vivir sin dinero

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    en tapa

    Se puede Sobrevivir fuera del SiStema?

    vivir sindineroen el mundo hay una tendencia en aumento, cuyo objetivo consiste en subsistir fuera de la lgica de consumo. las experiencias van desde el trueque, pasando por agrupaciones con fines solidarios surgidas con las crisis econmicas, hasta movimientos que militan por una vida ms natural y ms sana. todos viven con poco dinero o con nada. por pablo seoane

    Comida al alCanCe de todosen la ciudad de buenos aires, segn un relevamiento de una estudiante

    universitaria, hay ms de 5.000 rboles de frutos comestibles.

    Transcurra el ao 1996 cuando, luego de enviudar, la alemana Heidemarie Schwermer decidi salir del sistema y vivir sin dinero. La idea era probar por un ao, a modo de experimento. Se deshizo de todas sus pertenencias hasta su casa y su automvil, solo se qued con algo de ropa y empez una nueva vida, que ya lleva 17 aos. Eso s, siempre dispuesta a ofrecer sus servicios como docente o cocinando, regan-do plantas, buscando a los nios del colegio, paseando a las mascotas, a cambio de la generosidad ajena. Su decisin trascendental qued plasmada en un documental estrenado el ao pasado y en una autobiografa titulada Living without Money (Mi vida sin dinero). Su economa se basa en el intercambio de bie-nes y para ello cre, en 1994, la sociedad del trueque de Dortmund, pionera en Alemania y una de las primeras de Europa. Schwermer fundamenta su esquema en el intercambio de tareas: todos sabemos hacer algo y siempre

    hay algo que necesitamos a cambio, sostiene.En nuestro pas, la historia del trueque es

    tan breve como relevante. Y as lo analizan en el informe Trueque y economa solidaria, publicado por la Universidad de General Sar-miento, despus de que se realiz en 2002 una jornada nacional donde se debati amplia-mente el fenmeno. El primer nodo se cre en Bernal (partido de Quilmes, provincia de Buenos Aires) en mayo de 1995, y estableci nuevas formas de organizacin del consumo y de relaciones con el mercado. Luego de un significativo perodo de gestacin y experi-mentacin, las redes de trueque alcanzaron un auge entre 2001 y 2002, ante la profundi-zacin de la recesin y la falta de dinero en plaza, fruto de los procesos posconvertibili-dad (incautacin de los depsitos el llamado corralito, inflacin con especial encareci-miento de los alimentos bsicos, y persisten-cia de las tasas de desocupacin). Si bien no existen precisiones sobre la cantidad de po-

    fotos: efe / zuma press / ilustracin apertura pablo

    zerda / retoque digital de portada walter balcedo

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    Los freeganos abogan por saLir de La cadena de consumo, con concienciasociaL y ecoLgica

    alcanzarlo por momentos se torna obsesiva, con todo lo que ello implica. A pesar de que esta cultura ha generado diversas crisis eco-nmicas y, por aadidura, sociedades cada vez ms desiguales, no pareciera haber mu-cho lugar para romper con esa inercia. Sin embargo, en el mundo hay una tendencia en aumento, conformada tanto por experiencias personales como por las iniciadas por agru-paciones que abogan por vivir sin moneda al-guna, o bien, con muy poco. Los freegan son un ejemplo de ello. Sus seguidores defienden la idea de salir de la cadena de consumo, con conciencia social, ecolgica, y lo llevan ade-lante a travs de hechos concretos: recuperan la comida que desechan los supermercados y las verduleras (segn la ONU, en Europa se tira la mitad de todos los productos alimen-tarios que son parte del flujo comercial y el 30 por ciento, antes de ser abierto) o reco-gen frutos de los rboles, enmiendan o ad-quieren prendas que otros tiran y restauran todo aquello que encuentran en la calle. B-sicamente, evitan comprar cualquier tipo de producto. El antecedente histrico ms cer-cano a los freeganos se remonta a la dcada de 1960, cuando en San Francisco, Estados

    segn La onu, en europa se tira La mitad de Los productos aLimenticios y eL 30 por ciento de eLLos, antes de ser abierto

    cuya caracterstica ms importante no es la aludida solidaridad social que reclaman sus organizadores y que no resulta diferente a la de otros intercambios en el mercado, sino la potencial emergencia de una nueva moneda (...). El trueque, tambin llamado en econo-ma intercambio directo, se refiere al inter-cambio de un bien o servicio por otro bien o servicio. Su carcter primitivo se hace eviden-te, porque se necesita la doble coincidencia de necesidades. Es decir, si tengo una torta y preciso un cuaderno, debo encontrar a al-guien que tenga un cuaderno... y quiera una

    Unidos, aparecieron los digger. Esta comuni-dad, de impronta contracultural, se desarroll entre 1966 y 1968, y su origen fue el grupo de teatro callejero The Mime Troupe que adopt ese trmino inspirndose en unos campesi-nos pobres ingleses del siglo XVII que se re-apropiaron de las tierras baldas con la idea de que los ricos trabajen solos por su lado y que los pobres lo hagan juntos por el suyo. En poco tiempo, esta agrupacin se convirti en el emblema de un proyecto comunitario y ecologista, cuyo objetivo era terminar con el dinero. Para eso desarrollaron las free stores, unas tiendas donde cualquiera poda llevarse lo que quisiera y las free food, en las cuales se repartan alimentos gratis, bajo el lema: Todo es gratis porque es vuestro. El movi-miento freegan naci mucho despus, a prin-cipios de los aos 90. Su trmino hace alu-sin a libre (free) y a la dieta vegana (vegan) que consiste en no ingerir ningn alimento de origen animal. Y parece que gozan de ms seguidores que aquellos jvenes idealistas de los sesentas. De hecho, a pesar de que no hay cifras fidedignas al respecto, se calcula que son ms de un milln en el mundo, con par-ticular desarrollo en Estados Unidos, Brasil, Espaa, Corea, Estonia, Suiza, Gran Bretaa y Argentina, donde ya cuenta con cientos de adeptos.

    ael freeganismo en la argentinaEn nuestro pas, uno de los mximos refe-

    rentes del freeganismo es Ariel Rodrguez Bo-sio. Este joven de 35 aos tena una empresa de servicios y una escuela de artes marciales, hasta que un da decidi dejar todo y empezar a vivir fuera de la cadena de consumo. Desde muy chico lea libros de ecologa, de medi-cina alternativa, y me generaba mucha con-mocin saber que estbamos extinguiendo a los animales explica Rodrguez. Siempre fui muy austero y entonces entregu mi vi-da para intentar revertir este estado de cosas. Desde muy pequeo interpret que la razn de todos los problemas era el dinero, la pro-piedad privada. Al freeganismo me volqu de

    de la economa social y solidaria, para revi-sar en particular uno de los problemas clave que enfrenta, tanto en trminos estructurales como coyunturales: la moneda de las redes de trueque.

    aintercambio directo, intercambio indirectoDe hecho, es en ese marco de reflexin que

    Martn Krause, entonces rector de la Escuela Superior de Economa y Administracin de Empresas, sostiene: El fenmeno es clara-mente interesante para las ciencias sociales,

    torta. Qu pasa si encuentro a alguien que tiene un cuaderno pero necesita un corte de pelo? El intercambio se frustra y es preciso seguir buscando. De all que se evolucionara hacia el intercambio indirecto mediante la utilizacin, como medio de intercambio, de un bien de aceptacin generalizada, el que, a partir de ese momento, comenz a cumplir el papel de moneda. En los clubes de trueque no se practica intercambio directo, sino el ya ms sofisticado indirecto puesto que se utiliza una moneda llamada crdito, la cual configura el incipiente nacimiento de una moneda privada.

    acultura y contraculturaEn el mundo moderno, sobre todo en la

    cultura occidental, se ha desplegado la lgi-ca de consumo con creces. En ese esquema, naturalmente, el dinero cumple un rol fun-damental; en consecuencia, la bsqueda por

    GratiferiasAriel Rodrguez Bosio, mximo exponente del freeganismo en la Argentina, inici las Gratiferias hace tres aos. El lema es tra lo que quieras, o nada, y llevate lo que quieras, o nada"; aqu no hay reciprocidad. Se realizan todas las semanas en diferentes puntos de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.

    blacin abarcada se seala en el informe, la estimacin ms citada refera a 2,5 millones de personas participando en el trueque hacia mayo de 2002. Una cifra de esta magnitud, que representara alrededor del 7 por ciento de la poblacin del pas y ms del 12 por cien-to de la poblacin econmicamente activa, es, sin duda, reveladora del grado de incidencia social del fenmeno. Aquellas jornadas tu-vieron como objetivo discutir la experiencia del trueque a travs de las voces de sus inte-grantes, y reflexionar sobre las condiciones del desarrollo del trueque como componente

    entre ideologas y tacaosSupervivencia

    freeganos, movimientos sociales y mezquinos persiguen el mismo fin: no usar dinero.

    expresiones similares, que toman conceptos tanto del freeganismo, como de los de heide-marie Schwermer, emergieron en espaa con la crisis econmica. algunas ejemplos de ellos pueden encontrarse en la pgina www.sindine-ro.org, en la que se dan consejos para poder vivir con menos plata; en www.comerporlapa-tilla.com, donde proponen acercar todo este patrimonio gastronmico que posee nuestro pas al ciudadano de a pie, y en el ecolocal, ubicado en Sevilla, donde cualquiera puede llevarse una prenda de vestir sin ofrecer nada a cambio. asimismo, existen otras experiencias

    que no demuestran convicciones tan profundas acerca del consumismo, pero que tambin lo-gran prescindir del dinero. algunos ejemplos de ello pudieron verse en la serie tacaos ex-tremos, emitida por el canal tlc a principios de 2012. en dicho programa dieron su testimonio personas que se disfrazaban de pordioseros para recoger las sobras de los restaurantes; un instructor de baile que solo descargaba su inodoro una vez a la semana para ahorrar agua, y un hombre llamado Greg, que se gana la vida sometindose a estudios clnicos de los ms complejos e invasivos.

    dieCisiete aos sin dinero

    Hoy, Heidemarie Schwermer sigue viviendo sobre la base del trueque.

    Ejemplo de su estilo de vida lo dio cuando

    cobr el dinero correspondiente a la publicacin de

    su libro Mi vida sin dinero y lo reparti

    entre mujeres maltratadas y

    diversos grupos de ayuda.

    el truequeLa foto muestra un billete utilizado por la Red Global de Trueque Solidario. Este sistema tuvo su punto clmine en mayo de 2002 a pocos meses de la crisis de 2001 cuando se estima que lo utilizaban 2,5 millones de personas.

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    conservan sus puestos de trabajo, otros que retienen ciertos bienes materiales como la TV por plasma, el sommier o el DVD, y los casos ms fundamentalistas que no utilizan colchn para dormir como ningn tipo de producto de limpieza (usan limn de desodo-rante, se lavan los dientes con agua) y hasta ni siquiera agua caliente. Daniel Scalzuela, alias El Mago, hace equilibrio entre todas esas variantes. Si bien se siente freegano an-tes de conocer los conceptos del movimiento, cuenta que en cien freeganos, ante la misma pregunta, pods obtener cien respuestas dis-tintas. Al Mago an le qued un viejo celular de 10 aos atrs y emplea una PC que no con-sidera como una contradiccin porque cree que mientras lo tecnolgico o material tenga un costo beneficio positivo, vale la pena utili-zarlo. Vive con muy poco dinero por mes, en una casa heredada, con los ahorros que gene-r con sus trabajos de magia que an realiza de vez en cuando y de manera selectiva. Des-tina el dinero para pagar impuestos y, por una cuestin de cuidar su salud, para comprar sus alimentos orgnicos que no puede obtener a travs de sus plantaciones hogareas o en la calle. Con mil pesos por mes le alcanza y so-bra para todo.

    ala confianza, su principal moneda El Mago, junto a Ariel Rodrguez Bosio, or-

    ganiza las Gratiferias. Un concepto que, en febrero de 2010, inici el mismo Bosio en su

    fruta para todosrelevamiento

    Segn un censo en la ciudad de buenos aires hay ms de 5.000 rboles frutales.

    Suena inverosmil, pero en la ciudad de buenos aires aquel que no come fruta gratis es solo por-que no quiere. de hecho, segn un relevamiento que realiz ludmila medina, una estudiante de antropologa de la universidad de buenos aires, en la capital federal hay ms de 5.000 rboles frutales comestibles. en su pgina web, http://arbolesciudad.com.ar/, hay un mapa interactivo en el que estn detalladas cada una de las es-pecies que podemos encontrar, la cantidad que hay dispersas en la ciudad, y el dato de dnde se encuentran. algunas de las variedades son naranjas, manda-rinas, limones, pomelos, duraznos, damascos, bananas, moras, paltas, olivos, higos, nueces, y, hasta, tilo. los ctricos son los que ms abundan y, en esa categora, los limoneros encabezan por lejos la lista con 425 unidades. en tanto, el ns-pero, un rbol menos conocido, lo sigue de cerca con 308. la idea surgi cuando ludmila estaba

    estudiando produccin vegetal orgnica y una empresa privada lleg a su universidad en busca de colaboradores para trabajar en un censo de rboles que organizaba el Gobierno de la ciudad de buenos aires. al ao siguiente, en 2011, fue contratada como inspectora del arbolado pbli-co por el Gobierno porteo y decidi aprovechar la oportunidad para lanzar su proyecto. hay quienes dudan de la salubridad de estas fru-tas, aunque como argumentan los freeganos y lidia busmail, probablemente, sean mucho ms saludables que las que se venden en los comer-cios, que contienen pesticidas. no obstante, an no se realizaron estudios para determinar qu efecto podra tener sobre la fruta la contami-nacin ambiental. esas dudas, precisamente, son las que limitan a las autoridades pblicas a la hora de fomentar su consumo.

    contra de la naturaleza. Me siento perfecto, cuando me hice vegetariano empec kung fu, fui campen sudamericano y el nmero uno de mi generacin. Cuando me hice vegano, sent potenciada mi energa, y ahora que soy frugvoro, ms todava: acabo de pedalear seis horas, afirma orgulloso.

    auna alimentacin sana?Uno de los principales interrogantes que

    surgen en torno a la alimentacin de los free-gan plantea si su dieta pone en riesgo la sa-lud. Respecto de la comida que recogen en la calle, explican que esta es lavada con bicarbo-nato o vinagre, mientras que estiman que las frutas que recolectan de los rboles de la ciu-dad de las cuales se duda si los gases conta-minantes pudieran afectarlas son ms sanas que las que se venden en los comercios que son rociadas con productos qumicos. Para la doctora especialista en nutricin y antropo-loga mdica Lidia Busmail, profesora de la Facultad de Ciencias Mdicas de la Universi-dad Nacional de Rosario, las afecciones que ms suelen padecer son del aparato digestivo y enfermedades respiratorias, como algunas neumonas y gripes; as como algunos cua-dros de intoxicaciones o reacciones alrgicas. Las frutas tomadas de los rboles de la ciudad no s si no son ms sanas que las que se com-pran y estn maduradas por procesos qumi-cos donde, a veces, hasta se usan productos que pueden enrarecer el aire y ser txicos, afirma. Por su parte, la antroploga Florencia Cesani, doctora en Ciencias Naturales e inves-tigadora del Conicet, explica que el control sanitario de los alimentos y bebidas que se consumen, tanto en relacin con la calidad

    gana, Bosio aclara: No hay que reemplazar la carne, nosotros somos en realidad frug-voros, no fuimos diseados para comer ani-males, ningn animal ha comido alguna vez algo cocinado, la reaccin de Maillard que genera olores y sabores exquisitos tambin tiene compuestos cancergenos y eso se sabe a travs de la qumica bsica. En ese sen-tido, la Dra. Busmail seala: Existen pro-ductos vegetales que sustituyen cualquier producto animal de uso comn y el mundo vegetal es tan rico que si los seres humanos conociramos sus beneficios, seramos menos carnvoros. Creo que pasa por una situacin de hbito y tiene que ver con lo que nos han inculcado, suele decirse que si uno no come carnes rojas puede sufrir anemia, que los ve-getales contienen poco hierro y no son efec-tivos y creo que muchos profesionales que lo sostienen no estn bien documentados. La Dra. Cesani aporta otro matiz respecto del tema: Un estilo de vida freegano requiere prestar cuidadosa atencin a la seleccin y combinacin de los alimentos para lograr un reemplazo eficaz de las protenas de la carne a fin de que el organismo no corra riesgos de salud. Es muy importante que consuman can-tidades suficientes de cereales, legumbres y semillas de manera que se complementen los aminocidos que les faltan por no consumir alimentos de origen animal. Obviamente, no es una prctica que se pueda recomendar sin la adecuada supervisin de un especialista, sobre todo cuando se transcurre la infancia, la adolescencia y el embarazo, que son etapas de la vida con requerimientos nutricionales especficos.

    acada freegano con su planSi bien el concepto general freegan consta

    de vivir lo ms despojado posible, apoyar el cuidado del ambiente y llevar adelante una dieta vegana, entre sus seguidores existen notables diferencias. Estn aquellos que an

    livingwithoutmoney.org/Documental sobre la vida de Heidemarie Schwermer

    para saber ms

    departamento regalando sus cosas y cuyo le-ma es tra lo que quieras, o nada, y llevate lo que quieras, o nada. Todas las semanas se desarrolla un evento de estas caractersticas en diferentes puntos de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires en el que, como lo indica su nombre, todo es gratis y donde no hay sentido de reciprocidad; no es trueque. Con ellas me di cuenta de que no era el ni-co loco que quera algo diferente: hay millo-nes de personas que se estn volcando a este movimiento, dice Bosio, quien asegura que all se han llevado hasta un auto usado. Es-te particular mecanismo se difunde a travs de Arcoiris Universal (www.arcoirisuniversal.org), una organizacin sin fines de lucro que fund Bosio y desde donde anuncian otros tantos proyectos relacionados, como Grati-gym, Gratibebe, Gratilibro, Ciudad Frutal y la Economa viva, un esquema basado en la confianza, cuyo billete utilizado tiene impresa la cara de quien lo emite, con su nombre y apellido. El tiempo dir si esta tendencia se va a expandir, si consecuentemente el sistema de consumo entrar definitivamente en crisis o si todo seguir como hasta ahora.

    estado de angustia que se genera por llevar una vida que no es de tu gusto. No obstante, Bosio reconoce que algo de dinero maneja, solo el necesario para pagar los impuestos de la que casa prestada en la que vive, el servicio de Internet para difundir su mensaje y los bo-letos del transporte pblico. El resto es gratis: recoge los alimentos para su dieta de lo que las verduleras desestiman porque no estn presentables para exhibir en un cajn, o se trepa a algunos de los tantos rboles que hay en la ciudad con frutas de las ms diversas (ver recuadro). Hoy com bananas, caquis, manzanas, peras, uvas, batidos de granada, cilantro, perejil y jalapeo; todo gratis, se jacta Ariel, quien no va al mdico porque ar-gumenta que la medicina convencional va en

    lleno hace cuatro aos, cuando, despus de mudarme varias veces seguidas, advert que me seguan quedando cosas embaladas de la primera. Ah me dije voy a vivir con menos, y decid despojarme de todo lo que no necesi-taba. Rodrguez, que primero fue vegetaria-no, luego vegano y actualmente es frugvoro, aade: El sistema actual te lleva a vender tu vida por dinero, haciendo cosas que te gustan solo por su obtencin, realizando trabajos de 10 o 12 horas, gastando en viajes que fomen-tan ms an el estrs para cumplir con esas obligaciones y todo para descansar solo dos semanas al ao. En ese contexto, luego es l-gico que aparezcan los problemas de salud. Y es ah donde cierra ese crculo perverso, ya que ese dinero se emplea para emparchar el

    un estiLo de vida freegano re-quiere prestar atencin a La seLeccin de Los aLimentos pa-ra Lograr un reempLazo eficaz de Las protenas de La carne

    eL trmino freegan, nacido a principios de Los aos 90, hace aLusin a Libre (free) y a La dieta vegana (vegan)

    como con la inocuidad, es fundamental pa-ra la salud. Por lo tanto, el mayor riesgo que implica consumir alimentos recogidos de la basura o vencidos es que estn en mal estado y que no lo sepamos.

    acarne y sustitutosEn cuanto a la falta de protenas que pue-

    de afectarlos por llevar una alimentacin ve-

    ViVir despojadosA la izquierda, un freegano en plena expedicin. Abajo, el irlands Mark Boyle, uno de los mximos exponentes del movimiento, quien hace cuatro aos dej sus exitosos negocios y se fue a vivir a una casa rodante en pleno campo. Su experiencia qued plasmada en su libro The Money- Less Man.