virtudes en la familia
TRANSCRIPT
Las Virtudes Teologales en la Familia
CAPITULO I:
1.-Definición
1.1. Virtud:
“La palabra virtud proviene del “latín virtus, viril, fuerza de carácter”. (“Virtud”… 1998, párr. 1)
Según San Agustín (citado en García, 1986), dice “Virtud es una cualidad buena de la mente por la cual se vive rectamente y de la cual nadie usa mal”.
La virtud permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma.
Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo
Por todos ello filipenses 4,8 (“Virtud”…, 1998, párr.5) hace mención “Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta siempre”
En síntesis se puede decir que la virtud es el buen habito que cada persona tiene y otorga la capacidad de realizar actos buenas, por ende el individuo que practica la virtud es considerada un persona buena , permitiéndole la realización del ser de la persona y orientar su vida a Dios.
1.2. Familia:
El Catecismo (1993) nos dice
(…) Un hombre y una mujer, unidos en matrimonio, forman, por si mismos y con sus hijos,
una familia. [La cual Dios ha instituido] (…) .El matrimonio y la familia está ordenada al bien
de los esposos y a la procreación y educación de los hijos. (párr. 456).
La familia cristiana es llamada iglesia domestica, porque manifiesta y realiza la naturaleza
comunitaria y familiar de la iglesia en cuanto familia de Dios. Cada miembro, según su
propio rol, ejerce el sacerdocio bautismal, contribuyendo a hacer de la familia una
comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y cristianas y lugar del
primer anuncio de la fe a los hijos. (párr. 350).
No obstante “Si la familia cristiana es comunidad cuyos vínculos son renovados por Cristo mediante la fe y los sacramentos, su participación en la misión de la iglesia debe realizarse según una modalidad comunitaria;
Según PIO XXI, (citado en Pedrosa)” << la familia es una verdadera célula de la iglesia>>”; (…) la Familiaris Consortio (citado en Pedrosa) afirma que << la familia, a su manera, es una imagen viva y una representación histórica del ministerio mismo de la iglesia.
Además Pedrosa (1999) refiere lo siguiente
“(…) << La familia esta puesta al servicio de la edificación del reino de Dios en la historia
mediante la participación en la vida y misión de la iglesia.”; (…) la familia cristiana, tiene
como fundamento a Cristo y a su amor y entrega por su esposa la iglesia, expresados y
realizados como signo sacramental en el matrimonio cristiano. << La familia cristiana esta
llamada a tomar parte activa y responsable en la misión de la iglesia de manera propia y
original, es decir poniendo al servicio de la iglesia y de la sociedad su propio ser y obrar, en
cuanto a comunidad intima de vida y amor.>>” (pág. 944)
También, su santidad el papa Juan Pablo II (1981) nos dice
En el designio de Dios Creador y Redentor la familia descubre no sólo su «identidad», lo
que «es», sino también su «misión», lo que puede y debe «hacer». El cometido, que ella por
vocación de Dios está llamada a desempeñar en la historia, brota de su mismo ser y
representa su desarrollo dinámico y existencial. Toda familia descubre y encuentra en sí
misma la llamada imborrable, que define a la vez su dignidad y su responsabilidad: familia,
¡«sé» lo que «eres»! (N° 17)
Por último, se puede decir que la familia, es la primera comunidad que tiene como misión, entregada por Dios y la iglesia misma, de anunciar el Evangelio a todas las personas en desarrollo, con la finalidad de conducirlas a la plena madurez tanto humana como cristiana, a través de una educación progresiva impartida primero en familia a los hijos, y luego a la sociedad sirviendo de modelo para otras familias.
2. Clases de virtudes:
Hay virtudes humanas y virtudes teologales.
2.1. Virtudes humanas:
Las virtudes humanas “son adquiridas mediante la educación, actos deliberados, y una perseverancia, mantenida siempre en el esfuerzo. Con la ayuda de Dios forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien. El hombre virtuoso es feliz al practicarlas.
Dentro de “Las principales virtudes humanas son las denominadas cardinales que agrupan a todas las demás y constituyen las bases de la vida virtuosa. Son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza”. (Catecismo, 1993, párr. 379).
2.2. Virtudes teologales:
Al referir a las virtudes teologales, Catecismo (1993) sostiene lo siguiente:
“Las virtudes teologales se adquieren primero a través de la fe en Dios, sigue la esperanza, y como consecuencia de creer y esperar en Dios crece la caridad”.
“La primera virtud teologal que aparece en el alma es la fe, luego la esperanza y la caridad que se apoya en las dos primera. (…) y la primera (…) que se pierde es la caridad, después es la esperanza y por último la fe”.
a. Fe:
La palabra fe, proviene del “Latín fides, creer; hábito de fe; objeto de fe. (Fe…, 1998, párr. 1)
Tener fe es aceptar la palabra de otro, entendiéndola y confiando que es honesto y por lo
tanto que su palabra es veraz. El motivo básico de toda fe es la autoridad (el derecho de ser
creído) de aquel a quien se cree. Este reconocimiento de autoridad ocurre cuando se
acepta que él o ella tienen conocimiento sobre lo que dice y posee integridad de manera
que no engaña. (Fe…, 1998, párr. 2)
Según Catecismo :
La fe, don gratuito, accesible a cuantos la piden humildemente, es la virtud sobrenatural
necesaria para salvarse. El acto de fe es un acto humano, es decir un acto de la inteligencia
del hombre, el cual, bajo el impulso de la voluntad movida por dios, asiente libremente a la
verdad divina. Además, la fe es cierta porque se fundamenta sobre la palabra de Dios; (…),
y está en continuo crecimiento, gracias, particularmente, a la escucha de la palabra de Dios
y a la oración. Ella nos hace pregustar desde ahora el gozo del cielo”. (párr. 28)
Por eso dice Cristo, tras la confesión de fe de San Pedro: bienaventurado eres, Simón hijo de Juan, porque no te lo ha revelado eso ni la carne ni la sangre, sino mi padre que están en los cielos. (Mateo 16, 17,
Asimismo “Nada hemos de valorar tanto como este regalo, pues sin la fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11, 6
Ya que, “no se comprende que un cristiano se arriesgue a perder la claridad con que Dios ilumina su mente para un más profundo conocimiento de la realidad.
San Agustín
(…) la fe es algo más que creer en Dios: es creer en dios y en todo lo que él no ha revelado,
en la iglesia y en todo lo que la iglesia nos manda creer.
En efecto, se puede decir que la fe es un don otorgado por Dios nuestro padre, para poder entender cada una de las verdades reveladas o manifestadas a lo largo del tiempo, así mismo a través de nuestra fe es posible agradar a Dios siempre.
b. Esperanza
La esperanza es la virtud teologal por la que deseamos y esperamos de Dios la vida eterna
como nuestra felicidad, confiando en las promesas de Cristo, y apoyándonos en la ayuda de
la gracia del espíritu santo para merecerla y perseverar hasta el fin de nuestra vida terrena”.
.
Complementando
La esperanza teologal espera la vida eterna, que es Dios mismo, de la propia mano de dios.
Peca por presunción el que espera alcanzar la salvación por las propias fuerzas, sin la
ayuda de dios, o cuando pretende salvarse sin poner medios adecuados. La soberbia es la
causa principal de la presunción.
c. Caridad
Caritas es palabra latina derivada del verbo carere, cuyo principio es carus, o sea, lo que es
<<caro>>, << de alto precio>>, << de mucha estima>>. Así la palabra caridad viene a
designar al amor en un sentido más noble, que no es otro que el amor divino. (…) Dios es
caridad. (…) amor sobrenatural dirigido a Dios y al que por Dios se ofrece a los demás.
Es un don, una virtud infusa, una fuerza especial. Con esa fuerza y con el ejemplo de Cristo,
amamos al prójimo. Entonces el amor se hace universal y pasa por encima de todas las
barreras. Se ama a quien Dios ama y porque Dios le ama. Porque en todo hombre reside un
bien.
Además la caridad es (…) “la plenitud de la ley”, pues ella es<< el vínculo de la perfección>> (…) y el fundamento de las demás virtudes, a las que anima, inspira y ordena: sin ella<<no soy nada>> y <<nada me aprovecha>>”. (Catecismo, 1993, párr. 388).
Así mismo tenemos un nuevo mandato que Jesús no deja en referencia a la caridad “Un mandamiento nuevo que os doy, que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán que sois mis discípulos, si os tenéis amor entre vosotros” (Juan 13,34-35)
También, “supone siempre el respeto del prójimo y de su conciencia, aunque esto no significa aceptar como bueno lo que objetivamente es malo” Pues, “es el más grande mandamiento social, exige y da la capacidad de practicar la justicia”.
Por lo mismo que la caridad ama a dios sobre todas las cosas, rechaza la indiferencia, la ingratitud, la tibieza, la pereza o indolencia espiritual y el odio a dios, que nace del orgullo”.
CAPITULO II:
2.0.-Concepto
Como se vio en el capitulo anterior en lo referente a familia , tenemos que cada una de las familias que se forman o formadas , están llamadas a ser un reflejo vivo del amor de dios a los hombres y el amor de Jesucristo a su iglesia, pero esto se nos presenta con un reto en el camino de santificación. Es por ello que se busca que cada persona viva un encuentro personal y real con Jesucristo, para así establecer una relación de amor con Dios nuestro padre.
Las virtudes teologales como son la fe, la esperanza y la caridad, son las principales virtudes que la persona pueda tener. También son las primeras virtudes que a través de la gracia de Dios, nuestros padres deben ayudarnos a vivirlas, ya que teniendo ellas en nuestra vida las demás serán más fáciles de adquirir. Así mismo Corominas refiere “Si amo a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a mí mismo, es que creo y espero en Dios, bucare hacer el bien y amare la verdad. Sabré comportarme como persona libre”.
2.1. Fin:
Dios nos dio estas virtudes para que seamos capaces de actuar a lo divino, es decir, como hijos de Dios, y así contrarrestar los impulsos naturales inclinados al egoísmo, comodidad, placer.
Gracias a las virtudes teologales, el cristiano puede conocer a Dios, esperar en él y en los medio para llegar hasta él, y amarle con la misma caridad divina.
Fernández Carbajal, antología de textos.
2.2. Características:
Son dones de Dios, no conquista ni fruto del hombre.
No obstante, requieren nuestra colaboración libre y consciente para que se perfeccionen y crezcan.
No son virtudes teóricas, sino un modo de ser y de vivir.
Van siempre juntas las tres virtudes.
2.3. La virtudes en la familia
A. La Fe en la Familia
a. Concepto:
Corominas (2004), refiere:
La fe la da dios no los padres; los padres ayudan con su ejemplo, sus oraciones y
sus acciones para que lo hijos crean en Dios. La fe es un acto de donación de dios.
Después de dios hay merito claro en los hijos, un acto libre, que es querer creer. Los
que es indudable es que los padres colaboran.
Dios tiene infinitos caminos para ayudar a un hijo a creer en él. El medio más natural
es a través de su propia familia, de sus padres,
(…) [Los padres], en especial, tienen la misión de educarlos en fe cristiana”.
b. Importancia
Educar sobre la fe:
Enseñar los rudimentos del dogma y la moral, haciéndolo de modo acomodado a
la edad y circunstancias. Se requiere, como sabemos, buena dosis de
imaginación, paciencia, sentido del juego, etc., pero también —no lo olvidemos—
el hábito escuchar a los pequeños y tomarlos rigurosamente en serio.
Desde muy pequeños los padres pueden empezar con sus hijos una pequeña
catequesis familiar. Cuanto antes mejor. Si los padres no les enseñan sus creencias,
las que ellos han elegido, serán unos amigos, un profesor, un libro los que les ayuden
a creer en algo…
Educar en la fe:
Educar es una ciencia y un arte, los padres deben aprender a educar en la fe y luego
actuar con los hijos, enseñarles a rezar, enseñarles el catecismo, darles a conocer los
evangelios, enseñarles a hacer oración y ayudarle a cumplir lo que nuestra madre
iglesia nos manda. Ayudarles a << enfocar>> sus problemas, sus ilusiones, sus
penas… cara a Dios.
[Los hijos] primero aprenden por imitación. Más tarde se le empieza a enseñar las
primeras oraciones, a tratar a Jesús, a la virgen, a su ángel de la guarda.
”Los padres educan a sus hijos en la fe cristiana principalmente con el ejemplo, la oración, la catequesis familiar y la participación en la vida de la iglesia”
Vivir lo que creemos, encarnar lo que profesamos, demostrar que recurrimos a la
Gracia de Dios habitualmente y que la celebramos con gozo. Las manifestaciones son
muy diversas: asistir a Misa juntos, confesarnos, rezar en familia alguna oración, por
ejemplo el ángelus, decorar las habitaciones con imágenes de Nuestra Señora, etc.
La fe debe ser ambiente que se respira y nunca formalidad muerta. (parr.31)
Algunas de las principales verdades reveladas por dios que deben creer los hijos
Somos hijos de dios, la filiación divina, creados a imagen y semejanza, somos
seres libres y dios espera en el cielo para estar con él eternamente.
Dios es todopoderoso.
En dios hay tres personas distintas: padre, hijo y espíritu santo.
Las tres personas divinas son Dios, pero hay un solo Dios.
Dios ha creado el cielo y la tierra.
Jesucristo es su hijo y dios mismo.
Jesús fue concebido por obra y gracia del espíritu santo.
Nuestro señor nació de santa maría virgen.
Cristo fue crucificado, murió y al tercer día resucito.
Jesucristo subió al cielo cuarenta días después de resucitar y esta con dios padre
en el cielo.
Jesucristo vendrá de nuevo a la tierra, al final del mundo, para juzgarnos a todos.
El espíritu santo es la tercera persona de la santísima trinidad.
La santa iglesia católica ha sido fundada por Jesucristo.
Es preciso pertenecer a la iglesia, sacramento de salvación, para alcanzar la vida
eterna.
La comunión de los santos.
El perdón de los pecados.
La resurrección de los muertos.
La vida eterna.
Educar con fe:
Significa creer en las personas: en primer lugar en Nuestro Señor, lógicamente, pero
también en aquellos a quienes queremos educar. Necesitamos creer que ese niño al
que hablamos madurará, entenderá, se superará, se sacará de dentro a esa persona
maravillosa que promete ser, llegará a ser el que Dios quiere, es decir santo. Y
también hemos de creer en nosotros mismos, en que Dios obrará a través de nosotros
si le somos dóciles, que hará milagros a pesar de nuestros pecados, que seremos
instrumento e imagen de su Hijo si nos fiamos de Él. (párr. 33)
B. La esperanza en la familia
a. Concepto
La pastoral familiar consiste de un modo peculiar en devolver a los hombres la
confianza en el amor capaz de construir una vida. (…) . Es el amor verdadero, que se
recibe como una promesa, el que permite vivir de esperanza. (…). Es aquí donde se
ha de centrar el anuncio y acompañamiento de la Iglesia, que es experta en vivir la
esperanza nacida de las promesas de Dios que llegan a lo más íntimo del amor
humano. Se trata, por tanto, de acompañar a todo hombre a vivir su vocación al amor
en las distintas circunstancias de su vida. (parr.23)
b. Importancia
Educar sobre la esperanza
:
Se ayuda a los hijos a crecer en la esperanza, hablándoles de que dios como padre,
en su amor infinito hacia cada uno de nosotros, nos quiere felices con el eternamente,
nos espera en el cielo. Y nosotros correspondemos a ese regalo amando a nuestro
padre dios como buenos hijos suyos. (pag.181)
Educar en la esperanza
Es bueno fomentar en los hijos el deseo de ir al cielo. La muerte para un cristiano no es triste, es alegre, nos abre las puertas del cielo para gozar de dios eternamente.
Villares, (1957), nos describe unos medios para fomentar la esperanza cristina en lo hijos:
La ferviente y frecuente oración, la oración es el medio principal para obtener la
perfección cristiana de la cual la esperanza es una de la tres piedras angulares, por
tanto, si deseamos fomentar en nuestra alma la segunda virtud teologal, hemos de
orar y orar al dios de la esperanza, a fin de que nos acreciente; pues por medio de la
oración ha prometido otorgarnos todo lo que le pidamos. . Estas son las
palabras:”pedid y se os dará; buscad y hallareis; llamad y se os abrirá. Por que quien
pide recibe, y quien busca hallara y a quien llama se le abrirá.
(…) la oración [permite] la iluminación de la mente, (…) el padre de las luces, nos da a
conocer lo codiciable que son los bienes que nuestro señor Jesucristo nos prometió
en el santo evangelio.
(…) y los hombres devotos encuentran todas sus delicias en prácticas piadosas,
como la santa misa, la comunión, el rosario, etc... Con todos estos bienes que obra la
oración en nuestra alma, necesariamente se ha de acrecentar en ella la santa
esperanza y anhelara disfrutar cuanto antes de la posesión del cielo, para el cual ha
sido creada. (pág. 171-175)
La pureza de conciencia:
Nada inspira más confianza y deseo de Dios que la buena conciencia, o sea, la
amistad con él, el amigo verdadero ansia ver, conversar y permanecer en compañía
del amigo. (…) San Juan expresa “carísimo, si nuestro corazón no nos arguye,
podemos acudir a dios, y si pedimos, recibimos de él, porque guardamos sus
preceptos y hacemos a lo que es grato en su presencia. (…) la pureza de conciencia
es asimismo la condición precisa para entrar en la patria celeste, puesto que el
espíritu santo protesta en el apocalipsis que en el cielo no entrara nada manchado por
culpa.
Educar con esperanza
Esforzarnos por mantener pura nuestra conciencia, a fin de que gocemos ya en la
tierra de la dicha de las almas puras, que es ver a dios en todos los acontecimientos
humanos disfrutar de antemano de la paz y conformidad con la voluntad de dios. Que
es prenda de la paz de la gloria, permio de la esperanza.
C. La caridad en la familia
Lograr que el amor sea el motor y el sentido de los actos, pensamientos y actitudes de
nuestros hijos (…), entendiendo que la fidelidad al nuevo mandamiento de Jesús dará
verdadera coherencia a nuestra vida. Formar el corazón de nuestros niños y
transformarlo de tal manera que funcione en sintonía con el Corazón de Cristo (…)
a. Importancia
Educar sobre la caridad:
En muchas ocasiones la caridad se expresa de un modo sencillo, con gestos
aparentemente triviales e intrascendentes, pero nacidos de la bondad del corazón.
Acostumbrarnos a ver por las necesidades de los demás fomentando y facilitando las
actitudes de servicio. Buscar maneras de servir en familia participando activa y
comprometidamente en actividades de participación social o evangelización a través
de las misiones, visitas a familiares enfermos, apoyo a la comunidad, etc. (párr. 2- 6)
Educar en la caridad:
Que nuestros hijos aprendan de nuestro ejemplo la necesidad de vivir la caridad de manera efectiva y constante en cada momento de nuestra vida y sin excepciones, tratando a los demás como quisiéramos que nos trataran a nosotros
El aumento de la caridad es concedido por Dios cuando él quiere, sin embrago, unas determinadas condiciones son necesarias para adquirir de Dios un aumento de caridad. En primer lugar los sacramentos dan o aumentan la gracia santificante, un aumento de la gracia santificante supone un aumento de la caridad.
Dar un saludo amable y trato bondadoso a los demás aunque estemos cansados
o de mal humor.
Ayudar a quien lo necesite. Estar pendiente de las necesidades de los demás
antes que de las propias. Tener más tiempo para los demás que para sí mismo.
Ser constructivo, optimista y alegre.
Superar el propio cansancio o mal humor en el trato con los demás para no
contagiárselo.
Ser generoso con nuestro tiempo y persona ante las necesidades de los demás.
Hablar siempre bien de los demás.
Descubrir las cosas buenas de los demás: virtudes, cualidades y aciertos, y no
fijarnos en las cosas malas o defectos.
Nunca hablar mal ni hacer notar a otras personas lo malo de una persona. Si no
tengo algo bueno que decir, mejor quedarme callado.
Disculpar siempre y con paciencia los errores ajenos, recordando que nadie es
perfecto y que nosotros también fallaremos muchas veces.
Nunca juzgar y menos condenar a una persona, aunque objetivamente se pueda
tener razón para hacerlo. Saber condenar el hecho, pero no a la persona.
Analizar en el examen de conciencia y en la confesión si vivimos la caridad en
concreto y poner los medios para vivirla o reparar el mal cometido por faltar a ella.
Vivir el bien de manera constante; no únicamente hacer actos buenos
ocasionalmente.
Tener pensamientos, proyectos y deseos positivos que sean fuente de unidad y
paz. Pensar de manera constante en cómo hacer mejor el bien.
Ser tolerante, saber escuchar con interés lo que los demás tienen que decir.
Dedicar tiempo a los otros, a pesar de restar tiempo a mi persona.
Ser comprensivos, saber ponernos en el lugar de los demás.
Hacer sacrificios en favor de los otros.
Responder con amor al odio y con paz a la violencia. Actuar de manera pacífica,
solucionar los problemas con actitudes positivas.
Visitar a un enfermo o consolar a alguien que está triste.
Rezar por los demás.
Enseñar a los que no saben.
Llevar el mensaje de Jesucristo a los demás.
Corregir caritativamente al que está equivocado y cuyo error puede causarle daño
a sí mismo o a otros.
Contribuir a crear un ambiente alegre para los demás, evitando quejas y críticas.
Tratar a los demás como quiero que me traten a mí.
Respetar y aceptar a los otros como son, y no cómo yo quisiera que fueran.
Perdonar de corazón y de buena manera a los que me ofenden.
Ayudar a los demás en sus necesidades materiales. Estar pendientes de los más
necesitados
Educar con caridad
Porque el niño comprenderá y experimentará la capacidad de desprenderse de lo que
tiene, y será capaz de sacrificarse para aliviar las penas de la gente que sufre. Porque
el niño experimentará que el corazón que acostumbra dar amor se suaviza, purifica y
crece en la capacidad de amar.
CONCLUSIONES
La virtud es un habito bueno que nos conlleva siempre hacia el bien y también nos permite colaborar con el plan de Dios, ya que nosotros decidimos voluntariamente y libremente que nuestros actos sean buenos.
¤ La familia es comunidad, fuente de fe, esperanza y caridad, por ello se le denota como iglesia domestica, ya que en ella se ha de inculcar y educar acerca de los mandatos y preceptos divinos, establecidos por dios para el cumplimiento de su plan de salvación. Además toda familia cristiana refleja a comunión que existe entre dios padre, dios hijo y dios espíritu santo.
¤ Las virtudes teologales, permite a la persona vivir en relación con Dios, ya que estas se encuentras infundidas en el alma de todos los fieles , permitiendo que seamos capaces de obrar como hijos suyos y así merecer la vida eterna , asimismo vivifican las virtudes morales.
¤ Existen dos tipos de virtudes, las adquiridas por el hombre a través del esfuerzo y la repetición constante de acciones buenas y las otras virtudes sobrenaturales o infusas, es decir recibidas por dios como un don especial junto con la gracia santificante.