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Poder JudicialDra.AL8'" y8ECR T
Santa Fe,)O de junio de 2015
y VISTA: La causa individualizada con la CUIJ N° 21-07003569-0
"HABEAS CORPUS interpuesto por los Dres. Mario J. Guedes y Sebastián
Moleón en favor de BARRERA, Juan Horacio y FERREYRA, Leandro Ariel
si apelación decreto que desestima hábeas corpus" de la que,
RESULTA: Que el Defensor Regional de la Primera Circunscripción
Judicial Dr. Sebastián Amadeo, y los Defensores Públicos del Servicio
Público Provincial de Defensa Penal, Dres. Sebastián Moleón y Mario
Guedes, deducen recurso de apelación contra el decreto dictado por el Señor
Juez del Colegio de Jueces de Primera Instancia - Distrito Judicial N° 1, Dr.
Nicolás Falkenberg en fecha 20 de Febrero de 2015 por el cual provee que;
"Atento a lo informado precedentemente, siendo que al momento de
plantearse la acción de hábeas corpus, las personas en cuyo favor se interpuso
la misma ya habían recuperado su libertad, desestimese in límine el mismo por
haber devenido abstracta la pretensión. Sin perjuicio de ello, hágase saber al
MPA a los fines que pudieran corresponder".
Que se elevó la causa ante esta Alzada, integrándose el Tribunal con los
Dres. Jaquelina Balangione, Roberto Prieu Mántaras y el suscrito,
admitiéndose el recurso de apelación en fecha 06 de abril de 2015 Y fijándose
la audiencia prevista por el artículo 401 del Código Procesal Penal, la cual fue
celebrada el día 18 de mayo de 2015 a las II;OOhs.
Que, la Defensa Pública, representada por el Señor Defensor Regional,
en su carácter de postulante del habeas corpus rechazado in limine, expuso los
errores de la providencia impugnada en su escrito de interposición del recurso,
argumentos que reiteró en la audiencia prevista por el artículo 401 del Código
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Procesal Penal. En concreto señaló los antecedentes del caso, indicando que
formuló habeas corpus por dos personas que fueron detenidas con justificación
en la norma del artículo 10 bis de la denominada ley Orgánica de la Policía de
la Provincia (n° 7395) -aparentemente, y según información telefónica, por no
poseer alguna documentación de un vehiculo- y que el a-quo rechazó -sin
trámite alguno- la presentación en una providencia que fue precedida de una
avergüación telefónica realizada por Secretaria de la Oficina de Gestión
Judicial donde la autoridad policial que habria procedido a la detención
informó que los mencionados ya habían recuperado su libertad. Dice la
Defensa que esa providencia es infundada. Que, con tal proceder se incumplió
con la norma del articulo 376 del Código Procesal Penal no pudiéndose
verificar si se dieron las condiciones previstas legalmente para ordenar dicha
detención. Consecuencia de tal proceder (la omisión de requerir los informes
correspondientes), además de la falta de control sobre la legalidad de la
detención, no se pudo formalizar el control de otras condiciones exigidas en
las Convenciones vigentes con nivel constitucional. Explica en detalle la
omisión en verificar, entre otras, el tiempo de la detención, motivos,
alojamiento, si, durante la detención, el retenido sufrió o no trato cruel o
desmedido. Todo ello supone la violación de importantes principios
protectorios consagrados como Derechos Humanos que se encuentran vigentes
y que desarrolla -con citas de toda Índole- en extenso. Incluye, como defecto,
que, al abortarse desde el inicio el análisis de todos esos aspectos, no se
permite a la Defensa Pública cumplir con la función establecida en los
articulos 13 inciso 3., 16 inciso 2. y concordantes de la ley 13.014. Por otro
lado, entiende errónea la decisión en cuanto estima abstracta la cuestión por
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haber recuperado la libertad los detenidos. Sobre tal aspecto, citó opiniones
doctrinarias que aluden a la dificultad que cuestiones tan importantes referidas
a Derechos Humanos, queden sustraídas a las decisiones judiciales por la
rapidez en que se produce el desenlace de las situaciones que generan la
intervención judicial. Finalmente, señala la inconstitucionalidad de la facultad
policial para realizar la detención en los términos del artículo 10 bis de la ley
Orgánica de Policia ya citada, aludiendo a distintos pnncipIOs
constitucionales, dictámenes e infonnes del Comité de Derechos Humanos
(órgano creado por el Pacto Interamericano de Derechos Civiles y Políticos),
fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Pide, en definitiva, la
revocación de la decisión impugnada, se corra traslado al Fiscal para que
analice la conducta funcional, se declare la inconstitucionalidad del citado
artículo 10 bis y hace reservas de recursos.-A su turno, el Representante del Ministerio Público de la Acusación
sostiene la providencia impugnada, solicitando su confinnación. En primer
ténnino cuestiona la legitimación de la Defensa Pública para actuar en el
proceso, desde que los afectados nunca designaron abogado defensor. En
segundo lugar, sostiene que el Defensor Regional no posee facultades legales
para ejercer la defensa en este caso. Continúa sosteniendo que la pretensión no
es la defensa del interés de los afectados, justamente por que los mismos no
han realizado reclamo alguno sino que se trata de encubrir, en realidad, el
embate contra una facultad de la policia, tratando de modificar una política de
estado, que la Defensa Pública no conoció los motivos de la detención por la
sencilla razón que no acudió al lugar, en el momento oportuno, y podría haber
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verificado esos extremos. Resulta un incumplimiento de sus funciones,
porque, además, no hubo preocupación de ubicar a las personas afectadas ni
tampoco se dedicó a controlar el lugar de detención. Sostiene que tampoco
hay agravios pues los mencionados ya habían recuperado su libertad. Que, en
todo caso, si fueron detenidos porque no exhibieron documentación del
vehiculo que utilizaban, se dan las condiciones previstas en el articulo 10 bis
citado. Solicita, en definitiva, se rechace al recurso y se confirme la
resolución ..-
El Señor Defensor Regional replica remitiéndose a la normativa legal y
constitucional para indicar que no se exige poder o designación alguna para
plantear un habeas corpus, y respecto a sus facultades, se encuentran previstas
en el artículo 28 de la ley 13.014, incluyendo la capacidad del ejercicio de la
Defensa. Por 10 demás, niega afirmaciones del Señor Fiscal.-
Que, finalizada la audiencia prevista por el articulo 401 del Código
Procesal Penal, la cuestión ha quedado en estado de ser resuelta; y,
CONSIDERANDO: Que cuestión similar a la que se plantea en esta
causa ya ha sido resuelta en otro pronunciamiento de este Colegio de Cámara
de Apelación- carpeta judicial "Habeas Corpus interpuesto por el Dr. Matías
Spadaro en favor de REYNA, Luis Miguel; ROBLES, Daniel Osvaldo
Enrique; LUDUEÑA, Jairo; ESCOBEDO, Facundo Ignacio y ROMANO,
Gustavo Ricardo si apelación decreto que desestima Hábeas Corpus y planteo
de inconstitucionalidad arto 10 bis Ley 7395", individualizada con la CUIJ 21-
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07003637-9- Resolución W 349, po 492/502, Protocolo de Autos y
Resoluciones N° 5 de fecha 03-06-2015 (Dres. Feijoó, Creus y Burtnik).-,
criterio que se comparte, por lo que habrá de reiterarse en esta causa.
Que, de conformidad como han sido planteadas las cuestiones del caso
corresponde hacer una aclaración necesaria. En efecto, la Defensa Pública
interpuso una acción o recurso (el nomenjuris es ahora irrelevante) a raiz de la
detención de Juan Horacio Barrera y Leonardo Ariel Ferreyra por funcionarios
del Comando Radioeléctrico de la ciudad de San Carlos Centro, dependientes
de laUnidad Regional XI de la Policia de la Provincia de Santa Fe. Se alude
que se tomó conocimiento por vía telefónica y que se habría informado que las
referidas personas fueron demorados al no poder acreditar la titularidad de un
vehículo en el que se transportaban, razón por la cual se los demoró en los
términos del artículo 10 bis de la ley 7395 (y sus modificatorias).-
El a-quo, previo a todo trámite, ordenó se requieran informes -también-
por vía telefónica a la autoridad policial mencionada (cff. providencia de fecha
20 de febrero de 2015), practicándose la diligencia a renglón seguido e
informándose que hubo una comunicación por esa vía con distintos
funcionarios policiales quienes informaron que las personas individualizadas
en el escrito de habeas corpus habían ya recuperado su libertad.-
Tal informe mereció el dictado del decreto de la misma fecha donde -en
lo pertinente- el a-qua desestima in limine la acción por considerar que, según
el informe mencionado, al haber recuperado la libertad los afectados, la
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presentación devino abstracta.-
l. Según los antecedentes descriptos es posible afinnar que el modo en
que se ha actuado altera el procedimiento establecido en el Código Procesal
Penal ley 12.734.-
El único supuesto en que se autoriza a desestimar o rechazar la denuncia
se encuentra previsto en el articulo 375 del Código Procesal Penal y consiste
en que los hechos relatados no sean alguno de los enunciados en el articulo
370 del mismo digesto, nonna que, interpretada con la prohibición establecida
en el articulo 374 (prohibición de rechazar el habeas corpus por defectos
fonnales), no puede ser interpretado de otra manera que en un amplio sentido.
Es decir, resulta procedente la acción cada vez que exista una privación de
libertad en ténninos generales, cuyas caracteristicas la hagan sospechable de
ilicita, u oculta, o practicada al margen de las previsiones legales, incluyendo
también cualquier posibilidad de amenaza futura de tal privación o el
agravamiento de una privación de libertad licita en curso.-
Por otro lado, tal como se verá más adelante, las Convenciones con
rango constitucional (articulo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional)
establecen este mecanismo procesal, o uno de similares características, con
amplitud notable en el sentido de abarcar cualquier privación de libertad, sea
de la naturaleza que fuera, y con la finalidad evidente de hacer cesar, evitar o
declarar la posible existencia de un abuso del Estado (ver artículos 7.6. y 25.1.
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre otros). En
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concreto, según la Convención, sólo resulta exigencia de procedibilidad, la
existencia de una privación de libertad cuya adecuación a los requisitos
Convencionales merezca analizarse.-
En consecuencia, el trámite resulta ineludible, al menos, en el
cumplimiento de los informes que se exigen en el artÍCulo 376 del Código
Procesal Penal, lo cual supone un informe circunstanciado sobre la detención
que deberia practicar el Estado por medio de los funcionarios que aparecieran
vinculados a la privación de libertad. Por circunstanciado no podria
interpretarse de otro modo que la mención de la autoridad que ordenó la
detención, fecha, hora, lugar, alojamiento; fecha, hora y lugar de la
recuperación de la libertad y, obviamente, las razones materiales y legales que
justificaban la detención.-
Claramente, el informe telefónico requerido no cumple ninguno de esos
requisitos y, por tanto, no resulta suficiente para fundar una decisión que
implique la inadmisibilidad del habeas corpus.-
En este aspecto, la providencia recurrida luce infundada en los términos
del articulo 95 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe y los artículos
140 del Código Procesal Penal y 9 de la ley 13.018, e implica un apartamiento
de las expresas disposiciones de la ley.-
2. En un segundo argumento, que también se vincula con el primero, el
a-quo rechazó in Iimine la acción de habeas corpus sosteniendo que, como se
informó telefónicamente, los detenidos habian recuperado la libertad y ello,
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según el razonamiento impugnado, implica que la presentación es abstracta
(cfr. providencia del 27 de febrero de 2015).-
Sobre el particular, son vanas las aristas Convencionales,
Constitucionales y legales que deben analizarse.-
Respecto de la primera, cabe preguntarse si el sistema protectivo de
Derechos Humanos que rige con nivel normativo constitucional establece
mecanismos de control sobre detenciones y si, esos mecanismos, superan las
tradicionales categorías de habeas corpus correctivo o preventivo, alcanzando
también privaciones de libertad que han cesado.-
Desde un principio debe aclararse que la libertad individual es uno de
los Derechos Humanos primordiales y sujetos a protección, afirmación que
parece obvia pero que resulta el punto de partida ineludible.-
Respecto del alcance del Derecho a la libertad individual y la regulación
de garantías, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido:
"Más aún, para la Corte si bien este derecho puede ejercerse de múltiples
formas, lo que en definitiva regula la Convención en este articulo "son los
límites o restricciones que el Estado puede realizar. Es así como se explica
que la forma en que la legislación interna afecta al derecho a la libertad es
característicamente negativa, cuando permite que se prive o restrinja la
libertad. Siendo, por ello, la libertad siempre la regla y la limitación o
restricción siempre la excepción" a este derecho. En términos generales,
cualquier privación de libertad, sea por la supuesta comisión de un delito o
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por cualquier otro motivo, debe ser realizada con estricto cumplimiento de
una serie de garantías que aseguren la protección de este derecho
fundamental de las personas. De esta manera, cualquier violación de los
numerales 2 al 7 del artículo 7 de la Convención acarreará necesariamente la
violación del articulo 7.1 de la misma, puesto que la falta de respeto a las
garantias de la persona privada de la libertad desemboca, en suma, en la
falta de protección del propio derecho a la libertad de esa persona.,. "
(Chaparro Álvarez, párr. 53.Ver también Yvon Neptune, párr. 90.).
Específicamente, el resguardo alcanza a toda privación de libertad, se la llame
detencíón, aprensión, demora, etc.; y provenga esta de cualquier estamento del
Estado, aún en casos de conductas estatales meramente administrativas.-
Las convencíones establecen, dada la importancía del derecho a la
libertad individual, una especial consideracíón pues reglamentan mecanismos
específicos para su resguardo en normas que bien podrían considerarse de tipo
procesal, más propias de la legislación interna. Así, a título ejemplificativo, se
observan los artículos 25 de la Declaración Americana de Derechos Humanos,
9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos, 7.6. Y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.-
Sintéticamente, y a pesar de ciertos matices, todas las Convenciones
mencionadas establecen que cualquier persona privada de su libertad (y aqui
no interesa por qué causa ni la naturaleza jurídica de esa limitación) tiene
derecho a que, sin demora o inmediatamente (según la redacción de cada
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Convención), un Juez revise la legalidad de esa detención.-
No parece propio de esta decisión desarrollar la jurisprudencia o
dictámenes de órganos internacionales que, a la luz de los fallos de nuestra
Corte Suprema de Justicia de la Nación, resultan de consulta o guia ineludible
para la interpretación de la ley interna o para la resolución de las cuestiones
judiciables (CSJN, fallos 326: 3268 "Hagelin"; 328:2056 "Simón"; 330:3248
"Mazzeo", entre otros innumerables). Sin embargo, basta con establecer
pautas reconocidas invariablemente.-
Así, es jurisprudencia estable de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, que "..nadie puede verse privado de la libertad personal sino por
causas, casos o circunstancias expresamente tipificadas en la ley (aspecto
materia!), pero además, con estricta sujeción a los procedimientos
objetivamente definidos por la misma (aspecto formal)." (Gangaram Panday,
párr. 47. Igualmente, en Caso Cesti Hurtado Vs. Perú. Sentencia de 29 de
septiembre de 1999. Serie C No. 56, párr. 140; "Niños de la Calle", párr. 131;
Caso Durand y Ugarte Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000.
Serie e No. 68, párr. 85; Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Fondo. Sentenciade 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69, párr. 69; Bámaca Velásquez, párr.
139; Juan Humberto Sánchez, párr. 78; Maritza Urrutia, párr. 65; Hermanos
Gómez Paquiyauri, párr. 83; "Instituto de Reeducación del Menor", párr. 224;
Tibi, párr. 98; Acosta Calderón, párr. 57; Caso Palamara Iribarne Vs. Chile.).-
Sobre el artículo 7.2. de la Convención Americana sobre Derechos
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humanos (nadie puede ser privado de su libertad sino en las condiciones que
establezcan las Constituciones de los Estados y las leyes dictadas conforme a
ellas), se ha sostenido que la norma "...reconoce la garantía primaria del
derecho a la libertad física: la reserva de ley, según la cual, únicamente a
través de una ley puede afectarse el derecho a la libertad personal"
(Chaparro Álvarez, párr. 56. Ver también Yvon Neptune, párr. 96.), y que,
"...La reserva de ley debe forzosamente ir acompañada del principio de
tipicidad, que obliga a los Estados a establecer, tan concretamente como sea
posible y "de antemano ", las "causas" y "condiciones" de la privación de la
libertad física. De este modo, el artículo 7.2 de la Convención remite
automáticamente a la normativa interna. Por ello, cualquier requisito
establecido en la ley nacional que no sea cumplido al privar a una persona de
su libertad, generará que tal privación sea ilegal y contraria a la Convención
Americana .. " (Chaparro Álvarez, párr. 57. Ver también Yvon Neptune, párr.
96. En el mismo sentido 8ayarri, párr. 54.)
En consecuencia, en lo que respecta a detenciones o cualquier privación
de la libertad, ilegalidad se confunde e identifica con inconstitucionalidad y
lesión (o no) a los Derechos Humanos previstos en los instrumentos
internacionales del artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional.-
El remedio, como se sostuvo previamente, está establecido también en
esos instrumentos que elevan a la categoría de garantía, un recurso o
intervención judicial de control sobre esa legalidad, convencionalidad o
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constitucionalidad. Ese recurso debe ser sencillo, eficaz, oportuno y tiene
como única finalidad establecer si se reúnen o no aquellas condiciones
materiales y formales que autorizan la detención en cada derecho interno de
los Estados signatarios.-
El sólo hecho que la revisión judicial en este caso haya llegado tarde
(después que la detención cesó), implica de por si el incumplimiento de la
oportunidad y la efectividad pues no ha servido para controlar la legalidad de
esta detención (luego se volverá sobre el particular).-
Pero lo que resulta más relevante a la cuestión es establecer que, según
el máximo órgano de interpretación de las Convenciones, el habeas corpus,
como instrumento procesal adecuado a la revisión de la legalidad de toda
detención según, por ejemplo, los articulas 7.6. Y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, además de un sentido individual
(determinar si la persona detenida sufrió la violación de su derecho a la
libertad) posee una dimensión o efecto colectivo.-
En efecto, no sólo se establece un recurso sencillo y rápido ante la
autoridad judicial para amparar contra actos que violen derechos
fundamentales (y como vimos, toda detención puede serlo en la medida que
no se cumplan los requisitos formales y materiales para su imposición según la
legislación interna -según el articulo 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos-, o a la de recurrir ante un tribunal competente para que se
decida sobre la legalidad de cualquier arresto o detención -articulo 7.6. de la
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mIsma Convención- para lograr la libertad si es que se Juzga su privación
como ilegal o arbitraria), sino también para establecer la verificación de tratos
crueles, controlar si, durante esa detención -que bien pudo haber sido legal-,
estuvo alojado en un lugar adecuado, si tuvo derecho -o pudo ejercerlo- de
comunicar inmediatamente a sus allegados, etc. (todas condiciones materiales
legisladas en el citado articulo 10 bis).-
También se ha sostenido que el control judicial de toda detención posee
un efecto preventivo, no ya para el individuo afectado, sino para el análisis de
la posibilidad que existan estrategias masivas de uso arbitrario de facultades
legales. Tal finalidad, trasciende el caso individual y proyecta efectos que
superan la concreta detención en cuestionamiento.-
En este sentido, y a solo titulo ejemplificativo, la Corte lnteramericana
ha dicho que " ...el hábeas corpus tiene como finalidad, no solamente
garantizar la libertad y la integridad personales, sino también prevenir la
desaparición o indeterminación del lugar de detención y, en última instancia,
asegurar el derecho a la vida ... "( Caso "Castillo Páez", párr. 83.).-
En conclusión, en este primer aspecto, aún cuando los afectados hayan
recuperado su libertad -luego de la detención dispuesta por orden policial- la
averigüación sobre si las condiciones requeridas por la ley interna resultaban
concurrentes en el caso, mantiene su actualidad en orden a establecer
eventuales efectos indirectos respecto de su ejecución o el funcionamiento del
sistema mismo.-
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En segundo lugar, la cuestión no se agota en la consideración exclusiva
de la detención sino que también corresponde analizar la violación de otra
garantía Convencional inmediatamente conectada con el caso y que consiste
en determinar si el Estado garantizó o no una revisión judicial oportuna y
sencilla. Verificación que no puede realizarse sino de manera "ex post".-
Tomando en consideración una interpretación correcta del sistema de
Derechos Humanos de las Convenciones, recordando, por otro lado, que "El
procedimiento penal rigen todas las garantias y derechos consagrados en la
Constitución de la Nación Argentina, en los tratados internacionales con
idéntica jerarquia y en la Constitución de la Provincia" (artículo l segundo
párrafo del Código Procesal Penal ley 12.734 l; y siendo que: "Dichas
disposiciones son de aplicación directa y prevalecen sobre cualquier otra de
inferior jerarquia normativa informando toda interpretación de las leyes y
criterios para la validez de los actos del procedimiento penal" (artículo l
citado l, no puede sino concluirse de un modo amplio, favorecedor del control
jurisdiccional de toda detención, en especial una que es dispuesta por fuera del
sistema judícial, por funcionarios policiales, en condiciones de difícil
verificación.-
3. En otro aspecto, pero referido al mismo fundamento, cabe analizar la
condíción de "cuestión abstracta" desde el punto de vista del ejercicio de la
jurisdicción.-
En este sentido es pacífica la interpretación conocida, que, en los
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términos del artículo 116 de la Constitución Nacional, se reclama como
exigencia esencial a los efectos de habilitar el ejercicio de la jurisdicción, la
existencia de un "caso" o "causa". Lo contrario, implica que el asunto
sometido a la decisión del Poder Judicial, es abstracto. Es decir, cuando se
prescinde de toda referencia a intereses, derechos, bienes, etc., de alguien en
particular o de un colectivo de personas que -aún indeterminados- resulten
determinables.-
Por otro lado, podria sostenerse que el control judícial de
constitucionalidad previsto en nuestro sistema institucional (tallas cuestiones
en debate), si bien es difuso (corresponde a cualquier Juez) y hasta es admitido
que puede presentarse como incidental (ahora de conformidad con el artículo
43 de la Constitución Nacional), siempre exige una "causa" (articulo 116 de la
misma Constitución), que no debe confundirse con la existencia de una
contienda entre partes, pero que sí corresponde exigir un mínimo de afectación
de un colectivo determinado. Por eso, aún en el caso de autores que otorgan el
mayor alcance al control jurisdiccional constitucional, se reconoce la
imposibilidad a todo Juez de declarar la inconstitucionalidad en total
abstracto.-
Por ejemplo, según Bidart Campos: "De acuerdo a nuestra
interpretación del derecho judicial actual, decimos que: a) ahora se tiene por
cierto que hay acciones de inconstitucionalidad;pero b) no hay acciones
declarativas de inconstitucionalidad pura." (Manual de la Constitución
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Reformada, ediar, Bs. As. 1999, tomo Ill, pág. 443).-
En resumidas cuentas, puede, en un habeas corpus, admitirse que la
denuncia la realice cualquier persona aún cuando no sea la afectada, puede
admitirse que lo haga en beneficio de un colectivo de potenciales afectados,
pero lo que no puede admitirse, es que un Juez tenga facultades para declarar
la inconstitucionalidad de una norma o de la aplicación de ella con una
generalidad tal que prescinda de toda referencia subjetiva.-
En el presente caso, existen personas que fueron detenidas, con la
expresión de sus mínimos datos de identidad y algunas referencias sobre la
autoridad que practicó la prÍvación de libertad, y, en principio, no se verifica
la Íniciación de ningún proceso penal vinculado a las mismas. Tales
manifestaciones de la presentación inicial son suficientes para entender que
ésta no se trata de una cuestión abstracta y que existen personas eventualmente
afectadas.-
En esto, existe una notable diferencia con lo resuelto por este Colegio
de Cámara de Apelación en lo Penal -con otra integración- en la causa CUIJ
21-07000898-7 "TONIOLLI, Eduardo S/Habeas Corpus", en la sentencia de
fecha 13 de noviembre de 2014, pues, en dicha causa, el denunciante proponia
el análisis de la constitucionalidad de la norma ya citada del artículo 10 bis de
la ley 7395 sin ninguna vinculación con personas en particular o detenciones
concretas practicadas. En ese análisis general, obviamente, se descartó el
planteo, específicamente en esos términos, y las conclusiones que se extraen
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Poder JudIdal
del citado decisorio nunca podrían trasladarse en esta oportunidad; en
particular, a ninguna ocasión en la que hubiera personas concretamente
privadas de libertad en esas condiciones. La diferencia es patente: en aquel
antecedente, la cuestión si era abstracta o, en defecto de caso concreto.-
Lo que sí podria íngresar a la consideración es la subsistencia de la
situación, y sus efectos, que da lugar a la acción (que es otra cosa distinta), o,
en otros térmínos, la actualidad de los agravios.-
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en una reconocida
jurisprudencia que lleva, establemente, muchos años, ha sostenido que: "...EI
Tribunal ha declarado que si lo demandado carece de objeto actual, su
decisión es inoficiosa (Fallos 253:346), por lo que no corresponde
pronunciamiento alguno cuando las circunstancias sobrevinientes han
tornado inútil la resolución pendiente (Fallos 267:449; 272:130; 274:79;
285:353; 286:220; 293:42; 296:404), puesto que falta uno de los requisitos
indispensables para la viabilidad del recurso extraordinario (Fallos 290:329;
292:589). Esto impone entonces que la Corte deba atender a las
circunstancias existentes al momento de su decisión -aunque sean
sobrevinientes a la interposición del recurso extraordinario- (doctrina de
fallos: 281:117; 297:30; 301:947; "Chaperón, Ricardo Humberto y "Korn
Julio y otros ", del 30 de agosto y 27 de setiembre de 1984) ... " (Sentencia del
22 de abrí! de 1987, en la causa "Recurso de hecho deducido por Antonio
Jesús Ríos en la causa Ríos, Antonio Jesús S/Oficialización candidatura
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Diputado Nacional -Distrito Corrientes-").-
En dicho Fallo, la mayoría de la Corte sostuvo que, en el caso, el
gravamen no había perdido actualidad dado que la materia involucrada
-prohibiciones de candidaturas en elecciones nacionales-, indicaba como
posible que la cuestión se suscitaría cada vez que se produzcan nuevas
elecciones. Pero, 10 más importante es que, la minoría -en este punto
representada por el Dr. Petracchi- abonó este argumento para sostener tal
excepcionalidad, agregando lo siguiente: "Similar orientación ha seguido la
Suprema Corte de los Estados Unidos de Norteamérica ....En tal sentido,
dicho tribunal descartó el carácter moa! de esos litigios. en cuanto
entrañaban cuestiones susceptiblesde reiterarse sin posibilidad de que, por el
tiempo que normalmente insumiesen los trámites, pudieren llegar a ser
resueltas por la Corte en tiempo apropiado (394 Us. 814. 816; 405 Us. 330,
333 Y nota 2; 410 Us. 752, 756 nota 5, sus citas y otros) ... "(fallo citado, voto
Dr. Petracchi).-
La Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, más recientemente,
sostuvo la excepción mencionada (a la exigencia de actualidad del gravamen)
en la conocida causa "Aurora Fuentes", agregando como razón suficiente que,
en determinados casos, la intervención del Tribunal, dadas las características
de esos casos y el cumplimiento de los procesos judiciales, sería tardía y
siempre se frustraría la intervención judicial, imposibilitando definiciones e
interpretaciones sobre derechos importantes o de trascendencia, agregando
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Poder Judicial
que el interés del dictado de una resolución ya no se justificaría por la
actualidad del desconocimiento de esos derechos sino en la reiteración de
casos análogos para los que sí resultaria útil expedirse.-
En el citado caso se sostuvo, por la mayoria del Tribunal -que fuera una
insinuación minoritaria en el anterior precedente citado- que: "En efecto,
como lo ha subrayado el Tribunal en distintos precedentes, dada la rapidez
con que se produce el desenlace de situaciones como la de autos, es harto
dificil que, en la práctica. lleguen a estudio del Tribunal las importantes
cuestiones constitucionales que éstas conllevan sin haberse vuelto abstractas.
De ahi que, para remediar esta situaciónfrustratoria del rol que debe poseer
todo Tribunal al que se le ha encomendado la función de garante supremo de
los derechos humanos, corresponde establecer que resultan justiciables
aquellos casos susceptibles de repetición, pero que escaparian a su revisión
por circunstancias análogas a las antes mencionadas (confr. Fallos: 310:819,
considerandos 6" y 7" del voto de la mayoria y de la disidencia, y sus citas;
324:5, 4061). Pues, como se pusiera de resalto en el ya conocido precedente
de la Suprema Corte de los Estados Unidos "Roe v. Wade" (410 USO 113-
1973), las cuestiones relacionadas con el embarazo --o su eventual
interrupción- jamás llegan al máximo tribunal en término para dictar
útilmente sentencia, debido a que su tránsito por las instancias anteriores
insume más tiempo que el que lleva el decurso natural de ese proceso. En
consecuencia, se torna necesario decidir las cuestiones propuestas aun sin
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utilidad para el caso en que recaiga el pronunciamiento, con la finalidad de
que el criterio del Tribunal sea expresado y conocido para la solución de
casos análogos que puedan presentarse en el futuro ... " (Sentencia del 13 de
marzo de 2012 en la causa F. 259 XLVI. "F, A. L. S/medidas
autosatisfacti vas").-
A nivel local, la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Provincia de
Santa Fe, debiendo entender en un planteo sobre la inconstitucionalidad
alegada por el Servicio de la Defensa Pública respecto de las facultades para
ordenar la detención del Fiscal, rechazó el recurso de inconstitucionalidad por
haber recuperado la libertad el afectado lo cual hizo suponer erróneamente que
no era de aplicación la excepción analizada. Sin embargo, a poco que se
analice el fallo es posible concluir todo lo contrario.-
En efecto, en la sentencia registrada en Ay S tomo 261, pág 353 (autos
"MELGAREJO, Juan Ramón -Recurso de Inconstitucionalidad-" -Expte.
C.S,J. CUIJ 21-00509647-9), se parte de la base de reconocer que no es
necesario mantener la actualidad de la lesión al derecho cuando, en los casos
en que el Tribunal -por propias exigencias procesales y la rapidez con que se
desarrollan los hechos- no puede dictar resolución oportuna (considerando 5).
No obstante, descarta que esa excepción se de en el caso porque la misma
Corte ya se habia expedido en otra causa (remite a Ay S tomo 261, plago 312,
sentencia de la misma fecha) fijando la interpretación y el modo en que debe
ejercerse, para resultar adecuado a la Convencionalidad y la
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Poder Judicial
Constitucionalidad, esa facultad del Fiscal; todo, según la ley vigente del
nuevo Código Procesal Penal ley 12.734. Con ello, en el precedente citado, en
realidad lo que se hace es reafirmar la excepción, manteniendo el criterio que
la reiteración, la importancia del asunto a tratar, y la imposibilidad que - la
materialidad de los acontecimientos- lleve a que el Tribunal no pueda
expedirse, autoriza a decidir aún cuando el agravio no sea actual (sólo que en
esa oportunidad, las cuestiones en debate ya habían sido tratadas en otro fallo
de la misma fecha y, por ello, no se justificaba expedirse sobre el fondo).-
El caso que nos ocupa, como se ha justificado en el punto 2. del
presente, tiene características especiales porque, la ilegalidad se confunde con
inconstitucionalidad o, lo que es lo mismo, la violación del Derecho Humano
fundamental de no ser privado de libertad sino por las causas -y según el
procedimiento- establecidas en las Constituciones y las leyes de los Estados
sometidos a los pactos.-
Esa individualidad casuistica exige pronunciamientos judiciales directos
en cada caso, que definan si se ha actuado dentro de los limites de la ley para
-también- definir los contornos aceptables desde el punto de vista
Constitucional y Convencional, estableciendo una cantidad importante de
pronunciamientos que permitan construir una interpretación acorde con las
garantías que se pretenden asegurar.-
Como la detención por orden policial, prevista en el artículo 10 bis de la
ley 7395 tiene un límite de seis horas, resulta improbable practicar el control
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judicial sin que el afectado recupere su libertad, de modo que la interpretación
y definición de las condiciones materiales y formales que deben resguardarse
para aceptar tal privación de libertad no podría hacerse sino ex-post.-
4. En resumidas cuentas, si se aceptara que la Policia de la Provincia de
Santa Fe pudiera ejercer la facultad de detener a cualquier persona "Sólo
cuando hubiere sospecha o indicios ciertos respecto de personas, que
pudieran relacionarse con la preparación o comisión de un hecho ilícito,
podrán ser demorados en el lugar o en dependencia policial hasta tanto se
constate se identidad ....." (ley 7395, articulo IObis vigente según ley 11.516),
por el término de seis horas y, luego, invariablemente se descartara la revisión
judicial de la legalidad de esa detención concreta, en cada caso que el afectado
fuera liberado en ese término, se anularía -de facto- toda posibilidad de control
judicial de la detención.-
Ello conlleva efectos negativos en un orden vinculado directamente con
los Derechos Humanos garantizados, porque se incumpliría con la garantia de
revisión judicial eficaz y en tiempo oportuno de la legalidad de la detención,
nunca se podría establecer si existe una utilización masiva del dispositivo con
finalidades no admisibles constitucionalmente y, mucho menos, si cada vez
que existe tal detención, se podría verificar la concurrencia de las demás
condiciones materiales previstas en el dispositivo legal.-
Además de, claro está, incurrir en una incoherencia sistemática porque
una detención ordenada por el Fiscal invariablemente sería controlada
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Poder Judicial
judicialmente según las reglas vigentes mientras que una detención ordenada
por cualquier funcionario policial no tendría ese control en la mayoría de los
casos.-
Adicionalmente podría decirse que se neutralizaría cualquier "ejJec
utile" de las Convenciones, que no sólo establecen Derechos sino también
herramientas procesales especialmente diseñadas para lograr la efectividad de
esos Derechos.-
Concretamente, debe recordarse que el artículo 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, con relación a la previsión de un
recurso sencillo y eficaz para revisar judicialmente cualquier hipotética
vulneración de los Derechos establecidos en la Convención, establece que
"....2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que la autoridad
competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los
derechos de toda persona que interponga tal recurso; b) a desarrollar las
posibilidades de recurso judicial, y c) a garantizar el cumplimiento, por las
autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado
procedente el recurso ".
Demás está decir, que la garantía de revisión sencilla, eficaz y oportuna
de una privación de libertad, en los términos de las Convenciones, no se
satisface con la iniciación de una investigación y proceso penal, que, por su
finalidad Uuzgar la eventual comisión de un delito por parte de los
funcionarios actuantes) no es ni sencilla y mucho menos oportuna a los efectos
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I
de determinar la ilegalidad de una detención. En todo caso, sólo podría tener
efectos reparatorios que no son los objetivos que, particularmente, se
establecen en las normas citadas, sino en otras.-
Finalmente, y como consecuencia de la norma prevista en el artículo 3
inciso b) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, toda
autoridad judicial, administrativa o legislativa, tiene el deber de desarrollar la
efectividad de tal revisión judicial, razón más que suficiente para entender
que, denunciada una privación de libertad, no puede ser invocado como
obstáculo las deficientes actuaciones de Defensores o Fiscales, sino que exige
una actividad positiva de parte de todos quienes ejercen funciones estatales de
cualquier naturaleza para la preservación o concreción de estas garantías,
especialmente el Juez que, en esta materia debe actuar oficiosamente para
recabar todos los elementos necesarios a los efectos de realizar el control en
cuestión, inclusive, escuchando al afectado.-
Finalmente, además de las razones del párrafo anterior, por las
características que debe poseer la revisión judicial de la ilegalidad de la
detención, según las normas convencionales ya citadas, las exigencias sobre
legitimación procesal, costas y demás cuestiones accesorias no pueden ser
aceptadas dado que convertiría a la herramienta (se la asocie por proximidad
normativa o no con el habeas corpus) en un recurso contrario a la sencillez
exigida. Respecto de las facultades para actuar en juicio del Defensor
Regional, efectivamente -al contrario de lo que ocurre con el Fiscal Regional-
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Poder Judicial
el artículo 28 inciso 4) de la ley 13.014 dispone claramente tal autorización
legal. Y, sobre la idea que la Defensa Pública ejerce una política general en
vez de atender al interés individual de los afectados, no se observa cómo
puede constituirse una crítica sobre tal afinnación si se tienen en cuenta las
funciones establecidas en el artículo 16, especialmente incisos 2 y 3 de la ley
13.014.-
En consecuencia, por los fundamentos expuestos, el Tribunal integrado
por los Ores. Jaquelina A. Balangione, Roberto E. Prieu Mantaras y Sebastián
Creus, del Colegio de Jueces de Cámara de Apelaciones en lo Penal de la
Primera circunscripción judicial;
RESUELVE: Declarar la nulidad de la decisión de fecha 20 de febrero
de 2015, debiendo el a-quo tramitar el habeas corpus deducido y resolver
sobre la le a e las detenciones informadas.
DR. ROBE TOP
CLLBA YUSTMAN
,,1 ml,1 ",1~.["hó"" ","'.-DR. SEBASTIAN CREUS
DRA JAQ. LlNA BALANGIONE
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