a_06caridadpolitica.doc

19
CARIDAD Y POLITICA 1. CUESTION A DEBATE 2 2. IDEAS CLAVE 4 3. PALABRA DE VIDA 7 4. PARA PROFUNDIZAR 11 5. ATERRIZANDO 15

Upload: uriel-rodriguez

Post on 10-Nov-2015

214 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

PASTORAL SOCIAL CARITAS, TAREA ESENCIAL DE LA IGLESIA

CARIDAD Y POLITICA21. CUESTION A DEBATE

42. IDEAS CLAVE

73. PALABRA DE VIDA

114. PARA PROFUNDIZAR

155. ATERRIZANDO

1. CUESTION A DEBATEEL PEQUEO PAPAGAYO VALIENTELa tormenta seca se acercaba. Los truenos crecan en intensidad y, de repente, un poderoso rayo prendi un rbol cado con una viva llama. El viento colabor extendiendo algunas chispas por el bosque y pronto el incendio se ensanchaba con rapidez. Aterrados animales corran en todas direcciones buscando salvarse de las llamas y del humo.

Fuego, fuego gritaba el pequeo papagayo. Todos hacia el ro. Batiendo sus alas logr elevarse y alcanzar la orilla del agua. Pero en su huda observ que muchos animales, los que no podan volar, quedaban atrapados por el fuego, sin posibilidad de escapar. Haba que hacer algo y el papagayo tuvo una idea desesperada: se zambull en el ro y, completamente mojado, vol directo hacia el fuego. Procurando evitar las llamaradas, alcanz el foco de la hoguera y, agitando con fuerza sus alas, logr liberar el agua que todava conservaba entre sus plumas. Por un momento algunas pequeas gotas brillaron como diademas en medio del horno para evaporarse inmediatamente. El papagayo repiti una y otra vez la operacin, volando del ro al fuego y del fuego al ro para zambullirse nuevamente y, una y otra vez, acarrear un poco de agua al centro del incendio.Un guila que observaba la escena desde la seguridad de un alto peasco no poda creer lo que estaba viendo. Decidi intervenir: Has perdido el juicio, pajarillo? Retrate y ponte a salvo. Tu empeo es absurdo porque unas pocas gotas no pueden hacer nada en este incendio. Deja de hacerte el tonto y salva la vida antes de que sea demasiado tarde!

Pero el papagayo segua volando y tosiendo, adelante y atrs, entre humos y llamaradas. El guila le volvi a gritar: Hazme caso, pjaro tonto y detente! Slvate ahora, mientras puedas! A lo que el papagayo respondi: Ahora no necesito los consejos de un guila (tuju, tuju) fuerte y luminosa. Mi propia madre, tan querida, me dijo cosas semejantes hace mucho tiempo. Las he odo muchas veces. No me hacen falta consejos. Lo que realmente apreciara (tuju, tuju) es alguien dispuesto a ayudar.Desde el cielo un ngel miraba con atencin lo que suceda all abajo e, inesperadamente -porque no pasa muchas veces- sinti vergenza de su situacin privilegiada. Arriba estaban los de su condicin, relajados y charlando, mientras all abajo los pobres animales gritaban desesperados, corran alocados y sufran las primeras quemaduras. De pronto el ngel sinti un fuerte deseo de ser como el pequeo papagayo y hacer algo por aquellos animales atrapados, lo que fuera: Yo tambin voy a ayudar. Y, sobrecogido por un fuerte sentimiento de compasin, comenz a llorar. Pequeas ros de lgrimas brillantes brotaron de sus ojos durante un largo tiempo. En una oleada tras otra, el precioso lquido caa, como agua fresca, sobre el fuego, sobre el bosque y sobre el exhausto pajarillo. Las llamas comenzaron a debilitarse y por fin se extinguieron. Tiempo despus el humo tambin comenz a remitir. El papagayo, loco de alegra, gritaba: Esto es otra cosa. Esto s que ha sido ayuda verdadera!Todos los animales se miraban atnitos. Arriba en el cielo claro podan ver a su amigo, el pequeo papagayo, revoloteando en crculos, muy contento. Cuando ellos haban perdido la esperanza, el coraje del pequeo animal, de algn modo sorprendente e inesperado haba logrado salvarles. Espontneamente y con una sola voz, todos gritaron: Tres hurras por el pequeo papagayo valiente y por la lluvia milagrosa!!!(Relato de tradicin budista adaptado, cf. www.learningtogive.org/materials/folktales)

CUESTIONARIO El incendio puede servir como smbolo de algunas situaciones desesperadas en las que se encuentra un pas. Podras especificar el incendio que afecta a Ecuador en lo que se refiere a nuestra situacin social y poltica?

Algunos dicen: la pobreza es responsabilidad del gobierno y nosotros no podemos hacer nada Qu respondera el pequeo papagayo? Qu diras t a quien afirma que dar limosna no tiene sentido porque la pobreza ha de resolverse a nivel estructural y desde la poltica? El guila ofrece dos consejos que muchos consideraran prudentes y razonables. Cules son? Has escuchado argumentos similares? En qu situaciones? El papagayo no hace caso al guila y sigue con sus esfuerzos, absurdos para muchos. Es terquedad insensata o existen motivos no expresados capaces de explicar ese empeo? El papagayo no se desanima y, finalmente, logra su objetivo, Se trata de pura suerte o hay alguna leccin importante que aprender aqu? Cul puede ser? Podra rehacerse la historia sin recurrir a personajes de otro mundo, es decir, suprimiendo la intervencin del ngel pero manteniendo el mensaje central? T, cmo la reescribiras?2. IDEAS CLAVE

CARIDAD Y POLITICA1. La poltica, dimensin esencial de la vida humanaEl espacio pblico es el mbito en el que los distintos agentes sociales, personas y organizaciones, interactan permanentemente. Para evitar que estos intercambios resulten caticos es necesario un ordenamiento que permita su desarrollo. Supongamos, por ejemplo, una asamblea de vecinos que convoca una reunin para abordar una serie de problemas. Su funcionamiento requiere una normativa, implcita o explicita, que regule las intervenciones, los temas a tratar, los procedimientos de decisin, los responsables de ejecucin, etc. Lo que es necesario en el mbito de un pequeo grupo humano, lo es tambin y con mayor razn en la vida social.La poltica, ante todo, responde a la necesidad de ordenar el espacio pblico para que la convivencia sea posible. Sin poltica no hay sociedad que funcione. Su necesidad es incluso previa a la cuestin del poder y de quin lo ejerce. Por eso experiencias negativas como la corrupcin de algunos responsables o la legitimidad de un determinado sistema poltico no deben confundirnos: la poltica es siempre necesaria. Las estructuras polticas de un pas pueden estar mejor o peor organizadas, pueden ser ms o menos participativas, pueden reflejar mejor o peor la voluntad de los ciudadanos pero no existe sociedad humana sin poltica.2. La poltica, confrontacin de intereses o proyecto al servicio del bien comn?Un gran nmero de especialistas sostiene hoy que la poltica es, simplemente, un instrumento para articular intereses de grupos en conflicto del mejor modo posible y no una herramienta para realizar ningn ideal comunitario. El Compendio de Doctrina Social seala la existencia de una extendida perspectiva agnstica y relativista, segn la cual la nica verdad existente es la que se refleja en cada momento en las opiniones mayoritarias, opiniones a su vez condicionadas por los equilibrios polticos (CDSI 569). En esta perspectiva el poder relativo de cada grupo para condicionar la opinin pblica tiene ms importancia que las virtudes ticas de un determinado proyecto social. As las cosas, la vida comn se ordenara atendiendo, no tanto a valores ticos cuanto a consensos provisionales que resultan de los equilibrios de fuerza existentes en cada momento.

El cristianismo no comparte esta visin, que algunos denominan realista, de una poltica dominada por las relaciones de poder y el juego de intereses. No somos ingenuos: sabemos que existen fuertes conflictos en nuestras sociedades y reconocemos la necesidad de atemperarlos buscando en cada caso, mediante el dilogo y la negociacin, el mejor equilibrio posible. Pero reconocer el valor del pragmatismo en la gestin poltica no significa que eso sea todo lo que hay. La prctica poltica, si es humana, requiere de un horizonte tico que le de orientacin y perspectiva. En la visin cristiana la actividad poltica, adems de tcnica instrumental, ser sobre todo tarea moral. Benedicto XVI lo expresa de este modo: La justicia es el objeto y, por tanto, tambin la medida intrnseca de toda poltica. La poltica es ms que una simple tcnica para determinar los ordenamientos pblicos: su origen y su meta estn precisamente en la justicia, y sta es de naturaleza tica (DCE 28). Hace muchos siglos San Agustn deca algo similar de modo todava ms contundente: un Estado que no se rigiera segn la justicia se reducira a una gran banda de ladrones. (DCD IV, 4). Por eso, aunque en muchas circunstancias definir y concretar lo que puede suponer el bien comn resulte complejo, los cristianos no podemos renunciar a este desafo: la bsqueda del bien de la comunidad histricamente realizable es la razn de ser de toda poltica (CIC 1910, CDSI 168). La armonizacin de los diversos intereses sociales ha de realizarse atendiendo a un criterio de justicia y buscando siempre el bien general (CDSI 169).3. El amor, inspirador de la vida social y polticaEl Evangelio es anuncio y realizacin de un misterio de comunin de Dios con los hombres y de los hombres entre s (LG 1). Aqu estriba la profunda significacin social y poltica del mensaje de Cristo: el Evangelio consolida y alimenta, desde la caridad, el autntico ser social del ser humano.En palabras del Compendio de Doctrina Social, el precepto evanglico de la caridad ilumina a los cristianos sobre el significado ms profundo de la convivencia poltica (CDSI 392). La mejor manera de hacerla verdaderamente humana es fomentar el sentido interior de la justicia, de la benevolencia y del servicio al bien comn (GS 73). La visin cristiana de la sociedad poltica otorga un papel esencial al valor de la comunidad y a los lazos que esta crea. Ninguna legislacin, ningn argumento racional lograr superar la fuerza unificadora de la llamada a la caridad (CIC 1827).

El misterio de Dios, el Amor Trinitario, que funda la dignidad de cada persona, fundamenta tambin la vida de la comunidad humana (CDSI 55). La experiencia de ese Dios Trinitario inspira a la humanidad a buscar, ya en la historia, la unidad profunda que es su ltimo destino. El amor de Dios lleva a los cristianos a colaborar en la construccin de una vida social, econmica y poltica conforme al designio divino.

Ninguna propuesta poltica puede identificarse, sin ms, con la expresin definitiva del reinado de Dios. Pero las exigencias de ese Reino pueden y deben inspirar la bsqueda de una sociedad renovada, determinando en cada momento soluciones creativas y viables, adecuadas a circunstancias y exigencias siempre cambiantes (CDSI 53). La fe es capaz de liberar en los creyentes las energas de la esperanza, traduciendo los sueos profticos reflejados en la Biblia en acciones transformadoras inspiradas en una nueva imaginacin de la caridad (NMI 50).4. Caridad social y polticaLa parbola del Buen Samaritano constituye ante todo una llamada a responder aqu y ahora a la necesidad urgente de la persona concreta y prxima que sufre a nuestro lado. Pero muchos de esos prjimos a los que hemos de amar se presentan como grupos con necesidades especficas y formados por personas a las que nunca vamos a conocer personalmente. Amarles significa buscar en la accin social y poltica mejorar sus condiciones de vida. Por eso, paralelamente a las respuestas asistenciales, son igualmente actos indispensables de caridad los esfuerzos dirigidos a organizar y estructurar la sociedad de modo que nadie tenga que padecer miseria. Ello es especialmente necesario cuando la pobreza se ha convertido en un desafo de proporciones planetarias (CDSI 208).

Una caridad que adems de inspirar las relaciones individuales busca tambin con decisin soluciones a los nuevos problemas sociales y polticos, se convierte en caridad social y poltica. As la caridad se despliega en la actividad pblica como solidaridad, procurando el bien posible para el conjunto de la comunidad y evitando que los intereses particulares o de grupo primen indebidamente (CIC 1939; CDSI 207).

Cuando la participacin poltica se entiende como un servicio prestado a la comunidad humana a fin de promover la justicia (cf. GS 74; CFL 42), nos encontramos ante una manifestacin privilegiada de la caridad cristiana. Porque "la caridad que ama y sirve a la persona no puede jams ser separada de la justicia" (CFL 42).La caridad social anima a entender la responsabilidad poltica como preocupacin especial por las situaciones de pobreza y de sufrimiento (CDSI 565). A la luz de la fe la calidad humana de una sociedad se mide por su capacidad de cuidar a los grupos ms dbiles y de atender sus necesidades. El desinters por el sufrimiento de los pobres refleja y alimenta la deshumanizacin de la vida social y de las instituciones polticas, consolidando estructuras de pecado (SRS 36).

5. El laicado, protagonista en la vida polticaLa poltica tiene su propio mbito de autonoma. La comunidad cristiana no puede, sin ms, identificarse con un proyecto poltico o partido concreto. Como ha dejado claro el Concilio y el magisterio postconciliar, es tarea propiamente laical comprometerse bajo su responsabilidad en el mbito temporal promoviendo opciones y propuestas especficas. "El carcter secular es propio y peculiar de los laicos... A ellos pertenece, por propia vocacin, buscar el Reino de Dios tratando y ordenando, segn Dios, los asuntos temporales", (LG 31, AA7, OA 48, CFL 36). A ellos les toca procurar traducir los valores cristianos en opciones de orden tcnico e instrumental, coherentes y eficaces (GS 43; PP 81; DCD 29).Para los fieles laicos, el compromiso poltico es una expresin cualificada y exigente del empeo cristiano al servicio de los dems (CDSI 565; 0A 46). Constituye un mbito de actividad de la que de ningn modo pueden abdicar porque no cabe eximirse de la multiforme y variada accin econmica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgnica e institucionalmente el bien comn (CFL 42, DCE 29).

La Iglesia alaba y estima la labor de quienes, deseando servir a la comunidad, se consagran al bien de la cosa pblica y aceptan las cargas de este oficio (GS 75). Al mismo tiempo pide a esos creyentes que testifiquen aquellos valores humanos y evanglicos ntimamente relacionados con la misma actividad poltica; como son la libertad y la justicia, la solidaridad, la dedicacin leal y desinteresada al bien de todos, el sencillo estilo de vida, el amor preferencial por los pobres y los ltimos" (CFL 42).3. PALABRA DE VIDAAL CESAR LO QUE ES DEL CESAR (Mt 22,15-22)15 Los fariseos se retiraron e hicieron consejo para hacerle decir algo de lo que pudieran acusarlo.

16 Por eso le enviaron discpulos suyos junto con algunos partidarios de Herodes. Estos le dijeron: Maestro, sabemos que hablas siempre con sinceridad y que enseas el camino de Dios de acuerdo con la ms pura verdad; no te preocupas de quin te oye ni te dejas influenciar por l.

17 Danos pues tu parecer: est permitido o no pagar el impuesto al Csar?

18 Jess comprendi su maldad y les contest: Hipcritas, por qu me ponen trampas?

19 Mustrenme la moneda con que se paga el impuesto. Ellos le mostraron un denario.

20 y Jess les dijo: De quin es esta cara y el nombre que est escrito? Contestaron: Del Csar.

21 Entonces Jess replic: Por tanto, den al Csar lo que es del Csar, y a Dios lo que a Dios corresponde.

22 Con esta respuesta quedaron muy sorprendidos. Lo dejaron y se fueron.

1. El texto en su contextoDen al Csar lo que es del Csar, y a Dios lo que a Dios corresponde, responde Jess a la pregunta-trampa de sus interlocutores. Cualquier respuesta que hubiera dado Jess, se da por descontado que habra sido como darse con el azadn sobre los pies. Si hubiera dicho que haba que pagar el tributo a los opresores romanos, se habra colocado contra el pueblo; si hubiera dicho que no haba que pagarlo, se habra colocado contra la autoridad.

Su respuesta, adems de eludir elegantemente la intencin de la pregunta, traslada el problema a otro nivel. Qu significa dar al Csar lo que es suyo y a Dios lo que le corresponde? Cul es la relacin entre el poder espiritual y el de los "carros y caballos", el poder del Hijo del hombre con el de los poderosos del mundo? Qu le corresponde al Csar, si todo es de Dios? De entrada es importante tener presentes dos cosas: 1) Dios no exime al hombre de sus responsabilidades temporales. 2) El poder de Dios no es de apropiacin, de violencia ni de dominio, sino don, amor y servicio.La relacin entre la autoridad del Csar y la de Dios es desde siempre un campo minado, nunca fcil, como lo demuestra la compleja relacin que los profetas tuvieron con las instituciones polticas. La tensin entre el Estado y la Iglesia resulta de una historia compleja en la que ha habido de todo, motivos nobles de disputa y otros que no lo son tanto. Van desde la persecucin por la fe hasta la lucha por la justicia y la libertad, pero tambin han existido luchas por defender intereses de parte, alianzas por mantener privilegios, silencios motivados por miedo o comodidad y hasta sumisin alterna entre los dos, que ha resultado nociva para ambos.

Slo quien da a Dios lo que es de Dios, sabe lo que ha de dar al Csar. Lo que Dios quiere, aquello de lo que el Padre tiene hambre, es la libertad de sus hijos e hijas y el amor de los hermanos. El que esto busca, encuentra tambin respuestas e inspiracin en el mbito poltico y secular.El pasaje ha sido interpretado de manera muy distinta en contextos diversos y segn las intenciones de unos y otros. Ha sido ledo como "separacin" entre la esfera temporal y espiritual sin interferencia entre las dos; como "alianza" del trono y del altar para sostenerse mutuamente; como argumento para justificar la "confusin" entre ambos mbitos, sacralizando el Estado o legitimando el dominio temporal de la Iglesia; como "dependencia" del estado con respecto a la Iglesia o de la Iglesia con respecto al estado; etc. La historia es compleja pero puede ser maestra de la vida. Lo es solamente si, en lugar de condenar los errores pasados, comprendemos en ellos algo de los nuestros.

El ser humano es relacin: es un "animal" social y poltico, que se realiza organizndose en sociedad. En toda sociedad humana existe algn tipo de autoridad. Desde Can en adelante, la ciudad se funda sobre el cadver del hermano. Ella vive en la violencia que la ley denuncia y quiere detener.Hoy la economa es omnipresente y lo sujeta todo y a todos en la injusticia perpetrada y sufrida; el desastre ecolgico compromete los equilibrios precarios de la vida; un poder blico incontrolable impone la ley del ms fuerte. Nunca como hoy la historia ha revelado el misterio de iniquidad que oculta. Lo que observamos es el fruto maduro de lo que hemos ido sembrando, que no es ni bueno, ni hermoso, ni deseable. Se impone un cambio de modelo. Hoy comprendemos el valor de las bienaventuranzas como carta magna de la convivencia. Ellas presentan la propuesta y la visin del Hijo que vive como hermano. Son la nica alternativa sensata para una situacin de rapia y violencia.

El creyente, con lucidez y valenta, debe comprometerse con todas las personas de buena voluntad, alimentando relaciones nuevas y constructivas a todos los niveles. La "caridad poltica" es la forma ms elevada y urgente de accin, dedicada a buscar y promover todo lo que haga crecer la solidaridad y la libertad entre los hombres.

Jess vino para dar a Dios lo que es de Dios: a restituir al ser humano su libertad filial. Su poder no lucha contra el del Csar. Es sencillamente diferente, como la mansedumbre lo es de la violencia. Acepta vivir "en este mundo, reconoce toda autoridad en su servicio a la sociedad, pero sin aceptar su modelo bsico, que es violento y destructivo. La fuerza del rey humilde y pacfico, montado en un burro, har desaparecer carros y caballos (Za 9,10).La Iglesia, sin integrismos ni fundamentalismos, es la luz de un mundo rescatado de la muerte. Reconoce la independencia y la laicidad del estado pero coloca en la sociedad la levadura y la sal evanglica de las bienaventuranzas. Hoy debe mantener los ojos abiertos para no aliarse con el Csar de turno, que es el poder de conminar y controlar para que todos piensen y acten de la misma manera. Debe testimoniar y favorecer la libertad, la verdad y la diversidad como valores de una comunidad que vive en espritu de servicio recproco.2. Algunos subrayadosv. 15: Los fariseos se retiraron e hicieron consejo para hacerle decir algo de lo que pudieran acusarlo. Ya haba cado en la trampa cuando haba dado respuesta a su cuestin acerca de la autoridad (21,23-27). Pasan ahora al contraataque, con mayor astucia: le hacen una pregunta de tal ndole que, sea cual sea la respuesta, le dejar sin escapatoria. A ellos no les interesa la verdad, sino cmo atraparlo con su trampa. Se puede interrogar para buscar la verdad, pero tambin para matarla.v. 16: Por eso le enviaron discpulos suyos. A los fariseos de esta clase no les faltan nunca discpulos en todo tiempo y lugar. A ellos se les dedicar todo el captulo 23!Junto con algunos partidarios de Herodes. Los fariseos consideraban la ocupacin romana como un castigo de Dios; los herodianos, que apoyaban al rey fantoche de los romanos, la crean una bendicin. Eran enemigos entre s, pero se alan ahora contra Jess.Maestro, sabemos que hablas siempre con sinceridad, etc. Es el elogio ms hermoso que se hace a Jess: l conoce y dice la verdad ms all de todo oportunismo, dispuesto a pagar el precio. Es un anzuelo, si hubiera necesidad de l, para que no salga del paso con una verdad a medias o con un elegante: "No lo s", como haban dicho ellos al responder a la pregunta de Jess acerca del bautismo de Juan (21,27). Le elogian y subrayan dos veces su conocimiento de la verdad y su franqueza al decirla, con la esperanza de que tambin con l vaya a funcionar la tctica de la zorra con el cuervo.

v. 17: Est permitido o no pagar el impuesto al Csar? El tributo lo pagaban todos los ciudadanos, con excepcin de los nios y los ancianos, a la autoridad romana. El pueblo, que no ve con buenos ojos la ocupacin romana, obviamente es contrario al tributo, pues pagarlo significa aceptar el sometimiento al extranjero. El problema no es reconocer la autoridad de un rey, sino de un poder extranjero. Muchos aos antes el pueblo, contra la voluntad de Dios, haba querido que un rey lo gobernara, como los otros pueblos (cf. Jc 9,8-15; 1S 8). Dios les alerta sobre los sufrimientos que impone un poder arbitrario pero ellos insisten. Finalmente les concede el rey, con la esperanza de que cambien de parecer. Por ltimo les promete un rey diferente, que traer la justicia y la paz a la tierra (2S 7).El poder de Dios es muy diferente al de los reyes de esta tierra. Ya desde el comienzo Dios toma partido por Abel: el ms dbil tiene la razn, no el ms fuerte. Dios promete un rey que no reprimir la violencia con una violencia mayor sino que llevar la justicia de Dios hasta los confines de la tierra solo con la fuerza de la mansedumbre (Is 42,1-4).Si Jess es favorable al pago del tributo, pierde el favor del pueblo. Si Jess niega el tributo, los herodianos, invitados expresamente, lo denunciarn a la autoridad como subversivo. Los romanos, bastante tolerantes en cuestiones de religin y costumbres, no transigan en materia de obligaciones pblicas.v. 18: Comprendi su maldad. Existen preguntas buenas y malas. Buenas son aquellas que buscan la verdad; malas son aquellas que usan cualquier verdad o mentira para enredar al otro.

Hipcritas. La hipocresa ser el estribillo del c. 23, dedicado a quienes se sirven de la verdad en lugar de servir a ella. Conocer lo que piensa el otro es til para tenerlo en la mano!Por qu me ponen trampas? Jess ya venci en el desierto las tentaciones de oponerse al poder con el poder. Ahora le presenta la tentacin de responder con verdades a medias, para no quedar aplastado?v. 19: Mustrenme la moneda. El poder de un rey est circunscrito al permetro de circulacin de su moneda. Jess no la tiene! Es pobre; por consiguiente, es soberano! Siempre le ha dado a Dios lo que es de Dios; es el Hijo que se entrega, es la imagen perfecta del Padre.Le mostraron un denario. A pesar de los escrpulos en las palabras, sus adversarios tienen un denario - y desearan tener muchos!v. 20: De quin es esta cara. El denario representa al emperador Tiberio por un lado y a su madre Livia por el otro, como diosa de la paz. En la Biblia existe la prohibicin de representar tanto al hombre como a Dios, porque la nica imagen de Dios es el hombre libre, su Hijo.Y el nombre que est escrito. Sobre la moneda est escrito: "Tiberio Csar hijo de Augusto del divino Augusto" por una parte, y por la otra: "Pontfice Mximo". Sobre la cruz del Hijo, que une la tierra al cielo, se escribir: "ste es Jess, el rey de los judos" (27,37).v. 21: Den al Csar lo que es del Csar. Es claro: si tienes la moneda del Csar, reconoces su autoridad y le debes el tributo. El cristiano reconoce la autoridad civil legtimamente constituida y la respeta si existe lealtad en sus esfuerzos por organizar la convivencia. Pero que el Csar no se haga ilusiones, porque el cristiano nunca es un aliado del poder, sino de la dignidad humana. Cuando el poder se pretende absoluto e intenta imponerse contra la conciencia, encontrar el rechazo.Hoy la fuerza de la tecnologa y del mensaje social unificado y uniformador supone un riesgo para las conciencias al limitar su capacidad de alerta y libertad. Cuando la Bestia logra el vasallaje de tantos, imponindoles su marca, es el momento de la resistencia y del testimonio, de la perseverancia y del martirio (Ap 13,15-17). Ah est la sabidura.

Y a Dios lo que a Dios corresponde. Todo es de Dios. No en el sentido de que l se apropia de todo. Ms bien lo da como un don a todos. Por eso todo es de Dios! Su poder lo conoce el Hijo, aquel que tiene hacia los hermanos la misma actitud de amor y de respeto que el Padre tiene hacia l. Es un poder de mansedumbre, don y servicio: convive con el poder de la violencia, de la posesin y del dominio. Acaba vencindolo sin combatirlo, como la luz vence las tinieblas, el don vence la rapia, el amor vence el egosmo.Al final se forjarn de sus espadas azadones y de sus lanzas podaderas (Is 2,49). Ya no habr violencia y reinar la armona con todo y entre todos (Is 11,6-9). La ciudad fundada por Can sobre el hermano asesinado -Rmulo da muerte a Remo una y mil veces!- se convertir en la Jerusaln celestial. Pero su triunfo ser el mismo del Cordero: la suerte de la esposa ser compartir la pasin de su consorte.Nuestra historia, antes de llegar a la victoria sobre el mal, siempre estar marcada por la cruz del Justo. Pero aqu, y ahora, est la vida eterna: ser un hijo que vive como hermano.Dar a Dios lo que es de Dios significa vivir la libertad y la fraternidad posible aqu y ahora. El Espritu nos sugerir, cada vez, lo que hayamos de decir y hacer (cf. 10,19s). Entonces sabremos qu hemos de dar o no dar al Csar.v. 22: Quedaron muy sorprendidos. La respuesta de Jess les descoloca. Adems de la alternativa que ellos presentaban, existe otra posibilidad. La trampa que le han tendido a l, es en realidad la trampa en la que ellos mismos caen.(Comentarios adaptados de Silvano Fausti, Una comunidad lee el Evangelio de Mateo)3. El texto en nuestro tema Lee despacio el texto y el comentario. Subraya lo que parece ms importante para nuestro tema y nuestra experiencia creyente. Comparte estas ideas en grupo y enriquece tu visin con los aportes del resto. La separacin radical entre fe y poltica resulta problemtica. Seala situaciones concretas en las que esa separacin se manifieste e identifica los problemas que pueden plantearse.

La confusin o incluso la identificacin entre el mbito religioso y poltico tambin plantea serias dificultades. Podras ilustrar alguno de ellos con ejemplos de situaciones que hayas observado? Qu peligro te parece mayor entre los cristianos de nuestra Iglesia? Mezclar indebidamente fe y poltica o separarlas demasiado? A Dios lo que es de Dios y al Csar lo suyo. De cara a articular bien caridad y poltica, qu significa en tu opinin la frase de Jess?4. PARA PROFUNDIZARUNA POLITICA RENOVADA POR LA NUEVA IMAGINACION DE LA CARIDADEl panorama de la pobreza puede extenderse indefinidamente, si a las antiguas aadimos las nuevas pobrezas, que afectan a menudo a ambientes y grupos no carentes de recursos econmicos, pero expuestos a la desesperacin del sin sentido, a la insidia de la droga, al abandono en la edad avanzada o en la enfermedad, a la marginacin o a la discriminacin social. El cristiano, que se asoma a este panorama, debe aprender a hacer su acto de fe en Cristo interpretando el llamamiento que l dirige desde este mundo de la pobreza. Se trata de continuar una tradicin de caridad que ya ha tenido muchsimas manifestaciones en los dos milenios pasados, pero que hoy quizs requiere mayor creatividad. Es la hora de un nueva imaginacin de la caridad , que promueva no tanto y no slo la eficacia de las ayudas prestadas, sino la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre, para que el gesto de ayuda sea sentido no como limosna humillante, sino como un compartir fraterno. (NMI 50)1. Para muchos hoy la palabra poltica es sinnimo de deshonestidad, corrupcin, mentira, intereses personales o de grupo, demagogia. Ms all de los malos ejemplos de muchos polticos, la palabra proviene del griego antiguo -polis-, que quiere decir ciudad. En consecuencia, poltica se entiende como el arte de organizar bien la vida de la ciudad, o de buscar el bien comn de todos sus habitantes, como ensea la Iglesia.

2. Pero qu entendemos por bien comn? Es el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfeccin humana (GS 74). Por lo tanto, el buen poltico es aquel que, con su actividad, busca promover condiciones para el florecimiento de lo humano. Desde esta perspectiva no pueden extraar las palabras de Puebla: La fe cristiana no desprecia la actividad poltica; por el contrario, la valoriza y la tiene en alta estima (PUE 514).

3. En un sentido amplio, todos los ciudadanos estn llamados a practicar la poltica, o sea la bsqueda del bien comn. No existe nadie apoltico ya que en el mbito pblico, las palabras y los silencios, las acciones pero tambin las omisiones, tienen inevitablemente un impacto social.

4. Hay, sin embargo, un sentido ms estricto del trmino poltica, que se refiere a la bsqueda y ejercicio del poder con el fin de promover un determinado proyecto de organizacin social. Estamos aqu en el terreno de la poltica partidista. La bsqueda del poder como medio para mejorar la vida social es, en s misma, una actividad noble que requiere por parte de los aspirantes, idoneidad y honestidad. Pio XI hablaba en este sentido de la poltica como la expresin ms alta de la caridad, al ser la mediacin capaz de crear las condiciones para una sociedad ms justa y solidaria.

5. Democracia es una palabra griega que significa gobierno del pueblo y alude al derecho de la ciudadana a designar a sus representantes y a controlar el modo como ejercen el poder que les ha sido delegado. Para que la democracia sea efectiva y real, esta debe darse tambin a nivel social y econmico. No es suficiente una democracia de tipo liberal. Se precisa desarrollar formas de democracia participativa que promuevan una justicia social real y el protagonismo de los diversos agentes sociales.

6. Para la Iglesia la democracia es el rgimen poltico ms coherente con la dignidad de la persona humana. El Concilio destac la importancia de los partidos polticos como escuelas de formacin ciudadana. Insisti en la necesidad de que los cristianos se comprometan en la poltica partidista. Los que son, o pueden llegar a ser, capaces de ejercer un arte tan difcil pero a la vez tan noble, preprense para ejercerlo sin buscar el propio inters ni ventajas materiales (GS 75).

7. Aceptado el rgimen democrtico, debe necesariamente admitirse el pluralismo poltico. Existen partidos e ideologas diversas cuya expresin requiere libertad de asociacin, de prensa, etc. Aunque los diversos grupos pueden promover legtimamente sus intereses especficos, para que no se desvirte la esencia de la democracia resulta fundamental que por encima de los intereses particulares, predomine la bsqueda del bien comn.

8. Actuar con justicia no quiere decir tratar exactamente por igual a todos. Hay en nuestras sociedades grupos de personas que, por su condicin de debilidad econmica o cultural, necesitan un trato especial por parte del gobierno para que se respeten sus legtimos derechos. Es el caso, por ejemplo, de los aborgenes, de los desocupados, de los ancianos, de los enfermos, de los nios abandonados o de las familias muy pobres, de los inmigrantes y de los discriminados por razones de raza o religin.

9. En la actualidad, asistimos a una fragmentacin peligrosa de las creencias sociales. Ante la ausencia de convicciones compartidas, se exalta el pragmatismo alejado de la tica. En este vaco los grupos de poder econmico imponen sus intereses particulares sobre el inters general. Por otra parte, se advierte una grave crisis de representatividad en la clase poltica por los sucesivos incumplimientos programticos, el fenmeno creciente de la corrupcin, la crisis de las ideologas, la sumisin de la poltica a la economa, etc. Esta situacin provoca deslegitimacin y desinters hacia todo lo relacionado con la poltica de partidos.

10. Frente a la crisis del Estado y de los partidos polticos y a la prepotencia del mercado, ha surgido un nuevo fenmeno: la emergencia de la sociedad civil. As se denomina a una gran cantidad de iniciativas y redes comunitarias que surgen desde la base y que estn articulando nuevos modos de participacin en el mbito pblico. Algunas de estas iniciativas se agrupan en autnticos movimientos sociales entre los que podemos sealar el movimiento ecologista, el pacifista, el feminista, los sin tierra, los movimientos indgenas, los movimientos por la defensa de los Derechos Humanos, etc. Todo este rico entramado de organizaciones, con un fuerte componente de compromiso voluntario, constituye lo que tambin se denomina Tercer Sector. En su seno conviven una gran variedad de organizaciones no gubernamentales (ONG) y asociaciones sin nimo de lucro, donde la Iglesia tiene a menudo una presencia muy significativa a travs de numerosas estructuras de accin caritativa y social.11. Uno de los peligros actuales reside en que los Estados quieran poner toda la gestin social en manos del Tercer Sector, descuidando las responsabilidades que le son propias. La sociedad civil no debe confundir su papel ni olvidar que la ms poderosa mquina redistributiva es el Estado, sobre todo a travs de la gestin de recursos fiscales. Los esfuerzos por la justicia nunca puede perder de vista el papel primordial del sistema poltico en este mbito. Por eso el descrdito en que se encuentra la actividad pblica es muy perjudicial ya que deja el camino allanado a la voracidad de poderes econmicos sin control y sin escrpulos.12. No es verdad que la poltica necesite renunciar a la tica para ser eficaz. Al contrario, necesitamos regenerar la poltica como instrumento de una nueva imaginacin de la caridad. Necesitamos un Estado social de derecho cuyo fundamento y objetivo sea la justicia, capaz de armonizar intereses diversos desde un profundo sentido de solidaridad. As como hay que recuperar la poltica de su desprestigio y subordinacin al mercado, tambin hay que recuperar el Estado, dotndolo de los medios necesarios para reequilibrar las desigualdades generadas por un sistema econmico que concentra la riqueza en unos pocos.

13. En una situacin de crisis institucional de lo poltico, la Iglesia subraya la necesidad de educar a los ciudadanos presentes y futuros en los valores que promueven un autntico sentido de comunidad. Para que el sistema democrtico pueda defenderse de la corrupcin, el sectarismo, la demagogia, el clientelismo y las mafias, es necesario regenerar el espacio pblico, recuperando una moral social capaz de promover la idea de un necesario compromiso con el inters general.

14. La Iglesia como institucin puede y debe intervenir en defensa de los derechos humanos, de la democracia o de la justicia social, pero no puede hacer poltica partidista. El servicio a la unidad y la necesidad de significar y promover esa unidad se lo impiden. Por ello los pastores de la Iglesia no pueden definirse sobre aspectos tcnicos o cuestiones legtimamente controvertidas en la confrontacin poltica, debiendo mantener sus intervenciones en un mbito estrictamente moral.15. La poltica partidista es el campo propio de los cristianos laicos. Por otra parte, ningn partido poltico, por ms inspirado que est en la Doctrina Social de la Iglesia, puede arrogarse la representacin de todos los cristianos, ya que ningn programa concreto reflejar plenamente la riqueza del proyecto de Dios para la humanidad. Adems la experiencia histrica nos ensea que todo proyecto poltico liberador, incluso el mejor intencionado, lleva dentro de s mismo el germen de su propia negacin y decae del ideal que el mismo se propone (EN 35). Por eso es necesario mantener los ojos alerta y no dejar que el espritu crtico se adormezca. No existe una poltica cristiana sino cristianos en poltica; no existe un voto cristiano sino el voto en conciencia. El laico cristiano acta en el mbito poltico a ttulo personal y no en representacin de la Iglesia.

16. Sin embargo los pastores de la Iglesia tienen el derecho y el deber de orientar e iluminar a la luz de la fe, la accin poltica de los cristianos. Cuando la fe se utiliza para amparar a tiranos la Iglesia debe desautorizar determinadas opciones y prcticas. Lo hizo, por ejemplo, en Amrica Latina, condenando la doctrina de la seguridad nacional, una ideologa antidemocrtica que se amparaba bajo la bandera del anticomunismo y promova las dictaduras militares. De manera similar la Iglesia ha denunciado el capitalismo liberal y el socialismo marxista.17. La Doctrina Social promueve el derecho de todos a una participacin poltica que va mucho ms all del mero ejercicio electoral. Supone informarse, discutir, actuar, hacer una oposicin constructiva y, llegado el caso, promover o participar en movimientos de presin o resistencia pasiva. Aunque no haya obligacin de militancia poltica en sentido estricto, evitar la poltica por considerarla un mbito sucio, no ayuda a arreglar los problemas. Al contrario, nuestro silencio y pasividad solo puede contribuir a agravarlos. Deja el terreno libre para que personas con intereses particulares asuman la gestin pblica. 5. ATERRIZANDO

CONTRIBUYENDO A REGENERAR ETICAMENTE LA POLITICAAhora te proponemos unos ejercicios para ayudarte a asimilar algunos contenidos que enriquezcan tus aportaciones como agente de pastoral social. Todos los ejercicios se harn por escrito.

1. Escribe tres ideas que te quedan despus de la lectura y los trabajos realizados

_____________________________________________________________

______________________________________________________________

_____________________________________________________________

______________________________________________________________

_____________________________________________________________

______________________________________________________________

2. Si tuvieras que presentar a un amigo lo que has descubierto en este tema, qu titulo le daras a tu presentacin? Cmo resumiras lo ms importante?

________________________________________________________________

3. Lee el texto de profundizacin y subraya dos pasajes que consideras especialmente importantes.

4. Busca la ltima reflexin de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana con motivo de una convocatoria electoral. Analiza en texto. Valora su contenido a partir de lo que has descubierto en este tema. Por qu crees que los documentos sociales de la Iglesia tienen tan poca repercusin pblica?5. Muchos representantes polticos se han formado en colegios cristianos pero no practican una poltica al servicio del bien comn. Qu est pasando?6. Evala a tu Iglesia (diocesana, de zona o sector, parroquial) a la luz de los contenidos del tema, identificando fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas existentes en la situacin actual del compromiso poltico de los cristianos/as. 7. Cmo podra lograrse una mayor valoracin e inters por la poltica en las comunidades cristianas de tu dicesis? Elabora un plan concreto de actuaciones con algunas ideas para conseguirlo.GLOSARIO DE SIGLASAA - Apostolicam Actuositatem, Concilio Vaticano II, 1965.

CDSI Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, 2004.

CFL - Christifideles laici, Exhortacin apostlica Juan Pablo II, 1988.

CIC Catecismo de la Iglesia Catlica, 1992.

DCD De Civitate Dei, San Agustn, 427.

DCE Deus Caritas Est, Encclica Benedicto XVI, 2005.

EN Evangelii Nuntiandi, Encclica Pablo VI, 1975.

GS Gaudium et Spes, Constitucin Pastoral, Concilio Vaticano II, 1965.

LG - Lumen Gentium, Constitucin Dogmtica, Concilio Vaticano II, 1965.

NMI Novo Millennio Ineunte, Carta apostlica Juan Pablo II, 2001.OA Octogesima Adveniens, Encclica Pablo VI, 1971.

PP Populorum progressio, Encclica Pablo VI, 1967.

PUE Documento de Puebla, III Conferencia Episcopado Latinoamericano, 1979.