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^íY^G^^ .., :^' ^ ^_^.st:: ^ . _,? ^+<^C ^^it ^3tiĈ^^^
IY[INISTERIO DE ACRICULTURADIRECCION GENERAL DE AGRICULTURA
e n i i ^ i i i i i i, i ^ i ^^^ i i ^ i i n i i m i n u i i i i w; i i n i i i i i n n i i i i i i i i n i i^ i i i i i i i: i i i i i n; u i i i i i: ^. i i^ i ^ i n n i i i n ^ i i i i i i i i^^ i n i i i i i n n i n n u i i i n n i i i i i i m i i i^ i n n i i i i i i n m o n i i i ^ i n i n n i i i i i i i i i m n i i i n u i n i i i i i n u i i i u u i n u n i n u u n n n n i n n n n
ANO XXIX NOVIE:MBRE 1955 NUM. ^xt - ' 21^^^ -^ I10JAS DIVULCADORAS
i^^vLsiK^^^,r^ ^,r ^^"̂.,^,^^ ^.^t,^^s ^ i?.^ ^..^.^Ka^^ti
;.x^3t.6^h ^ ^^ .is^^, b^9.,, t^^,^'^,3„1?;t3J, F.t^ $^^^^ B^fl ^' ^^+3^ ^+.H^^^`k„^x:^`^$v$^,
V E N D I M I AhOI' C:13IIL0 SANZ,
Perito Ayrícola
cte vtuo.^lo, hrcttsaclc^ quc
se jx^ne en l^is' ttnos o recthtcntes cle Yertnentaciútl.
l^n rr^icmes qt-ic sc <lcdican al cultiv^ ^lc la vi^l ]tara
^+'
^,^^^.^:^^^^ ^. u. ^^^^^u^>,̂€^au^sa^'Estas «hojaa^ se remiten gratis a quien las pide al Servicio dePublicaciones Agrícolas de la Dirección General de Agriculturo
I^;s la ohct-acióli
rle curtar lus ra-
cimos clc las uvas,
para duc scan
lransl^urtaclas a 1
q^crca^l^ ,l^ara su
constttuo clircCto,
o a lus ]ocalcs
^lon^lc han ^lc ser
transfortnados eu
vino.
La palabra ven-
^ 1 I71 1 ^l 1J1"UA'1C1]l'
Clel ]fltlll Z'2PZ12'1)I-
deulo, quc siynifi-
ca co^.cr la iruta
dc la ^^icl, mrolec-tar la uva.
I^:n cl lcn^ttajc
clcl viticult^tr sc
llanta vcndimia al
l.;i "l^cina de la l%ca", en Franeia, con ]os símbo- trttlo reCOlCCtado,lu; de lat ^'^ndimia: c] racitno c^e uvas y cl barril 1>isa^u u etilrttjtl-
- 2 -
vinu, la vcndinlia constitu}-c la fiesta quc da lugar a una n^a^-or e^pan-
si<ín p^^uular.
[?n Italia se inicia cim ]a venta dc uva, cn grandes puestos, ^^a ^^uc
,con esta fiesta no solamen-
1'rep^iraci^ín ^le tn^;ts para su transporte.
I?n I•apaña t^in^l^i^•n existcn
tc se trata de recordar las
a^itiguas tradiciones pag^a-
nas, sino de hacer propa-
randa en favor del consu-
ino del f ruto.
L.n Francia las autori-
clades elig^en a]a Reina de
la C^ ^^a, la yue inicia la veil-
diinia repartiendo racimos
cntrc el pucblo.
1?n Inglatcrra sc colora
uiia prensa en inedio dc un,t
plaza }' el puehlo iniria rl
prensado de la uva, dan<lo
comicnzo así a los trabaj^^s
prohios dc la viuiñcación.
1'.n otros lu^ares se or-
l;^aniran ^randes cabal^atas,
^^ngalanan carrctas con el
preciado fruto de la reru-
lccci<ín.
vicjas costumbres, quc varían cu cada
rr^i^ín, ^uar^l;inclo ^ratos recuerdos dcl famoso la^arejo srtlmantino.
La ^l^^^ca en que del>e ei^ectuarse la vendimia varía señún las con^li-
ciunes rlimatuló^icas de ca^la país y]as clases de vides cttltivaelas; pi^r
tanto, la ^^en^liinia no se pucde harer cn día tijo todos los años, iii en cl
niismo t^^nnino se ha dc comcnzar todas las uvas de una vez, pues seníui
las distiutas roi^^l^u;iciunes drl musto ^^ la iinalidad de los ^^in^^s yue sc
tr,itc ^lc ohtcncr variarrí el momcnto dr vcril^icarla. Para vides 1>rccoccs
sc hará cii l^riincr t^rn^ino la ven^limia ; cn sc^undo lu^ar, ^l^ara ],t rcc^^-
]erci^ín cii ^ran esc^,la. ^- l^ur último l^ara las vides de pr^xíucci^ín ^_•s-
pccial, l^ara ^^inus dc ntarca, con tal ^lc quc no ha^-a pclit;ru dc yue so-
brc^-en^an hcladas.
P^^r cl a^;l^cct^^ esterior ^c puc^le cleterminar cl momento de realizar
la mr^^lccci^ín dcl fruto.
I^^l frut<^ ^lr la vi<1 se l^rescnta en fornia de racimos, forma^l^is _,^^^r
- 3 -
l^ayas o;;ranos de forma y color distintos, según la variedad a que per-
tenece la planta. Cada grano está sostenido por pedúnculo o rabillo, que
va a parar en un tronquito (raspa) que es el que está unido a la planta,
y por unos y otros reciben los granos, en su parte tierna y carnosa, los
jugos quc los nutren.
l,a uva adc^uiere una coloración más pronunciada u oscura cuanto
"1ul^o acidimétrico. Neceser acidintétricu.
más madura está, y esc inisino cambio de color se observa tainbién en los
rahillr^s ^^uc stijetan los granos o bayas a la planta, y esto es un indicio
yuc ha clc tencrse rnu^^ en cuenta cuando Ilega la época cíe ]a vencíimia,
pucs es señal de quc ésta puede empezar.
llespu^s del enveracío y cíel completo aclaramiento del grano, se rea-
lizan en la uva sucesivas transfonnaciones, que se resttn^en en el au-
mento progresivo del azúcar, disminución y modificación de la acidez.
La acumulaci^ín de inateria colorante y tanino va acoinpañada dcl des-
arrollo de los principios aromáticos y sápidos.
Para empczar la vendi^nia con ina^-or seguridad quc apelando o re-
curriendo a]^^s aspectos exteriores, será prcciso proceder al análisis del
mosfo, toiiianclo una muestra de uva dos veces por semana, escogiendo
och^, o dicz cepas de cada variedad, todos los años en el mismo sitio, que
representcn, cn lo hosible, el ténnino medio cle las cultivadas. Ln ellas
t^inará unos racinios que representen el t^rmino n^cdio de nladurez, cn-
trc las nvas c^ue encontremos.
Sc reconoce que la uva ha llegado a su macíurez eompleta cuando ,la riqucza del jugo en azúcar, después de haber ido aunientando paula-
tinamenLe y 1,^ aci^lrz disminu^^enclo poro a poco, en <los determinaciones
sucesivas, quc^laii in^arial^l^s.
La cleterniiiiaci^'^n ^lel azúcat• se hace rcctu^rien^l^^ a la ^lensidad dcl
liquido que sc ^>bticnc al ^^rcnsar las uvas que hemos recolect^ado a dicho
^stando la bodcga prúxima a la viiia, el trausporte puede hacerse directo por]os mismos vendimiadores.
eiecto, en prensitas cle cn^a}^o, }^a quc siencl<^ cl ii^osto ttiia clisuluciór^
en ag^ua de varias sustancias, encontr^lndose en mayor ^roporción el
azúcar, será tanto más denso cuanto más azúcar conteng^a.
Para la dcterniinación de la densidad emhléanse dcnsímetros, glu-
cóinetros ^• n^ustímcti-os. l^.l inosto obtcnido con el prensaclo se pasa por
un lienzo finu y se coloca en un^i probeta, en la cual se toma la clensi-
dad con los aparatos indicados.
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Los densímetros llevan en la escala marcados númcros que indican
la densidad del líquido, o sea el peso e:^presado en gramos, dc un litro
de mosto, operanclo a la ternperatura de i5 grados; si la temperatura es
ma^•or o menor, habrá que corregir la ciEra que el aparato señale, según
]a taUla siguiente :
CORRF_CCIONI^S llE LA DENSII^All llE1_. Di0$"f'O SF.GUNI,A TEMPERA'I'URA
Temp.` Correcs. Teurp.• Correcs. Temp." Correcs.
ro° a restar -^.G 2r° -i-r.I 31° -i-3^7rI° -o.; zz° -} t.3 32° +4.0I2° -O.:} 13° + t•6 33° +4^313° -0.3 24° -^- t.8 J4° +4.614° ^, ^ z5° +>.0 35° +5.0IS° o 26° -^'^3 36° -^53r6" atiu^lir +o.r ^; -Fz.6 37° -f-5^717° ^0.3 ^8° -} z.8 38° -{-6.018° -^o.; ag° -f-3.I 39" ^-6.419° -^0.7 30° 3•4 40° +6.8zo° +0.9
Los pcsanlostos tienen la varilla dividida en grados, n^arcados desde
cero hasta 20. 1± stos aparatos están graduados de manera que el agua des-
tilacla y a 15 grados de temperatura marcan cero, y en una disolución de
sa] común al 1^ por Too, marca el número r5.
I?1 glucótnetro Guyot lleva tres escalas diferentes. La primera, deculor amarillo, inclica la clensidad I;eaumí ;]a segunda, virando hacia ]aclcrecha, de color azul, señala el azúcar contenido en el mosto, y la ter-cera, color de rosa, da a conocer cuál ser^i la riqueza alcohólica del vino,clrsltués de la ferrnentación.
Para la dosificación de la acidez emplĉase el tubo acidimétrico, cuyonio^lo de oj^erar es el siguiente :
l^:char en el tubo, hasta el trazo A, el mosto a ensayar, ajustando el
nivcl del líquicío con la pipeta. Añadir con el cuentagotas, cuando se
ol,cra con vinos blancos, dos gotas de fenoltaleína concentrada. Echar
lir^tr a^^i^límetro titulado hor pequeñas cantidades, con el frasco, o mejor
c^^n una ^lc las pil>ctas, yue toma tuia tinta rosa que desaparece por la
a^itaciún ; se rontinúa echancío dcspacio, hasta que la mezcla tome, por
la a^liciún dc una última ^ota de licor acidímetro, una tinta rosa per-
sistente. Se lee entonces en el tubo, colocado verticalmente del lado de
la graduacibn ^^ enfrente del nivel del líquido, ]a riqueza ácida del mos-
to, evalua_la en gramos ^^ decigramos del ácido tártrico por litro.
Para cl ensay-o de los mostos tintos se micle en el tubo el vino a
Prcn;a ^^ ^leruímetro.
bajo tm ^l ĉbil espesor. I?1 most^^, bajo la
ensayar como precedente-
Inente, hasta el trazo A, y
c^m1o ]a niateria colorante
es por sí misma un reac-
tivo n^uy sensible, se aña-
clc Izoco a poco el licor aci-
cíímetro titulado, directa-
n^ente, o Inejor con la pi-
pcta, observando atenta-
II1CIlte laS C11tC1'eI]tCS COlO-
raciones tomadas en el
In^^sto. Para facilitar la
allreciación ^lc los cambios
de color, se inclina el tulio
ccrrad^^ sollrc un pallel
bl.ulco, de modo que pase
un poc^^ ^íe líquido a la bo-
la [t ; así se exanlinan fá-
ciln^entc las coloraciones,
acción sucesiva dcl licor, toma
las tintas siguicntes : el rojo vinoso pasa al carmín ; el carlnín se em-
paña }^ se oscttrece ; pasa a ne;;ruzco violeta, hez de vilz^^ y desaparcce
toda tinta roja ; la mezcla restllta ne-
gra; ^ste cs el punto de ^^iraje; se lec
ent^roces la riqueza árida cn cl tubo ;
un excesc^ de licor llroduce una tinta
ver^lc n^ás o nicnos franca.
Para viajc hay un necescr aci-
dilu^tricu ^^uc cncicrra, bajo^un llequc-
ño volumcu, to^lo el material indispen-
sable para pr^ICtic^u• fácilmente este
aníilisis, sili Iiin^ítn con^>rimiento es-
pccial.
Uisgucsto cl conjunto con los ins-
trunicntris ^- reacti^^^^s indispensables
para dositicar la acidez de los mostos;
sc ul>cra cn ]a si;uirnte i^Inna :
]?n primer lugar, si se supone quc
el liquicl<^ contiene ácido carbónico,
hay quc c]imillarlo previamente ; al Transliortc dc uva.
-^-
^fecto se llena próximamente hasta la mitad del pequeño matraz y se le
^oloca sobre la ]lama de la lámpara de alcohol unos instantes, sin ]legar a
flcrvir, sino solamente hasta que no produzca desprenditniento de espuma;
^c tleja enfriar y se iiltra, en caso necesario, en el embudo sobre la pro-
beta con pie.
Hechu esto se puede proceder al ensayo clel mosto blanco romo sigue :
Tomar con la pipeta io c. c. de mosto, echarlos en el vaso de fondo
^,l:u^o y ancho ; aña^lir cinro gotas de tintura de tenoltalcína ; colocar el
^^aso bajo la bureta, la quc se llena ^le ]icor acidimétrico hasta el o de
su gracluación.
1?char el licor en el vaso muy poco a poco, hasta que uua última
^,^ta, al caer cn la mczcla, colorcc cl conjunto cn rosa pcrsistcntc. h:n
lal monicnto lecr en la btu^eta el númcro de centímetros cúbicos vertidos
^^ e^e ntíu^ert^ cs precisamente la aciclcz sulfúrica l^ur litro cle Inosttt. ^i
sc quicrc tcncr la aciclez cn ^íci^lo tártrico, bastará nutltiplicar la cifra
hallacl,t l^or i.»•
Con estas sencillas oPcraciones se llrg^a a determinar el mutuento cíe
la r^cttlección ^lc la ttva, sin que precise de la anti^ua rostumhrc dcl l^re-
^ISn cle la ven^limia, con lo que se trataba de evitar que los viñadores in-
c^ltcrt^^s niermaran sus cosechas o coniprometieran la reputación elc los
vinos cíel lu^ar.
^OLTIVO DFl "CN^MPIGhOn DE CO^CNF" ^'^por A^c,r.L Cni^LTns,Catedrático ae Agriculhira.
(G^nclusi^ín)
]^u cuanto a la ltráctica, direnios yue el ctbrero, al formar el cal^a-
^l^^n, dcbe ^acudir cl esti^rco] y cuml^rimirlo ron las tuanos l^ara ^larlc
q^ás conipaci^la<l, pr^tc>u-anclo quc no sea excesi^•a ^-, suln-e ttulo, qur sea
uniformc en t^tdo el caball(m. I?s corricntc auYiliarsc cn csta ^^heración
con un molde.
Forn^ados los cahallones se Procede a la oheración denoniina^la im-
liropiamente si^»ibra, que consiste en introclucir en el cab<tllón niirelio
<le c1ta.>iar^ig^ion, bien en la forma denominada blaizco ^de claant[^í^grzo^ir, o
hicn en ]a 11<.imada r-trartos dc Irr^r^cr, quc cs hoy la más cmplca^la }^ rcco-
,ncuclal^lc.
1:1 blcrn^rn o los c^^artns dc^ lin^a deben dejarse en la cucva ocho 0
(^) Véansc las Hot:^s ní^mero^ i9 ^ 2o clc i93;.
diez días antes para que, impregnándose de la humedad, se desarrolleel micelio y adopte la forma filamentosa que lo caracteriza y el vigor
que asegure su desarrollo.
La plantación en el caso de los cuartos de luna (cuyas dimensionesaproximadas son 5 X 7 centímetros) se efectúa en las dos caras del ca-
ballón cuando éste es aislado y en dos filas paralelas al suelo, la primeraa unos io centímetros del suelo y a unos 20 la segunda, alternando los
L.os puntos indican los lugares del caballón en que se coloca la "simiente"
goli^es de siembra como se indica en la figura Z.a, y siendo la distancia
entre dos golpes consecutivos de la misma fila unos a5 centímetros.
Cuando el caballón forma parte de un macizo de dos o tres caballo-nes se procede de modo análogo, sembrando las líneas de intersección
de dos caballones, de modo que se introduzcan a mayor profundidadlos golf^es impares o los pares.
En Francia, donde se acostumbra a dar mayor altura a los caballo-nes (hasta 50 ó 6o centímetros), la plantación más recomendable es la
de tres filas, separadas una de otra unos r5 centímetros de altura.1~;sencialísimo en la siembra es la temperatura del caballón : si la
plantación se efectúa cuando ésta aumenta, el micelio tomará al prin-
cipio gran vigor, mas pronto cesará su desarrollo al bajar la tempe-
ratura, por haberse habituado a mejor condición de vida. Es, pues,indispensable hacerla cuando el estiércol, en las postrimerías de su
fermentación, tiene unos 25 grados centígrados de temperatura y éstadesciende lentamente.
F_ntre los ocho y los quince días después de la plantación se veaparecer el micelio en la superficie, adquiriendo ésta un tono blanco
azulado ; es el motnento de cubrir los caballones. Se emplea para ello
arena finísima, bien tamizada para separar piedrecitas y partes gruesas.
El objeto de esta operación es que el micelio, acostumbrado a un
rico medio nutritivo y que, por tanto, ha adquirido gran vigor, penetre
en un medio relativamente muy pobre ; al faltarle la alimentación sedefiende para conservar la especie, es decir, forma abundantemente el
aparato reproductor, lc^s hongos, que es el objeto del cultivo.
Se ve, pues, la grandísima y favorable inAuencia que el revesti-
-9-
miento de arena tiene soln•e la iormación de los hon^os. La capa de
arena es de unos dos centíinetros de espesor.Unos cuarenta días ^lespués de cste revestimicnt^^ aparcrcn los pri-
meros hongos. I^;mpieza la recolección, qtte durará dos meses y aun tres,
dando una producción que, en los casos favorables, Ilegar^t a tres l:ilo-
gra^uos de hon^os y aun más por metro ]ineal dc caballón (fig. 3).
La recolecci^ín debe efectuarse no arrancando el hongo, lo que las-
timaría el mirelio, sino por torsión, co^^iendo entrc los dedos el pie dcl
hon^o sin apretar demasiado para no estropeario ; haciendo con la
inano un ligero movimiento de torsión se separa del micelio. 1 3 1 hueco
que los hongos arrancados dejan se recubre con arena,lo que perinite
la nueva fru-ctij'^icacián. del micelio; para ello, el obrero que hace la
recolección ]leva dos cestas : una para colocar los hongos y otra en
]a que Ileva ]a arena.A veces los hon^os se presentan en macizos o grupos de varios hon-
gos de ma^nífirn aspecto (fig. 4).Sicndo el hun;o muy sensible a los golpes que le producen man-
C^na cucva en plcna producciGn. (Dc losrultiv^^: ^lcl at^tur.)
chas duc lc quitan su bticn aspcct^,, hay ^luc tener ^;ran cuidado cn no
^^lepositarlos vi^^lcntame^ite cn la resta, no ^olpearlos y tencr ;;ran cui-
^:1ado eii el transhorte. Las restas ^^tie se cml^lean son relativainente pe-
^Iueñas, sicndo su cahari^ia^l de ti a io l:ilo^rai^^os, y en forn^a tal quc
pueden colocarse varias cestas en liila sin que el ion^lo ^íe una toque
cl contcnido dc las quc cstán debajo.
La rccoleccicín se cYcctúa cuan^lc^ el tainaño del sou^brero es de unos
- IO -
t^res a cinco centímetros, sin que esto pucda ser norma fija, pues, sc^ítn
variedades, uuos alcanzau inay-or tamaño que otros. Pegla general es
!Iue se recolecten en cuanto que su tamaño n<^ sea excesivamente pe-
queño, pues aparte de yue especialmente para la consel•va son ^^reie-
ribles los hon^os pequeñ^^s, retrasando la rcc<^lecci^ín se rorre el peli-
grc^ de ^^uc se abra el souibi-erc^, con lo que surl-c la hi•esentaci^S^i ^•, p<^t-
ende, su l^rcrio.
Ri^r^os.--Ptinto aPartc rncrccc cl ricbo, quc es quiz^i lo m.ís esen-
L^n ma,níGcc^ _^ruli^^ ^lc rh^tmpi^;non rernlecta^l^> en lo: culti^o^ ^lel autor.
^cial }' dclica<ir^ ^Icl rulti^^^>. Por una parte, cl ^^stiércol, cs dcrir, lus ca-
l^all^mes, clnc^n tener el httr.t^^ c^^n^^^uicnte ^lc hun^eda^l, lu yue se 1o^ra
re^^incloli^s sin inct^rrir cn c^crs^; ^^or otr^^ la^iu, ^^] ^in^bi^^iite ha ^le scr
húnteclci. 1>ara c^,nse^uir ]o rual. siii escesn tlc a^ua cn cl esti^rrul yne
perju<li^as^ la vi^ía ^lcl micclic^, ;e i`ic;;au l^^s ^cn^leros.
tiicn^l^^ tan ^lclicacl^ cl h^^n^^^ quc pu^licra l^crju^lic.u-lc ^•1 a^ua al caer
sc^bre ^^1, se acu^1e a prstctir;u^ el rir^^^ rc^r^ re^^aderas esheciales cle rallo
cs*rcmaclan^ciitc linu ; ^>ara mayor coniodi^lad ^lc los ubrcro5, las I•e^a-
deras s^^n <le bastante capacida^l ^ tu^ foiido o^ alado, a fin ^le ^^uderla
tiejai- en l^^s sendei•os, cosa in^lishcnsal^le clad^^ sti pes^.
lla^l^> 1<^ sensible que es cl ^7iireli^, a los cambic^s dc tcmperatura,
clar^^ es ^^uc la tcmperati_tra dcl a.^ua emplea^la hara el rie^^^ hahrá de
ser ^^rótiima a la <lc la cueva, lo quc se soluciona coustru}'endo depó-
^itos dc a^ua en cl l^^ral, 1o quc tiene ^^arirts vcntajas adcmás dc la
cita^la, evitan frecuentes viajea al esteri^^r para llenar lris re;;a^lera^ y
- II -
ayudan a mantener la humcdad del ambiente, evitando algunos riegos
de senderos.Por todo lo dicho se conlprende la imposibilidad de dictar reglas
sobre el número de riegos y canticíad cle agua necesaria, pues lo ha de
determinar el estado del ainbiente y del estiércol ; son generalmente in-
dispensables después de cada rccolección.Proc^2^ceiórz del "blan^co ele clzain f^igraora".-Con el fin de evitar la
compra ^del mieelio, algunos cultivadores procíucen el necesario para su
sie^nbra. l:n tal caso, debe destinarse a tal fin ]a porción del local que
mejores concíiciones reítna y el estiércol mejor fennentado; claro es
que el cultivo ha de ser aún más esmerado, levantándolo cuando eni-
piezan a salir los primeros bongos. l?s entonces cuando el micelio reúne
las incjores condiciones para ser plantado, pudiendo conservarse, si se
desea, durante varios meses en local seco y a baja temperatura (menor
de cero grados centígrados).
Como la producción del hongo es la última fase de la vida del mice-lio, quedando agotado éste con una gran producción, claro es que no
debe dejarse "fructificar" el micelio destinado a la siembra; por esto sele ]lama "blanco virgen". Si se espera para levantar su cultivo a que
agarezcan algunos hon;os, es simplemente porque ello nos da la Inejorprucba de su vigor.
I_a producción tle "bl.anco" por los cultivadores }^a perdido mucho
interés desde que se ha inclustrializado la obtención dcl micelio a partir
cle las esporas; lo que cla un micelio que tructifica con mttcho más vigor,
por lo que re^stilta, a pesar de su precio elcvado, m<^s econóinico que
el "blanco".
La iudustria <lel niicelio cstá basada en la obtenciún de las esporas
de los mejores bongos (selección ^le hongos) ^• su siembra en estiércol;
cuando el micelio aparecc se dclienc su vegetación por fuerte enfria-
miento, conservándolo des^>u^^s en locales bien secos y a baja tem-
peratura.
Se ha ^eneralizado l;i hroducción dcl micelio en cilindros de esti^r-
co1 comprimido, que después se corta en discos de ttnos tres centí-
inetros de grueso, y éstos en cuatro trozos, vendiendo así éstos, quc ^.,or
su fornia se dcnominan "cuartos cle ]una".
Para la siembra con estc micelio no hay que olvidar que debcn
proceder directamente de la fábrica que los produce v conserva en las
debidas condiciones, ya que deben permanecer antes de la "siembra"
diez o quince días en la cueva, a fin de que la humedad y- la tempe-
ratura de la nlis^na hag^a salir al nzicelio de su vida latente.
VaZor nutritivo del "chanij^iqnon".--Aparte de su aroma y buer-c
sabor, tiene un gran valor nutritivo el "champignon", pues además de
su riqueza en materias grasas, azúcares y sales potásicas, es, según
Schlossberger y Doppin, el más rico entre los hongos en sustancias ni-
trogenadas, llegando a poseer el 7,z6 por ioo de tales materias ; el má
ximo valor nutritivo corresponde, según los análisis, al sombrero.
I'ariedades del "Psalliota cani^estris" gue se cultivara.-Son cuatro,
que se diferencia por su valor y tamaño:z. El blanco ĉ̂ rueso, cuyo soinbrero llega a tener hasta unos ocho
centí^netros de diáinetro sin que el sombrero se abra. Es poco culti-
vado, porque su tamaño no le hace apto más que para reducido númerode usos culinaríos.
2. El blanco pequeño, de sombrero entre 3 y 5 centímetros de diá-
metro y carne muy fina ; es el preferido por los coinpradores por su
magnífico aspecto, teniendo para el cultivador la desventaja del menor
rendimiento y de estropearse más por golpes, calor, etc., y la ventaja
de su más fácil venta en fresco.3. El nzoreno, de sombrero de unos 5 centímetros de diámetro ; es
muy resistente a los golpes que sufra en el transporte, toda vez que
su color, blanco inoteado, disimula los efectos. Por esto y por su granrendimiento es muy cultivado, aunque por ser más estimado el blanco
en el mercado se destina el moreno especialmente a la conserva.4_ El gris, que es el más voluminoso, llegando su sombrero cerra-
do a pasar de los io centímetros de diámetros. Tiene la ventaja de que
aunque se abra el soinbrero quedan ocultas las laminillas por los res-
tos del "velo". Su exagerado tamaño y su color, blanco sucio con es-
camas sedosas, no agrada a los compradores, por lo que es poco cul-tivado, limitándose de ordinario a los cultivos cuya recolección se hace
en verano, pues por su característica al abrirse resulta más resistente.
^lnimales perjudicialPS al c+tiltivo del hongo.--El daño que producen
los animales acostumbra a ser grande, por los destrozos que por su paso
o construcción de galerías causan en los caballones, aunque directa-mente no perjudiquen al vegetal. Ratones, musarañas, lim^rns, etc.. s^n
por esto muy temibles, y su destrucción es de ordinario tan necesariacomo fácil, pues ]as huellas que dejan en ]a arena húmeda permiten
colocar cepos o encontrar sus madrigueras con suma facilidad.Los insectos que clepositan sus larvas en el estiércol son muy temi-
bles, pr,r destruir aquéllas el micelio, algunos coleópteros, de los que
nada diremos, pues en ]os cultivos españoles no parecen pre.sentarse.
Enfrrmedades.-La más temible es ]a denominada "molle" por ]os
- 13 -
franceses, ocasionada por el hongo 11^Iycoqo^ne rosea, microscópico, que
vive en los filamentos del cliarrzpigai^o^^^, cuya putrefacción origina, eshe-
cialmentc cuando se cxpone el chanrj^ig^aon al aire libre.
Esta enfermedad, terrible en Francia, especialmente en el veranu y
en las cuevas de bóveda baja, no se da nunca en los locales en los que
el cultivo se practica por primera vez, lo que nos indica que las medi-
das preventivas, únicas realmente de éxito, son: buena desinfección de
los locales, no repetir el cultivo en el mismo local hasta pasado mucho
tiempo, y especialmente no tener en los locaíes estiércol de cultivos an-
teriores que pudieran estar contaminados. En España tampoco es co-
nocida la "molle".
Como enfermedades ocasionadas por la anormal nutrición del mi-
celio, a causa de la coexistencia en el estiércol cíe otros hongos humí-colas, citaremos como la más importante la producida por el Mo^nitia
fumícola, denominada "yeso", por llenarse los caballones de manchas
blanquecinas, eonfundibles a primera vista con las del micelio del chuna-
pigno^n.
Esta, como las producidas por otros hongos humícolas, se evitan
en gran parte con el empleo en la siembra de "blanco" vigoroso, una
razón más que aconseja el uso de los "cuartos cíe luna".Czslti^^o de otros Iaon.gos coniestibles.-Puede decirse quc, aparte del
Psa.lliota ca^n f^estris, el cultivo de otros hongos no ha pasacío de lacategoría de ensayos.
T'erminemos este modesto trabajo haciendo constar que es injusti-ficada la prevención del vulgo hacia el cha^npig^raora cultivacío. ^1 pesar
de ]a propaganda que en este sentido se ha realizado por los cultiva-dores españoles, nuestros compatriotas, no acostumbrados al consuiuodel Psalliota cultivado, siguen toml^ndolo con recclo, probando si en-
negrecen la plata, etc. Aparte de lo ingenuo de estas pruebas, dc resul-
tado nulo, es palpable que el "champignon de couche" no tiene, en
modo alguno, propiedades tóxicas y que, por tanto, el que se ha}•a en-
negrecido su color o abierto su sombrero podrá hacerle perder deaspecto, mas ntmca convertirlo en venenoso.
EI cultivo, por tanto, lejos de verlo con recelo, debe servirnos paraasegurarnos de que el claanzpignon que llega a nuestra mesa es Psalliota^^ que, por lo tanto, no cabe haya hongos venenosos entre ellos, cosatan frecuente en el recolectado en los bosques.
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EL ANGORA Y LA PRODUCCION DE PELOCondiciones necesarias para la máxima producción
por E1IIILIO AYALA MARTÍI^T,
Presidenfe de la Asociación de Cuni-cultores de España.
La producción de pelo es Ia garantía de una industria próspera y
la fuente tllaS itnportante de los beneficios.F,s necesario, pues, elevar la producción a fin de obtener de esta
industria 1os máximos beneficios económicos.
I?s imposible deterlninar de antemano la producción o recolección<le pelo en los angoras, ya que esto depencíe de la buena o mala con-
iormación dc los anitnales.A modiĥcar ĉsta }^ a colocar a los productores en las condiciones óp-
titnas posibles dcbe tender la aspiración de todo cunicultor.Anti^ualnente los prodttctores ingleses obtenían una lnedia de 283
gratnos de pelo por año ; en la actualidad esta producción ha ascendido
hasta .153•
Ln Francia, cn zg^^o, se contaba con una producción de ^7 gramos
en su tercer depilado y de 64 en el ettarto. I?n ]a canlpaña 19^9 a 193^^
se han obtenido ciiras de 14^ gran^os en el tercer depilado y 166 en
el cttarto.He aquí un resunlen de las recolecciones desde 1925 a 1930, debido
al profesor ^^Taiocco:
Tercerdepilado
Cuartodepilado
I^2j... 74 8319?Ó... 9J I^^
iq^^... r19 150
i 9 ^8... r?o 131
19^9... ta4 166
t 930... I.};
De todos estos antecedentes debenlos obtener dos consecuencias:
I." C^ue la selección <lebe ser la base para la obtención de altas ci-
fras en el dcpilallo.
z.^ Que es necesario conocer ]as condiciones óptimas en que deben
colocarse a dichos aninlales para la obtención de cifras ye^corrz's.
I?n cuanto al primer punto, selección, remitimos al lector a oh-as
páginas de este lnismo libro, en las que se trata esta cuestión, y pasemos
a estudiar cl segundo punto.
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J3n el Congreso de Lipsia, en t93o, se detenninaron ]os factores yue
inoditicaban la prodttcción de pelo.^stos son : el ambiente, la alimentación y la organización del conejar,
las variaciones debidas a las estaciones, el caráeter ]lereditario y otras
circunstancias yue vamos a enun7erar aisladamente.
Lim,pie^.U.-l?1 ang^ora debe vivir en un ambiente higiénico y con
una exag^erada limpieza. Esta tiene una iinportancia capital, toda vez
que ^^a heinos visto que el cotnercio exige en todas las calidades del pclo
anñora, limpiera absoluta y exención de cuerpos extraños. Para ellos
es necesario el cultivo en jaulas, y en jaulas higiénicas y modernas prc-
cisamcntc.
Ter^tr^^yat^rra^.-I?1 conejo angora, sobre todo en la ĉpoca del depi-
la^lo, necesita ambierite tibio y contortable. I.'arece qur una teiuperatura
tibia prodtice el másimo resultado económico.
Atmque la temperatura fría y la esplotación al airc libre producc
una may-or cantidad de pelo (densidad), es el ainl>iente tibiu el que ta-
v^^rrcc la ma^^or l^^ngitud del mismo.
A^lemás cl an^^ora es animal predispuesto al coriza. L;s necesario ba-
rajar estas conrlicioncs para obtener el má^imo rendiniicirt^^.
Lrr,c.--La luz posec tul valor bigií^nico de primer orden y es abso-
lutamentc necesaria para la inás abundante proclucción cle pelo.
Las jaulas poco hi^i^nicas y mal altimbradas producen un descenso
cn la proclucci^ín.
.-lline^•rita^ iúrr.-La aliinentación tiene gran importancia en el fun-cionamiento de toclo organismo }', por tanto, en la producción de pelo.
I?1 agua es tambi ĉn necesaria. La distinguida cunicttltora aleinana
Eurica Wirth hizo la experiencia de suprimir el agua a sus angoras, y
observó que rápidainentc decaía cl apetito de sus anitnales, ^- bajó la
pro^luccir^n ^le pel^^ en un 2o por roo.
I±,sta misma cunicultora tuvo la suerte de ver pretniados unos angoras
^le tres mcscs con una puntuación de go ptmtos.
T,a alimentacicín que les suministraba, corno pasta seca, era la si-
;;uientc : sictc partes de salvado, io de harina de soja, tuia de avena y
ruatro dc patatas coci^las; añadía una cucharada de aceite cle hí^;ado cle
haralau pr^r ca<la 2o aniinales y ioo ñramos de cloi-uro de calcio, disuelto
cn un litro <lc anua, una vez a]a se^nana, añadido cíe tres ^otas cle yoclo.
A esta harte añadía, en su racionamiento, heno y forraje verde, enrlos distribticiones ^listintas.
La distribución de aceite de hínado <le bac^alao es pr.íctica constante^ie los criadores in^leses. Pickard afirma nue la producción queda ati-
i ^,
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mentada en un r6,^} por ioo. 1?n otro experiniento hecho con 96 sujetos
el aumento por la adición de aceite de hígado de bacalao fué dcl r3 por
ioo. Y el mismo resultado dió otra experiencia llevada a cabo en el
Canadá.
13n cuanto a la distribución de yocío, aunque no signifique propia-
mente alimento, influencia favorablemente la actividad glandular, pre-
sentando aspecto más brillante el animal y favoreciendo la muda.Wirth aconseja : ro gramos de yoduro de potasio cíisuelto en medio
litro de agua, y de esta solución proporcionar tres gotas a cada 2o ani-
males.
A1 máximo volumen corresponde máxima superficie de piel y, por tan-
to, máximo asiento de pelo, y al igual densidad del mismo, el máximo
peso cíe pelo recolectado. Vemos, pues, que cuanto mayor sea la talla
del animal, mayor será la recolección de pelo. Luego consideramos erró-
nea e injustihcada la tendencia de esos Clubs a disminuir la talla del
angora, mientras no se demuestre que la pequeña talla posee una densi-
dad de pelo mayor o mejor calidad que carnpense la diferencia de su-
perficie de implantación de los pelos.
PlT.umero.-Ha sido muy discutida la influencia del plumero en la
producción del pelo.Los pelos colocados en el vértice de la oreja, que forman lo que Ila-
mamos plumero, es índice de pelo largo en el animal. Todos los
animales poseen tma oreja con mayor o menor cantidad de pelos y de
longitud también variable.Lógicamente, un aumento en la longitud del pelo del animal deberá
traducirse en una mayor ]ongitud de pelos en la oreja. Luego, la apari-
ción del plumero indica que el pelo general del animal que lo posee tiene
gran longitud.
Y como la longitucí del ;nelo infltrye en el peso del mismo, a igualdad
de las demás condiciones, resulta que, para nosotros, el plumero es in-
dicio de buen animal de renta.
En Inglaterra se pesó la producción de pelo de 3z animales despro-
vistos de plttmero, los que dieron una media de i7i g^ramos. En cambio
a8 animales con plumero proporcionaron 2r6 gramos por término medio.
Aquí aparece ttna media de 45 gramos como aumento cíe producción
de los conejos con plumero.Por el contrario, en otra experiencia, de r4 conejos con la produc-
ción máxima, sólo uno poseía plumero.No ,podemos considerar como definitiva ningtuia cíe las dos expe-
riencias.
Gráficas Uguina.-Meléndez Valdés, 7. Madrid.