Medio diaCrepesLa primera receta de crêpes o krampouezh como se denominan en su ciudad natal, Breta-ña, al oeste de Francia, se fecha alrededor de 1390. Era un alimento básico y popular igual que el pan. Tras unos siglos, los bretones em-pezaron a rellenar las crêpes con guarnición, cada vez más innovadoras y hoy día existen muchas variedades de crêpes y galettes, que se pueden saborear tanto caliente como fría, dulce o salada, como plato principal o postre. Esta tradición bretoña también esta en Buenos Aires, en un crepería ubicada en Libertad 960.En septiembre de 2011 Luna decidió abrir su propio emprendimiento Aires, caracterizado por sus novedosos creps dulces o salados.“Una medialuna tienen entre 200 y 250 ca-lorías mientras que un crep entre 100 y 140” Esas fueron las palabras cuando le preguntamos por qué empezar a elegir la opción del crep para la comida del día.

Los creps son preparados en el momen-to a la vista de todos con harina, hue-vo y leche “No hay que confundir los crepes con los panqueques, estoy lle-van polvo de hornear y tienen más gro-sor” nos contaba mientras charlábamos.El lugar tiene pocas mesas decoradas con manteles a cuadrille rojos y blancos, piza-rrones con los distintos gustos de creps y un cuadro de Paris que te transporta a la idea de una crepería francesa. Luna jun-to a su colaboradora son las encargadas de atender a las personas y de hacerlas sentir a gusto. Están siempre dispues-tas a charlar y a conocer a sus clientes.

Pizza Inmortal

Es de público conocimiento que Buenos Aires es una de las ciudades con mejores pizzerías en el mundo, lo decimos tanto argentinos como los extranjeros que nos visitan. Publicaciones alrededor del mundo hablan sobre Futbol, Tango y casi con la misma importancia Pizzas. Los Inmortales es una cadena de pizze-rías fundada en 1952 que tiene una de sus “casas” en el micro centro porteño, en la peatonal Lavalle para ser más exacto, lu-gar por donde pasan miles de personas por día. Con solo ver su fachada entramos en un viaje al viejo Buenos Aires, aquel don-de el tango reinaba las calles y la ciudad no era el monstruo que conocemos hoy.En el interior del local vemos como sus pare-des están llenas de fotografías de personajes

famosos que pasaron por el lugar y dejaron su huella allí, además de viejas publicidades que a más de uno lo llenaran de recuerdos. Pero lo más importante de cualquier pizze-ría todos sabemos que es su pizza. Los In-mortales ofrece más de cincuenta varieda-des de pizzas a la piedra dentro de un menú que tiene platos para todas las personas. Su receta según cuentan sus empleados na-ció en Italia, Castronovo para ser más exac-tos, una pequeña ciudad cercana a Nápo-les. Allí vivía “Doña Rosa”, una mujer con muchas habilidades en el ámbito culinario.Doña Rosa emigro a nuestro país con su fami-lia, donde años más tarde conoció a su yerno Felipe, un muchacho de bajos recursos que se ganaba la vida realizando distintas “changas”.

Cuentan con promociones para los desayu-nos, para las meriendas, y sobre todo para el almuerzo ya que como nos conto Luna “es un barrio de muchos trabajadores y es-tudiantes que buscan algo que puedan co-mer todos los días al paso”. El menú del día está compuesto por creps de distintos sa-bores o sándwiches, una gaseosa y un café.Los creps pueden ser clásicos rellenos de ja-món, queso, huevo, tomate o agregarle distintas opciones como palta, quesos varios, espinaca, tomates confitados, nueces, albahaca, hongos, salchichas, panceta y muchas más variedades.“Tratamos de mezclar con la idea de los creps lo mismo que ya conoce el argentino” afirmo Luna, por eso en el café no faltan los sándwi-ches y las tortas, pero sin duda los creps son su fuerte “ligeros, rápidos, artesanales y nutritivos

Por Alexa Livisky

Este joven comenzó a tener muy buena re-lación con la familia de Doña Rosa a tal punto que decidieron junto con Francisco, hijo de Rosa, comenzar un nuevo negocio. Este sería el principio de lo que hoy cono-cemos como la pizzería “Los Inmortales”.En el comienzo “Copetín de Corrientes”, como solía llamarse el local, no contaba con las pizzas en su menú, pero Felipe decidió in-cluir la exquisita pizza a la piedra que reali-zaba su suegra. Desde ese momento la pizza fue la especialidad de la casa.Recomiendo este lugar histórico para cono-cer una de las mejores pizzas de la ciudad, además de sentarse en mesas donde muchos años antes iconos de nuestra cultura deleita-ron platos que hoy en día podemos probar nosotros mismos.

Por Agustin Piñero

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El menú del día está compues-to por creps de distintos sabores o sándwiches, una gaseosa y un café.Los creps pueden ser clásicos re-llenos de jamón, queso, huevo, tomate o agregarle distintas op-ciones como palta, quesos varios, espinaca, tomates confitados, nue-ces, albahaca, hongos, salchichas, panceta y muchas más variedades.“Tratamos de mezclar con la idea de los creps lo mismo que ya co-noce el argentino” afirmo Luna, por eso en el café no faltan los sándwiches y las tortas, pero sin duda los creps son su fuerte “lige-ros, rápidos, artesanales y nutriti-vos”.

Media Tarde

Muchos recordaran el típico café ingles donde las primeras ideas revolucionarias empezaban a surgir. Lugares donde la lectura, el debate y un rico café alcanzaban para hacer feliz a la naciente burguesía. Si tuviera que imaginar cómo eran esos bares creo que serian muy parecidos a “La Biblioteca Café”. Situado en Marcelo T. de Alvear 1155 junto a la Bibliote-ca de la Mujer. Es un restaurante que aún con-serva parte de lo que solía ser: una biblioteca.Estantes llenos de libros por todos lados que quedaron de esa época. También hay libros que la gente lleva para renovarlos. En una de las esquinas hay un piano de cola porque todas noches (menos los domingos) hacen shows.En general son shows musicales: mucho jazz, tango y piano. Además tiene even-tos determinados que anuncia en su pági-na web: exposiciones, presentaciones de libros, narrativa, teatro musical y talleres. El arte y la cultura están servidos en bande-ja para todos aquellos que quieran acercarse. Por ejemplo, esta semana organizaron “La cena de Leonardo Da Vinci: un Banquete del Renacimiento en el que se recrean esce-nas de la vida en una Corte del siglo XVI, con su bella música, sus danzas y sus man-jares, presentados por los protagonistas de la época” Entre otros eventos, podemos encontrar un recital de tango y jazz, bate-ristas, una cronología de la música negra y recitales de piano con artistas destacados.Siempre se debe abonar una consumición mínima, un derecho a show o una promo de show + cena. Los precios varían según el día. Contiene una amplia carta que incluye desayuno y merienda, y almuerzo y cena.

La biblioteca Cafe

En plenas revoluciones liberales los bares de la época integraban el conjunto de institucio-nes burguesas que hacían realidad el proceso revolucionario. Era allí donde los burgueses debatían e intercambiaban pensamientos, lec-turas e ideas tendientes a romper el orden es-tablecido: las monarquías. Este proceso se fue dando en Europa teniendo como principales países a Inglaterra y Francia. Uno de los fe-nómenos que empieza a tomar fuerza en esta época es la opinión pública (hasta ahora su-bordinada al poder monárquico), que se ma-nifestaba principalmente en los bares. Hasta ese momento no existía la idea de lo público en oposición a lo privado. Lo privado no exis-tía, porque todo pertenecía al monarca, inclu-sive la misma gente. Podríamos decir que una de las primeras cosas públicas que compartió una sociedad es la opinión. Todos tenían una misma idea y lucharon por llevarla a cabo. Y fue así, de bar en bar, como se consolidó una revolución. Las manifestaciones culturales y artísticas tenían un lugar muy importante. Al ser la época de la Revolución Industrial mu-chas teorías críticas empezaron a aparecer.

Dato Curioso

Por Maria Gavilanes

Fue el inicio de un debate y de una crítica que se mantiene hasta hoy: la industria cultural como enemiga del arte y la cultura. Es eviden-te hasta hoy en día como los límites entre cul-tura e industria cambian a lo largo del tiempo. Por ejemplo el tango, que empezó siendo un movimiento del lunfardo y hoy en día es una de las manifestaciones artísticas y culturales más valoradas de nuestro país y del mundo. Las letras de este género musical empezaron siendo improvisaciones de los músicos de la época y de algunos interpretes que emitían exclamaciones de admiración cuando las pa-rejas de baile se lucían en la pista. Las letras solían describir el ambiente en el que se en-contraban. El cual era obsceno y prostibulario. Por eso eran prohibidas y demostraban poca educación. Recién empezó a verse la letra del tango como poesía cuando empezó a descri-bir al rufianismo. Es la historia la que legitima las tradiciones, y por ende la que define que es arte y que industria. Y por definición, cual-quier tipo de expresión que tenga una propia historia que refleje la historia misma de la hu-manidad en si misma será valorada. Por ejem-plo el jazz que es una mezcla de la tradición musical africana con la europea cuando los esclavos llegan a Estados Unidos. Esta época es el puntapié que da lugar al surgimiento de la sociedad moderna. Las transformaciones sociales y los conflictos vividos dan cuenta del profundo idealismo que los caracterizaba. Idealismo que se hacía sentir en el arte, en la cultura y en cada uno de los bares en donde, a veces también estaba bueno tomarse un café.

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NocheIndianaPor Paula Pessagno

Sabores y tradición argenta Por Leandro Gallo

En el este de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pegado a la Avenida General Paz y un poco alejado del gran barullo del centro por-teño, se ubica el lindo barrio de Villa Devoto. Allí, a una cuadra de la Plaza Arenales, tan concurrida en las tardes primaverales y vera-niegas, se encuentra un lugar para aprovechar el buen sabor de la comida argentina: La Pro-visión de Enciso, ideal para los almuerzos y cenas pero también pudiendo contar con la opción de aprovechar una merienda diferente.Este clásico Restaurante ubicado en la ca-lle Fernández de Enciso al 3909, de donde deriva su nombre, ofrece a sus clientes un espacio decorado al estilo campestre tanto en su interior como en las mesas calefac-cionadas alojadas sobre la vereda en el que se puede degustar gran variedad de platos, generalmente reconocidos y avalados, so-bre todo, por su calidad. Y, como decíamos, para los momentos la merienda se puede dis-frutar del ya tradicional mate de La Provi-sión, acompañado de un buen pan de campo.

Con respecto a la oferta gastronómica del al-muerzo o cena las opciones son muy varia-das: desde la parrilla se obtienen los distintos cortes sabrosos de las carnes de nuestro país, con el aporte, obviamente, de las achuras –recomendable las provoletas y el chorizo de cerdo relleno con morrón y provolone- y las especialidades como las pamplonas (de carne, pollo o cerdo); de la cocina salen las pastas –algunas no tan comunes como los ñoquis de batata, muy buenos vale decirlo por cierto, o los sorrentinos de salmón- y las minutas como las supremas o milanesas; pero tampoco hay que olvidarse de los pescados porque la tru-cha patagónica grillé, el salmón grillé o los filets, cada uno con con sus guarniciones, son platos muy consumidos por los clientes. Para arrancar o acompañar la comida las empana-das caseras, las distintas clases de ensaladas y las tablas de vegetales calientes son ideales.

Mientras que a la hora del postre, además de los clásicos como el helado, la ensalada de frutas, el flan casero o el queso y dulce, también hay propuestas diferentes para ju-garse un poco más y probar algo distinto como por ejemplo la espuma de mango con almendras y frutas flambeadas, la torta de queso con frutos rojos o el tartufo freddo. En su amplia carta de vinos se po drá encontrar con productos de las bodegas más reconoci-das, siendo Los Leones, Callia, Trumpeter y Don David, en sus versiones torrontés y malbec, las propuestas elegidas por la casa.Todo el espectro gastronómico está acom-pañado por el atento servicio de sus mo-zos y favorecido por la versatilidad en el horario de atención que permite poder co-mer en cualquier momento del día, a partir de llegado el mediodía y hasta la una de la mañana durante la semana y hasta pasa-da las dos en los días sábado y domingo.

En pleno Palermo (Armenia 1784) se encuen-tra Indiana, un restaurant para que los porte-ños descubran la cultura tradicional country de los Estados Unidos. Este género musical surgió en los años 20 influenciado por el folk y las baladas de los inmigrantes que se estable-cieron en el sureste del país. En la actualidad, el country tiene muchas variantes pero fun-damentalmente se toca con instrumentos de cuerda como el banjo, la guitarra y el violín.

Para poder transportarnos a este estilo his-tórico, Indiana tiene decoradas todas sus pa-redes con numerosos cuadros vintages de publicidades, personalidades e hitos clásicos de los estadounidenses, junto con mesas ves-tidas por manteles a cuadros blancos y rojos. La carta incluye todo tipo de carnes y pescados más acompañamientos. Se puede pedir desde ensaladas hasta las típicas ribs (costillas) con salsa barbacoa. Para la entrada, lo elegido por la mayoría son los nachos con queso o guacamole.

En cuanto a los postres y bebidas, no hay nada excéntrico, responden al gusto local argenti-no, lo que nos permite disfrutar sabores nue-vos sin dejar de lado eso que tanto nos gusta.Pero no solo la comida y la decoración ha-cen que te traslades y te sumergas en la cul-tura country, sino que tanto los jueves como los viernes, siempre tocan bandas que hacen tributos a los grandes hits de esta género, e incluso hay espacio para el blues, jazz y rock. Los mozos con su simpatía contribuyen a que Indiana sea un lugar recomendado para aque-llos que quieran sentir una cultura distinta sin tener que moverse de la Capital Federal.

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