01042012 newyorktimes

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Una selección semanal ofrecida por Copyright © 2012 The New York Times DOMINGO, 1 DE ABRIL DE 2012 IntelIgencIA: los iraníes están a la espera de su propia primavera, página 2 POR LARRY ROHTER A NTe los problemAs económicos y la necesidad de instrumentar medidas de austeridad, los gobiernos europeos reducen su apoyo a la cultura, lo que obliga a las instituciones artísticas a recortar progra- mas, giras y subsidios. en Italia, la famosa ópera la scala enfrenta un déficit de Us$9 millones debido a la reduc- ción de los subsidios. en los países bajos, el financiamiento gubernamental a programas de arte se ha reducido un 25 por ciento, portugal ha eliminado su ministerio de Cultura. el resultado es que algunos grupos abaratan sus producciones y tratan de reunir fondos a partir de donantes privados. Dado que cuentan con poca experiencia en ese tipo de recauda- ción de fondos, con fre- cuencia piden consejo a las instituciones esta- dounidenses con las que tienen una relación de larga data. “puedo asegurarle que hablan de que sus gobiernos dicen que van a tener que adoptar el modelo estadounidense”, señaló Joseph V. melillo, productor ejecutivo de la Academia de música de brooklyn. “pero en muchas de esas culturas no hay una tradición de filantropía individual, por lo que carecen tanto de la motivación como de los estímulos impositivos para ello.” los cambios les resultan muy inquietantes, hasta revolucionarios, a los artistas y administradores de europa. el continente no ve la cultura como un pro- ducto en el cual las fuerzas del mercado determinan qué es lo que sobrevive, sino como un patrimonio común a alimentar y proteger, lo que comprende aquellas formas de arte que pueden carecer de atractivo masivo. Europa sufre los recortes culturales POR SIMON ROMERO FIlADelFIA, paraguay — la sel- va espinosa del Chaco, un lugar cuya temperatura de 48 grados es tan inso- portable que los paraguayos la llaman su “infierno verde”, cubre una exten- sión de aproximada- mente las dimensio- nes de polonia. en sus vastos laberintos de quebracho siguen viviendo cazadores- recolectores. sin embargo, si bien la selva del Chaco ha resistido la mayor parte de las incursiones huma- nas durante siglos, y a pesar de que ja- guares, lobos y enjambres de insectos siguen habitando en su espesura, la deforestación es una amenaza. se talan grandes sectores del Cha- co, en uno de los confines más remotos de América del sur, y los responsables son ganaderos brasileños y menonitas que hablan alemán, descendientes de colonos que llegaron aquí hace casi un siglo y trabajan como agricultores y ganaderos. en los dos últimos años se han de- forestado por lo menos 486 mil hectá- reas del Chaco, según análisis sateli- tales de Guyra, un grupo ambiental de Asunción, la capital paraguaya. los ganaderos que abren camino para su gran cantidad de animales han despejado alrededor del 10 por ciento de la selva del Chaco en los úl- timos cinco años, dijo Guyra. eso se traduce en una mayor exportación de carne. “paraguay ya tiene el triste honor de ser un pionero de la deforestación”, dijo José luis Casaccia, fiscal y exmi- nistro de medio Ambiente, haciendo referencia a la tala de las últimas dé- cadas de selvas atlánticas del este de paraguay para el establecimiento de cultivos de soja. lo que queda es po- co más del 10 por ciento de las selvas originales. “si continuamos con esta locura”, dijo Casaccia, “casi la totalidad de las selvas del Chaco podría quedar des- truida en treinta años.” la campaña transforma los pe- queños asentamientos menonitas de la frontera del Chaco en ciudades florecientes. los menonitas, cuya fe anabaptista protestante se consolidó en europa en el siglo XVI, fundaron asentamientos aquí en la década de 1920. Ciudades con nombres como Neuland, Friedensfed y Neu-Halbs- tadt salpican el mapa. patrick Friesen, gerente de comuni- caciones de una cooperativa menonita de Filadelfia, dijo que los precios de la propiedad se habían quintuplicado en los últimos años. “Una parcela en la ciudad cuesta más que en el centro de Asunción”, dijo Friesen, que en parte atribuye el auge a la creciente deman- da global de carne. la selva se encuentra en la llanura Gran Chaco, que se extiende en varios países. los científicos temen que la Peligra indómita selva paraguaya FOTOGRAFÍAS DE NOAH FRIEDMAN-RUDOVSKY PARA THE NEW YORK TIMES Sigue en la página 4 Sigue en la página 5 PHIL NIJHUIS/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES ¡El arte equivale a invertir en el futuro! Ganaderos talaron alrededor de un 10 por ciento de la selva del Chaco y pusieron en peligro el hogar de los ayoreo autóctonos. 7 el MUnDO Fuerte giro de las protestas tibetanas. 11 ARte y estIlO Hollywood se vuelca a los cuentos de hadas. 9 cIencIA y tecnOlOgíA Director de cine llega a las profundidades.

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new york times revista parte de prensa libre

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  • Una seleccin semanal ofrecida porCopyright 2012 The New York TimesDomingo, 1 DE Abril DE 2012

    IntelIgencIA: los iranes estn a la espera de su propia primavera, pgina 2

    POR LARRY ROHTER

    ANTe los problemAs econmicos y la necesidad de instrumentar medidas de austeridad, los gobiernos europeos reducen su apoyo a la cultura, lo que obliga a las instituciones artsticas a recortar progra-mas, giras y subsidios.

    en Italia, la famosa pera la scala enfrenta un dficit de Us$9 millones debido a la reduc-cin de los subsidios. en los pases bajos, el financiamiento gubernamental a programas de arte se ha reducido un 25 por ciento, portugal ha eliminado su ministerio de Cultura.

    el resultado es que algunos grupos abaratan sus producciones y tratan de reunir fondos a partir de donantes privados.

    Dado que cuentan con poca experiencia en ese tipo de recauda-cin de fondos, con fre-cuencia piden consejo a las instituciones esta-dounidenses con las que tienen una relacin de larga data. puedo asegurarle que hablan de que sus gobiernos dicen que van a tener que adoptar el modelo estadounidense, seal Joseph V. melillo, productor ejecutivo de la Academia de msica de brooklyn. pero en muchas de esas culturas no hay una tradicin de filantropa individual, por lo que carecen tanto de la motivacin como de los estmulos impositivos para ello.

    los cambios les resultan muy inquietantes, hasta revolucionarios, a los artistas y administradores de europa. el continente no ve la cultura como un pro-ducto en el cual las fuerzas del mercado determinan qu es lo que sobrevive, sino como un patrimonio comn a alimentar y proteger, lo que comprende aquellas formas de arte que pueden carecer de atractivo masivo.

    Europa sufre los recortes culturales

    POR SIMON ROMERO

    FIlADelFIA, paraguay la sel-va espinosa del Chaco, un lugar cuya temperatura de 48 grados es tan inso-portable que los paraguayos la llaman su infierno verde, cubre una exten-

    sin de aproximada-mente las dimensio-nes de polonia. en sus vastos laberintos de quebracho siguen viviendo cazadores-recolectores.

    sin embargo, si bien la selva del Chaco ha resistido la mayor parte de las incursiones huma-nas durante siglos, y a pesar de que ja-guares, lobos y enjambres de insectos siguen habitando en su espesura, la deforestacin es una amenaza.

    se talan grandes sectores del Cha-co, en uno de los confines ms remotos de Amrica del sur, y los responsables son ganaderos brasileos y menonitas que hablan alemn, descendientes de colonos que llegaron aqu hace casi un

    siglo y trabajan como agricultores y ganaderos.

    en los dos ltimos aos se han de-forestado por lo menos 486 mil hect-reas del Chaco, segn anlisis sateli-tales de Guyra, un grupo ambiental de Asuncin, la capital paraguaya.

    los ganaderos que abren camino para su gran cantidad de animales han despejado alrededor del 10 por ciento de la selva del Chaco en los l-timos cinco aos, dijo Guyra. eso se traduce en una mayor exportacin de carne.

    paraguay ya tiene el triste honor de ser un pionero de la deforestacin, dijo Jos luis Casaccia, fiscal y exmi-nistro de medio Ambiente, haciendo referencia a la tala de las ltimas d-cadas de selvas atlnticas del este de paraguay para el establecimiento de cultivos de soja. lo que queda es po-co ms del 10 por ciento de las selvas originales.

    si continuamos con esta locura, dijo Casaccia, casi la totalidad de las

    selvas del Chaco podra quedar des-truida en treinta aos.

    la campaa transforma los pe-queos asentamientos menonitas de la frontera del Chaco en ciudades florecientes. los menonitas, cuya fe anabaptista protestante se consolid en europa en el siglo XVI, fundaron asentamientos aqu en la dcada de 1920. Ciudades con nombres como Neuland, Friedensfed y Neu-Halbs-tadt salpican el mapa.

    patrick Friesen, gerente de comuni-caciones de una cooperativa menonita de Filadelfia, dijo que los precios de la propiedad se haban quintuplicado en los ltimos aos. Una parcela en la ciudad cuesta ms que en el centro de Asuncin, dijo Friesen, que en parte atribuye el auge a la creciente deman-da global de carne.

    la selva se encuentra en la llanura Gran Chaco, que se extiende en varios pases. los cientficos temen que la

    Peligra indmita selva paraguaya

    FOTOGRAFAS DE NOAh FRiEDmAN-RuDOvSky PARA ThE NEw yORk TimES

    Sigue en la pgina 4Sigue en la pgina 5

    PhiL NiJhuiS/AGENCE FRANCE-PRESSE GETTy imAGES

    El arte equivale a invertir en el futuro!

    Ganaderos talaron alrededor de un 10 por ciento de la selva del Chaco

    y pusieron en peligro el hogar de los ayoreo autctonos.

    7el MUnDO

    Fuerte giro de las protestas tibetanas. 11

    ARte y estIlO

    Hollywood se vuelca a los cuentos de hadas.9

    cIencIA y tecnOlOgA

    Director de cine llega a las profundidades.

  • 2 Domingo, 1 DE Abril DE 2012

    E L M UNDO

    ThENEwYOrkTiMEssEpUbLicasEMaNaLMENTEENLOssigUiENTEsDiariOs:sDDEUTschE zEiTUNg, aLEMaNia cLarN, argENTiNa arUba TODaY YbONDiaarUba,arUba DErsTaNDarD,aUsTria ThETribUNE,bahaMas LarazN,bOLivia fOLha,brasiL ThEhaMiLTONspEcTaTOrYYTOrONTOsTar,caNaDLa sEgUNDa, chiLE chiNaDaiLY, chiNa EL EspEcTaDOr, cOLOMbia pOsLOvNi, crOacia DELO, EsLOvENia EL pas, Espaa ThEkOrEa TiMEs, EsTaDOs UNiDOsMaNiLa bULLETiN, fiLipiNas LE figarO, fraNcia prENsa LibrE, gUaTEMaLa ThE asiaN agE, iNDia La rEpUbbLica, iTaLia asahi shiMbUN, japNcabO saN LUcas, DiariO DE YUcaTN, EL NOrTE, MUraL Y rEfOrMa, MxicO EL NUEvO DiariO, NicaragUa La prENsa, paNaM ThE ObsErvEr, rEiNO UNiDOLisTiN DiariO, rEpbLica DOMiNicaNa TODaY, siNgapUr TagEs-aNzEigEr, sUiza UNiTED DaiLY NEws, TaiwN sabah,TUrqUa EL ObsErvaDOr, UrUgUaY

    Editor Guatemala: Isaac RamrezContenido, diseo, fotografa e ilustracin: The New York Times

    POR D. D. GUTTENPLAN

    TIRANA, Albania Por enci-ma de los callejones de la capital albanesa brilla, cual promesa, una silueta instantneamente recono-cible: la Estatua de la Libertad.

    Esta versin forma parte del lo-gotipo de la Universidad de Nueva York, en Tirana (UNYT), cuyos es-tudiantes pagan ms de US$32 mil 500 por lo que un rtulo en la entrada describe como la nica educacin autnticamente europea y estado-unidense del pas.

    El campus es conocido localmen-te como Universidad de Nueva York-Tirana, pero no tiene vnculo con la Universidad de Nueva York ubicada en Greenwich Village. Y

    si bien su sitio en Internet pinta un atractivo retrato de estudiantes disfrutando de una experiencia universitaria estadounidense tpi-ca, el campus de Tirana carece de comedor, dormitorios, gimnasio o estadio.

    La biblioteca, que adorna la por-tada del folleto de la escuela, es un cuarto polvoriento con un escritorio, un puado de sillas y unas cuantas docenas de libros que muestran po-cas seales de uso.

    Sin embargo, por aproximada-mente US$100 ms o menos por materia, los 650 estudiantes de Tirana, que cursan sus clases en ingls, pueden graduarse con un ttulo estadounidense de esta ins-

    titucin. Desde hace ms de una dcada y

    media, la universidad albanesa tie-ne un convenio con el Empire State College, una divisin del sistema de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY) dedicada a la educa-cin de los adultos y el aprendizaje no tradicional.

    Sus detractores indican que, con su estructura de ingresos basada en colegiaturas y un proceso de admisin sujeto a la necesidad de matricular a clientes con recursos, estos arreglos ofrecen con mucha frecuencia la forma, mas no la sus-tancia, de una educacin acadmi-ca.

    Armand Kapllani, quien se gra-du de la universidad en Tirana en 2007 y estudia actualmente en la Universidad Southern Methodist, en Dallas, indic que muchas de sus clases eran del nivel de una prepa-ratoria estadounidense.

    An as, dijo, un ttulo de la UN-YT es bastante respetable y abre muchas puertas en Albania.

    En una reciente visita al campus, la influencia de la SUNY pareci superficial.

    La inmensa mayora de las clases eran impartidas por docentes loca-les contratados sin retroalimenta-cin de funcionarios de la SUNY, que tampoco tienen mucha voz en cuanto al contenido.

    Kevin Kinser, experto en educa-cin transfronteriza en la SUNY de Albania, indic que para la UNYT, el vnculo con el Empire State Co-llege es una forma de desarrollar legitimidad.

    El conflicto surge cuando la institucin pblica pregunta: por qu deberamos dedicar atencin a servir a individuos ajenos a nues-tro pblico, agreg Kinser. Lo que arroja nuestra investigacin es que si est fuera del Estado, ni atencin merece.

    Promete un ttulo de EE. UU., pero y los estndares?

    Universidad albanesa usa el prestigio de Nueva York

    Irn parece haber evitado la primavera rabe que recorre la re-gin, o tal vez el pas experimenta la cola del largo invierno teocrti-co que se cierne sobre sus vecinos. Nadie conoce mejor que los iranes el obstculo para el deshielo. El desafo es cmo hacer que el clero vuelva a la mezquita, cmo recha-zar al lder sin rechazar el islam.

    En el tumulto que arroll Irn desde mediados de junio hasta agosto de 2009, me encontraba en un estado que un psiquiatra habra diagnosticado de obsesivo. El sueo, cuando llegaba y si lo haca, era lo nico que interrumpa mi dependencia de varias pantallas: monitor de la laptop, televisor y celular.

    La revolucin, ese aconteci-miento tan esperado, que pareca estar llegando desde 1979 para res-taurar la que nos haban robado, por fin pareca estar producindo-se en Irn. No estaba alborozada, como supona que lo estara, sino abrumada por la marea de treinta y dos aos de emociones que me inundaban.

    Pocos haban previsto el Movi-miento Verde democrtico, nacido de protestas masivas luego de la polmica eleccin presidencial. De hecho, el activismo poltico se encontraba desde haca aos con-finado a la dispora iran. En su lugar, la moda eran las celebracio-nes culturales. Pero la repentina irrupcin de un milln de jvenes en las calles reformul lo anticua-do y lo convirti en moda.

    De la noche a la maana, los olvidadizos enterraron la cultura y se convirtieron al activismo no violento. Semanas ms tarde, des-

    pus de que el movimiento fraca-s, los integrantes de la dispora se preguntaron qu haba salido mal. Algunos responsabilizaron del fracaso a la ausencia de un liderazgo slido, si bien el xito de otros movimientos, como los de Tnez y Egipto, se ha atribuido a una direccin difusa. Otros acusa-ron a Estados Unidos de lentitud en brindar apoyo al movimiento, si bien no se sabe con certeza qu po-dra haber sido ese apoyo ms all de un respaldo simblico. Hubo quienes pensaron que la ausencia de trabajadores en el movimiento y la falta de una huelga general obedecieron a una falta de organi-zacin y comunicacin: todo lo que el movimiento necesitaba era una Internet sin filtros, una conexin celular a prueba de tiranos para unir al pas.

    Pero el desvanecimiento de un movimiento robusto fue el resulta-do de falencias mayores que esas justificaciones.

    Lo que pas obedeci a algo ms profundo. Haba algo en el fondo de la psiquis iran que haba

    llevado a millones a retroceder en cuestin de semanas.

    No haba pasado suficiente tiem-po desde 1979, el ao que puso de cabeza la trayectoria de la historia de Irn. Los iranes temen salir a la calle, tal como teman hacerlo contra el sha Mohammed Reza Pahlavi, por miedo a, en su deseo de crear un orden social ms libre, convertirse en agentes cataliza-dores del empoderamiento de otra clase maliciosa. An hay heridas abiertas, tanto en trminos simb-licos como reales, de una guerra de diez aos con Irak que termin apenas en 1988.

    Con casi un milln de muertos o lisiados producto de una de las guerras ms cruentas y largas del siglo XX, su concepcin del sacrifi-cio humano en nombre de un pas ya no es romntica.

    Entre los manifestantes de 2009 tambin falt direccin y convic-cin. Eso podra no haber parecido tan evidente si yo no hubiera vivi-do la revolucin anterior. Recuer-do una helada maana de diciem-bre de 1978 en que una persona

    estornud y otra, en lugar de sa-lud, dijo: Maldito sea el sha! Ese invierno, si los pasajeros de un taxi se sobresaltaban debido a un bache, se maldeca a los Pahlavi. La dinasta gobernante era lo que obstaculizaba la prosperidad y el bienestar del pas. Los grandes ttulos del sha se haban reducido a un solo apodo, a una burla sobre un rasgo imperfecto: Moham-med la nariz. Se lo proclamaba el demonio tras cuya partida llegara el ngel, el ayatollah Ruhollah Khomeini.

    La gente sostena opiniones ex-tremas, buena parte de las cuales result ser errada. Pero las revolu-ciones no pueden estar encabeza-das por escpticos.

    Esta vez, los activistas verdes, sobre todo las mujeres, presen-taron imgenes movilizadoras. Dnde est mi voto? se coreaba las primeras 48 horas despus del fraude electoral.

    Sin embargo, una vez que se hizo evidente que los votos perdidos no iban a aparecer, los manifestan-tes no tuvieron consignas propias,

    sino slo las que el ayatollah haba creado treinta aos antes. Una vez ms subieron a los techos y gritaron Allahu akbar. Pareca una tctica inteligente combatir a los tiranos de hoy con las mismas consignas que los haban llevado al poder. Pero result ser un juego de palabras vaco.

    La gente an tena que deshacer-se de los fundamentos de 1979, de los principios que el ayatollah haba instrumentado.

    Nunca se despoj al lder supre-mo actual, el ayatollah Ali Khame-nei, de su poder simblico. Se cues-tion su legitimidad, pero el papa de los shitas, que tiene el brazo derecho paralizado, nunca qued reducido a Ali el lisiado.

    Como en el caso del sha de Irn, las imgenes del tunecino Zine el-Abidine Ben Al y del egipcio Hosni Mubarak estaban tan entre-lazadas con Occidente que, al re-belarse contra esos gobernantes, cada pas se haba enfrentado al mundo occidental.

    Un destacado intelectual iran de la dcada de 1970 lo calific de exorcismo de la intoxicacin de Occidente. En los meses que llevaron a los levantamientos de 1979, se convenci a las mujeres iranes laicas de adoptar el velo hasta el completo triunfo de la revolucin.

    Los comunistas antiimperia-listas levantaron imgenes del ayatollah durante las manifesta-ciones como expresin nacional de autenticidad y soberana. As se liber al genio de la botella.

    El desafo que enfrenta el Mo-vimiento Verde de Irn no es una falta de voluntad para derrocar al rgimen sino, en buena medida, la definicin de una nueva identidad nacional que no dependa del islam como sello de su autenticidad. Como es ine vitable que hagan Egipto, Tnez y Libia, el movimien-to democrtico de Irn trata de aprender a pararse sobre una base secular.

    Roya Hakakian es autora de dos libros de poesa en persa. Su l-timo libro en ingls, sobre el asesi-nato en 1992 de los lderes kurdos iranes en Berln, se titula Los asesinos del palacio turquesa. Enve sus comentarios a [email protected].

    iNTELigENcia/ROYA HAKAKIAN

    Adnde fue el movimiento Verde de irn?

    Kamran Jebreili/associated press

    el movimiento Verde iran present imgenes movilizadoras en 2009, pero la protesta acab sin direccin y conviccin.

  • Domingo, 1 DE Abril DE 2012 3

    E L M U N D O

    Area ofdetail

    Ciudad de Mxico

    Ecatepec

    Cerro Gordo

    Sitio del proyecto fotogrfico

    MXICO

    5 KMS.

    POR DAMIEN CAVE

    ECATEPEC Cuando los habi-tantes de esta pobre ciudad indus-trial miran hacia las colinas, aho-ra ven los rostros de vctimas del crimen apuntndoles a ellos con la

    mirada. Enormes retratos fotogr-ficos cubren las casas de concreto como parte de un proyecto artstico comunitario que captura lo que

    se ha convertido en una obsesin mexicana: visualizar a las vcti-mas o, en trminos ms amplios, convertir los datos fros y aturdi-dores en gente real.

    Con mucha frecuencia habla-mos en trminos de nmeros, dijo Marco Hernndez Murrieta, pre-sidente de la Fundacin Murrieta, que organiz el proyecto fotogrfi-co en este suburbio de la Ciudad de Mxico. Le estamos poniendo un rostro a las estadsticas.

    Recientemente, otros grupos le han dado voces a las vctimas, en videos con actores famosos, co-mo Diego Luna, que interpretan a mexicanos que han perdido a seres queridos a causa de la violencia del narcotrfico o por abusos de dere-chos humanos. Cuentas de Twitter, como @Tienennombre, tambin nombran a los muertos, con fre-cuencia aadiendo edades y otros detalles personales.

    Estos esfuerzos hablan ms que de la frustracin con la creciente inseguridad en Mxico. Los exper-tos y activistas dicen que son un grito de indignidad contra la im-punidad y la falta de transparencia que mantienen a los mexicanos en la ignorancia, con frecuencia inca-paces de separar a los culpables de los inocentes. Y, sin embargo, mien-tras que los primeros ejemplos de activismo enfocado en las vctimas en Latinoamrica han sido dirigi-dos principalmente a los gobiernos, muchos de los llamados visualiza-dores de vctimas de Mxico dicen estar ms interesados en cambiar

    la mentalidad de sus vecinos que en la poltica.

    Sus campaas son, en su ma-yora, intentos por crear una con-ciencia pblica, para evitar que las personas cometan o acepten la violencia, al hacerlas sentir el su-frimiento que repercute del crimen, principalmente mediante campa-as que pueden ser compartidas fcilmente de boca en boca o va los medios sociales.

    El proyecto de Ecatepec en rea-lidad fue inspirado por una estrella tanto de la calle como de la Red: el fotgrafo francs conocido como JR, quien coloca enormes retratos

    en edificios y espacios pblicos. Ha-ce unos aos, exhibi fotos tamao pster de jvenes de los complejos habitacionales populares de Pars. Ms tarde, en el Medio Oriente, col-g retratos de palestinos e israeles juntos, en ambos lados de los muros que los dividen.

    El proceso en Mxico fue ms co-munitario.

    La Fundacin Murrieta impar-ti clases de fotografa a jvenes de barrios peligrosos y reclut como a vctimas de crmenes para ser re-tratados. El trmino vctima fue definido de manera amplia. Junto con quienes haban atestiguado

    asesinatos, perdido a familiares o sido vctimas de la violencia, la categora incluy a drogadictos, a novias de criminales y a un ancia-no que tema nunca volver a ver a su hijo encarcelado antes de morir. Las historias fueron reunidas en una compilacin de testimonios, con sus nombres omitidos por mo-tivos de seguridad.

    Hernndez describi el proyecto como una prevencin artstica del crimen.

    Dijo que esperaba que las imge-nes hicieran que la gente que piensa cometer un delito lo reconsidere, al tiempo que tambin provoquen que

    los mexicanos desafen a amigos o familiares involucrados en bandas criminales o del narcotrfico.

    Homero Aridjis, poeta mexicano y veterano activista ambiental, dijo estar alentado por la pasin en tor-no a los que tienen credenciales de sangre.

    Pero lo que necesitamos en Mxico es transparencia judicial, afirm. La nica esperanza es re-formar el sistema judicial.

    Tres meses despus de que sur-gi la primera imagen, eso no ha sucedido. La delincuencia en el ba-rrio tampoco ha disminuido. Los habitantes dicen que, en promedio, todava hay un tiroteo una vez por semana.

    Hernndez, no obstante, sostie-ne que los pequeos actos de rein-geniera cvica son el nico camino a seguir.

    Tenemos que ser como hor-miguitas, dijo, trabajar duro en cosas pequeas que estn muy en-focadas.

    POR SARAH LYALL

    DUBLN Completamente en la ruina, Frank Buckley vive en una casa hecha de dinero.

    Euros en la chimenea. Euros en el piso, en las sillas y en las ven-tanas. Euros sin valor, sacados de circulacin y triturados por el Banco Central de Irlanda, forman las paredes interiores de un apar-tamento del que Buckley no es el dueo en un edificio que qued vaco debido a la ruina econmica del pas.

    Buckley, de 50 aos, llama al apartamento construido con miles de ladrillos de billetes deco-misados y triturados (cada ladrillo contiene, aproximadamente, lo que eran 50 mil euros) la Casa de los Mil Millones de Euros. Calcula que, de hecho, se destinaron unos mil 400 millones de euros, pero el chiste, por supuesto, es que su va-lor es, a la vez, muy grande y muy

    pequeo.Todo est centrado en el euro,

    pero los euros son slo pedazos de papel, indic. Es lo que la gente hace con los euros y el valor que les ponemos, lo que cambia su sig-nificado.

    La intencin de Buckley resulta clara tan pronto como uno entra al departamento. Una enorme lpida anuncia que la soberana irlandesa muri en el 2010, ao en que el Gobierno acept un rescate financiero internacional que los irlandeses pagarn durante aos.

    Buckley ha sido ayudado por la amabilidad de otras personas. El dueo del edificio de oficinas le dijo que poda vivir ah sin costo alguno hasta que llegara un inqui-lino que pague renta.

    Un cementerio de la localidad esculpi y don la lpida. El Banco Central don los viejos billetes de euro.

    La casa cuenta con luz una compaa un piso arriba le permi-te a Buckley conectar sus cables elctricos y es clida a pesar de no tener calefaccin. El dinero constituye un buen aislante, expli-c Buckley.

    En los emprendedores 90, Buc-kley trabaj como mnager de giras de msicos. Luego fund una organizacin de caridad Deporte Contra el Racismo, Europa que recibi una subvencin de 80 mil dlares del Gobierno. Todo se vino abajo, el financiamiento se agot y ahora forma parte de las filas de desempleados, viviendo con 188 euros a la semana de su seguro de desempleo. Desde entonces se ha dedicado a la pintura, pero el arte an no ha generado ganancias.

    La Casa de los Mil Millones de Euros se ha convertido en un destino turstico. Buckley tiene un libro donde los visitantes pueden

    expresarse.Finalmente, le dan buen uso al

    dinero, escribi uno.Vivir en medio de todo este di-

    nero mientras que l mismo tiene poco, le ha dado a Buckley tiempo para reflexionar sobre su predica-

    mento, y el de Irlanda.Soy una de muchas personas,

    dijo. No estara en el mismo nivel que la gente de negocios, quienes deben millones. Pero el dinero que debo es lo mismo que deber millo-nes. Si uno no lo tiene, no lo tiene.

    RODRIGO CRUZ paRa The New YORk TImes

    Las imgenes de las vctimas de crmenes en un suburbio de Ciudad de mxico son un intento por crear conciencia pblica contra la violencia, y sensibilizar sobre el sufrimiento de familias enteras.

    The New YORk TImes

    DIARIO DE DUBLN

    Hace casa de billetes, y la renta es gratis

    Muros de Mxico recuerdan a vctimas de la violencia

    JekaTeRINa saveLJeva paRa The New YORk TImes

    el artista Frank Buckley vive del seguro de desempleo en una casa forrada de billetes que vale mucho y poco a la vez.

    Con credenciales de sangre, fotos destacan violencia.

  • 4 Domingo, 1 DE Abril DE 2012

    e l m undo

    POR QUENTIN HARDY

    BEVERLY HILLS, California A la edad de 7 aos, Gilad Elbaz escribi Quiero ser un matemtico rico y muy inteligente. Esto lo ayu-dara a descubrir cosas como m-quinas del tiempo, robots y mqui-nas capaces de responder a todas las preguntas.

    En los 34 aos transcurridos des-de entonces, Elbaz ha construido robots con software que atraviesan la Web y ha respondido a algunas de las grandes preguntas para Google, convirtindose de paso en millona-rio varios cientos de veces.

    Abandon las mquinas del tiem-po por algo que le parece ms impor-tante: tratar de identificar cada uno de los hechos del mundo, y mante-nerlos a todos en una empresa que l llama Factual. El mundo es un gran

    problema de datos, dice. Qu pa-sara si pudiramos detectar cual-quier error apenas lo escribimos? Factual es sin duda algo nuevo que cambiar la actividad empresarial y una nueva herramienta valiosa para la informtica.

    En el mundo en pleno auge de Big Data, donde cantidades de informa-cin que antes eran inimaginables son registradas para buscar des-cubrimientos que transformen el mundo, posiblemente Elbaz sea el inventor e inversor ms influyente. Tiene participaciones en 30 empre-sas emergentes, entre otras, una de tipo incubadora en San Francis-co dedicada a Big Data. Una empre-sa que le vendi a Google, Applied Semantics, es la base del negocio

    AdSense de Google, que le aporta cerca de US$10 mil millones en in-gresos anuales.

    Sin embargo, Elbaz sigue siendo relativamente poco conocido. . Vi-ve tranquilamente con su esposa, exfiscal federal, y sus tres hijos en una casa-rancho modesta en West Hollywood. Como diversin, juega al bsquetbol.

    Sus activos mentales y financie-ros, dice, son como dones que nece-sita desplegar para que el mundo funcione mejor. Si todos los datos fueran claros, seran muchos me-nos los que sustraen valor al mun-do, dice. Muchos ms le agrega-ran valor.

    Generar datos claros y confiables podra tambin transformar a Fac-tual en una empresa muy grande. Gil est muy por delante del resto de nosotros, es el nico empresario al que le entiendo bien lo que quie-re decir recin despus de varias reuniones, dice Ben Horowitz, ca-pitalista de riesgo que respald a Factual a travs de su empresa, An-dreessen Horowitz. Hace 3 aos, estaba convencido de que Factual era la mejor chance de cambiar el mundo. Con el tiempo, el mundo avanz hacia dnde l va.

    Desde su creacin en 2008, Fac-tual absorbi lo que Elbaz expresa como muchos miles de millones de datos individuales que recopila-mos.

    Incluye datos gubernamentales, terabytes de datos empresariales e informacin sobre 60 millones de lugares en 50 pases, cada uno des-crito por 17 a 40 atributos. Factual conoce ms de 80 mil restaurantes de 30 maneras distintas, entre s-tas, ubicacin, propietarios y califi-caciones segn consejos de salud y de gastronoma. Tambin contiene informacin sobre medio milln de pginas Web y datos sobre las ofici-nas, las especialidades y las prefe-rencias de los seguros de 1.8 millo-nes de profesionales estadouniden-

    ses del rea de salud. Tambin hay listas de 14 mil uvas varietales, de accidentes de aviones militares de 1950 hasta 1974 y las masas corpora-les de los famosos.

    Elbaz guarda 500 terabytes de almacenamiento cerca de las ofici-nas de Factual. Esto equivale casi al doble de la cantidad necesaria para contener la Biblioteca del Congreso, que tiene 34.5 millones de libros en 470 idiomas. Tiene ms datos alma-cenados en la gigantesca nube de computadoras de Amazon.

    El plan de Factual es construir el principal punto de referencia del mundo para miles de algoritmos de nubes de superordenadores co-nectados y utilizar los datos y los algoritmos en la nube para encon-trar patrones en la naturaleza y la sociedad para que los cientficos los observen y las empresas los apro-vechen. Factual vende datos en

    una escala mvil, sobre la base de qu proporcin de la informacin se utiliza.

    Elbaz trabaj para I.B.M. du-rante dos aos, despus pas a Sybase, una empresa de bases de datos. Ahorr dinero y apost a la bolsa para poder financiar su pri-mera empresa propia. Su padre le dio 10.000 dlares para invertir por l, que Elbaz triplic en 18 meses. En 1998, Elbaz y un amigo forma-ron una empresa que pas a ser Applied Semantics.

    El software de Applied Seman-tics escaneaba rpidamente miles de pginas Web. Tamizando el con-tenido, poda decir a las empresas qu clases de anuncios funciona-ran bien en una pgina particular. Google la compr en 2003 por US$ 102 millones en efectivo y acciones previas al lanzamiento en bolsa. Los US$30 mil obtenidos por su pa-

    dre de las inversiones en acciones llegaron a tener a la larga un valor de US$18 millones.

    Elbaz se puso al frente de la oficina de ingeniera de Google en Santa Moni-ca, California. Ha donado varios millones de dlares a una serie de causas. En 2007, se fue de Google pa-ra crear Factual. Cuando en 2009, Horowitz, que junto con Marc Andrees-sen dirige Andreessen Horowitz, fue consultado para invertir en Factual, la idea le gener dudas. Le pregunt Usted no es demasiado rico para crear esta empresa? re-cuerda Horowitz. Me dio una de las respuestas ms meditadas que he odo en mi vida. l piensa que esta es una oportunidad para cambiar el mundo que eso le importa ms que el dinero .

    Elbaz le dijo a Horowitz que nece-sitaba el dinero como incentivo pa-ra los ingenieros, y que necesitaba llegar a su meta mientras su mente todava estaba lo suficientemente fuerte. Al final, me di cuenta que no se trataba de un problema de ser demasiado rico para trabajar tan-to, dijo Horowitz.

    Poder dar a conocer a todos los hechos verdaderos del mundo es un trabajo de toda una vida como mnimo. ltimamente, he estado pensando que necesitamos obtener ms datos personales, dice Elbaz. No se refiere a los nombres y direc-ciones de las personas sino a su in-formacin gentica. Qu comieron, cundo y dnde hicieron ejercicio lo ideal sera de todas las personas del planeta, ahora y para siempre. Quiero descubrir la manera de que las personas dejen sus datos a la ciencia.

    La cultura es una necesidad b-sica, dijo Andreas Stadler, direc-tor del Foro Cultural Austraco en Nueva York y presidente de la rama neoyorquina de Institutos Nacio-nales para la Cultura de la Unin Europea. La gente debe tener de-recho a ir a la pera.

    Alemania y Francia, las econo-mas ms grandes y estables de Europa, son las que menos sufren, y hasta pueden exhibir aumentos del financiamiento a algunos progra-mas, gneros y grupos que se con-sidera impulsan la imagen de sus respectivos pases en el exterior, como el cine.

    Otros pases, sin embargo, cu-yos gobiernos estn encabezados por conservadores o tecncratas como Italia, Hungra, los Pases Bajos y Gran Bretaa-, han expe-rimentado una fuerte reduccin de sus presupuestos de cultura. Lo mismo ha pasado con otros, que se ven obligados a recortar el gasto pblico para permanecer en la zo-na del euro, entre ellos Grecia, Por-tugal, Espaa e Italia.

    En el caso de los Pases Bajos, el presupuesto de cultura se reducir alrededor de US$265 millones, o un 25 por ciento, para principios de 2013, mientras que los impuestos a los eventos culturales aumentarn de 6 a 19 por ciento, si bien las entra-das de teatro, eventos deportivos, zoolgicos y circos estn exentas. El secretario de Educacin, Cul-tura y Ciencia del estado, Halbe Zijlstra, seal que se concentrar ms que en la calidad, en una nue-va visin de la poltica cultural, en la cual las instituciones deben justificar qu hacen y competir por fondos limitados.

    Eso significa que las compaas ms pequeas, sobre todo las que se dedican a actividades experimenta-les y de vanguardia, sern las ms afectadas por los recortes. Las ins-tituciones grandes y establecidas, como el Rijksmuseum, el Museo van Gogh, la Royal Concertgebouw Or-chestra y el Ballet Nacional de Ho-landa se encuentran mejor paradas para sobrevivir.

    La economa ya no es tan buena, de modo que para obtener apoyo hay que ser una compaa grande

    de fama internacional, dijo Mi-chael Nieuwenhuizen, gerente de proyecto para asuntos internacio-nales del Centro de Msica de los Pases Bajos. Por otra parte, el go-bierno quiere que el dinero rinda, y relaciona eso con los mercados, de manera que si se tiene pblico se obtiene una recompensa.

    El resultado, agreg, es que va-mos a perder algunas orquestas y coros. En el campo de la danza, di-jo Sophie Lambo, directora gerente del Internationaal Danstheater de Amsterdam, va a haber un tsuna-mi.

    La crisis tambin afecta el tipo de arte que se presenta y la forma en que se lo produce. Nigel Redden, di-rector de festivales de arte del Lin-coln Center y del Spoleto de Charles-ton, Carolina del Sur, dijo que la ten-

    dencia a nuevos trabajos con menos personajes o intrpretes, sobre todo en las piezas por encargo, parece es-tar creciendo en Europa. Muchos dramaturgos escriben obras para tres intrpretes en lugar de ocho, y los compositores crean piezas para grupos de cmara en lugar de sin-fonas, seal. Eso es tambin consecuencia del clima actual: los artistas quieren que su trabajo se interprete, y es inevitable que las producciones ms chicas resulten menos caras.

    En Nueva York, las instituciones artsticas europeas tambin buscan lugares ms pequeos y baratos pa-ra presentar su oferta. Para qu gastan tanto dinero en el Carnegie Hall cuando hay lugares ms bara-tos disponibles? dijo un organiza-dor de intercambios culturales.

    Otros intentan forjar lazos ms estrechos con instituciones estado-unidenses. El Festival de Cine Ru-mana se present el ao pasado en el Lincoln Center con la Sociedad Cinematogrfica del Lincoln Cen-ter como auspiciante. A diferencia de hace 5 aos, ya no pensamos en hacer cosas solos, por nuestra

    cuenta, declar Corina Suteu, del Instituto Cultural Rumano. De pronto, tenemos que ser creativos, buscar socios en EE. UU., Europa y hasta en otros continentes. Yo lo estoy haciendo, y todos mis colegas hacen lo mismo.

    Algunas instituciones artsticas europeas han empezado a buscar apoyo econmico en los Estados Unidos, por lo que cortejan a com-paas estadounidenses o a perso-nas ricas con vnculos emociona-les con el hogar ancestral. Eso, sin embargo, significa, como admiti Stadler, que tambin competimos con instituciones estadounidenses, que, al igual que nosotros, se ven muy afectadas.

    Muchos temen que el impacto de los recortes pueda afectar de mane-ra permanente todas las etapas del proceso artstico, desde la creacin hasta el consumo. Tal vez en lugar de hacer Brian Friel hacemos Nol Coward, ya que la taquilla es impor-tante, dijo Redden.

    Algunas de esas concesiones son inevitables, pero pienso que si todo se convierte en comedias de living y se abandona el teatro serio, las consecuencias seran devastado-ras. Todava no se ha llegado a ese punto, pero sin duda hay un reorde-namiento.

    Recopila datos del mundo, para que ste funcione mejor

    Los recortes culturales hacen mella en Europa

    J. Emilio FlorEs para ThE NEw York TimEs

    Gilad Elbaz de Factual quiere encontrar patrones en la naturaleza y la sociedad para la ciencia y las empresas, por medio de la informacin.

    Todo lo que usted siempre quiso saber, y en un solo lugar.

    La crisis afecta el arte que se presenta y cmo se lo produce.

    Viene de la pgina 1

  • Domingo, 1 DE Abril DE 2012 5

    e l m u n d o

    Asuncin

    PARAGUAY

    BOLIVIA

    BRASIL

    Ro Paraguay

    Ro Paran

    URUGUAY

    ARGENTINA

    Filadela

    GRANCHACO

    CORDILLERADE LOS ANDES

    500 KMS.

    expansin ganadera pueda hacer desaparecer una frontera para el descubrimiento de nuevas especies. El Chaco an est relativamente inexplorado. Aqu se descubri en la dcada de 1970 la mayor especie viviente de pecares, mamferos parecidos al cerdo. En algunas zo-nas, los bilogos han visto hace poco guanacos, un camlido similar a la llama.

    La fiebre de la tierra intensifica la resistencia de los pueblos autcto-nos del Chaco, que suman miles de personas y enfrentan desde hace dcadas las incursiones de misione-ros extranjeros, el creciente poder de los menonitas y las luchas entre tribus.

    Un grupo de cazadores-recolec-

    tores, los ayoreo, se encuentra en una situacin en extremo difcil. En 2004, diecisiete hablantes de ayo-reo pertenecientes a un subgrupo autodenominado totobiegosode, o gente del lugar donde los pecares se coman nuestros jardines, se contactaron por primera vez con extraos. En Chaidi, un pueblo cer-ca de Filadelfia, hablaron de aos de acoso demquinas que invadan sus tierras. El trmino ayoreo para topadora, eapajocacade, significa atacantes del mundo.

    Destruan nuestros bosques, nos creaban problemas, dijo a tra-vs de un intrprete un hombre to-tobioegosode, Esoi Chiquenoi, que

    pensaba que tena cuarenta y tantos aos. El resultado fue que l y otros de su grupo, que en fotografas to-madas en 2004 usaban taparrabos, abandonaron de manera abrupta su forma de vida.

    Gente de Chaide ha hablado de familiares totobiegosode que conti-nan en la selva y siguen viviendo de la manera tradicional, lo que es probable que los convierta en la lti-ma tribu no contactada de Amrica del Sur fuera de la Amazonia. Se es-tima que son unos veinte o ms. Los investigadores especulan que no se les ha contactado o que simplemen-te estn ocultos, ya que viven entre las haciendas ganadoras que se crearon a su alrededor.

    Un informe de marzo del Institu-to Indgena Paraguayo confirm su existencia en territorio que controla River Plate, una compaa ganade-ra brasilea, y mencion la presen-cia de huellas y hoyos cavados para capturar tortugas con las que ali-mentarse.

    La presencia econmica de Brasil es imposible de ignorar, y est sim-bolizada en los alrededor de 300 mil brasiguayos, como se llama a los in-migrantes brasileos relativamen-te prsperos y a sus descendientes, que han desempeado un importan-te papel en la expansin de la agri-cultura industrial y la ganadera en Paraguay.

    Ya existen tensiones como conse-cuencia del aumento de la cantidad de tierra que est en manos de bra-sileos. Tranquilo Favero, un pro-ductor de soja y ganadero brasileo que es uno de los hombres ms ricos de Paraguay, indign a muchos pa-raguayos al decir en declaraciones publicadas en febrero que haba que tratar a los campesinos sin tierra como mujer de malandra, que slo obedece a palos. Favero controla alrededor de 249 mil hectreas en el Chaco, adems de extensas zonas del este de Paraguay.

    Otros ganaderos brasileos con-firmaron que extendieron de forma

    agresiva su presencia en el Chaco y que contribuyeron a la deforesta-cin. Nelson Cintra, un ganadero del estado brasileo de Mato Grosso do Sul, dijo que l y su hermano estu-vieron entre los primeros brasileos que apostaron al Chaco, para lo cual adquirieron unas 35 mil hectreas en Alto Paraguay, cerca de la fron-tera con Brasil, en 1997.

    Los ambientalistas protestan por la deforestacin, pero el mun-do tiene miles de millones de bocas que alimentar, dijo Cintra, alcalde de Porto Murtinho, una ciudad fron-teriza brasilea. Hoy hay un milln de cabezas de ganado en Alto Para-guay; hace quince aos haba slo 50.000, dijo.

    En las afueras de Filadelfia, la transformacin del Chaco de vasto territorio virgen en bastin gana-dero ya parece irreversible. Unos 80 ayoreos viven a un lado de la au-topista y duermen bajo bolsas pls-ticas colgadas entre los rboles.

    Algunos ganaderos detienen sus camionetas para contratarlos co-mo jornaleros y les pagan unos diez dlares diarios. Nunca volvere-mos a vivir en la selva, dijo Arturo Chiquenoi, de veintiocho aos, un hombre ayoreo que trabaja ocasio-nalmente como pen. Esa vida se termin.

    Noah Friedman-Rudovsky colabor con informes.

    Remota selva paraguaya es asediada por ganaderos

    The New York Times

    Ganaderos brasileos y menonitas convergen en la selva del Chaco, que es casi del tamao de Polonia.

    NoAh FrieDmAN-rUDoVskY PArA The New York Times

    Los Totobiegosode, que usaban taparrabos en su hogar selvtico, ahora viven en casillas precarias.

    Viene de la pgina 1

    En una fbula, un escorpin pica a la rana que va cargndolo para atravesar un ro, de modo que ambos se hunden. Antes de ahogarse el escorpin explica

    que probable-mente haba sido un gesto suicida pero no pudo evi-tar picarla. Era su natu-raleza.

    Acaso so-mos, como el

    autodestructivo escorpin, sim-plemente criaturas de hbitos?

    Esa pregunta est generando una nueva ola de investigacin entre neurocintificos, psiclogos y minoristas corporativos. Char-les Duhigg, autor de The Power of Habit: Why we Do What We Do in Life and Business, escribi en The Times acerca de un estudio de la Universidad Duke segn el cual aproximadamente 45% de las decisiones que toman las personas cada da se basan en hbitos ms que en elecciones conscientes. Entender esos h-bitos y aprender a modificarlos o influir en ellos, es el santo grial de los comerciantes. La cadena Target viene compilando una to-nelada de datos sobre los hbitos de sus compradores. Las mujeres embarazadas generan un inters particular. Al ser padres, muchos de los supuestos y hbitos previos de las personas experimentan un sobresalto, lo cual crea una opor-tunidad perfecta para que un co-merciante cambie sus fidelidades a una marca.

    Andrew Pole, experto esta-dstico de Target, le coment a Duhigg :Sabamos que pudien-do identificarlas en su segundo trimestre, existe una buena probabilidad de poder capturar-las durante aos. En cuanto em-piezan a comprarnos paales, empiezan a comprar tambin todo lo dems.

    Desde un punto de vista neuro-lgico, esos hbitos se reducen to-dos a surcos: en el cerebro, o sea, donde los recorridos neuronales son literalmente desgastados por la repeticin constante. Pero co-mo escribi Timothy D. Wilson, autor de Redirect: The surprising new science of psychological

    change, esos surcos a veces autodestructivos como el del es-corpin- pueden resultar muy di-fciles de eliminar. Para crear un hbito mejor, escribi, tenemos que practicar laboriosamente una respuesta mejor que horade un nuevo surco.

    Uno de los problemas para en-contrar la perseverancia que nos lleve modificar los hbitos tal vez se deba a una desconexin con nuestro yo futuro. Kelly McGoni-gal, autora de The willpower ins-tinct, coment a The Times que la gente suele creer que en el futuro tendr menos problemas. Para qu entonces, usar hilo dental o ahorrar dinero ahora, cuando en el futuro vamos a tener una mejor oportunidad de resolver las cosas?

    Nos cuesta imaginar que vamos a estar bajo las mismas presiones, dijo McGonigal a The Times. Es como si furamos a tener ms tiempo y energa, y pudiramos dejar que la persona futura aborde lo que nos podemos abordar ahora. A lo cual Emily Pronin, profesora adjunta de psicologa en la Universidad de Princeton agreg Si no quiere hacerlo ahora, no suponga que su yo futuro querr hacerlo.

    De vuelta en el presente, el estrs puede combinar conduc-tas negativas, transformando esos surcos cerebrales en hue-llas muy profundas. Pero, una vez ms, hasta las huellas muy profundas en el cerebro pueden revertirse. Tal como inform The Times, ratas de laboratorio sometidas a un gran estrs en un estudio desarrollaron patrones neurticos. Sin embargo, al ali-viar la tensin, algunos de esos malos hbitos desaparecieron.

    La clave es algo conocido como plasticidad neuronal, gracias a la cual el cerebro puede a la larga redefinir sus surcos.

    Christopher Chabris, profesor de psicologa de Union College en Schenectady, Nueva York, escribi en ese sentido en The Times De la misma manera que un software atascado en beta permanente, tiene su cuota de bichos informticos, pero su plas-ticidad permite actualizaciones frecuentes.

    Una buena noticia para las ra-tas y para las personas. Quiz no para los escorpiones.

    KEVIN DELANEY

    Surcos cerebrales difciles de eliminar

    VENTANA

    Enve sus comentarios a [email protected]

    sUzANNe CArr/The Free LANCe-sTAr, ViA AssoCiATeD Press

    el comercio se interesa en la mujer encinta ya que es entonces que hbitos de compra arraigados pueden cambiar.

    Grandes zonas fueron despejadas para establecer haciendas.

  • 6 Domingo, 1 DE Abril DE 2012

    e l M uNDO

    POR LYDIA POLGREEN

    CIUDAD DEL CABO Para un sinnmero de visitantes extranje-ros, Ciudad del Cabo es un smbolo indeleble de la belleza y la promesa de la Sudfrica postapartheid. Ms all de sus hermosas vistas y fabu-losos vinos, su logotipo mismo el contorno de la majestuosa Monta-a de la Mesa sobrepuesto sobre un arcoiris destaca su mezcla hist-rica de razas y culturas, y su resi-dente ms clebre, Desmond Tutu, es reverenciado como smbolo de tolerancia, integracin y perdn.

    Sin embargo, para muchos suda-fricanos de raza negra, esta ciudad representa algo muy diferente: el ltimo bastin del dominio blanco.

    No importa qu tan famoso/ri-co seas, eres ciudadano de 2a clase si eres negro en Ciudad del Cabo, escribi la cantante Lindiwe Sutt-le, en un desafo va Twitter a Helen Zille, lder blanca del partido que gobierna esta ciudad.

    Despus de que el mensaje atrajo un coro de apoyo de celebridades de raza negra y otras en la caja de resonancia del Twitter, Zille repli-c: Qu completo disparate.

    La batalla en Twitter, que estall hace unos meses, ha dado paso a la introspeccin en esta ciudad de 3.5 millones de habitantes en la punta sur de frica: Termina el clebre arcoiris de esta nacin donde la

    montaa se junta con el mar?sta es la nica metrpoli impor-

    tante, en Sudfrica, donde la gente de raza negra no es mayora, y se mantiene profundamente dividida: los blancos en el centro de la ciudad y sus suburbios interiores en la fal-da de la montaa, y los no blancos en los distantes asentamientos en las planicies del Cabo. Las polticas apartheid prohiban, de hecho, a los negros vivir o incluso trabajar en la ciudad, lo que le dio a la gente de raza mestiza, el grupo tnico ms imponente de la ciudad, prioridad sobre los de raza negra en los em-pleos y la vivienda.

    Cabo Occidental es la nica de las nueve provincias del pas no gober-nada por el Congreso Nacional Afri-cano en el poder. Es dirigida por la Alianza Democrtica, el partido de Zille, que surgi del movimiento antiapartheid blanco, pero a final de cuentas lleg a incluir restos del viejo Partido Nacional que cre el apartheid.

    En un discurso, el ao pasado, Ja-cob Zuma, presidente de Sudfrica, dijo que la ciudad tena un sistema extremadamente apartheid, de acuerdo con reportes periodsti-cos.

    El Congreso Nacional Africa-no intenta ganar la provincia y la Alianza Democrtica ha desesti-mado la afirmacin de que Ciudad del Cabo sea racista como una es-trategia poltica.

    El gobierno municipal se esfuer-za por cambiar lo que Patricia de Lille, Alcaldesa de Ciudad del Ca-bo, llama el desarrollo espacial del apartheid.

    Se ha cambiado el nombre de dos avenidas principales en honor a Nelson Mandela, el primer presi-dente de raza negra de Sudfrica,

    y Helen Suzman, una ferviente detractora del apartheid de raza blanca.

    Sin embargo, un estudio con-cluido por investigadores de la Universidad de Ciudad del Cabo, en diciembre del 2010, encontr que los residentes de color vean pocas oportunidades de negocio para ellos mismos en Ciudad del Cabo. Concluy que en Cabo Occi-dental, los africanos casi siempre tienen menos xito que los blancos en avanzar en sus trayectorias pro-fesionales, lo que crea un efecto de techo de bano.

    Algunas personas de raza ne-gra reportan que les han dicho que no hay mesas disponibles en un restaurante vaco o que no hay automviles en una arrendadora llena autos. Otras cuentan haber sido confundidas con prostitutas simplemente por tomar bebidas en un bar lleno de clientes de raza blanca.

    Y en una ciudad donde la des-igualdad econmica es patente, la clase se ha vuelto, en algunas for-mas, un sustituto de raza.

    Osiame Molefe, un periodista, re-cientemente escribi acerca de que

    no lo dejaron entrar a un local.La tercera (y ltima) vez que me

    negaron la entrada al bar Asoka, un representante del establecimiento escribi: Puedo informarle que Asoka no tiene una poltica de ad-misin racista. Seremos los prime-ros en admitir que nuestra poltica se basa en la clase y la superficiali-dad desafortunadamente eso es lo que nuestros clientes esperan y desean. Y, de una manera realista, esta es la triste realidad de la socie-dad en que vivimos.

    Lo que no se dice es cmo, exac-tamente, se determina la clase.

    PER-ANDERS PETTERSSON PARA THE NEW YORK TIMES

    Las principales playas en Ciudad del Cabo tienden a atraer a baistas blancos, abordados por vendedores de raza negra. La cuestin del color sigue siendo un tema en la poltica de Sudfrica.

    La raza negra de Ciudad del Cabo se siente excluida.

    Diferencias raciales visibles en Sudfrica

    POR SUZANNE DALEY

    ATENAS Hace ms o menos un ao, Fotis I. Antonopoulos, di-seador ateniense de software de internet, decidi crear un negocio electrnico de venta de productos con base en las aceitunas.

    Poder empezar le tom 10 meses, durante los cuales recorri toda la ciudad para recoger docenas de formatos y sellos de autorizacin. Pero aun eso no bast. En lo que fue tal vez el giro ms extrao de todos, el Departamento de Salud requiri que todos los miembros de su consejo entregaran radiografas de pulmn, as como muestras de materia fecal, por tratarse de una compaa alimenticia.

    Ahora me da risa, narr An-tonopoulos. Pero no sera tan di-vertido si no hubiera tenido un muy buen puesto con muy buen sueldo. Habra sido una absoluta pesadi-lla.

    Con una economa que entra en su cuarto ao de recesin, los empren-dedores griegos estn ansiosos por revertir una aterradora corriente.

    En el 2011, al menos 68 mil pequeas y medianas empresas cerraron en el pas y casi 135 mil empleos aso-ciados con ellas se desvanecieron. Para el 2012, los pronsticos son

    pesimistas. Sin embargo, pese a las recurrentes promesas del Gobier-no de mejorar las cosas, el clima que rodea los negocios sigue desastroso en Grecia.

    En un reporte reciente, la firma McKinsey & Company indic que las compaas de arranque griegas enfrentaban un enorme volumen de burocracia, regmenes administra-tivos y fiscales complejos y procedi-mientos disuasivos.

    S que lo que nos pas no es una cosa aislada, expres Antono-poulos. Es lo que vive cualquiera que busca abrir un negocio. Es muy frustrante.

    Nada de esto es nuevo para Vas-silis Korkidis, presidente de la Con-federacin Nacional de Comercio Helnico, asociacin comercial en Atenas. Podras contarme lo que fuera y te creera. Lo he visto todo.

    Parte del problema de Antono-poulos, sugiri Korkidis, fue su renuencia a pagar sobornos para agilizar las cosas.

    Antonopoulos, de 36 aos, relat que el peor momento del proceso de arranque de su negocio ocurri cuando representantes de dos de-pendencias acudieron a inspeccio-nar la tienda y difirieron en cuanto a la legalidad de una escalera en caracol. Se fueron dicindole que tendra que investigarlo.

    En ese momento, realmente pensamos en irnos e instalarnos en el Reino Unido, dijo.

    Tambin indic que cuando la compaa recibi un enorme pedi-do de Dinamarca, el papeleo invo-lucrado resultaba tan costoso que decidieron no tratar siquiera de surtir el pedido.

    En contraste, dijo que se tard unas 24 horas en obtener la aproba-cin de la Direccin de Alimentos y Medicamentos para exportar a EE. UU. sus aceites de oliva, madera de olivo y cosmticos con base en acei-tunas. Todo estaba en lnea, narr. En Grecia, nada podra hacerse en lnea.

    Antonopoulos indic que su his-toria termin por tener un final fe-liz. Su compaa, activa desde hace apenas cinco meses, ya ha expor-tado a Estados Unidos, Argentina, Australia, Japn y Mongolia.

    Las muestras fecales no pueden ser el centro de esta historia, dijo Antonopoulos. Lo logramos.

    ANgELOS TzORTzINIS PARA THE NEW YORK TIMES

    Fotis I. Antonopoulos conserv su empleo mientras abra un negocio, lo cual le llev meses de trmites burocrticos intiles.

    Emprendedor se impone a docenas de formularios.

    Burocracia excesiva hace ms lenta economa griega

    Dimitris Bounias contribuy con informacin para el artculo.

  • Domingo, 1 DE Abril DE 2012 7

    e l M u N D O

    POR ANDREW JACOBS

    MAQU, China La pasin de Tsering Kyi por aprender aparente-mente se convirti en desesperanza este mes cuando una escuela en la provincia Gansu, cerca de Tbet, cambi el idioma de instruccin del tibetano al chino, una accin que ha incitado protestas en toda la estepa a gran altitud. El 3 de marzo, la chi-ca, de 20 aos, emergi de un bao pblico en el mercado de frutas y verduras del pueblo, su frgil cuer-po envuelto en cobijas empapadas de gasolina que haban sido ceidas con alambre, sealaron familiares y residentes locales. En un instante estaba en llamas, su puo alzado en desafo, antes de caer al suelo. Mu-ri all mismo.

    En el ao pasado, 29 tibetanos, sie-te en semanas recientes, han optado por la autoinmolacin en protesta contra las polticas chinas. De ellos, 22 fallecieron. Adems, el 26 de mar-zo, un exiliado tibetano de 26 aos se inmol y sufri quemaduras graves en Nueva Delhi previo a una visita del presidente Hu Jintao de China.

    Pekn, alarmada por la amenaza a la estabilidad en una regin llena de descontento a causa de controles religiosos y culturales, ha respondi-do con una variedad de medidas de mano dura. Los funcionarios han descrito a los autoinmolados como marginados y terroristas, culpado de los sucesos a la influencia per-niciosa de los exiliados tibetanos e inundado la regin con retenes y ofi-ciales de la polica paramilitar.

    Los lderes del Partido Comunista tambin han introducido un plan de administracin monstica para controlar ms directamente la vida religiosa. Como parte del plan, 21 mil funcionarios del partido han sido en-viados a comunidades tibetanas con la meta de hacerse amigos de los

    monjes y crear expedientes sobre cada uno de ellos. Los miembros del clero cooperadores son recompen-sados con prestaciones de salud, pensiones y televisores; los recal-citrantes a veces son expulsados de sus monasterios.

    En algunos templos, los monjes y las monjas han sido obligados a de-nunciar al Dalai Lama, el exiliado lder espiritual cuyo nombre es invo-cado a menudo por los autoinmola-dos. La libertad de movimiento que permita que los monjes estudiaran en todo Tbet y cuatro provincias ad-yacentes ha sido reducida.

    Robert Barnett, director de Estu-dios del Tibet Moderno de la Univer-sidad de Columbia, en Nueva York,

    coment que el enfoque intruso del gobierno chino hacia los monaste-rios, corazn de la sociedad tibeta-na, revierte las polticas de autoad-ministracin de los 80. La historia sugiere que es poco probable que funcione, dijo.

    Desde mediados de marzo, varias protestas han estallado, entre ellas dos en la provincia Qinghai que fueron encabezadas por estudian-tes molestos por la introduccin de libros de texto en chino. En enero, afirman grupos de exiliados, 31 per-sonas fueron baleadas, y una muri, cuando los policas abrieron fuego contra los manifestantes en la pro-vincia de Sichuan.

    El descontento ha fluido a travs

    de la historia tibetana moderna con regularidad desde 1959, cuando el Dalai Lama huy a India tras una revuelta fallida.

    Entre 1987 y 1989, la regin fue cimbrada por protestas que fueron brutalmente sofocadas.

    Las medidas represivas ms recientes empezaron en marzo de 2008, cuando disturbios en Lhasa, la capital tibetana, llevaron a la muer-te de 19 personas.

    Acadmicos y exiliados tibeta-nos dicen que la actual campaa de resistencia es diferente a cualquier cosa que se haya visto antes. La tc-tica ha conmovido profundamente a los tibetanos comunes y corrientes y molestado a los funcionarios chi-

    nos. Igual de significativo, sealan, es que los manifestantes son en su mayora jvenes, todos salvo nueve de ellos menores de 30 aos.

    En entrevistas con dos docenas de monjes y tibetanos comunes en las provincias de Qinghai y Gansu, muchos dijeron que prevean que los suicidios entre llamas y las pro-testas seguiran extendindose ms all de Aba, condado en la provincia de Sichuan donde la mayor parte de las autoinmolaciones ha tenido lugar.

    Desde afuera, todo luce tan boni-to aqu, pero por dentro, todo mundo est a punto de ebullicin, extern un lama en un monasterio, en Re-bkong. Coment que se requiere que los monjes asistan a sesiones de educacin patritica que consis-ten en propaganda pro Gobierno.

    Muchos monjes tibetanos no pueden obtener pasaportes y afir-man que los chinos de la etnia han, quienes superan enormemente en nmero a los tibetanos en la regin, los tratan con desprecio.

    Ni siquiera podemos decir lo que pensamos por telfono porque los policas nos escuchan, coment un hombre, de 39 aos, quien comparti detalles sobre la vida de los mil 400 monjes del monasterio de Labrang.

    Describi cmo la Polica haba allanado el complejo del monasterio a altas horas de la noche. Al menos 180 monjes fueron detenidos. Final-mente fueron puestos en libertad, pero Labrang, uno de los sitios reli-giosos ms importantes en el budis-mo tibetano, ha cambiado. Cmaras de vigilancia penden de los aleros de los templos sagrados y oficiales de polica vestidos de civil se mezclan con los fieles.

    Nunca nos engaan porque sos-tienen sus cuentas de oracin en la mano derecha, y todo tibetano sabe que debe sostenerlas en la mano iz-quierda, indic un monje.

    Los tibetanos se resisten a mayor control de China

    Shi Da aport investigacin.

    SHIHO FUKADA pArA THe New YOrK TImeS

    el ao pasado, 22 tibetanos se autoinmolaron en protesta contra las polticas represivas chinas.

    POR MARTIN FACKLER

    KOBE, Japn Yoshihiro Ka-riya, de 61 aos, hace gala de la energa de alguien de la mitad de su edad, al contar chistes en rpida sucesin mientras recorre el esce-nario en un frac rojo y su cabello peinado en una cola de caballo. La rutina cmica de Kariya, de una hora de duracin, es una andanada implacable de chistes divertidos y a menudo subidos de tono, dirigida a su audiencia, en su mayora muje-res mayores de 60 aos.

    Hace 40 aos, cuando estaba re-cin casada, su marido la cargaba en sus brazos y la llevaba a la rec-mara, dijo durante una presenta-cin reciente.

    Cundo fue la ltima vez que eso sucedi? 1962?, continu, mientras sealaba a miembros del pblico. Para usted, 1960? 1956? Y por all, 1910?

    Ahora es usted quien lo lleva de la mano a la recmara. Y para qu? Para cambiarle el paal de adulto!

    Las mujeres, que han pagado ms de 300 dlares el boleto para este es-pectculo con cena, hacen muecas de desagrado al escuchar el remate

    del chiste, aun cuando vitorean y aplauden.

    Japn est bien establecido como un centro global de cultura juvenil y el creador de Uniqlo y Pokmon. Pero sta tambin es una de las sociedades ms rpidamente en-vejecientes del mundo, y hay una creciente necesidad de que algo o alguien entretenga a sus crecientes filas de jubilados.

    En la actualidad, nadie lo hace mejor que Kariya, mejor conocido por su nombre artstico, Kimimaro Ayanokoji, o simplemente Kimi-maro. Se han vendido un milln de copias de sus libros y CDs, y ruti-nariamente llena lugares como este teatro de 500 localidades en el elegante Hotel Okura.

    Kimimaro-san es un comedian-te para una sociedad envejecien-te, dijo Fukako Shimamura, de 63 aos, ama de casa, en el show de Kobe. Es de nuestra generacin, as que entiende nuestros proble-mas.

    Kariya dice ser uno de los pocos comediantes que puede cumplir una tarea difcil: pintar una sonri-sa en los rostros de clientes exigen-tes y arrugados que lo ha visto to-

    do, y que ya no tienen mucho de que rerse. Lo hace con lo que l llama comedia de lengua viperina, hu-mor a menudo negro y mordaz que expone francamente los achaques y dolores, y tambin los temores, de envejecer.

    El comediante dice que parte de su atractivo radica en el hecho de que ha compartido muchas expe-riencias con su pblico principal, los japoneses nacidos en los aos

    posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Hijo de un criador de ca-ballos en una zona rural del sur, dice que le pic el gusanito de la farndula cuando vio sus primeras variedades de entretenimiento en un televisor blanco y negro que su familia compr para ver los Juegos Olmpicos de Tokio, en 1964.

    Luego de trabajar arduamente en una carrera deslucida como maestro de ceremonias en caba-

    rets de mala muerte y haciendo rutinas de comedia tipo stand-up, a los 50 aos estaba en proceso de quedarse calvo y se senta en su ocaso. Entonces se le ocurri una idea: su generacin de posguerra, el grupo demogrfico ms gran-de de Japn, estaba envejeciendo junto con l. Por qu no contarles chistes sobre esa realidad?

    As que hace 10 aos, revivi su trayectoria repartiendo cintas de cassette de su humor enfocado en las personas de la tercera edad a los conductores de autobuses tu-rsticos, cuyos pasajeros son en su mayora jubilados. En menos de dos aos, le llovan ofertas para comprar sus cassettes y para que hiciera presentaciones en vivo.

    Una de sus inspiraciones ms ricas es burlarse de las parejas an-cianas cuya chispa romntica se ha apagado desde hace mucho tiempo y ha sido sustituida por la irritabili-dad de envejecer.

    Me cae bien porque tambin nos recuerda lo que todava tenemos, dijo Yoko Hirata, de 66 aos. Algu-nas veces estoy harta de mi esposo. Pero cuando vengo aqu, me doy cuenta de lo afortunada que soy de tenerlo.

    Kimimaro-san hace que agra-dezca el tiempo que hemos estado juntos, y el que nos queda, agreg.

    KUNI TAKAHASHI pArA THe New YOrK TImeS

    el humor negro de Yoshihiro Kariya a menudo aborda a parejas japonesas de edad avanzada que han perdido el romanticismo.

    Cmico para ancianos

  • 8 Domingo, 1 DE Abril DE 2012

    d i n ero y n egoc i o s

    POR AMY CHOZICK

    MIAMI Blanca Soto se mud de Mxico a Los ngeles en busca de una vida mejor. Tras una dcada de luchar all, se reubic a Miami, donde trabaja jornadas de 10 horas,

    seis das a la sema-na.

    Su empleo? Ser una estrella.

    Hollywood po-dr estar en proce-so de perder foros cinematogrficos

    ante locaciones ms econmicas fuera de Estados Unidos, y las tra-dicionales telenovelas grabadas en Nueva York ya han desaparecido, pero Miami hoy goza de un auge en la produccin de telenovelas, que se transmiten a diario y son enorme-mente populares entre el pblico de habla hispana.

    Cinco telenovelas actualmente son grabadas en Miami, en compa-racin con solo dos hace unos cuan-tos aos.

    En 2011, losproductores gastaron US$40 millones en el rea mencio-nada, comparado con US$11.5 mi-llones en 2009, inform la Oficina de Cine y Entretenimiento del Condado de Miami-Dade.

    Univisin y Telemundo, las dos

    cadenas de habla hispana domi-nantes en EE. UU., incrementan las producciones hechas en el sur de Florida, atradas por las oportuni-dades de mercadotecnia, los bene-ficios fiscales y el creciente pblico hispano en ese pas.

    Actores, productores y guionistas latinoamericanos se han volcado so-bre la ciudad.

    Decimos a manera de broma que lo mejor de Miami es que est tan cerca de Estados Unidos, coment Luis Balaguer, fundador y director

    ejecutivo de Latin World Entertain-ment, compaa de manejo de ta-lentos y produccin. Para muchas estrellas, el cambio es bien recibido por otra razn: los ndices delictivos al alza en Mxico.

    El cambio de la produccin a

    Miami es, en parte, resultado de generosos incentivos ofrecidos por el Estado, y la crisis de la vivienda en Florida que se ha convertido en un atractivo para los productores en busca de escenarios ms baratos.

    Las telenovelas se transmiten cinco das a la semana y requieren un ritmo de produccin acelerado.

    Hacer un temporada de 120 episo-dios cuesta unos US$3 millones.

    Las telenovelas hechas en EE. UU. incluyen mensajes sobre pro-blemticas que afectan a los hispa-nos.

    An as, expres Csar Conde, presidente de Univision Networks, los tringulos amorosos siguen siendo la trama principal.

    En algunas formas, la industria en Miami refleja los inicios de Ho-llywood. Los estudios de habla his-pana siguen teniendo contratos de exclusividad con los actores, y los sindicatos casi no existen.

    Hacer novelas de bajo presu-puesto significa que las cadenas no pueden derrochar en estrellas de renombre.

    En vez de ello, las extraen de Lati-noamrica o realizan bsquedas de talento a nivel nacional. Somos te-levisin de habla hispana, brome Conde. Obtienes el papel y luego te hacemos trabajar cien horas a la semana.

    TV de habla hispana sube en Miami

    MAGGIE STEBER, pARA ThE NEw YoRk TIMES

    produccin de novelas se muda a Miami. En la foto, la actriz Adriana Fonseca estudia sus dilogos.

    POR LIZ ALDERMAN

    PARS A pesar de la persisten-te crisis de deuda y de una recesin que se incuba en muchas naciones de la unin monetaria europea, muchas compaas internacio-nales tratan de ver ms all de las aflicciones actuales de la regin y le apuestan a recompensas a futuro.

    En Irlanda, Microsoft invirti hace poco US$130 millones para ampliar un centro de datos en las afueras de Dubln.

    El gigante farmacutico Eli Lily planea gastar unos US$440 millo-nes en una nueva planta biofarma-cutica cerca de Cork, lo que crear cientos de empleos.

    En Espaa, Dow Chemical desti-n US$13.2 millones a un centro de investigacin sobre desalinizacin del agua, a 80 kilmetros al suroeste de Barcelona. Ah, ingenieros espe-ran desarrollar formas de producir agua barata y limpia.

    General Electric sigue adelante con una inversin de US$40 millo-nes para expandir su investigacin en tecnologa energtica, aeronu-tica y mdica en Alemania nacin que GE considera un refugio de la tormenta del euro y con una inver-sin adicional de US$74 millones pa-ra ampliar su presencia comercial.

    Infosys, la enorme compaa in-dia de consultora y contrataciones externas de tecnologa, planea des-tinar millones de dlares a inver-siones adicionales en sus mercados medulares en el norte de Europa.

    La tendencia parece contrarres-tar el gran revs de 2010, cuando la inversin extranjera directa en Eu-

    ropa cay un 19 por ciento en com-paracin con el ao anterior.

    En fechas recientes, de acuerdo con analistas, economistas y eje-cutivos, las compaas y fondos de inversin con capital disponible de China, India, Brasil y los Emiratos rabes Unidos han incrementado sus activos europeos.

    Hay ms optimismo de que la crisis del euro se resolver pronto o al menos la gente ver que pode-mos vivir con ello, dijo Marc Hen-ry, director financiero de Michelin, la compaa francesa que es uno de los fabricantes de llantas ms gran-

    des del mundo.Los tiempos difciles distan mu-

    cho de haber terminado, por su-puesto.

    Por cada conglomerado con abun-dante capital que apuesta por un giro de 180 grados en la suerte euro-pea, miles de pequeas y medianas empresas han quedado debilitadas por tres aos de volatilidad econ-mica generada por pases ms d-biles a lo largo de la regin sur de la zona del euro.

    Muchas de estas compaas ms pequeas, que juntas tpicamente representan la inmensa mayora de

    los empleos nuevos en Europa, aca-paran efectivo mientras esperan mayor claridad respecto al panora-ma regional y global, afirm Marc Lhermitte, socio en Ernst & Young, en Pars.

    Necesitamos restaurar la esta-bilidad financiera antes de ver ms transacciones, dijo.

    El crdito bancario tambin se ha vuelto mucho ms estricto para las compaas ms pequeas, pese a un nuevo programa del Banco Cen-tral Europeo de inundar a las insti-tuciones financieras de la eurozona con dinero barato.

    En contraste, las grandes com-paas que tienen sus propias divi-siones financieras, han podido re-currir a los prstamos baratos del Banco Central.

    Muchos dicen que Europa tam-bin necesita un mejor sistema de capital de riesgo para permitir que los emprendedores y los negocios conviertan ideas innovadoras en xitos comerciales.

    En una visita reciente a Pars pa-ra inaugurar las nuevas oficinas ge-nerales de Google en Francia para el sur de Europa, Medio Oriente y frica, Eric E. Schmidt, presidente ejecutivo de la compaa, dijo que no haba mucha diferencia entre los emprendedores de EE. UU. y los de Francia salvo por el acceso al di-nero.

    Lo que falta no son ideas, sino financiamiento y capital de riesgo, seal. Cuando se est en tecnolo-ga, uno necesita dinero y necesita actuar muy rpido.

    Tampoco ayuda una creciente

    brecha econmica entre los pases ricos del norte de Europa, como Gran Bretaa, Alemania, Blgica, Holanda y Luxemburgo, y los ms dbiles del sur.

    Las compaas que efectan inversiones se inclinan ms hacia mercados que ya estn en perodo de prosperidad.La crisis del euro ha hecho que los polticos se den cuen-ta de que deben crear rpidamente un mejor entorno para los negocios, que brinde incentivos para las in-versiones.

    Impuestos elevados, altos costos de operacin, mercados laborales rgidos y regulaciones onerosas han privado de oportunidades a muchas compaas, indic E. Merszei, pre-sidente de operaciones europeas en Dow.

    Eso ha sucedido a travs de los aos y es la razn por la que actual-mente hay partes desfavorecidas en Europa, reiter. Una vez que se comiencen a crear condiciones de igualdad, entonces la dinmica cambiar.

    Firmas extranjeras dispuestas a reinvertir en Europa

    Ven ms all de los problemas y apuestan al futuro.

    FoToGRAFA poR JACQUES BRIGNoN

    Google ha abierto oficinas en pars, Francia, pero reconoce que escasea capital de riesgo para financiar firmas ms pequeas.

    Telenovelas latinas se posicionan en el mercado de Florida.

  • Domingo, 1 DE Abril DE 2012 9

    c i e n c i a y t e c n o l o g a

    POR WILLIAM J. BROAD

    Durante siglos, los submarinis-tas se han deslizado bajo las olas en vehculos hechos para viajar hori-zontalmente.

    El 25 de marzo, James Cameron, conocido por dirigir pelculas ima-ginativas como Titanic, Avatar y El Abismo, reinvent la forma en que la gente explora el ocano profun-do. En un singular sumergible de su propia creacin, realiz una inmer-sin de 11 kilmetros, directo hasta el fondo del lugar ms profundo del planeta, el Abismo Challenger en el Pacfico oeste.

    El eje del vehculo de 7 metros de largo de Cameron, quien lo lla-ma un torpedo vertical, es parado, ms que horizontal, lo que acelera la inmersin.

    Su objetivo era descender y as-cender lo ms rpido posible para poder maximizar su tiempo en el oscuro lecho marino.

    El mar profundo es mucho ms difcil de explorar que el espacio exterior.

    La oscuridad total se cierne a temperaturas casi congelantes. El agua de mar es corrosiva, con fre-cuencia llena de detritos y en gran medida opaca a la luz, adems de que dificulta la transmisin de las ondas de radio. Y es extraordina-

    riamente pesada.Hasta ahora, los sumergibles

    ms avanzados del mundo fueron construidos por gobiernos. Pue-den llegar hasta 4.5 kilmetros de profundidad (Estados Unidos), 5.15 kilmetros (China), 5.95 kilmetros (Francia y Rusia), y 6.4 kilmetros (Japn). Todos siguen el plano ho-rizontal.

    Cameron ve a su sumergible, construido en secreto en Australia en el curso de ocho aos, como una expansin del poder de los cient-ficos para explorar el abismo. La National Geographic Society, la Scripps Institution of Oceanogra-phy y la Universidad de Hawai tra-bajaron con l.

    Tras un descenso reportado de 2

    horas, 36 minutos, Cameron alcan-z el fondo y permaneci all unas 3 horas, de acuerdo con la National Geographic Society.

    El cineasta haba tenido la espe-ranza de explorar durante unas 6 horas, pero tuvo que acortar el tiempo debido a una fuga hidruli-ca, report la NGS.

    Acabo de llegar al pozo ms pro-fundo del mar, dijo Cameron en un mensaje de Twitter el 25 de marzo. Tocar fondo jams fue tan mara-villoso. Me muero por compartir con ustedes lo que veo.

    La National Geographic Society report que tras su ascenso, Came-ron dijo: Era desolado; pareca la Luna. No vio peces ni nada que pareciera tener vida, aparte de unos cuantos amfpodos (tipo ca-marn).

    El Abismo Challenger es el rea ms remota de la Fosa de las Ma-rianas, el ms profundo de los abis-mos del fondo marino que entrecru-zan el globo.

    El cineasta introdujo su figura de 1.87 metros de estatura en una esfera de solo 109 centmetros de ancho, lo que lo oblig a mantener dobladas las rodillas durante todo el trayecto.

    Slo en una ocasin anterior ha-ba llegado el hombre al fondo del Abismo Challenger, en 1960, cuan-do la Armada de Estados Unidos envi a dos hombres. Permanecie-ron all 20 minutos.

    As como las balas giran para estabilizar su vuelo, este vehculo gira sobre su eje vertical, otra inno-vacin.

    Es algo muy ingenioso, dijo Alfred S. McLaren, submarinero retirado que ayuda a dirigir una compaa que hace sumergibles. Nadie ha hecho este tipo de cosa antes. Es una gran idea, es una tre-menda idea.

    Un mayor avance involucra la espuma estructural de la nave. Compensa el gran peso de la cp-sula de mando de acero y hace que

    la nave pueda volver rpidamente a la superficie. El equipo de Came-ron tuvo que desarrollar su propia espuma sper resistente despus de que las variedades comercia-les no soportaron las presiones en pruebas.

    Desde la perspectiva de un constructor de sumergibles, ese es un gran avance, dijo Phil Nuytten, presidente de Nuytco Research, fabricante lder de robots submari-nos y sumergibles.

    Muy pocas personas se dan cuenta de que es un muy buen tec-

    nlogo, dijo Nuytten sobre Came-ron. Este es un diseo de Jim. Es su beb de principio a fin.

    Peter Girguis, oceangrafo biol-gico de la Universidad de Harvard, dijo que con el debut del nuevo su-mergible, la exploracin de las pro-fundidades estaba entrando a una nueva etapa.

    El 80 por ciento de nuestra bis-fera es el ocano profundo, dijo.

    Es el momento adecuado para expandir los lmites, no solamente respecto de la tecnologa sino de nuestro entendimiento.

    POR KENNETH CHANG

    El espacio no es bueno para la vista al menos que se padezca miopa, en cuyo caso, podra ser de cierto beneficio.

    Los viajes a la ingravidez pue-den oprimir el globo ocular, infla-mar los nervios pticos y volver borrosa la visin cambios que a menudo persisten mucho despus que los astronautas regresan a la Tierra.

    Al hablar de misiones que po-dran tomar dos aos ida y vuelta,

    debes tener en mente que esto po-dra ser un factor potencialmente limitante, apunt Larry A. Kra-mer, profesor en el Centro de Cien-cias de la Salud de la Universidad de Texas, en Houston.

    Kramer y sus colegas han hecho pruebas a ms de 35 astronautas con aparatos de resonancia mag-ntica de alta resolucin. Este mes, en la revista Radiology, reportaron sus hallazgos sobre los primeros 27 de ellos.

    Cuatro presentaban algo de in-

    flamacin alrededor del nervio ptico.

    En siete de los astronautas, la parte posterior de uno o ambos glo-bos oculares evidenciaba un cier-to grado de aplanamiento. Estas anormalidades, explic Kramer, se asemejan a las detectadas en pacientes en la Tierra que padecen una condicin en la que aumenta la presin del fluido ocular.

    Kramer dijo sospechar que el meollo del problema era el aumento en la presin.

    El aplanamiento de los ojos se compensa fcilmente con anteojos, y se reduce la miopa en personas que ya la padecen.

    Pero las imgenes de resonancia magntica tambin revelaron sur-cos que distorsionan la vista, dijo Kramer.

    Si no se atiende, la inflamacin podra daar la vista, quizs resul-tando incluso en ceguera.

    Richard Williams, funcionario mdico titular de la NASA, comen-t que, hasta la fecha, los cambios en la visin no afectaban la capaci-dad de los astronautas en la Esta-cin Espacial Internacional para completar sus misiones.

    MARK THIESSEN/NATIONAL GEOGRAPHIC; ARRIbA A LA IzquIERdA, bROOK RuSHTON/NATIONAL GEOGRAPHIC

    James Cameron adentro de una simulacin de la esfera en el torpedo vertical construido para llevarlo a 11 kilmetros de profundidad para visitar el Abismo Challenger, en el Pacfico oeste. derecha, el sumergible en una inmersin de prueba.

    Ed director de Titanic sacude la exploracin del mar.

    James Cameron llega a lo profundo del mar

    El espacio pone en riesgo la vista?

    SOCIEdAd RAdIOLGICA dE AMRICA dEL NORTE

    un ojo antes de vuelo espacial (arr. izq.), y dos despus.

  • 10 Domingo, 1 DE Abril DE 2012

    R E T R ATO D E E S TADOS U N I DOS

    MISSISSIPPIParchman

    Las crceles se replantean el asunto del aislamientoPOR ERICA GOODE

    PARCHMAN, Mississippi El calor era sofocante, y los detenidos encerrados en las celdas individua-les de la Unidad 32, la prisin de mxima seguridad del estado, se

    secaban el su-dor recostados en las literas de cemento.

    Mantenidos en confina-miento solita-rio durante 23 horas todos los

    das, con el permiso de salir solo con grilletes, estaban inquietos y enoja-dos, todo esto agravado por paredes manchadas con excrementos, ban-dejas de comida sucias y presos con enfermedades mentales que grita-ban de noche, condiciones que el dic-tamen de un juez ya haba declarado inaceptables.

    No sorprendi a nadie, por lo tanto, que en 2007 se produjera un estallido de violencia: un preso ase-sinado a pualadas con una flecha improvisada en el mes de mayo de ese ao; en junio, un suicidio; en ju-lio, otro apualado. Lo sorprenden-te fue lo que sucedi despus. En vez de ajustar an ms las restricciones, los funcionarios de la prisin las re-lajaron.

    Permitieron a la mayora de los in-ternos salir de sus celdas todos los das durante horas. Construyeron un rea de comedor grupal. Imple-mentaron programas de rehabilita-

    cin y dejaron trabajar a los presos para que pudieran ganarse mayo-res privilegios. Como respuesta, los presos empezaron a portarse mejor. La violencia se disip. El nmero de presos en situacin de aislamiento se redujo desde ms de mil a unos 300.

    Fueron tantos los presos traslada-dos a la poblacin general de otras crceles que en 2010 la Unidad 32 se cerr, con lo cual el estado ahorr ms de 50 millones de dlares.

    La transformacin de la crcel de Misisipi se convirti en un punto de referencia para un nmero crecien-te de estados que estn repensando la utilizacin del aislamiento prolon-gado y reevaluando cuntos presos lo requieren en realidad, cunto tiempo deberan permanecer all y cul es la mejor forma de sacarlos. California, Colorado, Illinois, Mai-ne, Ohio y el estado de Washington vienen adoptando medidas para reducir el nmero de presos en ais-lamiento prolongado.

    Estos esfuerzos representan un cambio radical de un enfoque que comenz hace tres dcadas, cuando los departamentos de los correccio-nales respondiendo a problemas cada vez ms graves con pandillas carcelarias, polticas ms rgidas de condena y las exigencias de los legisladores de ser duros con el crimen comenzaron a aislar can-tidades mayores de detenidos de la poblacin general. Los ubicaron en crceles diseadas para presos en aislamiento prolongado o en otros tipos de segregacin. Por lo menos 250 mil presos siguen estando en

    confinamiento solitario en Estados Unidos. Algunos por semanas o me-ses; otros, aos o dcadas. Hay ms presos en confinamiento solitario en EE. UU. que en cualquier otro pas democrtico.

    Los grupos humanitarios han sos-

    tenido desde siempre que el confinamiento solitario tiene efectos psicolgicos destructivos, pero uno de los motores del cambio reciente ha sido la econo-ma. Construir o manejar las unidades de segrega-cin puede llegar a costar dos o tres veces ms que las crceles convencio-nales. Investigaciones realizadas convencieron, asimismo, a algunos fun-cionarios de que el aisla-miento hace muy poco por reducir la violencia carce-laria. Los estudios sugie-ren que los detenidos en esas condiciones pueden ser ms peligrosos al ser liberados.

    Christopher B. Epps, comisionado de correc-cionales de Misisipi, co-ment que cambi sus opiniones al enfrentar un juicio de la Unin de Libertades Civiles los Estados Unidos sobre las condiciones en la crcel, que un detenido describi como el infierno, un asilo de locos. Epps dijo que al principio consideraba que los presos difciles deban

    ser encerrados lo ms estrictamen-te posible durante el mayor tiempo posible. Al final del juicio, vea las cosas de otra forma y orden los cambios. Si se trata a las personas como animales, as exactamente se comportarn, dice ahora.

    Como presidente electo de la Aso-ciacin Correccional de Estados Unidos, dice que los oficiales car-celarios empezaron aislando a los detenidos que les daban miedo pero terminaron sumando a muchos que simplemente los hacan enojar.

    Cuando se les pidi que explica-ran el objetivo de ese confinamiento, los guardias carcelarios sondeados en 2006 por Dan Mears, profesor de Criminologa en la Florida State University, mencion mayor segu-ridad, orden y control en todos los sistemas carcelarios. No obstante, ms all de eso, dijo el Mears, los ob-jetivos parecan oscuros. Ningu-na empresa hara esto, no algo que cuesta semejante cantidad, con tan poca claridad sobre lo que se obtie-ne, dijo.

    En un estudio que abarc a presos en la crcel estatal de Pelican Bay en California, casi todos manifesta-ron nerviosismo, ansiedad, letargo u otras dolencias psicolgicas. Se-tenta por ciento dijeron que sentan el riesgo de un colapso nervioso inminente.

    En un informe que se present hace poco al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Juan E. Mndez, secreta-rio especial de ONU en el rea tor-tura y otros maltratos, pidi que se prohba el confinamiento solitario e individualiz a Estados Unidos.

    Epps explica la decisin de cerrar la Unidad 32 como una apuesta an-gustiosa. Daba miedo? Por su-puesto, dijo. Pero funcion muy bien. No hemos tenido ni un solo incidente.

    JOSH ANDERSON, PARA THE NEw YORk TimES

    Una celda del pabelln de la muerte en la Unidad 32 de la crcel estatal de misisipi. Un juicio hizo cerrar la unidad.

    Scott Shane colabor con infor-macin desde Washington.

    Redescubra sitios remotos y paradisacos de Estados UnidosPOR WILLIAM YARDLEY

    RESERVA INDGENA MAKAH, Washington Hay lugares ms apartados que ste en Estados Uni-dos. Hay lugares donde el viento puede ser ms brutal, la lluvia ms

    incesante y el mar, quiz, ms violento. Hay puntos mucho ms alejados de los grandes aeropuertos y las rutas in-terestatales,

    lugares que han cambiado incluso menos que ste a lo largo de mile-nios desde que sus habitantes de alguna manera lo encontraron.

    Sin embargo, lo que distingue a esta zona, el lugar ms norocciden-tal de Estados Unidos continental, con esa sensacin tan increble de ser extremo en antigedad y lmi-te, en euforia y melancola es que verdaderamente se puede llegar hasta aqu y sentirlo de una mane-ra absolutamente autntica. Y de todas maneras tomar un ferry para volver a casa a cenar.

    Como dice Meredith Parker, ge-renta general de la Nacin India Makah (y presidenta de la nueva cmara de comercio local) Esta-mos accesiblemente alejados.

    En la actualidad, transcurridos varios miles de aos desde que llegaron y desarrollaron una for-ma de vida basada en la cacera

    de ballenas y focas y la captura del salmn, los Makah estn dando pasos pequeos pero significativos para invitar al mundo ms amplio a unirse a ellos, al menos por el fin de semana.

    Me encanta el sol, pero no hay nada como una tormenta de invier-

    no de sas que golpean en la cara, y lo digo literalmente, comenta la Sra. Parker.

    En estos ltimos aos, la tribu cre la Cmara de Comercio de Neah Bay, as llamada por la locali-dad de 900 habitantes donde vive la mayor parte de la gente. Los meses

    ms tormentosos constituyen lo mejor de la temporada de turismo de tormentas, cuando los vientos son ms fuertes. Y despus de ha-ber tenido durante varios aos un movimiento turstico chato o en baja, la nueva iniciativa est cam-biando la situacin.

    Nada nos puede detener, dijo recientemente Sean Kirschner di-rigindose hacia un camino corto que llega a Cape Flattery con su es-posa, Kristi, y sus cuatro hijos. Si alguien quiere vivir en el Noroeste del Pacfico, le conviene saber por qu es famoso.

    Los Makah, cuya reserva se en-cuentra a poco ms de cuatro horas de Seattle por auto y ferry, se han incorporado a un esfuerzo cada vez mayor de redefinir la Costa Noroeste. Ms lejos hacia el sur, en La Push, Washington la Tribu Quileute abri un hotel y cabaas, lo cual atrae a observadores de tor-mentas adems de fans de la serie de las pelculas Crepsculo, que han sido en parte ambientadas all. Yendo an ms al sur, se encuentra un elaborado desarrollo inmobilia-rio, Seabrook, que se inaugur en 2004 y que se promociona como una nueva ciudad balnearia.

    Una noche, en el Parque Nacional Olympic se pronosticaba un frente con rfagas de hasta 97 kilmetros por hora. Miranda Moser y Daniel Bakke lo enfrentaran en una carpa en un campamento unido a Hobuck Beach. Haban llegado de Calgary, Alberta, buscando buenas olas para hacer surf, no olas extremas. Sin embargo, Miranda Moser dijo que si bien su pas natal tena una buena cuota de costa del Pacfico salvaje propia, en este lugar haba algo especial.

    Sabemos que hay casi 40 millo-nes de habitantes al norte de aqu, pero esto es como el fin del mundo. Y, entonces, reservaron una noche ms.

    mATTHEw RYAN wiLLiAmS, PARA THE NEw YORk TimES

    Exploradores llegan a la pennsula Olmpica en invierno para ver llegar las tormentas. En la fotografa, Un visitante en la playa Shi Shi, famosa por la gran cantidad de olas gigantescas.

    WASHINGTONMakah Indian Reservation

  • Domingo, 1 DE Abril DE 2012 11

    a r t e y e s t i l o

    POR HILARIE M. SHEETS

    Cuando Rineke era una fotgra-fa holandesa desconocida que vi-sitaba los Estados Unidos en 1992, estuvo trabajando en una playa de Carolina del Sur bajo la atenta mi-rada de una chica extrovertida de catorce aos.

    Dijkstra haca retratos naturalis-tas de adolescentes, y Erin Kinney no era el tipo tmido que buscaba.

    Como no quera decepcionarla, la fotografi de todas maneras y asu-mi que la sesin era intil.

    Ms adelante se dio cuenta de que la foto de Erin, en una pose que recordaba el Nacimiento de Venus, de Botticelli, con un bikini naranja, el estmago tenso y una expresin desolada en el rostro, tena exacta-mente el aire indefenso que busca-ba.

    Era evidente que se esforzaba por responder a una imagen espe-cfica, que trataba de verse perfec-

    ta, dijo Dijkstra. Lo llevaba adentro. Era parte

    de su cultura. Para m, tena mucho que ver con los Estados Unidos.

    Eso llev a Dijkstra a seguir to-mando fotografas en varias otras playas: polacas, britnicas, ucra-nianas y croatas.

    Le fascinaba la forma en que la fotografa poda revelar tanto di-ferencias culturales como simili-tudes universales en el momento de transicin a la vida de adultos jvenes.

    Los Retratos de playa resultan-tes le dieron fama internacional luego de que los expusiera en 1997 en Nueva York.

    Dijkstra, que tiene 52 aos y cuya cmara de doce centmetros por cinco exige un arduo trabajo con placas, no es muy propensa a ha-blar durante las sesiones.

    Trata de generar espacio para que surja algo ms genuino.

    Cuando se fotografa, dijo, se mira de manera ms objetiva, pe-ro tambin hay una conexin entre fotgrafo y fotografiado.

    No soy solo una observadora.

    Tenemos que relacionarnos. Es una tensin que me gusta.

    Sandra Phillips, curadora de foto-grafa del Museo de Arte Moderno de San Francisco, donde en febrero se inaugur la primera muestra retrospectiva en gran escala de Dijkstra (en junio se trasladar al Museo Guggenheim de Nueva York), la describi en trminos de profundamente interesada en la fotografa como acto emocional.

    Durante su rehabilitacin inten-siva luego de un accidente en bici-cleta en 1990, Dijkstra hizo lo que califica de su primer retrato fiel, una imagen de s cuando sala de la pileta, en el que mira a la cmara con un aire de decisin y cansan-cio.

    Al advertir que el agotamiento f-sico poda reducir la conciencia de s de los fotografiados, se le ocurri la idea de trabajar en la playa.

    Luego del xito de la primera serie, trabaj en otras en las que plasm distintos comportamien-tos, entre ellos los de mujeres que acababan de dar a luz, toreros por-tugueses que salan de la arena y mujeres israeles que ingresaban al ejrcito.

    Dijkstra tambin registr la for-ma en que sus fotografiados cam-biaban con el tiempo, como en su serie Almerisa.

    El tema era una refugiada bosnia de seis aos en un centro para soli-citantes de asilo en Leiden, en los Pases Bajos.

    Cuando Dijkstra la fotografi por primera vez en 1994, era una nena que tena puesto su mejor vestido y cuyos pies colgaban de la silla a la que se haba subido.

    Ms adelante, se pregunt qu habra sido de Almerisa y su fami-lia, que iniciaban una nueva vida en los Pases Bajos.

    La fotgrafa los busc y empez a hacer una crnica ao a ao de Almerisa siempre sentada en una silla, que fue convirtindose en una adolescente y, para la ltima de once fotos, se haba transforma-do en una madre que sostena en los brazos a su beb.

    Pertenece a otra cultura, pero de alguna forma adopta la cultura europea occidental, dijo Dijkstra, que fue testigo de casamiento de Almerisa.

    Se ve que su actitud va cam-biando. Su ropa cambia, as como la forma en que se peina. Es una chica que vive las mismas cosas que las dems, pero en su caso hay una diferencia, que es que procede de Bosnia.