a foreigner in britain

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INTRODUCCIÓN “Bretaña es un lugar divertido,” dije yo. “¿Qué quieres decir con divertido?” preguntó Mark. Yo estaba sentado en una mesa en una terraza de un bar en Madrid con mi amigo Mark, que era de Inglaterra. Ambos bebíamos bebidas frescas y comíamos tapas y hablando de los paises. “Bien, es... diferente,” dije. “Hay muchos contrastes y contradicciones sobre Bretaña. La gente, por ejemplo. Algunas veces son fríos y distantes. Cuando se sientan en los autobuses o los trenes, especialmente en el metro, no suelen mirar ni hablar con nadie. Pero les gusta viajar a distintos paises y conocer gente diferente. Otra cosa es su apariencia. He visto mucha gente con el pelo rojo o azul y algunas de sus ropas son, bien, extrañas.” “Estás generalizando,” dijo Mark. “No toda la gente británica es reservada y no todos los jóvenes británicos tienen el pelo rojo o azul. Y ¿estás hablando de la gente británica o inglesa? Por que no todos somos ingleses, ya sabes. Se le llama Bretaña por una razón. Incluye los escoceses y los galos.” “Sí, lo sé, y sé que estoy generalizando. Pero he visto algunas cosas extrañas en Escocia y Gales también,” expliqué. “Antonio ¿qué estás intentando decir?” preguntó Mark con una sonrisa. “Estoy intentado decir que creo que Bretaña es un lugar fascinante. Creo que los ingleses, escoceses y galeses son gente fascinante y que Bretaña tiene una maravillosa cultura e historia. Cada vez que voy allí, algo me sorprende.” “Bien, dijiste que querías ser escritor. Tal vez deberías escribir sobre Bretaña,” se rió Mark. “Sí, debería. Es una buena idea,” contesté. Mi nombre es Antonio y soy español, pero mi padre es americano y hemos pasado mucho tiempo en Estados Unidos cuando era joven. Acabo de terminar la universidad. Estudié inglés y periodismo en Salamanca. La universidad de Salamanca es probablemente la universidad más popular de las universidades españolas entre los estudiantes extranjeros. Algunas veces había tanta gente de Bretaña a mi alrededor que casi olvidaba que estaba en España. Hice algunos buenos amigos británicos que estaban estudiando en Salamanca y me encanta ir a visitarlos a Bretaña. Así que, cuando Mark dijo que debería escribir sobre mis experiencias, lo hice. Escribí sobre mis primeras impresiones, el país, la gente, la cultura, la comida, y por supuesto, el clima. Aquí está el libro – espero que te divierta. CAPÍTULO 1: “LONDRES TRADICIONAL” Me encanta visitar Londres. Es una de las ciudades más excitantes del mundo. Hay algo para todo el mundo – una historia rica, museos maravillosos, grandes teatros, música innovadora y una increíble variedad histórica de comida étnica. Recientemente visité Londres por Año Nuevo con Pablo, un amigo mío español. Él nunca había estado allí antes. Al final de nuestro primer día, fuimos a un pub. Como muchos pubs en Bretaña, tenía una atmósfera muy relajada. Había sillas cómodas, una alfombra en el suelo, y las luces no eran 1

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Page 1: A Foreigner in Britain

INTRODUCCIÓN

“Bretaña es un lugar divertido,” dije yo.“¿Qué quieres decir con divertido?” preguntó Mark.Yo estaba sentado en una mesa en una terraza de un bar en Madrid con mi amigo

Mark, que era de Inglaterra. Ambos bebíamos bebidas frescas y comíamos tapas y hablando de los paises. “Bien, es... diferente,” dije. “Hay muchos contrastes y contradicciones sobre Bretaña. La gente, por ejemplo. Algunas veces son fríos y distantes. Cuando se sientan en los autobuses o los trenes, especialmente en el metro, no suelen mirar ni hablar con nadie. Pero les gusta viajar a distintos paises y conocer gente diferente. Otra cosa es su apariencia. He visto mucha gente con el pelo rojo o azul y algunas de sus ropas son, bien, extrañas.”

“Estás generalizando,” dijo Mark. “No toda la gente británica es reservada y no todos los jóvenes británicos tienen el pelo rojo o azul. Y ¿estás hablando de la gente británica o inglesa? Por que no todos somos ingleses, ya sabes. Se le llama Bretaña por una razón. Incluye los escoceses y los galos.”

“Sí, lo sé, y sé que estoy generalizando. Pero he visto algunas cosas extrañas en Escocia y Gales también,” expliqué.

“Antonio ¿qué estás intentando decir?” preguntó Mark con una sonrisa.“Estoy intentado decir que creo que Bretaña es un lugar fascinante. Creo que los

ingleses, escoceses y galeses son gente fascinante y que Bretaña tiene una maravillosa cultura e historia. Cada vez que voy allí, algo me sorprende.”

“Bien, dijiste que querías ser escritor. Tal vez deberías escribir sobre Bretaña,” se rió Mark.

“Sí, debería. Es una buena idea,” contesté.

Mi nombre es Antonio y soy español, pero mi padre es americano y hemos pasado mucho tiempo en Estados Unidos cuando era joven. Acabo de terminar la universidad. Estudié inglés y periodismo en Salamanca. La universidad de Salamanca es probablemente la universidad más popular de las universidades españolas entre los estudiantes extranjeros. Algunas veces había tanta gente de Bretaña a mi alrededor que casi olvidaba que estaba en España. Hice algunos buenos amigos británicos que estaban estudiando en Salamanca y me encanta ir a visitarlos a Bretaña. Así que, cuando Mark dijo que debería escribir sobre mis experiencias, lo hice. Escribí sobre mis primeras impresiones, el país, la gente, la cultura, la comida, y por supuesto, el clima. Aquí está el libro – espero que te divierta.

CAPÍTULO 1: “LONDRES TRADICIONAL”

Me encanta visitar Londres. Es una de las ciudades más excitantes del mundo. Hay algo para todo el mundo – una historia rica, museos maravillosos, grandes teatros, música innovadora y una increíble variedad histórica de comida étnica.

Recientemente visité Londres por Año Nuevo con Pablo, un amigo mío español. Él nunca había estado allí antes. Al final de nuestro primer día, fuimos a un pub. Como muchos pubs en Bretaña, tenía una atmósfera muy relajada. Había sillas cómodas, una alfombra en el suelo, y las luces no eran muy brillantes. Como en la mayoría de los pubs británicos, también tenía enormes selecciones de cervezas, que suelen servirse en vasos de ½ litro.

Nos pedimos un par de pintas de cerveza y nos sentamos a hablar. Nuestra conversación pronto fue interrumpida por el camarero.

“Perdonen, caballeros,” dijo, “Cerramos en 20 minutos. ¿Les traigo algo más?”Pedí dos pintas más y le prometí al camarero que terminaríamos antes de la hora de

cerrar.“Está bromeando, ¿no? Solamente son las 10.40,” exclamó Pablo, cuando el

camarero fue a la barra para coger las pintas.“No,” me reí. “Eso es lo que ocurre aquí.”“Entonces terminemos nuestra cerveza rápidamente y busquemos otro pub que no

cierre tan temprano”dijo Pablo.“No entiendes. La mayoría de los pubs en Bretaña cierran a la misma hora – 11.00

pm.”“Eso es de locos,” exclamó Pablo. “Hay pubs en España que no abren hasta las

11.00”1

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“Bien, tal vez esa es la razón de porque la gente británica bebe tan deprisa,” dije yo.Cuando salíamos del pub, le pregunté a Pablo cuál era su primera impresión de

Londres. Su sorpresa me sorprendió.“Creo que es una ciudad tradicional,” dijo él. “Los edificios, el estilo de vida – incluso

a la hora que cierran los pubs.”Nunca había pensado en eso antes. Él tenía razón. Londres es una ciudad muy

moderna y cosmopolita, pero también muy tradicional.“Bien, Pablo, mañana te llevaré a lo que yo creo es la Bretaña más distinguida

tradicionalmente – el té de tarde.”“Pero los británicos beben té todo el tiempo. ¿Por qué beber té por la tarde es están

distinguido?” preguntó Pablo.“Verás el por que´mañana,” dije yo. “Confía en mí.”A la tarde siguiente, llevé a Pablo a un buen hotel en el centro de Londres. Nos

sentamos en una mesa en un salón bonito disfrutando del té y de la atmósfera. Todo el mundo de la sala del té estaba vestida muy bonita.

“Todo es tan refinado,” exclamó de repente Pablo.“Sí ¿verdad?”, contesté sonriendo.La sala de té estaba llena de gente sentada en mesas, bebiendo té y hablando

tranquilamente. Mucha de las personas comían pequeños sandwiches de pepinillos, pasteles y scones. Los scones son una especie de pan dulce que se come con jamón y crema. A mi no me gusta la crema, así que me los como con jamón.

“Es difícil creer que esté en la ciudad más grande de Europa al final del siglo XX,” dijo Pablo. “parece como si estuviera en una de esas viejas películas británicas.”

El día de Año Nuevo, Pablo y yo fuimos a Trafalgar Square, que es el lugar tradicional para celebrar el Año Nuevo en Londres. Es uan zona enorme cerca del Big Ben, el reloj mundialmente famoso y había más de 20000 personas en la plaza. Casi todo el mundo llevaba puesto sombreros graciosos y había una atmósfera festiva. Finalmente llegó la media noche y esperamos a oir las campanas del Big Ben anunciar el Año Nuevo. La cuenta atrás empezó. “10, 9, 8... 3, 2, De repente la gente empezó a gritar. “Feliz Año Nuevo” No pudimos oir las campanas porque había mucho ruido. Un hombre se volvio para desearnos un feliz año nuevo y vio que parecíamos decepcionados.

“¿Qué ocurre?” preguntó él. “Es año nuevo. Es tiempo de divertirse.”“No oí las campanas,” contesté. “pensaba que la gente venía aquí para oír las

campanas del Big Ben a media noche.”El hombre sonrió y dijo, “He estado aquí muchas veces el día de Año nuevo y nunca

las he oído. Aquí hay demasiada gente. Tú necesitas estar más cerca del Big Ben para oir las campanas.”

Pablo y yo estábamos completamente confundidos. “Entonces, ¿por qué venís aquí?” preguntó Pablo.

El hombre no dudó. “Porque es tradición, tío,” dijo él.Una de las tradiciones más grandes de Londres es producir algunos de los mejores

teatros del mundo. No creo que la visita a Londres esté completa sin ir al teatro. Hay 52 teatros en West End, el distrito teatral de Londres. Yo intento ir al teatro al menos una vez cuando visito Londres. Mi experiencia teatral más memoriable en Londres fue hace dos años y no fue en West End. Fue en un área llamada Southwark en la orilla sur del río Thames, en el teatro Globe.

En el original teatro Globe fue donde la mayoría de las obras de Shakespeare fueron representadas por primera vez. Fue construido en 1599 pero desafortunadamente, se incendió a mediados del siglo XVII y fue destruido otra vez 30 años más tarde. El nuevo teatro Globe fue terminado haces unos cuantos años, solamente 300 años más tarde.

Tuve une época fantástica en el Globe. Yo había estudiado Shakespeare en la universidad y estaba nervioso por ver una de sus obras en el teatro donde originalmente fue representada. El Globe tiene forma de una “O” y las obras únicamente son representadas durante los meses cálidos desde mayo hasta mediados de septiembre porque no hay tejado sobre el centro del edificio. Si llueve, te mojas – y llueve mucho en Londres. Fui en agosto y llovió antes y después de la representación, pero afortunadamente no durante. El teatro tiene asientos para 1000 personas y otras 500 pueden estar de pie en el centro de la “O”. La gente que se queda de pie son llamados “los del gallinero”.

Yo compré una entrada del gallinero para el espectáculo de la tarde. Casi todo el mundo llevaba un paraguas y el suelo estaba mojado y embarrado por la lluvia. Tenía bastante frío al principio de la obra, pero pronto me olvidé de eso porque lo estaba pasando muy bien. Los actores hicieron algunas de sus entradas y salidas abriéndose paso entre el

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público. Casi me caigo al barro cuando uno de los actores me empujó pues estaba nervioso. Afortunadamente, un hombre joven de detrás de mí me cogió.

Me aproveché de 5 minutos de descanso entre los actos para agradecérselo. Su nombre era Mike y era un diseñador de iluminación del teatro en el West End.

“Esto es increíble,” dije. “Excepto por el hecho de que todo el mundo viste ropa moderna, me siento como si estuviera de vuelta a principios de 1600.”

“Bien, hay unas cuantas diferencias más,” dijo Mike.“¿De verdad? ¿Cuáles son?”“Bien, una diferencia es que hoy las mujeres representan papeles femeninos,”

explicó Mike. “A las mujeres no se les permitía ser actrices en la época de Shakespeare. Los papeles femeninos eran representados por chicos adolescentes.”

“Sí, lo sé. Debo admitir que prefiero ver mujeres reales en el escenario,” dije.“Yo también, tío,” dijo Mike.“¿Cuáles son las otras diferencias?”“Probablemente la diferencia más grande entre la época de Shakespeare y ahora es

que en el “gallinero” se comía, bebía y hablaba durante la representación.”“Pero entonces estarían demasiado distraídos para ver la obra, ¿no?” pregunté.“Créeme prestaban atención,” me aseguró Mike. “y el prueba del hecho, si a ellos no

les gustaba los actores de la obra, le gritaban e incluso le tiraban comida.”“Es una tontería que el público moderno sean mucho más educado. Sería divertido

sentirse como un auténtico del “gallinero” de la época de Shakesperare.”“Escucha, he venido muchas veces al teatro Globe,” dijo Mike. “El público es más

educado, pero he visto cosas ocurridas aquí.”Antes de que pudiera preguntarle que me diera algunos ejemplos más, el siguiente

acto empezó y ambos empezamos a ver el acto. Alrededor de 10 minutos más tarde, Mike susurró a mi oido. “¿Quieres ver algo extraño?”

“Por supuesto,” contesté.“Entonces mira a tu derecha.”Casualmente miré a mi derecha y fui sorprendido por lo que ví. Había una chica de

pie a unos metros de mí dándole de comer a un pequeño perro que tenía debajo del brazo. Definitivamente era la primera y única vez que veía un perro en el público en el teatro.

Mike y yo fuimos a tomar un café juntos después de la representación. Me dijo que podía conseguirme entradas gratis para el teatro siempre que visitara Londres. Es una buena persona para conocer.

CAPÍTULO 2: “LONDRES COSMOPOLITA”

La diversidad étnica de Londres la hace una ciudad muy especial. Gente de casi todas las partes del mundo vive aquí. Esto era para Pablo obvio y yo cuando cogimos el metro desde el aeropuerto al centro de la ciudad. Gente de todas las nacionalidades viajaban en el tren y era bonito ver todo el mundo parecía acostumbrado a la gran variedad de razas y religiones de la ciudad. Estábamos fascinados por una mujer ortodoxa musulmana que estaba sentada delante nuestra. Solamente sus ojos estaban descubiertos y no pudimos dejar de mirarla porque era la primera vez que habíamos visto una mujer vestida de esa forma. Nadie más le prestaba atención.

Si eres una persona que te gusta comer los distintos tipos de comida, Londres es el lugar para ir. Yo he tomado comida de diferentes partes del mundo aquí y la mayoría de ella ha estado excelente. La comida india es especialmente popular.

Cuando volvimos a nuestro hotel por la tarde de nuestro segundo día en Londres, le pedí a la recepcionista que nos recomendara algunos restaurantes buenos por la zona. Ella dijo que había un buen restaurante italiano cerca del hotel. Pablo agitó su cabeza. “No. Quiero comer algo que sea típicamente británico,” dijo él.

La señora se rió. “No entiendes. La comida india es típicamente británica.”“Oh, ya veo,” contestó Pablo. Cuando no subimos en el ascensor, me miró y dijo

sorprendido, “Tal vez Londres no sea tan tradicional como yo pensaba.” Me reí y decidí llevarlo a lugares que mostraran la diversidad étnica de Londres, como Chinatown.

La Chinatown de Londres está en medio del distrito teatral y es maravilloso cruzar una calle y entrar en una cultura totalmente diferente. Había un montón de restaurantes excelentes allí, lo mismo que supermercados asiáticos. Nos gustó especialmente caminar por los mercados de fruta chinos.

“Mira esto,” exclamó Pablo.“Mira ¿qué?” pregunté.

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“Esta fruta,” dijo, “Nunca antes he visto esta fruta. Es tan exótica.”“Hay muchas cosas exóticas en Londres, si sabes donde buscar,” le dije.“¿Cómo qué?”“Bien Londres tiene un carnaval caribeño. Es un gran carnaval anual y tiene lugar el

último fin de semana de agosto, en una zona de Londres llamada Notting Hill. Mi amigo Mike me llevó al carnaval un par de semanas después de que lo conociera en el Globe,” le expliqué.

“Eso suena interesante. ¿Qué ocurre durante el carnaval?” preguntó Pablo.“Bien, Notting Hill tiene una gran población del oeste de la India y miles de personas

van al carnaval a comer comida West Indian y bailan música caribeña. Mike y yo anduvimos por las calles y había mucha gente de todas las culturas celebrándolo juntos. En un punto, cerré mis ojos y sentí como si estuviera en el Caribe en lugar de Londres. Estaba rodeado de acento, música y olor de West London.”

“Suena fantástico,” exclamó Pablo.“Era... oh, y recuerdo otra cosa interesante que ocurrió esa tarde,” le dije.“¿Qué fue?,” preguntó.“Bien, en el carnaval, fuimos al apartamento de Mike en uno de los famosos taxis

negros de Londres. Después de unos minutos, el conductor empezó a hablarnos. Él hablaba inglés pero no podía entenderlo. Estaba usando un argot rítmico del este de Londres.”

“¿Qué es eso?” interrumpió Pablo.“Afortunadamente, Mike me lo explicó. Me dijo que el conductor era Cockney y los

Cockneys son tradicionalmente del este de Londres. Tienen una forma muy rara de hablar, llamada Cockney rhyming slang. Por ejemplo, “Cuando mi amigo me llamó “perro y hueso” (teléfono) anoche, bajé “manzanas y peras,” (escaleras) para contestarle.”

“Eso es increíble,” exclamó Pablo. “Londres está llena de sorpresas.”

CAPÍTULO 3: “YORK”

Cuando visitas un lugar o un país solo, creo que ves más. Tú ves y observas más cercanamente porque no te distraes con la gente con la que estás. Algunas veces puede ser solitario, pero la mayoría del tiempo experimentas más, conoces más gente y haces nuevos amigos – como el fin de semana que estuve en York.

No conocía a nadie en York, pero verdaderamente quería ir allí. Está tan solo a dos horas en tren de Londres, así que cuando Pablo fue a casa después del día de año nuevo, decidí ir a York por mi mismo durante el fin de semana. El viernes por la tarde, fui en el metro (es el lugar más poblado del planeta un viernes por la tarde) a la estación de tren de King´s Cross y compré mi billete de vuelta. En el tren, saqué mi guía y encontré la zona de York. Quería leer más información sobre esta famosa e histórica ciudad otra vez antes de llegar.

El libro decía que el rey George VI (el padre de presente reina, la reina Elizabeth) una vez dijo que la historia de York era la historia de Inglaterra. Los romanos estuvieron en York, como estuvieron los sajones y los normandos, pero yo iba a Londres porque los vikingos habían estado allí. Aún tenía en mi cabeza los dibujos que yo solía ver cuando era un niño. Imágines de los invasores vikingos, que eran feroces y fuertes con grandes barbas y cuernos en los cascos. La verdadera historia de los vikingos era algunas veces violenta y terrible, pero también pienso que estos hombres eran valientes para ir al mar en sus grandes botes hace más de 1000 años, para buscar nuevas tierras y aventuras. Mi guía decía que los vikingos construyeron la ciudad que llamaron “Jorvik” o York, como se llama hoy. Estuvieron en York durante casi 100 años después de eso, desde 866 después de Cristo hasta 954.

Encontré en mi guía una página de los museos en York. Decía, “el centro vikingo de York es único. Los arqueologistas encontraron parte de la ciudad de los vikingos preservada en barro debajo de la moderna ciudad. Los expertos han recreado las vistas, sonidos e incluso los olores de Jorvik en 948 después de Cristo.

La señora mayor que estaba sentada a mi lado en el tren miraba mi libro.“¿Has estado en York antes?” preguntó ella.“No, esta es mi primera visita. Realmente lo estoy deseando.” Le dije.“Bien, creo que te gustaré. Recuerdo cuando fui con mis hijas. Tenían alrededor de

14 y 17 años en esa época. Mi hija mayor estaba aprendiendo de York en sus clases de historia. Fuimos a York Minster, la famosa catedral, subimos a lo más alto de la torre y después anduvimos por las murallas de la ciudad. Recuerdo que mi hija menor le encantó Jorvik Viking Centre, especialmente los aseos.”

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“¿Qué quieres decir con “los aseos”?”“Ya verás,” sonrió ella. “No quiero arruinar tu sorpresa,”“¿Vives ahora en York?” le pregunté.“No. Voy ocasionalmente allí a visitar a una vieja amiga del colegio,” contestó.

“Barbara y yo hemos sido amigas desde 1950. tiene una pequeña casa de invitados en el centro de la ciudad que la tiene desde los últimos 20 años.”

“Qué es una casa de invitados?”“Es una clase de hotel. Algunas veces se le llama B&B – bed and breakfast. Tiene 4

dormitorios y desayuno guisado para la gente que se queda allí. ¿Estás buscando algún lugar donde quedarte?”

“Sí, pero no tengo mucho dinero para gastarme,” le dije.“Creo que es bastante barato,” dijo ella. “Te escribiré el número de teléfono y

puedes llamarla desde la estación.”Encontré un trozo de papel y un boli y ella escribió:

Barbara GreenThe Green Guest House31, Bewlay St.7682135 tfno.

Fui afortunado por encontrarme a esa señora en el tren. La Green Guest House era barata y Mrs Green era muy amable. Cogí una habitación y era como estar con mi propia abuela. A las 8 a la mañana siguiente, me cocinó un tradicional desayuno inglés con beicon, salchichas, huevos fritos, tomates, champiñones y tostadas. Era enorme, pero para una fría mañana de enero era perfecto. La suerte es que la mayoría de la gente británica solamente toman este enorme desayuno ocasionalmente. Si no, estarían todos gordos – y llegarían tarde al trabajo. Después de desayunar, me dio un mapa de la ciudad y me enseñó como llegar al Jorvik Viking Centre. Decidí ir allí más tarde por la mañana.

Compré mi entrada en la puerta y después los vikingos (actores, por supuesto) nos cogió a un grupo de nosotros escaleras abajo hacia su ciudad. Caminamos hacia abajo, profundo debajo del suelo, al nivel de las calles de York como eran en 948 después de Cristo, antes de que fueran ent enterradas debajo de todas esas capas de los siguientes 1000 años. Nos subimos en un pequeño tren, que nos devolvió al tiempo, cada vez más cercano al mundo de los vikingos en York. Viajamos por un pasillo, pasamos modelos de personas de 1960. Lo siguiente, vimos modelos de soldados de la 2ª Guerra Mundial en 1939-1945 y después la 1ª Guerra Mundial en 1914-1918. después de eso, vimos modelos de la gente desde 1800, 1600... cada vez más lejano hacia el pasado. Finalmente, llegamos a Coppergate Market en octubre, en el 948 después de Cristo. Había las viejas calles y escenas con modelos, y había una banda sonora de gente gritando, riendo y hablando. Nuestro pequeño tren se paró y vimos animales, la gente del mercado y niños jugando. Incluso había un extraño olor. No puedo describir era... diferente, un olor de otro tiempo.

Después del mercado, fuimos colina abajo y pasamos un río, donde había un bote y dos pescadores. Los pescadores estaban sentados en el banco de al lado a su bote y le estaban contando a un niño vikingo sus aventuras. Él estaba sentado en el suelo y estaba claramente fascinado por sus historias.

“Te cuento, Toki, hemos tenido un mar embravecido durante los últimos días. Ivar casi se ahoga,” dijo uno de los pescadores, que estaba sosteniendo una red.

“Eso no es verdad. Tan solo estaba intentando ver el pescado en el agua,” dijo el otro pescador, riendo.

“Estaba Ivar, con su cabeza debajo del agua. Tiramos de él dentro del bote por sus botas,” exclamó el primer hombre.

“¿Te conté sobre aquella vez...?”Nuestro tren continuó su excursión. Paramos fuera de una casa donde una familia

vikinga estaba haciendo la cena. Había hierbas secándose sobre el fuego y pieles de animales sobre la cama. Las gallinas corrían alrededor de la casa y podías oler la comida. También podías leer los aseos. Así que esto era de lo que me habló la señora del tren. Había un aseo con el original asiento – detrás de la casa, con trozos de viejas ropas al lado, como papel higiénico. Incluso había un modelo de un hombre viejo en el aseo.

La visita fue increíble porque no era solamente cosas viejas en un museo, era la recreación de un verdadera ciudad. Los personajes tenían nombre vikingos como Eric Bloodaxe e Ivar the Boneless. Con los sonidos y olores, sentía que realmente estaba en una ciudad Vikinga. Debería haber más exhibiciones como esas – aprender historia sería mucho más interesante.

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Cuando dejé el centro vikingo de Jorvik, hacía un día soleado encantador. Hacia frío pero el cielo estaba azul y decidí ir a dar un paseo por la ciudad. El clima en Bretaña es generalmente tan malo que cuando hace un bonito día, realmente lo aprecias. Había mucha gente en el calle. Los turistas (como yo) andaban despacio, observando los muros de la ciudad y los edificios y algunas veces se paraban en las esquinas para ver sus mapas. En una esquina, alguien me paró.

“Perdone,” dijo él, “¿podría decirme el camino a York Minster?”Me reí y le expliqué que yo también estaba visitando York pero que tenía un mapa si

lo quería mirar.“¿Estás aquí de vacaciones?” le pregunté a él.“Sí. Soy de Chicago y vine a Bretaña por Navidad para ver a mi prima. Trabaja en

Londres en este momento,” dijo él. “¿De dónde eres tú?”“Soy de Madrid. Soy español pero mi padre es americano,” contesté. “Él es de

Nueva York.”“Encantado de conocerte. Soy John,” dijo él.“Soy Antonio, encantado de conocerte.”Cuando miramos el mapa juntos y decidí ir con él a ver a York Minster.York Minster era la catedral gótica más grande de Europa y era muy impresionante.

Llevo más de 250 años construirla y fue terminada en 1480. Las ventanas tienen vidrieras – cristales de colores que cuentan una historia. La ventana más famosa está al final del este de la catedral y cuenta la historia desde el principio hasta el final del mundo. Subimos a lo alto de la torre central y pudimos ver todo York. El centro de la ciudad es bastante compacto y aún está bastante encerrado por las viejas murallas, como Ávila en España. Cogí mi guía y miramos al mapa e intentamos nombrar los lugares que podíamos ver debajo nuestra.

Era divertido pasar el tiempo con John. Estaba sorprendido e impresionado por todo lo que veía. Era su primera excursión a Bretaña y quería verlo y hacerlo todo. Todos los sitios donde fuimos, él quería saber si había fantasmas. Visitamos el Castillo Museo y el guía nos contó que por la noche, la gente algunas veces oye fantasmas de los antiguos prisioneros, gritando y tirando de sus cadenas por los suelos de piedra. John quería quedarse la noche en el castillo y oir los fantasmas. Afortunadamente, lo persuadí de que su habitación de hotel sería mucho más cómoda.

Al día siguiente decidimos coger el mismo tren a Londres. En el tren, nos intercambiamos nuestras direcciones de e-mail y nos escribiremos de vez en cuando. Él dice que debo ir y visitarlo a él en Chicago cuando vaya a los Estados.

“En Chicago tenemos gansters, no fantasmas,” se rió él, “pero son los mismo de miedosos.”

CAPÍTULO 4: “OXFORD”

Hace unos cuantos años, tuve una novia que se llamaba Lisa que estudiaba en la Universidad de Oxford. Digo “tenía” porque no fue más mi novia. No explicaré las razones del final de nuestro romance aquí. Después de todo, este es un libro sobre Bretaña y no sobre ex-novias.

Una de las cosas positivas que procede de mi relación con Lisa fue la oportunidad de visitar Oxford. Había deseado desde hacía tiempo visitar Oxford, porque es una de las ciudades históricamente más importantes de Bretaña. Oxford University es una de las más antiguas y prestigiosas universidades del mundo. 25 primeros ministros británicos se han educado aquí lo mismo que otras personas famosas como el poeta y el escritor, Oscar Wilde y Bill Clinton, el presidente de Estados Unidos. La universidad también es conocida por preservar sus tradiciones que son centenarias.

Desafortunadamente, inmediatamente me decepcioné cuando llegué a Oxford. Me bajé del autobús y me encontré en el distrito comercial de la ciudad. Había tiendas modernas, Burger Kings y Pizza Huts por todos sitios.

Cuando Lisa se encontró conmigo, vio mi decepción, “¿Qué ocurre?” me preguntó.“Esto no es lo que yo esperaba,” contesté. “Esperaba una ciudad llena de historia,

no de pizzerías.” Liza se rió. “Aquí hay mucha historia,” dijo, “tan solo tiene que buscarla.”Al día siguiente Liza tenía clases todo el día, así que fui a pasear para encontrar el

Oxford “real”. No me llevo mucho, pronto encontré todos los colegios diferentes que formaban la universidad de Oxford. Paseé por los edificios que eran centenarios, con todos

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sus bonitos jardines. Paseé por los jardines del Magdalen College, río abajo. Magdalen (pronunciado Maudlin) tenía un precioso campanario, junto a un puente medieval.

Para la 1 de la tarde, tenía hambre y decidí tomar algo de pescado y patatas, una comida típicamente británica. Volví al centro de la ciudad para buscar un pub tradicional que sirvan pescado y patatas, pero no fue fácil. El centro de la ciudad estaba lleno de restaurantes y cafeterías que ofrecían de todo excepto lo que yo estaba buscando. Seguí andando hasta que llegué hasta una barriada de clase trabajadora que tenía unos cuantos pubs tradicionales. Me paré fuera de uno de ellos y miré el menú. Tenían pescado y patatas. Qué éxito.

Yo estaba sin preparación para la bienvenida que recibí cuando entré en el pub. Todo el mundo dejó de hablar y me miró en silencio. El camarero cogió mi pedido y se fue. Incluso no dijo “hola”. Yo estaba confundido por la actitud fría de todo el mundo. Normalmente la gente británica es amistosa en los pubs.

Intenté empezar una conversación cuando el camarero me trajo la comida.“Gracias,” dije, “es un pub muy bonito. Es la 1ª vez que estoy en Oxford y quería

comer que algún sitio que no fuera una pizzería.”El camarero miró sorprendido. “¿Quieres decir que no eres un estudiante?”“No tan solo estoy de visita,” contesté.El camarero finalmente sonrió.“Lo siento, tío,” dijo, “pensábamos que eras un estudiante de la universidad.”“No lo entiendo.”“Los habitantes de la ciudad y los estudiantes universitarios no se han llevado bien

desde hace más de 600 años,” explicó el barman. Me dijo que el problema empezó con la masacre escolástica de 1355.

“Una pelea empezó entre dos estudiantes borrachos y el propietario de una taberna,” dijo él. “La mayoría de la gente de la ciudad y los estudiantes pronto se unieron a la pelea y cientos de personas fueron asesinadas. Desde entonces, las relaciones entre los habitantes de la ciudad y los estudiantes no han sido buenas.”

“¿Sí? Suelen gustarme las tradiciones, pero parece una tontería tener una tradición de hace 600 años basada en la mala relación entre dos grupos de personas, ¿no?”.

De vuelta al apartamento de Lisa, pasé una señal que marcaba el lugar donde la original taberna de la masacre habia estado. Pero cuando llegué al apartamento de Lisa, no tuve mucho tiempo para pensar más en la masacre escolástica. Teníamos que prepararnos para una de las tradiciones más agradables de Oxford, el May Ball y el May Morning. El May Ball son todos los bailes elegantes donde los hombres se ponen trajes de noche, llamados “corbata negra”, y las mujeres se ponen vestidos formales. Realmente me divertí en el Ball. Habia mucha buena comida y champán y pasé la mayor parte de la noche bailando con mucha gente diferente.

Para las 4 de la mañana, estaba cansado. Fui y encontré a Lisa, que estaba hablando con algunos amigos.

“Estoy un poco cansado,” dije, “¿Cómo te encuentras tú? ¿Quieres irte a casa?”“Yo también estoy un poco cansada,” contestó. “pero tenemos que quedarnos hasta

que termine el Ball. Tenemos que ver la salida del sol.”“¿Por qué?”“Porque es tradición, tonto,” contestó ella.Justo antes de la salida del sol, el Ball terminó y todo el mundo caminó juntos al

puente Magdalen. Una gran multitud de personas ya estaba allí. A las 6 a.m., un coro de niños apareció en lo alto de la torre del colegio y empezó a cantar madrigales a la gente que estaba en el puente. Fue uno de los momentos que nunca olvidas para el resto de tu vida. El bonito cantar del coro complementaba la bella salida del sol que veíamos. Era mágico. El sol, rojo y grande, se estaba levantando por el horizonte e iluminaba el sol con una gran variedad de colores – amarillo, naranja, rojo, azul, violeta.

De repente una pareja de personas del Ball saltó desde el puente al río.“¿Están locos? Están saltando al río con esas ropas tan caras,” dije.“No, no están locos,” contestó Lisa. “Esa es la tradición. Vamos.” Ella me sonrió y

saltó al río. No lo dudé y salté después de ella. En minutos, la mayoría de la gente que había estado en el puente estaba en el río. Todo el mundo reía, gritaba y cantaba.

“¿Quieres beber?” oí que alguien de al lado me decía. Me di la vuelta en el agua y vi un hombre joven con traje de noche ofreciéndome una botella de champán.

“No saltaste desde el puente con esa botella, ¿no?” pregunté. “Debes estar loco, el champán es muy caro.”

“Por supuesto que lo hice,” contestó. “Sólo ocurre una vez al año. ¿Quieres beber?”7

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Me reí y cogí la botella. Entonces vi que había un montón de gente en el río con botellas de champán en las manos. La gente británica nunca deja de sorprenderme. Después de todo, todo el mundo se puso ropa seca y fue al centro de la ciudad. A todos los restaurantes y pubs se les da un permiso especial para abrir temprano ese día. Había muchos espectáculos de acróbatas en las calles y Oxford era un gran carnaval. Finalmente fui a dormir a la 1 p.m.

Lisa y yo nos separamos pronto después de mi visita a Oxford. Sin embargo, los mejores recuerdos de mi relación con ella son los que tengo de mi visita a esta maravillosa vieja ciudad.

CAPÍTULO 5: “UNAS NAVIDADES CAMPESTRES”

En los Estados Unidos, cuando era joven, en televisión ponían las mismas películas en Navidad. Una película era mi favorita y la veía todos los años. Se llamaba Chitty, Chitty, Bang, Bang y era sobre un coche viejo bonito que podía volar y llevar al propietario a una tierra mágica. La historia era fabulosa, pero lo que realmente quería era el coche.

15 años más tarde – las últimas Navidades – y mi sueño se hizo realidad. Yo estaba conduciendo (bien, estaba sentado en el asiento del acompañante) a través del campo inglés en un Bentley de 1925, un bonito coche inglés. No era el mismo coche, pero me recordaba mi película favorita y me sentía como un niño otra vez. Llevaba puesto un sombrero de piel, una chaqueta de piel y gafas. Hacía mucho, mucho frío y el cielo estaba gris, pero era el hombre más feliz de la tierra.

Uno de mis amigos de la universidad, Nicola Caswell, que es inglés, me había invitado a casa de sus padres para Navidad. Mis padres estaban en los Estados y yo no había hecho ningún plan para Navidad. Ella me dijo que a su familia le gustaba celebrar el periodo de fiesta apropiadamente y estaría feliz de enseñarme una Navidad inglesa.

“Pero no quiero que te aburras,” me dijo.“¿Aburrirme? ¿Cómo puedo aburrirme?” contesté. “Nunca antes he pasado las

Navidades en Inglaterra y me encantaría ir a casa de tus padres?”“Mis padres viven en un pequeño pueblo en el campo, lejos de la ciudad más

cercana llamada Stamford. Es una bella ciudad pequeña y hay muchas casas viejas e iglesias, pero no es muy divertido.”

“Me encantaria ir y pasar las Navidades con tu familia. Me has hablado mucho de ellas. Lo pasaré estupendamente, lo sé, que lo haré,” insistí.

Nicola me había hablado de su familia, pero no sobre el viejo Bentley de su padre – no se le había ocurrido a ella que yo estaría interesado. Ella había crecido con él, y para ella, no era importante. Pero dar una vuelta en el Bentley era el mejor regalo de Navidad que había tenido desde hacía muchos años.

Conducimos por estrechas carreteras del campo al pueblo donde los miembros del Club de conductores de Bentley tenían una reunión navideña. Fuimos los primeros en llegar y aparcamos fuera de un pub, junto al pueblo verde, un área oval de hierba en medio del pueblo. Había un estanque de patos y viejas casas de piedra y de repente, había tres Bentley más viniendo por la carretera abajo hacia nosotros.

“Mira, Nicola,” grité.“Sí, lo sé. ¿Qué te gustaría beber?”¿Cómo podría estar tan tranquila? Todo esto era tan excitante.“Rápido, hazme una foto en el coche,” le dije y le di mi cámara.“Eres gracioso,” dijo ella, cuando cogía mi cámara. “Eres como un niño chico.”“No me importa. Lo estoy pasando muy bien – y estabas preocupada de que me

aburriera.”Pasé la hora siguiente fuera con Hugh Caswell, el padre de Nicola, hablando con los

propietarios de los Bentleys y mirando los coches y sus motores. Entonces, cuando todos teníamos tanto frío que no podíamos hablar, entramos en el pub, nos sentamos al lado del gran fuego y bebimos una pinta de buena cerveza inglesa. Era como en muchas películas que había visto sobre Inglaterra, pero esto era real.

Era la hora de la cena del día de Navidad, pero algo había mal. ¿Dónde estaba el pavo guisado, las patatas y las verduras, la tradicional comida para la Navidad inglesa? Tomamos una rica cena, pero estaba decepcionado porque Nicola me había dicho que su familia celebraba la Navidad apropiadamente.

Mientras que tomábamos café, le susurré a Nicola, “Escucha, no quiero ser mal educado, pero ¿no le gusta a tu familia el pavo?”

“¿Qué quieres decir?” miró sorprendida.8

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“¿Por qué no comimos pavo para cenar?”Nicola empezó a reirse y después explicó que en Inglaterra, toman la tradicional

comida el día de Navidad, no la noche de Navidad como hacemos en España. Me sentí tan tonto. Había olvidado que eso era lo que solíamos hacer cuando vivíamos en Estados Unidos.

Por supuesto Nicola le dijo a sus padres y su hermana, Claire, y todos ellos pensaron que era muy divertido.

“No te preocupes,” dijo Claire, “Tenemos pavo para mañana y es enorme.”

Después de cenar, fuimos al Misa de medianoche en la iglesia del pueblo, justo como la gente hace en España. Me senté al lado de la madre de Nicola, Judy.

“Hay mucha gente esta noche aquí,” me susurró al oido. “Normalmente, los domingos, hay solamente 30 o 40 personas en la iglesia pero es tradición venir a la Misa de medianoche. Mucha gente viene que no suelen venir normalmente a la iglesia.”

“Esto es maravilloso,” le susurré a ella. “Gracias por invitarme a pasar la Navidad con vosotros.”

“Es un placer para nosotros,” dijo. “Estamos muy contentos de que estés aquí. Es maravilloso verte divertirte tanto.”

Me estaba divirtiendo porque era diferente y porque todo era nuevo para mí, pero también porque Nicola, sus padres y Claire me hacían sentir parte de su familia. Me sentía muy afortunado cuando nos pusimos de pie para cantar Oh Come, All Ye Faithful, una tradicional villancico inglés, yo canté con todo el mundo. Tenía una gran sonrisa en mi cara.

Esa noche, Papa Noel vino a la casa y dejó regalos para todo el mundo. Obviamente, no era realmente Papa Noel, pero Nicola, Claire y sus padres continuaban la tradición que habían tenido cuando las chicas eran niñas.

“La mayoría de las familias dejan calcetines para Papá Noel, pero nosotros siempre dejamos fundas de almohadas. Somos afortunados – nuestro Papá Noel es muy generoso,” me dijo Nicola.

“Cuando éramos jóvenes, solíamos dejar pastelitos dulces – los postres navideños tradicionales – para Papá Noel junto a la chimenea. Él podía bajar por la chimenea y tomaba algo antes de dejar los regalos para nosotros,” explicó Claire.

“Un año, Claire dejó una zanahoria en el jardín para los renos,” se rió Nicola, “y por la mañana había solamente media.”

“Hmm, normalmente no como zanahorias a la una de la mañana,” dijo su padre, “pero las Navidades es una ocasión especial.”

La mañana de Navidad, cuando me levanté y abrí las cortinas, todo el mundo de fuera estaba blanco. Nevaba.

“Después de abrir los regalos, iremos a pasear,” me dijo Nicola en el desayuno.“Pero aún está nevando, nos mojaremos,” protesté.“Lo sé, pero será gracioso,”Todos nos sentamos alrededor del árbol de Navidad y abrimos los pequeños regalos

de Papá Noel. Había dejado la tradicional mostaza inglesa para mí, hecha con cerveza. Después la familia se intercambiaron los regalos. Y no se habían olvidado de mí – los padres de Nicola me dieron una botella de whisky escocés y Nicola un libro sobre Shakespeare. Y después, como Nicola había prometido, todos fuimos a pasear por la nieve.

“Tenemos que hacer algo de ejercicio antes de tomarnos el pavo,” me dijo Judy.Caminamos por los campos y por un bosque de al lado del pueblo y después otra

vez a casa. Tuvimos frío y nos mojamos, pero todos lo pasamos bien en la nieve.

A la hora de la cena, nos sentamos, había unas cosas llamadas galletas de Navidad en cada plato. Estas galletas son cilíndricas y hechas con papeles de diferentes colores. Dos personas tenían que sostener cada extremo de la galleta y tirar. La galleta se abre con un “Bang” y dentro hay un sombrero de papel coloreado, una broma escrita en un trozo de papel y un pequeño regalo. Todos cenamos con sombreros rojos, azules y verdes. Al principio, me sentía tonto, pero después me di cuenta que era parte de la tradición de Navidad. Y nuestra tradicional cena de Navidad fue exactamente lo que yo esperaba que sería. Comimos pavo y muchas patatas y verduras, un buen vino rojo (de la Rioja) y después para postre comimos Pudding de Navidad, el postre de Navidad tradicional hecho con pasas y almendras. Delicioso.

Esa noche, le dije a la familia Caswell que para mí, esta había sido una Navidad memorable.

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“Nos gusta que las Navidades sean especiales,” dijo Hugh. “Para Judy y para mí, el lado religioso es importante pero la oportunidad de celebrar como una familia es más importante.”

“Me gusta venir a casa y pasar el día cuando todos estamos juntos. Y me gusta el hecho de que Navidad es lo mismo todo los años,” añadió Claire.

“Me gusta la tradición,” dijo Nicola.Exactamente, la tradición. Fue una Navidad que nunca olvidaré.

CAPÍTULO 6: “CARDIFF”

Un domingo por la mañana, hace dos años, estaba en casa en Madrid leyendo el periódico en la cama. Como era normal, había empezado a leer la sección de viajes primero porque me encanta leer sobre los distintos paises. Estaba imaginando la vida en una pequeña isla en el Caribe cuando el teléfono sonó.

“¿Hola?”“Antonio, hola soy Gareth,”“Gareth. ¿Cómo estás?”“Bien, gracias,” dijo él. “¿Cómo estás?”Conozco a Gareth desde que era un niño. Nuestros amigos eran amigos

universitarios y nuestras familias siempre pasamos nuestras vacaciones juntos en Almería. Gareth procedía de una muy vieja familia gala y vive en Cardiff. Aunque Gales era un país siempre había querido visitarla, y aún no he conseguido ir.

“Escucha, te llamo para decirte que debes venir a Gales a finales de julio. Esta vez, no tiene excusa,” dijo Gareth.

“¿Por qué?”“Porque me voy a casar,” “Felicidades, estaré allí. No puedo perderme tu boda.”Estaba contento por finalmente ir a Gales. La única cosa que sabía sobre el país era

que un idioma llamado galés, un idioma totalmente diferente del inglés, se hablaba allí. En este sentido, esto me recuerda las diferentes partes de España, que todas tiene también su propia lengua.

La invitación de boda decía que la ceremonia y la recepción se celebrarían en un lugar llamado Castle Coch, a 5 millas al norte de Cardiff. Yo no estaba preparado para lo que vi cuando llegué allí. Era un castillo de un cuento como uno de esos que ver en las películas de Disney. El interior parecía como el castillo de Cenicienta.

Durante la recepción, aproveché el momento cuando Gareth estaba solo para preguntarle sobre el castillo.

“Este lugar es increíble,” exclamé. “¿Puedes contarme un poco sobre ello?”“Lo siento. Yo tampoco sé mucho. Pero conozco a alguien que puede contestarte

todas las preguntas. Espera aquí. Volveré en un minuto.”Volvió un minuto más tarde con la mujer más guapa que jamás había visto.“Esta es mi prima, Angharad (pronunciado Anjarad),” dijo él. “está estudiando para

el grado de Master en Gales, cultura e historia.”Angharad tenía el pelo largo pelirrojo, piel pálida, grandes ojos azules y una angélica

cara. Cuando me sonrió, mi corazón se derritió. Estaba enamorado.Angharad empezó a hablarnos sobre el castillo.“Fue construido entre 1875 y 1879 con los fundamentos de un castillo del siglo 13

por un hombre noble de la ciudad y su arquitecto. Querían construir un fantástico castillo medieval...”

Quería oirla toda la noche, pero otra mujer llegó e interrumpió las explicaciones de Angharad.

“Angharad, el puente nos está esperando para hacernos una foto,” dijo la mujer.Angharad se disculpó y prometió que volvería en un minuto. Me volví a Gareth.¿Por qué no me presentaste antes a tu prima?” pregunté.“Porque nunca antes viniste a Gales” contestó.“Tienes absolutamente razón,” dije, “debo verla otra vez. ¿tiene...?”“... un novio?” interrumpió Gareth. “No.”“¿Crees que puedo convencerla para que cene conmigo?”“No lo sé. Tendrás que preguntarle y descubrirlo,” dijo Gareth. “Sin embargo, te

puedo enseñar algo que le impresionará cuando le preguntes. ¿Ves esas cucharas?”Gareth señaló a una mesa en medio de la sala que estaba cubierta con comida y

vino. La mesa estaba decorada con cucharas de madera pintadas a mano.10

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“Esas cucharas se llaman “cucharas del amor”. Hay una vieja costumbre galesa de que cuando un joven hombre le da una cuchara del amor a una chica que le gusta como símbolo de su afecto por ella. Dale una a mi prima antes de que le preguntes que cene contigo.”

Angharad volvió y Gareth se disculpó para hablar con otros invitados, dejándome solo con su guapa prima. La gente británica puede ser tan discreta. Mientras que Angharad continuaba hablando sobre el castillo, yo tranquilamente con ella hacia la mesa. Puse la mano detrás mía y cogí una cuchara del amor. Le di la cuchara y le pregunté si le gustaría cenar conmigo. Estaba tan sorprendida e impresionada por mi ofrecimiento de la cuchara del amor que inmediatamente estuvo de acuerdo en reunirnos a la noche siguiente.

Eso fue el principio de un romántico amor entre nosotros dos. Estuvimos juntos durante el resto de mis dos semanas de estancia en Gales y ella fue la guía perfecta para enseñarme el país.

Bajamos a la costa sur de Cardiff durante el fin de semana, y Angharad intentó enseñarme windsurf. No era solamente muy culta, también le gustaban por deportes acuáticos. Había mucha gente en la bahía que eran expertos, y era fantástico verlos competir por la bahía, saltando las olas.

Angharad era muy buena windsurfista. Sin embargo, nunca antes yo había intentado windsurf y debo admitir que lo encuentro muy difícil, especialmente en el agua fría. Cogí la vela y volví de nuevo al agua. Entonces cogí la vela y me caí encima de ella. Creo que pasé 29 minutos o 30 cayéndome de la tabla. Estoy seguro, que bebí litros de agua. Todo el tiempo, Angharad fue muy paciente intentaba con esfuerzo no reirse de mí. Eventualmente, decidí quedarme en la playa y observarla. Era mucho más seguro – y seco.

Aparte de mi desastroso intento en el windsurfing, pasamos un fin de semana encantador. Yo prefería andar por las playas; podía estar caliente y seco y hablar con Angharad.

El día más divertido de nuestro tiempo juntos no fue en la costa. Fue mi último día en Gales y el día que Angharad me llevó a la Royal National Eisteddfod. Es el festival más grande y popular de compositores de música y poesía escrita de Europa y tiene lugar todos los agostos durante 8 días. Estaba muy impresionado por la magnitud del evento. Había 6000 competidores y alrededor de 150000 espectadores – y nadie hablaba inglés. Todo estaba en galés. Yo había oído que la gente galesa le encanta cantar y que tienen maravillosas voces, y era verdad. Había algunos niños cantando en Eisteddfod que tan solo tenían 12 años y tenían voces increíbles. No entendía las palabras de los poemas y canciones, porque estaban en galés, pero no era importante. Podía oir tanta emoción que podía imaginar el significado de lo que estaba oyendo.

Había un montón de gente con mucho talento participando en el evento y era una forma maravillosa de pasar mi último día en Gales. Me sentía muy afortunado de haber estado en Eisteddfod. Había un real orgullo en el idioma galés y la tradición de la poesía y la canción y me divertí compartiendo esta especial ocasión.

CAPÍTULO 7: “CORNWALL”

Durante mis vacaciones en Gales, vi una competición en una revista de viajes. Una de las categorías era escribir un artículo sobre el área costera de Europa. Yo quería escribir sobre algún lugar en Bretaña, así que llamé a Gareth para pedirle ideas de dónde ir.

“Puedes ir a Cornwall,” dijo él. “es una zona remota en la esquina sur-oeste de Bretaña. Tiene una costa bonita, muchas pequeñas ciudades costeras y un paisaje muy espectacular. Es rica en folklore y mitos. Es un gran lugar sobre el que escribir y será una oportunidad para ti para ver otra parte de Bretaña.”

Estaba convencido. Compré un libro sobre Cornwall y decidí empezar mi viaje a lo largo de la costa de una ciudad llamda Bude. Según la descripción del libro, Bude era un pequeña y encantadora ciudad costera. Alquilé un coche y conduje a Bude. Reservé una habitación en uno de sus pequeños hoteles y a las 8 fui a un pub y tome algo de cena.

Dentro del pub parecía como si no hubiera cambiado desde hacía cientos de años. Las paredes eran de piedra y todas las mesas y sillas estaban hechas de madera oscura. Habia una mesa vacia junto a la chimenea y me senté para disfrutar de una agradable cena. Cuando estaba terminando de cenar, un hombre viejo se acercó a la mesa y me preguntó si podía compartirla con él. Miré a mi alrededor y vi que las otras mesas estaban ocupadas. Lo invité a que se sentara conmigo y pronto descubrí que era afortunado por haberlo conocido. Su nombre era Richard y parecía conocer todo sobre Cornwall, su historia y sus mitos.

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“Aquí la mayoría de las leyendas son sobre Gigantes y Piskies,” empezó.“Espera un minuto,” interrumpí. “Sé lo que son los Gigantes, pero qué son los

Piskies?”“Los Piskies era hombres viejos muy pequeños, de dos centímetros, que eran todos

idénticos,” dijo Richard. “Eran buena gente que ayudaban a los mayores. Sin embargo, también les gustaba gastar bromas a la gente.”

Las historias de Richard eran fascinantes y parecía que tan solo habían pasado 15 minutos y no 3 horas cuando el propietario del pub anunció que era hora de cerrar. “Ha sido un placer hablar contigo esta noche. Gracias.” Le dije a Richard, cuando estábamos fuera del pub.

“Gracias a ti por escuchar las historias de un viejo,” contestó. Richard sonrió, me dio la mano y se fue. Aunque nunca más lo vi, Richard y sus historias me acompañaron durante el resto de mi excursión por Cornwall.

Me acordé de una de las historias cuando llegué a Poundstock al día siguiente. “Hay una vieja iglesia en un pequeño pueblo llamado Poundstock,” me había dicho Richard. “en el siglo XIV, un hombre llamado Willian Penfold era el sacerdote de la iglesia. Aunque era sacerdote, también era miembro de un grupo de piratas que atacaban a los barcos que dejaban la zona. Eventualmente, Willian Penfold tuvo una lucha con el resto de los piratas y dejó el grupo.”

“¿Es ese el final de la historia?” pregunté.“No. Un poco más tarde, los piratas interrumpieron una misa que Willian Penfold

estaba dando en su iglesia. Lo asesinaron brutalmente en el altar.”“¡Qué historia más horrible!” exclamé. “Es demasiada violenta.”“Hay más. La gente dice que su fantasma aún se aparece en la iglesia.” Dijo

Richard.Las palabras no pueden describir lo que sentía cuando caminaba por la iglesia vacia

recordando la historia de Richard. Estaba muy callada y hacía frío en la iglesia y era fácil imaginar los gritos de Penfold cuando estaba siendo asesinado. Fue bueno ir fuera de nuevo, al sol caliente. Me senté juntó al coche y miré mi mapa. Decidí que al día siguiente iría al castillo de Tintagel, la casa del legendario Rey Arturo.

Crecí leyendo historias y viendo películas sobre el rey Arturo. Hay muchas historias que lo describen como un rey virtuoso que atraía a los mejores caballeros del mundo cristiano para que le sirvieran. Eran llamados los Caballeros de la Mesa Redonda y su misión era luchar contra todas fuerzas malignas de Inglaterra. Richard me había contado algo sobre el rey Arturo que me habian sorprendido.

“Sabes que el rey Arturo nació en el castillo de Tintagel, ¿no?” preguntó Richard.“No, no sabía eso,” contesté. “Realmente, nunca he pensado de donde era

realmente el rey Arturo. Tan solo pensaba en él como en un inglés.”“Bien, era de Cornwall,” dijo Richard. “La leyenda dice que Merlín, el profesor de

Arturo, vivía en una cueva debajo del castillo de Tintagel. Cuando llegues a Tintagel, quédate en el hotel Castillo. Está en frente de las ruinas del castillo. La ciudad está a unos cientos de metros.”

Hice exactamente lo que Richard sugirió. Llegué a Tintagel justo a tiempo para ver el sol ocultarse dentro del mar detrás del castillo. Era un momento romántico y de repente era muy fácil creer que todas las leyendas sobre el rey Arturo y sus caballeros eran verdad.

Continué mi viaje temprano a la mañana siguiente. Los días siguientes estaban llenos de bonitas vistas y el sonido del mar y el viento. Y escribí mi artículo sentado en pequeños hoteles, playas, pubs y salas de té.

Mientras que llegaba a la playa de Chapel Porth tres días más tarde, recordé otra de las historias de Richard.

“Hay una famosa leyenda aquí de un gigante llamado Boster. Era un hombre endemoniado que aterrorizaba a la gente que vivía aquí.”

“¿Qué le ocurrió?” pregunté.“Bien, se enamoró de una guapa Saint Agnes. Ella salvaba a la gente de él.”“¿Cómo hacia ella eso?”“Ella le pidió a él que demostrara su amor por ella llenando un agujero en la

montaña en Chapel Porth. Ella sabía que el agujero no tenía fondo. El gigante Boster no lo sabía. Él se cortó su brazo con su espalda e intentó llenar el agujero con su sangre, pero murió por una pérdida de sangre. Por eso incluso hoy, el mar en Chapel Porth está roja con su sangre.”

Me quedé en la montaña mirando hacia abajo al mar en Chapel Port y descubrí que Richard tenía razón. El mar parecía rojo.

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El resto de los 8 días de mi excursión por Cornwall estuvieron llenas de las historias de Richard. Pasé por ciudades como Señor, donde las leyendas locales cuentan sobre una criada que hipnotizó al hijo de un hombre noble. Él la siguió hasta el mar y se ahogó. También pasé por Rill Point, donde la gente primero vio a la Armada Española en su camino para atacar Bretaña.

A finales de mi viaje, había terminado mi artículo, que fue bien recibido por la revista. No gané la competición, pero publicaron mi historia y tengo que agradecer a Richard que me contara las leyendas de Cornwall. Ellas hicieron el artículo mucho más interesante. Siempre tendré un lugar especial en mi corazón para ese hombre mayor cuyas historias convirtieron a Cornwall en una tierra mística y mágica para mí.

CAPÍTULO 8: “MANCHESTER”

“Mira,” exclamó Louise.“¿Qué?” pregunté.“Mira. Allí.”“¿Dónde?”“Allí. En la esquina...”Hacía unos cuantos meses, mi prima inglesa, Louise, y yo estábamos en Chiang Rai,

un pequeño restaurante tailandés en medio de Manchester. La comida fue deliciosa – mucho pescado fresco y chiles que me encantaban. Los propietarios eran de Tailandia, pero habían emigrado a Inglaterra desde la ciudad de Chiang Rai, en el norte de Tailandia, hacía casi 30 años. Nuestra camarera era su hija. Ella nació en Manchester y hablaba inglés con fuerte acento de Manchester.

Estábamos esperando nuestra comida cuando de repente, Louise empezó a moverme el brazo con su excitación.

“Es él. Estoy segura de que es él,” exclamó ella.“¿Quién?”“Él.”Ella estaba señalando a un hombre de unos 20 algo años, sentado en la mesa en la

esquina del restaurante. Tenía el pelo corto y rubio y estaba bastante moreno. También era guapo, supongo. Había una mujer con él, sentada con su espalda hacia nosotros.

Louise se dio cuenta que no entendía de lo que ella estaba hablando y respiró profundamente.

“Es David Beckham.”“Ah, OK. Sé quien es David Beckham. Juega en el club de fútbol del Manchester.” Lo

que yo no entendía es cómo sabía Louise quien era él. No le gustaba especialmente el fútbol y definitivamente no lo entendía. Recuerdo la única vez que la persuadí para que viniera a un partido conmigo, fue un desastre total. Estábamos en el estadio Old Trafford, el campo del equipo Manchester United, viendo a la United y el Arsenal, un equipo londinense. Se supone que apoyábamos al United (son mi equipo de fútbol inglés favorito), pero el problema era que Louise no le importaba que iba ganando. Cada vez que cualquier equipo marcaba un gol o casi marcaba ella saltaba y gritaba lo que no hacía muy felices a los fans del United que estaban a nuestro alrededor. Intenté explicarle las reglas a ella y el hecho de que sólo debería animar a un equipo, pero me dijo que era más honrado si ella animaba a ambos lados. Finalmente, yo simulé que no la conocía hasta que dejamos el estadio.

“Louise, ¿cómo sabes quien es a David Beckham?” le pregunté.“Todo el mundo sabe quién es. Está casado con Victoria Adams de las Spice Girls, la

única que llaman la Spice Pija. No puedo ver su cara, pero la mujer que está con él debe ser Victoria. Les voy a pedir un autógrafo.”

“Louise, no puedes hacer con él. Es embarazoso – y están cenando.”“Tonterías” dijo ella, cogiendo mi posavasos de debajo de mi bebida y sacando un

bolígrafo de su bolso. “Son famosos y le dan a todo el mundo el derecho a pedirles su autógrafo.”

“Pero....”Eso es otra cosa de los británicos. Una persona famosa es automáticamente

propiedad pública. Los miembros de la Casa Real Británica no pueden ir a ningún sitio sin ser seguidos por un fotógrafo de uno de la prensa amarilla. Las reglas son las mismas para las estrellas del pop, actores y jugadores de fútbol, especialmente los jugadores de fútbol que están casados con estrellas del pop. Me senté y me comí mi pescado e intenté hacerme invisible. Unos minutos más tarde, Louise volvió triunfante.

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“Les dije que el autógrafo era para mi primo extranjero que está aquí de vacaciones. Les dije que no hablas inglés, así que por favor salúdalos con la mano y sonríe para dar las gracias.”

Quiero mucho a Louise, pero algunas veces, podría matarla.”A Louise tal vez no le guste el fútbol, pero le encanta la música y Manchester es una

gran ciudad para la buena música. Dice que es una de las razones de que se quedara en Manchester cuando terminó la universidad. Hay algo para todos los gustos, y muchos músicos famosos son de Manchester. Por ejemplo, Mick Hucknall, el cantante de Simply Red, y Liam y Noel Gallagher del grupo enormemente exitoso Oasis.

“¿Sabes que Mick Hucknall fue acosado en el colegio?” me preguntó Louise, cuando íbamos a un club de noche. “Los otros niños siempre estaban atormentándolo y pegándole.”

“No, no lo sabía. ¿Por qué lo acosaban?” pregunté.“Él dice que era porque tenía el pelirrojo. A algunos de los chicos no les gustaba

porque él parecía diferente. Ser acosado debe haber sido horrible.”“¿Qué ocurrió?”“Bien, dice que empezó a ir al parque en lugar de ir al colegio porque los profesores

no le ayudaban cuando era acosado y porque las lecciones eran difíciles para él. Él no sabía que era bueno en arte y música, lo único que sabía era que no era bueno en Matemáticas y biología. Finalmente, cuando tenía 16 años, su profesor de arte le dijo que debería ir a una escuela de arte. Dice que si no hubiera ido a la escuela de arte, ahora estaria en prisión.”

Era viernes por la noche y ya había una gran cola fuera del Joop, el club de noche donde Louise quería ir en la calle Peter. No me gusta esperar en las colas, pero los británicos hacen cola por todo – y siempre están en lineas ordenadas, no como los grandes grupos de gente en España.

“Hace frío para esperar aquí. ¿Por qué no vamos a otro sitio?” me quejé.“Por favor, sé paciente,” me dijo Louise.“Pero está empezando a llover. ¿Por qué quieres ir a este pub cuando hay tantos en

Manchester?”“Porque este pub es fantástico,” dijo Louise. “y es gratis. Tienes que pagar para

entrar en muchos pubs en Manchester y algunos de ellos son bastante caros.”El club era muy pequeño y bastante oscuro y partes de él tenía alfombra en el suelo,

que estaba manchada donde la gente había tirado su bebida. (Nunca entenderé porque los británicos insisten en poner alfombras en el suelo donde la gente bebe). Pero el suelo de la pista de baile estaba bien limpio (sin carpeta). El DJ estuvo brillante y Louise tenía razón – era un club fantástico. Ambos bailamos hasta las 2 a.m., cuando cerró. Decidimos ir a casa después porque al día siguiente era un día importante para mí – iba a ir a Old Trafford para ver el partido de fútbol. Sin Louise.

Anduve por el centro de la ciudad para coger el tranvía al estadio Old Trafford. Antes de llegar a Manchester, la mayoría de la gente no se da cuenta que hay muchos edificios antiguos y bonitos. La Town Hall es de principios de 1900, y detrás de la pequeña catedral la biblioteca pública gratuita más antigua en Inglaterra. Las bibliotecas en Bretaña son lugares maravillosos donde puedes encontrar no solo libros, también discos, cintas y videos. Muchas bibliotecas también tienen internet hoy en día.

En el estadio, conocí a David y Steve (dos amigos de Louise que les gusta el fútbol). Hoy era un partido importante, “los diablos rojos” (Manchester United) contra su tradicional enemigo Liverpool, los dos grandes equipos del norte de Inglaterra. Había literalmente miles de personas allí y la mayoría de los ellos eran fans del United. Conforme los equipos salían al campo, el presentador leía los nombres de los jugadores y había fuertes gritos para muchos del equipo del United. El grito más grande fue para David Beckham. La gente empezó a cantar, “Vamos rojos,” y United sacó. “Los hombres United,” dominan la posesión del balón en la primera mitad, pero para el final de la primera parte, aún no había ningún gol.

“Espero que marquen en la 2ª mitad,” dijo David. Estaba excitado y nervioso.“Creo que lo harán,” dijo Steve. “Están jugando bien y hay más de 40.000 personas

aquí que quieren que ganen.”“¿Cuánta gente puede albergar este estadio?” les pregunté.“67.000,” me dijo Steve. “Es el estadio de fútbol más grande en Bretaña.”“El Manchester United también es el equipo de fútbol más rico en el mundo,” añadió

David. “Tiene su propia estación de televisión. Mira puedes ver las cámaras ahí abajo, junto al campo. Tienen las M.U.T.V. escritas.”

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Pude sentir la excitación del estadio durante la 2ª mitad y cuando el delantero-centro Andy Cole marcó sólo 5 minutos antes del final del partido, la multitud gritó, “United, United...”

Yo, por supuesto, también grité. Los “Diablos Rojos” habían ganado y era el final perfecto a mi visita a Manchester.

CAPÍTULO 9: “EDINBURGH”

Edinburgh, la capital de Escocia, es una de las ciudades más bonitas de Europa. Dominada por un castillo medieval sobre una roca volcánica, tiene una historia fascinante y hay mucho que ver. Es el hogar de uno de los mejores festivales de verano del mundo, el festival de Edinburgh. También es la casa de uno de mis más viejos amigos llamado Martín.

Martín y yo nos conocimos en mi colegio en España. Ambos teníamos 14 años y mi familia recientemente había vuelto a España de los Estados Unidos. Mi inglés era me mejor que mi español, así que tenía problemas en el colegio ese año. Algunas veces, no entendía lo que decía el profesor o lo que se suponía que tenía que hacer. También me sentía aislado porque no sabía las mismas cosas que mi compañeros de clase. Tenía ropa distinta y me gusta música distinta. La gente era amistosa, pero yo no era feliz. después de Semana Santa, mi colegio tenía un cambio con un colegio de Edinburgh. Algunos alumnos de mi clase no sabían que en país estaba Edinburgh, así que nuestro profesor nos lo enseñó en el mapa.

“Aquí está Edinburgh, en la costa este de Escocia,” dijo ella, señalando. “Es la capital de Escocia y la ciudad turística más grande. Después de Londres, la gente visita Edinburgh más que cualquier otro sitio en Bretaña.”

20 alumnos escoceses vinieron a nuestro colegio durante 3 semanas y se quedaron con nuestras familias. Yo era la única persona que podía hablar español e inglés. De repente, todo el mundo me necesitaba para traducir y ayudarlos para poder hablar entre ellos. Para el final de las tres semanas, sentía que tenía un montón de nuevos amigos, tanto españoles como escoceses. Martín era la persona más popular en su clase. Era gracioso, inteligente y muy bueno en el deporte – y se quedaba en mi casa. Pronto descubrimos que teníamos mucho en común y empezamos a ser buenos amigos.

“Ha sido bueno tenerte aquí,” le dije a Martín en su último día. “Me gusta mi colegio y España ahora más, porque me has ayudado a hacer nuevos amigos.”

“Gracias,” dijo él. “Lo he pasado fantástico. Me has enseñado tu ciudad y me has enseñado español. Un día, quiero que vengas a Edinburgh a visitarme y yo te enseñaré mi ciudad. Ven en verano, es la mejor época.”

“Definitivamente, te visitaré. Es una promesa,” le dije. Finalmente estaba aquí. 6 años más tarde, a mediados de agosto, me bajé del tren

en la estación Waverley de Edinburgh y allí estaba Martín. Cuando me vio bajarme de la plataforma, me gritó tan fuerte que todo el mundo se paró y se dio la vuelta.

“Antonio. Es tan agradable verte.”Me llevó a su apartamento, que compartía con dos amigos, y me contó todos los

planes que tenía para mi visita.“Es maravilloso que estés aquí para el festival. Me encanta Edinburgh todo el año,

pero durante el festival es maravilloso. Hay tantos acontecimientos durante todo el día y toda la noche. Espero que hayas dormido mucho antes de venir porque tenemos mucho por hacer que mucho que ver. Sé que te va a gustar esta ciudad.”

“Así que ¿cuáles son tus planes?”“Bien, pensaba que podíamos ir y visitar el castillo esta tarde y dar una vuelta por la

Vieja Ciudad, la parte más vieja de Edinburgh que es la zona donde vivo. Después, esta noche podemos ir y ver el show en el festival.”

“¿Qué show?”“Hay muchos shows que tienen buenas críticas. El periódico local tiene una sección

especial para el festival y el Fringe...”“¿Qué es el Fringe?”“OK,” dijo él. “Empezaré por el principio. Pero debes tener hambre. Te contaré lo del

Fringe mientras que almorzamos.”Almorzamos con Paul y Alison, los dos compañeros de apartamento de Martín.

Mientras que comíamos, me contaron más sobre el festival. Empezó en 1947 y todos los años, hay un programa oficial de música clásica, opera, teatro y comedia. El festival Fringe empezó el mismo año y básicamente es otro festival no oficial que ocurre fuera – al margen de – el festival principal.

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“Hay muchos espectáculos gratis todas las noche y cientos más que tienes que pagar para ir y verlo. Puedes pagar desde 1 libra hacia arriba por cualquier cosa. Verás que es el festival tan pronto como salgamos,” dijo Martín.

“Es difícil describir el festival en palabras,” añadió Alison. “Tienes que vivirlo. La atmósfera es una gran fiesta, y todo el mundo en Edinburgh está invitado.

Martín y sus amigos viven en Old Town, que es como un laberinto con sus estrechas calles. Anduvimos por la calle tranquilamente hacia High Street (también llamada Royal Mile) pasando la bonita catedral Saint Giles. Esta es la carretera que va al castillo de Edinburgh. Las calles estaban llenas, y entre la gente y los turistas comprando, había payasos, artistas mímicos, actores y músicos tocando solo y en grupos. La ciudad estaba viva y llena de colores y a cualquier sitio que yo miraba, algo simpático estaba ocurriendo.

“Esto es fantástico,” exclamé.Justo entonces, alguien puso un folleto en mi mano. “¿Qué es esto?” pregunté,

mirando el trozo de papel.“Durante el día, los actores anuncian sus espectáculos para la noche. Para cuando

llegamos al castillo, tendrás al menos 10 folletos,” me dijo Martín.Él tenía razón. Tenía 12 trozos de papel en mi mano cuando llegamos al castillo, y

todos los espectáculos parecian interesantes.“Elegir un espectáculo va a ser un problema,” le dije a Martín.“No te preocupes, tengo unas cuantas ideas,” se rió.Alrededor de un millón de personas visitan en castillo de Edinburgh todos los años.

Hay un museo en el castillo, pero también hay una base del ejército porque la división escocesa de la armada británica tiene base aquí. Desde el castillo, la vista de la ciudad, situada entre el mar y la montaña, es suprema. Dentro del castillo vimos los apartados reales. Hay una pequeña habitación aquí, donde Mary, Reina de los escoceses da a luz al chico que llegará a ser el rey de Inglaterra y Escocia.

“Él llegó a ser el rey James VI de Escocia y el rey James I de Inglaterra en 1603, cuando la reina Elizabeth I de Inglaterra murió. Fue importante porque Inglaterra y Escocia eran paises separados entonces y tenían reyes diferentes. James fue el primer rey en ser el rey de ambos paises. Se llamaba la “unión de las coronas,”” me contó Martín.

Debo admitir, que no sabía mucho sobre la historia escocesa, pero Martín era un experto. Él estaba estudiando historia en la universidad y era un buen guía.

Martín y sus compañeros de piso también eran buenos guías para el festival. Tenían una sorpresa para mí en la primera noche. Fuimos a ver el espectáculo Rowan Atkinson en uno de los teatros. Él es el actor y el cómico que creó el personaje Mr Bean, y su acto cómico fue muy gracioso. Pensé que incluso era mejor en el escenario que en el programa de televisión. Después del espectáculo fuimos al pub Bannerman, cerca del apartamento de Martín. Paul trabajaba allí los fines de semana. Me dijo que mucha gente que estaba actuando en el festival iban allí.

“Hola, Bob,” le dijo al camarero, “¿Podemos tomarnos dos pintas, por favor?”cuando Martín y Paul hablaban al camarero, Alison y yo mirábamos alrededor para

sentarnos en algún sitio. Alguien que estaba al otro lado del bar parecía familiar.“Alison, ¿reconoces a ese hombre? ¿es famoso?” le pregunté.“Antonio, ese es Rowan Atkinson,” exclamó ella.Bob (el camarero) conocía a Roman Atkinson porque había estado en el pub antes.

Así que conocí a Mr Bean y parece totalmente normal cuando no está actuando.”Fuimos a ver diferentes espectáculos mientras que estuve en Edinburgh. Fuimos a

escuchar a un coro cantando el Réquiem de Verdi en la catedral de Saint Giles. La canción fue preciosa y la catedral por si misma es muy interesante. También fuimos con Alison y Paul y tomamos un picnic en los jardines de Princes Street y vimos el circo. Había una música maravillosa, gente que hacia juegos malabares con fuego y acróbatas con talento y gimnastas. El circo era inusual porque era un circo sin animales. Los jardines estaban llenos y los artistas se movían entre la gente. Me encantaba la música así que compré el CD después del espectáculo.

Durante todo el tiempo que estuve en Edinburgh, tuve suerte con el clima. Todo el mundo, que conocí me decía lo mismo.

“¿Estás aquí para una semana?” me preguntaron.“Sí,” les dije.“Ooh, es precioso y soleado el clima para cuando tú estés aquí. Tienes suerte.”Martín había decidido llevarme al norte durante unos dias, para ver algo más de

Escocia. Esperaba que mi suerte continuara.

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CAPÍTULO 10: “MÁS DE ESCOCIA”

Escocia es maravillosa. Es un país de montañas y lagos, y todo lo que vi en los días que estuve allí, sin excepción, era bonito. No estoy exagerando y puede decir incluso que desde el minuto que Martín yo dejamos Edinburgh, el clima fue horrible. Llovía y llovia, y después cuando paraba la lluvia, llovía otra vez. Cuando conduciamos al norte, Martín empezó a contarme unas cuantas cosas sobre Escocia. No queria que pensara en la lluvia.

“¿Sabes que Escocia incluye 787 islas?” me preguntó.“No,” contesté, mirando por la ventana el cielo gris, las nueves oscuras grises y la

lluvia.“Sí, y solamente 62 de las islas son más grandes que 5 kilómetros cuadrados,”

añadió.“¿Crees que parará la lluvia pronto?” pregunté.“Eso espero. Primero iremos a Dunkeld. Ellos tienen el Highland Games en este

momento.”La lluvia era cada vez peor y no podía ver el coche de delante nuestra. Las

montañas de la distancia habían desaparecido.“Antonio, no me estás escuchando, ¿no? Deja de preocuparte de la lluvia. Te iba a

contar lo de Highland Games, pero obviamente no estás interesado.”“Lo siento, Martín. Por supuesto que estoy interesado. ¿Qué son los Games?”“Son una competición de los deportes escoceses internacionales,” explicó él.“Pero ¿hacéis deporte fuera? ¿No serán cancelado si llueve?” pregunté yo.“No. Esto es Escocia y yo Andalucia. Si cancelamos es algo cada vez que tenemos

mal tiempo, nunca haríamos nada.”Por supuesto Martín tenía razón. Los Games continuaron, a pesar de la lluvia.

Aparcamos el coche fuera de una bonita ciudad de Dunkeld y caminamos por el campo donde la competición se estaba celebrando. Había cientos de diferentes colores de sombrillas y todo el mundo llevaba puesto un impermeable – todo el mundo excepto los competidores (quienes en su mayoría eran hombres). Llevaban faldas escocesas y camisetas.

“La gente realmente se ponen faldas,” exclamé.“Por supuesto que sí, pero no todos los días,” se rió Martín. “Los hombres han

llevado falda desde finales de 1700. las mujeres también llevan faldas algunas veces. Yo me la pongo en ocasiones especiales, para una boda o algo así.”

“¿Te pones falda?” exclamé.“No, Antonio. No me pongo falda, me pongo una Kilt. La kilt es un símbolo del

nacionalismo escocés, lo mismo que lo tartan.”“¿Qué es tantan?”“Es un modelo especial en el material que se hacen las kilt – el material con cuadros

de diferentes colores. Hoy en día, hay más de 2000 modelos diferentes. Algunos de ellos están oficialmente reconocidos y otros no. Por ejemplo, el clan de Gondon tiene una tartan, el clan MacDonald tiene una tartan diferente y... mira,” Martín señaló a la esquina del campo.

Había un hombre con lo que parecia un tronco de un árbol en sus brazos.“¿Qué está haciendo con ese árbol?” pregunté.“No es un árbol,” dijo él. “es un tronco y la competición se llama “Tossing the

tronco.” Imagínate la cara de un reloj en el suelo. Cada competidor se queda en la mitad del reloj, levantando el tronco verticalmente y lo ponen en su hombro. Después lo lanza así que gira en el aire y debe aterrizar directamente en la linea del campo. La persona que pueda lanzar el tronco más cerca del lugar de las 12 en punto gana. Mira.”

Vimos varias competiciones. La mayoría de ellas consistía en lanzar algo pesado. También había algunas mujeres compitiendo, pero no tenían problemas porque obviamente, estos juegos requieren tanto fuerza como maña.

“Vamos,” dijo Martín. “Tienes que probar el haggis antes de irnos. Es una comida típica escocesa.”

En el pueblo, había un pequeño mercado que vendía producción local. Habia miel y mermelada, pasteles y bizcochos. Y haggis.

“¿Qué es haggis?”parecia como una bolsa de plástico con algo marrón e hígado dentro.“Es el estómago de una oveja,” me dijo Martín. “Dentro hay cordero y cebolla y el

corazón el hígado...”“No me lo digas. Prefiero comérmelo sin saberlo. ¿Por qué no te comes ninguno?”“Oh, yo ya lo he probado,” se rió.

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La señora que vendía los haggis me dio un pequeño plato de plástico con haggis calientes y me lo comí con un tenedor. Cuando no miraba lo que me estaba comiendo estaba riquísimo.”

Esa tarde, condujimos a través de las montañas de Grampian. Aún estaba lloviendo, pero no me importaba. El escenario era precioso. Entre las montañas había grandes espacios abiertos y estaban muy verdes. Las colinas parecian interminables.

Paramos y esa noche acampamos fuera de la pequeña ciudad. Parecía de locos acampar con la lluvia, pero era maravilloso. Habíamos comprado algunas latas de comida y algo de pan y vino y nos sentamos en la tienda y lo cocinamos en un pequeño camping-gas. Después jugamos a las cartas. Finalmente, la lluvia paró y pudimos ver el sol a través de las nubes cuando desaparecía detrás de las montañas. Era realmente bonito.

“Mañana, iremos y veremos Nessie,” dijo Martín.“Nessie, el monstruo del lago Ness,” pregunté.“Sí, habrá mucha gente en el lago Ness, pero no puedes irte de Escocia sin ir al lago

más famoso.”“Así que “lock” es la palabra escocesa para lago?” pregunté.“Correcto. Hay muchos lagos en Escocia pero el lago Ness es el más grande. Tiene

39 km de largo y la profundida es de 299 metros. Hay mucho lago para esconder a Nessie.”Esa noche soñé con monstruos.Me desperté con el ruido de la lluvia. Miré mi reloj; eran las 6,00 am. Para las 6,30 la

lluvia había parado y abrí la tienda. El sol estaba saliendo y había un velo blanco sobre el suelo. Me puse el jersey y mis botas y sali. Caminé a lo alto de la colina y miré el valle. Todo parecía misterioso, silencioso y calmado. Había un silencio completo excepto por los pájaros.

“Es perfecto,” pensé.Me quedé allí y observé el sol saliendo. Cuando el velo se habia evaporado, vi el sol

reflejado en el agua del lago de debajo. Era un momento muy especial. Cuando llegamos a Inverness, Martín torció hacia la derecha. Yo estaba mirando el

mapa.“Martín, deberíamos torcer a la izquierda para ir la lago Ness,” le dije.“Lo sé, pero quiero que veas primero algo especial,” dijo él. “Mis padres viven en un

pueblo no muy lejos de aquí. Cerca del pueblo hay un castillo. Es un lugar bonito y tiene una historia interesante. La leyenda es que en 1454, el Señor de Cawdor quería construir un castillo nuevo. Llenó una bolsa de oro para pagar el castillo, puso la bolsa de oro en el caballo y dijo que construiría un castillo en el lugar donde se parara el caballo. Se paró debajo de un árbol, así que construyó el castillo alrededor del árbol. Aún puedes ver el árbol en el sótano.”

Paramos cerca del castillo y salimos del coche. “Suelo pasar el día de Año Nuevo en casa de mis padres,” dijo Martín. “Cuando lo

hago, siempre visito el castillo. Es un lugar especial, ¿no?”“Sí. ¿Cómo celebrais tus padres y tú el día de Año Nuevo?”“Bien, solemos tener una gran fiesta con mucha gente y entonces a media noche,

escuchamos las campanas del Big Ben en la radio. Después de las campanas, nos ponemos en círculo, nos cogemos de la mano y cantamos una canción escocesa llamada Auld Lang Syne.”

Él me cantó algunas de las canciones y me di cuenta que la conocía. Nosotros solíamos cantarla en América también en el día de Año Nuevo.

“¿Se besa todo el mundo después de eso y decís “Feliz Año Nuevo”?”“Por supuesto. Creo que la gente se besa el día de Año Nuevo en la mayoría de los

paises,” exclamó Martín. “Pero sabes, el día de Año Nuevo es una celebración muy importante en Escocia y se le llama Hogmanay. Y la forma tradicional de celebrar el Hogmanay es muy interesante. La tradición es que la gente se quede en casa hasta después de media noche y la primera persona en venir a la casa después de eso debe ser un hombre de pelo oscuro.”

“¿Por qué?” interrumpí.“Porque esa es la tradición. No sé la razón.” Contestó Martín. “El hombre también

debe traer tres regalos específicos, para traer suerte a la casa. Debe traer un trozo de carbón, así la casa siempre estará caliente, una bolsa de sal, así la familia siempre tendrá algo para comer y una botella de whisky, así la familia siempre tendrá algo para beber. De cualquier forma, mis padres tienen un viejo amigo que le encanta esta tradición. Tiene el pelo oscuro y después de media noche, siempre viene a casa de mis padres con estos tres regalos. Por supuesto, todo el whisky se bebe esa noche.”

“¿Y qué pasa después?” pregunté.18

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“Bien, después continuamos con la fiesta, como en todos sitios del mundo en el día de Año Nuevo,” se rió Martín.

“Pero la tradición de Hogmanay hace a Escocia única. Me gusta eso.” Le dije.Fuimos al lago Ness e hice fotos de gran y vacio lago. Alrededor de otros 80 turistas

estaban haciendo lo mismo. Un hombre llamado Hugh Gray hizo la 1ª foto de Nessie en 1933 y varias personas desde entonces han dicho que “la” vieron. No sé si realmente hay un monstruo en el lago, pero me gusta la leyenda. Creo que es importante que mantengamos nuestras leyendas y mitos de donde vivimos. Son parte de nuestra historia.

Desafortunadamente, no tuve tiempo de ver más en nuestra visita. Es un poco difícil ver la totalidad de Escocia en 3 días. La próxima vez quiero hacer todo el camino de John O´Groats, el punto más al norte de Escocia, y después coger el ferry a las Islas Orkney. Incluso si llueve.

EPÍLOGO

He terminado el último capítulo de este libro y aún hay muchos lugares para visitar y sobre los que escribir.

Cada país es diferente y cada ciudad y lugar tiene algo especial. Eso es verdad de Bretaña y de todos sitios del mundo. Diferentes culturas tienen algo que ofrecernos y si viajas con la mente abierta, siempre tendrás especiales recuerdos en casa contigo.

Los lugares en este libro son una selección de ciudades, pueblos y zonas que significan mucho para mí. Algunas veces significan algo especial a causa de la persona o la ocasión, y algunas veces simplemente son lugares bonitos. Para mi próximo viaje, voy a ir a Irlanda lo mismo que John O´Groats y las islas Orkney. Tal vez, también escriba sobre ello.

Espero que te hayas divertido leyendo mis experiencias de ser un extranjero en Bretaña. También espero que un día tú también podrás viajar y que te divertirás con tus viajes – a cualquier sitio que vayas.

THE END

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