3eccicÍ>rsl f^rof-esioim al

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Año 111. LA FARMACIA MODERNA. Nüm. 13. 3ECCICÍ>rsl F^ROF-ESIOIM Al a) IV Y ULTIMO. JR E F O R M A , Como ya hemos indicado, en el inteiés mismo de la salud pública está la radicalí- sima reforma de la farmacia. Hay un antiguo proverbio que dice: Médico, viejo; cirujano joven; y boticario rico. Son tres sentencias, que encierran tres grandes verdades. Con la ilimitación de farmacias y la competencia mercantil, viene la escasez de be- neficios y con ella, un gran perjuicio para la situación económica del farmacéutico, situación que, necesariamente, ha de repercutir en el servicio. En los pueblos, con el sistema de igualas, los más y mayormente perjudicados son los enfermos. El contrato por igualas es un absurdo. Por un tipo mezquino y cercenado en gran parte por la falta de pago, se pretende que el farmacéutico viva y surta su oficina. Como, con lo que le pagan apenas puede comer, ¿con qué ha de surtir su oficina? ¿Se pretende acaso que sea tanta su abnegación, que el pan escaso que gana para sus hijos, lo gaste en proveer á quien tan mal le recompensa? Los pueblos se congratulan de la situación precaria de los profesores, de los pugila- los profesionales y de la competencia en las igualas. ¡Desgraciados! ¡No comprenden que ellos son los que más sufren las consecuencias! En el estado actual del ejercicio profesional, el interés del farmacéutico está en razón inversa del de el público. En bien de éste y de aquél, urge remediar tal estado de cosas, restando del ejercicio de la farmacia, el aspecto material ó mercantil, y dejándole sólo el carácter científico. Como hombres de ciencia, nos urge despojarnos de aquél y conservar solo éste. Que la transformación es factible, lo demuestran las firmadas militares, origen hoy de nuestro malestar y quizá, con el tiempo, de nuestra regeneración. ¿Qué se vé en el farmacéutico militar? La parte científica. Esto es lo esencial. Lo acce- sorio, la parte material, no se vé en la farmacia militar. El farmacéutico militar tiene asegurada su subsistencia. El pone la parte científica; su patrono, el Estado, la parte material. Como ésta para el farmacéutico es indiferente, llena cumplidamente los deseos y necesidades del público, sin impugnar sus intereses. Esto, en el aspecto de la materia referente al farmacéutico, que, en lo respectivo al público, la justicia, la equidad y el buen servicio exigen de consuno que el privilegio que hoy tienen unas cuantas clases de surtirse de medicamentos buenos y baratos se haga extensivo á todos en general. Se alega que las farmacias militares solo son para favorecer á militares, telegra- fistas, penales y orden público hoy, y mañana á todos los que cobran nómina. ¿Por qué no hade participar de estos beneficios el contribuyente en general, á quien se es quilma para pagar á aquellos privilegiados? (1) Véase los nüms. 9, 11 y 12. Madrid 5 de Mayo de 1892.

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A ñ o 111. L A F A R M A C I A M O D E R N A . N ü m . 13 .

3ECCICÍ>rsl F ^ R O F - E S I O I M A l

a)

IV Y U L T I M O .

JR E F O R M A ,

Como ya hemos indicado, en el inteiés mismo de la salud pública está la radicalí-sima reforma de la farmacia.

Hay un antiguo proverbio que dice: Médico, viejo; cirujano joven; y boticario rico. Son tres sentencias, que encierran tres grandes verdades. Con la ilimitación de farmacias y la competencia mercantil, viene la escasez de be­

neficios y con ella, un gran perjuicio para la situación económica del farmacéutico, situación que, necesariamente, ha de repercutir en el servicio.

En los pueblos, con el sistema de igualas, los más y mayormente perjudicados son los enfermos. El contrato por igualas es un absurdo.

Por un tipo mezquino y cercenado en gran parte por la falta de pago, se pretende que el farmacéutico viva y surta su oficina.

Como, con lo que le pagan apenas puede comer, ¿con qué ha de surtir su oficina? ¿Se pretende acaso que sea tanta su abnegación, que el pan escaso que gana para sus hijos, lo gaste en proveer á quien tan mal le recompensa?

Los pueblos se congratulan de la situación precaria de los profesores, de los pugila-los profesionales y de la competencia en las igualas. ¡Desgraciados! ¡No comprenden que ellos son los que más sufren las consecuencias!

En el estado actual del ejercicio profesional, el interés del farmacéutico está en razón inversa del de el públ ico.

En bien de éste y de aquél, urge remediar tal estado de cosas, restando del ejercicio de la farmacia, el aspecto material ó mercantil, y dejándole sólo el carácter científico. Como hombres de ciencia, nos urge despojarnos de aquél y conservar solo éste.

Que la transformación es factible, lo demuestran las f i rmadas militares, origen hoy de nuestro malestar y quizá, con el tiempo, de nuestra regeneración.

¿Qué se vé en el farmacéutico militar? La parte científica. Esto es lo esencial. Lo acce­sorio, la parte material, no se vé en la farmacia mili tar .

El farmacéutico mili tar tiene asegurada su subsistencia. El pone la parte científica; su patrono, el Estado, la parte material. Como ésta para el farmacéutico es indiferente, llena cumplidamente los deseos y necesidades del público, sin impugnar sus intereses.

Esto, en el aspecto de la materia referente al farmacéutico, que, en lo respectivo a l público, la justicia, la equidad y el buen servicio exigen de consuno que el privilegio que hoy tienen unas cuantas clases de surtirse de medicamentos buenos y baratos se haga extensivo á todos en general.

Se alega que las farmacias militares solo son para favorecer á militares, telegra­fistas, penales y orden público hoy, y m a ñ a n a á todos los que cobran nómina . ¿Por qué no hade participar de estos beneficios el contribuyente en general, á quien se es quilma para pagar á aquellos privilegiados?

(1) Véase los nüms. 9, 11 y 12.

Madrid 5 de Mayo de 1892.

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198 LA FARMACIA MODERNA

Loquees bueno y barato para el que cobra ¿por qué no lo ha de ser para el que paga? Bajo este principio y el de segregar de la Farmacia la parte material, dejándole solo la científica, fundamos nuestro proyecto de reforma.

Para ello entendemos, que las farmacias deben de ser propiedad de los municipios> surtidas por ellos, y los farmacéuticos con sueldo fijo pagado por aquellas corporaciones. El público en estas condiciones adquiiiría los medicamentos en las poblaciones á precio de coste y en los pueblos, gratis.

En las poblaciones de más de quince mi l almas, habría una farmacia por cada quince m i l , con nn farmacéutico primero, otro segundo, dos practicantes y un mozo. En las que no llegaran á aquel número y pasasen de 10.000 un farmacéutico^ dos practicantes y un mozo.

En las de 4 á 10.000, un farmacéutico y un practicante y en los partidos de entrada un farmacéutico con una pequeña consignación para practicante, si escediesen de 3.000 habitantes.

Los pueblos podrían constituir partido por sí solos, siempre que consignasen 2.500 pesetas para el farmacéutico como partido de entrada, no pasando su población de 4 000 habitantes, casa, oficina y surtido de la misma. Varios pueblos que no distaran del más céntrico 15 ki lómetros, podrían asociarse para la formación de partido, contribu­yendo todos en la proporción de su población, siendo de cuenta del en que residiese la oficina, la casa-habitación del Farmacéut ico.

Los farmacéuticos existentes en las poblaciones actualmente, serían respetados en sus derechos por orden de ant igüedad, siendo los excedentes considerados con derecho á ocupar las vacantes, pudiendo pasar entre tanto á partidos de menor categoría .

En un reglamento para el ejercicio de la farmacia y en otro de régimen interior, que nos reservamos dar á conocer á la clase farmacéutica, según acoja este trabajo y que no cabe en los límites del mismo, se detallan los diferentes extremos, requisitos, contabili­dad, derechos y deberes de pueblos y farmacéuticos.

Nuestro pensamiento podrá ser una utopia, pero lo que no cabe duda es que la far­macia, necesaria de todo punto á la salud pública, no puede subsirtir así. La reforma se impone. En ésta, queremos resultar hombres de ciencia y no mercaderes. Bajo este punto hágase, y si no diremos como el general, padre Richelal, Canciller Lameignon cuando le proponían la reforma de la Compañía de Jesús: Sint ui sunt, autnon sint.

DIÉRESIS.

S E C C I Ó N C I E M T Í F I C A .

A l c o h o l e s y a g u a r d i e n t e s c o m e r o i a l e s . Método general de análisis; por MR. ED. NíovíLtK,perito químico. (1)

E x p o s i c i ó n t e ó r i c a . — E l objeto de este método es reconocer y dosificar, además del alcohol, las diversas clases de impurezas que actualmente contienen los alcoholes industriales y los aguardientes del comercio.

(1) Del Mon'Ueur induslriel.

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LA FARMACIA MODERNA 199

Estos productos son: los ácidos, los éteres, los aldehidos, el furfuról, los alcoholes superiores y los productos nitrogenados.

Como, generalmente, cada una de estas impurezas no excede del 0,0001 y hasta, en algunos casos queda reducida al 0,00001 del peso que se analiza, su valuación se verifica empleando procedimientos muy sensibles, que permitan practicar un análisis completo con un volumen de solo 500 (cm)3 del alcohol que se ensaya, pudiéndose, además , reconocer directamente, 0,000005 de ácidos—0,000005 de éteres—0^000001 de aldehidos —0,0000001 de furfuról—0,00001 de alcoholes superiores y 0,0000001 de productos nitrogenados.

Los ácidos se expresan en ácido acético y se dosifican con un licor decinormal de potasa.

¿05 éteres se valúan en acetato de etilo y se dosifican por saponificación coa un licor normal á ^ic de potasa.

Los aldehidos se expresan en aldehido etílico y se dosifican color imétr icamente, después de un tratamiento con la rosanilina bisulfitada, comparando con un licor tipo de aldehido al 0,00005, que se trata del mismo modo.

E l / ¡wr /wo / se dosifica por reacción coloreada con el acetato de anilina, comparando con otro tipo de furfuról al 0,000002.

¿05 alcoholes superiores se expresan en alcohol isobutílico (ó en amílico, cuando se trata de los alcoholes de industria), y se dosifican por reacción coloreada del ácido sulfúrico sobre el alcohol, al que se ha privado antes de los aldehidos con el fosfato de anilina; y se comparan los colores con una solución tipo de alcohol amílico ó isobutílico al 0,0002, tratada del mismo modo,

¿05 productos nitrogenados se valoran en amoniaco, divididos en dos grupos: 1.0 Cuerpos que desprenden directamente amoniaco por adición de potasa (amoniaco

salino y amidas.) 2.0 Los que solo desprenden amoniaco bajo la influencia del permanganato de potasa

alcalino ('bases pirídicas y alcaloides.) El amoniaco que en ambos casos se produce se ensaya con el reactivo Nessler (yodo

mercurato de potasio), se dosifica comparándole con una solución tipo que contenga 0,0001 gr de amoniaco en cada cent. cub. y se trata del mismo modo.

P r á c t i c a de l a n á l i s i s . Trabajo preliminar,—Antes de comenzar se divide la muestra de ensayo en dos partes; La i.a 200 (cm)3, que se emplea sin preparación ninguna y sirve para dosificar

al extracto, la acide^ y los productos nitrogenados. La 2.a, de 300 (cm)3, necesita, para que los resultados de ciertas dosificaciones sean

comparables, reducirse á un grado alcohométrico igual al de los licores tipos que hayan de servir de comparación, es decir á 50o GL. Sirve para dosificar los éteres, los aldehidos, el furfuról y los alcoholes superiores.

Esta operación se practica inmediatamente cuando se trata de un alcohol de industria; pero si es un aguardiente, hay que destilar los 300 (cm)3 hasta que solo queden 20 cen­tímetros cúbicos de líquido no destilado y recoger los productos de la destilación por medio de un tubo afilado, sumergido en una pequeña cantidad de alcohol puro de 50o para que no se origine pérdida ninguna de aldehidos.

En uno y otro caso se vierte el alcohol en una probeta de 500 (cm)3y se anota el volumen, aplicando después el t e rmómet ro y el a lcohómetro .

A los t, minutos de contacto se leen la temperatura y el grado alcohométrico del liquido, se hace la corrección por medio de la tabla, para referir el grado al que le corres-

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200 LA FARMACIA MODERNA

pendería á los 15o de temperatura; y después se halla en el vás tago del a lcohómetro ó en los cuadros de dilución, frente al grado alcohométrico á los 15o de temperatura, el número que expresa la cantidad de agua ó de alcohol de 90o, que se necesitará añadir al que se ensaya, para reducirle á los 50o G. L.

Se mide este volumen por medio de una segunda probeta (sin hacer la adición directa, para evitar las contracciones del a l coho l^mezc l ándo l e á el alcohol ya contenido en la probeta de los 500 (cm)3 y después se anota el volumen total , para tenerle en cuenta en los cálculos de los productos que se hayan dosificado por l i t ro .

Ejemplo,—Sea el volumen del alcohol 300 (cm)3 y su grado alcohométr ico 82© á -f- 17o. Corregido á -f- 15o, queda en 81o, 2, y la cantidad de agua que deberá añadirse á i co volúmenes de alcohol, será 66,4 (cm)3. Se medirán 66,4 .3=199 (cm) de agua, que se adicionarán á los 300 (cm)3 de alcohol; el volumen total será; después de la contracción, 487 (cm)3 y , teniendo en cuenta la dilución, los resultados analíticos deberán multiplicarse por | | - i , 6 2 5 .

D e s c r i p c i ó n d e l m a t e r i a l . — E l método en cuestión supone el empleo de cierto número de aparatos utensilios y licores graduados, preparados y adaptados previa y especialmente.

La determinación de la riqueza alcohólica se hace sirviéndose de un alambique compuesto de una caldera de cristal, unida por medio de un tapón de caucho y un tubo de estaño á un serpentín, también de es taño, contenido en su refrigerante. Este aparato se completa con una serie de a lcohómetros contrastados y sellados, lo mismo que el t e rmómet ro , por el Estado. Está contenido, con todos sus accesorios, en una ca jaá la que acompaña una instrucción especial, indicando la marcha que debe seguirse en la práctica de las operaciones.

Un segundo serpentín contenido en un refrigerante alto está sostenido por un soporte que permite adaptarle un mat ráz á su tubuladura inferior y situarle sobre una l ámpara de alcohol ó un mechero de Bunzen.

Los productos destilados que se condensan en el refrigerante caen al matraz, y el refrigerante está provisto de dos tubuladuras, que facilitan la renovación continua del agua, que no debe interrumpirse, á fin de evitar cualquiera pérdida.

A estos dos aparatos principales acompañan un baño maría y una estufa, cuy as apli­caciones se detal larán al dar cuenta de las operaciones; así como las de una bureta con soporte, graduada para las valoraciones acalimétricas.

Se necesitan también algunos licores graduados que han de usarse en cantidades, exactamente medidas y cuya pureza deberá ser absoluta. Para que ésta se conserve, e v i ­tando toda causa de error, cada frasco se cierra por una pipeta graduada especialmente para el líquido de aquél: de este modo se llenan fácilmente del reactivo y , sirviendo el frasco mismo de soporte á cada una, no es posible que el operador incurra en equivoca­ciones, colocándola en un frasco distinto.

La intensidad de las coloraciones se comprueba con un color ímetro , que lleva su instrucción particular. Y, por ultimo, para las diluciones y para reducir los líquidos á la riqueza alcohólica de 500, se destinan también las probetas y los tubos graduados precisos.

Hay tablas que facilitan el medio de efectuar ráp idamente todos los cálculos indicados en el método .

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LA FARMACIA MODERNA 201

ANÁLISIS DE LA PRIMERA PARTE DE LA MUESTRA.

Dosificación del extracto, la aciden y los productos nitrogenados

D o s i f i c a c i ó n de l e x t r a c t o .—C o m o los alcoholes industriales no contienen sustancias sólidas disueltas, esta dosificación se practica solo en los aguardientes.

Se miden 50 (cm)3 de la muestra, se colocan en una cápsula de cristal tarada, se evapora hasta sequedad sobre un baño maría á 100o, dejando que se deseque el producto á esta temperatura durante 2 horas y pesándole, después que esté completamente frío. El peso apreciado, multiplicado por 20, dá la cantidad extracto por l i t r o .

D o s i f i c a c i ó n d e á c i d o s . — Y a hemos dicho que la acidez total de la muestra se expresa en ácido acético.

Se miden 50 (cm)3 de alcohol ó de aguardiente, se adicionan 2 gotas de taleina de fenól, y después se gradúa en frío haciendo caer por medio de la bureta dividida en 0,05 (cm)3 potasa decinormal, hasta que el líquido adquiera uii matiz rojo muy débil, que persiste algunos instantes.

El número de cent. cub. que se hayan vertido, multiplicado por 0,006 y después por 20 expresa por l i t ro la acidéz total en ácido acético.

Ejemplo:—50 (cm)3 de la muestra han absorbido 2,15 (cm)3 de potasa 0,1 N . El peso del ácido acético correspondiente á cada l i tro es:

2,15.0,006.20=0,258 g. D o s i f i c a c i ó n de los p r o d u c t o s n i t r o g e n a d o s . — L a totalidad de las sustan­

cias nitrogenadas se expresa en amoniaco y se divide en 2 grupos: amoniaco salino des­prendido por la potasa y amoniaco desprendido por el permanganato.

En un matráz de fondo plano aforado á 150 (cm)3, se vierten 100 de la muestra que se ensaya, se le agregan 2 de ácido fosfórico á 450 Baumé, so calienta hasta que desaparezca completamente el alcohol y se obtiene de este modo un residuo acuoso que contiene la solución fosfórica de las bases y se guarda, tapando cuidadosamente el mat ráz . Por separado se ponen 1 li tro de agua destilada y 20 gr. p róx imamente de carbonato de sosa puro, en un mat ráz de 1.500 (cm)3. Se calienta hasta la ebullición en el aparato de destilar y se recojen 50 fcm)3 de agua, á los cuales se agregan 2 del reactivo Nessler, para asegurarse de que no hay indicio alguno de amoniaco. Si hay coloración amarilla-, (lo que sucede frecuentemente, por que esta reacción es muy sensible y el agua ó el aparato pueden contener indicios de amoniaco) se continuara la- destilación, hasta que una pequeña cantidad del agua recogida no se colore por el reactivo Nessler.

Entonces, se vierte en el matráz la solución fosfórica de las bases, se regula la desti­lación, de modo que el agua condensada se deslice gota á gota y se recoge en un matráz graduado de 250 (cm)3.

Por lo general, pasa todo el amoniaco en estos primeros 2^0 (cm)3 del líquido des­tilado y , para asegurarse de ello se ensaya una pequeña porción del agua que cont inúa destilando por algunas gotas del reactivo Nessler: si todavía contuviere amoniaco, se continuará la destilación, recogiendo cada vez un volumen de 100 (cm)3 del líquido, hasta que resulte completamente negativa la reacción Nessler. Todas las aguas amoniacales recogidas se mezclan y se separan para el análisis, después de haber anotado su volumen.

Cuando, procediendo de este modo, se'está seguro de que ha cesado todo desprendi­miento de amoniaco, se agregan al contenido del mat ráz 80 (cm)3 de una solución que contenga por cada l i tro 8 gr. de permanganato de potasa, mas 200 de potasa, y se

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continúa la destilación, recogiendo p róx imamente 250 (cm)3 de liquido, ó más si fuere necesario, hasta que cese toda produción de amoniaco. Las aguas amoniacales obtenidas se miden y se ponen aparte, como anteriormente.

Para valuar la cantidad de amoniaco que haya pasado en cada una de estas dos destilaciones se echan 50 (cm)3 del agua amoniacal en un tubo de ensayo de 4 cm. de d iámetro próximamente , y que está señalado á los 50 (cm)3: después se añaden 2 del reactivo Neisler. Se desarrolla una coloración amarilla, tanto más intensa, cuanto mayor es la riqueza en amoniaco, y se aprecia con bastante exactitud, cuando se tiene ya alguna costumbre.

Practicada la operación anterior, se vierte en otro tubo de ensayo, por medio de una bureta dividida en 0,05 (cm)3, las necesarias décimas de cent. cub. de la solución gra­duada de clorhidrato de amoniaco, que se supone necesaria, después de diluir á 50 (cm)3 con el agua destilada, para desarrollar con el reactivo Nessler una intensidad de coloración igual á la de la solución qne se dosifica.

Se hace el ensayo comparativo, con una porción nueva de 50 (cm)3 de agua amo­niacal, añadiendo, de cuándo en cuándo, 2 del reactivo Nessler al contenido de cada tubo. Se comienza de nuevo la operación, variando la cantidad de la solución de cloruro a m ó ­nico graduada, hasta que en uno de los ensayos resulte el tipo de color igual al de la solución amoniacal que se dosifica.

El número de décimas de cent ímetro de este licor de clorhidrato graduado, que se han agregado, dá en céntimos de miligramo el peso del amoniaco contenido en los 50 (cm)3 del agua amoniacal que se ensaya, y no debe exceder de 1 (cm)3, por que á mayor riqueza en amoniaco corresponde un matiz demasiado intenso, para que pueda apreciarse fácilmente Por esto, cuando la solución amoniacal que se dosifica exceda de esta canti­dad, hay que diluirla en un volumen suficiente, para disminuir su riqueza.

Conocido el peso del amoniaco contenido en 50 (cm.)3 del agua amoniacal, basta m u l ­tiplicarle por la relación del volumen total á 50 (cm)3, y luego por IO, para tener la cantidad de amoniaco correspondiente á uno de los dos grupos de productos azoados contenidos en un l i tro del alcohol ó el aguardiente que se analiza.

Ejemplo.— El volumen del agua amoniacal recogido en la primera destilación es 2 5 ü ( c m . ) 3 y ^o (cm.)3 de esta solución ensayados con el reactivo Nessler desarrollan una intensidad de coloración, que se considera correspondiente á la que producir ían 50 (cm.) 3 de la solución graduada de clorhidrato de amoniaco.

Se vierten 5 (cm.)3 del licor de clorhidrato en uno de los tubos de ensayo graduados y se adiciona agua destilada hasta la señal del aforo de los 50 (cm.)3; por separado, se vierten otros 50 del agua amoniacal en un segundo tubo de ensayo y se añaden al mismo tiempo 2 del reactivo Nessler, á cada una de las dos soluciones.

Si la intensidad de la solución amoniacal tipo es muy débil, se repite de nuevo la operación con 0,6 de clorhidrato amónico graduado; y si, apesar de esto, no aumenta, se repite otra vez con 0,7 (cm )3 del cloridrato graduado, y ya las dos intensidades resultan ¡guales.

El peso del amoniaco correspondiente al salino y á los amidos contenidos en un l i t ro del alcohol que se analiza será:

250 0,70.001 10=0,0035 gr.

El amoniaco correspondiente á las bases pirídicas y los demás alcalóides se dosifica del mismo modo.

Observaciones.—Esta dosificación no ofrece dificultad ninguna, cuando se trata de un

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LA FARMACIA MODERNA 203

alcohol que no contenga extracto, como sucede con los industriales; pero no ocurre lo mismo cuando se ensaya un aguardiente, que siempre contendrá cierta cantidad de extracto: ocurre entonces que durante la destilación la acción del álcali sobre las sustan­cias azoadas dá lugar á productos húlmicos, y entonces el agua destilada saca ya un olor especial y se colora en amarillo por el reactivo Nessler.

Ha de cuidarse de no atribuir esta coloración á la presencia del amoniaco; la distinción es, además, muy fácil por que el amoniaco se colora ins tan táneamente con el reactivo Nessler, adquiriendo el máx imun de su intensidad en algunos segundos; mientras que por el contrario, la coloración debida á los compuestos volátiles procedentes de la acción del carbonato de sosa sobre las sustancias azucaradas solo se produce después de medio minuto y el matiz que resulta es de un amarillo limón turbio, en vez de amarillo oscuro y limpio.

Resulta que, en este caso, el líquido destilado debe considerarse como totalmente exento de amoniaco, cuando el reactivo Nessler no determina coloración inmediata, y que, en la dosificación del amoniaco, la apreciación de la intensidad del matiz debe hacerse en el primer medio minuto siguiente á la adición del reactivo.

Puede suceder también (siempre con los aguardientes), que durante el tratamiento con el permanganato, cuando el extracto es considerable y , por consecuencia, la reducción del permanganato es grande, el hidrato de sesquióxido de manganeso se agrume después de hervir durante algunos minutos y dé lugar á sobresaltos, que pueden romper el matraz.

Se evita este inconveniente colocando la masa en digestión durante media hora, á una temperatura próxima á la ebullición, hasta que se oxiden completamente las materias orgánicas, dejándolo en reposo y decantando después una porción determinada del líquido, que puede ya someterse sin inconveniente á la ebullición.

Se dosifica el amoniaco en esta porción y el peso que resulte se refiere por el cálculo al que resultaría, si se hubiese operado sobre el volumen total de la masa.

(Se terminará.)

Ifarmjieaiprn fia. S a l e s de E s t r o n c i o . — S u preparación; por MM. fíarthé et Faliéres. Sin perjuicio de la nota que, sobre su reconocimiento y purificación, hemos repro­

ducido en el número 10 de nuestra Revista, traducimos hoy el siguiente método, que sus autores proponen para obtenerlas completamente puras.

Disuelven el sulfuro de estronciana, procedente de la reducción del sulfato, ó el carbonato de estronciana natural (IVitberita) en la cantidad de ácido clorhídrico necesaria, para que quede sin atacar un pequeño lesíduo del carbonato ó el sulfuro.

Por reposo, y subsiguiente decantación, se separa el líquido claro, en el cual, además de las sales de estronciana, barita y cal, se habrá disuelto algo de hierro, a lúmina y magnesia.

El hierro y la a lúmina se precipitarán con un exceso de amoniaco y , separados por filtración, el líquido filtrado se trata por un exceso de ácido sulfúrico: tiene lugar la formación de un abundante precipitado en el que resultan mezclados los sulfatos de es­troncio, bario y calcio: este precipitado se lava repetidas veces, por agitación, reposo y decantación, con agua acidulada al 2 ojo del sulfúrico, terminando las lociones con la destilada.

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204 LA FARMACIA MODERNA

Pasan en estos lavados los indicios de la magnesia, con todo el sulfato de cal y queda ya el precipitado constituido exclusivamente por los sulfates de bario y de estroncio, que se digieren en frío con una solución de los carbonatos de potasa ó amoniaco al i l i o , agitando con frecuencia durante dos días, para decantar después y lavar bien con el agua destilada.

La mezcla de sulfato y carbonatos resultantes se trata por el ácido clorhídrico diluido que disuelve el carbonato de estroncio con indicios del de bario: se decanta el líquido claro y se le deja en reposo durante 24 horas por lo menos, al cabo de las cuales se filtra por papel, previamente lavado con ácido clorhídrico.

A cada l i t ro de esta solución perfectamente clara se agregan 200 gtamos de ácido clorhídrico (0=1^17) y 2 ó 3 gr. del sulfato de estronciana precipitado, que no hay inconveniente contenga sulfato de bario: agitando frecuentemente durante algunas horas, en este líquido ácido se disuelven hasta 2,5 por 1000 de sulfato de entronciana; pero á medida que este sulfato entra en disolución^ la barita vá apoderándose de su ácido sul­fúrico y se forma una cantidad equivalente de cloruro de estroncio. Como el sulfato de estroncio está siempre disuelto en exceso, con relación á la cantidad de barita que se precipita, queda asegurada la completa desaparición de ésta.

Se filtran los líquidos y se trata el residuo salino por tres veces su peso de agua destilada, dejando la solución en reposo durante 24 horas, pasadas las cuales se filtra, para separar el sulfato de estroncio, que está sin disolver, y se deja cristalizar por evapo­ración y enfriamiento.

Los cristales son de cloruro, que solo dan al espectroscopo las rayas característ icas del estroncio. Con este cloruro, químicamente puro, pueden los laboratorios preparar toda la serie de sales del radical.

El método resulta dilatorio, pero según los autores esto no es un inconveniente, puesto que los precipitados bariticos conviene que se separen con lentitud, esperando á que se hayan hecho suficientemente densos por el reposo, para que no escapen á t ravés de los filtros.

Ofrece además la ventaja de que solo se aplica el calor en la ú l t ima cristalización del producto y que no necesitan ser absolutamente puros, las primeras materias, los reactivos, ni importa tampoco que el sulfato de estroncio destinado á separar los úl t imos indicios del bario, contenga algo de sulfato de barita.

El mismo M . Barthe, en otra nota comunicada á la Sociedad de Farmacia de Burdeos, afirma que en las sales de estronciana del comercio es más frecuente la cal que la barita y propone el siguiente, para separar el bromuro de bario que pudiera estar contenido en el de estroncio: Disolver 5 p. del bromuro comercial en 100 de una mezcla de éter y alcohol anhidros; el bromuro de estroncio se disuelve y después del reposo, quedan sepa­rados por filtración los de calcio y bario, que son insoluoles en este menstruo. Empleando solo el alcohol de 95o como menstruo, queda separado el bromuro de bario, pero no el de calcio.

íMíM, Adrián y Bougarel han propuesto recientemente á la Sociedad de terapéut ica un nuevo procedimiento, empleando el sulfato de cal, que es bastante soluble para pre­cipitar la barita al estado de sulfato. Operan del modo siguiente:

Tratan el carbonato ó el hidrato de estronciana del comercio por el ácido nítrico diluido y , después de filtrado, deslíen en el líquido una cantidad suficiente de sulfato de cal precipitado, sosteniendo el contacto con agitación frecuente durante 24 horas. La desapa­rición de la barita se investiga con el bicromato de potasa ó el cromato de estronciana y cuando está ya demostrada, se concentran los l íquidos para hacerlos cristalizar,

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LA FARMACIA MODERNA 205

Se escurren los cristales, para separar las aguas madres, que contienen nitrato de cal; se redisuelven y se hacen cristalizar de nuevo. Después de esta segunda cristaliza­ción puede demostrarse la ausencia de la cal: para ello se separa un poco del nitrato de estronciana y se le trata por el alcohol absoluto, filtrándolo después de muchas horas de contacto: el alcohol no dejará n ingún residuo por evaporación.

Obtenido así el nitrato de estronciana puro, se le transforma sn carbonato, precipi­tándole por el carbonato de sosa, y el producto puede servir para la obtención de todas las demás sales.

RORIV1 U L - A F* J O .

Acido benzoico. —Bálsamo del Canadá ó glicerina. Acido fénico.—i.0 Malvavisco en polvo, 3 gr.; Acido fénico, 2 gr.; Glicerina, o, 25;

2.0 Jabón pulverizado, 1 g . ; Regaliz en polvo, 5 gr ; Acido fénico, 1 gr., 3.a Miga de pan.

tAntipirina.—Goma arábiga en polvo y agua. ^Bálsamo de copaiba.—i.0 Magnesia calcinada, y dejar que actúe la masa un cierto

tiempo; 2.0 Carbonato de magnesia, 3.0 Magnesia calcinada y cera. Bálsamo del Perú—Miga de pan ó cera. Bromuro de alcanfor.—Bálsamo del Canadá 1 por 100, en un mortero calentado. Calomelanos.—Conserva de rosas, ó maná y goma tragacanto. No conviene emplear la

magnesia calcinada. Creosota.—Numerosas son las fórmulas empleadas, cuyo éxito depende de la manipu­

lación; i,0 Jabón pulverizado y cera amarilla; la mezcla con la creosota debe ser auxiliada por medio de agua caliente; 2.0 fosfato de cal y jabón duro; 3.0 miga de pan, 2 por 1; ^ jabón pulverizado 1 p. regaliz pulverizado 5 p. Creosota i p. 5 benjuí pulverizado; Se obtiene una buena masa operando como sigue: mézclase ín t imamente 1 gr. de creosota con 2 gr. de polvo de raiz de regaliz no descortezada, y dejar descansar la mezcla du­rante algunos minutos; y después añadir 3 gotas de agua destilada y hacer la masa.

Esencia de sabina, de clavos, etc.— i.0 Magnesia calcinada y jabón pulverizado: 2.0 fos­fato de cal y jabón; 3.0 jabón y regaliz en polvo.

tAceiie de crotón.—i.* Miga de pan; 2•0 magnesia y jabón. Hidrato de coral. — i." Bálsamo del Canadá 112 por 5; 2.0 jarabe y goma tragacanto

pulverizada; 3.° crémor soluble, goma tragacanto pulverizada y 1 ó 2 gotas de agua. loduro bromuro de potasio y otras sales cristalizadas — i . o Reducidas á polvo fino, con una

pequeña cantidad de polvo de rega'iz, de goma tragacanto pulverizada y una gota de agua. 2.,» goma tragacanto pulverizada; 3.0 conserva de rosas,

ü^itrato de plata,—Azúcar de leche ó maná . La miga de pan no debe emplearse, porque contiene sal común .

Oxalato de cerio—Conserva de rosas. Oxido de iinc.—1.0 Goma tragacanto pulverizada; 2.0 Crémor soluble y agua. .Pif/)ío«a,_ Glicerina y goma tragacanto pulverizada. Fósforo.—Fósforo 0,06. Cloroformo puro 3 gr. Malvavisco pulverizado 5 gr. Goma

pulverizada 1 gr. 30. Glicerina 2 gr. 60. Agua 1 gr . 30. Disuélvase el fósforo en el cloro­formo, introdúzcase el polvo de goma y de malvavisco en un mortero, añádase la solución

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2o6 LA FARMACIA MODERNA

clorofórmica de fósforo, después la glicerina y el agua: se hace !a masa y se divide en loo pildoras.

Tartraio de hierro y potasio. ~ Goma arábiga 40 gr. Azúcar 20 gr. Agua 50 gr. Glicerina 20 gr. Esencia de canela 12 gotas, hágáse un mucílago y con él p repárense las pildoras-

(¿Moníteur de la Pharmacie).

N U E S T R O CONSULTORIO.

3 0 . Algunas horas d e s p u é s de haber preparado una Limonada de citrato de magnesia en condiciones normales, el l í qu ido se ha espesado, v o l v i é n d o s e casi gelatinoso. Es la primera vez que he observado este f e n ó m e n o en m i prác t ica de 15 a ñ o s y deseo conocer la causa de esta a l t e r a c i ó n . M . P.

La alteración más frecuente en las soluciones oficinales de citrato de magnesia es debida á fenómenos de sobresaturación y desdoblamiento, que dan lugar á citratos ácidos solubles y otros básicos que se insolubilizan, depositándose algunos con extructura cristalina. M . Bouvet tiene observado (1887) que este sedimento se redisuelve por la ebullición y no reaparece cuando, después de filtrado en caliente, se conserva en un ma­traz Pasteur ó se repone en frascos bien tapados, y perfectamente al abrigo del aire.

Por esto, aunque «1 citado práctico no lo indica, nosotros creemos que, las más veces, el desdoblamiento del citrato oficinal en las limonadas se determina por la intervención de un microorganismo; y partiendo de esta hipótesis, que nos parece muy probable, la alteración especial que V. nos denuncia pudiera atribuirse al ¿Micrococcus gelatinogenus, observado por Walter Braentigan en las infusiones de digital, alteradas hasta la gelati­nización. El citado autor ha demostrado experimentalmente que bajo la acción directa de este microorganismo, que flota en el aire, se descomponen más ó menos pronto todas las infusiones vegetales edulcoradas; que éstas resultan acidificadas por cantidades míni­mas del láctico y el acético, y que la sacarosa se transforma en azúcar invertido, mas una sustancia gelatinosa, que las espesa ó las gelatiniza del todo.

Y como ha reproducido los mismos fenómenos, prescindiendo de las infusiones vege­tales y cultivando el micrococo en soluciones salinas azucaradas, nos parece que pueden interpretarse del mismo modo las alteraciones de la limonada.

De todos modos, para evitarlas, lo más seguro sérá operar con agua hirviendo, filtrar en caliente y reponer en frascos perfectamente limpios y secos, á cubierto de la acción del aire, en cuanto sea posible.

3 1 . El extracto de quina loja, obtenido s e g ú n la farmacopea e s p a ñ o l a produce siempre enturbiamientos en las pociones. Puede prepararse uno que no ofrezca este inconveniente, sin diferenciarse del oficinal en su c o m p o s i c i ó n ? E, G.

Es inmejorable para toda clase de preparaciones extemporáneas el que resulta siguiendo el procedimiento del Dr. Gorriz y puede V . consultar su folleto Contribución al estudio de los extractos, que con tanta frecuencia, como imparcialidad, venimos recomendando en nuestro consultorio.

3 2 . ¿Cuál es la fó rmula de la Ergoiina de Ivon? E. G . La Ergotina Ivon, según Dorvault, se prepara del modo siguiente: El cornezuelo, privado de su aceite por el sulfuro de carbono y la conveniente expre­

sión, se agota con agua destilada (C. S.), que contenga 2 por 1000 de ácido tar tár ico.

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LA FARMACIA MODERKA. 207

Los líquidos de este agotamiento se calientan, para coagular la albúmina, se filtran y se digieren con cierta porción de carbonato de cal, recién precipitado. Filtrados nueva­mente se evaporan hasta consistencia siruposa, y este primer producto se trata por el alcohol de 90o, separando por filtración el nuevo precipitado que se produce y se separa también por filtración, evaporando después el alcohol al baño maría . El producto se trata nuevamente con agua destilada, en presencia del negro animal y se filtra.

Por cada 100 gramos de cornezuelo que se hayan empleado, se agregan 15 centigra­mos de ácido salicílico y la C. S. de agua destilada, para que resulten i co gramos de solución.

Según el autor, se obtiene un producto que contiene la sustancia obstetricial y he­mostática del cornezuelo. Dujardín Beaumetz dice que empleando esta solución en inyec­ciones hipodérmicas, no sobrevienen nunca los accidentes locales, que determina muchas veces la ergotina oficinal.

3 3 . ¿Cuá l es el medio para qui tar al aguardiente de orujo su sabor propio y la acidez, cuando la tiene?—P. P. A .

Para estudiar y resolver el problema metódicamente puede consultar muchos tratados técnicos, y entre ellos el de la Fabricación de Aguardientes y Alcoholes del Dr. D. Vicente Vera y López.—Madrid, Hijos de Cuesta, Carretas, 9.

En el nuevo Diccionario de Bouant hemos visto indicado el procedimiento siguiente: Diluir el alcohol impuro en suficiente cantidad de agua, para que se insolubilicen los aceites; filtrar por carbón vegetal y rectificar convenientemente. La acidez puede corre -girse por una simple neutralización, con la rectificación subsiguiente.

Nos parecen procedimientos poco ó nada remuneratorios, dado el precio á que se venden los alcoholes industriales; y en todo caso no creemos que deba intentarse esta pequeña industria, sin estudiarla y organizaría en verdaderas condiciones técnicas.

3 4 . ¿ C ó m o se impide el enmohecirniento de una t in ta de escribir, sin emplear la esencia de clavo, n i el subl imado corrosivo? P. P. A .

Son muchas las sustancias antisépticas que se han propuesto y entre ellas hemos visto los ácidos fénico y salicilico, mezclados en proporc ión de 3 á 5 por 100.

3 5 ¿ Q u é procedimiento Ies pareced V V . el mejor para aprovechar el mens­t ruo que se emplea en la p r e p a r a c i ó n de los extractos sulfo-carbónicos? P. M .

El que recomienda el Dr. Gorriz, en las páginas 53 y 54 de su Folleto nos parece el más sencillo de todos; puesto que evita el empleo del refrigerante de Liebig,

3 6 . P r e p a r a c i ó n del cuajo inalterable R. Y ,

Tenemos contestada esta pregunta en la consulta núm. 22, correspondiente al dia 25 de Marzo próximo pasado.

SLJE:L_TO3> Y NOTICIAS-Coleg iac ión , obligatoria.—Modificaciones al'Proyecto de Reglamento. (1) En la sesión celebrada el dia 21 del finado Abr i l , por el Ilustre Colegio de Farmacéur

ticos de Madrid, ha quedado ultimado dicho proyecto de Reglamento, después de discu-

(1) Véase éste en la pág. 24, del núm. 2.

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208 LA FARMACIA MODERNA,

tirse las modificaciones propuestas por los Colegios de Sevilla, Valencia y Granada. La Comisión nombrada al efecto con objeto de que, previo detenido estudio de todas ellas^ propusiese las que desde luego podían ser admitidas sin que resultase desviado de sus verdadero objetivo tan importante trabajo, presentó un informe detallado que se aprobó por unanimidad en la expresada sesión.

El Reglamento, pues, que habrá de presentarse á la superior sanción de los Poderes públicos ha sufrido las siguientes modificaciones:

Articulo 2 ° reformado. E l articulo 2,° decía:

« . . . . , se inscribirán necesariamente todos los que ejerzan la profesión dentro del t e r r i ­torio de cada una de ellas.

También podrán inscribirse los- profesores que no ejerzan.

Artículo 3.0 del primitivo proyecto. (El mismo, con la adición propuesta por el

Colegio de Sevilla, consignada en el nuevo).

Articulo y.0 del primitivo proyecto. Su párrafo 4 o decía así: «En las que no lo

hubiese, recaerá dicha elección indistinta­mente entre todos los de la provincia, que ejerzan también la profesión en oficina propia.

Articulo 2/ antiguo. Los colegiados sobre quienes haya recaído

alguna corrección ó pena, no podrán formar parte de la junta de Gobierno, ni tener voz ni voto en las generales, cuando éstas se hallen constituidas como Jurados de honor.

« se inscribirán necesariamente todos los que ejerzan la profesión dentro del t e r r i ­torio de cada una de ellas, con arreglo á cual, quiera de los tres casos del artículo 4 0 de las Ordenanzas de Farmacia.

También podrán inscribirse los profesores que no ejerzan.

Articulo 3.0 adicionado. Tendrán que colegiarse forzosamente los

farmacéuticos nombrados por las Corpora­ciones ó personas que, por precepto legal, puedan tener oficinas de farmacia, siempre que éstas tengan despacho público.

No se procederá á la visita. etc.

Articulo 7.0 adicionado. Párrafo 4.0—«En las que no lo hubiese,

recaerá dicha elección indistintamente entre todos los de la provincia, que ejerzan también la profesión en oficina propia; pero el Presi­dente, Tesorero y Secretario deberán residir en la capital.

Articulo 21 adicionado. Los colegiados sobre quienes hayan recaído

alguna corrección ó pena no podrán formar parte de la Junta de Gobierno, ni tener voz ni voto en las generales, cuando éstas se hallen constituidas como Jurados de honor. Ínterin no hayan cumplido las penas que le fueren impuestas.

Hasta aquí las modificaciones aceptadas por esta Corporación, la que de muy buen grado habría hecho lo propio con las demás propuestas por los precitados Colegios, si poderosís imas razones de conveniencia para la colectividad farmacéutica y el fundado temor de que por pedir en justicia todo lo que se la debe se malograra lo bien poco, pero extrictament^ necesario, que se demanda de los Poderes públicos, no la hubiese impuesto el sacrificio de buen número de sus ideales. El Colegio de Madrid aspira á fijar, por hoy, este jalón y á marcar con él la ruta que debemos seguir en las sucesivas jornadas de reivindicación profesional.

Pidamos con prudencia, para que pidamos con probabilidades de éxito.

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LA FARMACIA MODERNA 209

E n s e ñ a n z a libre.— Por la Secretaría de la Universidad Central se pone en cono­cimiento de los que deseen obtener validez académica para los estudios libremente hechos, que se admitirán sus instancias desde el día i . 0a l 16 del mes actual, previa exhibición de la cédula personal y pago de los correspondientes derechos.

Por lo que respecta á los alumnos matriculados en la enseñanza oficial que aspiren dar validez á sus estudios como libres, deberán obtener préviamente del Rector la admi ­sión de sus renuncias en aquellas matr ículas .

Para más detalles, consúltese la Gaceta de 19 de Abr i l ú l t imo.

P u b l i c a c i o n e s recibidas.—Los ocho cuadernos primeros del Tratado de Química biológica por Ad. Wurtz, versión española de D. Vicente Peset y Cervera.

La obra constará de unos 14 á 16 cuadernos, y se reciben suscripciones en la librería de D. Pascual Aguilar, en Valencia, al precio de una peseta cada cuaderno.

El ¿Mundo Bacteriológico y La ¿Medicina ¿Moderna, notable publicación que se edita en Michigan (Estados Unidos), siendo su Director Paul Paqu ín .

Nuevos Elementos de Farmacia Práctica por A. Andouard. Hemos recibido el cuaderno 14 de esta importante obra que viene publicando La Invista de ¿Medicina y Cirugía 'Prác­ticas. Suscríbese en la administración de la misma, calle de Preciados, n ú m . 33.

Examen de la purera de los reactivos, pór el Dr. Krauch, traducción española del doctor Mascareñas, Catedrático de Química inorgánica en la Facultad de Ciencias de la U n i ­versidad de Barcelona.—De la bondad de la obra es suficiente garant ía la fama pericial del Dr. C. Krauch y la favorable acogida que ha tenido en el extranjero, y de la fidelidad de la t raducción, el Dr. Mascareñas, que ha mejorado notablemente la edición española, intercalando muchas notas remitidas por el autor, que no existen en la edición alemana.

Expasa y Compañía , Editores.—Barcelona.—5 pesetas en toda España. L'Essai Commercial des Vins et Vinaigres; par |. Dujardín .—Paris .—J. B. Bailliere etf i ls .

— i vo l . de IJIÓ, 368 págs . con 66 figuras en el texto. Colección Legislativa de Baños y ^Aguas minero-medicinales, por D. Carlos Menéndez y

D. Joaquín María Aleixandre, con una carta-prólogo de D. Marcial Taboada. Libro de suma utilidad, puesto que sus autores, con la competencia que todos les

reconocemos, han coleccionado metódica y muy discretamente toda nuestra confusa y dis­persa legislación sobre la materia.—De venta en las principales librerías,

Certamen c i e n t i ñ c o . — E l Colegio de Farmacéuticos de Madrid, cumpliendo pres­cripciones reglamentarias, o torgará un premio de doscientas cincuenta pesetas, en la sesión de aniversario de 21 de Noviembre del corriente año , al autor de la Memoria en que, á juicio del jurado se desarrolle con más lucidez, más suma de datos y mayor carácter de aplicación, el siguiente tema:

IDe los fenoles y sus derivados químicamente considerados, principalmente de los que tienen aplicación terapéutica. Sus preparaciones, medios de investigar su pureza y posologia de los mismos.

A este premio solo podrán aspirar los profesores de farmacia del país, que no sean Colegiales de número de la Corporación.

Las Memorias deberán redactarse en castellano y se presentarán con un lema sin firma y, en sobre aparte, el mismo lema y firma del interesado, antes del 15 de Octubre.

¡ C ó m o abunda l a ma la yerba!—Ejemplo al canto: en una población andalu­za, muy próxima á Cádiz, hállanse instalados nueve farmacéuticos, más ó menos a u t é n ­ticos, sin que esta autenticidad relativa afectase á la bondad de sus relaciones mutuas, pero hed aquí que se le antoja á un conspicuo compañe ro turbar esa especie de idilio,

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2 i o LA FARMACIA MODERNA

profesional y , dicho y hecho, arráncase presentando su correspondiente proposición, vamos, una proposición, que pud ié ramos llamar del «hambre», á cierta Sociedad benéfica, de las muchas que brotan á impulsos de bastardas especulaciones; consigue que sea aceptada y deja planteados el desconcierto y el cisma.

A este propósi to , el digno compañero que nos comunica tan desagradable noticia formula la siguiente pregunta: ¿Hubiérase atrevido á tanto el aludido, si estuviese fun­cionando la coligación oblegiatoria?» Pregunta que el propio profesor se apresura á contes tar, añadiendo: vno, porque el miedo g u á r d a l a viña, y actos como el denunciado recibi­rían su merecido ante un tribunal de honor.»

Conforme de toda conformidad: que á eso tiramos, á efectuar una buena monda de farmacéuticos que no merecen serlo.

Género que resulta averiado debe ser destruido. En evitación de otras averías.

P o r var ia i ,—En anuncio de gran t a m a ñ o y en caractéres del t a m a ñ o también de niños llorones, leemos lo siguiente: «Bálsamo universal preparado por N . N . médico

De fijo que este señor médico, preparador y anunciante de medicamentos, ó lo que sean, con perjuicio notorio de los intereses de los farmacéuticos y deliberado menosprecio de las leyes vigentes, será de esos que suelen estremecerse de santa indignación científica cuando olfatean que se despacha flor de malva sin el regmm exequátur áe su firma pericial.

Pues, como íbamos diciendo, colégiese usted con este y otros aprovechados com­pañeros .

Libera nos Dómine.

Adhes iones á la c o l e g i a c i ó n . — Hemos recibido las de los farmacéuticos del partido de Zafra, Sres. D. Damián Lafuente, D. Justo Martínez Pardo, D. T o m á s Alvarez Polo, D, Manuel Sara, D. Víctor Ramírez , D. T o m á s Delgado, D. León García y D. Fer­nando Sánchez.

También hemos recibido la Exposición que en el propio sentido dirigen al Sr. Ministro de la Gobernación los farmacéuticos de Avila y su partido, y los correspondientes al de Lerma.

Recomendamos á aquellos compañeros nuestros que nos tienen anunciado el envío de documentos análogos , lo efectúen á la brevedad posible,, puesto que, terminada ya la discusión de las adiciones y enmiendas propuestas por los demás Colegios, es llegada ya la oportunidad de tramitar ante los poderes públicos esta nuestra justísima demanda.

U n i ó n Ibero-Americana,—Esta Sociedad, que funciona hace ya siete años , dedicada con gran éxito á fomentar nuestras relaciones en aquel continente, ha dispuesto con motivo del próximo Centenario, una nueva instalación en la casa que ocupa, la cual ofrece con sumo gusto á nuestros hermanos de América , que se dignen honrarla con su visita en dicha fecha. Serán recibidos con las atenciones debidas y podrán utilizar la sala de lectura y biblioteca, que cuenta con interesantes periódicos, revistas y obras de todas clases.

Así nos lo participa el delegado ejecutivo, Sr. D. Protasio G. Solis, a quien complacemos muy gustosos publicando la noticia.

Domicilio social, Madrid, calle de Alcalá, n ú m . 65, i .0—Apartado de Correos: n ú ­mero 172.—Dirección Telegráfica: Iberoamer.

Congreso f a i m a c é u t i c o . La Sociedad farmacéutica americana ha resuelto cele­brar el 7.0 Congreso internacional farmacéutico, durante las fiestas que t e n d r á n lugar en la Exposición de Chicago, en el próximo año de 1893.

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LA FARMACIA MODERNA 211

A l etecto, el Presidente invita á todas las asociaciones farmacéuticas y á todos los pro­fesores de farmacia á que le remitan sus adhesiones; y en Circular fecha 20 de Marzo, advierte que en una reunión próxima se determinará el programa de aquella Asamblea científico profesional.

E s t o matando á acjfuéÜQ.—Vinieron las Sociedades de á perro chico, centros mercantiles con vivos de beneficencia y alto espíritu de filantropía, en los que han logrado tener una verdadera caja de ahorros ciertos caballeros, y esas Sociedades perturbaron, deshicieron y mataron finalmente la farmacia clásica. Pero como todo lo instable se cae, comienzan á sentirse empujadas por otra fuerza disolvente, cuyas primeras manifestacio -nes nos son conocidas ya.

En buena hora, pues, acordóse el fisco de l l a m a r á capítulo á esas mismas Sociedades, para que tributen como lo hacen centros análogos de contratación y explotación. En bue­na hora, sí, cuando están heridas de muerte, cuando se las viene encima enorme ola que ha de barrerlas, cuando las agudezas del hambre, las agudezas del hambre, sí, acaban de demostrar que huelgan, y que^am hacer el bien basta y sobra E l Nuevj Trogreso.

Que es lo que vamos á demostrar en el suelto siguiente.

E l Nuevo Progreso,—Este es el t í tulo del nuevo periódico que se publica en Madrid, y cuyo primer número llegó á nosotros con la funesta celeridad con que llegan siempre las malas noticias. En dicho periódico y en lugar preferente del mismo, esto es, en el que debía estamparse su programa político-social financiero, encontramos un «Im­portante», que desde luego nos olió á queso y que, en efecto, á queso olía. Como que es todo un reclamo de fin de siglo, no ciertamente por su originalidad, puesto que así suelen vocear su mercancía los tratantes en chocolate sin cacao, sino por la cola que trae y la que probablemente le crecerá.

Dice así: «Todo smcriptor y anunciante tendrá derecho, así como sm familias, por el ínfimo ptecio de la suscripción, Á ASISTENCIA FACULTATIVA GRATUÍTA Á SURTIRSE DE MEDICAMENTOS en determinadas farmacias, AL MISMO PRECIO Q.UE EN LAS MILITARES, bastando para esto la presentación del último recibo.»

«Servicio médico farmacéutico de E l Nuevo Progreso,—¿Doctores? D. Enrique Puigmal y D. Ricardo Gaudioso.—Farmacias. —CALLE DE LA ABADA, NÚM. 22.»

¿Conque otra vez la farmacia de la calle de la Abada? ¿Conque otra vez en escena uno de los autores de la Tarifa que lleva como escudo el ilustre nombre del Colegio de Farmacéuticos? Y preguntamos nosotros, ¿cómo no se le ocurrió al Sr. Sánchez hacer todo esto cuando importunaba á la citada corporación, para que le autorizase á efectuar la segunda tirada de la expresada tarifa?.

Vaya, que sarcasmo mayor no pudo presumirse. ¡El autor de la t a r i h anunciando otra vez la venta de medicamentos á precio de baratillo en liquidación! Valiente jurisprudencia económico-profesional, la que se nos trae el antiguo vicepresidente del Colegio.

Después de todo, si el ejemplo es perniciosísimo, por los deplorables precedentes que sienta, tenemos la convicción de que n i el periódico que á tan desdichada empresa se consagra, ni el farmacéutico que le presta sus servicios, echarán coche con los beneficios que obtengan. Bien pudiera ser al contrario, que resulte condenado en costas, porque ¿cómo dejar impunes actos de esta naturaleza?

Resultado; que el nuevo negocio, no prosperará, y que las Sociedades benéficas ya saben por dónde se les va á llover la casa,

Perfectamente: dos pájaros muertos de una sola pedrada

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2 í 2 LA FARMACIA MODERNA.

L a zorra ¿ g u a r d i á n de g a l l i n a s ? —justificaremos el epígrafe de este suelto con el relato de lo que acontece en Sevilla.

Cuatro años de gestiones sin n ú m e r o y de desembolsos costó al Colegio de farmacéu­ticos de Sevilla lograr la clausura de un bot iquín anón imo . Pues bien, aquel tenaz empeño de la respetable corporación y aquel éxito debido á su saludable esfuerzo, hanse malogrado por obra y gracia tan solo de quien más debiera velar por los derechos é intereses de la clase, por uno de los subdelegados de aquella capital, puesto que, fundán­dose en que dicho botiquín tiene ya un farmacéutico autorizado, ha decretado su apertura.

Escusado es decir que el Colegio ha reanudado su campaña contra el intruso y sus protectores y que no cederá, mientras no se restablezca el imperio de la ley.

Cuente, pues, aquel profesorado con nuestro modesto concurso, para esta como para todas las contrariedades que le sobrevengan.

Jubileo profesional.—Ya están designados y elegidos los que han de actuar en la distribución de cuotas contributivas para el próximo año económico.

Síndicos: D. José Úbeda, D. Manuel Rodríguez Hernández y 'D.~ Rafael Vara de Castillo.

Repartidores: D. Francisco Villanueva, D. Celso Monreal, D, Epifanio Murua, D. Fran­cisco Iñiguez, D. Carlos Guijarro, D. Benigno Castro, D.Jul ián Pérez, D. Eduardo Blanco y Raso, D. Francisco Mandes y D. Juan Bonald.

«Morituri vos sulutant,

Vit icu l turaj V i n i c u l t u r a , E s t u d i o y Reconocimiento de Vinos.— Agradeceremos mucho á todos los autores españoles que tengan publicado algún trabajo sobre cualquiera de estas materias, nos remitan á la mayor brevedad un prospecto de la edición.

El objeto es completar la sección bibliográfica del Tratado de la V id y de los Vinos de Mr. Viard, cuya tirada estamos ultimando.

Nuestra t raducc ión .—La que estamos editando del TRATADO DE LA VID Y DE LOS VINOS DE M. EMILE VIARD, ha sufrido un pequeño retraso en su tirada, por la dificultosa composición de los numerosos cuadros que figuran en su úl t ima parte; pero contamos con la seguridad de repartir el 2 . ° y ú l t imo tomo en todo el corriente Mayo, según prometemos en el anuncio correspondiente.

Donat ivos . —La. Junta de Defensa ha recibido los siguientes: Suma anterior, pesetas 36,50

D, Claudio Elvira, Villalba del Alcor » 9 » Ireneo Molins » 5,50 » José M.a Martí , Puigcerdá.. » 10 » J u a n Baltanás, Haro. . . » 5 » Ramón Aguirre, » » 5 » Julián Medina, » » 5 » Eugenio Mazon, » » 5

TOTAL. . . . » 81,00 Continúan recibiéndose fondos, con el objeto que ya conocen nuestros compañeros ,

en la Dirección de esta Revista y en casa del SF. Tesorero de la Junta, D. Manuel Bene­dicto, San Bernardo, 41 .

Cl ín ica de las enfermedades de la garganta, nariz y oídos por el médico especialista Sr. Gallego. Consulta: de 10 á 12 y de 3 á 5. Hortaleza, n ú m . 40, Madrid.

Valladolid: Establecimiento tipográfico de HIJOS DE J . PASTOK.