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26 LAVANGUARDIA JUEVES, 19 NOVIEMBRE 2009
ANDY ROBINSONMadrid
H ace cinco oseis años, sólotipos antisiste-ma con rastasy piercing o al-gún geólogo
rebelde defendían la tesis delpeak oil, la idea de que nos acerca-mos rápidamente a un pico deproducción y al inicio del agota-miento del petróleo.Ahora–almenos, según las últi-
mas filtraciones a la prensa britá-nica– hasta los altos funcionarios
grises de la Agencia Internacio-nal de Energía (AIE) empiezan areconocer en privado una crudarealidad: mientras la demandaenergética vuelve a crecer comola espuma tras la recesión, sobretodo en los gigantes China e In-dia, un pico de producción petro-lera puede estar mucho máspróximo de lo que se pensaba.La semana pasada, el día des-
pués de la publicación de las últi-mas expectativas energéticas ofi-ciales de la AEI, científicos sue-cos de la Universidad de Uppsalapublicaron un informe alarman-te titulado El pico de la edad delpetróleo. Plantea que se alcanzóun pico de producción del crudoel año pasado y que la produc-ción irá descendiendo hasta sólo76 millones de barriles a diarioen el 2030 frente los 103millonesque prevé la agencia. Si eso escierto y no se hacen los preparati-vos para adaptar la sociedad aesa realidad, una crisis de ofertadesencadenaría subidas dispara-das de precios, otras recesiones,desabastecimiento energético y–lo más preocupante de todo–graves problemas para el suminis-tro de alimentos. “Tenemos quereinventar la economía”, dijoKjell Aleklett, científico sueco yautor del informe.Todo indica que coinciden al-
gunos directivos de la AIE –prin-cipal fuente de información y aná-
lisis para las estrategias ener-géticas de los gobiernos de laOCDE–. Pero nadie quiere decir-lo públicamente. Según explicóun ejecutivo de la agencia al dia-rio británico The Guardian, lasprevisiones oficiales de la agen-
cia se sesgan con el fin deminimi-zar el problema porque “existentemores de que el pánico cundiráen los mercados financieros”,con efectos aún más drásticosque la explosión de precios hastalos 150 dólares el barril del 2008,
uno de los factores de la crisis.La agencia rechaza las acusa-
ciones. “Hace años que adverti-mos sobre el declive de produc-ción en campos maduros por fal-ta de inversión”, respondió unportavoz ayer. Y es cierto que ha
rebajado drásticamente su opti-mismo en el último año. Rebajósus previsiones sobre la produc-ción de campos petrolíferos exis-tentes un 50% en los próximos20 años.Hace cinco años, calcula-ba que se podría alcanzar unaproducciónde 126millones de ba-rriles a diario en el 2030. Ahorasólo llegarán a 103 millones. “Se-guirán bajando sus estimaciones,pero no es por la falta de petróleoen sí sino porque es cada vezmásdifícil sacarlo”, dijo Michael Kla-re, autor de Sangre o petróleo.Para la AIEmucho va a depen-
der de fuentes no convencio-nales, como el petróleo que seencuentra en las llamadas arenasde alquitrán en Canadá, cuyaextracción tiene un enorme cos-te medioambiental. “Que esténsacando petróleo de esas arenases la prueba definitiva de queestamos al final de la era delpetróleo”, dijo Klare. La AIEcalcula también que la extrac-ción de combustible líquido de
ANTE EL ‘PEAK OIL’
Una crisis de ofertadesencadenaría gravesproblemas para elsuministro de alimentos
Cómo actuar ante el inicio del agotamiento del petróleo
Tapando lacrudarealidadPolémica en la Agencia Internacional de la
Energía sobre el calendario del fin del petróleo
Tendencias
En el desierto. Granexplotación petrolíferaen Al Rub al Khali, enArabia Saudí
JUEVES, 19 NOVIEMBRE 2009 T E N D E N C I A S LAVANGUARDIA 27
En verano del 2008 sealcanzó el récord de laextracción de petróleo:1.000 barriles/segundo
Desde los años 70 ha declinadoel hallazgo de nuevos pozos y laextracción per cápita
El alza y caída del precioen el 2008 están ligadasal mercado de futuros
Desde el 2005 la demandamundial de petróleo no ha dejadode crecer, debido al crecimiento deChina
GETTY IMAGES / ARCHIVO
gas natural crecerá lo suficientepara cerrar la brecha con la de-manda. Pero Simon Snowden, dela Universidad de Liverpool, unode los autores del informe deUppsala, dice que las previsionesde la AIE sobre líquidos pro-cedentes del gas natural “no cua-dran con las cifras de producciónde gas en el mismo informe”. LaAIE, sentencia Snowden, “in-
tenta ocultar el problema”.Por lo menos, la AIE ha venido
moderando su optimismo en losúltimos años de escasa inversiónen exploración y explotación, cre-cientes problemas geopolíticos, yuna demanda que crece sin pa-rar. Los preparativos guberna-mentales, en cambio, aún pare-cen basarse en el optimismo ante-rior cuando el consenso era quehabía abundancia petrolera y só-lo los rebeldes defendían el peakoil. Ni tan siquiera hay planes decontingencia. “Nadie esta prepa-rado”, dijo Kjell. Y nadie parece
estar dispuesto a plantear públi-camente la magnitud del proble-ma. “Deberían estar adoptandouna mentalidad de guerra”, dijoSimon Taylor, autor del informeCabezas en la arena de la ONGGlobal Witness. “Pero cuando selo planteamos a gente del Depar-tamento de Estado en Washing-ton, nos miraron y dieron un lar-go suspiro”.c
TEMOR EN LOS MERCADOS
Las previsiones dela AIE se sesgan conel fin de minimizar elproblema
EL PETRÓLEO COMORECURSO CADA VEZMÁS ESCASO
La represa deMilluni (Bolivia) se nutre de las aguas del nevadoHuayna Potosí, afectado por el cambio climático
Precio oscilante
LOS GOBIERNOS
No hay planes decontingencia; losgobiernos aún creen enla abundancia petrolera
Más demanda
MARTÍN ALIPAZ / EFE
Menos pozos
A. ROBINSON Madrid
H ay una noticia enciertamedida bue-na y otra muy ma-la en los crecientes
indicios de que el peak oil –elpunto de inflexión en el cual laproducción petrolera empiecea caer– puede producirse mu-cho antes de lo que se pensaba.La buena es que el probable
fracaso de la cumbre sobre elcambio climático en Copenha-gue y del proyecto de reduciremisiones de CO2 en general,no importaría tanto. Aunqueun acuerdo político para redu-cir emisiones sea inalcanzable,la insuficiente oferta del petró-leo forzaría una reducción delconsumo energético y, por tan-to de emisiones deCO2. Confor-me los mercados vayan dándo-se cuenta de que se acaba el pe-tróleo, el precio se disparará y–bien por cambios voluntariosde comportamiento, bien porrecesión y estancamiento eco-nómico– caerá el consumo. Es-te año, por ejemplo, la recesiónha facilitado la primera caídadel consumo energético mun-dial desde 1981 y las emisionesdeCO2 registraron un descensodel 2,6%, el primero en mediosiglo. “Todo el mundo que estápreocupado por el cambio cli-mático que lea nuestro informeva a dar un salto y gritar: “¡Hu-rra!”, bromea Kjell Aleklett,científico de la Universidadsueca de Uppsala cuyo nuevoinforme plantea que el peak oilya se alcanzó y cae la produc-ción petrolera. Más que preciosdisparados, el impactomás pro-bable de la escasez petrolerafrente a la demanda sería uncrecimiento económicomás ba-jo, dice Aleklett. “Un precio delcrudo por encima de 200 dóla-res el barril paralizaría el sec-tor aéreo y eso no es compati-ble con una economía mínima-mente globalizada ”, dice.La mala noticia es que –si no
se han adoptado las medidasnecesarias para adaptar gra-dualmente la economía mun-dial a un crecimiento más bajoo, al menos, menos intensivoen hidrocarburos– la conse-cuencia del principio del findel petróleo será tan violentocomo “un choque de trenesque hundirá el sistema de glo-balización”, dice Simon Taylorde la ONGGlobalWitness. “Noexisten sistemas de transportepúblico ni de producción de ali-mentos en el ámbito local quefacilitaría una transición sua-ve”, diceTaylor, radicado enGi-rona. En este sentido, añade,“se están tomando decisionespolíticas desquiciadas en esta
recesión. Incluso aquí, en Giro-na, se construyen carreteras pa-ra crear empleo y se planteauna segunda pista de aterrizajeen el aeropuerto”.Pero lo más preocupante no
es lo que pasaría en los paísesricos sino el impacto que la es-casez de petróleo puede tenersobre el suministro de alimen-tos en las poblacionesmás nece-sitadas de regiones pobres enÁfrica, América Latina y Asia.
“Ten en cuenta que el 80% delcoste de cultivos como trigo co-rresponde al precio del petró-leo y el 70% del coste de la le-che”, dijo Simon Snowden, eco-nomista especializado en peakoil de la Universidad de Liver-pool. Cada hectárea de maízque se cultiva en Estados Uni-dos requiere 40 litros de gasoli-na y 75 litros de gasóleo. Geor-ge,Monbiot, autor del libroCa-
lor, resume el problema de for-ma dramática: “La increíbleproductividad de la agriculturamoderna se ha conseguido gra-cias a una dependencia del pe-tróleo; si los agricultores no sa-ben cambiar la forma de culti-var, un shock permanente delprecio del petróleo quitará lacomida de las bocas de granparte de la población del mun-do”, escribe en su blog Mon-biot.com.Lo más inquietante de este
escenario es que –aconsejadopor economistas defensores dela globalizacióndel BancoMun-dial y el Fondo Monetario In-ternacional– millones de cam-pesinos desde Guatemala aEtiopía han venido integrándo-se al mercado mundial de ali-mentos. En muchos casos, hansustituido cultivos necesariospara su propio consumo porproductos de exportación–des-de verduras de alto valor añadi-do a flores– que se transportanen avión a los mercados de lospaíses ricos. Pero, como diceAleklett, la adaptación de lospaíses ricos al peak oil supone“másproducción local de comi-da y el transporte de alimentosdesde países vecinos por ferro-carril y no camión o avión”.c
Techo de extracción
Dos proyecciones sobre el futuro del petróleo
100
80
60
40
20
0
2000
Millones de barriles día
Agencia Internacional de Energía Universidad de Uppsala
2010 2020 2030 2006 2010 2020 2030
Crudo en campospetrolíferos conocidos
LA VANGUARDIA
Crudo en campos aúnpor descubrir extraídocon nuevas técnicas
Líquidos de gasnatural y petróleono convencional
Reducirá emisiones de C02 pero habrá hambrunas
Labuenay lamalanoticiadel ‘peakoil’
Un shock delpetróleo prolongadoquitaría comida delas bocas de granparte del mundo