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UNIVERSIDAD DE MALAGA Dpto. de Psicología básica, Psicobiología y Metodología de las CC. del Comportamiento Área de Metodología de las CC. del Comportamiento VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN RESPECTO A LA DONACIÓN DE ÓRGANOS EN LA COMUNIDAD ANDALUZA TESIS DOCTORAL Presentada por: Belén Rando Calvo Dirigida por: Dra. Mª José Blanca Mena Málaga, Noviembre de 1999

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UNIVERSIDAD DE MALAGADpto. de Psicología básica, Psicobiología y Metodología de las CC. del

Comportamiento

Área de Metodología de las CC. del Comportamiento

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD EINTENCIÓN RESPECTO A LA DONACIÓN DE ÓRGANOS

EN LA COMUNIDAD ANDALUZA

TESIS DOCTORAL

Presentada por: Belén Rando Calvo

Dirigida por: Dra. Mª José Blanca Mena

Málaga, Noviembre de 1999

AGRADECIMIENTOS

En estas líneas quiero manifestar mi más sincero agradecimiento a todas las

personas que han hecho posible la realización de este trabajo.

En primer lugar, quiero agradecer a la Dra. Mª José Blanca su apoyo incondicional

como profesional y amiga a lo largo de la dirección de la tesis, dedicando gran parte de su

tiempo personal al análisis de datos, asesoramiento, corrección, etc. Ella ha sido el impulso

de esta investigación y, sin su ayuda constante, difícilmente habría llevado a cabo toda esta

tarea.

De igual forma, deseo destacar al Dr. Miguel Ángel Frutos, por su extensa

colaboración en la búsqueda de financiación, bibliografía, etc., y su disposición a ayudar en

todo momento.

Por otro lado, debo agradecer al Dr. Jesús Rosel la aportación de los datos de un

estudio inédito que ha permitido el desarrollo de una parte de este trabajo, así como su

colaboración en el proceso de análisis del mismo. Igualmente, dar las gracias al Dr. Manuel

Ato por las útiles sugerencias que ha ofrecido para los análisis estadísticos.

También, quiero mencionar a mi compañera de fatigas, Mª Dolores Moreno, cuya

vitalidad hizo soportables los momentos de clausura durante los meses de administración

de la encuesta, y a Miguel Angel García, por el apoyo que me brindó en todo instante; a mis

hermanos por el ánimo que me han transmitido; y a mis padres, por su comprensión durante

todo este tiempo, su permanente “apoyo logístico” y por haber hecho posible mi dedicación

plena a la consecución de esta meta profesional. De una manera especial, quiero destacar

a Ricardo Araújo, por estar siempre a mi lado.

Por último, deseo expresar mi agradecimiento a mis compañeros de Grupo de

Investigación Caridad Zalabardo, Rafaela Luna, Dolores López, Jesús Miranda, Gema

López y Rafael Alarcón, por haberme eximido de mis obligaciones como integrante del

mismo durante el último año, y en general, a todos mis amigos, compañeros del

Departamento y a aquellas personas que de forma voluntaria participaron en la

investigación.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 4

PARTE PRIMERA: ENFOQUE TEÓRICO

I. PROCESO DE DONACIÓN-EXTRACCIÓN-TRASPLANTE DEÓRGANOS Y TEJIDOS 9

1. EVOLUCIÓN DE LOS TRASPLANTES Y LA DONACIÓN DE ÓRGANOS Y TEJIDOS 9

1.1. PRIMERAS INVESTIGACIONES 91.2. DESARROLLO DEL DIAGNÓSTICO DE MUERTE CEREBRAL Y SU

INFLUENCIA EN LOS TRASPLANTES 111.3. CONSOLIDACIÓN DE LOS TRASPLANTES DE ÓRGANOS Y

TEJIDOS 141.4. ESTADO ACTUAL DE LA DONACIÓN Y TRASPLANTES DE ÓRGANOS

Y TEJIDOS 172. EL MODELO ESPAÑOL. PROCESO DE DONACIÓN-EXTRACCIÓN-TRASPLANTE 21

3. A MODO DE RESUMEN 30

II. LA ACTITUD, INTENCIÓN Y CONDUCTA DE DONAR 32

4. EL PROCESO DE TOMA DE DECISIÓN 324.1. CONCEPTO DE ACTITUD 324.2. FORMACIÓN Y CAMBIO DE LAS ACTITUDES 354.3. IMPACTO DE LAS ACTITUDES SOBRE LA CONDUCTA 374.4. MODELOS DE LA RELACIÓN ENTRE ACTITUD, INTENCIÓN Y CONDUCTA 394.5. LA DONACIÓN COMO CONDUCTA PROSOCIAL 474.6. CONCLUSIÓN: LA TOMA DE DECISIÓN EN LA DONACIÓN DE

ÓRGANOS Y TEJIDOS 53

5. VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD, INTENCIÓN Y CONDUCTADE DONAR 58

5.1. ACTITUD GENERAL E INTENCIÓN RESPECTO A LA DONACIÓNDE ÓRGANOS Y TEJIDOS 60

5.1.1. VARIABLES PERSONALES 625.1.2. CREENCIAS RELIGIOSAS 635.1.3. ASPECTOS RELACIONADOS CON LA MUERTE Y

MANIPULACIÓN SOBRE EL CUERPO 655.1.4. CONOCER A UNA PERSONA CON TRASPLANTE O EN

LISTA DE ESPERA 665.1.5. CONOCIMIENTOS SOBRE DONACIÓN Y TRASPLANTE.

CREENCIAS ERRÓNEAS Y PREOCUPACIONES DERIVADASDEL GRADO DE INFORMACIÓN 67

5.1.6. VARIABLES DE PERSONALIDAD Y PSICOSOCIALES 725.1.7. DONACIÓN DE SANGRE 745.1.8. TRANSMITIR EL DESEO PERSONAL A LA FAMILIA 745.1.9. RAZONES QUE JUSTIFICAN NO HABER FIRMADO EL

CARNET DE DONANTE 76

5.2. CONDUCTA DE DONAR 775.2.1. LA INSCRIPCIÓN COMO DONANTE Y EL CARNET DE

DONANTE 775.2.2. EL FALLECIMIENTO DE UN FAMILIAR Y LA RESPUESTA

A LA PETICIÓN DE SUS ÓRGANOS 81

6. PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN REALIZADOS 84

7. A MODO DE RESUMEN 88

PARTE SEGUNDA: ESTUDIO EMPÍRICO

III. ESTUDIO DE ENCUESTA POR MUESTREO 92

1. OBJETIVOS DEL ESTUDIO 92

2. MÉTODO 942.1.PARTICIPANTES 942.2. MATERIAL 992.3. PROCEDIMIENTO 102

3. RESULTADOS 1043.1. ANÁLISIS DESCRIPTIVO 105

3.1.1. A MODO DE RESUMEN 1253.2. MODELOS DE LAS INTENCIONES DE ACTUAR EN LA DONACIÓN

DE ÓRGANOS 1273.2.1. MODELO DE LA INTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS PROPIOS 131

3.2.1.1. RELACIÓN ENTRE LA INTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS PROPIOS Y OTRAS VARIABLES 131

3.2.1.2. A MODO DE RESUMEN 1603.2.1.3. MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA MULTIVARIANTE

PARA LA INTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS PROPIOS 1613.2.2 MODELO DE LA INTENCIÓN DE FIRMAR EL CARNET DE DONANTE

DE ÓRGANOS 1673.2.2.1. RELACIÓN ENTRE LA INTENCIÓN DE HACERSE

EL CARNET DE ÓRGANOS Y OTRAS VARIABLES 1673.2.2.2. A MODO DE RESUMEN 1973.2.2.3. MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA MULTIVARIANTE

PARA LA INTENCIÓN DE HACERSE EL CARNET 1983.2.3. MODELO DE LA INTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS

DE UN FAMILIAR 2043.2.3.1. RELACIÓN ENTRE LA INTENCIÓN DE DONAR LOS

ÓRGANOS DE UN FAMILIAR Y OTRAS VARIABLES 2043.2.3.2. A MODO DE RESUMEN 2273.2.3.3. MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA MULTIVARIANTE

PARA LA INTENCIÓN DE DONAR ÓRGANOS DE UN FAMILIAR 227

IV. DISCUSIÓN 232

V. CONCLUSIÓN 261

REFERENCIAS 264

ANEXOS 284

INTRODUCCIÓN

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 4

El trasplante de órganos es en la actualidad una técnica consolidada,

existiendo también diversos grados de consolidación para los trasplantes de tejidos.

Ello es posible gracias a la contribución de especialidades como la cirugía,

inmunología y nefrología, entre otras (Alonso y Crespo, 1995; Amillo, 1995;

Fernández-Cruz et al., 1995; Fernández-Rañada, 1995; Griñó, 1995; Herreras et al.,

1995; Mestres y Pomar, 1995; Morell, 1995; Pomar y Mestres, 1995; Rico y Holguín,

1995; Sánchez, 1995).

El trasplante que más se practica hoy en día es, por diversas razones, el

renal. La gran demanda existente, su larga trayectoria histórica y las características

y coste del tratamiento tradicional para la insuficiencia renal son algunos de los

argumentos que pueden justificarlo. En el caso del riñón, el trasplante constituye una

alternativa terapéutica superior al tratamiento mediante diálisis, ya que esta última

no cubre todas las funciones del riñón, además de condicionar la vida diaria de los

enfermos con las frecuentes y largas sesiones de tratamiento (Ramos y Frutos,

1990). A este inconveniente se unen las altas tasas de suicidio encontradas en esta

población, así como la suspensión irremediable del tratamiento en algunos casos,

cuya consecuencia es el fallecimiento del paciente (López de Novales, 1990;

Matesanz, 1995). Consecuentemente, la diálisis debería ser un tratamiento de

aplicación temporal hasta que el trasplante renal se lleve a cabo, puesto que el

órgano trasplantado ofrece igual o mayor supervivencia al paciente, una calidad de

vida superior y supone un coste económico menor para la sanidad pública

(Matesanz, 1994, 1995; Morlans et al., 1990; Simmons, Klein y Simmons, 1987).

Por otro lado, a diferencia de las enfermedades tratadas mediante los

trasplantes de riñón, páncreas y de tejidos, para otras no existe un tratamiento

alternativo, sino que el trasplante es el único conocido. Es el caso de la hipertensión

pulmonar, tumores hepáticos, cirrosis, etc. (Felipe, 1995; Fernández-Cruz et al.,

1995). Sin embargo, para que el trasplante se pueda llevar a cabo es necesario

disponer de órganos y tejidos sanos, los cuales se pueden obtener de un donante

vivo (sólo en el caso de los riñones y tejidos como la sangre, médula ósea y

fragmentos óseos extraídos en operaciones quirúrgicas) o de un donante fallecido.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 5

Dado que en España apenas se practica la donación de órganos en vida, la

segunda opción constituye la principal fuente de órganos para trasplante.

El proceso por el cual se obtienen los órganos y tejidos de donantes fallecidos

atraviesa diversas etapas, iniciándose con la detección del donante potencial y

alcanzando su momento álgido en el consentimiento de donación por los familiares.

En este proceso se han detectado al menos dos barreras para la donación en

España. Una de ellas es la insuficiente detección de posibles donantes, lo cual

depende de los profesionales sanitarios, y otra, las altas tasas de respuestas

negativas a la donación, que impiden que se cubran las demandas existentes

(Alonso et al., 1996; Matesanz, 1995). En 1998, la media española de negativas

familiares ha sido aproximadamente del 21%, siendo Andalucía una de las

Comunidades con mayor porcentaje de rechazo, donde la cifra ha ascendido al 30%

de negativas en ese año.

El objetivo del presente trabajo es analizar las variables relacionadas con la

donación de los órganos de un familiar fallecido en la población andaluza, lo cual se

aborda a través del estudio de las intenciones de donar los órganos propios, de

hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiar fallecido. Las razones que

justifican esta forma de proceder son, por un lado, la evidencia acerca de que la

intención es un buen predictor de la conducta y de que las variables que influyen

sobre esta última suelen hacerlo a través de la actitud o de la intención de actuar

(Bentler y Speckart, 1979; Borgida, Conner y Manteufel, 1992; Ajzen y Fishbein,

1980). A su vez, el interés por analizar las intenciones respecto a la donación de los

órganos propios y a la firma del carnet se basa en la evidencia existente sobre el

efecto que ejerce en la conducta de los familiares el conocimiento de la decisión

personal adoptada en vida por el fallecido (Burroughs et al., 1998; Frutos et al.,

1994). El estudio de las intenciones de donar y las variables asociadas a ellas nos

permitirá aproximarnos al conocimiento de las causas que pueden explicar las

respuestas negativas a la donación en la población andaluza y, en última instancia,

posibilitará la propuesta de actuaciones para aumentar el número de donaciones de

órganos y tejidos.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 6

Este propósito se ha abordado a través de una encuesta telefónica

administrada a una muestra representativa de las ocho provincias que componen la

Comunidad de Andalucía, por lo que tan sólo se han examinado las variables

susceptibles de ser recogidas en una entrevista de este tipo, es decir, no se ha

podido evaluar el efecto de las variables hospitalarias sobre la decisión, lo cual debe

ser analizado en poblaciones que hayan experimentado la pérdida de un familiar y la

petición de órganos.

La encuesta ha abarcado variables que han demostrado estar relacionadas

con la actitud y/o con la intención respecto a la donación de órganos, tales como

variables personales, creencias religiosas, aspectos relativos a la muerte,

conocimientos sobre donación y trasplante, creencias erróneas sobre el proceso de

donación-extracción-distribución de órganos, la donación de sangre, variables

relacionadas con la familia y las asociadas al carnet de donante de órganos.

También se han introducido algunas que han recibido poca o ninguna atención

previamente, como la percepción del estado de salud, el hecho de haber oído

noticias de impacto emocional sobre donación y trasplante, y el grado de confianza

en los profesionales sanitarios.

A partir de los datos recogidos se ha realizado un análisis descriptivo de los

mismos y, posteriormente, se han examinado las variables asociadas a las

intenciones de donar los órganos propios, de hacerse el carnet de donante y de

donar los órganos de un familiar fallecido, elaborándose un modelo multivariante

para cada una de ellas. Aunque no se haya estudiado la relación de estos aspectos

con la conducta misma de donar, un estudio de este tipo permite conocer las

variables que afectan a las decisiones antes de encontrarse en la situación de

petición de órganos, con la consiguiente ventaja de poder actuar sobre ellas en

beneficio de las donaciones.

La exposición del presente trabajo de investigación comienza con una

revisión de la historia de los trasplantes y la donación de órganos, desde su origen

hasta el momento actual. Esta primera parte ofrece una visión general y proporciona

la base necesaria para conocer, tanto la situación actual en materia de donación y

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 7

trasplantes en España y en otros países, como el proceso de obtención de órganos

y tejidos, y el papel que representan en éste el personal sanitario y los familiares.

Seguidamente, se expone el proceso por el que se adopta una decisión y se lleva a

cabo la conducta, con objeto de ubicar adecuadamente las actitudes, intenciones y

otras variables dentro de dicho proceso, y estimar su efecto sobre la conducta. Para

ello se revisa el concepto de actitud y el papel que desempeña ésta en la toma de

decisión, así como la formación y el cambio de las actitudes, y los modelos teóricos

de la relación actitud-intención-conducta. Esta exposición permite conocer por qué

una actitud favorable hacia la donación no siempre implica que la persona done, ni

que necesariamente tenga intención de hacerlo. A continuación, se muestran los

resultados de los estudios realizados en torno a la donación y trasplante según las

diversas variables de interés. Este apartado no sólo proporciona el punto de partida

de este trabajo, sino que además justifica la elección de las cuestiones que se han

incluido en la encuesta. El segundo bloque lo constituye el estudio empírico e

incluye la descripción de la muestra de participantes, la elaboración de la encuesta,

el procedimiento de administración de ésta, así como los análisis estadísticos

mencionados. Por último, se realiza una discusión sobre los resultados obtenidos,

exponiéndose las conclusiones extraídas del estudio y unas líneas generales de

actuación cuyo propósito es provocar un aumento del número de donantes.

PARTE PRIMERA: ENFOQUE TEÓRICO

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 9

I. PROCESO DE DONACIÓN-EXTRACCIÓN-TRASPLANTE DE ÓRGANOS Y

TEJIDOS

1. EVOLUCIÓN DE LOS TRAPLANTES Y LA DONACIÓN DE ÓRGANOS Y

TEJIDOS

1.1. PRIMERAS INVESTIGACIONES

Las primeras investigaciones científicas sobre injertos se llevan a cabo en el

siglo XVIII y se realizan en animales. Ya en el siglo XIX se investiga sobre todo tipo

de tejidos, destacando los glandulares y la piel. El primer trasplante de córnea tiene

lugar en 1838 (Herreras et al., 1995) y a finales de este mismo siglo hay noticias de

trasplantes de tejido endocrino y de piel realizados con éxito en humanos (Álvarez y

Barrio, 1997).

Respecto a los órganos, al comenzar el siglo XX la medicina dispone de los

conocimientos suficientes para practicar extracciones, aunque aún no cuenta con los

suficientes para realizar el trasplante de éstos. Los cirujanos franceses Jaboulay y

Carrell aportan las nuevas formas de sutura vascular que hacen posible los

trasplantes. En esta época, las primeras intervenciones con órganos son

autotrasplantes renales que se practican en animales, los cuales sólo sobreviven un

tiempo limitado. La primera tentativa en el ser humano se debe a Jaboulay quien, en

1906, utiliza riñones de animales en sus intervenciones, pero sin obtener éxito.

Las investigaciones continúan en los años subsiguientes, sospechándose que

el fracaso de los trasplantes se debe a una reacción de rechazo del órgano por parte

del sistema inmunológico del receptor. En 1933, el cirujano ruso Voronoy realiza sin

éxito el primer trasplante de riñón con un órgano humano. En los siguientes intentos

se logra el funcionamiento de los riñones, pero con una breve supervivencia. Estos

órganos se obtienen fundamentalmente de personas fallecidas por traumatismo

craneoencefálico y, en algunos casos, de presos ejecutados en la guillotina, aunque

también se emplean algunos riñones extraídos por causas médicas a pacientes

vivos, cuyo funcionamiento es adecuado (Álvarez y Barrio, 1997).

B. RANDO10

En 1948 se realizan los primeros injertos aórticos en humanos, los cuales

presentan algunas complicaciones. Este hecho, junto con el uso de prótesis

vasculares sintéticas unos años más tarde, contribuyen a que posteriormente se

preste escasa atención a los tejidos vasculares humanos (Mestres y Pomar, 1995).

Una vez confirmada que la causa de los fracasos en los trasplantes es la

respuesta de rechazo del organismo, comienza la obtención de órganos

procedentes de gemelos univitelinos, puesto que en esos casos existen las

condiciones óptimas para reducir el riesgo de rechazo. Estos son los primeros

trasplantes renales que funcionan de forma prolongada, pasándose así de donantes

cadáveres tras parada cardíaca a donantes vivos. En este momento comienza la

búsqueda de un supresor inmunitario que permita la supervivencia del trasplante en

otros casos, usándose en primer lugar irradiaciones, para pasar posteriormente al

empleo de la Azatioprina (Álvarez y Barrio, 1997).

En 1956 se implanta en Canadá la primera válvula humana en un paciente

con insuficiencia aórtica (Pomar y Mestres, 1995). Tres años más tarde unos

neurofisiólogos franceses describen por primera vez un estado distinto del coma al

que le sigue la parada cardíaca, el cual se conocerá más adelante como la muerte

cerebral. En esta misma fecha se inicia la práctica de trasplantes a partir de gemelos

bivitelinos, gracias al uso de los inmunosupresores, lo que permite, un año más

tarde, la realización de los primeros trasplantes con órganos procedentes de

familiares vivos no gemelos, y también con los procedentes de vivos no

emparentados. En esta época los órganos proceden fundamentalmente de

donantes vivos emparentados no gemelos.

En los años posteriores, aunque la tasa de fracasos es elevada, también se

alcanzan éxitos cada vez mayores gracias a los avances en cirugía e inmunología.

Asimismo, el surgimiento de los centros de diálisis permite que los pacientes

afectados por insuficiencia renal crónica puedan mantenerse con vida en espera de

un trasplante. En 1962 se realiza el primer trasplante de riñón procedente de

cadáver utilizando inmunosupresión (Álvarez y Barrio, 1997). Un año después se

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 11

practican el primer trasplante de pulmón y de hígado en el hombre, aunque los

receptores sólo sobreviven 18 días y unas horas, respectivamente. En los

posteriores intentos la mayoría de los receptores de pulmón fallecen transcurridas

dos semanas de la operación, y menos del 20% de receptores de hígado sobreviven

a los dos años del trasplante. Son necesarias casi dos décadas para que se

produzca un cambio en la supervivencia de los trasplantes pulmonar y hepático

(Letang y Sánchez-Lloret, 1991; Sánchez, 1995).

1.2. DESARROLLO DEL DIAGNÓSTICO DE MUERTE CEREBRAL Y SU

INFLUENCIA EN LOS TRASPLANTES

En 1965 un neurocirujano sueco define el concepto de muerte cerebral. Esto

marca el inicio de las donaciones de fallecidos por muerte cerebral en Estados

Unidos a pesar de la falta de criterios clínicos para el diagnóstico, los cuales sólo se

plantean tres años más tarde. Estas donaciones se llevan a cabo de acuerdo con el

documento Uniform Anatomical Gift Act, el cual permite que cualquier ciudadano

mayor de edad que lo desee pueda firmar una declaración legal para la donación de

su cuerpo o de cualquier parte de él (Sadler, Sadler y Stason, 1968). De esta forma

comienzan los registros o censos de donantes, aunque en breve se empieza a

promover la firma del carnet de donante como testamento de la voluntad de donar

(Sadler, Sadler y Schreiner, 1969).

La aceptación legal de la muerte cerebral constituye un gran avance para la

práctica de los trasplantes, ya que permite que los órganos se mantengan irrigados

por la sangre hasta su extracción y, por tanto, evita el daño irreparable de éstos

proveniente de la falta de oxígeno para el metabolismo celular. Aunque los riñones

admiten un tiempo de isquemia caliente (ausencia de oxígeno antes de la

extracción), cada minuto que transcurre afecta al funcionamiento posterior. Esto

significa que los riñones obtenidos por muerte cerebral poseen mayor calidad que

los obtenidos tras la parada cardíaca y, a su vez, aproximadamente la misma

calidad que los de un donante vivo. Asimismo, otros órganos tales como corazón,

pulmones, hígado, páncreas e intestino delgado necesitan irrigación continua hasta

B. RANDO12

su extracción, por lo que la aceptación de la muerte cerebral posibilita el trasplante

de éstos con éxito. Una ventaja más es la ausencia del riesgo de la donación en

vida para la persona donante. Por estas razones, la obtención de los órganos tras la

muerte cerebral se convierte en la principal fuente de donantes a finales de los años

sesenta.

En 1967, se realiza en Sudáfrica el primer trasplante de corazón (Álvarez y

Barrio, 1997). En este mismo año Van Rood funda Eurotransplant Foundation,

primera organización de trasplantes en el mundo. La fundación actúa de forma no

lucrativa y permite el encuentro de los distintos profesionales en materia de

trasplante, además de facilitar el intercambio de riñones (Cohen, 1991).

En 1968 se inician los trasplantes hepáticos y cardíacos en Europa y se crea

la United Kingdom Transplant Service. Un año más tarde, aparecen las

organizaciones France-Transplant, Scandia Transplant, Swiss Transplant y The

National Kidney Foundation of Singapore. Posteriormente, van apareciendo de

forma gradual diversas organizaciones en otros países (Hors et al., 1991; Ripoll,

1995).

En lo que respecta a España, la actividad trasplantadora se inicia en 1965 en

Barcelona, donde se practica el primer trasplante de riñón (Viedma, 1994), a pesar

de que la ley que regula la extracción y trasplante de órganos se encuentra vigente

desde el 18 de diciembre de 1950 (3744/1950), junto con la Orden del 30 de abril de

1951. De acuerdo con éstas, se considera donante potencial a aquella persona que

haya dejado constancia de su conformidad en vida o cuyos familiares no se

opongan a la extracción (consentimiento expreso). Asimismo, los signos requeridos

en el diagnóstico de muerte son la paralización de los centros nerviosos vitales,

paralización de la respiración, así como la detención de las funciones circulatorias,

lo que incluye parada cardíaca y de la corriente sanguínea. Todavía son necesarios

unos años para que la legislación contemple el diagnóstico de muerte cerebral.

En esta década ya se usa la diálisis para la depuración de la sangre en

enfermos renales, aunque es a mediados de los años setenta cuando la Seguridad

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 13

Social española comienza a hacer mayor uso de esta técnica (Matesanz, 1994,

1995).

En otros países se producen acontecimientos de trascendencia tales como la

creación de la figura del coordinador de trasplantes, que tiene lugar en Estados

Unidos en 1972 y, cuatro años más tarde, el descubrimiento de una nueva sustancia

inmunosupresora, la Ciclosporina, que realiza un bloqueo específico de la respuesta

inmunológica de rechazo. La figura del coordinador de trasplantes se introduce en

Europa a través de Holanda en 1978 (Ripoll, 1995; Sánchez, 1995).

El 27 de octubre de 1979 se publica una nueva ley española para extracción y

trasplante de órganos (30/1979), quedando derogada la ley de 1950. Un año

después se publica el Real Decreto del 22 de febrero (426/1980) como

complemento de la anterior. En conjunto, esta nueva legislación supone un adelanto

importante para la donación y trasplante de órganos y tejidos, ya que incluye la

definición de muerte cerebral y sustituye el consentimiento expreso por el

consentimiento presunto como condición para la extracción de éstos. Respecto a la

muerte cerebral, los criterios para el diagnóstico son los siguientes: ausencia de

respuesta cerebral, con pérdida de consciencia; ausencia de respiración

espontánea; ausencia de reflejos cefálicos, con hipotonía muscular y midriasis; y

electroencefalograma plano. Estos signos deben presentarse de forma simultánea y

permanecer seis horas después del comienzo del coma. En caso de hipotermia

inducida artificialmente o de administración de drogas depresoras del Sistema

Nervioso Central, estos criterios no son suficientes (art. 10, 426/1980). En relación al

consentimiento presunto, se entiende que toda persona que no haya expresado su

oposición en vida es donante potencial de órganos (art. 5, 30/79). La repercusión es

un incremento de la actividad trasplantadora. En este mismo año, el Ministerio de

Sanidad y Consumo crea la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), por la

Resolución del 27 de junio, aunque permanece sin infraestructura ni personal

durante nueve años.

1.3. CONSOLIDACIÓN DE LOS TRASPLANTES DE ÓRGANOS Y TEJIDOS

B. RANDO14

En 1983 se realiza, en la Comunidad de Cataluña, el primer trasplante

conjunto de riñón-páncreas (Viedma, 1994). Asimismo, en Toronto se practica el

primer trasplante unipulmonar con éxito en el mundo, después de las tentativas

llevadas a cabo desde 1963, con una supervivencia prolongada del paciente y del

injerto (Letang y Sánchez-Lloret, 1991; Morell, 1995). En este mismo año, gracias al

empleo de la Ciclosporina, el trasplante de hígado se consolida, dejando de ser un

tratamiento en fase experimental (Sánchez, 1995).

En 1984 se realizan el primer trasplante de hígado y de corazón en España

(Viedma, 1994), y en Inglaterra se crea el Anthony Nolan Research Center (ANRC),

que es el primer registro de donantes voluntarios de médula ósea (Fernández-

Rañada, 1995).

Los avances médicos y técnicos durante la década permiten que un mayor

número de centros puedan desarrollar actividad trasplantadora en todo el mundo,

incluida España (Matesanz y Miranda, 1995). Por su parte, la extracción de órganos

distintos del riñón motiva el intercambio entre centros, ya que en muchas ocasiones

los receptores más adecuados se encuentran fuera de la localidad de extracción. La

necesaria coordinación de esta tarea de intercambio entre centro extractor y centro

de trasplante facilita la aparición de la figura del coordinador de trasplantes

hospitalario y autonómico en España (Matesanz y Miranda, 1995; Ripoll, 1995).

Además, en estos años se producen hechos como la generalización del empleo de

la diálisis en todo el país, la extracción multiorgánica, las Comunidades Autónomas

van adquiriendo competencias en materia de trasplante, y se logra una mayor

supervivencia de los trasplantes a través del empleo de la Ciclosporina, por lo que

se modifican los criterios de intercambio de riñón. Los especialistas (nefrólogos,

inmunólogos, etc.) se movilizan para concienciar de la necesidad de detectar

donantes en muerte cerebral y de disponer de infraestructura adecuada para los

trasplantes (Matesanz, 1994).

En 1987 se produce un descenso del número de trasplantes renales,

tendencia que se mantiene hasta 1989 (Matesanz y Miranda, 1995). En 1988,

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 15

France-Transplant mantiene las cifras más elevadas en trasplantes en comparación

con el resto de países europeos, probablemente gracias a la labor de sus

coordinadores y al número de equipos de extracción y trasplante existentes en esta

nación.

A finales de 1989 la ONT comienza a desarrollar un papel activo y autónomo

dentro del Sistema Nacional de Salud, como organismo de gestión a nivel estatal de

la actividad trasplantadora, aunque respetando las competencias en sanidad de las

administraciones regionales. La ONT lleva a cabo actividades de coordinación en la

extracción e intercambio de órganos, interviene en la elaboración de normativas

sobre donación y trasplante, realiza estudios, y proporciona información sobre el

tema a las administraciones, profesionales, organizaciones europeas, asociaciones,

medios de comunicación y población en general. Surge así la figura del coordinador

nacional, responsable del cumplimiento de esta función. La obtención e intercambio

de tejidos es una función que asume la ONT más tarde (Naya y Matesanz, 1995).

En esta década el trasplante de médula ósea consigue una amplia difusión y se crea

la Fundación José Carreras para la lucha contra la leucemia, donde se establece el

registro de voluntarios de donantes de médula ósea y se gestiona la búsqueda en el

extranjero de donantes de médula compatibles (Castillo, 1995; Fernández-Rañada,

1995; Naya y Matesanz, 1995). Este tipo de donación se realiza en vida y sigue un

proceso distinto del resto de órganos y tejidos.

En 1990 se realiza el primer trasplante de pulmón en España, también en la

Comunidad de Cataluña (Viedma, 1994). En este mismo año, la ONT inicia la

primera campaña publicitaria a nivel nacional a través de prensa, radio y carteles.

Esta campaña transmite la idea de la reciprocidad, basándose en los resultados de

una investigación realizada en la Comunidad de Madrid sobre aspectos

psicosociales relacionados con la donación y trasplante de órganos (Martín,

Martínez y Manrique, 1991). Igualmente, se divulga el teléfono de la Oficina Central

de la Coordinación Nacional, a disposición de la población y de los medios de

comunicación (Matesanz, 1991).

Si bien en los años anteriores había disminuido la tasa de donaciones,

B. RANDO16

España evoluciona rápidamente duplicando el número de trasplantes, y se convierte

en 1992 en la primera nación del mundo en cuanto a trasplante renal y hepático

(con altas tasas también en trasplante cardíaco), la primera en detección de

donantes y la segunda en donación multiorgánica (Ripoll, 1995). La contribución a

esa posición privilegiada varía de una a otra Comunidad Autónoma, siendo

Andalucía la que posee en ese momento la mayor tasa de negativas a la donación.

En este mismo año se regula el acceso al trasplante de extranjeros en España

(Matesanz, 1995) y se introduce la expresión “modelo español” en la memoria de la

ONT, como apelativo para el sistema organizativo.

Aunque la extracción a corazón parado apenas se había practicado en todo el

mundo desde los años setenta, en favor de la donación tras la muerte cerebral y la

donación en vida, comienza a recibir un creciente interés, con el fin de aumentar la

obtención de órganos para trasplante (Álvarez y Barrio, 1997). Por esta razón, se

desarrollan programas de extracción a corazón parado, lo que trae consigo nuevos

problemas éticos relacionados con la definición de muerte, ya que algunos médicos

argumentan que la parada cardíaca no implica el cese de la función cerebral. Estos

médicos basan sus afirmaciones en los casos en que se practica reanimación tras la

parada cardíaca y se logra la recuperación del paciente sin daño neurológico. La

polémica lleva a determinar un tiempo de espera tras los intentos de reanimación

antes de aplicar los métodos de preservación o la extracción de los órganos,

considerando que diez minutos supone un margen de confianza suficiente para

garantizar la anoxia en el cerebro y el daño irreversible. En España la polémica se

soluciona con el Dictamen Candanchú 1993 de la Sociedad Española de Neurología

(1994), donde se proporciona una definición única de la muerte en términos de cese

irreversible de la actividad cerebral (lo que normalmente ocurre tras la parada

cardíaca, aunque en determinados cuadros clínicos se produce antes de ésta).

1.4. ESTADO ACTUAL DE LA DONACIÓN Y TRASPLANTES DE ÓRGANOS Y

TEJIDOS

En la actualidad, la supervivencia de los órganos sólidos trasplantados se

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 17

considera bastante alta, observándose diversos resultados al año del trasplante

según la enfermedad inicial del paciente (v.g. insuficiencia hepática aguda grave,

tumores hepáticos, diabetes mellitus, etc.).

Por lo que se refiere a la legislación vigente en materia de donación y

trasplante de órganos y tejidos, la situación difiere de unos países a otros, en

función de la aceptación o no de la muerte cerebral y del sistema seguido para la

obtención de órganos de cadáver. Respecto a la primera, la mayoría reconoce la

muerte cerebral como estado irreversible bajo el que se pueden extraer los órganos,

aunque no se contempla legalmente en todos los países. Además, en algunos esto

sólo se ha conseguido hace unos años, mientras que en otros, no se aplica la ley

existente. Así, países como Suecia, Dinamarca y Letonia no promulgan una ley en

este sentido hasta 1988, 1990 y 1991, respectivamente. Otros como Suiza, Holanda

y Alemania carecen de legislación, aunque este vacío no impide la extracción de

órganos de donantes que fallecen por muerte cerebral. En Japón, donde la sociedad

es reticente a la aceptación de ésta, no se aplica la ley. Por último, en los países

islámicos y en Rusia Occidental se va aplicando de forma progresiva desde su

publicación en 1987. En el otro extremo se encuentran naciones como Taiwan, que

ni tan siquiera han llegado a promover la donación de cadáver.

Estas diferencias conducen a distintas tasas de donación en vida y donación

tras la muerte (bajo diagnóstico de muerte cerebral o tras la parada cardíaca) de

unos países a otros. En el caso de los países islámicos y Asia se practica un alto

porcentaje de trasplantes renales a partir de donantes vivos y se realizan escasos

trasplantes extrarrenales, ya que el resto de órganos sólo pueden ser donados tras

la muerte. Sin embargo, en algunos lugares donde se obtienen los órganos tras la

muerte cerebral también se observan altas tasas de donaciones en vida, como en

Noruega (donde aproximadamente la mitad de las donaciones proceden de esta

fuente), en Estados Unidos y en gran parte de Latinoamérica. Frente a los

anteriores, las donaciones en vida son escasas en países como España, Uruguay y

Cuba (Ripoll, 1995).

En cuanto al sistema seguido para obtener órganos de cadáver, aquellos

B. RANDO18

países que poseen una legislación que contempla esta posibilidad, se distribuyen

entre dos opciones. Una de ellas se conoce como sistema opting in o required

request, es decir, se parte de la necesidad de un consentimiento explícito en vida

del donante potencial para poder proceder a la extracción o, en su defecto, de una

petición obligatoria a la familia y del consentimiento de ésta. Este era el sistema

propuesto en la ley española de 1950. La otra opción es un sistema opting out o de

consentimiento presunto, por el que se considera donante potencial a toda persona

que no haya expresado su oposición a la donación en vida. Esta última es la forma

más avanzada de obtención y es la que se encuentra presente en la legislación

española actual. No obstante, en España la ley no se aplica con rigurosidad y

siempre se solicita el permiso a los familiares, quienes tienen la última palabra para

la extracción o no de los órganos (Álvarez y Barrio, 1997; Ripoll, 1995). Como

alternativa a las anteriores hay quien propone un sistema mandated choice, de

carácter intermedio, según el cual se pediría a los adultos que decidieran sobre la

donación de sus órganos y que lo registraran en su carnet de conducir o en la

declaración sobre la renta. Un estudio muestra una amplia aceptación de esta

propuesta en una muestra de universitarios norteamericanos (Spital, 1993).

Por otro lado, en los países donde la pobreza es extrema resulta difícil

disponer de un sistema de obtención de órganos bien organizado y se plantea la

donación en vida retribuida o rewarded gifting. Aunque este sistema de obtención ha

generado polémica, porque puede provocar el comercio de órganos, la donación

retribuida supone un mayor acceso al trasplante renal de los enfermos en estos

países y la satisfacción de necesidades básicas para las personas recompensadas

por la donación (Dossetor y Stiller, 1990; Matesanz, 1995).

Respecto a las organizaciones o asociaciones de trasplante, en el momento

actual existen en Europa diecisiete, incluida la ONT. Cada una de estas estructuras

tiene su propio modo de funcionamiento según la infraestructura y los recursos

económicos y humanos de que disponen. También están en funcionamiento la

Organización Europea de Trasplantadores de Órganos, desde 1983, y la

Organización de Coordinadores de Trasplantes Europeos, desde 1985 (Hors et al.,

1991). En el resto del mundo el alcance de las diversas organizaciones está en

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 19

función de las posibilidades de cada país y de la propia cultura. Así, por ejemplo,

desde 1989 funciona la Middle East Society for Organ Transplant para los países

islámicos y casi todos ellos poseen programa de trasplante renal, aunque sólo unos

pocos lo tienen de trasplante cardíaco y hepático. Sin embargo, la situación más

controvertida se encuentra en Asia, donde se ha fundado The Asian Transplantation

Society. La información recopilada acerca de la actividad trasplantadora en estos

países muestra que Singapore es la excepción, al ser pionera en la creación de una

organización de trasplantes renales en 1969 y en la realización del primer trasplante

renal de cadáver en 1970. Sin embargo, los problemas económicos y de medios

afectan a la actividad trasplantadora en países como Filipinas, Indonesia y la isla de

Sri Lanka, y constituyen la principal barrera para el trasplante en la India. Asimismo,

la tradición de culto al cuerpo de la sociedad japonesa, su desconfianza en los

médicos y en el concepto de muerte cerebral, limitan la extracción y trasplante de

órganos en este país (Ripoll, 1995).

Por lo que se refiere a España, no sólo posee recursos técnicos y humanos

para practicar todo tipo de trasplantes, sino que además se mantiene en el primer

puesto mundial en cuanto a donación de órganos. Estos resultados han provocado

el interés de otros países en su sistema organizativo, que es admirado por su

eficacia y transparencia (Álvarez y Barrio, 1997; Matesanz, 1991; Matesanz et al.,

1995). Incluso algunos países, como Australia, están adaptando sus legislaciones y

protocolos a los vigentes en España (Dahlenburg y Herbertt, 1997). Sin embargo, a

pesar de esta perspectiva en España, no se llega a satisfacer la demanda de

órganos existente en este momento. La cifra de donantes potenciales es superior a

la de donantes reales y las estadísticas muestran porcentajes de negativas

familiares a la donación que se distribuyen de forma desigual de unas regiones a

otras del país. En una revisión de los datos de los últimos años, la distribución es la

siguiente (Alonso, 1997; Matesanz y Miranda, 1995; Santiago, Gómez y Grupo de

Estudio sobre Negativas a la Donación, 1997; Organización Nacional de

Trasplantes, 1996, 1997, 1998):

• En 1994 la tasa de respuestas negativas a nivel nacional es del 23,6%, con

el porcentaje mínimo en Cantabria (5,5%) y el máximo en Castilla-La

B. RANDO20

Mancha (46%); Andalucía presenta un 33,8% de negativas a la donación.

• En 1995 el porcentaje medio de negativas en España es de un 24,8%, con

valores desde el 13% en Asturias hasta el 42% en Murcia. La Comunidad

de Andalucía posee un 37% de respuestas negativas, el más alto después

de Murcia.

• En 1996 la media española se sitúa de nuevo en un 24,8%, existiendo una

ausencia de respuestas negativas en la Comunidad de Navarra, frente al

77,2% observado en Castilla-La Mancha. Las negativas en Andalucía

constituyen el 37,7%.

• En 1997 las respuestas negativas descienden a nivel nacional a un 21,7%.

De nuevo Asturias presenta la cifra más baja (11,9%) y Castilla-La Mancha

la mayor (57,1%), mientras que en Andalucía es del 33,9%. Con datos sólo

a nivel nacional y de Andalucía, el descenso continúa en 1998, con un

21% y 30%, respectivamente.

A pesar del descenso del porcentaje medio en los dos últimos años y de las

variaciones que se producen dentro de las mismas Comunidades de un año para

otro, se observa que algunas se mantienen dentro de unos márgenes de respuestas

negativas que son elevados, como es el caso de Castilla-La Mancha y Andalucía.

Por ello, se plantea la posibilidad de que estas poblaciones posean características

especiales que justifiquen las cifras que presentan.

2. EL MODELO ESPAÑOL. PROCESO DE DONACIÓN-EXTRACCIÓN-

TRASPLANTE

El sistema español se encuentra organizado a tres niveles: nacional,

autonómico o regional y hospitalario. La ONT se encarga de la Coordinación

Nacional, la cual se lleva a cabo desde la Oficina Central, compuesta por personal

especializado -un coordinador nacional, siete enfermeros y tres médicos- que ofrece

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 21

atención las veinticuatro horas del día durante todo el año. Las funciones que

desempeña son (Matesanz y Miranda, 1995):

• Funciones de coordinación, es decir, actualización diaria de listas de

espera no renales (hígado, corazón y pulmón); centralización de los

informes de evaluación de ciertos enfermos para acceder a algunos

trasplantes; canalización de las solicitudes de tejidos; coordinación de la

extracción multiorgánica y distribución de los órganos; organización del

transporte de equipos de trasplante, de los órganos extraidos y de los

enfermos; y la colaboración en el intercambio renal en casos especiales

(hiperinmunizados, con anticuerpos virus C positivos, etc.).

• Elaboración de normativas e informes técnicos sobre la actividad

extractora y trasplantadora solicitados por las autoridades sanitarias.

• Realización de estadísticas sobre la actividad trasplantadora, para su

posterior publicación.

• Difusión de información a profesionales y administraciones sanitarias, así

como a asociaciones de enfermos, medios de comunicación,

organizaciones de trasplante extranjeras, y a la población general. Esta

labor incluye la elaboración y difusión de material para los profesionales de

la coordinación y trasplante, además de la organización de cursos de

formación y congresos.

Por lo que se refiere al intercambio de órganos con países europeos, esta

gestión la lleva a cabo la Oficina de Intercambio de Órganos de Cataluña, por

decisión de la Comisión Permanente de Trasplantes de Órganos y Tejidos del

Consejo Interterritorial, por lo que la Oficina Central mantiene una estrecha

colaboración con ella (Matesanz y Miranda, 1995).

De todas las funciones desempeñadas por la ONT, la coordinación de

extracciones multiorgánicas y su distribución tienen especial importancia. La

B. RANDO22

asignación de los órganos se realiza en base a unos criterios clínicos y territoriales

previamente establecidos que se cumplen estrictamente. Los primeros dependen de

los representantes de los equipos de trasplante, quienes en reuniones anuales en la

sede de la ONT los revisan y actualizan. A partir de estos criterios, se clasifican los

receptores en urgentes, o código cero, y no urgentes. Por otra parte, los criterios

territoriales son propuestos por los representantes de las Comunidades Autónomas

en el Consejo Interterritorial. De acuerdo con estos últimos criterios y con la división

del territorio español en seis zonas, la distribución de los órganos se realiza en el

siguiente orden: en primer lugar tiene preferencia el propio hospital generador, si es

también trasplantador y dispone de un receptor adecuado; posteriormente, se ofrece

a la localidad, seguida por la Comunidad Autónoma, la zona y, si no se ha

encontrado receptor, se ofrece a nivel nacional y, por último a Europa. Cuando la

oferta llega a nivel nacional hay un turno en el que participan todos los equipos de

trasplante. Igualmente, los órganos procedentes de Europa se ofrecen a todos los

equipos con receptor adecuado, adjudicándose al primero que lo acepta. Sin

embargo, cuando se realiza una extracción exclusivamente renal, la distribución

sigue criterios locales y la Oficina Central sólo interviene cuando se solicita su

ayuda (Sánchez et al., 1995).

A pesar de la existencia de esta estructura a nivel nacional, las Comunidades

Autónomas poseen ciertas competencias en materia de trasplante, e incluso en

algunas Autonomías como Cataluña y País Vasco las competencias son plenas. Por

tanto, a nivel regional funciona la Coordinación Autonómica, que gestiona el proceso

de donación-extracción-trasplante dentro de la propia región, así como el

intercambio de órganos con las otras Comunidades.

Por su parte, la Coordinación Intrahospitalaria es imprescindible para la

detección de donantes potenciales y la obtención de órganos de forma efectiva,

siendo necesario que esta tarea se lleve a cabo adecuadamente para que la

gestión a otros niveles adquiera sentido. Cada hospital acreditado para la extracción

tiene sus propios protocolos de obtención de órganos y tejidos, y las listas de espera

las gestionan aquellos que a su vez poseen actividad trasplantadora.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 23

El proceso de donación-extracción-trasplante comienza por la identificación

de un donante potencial, lo cual tiene lugar normalmente en Urgencias o en la

Unidad de Cuidados Intensivos. Los pasos siguientes son la valoración del enfermo

como donante, realización del diagnóstico de muerte cerebral y comunicación del

fallecimiento a la familia, mantenimiento del donante, petición de los órganos a la

familia, inicio de trámites legales, la extracción y contacto con los laboratorios de

histocompatibilidad, y búsqueda de un receptor adecuado (Espinel, 1990a; López,

1995).

B. RANDO24

Detección del donante potencial

Las lesiones que conducen más frecuentemente al diagnóstico de muerte

cerebral son las ocasionadas por accidente vascular o por traumatismo

craneoencefálico. La detección de un donante potencial, por tanto, suele partir de

lesiones de este tipo, según un protocolo de identificación que incluye la edad del

enfermo, naturaleza de la lesión, puntuación en la escala de Glasgow, duración del

coma y valoración del EEG, así como otros signos físicos. Aunque actualmente ésta

es la principal fuente de donantes, en seis hospitales españoles también funcionan

programas de extracción de donantes a corazón parado (Álvarez y Barrio, 1997).

Valoración del donante potencial

Una vez realizada la detección, el médico responsable de la unidad donde se

encuentra el paciente avisa al coordinador hospitalario. La valoración se hace para

comprobar si el enfermo presenta las condiciones necesarias para ser donante. Sólo

un pequeño porcentaje cumple las condiciones exigidas, razón por la que es

importante detectar todos los posibles donantes.

Normalmente, la valoración la llevan a cabo conjuntamente el médico

responsable de la unidad y el coordinador de trasplantes (Espinel y Dávalos, 1990).

Las enfermedades de causa desconocida y de origen vírico suponen una razón de

exclusión del enfermo como donante, así como las enfermedades infecciosas y las

neoplasias. Además, existen criterios específicos que debe cumplir el enfermo para

ser donante de cada órgano y tejido. Por tanto, la valoración del donante potencial

incluye revisión de la historia clínica y la realización de pruebas analíticas que

determinen la ausencia de contraindicaciones para la donación (Frutos, 1997). En el

caso en que el paciente se encuentre en coma, se observa su evolución (Espinel,

1990b; Espinel y Dávalos, 1990).

Diagnóstico de muerte cerebral y comunicación del fallecimiento

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 25

Cuando se ha obtenido ya un electroencefalograma plano y se ha realizado

un examen neurológico que acredita la muerte cerebral, el médico responsable del

enfermo que mayor contacto ha tenido con la familia comunica el fallecimiento del

paciente, explicando el concepto de muerte cerebral. Mientras, el coordinador alerta

al personal sanitario (enfermeros de quirófano, nefrólogos, cirujanos, anestesistas y

enfermeros de guardia) de la existencia de un posible donante, se lleva a cabo una

analítica completa del fallecido y, seis horas después de las primeras pruebas, un

nuevo electroencefalograma y otra exploración neurológica. Ante la posibilidad de

una extracción multiorgánica se avisa a la Oficina Central de la ONT. Por último, el

coordinador completa el protocolo de recogida de datos del donante cadáver

(Espinel y Dávalos, 1990; Sánchez et al., 1995).

Mantenimiento del donante

El mantenimiento del donante consiste en una adecuada perfusión de los

órganos, la oxigenación de los órganos y tejidos, mantenimiento de la temperatura

corporal y prevención de infecciones intrahospitalarias. El objetivo es impedir el

avance del proceso natural que sigue a la muerte cerebral, como la aparición de

hipotensión e hipotermia, entre otros signos clínicos, así como la parada cardíaca,

que ocurrirá dentro de las próximas 48-72 horas, comenzando la necrosis del

cadáver. Entre las medidas básicas que se toman dentro del protocolo de

mantenimiento, se encuentran la ventilación mecánica para la actividad pulmonar y

la infusión de líquidos calientes para la temperatura corporal (Espinel et al., 1990).

Petición de los órganos a la familia

La entrevista de petición de los órganos se realiza transcurridas unas horas

desde que a la familia se le informa de la muerte cerebral del enfermo,

preferentemente entre el primer y segundo EEG. Esta entrevista se lleva a cabo con

todos los familiares directos presentes, para evitar una transmisión de información

errónea entre los miembros y proporcionar respuestas a las argumentaciones en

contra de la donación que puedan surgir por desconocimiento del tema (Espinel,

1990c).

B. RANDO26

De acuerdo con la legislación vigente sólo es necesario saber si la persona se

opuso en vida a la donación para extraer o no los órganos, por lo que bastaría con

preguntar a los familiares si el fallecido realizó en algún momento una manifestación

en este sentido. Sin embargo, siempre se solicita el permiso a los familiares y su

decisión es la que determina la posibilidad de hacerlo.

La persona encargada de la petición suele ser el coordinador hospitalario,

quien posee una preparación especial para la realización de este tipo de entrevistas.

Durante la conversación facilita a la familia toda la información que requiera,

intentando responder sin prisas a las preguntas que le formulen (Espinel, 1990c).

Con frecuencia, se tienen que realizar varias entrevistas para obtener el

consentimiento, incluso cuatro o cinco, y no siempre se obtiene.

Trámites legales

Los trámites legales necesarios para la extracción de los órganos comienzan

por el acta de certificación de defunción, firmada por tres médicos, entre ellos un

neurólogo o un neurocirujano. Asimismo, el consentimiento familiar debe quedar

reflejado por escrito y firmado por el familiar o familiares más cercanos. En los casos

de muerte accidental se envían estos documentos al juzgado de guardia, junto con

la solicitud de órganos y tejidos que se desean extraer (Espinel, Molins, Cabarrocas

y Sabater, 1990).

Estos trámites deben llevarse a cabo en el menor tiempo posible, antes de

que se produzca la parada cardíaca. En el caso de extracción a corazón parado, la

coordinación es fundamental para acortar el tiempo total de isquemia, que suele ser

más prolongado en estas situaciones.

Extracción y contacto con laboratorios de histocompatibilidad

Al realizar la extracción de los órganos también se obtienen tejidos y sangre,

sobre los que se practican las pruebas para determinar las características

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 27

inmunológicas o tipaje del donante (antígenos HLA) en el laboratorio de

histocompatibilidad (Espinel et al., 1990). A su vez, los órganos extraídos deben ser

revisados, limpiados y almacenados en un recipiente estéril con líquido de

conservación. El tiempo que pueden permanecer así es limitado, y variable en

función del órgano, desde pocas horas hasta unos días (Ballester et al., 1991;

Margarit y Martínez, 1991; Quintanilla et al., 1990b; Targarona y Fernández-Cruz,

1991).

Búsqueda de un receptor adecuado

Cuando se trata de un trasplante renal las características inmunológicas del

donante se introducen en un programa que contiene los datos de los receptores en

lista de espera. El programa de ordenador detecta el receptor más parecido al

donante, rechazando las incompatibilidades absolutas (v.g. grupo sanguíneo), y

selecciona aquel o aquellos receptores más adecuados en función de las

compatibilidades HLA entre donante y receptor. Si un receptor idóneo presenta

contraindicaciones temporales tales como una infección, podrá acceder al trasplante

en otra ocasión (López de Novales, 1990; Ramos y Frutos, 1990). Asimismo, en la

selección se valora el tiempo de espera, aunque el resultado de la prueba cruzada

será el determinante para recibir el órgano donado (Frutos, 1998). Cuando se trata

de un trasplante no renal la selección de los receptores se hace en función del

grupo sanguíneo, tamaño del órgano y tiempo en lista de espera. Como se ha

indicado anteriormente, la existencia de algún caso urgente tiene prioridad sobre los

demás a nivel nacional.

Por lo que se refiere a los tejidos, tras la extracción son almacenados en un

banco de tejidos. Estos centros funcionan de acuerdo con las recomendaciones

generales del Consejo de Europa para asegurar la colaboración entre organismos,

la distribución equitativa de los tejidos y la confidencialidad de la información (Felipe,

1995).

La donación en vida sigue un proceso distinto, aunque también bajo

consentimiento firmado por el donante. El riñón es el único órgano susceptible de

B. RANDO28

ser donado en vida y suele proceder de un familiar con características clínicas

adecuadas para el receptor (Quintanilla et al., 1990b). Sin embargo, este tipo de

donaciones no son frecuentes y la problemática actual se centra en la obtención de

órganos procedentes de cadáver. La donación en vida de tejidos distintos del

plasma, sangre o médula ósea sólo se realiza cuando se extrae algún fragmento

óseo o pieza anatómica a un paciente y consiente el uso para trasplante (Felipe,

1995).

En definitiva, la obtención de órganos de donantes fallecidos requiere el

proceso descrito y un sistema organizativo intrahospitalario que agilice los diferentes

pasos. Hay tres momentos especialmente relevantes. Uno de ellos es la

identificación de donantes, ya que supone el inicio del proceso. Los otros dos son la

comunicación de la muerte cerebral y la entrevista de petición de órganos y tejidos,

en los que la familia entra en contacto con el proceso de obtención, toma una

decisión y da una respuesta positiva o negativa a la donación. Los estudios que han

analizado cómo desempeña estas funciones el personal sanitario ponen de

manifiesto algunos inconvenientes que pueden limitar la obtención de órganos.

Las investigaciones realizadas en el extranjero revelan que en numerosas

ocasiones las referencias a los equipos de trasplante sobre la existencia de un

posible donante no se llevan a cabo (Chabalewski et al., 1997; Shyr, 1993;

Coleman-Musser, 1997). Se considera que la principal limitación es la insuficiente

detección de donantes potenciales y se relaciona fundamentalmente con la falta de

formación del personal. De hecho, en algunos países se tiene evidencia de que los

conocimientos adquiridos en la escuela de enfermería en torno a la donación son

mínimos o inexistentes, y se ha comprobado una relación positiva entre el grado de

participación en los programas de trasplante y el grado de conocimiento del personal

(Adams et al., 1993; Chabalewski et al., 1997; Wamser et al., 1993), así como entre

los programas formativos llevados a cabo y el aumento de las tasas de donaciones

(Manyalich et al., 1997; Taylor, Kneteman y Young, 1997). Estas apreciaciones

también se realizan en España (Alonso et al., 1996; Frutos, 1997).

Por otro lado, en algunos casos se ha observado una escasa e inadecuada

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 29

comunicación entre el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos, donde suelen

detectarse los donantes potenciales, y el equipo de trasplante (Fernández et al.,

1991), o bien la ausencia de una figura de apoyo en la identificación de donantes

potenciales (Adams et al., 1993).

Respecto a la petición de órganos, el profesional encargado de hacerla difiere

de un centro a otro y de un país a otro, y no siempre hay una persona designada

para esta función (Adams et al., 1993). Los sentimientos que poseen los

profesionales acerca de esta tarea no son homogéneos, ya que algunas encuestas

muestran que para una gran mayoría de ellos la petición de órganos es una labor

confortable (Coleman-Musser, 1997), mientras que otras encuestas revelan que es

desagradable y/o estresante para ellos (Pearson y Zurynski, 1995).

Asimismo, se ha comprobado que no todos los profesionales aceptan estas

tareas como parte de su responsabilidad, considerando que se trata de un trabajo

añadido e incluso opinando que pueden ser desempañadas por otros sectores del

personal sanitario o incluso por un sacerdote o psicólogo (Abbud-Filho et al., 1997;

Coleman-Musser, 1997; Pearson y Zurynski, 1995; Wamser et al., 1993).

Las razones que señalan con mayor frecuencia los enfermeros que participan

en la obtención de órganos para hacerlo son el hecho de dar vida a otros, cumplir

con el rol profesional y agrado hacia la idea de la donación, mientras que muy pocos

indican como justificación la confianza en el propio conocimiento del procedimiento.

En contraposición, quienes no intervienen en la obtención argumentan

frecuentemente la falta de conocimiento sobre el procedimiento, la ausencia de

donantes potenciales en el hospital y la falta de interés o de apoyo del médico

(Adams et al., 1993). Por su parte, en algunos países las personas encargadas de la

petición de órganos señalan que las diferencias culturales, la aflicción de la familia y

la falta de entrenamiento para hablar a los familiares son barreras para la petición

(Pearson y Zurynski, 1995; Wakeford y Stepney, 1989) y se indica que en el caso de

que la persona fallecida portara carnet de donante, sería más probable la petición

de sus órganos (Matten et al., 1991).

B. RANDO30

Estos resultados apuntan a la necesidad de una mayor coordinación

intrahospitalaria en otros países, así como una mejor preparación del personal

sanitario. Probablemente, la modificación de estos aspectos, junto con el

reconocimiento de la participación del personal implicado, proporcionarían tasas de

donaciones más elevadas. En España también deberá prestarse más atención a la

detección de los donantes potenciales.

3. A MODO DE RESUMEN

Actualmente la técnica del trasplante está consolidada y existen

organizaciones o asociaciones de trasplante en todo el mundo. La situación de la

donación de órganos y trasplantes en cada país depende fundamentalmente de su

nivel económico y de la cultura propia, ya que en gran medida éstos son los

determinantes de las legislaciones vigentes y/o sistemas de obtención de órganos, y

de los respectivos sistemas organizativos, aunque también hay países

industrializados que carecen de legislación y otros con un sistema organizativo

obsoleto.

En España la actividad extractora y trasplantadora se encuentra legislada,

con los criterios de extracción por muerte cerebral establecidos y otros requisitos

legales para que la extracción sea posible. Asimismo, el sistema de obtención de

órganos y tejidos es de consentimiento presunto, aunque siempre se solicita

permiso a los familiares, de los cuales depende en última instancia la donación. Por

su parte, la ONT desempeña diversas funciones que se resumen en el

mantenimiento de un sistema organizativo considerado de los mejores del mundo

por su eficacia y transparencia, y que se refleja en la tasa de donaciones más

elevada del mundo.

Las etapas que constituyen el proceso de obtención de órganos y tejidos de

donante fallecido son la detección del donante potencial, la valoración del enfermo

como donante, el diagnóstico de muerte cerebral y comunicación del fallecimiento a

la familia, mantenimiento del donante, petición de órganos a la familia, los trámites

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 31

legales y la extracción. El contacto con los laboratorios de histocompatibilidad y la

búsqueda de un receptor adecuado son otros pasos necesarios para el trasplante.

En este proceso se ha comprobado una insuficiente detección de donantes y altos

porcentajes de respuestas negativas a la donación en España, especialmente en

algunas Comunidades Autónomas, entre las cuales se encuentra Andalucía. El

primer inconveniente está asociado directamente con el personal sanitario

(especialmente de la Unidad de Cuidados Intensivos) y se ha relacionado con la

falta de conocimientos de los profesionales encargados. El segundo inconveniente

se encuentra asociado al proceso de toma de decisión de los familiares. En este

proceso intervendrán las creencias que se posean en torno a la donación (v.g. la

creencia errónea de una posibilidad de vida por falta de comprensión del concepto

de muerte cerebral), la actitud hacia cuestiones relacionadas con el tema, etc., las

cuales contribuirán a la respuesta final de los familiares. A su vez, puesto que esta

decisión se produce dentro del contexto hospitalario, la experiencia vivida durante la

dolencia del paciente (percepción del trato recibido por el personal sanitario en

cuanto a información, facilidad de visitas, etc.), la aflicción por el fallecimiento y la

premura de tiempo también contribuirán a la elección que realicen los familiares.

Dado que el objetivo del presente trabajo es conocer las variables

relacionadas con la donación de órganos de un familiar fallecido, se debe analizar el

proceso de toma de decisión que precede a la ejecución de la conducta y las

variables que intervienen en él. En los siguientes apartados se analizan dichas

variables.

II. LA ACTITUD, INTENCIÓN Y CONDUCTA DE DONAR

4. EL PROCESO DE TOMA DE DECISIÓN

Entre las variables que intervienen en la toma de decisión destaca el papel

desempeñado por las actitudes, por lo que a continuación se revisa el concepto de

actitud, la formación y cambio de las actitudes, y su impacto sobre las decisiones y

sobre la conducta. Asimismo, se exponen algunos de los modelos elaborados para

B. RANDO32

explicar la relación entre la actitud hacia una conducta, la intención de llevarla a

cabo y la conducta misma. Por último, atendiendo al carácter prosocial de la

donación de órganos, se revisa el concepto de conducta prosocial y los procesos

que participan en este tipo de acciones.

4.1. EL CONCEPTO DE ACTITUD

La actitud es una tendencia subyacente a dar una respuesta de evaluación

hacia una persona, cosa (concreta o abstracta) o una acción, en términos de

favorabilidad/desfavorabilidad, agrado/desagrado, aprobación/desaprobación, etc.

(Ajzen, 1988; Greenwald, 1989; Eagly y Chaiken, 1993; Oskamp, 1991; Zimbardo y

Leippe, 1991). Por tanto, el objeto de la actitud puede ser una entidad o target

(persona, cosa) o una acción dirigida hacia el target. En virtud de esta distinción se

diferencia entre actitud hacia el target y actitud hacia la conducta. Así, por ejemplo,

una respuesta evaluativa favorable hacia el carnet de donante refleja la actitud hacia

el target, mientras que una respuesta evaluativa favorable hacia firmar el carnet

refleja la actitud hacia la acción dirigida al target.

La existencia de esta variable latente se infiere al comprobar que cierta clase

de estímulos y de respuestas observables covarían. En la figura 1 se muestra una

pregunta de una encuesta que refleja una acción hacia el target y un ejemplo de

respuesta evaluativa hacia la conducta que podría manifestar cualquier ciudadano.

¿Qué opina de la donación de órganos? “creo que la donación salva vidas” Estímulo Respuesta observable observable

Figura 1. Ejemplo de un estímulo y una respuesta evaluativa observables. Se infiere laexistencia de una actitud favorable hacia la conducta de donar órganos.

Las respuestas que indican la existencia de una actitud hacia el objeto se

suelen categorizar en cognitivas, afectivas y conativas. La categoría cognitiva

contiene pensamientos acerca del objeto. Normalmente se utiliza el término creencia

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 33

para hacer referencia a estos pensamientos. La creencia es una afirmación que

establece una asociación entre un objeto y un atributo (v.g. la donación de órganos

es útil). La categoría afectiva contiene sentimientos, emociones, estados de ánimo y

actividad del Sistema Nervioso Simpático que se experimentan ante el objeto (v.g.

sentir alegría ante la donación de órganos). Por último, la categoría conductual

incluye acciones manifiestas relacionadas con el objeto, así como las intenciones de

actuar (v.g. pedir información en un centro hospitalario para hacerse donante). Se

asume que cuando una persona forma una actitud hacia un objeto, es más probable

que la asocie con ciertos atributos y/o que experimente ciertos sentimientos y/o que

tienda a actuar en determinado sentido, acordes unos con otros (Ajzen, 1988, 1989;

Eagly y Chaiken, 1993).

Partiendo de estos tipos de respuesta observables, tradicionalmente se ha

considerado que la actitud posee una naturaleza tripartita, es decir, que en su

configuración intervienen tanto componentes cognitivos, afectivos como conativos.

La postura defendida por el modelo tripartito de Rosenberg y Hovland (1960) es que

la actitud se encuentra a un nivel superior y es una tendencia evaluativa subyacente

que predispone al individuo a dar respuestas de evaluación cognitivas, afectivas y

conativas hacia el objeto consistentes con ella. Bajo esta concepción jerárquica, los

componentes se consideran partes separables pero interrelacionadas de la actitud.

Sin embargo, algunos autores han encontrado dos dimensiones separables

de la actitud en sus investigaciones, e incluso una sola dimensión, por lo que en la

actualidad se mantienen diversas propuestas, sin que se alcance un acuerdo

respecto a la naturaleza de las actitudes. Entre los factores que se señalan como

posibles responsables de los diferentes resultados se encuentran la presentación

directa o indirecta del objeto actitudinal y la naturaleza verbal o no verbal de las

mediciones realizadas de los tres tipos de respuesta -cognitiva, afectiva y conativa-.

Otra de las razones parece encontrarse en los objetos de la actitud, de los cuales

algunos provocan fuertes respuestas afectivas, mientras que otros apenas lo hacen,

por lo que es razonable que varíe el número de dimensiones encontradas.

Asimismo, parece que los métodos de análisis empleados para la dimensionalidad y

los presupuestos de partida también afectan a los resultados (Ajzen, 1988, 1989;

B. RANDO34

Eagly y Chaiken, 1993; Oskamp, 1991).

En definitiva, las alternativas a la propuesta tradicional son modelos

bidimensionales o unidimensionales. Los primeros defienden que los componentes

de la actitud son el cognitivo y afectivo (Bagozzi y Burnkrant, 1979, cit. Corral, 1997).

Se entiende que las creencias y emociones son las que intervienen en la

configuración de la actitud y que las respuestas cognitivas y afectivas observables

reflejan la tendencia evaluativa hacia el objeto, mientras que las intenciones de

actuar y conductas no son parte constituyente de la actitud sino independientes de

ésta e influidas por ella. Por otro lado, algunos autores obtienen un único

componente cognitivo de la actitud (Fazio, 1986, cit. Corral, 1997).

Por su parte, Fishbein y Ajzen consideran que las tres dimensiones son

entidades independientes y las denominan creencia, actitud e intención (Ajzen,

1988), lo que significa que identifican la actitud con el componente afectivo,

reduciendo el carácter evaluativo de la actitud a esta dimensión. Cacioppo, Petty y

Geen (1989) no aceptan la equiparación entre actitud y afecto, porque las actitudes

que apenas evocan afecto también poseen carácter evaluativo. La propuesta de

Fishbein y Ajzen es que en el momento en que se asocian unos atributos al objeto y

se forman las creencias respecto a éste, se realiza una evaluación positiva o

negativa del mismo, por lo que la actitud surge de forma automática y simultánea. A

su vez, a partir de la actitud surgen las intenciones de actuar y las acciones.

En resumen, la naturaleza de las actitudes es una cuestión aún no resuelta

que ha dado lugar a numerosos modelos teóricos sobre la formación y cambio de

las actitudes desde distintas perspectivas.

4.2. FORMACIÓN Y CAMBIO DE LAS ACTITUDES

En general, los autores consideran que esta tendencia a dar una respuesta

de evaluación hacia un objeto es aprendida, aunque hay cierta evidencia de factores

genéticos y fisiológicos como determinantes en la formación de algunas actitudes

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 35

(Eagly y Chaiken, 1993; Oskamp, 1991; Rodríguez, 1989). Entre los factores

ambientales que operan en el proceso de adquisición de las actitudes, la experiencia

personal directa con el objeto (v.g. algún incidente destacado o la exposición

repetida al objeto) es lo que generalmente produce actitudes más fuertes. También

se destaca la influencia de los padres en el desarrollo de las actitudes infantiles, así

como de la escuela, los grupos de iguales, los grupos de referencia, el contexto

cultural y los medios de comunicación.

De acuerdo con Oskamp (1991) los procesos de aprendizaje a través de los

que se forman las actitudes son variados y no excluyentes, e intervienen en función

de la situación a la que se exponga el individuo: 1- el condicionamiento clásico,

mediante el cual un objeto actitudinal inicialmente neutro se asocia repetidamente a

un estímulo incondicionado que genera una reacción emocional positiva o negativa,

y posteriormente se convierte en estímulo condicionado de esa respuesta, con un

significado evaluativo; 2- la generalización del estímulo, por la que una actitud hacia

un objeto particular se generaliza a otros similares; 3- el modelado, por el que la

imitación de la conducta de un modelo contribuye a la formación del componente

conductual de las actitudes; 4- el condicionamiento operante, a través del cual la

relación de contingencia entre una respuesta evaluativa hacia un objeto y el tipo de

consecuencia recibida favorece la formación de la actitud o su cambio; 5- el

aprendizaje selectivo, por el que el reforzamiento diferencial de las respuestas

conduce a un aumento en la probabilidad de ocurrencia de aquéllas más reforzadas;

6- la persuasión, que se ejerce a través de un mensaje con argumentos que apoyan

una conclusión o acción, lo que afecta directamente al componente cognitivo y

conductual de las actitudes; y 7- la integración de la información, defendida por

muchos teóricos cognitivos, quienes consideran que la actitud se basa en las

creencias salientes que la persona tiene sobre el objeto, tanto positivas como

negativas, y se genera por integración de éstas.

En esta línea de pensamiento, Eagly y Chaiken (1993) afirman que la

experiencia vivida por la persona en relación con el objeto determina qué

componentes intervienen en la formación de la actitud, aunque existe una relación

sinérgica, de mutua influencia, entre ellos. Así, puede ocurrir que una persona que

B. RANDO36

lea un texto acerca del objeto forme unas creencias en torno a éste, y a partir de

ellas elabore una actitud hacia él. En este caso, el componente conductual no ha

contribuido en su configuración ni, con alta probabilidad, el componente emocional,

pero sus cogniciones influirán sobre la dimensión afectiva y la conducta.

Cada uno de los modelos teóricos que se han desarrollado para explicar la

formación y cambio de la actitud pone el énfasis en un tipo de procesos mediadores,

aunque parece que en general se acepta la existencia de algún proceso cognitivo y

la discusión se centra básicamente en la incorporación a los anteriores de factores

afectivos, motivacionales y sociales. Puesto que los modelos se han desarrollado

desde distintos puntos de vista, no tienen por qué ser excluyentes. De hecho,

algunos coinciden en parte de sus planteamientos.

4.3. IMPACTO DE LAS ACTITUDES SOBRE LA CONDUCTA

De acuerdo con Ronis, Yates y Kirscht (1989), ante un problema o situación

novedosa el individuo inicia un proceso de toma de decisión en el que parte de las

consecuencias esperadas o creencias acerca de cada alternativa de actuación (v.g.

votar a uno u otro partido político). La elección de la alternativa final va a estar

determinada por el juicio que haga la persona acerca de sus ventajas e

inconvenientes. Tras el proceso de comparación, se selecciona aquella alternativa

que se considera superior a las demás, siempre que el individuo estime que podrá

llevarla a cabo, en función de la percepción de autoeficacia. En todo caso, si la

persona ya posee una actitud previa hacia cada posible actuación, considerará la

actitud en vez de reevaluar cada ventaja y desventaja. Una vez que se toma una

decisión se posee la intención de actuar en un sentido determinado (v.g. voy a donar

mis órganos). Si, por el contrario, ninguna alternativa parece mejor que las otras, la

persona permanece indecisa y, por tanto, no actúa; también es posible que se

comporte como acostumbra. Las conductas habituales, por otro lado, no requieren

un proceso de toma de decisión, sino que se hacen de forma automática.

Existen diversos factores que afectan al proceso de toma de decisión y a los

intentos de llevar a cabo la acción. Entre los que influyen sobre el proceso de toma

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 37

de decisión, la relevancia de la cuestión para la persona y el tiempo que tenga para

tomar la decisión determinan el hecho de que se base en toda la información

disponible o no y, por tanto, la profundidad de la decisión. Cuanto más importante

sea, y siempre que la disponibilidad de tiempo sea suficiente para reflexionar, más

detallado será el análisis que se realice y más adecuadas las estrategias

empleadas. Las presiones de tiempo suelen conducir a una apreciación

desproporcionada de las consecuencias negativas de la acción y, por consiguiente,

a decisiones precipitadas. Igualmente, como se ha comentado, la percepción de

autoeficacia o de control sobre la conducta es fundamental para la elección, ya que

la persona tiende a seleccionar aquella alternativa que cree capaz de llevar a cabo.

Esta percepción es función de los recursos disponibles, tanto cognitivos, físicos,

como externos. En ocasiones se puede mantener una actitud muy favorable hacia

una alternativa de conducta, pero no mostrar intención de hacerla efectiva si se

percibe baja autoeficacia.

Entre los factores que afectan a los intentos de ejecutar la conducta, también

se encuentra la percepción de control que se posee sobre la misma. Igualmente, la

experiencia vivida en el intento de realizar la conducta modifica con frecuencia las

creencias, actitudes y decisiones (Ronis, Yates y Kirsch, 1989). Así, cuando se

fracasa se produce una disminución de la autoeficacia percibida, pero no

necesariamente conlleva el abandono, sino que la información extraída puede servir

para un nuevo intento o para elegir una nueva alternativa. Por su parte, Ajzen (1988,

1989) considera que las características de personalidad se encuentran asociadas a

ciertas tendencias de actuación, por lo que serían otro tipo de variables

moderadoras de la relación actitud-conducta.

En definitiva, la actitud influye sobre la conducta a través de la intención de

actuar generada en un proceso de toma de decisión. Esta influencia indirecta y el

efecto de los otros factores señalados, explican la ausencia de una consistencia

perfecta entre actitud y conducta en las investigaciones que sólo se basan en

variables actitudinales. No obstante, se puede lograr una mejor predicción de la

conducta a partir de la actitud cuando se sigue un principio de compatibilidad de las

medidas, es decir, cuando actitudes y conductas se miden al mismo nivel de

B. RANDO38

especificidad o generalidad; otra opción es emplear un índice compuesto de

conductas o multiple-act criterion (Ajzen, 1988, 1989).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 39

4.4. MODELOS DE LA RELACIÓN ENTRE ACTITUD, INTENCIÓN Y CONDUCTA

Teoría de la Acción Razonada (Fishbein y Ajzen, 1975; Ajzen y Fishbein, 1980)

Fishbein y Ajzen proponen un modelo en el que el razonamiento reflexivo

sobre las consecuencias de una conducta voluntaria conlleva la formación

automática de una serie de creencias en torno a tales consecuencias. A su vez,

estas creencias participan en la configuración automática de la actitud hacia la

conducta. La consistencia entre las creencias y la actitud es tal que esta última la

estiman a partir del sumatorio del producto de las creencias salientes y sus

evaluaciones respectivas (en términos de consecuencia positiva o negativa), ya que

entienden que la actitud es directamente proporcional a este índice. En este sentido,

defienden la formación de la actitud según un modelo expectativa-valor (Ajzen,

1988).

Otro elemento contemplado en el modelo es la norma subjetiva, es decir, la

percepción de presión social para realizar o no la conducta. La estimación de este

determinante la realizan por el sumatorio del producto de las creencias sobre qué

piensan los referentes acerca de realizar la conducta y la motivación para ajustarse

a éstos.

Se asume, asimismo, que la actitud hacia la conducta y la norma subjetiva

predisponen al individuo a actuar de forma consistente con ellas, es decir, generan

una intención de actuar, que es el predictor directo de la conducta, mientras que las

anteriores sólo ejercen una influencia indirecta sobre la última a través de la

intención de actuar. La importancia relativa de cada determinante sobre la intención

de actuar depende en parte del tipo de conducta de que se trata. En diversos

estudios se comprueba que los coeficientes de regresión de la actitud son

superiores a los de la norma subjetiva en temas tales como la elección de voto,

fumar marihuna, etc., mientras que en temas como abortar o tener otro hijo, los

coeficientes son mayores para la norma subjetiva (Ajzen y Fishbein, 1980; Ajzen,

Timko y White, 1982; Smetana y Adler, 1980, cit. Ajzen, 1988; Vinokur-kaplan, 1978,

B. RANDO40

cit. Ajzen, 1988).

Actitud

Intención Conducta

Normasubjetiva

Figura 2. Modelo de la Teoría de la Acción Razonada, propuesto porFishbein y Ajzen.

Cualquier otro factor que no aparezca en el modelo se considera una variable

externa y sólo tiene un efecto indirecto sobre la conducta a través de alguno de los

elementos anteriores. Este es el caso de las variables demográficas, de

personalidad y de la actitud hacia el target.

Lo más interesante del modelo es que el esquema no sólo sigue la dirección

descrita, sino que es bidireccional. Es decir, una vez formada una actitud, ésta

puede afectar la percepción de los acontecimientos que se produzcan, afectando en

parte a las creencias que se formen. Asimismo, la ejecución de la conducta

proporciona una información que afecta a las creencias que se poseen. No

obstante, los autores insisten en que la dirección que más interesa en el modelo es

de las creencias hacia la actitud (Ajzen, 1988).

Aunque se atribuyen diversas limitaciones a la Teoría de la Acción Razonada

(TAR), como la falta de un proceso de planificación para llevar a cabo la conducta,

la omisión de la obligación moral percibida para realizarla, y la ausencia de la

influencia de la conducta pasada sobre la actual, se sigue aplicando a diversos

temas sociales, como votación en elecciones, SIDA, donación de sangre, donación

de órganos en vida, etc. (Corral, 1997; Eagly y Chaiken, 1993).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 41

Modelo de Triandis (1977,1980)

Triandis parte de la TAR, pero incluye en su modelo el hábito, definido como

la conducta o secuencia de acciones que se realizan de forma automática como

resultado de su repetición en el pasado. Otra modificación que propone es

representar la actitud hacia la conducta u objeto actitudinal dividida en dos

conceptos: la afectividad hacia la conducta, o emociones activadas al pensar en ella,

y el valor de las consecuencias esperadas de la conducta (creencias conductuales

de Fishbein y Ajzen). De acuerdo con el modelo, en la medida en que una conducta

se realiza con cierta frecuencia, es menos dependiente de la intención de actuar y

se encuentra más afectada por el hábito. Esto ocurrirá en el caso de una persona

con hábitos de higiene dental, para la que la conducta de cepillarse los dientes no

dependerá tanto de la decisión de realizar la conducta como del hábito mismo.

Sin embargo, a pesar de las modificaciones que introduce el autor para

mejorar la TAR, él mismo comprueba que la eficacia de su modelo en la predicción

de la intención y de la conducta no es mayor que la que posee la primera

(Triandis,1980).

Modelo de Bentler y Speckart (1979)

Los autores realizan una extensión de la TAR, introduciendo la conducta

pasada en su modelo, donde existe un lazo de unión directo entre actitud y

conducta. Esta unión directa implica admitir la posibilidad de que la conducta ocurra

en ausencia de un proceso de razonamiento controlado conscientemente, como

ocurre en el caso de las conductas habituales.

El modelo ajusta los datos mejor que la TAR en el consumo de drogas. No

obstante, el modelo de Ajzen y Fishbein ha sido diseñado para conductas sobre las

que se posee un alto control voluntario, lo cual no ocurre en el caso del consumo de

drogas.

B. RANDO42

Conducta pasada

Actitud

Intención Conducta

Norma subjetiva

Figura 3. Modelo de la relación actitud-conducta, propuesto porBentler y Speckart.

Teoría del Alcance de la Meta, de Warshaw, Sheppard y Hartwick (1982)

Los autores realizan una reformulación de la TAR, introduciendo la tentativa o

trying, para hacer referencia a los procesos psicológicos y actos que median entre la

intención de alcanzar una meta futura y la consecución actual de ésta. Bajo este

concepto se asume en cierto modo la planificación de acciones para lograr el

objetivo, completamente ausente en la Teoría de la Acción Razonada.

La conducta que predice el modelo es el intento de alcanzar una meta. En

primer lugar, las consecuencias esperadas de éxito y fracaso determinan tres

componentes de la actitud hacia el intento de alcanzar la meta. Estos componentes

son: 1- Actitud hacia la consecución exitosa de la meta, que es ponderada por la

probabilidad estimada de éxito; 2- Actitud hacia la consecución infructuosa de la

meta, que es ponderada por la probabilidad de fracaso percibido; 3- Actitud hacia los

procesos intervinientes en el intento. Esta tríada da lugar a la actitud hacia el intento,

la cual, junto con la norma subjetiva, determinan la intención de actuar. Esta última

es el predictor directo del intento de alcanzar la meta.

Teoría de la Conducta Planificada (Ajzen, 1988, 1991)

Ajzen intenta mejorar la TAR con un tercer determinante de la intención de

actuar e incluye la percepción de control de la conducta o autoeficacia percibida.

Este autor reconoce que la intención de llevar a cabo la conducta puede

interpretarse mejor como el intento de ejecutarla, o trying, y añade este concepto

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 43

con objeto de aplicar el modelo a las conductas bajo las que la persona no tiene un

control absoluto. Tal y como ocurre en la Teoría del Alcance de la Meta se asume la

existencia de una planificación de las acciones instrumentales necesarias para

realizar la conducta (v.g. una persona que quiera donar sus órganos intentará

encontrar un momento para comentarlo a los familiares).

El control percibido se refiere a la facilidad o dificultad estimada de ejecutar la

conducta, según las experiencias pasadas y los obstáculos anticipados. Se asume

que las creencias sobre la probabilidad de poseer los recursos y oportunidades

necesarios para realizar la conducta subyacen a la percepción de control. Por esta

razón, la medición de estas creencias constituye un índice del control percibido. Se

entiende que este concepto motiva la intención de realizar la conducta. En general,

cuanto más favorable es la actitud hacia la conducta y la norma subjetiva, y mayor

es el control percibido, más fuerte es la intención de actuar. Asimismo, se acepta la

posibilidad de una influencia directa del control percibido sobre la conducta, por

considerarlo un sustituto parcial del control actual de la conducta; aunque esto sólo

es correcto cuando la persona posee suficiente información sobre la conducta, no

existen elementos nuevos y poco familiares en la situación y los recursos

disponibles no cambian.

Actitud

Norma Subjetiva Intención Conducta

Control percibido

Figura 4. Modelo de la Teoría de la Conducta Planificada, propuestopor Ajzen.

En la aplicación de la Teoría de la Conducta Planificada a la donación de

riñón en vida, Borgida, Conner y Manteufel (1992) llegan a las siguientes

conclusiones: la actitud no influye directamente sobre la conducta, la percepción de

control tiene un peso tres veces mayor como predictor de la intención que la actitud,

B. RANDO44

la intención es el único predictor estable y directo de la conducta a lo largo de un

intervalo considerable de tiempo, las normas subjetivas no predicen ni la intención ni

la conducta. Ninguna variable externa, tales como sexo, edad, ingresos, nivel de

altruismo y nivel de autoestima, muestran una correlación adecuada con la intención

o la conducta.

Modelo Compuesto de la Relación Actitud-Conducta (Eagly y Chaiken, 1993)

Eagly y Chaiken proponen este modelo como integrador de los anteriores,

aunque reconocen que probablemente no sea definitivo. De acuerdo con él, la

intención de actuar no es el único predictor directo de la conducta. La actitud hacia

el target, el hábito y tres tipos de consecuencias esperadas de la conducta son

determinantes indirectos de ésta, a través de la actitud hacia la conducta y la

intención de actuar. También se acepta una influencia directa del hábito sobre la

conducta.

Las tres clases de consecuencias esperadas de la conducta son: a)

Consecuencias utilitarias, es decir, aquellas recompensas y castigos esperados por

realizar la conducta, que equivalen a las creencias conductuales de la TAR; b)

Consecuencias normativas, referidas a la anticipación de aprobación/desaprobación

de los referentes en relación con la conducta, y las recompensas y castigos que la

propia persona se administra, como resultado de las reglas morales que posee; c)

Consecuencias para la propia identidad, que son las recompensas y castigos

autoadministrados en relación con el autoconcepto por realizar la conducta.

Las autoras consideran que la actitud hacia el target no afecta directamente a

la conducta porque hay un proceso de toma de decisión entre ambas, y asumen la

existencia de una valoración sobre la relevancia de la actitud hacia el target, que

une esta última con la actitud hacia la conducta. Este tipo de valoración se realiza

también sobre la actitud hacia la conducta, lo que la une a la intención de llevarla a

cabo. Los procesos que implican planificación se ubican entre la intención y la

conducta. La autoeficacia percibida o percepción de control puede afectar a los

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 45

vínculos anteriores y es posible que el individuo no intente llevar a cabo la conducta

por falta de tiempo, habilidad u otros recursos. Sin embargo, se desconoce la

ubicación de la autoeficacia percibida en el modelo propuesto ya que no aparece en

el esquema.

Hábito

Actitud hacia el target

Consecuencias Actitud hacia utilitarias la conducta Intención Conducta

Consecuencias normativas

Consecuencias de la propia identidad

Figura 5. Modelo Compuesto de la Relación Actitud-Conducta, propuesto por Eagly y Chaiken.

Modelo Jerárquico Aprendido de Toma de Decisión (Horton y Horton, 1989,

1990, 1991)

Horton y Horton investigan sobre la donación de órganos tras la muerte, tanto

con muestras de estudiantes como de la población general, y desarrollan un modelo

específico para el tema que se ajusta adecuadamente a los datos recogidos. La

conducta predicha es la firma del carnet de donante.

Estos autores mantienen que el proceso de decisión para hacerse el carnet

se asienta sobre una base cognitiva y procede de la cognición al afecto y, de éste a

la conducta. El proceso que se asume es el mismo que en la Teoría de la Acción

Razonada, esto es, una secuencia creencias-actitud-intención. En este modelo, sin

embargo, se excluye la norma subjetiva y se introducen dos determinantes de la

B. RANDO46

actitud hacia donar. Uno de ellos es el conocimiento sobre donación y, el otro, los

valores personales, entendidos como el conjunto de creencias relativamente

estables y centrales en el sistema de creencias de la persona, organizadas

jerárquicamente, sobre formas de actuación ideales y estados terminales de

existencia ideales (Grube, Mayton y Ball-Rokeach, 1994).

Conocimientos

Actitud hacia Intención de Firmar el la donación donar carnet Valores

Figura 6. Modelo Jerárquico Aprendido de Toma de Decisión, propuesto por Horton y Horton.

Tal y como vienen haciendo los investigadores sobre la donación y trasplante

de órganos, la medida del conocimiento la obtienen a través de un cuestionario, por

el que comprueban los vacíos de información y las creencias erróneas. Igualmente

ocurre para evaluar la actitud, aunque en este caso emplean una escala Likert de

actitudes hacia la donación de órganos elaborada por otros investigadores, quienes

previamente obtienen una correlación significativa entre la citada escala y una

escala de compromiso para hacerse donante (Goodmonson y Glaudin, 1971). La

intención de donar los órganos propios y de un familiar fallecido se conoce a través

de dos ítems, al igual que introducen una cuestión para saber si las personas han

firmado el carnet de donante de órganos. La medición de los valores la realizan a

través del cuestionario de valores de Rokeach (Rokeach, 1973). Esta última

medición, junto con el estudio de la relación existente entre la actitud hacia la

donación de órganos, la intención de donar y la conducta de firmar el carnet, así

como del resto de variables con éstas, es la mayor aportación de Horton y Horton al

ámbito de la donación de órganos y lo que proporciona a sus trabajos el carácter

novedoso.

En investigaciones posteriores (Horton y Horton, 1991), incorporan la

donación de sangre, la edad y la actitud hacia la muerte en el modelo y comprueban

que el modelo mejora su ajuste a los datos de forma moderada con las dos primeras

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 47

variables, pero no con la última.

Conocimientos

Valores

Actitud hacia Intención de Firmar el Edad la donación donar carnet

Donar sangre

Figura 7. Modelo Jerárquico Aprendido propuesto por Horton y Horton, incluyendo la edady la donación de sangre.

4.5. LA DONACIÓN COMO CONDUCTA PROSOCIAL

Se define la conducta prosocial como toda conducta voluntaria que beneficia

a otro y que puede encontrarse motivada por diversos factores. Existen distintos

tipos de conducta prosocial, como la ayuda, compartir, dar, etc.

Para que se lleve a cabo una acción social positiva ante todo es necesario ser

consciente de la necesidad del otro, lo cual viene determinado en gran medida por la

claridad y saliencia de las señales de la situación. No obstante, hay evidencia sobre

la influencia de algunas características personales en el reconocimiento de la

necesidad, así como en la interpretación de las señales. Uno de esos factores

personales es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, tras inferir estados

internos de la persona necesitada. Esta habilidad sociocognitiva se desarrolla a lo

largo de la historia de socialización del individuo. Otras variables personales

influyentes son la habilidad en la solución de problemas interpersonales, el nivel de

preocupación por sí mismo y la habilidad para decodificar los mensajes verbales y

no verbales (Eisenberg, 1986).

Para que se inice la toma de decisión sobre la emisión de una conducta

prosocial, además, la persona debe identificar cuál es la conducta de ayuda y

B. RANDO48

reconocer su capacidad de ayudar. Durante el proceso, como se ha indicado

previamente, evaluará las consecuencias de la asistencia y de la no asistencia, en

términos de costes y beneficios (v.g. rechazo/aprobación social, malestar/evitación

del malestar, daño físico, reciprocidad, etc.). Según Dovidio et al. (1991), en la

medida que aumentan los costes anticipados por la realización de la conducta,

disminuye la probabilidad de asistencia, al igual que conforme aumentan las

posibles recompensas también lo hace la probabilidad de la acción prosocial. A su

vez, si los costes por la asistencia son de bajos a moderados y los resultantes de

evitar la conducta son mayores, generalmente es más probable que la persona lleve

a cabo la acción prosocial.

Esta es la perspectiva de la actual teoría cognitivo-social, la cual explica la

conducta prosocial en base no sólo a los conceptos de refuerzo y castigo

(evaluación de las consecuencias de la conducta), sino también en base al

aprendizaje observacional y a procesos autoevaluativos que actúan como

autorreguladores. Estos conceptos se han extraído de las teorías del aprendizaje

social (González, 1992).

Sin embargo, en torno a los factores que motivan la conducta prosocial se

concentra un importante volumen de investigaciones que muestran también la

existencia de procesos emocionales. Por tanto, se argumenta que los procesos que

subyacen a la toma de decisión sobre una conducta prosocial son

fundamentalmente de naturaleza afectiva y cognitiva, y que existe una interrelación

compleja entre ellos (Eisenberg, 1986).

Por un lado, se ha comprobado que reacciones emocionales vicarias tales

como la empatía y simpatía hacia la otra persona se encuentran asociadas a la

conducta prosocial. Cuando son estas emociones las que motivan la asistencia,

existe un interés subyacente orientado al otro. En otros casos existe un interés por

eliminar el estado aversivo de ansiedad o incomodidad ante la aflicción del otro, o el

deseo de obtener una recompensa externa. En estos últimos, lo que motiva la

conducta social positiva es un interés egoísta y, si la evitación de la asistencia

reduce el malestar sin grandes costes, es más probable que la persona opte por

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 49

esta otra alternativa (Batson y Oleson, 1991).

Otro tipo de respuestas emocionales que se asocian a la conducta prosocial

son las que se producen tras la evaluación de la propia conducta o de las acciones

de los demás. En este proceso de autoevaluación la persona compara la conducta

con los valores y normas que tiene interiorizados, de forma que la realización de una

conducta o su anticipación puede generar un sentimiento de culpa o de orgullo,

según si se ha actuado acorde con las normas y valores personales o no. Algunas

normas de ayuda que se transmiten socialmente son la responsabilidad social (o

deber cívico de ayudar a los otros en ciertas situaciones), la reciprocidad (o idea de

ayudar para evocar una conducta recíproca en el futuro) y la ayuda desinteresada,

por la que no se espera una ganancia extrínseca (Salovey, Mayer y Rosenhan,

1991). Esta última clase de respuesta emocional tiene una mayor base cognitiva. No

obstante, se sabe que las atribuciones que realiza la persona sobre la causa de la

necesidad del otro afectan a la probabilidad de empatizar con el necesitado o de

restar importancia a su necesidad, por lo que la empatía también se encuentra

relacionada con los procesos cognitivos. Estas atribuciones se han interpretado

como locus de control interno o externo, siendo más probable la asistencia cuando

se cree que la necesidad se debe a factores fuera del control de la persona

necesitada.

Asimismo, se ha comprobado que los estados de ánimo positivos o negativos

tales como la felicidad, la tristeza, la vergüenza, así como la culpabilidad ya

comentada, pueden motivar por sí mismos la conducta de ayuda. Entre los

mecanismos propuestos para explicar esta relación entre emociones y la acción

social positiva, los que obtienen mayor evidencia parecen ser el deseo de mantener

el estado emocional positivo que se experimenta de forma inmediata o el deseo de

eliminar una emoción negativa. Así, por ejemplo, una persona que siente alegría o

felicidad en un momento dado, puede estar motivada a realizar una conducta

prosocial con objeto de mantener su estado emocional positivo, y quien se siente

triste (normalmente cuando el foco de atención no se centra en uno mismo) o

culpable, puede actuar con el fin de modificarlo. Incluso se propone que el interés

puede estar orientado a regular las emociones futuras, de forma que la conducta de

B. RANDO50

ayuda facilite el alcance de las metas a largo plazo y las satisfacciones asociadas a

éstas. Esto significa que una persona puede implicarse en una conducta prosocial

que le reporta consecuencias negativas inmediatas, pero sabiendo que en un futuro

le proporcionará emociones positivas mayores. Como indican Salovey, Mayer y

Rosenhan (1991), este argumento responde a la paradoja de las conductas

propiamente altruistas.

Además del proceso de autoevaluación y las atribuciones sobre la causa de

la necesidad de la persona, otro proceso cognitivo que puede intervenir es el juicio

moral. Este tipo de juicio tiene lugar cuando la situación genera un conflicto moral

entre diversos valores, necesidades o deseos de la persona (v.g. obedecer las leyes

o salvar una vida), por lo que ésta evalúa las razones que justifican las alternativas

de comportamiento (de asistencia o no) en esa situación. Se piensa que los juicios

morales reflejan los valores y metas personales (Eisenberg, Lennon y Pasternack,

1986).

Por último, una de las características de personalidad que parece afectar de

forma indirecta a la decisión de ayudar a través de su influencia sobre los valores y

metas es la percepción de generosidad que tiene la persona de si misma, como

parte de la propia identidad. Cuando las personas se perciben como generosas es

más probable que ayuden. Respecto a la influencia del grado de autoestima, los

datos no son concluyentes (González, 1984). Se tiende a interpretar que las

personas con baja autoestima son más prosociales, y se explica argumentando que

la realización de acciones de este tipo proporciona una evaluación más positiva de

si mismo. Eisenberg (1986) propone, no obstante, que la motivación para asistir es

diferente según el nivel de autoestima, de forma que en las situaciones en las que

puede existir rechazo social por realizar la conducta, es más probable que sea una

persona con alta autoestima quien la lleve a cabo.

La distinción entre conducta prosocial y altruista se establece en función de

los factores que motivan la asistencia, de forma que se suele considerar una acción

altruista aquélla orientada exclusivamente al bienestar del otro, cuando existe

empatía, simpatía o el deseo de actuar conforme a las normas y valores morales

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 51

interiorizados, aunque esta última motivación no es aceptada como altruista por

todos los autores. Por otro lado, cuando la persona pretende obtener un beneficio

propio (v.g. la aprobación social), actúa motivada por un interés egoísta, por lo que

la acción no se considera altruista. Efectivamente, resulta difícil, por ejemplo,

clasificar la reciprocidad como motivación altruista o no altruista, ya que partiendo de

que puede ser una norma social, habría que plantearse si la persona actúa con

objeto de ajustarse a la norma interiorizada o para obtener un beneficio propio. Sea

como fuere, en definitiva, la prosocialidad es un concepto más genérico que abarca

toda conducta social positiva, con o sin motivación altruista (Eisenberg, 1986;

Eisenberg y Fabes, 1991; Eisenberg, Lennon y Pasternack, 1986; González, 1992).

Los procesos que subyacen a las distintas conductas prosociales pueden

variar de unas a otras, a lo que también contribuye la situación en la que se

producen. En situaciones de emergencia existe una motivación para actuar de

naturaleza fundamentalmente afectiva (v.g. empatía o malestar ante la aflicción de

una persona que acaba de sufrir un accidente), sin que generalmente se evalúen

costes y beneficios de la asistencia. En la mayoría de las restantes situaciones los

procesos son predominantemente de tipo cognitivo, con la contribución de las

características personales. Cuando la conducta es habitual o basada en esquemas

bien aprendidos, es posible que se realice sin apenas consciencia o tras una

evaluación mínima o general.

Se ha comprobado que la realización de conductas prosociales aumenta la

probabilidad de éstas en el futuro, y se posee evidencia de que refuerza la imagen

de persona altruista (cuando existe motivación de este tipo), puede configurar

valores morales, las recompensas obtenidas (materiales, sociales o internas)

pueden afectar positivamente al nivel de autoestima y a la percepción de utilidad de

otras acciones prosociales futuras, así como aumentar la receptividad a las señales

de necesidad de los otros y la capacidad de ponerse en el lugar de éstos

(Eisenberg, 1986).

Todos los factores comentados se encuentran presentes en el modelo de

conducta prosocial que propone Eisenberg (1986), cuyo esquema se expone a

B. RANDO52

continuación.

Factores motivac. Factores motivac. personales cognitivos

Estado antecedenteSocialización y rasgos personales Competencias personales

Nivel de Interpretación Atender a la Identificar desarrollo de la situación necesidad conducta y Jerarquía Intención Acción Consecuencias sociocogn. del otro reconocer de metas de asistir prosocial capacidad personales de ayudar o o

Características Fact. motivac. o o Intención de Cambios Fracaso en de la situación emocionales no asistir situación asistencia o o persona

Defensa

Figura 8. Modelo de conducta prosocial, propuesto por Eisenberg.

De acuerdo con el modelo, la persona decidirá si realiza o no la conducta en

función de su jerarquía de metas personales o preferencias por ciertos estados

finales de existencia -concepto que coincide con el de valor terminal de la Teoría del

Sistema de Creencias (Grube, Mayton y Ball-Rokeach, 1994)-, aunque debe

disponer de las competencias que le habilitan para llevarla a cabo. Si transcurre

cierto tiempo entre la decisión adoptada y la oportunidad de ejecución, los posibles

cambios en las características situacionales y personales (v.g. se modifica la

posibilidad de aprobación social) pueden reducir la probabilidad de la conducta. Por

su parte, las personas que se mantienen indecisas o que deciden no ayudar tienden

a justificar su inactividad restando importancia a la necesidad o negando su

responsabilidad hacia el otro, entre otras estrategias defensivas (Eisenberg, 1986).

4.6. CONCLUSIÓN: LA TOMA DE DECISIÓN EN LA DONACIÓN DE ÓRGANOS Y

TEJIDOS

Recapitulando, hay acuerdo entre los autores en otorgar a la información

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 53

tanto sensorial como cognitiva un papel primordial en la formación y cambio de las

actitudes (Eagly y Chaiken, 1993; Oskamp, 1991; Ronis, Yates y Kirscht, 1989). Se

asume que cuando una persona obtiene información acerca del objeto actitudinal

por experiencia directa o indirecta, formará unas creencias acerca de éste como

resultado de un proceso cognitivo. En relación con la donación de órganos la mayor

parte de la población tendrá sólo una experiencia indirecta con el tema, por lo que

es más probable que la actitud hacia la donación se forme sobre una base cognitiva

(v.g. a través de noticias en prensa, documentales televisivos, comentarios de

amigos o vecinos, folletos, etc.), salvo en el caso de quienes han vivido la

experiencia previa de donar los órganos de un familiar. A partir de la información

que obtiene la persona desarrollará unas creencias acerca de la conducta, que

puede manifestar a través de respuestas evaluativas (v.g. “creo que donar órganos

salva la vida a muchas personas”; “creo que donar órganos evita sufrimientos a las

personas que necesitan un trasplante”). La respuesta evaluativa une el objeto

actitudinal, en este caso la donación de órganos y tejidos, a atributos positivos o

negativos tales como salvar vidas o evitar sufrimientos. Si la información recibida es

inadecuada o insuficiente, la persona también puede formar creencias erróneas (v.g.

“creo que la muerte cerebral significa posibilidad de vida”; “creo que la extracción de

los órganos deforma el cuerpo del fallecido”). Las creencias que se generan

conducen a que la persona tienda a evaluar la donación de órganos en un continuo

de desfavorabilidad/favorabilidad, es decir, conduce a la formación de una actitud (a

través de una escala tipo Likert se puede observar en qué punto del continuo se

sitúa, v.g. “estoy completamente de acuerdo con la donación de órganos”). Esta

actitud interviene en el proceso de toma de decisión a partir del cual se genera una

intención de actuar respecto a la donación, la cual, a su vez, conduce a una

conducta.

En el proceso de toma de decisión, bajo condiciones adecuadas, la persona

tendrá en cuenta su actitud hacia la donación, pero si no la ha formado previamente,

evaluará cada creencia positiva o negativa hacia la conducta de donar y de no

donar, sopesando cada alternativa de actuación. En este proceso también

intervendrá la percepción de control que se posea sobre la conducta, en función de

los recursos y oportunidades de que disponga para llevarla a cabo (v.g.

B. RANDO54

competencias personales, información, tiempo, conocimiento sobre el procedimiento

para realizar la conducta, etc.), de forma que si la actitud es favorable, pero estima

que no posee los recursos necesarios, es más probable que decida no donar. En

caso contrario, es decir, si considera que dispone de recursos, es más probable que

adopte una decisión positiva. Si ninguna de las dos alternativas le parece mejor, la

persona quedará indecisa. El resultado del proceso será una decisión reflexionada

en la medida en que la donación sea una cuestión relevante para quien decide y

siempre que haya tenido tiempo suficiente para tomarla. La decisión implica una

intención de actuar en un sentido determinado, es decir, el deseo de donar o de no

donar. Suponiendo que la intención es de donar, la percepción de control sobre la

conducta o autoeficacia también afecta al intento de llevarla a cabo.

Ajzen y Fishbein (1980) consideran que en este proceso las variables de tipo

demográfico, de personalidad, etc., sólo afectan a la conducta a través de la actitud

o de la intención de actuar. No obstante, Horton y Horton (1990, 1991) han obtenido

modelos en los que la donación de sangre, otra conducta prosocial, afecta

directamente a la firma del carnet.

El proceso descrito podría ser el que lleva a donar los órganos y tejidos tras la

muerte. Sin embargo, hay que establecer unos matices. En primer lugar, la donación

tras la muerte posee unas características especiales que se deben tomar en

consideración. En segundo lugar, en el ámbito de la donación, toda persona puede

decidir sobre la donación de los órganos propios y sobre la donación de los órganos

de un familiar fallecido. Ambas conductas comparten características, pero difieren

en otras. Entre las similitudes, ambas son conductas prosociales y, como tales, la

persona debe percibir la necesidad de los otros, identificar cuál es la conducta de

ayuda y reconocer su capacidad de asistencia para activar los factores que motiven

la toma de decisión. Entre los factores motivacionales no sólo se encontrarán

procesos cognitivos como la evaluación de las consecuencias de la asistencia y no

asistencia, sino que es muy probable la contribución de factores emocionales (v.g.

empatía o simpatía hacia quienes necesitan un trasplante), así como de algunas

características de personalidad (v.g. percepción de generosidad, nivel de

autoestima, etc.), sin olvidar que la situación o contexto en el que se genera la

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 55

necesidad de asistencia determinará en cierta medida los procesos que intervengan.

Respecto a la frecuencia con que pueden llevarse a cabo estas conductas, la

donación de los órganos propios sólo puede realizarse una vez y la probabilidad de

repetir la donación de órganos de un familiar es pequeña, a diferencia de otras

conductas prosociales tales como donar dinero o donar sangre. Por último, su

relación con la muerte implica que toda persona que ha decidido donar, tanto los

órganos propios como los de un familiar, ha aceptado su propia mortalidad y la de

sus seres queridos. En este sentido, las creencias que posea una persona en torno

a la muerte afectarán a la decisión que tome y, por tanto, a la conducta (v.g. creer

que la muerte cerebral significa posibilidad de vida, creer en la resurrección física

después del fallecimiento, etc.).

Respecto a las diferencias entre ambas formas de donación, en primer lugar,

la donación de órganos propios es una conducta que la persona no puede llevar a

cabo directamente, aunque decida que quiere donar sus órganos, ya que en

definitiva dependerá de las circunstancias del fallecimiento y de la respuesta de los

familiares en el momento de la petición de órganos. Por tanto, además es una

conducta demorada y la persona desconoce si se hará efectiva algún día. Sin

embargo, se han encontrado formas alternativas de conducta a través de las cuales

se puede dejar constancia expresa del deseo de donar, y con ello se considera a

quien las lleva a cabo como donante de órganos y tejidos. Como se ha indicado en

un apartado previo, en un principio los ciudadanos podían inscribirse en un registro

o censo de donantes, pero posteriormente comenzó el uso del carnet de donante de

órganos y tejidos (y la licencia de conducir, en algunos países) como medio de

expresión de la conducta de donar. No obstante, puesto que es la familia la que

toma la decisión y la que da una respuesta afirmativa o negativa a la donación,

transmitir el propio deseo a los familiares también podría considerarse como

expresión de donación. En definitiva, la propia persona no puede llevar a cabo

directamente la donación de sus órganos, pero existen alternativas que se

interpretan como la conducta de donar, habiéndose puesto en los últimos años

especial énfasis en la firma del carnet de donante y en la firma del consentimiento

de donación en la licencia de conducir (en adelante se emplea la expresión “carnet

de donante” para ambos documentos).

B. RANDO56

Respecto a la donación de órganos de un familiar, se trata de una conducta

completamente inmediata a la decisión, cuando se adopta en el mismo momento de

la petición. Asimismo, este tipo de decisión y respuesta suponen una

responsabilidad distinta de la que implican los órganos propios. En el caso de

conocer el deseo del difunto, probablemente la persona percibe que su

responsabilidad en la decisión es menor y actúa acorde con él, pero si desconoce la

decisión del difunto, el peso del resto de variables influyentes sobre ambas será

mayor. En este último caso, es probable que otras variables tales como las

características de personalidad del fallecido, sus valores personales, sus creencias

religiosas, etc., así como las variables situacionales de dolor por el fallecimiento de

un ser querido, la presión de tiempo, la deliberación en el grupo familiar, percepción

del trato recibido en el hospital, y muy especialmente cómo se desarrolle la

entrevista de petición, tengan un peso importante en la decisión y en la respuesta

afirmativa o negativa a la donación. Esta experiencia directa, ausente en el caso de

decidir sobre los órganos propios (salvo que se haya experimentado la donación de

los órganos de un familiar fallecido) lleva consigo un fuerte componente emocional

que puede afectar a la actitud, formada o no previamente, a la intención y, por tanto,

a la conducta. De hecho, se tiene evidencia de que la probabilidad de ayuda

aumenta o disminuye en las personas afligidas en función de que su atención se

dirija hacia el problema de los otros o hacia su propia tristeza, respectivamente

(Salovey, Mayer y Rosenhan, 1991).

En definitiva, se asumen tres conductas: la donación de los órganos propios,

que no puede llevar a cabo directamente la persona, la firma del carnet o registro en

un censo, como sustitutas de la anterior, y la donación de órganos de un familiar.

Las características que poseen estas conductas y el conocimiento de los diversos

factores que pueden motivar la conducta prosocial, llevan a sospechar que los

procesos por los que se llega a una decisión y a la realización de las conductas

difícilmente serán tan simples como los que pueden explicar otras típicamente

estudiadas desde la psicología social (v.g. votar en las elecciones, usar el cinturón

de seguridad, etc.).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 57

Como se ha mencionado, estas conductas son distintas unas de otras, por lo

que probablemente las variables que les afectan, directa o indirectamente, no

coincidan plenamente, siendo necesaria su identificación. Asimismo, el proceso

básico descrito que subyace a los modelos de la relación entre actitud, intención y

conducta muestra que la mayor parte de variables influyen sobre la conducta a

través de la actitud o de la intención de actuar, y que esta última es el mejor

predictor de la conducta. Por tanto, el estudio de las variables que afectan a las

decisiones y el estudio de las intenciones de actuar permitirá en gran medida la

generalización de los hallazgos a las respectivas conductas. En este sentido, será

muy valioso analizar también la decisión de firmar un carnet de donante, la cual ha

recibido menor atención entre los autores a pesar de que su estudio puede arrojar

luz al hecho de que existiendo un elevado número de ciudadanos con intención de

donar sus órganos, sólo un pequeño porcentaje esté censado como donante o

posea carnet. Probablemente, si Horton y Horton (1990, 1991) hubieran considerado

la intención de firmar el carnet en su modelo, además de la intención de donar los

órganos propios (lo que implica dos procesos de toma de decisión), habrían

obtenido un mejor ajuste a los datos.

La decisión que realmente interesa en el proceso de obtención de órganos es

la referente a donar los órganos de un familiar fallecido, pero no deja de ser

importante decidir sobre los órganos propios y, por tanto, sobre inscribirse en el

censo o hacerse el carnet, ya que probablemente ejerzan una influencia sobre la

decisión de los familiares en el hospital. Así, sería conveniente hacer una revisión de

los estudios realizados en torno al tema y sobre las variables que se asocian a cada

una de las intenciones. El siguiente apartado se centra en este aspecto, así como

en la exposición de los resultados encontrados en los estudios llevados a cabo

sobre personas que han emitido ambas conductas, es decir, personas que han

tenido que dar una respuesta sobre la donación de los órganos de un familiar y

personas que se han inscrito como donantes o tienen carnet de donante de

órganos. Estos estudios permiten comprobar si las variables asociadas a las

intenciones son similares a las asociadas a las conductas.

B. RANDO58

5. VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD, INTENCIÓN Y CONDUCTA

DE DONAR

Los estudios encontrados en la literatura se han realizado fundamentalmente

en la población general, estudiantes, personal sanitario de las diversas categorías

profesionales, y personas que han vivido la experiencia de dar una respuesta sobre

la donación de órganos de un familiar fallecido (denominados decisores). También

hay algunos estudios en minorías étnicas, pero son menos frecuentes.

En España, las investigaciones llevadas a cabo sobre la población general

han sido dos encuestas nacionales (Martín, Martínez y López, 1995; Rosel et al.,

1996), de las cuales, el estudio de Rosel et al. (1996) incluye una comparación entre

Comunidades Autónomas. Otros estudios sobre la población general se han

realizado, uno en la Comunidad de Madrid (Martín, Martínez y Manrique, 1991) y

dos en la provincia de Málaga (Blanca, Frutos y Rando, 1994; Blanca, Frutos y

Rosel, 1993). Ninguna investigación previa se ha centrado exclusivamente en la

Comunidad Autónoma de Andalucía, cuya población general es la población objetivo

del presente trabajo.

Las investigaciones que se citan a continuación, realizadas tanto dentro como

fuera de España, datan desde 1974 hasta la actualidad; en estas dos décadas tiene

lugar la consolidación de los trasplantes y un cambio significativo en la formación de

los profesionales sanitarios, por lo que los resultados se deben considerar dentro de

un contexto sociohistórico. Asimismo, la mayoría de los estudios se centran en la

donación de órganos y, específicamente, en los órganos propios. La razón por la

que los tejidos quedan relegados a un segundo plano puede ser el hecho de que en

general la utilidad de este tipo de trasplantes es mejorar la calidad de vida de los

enfermos, mientras que la mayor parte de trasplantes de órganos tienen como fin

salvar la vida de éstos.

La exposición de los resultados de las investigaciones se inicia con los

referentes a la actitud general y la intención de donar los órganos propios, intención

de hacerse el carnet de donante y la intención de donar los órganos de un familiar

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 59

fallecido, junto con las variables estudiadas en relación con éstas. Posteriormente,

se exponen los estudios cuyo objetivo es comparar a las personas que han llevado a

cabo la conducta de firmar el carnet de donante de órganos y tejidos o que se han

inscrito en el censo de donantes, con aquéllas que no lo han hecho. Igualmente, se

revisan los estudios sobre los decisores, es decir, personas que han dado una

respuesta sobre la donación de órganos y tejidos de su familiar en una entrevista de

petición.

B. RANDO60

5.1. ACTITUD GENERAL E INTENCIÓN RESPECTO A LA DONACIÓN DE

ÓRGANOS Y TEJIDOS

Las investigaciones revelan que casi la totalidad de la población general

mantiene una actitud favorable hacia la donación de órganos a nivel nacional y a

nivel de la Comunidad de Andalucía, con un 94,9% y un 96,2% de encuestados que

manifiestan estar de acuerdo con la donación, respectivamente (Rosel et al., 1996).

Asimismo, una encuesta realizada en Málaga hace unos años muestra un 78,9% de

ciudadanos que apoyan esta conducta prosocial (Blanca, Frutos y Rosel, 1993). Los

resultados son similares en la población general extranjera y en personal sanitario

español y de otros países (Beasley et al., 1997; Coleman-Musser, 1997; Falvo,

Woehlke y Tippy, 1987; Frutos et al., 1992; Pearson y Zurynski, 1995; Prottas y

Batten, 1988; Roels et al., 1997; Wight, 1997).

Por lo que se refiere a la intención de donar los órganos propios, el estudio

llevado a cabo por Rosel et al. (1996) a nivel nacional indica que el 85,5% de

españoles encuestados donaría sus órganos, intención que se mantiene en

Andalucía, con un 86,9% decidido a donar. Por su parte, la encuesta administrada

por Martín, Martínez y López (1995) muestra sólo un 58,5% que donaría. Estos

resultados tan dispares pueden deberse a la medición realizada en cada estudio de

la intención de donar. Mientras que en el primero se utiliza una escala graduada tipo

Likert de siete puntos, en el segundo las alternativas de respuesta son “soy

donante”, “no soy donante, pero estaría dispuesto a serlo”, “no soy donante y

tampoco estaría dispuesto a serlo” y “no contesta”, es decir, el mismo ítem abarca

personas que han realizado la conducta y el propósito de las que no la han

realizado. La ausencia de graduación en la respuesta puede llevar a un mayor

número de personas que prefieren no contestar (en este caso un 17,9%) a

seleccionar una respuesta contundente. En otros países una mayoría o casi la

totalidad de encuestados donaría sus órganos (Domínguez et al., 1991; Wakeford y

Stepney, 1989); en algunos casos estas tasas se mantienen sólo si la donación es

para los familiares (Shaheen et al., 1997).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 61

Entre el personal sanitario las cifras son elevadas, tanto dentro como fuera de

España (Abbud-Filho, 1997; Beasley et al., 1997; Coleman-Musser, 1997; Falvo,

Woehlke y Tippy, 1987; Frutos et al., 1992; Prottas y Batten, 1988; Wight, 1997),

aunque en algunas investigaciones se ha encontrado que la aceptación de la

donación está en función del órgano del que se trate (Pearson y Zurynski, 1995;

Wakeford y Stepney, 1989).

Por lo que se refiere a la intención de hacerse el carnet de donante de

órganos, una encuesta realizada en Málaga muestra que sólo el 29,3% de la

población se haría el carnet, mientras que un 12% no se lo haría y un 58,6%

muestra indecisión (Blanca, Frutos y Rando, 1996). Estas cifras son similares a las

obtenidas en otros estudios (Manninen y Evans, 1985; Harris et al., 1990; Parisi y

Katz, 1986).

En relación con la intención de donar los órganos de un familiar fallecido, se

ha examinado la pretensión de hacerlo en la población general cuando se conoce la

actitud o el deseo del fallecido respecto a la donación de órganos, y cuando se

desconoce su actitud o decisión, que es lo habitual en las situaciones reales de

petición. En el primer caso, y bajo la hipótesis de conocer una actitud favorable del

fallecido, el 98% de una muestra de malagueños donaría los órganos de su familiar,

pero sólo el 13% lo haría bajo el supuesto de una actitud desfavorable del difunto.

Estos resultados indican que las personas suelen tomar una decisión acorde con la

actitud o el deseo de su familiar. Cuando se desconoce la actitud o la decisión del

familiar fallecido, sólo el 56% de encuestados donaría (Rando, Blanca y Frutos,

1994). Probablemente, ante el desconocimiento y temor a equivocarse, la persona

adopta una decisión conservadora y, por tanto, negativa a la donación,

especialmente si no posee otros criterios que apunten la donación como la

alternativa más adecuada. La encuesta llevada a cabo por Rosel et al. (1996),

donde no se ha introducido el matiz de conocer o no la opinión o decisión del

familiar, indica un 73,4% de entrevistados que donarían, un 7,2% que no lo haría y

un 19,4% de indecisos, mientras que en Andalucía el 85,5% donaría, un 8,7% se

mantiene indeciso y el 5,8% decide no donar. En otros países las cifras son

variadas, pero las correspondientes a una decisión positiva siempre son mayores a

B. RANDO62

la mitad de encuestados (Domínguez et al., 1991; Evers, Farewell y Halloran, 1988;

Manninen y Evans, 1985; Shaheen et al., 1997).

Entre el personal sanitario también se observan diversos porcentajes. En

Málaga, aproximadamente la mitad de una muestra, que incluye desde personal de

limpieza y mantenimiento hasta médicos (exceptuando los profesionales

relacionados con el trasplante renal) donaría los órganos de un hijo (Frutos et al.,

1992). En el extranjero se encuentra una decisión positiva unánime o casi unánime

(Coleman-Musser, 1997; Pearson y Zurynski, 1995).

5.1.1. VARIABLES PERSONALES

Diferentes estudios han demostrado la existencia de variables

sociodemográficas relacionadas con la actitud hacia la donación y trasplante de

órganos y la intención de donar los órganos propios. En los estudios llevados a

cabo, la edad ha mostrado ser relevante, indicando la mayoría que entre los más

jóvenes y de mediana edad hay un porcentaje más alto de personas con intención

de donar los órganos propios y de un familiar fallecido (Blanca, Frutos y Rosel,

1993; Frutos et al., 1992; Gallup Organization, 1993; Manninens y Evans, 1985;

Martín, Martínez y López, 1995; Roels et al., 1997; Sanner, 1994), sin obtener

diferencias significativas en el propósito de firmar un carnet (Blanca, Frutos y Rando,

1996). Asimismo, hay más personas decididas a donar sus órganos y los de un

familiar entre quienes tienen mayor nivel de estudios (Blanca, Frutos y Rosel, 1993;

Manninens y Evans, 1985; Martín, Martínez y López, 1995; Sanner, 1994) y, en

otros países, se obtienen diferencias según el origen étnico de los encuestados, con

un mayor propósito de donar los órganos propios y de un familiar entre los blancos

frente a otros grupos raciales (Cleveland, 1975; Manninens y Evans, 1985; Prottas,

1983). Por lo que se refiere al sexo, generalmente no se obtienen diferencias en el

deseo de donar los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de

un familiar (Blanca, Frutos y Rando, 1996; Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Manninens

y Evans, 1985; Rosel et al, 1995, 1996), aunque un estudio muestra un mayor

número de mujeres que donarían (Östergren y Gäbel, 1993). Por el lugar de

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 63

residencia (capital o provincia) y el estado civil tampoco se encuentran diferencias

en la decisión de donar los órganos propios entre los malagueños, aunque sí en el

propósito de donar órganos de un familiar, con mayor número de ciudadanos que

donarían entre los solteros y los que viven en la capital (Blanca, Frutos y Rosel,

1993). También se ha examinado la relación entre el estado civil y la decisión de

firmar el carnet de donante, apareciendo ambas variables como independientes

(Blanca, Frutos y Rando, 1996).

5.1.2. CREENCIAS RELIGIOSAS

Las investigaciones llevadas a cabo en España en la población general

muestran que los católicos practicantes y no practicantes no difieren en la intención

de donar los órganos propios ni los de un familiar. Asimismo, aunque pocas de las

personas encuestadas reconocen una gran influencia de la religión en su postura

personal hacia la donación, hay más personas que perciben esta influencia entre los

que practican su religión (Blanca, Frutos y Rosel, 1993). Tampoco se ha observado

relación entre las creencias religiosas y el propósito de firmar el carnet de donante

(Blanca, Frutos y Rando, 1996). Los resultados se replican con profesionales

sanitarios respecto a las intenciones de donar los órganos propios y de un familiar

(Frutos et al., 1992). Por otro lado, Martín, Martínez y López (1995) encuentran que

los españoles encuestados que conceden mucha importancia a la religión en su vida

son más reticentes a la donación de los órganos propios y de un familiar, y hay un

mayor porcentaje con el propósito de donar entre los que le dan una importancia

moderadamente alta (Martín, Martínez y López, 1995). Una encuesta a estudiantes

universitarios malagueños indica que no existe relación significativa entre las

intenciones de donar los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los

órganos de un familiar fallecido de los estudiantes y su actitud hacia las normas

religiosas y la importancia otorgada a las prácticas y valores religiosos en la propia

familia (Rando, Blanca y Frutos, 1995). En otros países se tiene evidencia de que

las personas no creyentes en Dios o en una vida posterior muestran con mayor

frecuencia propósito de donar sus órganos (Sanner, 1994) y que normalmente

quienes poseen creencias positivas respecto a la donación no desean el cuerpo

B. RANDO64

intacto para la resurrección o una vida posterior (Matten et al., 1991), ni suelen

existir objeciones de tipo moral o religioso al trasplante de órganos procedentes de

fallecidos entre quienes tienen intención de donar (Wakeford y Stepney, 1989).

Puesto que cada una de las investigaciones analizan aspectos distintos en

torno a la religiosidad, los resultados expuestos no son necesariamente

contradictorios. Es posible que el elemento influyente en la intención de donar los

órganos propios y de un familiar sea la importancia que concede el propio individuo

(no su familia) a estas creencias en su vida. Aunque las distintas religiones suelen

transmitir valores morales relacionados con la ayuda a los demás, algunas ideas,

como la resurrección física tras la muerte, pueden conducir a renunciar a la

donación por interpretarla como un atentado contra la integridad del cuerpo (Parisi y

Katz, 1986). Es posible que ideas de este tipo sean las que expliquen los resultados

obtenidos por Martín, Martínez y López (1995). De hecho, se observa que en

ocasiones los encuestados no donarían sus órganos con objeto de mantener el

cuerpo íntegro para la resurrección, aunque otro argumento que se sostiene es

creer que la donación está en contra de la propia religión o de Dios (Hessing y

Elffers, 1986; René et al., 1995), cuando en realidad la mayor parte de las religiones

se muestran favorables a la donación de órganos y tejidos o, al menos, no se

oponen a ésta (Strick, 1990). Habría que conocer cuáles de los aspectos anteriores

tienen mayor peso en la vida de las personas que manifiestan que sus creencias

religiosas influyen sobre su decisión.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 65

5.1.3. ASPECTOS RELACIONADOS CON LA MUERTE Y LA MANIPULACIÓN

SOBRE EL CUERPO

Diversos estudios tanto nacionales como internacionales han encontrado

relación entre los ritos de enterramiento y la decisión respecto a la donación de

órganos (Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Frutos et al., 1992; Pearson y Zurynski,

1995; Rando, Blanca y Frutos, 1995; Rosel et al., 1996; Sanner, 1994), de forma

que las personas que suelen mostrar preferencia por el sistema tradicional de

enterramiento, es decir, la inhumación del cadáver, manifiestan con menor

frecuencia intención de donar en comparación con las personas que prefieren la

incineración, quienes en un mayor porcentaje donarían sus órganos y los de un

familiar fallecido. Es posible que estos resultados estén relacionados con el interés

por mantener el cuerpo íntegro. En este sentido, se ha examinado la actitud de los

ciudadanos hacia los procedimientos que implican manipulación sobre el cuerpo sin

vida, como por ejemplo la autopsia. Este tipo de cuestiones proporciona una

información muy valiosa puesto que en la donación de órganos se realiza una

manipulación sobre el cuerpo. En general, las personas que están de acuerdo con la

práctica de la autopsia suelen manifestar intención de donar sus órganos, de

hacerse el carnet de donante y de donar los órganos de un familiar fallecido. En

concordancia, una encuesta llevada a cabo por la Organización Gallup (1993) pone

de manifiesto que una mayor proporción de personas con una actitud desfavorable

hacia la donación desean mantener el cuerpo íntegro tras la muerte, ya que según

éstas es importante que la persona sea enterrada con “todas las partes de su

cuerpo”. Asimismo, se observa que quienes no donarían sus órganos puntúan más

alto en miedo a la mutilación, frente a los que donarían (Nolan y Spanos, 1989).

Quizá la percepción que se tenga sobre el cuerpo contribuye a estos resultados.

Belk (1990) sugiere que la percepción del cuerpo como un jardín donde los órganos

pueden ser cosechados e implantados, o como una máquina cuyas piezas puedan

ser repuestas, favorece la donación, frente a su percepción como parte central de la

propia identidad o como templo sagrado de Dios.

B. RANDO66

Por otro lado, las personas favorables a la donación de órganos suelen

pensar que se obtiene algo positivo de la muerte de una persona con la donación,

idea que es menos frecuente entre quienes mantienen una actitud opuesta (Gallup

Organization, 1993).

5.1.4. CONOCER A UNA PERSONA CON TRASPLANTE O EN LISTA DE

ESPERA

Parece que el hecho de conocer a alguien que necesita un trasplante o que

ha recibido un órgano está relacionado con el propósito de donar los órganos

propios, de hacerse el carnet de donante y de donar los órganos de un familiar

fallecido (Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Coleman-Musser, 1997; Frutos et al., 1992;

Martín, Martínez y López, 1995; Rando, Blanca y Frutos, 1995; Rosel et al., 1996).

Es posible que esta experiencia directa constituya una vía de información o que

sensibilice a las personas hacia la donación. El estudio de Domínguez et al. (1991)

muestra que no existen diferencias significativas en el grado de información sobre

donación y trasplante entre quienes conocen a un amigo o familiar en lista de espera

y quienes no conocen a alguien bajo estas circunstancias. Sin embargo, las

personas cuyo amigo o familiar ha recibido un trasplante poseen mayor información

sobre esta técnica que quienes no tienen esta experiencia. En todo caso, como se

ha indicado previamente, para que se inicie la toma de decisión de asistir a otra

persona se debe tener consciencia de su necesidad, a partir de lo cual bien la

empatía, las autoevaluaciones, el malestar ante la aflicción del otro, etc. pueden

motivar una decisión positiva.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 67

5.1.5. CONOCIMIENTOS SOBRE DONACIÓN Y TRASPLANTE. CREENCIAS

ERRÓNEAS Y PREOCUPACIONES DERIVADAS DEL GRADO DE

INFORMACIÓN

Algunos estudios muestran la existencia de una asociación positiva entre el

grado de información sobre donación y trasplante y la intención respecto a la

donación (Blanca, Frutos y Rando, 1994). Estos resultados parecen razonables

puesto que a partir de la información que se obtiene, bien por experiencia directa o

indirecta, se forman las creencias, las cuales confluyen en la formación de una

actitud, cuya relación con la intención de actuar y la conducta misma se ha

analizado en un apartado previo. Si la información que se posee es adecuada y

suficiente, las creencias también serán acertadas, pero en caso contrario, la persona

desarrollará creencias erróneas que pueden actuar como barrera para la donación.

En relación con la donación de órganos y tejidos tras la muerte se ha analizado el

conocimiento sobre diversos aspectos, así como las creencias erróneas,

preocupaciones y actitudes relativas a los mismos.

Aspectos relacionados con el proceso de donación-extracción-trasplante

Entre los aspectos relacionados con la donación y trasplante de órganos que

pueden condicionar la actitud y la intención de donar de los ciudadanos, el

diagnóstico de muerte merece una especial atención, ya que con frecuencia se

desconoce el concepto de muerte cerebral o no se comprende y, como

consecuencia, surge la creencia errónea de que los médicos realizan un diagnóstico

de muerte cuando el paciente aún está vivo. En este sentido se ha comprobado que

un alto porcentaje de personas relacionan la muerte cerebral con posibilidad de vida

o confunden el concepto con los signos de la muerte cardíaca (Blanca, Frutos y

Rando, 1994; Blanca, Rando y Frutos, 1994; Gallup Organization,1993; Horton y

Horton, 1990; Jasper et al., 1991; Shanteau y Linin, 1990) y creen que se producen

errores médicos en el diagnóstico de muerte cerebral (Rosel et al., 1996). Aún más,

algunos sectores piensan que existen presiones del equipo de trasplante que

pueden apresurar el diagnóstico de muerte (Wakeford y Stepney, 1989) o que se

B. RANDO68

produce adelanto en el certificado de muerte en caso de donación (Falvo, Woehlke y

Tippy, 1987; Frutos et al., 1992).

Los estudios que han analizado la relación entre las creencias de este tipo y

las intenciones de donar muestran que el temor a la posibilidad de una extracción

prematura de los órganos constituye una barrera para la donación (Martín, Martínez

y López, 1995; Sanner, 1994) y para la intención de hacerse el carnet de donante de

órganos (Nolan y Spanos, 1989; Parisi y Katz, 1986), aunque no de forma

consistente para esta última variable criterio (Blanca, Frutos y Rando, 1996), y que

es más frecuente el deseo de donar los órganos propios, de un familiar y de hacerse

el carnet entre quienes piensan que no existen irregularidades en el diagnóstico de

muerte (Rando, Blanca y Frutos, 1995).

Respecto a la extracción de los órganos y tejidos también existe un

desconocimiento general. Por un lado, se desconoce el criterio para la extracción,

con una mayoría que piensa que el fallecido debe tener el carnet, mientras que un

porcentaje menor sabe que depende de la familia (Gallup Organization, 1993).

Tampoco se sabe cómo afecta la extracción al aspecto estético del fallecido

(Blanca, Frutos y Rando, 1994), y se observa que hay más personas preocupadas

por la idea de una desfiguración del fallecido entre quienes poseen una actitud

negativa hacia la donación (Gallup Organization, 1993) y un menor porcentaje

decidido a donar sus órganos entre quienes se encuentran preocupados por esta

idea (Frutos et al., 1992; Rosel et al., 1996). Por último, se posee evidencia del

desconocimiento de cómo afecta la extracción al desarrollo del funeral (Blanca,

Frutos y Rando, 1994); a diferencia de la población malagueña, una gran mayoría

de norteamericanos encuestados saben que la donación no es un inconveniente

para el funeral (Gallup Organization, 1993). Además de la desinformación, se

observan indicios de cierta desconfianza en la labor de los profesionales sanitarios,

que se deduce de la incertidumbre manifestada por los encuestados respecto al

trato que puede recibir el donante en el hospital (Basu, Hazariwala y Chipman,

1989).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 69

Finalmente, también existen falsas creencias relacionadas con la distribución

de los órganos donados (Frutos et al., 1992; Rando, Blanca y Frutos, 1995; Rosel et

al., 1996), observándose una relación positiva entre pensar que no existen

irregularidades en la distribución de los órganos y la intención de donar los órganos

propios, de hacerse el carnet de donante y de donar los órganos de un familiar

fallecido. Entre los norteamericanos se cree que el nivel socioeconómico del

enfermo determina la oportunidad de recibir un trasplante y también algunos

piensan que se produce discriminación racial y que existe comercio de órganos en

su país (Gallup Organization, 1993). Incluso se ha observado que teniendo la misma

cantidad de información sobre donación y trasplante, las personas favorables a la

donación creen en la distribución equitativa de los órganos, mientras que las que

están en contra no lo creen y manifiestan una desconfianza general en los médicos

(Peters et al., 1996), la cual se refleja igualmente en la duda de algunos sobre si los

órganos donados serán usados para trasplante (Basu, Hazariwala y Chipman,

1989). Estos últimos resultados evidencian en qué medida la confianza en la labor

del personal sanitario puede condicionar las creencias que se poseen.

Estos resultados son una muestra clara de la desinformación sobre el

proceso y parecen sugerir que, como se viene demostrando, la decisión sobre la

donación está mediatizada por muy diversos factores, entre los cuales está la

confianza en la labor de los médicos y otros profesionales sanitarios. En la población

debe quedar claro que la muerte cerebral significa el fallecimiento del paciente y que

tanto para su diagnóstico como para la extracción de los órganos y su distribución

existen unos criterios que los profesionales cumplen rigurosamente. De esta forma

se estará transmitiendo una mayor confianza en estos últimos.

B. RANDO70

Donantes potenciales y órganos y tejidos susceptibles de ser donados

Sobre las personas potencialmente donantes, algunos estudios indican que

los ciudadanos saben que debe ser una persona sin enfermedad transmisible.

Igualmente, parece que los encuestados no consideran la edad como un

impedimento para la donación (Blanca, Frutos y Rando, 1994; Gallup Organization,

1993).

Por otro lado, los órganos y tejidos susceptibles de donación más conocidos

son el riñón, corazón, córnea e hígado, mientras que la piel, huesos y ligamentos

son los que menos se conocen (Blanca, Frutos y Rando, 1994; Manninen y Evans,

1985). Esto es razonable, ya que tradicionalmente se ha puesto mayor énfasis en

los trasplantes de órganos que en los de tejidos.

Consecuencias del trasplante para el receptor

Se ha observado una clara desinformación sobre las consecuencias del

trasplante para el receptor a nivel de costes económicos, ya que un gran número de

entrevistados piensa que el enfermo debe financiar la operación quirúrgica o no

sabe con certeza si es gratuita o no (Blanca, Frutos y Rando, 1994). Sin embargo,

los resultados difieren respecto al efecto del trasplante sobre la salud del enfermo,

ya que los encuestados reconocen que se salvan vidas y que mejora la calidad de

vida de quienes reciben un trasplante (Basu, Haraziwala y Chipman, 1989; Beasley

et al., 1997; Blanca, Frutos y Rando, 1994; Falvo, Woehlke y Tippy, 1987; Martín,

Martínez y López, 1995; Matten et al., 1991; Wight, 1997). Esta confianza en su

utilidad se observa en la aceptación mayoritaria o casi unánime del trasplante en

caso de necesitarlo (Gallup Organization, 1993; Östergren y Gäbel, 1993; Parisi y

Katz, 1986).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 71

Actitud de la Iglesia hacia la donación y trasplante

Diversas investigaciones revelan que es más frecuente el desconocimiento de

la opinión de la Iglesia hacia la donación y trasplante (Blanca, Frutos y Rosel, 1993;

Frutos et al., 1992; Rosel et al., 1996; Shaheen et al., 1997) o que existe la creencia

de que las principales religiones no apoyan la donación de órganos (Horton y

Horton, 1990), a pesar de que realmente la mayoría de las religiones son favorables

o no se oponen (Strick, 1990). En Estados Unidos se ha encontrado un mayor

número de personas con este tipo de incertidumbre entre los católicos, a pesar de

que el desconocimiento generalizado detectado en la población hace unos años se

ha invertido (Gallup Organization, 1987, 1993).

Medios informativos sobre donación y trasplante

En general, los encuestados en la población general española suelen indicar

la televisión, prensa y radio como los medios por los que reciben más información

sobre donación y trasplante (Martín, Martínez y López, 1995). En otros países la

televisión, prensa y revistas son los protagonistas informativos (Evers, Farewell y

Halloran, 1988; Manninen y Evans, 1985; Meisler y Trachtman, 1989; René et al.,

1995), y los familiares y amigos, fuentes informativas adicionales (Gallup

Organization, 1993; Harris et al., 1990).

Percepción del grado de información sobre donación y trasplante

En la toma de decisión el conocimiento del que se dispone desempeña un

papel primordial para la elección de una u otra alternativa de actuación, pero es

posible que el punto de partida se encuentre en la consideración de poseer

elementos de juicio suficientes o insuficientes, es decir, en la valoración que realice

la persona del propio nivel de conocimiento. En este sentido, un alto porcentaje de

los encuestados piensa que tiene insuficientes conocimientos sobre el tema (Blanca,

Frutos y Rosel, 1993; Martín, Martínez y López, 1995) y entre los que se harían el

carnet una razón para no tenerlo aún es la falta de información (Blanca, Frutos y

B. RANDO72

Rando, 1996). En concordancia, hay un mayor número de personas con el propósito

de donar los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un

familiar entre los que consideran que tienen un alto grado de información (Blanca,

Frutos y Rando, 1996; Blanca, Frutos y Rosel, 1993).

5.1.6. VARIABLES DE PERSONALIDAD Y PSICOSOCIALES

Se ha analizado en una muestra de estudiantes universitarios la relación

entre diversas variables psicológicas y las intenciones de donar los órganos propios,

de hacerse el carnet de donante y de donar los órganos de un familiar fallecido, sin

encontrar relaciones significativas entre tales variables y las dos primeras

decisiones. Sin embargo, sí se observa relación entre la intención de donar los

órganos de un familiar fallecido y el grado de introversión, grado de dependencia del

sujeto respecto al grupo, actitudes de tipo dogmático en las relaciones

interpersonales y grado en que se expresan libremente cólera y conflicto entre los

familiares. Aunque la relación obtenida es débil, los que donarían los órganos de un

familiar aparecen con una puntuación mayor en extroversión, más independientes

del grupo, menos radicales en sus relaciones con los demás y pertenecen a familias

en las que se expresan más libremente los conflictos (Rando, Blanca y Frutos,

1995). Las otras variables que no se relacionan con ninguna de las intenciones son

la ansiedad como rasgo de personalidad, el grado de socialización controlada,

actitudes de tipo hedonista, cohesión y expresividad en las relaciones familiares,

desarrollo familiar, estabilidad familiar, el grado de autoestima y el grado de

altruismo (medido por la frecuencia de diversas conductas de ayuda). Estas

variables se han medido a través del Cuestionario de Personalidad 16PF (Cattell,

1993), Escala Psicosocial Española (Giorgi y Seisdedos, 1985), la Escala de Clima

Social en la Familia (Moos, Moos y Trickett, 1989), la Escala de Autoestima de

Rosenberg (1973) y la Escala de Autoinforme de Altruismo de Rushton, Chrisjohn y

Fekken (1981). Esta última escala no analiza la motivación por la que se llevan a

cabo las conductas de ayuda, por lo que en realidad proporciona una puntuación

basada en la frecuencia de conductas prosociales.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 73

Aunque no se ha encontrado asociación entre la frecuencia de conductas de

ayuda y las intenciones objetivo, como se podría esperar de acuerdo con la literatura

sobre conducta prosocial (Eisenberg, 1986), se ha observado una relación positiva

entre pensar que la donación de órganos aumenta los sentimientos de orgullo y

estima hacia uno mismo y proporciona aprobación social (entre otras variables) y la

intención de hacerse el carnet de donante de órganos (Parisi y Katz, 1986), así

como entre pensar que el cuerpo no sirve tras la muerte y es preferible utilizarlo para

salvar vidas y el propósito de donar los órganos propios, de hacerse el carnet y de

donar los órganos de un familiar (Rando, Blanca y Frutos, 1995). Por otro lado, en la

población española un mayor porcentaje de encuestados señala la solidaridad como

razón más importante para donar, a la que le sigue la reciprocidad (Martín, Martínez

y López, 1995) y, en otras poblaciones, se indica el altruismo (Evers, Farewell y

Halloran, 1988). Estas variables representan algunas de las motivaciones existentes

entre los encuestados para tomar una decisión positiva respecto a la donación, de

las que unas supuestamente implican un beneficio unilateral para el necesitado y

otras implican un beneficio mutuo. El inconveniente en estos dos últimos estudios es

que los resultados pueden reflejar el efecto de la deseabilidad social sobre la

respuesta de los encuestados.

En torno a estos datos hay que establecer algunas puntualizaciones. En

primer lugar, salvo los dos últimos estudios señalados, los anteriores se han llevado

a cabo con estudiantes universitarios, quienes constituyen una población

homogénea con características especiales y, por tanto, los resultados obtenidos no

son generalizables a una población heterogénea. En segundo lugar, los procesos

que subyacen a la conducta prosocial son variados y se relacionan de forma

compleja. Cada individuo ha vivido su propio proceso de socialización y poseerá

diferentes habilidades y características de personalidad, sus normas y valores

personales, etc. La metodología de encuesta no permite profundizar en el análisis

de estas variables, cuyo estudio pormenorizado debe ser abordado desde otro tipo

de investigaciones, aunque sí puede informar de las normas sociales más

extendidas, con objeto de integrarlas en un programa de intervención para aumentar

las donaciones.

B. RANDO74

5.1.7. DONACIÓN DE SANGRE

La donación de sangre difiere de la donación de otros tejidos y de los órganos

porque se realiza en vida (también la médula ósea y, en ocasiones, fragmentos

óseos extraídos en intervenciones quirúrgicas). Además, la donación de sangre se

puede llevar a cabo con alta frecuencia y puede proporcionar un beneficio inmediato

a quien realiza este tipo de acción prosocial (v.g. sentimiento de orgullo).

Los estudios que han analizado la relación entre la donación de sangre y la

intención de donar los órganos tras la muerte han encontrado que existe un mayor

porcentaje de encuestados con intención de donar los órganos propios y los de un

familiar fallecido entre los donantes de sangre que entre los no donantes (Blanca,

Frutos y Rosel, 1993; Frutos et al., 1992). Aunque en el apartado anterior se

menciona que no se ha encontrado relación entre la frecuencia de diversas

conductas de ayuda y las respectivas intenciones, la donación de sangre es una

conducta prosocial más próxima a la donación de órganos, lo que puede explicar

estos otros resultados. Dada esta relación, se ha sugerido que se puede aumentar

el número de donantes de órganos a través de las acciones dirigidas a aumentar el

número de donantes de sangre (Piliavin, 1990).

5.1.8. TRANSMITIR LA ACTITUD O DECISIÓN PERSONAL A LA FAMILIA Y

CONOCER LA POSTURA O DECISIÓN DE LOS FAMILIARES CERCANOS

Tan sólo aproximadamente la mitad o menos de los encuestados en diversas

investigaciones han transmitido su actitud o decisión respecto a la donación de

órganos a su familia y se encuentran cifras similares de personas que conocen la

opinión de su pareja o personas allegadas (Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Frutos et

al., 1992; Rando, Blanca y Frutos, 1994; Rosel et al., 1996). Además, se ha

encontrado una relación positiva entre haber dialogado con la familia sobre

donación, así como haber comentado la propia actitud, y las intenciones de donar

los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiar

fallecido (Rando, Blanca y Frutos, 1995). Igualmente, se ha observado este tipo de

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 75

relación entre la postura familiar y la intención de la persona encuestada respecto a

la donación de los propios órganos y los de sus familiares, de forma que existe una

gran concordancia entre ambas, especialmente cuando se trata de una decisión

positiva para la donación (Blanca, Frutos y Rosel, 1993). Por último, como se ha

indicado previamente, el hecho de conocer la actitud o el deseo del familiar parece

determinante en la decisión de los encuestados respecto a la donación de los

órganos del primero en caso de fallecimiento, tanto para donar como para no donar.

Esta influencia se manifiesta igualmente bajo el supuesto de desconocer su opinión

o su decisión personal, caso en el que el porcentaje que donaría se reduce de forma

drástica (Rando, Blanca y Frutos, 1994).

En otros países, a diferencia de los datos obtenidos en España, una mayoría

de encuestados ha transmitido su decisión personal a sus familiares (Abbud-Filho,

1997; Coleman-Musser, 1997), aunque en ocasiones un porcentaje menor conoce la

intención de sus familiares al respecto. Asimismo, una gran mayoría de los que

tienen intención de donar pero que no han establecido una conversación con sus

familiares, está determinado a hacerlo, porcentaje que es inferior entre quienes no

quieren donar. Por último, aquellas personas que no quieren conversar con sus

familiares sobre el tema, generalmente no poseen una razón clara que lo justifique,

aunque algunas manifiestan que no desean hablar de la muerte con quienes les

rodean (Gallup Organization, 1993).

Algunos de los argumentos que pueden explicar la escasa comunicación

entre los familiares en relación con la donación de órganos, fundamentalmente en la

población española, pueden ser la falta de un diálogo familiar fluido y/o la tendencia

a eludir conversaciones relacionadas con la muerte. Si este diálogo existiera no

sería necesario el carnet de donante de órganos, ya que la conversación con la

familia constituye un medio apropiado para dejar constancia expresa no sólo de la

actitud sino de la decisión personal. Asimismo, el diálogo y discusión familiares

permiten conocer opiniones y deseos de los demás, y favorecen la reflexión, la

formación y cambio de actitudes y la toma de decisión.

B. RANDO76

5.1.9. RAZONES QUE JUSTIFICAN NO HABER FIRMADO EL CARNET

Se ha examinado la relación entre la intención respecto a la firma del carnet y

diversos argumentos que pueden explicar que no se haya firmado hasta el

momento, encontrándose que las principales razones entre las personas decididas a

hacerlo son la falta de información y no saber cómo conseguir el carnet, a pesar de

ser el grupo con mayor información sobre el proceso de obtención y distribución de

órganos. A diferencia de éstas, quienes han decidido no firmar el carnet indican en

mayor medida que las razones que lo justifican son creer que puede traer mala

suerte, no querer donar, sentir miedo y no querer pensar en la propia muerte. Por su

parte, las personas indecisas coinciden en las dos últimas razones del grupo

anterior, pero también un mayor número indica que hasta el momento no se ha

planteado hacerse el carnet (Blanca, Frutos y Rando, 1996). En otros países

también se han detectado como barreras el desconocimiento del procedimiento de

obtención del carnet, la creencia de que el carnet implica la firma de la propia

muerte, no querer pensar en la muerte y la preocupación por una atención médica

de menor calidad al poseer el carnet (Basu, Hazariwala y Chipman, 1989; Horton y

Horton, 1990, 1991; Schutte y Kappel, 1997). De las razones anteriores, la

información sobre donación y conocer los procedimientos para obtener el carnet son

requisitos que pueden afectar a la percepción de control sobre la conducta y, por

tanto, a que la intención se convierta en una conducta efectiva, por lo que es muy

significativo que sean las principales explicaciones que encuentran las personas

decididas a hacerse el carnet, mientras que en los otros grupos destacan otro tipo

de argumentos.

5.2. LA CONDUCTA DE DONAR

5.2.1.. LA INSCRIPCIÓN COMO DONANTE Y EL CARNET DE DONANTE

La inscripción de la persona en un censo de donantes o la firma de un carnet

implica el paso de la sola intención de donar los órganos propios a la constancia

expresa de ese deseo. Por esta razón, se consideran donantes a las personas que

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 77

realizan algunas de estas acciones. Además de esta función, se ha comprobado

que el carnet es útil para dar a conocer la condición de donante a las personas

cercanas, de quienes depende en todo caso la respuesta afirmativa o negativa a la

donación (Harris et al., 1990; Horton y Horton, 1993; Manninen y Evans, 1985). Esta

es una de las razones por las que se ha puesto tanto énfasis en que los ciudadanos

firmen un carnet de donante, aunque además es probable que el carnet

autorrellenable facilite el compromiso de un mayor número de personas que la

inscripción en un censo, ya que esta última alternativa requiere confianza en el uso

que puedan realizar otras personas de éste y la suspicacia probablemente reduce el

deseo de hacerse donante.

En España sólo un 4,6% de encuestados posee el carnet de donante o se

encuentra inscrito en el censo, y en Andalucía el 5,6% -en Málaga, un 6,8% de la

muestra encuestada unos años antes- (Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Rosel et al.,

1996). Por tanto, existe una importante divergencia entre el propósito de donar los

órganos propios y la firma del carnet o inscripción, existente también en otros países

(Basu, Haraziwala y Chipman, 1989; Evers, Farewell y Halloran, 1988; Horton y

Horton, 1990; Perkins, 1987; Shaheen et al., 1997; Wakeford y Stepney, 1989),

aunque España se sitúa por debajo de la media europea y norteamericana (Martín,

Martínez y López, 1995). Al comparar estas cifras con el número de personas que

manifiestan intención de firmar el carnet la diferencia es menor, pero aún muy

evidente.

Aunque entre los profesionales sanitarios hay mayor número de donantes

(Frutos et al., 1992), la incongruencia se mantiene en este sector, de nuevo con

cifras superiores en el extranjero (Adams et al., 1993; McGough y Chopek, 1990;

Pearson y Zurynski, 1995).

Siguiendo la misma secuencia de exposición que para las intenciones, entre

las variables estudiadas en torno a las conductas de inscribirse en un censo de

donantes y firmar el carnet, no se han obtenido diferencias en la actitud hacia la

donación de órganos entre estudiantes que se inscriben como donantes y quienes

no lo hacen, pero se han observado diferencias en el porcentaje de encuestados

B. RANDO78

que poseen carnet de donante, en función de la edad, raza y nivel de estudios, con

resultados consistentes con los encontrados para las intenciones (Manninen y

Evans, 1985).

Por otro lado, se ha comprobado que los inscritos como donantes y quienes

no lo están no difieren en el determinante de su religiosidad, entendiendo que para

algunas personas su religiosidad viene determinada por la práctica del culto religioso

que realizan, mientras que para otras este determinante lo constituye su vivencia

interna de la religión (Amón, 1968, 1973; González, 1988). Tampoco se han hallado

diferencias en el compromiso religioso, ni en las creencias religiosas (Nolan y

McGrath, 1990; Nolan y Spanos, 1989), aunque se ha encontrado un mayor

porcentaje sin carnet que cree en la existencia de una vida tras la muerte (Simmons

et al., 1974).

En cuanto a las variables de personalidad y las relacionadas con la muerte, la

información recogida en cada estudio es distinta y en ocasiones contradictoria, lo

que hace difícil llegar a una conclusión clara sobre los hallazgos. En España,

González (1988) encuentra diferencias significativas en dos variables entre los

inscritos como donantes y los que no se han inscrito. Una es el grado de autoestima,

que se mide a través del cuestionario LEPAM (Castaño, 1982), y resulta mayor en el

grupo no inscrito. En algunas investigaciones previas se han obtenido estos mismos

resultados (Hessing y Elffers, 1986; entre otros). La otra variable en la que se

encuentran diferencias significativas es la perseverancia (o grado en que la persona

cree que pone los medios para alcanzar las metas propuestas), que también se

mide a través del cuestionario LEPAM, y respecto a la cual los estudiantes censados

como donantes presentan mayor puntuación. Este resultado es interesante, ya que

en el proceso que conduce a realizar una conducta tras tomar la decisión,

probablemente no sólo influyan los recursos disponibles sino la medida en que se

empleen estos recursos en el intento de llevarla a cabo. El resto de variables en las

que no se encuentran diferencias entre los grupos son locus de control, medido por

la escala I-E (García, 1983); actitudes hacia el cuerpo y actitud hacia la muerte,

evaluadas respectivamente por medio de una escala elaborada a tal efecto;

motivación de logro y esperanza de éxito (o grado en que la persona cree que

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 79

alcanzará las metas propuestas), ambas evaluadas a través del cuestionario

LEPAM; y el grado de altruismo, a través de la Escala de Autoinforme de Altruismo

(Rushton, Chrisjohn y Fekken, 1981), que mide la frecuencia de diversas conductas

de ayuda. Este último resultado es consistente con los encontrados en relación a las

intenciones de donar los órganos propios y de hacerse el carnet con el mismo

instrumento de medida (Rando, Blanca y Frutos, 1995), aunque no se obtiene

coincidencia con respecto a la autoestima. No obstante, en la literatura se observan

resultados no concluyentes en torno a esta variable (González, 1984).

En otros países, las investigaciones realizadas ponen de manifiesto que entre

los ciudadanos con carnet de donante hay un mayor porcentaje que realiza

conductas prosociales frente a quienes no lo tienen y que una motivación

mayoritaria para solicitar el carnet ha sido el deseo de ayudar a otros (Simmons et

al., 1974). Por otro lado, Nolan y McGrath (1990) realizan un estudio experimental

con estudiantes en el que exponen a cada grupo (con un número proporcional de

participantes con y sin carnet de donante) a un mensaje emocional y un mensaje

informativo, respectivamente. No encuentran diferencias significativas ni en función

del mensaje ni en función de poseer o no el carnet en ansiedad ante la muerte,

creencia en un mundo justo, deseabilidad social y empatía (Nolan y McGrath, 1990).

En un estudio similar, donde se sabe que el grupo sin carnet tenía intención de

donar, los resultados son los mismos (Nolan y Spanos, 1989). Sin embargo, se ha

comprobado, por otro lado, que quienes no poseen carnet, independientemente de

su intención, presentan mayor ansiedad ante la muerte, miedo a la propia muerte,

miedo a la muerte de otros y mayor ansiedad física que los que han firmado un

carnet. Por su parte, las personas que poseen el carnet puntúan más alto en

aceptación de la muerte (Robbins, 1990) y son menos las que desean la inhumación

como forma de enterramiento (Simmons et al., 1974).

En definitiva, las variables comunes a los estudios revisados son la

realización previa de conductas prosociales, ansiedad ante la muerte y aceptación

de la muerte. Respecto a las dos primeras variables encontramos resultados

contradictorios, mientras que los dos trabajos sobre aceptación de la muerte

coinciden en que las personas censadas como donantes o con carnet manifiestan

B. RANDO80

una mejor aceptación del final de su vida que quienes no han llevado a cabo estas

acciones.

Respecto al resto de variables examinadas, las diversas investigaciones

indican que las personas con carnet o censadas como donantes poseen mayor

grado de información o un correcto conocimiento de las consecuencias de tener el

carnet (Nolan y Spanos, 1989; Perkins, 1987), y entre ellas hay un mayor porcentaje

que ha donado sangre alguna vez (González, 1988; Simmons et al., 1974), que

conoce a otro/s donantes y a personas con necesidad de trasplante (González,

1988; Nolan y McGrath, 1990; Nolan y Spanos, 1989). Asimismo, superan a quienes

no tienen carnet en la percepción del grado de información poseída (Nolan y

Spanos, 1989; Nolan y McGrath, 1990), en haber dialogado sobre donación de

órganos con sus familiares (Evers, Farewell y Halloran, 1988; Nolan y McGrath,

1990; Nolan y Spanos, 1989) y en tener apoyo de sus familiares en su decisión

(Nolan y Spanos, 1989; Nolan y McGrath, 1990). Igualmente, se ha observado que

el conocimiento previo de los procedimientos para obtener el carnet es característico

de quienes lo firman (Perkins, 1987). Respecto a la percepción del propio estado de

salud, no se obtienen diferencias entre los grupos (Nolan y McGrath, 1990).

5.2.2. EL FALLECIMIENTO DE UN FAMILIAR Y LA RESPUESTA A LA PETICIÓN

DE SUS ÓRGANOS

A pesar del alto porcentaje de personas que manifiestan intención de donar

los órganos de un familiar fallecido, normalmente el número de decisores que

realmente donan es menor o, lo que es lo mismo, las cifras de negativas familiares a

la donación son mayores de lo que cabría esperar. Así, por ejemplo, en 1996, la

tasa media española de negativas parece acorde con la cifra de españoles que

donarían los órganos de un familiar según el estudio de Rosel et al. (1996), 24,8% y

73,4%, respectivamente, pero no ocurre lo mismo con el porcentaje de negativas en

Andalucía y las cifras relativas a la intención de donar de los andaluces,

produciéndose en ese año un 37,7% de negativas, frente al 85,5% de andaluces

que muestran intención de donar los órganos de un familiar en la encuesta de Rosel

et al. (Alonso, 1997; Organización Nacional de Trasplantes, 1997). En general, esta

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 81

incongruencia entre intención de actuar y conducta respecto a la donación se

observa en todos los países (Domínguez et al., 1991; MacKersie, Bronsther y

Shackford, 1991; Mohacsi, Herbertt y Thompson, 1993; Pearson y Zurynski, 1995;

Spital, 1996). Por ello, los estudios que analizan cómo se relacionan las variables

personales, creencias religiosas, etc. con la respuesta de los decisores permiten

comprobar si las variables que se asocian a la intención de donar órganos de un

familiar coinciden con las que se asocian a la respuesta a la donación en situaciones

reales. No obstante, es necesario considerar que no todas las variables estudiadas

en torno a la intención de donar los órganos de un familiar han sido estudiadas en

relación a la respuesta de los decisores.

En general, no se han encontrado diferencias entre decisores donantes y no

donantes en función del sexo, edad ni su parentesco con el fallecido (Frutos et al.,

1994), pero sí según el grado de estudios (Rosel, Frutos y Blanca, 1999), con un

mayor nivel en el grupo de donantes. Entre las variables que se han asociado a una

respuesta negativa de los familiares a la donación se han encontrado el origen

étnico (ser de raza negra), las creencias religiosas, no aceptar la muerte del

familiar, preocupación por la cirugía sobre el cuerpo del fallecido, inadecuada

comprensión del concepto de muerte cerebral, temor a la desfiguración del cuerpo o

su mutilación por la extracción de los órganos, miedo a ser privado del cuerpo, temor

a la existencia de irregularidades en la distribución o comercialización con los

órganos, presiones familiares contra la donación/división de decisiones en el

momento de la petición, desconocer el deseo del fallecido, conocer su deseo de no

donar y pensar que el difunto ya ha sufrido bastante (Blanca y Frutos, 1995a;

Coolican et al., 1997; Durand-Zaleski et al., 1996; Fernández et al., 1991; Frutos et

al., 1994; Jouan et al., 1996; McNamara et al., 1997; Morgan et al., 1997; Morton y

Leonard, 1979; Rosel, Frutos y Blanca, 1999). Asimismo, se tiene evidencia del

efecto de diversas variables relacionadas directamente con la experiencia

hospitalaria sobre la respuesta de los decisores. Estas variables son la percepción

de la información proporcionada sobre la evolución del familiar, la evaluación de las

actuaciones médico-quirúrgicas y la percepción del trato recibido, observándose en

ocasiones mayores tasas de rechazo entre las familias menos satisfechas con la

labor del personal sanitario (Blanca y Frutos, 1995a, 1995b; Franz et al., 1996;

B. RANDO82

Frutos et al., 1994; Rosel, Frutos y Blanca, 1999), aunque no siempre (Pearson et

al., 1995). Igualmente, parece que las tasas de rechazo varían según las

circunstancias de la entrevista de petición y son mayores cuando la entrevista se

hace por la noche, de forma inmediata a la comunicación del fallecimiento, la hace

un solo médico y, también, cuando más de dos familiares adoptan la decisión

(Bonnet et al., 1997). En este último caso es posible que la dificultad de llegar a un

acuerdo entre los familiares influya negativamente.

En contraposición, las variables que se asocian a una respuesta positiva de

los decisores a la donación son el estado civil (estar casado), un mayor nivel de

estudios, el deseo de obtener algo positivo de la muerte del familiar, comprensión

del concepto de muerte cerebral o pensar que se ha comprendido, el deseo de

ayudar a otros, la reciprocidad, haber participado en actividades de voluntariado,

actuar acorde con el carácter caritativo del fallecido, la actitud positiva del fallecido

hacia los médicos, haber hablado previamente sobre donación en la familia, que el

decisor posea el carnet de donante, disponer de un tiempo de reflexión antes de

dar una respuesta y conocer el deseo de donar del difunto -bien porque lo transmitió

en vida a los familiares o por poseer el carnet de donante en el momento del

fallecimiento- (Burroughs et al., 1998; Douglass y Daly, 1995; Durand-Zaleski et al.,

1996; Frutos et al., 1994; Morton y Leonard, 1979; Noury et al., 1995; Painter,

Langlands y Walker, 1995; Robertson, White y Scully, 1997; Rosel, Frutos y Blanca,

1999). Por tanto, las intenciones manifestadas por los encuestados sobre la

donación de los órganos de un familiar coincide con la conducta que se lleva a cabo

en las situaciones reales, de forma que cuando se desconoce el deseo del fallecido

disminuyen las donaciones y, cuando se conoce, los familiares suelen actuar acorde

con él, tanto para dar una respuesta negativa como para dar una respuesta

afirmativa.

Los resultados del estudio experimental de Harris et al. (1990), usando la

técnica del escenario con estudiantes universitarios, son consistentes con los

anteriores. Los participantes debían estimar la respuesta de los decisores a la

petición de órganos, y se analizaban variables tales como que el fallecido poseyera

el carnet de donante de órganos, creyera en la resurrección espiritual, creyera en la

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 83

resurrección física o confiara en los médicos. Se comprueba que las respuestas

dadas por los participantes se basan fundamentalmente en la información

proporcionada en cada historia, más que en su propia actitud, tanto para donar

como para no donar. Estas respuestas tienden a ser coherentes con las creencias o

deseo del difunto, con una escasa influencia de las preferencias del familiar, y se

encuentran negativamente afectadas por el desconocimiento del deseo del fallecido

(se estiman más donaciones cuando el fallecido poseía el carnet, cuando creía sólo

en la resurrección espiritual y también cuando confiaba en los médicos). Por otro

lado, se descubre el efecto de “contaminación del personaje”, por el que se

producen más donaciones cuando el difunto es una persona humanitaria y cuando

sus creencias religiosas son similares a los del participante en el estudio. Otra

variable que influye en la toma de decisión es el tipo de funeral, con más

donaciones en caso de incineración que en caso de enterramiento tradicional. Un

estudio similar (Jasper et al., 1991) corrobora los resultados en cuanto al carnet y al

tipo de funeral, mostrando a su vez que hay mayor número de respuestas

afirmativas a la donación cuando se sabe que no se produce desfiguración del

cuerpo al extraer los órganos. Estas investigaciones son interesantes ya que

someten a los participantes a un dilema ante el que deben realizar un juicio moral

para decidir. Este tipo de juicio ha sido aludido en un apartado previo como uno de

los procesos que pueden subyacer a la conducta prosocial. A su vez, el trabajo de

Harris et al. (1990) proporciona apoyo empírico a la propuesta de la percepción de

generosidad como factor influyente sobre la decisión de llevar a cabo o no una

conducta prosocial.

Esta revisión de investigaciones permite realizar al menos dos observaciones.

Una de ellas es que tanto el conocimiento como el desconocimiento de la actitud y

de la intención del difunto respecto a la donación son determinantes en la decisión y

respuesta de los familiares. La segunda observación se refiere al efecto de la

experiencia que viven las familias en los casos reales de donación sobre su decisión

y respuesta. Aunque los resultados no son concluyentes, se tiene evidencia de la

influencia negativa de las presiones familiares y división de decisiones, así como de

determinadas circunstancias bajo las que se desarrolla la entrevista de petición.

Asimismo, la aflicción por el fallecimiento puede influir sobre la decisión que se

B. RANDO84

adopte, habiéndose comentado previamente cómo afectan los estados emocionales

negativos sobre la conducta de ayuda. Estas variables pueden contribuir a explicar

las diferencias observadas entre las negativas familiares esperadas y las negativas

reales.

6. PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN REALIZADOS

En el intento de aumentar las tasas de donaciones, se han llevado a cabo

diversos programas educativos dirigidos a la población general y a estudiantes, así

como programas formativos para los profesionales sanitarios, aunque sólo los

primeros son de interés para el presente trabajo. Conocer la efectividad de estas

intervenciones es fundamental para desarrollar otras más elaboradas y que

proporcionen mejores resultados, aunque en general la aplicación de programas a

gran escala y su evaluación resulta complicado.

Uno de los programas educativos es el efectuado en Michigan por The Organ

Procurement Agency of Michigan (OPAM) para una muestra de voluntarios de la

población general (Strick, 1990). El programa se centró en los aspectos técnicos

básicos de la donación de órganos y trasplantes, criterios para la donación de

órganos y tejidos, la necesidad de trasplantes, consecuencias positivas del

trasplante, y la distribución de los órganos y tejidos. Una vez aplicado, se observó su

efecto sobre la intención de firmar un carnet y de transmitir el deseo a la familia

entre las personas que no lo habían hecho antes del programa (57% y 40%,

respectivamente) y sobre las propias conductas. Como resultado, menos de la mitad

de los que carecían de carnet muestran intención de hacérselo y, de éstos, un

pequeño porcentaje llega a firmarlo. De los que aún no habían dialogado con su

familia, la gran mayoría manifiesta pretensión de hacerlo y, de éstos, menos de la

quinta parte lo hace. No obstante, todos los que llevan a cabo estas conductas

muestran un aumento de conocimiento sobre el tema. Por tanto, la efectividad de un

programa de este tipo es relativa para la intención de hacerse el carnet y alta para la

intención de hablar con la familia, aunque no es suficiente para que las conductas

se lleven a cabo. Se comprueba cómo sólo algunas de las personas con el propósito

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 85

de actuar lo hacen, aunque aún cabe hacer algunas críticas a este trabajo, puesto

que la medición de las conductas sólo se realizó en los casos que aceptaron un

seguimiento tras dos semanas (todas las personas que manifestaron intención

positiva de actuar) y este seguimiento puede haber influido sobre la ejecución de

éstas. También se debe tener en cuenta que los participantes en esta investigación

fueron voluntarios, por lo que dudosamente son una muestra representativa de la

población objeto de estudio.

Una investigación más reciente se basa en una intervención comunitaria

llevada a cabo en Estados Unidos sobre grupos minoritarios. En esta intervención,

entre otras acciones, se proporcionaron testimonios personales en diversas

instituciones, y se ofreció a los ciudadanos la oportunidad de coordinar y participar

en ferias de salud y sesiones de discusión, además de ofrecerles información sobre

el tema a través de otras personas de similar origen étnico. Como consecuencia,

entre 1988 y 1994, se observa un aumento en la tasa de donaciones procedentes

de africanos, hispanos y asiáticos (Miles y Callender, 1997).

Por otro lado, en el estado de Virginia se ha comprobado la utilidad de una

campaña publicitaria en la que se ha utilizado el eslogan ”Comparte tu vida.

Comparte tu decisión”, invitando a tomar una decisión y a transmitirla a los

familiares, además de contar con la participación de un personaje famoso (Servino,

Nathan y Wolf, 1997).

Entre los estudiantes universitarios, se ha evaluado el efecto de una charla

informativa sobre donación y trasplante. La intervención se centró en una breve

revisión histórica de la donación y trasplantes, tipos de trasplante que se pueden

reallizar, el concepto de muerte cerebral, quiénes son donantes potenciales, la

legislación española, la extracción y preservación de órganos, consecuencias de la

extracción para el cadáver, el proceso de selección del receptor, consecuencias del

trasplante para el receptor, el carnet de donante como expresión del deseo de

donar, y el futuro de las donaciones y trasplantes. Como resultado, se han

observado diferencias significativas en el grado de información, intención de donar

los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiar

B. RANDO86

fallecido antes y después de la sesión (Blanca et al., 1994). No obstante, se

desconoce si estas intenciones han concluido en las respectivas conductas.

Asimismo, en Texas se ha examinado el efecto de un anuncio sobre la

intención de donar de los estudiantes en función del contenido del mensaje, de la

fuente utilizada y del origen étnico y nivel económico de los receptores. Se ha

encontrado, de mayor a menor impacto, que el mensaje informativo (porcentaje en

espera de trasplante, órganos que se pueden donar y cómo hacerse donante) es el

más efectivo, seguido del mensaje de tipo emocional, el religioso y, por último, el

dirigido a eliminar miedos habituales (v.g. el miedo a una muerte aparente).

Igualmente, la fuente más efectiva ha sido el receptor, seguido del médico, el líder

religioso y, por último, el personaje famoso. Combinando mensajes y fuentes se

obtiene que el mayor impacto lo ejerce el receptor con el mensaje emocional y, el

menor, el personaje famoso que transmite un mensaje religioso. A su vez, se

comprueba que bajo el mensaje religioso proporcionado por el receptor y bajo el

mensaje emocional del líder religioso hay mayor número de participantes de origen

hispano que donarían sus órganos, frente a los anglosajones. Por su parte, los

participantes con mayor nivel económico reciben mayor impacto de los personajes

famosos (McIntyre, 1990). Un inconveniente de este trabajo es que no se indica la

secuencia en la que los estudiantes recibieron los mensajes.

Por otro lado, Skowronski (1990) ha realizado un estudio en Ohio donde

comprueba el efecto de una presentación persuasiva sobre los conocimientos,

creencias, intenciones y conductas de los estudiantes. Siguiendo un diseño pretest-

postest con muestras separadas, utilizó un vídeo para exponer los beneficios

psicológicos que se pueden obtener al donar los órganos de un familiar fallecido.

Posteriormente, se impartió una charla sobre la necesidad de órganos,

supervivencia de los trasplantes, obtención de los órganos, ausencia de

desfiguración del cuerpo por la extracción, postura de las Iglesias más importantes y

el procedimiento para hacerse donante, entre otros aspectos. Finalmente, en una

sesión de preguntas y respuestas se discutieron los temas de comercio de órganos

y la fuerza legal del carnet de donante. Los resultados muestran que tras la

presentación hay más personas con carnet y con intención de hacérselo, a la vez

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 87

que desciende el número de indecisos y de personas que no se lo harían y hay más

estudiantes dispuestos a donar los órganos de un familiar, incluso desconociendo el

deseo del fallecido. Igualmente, se producen cambios positivos en determinadas

creencias y conocimientos tales como que la donación salva vidas, la donación

proporciona confort y consuelo en el dolor, etc., de acuerdo con la información

transmitida en la charla. Asimismo, tras la intervención, las razones más importantes

aducidas para donar son la ayuda a otros, asegurar la inmortalidad y reducir el

sentimiento de culpa por las malas acciones en la vida. Sin embargo, no se produce

cambio en relación a las razones por las que no se donaría, tales como

desfiguración del cadáver, muerte aparente, etc. Skowronski concluye que existe un

desconocimiento de los procedimientos o de los conceptos clave para producir un

cambio efectivo, y que los cambios relativamente pequeños obtenidos no auguran

buen futuro para las campañas prodonación. Respecto a esta apreciación, es un

hecho que la práctica totalidad de investigaciones revisadas en el presente trabajo

carecen de un marco teórico de partida -algunas excepciones son los trabajos de

Hessing (1990) y Horton y Horton (1990, 1991)-, lo que ocasiona que los hallazgos

no se hayan integrado en un enfoque teórico y que el avance en el ámbito de la

donación de órganos sea lento. También es preocupante la frecuente confusión que

se produce entre conceptos, concretamente entre la actitud hacia la donación y la

intención de donar, lo cual probablemente es consecuencia del vacío teórico. Estos

son aspectos que se deben cuidar para obtener una mejor visión de futuro.

7. A MODO DE RESUMEN

En general, las investigaciones llevadas a cabo dentro de España son pocas,

aunque analizan una mayor variedad de relaciones que otros estudios. Un

inconveniente es que buena parte de los estudios sólo realizan un análisis

descriptivo de las variables o analizan su relación con la actitud hacia la donación,

pero no con las respectivas intenciones. La principal laguna existe en torno a la

decisión de hacerse el carnet. Asimismo, respecto a algunas cuestiones es difícil

llegar a una conclusión, ya que su estudio se ha abordado desde distintas

perspectivas, como ocurre con las creencias religiosas. Los resultados

B. RANDO88

contradictorios respecto a otras (grado de autoestima, ansiedad ante la muerte, la

realización previa de conductas prosociales, algunas variables relacionadas con la

experiencia hospitalaria, y la preocupación por un posible diagnóstico prematuro de

muerte en relación con la intención de hacerse el carnet) reclaman la necesidad de

mayor investigación. En todo caso, es necesario llevar a cabo investigaciones desde

un enfoque teórico de conocimientos estructurado.

En conjunto se observa que las variables asociadas a las intenciones de

donar los órganos propios, de hacerse el carnet de donante y de donar los órganos

de un familiar fallecido, así como a las conductas de hacerse el carnet y de donar

los órganos de un familiar, son de carácter sociodemográfico, relacionadas con la

muerte y manipulación sobre el cuerpo, la experiencia de conocer a personas que

necesitan un trasplante, variables de información sobre el proceso de donación-

extracción-trasplante y otros aspectos, creencias erróneas y preocupaciones en

torno a la donación y trasplante, variables de personalidad y psicosociales, la

donación de sangre previa, variables relacionadas con el diálogo familiar sobre el

tema y variables derivadas de la experiencia hospitalaria.

Los resultados de las investigaciones permiten extraer varias conclusiones.

En primer lugar, es posible estructurar o integrar las variables investigadas en el

ámbito de la donación de órganos en un modelo que siga el esquema básico actitud-

intención-conducta y que contemple los múltiples factores implicados en la ejecución

de una conducta prosocial. En segundo lugar, como se esperaba, existen

coincidencias en relación con las variables asociadas a cada intención y su

respectiva conducta (en el caso de las variables estudiadas desde ambas

perspectivas), a pesar de la incongruencia encontrada en el porcentaje de personas

que adoptan decisiones positivas y el porcentaje que finalmente efectúa las

conductas indicadas. Un argumento que podrías explicar esta discrepancia se

encuentra en las características propias de los estudios de encuesta. En el caso del

carnet de donante (o inscripción en el censo), la decisión afirmativa manifestada por

los encuestados no implica la ejecución inmediata de la conducta. En este sentido,

como sugiere Eisenberg (1986), el transcurso del tiempo entre la decisión de

firmarlo y la oportunidad de realizar la conducta puede conllevar cambios en la

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 89

situación o en la persona, que a su vez afecten a la decisión adoptada o al intento

de llevar a cabo la acción (v.g. se modifican los recursos disponibles, tales como el

tiempo libre; aumentan los costes percibidos tras obtener nueva información, pero

inadecuada, sobre el tema; etc.). En cuanto a la donación de los órganos de un

familiar, en el caso hipotético de la encuesta, está ausente la experiencia

hospitalaria de los casos reales (presiones de tiempo, aflicción, presiones familiares

en contra de la donación, etc.), lo que puede explicar en cierta medida los diferentes

resultados. En tercer lugar, también las variables que se asocian a cada una de las

intenciones de actuar coinciden en gran medida, lo cual parece razonable, ya que

tales intenciones se refieren a conductas con características similares. Ahora bien,

las cifras tan dispares en relación a los porcentajes de encuestados que manifiestan

cada una de las intenciones sugieren la existencia de otros factores específicos

subyacentes a cada una de éstas. De hecho, uno de los estudios revisados muestra

que el grado de introversión, el grado de dependencia respecto al grupo, la actitud

dogmática en las relaciones interpersonales y el grado en que se expresa el

conflicto en la familia, se relacionan sólo con la intención de donar los órganos de un

familiar. También es posible que difiera la contribución relativa de algunas variables

a estas decisiones. En cuarto lugar, las decisiones sobre la donación de los órganos

propios y sobre la firma del carnet son algunos de los factores que se relacionan

tanto con la intención de donar como con la donación de los órganos de un familiar

fallecido en situaciones reales, pero como decisiones adoptadas por el difunto en

vida, ya que se ha comprobado el efecto determinante del deseo del fallecido sobre

la respuesta de los familiares, frente a la preferencia de estos últimos. Es decir, la

principal vía de influencia de estas decisiones sobre la conducta de los familiares no

se encuentra en lo que éstos han decidido para sí mismos, sino en la decisión

personal que adoptó el difunto antes de morir.

El estudio empírico que se expone en la segunda parte del trabajo se

desarrolla en base a estas conclusiones y a otras inquietudes que se originan en las

diferentes tasas de rechazo existentes en las Comunidades Autónomas españolas.

B. RANDO90

PARTE SEGUNDA: ESTUDIO EMPÍRICO

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 91

III. ESTUDIO DE ENCUESTA POR MUESTREO

1. OBJETIVOS DEL ESTUDIO

La revisión realizada en la primera parte de este trabajo ha despertado

diversas inquietudes que se han intentado responder a través de la realización de un

estudio en la Comunidad Autónoma de Andalucía. La elección de esta población

como participante en la investigación obedece a las altas tasas de negativas a la

donación que ha venido presentando en los últimos años. El objetivo general que se

pretende alcanzar es un mejor conocimiento de las variables relacionadas con la

donación de los órganos de un familiar fallecido en la población andaluza, que se

pueda estructurar o integrar en un enfoque teórico y que permita desarrollar unas

líneas generales de actuación que se sustenten en esa base teórica, para lograr un

aumento en la tasa de donaciones. Este objetivo general se intenta cubrir a través

de diversos objetivos específicos que se detallan a continuación:

1. Comprobar cuál es el patrón de creencias, actitudes, intenciones de actuar, etc.

de la población andaluza. Esta cuestión se aborda a través de un análisis descriptivo

de las variables de mayor interés en el ámbito de la donación de órganos, de

acuerdo con los estudios previos. Asimismo, la comparación de este patrón con los

hallazgos de otros estudios a nivel nacional puede proporcionar una explicación a la

alta tasa de negativas a la donación en Andalucía.

2. Comprobar qué variables se relacionan con la donación de órganos de un familiar

fallecido en la población andaluza. En este sentido, se ha obtenido evidencia sobre

la fuerza predictora de la intención de actuar en relación con la conducta, con apoyo

empírico en el ámbito de la donación a través de la coincidencia de las variables

asociadas a la intención de donar y a la donación efectiva. También se tiene

evidencia del efecto de la decisión personal acerca de la donación de los órganos

propios sobre la respuesta de los familiares. Todas estas observaciones justifican la

relevancia del estudio, no sólo de la intención de donar los órganos de un familiar

fallecido, sino de las intenciones de donar los órganos propios y de firmar el carnet

de donante. Por tanto, el interrogante planteado se puede responder analizando las

B. RANDO92

relaciones bivariadas de las diversas variables con las respectivas intenciones. No

obstante, para conocer las variables que adquieren mayor importancia en cada una

de las decisiones, se recurre a la elaboración de un modelo predictivo para cada una

de ellas. De esta forma, se puede comprobar si el proceso de toma de decisión

hipotético descrito en la primera parte respecto a la donación de órganos obtiene

soporte empírico. No se propone como objetivo del presente trabajo probar el ajuste

de los modelos teóricos comentados, porque su revisión posee tan sólo un carácter

expositivo, con objeto de mostrar al lector el acuerdo general en aceptar un

esquema básico actitud-intención-conducta en el proceso de toma de decisión y el

lugar que se atribuye al resto de variables en este esquema. Asimismo, el modelo

de conducta prosocial de Eisenberg (1986) muestra las complejas relaciones

existentes entre los factores y procesos que subyacen a la conducta prosocial. Por

tanto, como acercamiento al ámbito de la donación de órganos desde un marco de

conocimientos estructurado, el interés inicial es elaborar modelos propios a partir de

las variables típicamente estudiadas en la donación. Este primer paso abre la

posibilidad de plantear objetivos más ambiciosos para futuras investigaciones.

3. El logro del anterior objetivo puede constituir la base empírica para proponer unas

líneas generales de actuación que conformen un programa de intervención social

cuyo propósito sea el incremento del número de donaciones. Este tipo de

intervención puede favorecer una mayor conciencia social, aumentar el número de

personas que firmen el carnet de donante o que dialoguen con su familia y

transmitan su deseo, aunque es necesario tomar en cuenta que la respuesta familiar

a la donación se produce en un contexto en el que están presentes diversas

variables que no se han introducido en este estudio.

Para cubrir estos objetivos, se ha considerado que la mejor opción es la

metodología de encuesta por muestreo, siendo conscientes de que esta estrategia

de investigación posee algunas limitaciones bien conocidas. No obstante, ningún

método de investigación carece de inconvenientes, y las alternativas a la

metodología seleccionada no ofrecen las posibilidades que interesan en este caso.

2. MÉTODO

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 93

2.1. PARTICIPANTES

Para alcanzar los objetivos propuestos, se ha administrado una encuesta

telefónica a una muestra representativa de la población andaluza entre mayo de

1995 y enero de 1996. El tamaño de la muestra se ha calculado sobre la población

mayor de edad que figura en el censo de 1993, puesto que la mayoría de edad es el

requisito para hacerse donante de órganos o para donar los órganos de un familiar

fallecido. El resultado del cálculo, con un nivel de confianza del 95% (2σ) y un error

de estimación del 3%, ha sido un tamaño muestral de 1.111 encuestas. Para la

selección de la muestra, se ha llevado a cabo un muestreo aleatorio estratificado

proporcional, con la provincia de residencia como único criterio de estratificación

inicial, administrándose la encuesta a la primera persona que ha atendido la

llamada. Esta forma de proceder es práctica, aunque tiene el inconveniente de

generar una descompensación en la distribución de edades, sexo y nivel de estudios

de la muestra con respecto a las características de la población de origen. Por esta

razón, tras la recogida de datos, se ha realizado una post-estratificación o

reequilibrado en función de estas variables marcadoras (que también aparecen en el

censo), a partir de las cuales se han calculado los coeficientes correctores, que se

han aplicado a cada individuo. El reequilibrado y todos los cálculos se han hecho

sobre el tamaño muestral de 1.111 participantes, aunque se ha ampliado el número

de encuestas a 1.130, para evitar casillas vacías con frecuencias esperadas iguales

o mayores a uno. La distribución de la muestra, realizada la post-estratificación, se

presenta en las tablas 1-3.

B. RANDO94

Provincia Edad Nivel de estudios SexoHombre Mujer

Sevilla 18-30 Analfabeto/sin estudios 4 4Primaria 23 21Secundaria 12 11Universitarios 3 3

31-50 Analfabeto/sin estudios 13 16Primaria 21 21Secundaria 5 3Universitarios 5 4

51 ó más Analfabeto/sin estudios 24 36Primaria 11 12Secundaria 2 1Universitarios 2 1

Málaga 18-30 Analfabeto/sin estudios 2 2Primaria 17 16Secundaria 8 8Universitarios 2 3

31-50 Analfabeto/sin estudios 8 10Primaria 16 17Secundaria 4 3Universitarios 3 3

51 ó más Analfabeto/sin estudios 17 24Primaria 8 10Secundaria 2 1Universitarios 2 1

Cádiz 18-30 Analfabeto/sin estudios 4 3Primaria 16 15Secundaria 8 7Universitarios 2 2

31-50 Analfabeto/sin estudios 8 11Primaria 14 14Secundaria 4 2Universitarios 2 2

51 ó más Analfabeto/sin estudios 14 20Primaria 8 8Secundaria 1 1Universitarios 1 -

Tabla 1. Distribución de la muestra en función de la provincia, edad, nivel deestudios y sexo.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 95

Provincia Edad Nivel de estudios SexoHombre Mujer

Granada 18-30 Analfabeto/sin estudios 2 2Primaria 11 10Secundaria 6 6Universitarios 1 2

31-50 Analfabeto/sin estudios 6 7Primaria 9 9Secundaria 2 1Universitarios 3 2

51 ó más Analfabeto/sin estudios 16 20Primaria 5 5Secundaria 1 1Universitarios 1 1

Córdoba 18-30 Analfabeto/sin estudios 2 2Primaria 11 10Secundaria 5 5Universitarios 1 1

31-50 Analfabeto/sin estudios 6 7Primaria 9 9Secundaria 2 1Universitarios 2 1

51 ó más Analfabeto/sin estudios 15 20Primaria 5 6Secundaria 1 -Universitarios 1 1

Jaén 18-30 Analfabeto/sin estudios 1 1Primaria 9 9Secundaria 4 4Universitarios 1 1

31-50 Analfabeto/sin estudios 5 6Primaria 7 7Secundaria 2 1Universitarios 2 1

51 ó más Analfabeto/sin estudios 14 18Primaria 4 4Secundaria 1 -Universitarios 1 1

Tabla 2. Distribución de la muestra en función de la provincia, edad, nivel deestudios y sexo.

B. RANDO96

Provincia Edad Nivel de estudios SexoHombre Mujer

Almería 18-30 Analfabeto/sin estudios 1 1Primaria 6 6Secundaria 3 3Universitarios - 1

31-50 Analfabeto/sin estudios 4 4Primaria 6 6Secundaria 1 1Universitarios 1 1

51 ó más Analfabeto/sin estudios 8 11Primaria 3 3Secundaria 1 -Universitarios 1 -

Huelva 18-30 Analfabeto/sin estudios 1 1Primaria 6 6Secundaria 3 3Universitarios 1 1

31-50 Analfabeto/sin estudios 4 4Primaria 6 6Secundaria 1 1Universitarios 1 1

51 ó más Analfabeto/sin estudios 8 11Primaria 3 3Secundaria - -Universitarios - -

Tabla 3. Distribución de la muestra en función de la provincia, edad, nivel deestudios y sexo.

Los intervalos de edad se han agrupado en las categorías 18-30 años, 31-50

años y 51 años ó más, de acuerdo con los resultados obtenidos en investigaciones

previas, que muestran diferencias significativas en la intención de donar en función

de estos grupos de edad (Blanca, Frutos y Rosel, 1993).

Para la selección de los participantes se han elaborado listas de 1.000

números aleatorios de seis dígitos, con base en el procedimiento random digit

dialing (RDD), con objeto de tratarlos como números de teléfono. Se han elaborado

diversas listas para cada provincia, las cuales se han confeccionado con el

subprograma 2D del paquete estadístico BMDP, aleatorizándose todos los dígitos,

ya que el operador telefónico no ha facilitado la información necesaria para fijar los

correspondientes a las áreas o distritos de las provincias. No obstante, resulta un

marco muestral adecuado (Frey y Oishi, 1995; Gómez, 1990; Martínez, 1995).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 97

Otras características descriptivas de la muestra de participantes son el lugar

de residencia (capital o provincia), la situación laboral, estado civil y si se tienen

hijos. Los porcentajes correspondientes aparecen en las tablas 4-7.

¿De qué localidad es usted?Porcentaje

válidoCapitalProvincia

33,3 66,7

Total válidos 100,0Tabla 4. Distribución de la muestrapor la localidad de residencia.

¿Cuál es su situación laboral?Porcentaje

válidoAutónomo/aContratado/aDesempleado/aEstudianteAma de casaJubilado/a

13,8 24,9 12,3 5,3 29,2 14,5

Total válidos 100,0Tabla 5. Distribución de la muestra por lasituación laboral.

¿Cuál es su estado civil?Porcentaje

válidoSoltero/aCasado/aConviviendoSeparado/aViudo/a

25,9 66,5 0,8 1,6 5,2

Total válidos 100,0Tabla 6. Distribución de la muestra porestado civil.

B. RANDO98

¿Tiene hijos?Porcentaje

válidoNoSí

31,4 68,6

Total válidos 100,0Tabla 7. Distribución de la muestrasegún si se tienen hijos.

2.2. MATERIAL

Para elaborar la encuesta se han seleccionado las variables más relevantes

de las analizadas en los estudios previos y que se pueden explorar a través del

método de encuesta por muestreo. También se han incluido algunas nuevas, tales

como el grado de preocupación por desconocer lo que ocurre tras la muerte y las

noticias de impacto emocional sobre donación y trasplante. Las cuestiones hacen

referencia a la donación de órganos; sólo una se refiere a los tejidos. Esto se debe a

que en la donación tras el fallecimiento tradicionalmente se ha puesto el énfasis en

los órganos, de los cuales depende la vida de los enfermos en lista de espera, y

generalmente no se ha transmitido la diferenciación entre órganos y tejidos, por lo

que la población la desconoce. En definitiva, la encuesta consta de un total de 78

preguntas relacionadas con los siguientes tópicos (ver Anexo 1):

• Variables personales: lugar de residencia, sexo, estado civil, tener hijos, edad,

nivel de estudios y situación laboral.

• Actitud general hacia la donación e intenciones de donar los órganos propios, los

de un familiar fallecido y de hacerse el carnet de donante de órganos.

• Cuestiones relacionadas con las creencias religiosas: religión a la que pertenece,

influencia de la religión sobre el deseo personal respecto a la donación, creer en

la resurrección.

• Aspectos relacionados con la muerte y la manipulación sobre el cuerpo: grado de

incomodidad al pensar sobre la propia muerte, grado de preocupación por

desconocer lo que ocurre tras la muerte, creer que se obtiene algo positivo de la

muerte con la donación, actitud hacia mantener el cuerpo intacto tras la muerte,

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 99

actitud hacia la práctica de la autopsia sobre sí mismo, y actitud hacia la

incineración del propio cuerpo.

• Conocer a personas con trasplante o en lista de espera.

• Conocimientos sobre donación y trasplante. Creencias erróneas y

preocupaciones derivadas del grado de información que se posee:

• Aspectos relacionados con el proceso de donación-extracción-distribución

de órganos: grado de preocupación por creer que existe la posibilidad de

una extracción prematura de los órganos en caso de donación, grado de

preocupación por creer en la posibilidad de una modificación estética del

fallecido al extraer los órganos, grado en que resulta desagradable que un

órgano propio funcione en el cuerpo de otra persona, grado de

preocupación por creer que pueden existir irregularidades en la distribución

de órganos, grado de confianza en los profesionales sanitarios.

• Conocer los órganos y tejidos susceptibles de ser donados.

• Creencias sobre las consecuencias del trasplante para el receptor: creer

que los trasplantes son gratuitos, creer que los trasplantes son útiles, creer

que con la donación se evitan sufrimientos de personas en lista de espera

para un trasplante, intención de aceptar un órgano para trasplante en caso

de necesidad.

• Conocer la opinión de la Iglesia hacia la donación.

• Medios a través de los cuales se recibe información sobre donación y

trasplante de órganos.

• Percepción del grado de información que se posee, haber recibido

recientemente información, creer que es necesaria mayor información.

• Haber oído noticias de impacto emocional sobre donación y medios de

comunicación responsables: comercio de órganos, secuestro de niños,

discriminación para recibir un trasplante, petición de dinero para un

trasplante, fallecimiento de una persona en lista de espera para un

trasplante.

• La donación de órganos como conducta prosocial: creer que la donación es un

acto solidario, la reciprocidad como motivación para donar.

• Donación de sangre.

B. RANDO100

• Percepción del estado de salud propio.

• Variables relacionadas con la familia: haber transmitido el deseo personal

respecto a la donación a los familiares cercanos y, en caso negativo, razones por

las que no se ha comunicado (de las que se pueden indicar diversas), así como

conocer el deseo de los familiares próximos.

• El carnet de donante y razones que justifican no haber firmado el carnet, de las

cuales los entrevistados pueden indicar diversas razones.

Las cuestiones se han ordenado en una secuencia que mantiene la

continuidad en la entrevista y que intenta evitar posibles efectos de orden. La

primera cuestión relevante es la actitud general hacia la donación de órganos. Este

ítem es el más general y la mejor introducción a la entrevista. Las cuestiones

relativas a la intención de donar los órganos de un familiar fallecido y los propios

órganos se han introducido en segundo y tercer lugar para evitar la influencia de

otras preguntas sobre las que se realice una reflexión o que puedan proporcionar

información. En relación con otras cuestiones, se ha querido evitar el efecto de

consistencia, como en el caso de la intención de aceptar un órgano para trasplante

en caso de necesitarlo, la cual se ha introducido prácticamente al final de la

encuesta, ya que se ha considerado que una respuesta negativa a la intención de

donar conllevaría con alta probabilidad una respuesta negativa a la intención de

aceptar un órgano si estas cuestiones se colocaran correlativas, ocultando la

verdadera intención del encuestado. Para reducir el efecto del cansancio, las

preguntas más fáciles de contestar y las personales se han incluido al final de la

encuesta. A lo largo de la entrevista se han realizado variaciones en la formulación

de las preguntas y en el formato de respuesta para mantener la atención. En la

medida de lo posible, se han agrupado las cuestiones en función del aspecto que

tratan.

Respecto al formato de respuesta, la mayoría de las preguntas son de tipo

cerrado, a excepción de la edad y algunas preguntas complementarias respecto a la

religión, estudios y otras dos que ofrecen al encuestado la oportunidad de añadir

alguna razón por la que no se ha hecho el carnet de donante y por la que no ha

transmitido el deseo personal a la familia. Las cuestiones relacionadas con

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 101

creencias, actitud e intención de donar siguen un formato de respuesta de una

escala graduada con cinco o siete puntos mutuamente excluyentes.

2.3. PROCEDIMIENTO

En primer lugar, se realizaron unas encuestas previas, a modo de estudio

piloto, para detectar vacíos en la encuesta o preguntas irrelevantes, así como para

comprobar si las preguntas estaban correctamente formuladas y si tenían el mismo

significado para todas las personas. Los números de teléfono se marcaron al azar,

dentro de la provincia de Málaga. A partir del estudio piloto se introdujeron

modificaciones en la formulación de algunas cuestiones.

La aplicación propiamente dicha de la encuesta la llevaron a cabo dos

psicólogas con formación básica en donación y trasplante y entrenamiento para la

administración de encuesta por teléfono. El horario seguido fue de 9:30 a 14:00

horas y de 16:30 a 21:00 horas, a excepción de los sábados, en los que las

entrevistas se realizaron entre las 10:00 y 14:00 horas. El período de recogida de

datos abarcó desde mayo de 1995 hasta enero de 1996, respetando domingos,

festivos y período de vacaciones de verano y Navidad.

El orden de administración a través de las provincias fue al azar. En todos los

casos, se dividió el listado de números aleatorios al azar entre las encuestadoras. La

selección del ciudadano a encuestar se hizo por el primer interlocutor elegible, es

decir, la primera persona mayor de edad disponible en el momento, que

normalmente era quien descolgaba el teléfono. Aunque se sabe que esta forma de

selección descompensa la muestra de encuestados (Frey y Oishi, 1995), se ha

seguido porque se ha considerado la más práctica. Como se ha señalado

previamente, el sesgo que ha provocado este método se ha corregido con la post-

estratificación.

La entrevista iba precedida de una presentación donde se identificaban la

encuestadora y el organismo garante, se explicaba el objetivo de la encuesta, el

B. RANDO102

procedimiento de selección de teléfonos, la confidencialidad de los datos y duración

aproximada de la entrevista. Asimismo, para evitar que entraran a formar parte de la

muestra personas ajenas a la población objetivo, se preguntaba a cada entrevistado

si la localidad de llamada constituía su lugar de residencia habitual. Posteriormente,

se solicitaba permiso para proceder con las cuestiones y, a quienes aceptaban, se

les pedía sinceridad en las respuestas y se les informaba de que podían solicitar la

repetición de las preguntas. Igualmente, en caso de duda, la entrevistadora

preguntaba al interlocutor si era mayor de edad. El formato de la presentación era el

siguiente:

“Buenos/as días/tardes. Soy________________ y le llamo desde laUniversidad de Málaga. Disculpe que le interrrumpa unos minutos, peroestamos realizando una encuesta para conocer la opinión de los andalucessobre donación y trasplante de órganos. Su número de teléfono ha sidoseleccionado al azar a través del ordenador y sus respuestas serán tratadasconfidencialmente si acepta colaborar con nosotros. La encuesta dura unos10 minutos, ¿usted reside habitualmente en esta provincia? (en casoafirmativo) ¿acepta responder la encuesta?

(En caso afirmativo) Bien, por favor conteste con sinceridad y si noentiende alguna pregunta, dígamelo, para que se la repita. Muy bien,empezamos.

Esta encuesta va dirigida a personas mayores de edad, ¿usted cumpleeste requisito?. (En caso negativo) ¿Se puede poner algún familiar tuyo quesea mayor de edad (padre, madre, hermano, etc.)? (En caso negativo) ¿Enqué momento puedo llamar para hablar con alguien mayor de edad? (Sicontesta otra persona al teléfono se repite la presentación)”.

Cuando la persona estimaba que el momento no era oportuno para responder

a la encuesta se acordaba con ella otra ocasión para realizarla. Igualmente, cuando

nadie recogía la llamada, lo hacía un contestador automático o se obtenía señal de

comunicación se intentaba hacer la entrevista en otra ocasión. En este último caso

se marcaba el número un mínimo de tres veces más, a distintas horas y en

diferentes días. Por otro lado, los números aleatorios que no correspondían a

números telefónicos reales fueron desestimados, pasando a marcar el siguiente de

la lista.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 103

Una vez aceptada la colaboración, las encuestadoras leían las cuestiones de

forma clara, anticipando el formato de respuesta. Durante la administración de la

encuesta no se leían las alternativas indiferente y no sé en las preguntas que

reflejan creencias o actitudes (tampoco se leía la alternativa no sé en las preguntas

que manifiestan intención de actuar), para evitar la tendencia a elegir la categoría

menos comprometida.

Al finalizar la encuesta se agradecía la atención al participante y se le ofrecía

la oportunidad de recibir la información que deseara, facilitando el teléfono de la

Organización Nacional de Trasplantes y de la Coordinación de Trasplantes de su

provincia a quienes lo pedían.

El tiempo empleado en cada encuesta osciló entre 10 y 30 minutos,

fundamentalmente en función del grado de comprensión de las preguntas. No

obstante, no se sobrepasó el tiempo que se considera óptimo para evitar el

cansancio del encuestado y del encuestador (Fink y Kosecoff, 1985; Fowler, 1988;

Frey y Oishi, 1995).

3. RESULTADOS

Tras la administración de la encuesta se ha calculado la tasa de respuesta, la

cual asciende al 70,67%. Se han contabilizado como rechazos los casos en que la

persona no deseaba colaborar en el estudio ni en el momento de la llamada ni en

otro momento.

En cuanto a los análisis estadísticos realizados, en primer lugar, se ha llevado

a cabo un análisis descriptivo de cada ítem, con objeto de responder al primer

objetivo propuesto. Asimismo, se ha comparado el patrón de resultados en

Andalucía con los obtenidos a nivel nacional. Posteriormente, se han analizado las

relaciones bivariadas de las intenciones de donar los órganos propios, de hacerse el

carnet y de donar los órganos de un familiar fallecido con el resto de variables

incluidas en la encuesta, y se ha elaborado un modelo de regresión logística

B. RANDO104

multivariante para cada intención de conducta. Estos análisis permiten responder al

segundo de los objetivos planteados en el presente trabajo. Por último, a partir de

los resultados obtenidos, se ha propuesto un programa de intervención, contestando

así al tercer objetivo. En todos los casos, los análisis se han llevado a cabo con los

coeficientes correctores de reequilibrado y a través del paquete estadístico SPSS

7.5.

3.1. ANÁLISIS DESCRIPTIVO

Para este tipo de análisis se han estimado mediante regresión los valores

perdidos por error en la recogida de datos o por negativa de los encuestados a

contestar la pregunta. Son pocos datos y no siguen un patrón específico. Sin

embargo, se ha considerado oportuno su cálculo con el fin de no perder casos para

los análisis estadísticos (ver Anexo 2).

A continuación se presentan las tablas 8-43 con los porcentajes para cada

variable, las cuales se han agrupado según el tópico al que hacen referencia y

siguen una secuencia similar a la revisión realizada de las investigaciones previas.

1. Actitud general e intenciones hacia la donación

Como se observa en la tabla 8, la actitud de los andaluces encuestados es

claramente favorable a la donación de órganos. Casi el 100% de los encuestados

manifiesta estar de acuerdo en algún grado con la donación.

B.RANDO106

En general, ¿está de acuerdo o endesacuerdo con la donación deórganos?

Porcentaje válidoTotalmente en desacuerdo

Bastante en desacuerdo

Algo en desacuerdo

Algo de acuerdo

Bastante de acuerdo

Totalmente de acuerdo

No sé

1,6

0,8

0,3

8,3

15,2

73,6

0,2

Total válidos 100,0

Tabla 8. Distribución de porcentajes según laactitud general hacia la donación de órganos.

En cuanto a las intenciones de donar, el porcentaje de encuestados que

quieren donar los órganos propios (en torno al 86%) concuerda con las cifras de los

estudios previos. Aunque una gran mayoría donaría sus órganos tras la muerte, este

porcentaje es menor que el de quienes muestran una actitud favorable a la

donación. Por otro lado, el porcentaje que donaría los órganos de un familiar

fallecido es del 71,2%, cifra inferior a la de quienes manifiestan intención de donar

los órganos propios. Si estas cifras fueran las obtenidas en la tasa real de

donaciones familiares tendríamos unas negativas del 28,8%, aunque se podría

esperar también una respuesta negativa de los indecisos (6,5%). Estos datos no se

alejan de la realidad.

Por último, respecto al carnet de donante de órganos también se ha

examinado la intención de hacérselo entre quienes no lo poseen. Tan sólo el 63,6%

de los encuestados sin carnet tiene el propósito de firmarlo, a pesar del 86% con

intención de donar. Por tanto, hay una diferencia de un 22% que desea donar pero

que no se haría el carnet o se muestra indeciso. Estos resultados pueden ser la

evidencia de que ambas intenciones se encuentren influidas por distintos factores.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 107

¿Donaría suspropios órganos?

¿Donaría los órganos deun familiar fallecido si nosupiera cuál era suopinión?

Porcentajeválido

Porcentajeválido

Muy probable que no

Bast. probable que no

Algo probable que no

Algo probable que sí

Bast. probable que sí

Muy probable que sí

No sé

6,5

2,5

2,5

14,7

12,1

59,0

2,7

14,3

3,4

4,7

19,7

12,6

38,9

6,5

Total válidos 100,0 100,0

Tabla 9. Distribución de porcentajes según la intención de donar los órganospropios y la intención de donar los órganos de un familiar fallecido.

¿Se haría usted el carnet de donante deórganos?

Porcentaje Porcentajeválido

Muy probable que no

Bast. probable que no

Algo probable que no

Algo probable que sí

Bast. probable que sí

Muy probable que sí

No sé

Total válidos

Perdidos

17,1

1,6

3,5

21,8

12,2

25,4

11,7

93,3

6,7

18,3

1,7

3,8

23,4

13,0

27,2

12,6

100,0

Total 100,0

Tabla 10. Distribución de porcentajes en función de laintención de hacerse el carnet de donante de órganos.

2. Creencias religiosas

El 91,3% de los entrevistados manifiesta que es católico, y aproximadamente

la mitad se define como católico practicante, mientras que el resto de encuestados

son fundamentalmente ateos o agnósticos.

B.RANDO108

Su religión es:Porcentaje válido

Católico/a practicante

Católico/a no practicante

Otra religión

Ateo/a

Agnóstico/a

51,4

39,9

1,5

3,4

3,8

Total válidos 100,0

Tabla 11. Distribución de porcentajes según lareligión a la que pertenecen los encuestados.

La mayor parte de los que poseen creencias religiosas piensa que éstas no

han ejercido influencia alguna sobre la decisión adoptada respecto a la donación de

los órganos propios pero, de aquéllos que afirman encontrarse influidos, una gran

mayoría considera que el efecto es positivo o beneficioso para la donación de

órganos.

(Si posee creencias religiosas)¿Le afecta en algún sentido sureligión en su decisión sobrela donación?

(En caso afirmativo) ¿Para donar opara no donar?

Porcentaje Porcentajeválido

Porcentaje Porcentajeválido

Nada

Poco

Algo

Mucho

No sé

Total válidos

Perdidos

77,4

2,0

5,4

5,2

2,7

92,8

7,2

83,5

2,1

5,8

5,6

2,9

100,0

Para donar

Para no donar

No sé

Total válidos

Perdidos

10,1

1,0

1,6

12,6

87,4

79,9

7,8

12,4

100,0

Total 100,0 Total 100,0

Tabla 12. Distribución de porcentajes en función del grado de influencia de la religión sobrela decisión personal respecto a la donación.

Por lo que se refiere a la resurrección tras la muerte, menos de un tercio de

encuestados cree en ella y un porcentaje algo superior manifiesta incertidumbre al

respecto.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 109

¿Cree en la resurrección?Porcentaje válido

No

No sé

27,3

36,7

36,0

Total válidos 100,0

Tabla 13. Distribución de porcentajesen función de la creencia en torno a laresurrección.

3. Variables relacionadas con la muerte y la manipulación sobre el cuerpo

Sólo un 24% de encuestados se siente muy incómodo al pensar sobre la

propia muerte y un porcentaje aún menor está muy preocupado por desconocer lo

que ocurre tras la muerte.

¿Le resulta incómodopensar sobre supropia muerte?

¿Le preocupa nosaber qué ocurre trasla muerte?

Porcentaje válido Porcentaje válidoNada

Casi nada

Algo

Mucho

No sé

47,0

7,8

19,5

24,1

1,7

59,9

6,9

15,7

14,3

3,3

Total válidos 100,0 100,0

Tabla 14. Distribución de porcentajes según el grado de incomodidad alpensar sobre la propia muerte y el grado de preocupación pordesconocer lo que ocurre tras la muerte.

Por otro lado, casi la totalidad de los encuestados (95,1%) está de acuerdo

con que se extrae algo positivo de la muerte con la donación.

B.RANDO110

¿Está de acuerdo o en desacuerdo conque al menos se saca algo positivo dela muerte con la donación?

Porcentaje válidoTotalmente en

desacuerdo

Algo en desacuerdo

Algo de acuerdo

Totalmente de acuerdo

No sé

2,7

0,5

3,9

91,2

1,7

Total válidos 100,0

Tabla 15. Distribución de porcentajes en funciónde creer que se obtiene algo positivo de lamuerte con la donación.

La gran mayoría de encuestados (78,5%) piensa que no tiene que

mantenerse el cuerpo intacto tras la muerte y un porcentaje similar mantiene una

postura favorable hacia la autopsia, con tan sólo un 15% en desacuerdo. Por tanto,

en general hay una actitud favorable hacia estos aspectos en la población andaluza.

Por otro lado, respecto a los ritos de enterramiento, algo más de la mitad de los

ciudadanos acepta la incineración del propio cuerpo tras el fallecimiento (58,3%).

¿Está de acuerdo o en desacuerdocon que es preferible que el cuerpopermanezca intacto tras la muerte?

Porcentajeválido

Totalmente en desacuerdo

Algo en desacuerdo

Indiferente

Algo de acuerdo

Totalmente de acuerdo

No sé

78,5

5,3

0,2

5,2

7,1

3,8

Total válidos 100,0

Tabla 16. Distribución de porcentajes enfunción de la actitud hacia mantener el cuerpointacto tras la muerte.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 111

En caso de necesidad,¿está de acuerdo o endesacuerdo con lapráctica de la autopsiapara sí mismo?

¿Está de acuerdo oen desacuerdo con laincineración para símismo?

Porcentaje válido Porcentaje válidoTotalmente en

desacuerdo

Bastante en desacuerdo

Algo en desacuerdo

Indiferente

Algo de acuerdo

Bastante de acuerdo

Totalmente de acuerdo

No sé

11,1

2,2

1,7

1,1

13,3

12,3

53,6

4,6

24,1

4,1

4,1

7,1

6,2

8,0

39,5

6,8

Total válidos 100,0 100,0

Tabla 17. Distribución de porcentajes según la actitud hacia la autopsia y la actitudhacia la incineración.

4. Conocer a una persona con trasplante o en lista de espera

Algo más de un tercio de encuestados conoce a alguna persona bajo estas

circunstancias. Este porcentaje no es desestimable si se considera que esta

experiencia puede provocar algún efecto positivo sobre la decisión personal

respecto a la donación.

¿Conoce a alguien que espere untrasplante o viva con un órganotrasplantado?

Porcentaje válidoSí

No

38,7

61,3

Total válidos 100,0

Tabla 18. Distribución de porcentajes enfunción de conocer a una persona contrasplante o en lista de espera.

B.RANDO112

5. Conocimientos sobre donación y trasplante. Creencias erróneas ypreocupaciones derivadas del grado de información

Aspectos relacionados con el proceso de donación-extracción-distribución deórganos

De las cuestiones relacionadas con el proceso que pueden ser motivo de

preocupación para los ciudadanos, las irregularidades en la distribución de los

órganos son las que muestran el porcentaje más alto (54,6%), seguidas de la

posibilidad de una extracción prematura de los órganos (51%). Estos datos

manifiestan una clara desinformación de los ciudadanos y las creencias erróneas

derivadas de ello.

Por otra parte, la preocupación por la modificación estética del fallecido al

extraerle los órganos está presente en un bajo porcentaje de entrevistados y, en

concordancia con los datos sobre la intención de donar, un 94% afirma que no le

desagrada la idea de que un órgano propio funcione en el cuerpo de otra persona.

¿Le preocupa laposibilidad de que lapersona no estérealmente muertacuando le extraigan losórganos?

¿Le preocupa que elcuerpo quedemodificado (con cicatrizo desfigurado) tras laextracción de losórganos?

Porcentaje válido Porcentaje válidoNada

Casi nada

Algo

Mucho

No sé

23,1

5,5

18,5

51,0

2,0

83,2

2,6

8,7

4,8

0,7

Total válidos 100,0 100,0

Tabla 19. Distribución de porcentajes según el grado de preocupación porcreer que existe la posibilidad de una extracción prematura de los órganosen caso de donación y según el grado de preocupación por creer en laposibilidad de una modificación estética del fallecido al extraer los órganos.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 113

¿Le preocupa quepuedan existirirregularidades en ladistribución de losórganos?

¿Le desagrada la ideade que un órgano suyoviva en otra persona?

Porcentaje válido Porcentaje válidoNada

Casi nada

Algo

Mucho

No sé

23,8

2,7

17,2

54,6

1,7

94,1

2,1

1,1

1,7

0,9

Total 100,0 100,0

Tabla 20. Distribución de porcentajes en función del grado depreocupación por creer en la posibilidad de irregularidades en ladistribución de los órganos donados y según el grado en que resultadesagradable que un órgano propio funcione en el cuerpo de otra persona.

Al examinar el grado de confianza que inspiran los profesionales sanitarios a

los encuestados, se observa que sólo un pequeño porcentaje manifiesta poca o

ninguna confianza en ellos. Este resultado es positivo ya que la extracción,

distribución y trasplante de los órganos forma parte de la labor de éstos.

En general, ¿tiene usted confianzaen los médicos y otrosprofesionales sanitarios?

Porcentaje válidoNinguna

Poca

Alguna

Mucha

No sé

2,5

7,3

28,5

60,5

1,1

Total válidos 100,0

Tabla 21. Distribución de porcentajes enfunción del grado de confianza en losprofesionales sanitarios.

B.RANDO114

Conocer los órganos y tejidos susceptibles de ser donados

En general, las donaciones de huesos, piel y páncreas son las menos

conocidas. En el extremo opuesto, la práctica totalidad conoce la donación de riñón,

seguido del corazón, hígado, pulmón y médula ósea.

¿Sabe qué órganos y tejidos se pueden donar hoy día paraque sean trasplantados? Le voy a decir algunos y ustedresponde sí, no o no sé:

Corazón Páncreas Riñón HuesosPorcentaje

válidoPorcentaje

válidoPorcentaje

válidoPorcentaje

válidoSí

No

No lo sé

94,1

0,4

5,6

51,8

6,0

42,2

98,7

0,4

1,0

27,9

17,3

54,8

Total válidos 100,0 100,0 100,0 100,0

Hígado Pulmón Médulaósea

Piel

Porcentajeválido

Porcentajeválido

Porcentajeválido

Porcentajeválido

No

No lo sé

86,0

1,2

12,8

75,4

2,1

22,4

72,8

1,5

25,7

43,7

8,7

47,6

Total válidos 100,0 100,0 100,0 100,0

Tabla 22. Distribución de porcentajes en función de los órganos ytejidos para donación que conocen los encuestados.

Creencias sobre las consecuencias del trasplante para el receptor

Más de la mitad desconoce si los trasplantes son gratuitos o asegura que no

lo son (59,4%), lo que refleja la desinformación sobre el tema entre los encuestados.

En cuanto a la utilidad de los trasplantes, no cabe duda de la opinión de las

personas entrevistadas al respecto; tan sólo un pequeño sector muestra

incertidumbre acerca de esta cuestión y hay un acuerdo casi unánime respecto a

una mejor calidad de vida de los enfermos que reciben un órgano.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 115

¿Cree que lostrasplantes songratuitos en España?

¿Cree que lostrasplantes son útiles, esdecir, que solucionan laenfermedad de lapersona?

Porcentaje válido Porcentaje válidoSí

No

No lo sé

40,6

7,1

52,3

93,8

0,6

5,6

Total válidos 100,0 100,0

Tabla 23. Distribución de porcentajes en función de la creenciasobre la gratuidad de los trasplantes y la creencia sobre la utilidad delos trasplantes.

¿Está de acuerdo o en desacuerdo conque se evitan sufrimientos de otraspersonas enfermas con la donación?

Porcentajeválido

Totalmente en desacuerdo

Algo en desacuerdo

Algo de acuerdo

Totalmente de acuerdo

No sé

1,0

1,1

2,8

94,3

0,9

Total válidos 100,0

Tabla 24. Distribución de porcentajes en funciónde creer que con la donación se evitansufrimientos de las personas en lista de esperapara un trasplante.

Por otro lado, casi la totalidad de los encuestados aceptaría un órgano para

trasplante en caso de necesidad (94,8%), cifra que supera la de quienes tienen

intención de donar sus órganos.

B.RANDO116

¿Aceptaría un órgano o tejido si lonecesitara?

Porcentaje válidoMuy probable que no

Bast. probable que no

Algo probable que no

Algo probable que sí

Bast. probable que sí

Muy probable que sí

No sé

1,9

0

0,3

6,9

4,8

83,1

2,9

Total 100,0

Tabla 25. Distribución de porcentajes según laintención de aceptar un órgano paratrasplante en caso de necesidad.

Conocer la actitud de la Iglesia hacia la donación

En una población fundamentalmente católica, la mayoría de entrevistados

admite su desconocimiento de la opinión de la Iglesia sobre donación y trasplante de

órganos. Este desconocimiento puede ser una barrera a la donación para aquellas

personas que toman una decisión en base a las directrices de la Iglesia, si creen

que se opone a la donación.

¿Conoce la opinión de su Iglesia sobre ladonación de órganos y tejidos?

Porcentaje Porcentajeválido

No

Total válidos

Perdidos

8,9

83,9

92,8

7,2

9,5

90,5

100,0

Total 100,0

Tabla 26. Distribución de porcentajes en función deconocer la actitud de la Iglesia hacia la donación.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 117

Medios informativos sobre donación y trasplante

La televisión es el medio por excelencia a través del cual los encuestados

obtienen la información. La radio y la prensa ocupan los siguientes lugares, con los

amigos y folletos publicitarios posteriormente. Dos vías poco señaladas son el

personal sanitario y conocer a alguna persona en espera de un órgano o con

trasplante. Por último, las charlas constituyen un medio de información para un

sector muy restringido de la muestra.

¿Desde qué medios de comunicación oye o ha oído más informaciónsobre donación y trasplante? Le voy a decir algunos de ellos y ustedme responde sí o no:

Por televisión Por la prensa Por la radioPorcentaje válido Porcentaje válido Porcentaje válido

No

93,0

7,0

48,4

51,6

52,5

47,5

Total válidos 100,0 100,0 100,0

Por folletos,carteles, vallaspublicitarias, etc.

A través decharlas,conferencias, etc.

En conversacionescon familiares

Porcentaje válido Porcentaje válido Porcentaje válidoSí

No

39,9

60,1

8,0

92,0

37,3

62,7

Total válidos 100,0 100,0 100,0

Enconversacionescon amigos oconocidos

En conversacionescon médicos, etc.

Por conocer apersonas contrasplante o enespera

Porcentaje válido Porcentaje válido Porcentaje válidoSí

No

44,5

55,5

16,5

83,5

21,6

78,4

Total válidos 100,0 100,0 100,0

Tabla 27. Distribución de porcentajes según los medios de comunicación por losque se ha recibido información sobre donación y trasplante.

Percepción del grado de información sobre donación y trasplante

La mayoría de encuestados considera que posee un nivel moderado o bajo

de información; son pocos los que se distribuyen en los extremos.

B.RANDO118

¿Cuánta información cree quetiene sobre donación ytrasplante?

Porcentaje válidoNinguna

Poca

Regular

Mucha

No sé

10,4

35,2

37,7

14,4

2,3

Total válidos 100,0

Tabla 28. Distribución de porcentajessegún la percepción del grado deinformación sobre donación y trasplante.

Esta percepción sobre el grado de información se puede contrastar con un

acontecimiento objetivo, como es el hecho de haber recibido información

recientemente, respecto a lo cual la gran mayoría de entrevistados responde con

una negativa. Asimismo, casi la totalidad considera necesaria más información.

Estas respuestas, así como el grado de información percibido, concuerdan con los

resultados en torno a las cuestiones anteriores, que revelan la falta de información

en la muestra de encuestados, sus creencias erróneas sobre el proceso y el

desconocimiento de la gratuidad de los trasplantes.

Recientemente, ¿ha recibidoinformación sobre donación ytrasplante?

Porcentaje válidoSí

No

11,1

88,9

Total válidos 100,0

Tabla 29. Distribución de porcentajesen función de haber recibidorecientemente información sobredonación y trasplante.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 119

¿Cree que sería aconsejabledar más información sobredonación y trasplante?

Porcentaje válidoSí

No

No sé

94,8

4,3

0,9

Total válidos 100,0

Tabla 30. Distribución de porcentajesen función de creer que es necesariamás información sobre donación ytrasplante.

Noticias de impacto emocional

En relación con los rumores sensacionalistas y a otras noticias sobre el tema,

el secuestro de niños para la extracción de órganos ha sido oído por una amplia

mayoría, seguido de la muerte de enfermos en espera de trasplante, comercio de

órganos y petición de dinero para trasplantes, mientras que menos de la tercera

parte de encuestados ha oído sobre discriminación de personas para acceder al

trasplante. En todos los casos la televisión es el medio de difusión más señalado por

los que afirman haberlas oído, con un orden decreciente para los amigos, prensa y

la radio.

¿Ha oído hablar sobre comercio o venta de órganos? A través de:Sí No Amigos Prensa Radio Televisión No sé

Sí No Sí No Sí No Sí No Sí NoP. válido 71,3 28,7 23,6 76,4 19,2 80,8 9,9 90,1 44,7 55,3 1,2 98,8Total válido 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Tabla 31. Distribución de porcentajes en función de haber oído sobre comercio o venta deórganos y según los medios de comunicación responsables.

¿Ha oído hablar sobre secuestro de niños para extraerles losórganos? A través de:

Sí No Amigos Prensa Radio Televisión No séSí No Sí No Sí No Sí No Sí No

P. válido 85,6 14,4 25,7 74,3 21,6 78,4 12,0 88,0 53,7 46,3 1,9 98,1Total válido 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Tabla 32. Distribución de porcentajes en función de haber oído sobre secuestro de niños paraextraerles los órganos y según los medios de comunicación responsables.

B.RANDO120

¿Ha oído hablar sobre discriminación de personas para recibir untrasplante? A través de:

Sí No Amigos Prensa Radio Televisión No séSí No Sí No Sí No Sí No Sí No

P. válido 30,7 69,3 10,6 89,4 6,9 93,1 4,0 96,0 16,4 83,6 0,9 99,1Total válido 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Tabla 33. Distribución de porcentajes en función de haber oído sobre discriminación depersonas para recibir un trasplante y según los medios de comunicación responsables.

¿Ha oído hablar sobre petición de dinero u organización de rifaspara un trasplante? A través de:

Sí No Amigos Prensa Radio Televisión No séSí No Sí No Sí No Sí No Sí No

P. válido 60,4 39,6 18,1 81,9 9,9 90,1 8,9 91,1 37,8 62,2 1,8 98,2Total válido 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Tabla 34. Distribución de porcentajes en función de haber oído sobre petición de dinero confines de trasplante y según los medios de comunicación responsables.

¿Ha oído que una persona haya muerto por no recibir un órgano atiempo? A través de:

Sí No Amigos Prensa Radio Televisión No séSí No Sí No Sí No Sí No Sí No

P. válido 79,5 20,5 19,8 80,2 17,5 82,5 13,7 86,3 53,2 46,8 3,5 96,5Total válido 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Tabla 35. Distribución de porcentajes en función de haber oído sobre el fallecimiento de unapersona en lista de espera para un trasplante y según los medios de comunicaciónresponsables.

6. La donación de órganos como conducta prosocial

Casi la totalidad de los encuestados piensa que la donación es una conducta

solidaria (97,8%) y aceptan que una motivación para donar puede ser la idea de la

reciprocidad, ya que la práctica totalidad cree que es necesario donar para poder

recibir un órgano en el futuro, en caso de necesitarlo (95,2%). Por tanto, se podrían

reforzar las ideas de solidaridad y reciprocidad en un programa de intervención para

motivar a los ciudadanos a ayudar a quienes necesitan un trasplante.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 121

¿Está de acuerdo o endesacuerdo con que ladonación es un actosolidario con otraspersonas?

¿Está de acuerdo o endesacuerdo con que esnecesario donar porquealgún día puede ser ustedquien necesite untrasplante?

Porcentaje válido Porcentaje válidoTotalmente en

desacuerdo

Algo en desacuerdo

Algo de acuerdo

Totalmente de acuerdo

No sé

1,0

1,1

2,4

95,4

0,1

3,6

0,5

3,3

91,9

0,8

Total válidos 100,0 100,0

Tabla 36. Distribución de porcentajes en función de creer que la donación es un actosolidario y creer que se debe donar ante la posibilidad de necesitar un órgano en el futuro.

7. Donación de sangre

Menos de una tercera parte de los andaluces encuestados es donante de

sangre o ha donado alguna vez. Algunas personas no pueden realizar este tipo de

donaciones por haber padecido hepatitis, por tener bajo peso corporal, etc. No

obstante, el porcentaje de encuestados que donan sangre es pequeño, aunque no

desestimable, por lo que sería importante analizar el efecto de este tipo de conducta

prosocial sobre la decisión de donar los órganos propios o de un familiar.

¿Es o ha sido usted donante desangre?

Porcentaje válidoSí

No

27,8

72,2

Total válidos 100,0

Tabla 37. Distribución de porcentajesen función de haber donado sangre.

8. Percepción del estado de salud propio

La percepción de un estado de salud delicado puede llevar a pensar que los

órganos propios no son válidos para ser donados. Si una persona no reconoce su

capacidad de ayudar a quienes necesitan un órgano para trasplante, no iniciará una

B.RANDO122

toma de decisión sobre donar sus órganos. En este sentido, sólo unos pocos

entrevistados creen que su salud es mala, mientras que un alto porcentaje considera

su salud como normal o buena.

En general, ¿cómo considera susalud?

Porcentaje válidoMala

Regular

Normal

Buena

3,6

25,0

17,5

53,9

Total válidos 100,0

Tabla 38. Distribución de porcentajes enfunción de la percepción del estado desalud.

9. Variables relacionadas con la familia

Menos de la mitad de las personas entrevistadas ha transmitido su deseo

respecto a la donación a los familiares. Aunque los ciudadanos lo desconocen, la

transmisión del deseo personal se puede interpretar como el acto de donar, ya que

la familia suele respetar el deseo del fallecido, y el objetivo final de todas las

acciones prodonación, incluida la firma del carnet, es elevar las tasas de

consentimiento de donación.

¿Ha comentado con supareja/padres (o familiar másallegado) su deseo personal sobredonación y trasplante?

Porcentaje válidoSí

No

42,4

57,6

Total válidos 100,0

Tabla 39. Distribución de porcentajessegún si se ha transmitido la decisiónpersonal respecto a la donación a losfamiliares cercanos.

Entre las personas que no han transmitido su deseo personal, el argumento

más extendido para justificar este aparente retraimiento es que no ha salido el tema

en su casa, aunque cerca de un tercio indica que a su familia no le agrada hablar de

la muerte.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 123

(En caso negativo) ¿Por qué no se lo ha dicho a su familia?Responda si son verdaderas o falsas las siguientes razonesque le voy a dar:Porque no ha salido el tema ensu casa

Porque en su casa no les gustahablar de la muerte

Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje Porcentaje válidoVerdadera

Falsa

Total válidos

Perdidos

45,5

12,1

57,6

42,4

79,0

21,0

100,0

18,0

39,7

57,6

42,4

31,2

68,8

100,0

Total 100,0 100,0

Por superstición. Hablar de lamuerte puede traer mala suerte

Porque cree que no es necesario

Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje Porcentaje válidoVerdadera

Falsa

Total válidos

Perdidos

6,0

51,7

57,6

42,4

10,3

89,7

100,0

2,9

54,8

57,6

42,4

5,0

95,0

100,0

Total 100,0 100,0

Tabla 40. Distribución de porcentajes para cada una de las razones que pueden justificar nohaber transmitido la decisión personal a la familia.

Por último, el porcentaje de personas que conocen la opinión de sus

familiares es similar al que ha transmitido su deseo personal (43,6% y 42,4%,

respectivamente). Estas cifras son bajas, dada la implicación que tiene conocer la

actitud y el deseo de los familiares para la decisión que deben adoptar las personas

allegadas cuando se les plantea la donación. Parece que entre los encuestados hay

una falta de diálogo en torno al tema, ya sea porque simplemente no ha surgido la

oportunidad de tratarlo o porque se evita la discusión sobre aspectos relacionados

con la muerte, como se ha indicado anteriormente.

B.RANDO124

¿Conoce usted la opinión de supareja/padres (o familiares más allegados)sobre la donación y trasplante de órganos?

Porcentaje válidoSí, a favor

Sí, en contra

Sí, unos a favor y otros en contra

Sí, no la tienen definida

No la conozco

33,8

7,4

1,1

1,3

56,4

Total válidos 100,0

Tabla 41. Distribución de porcentajes según si seconoce la actitud de los familiares cercanos hacia ladonación y trasplante de órganos.

10. El carnet de donante. Razones que justifican no haber firmado el carnet

El porcentaje de los que poseen carnet de donante es reducido en relación

con el número de personas que manifiestan las intenciones de donar y de hacerse

el carnet. Por tanto, la relación “intención de donar-ser donante” debe estar

mediatizada por otros factores.

¿Tiene carnet de donante deórganos?

Porcentaje válidoSí

No

6,7

93,3

Total válidos 100,0

Tabla 42. Distribución de porcentajesen función de poseer el carnet dedonante de órganos.

Entre los factores que pueden explicar no haber firmado el carnet de donante

de órganos, la razón más extendida entre los encuestados es no habérselo

planteado o pensado tranquilamente (67,7%), con diferencia respecto a las demás.

Le siguen por orden la falta de información sobre donación y trasplante (38,6%), no

saber cómo hacerse el carnet (25%), la falta de tiempo (22,4%) y el miedo (18,5%).

Sin embargo, la superstición y no desear donar son razones minoritarias (6% y 7%,

respectivamente).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 125

¿Por qué no se ha hecho el carnet? Le voy a deciralgunas razones y usted me responde si está o no deacuerdo con ellas. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo conque no se ha hecho el carnet por:No saber cómohacérselo

Falta de tiempo Falta de información

Porcentaje P.válido Porcentaje P.válido Porcentaje P. válidoTotal desacuerdo

Algo en desacuerdo

Algo de acuerdo

Total acuerdo

Total válidos

Perdidos

69,7

0,3

10,1

13,2

93,3

6,7

74,7

0,3

10,8

14,2

100,0

71,9

0,5

10,7

10,2

93,3

6,7

77,1

0,5

11,5

10,9

100,0

56,6

0,6

9,1

26,9

93,3

6,7

60,7

0,7

9,7

28,9

100,0

Total 100,0 100,0 100,0

Trae mala suerte Sencillamente no deseadonar

Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje Porcentaje válidoTotal desacuerdo

Algo en desacuerdo

Algo de acuerdo

Total acuerdo

Total válidos

Perdidos

87,5

0,1

2,9

2,7

93,3

6,7

93,9

0,1

3,1

2,9

100,0

85,4

1,4

2,5

4,1

93,3

6,7

91,5

1,5

2,6

4,4

100,0

Total 100,0 100,0

Miedo No se lo ha planteado o no loha pensado tranquilamente

Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje Porcentaje válidoTotal desacuerdo

Algo en desacuerdo

Algo de acuerdo

Total acuerdo

Total válidos

Perdidos

75,9

0,1

6,2

11,1

93,3

6,7

81,4

0,1

6,6

11,9

100,0

29,4

0,8

5,9

57,2

93,3

6,7

31,5

0,8

6,4

61,3

100,0

Total 100,0 100,0

Tabla 43. Distribución de porcentajes para cada una de las razones que pueden justificar nohaber firmado el carnet de donante de órganos.

3.1.1. A MODO DE RESUMEN

A partir del análisis descriptivo realizado se observa que la práctica totalidad

de los andaluces encuestados sostienen una actitud favorable a la donación de

órganos, mientras que las cifras decrecen progresivamente respecto a la intención

de donar los órganos propios, los de un familiar fallecido y de hacerse el carnet de

B.RANDO126

donante. La muestra es fundamentalmente católica practicante, y la mayoría

manifiesta que sus creencias religiosas no han influído sobre la decisión adoptada

respecto a la donación pero, en caso de haberlo hecho, es más frecuente un efecto

positivo. En cuanto a la resurrección, los entrevistados se distribuyen de forma

homogénea entre los que creen, no creen y los que manifiestan incertidumbre. El

malestar por pensar en la propia muerte y otras preocupaciones en torno al

fallecimiento tampoco parece ser característico de los andaluces, a diferencia de la

idea de obtener un beneficio de la muerte a través de la donación. Asimismo, para

una mayoría la manipulación sobre el cuerpo no es un problema, aunque sólo algo

más de la mitad está de acuerdo con la incineración como forma de enterramiento.

Por otro lado, no hay un sentimiento de desagrado ante la idea de que un

órgano propio pueda funcionar en el cuerpo de otra persona, ni una preocupación

generalizada por la posible modificación estética del cuerpo tras la extracción,

aunque es más frecuente el temor ante la posibilidad de una extracción prematura

de los órganos y de la existencia de irregularidades en la distribución de éstos. Estas

preocupaciones, junto con el desconocimiento de la gratuidad de los trasplantes,

indican la falta de información sobre el proceso de donación-extracción-trasplante, a

lo que se añade el desconocimiento de la opinión de la Iglesia. La única información

que poseen se refiere a las donaciones y trasplantes que más se practican y a la

utilidad de los trasplantes, con el propósito casi unánime de aceptar un órgano en

caso de necesidad. De forma consistente, la mayoría considera que posee un nivel

moderado o bajo de información sobre el tema. Sin embargo, han oído sobre

secuestro para extraer los órganos, muerte de personas por falta de órganos,

comercio y petición dinero para trasplantes. En el momento de la encuesta, apenas

algunos han recibido recientemente información, en general a través de la televisión,

prensa y radio, y se demanda más información. También es menos frecuente

conocer a alguien con trasplante o en lista de espera. En general, tienen alguna o

mucha confianza en los profesionales sanitarios y consideran que la donación es

una conducta solidaria, siendo la reciprocidad un motivo para donar. En relación con

otras conductas prosociales, menos de la mitad de los andaluces encuestados

donan o han donado sangre alguna vez. Igualmente, pocos creen que su estado de

salud sea malo. Por último, hay más personas que no han transmitido su decisión

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 127

personal sobre la donación que quienes lo han hecho, fundamentalmente porque no

ha salido el tema en casa, aunque para un sector la justificación está en que en

casa no les agrada hablar de la muerte. A su vez, pocos de los encuestados

conocen la opinión de quienes les rodean y sólo una minoría tiene el carnet de

donante, fundamentalmente por no haber iniciado una toma de decisión al respecto

o por necesidad de pensarlo tranquilamente, aunque también algunos indican la

falta de información y no conocer el procedimiento para hacerse el carnet.

3.2. MODELOS DE LAS INTENCIONES DE ACTUAR EN LA DONACIÓN DEÓRGANOS

Los análisis que se exponen a continuación permiten responder al

interrogante de qué variables se relacionan con la donación de órganos de un

familiar fallecido. La selección de las variables criterio ha quedado

convenientemente justificada a través de la revisión teórica y empírica, no sólo por la

relación que mantienen las intenciones de actuar con la conducta y por la evidencia

que apunta a que cada decisión es diferente, sino por la influencia de las

intenciones de donar los órganos propios y de hacerse el carnet (tomadas

previamente por la persona fallecida) sobre la decisión de los familiares. En este

sentido, los resultados del análisis descriptivo en la muestra de andaluces también

sugieren el estudio por separado de las variables criterio, al mostrar, en

concordancia con los estudios previos, que la cifra de encuestados con propósito de

donar sus órganos es mayor que la de quienes manifiestan intención de donar los

órganos de un familiar fallecido (de quien se desconoce la opinión en vida), la cual a

su vez es superior al porcentaje de personas que se harían el carnet de donante. En

la tabla 44 se muestra la distribución de los porcentajes tras realizar el cruce de las

tres intenciones, cuyas categorías se han agrupado en probable que sí y probable

que no. Se puede comprobar que no siempre quien decide donar sus órganos se

haría el carnet de donante, ni implica necesariamente la intención de donar los

órganos de un familiar, a pesar de que normalmente existe consistencia en la

respuesta de los encuestados.

B.RANDO128

Intención de donar losórganos propios

Intención de donarórganos de un familiar

No Sí

No No 98,6 3,5

Intención de Sí - 10,6

firmar el carnet Sí No 1,41 11,5

Sí - 74,4

Tabla 44. Porcentaje de casos según el cruce de las intenciones de donar losórganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiar.

En definitiva, para alcanzar el segundo objetivo propuesto, en primer lugar se

han analizado las relaciones bivariadas de las respectivas intenciones con el resto

de variables y, posteriormente, se ha elaborado un modelo multivariante para cada

una de las intenciones de actuar.

De forma previa a los análisis, se han efectuado algunas modificaciones en

las variables. En relación con las variables de respuesta, sus categorías se han

agrupado, como se ha indicado anteriormente, en probable que sí y probable que

no, con objeto de evitar más del 20% de casillas con frecuencias esperadas

menores a 5 en las tablas de contingencia. Respecto a las restantes variables, en

unos casos se han agrupado categorías siguiendo un criterio estadístico y, en otros,

según un criterio práctico. Por un lado, para evitar un exceso de casillas vacías en la

tabla de contingencia, las modalidades de la actitud hacia la donación de órganos

han quedado reducidas a de acuerdo y en desacuerdo. Del mismo modo, ha sido

necesario unir ateo y agnóstico en las creencias religiosas, permaneciendo con las

modalidades católico practicante, católico no practicante, otras religiones y

ateo/agnóstico, y las categorías de las razones que justifican no haber firmado el

carnet de donante, reducidas a de acuerdo y en desacuerdo. En la misma situación

se encuentran las alternativas del ítem que refleja si se conoce la opinión de los

familiares sobre la donación, que queda con las modalidades a favor, en contra,

varias actitudes/ausencia de una opinión definida y no la conozco. Por otro lado, se

han agrupado categorías con cierta equivalencia en variables tales como el estado

civil, que ha quedado con las alternativas soltero, casado/en convivencia, separado

1Este porcentaje corresponde a dos casos que manifiestan algo probable que no a la donación de los órganospropios y algo probable que sí a hacerse el carnet de donante de órganos. En la encuesta, ambas cuestiones estánseparadas por otras, razón por la que se sospecha una influencia de las cuestiones intermedias sobre la última.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 129

y viudo. Este mismo criterio se ha aplicado al nivel de estudios, que permanece con

las categorías analfabeto/sin estudios, primaria, secundaria y estudios universitarios,

así como a la situación laboral de los encuestados, cuyas modalidades son en

activo, en desempleo, estudiante/opositor, ama de casa y jubilado. Por último, para

facilitar la interpretación de los resultados, las categorías de la actitud hacia la

autopsia y la actitud hacia la incineración han quedado reducidas a de acuerdo,

indiferente y en desacuerdo, mientras que la intención de aceptar un órgano se ha

dicotomizado en probable que sí y probable que no.

Una vez realizadas estas modificaciones, se ha procedido a la selección de

las variables para los análisis univariantes, eliminándose aquéllas que poseen un

90% de casos o más en una casilla, ya que las celdillas casi vacías pueden dominar

la solución del Modelo (Tabachnick y Fidell, 1996). En la tabla 45 se presentan las

variables eliminadas.

• Actitud general hacia la donación de órganos• Creer que se obtiene algo positivo de la muerte con la donación• Sentir desagrado por el funcionamiento de un órgano propio en el cuerpo de

otra persona• Creer que los trasplantes son útiles• Creer que se evitan sufrimientos de los enfermos al recibir un trasplante• Intención de aceptar un órgano para trasplante en caso de necesidad• Conocer la opinión de la propia Iglesia hacia el tema• Haber recibido información por televisión• Haber recibido información a través de charlas o conferencias• Creer que es necesaria más información sobre el tema• Creer que la donación es un acto solidario• Creer que se debe donar por la posibilidad de necesitar un órgano en el

futuro• No tener el carnet porque trae mala suerte• No tener el carnet porque no se desea donar• Poseer el carnet de donante de órganos

Tabla 45. Variables excluidas de los análisis univariantes.

B. RANDO130

La relación de cada intención con el resto de variables se ha examinado por

medio de tablas de contingencia y regresión logística. No obstante, las razones que

justifican no haber firmado el carnet de donante sólo se han analizado con la

intención de hacerse el carnet porque hacen referencia exclusivamente al carnet. La

codificación elegida para las variables predictoras en el análisis de regresión

logística ha sido codificación ortogonal polinómica, para las de naturaleza ordinal, y

codificación ficticia, para las dicotómicas y politómicas.

Posteriormente, se han elaborado los modelos de regresión logística

multivariante. La selección de las variables predictoras que se han introducido para

cada modelo se ha realizado de acuerdo con los siguientes criterios :

1. No se introduce en ningún caso una variable de respuesta como predictora en los

otros modelos.

2. Sólo se introducen las variables que presentan variabilidad en sus modalidades,

como en el análisis univariante. Con base en este criterio quedan excluidas del

análisis multivariante las mismas variables que aparecen en la tabla 45.

3. Se excluyen las variables que sólo se aplican a un sector de la muestra de

encuestados y que si se introdujeran supondría la eliminación de los otros grupos

y/o una reducción drástica de la muestra. Esto ocurre con las razones para no haber

comentado el deseo personal a los familiares y el grado en que afecta la propia

religión en la decisión respecto a la donación.

4. Aplicados los criterios anteriores, de las restantes variables se aceptan las que

tienen una probabilidad asociada al estadístico χ2 inferior a 0,25 en las tablas de

contingencia. La selección a partir de este nivel de significación se debe a que estas

variables pueden constituir en conjunto un importante predictor de la variable de

respuesta (Hosmer y Lemeshow, 1989). También algunos autores proponen la

aceptación de las que presenten p<0,15 (Afifi y Clark, 1996). Sin embargo, se ha

optado por el criterio más amplio.

Para los análisis multivariantes se ha mantenido la codificación empleada

previamente para las variables predictoras, pero cuando el análisis de regresión

logística simple ha mostrado que el logit es lineal en una variable de naturaleza

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 131

ordinal, ésta se ha introducido como cuantitativa, de acuerdo con la sugerencia de

Hosmer y Lemeshow (1989).

Como en el estudio descriptivo, todos estos análisis se han llevado a cabo

con los coeficientes correctores de reequilibrado, aunque en este caso además se

ha estimado mediante regresión la respuesta no sé a creencias, preocupaciones y

actitudes, con objeto de disponer de un mayor número de casos completos. Las

estimaciones se han sustituido en aquellos casos con un máximo de tres valores

perdidos (ver Anexo 3).

3.2.1. MODELO DE LA INTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS PROPIOS

3.2.1.1. RELACIÓN ENTRE LA INTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS

PROPIOS Y OTRAS VARIABLES

La presentación de los resultados de las tablas de contingencia se realiza en

función de la métrica de las covariables. Para las binarias se ha elegido la propia

tabla 2x2, mientras que para las variables categóricas politómicas se ha utilizado la

gráfica de barras, y la gráfica de líneas ha sido la elección para las variables

ordinales, puesto que informa de la tendencia existente en los datos según las

distintas modalidades. En las gráficas de barras y de líneas se presentan los

resultados de la respuesta positiva a la intención de donar los órganos propios. En

cuanto al estadístico, en el caso de las tablas 2x2 se indica el χ2 con la corrección

para la continuidad de Yates. En los demás casos, el χ2 de Pearson.

Por otra parte, respecto al análisis de regresión logística simple, se muestra

una tabla con los coeficientes de regresión (β), el error típico de estimación, el

estadístico W de Wald, con los grados de libertad (g.l.) y la probabilidad asociada

(p), el coeficiente de correlación parcial (R) y la odds ratio o razón de productos

cruzados (eβ).

1. Variables personales

B. RANDO132

En relación con el lugar de residencia, entre los que viven en la capital hay un

mayor porcentaje de encuestados que donaría los órganos propios (χ2= 7,07, g.l.= 1

, p= 0,008). El análisis de regresión logística univariante muestra que la odds

estimada de la intención de donar de una persona de la capital es 1,86 veces la de

una persona de provincia.

ResidenciaProvincia Capital Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

9913,8

2,8

298,0

-2,8

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

61986,2

-2,8

33292,0

2,8

95188,1

Total Recuento %

718100,0

361100,0

1079100,0

Tabla 46. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios según el lugar de residencia de los encuestados.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ResidenciaConstante

0,62221,8317

0,22300,1082

7,78286,61

11

0,0053<0,0001

0,0859 1,86

Tabla 47. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos propios en función del lugar de residencia(categoría de referencia: provincia).

Con respecto al sexo de los encuestados, sólo se observa una tendencia a la

significación (χ2= 3,70, g.l.= 1, p= 0,054), de forma que un mayor número de

mujeres manifiesta intención de donar los órganos propios.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 133

SexoHombre Mujer Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

7313,8

2,0

549,8

-2,0

12711,8

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

45686,2

-2,0

49590,2

2,0

95188,2

Total Recuento %

529100,0

549100,0

1078100,0

Tabla 48. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios según el sexo de los encuestados.

En cuanto a la edad, se han mantenido los intervalos formados previamente

para el muestreo, que dividen a los encuestados en tres grupos (de 18 a 30 años, de

31 a 50 años, y 51 años ó más). Los resultados indican que la decisión de donar los

órganos propios es más frecuente entre los más jóvenes, frente a los otros grupos

(χ2= 6,65, g.l.= 2, p= 0,036). El análisis de regresión logística muestra que el logit es

lineal en la edad, produciéndose un decremento de 0,43 unidades logit de la

intención de donar por cada unidad de incremento en la escala de medida de la

edad.

0

20

40

60

80

100

18-30 31-50 51 o más

Edad

Intención de donar

%

Figura 9. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos propios según la edad.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Edad1º grado2º gradoConstante

-0,4264-0,01172,0423

0,16930,16720,0971

6,586,340,004441,94

2111

0,03730,01180,94430,0000

0,0573-0,07440,0000

0,65290,9884

B. RANDO134

Tabla 49. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos propios en función de la edad.

Sin embargo, la intención de donar los órganos propios no se relaciona con el

estado civil (χ2= 4,07, g.l.= 3, p= 0,255), ni con tener hijos (χ2= 1,29, g.l.= 1, p=

0,256), aunque sí con el nivel de estudios, observándose que la intención de donar

aumenta con el grado de estudios de los encuestados (χ2= 32,25, g.l.= 3, p< 0,001),

con un incremento en 1,23 unidades logit por cada aumento en una unidad del

grado de estudios.

0

20

40

60

80

100

Analfabeto/sinestudios

Primaria Secundaria Universidad

Nivel de estudios

Intención de donar

%

Figura 10. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos propios según el nivel de estudios.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Nivel estudios1º grado2º grado3º gradoConstante

1,2275-0,3185-0,02872,4480

0,41520,36420,30480,1821

30,578,740,760,01

180,73

31111

0,00000,00310,38190,9249<0,0001

0,17700,09270,00000,0000

3,410,731,03

Tabla 50. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función del nivel de estudios.

Por último, se observa una tendencia a la significación en función de la

situación laboral (χ2= 9,44, g.l.= 4, p= 0,051), con un mayor número de estudiantes

con el propósito de donar sus propios órganos y menos jubilados con intención de

hacerlo.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 135

0

20

40

60

80

100

Activo Desempleo Estudiante Ama de casa Jubilado

Situación laboral

Intención de donar

%

Figura 11. Representación gráfica de los porcentajes de intención de donarlos órganos propios según la situación laboral.

2. Creencias religiosas

Los resultados indican que la pretensión de donar los órganos propios difiere

en función de las creencias religiosas de los encuestados, siendo los menos

decididos a hacerlo quienes pertenecen a una religión distinta de la católica y los

más predispuestos aquéllos que no poseen creencias religiosas (χ2= 21,13, g.l.= 3,

p< 0,001).

En el análisis de regresión logística univariante, donde se ha tomado como

categoría de referencia católico no practicante, es significativa la comparación de

este grupo con los que pertenecen a otra religión, de forma que la intención de

donar entre los últimos es 0,26 veces la manifestada por los primeros. También es

significativa la comparación con los ateos/agnósticos, entre quienes el propósito de

donar los órganos propios es 3,48 veces el expresado por los católicos no

practicantes. La comparación entre católicos practicantes y no practicantes no es

significativa.

B. RANDO136

0

20

40

60

80

100

Católicopracticante

Otra religión Ateo/agnóstico Católico nopracticante

Creencias religiosas

Intención de donar

%

Figura 12. Representación gráfica de los porcentajes de intención de donarlos órganos propios según las creencias religiosas.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ReligiónC. practicanteOtra religiónAteo/agnósticoConstante

0,3677-1,33991,24841,8029

0,19700,51660,56000,1381

16,633,486,734,97

170,37

31111

0,00080,06200,00950,0258<0,0001

0,11640,0435-0,07760,0615

1,440,263,48

Tabla 51. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función de las creencias religiosas (categoríade referencia: católico no practicante).

Asimismo, la intención de donar de los encuestados y la creencia en torno a

la resurrección están relacionadas, existiendo un mayor porcentaje con intención de

donar los órganos propios entre los que no creen en la resurrección, frente a los que

creen y a los que manifiestan incertidumbre (χ2= 10,59, g.l.= 2, p= 0,005). Para el

análisis de regresión logística se ha tomado como grupo de referencia el no

creyente y resultan significativas las comparaciones con los otros dos, obteniéndose

que la odds de la intención de donar en el grupo que cree en la resurrección y en el

que duda es 0,46 y 0,53 veces, respectivamente, la del grupo de referencia.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 137

Figura 13. Representación gráfica de los porcentajes deintención de donar los órganos propios según la creencia en laresurrección.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ResurrecciónSíNo séConstante

-0,7706-0,63072,4868

0,24810,24020,1882

10,589,646,89

174,52

2111

0,00500,00190,0086<0,0001

0,0916-0,0987-0,0790

0,460,53

Tabla 52. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función de la creencia en la resurrección(categoría de referencia: no).

Cuando se pregunta a los encuestados si creen que la religión les afecta en

su decisión sobre la donación de los órganos propios (χ2= 16,43, g.l.= 3, p= 0,001),

la cifra de decididos a donar es menor en el grupo que manifiesta que le afecta casi

nada. Según el análisis de regresión logística simple, la relación entre esta variable y

el logit presenta el componente cúbico significativo. Sin embargo, no se introduce en

el análisis de regresión logística múltiple, ya que es una cuestión dirigida a un sector

de la muestra y supone la exclusión de los agnósticos y ateos.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho Grado en que afecta la propia religión

Intención de donar%

Figura 14. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos propios según el grado en que afecta la religión.

0

20

40

60

80

100

Sí No sé No

Creer en la resurrección

Intención de donar

%

B. RANDO138

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Influencia religión1º grado2º grado3º gradoConstante

0,03780,4500-1,05921,6185

0,27990,33230,37750,1662

14,970,021,837,8794,87

31111

0,00180,89250,17580,0050<0,0001

0,10930,00000,0000-0,0885

1,041,570,35

Tabla 53. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función del grado de influencia de la religión.

3. Aspectos relacionados con la muerte

El porcentaje de encuestados con intención de donar los órganos propios

difiere en función de la actitud hacia la manipulación del cadáver. De los que

manifiestan total desacuerdo con la idea del cuerpo intacto tras la muerte, la práctica

totalidad desea donar, mientras que tan solo una cuarta parte de los que están

totalmente de acuerdo con esta idea donaría (χ2= 215,78, g.l.= 3, p< 0,001). En el

análisis de regresión logística simple se comprueba que la relación entre esta

variable y el logit viene explicada por un componente lineal y un componente cúbico.

0

20

40

60

80

100

Totaldesacuerdo

Algo endesacuerdo

Algo deacuerdo

Total acuerdo

Actitud hacia mantener el cuerpo intacto

Intención de donar%

Figura 15. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos propios según la actitud hacia la manipulación delcuerpo tras la muerte.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 139

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Cuerpo intacto1º grado2º grado3º gradoConstante

-2,80140,0089-1,30801,0631

0,23530,26870,29840,1344

197,88141,700,00119,2262,62

31111

<0,0001<0,00010,9736<0,0001<0,0001

0,5044-0,43040,0000-0,1511

0,061,010,27

Tabla 54. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función de la actitud hacia la manipulación del cuerpotras la muerte.

Una cuestión muy relacionada con la anterior es la actitud hacia la práctica de

la autopsia, con la cifra más alta de personas decididas a donar entre aquéllas

favorables al examen anatómico, y el menor porcentaje entre quienes están en

desacuerdo con él (χ2= 64,69, g.l.= 2, p<0,001). Tomando el primer grupo como

referencia, la única comparación significativa en el análisis de regresión logística

simple es con quienes son desfavorables a la autopsia, entre los cuales la

probabilidad de una decisión positiva es 0,21 veces la estimada en el otro grupo.

0

20

40

60

80

100

En desacuerdo Indiferente De acuerdo

Actitud hacia la autopsia

Intención de donar

%

Figura 16. Representación gráfica de los porcentajes de intenciónde donar los órganos propios según la actitud hacia la autopsiasobre el propio cuerpo.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

AutopsiaDesacuerdoIndiferenteConstante

-1,5575-1,2068 2,4141

0,21150,69240,1221

55,2154,21 3,04

391,22

2111

<0,0001<0,00010,0814<0,0001

0,2588-0,2614-0,0368

0,210,30

Tabla 55. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función de la actitud hacia la autopsia (categoría dereferencia: de acuerdo).

B. RANDO140

Igualmente, se observan diferencias significativas en función del grado en que

resulta incómodo pensar sobre la propia muerte, siendo quienes se sienten muy

incómodos con estos pensamientos los que tienen menor propósito de donar los

órganos propios (χ2= 12,69, g.l.= 3, p= 0,005). El análisis de regresión logística

simple muestra que la relación entre esta variable y el logit viene explicada por el

componente cuadrático.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Pensar en la muerte

Intención de donar

%

Figura 17. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos propios según el grado en que resulta incómodopensar en la propia muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Pensar1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,3103-0,5531-0,27682,0905

0,17490,24330,29630,1217

12,003,155,170,87

295,30

31111

0,00740,07610,02300,3503<0,0001

0,0878-0,0384-0,06380,0000

0,730,580,76

Tabla 56. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función del grado en que resulta incómodopensar en la propia muerte.

Otra preocupación que afecta a la intención de donar es el desconocimiento

de lo que ocurre tras la muerte, con un patrón de resultados similar al anterior.

Nuevamente la cifra de encuestados que deciden donar los órganos propios es

menor entre los que están muy preocupados por esta cuestión (χ2= 26,40, g.l.= 3,

p<0,001). Según el análisis de regresión logística simple, la relación entre esta

variable y el logit presenta los componentes de tendencia lineal y cuadrático

significativos.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 141

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Desconocer qué ocurre tras la muerte

Intención de donar

%

Figura 18. Representación gráfica de los porcentajes de la intenciónde donar los órganos propios según la preocupación por desconocerlo que ocurre tras la muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Desconocer1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,5891-0,8876-0,29082,0784

0,18840,26970,33160,1348

23,999,7810,830,77

237,63

31111

<0,00010,00180,00100,3805<0,0001

0,1522-0,1001-0,10670,0000

0,550,410,75

Tabla 57. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función de la preocupación por desconocer lo queocurre tras la muerte.

Respecto a los ritos de enterramiento, se ha interrogado a los encuestados

sobre su actitud hacia la incineración del propio cuerpo. Se entiende que las

personas en desacuerdo con este procedimiento optan por el sistema tradicional de

enterramiento, comprobándose que la cifra más alta de decididos a donar los

órganos propios la presentan quienes son favorables a la incineración y la más baja,

de nuevo, quienes están en desacuerdo con ella (χ2= 35,71, g.l.= 2, p<0,001). El

análisis de regresión logística univariante revela que, tomando a las personas

favorables como grupo de referencia, la única comparación significativa es entre

éstas y quienes sostienen una actitud desfavorable, de forma que la probabilidad de

querer donar entre los últimos es 0,32 veces la probabilidad de esta intención entre

los primeros.

B. RANDO142

0

20

40

60

80

100

En desacuerdo Indiferente De acuerdo

Actitud hacia la incineración

Intención dedonar

%

Figura 19. Representación gráfica de la intención de donar los órganospropios según la actitud hacia la incineración.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

IncineraciónDesacuerdoIndiferenteConstante

-1,1461-0,17812,5225

0,20150,42930,1517

33,6532,36 0,17

276,62

2111

<0,0001<0,00010,6782<0,0001

0,1963-0,1986 0,0000

0,320,84

Tabla 58. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención de donarlos órganos propios en función de la actitud hacia la incineración (categoría dereferencia: de acuerdo).

4. Conocer a una persona con trasplante o en lista de espera

De quienes conocen a una persona en estas circunstancias, un mayor

porcentaje declara intención de donar los órganos propios (χ2= 4,81, g.l.= 1,

p=0,028). El análisis de regresión logística univariante indica que la decisión de

donar es 1,59 veces más probable entre las personas que conocen a alguien con un

trasplante o en lista de espera que entre quienes no conocen a nadie en esta

situación.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 143

Conocer a alguienNo Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

8913,6

2,3

389,0

-2,3

12711,8

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

56686,4

-2,3

38591,0

2,3

95188,2

Total Recuento %

655100,0

423100,0

1078100,0

Tabla 59. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de conocer a alguien con un trasplanteo en lista de espera.

Variable β Errortípico

Wald g.l.

p R eβ

Conocer a alguienConstante

0,46371,8454

0,20420,1138

5,16262,92

11

0,0231<0,0001

0,0635 1,59

Tabla 60. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función de conocer a alguien con trasplante o enlista de espera (categoría de referencia: no).

5. Conocimientos sobre donación y trasplante. Creencias erróneas ypreocupaciones derivadas del grado de información

El grado de conocimiento sobre donación y trasplante tiene un importante

peso sobre la actitud y la intención de donar a través de las creencias que elabora la

persona sobre el objeto de la actitud, en este caso, la donación de órganos.

Proceso de donación-extracción-distribución de órganos

El desconocimiento sobre las cuestiones clave en el proceso de donación-

extracción-distribución de órganos suele estar asociado a diversas creencias

erróneas, en torno a las cuales se desarrollan miedos o preocupaciones que pueden

actuar como barrera para la donación. Una de las preocupaciones es la posibilidad

de un diagnóstico prematuro de muerte del donante, sobre lo que se observa que

las personas muy preocupadas por esta idea son las que presentan el porcentaje

más bajo con intención de donar los órganos propios (χ2= 62,37, g.l.= 3, p<0,001).

La regresión logística simple indica que, en la relación entre el logit y esta cuestión,

los componentes lineal y cuadrático son significativos.

B. RANDO144

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Diagnóstico prematuro de muerte

Intención de donar

%

Figura 20. Representación gráfica de los porcentajes de la intenciónde donar los órganos propios según la preocupación por un posiblediagnóstico prematuro de muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

D. prematuro1º grado2º grado3º gradoConstante

-1,7619-1,73811,09613,2550

0,45590,88231,16140,4411

46,8914,93 3,88 0,8954,45

31111

<0,00010,0001 0,0488 0,3453<0,0001

0,2307-0,1298-0,04950,0000

0,170,182,99

Tabla 61. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función de la preocupación por el diagnóstico prematurode muerte.

Otra cuestión es la preocupación por una posible modificación estética del

cuerpo al realizar la extracción de órganos. Se comprueba, a este respecto, que el

porcentaje de personas con intención de donar los órganos propios entre quienes se

sienten muy preocupadas por esta idea, es muy inferior al resto (χ2= 147,85, g.l.= 3,

p<0,001). A través del análisis de regresión logística univariante se comprueba la

existencia de una relación tanto lineal como cúbica significativas entre esta variable

y el logit.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Modificación estética

Intención de donar

%

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 145

Figura 21. Representación gráfica de los porcentajes de la intenciónde donar los órganos propios según la preocupación por una posiblemodificación estética del cuerpo del fallecido.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Estética1º grado2º grado3º gradoConstante

-1,9367-0,1834-0,74851,0995

0,24110,30200,35250,1510

96,5464,500,374,5153,03

31111

<0,0001<0,00010,54370,03370,0000

0,3398-0,28230,0000-0,0566

0,140,830,47

Tabla 62. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función de la preocupación por una posiblemodificación estética del cuerpo del fallecido.

Finalmente, la preocupación por la posible existencia de irregularidades en la

distribución de los órganos donados también se relaciona con el deseo de donar los

órganos propios, con un porcentaje menor que donaría nuevamente entre los que se

sienten muy preocupados ante esta posibilidad (χ2= 10,84, g.l.= 3, p= 0,013). Al

realizar el análisis de regresión logística simple se observa que ninguno de los

componentes de tendencia resulta significativo. Por tanto, se ha repetido el análisis

con la variable con codificación ficticia, observándose que la probabilidad de mostrar

intención de donar es mayor entre quienes se sienten nada y algo preocupados,

respecto a las personas muy preocupadas.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Irregularidades en la distribución

Intención de donar

%

Figura 22. Representación gráfica de los porcentajes de la intenciónde donar los órganos propios según la preocupación por la posibleexistencia de irregularidades en la distribución de los órganos.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

IrregularidadNada 0,5160 0,2456

10,91 4,41

31

0,01220,0357

0,08030,0563 1,66

B. RANDO146

Casi nadaAlgoConstante

0,97580,83261,7871

0,75730,31130,1177

1,66 7,16230,45

111

0,19760,0075<0,0001

0,00000,0822

2,652,30

Tabla 63. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función de la preocupación por la posible existencia deirregularidades en la distribución de los órganos (categoría de referencia: mucho).

Como se ha comentado anteriormente, es posible que la intención de donar

tenga relación con el grado de confianza en los profesionales sanitarios, ya que la

función de éstos en el proceso de obtención y distribución de órganos es

fundamental. En este sentido, se observa que en el grupo que no tiene ninguna

confianza es donde existen menos personas con propósito de donar (χ2= 19,02,

g.l.= 3, p< 0,001) y que la relación entre ambas variables viene explicada por los

componentes lineal y cuadrático.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 147

0

20

40

60

80

100

Ninguna Poca Alguna Mucha

Confianza en los médicos

Intención de donar

%

Figura 23. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos propios según el grado de confianza en losprofesionales sanitarios.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Confianza1º grado2º grado3º gradoConstante

1,1939-0,63540,18541,5980

0,29300,27830,26280,1392

16,7516,605,210,50

131,87

31111

0,0008<0,00010,02240,4804<0,0001

0,11710,1365-0,06400,0000

3,300,531,20

Tabla 64. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función del grado de confianza en los profesionalessanitarios.

Órganos y tejidos susceptibles de ser donados

Se ha creado una variable nueva para conocer si los entrevistados difieren en

la intención de donar en función del grado de información sobre los órganos y tejidos

que se pueden donar. Cada una de las variables que integran esta nueva se ha

dicotomizado, de forma que toda respuesta afirmativa a la cuestión ha sido

codificada con un punto, mientras que una respuesta negativa o de desconocimiento

se ha codificado con cero. La puntuación final, sumatorio de las puntuaciones, es

indicativa del grado de información que posee cada encuestado sobre los órganos y

tejidos que se pueden donar para trasplante. Las variables contribuyentes son:

conocer la donación de corazón, de páncreas, de riñón, de huesos, de hígado, de

pulmón, de médula ósea y de piel. Puesto que la nueva variable es de tipo

cuantitativo, se ha procedido directamente al análisis de regresión logística simple,

encontrando un cambio significativo en la desvianza (χ2=6,80, g.l.=1, p=0,0091), con

un incremento de aproximadamente 0,15 unidades logit de la intención de donar por

cada unidad que aumenta el grado de información.

B. RANDO148

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Información sobreórganos y tejidosConstante

0,15281,1875

0,05800,3174

6,9514,00

11

0,00840,0002

0,0794 1,17

Tabla 65. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función del grado de información sobre los órganos ytejidos que se pueden donar.

Consecuencias del trasplante para el receptor

La intención de donar los órganos propios también se relaciona con la

creencia en torno al coste económico del trasplante para el receptor, de forma que

el grupo que cree en la gratuidad de los trasplantes presenta la cifra más alta de

encuestados con propósito de donar, frente a quienes piensan que no son gratuitos

(χ2= 8,30, g.l.= 2, p= 0,016). El análisis de regresión logística univariante muestra

que la comparación de estos dos grupos es significativa y que la probabilidad de

manifestar intención de donar en el primero es 2,43 veces la probabilidad de que

ocurra en el otro. La comparación entre quienes responden no sé y el grupo de

referencia no es significativa.

0

20

40

60

80

100

Sí No sé No

Gratuidad de lostrasplantes

Intención de donar

%

Figura 24. Representación gráfica de los porcentajes de laintención de donar los órganos propios según el conocimiento de lagratuidad de los trasplantes para el receptor.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 149

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

GratuidadSíNo séConstante

0,88880,57731,3670

0,32730,31130,2840

7,617,373,4423,17

2111

0,02230,00660,0636<0,0001

0,06780,08280,0428

2,431,78

Tabla 66. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función del conocimiento de la gratuidad deltrasplante para el receptor (categoría de referencia: no).

Medios informativos sobre donación y trasplante

No se obtienen diferencias significativas entre quienes señalan la radio como

uno de los principales medios de difusión y quienes afirman que ésta no es la vía

por la que les llega la información (χ2= 0,05, g.l.= 1, p= 0,833), ni por conocer a

personas con trasplante o en lista de espera (χ2= 2,95, g.l.= 1, p= 0,086). Este último

resultado, que parece contrapuesto al obtenido anteriormente en el punto 4, no lo es

necesariamente, puesto que la cuestión previa simplemente se refiere al hecho de

conocer a alguien, mientras que en este último caso los encuestados responden si

han obtenido información a través de estas personas. Aunque es de esperar que el

hecho de conocer a alguien con un trasplante o en la lista de espera pueda aportar

información, también es posible que no lo haga, sino que sensibilice a la persona

hacia el tema (v.g. genera una empatía/simpatía hacia estas personas),

favoreciendo una decisión positiva respecto a la donación de órganos. A pesar de

que la probabilidad asociada al estadístico observado es inferior a 0,25, esta

variable no se incluye en el análisis multivariante por su alta correlación con la

analizada en el punto 4.

Uno de los medios informativos por el que difieren los encuestados es la

prensa, siendo el grupo que ha leído noticias sobre el tema el que posee una cifra

más elevada de personas que quieren donar sus órganos (χ2= 4,78, g.l.= 1, p=

0,029). La intención de donar entre éstos es 1,55 veces más probable que entre

quienes no han tenido esta vía de información.

B. RANDO150

PrensaNo Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

7714,1

2,3

519,6

-2,3

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

47085,9

-2,3

48190,4

2,3

95188,1

Total Recuento %

547100,0

532100,0

1079100,0

Tabla 67. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de haber recibido información a travésde la prensa.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

PrensaConstante

0,43731,8108

0,19210,1230

5,18216,69

11

0,0228<0,0001

0,0637 1,55

Tabla 68. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos propios en función de haber recibidoinformación por medio de la prensa (categoría de referencia: no).

Por su parte, el contenido sobre donación de órganos de folletos informativos,

carteles y vallas publicitarias también genera diferencias significativas entre los

encuestados, existiendo un mayor porcentaje determinado a donar los órganos

propios en el grupo que dice haber recibido información por tales medios (χ2= 5,10,

g.l.= 1, p= 0,024). El análisis de regresión logística univariante indica que la odds

estimada de la intención de donar de una persona beneficiada de esta información

es 1,63 veces la de una persona que no la ha recibido.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 151

Folletos, carteles y vallas

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

8913,8

2,4

399,0

-2,4

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

55886,2

-2,4

39391,0

2,4

95188,1

Total Recuento %

647100,0

432100,0

1079100,0

Tabla 69. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de haber recibido información pormedio de folletos, carteles y vallas publicitarias.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Folletos, etc.Constante

0,48571,8349

0,20360,1141

5,69258,47

11

0,0171<0,0001

0,0686 1,63

Tabla 70. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos propios en función de haber recibidoinformación a través de folletos, carteles y vallas publicitarias (categoría dereferencia: no).

Asimismo, la conversación con familiares constituye una variable relacionada

con la intención de donar los órganos propios, con una cifra mayor de encuestados

que donarían entre quienes han obtenido información a través del diálogo familiar

(χ2= 16,81, g.l.= 1, p< 0,001). El análisis de regresión logística simple muestra que la

odds de la intención de estas personas es 2,50 veces la de quienes no han tenido

esta vía de información.

B. RANDO152

Conversar con lafamilia

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

10115,1

4,2

276,6

-4,2

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

56884,9

-4,2

38393,4

4,2

95188,1

Total Recuento %

669100,0

410100,0

1079100,0

Tabla 71. Distribución de los porcentajes de intención de donar losórganos propios en función de haber recibido información en lasconversaciones con familiares.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. familiaConstante

0,91531,7319

0,22620,1082

16,37256,25

11

0,0001<0,0001

0,1353 2,50

Tabla 72. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos propios en función de haber recibidoinformación por medio de las conversaciones familiares (categoría dereferencia: no).

Igualmente, las conversaciones con amigos o conocidos generan diferencias

significativas entre los encuestados. La cifra más alta de las personas con propósito

de donar los órganos propios se encuentra entre quienes han recibido información

de esta fuente, frente a las personas que no han tenido esta experiencia (χ2= 13,78,

g.l.= 1, p< 0,001). La razón de probabilidades de la intención de donar de quienes

han recibido información por conversaciones con amigos es 2,15 veces la de

quienes no han recibido información por este medio.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 153

Conversar con losamigos

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

9015,3

3,8

387,8

-3,8

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

49984,7

-3,8

45292,2

3,8

95188,1

Total Recuento %

589100,0

490100,0

1079100,0

Tabla 73. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de haber recibido información a travésde las conversaciones con amigos.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. amigosConstante

0,76731,7143

0,20450,1146

14,08223,83

11

<0,0002<0,0001

0,1241 2,15

Tabla 74. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función de haber recibido información en lasconversaciones con amigos (categoría de referencia: no).

Un último medio por el que difiere la cifra de personas que quieren donar sus

órganos, es haber mantenido conversaciones con médicos sobre donación y

trasplante. De nuevo, los que han obtenido información de esta forma muestran el

porcentaje más alto con intención de donar (χ2= 6,54, g.l.= 1, p= 0,011), siendo 2,35

veces más probable la decisión positiva a la donación en este grupo que en el de

personas que no se han beneficiado de tales conversaciones.

Conversar conmédicos

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

11713,0

2,7

116,0

-2,7

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

78087,0

-2,7

17294,0

2,7

95288,1

Total Recuento %

897100,0

183100,0

1080100,0

Tabla 75. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de haber recibido información enconversaciones con médicos.

B. RANDO154

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. médicosConstante

0,85411,8988

0,32730,0992

6,81366,08

11

0,0091<0,0001

0,0783 2,35

Tabla 76. Resultados derivados de la intención de donar los órganos propios enfunción de haber recibido información a través de conversaciones con médicos(categoría de referencia: no).

Percepción del grado de información sobre donación y trasplante

Respecto a la percepción del grado de información poseída sobre el tema, se

observa una menor pretensión de donar los órganos propios entre los que

consideran no tener ninguna información (χ2= 28,44, g.l.= 3, p<0,001). El análisis de

regresión logística simple muestra que la relación entre esta variable y el logit tiene

los componentes lineal, cuadrático y cúbico significativos.

0

20

40

60

80

100

Ninguna Poca Regular Mucha

Percepción del grado de información

Intención de donar

%

Figura 25. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos propios según la percepción del grado deinformación poseída.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Perc.información1º grado2º grado3º gradoConstante

0,6272-0,60130,62791,9064

0,23650,20930,17800,1047

25,507,038,2512,45331,86

31111

<0,00010,00800,00410,0004<0,0001

0,15760,0801-0,08930,1154

1,870,551,87

Tabla 77. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos propios en función de la percepción del grado de informaciónque se posee.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 155

Sin embargo, no existen diferencias en la intención de donar los órganos

propios en función de haber recibido información recientemente o no (χ2= 0,11, g.l.=

1, p=0,746).

Noticias de impacto emocional

Por lo que se refiere a noticias de impacto difundidas a través de los medios

de comunicación o por comentarios de conocidos, se observan diferencias

significativas en la intención de donar los órganos propios por haber oído sobre

comercio de órganos, aunque con unos resultados inesperados. Hay un mayor

porcentaje de encuestados determinados a donar entre quienes han oído este tipo

de noticias que entre quienes no las han oído (χ2= 7,45, g.l.= 1, p= 0,006), con una

odds estimada de la intención de donar 1,73 veces la de los últimos.

Comercio deórganos

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

5016,3

2,8

7810,1

-2,8

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

25783,7

-2,8

69489,9

2,8

95188,1

Total Recuento %

307100,0

772100,0

1079100,0

Tabla 78. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de haber oído sobre comercio deórganos.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ComercioConstante

0,55051,6388

0,19550,1546

7,93112,36

11

0,0049<0,0001

0,0870 1,73

Tabla 79. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos propios en función de haber oído sobrecomercio de órganos (categoría de referencia: no).

Sin embargo, a nivel univariante no se obtiene relación entre el propósito de

donar los órganos propios y haber oído sobre secuestro de niños con objeto de

practicarles la extracción de órganos (χ2= 0,71, g.l.= 1, p=0,401), discriminación de

B. RANDO156

personas para recibir un trasplante (χ2= 2,86, g.l.= 1, p=0,091), petición de dinero

para un trasplante (χ2= 1,62, g.l.= 1, p= 0,204), ni que una persona haya muerto por

no recibir un órgano a tiempo (χ2=2,93, g.l.= 1, p=0,087). Todas estas variables,

menos la primera, se incluyen en el análisis multivariante, ya que presentan una

probabilidad asociada al estadístico inferior a 0,25.

6. Donación de sangre

Hay una cifra mayor de personas decididas a donar sus órganos entre

quienes donan o han donado sangre alguna vez (χ2= 19, g.l.= 1, p<0,001). El

análisis de regresión logística simple revela que la odds estimada del deseo de

donar los órganos propios entre quienes donan sangre es 3,38 veces la odds de

quienes no lo hacen.

Donación sangreNo Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

11314,6

4,5

154,9

-4,5

12811,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

66085,4

-4,5

29295,1

4,5

95288,1

Total Recuento %

773100,0

307100,0

1080100,0

Tabla 80. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de haber donado sangre.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Donar sangreConstante

1,21821,7648

0,28550,1018

18,20300,29

11

<0,0001<0,0001

0,1437 3,38

Tabla 81. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función de haber donado sangre (categoría dereferencia: no).

7. Percepción del estado de salud

Aunque no se observan diferencias en la intención de donar los órganos

propios en función de la percepción del estado de salud (χ2= 5,48, g.l.= 3, p=

0,140), la probabilidad asociada al estadístico observado es menor a 0,25, lo que

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 157

determina su inclusión en el análisis de regresión logística múltiple.

8. Variables relacionadas con la familia

Se han encontrado diferencias significativas en la intención de donar de los

encuestados por el hecho de haber transmitido el deseo personal a los familiares

cercanos, con un porcentaje mayor que donaría sus órganos entre los que lo han

hecho, frente a quienes no han comunicado su decisión (χ2= 14,95, g.l.= 1,

p<0,001). La odds estimada de la intención de donar en el primer grupo es 3,13

veces la odds estimada de la intención del segundo.

Comunicar laintención

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

10016,3

5,3

275,8

-5,3

12711,8

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

51483,7

-5,3

43794,2

5,3

95188,

Total Recuento %

614100,0

464100,0

1078100,0

Tabla 82. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de haber comunicado el deseopersonal a los familiares.

Variable β Errortípico

Wald g.l.

p R eβ

Comunicar intenciónConstante

1,13991,6330

0,22540,1091

25,58223,90

11

<0,0001<0,0001

0,1734 3,13

Tabla 83. Resultados de la regresión logística de la intención de donar los órganospropios en función de haber comunicado el deseo personal a los familiares(categoría de referencia: no).

En relación con las razones que pueden justificar no haber comentado el

deseo personal a los familiares allegados, la intención de donar los órganos propios

no se relaciona a nivel univariante con el argumento de que a éstos no les agrada

hablar de la muerte (χ2= 3,55, g.l.= 1, p= 0,060).

Cuando la justificación planteada es que no ha salido el tema en casa, las

B. RANDO158

personas en desacuerdo con esta explicación son las que presentan la cifra más

baja de encuestados decididos a donar sus órganos (χ2= 9,95, g.l.= 1, p= 0,002), en

una proporción de 0,47 respecto a quienes dicen que este hecho sí justifica que no

se haya comentado el deseo personal a los familiares. Se puede pensar que las

personas en desacuerdo han mantenido conversaciones sobre donación en el seno

familiar y, por tanto, se puede interpretar un efecto negativo de estas

conversaciones sobre la intención de donar. Sin embargo, sería una lectura errónea,

ya que lo único que manifiesta este grupo es que la razón indicada no explica que

sus familiares desconozcan su deseo personal. Por tanto, también es posible que no

haya surgido el tema en la familia de estas personas y que exista otra razón que

explique su comportamiento, que además podría tener relación con ese menor

deseo de donar.

No ha salido eltema

Verdad Falso Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

6713,9%

-3,2

3325,4

3,2

10016,3

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

41686,1

3,2

9774,6

-3,2

51383,7

Total Recuento %

483100,0

130100,0

613100,0

Tabla 84. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de manifestar que una razón por la queno se ha comunicado el deseo personal es que no ha salido eltema en casa.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

No ha salidoConstante

-0,76042,5889

0,23980,3310

10,0661,18

11

0,0015<0,0001

-0,1214 0,47

Tabla 85. Resultados derivados de la regresión logística de la intención dedonar en función de manifestar que una razón por la que no se ha comunicadoel deseo personal es que no ha salido el tema en casa (categoría de referencia:verdad).

Asimismo, el propósito de donar de los encuestados difiere en función de su

creencia sobre las consecuencias que pueden derivarse de hablar de la muerte, de

forma que la cifra más baja con intención de donar los órganos propios la presentan

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 159

las personas que afirman no haber comunicado su deseo porque hablar de la

muerte puede traer mala suerte (χ2= 22,74, g.l.= 1, p< 0,001). El propósito de donar

es 3,85 veces más probable en el grupo que manifiesta que esta razón no explica su

comportamiento.

Trae mala suerteVerdad Falso Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

2438,1

4,9

7613,8

-4,9

10016,3

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

3961,9

-4,9

47586,2

4,9

51483,7

Total Recuento %

63100,0

551100,0

614100,0

Tabla 86. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos propios en función de manifestar que una razón por la queno se ha comunicado el deseo personal es que puede traer malasuerte hablar de la muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Trae mala suerteConstante

1,3481-0,8667

0,28650,5317

22,14 2,66

11

0,00010,1031

0,1919 3,85

Tabla 87. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función de manifestar que una razón por la queno se ha comunicado el deseo personal es que puede traer mala suerte hablarde la muerte (categoría de referencia: verdad).

A pesar de que estas razones se relacionan con la intención de donar los

órganos propios, no se introducen en el análisis de regresión logística múltiple, ya

que la muestra de encuestados quedaría reducida casi a la mitad, anulándose a los

participantes que han dialogado sobre el tema con sus familiares.

Finalmente, se observa relación entre la decisión de donar los órganos

propios y conocer la opinión de los familiares cercanos sobre donación y trasplante,

con un mayor porcentaje decidido a donar entre quienes conocen la opinión

favorable de sus familiares, frente a quienes conocen una actitud contraria, quienes

encuentran variedad de actitudes a su alrededor o la ausencia de una opinión y

quienes desconocen lo que piensa su familia (χ2= 58,55, g.l.= 3, p<0,001).

B. RANDO160

En el análisis de regresión logística univariante resulta significativa la

comparación entre quienes conocen la opinión favorable de sus familiares y los que

desconocen la opinión de quienes les rodean. La intención de donar es 10,48 veces

más probable en el primer grupo respecto al segundo. El resto de comparaciones no

son significativas, aunque se observa una tendencia a la significación en la

comparación con el grupo que conoce la opinión contraria de sus allegados, siendo

la decisión de donar menos probable en este grupo respecto al de referencia.

0

20

40

60

80

100

A favor En contra No clara/varias

No la conozco

Conocer la opinión de los familiares

Intención de donar

%

Figura 26 Representación gráfica de la intención de donar los órganospropios en función de conocer la opinión de los familiares respecto ala donación.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Con. opiniónA favorEn contraNo clara/variasConstante

2, 3491-0,5317-0,22241,6594

0,40830,28010,50970,1113

39,8733,103,600,19

222,19

31111

<0,0001<0,00010,05760,6627<0,0001

0,20780,1991-0,04520,0000

10,48 0,59 0,80

Tabla 88. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos propios en función de conocer la opinión de los familiaresrespecto a la donación (categoría de referencia: no la conozco).

3.2.1.2. A MODO DE RESUMEN

La intención de donar los órganos propios se asocia con variables de diversa

índole. Entre las sociodemográficas se encuentran el lugar de residencia, edad y

nivel de estudios finalizados. Igualmente, se relaciona con las creencias religiosas

del encuestado y las creencias en torno a la resurrección, así como con ciertas

actitudes y creeencias en torno a la muerte, como la actitud hacia mantener el

cuerpo intacto tras la muerte, hacia la práctica de la autopsia e incineración, grado

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 161

de incomodidad al pensar en la propia muerte y preocupación por el

desconocimiento de lo que ocurre tras la muerte. Asimismo, se encuentran

diferencias en función de variables que forman parte del proceso de donación-

extracción-distribución de los órganos, tales como la preocupación por un

diagnóstico prematuro de muerte, por la modificación estética del cuerpo tras la

extracción de los órganos, por la existencia de irregularidades en su distribución y el

grado de confianza en los profesionales sanitarios. Otras cuestiones reflejan el

conocimiento de los encuestados sobre el tema, como son el grado de información

sobre los órganos y tejidos susceptibles de ser donados, grado de información

autopercibido, conocer la gratuidad de los trasplantes , haber oído sobre comercio

de órganos y tener noticias sobre el tema por la prensa, folletos informativos,

conversaciones con familiares, amigos y profesionales sanitarios. Igualmente, la

intención de donar los órganos propios está asociada con conocer o no a una

persona que ha recibido un trasplante, la donación de sangre, conocer la opinión de

los familiares respecto a la donación de órganos, haber transmitido a los familiares

la propia intención respecto a la donación y diversas razones que justifican el no

haberlo hecho, tales como que no haya salido el tema en casa o pensar que hablar

de la muerte puede traer mala suerte.

No obstante, se debe tener en cuenta que el análisis univariante no toma en

consideración la interrelación que puede existir entre las variables, por lo que es

posible que en ocasiones las relaciones observadas reflejen asociaciones espúreas.

3.2.1.3. MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA MULTIVARIANTE PARA LAINTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS PROPIOS

La selección de las variables para el análisis multivariante se ha basado

fundamentalmente en los resultados de los análisis univariantes, como se ha

indicado inicialmente en la relación de criterios para la selección, incluyéndose tanto

las variables en función de las cuales se han observado diferencias significativas en

la intención de donar los órganos propios de los encuestados, como aquéllas

respecto a las cuales la probabilidad asociada al estadístico observado es inferior a

0,25. En las tablas 89 y 90 se presentan las variables y el tipo de contraste, según

su escala de medida.

B. RANDO162

VARIABLES INCLUIDAS EN EL ANÁLISIS MULTIVARIANTEp<<<<0,05 Se introducen como:

• Lugar de residencia• Edad• Nivel de estudios• Creencias religiosas• Creer en la resurrección• Actitud hacia el cuerpo intacto tras la muerte• Actitud hacia la autopsia sobre el propio cuerpo• Incomodidad al pensar sobre la propia muerte• Preocupación por desconocer qué ocurre tras la muerte• Actitud hacia la incineración sobre el propio cuerpo• Conocer a alguien con trasplante o en lista de espera• Preocupación por un diagnóstico prematuro de muerte• Preocupación por la modificación estética del fallecido

donante• Preocupación por creer que puedan existir irregularidades

en la distribución de órganos• Grado de confianza en los médicos• Grado de información sobre órganos y tejidos que se

pueden donar• Creer que los trasplantes son gratuitos• Haber recibido información a través de la prensa• Haber recibido información a través de folletos, carteles y

vallas publicitarias• Haber recibido información en conversación con familiares• Haber recibido información en conversación con

conocidos• Haber recibido información en conversación con médicos• Percepción del grado de información poseída• Haber oído sobre comercio de órganos• Haber donado sangre• Haber comunicado el deseo personal a los familiares• Conocer la opinión de los familiares sobre el tema

• Categórica (ficticia)• Cuantitativa• Cuantitativa• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica• Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia) • Cuantitativa• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)

Tabla 89. Variables respecto a las cuales la probabilidad asociada al estadístico observado esinferior a 0,05.

VARIABLES INCLUIDAS EN EL ANÁLISIS MULTIVARIANTEp<<<<0,25 Se introducen como:

• Sexo• Situación laboral• Haber oído sobre discriminación para recibir un

trasplante• Haber oído sobre petición de dinero para un trasplante• Haber oído que una persona ha fallecido por no recibir

un órgano a tiempo

• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia)

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 163

• Percepción del estado de salud • Categórica (ficticia)

Tabla 90. Variables respecto a las cuales la probabilidad asociada al estadístico observado esinferior a 0,25.

Las variables con codificación ficticia se han introducido con la última

categoría de referencia, a excepción del grado de confianza en los profesionales

sanitarios, que parece comportarse como binaria, con un menor porcentaje de

encuestados decididos a donar en la primera modalidad frente a las demás; por lo

que en este caso se utiliza la primera categoría como referencia. También se utiliza

la primera categoría como referencia para la percepción del estado de salud, porque

es más razonable comparar a quienes consideran su salud mala con el resto. El

método de estimación seguido ha sido por pasos con selección proactiva. No se han

incluido las interacciones entre las variables del modelo, porque no contribuyen a un

mayor ajuste de los datos. El resultado ha sido un modelo de efectos principales

cuyas variables y coeficientes correspondientes se exponen en la tabla 91.

B. RANDO164

Variables ββββ Errortípico

Wald g.l. P R eββββ

Religión (1) 36,5636 3 ,0000 ,2039 C. practicante 1,6330 ,3595 20,6341 1 ,0000 ,1592 5,1194 Otra religión -1,8725 ,6817 7,5461 1 ,0060 -,0869 ,1537 Ateo/Agnóstico ,8412 ,7912 1,1303 1 ,2877 ,0000 2,3191Resurrección (2) 6,6505 2 ,0360 ,0601 Sí -,9698 ,4186 5,3673 1 ,0205 -,0677 ,3792 No sé -,8717 ,3862 5,0942 1 ,0240 -,0649 ,4182Cuerpo intacto (3) 121,6427 3 ,0000 ,3967 Total desacuerdo 4,6123 ,4346 112,6450 1 ,0000 ,3880 100,7180 Algo en desacuerdo 1,8844 ,5031 14,0305 1 ,0002 ,1279 6,5826 Algo de acuerdo 3,0939 ,5743 29,0278 1 ,0000 ,1918 22,0636Autopsia (4) 9,6317 2 ,0081 ,0875 En desacuerdo -1,0707 ,3476 9,4877 1 ,0021 -,1009 ,3428 Indiferente ,1109 1,0880 ,0104 1 ,9188 ,0000 1,1172Estética (5) 19,1857 3 ,0003 ,1339 Nada 2,1824 ,5513 15,6701 1 ,0001 ,1364 8,8671 Casi nada ,6768 ,8508 ,6329 1 ,4263 ,0000 1,9676 Algo 1,4764 ,6163 5,7387 1 ,0166 ,0713 4,3770Percepción gradode información (6) 13,0838 3 ,0045 ,0982 Poca 1,8096 ,5014 13,0271 1 ,0003 ,1225 6,1080 Regular 1,2245 ,4757 6,6267 1 ,0100 ,0793 3,4026 Mucha 1,1134 ,5751 3,7481 1 ,0529 ,0488 3,0448Donación sangre (7) 1,6088 ,4890 10,8227 1 ,0010 ,1096 4,9966Percepción salud(8) 11,5881 3 ,0089 ,0872 Regular 2,1334 ,6732 10,0423 1 ,0015 ,1046 8,4434 Normal 1,3285 ,7129 3,4725 1 ,0624 ,0448 3,7753 Buena 1,1855 ,6161 3,7025 1 ,0543 ,0481 3,2724Conocer opiniónde familiares (9) 21,5744 3 ,0001 ,1456 Sí, a favor 2,3458 ,5555 17,8309 1 ,0000 ,1468 10,4417 Sí, en contra -,3926 ,4666 ,7083 1 ,4000 ,0000 ,6753 Sí,varias/no clara -,7774 ,7840 ,9834 1 ,3214 ,0000 ,4596Constante -6,1837 1,0187 36,8502 1 ,0000

Tabla 91. Resultados derivados de la regresión logística múltiple de la intención de donar losórganos propios. Categorías de referencia: (1) Católico no practicante; (2) No; (3) Totalmente deacuerdo; (4) De acuerdo; (5) Mucho; (6) Ninguna; (7) No; (8) Mala; (9) No la conozco.

Respecto al ajuste del modelo estimado se encuentra que:

• El cambio en la desvianza es significativo (χ2 = 391,8, g.l.= 23, p< 0,0001), por lo

que las variables incluidas en el modelo se asocian a la intención de donar los

órganos propios.

• Según el estadístico R2 de Nagelkerke, aproximadamente el 62,1% de la

variabilidad en la variable de respuesta es explicada por el modelo de regresión

logística estimado.

• La tabla de clasificaciones proporciona otra medida de la eficacia predictiva. Se

produce un 61,99% de clasificaciones correctas de quienes no donarían y un

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 165

97,77% de los que donarían (punto de corte: 0,05). A su vez, la tasa de falsos

negativos o personas a las que se les pronostica erróneamente una respuesta

negativa es de 0,22, mientras que un 0,04 son falsos positivos o encuestados a

los que se les predice erróneamente una respuesta positiva. No obstante, el

porcentaje total de coincidencias es del 93,56%, lo que significa que se realiza

una buena predicción de la intención de donar a partir de este modelo (Ato y

López, 1996).

Valores predichos

No Sí Correctas

ValoresObservados

No 73 46 61,99%

Sí 20 885 97,77%

Total 93,56%

• El test de Hosmer-Lemeshow también indica que el modelo ajusta los datos (χ2 =

6,93, g.l.= 8 y p= 0,54).

En el modelo multivariante, el efecto de cada variable sobre la intención de

donar los órganos propios se encuentra condicionado por el resto de variables

presentes en la ecuación, por lo que la interpretación de la razón de productos

cruzados se realiza en términos de odds ajustada a las otras variables. En este

sentido, los resultados nos muestran que:

• La odds de la intención de donar los órganos propios de los católicos practicantes

es 5,12 veces la de los católicos no practicantes, mientras que la de quienes

pertenecen a otras religiones es 0,15 veces la odds de la intención del grupo de

referencia. No existen diferencias significativas entre los ateos y agnósticos y los

católicos no practicantes.

• La decisión de donar los órganos propios es 0,38 y 0,42 veces menos probable

entre quienes dicen creer en la resurrección y los que muestran incertidumbre,

respectivamente, que entre quienes no creen en la misma.

• La odds de la intención de donar de las personas en total desacuerdo con la idea

de mantener el cuerpo intacto tras la muerte es 100,72 veces la de los

encuestados que están totalmente de acuerdo con que así sea. Asimismo, la

B. RANDO166

odds de la intención de quienes están algo en desacuerdo y algo de acuerdo con

este pensamiento es 6,58 y 22,06 veces, respectivamente, la de quienes están

totalmente de acuerdo.

• La probabilidad de la intención de donar los órganos propios entre quienes están

en desacuerdo con la práctica de la autopsia es de 0,34 respecto a la de quienes

están de acuerdo con ella. No se observan diferencias entre los que se muestran

indiferentes y el grupo de referencia.

• La odds ajustada del propósito de donar de quienes no se sienten nada

preocupados por la modificación estética del cuerpo es 8,87 veces la de quienes

están muy preocupados por esta idea. También es significativa la comparación

con los que están algo preocupados, respecto a los cuales la odds de la intención

de donar es 4,38 veces la de las personas muy preocupadas.

• La decisión de donar los órganos propios es 6,11 veces más probable entre

quienes creen que tienen poca información respecto a las personas que piensan

que no tienen ninguna. Asimismo, la probabilidad de tomar una decisión positiva

de donar entre las personas que creen poseer regular información es de 3,4

veces en relación con el grupo de referencia. La comparación con quienes

consideran que poseen mucha información presenta tendencia a la significación

estadística, con una odds ratio de 3,04.

• El propósito de donar los órganos propios por parte de los donantes de sangre es

5 veces más probable que el de quienes manifiestan que no han donado sangre

nunca.

• La probabilidad de la intención de donar de las personas que perciben su salud

como regular es 8,44 veces la de quienes la consideran mala, mientras que la

probabilidad de la intención de donar de quienes dicen gozar de una salud buena

y normal es 3,27 y 3,78 veces, respectivamente, la del grupo de referencia. Estas

últimas comparaciones muestran tendencia a la significación estadística.

• La decisión de donar los órganos propios entre quienes conocen la opinión

favorable hacia la donación de sus familiares es 10,44 veces la de quienes la

desconocen. El resto de comparaciones no son significativas.

En resumen, la intención de donar los órganos propios en la muestra

andaluza está relacionada con las variables indicadas, siendo prevalente en

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 167

personas que son católicas practicantes, dicen no creer en la resurrección, no están

totalmente de acuerdo con que el cuerpo quede intacto tras la muerte, su actitud

hacia la autopsia es favorable, no se sienten muy preocupados por la idea de una

modificación estética del cuerpo al extraer los órganos, consideran que poseen

cierta información sobre el tema, son donantes de sangre o han donado alguna vez,

no perciben su salud como mala y conocen la opinión favorable de sus familiares

hacia la donación.

3.2.2. MODELO DE LA INTENCIÓN DE FIRMAR EL CARNET DE DONANTE DE

ÓRGANOS

3.2.2.1. RELACIÓN ENTRE LA INTENCIÓN DE FIRMAR EL CARNET DE

DONANTE DE ÓRGANOS Y OTRAS VARIABLES

La presentación de los resultados sigue el mismo esquema que para la

intención de donar los órganos propios. En las gráficas de barras y de línea se

presentan los resultados en relación a quienes han adoptado una decisión positiva

respecto a hacerse el carnet de donante de órganos.

1. Variables personales

Respecto al lugar de residencia, se observa un mayor número de

encuestados decididos a hacerse el carnet de donante entre los que viven en la

capital (χ2= 7,20, g.l.= 1, p= 0,007), siendo 1,58 veces más probable el propósito de

firmarlo respecto a quienes viven en la provincia.

B.RANDO168

ResidenciaProvincia Capital Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

18430,1

2,8

6221,3

-2,8

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

42869,9

-2,8

22978,7

2,8

65772,8

Total Recuento %

612100,0

291100,0

903100,0

Tabla 92. Distribución de porcentajes de la intención de hacerse elcarnet según el lugar de residencia.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ResidenciaConstante

0,46020,8441

0,16800,0881

7,5191,75

11

0,0061<0,0001

0,0721 1,58

Tabla 93. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de hacerse el carnet en función del lugar de residencia (categoríade referencia: provincia).

Por lo que se refiere al sexo de los encuestados, no se observan diferencias

significativas en la intención de hacerse el carnet (χ2= 0,04, g.l.= 1, p= 0,849), ni por

el estado civil (χ2= 5,48, g.l.= 3, p= 0,140), ni por tener hijos (χ2= 1,40, g.l.= 1, p=

0,236). A pesar de ello, estas dos últimas variables se introducen en el análisis

multivariante, puesto que la probabilidad asociada al estadístico χ2 es menor a 0,25.

Por otro lado, se obtienen diferencias en función de la edad, con un mayor

porcentaje decidido a firmar el carnet en los grupos de menor edad frente a los

mayores de 50 años (χ2= 11,02, g.l.= 2, p= 0,004). El análisis de regresión logística

univariante muestra que el logit disminuye linealmente en 0,41 unidades por cada

unidad de aumento en la escala de medida de la edad.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 169

0

20

40

60

80

100

18-30 31-50 51 ó más

Edad

Hacerse el carnet

%

Figura 27. Representación gráfica de los porcentajes de intenciónde hacerse el carnet según la edad.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Edad1º grado2º gradoConstante

-0,4085-0,09441,0037

0,12810,13510,0760

11,1010,170,49

174,41

2111

0,00390,00140,4846<0,0001

0,0819-0,0878 0,0000

0,660,91

Tabla 94. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de la edad.

Asimismo, existen diferencias por el nivel de estudios, observándose que la

cifra de encuestados con intención de hacerse el carnet es menor en el grupo de

analfabetos y sin estudios en comparación con los demás (χ2= 43,44, g.l.= 3,

p<0,001). Como en el caso anterior, el análisis de regresión logística simple indica

que el logit es lineal en el nivel de estudios, pero en este caso se produce un

incremento de 1,06 unidades logit de la intención de firmar el carnet por cada

aumento en una unidad del nivel de estudios.

0

20

40

60

80

100

Analabeto/Sinestudios

Primaria Secundaria Universidad

Nivel de estudios

Hacerse el carnet

%

Figura 28. Representación gráfica de los porcentajes de intención dehacerse el carnet según el nivel de estudios.

B.RANDO170

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Nivel estudios1º grado2º grado3º gradoConstante

1,0619-0,28060,10191,3114

0,28520,24930,20730,1247

42,1013,861,270,24

110,66

31111

<0,00010,00020,26050,6231<0,0001

0,18470,10580,00000,0000

2,890,761,11

Tabla 95. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dehacerse el carnet en función del nivel de estudios.

En relación con la situación laboral, se encuentran diferencias significativas

en el propósito de hacerse el carnet de donante, con mayor número de encuestados

que quieren firmarlo en el grupo de estudiantes/opositores, frente a los demás (χ2=

28,04, g.l.= 4, p<0,001). El análisis de regresión logística simple revela que la

intención de firmar el carnet de las personas en activo es 2,22 veces más probable

respecto a los jubilados, que es el grupo de referencia. Asimismo, este propósito es

1,79 y 10,14 veces más probable entre los desempleados y estudiantes/opositores,

respectivamente, que entre los jubilados. Sin embargo, la situación laboral está muy

relacionada con la edad y los estudios realizados, por lo que esta variable puede

mantener una relación espúrea con la intención de hacerse el carnet.

0

20

40

60

80

100

Activo Desempleo Estudiante Ama de casa Jubilado

Situación laboral

Hacerse el carnet

%

Figura 29. Representación gráfica de los porcentajes de intenciónde firmar el carnet según la situación laboral.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 171

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

S. laboralEn activoEn desempleoEstudianteAma de casaConstante

0,79920,58372,31650,40240,4078

0,21750,27550,59590,22200,1761

24,3013,504,4915,113,295,36

411111

0,00010,00020,03410,00010,06990,0206

0,12410,10420,04850,11130,0349

2,22 1,7910,14 1,50

Tabla 96. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet de donante en función de la situación laboral (categoría dereferencia: jubilado).

2. Creencias religiosas

Se encuentran diferencias significativas respecto a las creencias religiosas de

los encuestados, de forma que las personas menos decididas a hacerse el carnet

son aquéllas que pertenecen a una religión distinta de la católica, mientras que las

que no poseen creencias religiosas muestran mayor propósito (χ2= 13,21, g.l.= 3, p=

0,004). En el análisis de regresión univariante se ha tomado como categoría de

referencia ser católico no practicante, resultando significativa sólo la comparación

con los ateos y agnósticos, entre quienes frecuencia estimada de querer firmar el

carnet es 3,5 veces la del grupo de referencia.

0

20

40

60

80

100

Católicopracticante

Otra religión Ateo/agnóstico Católico nopracticante

Creencias religiosas

Hacerse el carnet

%

Figura 30. Representación gráfica de los porcentajes de intención dehacerse el carnet según las creencias religiosas.

B.RANDO172

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ReligiónC. practicanteOtra religiónAteo/agnósticoConstante

0,1187-0,87681,25190,8719

0,15530,55340,42210,1142

12,060,582,518,8058,25

31111

0,00720,44450,11310,0030<0,0001

0,07560,0000-0,02190,0801

1,130,423,50

Tabla 97. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de las creencias religiosas (categoría dereferencia: católico no practicante).

Igualmente, la decisión de los encuestados de firmar un carnet se relaciona

con la creencia en torno a la resurrección, con un porcentaje mayor determinado a

hacerlo entre los que no creen en ella, frente a los que creen y a los que manifiestan

incertidumbre (χ2= 10,45, g.l.= 2, p= 0,005). Tomando como referencia a los no

creyentes, la regresión logística univariante muestra que la razón de probabilidades

del propósito de hacerse el carnet entre quienes confían en la resurrección y

quienes dudan es 0,56 y 0,65 veces, respectivamente, la del grupo de referencia.

Figura 31. Representación gráfica de los porcentajes de intenciónde hacerse el carnet según la creencia en torno a la resurrección.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ResurrecciónSíNo séConstante

-0,5842-0,42841,3034

0,18880,18080,1314

10,449,575,6298,46

2111

0,00540,00200,0178<0,0001

0,0780-0,0846-0,0584

0,560,65

Tabla 98. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de la creencia en torno a la resurrección(categoría de referencia: no).

0

20

40

60

80

100

Sí No sé No

Creer en la resurrección

Hacerse el carnet

%

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 173

Sin embargo, no se encuentran diferencias significativas en la intención de

hacerse el carnet de los encuestados por el grado en que creen que les afecta la

religión en su decisión (χ2= 2,79, g.l.= 3, p= 0,425).

3. Variables relacionadas con la muerte

También en este caso el porcentaje de encuestados que se harían el carnet

de donante varía en función de las preferencias hacia el trato del cadáver. La gran

mayoría de los que manifiestan estar totalmente en desacuerdo con la idea del

cuerpo intacto tras la muerte desean hacerse el carnet, frente a aquéllos que están

totalmente de acuerdo con este pensamiento (χ2= 220,28, g.l.= 3, p< 0,001). El

análisis de regresión logística simple indica una relación entre el logit y la actitud

hacia el cuerpo intacto tras la muerte con los componente lineal y cúbico

significativos.

0

20

40

60

80

100

Totaldesacuerdo

Algo endesacuerdo

Algo deacuerdo

Total acuerdo

Actitud hacia mantener el cuerpo intacto

Hacerse el carnet

%

Figura 32. Representación gráfica de los porcentajes de intenciónde hacerse el carnet según la actitud hacia la manipulación delcuerpo.

Variable β Errortípico

Wald g.l.

p R eβ

Cuerpo intacto1º grado2º grado3º gradoConstante

-2,5366-0,1684-0,7268-0,1440

0,27290,27620,27940,1381

136,1686,420,376,771,09

31111

<0,0001<0,00010,54200,00930,2970

0,3562-0,28680,0000-0,0682

0,080,850,48

Tabla 99. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dehacerse el carnet en función de la actitud hacia la manipulación del cuerpo.

B.RANDO174

Respecto a la actitud hacia la práctica de la autopsia sobre el propio cuerpo,

el número mayor de personas determinadas a hacerse el carnet lo presentan

aquéllas que están a favor del examen anatómico del cadáver en caso de

necesidad, mientras que quienes están en desacuerdo muestran la cifra más baja

(χ2= 68,59, g.l.= 2, p< 0,001). La odds de la intención de firmar el carnet entre los

últimos 0,22 veces la de las personas favorables. También se observa tendencia a

la significación estadística al comparar con las personas indiferentes, para quienes

la probabilidad de una decisión positiva es 0,30 veces la del grupo de referencia.

0

20

40

60

80

100

En desacuerdo Indiferente De acuerdo

Actitud hacia la autopsia

Hacerse el carnet

%

Figura 33. Representación gráfica de porcentajes de la intención de hacerseel carnet según la actitud hacia la autopsia sobre el propio cuerpo.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

AutopsiaDesacuerdoIndiferenteConstante

-1,5214-1,19141,2944

0,19620,62500,0888

62,1460,16 3,63

212,39

2111

<0,0001<0,00010,0566<0,0001

0,2364-0,2364-0,0396

0,220,30

Tabla 100. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de la actitud hacia la autopsia (categoría dereferencia: de acuerdo).

Asimismo, se observan diferencias significativas según el grado en que

resulta incómodo pensar sobre la propia muerte, de forma que quienes se sienten

muy incómodos con estos pensamientos son los que menor pretensión tienen de

firmar un carnet de donante (χ2= 14,73, g.l.= 3, p= 0,002). El análisis de regresión

logística simple indica que la relación entre el logit y esta variable viene explicada

por los componentes lineal y cuadrático.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 175

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Pensar en la muerte

Hacerse el carnet

%

Figura 34. Representación gráfica de los porcentajes de intención dehacerse el carnet según el grado en que resulta incómodo pensar enla propia muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Pensar1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,3002-0,3712-0,33271,0068

0,13930,17980,21270,0899

14,734,654,262,45

125,44

31111

0,00210,03110,03890,1178<0,0001

0,0910-0,0501-0,0464-0,0206

0,740,690,72

Tabla 101. Resultados derivados de la regresión logística de la intención dehacerse el carnet en función del grado en que resulta incómodo pensar en lapropia muerte.

Por otro lado, tal y como ocurre para la intención de donar los órganos

propios, la cifra de encuestados que deciden hacerse el carnet es menor entre los

que están muy preocupados por el desconocimiento de lo que ocurre tras la muerte

(χ2= 14,91, g.l.= 3, p= 0,002). La relación entre el logit y el grado de preocupación

por esta cuestión posee los componentes de primer y segundo grado significativos.

B.RANDO176

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Desconocer qué ocurre tras la muerte

Hacerse el carnet

%

Figura 35. Representación gráfica de los porcentajes de intención dehacerse el carnet según la preocupación por desconocer lo que ocurretras la muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Desconocer1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,3289-0,4485-0,38410,9583

0,15190,19080,22310,0954

14,154,695,522,96

100,87

31111

0,00270,03040,01880,0851<0,0001

0,0880-0,0505-0,0579-0,0303

0,720,640,68

Tabla 102. Resultados de la regresión logística de la intención hacerse el carnet enfunción de la preocupación por desconocer lo que ocurre tras la muerte.

Respecto a la actitud hacia la incineración del propio cuerpo, las cifras más

altas de decididos a firmar un carnet las presentan quienes están de acuerdo con la

incineración, mientras que el porcentaje más bajo se encuentra entre los que están

en desacuerdo con ésta (χ2= 26,72, g.l.= 2, p< 0,001), con una frecuencia estimada

de este propósito de 0,44 respecto a los primeros.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 177

0

20

40

60

80

100

En desacuerdo Indiferente De acuerdo

Actitud hacia la incineración

Hacerse el carnet

%

Figura 36. Representación gráfica de la intención de hacerse el carnetsegún la actitud hacia la incineración sobre el propio cuerpo.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

IncineraciónDesacuerdoIndiferenteConstante

-0,8145-0,12611,3031

0,16010,30350,1055

26,4925,90 0,17

152,48

2111

<0,0001<0,00010,6778<0,0001

0,1467-0,15120,0000

0,440,88

Tabla 103. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dehacerse el carnet en función de la actitud hacia la incineración (categoría dereferencia: de acuerdo).

4. Conocer a una persona con trasplante o en lista de espera

Se encuentran diferencias significativas en la intención de firmar el carnet

entre las personas que conocen a alguien en lista de espera o con un trasplante y

quienes no poseen esta experiencia, con un mayor porcentaje de encuestados que

quieren hacerse el carnet en el primer grupo (χ2= 9,19, g.l.= 1, p= 0,002). Según el

análisis de regresión logística, el propósito de hacérselo entre los primeros es 1,64

veces más probable respecto a quienes no conocen a nadie en esta situación.

B.RANDO178

Conocer a alguienNo Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

17330,8%

3,1

7321,3%

-3,1

24627,2%

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

38869,2%

-3,1

26978,7%

3,1

65772,8%

Total Recuento %

561100,0%

342100,0%

903100,0%

Tabla 104. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de conocer a alguien con un trasplante o enlista de espera.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conocer a alguienConstante

0,49240,8084

0,16040,0914

9,4378,25

11

0,0021<0,0001

0,0838 1,64

Tabla 105. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de conocer a alguien con un trasplante o enlista de espera (categoría de referencia: no).

5. Conocimientos sobre donación y trasplante. Creencias erróneas ypreocupaciones derivadas del grado de información

Proceso de donación-extracción-distribución de órganos

En lo que se refiere a la preocupación por el diagnóstico prematuro de muerte

del donante, las personas muy preocupadas por esta posibilidad son las que

presentan el porcentaje más bajo con intención de hacerse el carnet (χ2= 79,51,

g.l.= 3, p< 0,001). La regresión logística univariante indica que la relación entre el

logit y la preocupación por la muerte aparente está explicada por los componentes

lineal y cuadrático.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 179

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Diagnóstico prematuro de muerte

Hacerse el carnet

%

Figura 37. Representación gráfica de los porcentajes de intenciónde hacerse el carnet según la preocupación por un posiblediagnóstico prematuro de muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

D. prematuro1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,9690-0,5549-0,51201,4723

0,18100,23630,28090,1181

71,8028,655,523,32

155,31

31111

<0,0001<0,00010,01880,0683<0,0001

0,2504-0,1594-0,0579-0,0355

0,380,570,60

Tabla 106. Resultados derivados de la regresión logística de la intención de hacerse elcarnet en función de la preocupación por un posible diagnóstico prematuro de muerte.

En cuanto a la preocupación por la modificación estética del cuerpo al extraer

los órganos, el porcentaje que desea hacerse el carnet entre las personas muy

preocupadas por esta idea es muy inferior al resto (χ2= 118,14, g.l.= 3, p< 0,001),

produciéndose una disminución de 1,91 unidades logit de la intención de firmarlo por

cada unidad que aumenta el grado de preocupación.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Modificación estética

Hacerse el carnet

%

Figura 38. Representación de los porcentajes de intención dehacerse el carnet según la preocupación por una posiblemodificación estética del cuerpo del fallecido.

Variable β Error Wald g.l. p R eβ

B.RANDO180

típicoEstética1º grado2º grado3º gradoConstante

-1,91380,10370,07560,0386

0,26480,29310,31890,1466

94,5652,230,130,060,07

31111

<0,0001<0,00010,72360,81270,7921

0,2894-0,21800,00000,0000

0,151,111,08

Tabla 107. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet según la preocupación por una posible modificaciónestética del cuerpo del fallecido.

Por último, la preocupación por la posible existencia de irregularidades en la

distribución de los órganos donados también se relaciona con la decisión de hacerse

el carnet de donante, con un porcentaje menor determinado a firmarlo entre los que

se sienten muy preocupados ante esta posibilidad (χ2= 11,20, g.l.= 3, p= 0,011). A

través del análisis de regresión logística simple se observa que el logit mantiene una

relación curvilínea con la variable.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Irregularidades en la distribución

Hacerse el carnet

%

Figura 39. Representación gráfica de los porcentajes de intenciónde hacerse el carnet según la preocupación por la posibleexistencia de irregularidades en la distribución de los órganos.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Irregularidad1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,1553-0,5451-0,06531,2045

0,17030,27460,34900,1373

10,840,833,940,0476,96

31111

0,01260,36170,04710,8516<0,0001

0,06800,0000-0,04310,0000

0,860,580,94

Tabla 108. Resultados de la regresión logística simple de la intención de hacerse elcarnet en función de la preocupación por la posible existencia de irregularidades enla distribución de los órganos.

Por otro lado, se han observado diferencias significativas en función del grado

de confianza en los profesionales sanitarios, siendo el grupo con ninguna confianza

el que presenta menor propósito de hacérselo (χ2= 22,50, g.l.= 3, p< 0,001). A través

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 181

del análisis de regresión logística simple se comprueba que la relación entre el logit

y el grado de confianza en los médicos tiene los componentes lineal y cuadrático

significativos.

0

20

40

60

80

100

Ninguna Poca Alguna Mucha

Confianza en los médicos

Hacerse el carnet

%

Figura 40. Representación gráfica de los porcentajes de intención dehacerse el carnet según el grado de confianza en los profesionalessanitarios.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Confianza1º grado2º grado3º gradoConstante

1,3344-0,93470,22400,5377

0,32200,28160,23430,1408

18,1317,1711,020,9114,58

31111

0,0004<0,00010,00090,33890,0001

0,10720,1199-0,09240,0000

3,800,391,25

Tabla 109. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dehacerse el carnet en función del grado de confianza en los profesionales sanitarios.

Órganos y tejidos susceptibles de ser donados y consecuencias del trasplantepara el receptor

En relación con el grado de información sobre los órganos y tejidos que se

pueden donar, el cambio en la desvianza no es significativo (χ2= 2,19, g.l.= 1, p=

0,1386). Tampoco se observan diferencias significativas en la intención de hacerse

el carnet de donante en función de estar informado de la gratuidad de los

trasplantes (χ2= 5,42, g.l.= 2, p= 0,067). No obstante, ambas variables se incluyen

en el análisis multivariante, ya que la probabilidad asociada a los respectivos

estadísticos es inferior a 0,25.

Medios informativos sobre donación y trasplante

B.RANDO182

No se encuentran diferencias significativas en el deseo de hacerse el carnet

entre quienes afirman que la radio es la vía por la que reciben más información y

quienes dicen que no lo es (χ2= 0,33, g.l.= 1, p= 0,568). Tampoco hay diferencias

respecto a conocer personas con trasplante o en lista de espera (χ2= 1,01, g.l.= 1,

p= 0,315). Este último resultado coincide con el obtenido para el propósito de donar

los órganos propios. Como se ha indicado anteriormente, es posible que se

produzca una influencia más emocional que informativa.

Sin embargo, cuando el medio informativo es la prensa, se comprueba que

existe una cifra más alta de personas decididas a hacerse el carnet en el grupo que

ha leído noticias sobre el tema (χ2= 8,63, g.l.= 1, p= 0,003). El análisis de regresión

logística univariante indica que la odds estimada del propósito de hacerse el carnet

entre estas personas es 1,57 veces la odds del que muestran quienes no han

obtenido noticias a través de este medio.

PrensaNo Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

14631,6

3,0

10022,7

-3,0

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

31668,4

-3,0

34177,3

3,0

65772,8

Total Recuento %

462100,0

441100,0

903100,0

Tabla 110. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que la prensa es uno de losmedios por los que se recibe más información.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 183

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

PrensaConstante

0,45390,7718

0,15140,1000

8,9959,53

11

0,0027<0,0001

0,0812 1,57

Tabla 111. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de hacerse el carnet en función de manifestar que la prensa es unode los medios por los que se recibe más información (categoría de referencia:no).

Asimismo, existen diferencias en los porcentajes de entrevistados

determinados a hacerse el carnet según si se ha recibido información a través de

folletos, carteles y vallas publicitarias. El porcentaje más alto de personas que

adoptan una decisión positiva se encuentra en el grupo que dice haber recibido

información por estas vías (χ2= 10,09, g.l.= 1, p= 0,001), siendo la odds estimada de

la intención de éstas de 1,68 respecto a quienes no han recibido información de este

modo.

Folletos, carteles yvallas

No Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

17331,0

3,3

7321,1

-3,3

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

38569,0

-3,3

27378,9

3,3

65872,8

Total Recuento %

558100,0

346100,0

904100,0

Tabla 112. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que los folletos, etc. son algunosde los medios por los que se recibe más información.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Folletos, etc.Constante

0,51590,7987

0,16030,0915

10,3676,11

11

0,0013<0,0001

0,0889 1,68

Tabla 113. Distribución de porcentajes de la intención de hacerse el carneten función de manifestar que los folletos, etc. son algunos de los medios porlos que se recibe más información (categoría de referencia: no).

También la conversación con familiares constituye una variable predictora de

la intención de hacerse el carnet, con una cifra de encuestados mayor decididos a

hacérselo entre quienes han obtenido información a través de estas conversaciones

B.RANDO184

(χ2= 11,36, g.l.= 1, p= 0,001), para los que la probabilidad de una decisión positiva

es 1,75 veces la de aquéllos que no han recibido información de este modo.

Conversar con lafamilia

No Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

17731,3

3,4

7020,7

-3,4

24727,3

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

38968,7

-3,4

26879,3

3,4

65772,7

Total Recuento %

566100,0

338100,0

904100,0

Tabla 114. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que la conversación confamiliares es uno de los medios por los que se recibe másinformación.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. familiaConstante

0,55930,7898

0,16230,0907

11,8875,83

11

0,0006<0,0001

0,0966 1,75

Tabla 115. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de hacerse el carnet en función de manifestar que la conversacióncon familiares es uno de los medios por los que se recibe más información(categoría de referencia: no).

La intención de firmar el carnet entre los encuestados también depende de

haber recibido información a través de la conversación con amigos o conocidos. La

mayoría de las personas que han recibido información por esta vía se muestran

decididas a hacerse el carnet, mientras que el porcentaje es menor en el grupo que

no ha mantenido tales conversaciones (χ2= 20,22, g.l.= 1, p< 0,001). La intención de

hacerse el carnet es 2,03 veces más probable en el primer grupo en relación con el

otro.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 185

Conversar con losamigos

No Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

16633,5

4,6

8119,9

-4,6

24727,3

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

33066,5

-4,6

32780,1

4,6

65772,7

Total Recuento %

496100,0

408100,0

904100,0

Tabla 116. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que la conversación con amigoso conocidos es uno de los medios más informativos.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. amigosConstante

0,70980,6902

0,15660,0952

20,5552,56

11

<0,0001<0,0001

0,1324 2,03

Tabla 117. Distribución de porcentajes de la intención de hacerse el carneten función de manifestar que la conversación con amigos o conocidos esuno de los medios más informativos (categoría de referencia: no).

Otro medio por el que difiere el porcentaje de personas que quieren hacerse

el carnet es haber mantenido alguna conversación con médicos sobre donación y

trasplante. Los que han obtenido información de este modo muestran la cifra más

elevada con propósito de hacerse el carnet (χ2= 5,18, g.l.= 1, p= 0,023); el propósito

entre ellos es 1,75 veces más probable respecto a quienes no han recibido

información por este medio.

Conversar conmédicos

No Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

22128,8

2,4

2619,0

-2,4

24727,3

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

54671,2

-2,4

11181,0

2,4

65772,7

Total Recuento %

767100,0

137100,0

904100,0

Tabla 118. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que la conversación conmédicos es uno de los medios más informativos.

B.RANDO186

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. médicosConstante

0,56100,9062

0,23290,0798

5,80129,01

11

0,0160<0,0001

0,0599 1,75

Tabla 119. Distribución de porcentajes de la intención de hacerse el carnet enfunción de manifestar que la conversación con médicos es uno de los mediosmás informativos (categoría de referencia: no).

Percepción del grado de información sobre donación y trasplante

Se encuentran diferencias significativas en el deseo de firmar el carnet de

donante según la propia percepción del grado de información poseída, con un

menor deseo de hacerlo entre los que piensan que no tienen ninguna información

(χ2= 22,36, g.l.= 3, p< 0,001). El análisis de regresión logística univariante indica que

la relación entre el logit y esta variable viene explicada por los componentes lineal,

cuadrático y cúbico.

0

20

40

60

80

100

Ninguna Poca Regular Mucha

Percepción del grado de información

Hacerse el carnet

%

Figura 41. Representación gráfica de los porcentajes de intención dehacerse el carnet según la percepción del grado de información quese posee.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

P. información1º grado2º grado3º gradoConstante

0,6210-0,45860,39910,8669

0,19990,17080,13570,0854

20,939,667,218,64103

31111

0,00010,00190,00730,0033<0,0001

0,11880,0850-0,07010,0792

1,860,631,49

Tabla 120. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dehacerse el carnet en función de la percepción del grado de información que seposee.

Sin embargo, no se observa relación entre la obtención de información

recientemente y la intención de hacerse el carnet (χ2= 0,69, g.l.= 1, p= 0,406).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 187

Noticias de impacto emocional

Se obtienen diferencias significativas en la intención de hacerse el carnet por

haber oído sobre comercio de órganos, con un mayor porcentaje de encuestados

cuyo propósito es hacerse el carnet entre quienes han oído este tipo de noticias, en

comparación con quienes no las han oído (χ2= 7,42, g.l.= 1, p= 0,006). De acuerdo

con el análisis de regresión logística simple la razón de probabilidades de una

decisión positiva entre los primeros es 1,56 veces la razón de probabilidades de esta

decisión entre los otros.

Comercio deórganos

No Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

8933,7

2,8

15724,6

-2,8

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

17566,3

-2,8

48275,4

2,8

65772,8

Total Recuento %

264100,0

639100,0

903100,0

Tabla 121. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de haber oído sobre comercio de órganos.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ComercioConstante

0,44650,6751

0,15920,1300

7,8626,96

11

0,0050<0,0001

0,0744 1,56

Tabla 122. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de hacerse el carnet en función de haber oído sobre comercio deórganos (categoría de referencia: no).

Por otro lado, la intención de hacerse el carnet es independiente a nivel

univariante de haber oído noticias sobre el secuestro de niños para extraerles

órganos (χ2= 3,19, g.l.= 1, p= 0,074), sobre discriminación de personas para recibir

un trasplante, así como sobre la petición de dinero para una intervención de este

tipo (χ2= 0,63, g.l.= 1, p= 0,428 y χ2= 2,81, g.l.= 1, p= 0,094, respectivamente). No

obstante, la primera y última variables se introducen en el análisis múltiple, puesto

que la probabilidad asociada al estadístico es inferior a 0,25.

B.RANDO188

Por último, el porcentaje de encuestados que firmarían un carnet varía en

función de haber oído o no que una persona ha fallecido por no recibir un órgano a

tiempo, con un mayor número de personas que desean hacerlo en el grupo que lo

han oído (χ2= 6,54, g.l.= 1, p= 0,011). La odds estimada de la intención de hacerse

el carnet entre estas personas es 1,61 veces la odds de la intención de quienes no

han oído estas noticias.

No recibir unórgano a tiempo

No Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

6235,2

2,7

18425,3

-2,7

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

11464,8

-2,7

54374,7

2,7

65772,8

Total Recuento %

176100,0

727100,0

903100,0

Tabla 123. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de haber oído sobre una persona que hafallecido por no recibir un órgano a tiempo.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

No recibirConstante

0,47470,6073

0,17920,1576

7,0214,85

11

0,00810,0001

0,0688 1,61

Tabla 124. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de hacerse el carnet en función de haber oído sobre una personaque ha fallecido por no recibir un órgano a tiempo (categoría de referencia:no).

6. Donación de sangre

Se comprueba que hay un mayor número de personas determinadas a

hacerse el carnet entre quienes donan o han donado sangre (χ2= 36,48, g.l.= 1, p<

0,001). El análisis de regresión logística simple muestra que la intención de hacerse

el carnet es 3,51 veces más probable entre quienes donan sangre respecto a

quienes no lo hacen.

Donar sangreNo Sí Total

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 189

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

21832,6

6,1

2811,9

-6,1

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

45167,4

-6,1

20788,1

6,1

65872,8

Total Recuento %

669100,0

235100,0

904100,0

Tabla 125. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de haber donado sangre.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Donar sangreConstante

1,25500,7272

0,21630,0825

33,6777,67

11

<0,0001<0,0001

0,1730 3,51

Tabla 126. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de haber donado sangre (categoría dereferencia: no).

7. Percepción del estado de salud

La percepción del estado de salud de los encuestados y su intención de

firmar el carnet de donante son independientes a nivel univariante (χ2= 4,48, g.l.= 3,

p= 0,214). A pesar de ello, esta variable se incluye en el análisis multivariante

debido a que la probabilidad asociada al estadístico observado es inferior a 0,25.

8. Variables relacionadas con la familia

En primer lugar, se observan diferencias significativas entre los encuestados

por el hecho de haber transmitido el deseo personal a los familiares cercanos, con

un porcentaje mayor cuyo propósito es hacerse el carnet entre los que lo han hecho,

frente a quienes no han comunicado su decisión (χ2= 14,63, g.l.= 1, p< 0,001).

Según el análisis de regresión logística simple, la pretensión de firmar el carnet de

los primeros es 1,87 veces más probable que la de quienes no han transmitido su

deseo.

B.RANDO190

Comunicar laintención

No Sí Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

17431,9

3,9

7220,1

-3,9

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

37168,1

-3,9

28679,9

3,9

65772,8

Total Recuento %

545100,0

358100,0

903100,0

Tabla 127. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de haber comunicado el deseo personal a losfamiliares.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Comunicar intenciónConstante

0,62490,7555

0,16060,0918

15,1367,67

11

0,0001<0,0001

0,1114 1,87

Tabla 128. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dehacerse el carnet en función de haber comunicado el deseo personal a losfamiliares (categoría de referencia: no).

De las razones que justifican no haber comentado el deseo personal a los

familiares allegados, se obtienen diferencias significativas en la intención de hacerse

el carnet de donante entre quienes argumentan que no ha salido el tema en casa y

aquéllos que no sostienen esta idea. El porcentaje de personas con propósito de

hacerse el carnet es más alto en el primer grupo (χ2= 7,57, g.l.= 1, p= 0,006). La

probabilidad de una decisión positiva entre quienes no consideran que ésta sea una

razón es 0,54 veces la probabilidad de esta decisión en el otro grupo.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 191

No ha salido eltema

Verdad Falso Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

12629,0

-2,9

4843,2

2,9

17431,9

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

30871,0

2,9

6356,8

-2,9

37168,1

Total Recuento %

434100,0

111100,0

545100,0

Tabla 129. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que una razón por la que no seha comunicado el deseo personal es que no ha salido el tema encasa.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

No ha salidoConstante

-0,61061,5002

0,21870,2852

7,7927,67

11

0,0052<0,0001

-0,0921 0,54

Tabla 130. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de hacerse el carnet en función de manifestar que una razón por laque no se ha comunicado el deseo personal es que no ha salido el tema encasa (categoría de referencia: verdad).

También se relaciona el propósito de firmar el carnet con el hecho de que en

casa no les agrada hablar de la muerte como argumento que justifica no haber

transmitido el deseo personal, existiendo un mayor un porcentaje decidido a hacerse

el carnet en el grupo que no apoyan esta idea (χ2= 22,62, g.l.= 1, p< 0,001). Según

el análisis de regresión logística simple, la intención de éstos es 2,5 veces más

probable que la manifestada por quienes sostienen esta afirmación.

B.RANDO192

No agrada hablarde la muerte

Verdad Falso Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

7946,5

4,9

9625,5

-4,9

17532,1

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

9153,5

-4,9

28074,5

4,9

37167,9

Total Recuento %

170100,0

376100,0

546100,0

Tabla 131. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que una razón por la que no seha comunicado el deseo personal es que en casa no agrada hablarde la muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

No agrada hablarConstante

0,9212-0,7704

0,19420,3297

22,515,46

11

<0,00010,0195

0,1733 2,51

Tabla 132. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de manifestar que una razón por la que no seha comunicado el deseo personal es que en casa no agrada hablar de lamuerte (categoría de referencia: verdad).

Igualmente, se encuentran diferencias entre quienes afirman que no han

comentado el deseo porque hablar de la muerte puede traer mala suerte y los que

dicen que ésta no es la razón, con un mayor porcentaje decidido a hacerse el carnet

entre los últimos (χ2= 49,02, g.l.= 1, p< 0,001), cuyo propósito es 7,03 veces más

probable que el de los anteriores.

Trae mala suerteVerdad Falso Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

4472,1

7,1

13026,9

-7,1

17431,9

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

1727,9

-7,1

35473,1

7,1

37168,1

Total Recuento %

61100,0

484100,0

545100,0

Tabla 133. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que una razón por la que no seha comunicado el deseo personal es que puede traer mala suertehablar de la muerte.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 193

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Trae mala suerteConstante

1,9505-2,9008

0,30300,5795

41,4325,06

11

<0,0001<0,0001

0,2402 7,03

Tabla 134. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de manifestar que una razón por la que no seha comunicado el deseo personal es que puede traer mala suerte hablar de lamuerte (categoría de referencia: verdad).

Tal y como ocurre para la intención de donar los órganos propios, estas

variables no se introducen en el análisis de regresión logística múltiple porque la

muestra de encuestados quedaría reducida a quienes no han transmitido su deseo

personal a la familia, perdiendo aproximadamente la mitad de los casos.

Por último, existe un mayor porcentaje con deseo de hacerse el carnet entre

quienes conocen la opinión favorable de sus familiares, frente a quienes conocen

una opinión contraria, quienes manifiestan variedad de actitudes a su alrededor o la

falta de actitud definida y quienes desconocen lo que piensa su familia (χ2= 46,002,

g.l.= 3, p< 0,001). Tomando como referencia el grupo que desconoce la opinión de

sus familiares, la probabilidad de decidir la firma del carnet entre quienes conocen la

opinión favorable es 3,02 veces la de los otros. Igualmente, resulta significativa la

comparación con quienes conocen una opinión contraria, con una probabilidad de

tomar una decisión positiva 0,59 veces la del grupo de referencia.

0

20

40

60

80

100

A favor En contra No clara/ varias No la conozco

Conocer la opinión de los familiares

Hacerse el carnet

%

Figura 42. Representación gráfica de la intención de hacerse el carneten función de conocer la opinión de los familiares respecto a ladonación.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Con. opinión 41,69 3 <0,0001 0,1836

B.RANDO194

A favorEn contraNo clara/variasConstante

1,1058-0,5289-0,27200,7533

0,19690,25990,45290,0933

31,544,140,3665,25

1111

<0,00010,04190,5481<0,0001

0,1670-0,04500,0000

3,020,590,76

Tabla 135. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de conocer la opinión de los familiares respectoa la donación (categoría de referencia: no la conozco).

9. Razones que justifican no haber firmado el carnet de donante

Se ha encontrado un mayor porcentaje de encuestados que se harían el

carnet entre quienes consideran que uno de los motivos por los que no lo poseen es

no saber cómo hacérselo, frente a quienes dicen que ésta no es la causa (χ2= 41,27,

g.l.= 1, p< 0,001), siendo la intención positiva entre los primeros 3,93 veces más

probable que entre los otros.

No saber cómohacerlo

Desacuerdo Acuerdo Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

22033,1

6,5

2711,3

-6,5

24727,3

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

44566,9

-6,5

21388,8

6,5

65872,7

Total Recuento %

665100,0

240100,0

905100,0

Tabla 136. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar no conocer el procedimientocomo justificación para no habérselo hecho.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

No saber cómohacerloConstante

1,36950,7056

0,22120,0825

38,3273,19

11

<0,0001<0,0001

0,1852 3,93

Tabla 137. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de manifestar no conocer el procedimientocomo justificación para no habérselo hecho (categoría de referencia: endesacuerdo).

También hay un mayor número de ciudadanos decididos a hacerse el carnet

entre quienes la falta de tiempo constituye un argumento que disculpa no habérselo

hecho hasta el momento, con resultados muy similares a los anteriores (χ2= 31,80,

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 195

g.l.= 1, p< 0,001). Se comprueba que en este grupo la intención de hacerse el carnet

es 3,47 veces más probable que entre quienes no se ven afectados por la limitación

temporal.

Falta de tiempoDesacuerdo Acuerdo Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

22131,9

5,7

2511,8

-5,7

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

47268,1

-5,7

18688,2

5,7

65872,8

Total Recuento %

693100,0

211100,0

904100,0

Tabla 138. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que la falta de tiempo justificano habérselo hecho.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Falta de tiempoConstante

1,24550,7572

0,22790,0815

29,8786,36

11

<0,0001<0,0001

0,1622 3,47

Tabla 139. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de manifestar que la falta de tiempo justifica nohabérselo hecho (categoría de referencia: en desacuerdo).

De nuevo, el número de encuestados determinados a firmar el carnet es más

elevado entre quienes consideran la falta de información sobre el tema una de las

causas por la que no lo han hecho (χ2= 34,23, g.l.= 1, p< 0,001). El análisis de

regresión logística simple muestra que la odds estimada del propósito de éstos es

2,67 veces el de quienes no piensan que esta explicación lo justifique.

B.RANDO196

Falta de informaciónDesacuerdo Acuerdo Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

18734,5

5,9

6016,6

-5,9

24727,3

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

35565,5

-5,9

30283,4

5,9

65772,7

Total Recuento %

542100,0

362100,0

904100,0

Tabla 140. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que la falta de informaciónjustifica no habérselo hecho.

Variable β Errortípico

Wald

g.l. p R eβ

Falta informaciónConstante

0,98280,6422

0,16810,0904

34,1750,46

11

<0,0001<0,0001

0,1743 2,67

Tabla 141. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de manifestar que la falta de informaciónjustifica no habérselo hecho (categoría de referencia: en desacuerdo).

Por otro lado, menos de la mitad de las personas que consideran el miedo

como una razón que justifica no tener el carnet, se lo haría (χ2= 91,76, g.l.= 1, p<

0,001). La odds estimada de su intención de firmar el carnet es 0,19 veces la odds

de quienes no sostienen esta afirmación.

MiedoDesacuerdo Acuerdo Total

Hacerse

No Recuento % Residuos corregidos

14820,2

-9,7

9856,6

9,7

24627,2

el carnet Sí Recuento % Residuos corregidos

58379,8

9,7

7543,4

-9,7

65872,8

Total Recuento %

731100,0

173100,0

904100,0

Tabla 142. Distribución de porcentajes de la intención de hacerseel carnet en función de manifestar que el miedo justifica nohabérselo hecho.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 197

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

MiedoConstante

-1,64571,3713

0,17890,0921

84,64221,76

11

<0,0001<0,0001

-0,2794 0,19

Tabla 143. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde hacerse el carnet en función de manifestar que el miedo justifica nohabérselo hecho (categoría de referencia: en desacuerdo).

Por último, no se obtienen diferencias significativas en el deseo de hacerse el

carnet de quienes dicen que no se lo han planteado o no lo han pensado

tranquilamente y quienes no sostienen este argumento (χ2= 0,086, g.l.= 1, p= 0,770).

3.2.2.2. A MODO DE RESUMEN

A nivel univariante, entre las variables sociodemográficas que se asocian a la

intención de firmar el carnet de donante se encuentran el lugar de residencia, edad,

grado de estudios y la situación laboral. La religión del encuestado y las creencias

sobre la resurrección son otras cuestiones relacionadas. Asimismo, se ha

encontrado una asociación con ciertas variables relacionadas con la muerte, tales

como la actitud hacia mantener el cuerpo intacto tras la muerte, hacia la práctica de

la autopsia e incineración, grado de incomodidad al pensar en la propia muerte y

preocupación por el desconocimiento de lo que ocurre tras la muerte. También, se

encuentran diferencias en función de la preocupación por un diagnóstico prematuro

de muerte, por la modificación estética del cuerpo tras la extracción de órganos, por

la existencia de irregularidades en la distribución de los órganos, así como en

función del grado de confianza en los profesionales sanitarios, grado de información

percibido, tener noticias sobre el tema por la prensa, folletos informativos,

conversaciones con familiares, amigos y profesionales sanitarios, y de haber oído

noticias sensacionalistas sobre el tema, como el comercio de órganos, o

fallecimiento de alguna persona por no recibir un órgano a tiempo. Otras cuestiones

asociadas con la intención de firmar un carnet de donante son el hecho de conocer

o no a una persona que ha recibido un trasplante o que está en lista de espera, la

donación de sangre, conocer la opinión de los familiares respecto a la donación, la

transmisión del deseo personal y diversas razones que justifican el no haberlo

hecho, tales como que no haya salido el tema en la familia, que no agrade hablar de

la muerte y la idea de que hablar de ella puede traer mala suerte. Finalmente, se

B.RANDO198

observan diferencias en función de diversas justificaciones que explican el hecho de

no poseer el carnet de donante, entre ellas, desconocer el procedimiento de

obtención del carnet, la falta de tiempo, falta de información y miedo a firmarlo.

3.2.2.3. MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA MULTIVARIANTE PARA LAINTENCIÓN DE HACERSE EL CARNET DE DONANTE

De nuevo se seleccionan las variables que se ajustan a los criterios que se

han indicado en un apartado anterior, entre los cuales figura que la probabilidad

asociada al estadístico observado en la tabla de contingencia sea inferior a 0,25. En

la tabla 144 se muestran las variables que se incluyen en el análisis multivariante y

el tipo de contraste para cada una.

VARIABLES INCLUIDAS EN EL ANÁLISIS MULTIVARIANTEp<<<<0,25 Se introducen como:

• Estado civil• Hijos• Grado de información sobre órganos y tejidos• Creer que los trasplantes son gratuitos• Haber oído sobre secuestro de niños• Haber oído sobre petición de dinero• Percepción del estado de salud

• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Cuantitativa• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)

Tabla 144. Variables respecto a las cuales la probabilidad asociada al estadístico observado esinferior a 0,25 y 0,05, respectivamente.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 199

VARIABLES INCLUIDAS EN EL ANÁLISIS MULTIVARIANTEp<<<<0,05 Se introducen como:

• Lugar de residencia• Edad• Nivel de estudios• Situación laboral• Creencias religiosas• Creer en la resurrección• Actitud hacia el cuerpo intacto tras la muerte• Actitud hacia la autopsia para sí mismo• Incomodidad al pensar sobre la propia muerte• Preocupación por desconocer qué ocurre tras la muerte• Actitud hacia la incineración para sí mismo• Conocer a alguien con un trasplante o en lista de espera• Preocupación por un diagnóstico prematuro de muerte• Preocupación por la modificación estética del fallecido

donante• Preocupación por creer que puedan existir irregularidades

en la distribución de órganos• Grado de confianza en los médicos• Haber recibido información por la prensa• Haber recibido información por folletos/carteles/vallas• Haber recibido información en conversación con familiares• Haber recibido información en conversación con conocidos• Haber recibido información en conversación con médicos• Percepción del grado de información poseída• Haber oído sobre comercio de órganos• Haber oído que una persona ha fallecido por no recibir un

órgano a tiempo• Haber donado sangre• Haber comunicado el deseo personal a los familiares• Conocer la opinión de los familiares sobre el tema• No tener el carnet por desconocer cómo hacérselo• No tener el carnet por falta de tiempo• No tener el carnet por falta de información• No tener el carnet por sentir miedo

• Categórica (ficticia)• Cuantitativa• Cuantitativa• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia) • Cuantitativa • Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)

• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)

Tabla 144. (Continuación)

El procedimiento de estimación seguido ha sido el mismo que se ha

empleado para modelizar la intención de donar los órganos propios. También en

este caso la percepción del grado de información poseída y el grado de confianza en

los profesionales sanitarios se introducen con la primera categoría de referencia; el

resto de variables categóricas conservan la última categoría como referencia. Los

términos interacción no se han introducido porque no contribuyen a un mayor ajuste

del modelo. Los resultados obtenidos se muestran en la tabla 145.

B.RANDO200

Variables ββββ Errortípico

Wald g.l. P R eββββ

Religión (1) 16,6472 3 ,0008 ,1026 Cat. practicante ,7026 ,2266 9,6134 1 ,0019 ,0868 2,0190 Otra religión -1,1379 ,7572 2,2582 1 ,1329 -,0160 ,3205 Ateo/agnóstico 1,5226 ,6284 5,8714 1 ,0154 ,0619 4,5840Cuerpo intacto (2) 60,0618 3 ,0001 ,2313 Total desacuerdo 3,5679 ,5201 47,0638 1 ,0001 ,2112 35,4405 Algo en desacuerdo 2,2274 ,6007 13,7512 1 ,0002 ,1078 9,2756 Algo de acuerdo 2,3556 ,6207 14,4032 1 ,0001 ,1108 10,5448Autopsia (3) 15,7992 2 ,0004 ,1081 Desacuerdo -1,0220 ,2822 13,1154 1 ,0003 -,1049 ,3599 Indiferente -1,8535 ,9523 3,7881 1 ,0516 -,0421 ,1567Extracción prematurade órganos (4) 15,3813 3 ,0015 ,0964 Nada ,7621 ,2947 6,6874 1 ,0097 ,0681 2,1428 Casi nada ,4255 ,4377 0,9449 1 ,3310 ,0000 1,5303 Algo 1,2342 ,3772 10,7069 1 ,0011 ,0928 3,4356Información porfolletos,carteles, etc. (5) ,4545 ,2309 3,8758 1 ,0490 ,0431 1,5755Percepción del gradode información (6) 17,6310 3 ,0005 ,1073 Poca 1,2365 ,3728 11,0029 1 ,0009 ,0944 3,4435 Regular 1,3468 ,3753 12,8769 1 ,0003 ,1038 3,8452 Mucha 1,7689 ,4428 15,9608 1 ,0001 ,1175 5,8646Confianza en losprofesionales (7) 7,9854 3 ,0463 ,0443 Poca 2,4974 ,9818 6,4702 1 ,0110 ,0665 12,1505 Alguna 2,5304 ,9190 7,5821 1 ,0059 ,0743 12,5589 Mucha 2,2685 ,9031 6,3094 1 ,0120 ,0653 9,6644Donar sangre (8) 1,3365 ,3095 18,6499 1 ,0001 ,1284 3,8056No saber cómo hacerseel carnet (9) ,8287 ,3577 5,3670 1 ,0205 ,0577 2,2904Falta de tiempo (10) ,9396 ,3236 8,4307 1 ,0037 ,0798 2,5590Falta información(11) 1,1453 ,2982 14,7468 1 ,0001 ,1123 3,1434Sentir miedo (12) -2,0200 ,2627 59,1097 1 ,0001 -,2377 ,1327Constante -6,6758 1,1391 34,3484 1 ,0001

Tabla 145. Resultados derivados de la regresión logística multivariante de la intención de firmar elcarnet de donante. Categorías de referencia: (1) Católico no practicante; (2) Totalmente deacuerdo; (3) De acuerdo; (4) Mucho; (5) No; (6-7) Ninguna; (8) No; (9-12) En desacuerdo.

La información sobre el ajuste del modelo es la siguiente:

• El cambio significativo en la desvianza indica que las variables introducidas en el

modelo influyen en la decisión de firmar un carnet (χ2= 434,33, g.l.= 23 y

p<0,0001).

• La R2 de Nagelkerke muestra que el 57,1% de la variabilidad en la variable de

respuesta viene explicada por el modelo de regresión logística.

• En la tabla de clasificaciones se observa un 64,96% de clasificaciones correctas

de quienes no se harían el carnet y un 95,19% de los que se lo harían (punto de

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 201

corte: 0,05), siendo el porcentaje total de coincidencias de un 87,26%, por lo que

podemos concluir que el presente modelo permite pronosticar con bastante

seguridad la intención de firmar un carnet de donante de órganos. La tasa de

falsos negativos es de 0,17 y la tasa de falsos positivos de 0,12.

Valores predichos

No Sí Correctas

ValoresObservados

No 150 81 64,96%

Sí 31 617 95,19%

Total 87,26%

• Según el test de Hosmer-Lemeshow el modelo ajusta los datos (χ2 =12,7, g.l.= 8

y p= 0,12).

Los resultados nos muestran que:

• El propósito de hacerse el carnet entre los católicos practicantes es 2,01 veces

más probable que entre católicos no practicantes, mientras que la probabilidad de

expresar la intención de hacérselo entre los ateos y agnósticos es 4,58 veces la

del grupo de referencia. Por último, no es significativa la comparación con las

personas que pertenecen a otras religiones.

• La odds condicional del deseo de hacerse el carnet entre las personas totalmente

en desacuerdo con la idea de mantener el cuerpo intacto tras la muerte es 35,44

veces la de quienes están totalmente de acuerdo con ello. A su vez, la

probabilidad de una decisión positiva en los grupos que están algo en desacuerdo

y algo de acuerdo es 9,27 y 10,5 veces, respectivamente, la probabilidad de ésta

en el grupo de referencia.

• Respecto a la actitud hacia la autopsia, se comprueba que la probabilidad de

firmar un carnet por parte de las personas en desacuerdo o indiferentes hacia el

examen anatómico es 0,35 y 0,15 veces, respectivamente, la probabilidad de este

propósito en las personas que se manifiestan de acuerdo con él. La última

comparación presenta tendencia a la significación estadística.

• También participa en el modelo el grado de preocupación por la extracción

prematura de los órganos en caso de donación, siendo el propósito de firmar el

B.RANDO202

carnet entre las personas nada o sólo algo preocupadas 2,14 y 3,4 veces más

probable, respectivamente, que entre quienes están muy preocupadas por esta

posibilidad. La comparación del grupo de referencia con el de las personas que

se muestran casi nada preocupadas no es significativa.

• El hecho de haber recibido información a través de folletos, carteles y/o vallas

publicitarias se relaciona con la intención de firmar el carnet, con una odds

estimada de este propósito 1,57 veces el de quienes no han obtenido información

de esta forma.

• La percepción de la persona acerca del nivel de información que posee sobre

donación y trasplante es otra variable que entra en el modelo, observándose que

la odds ajustada de la intención de firmar un carnet de quienes piensan que

tienen mucha información es 5,86 veces la de quienes creen que no tienen

ninguna, seguido por la odds de la intención de quienes consideran que tienen

regular y poca información, que son 3,84 y 3,44, respectivamente, la del grupo de

referencia.

• En cuanto al grado de confianza en los profesionales sanitarios, el deseo de

firmar el carnet en las personas que tienen mucha y alguna confianza es 9,66 y

12,55 veces más probable, respectivamente, que en los que no sienten ninguna

confianza. A su vez, quienes manifiestan poca confianza deciden firmar un

carnet 12,15 veces más que el grupo de referencia.

• La donación de sangre también contribuye a predecir la intención de hacerse el

carnet, siendo 3,8 veces más probable el deseo de firmarlo entre quienes son

donantes o han donado alguna vez respecto a quienes no han donado sangre

nunca.

• En relación con las razones que pueden justificar que aún no se haya firmado el

carnet, conocer el procedimiento de obtención del documento es un requisito

necesario para llevar a cabo la conducta. Se comprueba que el propósito de

hacerse el carnet de quienes manifiestan no tenerlo por no saber cómo hacérselo

es 2,29 veces más probable que el de quienes no consideran que esta sea una

razón que lo justifique.

• Otra razón que influye es la falta de tiempo, de forma que la intención de hacerse

el carnet es 2,55 veces más probable cuando las personas indican esta

explicación para no tenerlo, respecto a las que piensan que ésta no es una razón.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 203

• El deseo de hacerse el carnet se encuentra afectado por la información que se

posee sobre el tema, siendo 3,14 veces más probable entre quienes afirman que

la falta de información justifica no habérselo hecho, respecto a quienes están en

desacuerdo con que este argumento lo explique.

• Por último, el miedo influye negativamente sobre la intención de hacerse el

carnet, con una probabilidad de manifestar una decisión positiva 0,13 veces la de

quienes consideran que ésta no es una justificación para no tenerlo.

En definitiva, la decisión positiva de firmar el carnet entre los encuestados es

más probable en personas no religiosas, seguidas de los católicos practicantes, que

no se muestran totalmente de acuerdo con la idea de mantener el cuerpo intacto

tras la muerte, poseen una actitud favorable hacia la práctica de la autopsia sobre el

propio cuerpo en caso de necesidad, no sienten mucha preocupación por una

posible extracción prematura de los órganos de una persona donante, han recibido

información a través de folletos y carteles, consideran que poseen al menos cierta

información sobre el tema, confían en alguna medida en la labor de los

profesionales sanitarios, han donado sangre alguna vez o son donantes habituales,

y manifiestan como justificaciones para no tener el carnet el hecho de desconocer el

procedimiento de obtención, la falta de información y no disponer de tiempo, aunque

el miedo no forma parte de los argumentos que explican su comportamiento.

B. RANDO204

3.2.3. MODELO DE LA INTENCIÓN DE DONAR ÓRGANOS DE UN FAMILIAR

3.2.3.1. RELACIÓN ENTRE LA INTENCIÓN DE DONAR LOS ÓRGANOS DE UN

FAMILIAR FALLECIDO Y OTRAS VARIABLES

La presentación de los resultados se hace del mismo modo que en los casos

anteriores. En las gráficas de barras y de línea se presentan los resultados en

relación a quienes manifiestan la intención de donar órganos de un familiar fallecido.

1. Variables personales

Por lo que se refiere al lugar de residencia, se observa una cifra más alta de

entrevistados que donaría los órganos de un familiar fallecido entre los que viven en

la capital (χ2= 11,3, g.l.= 1 , p= 0,001). La odds estimada de la intención de donar de

una persona de la capital es 1,77 veces la de una persona de provincia.

ResidenciaProvincia Capital Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

18727,2

3,4

6117,5

-3,4

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

50172,8

-3,4

28782,5

3,4

78876,1

Total Recuento %

688100,0

348100,0

1036100,0

Tabla 146. Porcentajes de la intención de donar los órganos de unfamiliar fallecido según el lugar de residencia.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ResidenciaConstante

0,57360,9829

0,16530,0856

12,04131,78

11

0,0005<0,0001

0,0938 1,77

Tabla 147. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido en función del lugarde residencia (categoría de referencia: provincia).

Igualmente, se observan diferencias significativas en función del sexo de los

encuestados, siendo las mujeres quienes presentan el porcentaje más alto con

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 205

propósito de donar los órganos de un familiar fallecido (χ2= 4,03, g.l.= 1, p= 0,045),

con una decisión positiva 1,36 veces más probable que en el grupo de hombres.

SexoHombre Mujer Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

13926,7

2,1

10921,2

-2,1

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

38273,3

-2,1

40678,8

2,1

78876,1

Total Recuento %

521100,0

515100,0

1036100,0

Tabla 148. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido según el sexo.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

SexoConstante

0,30851,0091

0,14650,0989

4,43104,02

11

0,0352<0,0001

0,0462 1,36

Tabla 149. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido según el sexo de losencuestados (categoría de referencia: hombre).

Por otro lado, la intención de donar órganos de un familiar fallecido es

independiente de la edad de quien decide (χ2= 0,20, g.l.= 2, p= 0,903), de si tiene o

no hijos (χ2= 0,11, g.l.= 1, p= 0,736), y de su situación laboral (χ2= 2,73, g.l.= 4, p=

0,603). Sin embargo, se relaciona con el nivel de estudios, aumentando el

porcentaje de encuestados decididos a donar conforme lo hace el grado de estudios

que poseen (χ2= 14,54, g.l.= 3 , p= 0,002), incremento que es de 0,66 unidades logit

por cada unidad de incremento en el nivel de estudios.

0

20

40

60

80

100

Analfabeto/sinestudios

Primaria Secundaria Universidad

Nivel de estudios

Intención de donar

%

B. RANDO206

Figura 43. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos de un familiar fallecido según el nivel de estudios.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Nivel estudios1º grado2º grado3º gradoConstante

0,6580-0,1073-0,01251,3457

0,24370,21630,18490,1082

13,917,290,250,004154,80

31111

0,00300,00690,61990,9462<0,0001

0,08330,06810,00000,0000

1,930,900,99

Tabla 150. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar fallecido según el nivel de estudios.

En relación con el estado civil no se encuentran diferencias significativas en el

propósito de donar los órganos de un familiar fallecido, aunque se introduce en el

análisis multivariante debido a que la probabilidad asociada al estadístico es menor

a 0,25 (χ2=4,94, g.l.= 3, p= 0,176).

2. Creencias religiosas

Se observan diferencias en función de las creencias religiosas, con un menor

porcentaje decidido a donar entre quienes pertenecen a una religión distinta de la

católica y la cifra más alta en el grupo que no posee creencias religiosas (χ2= 12,94,

g.l.= 3, p=0,005). Tomando como referencia el grupo católico no practicante, el

análisis de regresión logística univariante indica que la probabilidad de decidir la

donación entre quienes pertenecen a otra religión es 0,22 veces la de los primeros.

Las comparaciones entre católicos practicantes y no practicantes, así como entre

ateos/agnósticos y católicos no practicantes no resultan significativas.

0

20

40

60

80

100

Católicopracticante

Otra religión Ateo/agnóstico Católico nopracticante

Creencias religiosas

Intención de donar

%

Figura 44. Representación gráfica de los porcentajes de intención de

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 207

donar los órganos de un familiar fallecido según las creencias religiosas.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ReligiónC. practicanteOtra religiónAteo/agnósticoConstante

0,1411-1,50220,39261,0858

0,15330,54490,31250,1124

10,770,857,601,5893,38

31111

0,01310,35750,00580,2090<0,0001

0,06470,0000-0,07010,0000

1,150,221,48

Tabla 151. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido en función de las creenciasreligiosas (categoría de referencia: católico no practicante).

En cuanto a la resurrección, existe un porcentaje mayor con intención de

donar entre los que no creen en ella, a diferencia de los que creen y los que dudan

(χ2= 8,51, g.l.= 2, p= 0,014), siendo la probabilidad de adoptar la decisión de donar

en estos últimos grupos 0,62 y 0,66 veces, respectivamente, la probabilidad de este

propósito entre los primeros.

B. RANDO208

0

20

40

60

80

100

Sí No sé No

Creer en la resurrección

Intención de donar

%

Figura 45. Representación gráfica de los porcentajes de laintención de donar los órganos de un familiar según la creenciaen torno a la resurrección.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ResurrecciónSíNo séConstante

-0,4851-0,41031,4473

0,18410,17690,1298

8,196,945,38

124,38

2111

0,01670,00840,0204<0,0001

0,0606-0,0658-0,0544

0,620,66

Tabla 152. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido en función de la creencia en tornoa la resurrección (categoría de referencia: no).

No se observa relación entre la intención de donar los órganos de un familiar

y el grado en que afecta la religión a la decisión de los encuestados (χ2= 4,67, g.l.=

3, p= 0,197). Aunque la probabilidad asociada al estadístico es inferior a 0,25, esta

variable no se introduce en el análisis de regresión logística múltiple, ya que es una

cuestión dirigida a un sector de la muestra y supone la exclusión de los agnósticos y

ateos.

3. Variables relacionadas con la muerte

La mayoría de las personas que están totalmente en desacuerdo con que el

cuerpo permanezca intacto tras la muerte donarían los órganos de un familiar

fallecido, frente a aquéllos que están totalmente de acuerdo con esta idea (χ2=

215,78, g.l.= 3, p< 0,001). En el análisis de regresión logística simple se observa que

la relación entre la actitud hacia el cuerpo intacto tras la muerte y el logit viene

explicada por un componente lineal y un componente cúbico.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 209

0

20

40

60

80

100

Totaldesacuerdo

Algo endesacuerdo

Algo deacuerdo

Total acuerdo

Actitud hacia mantener el cuerpo intacto

Intención de donar

%

Figura 46. Representación gráfica de los porcentajes de intención dedonar los órganos de un familiar fallecido según la actitud hacia lamanipulación del cuerpo.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Cuerpo intacto1º grado2º grado3º gradoConstante

-2,20280,0608-0,74340,0437

0,23340,25140,26820,1257

148,4289,070,067,680,12

31111

<0,0001<0,00010,80890,00560,7282

0,3555-0,27800,0000-0,0710

0,111,060,48

Tabla 153. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar fallecido en función de la actitud hacia lamanipulación del cuerpo tras la muerte.

Respecto a la actitud hacia la práctica de la autopsia sobre el propio cuerpo,

el porcentaje más alto de personas con propósito de donar los órganos de un

familiar se encuentra entre quienes son favorables al examen anatómico, en

comparación con quienes están en desacuerdo (χ2= 47,12, g.l.= 2, p<0,001 ), cuya

probabilidad de querer hacerlo es 0,30 veces la de los primeros. La comparación

con las personas indiferentes no es significativa.

0

20

40

60

80

100

En desacuerdo Indiferente De acuerdo

Actitud hacia la autopsia

Intención de donar

%

Figura 47. Representación gráfica de los porcentajes de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido según la actitud hacia la

B. RANDO210

autopsia.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

AutopsiaDesacuerdoIndiferenteConstante

-1,1990-0,6990 1,3950

0,18300,64820,0855

43,3842,92 1,16266,33

2111

<0,0001<0,00010,2809<0,0001

0,1871-0,19070,0000

0,300,50

Tabla 154. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar fallecido en función de la actitud hacia la autopsia(categoría de referencia: de acuerdo).

Por otro lado, se encuentran diferencias significativas según el grado de

incomodidad al pensar sobre la propia muerte. El menor porcentaje con pretensión

de donar los órganos de un familiar fallecido se observa entre las personas que se

sienten muy incómodas con estos pensamientos (χ2= 7,98, g.l.= 3, p= 0,046). El

análisis de regresión logística simple muestra que el logit es lineal en esta variable,

produciéndose un decremento de 0,38 unidades logit de la intención de donar por

cada unidad que aumenta el grado de incomodidad.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 211

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Pensar en la muerte

Intención de donar

%

Figura 48. Representación gráfica de los porcentajes de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido según elgrado en que resulta incómodo pensar en la propia muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Pensar1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,3761-0,19230,09361,1653

0,13770,17730,20950,0886

7,887,461,180,20

172,82

31111

0,04860,00630,27810,65490,0000

0,0407-0,06940,00000,0000

0,690,831,10

Tabla 155. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido en función del grado en que resultaincómodo pensar en la propia muerte.

De forma similar, el número de encuestados que desea donar los órganos de

un familiar es menor en el grupo que está muy preocupado por no saber lo que

ocurre tras la muerte (χ2= 22,21, g.l.= 3, p<0,001), encontrándose que la relación

entre esta variable y el logit viene explicada por los componentes líneal y cuadrático.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Desconocer qué ocurre tras la muerte

Intención de donar

%

Figura 49. Representación gráfica de los porcentajes de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido según la preocupaciónpor desconocer lo que ocurre tras la muerte.

B. RANDO212

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Desconocer1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,6076-0,61850,05891,1770

0,15040,19980,23930,0999

21,8316,339,580,06

138,77

31111

0,00010,00010,00200,8057<0,0001

0,1180-0,1123-0,08170,0000

0,540,541,06

Tabla 156. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar fallecido en función de la preocupación pordesconocer lo que ocurre tras la muerte.

Por último, los encuestados difieren por su actitud hacia la incineración del

propio cuerpo, con una cifra más elevada de decididos a donar entre quienes son

favorables a esta alternativa y la más baja entre los que están en desacuerdo con

ella (χ2= 30,7, g.l.= 2, p<0,001). La probabilidad de la decisión positiva en el

segundo grupo es 0,45 veces la probabilidad de esta decisión en el anterior. La

comparación con el grupo que manifiesta indiferencia no es significativa.

0

20

40

60

80

100

En desacuerdo Indiferente De acuerdo

Actitud hacia la incineración

Intención de donar

%

Figura 50. Representación gráfica de los porcentajes de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido según la actitud hacia laincineración.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

IncineraciónDesacuerdoIndiferenteConstante

-0,7987 0,1953 1,4545

0,15400,32890,1036

29,9026,90 0,35197,00

2111

<0,0001<0,00010,5527<0,0001

0,1517-0,14870,0000

0,451,22

Tabla 157. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar fallecido en función de la actitud hacia la incineración(categoría de referencia: de acuerdo).

4. Conocer a una persona con trasplante o en lista de espera

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 213

Se obtienen diferencias significativas por el hecho de conocer a alguien en

lista de espera o con un órgano trasplantado. En el grupo de personas que conocen

a alguien en estas circunstancias hay un mayor porcentaje determinado a donar los

órganos de un familiar fallecido (χ2= 4,35, g.l.= 1, p=0,037), siendo este propósito

1,38 veces más probable respecto a quienes no conocen a nadie en esta situación.

Conocer a alguienNo Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

16626,2

2,2

8220,3

-2,2

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

46773,8

-2,2

32179,7

2,2

78876,1

Total Recuento %

633100,0

403100,0

1036100,0

Tabla 158. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido en función de conocer a alguiencon un trasplante o en lista de espera.

Variable β Errortípico

Wald g.l.

p R eβ

Conocer a alguienConstante

0,32431,0365

0,15310,0904

4,48131,46

11

0,0342<0,0001

0,0467 1,38

Tabla 159. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido en función de conocer a alguien contrasplante o en lista de espera (categoría de referencia: no).

5. Conocimientos sobre donación y trasplante. Creencias erróneas ypreocupaciones derivadas del grado de información

Proceso de donación-extracción-distribución de órganos

Las personas muy preocupadas por la posibilidad de diagnóstico prematuro

de muerte del donante muestran la cifra más baja con propósito de donar los

órganos de un familiar fallecido (χ2= 71,72, g.l.= 3, p<0,001). Según la regresión

logística simple, los componentes lineal y cuadrático son los que definen la relación

entre el logit y esta variable.

B. RANDO214

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Diagnóstico prematuro de muerte

Intención de donar

%

Figura 51. Representación gráfica de los porcentajes de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido según lapreocupación por un posible diagnóstico prematuro de muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

D. prematuro1º grado2º grado3º gradoConstante

-1,2980-0,73130,51391,7757

0,19700,29670,37050,1484

63,6943,41 6,07 1,92

143,26

31111

<0,0001<0,0001 0,0137 0,1654<0,0001

0,2261-0,1915-0,06010,0000

0,270,481,67

Tabla 160. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar en función de la preocupación por el diagnósticoprematuro de muerte.

También se observan diferencias significativas entre los encuestados en

función del grado de preocupación respecto a la modificación estética del cuerpo al

realizar la extracción de órganos. Las personas que se encuentran muy

preocupadas por este pensamiento muestran el porcentaje más pequeño con

intención de donar los órganos de un familiar fallecido (χ2= 62,73, g.l.= 3, p<0,001),

encontrándose explicada la relación entre este tipo de preocupación y el logit por los

componentes lineal y cúbico.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Modificación estética

Intención de donar

%

Figura 52. Representación gráfica de los porcentajes de la

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 215

intención de donar los órganos de un familiar fallecido según lapreocupación por una posible modificación estética del cuerpo delfallecido.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Estética1º grado2º grado3º gradoConstante

-1,3437-0,3253-0,67070,4767

0,23620,27090,30170,1355

49,3632,371,444,9412,39

31111

<0,0001<0,00010,22980,02620,0004

0,1950-0,16320,0000-0,0508

0,260,720,51

Tabla 161. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido en función de lapreocupación por una posible modificación estética del cuerpo del fallecido.

En cuanto a la preocupación por las posibles irregularidades en la distribución

de los órganos, existe un porcentaje menor decidido a donar los órganos de un

familiar entre quienes se sienten muy preocupados ante esta posibilidad (χ2= 16,09,

g.l.= 3, p=0,001), con una disminución de 0,37 unidades logit de la intención por

cada unidad que incrementa la preocupación por la posibilidad de irregularidades.

0

20

40

60

80

100

Nada Casi nada Algo Mucho

Irregularidades en la distribución

Intención de donar

%

Figura 53. Representación gráfica de los porcentajes de laintención de donar los órganos de un familiar según lapreocupación por la posible existencia de irregularidades en ladistribución de los órganos donados.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Irregularidad1º grado2º grado3º gradoConstante

-0,3748-0,2944-0,19101,3634

0,16810,26390,33320,1319

15,584,971,240,33

106,77

31111

0,00140,02580,26460,5665<0,0001

0,0923-0,05140,00000,0000

0,690,750,83

Tabla 162. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar fallecido en función de la preocupación por la posibleexistencia de irregularidades en la distribución de los órganos.

B. RANDO216

Por otro lado, el propósito de donar los órganos de un familiar fallecido se

relaciona con el grado de confianza en los profesionales sanitarios, de forma que los

grupos con ninguna o escasa confianza muestran los menores porcentajes de

decididos a donar (χ2= 9,49, g.l.= 3, p= 0,023). El análisis de regresión logística

simple revela que el logit es lineal en esta variable, con un aumento en 0,72

unidades logit del deseo de donar por cada unidad de incremento en la escala de

medida del nivel de confianza.

0

20

40

60

80

100

Ninguna Poca Alguna Mucha

Confianza en los médicos

Intención de donar

%

Figura 54. Representación gráfica de los porcentajes de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido según elgrado de confianza en los profesionales sanitarios.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Confianza1º grado2º grado3º gradoConstante

0,7197-0,32720,21020,8948

0,27010,24310,21270,1215

8,087,101,810,9854,20

31111

0,04450,00770,17830,3230<0,0001

0,04270,06690,00000,0000

2,050,721,23

Tabla 163. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido en función del grado de confianza enlos profesionales sanitarios.

Órganos y tejidos susceptibles de ser donados y consecuencias del trasplantepara el receptor

Respecto al grado de información sobre los órganos y tejidos que se pueden

donar, el análisis de regresión logística simple muestra que el cambio en la

desvianza no es significativo (χ2= 1,35, g.l.= 1, p= 0,2455). Asimismo, no se

encuentran diferencias significativas en la intención de donar los órganos de un

familiar fallecido por el conocimiento de la gratuidad de los trasplantes (χ2= 5,27,

g.l.= 2, p=0,072). Ambas variables se introducen en el análisis multivariante, ya que

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 217

la probabilidad asociada a los respectivos estadísticos es inferior a 0,25.

Medios informativos sobre donación y trasplante

La intención de donar los órganos de un familiar fallecido es independiente de

que el medio por el cual se ha recibido más información sea la prensa (χ2= 3,49,

g.l.= 1, p= 0,062), la radio (χ2= 0,01, g.l.= 1, p= 0,930), folletos, carteles o vallas

publicitarias (χ2= 2,30, g.l.= 1, p= 0,130), la conversación con médicos (χ2= 1,44,

g.l.= 1, p= 0,231), o conocer a personas con trasplante o en lista de espera (χ2=

3,14, g.l.= 1, p= 0,077), siendo el último resultado coincidente con el obtenido para

las otras intenciones estudiadas. Estas variables se incluyen en el análisis de

regresión logística múltiple, con la excepción de haber recibido información por la

radio, puesto que la probabilidad asociada al estadístico observado es superior a

0,25. Tampoco se introduce como medio informativo el hecho de conocer a

personas con trasplante o en lista de espera, debido a su alta correlación con la

variable tratada en el punto 4.

Una vía por la que se observan diferencias significativas en el deseo de donar

los órganos de un familiar es la conversación con familiares, de forma que el grupo

con mayor porcentaje determinado a hacerlo es el que ha obtenido información de

este modo (χ2= 19,44, g.l.= 1, p<0,001). A partir del análisis de regresión logística

univariante se obtiene que la razón de probabilidades en este grupo es de 2,05

respecto a las personas que no han tenido esta vía de información.

Conversar con lafamilia

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

18228,7

4,5

6616,5

-4,5

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

45371,3

-4,5

33583,5

4,5

78876,1

Total Recuento %

635100,0

401100,0

1036100,0

Tabla 164. Distribución de los porcentajes de intención de donar

B. RANDO218

los órganos de un familiar fallecido en función de haber recibidoinformación en las conversaciones con familiares.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. familiaConstante

0,71960,9101

0,16100,0877

19,98107,72

11

<0,0001<0,0001

0,1256 2,05

Tabla 165. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido en función de haberrecibido información por medio de las conversaciones familiares (categoríade referencia: no).

Otro medio por el que difiere la cifra de personas decididas a donar es por

haber mantenido alguna conversación con amigos o conocidos sobre donación y

trasplante. De nuevo, los que han obtenido información conversando con éstos

muestran el porcentaje más alto con intención de donar (χ2= 6,90, g.l.= 1, p= 0,009).

El análisis de regresión logística univariante indica que la odds estimada del

propósito de donar entre éstos es 1,49 veces la odds de la intención de quienes no

han recibido información por esta vía.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN.... 219

Conversar conamigos

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

15327,2

2,7

9520,0

-2,7

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

40972,8

-2,7

37980,0

2,7

78876,1

Total Recuento %

562100,0

474100,0

1036100,0

Tabla 166. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido en función de haber recibidoinformación a través de las conversaciones con amigos.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conv. amigosConstante

0,39560,9850

0,14870,0949

7,07107,84

11

0,0078<0,0001

0,0667 1,49

Tabla 167. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido en función de haberrecibido información en las conversaciones con amigos (categoría dereferencia: no).

Percepción del grado de información sobre donación y trasplante

En cuanto a la percepción de los encuestados del grado de información que

poseen sobre el tema, se observa un menor número de personas determinadas a

donar los órganos de un familiar en el grupo que afirma no tener ninguna

información (χ2= 15,55, g.l.= 3, p= 0,001), comprobándose que la relación entre esta

variable y el logit está definida por los componentes lineal y cuadrático.

B. RANDO220

0

20

40

60

80

100

Ninguna Poca Regular Mucha

Percepción del grado de información

Intención de donar

%

Figura 55. Representación gráfica de los porcentajes de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido según lapercepción del grado de información que se posee.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

P. información1º grado2º grado3º gradoConstante

0,5364-0,43060,18451,0399

0,19150,16430,13160,0822

14,267,846,871,97

160,23

31111

0,00260,00510,00880,1608<0,0001

0,08510,0716-0,06530,0000

1,710,651,20

Tabla 168. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intención dedonar los órganos de un familiar fallecido en función de la percepción del grado deinformación que se posee.

Por otra parte, el deseo de donar los órganos de un familiar fallecido es

independiente de haber recibido información recientemente (χ2= 0,27, g.l.= 1, p=

0,6).

Noticias de impacto emocional

La intención de donar órganos de un familiar no se relaciona a nivel

univariante con haber oído sobre comercio de órganos (χ2= 1,94, g.l.= 1, p=0,164),

sobre secuestro de niños para extraerles los órganos (χ2= 0,001, g.l.= 1, p= 0,99), ni

sobre discriminación de personas para recibir un trasplante (χ2= 1,86, g.l.= 1, p=

0,173). Tanto la primera variable como la última se incluyen en el análisis

multivariante porque la probabilidad asociada al estadístico es inferior a 0,25.

Sin embargo, el porcentaje de encuestados que quieren donar varía en

función de haber oído sobre petición de dinero para un trasplante, existiendo un

mayor número de personas que desean donar los órganos de un familiar en el grupo

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 221

que tiene conocimiento de alguna actividad con este fin (χ2= 7,27, g.l.= 1, p= 0,007).

Los resultados del análisis de regresión logística univariante muestran que la

intención en este grupo es 1,49 veces más probable respecto a las personas que no

han oído estas noticias.

Petición de dineroNo Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

11728,5

2,8

13121,0

-2,8

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

29471,5

-2,8

49479,0

2,8

78876,1

Total Recuento %

411100,0

625100,0

1036100,0

Tabla 169. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido en función de haber oído sobrepetición de dinero para un trasplante.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Petición dineroConstante

0,40120,9237

0,14700,1095

7,4571,21

11

0,0064<0,0001

0,0691 1,49

Tabla 170. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido en función de haberoído sobre petición de dinero para un trasplante (categoría de referencia: no).

También difiere el número de encuestados determinados a donar por haber

oído que una persona ha muerto al no recibir un órgano a tiempo, con un mayor

porcentaje entre quienes han oído alguna noticia de esta clase, frente a los que no

la han recibido (χ2= 4,77, g.l.= 1, p= 0,029), de forma que la intención de donar de

los primeros es 1,48 veces más probable que la de los últimos.

B. RANDO222

No recibir unórgano a tiempo

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

6130,0

2,3

18722,4

-2,3

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

14270,0

-2,3

64677,6

2,3

78876,1

Total Recuento %

203100,0

833100,0

1036100,0

Tabla 171. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido en función de haber oído que unapersona ha fallecido por no recibir un órgano a tiempo.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

No recibirConstante

0,39060,8482

0,17420,1532

5,0230,66

11

0,0250<0,0001

0,0515 1,48

Tabla 172. Resultados derivados de la regresión logística simple de laintención de donar los órganos de un familiar fallecido en función de haberoído que una persona ha fallecido por no recibir un órgano a tiempo (categoríade referencia: no).

6. Donación de sangre

Se comprueba que la cifra de encuestados con propósito de donar los

órganos de un familiar es mayor entre quienes donan o han donado sangre (χ2= 22,

g.l.= 1, p<0,001), siendo su intención de hacerlo 2,4 veces más probable que en el

grupo de personas que nunca han llevado a cabo esta conducta prosocial.

Donar sangreNo Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

20827,9

4,8

4013,8

-4,8

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

53872,1

-4,8

25086,2

4,8

78876,1

Total Recuento %

746100,0

290100,0

1036100,0

Tabla 173. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar en función de haber donado sangre.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 223

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Donar sangreConstante

0,88010,9508

0,18880,0816

21,72135,63

11

<0,0001<0,0001

0,1315 2,41

Tabla 174. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar fallecido en función de haber donadosangre (categoría de referencia: no).

7. Percepción del estado de salud

El deseo de donar los órganos de un familiar fallecido no difiere

significativamente entre los encuestados en función de la percepción del estado de

salud propio que poseen éstos (χ2= 0,38, g.l.= 3, p= 0,944).

8. Variables relacionadas con la familia

Se observan diferencias significativas entre los encuestados en relación con

haber transmitido el deseo personal a los familiares cercanos. El grupo con la cifra

más alta de personas que quieren donar los órganos de un familiar fallecido es el de

quienes han comunicado su decisión, frente a quienes no lo han hecho (χ2= 14,95,

g.l.= 1, p<0,001). De hecho, la odds de la intención de donar los órganos de un

familiar entre los que han comunicado su deseo es 1,83 veces la de quienes no lo

han hecho.

Comunicar laintención

No Sí Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

16528,6

3,9

8318,1

-3,9

24823,9

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

41271,4

-3,9

37681,9

3,9

78876,1

Total Recuento %

577100,0

459100,0

1036100,0

Tabla 175. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido según si se ha comunicado o no eldeseo personal a los familiares.

B. RANDO224

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

ComentarConstante

0,60500,9118

0,15250,0920

15,7598,12

11

0,0001<0,0001

0,1098 1,83

Tabla 176. Resultados de la regresión logística de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido según si se ha comunicado o no el deseopersonal a los familiares (categoría de referencia: no).

Entre las razones que pueden explicar que no se haya comentado el deseo

personal a los familiares cercanos, no existen diferencias significativas en la

intención de donar los órganos de un familiar de quienes dicen que no ha salido el

tema en casa y quienes afirman que ésta no es la razón (χ2= 1,63, g.l.= 1, p= 0,202).

Sin embargo, el porcentaje de encuestados decididos a donar es menor en el

grupo de personas que manifiestan como justificación que en casa no agrada hablar

de la muerte (χ2= 8,64, g.l.= 1, p= 0,003). El deseo de donar en el otro grupo es 1,8

veces más probable que en éste.

No agrada hablarde muerte

Verdad Falso Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

6737,2

3,0

9924,9

-3,0

16628,7

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

11362,8

-3,0

29975,1

3,0

41271,3

Total Recuento %

180100,0

398100,0

578100,0

Tabla 177. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido en función de manifestar que unarazón por la que no se ha comunicado el deseo personal es que encasa no agrada hablar de la muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

No agrada hablarConstante

0,5865-0,0638

0,19320,3300

9,210,04

11

0,00240,8468

0,1021 1,80

Tabla 178. Resultados derivados de la regresión logística de la intención dedonar los órganos de un familiar en función de manifestar que una razón por laque no se ha comunicado el deseo personal es que en casa no agrada hablarde la muerte (categoría de referencia: verdad).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 225

Igualmente, la intención de donar los órganos de un familiar difiere

significativamente entre quienes consideran la superstición como una explicación

para no haber transmitido el deseo personal y quienes no sostienen esta idea, con

un menor porcentaje decidido a donar entre los primeros (χ2= 15,78, g.l.= 1, p<

0,001). El análisis de regresión logística univariante muestra que la intención de

donar de quienes no están de acuerdo con la afirmación es 2,90 veces más

probable que la de quienes lo están.

Trae mala suerteVerdad Falso Total

Intención

No Recuento % Residuos corregidos

3250,8

4,1

13325,9

-4,1

16528,6

de donar Sí Recuento % Residuos corregidos

3149,2

-4,1

38074,1

4,1

41171,4

Total Recuento %

63100,0

513100,0

576100,0

Tabla 179. Distribución de porcentajes de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido en función de manifestar que unarazón por la que no se ha comunicado el deseo personal es quepuede traer mala suerte hablar de la muerte.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Trae mala suerteConstante

1,0647-1,0822

0,27060,5124

15,48 4,46

11

0,00010,0347

0,1396 2,90

Tabla 180. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar en función de manifestar que una razón porla que no se ha comunicado el deseo personal es que puede traer mala suertehablar de la muerte (categoría de referencia: verdad).

Como en los casos anteriores, estas razones no se introducen en el análisis

de regresión logística multivariante porque el número de casos se reduciría

considerablemente y quedarían excluidos del análisis los participantes que han

transmitido el deseo personal a sus familiares.

Por otro lado, el propósito de los encuestados se relaciona con el hecho de

conocer la opinión de los familiares cercanos hacia la donación y trasplante de

órganos. Entre quienes conocen la actitud favorable de sus familiares hay un mayor

B. RANDO226

porcentaje que quiere donar, frente a quienes conocen una opinión contraria,

quienes encuentran en su familia actitudes contrapuestas o la falta de una actitud al

respecto y quienes no saben lo que piensa su familia (χ2= 52,28, g.l.= 3, p<0,001).

Según el análisis de regresión logística univariante y tomando como referencia a los

que desconocen la opinión de sus familiares, la intención de donar de quienes

conocen la opinión favorable es 2,87 veces más probable, mientras que la de

quienes conocen una opinión contraria es 0,55 veces la probabilidad de una

decisión positiva en el grupo de referencia. La comparación con el grupo rodeado de

varias opiniones o cuya familia no posee una actitud definida no es significativa.

0

20

40

60

80

100

A favor En contra No clara/varias

No la conozco

Conocer la opinión de los familiares

Intención de donar

%

Figura 56. Representación gráfica de la intención de donar losórganos de un familiar fallecido en función de conocer la opinión delos familiares respecto a la donación.

Variable β Errortípico

Wald g.l. p R eβ

Conocer opiniónA favorEn contraNo clara/variasConstante

1, 0533-0,5925-0,57270,9201

0,18390,25350,40440,0933

48,3532,805,462,0197,28

31111

<0,0001<0,00010,01940,1567<0,0001

0,19270,1643-0,0551-0,0022

2,870,550,56

Tabla 181. Resultados derivados de la regresión logística simple de la intenciónde donar los órganos de un familiar en función de conocer la opinión de losfamiliares respecto a la donación (categoría de referencia: no la conozco).

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 227

3.2.3.2. A MODO DE RESUMEN

Al igual que en las otras intenciones analizadas, existen diversos tipos de

variables que se asocian con la intención de donar los órganos de un familiar, las

cuales coinciden en gran medida con las anteriores. Entre las personales, se han

encontrado relevantes el lugar de residencia, sexo y el nivel de estudios. También

se asocian las creencias religiosas y la creencia en torno a la resurrección y, al igual

que en el resto de intenciones, ciertas cuestiones relativas a la muerte y el trato del

cuerpo fallecido, tales como la actitud hacia mantener el cuerpo intacto tras la

muerte, hacia la práctica de la autopsia e incineración, grado de incomodidad al

pensar en la propia muerte y preocupación por el desconocimiento de lo que ocurre

tras la muerte. Con respecto al proceso de donación-extracción-trasplante, resultan

significativas el grado de preocupación por un diagnóstico prematuro de muerte, por

la modificación estética del cuerpo tras la extracción de órganos y por la existencia

de irregularidades en la distribución de éstos. Igualmente, se mantiene esta relación

con el grado de confianza en los profesionales sanitarios, percepción del grado de

información, tener noticias sobre el tema por conversaciones con familiares o

amigos y haber oído noticias sensacionalistas sobre el tema, tales como la petición

de dinero para acceder a un trasplante o el fallecimiento de una persona que no ha

recibido un órgano a tiempo. Además, se han encontrado diferencias en cuanto al

conocimiento o no de una persona que ha recibido un trasplante o que se encuentra

en espera, la donación de sangre y, dentro del ámbito familiar, por conocer la

opinión de los familiares sobre la donación, haberles transmitido la decisión personal

y algunas razones que justifican que no se haya comunicado, entre ellas el

desagrado al hablar de la muerte y la idea de que hablar de la muerte puede traer

mala suerte.

3.2.3.3. MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA MULTIVARIANTE PARA LA

INTENCIÓN DE DONAR ÓRGANOS DE UN FAMILIAR

Los criterios de selección de las variables han sido los mismos que en los

casos anteriores. En las tablas 182 y 183 se exponen las variables seleccionadas y

B. RANDO228

el tipo de contraste que realiza con cada una.

VARIABLES INCLUIDAS EN EL ANÁLISIS MULTIVARIANTEp<<<<0,05 Se introducen como:

• Lugar de residencia• Sexo• Nivel de estudios• Creencias religiosas• Creer en la resurrección• Preferir el cuerpo intacto tras la muerte• Actitud hacia la autopsia sobre el propio cuerpo• Incomodidad al pensar sobre la propia muerte• Preocupación por desconocer qué ocurre tras la muerte• Actitud hacia la incineración sobre el propio cuerpo• Conocer a alguien con un trasplante o en lista de espera• Preocupación por un diagnóstico prematuro de muerte Preocupación por la modificación estética del fallecido

donante• Preocupación por creer que puedan existir irregularidades

en la distribución de órganos• Grado de confianza en los profesionales sanitarios• Haber donado sangre• Haber recibido información en conversación con familiares• Haber recibido información en conversación con conocidos• Percepción del grado de información poseída• Haber oído sobre petición de dinero para un trasplante• Haber oído que una persona ha fallecido por no recibir un

órgano a tiempo• Haber comunicado el deseo personal a los familiares• Conocer la opinión de los familiares sobre el tema

• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Cuantitativa• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Cuantitativa• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia) • Cuantitativa• Cuantitativa• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia) • Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)

Tabla 182. Variables respecto a las cuales la probabilidad asociada al estadístico observado esinferior a 0,05.

VARIABLES INCLUIDAS EN EL ANÁLISIS MULTIVARIANTE p<<<<0,25 Se introducen como:

• Estado civil• Grado de información sobre órganos y tejidos• Creer que los trasplantes son gratuitos• Haber recibido información por la prensa• Haber recibido información a través de folletos, carteles,etc• Haber recibido información en conversación con médicos• Haber oído sobre comercio de órganos• Haber oído sobre discriminación para recibir un trasplante

• Categórica (ficticia)• Cuantitativa• Categórica (ficticia) Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)• Categórica (ficticia)

Tabla 183. Variables respecto a las cuales la probabilidad asociada al estadístico observado esinferior a 0,25.

De nuevo, el método de estimación ha sido por pasos con selección

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 229

proactiva. Las variables con codificación ficticia se han introducido con la última

categoría de referencia, salvo la percepción del grado de información, que se

comporta como una variable binaria, razón por la que se emplea la primera

categoría como referencia. No se han incluido las interacciones porque sólo dos de

ellas han resultado significativas, ambas de primer orden, y no contribuyen a un

mejor ajuste de los datos. El último paso ha proporcionado un modelo de efectos

principales con todas las variables significativas, el cual se presenta en la tabla 184.

Variables ββββ Errortípico

Wald g.l. P R eββββ

Lugar residencia(1) ,4452 ,2032 4,80 1 ,0284 ,0504 1,56 Sexo (2) ,5790 ,1938 8,93 1 ,0028 ,0792 1,78 Religión (3) 13,52 3 ,0036 ,0825 C. practicante ,3990 ,1969 4,11 1 ,0427 ,0437 1,49 Otra religión -1,6993 ,6198 7,52 1 ,0061 -,0707 ,18 Ateo/agnóstico ,1942 ,3680 ,28 1 ,5976 ,0000 1,21 Cuerpo intacto (4) 76,71 3 ,0000 ,2530 Total desacuerdo 2,7610 ,3626 57,98 1 ,0000 ,2251 15,82 Algo en desacuerdo 1,2599 ,4424 8,11 1 ,0044 ,0744 3,53 Algo de acuerdo 1,6234 ,4839 11,25 1 ,0008 ,0915 5,07 Autopsia (5) 7,61 2 ,0223 ,0572 En desacuerdo -,6453 ,2341 7,60 1 ,0058 -,0712 ,52 Indiferente -,0583 ,7976 ,01 1 ,9417 ,0000 ,94 Diagnóstico prematuro (6) 22,87 3 ,0000 ,1236 Nada 1,0173 ,2681 14,40 1 ,0001 ,1060 2,77 Casi nada 1,8172 ,5592 10,56 1 ,0012 ,0880 6,15 Algo ,2311 ,2469 ,88 1 ,3491 ,0000 1,26 Estética (7) 9,89 3 ,0195 ,0594 Nada ,8357 ,4198 3,96 1 ,0465 ,0422 2,31 Casi nada ,4334 ,6110 ,50 1 ,4782 ,0000 1,54 Algo 1,4891 ,4966 8,99 1 ,0027 ,0796 4,43 Petición dinero(8) ,5576 ,1848 9,10 1 ,0026 ,0802 1,75 Donar sangre (9) ,7167 ,2264 10,02 1 ,0015 ,0852 2,05 Conocer opinión de familiares (10) 17,86 3 ,0005 ,1036 A favor ,5855 ,2196 7,11 1 ,0077 ,0680 1,80 En contra -,5266 ,3196 2,71 1 ,0994 -,0254 ,59 No clara/varias -1,0392 ,4930 4,44 1 ,0351 -,0470 ,35 Constante -3,3654 ,5674 35,17 1 ,0000

Tabla 184. Resultados derivados de la regresión logística múltiple de la intención de hacerse elcarnet de donante de órganos. Categorías de referencia: (1) Provincia; (2) Hombre; (3) Católico nopracticante; (4) Totalmente de acuerdo; (5) De acuerdo; (6-7) Mucho; (8-9) No; (10) No sé.

B. RANDO230

Los resultados sobre el ajuste del modelo son:

• Las variables incluidas en el modelo se encuentran asociadas a la intención de

donar órganos de un familiar fallecido, con un cambio en la desvianza χ2=

297,38, g.l.= 21 y p< 0,0001.

• El estadístico R2 de Nagelkerke indica que aproximadamente el 39% de la

variabilidad en la variable de respuesta es explicada por el modelo estimado.

• Hay un 43,94% de casos clasificados correctamente entre quienes no donarían y

un 95,17% entre los que donarían (punto de corte: 0,05). La tasa de falsos

negativos es de 0,26 y la de falsos positivos es de 0,16. El porcentaje total de

coincidencias es aproximadamente de un 83%, por lo que también se puede

realizar una buena predicción de la intención de donar órganos de un fallecido a

partir del presente modelo.

Valores predichos

No Sí Correctas

Valores Observados

No 106 135 43,94%

Sí 37 725 95,17%

Total 82,88%

• También el test de Hosmer-Lemeshow muestra el ajuste del modelo (χ2 = 13,98,

g.l.= 8 y p= 0,0822).

Respecto a las variables que conforman el modelo:

• La odds condicional de la intención de donar de una persona de la capital es 1,56

veces la de una persona de provincia.

• El propósito de donar los órganos de un familiar entre las mujeres es 1,78 veces

más probable que entre los hombres.

• En el grupo de católicos practicantes la decisión positiva es 1,49 veces más

probable que entre los católicos no practicantes, mientras que la probabilidad de

esta decisión por parte de las personas que pertenecen a otras religiones es 0,18

veces la del grupo de referencia. La comparación con el grupo de ateos y

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 231

agnósticos no resulta significativa.

• La razón de probabilidades del propósito de donar los órganos de un familiar

entre las personas totalmente en desacuerdo con el mantenimiento del cuerpo

intacto tras la muerte es 15,82 veces la de que quienes están totalmente de

acuerdo con esta idea. A su vez, la intención de donar de los que afirman estar

algo en desacuerdo y algo de acuerdo con este pensamiento es 3,52 y 5,07

veces más probable, respectivamente, que la intención de hacerlo en el grupo de

referencia.

• Cuando se mantiene una actitud desfavorable hacia la autopsia, la probabilidad

del propósito de donar los órganos de un familiar fallecido es 0,52 veces la de

quienes están de acuerdo con ella. La comparación con los encuestados que se

muestran indiferentes no es significativa.

• Respecto a la idea de un diagnóstico prematuro de muerte, la decisión de donar

los órganos de un familiar entre quienes se sienten nada preocupados por esta

posibilidad es 2,77 veces más probable que en el grupo muy preocupado por ella.

A su vez, la probabilidad de esta decisión entre quienes se sienten casi nada

preocupados es 6,15 veces la probabilidad de la intención en el grupo de

referencia.

• El propósito de quienes no se sienten nada preocupados por la modificación

estética del fallecido es 2,31 veces más probable que el de quienes están muy

preocupados por esta idea. Por otro lado, quienes están algo preocupados

manifiestan una pretensión de donar los órganos de un familiar 4,43 veces más

probable que las personas muy preocupadas, mientras que la comparación con

quienes afirman que les preocupa casi nada no es significativa.

• Conocer la petición de dinero para un trasplante se relaciona con el deseo de

donar los órganos de un familiar, de forma que en el grupo que conoce este tipo

de acciones la intención de hacerlo es 1,75 veces más probable que en el caso

de quienes no han recibido estas noticias.

• La odds de la decisión de donar los órganos de un familiar entre los donantes de

sangre es 2,04 la odds de los que no han donado sangre.

• La odds condicional de la intención de donar entre quienes conocen la opinión

favorable hacia la donación de sus familiares es 1,8 veces la de quienes la

B. RANDO232

desconocen. Por el contrario, la probabilidad de una decisión positiva entre

quienes se encuentran rodeados por variedad de opiniones o la falta de una

actitud definida es 0,35 veces la de esta decisión entre quienes no conocen lo

que piensan sus familiares. No existen diferencias significativas entre quienes

conocen la opinión contraria de su familia y el grupo de referencia.

En resumen, la intención de donar los órganos de un familiar fallecido entre

los andaluces encuestados es prevalente en personas que viven en la capital, de

sexo femenino, de religión católica y practicantes, que no están totalmente de

acuerdo con que el cuerpo quede intacto tras la muerte y con una actitud favorable

hacia la autopsia, no se sienten muy preocupados por la idea de un diagnóstico

prematuro de muerte, ni por la estética del fallecido al extraerle los órganos, son

donantes de sangre o han donado alguna vez, han oído sobre petición de dinero

para un trasplante, y conocen la opinión favorable de sus familiares hacia la

donación y trasplante.

IV. DISCUSIÓN

A continuación se examinan los resultados obtenidos y se exponen las

conclusiones extraídas, como respuesta a los objetivos planteados.

Sobre la actitud, las intenciones de actuar y otras variables a nivel descriptivo

Uno de los objetivos que ha guiado el presente trabajo ha sido comprobar el

patrón de creencias, actitudes, intenciones de actuar, etc. de la población andaluza

sobre la donación de órganos, con objeto de intentar determinar si esta Comunidad

presenta características diferentes al resto de Comunidades, que puedan explicar en

alguna medida su lugar entre las de menor tasa de donación. Para ello, se ha

comparado este patrón con los resultados del estudio de Rosel et al. (1996) a nivel

nacional, el cual se ha llevado a cabo aproximadamente en el mismo periodo en que

se ha administrado la encuesta a la población andaluza. Esta coincidencia en el

tiempo otorga al estudio de Rosel et al. un gran valor, ya que se sabe que las

creencias y actitudes pueden cambiar en función de la información que se posee y

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 233

de las experiencias vividas. Además, la modificación de éstas puede llevar a que

también las intenciones de actuar se modifiquen.

Por tanto, en este apartado se revisan los resultados obtenidos a nivel

descriptivo y se establece la comparación con el citado trabajo, del cual se posee

una información descriptiva, comparable sólo para las cuestiones que se plantean

en los mismos términos empleados en el presente estudio.

En primer lugar, se ha observado que la práctica totalidad de los andaluces

encuestados sostienen una actitud favorable a la donación de órganos (97,1%), cifra

que decrece progresivamente respecto a las intenciones de donar los órganos

propios, de donar los de un familiar fallecido y de hacerse el carnet de donante. Este

patrón se reproduce a nivel nacional en el estudio de Rosel et al. (1996), donde un

94% de entrevistados está de acuerdo con la donación. En relación con los órganos

propios, aproximadamente un 86% mantiene en algún grado que donaría, lo que

concuerda con el 85,5% obtenido por Rosel et al. (1996). Este porcentaje se reduce

al 71,2% para la intención de donar los órganos de un familiar bajo el supuesto de

desconocer la opinión del fallecido, siendo de nuevo las cifras muy similares a las

encontradas en la muestra española, con un 73,4% de entrevistados que donarían.

Respecto al carnet, sólo un 6,7% de los encuestados dice que lo ha firmado.

Este dato es próximo al encontrado en el estudio de Rosel et al. (1996) para

Andalucía (5,6%), y resulta algo superior al hallado a nivel de toda la muestra

española (4,6%). A su vez, es una cifra muy similar a la encontrada en Málaga

(6,8%) en una encuesta realizada en 1992 (Blanca, Frutos y Rosel, 1993). De las

personas que no han firmado el carnet, el 63,6% manifiesta propósito de hacerlo, lo

que supone un descenso aproximado del 22% en el porcentaje de encuestados

cuya decisión es positiva, en comparación con la cifra que desea donar los órganos

propios, que como se ha indicado es del 86%.

B. RANDO234

Entre las razones que aducen los encuestados como justificación para no

haber firmado el carnet se encuentran, por orden de prioridad, el hecho de no

habérselo planteado o pensado tranquilamente, falta de información sobre donación

y trasplante, desconocimiento sobre el procedimiento para conseguirlo, falta de

tiempo, miedo y superstición. Estas razones son en su mayoría coincidentes con los

argumentos citados en otros estudios (Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Blanca, Frutos

y Rando, 1996; Martín, Martínez y López, 1995), observándose cómo la mayor parte

de los encuestados no ha iniciado una toma de decisión respecto a hacerse el

carnet o pospone su decisión. En cuanto al resto de justificaciones, salvo el miedo,

los otros argumentos más señalados se encuadran dentro del proceso de toma de

decisión o en el intento de realizar la conducta. De ellos, la información es necesaria

para tomar una decisión, mientras que conocer el procedimiento para hacerse el

carnet y tener tiempo son recursos indispensables para llevar a cabo la conducta.

Sin embargo, las razones expuestas a los encuestados no son excluyentes y

pueden estar relacionadas unas con otras. La posibilidad de señalar múltiples

razones por las que no se ha firmado un carnet puede significar que algunas de las

personas que indican la falta de información, de tiempo o el miedo sean también

algunas de las que necesitan reflexionar tranquilamente para tomar una decisión.

Con respecto al diálogo sobre el tema en el ambiente familiar, los datos

concuerdan con los obtenidos en otras investigaciones (Blanca, Frutos y Rosel,

1993; Frutos et al., 1992; Rando, Blanca y Frutos, 1994; Rosel et al., 1996). Algo

menos de la mitad ha transmitido su deseo personal respecto a la donación (42,4%)

y conoce la opinión de sus familiares (43,6%). En el estudio de Rosel et al. (1996),

los datos son algo superiores, pero muy similares (48,5% y 49,2%,

respectivamente). Para interpretar estas cifras es necesario recordar el proceso de

petición de órganos. En la actualidad, en caso de donación, siempre se solicita

permiso a los familiares y, aunque la legislación vigente no lo establece así, su

decisión es la que determina la posibilidad de extracción. Generalmente, esta

decisión no se ha tomado previamente sino que tiene lugar en el contexto

hospitalario, donde las personas implicadas deben comprender el concepto de

muerte cerebral y aceptar la muerte del familiar. En este contexto están presentes

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 235

diversas variables situacionales (v.g. el trato proporcionado por los médicos al

paciente y familiares, las facilidades otorgadas para visitar y permanecer con el

paciente, el dolor por el fallecimiento del familiar, las presiones de tiempo para tomar

la decisión, etc.), que han mostrado en algunos estudios su relación con la

respuesta familiar a la petición de órganos (Bonnet et al., 1997; Franz et al., 1996;

Frutos et al., 1994; Rosel, et al., 1999). Por su parte, las investigaciones sobre

decisores o personas que han tenido que dar una respuesta a la petición de los

órganos de un fallecido indican que cuando se desconoce el deseo del difunto

disminuyen las donaciones y, cuando se conoce, los familiares suelen actuar acorde

con él, tanto para dar una respuesta negativa como para dar una respuesta

afirmativa (Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Durand-Zalenski et al., 1996; Morton y

Leonard, 1979). Por tanto, el porcentaje de encuestados que han transmitido su

opinión personal, aunque no es desestimable, se puede considerar bajo, ya que las

condiciones bajo las que la familia debe adoptar la decisión no son favorables y

probablemente dificultan una toma de decisión reflexionada sobre toda la

información disponible (Ronis, Yates y Kirscht, 1989). Esto puede indicar la

necesidad de emprender acciones dentro de un programa de concienciación social

encaminadas a la promoción del diálogo familiar.

La razón principal que aducen los encuestados para no haber transmitido la

opinión a los familiares es que no ha surgido el tema de conversación. Igualmente,

aunque es menos frecuente, algunos encuestados (18%) mantienen que en la

familia se evita la discusión sobre aspectos relacionados con la muerte, razón que

ha sido también citada en estudios previos (Gallup Organization, 1993).

Por otra parte, desde la perspectiva prosocial, otra cuestión importante en el

ámbito de la donación de órganos es su consideración como una acción solidaria.

En este sentido, casi la totalidad de los encuestados está de acuerdo con esta idea,

a la vez que opina que se debe donar porque existe la posibilidad de necesitar un

órgano para trasplante en un futuro. Estos datos también son acordes con los

encontrados por otros autores en la población española, donde un mayor porcentaje

de encuestados señala la solidaridad como razón más importante para donar, a la

que le sigue la reciprocidad (Martín, Martínez y López, 1995). El acuerdo

B. RANDO236

generalizado con estos pensamientos puede indicar que se asumen como normas

sociales en la Comunidad de Andalucía, por lo que pueden ser algunos de los

factores que motiven la acción social positiva en el caso de las personas que

desean ajustarse a ellas (Salovey, Mayer y Rosenhan, 1991). A pesar de que la

reciprocidad se suele interpretar como una motivación egoísta cuyo objeto es

obtener un beneficio de la conducta prosocial, este resultado, lejos de ser negativo,

es útil para desarrollar un programa de intervención donde se destaquen los

beneficios que se pueden obtener de la donación, ya que hay que considerar que la

mayoría de las barreras detectadas reflejan costes procedentes de la donación.

Las cuestiones relativas a las creencias religiosas y a la muerte han sido

aludidas en reiteradas ocasiones en este contexto. A este respecto, los encuestados

se definen mayoritariamente como católicos (91,3%), y aproximadamente la mitad

como católico practicante (51,4%), mientras que en la muestra española la

distribución de los católicos en practicantes y no practicantes es homogénea (42,2%

y 42,6%, respectivamente). Además, una gran mayoría reconoce que sus creencias

religiosas no le influyen sobre su decisión respecto a la donación, aunque en el caso

de que ocurra, es más frecuente un efecto positivo. Por otro lado, el malestar al

pensar en la propia muerte y la preocupación por desconocer lo que ocurre tras ella

quedan patentes en la mitad de la muestra aproximadamente, aunque son pocos los

que se sienten muy preocupados con estos pensamientos. Por el contrario, una idea

compartida por la práctica totalidad es la creencia relativa a que la donación permite

extraer algo positivo de la muerte, variable citada en otros estudios (Rando, Blanca y

Frutos, 1995). Asimismo, una gran mayoría está en desacuerdo con que quede el

cuerpo intacto tras la muerte, pero es favorable a la práctica de la autopsia sobre el

propio cuerpo (85%), y algo más de la mitad acepta la incineración (58,3%). Estos

últimos datos se acercan bastante a los existentes a nivel nacional (Rosel et

al.,1996), puesto que un 81,4% está de acuerdo con el examen anatómico y un

66,4% lo está con la exhumación del propio cuerpo.

En relación con los aspectos anteriores, y de forma directa con el proceso de

donación-extracción-trasplante, se comprueba que una mayoría se siente

preocupado ante la posibilidad de una extracción prematura de los órganos en caso

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 237

de donación y las posibles irregularidades en la distribución de éstos, cifra que se

invierte por completo en relación con la preocupación por la modificación estética del

cuerpo tras la extracción. Estos resultados no son una novedad en la literatura, ya

que se ha encontrado que algunos sectores dudan de que los órganos extraídos se

destinen al trasplante (Basu, Hazariwala y Chipman, 1989). De igual forma, algunos

creen que se producen errores médicos en el diagnóstico de muerte cerebral (Rosel

et al., 1996), que existen presiones del equipo de trasplante que pueden apresurar

el diagnóstico de muerte (Wakeford y Stepney, 1989) o que se produce adelanto en

el certificado de muerte en caso de donación (Falvo, Woehlke y Tippy, 1987; Frutos

et al., 1992). A pesar de las cifras anteriores, sólo alrededor del 10% de los

entrevistados afirma que la confianza depositada en los profesionales sanitarios es

escasa o inexistente. En la medida en que las preocupaciones indicadas reflejan

desinformación o información inadecuada sobre características y exigencias legales

en el ámbito de la donación y trasplante, deben ser objeto de reflexión para futuras

campañas de concienciación social.

Otros indicios de desinformación proceden de la percepción que poseen los

entrevistados del grado de conocimientos sobre el tema, con una mayoría que

estima que posee un nivel moderado o bajo, a la vez que pocos reconocen haber

recibido información sobre donación y trasplante recientemente, y una práctica

totalidad considera aconsejable ofrecer más información a los ciudadanos.

En relación con los órganos y tejidos susceptibles de ser donados, los más

conocidos en la Comunidad de Andalucía, al igual que en otros estudios (Blanca,

Frutos y Rando, 1994; Manninen y Evans, 1985), son el riñón y el corazón. También

se conocen los trasplantes de hígado, pulmón y médula ósea, aunque en menor

proporción los de páncreas, piel y huesos. Como se ha comentado en puntos

anteriores, estos datos son razonables, ya que tradicionalmente se ha puesto mayor

énfasis en los trasplantes de órganos que en los de tejidos. Además, las noticias

impactantes sobre la donación de órganos normalmente están relacionadas con el

riñón, por ser el órgano más demandado, y el de corazón, por ser uno de los más

delicados en situaciones de urgencia.

B. RANDO238

De forma consistente con las investigaciones previas (Blanca, Frutos y

Rando, 1994), más de la mitad de encuestados desconoce las consecuencias que

tiene el trasplante a nivel económico para el receptor, ya que un 60% no sabe con

certeza si este tipo de intervención es gratuita, o bien piensa que no lo es. También

se observa desinformación en relación con la opinión de las respectivas Iglesias

sobre la donación y trasplante de órganos. Sólo el 9,5% en la muestra de andaluces

conoce la actitud de su Iglesia, porcentaje que es superior a nivel nacional (24,6%).

Sin embargo, los resultados difieren respecto al conocimiento de las consecuencias

del trasplante sobre la salud del enfermo, ya que la práctica totalidad de los

encuestados reconoce la utilidad del mismo como solución para la enfermedad de

las personas necesitadas y reconoce que se evitan sufrimientos a éstas. El

reconocimiento de la utilidad de los trasplantes para la calidad de vida de quienes lo

reciben ya ha sido detectado por otros autores (Basu, Hazariwala y Chipman, 1989;

Beasley et al., 1997; Blanca, Frutos y Rando, 1994; Falvo, Woehlke y Tippy, 1987;

Martín, Martínez y López, 1995; Matten et al., 1991; Wight, 1997). Este

reconocimiento puede dar lugar también a la aceptación casi unánime del

trasplante, en caso de necesidad, como ocurre en otros estudios realizados con

anterioridad (Gallup Organization, 1993; Östergren y Gäbel, 1993; Parisi y Katz,

1986). Si se pretenden aumentar o mantener las decisiones positivas respecto a la

donación es necesario asegurar que los ciudadanos posean una adecuada

información sobre estas cuestiones ya que, de lo contrario, pueden desarrollar

creencias erróneas que se perciban como costes, tales como pensar que la persona

está viva cuando le extraen los órganos, pensar que hay preferencias en la

distribución de los órganos, pensar que el enfermo debe financiar el trasplante, creer

que la propia Iglesia se opone a la donación y desconocer lo que piensan los

referentes. Si se encuentran más costes que beneficios, disminuirá la probabilidad

de la acción prosocial (Dovidio et al., 1991).

Por último, las noticias de tipo sensacionalista se encuentran hoy en día muy

extendidas por los medios de comunicación. En relación con la donación de órganos

algunas son el secuestro de niños para extraerles los órganos, la muerte de

personas por no recibir un órgano a tiempo, comercio de órganos, petición dinero

para acceder a un trasplante y la discriminación de personas para recibir uno,

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 239

ordenadas de forma decreciente en función del porcentaje de encuestados que las

han oído. De estas noticias, las relativas a secuestro, comercio y discriminación

pueden transmitir una idea errónea del proceso de obtención de órganos en

España, ya que es uno de los países que destaca por su transparencia. De la misma

manera, la petición de dinero en programas televisivos puede generar la creencia

errónea de que España no cuenta con la recursos apropiados, tanto técnicos como

humanos, para afrontar ciertos trasplantes, lo cual también dista de la realidad. No

obstante, esta noticia puede sensibilizar al ciudadano de forma indirecta, ya que

está dirigida al componente emocional. Finalmente, la noticia relativa al fallecimiento

de una persona por no disponer de un órgano compatible puede reflejar la realidad

y, al ser emocionalmente impactante, es probable que provoque una emoción de

empatía y simpatía hacia las personas implicadas, o un sentimiento de malestar

ante su aflicción, lo que consecuentemente puede generar decisiones y respuestas

positivas a la donación.

En todo caso, cualquier acción dirigida a proporcionar la información

necesaria para generar actitudes favorables, intenciones de actuación positivas y la

consecuente conducta de donar, debe contemplar cuáles son los medios más

informativos para la muestra encuestada. En general, de acuerdo con otras

investigaciones (Martín, Martínez y López, 1995; Gallup Organization, 1993; Harris

et al., 1990), los encuestados suelen indicar la televisión como el medio por el cual

reciben más información, seguido de la radio, prensa, folletos publicitarios,

conversaciones con amigos y familiares. Una minoría reconoce como fuentes

informativas adicionales las conferencias, conversaciones con médicos y el hecho

de conocer a alguna persona que ha recibido un trasplante o en lista de espera. Por

tanto, la televisión, prensa y radio parecen los medios de actuación más adecuados,

aunque no se debe obviar el uso de folletos informativos.

Sobre las variables que se relacionan con las intenciones de donar losórganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiarfallecido

Para cubrir este objetivo se han realizado análisis univariantes y regresión

logística múltiple para cada una de las intenciones de actuación. Los análisis

B. RANDO240

univariantes muestran que la mayoría de las variables sobre las que se posee

evidencia previa y que han mostrado en otras investigaciones una relación con las

intenciones de donar los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los

órganos de un familiar, también lo hacen en este estudio. Asimismo, se observa que

las variables asociadas a cada una de las intenciones son similares, en

concordancia con las investigaciones realizadas, aunque no todas ellas han sido

examinadas en tales estudios. En definitiva, los resultados globales a nivel

univariante se ajustan a la evidencia previa.

En general, las variables se agrupan en sociodemográficas, creencias

religiosas, relacionadas con la muerte y la manipulación sobre el cuerpo tras el

fallecimiento, variables relativas al diálogo familiar, experiencia con otras conductas

prosociales y diversas cuestiones relacionadas con la información sobre donación y

trasplante.

En el conjunto de variables sociodemográficas se observa una relación

inversa entre la edad y las intenciones respecto a los órganos propios y el carnet,

mientras que esta relación es directa con el nivel de estudios, también para el

propósito de donar los órganos de un familiar. De igual modo, en los tres casos, hay

una mayor proporción de decisiones positivas cuando el lugar de residencia es la

capital. El sexo sólo se encuentra asociado con la intención respecto a los órganos

de un familiar, a favor de las mujeres. Otras variables que se asocian con las tres

intenciones son las creencias religiosas y la creencia en torno a la resurrección, con

un mayor porcentaje de personas determinadas a actuar entre los que no creen en

la resurrección. En el mismo caso se encuentra la donación de sangre, cuya relación

con estas decisiones es positiva, al igual que en literatura sobre el tema (Blanca,

Frutos y Rosel, 1993; Frutos et al., 1992).

Por lo que se refiere a las creencias relativas a la muerte y la manipulación

sobre el cuerpo tras el fallecimiento, todas las analizadas se han relacionado con las

intenciones objeto de estudio, como ocurre en los estudios previos (Blanca, Frutos y

Rosel, 1993; Frutos et al., 1992; Pearson y Zurynski, 1995; Sanner, 1994). Son,

específicamente, el grado de incomodidad al pensar sobre la propia muerte, grado

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 241

de preocupación por desconocer lo que ocurre tras la muerte, actitud hacia

mantener el cuerpo intacto tras la muerte, actitud hacia la práctica de la autopsia e

incineración sobre el propio cuerpo. En general, las personas más reticentes en

relación con estas cuestiones lo son también respecto a las intenciones de donar los

órganos propios, de firmar el carnet y de donar los órganos de un familiar fallecido.

Por otro lado, en el grupo de variables relativas a la familia, se observa la

asociación de las respectivas intenciones con el hecho de haber transmitido el

deseo personal a los familiares y conocer la opinión de éstos. Cuando se ha

mantenido un diálogo en estos términos, hay un mayor número de personas

decididas a donar los órganos propios y de un familiar, así como a firmar el carnet

(Rando, Blanca y Frutos, 1994, 1995).

Entre las cuestiones de conocimiento sobre donación y trasplante de órganos,

actúan como barrera para las tres intenciones las preocupaciones por la posibilidad

de una extracción prematura de los órganos en caso de donación, por creer en la

posibilidad de una modificación estética del fallecido al extraer los órganos y por la

posibles irregularidades en su distribución, como se ha obtenido en otros estudios

(Frutos et al., 1992; Martín, Martínez y López, 1990; 1995; Nolan y Spanos, 1989;

Parisi y Katz, 1986; Rando, Blanca y Frutos, 1995; Rosel et al., 1996; Sanner, 1994).

También es una barrera para la donación la falta de confianza en los profesionales

sanitarios.

Otra variable de conocimiento es el grado de información percibido por el

encuestado, el cual también ha demostrado estar asociado a las tres decisiones.

Las restantes variables de información se asocian diferencialmente a las respectivas

intenciones, así por ejemplo, para el propósito de donar los órganos propios son

relevantes la información sobre los órganos y tejidos susceptibles de ser donados y

el conocimiento sobre la gratuidad de los trasplantes, mientras que comparte con la

intención de hacerse el carnet el hecho de haber recibido información a través de la

prensa, folletos informativos y por conversaciones con profesionales sanitarios. Sin

embargo, las conversaciones con familiares y amigos son medios informativos

comunes a las tres intenciones y, a la vez, los únicos por los que se observan

B. RANDO242

diferencias en el propósito de donar los órganos de un familiar. Este último resultado

parece indicar que la decisión respecto a los órganos de un familiar está sujeta a

medios de información diferentes, más relacionados con el contexto en la que ésta

tiene lugar.

Finalmente, las noticias de impacto emocional sobre el tema, como haber

oído sobre comercio de órganos con fines de trasplante, la petición de dinero para

acceder a uno y que una persona ha fallecido por no recibir un órgano a tiempo, se

relacionan diferencialmente con las intenciones. En general, se esperaba que las

noticias que generan creencias erróneas sobre el proceso de obtención de órganos

y trasplante en España, mantuvieran una relación inversa con el propósito de donar

los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiar,

como anteriormente se ha apuntado. Sin embargo, el resultado es el opuesto al

esperado, lo cual puede deberse, tal y como se ha señalado, al impacto que ejercen

a nivel emocional, sensibilizando a los ciudadanos y provocando empatía y simpatía

hacia las personas implicadas. En cualquier caso, si las noticias emocionalmente

impactantes llegan fácilmente a los ciudadanos es lícito pensar que otras noticias

dirigidas también al componente afectivo e igualmente impactantes, pero que

proporcionen una información correcta (v.g. número de personas en lista de espera,

calidad de vida de los enfermos, etc.), sean efectivas para generar decisiones

positivas. En este sentido, se ha podido comprobar empíricamente en este y otros

estudios que hay un mayor porcentaje de entrevistados con el propósito de donar

los órganos propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiar entre

los que conocen a personas con un órgano trasplantado o que lo esperan, a pesar

de no ser un medio que en general proporcione información (Coleman-Musser,

1997; Martín, Martínez y López, 1995). Por tanto, entre las acciones de intervención

que se diseñen, se deben incluir mensajes dirigidos al componente afectivo, que

además pueden ser proporcionados por enfermos en lista de espera.

En cuanto al análisis multivariante, se realiza un examen más detallado de los

resultados. En todos los modelos el porcentaje de casos clasificados correctamente

entre quienes adoptan una decisión positiva es muy alto, aunque no ocurre lo mismo

entre quienes adoptan una decisión negativa, para los cuales el porcentaje es

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 243

menor, especialmente en el modelo de la intención de donar los órganos de un

familiar fallecido. Este resultado puede deberse a que no se han introducido en el

análisis variables tales como los valores personales, variables de personalidad,

alguna medida de la norma subjetiva (creencias sobre la opinión de los referentes

acerca de la conducta) y la motivación para ajustarse a ella, etc. Como se ha

señalado en un apartado anterior, se ha comprobado empíricamente la existencia

de una gran variedad de factores de este tipo que afectan a la conducta prosocial

(v.g. Batson y Oleson, 1991; Dovidio et al., 1991; Eisenberg, 1986), por lo que tales

variables deben ser tomadas en consideración para que la eficacia predictiva de los

modelos sea mayor. A su vez, en la elaboración del modelo de la intención de donar

órganos de un familiar, no ha sido posible incluir las razones por las que no se ha

transmitido el deseo personal a los familiares, las cuales proporcionan una medida

indirecta de algunas actitudes existentes en este grupo de referencia. Asimismo, la

inevitable ausencia de las variables contextuales bajo las que se suelen llevar a

cabo estas decisiones (aflicción por el fallecimiento del familiar, presiones de tiempo

para adoptar una decisión, experiencia hospitalaria en el trato recibido por el

personal sanitario, etc.), cuyo efecto es probablemente negativo, puede contribuir a

explicar tales resultados. Estas variables han mostrado ser relevantes en la

discriminación entre donantes y no donantes (Rosel, et al., 1999), sin embargo sólo

pueden ser recogidas en situaciones reales de donación, puesto que sólo entonces

pueden ser evaluadas por los decisores. Las variables que forman parte de cada

uno de los modelos se presentan en la figura 57.

ÓRGANOS PROPIOS ÓRGANOS DE UN FAMILIAR

Preocupación Sexo estética Lugar de Conocer opinión residencia

Percepción salud familiares Conocer peticiónCreencia sobre Preferir cuerpo de dinero resurrección intacto

Actitud hacia autopsia

Donación sangre Creencias

Percepción religiosas Preocupacióninformación extracción prematura

B. RANDO244

Razones para no tener carnet

Confiar en Tener información médicos por folletos

CARNET DE DONANTE

Figura 57. Diagrama de resultados de los análisis multivariantes. Las zonas de intersecciónmuestran las variables comunes a las intenciones de actuación.

Algunas de las variables que entran a formar parte en los respectivos

modelos multivariantes son comunes a éstos, pero otras participan de forma

exclusiva en uno u otro, confirmando la idea de que hay factores que subyacen

diferencialmente a cada una de las decisiones. Las compartidas son, una de

carácter religioso, dos relacionadas con la manipulación sobre el cuerpo del

fallecido, y una de tipo prosocial.

A nivel de las creencias religiosas se comprueba que los católicos

practicantes y no practicantes difieren respecto a la intención de donar los órganos

propios, de hacerse el carnet y de donar los órganos de un familiar fallecido, siendo

más probable la decisión positiva entre los primeros. Estos resultados son

inesperados, ya que las investigaciones realizadas sobre la intenciones y la

conducta de firmar el carnet no muestran asociación entre éstas y la religión

(Blanca, Frutos y Rando, 1996; Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Nolan y McGrath,

1990; Nolan y Spanos, 1989; Rosel et al., 1996). No obstante, es posible que en la

práctica religiosa se transmitan valores morales relacionados con la ayuda a los

demás, que puedan de alguna manera afectar positivamente. Asimismo, puede que

los católicos perciban con mayor frecuencia una influencia de su religión sobre la

decisión, como se ha visto en otros estudios (Blanca, Frutos y Rosel, 1993). En este

sentido, de los encuestados que afirman que su religión les afecta en algún sentido

sobre su decisión, un 72,6% es católico practicante, un 25,5% es católico no

practicante y 1,9% pertenece a otras religiones. Sin embargo, para encontrar una

explicación a estos resultados se necesitan futuras investigaciones que analicen la

importancia que la persona concede a la religión en su vida, variable que ha

mostrado su relación con este tipo de decisiones (Martín, Martínez y López, 1995). A

su vez, será útil comprobar cuál es el determinante de la religiosidad de las

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 245

personas decididas a donar (Amón, 1968; 1973), con objeto de comprobar si el

grado de religiosidad que se atribuyen se debe a la práctica que realizan

(determinante extrínseco) o a la vivencia interna de sus creencias (determinante

intrínseco). Por otro lado, se observa que la probabilidad de una decisión positiva

entre quienes pertenecen a otras religiones es significativamente menor para las

intenciones de donar los órganos propios y de un familiar fallecido. En este caso hay

que tener en cuenta que algunas religiones como los Testigos de Jehová se oponen

a la transfusión sanguínea y, aunque la donación de órganos es una cuestión sobre

la que se permite una decisión libre, es probable que algunas personas opten por

una decisión conservadora. Por tanto, en futuras investigaciones sería conveniente

diferenciar la religión de pertenencia y las creencias que subyacen a éstas. En todo

caso, la única actuación posible a nivel de las creencias religiosas es transmitir a los

ciudadanos el pronunciamiento de las respectivas Iglesias. De este modo se evita

que el desconocimiento de la actitud de la Iglesia sea un impedimento para la

donación.

Por otro lado, y de acuerdo con los resultados de los análisis univariantes, en

los modelos participan variables relacionadas con la manipulación sobre el cuerpo

tras el fallecimiento, relación que se ha encontrado de forma reiterada en otras

investigaciones, como ya se ha comentado. De este conjunto, las dos variables que

resultan más relevantes son la actitud hacia el cuerpo intacto tras la muerte y hacia

la práctica de la autopsia. Como cabía esperar, se observa que el propósito de

actuar es más frecuente entre aquellas personas que no están totalmente de

acuerdo con la idea de mantener el cuerpo intacto y entre quienes poseen una

actitud favorable hacia la autopsia. Este resultado es coherente si se tiene en cuenta

que la donación de órganos implica la extracción de los mismos mediante una

intervención quirúrgica, lo que supone una manipulación sobre el cuerpo sin vida.

Estas actitudes están relacionadas con el valor que se otorga a la integridad del

cuerpo y con el culto al mismo, por ello, tal como ha propuesto Belk (1990), puede

ser útil introducir en las campañas de concienciación social la noción del cuerpo

como un jardín, donde los órganos pueden ser cosechados e implantados, o como

una máquina, cuyas piezas pueden ser extraídas y repuestas.

B. RANDO246

La participación de la conducta de donar sangre, con una mayor probabilidad

de adoptar una decisión positiva entre los donantes, es muy significativa, porque es

una forma de donación en vida que comparte con la donación de órganos el

carácter prosocial. Como indica la literatura, la realización de acciones sociales

positivas aumenta la probabilidad de otras acciones similares en el futuro, ya que

pueden reforzar la imagen de persona altruista cuando la motivación para la

conducta anterior ha sido interna, pueden configurar valores morales, afectar a la

evaluación de utilidad de conductas prosociales futuras, así como aumentar la

sensibilidad a la necesidad de los otros y la capacidad de ponerse en el lugar de

ellos (Eisenberg, 1986). Además, los resultados son consistentes con los trabajos de

Horton y Horton (1991), quienes elaboran un modelo causal para explicar la

conducta de firmar un carnet de donante en el que la donación de sangre no sólo se

relaciona con la actitud hacia la donación y la intención de donar, sino que

contribuye de forma directa a predecir la conducta. Por tanto, puede ser útil la

propuesta de Piliavin (1990) relativa a usar de forma indirecta, para la donación de

órganos, las acciones que se lleven a cabo para aumentar las donaciones de

sangre. En este sentido, es adecuada la distribución de folletos informativos y

carnets de donantes en los centros de donación de sangre.

En cuanto a las variables que no son comunes a los tres modelos, una visión

general permite observar que la intención de donar los órganos propios se relaciona

con la percepción de salud de los encuestados y del grado de información que

poseen, la creencia sobre la resurrección, la preocupación por la modificación

estética del fallecido tras la extracción de los órganos y el conocimiento de la opinión

de los familiares. Estas dos últimas las comparte con la intención de donar los

órganos de un familiar, aunque dicha decisión también aparece relacionada con el

sexo y lugar de residencia de los encuestados, así como con el hecho de haber oído

algunas noticias impactantes sobre el tema. Una última cuestión que contribuye a la

decisión sobre los órganos de un familiar es la preocupación por la extracción

prematura de los órganos, que también participa en la decisión de firmar el carnet de

donante. No obstante, este otro propósito se asocia a su vez con cuestiones de

información y otros recursos necesarios para llevar a cabo la conducta.

Seguidamente se hace un análisis más detallado de cada una de las decisiones.

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 247

Por lo que se refiere a la intención de donar los órganos propios, la decisión

positiva es menos probable en las personas que perciben su salud como mala. La

contribución en el modelo de la percepción del propio estado de salud puede

implicar una influencia indirecta de la edad de los encuestados sobre la decisión

personal, ya que los problemas de salud suelen estar asociados a edades

avanzadas.

Otra variable asociada al deseo de donar los órganos propios es la creencia

sobre la resurrección, mostrando un mayor número de encuestados determinados a

donar entre quienes no creen, frente a quienes sí creen o muestran incertidumbre,

como se ha indicado más arriba. Este resultado se ha observado en otras

investigaciones (Matten et al., 1991; Sanner, 1994) y puede ser consistente con el

hallado respecto a la manipulación del cuerpo, ya que quienes crean en una

resurrección física tras la muerte pueden renunciar a la donación por interpretarla

como un atentado contra la integridad del cuerpo (Parisi y Katz, 1986). En relación

con esta cuestión, la preocupación por la modificación estética del cuerpo al extraer

los órganos también constituye una barrera para el propósito de donar los órganos

propios, como ya se ha mencionado (Frutos et al., 1994; Rosel et al., 1996). Esta

variable indica la existencia de una creencia errónea sobre el proceso de extracción

de órganos, ya que la intervención quirúrgica se realiza cuidando el aspecto externo

del fallecido. Por tanto, este temor infundado se debe eliminar con una información

adecuada.

En cuanto a la percepción del grado de información, los resultados indican

que el propósito de donar los órganos propios es menos probable en el grupo que

afirma que no posee información alguna sobre el tema. Esta variable es muy

importante, a pesar de ser una medida subjetiva del grado de información, ya que el

conocimiento que se tiene contribuye a la formación de las actitudes, a través de las

creencias, y por tanto, también a la toma de decisiones. Si la información disponible

es insuficiente o inadecuada, se pueden formar creencias erróneas que conduzcan

a una evaluación desfavorable de la donación de órganos. Asimismo, la falta de

elementos de juicio puede llevar a posponer la decisión o a mantener una posición

B. RANDO248

conservadora, lo que se traduce en ambos casos en un impedimento para la

donación (Eagly y Chaiken, 1993; Oskamp, 1991; Ronis, Yates y Kirscht, 1989).

Por último, el hecho de desconocer la opinión de los familiares suele estar

asociado con una decisión negativa, como han evidenciado otras investigaciones

(Rando, Blanca y Frutos, 1994). Se comprueba que la intención de donar los

órganos propios es más frecuente en el grupo de personas que conoce la opinión

favorable de sus familiares, respecto a quienes la desconocen, sin que estos últimos

difieran del grupo que sabe que sus familiares se oponen a la donación y del que

encuentra actitudes contrapuestas. En la Teoría de la Acción Razonada y la Teoría

de la Acción planificada, uno de los elementos que predisponen a adoptar una

decisión es la norma subjetiva (Ajzen y Fishbein, 1980; Ajzen, 1991). Estas teorías

se han aplicado con éxito a la donación de sangre y a la donación de órganos en

vida. Tomando esto en consideración, la opinión de los familiares cercanos podría

ejercer una influencia normativa sobre la decisión que se adopte, si la persona

desea ajustarse a la preferencia de los referentes. De aquí se deduce la importancia

de promover el diálogo familiar en estos términos.

Con respecto a la intención de hacerse el carnet, se observa un mayor peso

de variables relacionadas con el conocimiento, como la percepción del grado de

información (en la que coincide con el propósito de donar los órganos propios), la

preocupación por una extracción prematura de los órganos, la obtención de

información a través de folletos, y la justificación de no haber firmado el carnet por

desconocer el procedimiento o por falta de información. De estos aspectos, las

razones indicadas anteriormente para no tener el carnet, junto con la falta de

tiempo, que es otra de las variables que forma parte del modelo, son recursos

necesarios para llevar a cabo la conducta, esto es, la firma del carnet. Se observa

que entre las personas que eligen estos argumentos como justificación de su

inactividad es más frecuente el propósito de firmar el carnet, frente a quienes

consideran que estas razones no explican su comportamiento conservador, tal y

como se cita en otros estudios (Blanca, Frutos y Rando, 1996; Basu, Hazariwala y

Chipman, 1989; Horton y Horton, 1990, 1991). El papel de los recursos disponibles

en el proceso de toma de decisión y en el intento de realizar la conducta se ha

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 249

expuesto en otro apartado, donde diversos trabajos demuestran que la persona

percibe un mayor o menor control sobre la conducta en función de los obstáculos

que anticipa para llevarla a cabo, lo cual depende de los recursos de los que

dispone (Ajzen, 1988, 1991; Borgida, Conner y Manteufel, 1992; Eagly y Chaiken,

1993; Ronis, Yates y Kirscht, 1989). Esta autoeficacia percibida, que se contempla

en la Teoría de la Conducta Planificada (Ajzen, 1988, 1991) y en el Modelo

Compuesto de la Relación Actitud-Conducta (Eagly y Chaiken, 1993), es un

predictor directo de la intención de actuar, y lo es de la conducta si los recursos

disponibles no cambian y no surgen elementos nuevos y poco familiares en la

situación. Como sugiere Eisenberg (1986) en su modelo sobre conducta prosocial,

la persona debe disponer de las competencias que le habilitan para emitir la

conducta y, si transcurre cierto tiempo entre la decisión adoptada y la oportunidad

de ejecución, los posibles cambios en las características situacionales y personales

(v.g. aumento de los costes) pueden reducir la probabilidad de la conducta. Por

tanto, uno de los objetivos que debe contemplar cualquier campaña es transmitir

toda la información necesaria para proporcionar suficientes elementos de juicio en

los que basar la decisión que se adopte, insistiendo en dar a conocer los

procedimientos para hacerse donante. Además, se debe facilitar el acceso al carnet,

evitando la burocracia (v.g. distribución en buzones, en los centros de salud, centros

de donación de sangre y sus unidades móviles, en las organizaciones no

gubernamentales, etc.), con objeto de aumentar la percepción de control y de

reducir el tiempo que transcurre desde que se adopta la decisión positiva hasta que

se realiza la conducta. En este sentido, se pueden emplear mensajes persuasivos

en los que se proponga un plan por pasos hasta la la ejecución de la conducta.

Por otro lado, el temor a una posible extracción prematura de los órganos y el

miedo a tener el carnet, que también participa en el modelo, pueden explicar el

conocido retraimiento de los ciudadanos a tenerlo, ya que en la literatura

demuestran ser un impedimento para el propósito de firmar un documento de este

tipo (Blanca, Frutos y Rando, 1996; Parisi y Katz, 1986), y en este caso se

corrobora. De hecho, la decisión de hacerse el carnet es menos frecuente en el

grupo de personas que manifiestan que el miedo justifica el hecho de no tenerlo, a

diferencia de quienes no eligen este argumento. Asimismo, puesto que en el

B. RANDO250

proceso de obtención y trasplante de órganos hay factores que quedan fuera del

control de las personas, como el diagnóstico de muerte, la extracción y la

distribución de los órganos, parece coherente que la confianza en la labor de los

profesionales sanitarios contribuya al modelo, siendo menos probable la intención

de hacerse el carnet cuando las personas no poseen confianza alguna en el

personal sanitario. En la revisión de los trabajos sobre donación y trasplante se hace

alusión a la relación de esta variable con la actitud hacia la donación y su posible

relación con las decisiones (Basu, Hazariwala y Chipman, 1989; Durand-Zalenski et

al., 1996; Harris et al., 1990; Peters et al., 1996). Estos temores no tendrían cabida

con una adecuada información que generara una mayor confianza entre las

personas que dudan de la transparencia del proceso.

Resulta interesante comprobar el paralelismo existente entre algunas de las

variables que forman parte del presente modelo y las barreras más importantes

detectadas por Horton y Horton (1990) para la firma del carnet. Estos autores

encuentran que un alto porcentaje de ciudadanos cree que su religión no apoya la

donación de órganos, que es necesario el cese de la actividad pulmonar para la

extracción de los órganos y que sólo es válido el carnet proporcionado por el

Departamento de Salud y Servicios Humanos. Estas creencias erróneas indican una

clara falta de información y las dos últimas muestran, por un lado, el

desconocimiento o incomprensión del concepto de muerte cerebral (como en el

caso de las personas que creen que se realiza extracción prematura) y, por otro, el

desconocimiento de los procedimientos para hacerse donante, lo que aumenta la

percepción de complejidad para llevar a cabo esta conducta.

Las diferencias entre este modelo y el de la intención de donar los órganos

propios pueden explicar por qué no todas las personas que deciden donar sus

órganos deciden hacerse el carnet y, en gran medida, el porqué de la cifra tan baja

con carnet en la actualidad.

En cuanto a la intención de donar los órganos de un familiar fallecido bajo el

supuesto de desconocer cuál era la opinión del difunto en vida hacia la donación, no

se esperaba que existieran diferencias significativas en función del sexo, puesto que

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 251

generalmente no se han encontrado, ni siquiera en situaciones reales de donación

(Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Frutos et al., 1994; Rosel et al., 1995). No obstante,

el resultado es congruente con el obtenido por Östergren y Gäbel (1993), quienes

encuentran una cifra más elevada de mujeres decididas a donar los órganos de un

familiar fallecido. Por lo que se refiere al lugar de residencia, ya se han citado

estudios en los que se observa un mayor número de personas residentes en la

capital que están determinadas realizar este tipo de donación (Blanca, Frutos y

Rosel, 1993), al igual que ocurre en este caso. Quizá, como sugieren Rosel et al.

(1996), tiene relación con la distribución del nivel de estudios y la edad entre las

personas encuestadas en la capital y en la provincia. Otra posibilidad es que las

personas residentes en medios urbanos estén más familiarizados con el tema de la

donación de órganos. Este último argumento se sustenta en la centralización de la

Coordinación de Trasplantes en la capital, con un radio de influencia

fundamentalmente urbano.

Otras variables que contribuyen a la varianza explicada por el modelo son la

preocupación por una extracción prematura de los órganos del familiar y por la

modificación estética de su cuerpo tras la extracción, relación que se ha encontrado

en los estudios anteriores tanto para la intención como para la conducta de donar

los órganos de un familiar fallecido (Durand-Zalenski et al., 1996; Martín, Martínez y

López, 1991, 1995; Rosel, et al., 1999). Las personas que se sienten muy

preocupadas ante estas posibilidades son las que con menor frecuencia adoptan

una decisión positiva.

También en este caso, el conocimiento de la opinión o decisión de los

familiares ha mostrado ser clave para la donación de los órganos de un familiar, con

resultados similares a los obtenidos para la intención de donar los órganos propios.

Este apoyo empírico procede tanto de encuestas sobre la intención de donar

órganos de un familiar (Rando, Blanca y Frutos, 1994) como de estudios realizados

sobre decisores (Frutos et al., 1994; Frutos y Blanca, 1995a; Morton y Leonard,

1979). Los resultados obtenidos en este estudio revelan que es más probable el

propósito de donar cuando se conoce la actitud favorable de los familiares cercanos

en relación con quienes la desconocen, sin que estos últimos difieran del grupo que

B. RANDO252

reconoce una opinión contraria. Sin embargo, la decisión positiva es menos

frecuente cuando existen opiniones contrapuestas en la familia, en comparación con

el grupo que desconoce la actitud de quienes le rodean. Como se ha mencionado

con anterioridad, el diálogo familiar sobre las actitudes y deseos respecto a la

donación debe ser más frecuente, especialmente porque las personas que tienen

que decidir sobre la donación de órganos de un familiar fallecido necesitan criterios

para elegir la alternativa que creen mejor. Probablemente, el desconocimiento del

deseo del difunto actúa como una barrera para la donación por la falta de un

argumento de peso que justifique la acción positiva. En este sentido, el trabajo de

Harris et al. (1990) muestra que algunos criterios utilizados por las personas

sometidas a dilemas morales hipotéticos son la actitud del fallecido hacia los

médicos y que fuera una persona humanitaria en vida. Asimismo, teniendo en

cuenta estos hechos y que la extracción de los órganos depende del consentimiento

familiar, la comunicación de la decisión personal tiene tanto o más valor que la firma

del carnet, por lo que deben llevarse a cabo actuaciones que estimulen este tipo de

comportamiento.

Una última variable que participa en el modelo de regresión logística para la

intención de donar órganos de un familiar es conocer la petición de dinero para la

realización de trasplantes, observándose que la decisión positiva es más probable si

se han oído noticias de este tipo, del mismo modo que en los análisis univariantes.

Esta variable es la única del modelo que está relacionada con algún tipo de

información sobre donación y trasplante. Sin embargo, ofrece poca información,

pues sólo transmite la existencia de enfermos que necesitan un órgano o tejido.

Además, como se ha señalado, puede generar la creencia errónea de que este tipo

de intervención debe ser costeada por el enfermo y que es de difícil acceso en

España, aunque es probable que despierte en los ciudadanos una emoción de

empatía o simpatía hacia estas personas, a lo que se ha aludido antes. La ausencia

en el modelo de otras variables relacionadas con el conocimiento sobre donación y

trasplantes sugiere que esta decisión puede ser más emocional que las anteriores.

Como resumen general, el análisis de regresión logística múltiple pretende

encontrar el modelo más parsimonioso y que mejor se ajuste a los datos, a partir de

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 253

las variables incluidas. Si las variables que conforman cada modelo son las que

proporcionan este mejor ajuste en conjunto, una adecuada actuación debe ser el

diseño de unas líneas generales de actuación centradas especialmente en las que

sean modificables. No tiene sentido la puesta en marcha de programas

independientes para cada una de las intenciones, no sólo porque existen factores

comunes a las tres sino por el conocido efecto positivo de la toma de decisión

personal sobre la respuesta de los familiares. Además, probablemente existe una

relación sinérgica entre estas intenciones, de forma que cualquier cambio en una

repercuta positivamente en las otras. Si las personas que viven una experiencia de

petición de donación toman una decisión sin las preocupaciones y temores antes

mencionados y conociendo el deseo de su familiar, bien a través del carnet de

donante o por las conversaciones sobre el tema, se habrá reducido el número de

inconvenientes para lograr una respuesta afirmativa, ya que la pérdida de un familiar

siempre es dramática.

Sobre la propuesta de líneas generales de actuación que conformen unprograma de intervención social

Una vez que se ha examinado el proceso de toma de decisión sobre la

realización de una conducta, el vínculo de la intención de actuar con la propia

conducta, la donación de órganos como acción prosocial, y las variables asociadas

a las intenciones de actuación estudiadas, se pueden desarrollar diversas acciones

con un fundamento teórico y empírico que atienda a todos estos aspectos. El

objetivo final debe ser que en el momento de la petición de órganos de un familiar

fallecido se posean criterios suficientes para dar una respuesta afirmativa a la

donación, lo cual es más probable cuando se conocen los beneficios de esta acción

(y además se pueden obtener beneficios propios), cuando el decisor no posee

temores fundamentados en una inadecuada información o que se originan por la

falta de ésta, y conoce la actitud o decisión del familiar en vida. Por tanto, se debe

ofrecer una adecuada información y promover la toma de decisión personal, así

como su transmisión a los familiares.

Se realiza una propuesta genérica, ya que los análisis realizados en el

presente trabajo no permiten conocer si la relación entre las variables y las

B. RANDO254

intenciones de actuar es directa o indirecta. A su vez, la donación de órganos se

debe abordar desde la diversidad, puesto que toda sociedad comparte

características comunes pero es heterogénea en otras y los factores que motivan la

conducta prosocial son variados.

Se realiza una breve revisión del proceso de toma de decisión, para que se

puedan ubicar en él las distintas acciones propuestas más adelante. El esquema

básico sigue la secuencia actitud-intención-conducta. Se parte de que la mayoría de

las personas carece de una experiencia directa con el tema de la donación de

órganos, por lo que se considera que las creencias desarrolladas acerca de las

consecuencias de la conducta tienen su base en la información sensorial y cognitiva

fundamentalmente, obtenida a través de los medios informativos. Estas creencias

reflejan la existencia de una actitud favorable o desfavorable hacia la donación, la

cual interviene en el proceso de toma de decisión, aunque existen muy diversos

factores que pueden participar en la decisión de llevar a cabo una acción social

positiva. Estas variables son tanto de naturaleza cognitiva (v.g. evaluación de las

consecuencias de la conducta en términos de costes y beneficios, percepción de

control sobre la conducta, autoevaluaciones y anticipación de recompensas externas

y/o internas, la autorregulación cognitiva, las atribuciones sobre la causa de la

necesidad, el juicio moral), como de carácter afectivo (v.g. empatía/simpatía,

sentimientos de orgullo, estados de ánimo tales como la alegría, tristeza y culpa), y

posiblemente algunas relacionadas con el concepto de sí mismo (v.g. grado de

autoestima, la percepción de generosidad como parte de la propia identidad). La

percepción de control es una variable relevante para la conducta de hacerse

donante (firmar el carnet, la licencia de conducir o entrar en el censo de donantes),

aunque no parece serlo para la conducta de donar los órganos de un familiar, ya

que en las situaciones reales de donación este tipo de respuesta es inmediata a la

decisión que se toma. La percepción de control que se posee sobre la conducta es

función de los recursos y oportunidades disponibles para llevarla a cabo (v.g.

competencias personales, información, tiempo, conocimiento sobre el procedimiento

para realizar la conducta, etc.), de forma que se relaciona directamente con la

intención de actuar, y con la conducta si no se producen cambios en la situación o

en la persona. Es posible que una persona que posea una actitud favorable hacia la

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 255

firma del carnet decida no hacérselo si estima que no posee los recursos necesarios

para ello. El resultado del proceso será una decisión reflexionada en la medida en

que la donación sea una cuestión relevante para quien decide y siempre que haya

tenido tiempo suficiente para tomarla.

Los análisis descriptivos muestran que una gran mayoría de los andaluces

encuestados ha tomado una decisión positiva respecto a la donación de sus

órganos. Por tanto, la intervención debe dirigirse a que la decisión se concrete en la

firma del carnet y/o la transmisión del deseo a los familiares, para aumentar el

número de personas que donarían los órganos de su familiar, sin obviar la

posibilidad de que los indecisos adopten una decisión y que las personas con

actitudes e intenciones contrarias las modifiquen. Además, sabiendo que

generalmente la información la reciben por televisión, prensa y radio, estos deben

ser los principales medios a través de los cuales se desarrolle la intervención. En la

tabla 185 se realiza una presentación esquemática de los objetivos y contenidos que

podría abarcar un programa de intervención general.

En primer lugar, para que se lleve a cabo una acción social positiva, es

necesario ser consciente de la necesidad del otro, lo cual viene determinado en gran

medida por la claridad y saliencia de las señales de la situación. Se pueden utilizar

como señales salientes noticias relacionadas con las listas de espera para

trasplante, calidad de vida de los enfermos que esperan un órgano, el fallecimiento

de personas por no recibir un órgano a tiempo, el llamamiento a la donación por un

enfermo, etc. Estas noticias proporcionan una información cercana a la realidad, con

la ventaja de provocar un impacto emocional en beneficio de la donación.

B. RANDO256

Contenidos Objetivos

• Información sobre: -Lista de espera y calidad de vida de laspersonas enfermas antes del trasplante. -Tipos de enfermedades que requierentrasplante y etiología. Órganos susceptibles deser donados. -Personas que pueden ser donantes. -Calidad de vida del receptor tras el trasplante. -Criterios para la extracción de órganos,aspecto estético del cuerpo tras la extracción ycriterios de selección del receptor. Gratuidaddel trasplante para el receptor. -Actitud de las principales Iglesias -Procedimientos para hacerse donante(inscripción en censo, hacerse el carnet, y/ocomunicar a la familia la decisión). Facilitar elacceso al carnet.

• Metáfora del cuerpo como una máquina o un jardín. • Llamamiento a la donación a través de personas en

lista de espera para trasplante. • Mensajes persuasivos dirigidos a:

- La propia identidad como persona generosa - La jerarquía de valores - Reciprocidad - La conversación con los familiares

• Exposición a modelos con diferentes características

(edad, creencias religiosas, categoría social yprofesional, etc.) firmando el carnet y transmitiendoel deseo a los familiares, según un plan específicode actuación.

• Personalización de profesionales sanitarios.

➯ Generar empatía o simpatía. Atender ala necesidad de los otros.

➯ Atribuir la necesidad de ayuda a laverdadera causa.

➯ Reconocer la capacidad de ayudar.

➯ Anticipar beneficios de la donación.

➯ Eliminar creencias erróneas. Dar aconocer el papel de la familia y del carnetde donante en el consentimiento.Generar confianza en los profesionalessanitarios.

➯ Eliminar barrer para la donación.

➯ Aumentar la percepción de controlsobre la conducta.

➯ Modificar preferencia por el cuerpoíntegro.

➯ Generar empatía o simpatía. Atender ala necesidad de los otros.

➯ Motivación para mantener identidad.➯ Motivación para mantener la jerarquía.➯ Anticipación de beneficio propio.➯ Reflexión, transmisión de la propiaactitud o decisión y conocimiento de ladecisión o actitud de los familiares.

➯ Aprendizaje por observación.Percepción de control sobre la conducta.Simpatía hacia el modelo.

➯ Aumentar la familiaridad y generarconfianza.

Tabla 185. Objetivos y contenidos propuestos como líneas generales de actuación.

Por otro lado, en un apartado previo se ha indicado la importancia que tiene la

atribución de la causa de la necesidad para la motivación de la conducta prosocial

(Eisenberg, 1986). Cuando la persona cree que la causa de la necesidad del otro se

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 257

debe a factores fuera del control del necesitado, es más probable que realice la

conducta prosocial, pero si cree que la causa se encuentra en factores controlables

por éste, disminuirá la probabilidad de ayuda. En relación con esta atribución,

algunas personas creen que la necesidad de un órgano se debe en ocasiones a un

estilo de vida inadecuado (v.g. excesos con el alcohol), mostrando una actitud

negativa hacia la donación para estas personas. Estos tópicos deben eliminarse

transmitiendo la diversidad de enfermedades que pueden ser afrontadas gracias a la

donación y la etiología de éstas.

No obstante, un tercer requisito es que la persona reconozca su capacidad de

ayudar. En este sentido, se ha comprobado cómo la decisión de donar los órganos

propios es menos probable entre las personas que consideran su estado de salud

malo. Por esta razón, es importante dejar claro que en principio cualquier persona

sin enfermedad transmisible puede ser donante y que en todo caso, llegado el

momento, la aceptación como donante dependerá de diversos criterios clínicos.

Con objeto de eliminar las creencias erróneas en torno al proceso de

donación-extracción-trasplante (tales como la creencia en una posible extracción

prematura de los órganos, modificación estética del cuerpo tras la extracción,

existencia de irregularidades en la distribución de los órganos donados y creer que

el enfermo debe responsabilizarse del coste de la intervención), se debe facilitar la

información relativa al sistema organizativo español, tanto a nivel intrahospitalario,

como a nivel provincial y a nivel nacional, poniendo especial énfasis en la

coordinación hospitalaria y todos los pasos que se siguen para la obtención y

distribución de los órganos (v.g. concepto de muerte cerebral, bases medico-legales

de la extracción, criterios para la selección del receptor). Eliminar estas creencias y

las preocupaciones derivadas de ellas se traduce en una reducción de los costes

anticipados por la conducta de donar, lo que puede aumentar la probabilidad de la

donación (Dovidio et al., 1991). A su vez, la personalización del personal sanitario

implicado en el proceso los aproximará a los ciudadanos, lo que probablemente

genere una mayor confianza en la población hacia estos profesionales y además,

repercuta positivamente sobre la actuación del mismo personal sanitario.

B. RANDO258

Sin embargo, puesto que aceptar la donación significa aceptar una

intervención quirúrgica sobre el cuerpo fallecido, se puede recurrir a la propuesta de

Belk (1990) como una estrategia para reducir la importancia a la integridad del

cuerpo, ya que otro tipo de actuación no parece viable cuando se trata de modificar

actitudes relacionadas con cuestiones tan delicadas como la muerte y el culto al

cuerpo, especialmente si se encuentran muy arraigadas en las costumbres. La

visión del cuerpo como un conjunto de piezas de una máquina que pueden dejar de

funcionar, ser extraídas y sustituidas es una de las alternativas, aunque otra opción

es la metáfora del cuerpo como un jardín donde se puede recoger la cosecha y

hacer implantes. Es posible que este tipo de actuación ejerza algún tipo de efecto

positivo, al menos en las nuevas generaciones.

En relación con las creencias religiosas, ya se ha referido anteriormente que

la única actuación posible consiste es dar a conocer las actitudes de las diversas

Iglesias a los ciudadanos, para que el desconocimiento no actúe como un

impedimento, ya que la mayoría de religiones son favorables a la donación o no se

oponen a ella (Strick, 1990).

Como se ha indicado, es fundamental dar a conocer a la población los

procedimientos para hacerse donante. Aunque se ha puesto especial énfasis en la

firma del carnet, se debe estimular la comunicación del deseo personal a los

familiares, otorgándole la importancia que merece como otro procedimiento por el

que es posible convertirse en donante, puesto que a muchas personas les resultará

más fácil esta acción que la anterior. La propuesta de un plan específico de

actuación ayudará a proporcionar una mayor percepción de control sobre la

conducta, aunque en todo caso se debe mejorar el acceso al carnet de donante. Por

ejemplo, se puede distribuir normalmente en todos los hospitales, ambulatorios y

unidades móviles de donación de sangre, informándose a la población (v.g. “hacerse

donante es sencillo. Sólo tienes que pedir un carnet autorrellenable en cualquier

hospital, ambulatorio o unidad móvil de donación de sangre. Rellénalo y enséñalo a

tu familia”). De esta forma se puede reducir el tiempo que transcurre entre la

decisión y el intento de llevar a cabo la conducta, lo cual es beneficioso, ya que a lo

largo del tiempo se pueden producir cambios en la situación o en la persona y, por

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 259

tanto, cambios en la decisión (Ajzen, 1988, 1991). Asimismo, una función más del

personal de las unidades móviles de donación de sangre puede ser la información

sobre la donación de órganos, pero no sólo de forma pasiva, como se hace con

folletos y carteles, sino también de forma activa. Además, si la televisión es un

medio de información frecuente, los aparatos de televisión de los ambulatorios

pueden proyectar vídeos informativos y emocionalmente impactantes que

contemplen los aspectos comentados, los cuales pueden usarse igualmente en las

sesiones de donación de sangre.

De igual forma, se sabe que el aprendizaje por observación es uno de los

mecanismos de aprendizaje de conductas, tanto prosociales como no prosociales

(González, 1992), por lo que la exposición a modelos firmando un carnet o

transmitiendo su decisión a los familiares reforzará la percepción de control, y la

simpatía hacia el modelo puede favorecer la aceptación del mensaje (Montmollin,

1985).

Si bien la percepción de control es fundamental para la firma del carnet, el

diálogo familiar lo es tanto para las respectivas decisiones como para las conductas

(Blanca, Frutos y Rosel, 1993; Evers, Farewell y Halloran, 1988; Rando, Blanca y

Frutos, 1995). Estas conversaciones deben ser estimuladas, ya que constituyen un

medio para la reflexión, así como para la expresión de las respectivas actitudes y/o

decisiones adoptadas.

Por su parte, los mensajes persuasivos serán útiles para mostrar los

beneficios que se pueden obtener al hacerse donante, invitando a los ciudadanos a

actuar. Los mensajes persuasivos que motivan la donación para mantener la

identidad como persona generosa, estarán dirigidos a las personas que tengan una

imagen altruista de sí mismas (v.g. “eres una persona generosa. Ayuda a quien lo

necesita. Hazte donante”). En relación con los valores, partiendo de que el deseo de

manterlos puede motivar la conducta, nos limitaremos a anticipar un sentimiento de

orgullo con la donación para aquellas personas que mantengan en uno de los

primeros lugares del ranking de valores instrumentales la ayuda a los otros (v.g. “te

sentirás orgulloso de dar vida”). La limitación a tal tipo de acciones se debe a la

B. RANDO260

evidencia de que los valores no pueden ser manipulados arbitrariamente (Rokeach y

Grube, 1979), y que el cambio en la jerarquía de valores a partir de métodos como

la auto-confrontación es tan solo unidireccional, es decir, que la dirección del cambio

está determinada exclusivamente por las propias autoconcepciones, cuando las

creencias o actuaciones de la persona son inconsistentes con éstas. Otra

motivación para actuar puede ser el deseo de mantener el buen humor o de

modificar un estado emocional negativo. Por último, la reciprocidad implica la

obtención de un beneficio propio con la donación, por lo que se debe seguir

promocionando, puesto que se ha comprobado que los mensajes persuasivos

basados en una ganancia personal son más efectivos (Barnett et al., 1987, cit.

Hessing, 1990).

V. CONCLUSIÓN

A nivel descriptivo, la Comunidad de Andalucía muestra un patrón de

creencias, actitudes e intenciones respecto a la donación de órganos similar al

encontrado en otras investigaciones de carácter nacional (Rosel et al., 1996), para

las cuestiones que han sido comparables. Casi la totalidad de los encuestados

mantiene una actitud favorable a la donación de órganos, considera que es una

acción solidaria y manifiesta intención de aceptar un órgano en caso de necesidad,

a la vez que una gran mayoría piensa que la reciprocidad es una motivación para

donar. Igualmente, un grupo mayoritario manifiesta intención de donar los órganos

propios, lo cual contrasta con el reducido sector que posee el carnet de donante y

con la cifra de personas que tiene intención de hacérselo, que es claramente inferior

a la anterior. Respecto a la intención de donar los órganos de un familiar fallecido,

también el número de personas que lo harían es inferior al comparar con los

órganos propios, aunque hay una mayoría con este propósito. Sin embargo, a pesar

de la trascendencia que tiene para ello el hecho de conocer el deseo de los

familiares y que el deseo propio haya sido comunicado, sólo alrededor de la mitad

sabe cuál es la actitud hacia la donación de quienes le rodean y ha transmitido su

decisión personal.

Por otro lado, el malestar por pensar en la propia muerte y otras

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 261

preocupaciones en torno al fallecimiento no parecen caracterizar a la mayoría de los

andaluces encuestados. Tampoco se observa una preocupación generalizada por la

manipulación del cuerpo tras la muerte y la posible modificación estética del cuerpo

tras la extracción de los órganos, aunque son frecuentes los temores ante la

posibilidad de una extracción prematura en caso de donación y a la existencia de

irregularidades en la distribución de los mismos. Estas preocupaciones, junto con el

desconocimiento de la gratuidad de los trasplantes y de la opinión de las Iglesias

sobre el tema, indican la falta de información sobre el proceso de donación-

extracción-trasplante, mientras que la desconfianza en la labor de los profesionales

sanitarios no parece una explicación alternativa. De forma consistente con la

desinformación observada, la mayoría considera que tiene un nivel moderado o bajo

de información sobre el tema, la cual ha sido recibida principalmente a través de la

televisión, prensa y radio. A la vez, se demanda más información. Los aspectos

sobre los que se posee conocimiento se refieren a los órganos y tejidos que se

pueden donar, la utilidad del trasplante como solución para la enfermedad de

quienes lo necesitan y haber oído noticias sensacionalistas sobre el tema.

Por otro lado, en general, las variables que se relacionan a nivel uniariante y

multivariante con las intenciones de donar los órganos propios, de un familiar y de

firmar un carnet de donante son similares, pero algunas se asocian

diferencialmente, lo que puede explicar las divergencias en las cifras encontradas

respecto a las personas que manifiestan cada intención de actuar, sugiriendo que

éstas pueden surgir de procesos de decisión distintos. Las variables comunes a

ellas son las creencias religiosas de los entrevistados, actitud hacia el

mantenimiento del cuerpo intacto tras la muerte, actitud hacia la autopsia, y la

experiencia previa con la donación de sangre. A este respecto, se ha encontrado

que la probabilidad de adoptar una decisión positiva es mayor entre los católicos

practicantes (frente a los no practicantes) y los donantes de sangre, pero es menor

en el grupo de personas que no desean la manipulación sobre el cuerpo del

fallecido.

Entre las variables que no son comunes a las tres intenciones, se detectan

diversas barreras para la decisión positiva. Las relacionadas con el propósito de

B. RANDO262

donar los órganos propios son la percepción de un estado de salud delicado, el

temor a la posible modificación estética del cuerpo al extraer los órganos, la falta de

un diálogo familiar con intercambio de opiniones y donde se exprese el deseo

personal, así como pensar que no se tiene información sobre el tema. En el caso de

la intención de hacerse el carnet, esta percepción del nivel de información también

actúa como barrera, al igual que la falta de confianza en los profesionales sanitarios,

el temor a una extracción prematura de los órganos en caso de donación y el miedo

a tener el carnet. Asimismo, entre las personas que aducen razones para no tener el

carnet basadas en la falta de información y de tiempo es más probable la decisión

positiva, mientras que en el grupo que indica el miedo como justificación esta

probabilidad es menor. Por último, los impedimentos para la intención de donar los

órganos de un familiar fallecido son el temor a una posible extracción prematura de

los órganos, junto con el temor a la modificación estética del cuerpo y la falta de

diálogo familiar.

En resumen, entre las variables asociadas a cada una de las intenciones se

encuentran características sociodemográficas, creencias religiosas, actitudes

relacionadas con la muerte y la manipulación sobre el cuerpo tras el fallecimiento,

variables relativas al diálogo familiar, experiencia con otras conductas prosociales y

diversas cuestiones relacionadas con la información sobre el proceso de donación-

extracción-trasplante. Los programas de intervención social deberían estar dirigidos

a aquéllas que sean modificables, actuando tanto a nivel cognitivo como emocional.

En este sentido, se debería proporcionar una información que elimine las creencias

irracionales sobre la donación y trasplante, utilizar mensajes persuasivos que hagan

referencia a los beneficios de la donación, así como promover la realización de la

conducta, es decir, la firma del carnet o la transmisión del deseo personal a los

familiares, para lo cual se debe aumentar la percepción de control sobre las mismas.

Finalmente, los resultados derivados de este trabajo sugieren que en futuras

investigaciones se preste más atención a las variables que han participado en estos

modelos, así como a otras que no han sido analizadas en el presente estudio y que

pueden contribuir a un mayor ajuste de los mismos, tales como los valores

personales, alguna medida de la norma subjetiva (creencias sobre la opinión de los

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 263

referentes acerca de la conducta) y la motivación para ajustarse a ella, variables de

personalidad, etc., ya que éstas han mostrado ser útiles en los modelos teóricos que

explican el proceso de toma de decisión y su relación con la conducta. Un objetivo

final debe ser la elaboración de un modelo causal en el que quede patente la

relación de las distintas variables con la actitud, la intención de actuar y la conducta.

Con este conocimiento se podrían diseñar programas de intervención a nivel social

más específicos que las líneas generales propuestas en el presente trabajo, a fin de

que la decisión que la mayoría de los encuestados ya ha adoptado se concrete en la

firma del carnet y/o la transmisión del deseo a los familiares, así como para

proporcionar elementos de juicio a los indecisos para adoptar una decisión y que las

personas con actitudes e intenciones contrarias puedan modificarlas.

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B. RANDO280

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B. RANDO282

ANEXOS

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 283

ANEXO 1

ENCUESTA SOBRE DONACIÓN DE ÓRGANOS

Hora inicio: Encuestadora:__________________Código provincial/nº teléfono:

1. ¿De qué localidad es usted?_____________________________________________

2. Provincia de_________________________________

3. Sexo: (no preguntar; sólo codificar) [1] Hombre [2] Mujer

4. ¿En general, está de acuerdo o en desacuerdo con la donación de órganos?[6] Totalmente [1] Totalmente

Acuerdo [5] Bastante Desacuerdo [2] Bastante [4] Algo [3] Algo [7] No sabe [9] No contesta

5. En el caso de que se lo pidieran, ¿donaría los órganos de un familiar fallecido si no supiera cuál erasu opinión? [6] Muy probable [1] Muy probable SI [5] Bastante probable que sí NO [2] Bastante probable que no [4] Algo probable [3] Algo probable [7] No sabe [9] No contesta

6. ¿Donaría usted sus propios órganos?[6] Muy probable [1] Muy probable

SI [5] Bastante probable que sí NO [2] Bastante probable que no [4] Algo probable [3] Algo probable [7] No sabe [9] No contesta

• Indique si está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones:

¿Totalmente o sólo algo?Total Algo Algo TotalTA AA AD TD

7. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con que ladonación es un acto solidario con otras personas? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

8. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con que almenos se saca algo positivo de la muerte conla donación? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

9. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con que seevitan los sufrimientos de otras personas enfermascon la donación? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

10. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con quees necesario donar porque algún día puede serusted quien necesite un trasplante? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

B. RANDO284

11. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con que espreferible que el cuerpo permanezca intacto trasla muerte? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

• Indique su opinión sobre las siguientes cuestiones:

Sí No 12. ¿Le resulta incómodo pensar sobre Mucho Algo Casi nada Nadasu propia muerte? 4 3 2 1

[5] No sabe [9] No contesta

13. ¿Le preocupa el no saber qué ocurretras la muerte? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

14. ¿Le desagrada la idea de que unórgano suyo viva en otra persona? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

15. ¿Le preocupa que el cuerpo quedemodificado (con cicatriz o desfigurado)tras la extracción de los órganos? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

16. ¿Le preocupa la posibilidad de quela persona no esté realmente muertacuando le extraigan los órganos? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

17. ¿Le preocupa que puedan existirirregularidades en la distribución delos órganos donados? 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

18. ¿Tiene carnet de donante de órganos? [1] Sí [2] No [9] NC

• ¿Por qué no se ha hecho el carnet? Le voy a decir algunas razones y usted me responde si está ono de acuerdo con ellas.

¿Está de acuerdo o en desacuerdo con que ¿Totalmente o sólo algo? no se lo ha hecho el carnet por esta razón? Totalm Algo Algo Totalm

TA AA AD TD 19. Por no saber cómo hacérselo 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

20. Por falta de tiempo 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

21. Por falta de información 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

22. Porque traiga mala suerte 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 285

23. Porque sencillamente no desea donar 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

24. Por miedo 4 3 2 1[5] No sabe [9] No contesta

25. Porque no lo ha pensado tranquilamente 4 3 2 1 (o no se lo ha planteado)[5] No sabe [9] No contesta

26. ¿Alguna otra razón? ¿Cuál?______________________________________________

27. ¿Se haría usted el carnet de D.O.?[6] Muy probable [1] Muy probable

SI [5] Bastante probable que sí NO [2] Bastante probable que no [4] Algo probable [3] Algo probable [7] No sabe [9] No contesta

28. ¿Ha comentado con su pareja/padres (o familiar más allegado) su deseo personal sobre ladonación de órganos? [1] Sí [2] No [9] NC

(En caso negativo) ¿Por qué no se lo ha dicho a su familia? Responda si son verdaderas o falsaslas siguientes razones que le voy a dar:

29. Porque no ha salido el tema en su casa [1] V [2] F[3] No sabe [9] No contesta

30. Porque en su casa no les gusta hablar de la muerte [1] V [2] F[3] No sabe [9] No contesta

31. Por superstición. Hablar de la muerte puede traer mala suerte [1] V [2] F[3] No sabe [9] No contesta

32. Porque cree que no es necesario [1] V [2] F[3] No sabe [9] No contesta

33. ¿Hay alguna otra razón? ¿cuál?______________________________________________

34. ¿Conoce usted la opinión de su pareja/padres (o familiares más allegados) sobre la donación ytrasplante de órganos?

[1] Sí, está/n a favor [9] No Contesta[2] Sí, está/n en contra[3] No la conoce

(No leer) [5] Sí, unos a favor y otros en contra[9] Sí, no la tiene clara

• ¿Sabe qué órganos o tejidos se pueden donar hoy día para que sean trasplantados? Le voy a deciralgunos y usted responde Sí, No, o No sé.

Sí No NS NC Sí No NS NC35. Corazón [1] [2] [3] [9] 39. Hígado [1] [2] [3] [9]36. Pancreas [1] [2] [3] [9] 40. Pulmón [1] [2] [3] [9]37. Riñón [1] [2] [3] [9] 41. Médula ósea [1] [2] [3] [9]38. Huesos [1] [2] [3] [9] 42. Piel [1] [2] [3] [9]

B. RANDO286

• Conteste SÍ o NO a las siguientes preguntas:

43. ¿Cree en la resurrección? [1] Sí [2] No [3] No sabe [9] NC

44. ¿Cree que los trasplantes sonútiles, es decir, que solucionanla enfermedad de la persona? [1] Sí [2] No [3] No sabe [9] NC

45. ¿Cree que los trasplantes deórganos son gratuitos en España? [1] Sí [2] No [3] No sabe [9] NC

46. ¿Es o ha sido usted donante desangre? [1] Sí [2] No [9] NC

47. ¿Conoce a alguien que espereun trasplante o viva con un órganotrasplantado? [1] Sí [2] No [9] NC

48. En caso de necesidad, ¿está de acuerdo o en desacuerdo con la práctica de la autopsia para símismo (cuando no se sabe bien la causa de la muerte y se estudia el cadáver)?

[7] Totalmente [1] Totalmente Acuerdo [6] Bastante [4] Indiferente Desacuerdo [2] Bastante [5] Algo [3] Algo [8] No sabe [9] No contesta

49. ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con la incineración para sí mismo (quemar el cadáver en vezde enterrarlo)?

[7] Totalmente [1] Totalmente Acuerdo [6] Bastante [4] Indiferente Desacuerdo [2] Bastante [5] Algo [3] Algo [8] No sabe [9] No contesta

50.¿Cuánta información cree que tiene sobre donación y trasplante de órganos?[4] [3] [2] [1] [5] [9]

Mucha Regular Poca Ninguna No sabe No contesta

51. Recientemente, ¿ha recibido información sobre donación y trasplante de órganos?[1] Sí [2] No [5] No sabe [9] NC

• ¿Desde qué medios de comunicación oye o ha oído más información sobre donación y trasplante?Le voy a decir algunos de ellos y usted me responde Sí o No.

SI NO NS NC 52. Por televisión [1] [2] [3] [9] 53. Por la prensa [1] [2] [3] [9] 54. Por la radio [1] [2] [3] [9] 55. Por carteles o vallas publicitarias, folletos, etc. [1] [2] [3] [9] 56. A través de charlas, conferencias, etc. [1] [2] [3] [9] 57. En conversaciones con familiares [1] [2] [3] [9] 58. En conversaciones con amigos o conocidos [1] [2] [3] [9] 59. En conversaciones con médicos, enfermeros, etc. [1] [2] [3] [9] 60. Por conocer a personas trasplantadas o enfermos [1] [2] [3] [9]

61. ¿Cree que sería aconsejable dar más información sobre donación y trasplante de órganos a lapoblación? [1] SI [2] NO [3] NS [2] NC

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 287

62. ¿Conoce la opinión de su Iglesia o Religión sobre la donación de órganos? Elija una de estasalernativas:[1] Sí, está en contra de la donación de órganos[2] Sí, está a favor de la donación de órganos[3] Su Iglesia no se ha pronunciado, es decir, no ha decidido sobre este tema[4] No la conoce[9] NC

63. En general, ¿cómo considera su salud?[4] Buena [3] Normal [2] Regular [1] Mala[5] No sabe [9] No contesta

64. En general, ¿tiene usted confianza en los médicos y profesionales sanitarios?[4] Mucha [3] Alguna [2] Poca [1] Ninguna[5] No sabe [9] No contesta

65. ¿Aceptaría un órgano si lo necesitara? Responda Sí o No.[6] Muy probable [1] Muy probable

SI [5] Bastante probable que sí NO [2] Bastante probable que no [4] Algo probable [3] Algo probable [7] No sabe [9] No contesta

• ¿Ha oído algo extraño o desagradable sobre la donación o trasplante? Le voy a decir una serie dealternativas y usted me responde Sí o No, y si lo ha oído por amigos, prensa, radio o televisión.

Ha oído hablar:SI NO Amig Prens Rad TV NS

66. Sobre comercio o venta de órganos [1] [2] [1] [2] [3] [4] [5]

67. Sobre secuestro de niños con finesde donación [1] [2] [1] [2] [3] [4] [5]

68. Sobre discriminación de personaspara recibir un trasplante por razonesde sexo, raza, nivel económico, etc. [1] [2] [1] [2] [3] [4] [5]

69. Sobre rifas o petición de dineropara un trasplante [1] [2] [1] [2] [3] [4] [5]

70. Sobre que una persona haya muertopor no recibir un órgano a tiempo [1] [2] [1] [2] [3] [4] [5]

Ya para terminar, dígame, por favor:

71. ¿Cuál es su edad?___________ [9] NC

72. ¿Y su estado civil?: [1] Soltero/a [2] Casado/a [5] Conviviendo [3] Separado/a [4] Viudo/a

73. ¿Tiene hijos? [1] Sí [2] No

74. Su religión es:[1] Católico practicante [4] Ateo[2] Católico no practicante [5] Agnóstico[3] Otra religión, ¿cuál?___________

75. ¿Le afecta en algún sentido su Religión en su decisión sobre la donación de órganos?[4] Mucho [3] Algo [2] Poco [1] Nada [5] No sabe [9] No contesta

B. RANDO288

76. (En caso afirmativo) [1] Para donar [2] Para no donar

77. ¿Cuáles son los últimos estudios que ha realizado usted? ¿hasta qué nivel ha alcanzado?:(En caso de que diga que no tiene estudios se pregunta si sabe leer y escribir; si responde que no, seseñala analfabeto).

[1] Analfabeto[1] Sin estudios[2] Primaria/Graduado escolar/EGB[3] Secundaria/Bachillerato/FP/COU[4] Estudios universit. de grado medio/Diplomado[5] Estudios universit. de grado superior/Licenciado

78. Situación laboral[1] En activo, trabajando por cuenta propia[2] En activo, trabajando contratado[3] En desempleo[4] Estudiante u opositor[5] Ama de casa [6] JubiladoOtra ________________________________________________[9] NC

¡ MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACION !

Hora terminación:

VARIABLES RELACIONADAS CON LA ACTITUD E INTENCIÓN... 289

ANEXO 2

Variables con valores perdidos (NC) Datosestimados

R2

Actitud hacia el cuerpo intacto tras la muerte

Preocupación por no saber qué ocurre tras la muerte

Preocupación por posibles irregularidades en ladistribución de los órganos

Creencia en torno a la resurrección

Actitud hacia la autopsia sobre el propio cuerpo

Actitud hacia la incineración del propio cuerpo

Percepción del grado de información sobre donación ytrasplante

Grado de confianza en el personal sanitario

Intención de aceptar un órgano para trasplante

Grado en que la propia religión afecta a la decisiónsobre donación de órganos

2

1

1

12

1

1

1

1

1

7

0,45

0,21

0,27

0,27

0,21

0,27

0,29

0,12

0,40

0,16

Tabla 187. Variables con valores perdidos (NC), nº de datos estimados en cada una yR2 correspondiente.

B. RANDO290

ANEXO 3

Variables con valores perdidos (NS) Datosestimados

R2

Pensar que se saca algo positivo de la muerte con ladonación

Pensar que se evitan sufrimientos de otras personascon la donación

Creer que es necesario donar porque algún día puedenecesitar un órgano

Actitud hacia el cuerpo intacto tras la muerte

Grado de incomodidad al pensar sobre la propiamuerte

Preocupación por no saber qué ocurre tras la muerte

Desagrado por la idea que un órgano propio viva enotra persona

Preocupación por la posibilidad de que el cuerpoquede modificado tras la extracción de los órganos

Preocupación por la posibilidad de que la persona noesté muerta cuando le extraigan los órganos

Preocupación por posibles irregularidades en ladistribución de los órganos

Actitud hacia la autopsia sobre el propio cuerpo

Actitud hacia la incineración del propio cuerpo

Percepción del grado de información sobre donación ytrasplante

Grado de confianza en el personal sanitario

Intención de aceptar un órgano para trasplante

Grado en que la propia religión afecta a la decisiónsobre la donación de órganos

5

4

4

17

15

17

4

4

8

9

34

52

21

7

10

22

0,37

0,40

0,40

0,43

0,26

0,23

0,26

0,25

0,28

0,26

0,20

0,28

0,23

0,12

0,34

0,16

Tabla 188. Variables con valores perdidos (NS), nº de datos estimados en cada una yR2 correspondiente.