Boletín del Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de Madrid / Diciembre 2012

Uso

priv

ado

¡Y la luz vino al mundo!

DON

ATIV

O 1

€

[nº 39]

Escuela de Metodologia: «Cuanto más conozco el Método que Dios nos regaló hace casi 64

años, más perfecto me parece» Goyi Cerro

Año de la Fe: ¿Cuáles son esas heridas del hombre contemporáneo por las que se pierde la vida?

«Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas». Jn 12, 46.

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EDITORIAL

ntensa ha sido la vida de la comunidad desde el principio de curso, hemos tenido múltiples oportunidades para disfrutar de encuentros con el Señor y así santificarnos y suscitarnos la fe, para testimoniarla y compartirla en nuestros ambientes, siendo fieles a nuestra vocación de apóstoles…

IAhora con el año litúrgico recién iniciado, el Adviento avanzado, con la alegría y el gozo de la espera en este tiempo precioso que la Iglesia nos regala para contemplar a María, a la llena de Gracia, para imitarla en su entrega, en el silencio humilde, en su infinita fe, le pedimos al Señor en su venida que nos aumente la nuestra. El Santo Padre convoca el Año de la Fe, “…un tiempo de e s p e c i a l reflexión y

redescubrimiento de la fe” y nuestro querido pastor y

Cardenal-Arzobispo D. Antonio Maria, nos exhorta a servirla y testimoniarla en la Misión Madrid, tras el Sínodo sobre “La

nueva evangelización para la trasmisión de la fe cristiana”.

Difícilmente nuestra Madre la Iglesia nos puede

regalar un reto tan cursillista, tan cercano y conocido para

nosotros como el de la Nueva

E va n g e l i z a c i ó n . Aceptémoslo y

sirvamos como siempre a nuestra Madre con i l u s i ó n ,

entrega y espíritu de caridad, sabiendo

que Sebastián desde el cielo, en este V aniversario de

su encuentro con el Padre, continua intercediendo para que seamos SANTOS Y APOSTOLES.…DE COLORES…

EDITORIAL Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de MadridREDACCION Macarena Montes, Eduardo Palanca, Susana Sanz MAQUETACION Mercedes FernándezILUSTRACIONES Ana CebriánDISEÑO Beatriz Rodríguez de los RíosFOTOGRAFÍA Nacho Pereira y Cindy GonzálezCOLABORADORES ESPECIALES Manolo Romero, Pepe

Casanova, Nico Mingorance, José Ramón Rubio Moldenhauer, Goyi Cerro, Jose Antonio Méndez, Gracia Valdespino, Mariano Vázquez, Roberto González - Tapia Otero, Eugenio Pérez Turbidí, Gonzalo Arroyo, Javier Jiménez Cerro, María Mejías, Mario GuimeransIMPRIME Reproconsulting, S.L. Este número se puede descargar en formato pdf en

www.cursillosmadrid.org

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CARTA ABIERTA A...

uiero con la carta de hoy, dirigida a nuestro querido Sebastián, empezar una sección perió-dica en Proa. Poco adecuado parece este sistema de las cartas, en el mundo de hoy, con otras formas de comunicación… Las cartas, con su carga de cercanía y oportunidad han dado paso al correo imper-sonal de escritos y mensajes casi “prefabricados”. Porque ¿Quién no tiene un email?Q

Mi querido Sebastián,

A punto de cumplirse cinco años de tu ausencia, que no de “presencia” y de recuerdos, he querido escribirte y compartir contigo lo que pasa y vivimos.Estamos en el recién estrenado “año de la fe”, año de renovación espiritual y de búsqueda de la nueva evangelización y te recuerdo especialmente a ti y aquellos que, años antes del Concilio Vaticano II, concilio de “mayoría del laicado” y de otras reformas eclesiales, tuvisteis la luz del Espíritu para “acuñar” un nuevo carisma, el “kerigma”, para anunciar gozosamente que ¡Cristo vive! Y “evangelizar desde la vida”: Nueva evangelización, como carisma de cursillos, hoy nuevamente actual y necesaria.“Acordaos de Vuestros dirigentes…imitad su fe… y no os dejéis arrastrar por doctrinas extrañas2” (Heb. 13). Siempre que recuerdo estas palabras es inevitable que rememore, examine y juzgue, con Su luz, nuestras vidas y de los que debemos ser referentes de nuestros hermanos. El dirigente de hoy, que nació y se hizo en Cursillos, en Cursillos debe crecer y morir; aquí esta nuestro camino de santidad, no buscamos otras fuentes, somos fieles al movimiento y no innovamos con experiencias foráneas, que respetamos, pero que no tienen nada que ver con este método de “renovación cristiana”.Sebastián, te conocí y te trate, lo mismo que a D. Juan Hervas “el obispo de cursillos” y nunca vi en ninguno de vosotros posturas personalistas…. Sabíais que todo movimiento que se vincula a un hombre dura lo que dure el. Pero teníais claro que si se está en Cursillos no se puede estar aquí y en otros sitios, para terminar por no estar en ninguno.Cursillos tiene su espiritualidad y su fin, sin “doctrinas extrañas”; no formamos grupos originales: yo soy de… yo de…, somos Iglesia y formamos Iglesia; así no nos excluimos, ni somos excluyentes. No hay fundadores, ni los necesitamos, pero por querer ser Iglesia, en el principio, los iniciadores sufristeis el dolor y la incomprensión, que nunca fue vuestra bandera, sino el signo de vuestra fidelidad.Pensando en vosotros, D. Juan, Eduardo y tú parecéis el reflejo del amor trinitario, signo vivo de la Iglesia: un Obispo, un sacerdote y un laico. Comunión de amor que, desde tres vocaciones, tres servicios, tres ministerios solo buscabais la unidad. “¡Que sean uno para que el mundo crea!” (Jn). Es la herencia recibida.La “herencia” produce sus frutos y nos sigues regalando cursillos numerosos y con mucho fruto. Pero necesitamos que nos regales viñadores y dirigentes generosos que “no se cansen de cansarse”. En este orden de “herencias”, y antes de que me preguntes quiero hablarte un poquito de la Escuela de Santiago, la Escuela de la Sierra. Nació de ti, como uno de tus sueños, como una Escuela de matrimonios para ser “fermento de la sierra de Madrid”. Por razones geográficas, y sin romper la unidad con las otras escuelas, buscabas un nuevo centro de estudio y formación para la acción… Hemos crecido en Ultreyas vivas y jóvenes; hijos ya de aquellos padres que soñaron contigo crecer y fermentar… y la historia continua, pero haz tú que sea posible el sueño y danos esperanza, que es la virtud de los que se cansan pero quieren caminar.Podría contarte muchas cosas… pero tiempo habrá, porque cinco años de silencios no han sido tal y cualquier día, todos los días, podemos volver a hablar.Te desea una feliz y eterna Navidad y te beso en el regazo de tu paz. Te recordamos y te queremos. En el nombre de todos, Pepe CasanovaPD: Cuando veas a D. Juan le dices que aquí sigo… Aquel cura al que su obispo quiso endurecer.

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TESTIMONIO Convivencia de AdvientoNico Mingorance

yer 15 de Diciembre fue la convivencia de Adviento de jóvenes. Y aquí me encuentro yo, es-cribiendo al día siguiente mi testimonio, delante del ordenador. Estoy en blanco, tengo sueño, me distraigo con el Facebook… A

De repente, entra mi madre en la habitación y le digo: Mamá, qué pereza…,no sé qué contar, estoy en blanco…Y me dice: Reza. Y sale del cuarto.Después de dar varias vueltas por internet, decido hacerla caso. Rezo, y empiezo a escribir. Ya estoy más centrado.Como os decía, ayer fue la convivencia de Adviento de jóvenes. Este año en un nuevo formato, una tarde de convivencia.

A las 17:00h estábamos citados en el secretariado. Para empezar, peliculón de Nicolas Cage: “Family man”. Una película que habla de poder, de dinero, de egoísmo…y también de amor, de familia, de amistad, y de plantearte cuáles son tus prioridades en la vida y para qué vives.

Después rato de decurias para compartir tras la película.Y a continuación el rollo de Santi Ruiz Jarque, en el que nos contó su testimonio de conversión y lo que es el Adviento: Preparar la venida del Señor. Un tiempo para ordenar nuestras prioridades y centrarnos en lo más importante, en Jesús. La tarde iba pasando y se acercaba el momento clave: La adoración del Señor. Ese fue con toda seguridad el mejor momento de la convivencia: más de 60 jóvenes adorando al Señor bajo el lema: “Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca”.Y yo me pregunto: ¿Doy a conocer mi mesura? ¿Realmente saben mis compañeros de clase a lo que me dedico algunos fines de semana? ¿Saben los de mi alrededor cuáles son mis prioridades? ¿Doy testimonio en mis ambientes y transmito coherencia entre lo que vivo y lo que creo? La convivencia me ha aumentado el deseo de amar más y mejor a las personas de mi alrededor, de rezar y formarme más y mejor para poder dar a conocer esa mesura y para poder hacer más y mejor acción cristiana en mis ambientes.

¡DE COLORES! …. Y ¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!

¿Doy a conocer mi mesura? ¿Realmente saben mis compañeros de clase a lo que

me dedico algunos fines de semana? ¿Saben los de mi alrededor cuáles son

mis prioridades? ¿Doy testimonio en mis ambientes y transmito coherencia entre

lo que vivo y lo que creo?

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TESTIMONIO Convivencia de AdvientoNico Mingorance

TESTIMONIO Escuela de DirigentesJosé Ramón Rubio Moldenhauer

H an pasado ya un par de meses desde que tuve la dicha de ser invitado a la Escuela de Diri-gentes para hablar sobre el rollo de fe.

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Y no en un momento cualquiera sino en el Año de la Fe proclamado por Benedicto XVI, en el cincuenta aniversario de la apertura del concilio Vaticano II. Gracias a Dios tuve tiempo para reflexionar sobre el contenido del rollo de fe a la luz del esquema propuesto por el secretariado nacional, el libro “Ideas Fundamentales”, la guía del peregrino y otras fuentes.Hubo un tema que, a lo largo de la reflexión, resonó en todo momento: conocer el corazón del hombre de hoy. Ya decía Juan Pablo II que <<el camino de la Iglesia es el hombre>> y que está llamado a recorrerlo una y otra vez a lo largo de toda su historia. El segundo de los puntos propuestos por el esquema para el rollo de fe es el de poner al descubierto las falsas posturas en la vida de fe. Y fue en este momento del rollo en el que se hizo más patente la necesidad de recorrer este camino, pues no olvidemos que los esquemas se empezaron a realizar allá por el 1985 y recibieron su definitiva aprobación en el 1990, hace ya 22 años de aquello.¿Cuáles son esas heridas del hombre contemporáneo por las que se pierde la Vida? Hace unos días cayó en mis manos una estupenda reflexión sobre este tema del obispo José Ignacio Munilla. El joven obispo de San Sebastián destacaba tres heridas en los jóvenes de hoy: el narcisismo, el pansexualismo y la desconfianza. El narcisismo que lleva a encerrarse en la contemplación de uno mismo y hace imposible que los jóvenes puedan a amar a otra persona e

incluso a sí mismos de una manera sana y equilibrada. El pansexualismo que invade todos los ámbitos y hace urgente un adecuado conocimiento del propio cuerpo a través de la hermosa tarea de aprender a amar. Y la desconfianza que lleva a la inseguridad en uno mismo,

acompañado de una notable dificultad para confiar en los otros y en Dios.

Todos estos datos, como diría el padre José Antonio Álvarez,

hacen la vida apasionante. Ponen ante nosotros el gran reto de anunciar al que puede salvarnos y salvarles.

Doy gracias a Dios por haberle conocido, por la fe que me ha regalado. Le pido que

cada día me aumente más la fe y haga de mí un instrumento al servicio de su misión salvadora.

de opinión a cada momento. Ser dirigente de cursillos requiere exclusividad, no te da la vida para más. Pero claro, depende de cada circunstancia y de la libertad de cada uno.Cuando me encontré con el Señor hace 28 años en mi Cursillo, la única respuesta que pudo salir de mi corazón por tanto amor fue la acción de gracias. Por puro agra-decimiento empecé a caminar en Cursillos, pues era el medio por el que me había encontrado con el Señor de mi vida. Y por puro agradecimiento sigo en Cursillos, es donde soy más feliz: “ no tengo más remedio”.Cuanto más conozco el “Método” que Dios nos regaló hace casi 64 años más perfecto me parece. Es como la maquinaria de un reloj suizo, el engranaje es perfecto. Somos nosotros los que todavía no sabemos cogerle las vueltas. Por eso este año la primera ilusionada en que la Escuela de Metodología me va a servir soy yo. Hace poco rescaté una carta de Sebastián donde como siempre me alentaba a empezar el año con ilusión tra-bajando en la Escuela y decía: “ si este año no conse-guimos que esto funcione me corto la coleta”. Nunca se la cortó. Gracias a Dios. Yo quiero seguir trabajando y contagiarme de esos ojos limpios y sin prejuicios de esas más de 65 personas que han empezado el camino de la Escuela de este año. Por ellas, ofreceré mi miedo (que lo tengo, el de fallarles, el de transmitirles algo que no pertenezca a la esencia de Cursillos) y también el sacrificio de no poder participar en mi Escuela de Dirigentes. Llevo muchos años viviendo de, en y para ella. Es mi casa. No sé estar en otro sitio. Por eso desde el primer día pusimos esta Escuela de Metodología en manos del Espíritu Santo y pedimos la intercesión de Sebastián. Nadie como Ellos conocen este instrumento. Pero también María, Juan Carlos, Cándido y yo os pedi-mos oración a vosotros, nuestra Comunidad. Nosotros estamos de Misión, pero vosotros sois nuestra Madre y os toca cuidarnos. Gracias.

De Colores.

Los dos años anteriores se me pidió participar dando rollos y además de mis nervios lógicos y de mis miedos por no cumplir los objetivos que se me pedían, me sentí por una parte honrada de participar en algo nuevo y que parecía apasionante, y por otra completamente emocionada al ver la respuesta de la gente.Este año se me ha pedido que sea yo la encargada de llevar esta Escuela de Metodología y me está siendo fácil, no hago sino recoger el trabajo que ya hicieron Agustín y María. Pero una cosa ponía el Señor en mi corazón cada vez que rezaba por la Escuela: “piensa, me decía, por qué tú amas al MCC y por qué amas la Escuela; piensa qué veías en la Escuela cuando tú empezabas y que es lo que te alentaba a seguir” y siempre llegaba a la misma conclusión: veía gente enamorada, entusiasma-da, gente fiel al Señor y al Movimiento, gente que se empeñaba y demostraba con su vida que se puede ser Santo con los medios que el Señor nos regala a través de Cursillos. Y eso es lo que yo quiero para la gente de la Escuela de Metodología: que se enamoren del Señor y su Método oyendo y viendo a gente enamorada de entonces y de ahora. Se puede, ellos son el testimonio vivo, se puede ser fiel, santo y feliz, se puede seguir después de 50 años o de 30 o de 20 con la ilusión como si la acabaran de estrenar. Ellos lo están demostrando con sus vidas, sin jactarse de nada, porque saben que todo es puro don de Dios, porque es Él el que te fideliza... Pero yo también os digo que requiere de voluntad y esfuerzo. El Reino de Dios es para los esforzados. Y el Movimien-to de Cursillos de Cristiandad también. Todo lo que cuesta vale la pena. La Perla escondida vale la pena. Y el Método de Cursillos vale la pena. Y también requiere oración. El paso hacia la Escuela requiere tiempo de discernimiento ante el Señor para preguntarle si éste es el sitio de la Iglesia donde te quiere trabajando. Y si la respuesta es en Cursillos, en la Escuela, no creas que el Señor va a estar cambiando

Aquí huele a Escuela! Fue lo primero que pensé cuando conocí metodología por primera vez. No podía ser de otro modo: nacía de la Escuela y para la Escuela y llevado por gente de Escuela. ¡

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TESTIMONIO Escuela de MetodologíaGoyi Cerro

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Cuento de NavidadJose Antonio Méndez

hora sí que estaba segura de que ya era mayor.Y no era una creencia sin más, qué va, sino que contaba con una evidencia capaz de convencer al ma-yor escéptico: por primera vez desde que tenía uso de razón, no necesitaba que su padre la cogiese en brazos para ver las figuritas de belén que se vendían en los puestos de la Plaza Mayor. A

¡A ver quién podía negarle ahora su probada madurez, después de alcanzar la cima de cada tenderete sin ayuda de nadie, sola, aupada de puntillas sobre sus botas de agua! De hecho, lo más emocionante de semejante progreso (que, a decir verdad, incluso a ella misma le había cogido por sorpresa) no era que tuviese mucha mayor libertad de movimiento, sino que por fin contaba con la prueba irrefutable de que había dejado de ser la niña pequeña que todos veían en ella. ¡Cuántas bocas iba a callar en el colegio, en la calle y hasta entre sus propios hermanos!

Disfrutar de aquella sensación de triunfo hacía aún más fascinante el espectáculo maravilloso que se abría a su mirada. Ante sus ojos desorbitados desfilaba un ejército de pastores pertrechados con báculo y zurrón; y de aguadoras con cántaros en la cabeza, y de panaderos junto al horno, y de pescadores con caña de alambre, y de soldados romanos en perfecta formación… Las luces navideñas de la Plaza iluminaban las banastas en miniatura y hacían brillar el barniz de sus tomates, limones, o dátiles; y las bombillas de los puestos llenaban de matices las pequeñas cestas de pan, los cubos de hoja de lata llenos de peces de escayola, o las mesitas en las que un figurín vendía carne, o telas, o cualquier otra diminuta mercancía, digna del mayor zoco árabe.

Aproximarse a estos tesoros no era tarea fácil: las manoplas no le dejaban apenas margen de maniobra, y como su madre le había puesto la bufanda alrededor de la boca y un gorro de punto calado hasta las cejas, cada vez que respiraba se le empañaban las gafas de pasta rosa. No digamos ya cuando suspiraba de asombro ante aquel muestrario de ilusiones: ni el caldero humeante en que guisaba su abuela habría producido tanto vaho en cada «¡Oooh!». Pese a todo, sus ojos se dilataban de emoción con cada una de aquellas figuritas de barro y tela, que parecían esperar a una orden suya para cobrar vida.

Embebida en estas fantasías, ni siquiera prestaba atención a los comentarios desesperados de su padre, cada vez que ella insistía en ver, una por una y con detenimiento escrutador, cada oveja, cada pastor o cada lavandera…, de cada puesto. Con un ritual añadido: antes de asomarse al tenderete, revisaba el suelo colindante por si algún patito despistado o algún conejillo saltarín habían caído por accidente y se habían quedado

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Cuento de NavidadJose Antonio Méndez

solos y desvalidos. «¿Te imaginas, papá, qué mal lo pasaría una ovejita tirada en el suelo, lejos de las demás ovejitas? ¿Y el frío que tendría con esta nevada? ¿Te lo imaginas, eh, papá, te lo imaginas?», decía con los ojos tan grandes como los de un ternero. «Sí, hija, sí. Qué pena tan grande, pobre ovejita», le respondía don Baldomero, su padre, más resignado que cómplice.

La misión de aquel periplo navideño era encontrar un Niño Jesús para el Nacimiento de la casa, porque el Jesusito del año anterior, que era de plástico, no pudo soportar el exceso de celo de la pequeña, cuando ésta, arrebatada de ardiente compasión, quiso darle calor y lo metió en el microondas. La perspectiva de ir a comprar otro Niño había llenado de alegría a la pequeña, y también a sus cuatro hermanos mayores, que a esas horas estaban haciendo de las suyas entre los puestos de artículos de broma, para sonrojo de su madre. Por eso, y a pesar de la evidente satisfacción que experimentaba la niña al encaramarse de puntillas en cada puesto, lo que más extrañaba y exasperaba a don Baldomero no era la meticulosidad analítica de su hija por contarle las plumas a cada gallina diminuta, ni tampoco la pregunta que le hacía a los tenderos: «Perdone, señor, ¿de qué está hecho este Niño Jesús?». No. Lo

que don Baldomero no llegaba a comprender

e ra

que cada respuesta («barro y tela», «plástico y pintura», «resina», «madera»…), sumiera a la pequeña en una sombría decepción. «Cariño, vas a tener que decidirte por uno. Basta con que no sea de plástico», le decía con notorio desconcierto. Cuando ya habían recorrido todos los puestos sin que la niña se hubiese decidido, el padre quiso llegar al fondo de la cuestión: «Princesa, dime, ¿por qué no te gusta ninguno?». Después de un rato de silencio para buscar las palabras exactas, la pequeña miró fijamente a su padre y dijo: «Porque ninguno está completo. ¿O es que no te acuerdas de lo que dijo don Aurelio?». Don Baldomero, perplejo, tuvo que hacer memoria. Y, por fin, sonriendo, dijo a su hija: «Mi niña, ESO se lo tenemos que poner nosotros en casa. Además, como nos propuso el padre Aurelio, no guardaremos el Niño durante todo el año para seguir “poniéndoselo”, ¿vale? Ahora, elige la figurita que más te guste y nos la llevamos, si me prometes que no la vuelves a meter en el microondas».

Mientras don Baldomero pagaba el Niño Jesús que su hija había escogido, se asombraba al pensar cómo una niña tan pequeña había tomado tan buena nota del consejo que, semanas atrás, dio el párroco durante la homilía dominical: «Estamos en el Año de la Fe, así que cuando estas navidades pongas el Portal de Belén y adornes la casa; o cuando cocines la cena de Nochebuena; o cuando prepares los regalos de Reyes; o cuando pienses en los propósitos del Año Nuevo, no te olvides de añadir el ingrediente principal y más importante: la oración. Haz presente a Cristo en esta Navidad y no lo guardes en un baúl cuando acaben las fiestas. Atrévete a vivir unas Navidades cristianas, no sólo familiares. O sea, vívelas con Cristo, no sólo con tu familia. Que el Misterio de tu Belén tenga más oración que barro. Que tus regalos tengan más oración que valor económico. Y que tus deseos para el 2013 se parezcan más a los de un santo que a los de un pagano. Sólo si haces eso podrás decir con verdad esa frase hecha de que Dios ha nacido en tu corazón; sólo si eres capaz de poner al Niño, o sea, a Cristo vivo, en el centro de tu Navidad, podrás distinguir las cosas importantes de la vida, como hacen los niños».

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ace más de 50 años que yo hice mi cursillo. Sólo conocía a Don Sebastián por sus escritos, y para mí era el Fundador del Movimiento, pero cuando le conocí personalmente, hace casi 40 años, en seguida me di cuenta de que no le gustaba el “Don”, porque el “tuteo” le hacía más cercano a nosotros, ni la palabra Fundador le iba.

A MI AMIGO SEBASTIáN GAYáGracia Valdespino

A lo más que accedía, era aceptar que encabezó el grupo inicial de los que se decidieron a lanzarlo. A partir del momento de conocerle, trabajé a su lado y nuestra relación fue tan entrañable y profunda que, para mi marido y mis hijos, Sebastián era alguien más de nuestra familia. Cuando existe ese cariño tan fuerte hacia una persona, resulta muy difícil ser imparcial, por lo tanto siempre repito las mismas cosas.Hallé en él a un hombre profundamente creyente, apasionado de Cristo y de la Iglesia, con un inmenso amor a María, hipercrítico consigo mismo, pero comprensivo con los demás, incansable hasta llegar a cansarnos a los que lo rodeábamos, más jóvenes que él. Entregó su vida a un solo Amor: “Cursillos”. No quería otras variantes, no quería buscar otras áreas.Siempre preocupado por nuestra formación, repetía, una y otra vez que tendríamos que revisar nuestros criterios para acomodarlos al pensar, al sentir y al obrar, según Cristo. Nos decía que la vida cristiana no es algo estático, porque lo inmóvil, no es vital.Siempre que podía hablaba de Pablo VI. No solo quería a ese Papa, sino que lo admiraba y nos desmenuzaba todos sus escritos, nos recordaba sus palabras: “El mundo seglar tiene una triple función, un triple deber y una triple actitud”. Sebastián decía: “Tenemos que ser…Dóciles en la obedienciaProntos en la acciónMagnánimos en las dificultades”.En su largo caminar tuvo etapas difíciles y duras, de las que fui testigo, pero recordando la “Epístola de los Efesios”, decía: “Levántate, tú, el que duerme, gigante dormido, que Cristo será tu Luz”.

Siempre afloraba en él su alma de poeta y escribía: “Tú, voluntad, date en obrasTú, inteligencia, date en ideasTú, cual deshace el ventarrónLa nieve sobre las cimasEntrégate, corazónDeshecho en cantos y rimas”.Ante las dificultades, este pequeño gran hombre se crecía, y repetía una y otra vez: “La ilusión es el don de creer en todos los dones”. Y, como la ilusión se contagia, nos contagió su ilusión de ir transformando nuestra vida según Cristo. Por eso le seguimos llamando “el hombre de la ilusión”. Hoy, en el quinto aniversario de su muerte, digo lo mismo que en el momento que me comunicaron la noticia: “¡Ya has traspasado el pórtico de la Gloria!.¡Buen viaje Sebastián!.DE COLORES.

CAFÉ CON...Área de Mayores

Nos recibió con la gran alegría que le caracteriza, con un bizcocho buenísimo recién salido del horno y un termo de café recién hecho. A partir de aquí dejo que os lo cuente Mariano y nuestros queridos seminaristas…

COMENTARIO A LA VISITA DE LOS SEMINARISTAS CURSILLISTAS, POR

MARIANO VáZQUEZ

Acabo de recibir la visita de los seminaristas Boby, Javier, Eugenio, Gonzalo y Micky que ha sido el emisario del encuentro. ¿Qué puedo decir de esta visita? Pues que estoy muy agradecido al Área de Mayores que parece haber sido el promotor primero de la idea; muy contento también por el deseo de estos seminaristas de venir a verme, privándose de estar más tiempo con la familia o amigos. Ha sido para mí un grato domingo. Conocía desde su nacimiento a Javier y Eugenio, por ser viejo amigo de sus padres, a Gonzalo desde su primer cursillo hace unos años, y fue muy profunda mi alegría al saber de su sí al Señor que les llamaba al seminario. En su momento les manifesté mi oración por ellos al Padre y mi gozo por su decisión. Pido y seguiré orando por la perseverancia en su respuesta cada vez más total a ser sacerdotes. Ahora querían pasar un rato conmigo, a los que se unió Boby (Roberto), recién cursillista, ordenado diácono y futuro sacerdote al servicio de la Iglesia. Mi felicitación, y ojalá pueda ‘gastar’ algún tiempo en el servicio del MCC. Me sentí muy honrado, máxime cuando querían saber algo de mi vida sacerdotal. Comenzamos la ‘tarea’ alabando a Dios con el rezo de Vísperas. Como mejor se puede, con sinceridad y sencillez les abrí mi corazón a cuanto preguntaban, a veces con atisbo de emoción –algo no extraño a cuantos me conocen. Al llegar a este momento de mi larga vida: 80 años de edad, 56 de sacerdocio, 52 de mi primer cursillo, 25 del cursillo segundo y 23 de la creación de la ultreya de Majadahonda (1 feb.1989), proclamo con el salmista

un himno de alabanza: “Bendice al Señor, alma mía, y todo mi ser a su santo nombre. Él perdona todas tus culpas. Él es clemente y compasivo, paciente y lleno de amor. Como un padre siente ternura por sus hijos, así siente el Señor ternura por sus fieles” (Sal 103 (102), 1b. 3a.8.13). Ya he pasado a la ‘reserva’, pero confío en Dios que el tiempo que Él disponga de mi vida la dedique a su entero servicio como Ministro del Sacramento del Perdón y de la Eucaristía, y a la ‘intendencia’ por el fruto apostólico y evangelizador de Cursillos de Cristiandad, el don mayor que Dios me ha regalado después de la gracia de ser llamado al sacerdocio.

COMENTARIO A LA VISITA POR LOS SEMINARISTAS CURSILLISTAS

Roberto González - Tapia Otero “Boby”, Diácono - Claro que se puede... por la gracia de Dios. Desde que me incorporé al Movimiento después de mi cursillo, en febrero de éste año, no he dejado de oír una frase que tampoco he dejado de experimentar como verdadera: “se puede”. Es una especie de palabra clave para la vida de un cursillista, que tiene que ir descubriendo su significado a lo largo de toda la vida. Es una frase abierta, que tenemos que completar en cada momento con las respuestas a las preguntas que nuestro corazón se hace en cada segundo de su palpitar. A mí me encanta vivir con esta frase en el corazón.Pasar una tarde de domingo con Mariano Vázquez ha sido volver a contemplar cómo el Señor, buen hacer, volvía a completar la frase de mi corazón ante lo que supone mi diaconado y la cercana ordenación como sacerdote. Ante tal suceso extraordinario me veo pobre, débil e indigno, y de forma egoísta me pregunto si podré dar la talla. ¡Pues claro que no! Pero con la Gracia de Dios todo es posible, porque para Dios nada hay imposible. Y este pobre Diácono egoísta, pero bendecido por esa Gracia, se preguntaba si podrá ser fiel, y vuelve a descubrir que se puede, por la Gracia

ariano Vázquez es sacerdote desde hace 56 años, es nuestro padre, amigo, abuelo, director espiritual y compañero de viaje que regala amor y hace mejor persona a todo aquel que nos ponemos a su alcance. M

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CAFÉ CON...Área de Mayores

de Dios en la compañía de la Iglesia. Esta Gracia me ha acompañado siempre, pero a veces se me olvida que está ahí, llamándome a no poner obstáculo a su obra, porque si es por mí, no se puede. Y me llama en ejemplos cercanos, de la Comunidad, que me alienta a perseverar, como si su testimonio fuera la misma palabra de Dios.Al poder pasar la tarde junto a un santo (perdona mi osadía, Mariano), rezar con él las Vísperas, hablar de lo que el Papa nos quiere y nos dice, de lo que el Movimiento de Cursillos aporta a los sacerdotes, mientras nos comíamos un bizcocho riquísimo, no me quedó más remedio que reconocer la presencia del Señor en medio de esa pequeña comunidad reunida para hablar de Jesús, de su Gracia, de lo bien que hace las cosas cuando Él se convierte en lo importante, y cuando le dejamos a Él que tome las riendas de nuestra vida. Menguar para que sea Jesús en mí.El testimonio de Mariano me ayudó a completar la frase una vez más: “Se puede ser sacerdote, santo y apóstol, por la Gracia de Dios”. Se puede si me dejo hacer; se puede si dejo de pensar si podré, y ponerme a pensar que para Dios nada hay imposible; se puede si me dejo acompañar por la Comunidad, pegándome especialmente a todos esos santos que el Señor nos ha regalado. Me he dado cuenta, una vez más, que cuidar el área de mayores no repercute tanto en beneficio suyo, tanto como en el mío, pues son un testimonio vivo de que con el Señor “se puede”.Bendito Dios que nos ha hecho semejante regalo: caminar hacia Él llevando de la mano a los hermanos. Aunque hoy puedo decir: dejándome llevar de la mano de los hermanos. Gracias Señor. - ¡De Colores!

Eugenio Pérez Turbidí, Seminarista - Cuando me imagino de mayor, como sacerdote mayor, con toda una vida a mis espaldas, de idas y venidas, de recuerdos de todo tipo, de haber conocido a muchas personas y pienso en cómo llegaré a ese momento, siento un cierto escalofrío.¿Conseguiré perseverar hasta el final? ¿Me habré mantenido fiel? ¿Habré permanecido en la voluntad de Dios todos los días? ¿Estaré preparado para ver a Cristo cara a cara?

Todas estas preguntas me vinieron a la cabeza un domingo tomando café con un sacerdote muy querido de Cursillos: Mariano. Mientras le preguntábamos por su vida, por tantos años entregados en el sacerdocio al servicio de Dios y de su Iglesia, sólo me venía a la cabeza y al corazón el deseo de ser como él, el deseo de poder decir con su edad que estoy más enamorado del Señor que el primer día y que volvería a entregarle mi vida sin reservas.Ese es el testimonio que nos dió. Mariano conserva en sus ojos el brillo del primer amor que a mí tantas veces me falta. Nos habló de sufrimientos y sobretodo de alegría; de que cumplir la voluntad de Dios era lo que le ha movido y lo que le mueve; y de que se puede ¡se puede seguir a Cristo con alegría, sin cansarse y sin desfallecer!Fue un enorme privilegio para mí, que ahora estoy en los primeros pasos de la vocación al sacerdocio, disfrutar del testimonio de alegría de Mariano, que ha fortalecido enormemente mi sí al Señor y la respuesta que le estoy dando en el seminario. Ha acrecentado enormemente el deseo de permanecer fiel a la voluntad del Padre y de ponerme a trabajar como él lo ha hecho para el Movimiento de Cursillos de Cristiandad.Gracias Señor por la vida entregada de Mariano y por la oportunidad de ver tu rostro en el suyo. ¡De Colores!

Gonzalo Arroyo, Seminarista - Poder compartir un café con Mariano, gran amigo y mejor sacerdote, es algo tan sencillo y al

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alcance, que al salir, me pregunté: “¿por qué no lo hacemos más veces, al menos un par al año?Es impresionante hablar con un sacerdote que lleva ordenado 56 años y que su deseo es dedicarse a la Eucaristía y a la Confesión, “los Sacramentos-estrella” ¡para vivir encendido por el fuego del Espíritu Santo!Es admirable su espíritu de sacrificio, su capacidad de liderazgo, a fin de cuentas ese “no cansarse de cansarse”. Podría poner muchos ejemplos: las Pascuas de jóvenes, las de familias, preparar cursillos… y todo ello con la salud bastante tocada... es increíble la fuerza que le da el Señor.Pues eso es lo que yo, seminarista de segundo, le pido a Jesucristo: perseverar en los sacramentos, en la oración y serle fiel... ¡con su Gracia! ¡Amén! ¡De Colores!

Javier Jiménez Cerro, Seminarista - Antes que nada, quisiera dar las gracias a las personas que han hecho posible esta iniciativa, que no es otra cosa que una gracia del Señor, porque sirve para conocernos y amarnos más; aprender de las personas que están siguiendo

desde antes al Señor, y así, por su testimonio de vida, e n a m o r a r n o s también nosotros de Cristo y de su Iglesia. Dar gracias también a Mariano, por su vida entregada y dejarse hacer cont inuamente por el Señor. Por lo tanto gracias sobre todo a Él porque ha muerto y resucitado por nosotros, y todo lo que tenemos en nuestra vida es

don. Esto es lo que vi en el brillo de los ojos de Mariano, que contagiaba el deseo de querer poseerlo también; el tesoro escondido, que él ya desde pequeño había encontrado y por el que ha vendido todo lo que tiene, entregando su vida. En Mariano uno se da cuenta de cómo ha de ser la vida del sacerdote, del sacerdote verdaderamente enamorado de Jesucristo, que es entregando su vida por los demás. Eso es lo que más destaco de Mariano y lo que más quiero acoger yo en mi vida: que todo lo hace por amor al prójimo siendo fiel al mandamiento del amor que nos da Jesucristo: “amaos los unos a los otros como yo os he amado.” Y eso es posible, por el encuentro con Jesucristo vivo, con el amor que nos renueva y nos hace ser hombres nuevos, este amor que no es otro, que el que presentamos en el Cursillo. De ahí toda su entrega a su formación, para configurarse con Cristo y vivir por entero al servicio de los demás, especialmente de los más necesitados, como los ciegos y los jóvenes. Destacaba esa alegría de vivir para los demás. Y yo quiero eso, porque estoy seguro que de ahí brota la felicidad del sacerdocio. Es precioso conocer todo el recorrido de una vida entregada por amor, del deseo de ser santo y apóstol, incluso con sus tropiezos y caídas.Éstos, reflejan que la confianza no la tiene puesta en sus propias fuerzas o capacidades, sino en la fidelidad y en la gracia de Jesucristo, que nunca falla y siempre va a estar ahí, deseando darnos la vida eterna. Salí de su casa más enamorado de Jesús, de la Iglesia, del Movimiento de Cursillos y del Sacerdocio; no pudiendo mas que dar gracias a Dios por Mariano y por la vocación a la que me llama. ¡De Colores!

Después de éstos testimonios, sólo podemos decirle a Mariano que te queremos, que damos Gracias a Dios por tu ministerio y tu entrega a la Comunidad y a cada uno de nosotros. También damos Gracias a Dios por nuestros seminaristas y su testimonio de entrega al querer una vida por y para Jesucristo.

CAFÉ CON...Área de Mayores

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ANIVERSARIOS ULTREYAS

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ANIVERSARIOS ULTREYAS

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TESTIMONIO Cursillo MixtoMaría Mejías

toda la Comunidad de Cursillos de Cristiandad: Me llamo María y acabo de iniciar mi cuarto día de cursillos. Ayer di mi testimonio delante de algunos de vosotros porque me sentía muy agradecida por todos estos días y por todas las oraciones que, aun sin conocerme, habéis hecho por mí.A

Me ha pasado algo maravilloso y creo que lo menos que puedo hacer es compartirlo con vosotros, aunque supongo que no os sorprenderá tanto como a mí, pues vosotros lleváis ya algún tiempo al lado de Dios.Empezaré por el principio. Veréis, en estos días de cursillo se ha mencionado varias veces que las casualidades no existen, y yo en mi interior pensaba: “pues yo creo que si existen”. Bien, pues ayer, cuando nos despedimos todos e iba en mi coche a casa, estuve pensando que no había sabido expresar uno de los regalos más grandes que yo me había llevado de esta experiencia. Os hablé un poco de mi madre, y ahora os voy a poner de nuevo en situación para los que no pudisteis estar. Mi madre es la persona que me lo ha enseñado casi todo, que me ha ayudado a crecer como persona. Con su ejemplo, me ha enseñado a ser comprensiva, generosa, responsable,…, y mil cosas más que podría estar enumerando y que me ocuparían varias páginas. Pues bien, la vida de mi madre fue siempre de entrega a los demás, ya que tuvo que cuidar de 4 personas mayores desde muy joven. Mi abuela, su madre, sufrió una embolia y quedó en una silla de ruedas e inválida cuando mi madre tenía unos 17 años. Ella tuvo que dejar de estudiar y empezar a ocuparse de todo y de todos. En mi casa éramos en total 9 personas, y ella, además de cuidar de las personas mayores, tenía 3 hijos y una tienda. Se pasó la vida cuidando de todos y siempre estaba con una sonrisa en la cara, nos trataba a todos con una dulzura que no os podéis imaginar. Bien, pues además de todo esto siempre estaba dispuesta a ayudar, y muy involucrada en la parroquia, donde se ocupaba de acompañar a enfermos y personas mayores, y también

de dar catequesis a niños. Yo no entendía por qué razón prefería ayudar a los demás en vez de darse unos minutos de respiro, que bien merecidos los tenía.Cuando yo tenía 21 años, mi familia se había reducido a 5 personas: mis hermanos, mi padre, mi madre y yo. En aquel momento pensé: “por fin mi madre podrá disfrutar un poco de la vida”. Pues bien, en ese año, enfermó, y un año después murió. Yo estaba muy enfadada con Dios, pues no entendía cómo una persona que había sido tan servicial

durante toda su vida, cuando por fin

le llegaba el momento de disfrutar de su

Yo en mi interior pensaba: pues yo creo que si existen

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marido y de sus hijos, tenía que morirse. Y no entendí nunca cómo era posible que ella siempre estuviera feliz; siempre pensé que era una fachada que ella ponía para que nosotros no la viéramos triste.Bien, pues este cursillo me ha hecho ver la mayor enseñanza que mi madre me quiso transmitir y que yo nunca pude aprender: “que ella era realmente feliz, porque sabía que tenía A Dios detrás, animándola, apoyándola, siendo su amigo”. Quise contaros esto pero no fui capaz de expresarlo.Pues bien, ahora empieza la cadena de “casualidades”. Esta mañana he recibido una llamada de mi compañía de teléfono, que me ofrecía una oferta para un móvil que tengo para el trabajo. Bien, pues he ido a buscar el teléfono que, como ahora no trabajo, lo tengo guardado en su caja, en un mueble del salón de mi casa. He abierto la puerta, y justo debajo de la caja del teléfono había un libro. Lo he cogido para ver que era. Tenéis que saber antes de seguir que soy yo la que hace la limpieza general de mi casa, y no había prestado nunca antes atención a este libro. Pues bien, lo he abierto y resulta que es el misal que mi madre tenía cuando era joven. He alucinado, claro, y ha sido mi primer “¡qué casualidad!”. Lo he abierto y he visto que dentro tenía unas cartas y algunas postales y las he estado leyendo. Son unas cartas de amistad entre mi

madre y una monja, donde se puede ver la gran amistad y complicidad que entre ellas existía. Me han recordado muchísimo a todo lo que hemos estado descubriendo estos días y me han mostrado la relación que mi madre tenía con Dios y con la Iglesia. He tenido la sensación de que Dios me estaba dando una prueba física de la vida cristiana en que mi madre vivió, esa vida que ella me quiso mostrar mediante su ejemplo. De nuevo he pensado “¡qué casualidad! Y ya van dos.”Bien, pues no me digáis cómo ni por qué, en ese momento he decidido ir a leer el evangelio de hoy, que

dice:Evangelio según San Lucas 5,17-26. Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. Al ver su fe, Jesús le dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: “¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: “¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: ‘Tus pecados están perdonados’, o ‘Levántate y camina’? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa”. Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: “Hoy hemos visto cosas maravillosas”.Como ya os imaginareis, he vuelto a pensar: “¿Otra casualidad? No, en una casualidad sí creo, pero en 3 seguidas no”. No sé cuál es el siguiente paso, pero ahora tengo claro que Dios me ha hecho un regalo muy grande y que yo voy a intentar no fallarle. Os pido que sigáis rezando por mí, para que el señor me ilumine. Espero también que esta carta sea para vosotros un testimonio de gratitud hacia vosotros de una persona que acaba de descubrir realmente a Dios gracias a toda vuestra oración, a vuestros testimonios, vuestras cartas,…, en resumen, a que Dios me quiere.¡¡De colores!!

TESTIMONIO Cursillo MixtoMaría Mejías

Ella era realmente feliz, porque sabía que tenía A Dios detrás,

animándola, apoyándola, siendo su amigo

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TESTIMONIO Convivencia de DirigentesMario Guimerans

os días 17 y 18 de noviembre se celebró en la casa de espiritualidad de Verbum Dei en Loeches la Convivencia de inicio de curso Dirigentes. La acogida por parte de las misioneras de Verbum Dei (representadas en Gabriela) fue cariñosísima poniéndose en todo momento a nuestra disposición. L

Nos recordaron que su fundador Don Jaime Bonet era un joven sacerdote de Cursillos en Mallorca, muy vin-culado a Monseñor Hervás, quien le nombró Director del Monasterio de Santa Lucía, sede de los Cursillos de Cristiandad.Los rollos versaron sobre el decreto APOSTOLICAM AC-TUOSITATEM del Concilio Vaticano II, de cuya celebra-ción se cumple este año el 50 aniversario. Como desta-caron los rollistas (María Pérez Turbidí, Santi Jiménez y María Diufain) sin duda alguna parecía que el decreto estaba escrito para nosotros, para nuestra misión en la Iglesia, el apostolado. La pasión y la profundidad de los rollistas nos hicieron vivir un nuevo impulso para este curso que se está iniciando y fueron una adhesión incondicional a la Escuela como motor del Movimiento en Madrid.La dirección espiritual de la convivencia a cargo de nues-tro Consiliario, Pedro Pérez, y la compañía de muchos de nuestros sacerdotes, nos hicieron profundizar en la oración, el sacramento de la reconciliación y en la cer-canía de un Dios que nos ama a cada uno como somos.

Especialmente la adoración del Santísimo fue un mo-mento de una intensidad y emoción que nos llegó muy dentro y nos llenó de fuerza para el compromiso.Las decurias tuvieron mucho tiempo para trabajar y conversar sobre los rollos, lo que posibilitó uno de los objetivos de los dos días que era convivir, contando además con un numeroso grupo de jóvenes compro-metidos que como dirigentes hicieron la convivencia mucho más profunda, “musical” y alegre.Somos unos privilegiados por el Señor, por eso sería imperdonable malbaratar ese privilegio que Él nos ha dado como Dirigentes del Movimiento de Cursillos en Madrid. Nuestro compromiso es acudir este año a las Escuelas (Catecumenado, Metodología y Dirigentes) para crecer en el amor a Dios, a la Iglesia y al Movi-miento de Cursillos.Gracias a todos los que habéis participado y colabora-do en la organización de la Convivencia porque siem-pre que el Señor os llama, estáis ahí.

DE COLORES

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Una idea que encuadra perfectamente con la Nueva Evangelización a la que nos está llamando el Papa. De forma parecida a como San Pablo hablaba con los paganos y creyentes de su tiempo en el Ágora, Internet es hoy un foro ideal para mostrar al Señor a quienes aún no lo conocen. Y es que en la Red se puede presentar a Jesucristo con naturalidad, como el que habla sobre fútbol o sobre las novedades del último teléfono móvil. Como han señalado algunos periodistas recientemente, nunca ha sido tan fácil llegar a tanta gente de forma tan rápida. Basta navegar por la Red para comprobar que hay contenidos para todos los gustos. Uno encuentra sitios claramente cristianos, donde los fieles se acercan a “cargar las pilas” con oraciones, música, o vídeos que narran, por ejemplo, historias de conversión al Cristianismo. Pero también existe todo lo contrario, y ambas realidades compiten en igualdad de

condiciones. ¿Qué hará entonces que la

balanza se incline en la buena dirección?, pues –una vez más- el testimonio y la actitud de los cristianos, difundiendo el aroma de Cristo allá donde nos movamos. Para un católico es muy sencillo navegar por espacios virtuales en los que solamente hay católicos que emiten felicitaciones, marcan un “me gusta” y escriben comentarios amables. Bien, pero también podemos de ser capaces de explicar nuestro sentido cristiano de la vida, con la naturalidad y frescura de la propia experiencia, en aquellos foros quizás más alejados de Cristo. Y esto no es únicamente para los jóvenes. Allá donde entremos en Internet, sea una red social o cualquier web, como usuarios que somos tenemos la facultad de premiar o castigar aquello que consideremos. ¿Por qué no aprovechar esto para animar a quienes cuelguen

contenido positivo, aunque no sea m a r c a d a m e n t e

cristiano? ¿por qué no

colgar en n u e s t r o muro de

Facebook, en el canal de Youtube,

en el perfil de Twitter alguno de los simpáticos

vídeos que pululan por la Red invitando a darle otro sentido a la vida? ¿por qué no explicar con gracia -por ejemplo- que he decidido comprar tal producto después de ver los valores que muestra en su publicidad? Continuamente salen a la luz testimonios de personas

que han decidido entregarse a Dios, convertirse, hacer un Cursillo, cambiar de vida… después de

haber leído un texto en una web, un vídeo que le reenvió un amigo, etc. Quizás el Espíritu Santo se

sirva de algún “me gusta” nuestro para llegar a nuevos corazones.

omo se dio a conocer recientemente, Benedicto XVI ha convocado una Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales para el próximo 24 de enero, en Roma. Bajo el lema “Redes So-ciales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización”, la Iglesia busca mostrar la importancia que tienen estas herramientas a la hora de dar a conocer a Jesucristo.C

COMUNICACIÓN Proa

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CRITICA DE LIBRO

sta nueva y esperada obra de Benedicto XVI trata sobre el origen, la infancia y la juventud de Jesús, y reviste una gran importancia desde el punto de vista teológico e histórico. En sus páginas

se analizan temas capitales del catolicismo como la Anunciación de María, el Nacimiento de Jesús, la visita de los Reyes Magos o la pobreza del lugar del nacimiento.La infancia de Jesús completa los dos volúmenes precedentes escritos por Benedicto XVI — Jesús de Nazaret. Del Bautismo a la Transfiguración (2007) y Jesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección (2011)—, por lo que en este caso supone la antesala de los dos libros anteriores sobre la vida, la muerte y la resurrección de Cristo.

«Finalmente puedo entregar a las manos de los lectores el libro prometido desde hace largo tiempo sobre los relatos de la infancia de Jesús. No se trata de un tercer volumen sino algo así como una antesala a los dos volúmenes precedentes sobre la figura y el mensaje de Jesús de Nazaret.» JOSEPH RATZINGER

Benedicto XVI Nació el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, Baviera, Alemania. Ordenado sacerdote en 1951, en 1977 fue elegido cardenal y nombrado arzobispo de Múnich y Freising. En 1981 Juan Pablo II lo designó Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El 19 de abril de 2005 fue elegido Papa, tomando el nombre de Benedicto XVI. En 2006 publicó su primera encíclica, Deus caritas est. Su obra teológica y pastoral incluye más de seiscientos artículos y un centenar de libros, traducidos a todos los idiomas.

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Titulo La infancia de Jesús

Autor Benedicto XVI

Editorial Planeta

Nº de páginas 144

Precio 17 €

CRITICA DE CINE

ilmar El molino y la cruz le supuso a Lech Majewski cuatro años de investigación, paciencia e imaginación, en los que el director tuvo que

entender cómo Brueghel había logrado combinar en una misma imagen siete perspectivas diferentes y reproducir, en función de pigmentos orgánicos, los mismos colores y tonalidadesde la pintura medieval.El camino al calvario, la pintura del belga Pieter Bruegel, desmenuza la historia de La pasión de Cristo en la región de Flandes bajo la brutal ocupación española de 1564. De entre las más de cien figuras que completan el lienzo de Bruegel, el film hace

foco en la vida de algunos de estos personajes, entrelazando un paisaje popular que mezcla a gente de pueblo con jinetes de capa roja. El molino y la cruz invita al espectador a reconstruir, a partir de dibujos previos de Bruegel, el significado profundo de las escenas.Siguiendo los dibujos del pintor, se puede apreciar una historia de coraje, rebeldía, sacrificio y como un detective en un camino de pistas, encontrar el lenguaje de los símbolos.

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