25 siglos de budismo

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  • 7/22/2019 25 Siglos de Budismo

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    H i . I y.UNA VENTANA ABIERTA S O B R E E L MUNDO

    m % ] 1 1de la Unesco

    l

    CHIVES

    Nmero especial

    JUNIO1956

    (Ao /X jPrecio: 40 f. (Francia)o su equivalente enmoneda nacional.

    60 pg inas

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    Rudyard Kipling calific los frisos y estatuas que florecan en el noroeste de la India y en Pakistn entre los siglos y Vi l de nuestra Era como esculturas greco-budistas conocidas por los sabios y trabajadas por artfices olvidadoscuyas manos estaban animadas po r el soplo mister ioso de Grecia . Mas esas obras tienen muy poco que ve r con elarte gr iego puro y se encuentran ms cerca del arte grecorromano. Muchas monedas romanas estatuillas de Alejandra objetos de cristal de Siria y meta les latinos se han descubierto en esa extrema regin oriental del ImperioRomano . Algunos de los ejemplos ms notables del arte grecorromano se han encontrado en la regin de Gndarade la cual procede el friso que reproducimos y que representa el descenso de Buda desde el tercer cielo . El Bienaventurado est entre los dioses Indra y Brahama y se halla rodeado de sus devotos que portan ofrendas de frutos.

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    E l n^-UNA VtHTANA BtlRTA SOME . MUNDOCorreode la U nesco

    N 6- JUNiO 1956AO IX

    PAGINAS

    3 EDITORIAL4 BUDA Y LA LUZ

    SUMARIO

    SQAupiyrERIOR

    El Maestro de la ComplsirifJTtififfttaJT?^,-v '' fpor Sarvepalli Radhakrisiinari,^ ^t'lL^-Lii 10 LA INDIA ILUMINO TOCA EL ASIALa Expansin bdica : (I ) En eT~T>ansarr|ir|to-42i

    po r Anil de Siva-Vigier22 MUNDO DE FABULA

    El P a ra s o d e lo s Animalespo r Jeannine Auboyer

    25 EL CAMINO MEDIO500 millones de budis tas en Asia

    26 ANGKOR, MARAVILLA D E L O R I E N T EG randez a de l arte khmer en Indoch ina

    29 PAGAN, F LOR E S T A DE P A G O D A SUn santuario birmano guarda los cabellos d e Bu da34 AMAD A TODO SER VIVO

    La leccin de l amor universalpor G. P. Malalasekera

    36 INTENSIDAD HUMANA DEL ARTE CHINOLa s cavernas de lo s mil tesoros

    42 DHAMMAPADALo s Proverbios de Buda

    43 B O R O B O D U R , CIMA DEL A RT E B D I C OLa poca clsica de la escultura en Indonesia

    46 M AS IM GE NE S DE BUDA Q U E HABITANTESEn Tailandia, pas de wats y monasterios

    48 EL BUDA MAS ALTO DEL MUNDOAfganistn, encruc ijada entre Oriente y Occidente

    50 SOBRE EL TECHO DEL MUNDO

    Los Lamas Pintores del Tibet y Nepal52 EL ARTE BDICO LLEGO EN UNA ESTATUALa escultura del Japn, gran escuela de realismo

    Publicacin mensualde la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, laCiencia y la CulturaDirector y Jefe de RedaccinSandy KofflerRedactoresEspaol : Jorge Carrera AndradeFrancs : Alexandre LeventsIngls : Ronald FentonCo mp o s ic i n g rf icaRobert JacqueminJefe de difusinJean GroffierHenry Evans (Para Estados Unidos)Redaccin y AdministracinUnesco, 19, Avenue Klber , Pars, 16 , Francia

    Los artculos qu e se publiquen a qu p ue de n s er reproducidos siempre qu e semencione su origen de la siguiente manera : D e El CORREO DE LAUNESCO . A l r ep ro d uc ir los artculos deber hacerse constar el nombre de lautor.Las colaboraciones no s ol ic it adas no sern devueltas si no van acompaadas deun bono i n ternac iona l p or v alo r de l porte de correos.Los art culos f irmados expresan la opinin de sus a ut or es y no representanforzosamente el punto de vista de la Unesco o d e lo s Editores de la revista-Tarifa de suscripcin a nu al d e EL CORREO DE L A U NE SC O : 8 chelines .$ 2,50 - 40 0 francos f ranceses o su equivalente en la moneda de cada pais.

    M C 56.1.103 E

    El Correo de la Unesco. Junio 1956

    NUESTRA PORTADA

    La sonrisa de Bayn gesto deojos entornados, suprema expresin dela beatitud bdica aparece en estacabeza de piedra que representa unmonje budista y que data del s ig lo XIII.Esta escultura fu descub ier ta en lasruinas de Angkor, antigua capital deCamboja, y se presume que es un retratodel rey budista Jayavarman Vi l que hizoerigir el templo-montaa de Bayn yotras obras en Angkor (Ver pgina 26).

    Archivos de l Museo Guimet , Paris

    UNO de los grandes mritos de nuestro siglo es el esfuerzo realizadopor conocer y preciar las artes de otras tierras, otros pueblos yotras pocas. La actitud incomprensiya y parroquial del pasado

    caracterizada con frecuencia por el apresuramiento, la antipatainjustificada o la visin unilateral de las cosas ha sido reemplazadapor una valoracin y un gusto ms amplios y universales as co mo p orun deseo sincero de comprender y amar l as obras de arte que son laexpresin de cu lt u ras d if eren tes de las nuestras.

    Hemos caminado mucho desde la poca en q ue Jo hn Ruskin calificel arte de la India con los trminos sorprendentes de falto de naturalidad y carente de verdad y en que un profesor europeo de arqueologa hacia 1864 escribi estas frases apresuradas : Nada hayque nos atraiga en la escultura de l Indostn para detenernos en ellalargamente. No aade una sola nota en la rbita de la evoluc in de lahistoria del arte y su mediocre calidad le resta inters como trabajoartstico.

    An ms, en los t iempos rec ientes , la aprec iacin de las artes antiguas de Asia se ha hecho difcil y confusa por obra de quienes msardientemente han intentado interpretarlas a los ojo s del vulgo profano.Es menester evitar como ha afirmado hace poco un escritor en laIndia la cortina de humo de espiritualismo que se levanta entre elcontemplador no iniciado y el simple disfrute artstico del arte, hastael punto de dar la impresin de que es imposible comprender el artebdico sin un conocimiento profundo de los escritos filosficos y loscnones religiosos d el b ud is mo .

    Es verdad que el arte bdico es esencialmente religioso, pero las artesde Egipto, de la Europa medieval, de Africa y de los antiguos Mayase Incas revistieron igualmente ese carcter, lo que no ha constituidoun ob st cu lo p ara la admiracin pblica. Se puede decir que no esposible percibir la belleza de Luxor o de la Catedral de Chartres sinel conocimiento detallado de su sentido religioso?

    En este nmero especial, preparado c on ocasin del 2 .500 aniversariodel Supremo Esclarecimiento y de la m uerte o pariniryana de Buda,El Correo de la Unesco intenta presentar a sus lectores un panoramade las obras maestras del arte bdico escultura, arquitectura y pintura en Asa, a s co mo una breve apreciacin de las i deas m oralesy del mensaje de paz, compasin y caridad, difundidos por el Budismo,una de las ms nobles construcciones del pensamiento, creadas por elespritu humano.

    Los budistas, particularmente en el Asia meridional, conmemoraron enacimiento, la iluminacin y la muerte de Buda en l a p rimera lunallena de mayo, o sea el 24 de ese m es . Per o para la celebracin de los2.500 aos del budismo continuarn durante todo el ao los peregrinajes,ceremonias y fiestas de toda clase. La India, cuna del budismo, hatomado disposiciones especiales para celebrar esta conmemoracin histrica. De todos los extremos de la tierra acuden sin cesar los peregrinosa los grandes centros bdicos : a la aldea de Lumbini, cerca de Kapi-lavastu (en el territorio de Nepal), donde nac i B uda; a Bodh Gaya,donde obtuvo su revelacin suprema; a Sarnath, donde predic su prim er s ermn; y a Kusingar, donde muri a los ochenta aos de edad.

    En el mes de noviembre prximo se celebrar un congreso sobre lacultura bdica y se inaugurar una exposicin de arte bdico al mismot iempo que se reunir en N ueva D elh i la IX Conferenc ia General de laUnesco y tend r lugar un coloquio auspic iado por la misma Organizacin acerca de la contribucin del budismo en la filosofa, la lite ratura y las artes desde hace 2.500 aos.

    UNESCOARCHVHS

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    El Correo de la Unesco. Junio 1956Buda y la luz interiorpor Sarvepalli Radhakrishnan

    Vicepresidente de la Repblica de la India

    l mensaje de Buda no slo se enunci para su poca,sino para todos los t iempos. La transitor iedad delmundo , su s penas y suf r imientos, motivaron su

    bsqueda re lig iosa . Cuando vio a l a nc ia no encorvado porlos aos, al difunto t ransportado a la pira funerar ia y aljoven atacado por la peste, sinti una angus tia profundapor la suerte de los hombres; y c uando v io al santo, l lenode dignidad y desprendimiento de la s cosas terrenas, sesinti atrado po r la serenidad de la vida asctica. Budacomprendi la terrible amenaza de la n ad a, d el n o-s er,que el h om b re e xp er im e nta a l c on te m p la r el mundo fugazde l nacimiento y la muerte, de la e nfe rm e da d y la vejez.

    El problema para el hombreconsiste en saber c m o p ue dea dq uirir la fortaleza y elvalor, cmo puede descubrirdentro de s mismo la liter-ta d qu e l a sa lva r de la inestabilidad de l tiempo y de suefmero cuerpo mortal.

    Buda no s da la solucin:Profundicemos nuestra conciencia por medio de lameditacin y tr an sfo rm e m o sas nuestro ser. S lo perfeccionaremos e l mundo cambiando la ndole del hombre.

    Este cambio de naturalezano es mecn ico : La semillase convierte en planta, el cachorro en perro , pero el serhum ano t iene qu e desarrol larsu s facu ltades por u n proceso consciente y deliberado.Buda nos pide qu e hal lemose l maestro dentro de nosotros

    mismos y descubramos nuestra luz interior. Nos recomiendafortalecer nuestro espr itu mediante la meditacin y ladisciplina moral. Nos pide abstenernos de causar daoa cualquier se r vivo, de aduearnos de lo s b ienes a jenos,as como n os a co ns eja pract icar la cast idad de l cuerpoy de la mente, no mentir y se r abstemios. No se contentaco n decir: No matars, sino qu e dice: Vigi lars tusimpu lsos anmicos, evitando la ira, el resentimiento, elafn de explotar al prjimo, la s pas iones de l corazn.Su moral no era u na norma de conformidad externa,sino de purificacin interior.

    Gautama Buda es la intel igencia suprema de l Oriente,Hijo de Suddhodana, Buda nombre era Sidharthay su apellido G autam a naci el a o 563 antes de J es ucristo en Kapilavastu, en la fro n te ra de l Nepal, a unos190 ki lmetros al norte de Benars. E l e m pe ra do r Asokalevant m s tarde en aquel lu ga r, u na c olu m na comme-morativa que todava existe. La madre de Sidhartha

    Sir Sarvepalli Radhakrishnan, un o de los ms grandes pensadores de l Asiamoderna, ha realizado una obra fecunda al explicar la filosofa y las religionesorientales al mundo occidental . Entre sus varias obras figuran: Indian Philosophy (Filosofa de la India), East and W est in Religion (E l Oriente y elOccidente en la Religin), Religion and Society (Religin y Sociedad) y unaversin inglesa, en forma de antologa, del Dhammapada. (Proverblos de Buda.)

    SAGRADOS, E S T A -GIGANT ES. Despus

    la muerte y cremacin de Buda,cenizas se r ep a rtie ro n e n tr egrandes stupas o mausoleos.

    nmero ocho c or responae laia Subl ime de los O ch o Peldaosl Budismo y a la Rueda de la Ley

    sus ocho rayos. En t iemposse construyeron en las

    y campos del mundo budistade esos santuarios en forma

    torres para guardar las reliquiasBuda y sus discpulos. La foto demuestra la antigua pagoda

    Ruwaweli , en Anuradhapura,restaurada en el siglo XIX.

    estatuas g igantes que aparecenrepresentan el Buda YacenteI 5 metros de largo), y a su ladodiscpulo favorito, Ananda, cuyaes de m s de 7 metros. Estas

    statuas colosales del Siglo XIIhallan en Polonnaruva, Cei ln.

    muri a lo s s ie te das de haberle dado a luz, y la segundaesposa de Suddhodana, Mahaprajapat i , educ al nio.En su da, Sidhar tha se cas co n su pr ima Yasodhara, ytuvieron un hijo, Rahu la .

    Gautama posea u n te m pe ra m en to religioso y no lesat isfacan los placeres y las v an id ad es del mundo. Sesinti atrado por el ideal de la vida mendicante y, co nfecruencia, leemos en sus discursos a lgunas a lus iones a l e le v ad o a n h el o de la vida santa, qu e hace a los hombresde la tribu abandonar su hogar y retirarse a la soledad.Lo s intentos de su padre para interesarle e n lo s n eg oc io sseculares no tuv ieron xito y, a los veint inueve aos deedad, Sidhar tha abandon su f a m il ia , v is ti el sayal de lasceta y comenz su peregr inacin de buscador errante dela verdad. Tal fu su g ra n re n un c ia ci n a l mundo .

    Decidido a adquirir un estado de gracia por medio de lascetismo, se ret ir c on c in co d is cp ulo s, a las soledadesde Uruvela , retiro agradable en medio de un bellobosque , en que se adormecan los sentidos y se est imulabala vida intelectual. All inici una serie de rigurososayunos, practic ejercicios de medi tacin y someti sucuerpo a dursima pruebas de austeridad. La debi l idadcorporal le p ro du jo la fatiga de la ' mente. Durante esteperodo se encontr muchas veces a las puer tas de lam ue rte , sin l legar a desci f rar el enigma de la vida.Entonces se convenci de qu e el a sc etis m o n o e ra la sendam s a de cu ad a para conseguir el estado de gracia, y trat

    Cortesa de A m i d e S ilv a VigierEL NACIMIENTO es uno de los temas favoritos del arte bdico. Heaqu como se representa la leyenda de la madre de Buda que d a luzsu hijo p or su flanco derecho. Este panel en relieve se encuentra enel templo de Ananda, en Pagan, Birmania, Siglo IX de la Era cristiana.)

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    BUDA Y LA LUZ INTERIOR Continuacin LA NOCHE BAJO LA HIGUERAde encontrar otros caminos. Record qu e en su juventudh a ba te n id o una experiencia de contemplacin mst ica,y se decidi a explorar esa va, As hall la clave de lav erda d . E n la ltima vigilia de la noche sa disip la ignorancia, bril l la lu z de l conocimiento dice el varn omnisapiente y m e sent decidido, confortado, resue lto . Gauta m a h ab a l legado a l bodh i o estado de grac ia, t ransformndose en Buda , el i luminado.

    Despus de m uchas vac ilaciones , B uda inici su ministerio. N o slo predicaba, lo qu e es fcil, sino qu e viva dea cu erd o c on sus doc tr inas. A dopt la vida de misioneromendicante, c on to do s su sr iesgos de pobreza, impopular idad y enemistades.Empez convirt iendo a losc in c o d is c p u lo s qu e fue-r o n sus compaerosdurante lo s aos de as ce ti smo. Pred ic su pr imerser mn en e l Parque delo s C ie rv os , c erc a d el moderno Sarnath donde sepermi t a mora r a losascetas y estaba prohibidomatar a los animales .Lo s d isc pu los l legaban engrupos inm ensos. A lo stres meses, e ra n ya sesenta. Un da Buda le s habl:Ahora id y re co rre d lo scaminos para el bien delos m s, para la fel icidaddel m ayor nmero, porpiedad hacia el mundo,para bien y co nte nto y

    ~ ventura de lo s dioses y delo s hombres. N u n c a vayisdo s por el m is m o c am in o.Predicad la doctrina qu een el espri tu y en laletra, es gloriosa en loscom ienzos, en e l med io yen el fin: propagad la vidacabal, p erfe cta y pura dela santidad. Buda caminextensamente durantecuarenta y cinco aos, yreuni muchos seguidores.

    En vista de la variedad de opiniones, aconsej a susdiscpulos que apl icasen la lgica y la experiencia de lavida p ara comprobar la val idez de los diferentes programas qu e les fueran presentados, y qu e no aceptarannada por puro respecto a la autor idad.

    No se exceptu a s mismo de esta regla:' N o a c ep t is lo que oigis de labios de o tr os , n o a ce p t is

    la t ra d ic i n , no os precipitis a deducir: e sto d eb e se r as.No aceptis una af i rmacin por el m ero hech o de encontrar la en los l ibros ni tampoco porque parezca acep table, ni siquiera porque la ensee v u es tro m a e s tro . Conuna sol ici tud c o nm o v ed o ra p id e a su s seguidores qu e elprest igio de su p r opio nom bre n o o fu sq ue su s intel igencias. Es tanta mi fe , Seor d ice Sariput ta, uno de sus m snt imos discpulos qu e no creo qu e h ay a e xis tid o,ni existe, ni existir, nadie ta n grande ni ta n sabiocom o el Bienaventurado. 'Has conocido ciertamente

    Copyright SkeelLA GRAN PARTIDA de l prncipe Sidharta futuro Buda de lpalacio de su padre, el rey Sudhodana. El prncipe abandon a su esposay a su hijo y renunci a su vida de ocio y fastuosidad, en busca de lalu z de l conocimiento. Este t rascendental suceso en la histor ia de la vidade Buda y en la evolucin de las ideas se representa en este fragmento de un fresco de l siglo XI que se encuentra en Chortchuk, Asia central.

    le responde el maestro a todos lo s Budas del pasado?No , Seor.Entonces conocers a los d el futuro?No, Seor.Por lo menos, me c on oc es y has l legado a penetrar

    m is ms recnditos pensamientos?No puedo afi rmar lo, Seor.Entonces, Sar iputta por qu h as e m ple ad o palabras

    tan grandi locuentes y a tr ev id a s?No hay nada esotrico en la s enseanzas de Buda :

    Discpulos mos, hay tresclases de personas a quiene s corresponde el sigilo yno la franqueza. Y quin es s on ? S ig ilo y no f ranqueza corresponde a la sm u je re s; s ig ilo y no f ranq u ez a ' c o rr es p on d e a lossacerdotes; sigilo y nof ranqueza corresponde alas falsas doctrinas... Lasdoctrinas y la s normasproc lamadas por el per

    fecto Buda resplandecenante todo el m u n d o y nogustan de l misterio.

    En las enseanzas deB uda hay m uy poco de loqu e llamamos dogma. C onuna amplitud de mirasextraa en su poca ypoco comn en la nuestra, se niega a suprimirla cr t ica. Cree qu e elm a y o r enemigo de la re l igin es la in to le r an c ia .En cierta ocasin, entren una asamblea pblica,en Ambalatthika, y sorprendi a algunos de su sdiscpulos conversandoco n u n B ra m an , que acusaba a Gautama de inpiedad, y qu e encontrabadefectos en la Orden demendicantes fu nd ad a p orl . H e r m anos , dijo Gau

    tama, si otros h ab la n c on tra m i, o contra m i religin, ocontra m i orden, no debis sentir enfado, descontento n idisguto. Si lo se ntis, no slo os exponis a perder envuestra v ida esp ir itua l, sino que seris incapaces de juzgarla razn o sinrazn de lo que dicen. He aqu un eleva-disimo sentimiento que puede servir de enseanza anhoy, d es pu s d e 2.500 aos de cont inua i lus t rac in .

    Buda denuncia toda crtica in justa de otras creencias :Es com o si un hombre m iras e hacia arriba y escupiese alcielo ; el salivazo no mancha el cielo, s ino que ca e s ob re e lmismo hombre. En ninguna ocasin se dej Buda arrastrar por la clera, n i consta incidente alguno en qu e desu s labios se escapase una palabra molesta. Fu toleranteen ext remo co n su s semejantes. Prefiri creerque la s gentes eran ig n ora n te s y nos malas,imperfectas pero no rebeldes. A lo s a ta qu es (Sigue enopuso la c alm a y la confianza. Jams conoci la la pag. S)

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    El Correo de la Unesco. Junio 1956

    L LEYEND DEL ELEF NTEFURIOSO se representa en estemedalln esculpido en el siglo o III de nuestra Era en Amaravatiprovincia de Andhra India meridional. La leyenda relata lo siguiente Devadatta subdito delExal tado se sinti invadido de furiacelosa e in tent asesinar al Bienaventurado para cuyo fin durantela estada de ste en Rajagrihah iz o e n fu re ce r a un elefante intoxicndolo con licor y lo envi enseguimiento de las huellas de Buda.l gran paquidermo sembr elterror a su paso pero cuando vio alienaventurado se detuvo ante sucalma ultraterrena y se arrodillhumildemente a sus pies. A la derecha se ve al elefante prosternado.Copyright Mus eo del E stado d e Mad ra s

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    BUDA Y LA LUZ INTERIOR viene de la pag. 6 8 PELDAOS DE P E R F E C C I Nirritacin ni el enfado. Su c on d uc ta fu s iempre la expresin perfecta de la cortesa y de la genti leza, sazonadas conun grano de i rona. E n uno de su s recorridos, el propietar iode una casa lo rechaz co n amargas e insul tantes palabras.El santo mendicante contest : Amigo , si e l s e or de unacasa ofrece comida a un mendigo y ste se niega a aceptarla d e quin ser esa c o m id a ? E l h o m bre respondi : D e l seor de la casa, naturalmente. Buda aadi :Entonces, si m e n ie g o a aceptar tu s injurias y tu m al a vo luntad, vuelven a se r para t , n o te p are ce ? P ero m e vo yms pobre qu e antes, porque he perdido un amigo.Nunca supo lo qu e er a c on v ertir p o r la fuerza. La basede su s is tema fu la conducta y no la simple creencia.

    Despus de muchos aos de penalidades y de viajes,Buda muri a lo s ochenta aos de edad en un pueblecito,

    Copyright A c ad em i a d e Artes de HonoluloAOS DE ASCETISMO, ayuno y privaciones de toda clase condujeron a Buda a las puertas dela muerte. Durante seis aos soport las pruebas ms terribles que puede soportar un ser humanoy resisti a las tentaciones del rey M ara que intentaba apartarle de sus propsitos de santidad.Pero Buda no pudo percibir el menor atisbo del secreto de la vida y comprendi que el ascetismono era el camino del conocimiento, por lo que decidi interrumpir su ayuno. Esta original estatuilladel B uda Penitente es originaria de Fukien, China y se supone fu esculpida en el siglo XVI.8

    Kusingar, en Utar Pradesh. Poseemos el texto de su pr imersermn. No h ay ra z n p ara d ud ar qu e contiene la s palabras e ideas de Buda. Su doctr ina es de u na g ra n sencillez.Despus de indicar qu e los que d es ee n llevar una v id areligiosa deben evitar los do s extremos,- ta nto la excesivalenidad como la excesiva a u s te r id a d , y segui r la va m edia, enuncia la s cuatro verdades, sobre la t r isteza, su sc au sa s, s u el iminacin y los medios de conseguir el aliviodefinitivo.

    Para suprimir la ignorancia se necesita u na e s tric tam o r alid a d . L a base de su rel igin consiste en la bondadsencil la qu e radica en el espri tu y se exterioriza en lo sh ec ho s. S u e sc ala de perfeccin t iene ocho peldaos: ideascorrectas , asp irac iones perfec tas , pa lab ras jus tas , buenasacciones, vida l impia, esfuerzos atinados, juicio claro,

    contemplacin sincera. Estos ochopeldaos consti tuyen algo m s qu eun cdigo de moral . Son todo unprograma de vida.

    B u da p ro m u lg un sistema prctic o p ara monjes y seglares. Procla m cinco normas de conducta,aplicables a todo el m u n d o : No m atar, no robar , no ced er a las pasiones, no mentir y n o e m b ri ag a rs e . Nopredic la abstencin de l t rabajo.U n vecino de Jain le pregunt sipred icaba la doctrina de la inacc in,y Buda repl ic: Cmo puede decirse qu e e l a s ce ta G a u ta m a def iendeel principio de la in a cc i n ? Y o proc lamo qu e no hay qu e hacer el m alni de obra, ni de palabra, ni co n elpensamiento. Enseo qu e no hayqu e cometer ningn gnero de maldad... Mi doctrina predica la buenaconducta de obrai palabra y pensamiento. Insisto en qu e hay qu e hacerel bien, por to do s lo s med ios . En latica de Buda, el am or espi r i tual esm s impor tante qu e la s buenasobras. Todas las buenas obras,deca, no va len una decimasextaparte del am or qu e l ibera el coraznde l hombre . Este a m o r or ig ina yabarca todas las buenas obras. E s loque i lumina la vida.

    E l respeto a la vida animal esparte integrante de su moral idad.Un buen budista no mata los animales por el solo placer de hacerlo,ni p a ra a lim e n ta rs e de su carne.Son su s humi ldes hermanos y noc ria tu ra s in fe rio r es sobre las qu epuede ejercer u n d om in io de derech o d iv in o . B u da prescribe la t ranquil idad de espri tu y el am or a todas las criaturas sensibles. Para lno existe el pecado, sino slo laignorancia y. la estupidez q ue p ue den remediarse por medio de lain s tr uc c i n y la comprensin inteligente.

    La superacin de la ignorancia esla l iberacin total, el fin de la m e-tempsicosis, el nirvana.

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    El Correo de la Unesco. Junio 1956

    Copyr ight Academia de Arte de Honolulo, Hawai

    A LOS 29 AOS DE EDAD, Gautama abandon la casa de sus padres, su joven esposa y su hijo recin nacido. Errdurante seis aos en busca de la Sabidura y de la Verdad, siguiendo las enseanzas de los ascetas y practicando lapenitencia, incluso el ayuno y las ms duras pruebas corporales, sin encontrar la clave. Un buen da lleg aun hermosositio, a orillas de un ro, no m uy lejos de la ciudad de Gaya, y se sent bajo un rbol frondoso para meditar hastadescubrir la verdad. Sumido en hondos pensamientos, fu tentado por M ara y sus hordas demoniacas, sin sucumbira su llamamiento. Fu entonces cuando alcanz al estado supremo de la iluminacin. Dueo de la verdad se dirigia la ciudad de Benars, en donde por primera vez predic su mensaje. La foto muestra al Bodisatva (o sea el prncipeGautama antes de llegar a ser Buda) meditando bajo el rbol del Conocimiento. Obra originaria de Lung Men, China.

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    La India i lumin toda e l Asia

    LA EXPANSIONDEL PENSAMIENTO

    BDICOpor Anil de Silva-Vigier

    Hice do s mil quin ientos aos, g ra n p a rte de la humanidad estaba t o da v a s u m e rg id a en la noche de laignorancia y la b a rb a ri e. A u n qu e en Grec ia e Italiaya haban aparecido nuevos focos de civi l izacin, n o e st ab aedif icado an el Partenn ni Roma haba dejado de se r un

    villorrio insignificante.S in e m ba rg o, en el Oriente Medio, en China y en laIndia, desde varios siglos atrs, los hombres haban aprendido a esc rib ir y a const rui r , y su s embarcaciones recorr anlargas dis tanc ias cont ri buyendo a l in tercambio de mercan

    cas, ideas y obras de a rte . E n esas regiones de l mundoant iguo, lo s hombres, al hacerse cada ve z m s d ue o s desu propio destino, sentan la necesidad de un nuevo credoms impregnado de humanidad. El Budismo en la India,como el Taoismo en China y, cin co sig lo s m s ta rde, elCrist ianismo en Occidente, vin ieron a llenar este v ac o : E lhom br e, em anc ipado de la tirana de l as supers ti ciones,alcanz la posibi l idad de lograr su propia s alv ac i n. E lmensaje budista se propag en Asia tal como se difundims tarde el Cristianismo en Europa.

    Hace do s mil quinientos aos vivi Gautama Buda predicando su doctrina, enseando la igualdad de los hombresante el sufr imiento, y demostrando co n su ejemplo qu e esposible vencer el dolor mediante la renuncia de l deseo y laeliminacin de l a ignoranc ia . Su doctrina consti tuye hoyd a la fe viva de m u c h o s millones de asit icos.El mensaje de Buda es esencialmente pac fic o y en todala h is to ria de l Budismo no e xiste un solo caso en qu e sehaya invocado su nombre para justi f icar el uso de la violencia en fo rma de torturas o de g ue rra s. E n un m undo

    qu e se encontraba e nton ce s en lucha permanente, elBudismo s imboli z la eterna aspiracin humana a la paz.En la I nd ia , el Emperador Asoka (siglo III antes de J.C),al convert i rse a l B ud is m o, despus de u na g ue rra sang rie n ta co nt ra el vecino reino de Kalinga, proclam suf amoso edic to que deba grabarse en la roca y en la piedrapo r todos sus d om in io s: Cie nto c in cu e nta m il personasha n sido desterradas, cien m il ha n perecido bajo la espaday muchas ms p or o tra s causas. .. Desde la conquista deKal inga, el remord imiento a f li ge a l re y a mig o de los dioses.La conquista de un pas independ ien te acar rea la matanza o caut iv idad de muchos. T od os son vct imas de laviolencia, de la muerte y de la separacin de los seres msqueridos. Grande es la pesadumbre de l re y amigo de losdioses...

    Cualqu iera qu e se a el nmero de la s vct imas ocasionadas por la conquista de K alin ga , y aunque fuera cienm il veces menor, este pensamiento l lenara de pesadumbre

    La histor iadora Anil de Silva-Vigier, originaria de Ceiln, es la primeramujer asitica especializada en arqueologa e historia d el a rt e. Ha dedicadomuchos aos al estudio de la pintura y e sc ult ura b d ic as . Es autora de llibro The L ife o f the Buda ( La v id a de Buda) recontada segn las fuentesm s antiguas. Dejamos constancia de nuest ro agradecimien to a la Sra. deSi lva-Vig ie r por su valiosa ayuda en l a preparac in de este nmero especial.10

    A JA NTA CAVES(India)

    a l rey. Y aunque nuestros adversarios vivan en el error, el re yamigo de los dioses cree qu edebem os ser pacientes hastadonde se a posible. La m e j o r detodas las victorias es la Victoriade la B ue na L ey (Budismo). Queel texto de esta le y sea esculpidopara qu e m is hijos y nietos seabstengan de soar en nuevasvictorias. Q ue su verdadero triunfo consista en el ejercicio de lapaciencia. . .

    El m undo en qu e naci y sedifundi e l bud ismo estaba sacudido por vastos movimientos dehombres e ideas cuyo alcance fu m uc ho m ay or de lo qu e se sueleimaginar . Dentro de ese mundo,la India se encontraba colocadageogrf icamente en el cruce dela s civi l izaciones occidental y ex-tremoriental. Las grandes rutasterrestres penetrab an por su sescarpados desfi laderos septentrionales, tanto la s p ro ce de nte sde l Oeste, a travs de Persia,como las del Este procedentes deChina, a travs d el A sia Central,a lo largo de la Ruta de la Seda,a n tig u a p is ta de las caravanas.(Vase el m apa adjunto) .

    Las comunicaciones martimasatraan a sus puertos occidentalesde Gujerath y Konkn, y a losmeridionales de Coimbatore, Andhra, Bengala y Ceiln, l as navespersas, griegas, rom anas y alejandrinas. Las e m b a rc a cio n e s e x -tremorientales con rumbo hacia el ponien te hacan escalaen los puertos de la India, y lo s barcos de este pas, a suvez, navegaban en t od a s d ir ec c io n e s.

    Lo s contactos entre la India y el mundo oc ciden ta l noperdan su continuidad. El e mpe ra do r persa Daro, abandon la molicie de su gran pa lac io de Perspolis, rodeadode terrazas, p ara c on du cir u na exped ic in a l Punjab y alvalle de l Indo, pocos aos antes de la muerte de Buda, af ines d e l s ig lo V antes de J.C.La expedicin encabezada po r el emperador Alejandrode Macedonia, de la que formaban p ar te * top g ra fo s yhombres de ciencia en el siglo IV a. de J.C. consolidla s comunicac iones t er re s tr e s m a n te n id a s h a st a entonces

    po r los mensajeros de los monarcas persas. Alejandromand construir un puerto y una flota en el ro In do , p orc uyo c urs o d es ce nd i su capi tn Nearca es tab lec iendo lacomunicacin mart ima entre ese ro y el Tigris. A su

    Bamiyan KabulAFGHANISTAN tt

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    El Correo de la U ne sc o. Junio 1956

    MONGOLIJ* fi i

    KamakuraNara

    SHWE D GONPAGODA Burma Borobudur

    Mapa l Correo de la U ne sc o

    regreso, Alejandro pas por Afganistn con e le fa nte s ysoldados ind ios inco rpo rados en su ejrci to.

    Desde entonces y durante varios siglos, todo e l No roestede la I nd ia , A fganis tn, Gndara actuales territoriosafgano y pakistanas as com o el Punjab, permanecieronsometidos a var ias d inas tas de prncipes griegos, uno delos cuales, Milanda Menandro se convirt i al budismo.Esos reinos helenos favorecieron la penetracin de lasculturas griega, helenst ica y rom ana. Los matr imoniosmixtos grecoindios y el establecimiento de colonias dieronor igen a varios focos de u na n ue va cultura de tipo greco-budista, que se desarrol l rpidamente despus de la dominacin griega, en el siglo I de nuestra Era, durante elimperio de los Kushanas, pueb los nmadas p roceden tes deChina y Asia Central , que invadieron la India y cuyosemperadores se convirt ieron al budismo.

    Ms importante qu e la s g ue rra s y la s co nq uis ta s fu el

    largo perodo de relaciones amistosas entre los reyes Seleu-cidas de Persia, sucesores de Alejandro, y los monarcasMauryanos de la India septentrional. Se enviaron embajadas re cp ro cas y los mercaderes entran jeros pululabanen la capita l de Patal iput ra e n la actual idad Patna,capital de l a p rov inc ia de Bihar, India nordeste , donde elpalacio real fu edif icado reproduciendo el de Daro enPerspolis Persia . El emperador Asoka tom como esposaa u na p rin ce sa griega y mand mis ioneros budistas entodas direcciones, hacia Occidente y O rie nte. Los quellevaron el mensaje de Buda hacia Poniente arribaron aPersia, Egipto, Macedonia, Cirenaica y nore ste de Grecia.

    Plinio, el historiador romano , afirma qu e Romacompraba en la s c iu da de s de la India por valor de cincuenta mi l lones de s ex te rc io s a nu ale s de mercancas ,comprendiendo el algodn de Malwa, lacas y nardo dePataliputra, ndigo, especias y piedras preciosas de

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    Expansin del pensamiento bdico(Cont/nuac/n)

    Konkn , jades, marfil, seda y e le fa n te s , de lo s qu e R o m aimportaba grandes cantidades co n d es tin o a l e j rc ito y alos espectculos c ircenses. Se han encontrado monedasromanas de oro con la s ef igies de Augus to , Caracal la , Claudio, T eo doro y Constant ino, tanto en el noroeste de laIndia como a lo largo de la costa meridional, en Cananore,Coimbatore y Mahabalipurum. Se deben a un artistaromano-asit ico, denominado Titus, las pinturas muralesbudis tas de Miran, en Asia Centra l . Los mercaderes alej and r inos h ic ie ron muchos donativos a los monaster iosbudistas de Nasik y Junnar, en las cercanas de Bombay.

    La historia no s proporciona slo un reflejo de losamplios desplazamientos humanos de aquel los t iempos:Lo s prisioneros de guerra, los mercenarios y desertores dediversos ejrcitos pululaban por todas partes (los arquerosindios se dist inguieron en el ejrc i to persa); los artesanos,metalrgicos, tal ladores de marfil (se han encontradotallas indias de marfil en Pompeya) , te jedores , j oye ros,escultores y ce ramistas e ran buscados, a cualquier precio,y protegidos por los grandes mercaderes o los principes.

    E l A sia Central estaba in te g ra d a p o r la regin de Bamiyan (parte meridional de la a ntig ua B a ctr ia , en Afganistn) y de K a sh ga ria y K u ts ha , extendindose hasta laciudad fronteriza de Tun Huang , en la China Sudoccidental. Existan en es te territorio, redeado de i nmensas montaas el T'ien-chan o Montaa Celeste, en el n orte , ylos macizos del Karakorum y Kuen Lun , en el su r do srutas principales a travs de l desierto: la septent r ional ,ja lonada por lo s o as is de K ashga r y Kutsha, Kisil y Tur-fn, y la mer id iona l qu e pasaba po r M ar kand , Khotan,Miran y Lobnor. A m b a s convergan en Tun Huang yconst i tuyeron la s principales arterias de la p ro p ag a ci nb ud is ta p o r Asia Central y C hina. Cada uno de dichosoasis se convirti en un foco de cultura budista. Se excavaron en ellos miles de grutas y se erigieron multitud detemplos al exterior. Solamente en Kisil la s clebres Mongo lo Mil G r uta s fu e ro n socavadas, encargndose de la s correspondientes pinturas y rel ieves a miles de a rtis ta s yar tesanos proceden tes del Oriente Medio, India y China.

    J in ete s c alz ad os de altas botascon tnicas recamadas de perlas

    l famoso e ru dito c hin o H ua n Tsing, qu e efectu superegr inacin a la India siguiendo la ruta septentrional, no s ha de j ab o un re la to ino lv idab le de su viajea t ravs de los desfi laderos cubiertos de nieve y de lo sdesiertos trr idos, hac ia la exuberanc ia y fertilidad de losreinos establecidos en dichos oasis centroasiticos. Asdice, por ejemplo, de la tierra de Kutsha: E l reino seext iende mil li med ida china de Este a Oeste y seiscientos li, de Norte a Sur. Su su elo p ro d uc e a rr oz , mijocolorado, vides, granadas, peras, c ir ue las , a lba ricoques yduraznos. H ay m in as de o ro , c ob re , estao y graf i to. Elcl ima es templado y la gente h on ra da y honesta. S u e sc ritura procede de la India. Su s ms icos sobresa len por suta lento, tocando la flauta y ta en do la guitarra.

    En la s pinturas murales de Kutsha, Kizil y Qumturapodemos ve r a apuestos caballeros, idnt icos a los ques eg n n os cuenta H uan T s in g , s o l an e s co lt ar le al sal ir deaquel las ciudades. Varias de dichas pinturas so n de lapoca de H ua ng T sin g y re pre se nta n j inetes calzados dealtas botas y v es tid os co n redingotes de seda, largos hastalas rodi l las y c e id o s c on cinturones de metal . Su s tnicass on a zu le s, g ris es , blancas o aceitunadas, r icamente recamadas de perlas y forradas y ribeteadas de pieles. Susroj izas cabal leras se mantienen sujetas con c in tas en lanuca. Esos j inetes deban p re s en ta r u n magnf ico aspectoa l desfilar co n su s banderas y estandar tes de varios colores,dorados, e sc ulp id os y pintados con f iguras de la fa unaherldica, com o el tigre y el dragn. Huang Tsing regresa China bien per t rechado de manuscr i tos y de imgenesbdicas.

    Tambin Marco Polo, quin en el siglo X JV pas, a lparecer , por Kashgar , Yarkanda y Lobnor, destaca en su smemor ias el boato y refinamiento de aquel los reinos. Dice,po r ejemplo, de Kho tan , qu e todo lo necesario para lav id a h u m an a se encuentra all en la m ay or abundanc ia . E lpas es rico en algodn, l ino, camo, cereales y vino. Su shabi tantes cultivan campos y viedos, y poseen numerososjardines. Tambin se dedican~al ~comefcio~~y a~la~indus-tria; y de Lobnor dice qu e los viajeros qu e cruzan eldesierto suelen invertir all bas tan te t iem po no slo para

    descansar de su s fat igas sino ta m b i n p a ra hacer los preparativos necesarios p ara la prosecucin de su s viajes.Pero lo qu e ms inters t iene para nosotros es su evidente referencia a la extensa composicin de l Paran i rvanao Muer te de B u da . D ic e a este respecto qu e la ciudad deCamipichu es grande y m a gn fic a. L a mayor par te de suspobladores adoran los dolos, exist iendo muchos monasterios y conventos construidos en el estilo d el p as . Hay enellos multitud de dolos de madera, piedra o arci l la,siempre magist ralmente tal lados, esmeradamente cincela

    do s y r ecubie rt os de doradura. Mientras algunos so n degran tamao, otros t ienen pequeas dimensiones, representando aqullos f iguras yacentes y soliendo estar stosdetrs, s imulando d isc pu los en actitud reverente.

    Mercaderes, peregrinos y reyessufragaron los gas tos de las obras

    Bamiyan, en Afganistn, era la l oca li dad en qu e se detenan la s cansadas caravanas a l salir d el p as o regresa r de lo s e sc ar pa d os desfi laderos del Hindu Kushqu e cierran la frontera de la India. En los propios peas

    cos de Bamiyan se excavaron santuar ios en los qu e existeng ig an te sc os B u da s e sc ulp id os y pin tados. Dos de estasimgenes t ienen una altura de 18 y 11 metros, respectivamente. Los mercaderes agradec idos sufragaban lo s gastosde lo s artesanos y a rt is ta s qu e esculpieron y pintaron esasimgenes, verdaderos ex -vo tos e r ig idos en reconoc imientode haber efectuado un b u e n viaje.

    Tun Huang, si tuada en el extremo opuesto de la ruta,debe su desarrol lo a la generos idad de lo s mercaderes ysobre todo, a sus protectores imperiales de la s dinastaschinas Wei, Tang y Sung, qu e contr ibuyeron a la creacinde este m o n um e n to , u n o de los m s extraordinar ios de lacultura budista. Entre lo s centenares de grutas sagradasqu e existen en Tun Huang , descuel la la cueva de los MilBudas , enmurallada y sel lada durante varios siglos, qu ea lbe rga inaprec iab les tesoros en f o rma de manuscr i tos ypinturas sobre seda. En l a ac tua li dad , m i ent ras l os a rquelogos se ocupan de la conservacin de los monumentos deTun Huang , varios artistas se aplican a copiar la s pin tur as m u ra le s . Uang-Kang y Long-Mien constituyen asimism o dos de los pr incipales centros del budismo en China.

    La pr imera mencin d e l b u di sm o en ese pas remonta a lao 65 de n u e str a E ra cuando el p r nc ipe Tc h 'u de la casaH an otorg su proteccin a la pequea comun idad budistade Lo-yang. E l im p e r io K u s hn a de la India (del ao 30al 244) fu of ic ia lmente b ud is ta , p o r lo qu e e stim ul yfomen t la traduccin en chino de lo s textos bdicos, redactados en snscri to o en pali . U n funcionar io chino delsiglo II de nuest ra Era, lla m a do C h in g Lu, escuch lasescrituras que le recitaron algunos mis ioneros budistasprocedentes de Kushna. Los viajeros, mercaderes, delegados im p e r ia le s y peregrinos de Ch ina se trasladaban ala India por va mar t ima, y a ellos, as como a los historiadores chinos le s d eb em o s lo s nicos relatos de q ue d is ponemos s ob re lo s reinos primitivos del Asia Sud-or iental .

    Existan grandes monaster ios y universidades en todoslo s p as es budistas de l Asia Sudor iental , Japn y Corea.Romeros y estudiantes procedentes de to do s los pasesa si tic os a cu da n s in cesar a la s g ra nd es univers idadesbudistas como la de Taxi la (P a kis t n ) y la de Nalanda, enBihar. Su nmero se cifraba en varios miles. Los reyes deCeiln y de Java const ruyeron albergues para estudiantesy peregrinos en Nalanda, as como en Bodh G a ya , d on deBuda alcanz su esclarecimiento bajo el rbol de Boddhi .

    Surgieron monasterios y alberguespara estudiantes y monjes budistas

    Las naves mercantes qu e zarpaban de lo s puertos meridionales y de Bengala no slo t ransportaban especias,piedras preciosas, musel inas de D acca y sedas, sinot ambin la s im ge ne s de B u d a esculpidas en los activostal leres de Madura y Nalanda, as como c o nd u can i gu a lmente a los peregrinos y mis ioneros qu e iban a Oriente.Yi-T'sin, otro romero chino qu e viajaba por m a r , se detuvodurante seis m eses en el reino de Crivijava (pennsulamalaya) co n objeto de aprender el snscri to, y e s cr ib i l osiguiente: Existen m s de mil monjes budistas dedicadosa l e stu d io . S i un monje chino desea tr as la d ars e a l Oeste( India) para aprender y estudiar, no hara cosa mejor qu eestablecerse aqu durante uno o do s aos. Al cabo de ellosestara debidamente c ap a cita d o p a ra p ro se g uir sus estudios en la India. Yi T'sing permaneci diez aos en Na landa, ded icndose luego a cop ia r tex tos b d ic os y a traducir los en lengua china, as como a escribir su s memorias .

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    El Correo de la Unesco. Junio 19S6

    UNIDAD YVARIEDADDEL ARTEBDICO

    Se ignora el origen de esta obra, llamada Dosfieles en procesin (siglo II o III de nuestraEra) pero se la atribuye a la escuela de Gndara, la ms tpicamente o rien ta l e nt re lasescuelas grecorromanas de Asia. Esta obraest esculpida en esquisto gris oscuro y mide30 centmetros de alto aproximadamente. Unode los f ie les muestra las manos juntas mientrasel otro lleva algunas ofrendas. Las hojas quecierran el arco, los grifos y l os persona jesenvueltos en mantos so n m o t iv o s f am i li ar esen los paneles esculpidos de Gndara. Estaescuela de arte es m uy a ntig ua , p ue sto qu eexista ya en el primer siglo de la Era Cristianay floreca en el noroeste de la India, en elPakistn y en el este del Afganistn actual(Gndara es el nombre primitivo de uno delos distritos del valle de Kabul). Fu grandela influencia que ejerci en el resto de Asia.

    De l l ibro Art of India p a r S te lla K ra m ri sc h . Copyright Th e Phaidon Press

    Tres siglos d es pu s d e la muerte de Buda se levantabaen la India Central , en Sanchi , el primer monumento importante a su memor ia (siglo II a. de J. C).

    Aunque el budismo desapareci de su pas de origen, sedi fundi p or to da la tierra de Asia e inspir el sent imientoreligioso de mi l lones de personas en la a tu alid ad ha y70 0 millones de budis tas que, a su vez, construyeronmonumentos en honor de Buda en todo e l vasto Continente. Algunos de stos han permanecido ocu ltos durantem s de mil aos, enterrados en la arena o perdidos en lasoledad de impenetrables selvas tropicales.

    S lo h ac e setenta aos, m s o m e no s, lo s exploradores yarquelogos empezaron a abrirse paso a t ravs de la inextricable maleza o a excavar el rido desierto para presentar esos monumentos a un mundo asombrado: GrandesB u da s s um id os en el sueo eterno o en despierta medi tacin; la cueva de lo s Mil Budas en Tun Huang, China Septentrional, s ella da c om o una tumba desde el siglo II, ya b ie rta p o r los arquelogos, no hace m u ch o tie m p o, parasacar a la lu z del da la s mil f iguras del Bienaventurado,que haban escondido en la oscuridad su misteriosa sonrisa; f rescos de vivsimos colores lapizlzul i , rub , oro,to pa cio , e sm e ra ld a re sp la nd ec ie nte s como joyas en laopaca lu z de l as c a ve rn a s de prodigio; monumentos abandonados de Camboja, Indonesia, Bi rman ia y Tai landia, qu elos rboles inmensos abrazaban con su s races monstruosa s como tentculos.

    A la muerte de Buda se separaron su s cenizas en ochomontones , lo s cu ale s se guardaron en ocho r icos cofrescubiertos de piedras preciosas, qu e fueron colocados enocho stupas. Un stupa es un sepulcro sagrado qu e consisteen una gran bveda montada sobre un pedestal y coronada po r un pinculo en forma de sombr i l la, smbolo dela dignidad r ea l. E s ta forma arqui tectnica der iva de lo st mu l os fune ra ri os o mausoleos qu e abundaban antes de ladvenimiento de Buda. Alrededor de los tmulos budistas

    principales que contenan los despojos de los discpuloshaban otros ms pequeos qu e guardaban diferentes reliquias como imgenes, escrituras sagradas y plegarias.Segn la leyenda, el propio Buda indic la fo rm a de esosstupas: Cuando sus discpulos le preguntaron cmo podanhonrar su s restos mortales, el maestro puso en el suelosu s v es tid ur as u n a enc ima de otra como peldaos de unpedestal, coloc sobre ellas, invert ida, su cuenca o escudilla de mendigo y sostuvo en la parte superior vert ical-mente su bastn para representar la sombr i l la.

    Lo s primeros stupas dieron origen a millares de esostmulos. El Emperador A so ka (sig lo III a. J. C.) sac lasreliquias de Buda de siete de los ocho stupas pr imit ivosy las reparti en 84.000 mausoleos qu e hizo constru ir alefecto. En e l c ur so de l os s ig los , lo s t m u l os cam b ia r on deforma y a do pta ro n en los diversos pases asiticos marcadas caractersticas n a cio n ale s . E l eminente arquelogoindio A. K . Coomaraswaray h a d icho co n acierto qu e elgran stupa de Borobodur , en Java, semeja un frutomaduro en e l aire inmvil. E n China es a clase de tmulo s adoptaron otra forma y el nombre de pagodas; enCeiln, Birmania y T a ila n dia , la cpula se remata enaguja y se alza en ' forma de flecha al f irmamento.

    Los m s n o ta b le s e je m p lo s del a rte b u dis ta primitivo(siglo III al I a. de J. C.) so n probablemente los stupasde Sanchi, en el ant iguo Estado indio de Bopal, y los deBharu t , y Bodh Gaya, en la India central y septentrional.Este arte primitivo denota una p ro funda i den ti fi cac incon la naturaleza: Alegres cortejos encabezados porcaballos y ele fantes v is tosamente enjaezados hombres,m uje re s, n i os, a nim ales , veg eta cin fro nd osa , f lores,peces, aves, ciervos, espri tus de l bosque, culebras, aparece n esculpidos o m o de la do s c on u n re alis m o qu e pareceencerrar la palpitacin misma de la vida, de la emociny del mov imien to .

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    Arte bdicO Continuacin)En esos t iempos, Bada no se reprensentaba en fo rmahumana sino slo por smbolos. El nacimiento se simbol izaba reprensentando a la madre de Buda sobre una f lor

    de lo to y a un elefante en la par te superior. E l lo to esel emb lema de la fertilidad. U n c ab allo s in jinete representaba la Gran Partida o se a e l momento en qu e Budasale de su palacio y deja su muj e r y su hijo para dedicarse a la vida asct ica . Un rbol con un asiento vacodebajo significa el logro de la suprema sabidura y lameditacin de Buda bajo la higuera. U n a ru ed a, la Ruedade la Ley, es u na a le go ra qu e representa su pr imer serm n; y, por fin, el stupa simbol iza la muerte o la salvacin. Es de notar qu e el arte cristiano primitivo se expresata m b i n p or smbolos: el pez, la paloma, la cruz, mientrasla figura de l Crucificado n o a pa re ce sino mucho ms tarde.

    En el siglo II de nuestra Era se reemplazaron los smbolos por imgenes de Buda. Elcabal lo encontr su jinete, elasiento vaco su ocupante, y elstupa se transform en laf igura yacente de l Buda mismoco n do s rboles al pie y a lacabeza y un grupo de afl igidosd is cpulos. Las primeras imgenes de Buda fueron cincelada s independ ien tem en te po r losescul tores de Madura y de Gndara, en el norte de la In dia .Madura fu el g ra n c en tr o comercial donde se esculp ieronimgenes de Buda para venderlas en todo e l Asia.

    Los artistas de Madura se inspiraron en los geniecillos primit ivos o e sc ultu ra s ya ka s delcu lto prebud is ta ; los escultoresde Gndara y Texi la, en el no roeste, (Afganistn y Pakistn)uti l izaron para sus pr imerosBudas el mode lo grecor romanode Apolo. Posteriormente, eles tilo G up ta , o c ls ico (siglo V)de las imgenes de Buda experiment la influencia de esasdo s corrientes primitivas, yluego las tres juntas, la de Madura, la de Gndara y la clsicainf luyeron sobre el arte bdico.

    La influencia india en e l arteasit ico de la poca se reflejaen todo e l Continente: En lasf iguras volantes de la s c av ern a sde Y un K an g, en Shan-s i , China; en la r ep o sa da n o ble z a delo s b a jo s r el ie v e s de Boroboduren Java , en el vigor de los Buda s siameses primitivos; en losfrescos de P ag an , e n Birmania;en la sensual idad de la s mujeresde Sigiriya, Ceiln, y en el movimiento de lo s bailarines de lasgrutas de Kizil, en Asia Central.

    El problema qu e se plante alartista bdico de esa poca fu el de dar a su s imgenes unaunidad qu e facilitase su identific ac i n . G a uta m a B u da que, segn la le yenda naci co nciertos distint ivos de grandeza, empez a representarsecon caractersticas inconfundibles: un a protuberancia enel crneo, un Tercer O jo en la frente y la rg o s l b u lo s enla s o re ja s . Estas caracterst icas fijaron la imagen de Budaa t ravs de lo s siglos, hasta nuestros das.

    Lo s artistas bdicos se preocupaban tambin de expresar en su s obras ciertas disposiciones de nimo, t ale s c om ola b e ne v ol en c ia y la compasin, caracterst icas de Buda.En contraste con los artistas crist ianos de la segunda po ca q ue resumen la expresin del dolor humano en laf igura de Jesucristo en la cruz, los artistas orientalesrepresentan a Buda tota lmente desl igado de la s preocupaciones t e rrena les , contemplando co n o jos compas ivos atoda la humanidad, mient ras t ransmite su mensaje pormedio de grciles ademanes o mudras. Estos ademanes

    La innovacin principal de la llamada escuela de Gndarafu humanizar la imagen de Buda y de los diversos santosbdicos que la antigua escuela representaba nicamentepo r smbolos, como se puede ver en Sanchi. El tipo deBuda, esculpido po r los artistas de Gndara, es el de unhombre sabio, de pie o sentado a la manera india, envuelto en un amplio manto' monst ico, l levando en laca be za el antiguo turbante seorial y sobre la frentemarcado el punto de la sabidura, entre los dos ojos. Ellbulo de la oreja se muestra alargado po r la pesantezde los pendientes caractersticos de los prnc ipes indios.

    procedan de una a n ti gu a mm ica comn a toda la In diaprimigenia, de la que se derivan tambin los compl icadosmudr as de la d a nz a c l s ic a .Casi siempre se representa a B uda sen tado en un tronode loto, flor que, en este caso, es smbolo de p urez a. L osa de m an es e xp re sa n si tuaciones diversas: el estado degracia, la meditacin, la predicacin, la accin de da r alque no tiene , la intrepidez o confianza restablecida, el acto

    de poner en marcha la Rueda de la Ley, etc.Los principales temas de l arte bdico se inspiran enlas djataka leyendas o narraciones sobre las aventurasde Buda antes de qu e adoptara la forma hum ana y enlo s acontec imientos de su existencia. Junto a st os , a pa

    recen escenas de la v ida co tid iana . Grupos de p rn cip e yprincesa, esclavo y labrador, s old ad o y mercader; barcosque navegan en mares procelosos; bailarinas danzando alson de ant iguos instrumentosbajo pabellones p in ta do s y labrados; p iadosos devo tos , reve

    rentemente arrodillados o depie, sosteniendo incensarios debronce ; j inetes qu e cabalgane n e l e sp ac io , huyendo de reciasciudades fortificadas; paisajescon montaas estrambt icas,cruzadas por ros y c ata ra ta s;estanques l lenos de lotos; la bradores arando la tierra detrsde su ceb ; pavos reales qu ehacen la rueda en suntuososjardines geomtricos; mujeresqu e esperan a su amado...

    De la India, el budismo se difundi en el siglo I despus deJ. C. por toda el Asia, en variaso leadas. Se han descubierto m uchas esculturas de bronce dees a poca en la s selvas deA nam , Borneo y la s Islas Clebes. Aparentemente, la culturabudista se impuso en toda elAsia Sudoriental. Sin embar go ,cada regin conserv gran par tede su propia personal idad y carcter. E n el siglo VIII f loreceel arte en esos pases y redoblasu vig or y movimiento all donde predominan las t radicioneslocales. Eso se ve claramente enB o ro bo du r ( Ja va ), cuyos 1.400p a ne le s e s cu lp id o s y 504 estatuas de Buda combinan e l estiloindio co n la composicin, armona y reposo de inspiracinjavanesa. El arte javans ulterior se libra de esa influenciaind ia y afi rma su s caracterst ica s nacionales.

    La escultura china budista esq uiz u no de lo s m s admirablesejemplos de escultura religiosaen el mundo' : Buda, co n lo s ojosentreabiertos, sonre mis ter iosamente; lo s paos caen co nairoso ritmo, las c in ta s flotanaudazmente al aire formandoa ra be sc os e n el e sp ac io . C om it ivas de dam as de la corte qu e l levan capullos de lotosalen de una roca, dir igindose a l lugar del culto mientrasformas voladoras se precipi tan como blandas y rizadas

    n ub es. S on m u y c orrie nte s la s pi last ras de madera, depiedra o de b ro n c e, d e c or ad a s con d ra g on e s e n tr e la z a d osy m o t iv o s f lo ral es , as como con figuras humanas adorn ad as co n cintas, col lares, brazaletes y diademas.

    E n Ch ina exis ten literalmente millares de grutas y temp lo s. L os Emperadores de las dinastas Wei, Sui y Tangcons tr uye ron g r ut as en los cuat ro lugares pr incipales deTun Huang, en el norte de C hin a. H a y all centenares degrutas de todas las pocas: las m s ant iguas datan delao 36 6 de nuest ra Era, Yun Kang (455 d.J.C). S ha ns i L on g M en (494) Tien Lang Chan(713). Se trabaj en esos lugares durante varias SiSue engeneraciones. la pg. 58)

    Museo Gu ime t , Paris

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    El Cor reo de la Unesco. Junio 1956

    LA GRUTAS DE ELLORA (India central) constituyen en ese pas e l nico ejemplo de un santuario en donde se encuentran representadas. conjuntamente tres religiones : el budismo, elhindusmo y el jainismo, esta ltima fundada en el siglo VI a. de J.-C. po r Vardhamana llamadoel Jia , o sea el victorioso. Asimismo se pueden observar en esas grutas varios estilos artsticos,ya que fueron labradas en pocas diversas. Arriba un stupa con estatuas de Buda, erigido en unade esas grutas. La luz. natural d el d a reviste el santuario de un fulgor impresionante. Abajo, unagalera, en cuyo fondo se encuentra, dentro de un nicho, una obra escultrica que se llama Budatoma al m undo c om o testigo . Ambas obras datan de los aos 700-750 despus de Jesucristo.

    Fotos Eliot El isofon del libro Th e A rt of Indian Asia po r Heinrich Zimmer. Copyright Bollingen Foundation Ine,Nueva York.

    INDIAcuna y museodel arte bdicoOriginario de la India, el budism o

    prcticamente ha desaparecido hoyen ese. pas como religin. Pero elarte bdico, nacido all igualmente, ha dejado en todo el territorio de la India unconjunto de obras que, po r su nmero ycalidad, se cuentan entre las ms bellas delas que se puede enorgullecer la humanidad.

    Gracias a la irradiacin del budismo atravs de toda el Asia, el arte indio de lagran poca ha conocido una difusin extraordinaria. Desde los primeros siglos den ue stra E ra , la doctrina bdica proporciona los pueblos vecino s y lejanos la inspiracin al m ism o tiempo que la f, puestoque tallar la imagen de Buda en la m adera,pintarla y labrarla en la piedra e ran o trastantas formas de manifestar un a ntimadevocin po r sus enseanzas. Los episodiosde la vida de Buda y las leyendas edificantes que se formaron sobre sus vidas anter io re s c on stit uy er on e l caamazo en qu elo s a rt is ta s bordaron infa tigab lemente lasuntuosa y mult i forme tapicera de toda un a E da d de l gnero humano.

    Las primeras obras no se han conservadohasta nuestros das salvo raras excepc iones, a lgunas po r haber 6 d o h ec ha s enmateriales muy ligeros y otras po r laaccin del tiem po y lo s fe n me no s naturales pero las que les siguieron, esculpidas en la piedra o en las rocas inmensasdespiertan nuestro a so mb ro y n ue stra emocin po r su candor impresionante o lamaestra e sttic a co n qu e estn ejecutadas.De esta gran poca d el a rte bdico indiodatan l os m a r a v il lo s o s s a n tu a r io s c in c e la d o sen las peas o en e l acan til ado , eso s te mplos rupestres cuya media lu z hace resaltarsu belleza y a u m en ta r su misterio y cuyosnombres estn grabados en la historia :Aurangabad, Ajanta, Ellora y m uc ho s o tro s.Tambin datan de esos primeros s ig lo s lo srecintos sagrados, construidos al aire l ibrea l rededor de lo s t mu los donde se conservan las reliquias de Buda, como : Sanchi,Bodh Gaya, Bharut... En las grutas o sobrelos prticos, en las cpulas o en las galeras, po r todas partes se extienden profusamente los ba jos rel ieves y las estatuas, dotados de una v ida prod ig iosa.

    Segn l a mayo r a de los historiadores, elarte bdico de la India lleg a su plenitudentre los siglos V y X de n ue stra E ra .Asimil las aportaciones extranjeras, mejorsu tcnica y alcanz la maestra al ser ejecutado po r las manos de sus m s hbilesartistas. Fu la poca del c las ic ismo, lo quesignifica el triunfo de la perfeccin anatm ica , la p ure za de los cnones artsticos yla belleza en la ejecucin. La decoracines gil y equilibrada. Sobre l odo , fl or ece lapintura, segn lo atestiguan los frescos deAjanta.

    La invasin musu lmana en la Edad Mediadestruy el ltimo r ed uc to d el b ud is mo enla India. Lo s artistas y los monjes qu e vivan en la ciudad universitaria de Nalandahuyeron para refugiarse en el Nepal y enel Tibet. Finalmente el arte nepals seconstituy en el heredero de las normasartsticas de la India b d ica y continu sutradicin hasta extinguirse en el torbell inode la s n ue va s corrientes.

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    INDIA (Continuacin)

    Dos pirmidesEn su s o rg en es , B od h Gayafu un santuario edificado en e llugar donde B uda a lcanzel despertar espiritual o laMluminac in ba jo la higuerade Bodhl , cerca de Uruvela,en Gaya, al norte de la India.La t radic in atr ibuye la ereccin de este lugar santo alre y Asoka (siglo III a. de J. C. )aunque algunas partes de lr e ci nt o a c tu a l d a ta n de l siglo Iantes de nuestra Era . Env ar ia s po ca s se lo ha rest aurado y modi f icado, de ta lsuerte qu e se encuent ran allejemplos de todas l as t en d en cias del arte bdico. En mediode la s stupas y oratorios seeleva el t emplo de Mahabodhlen forma de pirmide t runca,restaurado en diversas ocas iones (s iglos X IX y XX).Algunos de l os e le m e n to s desu estatuaria datan de 75 0 a1200 de la Er a Cristiana. Entrelo s siglos Vil y X exista enese templo un a estatua deSakyamunl un o de lo snombres de Buda qu e seconsideraba como el retratoms fiel del maestro. La escultura s a gr ad a p e rm a n ec i cincuenta aos en un aposentoen p en um b ra , d on de se lapoda mirar tan s lo re fle jandosobre su s e m b la n te l os rayosdel so l mediante un espejo.Bharut, otro santuario bdicode l norte de la India, cont ieneig u alm e n te e je m plo s n o ta b le sde l primer arte inspirado po rGautama, aunque con reminiscencias brahmnlcas. Heaqu arriba un fragmentode pilar sobre el qu e se sostiene un a pirmide de acrbata s, entre dos f iguras desantos sobre flores de loto.

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    El Correo de la Unesco. Junio 1956

    Foto de Gilbert Etienne, del libro Inde Sacre , Copyright Ides et Calendes , Suiza. Unesco

    AJANTAgalera de artelabrada en la roca

    Las veintinueve grutas-templos de Ajanta, situadas al este de Bombay, en el Estado deHyderabad, forman una verdadera galera de arte religioso labrada en la roca viva por losmonjes budistas durante un perodo que se extiende entre el siglo II antes de J .C . y f in esde l siglo VI de la Era Cristiana. Las columnas, los muros y las bvedas de esas grutas estnpintados, esculpidos y decorados con gran riqueza, constituyendo uno de los msnobles testimonios del arte bdico. Aqu se presentan algunos Budas de pie ysentados magnficos ejemplos de la estatuaria de Ajanta y uno de los panelesdecorativos (arriba, derecha). La foto de abajo derecha es un detalle de la esculturapresentada a la Izquierda. (Ver los nmeros I y II de El Correo de la Unesco 1954 y el lbum consagrado por la Unesco al esplendor de las pinturas muralesde las grutas de Ajanta en la Coleccin de Arte Mundial, editada en Nueva York.)

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    INDIA (Continuacin)

    KARLIBenefactores del TemploEn los s a nt u ar io s b di co s se suele honrar alo s bene facto res ded i cndo l es un a e s ta t ua o un apintura. En la fachada de la capilla (caitya)de l santuar io de Karli la br ad o s ob re un aaltura cerca de Bombay se destacan lasfiguras de un prncipe benefactor y su mujerque contemplan con admiracin el sacromonumento. El arte b d ic o d em u es tr a yaen esa poca (siglo I II de nuestra E ra ) unrealismo y un sentido de la vida que contrastan con el estilo esttico de la poca pasada.Copyright Phaidon Press, Londres.

    SANCHICamino de peregrinosEl gran santuario o stupa de Sanch i, en laprovincia de Bhopal, es una de las msantiguos arquitecturas bdicas, respetadaspo r el t iempo (siglo I II de nuestra Era).He aqu (1 ) el camino de ronda, magnficamente esculpido, po r e l c ua l transitabanlos peregrinos en su visita piadosa alrededorde l monumento. (2-3) Torsos mutiladosde estatuas que formaban antao la decoracin de los prticos. (4 ) Un o de lospilares pertenecientes at prtico oriental.I Copyr ight Phaidon Press, Londres.2, 3, 4 C o rt es a G o b ie r n o de la India.

    AURANGABAD. En la primera poca del budismo, se guardaron lasreliquias sagradas en edificios d e m ad era , cubiertos de paja. Cuandostos se reemplazaron con estructuras de piedra o construcciones en18

    Copyr ight Werner Bishof-Magnum.la roca, los escultores copiaron en esos materiales las antiguas bvedasde madera. Los ejemplos que se ven arriba pertenecen al santuario deAurangabad, Estado de Hyderabad, y d at an del siglo Vi l de nuestra Era.

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    El Correo de la Unesco. Junio 1956

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    El prncipe caritativo : leCopyright Archivos d el M us eo Guimet, Pans

    Los antiguos escultores que labraron los frisos y bajos relieves de los muros y portadasde las pagodas se inspiraron con frecuencia en las Djatakas, leyendas referentes a lasvidas anteriores de Buda. Varias de esas leyendas estn grabadas sobre la piedra, enun o de los m s famosos monumen tos de l arte bdico, la G ra n P ag od a de Sanchi,en la provincia de Madhy Bharat , India, donde se han conservado hasta nuestros daslas ms antiguas esculturas budistas, trabajadas en el siglo I de la Era Cristiana.La Djataka del Prtico Septentrional de la Pagoda de Sanchi hay un prtico en cadauno de los pu nto s ca rd in ales cuenta la vida del Prncipe Visvantara, ltima encarnacin de Buda antes de que ste adoptara la forma de Gautama. El Prncipe Visvantara,cuyo nombre significa Aqul que supera y conquista a todos , practicaba la virtudde dar, y nunca se neg a hacer una l imosna.Segn la leyenda, el Prncipe posea un elefante blanco dotado de la virtud mgica deprovocar la lluvia. Un monarca vecino, cuyo pas estaba afligido por la sequa, le pidiel animal. El Prncipe acab por entregarle el elefante prodigioso, por cuya razn elpueblo le expuls de sus dominios con su mujer, Madr i, y s us d os hijos. En el caminodel destierro, dos brahmanes le pidieron al P rncipe los caballos de su carro, y untercero le rog que le cediera el car ro mismo. Visvantara accedi a sus ruegos.La parte de la historia relatada en el friso del stupa de Sanchi que se ve arriba, comienzaa la derecha, cuando el Prncipe Visvantara y su familia, llegados al pie del Himalayadespus de muchos sufrimientos, viven en una cabana, alimentndose de races y defrutas si lvestres. En la selva apacible, los nios, los animales y los rboles son amigos.P ero un da, durante la ausencia de Madri que hab a salido a buscar sus provisiones,llega un v ie jo brahmn que le pide al Prncipe le entregue sus hijos como sirvientes.El Prncipe, desolado, accede y, lo que es ms aun, se esfuerza por no hacer ningn

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    El Correo de la Unesco. Junio 1956

    Foto de The A rt of India po r Stella Kramrish Copyr ight Th e Phaidon Press, Londres

    grabada en piedraesto cuando ve al anciano atar y apalear a sus hijos para llevarles como esclavos

    (centro, izqu ierda).urge un cuarto brahmn que le pide al Prncipe su esposa, la bella/ tierna y fiel Madri.

    Una vez ms, el Prncipe anacoreta cumple el rito de la ofrenda vertiendo un poco desobre las manos del brahmn (centro, extremo izquierda). Felizmente, este extranno es otro que el dios Indra que ha bajado del cielo y ha adoptado un disfraz paraometer al Prncipe a esta prueba suprema. El abuelo de los n ios les ha rescatadomientra tanto comprndolos a su am o y sale al encuentro de Visvantara y su esposa.El rey cabalga un hermoso caballo (abajo, a la izquierda).Laterminacinfelizdela historiase ve arriba a la izquierda : el dios Indra, co n una coronade rey y llevando en la mano los rayos del castigo, acompaa al Prncipe Visvantara,a su esposa y a los nios, estos ltimos montados sobre elefantes, y toda la familia seencuentra pronto reunida en la capital del reino.El arte de Sanchi constituye una de las primeras formas del arte bdico, y sus prticosesculpidos marcan la transicin del trabajo del marfil al de la piedra. Uno de esos prticos, por lo menos.fu ofrecido al templo por la corporacin de los talladores de marfil,del reino de Andhra. Es una galera de imgenes en la que se cuenta la historia deB ud a c on sencillo candor. Se ve claramente qu e los escultores y artesanos, acostumbrados al preciosismo del trabajo sobre el espacio reducido del marfil, no se atrevana aprovechar de la libertad que les otorgaba la dimensin de la piedra. Para respetarlas reglas convencionales que duraron toda la poca de la escuela india primitiva-nose evoca la figura de Buda sino mediante smbolos comprensivos. Las djakatas permitenreproducir sin sacrilegio los formas humanas o animales, adoptadas por Buda antesde su encarnacin como Sidharta, noble seor que renunci a los bienes terrenales

    Coryr ght Archivos del Museo Guimet, ParisWA*''' ^kW\

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    MUNDO DE FABULAel paraiso de los animales

    por Jeannine AuboyerSubdirectora d el M us eo G uimet , Paris

    Las fuentes m s ant iguas del budismo no so n textosesotricos o f i losficos, sino una coleccin de fbulas,aplogos y c ue nto s c on sa gr ad os a narrar las vidasanteriores de Buda. No es esto un azar sino qu e responde

    perfectamente a la te ora hind de la transmigracin dela s a lm as. S abid o es que, s eg n e sta creencia, morimospara nacer de nuevo y que en este constante re na ce r lamisma alma encarna, segn sus mritos, en un an imal oen u n hombre . De esta fo rm a , u na comun idad de or igend a c o he s i n a toda la naturaleza y todo se r vivo participaen la m is m a g ra n aventura : la v ida inagotab le cuya esenci a es idnt ica cualqu iera qu e se a su envol tura corpora l .De aqu, la actitud peculiar que adoptan los habitantes dela India frente a los animales. S i en ellos mora tambinun alma, tal vez el alma de un par ien te prximo, si sufrencomo suf r imos nosotros, ser lgico tratarles co n la mayordelicadeza.

    La or iental ista f ra n ce s a J e an n in e Auboyer es c on sid er ad a c om o u na de lasm s profundas conocedoras de la India antigua. E n 1950 obtuvo el p re m io P a ulP e ll io t p o r su l ibro L e Trne et son symbolisme dans l 'Inde A n ci en n e . E ncolaboracin co n Alfred Foucher ha publicado lt imamente la v er si n francesa de los Djataka bajo el ttulo de Les Vies Antr ieures d u B ou dd ha .

    As se expl ica qu e el emperador Asoka e jem p lo n icoen el mundo promulgara en el siglo III antes de J.C. unaserie de edictos en lo s c ua le s renunc iaba a la caza y a laguerra, aconsejaba u n r gim e n v eg e ta ria no y pred icaba asu s subditos el respeto a todo se r viviente. En el siglo IVfu a bo lid a la pena de muerte . A lo largo de toda lahistoria tanto en India co mo en la s r eg io n es d on d e penetr su cultura se fundaron i nnumerab les hospi ta les yasilos para a nim a le s v ie jo s o enfermos. Ser precisorecordar, en fin, qu e l a c onst it uc in de 1949 contiene unartculo consagrado a la proteccin de la vaca?

    E l budismo, nac ido en la India, recogi ese extraordinar io espri tu de benevolencia y lo elev a un gradomximo adaptndolo a f ines par t iculares. Puesto qu e lafinalidad nica qu e p e rs e gu a e ra prec isamente la supresin del Dolor, evadindose as d e l e sp an to so ciclo de laTransmigracin, era natural qu e proc lamara y apl icara lagran le y del Amor . As, en los cuentos de las vidas anteriores de Buda o djtakas los animales ocupan l ugar destacado: antes de alcanzar su ltima vida humana en la cual

    K A N T A K A , EL FIEL CABALLO. La leyenda dice que, cuando elprncipe Gautama abandon su palacio y su familia para ir a buscarla suprema sabidura, lo hizo sirv indose de su fiel caballo Kantaka,acompaado po r su auriga. Este relieve javans de Borobodur, quedata del sig lo IX , r ep re se nta al prncipe despidindose de su au-22

    Copyright Archivos d el M us eo Guimet Parisriga y su caballo. Cuando estos dos ltimos regresaron al palacio, elrey le reproch a Kantaka po r su acto : Ingrato animal, has recibido de mis manos mil muestras de afecto y ah ora has l levado a mihijo amado lejos de mi p resenc ia . A l escuchar estas palabras, Kantaka no pudo soportar su dolor y cay muerto a l os p ie s de su amo.

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    El Correo de la Unesco. Junio 1956

    UnescoESCENA DE LA SELVA ESCULPIDA SOBRE UN A PUERT A DEL T EM PL O DE W AT SUTAT, BANGKOK, PROBABLEMENTE EN EL SIGLO XVIII, DESPUS DE J.C.

    lo gra la I luminacin Buda encarn infinitas. veces en elcuerpo de los animales ms diversos: pe z cangr ejo , ga llo ,urraca, perdiz, f rancol n, codorniz, oca, pa lom o , co rne ja ,ceb, bfalo, mono, e le fan te, an t lope, c ie rv o, c ab allo . E no tro s c ue nto s lo s protagonistas so n animales, pero elBodhisatva interviene en figura de hombre .

    U na inspi rac in mal ic iosa an ima con f recuencia estoscuentos. La Fontaine se inspir e n e llo s, segn sabemos.En casa de M m e de la Sablire, el fabul ista f rancs, conoci a l D r. F ra n ois Bernier a su regreso de la India, dondehaba resisido o ch o aos en calidad de md ico de un o delos Emires de l Gran Mogol. Del Emir aprendi sin dudaBern ie r esas narraciones qu e reflejan tan maravi l losamente lo s sentimientos de lo s indios hacia lo s an ima les , alos qu e conocan de m a n er a p e rfe cta . Ningn ejemplomejor qu e los cuentos referentes a los monos donde se describe de un modo in s upe rab le la c u rios idad, la inconstancia, la impert inencia y la simpleza caracterst icas de estosanimales. Convendr a tal ve z menc ionar qu e los habi tantesde la India por es ta r acos tum brados a ver al pueblohumano , como llama Kipling a lo s m o no s, c on oc en per

    fectamente su s defectos. Es del icioso el cuento de l jardinero de l re y de Benars: D es ea ba e l buen hombre tomarseunos das de descanso a los qu e se c re a m er ecedo r; perocomo te m i er a d e ja r el jardn s in n ad ie qu e lo c uid as e, ycomo al m ism o t iempo no q ue ra p ag ar a un suplente,decid i solicitar lo s servicios de una tribu de s imios qu e sehaba domic il iado en el p a rq u e re a l. A n te s de partir hizo astos toda clase de recomendaciones, en especial qu e nodejasen de regar el vivero. E l rey de la tribu simiesca,deseando evi tar todo esfuerzo intil a sus subditos, empezpor arrancar todos los a rb o lillo s p a ra cerciorarse de lacant idad de agua qu e la s ra ce s de c ad a u n o n e ce si ta ba .. .Es fcil i m a gin a r la emocin qu e exper iment el jard ineroa su regreso.

    Otra ancdota es la de l mono qu e tom a un ceb pordominguil lo de feria. Le gastaba las bromas ms pesadas,de l as cuales la m s inocente era, p o r e je m p lo , saltar sobresu l omo y taparle lo s ojos co n la s m a no s. T o doel mundo se maravil laba de la paciencia de l (Sigue apobre rumiante. Pero un da, el mono se vi o la vuelta)arrojado po r tierra, en medio de sus juegos,

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    MUNDO D E FABULA(Continuacin)

    La selva animada poruna varita mgica

    y pereci bajo las patas del animal. No hay que extraarse ; el mono se haba equivocado de ceb. El primeroera el Bodhisatva ; el segundo desconoca la caridadbudista.

    Cualquiera que fuese la forma que tomaba en sus encarnaciones el futuro Buda y esta es la m o ra le ja de loscuentos era siempre un modelo de virtud. As en la etapaen que Buda haba adoptado la figura de un mono, esteanimal, cuya simpleza se subraya a veces con una maliciaun poco cruel, se transforma de pronto en ejemplo de discrecin y valor . La conocida historia de la abnegacin deMahkapi, rey de los monos , es tpica a este respecto. Elrey de Benars remonta con su ejrcito el curso del Gangesen busca de u na h ig ue ra maravil losa cuyos suculentosfrutos codiciaba; al lle ga r a l lugar deseado , ve entre lasramas de la h ig ue ra u na mult i tud de monos ocupados endevorar lo que l consideraba su exclusiva propiedad. Perocaa la noche y los arqueros decidieron esnerar la lu s rie lnuevo da para disparar certeramente sobre los simiosque, asustados por los preparativos que presenciaban, seagitan sin saber qu hacer. Su rey decide hacerles abandonar posicin tan peligrosa, para cuyo fin atraviesa elGanges de un salto prodigioso, corta un largo bejuco en laotra orilla y ata u n e xtre mo a un rbol, situado enfrentede la higuera, y el otro a su pierna. Transformado en catapulta viviente, salta de nuevo sob re el ro, alcanza con susmanos una rama de la h ig ue ra , y sob re e l G an ge s q ue datrazado un puente colgante, cuya primera seccin la constituye el cuerpo de l rey de los monos . De esta manera, sinsufrir d a o a lg un o, todo su pueblo pasa a la o tra o rilla .Pero el rey, extenuado po r ta n gigantesco esfuerzo se dejacaer una vez salvado su pueblo . E l re y de Benars. emocionado por tanta abnegacin, hizo tender una red debajo delrbo l para que el m on o no se estrel lara contra el suelo.Este ejemplo de caridad suprema, capaz de llegar hastael sacrificio de la propia vida, es un o de los temas favoritosen los djtaka. Los hroes de estas narraciones pueden ser,indistintamente, hombres o animales. Unas veces ser elrey de las gacelas que se ofrece a l coc inero del rey para

    salvar la vida de sus subditos y en particular la de unagacela embarazada ; o tras , u n e le fa nte que, capturado,hace la huelga de l hambre para que lo pongan en l ibertady poder volver a l la do de su madre ciega y solitaria; otras,el gran elefante de seis colmillos que se deja derribar ydespojar de su inestimable marfi l para reparar un a falta,po r cierto benigna, que haba cometido.En esta gran comedia universal, el animal ocuna as unlugar destacado. Habla, acta, sufre y se comporta igualque el hombre. Ello obedece a la concepcin india de lasolidaridad que exis ta en tre los s ere s d e la creacin, puestodos, desde el ms pequeo al m s grande f orman par tede l ciclo de l a t ransmigrac in de la s almas.

    Gacelas, monos y elefanteshroes de los cuentos bd icos

    l arte plst ico confirma los sent imientos budistas queno s reve lan los tex tos clsicos. En las pr imerasesculturas (aproximadamente de lo s s ig los III y IIantes de J.C.) sorprendre el amor y l a maestr a tcn ica conque los artistas supieron tratar las fo rm as y las actitudesde los an im a les . E l a rt e animalista es, en efecto, una de la sprincipales caractersticas del arte de la India y en estesentido, la vituosidad de los artistas n un ca h a decado a lolargo de su evolucin. A los albores del arte indio perteneceese elefante monolt ico de Dhau l i (Or issa) , mac izo , poderoso, de volumen sobriamente expresado. Se trata de unaobra que parece incompleta, pues slo la parte delanterade l paquidermo emerge de l bloque de piedra; pero el trabajo es tan p erfe cto y acusa tanta sensibilidad, que nopodemos suponer que el artist ahaya dejado inconclusa- suobra po r ignorancia o po r falta de habilidad.

    El antiguo arte budista, basndose en las narraciones delos djtaka, utiliza con abundancia escenas animales en suiconografa. As, en los historiados bajo-relieves, esculpaosentre el siglo II antes de J.C. y el siglo III de nuestra era,24

    se despl iega un ar mon ioso mundo animal: Elefantesmachos de im p on en te e sta tu ra , ele fa ntes h em bra s delneas ms suaves, pequeos elefantes conmovedores en sug ra c io s a t or pe z a, giles gacelas co n la s orejas a te nta s a lpeligro, peces, tortugas, aves, c iervos majestuosos e impasibles, f ieras e n a ce ch o. .. Vive y se anima todo el m u n d oanimal, familiar a lo s habitantes de la India. Toda unaserie de cuadros en qu e se representa la vida cot idianatranscurrida en la s ermitas de lo s bosques y la s selvasdonde la familiaridad co n lo s h u s p ed e s de la Natura lezada tono a la solidaridad universal de que hab lamos antes.

    La escenas se desarrollan como en un fresco interminable.La figura de l elefante de seis colmillos se encuentra enBharhut, en Sanchi, en Ajanta; la abnegacin del re y delo s m o no s, en Bharhut, en S a nc hi y en o t ros lugares. Todoslo s h ro e s de los cuen tos bd icos , solos o en grupo, se perfilan en un decorado reduc ido y esti l izado, pero suf icientepara indicar el ambiente: bosque, c iudad o p ar qu e r ea l.Desempean un p a pe l a n lo g o a l de lo s h om b re s. Vemospor ejemplo a todos los animales r eu nid os p a ra rendirhomena je a la h ig u e ra de la Iluminacin; o a los elefantesroc iando co n su s t rompas a la madre del futuro Buda enun gesto qu e recuerda el rito de la consagrac in real de lo sbramanes.

    La vida de todos los sereses infinitamente preciosa

    Pintura o e sc ult ur a, n ad a escapa al o jo experto delartista. U n a re p ro d u cc i n tan natural exige, si n duda,larga y atenta observac in de la s act i tudes tpicas decada especie; los de ta l les ana tmicos estn per fectamenteindicados, aunque a veces la caricatura se esboce en esos

    retratos. Percibimos, tambin, el profundo sentido de laesttica d e e sto s art istas. Saben utilizar e l poderoso modelado de l e le fa n te , n o v a c il a nd o en exagerar su corpu lenc iapara expresar m ej o r su porte gigantesco. Igualmente estilizan de un modo exquisito la asombr osa f ineza de la sgacelas o la elegancia de lo s ciervos, o saben notar confino donaire las actitudes burlescas de los monos. En unapalabra: E v oc a n t od o un m undo con la mag ia de un arteal p a re c er s im p le , p ero en verdad pletrico de experiencias.

    Este mundo es e l de la eterna cadena de la Transmig ra ci n y al m ism o tie mp o el de la v id a d ia r ia , en el qu etodos podemos reconocer a un familiar en el protagonista-an imal de un cuento y en el qu e el hombre slo interv ienecomo hermano mayor. Nada menos f i losf ico qu e todoesto. Se par te de la base de qu e no hay qu e atentar cont ran in g un a fo rm a de vida, preocupacin qu e aparece a menudo en lo s textos bdicos. Se desprecia al cazador, alpescador, a l c arn ic ero p or la obra destructora qu e realizan: A lo s qu e se complacen en ver un se r destrozado ollevado al sacri f icio, les e sp era n p en as y dolores s incuento. ( S am uyu ta N ikaya , III, 301).

    Tambin se considera p rec iosa la vida de lo s seres infini tamente pequeos: Necios Como podis cavar latierra o hacer qu e otros la caven? Deba is pensar qu e enla tierra hay seres vivos. U n religioso qu e remueve latierra comete una falta digna de expiac in . N ec ioCmo puedes derr ibar u n rb ol o hacer qu e otros lo derr iben? Debas pensar qu e en el rbol hay seres vivos.Destruir el crec imiento de u n vegeta l es un a falta digna deexpiac in . ( V inaya Pitaka IV , 2 y 34). Comete falta tambin el monje qu e i n tenc iona lmente qui ta la v id a a un se rqu e respira, o qu e utiliza agua sabiendo qu e contiene seresqu e respi ran, etc. V in ay a P ita k, IV , 124 , 125 , 49).

    A veces esta act i tud no est exenta de clculo, pues elrespeto a la vida de todos los seres se basa, en el fondo, enla esperanza de una reciprocidad. Pero es notable, yconviene subrayar lo de nuevo, qu e es te respeto se funda,ante todo, en el amor:

    M i amor a los qu e no t ienen patas,Mi amor a los q ue s lo t ienen dos,Mi a m o r a los que t ienen cuatro,Y a los qu e t ienen mil, mi amor .

    (Angutaga Nikaya, II, 72-73.)

  • 7/22/2019 25 Siglos de Budismo

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    El Correo de la U ne sc o. Junio. 1956

    INDIA

    INDONESIA

    T I BET

    r-

    t tf

    CHINA

    TAILANDIA

    JAPN

    EL CAMINO MEDIO500 mil lones de habitantesde Asia son Budistas

    o se conoce el nmero exactode budis tas en e l mundo. Al rededor de 50 0 millones de

    habitantes de Asia o sea la quintaparte de la poblacin de l mundoso n b u di st as . L os pases qu e contienen la mayor proporcin de b ud istas so n lo s del sudeste : Tailandia(90 % ), Laos (83 '%), Camboja (80% ), Birmania (80 % ), Ceiln (62 % ).

    Se calcula en 46 millones e l nmero actual de budistas j aponeses, coninclusin de numerosas sectas, desdela secta popular de Shin hasta laaustera y contemplativa de Zen, qued es co no ce la s escrituras bdicas ycree en la obtencin de la supremas a b id u r a m e d i an t e la medi tacin.

    En la India, qu e fu e l c en tr o deirradiacin de las enseanzas deBuda, ya casi no existen proslitosde esta doctrina.

    HAY dos grandes escuelas depensamiento bdico. La primera, l lamada por s us d isc

    pulos Theravada o la va de losmayores, y otras veces Hinayana oel P equeo Vehculo mant iene laidea de que es posible l a s alv ac inde l individuo mediante la disciplinam on s tic a y da la mayor importancia al esfuerzo personal. Esta escuelaque quiere seguir a la letra la prdica de B ud a e xis te principalmenteen Ceiln, Birmania, Tailandia yCamboja po r lo que se la l lamaescuela meridional d el B ud is mo .

    L a seg und a escuela bdica es conocida con el nombre de Mahayan ao el G ran Vehculo en el qu etodos pueden embarcarse y dauna ms amplia interpretacin a lasenseanzas y prcticas d el b ud ismo.Esta escuela septentrional es menos rigurosa y ms comprensiblepara el hombre comn. Segn el budismo mahayanista, Gautama Budadeba ser reverenciado como un granmaestro, como u n p re cu rsor de todoun Panten de redentores o dioses,cuya figura principal es mitabhaBuda el de la l uz i nf in it a^ . CadaBuda habita en un paraso de Bodi-satvas o futuros B ud as q ue h an h ech ovoto de no entrar en el Nirvanahasta que no hayan logrado conducir a l a todos lo s seres vivientes.

    Esta budismo de Mahayana se dif und i pri nc ipa lmente por una partede la India, Nepal, Tibet, China,Corea y Japn.

    SE designa a Buda c on d iv er so snombres. Su apellido fu Gautama y recib i al nacer el

    nombre de Sidharta, que significa'E l que ha l legado . Sus devotosle l lamaron Baghavat, o e l Bienaventurado y Jia, o e l Victorioso.En otras ocasiones le dieron lo s msvarios cal if icat ivos, como Sakyamuni,qu e quiere decir e l sabio de. losSakyas, y m s frecuentemente, Ta -thagata, el P er fe cto . La palabraBuda v iene de Bu d (despertar) y seaplica co n e l s en ti do de E l que hadespertado, e l Esclarecido, o elI luminado. Esta ltima designacin se da no s lo a B uda sino at odos aque ll os que han v en cid o lai gnor ancia y ha n obtenido la suprem a sabidura.

    l volumen de la literatura bdica es enorme. Aunque losCnones Bdicos existen en

    snscrito, c hin o y tib eta no , la nicacoleccin completa de las escriturasbdicas en un a de las lenguas de laIndia se conoce con el nombre deTipitakas, Cnones en lengua pali deCeiln. Las Tipitakas o Tripitakas

    cuyo nombr e s ign if ica e l TripleCesto comprenden el Libro deVinaya regla de disciplina monstica , el Libro de Sutta o sutras

    sermones, comentarios y parbolasy el Libro de A by dh am ma fs ica ,

    psicologa y filosofa .En adicin existe e l libro de

    poesia moral, el D ham mapa da (ve rpg. 42), y varias colecciones decuentos como las D jakatas (ve rpg. 22).

    Alo largo de la historia de l budismo se h an c ele bra do seisgrandes Concilios para volver

    a e xa min ar y re vis ar las enseanzasde B ud a. C ua tro Conci l ios tuvieronlugar antes de la Era Crist iana, e llt imo de los cuales se celebr desdeel ao 29 al 13 a. de J.C. y ordenpor primera vez que se escribieranlas enseanzas bdicas. El QuintoConcilio, efectuado en 1871 en Man-dalay, Birmania, mand grabar lostextos en 729 lpidas de mrmol.

    En el Sexto Concilio Mundial , queacaba de celebrarse en Rangn,fueron designados 500 monjes par arevisar lo s te xto s de las escriturasbdicas, de spu s de que un grupoimportante de eclesisticos y erudi

    tos haba ' h ec ho a lg un as v ers io ne sen lengua pal i y algunas traduccionesen bi rmano. La s escrituras o Tipitakas comprenden 54 volmenes,

    en total 14.804 pginas perose cree que lo esencial de lasenseanzas de Buda podra resumirse en dos o tres vo lmenes de 50 0pginas cada uno. Naturalmente,esta sera una fo rm a resum id a ycompendiada de lo s t ex to s sagrados.

    UNESCOARCHIVES

    l libro fundamenta l de l budismo mahayanista es el Prajna-paramita cuyas sutras o discursos de Buda ensean a desarrol lar

    en extremo la conciencia de la inanidad de las cosas terrenas. Este ese l m ed io supremo para desprendersede ellas y coronar los esfuerzoshacia l a v e rd a d er a fel icidad. La existencia de las cosas a firm a e l librobdico no t iene un a verdad deesencia, lo que no excluye queposea una verdad de apariencia.Las cosas son pasajeras y, desde elpunto de vista de la verdad absolutano so n nada. Po r esta razn, ninguna posesin de las cosas es real.Quien se d cuenta de esta verdada lcanza e l camino de la s alu d y lograsu despertar.

    l prncipe Sidharta Gautama querenunci a la riqueza y elpoder para se gu ir el c am in omedio de la virtud, personifica elanhelo de perfeccin moral de loshabitantes de la India. Este anhelo

    o ideal se encarn en var ias ocasiones , desde los t iempos m s remotos.Segn los textos a ntig uo s, e l B ud ahistrico o sea Gautama tuvoseis predecesores o Tathagatas: EstosBudas sucesivos fueron: Vipasin

    el omniv idente Sikhin elde l penacho llameante , Vesabhu,Kakusandha, Mahavastu y Kasapa o el g ua rd i n de la luz. Lo s sieteB ud as h an se gu id o un camino semejante la renunciacin de u n re in oo de un principado fastuoso parallevar un a vida mend ican te e ir enbusca de la v erd ad y difieren tanslo en el l inaje, en la clase de rbolbajo el cual se realiz su despertar, en el nmero de sus discpulosy en las condiciones de vida delmundo en la poca en qu e aparecieron. S eg n las escri turas bdicas, aestos Budas se sumar Maitreya, elredentor futuro qu e aparecer enel a o 80.000.

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    ANGKORLA CIUDADDE TORRESSEMBLANTES

    Copyright Archivos del Museo Guimet , Pans

    EN un v iaje c ient f ico a travs de Camboja, el naturalista francs HenriMouhot, al encontrarse de pronto el

    22 de enero de 1861 ante el templo deAngkor, exclam co n emocin extraordinaria : Qu elevado el genio de ese Miguelngel de l Oriente qu e concibi semejanteobra . Fu M ouhot quien revel alm un do la existencia de Angkor, obra maestra de u n a rte q ue h ab a permanecido durante muchos siglos sepultado bajo la selva.

    Ya , desde 1296, u n p er eg rin o c hin o quevisit Camboja h ab a d ad o noticia de la ciudad real de Angkor-Thom y de su torre deoro, y a comienzos d el s ig lo XVII, algunosmisioneros espaoles y franceses habancolmado de elogios a esa maravil la ; pero,

    nicamente a fines de l siglo pasado, losarquelogos han podido estudiar l as d iversas construcciones de Angkor despus dehaber retirado los escombros y la malezaque las ocultaba. De e