vico y hobbes. el verum factum

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filosofía de hobbes y juan bautista vico. estudio de los filósofos.

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  • Vico y Hobbes: el verum-factum

    Jos M. Bermudo

    Aunque Vico hace varias referencias a Hobbes creemos que en realidad nunca tuvo un estrechoconocimiento del filsofo ingls. Pensamos que no merece la pena realmente buscar similitudes ocoincidencias generales en textos seleccionados. Pero s creemos que sera interesante compararambas actitudes metodolgicas, su esfuerzo comn por establecer las bases de una ciencia civilinvirtiendo la jerarqua de la evidencia, esto es, llevando el nivel de la ciencia social a lasmatemticas y trasladando las ciencias naturales al rango de la hiptesis. Estas coincidencias, an enel caso de que no sean suficientes para permitir un acercamiento intelectual entre Vico y Hobbes,permiten un mejor entendimiento de sus proyectos filosficos.

    Although Vico makes several references to Hobbes, we are ofthe opinion that he never reallyhad a narrow knowledge of the English philosopher. We do not think it worth to look forsimilarities through sorne selected passages or sorne general coincidences. But we do think itinteresting to compare both rnethodological attitudes, their cornrnon efforts to establish thebases of a civil science by reversing the jerarchy of evidence~, that is, by bringing the level ofsocial science to that of rnathernatics and shifting the natural sciences to the rank of hypothesis.These coincidences, even if they ar not enough to allow an intellectual aPllroach between Vicoand Hobbes, allow a better understanding of their philosophical projects.

    ***

    1. La relacin de Vico con Robbes, como en general con cada uno de los modernos, essumamente problemtica. El debate que origin Nicolini, a pesarde la mucha erudicin y delagudo ingenio, apenas sirvi para otra cosa que para sugerir la semejanza entre las tesis delbellum omnium contra omnes del ingls y del erramento ferino del napolitano!. Elposterior esfuerzo de sistematizacin del tema por el mismo NicolinF le lleva a concluir quelo heredado por Vico del filsofo ingls es malta poco, malta male y soltanto diseconda mano.

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  • Jos M. Bermudo

    Efectivamente. como ha setialado F. Focher 3. encontrar entre ambos algunas analogas(como la citada hiptesis antiednica. la tesis del miedo y la ignorancia como origen de lareligi6n. o la distinci6n epistemol6gica entre conocimiento emprico y conocimiento racio-nal). y unas cuantas coincidencias (subjetivismo protagoriano. identificaci6n entre fantasay memoria, continuidad sensaci6n-sentimiento-reflexi6n. valoraci6n positiva de los gobier-nos mixtos. moralidad yjusticiacomo institucionessociales yadhesi6n al ordenespontaneo).a veces forzadas y siempre abstraidas de sus respectivos textos. es un balance insatisfactorio.El carcter genrico y de segunda mano del conocimiento que de Hobbes tena nuestroautor" y las profundas diferencias te6ricas en sus filosofas (providencialismo/mecanicismo.moralismo hist6rico/utilitarismo. o la profunda diferencia a la hora de valorar el sentido dela obediencia. el papel del arte en la historia. el origen y funci6nde las lenguas...) trivializanlas analogas y semejanzas puntuales y desautorizan la relaci6n Hobbes-Vico como apropia-do objeto de conocimiento. No obstante. la experiencia ha mostrado que dicha falsa o dbilrelaci6n es un lugar de oro donde conocer a uno y a otro autor.

    Por ejemplo, la tesis hobbesiana del horno homini lupus, que sirvi6 de tabla deconfrontaci6n del pensamiento filos6fico jurdico del s. XVII. aparece una y otra vez. casiobsesivamente. en los escritos de Vico. As. en el De Uno. refirindose a la fundaci6n de larepblica o sociedad. nos dice:

    Nam sine ea fundata. homines. desides. impii sine ulla religione. in incertamvenerem more ferarum effusi, violenti ed iniuriis validi, de industriorum partis exrapto viverent ed in reluctantes caedibus grassarentur. ed sic homines hominibus lupiessent ed brevi fortasse genus humanum exhausissent5.

    y en el De Constantia jurisprudentis insiste:Mientras tanto, la infame multitud creca con extraordinaria rapidez y la escasez

    de alimentos al debilitarlos les empuj6 a la actividad de recoger frutos del tiempo yconservarlos para el invierno. Pero los violentos. que. como suele ocurrir. se abando-nan al ocio, arrastrados tambin ellos mismos por el hambre. arrebataban a los msdbiles los alimentos recogidos. mataban a quienes se resistan. se abran paso por laviolencia y la muerte y de este modo los hombres eran lobos para los hombres6.

    y aunque tengamos razones para pensar que el tema del horno homini lupus. incluso lamera expresi6n. no la cogi6 directamente de Hobbes7 sino del ambiente cultural'. o tal vezde Bacon9 o PlautolO, la verdad es que la contrastaci6n especulativa. el esfuerzo por individuarla identidad y la diferencia entre ambos. ha sido frtil tanto para comprender mejor al uno yal otro como para comprender con mayor profundidad el cambio a la mentalidad modernall

    S610 en base a esta convicci6n nos ocuparemos aqu de la relaci6n de Vico con Hobbes:como un afortunado lugar para avanzar en el conocimiento de cada uno de ellos y. en general.de la mentalidad de su poca. No buscamos establecer genealogas o dependencias; noslimitaremos a comparar a ambos autores en su esfuerzo comn y diferenciado por respondera una sugestiva problemtica de la poca: la instauraci6n de una filosofa civil.

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  • Vico y Hobbes

    2. Vico fue un pensador aislado, anclado en la tradicin humanista, a quien llegaron losvientos de los modernos. Aunque tuvo escaso o nulo acceso a los textos de stos filsofos,contaba con la lucidez intelectual suficiente para intuir la fuerza racional y los efectosculturales de sus sistemas. Como ya hemos sealado en otros trabajos12, Vico intent asumirlos principios de los modernos (el criterio de evidencia cartesiano, el principio antiednicode Hobbes, el mtodo emprico baconiano...) concilindolos con la cultura humanista, paralo cual dise una filosofa ms atractiva que coherente, ms fecunda que rigurosa, mscomprensiva quepredictiva. Por eso contrastar a Vico con los modernos, y especialmente conHobbes, resulta absurdo si lo que se persigue es establecer alineaciones o dependencias, yestril si se busca meramente inventariar analogas o semejanzas; en cambio, es un mtodofecundo para profundizar la comprensin de cada uno de ellos, como esfuerzos diversos porresponder a las tareas filosficas a la orden del da en la poca.

    Entre estas tareas se contaba la construccin de una ciencia civil o de las naciones, comoesfuerzo diferenciado de la preocupacin general por el mtodo y fundamentacin de laciencia. Nosotros centraremos el anlisis, la comparacin Hobbes-Vico, en esta dimensinepistemolgica, sin duda menos estudiada que sus tesis jurdicas, morales o polticas; y, enespecial, en sus respectivos proyectos de fundamentar una nueva ciencia civil. Y loharemos tomando como eje de reflexin el verum{actum, expresin viquiana de raiz esco-lstica que designa tanto una gnoseologa, un criterio de verdad, como una teora de laproduccin de conocimientos, que ambos compartieron. El mismo NicolinPJ, al sefialar lasrapporti ideali entre ambos autores, si bien resaltaba la distincin hobbesiana entreconocimiento del hecho y conocimiento de las consecuencias l4, que anticipara la distincinviquiana entre scienza del vero y coscienza del certo15, no profundiza en este aspectoepistemolgico de la relacin filosfica entre ambos autores: se contenta con sefialar lacoincidencia y, en todo caso, prefiri centrar su atencin en los temas polticos y religiosos.Tambin Garin, de forma ejemplar, orient su reflexin hacia los temas polticos y deconcepcin general del hombre y de la historia16. Los estudiosos actuales, aunque en algncaso han abordado la dimensin epistemolgica del problema, siguen de forma dominanteinsistiendo en los temas polticos17.

    La preferencia, dentro de la abundante bibliografa viquiana, por los temas poltico-jurdicos no debe ocultar la existencia de una importante lnea ya clsica de investigacin,abierta merced a unos cuantos trabajos que deben ser mencionados. Es bien conocido quequien por primera vez anunci la relacin Hobbes-Vico bajo el aspecto epistemolgico delverum{actum fue Max Harold Fisch, mientras Croce, en su penetrante ensayo tantas vecescitado Fonti della gnoseologia vichiana (1912) ni siquiera cita al filsofo ingls, esforzadocomo estaba en desenterrar sus raices neoplatnicas. Fisch tuvo la fecunda idea de recogerel famoso pasaje hobbesiano de las SixLessons to the Prolessors 01the Mathematics (1656)donde se clasifican las artes en demostrables e indemostrables en funcin del poder del artistapara construir el objeto.

    De las artes, algunas son demostrables, otras indemostrables; las demostrablesson aquellas cuya construcccin del objeto est en poder del mismo artista, el cual en

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  • Jos M. Bermudo

    su demostracin no hace otra cosa sino deducir las consecuencias de su propiaoperacin18.

    As se ponaporprimeravez la relacin entreambos filsofos bajoel aspecto del verumfactum,que enseguida encontrara continuadores. En 1952 Abbagnano, en un prlogo a una edicinde textos viquianos19, saca la luz unapgina hobbesianadel De Homine que permitacolocaral filsofo ingls en una lnea plenamente viquiana:

    Hay muchos teoremas demostrables acerca de la cantidad, la ciencia de los cualesse llama Geometra. Puesto que las causas de las propiedades que poseen las figurasparticulares residen en las lneas que trazamos nosotros mismos, y puesto que laproduccin de estas figuras depende de nuetro arbitrio, para conocer lo que pertenecea una figura cualquiera no se requiere otra cosa que considerar todo cuanto se derivade la construccin que hemos hecho nosotros mismos al trazar las lneas de la figura.Debido a que nosotros mismos creamos las figuras, la Geometra puede ser conside-rada como del orden de lo demostrable, y lo es realmente. Al contrario, dado que lascausas de las cosas naturales no estn en nuestro poder, sino en la voluntad divina, yque la mayor parte de ellas (y, sin duda alguna, el ter) son invisibles, no podemosdeducir sus propiedades de sus causas, puesto que no las percibimos20.

    Abbagnano haca esta referencia en tono crtico, combatiendo a aquellos que haban puestoel mrito de Vico en la originalidad de su principio del verumfactum21 Por su parte Child22no tardara en recoger estos nuevos argumentos y profundizar en la misma direccin,configurando una problemtica filosfica que, si bien no exhaustivamente desarrollada, hadado ya importantes frutos23 Desde este momento, tanto la gnoseologa hobbesiana como laviquiana ganaron una nueva perspectiva. La primera dejaba de ser vista en claves meramenteempiristas y/o hipottico-deductivas, es decir, como epistemologa racionalista y positivista,orientada a lafilosofa natural, tal como se ofreca en el De Corpore. El criterio del verum-factum o, si se prefiere, la identificacin entre making y knowing, implicaba o bien la aperturade una nueva epistemologa para el mundo civil, o bien una complementacin de laepistemologa naturalista, con efectos revulsivos. A su vez, la gnoseologa viquiana dejabade estar referida con exclusividad al neoplatonismo y a la teologa cristiana, e interpretadacomo frente crtico a Descartes, para incorporar nuevas referencias que poco a poco iranganando espacio. Con ello se iniciaba una lecturade Vico en la que la filosofa del napolitanoapareca ligada a la constitucin de la racionalidad moderna. Y a pesar de los benvolosexcesos a la hora de ver en Vico anticipadamente a los ilustrados, a Hume, a Kant, a Hegelo a Marx24, hemos de reconocer que la aventura ha sido frtil. Y dicha aventura no en vanocomenz con Hobbes, cosa que permiti a Garin decir que con ello Vico sali ganandomodernidad, pues si incluso un cartesiano poda resultar sospechoso a un ilustrado, nunca losera un hobbesiano, se compartiera o no el contenido de su filosofa2S

    3. Aunque la teora del conocimiento de Hobbes pasa por estar bien establecida26 , laperspectiva que introducen los dos pasajes anteriores aconsejan reflexionar algunos aspec-

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    tos, al menos en lo que concierne al verum{actum, eje de la comparacin con Vico. Efecti-vamente, en Hobbes encontrarnos la distincin clsica en la epistemologa moderna entre dostipos de conocimiento: el emptrico o conocimiento de los hechos, que cubre tanto la historianatural como la civil, y el racional o conocimiento de las consecuencias, de la validez parapasar de unas proposiciones a otras27 y esta distincin est hecha, en la perspectiva que yainiciara Bacon, en base a lafacultad ejercitada por el sujeto: en un caso la sensacin y lamemoria, en el otro el intelecto.

    En coherencia con esta distincin -aunque Child crea lo contrario- en el Leviathan28encontramos una distincin ms clsica, pues toma como criterio el objeto, entre unafilosofa natural y una filosofa civil. Ambas son filosofas, es decir, racionales y noempricas; ambas son conocimiento de las consecuencias. La distincin es novedosa en loreferente a la filosofa civil, pues en el siglo XVII la ciencia de la naturaleza eraincuestionada filosofa natural, es decir, disciplina racional. Pero la verdadera originalidadradica en los supuestos implicados. Efectivamente, Hobbes acepta en lineas generales laclasificacin baconiana de los saberes en base a la facultad que los genera: filosofa(entendimiento), historia (memoria), literatura (imaginacin). Pero mientras en Bacon lastres facultades parecen adecuarse a tres objetos diferenciados dando como resultado unadivisin de los saberes, en Hobbes ms bien se trata de tres tipos de conocimiento de los quetodos los objetos son susceptibles segn que en la produccin de los mismos domine una uotra facultad. Es decir, son posibles una filosofa, una historia y una novela de cualquierobjeto natural, al igual que una filosofa una historia o una novela de cualquier realidad civil.

    En la misma lnea, cada facultad debera tener su regla de verdad. En particular, elentendimiento no sera garanta de validez absoluta. Su funcin es poner unos axiomas yextraerconsecuencias vlidas. En tanto que entendimiento, su funcin ser racional; todas lasdisciplinas que abarca sern racionales. Tan racional ser la filosofa civil como la natural,como la geometra, como cualquier disciplina estudiada segn las reglas deductivas delintelecto. Ahora bien, no todas sern demostrables en sentido fuerte, es decir, de formaabsoluta, de forma definitiva. Hay disciplinas racionales demostrables y otras que no lo son,dependiendo de que los primeros axiomas sean puestos gracias a una evidencia intuitiva, degusto cartesiano, o a ttulo de hiptesis o presupuesto necesario para la conceptualizacin delos fenmenos. As, la geometra es demostrable, y no lo es la fsica, estando ambas incluidasen la filosofa natural; y tambien lo es la filosofa civil, que as coincide con la geometra.Ambas tienen el privilegio de saber absoluto gracias a la evidencia de sus axiomas.

    Es obvio que la demostrabilidad de la geometra y de la filosofa civil no les viene desu ser racional, ni de su no empiricidad: les viene de su mtodo de produccin, es decir, comoprecisaba Descartes con finura, del modo de producir su objeto, no de la manera dedemostrar29. Anlisis y sntesis, composicin y resolucin, son para Descartes, y paraHobbes, maneras de exponer o argumentar la verdad. Este mtodo es extensible a la mayorade los objetos, y no se debe confundir con la produccin de los mismos. La confusinprocede de que todas las disciplinas racionales hacen como si produjeran sus objetos. LaFsica, por ejemplo, en tanto que disciplina racional, tambien pone sus principios, a

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  • Jos M. Bermudo

    semejanza de los axiomas de la geometra. La diferencia yace en que el carcter artificial dela ltima determina que el acto de poner los principios es al mismo tiempo un making y unknowing; en la Fsica, en cambio, son puestos de forma subordinada y funcional: para que dencuenta de unos hechos y en la medida que se adecuen a los mismos. En este sentido, en elmejor de los casos, es decir, cuando haya racionalidad, cuando los enunciados que describenlos hechos puedan deducirse de los principios, estaremos ante una hip6tesis, nunca ante unaverdad absoluta, pues nunca es imposible otra hiptesis rival igualmente explicativa quele dispute la verdad.

    La concepcin del conocimiento como construccin de la verdad, es decir, del orden, delas relaciones adecuadas entre las ideas, es central en Robbes, quien no se cansar de decirque las palabras verdad, verdadero, proposici6n verdadera, son equivalentesJO, con lo queexpresa que la verdad no se predica de las cosas, sino de las proposiciones sobre las cosas.Conocer algo es ponerlo en su lugar en una cadena deductiva, construir el sistema derelaciones causa-efecto que lo determinan. Demostrar y producir la verdad, es decir, lasproposiciones verdaderas, es una misma cosa Al afirmar que el conocimiento verdadero esconocimiento por causas, entiende por stas el conocimiento de los axiomas o proposicionesprimeras, que son definiciones, con los que se produce la verdad de la cosa. Por eso Robbesdir que las primeras proposiciones deben contener la causa eficiente de la construccin,produccin o generacin de lo verdader031

    Trasladado el tema a la geometra, como muestran los pasajes emblemticos citados, secomprenden las consecuencias de esta teora. Robbes dir que la lnea es producida por elmovimiento de un punto, la superficie por el de una lnea, etc.32 Y que lo mismo ocurre conla suma, la multiplicacin... En todas ellas el matemtico crea el objeto al conocerlo, pues noes distinta la idea de plano como movimiento de la lnea que la accin imaginaria dedesplazar la lnea generando el plano. Por tanto, el gemetra, en cuanto a su mtodo -y noslo a su manera de demostrar- coincide con el artista -y no con el filsofo de lanaturaleza- que crea su propio universo de objetos artificiales.

    El gemetra define y establece las primeras proposiciones: y as pone la causa de losdems objetos matemticos, en cuanto que las definiciones establecen las reglas de construc-cin o generacin de los mismos33 Y conociendo las causas, puesto que l las pone, conocecuanto de ellas puede derivarse o generarse. De ah quepueda deciren elDe Cive que conocerla verdad no significa sino que se reconoce que ha sidocreada por nosotros mismos34 Si, comodice en el Leviathan, la geometraes la nica cienciaque, hasta el momento, se ha complacidoDios en conceder al gnero humano35, ello se debe a esa peculiaridad de que el gemetra esun artista que crea el objeto al conocerlo, que une, como Dios, conocimiento y creacin.

    No ocurre lo mismo con la fsica o filosofa natural. Aunque es racional no puedegarantizar un conocimiento de los hechos absoluto, sino condicional. Ciertamente es unafilosofa, y no una historia; pero la filosofa es para Robbes conocimiento de los efectos y desu generacin a partir de las causas conocidas36 Esta definicin conviene tanto a la geometracomo a la fsica, en la concepcin hobbesiana. La diferencia est en que en la fsica losprimeros principios no son conocidos absolutamente. Al contrario de las definicionesgeomtricas, hechas y dichas por nosotros, los principios del mundo fsico son puestos por

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  • Vico y Hobbes

    el Autor de la naturaleza en las cosas, debiendo nosotros observarlos en ellas. De laobservaci6n obtenemos las apariencias o efectos de la naturaleza en nosotros, a partir de lascuales s610 puede establecerse la posibilidad de alguna producci6n o generaci6n. Es decir, elfsico slo puede construir algn mtodo o proceso por el cual algn fen6meno pueda sergenerado, sin garanta de que sea el nico posible y, por tanto, de que sea el verdadero37

    N6tese que Hobbes es radical en el establecimiento del lmite: el fsico -en rigor, elfil6sofo de la naturaleza- no puede, a partir de observaciones, que son efectos de las cosasen nuestra mente, descubrir los principios de la naturaleza. Esos principios son invisibles ys6lo puede establecerlos a manerade hiptesis. Pormuy razonableque seaunarepresentaci6nde la generaci6n de alguna cosa, siempre es posible que haya otro proceso de generaci6n dela misma, lo que determina que toda representaci6n quede necesariamente como hiptesisprobable o verosimil. No cabe, a diferencia de las matemticas, la demostraci6n definitiva deuna hiptesis por reducci6n al absurdo de todas las otras hiptesis pensables. El saberefectivo, absoluto, de la naturaleza queda, pues, como propiedad exclusiva de Dios. Y lafsica permanece como ciencia no demostrable, en cuanto que sus principios, que son lascausas de las proposiciones sobre las cosas, son siempre meramente posibles.

    4. No ocurre as con la filosofa civil, que es para Hobbes demostrable en tanto que somosnosotros los autores de la vida social. Esta tesis, que es esencial para nuestro empeo, deberaesclarecerse especificando su analoga o semejanza, si procede, con la geometra y fijandocon precisi6n qu relaci6n establece Hobbes entre making yknowing. Tal cuestin desbordanuestro objetivo, pero no podemos obviar algunas reflexiones referentes a la semejanza entrela filosofa civil y la geometra.

    Recordemos que la doble condicin que sta cumpla y que la instauraba como cienciademostrable era, en primer lugar, que las definiciones que constituan sus principioscontenan las causas de todos los objetos matemticos; en segundo lugar, que dichas causaseran conocidas por el gemetra, ya que l mismo las defina y daba nombres al describirlaso dibujarlas. Obviamente, no es fcil establecer una analoga entre los puntos y las lneas queel gemetra conoce y crea en el mismo acto y la sociedad civil. La afirmaci6n de que elhombre hace la sociedad no es a primera vista hom610ga a la de que el gemetra produce eluniverso matemtico. Por tanto, conviene precisarla, pues en ella se decide la concepci6nhobbesiana del verum1actum.

    Creemos que la similitud que Hobbes establece entreFilosofacivil yGeometraest muymediatizada por su concepcin de la ley. Para el fil6sofo ingls la leyes la causa de la so-ciedad, la que pone su forma, la que construye o genera la vida social. Lo dijo con todaclaridad: the sovereignity is an artificial soul, as giving life and motion to the whole boty.Unas veces se trata de las leyes positivas, simples artificios o convenios entre los hombres,en cuyo caso su cognoscibilidad es obvia al ser sus autores: en este caso las leyes determinanlas actuaciones de los hombres como las definiciones las del gemetra. Otras veces, encambio, se trata de leyes naturales, en cuyo caso el hombre no es propiamente su autor. Porejemplo, en el De Cive ha puesto Hobbes una doble causa de la sociedad, ambas con basehumana: el deseo natural y egoista de cosas que son comunes y la razn natural que lleva a

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  • Jos M. Bermudo

    cada uno a huir de la muerte violenta como el peor mal38 Puestas estas dos leyes naturalesen la base de la sociedad, es obvio que se mantiene la tesis de que el hombre es autor de lamisma; ahora bien, aqu no se es un autor libre y, sobre todo, no implica el conocimiento delas causas. Podra pensarse que es el hombre en tanto pasin ciega, ms que la razn, la causade la sociedad.

    El conocimiento de la causa es para Hobbes, como para cualquier filsofo, la garanta decientificidad. Mantener al hombre como autor inconsciente de la sociedad implicara laimposibilidad de la Filosofa civil como saber demostrable. Por tanto, y dado que el hombreno es autor de la ley natural, debe haber una posibilidad de acceso a su conocimiento. Unasentencia del Leviathan nos indica la va de solucin hobbesiana. Tras sefialar Hobbes ladificultad de acceder al conocimiento de la humanidad por induccin a travs del conoci-miento de los individuos, dice:

    Perohay otro dicho, no comprendidohastahace poco, segn elcual (los hombres)podran verdaderamente aprender a leer los unos en los otros, siempre que asumieranel esfuerzo. Dice as: Nosce teipsum, lete en t{ mismo. Lo cual no significa, comohasta ahora ha ocurrido, limitar el brbaro poder de unos hombres respecto a susinferiores; ni estimular en hombres de baja condicin una soez conducta respecto aotros mejores; sino que nos ensefia que, dada la similitud de los pensamientos ypasionesde un hombrecon los pensamientos ypasiones de los otros, quien mire dentrode s mismo y considere qu hace cuando piensa, opina, razona, espera, teme, etc. ycon qu fundamentos, ser capaz de leer y conocer cules son los pensamientos ypasiones de cualquier otro hombre en ocasiones similares39.

    Si tratamos de leer en los otros, fuera de nosotros, nos encontramos con la imposibilidadde acceder a la causa de tan infinitas variaciones de conducta. Hemos de suponer lahomogeneidad genrica de la naturaleza humana y, as, hacer posible el nuevo mtodo: leeren nosotros mismos a la Humanidad entera, encontrar en nosotros mismos las razones dela vida de las naciones, o sea, el verum delfactum, la verdad de cada uno de nuestros actos:

    Aunque pudieraun hombre leeren otroa travs de susaccionesde forma perfecta,tal medio sirve slo con sus allegados, que son pocos. Quien tiene que gobernar unanacin entera debe leer en s mismo no ste o aqul hombre particular, sino a lahumanidad. Cosa difcil de hacer, ms ardua que aprender cualquier lengua ocualquier ciencia; no obstante, cuando haya establecido mi propia lectura ordenada ycuidadosamente, el trabajo que quedar para los otros ser slo el de considerarsi cadauno encuentra o no lo mismo en su interior. Ya que este tipo de doctrina no admite otrademostracin40.

    Ahora bien, esta lectura de la humanidad en uno mismo es una opcin epistemolgicaradical, que Robbes asume sin vacilaciones y sin esforzarse en fundamentar. Nuestranaturaleza se nos hace transparente: no somos su autor, pero es nuestra. De la misma manera

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  • Vico y Hobbes

    que se puede ser autor de un crculo sin conocer su definicin, se puede serautor de la sociedadsin conocer las leyes de sta. Pero el Gemetra, como el Filsofo civil, pueden y debenconocer las causas en tanto que autores o coautores.

    Nos inclinamos a pensar que la agilidad y radicalismo de Robbes, que le hacen aparecercomo ms coherente en la aplicacin del verum1actum, le vienen de su audacia pragmtica.No s si ello le permiti formular el principio antes que Vico; en todo caso, sin duda algunasus pocos escrpulos filosficos le permitieron una formulacin fuerte, radical y definitiva.Vico, ms filsofo, buscando un apoyo metafsico, va ms lento y se mueve entre lavacilacin y la paradoja: pero esa fue tal vez su grandeza.

    5. Garin se hace eco de estas coincidencias entre los textos hobbesianos y viquianos41 yseala la necesidad de revisar la manifiesta oposicin de Vico a los filosofi obbesiani y,en todo caso, la importancia de la anterioridad y mayor coherencia del ingls en la aplicacindel verum1actum. Efectivamente, Vico no extendera el criterio al mundo civil hasta laScienza Nuova; adems, en Vico el criterio quedara siempre un tanto viciado por laProvidencia. En Robbes la historia es verdaderamente una obra humana, con resultadosimprevisibles, jugndose cada paso en cada momento, en cada combate por la sobrevivencia;en Vico esa accin humana es siempre secretamente regida por la Providencia, aunque seauna Providencia que no interviene con prodigios ni acciones extraordinarias y que, graciasa la constancia de su finalidad, permita conocer el fin del proceso.

    Vico reconoci a Robbes el mrito de su primaca en haberse dedicado a completar lafilosofa moderna, toda ella volcada a la reflexin sobre la naturaleza, con la filosofa civil.Le reconoca este mrito de iniciador, aunque no el de la culminacin del proyecto, que sereservaba para s propio. Y, como Robbes42, tena conciencia de esta originalidad de suciencia civil, vindose a s mismo pionero. Compartan, pues, la conciencia de sentirsefundadores de una ciencia nueva, de ser pioneros de una revolucin metodolgica.

    La conciencia y el objetivo de una nueva ciencia, de un nuevo saber riguroso,controlado, consistente, triunfa en el siglo XVII de la mano de Galileo, fundamentalmente,y de los cartesianos. La matematizacin de la fsica mostraba la posibilidad de un saber quecumpliera los ms exquisitos y severos requisitos de racionalidad. Pero, al mismo tiempo, elideal genrico de una nueva ciencia prctica, aplicable al proyecto de transformacin de laNaturaleza, basada en la experimentacin y medida por su eficaciade intervencin en lo real,no slo haba ido ganando adeptos sino que se haba convertido en elementos de demarcacinfrente a la esterilidad de las cadenas deductivas de silogismos y sorites, como sealabaVico.

    En cualquier caso, la cultura moderna pivotara sobre las ciencias de la naturaleza, que sejustificaban con el experimento y la aplicacin y se legitimaban por el uso del mtodomatemtico. Y en ese clima Vico y Robbes toman posicin por el otro campo de inters, elque no pareca accesible al mtodo natural y era despreciado por ello: el mundo civil. Campoque es considerado en la poca como lugar de la inconstancia, de lo imprevisible, de lacontingencia.

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  • Jos M. Ber11UUJ

    No es extraflo, aunque s sugestivo, que su tarea les llevara a huir de la observaci6n-generalizaci6n para buscar la verdad de lo real en s mismos: ambos pensaban encontrar ensu propia mente el mundo, aunque cada uno a su manera:

    y aunque por las acciones de los hombres descubrimos a veces sus designios,hacerlo sin compararlas con las nuestras y sin distinguir todas las circunstancias quepueden alterar los hechos. equivale a descifrar sin una clave y estar equivocado en lofundamental, sea por exceso de confianza o de desconfianza43.

    Es necesario que haya en la naturaleza de las cosas humanas una lengua mentalcomn a todas las naciones, la cual comprenda de manera uniforme la sustancia decuanto tiene lugar en la vida humana sociable y la explique con tantas modificacionesdiferentes cuantos aspectos diversos puedan tener las cosas; al modo como loexperimentamos en los proverbios, que son mximas de sabidura popular, interpre-tadas sustancialmente de la misma forma por todas las naciones44.

    Hobbes, como Vico, entiende la demostraci6n como reducci6n del efecto a la causa, o sea,producci6n del efecto desde la causa; y entiende tambin que la causa, cuando se trata denuestras acciones, es nuestra propia mente. Y as Hobbes reconocer, como Vico, que s610la matemticaesciencia, porque en ella la mente creasu objeto al tiempo mismo de conocerlo.Recordemos el pasaje ya citado:

    para conocer lo que pertenece a una figura cualquiera no se requiere otracosa queconsiderar todocuanto se derivade laconstrucci6n que hemos hecho nosotros mismosal trazar las lneas de la figura. Debido a que nosotros mismos creamos las figuras, laGeometra puede ser considerada como del orden de lo demostrable, y lo es realmen-

    te4~ .

    Que coincide con Vico sin posibilidad de duda:

    As ha creado un mundo de figuras y de nmeros que contiene todo dentro de s;y prolongar, acortar o componer lineas, o bien sumar, restar o calcular nmerosequivale a dar vida in fin, como quien siempre conoce dentro de s mismo la verdadinfinita46.

    Coincidencia ante la matemtica como ciencia del verum, pero tambin en su actitud ante lafsica; cuando Hobbes distingue la Geometra de la Fsica:

    Al contrario, dado que lascausasde lascosas naturales no estn en nuestro poder,sino en la voluntad divina, y que la mayor parte de ellas (y, sin duda alguna, el ter)son invisibles, no podemos deducir sus propiedades de sus causas. puesto que no laspercibimos. No obstante, a partir de las propiedades que percibimos podemos

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  • Vico y Hobbes

    demostrar sus consecuencias, inferiendo de ellas, en los lmites de lo que nos estpermitido, que hayan podido tener tal o cual causa. Esta demostracin se dice aposteriori, y esta ciencia se llama fsica 47.

    y Vico, en el De ratione:

    Demostramos los objetos de la Geometra porque los hacemos; si pudiramosdemostrar los de la fsica, los haramos48.

    o en la Seconda risposta:

    Ciencia es tener conocimiento de este tipo de causa (pues el criterio de poseer lacienciade unacosa es el de relacionarlacon el efecto y la prueba de la causaes producirla cosa. Esto es absolutamente verdadero porque se convierte con el hecho, tal que elconocimiento de algo y su producci6n es una misma cosa49.

    Coincidencia, pues, en la actitud ante la ciencia, y no slo en su apreciacin final, sino enel criterio que les lleva a esajerarquizaci6n o distinci6n. Y coincidencia incluso en el sentidonominalista que uno y otro atribuyen a la ciencia natural, cosa universalmente reconocida enHobbes, y que el siguiente pasaje testimonia en Vico:

    El fsico no puede definir las cosas de forma verdadera, atribuir a cada una sunaturaleza propia y producirlas de verdad. Esto s610 estal alcance de Dios, estndolenegado al hombre. De todas maneras, puede definir los nombres de las cosas y, asemejanza de Dios, sin materia primaalgunay como de la nada, crear el punto, la lnea,la superficie, como si fueran cosas....so

    Pero la coincidencia va ms lejos habida cuenta de que Hobbes extiende el principio verum-factum tambin a la ciencia civil. As en el De homine dice:

    Por otro lado, la poltica y la tica, o sea, las ciencias de lo justo y de lo injusto,de lo equitativo y de lo inicuo, pueden ser demostradas a priori; en efecto, nosotrossabemos cuales son los principios de donde se derivan lo justo y lo equitativo e,inversamente, lo injusto y lo inicuo, es decir que nosotros mismos hemos creado lascausas de la justicia: las leyes y los contratos. Porque, antes de la creaci6n de las leyesy de los contratos, no exista entre los hombres ninguna justicia....st

    Texto importante que muestra la opci6n decidida de Hobbes, quien sin vacilacin algunaasume que la historia es hecha por los hombres, tesis sta que tanto costara a Vico descubrir.Las razones de esta coherencia hobbesiana bien pudieran derivarse de su semejante concep-ci6n del universo matemtico y del universo civil como artificios producidos por la mentehumana. Esta, en la matemtica, define los elementos, establece reglas y opera segn un ars

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  • Jos M. Bermudo

    combinandi, sumando y restando, del mismo modoqueen locivil define los sujetos,establececonvencionalmente los pactos y contratos, las normas del juego, y permite en su seno todaslas combinaciones o relaciones siempre que respeten la ley del artificio, de ese magnficoartificio que es el Leviathan. La concepcin hobbesiana del derecho natural como purarelacin de poder y del derecho civil, como reglas del compromiso, del pacto, del equilibriode fuerzas, le permite verelcarcterradicalmente artificial, osea, radicalmente humanodel mundo civil, la esencia humana de su orden.

    Vico tardara ms en ver as las cosas, e incluso cuando llegue a ello en la Scienza Nuovalo harconun cierto lastre,conunaciertacargade naturalismo,aunqueembellecido en formade providencia divina. Efectivamente, cuando se distancia de Grozio, Seldem, Pufendorf,etc., no reconocer a Hobbes, con quien coincide objetivamente mucho ms de lo que suconciencia subjetiva le permite reconocer. Podra decirse que coincide en casi todo, exceptoen la curiosa metafsica desde la que Vico puede descubrir un discurso hobbesiano yconvertirlo en teologa racional. Se trata de esa metafsica de la Providencia, expresada enladialcticaverum-certum,que lejosdeserun desarrolloradical ycoherentedel verum{actumes una forma hbrida de resolver tal vez contradicciones insolubles. Pero en esa complejidad,al igual que en la de los puntos metafsico del De Antiquissima, est la peculiaridad deVico: ambas son expresiones de sus esfuerzos por formular el verum{actum en claves me-tafsicas, es decir, en versin filosfica, y no meramente como expresin del sentidocomn que en ste como en otros casos no dejara de ser sospechoso.

    Sea como fuere, lo cierto es que Robbes es ms consecuente que Vico con el criterio delverum{actum. y este hecho est relacionado con el principio del verum-certum, que en Vicoexpresa la articulacin paradjica de una metafsica de la providencia y un principio delhombre autor de la historia. Hobbes, libre de ese obstculo, tena una salida ms gil yntida,aunque tal vez ms ingenua.

    Por ltimo, quizs esa diferencia tenga mucho que vercon el hecho de que Robbes parecerenunciar radicalmente al conocimiento contemplativo, como renuncia a la moralidad enpoltica. Qu son las leyes sino teoremas? nos dir en el LeviathanS2 Su radical utilitarismo,su nominalismo sin reserva y su atomismo social-la historia como resultante abierta y sindestino prefijado de las luchas entre los hombres-, en suma, su pretensin de un saberexclusivamenteoperativo, desimpleclculo, sin aspiraci6n alguna a las esencias de lascosas,contentndose con la ciencia de las apariencias, es decir, de las relaciones en la concienciaque reproducen una homologl estructural de las cosas, pero no una intuici6n de stas, nocomo imagen de stas...; todo ello, decimos, permita aRobbes esa coherencia y radicalismo.Vico, en cambio, anclado en la pretensin de un saber operativo y contemplativo al mismotiempo, que reconociera al hombre como ingeniero ycomo vidente, cercano a Dios, se quedaanclado en la ambigedad. Ambigedad que, como la audacia pragmtica en Robbes, es laguisa de su fecundidad.

    Cuando se leea Robbes ylamaneragil yexpeditaderesolver la tesispor la queel hombreno es social por naturaleza, sino por pura convencin utilitaria, y nunca del todo aceptada;es decir, cuando se capta su idea de la sociedad como una asociaci6n no basada en el placer3,ni en un impulso natural, sino en el clcul0S4, maravilla la claridad y la potencia de su

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    reductivismo. Pero cuando se lee a Vico, sus esfuerzos por afirmar la naturaleza social delhombre, por explicar y describir el impulso asociativo, su cualificacin natural paracomunicar la verdadss, incluso su tendencia natural a buscar la utilidad, pero siempre demanera equitativa, es decir, ordenada y eficaz, o sea, racionaL., no es menos fecundo yadmirable su empefio, pues no lo resuelve con una tesis frvola y dogmtica, sino con unesfuerzo de treinta afias dedicados a comprender en el desorden de la historia humana un hiloque ponga orden y que, al menos en los ricorsi, sirva de gua.

    Es evidente que este naturalismo providencialista de Vico dificulta ver la historia comoobra humanas6, al menos como totalmente humana, por lo que hace ms compleja laaplicacin del verumlactum al mundo civil, mientras que en Robbes esa consecuencia estmuy clara, dada su visin artificialista de lo social. La limitacin viquiana en el DeAntiquissima, e incluso su ambigua y confusa extensin del principio a lo social en la ScienzaNuova, puede verse de mltiples formas. Puede llevar a ver la pre-modernidad de Vico, sulastre cualitativista, su resistencia a adoptar un nico mtodo, su poca disposicin a ver losocial desde la pura relacin cuantitativa del poder...; o puede llevar a ponerlo como origende la filosofa de la historia con Droysen o Dilthey como sus seguidores. Puede, incluso, versecomo un post-moderno, en el sentido que dice A. GUZZOS7 , o sea, como el pensador lcidoque se resisti6 a reducir al hombre a cantidad, a clculo, a relacin lgica, para considerarloun ser viviente y no una mera mquina; de esta manera Vico sera el primer grito delpensamiento ante su autodestrucci6n en la dimensin contempornea, sacrificado por smismo en su pasin operativa: grito que lardara en abrirse paso, y slo a rfagas, quizs hastanuestros das.

    La verdad es que es tentador buscar hoy en Vico una scientia qualitatum alternativa a lacartesiano-hobbesiana scientia quantitatum, especialmente si se concreta en una dimensintica diferenciable como fondo del crudo utilitarismo. Y no es difcil hacerlo, pues apoyosno faltan, y Fass ha sabido subrayar un pasaje de oro, donde Vico afirma que:

    La utilidad no es ni infamia ni virtud; en cambio, la desigualdad es deshonestacomo la igualdad es honestidads8

    Sedesmarca as de la linea dura, que va de Epicuro a Bayle, pasando por Maquiavelo, Robbesy Spinoza, empefiados en reducirlo todo a la necesidad, al miedo, a la utilidad, confundiendola causa con la ocasin. Frente a ellos Vico subraya la naturaleza social del hombre altiempo que la utilidad como ocasin, no como causa. Y, de paso, el derecho deja de ser meropacto de intereses para ser lo til repartido, hecho igual, encontrando su fundamento en lanorma de la equidad, al ser sta medida de la utilidads9; en suma, un Vico ms lcido quelos modernos introduciendo la dimensin moral en la sociedad y la historia.

    Ciertamente, decimos, es tentador. Pero lo cierto es que su relacin con los modernos es mscompleja. Cuando G. Fasso dice:

    Toda la filosofa de Vico, tanto la de la primera como la de la segunda fase, nacede la intuicin fundamental de la conversin de la verdad (vera) con el hecho (fatto);

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    pero mientras la del De Antiquissima, an sugestionada por el al mismo tiempocombatidocartesianismo, nace ysedesarrolladesdeellaconprocedimientogeomtricoy deductivo, la de la Scienza Nuova se nutre de aquella doctrina, aunque ignorndolaexteriormente, y la contiene en s y la maduraen un procesoque no es matemtico, sinohist6rico60.

    expresa ms que ayuda a comprender la complejidad de Vico al respecto, ya que al quererdistanciarse de la tesis croceana de las dos epistemologas viquianas, en realidad no sloreconoce a ambas, sinoque, como la corriente Spaventa-Gentile-Croce,las ligaen un procesoque no deja de ser lgico, se trate de una lgica idealista, como l dice de la de Croce,o de una lgica histrica, como pretende de la suya. Y cuando F. Focher dice:

    La certeza del saber en sentido subjetivo cartesiano, perseguida y conseguida enel De Antiquissima precisamente en polmica con Descartes, deber verificarse, porsugerencia baconiana, pero tambin grociana, en la certeza subjetiva ligada a laobjetividad de lo humano, o sea, en la nueva dimensin de la autoconsciencia fundadasobre la historia61.

    no hace sino reproducir o relatar un problema, el mismo problema, reconociendo dosfilosofas, en este caso una cartesiana-anticartesiana y otra de corte baconiano-groziana

    En definitiva, clarificar la relacin Vico-Descartes y Vico-Hobbes se convierte en unatarea fundamental para comprender a Vico; pero la dificultad en esa clarificacin nos hacepensar que el problema de la hermenutica viquiana es el de la relacin de Vico con elescepticismo, en cuya relacin entran Descartes y Hobbes. Pues tambin ellos se debaten enel mismo terreno, que es el del origen de la modernidad: origen que no se explica desde laperspectiva de una lucha contra la tradicin, desde un antiaristotelismo subjetivo, sino desdela crisis pirrnica que caracteriz la sustitucin de un modelo de inteligibilidad por otro.Pero ste es otro tema.

    ***

    NOTAS1. La relaci6n Vico-Hobbes, de forma crtica, la introdujo F. Nicolini (

  • Vico y Hobbes

    riferimento al Machiavelli, Atti dell'Accademia Pontaniana di Napoli, s/n, vol. I. Napoles, Giannini,1949)

    3. F. Focher, Vico e Hobbes. Napoles, Giannini, 1977.4. En el Diritto Universale se refiere varias veces a Hobbes, pero siempre incluyndolo en una

    corriente (Epicuro, Maquiavelo, Spinoza, Bayle, Hobbes), representativa del atesmo, del materialis-mo, de la sustitucin de la tica por la utilidad; en la Scienza nuova prima, mantiene el criterio, si bienune Hobbes a Epicuro y Maquiavelo una sla vez, sustituyndolos por Grozio, Seldem, Pufendorf, esdecir, en su calidad de fundadores del derecho natural; en la Scienza nuova seconda hace lo propio,si bien ahora subraya la posicin antiednica de Hobbes, con frecuentes referencias a sus licenziosiviolenti. Ver F. Focher, Op. cit., cap. IV.).

    5. De Uno, 107,2, en Opere giuridiche, al cuidado de N. Badaloni y P. Cristofolini. Florencia,Sansoni, 1974, p. 129.

    6. Interea multitudo nefaria in insignem frequentiam aucta est, ed frugis caritas infirmisindustriam intendit. ut glandem tempore legerent, quam in hiemen asservarent. Sed violenti, ut solent.in ocio desides. ubi ipsos fames urgeret, lectas fruges ab infrrmioribus rapiebant et obsistentesnecabant, atque adeo iniuriis et caedibus grassabantur. et sic erant homines hominibus lupi. DeConstantia. n, 21. 16. en Opere.... ed. cit., p. 573.

    7. Las citadas expresiones hobbesianas se encuentran en De Cive, IX y Leviathan, Xill. Lasediciones clsicas de Hobbes, sobre las cuales citamos son las de Sir William Molesworth (Londres,1839-1845. Reimpresin en Aalen,

    1966): TheEnglish WorksofThomasHobbes(11 vols.)paraLeviathan, y ConcerningGovernmentand Society (De Cive); y Thomae Hobbes Opera philosophica quae latine scripsit (5 vols.) para el DeHomine. En cuanto aThe Elements ofLaw citamos de la edicin de F. Tonnies (Cambridge U.P. 1969).

    8. E. Garin. Per una storia deBa fortuna di Hobbes in Italia. en Rivista critica di Storia del/aFilosofa (1962). pp. 514-527.

    9. De augment. scient. VI, 3.10. Asinaria, V, 495.11. Sobre la relacin Vico-Hobbes y, en general, sobre la teora poltico-jurdica de ambos puede

    consultarse, adems del ya citado Vico e Hobbes de F. Focher, los trabajos de R. Esposito, La politicae la storia (Npoles, Liquorio, 1980)y G. Giarrizzo. Vico, la politica e la storia (Npoles, Guida, 1981),ambos con buena documentacin.

    12. J.M. Bermudo, Del verum-factum al verum-certum. en Convivium 1 (1990).13. Ver sus trabajos recogidos en La religiosita di G.B. Vico. Bari. Laterza, 1949.14. Leviathan, IX.15. Scienza Nuova, $$ 137 y 13816. Ver E. Garin, Dal Rinascimento al/'Illuminismo. Pisa, Nistri Lischi, 1970.17. Ver G. Giarrizzo, La poltica di Vico, en II pensiero politico, I (1968). Tambin su obra

    citada en nota 7.18. El pasaje completo es: Of arts, sorne are demonstrable, others indemonstrable; and

    demonstrable are those the construction of the subjects whereof is in the power of the artist himself.who, in his demonstration. does no more butdeduce the consequences ofhis own operation. The reasonwhereof is this, that the science of every subject is derived from a precognition of the causes.generation. and construction of the sarne; and consequently where the causes are known. there is placefor demonstration, but not where the causes are to seek foro Geometry therefore is demonstrable. forthe lines and figures from which we reason are drawn and described by ourselves; and civilphilosophyis demonstrable, because we make the commonwealth ourselves. But because of natural bodies we

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    know not the construction, but seek it from the effects, there lies no demonstration of what the causesbe we seek for, but only of what they may be (

  • Vico y Hobbes

    26. Ver J.W.N. Watkins, Hobbes's System o[ Ideas. Londres, 1965 (Trad. castellana en Ed.Doncel, Madrid, 1972): M. Malherbe, Thomas Hobbes. Paris, Vrin, 1984; A. Pacehi, Convenzione eipotesi nella[ormazione dellajilosojia naturale di Thomas Hobbes, Aorencia, 1965.

    27. The Elemenls o[Law Natural and Politic, 1, vi, $ 1 Y4; Leviathan, 1, ix.28. Leviathan, 1, ix.29. De Corpore, m, xx, 6 y 1, vi, 7, 10 y 11. Ver tambien las pginas fmales de la Respuesta de

    Descartes a las Objeciones del padre Mersenne.30. Ibtd., 1, iii, 7 Y8.31. Ibtd., nI, xx, 6. Literalmente: analysis est ratiocinatio a supposito constructo vel facto ad

    facti sive constructi causam efficientem vel multas coefficientes. Ut est synthesis ratiocinatio est acaussis primis constructionis per media ad ipsum facturo perpetua.

    32./btd., 1, vi, 6.33. Ibtd., m, xx, 6.34. De Cive, I1I, xviii, 4.35. Leviathan, 1, v.36. De Corpore, IV, xxv, 1.37 ./btd., IV, xxv, 1.38. De Cive, Epstola dedicatoria.39. Leviathan, Introduccin, p'xI. (

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    45. De Ho"une, X, 5 (O.L. n, p. 93).46. De Antiquissima, n, p.135.( Edic. de Gentile y Nicolini en Scrittori d'ltalia, Bari, Laterza,

    1968, Vol. I. Reimpresin anasttica de 1914) (

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    61. Ferruccio Focher, Vico e Hobbes, Napoles, Giannini Editore, p. 60.(