2 cronicas 34 (josias).doc

26
2Cr (Josias) Página 1 de 26 ENSEÑANZAS DE GRANDES LÍDERES JOSIAS 2Cr 34-35; 2R 22-23 1 Josías y su único Dios (2Cr 34: 1-7;2R 22:1,2) 1.1 1 De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén. 2 Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda. 3 A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas. 1.2 Introducción: En contraste con su padre, Josías llegó a ser un buen gobernante para Judá, y reinó durante 31 años en el trono entre el 640 y el 609 a. de J.C. Dando lustre a su nombre que significa “el Señor sana”, Josías buscó la sanidad de su pueblo. Como su bisabuelo Ezequías, Josías se acercaba mucho a David en carácter. El niño Josías reinó en Jerusalén desde los ocho años hasta la edad de 39. Fue hijo de Amón y de Yedida, posiblemente una mujer espiritual. Probablemente Josías pasó una juventud de diez años bajo el tutelaje de los sacerdotes y los ancianos. Con un corazón devoto a Dios condujo su vida correctamente; sin desviarse siguió los pasos espirituales de su antepasado David Entre sus reformas, Josías hizo que el pueblo volviera a depositar su fe en la palabra de Dios, hecho que sostuvo a Judá en el exilio y por casi una centuria (Dan. 9:2), y durante el siglo de la restauración (Esd. 7:10; Mal. 4:4). Fue la convicción de Josías en cuanto a las Escrituras lo que mantuvo al pueblo de Dios en pie durante los 400 años de silencio, hasta la aparición de Juan el Bautista (Mal. 3:1; 4:5, 6) quien anunció la venida del Mesías, la Palabra de

Upload: cesar-campa

Post on 30-Dec-2015

50 views

Category:

Documents


6 download

TRANSCRIPT

Page 1: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 1 de 14

ENSEÑANZAS DE GRANDES LÍDERES JOSIAS 2Cr 34-35; 2R 22-23

1 Josías y su único Dios (2Cr 34: 1-7;2R 22:1,2)

1.1 1De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén. 2Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda. 3A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas.

1.2 Introducción: En contraste con su padre, Josías llegó a ser un buen gobernante para Judá, y reinó durante 31 años en el trono entre el 640 y el 609 a. de J.C. Dando lustre a su nombre que significa “el Señor sana”, Josías buscó la sanidad de su pueblo. Como su bisabuelo Ezequías, Josías se acercaba mucho a David en carácter. El niño Josías reinó en Jerusalén desde los ocho años hasta la edad de 39. Fue hijo de Amón y de Yedida, posiblemente una mujer espiritual. Probablemente Josías pasó una juventud de diez años bajo el tutelaje de los sacerdotes y los ancianos. Con un corazón devoto a Dios condujo su vida correctamente; sin desviarse siguió los pasos espirituales de su antepasado David Entre sus reformas, Josías hizo que el pueblo volviera a depositar su fe en la palabra de Dios, hecho que sostuvo a Judá en el exilio y por casi una centuria (Dan. 9:2), y durante el siglo de la restauración (Esd. 7:10; Mal. 4:4). Fue la convicción de Josías en cuanto a las Escrituras lo que mantuvo al pueblo de Dios en pie durante los 400 años de silencio, hasta la aparición de Juan el Bautista (Mal. 3:1; 4:5, 6) quien anunció la venida del Mesías, la Palabra de Dios encarnada (Mat. 5:17, 18). En los dos capítulos que cubre la historia de Josías, el cronista trata los siguientes temas: Primero, las primeras fases de sus reformas, 34:1–7; segundo, la gran reforma que tuvo lugar a los 18 años de su reinado, empezando con la reparación del templo en Jerusalén. Se culmina con el descubrimiento del libro de la Ley, 34:8–33; tercero, la celebración de la Pascua, 35:1–19; cuarto, su muerte trágica, 35:20–27. El pasaje paralelo se encuentra en 2 Reyes 22:1–23:30. (CMH)

1.3 Josias el ultimo gran reformador: Después de Ezequías su bisabuelo (cap. 18), Josías fue el segundo y último de los grandes reformadores del reino de Judá solo. Antes de ellos reinaron otros dos reformadores, uno en Samaria (Jehú, caps. 9–10) y uno en el reino del sur (Joás, cap. 12). Hay rasgos comunes a los cuatro. A cada uno de ellos le precedió un rey caracterizado por su adoración a los dioses cananeos. Como consecuencia, cada reformador tuvo que luchar contra esos dioses. Ninguna de las reformas concluyó con total aprobación de Dios ni con completo éxito. Además, hay elementos peculiares al reino del sur. En Judá, junto con las reformas se llevaban a cabo reparaciones del templo y una reorganización administrativa. El desenlace del reinado de cada reformador, no importando qué tan bueno el comienzo, terminó sombrío.

Page 2: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 2 de 14

1.4 La reforma de Josías tuvo dos fases. La primera fase fue la purificación del yahvismo conforme al libro del pacto y la segunda la centralización de la adoración en Jerusalén que se infiere en base a la destrucción de los lugares altos y la celebración de la Pascua en Jerusalén. Durante ambas fases de la reforma suprimía la idolatría a la fuerza debido a un celo sincero para acabar con las externalidades de las religiones falsas. La prohibición y destrucción de lo externo no cambiaba la vida interior del pueblo. Hacía falta la creación de nuevos impulsos y motivos espirituales. La justicia de Josías como reformador gira en torno a sus cinco iniciativas reales sugeridas por cinco órdenes (2R 22:3, 12; 23:1, 4, 21) Tal vez su muerte temprana no le dio el tiempo suficiente para inculcar las nuevas actitudes necesarias para una reforma permanente. (CMH)

1.5 El Comienzo: En el octavo año de su reinado, 632 a. de J.C., siendo un adolescente de 16 años de edad, Josías empezó a buscar a Jehovah. A la edad de 20 años, después de haber reinado por 12 años (628 a. de J.C.), empezó a purificar a Judá y a Jerusalén. El avivamiento espiritual tuvo lugar en una situación geopolítica muy singular para el Medio Oriente. Entre el 628 y el 626 a. de J.C. se levantaron unos jinetes nómadas bárbaros del norte que arrasaron con casi todo el Cercano Oriente hasta ser detenidos por los egipcios. Estas hordas bárbaras originaron dos grandes preocupaciones en Judá: En lo religioso, dieron lugar al surgimiento de profetas como Jeremías (Jer. 1:2, 14) y Sofonías (Sof. 1:2); fueron causantes del avivamiento espiritual encabezado por Josías. En lo político, tuvieron éxito combatiendo contra los asirios y sus dominios en Judá (33:3) Después de la muerte de Asurbanipal, y como resultado de la ola de agresión bárbara, el camino quedó libre para que Josías restableciera el reino unido de Israel, después de casi tres siglos de división (CMH) Se dice aquí que esta destrucción de la idolatría se llevó a cabo en el año doce de su reinado, pero en 2 Reyes 23:23 se dice que fue a los dieciocho años del rey Josías. Esto insinúa que algo se llevó a cabo a los doce años, pero, debido quizás a que encontró alguna oposición o negligencia, no se terminó de llevar a cabo hasta que se halló el libro de la Ley seis años más tarde (MH)

1.6 La edad: En los días de Josías, se consideraba que los muchachos llegaban a ser hombres a la edad de doce años. A los dieciséis, Josías comprendió la responsabilidad de su oficio. Aun a esta corta edad, mostró más sabiduría que muchos de los reyes más adultos anteriores a él, debido a que decidió buscar a Dios y a su sabiduría. No permita que su edad lo descalifique para servir a Dios (BDV)

1.7 4Y derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas fundidas, y las desmenuzó, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que les habían ofrecido sacrificios. 5Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió a Judá y a Jerusalén. 6Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí, y en los lugares asolados alrededor. 7Y cuando hubo derribado los altares y las imágenes de Asera, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruido todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a Jerusalén

Page 3: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 3 de 14

1.8 Delante de él derribaron los altares de los Baales (v. 4), dando a entender que ninguna forma de adoración pagana quedó en pie. Su campaña contra la idolatría se extendía a todo el reino del sur y gran parte del reino del norte, al punto de incluir a Neftalí, en Galilea; esto puede también indicar que Josías tuvo éxito en sus campañas contra Asiria en el norte de Israel. Josías tuvo por fin éxito en su campaña contra la idolatría que había llegado a formar parte del estilo de vida del pueblo judío. 1. LUGARES ALTOS: elevaciones del terreno, en los que se construían altares para rendir culto a las diferentes divinidades. Los israelitas, al entrar a Canaán, encontraron que sus moradores habían construido estos altares. La idea es: si los dioses moran en las alturas —cielo— lo más apropiado es un lugar elevado. Los israelitas asociaron la idea con Jehovah, y no solamente construyeron altares en lugares altos para otros dioses, sino también dedicados al mismo Jehovah. 2. IMÁGENES DE ASERA: la diosa Asera estaba relacionada con el culto a la fertilidad. Se origina en Canaán, y es la equivalencia femenina de Baal. 3. ESCULTURAS: con “escultura” se indica, de forma general, todas las representaciones de dioses y diosas, no especificados. 4. IMÁGENES FUNDIDAS: esta palabra aparece 22 veces en el AT, a partir de Éxodo. Al no especificar a qué dioses representan tales “imágenes fundidas”, se ha de pensar en el arraigado sincretismo en el que el pueblo ha degenerado, y que se manifiesta en la multiplicación de esculturas y estatuas representativas de las divinidades de todos los pueblos circundantes. 5. ALTARES DE BAALES: Baal: “Señor”, “dueño”, “poseedor”. El plural indica las diferentes representaciones de este dios, y, como Asera, representa también la fertilidad. Cada pueblo o tribu tenía su propio Baal, y es por ello que en ocasiones el topónimo viene dado por una combinación del nombre del dios y el lugar. Así Baal-berit; Baal-meon; Baal-peor. 6. IMÁGENES DEL SOL: el culto al sol estaba muy arraigado entre los paganos. Diferentes dioses representan al sol, tales como Marduc, Osiris, Baal, Ra, Mitra. El abuelo de Josías, Manasés, había instaurado el culto al sol (2 Rey. 21:2; 23:5, 11). 7. HUESOS DE SACERDOTES: Los huesos de los sacerdotes que habían rendido culto a las divinidades paganas, como una muestra del celo del rey Josías de extirpar de raíz todo vestigio de los pecados cometidos por el pueblo y sus dirigentes (1 Rey. 13:1, 2, 3) (CMH)

2 Josías el reformador (2Cr 34:8-13) 2.1 8A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra y

la casa, envió a Safán hijo de Azalía, a Maasías gobernador de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, canciller, para que reparasen la casa de Jehová su Dios. 9Vinieron éstos al sumo sacerdote Hilcías, y dieron el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, de todo Judá y Benjamín, y de los habitantes de Jerusalén. 10Y lo entregaron en mano de los que hacían la obra, que eran mayordomos en la casa de Jehová, los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo. 11Daban asimismo a los carpinteros y canteros para que comprasen piedra de cantería, y

Page 4: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 4 de 14

madera para los armazones y para la entabladura de los edificios que habían destruido los reyes de Judá. 12Y estos hombres procedían con fidelidad en la obra; y eran sus mayordomos Jahat y Abdías, levitas de los hijos de Merari, y Zacarías y Mesulam de los hijos de Coat, para que activasen la obra; y de los levitas, todos los entendidos en instrumentos de música. 13También velaban sobre los cargadores, y eran mayordomos de los que se ocupaban en cualquier clase de obra; y de los levitas había escribas, gobernadores y porteros

2.2 Después de purificar la tierra y el templo, Josías nombró una comisión para reparar la casa de Jehovah. Estaba formada por el escriba Safán, el alcalde de Jerusalén Maasías y el cronista Jóaj (v. 8). Estos entregaron al sumo sacerdote Hilquías el dinero recolectado del pueblo, quien lo dejó en las manos de los levitas que guardaban la puerta del templo (v. 9; 24:8). Las demás comisiones nombradas para el proyecto de reparación fungieron tan bien que el cronista usa una encomiable expresión: Estos hombres procedían con fidelidad en la obra y no necesitaron de supervisión (ver 2 Rey. 22:7), sino de inspiración musical, ya que se incluyeron a expertos en los instrumentos de música (v. 12). Es natural que cuando hay un avivamiento espiritual, el corazón desea expresar su alegría cantando al Señor. (CMH)

2.3 El rey da orden de que se repare el templo (v. 8). Después de purificar de corrupciones el templo, comenzó a disponerlo para los servicios que se habían de hacer en él. Quienes aman sinceramente a Dios, han de amar también la habitación de su casa. Los levitas fueron por el país y recogieron dinero para dicha obra, dinero que fue puesto en manos de los tres comisionados ya mencionados (v. 8). Lo trajeron al sumo sacerdote Hilcías (v. 9) y fue entregado a los trabajadores de la obra (vv. 10, 11). Se nos dice que estos hombres procedían con fidelidad en la obra (v. 12), esto es, trabajaban concienzudamente. Se insinúa asimismo que los supervisores o mayordomos eran ingeniosos, pues de los que inspeccionaban el trabajo se dice que eran entendidos en instrumentos de música, no es que su habilidad musical les sirviese de ayuda para los arquitectos y obreros, pero era una prueba de que eran artistas. Todos se ayudaban, de alguna manera, unos a otro (MH)

3 Hallazgo del libro de la Ley (2Cr 34:14-18; 2R 22: 3-10) 3.1 14Y al sacar el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, el sacerdote

Hilcías halló el libro de la ley de Jehová dada por medio de Moisés. 15Y dando cuenta Hilcías, dijo al escriba Safán: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. Y dio Hilcías el libro a Safán. 16Y Safán lo llevó al rey, y le contó el asunto, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue encomendado. 17Han reunido el dinero que se halló en la casa de Jehová, y lo han entregado en mano de los encargados, y en mano de los que hacen la obra. 18Además de esto, declaró el escriba Safán al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me dio un libro. Y leyó Safán en él delante del rey

3.2 Mientras se hallaba ocupado en sus tareas contables, el sumo sacerdote Hilquías halló el libro de la Ley de Jehovah (v. 14). Este hallazgo tuvo lugar en el año 622 a. de J.C. Se estimaba que contenía Éxodo 19–24 o Levítico 26, y

Page 5: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 5 de 14

Deuteronomio 28. Pero ya que más adelante este libro de la Ley se identifica con el libro del pacto (v. 30), no hay duda alguna que fuera el libro de Deuteronomio, conocido como "el pacto" (Deut. 29:1) y que había sido extraviado durante los años de apostasía de Manasés y Amón. La evidencia interna indica que el libro de Deuteronomio fue compuesto por Moisés y que perteneció al período de este gran legislador (Éxo. 17:14; 24:4; 34:27; Lev. 18:5; Deut. 33–34; 4:2; 12:32). Hilquías contó a Safán del dramático descubrimiento del libro de la ley en el templo y se lo entregó. El libro probablemente era un rollo escrito sobre una piel de animal parecida a los Rollos del Mar Muerto de Qumrán, aunque en esa época también usaban papiro. Evidentemente el libro era Deuteronomio o una porción de él (ver Deut. 31:9, 24–26), que había estado olvidado y perdido durante los 75 años de los reinados del padre y del abuelo y los primeros 18 de Josías. Mientras que el libro permanecía cerrado a la lectura, los valores espirituales del país constantemente iban deteriorándose. ¿Lo escondería en una cámara secreta algún sacerdote leal a Jehovah? ¿Fue descubierto en una de las arcas del tesoro del templo al sacar el dinero? Como quiera Dios preservó lo que posiblemente era la única copia; la transmisión del texto sagrado a futuras generaciones era tan importante como escribirlo. Después de la lectura, Safán informó a Josías del descubrimiento de un libro (v. 10) y del cumplimiento de su orden (22:8, 9). (CMH)

3.3 El libro de la Ley de Dios que Hilcías encontró era probablemente el libro de Deuteronomio, que se había perdido durante el gobierno de los reyes malvados. Ahora que se había encontrado, Josías se dio cuenta de que debían llevarse a cabo cambios drásticos para poder llevar a la nación de regreso a la línea de mandamientos de Dios (BDV)

3.4 El joven rey mandó a su cronista Safán con un mensaje para el sumo sacerdote Hilquías, el hijo de Salum, de la familia de Sadoc (1 Crón. 9:10, 11; Esd. 7:1; Neh. 11:11) sobre la reparación del templo que evidentemente ya estaba en progreso y bajo la supervisión de este. Este primer mandato, de los cinco que dio el rey, envió a Hilquías a colectar todo el dinero recogido en el templo y a darlo a los supervisores para el pago de los constructores. Es evidente que la reforma de Joás lo influyó en su plan de reconstrucción del templo (2 Rey. 12). Ya que los trabajadores eran honrados, no era necesario que los supervisores rindieran cuentas de los fondos (22:3–7). Esto sugiere que antes del descubrimiento del libro, Josías era un rey justo y tan bueno como Joás. La preocupación de Josías por el templo y una reforma, entonces, no se originó en una conversión religiosa por el miedo (CMH)

4 Reacción ante las palabras del libro (2Cr 34:19-28; 2R 22:11-20) 4.1 19Luego que el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos; 20y mandó a

Hilcías y a Ahicam hijo de Safán, y a Abdón hijo de Micaía, y a Safán escriba, y a Asaías siervo del rey, diciendo: 21Andad, consultad a Jehová por mí y por el remanente de Israel y de Judá acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme a todo lo que está escrito en este libro

Page 6: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 6 de 14

4.2 Hilquías fue al rey con un informe que le agradó y con otro que le entristeció: la obra de reparación del templo se había finalizado y el libro de la Ley había sido encontrado abandonado (vv. 16–18). Una vez informado del libro de la Ley, Josías escuchó su lectura por Safán. Aun más, es probable que este ayudara en su interpretación. Además, fue la segunda vez que lo leía, la primera vez en privado y la segunda en voz alta al rey. La preocupación del rey en ningún momento tuvo que ver con la autenticidad del libro; más bien se inquietó por su propio destino y el de su nación. Para el rey, el libro recién descubierto era escritura normativa y autoritativa. No procedió a cuestionarla, sino a obedecerla. Cabe señalar, además, que cuando Josías cumplía la voluntad de Dios con la luz que tenía a su disposición, Jehovah le mostró aún más de su camino. Con una profunda carga de conciencia y pesadumbre, con espíritu contrito se rasgó sus ropas reales y mandó una comisión de cinco personas de confianza en una misión clave. Este fue su segundo mandamiento. Sin duda alguna, al escuchar la lectura de Deuteronomio 28:36, el rey no pudo hacer otra cosa más que arrepentirse, rasgando sus vestidos (v. 19). (CMH)

4.3 Cuando Josías leyó el libro que encontró Hilcías (34.14), respondió con arrepentimiento y humildad y prometió seguir los mandamientos de Dios como estaban escritos en el libro. La Biblia es la Palabra de Dios para nosotros, «es viva y eficaz» (He 4.12), pero no podemos saber lo que Dios quiere que hagamos si no la leemos. Incluso, no basta con leer la Palabra de Dios, debemos estar dispuestos a hacer lo que ella dice. No hay gran diferencia entre el escrito escondido en el templo y la Biblia escondida en un librero. Una Biblia que no es leída es tan inútil como una que se ha perdido. (BDV)

4.4 Es inherente a la naturaleza humana el tomar el pecado a la ligera: dar excusas, culpar a alguien más, o minimizar el daño hecho. No fue así con Josías. Estaba tan consternado por el rechazo del pueblo hacia la Ley que desgarró su ropa para expresar su dolor. La verdadera comprensión de nuestro pecado nos debe llevar a un arrepentimiento sincero, y ayudarnos a producir «arrepentimiento para salvación» (2 Corintios 7.10) (BDV)

4.5 22Entonces Hilcías y los del rey fueron a Hulda profetisa, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en el segundo barrio, y le dijeron las palabras antes dichas. 23Y ella respondió: Jehová Dios de Israel ha dicho así: Decid al varón que os ha enviado a mí, que así ha dicho Jehová: 24He aquí yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los moradores de él, todas las maldiciones que están escritas en el libro que leyeron delante del rey de Judá; 25por cuanto me han dejado, y han ofrecido sacrificios a dioses ajenos, provocándome a ira con todas las obras de sus manos; por tanto, se derramará mi ira sobre este lugar, y no se apagará. 26Mas al rey de Judá, que os ha enviado a consultar a Jehová, así le diréis: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro, 27y tu corazón se conmovió, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová. 28He aquí que yo te recogeré con tus padres, y serás recogido en tu sepulcro en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo traigo

Page 7: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 7 de 14

sobre este lugar y sobre los moradores de él. Y ellos refirieron al rey la respuesta

4.6 Hulda: El rey envió una comisión para consultar con la profetisa Hulda (vv. 21, 22) si las palabras de maldición contra Judá estaban por materializarse o no. La comisión consultó con la profetisa Hulda, esposa de Salum y la única profetisa durante toda la historia de cuatro siglos y medio de la monarquía. Su esposo, como guarda de las vestiduras, pudo haber sido un empleado del palacio o del templo. Posiblemente el Segundo Barrio (v. 14) donde vivía se trataba de uno en el norte de la ciudad. El mensaje que la profetisa les entregó para el rey tenía dos partes: primero, por causa de los pecados del pueblo, Dios traería el mal sobre este lugar y sobre sus habitantes (v. 24), es decir, todas las maldiciones mencionadas en el libro (vv. 23–25). Dios estaba tan enojado con el pueblo por su idolatría que acarreaba un desastre. Ni aun el arrepentimiento detendría la destrucción inescapable. Sin rodeos el mensaje profético eliminó cualquier escape potencial para la nación; ni aun la reforma bastaría para desviar la ira de Dios.; segundo, Dios no ejecutaría su juicio en los días de Josías, porque Josías se había arrepentido cuando oyó la lectura de la Ley (vv. 26–28a). Como en el caso de Ezequías (32:26), por haberse humillado, Dios lo perdonó: Serás reunido en tu sepulcro en paz (v. 28b). Se humilló como Acab (1 Rey. 8:27–30) y Ezequías (20:3). Por eso moriría tranquilo, porque lo anunciado no vendría antes de su fallecimiento (22:15–20). Lo que causaría gran perturbación en el alma del rey sería ver la caída desastrosa de Judá y que fuera llevada al cautiverio. En efecto, esta paz no se aplicaría a la forma violenta en que Josías encontró su muerte (35:23, 24). Al escritor sagrado no le preocupó en nada que Hulda, la profetisa de Dios, sea mujer. Su posición como la representante de Dios en nada tenía que ver con la cualidad de ser mujer. Además de Hulda, otras profetisas sobresalientes en la Biblia fueron María (Éxo. 15:20), Débora (Jue. 4:4), Noadías (Neh. 6:14) y Ana (Luc. 2:36). Pero, ¿por qué consultaron a una profetisa poco conocida en vez de uno de los otros profetas de más fama, como Jeremías, Sofonías o Nahúm? ¿Era porque la creían más sensible y tierna? ¿Se debía a que ya tenía una buena reputación y Jeremías apenas comenzaba su ministerio? ¿Era por ser esposa de un sacerdote y por eso muy conocida por sus dones?

4.7 Nuestro pasaje nos habla de un hallazgo excepcional, que tuvo grandes repercusiones. Era el libro de la ley. Si era el original, tenía unos ocho siglos y medio de antigüedad (Deut. 31:26). Reacción inmediata: 1. El rey es conturbado (v. 19); 2. Consulta del rey (vv. 20, 21); 3. La profetisa consultada: castigo (vv. 22–25); 4. Buenas noticias para el rey (vv. 26–28). Resoluciones: 1. Convocatoria (vv. 29, 30a). 2. Lectura del pacto (v. 30b).; 3. Compromiso (vv. 31, 32); 4. Limpieza (v. 33). Conclusión: Fue la lectura del libro de la Ley lo que obró la revolución religiosa que encabezó el rey Josías. Una vez más nos recuerda la gran importancia que tiene la Palabra de Dios. Si la Palabra de Dios lleva inherente el poder del mismo Dios, cuando se halla en el poder del Espíritu Santo comienzan a suceder cosas. (CMH)

Page 8: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 8 de 14

5 El Compromiso de Josías (2Cr 34:29-33; 2R 23:1-20) 2.1 29Entonces el rey envió y reunió a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.

30Y subió el rey a la casa de Jehová, y con él todos los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová. 31Y estando el rey en pie en su sitio, hizo delante de Jehová pacto de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. 32 E hizo que se obligaran a ello todos los que estaban en Jerusalén y en Benjamín; y los moradores de Jerusalén hicieron conforme al pacto de Dios, del Dios de sus padres.

2.2 La Convocación: Josías convocó a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén, a pequeños y grandes (v. 29), y desde el templo leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehovah (v. 30). Una vez enterado de las palabras proféticas, Josías mandó convocar a todos los líderes religiosos y civiles de Judá y de Jerusalén presentes (21:1) para una reunión sobre el pacto. Luego del tercer mandamiento, todos los representantes importantes del pueblo fueron al templo donde el rey les leyó el libro del pacto encontrado en el templo (23:2). (CMH)

2.3 El Pacto: El pacto que Josías hizo con Jehovah (v. 31) fue el que ya se había hecho con Israel y que estaba registrado en el libro del pacto. Según 2 Reyes 23:3, el rey se puso de pie junto a la columna, sugiriendo quizá que como las columnas sostenían la estructura del templo, así mismo la palabra de Jehovah sostendría la fe de su pueblo. (CMH) Al finalizar, junto a la columna se comprometió ante Jehovah a obedecer con lealtad y sinceridad todo el pacto. También el pueblo aceptó el compromiso (23:3), y como consecuencia el libro de la ley se convirtió en el libro del pacto. La profundidad espiritual de Josías se manifestó en parte por su respuesta a la profecía. Sin preocuparse por una recompensa de Dios, le sirvió fielmente. Aunque no podía remediar en nada la sentencia del pueblo, su celo por su Dios le llevó a una reforma espiritual de su amada patria. De esta manera su fe trascendió su deseo de ganancias. Para él un pacto con Dios no fue un arreglo religioso o una empresa comercial con la esperanza de ganancia personal; fue un asunto de fidelidad y confianza, sin consideración de las consecuencias de recompensa o de castigo. (CMH)

2.4 ¿Qué resultados tiene un encuentro con la Palabra de Dios? Un encuentro verdadero con la palabra de Dios es un encuentro verdadero con Dios mismo. La Biblia es la palabra inspirada por Dios. Veamos lo que se produce en el hombre cuando encuentra estas palabras. I. Consternación. 1. Por el pecado del pueblo. (1) Había idolatría. (2) Todos somos pecadores (Ro 3:23). 2. Por la ira de Dios (Ro 1:18–32; 2:1–16). II. Humillación. 1. El rey reconoció su pecado. El rey se arrepintió de sus pecados. 3. Leyó a todo el pueblo la Palabra de Dios y reveló su voluntad. (1) Su voluntad es nuestra santificación (1 Ts. 4:3). (2) Su voluntad es que seamos agradecidos en todo (1 Ts. 5:18). (3) La voluntad de Dios es que hagamos el bien (1 P 2:15–25). III. Renovación. 1. Abolió la idolatría. 2. Hizo pacto de obediencia con Dios. (1) La obediencia es mejor que los sacrificios (1

Page 9: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 9 de 14

S15:22). (2) La obediencia glorifica a Dios (2 Cor. 9:13). (3) Debemos obedecer a las autoridades del hogar y la iglesia (Ef. 6:1; Heb. 13:17). (4) La salvación es para todos los que obedecemos a Dios. Conclusión: El rey Ezequías leyó y oyó la Palabra de Dios. Pero no basta con conocerla, para que sea eficaz es necesario obedecerla. (CMH)

2.5 33Y quitó Josías todas las abominaciones de toda la tierra de los hijos de Israel, e hizo que todos los que se hallaban en Israel sirviesen a Jehová su Dios. No se apartaron de en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió.

2.6 Acción: Acto seguido, Josías quitó todas las abominaciones (v. 33). De acuerdo con la información provista en 2 Reyes 23:4–14, Josías ordenó al sumo sacerdote Hilquías y a todo el plantel sacerdotal que sacaran del santuario los objetos del paganismo cananeo y los quemaran en los campos del Quedrón. Además destituyó a los sacerdotes idólatras; sacó de la casa de Jehovah el árbol ritual de Asera; lo pulverizó y esparció sus cenizas sobre los sepulcros de los que los habían adorado; destruyó los prostíbulos instalados en la casa de Jehovah; prohibió los sacrificios humanos a Moloc; quemó en el fuego los carros del sol; quemó los santuarios de Acaz y de Manasés; y mató a todos los sacerdotes de los lugares altos en Samaria. El campo de acción en este programa de purificación abarcaba toda la nación. La limpieza fue total. Hizo que todos los que estaban en Jerusalén y en Benjamín sirvieran a Jehovah su Dios. (CMH) Una vez obtenido el apoyo de los líderes religiosos y de la comunidad, Josías procedió a mandar a sacar del templo todos los objetos usados en la idolatría y destruirlos. Este fue su cuarto mandato. Para lograr esto encargó a las tres divisiones de los sacerdotes (ver 25:18). También quitó los sacerdotes idólatras de los lugares altos (23:5) y eliminó los puestos sacerdotales nombrados por otros reyes para rendir culto a Baal, a Asera, al sol, a la luna, a los planetas y a los astros. La imagen de madera de Asera representaba una madre diosa cananea que era la compañera de Baal. Luego procedieron a quemar todos los objetos de cultos idólatras en los campos y el arroyo de Quedrón (ver Deut. 18:6–8), que se encontraba al este de la ciudad y que descendía directamente del área del templo. Era un lugar conveniente para un vertedero. Después llevaron las cenizas a Betel, o las esparcieron sobre la fosa común donde eran enterrados los pobres que no tenían su propia tumba. El lugar del vertedero fue profanado mientras que lo que quedaba fuera era profanado por la asociación con los muertos. La reducción de Asera a polvo fue un gesto de destrucción absoluta, la de volver lo que tuviera forma al caos (23:6). Además, derrumbó los edificios usados para la prostitución pagana entre hombres (ver Deut. 23:17, 18 para su prohibición). Se trataba de funcionarios del culto que practicaban la magia mímica en relación con el culto de la fertilidad. Los tejidos hechos por las mujeres se usaban para cortinas para dividir los ritos obscenos, o para túnicas para los sacerdotes de Asera, o para cubrir las imágenes (23:7) (CMH)

2.7 Compromiso superficial: Aunque el pueblo siguió al Señor mientras Josías vivía, nunca demostraron verdadero amor por el Señor y su reino; sus corazones todavía seguía aferrado al pecado. El profeta Jeremías, que había seguido de cerca el ministerio de reforma de Josías (Jer. 11:1–5), da testimonio de que el

Page 10: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 10 de 14

pueblo seguía alejado de esa experiencia personal con Jehovah. El pueblo se había entregado a un credo sin creer en el Dios vivo; era una entrega más externa que interna (Jer. 11:9–13). (CMH) Todo ese tiempo fueron días de freno para ellos; pero esto mismo insinúa que en ellos había una inclinación a apostatar. Josías obró con toda sinceridad, pero la generalidad del pueblo seguía todavía afecta a los ídolos. Esto lo sabía Dios, y, por eso cuando uno pensaría que se habían echado los cimientos para una perpetua paz y seguridad, precisamente en esos momentos emitía Dios su decreto de destrucción (v. 25). (MH)

6 Josías celebra la Pascua ( 2 Cr. 35:1-6; 2R 23:21-25 )

6.1 1Josías celebró la pascua a Jehová en Jerusalén, y sacrificaron la pascua a los catorce días del mes primero. 2Puso también a los sacerdotes en sus oficios, y los confirmó en el ministerio de la casa de Jehová. 3Y dijo a los levitas que enseñaban a todo Israel, y que estaban dedicados a Jehová: Poned el arca santa en la casa que edificó Salomón hijo de David, rey de Israel, para que no la carguéis más sobre los hombros. Ahora servid a Jehová vuestro Dios, y a su pueblo Israel. 4Preparaos según las familias de vuestros padres, por vuestros turnos, como lo ordenaron David rey de Israel y Salomón su hijo. 5Estad en el santuario según la distribución de las familias de vuestros hermanos los hijos del pueblo, y según la distribución de la familia de los levitas. 6Sacrificad luego la pascua; y después de santificaros, preparad a vuestros hermanos para que hagan conforme a la palabra de Jehová dada por medio de Moisés

6.2 El cap. 35 se ocupa del tercer tema que cubrió el ministerio de Josías. La celebración de la Pascua en el año 18 de su reinado era la coronación de su programa de reforma religiosa, según la ley de Moisés (18, 19). En otras celebraciones de la Pascua, poca atención se había prestado a los detalles, como en la que se celebró bajo Ezequías en el segundo mes, en vez del primer mes y sin la adecuada purificación del pueblo (2 Crón. 30:2, 3, 17–20). La que Josías celebró se ceñía a la observancia estricta de las leyes mosaicas el 14 del mes primero (v. 1). A los levitas encargados de la enseñanza les dio la orden de colocar el arca sagrada en el templo que edificó Salomón (v. 3). Esta es una indicación de que los levitas habían sacado el arca del templo con el fin de protegerla; muy probablemente, durante los años de apostasía de Manasés y Amón. De esta acción se desprende la idea de que el arca habría llegado a su morada permanente, según el ideal de David (1 Crón. 23:26). Acatando las instrucciones del libro del pacto, Josías mandó celebrar, como el punto culminante de su reforma, la Pascua en honor de Jehovah, el Dios libertador del éxodo. Este fue su quinto mandamiento. Fue muy apropiada la selección de la Pascua como celebración, porque recordaba a todos su liberación de la esclavitud en Egipto y la formación del pacto con Jehovah; a su vez les permitía dar expresión de su fervor religioso y patriótico. El año 18 del reino de Josías fue la primera vez durante toda la historia de la monarquía que se celebrara esta fiesta (23:21–23) en forma centralizada en Jerusalén conforme a todas las instrucciones del libro de la ley (Deut. 16:1–8). En tiempos de Ezequías se

Page 11: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 11 de 14

observó, pero en el segundo mes en vez del primero y sin la debida purificación de todos (2 Crón. 30:2, 3, 17–20) (CMH)

6.3 En el informe que se nos dio de la Pascua celebrada por Ezequías, era de notar el gran celo del pueblo y los transportes de júbilo y devoción, pero en esta otra se nota muy poco de aquel espíritu. Fue más bien por agradar al rey por lo que la celebraron (vv. 17, 18), no porque ellos se sintieran interiormente inclinados a celebrarla. Por lo que se ve, esta celebración superó en pompa a las demás (v. 18), pero quizá fue sólo esta pompa lo que agradó al pueblo, la forma de piedad, no la eficacia de la piedad (MH)

7 Respaldando el compromiso con acciones concretas (2 Cr. 35:7-9 )

7.1 7Y dio el rey Josías a los del pueblo ovejas, corderos y cabritos de los rebaños, en número de treinta mil, y tres mil bueyes, todo para la pascua, para todos los que se hallaron presentes; esto de la hacienda del rey.

8También sus príncipes dieron con liberalidad al pueblo y a los sacerdotes y levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes, para celebrar la pascua, dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes. 9Asimismo Conanías, y Semaías y Natanael sus hermanos, y Hasabías, Jeiel y Josabad, jefes de los levitas, dieron a los levitas, para los sacrificios de la pascua, cinco mil ovejas y quinientos bueyes

7.2 El rey y la oficialidad del templo proveyeron de buena voluntad y con generosidad los animales para el sacrificio pascual (vv. 7–9). Por sobre la abundancia de detalles y el ornato registrado durante la conducción de las celebraciones, el cronista no hace mención alguna de que el pueblo experimentara un avivamiento espiritual. Muy frecuentemente, la programación rígida en los cultos al Señor resta la espontaneidad y el gozo resultantes en el creyente, cuando se encuentra adorando a Dios. (CMH)

8 Celebración de la Pascua (2Cr 35:10-19: 2R 23:21-23)

8.1 10Preparado así el servicio, los sacerdotes se colocaron en sus puestos, y asimismo los levitas en sus turnos, conforme al mandamiento del rey. 11Y sacrificaron la pascua; y esparcían los sacerdotes la sangre recibida de mano de los levitas, y los levitas desollaban las víctimas. 12Tomaron luego del holocausto, para dar conforme a los repartimientos de las familias del pueblo, a fin de que ofreciesen a Jehová según está escrito en el libro de Moisés; y asimismo tomaron de los bueyes. 13Y asaron la pascua al fuego conforme a la ordenanza; mas lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el pueblo.

14Después prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes; porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y de las grosuras; por tanto, los levitas prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes hijos de Aarón.

15Asimismo los cantores hijos de Asaf estaban en su puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hemán, y de Jedutún vidente del rey; también los porteros estaban a cada puerta; y no era necesario que se apartasen de su ministerio, porque sus hermanos los levitas preparaban

Page 12: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 12 de 14

para ellos 16Así fue preparado todo el servicio de Jehová en aquel día, para celebrar la pascua y para sacrificar los holocaustos sobre el altar de Jehová, conforme al mandamiento del rey Josías. 17Y los hijos de Israel que estaban allí celebraron la pascua en aquel tiempo, y la fiesta solemne de los panes sin levadura por siete días. 18Nunca fue celebrada una pascua como esta en Israel desde los días de Samuel el profeta; ni ningún rey de Israel celebró pascua tal como la que celebró el rey Josías, con los sacerdotes y levitas, y todo Judá e Israel, los que se hallaron allí, juntamente con los moradores de Jerusalén. 19Esta pascua fue celebrada en el año dieciocho del rey Josías.

8.2 Asaron al fuego la carne de la víctima de la Pascua, según lo establecido (v. 13). Solo el cronista asocia las ofrendas quemadas con la celebración de la Pascua. El evento tiene trascendencia porque, en la opinión del cronista, la última vez que se celebró la Pascua como lo estaba haciendo Josías tuvo lugar en el tiempo del profeta Samuel (v. 18). En 2 Reyes 23:22 se tiene la referencia a los días de los jueces que juzgaron Israel, y Samuel era uno de ellos. Los efectos del hallazgo del libro de la ley van a continuar trayendo al pueblo días de regocijo. La mayor parte de este capítulo está dedicada a la celebración de la fiesta de la Pascua que, según el cronista, no se había celebrado una igual desde el tiempo del profeta Samuel (v. 18). Rivaliza, en esplendor, con la celebrada por Ezequías, bisabuelo de Josías (30:26). A través de los preparativos previos a la celebración, se nos ofrece una buena cantidad de datos, que suministran información para aprender lo siguiente: I. Las dotes de organizador de Josías: 1. Al restablecer y reorganizar servicios (vv. 2, 4, 5). 2. Funcionalidad (evitar esfuerzos innecesarios) (v. 3). II. El celo de Josías por la ley (v. 6). III. La generosidad de Josías y sus colaboradores (vv. 7–9). IV. Orden: 1. Cada uno en su puesto (vv. 10, 15). 2. Cada cual en su labor (vv. 11, 12). V. Colaboración: 1. Diligencia en el servicio (v. 13). 2. Disposición de los levitas (v. 14). VI. Consumación (vv. 16–18). Los acontecimientos que dejan huella, los cultos llenos del gozo del Espíritu Santo, los tiempos de refrigerio en la vida de una iglesia, llegan como consecuencia de un hombre obediente a Dios; de un pueblo que decide obedecer la ley del Señor, o de una combinación de esos dos factores. (CMH)

8.3 La Fiesta de los Panes sin Levadura era una celebración de siete días que comenzaba al día siguiente de la Pascua. Al igual que la Pascua, conmemoraba el éxodo de Egipto. Durante siete días el pueblo comía pan sin levadura de la misma manera que lo hicieron sus antepasados cuando salieron de Egipto. Este pan, al hacerse rápidamente, permitía su elaboración junto con los preparativos para su salida repentina de Egipto (Éxodo 12.14–20). Esta fiesta recordaba al pueblo que había dejado atrás la esclavitud y había llegado a la tierra que Dios le había prometido (BDV)

Page 13: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 13 de 14

8.4 Seis sabias disposiciones: Introducción: Es muy posible que la vida del padre de Josías —Amón— y el recuerdo que había dejado algunos de los hechos de su abuelo —Manasés— espolearon la vida del joven Josías, y tratase de compensar la falta de autoridad de quienes le habían precedido en el trono. En los textos hay claras muestras del carácter de Josías, en el ejercicio de su papel como rey. I.     Relativa al culto. II.     Relativa al servicio a Dios (v. 3b). III.     Relativa al servicio al pueblo (v. 3b). IV.     Relativa a la organización (vv. 4, 5). V.     Relativa a la fiesta (v. 6a). VI.     Relativa a la enseñanza (v. 6b). Conclusión: Para poder actuar como lo hizo el rey Josías, es imprescindible estar lleno del Espíritu de Dios. Toda orden que no lleve el sello del Espíritu está destinada al fracaso. Los discípulos de Jesús, a partir de la resurrección de Cristo, actuaron con autoridad porque fueron llenos del Espíritu. (CMH)

9 Muerte de Josias ( 2 Cr. 35:20-26; 2R23:28-30) 9.1 20Después de todas estas cosas, luego de haber reparado Josías la casa de

Jehová, Necao rey de Egipto subió para hacer guerra en Carquemis junto al Eufrates; y salió Josías contra él. 21Y Necao le envió mensajeros, diciendo: ¿Qué tengo yo contigo, rey de Judá? Yo no vengo contra ti hoy, sino contra la casa que me hace guerra; y Dios me ha dicho que me apresure. Deja de oponerte a Dios, quien está conmigo, no sea que él te destruya. 22Mas Josías no se retiró, sino que se disfrazó para darle batalla, y no atendió a las palabras de Necao, que eran de boca de Dios; y vino a darle batalla en el campo de Meguido. 23Y los flecheros tiraron contra el rey Josías. Entonces dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aquí, porque estoy gravemente herido. 24Entonces sus siervos lo sacaron de aquel carro, y lo pusieron en un segundo carro que tenía, y lo llevaron a Jerusalén, donde murió; y lo sepultaron en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías. 25Y Jeremías endechó en memoria de Josías. Todos los cantores y cantoras recitan esas lamentaciones sobre Josías hasta hoy; y las tomaron por norma para endechar en Israel, las cuales están escritas en el libro de Lamentos. 26Los demás hechos de Josías, y sus obras piadosas conforme a lo que está escrito en la ley de Jehová, 27y sus hechos, primeros y postreros, he aquí están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá

9.2 Josías había terminado su obra de reparación del templo (v. 20a), cuando Necao, rey de Egipto, subió a combatir en Carquemis, junto al Eufrates (v. 20b). En el 609 a. de J.C., Necao trató de heredar el dominio del imperio asirio en el oeste. Nínive había sucumbido tres años antes. Los egipcios se oponían a las pretensiones de Babilonia de dominar sobre Asiria. Lo cierto fue que Josías estaba aliado con Babilonia en su oposición al dominio asirio. Mientras el enemigo de Necao era Babilonia, quería aislar a Josías en su campaña militar de Carquemis. Con este fin, Necao envió mensajeros a Josías (v. 21). Para sorpresa del mismo cronista, las palabras de Necao procedían de la boca de Dios (v. 22). Si Josías hubiera sido sensible a la voz de Dios, habría preservado su vida. Lamentablemente, Josías había rechazado una profecía divina; de igual manera,

Page 14: 2 CRONICAS 34 (JOSIAS).doc

2Cr (Josias)Página 14 de 14

los que rechazan la voz de Dios, sin importar quién sea la persona mediadora, podrán correr el mismo riesgo. ¿Por qué? Porque Dios puede hablar libremente fuera de los moldes ortodoxos familiares al pueblo de Dios, ya que él es mayor que el templo y Señor de la historia. Siguiendo el ejemplo de Acab (18:29), se disfrazó para protegerse del enemigo. Desobedeciendo a la revelación divina, Josías salió al campo de batalla, en el valle de Meguido. En el campo de batalla, los arqueros del rey asirio tiraron contra Josías, hiriéndolo mortalmente (23). Ya en Jerusalén murió y fue sepultado con sus padres. Todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías (v. 24).

9.3 Este acontecimiento ocurrió en 609 a.C. Nínive, la capital asiria, había sido destruida tres años antes por los babilonios. Los derrotados asirios se reagruparon en Harán y Carquemis, pero Babilonia envió su ejército para destruirlos de una vez por todas. El Faraón Necao, quien quería hacer de Egipto una potencia mundial, estaba preocupado acerca de la creciente fuerza babilónica, así que envió a su ejército hacia el norte cruzando por Judá para ayudar a los asirios en Carquemis. Pero el rey Josías procuró evitar que Necao pasara por su tierra, camino a Carquemis. Josías fue muerto, y Judá fue sometida a Egipto (2 Reyes 23.25–30 ayuda a explicar la tragedia. Aun cuando Josías siguió al Señor, Dios no cambió su juicio sobre Judá por el pecado de Manasés y el arrepentimiento superficial de Israel). Necao continuó a Carquemis y mantuvo a los babilonios a distancia durante cuatro años, pero en 605 fue completamente derrotado y Babilonia se colocó en el centro de la atención mundial como potencia dominante (BDV)

9.4 El lamento de Jeremías (v. 25) no se encuentra registrado en el libro de 2 Reyes. No hay que confundir este lamento por Josías con el libro de Lamentaciones del profeta. El libro bajo este nombre tiene que ver con la caída de Jerusalén. En la vida, a veces el injusto prospera, mientras que el justo sufre (Sal. 73; Job 1, 2). Jamás se podrá comprender por qué el justo Josías murió a manos del idólatra faraón Necao. Todo lo que se sabe, por la evidencia interna del texto, es que Josías rehusó obedecer la voz de Dios, quizá por sus pretensiones piadosas que no le permitieron distinguir entre la clara manifestación de la voluntad de Dios y su formalismo religioso

10 Referencias 10.1 Biblia Plenitud (BP)10.2 Biblia del Diario Vivir (BDV)10.3 Mathew Henry (MH) 10.4 Comentario Bíblico Mundo Hispano (CMH)10.5 Comentario Bíblico Internacional (CBI)10.6 Comentario Moody (CBM)