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1 III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales Actitudes y comportamientos ambientales: ¿elementos determinantes en el consumo de alimentos ecológicos? Federico Martínez-Carrasco Pleite 1* José Miguel Martínez Paz 1 Laura Gazquez Perez 2 1 Dpto. de Economía Aplicada. Facultad de Economía y Empresa. Universidad de Murcia. Campus de Espinardo. 30100. Murcia. [email protected] 2 Facultad de Biología. Universidad de Murcia. Resumen En este trabajo se aborda el análisis de las características que definen a los ciudadanos españoles en lo que a sus comportamientos y actitudes hacia el medio ambiente se refiere, desde el estudio de sus conductas y compromisos ambientales. A partir de una encuesta realizada en 2007 a cerca de 200 ciudadanos de la Región de Murcia, se describen sus comportamientos ambientales (reciclaje, ahorro de energía, etc), estableciendo las características definitorias que determinan el conocimiento, la disposición al pago y el perfil de los consumidores de los alimentos ecológicos. El análisis multivariante al que fueron sometidos los datos de la encuesta, además de permitir establecer una segmentación de la población en lo que se refiere a su nivel de compromiso ecológico (verbal, real o afectivo), permite analizar las relaciones existentes entre los consumidores habituales de alimentos ecológicos y sus características (psicográficas y sociodemográficas), explorando la capacidad predictiva de variables relacionadas con las actitudes respecto a conductas ecológicas. 1.- INTRODUCCIÓN Son muchos los estudiosos de la economía y del marketing que han buscado conocer qué impulsa a los individuos a adquirir unos productos, cómo los adquieren y, posteriormente, cómo los usan o consumen. Una reciente e interesante aproximación al estudio del comportamiento del consumidor ecológico español la encontramos en Pemartin y Munuera (2006). Sobre esta problemática se encarga de manera general el estudio del comportamiento del consumidor, que abarca “el conjunto de actividades realizadas por una persona u organización desde que tiene una necesidad hasta el

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1

III Congreso de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales

Actitudes y comportamientos ambientales: ¿elementos determinantes en el consumo de alimentos ecológicos?

Federico Martínez-Carrasco Pleite1*

José Miguel Martínez Paz1

Laura Gazquez Perez2

1Dpto. de Economía Aplicada. Facultad de Economía y Empresa. Universidad de Murcia. Campus de Espinardo. 30100. Murcia. [email protected]

2 Facultad de Biología. Universidad de Murcia.

Resumen

En este trabajo se aborda el análisis de las características que definen a los

ciudadanos españoles en lo que a sus comportamientos y actitudes hacia el medio

ambiente se refiere, desde el estudio de sus conductas y compromisos ambientales. A

partir de una encuesta realizada en 2007 a cerca de 200 ciudadanos de la Región de

Murcia, se describen sus comportamientos ambientales (reciclaje, ahorro de energía,

etc), estableciendo las características definitorias que determinan el conocimiento, la

disposición al pago y el perfil de los consumidores de los alimentos ecológicos. El

análisis multivariante al que fueron sometidos los datos de la encuesta, además de

permitir establecer una segmentación de la población en lo que se refiere a su nivel de

compromiso ecológico (verbal, real o afectivo), permite analizar las relaciones

existentes entre los consumidores habituales de alimentos ecológicos y sus

características (psicográficas y sociodemográficas), explorando la capacidad predictiva

de variables relacionadas con las actitudes respecto a conductas ecológicas.

1.- INTRODUCCIÓN

Son muchos los estudiosos de la economía y del marketing que han buscado

conocer qué impulsa a los individuos a adquirir unos productos, cómo los adquieren y,

posteriormente, cómo los usan o consumen. Una reciente e interesante aproximación

al estudio del comportamiento del consumidor ecológico español la encontramos en

Pemartin y Munuera (2006). Sobre esta problemática se encarga de manera general el

estudio del comportamiento del consumidor, que abarca “el conjunto de actividades

realizadas por una persona u organización desde que tiene una necesidad hasta el

2

momento que efectúa la compra, y usa posteriormente el producto” (Santesmases,

2001).

El estudio del comportamiento del consumidor presenta gran dificultad por

cuanto los individuos no son coherentes, aunque sea de forma inconsciente, respecto

a lo que dicen preferir y lo que finalmente terminan por consumir (Kotler, 2000),

influenciados por diversas circunstancias que condicionan su comportamiento, como

son, las variables sociodemográficas, culturales, su personalidad u otras

características psicográficas. A esa dificultad se añade el hecho de que no suele existir

un comportamiento que se pueda definir de enteramente ecológico, al igual que no

existe un producto plenamente medioambiental; es fácil entender que resulta complejo

que el consumidor siga un patrón de conducta completamente ecológico en todas las

fases del proceso, es decir, cuando lo compra, consume, recicla o desecha. Por ese

motivo, se considera suficiente con considerar, de manera amplia y general, si los

consumidores se comportan de manera ecológica, sin entrar a valorar los requisitos

que deberían cumplir para poderse valorar un comportamiento de plenamente

ecológico. Por lo tanto, y siguiendo a autores como Fraj (2003), podría decirse que un

consumidor se comporta de forma ecológica cuando: su preocupación por el medio

ambiente es elevada; participa activamente en la mejora del mismo; muestra una gran

responsabilidad medioambiental, modificando sus hábitos que son menos respetuosos

con el entorno; e incluso, cuando está dispuesto a pagar más por productos menos

contaminantes, por ejemplo los alimentos ecológicos.

2.- ORIGEN DE LA INFORMACIÓN Y METODOLOGÍA

Los datos que en este trabajo son analizados proceden de una encuesta que

se realizó en el verano de 2008 a ciudadanos de la ciudad de Murcia. Fueron un total

de 190 las entrevistas realizadas, lo que supone un error de muestreo del 7,25% (para

proporciones intermedias p=q=0,5) y del 4,35% (en proporciones extremas de p=0,9 y

q=0,1), dada la población residente en esa ciudad, según datos del Instituto Nacional

de Estadística, tal y como se detalla en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Ficha técnica del muestreo.

- Universo 416.996 personas (01/01/2006) - Tamaño muestral 190 encuestas (+ 20 encuestas piloto) - Error +/- 7,25% - Proporciones p = q = 0,5 - Nivel de confianza 95,5% - Diseño de la muestra Muestreo aleatorio simple - Fecha del trabajo de campo Junio a Agosto 2007

3

Tal y como se muestra en la Figura 1, la secuencia de análisis que sobre los

datos obtenidos se realizaron respondía a dos grandes objetivos:

A) Estudiar el nivel de compromiso de los ciudadanos con el medio ambiente.

Para ello se empleó la escala EAKS (Environmental Attitude and Knowledge Scale) de

medición de las actitudes medioambientales. Esas escalas, fueron propuestas

inicialmente por Maloney et al. (1975) para cuantificar cuatro elementos de la actitud

medioambiental de los individuos: su compromiso afectivo, intencional (compromiso

verbal), de comportamiento (compromiso real) y cognitivo (conocimiento

medioambiental). Además, esas escalas internacionales han sido validadas a nivel

nacional en diversos estudios (entre otros, Bañeguil y Chamorro, 2002; Vicente y

Aguirre, 2003; Fraj y Martínez, 2003, 2004a y 2004b), entre los que cabe destacar el

trabajo de Fraj (2003), principal referencia de este trabajo, en el que se explica la

compra de productos ecológicos a través de características psicográficas del

consumidor. En el cuestionario empleado en este trabajo se incluyeron otras preguntas

correspondientes a variables relacionadas con los estilos de vida definidos para el

estudio del comportamiento medioambiental en España por Sánchez et al. (1998), y

otras procedentes de la escala internacional VALS (Values and Lifestyles Scale).

B) Analizar el comportamiento ecológico general de los ciudadanos en términos

de reciclaje, ahorro (energético y de agua) y nivel de consumo de alimentos ecológicos

(AE). En este último aspecto se centra la mayor parte del estudio, analizándose el

comportamiento ecológico de los consumidores habituales de alimentos orgánicos.

Para ello, y tras conocer el nivel de conocimiento que de los alimentos ecológicos

tienen los consumidores, se procedió a realizar la simulación de un mercado hipotético

mediante la aplicación de un ejercicio de Valoración Contingente (Riera, 1994), en el

que a los encuestados se les planteaba, tras informarles de las características que

tienen los AE, sobre su disposición (o no) a pagar más por los mismos (frente a los

convencionales), proponiéndoles a continuación un ejercicio de subasta por grupos de

encuestados, con distintos sobreprecios (0,5€, 1€, 1,5€, 2€ y 2,5€). El análisis de

Valoración Contingente terminaba con una pregunta acerca de su máxima disposición

al pago por los AE.

La amplia información obtenida con la encuesta, más allá de permitir realizar

una interesante descripción de las características sociodemográficas (renta, edad,

estudios, etc) y psicográficas (compromiso afectivo, verbal y real) de los consumidores

habituales de alimentos ecológicos, permitió realizar distintos análisis de relación, que

dieron paso a la estimación de dos modelos de Regresión Logística (Logit) con los que

establecer relaciones multivariantes entre las características de los encuestados

4

(sociodemográficas y psicográficas) y su comportamiento ecológico en dos vertientes:

consumo habitual de alimentos ecológicos (versus consumo ocasional o inexistente) y

disposición al pago (versus no disposición a pagar más por estos alimentos).

Figura 1. Esquema de la metodología seguida en el estudio.

3.- COMPORTAMIENTOS Y ACTITUDES HACIA EL MEDIO AMBIENTE

3.1.- COMPORTAMIENTOS ECOLÓGICOS DE LOS CIUDADANOS

En las últimas décadas la problemática medioambiental se ha convertido en

una cuestión de gran importancia para la mayoría de los ciudadanos de los países

desarrollados. No obstante, el último Barómetro del Consejo de Investigaciones

Sociológicas (CIS, 2007) pone de manifiesto que la preocupación medioambiental no

es una de las prioridades de los ciudadanos españoles, en la medida de que para tan

sólo un 1,6% de los mismos es el problema más prioritario al que se enfrenta la

sociedad española. La preocupación medioambiental quedaría muy por detrás de otros

aspectos como son, por orden de importancia: el terrorismo, el paro, la situación

económica, la vivienda, la inmigración, la inseguridad ciudadana, la calidad del

ACTITUDES Y COMPORTAMIENTO ECOLÓGICO DE LOS CONSUMIDORES

B.- Actitudes ecológicas- Comp. Afectivo

- Comp. Verbal

- Comp. Real

Encuesta a 190 consumidores de la ciudad de Murcia

A.- Comportamientos ecológicos

- Reciclado

- Ahorro de agua y energía

- Consumo de Alimentos Ecológicos (AE)

¿Cómo?

Alimentos Ecológicos (AE)

- Conocimiento y sus logos

- DAP: (tomate y 5 sobreprecios)

- Consumo de AE:Habitual versus ocasional-inexistente

Relación con características: sociodemográficas, psicográficas, máxima DAP, conocimiento de la AE, etc

Conocimiento

Modelo de Hanemann(Sobreprecio máximo AE)

- Análisis descriptivo

- Análisis bivariante

- Análisis multivariante: Logit

+ …estilos de vida, personalidad, etc

Escala “EAKS”

A. de Fiabilidad

Análisis Factorial

5

empleo, la educación, los problemas de índole social, la sanidad, las pensiones, las

drogas, la violencia contra la mujer o los problemas relacionados con la juventud.

La reducida preocupación que los ciudadanos españoles tienen por el medio

ambiente y los efectos que sobre su vida cotidiana pudiera tener de forma directa o

indirecta (lluvia ácida, eliminación de la capa de ozono, efecto invernadero,

desaparición de especies, agotamiento de recursos, etc), se corresponde con

crecientes niveles comportamiento ecológico, siendo cada vez más elevado el

porcentaje de la población que hace uso de puntos limpios, separa basuras, recicla

papel, o emplea bombillas de bajo consumo. No obstante, tal y como se muestra con

los datos del Cuadro 2, sigue siendo mayoritario el porcentaje de españoles que no

utilizan (o lo hacen de manera ocasional) las bombillas de bajo consumo, que no

reciclan la basura, o que no emplean los puntos limpios, destacando en este último

ejemplo el alto porcentaje de consumidores (7,2%) que indicó no realizarlo por ser

imposible en su localidad.

Cuadro 2. Consumo y comportamiento ecológico de los españoles.

Habitual A veces Nunca No es posible - Llena la lavadora con un programa corto, en frío

56,3 27,3 14,7 1,8

- Apaga electrodomésticos cuando no se usan, utilizando el interruptor

64,6 20,0 15,0 0,4

- Separa las basuras 58,0 21,6 18,1 2,4 - Utiliza los puntos limpios 49,3 21,8 21,7 7,2 - Va a pie o en bicicleta para desplazarse en su localidad

50,6 24,6 22,5 2,3

- Utiliza bombillas de bajo consumo 42,7 28,8 26,9 1,5 - Recicla el papel usado 48,7 19,4 27,8 4,1 - Si puede, utiliza escaleras en lugar de ascensor

31,0 25,6 29,1 14,3

- Compra electrodomésticos de bajo consumo

39,0 26,5 31,6 2,9

- Utiliza el transporte público para desplazarse en su localidad

26,6 22,8 32,8 17,8

- Utiliza agua fría para lavar, fregar o ducharse

18,3 46,9 33,4 1,4

Fuente: CIS (2007).

Los ciudadanos encuestados manifestaron tener unos altos niveles de

seguimiento de conducta ecológica en lo que se refiere al reciclado de productos y al

uso de agua y energía (ver Cuadro 3). Prácticamente un 60% de los encuestados

indicaron realizar un alto seguimiento del reciclaje selectivo de papel, orgánicos,

plásticos y cristal, siendo también elevada la opinión que los encuestados tenían de

sus niveles de ahorro de agua o energía. Esos altos niveles de comportamiento

ecológico que manifestaron seguir los encuestados, socialmente bien vistos, pudieran

no corresponder con comportamientos reales de los consumidores. El hecho de que

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no todo ciudadano que dice estar preocupado por el medio ambiente traslade a su

proceso de decisión de compra esos valores ecológicos, ayudaría a entender el hecho

de que sólo un 1% del total de los alimentos consumidos por los españoles

corresponda a los alimentos ecológicos, o que también se dé el caso de que, aunque

la gran mayoría de la población dice conocer los alimentos ecológicos (72,5%), sólo un

46,9% estaría dispuesto a pagar un sobreprecio por los mismos, y sólo un 37,9% los

consume, aunque sea de manera ocasional (MAPA, 2007).

Cuadro 3. Valoración del nivel de seguimiento del ciudadano murciano de algunos comportamientos ecológicos (FR en % y media).

1 2 3 4 5 NS/NC- Arrojo la basura doméstica en contenedores públicos selectivos: de papel, orgánicos, plásticos y cristal

11,1 6,8 12,1 10,0 58,4 1,6

- Arrojo la basura en contenedores selectivos y puntos limpios productos como pilas, aceite, baterías o electrodomésticos.

7,9 7,4 7,4 22,1 53,2 2,1

- Colaboro en el ahorro de agua 3,7 5,8 16,8 23,7 47,9 2,1 - Colaboro en el ahorro de energía 1,6 6,3 19,5 28,4 42,1 2,1 - Colaboro en las tareas de conservación del medio ambiente 20,0 15,3 22,6 16,3 23,7 2,1

3.2.- COMPROMISO ECOLÓGICO AFECTIVO, VERBAL Y REAL

Es amplia la creencia de que las conductas y comportamientos ambientales de

los ciudadanos (reciclado de productos, adquisición de electrodomésticos de bajo

consumo energético, empleo de medios de transporte público o no contaminantes,

reducido consumo energético, etc) vienen determinados por sus actitudes hacia el

medio ambiente. La consideración que los individuos tienen hacia el medio ambiente

cuando realizan su vida cotidiana viene determinado por sus niveles de compromiso

en los ámbitos afectivo, verbal y real. Así, y siguiendo las escalas de EAKS, se le pidió

a los encuestados que valorasen, con una escala del 1 al 5, su grado de acuerdo con

una serie de afirmaciones referentes a sus actitudes hacia el medio ambiente. Asíu, en

el Cuadro 4 se muestran los porcentajes de individuos que han mostrado un mayor o

menor nivel de desacuerdo (en una escala de 1 a 5) con los items que miden su

niveles de Compromiso Ecológico.

Comenzando con el Compromiso Ecológico Afectivo, la mayor parte de los

encuestados se muestra bastante o muy afectado (preocupado o interesado) por los

problemas relacionados con la contaminación. Esto queda patente en el alto

porcentaje de ciudadanos que están totalmente de acuerdo con los cinco primeros

ítems de la escala (“me asusta pensar que la comida que ingiero está contaminada

con pesticidas”, “me enfurece pensar que el Gobierno no hace nada para ayudar a

7

controlar la contaminación del medio ambiente”, etc) y en desacuerdo con los dos

últimos (“nunca me ha afectado la contaminación ya que se exagera mucho sobre el

tema”, “casi nunca me preocupo sobre los efectos que el humo puede causar en mi

familia y en mí”), que por el carácter negativo de su enunciado, toman sus más altas

respuestas en el valor 1 de la escala (totalmente en desacuerdo).

Siguiendo con el análisis del nivel de Compromiso Ecológico Verbal

(Intencional), los datos reflejan que prácticamente la mitad de los encuestados estaría

de acuerdo con “utilizar un sistema de transporte menos contaminante” y con “dejar de

comprar productos de empresas que contaminen”; o incluso, llegaría a estar de

acuerdo con “donar el sueldo de un día a una institución para que ayudase a mejorar

el medio ambiente”. Por el contrario, un 61,58% de la población se manifiesta de

acuerdo con la frase “no pagaría un impuesto medioambiental por la contaminación

aunque eso supusiese una disminución del problema de la polución”, lo que demuestra

que pese a que a una parte importante de los encuestados les preocupa el medio

ambiente y estaría dispuesto a pagar por su conservación, la imposición de impuestos

por contaminación no parece ser el sistema de asignación de derechos de

contaminación preferido por los ciudadanos.

Por último, en lo que al Comportamiento Ecológico Real se refiere, los

encuestados presentan unos niveles de respuestas más dispersos y menores en lo

que se refiere a la valoración elegida en la escala de graduación. Resultan

equilibrados los porcentajes de encuestados con una posición de acuerdo y en

desacuerdo en afirmaciones como “procuro hacer compras de productos que lleven

embalajes reciclables” o “estoy pendiente de las propuestas medioambientales que

realizará el partido al que voté en las últimas elecciones generales”, en las que no se

aprecia una tendencia clara hacia un alto nivel de Compromiso Ecológico Real. Por el

contrario, son muy pocos los encuestados (5,7%) que dicen haberse informado en sus

ayuntamientos de cómo reducir la contaminación (solicitando información sobre

reciclaje, situación de los puntos verdes, programas de apoyo a la colocación de

placas solares, etc); haber asistido a una conferencia sobre cuestiones relativas a

mejora del medio ambiente (22,2%); o haber participado en un acto que se preocupara

por aspectos medioambientales (25,8%) como plantar árboles o la limpieza de

parques.

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Cuadro 4. Valoración del compromiso ecológico con el MA (FR en % y media)

A.-Compromiso Ecológico Afectivo 1 2 3 4 5 NS/NC Media- Me asusta pensar que la comida que ingiero está contaminada con pesticidas 10,5 12,1 24,2 25,8 24,7 2,6 3,4

- Me enfurece pensar que el Gobierno no hace nada para ayudar a controlar la contaminación del medio ambiente

7,4 11,1 23,7 24,7 30,5 2,6 3,6

- Llego a indignarme cuando pienso sobre el daño causado a las plantas y vida animal por la contaminación

6,8 12,1 30,5 22,1 25,8 2,6 3,5

- Me deprimo en los días que hay contaminación en el ambiente (niebla, humo, malos olores)

11,1 15,3 23,7 22,1 24,7 3,2 3,4

- Cuando pienso en cómo contaminan las industrias, me enfado mucho 7,4 7,9 34,7 17,4 30,5 2,1 3,6

- Nunca me ha afectado la contaminación ya que se exagera mucho sobre el tema 40,0 21,6 19,5 10,0 6,3 2,6 2,2

- Casi nunca me preocupo sobre los efectos que el humo puede causar en mi familia y en mí

43,2 12,6 16,8 11,1 14,2 2,1 2,4

B.- Compromiso Ecológico Verbal 1 2 3 4 5 NS/NC Media- Estaría dispuesto a llevar una bicicleta o a coger el autobús para ir a trabajar con el fin de reducir la contaminación del aire

16,8 12,6 19,0 14,2 34,7 2,6 3,2

- Estaría dispuesto a usar un sistema de transporte menos contaminante para ayudar a reducir la polución del aire

6,3 8,4 17,4 21,6 43,7 2,6 3,8

- Donaría el sueldo de un día a una institución para que ayudase a mejorar el medio ambiente

20,5 12,6 26,8 16,3 21,6 2,1 3,1

- Dejaría de comprar productos de empresas que contaminan el medio ambiente, incluso aunque fuese un inconveniente para mí

10,0 12,1 31,6 21,6 22,6 2,1 3,4

- No pagaría un impuesto medioambiental por la contaminación aunque ello supusiese una disminución del problema de la polución

38,4 23,2 20,5 5,8 9,0 3,2 2,5

C.-Compromiso Ecológico Real 1 2 3 4 5 NS/NC Media- Estoy pendiente de las propuestas medioambientales que realizará el partido al que voté en las últimas elecciones generales

25,8 15,8 22,6 14,7 18,4 2,6 2,8

- He contactado con el departamento de medio ambiente de mi Comunidad Autónoma o Ayuntamiento para informarme sobre lo que puedo hacer para reducir la contaminación

72,1 10,5 9,0 1,6 4,2 2,6 1,5

- Procuro hacer compras de productos que lleven embalajes reciclables 17,4 13,7 34,2 15,3 16,8 2,6 3,0

- He asistido a una conferencia ofrecida por una organización que se preocupa por la mejora medioambiental

51,1 10,5 13,7 9,0 13,2 2,6 2,2

- He cambiado de productos por razones ecológicas 30,5 23,2 21,6 10,5 11,6 2,6 2,5

- Nunca he participado en un acto que se preocupara por aspectos del M.A. (plantar un árbol, limpieza de parque, etc)

41,1 14,7 15,8 8,4 17,4 2,6 2,5

9

Con la intención de reducir la dimensión de las escalas, con todas las

preguntas que acaban de ser descritas se realizó un análisis de Componentes

Principales con rotación Varimax (Santos et al. 1999), siendo tres los factores

finalmente extraídos, siendo cada uno de ellos síntesis de los tres tipos de

compromisos ecológicos que han sido descritos: afectivo (Factor 1), verbal (Factor 2) y

real (Factor 3). Con este procedimiento estadístico, garantizando la menor pérdida de

información posible, se facilitaba el análisis e interpretación de los datos al obtener un

número reducido de factores que permitían explicar la mayor parte de la variabilidad

total de las variables observadas. Cabe señalar que algunos de los ítems de las

escalas iniciales fueron eliminados de las mismas en el análisis de fiabilidad que

previamente se hizo, con lo que se garantizaba la consistencia interna de las mismas.

Este hecho se comprobó a través del estadístico de alpha de Cronbach y mediante la

correlación de cada ítem con el resto de la escala o subescalas, tal y como se recoge

más detalladamente en el Anexo.

4.- EL CONSUMO Y CONOCIMIENTO DE LOS ALIMENTOS ECOLÓGICOS

4.1.- CONOCIMIENTO DE LOS ALIMENTOS ECOLÓGICOS

La mayor parte de los consumidores murcianos (87%) decían haber oído hablar

alguna vez de los alimentos ecológicos, indicando conocerlos. Al pedirles que

definiesen lo que conocían de estos, en la mayor parte de los casos no se obtuvo

respuesta, siendo reducidos los casos en los que el encuestado dirigió su respuestas a

la no utilización de productos orgánicos de síntesis, a lo que supone su sistema de

producción mas respetuoso con el medio ambiente, a las mejores propiedades

nutritivas de los alimentos ecológicos o a sus mayores precios.

A los encuestados se les propuso adicionalmente un total de nueve definiciones

correspondientes a características de los productos ecológicos (frente a los

convencionales), para que las calificasen como verdaderas o falsas, y de este modo

evaluar el nivel de conocimiento real del encuestado sobre los productos ecológicos.

En el Cuadro 5 se recoge la frecuencia de aciertos para cada enunciado; los

consumidores en general conocen bastantes características de los productos

ecológicos, atribuyéndoles algunas características erróneas, como creer que son

alimentos dietéticos, integrales y/o funcionales, o que son solamente alimentos frescos

(frutas y verduras). Por último indicar que tan sólo un 8,6% de los encuestados

respondieron de forma completamente acertada a las nueve preguntas que se les

propusieron (cifra que asciende a frecuencias del 26.9% y al 30,6%, de referirse a 7 u

10

8 preguntas correctas, respectivamente), indicando el insuficiente conocimiento que de

estos productos aun tienen los consumidores españoles, dada la sencillez de alguno

de sus enunciados.

Cuadro 5. Frecuencia de aciertos en cada definición sobre productos ecológicos (% encuestados).

Característica: Aciertos No aciertos Ns/Nc Total 1.- Etiqueta ecológica 92,1 4,2 3,7 100 2.- Respetuosos con medio ambiente 93,7 3,7 2,6 100 3.- CRAE controla normas de producción 67,9 13,2 18,9 100 4.- UE protege términos "bio" y "eco" 71,6 15,3 13,2 100 5.- Sistemas de cultivo tradicionales 60,0 33,2 6,8 100 6.- Dietéticos, funcionales, integrales 26,8 66,8 6,3 100 7.- Exentos de OMG 73,2 17,4 9,5 100 8.- Sólo alimentos frescos 23,2 73,2 3,7 100 9.- Elaborados sin productos químicos síntesis 76,3 18,9 4,7 100

Tal y como sucede a nivel nacional, donde apenas un 15,6% asocia algún

logotipo a los alimentos ecológicos (MAPA, 2007), apenas un 23,2% de los

encuestados decía reconocer la etiqueta de productos ecológicos de la Unión

Europea, siendo algo más reconocida la correspondiente al Consejo Regulador de

Agricultura Ecológica de la Región de Murcia (CRAE-RM). Tal y como se muestra en

el Cuadro 6, algo más del 10% de los encuestados reconocen los logotipos del CRAE

de Andalucía, o el sello de Agricultura biológica francés, siendo minoritarios (1,6%) los

encuestados que reconocían el sello de un organismo de control autorizado

(SOHISCERT), presente en productos comercializados en hipermercados de la Región

de Murcia. A las indicaciones de carácter publico y privado de producción ecológica se

añadieron otras, como la etiqueta de alimentos ecológicos de una cadena de

distribución presente en la Región (Carrefour-ECO), o como las marcas de frutas de

producción integrada de la Región de Murcia y de una conocida entidad de

certificación (AENOR), esta última con un muy amplio reconocimiento. Al preguntar a

los encuestados el motivo por el cuál conocían estos logotipos, la respuesta más

frecuente era la de haberlos visto en los envases de alimentos, siendo muy escasa la

información adicional que de los mismos podían aportar, lo que muestra el limitado

conocimiento que de los mismos tienen en realidad.

11

Cuadro 6. Conocimiento de logotipos (%).

Logotipo

(% de encuestados)

- Lo conocen 23,2 35,8 11,6 13,7 - No lo conocen 76,8 64,2 88,4 86,3 Total 100 100 100 100

Logotipo

(% de encuestados)

- Lo conocen 6,8 49,5 25,3 1,6 - No lo conocen 93,2 50,5 74,7 98,4 Total 100 100 100 100

4.2.- DISPOSICIÓN A PAGAR POR ALIMENTOS ECOLÓGICOS

A continuación, y tras ser informados los encuestados de las principales

cualidades y elementos diferenciales de los alimentos orgánicos, se les preguntaba

por su valoración personal hacia los mismos mediante un ejercicio de Valoración

Contingente. Del mismo (ver Cuadro 7) se obtuvo que un 95,8% de los encuestados

estarían dispuestos a consumir alimentos ecológicos si los encontrasen de forma

habitual en las tiendas, correspondiendo el 2,6% restante a individuos que señalaba

no estar dispuestos a consumirlos, por ser alimentos muy caros o no saber apreciar la

diferencia entre estos y los convencionales.

Cuadro 7. Disposición a consumir alimentos ecológicos (%).

(% encuestados) Si No NS/NC Total- Estaría dispuesto a consumir alimentos ecológicos si los encontrase de manera habitual en las tiendas

95,8

2,6

1,6

100

El estudio continuaba con el planteamiento a los encuestados de una pregunta

referente al consumo de tomate fresco, en la que se les planteaba, más allá de si

estarían dispuestos a consumir, por su disposición a pagar un sobreprecio

determinado por la adquisición de un kilo de tomates ecológicos, frente al precio que

habitualmente pagan por uno de convencionales. Así, a los encuestados se les

plantearon de manera aleatoria cinco categorías de sobreprecios de 0,5 a 2,5€,

repartidas equitativamente en las encuestas realizadas; esos sobreprecios debían

aplicarse sobre el precio que los encuestados habían pagado por los tomates en su

última compra. Tal y como se aprecia en los datos del Cuadro 8, al aumentar el

sobreprecio que le es ofrecido al entrevistado disminuye el porcentaje de

12

consumidores dispuestos a pagar un sobreprecio (respecto al alimento convencional),

resultado que era esperado.

Cuadro 8. Encuestados dispuestos a pagar un sobreprecio por un kilo de tomates frescos ecológicos (%).

Sobreprecios: Si No - De 0,5 € 87,5 12,5 - De 1 € 65,0 35,0 - De 1,5 € 40,5 59,5 - De 2 € 31,6 68,4 - De 2,5 € 20,7 79,3

Siguiendo con el estudio, el precio máximo medio que los consumidores

estarían dispuestos a pagar por los tomates ecológicos es de 2,9€/kg, lo que

representa un sobreprecio máximo medio expresado porcentualmente del 52,6% (ver

Cuadro 9). Destacar por último la dispersión existente en las respuestas, que va desde

los encuestados que estaban dispuestos a ofrecer sobreprecios de hasta 4 euros por

kilogramo, hasta otros, la mayoría, que no consideran que haya que pagar sobreprecio

alguno por consumir alimentos ecológicos.

Cuadro 9. Precio de compra y disposición a pagar un sobreprecio por un kilo de tomates frescos ecológicos.

Media Mínimo Máximo Moda Mediana DV- Precio que paga por tomates convencionales (€/Kg)

1,9 0,5 10,0 2,0 2,0 1,0

- Precio máximo que estaría dispuesto a pagar por tomates ecológicos (€/Kg) 2,9 0,9 12,0

2,0 2,5 1,3

- Sobreprecio máximo (€/Kg) 1,0 0,0 4,0 1,0 1,0 0,8Nota: DV = Desviación Estandar.

El análisis de la disposición a pagar por los productos ecológicos se completó

con la estimación de un Modelo de Regresión Logística sobre la disposición al pago

(variable dependiente que toma los valores 1 y 0), incluyendo como variable

independiente el precio de salida que se le ofrecía a cada consumidor entrevistado,

siendo este el sobreprecio de salida (0,5; 1; 1,5; 2 y 2,5 euros) sumado al precio que

cada consumidor decía pagar por el producto convencional (tomate fresco) que

consumía, siguiendo a Hanemann (1984). El modelo estimado (ver Cuadro 10) permite

obtener, suponiendo que la función de utilidad fuese lineal, una disposición media a

pagar de 3,46 euros, que es el cociente entre los coeficientes estimados para la

constante y el precio de salida. Esa DAP media, supone respecto al precio medio

pagado de 1,93 euros/kg por el producto convencional (dados los meses en que se

hizo la encuesta y suponiendo los encuestados que se trataba del producto concreto

tomate fresco), un sobreprecio de 1,53 euros/kg, lo que supone un aumento del 79%

sobre el precio medio de los tomates convencionales.

13

Cuadro 10. Resultados del modelo de Regresión Logística Binaria de la disposición a pagar por alimentos ecológicos.

Coeficiente E.T. Wald gl. Sig. Exp (Coef.) 1- Constante 5,492 0,939 34,232 1 0,000 242,836 2.- Precio de salida -1,585 0,269 34,763 1 0,000 0,205 Porcentaje Correcto de Clasificación (%): 66,9

Los coeficientes del modelo logístico estimado permiten obtener las

probabilidades de ocurrencia (disposición al pago o no) según cual fuese el

sobreprecio de salida que se le sumase a un precio medio de tomates convencionales

de 1,93 euros/kg. Tal y como se puede observar en el Cuadro 11, la probabilidad

estimada con el modelo de estar dispuestos a consumir productos ecológicos si el

precio es igual al precio medio convencional de 1,93€/kg (hay que recordar que hay

consumidores que adquieren este producto a precios inferiores, por lo que no estaban

dispuestos a consumir el producto) es positiva para el 92% de los consumidores,

porcentaje que llega a ser de tan sólo el 18% de los consumidores si el precio

aumenta hasta los 4,43 euros por kilogramo, que corresponde con un incremento de

2,5 euros sobre el precio medio del tomate convencional.

Cuadro 11. Probabilidades de que los consumidores estén dispuestos a pagar un sobreprecio determinado por los alimentos ecológicos

Sobreprecio de salida (€/kg) 0 0,5 1 1,5 2 2,5 Medio (1,53)1.- Incremento porcentual del precio medio(1) 0,0 25,9 51,8 77,7 103,6 129,5 79,02.- Precio de salida (€/kg) 1,9 2,4 2,9 3,4 3,9 4,4 3,53.- Probabilidad DAP (%):

- Si 91,9 83,7 70,0 51,4 32,3 17,8 50,0- No 8,1 16,3 30,0 48,7 67,7 82,2 50,0

4.3.- CONSUMO DE ALIMENTOS ECOLÓGICOS

Aproximadamente la mitad de los encuestados (51,6%) dijeron haber comprado

alguna vez productos ecológicos (ver Cuadro 12). De estos la mayoría (35%) los ha

comprado de forma ocasional para probarlos, o lo hace en alguna ocasión a lo largo

del año. Por lo tanto, tan sólo un 5% son consumidores habituales (al menos cada

quince días) de algún tipo de alimento ecológico, siendo variable la frecuencia de sus

compras y su importancia en el total de su cesta de compra de alimentos. Esta cifra

debe ser por tanto considerada con precaución, por cuanto muchos de esos

consumidores habituales en realidad lo son únicamente de determinados productos

(aceite, leche, huevos, algunas frutas y verduras, pan, etc) siendo reducida la fracción

que de su consumo total corresponde en realidad a los alimentos ecológicos. Recordar

al respecto que ya son varios los super e hipermercados (además de la práctica

14

totalidad de herbolarios) de la Región de Murcia que ofrecen leche, huevos o fruta

ecológica en sus lineales, siendo bastantes los encuestados que, siendo

consumidores mayoritariamente de convencionales, han comenzado a introducir en

sus compras habituales determinados alimentos ecológicos.

Cuadro 12. Encuestados que han comprado productos ecológicos (%).

No Si Total49,4 51,6 100

No, nunca

No, pero tiene intención de

hacerlo

Si, ocasionalmente para probarlo

Si, varias veces al

año

Si (2 veces al

mes)

Si (1 vez a la semana)

Total

36,8 12,6 35,3 9,5 2,1 3,7 100

Los niveles de consumo de alimentos ecológicos determinan tres grandes

segmentos de consumidores, en atención a si no los han consumido nunca (aunque

tengan intención de hacerlo), lo han hecho de manera ocasional (para probarlo o sólo

lo hace alguna vez al año) o lo hacen de manera habitual (al menos una vez al mes).

Los valores medios de las características sociodemográficas (edad, renta, nivel de

estudios, etc) y psicográficas (comportamiento ecológico afectivo, verbal o real medido

a través de los tres factores que los aglutinan) de los encuestados pertenecientes a

cada uno de esos grupos, pero también sus distintas disposiciones a pagar por los

alimentos ecológicos (en términos de estar dispuesto, pero también de la cuantía del

sobreprecio que ofrecerían como máximo), determinan, tal y como se muestra en el

Cuadro 13, tres segmentos de consumidores claramente diferenciados:

Grupo I.- No Consumidores de Alimentos Ecológicos. Conjunto de individuos

que indicó no haber consumido nunca alimentos ecológicos, aunque pudiera tener

intención de hacerlo, con una mayor participación en los grupos de individuos de:

mayor edad (edades superiores a los 45 años), renta en el umbral más bajo (y menos

frecuente entre los niveles más elevados), mayor presencia relativa en los niveles de

educación más baja, menor valoración media en las variables psicográficas, así como

una menor disposición a pagar por alimentos ecológicos, con el menor de los datos

medios de sobreprecio porcentual máximo dispuesto a pagar por un AE (del 69%).

Grupo II.- Consumidores Ocasionales de Alimentos Ecológicos. Integrado por

individuos de edades intermedias, rentas y nivel cultural medios-altos, y una mayor

disposición a pagar relativa, pese a ser menor al del grupo anterior el porcentaje de

incremento medio del precio que manifiestan estar dispuestos a pagar por un alimento

ecológico (del 47%).

15

Cuadro 13. Tipologías de consumidores de alimentos ecológicos.

No consume Si consume Nunca T. intención Ocasión V. veces Quincenal Semanal

36,8 12,6 35,3 9,5 2,1 3,7 No consume Consumo ocasional Consumo habitual

Alimentos Ecológicos

49,5 44,7 5,8 Edad No consume Consumo ocasional Consumo habitual <18 años 50,0 47,9 2,1 18-24 años 50,0 33,3 16,7 25-34 años 40,8 57,1 2,0 35-44 años 50,0 42,5 7,5 45-54 años 88,9 11,1 0,0 55-64 años 100,0 0,0 0,0 >65 años 0,0 100,0 0,0 Renta No consume Consumo ocasional Consumo habitual 900 € 100,0 0,0 0,0 900-1.500 € 48,3 37,9 13,8 1.500-2.100 € 53,8 43,6 2,6 2.100-2.700 € 50,0 47,4 2,6 2.700-3.500 € 56,0 44,0 0,0 3.500-4.100 € 27,3 59,1 13,6 >4.100 € 33,3 44,4 22,2 Estudios No consume Consumo ocasional Consumo habitual - Sin Estudios 83,3 16,7 0,0 - Primarios 65,6 31,3 3,1 - Bachiller-FP 44,4 48,1 7,4 -Universitario 44,8 49,0 6,3 Hijos <6 años No consume Consumo ocasional Consumo habitual - No 51,3 44,3 4,4 - Si 40,6 46,9 12,5 DAP1 No consume Consumo ocasional Consumo habitual - No 58,9 37,8 3,3 - Si 42,6 48,9 8,5 Sobreprecio2 No consume Consumo ocasional Consumo habitual - % Máximo 0,69 0,47 0,97 Respuestas3 No consume Consumo ocasional Consumo habitual < de 3 mal 48,6 41,7 9,7 > de 3 mal 50,0 46,6 3,4 Psicográficas No consume Consumo ocasional Consumo habitual - Factor 14 -0,078 -0,027 0,843 - Factor 25 -0,102 -0,057 1,276 - Factor 36 -0,214 0,090 1,097

Nota: (1) Disposición a pagar. (2)Máximo sobreprecio medio, en porcentaje del precio de un kilo de tomate

convencional. (3)Nº de respuestas incorrectas en relación al conocimiento de los alimentos ecológicos.

(4)Compromiso Ecológico Afectivo. (5)Compromiso Ecológico Verbal. (6)Compromiso Ecológico Real.

Grupo III.- Consumidores Habituales de Alimentos Ecológicos. Este grupo,

formado a partir de los consumidores habituales de AE (consumo semanal o

quincenal), aglutina a un segmento manifiestamente opuesto al descrito para el caso I.

Se trata de un grupo integrado por consumidores con una mayor participación en dos

16

niveles de edad (joven, entre los 18 y 24 años; y edad intermedia, entre los 35 y 44

años), entre los que destaca el grupo de rentas muy elevadas, mayores a los 3.500

euros (aunque también aparezca con cierto protagonismo el grupo de rentas medias,

de 900 a 1.500 euros), con elevado nivel de formación (bachillerato y universitario),

con un mayor protagonismo entre las familias con hijos de menos de 6 años, una

manifiesta mayor disposición al pago, que se traduce en el porcentaje más alto de

sobreprecio medio máximo dispuesto a pagar por los AE (un sobreprecio del 97%);

siendo además, los individuos con un mayor conocimiento de los alimentos y la

agricultura ecológica (en atención al número de preguntas acertadas del tema), y para

los que los factores psicográficos estudiados (definidos por tres factores) alcanzan los

valores más elevados. Señalar por último que el análisis de relación bivariante

realizado sobre todas las variables permitió detectar la existencia de relaciones

significativas, como una primera aproximación, entre los niveles de consumo

(semanal, quincenal, semestral, anual, ocasional, potencial o nunca consumió) y

variables (tras la pertinente categorización de alguna de ellas) como la renta, edad o la

presencia de hijos menores a seis años.

4.4.- MODELIZACIÓN DEL CONSUMO HABITUAL DE ALIMENTOS ECOLÓGICOS

Para concluir el estudio, se realizaron dos ejercicios de análisis multivariantes

en el estudio del comportamiento ecológico de los consumidores de alimentos. El

primero pretendía comprobar la relación existente entre las características

(socioeconómicas y psicográficas) de los encuestas y la disposición al pago de los

consumidores. En el segundo se sustituiría la variable disposición al pago por la de

consumo efectivo de AE (distinguiendo entre consumidores que son habituales de los

que no lo son), contrastando de manera simultánea las características con las que esa

variable dependiente tiene relación.

Del primer modelo estimado, recogido en el Cuadro 14, se desprende que de

entre todas las variables que fueron consideradas para su posible inclusión, sólo

permaneció como variable independiente a añadir al modelo, y con signo positivo, el

Factor 2, que como ya se ha explicado aglutina un conjunto de preguntas

pertenecientes a la escala de medición del Compromiso Ecológico Verbal de los

encuestados. Dado que los sobreprecios de salida que se le ofrecían a los

encuestados eran diferentes, en el modelo se incluyó dicha variable, tal y como se

señaló en apartados previos cuando se expuso el modelo de Hanneman, del que este

se puede considerar una ampliación. La significatividad individual de las variables

“precio de salida” y “Compromiso Ecológico Verbal”, es muy elevada, siendo también

17

alta la validez conjunta de los coeficientes y del modelo, que alcanza un porcentaje de

predicción correcto del 73%.

Cuadro 14. Resultados del modelo de Regresión Logística Binaria de la disposición a pagar por alimentos ecológicos (Modelo I).

MODELO I Coeficiente E.T. Wald gl. Sig. Exp (Coef.)1.- Constante 5,535 1,024 29,230 1 0,000 253,4222.- Precio de salida -1,627 0,295 30,317 1 0,000 0,1973.- Factor 2. Compromiso Ecológico Verbal

0,418 0,187 4,990 1 0,025 1,518

Porcentaje Correcto de Clasificación (%) 73,4 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta a consumidores.

La segunda relación estudiada, consideraba como variable dependiente el ser

(o no) consumidor habitual de alimentos ecológicos (toma los valores 1 y 0

respectivamente), entendiendo por estos a aquellos que adquieren estos productos al

menos una vez al mes. En este caso son dos los modelos estimados finalmente

elegidos (Modelo II y III), y cuyos coeficientes y principales estadísticos se recogen en

el Cuadro 15. El Modelo II incluiría como variables independientes a la renta del

consumidor (agrupada en tres niveles), el tener o no hijos menores de seis años

(variable dicotómica) y nuevamente al Factor 2, variable resumen de medición del

Comportamiento Ecológico Verbal. La significatividad individual de las variables

incluidas es para todas las variables mencionadas aceptable (menor al 10% en todos

los casos), siendo elevada la validez conjunta de los coeficientes y del modelo, que

alcanza una porcentaje de predicción correcto muy elevado, en este caso del 84,8%.

De los signos de los coeficientes estimados se pueden deducir relaciones entre las

variables dependientes e independientes, tal que la probabilidad de consumir

alimentos ecológicos (de manera habitual), aumentaría al tener hijos pequeños

(menores a 6 años), entre consumidores con rentas mensuales superiores a los 3.500

euros (por familia), y entre aquellos consumidores para los que, en su opinión, su nivel

de Compromiso Ecológico Verbal es elevado. Si en vez de esta última variable se

incluyese en el modelo la variable correspondiente al Factor 3 (Compromiso Ecológico

Real), el modelo (III) que se estima es similar en sus resultados y capacidad predictiva

al antes descrito. En ambos modelos (II y III), conviene llamar la atención sobre el

hecho de que las variables sociodemográficas incluidas son las mismas, cambiando

en ambos casos únicamente el factor psicográfico a incluir, que en ningún caso es el

correspondiente al Compromiso Ecológico Afectivo, que parece no ayudar a

discriminar tan nítidamente a los consumidores habituales de AE de los que no lo son.

18

Cuadro 15. Modelos de Regresión Logística Binaria del consumo habitual de alimentos ecológicos (Modelo II y III).

MODELO II Coeficiente E.T. Wald gl. Sig. Exp (Coef.)1.- Constante -0,466 0,618 0,569 1 0,451 0,628 2.- Hijos menores 6 años - No -0,868 0,526 2,720 1 0,099 0,420 -Si --- --- --- --- --- --- 3.- Renta <3500 € -0,868 0,503 2,740 1 0,098 0,435 >3500 € --- --- --- --- --- --- 4.- Factor 2. Compromiso Ecológico Verbal

0, 568 0,241 5,549 1 0,018 1,765

Porcentaje Correcto de Clasificación (%) 84,8

MODELO III Coeficiente E.T. Wald gl. Sig. Exp (Coef.)1.- Constante -,444 ,617 ,518 1 ,472 ,641 2.- Hijos menores 6 años - No -,915 ,528 3,000 1 ,083 ,401 -Si --- --- --- --- --- --- 3.- Renta <3500 € -,808 ,501 2,602 1 ,107 ,446 >3500 € --- --- --- --- --- --- 4.- Factor 3. Compromiso Ecológico Real

,538 ,221 5,917 1 ,015 1,712

Porcentaje Correcto de Clasificación (%) 84,8

5.- CONCLUSIONES

El comportamiento ecológico de los consumidores, entendido en un sentido

amplio, se ha desarrollado en España en las últimas décadas, siendo cada vez más

los individuos de nuestra sociedad que, más allá de comprar alimentos ecológicos (o

indicar que están dispuestos a pagar un sobreprecio por los mismos), en su proceso

cotidiano de consumo de bienes o servicios se preocupan por el medio ambiente, su

preservación o su mejora, siendo cada vez más los consumidores que, por ejemplo,

compran productos que llevan envases reciclables, reciclan sus deshechos o llegan a

cambiar los productos que consumen por razones ecológicas, comportamientos

algunos de los cuales se han tratado de cuantificar en este estudio.

El interés de los ciudadanos españoles por el medio ambiente, a la que nos

hemos aproximado en este trabajo con una encuesta a casi doscientos consumidores

de la ciudad de Murcia, es elevada en lo que se refiere a su preocupación por la

contaminación aparejada a la actividad humana. Esta actitud (Afectiva) hacia el medio

ambiente y su preservación viene acompañada de altos niveles de Compromiso

Ecológico Verbal, tales como manifestar un gran porcentaje de la población, por

ejemplo, que estarían dispuestos a llevar bicicleta o coger el autobús para ir a trabajar

con el fin de reducir la contaminación del aire. Por regla general, los niveles de

consideración que los ciudadanos dicen tener en términos de Compromiso Afectivo y

Verbal, no son tan elevados cuando de su comportamiento o Compromiso Ecológico

19

Real se trata. En cualquier caso, altos niveles de compromiso con el medio ambiente

(con independencia de que sea Afectivo, Verbal o Real), están correlacionados con

altos niveles de disposición a pagar por los alimentos ecológicos, y también, con el

consumo habitual de AE. Tal es la relación que, entre los consumidores habituales de

alimentos ecológicos, se dan los mayores niveles de autovaloración del compromiso

ecológico (Afectivo, Verbal y Real) y las más elevadas disposiciones medias al pago.

Por otro lado, los datos de la disponibilidad a pagar por los alimentos

ecológicos calculados en el estudio, tal y como se esperaba, muestran una relación

inversa entre el incremento porcentual del precio a pagar por adquirir alimentos

(tomates) ecológicos, y la disposición de los consumidores a comprarlos. Asimismo, el

sobreprecio máximo que los individuos están dispuestos a pagar, es diferente según la

frecuencia con que éste consuma alimentos ecológicos; de manera que es máxima

para los consumidores habituales y mínima para los consumidores ocasionales.

Al tratar de explicar la influencia de las características socioeconómicas en el

comportamiento de compra (consumo habitual, ocasional o inexistente de alimentos

ecológicos), se obtuvo que la edad podría ser un factor influyente, siendo los

individuos con edades entre los 45 y 64 años los que reconocían con mayor frecuencia

no haber consumido productos ecológicos, mientras que los grupos comprendidos

desde los 18 a 24 y de los 35 a 44 años, presentaban los mayores porcentajes de

consumidores habituales -por franja de edad- de productos ecológicos. El análisis de

la influencia del nivel de renta sobre el hábito de comprar alimentos ecológicos

presenta nuevamente resultados aparentemente enfrentados. En primer lugar, para los

mayores niveles de renta (superiores a 3.500 euros mensuales) aparecen fracciones

mayores de consumidores habituales de alimentos ecológicos; pero, en contra de lo

esperado, se encontró que para niveles de renta de 900 a 1.500 euros aparece un

porcentaje relativamente alto de consumidores habituales. Estos datos podrían

explicarse en la existencia de dos segmentos diferenciados de consumidores

ecológicos, uno de mayor edad (que corresponde a consumidores con niveles de renta

y cultura muy superiores a la media), y otro, diferente en sus características (de

escasas edad y nivel de renta), correspondiente al segmento de jóvenes preocupados

por el medio ambiente y con una elevada conciencia ecológica, aunque de menor

renta. En cuanto a la influencia de las características psicográficas en el

comportamiento de compra de alimentos ecológicos, los factores identificados con las

escalas de Compromiso Ecológico (Afectivo, Verbal y Real) eran más valorados en

general entre aquellos encuestados que eran consumidores habituales de alimentos

ecológicos (semanal y quincenal) que entre aquellos que nunca los habían consumido,

o en menor medida, entre los que lo han hecho de manera ocasional.

20

Por último, los modelos multivariantes estimados han permitido contrastar la

existencia de una mayor probabilidad de consumo habitual (semanal o quincenal) de

alimentos ecológicos entre los consumidores que: o cuentan con elevados niveles de

renta; o tienen hijos menores a seis años (posiblemente, con una mayor preocupación

por la etapa de crecimiento en la que se encuentran sus hijos); o presentan una

elevada autovaloración en su nivel de Compromiso Ecológico Verbal (o en su caso, y

según un segundo modelo equivalente que fue estimado, con su nivel de Compromiso

Ecológico Real). De igual modo se comprobó que el comportamiento ecológico es más

probable se manifieste en una mayor disposición a pagar por los alimentos ecológicos

(frente a los convencionales) entre los consumidores con unos mayores niveles de

Compromiso Ecológico Verbal.

6.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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7.- ANEXO: ANÁLISIS DE FIABILIDAD Y FACTORIAL DE ESCALAS

El análisis de fiabilidad de la escala que mide el Compromiso Ecológico

Afectivo llevó a la inclusión de tan sólo cinco ítems en el posterior análisis factorial, con

la que se obtiene una medida de adecuación muestral significativa de 0,724, a partir

de cinco constructos que explican el 48% de la varianza, tal y como se muestra en el

Cuadro A1. El estadístico alpha de Cronbach, por tratarse de un estudio exploratorio,

se consideró suficiente con que alcanzase en su escala valores superiores a 0,6

(Miquel et al., 1997). No obstante, cabe recordar que otros autores consideran que las

escalas deben superar el valor de 0,7 (Nunnally, 1978) o incluso el de 0,8 (Grande y

Abascal, 1999) para afirmar que goza de fiabilidad óptima.

22

Cuadro A1. Resultados del análisis factorial (Compromiso Ecológico Afectivo). Factor 1(1) 1. Me asusta pensar que la comida que ingiero está contaminada con pesticidas

0,554

2. Me enfurece pensar que el Gobierno no hace nada para ayudar a controlar la contaminación del medio ambiente

0,690

3. Llego a indignarme cuando pienso sobre el daño causado a las plantas y vida animal por la contaminación

0,780

4. Me deprimo en los días que hay contaminación en el ambiente (niebla, humo, malos olores)

0,650

5. Cuando pienso en como contaminan las industrias, me enfado mucho 0,778 % de la varianza explicada: 48,405 Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin 0,724

Chi-cuadrado aproximado 193,373 gl 10

Prueba de esfericidad de Bartlett Sig. ,000 Alfa de Cronbach 0,724 Alfa de Cronbach basada en los elementos tipificados 0,728 (1) Matriz de componentes estimados por el método de extracción de análisis de componentes principales: 1 componente extraído.

El análisis de fiabilidad de la escala del Comportamiento Ecológico Verbal llevó

a la consideración de únicamente cuatro ítems. Con estos se determinó un único factor

de compromiso verbal, significativo puesto que la medida de adecuación muestral de

Kaiser-Meyer-Olkin es de 0,692 (pues supera el 0,5). Esos cuatro ítems presentan

valores de alpha superiores a 0,7 y explican el 52 % de la varianza (ver Cuadro A2).

Cuadro A2. Resultados del análisis factorial (Compromiso Ecológico Verbal). Factor 2

1. Estaría dispuesto a llevar una bicicleta o a coger el autobús para ir a trabajar con el fin de reducir la contaminación del aire

0,716

2. Estaría dispuesto a usar un sistema de transporte menos contaminante para ayudar a reducir la polución del aire

0,803

3. Donaría el sueldo de un día a una institución para que ayudase a mejorar el medio ambiente

0,705

4. Dejaría de comprar productos de empresas que contaminan el medio ambiente, incluso aunque fuese un inconveniente para mí

0,681

% de la varianza explicada: 52,959 Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin 0,692

Chi-cuadrado aproximado 132,748 gl 6

Prueba de esfericidad de Bartlett Sig. 0,000 Alfa de Cronbach 0,699 Alfa de Cronbach basada en los elementos tipificados 0,702

Tras eliminarse varios dos de las escalas del Comportamiento Ecológico Real,

lo que elevaba el estadístico alpha del conjunto hasta 0,699, se aceptó la consistencia

interna de todos los ítems (puesto que todos los coeficientes alpha de Cronbach son

mayores a 0,65), obteniéndose nuevamente un único el factor que se deriva del

análisis de componentes que a partir de las variables descritas se obtienen por el

23

método de componentes principales realizado. Este componente explica

conjuntamente un 50,96% de la varianza.

Cuadro A3. Resultados del análisis factorial (Compromiso Ecológico Real). Factor 3. 1. Estoy pendiente de las propuestas medioambientales que realizará el partido al que voté en las últimas elecciones generales

0,723

2. He contactado con el dpto. de medio ambiente de mi Comunidad Autónoma o Ayuntamiento para informarme sobre lo que puedo hacer para reducir la contaminación

0,676

3. Procuro hacer compras de productos que lleven embalajes reciclables 0,703 4. He asistido a una conferencia ofrecida por una organización que se preocupa por la mejora medioambiental

0,693

5. He cambiado de productos por razones ecológicas 0,771 % de la varianza explicada: 50,959 Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin 0,769

Chi-cuadrado aproximado 202,080 gl 10

Prueba de esfericidad de Bartlett Sig. 0,000 Alfa de Cronbach 0,731 Alfa de Cronbach basada en los elementos tipificados 0,737