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CABURE (Glaucidium brasiliensis) EL AVE MAGICA DE LAS DOS CARAS

Escucha tu canto la noche enamoradasabiendo que la muerte acecha y ama,sucumbiendo ante tu encanto . . .

El Cabur - Ruben Dario Callejas

El cabur. Ave mgica. Lechuza mnima. En cuyas plumas mucha gente pone sus esperanzas por una mejor suerte en el juego, en los negocios o en el amor. As apareci en nuestra cultura.

A principios del siglo XVII Holanda estableci una colonia en el nordeste del Brasil, con centro en Recife. El conde John Maurice, prncipe de Nassau-Siegen, es designado gobernador y se traslada a Amrica con un squito de cientficos y artistas con el propsito de realizar un inventario de la nueva colonia para satisfaccin de los banqueros que invertan en realizar estas costosas expediciones para obtener las mayores utilidades posibles.

Uno de los integrantes de esa corte era el naturalista Georg Marcgraf o Marcgrave, quien as como lo hizo con muchas otras especies de la fauna neotropical, tambin introdujo al cabur en el conocimiento de la ciencia europea. El fue quien registr el nombre local de cabur brasiliensibus, o sea cabur para los brasileos. Cabur viene del tup caa, selva, y bor o por, habitante. Marcgraf lo describi y adems nos da estos datos sobre su comportamiento en cautiverio: Fcilmente domesticado. Puede girar el cuello completamente, de modo que muestra el pico justo en la mitad del dorso. Juega con la gente como un mono. Hace variadas gracias con su cara y crepita con el pico (. . ). Vive de carne cruda. No incluy en sus manuscritos un dibujo del cabur, pero un contemporneo suyo, el pintor Albert Eckhout, s lo hizo. Integrante del grupo que acompaaba al prncipe de Nassau, realiz ms de 400 bocetos y pinturas al leo entre las cuales se encuentra la de nuestra ave que presentamos aqu.

En su descripcin Marcgraf deca: Adems puede erguir unas plumas a los lados de la cabeza simulando cuernitos u orejitas. Esto es confuso ya que el cabur no tiene orejas de plumas como otras aves de la misma familia, por ejemplo el alilicucu comn (Otus choliba). Puede haber habido una confusin con sta ltima o bien Marcgraf se estaba refiriendo a las plumas laterales de los discos faciales, que parecen ms largas que las del resto del disco. Esta confusin la mantuvieron los autores posteriores que no conocan la especie ms que por especmenes de museo. As Latham la llam Brazilian eared Owl ( = bho orejudo de Brasil) y Buffon lo consider casi una variedad del autillo europeo (Otus scops). En realidad el nombre del ave que nos ocupa sera cabur-i (= cabur chico), mientras que cabur a secas se aplicara a las estrgidas algo mayores como el mencionado alilicucu.

Esta informacin lleg a los zologos como Willughby, Ray, Klein, Brisson, y finalmente Gmelin, colaborador de Linneo, que lo ingres en la nomenclatura cientfica como Strix brasiliana.

Tenemos que llegar a Azara para encontrar el relato de otro naturalista que haya conocido el ave en su zona de origen: Dos pollos, que yo mantuve con insectos y pedacitos de carne desde muy pequeos, llegndome a conocer y a llamar. Luego aprendieron a comer solos y se olvidaron de mis beneficios: se enfurecieron al verme (. . .) me recibieron panza arriba con las uas, gritando mucho al acercarme. Por su andar a saltitos deduce que solo vive en el bosque y que jams baxa al suelo.

Y ac surge de nuevo el tema de los cuernos, dice Azara: Nunca advert que los tuviesen, ni los he notado en multitud de adultos, pero un da al sacar sus pollos al sol se ofuscaron por tanta luz y sentando la pluma de la cabeza, que siempre est bastante erizada, quedaron muy visibles los cuernitos. Con esto parece reivindicar a Marcgraf, sin embargo ms adelante dice que ms de 50 que he visto y criado eran todos mochos y justifica que Buffon los haya ubicado entre los cornudos basado en que el naturalista alemn, como l mismo, pudo haberlos visto en una situacin en que se hacan visibles los cuernitos.

Para Azara no hay pxaro ms vigoroso a proporcin del volumen, ni ms feroz e indomesticable. Para l Marcgraf haba malinterpretado que los gestos grotescos eran jugarretas con su dueo, quando son en l y en toda la familia insignia de aversin. Y dice que todos en Paraguay le aseguraron que eran capaces de introducirse baxo del ala de todos los pxaros, sin excepturar los Yaces y Caracars, y de pegrseles y comerles el costado hasta matarlos. As muchos afirmaban que el cabur haba sido logrado matar dichas aves e incluso a los pavos domsticos a pesar de ser de un tamao mucho mayor. Entonces Azara hizo la prueba de encerrar a uno, particularmente fiero y hambriento, con un Yac y una gallina, pero la rapaz no los atac. Arnaldo Bertoni, refirindose a lo sealado por Azara, dice: Hay una creencia muy antigua, an muy arraigada, que dice que el Kavur- tiene la habilidad de introducirse bajo del ala de los Djak y otras aves grandes y que, comindoles el costado, las hace morir. Yo nunca he visto tal cosa, pero no lo extraara en ave tan fuerte y atrevida; adems he visto algo parecido: un da, habiendo odo gritar una gallina grande, acudimos y hemos visto un Kavur- sobre ella, que le arrancaba las plumas en ademn de matarla; de muy mala gana abandon la vctima. Con esto no se extraar que ataque los Djak; pero aquello de degollar los Venados para chuparles la sangre, debe ser una fbula.

Otro naturalista que conoci al cabur en su ambiente fue el francs Alcides DOrbignymque lo vi en Bolivia (Chiquitos y Moxos) y hasta en la Patagonia, aunque aqu seguramente se trataba del cabur grande (Glaucidium nanum). Durante el da se lo encuentra siempre dormido (...) se deja balancear a merced de los vientos, durmiendo as sin despertarse con el ruido; porque a menudo, casi tocndolo, mantiene la misma inmovilidad, lo que hay que atribuir a la pesadez de su sueo o a la dificultad que muestra para abrir los ojos y soportar los rayos del sol a pleno da.

Cuando el crepsculo est avanzado sale a volar siguiendo el borde del bosque y cazando insectos y pequeos roedores, solamente. Vuela as toda la noche, a menudo haciendo escuchar un canto lgubre, aunque dbil. Drbigny registr los nombres locales que le daban los cayuvava de Moxos: vadzi; los chiquitos: akch y los morotocos o zamucos: sdzgu.

Otro naturalista viajero, el prncipe de Wied, encontr al cabur cerca de Baha (Brasil) dentro del bosque, y deja escuchar su voz incluso de da . . . Los brasileos lo conocen como Cabur do sertam [serto]. En su estmago slo encontr insectos.

EL REY DE LOS PAJAROS

A la distancia slo se escucha en las espesurasel spero un-btun-bt del cabur, ese verdugode las selvas convocando los pajaritos parasatisfacer sus instintos carniceros.

Recuerdos de la Tierra - Martiniano Leguizamn

Con literaria pluma Holmberg describe el alboroto que produce entre las aves del bosque la presencia del cabur y, de paso, instala otra polmica: caza o no caza pajaritos que atrae con su mirada?

El bosque, entretanto, se puebla de agudos y penetrantes chillidos. Dirase que una vctima agoniza en medio de la tortura, y que un sacrificio lento, consumado por garras sin piedad, mancha de sangre las plidas Ipomeas de la noche, hmedas an con las ltimas gotas de roco. El Rey de los Pajaritos, el temido Cabur, despierta la alarma en el seno de los bosques. Acude presurosa la grey alada (...) Prosigue en tanto el Cabur. No le inquieta el rumor de los vapores lanzados al aire con estruendoso y frecuente latido; no le acallan los huspedes de la arboleda congregados al orle; no le asusta la voz del silbato; no le intimida el estallido de la plvora.

Los pajarillos, cada vez ms inquietos, no interrumpen sus vaivenes. Algo anormal tiene que suceder. No grita el rey por gritar; y cuando llama los verstiles sbditos, ser sin duda porque padece el reino.

(...) Tiene hambre! dicen los cazadores y, cuando acuden los pjaros su llamado, elige el que ms le agrada, le echa la garra y se lo come. (...) Singular afirmacin la de los cazadores. He muerto, en repetidas ocasiones, el Glaucidum ferox y jams le he hallado despojos que acrediten su extraordinario poder y nunca visto dominio. El inmortal Azara no lo vio tampoco, y la noticia corre, se disfraza de fbula, se infiltra en el credo de todos los viajeros que consignan sin comprobar y lo repiten todos los lectores que tragan sin digerir.

Menester es contemplar siquiera una vez la extraordinaria animacin del bosque cuando grita el Cabur. De todas partes acuden los pajaritos. Pero rasgo soberanamente animal! ninguno olvida su principal apuro, y no obstante bailarse en asamblea; pesar de un movimiento que, nuestros ojos, tiene todo el aspecto d la alarma; maguer que se quejan con aire doliente, todos comen, todos quieren comer y con tan fausto motivo el Benteveo devora una Crsopa que pasa; los Picaflores se agitan tragando cuantos Quirnomos y Mosquitos pueden; y los Pescadores aunque al parecer inquietos, se lanzan sobre la plateada mojarrita que dio una costalada demasiado cerca de su vigilante verdugo.

Daniel Granada dice que su vctima predilecta es el chingolo, que parece el ms tmido y cauteloso, y de ah la frase proverbial en el campo: por desconfiado, mata al chingolo el cabur'.

White lo encontr en Cosqun, Crdoba (Argentina) y refiri lo siguiente: "Produce gran diversin en el naturalista observar las costumbres de este lindo y pequeo bho, el cual, posado en perfecta inmovilidad sobre una rama, lanza un grito de sirena para atraer pajaritos en grandes cantidades. Se los observa agrupndose a su alrededor, todo el tiempo aleteando con gran excitacin, como encantados por algn tipo de fascinacin. Tras esperar un poco el bho repentinamente se lanza sobre la ms cercana de sus vctimas. Hudson, comentando a White, dice lo siguiente sobre el cabur grande (Glaucidium nanum): Yo tambin observ pajaritos acosndolo [mobbing, en el original], cuando se posaba en un lugar visible durante el da, ya que siempre acosan a las pequeas rapaces, pero no fui tan afortunado de escuchar el grito de sirena con el cual el ave de Crdoba fascinaba a sus vctimas. Uno ha odo antes este relato del "grito de sirena", sobre otras especies, porque es un mito muy comn. Parece extrao que a un bho se le acomode ahora el viejo y musical sombrero; y el Sr. White yerra cuando dice que esta costumbre de nuestra ave produce mucha diversin al naturalista."

La palabra inglesa mobbing se usa en etologa para designar a un patrn bien definido de comportamiento en que aves pequeas (especialmente paseriformes) atacan diversas rapaces acompandose de vocalizaciones fuertes agudas y fciles de localizar, de modo que se congregan muchas aves en poco tiempo y logran molestar al predador de tal manera que huye y, en raras ocasiones, hasta puede resultar muerto. Este comportamiento explica el poder de atraccin del cabur que en realidad sera un fenmeno meramente pasivo.

Sin embargo, Javier Villafae adhiere al mito y relata que en San Ignacio, Misiones, encerraron un cabur en una jaula junto con un piju ceniciento (Synallaxis cinerascens), el cual se arrincon espantado en un extremo de la jaula. Primero el cabur se pos tranquilo en un palo, pero al esconderse los observadores, se lanz de golpe sobre el piju y lo comi en un instante. En libertad va siempre solo porque no quiere tener testigos de las fechoras que comete a diario. (...) Elige la vctima, la hipnotiza, y, cuando logra el dominio completo de su presa se lanza sobre ella y le devora los sesos. Es muy difcil que se le escapen un ratn, una vbora; es tan certero el primer picotazo que los adormece y termina con ellos en un abrir y cerrar de ojos.

Un episodio similar se narra en el cuento La Jaula de Mujica Linez donde un joven va a vengar una afrenta hecha a su hermana por un temible anciano. Acechando al viejo, observa como ste entrega un pajarillo a un cabur que tena enjaulado, quien lo mata de inmediato: El cabur se yergue, fascinante, dominador, lo derriba, de un aletazo y le hunde el pico duro como una espuela, en el pecho. Le arranca las entraas, le destroza el crneo. Ese acto llena de tal espanto al joven que huye sin concretar su venganza.

Quizs sea ms lgico pensar en un oportunismo del cabur durante el mobbing de que es objeto, tal como lo pinta Marcos Sastre: El cabur se mantiene impasible e inmvil, manifestando el mayor desprecio a la turba de cobardes que lo cercan por todas partes y lo asordan con su algazara. El no tiene apetito porque ha hecho una esplndida cena; pero, como se le vienen a la manos tan buenas presas y la ocasin hace al ladrn, echa sus garras a la que ms le place, y all mismo tranquilamente, en presencia de los parientes y amigos de la vctima, se la trinca y se la come, sin que ninguno le estorbe.

Lo mismo corrobora Andrs Giai, el gran naturalista y conocedor de nuestra fauna: Se abalanza sobre el pjaro ms prximo, asegurndolo firmemente con sus garras, sin detenerse a considerar si la vctima es ms o menos fuerte que l. Suele aventurarse con presas de tamao dos veces mayor que el suyo, y como no puede reducirlas de inmediato se deja caer al suelo con ellas, sin largarlas, y all las mantiene hasta que las heridas producidas por las aceradas uas determinan su muerte.

Pero, Bertoni no parece haber observado tal cosa: Entre tanto el Kavur- no se mueve y abriendo desmesuradamente sus ojos, jira la cabeza en todo sentido, observando con su extraa mirada todas las avecillas, como escogiendo su presa; pero no sucede esto, al menos nunca lo he visto cazar en estos casos, pesar de que le sera sumamente fcil y de que me consta que alimenta a sus hijos con ratones y pajarillos, casi exclusivamente. Algunas veces desaparece con la velocidad del rayo, dejando estupefactos sus admiradores; otras veces se muda otro rbol, dejndolos atrs poco poco; y otras veces no se mueve de su sitio hasta que los pajarillos aburridos le abandonan.

Cuando le rodean parece impaciente, menea la cola y gira la cabeza con ligereza ; cuando est as suele desaparecer como un relmpago, llevndose quiz algn pajarillo sin que yo pudiera darme cuenta de ello, porque no ser para otra cosa que hace todo esto. Los mismos pjaros no dejan de rodearle siempre que le vean, como si fueran atrados por los efectos del magnetismo animal.

La Cancin del Cabur de Los Musiqueros Entrerrianos describe bien todas estas costumbres del ave:

En la isla hay un bichitoque es muy diablo ya lo sse coma a los pajaritoslo llaman el caburaunque todos lo conocentodos le han de desconfiarpero nadie se resistecon su mgico cantarCau cau, cau caupregona en un arbolitoy vienen a hacer la rondaun montn de pajaritoscau cau, cau cauembruja con su cantitoy al primero que se arrimeel seso le comer.

En el pago se preguntanque misterio ha de tenerque aunque todos lo conocentodos vuelven a caertiene una cara muy buenacon la que te hace confiarte muestra la cara falsacuando te va a hacer sonarCau cau, cau caudicen que hay que condenarlopara mi que no es de el la culpasino del que va a escucharlocau cau, cau cauno es cosa de hacer locuray es fcil de combatircon un poco de cultura.

Ahora que me hice puebleroveo que el cuento se pareceigualito que en la islaaqu hay muchos caburecesmucho bla, bla, compaeroy todo el mundo alrededormostrando la cara falsapues la autentica es peorcau cau, cau caupregonan desde un banquitoy vienen a hacerle la rondaun montn de pajaritoscau cau, cau cauembrujan con su cantitoy al primero que se arrimeel seso le comer.

Es notable que se mencione aqu que el ave muestra la cara falsa. La explicacin ya la haba dado el naturalista y herpetlogo Julio Koslowsky quien compr un cabur vivo a los indios guats, de Matto Grosso, Brasil, y observ que como otros representantes del gnero Glaucidium poseen un dibujo singular en la parte posterior de la cabeza (...) que cuando el plumaje se halla erizado, representa una cara de lechuza. Se preguntaba si este dibujo servira para amenazar a posible predadores o bien para confundir a los pajaritos que molestan al cabur, los que quizs se acercaran a molestarlo por el lado opuesto a su falsa cara, creyndola verdadera, y encontrndose as con el mortfero pico. De paso, esta supuesta propositividad de la segunda cara del cabur motiva a Koslowsky para desarrollar una breve crtica a la teora de la evolucin de Darwin, que recin empezaba a afirmarse en nuestro mbito cientfico.

EL DE LOS OJOS BRILLANTES

En 1826 Friedrich Boie cre el gnero Glaucidium para separar de las dems lechuzas a estas especies de pequeo tamao como elmochuelo chicoomochuelo alpino europeo(Glaucidium passerinum). Son bhos pigmeos, los ms pequeos de la familia, de unos 16 cm de largo, carecen de penachos auriculares, tienen alas y cola cortas, disco facial imperfecto, pico corto y ancho, tarsos emplumados, y uas largas, curvas y muy agudas. Boie, que era hijo de un poeta, introdujo en la nomenclatura cientfica muchos nombres de la mitologa griega. Glaucidium sera la forma latinizada de glaukidion (= lechucita), diminutivo de glaux, nombre que le daban los griegos a la lechuza porque significa que brilla intensamente, como los ojos de esas aves cuando reflejan las luces nocturnas.

La diosa griega Pallas Atenea estaba relacionada con las lechuzas. Se la llamaba Glaucopis (= la de los ojos brillantes). Se deca que, como dichas aves, poda ver en la oscuridad para conducir las almas de los guerreros al territorio de los muertos. Si bien ms tarde los griegos la ascendieron a diosa de la sabidura, la guerra y los tejidos, inicialmente era una diosa cruel a la que se inmolaban los cautivos en la guerra, una diosa rapaz de las tinieblas, cuyo smbolo visible era una lechuza, y ms precisamente el mochuelo (Athene noctua),a ve que sigue frecuentando la Acrpolis de Atenas.

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LA MAGIA DEL CABURE

Porque el corazn del cabur con ser tan chiquito est lleno de brujeras y de ciencia

Don Segundo Sombra Ricardo Giraldes

La atraccin del cabur sobre las otras aves que, como hemos visto es ms que nada un fenmeno pasivo, hizo suponer a la gente de campo que incluso con una sola de sus plumas podra atraer cosas valiosas como la buena fortuna en el juego, en la guerra, en los negocios . . . o en el amor.

Ambrosetti cuenta que en cuestiones de amor no hay nada ms efectivo que el pay (o amuleto) hecho con una mezcla de plumas y sesos de cabur con bermelln. Este talismn era muy usado en las provincias de Misiones y Corrientes, donde un indio Chunup, le quiso vender uno de estos pay dicindole que era bueno para conquistar chinas.

Los pay eran elaborados por los chamanes a pedido personal de los interesados. Se hacan metiendo en una bolsita llamada guayaca, dos plumas de cabur, una piedrita imn y una pizca de contrayerba, tarop o capia (Flaveria trinervia). La guayaca se lleva colgada del cuello, tratando de que quede bajo el brazo izquierdo y sin abrirla jams.

No hay acuerdo sobre cules son las mejores plumas para el pay, se dice que son las de abajo del ala izquierda, o bien la sptima remera de dicha ala o bien las plumas del lula. Si el pay es para asuntos amorosos, bastar con colocar dos plumones, pero si se hace para obtener dinero, convendr poner dos plumas ms grandes. De todos modos se aconseja no matar nunca un cabur para sacarle las plumas sino que las ms efectivas son las que se le desprenden solas.

Yo campi al animalitoCon todo arte y tesn,Hasta que lleg la ocasinQue lo encontr dormidito.Me le acerqu despacitoY una pluma le arranqu.

Conservar el corazn de un cabur en un frasco con agua bendita otorga grandes poderes: ver a travs de las paredes, las ropas y los naipes tapados, y escuchar a grandes distancias las voces de la gente. El que escribe con pluma de cabur obtendr los favores del o la destinatari@ de la carta. Quien logre mantener un cabur vivo en su rancho gozara de mucha suerte en su vida. Esto no parece difcil ya que segn Giai: Se adapta muy bien a la cautividad, aunque es un tanto aptico e indolente y deja de reconocer a sus dueos, abandonando la casa si se lo pone en libertad.

Algunas tradiciones atribuyen igual poder a las pestaas del ave, como se muestra en el chamam Cabure Paye dePorfirio ZappayPedro De Ciervi:

. . . . . . . . . . . . . . . . . . .Afirman los entendidosy mi experiencia se suma,que si el ave una plumacon un bendito al revs,para conseguir amorestiene fuerza consabida,las pestaas bendecidastienen doble validez. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Segn Bertoni el poderoso padj o pay consiste en una mosca (mber) parsita que habita bajo el plumaje de esta ave, viviendo su expensa. La famosa mosca (que la he visto en l y en otras muchas aves), es de aspecto algo as como una garrapata con alas, larga 8 mm., muy aplastada y de color pardo claro, sumamente rpida y gil para ocultarse bajo el plumaje; en fin cientficamente no tiene nada de mosca.

El hombre que posea esta mosca como pay puede ser dueo absoluto de la voluntad de todas las nias que quiera, y hasta ellas mismas lo buscan y siguen como los pajarillos hacan con el Kavur-. Pero conseguir ese talismn resulta sumamente dificultoso: En primer lugar hay que cojer al Kauvr- vivo, el da viernes, no otro da; luego hay que quitarle la mosca antes que pueda moverse; lo que es bastante difcil, porque adems de moverse, ensangrentara las manos, pues su ferocidad es extraordinaria (...) Hecho esto, se da libertad al ex-dueo del padj, el cual segn dicen, se vuelve estpido y cobarde despus de quitarle la mosca y los pajarillos ya no le hacen caso.

La mosca se conserva hasta el Jueves Santo y a la noche de ese da hay que llevarla muy adentro del bosque, tanto que no se escuche el canto del gallo. All se encienden velas y se pasa toda la noche velando la mosca.

Cuando llega la media noche empieza orse los ms extraos ruidos infernales que la imajinacin pueda concebir; ya parece que tiembla toda la tierra, ya se oye en torno de s atronadores rujidos de fieras; cuando ms se acerca la madrugada, ms redoblan los ruidos. Por ltimo se ven acercar, fieras y animales monstruosos, que dicen son los habitantes del infierno y haciendo ruidos espantosos, llegan en ademan agresivo. Este es el momento crtico y la mayor parte huyen espantados, dejndolo todo; pero el que llegase imponerse al espanto hasta el alba, hora en que desaparecen todos los habitantes del infierno, tienen un talismn milagroso.

Si no se puede lograr la mosca hay que contentarse con algunas plumas del ave, especialmente las de la fase rojiza o kavwei-puiht. Esta supersticin debe tener origen en la presencia de moscas parsitas de la familia Hippoboscida en los cabur, por ejemplo la especie Ornithoica (Ornithoica) vicina que parasita numerosas especies de aves sudamericanas.

Los qom del Chaco tambin fabrican con plumas de tonelec (cabur) un talismn o iyaxaic que les permite la conquista amorosa como posesin de otra persona. Pero si esta posesin lleva al maltrato, el efecto del iyaxaic se invierte y el que lo utiliz se vuelve melanclico, triste y solitario.

EL ARBOL DEL CABUR

La cabur-iba, caburehida o cabreva (Myrocarpus fastigiatus) es un rbol de la familia de las Leguminosas que se encuentra en Brasil. El nombre tup viene de cabur, e yba, rbol, palo. Del fruto exuda una resina llamada cabur-icica o bsamo (blsamo), que sirve para tratar heridas frescas, incluso parece que los animales se van a refregar en este rbol, para curarse las heridas. El aceite esencial se usa en perfumera y en el tratamiento de los resfros, aunque se citan reacciones asmticas producidas por aspirar el aserrn de su madera.

LA LEYENDA DEL CABURE

En la mitologa guaran el dios supremo Tupang cre un ave muy bella y de hermosa voz, como ejemplo para las dems aves. El cabur, que tal era su nombre, encantaba a los dems habitantes del bosque con la magia de su canto. Pero una noche fue sorprendido dormido por el diablo Aangquien le hizo un maleficio. Desde entonces su voz se degrad a un spero graznido, su bello plumaje se convirti en un pobre y deslucido vestido, y su bondad se transform en maldad criminal, y empez a usar el atractivo de su canto para procurarse su presa.

En otra versin Cabur era un fiero cacique de las costas del ro Paran quien pretenda la bella muchacha llamada Panamb (Mariposa). Para conquistarla hizo un pacto con A, pero Tup al ver el engao castig al cacique transformndolo en una feroz lechucita.

En el centro de la provincia de Misiones, en el valle del Cu-pir se encuentra el bello Salto Encantado, relacionado con el cabur a travs de la siguiente leyenda. Al parecer haba dos tribus enemigas cuyos respectivos caciques eran Aguar y Jurum. Aguar tena una bellsima hija, Yete-, que era pretendida como esposa por todos quienes la conocan y muchos caciques de la regin ofrecan sus mejores riquezas por su mano.El hijo de Jurum, el feroz enemigo de la tribu, se llamaba Cabure- y era famoso por su valenta y destreza en la guerra y en la caza.Un da Cabure-, se encontraba de cacera por la selva, cuando escuch el grito de Yete-, a quien estaba por atacar un yaguaret. El joven mat al felino y al punto se enamoraron, y en la prxima batalla entre las dos tribus, cuando se vieron, corrieron a abrazarse recibiendo como castigo una lluvia de flechas desde ambos bandos. En ese momento Tup envi como maldicin poderosos truenos, se abri la tierra para abrazar a los enamorados ya muertos, y por all cayeron las aguas del arroyo formado por las lgrimas de Yete-, originando el Salto Encantado. En la zona viven hoy dos comunidades de la etnia mby: amand e Y-Ovy.

Entre los wichis el poder de las plumas del polit (cabur) proviene del hroe mtico Tokjuaj. Este le pidi al cabur que le cazara algunos pjaros para comer y le dio tres poderes o katch: uno en el ala derecha para cazar, otro en la izquierda para enamorar y otro en el cuello para pescar. As el polit captur unos cuantos pjaros atrayndolos con el canto y matndolos con su pico, pero cuando se los llevaba a Tokjuaj supo que ste pensaba sacarle los poderes por temor a ser engaado por el ave. El polit se escap y as logr mantener el poder de sus plumas que son usadas por los wichis para elaborar sus talismanes o katch.

Ya en la tradicin criolla, Vidal de Battini recopil un cuento sobre la lechuza y el cabur relatado en Catamarca, San Luis y Santa Fe, cuya moraleja es: Para una madre no hay hijo feo.

La Lechuza, viuda y con un solo hijo, le pide por favor al Cabur que cuando ande cazando pajaritos no mate a su hijo. El Cabur le pregunta entonces como habr de reconocerlo, a lo cual la Lechuza le responde que es el ms bello del bosque. A la otra noche, el Cabur mata y se come al pichn de la lechuza. Cuando sta viene a reclamar, el Cabur le contesta: Pero si tal cual me dijiste eleg al ms feo!. Es un cuento que se remonta a las fbulas de Esopo y pasando por la tradicin europea medieval, lleg va Espaa a los criollos argentinos quienes lo adaptaron al cabur.

PLUMAS ADULTERADAS

A principios del siglo XX el Zoolgico de Buenos Aires tena varios ejemplares de cabur. Su director de entonces, el pintoresco Clemente Onelli, reciba pedidos de plumas de todo tipo de visitantes, desde el ms humilde al ms encumbrado, para confeccionarse el famoso talismn amatorio. Como Onelli no crea en esa supersticin y a la vez no quera molestar a sus caburs opt por entregar plumas de gorriones, de los que haba buena cantidad en los jardines del zoo. Ignoramos si los pay de gorrin eran tan efecvtivos como los de cabur, pero sera interesante saberlo.

LA MSICA DEL CABUR

En la msica popular el cabur fue asimilado a los poderes de su talismn y aparece as como un personaje seductor, galn imbatible en conquistar el amor de las mozas. Veamos como lo muestra el tango El Cabur compuesto en 1911 por Arturo De Bassi sobre una pieza de teatro del mismo nombre de Roberto Lino Cayol.

A mi me llaman El Caburporque soyun tipo que me hago temerdonde voyy a ms yo tengo la virtudde poder amarla palomita ms gentilque quiera amar.

Por eso me han de ver salircon afnen cuanto empieza a anochecersin temory al extender mis anchas alashago galas de un sentido amor.

Cuando mi cancin entonono hay mujerque pueda retenerel ansia de querer amarsin que la presapueda escapar,pues con mirarla,nada ms,la encantocon sagaz empeode aspirar su amor,como quien buscaen los jardines de la vidala ms perfumada flor.

Todos envidianlas virtudesde mi fey las mujerestiemblan de miedoapenas oyenconversardel Cabur.

. . . . . . . . .

Y en la versin de Carlos Waiss (1945):

Me llaman El Caburporque soyel milonguero ms mentadodonde voycon un requiebro y en un cortebien compadrnhago aflojar a cualquier minasu corazn(...)Me dicen El Caburporque yosoy carta brava cuando copoun amor.

Alex Mouchard

REFERENCIAS

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IMAGENES

001Description: Eckhout, Albert, Cabvre brasilian. Schleierkauz (Strix brasiliana L.)1655SLUB/Deutsche FotothekSchsische Landesbibliothek - Staats- und Universittsbibliothk DresdenRights:Deutsche FotothekLegal status:Rights Reserved - Free AccessCabvre brasilian. Eckhout, Albert. 1655. https://www.deutsche-digitale-bibliothek.de777777777777777777777777777777777777777777777777777002

Description-Strix passerinoides =Glaucidium brasilianum brasilianum(Subspecies ofFerruginous Pygmy Owl) - adult-Strix passerinoides =Glaucidium brasilianum brasilianum(Sous-espce deChevchette brune) - adulteDate: 1838Source: Strix ferruginea-Chouette Rousserolle-Dibujo de Nicolas Huet le Jeune y Jean-Gabriel Prtre-Temminck,C. J.-1838-Nouveau Recueil de Planches Coloriesd Oiseaux. 5 vol. Paris. F. G. LevraultAuthor: Nicolas Huet le Jeune(17701830)Jean-Gabriel Prtre(18001840)Chouette caboure - Strix pumila- Temminck,C. J.-1838-Nouveau Recueil de Planches Coloriesd Oiseaux. 5 vol. Paris. F. G. Levrault&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&Crawshay, R. 1907. The Birds of Tierra del Fuego. London.

003Chouette Amrique Strix passerinoides TEMMINCKAncien litho Aquarelle Audubon, J. J. -1827-1838. The Birds of America. London.

004http://birds.audubon.org/005

National Museum of Natural History Image Collectionhttp://symbiota.org/neotrop/entomology/taxa/index.php?taxon=80831

006Crawshay, R. -1907 - The Birds of Tierra del Fuego. Bernard Quaritch. 1907.007KeulemansThe Ibis, ser. 3, vol. 5 p 41G. pumilum y griseiceps008Mural Av Warnes Bs AiresMajo MirandaProyecto Mitos y Artistas - 1000 metros de accion Direccion General de Salud Mental GCBA009Foto de Julio Koslowsky-Hornero I p 230- 1919&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&ArbolActa Bot. Bras.vol.18no.3So PauloJuly/Sept.2004 Reviso taxonmica deMyrocarpusAllemo (Leguminosae, Papilionoideae, Sophoreae)1ngela L.B. SartoriI,2; Ana Maria G. de Azevedo TozziII

Phalaenopsis Bonaparte 1854Phalaines brillanteOpsis ojos