.identificador=858&id.districte=01>

Ajuntament de Barcelona. Catlogo de Patrimonio arquitectnico de Barcelona. Identificador 643.


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torial Montaner i Simn, actual Fundacin Antoni Tpies; la antigua fbrica Can Batll, actual Escuela Industrial; la Central Vilanova, reconvertida en la sede y oficinas de Hidro-elctrica de Catalunya, entre otros.

Adems de los edificios ya nombrados, tam-bin encontramos aquellos incluidos por su relacin con la arquitectura industrial del si-glo XIX, entre estos destacan: la Estacin de Frana, las dos torres areas del puerto y la estacin superior del funicular de Vallvidrera, elementos representativos de la arquitectura del transporte; y, por otro lado, los mercados de la Concepci, la Boqueria y la Llibertat de Grcia, elementos representativos de la arqui-tectura en fierro.

As, con el paso del tiempo, se fueron incor-porando distintos elementos de inters indus-trial al Catalogo, entre ellos, un gran nmero de chimeneas, las cuales aparecen como una huella y smbolo de la Barcelona industrial. Un claro ejemplo son las tres chimeneas del Parallel o la chimenea del Vapor Vell, que se presentan como los primeros elementos de

Figura 17 y 18: Fotografa Fbrica Casarramona, CaixaForum y Editorial Montaner i Simon, Fundacin Antoni T-pies.

esta tipologa incluidos en el listado de patri-monio.

Otro aspecto destacable en cuanto a polticas de preservacin del patrimonio, es el paso que se da con la Ley 9/1993, de 30 de septiembre, del Patrimonio Cultural Cataln, la cual abre nuevos cauces normativos y refuerza el valor y la importancia de la herencia industrial como bien patrimonial, destacando en su artculo 18.2g que forma parte del patrimonio cultural cataln el patrimonio cientfico, tcnico e indus-trial mueble (Benito del Pozo, 2010)

A partir del ao 2000, aparece un nuevo cat-logo junto con una serie de Planes Especiales, que incrementaran el nmero de elementos industriales reconocidos en la ciudad. En este aspecto, y ya adentrndonos en el rea de es-tudio, se debe hacer mencin del Pla Especial de Patrimoni Arquitectnic Histrico-Arts-tic de la ciutat de Barcelona, districte de Sant Mart, aprobado en Mayo del 2000, el que tena como objetivo, la recopilaci i sistematitzaci en un nic document, daquells elements que havien estat objecte de protecci mitjanant diferents docu-

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ments urbanstics. (Ajuntament de Barcelona, 2006)

Posteriormente a este Plan Especial y debido a un nuevo proyecto de renovacin urbana planteado para el rea del Poblenou, conocido como el 22@, se Modifica el Plan General Me-tropolitano lo que conlleva a la presentacin de una Proposicin no de Ley para la proteccin del patrimonio industrial del barrio, presenta-da ante el Parlamento de Catalunya en abril del 2005 y aprobada en octubre del mismo ao (Ajuntament de Barcelona, 2006; Checa Arta-su, 2007)

A partir de esto, el Ajuntament de Barcelona plantea una ampliacin del Plan Especial de Patrimonio Arquitectnico del distrito de Sant Mart que se encontraba vigente, desarrolln-dose, a partir de diciembre del 2005, una revi-sin que pasara por varias etapas de trabajo

Figura 19 y 20: Fotografa edificio tres chimeneas del Parallel, antes y despus.

y estudios. Si bien, en este proceso se veran involucrados una serie de actores, desde par-tidos polticos hasta distintas asociaciones, ha existido en general un descontento con el tra-bajo que hubo por parte del Ajuntament, ge-nerando incluso, como expresa Martn Checa Artasu (2007) unas contundentes alegaciones al plan especial de proteccin del patrimonio arquitec-tnico histrico artstico de la ciudad de Barcelo-na para el Distrito de Sant Mart por parte de entidades como lAssociaci de Vens i Venes del Poblenou, las que no solo quedaron en ale-gaciones, sino que se convirtieron en propues-tas, como la realizada por el mismo grupo de-nominada Propostes a la Modific