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LA OPCION PREFERENCIAL POR LOS POBRES EN LATINOAMERICA 1. CUESTION A DEBATE 2 2. IDEAS CLAVE 4 3. PALABRA DE VIDA 7 4. PARA PROFUNDIZAR 12 5. ATERRIZANDO 15

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OPCION PREFERNCIAL POR LOS POBRES HOY EN ECUADOR: SIGNIFICADO, SITUACION Y PERSPECTIVAS

LA OPCION PREFERENCIAL POR LOS POBRES EN LATINOAMERICA21. CUESTION A DEBATE

42. IDEAS CLAVE

73. PALABRA DE VIDA

124. PARA PROFUNDIZAR

155. ATERRIZANDO

1. CUESTION A DEBATE

MARIA Y LOS MICROCRDITOSMara es una mujer muy creyente que tiene 5 hijos. Vive en el barrio La Floresta, ubicado en una zona rural al sur de la ciudad. Mara se levanta todos los das a las 05:30 de la maana a ordear a la vaca y a preparar el caf para su familia. Buscando trabajos aqu y all logr educar a 4 de sus 5 hijos: dos terminaron el bachillerato, otro la universidad, una hija abandon los estudios en cuarto curso de bachillerato y se cas. El ms pequeo est todava en noveno ao de bsica. Dos de sus hijas emigraron a Espaa. Mara dice que ahora trabajando igual e incluso ms que antes, ya no le alcanza para educar a su hijo y menos an para afrontar los gastos de una enfermedad que viene padeciendo hace 3 aos. Las hijas que estn en Espaa le mandan algo de dinero que le ayuda a solventar ciertas necesidades pero no es suficiente. Con la finalidad de mejorar su situacin, Mara ingres en una organizacin del barrio. En ella ofrecan crdito a intereses ms bajos que en los bancos. Esta organizacin forma parte de la Pastoral Social Diocesana. Con ese dinero se dedica a criar chanchos y cuyes. En la crianza no le ha ido mal. Sin embargo, sus ingresos no han mejorado mucho, tampoco sus condiciones de vida. Criando cerdos apenas tiene una ganancia de 15 dlares por chancho, despus de cuatro meses de dura labor. Algo similar ocurre con los cuyes. Los compra pequeos a 2.50 dlares cada uno. Despus de tres meses de cuidado logra venderlos entre 6 y 8 dlares el cuy. Teniendo en cuenta el tiempo de trabajo requerido y los recursos invertidos para el cuidado de los animales, la ganancia, cuando existe, es mnima.

As las cosas ella, junto con otras socias de la organizacin, solicitaron que les bajen el inters de sus prstamos. Adems de lo difcil que est el mercado, el pago de los intereses les impide mejorar sus condiciones de vida. Su solicitud fue denegada. Se argument que los prstamos han de ser devueltos en las condiciones acordadas y que esa es su responsabilidad como socias de la organizacin. Algunas compaeras en la reunin manifestaron no poder entender que una institucin de la Iglesia slo se preocupe de cobrar y no de cmo estn ellas. Argumentaban que, en ocasiones, incluso tras hacer todo el esfuerzo posible, las cuentas para cancelar el prstamo no salen.

A pesar de estas dificultades Mara con sus compaeras decidieron continuar en la organizacin. Consideran que ese espacio les ha permitido compartir su fe en comunidad, conocerse y apoyarse en muchas situaciones e intentar buscar conjuntamente soluciones a sus problemas.Cuestionario

Cmo resumiras la situacin de Mara?

Por qu no logra mejorar sus condiciones de vida?

Cul es el punto de vista que tiene la Pastoral Social respecto a los prstamos que ofrece a las compaeras socias?

Por qu Mara y sus compaeras cuestionaron los criterios de la Pastoral Social? Quin tiene razn en la polmica? Conoces otras experiencias similares en tu comunidad, parroquia o dicesis?

En la situacin descrita, una opcin preferencial por los pobres, debera traducirse en perdonar los crditos?

Formula algn criterio para orientar las actuaciones de la Pastoral Social Caritas a la hora de acompaar a colectivos empobrecidos a salir de su situacin.2. IDEAS CLAVELA OPCION PREFERENCIAL POR LOS POBRES EN LATINOAMERICA

1. Los pobres, entre los primeros destinatarios de la EvangelizacinNuestra Iglesia Latinoamericana y Caribea ratifica su opcin preferencial por los pobres en el documento de Santo Domingo cuando afirma: Hacemos nuestro el clamor de los pobres. Asumimos con renovado ardor la opcin evanglica preferencial por los pobres, en continuacin con Medelln y Puebla. Esta opcin, no exclusiva ni excluyente, iluminar, a imitacin de Jesucristo, toda nuestra accin evangelizadora. Con tal luz invitamos a promover un nuevo orden econmico, social y poltico, conforme a la dignidad de todas y cada una de las personas, impulsando la justicia y la solidaridad y abriendo para todas ellas horizontes de eternidad (SD 296).La tarea fundamental a la que Jess enva a sus discpulos es el anuncio de la Buena Nueva, es decir, la Evangelizacin (Mc 16,15-18). De ah que, evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocacin propia de la Iglesia, su identidad ms profunda (EN 14). La singularidad y novedad de la situacin en la que el mundo y la Iglesia se encuentran al inicio del Tercer Milenio y las exigencias que de ello se derivan, hacen que la misin evangelizadora requiera hoy un programa tambin nuevo que puede definirse en su conjunto como nueva evangelizacin. Al aceptar esta misin, todos debemos entender que el ncleo vital de la nueva evangelizacin ha de ser el anuncio claro e inequvoco de la persona de Jesucristo, es decir, el anuncio de su nombre, de su doctrina, de su vida, de sus promesas y del Reino que l nos ha conquistado a travs de su misterio pascual (EIA 66). La tarea evangelizadora de la Iglesia facilita el encuentro con Jesucristo vivo, capaz de liberarnos de todo tipo de opresin. La Iglesia en Amrica debe hablar cada vez ms de Jesucristo, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre. Este anuncio es el que realmente sacude a los hombres, despierta y transforma los nimos, es decir, convierte. Cristo ha de ser anunciado con gozo y fuerza, pero principalmente con el testimonio de la propia vida (EIA 67). En esta perspectiva los pobres han de ser considerados entre los primeros destinatarios de la evangelizacin. Lo fueron para Jess y lo son para nosotros: El Espritu del Seor () me ha ungido. Me ha enviado a anunciar a los pobres la Buena Nueva (Lc 4,18). Este amor por los pobres, sin ser excluyente, ha de ser preferencial (EIA 67).2. Evangelizar confrontando dolos que no pueden salvar (Is 45,20)La evangelizacin as entendida es una tarea difcil, especialmente en un contexto de fuerte miseria y explotacin. Aqu el Dios de Jesucristo se torna el Dios desconocido (Hch 17,22ss). Los sistemas de opresin crean una multitud de dolos en nombre de los cuales se explota y se busca liquidar toda esperanza de poder trascender la injusticia que domina esas formas de organizacin social. Son dolos que tienen boca y no hablan, ojos y no ven, orejas y no oyen, manos y no palpan (Salmo 115). En los dolos, el sistema encuentra su fuerza divinizadora, trascendental, mstica y sobrenatural.Si evangelizar es anunciar al verdadero Dios, al Padre que se revela en Cristo, entonces la evangelizacin implica un enfrentamiento con los dolos del sistema. La presentacin del Evangelio desata en la historia la lucha de dioses. La lucha contra los dolos desenmascara el carcter falsamente divino y trascendental del sistema y lo reduce a lo que realmente es: la expresin histrica de una forma de opresin. La evangelizacin es, en este sentido, un juicio donde los hombres aparecen tal y como son, despojados de falsas representaciones idoltricas. La accin evangelizadora revela el Dios verdadero y descubre al ser humano en su verdadera relacin frente a sus semejantes.Los pobres no slo son objeto sino tambin sujeto de la evangelizacin. Son evangelizados y nos evangelizan. As entendemos mejor el texto de Mateo 5,3. Bienaventurados, los pobres de espritu porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados ustedes, los pobres que abrieron las jaulas y liberaron la alegra del corazn. Bienaventurados los pobres porque, en su desnudez, oirn las divinas palabras que la tierra susurra al espacio, palabras que no se pueden escuchar entre los ruidos de los palacios.3. Empobrecimiento y Solidaridad

Pese a los esfuerzos de evangelizacin y de promocin humana que ha realizado la Iglesia, la pobreza en Latinoamrica sigue estando a niveles intolerables. Tal y como sealaba el documento de participacin de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y el Caribe, en nuestros pases sigue siendo escandalosa la persistencia de la pobreza, la miseria y el desempleo, en un subcontinente formado mayoritariamente por cristianos y en el que persisten entre los pobres grandes virtudes como la solidaridad. La opcin preferencial por los pobres an no da frutos que permitan mirar al futuro como un tiempo de fraternidad y de paz (HVCL 126). Y en otro lado el mismo documento afirma: Latinoamrica contina siendo una de las regiones menos equitativas del mundo: la brecha entre ricos y pobres se amplia en lugar de disminuir y los esfuerzos para disminuir significativamente la pobreza casi siempre son insuficientes e inadecuados (HVCL 119).La pobreza, a la luz del Evangelio, no puede verse como un fenmeno puramente sociolgico porque existen signos del Reino en medio del dolor: Miramos el empobrecimiento de nuestro pueblo no slo como un fenmeno econmico y social, registrado y cuantificado por las ciencias sociales. Lo miramos desde dentro de la experiencia de mucha gente con la que compartimos, como pastores, su lucha cotidiana por la vida (SD 179). Y en medio de esas luchas, en medio de esa vida, hay fuertes motivos para sostener una esperanza razonable.Por eso la vivencia ejemplar de la Solidaridad sigue siendo tarea esencial de la Iglesia. Juan Pablo II nos anima a "amar de manera preferencial a los pobres", "un amor que no es exclusivo y no puede ser pues interpretado como signo de particularismo o de sectarismo; amando a los pobres el cristiano imita las actitudes del Seor, que en su vida terrena se dedic con sentimientos de compasin a las necesidades de las personas espiritualmente y materialmente indigentes (EIA 58).Paralelamente tambin se constata una mayor pobreza en la vida de fe de los creyentes: En las ltimas dcadas se observa igualmente una disminucin de la fe y un debilitamiento del compromiso de muchos creyentes con la Iglesia y con su misma fe: una mentalidad que en la prctica prescinde de Dios en la vida, marcada por el hedonismo y el pragmatismo (HVCL 145). En base a la experiencia de las ltimas dcadas conviene reconocer que nos cuesta ser profetas y anunciar a Jess y al Evangelio de modo propositivo (HVCL 150).Necesitamos recordar las palabras del Seor: lo importante es buscar el Reino de Dios y su justicia, y todo lo dems se dar por aadidura (Mt 6, 33). Porque una Iglesia que viva intensamente la dimensin espiritual y contemplativa, y que se entregue generosamente al servicio de la caridad, ser de manera cada vez ms elocuente testigo creble de Dios para los hombres y mujeres en su bsqueda de sentido para la propia vida (EIA 73).4. Desafos PastoralesComo Iglesia ejercemos una labor proftica en la denuncia y el anuncio esperanzado de que otro mundo es posible. Ello supone compromiso en luchas concretas para contrarrestar lo que es claramente contrario al Plan de Dios. Y al mismo tiempo anunciar la Buena Noticia de que la apuesta del Dios de la Vida es ms fuerte que los proyectos de muerte. La fidelidad a Dios nos permitir ir construyendo tambin en Ecuador la civilizacin del amor, un nuevo orden social que incluya a todos, especialmente a los ms pobres.Para renovar esa esperanza dbil, la Iglesia debe, subsidiariamente, apoyar y estimular las organizaciones de economa solidaria, produccin agro-ecolgica, defensa de la tierra y del agua, as como cualquier otra actividad mediante la cual comunidades y personas intentan recrear nuevas posibilidades y responder a angustiosas situaciones de pobreza (SD 181). La Resurreccin de Jesucristo sita de nuevo a la humanidad ante la misin de liberar a toda la creacin, que ha de ser transformada en un nuevo cielo y nueva tierra, donde tenga su morada la justicia (2P 3,13) (SD 173).El desafo pastoral ante nosotros lo resumi Juan Pablo II en estos trminos: La Iglesia en Amrica debe encarnar en sus iniciativas pastorales la solidaridad de la Iglesia Universal hacia los pobres y marginados de todo gnero. Su actitud debe incluir la asistencia, promocin, liberacin y aceptacin fraterna. La Iglesia pretende que no haya en absoluto marginados (EIA 58).Para conseguir esta meta hemos de asumir con decisin renovada la opcin evanglica y preferencial por los pobres, siguiendo el ejemplo del Seor Jess, con plena confianza en Dios, austeridad de vida y participacin de bienes. Ello supone privilegiar el servicio fraterno a los ms pobres y ayudar a las instituciones que cuidan de ellos: los minusvlidos, enfermos, ancianos solos, nios abandonados, encarcelados y todos aquellos que requieran la cercana misericordiosa del Buen Samaritano (SD 180).Adems de esta atencin a los colectivos dbiles, la Iglesia ha de promover el compromiso poltico de los creyentes que incida en la construccin de un nuevo Ecuador. Hasta la fecha no hemos sido capaces de generar, de manera sistemtica y organizada, un proceso de formacin de creyentes dispuestos a comprometerse con la construccin de una sociedad renovada dnde se vivan en plenitud los principios evanglicos: hemos descuidado la formacin de los laicos para ordenar las realidades temporales, pues presentan convicciones ticas dbiles y no logran cumplir su responsabilidad en el mundo con coherencia cristiana, no se guan por la Doctrina Social de la Iglesia (HVCL 154).3. PALABRA DE VIDA

ANDA A VENDER TODO LO QUE POSEES (Mt 19,16-30)16 En ese momento se le acerc un joven y le dijo: Maestro, qu obras buenas debo hacer para conseguir la vida eterna? 17 Jess contest: Por qu me preguntas sobre lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la vida eterna, cumple los mandamientos. 18 El joven dijo: Cules? Jess respondi: No matar, no cometer adulterio, no hurtar, no levantar testimonio falso,

19 honrar padre y madre y amar al prjimo como a s mismo.

20 El joven le dijo: He guardado todos esos mandamientos, qu ms me falta?

21 Jess le dijo: Si quieres llegar a la perfeccin, anda a vender todo lo que posees y dselo a los pobres. As tendrs un tesoro en el Cielo, y luego vuelves y me sigues.

22 Cuando el joven oy esta respuesta, se fue triste, porque era muy rico.

23 Entonces Jess dijo a sus discpulos: Cranme que a un rico se le hace muy difcil entrar al Reino de los Cielos.

24 Se lo repito, es ms fcil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar al Reino de los Cielos.25 Al or esto, los discpulos se quedaron asombrados y decan: Entonces, quin puede salvarse?

26 Fijando en ellos su mirada, Jess les dijo: Para los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible.

27 Entonces Pedro tom la palabra y dijo: Sabes que nosotros lo dejamos todo para seguirte: qu habr para nosotros?

28 Jess contest: A ustedes, que me siguieron, les digo esto: En el da de la Renovacin, cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, ustedes tambin se sentarn en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.

29 Y todo el que deja casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o propiedades, por amor de mi Nombre, recibir cien veces lo que dej y tendr por herencia la vida eterna.

30 Muchos que ahora son los primeros sern entonces los ltimos, y muchos que ahora son los ltimos, sern los primeros.1. El texto en su contexto

"Anda, vende lo que tienes y dselo a los pobres, y tendrs un tesoro en los cielos; luego ven y sgueme". Es la propuesta de Jess al que le pregunta "qu he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna". Es una propuesta que va ms all de la justicia; realiza esa "justicia ms perfecta a la que invita el Reino (5,20). Va dirigida a cada hombre que est llamado a ser discpulo de Jess, Hijo perfecto como el Padre (5,48).Para un hijo, los bienes son un don del Padre que se han de compartir con los hermanos. El que los acumula se hace a s mismo esclavo del egosmo, y a los hermanos los hace esclavos de la miseria. Libre es aquel que es capaz de usarlos al servicio de los otros.El apego a los bienes es el gran engao, la seduccin que sofoca la Palabra (13,22). La codicia de riquezas es principio de todos los males (cf. 1Tm 6,10), verdadera idolatra (Ef 5,5; Col 3,5), que excluye del Reino, reservado para los "pobres de espritu" (5,3).Jess nos ofrece la posibilidad de vivir como "desde el principio" no slo la relacin con el otro y con nosotros mismos, sino tambin con los bienes del mundo. stos no son la finalidad a la cual se sacrifica la propia vida y la ajena, sino el medio que se ha de usar en la medida en que sirve para vivir como hijos y como hermanos, con plena libertad, sin dejarnos condicionar. Lo que tenemos como propio nos separa de los otros; lo que damos, nos une. Los bienes materiales son bendicin y por consiguiente son vida si se comparten libremente, pero son maldicin y muerte si se acumulan compulsivamente.Jess nos comunica la posibilidad de ser libres, personas que saben servirse de todas las cosas en lugar de ser esclavizados por ellas. Somos hijos, seores y no siervos de la creacin en la medida que con ella servimos a los hermanos. "Desde el principio" todo es don. Poseer y acumular es destruir la raz misma de la creacin: la violencia para apropiarse de las cosas destruye, no slo la fraternidad, sino tambin los mismos bienes que hemos recibido.La expulsin del Edn, as como el destierro de la tierra prometida, es una amarga consecuencia de la pretensin de "arrebatar" lo que ha sido dado como un don. El sentido del ao santo en Israel era el de reestablecer una situacin de bienes compartidos (Lv 25,8-17), que inevitablemente tienden a acumularse en manos de unos pocos con perjuicio de todos. sta es la condicin "para habitar la tierra" (Lv 25,18s). De lo contrario la tierra es inhabitable: se convierte en un desierto donde reinan la injusticia y la violencia de los poderosos.Desnudos hemos salido del seno materno; desnudos volveremos a la tierra (cf. Jb 1,20ss). Todo hombre, al menos al final, cumplir el precepto del Seor de dejarlo todo y volverse nio. Cada uno llevar consigo su verdadero tesoro: no sern las riquezas posedas y acumuladas, sino las vendidas y las compartidas. Nada de stas se perder; el resto ser quemado como paja en el fuego (cf. 1Co 3,12-15).Lo que Jess le dice al joven rico (v. 21) no es "un consejo evanglico" para algunos que quieren ser mejores: es la perfeccin que el Evangelio de la libertad ofrece a todos. Hombre maduro, perfecto y completo, es aquel que concretamente vive todo como un don recibido y lo entrega como don. As llega a ser hijo, y realiza el mandato de amar a los otros con el mismo amor con el cual Cristo lo ha amado (cf. Jn 13,34).La interpretacin de estas palabras de Jess tiene una historia larga y variada. El evangelista Lucas las toma al pie de la letra: Jess realiza "hoy" el ao santo (vase su discurso programtico en Lc 4,18-21). La Iglesia, despus de l, lleva adelante su salvacin propia como Hijo, viviendo concretamente la fraternidad (Hch 2,42-47; 4,32-35; cf. Lc 3,11; 5,11.28; 6,30; 7,5; 11,41; 12,33s; 14,13-33; 16,9; 18,22; 19,8). Pero es un gesto de la libertad, al cual ninguno est obligado (cf. Hch 5,4).Orgenes les dice a los ricos que han de compartir los bienes materiales con los pobres para tener parte en sus bienes espirituales. San Juan Crisstomo advierte que la pobreza interior es necesaria, pero no suficiente: debemos ayudar a los pobres con las propias riquezas. San Basilio invita tambin a los padres de familia a deshacerse de la riqueza -entendida como lo superfluo- para no ir contra el mandato del amor, que exige cierta igualdad entre los hombres. La solicitud por los hijos no debe ser un pretexto para descuidar la orden del Seor!Los creyentes han tratado de comprender, interpretar y vivir segn las diversas circunstancias estas palabras de Jess con mayor o menor dificultad y en todo caso rechazando, al menos con palabras, el amor a la riqueza y la posesin que perjudica a los hermanos.El "consejo evanglico" -que luego se convierte en el voto de pobreza de los religiosos- es vlido slo en la medida en que se entiende como signo proftico de algo a lo que todos estn llamados a vivir. Los votos de pobreza, castidad y obediencia son un testimonio radical y visible de esa libertad evanglica en relacin con las cosas de las personas y de nosotros mismos, que todos debemos tener para amar a Dios y servir a los hermanos.Pero el testimonio radical est reservado a algunos como don particular. No todos comprenden esta palabra: el que pueda entender, que entienda (vv. 11s). Dios da a cada uno un don diferente: "Cada cual tiene de Dios su gracia particular: unos de una manera, otros de otra" (1Co 7,7). Pero todo don es para el bien comn (1Co 12,7), como manifestacin del amor, que es para todos y nunca se acabar. No todos haremos lo que hizo la madre Teresa de Calcuta; pero ninguno de nosotros puede dejar de vivir, a su modo, ese amor a los ltimos que ella testimoni tan admirablemente.Para todos los creyentes el camino de la vida pasa a travs de la pobreza, la humildad y el servicio. La posesin y la riqueza, el orgullo y el dominio son las armas con las cuales el enemigo nos mantiene en la esclavitud. El pobre, por su parte, est atento a no tener el corazn del rico. Y lo que vale para los bienes materiales, vale tambin para los otros bienes, intelectuales, morales y espirituales: es un don que hay que recibir como hijos y hay que compartir con los hermanos, para el servicio comn.Podemos distinguir tres partes en el relato: la necesidad del ser libres de los bienes (vv. 16,22); la riqueza, real o deseada, no es una ayuda, sino un impedimento para entrar en el Reino (vv. 23,26); al discpulo se le da como don en el presente esta libertad que le abre el futuro (vv. 27,29). Por eso muchos de los primeros sern los ltimos y viceversa (v. 30).Jess es el pobre, ltimo y siervo de todos, porque es el Hijo (Flp 2,6-11). La Iglesia lo sigue a l, y llega a ser sal de la tierra y luz del mundo (5,13ss): conoce la gracia de aquel que siendo rico se hizo pobre para enriquecerla con su pobreza (2Co 8,9).2. Algunos subrayadosv. 16: Maestro, qu he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna? Todo hombre se pregunta: "Qu hacer" para obtener la felicidad eterna que desea? Se interroga de dnde parten y a dnde llevan sus acciones, para dirigirlas libremente al objetivo que conscientemente se propone. No est programado por el instinto y sabe por experiencia que puede fallar: su mente dbil se engaa fcilmente, su corazn temeroso enseguida se inclina hacia la esclavitud.v. 17: Por qu me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es bueno! Jess lo coloca en el camino: su Dios es Dios, el nico bueno. La alternativa es Mammona (6, 24). Dios es bueno porque es amor humilde y servicial, que da la vida. Mammona es el dolo del egosmo, arrogante y esclavizante, que da la muerte.Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Nuestra vida es la misma vida de Dios: amar! Y el amor, ms que en palabras, consiste en compartir lo que se tiene y lo que uno es. El amor del Padre se vive en el amor de los hermanos, plenitud de la ley (cf. 22,37-40; 7,12; Rm 13,8-10).v. 18s: No matars, no cometers adulterio, etc. Jess enumera los deberes hacia el prjimo, que se han de vivir de una manera nueva, con el corazn del Hijo (cf. 5,21-48). No habla del amor del Seor, porque ya se realiza en plenitud siguiendo a Jess (v. 21).v. 20: Todo eso lo he guardado. Este joven es "irreprensible" en la observancia de la ley, como Pablo (Flp 3,6). Qu ms me falta? Para ser perfecto como el Padre, es necesario ser hermano y seguir al Hijo. Le falta conocer el amor del Hijo (Flp 3,8). Todava no tiene un corazn nuevo, libre para amar como es amado: le falta pasar de la ley al Evangelio.v. 21: Si quieres ser perfecto. "Perfecto" significa "bien realizado". Lo que no est bien realizado todava no est completo. Una accin no cumplida es "fallida". La perfeccin de la que habla Mateo no es, por consiguiente, un consejo, sino que es el paso necesario para ser realmente hijos (cf. 5,48).Anda, vende lo que tienes y dselo a los pobres. Los bienes, mientras no se compartan con los hermanos, reflejan nuestra lejana de Dios Padre y de su Hijo. Es necesario que alejemos de nosotros lo que aleja del Dios de la vida.Tendrs un tesoro en los cielos. Tenemos el corazn donde est nuestro tesoro.Luego ven y sgueme. El que se hace hermano, viene hacia el Hijo y sigue su camino. Dar a los hermanos y seguir al Seor es el pleno cumplimiento del mandato del amor a Dios y al prjimo.v. 22: El joven se march entristecido, porque tena muchos bienes. Para l su bien son todava sus bienes. No los tiene como una bendicin: est posedo por ellos en una forma maldita. Todava no es libre: es esclavo de mammona. El Evangelio apcrifo de los hebreos dice que el joven comienza a rascarse la cabeza, porque la propuesta lo preocupa. Y Jess le dice: "Cmo puedes decir que observas la ley y los profetas, si en la ley est escrito que tienes que amar al prjimo como a ti mismo, y en cambio muchos de tus hermanos estn mal vestidos y muertos de hambre, mientras tu casa est llena de muchos bienes, y t no les ofreces nada a ellos?".v. 23: Un rico difcilmente entrar en el reino de los cielos. El Reino es de los pobres de espritu (5,3). Por eso los ricos difcilmente entran en l: primero deben volverse pobres!v. 24: Es ms fcil que un camello entre, etc. Lo que Jess acaba de declarar como difcil, ahora se seala como imposible. Puede acaso un camello pasar por el ojo de una aguja?v. 25: Los discpulos, llenos de asombro Creen que las riquezas son una ayuda, no un impedimento. Todava son vctimas del engao de la riqueza (13,22): no saben que el corazn, esclavo del egosmo, convierte en mal lo que es un bien. De improviso quedan asombrados al ver que es imposible la libertad que hace entrar en el Reino. Quin se podr salvar? Si la condicin para la felicidad es esa libertad, quin la lograr?v. 26: Mirndolos fijamente Jess entra con su mirada en el corazn de los discpulos. Es esa mirada la que los ha seducido desde el principio (4,18). Para los hombres eso es imposible. Jess confirma que es verdad lo que ellos han entendido. Ninguno es libre, ninguno puede salvarse!Mas para Dios todo es posible. La liberacin de la libertad del hombre es una accin divina por excelencia. Se le da a quien se encuentra con la mirada del Seor Jess, que despierta en su corazn su verdad que exista desde el principio -y que desde el comienzo qued sepultada por mentiras y temores.v. 27: Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo. Pedro descubre con sorpresa que lo que es imposible para los hombres, ya les ha sido concedido como un don por Jess a sus discpulos.Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido (4,18-22). Como Pablo, los discpulos han visto en Jess a su Seor (Flp 3,8) el bien supremo, el tesoro escondido de su vida, la perla preciosa que ellos estaban buscando (13,44ss).Qu recibiremos, pues? Pedro est asombrado por el don recibido, y se pregunta cul ser la felicidad que de all resultar.v. 28: Vosotros que me habis seguido, etc. En la nueva creacin, en el da sin ocaso que ya ha comenzado, los discpulos participarn en la realeza, en la gloria, en la riqueza del Hijo. Los pobres reinarn para siempre con l.v. 29: Todo aquel que haya dejado casas, etc. El que, por amor a Jess ("en mi nombre") lo ha dejado todo, no pierde nada: lo obtiene todo, y hereda la felicidad sin fin. La plenitud del don se manifestar despus; pero ya desde ahora el Reino es suyo (5,3). Por eso su futuro ser diferente (cf. 5,4-12). El tiempo presente sigue siendo el lugar para decidir el paso del egosmo al amor: es el espacio del logro de nuestra libertad.v. 30: Muchos primeros sern ltimos y muchos ltimos, primeros. Nuestros modos de pensar y de obrar se invierten. Nuestro juicio es "perverso": carece de verdad. El primero no es el rico, sino el pobre, del cual es el Reino (5,3).(Comentarios adaptados de Silvano Fausti, Una comunidad lee el Evangelio de Mateo)3. El texto en nuestro tema Lee despacio el texto y el comentario. Subraya lo que te parece ms importante para nuestro tema y para nuestra experiencia creyente. Comparte estas ideas en grupo y enriquece tu visin con los aportes del resto. Cules son los retos que esta Palabra de Vida plantea a los trabajadores y trabajadoras de la Pastoral Social - Caritas? El comentario subraya la importancia de ganar libertad. De qu libertad se trata? Es fcil progresar en ese camino? Conoces personas que te hayan impresionado por su libertad, tal y como la entiende el texto? Por qu hay tantos cristianos que evolucionan poco en este aspecto? Sin esa libertad, somos realmente cristianos/as? La opcin preferencial por los pobres, individual o comunitaria, es un compromiso moral que cabe exigir a todos? Es un don de Dios que solo algunos van a tener realmente? Son ambas cosas? T, cmo la entiendes a la luz de la Palabra comentada?4. PARA PROFUNDIZAREL POBRE DE NAZARETH

(Adaptacin de una obra de Ignacio Larraaga con el mismo ttulo)1. Jess vino para inaugurar, no el juicio sobre el mundo, sino la salvacin por medio de la palabra y de la accin. Las promesas se van anunciando mediante signos de liberacin y de alegra. Destrona a Satans para poner en su lugar al Padre. Dios se acerca para atender y salvar a los que no tienen derechos, a los arrinconados contra la pared, para convivir con los pecadores, sentndose con ellos a la mesa y participando de sus fiestas y banquetes, aunque el disgusto se refleje en los rostros de la gente de bien. Busc ansiosamente a los enfermos, endemoniados, leprosos y a todos los que fueron arrojados fuera de las puertas.

2. Misericordia quiero, ha llegado el Reino. Enroll el volumen, lo devolvi al ministro y se sent. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en El. Estas escrituras que acabis de or se han cumplido hoy (Lc 4,18-19). Saltaron las cadenas de las prisiones, los pobres tienen de pronto ttulos de nobleza, los expatriados regresan entonando alegres cantos, los desposedos cosechan donde no haban sembrado, el sol luce en la frente de los ciegos, las lgrimas se han trocado en perlas, la muerte ya no tiene la ltima palabra. Se ha cumplido el tiempo, lleg el Reino.3. La conclusin era obvia: el Mesas estaba entre nosotros. Este hombre, con sus obras, daba cumplimiento a las profecas mesinicas de Isaas (Is 61,1). Esas obras hablaban por s mismas y le proclamaban como el Mesas de los Pobres. Se abra un nuevo tiempo, la era de la alegra.4. Jess era la Palabra del Padre, no solo en el sentido de que traa un ramillete de novedades de salvacin que iba sembrando infatigablemente; mucho ms: el mismo era la concretizacin manifiesta de Dios amor; es decir, Jess como persona y testimonio de vida, era un argumento vivo de que Dios es amor. Con otras palabras: Dios amor se trasluca, se proyectaba y se derramaba a travs de este vaco de s cuyo nombre es Jess de Nazareth. Por eso Jess ante todo amaba: Ha llegado el Reino de Dios amor! Amaba a los que nadie ama, porque en el mundo slo se ama a los agradables y no a los desagradables. No es suficiente sin embargo, con el amor compasin. Hay que pasar a los hechos y aterrizar en soluciones concretas.

5. Para el pueblo sencillo, Jess era un hombre poderoso en obras y palabras, pero, ante todo, era un milagrero, una especie de mago sagrado. El pueblo le buscaba para conseguir luz para sus ciegos, curacin para sus paralticos, resurreccin para sus difuntos, sanacin para sus leprosos, y lo dems poco les importaba. En la brillante polvareda de milagros y curaciones, la gente no era capaz de entender con claridad el mensaje y misterio profundo de Jess. Lo entendemos nosotros hoy? En un mundo que slo busca realizaciones tangibles, conceptos como amor, mensaje, misterio, a muchas personas le dicen poca cosa. Jess fue comprobando una y otra vez, y con desaliento, que la gente le buscaba, no tanto como mensajero de Dios, sino como milagrero de Dios. Sin poder evitarlo, esto le causaba profunda tristeza, como cuando reaccion diciendo: Si no ven seales y prodigios, no creen (Jn 4,48) De todas maneras Cristo era el Mesas de los Pobres y sta era, sin duda, una manifestacin clara de la pobreza de aquella gente y de la nuestra.6. Un pobre de Dios es un hombre libre. El que nada tiene y el que nada quiere tener, nada puede temer, porque el temor es un haz de energas desencadenadas para la defensa de las propiedades y apropiaciones, cuando el propietario se siente amenazado. Pero un pobre como Jess, que no ha hecho otra cosa que extirpar afanes protagnicos, sueos de grandeza, sutiles apropiaciones, a este pobre qu le puede turbar? Por eso le vemos actuar como el profeta incorruptible, testigo insobornable frente a los poderes polticos y las autoridades religiosas, frente a los amigos, seguidores y familiares, frente a las tentaciones de su propio misterio, incluso frente a la ley y a la religin oficial.7. De un hombre libre nace un hombre disponible. De la negacin nace la afirmacin, del desprendimiento, la donacin; de la pobreza, el amor; de la muerte, la vida. En suma, las energas connaturales encadenadas a la argolla del egosmo, una vez desenganchadas y libres, quedan disponibles para el servicio a los dems.8. Y as nace un servidor. Si el profeta no comienza por desprenderse, despojarse, desapropiarse, esto es, hacerse pobre, no puede servir a nadie; por el contrario, sutil y camufladamente, se sirve de todo y de todos. Por ejemplo, un profeta puede desvivirse por el pueblo, pero eventualmente y sin advertirlo, podra estar transformando al pueblo en una plataforma para auto-proyectarse y sentirse l mismo realizado: pareca que serva al pueblo, cuando en realidad se serva del pueblo.

9. En conclusin, slo un pobre puede servir a los pobres. Cul es, pues, el misterio final y viviente del Pobre de Nazareth? La va que va de la pobreza al amor. En otras palabras, quin es Cristo, el Salvador? Alguien pobre-libre-disponible-servidor, que ha recorrido el camino de la pobreza al amor.

10. Con quines ejerci Jess su misericordia y su servicio? Con los pobres, preferentemente. Pero la palabra pobre era una expresin ambigua en aquella poca, y en cualquier poca. Entonces, ahora y siempre evoca un mosaico enorme y multicolor que incluye a todos los que sufren algn tipo de carencia humana. Pobres eran los perseguidos, los leprosos, los agobiados por toda clase de necesidades y problemas cotidianos, las multitudes errantes y hambrientas, los ignorantes en materia de ley. Pobres eran los enfermos, ciegos, lisiados, paralticos, cojos. Pobres eran los pecadores, las mujeres de vida dudosa, los recaudadores de impuestos, los posedos de espritus inmundos. Pobres eran los pequeos, los insignificantes, las mujeres en general, los nios. Esta fue la amplia plataforma sobre la que Jess extendi sus brazos de misericordia y derram a manos llenas salud y pan.11. La primera reaccin del Pobre ante los sufrimientos de los pobres era la compasin; y la compasin trmino equvoco tambin- es un movimiento vital, estremecido, que se origina y sube desde las profundidades, desde los intestinos y desde el vientre: algo visceral, que afecta a todo el sistema neurovegetativo, como un ro que fluye por las entraas y tiene su eco en todo el cuerpo.

12. La compasin puede ser tambin fruto de una determinada forma de ser. Bien sabemos que Jess era de temperamento sensible, hasta derramar lgrimas. El ser humano puede llorar por s mismo, de autocompasin. Sin embargo en la verdadera compasin se da esencialmente un olvido de s, como en el caso de Jess que, cuando se estremeca, lo haca siempre por los dems. En suma, la compasin es una pasin despertada por el dolor ajeno, una reaccin de simpata de un corazn que sale de s y vibra con el otro, una emocin que deriva del hecho de sentir y sufrir con el pobre (Mt 14,14; Mt 9,36; Mc 6,34; Lc 7,13; Mc 1,41; Mt 20,34; Mc 8,2).13. La compasin, por otra parte, no es solo un sentimiento; es, sobre todo, un motor que impulsaba a Jess a dar pasos concretos y utilizar su poder para confortar a los sufrientes, eliminando aquel mal que tanto le apenaba, transformndose de esta manera en un redentor de todo dolor.14. Jess, con su palabra y con su vida, nos llama a optar por la pobreza y por los pobres con claridad y coherencia, pasando de las palabras a los hechos. Nos pide que demos testimonio creble de esa opcin, practicando y fomentando un estilo de vida en el cual no haya espacio para la opulencia, el derroche, la ostentacin y el orgullo de creer que lo que tenemos es nuestro y que cada uno tiene lo que merece.5. ATERRIZANDO

REVITALIZANDO NUESTRO COMPROMISO CON LOS POBRESA continuacin proponemos algunos ejercicios que te ayuden a profundizar en tu experiencia de Dios y tu servicio a los Pobres.1. Escribe tres ideas que te hayan gustado y que te ayudan a encontrarte con el Dios de la Vida y que te llevan a comprometer en el trabajo por los ms necesitados.

a._____________________________________________________________________________________________________________________________________b.____________________________________________________________________________________________________________________________________c._____________________________________________________________________________________________________________________________________2. Lee el texto de profundizacin y subraya dos pasajes que consideras especialmente importantes para tu vida y para tu trabajo pastoral.

3. Evala el trabajo de tu Iglesia en su opcin preferencial por los pobres (diocesana, de zona o sector, parroquial) y el compromiso de los agentes de pastoral que conoces a la luz de la Palabra de Vida. Seala algn cambio conveniente o necesario.4. Identifica movimientos y/o organizaciones cristianas y no cristianas que tengan una clara y decidida opcin por los pobres. En qu mbitos trabajan? Cmo entienden y concretan esa opcin? Cmo se podra colaborar con ellas desde la Pastoral Social Caritas diocesana?

5. Es posible promover en la vida diocesana la opcin preferencial por los pobres? Elabora una propuesta concreta proponiendo cmo podra hacerse. Contrasta con otras personas tus ideas y consensa en grupo un sencillo plan para conseguir avanzar en este objetivo.GLOSARIO DE SIGLAS

EIA Ecclesia in America, Exhortacin apostlica Juan Pablo II, 1999.EN Evangelii Nuntiandi, Encclica Pablo VI, 1975.

HVCL Hacia la V Conferencia Latinoamericana, Documento de Participacin, 2005.

SD - Documento de Santo Domingo, IV Conferencia Episcopado Latinoamericano, 1992.