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SEMINARIO CONCILIAR DE
CIUDAD JUAREZ
PREPARATORIA
PEDRO J. MALDONADO
SEMINARIO MENOR SAN JOSÉ
LA IMPORTANCIA DE LOS ANIMADORES EN LA PREPARACION A LA
VOCACIÓN SACERDOTAL DEL SEMINARIO MENOR
TESINA DE PREPARATORIA
POR: ABRAHAM BETANCOURT BETANCOURT
ASESOR: Carlos Velázquez Peña.
Cd. Juárez, Chih. México
1
Índice
Índice…………………………………………………………………………………………………………………… 1
Introducción…………………………………………………………………………………………………… 3
Agradecimiento……………………………………………………………………………………………… 4
Dedicatoria……………………………………………………………………………………………………… 5
I capitulo
La vocación en el seminario menor
1.1 Seminario Menor…………………………………………………………………………………… 6
1.2 Quienes forman el seminario menor…………………………………… 7
1.3 La vocación cristiana…………………………………………………………………… 8
1.4 La vocación al sacerdocio……………………………………………………… 9
1.5. Áreas de formación………………………………………………………………………… 10
1.5.1 Formación humana……………………………………………………………………………… 10
1.5.2 Formación intelectual o académica………………………………… 12
1.5.3 Formación espiritual…………………………………………………………………… 12
1.5.4 Formación apostólica………………………………………………………………… 14
1.5.5 Formación vocacional………………………………………………………………… 14
1.6. Como se proyectan al exterior en esta etapa……… 15
II Capitulo
2.1 Los animadores vocacionales………………………………………………… 16
2.2 Quienes son los animadores vocacionales…………………… 17
2.2.1 Familiares……………………………………………………………………………………………… 18
2.2.2 Los formadores…………………………………………………………………………………… 19
2.2.3 Los maestros………………………………………………………………………………………… 20
2.2.4 La comunidad parroquial y apostólica………………………… 21
3
2.2.5 El párroco…………………………………………………………………………………………… 21
2.3 ¿Por qué son animadores vocacionales?………………………… 22
2.4 El testimonio y la oración de los animadores
vocacionales…………………………………………………………………………………………………… 23
2.4.1 Testimonio…………………………………………………………………………………………… 23
2.4.2 La oración…………………………………………………………………………………………… 24
2.5 Estilos de animadores vocacional………………………………… 24
2.5.1 Pasivos………………………………………………………………………………………………… 24
2.5.2 Comprometidos………………………………………………………………………………… 25
2.6 Perfil o cualidades del animador…………………………………… 25
III Capitulo
3.1 La respuesta al llamado de dios tiene que manifestarse en
frutos palpable…………………………………………………………………………………………… 26
3.2 El arte de ser un animador vocacional……………………… 27
3.3 Jesús animador que acompaña……………………………………………… 28
3.4 La santísima trinidad, modelo para acompañar y
animar…………………………………………………………………………………………………………………… 29
3.5 El animador es maestro con sabiduría del espíritu
santo……………………………………………………………………………………………………………………… 30
3.6 También el animador es acompañado………………………………… 31
3.7 El oficio del animador……………………………………………………………… 32
3.8 Las tentaciones y riesgos del animador vocacional… 33
Conclusiones………………………………………………………………………………………………… 35
Referencias…………………………………………………………………………………………………… 37
4
Introducción
Este trabajo de investigación, surgió a raíz de un
comentario que un seminarista hizo, comento que cuando se
encontraba en una crisis vocacional y sentía que ya no
podía seguir en el seminario, hubo algo que lo hizo
continuar respondiendo a la llamada de Dios. (Una persona
le dijo: hemos estado haciendo oraciones por ustedes los
seminaristas y el le respondió, gracias a su oración no
me Salí del seminario aquel día que me encontraba en mi
crisis vocacional).
Por tal motivo quiero que se vea la importancia que
tienen algunas personas en la preparación de los
seminaristas en su preparación hacia el sacerdocio.
Empiezo hablando como esta formado el Seminario Menor y
por quienes, y de cómo son los indicios de la vocación
sacerdotal.
En el segundo capítulo es donde me enfoco un poco mas
hablando de quienes son los animadores de las vocaciones
y la importancia que tienen.
Y para el tercer capítulo lo concluyo, hablando de cómo
se sostienen y quienes están con los animadores.
5
Agradecimiento
Primeramente quiero agradecer a mi Señor Jesucristo,
porque Él es la inspiración de mi vocación y el motivo de
mis esfuerzos, por consiguiente a Norma tena, Carlos
Velázquez y al Pbro. Sergio Hernández, quienes de alguna
forma me ayudaron a concluir bien mi trabajo de
investigación.
6
Dedicatoria
Este trabajo se lo dedico en especial a mi Señor
Jesucristo, a mi madre, amigos, maestros, a los
formadores del seminario y en especial a los del
seminario menor. Por que gracias a ellos y a sus
oraciones me ayudan a levantarme, animarme, a seguir
enamorándome y respondiendo a Cristo en este llamado
que he sentido.
7
Primera parte
La vocación en el seminario menor.
1.1. Seminario Menor
Cuando hablamos del Seminario Menor decimos que es:
Una institución educativa destinada a la formación
de aquellos adolescentes y jóvenes que parecen
poseer indicios de vocación al sacerdocio
ministerial. Su finalidad es proporcionar elementos
de formación humana, intelectual y cristiana en un
proceso de acompañamiento y discernimiento
vocacional para que correspondan al llamado de Dios,
mediante una opción libre y madurar.1
El seminario menor es muy importante para cultivar los
principios de una vocación al sacerdocio, ya que se
preparan para discernir esa llamada por parte de Dios,
viven experiencias humanas, apostólicas, intelectuales,
espirituales. Que los animaran a desarrollarse como
buenos cristianos y humanamente, por medio de los
procesos formativos.
Sobre todo porque los seminaristas tendrán conocimientos
cristianaos, donde se irán preparando y forjando para su
ministerio. El seminario menor es esencial para los
1 Conferencia del Episcopado Mexicano. Seminario menor. México: Edición Normas Básicas para la Formación Sacerdotal en México, 1987. Pág. 33.
8
candidatos que se sienten llamados por Dios, y desean
responderle desde su juventud, no importándoles lo bueno
que dejen afuera.
1.2. Quienes forman el seminario menor
El seminario menor lo forman principalmente los alumnos,
asumiendo las responsabilidades, de cumplir con el
reglamento que se les pone y de ir alimentando ese
llamado gratuito por parte de Dios.
Psicólogos; Ayudan al adolescente a madurar en sus
actitudes, acompañándolos con sesiones para que crezcan
con una mentalidad sana.
Catequistas; son personas internas (seminaristas
mayores, sacerdotes) y externas, de las comunidades
diocesana que instruyen conceptos nuevos de trabajos para
la formación de los jóvenes.
Los maestros; son laicos que imparten clases, como en las
preparatorias de fuera, y como el seminario menor está
incorporado a una institución civil, por lo tanto se
tiene esa misma formación en lo académico.
Formadores; como institución formadora de las vocaciones,
también hay sacerdotes que se encargan de acompañar a los
seminaristas en su formación, consta de un:
9
a) Director espiritual; quien les ayuda a los
jóvenes a discernir, madurar y crecer en su
espiritualidad, y por lo tanto es un guía en
sus caminar.
b) Un formador de disciplina; se encarga de
definir un reglamento en el seminario menor, y
de orientar a los seminaristas a corregir sus
errores, a inculcarle buenos hábitos, para su
maduración.
1.3. La vocación cristiana
“Es la llamada de Dios a la santidad, a la plenitud del
amor.”2
La vocación en general consiste en un llamado. Es Dios
que llama a una misión o tarea. El primer llamado o
vocación es a la vida o existencia, y hemos venido a ella
por vocación y voluntad de Dios.
Después de la vocación general, existen otras vocaciones
o llamados en específicos. Es Dios quien llama a una
misión concreta a cada persona.
2 Vocación. “vocación cristiana”. [en línea]. Fecha de publicación: 24 noviembre 2009. [fecha de consulta: 28 febrero 2013]. Disponible en la web: http://catequesis.cc/2009/11/vocacion-cristiana/.
10
Uno de estos llamados universal es la vocación cristiana,
o sea el llamado de Dios a conocer, amar, imitar, seguir
y dar testimonio de Cristo, hijo de Dios, en el estado de
vida y en cualquier lugar donde se encuentre la persona
llamada.
La vocación cristiana comienza desde el bautismo, esta es
la principal llamada que Dios nos hace para alcanzar la
santidad y para profesar nuestra fe, de verdaderos
cristianos que somos, por lo tanto es bueno que en este
proceso de formación del seminario menor, que los
seminaristas tengan conocimientos de cómo deben ser
buenos cristianos.
1.4. La vocación al sacerdocio
La vocación al sacerdocio consta de una llamada gratuita
y de una respuesta libre. Cuando estas dos se unen, nacen
unos jóvenes buscando resolver su inquietud a la llamada
que han escuchado por parte de Dios, y se une lo humano y
lo divino.
Todos tenemos alguna vocación, en este caso es la
vocación al sacerdocio, y es un privilegio que Dios
quiere regalarle a sus elegidos.
11
1.5. Áreas de la formación
Las áreas de formación son necesarias para su proceso
formativo, por lo tanto la tendrán que vivir todos los
seminaristas. Los hará crecer humanamente, ofreciéndoles
ayuda psicológica para su maduración personal Y para que
también sepan tener una relación comunicativa con sus
compañeros y con gentes de sus comunidades. En lo
intelectual estarán acompañados por maestros capacitados,
les enseñaran desde lo básico hasta lo profesional. En lo
cristianos se les inculcara conocimientos religiosos, que
los harán crecer en su fe. En el apostólico se les ira
formando con un apostolado en algunas de las parroquias
de la diócesis donde evangelizaran. Y por último se
agrega una más. La formación vocacional, donde
discernirán su llamada al sacerdocio.
1.5.1. Formación humana
El seminario menor brindará los elementos necesarios
para una progresiva integración afectivo-sexual de
los alumnos; para ello será necesario educar a los
alumnos de tal suerte que asuman desde la
perspectiva cristiana los valores humanos del amor.
Por su parte los alumnos no descuidarán el valor
formativo del trabajo afectivo con su familia y de
la convivencia con jóvenes de su ambiente.3
3 CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 29
12
Edúquese a los alumnos, sobre todo en la honradez,
la sinceridad. La solidaridad, la constancia en el
trabajo, el habito del silencio, la gratitud, el
recto uso de los bienes materiales, la cortesía, el
ejercicio responsable de la libertad, así como en
aquellas virtudes que corresponden a su edad y a las
particulares necesidades de la propia región o
diócesis (Cfr. OT, 11 RFIS, 14; Directorio para la
formación de los Seminarios Menores 1994, cap. IV).4
Por esto es necesario que todos los jóvenes del Seminario
Menor tengan esta formación, para que sepan poner en
orden sus sentimientos, emociones, actitudes.
Brindándoles acompañamiento psicológico, por otra parte
el prefecto de disciplina los ayudara a crecer
humanamente ya que se les enseñara a ser responsables en
sus actividades cotidianas y se les corregirá en sus
malas actitudes. Esto más tarde los va a caracterizar
porque serán imagen de Jesucristo, entonces desde esta
etapa de la formación se les educara a, que sean hombres
de comunidad, responsables, transparentes con todos y
primordialmente respetuoso.
1.5.2. Formación intelectual o académica
Los jóvenes que se prepara en un seminario menor,
deben alcanzar un nivel académico de estudios medios 4Ibíd. Pág. 29
13
que les permitan estar a la altura del grado de
bachiller o equivalente. Conviene también que
consiga el título civil correspondiente. Aprendan
bien la lengua patria y el latín; cultiven además
las materias necesarias o útiles en su preparación
para la etapa del seminario mayor, en especial un
suficiente conocimiento del griego (Cfr. CIC, 234,2
y 249).5
Es muy importante que se preparen intelectualmente para
que tengan los conocimientos básicos de la educación
civil, pero también que se integre todo lo referente a la
educación en la fe, especialmente en la enseñanza de la
historia de la salvación.
En esta formación académica también se les exigirá, que
sean responsables con sus estudios y con sus materias
para que tengan un buen rendimiento. Si no se interesan
les llamará la atención para que se esfuercen un poco
más.
1.5.3. Formación espiritual:
Propóngase a los alumnos una catequesis pedagógica
adaptada a su realidad, inquietudes y lenguaje, de
modo que fácilmente puedan llegar a un conocimiento
mayor de los misterios de nuestra fe, en orden a la
conversión y a una vida más conforme con la voluntad
de Dios6.
5 Ibíd. Pág. 306 Ibíd. Pág. 31
14
“Que el alumno logre una experiencia de fe, cimentada en
la madurez de su persona y en la conversión a Jesucristo,
para que haga una opción vocacional en orden a encontrar
su lugar en la iglesia.”7
Es necesario catequizarlos con todo lo referente a la
historia de la salvación, para alimentarlos en su fe,
para que amen los misterios de Dios. También es elemental
que tengan un acompañamiento espiritual con el padre
asignado del Seminario, que desde luego será el principal
animador en la vocación de los jóvenes ya que los ayudara
en el discernimiento, de su vocación a la que están
llamados.
Es conveniente que los candidatos se esfuercen por vivir
su espiritualidad al máximo con su oración personal, y
las visitas al santísimo, que desde luego los ira
fortaleciendo.
1.5.4. Formación apostólica
Todo hombre que acoge a la palabra y se entrega al
Reino se ha de convertir en alguien que dé
testimonio y lo anuncie (Cfr. EN, 24); por tanto, en
los seminarios menores se debe promover una
7Seminario Menor Santa María de la Iglesia Diócesis de Coatzacoalcos. ver “formación espiritual” [En línea]. [Fecha de consulta: 6 de febrero del 2013]. Disponible en: http://www.diocesiscoatza.org/seminarios/seminario-menor/34-seminario-menor-santa-maria-madre-de-la-iglesia.
15
iniciación en el apostolado de acuerdo a la edad y
nivel de formación, ofreciendo la debida preparación
y acompañamiento.8
Todo lo aprendido, es necesario que lo enseñen. Desde
luego se les asignará un apostolado al que asistirán cada
sábado, en semana santa y en verano. Donde prestaran su
servicio y darán testimonio con sus enseñanzas, según sea
lo que el párroco les ponga hacer de acuerdo a sus
conocimientos.
Tienen una misión muy importante en la formación de los
futuros pastores los párrocos de los candidatos y los
presbíteros con quienes realizan determinadas
experiencias pastorales. Para esto, los formadores estén
en constante comunicación con ellos, escuchen sus
observaciones y soliciten su ayuda para determinados
aspectos de la formación de los alumnos.9
1.5.5. Formación vocacional
La formación vocacional es tarea específica del
seminario menor. Ayúdese, por ello, a que el joven
discierna y cultive las cualidades humanas, la recta
intención y las actitudes evangélicas, especialmente
la generosidad en el seguimiento de Jesús, que son
signos de su posible vocación sacerdotal.10
Facilítese al alumno un claro y amplio conocimiento
de los estados de vida a través de los cuales puedan
8 CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 31,32 9Ibíd. Pág. 4210Ibíd. Pág. 32
16
responder a Dios, de modo que al terminar el
seminario menor, puedan optar conscientemente por la
formación sacerdotal en el seminario mayor o por
otros caminos de realización cristiana11.
La formación vocacional es esencial ya que les brindara
herramientas que los fortalecerá en su llamada hecha por
Dios.
1.6. Como se proyectan al exterior en esta etapa
Los llamados al sacerdocio deben dar indicios de su
vocación: con el testimonio, en el apostolado, en el
empeño de su formación prestando servicios en ocasiones
especiales: día del Seminario, rosario viviente, en
semana santa, en días de vacaciones.
Segunda parte
2.1. Los animadores vocacionales
El término animador se deriva de la palabra latina
ánima, que quiere decir alma. Un grupo humano
11Ibíd.
17
necesita de un Animador, como el cuerpo necesita del
alma. Por lo tanto, lo mismo que el alma en el
cuerpo, el Animador no debe pretender dar demasiados
detalles de su actuación, porque depende de esa
actitud interior, que es el motor de todas sus
acciones12.
“El animador vocacional hace madurar en un sentido
autentico, en un sentido creyente, ayuda a hacer sentir
que lo que Dios está pidiendo es importante, es bueno, da
luz, es costoso pero es la verdad de la vida.”13
Estas personas empiezan aparecer muchas veces desde antes
que el joven entre al seminario, los empiezan animar
hablándoles de Dios. Pero son más esenciales cuando el
joven ya es seminarista porque los animan a seguir
respondiéndole a Dios, ese llamado que les ha hecho.
Son de suma importancia los animadores en la preparación
a la vocación sacerdotal en el Seminario, en especial en
el Seminario Menor, porque ellos son parte de este
caminar con los jóvenes; Alentándolos Y animándolos
cuando vean un desanimo en ellos y no precisamente un
desanimo, sino que los ayuden acrecer espiritualmente,
12Irure, Martín. El animador de la palabra de Dios. México: Ediciones Nueva Palabra, 2003. Pág. 11 13El animador vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.propuestajoven.org.mx/capacitacion/El_animador_vocacional.pdf.
18
tomar en serio llamado, hacerlos responsables con su
propia vocación.
Deben de ser personas interesadas en las vocaciones,
porque de tal manera los descuidarían en algunas
ocasiones.
Muchas veces desde el ejemplo que les dan, de sus
experiencias de la vida, de consejos, y principalmente
con sus oraciones, es lo que los fortalece en sus
debilidades. Es bueno que los animadores oren por las
vocaciones, que hagan reflexionar a los seminaristas, ya
que son muy pocos los trabajadores de la mies.
2.2. Quienes son los animadores vocacionales
El deber de fomentar las vocaciones sacerdotales
compete a toda la comunidad cristiana encabezada por
el Obispo (Cfr. OT, 2); por lo tanto, cada Iglesia
particular establezca una pastoral vocacional como
una de las acciones prioritarias dentro del plan
orgánico de pastoral diocesana, que comprometa a
todos los agentes de evangelización, de modo
especial a los padres de familia, párrocos y
educadores. Destínese un equipo o al menos un
sacerdote idóneo que promueva toda la pastoral
vocacional, dedicando especial empeño a las
vocaciones sacerdotales (Cfr. CIC, 233; II Congreso
Mundial de Vocaciones, Roma 1981, n. 29).14
14CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 26
19
Los animadores vocacionales los forman los familiares,
los padres del Seminario, el párroco, los maestros, la
comunidad parroquial del joven.
2.2.1. Los familiares:
Los familiares de los seminaristas son los esenciales
animadores de su vocación.
En muchas ocasiones los padres no están de acuerdo que su
hijo entre al seminario, porque está muy jovencito,
porque quieren que tengan una buena carrera, influyendo
mucho a su hijo; y él por hacerles caso no siguen la
llamada que le hace Dios.
Cuando los familiares de los jóvenes están de acuerdo con
ellos, se vuelven primordiales en su vocación,
animándolos a que sigan adelante, teniendo una buena
comunicación con ellos, escuchándolos y ayudándolos a
trabajar sus bajas.
Son buenos animadores cuando les hablan con la verdad a
sus hijos de sus errores, cuando los corrigen, cuando
rezan, cuando oran y van a misa.
2.2.2. Los formadores:
“Queremos alentar también la difícil pero necesaria tarea
de los formadores, quienes desde nuestros seminarios y
20
casas de formación trabajan en la maduración y la
formación de los futuros sacerdotes, religiosos y
religiosas.”15
Los formadores son los principales animadores de la
vocación de los seminaristas, ya que ellos los ayudan en
su discernimiento vocacional, desde las cuatro áreas de
la formación.
Son un gran ejemplo, para los jóvenes. Se descubre una
espiritualidad, una entrega en su ministerio sacerdotal y
eso es lo que persuade y anima a los candidatos.
Quien lo desempeña está llamado a ser, además de
animador vocacional, sembrador, acompañante,
educador, formador y discernidor de las vocaciones.
Por su envergadura, este ministerio vocacional
precisa una específica capacitación para presentar
eficazmente la vida como vocación e ilustrar el
sentido y el valor de las diversas vocaciones.16
2.2.3. Los maestros:
“Los profesores son parte importante del seminario, por
el cual dediquen el tiempo necesario para participar en
15Conferencia del Episcopado Mexicano. Mensaje a nuestras comunidades cristianas y a todos los hombres de buena voluntad. México: Edición Guía de Pastoral Vocacional, 1987. Pág. 20416Responsables y animadores de la pastoral vocacional, [En línea]. fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.claretianformation.com/es/claretian-books/claretian-vocation-directory/248-capitulo-3-responsables-y-animadores-de-la-pastoral-vocacional.
21
la formación humana, espiritual y pastoral de los
alumnos (Cfr. RFIS, 38).”17
Los maestros son significativos en este proceso
formativo de los candidatos, no tan solo con enseñarles
las materias, sino también inculcándoles buenos modales,
muchas veces con tan solo su alegría de impartir sus
clases en el seminario motivan a los seminaristas, otras
veces desde sus experiencias, anécdotas que les cuentan.
Desde luego muchos de los animadores por ser laicos
entregados, expresan una fuerte espiritualidad que
animan a los jóvenes, los invitan a reflexionar con
comentarios apropiados debido a sus actitudes, lo dicen
desde una humildad y sencillez para ayudar a los
muchachos.
2.2.4. Comunidad parroquial y apostólica:
Las personas que se preocupan más por las vocaciones de
los seminaristas son las señoras de los grupos
parroquiales Y apostólicos, se encariñan con ellos y los
animan a salir adelante.
Muchas veces cuando los candidatos al sacerdocio se
encuentran desanimados por seguirle respondiendo a Dios,
17CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 38
22
siempre ha de haber algo que los levanta de esas crisis
vocacionales, y eso que los levanta son las oraciones de
las señoras que siempre tienen en cuenta las vocaciones
de los seminaristas y de los sacerdotes.
Ahora se ha querido que estas personas de las parroquias,
que animan a los candidatos, tengan una preparación,
conceptos y herramientas necesarias por parte de la
pastoral vocacional, para animar a los jóvenes en su
vocación al sacerdocio.
2.2.5. El párroco:
“El animador vocacional es educado pero también educante,
sabe que hay que actuar y basta, parte de un verdadera
provocación vocacional.”18
El párroco del joven tiene experiencia de cómo ser un
animador, ya que vivió ese camino de preparación. Por lo
tanto se interesa en la vocación de los seminaristas,
sabe las necesidades que tienen tanto espirituales como
económicas. Por tal motivo se vuelve un consejero, amigo,
y hermano, de los jóvenes animándolos que a pesar de las
crisis vocacional, los problemas sepan afrontarlos.
18El animador vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: desconocido. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.propuestajoven.org.mx/capacitacion/El_animador_vocacional.pdf.
23
2.3. ¿Por qué son animadores vocacionales?
“Fomenta en el grupo el estudio, la reflexión, la oración
y la atención según su mensaje de la Palabra de Dios.”19
“El animador vocacional es consciente de que es mediador
de Aquél que eternamente llama, ayuda desinteresadamente
para tomar la decisión vocacional en un mundo indeciso.”20
Principalmente porque se preocupan de custodiar a las
vocaciones pequeñas al sacerdocio ya que saben el valor
que tienen, y lo sagradas que son.
Los animadores son los principales testigos de Jesucristo
es por eso que se dedican hablar de Él. Por entonces se
vuelven unos educadores y formadores de esas vocaciones.
2.4. El testimonio y la oración de los animadores
vocacionales
Cuenta mucho el testimonio de los animadores y sobre todo
que sean personas de oración, ya que inducirán a los
jóvenes por el buen camino.
2.4.1. El testimonio
19 El animador de la palabra de Dios. Óp. Cit. Pág. 1220El animador vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: desconocido. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.propuestajoven.org.mx/capacitacion/El_animador_vocacional.pdf.
24
“Siempre se ha considerado el fuerte influjo del
testimonio personal y comunitario en la pastoral
vocacional, como elemento y problema central, para una
completa acción pastoral por las vocaciones.”21
Es necesario que los animadores de las vocaciones, den un
buen testimonio de vida como personas motivadoras de los
jóvenes. Es conveniente que se muestren un ejemplo a
seguir, para que desde ahí los seminaristas, tenga la
certeza que los conducirán bien en su vocación.
Es conveniente que sean muy entregados a la vida del
Seminario. Que no digan malas palabras, ni gestos
incómodos, ni se muestren agresivos con las demás persona
delante de los seminaristas, Ya que eso es lo que los va
a caracterizar como unos excelentes animadores de las
vocaciones hacia el sacerdocio.
2.4.2. La oración
“Se ha enriquecido la variedad de recursos para la
oración: Celebraciones de la Palabra, Horas Santas,
Jueves Sacerdotales, Campañas por el Seminario, por las
Misiones, etc.”22
Es elemental que los animadores sean personas de oración,
ya que en eso se sostendrán, para ayudar a los jóvenes en
21CEM. Guía de Pastoral Vocacional. Óp. Cit. Pág.7922 CEM. Guía de Pastoral Vocacional. Óp. Cit. Pág. 78
25
su vocación. Es importante que animen a los candidatos a
no bajar la guardia en la espiritualidad ya que será sus
fuerzas de seguir en ese caminar.
2.5. Estilos del animador vocacional
Hay diferentes estilos de los animadores pueden haber
desde los más pasivos, hasta los más comprometidos con la
vocación de los seminaristas.
2.5.1. Pasivo
Se limitan hacer reflexionar, a corregir a los jóvenes en
sus fallas, no saben cómo ayudarlos a avanzar en sus
vocaciones.
Animan a los seminaristas solo por compromiso o para
quedar bien con las personas de la comunidad. Dejan que
el joven camine solo, no los ayudan, aun a si viéndolos
mal en su vocación, al contrario los perjudican con tales
cosas, en otras veces se encuentran distantes.
2.5.2. Comprometidos
Centran la atención en la preparación de los
seminaristas, los orientan a tomar buenas decisiones,
busca crear un ambiente de comunicación con ellos, se
preocupan de su llamada.
26
Se sienten comprometidos con Dios, de cuidar a sus
elegidos, por tal motivo es como animan a los
seminaristas, con mucho cariño y amor.
2.6. Perfil o cualidades del animador
Quienes motivan a los demás, principalmente a los niños,
adolescente y jóvenes, deben ser unas personas
interesadas en que halla una respuesta al llamado. Deben
motivar o entusiasmar, sobre todo con el testimonio
personal. Debe invitar a todos a la oración para que el
dueño de la mies envíe obreros a sus campos. Debe ser una
persona consciente de la importancia y necesidad del
sacerdocio.
Tercer capitulo
3.1. La respuesta al llamado de Dios tiene que manifestarse en frutos palpable
Jesús pedía frutos visibles, eficacia palpable:
Llega a maldecir la higuera que no puede saciar el
hambre con sus higos (Mc 11,12-14); condiciona el
conocimiento del corazón del hombre a la visibilidad
de los frutos: "por sus frutos los conoceréis; todo
árbol bueno da frutos buenos..." (Mt 7,16-20); o
afirma que no se puede ocultar una ciudad situada en
la cima de un monte (Mt 5,14) y se complace en que
las buenas obras de sus discípulos sean contempladas
por los hombres y den gloria al Padre del Cielo (Mt
27
5,16). Pero Jesús habla de una visibilidad que no
lleva al protagonismo ni a brillar con luz propia,
sino a ser la luz que hace patente el Evangelio en
el mundo.23
No solamente basta responder a esa llamada que Dios esta
haciendo, “y ellos dejaron la barca y a su padre y lo
siguieron.”24(Mt 4, 22). Si no también se tienen que ver
los frutos que se están produciendo de esa respuesta.
Frutos palpables como siendo responsables en lo que se
les pide, cumpliendo con sus apostolados, estudiando,
siendo disciplinados.
Para cuando Cristo venga y pida frutos, ellos tengan algo
bueno que ofrecer y que no suceda como narra Jesús en la
parábola de aquel hombre que tiene en su huerta una
higuera, la cual después de tres años y de no encontrar
frutos en ella manda a sacarla para que no ocupe
inútilmente el lugar. “Dijo entonces al viñador: «mira,
hace tres años que vengo a buscar hijos a esta higuera,
pero nunca encuentro nada”. Córtala. ¿Para qué está
consumiendo la tierra inútilmente».” (Lc 13, 7)
23Carta de animadores claretianos. Visibilidad vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: 18 de febrero del 2013. [Fecha de consulta: 17 de abril del 2013]. Disponible en: http://www.claretianos.org.mx/claretianos-en-el-mundo/268-carta-de-animadores-claretianos-visibilidad-vocacional. 24 La Biblia Latinoamericana. Edición 113ª. Madrid: Potasio Gómez, 1972. A partir de aquí todas las citas bíblicas serán tomadas de la versión de la Biblia.
28
3.2. El arte de ser un animador vocacional
“El arte de ser un animador vocacional… el arte de ser un
acompañante vocacional es similar, por no decir igual, al
servicio que brinda un director espiritual.”25
Ser animadores vocacionales es un arte, un don que no
todos lo tienen y que solo Dios ha regalado a aquellos
para que acompañen a los que Él ha elegido, aunque todos
de diferentes formas están llamados a ser promotores de
las vocaciones.
Pero el arte de ser animadores vocacionales es la
realización que Cristo ha dado como ejemplo y que todos
deberían de seguir.
3.3. Jesús animador que acompaña
El Maestro sentía un gran cariño por las personas,
un sentimiento gratuito y espléndido. Eso era
bastante para dedicarles tiempo, escucharles,
caminar a su lado, tenerles infinita paciencia…
¡acompañarlos! Y, como era tanto lo que llevaba
dentro, no podía sino contagiar, animar, llenar sus
vidas.26
25El arte de ser un animador vocacional. “el arte de ser un animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: 17 de junio del 2010. [Fecha de consulta: 25 de abril del 2013]. Disponible en: http://franciscanosconventualesbogota.blogspot.mx/2010/06/el-arte-de-ser-animador-vocacional.html.
26Jesús acompañante- red ignaciana de acompañamiento. “Jesús acompañante” [En línea]. [Fecha de consulta: 24 de abril del 2013]. Disponible en: http://www.vocacionreligiosa.org/acompanamiento/jesus-acompanante.html.
29
El principal animador de las vocaciones es Jesucristo, ya
que Él, es el que hace el llamado a quienes quiere y no
nada mas los llama sino que también los acompaña, los
guía, los conduce por el buen camino y los levanta cuando
han caído. Para que sigan caminando y Él los siga guiando
y animando.
En los caminos de Galilea, Jesús se hace compañero
acompañante de las masas desamparadas. Trató con
pecadores, pobres, mujeres y niños, enfermos, gentes
de corazón roto, enseñándoles los misterios del
Reino. Para educarles, acudió a una pedagogía
enormemente realista y popular: utilizó imágenes,
parábolas, hipérboles gráficas, alegorías (Mc 4,1ss;
Mt 7,1-5), sacadas de su propia vida y de su larga
experiencia por el repetidísimo transitar de Nazaret
a Jerusalén, y de Jerusalén a Nazaret.27
Jesucristo es el vital animador de los seminaristas en su
preparación, ya que nunca los deja solos, así como animo
ha muchos, animaba a sus discípulos, a las personas que
ya no tenían esperanzas en sus vidas de seguir, así como
lo hizo con la hemorroisa para que parara de sangrar, con
tan solo tocarle el manto, con los leprosos al curarlos,
los ciegos al devolverles la vista. Ahora lo hace con sus
seminaristas acompañándolos y animándolos, ya que han
optado por seguirlo, los anima, los levanta cada vez que
27 Ibíd.
30
sienten que su vocación ya no tiene sentido, cuando
piensan que se han equivocado de vocación y ahí esta
Cristo para tomarlos de la mano y caminar junto a ellos.
3.4. La Santísima Trinidad, modelo para acompañar y animar
Reconociendo La importancia de las mediaciones
pedagógicas es importante detenerse un momento en la
acción que ejerce la Trinidad dentro del proceso de
acompañamiento. El sujeto único de la formación es
la Trinidad Es Dios Padre quien modela en el joven
la imagen del Hijo mediante la acción del Espíritu
Santo.28
La Santísima Trinidad que es: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, forman parte del cuerpo del proceso
formativo del seminarista y es el que los asiste y guía
en su vocación.
El animador es maestro con sabiduría del Espíritu Santo
El maestro que posee la sabiduría del Espíritu es
una persona que se dedica, no sólo a ser imagen de
la madurez que ha adquirido por su propia opción de
Dios, sino que también ha de conducir a otro a
dejarse seducir por esa sabiduría de Dios, la
experiencia de ser llamado, amado, poseído y enviado
cada día de forma nueva por Dios, para el ejercicio
de su misión; una persona de fe, sencilla pero
profunda, una persona madura, preferiblemente mayor,
28Actualizando nuestra Pastoral Vocacional. La comunión en la Trinidad, único modelo para acompañar. México: colección Omapav 12, 2008. Pág. 106
31
que ha aprendido a través de la experiencia de su
vida, no sólo a manejar un contenido sobre los
procesos que exigen un acompañamiento, sino que
además los ha sabido decantar con la madurez de su
experiencia de vida y del camino que ha elaborado de
su propia respuesta.29
Los animadores vocacionales tienen que saber llenarse del
Espíritu Santo, que será él quien le de los conocimientos
y la fuerza para guiar a los jóvenes en su proceso de
formación, todos los seminaristas necesitan un guía que
los ayude a dar los pasos necesarios.
“y dijo a Samuel: anda a costarte; si te llama, responde:
habla, yavé, que tu servidor escucha. Y Samuel volvió a
acostarse.”30 (1 Samuel 3,9)
En esta cita se ve claro como el sacerdote Elí orienta al
joven Samuel para que responda al llamado de Dios.
Y en cada caso hay siempre alguien que los va a orientar
a escuchar y responder a esa voz que están escuchando por
parte de Dios, así como lo hizo el sacerdote Elí.
3.6. También el animador es acompañado
Es necesario que el acompañante espiritual tenga la
conciencia de que también él está acompañado. En
primer lugar, por el Espíritu del Señor al que trata
de ser fiel en todo momento. Además, por el mismo
joven al que él acompaña, teniendo siempre en cuenta 29 Ibíd. Pág. 11330
32
que ese joven no es discípulo suyo sino discípulo
del Señor Jesús. Conoce sus limitaciones, sabe que
puede equivocarse y asume el fracaso.31
También los animadores vocacionales son acompañados
principalmente por el Espíritu Santo, que les ayudara en
su espiritualidad para dar testimonio a los jóvenes, pero
también es necesario que sean orientados por un sacerdote
o por la pastoral vocacional para que tenga otras
herramientas con las que pueda ayudar a los seminaristas.
De cómo dar consejos, como animar, de cómo debe guiar al
joven y como no desanimarse él.
Cuantas veces recibirá ejemplo y testimonio de vida
evangélica, de radicalidad, de perdón, de paciencia…
de todo, del mismo joven a quien él acompaña y que
se convierte para el mismo acompañante en una
presencia viva del Señor. Más de una vez, la
relación y el encuentro con el joven será una
escuela de formación y enriquecimiento para el
propio acompañante. Para ello, debe tener una
actitud constante de aprendizaje.32
También en ocasiones el animador vocacional se siente
acompañado incluso del mismo formando y le ayuda a
reflexionar de que es un gran compromiso su labor.
3.7. El oficio del animador
31Ibíd. Cit. Pág.5132 Ibíd. Cit. Pág. 51
33
Motivados por lo que inspira Jesús en la figura del
buen pastor (Jn 10,10) “he venido para que tengan
vida y la tengan en abundancia” tenemos que
comprender que este es el sentido mas profundo de la
exigencia en el acompañar vocacional. Acompañar a
los jóvenes para que tengan vida en forma generosa,
con plenitud y con plena capacidad, depende de esta
tarea de cuán en plenitud nos sintamos en
abundancia.33
Como Cristo ha venido para que tengamos vida y vida en
abundancia así debe de ser el animador de darle vida a la
respuesta que han dado los seminaristas y ayudarles a que
sea una respuesta sincera y sólida.
Función propia del acompañante es dar vida, cuidar,
educar, orientar, dirigir. Como maestro de
generaciones futuras ha de acompañar a descubrir la
vocación hasta llegar formar a Jesús en el corazón
del que acompaña (Col 3,11) Debe hacer que allí viva
y reine siempre en el Señor.34
Las tentaciones y riesgos del animador vocacional
Modelar el discípulo a su modo a tal punto de hacerlo
clon de su imagen. Estar atentos a avasallar el
discernimiento personal y respetar el derecho a pensar y
tomar las propias decisiones. Refleja esta una actitud
clara de inmadurez que consiste en no ser capaces de
enfrentar opiniones diferentes y opuestas. Están inmersos
33 Ibíd. Pág. 12834Ibíd. Pág. 129
34
en una corriente de fantasía que afianzados en una sólida
identidad.35
Los animadores vocacionales deben de evitar esas
tentación de modelar a los seminaristas a su imagen, si
no mas bien como dice San Pablo en la Carta a los Romanos
que estamos llamados a reproducir en nosotros la imagen
de Cristo. (Rom 28, 29).
Satisfacción sustituta. Ciertas carencias
madurativas pueden llevar al acompañante ha
encontrar satisfactoria la relación solo con
jóvenes, olvidando inclusive la relación con quienes
le son contemporáneos. Convierte la relación con los
jóvenes en relaciones sustitutas, satisfacer la
necesidad básica de la relación exclusivamente con
jóvenes favoreciendo cierta dependencia. Se llega a
relacionarse siempre intensas porque tienen que
cumplir funciones compensatorias.36
Por lo tanto los animadores debe ser libres y no depender
de nadie exclusivamente, si no estar al servicio de
quienes lo necesiten jóvenes o adultos, de otra forma
caerían en un grande error, para el acompañamiento de los
seminaristas.
35 Ibíd. Pág. 12636 Ibíd. Cit. Pág. 127
35
Conclusiones
Por todo lo dicho hasta aquí, sin lugar a dudas, queda
muy claro: la importancia de la familia y el matrimonio
de un hombre y una mujer, los cuales se ven amenazados
hoy por el “matrimonio” que algunos pretenden se permita
entre dos personas del mismo sexo y el derecho de
adopción de menores.
La importancia de educar e inculca auténticos valores
humanos y cristianos tanto a los padres como estos a los
hijos: la grandeza y el respeto a la vida, la integración
familiar y el auténtico sentido de la sexualidad humana.
La convivencia de contar con estos centros de formación
(seminarios) con programas y formadores idóneos para este
fin.
36
Solo Dios es el autor, creador y conservador de la vida,
y solamente a Él corresponde el llamar a una vocación
específica, como lo es el llamado al sacerdocio. La
iniciativa siempre será de Él.
“Desde antes de nacer te conozco, desde el vientre de tu
madre te llamé y te destine”. Jer. 1, 4-5
“Y llamó a los que el quiso” Mc 3, 13-15
“Desde ahora serás pescador de hombres” Lc 5,10
“Por tanto rueguen al dueño de la mies que envíe
trabajadores a su campo” Lc 10, 2-3
Ahora bien, a quien Dios ha elegido “Desde antes”,
alguien lo tiene que engendrar en el tiempo, aquí y
ahora, y ayudarlo a crecer día a día, hasta alcanzar la
estatura y la fisonomía de Cristo, para llegar a ser con
Él una sola persona y responder al padre: “aquí estoy,
Dios mío, para hacer tu voluntad.
Por todo esto, se ve la importancia del animador o
animadores en la formación de la vocación al sacerdocio,
en la familia, en la comunidad parroquial, en el
seminario, en el apostolado. Tarea que nos corresponde a
todos: padres de familia, sacerdotes, maestros,
catequistas.
37
El señor siempre toma la iniciativa y espera nuestra
repuesta.
Referencias
Actualizando nuestra Pastoral Vocacional. La comunión en la Trinidad, único modelo para acompañar. México: colección Omapav 12, 2008.
Carta de animadores claretianos. Visibilidad vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: 18 de febrero del 2013. [Fecha de consulta: 17 de abril del 2013]. Disponible en: http://www.claretianos.org.mx/claretianos-en-el-mundo/268-carta-de-animadores-claretianos-visibilidad-vocacional
Conferencia del Episcopado Mexicano. Mensaje a nuestras comunidades cristianas y a todos los hombres de buena voluntad. México: Edición Guía de Pastoral Vocacional, 1987.
Conferencia del Episcopado Mexicano. Seminario menor. México: Edición Normas Básicas para la Formación Sacerdotal en México, 1987.
El animador vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.propuestajoven.org.mx/capacitacion/El_animador_vocacional.pdf.
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El arte de ser un animador vocacional. “el arte de ser un animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: 17 de junio del 2010. [Fecha de consulta: 25 de abril del 2013]. Disponible en: http://franciscanosconventualesbogota.blogspot.mx/2010/06/el-arte-de-ser-animador-vocacional.html
Irure, Martín. El animador de la palabra de Dios. México: Ediciones Nueva Palabra, 2003.
Jesús acompañante- red ignaciana de acompañamiento. “Jesús acompañante” [En línea]. [Fecha de consulta: 24 de abril del 2013]. Disponible en: http://www.vocacionreligiosa.org/acompanamiento/jesus-acompanante.html
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Responsables y animadores de la pastoral vocacional, [En línea]. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.claretianformation.com/es/claretian-books/claretian-vocation-directory/248-capitulo-3-responsables-y-animadores-de-la-pastoral-vocacional
Seminario Menor Santa María de la Iglesia Diócesis de Coatzacoalcos. Ver “formación espiritual” [En línea]. [Fecha de consulta: 6 de febrero del 2013]. Disponible en: http://www.diocesiscoatza.org/seminarios/seminario-menor/34-seminario-menor-santa-maria-madre-de-la-iglesia.
Vocación. “vocación cristiana”. [En línea]. Fecha de publicación: 24 noviembre 2009. [Fecha de consulta: 28 febrero 2013]. Disponible en la web: http://catequesis.cc/2009/11/vocacion-cristiana/
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