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VII Curso y X Reunión Nacional de Pastoral de la
Salud“Pastoral del Duelo”
El Acompañamiento Individual
Psic. Cliserio Rojas Santes
El Acompañamiento Individual
Psic. Cliserio Rojas Santes
Centro
San Camilo
Psic. Cliserio Rojas
El Acompañamiento Individual
Psic. Cliserio Rojas Santes
“Pastoral del Duelo”
VII Curso y X Reunión Nacional de Pastoral de la Salud
“En ninguna otra situación como en el
duelo, el dolor producido es TOTAL:es un dolor biológico
(duele el cuerpo), psicológico (duele la
personalidad), social (duele la sociedad
y su forma de ser), familiar (nos duele el
dolor de otros) y espiritual (duele el
alma). “
J. Montoya Carrasquilla (1998)
FACTORES QUE DETERMINAN LA RESPUESTA A LA PÉRDIDA 1. Nivel de apego2. La edad3. Características de la pérdida4. La personalidad 5. Disponibilidad de Apoyo social-
familiar6. Nivel de comunicación entre
familiares o amigos y viceversa7. Crisis concurrentes (problemas que
suceden al mismo tiempo)
Proceso de dueloPoletti&Dobbs•El shock•Negación emocional•Protesta•Tristeza y pena•Aceptación intelectual•Aceptación global•Nuevos vínculos•Posibilidad de evolucionar interiormente a
través de la búsqueda de un significado.
¿Quién recibe el asesoramiento?
• A todas las personas y a sus familias que estén pasando por una pérdida.
• A personas reconozcan a su propia necesidad de ayuda.
• Un modelo preventivo para personas en riesgo.
¿Quien da el acompañamiento?
Personas sensibles y que entiendan pero sobretodo respeten el proceso de duelo.
Recordar:
• No es suficiente la intención, la experiencia propia o la formación académica en alguna área del conocimiento.
• Hay que formarse físico, psicosocioespiritualmente.
A lo largo del ciclo de la vida se manifiestan muchas pérdidas y es importante como apoyar en cada una de las etapas de la vida.
Perdidas posibles en la infancia
a) Pérdida o separación de los padres.
b) Pérdida del contacto con el medio del hogar familiar por acontecimientos como son el ingreso a un hospital, en un internado o en una escuela.
c) Cambios propios de la infancia.
Perdidas posibles en la adolescencia a) Separación de
los padresb) del hogar c) de la escuelad) de los amigose) de la infanciaf) de la figura de
autoridad o admiración
Perdidas posibles en los adultos jóvenes
• Ruptura matrimonial
• Embarazo• Aborto• Nacimiento de un
niño disminuido• Pérdida de trabajo• Pérdida de un
progenitor• Emigración• Expectativas de
estudio o trabajo
Perdidas posibles en los adultos y ancianos
a) Jubilaciónb) Status socio-familiarc) Pérdida de funciones
psíquicasd) Duelo de familiares o
allegadose) Pérdida del ambiente
familiarf) Enfermedad o
incapacidad en miembros próximos de la familia
g) Cambios de domicilio
Metas del Acompañamiento
• Facilitar la expresión y el manejo de las emociones resultantes de la pérdida.
• Fomentar la conciencia de la pérdida.
• Identificar la emociones latentes y dobles pérdidas.
• Apoyar en la recolocación emocional de la perdida y crear un signo.
•Respetar los tiempos individuales para la aceptación de la pérdida.
•Animar la adaptación a la nueva vida después de la pérdida.
•Animarla a dar un adiós apropiado.•Conducir a darle un sentido a la pérdida.
Metas del Acompañamiento
CÓMO AYUDAR A ALGUIEN QUE ESTA PASANDO POR UN PROCESO DE DUELO
Evitar las frases hechas.
La incomodidad nos mueve a recurrir a expresiones que no ayudan para nada: “Tienes que olvidar”, "Mejor así, dejó de sufrir”, "El tiempo todo lo cura", “Manténte fuerte por los niños”, "es la voluntad de Dios", "Es ley de vida"…
Lo que más necesitan al principio es hablar y llorar. No decirle que tiene que
sobreponerse, ya lo hará a su tiempo.
Si no sabes que decir, no digas nada. Escucha, estate presente, sin pensar que tienes que dar consejos constantemente o estar levantando el ánimo.
• Si no sabes que hacer, colaborar en algunas tareas cotidianas o ayudar en el papeleo, puede ser una buena manera de ayudarlo/a.
Tener en cuenta las actitudes que no ayudan
•No le digas que le comprendes si no es verdad.
•No intentes buscar una justificación a lo que ha ocurrido.
•No te empeñes en animarle/a o tranquilizarle/a. Posiblemente lo que necesita sólo es que le escuches.
•No le quites importancia a lo que ha sucedido hablándole de lo que todavía le queda.
No intentes hacerle ver las ventajas de una nueva etapa en su vida. No es el momento.
Dejar que se desahogue
• Sentir y expresar el dolor, la tristeza, la rabia, el miedo…por pérdida, es el ÚNICO camino que existe para cerrar y curar la herida por la pérdida.
•Dejarle llorar y emocionarse, no añade más dolor al dolor. Sirve para limpiar el corazón.
•Ayudarle a alguien que sufre no es distraerle de su dolor. Hacerlo con prudencia le ayuda a no sentirse solo y puede sentirse aliviada y liberada.
•A veces, podemos cortar las emociones del otro para protegernos de las nuestras.
•No temas nombrar y hablar de la perdida por miedo a que se emocione. Lo que más necesita en esos momentos es la presencia, la cercanía, la compañía y afecto de alguien que le comprenda.
• No temas tu mismo llorar o emocionarte. No hay nada malo en mostrar tu pena, en mostrar que a ti también te afecta lo que ha pasado, en mostrar que te duele ver a tu amigo/a o familiar en esa situación.
Acompañarlo y permitirle
•Compartir recuerdos de lo perdido (ver fotos, contar anécdotas...), Repetir y evocar los recuerdos es parte del camino que tienen que recorrer para sanar su herida.
•Respetar también su necesidad de no hablar.
Mantener el contacto
• El contacto puede mantenerse de muchas maneras. Puedes hacerle una visita, quedar para tomar un café o dar un paseo, enviar una carta o un email. Con una llamada telefónica, por ejemplo, puedes romper su soledad y recordarle que no está solo/a, que alguien está pensando en él o ella.
• Las fiestas y aniversarios son momentos particularmente dolorosos en los que podemos hacer un esfuerzo especial para estar cerca de la persona en duelo.
Sabrás que esta progresando cuando:
• Pueda recordar a la pérdida con una sonrisa.
• Pueda comprender que los comentario dolorosos que hacen otras personas son producto de la ignorancia.
• Pueda ayudar a otras personas.
• Cuando ya no sienta que tiene comentarlo todos los días o todas las semanas.
• Cuando no tenga que evadir los recuerdos.
• Cuando encuentre algo que le haga reír.
• Cuando deje de temer a los días festivos.
• Cuando le vaya dando sentido a su pérdida.
• Cuando puedas estar solo en su casa sin que eso te inquiete.
• Cuando pueda deshacerse de recuerdos dolorosos
• Cuando pueda permanecer en los oficios religiosos sin llorar.
• Cuando te pueda concentrar en algo más que su pérdida.
• Cuando ya no se sienta agotado todo el tiempo.
• Cuando puedas apreciar la puesta de sol, el olor del césped recién cortado, el dibujo en las alas de una mariposa.
• Cuando encuentres algo que agradecer a Dios.
DECÁLOGO DEL ACOMPAÑANTE DE DUELO
Para aquellos que quieren acompañar y ayudar a otros que han perdido seres queridos
•1. Leeré y me informaré de todo lo relacionado con el duelo, la aflicción y el luto. De esta forma mi ayuda será más efectiva.
•2. Permitiré y animaré la expresión de los sentimientos de dolor y tristeza por la pérdida del ser amado, sin salir huyendo ante la expresión de los mismos.
•3. Estarán siempre mis oídos atentos para escuchar el dolor, la tristeza, la rabia, la frustración, la soledad y todos los otros sentimientos que acompañan a la aflicción.
• 4. Prestare, indefinidamente y mientras sea necesario, mis hombros, mis brazos y mi pecho como consuelo para sostener la afligida existencia de mi hermano adolorido.
•5. No esperaré a que el deudo busque ayuda, tomaré siempre la iniciativa visitándolo o llamándolo.
• 6. Contribuiré a que el apoyo y la comunicación efectiva de la familia sean los instrumentos más efectivos que faciliten la recuperación por la pérdida del ser amado.
• 7. Respetaré las diferencias individuales en la expresión del dolor y en la recuperación del mismo.
•8. Estaré atento a la presencia de reacciones anormales o distorsionadas del duelo.
• 9. Animaré la realización de todas las actividades necesarias para la promoción, mantenimiento de la salud y prevención de enfermedades durante el duelo.
• 10. Una vez alcanzada la recuperación, animaré y colaboraré en el establecimiento de grupos de auto-ayuda en mi vecindario.
El dolor de la pérdida tiene tres tiempos : duele el
pasado por la nostalgia del recuerdo; el
presente por lo que me doy cuenta que me hace falta; y especialmente el
futuro, por la incertidumbre de cómo será mi vida
ahora.
C. Rojas Santes
[email protected] gracias