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  • 7/30/2019 Adam Hablar

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    Quin ense a hablar a Adn?Arthur C. Custance, M.A., Ph. D.

    Artculos EL PRTICO - # 1 [Doorway Papers]El habla es el mejor espectculo que presenta el hombre. Es su propia actuacin en elescenario de la evolucin, en el que aparece ante el trasfondo csmico y presenta sufuncin. (Benjamin Lee Whorf,Language, Thought and Reality).

    Introduccin

    ACE MUCHOS AOS Humboldt observ que si hubouna transicin de animal a hombre, esta transicin tuvolugar con la adquisicin del habla.1 Pero aadi, con un

    profundo criterio, que para poder hablar, el hombre ya tena queser humano. As, el problema de explicar el origen del habla sele apareca como irresoluble. Y aparte de la revelacin, lo siguesiendo.

    Debido a la influencia de las teoras de Darwin, por untiempo pareci innecesario poner en tela de juicio que el hablahumana hubiera derivado de gritos de animales. Esencialmentelas dos cosas eran lo mismo; se trataba solo de una cuestin delgrado de complejidad. Siguiendo en los pasos de los primerosantroplogos sociales, que estaban ordenando las diversasculturas primitivas en una secuencia de ms simple a mscompleja, con lo que se ilustraba la supuesta ascensin delhombre al Parnaso, los que filosofaban sobre el lenguaje daban

    por supuesto que los extraos gruidos, chasquidos y muecas delos salvajes ms inferiores constituan evidencia de que elhabla, como todo lo dems, haba evolucionado mediante pasosapenas perceptibles de lo simple a lo complejo.2

    1910 - 1985. Miembro de la Afiliacin Cientfica Americana; Miembro de laAsociacin Americana de Antropologa; Miembro del Real Instituto deAntropologa.1 Esta observacin la cita Lyell en su Antiquity of Man, 4 ed., 1873, p. 518. Unpasaje muy til de Buffon acerca de esta misma cuestin fundamental lo cita J.C. Greene, The Death of Adam, Iowa State Univ. Press, 1959, pp. 202, 203.2

    A. Goldenweiser exhibe una excelente ilustracin de este principio: Cul esla justificacin terica para designar como histrica, es decir, real, una serie deejemplos jams observada en esta forma sucesiva en la historia? La nicarespuesta que podra dar el evolucionista aqu sera que segn los principiosgenerales de la evolucin las etapas fueron as, y que ahora quedabancorrectamente ilustradas; por ello la hiptesis evolucionista es correcta. ... Aqu,por tanto, tenemos un argumento circular; algo que se tiene que demostrar, o unaparte inherente de este algo a demostrar, se da por supuesto para poder hacer quela prueba sea vlida. El evolucionista, imposibilitado de descubrir sus etapas enla perspectiva histrica de una cultura tribal, por la sencilla razn de que talperspectiva nunca est disponible excepto en forma fragmentaria, toma unejemplo que se da en una tribu como una etapa posterior a otro ejemplo que setoma de otra tribu, y procede de este modo hasta completar toda la serie. Por ellomismo, la resultante coleccin de ejemplos es, histricamente, un revoltijo. Loque hace de esta coleccin una serie histrica o supuestamente histrica es unavez ms la presuposicin de uniformidad de desarrollo que hace que el

    evolucionista se sienta con libertad para llenar con ejemplos los vacos en laserie, procedan de donde procedan. ... En todo ello entonces encontramos queaquello que se ha de demostrar ya se ha dado por supuesto para validar lademostracin (nfasis nuestro).Anthropology, Crofts, N.Y., 1945, p. 508.

    Dos explicaciones

    1. La explicacin evolucionista

    Pero poco a poco se fue haciendo evidente que el problema

    era ms difcil. Para empezar, unos estudios ms prolijos de lassociedades ms primitivas, realizados por estudiosos que

    permanecieron suficiente tiempo sobre el terreno para aprenderel uso de los lenguajes nativos que estaban estudiando,comenzaron a desvelar que, lejos de ser simples, eran lenguajessumamente complejos.3 Lo cierto es que en muchos casosresultaron ser tan ricos en lxico que una autoridad como Levy-Bruhl lleg incluso a dudar (quiz de forma injustificada) si

    pensaban como nosotros. La diferencia ya no poda medirse msen trminos de elevado e inferior, sino como de diferentesmaneras de concebir la realidad, y desde luego, desde cierto

    punto de vista, de una forma ms compleja de contemplarla.4 G.G. Simpson observ con razn:5

    En la actualidad no hay lenguas primitivas en el sentidode que estn significativamente cercanas a los orgenesdel lenguaje. Incluso los grupos humanos con la culturamenos compleja poseen lenguajes sumamentesofisticados, con una gramtica compleja y con grandesvocabularios capaces de designar y discurrir acerca decualquier cosa que se d en el mbito ocupado por sushablantes.

    Eric Lenneberg ha dicho que las lenguas primitivasdemandan en realidad ms inteligencia para aprender quenuestros lenguajes con toda la consideracin que reciben desofisticados.6 Recientemente parece haber quedado confirmadoque el lenguaje de una naturaleza sumamente abstracta tiene que

    3 A. L. Kroeber observa en relacin con esto: Los diccionarios recopilados pormisioneros o fillogos de lenguajes anteriormente no escritos dan cifrassorprendentes. As, la cantidad de palabras registradas para el klamath, la lenguade una tribu amerindia culturalmente tosca, es de 7.000; para el navajo, 11.000;para el zul, la cifra asciende a 17.000; el dakota tiene 19.000; el maya, 20.000;el nahuatl 27.000. Se puede estimar con certidumbre que cada lengua enexistencia, por muy toscos que puedan parecer sus hablantes en su civilizacingeneral, posee al menos un vocabulario de 5.000 a 10.000 palabras. Kroeberaade luego esta nota: Jesperson, que cuenta 20.000 palabras para Shakespearey 8.000 para Milton, cita 26.000 como el vocabulario de los campesinos suecos.Anthropology, Harcourt, Brace, N.Y., 1948.4

    Su libro, How Natives Think, traducido por Lilian A. Clare, Allen and UnwinLondres, 1926, est repleto de un fascinante material que ilustra este punto.5 Simpson, G. G., The Biology of Natural Man, Science 152 (1966), p. 477.6 Lenneberg, Eric, The Biological Foundations of Language, Wiley, 1967, p. 264

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    haber acompaado al hombre en tiempos muy tempranos, segncomunicacin de Alexander Marshack7 de lo que parece tratarseclaramente de notaciones matemticas sobre unos fragmentosseos datados (aproximadamente) entre 15.000 y 13.000 a.C.

    En realidad, cuanto ms simple la cultura, tanto mscomplejo en este sentido iba a resultar su lenguaje.

    Evidentemente, por tanto, todo el concepto de disponer estasculturas a lo largo de una escala evolutiva era totalmenteerrneo.8 El abandono de este principio abri el camino para unainvestigacin ms cuidadosa del origen del habla humana, y laatencin se dirigi al problema desde varias perspectivasdiferentes. Para empezar, se busc una respuesta a estas

    preguntas: Cul es la naturaleza del habla humana?, yhablan los animales entre s en absoluto? Si es as, estnrelacionadas ambas formas de comunicacin, o soncomparables? Si no es as, no podemos derivar fcilmente la unade la otra. Debido a que varios investigadores llegaron a unaconclusin negativa, como veremos, el origen del habla humana

    permaneci como un profundo misterio.

    Un adicional trabajo de investigacin pronto desvel otrascomplicaciones. Siempre se haba supuesto que el habla erainstintiva. Pero el descubrimiento ocasional de nios salvajeso ferales sin habla demostraba de forma clara que el lenguajesurge solo donde ha habido contacto social. Adems, estecontacto se debe establecer con individuos hablantes, porque sedescubri tambin que alguna otra persona tiene que iniciar el

    proceso para cada uno de nosotros. La mera compaa no iniciala comunicacin mediante el habla. Sin la chispa procedente deuna parte ya poseedora de esta facultad, no hay conversacin.

    Tras haber llegado a este punto, se pens que los sereshumanos deberan ser capaces de alentar a hablar a los animales,a no ser que los rganos del habla fuesen diferentes en stos.

    Con el curso del tiempo se concluy, tras investigar la anatomade los simios superiores, que los rganos de ciertos animales noson fundamentalmente diferentes, y que por ello mismo deberan

    poder llegar a hablar como nosotros.9 Y desde luego hay algunascriaturas como los loros que, aunque no se encuentranevolutivamente en la lnea directa de la ameba al hombre,

    pueden aprender con xito a reproducir todos los sonidos delhabla comn. Sin embargo, los simios y los monos no puedenhablar. ... Y como observ con razn J. B. Lancaster:10

    7 Marshack, Alexander, Upper Paleolithic Notation and Symbol, Science, 178,(1972), p. 817ss.8 Clyde Kluckhohn observa, en su libro galardonadoMirror for Man, McGraw

    Hill, N.Y., 1969, p. 148: En contraste con el curso general de la evolucincultural, los lenguajes van de complejos a simples (nuestro nfasis).9 A. L. Kroeber observa, Todo indica que ningn animal subhumano tienejams impulso alguno a pronunciar o comunicar tal informacin. Esto parece sercierto tan esencialmente de los perros como de los simios, e igualmente de losloros y de los insectos. ... Los chimpancs, con laringe, lengua y labiossemejantes a los nuestros, ni siquiera intentan aprender a reproducir palabrashumanas a las que responden con su conducta. Hay un antiguo epigrama de quela razn de que los animales no hablan es que no tienen nada que decir. Lapsicologa del mismo es algo tosca, pero es fundamentalmente correcta.Anthropology, Harcourt, Brace, N.Y., 1948, p. 41.

    Munro Fox pregunta, Pueden jams los animales aprender a comprendernuestro lenguaje humano? La mayora de personas encariadas con sus animalesde compaa responderan en sentido afirmativo. Pero por lo general un perroaprende el tono de la voz, no las palabras mismas. Si le dices a un perro con unavoz cariosa, te voy a dar unos azotes, menear la cola, satisfecho. Si le dices

    en tono amenazador, tengo un hueso para ti, pondr la cola entre las piernas.The Personality of Animals, Pelican Books, Londres, 1952, p. 2810 Lancaster, J. B., The Origin of Man, ed. P. L. DeVose, Wenner-GrennFoundation, N.Y., 1965.

    Cuanto ms se sabe acerca (del sistema decomunicacin de los monos y de los simios), tanto menos

    parecen servir de ayuda estos sistemas para ayudar en lacomprensin del lenguaje humano.

    Y G. G. Simpson, comentando acerca de esto, escribi:11

    Se han hecho muchos otros intentos por determinar elorigen evolutivo del lenguaje y todos han fracasado.

    Quiz el lenguaje no surgi en absoluto por evolucin!Por otra parte, la historia pronto proporcion casos de seres

    humanos que carecan de todas las facultades normales delhabla, esto es, vista, odo y voz, y que sin embargo aprendieron ahablar (con los dedos, naturalmente) y a comunicar ideas a unnivel sumamente elevado de abstraccin. Esto, de nuevo, parecaindicar que el verdadero secreto reside en la estructura delcerebro, o en alguna otra cualidad de la naturaleza humana, y noen los rganos vocales.

    Por ello, se concluy que debi aparecer de repente algunanovedad gentica que alterase la estructura del cerebro humanode alguna forma actualmente desconocida, abriendo el camino

    para el surgimiento de esta facultad peculiarmente humana.12Pero esto no da respuesta al problema principal, incluso si se

    pudiera demostrar la existencia de una mutacin de estanaturaleza. Porque tenemos el registro del caso de dos niasferales, que crecieron totalmente en un ambiente salvaje, sinninguna compaa humana aparte de que estaban juntas en suaislamiento, que nunca entre ellas hablaban una sola palabra deninguna forma. As, encontramos que incluso la presencia deotro ser humano, y la posesin de un cerebro verdaderamentehumano (porque posteriormente se les ense a hablar, aunque

    aprendieron con limitaciones) no constituyen por s mismos elmarco suficiente dentro del que el habla tenga que surgir demanera inevitable.

    As que seguimos todava con el problema de quin inici elproceso, porque alguien tiene que iniciar el proceso. Aunque escierto que algunas autoridades creen que la raza humana puedeser una amalgama de diversas lneas distintas y de origenindependiente que surgieron de formas inferiores de vida, haymuchos otros que tambin proponen un origen evolutivo para elhombre, pero que mantienen que tiene que haber derivado deuna sola lnea.13 En esta sola lnea debemos tener un primerhombre y una primera mujer. Poco importa el nombre que lesdemos, sea Adn (que sencillamente significa hombre) y Eva

    (que realmente significa portadora de nios, esto es,madre), o alguna designacin ms tcnica, seguimos tratandocon las mismas dos personas. Qu explica que comenzasen ahablar entre s, y que esto haya continuado all adonde seencuentran sus descendientes? Y ello sin excepcin, porque nose conoce ningn pueblo sobre la tierra sin un lenguaje

    plenamente desarrollado. Se conocen grupos humanos en una uotra parte del mundo carentes de casi todas las facultades que

    11 Simpson, G. G., ref. 5, p. 477.12 Cassirer, Ernst, An Essay on Man, Yale, 1948, p. 31: se debera observar queeste autor tiene que recurrir al concepto de alguna inslita mutacin que nunca sevuelve a repetir.13

    La declaracin oficial de la UNESCO es a efectos de que la raza humana tieneque haber derivado de una sola lnea. Man, Roy. Anthrop. Instit., Londres, Juniode 1952, p. 90, seccin 125. En Europa hay algunas voces disidentes, aunque enel Nuevo Mundo casi todas las autoridades muestran su acuerdo.

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    consideramos como esencialmente humanas, incluso sin afectomaterno, pero no se ha encontrado ningn grupo humanocarente de la facultad del habla.

    As, se puede plantear con toda sencillez que cientficamenteesta cuestin est fuera de nuestro alcance. Prcticamente, todolo que las investigaciones pueden hacer es demostrar cul no

    puede ser el origen.

    La explicacin bblica

    Pero en Gnesis se revela la historia de la primeraconversacin sobre la tierra. Y por cuanto es la nica historiaque da atisbos de la naturaleza de los primeros pasos del hombreen la comunicacin, tiene un inters peculiar, aparte de que seconsidere como fantasa o como realidad, porque todo a nuestroalrededor, cada da, tenemos nios que estn aprendiendo ahablar por primera vez y que manifiestan de forma constanteuna cierta dinmica de aprendizaje que por su misma

    persistencia nos lleva a suponer que es la nica dinmica por la

    que el hombre lleg a aprender a hablar. Y no es meramente eltema de conversacin de la primera pareja lo que es deverdadera significancia para todos los que en la actualidadestamos interesados en este problema de la naturaleza yconducta humana, sino sus consecuencias, y las circunstanciasen las que tuvo lugar. Porque es la capacidad humana del hablala que le ha posibilitado hacer lo que ha hecho y ser lo que es,

    para bien o para mal. La capacidad del habla involucra lacapacidad de abstraccin y de introspeccin, y de reaccin ydecisin reflexionadas. En resumen, ha hecho del hombre en

    parte un agente libre. Pero tambin le ha capacitado a aprenderde una manera singular y a transmitir la sustancia de suaprendizaje, de modo que la cultura ha llegado a ser

    acumulativa.

    Los sonidos del habla: Signos, smbolos y palabras

    Pero volvamos atrs una vez ms, y consideremos los puntossuscitados antes con mayor detalle. Es extrao que tanfrecuentemente aquello que es aparentemente cierto resultafalso. Durante siglos era evidente para todos que el sol se movaalrededor de la tierra; y hasta que la aceptacin de este hechoevidente no qued totalmente refutada, no fue posible ningn

    progreso adicional en astronoma.Que los animales se hablaban entre s era igualmente

    evidente. En tiempos de peligro se emita una estridente

    advertencia, y los que oan la seal tomaban la correspondienteprecaucin de huir, lo que evidentemente indicaba que habancomprendido con claridad lo que se les haba dicho.

    Signos en contraste a smbolos

    Cosa curiosa, algunas de las ms profundas observacionesrespecto a la verdadera naturaleza de la llamada habla animalnos han venido finalmente no de un naturalista, sino de alguienque era fundamentalmente un filsofo interesado en lanaturaleza del hombre. George Herbert Mead14 demostr de unamanera que prcticamente obliga al asentimiento que losanimales no tienen conciencia del yo, y que por ello solo pueden

    14 Mead, George Herbert, Mind, Self, and Society, Univ. Chicago Press, 7 ed.,1948.

    emitir seales que no son expresiones de reflexin o de emocin.Estas seales son emitidas involuntariamente, como el oh oah de un hombre demasiado conmovido para poder hablar. Elgemir excitado de un perro que espera la comida no significa quela mente del perro exprese expectativa, sino que es un reflejoexpresado. El perro no expresa emocin de una manera

    consciente, sino que la emocin se expresa a s misma. RaymondPearl ha observado que los jefes de manadas no son jefes en elsentido en que lo pueden ser los seres humanos, porque no hayinvolucrados ni pensamiento ni razonamiento,15 y la posicinque ocupan como jefes es en cierto sentido un accidente de los

    procesos biolgicos. As, Mead distingue entre un sonido que esuna seal, y un sonido que es un smbolo. Lo primero escompartido por todas las criaturas capaces de expresaremociones, incluyendo temor e ira, odio y amor, y naturalmente,en el hombre, la risa. Pero una seal de esta naturaleza es, comonorma, involuntaria; siempre involuntaria en el caso de losanimales, pero no siempre en el caso del hombre, que es un actor

    prodigioso. El Ay de un hombre que sufre una herida no est

    pensado. Se expresa. Naturalmente, lo entendemos todo: elchillido de terror, la carcajada de la risa, ambas se perciben, peroni lo uno ni la otra son verdadero lenguaje. Mead observa que noes hasta que el nio descubre cul es el significado de su propiosonido para los dems, y que luego produce deliberadamentedicho sonido con este significado unido al mismo, que el niohabla. En este sentido, se podra considerar que el hablacomienza cuando un nio descubre que puede llorar (sincompulsin) meramente para conseguir atraer la atencin de losdems. Esta actitud surge de la propia conciencia del yo, y de laconciencia de los dems como similar a la propia.

    As, un nio que descubre el truco de llamar la atencin seconvierte en un actor. Darwin estaba interesado en la cuestin de

    la actuacin porque crea que daba luz acerca del origen dellenguaje.16 l pensaba que el actor, al hacer una mueca paraindicar ira estaba haciendo sencillamente lo mismo que un perroal ensear los dientes para asustar a su enemigo. Pero esto daba

    por supuesto que el perro es consciente de la cara que pone y quese da cuenta de que con ello puede asustar a su contrario. Enrealidad parece bien seguro ahora que para el perro la cara se

    pone ella sola, y que no hay involucrada ninguna conciencia deello. Pero debido a que el originador est movido por unaemocin y no por un pensamiento abstracto o consciente de smismo, no hay involucrada ninguna habla. Es una seal y no unsmbolo, porque los smbolos tienen una naturaleza asignada deforma arbitraria (y por ello consciente) por el usuario y lector a

    la vez. El actor hace un gesto facial consciente, sabiendo que seinterpretar de una forma determinada, y su pensamiento,expresado as de forma simblica, ledo y comprendido por laaudiencia, se comunica de forma deliberada mediante lo que sedebe designar como lenguaje simblico, pero parece deseabledistinguir entre lo que en realidad es un lenguaje simblico, por

    15 Pearl, R.,Man the Animal, Bloomington, Ind., 1946, p. 115.16 En su libro, The Expression of the Emotions in Man and Animals [Laexpresin de las emociones en el hombre y en los animales], Darwin expone quelos sonidos o acciones expresivas proceden del dictado de ciertas necesidadesbiolgicas, y que se emplean segn unas reglas biolgicas determinadas. As,

    consideraba que una mueca desdeosa era el remanente del ensear losdientes, etctera. Sin embargo, en la actualidad se reconoce que Darwin pec desimplificar en demasa el problema del habla al identificarlo con la capacidad deemitir sonidos y expresar emociones. Su libro se public en 1872.

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    una parte, y, por la otra, una seal inconsciente de ira que unanimal pueda expresar en presencia de un enemigo.

    Palabras: emocionales en contraste a proposicionales

    Que los gritos de los animales son solo emocionales, noconceptuales, es ahora la opinin meditada de los que han

    estudiado esta cuestin. Cassirer observ esto:17

    Todos los que examinan las diferentes tesis y teoraspsicolgicas con una mente exenta de prejuicios y deforma crtica han de llegar al menos a la conclusin deque este problema no se puede resolver mediante unamera referencia a formas de comunicacin animal y aciertos logros que los animales consigan medianteentrenamiento y amaestramiento. Todos estos logrosadmiten las interpretaciones ms contrapuestas. De modoque es necesario, en primer lugar, encontrar un punto de

    partida lgico correcto que pueda conducirnos a unainterpretacin natural y sana de los hechos empricos.

    Este punto de partida es la definicin del habla. ... Elprimer y ms fundamental estrato es evidentemente ellenguaje de las emociones. Una gran parte de todas lasexpresiones humanas siguen perteneciendo a este estrato.Pero hay una forma de habla que es de una clasetotalmente diferente. Aqu, la palabra no es en absolutouna mera interjeccin; no se trata de una expresininvoluntaria de los sentimientos, sino una parte de unaoracin que posee una estructura sintctica y una lgicadefinidas. ... Por lo que respecta a los chimpancs,Wolfgang Koehler afirma que llegan a un considerablegrado de expresin gestual. La rabia, el terror, ladesesperacin, el dolor, el ruego, el deseo, el juego y el

    placer se expresan fcilmente de esta manera.Sin embargo, est ausente en ello un elemento que escaracterstico e indispensable para todo el lenguajehumano; no encontramos seales que tengan unareferencia o un significado objetivos. Se puedeconsiderar como demostrado de forma positiva, diceKoehler,18 que su gama fontica es totalmente subjetivay que solo pueden expresar emociones, nunca designar nidescribir objetos. Pero poseen tantos elementos fonticoscomunes con los lenguajes humanos que su falta de hablaarticulada no puede atribuirse a limitaciones secundarias(glosolabiales). Adems, sus gestos faciales y corporales,al igual que sus expresiones sonoras, nunca designan ni

    describen objetos".

    Cassirer aada,19

    17 Cassirer, Ernst, ref. 12, pp. 28, 29.18 Koehler, W., The Mentality of Apes, Harcourt, Brace, N.Y., 1925, p. 317.19 Cassirer, E., ref. 12, p. 30. De modo similar, Munro Fox, ref. 9, pp. 22, 23:nosotros mismos, naturalmente, tenemos que aprender a hablar, pero los bebsno aprenden a hacer voces de diversas clases que se correspondan con sussentimientos. Estos gritos de bebs no se aprenden, sino que se hacen porinstinto. Esto nos lleva a una pregunta de la mayor importancia. Sabe un simio,por su parte, cmo hacer sus diversos gritos y muecas por instinto innato, sinningn aprendizaje, o aprende su lenguaje de su madre? Esta pregunta harecibido respuesta con el expediente de mantener un simio totalmente en

    solitario desde su nacimiento hasta la edad de cinco aos. Durante los primeroscinco aos de su vida este simio no oy ni vio otros simios. El investigador hallque el animal poda expresarse en el lenguaje simio igualmente de bien quecualquier otro simio de aquella especie. Todos sus gritos y expresiones se daban

    Aqu incidimos en el punto crucial en todo nuestroproblema. La diferencia entre el lenguaje proposicional yel lenguaje emocional es la verdadera frontera entre elmundo humano y el animal. Todas las teoras yobservaciones acerca del lenguaje animal yerran el blancosi dejan de constatar esta diferencia fundamental. En toda

    la literatura acerca de esta cuestin no parece haber unasola prueba concluyente de que ningn animal hayahecho nunca el paso decisivo de lo subjetivo a loobjetivo, del lenguaje afectivo al proposicional. Koehlerinsiste enfticamente en que el habla est decididamentefuera de las capacidades de los simios antropoides.Mantiene que la carencia de esta invalorable ayudatcnica y la gran limitacin de estos componentesfundamentales del pensamiento, las llamadas imgenes,constituyen las causas que impiden que los animales

    puedan alcanzar siquiera el ms mnimo comienzo de undesarrollo cultural.

    El neurlogo ingls Jackson introdujo el trmino de lenguajeproposicional para explicar algunos fenmenos patolgicos desumo inters. Descubri que muchos pacientes que sufran deafasia no haban perdido en absoluto el uso del habla, sino queno podan emplear sus palabras con un sentido objetivo,

    proposicional. As, algo haba reducido su habla al nivel de unsonido animal que, como el grito del loro, ya no era lenguajehumano.

    Mientras tanto, los chasquidos y gruidos que en laimaginacin popular se consideraba que formaban una parte

    principal de algunas lenguas primitivas resultaron tener enrealidad un lugar muy secundario en la estructura de dichoslenguajes. Se puede decir que las lenguas de los pueblos ms

    primitivos, como por ejemplo los aborgenes australianos, estnsumamente llenas de trminos, y que son extremadamenteconcretas y especficas. En realidad, estn tan repletas detrminos y designaciones para cosas que el pensamientoabstracto llega a ser casi imposible, porque no existen cosas tansimples como clases; todo es individual y especfico.20 Denuevo podemos citar a Cassirer:21

    por instinto; no por aprendizaje. Est claro que el lenguaje de estos animales notiene nada en comn con nuestra habla; se parece a gritos que podemos hacercomo Oh y Ah, o a gritar de alegra, o a llorar.

    Luego escribe en la pgina 29: la principal diferencia entre el lenguaje desonidos de los animales y el lenguaje humano es que mientras que los sonidos ogestos del animal son expresin de sus sentimientos, y que as puede comunicar

    sus sentimientos e intenciones a sus compaeros, nosotros hacemos ms queesto. Tenemos palabras para cosas, palabras para pensamientos, y transformamosestas palabras en oraciones. Naturalmente, en el caso de los animales no es as.Si quitamos un pltano a un chimpanc, l podr demostrar que est enfurecido;si quiere un pltano, puede mostrar que tiene hambre; si recibe un pltano, puedemostrar que est contento. Sus movimientos y expresiones indican que estairado, que tiene hambre o que se siente alegre, incluso si apareceninconscientemente. Pero el chimpanc no puede decir nada acerca de un pltano.Los animales no t ienen conversacin.20 Se puede citar a Levy-Bruhl en relacin con esto: Estas lenguas (australianas)dan testimonio acerca de esto, porque se da una ausencia casi total de trminosgenricos que se correspondan con ideas generales, y al mismo tiempo hay unaextraordinaria abundancia de trminos especficos, que designan a personas ocosas que aparecen, o bien ellas o una imagen clara y especfica de las mismas enla mente en el momento de ser mencionadas. Eyre ya haba observado esto, ysealado que no haba trminos como rbol, pjaro, etc., aunque se aplicaban

    trminos especficos para cada variedad de rbol, pez o pjaro. Lucien Levy-Bruhl,How Natives Think, traduccin de Lilian A. Clare, Knopf, N.Y., 1925, p.170.21 Cassirer, Ernst, ref. 12, p. 135.

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    Hammer-Purgstall ha escrito un artculo en el que dauna lista de los diversos nombres para el camello enrabe. Hay no menos de cinco o seis mil trminos que sedan para describir al camello; pero ninguno de ellos noscomunica un concepto biolgico general. Todos ellosexpresan detalles concretos tocantes a su forma, tamao,

    color, edad y andadura del animal. ... En muchas tribusamerindias encontramos una asombrosa variedad detrminos para una accin determinada, por ejemplo paraandar o golpear. Estos trminos tienen entre s unarelacin ms bien de yuxtaposicin que desubordinacin. Un golpe con el puo no se puededescribir del mismo modo que un golpe con la palma dela mano, y un golpe con un arma exige otro nombre queel dado con un ltigo o con una vara. En su descripcinde la lengua bakairi idioma hablado por una tribu indiaen el centro del Brasil Karl von den Steinen refiere quecada especie de loro y de palmera tienen su nombreindividual, mientras que no existe ningn nombre para

    expresar el gnero loro o palmera. Los bakairi,dice, se fijan tanto en los numerosos rasgos particularesque no se interesan en las caractersticas comunes. Seahogan bajo la abundancia del material y no puedengestionarlo de manera econmica. Tienen solo unamoneda de baja denominacin, pero se debe decir queson excesivamente ricos y no pobres.

    En todas las partes del mundo, las lenguas de los pueblosprimitivos exhiben esta misma asombrosa riqueza. Aqu laobjetividad es una caracterstica en exceso. Lo que estespecficamente ausente por ello en las formas animales decomunicacin se ejemplifica aqu en un grado enorme ... y sin

    embargo se haba credo antes que estas sociedades nosproporcionaran los eslabones necesarios entre el hombrecivilizado y los primates por debajo del mismo.

    Levy-Bruhl ha tratado este tema con mucho detalle. Es ciertoque sus puntos de vista acerca de la mentalidad primitiva soncuestionados en muchos mbitos, pero el interrogante se levantaen contra del uso que l hace del concepto de pensamientoprelgico. l arga que los pueblos nativos no empleaban laclase de estructuras lgicas que usamos nosotros. Pero es bienevidente en la actualidad que ellos son tan capaces de

    pensamiento lgico como nosotros, aunque sus premisas sondiferentes. Aparte de este concepto errneo, si es que lo es, sinembargo Levy Bruhl ha rendido un gran servicio al exponer el

    asombroso grado de desarrollo lingstico que caracteriza a losgrupos humanos ms primitivos que conocemos. Desde luego,estas personas no nos proporcionan un eslabn perdido entre losgruidos y gritos animales y el habla culta. As, Levy-Bruhlescribi:22

    Este concepto, de que en la evolucin del pensamientolo ms simple es lo primero, es un concepto queindudablemente procede de la filosofa de Spencer, peroesto no lo hace nada ms cierto. No creo que puedademostrarse en el mundo real, y en lo que conocemos delmundo del pensamiento los hechos parecencontradecirlo. Sir James Frazer (que estaba

    comprometido con el principio evolucionista) parece

    22 Levy-Bruhl, Lucien, ref. 20, p. 21.

    estar confundiendo aqu lo simple con lo indiferenciado.Sin embargo, encontramos que las lenguas que hablan los

    pueblos menos desarrollados que conocemos losaborgenes australianos, los abipones, los habitantes delas islas de Andaman, los fueguinos, etc. exhiben unagran complejidad. Son mucho menos simples que el

    ingls, aunque mucho ms primitivas.

    De forma semejante, citaba la experiencia de Livingstone enfrica del Sur:23

    No es la carencia de nombres, sino su sobreabundancialo que extrava a los viajeros, y los trminos empleadosson tan diversos que los mejores estudiosos apenas

    podrn captar algo ms que el sentido general de laconversacin. Hemos odo acerca de una veintena de

    palabras para indicar diversas variedades de andadura uno anda inclinado hacia adelante, o hacia atrs;

    balancendose de lado a lado; de forma distrada o

    erguida; pomposamente; balanceando los brazos; solo unbrazo; con la cabeza gacha o la mirada elevada, o dealguna otra forma, y cada uno de estos modos de andariba expresado con un verbo particular.

    Levy-Bruhl resalt la especificidad de las lenguas nativas dediversas partes del mundo, recurriendo a las comunicaciones demuchos viajeros del siglo XIX.24

    Eyre observa lo siguiente acerca de los aborgenesaustralianos. Dice que les faltaban trminos genricos comorbol, pez, pjaro, etc., aunque aplicaban trminos especficos acada variedad de rbol, pez o pjaro. ... En el oeste de Australia,los nativos tienen nombres para todas las estrellas destacadas,

    para cada rasgo natural del terreno, cada colina, pantano, recodode un ro, etc., pero no para el ro mismo. Finalmente, para noprolongar la lista indebidamente, en el distrito del Zambeze,cada otero, colina, monte y pico en una sierra tienen su nombre,lo mismo que cada curso fluvial, valle y llanura. De hecho, cadarasgo o porcin del pas est tan distinguido por nombresapropiados, que exigira toda una vida descifrar el significado delos mismos.

    Podramos continuar indefinidamente. Los indios aymaras deChuciutu en Per tienen 209 trminos diferentes para las patatas,y pueblos septentrionales como los esquimales del Canad y loschuckchee de Siberia tienen una cantidad casi ilimitada denombres para la nieve y el hielo, en cada forma concebible, pero

    ni una sola palabra que designe nieve. Por ello, ser suficientecon decir que las lenguas primitivas pueden ser primitivas solohasta all donde no permitan el refinamiento de ideas abstractas,como aquel refinamiento esencial para la construccin de unaciencia pura. Pero esta carencia no implica en absoluto quetengan una lengua deficiente. Sus trminos para tratar con losobjetos exceden muchas veces a los nuestros; en consecuencia sudiccionario tendra un tamao muchas veces mayor al nuestro.

    El habla: instintiva o aprendida?

    Hemos observado que no hay nadie sin una lengua. A partirde esta observacin y debido a que todos los individuos

    23 Livingstone, David, The Zambesi and Its Tributaries, 1865, p. 537.24 Levy-Bruhl, Lucien, ref. 20, pp. 170-174.

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    6 Quin ense a hablar a Adn?

    investigados hasta hace unos pocos aos haban posedo lacapacidad del habla con independencia de lo primitiva que fuesesu cultura, se supona que el habla era instintiva.25 Pero lleg elmomento en que se hizo evidente que no era as. Podemosrepetir que a lo largo de siglos de registros histricos, ha habidohistorias de nios designados como salvajes o ferales. No fue

    hasta un tiempo relativamente reciente que se encontraron estaclase de nios y que fueron estudiados por hombres con uncriterio y erudicin suficientes para ponerlos en guardia encontra de conclusiones sensacionalistas pensadas para estimularla imaginacin del pblico. Estos nios siempre se handescubierto sin habla.

    Recientemente J. A. K. Singh y Robert M. Zingg volvieron apublicar un trabajo muy completo acerca de todos los casosconocidos de nios ferales hasta 1966 bajo el ttulo Wolf-Children and Feral Man.26 En total, se tratan con cierto detalle36 casos que se creen razonablemente bien documentados.Muchos tienen una buena base testifical, otros menos, pero elefecto cumulativo es el de evidenciar que, debido a un temprano

    aislamiento total, estos nios han sido criados por animales queincluyen lobos, osos, cerdos, un chacal e incluso un leopardo.Sin excepcin alguna, no aprendieron a hablar en absoluto en elambiente natural, y casi nada incluso cuando posteriormente serealizaron intentos para reeducarlos.

    Susanne Langer observ en relacin con esto:27

    Los nicos casos bien testificados son el del niosalvaje Peter, descubierto en los campos de Hanover en1723; de Victor, conocido como el Sauvage deAveyron, capturado en aquel distrito del sur de Franciaen 1799; y de dos niitas, Amala y Kamala, encontradasen las cercanas de Midnapur, India, en 1920. De todos

    estos casos, solo Victor ha sido estudiado y descrito deforma cientfica.Sin embargo, s que sabemos una cosa de cierto

    acerca de todos ellos: ninguno de estos nios podahablar en ningn idioma, recordado ni inventado (sunfasis). Naturalmente, un nio sin compaeros humanosno encontrara respuesta a su conversacin; pero si elhabla fuese un instinto genuino, esto no debera significaruna gran diferencia. Los nios civilizados le hablan algato sin saber que es solo un soliloquio, y un perro queresponde con un ladrido es un buen interlocutor; adems,Amala y Kamala se tenan la una a la otra. Sin embargo,no hablaban. Dnde, pues, est el instinto que lleva al

    lenguaje a los nios muy pequeos?Es como si la Providencia nos hubiera proporcionado

    mediante un accidente histrico los materiales quenecesitbamos en particular para poner a prueba todas estashiptesis. Si solo tuvisemos registrados los casos de nios

    25 Edward Sapir, un erudito sin par en lingstica, escribi: El don del habla yuna lengua bien estructurada son caractersticas de cada grupo conocido de sereshumanos. Nunca se ha descubierto ninguna tribu carente de lenguaje, y todas lasdeclaraciones en sentido contrario pueden desecharse como mero folklore. ... Larealidad es que el lenguaje es un medio esencialmente perfecto de expresin ycomunicacin entre todos los pueblos conocidos. Artculo Language,Encycl.of the Social Sciences, Macmillan, N.Y., 193326 Singh, J. A. L. y Robert M. Zingg, Wolf-Children and Feral Man, Archon

    Books, 1966, xli y 379 pp., ilustr., con prefacios de R. Rugglesgate, ArnoldGesell, F. N. Maxfield y K. Davis.27 Langer, Susanne, Philosophy in a New Key, Mentor Books, New AmericanLibrary, N.Y., 1952, p. 87.

    desamparados solitarios como Peter y Victor, pudiramos haberargido sin embargo que no hablaban porque carecan decompaa. Bien aparte de la observacin que hace Langer deque los nios hablan a los animales sin sentir ningunaincongruidad (al igual que los adultos!) tenemos tambin elregistro en tiempos muy recientes del hallazgo de dos nias que

    compartieron su extraa crianza en la selva y que sin embargonunca se dijeron una palabra entre s. Adems, todos losesfuerzos posteriores para ensear al muchacho Victor a usar ellenguaje fracasaron claramente, y cuando se plantea la pregunta,por qu fall, cuando otros lo lograron en parte (aunque deforma muy inadecuada), la respuesta parece ser la que da elmismo Langer, Porque ya tena doce aos .... En otras

    palabras, cuando Victor fue descubierto, haba ya pasado laetapa de desarrollo en la que poda aprender una lengua,mientras que los otros nios eran todava lo suficientemente

    jvenes, en grado diverso, para poder aprender al menos unaspocas palabras y expresiones, aunque ninguno de ellos sedesarroll hasta la normalidad.

    De todo esto podemos sacar una conclusin adicional, de queen cada nio hay la capacidad latente para el aprendizaje de unalengua, incluso para los que crecen en estado salvaje, pero queesta capacidad no garantiza que el lenguaje vaya a surgirespontneamente. Al contrario, en cada uno de los cuatro niosque conocemos, no apareci ningn lenguaje de formaespontnea. Fue solo despus que se les habl que ellos hablarona su vez, e incluso entonces solo en tanto que la capacidad deadquirir la facultad de pensar en palabras no se hubiera ya

    perdido por haberse ellos desarrollado sin emplearla.28

    Cmo los sonidos se convierten en habla

    Tras haber llegado a este punto, de inmediato se suscit lacuestin de si podra ser posible ensear a los animales a hablarcomo hablan los hombres. Ya hemos mencionado que laausencia de habla entre los animales no se puede atribuir a laausencia de las estructuras anatmicas secundarias glosolabiales,

    porque poseen muchos elementos fonticos comunes a laslenguas humanas. Concediendo que algunos de los sonidos queemitimos puedan estar fuera de la capacidad de algunosanimales, al menos podran reproducir algn dialecto propio.Pero nunca lo hacen. Se cree, por lo tanto, que tiene que debersea alguna carencia en el cerebro. Antes se sola suponer que ladiferencia esencial en los procesos pensantes entre los animalesy los humanos era solo de grado. Pero en la actualidad se ve que

    ms bien parece cualitativa. Briffault observ esto hace algunosaos:29

    Hay un gran abismo entre la constitucin mental de lossalvajes ms toscos y la de cualquier animal, incluyendolos antropoides, y este abismo se corresponde con msque una diferencia en grado, constituye una diferencia declase. Primordialmente esta diferencia depende delcarcter conceptual de la mentalidad humana.

    Este carcter conceptual en el hombre le permite el habla.

    28

    Vase J. W. Tomb, On the Intuitive Capacity of Children to UnderstandSpoken Language,Brit. Jour. Psychiatry, 16 (1925): 553-55.29 Briffault, Robert, Evolution of Human Species, en The Making of Man,Modern Library, Random House, N.Y., 1931, p. 762.

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    De nuevo, de la pluma de Henri Bergson:30

    Esta misma impresin surge cuando comparamos elcerebro humano y el de los animales. Al principio, ladiferencia parece ser solo de tamao y complejidad. Pero,a juzgar por la funcin, parece haber alguna otra cosa

    adicional. ... entre el hombre y los animales la diferenciaya no es ms de grado, sino de clase.

    Se han realizado esfuerzos durante aos, y se siguenrealizando, para abrir lneas de comunicacin con los animales.Las prodigiosas y pacientes labores de Kellogg (1933),31 Hayes(1951),32 Gardner (1967)33 y Premack (1969)34 han desveladoalgunos hechos sorprendentes. Es cosa cierta que los animales secomunican entre s con xito, y el hombre debera por ello sercapaz de establecer contacto por este medio, como desde luego

    puede hacerlo con su caballo o su perro. Pero, aparentemente,estos animales que parecen por ello capaces de comprender elhabla, ellos mismos no tienen la capacidad de hablar. Seres

    como los chimpancs de Premack hablaban mediante signos,pero la vocalizacin ha resultado quedar totalmente fuera de sucapacidad fisiolgica hasta ahora. En cambio, aves que puedenvocalizar de manera significativa para el oyente, parecen sinembargo carecer de la dotacin mental para que esta capacidadles sea til. Otros animales puede que tengan la dotacin mental

    pero ningunos rganos vocales adecuados para comunicar suspensamientos de forma til para el hombre.35 En el tiempopresente no parece que ningn sistema de comunicacin animalpueda explicar en absoluto el humano. Es as como concluaEric Lenneberg:

    La muy extendida creencia de que muchos animales

    poseen un lenguaje de una clase muy primitiva y limitada(o de que los alumnos animales de lengua inglesa puedanentrar en la primera etapa de adquisicin de la lengua)queda fcilmente refutada mediante una comparacin conlos comienzos del aprendizaje humano de la lengua.

    Los animales no hablan, y por ello no se les ha enseado ahablar, no porque carezcan de los medios mecnicos, de losmsculos en la lengua y la garganta, etc., sino evidentemente

    porque no poseen la estructura cerebral necesaria que admita elpensamiento conceptual.

    En cambio, y esto es de gran importancia, un ser humanopuede carecer de todos los requisitos normales para el habla y,

    sin embargo, debido a la estructura del cerebro, se puedenvencer las dificultades mecnicas y secundarias, y se puedellevar a cabo una abstraccin a un nivel muy elevado. Parececomo si de nuevo la Providencia estuviera obrando en lahistoria, porque tenemos dos ejemplos de personas ciegas ysordomudas, y que sin embargo desarrollaron un elevado grado

    30 Bergson, Henri, Creative Evolution, Mod. Library, Random House, N.Y.,1944, pp. 200, 201.31 Kellogg, W. N. and L. A., The Ape and the Child: A Study in EnvironmentalInfluence on Early Behaviour, McGraw Hill, N.Y., 1933.32 Hayes, K. J. and C, The Ape in our House, Harper, N.Y. 1951.33 Gardner, R. A. y B. T., comunicado en un artculo, "Teaching Sign Language

    to a Chimpanzee," Science, 165 (1969), p. 664-672.34 Premack, David, Language in Chimpanzee? Science, 172 (1971), p. 802-822.35 Vase el artculo de Doorway, Is Man an Animal? en el volumen IV.

    de comprensin y educacin, convirtindose una de ellas en unaportavoz internacionalmente famosa en favor de sus compaerosde infortunio. Tanto el hecho de que estas personas con estascarencias pudieran aprender a comunicar ideas como lascircunstancias que rodearon los primeros pasos mediante los queaprendieron a hablar tienen una gran relevancia para nuestros

    propsitos. Adems, cuando se descubre que ambas personaspasaron de la incapacidad verbal al habla mediante la mismaclase de proceso, esto se convierte en una cuestin del ms

    profundo inters.Estas dos personas ciegas y sordomudas se llamaban Helen

    Keller y Laura Bridgeman. Su historia, hasta all donde nosinteresa de forma inmediata, se cuenta mejor con las palabras desus maestras y las suyas propias. Es deseable comentar que en laexperiencia de ambas muchachas, ellas aprendieron a golpetearcon sus manos ciertos signos que comunicaban necesidadessegn stas iban surgiendo. En la experiencia de ambas, lleg elda en que cada una de ellas descubri a su vez el significadoreal de estos signos.

    Miss Sullivan, la maestra de Helen Keller, anot la fechaexacta en la que la nia comenz a comprender el sentido y lafuncin del lenguaje humano:36

    5 de abril de 1887 Tengo que escribirte unas lneasesta maana, porque ha sucedido algo muy importante.Helen ha dado el segundo gran paso en su educacin. Haaprendido que cada cosa tiene su nombre, y que elalfabeto manual es la clave para todo lo que ella quieresaber.

    Esta maana, mientras se estaba aseando, querasaber el nombre para agua. Cuando quiere saber elnombre de cualquier cosa, la seala y me da una palmada

    sobre la mano. Le deletre a-g-u-a y ya no pens msacerca de ello hasta despus del desayuno. ...(Posteriormente) fuimos al cobertizo donde est la bombade agua, e hice que Helen sostuviera su tazn debajo de la

    boca de la bomba mientras yo la accionaba. Al salir lafra agua, llenando el tazn, deletre a-g-u-a en la manolibre de Helen. La inmediatez de la palabra a la sensacindel agua fra corriendo sobre su mano parecisobresaltarla. Dej caer el tazn y se irgui comomaravillada. Una nueva luz ilumin su rostro. Deletreagua diversas veces. Luego se sent sobre el suelo y

    pidi saber su nombre, y seal a la bomba y al enrejado,y, de repente, volvindose, pidi saber mi nombre.

    Deletre maestra. Todo el camino de vuelta de la casaestuvo muy entusiasmada, y aprendi el nombre de cadaobjeto que tocaba, de modo que en pocas horas habaaadido treinta nuevas palabras a su vocabulario. ...

    P. S.No termin la carta a tiempo para enviarlaanoche, as que aadir unas lneas. Esta maana se halevantado como un hada radiante. Ha ido revoloteando deobjeto a objeto pidiendo el nombre de cada cosa y

    besndome de felicidad. ...[De una carta siguiente] Ahora, cada cosa ha de tener

    un nombre. All adonde vamos me pregunta anhelante losnombres de cosas que no ha aprendido en casa. Estdeseosa de que sus amigas le deletreen, y anhelante de

    36 Sullivan, Anne M., en Supplement to The Story of My Life, por Helen Keller,Grosset & Dunlap, N.Y., 1905, p. 315.

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    8 Quin ense a hablar a Adn?

    ensear las letras a todos aquellos con los que seencuentra. Abandona los signos y las pantomimas queusaba antes en el momento en que tiene palabras paratomar su lugar, y la adquisicin de nuevas palabras lecausa el ms vivo placer. Y vemos que su cara se vuelvems expresiva cada da.

    Qu relato tan sencillo, ste, y sin embargo cun dramtico!Es casi como estar presente en el nacimiento de un alma! Yqu significado que adquieren los nombres de las cosas! Cmodebe llamarse esto, y qu aquello, es ahora de supremaimportancia, porque el nombre de la cosa es la cosa misma.Poseer el nombre es poseer el objeto mismo.

    Pero tenemos tambin el relato de la misma Helen acerca deesta experiencia:37

    Nos dirigimos por el sendero al cobertizo del pozo,atradas por toda la fragancia de la madreselva de la queestaba cubierto. Alguien estaba sacando agua, y mi

    maestra me puso la mano bajo la boca de la bomba.Mientras cada la fra corriente sobre mi mano, elladeletre en la otra la palabra agua, primero lentamente,despus deprisa. Me qued parada, con toda mi atencinen el movimiento de sus dedos. De repente sent comouna nebulosa conciencia de algo olvidado, el entusiasmode un pensamiento que volva; y de alguna manera mefue revelado el misterio del lenguaje. Supe que a-g-u-asignificaba el maravilloso fro algo que estaba corriendosobre mi mano. Aquella palabra viviente despert mialma, le dio luz, esperanza, gozo, la liber. Cierto,todava haba barreras, pero eran unas barreras que a sutiempo podran ser derribadas.

    Sal del cobertizo del pozo anhelando aprender.Todo tena un nombre, y cada nombre daba nacimiento aun nuevo pensamiento. Mientras volvamos a la casa,cada objeto que tocaba pareca tener un plpito de vida.Esto era porque lo vea todo con la extraa nueva visinque me haba venido.

    Parece presuntuoso tratar de interpretar la experiencia deHelen, tal como sera insensato por parte de un ciego describir elcolor de una puesta de sol. Pero parece que Helen se dio cuenta

    por primera vez de que a-g-u-a no era una secuencia degolpecitos que indicaban su necesidad, sino una sustancia queexista aparte de su necesidad, aunque tambin poda

    satisfacerla. Era independiente de su necesidad, objetivamenteera la sustancia de su propia existencia objetiva. A-g-u-a no erasu provisin, sino agua, tanto si sala de la bomba como siestaba en un vaso, o en la lluvia, o en un arroyo. Los naturalistasobservan frecuentemente que uno de los principales placeres deun paseo por el campo es poder identificar las plantas y losanimales de los que conocen el nombre. Cuando conocemos elnombre, de alguna forma peculiar comprendemos la naturalezade la cosa. Es esta clase de conviccin la que impuls a Moissa preguntar a Dios Su nombre. Para la mayora de los pueblos

    primitivos un nombre es un gran secreto, porque cuando uno haobtenido el nombre de una persona, ha obtenido un poder

    peculiar sobre la misma. Por ejemplo, si un nio en sus primeros

    meses de vida resulta estar constantemente enfermizo, los

    37 Keller, Helen, The Story of My Life, ref. 36, pp. 23, 24.

    chukchee de Siberia creen que la recibido un nombreequivocado, y lo cambiarn. Los esquimales no creen que elnio tiene alma hasta que tiene nombre, y por ello el infanticidioentre ellos no es asesinato en tanto que el nio no haya recibidoun nombre todava. Recientemente se registr el caso de unania en un pabelln de psiquiatra que tras haber alcanzado un

    cierto punto en su recuperacin, decidi cambiar de nombre; ynadie pudo persuadirla para que retuviera el nombre que tenaantes.38 Es extrao cun a menudo los nombres concuerdan conlas personas, y sin embargo es evidente que el nombre se daantes que se desarrolle la personalidad para concordar con l.Edward Sapir observ acerca de esto:39

    El lenguaje es heurstico ... en que sus formas nospredeterminan ciertos modos de observacin einterpretacin. ... Existe un extendido sentimiento, enforma particular entre los pueblos primitivos, de laidentidad virtual o estrecha correspondencia entre las

    palabras y las cosas, lo que conduce a la magia de los

    encantamientos. ... Muchos amantes de la naturaleza, porejemplo, no piensan que estn verdaderamente encontacto con ella hasta que han dominado los nombres deuna gran cantidad de flores y de rboles, como si el

    principal mbito de la realidad fuese el verbal, y como siuno no pudiera aproximarse a la naturaleza a no ser quese domine la terminologa que de alguna forma mgica laexpresa.

    Cassirer nos comunica el relato de la experiencia de LauraBridgeman:40

    Mucho antes de que Laura Bridgeman hubiera

    aprendido a hablar, haba desarrollado un modo muycurioso de expresin, un lenguaje peculiar. Este lenguajeno se compona de sonidos articulados sino solo dediversos ruidos que se describen como sonidosemocionales. Tena la costumbre de emitir estos sonidosen presencia de ciertas personas. As, quedabancompletamente individualizados. Cada persona de suambiente reciba el saludo de un sonido especial.descubr que siempre que se encontraba de manerainesperada con una persona conocida, escribe el doctorLieber, emita repetidas veces la palabra para aquella

    persona antes de que la misma comenzase a hablar. Era laexpresin de un alegre reconocimiento. Pero cuando la

    nia lleg a reconocer el significado del lenguaje humanopor medio del alfabeto de los dedos, la situacin cambi.Ahora el sonido realmente se transform en un nombre; yeste nombre no quedaba ligado a una persona individual,sino que poda cambiar si las circunstancias parecandemandarlo. Un da, por ejemplo, Laura Bridgeman

    38 Bettelheim, Bruno, Schizophrenic Art: A Case Study, Sci. American, 1952,p. 31ss.39 Artculo Language, en Encyclopedia of Social Sciences, Macmillan, N.Y.,1933, p. 157.40 Cassirer, Ernst, ref. 12, p. 37. Cita a su maestra, Miss Drew (p. 35). Nuncaolvidar, escribe Miss Drew, la primera comida despus de llegar a laapreciacin del alfabeto de los dedos. Cada artculo que tocaba tena que tener un

    nombre y me vi obligada a llamar a otra persona que me ayudase a atender a la

    sdems nias mientras ella me mantena ocupada deletrendole nuevas palabras(vase Mary Swift Lamson, Life and Education of Laura Bridgeman, the Deaf,Dumb and Blind Girl, Houghton Mifflin Co., Boston, 1881, pp. 7ss.).

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    recibi una carta de su anterior profesora, Miss Drew,que para aquel entonces se haba casado y se habaconvertido en la seora Morton. En esta carta se lecomunicaba la invitacin a visitar su maestra. Esto le diouna gran alegra, pero le disgust que Miss Drew firmasela carta con su viejo nombre en lugar de usar el nombre

    de su marido. Incluso dijo que ahora tendra queencontrar otro sonido para su maestra, porque el de MissDrew no poda ser el mismo que el de la seora Morton.Queda claro que los anteriores sonidos han cambiadoahora de significado de una forma importante y muyinteresante. Ya no se trata de expresiones especiales,inseparables de una situacin concreta y determinada. Sehan convertido en nombres abstractos. Porque el nuevonombre inventado por la nia no designaba a una nueva

    persona individual, sino a la misma persona bajo unanueva relacin.

    Posteriormente, Laura Bridgeman estudi aritmtica y

    geografa, y lleg finalmente a ser una eficaz maestra para otrasciegas y sordas de nacimiento, y, lo mismo que Helen Keller,vivi abiertamente una vida asombrosamente plena, interesantey genuinamente rica.

    Hay mucho que podemos aprender de estos dos ejemplos. Enprimer lugar, parece haber alguna especie de capacidad innatapara emitir sonidos emocionales, y esto est compartido por losanimales. Y es evidente que esto no depende de ninguna mmica

    por el hecho de que animales criados en cautividad en un totalaislamiento hacen todos los gritos y todas las llamadas de susespecies, aunque los animales amaestrados y domesticadosdesarrollan ciertos sonidos o gritos adicionales o variantes. Porejemplo, est generalmente aceptado que los perros solo ladran

    cuando estn domesticados, y que allan cuando son totalmentesalvajes. Lo segundo que podemos observar es que ambas niasdesarrollaron una personalidad totalmente diferente, y puededecirse que especficamente humana, cuando hubieron adquiridouna genuina capacidad del habla. Adems, en las etapas inicialesde esta adquisicin, fue un hambre de los nombres de las cosaslo que edific con mayor rapidez la capacidad del habla, y no eldeseo de comprender las cosas que podan nombrar.

    Esto es caracterstico de todos los nios. Acerca de esto, eldoctor David Major escribi:41

    Hacia los inicios de su vigsimo tercer mes, nuestronio haba desarrollado una obsesin acerca de nombrar

    cosas, como para comunicar a otros los nombres de lasmismas o para llamar nuestra atencin a las cosas que seexaminaban. Diriga la mirada hacia un artculo, losealaba o pona su mano sobre el mismo, deca sunombre, y luego miraba a sus acompaantes.

    Comentando acerca de esto, Cassirer observ:

    El hambre por los nombres que aparece a cierta edad encada nio normal y que ha sido descrita por todos losestudiosos de la psicologa infantil demuestra ... queaprende a formar los conceptos de estos objetos, a entraren relacin con el mundo objetivo.

    41 Major, David,First Steps in Mental Growth, Macmillan, N.Y., 1906.

    A partir de este momento, el nio se encuentra sobreuna base ms firme. Sus vagas, inciertas y cambiantes

    percepciones y sus inseguros sentimientos comienzan aadoptar una nueva forma. Se puede decir que cristalizanalrededor del nombre como un centro fijo, un centro del

    pensamiento. Sin la ayuda de un nombre, cada nuevo

    avance que se hiciera en el progreso de la objetivacincorrera siempre el riesgo de perderse al siguientemomento.

    Como lo ha observado Eric Lenneberg,42 durante el perodode la filosofa clsica en Grecia, la relacin del nombre de unacosa con la cosa nombrada era el punto focal de lasconsideraciones acerca del lenguaje. La cuestin planteada era:Acaso el objeto predetermin el nombre de alguna manera?Pero el objeto difcilmente puede hacer tal cosa, por cuantodiferentes lenguajes le asignan sus propias etiquetas deidentificacin apropiadas a su visin del mundo como lenguajes.En su dilogo Cratilo, Platn (427-347 a.C.) buscaba una

    solucin a esta relacin entre nombre y cosa, pero sus respuestasno clarifican realmente en problema en la actualidad, y desdeluego no estamos ms cerca de resolver el problema de losorgenes en nuestro caso.

    Entonces, quin habl primero?

    Este interrogante sigue con nosotros, al considerar esteextraordinario rasgo de la naturaleza humana, que durante tantotiempo se ha pasado por alto o minimizado: Dnde y cmocomenz todo esto? Tenemos el caso de dos nias indias, Amalay Kamala, que nunca se haban cruzado una palabra, aunque seacompaaban la una a la otra. Volviendo a la primera de todas

    las parejas, a la que podemos referirnos de forma totalmenterazonable como Adn y Eva para el propsito de identificacin,quin o qu los indujo al principio a hablarse entre s?

    Los nombres denotan procesos, y el hecho de conocer elnombre parece engaarnos a pensar que comprendemos el

    proceso. Los que han adoptado la idea de un origen evolutivopara el hombre tienen que apoyarse en el uso de una palabramgica para la aparicin de la clase especial de cerebro que

    posee el hombre y que le hace posible el habla. Nos dicen quefue una mutacin de alguna clase! Y con ello tenemos toda laexplicacin. Pero incluso si un nombre fuese una explicacin,todava no nos han dicho quin habl primero para desencadenarel proceso, ni se nos dice qu clase de conversacin hubiera sido

    la ms probableaunque ahora ya podramos haber supuestoque quien comenz el proceso ha de ser uno diferente de Adn yEva, anterior a ellos, y que tiene que haber sido ya una personahablante. Y podramos haber supuesto tambin que las primeras

    palabras seran una lista de los nombres de las cosas.En el primer captulo de Gnesis se nos dice constantemente:

    Dijo Dios ..., no meramente que Dios hizo.43 Adems, en lacreacin del hombre tiene lugar un cambio peculiar en lanarrativa, porque, despus de observar la repetitiva fraseProduzcan las aguas, o Produzca la tierra, como dandoinstrucciones a lo inanimado para que obedeciera a la palabra

    pronunciada, cuando se introduce la creacin del hombre nos

    42 Lenneberg, Eric, ref. 6, p. 445.43 Gnesis 1:3, 5, 6, 8, 9, 10, 14, 20, 22 y 24.

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    10 Quin ense a hablar a Adn?

    encontramos de inmediato con una conversacin en el cielo.44Queda claro que Dios no estaba hablando a la hueste celestial delos ngeles cuando dijo Hagamos al hombre ... por el hechode que el hombre iba a ser hecho a imagen de Dios y segn Susemejanza. Esto denota claramente que el hombre fue hecho asemejanza de Dios, no a semejanza de los ngeles. As, cuando

    Dios dijo, hagamos al hombre a nuestra imagen ... no seestaba dirigiendo en absoluto a los ngeles. Esta conversacin,por tanto, se origin y realiz en el seno de la Deidad. Quienhabl primero a Adn fue Dios, que ya haba estadoconversando acerca de l.

    Lo que sigue en la historia tiene una importancia capital.Cualquier lector reflexivo tiene que sentirse afectado por lafrecuencia con que aparece la idea de nombrar cosas en estaantigua narracin. En algunos libros uno encuentra un glosariode trminos al final. Aunque se necesita para comenzar, esdescorazonador encontrarse con una lista as antes que se hayasuscitado un cierto inters en el tema del libro. Pero, en estecaso, y por razones que son evidentes a la luz de lo que ahora

    conocemos acerca de la facultad del habla que se ha dado alhombre, se le dieron con cierto detalle el significado de lasprimeras palabras y los nombres de los fenmenos ordinariosacerca de los que Dios deseaba informar a Adn. As, se danombre a los cielos y a la tierra, haciendo ms especfica lareferencia a los mismos en Gnesis 1:1. Es como si Dios hubieradicho: Ahora quiero hablarte acerca de estos fenmenos, y as,a partir de ahora me referir al cielo como tal, y al suelo que

    pisas como tierra, a la luz como da y a las tinieblas como noche,a las aguas como mares, a la atmsfera como la expansin, ydaremos nombres a los ros, al sol y a la luna, e incluso a lasestrellas. Luego se identifican dos rboles, que recibennombres compuestos, el rbol de la vida y el rbol del

    conocimiento del bien y del mal.Luego Adn recibi su propio nombre. Pero hay unainterrupcin en este punto de la narracin. Tras haberestablecido un marco de referencia, ahora se invitaba a Adn aque hablase por s mismo.45 A la mayora de nosotros nos gustanombrar a nuestros animales de compaa. Parte de la comisindada a Adn fue que gobernase a los animales, y era natural, porello, que se le invitase a que los nombrase l mismo. Ninguno deellos tena nombre hasta entonces, y as, con una sencillezdesprovista de artificio, la narracin dice que todo lo que Adnllam a los animales vivientes, ese fue su nombre a partir deentonces.

    Ahora bien, no se nos dice cmo los nombr. No sabemos si

    fue guiado por sus colores, tamaos, formas o por los gritos queemitiesen. Pero lo que sigui a esta ceremonia de otorgamientode nombres parece implicar que haba una razn mssignificativa para darle esta tarea. Algunos creen que Adn erameramente uno de muchos representantes de criaturashumanoides, quiz un Homo sapiens especial sealado por elCreador, que le dio entonces el beneficio de un espritu singular.Pero la narracin parece hacer todos los esfuerzos para poner enclaro que Adn era el nico hombre viviente en aquel tiempo.En Gnesis 2:5 se nos dice que no haba hombre para quelabrase la tierra. En Gnesis 2:18 se nos dice que Dios habaobservado que no es bueno que el hombre est solo. EnGnesis 2:20 se nos dice que para Adn no se hall ayuda

    44 Gnesis 1:26.45 Gnesis 2:19.

    idnea para l. Y, finalmente, en Gnesis 3:20 se nos dice queEva vino a ser la madre de todos los vivientes. Parece claro porla redaccin de Gnesis 2:18-23 que Dios quera que Adndescubriese por s mismo que entre las formas inferiores de vidanunca podra encontrar una compaa adecuada en su soledad.Parece tambin patente que si Adn hubiera sido una criatura

    encorvada y medio simia, Dios le habra podido presentar otrascriaturas poco diferentes de l de entre los grupos de primates,que hubiera sido suficiente para su mente medio inteligentecomo una compaera idnea. Sin embargo, con un apropiadodiscernimiento, Adn puso nombres a los animales que le fueron

    presentados, con lo que significaba de alguna manera sureaccin y su evaluacin de la posicin relativa de los talesrespecto a l mismo.

    Parece bien claro que esto es as cuando se lee lo que sigui aeste proceso de asignacin de nombres, porque, inducido a unestado de inconsciencia, quiz fatigado por el ejercicio de sucriterio en una cuestin tan crucial, es dividido, y de l mismose toma una verdadera ayuda idnea. Despertado de su sueo, y

    con mucha probabilidad suponiendo todava que tiene queproseguir con el proceso de dar nombres, se le presenta estacriatura en la que instantneamente reconoce a una verdaderaayuda idnea, y una verdadera parte de s mismo.

    Toda esta narracin est escrita de una forma tan sencilla ytan profunda en su penetracin en la naturaleza del habla y de lasformas que adopta al principio en la infancia, y del verdaderosignificado del uso de los nombres para las cosas, que es casicomo si Dios hubiera conformado la narracin de esta forma demanera deliberada para que arrojase su propia luz sobre uno delos misterios ms profundos. En todo caso, es la nica luz quetenemos. No hay ninguna procedente de ninguna otra fuente.

    Por todo ello, fue una admisin significativa la que hizo

    Susanne Langer cuando escribi:46

    El lenguaje, aunque normalmente se aprende en lainfancia sin compulsin ni instruccin formal, es sinembargo el producto de un intenso aprendizaje, un artetransmitido de generacin en generacin, y donde no haymaestro no hay aprendizaje ...

    Esto nos retrotrae a un antiguo y enigmticoproblema. Si no encontramos ningn prototipo de hablaen los animales superiores, y el hombre no es susceptiblede pronunciar ni siquiera la primera palabra por instinto,entonces, cmo adquirieron todas sus tribus sus diversoslenguajes? Quin inici el arte que ahora tenemos que

    aprender? Y por qu no est limitado a las razas cultas,sino que es posesin de todas las familias primitivas,desde la ms negra frica hasta las soledades rticas?Incluso las ms simples artes prcticas, como el vestido,la cocina o la cermica, brillan por su ausencia en algunosu otros grupos humanos, o al menos se encuentran enestado muy rudimentario. El lenguaje ni est ausente, nies arcaico en ninguno de ellos.

    Este problema es tan desconcertante que ya no seconsidera respetable.

    A riesgo de sobrecargar un artculo ya bastante cargado decitas, por valiosas que sean, no puedo dejar de dar una ltima de

    46 Langer, Susanne, ref. 27, pp. 87, 88.

  • 7/30/2019 Adam Hablar

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    SEDINSEDINSEDINSEDIN-Servicio Evanglico / Documentacin / Informacin Apartado 126 Cass de la Selva (Girona) Espaa www.sedin.org

    Quin ense a hablar a Adn? 11

    Roger Brown en su obra Words and Things, en la que recapitulala situacin de forma muy efectiva:47

    Ni el hombre feral ni el aislado crean su propio lenguajeen el tiempo presente, pero, no debi haberlo hechoalgn hombre as en algn tiempo prehistrico, y de este

    modo iniciar el lenguaje? En realidad, las circunstanciasen las que tuvo que comenzar el lenguaje representan unacombinacin para la que no podemos proporcionarninguna clase de ejemplos.

    Tenemos animales entre animales, animales encomunidades lingsticas, y humanos entre animales;

    pero en ninguno de estos casos se desarrolla el lenguaje.Tenemos humanos criados en comunidades lingsticas,y en estas circunstancias el lenguaje s se desarrolla. Yqu de un humano que nazca en una sociedad humanaque carezca de lenguaje? No conocemos a ninguna

    47 Brown, Roger, Words and Things, Free Press, Collier-Macmillan, Londres,1968, p. 192.

    sociedad as, de modo que no conocemos a ningnindividuo de esta clase. Pero stas han de haber sido lascircunstancias del origen del lenguaje.

    La revelacin es todo lo que nos queda, y esta revelacin nosha sido expuesta con unos trminos claros y simples. Dios habl

    primero a Adn. Y a su debido tiempo Adn aprendi a hablarcon Dios. Esta es la singular relacin que el hombre tiene conDios, la capacidad de una comunin y comunicacinconscientes, y todo lo que las mismas implican.

    Es para esta comunin que fue creado, y sin ella es como unnio feral, un hurfano y en terrible soledad. Para comunicarsecon los dems hay necesidad de la generacin de un alma en elsentido personal del trmino. Para comunicarse con Dios esnecesario que esta alma tenga verdadera vida, y esta clase decomunicacin involucra una comunin que est fundamentadaen una verdadera reconciliacin entre Dios y el hombre.

    Ttulo: Quin ense a Adn a hablar?Ttulo original: Who Taught Adam to Speak?

    Autor: Arthur C. Custance, Ph. D.Fuente: Genesis and Early Man, vol. 2 of the Doorway Papers, 1975.

    [Originalmente Doorway Paper # 1 - Brockville, Ontario 1970 / Rev. 1977] www.custance.org

    Copyright 1988 Evelyn White. All rights reserved

    Copyright 2005 Santiago Escuain para la traduccin.Se reservan todos los derechos.

    Traduccin del ingls: Santiago Escuain

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