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ADVERTIMENT. Lʼaccés als continguts dʼaquesta tesi queda condicionat a lʼacceptació de les condicions dʼús establertes per la següent llicència Creative Commons: http://cat.creativecommons.org/?page_id=184 ADVERTENCIA. El acceso a los contenidos de esta tesis queda condicionado a la aceptación de las condiciones de uso establecidas por la siguiente licencia Creative Commons: http://es.creativecommons.org/blog/licencias/ WARNING. The access to the contents of this doctoral thesis it is limited to the acceptance of the use conditions set by the following Creative Commons license: https://creativecommons.org/licenses/?lang=en

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Page 1: ADVERTIMENT. Lʼaccés als continguts dʼaquesta tesi queda ... · A mis amigos fuera de las fronteras hospitalarias: La Gesta, a los Lomos, los portonoveses, los catalano-mallorquines

ADVERTIMENT. Lʼaccés als continguts dʼaquesta tesi queda condicionat a lʼacceptació de les condicions dʼúsestablertes per la següent llicència Creative Commons: http://cat.creativecommons.org/?page_id=184

ADVERTENCIA. El acceso a los contenidos de esta tesis queda condicionado a la aceptación de las condiciones de usoestablecidas por la siguiente licencia Creative Commons: http://es.creativecommons.org/blog/licencias/

WARNING. The access to the contents of this doctoral thesis it is limited to the acceptance of the use conditions setby the following Creative Commons license: https://creativecommons.org/licenses/?lang=en

Page 2: ADVERTIMENT. Lʼaccés als continguts dʼaquesta tesi queda ... · A mis amigos fuera de las fronteras hospitalarias: La Gesta, a los Lomos, los portonoveses, los catalano-mallorquines

ANTICUERPOS ANTINUCLEARES ESPECÍFICOS DE LA ESCLERODERMIA

COMO DETERMINANTES DEL PRONÓSTICO Y DE LOS DIFERENTES

PATRONES CLÍNICOS DE LA ENFERMEDAD

Tesis presentada para optar al grado de Doctor

Doctorando:Alejandra Fernández Luque

Directora:Dra. Carmen Pilar Simeón Aznar

Tutor:Dr. Vicent Fonollosa Plá

TESIS DOCTORAL

UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONAPrograma de Doctorat en Medicina

Departament de Medicina

BARCELONA 2016

Page 3: ADVERTIMENT. Lʼaccés als continguts dʼaquesta tesi queda ... · A mis amigos fuera de las fronteras hospitalarias: La Gesta, a los Lomos, los portonoveses, los catalano-mallorquines

A Manolo, Sofía y Lucas.

A mis padres.

A la memoria de Nines.

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A Manolo, Sofía y Lucas.

A mis padres.

A la memoria de Nines.

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Han sido muchas las personas que me han acompañado durante esta etapa de mi forma-

ción que ahora concluye y que han contribuido, ya sea directa o indirectamente, a la reali-

zación de esta tesis. A todas ellas me gustaría mostrar mi más sincero agradecimiento.

Gracias especialmente a la directora de esta tesis, Carmen Pilar Simeón, no sólo por

haberme enseñado todo lo que sé sobre la esclerodermia, un mundo del que lo conoce todo,

sino por su calidad personal infinita, por demostrarme que la excelencia no está reñida con

la humildad. Gracias por tu paciencia y tu cariño, y por haber ejercido también de “mami” en

los momentos de crisis.

Al Dr. Vicent Fonollosa, protagonista principal de la historia de la esclerodermia en nuestro

país, por su capacidad de liderazgo y haber sabido transmitirnos la pasión e interés por esta

enfermedad.

A Alfredo, Edu y Adrián, por su compañerismo y su ayuda desinteresada acompañados

siempre de la mejor sonrisa.

A Maria José Rodrigo y Ana Marín, porque sin su contribución desde el laboratorio, esta tesis

no podría haberse llevado a cabo.

A todos los compañeros del servicio de Enfermedades autoinmunes del Hospital Vall d’He-

bron (“la tercera”), mi segundo hogar durante algunos años y donde crecí como médico.

Gracias a todos y cada uno de ellos por haberme enseñado tanto y haberme hecho

sentir como en una gran familia. Quería hacer mención especial al Dr. Miquel Vilardell,

por ser un ejemplo y transmitirnos sus valores, por recordarnos constantemente que

el paciente siempre es lo más importante. Gracias por la cálida acogida en el servicio,

por tu cercanía y por tu preocupación constante por el bienestar de los residentes.

■ ■ AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS ■ ■

Al Dr. Albert Selva, por ser fuente inagotable de motivación. Por contagiarnos su pasión y

entusiasmo por la medicina, y, ahora en la distancia, seguir siendo una referencia cuando

tengo dudas sobre casos raros con los que se desenvuelve como nadie.

A Ane y a Gemma, mis compañeras y hermanas de fatigas, que espero que sigan siéndolo

a pesar de no tenerlas tan cerca.

A mis compañeros del Hospital de Mollet, por las risas, por el compañerismo, por hacer que

ir a trabajar cada día sea un lujo.

A mis compañeros de residencia del Hospital Vall d’Hebron, muchos ya más amigos que

compañeros, con los que he compartido tanto. Gracias sobre todo a “los malignos”, por

conseguir que, incluso algo tan duro como las guardias se convirtiera en un recuerdo feliz.

A mis amigos fuera de las fronteras hospitalarias: La Gesta, a los Lomos, los portonoveses,

los catalano-mallorquines y las Berlinburguesas, por ser una parte esencial en mi vida.

A mi familia, que cada vez es más grande: a mis padres y hermanas, por vuestro estímulo

y vuestro ejemplo, por inculcarme los valores del trabajo, y por vuestro apoyo y respeto

en cada decisión que he ido tomando en la vida. Os quiero. Y a "las nuevas adquisiciones",

especialmente a ti, Nines, por tu cariño sin límites y por ser un ejemplo constante.

Nunca dejaré de echarte de menos.

Y, por último, el agradecimiento más especial para Manolo, Sofía y Lucas, por hacerme sentir

cada día la más afortunada y por ser para mí, simplemente, todo.

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Han sido muchas las personas que me han acompañado durante esta etapa de mi forma-

ción que ahora concluye y que han contribuido, ya sea directa o indirectamente, a la reali-

zación de esta tesis. A todas ellas me gustaría mostrar mi más sincero agradecimiento.

Gracias especialmente a la directora de esta tesis, Carmen Pilar Simeón, no sólo por

haberme enseñado todo lo que sé sobre la esclerodermia, un mundo del que lo conoce todo,

sino por su calidad personal infinita, por demostrarme que la excelencia no está reñida con

la humildad. Gracias por tu paciencia y tu cariño, y por haber ejercido también de “mami” en

los momentos de crisis.

Al Dr. Vicent Fonollosa, protagonista principal de la historia de la esclerodermia en nuestro

país, por su capacidad de liderazgo y haber sabido transmitirnos la pasión e interés por esta

enfermedad.

A Alfredo, Edu y Adrián, por su compañerismo y su ayuda desinteresada acompañados

siempre de la mejor sonrisa.

A Maria José Rodrigo y Ana Marín, porque sin su contribución desde el laboratorio, esta tesis

no podría haberse llevado a cabo.

A todos los compañeros del servicio de Enfermedades autoinmunes del Hospital Vall d’He-

bron (“la tercera”), mi segundo hogar durante algunos años y donde crecí como médico.

Gracias a todos y cada uno de ellos por haberme enseñado tanto y haberme hecho

sentir como en una gran familia. Quería hacer mención especial al Dr. Miquel Vilardell,

por ser un ejemplo y transmitirnos sus valores, por recordarnos constantemente que

el paciente siempre es lo más importante. Gracias por la cálida acogida en el servicio,

por tu cercanía y por tu preocupación constante por el bienestar de los residentes.

■ ■ AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS ■ ■

Al Dr. Albert Selva, por ser fuente inagotable de motivación. Por contagiarnos su pasión y

entusiasmo por la medicina, y, ahora en la distancia, seguir siendo una referencia cuando

tengo dudas sobre casos raros con los que se desenvuelve como nadie.

A Ane y a Gemma, mis compañeras y hermanas de fatigas, que espero que sigan siéndolo

a pesar de no tenerlas tan cerca.

A mis compañeros del Hospital de Mollet, por las risas, por el compañerismo, por hacer que

ir a trabajar cada día sea un lujo.

A mis compañeros de residencia del Hospital Vall d’Hebron, muchos ya más amigos que

compañeros, con los que he compartido tanto. Gracias sobre todo a “los malignos”, por

conseguir que, incluso algo tan duro como las guardias se convirtiera en un recuerdo feliz.

A mis amigos fuera de las fronteras hospitalarias: La Gesta, a los Lomos, los portonoveses,

los catalano-mallorquines y las Berlinburguesas, por ser una parte esencial en mi vida.

A mi familia, que cada vez es más grande: a mis padres y hermanas, por vuestro estímulo

y vuestro ejemplo, por inculcarme los valores del trabajo, y por vuestro apoyo y respeto

en cada decisión que he ido tomando en la vida. Os quiero. Y a "las nuevas adquisiciones",

especialmente a ti, Nines, por tu cariño sin límites y por ser un ejemplo constante.

Nunca dejaré de echarte de menos.

Y, por último, el agradecimiento más especial para Manolo, Sofía y Lucas, por hacerme sentir

cada día la más afortunada y por ser para mí, simplemente, todo.

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ACA: Anticuerpos anticentrómero.

ACR: American College of Rheumatology.

AMA: Anticuerpos antimitocondriales.

ANA: Anticuerpos antinucleares.

ANu: Anticuerpos antinucleolares.

ATA-I: Antitopoisomerasa I / anti-Scl-70.

BNP: Péptido natriurético cerebral.

CENP: Proteínas centroméricas.

CF: Clase funcional.

CREST: Calcinosis, Raynaud, Esclerodactilia, Esófagopatia, Telangiectasias

CRE: Crisis renal esclerodérmica.

CSGR: Grupo de investigación canadiense sobre Esclerodermia.

CTGF: Factor de crecimiento del tejido conectivo.

CVF: Capacidad vital forzada.

DLCO: Capacidad de difusión de monóxido de carbono

ECG: Electrocardiograma.

ELISA: Enzimoinmunoanálisis.

EMG: Electromiograma.

EMTC: Enfermedad Mixta del Tejido Conectivo

ENA: Antígenos extraíbles del núcleo.

EPI: Enfermedad pulmonar intersticial

ES: Esclerosis Sistémica / Esclerodermia

ES sine ES: ES sine esclerodermia

ET-1: Endotelina-1.

EULAR: European League Against Rheumatism

EUSTAR: European League Against Rheumatism Scleroderma Trials and Research

FGF: Factor de crecimiento de fibroblastos.

FR: Fenómeno de Raynaud.

GAVE: Ectasias vasculares del antro gástrico.

HAP: Hipertensión Arterial Pulmonar.

HLA: Complejo mayor de histocompatibilidad.

HR: Hazard ratio

A

BC

DE

F

GH

■ ■ ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS ■ ■

IB: Inmunoblot.

IC: Intervalo de confianza.

IECA: Inhibidores del enzima convertidor de la angiotensina.

IFI: Inmunofluorescencia indirecta.

IFN: Interferón.

IMC: Índice de masa corporal.

ISRCS: Investigational Scleroderma Renal Crisis Survey.

IP: Inmunoprecipitación.

LES: Lupus eritematoso sistémico.

mRSS: Modified Rodnan skin score.

NINE: Neumonía intersticial no específica.

NIU: Neumopatía intersticial usual.

NT-proBNP: Porción amino terminal del pro-péptido natriurético cerebral.

NYHA: New York Heart association.

OR: Odds ratio.

PAPm: Presión de la arteria pulmonar media.

PDGF: Factor de crecimiento derivado de las plaquetas.

PDGFR: Receptor del factor de crecimiento derivado de las plaquetas.

PCP: Presión de enclavamiento capilar pulmonar.

PET: Tomografía por emisión de protones.

PFR: Pruebas de función respiratoria.

PM: Polimiositis.

Pre-ES: Preesclerodermia.

RESCLE: Grupo español de estudio de la Esclerodermia.

RGE: Reflujo gastroesofágico.

RNAp: Anticuerpos anti RNA polimerasa III.

RNP: Ribonucleoproteínas nucleolares.

RVP: Resistencias vasculares pulmonares.

SPECT: Tomografía computarizada de emisión monofotónica.

TACAR: Tomografía axial computarizada de alta resolución pulmonar.

TEGD: Tránsito esófagogastroduodenal.

TGF-B: Factor de crecimiento transformante beta.

UD: Úlceras digitales.

VSG: Velocidad de sedimentación globular.

I

LMN

OP

R

ST

UV

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ACA: Anticuerpos anticentrómero.

ACR: American College of Rheumatology.

AMA: Anticuerpos antimitocondriales.

ANA: Anticuerpos antinucleares.

ANu: Anticuerpos antinucleolares.

ATA-I: Antitopoisomerasa I / anti-Scl-70.

BNP: Péptido natriurético cerebral.

CENP: Proteínas centroméricas.

CF: Clase funcional.

CREST: Calcinosis, Raynaud, Esclerodactilia, Esófagopatia, Telangiectasias

CRE: Crisis renal esclerodérmica.

CSGR: Grupo de investigación canadiense sobre Esclerodermia.

CTGF: Factor de crecimiento del tejido conectivo.

CVF: Capacidad vital forzada.

DLCO: Capacidad de difusión de monóxido de carbono

ECG: Electrocardiograma.

ELISA: Enzimoinmunoanálisis.

EMG: Electromiograma.

EMTC: Enfermedad Mixta del Tejido Conectivo

ENA: Antígenos extraíbles del núcleo.

EPI: Enfermedad pulmonar intersticial

ES: Esclerosis Sistémica / Esclerodermia

ES sine ES: ES sine esclerodermia

ET-1: Endotelina-1.

EULAR: European League Against Rheumatism

EUSTAR: European League Against Rheumatism Scleroderma Trials and Research

FGF: Factor de crecimiento de fibroblastos.

FR: Fenómeno de Raynaud.

GAVE: Ectasias vasculares del antro gástrico.

HAP: Hipertensión Arterial Pulmonar.

HLA: Complejo mayor de histocompatibilidad.

HR: Hazard ratio

A

BC

DE

F

GH

■ ■ ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS ■ ■

IB: Inmunoblot.

IC: Intervalo de confianza.

IECA: Inhibidores del enzima convertidor de la angiotensina.

IFI: Inmunofluorescencia indirecta.

IFN: Interferón.

IMC: Índice de masa corporal.

ISRCS: Investigational Scleroderma Renal Crisis Survey.

IP: Inmunoprecipitación.

LES: Lupus eritematoso sistémico.

mRSS: Modified Rodnan skin score.

NINE: Neumonía intersticial no específica.

NIU: Neumopatía intersticial usual.

NT-proBNP: Porción amino terminal del pro-péptido natriurético cerebral.

NYHA: New York Heart association.

OR: Odds ratio.

PAPm: Presión de la arteria pulmonar media.

PDGF: Factor de crecimiento derivado de las plaquetas.

PDGFR: Receptor del factor de crecimiento derivado de las plaquetas.

PCP: Presión de enclavamiento capilar pulmonar.

PET: Tomografía por emisión de protones.

PFR: Pruebas de función respiratoria.

PM: Polimiositis.

Pre-ES: Preesclerodermia.

RESCLE: Grupo español de estudio de la Esclerodermia.

RGE: Reflujo gastroesofágico.

RNAp: Anticuerpos anti RNA polimerasa III.

RNP: Ribonucleoproteínas nucleolares.

RVP: Resistencias vasculares pulmonares.

SPECT: Tomografía computarizada de emisión monofotónica.

TACAR: Tomografía axial computarizada de alta resolución pulmonar.

TEGD: Tránsito esófagogastroduodenal.

TGF-B: Factor de crecimiento transformante beta.

UD: Úlceras digitales.

VSG: Velocidad de sedimentación globular.

I

LMN

OP

R

ST

UV

Page 9: ADVERTIMENT. Lʼaccés als continguts dʼaquesta tesi queda ... · A mis amigos fuera de las fronteras hospitalarias: La Gesta, a los Lomos, los portonoveses, los catalano-mallorquines

ÍNDICE ■ ■

AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIASABREVIATURAS Y SÍMBOLOS

1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.1. GENERALIDADES ESCLERODERMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31.1.1. DEFINICIÓN/EPIDEMIOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31.1.2. PATOGENIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31.1.3. CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61.1.4. MANIFESTACIONES CLÍNICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141.1.5. PRONÓSTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241.1.6. TRATAMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

1.2. LOS ANTICUERPOS Y LA ESCLERODERMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281.2.1. ASPECTOS CLÍNICOS DE LOS ANTICUERPOS EN LA ESCLERODEMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281.2.2. CONSIDERACIONES EPIDEMIOLÓGICAS Y GENÉTICAS DE LOS ANTICUERPOS EN LA ES . . . . . . . . . . 291.2.3. ANTICUERPOS Y PATOGÉNESIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301.2.4. CARACTERÍSTICAS DE LOS ANTICUERPOS DE LA ESCLERODERMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311.2.4.1.ANAsespecíficosdeEsclerodermia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311.2.4.2.ANAsasociadosaEsclerodermia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311.2.4.3.Otrosanticuerpos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

1.2.5. MÉTODOS DE DETECCIÓN DE AUTOANTICUERPOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

1.2.6. PERFILES CLÍNICOS DE LOS ANTICUERPOS ESPECÍFICOS DE LA ES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361.2.6.1. Anticentrómero(ACA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361.2.6.2.AntitopoisomerasaIoScl70(ATA-I) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 371.2.6.3.AntiRNApolimerasaIII(RNAp) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391.2.6.4.AntiU3-RNPofibrilarina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 421.2.6.5.AntiTh/To . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 431.2.6.6.AntiU1-RNP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 441.2.6.7.AntiPm/Scl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451.2.6.8.AntiKu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 471.2.6.9.Otros(AntiRo52,AntiU11/U12RNP,AntiNor90) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

1.2.7. IMPLICACIÓN DE LOS ANTICUERPOS EN LA SUPERVIVENCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

1.3. DETERMINACIÓN DEL PODER PRONÓSTICO DE LOS SUBTIPOS CUTÁNEOS VERSUS PERFIL INMUNOLÓGICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

2. OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 612.1. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 632.2. OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

3. PACIENTES Y MÉTODOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 673.1. PACIENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 693.2. DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES CLÍNICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 703.3. ANÁLISIS INMUNOLÓGICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .723.4. MÉTODOS ESTADÍSTICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72

4. RESULTADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 754.1. PRIMER ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 774.2. SEGUNDO ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 884.3. TERCER ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

5. DISCUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

6. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .121

7. BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .125

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ÍNDICE ■ ■

AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIASABREVIATURAS Y SÍMBOLOS

1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.1. GENERALIDADES ESCLERODERMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31.1.1. DEFINICIÓN/EPIDEMIOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31.1.2. PATOGENIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31.1.3. CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61.1.4. MANIFESTACIONES CLÍNICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141.1.5. PRONÓSTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241.1.6. TRATAMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

1.2. LOS ANTICUERPOS Y LA ESCLERODERMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281.2.1. ASPECTOS CLÍNICOS DE LOS ANTICUERPOS EN LA ESCLERODEMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281.2.2. CONSIDERACIONES EPIDEMIOLÓGICAS Y GENÉTICAS DE LOS ANTICUERPOS EN LA ES . . . . . . . . . . 291.2.3. ANTICUERPOS Y PATOGÉNESIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301.2.4. CARACTERÍSTICAS DE LOS ANTICUERPOS DE LA ESCLERODERMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311.2.4.1.ANAsespecíficosdeEsclerodermia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311.2.4.2.ANAsasociadosaEsclerodermia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311.2.4.3.Otrosanticuerpos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

1.2.5. MÉTODOS DE DETECCIÓN DE AUTOANTICUERPOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

1.2.6. PERFILES CLÍNICOS DE LOS ANTICUERPOS ESPECÍFICOS DE LA ES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361.2.6.1. Anticentrómero(ACA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361.2.6.2.AntitopoisomerasaIoScl70(ATA-I) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 371.2.6.3.AntiRNApolimerasaIII(RNAp) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391.2.6.4.AntiU3-RNPofibrilarina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 421.2.6.5.AntiTh/To . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 431.2.6.6.AntiU1-RNP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 441.2.6.7.AntiPm/Scl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451.2.6.8.AntiKu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 471.2.6.9.Otros(AntiRo52,AntiU11/U12RNP,AntiNor90) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

1.2.7. IMPLICACIÓN DE LOS ANTICUERPOS EN LA SUPERVIVENCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

1.3. DETERMINACIÓN DEL PODER PRONÓSTICO DE LOS SUBTIPOS CUTÁNEOS VERSUS PERFIL INMUNOLÓGICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

2. OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 612.1. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 632.2. OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

3. PACIENTES Y MÉTODOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 673.1. PACIENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 693.2. DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES CLÍNICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 703.3. ANÁLISIS INMUNOLÓGICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .723.4. MÉTODOS ESTADÍSTICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72

4. RESULTADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 754.1. PRIMER ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 774.2. SEGUNDO ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 884.3. TERCER ESTUDIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

5. DISCUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

6. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .121

7. BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .125

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11Introducción

1. INTRODUCCIÓN

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11Introducción

1. INTRODUCCIÓN

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3

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

1.1. GENERALIDADES ESCLERODERMIA

1.1.1. Definición/Epidemiología

La esclerosis sistémica o esclerodermia (ES) es una enfermedad autoinmune y sistémica de

causa desconocida que afecta al tejido conectivo. Se caracteriza por alteraciones vascu-

lares a nivel de la microcirculación, activación del sistema inmunológico con producción

de autoanticuerpos y por una producción excesiva de la matriz extracelular colágena que

condiciona fibrosis en diferentes órganos internos y, en el caso de la piel, endurecimiento o

esclerosis cutánea 1.

La ES es una enfermedad poco frecuente, con una prevalencia muy variable según el área

geográfica o etnia estudiada, que oscila entre 7 y 489 casos por millón de habitantes 2.

La incidencia estimada varía entre 3.7 y 22 casos/millón de habitantes/año 3,4.

Afecta predominantemente a mujeres (3/1 a 10/1) y la edad media del diagnóstico es de

40 años 5.

1.1.2. Patogenia

Actualmente se desconoce el proceso que desencadena la enfermedad, pero se considera que

es una mezcla de factores genéticos y ambientales que lleva al desarrollo de tres procesos

patogénicos fundamentales e interrelacionados entre sí: lesión endotelial y daño vascular, desre-

gulación de la producción de tejido conectivo y activación de la inmunidad y autoinmunidad.

Se han postulado diferentes agentes ambientales como posibles desencadenantes de la ES,

como infecciones víricas (citomegalovirus, parvovirus B19), bacterias como el Helicobacter

pylori, pesticidas o exposición a metales pesados; sin embargo, ninguno se ha definido de

forma contundente como agente responsable del desarrollo de la enfermedad.

Se sabe que los factores genéticos juegan un papel esencial en la patogenia, tanto en su

desarrollo como en la expresión clínica. No hay un claro patrón hereditario, pero sí una clara

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INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

1.1. GENERALIDADES ESCLERODERMIA

1.1.1. Definición/Epidemiología

La esclerosis sistémica o esclerodermia (ES) es una enfermedad autoinmune y sistémica de

causa desconocida que afecta al tejido conectivo. Se caracteriza por alteraciones vascu-

lares a nivel de la microcirculación, activación del sistema inmunológico con producción

de autoanticuerpos y por una producción excesiva de la matriz extracelular colágena que

condiciona fibrosis en diferentes órganos internos y, en el caso de la piel, endurecimiento o

esclerosis cutánea 1.

La ES es una enfermedad poco frecuente, con una prevalencia muy variable según el área

geográfica o etnia estudiada, que oscila entre 7 y 489 casos por millón de habitantes 2.

La incidencia estimada varía entre 3.7 y 22 casos/millón de habitantes/año 3,4.

Afecta predominantemente a mujeres (3/1 a 10/1) y la edad media del diagnóstico es de

40 años 5.

1.1.2. Patogenia

Actualmente se desconoce el proceso que desencadena la enfermedad, pero se considera que

es una mezcla de factores genéticos y ambientales que lleva al desarrollo de tres procesos

patogénicos fundamentales e interrelacionados entre sí: lesión endotelial y daño vascular, desre-

gulación de la producción de tejido conectivo y activación de la inmunidad y autoinmunidad.

Se han postulado diferentes agentes ambientales como posibles desencadenantes de la ES,

como infecciones víricas (citomegalovirus, parvovirus B19), bacterias como el Helicobacter

pylori, pesticidas o exposición a metales pesados; sin embargo, ninguno se ha definido de

forma contundente como agente responsable del desarrollo de la enfermedad.

Se sabe que los factores genéticos juegan un papel esencial en la patogenia, tanto en su

desarrollo como en la expresión clínica. No hay un claro patrón hereditario, pero sí una clara

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4

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

agregación familiar, con un riesgo relativo estimado de padecer la enfermedad 15 veces

mayor en hermanos de pacientes con ES y 13 veces mayor en familiares de primer grado,

si bien el riesgo absoluto es bajo (1.6 a 1.7%) 6. Además, en gemelos monocigóticos se ha

encontrado una concordancia en la presencia de anticuerpos específicos de la ES que puede

llegar hasta el 90% 6,7.

Por otro lado, hay diferencias fenotípicas entre diferentes razas, grupos étnicos o regiones

geográficas 8, lo que también apoya la hipótesis de que los factores genéticos contribuyen

al desarrollo de la enfermedad.

Se han descrito alteraciones en la expresión de genes fundamentalmente implicados en la

autoinmunidad, la producción de colágeno y la respuesta vascular, pero siempre en estudios

con cohortes de pacientes muy pequeñas y con resultados que además no se han podido

reproducir 7. En los últimos años se han comenzado a utilizar estudios de asociación del

genoma completo (GWAS, genome wide association studies) que han dado importantes

resultados identificando nuevos marcadores genéticos y nuevas rutas involucradas en la

patogenia de diferentes enfermedades autoinmunes 9.

A pesar de que se han realizado importantes avances en el conocimiento de la base gené-

tica de la ES 10-12, todavía el número de loci conocidos hasta el momento que explican su

componente genético es limitado en comparación con otras patologías autoinmunes como

la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o el LES 13.

La asociación de ciertos complejos mayores de histocompatibilidad (HLA) tipo II con fenotipos

clínicos y autoanticuerpos determinados 14 ha sido establecida en diferentes trabajos. Se ha

observado una mayor susceptibilidad de padecer la enfermedad según los genes del sistema HLA,

con resultados heterogéneos según la población estudiada. Así, mientras que en estudios reali-

zados en raza caucásica demuestran que los haplotipos HLA-DR5 y DR-3 confieren una mayor

susceptibilidad 15,16, en la población japonesa son el HLA-DR1*1502 y HLA-DQB1*0601 17.

5

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

A continuación se detallan los 3 procesos patogénicos de la enfermedad:

◀ La vasculopatía de la ES afecta a todas las capas de los pequeños vasos y capilares.

Se produce vasoconstricción, hiperplasia de las capas íntima y adventicia, inflamación

y trombosis, siendo el hallazgo fundamental la hiperplasia fibrótica de la capa íntima

de los vasos 18.

Se cree que el daño sobre la célula endotelial es el factor inicial desencadenante de

la enfermedad 19. Éste produce un desbalance entre sustancias vasoconstrictoras y

vasodilatadores y una alteración de los fenómenos reparativos vasculares (vasculogé-

nesis y angiogénesis). Así aumentan las sustancias vasoconstrictoras como la Endote-

lina 1 y disminuyen vasodilatadores como el Óxido nítrico.

La Endotelina 1 es crucial en la patogenia de la ES: promueve la proliferación celular,

la hipertrofia de la pared arterial, estimula la fibrosis y la cascada inflamatoria de la

enfermedad 20,21. A parte de tener un potente efecto vasoconstrictor también dismi-

nuye los niveles de Óxido nítrico, que tiene un papel crucial en la relajación vascular 22.

Por otro lado, por el daño de la célula endotelial se produce una pérdida de capilares

desde fases precoces en la enfermedad 23 y en la ES todos los factores que intervienen

en la reparación del daño vascular están alterados 24.

◀ La fibrosis en la ES es un proceso muy complejo y no del todo conocido, que básicamente

consiste en una activación de los fibroblastos y una diferenciación y sobreproducción de

colágeno, que conlleva una acumulación de éste en la matriz extracelular. Todo este meca-

nismo depende de diferentes citoquinas (TGF-B, CTGF, ET-1 y FGF, principalmente) 25,26.

◀ La inmunidad en la ES está alterada, tanto la innata como la adquirida.

La inmunidad innata no se conoce en profundidad, si bien hay evidencia en diferentes

trabajos de la implicación de mastocitos y células naturalkilleren la patogenia de la enfer-

medad 27,28, así como de diferentes citocinas, especialmente el interferón (IFN). Recientes

estudios demuestran un aumento de la expresión de IFN de tipo I en la ES 29, al igual que

en otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico (LES).

El papel de la inmunidad adquirida es más conocido en la ES. Hay un amplio espectro

de autoanticuerpos específicos de la enfermedad que tienen una probable conexión

con el daño tisular. Además, el linfocito T actúa en las fases iniciales de la enfermedad

como inductor de la fibrosis posterior 30,31.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

agregación familiar, con un riesgo relativo estimado de padecer la enfermedad 15 veces

mayor en hermanos de pacientes con ES y 13 veces mayor en familiares de primer grado,

si bien el riesgo absoluto es bajo (1.6 a 1.7%) 6. Además, en gemelos monocigóticos se ha

encontrado una concordancia en la presencia de anticuerpos específicos de la ES que puede

llegar hasta el 90% 6,7.

Por otro lado, hay diferencias fenotípicas entre diferentes razas, grupos étnicos o regiones

geográficas 8, lo que también apoya la hipótesis de que los factores genéticos contribuyen

al desarrollo de la enfermedad.

Se han descrito alteraciones en la expresión de genes fundamentalmente implicados en la

autoinmunidad, la producción de colágeno y la respuesta vascular, pero siempre en estudios

con cohortes de pacientes muy pequeñas y con resultados que además no se han podido

reproducir 7. En los últimos años se han comenzado a utilizar estudios de asociación del

genoma completo (GWAS, genome wide association studies) que han dado importantes

resultados identificando nuevos marcadores genéticos y nuevas rutas involucradas en la

patogenia de diferentes enfermedades autoinmunes 9.

A pesar de que se han realizado importantes avances en el conocimiento de la base gené-

tica de la ES 10-12, todavía el número de loci conocidos hasta el momento que explican su

componente genético es limitado en comparación con otras patologías autoinmunes como

la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o el LES 13.

La asociación de ciertos complejos mayores de histocompatibilidad (HLA) tipo II con fenotipos

clínicos y autoanticuerpos determinados 14 ha sido establecida en diferentes trabajos. Se ha

observado una mayor susceptibilidad de padecer la enfermedad según los genes del sistema HLA,

con resultados heterogéneos según la población estudiada. Así, mientras que en estudios reali-

zados en raza caucásica demuestran que los haplotipos HLA-DR5 y DR-3 confieren una mayor

susceptibilidad 15,16, en la población japonesa son el HLA-DR1*1502 y HLA-DQB1*0601 17.

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INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

A continuación se detallan los 3 procesos patogénicos de la enfermedad:

◀ La vasculopatía de la ES afecta a todas las capas de los pequeños vasos y capilares.

Se produce vasoconstricción, hiperplasia de las capas íntima y adventicia, inflamación

y trombosis, siendo el hallazgo fundamental la hiperplasia fibrótica de la capa íntima

de los vasos 18.

Se cree que el daño sobre la célula endotelial es el factor inicial desencadenante de

la enfermedad 19. Éste produce un desbalance entre sustancias vasoconstrictoras y

vasodilatadores y una alteración de los fenómenos reparativos vasculares (vasculogé-

nesis y angiogénesis). Así aumentan las sustancias vasoconstrictoras como la Endote-

lina 1 y disminuyen vasodilatadores como el Óxido nítrico.

La Endotelina 1 es crucial en la patogenia de la ES: promueve la proliferación celular,

la hipertrofia de la pared arterial, estimula la fibrosis y la cascada inflamatoria de la

enfermedad 20,21. A parte de tener un potente efecto vasoconstrictor también dismi-

nuye los niveles de Óxido nítrico, que tiene un papel crucial en la relajación vascular 22.

Por otro lado, por el daño de la célula endotelial se produce una pérdida de capilares

desde fases precoces en la enfermedad 23 y en la ES todos los factores que intervienen

en la reparación del daño vascular están alterados 24.

◀ La fibrosis en la ES es un proceso muy complejo y no del todo conocido, que básicamente

consiste en una activación de los fibroblastos y una diferenciación y sobreproducción de

colágeno, que conlleva una acumulación de éste en la matriz extracelular. Todo este meca-

nismo depende de diferentes citoquinas (TGF-B, CTGF, ET-1 y FGF, principalmente) 25,26.

◀ La inmunidad en la ES está alterada, tanto la innata como la adquirida.

La inmunidad innata no se conoce en profundidad, si bien hay evidencia en diferentes

trabajos de la implicación de mastocitos y células naturalkilleren la patogenia de la enfer-

medad 27,28, así como de diferentes citocinas, especialmente el interferón (IFN). Recientes

estudios demuestran un aumento de la expresión de IFN de tipo I en la ES 29, al igual que

en otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico (LES).

El papel de la inmunidad adquirida es más conocido en la ES. Hay un amplio espectro

de autoanticuerpos específicos de la enfermedad que tienen una probable conexión

con el daño tisular. Además, el linfocito T actúa en las fases iniciales de la enfermedad

como inductor de la fibrosis posterior 30,31.

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6

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.1.3. Criteriosdeclasificación

La ES es una enfermedad que presenta una gran variabilidad clínica con un pronóstico

que difiere mucho dependiendo del subtipo clínico. Mientras la mayor parte de enfermos

alcanzan una larga supervivencia, otros experimentan un curso tórpido y de forma rápida-

mente progresiva.

Por este motivo, la consecución de unos criterios de clasificación homogéneos es de gran impor-

tancia tanto para el diagnóstico como para el pronóstico de la enfermedad. La clasificación de la

ES ha sido y sigue siendo en la actualidad un motivo de discusión e investigación.

Criterios de Clasificación oficiales del Colegio Americano de Reumatología (ACR):

El primer intento de clasificación de la enfermedad data de 1980. Los primeros criterios los desa-

rrolló el Colegio Americano de Reumatología (Tabla 1), y son los que se han utilizado durante

años para clasificar la enfermedad. Nació como un intento de establecer unas directrices que

permitiesen comparar grupos de pacientes de diferentes centros para poder desarrollar ensayos

clínicos 32. Sin duda, supusieron un avance muy importante en la definición de la enfermedad,

sin embargo, a pesar de presentar una sensibilidad del 92% y una especificidad del 94%, tienen

una baja sensibilidad para detectar a enfermos con poca afección cutánea 33,34, y un número

no menospreciable de enfermos con ES limitada establecida o con el subtipo sine esclerosis

cutánea que no reúnen ni el criterio mayor (esclerosis proximal a metacarpofalángicas) ni 2 de

los criterios menores, quedan excluidos de los estudios. Tampoco permiten realizar un diagnós-

tico precoz de la enfermedad en pacientes que presenten fenómeno de Raynaud (FR), altera-

ciones capilaroscópicas y autoanticuerpos positivos y que requieren un control médico similar a

la de los enfermos con ES ya establecida para detectar la evolución hacia ésta, ni sirven para

establecer grupos clínicos y pronósticos 1.

Además, enfermos con síndromes esclerodermiformes como la fascitis eosinofílica o escle-

rodermia localizada como la morfea generalizada pueden cumplir los criterios de clasifica-

ción de ES, por lo que pierden especificidad.

7

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Criterio Mayor

Esclerosis cutánea proximal:Induración de la piel proximal a articulaciones metacarpofalángicas o metatarsofalán-gicas, afectando otras partes de las extremidades, fascies, cuello, tronco, habitualmente bilateral, simétrica y casi siempre incluye esclerodactilia

Criterios menores

1. Esclerodactilia

2. Cicatrices puntiformes en pulpejos, o pérdida de substancia en pulpejos de los dedos

3. Fibrosis pulmonar bibasal

Tabla 1: Criterios de clasificación de la ES (ACR 1980)

La presencia del criterio mayor y dos o más criterios menores dan una sensibilidad del 92% y una

especificidad del 94% para el diagnóstico de ES

Clasificación de la ES en subtipos cutáneos:

En las últimas décadas se han intentado dividir a los pacientes con ES en diferentes subtipos

según características clínicas e inmunológicas determinadas, y así identificar subgrupos de

pacientes que tengan una evolución clínica y pronóstico similar.

Se han establecido diferentes criterios de clasificación, todos ellos considerando como

característica clínica definitoria la extensión de la esclerosis cutánea.

Una revisión realizada por Johnson et al 35 de diferentes criterios de clasificación de la

ES sugeridos entre 1966 y 2005 por diferentes autores, concluyeron que la propuesta de

LeRoy 1 era la que tenía más validez, fiabilidad y un buen valor predictivo, además de ser la

más utilizada hasta el momento y referenciada.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.1.3. Criteriosdeclasificación

La ES es una enfermedad que presenta una gran variabilidad clínica con un pronóstico

que difiere mucho dependiendo del subtipo clínico. Mientras la mayor parte de enfermos

alcanzan una larga supervivencia, otros experimentan un curso tórpido y de forma rápida-

mente progresiva.

Por este motivo, la consecución de unos criterios de clasificación homogéneos es de gran impor-

tancia tanto para el diagnóstico como para el pronóstico de la enfermedad. La clasificación de la

ES ha sido y sigue siendo en la actualidad un motivo de discusión e investigación.

Criterios de Clasificación oficiales del Colegio Americano de Reumatología (ACR):

El primer intento de clasificación de la enfermedad data de 1980. Los primeros criterios los desa-

rrolló el Colegio Americano de Reumatología (Tabla 1), y son los que se han utilizado durante

años para clasificar la enfermedad. Nació como un intento de establecer unas directrices que

permitiesen comparar grupos de pacientes de diferentes centros para poder desarrollar ensayos

clínicos 32. Sin duda, supusieron un avance muy importante en la definición de la enfermedad,

sin embargo, a pesar de presentar una sensibilidad del 92% y una especificidad del 94%, tienen

una baja sensibilidad para detectar a enfermos con poca afección cutánea 33,34, y un número

no menospreciable de enfermos con ES limitada establecida o con el subtipo sine esclerosis

cutánea que no reúnen ni el criterio mayor (esclerosis proximal a metacarpofalángicas) ni 2 de

los criterios menores, quedan excluidos de los estudios. Tampoco permiten realizar un diagnós-

tico precoz de la enfermedad en pacientes que presenten fenómeno de Raynaud (FR), altera-

ciones capilaroscópicas y autoanticuerpos positivos y que requieren un control médico similar a

la de los enfermos con ES ya establecida para detectar la evolución hacia ésta, ni sirven para

establecer grupos clínicos y pronósticos 1.

Además, enfermos con síndromes esclerodermiformes como la fascitis eosinofílica o escle-

rodermia localizada como la morfea generalizada pueden cumplir los criterios de clasifica-

ción de ES, por lo que pierden especificidad.

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INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Criterio Mayor

Esclerosis cutánea proximal:Induración de la piel proximal a articulaciones metacarpofalángicas o metatarsofalán-gicas, afectando otras partes de las extremidades, fascies, cuello, tronco, habitualmente bilateral, simétrica y casi siempre incluye esclerodactilia

Criterios menores

1. Esclerodactilia

2. Cicatrices puntiformes en pulpejos, o pérdida de substancia en pulpejos de los dedos

3. Fibrosis pulmonar bibasal

Tabla 1: Criterios de clasificación de la ES (ACR 1980)

La presencia del criterio mayor y dos o más criterios menores dan una sensibilidad del 92% y una

especificidad del 94% para el diagnóstico de ES

Clasificación de la ES en subtipos cutáneos:

En las últimas décadas se han intentado dividir a los pacientes con ES en diferentes subtipos

según características clínicas e inmunológicas determinadas, y así identificar subgrupos de

pacientes que tengan una evolución clínica y pronóstico similar.

Se han establecido diferentes criterios de clasificación, todos ellos considerando como

característica clínica definitoria la extensión de la esclerosis cutánea.

Una revisión realizada por Johnson et al 35 de diferentes criterios de clasificación de la

ES sugeridos entre 1966 y 2005 por diferentes autores, concluyeron que la propuesta de

LeRoy 1 era la que tenía más validez, fiabilidad y un buen valor predictivo, además de ser la

más utilizada hasta el momento y referenciada.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

En la clasificación de LeRoy (Tabla 2) los enfermos se dividen en 2 subgrupos:

- ES cutánea difusa, pacientes con esclerosis cutánea distal y proximal a codos y rodillas.

- ES cutánea limitada, pacientes con esclerosis cutánea distal a codos o rodillas o sin esclerosis.

Además de la extensión de la esclerosis cutánea, los autores definen una serie de caracte-

rísticas clínicas, capilaroscópicas e inmunológicas que acompañan a los diferentes subtipos.

Los pacientes con ES difusa presentan FR generalmente el primer año o de manera conco-

mitante a la afección cutánea, mayor riesgo de compromiso articular, más frecuencia

de enfermedad pulmonar intersticial (EPI), crisis renal esclerodérmica (CRE), compromiso

gastrointestinal o miocárdico y presentan peor supervivencia que los pacientes con ES limi-

tada. En los pacientes con ES limitada, el FR se manifiesta generalmente mucho antes que

las otras afecciones orgánicas de la enfermedad, además de presentar calcinosis, telan-

giectasias y mayor frecuencia de Hipertensión arterial pulmonar (HAP). El pronóstico de los

pacientes con ES limitada en general es mejor que el de los pacientes con ES difusa.

Los dos subtipos se diferencian además desde el punto de vista serológico: en la ES difusa

hay una mayor presencia de anticuerpos antitopoisomerasa / anti-Scl-70 (ATA-I), mientras

que los pacientes con ES limitada expresan más frecuentemente anticuerpos anticentró-

mero (ACA), con una especificidad serológica del 82% y 93% respectivamente 36.

Tras esta clasificación se han dejado atrás los antiguos términos de “CREST” y “esclerosis

sistémica progresiva” que se correspondían con la forma limitada y difusa de la enfermedad,

respectivamente. El término síndrome de CREST propuesto por Winterbauer etal en 1964 37,

incluía pacientes con calcinosis, FR, afección esofágica, esclerodactilia y telangiectasias,

y eran considerados enfermos con buen pronóstico, a pesar de que no todos presentan un

curso benigno, y el término esclerosis sistémica progresiva se atribuía a un mal pronóstico,

si bien hay pacientes englobados en este grupo que no presentaban un curso rápidamente

progresivo de la enfermedad ni afecciones orgánicas graves.

9

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Esclerodermia Limitada Difusa

Raynaud Años < 1 año

Afectación cutánea Distal a codos y rodillas, cara o ausente Proximal y distal a codos y rodillas

Afección visceral

- HAP Tardía

- Telangiectasias

- Calcinosis

- EPI temprana, CRE

- GI difusa

- Roces tendinosos

Anticentrómero 70-80 % Excepcional

Antitopoisomerasa I Raro 30 %

Capilaroscopia Megacapilares y escasa pérdida Pérdida importante y escasa dilatación

Tabla 2: Clasificación de la ES según criterios de LeRoy 1

EPI:enfermedad pulmonar intersticial; CRE: crisis renal esclerodérmica;

GI: gastrointestinal; HAP: hipertensión pulmonar.

Sin embargo, la división de pacientes con esclerodermia en 2 grupos, difusa y limitada

en los últimos años se ha considerado incompleta y con limitaciones, ya que no incluye

pacientes con ES en fases iniciales o preesclerodermia (pre-ES), que presentan alteraciones

capilaroscópicas, inmunología específica y FR; e incluye dentro del subtipo limitada aquellos

pacientes con esclerodermia sine esclerosis (ES sine ES), que no presentan evidencia de

afección cutánea pero sí afección orgánica característica de ES (afección esofágica distal

o hipomotilidad del intestino delgado, EPI, HAP, afección miocárdica o CRE ), FR o cambios

vasculares equivalentes ( úlceras digitales, cicatrices puntiformes en pulpejos, alteraciones

capilaroscópicas) y presencia de anticuerpos antinucleares (ANA) 38.

Se consideraba que los pacientes con ES sine ES presentan una evolución similar a aquellos

pacientes con ES limitada 39,40, pero en trabajos recientes se han observado diferencias en cuanto

a la manifestaciones respiratorias y cardíacas 41, lo que supone un infradiagnóstico de esta entidad.

Actualmente, se considera que la clasificación más adecuada de la ES es en 4 subtipos:

ES difusa, ES limitada, sine esclerodermia y preesclerodermia (Tabla 3). Se definen por la

extensión de la esclerosis cutánea y se asocian a determinadas afecciones viscerales, capi-

laroscópicas e inmunológicas.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

En la clasificación de LeRoy (Tabla 2) los enfermos se dividen en 2 subgrupos:

- ES cutánea difusa, pacientes con esclerosis cutánea distal y proximal a codos y rodillas.

- ES cutánea limitada, pacientes con esclerosis cutánea distal a codos o rodillas o sin esclerosis.

Además de la extensión de la esclerosis cutánea, los autores definen una serie de caracte-

rísticas clínicas, capilaroscópicas e inmunológicas que acompañan a los diferentes subtipos.

Los pacientes con ES difusa presentan FR generalmente el primer año o de manera conco-

mitante a la afección cutánea, mayor riesgo de compromiso articular, más frecuencia

de enfermedad pulmonar intersticial (EPI), crisis renal esclerodérmica (CRE), compromiso

gastrointestinal o miocárdico y presentan peor supervivencia que los pacientes con ES limi-

tada. En los pacientes con ES limitada, el FR se manifiesta generalmente mucho antes que

las otras afecciones orgánicas de la enfermedad, además de presentar calcinosis, telan-

giectasias y mayor frecuencia de Hipertensión arterial pulmonar (HAP). El pronóstico de los

pacientes con ES limitada en general es mejor que el de los pacientes con ES difusa.

Los dos subtipos se diferencian además desde el punto de vista serológico: en la ES difusa

hay una mayor presencia de anticuerpos antitopoisomerasa / anti-Scl-70 (ATA-I), mientras

que los pacientes con ES limitada expresan más frecuentemente anticuerpos anticentró-

mero (ACA), con una especificidad serológica del 82% y 93% respectivamente 36.

Tras esta clasificación se han dejado atrás los antiguos términos de “CREST” y “esclerosis

sistémica progresiva” que se correspondían con la forma limitada y difusa de la enfermedad,

respectivamente. El término síndrome de CREST propuesto por Winterbauer etal en 1964 37,

incluía pacientes con calcinosis, FR, afección esofágica, esclerodactilia y telangiectasias,

y eran considerados enfermos con buen pronóstico, a pesar de que no todos presentan un

curso benigno, y el término esclerosis sistémica progresiva se atribuía a un mal pronóstico,

si bien hay pacientes englobados en este grupo que no presentaban un curso rápidamente

progresivo de la enfermedad ni afecciones orgánicas graves.

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INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Esclerodermia Limitada Difusa

Raynaud Años < 1 año

Afectación cutánea Distal a codos y rodillas, cara o ausente Proximal y distal a codos y rodillas

Afección visceral

- HAP Tardía

- Telangiectasias

- Calcinosis

- EPI temprana, CRE

- GI difusa

- Roces tendinosos

Anticentrómero 70-80 % Excepcional

Antitopoisomerasa I Raro 30 %

Capilaroscopia Megacapilares y escasa pérdida Pérdida importante y escasa dilatación

Tabla 2: Clasificación de la ES según criterios de LeRoy 1

EPI:enfermedad pulmonar intersticial; CRE: crisis renal esclerodérmica;

GI: gastrointestinal; HAP: hipertensión pulmonar.

Sin embargo, la división de pacientes con esclerodermia en 2 grupos, difusa y limitada

en los últimos años se ha considerado incompleta y con limitaciones, ya que no incluye

pacientes con ES en fases iniciales o preesclerodermia (pre-ES), que presentan alteraciones

capilaroscópicas, inmunología específica y FR; e incluye dentro del subtipo limitada aquellos

pacientes con esclerodermia sine esclerosis (ES sine ES), que no presentan evidencia de

afección cutánea pero sí afección orgánica característica de ES (afección esofágica distal

o hipomotilidad del intestino delgado, EPI, HAP, afección miocárdica o CRE ), FR o cambios

vasculares equivalentes ( úlceras digitales, cicatrices puntiformes en pulpejos, alteraciones

capilaroscópicas) y presencia de anticuerpos antinucleares (ANA) 38.

Se consideraba que los pacientes con ES sine ES presentan una evolución similar a aquellos

pacientes con ES limitada 39,40, pero en trabajos recientes se han observado diferencias en cuanto

a la manifestaciones respiratorias y cardíacas 41, lo que supone un infradiagnóstico de esta entidad.

Actualmente, se considera que la clasificación más adecuada de la ES es en 4 subtipos:

ES difusa, ES limitada, sine esclerodermia y preesclerodermia (Tabla 3). Se definen por la

extensión de la esclerosis cutánea y se asocian a determinadas afecciones viscerales, capi-

laroscópicas e inmunológicas.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Esclerodermia cutánea limitada

• Fenómeno de Raynaud durante años, ocasionalmente décadas .

• Esclerosis limitada distal a codos y rodillas pudiendo afectarse cara y cuello

• Alteraciones capilaroscópicas: dilatación con escasa pérdida

• Incidencia tardía de hipertensión arterial pulmonar, calcinosis, enfermedad gastrointestinal, telangiectasias o enfermedad pulmonar intersticial difusa

• Enfermedad renal muy rara

• Anticuerpos anticentroméricos (ACA) en el 70 a 80%

Esclerodermia cutánea difusa

• Fenómeno de Raynaud, menos de un año de evolución

• Esclerosis proximal a codos y rodillas . Presencia de roces tendinosos

• Alteraciones capilaroscópicas: pérdida capilar

• Incidencia precoz y significativa de enfermedad renal, intersticial pulmonar, gastrointestinal difusa y miocárdica . Desarrollo de hipertensión pulmonar

• Anticuerpos ATA-I (30%) y anti-RNA polimerasa I,II ó III (RNAp) (12-15%)

Esclerodermia sine esclerodermia

• Fenómeno de Raynaud o equivalentes (úlceras, alteraciones capilaroscópicas)

• No esclerosis cutánea

• Anticuerpos antinucleares . Pueden estar presentes: ATA-I, ACA o RNAp .

• Afecciones viscerales típicas de esclerodermia: hipomotilidad esofágica distal o intestinal, enferme-dad pulmonar intersticial, hipertensión pulmonar, enfermedad cardiaca, crisis renal esclerodérmica .

Pre-Esclerodermia

• Fenómeno de Raynaud

• Alteraciones capilaroscópicas

• Autoanticuerpos antinucleares (ANAs) específicos (ATA-I, ACA, RNAp, U3 RNP, Pm-Scl, Th/To) o ANAs positivos con patrón de inmunofluorescencia nucleolar

Tabla 3: Clasificación en subtipos cutáneos de la ES

Clasificación de la Esclerodermia en estadíos iniciales:

En 1996 se propuso incluir en la clasificación de ES un grupo de enfermos que presen-

taban FR, alteraciones capilaroscópicas y/o anticuerpos antinucleares (ATA-I, ACA o patrón

IFI nucleolar), y que incluso habían presentado úlceras digitales 39.

En el 2001, LeRoy y Medsger 42 modificaron su clasificación para incluir a estos pacientes, porque

consideraban que presentaban una alta probabilidad de desarrollar una enfermedad definida,

sobre todo en forma de ES limitada (Tabla 4). La llamaron esclerodermia limitada, término que

11

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

se ha cambiado más recientemente por el de preesclerodermia o esclerodermia temprana o

precoz, para evitar confusiones con el término esclerodermia cutánea limitada 43,44.

A. Esclerodermia limitada

I. Fenómeno de Raynaud objetivo documentado por:

1) Observación directa de 2 de las siguientes manifestaciones: palidez acra, cianosis o sufusión o

2) Respuesta a la exposición al frío por: Test de Nielssen asociado a:

IIa. Alteraciones capilaroscópiccas: dilatación o pérdida capilar

IIb. Presencia de anticuerpos selectivos de la ES: ACA, ATA-I, antifibrilarina, anti Pm-Scl, RNAp.

Si el fenómeno de Raynaud es subjetivo tienen que cumplir los 2 criterios ii) para tener ES limitada definida. ES limitada puede formar parte de un síndrome overlap con otras conectivopatías

B. Esclerodermia cutánea limitada:

Criterios de ES limitada y cambios cutáneos distales.

C. Esclerodermia cutánea difusa:

Criterios de ES limitada y cambios proximales cutáneos

D. Fascitis difusa con eosinofilia:

Cambios cutáneos proximales sin criterios de ES limitada ni de ES cutánea limitada.

Tabla 4: Clasificación de la ES según criterios de LeRoy and Medsger 42

A su vez, dentro de los pacientes con preesclerodermia, se observó que algunos de ellos

presentaban afecciones viscerales incipientes sugestivas de ES cuando se realizaban

exploraciones específicas 45, por lo que, para una mejor clasificación de la ES se debería

dividir el subgrupo preesclerodermia en 2: preesclerodermia o ES muy temprana, cuando se

descartan afecciones viscerales incipientes, y ES temprana o inicial, cuando en las explo-

raciones complementarias correspondientes se detectan afecciones viscerales leves que

no se pueden diagnosticar de afecciones establecidas de ES o bien que presenten úlceras

digitales o telangiectasias.

Estas alteraciones orgánicas subclínicas serían por ejemplo una DLCO disminuida en las

pruebas funcionales respiratorias (PFR) o un esfínter esofágico inferior hipotenso.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Esclerodermia cutánea limitada

• Fenómeno de Raynaud durante años, ocasionalmente décadas .

• Esclerosis limitada distal a codos y rodillas pudiendo afectarse cara y cuello

• Alteraciones capilaroscópicas: dilatación con escasa pérdida

• Incidencia tardía de hipertensión arterial pulmonar, calcinosis, enfermedad gastrointestinal, telangiectasias o enfermedad pulmonar intersticial difusa

• Enfermedad renal muy rara

• Anticuerpos anticentroméricos (ACA) en el 70 a 80%

Esclerodermia cutánea difusa

• Fenómeno de Raynaud, menos de un año de evolución

• Esclerosis proximal a codos y rodillas . Presencia de roces tendinosos

• Alteraciones capilaroscópicas: pérdida capilar

• Incidencia precoz y significativa de enfermedad renal, intersticial pulmonar, gastrointestinal difusa y miocárdica . Desarrollo de hipertensión pulmonar

• Anticuerpos ATA-I (30%) y anti-RNA polimerasa I,II ó III (RNAp) (12-15%)

Esclerodermia sine esclerodermia

• Fenómeno de Raynaud o equivalentes (úlceras, alteraciones capilaroscópicas)

• No esclerosis cutánea

• Anticuerpos antinucleares . Pueden estar presentes: ATA-I, ACA o RNAp .

• Afecciones viscerales típicas de esclerodermia: hipomotilidad esofágica distal o intestinal, enferme-dad pulmonar intersticial, hipertensión pulmonar, enfermedad cardiaca, crisis renal esclerodérmica .

Pre-Esclerodermia

• Fenómeno de Raynaud

• Alteraciones capilaroscópicas

• Autoanticuerpos antinucleares (ANAs) específicos (ATA-I, ACA, RNAp, U3 RNP, Pm-Scl, Th/To) o ANAs positivos con patrón de inmunofluorescencia nucleolar

Tabla 3: Clasificación en subtipos cutáneos de la ES

Clasificación de la Esclerodermia en estadíos iniciales:

En 1996 se propuso incluir en la clasificación de ES un grupo de enfermos que presen-

taban FR, alteraciones capilaroscópicas y/o anticuerpos antinucleares (ATA-I, ACA o patrón

IFI nucleolar), y que incluso habían presentado úlceras digitales 39.

En el 2001, LeRoy y Medsger 42 modificaron su clasificación para incluir a estos pacientes, porque

consideraban que presentaban una alta probabilidad de desarrollar una enfermedad definida,

sobre todo en forma de ES limitada (Tabla 4). La llamaron esclerodermia limitada, término que

11

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

se ha cambiado más recientemente por el de preesclerodermia o esclerodermia temprana o

precoz, para evitar confusiones con el término esclerodermia cutánea limitada 43,44.

A. Esclerodermia limitada

I. Fenómeno de Raynaud objetivo documentado por:

1) Observación directa de 2 de las siguientes manifestaciones: palidez acra, cianosis o sufusión o

2) Respuesta a la exposición al frío por: Test de Nielssen asociado a:

IIa. Alteraciones capilaroscópiccas: dilatación o pérdida capilar

IIb. Presencia de anticuerpos selectivos de la ES: ACA, ATA-I, antifibrilarina, anti Pm-Scl, RNAp.

Si el fenómeno de Raynaud es subjetivo tienen que cumplir los 2 criterios ii) para tener ES limitada definida. ES limitada puede formar parte de un síndrome overlap con otras conectivopatías

B. Esclerodermia cutánea limitada:

Criterios de ES limitada y cambios cutáneos distales.

C. Esclerodermia cutánea difusa:

Criterios de ES limitada y cambios proximales cutáneos

D. Fascitis difusa con eosinofilia:

Cambios cutáneos proximales sin criterios de ES limitada ni de ES cutánea limitada.

Tabla 4: Clasificación de la ES según criterios de LeRoy and Medsger 42

A su vez, dentro de los pacientes con preesclerodermia, se observó que algunos de ellos

presentaban afecciones viscerales incipientes sugestivas de ES cuando se realizaban

exploraciones específicas 45, por lo que, para una mejor clasificación de la ES se debería

dividir el subgrupo preesclerodermia en 2: preesclerodermia o ES muy temprana, cuando se

descartan afecciones viscerales incipientes, y ES temprana o inicial, cuando en las explo-

raciones complementarias correspondientes se detectan afecciones viscerales leves que

no se pueden diagnosticar de afecciones establecidas de ES o bien que presenten úlceras

digitales o telangiectasias.

Estas alteraciones orgánicas subclínicas serían por ejemplo una DLCO disminuida en las

pruebas funcionales respiratorias (PFR) o un esfínter esofágico inferior hipotenso.

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12

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Más adelante se hablará de los últimos criterios de clasificación de la ES propuestos en

2013 de forma conjunta por la ACR y el grupo EULAR (European LeagueAgainst Rheu-

matism), que son los que hasta ahora se consideran más sensibles y específicos, y consi-

guen acercarse a los criterios diagnósticos. Cabe destacar que mientras los pacientes con

pre-ES o ES muy temprana nunca cumplen estos criterios, algunos pacientes con ES inicial

o temprana sí pueden hacerlo en aquellas casos en que desarrollan alteraciones vasculares

en forma de lesiones en los pulpejos de los dedos o telangiectasias.

Clasificación basada en la combinación de subtipos cutáneos y anticuerpos:

La clasificación de la ES por subtipos cutáneos, sin embargo, también presenta limitaciones,

ya que pacientes con un mismo subtipo cutáneo pueden presentar gran variabilidad en las

afecciones viscerales y la gravedad de las mismas.

Esto ha llevado a que se hayan propuesto subclasificaciones dentro de los subgrupos cutá-

neos según el perfil inmunológico. Así Steen 46 considera que son los diferentes anticuerpos

específicos de la enfermedad los que marcan el comportamiento clínico y pronóstico de la

misma, observando una diferente gravedad de las afecciones viscerales según el anticuerpo

presentado. Propone, por tanto, una clasificación de la enfermedad en al menos 7 grupos

diferentes en función del perfil inmunológico, repartidos en 2 grandes subtipos cutáneos.

De esta forma el subtipo ES limitada se subclasificaría en 4 grupos inmunológicos según la

positividad de los siguientes autoanticuerpos: ACA, Th/To, Pm/Scl y U1-RNP, y el subtipo ES

difusa en 3 subgrupos por los anticuerpos ATA-I, RNAp o U3-RNP.

Más recientemente, el Profesor Medsger 47 también recomienda la utilización de los anti-

cuerpos para subclasificar los pacientes de los 2 grandes subtipos cutáneos (Tabla 5).

Parece evidente que la combinación del subtipo cutáneo y el perfil inmunológico

aporta mayor especificidad en la predicción del desarrollo de las diferentes afecciones

13

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

orgánicas y de su gravedad. Sin embargo, la utilización de esta clasificación está limi-

tada por la dificultad de determinar todos los diferentes autoanticuerpos específicos de

la ES, cuya técnica no está disponible en todos los centros.

Antígeno Patrón IFI ANA

Frecuencia aproximada

Subtipo clínico Afección orgánica

ATA-I Moteado 10-40% ES difusa EPI

RNAp Moteado fino Nucleolar

4-25% ES difusa- CRE

- Esclerosis cutánea

U3 RNP Nucleolar 1-5% ES difusa

- Cardiomiopatía

- Miopatía

- HAP

Pm-Scl Nucleolar 3-6% Overlap Miopatía

U1 RNP Moteado 5-35% Overlap Miopatía

ACA Centromérico 15-40% ES limitada

- HAP,

- Afección esofágica

- Protector EPI

Th/To Nucleolar 1-7% ES limitada

- HAP

- EPI

- Afección intestinal

Tabla 5: Asociaciones clínico serológicas en ES

Nuevos criterios de clasificación de Esclerosis sistémica de la ACR/EULAR 2013:

La última propuesta de clasificación de la ES ha surgido recientemente mediante la valo-

ración de manera conjunta de una serie de ítems por parte de la ACR y el EuropeanLeague

AgainstRheumatism (EULAR), con el objetivo de incluir a todos los pacientes que realmente

tienen ES, y poder reconocerlos precozmente. Estos criterios han sido testados en diferentes

cohortes de enfermos con ES, otras enfermedades sistémicas autoinmunes y síndromes

esclerodermiformes, observándose una sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de

la enfermedad del 91% y 92% respectivamente 48.

Estos criterios superan la mayor parte de limitaciones de los establecidos en 1980 en relación a

sensibilidad y especificidad, consiguiendo el práctico solapamiento entre los criterios de clasifi-

cación y diagnósticos. Sin embargo, no distinguen entre los diferentes subtipos de la enfermedad

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Más adelante se hablará de los últimos criterios de clasificación de la ES propuestos en

2013 de forma conjunta por la ACR y el grupo EULAR (European LeagueAgainst Rheu-

matism), que son los que hasta ahora se consideran más sensibles y específicos, y consi-

guen acercarse a los criterios diagnósticos. Cabe destacar que mientras los pacientes con

pre-ES o ES muy temprana nunca cumplen estos criterios, algunos pacientes con ES inicial

o temprana sí pueden hacerlo en aquellas casos en que desarrollan alteraciones vasculares

en forma de lesiones en los pulpejos de los dedos o telangiectasias.

Clasificación basada en la combinación de subtipos cutáneos y anticuerpos:

La clasificación de la ES por subtipos cutáneos, sin embargo, también presenta limitaciones,

ya que pacientes con un mismo subtipo cutáneo pueden presentar gran variabilidad en las

afecciones viscerales y la gravedad de las mismas.

Esto ha llevado a que se hayan propuesto subclasificaciones dentro de los subgrupos cutá-

neos según el perfil inmunológico. Así Steen 46 considera que son los diferentes anticuerpos

específicos de la enfermedad los que marcan el comportamiento clínico y pronóstico de la

misma, observando una diferente gravedad de las afecciones viscerales según el anticuerpo

presentado. Propone, por tanto, una clasificación de la enfermedad en al menos 7 grupos

diferentes en función del perfil inmunológico, repartidos en 2 grandes subtipos cutáneos.

De esta forma el subtipo ES limitada se subclasificaría en 4 grupos inmunológicos según la

positividad de los siguientes autoanticuerpos: ACA, Th/To, Pm/Scl y U1-RNP, y el subtipo ES

difusa en 3 subgrupos por los anticuerpos ATA-I, RNAp o U3-RNP.

Más recientemente, el Profesor Medsger 47 también recomienda la utilización de los anti-

cuerpos para subclasificar los pacientes de los 2 grandes subtipos cutáneos (Tabla 5).

Parece evidente que la combinación del subtipo cutáneo y el perfil inmunológico

aporta mayor especificidad en la predicción del desarrollo de las diferentes afecciones

13

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

orgánicas y de su gravedad. Sin embargo, la utilización de esta clasificación está limi-

tada por la dificultad de determinar todos los diferentes autoanticuerpos específicos de

la ES, cuya técnica no está disponible en todos los centros.

Antígeno Patrón IFI ANA

Frecuencia aproximada

Subtipo clínico Afección orgánica

ATA-I Moteado 10-40% ES difusa EPI

RNAp Moteado fino Nucleolar

4-25% ES difusa- CRE

- Esclerosis cutánea

U3 RNP Nucleolar 1-5% ES difusa

- Cardiomiopatía

- Miopatía

- HAP

Pm-Scl Nucleolar 3-6% Overlap Miopatía

U1 RNP Moteado 5-35% Overlap Miopatía

ACA Centromérico 15-40% ES limitada

- HAP,

- Afección esofágica

- Protector EPI

Th/To Nucleolar 1-7% ES limitada

- HAP

- EPI

- Afección intestinal

Tabla 5: Asociaciones clínico serológicas en ES

Nuevos criterios de clasificación de Esclerosis sistémica de la ACR/EULAR 2013:

La última propuesta de clasificación de la ES ha surgido recientemente mediante la valo-

ración de manera conjunta de una serie de ítems por parte de la ACR y el EuropeanLeague

AgainstRheumatism (EULAR), con el objetivo de incluir a todos los pacientes que realmente

tienen ES, y poder reconocerlos precozmente. Estos criterios han sido testados en diferentes

cohortes de enfermos con ES, otras enfermedades sistémicas autoinmunes y síndromes

esclerodermiformes, observándose una sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de

la enfermedad del 91% y 92% respectivamente 48.

Estos criterios superan la mayor parte de limitaciones de los establecidos en 1980 en relación a

sensibilidad y especificidad, consiguiendo el práctico solapamiento entre los criterios de clasifi-

cación y diagnósticos. Sin embargo, no distinguen entre los diferentes subtipos de la enfermedad

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14

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

y únicamente determinan la presencia de ES, por lo que para los subtipos clínicos se tendrá que

utilizar la clasificación en subtipos cutáneos: ES limitada, ES difusa y ES sineES para la enfer-

medad definida, y preesclerodermia y esclerodermia inicial o precoz, para las fases iniciales.

Los criterios de clasificación de la ACR/EULAR 2013 están recogidos en la Tabla 6.

Ítem Subítem Puntuación

Endurecimiento cutáneo de dedos de ambas manos que se extiende a región proximal de articulaciones metacarpofalángicas

9

Endurecimiento de la piel de los dedos Dedos edematosos 2

Esclerodactilia 4

Lesiones en pulpejos Úlceras digitales 2

Cicatrices puntiformes en pulpejos 3

Telangiectasia 2

Alteraciones en la capilaroscopia periungueal 2

Hipertensión arterial pulmonar y/o Enfermedad pulmonar intersticial

2

Autoanticuerpos específicos ACA 3

ATA-I

RNAp

Tabla 6: Criterios ACR/EULAR para la clasificación de la ES de 2013

Pacientes con una puntuación igual o mayor a 9 se pueden catalogar como pacientes con ES definida

1.1.4. Manifestaciones clínicas

La ES es una enfermedad sistémica muy heterogénea que puede afectar a múltiples loca-

lizaciones y con diferente gravedad.

Mientras la clínica cutánea es la más característica y representativa de la enfermedad,

es la afección orgánica la que condiciona la mortalidad y mayor morbilidad y, por tanto, el

pronóstico. Según el tipo de manifestaciones orgánicas y su gravedad, la ES puede ir desde

una enfermedad con evolución lenta y relativamente indolente, a presentar un deterioro

rápidamente progresivo que conlleva un pronóstico infausto.

15

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Las características clínicas más relevantes se detallan a continuación:

Afección cutánea

La afección cutánea es la manifestación más característica de la enfermedad y es clave

para la clasificación de los pacientes con ES.

Se manifiesta como una induración de la piel que presenta tres fases clínicas evolutivas:

una primera fase edematosa, que se sigue de una segunda en forma de endurecimiento

cutáneo y, finalmente, una última fase de atrofia cutánea 49.

El grado de extensión de afección cutánea varía según el subtipo de ES y puede cambiar en

un mismo paciente a lo largo de la enfermedad.

El único método validado del que disponemos para cuantificar el grado de afección cutánea es el

índice de Rodnan (modified Rodnan skin score-mRSS), en el que se utiliza una escala del 0 al 3 (según

sea piel normal hasta induración extrema) que se aplica en 17 áreas anatómicas diferentes 50.

El grado de afección cutánea se relaciona con la presencia de mayor afección orgánica,

lo que explica que la ES difusa tenga peor pronóstico que la ES limitada 51. Así, el mRSS

presenta un valor pronóstico dentro de la enfermedad 52.

Característicamente, cuando la fibrosis cutánea afecta a la cara puede producir disminu-

ción de las arrugas y una limitación de la apertura bucal (microstomía) por endurecimiento

de la piel y mucosa peribucal. A nivel de los dedos se produce la esclerodactilia pudiendo

ocasionar tanto a nivel de manos sobre todo, y de pies, contracturas en flexión de las arti-

culaciones con gran limitación funcional secundaria.

Dentro de las manifestaciones cutáneas se encuentran las telangiectasias y la calcinosis,

que no son infrecuentes en pacientes con ES.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

y únicamente determinan la presencia de ES, por lo que para los subtipos clínicos se tendrá que

utilizar la clasificación en subtipos cutáneos: ES limitada, ES difusa y ES sineES para la enfer-

medad definida, y preesclerodermia y esclerodermia inicial o precoz, para las fases iniciales.

Los criterios de clasificación de la ACR/EULAR 2013 están recogidos en la Tabla 6.

Ítem Subítem Puntuación

Endurecimiento cutáneo de dedos de ambas manos que se extiende a región proximal de articulaciones metacarpofalángicas

9

Endurecimiento de la piel de los dedos Dedos edematosos 2

Esclerodactilia 4

Lesiones en pulpejos Úlceras digitales 2

Cicatrices puntiformes en pulpejos 3

Telangiectasia 2

Alteraciones en la capilaroscopia periungueal 2

Hipertensión arterial pulmonar y/o Enfermedad pulmonar intersticial

2

Autoanticuerpos específicos ACA 3

ATA-I

RNAp

Tabla 6: Criterios ACR/EULAR para la clasificación de la ES de 2013

Pacientes con una puntuación igual o mayor a 9 se pueden catalogar como pacientes con ES definida

1.1.4. Manifestaciones clínicas

La ES es una enfermedad sistémica muy heterogénea que puede afectar a múltiples loca-

lizaciones y con diferente gravedad.

Mientras la clínica cutánea es la más característica y representativa de la enfermedad,

es la afección orgánica la que condiciona la mortalidad y mayor morbilidad y, por tanto, el

pronóstico. Según el tipo de manifestaciones orgánicas y su gravedad, la ES puede ir desde

una enfermedad con evolución lenta y relativamente indolente, a presentar un deterioro

rápidamente progresivo que conlleva un pronóstico infausto.

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INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Las características clínicas más relevantes se detallan a continuación:

Afección cutánea

La afección cutánea es la manifestación más característica de la enfermedad y es clave

para la clasificación de los pacientes con ES.

Se manifiesta como una induración de la piel que presenta tres fases clínicas evolutivas:

una primera fase edematosa, que se sigue de una segunda en forma de endurecimiento

cutáneo y, finalmente, una última fase de atrofia cutánea 49.

El grado de extensión de afección cutánea varía según el subtipo de ES y puede cambiar en

un mismo paciente a lo largo de la enfermedad.

El único método validado del que disponemos para cuantificar el grado de afección cutánea es el

índice de Rodnan (modified Rodnan skin score-mRSS), en el que se utiliza una escala del 0 al 3 (según

sea piel normal hasta induración extrema) que se aplica en 17 áreas anatómicas diferentes 50.

El grado de afección cutánea se relaciona con la presencia de mayor afección orgánica,

lo que explica que la ES difusa tenga peor pronóstico que la ES limitada 51. Así, el mRSS

presenta un valor pronóstico dentro de la enfermedad 52.

Característicamente, cuando la fibrosis cutánea afecta a la cara puede producir disminu-

ción de las arrugas y una limitación de la apertura bucal (microstomía) por endurecimiento

de la piel y mucosa peribucal. A nivel de los dedos se produce la esclerodactilia pudiendo

ocasionar tanto a nivel de manos sobre todo, y de pies, contracturas en flexión de las arti-

culaciones con gran limitación funcional secundaria.

Dentro de las manifestaciones cutáneas se encuentran las telangiectasias y la calcinosis,

que no son infrecuentes en pacientes con ES.

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16

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Las primeras son dilataciones post-capilares de las vénulas o neo-vascularización 53,

que aparecen inicialmente en la cara y en las manos y se extienden en el transcurso de la

enfermedad a tronco y raramente a extremidades inferiores.

La calcificación se produce por precipitación de cristales de fosfato cálcico en piel y partes

blandas que afectan fundamentalmente a partes acras (dedos, antebrazos).

Fenómeno de Raynaud, úlceras digitales y vasculopatía digital

El FR es la manifestación clínica más frecuente de la ES, siendo además el primer síntoma

en más del 90% de enfermos 54.

Se define como episodios recurrentes de vasoespasmo en partes acras desencadenados

generalmente por un estímulo, que suele ser el frío.

Mientras en pacientes con ES limitada puede preceder en varios años a otras manifestaciones

de la enfermedad, en la ES difusa aparece normalmente a la vez que otras afecciones 55.

El FR no es sólo una alteración funcional. Traduce una alteración estructural de la microcir-

culación, con proliferación de la íntima, fibrosis y trombosis intraluminal.

Estas alteraciones de la pared vascular pueden producir hasta en casi un 50% de los pacientes

complicaciones vasculares 56; la más frecuente es la afección vascular digital en forma de

úlceras, localizadas predominantemente en el pulpejo de los dedos o en prominencias óseas,

seguidas de isquemia, necrosis digital e incluso infecciones de partes blandas y osteomielitis.

Afección gastrointestinal

La afección gastrointestinal se puede dar en cualquier parte del aparato digestivo alterando

las funciones de motilidad, digestión, absorción y excreción. El tracto digestivo superior es el

más frecuentemente afectado: entre un 70 y un 90% de los pacientes desarrollan alteración

17

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

esofágica 57,58, que no siempre es sintomática. Típicamente se manifiesta con una dismi-

nución de presión del esfínter esofágico inferior y una alteración de la motilidad de los 2/3

inferiores del esófago que traduce una pérdida de ondas peristálticas 59, lo que condiciona

reflujo gastroesofágico, disfagia, pirosis y síntomas respiratorios secundarios al reflujo.

El compromiso de otras áreas del tracto intestinal es mucho menos frecuente en la ES.

La afección del estómago se manifiesta característicamente como retraso del vaciamiento y,

en algunos pacientes en forma de ectasias vasculares del antro gástrico (GAVE), también

conocido como estómago “en sandía” 60. La GAVE se podría considerar como un componente

del espectro de alteraciones vasculares de la ES debido a las similitudes anatomopatoló-

gicas con los otros cambios vasculares de la enfermedad.

A nivel del intestino delgado la alteración de la motilidad favorece el sobrecrecimiento

bacteriano 61. Finalmente es relativamente frecuente la incontinencia fecal por sustitución

del esfínter anal interno por colágeno, que afecta al 38% de los pacientes 62.

Afección pulmonar

La afección pulmonar es la segunda en orden de frecuencia en la ES. Más de un 70% de los

pacientes la presentan 63, dividida en enfermedad pulmonar intersticial (EPI) e hipertensión

arterial pulmonar (HAP). Actualmente es la principal causa de mortalidad de la enfermedad 64.

◀ Hipertensión arterial pulmonar: Es la afección vascular más grave de la enfermedad

y se presenta en aproximadamente el 9% de los pacientes 65. Se manifiesta clínicamente

por disnea y en los estadios finales con signos de insuficiencia cardiaca derecha.

El diagnóstico de la HAP es exclusivamente hemodinámico. Se realiza mediante catete-

rismo cardiaco derecho, y se define como una presión arterial pulmonar media (PAPm)

en reposo ≥25mmHg asociada a una presión capilar pulmonar (PCP) ≤15mmHg y unas

resistencias vasculares pulmonares (RVP) > a 3 unidades Wood 66.

Histopatológicamente los cambios observados en la arteria pulmonar son similares a

los de la vasculopatía digital, con presencia de hiperplasia de la íntima, proliferación

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Las primeras son dilataciones post-capilares de las vénulas o neo-vascularización 53,

que aparecen inicialmente en la cara y en las manos y se extienden en el transcurso de la

enfermedad a tronco y raramente a extremidades inferiores.

La calcificación se produce por precipitación de cristales de fosfato cálcico en piel y partes

blandas que afectan fundamentalmente a partes acras (dedos, antebrazos).

Fenómeno de Raynaud, úlceras digitales y vasculopatía digital

El FR es la manifestación clínica más frecuente de la ES, siendo además el primer síntoma

en más del 90% de enfermos 54.

Se define como episodios recurrentes de vasoespasmo en partes acras desencadenados

generalmente por un estímulo, que suele ser el frío.

Mientras en pacientes con ES limitada puede preceder en varios años a otras manifestaciones

de la enfermedad, en la ES difusa aparece normalmente a la vez que otras afecciones 55.

El FR no es sólo una alteración funcional. Traduce una alteración estructural de la microcir-

culación, con proliferación de la íntima, fibrosis y trombosis intraluminal.

Estas alteraciones de la pared vascular pueden producir hasta en casi un 50% de los pacientes

complicaciones vasculares 56; la más frecuente es la afección vascular digital en forma de

úlceras, localizadas predominantemente en el pulpejo de los dedos o en prominencias óseas,

seguidas de isquemia, necrosis digital e incluso infecciones de partes blandas y osteomielitis.

Afección gastrointestinal

La afección gastrointestinal se puede dar en cualquier parte del aparato digestivo alterando

las funciones de motilidad, digestión, absorción y excreción. El tracto digestivo superior es el

más frecuentemente afectado: entre un 70 y un 90% de los pacientes desarrollan alteración

17

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

esofágica 57,58, que no siempre es sintomática. Típicamente se manifiesta con una dismi-

nución de presión del esfínter esofágico inferior y una alteración de la motilidad de los 2/3

inferiores del esófago que traduce una pérdida de ondas peristálticas 59, lo que condiciona

reflujo gastroesofágico, disfagia, pirosis y síntomas respiratorios secundarios al reflujo.

El compromiso de otras áreas del tracto intestinal es mucho menos frecuente en la ES.

La afección del estómago se manifiesta característicamente como retraso del vaciamiento y,

en algunos pacientes en forma de ectasias vasculares del antro gástrico (GAVE), también

conocido como estómago “en sandía” 60. La GAVE se podría considerar como un componente

del espectro de alteraciones vasculares de la ES debido a las similitudes anatomopatoló-

gicas con los otros cambios vasculares de la enfermedad.

A nivel del intestino delgado la alteración de la motilidad favorece el sobrecrecimiento

bacteriano 61. Finalmente es relativamente frecuente la incontinencia fecal por sustitución

del esfínter anal interno por colágeno, que afecta al 38% de los pacientes 62.

Afección pulmonar

La afección pulmonar es la segunda en orden de frecuencia en la ES. Más de un 70% de los

pacientes la presentan 63, dividida en enfermedad pulmonar intersticial (EPI) e hipertensión

arterial pulmonar (HAP). Actualmente es la principal causa de mortalidad de la enfermedad 64.

◀ Hipertensión arterial pulmonar: Es la afección vascular más grave de la enfermedad

y se presenta en aproximadamente el 9% de los pacientes 65. Se manifiesta clínicamente

por disnea y en los estadios finales con signos de insuficiencia cardiaca derecha.

El diagnóstico de la HAP es exclusivamente hemodinámico. Se realiza mediante catete-

rismo cardiaco derecho, y se define como una presión arterial pulmonar media (PAPm)

en reposo ≥25mmHg asociada a una presión capilar pulmonar (PCP) ≤15mmHg y unas

resistencias vasculares pulmonares (RVP) > a 3 unidades Wood 66.

Histopatológicamente los cambios observados en la arteria pulmonar son similares a

los de la vasculopatía digital, con presencia de hiperplasia de la íntima, proliferación

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18

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

de adventicia, fenómenos de trombosis in situ y diversos grados de inflamación y arte-

riopatía plexiforme 18.

Todos los pacientes con ES están en riesgo de desarrollar HAP a lo largo del transcurso

de la enfermedad, pero hay un subgrupo en los que este riesgo es mayor, que son los

que presentan: afección cutánea limitada de larga evolución, telangiectasias y ACA o

ANAs con patrón nucleolar por IFI y sin la presencia de ATA-I 67,68.

Además, existen otros factores asociados a mayor riesgo de HAP: valores despropor-

cionadamente bajos de capacidad de difusión de monóxido de carbono (DLCO) en las

pruebas de función respiratoria (PFR), ratio de la capacidad vital forzada (CVF) / porcen-

taje esperado de la DLCO >1.6 68,69, diferentes parámetros ecocardiográficos 68,70,

valores elevados del péptido natriurético cerebral (BNP) o su porción amino terminal

del pro-péptido natriurético cerebral (NT-proBNP) 71 e incluso la presencia de pérdida

de densidad capilar en la capilaroscopia 72.

El cribado precoz de la HAP se realiza mediante Ecocardiograma y PFR, y es de vital

importancia, ya que los pacientes diagnosticados en clases funcionales bajas de la

NYHA (I y II) tienen mejor pronóstico a largo plazo que los diagnosticados con clase

funcional más evolucionada (III y IV) 73.

◀ Enfermedad Pulmonar Intersticial: La EPI es la afección pulmonar más frecuente y

relevante de la enfermedad con una prevalencia aproximada del 60% clínica y 90% en

las autopsias realizadas 74. Se cree que se produce por una combinación de factores

inflamatorios y lesiones fibróticas.

La EPI actualmente es la principal causa de mortalidad de la ES 64. En un 45-55%

de los pacientes con ES y EPI se produce un deterioro en las PFR y, de estos, un 16%

desarrollará una EPI grave que se define como una CVF <55% 51.

Los principales factores pronósticos de desarrollar una EPI grave son: CVF o DLCO <70%

en las PFR, una extensión >20% de cambios de EPI en la Tomografía axial computeri-

zada de alta resolución pulmonar (TACAR) o el deterioro rápidamente progresivo de la

función pulmonar (definido como un descenso de 10% de CVF o 15% de la DLCO en

los 12 meses previos). Los pacientes que cumplan estas características serían tributa-

rios de recibir tratamiento específico 75. La presencia de ACA o la ausencia de lesiones

en TACAR en el momento del diagnóstico se han relacionado con un riesgo menor de

presentar EPI grave 76,77.

19

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Respecto al patrón histológico, el más prevalente es el de neumonía intersticial no

específica (NINE) que se presenta en el 76% de los casos, seguido por la neumopatía

intersticial usual (NIU) en el 11% de los pacientes 78.

Dado el gran impacto de la EPI en la ES, al igual que ocurre con la HAP, es fundamental

una detección precoz de la misma. Se recomienda realizar una TACAR pulmonar a

todos los pacientes con ES al diagnóstico de la enfermedad así como PFR completas

periódicas tanto para evaluar la gravedad de la EPI como para monitorizarla.

Afección renal

El riñón se puede afectar de varias formas dentro de la ES. La más característica y relevante

es la crisis renal esclerodérmica (CRE), que se define por los criterios de Traub 79, como la

presencia de hipertensión arterial grave de inicio brusco y/o insuficiencia renal oligoanúrica.

Son comunes la microangiopatía trombótica, la anemia y la insuficiencia cardiaca, y algunos

pacientes desarrollan encefalopatía hipertensiva y retinopatía 80.

En hasta un 10% de los casos la CRE cursa sin hipertensión (CRE normotensiva) y parece

asociarse al uso previo de antagonistas del calcio o inhibidores del enzima convertidor de

la angiotensina (IECA) 80,81.

Normalmente aparece en los primeros años de diagnóstico de la ES e incluso en algunos

casos es la clínica que lleva al diagnóstico de la enfermedad 82.

Su incidencia ha disminuido en los últimos años hasta ser actualmente en Europa de 5%.

Afecta a un 10% de pacientes con ES difusa y a un 2% con ES limitada 81.

Antes de la introducción de los IECA, la CRE era la primera causa de muerte y presentaba

una incidencia mucho mayor que la actual, de hasta un 20%. Actualmente justifica sólo el

4% de las muertes de los pacientes con ES 83.

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18

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

de adventicia, fenómenos de trombosis in situ y diversos grados de inflamación y arte-

riopatía plexiforme 18.

Todos los pacientes con ES están en riesgo de desarrollar HAP a lo largo del transcurso

de la enfermedad, pero hay un subgrupo en los que este riesgo es mayor, que son los

que presentan: afección cutánea limitada de larga evolución, telangiectasias y ACA o

ANAs con patrón nucleolar por IFI y sin la presencia de ATA-I 67,68.

Además, existen otros factores asociados a mayor riesgo de HAP: valores despropor-

cionadamente bajos de capacidad de difusión de monóxido de carbono (DLCO) en las

pruebas de función respiratoria (PFR), ratio de la capacidad vital forzada (CVF) / porcen-

taje esperado de la DLCO >1.6 68,69, diferentes parámetros ecocardiográficos 68,70,

valores elevados del péptido natriurético cerebral (BNP) o su porción amino terminal

del pro-péptido natriurético cerebral (NT-proBNP) 71 e incluso la presencia de pérdida

de densidad capilar en la capilaroscopia 72.

El cribado precoz de la HAP se realiza mediante Ecocardiograma y PFR, y es de vital

importancia, ya que los pacientes diagnosticados en clases funcionales bajas de la

NYHA (I y II) tienen mejor pronóstico a largo plazo que los diagnosticados con clase

funcional más evolucionada (III y IV) 73.

◀ Enfermedad Pulmonar Intersticial: La EPI es la afección pulmonar más frecuente y

relevante de la enfermedad con una prevalencia aproximada del 60% clínica y 90% en

las autopsias realizadas 74. Se cree que se produce por una combinación de factores

inflamatorios y lesiones fibróticas.

La EPI actualmente es la principal causa de mortalidad de la ES 64. En un 45-55%

de los pacientes con ES y EPI se produce un deterioro en las PFR y, de estos, un 16%

desarrollará una EPI grave que se define como una CVF <55% 51.

Los principales factores pronósticos de desarrollar una EPI grave son: CVF o DLCO <70%

en las PFR, una extensión >20% de cambios de EPI en la Tomografía axial computeri-

zada de alta resolución pulmonar (TACAR) o el deterioro rápidamente progresivo de la

función pulmonar (definido como un descenso de 10% de CVF o 15% de la DLCO en

los 12 meses previos). Los pacientes que cumplan estas características serían tributa-

rios de recibir tratamiento específico 75. La presencia de ACA o la ausencia de lesiones

en TACAR en el momento del diagnóstico se han relacionado con un riesgo menor de

presentar EPI grave 76,77.

19

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Respecto al patrón histológico, el más prevalente es el de neumonía intersticial no

específica (NINE) que se presenta en el 76% de los casos, seguido por la neumopatía

intersticial usual (NIU) en el 11% de los pacientes 78.

Dado el gran impacto de la EPI en la ES, al igual que ocurre con la HAP, es fundamental

una detección precoz de la misma. Se recomienda realizar una TACAR pulmonar a

todos los pacientes con ES al diagnóstico de la enfermedad así como PFR completas

periódicas tanto para evaluar la gravedad de la EPI como para monitorizarla.

Afección renal

El riñón se puede afectar de varias formas dentro de la ES. La más característica y relevante

es la crisis renal esclerodérmica (CRE), que se define por los criterios de Traub 79, como la

presencia de hipertensión arterial grave de inicio brusco y/o insuficiencia renal oligoanúrica.

Son comunes la microangiopatía trombótica, la anemia y la insuficiencia cardiaca, y algunos

pacientes desarrollan encefalopatía hipertensiva y retinopatía 80.

En hasta un 10% de los casos la CRE cursa sin hipertensión (CRE normotensiva) y parece

asociarse al uso previo de antagonistas del calcio o inhibidores del enzima convertidor de

la angiotensina (IECA) 80,81.

Normalmente aparece en los primeros años de diagnóstico de la ES e incluso en algunos

casos es la clínica que lleva al diagnóstico de la enfermedad 82.

Su incidencia ha disminuido en los últimos años hasta ser actualmente en Europa de 5%.

Afecta a un 10% de pacientes con ES difusa y a un 2% con ES limitada 81.

Antes de la introducción de los IECA, la CRE era la primera causa de muerte y presentaba

una incidencia mucho mayor que la actual, de hasta un 20%. Actualmente justifica sólo el

4% de las muertes de los pacientes con ES 83.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Los factores que aumentan el riesgo de sufrir CRE son: una duración de la enfermedad

menor de 4 años, ES difusa con afectación cutánea rápidamente progresiva, presencia de

anticuerpos RNAp, la exposición previa a dosis altas de corticoides, los roces tendinosos y

nuevos eventos cardiacos 81,84,85. Steen, además, demostró que la reducción del flujo renal

debido a sepsis, deshidratación y disfunción cardiaca es un potencial desencadenante de

CRE 80, y recientemente estudios genéticos han evidenciado que los antígenos de histo-

compatibilidad HLA-DRB1*0407 y *1304 son un factor de riesgo independiente para el

desarrollo de CRE 86.

Por otro lado, se ha considerado el uso profiláctico de IECAs para intentar prevenir la CRE,

teniendo en cuenta sus buenos resultados en el tratamiento de la misma 87. Sin embargo,

el hecho de que existan casos de CRE en pacientes con exposición previa a IECAs, unido a

la teoría de que el tratamiento con IECAs puede enmascarar la hipertensión arterial que

acontece en una CRE y, con ello, dificultar el diagnóstico, pone en serias dudas el beneficio

de su uso de forma preventiva 88. Además, no hay una explicación fisiopatológica racional

que lo apoye, ya que la mayor parte de pacientes con ES no presentan hiperreninemia antes

del desarrollo de una CRE 89.

De hecho, hay datos extraídos de estudios retrospectivos que sugieren que la exposición

previa a IECAs no sólo no reduce el riesgo de CRE, sino que se asocia con una peor evolución

y mayor riesgo de requerir diálisis permanente 90-92.

En un reciente estudio de ISRCS (Investigational Scleroderma Renal Crisis Survey) se encontró

que el uso de IECAs previo al debut de la CRE se relacionaba con un riesgo dos veces mayor

de mortalidad (2.42, 95% CI 1.0-5.75, p=0.046) 93.

Por tanto, se puede afirmar que, en el momento actual, el papel de los IECAs en la preven-

ción de la CRE no está resuelto.

21

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Las características histopatológicas de la CRE consisten en una vasculopatía obliterativa de

las arteriolas renales que provocan una isquemia del glomérulo.

Por otro lado, la afección renal subclínica afecta aproximadamente al 50% de pacientes

con ES y se puede asociar con otras manifestaciones vasculares 94. Esta afección subclínica

raramente progresa a una insuficiencia renal terminal, sin embargo se ha asociado en estu-

dios recientes con un peor pronóstico de otras complicaciones vasculares, como la HAP 81,95.

Afección cardiaca

La afección cardiaca primaria debida directamente a la ES es muy heterogénea. Puede afectar

al miocardio, pericardio, al sistema de conducción, endocardio y menos frecuentemente, a las

válvulas cardiacas 96. Hasta hace unos años se considerada que la ateroesclerosis y las lesiones

coronarias macrovasculares no estaban aumentadas en la ES, al contrario de lo que ocurría

en otras enfermedades sistémicas como el LES o la artritis reumatoide donde predomina más

la inflamación 97, pero recientemente se ha evidenciado un riesgo aumentado de enfermedad

coronaria en pacientes con ES respecto al de la población general 98.

Así, Man etalconcluyeron que la ES se asocia con un mayor riesgo de presentar infarto de

miocardio, infarto cerebral o patología vascular periférica 99. De la misma manera en una

amplia cohorte australiana se observó una prevalencia de enfermedad coronaria tres veces

mayor en los pacientes con ES que en la población general 100.

Sin embargo, al contrario que en otras enfermedades autoinmunes, los mecanismos poten-

ciales de una ateroesclerosis acelerada en el curso de la ES todavía no están claros. Se

necesitan más estudios para demostrar la posible contribución de la inflamación activa y el

daño vascular fibroproliferativo.

La prevalencia de la patología cardiaca en la ES es variable y difícil de determinar por la

diversidad de las manifestaciones clínicas y los diferentes métodos diagnósticos utilizados.

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20

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Los factores que aumentan el riesgo de sufrir CRE son: una duración de la enfermedad

menor de 4 años, ES difusa con afectación cutánea rápidamente progresiva, presencia de

anticuerpos RNAp, la exposición previa a dosis altas de corticoides, los roces tendinosos y

nuevos eventos cardiacos 81,84,85. Steen, además, demostró que la reducción del flujo renal

debido a sepsis, deshidratación y disfunción cardiaca es un potencial desencadenante de

CRE 80, y recientemente estudios genéticos han evidenciado que los antígenos de histo-

compatibilidad HLA-DRB1*0407 y *1304 son un factor de riesgo independiente para el

desarrollo de CRE 86.

Por otro lado, se ha considerado el uso profiláctico de IECAs para intentar prevenir la CRE,

teniendo en cuenta sus buenos resultados en el tratamiento de la misma 87. Sin embargo,

el hecho de que existan casos de CRE en pacientes con exposición previa a IECAs, unido a

la teoría de que el tratamiento con IECAs puede enmascarar la hipertensión arterial que

acontece en una CRE y, con ello, dificultar el diagnóstico, pone en serias dudas el beneficio

de su uso de forma preventiva 88. Además, no hay una explicación fisiopatológica racional

que lo apoye, ya que la mayor parte de pacientes con ES no presentan hiperreninemia antes

del desarrollo de una CRE 89.

De hecho, hay datos extraídos de estudios retrospectivos que sugieren que la exposición

previa a IECAs no sólo no reduce el riesgo de CRE, sino que se asocia con una peor evolución

y mayor riesgo de requerir diálisis permanente 90-92.

En un reciente estudio de ISRCS (Investigational Scleroderma Renal Crisis Survey) se encontró

que el uso de IECAs previo al debut de la CRE se relacionaba con un riesgo dos veces mayor

de mortalidad (2.42, 95% CI 1.0-5.75, p=0.046) 93.

Por tanto, se puede afirmar que, en el momento actual, el papel de los IECAs en la preven-

ción de la CRE no está resuelto.

21

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Las características histopatológicas de la CRE consisten en una vasculopatía obliterativa de

las arteriolas renales que provocan una isquemia del glomérulo.

Por otro lado, la afección renal subclínica afecta aproximadamente al 50% de pacientes

con ES y se puede asociar con otras manifestaciones vasculares 94. Esta afección subclínica

raramente progresa a una insuficiencia renal terminal, sin embargo se ha asociado en estu-

dios recientes con un peor pronóstico de otras complicaciones vasculares, como la HAP 81,95.

Afección cardiaca

La afección cardiaca primaria debida directamente a la ES es muy heterogénea. Puede afectar

al miocardio, pericardio, al sistema de conducción, endocardio y menos frecuentemente, a las

válvulas cardiacas 96. Hasta hace unos años se considerada que la ateroesclerosis y las lesiones

coronarias macrovasculares no estaban aumentadas en la ES, al contrario de lo que ocurría

en otras enfermedades sistémicas como el LES o la artritis reumatoide donde predomina más

la inflamación 97, pero recientemente se ha evidenciado un riesgo aumentado de enfermedad

coronaria en pacientes con ES respecto al de la población general 98.

Así, Man etalconcluyeron que la ES se asocia con un mayor riesgo de presentar infarto de

miocardio, infarto cerebral o patología vascular periférica 99. De la misma manera en una

amplia cohorte australiana se observó una prevalencia de enfermedad coronaria tres veces

mayor en los pacientes con ES que en la población general 100.

Sin embargo, al contrario que en otras enfermedades autoinmunes, los mecanismos poten-

ciales de una ateroesclerosis acelerada en el curso de la ES todavía no están claros. Se

necesitan más estudios para demostrar la posible contribución de la inflamación activa y el

daño vascular fibroproliferativo.

La prevalencia de la patología cardiaca en la ES es variable y difícil de determinar por la

diversidad de las manifestaciones clínicas y los diferentes métodos diagnósticos utilizados.

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22

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Actualmente, el uso de técnicas como el ecocardiograma, la tomografía cardiaca, la tomo-

grafía computarizada de emisión monofotónica (SPECT) miocárdica, la resonancia magné-

tica cardiaca, la tomografía por emisión de positrones (PET) o la ventriculografía nuclear,

que presentan una alta sensibilidad para su diagnóstico, permite una detección precoz tanto

de las patologías cardiacas estructurales como funcionales asociadas a la ES 101.

Con frecuencia, la afección cardiaca es silente y hay una clara disparidad entre su prevalencia

determinada por estudios clínicos y la encontrada tras resultados histológicos. Así, en algún estudio

se recoge una prevalencia clínica global del 10%, siendo ésta en la autopsia mayor del 50% 102.

Los hallazgos histopatológicos típicos incluyen un compromiso del miocardio con fibrosis en

placas sin afección de epicardio pero con presencia de hipertrofia de la capa íntima arte-

riolar de las arterias intramurales coronarias 103.

Cada vez hay mayor evidencia de que la afección miocárdica es debida a procesos isqué-

micos focales repetidos que llevan a fibrosis miocárdica con lesiones irreversibles, con una

alteración de la microcirculación y vasorreactividad alterada, con o sin anormalidades vascu-

lares estructurales. Esto lleva a una disfunción del ventrículo izquierdo sistólica o diastólica

y también del ventrículo derecho 104.

Recientemente se ha demostrado que el uso de vasodilatadores, incluyendo antagonistas

del calcio y IECAs, mejoran tanto la perfusión como la función, lo que apoya el papel del

daño de la microcirculación 97.

Cuando se manifiesta clínicamente, la patología cardiaca asociada a la ES supone un factor

pronóstico importante 97. En los últimos años, ante la mejoría del pronóstico de la CRE con

el uso de IECAs, la afección cardiaca y la pulmonar son las principales causas de muerte

asociadas a la enfermedad en los pacientes con ES 96.

23

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

En una cohorte de 953 pacientes con ES y subtipo cutáneo difusa se encontró una prevalencia

del 15% de afección cardiaca basada en hallazgos clínicos, ecocardiografía, electrocardiografía

o Holter. Además, se estudió la distribución de las muertes en estos pacientes en función del

tiempo transcurrido entre el debut de la enfermedad y el momento de la muerte, y se observó

que de las muertes asociadas a la ES un 20% eran debidas a patología cardiaca, con un claro

mayor impacto de esta afección en la mortalidad en los primeros 5 años 51.

La afección cardiaca se presenta tanto en la forma limitada como en la forma difusa de la

enfermedad, si bien su prevalencia es mayor en esta última. Se ha encontrado asociación

entre los anticuerpos ATA-I y RNAp, la presencia de miopatía o afección cutánea rápida-

mente progresiva y el desarrollo de afección cardiaca 105,106.

Afección osteoarticular

Las artralgias son muy frecuentes en la ES, al contrario que la artritis que se presenta con

un porcentaje de 16% 107. Se puede observar solapamiento con artritis reumatoide en el

1-5% de los pacientes con ES 108, que es más frecuente en pacientes con ES limitada.

La presencia de roces tendinosos es del 11% de los pacientes europeos con ES, asociándose

a mayor afección vascular digital, muscular, renal y una peor supervivencia 107. Además, el

20% de los enfermos presentan acroosteolisis o resorción ósea del penacho distal de las

falanges 109, hallazgo muy característico de la enfermedad.

Afección muscular

En la ES se pueden presentar 2 tipos de miopatías: la no inflamatoria descrita como debi-

lidad muscular unida a alteraciones de los enzimas musculares y patrón miógeno en EMG,

presente hasta en un 53% y la inflamatoria,menos frecuente, que afecta al 17% de pacientes

con ES que clínicamente es indistinguible a la presentada en entidades como la polimiositis o

dermatomiositis 110. Se asocia a presencia de anticuerpos anti Pm/Scl 111 o antiKu 112.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Actualmente, el uso de técnicas como el ecocardiograma, la tomografía cardiaca, la tomo-

grafía computarizada de emisión monofotónica (SPECT) miocárdica, la resonancia magné-

tica cardiaca, la tomografía por emisión de positrones (PET) o la ventriculografía nuclear,

que presentan una alta sensibilidad para su diagnóstico, permite una detección precoz tanto

de las patologías cardiacas estructurales como funcionales asociadas a la ES 101.

Con frecuencia, la afección cardiaca es silente y hay una clara disparidad entre su prevalencia

determinada por estudios clínicos y la encontrada tras resultados histológicos. Así, en algún estudio

se recoge una prevalencia clínica global del 10%, siendo ésta en la autopsia mayor del 50% 102.

Los hallazgos histopatológicos típicos incluyen un compromiso del miocardio con fibrosis en

placas sin afección de epicardio pero con presencia de hipertrofia de la capa íntima arte-

riolar de las arterias intramurales coronarias 103.

Cada vez hay mayor evidencia de que la afección miocárdica es debida a procesos isqué-

micos focales repetidos que llevan a fibrosis miocárdica con lesiones irreversibles, con una

alteración de la microcirculación y vasorreactividad alterada, con o sin anormalidades vascu-

lares estructurales. Esto lleva a una disfunción del ventrículo izquierdo sistólica o diastólica

y también del ventrículo derecho 104.

Recientemente se ha demostrado que el uso de vasodilatadores, incluyendo antagonistas

del calcio y IECAs, mejoran tanto la perfusión como la función, lo que apoya el papel del

daño de la microcirculación 97.

Cuando se manifiesta clínicamente, la patología cardiaca asociada a la ES supone un factor

pronóstico importante 97. En los últimos años, ante la mejoría del pronóstico de la CRE con

el uso de IECAs, la afección cardiaca y la pulmonar son las principales causas de muerte

asociadas a la enfermedad en los pacientes con ES 96.

23

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

En una cohorte de 953 pacientes con ES y subtipo cutáneo difusa se encontró una prevalencia

del 15% de afección cardiaca basada en hallazgos clínicos, ecocardiografía, electrocardiografía

o Holter. Además, se estudió la distribución de las muertes en estos pacientes en función del

tiempo transcurrido entre el debut de la enfermedad y el momento de la muerte, y se observó

que de las muertes asociadas a la ES un 20% eran debidas a patología cardiaca, con un claro

mayor impacto de esta afección en la mortalidad en los primeros 5 años 51.

La afección cardiaca se presenta tanto en la forma limitada como en la forma difusa de la

enfermedad, si bien su prevalencia es mayor en esta última. Se ha encontrado asociación

entre los anticuerpos ATA-I y RNAp, la presencia de miopatía o afección cutánea rápida-

mente progresiva y el desarrollo de afección cardiaca 105,106.

Afección osteoarticular

Las artralgias son muy frecuentes en la ES, al contrario que la artritis que se presenta con

un porcentaje de 16% 107. Se puede observar solapamiento con artritis reumatoide en el

1-5% de los pacientes con ES 108, que es más frecuente en pacientes con ES limitada.

La presencia de roces tendinosos es del 11% de los pacientes europeos con ES, asociándose

a mayor afección vascular digital, muscular, renal y una peor supervivencia 107. Además, el

20% de los enfermos presentan acroosteolisis o resorción ósea del penacho distal de las

falanges 109, hallazgo muy característico de la enfermedad.

Afección muscular

En la ES se pueden presentar 2 tipos de miopatías: la no inflamatoria descrita como debi-

lidad muscular unida a alteraciones de los enzimas musculares y patrón miógeno en EMG,

presente hasta en un 53% y la inflamatoria,menos frecuente, que afecta al 17% de pacientes

con ES que clínicamente es indistinguible a la presentada en entidades como la polimiositis o

dermatomiositis 110. Se asocia a presencia de anticuerpos anti Pm/Scl 111 o antiKu 112.

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24

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Los hallazgos histológicos de los pacientes con ES y miopatía inflamatoria son muy hete-

rogéneos e incluyen fenómenos de necrosis, fibrosis, anomalías vasculares e inflamación.

Otras manifestaciones clínicas

Otras manifestaciones menos frecuentes de la enfermedad son el síndrome seco asociado

o no al síndrome de Sjögren, la cirrosis biliar primaria, neuropatía periférica (neuralgia del

trigémino), atrapamiento nervioso (túnel carpiano), disfunción eréctil en los varones y afec-

tación tiroidea.

1.1.5. Pronóstico

La ES es una enfermedad muy heterogénea con un pronóstico muy variable. Presenta

una elevada mortalidad debida generalmente a las propias complicaciones orgánicas

específicas.

Hace unos años se publicaron las causas de muerte de la cohorte de pacientes con ES del

grupo EUSTAR 83 que incluía un total de 5860 pacientes. El 55% de todas las muertes regis-

tradas estaban directamente relacionadas con la ES y el 54.6% de los pacientes fallecidos

pertenecían al subtipo con ES difusa. Las principales causas de muerte eran la EPI (19%)

y la HAP (14%). Un 14% de las muertes se atribuyeron a afección cardíaca (la mayoría por

arritmias) y sólo un 4% fueron secundarias a CRE. Los porcentajes de las causas de muerte

no relacionadas con la ES fueron las siguientes: 13% infecciones, 13% neoplasias y 12%

causas cardiovasculares.

Resultados similares hemos observado posteriormente en el estudio realizado por el Grupo

español (RESCLE) 40 en el que un 55% de las muertes se debían a una causa directamente

relacionada con la ES, de las cuales la más frecuente fue la HAP aislada (16.6%), seguida de

la EPI (13%) y HAP relacionada con EPI en el 12.3%. La CRE fue una causa poco frecuente

de muerte (8.7%).

25

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

De las causas no relacionadas con la ES el cáncer suponía el 11.6%, seguido por la insufi-

ciencia cardiaca (no atribuida a la ES) en 8.7%.

También un metanálisis realizado recientemente que incluye los datos de 17 estudios,

estimó un 47.6% de muertes debidas a complicaciones directas de la ES, y, de éstas, un

73% eran por causa cardiopulmonar. Por otro lado, este estudio objetivó que las afecciones

gastrointestinal y renal grave se habían reducido en las últimas 2 décadas considerable-

mente, representando actualmente sólo un 18% de las muertes 113.

Estudios recientes evidencian una mejoría del pronóstico en los últimos años, probable-

mente debido a la detección precoz de algunas complicaciones orgánicas, con un mejor

manejo y tratamiento de las mismas, especialmente de la CRE 64.

En el metanálisis previamente citado, se analizó la supervivencia de la ES antes y después

de 1990, encontrando que a los 10 años del debut de la enfermedad, ésta era mayor en la

época actual que antes de 1990; sin embargo no se consiguió la significación estadística

que sí se encontró en la supervivencia a los 5 años de seguimiento de los pacientes. A raíz

de estos datos, el autor sugiere que los nuevos tratamientos utilizados para la patología

pulmonar parenquimatosa y vascular han mejorado la esperanza de vida, pero fracasan en

mantener su efecto de forma prolongada.

Ferri etal publicaron recientemente un interesante estudio donde revisaron la literatura médica

y encontraron que había un incremento considerable en la supervivencia de los enfermos con

ES en las últimas décadas a los 10 años, que pasaba del 54% en los pacientes reclutados

entre 1955 y 1985 al 83.5% en pacientes reclutados entre 1999 y 2011 114. Los autores, en su

cohorte de pacientes reclutados entre el 2000 y el 2011, objetivaron una supervivencia a los 10

años calculada desde la aparición del FR del 95%, similar a la de Simeón-Aznar etal (93%) 40.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Los hallazgos histológicos de los pacientes con ES y miopatía inflamatoria son muy hete-

rogéneos e incluyen fenómenos de necrosis, fibrosis, anomalías vasculares e inflamación.

Otras manifestaciones clínicas

Otras manifestaciones menos frecuentes de la enfermedad son el síndrome seco asociado

o no al síndrome de Sjögren, la cirrosis biliar primaria, neuropatía periférica (neuralgia del

trigémino), atrapamiento nervioso (túnel carpiano), disfunción eréctil en los varones y afec-

tación tiroidea.

1.1.5. Pronóstico

La ES es una enfermedad muy heterogénea con un pronóstico muy variable. Presenta

una elevada mortalidad debida generalmente a las propias complicaciones orgánicas

específicas.

Hace unos años se publicaron las causas de muerte de la cohorte de pacientes con ES del

grupo EUSTAR 83 que incluía un total de 5860 pacientes. El 55% de todas las muertes regis-

tradas estaban directamente relacionadas con la ES y el 54.6% de los pacientes fallecidos

pertenecían al subtipo con ES difusa. Las principales causas de muerte eran la EPI (19%)

y la HAP (14%). Un 14% de las muertes se atribuyeron a afección cardíaca (la mayoría por

arritmias) y sólo un 4% fueron secundarias a CRE. Los porcentajes de las causas de muerte

no relacionadas con la ES fueron las siguientes: 13% infecciones, 13% neoplasias y 12%

causas cardiovasculares.

Resultados similares hemos observado posteriormente en el estudio realizado por el Grupo

español (RESCLE) 40 en el que un 55% de las muertes se debían a una causa directamente

relacionada con la ES, de las cuales la más frecuente fue la HAP aislada (16.6%), seguida de

la EPI (13%) y HAP relacionada con EPI en el 12.3%. La CRE fue una causa poco frecuente

de muerte (8.7%).

25

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

De las causas no relacionadas con la ES el cáncer suponía el 11.6%, seguido por la insufi-

ciencia cardiaca (no atribuida a la ES) en 8.7%.

También un metanálisis realizado recientemente que incluye los datos de 17 estudios,

estimó un 47.6% de muertes debidas a complicaciones directas de la ES, y, de éstas, un

73% eran por causa cardiopulmonar. Por otro lado, este estudio objetivó que las afecciones

gastrointestinal y renal grave se habían reducido en las últimas 2 décadas considerable-

mente, representando actualmente sólo un 18% de las muertes 113.

Estudios recientes evidencian una mejoría del pronóstico en los últimos años, probable-

mente debido a la detección precoz de algunas complicaciones orgánicas, con un mejor

manejo y tratamiento de las mismas, especialmente de la CRE 64.

En el metanálisis previamente citado, se analizó la supervivencia de la ES antes y después

de 1990, encontrando que a los 10 años del debut de la enfermedad, ésta era mayor en la

época actual que antes de 1990; sin embargo no se consiguió la significación estadística

que sí se encontró en la supervivencia a los 5 años de seguimiento de los pacientes. A raíz

de estos datos, el autor sugiere que los nuevos tratamientos utilizados para la patología

pulmonar parenquimatosa y vascular han mejorado la esperanza de vida, pero fracasan en

mantener su efecto de forma prolongada.

Ferri etal publicaron recientemente un interesante estudio donde revisaron la literatura médica

y encontraron que había un incremento considerable en la supervivencia de los enfermos con

ES en las últimas décadas a los 10 años, que pasaba del 54% en los pacientes reclutados

entre 1955 y 1985 al 83.5% en pacientes reclutados entre 1999 y 2011 114. Los autores, en su

cohorte de pacientes reclutados entre el 2000 y el 2011, objetivaron una supervivencia a los 10

años calculada desde la aparición del FR del 95%, similar a la de Simeón-Aznar etal (93%) 40.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Nihtyanova et al nos muestran en otro trabajo reciente unas tasas de supervivencia en

una cohorte de enfermos en el Reino Unido del 94%, 81.7% y 69.2% a los 5, 10 y 15 años,

respectivamente para la ES limitada y del 85.5%, 71.6% y 55.1% para la ES difusa 115.

Respecto a los factores pronósticos de mortalidad de la ES, se han identificado los siguientes

en los estudios multivariables:

- Extensión cutánea: el subtipo cutáneo difuso, sobre todo con rápida progresión

cutánea;

- Afección orgánica: CVF <70%, HAP, CRE, derrame pleural, arritmia clínicamente signifi-

cativa en ECG ;

- Autoinmunidad: presencia de ATA-I y ausencia de ACA;

- Epidemiológicos: edad al diagnóstico >60 años, raza no caucásica, sexo masculino;

- Genéticos: presencia de alelos HLA-DRB*0802 y DQA1*0501;

- Serológicos: VSG >15, hemoglobina <12.5;

- Capilaroscópicos: patrón activo 116.

1.1.6. Tratamiento

En la actualidad, todavía no disponemos de un tratamiento curativo ni que pueda modificar

el curso de la ES, por lo que el abordaje de la enfermedad se basa en tratar las complica-

ciones orgánicas e intentar impedir la progresión de éstas, así como el tratamiento sinto-

mático de las diferentes manifestaciones clínicas.

En la siguiente tabla se recogen las recomendaciones terapéuticas de las complicaciones

más frecuentes de la ES, publicadas por el grupo EUSTAR en el 2009 117. Este grupo publi-

cará próximamente una actualización de las mismas.

27

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Número Recomendación Evidencia

I Vasculopatía Digital Grave

1. Un meta-análisis de antagonistas de los receptores de la endotelina y un meta-análisis de prostanoides indica que nifedipino e iloprost reducen la frecuencia y severidad de los ataques del FR-ES. Los antagonista del calcio dihidropiridínicos, usualmente el nifedipino oral, deben ser considerados para el tratamiento de primera línea del FR-ES y el Iloprost intravenoso u otro prostanoide intravenoso para el tratamiento del FR-ES severo.

A

2. Dos ECA indican que los prostanoides intravenosos (particularmente iloprost) son eficaces para curar las UD-ES. Los prostanoides intravenosos se deben de considerar para el tratamiento de UD activas en pacien-tes con ES.

A

3. Bosentan no ha confirmado su eficacia en el tratamiento de UD activas. Bosentan ha confirmado eficacia en dos ECA para prevenir las UD en ES, especialmente en pacientes con múltiples UD. Se puede considerar el uso de Bosentan en pacientes con UD múltiples después de fallo a antagonistas del calcio o terapia prostanoide

A

II Hipertensión arterial pulmonar

4. Dos ECA de alta calidad indican que bosentan mejora la capacidad de ejercicio, la CF y algunos parámetros hemodinámicos en la HAP. Bosentan debe ser fuertemente considerado para el tratamiento de la HAP-ES.

A/B

5. Dos ECA de alta calidad indican que sitaxsentan mejora la capacidad de ejercicio, la CF y algunos paráme-tros hemodinámicos en la HAP. Sitaxsentan puede ser considerado para tratar la HAP-ES

A/B

6. Un ECA de alta calidad indica que sildenafilo mejora la capacidad de ejercicio, CF y algunos parámetros hemodinámicos en HAP. Sildenafilo se puede considerar para tratar la HAP-ES.

A/B

7. Un ECA de alta calidad indica que epoprostenol intravenoso en infusión continua mejora la capacidad de ejercicio, CF y parámetros hemodinámicos en HAP . La retirada repentina del fármaco puede ser peligrosa para la vida. Epoprostenol debe ser considerado para el tratamiento de la HAP-ES grave

A

III Compromiso cutáneo

8. Dos ECA han mostrado que MTX mejora la afección cutánea en la ES inicial. Otros efectos beneficiosos en otros órganos no se han observado . MTX debe ser considerado para el tratamiento de las manifestaciones cutáneas de la ES inicial.

A

IV Enfermedad pulmonar intersticial

9. Tras el resultado de 2 ECA y a pesar de su conocida toxicidad, CFM debe ser considerada para el tratamien-to de la EPI-ES

A

V CRE

10. A pesar de la ausencia de ECA, los expertos consideran que los IECA tiene que usarse en el tratamiento de la CRE

C

11. Cuatro estudios retrospectivos sugieren que los esteroides están asociados con un riesgo elevado de CRE . Hay que controlar de manera estricta la presión arterial y la función renal en pacientes con corticoterapia

C

VI Compromiso gastrointestinal

12. A pesar de la ausencia de ECA específicos en la ES, el comité de expertos considera que los IBP deben usarse para la prevención de el RGE asociado a la ES, úlceras esofágicas y estenosis esofágicas

B

13. A pesar de la ausencia de ECA específicos, el comité de expertos considera que el uso de fármacos proqui-néticos debe usarse para el manejo de las alteraciones de la motilidad sintomáticas (disfagia, dispepsia, pseudo-obstrución, etc .) .

C

14. A pesar de la ausencia de ECA específicos, el comité de expertos cree que cuando la malabsorción está causada por el sobrecrecimiento bacteriano, el uso de antibióticos rotatorio puede ser útil

D

Tabla 7: Recomendaciones EULAR 2009 para el tratamiento de las complicaciones de la Esclerosis Sistémica.

ECA : ensayo clínico aleatorizado; CF: Clase funcional de la NYHA; MTX: metotrexato; CFM: ciclofosfamida;

IECA : inhibidores del enzima convertidor de la angiotensina; IBP: inhibidores de la bomba de protones;

RGE: reflujo gastroesofágico.

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26

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Nihtyanova et al nos muestran en otro trabajo reciente unas tasas de supervivencia en

una cohorte de enfermos en el Reino Unido del 94%, 81.7% y 69.2% a los 5, 10 y 15 años,

respectivamente para la ES limitada y del 85.5%, 71.6% y 55.1% para la ES difusa 115.

Respecto a los factores pronósticos de mortalidad de la ES, se han identificado los siguientes

en los estudios multivariables:

- Extensión cutánea: el subtipo cutáneo difuso, sobre todo con rápida progresión

cutánea;

- Afección orgánica: CVF <70%, HAP, CRE, derrame pleural, arritmia clínicamente signifi-

cativa en ECG ;

- Autoinmunidad: presencia de ATA-I y ausencia de ACA;

- Epidemiológicos: edad al diagnóstico >60 años, raza no caucásica, sexo masculino;

- Genéticos: presencia de alelos HLA-DRB*0802 y DQA1*0501;

- Serológicos: VSG >15, hemoglobina <12.5;

- Capilaroscópicos: patrón activo 116.

1.1.6. Tratamiento

En la actualidad, todavía no disponemos de un tratamiento curativo ni que pueda modificar

el curso de la ES, por lo que el abordaje de la enfermedad se basa en tratar las complica-

ciones orgánicas e intentar impedir la progresión de éstas, así como el tratamiento sinto-

mático de las diferentes manifestaciones clínicas.

En la siguiente tabla se recogen las recomendaciones terapéuticas de las complicaciones

más frecuentes de la ES, publicadas por el grupo EUSTAR en el 2009 117. Este grupo publi-

cará próximamente una actualización de las mismas.

27

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Número Recomendación Evidencia

I Vasculopatía Digital Grave

1. Un meta-análisis de antagonistas de los receptores de la endotelina y un meta-análisis de prostanoides indica que nifedipino e iloprost reducen la frecuencia y severidad de los ataques del FR-ES. Los antagonista del calcio dihidropiridínicos, usualmente el nifedipino oral, deben ser considerados para el tratamiento de primera línea del FR-ES y el Iloprost intravenoso u otro prostanoide intravenoso para el tratamiento del FR-ES severo.

A

2. Dos ECA indican que los prostanoides intravenosos (particularmente iloprost) son eficaces para curar las UD-ES. Los prostanoides intravenosos se deben de considerar para el tratamiento de UD activas en pacien-tes con ES.

A

3. Bosentan no ha confirmado su eficacia en el tratamiento de UD activas. Bosentan ha confirmado eficacia en dos ECA para prevenir las UD en ES, especialmente en pacientes con múltiples UD. Se puede considerar el uso de Bosentan en pacientes con UD múltiples después de fallo a antagonistas del calcio o terapia prostanoide

A

II Hipertensión arterial pulmonar

4. Dos ECA de alta calidad indican que bosentan mejora la capacidad de ejercicio, la CF y algunos parámetros hemodinámicos en la HAP. Bosentan debe ser fuertemente considerado para el tratamiento de la HAP-ES.

A/B

5. Dos ECA de alta calidad indican que sitaxsentan mejora la capacidad de ejercicio, la CF y algunos paráme-tros hemodinámicos en la HAP. Sitaxsentan puede ser considerado para tratar la HAP-ES

A/B

6. Un ECA de alta calidad indica que sildenafilo mejora la capacidad de ejercicio, CF y algunos parámetros hemodinámicos en HAP. Sildenafilo se puede considerar para tratar la HAP-ES.

A/B

7. Un ECA de alta calidad indica que epoprostenol intravenoso en infusión continua mejora la capacidad de ejercicio, CF y parámetros hemodinámicos en HAP . La retirada repentina del fármaco puede ser peligrosa para la vida. Epoprostenol debe ser considerado para el tratamiento de la HAP-ES grave

A

III Compromiso cutáneo

8. Dos ECA han mostrado que MTX mejora la afección cutánea en la ES inicial. Otros efectos beneficiosos en otros órganos no se han observado . MTX debe ser considerado para el tratamiento de las manifestaciones cutáneas de la ES inicial.

A

IV Enfermedad pulmonar intersticial

9. Tras el resultado de 2 ECA y a pesar de su conocida toxicidad, CFM debe ser considerada para el tratamien-to de la EPI-ES

A

V CRE

10. A pesar de la ausencia de ECA, los expertos consideran que los IECA tiene que usarse en el tratamiento de la CRE

C

11. Cuatro estudios retrospectivos sugieren que los esteroides están asociados con un riesgo elevado de CRE . Hay que controlar de manera estricta la presión arterial y la función renal en pacientes con corticoterapia

C

VI Compromiso gastrointestinal

12. A pesar de la ausencia de ECA específicos en la ES, el comité de expertos considera que los IBP deben usarse para la prevención de el RGE asociado a la ES, úlceras esofágicas y estenosis esofágicas

B

13. A pesar de la ausencia de ECA específicos, el comité de expertos considera que el uso de fármacos proqui-néticos debe usarse para el manejo de las alteraciones de la motilidad sintomáticas (disfagia, dispepsia, pseudo-obstrución, etc .) .

C

14. A pesar de la ausencia de ECA específicos, el comité de expertos cree que cuando la malabsorción está causada por el sobrecrecimiento bacteriano, el uso de antibióticos rotatorio puede ser útil

D

Tabla 7: Recomendaciones EULAR 2009 para el tratamiento de las complicaciones de la Esclerosis Sistémica.

ECA : ensayo clínico aleatorizado; CF: Clase funcional de la NYHA; MTX: metotrexato; CFM: ciclofosfamida;

IECA : inhibidores del enzima convertidor de la angiotensina; IBP: inhibidores de la bomba de protones;

RGE: reflujo gastroesofágico.

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28

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.2. LOS ANTICUERPOS Y LA ESCLERODERMIA

1.2.1. AspectosclínicosdelosanticuerposenlaEsclerodemia

Los anticuerpos antinucleares son la marca de las enfermedades autoinmunes y en la ES

están presentes es más del 95% de pacientes 46. Son biomarcadores atractivos de la enfer-

medad debido a su alta especificidad, la exclusividad mutua, su persistencia durante el

curso la enfermedad y, sobre todo, la relación de cada uno de ellos con perfiles clínicos

determinados 118.

Los ANA específicos de la ES normalmente son excluyentes entre sí, de tal manera que

es excepcional que en un paciente se detecten 2 ó más tipos. Así, en un estudio de 5423

pacientes, en sólo 28 (0.52%) coexistían el ATA-I y el ACA 119, los 2 anticuerpos más

frecuentes.

Están presentes normalmente al principio de la enfermedad y se mantienen durante todo el

curso de la misma, y, por otro lado, es muy infrecuente su presencia en otras enfermedades

autoinmunes y excepcional en patologías no inmunomediadas 118.

Los primeros autoanticuerpos relacionados con la ES fueron identificados en 1960 120,

y se asociaron con los 2 tipos de esclerodermia que se conocían. Los anticuerpos ATA-I se

relacionaron clínicamente con la ES difusa y los anticuerpos ACA, con la ES Limitada. En la

década de los 90, se identificaron nuevos anticuerpos específicos de esta enfermedad, que

se relacionaron con diferencias significativas en la frecuencia y la especificidad de la afec-

tación de los diferentes órganos 121,122.

Actualmente se conocen siete anticuerpos antinucleares específicos para la ES. Así, pacientes

con ES limitada presentan generalmente uno de los siguientes cuatro anticuerpos: ACA,

anti Th/To, Pm/Scl y U1-RNP; y los pacientes con ES difusa pueden presentar ATA-I, RNAp

y U3-RNP 46.

29

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Por tanto, los ACA y ATA-I son los ANAs clásicos de la ES, pero a éstos se unen los anti-

cuerpos antinucleolares (ANu) que aunque se detectan de forma menos frecuente, también

son altamente específicos de la enfermedad. Los ANu tienen un patrón nucleolar en la IFI

en las células Hep-2 y se dirigen contra diferentes proteínas nucleolares como la RNA poli-

merasa, pequeñas ribonucleoproteínas nucleolares (snRNP, Th/To) y contra componentes de

la fibrilarina (U3RNP). El anticuerpo anti Pm-Scl, marcador del síndrome de solapamiento

Escleromiositis, también presenta, en la mayor parte de casos, un patrón nucleolar en la IFI.

Dentro de los ANu, los más frecuentes son los RNAp, cuya importancia queda demostrada

por su reciente inclusión como criterio en la última clasificación de la enfermedad consen-

suada por expertos europeos y americanos.

El objetivo de los nuevos criterios de clasificación de la ACR/EULAR (38) era incluir a todos los

pacientes que realmente tienen ES y reconocerlos de manera precoz. En éstos, y por primera vez,

la detección de ACA, ATA-I o RNAp, constituye un ítem que conlleva una puntuación de 3 puntos 48.

1.2.2. ConsideracionesepidemiológicasygenéticasdelosanticuerposenlaES

Los hallazgos clínicos y la frecuencia de los subtipos cutáneos en la ES varía según la zona

geográfica y la etnia. Gran parte de esta variación puede ser explicada por la diferente

prevalencia de los anticuerpos específicos de la ES entre las distintas poblaciones.

Así, los ACA son los anticuerpos específicos más frecuentes en pacientes con ES de raza

caucasiana (30% aproximadamente), frente un 4% en afroamericanos o un 3% de pacientes

tailandeses 23,123. En enfermos afroamericanos la presencia de ATA-I, U3-RNP, U1RNP y

antiRo es mayor que en otras poblaciones caucasianas.

Los anticuerpos anti Pm-Scl se detectan en aproximadamente el 4% de pacientes de raza blanca

o afroamericanos, y en cambio no se han aislado en ningún paciente de cohortes japonesas 124.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.2. LOS ANTICUERPOS Y LA ESCLERODERMIA

1.2.1. AspectosclínicosdelosanticuerposenlaEsclerodemia

Los anticuerpos antinucleares son la marca de las enfermedades autoinmunes y en la ES

están presentes es más del 95% de pacientes 46. Son biomarcadores atractivos de la enfer-

medad debido a su alta especificidad, la exclusividad mutua, su persistencia durante el

curso la enfermedad y, sobre todo, la relación de cada uno de ellos con perfiles clínicos

determinados 118.

Los ANA específicos de la ES normalmente son excluyentes entre sí, de tal manera que

es excepcional que en un paciente se detecten 2 ó más tipos. Así, en un estudio de 5423

pacientes, en sólo 28 (0.52%) coexistían el ATA-I y el ACA 119, los 2 anticuerpos más

frecuentes.

Están presentes normalmente al principio de la enfermedad y se mantienen durante todo el

curso de la misma, y, por otro lado, es muy infrecuente su presencia en otras enfermedades

autoinmunes y excepcional en patologías no inmunomediadas 118.

Los primeros autoanticuerpos relacionados con la ES fueron identificados en 1960 120,

y se asociaron con los 2 tipos de esclerodermia que se conocían. Los anticuerpos ATA-I se

relacionaron clínicamente con la ES difusa y los anticuerpos ACA, con la ES Limitada. En la

década de los 90, se identificaron nuevos anticuerpos específicos de esta enfermedad, que

se relacionaron con diferencias significativas en la frecuencia y la especificidad de la afec-

tación de los diferentes órganos 121,122.

Actualmente se conocen siete anticuerpos antinucleares específicos para la ES. Así, pacientes

con ES limitada presentan generalmente uno de los siguientes cuatro anticuerpos: ACA,

anti Th/To, Pm/Scl y U1-RNP; y los pacientes con ES difusa pueden presentar ATA-I, RNAp

y U3-RNP 46.

29

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Por tanto, los ACA y ATA-I son los ANAs clásicos de la ES, pero a éstos se unen los anti-

cuerpos antinucleolares (ANu) que aunque se detectan de forma menos frecuente, también

son altamente específicos de la enfermedad. Los ANu tienen un patrón nucleolar en la IFI

en las células Hep-2 y se dirigen contra diferentes proteínas nucleolares como la RNA poli-

merasa, pequeñas ribonucleoproteínas nucleolares (snRNP, Th/To) y contra componentes de

la fibrilarina (U3RNP). El anticuerpo anti Pm-Scl, marcador del síndrome de solapamiento

Escleromiositis, también presenta, en la mayor parte de casos, un patrón nucleolar en la IFI.

Dentro de los ANu, los más frecuentes son los RNAp, cuya importancia queda demostrada

por su reciente inclusión como criterio en la última clasificación de la enfermedad consen-

suada por expertos europeos y americanos.

El objetivo de los nuevos criterios de clasificación de la ACR/EULAR (38) era incluir a todos los

pacientes que realmente tienen ES y reconocerlos de manera precoz. En éstos, y por primera vez,

la detección de ACA, ATA-I o RNAp, constituye un ítem que conlleva una puntuación de 3 puntos 48.

1.2.2. ConsideracionesepidemiológicasygenéticasdelosanticuerposenlaES

Los hallazgos clínicos y la frecuencia de los subtipos cutáneos en la ES varía según la zona

geográfica y la etnia. Gran parte de esta variación puede ser explicada por la diferente

prevalencia de los anticuerpos específicos de la ES entre las distintas poblaciones.

Así, los ACA son los anticuerpos específicos más frecuentes en pacientes con ES de raza

caucasiana (30% aproximadamente), frente un 4% en afroamericanos o un 3% de pacientes

tailandeses 23,123. En enfermos afroamericanos la presencia de ATA-I, U3-RNP, U1RNP y

antiRo es mayor que en otras poblaciones caucasianas.

Los anticuerpos anti Pm-Scl se detectan en aproximadamente el 4% de pacientes de raza blanca

o afroamericanos, y en cambio no se han aislado en ningún paciente de cohortes japonesas 124.

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30

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Incluso en Europa se encuentran diferencias en la prevalencia de anticuerpos específicos si

comparamos poblaciones de Reino Unido, Francia, Italia y Suecia. En una larga cohorte de

paciente suecos con ES, el anticuerpo más frecuentemente aislado fue el U1RNP, siendo

éste el doble de prevalente que el ATA-I (21.4 VS 9.4%) 125.

Sin embargo, tanto en Francia como en Italia hay una prevalencia mayor de ATA-I y el RNAp es

comparativamente menos frecuente que en las cohortes de EEUU y Reino Unido 111,126-128.

En Italia sólo un 8% presentan RNAp frente al 25-33% de otros países 127.

Como ya se comentó en apartados previos, todos estos datos apoyan la teoría de que los

factores genéticos juegan un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad, tanto

por la susceptibilidad a la misma como en la determinación de la expresividad clínica e inmu-

nológica. Además, son precisamente los autoanticuerpos los que más se han asociado a un

substrato genético determinado. Se ha demostrado una clara asociación de determinados

HLA clase II con la presencia de anticuerpos específicos, especialmente los ATA-I y ACA.

Más adelante en el texto se especificarán estas asociaciones cuando se comente cada

anticuerpo por separado.

Finalmente, la relación mujer/hombre en los enfermos con ES difiere en los diferentes estu-

dios, aunque en todos ellos hay un claro predominio del sexo femenino. También hay dife-

rencias por sexo en las especificidades serológicas: así, por ejemplo, ACA es particularmente

predominante en mujeres con ES (92-95% de pacientes ACA positivas son mujeres frente

al 83% de pacientes con ATA-I) 129. En contraste, los anticuerpos anti U3-RNP son más

frecuentes en hombres 130.

1.2.3. Anticuerposypatogénesis

Hay fuertes asociaciones entre anticuerpos específicos de la esclerodermia y distintos

subtipos fenotípicos de la misma, pero los mecanismos implicados todavía son inciertos.

31

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Las dianas frente a las que se dirigen estos anticuerpos son componentes específicos de la célula,

incluyendo proteínas ribonucleares, cinetocoros, topoisomerasa y enzimas RNA polimerasa 118.

Es posible que los anticuerpos específicos jueguen un papel patogénico directo en la propa-

gación y amplificación de reacciones autoinmunes y en la patología de la ES.

1.2.4. CaracterísticasdelosAnticuerposdelaEsclerodermia

1.2.4.1.ANAsespecíficosdeEsclerodermia

Los ANA son los anticuerpos más representativos de la ES. Existen al menos 7 específicos

en la enfermedad, de los que los anticuerpos ACA y ATA-I son los más frecuentes. A éstos

se unen los anticuerpos ANu, que son menos prevalentes y se caracterizan por producir

patrones nucleolares en las células de epitelioma humano tipo 2 (HEp-2). Los ANu se dirigen

contra diferentes proteínas nucleolares como la RNA polimerasa, pequeñas ribonucleopro-

teínas nucleolares (snRNP, Th/To), el antígeno localizado en el lugar de ensamblaje del ribo-

soma en el nucleolo (Pm-Scl) y componentes de la fibrilarina (U3RNP). De ellos, sin embargo,

los RNAp presentan con más frecuencia un patrón moteado en la IFI que el nucleolar 120.

El tipo de ANA, los autoantígenos diana, la frecuencia y las asociaciones clínicas se resumen

en la Tabla 8.

Otros ANA descritos en la ES, son el anti-U11/12 RNP y anti human upstream-binding factor

(Nor-90) 131,132. Los anti-U11/12 RNP, que no se pueden determinar en laboratorios habi-

tuales, se considera que identifican pacientes con una alta prevalencia de EPI 133.

1.2.4.2.ANAsasociadosaEsclerodermia

En un pequeño número de pacientes con ES se determinan autoanticuerpos que pueden

estar presentes en otras enfermedades del tejido conectivo. En estos casos suele haber una

superposición de la clínica propia de la ES con la de otras enfermedades sistémicas: son los

llamados "Síndromes overlap".

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Incluso en Europa se encuentran diferencias en la prevalencia de anticuerpos específicos si

comparamos poblaciones de Reino Unido, Francia, Italia y Suecia. En una larga cohorte de

paciente suecos con ES, el anticuerpo más frecuentemente aislado fue el U1RNP, siendo

éste el doble de prevalente que el ATA-I (21.4 VS 9.4%) 125.

Sin embargo, tanto en Francia como en Italia hay una prevalencia mayor de ATA-I y el RNAp es

comparativamente menos frecuente que en las cohortes de EEUU y Reino Unido 111,126-128.

En Italia sólo un 8% presentan RNAp frente al 25-33% de otros países 127.

Como ya se comentó en apartados previos, todos estos datos apoyan la teoría de que los

factores genéticos juegan un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad, tanto

por la susceptibilidad a la misma como en la determinación de la expresividad clínica e inmu-

nológica. Además, son precisamente los autoanticuerpos los que más se han asociado a un

substrato genético determinado. Se ha demostrado una clara asociación de determinados

HLA clase II con la presencia de anticuerpos específicos, especialmente los ATA-I y ACA.

Más adelante en el texto se especificarán estas asociaciones cuando se comente cada

anticuerpo por separado.

Finalmente, la relación mujer/hombre en los enfermos con ES difiere en los diferentes estu-

dios, aunque en todos ellos hay un claro predominio del sexo femenino. También hay dife-

rencias por sexo en las especificidades serológicas: así, por ejemplo, ACA es particularmente

predominante en mujeres con ES (92-95% de pacientes ACA positivas son mujeres frente

al 83% de pacientes con ATA-I) 129. En contraste, los anticuerpos anti U3-RNP son más

frecuentes en hombres 130.

1.2.3. Anticuerposypatogénesis

Hay fuertes asociaciones entre anticuerpos específicos de la esclerodermia y distintos

subtipos fenotípicos de la misma, pero los mecanismos implicados todavía son inciertos.

31

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Las dianas frente a las que se dirigen estos anticuerpos son componentes específicos de la célula,

incluyendo proteínas ribonucleares, cinetocoros, topoisomerasa y enzimas RNA polimerasa 118.

Es posible que los anticuerpos específicos jueguen un papel patogénico directo en la propa-

gación y amplificación de reacciones autoinmunes y en la patología de la ES.

1.2.4. CaracterísticasdelosAnticuerposdelaEsclerodermia

1.2.4.1.ANAsespecíficosdeEsclerodermia

Los ANA son los anticuerpos más representativos de la ES. Existen al menos 7 específicos

en la enfermedad, de los que los anticuerpos ACA y ATA-I son los más frecuentes. A éstos

se unen los anticuerpos ANu, que son menos prevalentes y se caracterizan por producir

patrones nucleolares en las células de epitelioma humano tipo 2 (HEp-2). Los ANu se dirigen

contra diferentes proteínas nucleolares como la RNA polimerasa, pequeñas ribonucleopro-

teínas nucleolares (snRNP, Th/To), el antígeno localizado en el lugar de ensamblaje del ribo-

soma en el nucleolo (Pm-Scl) y componentes de la fibrilarina (U3RNP). De ellos, sin embargo,

los RNAp presentan con más frecuencia un patrón moteado en la IFI que el nucleolar 120.

El tipo de ANA, los autoantígenos diana, la frecuencia y las asociaciones clínicas se resumen

en la Tabla 8.

Otros ANA descritos en la ES, son el anti-U11/12 RNP y anti human upstream-binding factor

(Nor-90) 131,132. Los anti-U11/12 RNP, que no se pueden determinar en laboratorios habi-

tuales, se considera que identifican pacientes con una alta prevalencia de EPI 133.

1.2.4.2.ANAsasociadosaEsclerodermia

En un pequeño número de pacientes con ES se determinan autoanticuerpos que pueden

estar presentes en otras enfermedades del tejido conectivo. En estos casos suele haber una

superposición de la clínica propia de la ES con la de otras enfermedades sistémicas: son los

llamados "Síndromes overlap".

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32

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Dentro de estos anticuerpos, los más característicos son: anti-PmScl, anti-U1RNP, anti-Ro

(SSA), anti-La (SSB) y anti-Ku.

Autoanticuerpo (AC)

Autoantígeno Diana

Frecuencia En ES

Principal técnica de detección

Principales asociaciones clínicas

AC específicos

ACA Proteínas CENP (A, B y C) 30%IFI, ELISA para CENP-B, IB

ES limitada, isquemia digital (CENP-C), mujer

ATA-I Topoisomerasa 20% ID, ELISA, IB, IP EPI

RNAp RNA pol III (+/- I y II) 10% IFI, IP CRE, ES difusa

Anti-U3RNP Fibrilarina 34kDa 5% IFI, IPHAP, afro-americanos, musculo-esquelética

Anti Th/To RNAsa MRP/RNAsa P 5% IFI, IP ES limitada, EPI

AC asociados a ES

Anti PmSclComponentes del exoso-ma humano Pm-Scl 100, Pm-Scl 70.

5% IFI, ID, IB, IPSolapamiento con miositis

AntiRo/AntiLa 5% ID, IB, IP Sd.Sjögren secundario

Anti-U1RNP Proteínas espliceosoma (70K, A y C)

5% IFI, ID, IPDedos en salchicha, solapamiento con EMTC

Anti-Ku Subunidades 70Kda y 80Kda

<5% IPSolapamiento con LES, miosistis

AntiJo/otras antisintetasas Histidil y otras Sintetasas tRNA

<5% ID, IB, IPSolapamiento con miositis

Antifosfolípido Cardiolipina, β2GP1 Variable ELISAIsquemia digital, daño endotelial

AMA Piruvato deshidrogenasa <5 IFI, ELISA, IBSolapamiento con Cirrosis Biliar Primaria

Tabla 8: Principales autoanticuerpos asociados con ES

ACA : anticuerpos anticentrómero; ATA-I: Anticuerpos anti-Topoisomerasa; IFI: inmunofluorescencia

indirecta; IB: Inmunoblott; ID: difusión en gel Ouchterlony; IP: Inmunoprecipitaciónde proteínas o RNA;

ES limitada: subtipo cutáneo limitada; ES difusa: subtipo cutáneo difusa; EPI: Enfermedad pulmonar

intersticial; CRE: Crisis renal esclerodérmica; HAP: Hipertensión arterial pulmonar.

1.2.4.3. Otros anticuerpos

Recientemente se han descrito anticuerpos contra antígenos no nucleares, incluyendo

anticuerpos contra antígenos de la superficie celular (Tabla 9). Los anticuerpos contra el

PDGFR (receptor del factor de crecimiento derivado de plaquetas), por ejemplo, parece que

33

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

estimulan una cascada inflamatoria específica, activando fibroblastos y los anticuerpos

contra metaloproteinasas de la matriz extracelular pueden producir una desregulación del

recambio de la propia matriz extracelular. Sin embargo, la especificidad de estos anticuerpos

no queda clara. Se ha detectado un mismo tipo de anticuerpos con actividad agonista PDGF

en el suero de pacientes con afección esclerodermiforme secundaria a la enfermedad injerto

contra huésped. Además se ha descrito un efecto beneficioso de inhibidores de la señal

PDGFR en casos resistentes de síndrome esclerodermiforme por enfermedad injerto contra

huésped 33,134.

Nuevos anticuerpos Papel

Anti célula endothelial Induce la apoptosis de las células endoteliales

Anti-Fibrillin 1 (Anti–FBN 1) Activa los fibroblastos humanos

Anti–Metaloproteinasa de matriz 1 and 3 (Anti-MMP) Previene la degradación de proteínas ECM

Anti-PDGFR Estimula los fibroblastos humanos normales a través de Ha-Ras-ERK1/2-ROS

Anti–Nag-2 Induce la apoptosis de las células endoteliales

Tabla 9: Nuevos autoanticuerpos

Balada etal no evidenciaron relación entre la presencia de anticuerpos anti-PDGFR-alfa

en la ES con características clínicas y serológicas, y encontraron que también se podían

detectar encontroles 33. Otros grupos obtuvieron posteriormente resultados similares:

Loizos etal encontraron autoanticuerpos anti-PDGFR en el mismo porcentaje de pacientes

con ES que de controles (en un tercio de sueros) 135. Classen etal no consiguieron evidenciar

anticuerpos anti-PDGFR en pacientes con ES y sugirieron que los ligandos y receptores de

PDGF, que sí que están ampliamente expresados en lesiones esclerodérmicas, pueden jugar

un papel en la enfermedad independientemente de la presencia de anticuerpos 136.

Por tanto, el potencial patogénico de estos anticuerpos y el papel de los mismos tiene que

establecerse todavía.

Page 44: ADVERTIMENT. Lʼaccés als continguts dʼaquesta tesi queda ... · A mis amigos fuera de las fronteras hospitalarias: La Gesta, a los Lomos, los portonoveses, los catalano-mallorquines

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Dentro de estos anticuerpos, los más característicos son: anti-PmScl, anti-U1RNP, anti-Ro

(SSA), anti-La (SSB) y anti-Ku.

Autoanticuerpo (AC)

Autoantígeno Diana

Frecuencia En ES

Principal técnica de detección

Principales asociaciones clínicas

AC específicos

ACA Proteínas CENP (A, B y C) 30%IFI, ELISA para CENP-B, IB

ES limitada, isquemia digital (CENP-C), mujer

ATA-I Topoisomerasa 20% ID, ELISA, IB, IP EPI

RNAp RNA pol III (+/- I y II) 10% IFI, IP CRE, ES difusa

Anti-U3RNP Fibrilarina 34kDa 5% IFI, IPHAP, afro-americanos, musculo-esquelética

Anti Th/To RNAsa MRP/RNAsa P 5% IFI, IP ES limitada, EPI

AC asociados a ES

Anti PmSclComponentes del exoso-ma humano Pm-Scl 100, Pm-Scl 70.

5% IFI, ID, IB, IPSolapamiento con miositis

AntiRo/AntiLa 5% ID, IB, IP Sd.Sjögren secundario

Anti-U1RNP Proteínas espliceosoma (70K, A y C)

5% IFI, ID, IPDedos en salchicha, solapamiento con EMTC

Anti-Ku Subunidades 70Kda y 80Kda

<5% IPSolapamiento con LES, miosistis

AntiJo/otras antisintetasas Histidil y otras Sintetasas tRNA

<5% ID, IB, IPSolapamiento con miositis

Antifosfolípido Cardiolipina, β2GP1 Variable ELISAIsquemia digital, daño endotelial

AMA Piruvato deshidrogenasa <5 IFI, ELISA, IBSolapamiento con Cirrosis Biliar Primaria

Tabla 8: Principales autoanticuerpos asociados con ES

ACA : anticuerpos anticentrómero; ATA-I: Anticuerpos anti-Topoisomerasa; IFI: inmunofluorescencia

indirecta; IB: Inmunoblott; ID: difusión en gel Ouchterlony; IP: Inmunoprecipitaciónde proteínas o RNA;

ES limitada: subtipo cutáneo limitada; ES difusa: subtipo cutáneo difusa; EPI: Enfermedad pulmonar

intersticial; CRE: Crisis renal esclerodérmica; HAP: Hipertensión arterial pulmonar.

1.2.4.3. Otros anticuerpos

Recientemente se han descrito anticuerpos contra antígenos no nucleares, incluyendo

anticuerpos contra antígenos de la superficie celular (Tabla 9). Los anticuerpos contra el

PDGFR (receptor del factor de crecimiento derivado de plaquetas), por ejemplo, parece que

33

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

estimulan una cascada inflamatoria específica, activando fibroblastos y los anticuerpos

contra metaloproteinasas de la matriz extracelular pueden producir una desregulación del

recambio de la propia matriz extracelular. Sin embargo, la especificidad de estos anticuerpos

no queda clara. Se ha detectado un mismo tipo de anticuerpos con actividad agonista PDGF

en el suero de pacientes con afección esclerodermiforme secundaria a la enfermedad injerto

contra huésped. Además se ha descrito un efecto beneficioso de inhibidores de la señal

PDGFR en casos resistentes de síndrome esclerodermiforme por enfermedad injerto contra

huésped 33,134.

Nuevos anticuerpos Papel

Anti célula endothelial Induce la apoptosis de las células endoteliales

Anti-Fibrillin 1 (Anti–FBN 1) Activa los fibroblastos humanos

Anti–Metaloproteinasa de matriz 1 and 3 (Anti-MMP) Previene la degradación de proteínas ECM

Anti-PDGFR Estimula los fibroblastos humanos normales a través de Ha-Ras-ERK1/2-ROS

Anti–Nag-2 Induce la apoptosis de las células endoteliales

Tabla 9: Nuevos autoanticuerpos

Balada etal no evidenciaron relación entre la presencia de anticuerpos anti-PDGFR-alfa

en la ES con características clínicas y serológicas, y encontraron que también se podían

detectar encontroles 33. Otros grupos obtuvieron posteriormente resultados similares:

Loizos etal encontraron autoanticuerpos anti-PDGFR en el mismo porcentaje de pacientes

con ES que de controles (en un tercio de sueros) 135. Classen etal no consiguieron evidenciar

anticuerpos anti-PDGFR en pacientes con ES y sugirieron que los ligandos y receptores de

PDGF, que sí que están ampliamente expresados en lesiones esclerodérmicas, pueden jugar

un papel en la enfermedad independientemente de la presencia de anticuerpos 136.

Por tanto, el potencial patogénico de estos anticuerpos y el papel de los mismos tiene que

establecerse todavía.

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34

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Por otro lado, los anticuerpos anti-cardiolipina y anti-beta2 glicoproteína 1 que se asocian típica-

mente con el síndrome antifosfolípido, se aislan en el 19% de los pacientes con ES. Se relacionan

con isquemia digital severa, complicaciones macrovasculares, HAP y mortalidad 137.

1.2.5.MétodosdedeteccióndeAutoanticuerpos

El método más usado para el despistaje de la presencia de ANAs es la IFI (inmunofluo-

rescencia indirecta), que consiste en la detección de autoanticuerpos mediante la

utilización de un anticuerpo específico frente las inmunoglobulinas humanas conjugado

con un fluorocromo sobre un substrato celular 138. Es un método altamente sensible que

utiliza líneas celulares tumorales humanas, las células HEp-2 118, ya que sus grandes

núcleos permiten diferenciar un mayor número de patrones 138. En ocasiones se utilizan

otro tipo de substratos tisulares como son el hígado o riñón de ratón, pero son menos

sensibles y pueden no detectarse determinados anticuerpos como el patrón anticentro-

mérico 139.

Sin embargo, estos substratos pueden ser útiles para otros anticuerpos que a veces se

aislan en pacientes con ES como los anticuerpos antimitocondriales (AMA).

Los patrones de IFI reflejan la distribución topográfica de los antígenos, por lo que muchas

veces nos dan una valiosa información e incluso permiten identificar los autoanticuerpos. En

ocasiones, como es el caso del ACA, el propio patrón es suficientemente específico.

El patrón nucleolar es muy característico de la ES. Los ANu, sin embargo, aunque por

IFI pueden tener unas características determinadas (por ej. Anti-Pm-Scl, patrón homo-

géneo nucleolar o el anti-U3RNP patrón granular grueso nucleolar), requieren general-

mente otro tipo de técnicas adicionales para establecer completamente la identidad

del autoanticuerpo, como el ELISA (enzimoinmunoanálisis), la inmunodifusión o la inmu-

noprecipitación 139.

35

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Además la IFI no es un método de detección perfecto y para algunas especificidades como

el anti-Ro (SSA), que se expresa en pequeñas cantidades y se suele degradar durante el

procesamiento de las células Hep-2 138, los ANAs pueden ser negativos o a títulos bajos.

Las técnicas de difusión de gel como la inmunoelectroforesis o inmunodifusión doble

Ouchterlony tienen todavía validez para detectar antígenos extraíbles del núcleo (ENA).

Tradicionalmente anticuerpos como Ro (SSA), La (SSB), U1RNP, Sm, Jo-1, ATA-I y PmScl, se

identificaban de este modo. Sin embargo estas técnicas son muy prolongadas y relativa-

mente poco sensibles.

Actualmente se utilizan más las técnicas de enzimoinmunoanálisis (ELISA) que están

más automatizadas, son más baratas y permiten un despistaje más amplio de anticuerpos,

aunque presentan más resultados falsos positivos 139. La técnica ELISA da resultados semi-

cuantitativos. Es un método excelente para detectar anticuerpos como anti-RNA polimerasa

III, pero parece ser por ejemplo menos específico para ATA-I. Para otras especificidades

menos habituales como anti-Fibrilarina está en desarrollo y todavía necesita validación 140.

Los métodos de Inmunoblot pueden aportar ventajas para reconocer el autoantígeno más

específico. Los Lineblots son métodos derivados que contienen unos perfiles seleccionados

de autoantígenos bien purificados, bien recombinantes y son semi-cuantitativos.

En la actualidad se han comercializado técnicas de laboratorio (blot) basadas en la identifi-

cación de anticuerpos específicos. Entre las más utilizadas se cuenta la técnica comercial de

EUROLINE (EUROIMMUN®) o blot en papel que permite detectar 12 anticuerpos específicos de

ES en la misma tira reactiva, contra los siguientes antígenos: ATA-I, CENP A, CENP B, RNAP-III

(RP11), RNAPIII (RP155), Fibrillarin, NOR-90, Th/To, PM-Scl100, Pm-Scl75, Ku, PDGFR, Ro-52.

Finalmente, la inmunoprecipitación (IP) es el “gold standard” para detectar un amplio

abanico de autoanticuerpos específicos que son complicados de detectar por otras técnicas.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Por otro lado, los anticuerpos anti-cardiolipina y anti-beta2 glicoproteína 1 que se asocian típica-

mente con el síndrome antifosfolípido, se aislan en el 19% de los pacientes con ES. Se relacionan

con isquemia digital severa, complicaciones macrovasculares, HAP y mortalidad 137.

1.2.5.MétodosdedeteccióndeAutoanticuerpos

El método más usado para el despistaje de la presencia de ANAs es la IFI (inmunofluo-

rescencia indirecta), que consiste en la detección de autoanticuerpos mediante la

utilización de un anticuerpo específico frente las inmunoglobulinas humanas conjugado

con un fluorocromo sobre un substrato celular 138. Es un método altamente sensible que

utiliza líneas celulares tumorales humanas, las células HEp-2 118, ya que sus grandes

núcleos permiten diferenciar un mayor número de patrones 138. En ocasiones se utilizan

otro tipo de substratos tisulares como son el hígado o riñón de ratón, pero son menos

sensibles y pueden no detectarse determinados anticuerpos como el patrón anticentro-

mérico 139.

Sin embargo, estos substratos pueden ser útiles para otros anticuerpos que a veces se

aislan en pacientes con ES como los anticuerpos antimitocondriales (AMA).

Los patrones de IFI reflejan la distribución topográfica de los antígenos, por lo que muchas

veces nos dan una valiosa información e incluso permiten identificar los autoanticuerpos. En

ocasiones, como es el caso del ACA, el propio patrón es suficientemente específico.

El patrón nucleolar es muy característico de la ES. Los ANu, sin embargo, aunque por

IFI pueden tener unas características determinadas (por ej. Anti-Pm-Scl, patrón homo-

géneo nucleolar o el anti-U3RNP patrón granular grueso nucleolar), requieren general-

mente otro tipo de técnicas adicionales para establecer completamente la identidad

del autoanticuerpo, como el ELISA (enzimoinmunoanálisis), la inmunodifusión o la inmu-

noprecipitación 139.

35

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Además la IFI no es un método de detección perfecto y para algunas especificidades como

el anti-Ro (SSA), que se expresa en pequeñas cantidades y se suele degradar durante el

procesamiento de las células Hep-2 138, los ANAs pueden ser negativos o a títulos bajos.

Las técnicas de difusión de gel como la inmunoelectroforesis o inmunodifusión doble

Ouchterlony tienen todavía validez para detectar antígenos extraíbles del núcleo (ENA).

Tradicionalmente anticuerpos como Ro (SSA), La (SSB), U1RNP, Sm, Jo-1, ATA-I y PmScl, se

identificaban de este modo. Sin embargo estas técnicas son muy prolongadas y relativa-

mente poco sensibles.

Actualmente se utilizan más las técnicas de enzimoinmunoanálisis (ELISA) que están

más automatizadas, son más baratas y permiten un despistaje más amplio de anticuerpos,

aunque presentan más resultados falsos positivos 139. La técnica ELISA da resultados semi-

cuantitativos. Es un método excelente para detectar anticuerpos como anti-RNA polimerasa

III, pero parece ser por ejemplo menos específico para ATA-I. Para otras especificidades

menos habituales como anti-Fibrilarina está en desarrollo y todavía necesita validación 140.

Los métodos de Inmunoblot pueden aportar ventajas para reconocer el autoantígeno más

específico. Los Lineblots son métodos derivados que contienen unos perfiles seleccionados

de autoantígenos bien purificados, bien recombinantes y son semi-cuantitativos.

En la actualidad se han comercializado técnicas de laboratorio (blot) basadas en la identifi-

cación de anticuerpos específicos. Entre las más utilizadas se cuenta la técnica comercial de

EUROLINE (EUROIMMUN®) o blot en papel que permite detectar 12 anticuerpos específicos de

ES en la misma tira reactiva, contra los siguientes antígenos: ATA-I, CENP A, CENP B, RNAP-III

(RP11), RNAPIII (RP155), Fibrillarin, NOR-90, Th/To, PM-Scl100, Pm-Scl75, Ku, PDGFR, Ro-52.

Finalmente, la inmunoprecipitación (IP) es el “gold standard” para detectar un amplio

abanico de autoanticuerpos específicos que son complicados de detectar por otras técnicas.

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36

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Esta técnica está limitada a laboratorios especializados debido a la dificultad e intensidad de

la misma. Hasta hace unos años ciertos anticuerpos antinucleolares sólo se podían detectar

por este método, como son el antiTh/To, anti U3RNP o fibrilarina o el perfil completo de

RNAp. Además la IP puede detectar autoantígenos cuya especificidad es desconocida 139.

1.2.6. PerfilesclínicosdelosanticuerposespecíficosdelaES

1.2.6.1. Anticentrómero(ACA)

Los ACA fueron descritos por primera vez por Moroi etal en 1980 141 y su prevalencia en pacientes

con ES oscila entre 16-39%, por variaciones en función de las áreas geográficas y las etnias 142.

Son anticuerpos altamente específicos de la ES que se encuentran de forma excepcional en

sujetos sanos o con otras enfermedades del tejido conectivo. La detección de ACA, al igual que

la de ATA-I o RNAp, se ha incluido como ítem en los últimos criterios de clasificación de la enfer-

medad de 2013 de ACR/EULAR conllevando su presencia una puntuación de 3 puntos 48.

Identifican anticuerpos que se unen a proteínas centroméricas (CENP), localizadas en la parte

interna y externa del cinetocoro y que se unen al aparato mitótico durante la mitosis 138. Se han

descrito al menos 6, de los que el CENP-A y el CENP-B son los más frecuentes 143.

Tradicionalmente el método de detección de los ACA era la IFI; pero posteriormente se han

desarrollado otras técnicas como un sistema ELISA que usa el antígeno CENP-B, y que tiene

una buena sensibilidad y especificidad.

Se ha observado que el título de ACA medidos por ELISA permanece estable en el tiempo en

pacientes con ES y que no se asocia con la actividad de la enfermedad 144.

Como se ha descrito previamente, las especificidades serológicas se asocian con factores

genéticos y los ACA se relacionan con determinados antígenos HLA como son: DR1, DR4,

DR8, DR11 y DQ7 (DQB1*0301) 145.

37

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Los enfermos con ACA frecuentemente tienen el subtipo cutáneo limitado, afección vascular

periférica y calcinosis 146. Presentan un FR de larga evolución con desarrollo posterior de

distintas afecciones orgánicas.

Son frecuentes las telangiectasias en cara, lengua y dedos tras años de enfermedad y

pueden desarrollar calcinosis de predominio en antebrazos, pretibiales y dedos.

Aunque casi todos los pacientes ACA positivo presentan FR, el grado de isquemia depende

de las etnias: así, mientras la frecuencia de “pitting” o úlceras vasculares oscila entre 42

y 61% en pacientes caucasianos y afroamericanos 111, sólo un 11-17% de pacientes japo-

neses con ACA positiva las presentan 147.

La presencia de ACAs es un factor predictor del desarrollo de HAP, que ocurre en hasta

un 20%. Sin embargo es factor protector de EPI y de CRE 125. En la mayoría de los casos

hay afección gastrointestinal en forma de dismotilidad esofágica y, a largo plazo, pueden

presentar complicaciones esofágicas más graves, afección del intestino delgado con malab-

sorción y pseudoobstrucción e incluso hipomotilidad grave del colon.

1.2.6.2.AntitopoisomerasaIoScl70(ATA-I)

Los ATA-I fueron descritos por primera vez en pacientes con ES en 1979 148. Tienen una

prevalencia en la enfermedad que varía entre 9 y 39% 142, pudiendo llegar hasta el 70%

según la etnia 111,149.

Es excepcional detectarlos en suero de pacientes sanos o con otras enfermedades del tejido

conectivo diferentes a la ES, como ocurre con otros anticuerpos específicos de la ES.

Su presencia en suero, al igual que la de ACA o RNAp, constituye un ítem en los últimos

criterios de clasificación de la enfermedad 48.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Esta técnica está limitada a laboratorios especializados debido a la dificultad e intensidad de

la misma. Hasta hace unos años ciertos anticuerpos antinucleolares sólo se podían detectar

por este método, como son el antiTh/To, anti U3RNP o fibrilarina o el perfil completo de

RNAp. Además la IP puede detectar autoantígenos cuya especificidad es desconocida 139.

1.2.6. PerfilesclínicosdelosanticuerposespecíficosdelaES

1.2.6.1. Anticentrómero(ACA)

Los ACA fueron descritos por primera vez por Moroi etal en 1980 141 y su prevalencia en pacientes

con ES oscila entre 16-39%, por variaciones en función de las áreas geográficas y las etnias 142.

Son anticuerpos altamente específicos de la ES que se encuentran de forma excepcional en

sujetos sanos o con otras enfermedades del tejido conectivo. La detección de ACA, al igual que

la de ATA-I o RNAp, se ha incluido como ítem en los últimos criterios de clasificación de la enfer-

medad de 2013 de ACR/EULAR conllevando su presencia una puntuación de 3 puntos 48.

Identifican anticuerpos que se unen a proteínas centroméricas (CENP), localizadas en la parte

interna y externa del cinetocoro y que se unen al aparato mitótico durante la mitosis 138. Se han

descrito al menos 6, de los que el CENP-A y el CENP-B son los más frecuentes 143.

Tradicionalmente el método de detección de los ACA era la IFI; pero posteriormente se han

desarrollado otras técnicas como un sistema ELISA que usa el antígeno CENP-B, y que tiene

una buena sensibilidad y especificidad.

Se ha observado que el título de ACA medidos por ELISA permanece estable en el tiempo en

pacientes con ES y que no se asocia con la actividad de la enfermedad 144.

Como se ha descrito previamente, las especificidades serológicas se asocian con factores

genéticos y los ACA se relacionan con determinados antígenos HLA como son: DR1, DR4,

DR8, DR11 y DQ7 (DQB1*0301) 145.

37

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Los enfermos con ACA frecuentemente tienen el subtipo cutáneo limitado, afección vascular

periférica y calcinosis 146. Presentan un FR de larga evolución con desarrollo posterior de

distintas afecciones orgánicas.

Son frecuentes las telangiectasias en cara, lengua y dedos tras años de enfermedad y

pueden desarrollar calcinosis de predominio en antebrazos, pretibiales y dedos.

Aunque casi todos los pacientes ACA positivo presentan FR, el grado de isquemia depende

de las etnias: así, mientras la frecuencia de “pitting” o úlceras vasculares oscila entre 42

y 61% en pacientes caucasianos y afroamericanos 111, sólo un 11-17% de pacientes japo-

neses con ACA positiva las presentan 147.

La presencia de ACAs es un factor predictor del desarrollo de HAP, que ocurre en hasta

un 20%. Sin embargo es factor protector de EPI y de CRE 125. En la mayoría de los casos

hay afección gastrointestinal en forma de dismotilidad esofágica y, a largo plazo, pueden

presentar complicaciones esofágicas más graves, afección del intestino delgado con malab-

sorción y pseudoobstrucción e incluso hipomotilidad grave del colon.

1.2.6.2.AntitopoisomerasaIoScl70(ATA-I)

Los ATA-I fueron descritos por primera vez en pacientes con ES en 1979 148. Tienen una

prevalencia en la enfermedad que varía entre 9 y 39% 142, pudiendo llegar hasta el 70%

según la etnia 111,149.

Es excepcional detectarlos en suero de pacientes sanos o con otras enfermedades del tejido

conectivo diferentes a la ES, como ocurre con otros anticuerpos específicos de la ES.

Su presencia en suero, al igual que la de ACA o RNAp, constituye un ítem en los últimos

criterios de clasificación de la enfermedad 48.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Los anticuerpos ATA-I se dirigen contra una proteína asociada a la cromatina de 70-100kDa 148

y hay varios test comerciales disponibles para su detección; los más usados utilizan el

método ELISA y el inmunoblot con una alta especificidad y sensibilidad.

Se asocian con los antígenos HLA-DRB1, DQB1 y DPB1 17,150. Entre ellos, DRB1*11 se

encuentra en todos los grupos étnicos, HLA-DRB1*1101 en raza caucásica y afroameri-

canos, HLA-DRB1*1104 en japoneses y HLA-DRB1*1502 en caucásicos e hispánicos.

La mayor parte de pacientes ATA-I positivos presentan el subtipo cutáneo difuso 46, con un

endurecimiento cutáneo precoz en la enfermedad, si bien en algún caso puede ocurrir hasta

3-4 años después del debut de la misma.

Clínicamente el primer síntoma suele ser el FR y en la mayoría de casos se produce tume-

facción de los dedos de la mano durante los siguientes 2 años 46.

Presentan un riesgo elevado de desarrollar EPI (60-70% 46,151,152), normalmente de forma

precoz, que no siempre es grave. Por esto, en pacientes ATA-I positivos, se recomienda

realizar PFR y TACAR al momento del diagnóstico y control cada 3-6 meses mediante PFR 46,

incluso sin existencia de síntomas respiratorios.

La progresión o empeoramiento de la EPI suele ser más rápido al principio de la enfermedad,

atribuido a una mayor actividad en fases tempranas. Sin embargo, de forma tardía también se

puede producir un empeoramiento más lentamente progresivo en contexto de persistencia de

actividad de bajo grado, complicaciones infecciosas o secundarias al reflujo gastroesofágico 46.

No todos los pacientes presentan la misma evolución: mientras que en algunos enfermos

la EPI puede ser moderada y permanecer estable, en otros (23%) hay un empeoramiento

progresivo que puede conducir incluso a la muerte.

39

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Los pacientes ATA-I positivo pueden presentar, además, CRE (10%), afección cardiaca

(16%) y afección gastrointestinal grave (8%) 46,151, que afectan más frecuentemente a los

pacientes con una rápida progresión cutánea 46.

También son comunes en estos enfermos la clínica tendinosa (20-50%) y articular (44-86%)

que aparecen precozmente en el curso de la ES 46,153.

En varios estudios recientes se ha descrito una relación entre los títulos de ATA-I determi-

nados por ELISA y el curso y gravedad de la enfermedad. Títulos más elevados de ATA-I se

pueden asociar con mayor agresividad y gravedad de la clínica incluyendo la extensión del

endurecimiento cutáneo, y la negativización serológica puede resultar en la remisión de la

enfermedad 154,155.

1.2.6.3.AntiRNApolimerasaIII(RNAp)

El anticuerpo RNAp fue aislado en 1993 por primera vez, pero hasta que no se dispuso de

los test de ELISA para su determinación no se pudieron realizar estudios para determinar su

importancia en la ES 156,157.

La prevalencia de RNAp en los pacientes con ES varía significativamente según las dife-

rentes cohortes, oscilando entre el 23% en algún centro de EEUU (147), 12% en datos reco-

gidos de series de Reino Unido 156 y 3.4% en Corea 158. En un estudio de Meyer etal de una

amplia cohorte francesa de pacientes con ES, se detectó RNAp en un 9.1% de pacientes 159.

En los pacientes con ES y anticuerpos RNAp, con frecuencia coexisten anticuerpos contra

uno o más subtipos de RNAp, especialmente RNAp I y III, altamente específicos de ES

(98-100%) 156,157.

Los anticuerpos RNAp II aislados son raros y no son específicos de ES, pudiéndose aislar en

el Lupus eritematoso sistémico (LES) y en síndromes overlap.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Los anticuerpos ATA-I se dirigen contra una proteína asociada a la cromatina de 70-100kDa 148

y hay varios test comerciales disponibles para su detección; los más usados utilizan el

método ELISA y el inmunoblot con una alta especificidad y sensibilidad.

Se asocian con los antígenos HLA-DRB1, DQB1 y DPB1 17,150. Entre ellos, DRB1*11 se

encuentra en todos los grupos étnicos, HLA-DRB1*1101 en raza caucásica y afroameri-

canos, HLA-DRB1*1104 en japoneses y HLA-DRB1*1502 en caucásicos e hispánicos.

La mayor parte de pacientes ATA-I positivos presentan el subtipo cutáneo difuso 46, con un

endurecimiento cutáneo precoz en la enfermedad, si bien en algún caso puede ocurrir hasta

3-4 años después del debut de la misma.

Clínicamente el primer síntoma suele ser el FR y en la mayoría de casos se produce tume-

facción de los dedos de la mano durante los siguientes 2 años 46.

Presentan un riesgo elevado de desarrollar EPI (60-70% 46,151,152), normalmente de forma

precoz, que no siempre es grave. Por esto, en pacientes ATA-I positivos, se recomienda

realizar PFR y TACAR al momento del diagnóstico y control cada 3-6 meses mediante PFR 46,

incluso sin existencia de síntomas respiratorios.

La progresión o empeoramiento de la EPI suele ser más rápido al principio de la enfermedad,

atribuido a una mayor actividad en fases tempranas. Sin embargo, de forma tardía también se

puede producir un empeoramiento más lentamente progresivo en contexto de persistencia de

actividad de bajo grado, complicaciones infecciosas o secundarias al reflujo gastroesofágico 46.

No todos los pacientes presentan la misma evolución: mientras que en algunos enfermos

la EPI puede ser moderada y permanecer estable, en otros (23%) hay un empeoramiento

progresivo que puede conducir incluso a la muerte.

39

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Los pacientes ATA-I positivo pueden presentar, además, CRE (10%), afección cardiaca

(16%) y afección gastrointestinal grave (8%) 46,151, que afectan más frecuentemente a los

pacientes con una rápida progresión cutánea 46.

También son comunes en estos enfermos la clínica tendinosa (20-50%) y articular (44-86%)

que aparecen precozmente en el curso de la ES 46,153.

En varios estudios recientes se ha descrito una relación entre los títulos de ATA-I determi-

nados por ELISA y el curso y gravedad de la enfermedad. Títulos más elevados de ATA-I se

pueden asociar con mayor agresividad y gravedad de la clínica incluyendo la extensión del

endurecimiento cutáneo, y la negativización serológica puede resultar en la remisión de la

enfermedad 154,155.

1.2.6.3.AntiRNApolimerasaIII(RNAp)

El anticuerpo RNAp fue aislado en 1993 por primera vez, pero hasta que no se dispuso de

los test de ELISA para su determinación no se pudieron realizar estudios para determinar su

importancia en la ES 156,157.

La prevalencia de RNAp en los pacientes con ES varía significativamente según las dife-

rentes cohortes, oscilando entre el 23% en algún centro de EEUU (147), 12% en datos reco-

gidos de series de Reino Unido 156 y 3.4% en Corea 158. En un estudio de Meyer etal de una

amplia cohorte francesa de pacientes con ES, se detectó RNAp en un 9.1% de pacientes 159.

En los pacientes con ES y anticuerpos RNAp, con frecuencia coexisten anticuerpos contra

uno o más subtipos de RNAp, especialmente RNAp I y III, altamente específicos de ES

(98-100%) 156,157.

Los anticuerpos RNAp II aislados son raros y no son específicos de ES, pudiéndose aislar en

el Lupus eritematoso sistémico (LES) y en síndromes overlap.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Como ya se comentó previamente, la detección de RNAp, al igual que la de ACA y ATA-I se

ha incluido como ítem en los últimos criterios de la ACR/EULAR de 2013 de clasificación de la

enfermedad.

Respecto a técnicas de detección de RNAp, en los últimos años varios estudios han mostrado

que la técnica ELISA se puede usar para identificarlos con muy alta sensibilidad (91-96%)

y especificidad (99%) 161. En la IFI tienen un patrón moteado asociado o no a un patrón

nucleolar. Raramente el patrón es únicamente nuclear 46.

Al contrario de lo que ocurre con los ACA, ATA-I y anti-Th/To donde sí hay asociaciones signi-

ficativas con determinados HLA, la asociación de RNAp con HLA es controvertida 162.

La presencia de los anticuerpos RNAp I y III, con o sin RNAp II, se asocia con el subtipo cutáneo

difusa (67-93%) y un riesgo elevado de desarrollar CRE (28-43%) 46,111,124,163,164. La afección

pulmonar, sin embargo, es poco habitual en pacientes con este anticuerpo: menos del 10% de

pacientes tienen una EPI grave (3%) o hipertensión pulmonar (6%) 165. Frecuentemente tienen

unas PFR completamente normales a pesar de la rapidez de la progresión de la afección cutánea.

Hay múltiples estudios que demuestran una asociación entre la presencia de anticuerpos RNAp

y el desarrollo de CRE, si bien varía de forma llamativa la incidencia entre las diferentes series,

posiblemente debido a diferencias étnicas, ambientales o incluso en la selección de pacientes

82,160,166. Hamaguchi etal 85 observaron recientemente que la presencia de RNAp II en combi-

nación conRNAp I/III es un factor predictivo de CRE y que la presencia de los tres anticuerpos se

relacionaba con una incidencia llamativamente mayor de CRE que en el grupo que presentaba

sólo RNApI y RNApIII (40% frente a 14.3%), si bien no encontraron una diferencia significativa,

posiblemente debido al pequeño número de pacientes en ambos grupos. Steenetal 111 cons-

tataron una prevalencia del 25% de CRE en pacientes con RNAp en contraste con un 12% en

los pacientes con subtipo difusa que presentaban otros anticuerpos. Además en un estudio de

un único centro con 95 pacientes con ES que desarrollaron CRE, el 59% eran RNAp positivos 90.

41

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

La afección cutánea en los pacientes con RNAp se instaura de forma muy rápida al inicio de

la enfermedad y en ocasiones puede regresar parcialmente con el tiempo 111. En diferentes

estudios se asocia el título de anticuerpos RNAp con el grado de extensión cutánea. Sin

embargo, este título no parece predecir el desarrollo de complicaciones orgánicas 167.

El FR en pacientes RNAp positivos no está presente en el momento del diagnóstico en

el 15%. Desarrollan con frecuencia síntomas articulares, tumefacción de manos y pies o

síndrome del túnel carpiano y presentan un alto riesgo de contracturas graves secundarias

a la rapidez y a la extensión de la afección cutánea. Es raro encontrar en estos pacientes

afección vascular periférica grave, pero sin embargo presentan úlceras en el dorso de los

dedos de difícil manejo secundarias a la tirantez cutánea y traumatismos repetidos.

Aunque la presencia de enfermedad gastrointestinal grave es infrecuente, los anticuerpos

RNAp sí se asocian a GAVE (ectasia vascular antral gástrica) 168. Emilie etalanalizaron

los 17 pacientes de su cohorte de ES que presentaron positividad para RNAp, y de ellos,

3 desarrollaron GAVE 169. Posteriormente, el grupo EUSTAR, en el estudio con la serie más

larga de pacientes con ES y GAVE hasta el momento, concluyó que los anticuerpos RNAp se

asociaban de forma independiente con la presencia de GAVE. Encontraron una prevalencia

claramente mayor de RNAp en el grupo de pacientes con GAVE frente al grupo sin GAVE

(48% vs 16%; p=0.01) 170.

Finalmente, en estudios recientes se ha demostrado que los pacientes con ES y RNAp tienen un

riesgo mayor de desarrollar una neoplasia durante un corto periodo de tiempo desde el debut de

la enfermedad que los pacientes sin este anticuerpo, considerándose incluso en algunos casos

la ES como un síndrome paraneoplásico 171. En una amplia cohorte con 2177 pacientes con

ES, Moinzadehetal encontraron una frecuencia de cáncer de 14.2% en pacientes con RNAp en

comparación con el 6.3% en pacientes con ATA-I y 6.8% en pacientes ACA positivos. Además, de

los pacientes diagnosticados de cáncer durante los 36 meses siguientes al diagnóstico de ES,

53% presentaban anticuerpos RNAp, 23.5% ACA y 13.6% ATA-I 172.

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40

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Como ya se comentó previamente, la detección de RNAp, al igual que la de ACA y ATA-I se

ha incluido como ítem en los últimos criterios de la ACR/EULAR de 2013 de clasificación de la

enfermedad.

Respecto a técnicas de detección de RNAp, en los últimos años varios estudios han mostrado

que la técnica ELISA se puede usar para identificarlos con muy alta sensibilidad (91-96%)

y especificidad (99%) 161. En la IFI tienen un patrón moteado asociado o no a un patrón

nucleolar. Raramente el patrón es únicamente nuclear 46.

Al contrario de lo que ocurre con los ACA, ATA-I y anti-Th/To donde sí hay asociaciones signi-

ficativas con determinados HLA, la asociación de RNAp con HLA es controvertida 162.

La presencia de los anticuerpos RNAp I y III, con o sin RNAp II, se asocia con el subtipo cutáneo

difusa (67-93%) y un riesgo elevado de desarrollar CRE (28-43%) 46,111,124,163,164. La afección

pulmonar, sin embargo, es poco habitual en pacientes con este anticuerpo: menos del 10% de

pacientes tienen una EPI grave (3%) o hipertensión pulmonar (6%) 165. Frecuentemente tienen

unas PFR completamente normales a pesar de la rapidez de la progresión de la afección cutánea.

Hay múltiples estudios que demuestran una asociación entre la presencia de anticuerpos RNAp

y el desarrollo de CRE, si bien varía de forma llamativa la incidencia entre las diferentes series,

posiblemente debido a diferencias étnicas, ambientales o incluso en la selección de pacientes

82,160,166. Hamaguchi etal 85 observaron recientemente que la presencia de RNAp II en combi-

nación conRNAp I/III es un factor predictivo de CRE y que la presencia de los tres anticuerpos se

relacionaba con una incidencia llamativamente mayor de CRE que en el grupo que presentaba

sólo RNApI y RNApIII (40% frente a 14.3%), si bien no encontraron una diferencia significativa,

posiblemente debido al pequeño número de pacientes en ambos grupos. Steenetal 111 cons-

tataron una prevalencia del 25% de CRE en pacientes con RNAp en contraste con un 12% en

los pacientes con subtipo difusa que presentaban otros anticuerpos. Además en un estudio de

un único centro con 95 pacientes con ES que desarrollaron CRE, el 59% eran RNAp positivos 90.

41

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

La afección cutánea en los pacientes con RNAp se instaura de forma muy rápida al inicio de

la enfermedad y en ocasiones puede regresar parcialmente con el tiempo 111. En diferentes

estudios se asocia el título de anticuerpos RNAp con el grado de extensión cutánea. Sin

embargo, este título no parece predecir el desarrollo de complicaciones orgánicas 167.

El FR en pacientes RNAp positivos no está presente en el momento del diagnóstico en

el 15%. Desarrollan con frecuencia síntomas articulares, tumefacción de manos y pies o

síndrome del túnel carpiano y presentan un alto riesgo de contracturas graves secundarias

a la rapidez y a la extensión de la afección cutánea. Es raro encontrar en estos pacientes

afección vascular periférica grave, pero sin embargo presentan úlceras en el dorso de los

dedos de difícil manejo secundarias a la tirantez cutánea y traumatismos repetidos.

Aunque la presencia de enfermedad gastrointestinal grave es infrecuente, los anticuerpos

RNAp sí se asocian a GAVE (ectasia vascular antral gástrica) 168. Emilie etalanalizaron

los 17 pacientes de su cohorte de ES que presentaron positividad para RNAp, y de ellos,

3 desarrollaron GAVE 169. Posteriormente, el grupo EUSTAR, en el estudio con la serie más

larga de pacientes con ES y GAVE hasta el momento, concluyó que los anticuerpos RNAp se

asociaban de forma independiente con la presencia de GAVE. Encontraron una prevalencia

claramente mayor de RNAp en el grupo de pacientes con GAVE frente al grupo sin GAVE

(48% vs 16%; p=0.01) 170.

Finalmente, en estudios recientes se ha demostrado que los pacientes con ES y RNAp tienen un

riesgo mayor de desarrollar una neoplasia durante un corto periodo de tiempo desde el debut de

la enfermedad que los pacientes sin este anticuerpo, considerándose incluso en algunos casos

la ES como un síndrome paraneoplásico 171. En una amplia cohorte con 2177 pacientes con

ES, Moinzadehetal encontraron una frecuencia de cáncer de 14.2% en pacientes con RNAp en

comparación con el 6.3% en pacientes con ATA-I y 6.8% en pacientes ACA positivos. Además, de

los pacientes diagnosticados de cáncer durante los 36 meses siguientes al diagnóstico de ES,

53% presentaban anticuerpos RNAp, 23.5% ACA y 13.6% ATA-I 172.

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42

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.2.6.4.AntiU3-RNPofibrilarina

Los anticuerpos anti U3-RNP o fibrilarina fueron descritos por primera vez en el suero de

pacientes con ES en 1985 173. Se detectan en 4-10% de pacientes con ES.

Se consideran específicos de la enfermedad y tienen exclusividad mutua con ACA, ATA-I y

RNAp. Sin embargo, también se han descrito en alguna ocasión en pacientes con LES 173.

Es el anticuerpo más frecuente en pacientes afroamericanos 174 y la edad media de debut

de la enfermedad es de 35 años, por lo que los pacientes con U3-RNP son los más jóvenes

de las cohortes de enfermos con ES. También son más frecuentes en enfermos varones.

Su mayor autoantígeno es la fibrilarina que es una proteína de 34 kDa y un componente del

complejo U3-Ribonucleoproteína nucleolar.

Tienen un patrón nucleolar en la IFI, al igual que los anticuerpos anti Th/To y Pm-Scl.

Se ha descrito en alguna ocasión que el anti-U3RNP está asociado con el HLA DQB1*0604 174,

aunque esta relación no se confirmó en otros estudios.

Clínicamente, los pacientes con U3-RNP presentan afección visceral muy grave, lo que

les confiere el peor pronóstico respecto a otros pacientes con ES y otros autoanticuerpos.

Presentan EPI grave similar a la de los pacientes con ATA-I y pueden desarrollar también

HAP similar a la observada en los pacientes con antiTh/To con una prevalecia de 24-32% 46.

La HAP con frecuencia se presenta con un debut agudo y es claramente desproporcionada

a la gravedad de la fibrosis, suponiendo la primera causa de muerte en estos pacientes.

También presentan afección grave del intestino delgado (59%) con episodios de malabsor-

ción y pseudoobstrucción, así como afección cardiaca grave(18%) y CRE (7%) 46.

43

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

La mayor parte de pacientes presentan ES difusa con áreas de hipo o hiperpigmentación, si

bien la afección cutánea es menos grave y extensa que en los pacientes con subtipo difusa con

otros anticuerpos. Presentan frecuentemente afección muscular inflamatoria y fibrótica, pero sin

embargo, los problemas articulares y tendinosos son raros. Algunos pacientes desarrollan polineu-

ropatías periféricas sintomáticas que son excepcionales en pacientes con ES y otros anticuerpos

Algunas características clínicas están influenciadas por la etnia: EPI, HAP y CRE son más

frecuentes en pacientes de raza caucásica y afroamericanos y, por ello, estos pacientes

tienen un peor pronóstico.

1.2.6.5.AntiTh/To

El anti Th/To se describió en 1982-1983, pero no se han podido utilizar clínicamente hasta

muchos años después por no disponer de los métodos inmunológicos necesarios para su

detección 175,176.

Estos anticuerpos están presentes en un subgrupo pequeño de pacientes con ES (2-5%). Al igual

que los ACA, son más frecuentes en la raza caucásica y el número de varones es mayor que en el

grupo de pacientes ACA positivos (19 vs 8%). Inicialmente se consideraban específicos de la ES,

pero recientemente se han aislado en esclerodermia localizada o en el LES.

Reconocen un complejo de 6 proteínas asociadas a RNA 7-2 y 8-2, que han sido identifi-

cadas como 2 endonucleasas, los complejos de RNasa MRP humana y RNasa P.

En la IFI presentan un patrón nucleolar: es uno de los tres anticuerpos antinucleolares que

se aislan en la ES, junto con anti-U3RNP y anti-Pm/Scl.

Frecuentemente no pueden ser identificados por ELISA, e incluso pueden ser ANA negativos

por este método. La mejor técnica para identificarlos es la inmunoprecipitación que es alta-

mente compleja y difícilmente disponible en los diferentes laboratorios 46.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.2.6.4.AntiU3-RNPofibrilarina

Los anticuerpos anti U3-RNP o fibrilarina fueron descritos por primera vez en el suero de

pacientes con ES en 1985 173. Se detectan en 4-10% de pacientes con ES.

Se consideran específicos de la enfermedad y tienen exclusividad mutua con ACA, ATA-I y

RNAp. Sin embargo, también se han descrito en alguna ocasión en pacientes con LES 173.

Es el anticuerpo más frecuente en pacientes afroamericanos 174 y la edad media de debut

de la enfermedad es de 35 años, por lo que los pacientes con U3-RNP son los más jóvenes

de las cohortes de enfermos con ES. También son más frecuentes en enfermos varones.

Su mayor autoantígeno es la fibrilarina que es una proteína de 34 kDa y un componente del

complejo U3-Ribonucleoproteína nucleolar.

Tienen un patrón nucleolar en la IFI, al igual que los anticuerpos anti Th/To y Pm-Scl.

Se ha descrito en alguna ocasión que el anti-U3RNP está asociado con el HLA DQB1*0604 174,

aunque esta relación no se confirmó en otros estudios.

Clínicamente, los pacientes con U3-RNP presentan afección visceral muy grave, lo que

les confiere el peor pronóstico respecto a otros pacientes con ES y otros autoanticuerpos.

Presentan EPI grave similar a la de los pacientes con ATA-I y pueden desarrollar también

HAP similar a la observada en los pacientes con antiTh/To con una prevalecia de 24-32% 46.

La HAP con frecuencia se presenta con un debut agudo y es claramente desproporcionada

a la gravedad de la fibrosis, suponiendo la primera causa de muerte en estos pacientes.

También presentan afección grave del intestino delgado (59%) con episodios de malabsor-

ción y pseudoobstrucción, así como afección cardiaca grave(18%) y CRE (7%) 46.

43

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

La mayor parte de pacientes presentan ES difusa con áreas de hipo o hiperpigmentación, si

bien la afección cutánea es menos grave y extensa que en los pacientes con subtipo difusa con

otros anticuerpos. Presentan frecuentemente afección muscular inflamatoria y fibrótica, pero sin

embargo, los problemas articulares y tendinosos son raros. Algunos pacientes desarrollan polineu-

ropatías periféricas sintomáticas que son excepcionales en pacientes con ES y otros anticuerpos

Algunas características clínicas están influenciadas por la etnia: EPI, HAP y CRE son más

frecuentes en pacientes de raza caucásica y afroamericanos y, por ello, estos pacientes

tienen un peor pronóstico.

1.2.6.5.AntiTh/To

El anti Th/To se describió en 1982-1983, pero no se han podido utilizar clínicamente hasta

muchos años después por no disponer de los métodos inmunológicos necesarios para su

detección 175,176.

Estos anticuerpos están presentes en un subgrupo pequeño de pacientes con ES (2-5%). Al igual

que los ACA, son más frecuentes en la raza caucásica y el número de varones es mayor que en el

grupo de pacientes ACA positivos (19 vs 8%). Inicialmente se consideraban específicos de la ES,

pero recientemente se han aislado en esclerodermia localizada o en el LES.

Reconocen un complejo de 6 proteínas asociadas a RNA 7-2 y 8-2, que han sido identifi-

cadas como 2 endonucleasas, los complejos de RNasa MRP humana y RNasa P.

En la IFI presentan un patrón nucleolar: es uno de los tres anticuerpos antinucleolares que

se aislan en la ES, junto con anti-U3RNP y anti-Pm/Scl.

Frecuentemente no pueden ser identificados por ELISA, e incluso pueden ser ANA negativos

por este método. La mejor técnica para identificarlos es la inmunoprecipitación que es alta-

mente compleja y difícilmente disponible en los diferentes laboratorios 46.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Desde el punto de vista genético, se relacionan con el complejo HLA DRB1*11 177.

Clínicamente se asocian con el subtipo cutáneo limitada con una duración del FR más corta

hasta la aparición de otros síntomas y con más tumefacción de los dedos de la mano que

los enfermos con ACA.

Aunque la gran proximidad temporal entre la tumefacción de manos y el FR sugiere ES

difusa, es excepcional que los pacientes con Th/To alcancen afección cutánea por encima

de codos y rodillas así como que desarrollen CRE 46,176.

Tienen un riesgo muy elevado de desarrollar complicaciones orgánicas graves, lo que les

confiere un peor pronóstico 178. Así, es frecuente que presenten EPI que puede ser grave y

suele ser precoz (hasta un 16% 46), y posteriormente HAP. La prevalencia de HAP aislada es

de hasta un 32% 46.

Tienen menor afección esofágica, pero sin embargo presentan patología de intestino

delgado de mayor gravedad.

La vasculopatía digital es menos frecuente, pero sí presentan telangiectasias y calcinosis

que suelen aparecer muchos años después del debut de la enfermedad.

1.2.6.6.AntiU1-RNP

Los anticuerpos anti U1-RNP presentan una prevalencia en la ES del 6% (rango de 2 a 14%) 111.

Se encuentra con frecuencia en pacientes con otras enfermedades autoinmunes, particular-

mente en la Enfermedad mixta del tejido conectivo (EMTC) donde su presencia es un criterio

diagnóstico.

Su prevalencia es mayor en pacientes afroamericanos, en quienes es el anticuerpo más

frecuente entre los que presentan el subtipo limitada.

45

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

El antígeno de los anticuerpos anti-U1RNP es una ribonucleasa involucrada en empalmar el

RNA nuclear heterogéneo con el mRNA (RNP).

En estos enfermos se encuentran ANA a títulos elevados con un patrón moteado en la IFI.

Clínicamente predomina el subtipo limitada (sólo el 20% presenta el subtipo difusa) y desa-

rrollan con una elevada frecuencia afección muscular (27%) y problemas articulares (94%).

El FR y tumefacción de manos aparecen precozmente, pero más adelante desarrollan otras

complicaciones severas de la ES. El debut de la ES en estos pacientes es a edad temprana.

Aunque pueden sufrir todas las manifestaciones orgánicas de la ES, las complicaciones más

graves de la enfermedad aparecen con menor frecuencia. La más habitual es la HAP que es la

principal causa de muerte en estos pacientes. La disfunción esofágica es también muy caracte-

rística y en algún caso pueden desarrollar EPI. El riesgo de afección renal en forma de CRE es bajo.

1.2.6.7.AntiPm/Scl

El anticuerpo antiPmScl fue descrito por primera vez por Wolfe etal en 1977 en pacientes

con síndromes overlap Polimiositis/Esclerodermia (PM/ES), e inicialmente se propuso como

marcador de polimiositis 179,180.

La prevalencia en ES es de 2 -5%, y varía entre las diferentes etnias. En los afroamericanos,

por ejemplo, es menos habitual 181.

Se aislan en pacientes con el síndrome de solapamiento escleromiositis, aunque también

pueden estar presentes en polimiositis, dermatomiositis y otras conectivopatías, e incluso

en pacientes con ES sin evidencia de afección muscular inflamatoria 182.

Los pacientes Pm-Scl positivos presentan con elevada frecuencia otros anticuerpos espe-

cíficos de la ES, especialmente ATA-I. En un estudio reciente realizado en Canadá con

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Desde el punto de vista genético, se relacionan con el complejo HLA DRB1*11 177.

Clínicamente se asocian con el subtipo cutáneo limitada con una duración del FR más corta

hasta la aparición de otros síntomas y con más tumefacción de los dedos de la mano que

los enfermos con ACA.

Aunque la gran proximidad temporal entre la tumefacción de manos y el FR sugiere ES

difusa, es excepcional que los pacientes con Th/To alcancen afección cutánea por encima

de codos y rodillas así como que desarrollen CRE 46,176.

Tienen un riesgo muy elevado de desarrollar complicaciones orgánicas graves, lo que les

confiere un peor pronóstico 178. Así, es frecuente que presenten EPI que puede ser grave y

suele ser precoz (hasta un 16% 46), y posteriormente HAP. La prevalencia de HAP aislada es

de hasta un 32% 46.

Tienen menor afección esofágica, pero sin embargo presentan patología de intestino

delgado de mayor gravedad.

La vasculopatía digital es menos frecuente, pero sí presentan telangiectasias y calcinosis

que suelen aparecer muchos años después del debut de la enfermedad.

1.2.6.6.AntiU1-RNP

Los anticuerpos anti U1-RNP presentan una prevalencia en la ES del 6% (rango de 2 a 14%) 111.

Se encuentra con frecuencia en pacientes con otras enfermedades autoinmunes, particular-

mente en la Enfermedad mixta del tejido conectivo (EMTC) donde su presencia es un criterio

diagnóstico.

Su prevalencia es mayor en pacientes afroamericanos, en quienes es el anticuerpo más

frecuente entre los que presentan el subtipo limitada.

45

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

El antígeno de los anticuerpos anti-U1RNP es una ribonucleasa involucrada en empalmar el

RNA nuclear heterogéneo con el mRNA (RNP).

En estos enfermos se encuentran ANA a títulos elevados con un patrón moteado en la IFI.

Clínicamente predomina el subtipo limitada (sólo el 20% presenta el subtipo difusa) y desa-

rrollan con una elevada frecuencia afección muscular (27%) y problemas articulares (94%).

El FR y tumefacción de manos aparecen precozmente, pero más adelante desarrollan otras

complicaciones severas de la ES. El debut de la ES en estos pacientes es a edad temprana.

Aunque pueden sufrir todas las manifestaciones orgánicas de la ES, las complicaciones más

graves de la enfermedad aparecen con menor frecuencia. La más habitual es la HAP que es la

principal causa de muerte en estos pacientes. La disfunción esofágica es también muy caracte-

rística y en algún caso pueden desarrollar EPI. El riesgo de afección renal en forma de CRE es bajo.

1.2.6.7.AntiPm/Scl

El anticuerpo antiPmScl fue descrito por primera vez por Wolfe etal en 1977 en pacientes

con síndromes overlap Polimiositis/Esclerodermia (PM/ES), e inicialmente se propuso como

marcador de polimiositis 179,180.

La prevalencia en ES es de 2 -5%, y varía entre las diferentes etnias. En los afroamericanos,

por ejemplo, es menos habitual 181.

Se aislan en pacientes con el síndrome de solapamiento escleromiositis, aunque también

pueden estar presentes en polimiositis, dermatomiositis y otras conectivopatías, e incluso

en pacientes con ES sin evidencia de afección muscular inflamatoria 182.

Los pacientes Pm-Scl positivos presentan con elevada frecuencia otros anticuerpos espe-

cíficos de la ES, especialmente ATA-I. En un estudio reciente realizado en Canadá con

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

763 pacientes, encontraron una prevalencia de PmScl del 7.2%, de los cuales, casi el 50%

presentaba otro anticuerpo específico asociado (ACA, RNAp y ATA-I, en su mayoría) 183.

El antígeno del Pm-Scl está formado por 11-16 polipéptidos de los cuales 2 proteínas de 75

y 100 kDa han sido identificadas como los mayores componentes antigénicos 184.

El método de detección de los anticuerpos antiPm-Scl es el ELISA, bien usando el péptido

PM-1 α o el antígeno humano recombinante PM/Scl-100 (EUROIMMUN) 185. También se

puede determinar por doble inmunodifusión 186.

El patrón en la IFI es nucleolar predominantemente, aunque no siempre.

Se relacionan con el HLA DQA1*0501 y HLA DRB1*030 187.

Aunque es de los menos frecuentes dentro de los siete anticuerpos específicos de la ES, los

pacientes que lo presentan son los más fácilmente reconocibles.

Es habitual que los pacientes Pm-Scl positivos tengan un debut de la enfermedad más

precoz, siendo frecuente su presencia en las ES que debutan en la infancia. Su prevalencia

disminuye progresivamente a medida que aumenta la edad del enfermo 188.

La mayor parte de pacientes debutan clínicamente en forma de enfermedad muscular infla-

matoria, en ocasiones acompañada de cambios cutáneos típicos de dermatomiositis.

También tienen FR y cambios cutáneos esclerodérmicos, y normalmente expresan el subtipo

cutáneo limitada. Sólo un 20% de pacientes presenta ES difusa.

La afección orgánica es poco grave: no suelen presentar enfermedad gastrointestinal ni

miocárdica significativa, pero igual que otras miopatías inflamatorias como el síndrome

47

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

antisintetasa, tienen una frecuencia aumentada de EPI (30-78%), si bien la gravedad de

ésta es menor que la de pacientes con ES y otros anticuerpos 182.

Un estudio reciente comparó las características de la EPI en pacientes con ES dependiendo

de la positividad de los anticuerpos Pm-Scl o ATA-I, y se evidenció que el curso de la EPI en

los primeros era más favorable. En los pacientes con Pm-Scl la CVF se mantenía estable

durante el seguimiento, e incluso, en un tercio de ellos mejoraba más del 10% 182.

Frecuentemente desarrollan úlceras en pulpejos de los dedos y es común tanto la calcinosis

como la acroosteolisis.

1.2.6.8. AntiKu

El anticuerpo anti-Ku fue aislado por primera vez en 1994 en pacientes con síndrome de

overlap PM/ES 189.

La prevalencia de anti-Ku fue evaluada hace unos años en un estudio multicéntrico promo-

vido por el grupo EUSTAR, donde se analizaron 625 pacientes con ES, de los cuales 14

fueron anti-Ku positivos (2.2%) 112.

Aunque inicialmente los anticuerpos anti-Ku se describieron en pacientes con síndrome

overlap ES/PM, se han encontrado en muchas otras patologías sistémicas, particularmente en

pacientes con LES, ES y EMTC 190. En un estudio de Franceschini etal con 14 pacientes anti-Ku

positivos la mitad presentaban un síndrome overlap (PM/ES 5, LES/ES/PM 1 y LES/PM 1),

y de éstos, 85% presentaban características de ES 191.

El complejo Ku es un heterodímero constituido por las subunidades p70 y p80, que juegan

un papel importante en la reparación del DNA, la regulación transcripcional y replicación, así

como en el mantenimiento del telómero 192.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

763 pacientes, encontraron una prevalencia de PmScl del 7.2%, de los cuales, casi el 50%

presentaba otro anticuerpo específico asociado (ACA, RNAp y ATA-I, en su mayoría) 183.

El antígeno del Pm-Scl está formado por 11-16 polipéptidos de los cuales 2 proteínas de 75

y 100 kDa han sido identificadas como los mayores componentes antigénicos 184.

El método de detección de los anticuerpos antiPm-Scl es el ELISA, bien usando el péptido

PM-1 α o el antígeno humano recombinante PM/Scl-100 (EUROIMMUN) 185. También se

puede determinar por doble inmunodifusión 186.

El patrón en la IFI es nucleolar predominantemente, aunque no siempre.

Se relacionan con el HLA DQA1*0501 y HLA DRB1*030 187.

Aunque es de los menos frecuentes dentro de los siete anticuerpos específicos de la ES, los

pacientes que lo presentan son los más fácilmente reconocibles.

Es habitual que los pacientes Pm-Scl positivos tengan un debut de la enfermedad más

precoz, siendo frecuente su presencia en las ES que debutan en la infancia. Su prevalencia

disminuye progresivamente a medida que aumenta la edad del enfermo 188.

La mayor parte de pacientes debutan clínicamente en forma de enfermedad muscular infla-

matoria, en ocasiones acompañada de cambios cutáneos típicos de dermatomiositis.

También tienen FR y cambios cutáneos esclerodérmicos, y normalmente expresan el subtipo

cutáneo limitada. Sólo un 20% de pacientes presenta ES difusa.

La afección orgánica es poco grave: no suelen presentar enfermedad gastrointestinal ni

miocárdica significativa, pero igual que otras miopatías inflamatorias como el síndrome

47

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

antisintetasa, tienen una frecuencia aumentada de EPI (30-78%), si bien la gravedad de

ésta es menor que la de pacientes con ES y otros anticuerpos 182.

Un estudio reciente comparó las características de la EPI en pacientes con ES dependiendo

de la positividad de los anticuerpos Pm-Scl o ATA-I, y se evidenció que el curso de la EPI en

los primeros era más favorable. En los pacientes con Pm-Scl la CVF se mantenía estable

durante el seguimiento, e incluso, en un tercio de ellos mejoraba más del 10% 182.

Frecuentemente desarrollan úlceras en pulpejos de los dedos y es común tanto la calcinosis

como la acroosteolisis.

1.2.6.8. AntiKu

El anticuerpo anti-Ku fue aislado por primera vez en 1994 en pacientes con síndrome de

overlap PM/ES 189.

La prevalencia de anti-Ku fue evaluada hace unos años en un estudio multicéntrico promo-

vido por el grupo EUSTAR, donde se analizaron 625 pacientes con ES, de los cuales 14

fueron anti-Ku positivos (2.2%) 112.

Aunque inicialmente los anticuerpos anti-Ku se describieron en pacientes con síndrome

overlap ES/PM, se han encontrado en muchas otras patologías sistémicas, particularmente en

pacientes con LES, ES y EMTC 190. En un estudio de Franceschini etal con 14 pacientes anti-Ku

positivos la mitad presentaban un síndrome overlap (PM/ES 5, LES/ES/PM 1 y LES/PM 1),

y de éstos, 85% presentaban características de ES 191.

El complejo Ku es un heterodímero constituido por las subunidades p70 y p80, que juegan

un papel importante en la reparación del DNA, la regulación transcripcional y replicación, así

como en el mantenimiento del telómero 192.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Es un complejo antigénico ubicuo que se encuentra en el núcleo, aunque también se ha

localizado en el citoplasma y en superficies celulares 193,194.

La determinación serológica de los anti-Ku se puede realizar mediante inmunoblot, inmu-

noensayo en línea y contrainmunoelectroforesis 192.

Rozman et al 112 asociaron estos anticuerpos clínicamente a sinovitis, contracturas arti-

culares y miositis. Encontraron, sin embargo, que los enfermos con anticuerpos anti-Ku no

desarrollaban la afección vascular típica de la ES.

En otra serie de Cavazzanaetal 190, la EPI, miositis, síntomas articulares, FR y síndrome

seco fueron las principales características clínicas encontradas.

1.2.6.9.Otros(AntiRo52,AntiU11/U12RNP,AntiNor90)

En la ES se han descrito 2 tipos principales de anticuerpos SSA/Ro: uno directo contra una

proteína de 60kDa conocida como SSA/Ro60, que es parte de un complejo multiproteína de

una pequeña ribonucleoproteína citoplasmática (cRNP), y otro que coexiste frecuentemente

con el antiSSa/Ro60, y que se dirige contra una proteína de 52kDa (Ro52), que también es

normalmente parte del complejo cRNP y es miembro de una familia de proteínas conocida

como TRIM21 195. Mientras que los Ro60 se asocian con enfermedades sistémicas deter-

minadas, especialmente LES, Lupus cutáneo subagudo y Síndrome de Sjögren, los Ro52 se

han descrito en una amplia variedad de enfermedades autoinmunes y asociados con otros

autoanticuerpos.

Se conoce poco sobre sus asociaciones clínicas y es controvertido si hay una relación inde-

pendiente con enfermedades sistémicas 196. Se ha asociado con EPI en varias enfermedades

autoinmunes, particularmente cuando coexiste con el anticuerpo antiJo1. En 2012, el grupo de

investigación canadiense sobre ES (CSGR) con una base de 1200 pacientes con ES, encontró

que el 20% de pacientes presentaban Ro52, siendo éste, por tanto, el segundo anticuerpo en

49

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

frecuencia en esta cohorte 197. En este estudio se concluyó que existía una asociación entre los

anticuerpos antiRo52/TRIM21 y la EPI en ES, con una probabilidad 1.5 veces mayor de desarro-

llarla si el anticuerpo estaba presente. Sin embargo, esta asociación puede ser influenciada por la

presencia de otros autoanticuerpos específicos de la ES coexistentes, particularmente los ATA-I.

Por este motivo, el mismo grupo realizó un nuevo estudio 3 años más tarde junto a un grupo

americano y otro australiano con el fin de determinar las asociaciones clínicas del antiRo52

aislado, en ausencia de otros anticuerpos específicos de la ES 195. En este estudio encontraron

que el anticuerpo antiRo52/TRIM21 aislado sí se asociaba de forma independiente con EPI y con

un aumento de mortalidad en ES. Sin embargo, aquellos pacientes en los que el Ro52 coexistía

con otros anticuerpos específicos de la ES no desarrollaban EPI con más frecuencia.

En un estudio inglés con una larga cohorte de pacientes con ES el Ro52 se aislaba junto a

todos los principales anticuerpos de la ES, ACA, ATA-I y RNAp, con frecuencias de 28, 19 y

25%, respectivamente 198.

Los anti U11/U12 RNP reaccionan contra antígenos que se encuentran en las células

eucarióticas en escasa cantidad y en componentes del espliceosoma 131. Fertig etal estu-

diaron las características clínicas de 33 pacientes con este anticuerpo 133 y encontraron

que todos ellos presentaban FR y el 82% afección gastrointestinal. Una gran mayoría (79%)

desarrolló EPI.

Los anticuerpos anti-Nor 90, contra el antígeno Nor en el nucleolo, se describieron por

primera vez en 1987 132. No es un anticuerpo específico de la ES ya que se puede encontrar

en otras enfermedades sistémicas como el LES, la artritis reumatoide y Sd.Sjögren, e incluso

en contexto de algunas neoplasias 199,200. El anti Nor 90 se vincula al alelo HLA-DR1 201.

Clínicamente se asocia con el subtipo cutáneo limitado y con afección orgánica leve, por lo

que se le atribuye un buen pronóstico, si bien no hay estudios con un número elevado de

pacientes que lo corroboren.

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48

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Es un complejo antigénico ubicuo que se encuentra en el núcleo, aunque también se ha

localizado en el citoplasma y en superficies celulares 193,194.

La determinación serológica de los anti-Ku se puede realizar mediante inmunoblot, inmu-

noensayo en línea y contrainmunoelectroforesis 192.

Rozman et al 112 asociaron estos anticuerpos clínicamente a sinovitis, contracturas arti-

culares y miositis. Encontraron, sin embargo, que los enfermos con anticuerpos anti-Ku no

desarrollaban la afección vascular típica de la ES.

En otra serie de Cavazzanaetal 190, la EPI, miositis, síntomas articulares, FR y síndrome

seco fueron las principales características clínicas encontradas.

1.2.6.9.Otros(AntiRo52,AntiU11/U12RNP,AntiNor90)

En la ES se han descrito 2 tipos principales de anticuerpos SSA/Ro: uno directo contra una

proteína de 60kDa conocida como SSA/Ro60, que es parte de un complejo multiproteína de

una pequeña ribonucleoproteína citoplasmática (cRNP), y otro que coexiste frecuentemente

con el antiSSa/Ro60, y que se dirige contra una proteína de 52kDa (Ro52), que también es

normalmente parte del complejo cRNP y es miembro de una familia de proteínas conocida

como TRIM21 195. Mientras que los Ro60 se asocian con enfermedades sistémicas deter-

minadas, especialmente LES, Lupus cutáneo subagudo y Síndrome de Sjögren, los Ro52 se

han descrito en una amplia variedad de enfermedades autoinmunes y asociados con otros

autoanticuerpos.

Se conoce poco sobre sus asociaciones clínicas y es controvertido si hay una relación inde-

pendiente con enfermedades sistémicas 196. Se ha asociado con EPI en varias enfermedades

autoinmunes, particularmente cuando coexiste con el anticuerpo antiJo1. En 2012, el grupo de

investigación canadiense sobre ES (CSGR) con una base de 1200 pacientes con ES, encontró

que el 20% de pacientes presentaban Ro52, siendo éste, por tanto, el segundo anticuerpo en

49

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

frecuencia en esta cohorte 197. En este estudio se concluyó que existía una asociación entre los

anticuerpos antiRo52/TRIM21 y la EPI en ES, con una probabilidad 1.5 veces mayor de desarro-

llarla si el anticuerpo estaba presente. Sin embargo, esta asociación puede ser influenciada por la

presencia de otros autoanticuerpos específicos de la ES coexistentes, particularmente los ATA-I.

Por este motivo, el mismo grupo realizó un nuevo estudio 3 años más tarde junto a un grupo

americano y otro australiano con el fin de determinar las asociaciones clínicas del antiRo52

aislado, en ausencia de otros anticuerpos específicos de la ES 195. En este estudio encontraron

que el anticuerpo antiRo52/TRIM21 aislado sí se asociaba de forma independiente con EPI y con

un aumento de mortalidad en ES. Sin embargo, aquellos pacientes en los que el Ro52 coexistía

con otros anticuerpos específicos de la ES no desarrollaban EPI con más frecuencia.

En un estudio inglés con una larga cohorte de pacientes con ES el Ro52 se aislaba junto a

todos los principales anticuerpos de la ES, ACA, ATA-I y RNAp, con frecuencias de 28, 19 y

25%, respectivamente 198.

Los anti U11/U12 RNP reaccionan contra antígenos que se encuentran en las células

eucarióticas en escasa cantidad y en componentes del espliceosoma 131. Fertig etal estu-

diaron las características clínicas de 33 pacientes con este anticuerpo 133 y encontraron

que todos ellos presentaban FR y el 82% afección gastrointestinal. Una gran mayoría (79%)

desarrolló EPI.

Los anticuerpos anti-Nor 90, contra el antígeno Nor en el nucleolo, se describieron por

primera vez en 1987 132. No es un anticuerpo específico de la ES ya que se puede encontrar

en otras enfermedades sistémicas como el LES, la artritis reumatoide y Sd.Sjögren, e incluso

en contexto de algunas neoplasias 199,200. El anti Nor 90 se vincula al alelo HLA-DR1 201.

Clínicamente se asocia con el subtipo cutáneo limitado y con afección orgánica leve, por lo

que se le atribuye un buen pronóstico, si bien no hay estudios con un número elevado de

pacientes que lo corroboren.

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50

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.2.7. ImplicacióndelosAnticuerposenlasupervivencia

Respecto a la implicación del perfil serológico en el pronóstico de la enfermedad, se han

identificado asociaciones entre los diferentes anticuerpos específicos y la mortalidad.

Dentro de los anticuerpos más frecuentes en la ES (ACA, ATA-I y RNAp), múltiples estudios

han demostrado un peor pronóstico en pacientes ATA-I positivos 66,152,202, por presentar

un mayor riesgo de desarrollar enfermedad orgánica grave (sobre todo EPI) y rápidamente

progresiva. Ferri etal, en un reciente estudio, encontraron una supervivencia a los 10 años

del diagnóstico de la enfermedad del 75.6% en pacientes con ATA-I, frente al 82.5% de los

pacientes que presentaban otro anticuerpo, siendo la diferencia estadísticamente significa-

tiva. En su estudio univariable la presencia de ATA-I se asoció con un aumento del 61% del

riesgo de mortalidad 114.

De hecho, entre los factores de riesgo de mortalidad más consistentes en la ES identificados

en diferentes estudios observacionales, además de la afección cardiopulmonar, la renal y la

extensión de la afección cutánea, se encuentra la presencia de ATA-I 203.

El pronóstico de los pacientes con ES y RNAp, sin embargo, actualmente es mejor que el

de los ATA-I positivos. Presentan una menor incidencia de EPI y la mortalidad por CRE ha

disminuido francamente desde que se realiza un tratamiento más precoz con IECAs, tradu-

ciéndose en un aumento de la supervivencia en estos enfermos 111,151.

Recientemente, Domsic etal estudiaron en una cohorte de pacientes de USA un modelo de

predicción de la mortalidad a 5 años en los pacientes con ES difusa en fase precoz (< de 2

años transcurridos tras el primer síntoma de la enfermedad), que luego validaron en una

cohorte británica. En ese modelo la presencia del anticuerpo RNAp era un factor protector,

disminuyendo el riesgo de mortalidad durante esos 5 años 204.

51

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Los ACA confieren un mejor pronóstico que los otros anticuerpos específicos 125,202. Estudios

recientes han corroborado una mortalidad menor en pacientes ACA positivos que en aque-

llos que presentan ATA-I o ANu 205.

Steenetal objetivaron una supervivencia a los 5 y a los 10 años de 85 y 75%, respectiva-

mente, para ACA, frente a 78% y 65% para los ATA-I. Sin embargo, en su serie, los pacientes

con RNAp presentaron una mayor supervivencia que los ACA positivos con porcentajes de

90 y 75%, a los 5 y 10 años, respectivamente 46.

Según un estudio realizado por Steen y Medsger la mitad de las causas de muerte en

pacientes ACA positivos son por HAP 68.

Más recientemente, el Grupo español de estudio de ES (RESCLE) objetivó en su cohorte de

879 pacientes, que tanto la presencia de ATA-I como la ausencia de ACA se asociaban con

un peor pronóstico en el análisis univariable del estudio de supervivencia. Sin embargo, no

pudieron demostrar que se tratase de factores de riesgo independientes 40. Las superviven-

cias encontradas en este estudio a los 10, 20 y 30 años desde el debut de la enfermedad,

considerando al FR como primer síntoma de la enfermedad, fueron de 95%, 78% y 60%,

respectivamente, para los pacientes con ATA-I y 98%, 92% y 85%, respectivamente, para

los pacientes con ACA.

El grupo canadiense, por otro lado, sugirió que la supervivencia en la ES parecía estar

asociada tanto con el tipo de anticuerpo como con el subtipo cutáneo. Así, valoró y comparó

la supervivencia en función de las 2 clasificaciones, cutánea y serológica (ACA o ATA-I),

con el siguiente resultado: Los pacientes con subtipo difusa y ATA-I positivos eran los que

presentaban la peor supervivencia en comparación con subtipo limitada y ACA (p=0.0216),

subtipo difusa y ACA (p=0.0313) y subtipo limitada y ATA-I (p=0.0115). La supervivencia

encontrada a los 10 años fue de 60%, 80%, 85% y casi el 100%, respectivamente 206.

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

1.2.7. ImplicacióndelosAnticuerposenlasupervivencia

Respecto a la implicación del perfil serológico en el pronóstico de la enfermedad, se han

identificado asociaciones entre los diferentes anticuerpos específicos y la mortalidad.

Dentro de los anticuerpos más frecuentes en la ES (ACA, ATA-I y RNAp), múltiples estudios

han demostrado un peor pronóstico en pacientes ATA-I positivos 66,152,202, por presentar

un mayor riesgo de desarrollar enfermedad orgánica grave (sobre todo EPI) y rápidamente

progresiva. Ferri etal, en un reciente estudio, encontraron una supervivencia a los 10 años

del diagnóstico de la enfermedad del 75.6% en pacientes con ATA-I, frente al 82.5% de los

pacientes que presentaban otro anticuerpo, siendo la diferencia estadísticamente significa-

tiva. En su estudio univariable la presencia de ATA-I se asoció con un aumento del 61% del

riesgo de mortalidad 114.

De hecho, entre los factores de riesgo de mortalidad más consistentes en la ES identificados

en diferentes estudios observacionales, además de la afección cardiopulmonar, la renal y la

extensión de la afección cutánea, se encuentra la presencia de ATA-I 203.

El pronóstico de los pacientes con ES y RNAp, sin embargo, actualmente es mejor que el

de los ATA-I positivos. Presentan una menor incidencia de EPI y la mortalidad por CRE ha

disminuido francamente desde que se realiza un tratamiento más precoz con IECAs, tradu-

ciéndose en un aumento de la supervivencia en estos enfermos 111,151.

Recientemente, Domsic etal estudiaron en una cohorte de pacientes de USA un modelo de

predicción de la mortalidad a 5 años en los pacientes con ES difusa en fase precoz (< de 2

años transcurridos tras el primer síntoma de la enfermedad), que luego validaron en una

cohorte británica. En ese modelo la presencia del anticuerpo RNAp era un factor protector,

disminuyendo el riesgo de mortalidad durante esos 5 años 204.

51

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Los ACA confieren un mejor pronóstico que los otros anticuerpos específicos 125,202. Estudios

recientes han corroborado una mortalidad menor en pacientes ACA positivos que en aque-

llos que presentan ATA-I o ANu 205.

Steenetal objetivaron una supervivencia a los 5 y a los 10 años de 85 y 75%, respectiva-

mente, para ACA, frente a 78% y 65% para los ATA-I. Sin embargo, en su serie, los pacientes

con RNAp presentaron una mayor supervivencia que los ACA positivos con porcentajes de

90 y 75%, a los 5 y 10 años, respectivamente 46.

Según un estudio realizado por Steen y Medsger la mitad de las causas de muerte en

pacientes ACA positivos son por HAP 68.

Más recientemente, el Grupo español de estudio de ES (RESCLE) objetivó en su cohorte de

879 pacientes, que tanto la presencia de ATA-I como la ausencia de ACA se asociaban con

un peor pronóstico en el análisis univariable del estudio de supervivencia. Sin embargo, no

pudieron demostrar que se tratase de factores de riesgo independientes 40. Las superviven-

cias encontradas en este estudio a los 10, 20 y 30 años desde el debut de la enfermedad,

considerando al FR como primer síntoma de la enfermedad, fueron de 95%, 78% y 60%,

respectivamente, para los pacientes con ATA-I y 98%, 92% y 85%, respectivamente, para

los pacientes con ACA.

El grupo canadiense, por otro lado, sugirió que la supervivencia en la ES parecía estar

asociada tanto con el tipo de anticuerpo como con el subtipo cutáneo. Así, valoró y comparó

la supervivencia en función de las 2 clasificaciones, cutánea y serológica (ACA o ATA-I),

con el siguiente resultado: Los pacientes con subtipo difusa y ATA-I positivos eran los que

presentaban la peor supervivencia en comparación con subtipo limitada y ACA (p=0.0216),

subtipo difusa y ACA (p=0.0313) y subtipo limitada y ATA-I (p=0.0115). La supervivencia

encontrada a los 10 años fue de 60%, 80%, 85% y casi el 100%, respectivamente 206.

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52

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Respecto a los anticuerpos menos frecuentes:

- Los anticuerpo anti-U3RNP se asocian también a una elevada mortalidad debido a la

frecuencia y gravedad de HAP 207. Aggarwal etal compararon en su cohorte de enfermos

con ES un grupo de pacientes que presentaban U3-RNP frente a un grupo U3-RNP nega-

tivo : encontraron que el grupo con U3-RNP presentaba un peor pronóstico, con una super-

vivencia acumulada a los 5 y a los 10 años desde el diagnóstico de la enfermedad de

75% y 56%, respectivamente, frente a porcentajes de 81% y 66%, respectivamente, en

pacientes que no presentaban el anticuerpo (p=0.102 a los 10 años). Después de realizar

un ajuste por edad y sexo, en el grupo con U3-RNP el pronóstico era significativamente

peor que en el grupo sin U3-RNP, con un HR de 1.38 (IC 95% 1.05-1.82 (p=0.019)) 207.

- Los anti-Th/To tienen un riesgo muy elevado de desarrollar complicaciones orgánicas

graves, por lo que los pacientes que los presentan tienen una menor supervivencia 178.

La supervivencia acumulada a los 5 y a los 10 años encontrada por Steen en pacientes

con ES y anti-Th/To fue de 78% y 65%, respectivamente 46.

- La presencia de anticuerpos U1RNP es predictora de una respuesta favorable a corti-

coides lo que le confiere un mejor pronóstico. En la cohorte de Steen et al 111 los

pacientes con U1-RNP positivos tenían la mayor supervivencia, con un porcentaje de

95% a los 5 años y 88% a los 10 años.

- El anticuerpo anti Pm-Scl también se asocia con un buen pronóstico. En una cohorte

de pacientes de Pittsburg aquellos que presentaban anti Pm-Scl eran los que mejor

pronóstico tenían entre todos los subtipos serológicos de la ES. En este grupo se

encontró una supervivencia a los 5 y a los 10 años en los enfermos Pm-Scl positivos

de 83% y 72%, respectivamente 186.

En la serie de Steen la supervivencia de los pacientes con anti Pm-Scl fue del 95% a

los 5 años (igual que la de los enfermos U1-RNP positivos). A los 10 años disminuyó de

forma importante hasta el 72% 111.

Una menor edad en el momento del diagnóstico y la presencia de escasas compli-

caciones orgánicas, sobre todo de EPI, son indicadores de buena evolución en los

enfermos que presentan este anticuerpo.

En el estudio más largo realizado hasta la fecha con 1432 pacientes 111 se objetivó que la

supervivencia más baja a los 10 años en los pacientes con el subtipo limitada era la de los

53

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

enfermos con anticuerpos antiTh/To (65% frente al 88% y el 75% de U1-RNP y ACA, respec-

tivamente). En el subtipo difusa, la mayor supervivencia a los 10 años fue encontrada en los

pacientes con RNAp (75%) y la más baja en pacientes con U3-RNP (61%).

1.3. DETERMINACIÓN DEL PODER PRONÓSTICO DE LOS SUBTIPOS

CUTÁNEOS VERSUS PERFIL INMUNOLÓGICO

La ES se caracteriza por su gran heterogeneidad clínica. La consecución de criterios de

clasificación homogéneos de la enfermedad no sólo tiene implicaciones teóricas, sino que

también es útil para establecer diferentes subtipos pronósticos. La clasificación en subtipos

cutáneos está limitada por la gran variabilidad de afecciones viscerales y de gravedad de

las mismas que pueden presentar enfermos del mismo subgrupo. Algunos estudios clínicos

sugerían que la clasificación por extensión cutánea no predecía adecuadamente el desa-

rrollo de afecciones orgánicas ni el pronóstico de la enfermedad y, sin embargo, cuando los

pacientes se clasificaban según su perfil inmunológico, diferían en frecuencia y gravedad de

las afecciones viscerales. Además, en los estudios genéticos se han descrito más asocia-

ciones de anticuerpos con determinados alelos del sistema de histocompatibilidad mayor

(HLA) que con los subtipos cutáneos de la enfermedad. Por estos motivos algunos autores

sugieren que los anticuerpos específicos son mejores indicadores del perfil clínico del

paciente 46 y consideran que dentro de un mismo subtipo cutáneo puede haber diferentes

grupos de enfermos con un determinado substrato genético e inmunológico que les confiere

un patrón clínico y pronóstico determinado.

Así, Steen 46 propone una clasificación de la enfermedad en función de los 7 autoanticuerpos

más específicos de la ES y considera que con el término de ES se engloban como mínimo

7 enfermedades diferentes agrupadas en 2 grandes subtipos cutáneos y definidas por la

presencia de un autoanticuerpo u otro (Tablas 10 y 11). Considera que son los anticuerpos

los que marcan el pronóstico de los pacientes basándose en el hecho de que diferentes

afecciones viscerales tienen un comportamiento diferente según el anticuerpo que esté

presente. Así, por ejemplo, los enfermos que presentan EPI asociada al anticuerpo Pm-Scl

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52

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Respecto a los anticuerpos menos frecuentes:

- Los anticuerpo anti-U3RNP se asocian también a una elevada mortalidad debido a la

frecuencia y gravedad de HAP 207. Aggarwal etal compararon en su cohorte de enfermos

con ES un grupo de pacientes que presentaban U3-RNP frente a un grupo U3-RNP nega-

tivo : encontraron que el grupo con U3-RNP presentaba un peor pronóstico, con una super-

vivencia acumulada a los 5 y a los 10 años desde el diagnóstico de la enfermedad de

75% y 56%, respectivamente, frente a porcentajes de 81% y 66%, respectivamente, en

pacientes que no presentaban el anticuerpo (p=0.102 a los 10 años). Después de realizar

un ajuste por edad y sexo, en el grupo con U3-RNP el pronóstico era significativamente

peor que en el grupo sin U3-RNP, con un HR de 1.38 (IC 95% 1.05-1.82 (p=0.019)) 207.

- Los anti-Th/To tienen un riesgo muy elevado de desarrollar complicaciones orgánicas

graves, por lo que los pacientes que los presentan tienen una menor supervivencia 178.

La supervivencia acumulada a los 5 y a los 10 años encontrada por Steen en pacientes

con ES y anti-Th/To fue de 78% y 65%, respectivamente 46.

- La presencia de anticuerpos U1RNP es predictora de una respuesta favorable a corti-

coides lo que le confiere un mejor pronóstico. En la cohorte de Steen et al 111 los

pacientes con U1-RNP positivos tenían la mayor supervivencia, con un porcentaje de

95% a los 5 años y 88% a los 10 años.

- El anticuerpo anti Pm-Scl también se asocia con un buen pronóstico. En una cohorte

de pacientes de Pittsburg aquellos que presentaban anti Pm-Scl eran los que mejor

pronóstico tenían entre todos los subtipos serológicos de la ES. En este grupo se

encontró una supervivencia a los 5 y a los 10 años en los enfermos Pm-Scl positivos

de 83% y 72%, respectivamente 186.

En la serie de Steen la supervivencia de los pacientes con anti Pm-Scl fue del 95% a

los 5 años (igual que la de los enfermos U1-RNP positivos). A los 10 años disminuyó de

forma importante hasta el 72% 111.

Una menor edad en el momento del diagnóstico y la presencia de escasas compli-

caciones orgánicas, sobre todo de EPI, son indicadores de buena evolución en los

enfermos que presentan este anticuerpo.

En el estudio más largo realizado hasta la fecha con 1432 pacientes 111 se objetivó que la

supervivencia más baja a los 10 años en los pacientes con el subtipo limitada era la de los

53

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

enfermos con anticuerpos antiTh/To (65% frente al 88% y el 75% de U1-RNP y ACA, respec-

tivamente). En el subtipo difusa, la mayor supervivencia a los 10 años fue encontrada en los

pacientes con RNAp (75%) y la más baja en pacientes con U3-RNP (61%).

1.3. DETERMINACIÓN DEL PODER PRONÓSTICO DE LOS SUBTIPOS

CUTÁNEOS VERSUS PERFIL INMUNOLÓGICO

La ES se caracteriza por su gran heterogeneidad clínica. La consecución de criterios de

clasificación homogéneos de la enfermedad no sólo tiene implicaciones teóricas, sino que

también es útil para establecer diferentes subtipos pronósticos. La clasificación en subtipos

cutáneos está limitada por la gran variabilidad de afecciones viscerales y de gravedad de

las mismas que pueden presentar enfermos del mismo subgrupo. Algunos estudios clínicos

sugerían que la clasificación por extensión cutánea no predecía adecuadamente el desa-

rrollo de afecciones orgánicas ni el pronóstico de la enfermedad y, sin embargo, cuando los

pacientes se clasificaban según su perfil inmunológico, diferían en frecuencia y gravedad de

las afecciones viscerales. Además, en los estudios genéticos se han descrito más asocia-

ciones de anticuerpos con determinados alelos del sistema de histocompatibilidad mayor

(HLA) que con los subtipos cutáneos de la enfermedad. Por estos motivos algunos autores

sugieren que los anticuerpos específicos son mejores indicadores del perfil clínico del

paciente 46 y consideran que dentro de un mismo subtipo cutáneo puede haber diferentes

grupos de enfermos con un determinado substrato genético e inmunológico que les confiere

un patrón clínico y pronóstico determinado.

Así, Steen 46 propone una clasificación de la enfermedad en función de los 7 autoanticuerpos

más específicos de la ES y considera que con el término de ES se engloban como mínimo

7 enfermedades diferentes agrupadas en 2 grandes subtipos cutáneos y definidas por la

presencia de un autoanticuerpo u otro (Tablas 10 y 11). Considera que son los anticuerpos

los que marcan el pronóstico de los pacientes basándose en el hecho de que diferentes

afecciones viscerales tienen un comportamiento diferente según el anticuerpo que esté

presente. Así, por ejemplo, los enfermos que presentan EPI asociada al anticuerpo Pm-Scl

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54

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

tienen un pronóstico mucho más favorable que los enfermos con EPI asociada a ATA-I. Esta

opinión ha sido ratificada más recientemente por Medsger 47 que también defiende el papel

esencial de los autoanticuerpos en la ES y recomienda la utilización de éstos como método

para subclasificar a los pacientes de los 2 grandes subtipos cutáneos en categorías (Tabla 5).

A cada anticuerpo se le asocia una serie de manifestaciones clínicas que son particular-

mente frecuentes. Por ejemplo, el RNAp está asociado con ES difusa (90%) y con alto riesgo

de CRE (25%). Por el contrario los anticuerpos ACA están asociados a ES limitada (95%) y

a un mayor riesgo de desarrollar en épocas tardías HAP (10%). Los anticuerpos ATA-I se

asocian a un mayor riesgo de EPI tanto en el grupo con ES Difusa como en el de ES limitada.

En los últimos años ha sido un motivo de debate el establecer qué tenía más peso como

factor predictivo de la clínica del paciente: la extensión cutánea o el tipo de anticuerpo,

y se han realizado estudios en los que se ha valorado por métodos multivariables el

poder predictivo de los dos grandes subtipos frente a los anticuerpos asociados a ES

más frecuentes y más ampliamente utilizados (ACA y ATA-I), observándose resultados

similares. En el estudio realizado por el Grupo Español dentro de la cohorte del RESCLE

43 con 916 pacientes, encontraron que la clasificación en función de la presencia de

anticuerpos ATA-I o ACA era casi tan eficiente como la categorización en subtipos cutá-

neos para evaluar la frecuencia de las manifestaciones clínicas y las características

epidemiológicas. En su análisis multivariable el número de manifestaciones clínicas

asociadas a subtipos cutáneos fue mayor que en las que participan los anticuerpos

(16 versus 13). Sin embargo, algunos perfiles serológicos favorecían algunas altera-

ciones viscerales específicas e importantes. Así por ejemplo, los pacientes ACA nega-

tivos tenían más frecuentemente una CVF <70% del valor esperado y, con ello, un peor

pronóstico. Por lo tanto, los pacientes con el subtipo cutáneo limitada que no presen-

taban ACA tenían más probabilidad de desarrollar EPI que los pacientes ACA positivos,

concluyendo en esta cohorte que el anticuerpo ACA es un factor protector indepen-

diente para EPI. Además, en el análisis de los factores independientes predictores de

las diferentes complicaciones de la ES encontraron también los siguientes resultados:

55

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

- El subtipo cutáneo difusa es el dato que predecía mejor el desarrollo de artritis, afec-

ción digestiva a todos los niveles, la afección renal y las úlceras digitales.

- Respecto a los anticuerpos, el ATA-I se asociaba de forma independiente al desa-

rrollo de pericarditis y de EPI; si bien su peso como predictor independiente de EPI fue

menor que el del subtipo cutáneo difusa. Sin embargo, el anticuerpo ACA, además de

un factor protector independiente para la EPI, también lo era para la miositis, y era

predictor de la aparición de síndrome seco 43.

Por lo tanto, Simeón etal, del grupo RESCLE, concluyen que la clasificación de la ES en los subtipos

cutáneos es la que mejor refleja la historia natural de la enfermedad y que los diferentes subgrupos

presentan claras diferencias clínicas, pero que el perfil inmunológico ayuda a definir las altera-

ciones viscerales y ofrece importante poder predictivo en la EPI y su gravedad. Además encon-

traron grandes diferencias clínicas entre pacientes con el subtipo cutáneo limitada y el subtipo ES

sine ES, que durante años se habían considerado similares 38. Así, el grupo de pacientes con ES

sine ES presentó mayor afección cardiaca que el grupo ES limitada, especialmente cardiopatía

isquémica; la PAPs media también fue mayor en el grupo ES sine ES y, aunque la incidencia de EPI

fue similar en ambos grupos, la CVF fue significativamente menor en el grupo ES sine ES que en

el grupo ES limitada. Ante estos resultados concluyen que, para la valoración del perfil clínico de

los pacientes, es necesario clasificar a los pacientes con ES en 3 subtipos cutáneos.

El grupo EUSTAR 151 en 2007, con una cohorte de 3656 pacientes con ES procedentes de dife-

rentes centros, describe resultados similares al RESCLE. En su estudio multivariable el grupo

encontró que los anticuerpos ACA y ATA-I tenían un poder predictivo en 15 de las manifesta-

ciones clínicas estudiadas y los subtipos cutáneos en 11. Analizaron los factores independientes

predictores de las diferentes complicaciones de la ES y encontraron los siguientes resultados:

- El principal factor predictor de la EPI y las úlceras digitales era el ATA-I y no el subtipo

cutáneo difusa.

- Los ACA predecían el desarrollo de HAP.

- El subtipo cutáneo difusa predecía únicamente el desarrollo de la CRE y los roces

tendinosos.

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54

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

tienen un pronóstico mucho más favorable que los enfermos con EPI asociada a ATA-I. Esta

opinión ha sido ratificada más recientemente por Medsger 47 que también defiende el papel

esencial de los autoanticuerpos en la ES y recomienda la utilización de éstos como método

para subclasificar a los pacientes de los 2 grandes subtipos cutáneos en categorías (Tabla 5).

A cada anticuerpo se le asocia una serie de manifestaciones clínicas que son particular-

mente frecuentes. Por ejemplo, el RNAp está asociado con ES difusa (90%) y con alto riesgo

de CRE (25%). Por el contrario los anticuerpos ACA están asociados a ES limitada (95%) y

a un mayor riesgo de desarrollar en épocas tardías HAP (10%). Los anticuerpos ATA-I se

asocian a un mayor riesgo de EPI tanto en el grupo con ES Difusa como en el de ES limitada.

En los últimos años ha sido un motivo de debate el establecer qué tenía más peso como

factor predictivo de la clínica del paciente: la extensión cutánea o el tipo de anticuerpo,

y se han realizado estudios en los que se ha valorado por métodos multivariables el

poder predictivo de los dos grandes subtipos frente a los anticuerpos asociados a ES

más frecuentes y más ampliamente utilizados (ACA y ATA-I), observándose resultados

similares. En el estudio realizado por el Grupo Español dentro de la cohorte del RESCLE

43 con 916 pacientes, encontraron que la clasificación en función de la presencia de

anticuerpos ATA-I o ACA era casi tan eficiente como la categorización en subtipos cutá-

neos para evaluar la frecuencia de las manifestaciones clínicas y las características

epidemiológicas. En su análisis multivariable el número de manifestaciones clínicas

asociadas a subtipos cutáneos fue mayor que en las que participan los anticuerpos

(16 versus 13). Sin embargo, algunos perfiles serológicos favorecían algunas altera-

ciones viscerales específicas e importantes. Así por ejemplo, los pacientes ACA nega-

tivos tenían más frecuentemente una CVF <70% del valor esperado y, con ello, un peor

pronóstico. Por lo tanto, los pacientes con el subtipo cutáneo limitada que no presen-

taban ACA tenían más probabilidad de desarrollar EPI que los pacientes ACA positivos,

concluyendo en esta cohorte que el anticuerpo ACA es un factor protector indepen-

diente para EPI. Además, en el análisis de los factores independientes predictores de

las diferentes complicaciones de la ES encontraron también los siguientes resultados:

55

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

- El subtipo cutáneo difusa es el dato que predecía mejor el desarrollo de artritis, afec-

ción digestiva a todos los niveles, la afección renal y las úlceras digitales.

- Respecto a los anticuerpos, el ATA-I se asociaba de forma independiente al desa-

rrollo de pericarditis y de EPI; si bien su peso como predictor independiente de EPI fue

menor que el del subtipo cutáneo difusa. Sin embargo, el anticuerpo ACA, además de

un factor protector independiente para la EPI, también lo era para la miositis, y era

predictor de la aparición de síndrome seco 43.

Por lo tanto, Simeón etal, del grupo RESCLE, concluyen que la clasificación de la ES en los subtipos

cutáneos es la que mejor refleja la historia natural de la enfermedad y que los diferentes subgrupos

presentan claras diferencias clínicas, pero que el perfil inmunológico ayuda a definir las altera-

ciones viscerales y ofrece importante poder predictivo en la EPI y su gravedad. Además encon-

traron grandes diferencias clínicas entre pacientes con el subtipo cutáneo limitada y el subtipo ES

sine ES, que durante años se habían considerado similares 38. Así, el grupo de pacientes con ES

sine ES presentó mayor afección cardiaca que el grupo ES limitada, especialmente cardiopatía

isquémica; la PAPs media también fue mayor en el grupo ES sine ES y, aunque la incidencia de EPI

fue similar en ambos grupos, la CVF fue significativamente menor en el grupo ES sine ES que en

el grupo ES limitada. Ante estos resultados concluyen que, para la valoración del perfil clínico de

los pacientes, es necesario clasificar a los pacientes con ES en 3 subtipos cutáneos.

El grupo EUSTAR 151 en 2007, con una cohorte de 3656 pacientes con ES procedentes de dife-

rentes centros, describe resultados similares al RESCLE. En su estudio multivariable el grupo

encontró que los anticuerpos ACA y ATA-I tenían un poder predictivo en 15 de las manifesta-

ciones clínicas estudiadas y los subtipos cutáneos en 11. Analizaron los factores independientes

predictores de las diferentes complicaciones de la ES y encontraron los siguientes resultados:

- El principal factor predictor de la EPI y las úlceras digitales era el ATA-I y no el subtipo

cutáneo difusa.

- Los ACA predecían el desarrollo de HAP.

- El subtipo cutáneo difusa predecía únicamente el desarrollo de la CRE y los roces

tendinosos.

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56

1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Por tanto, estos resultados evidencian que, para algunas manifestaciones de la enfer-

medad, la contribución del tipo de anticuerpo supera a la de la dicotomía clínica ES

limitada y ES difusa, y que para muchas de ellas, el perfil inmunológico contribuye

como una variable independiente. Así, este grupo concluye que los subtipos cutáneos se

asocian con manifestaciones clínicas determinadas, pero que una clasificación basada

en el tipo de anticuerpo parece que supera a la de los subtipos cutáneos en la predicción

de las complicaciones de la ES 151. Confirman, por tanto, la importancia de la subdi-

visión en subgrupos cutáneos limitada y difusa en la asociación con manifestaciones

orgánicas determinadas, pero consideran que se deben combinar la extensión cutánea

y los perfiles inmunológicos para predecir la clínica y el pronóstico de la enfermedad.

Tanto en el estudio realizado por el grupo EULAR como en el del grupo RESCLE, se analizan

sólo las características clínicas de los pacientes con los anticuerpos más prevalentes, ATA-I

y ACA, que son los que se detectan más fácilmente y de forma habitual en los diferentes

laboratorios. De los anticuerpos RNAp, terceros en frecuencia y con una prevalencia consi-

derable en pacientes con ES, todavía no hay estudios suficientes debido a la dificultad que

existe para determinarlos.

Posteriormente, Nihtyanova etal, con una larga cohorte de enfermos con ES procedentes de

un solo centro sugería que, si bien el perfil serológico puede ser útil para predecir determinadas

afecciones orgánicas, los subtipos cutáneos eran mejores predictores de mortalidad 208.

En su estudio multivariable el anticuerpo ATA-I era el factor predictor de mayor peso para

EPI, y el ACA el de mayor efecto protector para esta afección. También se confirmó la fuerte

asociación entre RNAp y la CRE, así como el efecto protector del anticuerpo ACA sobre ella.

Respecto a la mortalidad, el único anticuerpo que demostró una asociación significativa con

la supervivencia fue el ACA; si bien en el análisis por subtipos cutáneos el resultado ya no

fue significativo. Este resultado sugería que el mejor pronóstico de los pacientes con ACA era

debido a una predominancia del subtipo cutáneo limitada y no al propio anticuerpo.

57

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Más recientemente, sin embargo, el grupo canadiense de investigación en ES, que realizó un

estudio en pacientes con positividad para ACA y ATA-I, afirmó que la valoración del pronóstico

basándose únicamente en el perfil serológico o la extensión cutánea es subóptima y que debería

utilizarse una asociación de marcadores inmunológicos y extensión cutánea para conseguir una

mejor estimación de la mortalidad 206. Respecto a las características demográficas y las afec-

ciones orgánicas, este mismo grupo encontró en su estudio que éstas se relacionaban más con

el perfil serológico que con el subtipo cutáneo. Así, la HAP fue más frecuente en pacientes con

ACA y subtipo difusa o limitada (16.3% y 13.7%, respectivamente), que en pacientes con ATA-I

y subtipo difusa o limitada (9.9% y 4.8%, respectivamente), y la prevalencia de EPI fue mayor

en pacientes con ATA-I y subtipo difusa o limitada (56.4% y 49%) que en pacientes con ACA y

subtipo difusa o limitada (22.1% y 13.35). La presencia de CRE también varió según el anti-

cuerpo: la desarrollaron con mayor frecuencia los pacientes con ATA-I y subtipo difusa y limitada

(2.7% y 3.8%), que los pacientes con ACA y subtipo difusa o limitada (0% y 0.7%). Por el contrario,

otras manifestaciones como la calcinosis, manifestaciones vasculares periféricas o clínica arti-

cular presentaban una mayor asociación con la extensión cutánea.

Respecto a la supervivencia, el grupo RESCLE también estudió los factores independientes

predictores de un mal pronóstico de la enfermedad, entre los cuales se encontraba el subtipo

difusa. Sin embargo, mientras que la presencia de ATA-I y ausencia de ACA se asociaron

con peor pronóstico en el análisis univariable, no se pudo demostrar que fuesen factores

independientes del pronóstico en el estudio multivariable 10. El metanálisis de Rubio-Rivas

etal,tampoco evidencia que el perfil serológico esté dentro de los principales factores de

riesgo relacionados con peor pronóstico, y, sin embargo, sí lo está el subtipo cutáneo difusa

113. Por otro lado, mientras que datos de 1980 revelaban una gran diferencia de mortalidad

entre los pacientes con el subtipo limitada y el subtipo difusa, un estudio reciente demostró

una diferencia de mortalidad a los 10 años del 10%, una cifra mucho menos dramática.

Es interesante destacar que en el estudio del grupo canadiense antes citado 206, donde

evidenciaban una mayor relación del perfil inmunológico con las manifestaciones orgánicas

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

Por tanto, estos resultados evidencian que, para algunas manifestaciones de la enfer-

medad, la contribución del tipo de anticuerpo supera a la de la dicotomía clínica ES

limitada y ES difusa, y que para muchas de ellas, el perfil inmunológico contribuye

como una variable independiente. Así, este grupo concluye que los subtipos cutáneos se

asocian con manifestaciones clínicas determinadas, pero que una clasificación basada

en el tipo de anticuerpo parece que supera a la de los subtipos cutáneos en la predicción

de las complicaciones de la ES 151. Confirman, por tanto, la importancia de la subdi-

visión en subgrupos cutáneos limitada y difusa en la asociación con manifestaciones

orgánicas determinadas, pero consideran que se deben combinar la extensión cutánea

y los perfiles inmunológicos para predecir la clínica y el pronóstico de la enfermedad.

Tanto en el estudio realizado por el grupo EULAR como en el del grupo RESCLE, se analizan

sólo las características clínicas de los pacientes con los anticuerpos más prevalentes, ATA-I

y ACA, que son los que se detectan más fácilmente y de forma habitual en los diferentes

laboratorios. De los anticuerpos RNAp, terceros en frecuencia y con una prevalencia consi-

derable en pacientes con ES, todavía no hay estudios suficientes debido a la dificultad que

existe para determinarlos.

Posteriormente, Nihtyanova etal, con una larga cohorte de enfermos con ES procedentes de

un solo centro sugería que, si bien el perfil serológico puede ser útil para predecir determinadas

afecciones orgánicas, los subtipos cutáneos eran mejores predictores de mortalidad 208.

En su estudio multivariable el anticuerpo ATA-I era el factor predictor de mayor peso para

EPI, y el ACA el de mayor efecto protector para esta afección. También se confirmó la fuerte

asociación entre RNAp y la CRE, así como el efecto protector del anticuerpo ACA sobre ella.

Respecto a la mortalidad, el único anticuerpo que demostró una asociación significativa con

la supervivencia fue el ACA; si bien en el análisis por subtipos cutáneos el resultado ya no

fue significativo. Este resultado sugería que el mejor pronóstico de los pacientes con ACA era

debido a una predominancia del subtipo cutáneo limitada y no al propio anticuerpo.

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INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Más recientemente, sin embargo, el grupo canadiense de investigación en ES, que realizó un

estudio en pacientes con positividad para ACA y ATA-I, afirmó que la valoración del pronóstico

basándose únicamente en el perfil serológico o la extensión cutánea es subóptima y que debería

utilizarse una asociación de marcadores inmunológicos y extensión cutánea para conseguir una

mejor estimación de la mortalidad 206. Respecto a las características demográficas y las afec-

ciones orgánicas, este mismo grupo encontró en su estudio que éstas se relacionaban más con

el perfil serológico que con el subtipo cutáneo. Así, la HAP fue más frecuente en pacientes con

ACA y subtipo difusa o limitada (16.3% y 13.7%, respectivamente), que en pacientes con ATA-I

y subtipo difusa o limitada (9.9% y 4.8%, respectivamente), y la prevalencia de EPI fue mayor

en pacientes con ATA-I y subtipo difusa o limitada (56.4% y 49%) que en pacientes con ACA y

subtipo difusa o limitada (22.1% y 13.35). La presencia de CRE también varió según el anti-

cuerpo: la desarrollaron con mayor frecuencia los pacientes con ATA-I y subtipo difusa y limitada

(2.7% y 3.8%), que los pacientes con ACA y subtipo difusa o limitada (0% y 0.7%). Por el contrario,

otras manifestaciones como la calcinosis, manifestaciones vasculares periféricas o clínica arti-

cular presentaban una mayor asociación con la extensión cutánea.

Respecto a la supervivencia, el grupo RESCLE también estudió los factores independientes

predictores de un mal pronóstico de la enfermedad, entre los cuales se encontraba el subtipo

difusa. Sin embargo, mientras que la presencia de ATA-I y ausencia de ACA se asociaron

con peor pronóstico en el análisis univariable, no se pudo demostrar que fuesen factores

independientes del pronóstico en el estudio multivariable 10. El metanálisis de Rubio-Rivas

etal,tampoco evidencia que el perfil serológico esté dentro de los principales factores de

riesgo relacionados con peor pronóstico, y, sin embargo, sí lo está el subtipo cutáneo difusa

113. Por otro lado, mientras que datos de 1980 revelaban una gran diferencia de mortalidad

entre los pacientes con el subtipo limitada y el subtipo difusa, un estudio reciente demostró

una diferencia de mortalidad a los 10 años del 10%, una cifra mucho menos dramática.

Es interesante destacar que en el estudio del grupo canadiense antes citado 206, donde

evidenciaban una mayor relación del perfil inmunológico con las manifestaciones orgánicas

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

que el subtipo cutáneo, la supervivencia, sin embargo, parecía asociarse con ambas clasi-

ficaciones. Así, los pacientes con ATA-I y subtipo difusa tenían una peor supervivencia en

comparación con los enfermos con ACA y subtipo limitada (p=0.0216), ACA y subtipo difusa

(p=0.0313) y con ATA-I y subtipo limitada (p=0.0115).

Anticuerpo ATA-I RNAp U3 RNP

Nº pacientes 318 120 55

Hombres %* 27 19 29

Edad de inicio* 43 44 35

Difusa %* 71 85 64

Duración enfermedad 2 .2 1 .5 2.9

Afección articular % 86 88 89

Túnel carpiano %* 28 43 27

Roces tendinosos % 50 61 42

Úlceras digitales %* 63 42 58

Gangrena %* 13 3 9

Dedos en “salchicha” % 28 5 9

Osteolisis* 49/173 3/54 2/22

Calcinosis %* 17 14 22

Miositis %* 9 4 18

GI % 56 37 59

GI grave %* 8 5 25

Afección respiratoria % 73 49 67

Fibrosis pulmonar grave %* 23 7 24

CVF %* prevista 67 81 68

HAP aislada % 2 6 24

Afección cardíaca grave %* 16 7 18

Crisis renal %* 10 28 7

Supervivencia, % a los 5/10 años de diagnóstico 78/65 90/75 80/61

Tabla 10: Características de pacientes con anticuerpos más prevalentes en ES difusa

Tabla modificada de V. Steen 46. Las diferencias más significativas están en negrita

ACA: Anticuerpos anticentrómero; CVF: Capacidad vital forzada ; GI: Afección gastrointestinal;

HAP : Hipertensión arterial pulmonar; * P < 0.001 por análisis de variable

59

INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Anticuerpo ACA Th/To Pm/Scl U1-RNP

Nº pacientes 291 72 36 71

Hombres %* 8 19 19 21

Edad de inicio* 42 40 38 33

Difusa %* 5 7 22 20

Duración enfermedad 8.7 7.9 3 .2 3 .2

Afección articular % 60 60 75 94

Úlceras digitales %* 61 29 47 49

Gangrena %* 18 5 5 11

Dedos en “salchicha” 27 7 32 17

Osteolisis* (41/151) (2/28) (7/22) (5/29)

Calcinosis %* 46 22 39 14

Miositis %* 1 6 58 27

GI % 57 33 39 39

GI grave %* 8 13 0 14

Afección respiratoria % 45 62 58 53

Fibrosis pulmonar grave %* 6 16 27 22

CVF %* prevista 87 70 74 75

HAP aislada* 19 32 3 14

Afección cardíaca grave %* 4 7 6 11

Crisis renal %* 1 4 4 7

Supervivencia, % a los 5/10 años de diagnóstico 85/75 78/65 95/72 78/65

Tabla 11: Características de pacientes con anticuerpos más prevalentes en ES limitada

Tabla modificada de V. Steen 46. Las diferencias más significativas están en negrita

ACA: Anticuerpos anticentrómero; CVF: Capacidad vital forzada ; GI: Afección gastrointestinal;

HAP : Hipertensión arterial pulmonar; * P < 0.001 por análisis de variable

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1 ■ ■ INTRODUCCIÓN

que el subtipo cutáneo, la supervivencia, sin embargo, parecía asociarse con ambas clasi-

ficaciones. Así, los pacientes con ATA-I y subtipo difusa tenían una peor supervivencia en

comparación con los enfermos con ACA y subtipo limitada (p=0.0216), ACA y subtipo difusa

(p=0.0313) y con ATA-I y subtipo limitada (p=0.0115).

Anticuerpo ATA-I RNAp U3 RNP

Nº pacientes 318 120 55

Hombres %* 27 19 29

Edad de inicio* 43 44 35

Difusa %* 71 85 64

Duración enfermedad 2 .2 1 .5 2.9

Afección articular % 86 88 89

Túnel carpiano %* 28 43 27

Roces tendinosos % 50 61 42

Úlceras digitales %* 63 42 58

Gangrena %* 13 3 9

Dedos en “salchicha” % 28 5 9

Osteolisis* 49/173 3/54 2/22

Calcinosis %* 17 14 22

Miositis %* 9 4 18

GI % 56 37 59

GI grave %* 8 5 25

Afección respiratoria % 73 49 67

Fibrosis pulmonar grave %* 23 7 24

CVF %* prevista 67 81 68

HAP aislada % 2 6 24

Afección cardíaca grave %* 16 7 18

Crisis renal %* 10 28 7

Supervivencia, % a los 5/10 años de diagnóstico 78/65 90/75 80/61

Tabla 10: Características de pacientes con anticuerpos más prevalentes en ES difusa

Tabla modificada de V. Steen 46. Las diferencias más significativas están en negrita

ACA: Anticuerpos anticentrómero; CVF: Capacidad vital forzada ; GI: Afección gastrointestinal;

HAP : Hipertensión arterial pulmonar; * P < 0.001 por análisis de variable

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INTRODUCCIÓN ■ ■ 1

Anticuerpo ACA Th/To Pm/Scl U1-RNP

Nº pacientes 291 72 36 71

Hombres %* 8 19 19 21

Edad de inicio* 42 40 38 33

Difusa %* 5 7 22 20

Duración enfermedad 8.7 7.9 3 .2 3 .2

Afección articular % 60 60 75 94

Úlceras digitales %* 61 29 47 49

Gangrena %* 18 5 5 11

Dedos en “salchicha” 27 7 32 17

Osteolisis* (41/151) (2/28) (7/22) (5/29)

Calcinosis %* 46 22 39 14

Miositis %* 1 6 58 27

GI % 57 33 39 39

GI grave %* 8 13 0 14

Afección respiratoria % 45 62 58 53

Fibrosis pulmonar grave %* 6 16 27 22

CVF %* prevista 87 70 74 75

HAP aislada* 19 32 3 14

Afección cardíaca grave %* 4 7 6 11

Crisis renal %* 1 4 4 7

Supervivencia, % a los 5/10 años de diagnóstico 85/75 78/65 95/72 78/65

Tabla 11: Características de pacientes con anticuerpos más prevalentes en ES limitada

Tabla modificada de V. Steen 46. Las diferencias más significativas están en negrita

ACA: Anticuerpos anticentrómero; CVF: Capacidad vital forzada ; GI: Afección gastrointestinal;

HAP : Hipertensión arterial pulmonar; * P < 0.001 por análisis de variable

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22Objetivos

2. OBJETIVOS

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22Objetivos

2. OBJETIVOS

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63

OBJETIVOS ■ ■ 2

2.1. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO

La ES es una enfermedad poco prevalente y con una expresividad clínica muy variable. Tiene

un pronóstico que difiere enormemente dependiendo del subtipo clínico, que va desde una

supervivencia prolongada a un curso rápidamente progresivo y fatal.

La mejoría de la supervivencia va ligada a un mejor control de las complicaciones de la enfer-

medad, como por ejemplo la utilización de inhibidores de la enzima convertidora de angioten-

sina (IECA) en la crisis renal esclerodérmica (CRE); los inmunosupresores para la enfermedad

pulmonar intersticial difusa (EPI) y la terapia vasodilatadora para control de la hipertensión

arterial pulmonar (HAP).

Cuando se evalúa una enfermedad rara como la ES es importante conocer las tendencias en la

presentación e historia natural de la enfermedad, identificar los factores predictores de compli-

caciones y los subgrupos de pacientes de alto riesgo. Estas herramientas ayudan al clínico

a establecer un diagnóstico precoz de las complicaciones viscerales e iniciar un tratamiento

dirigido lo antes posible con un mejor control y pronóstico de las mismas.

Varios estudios clínicos sugieren que la extensión cutánea no predice adecuadamente las

complicaciones viscerales ni el pronóstico en muchos pacientes. Cuando los pacientes se

clasifican en función del perfil serológico, los subgrupos difieren en frecuencia y gravedad de

las afecciones orgánicas, lo que sugiere que los anticuerpos específicos pueden ser mejores

predictores de la enfermedad que el subtipo cutáneo.

A la luz de lo expuesto, el objetivo global de la presente tesis doctoral es profundizar en el

conocimiento de los perfiles clínicos de diferentes subgrupos de pacientes con ES clasificados

en función del anticuerpo específico que presenten, prestando especial atención a las compli-

caciones orgánicas graves.

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OBJETIVOS ■ ■ 2

2.1. JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO

La ES es una enfermedad poco prevalente y con una expresividad clínica muy variable. Tiene

un pronóstico que difiere enormemente dependiendo del subtipo clínico, que va desde una

supervivencia prolongada a un curso rápidamente progresivo y fatal.

La mejoría de la supervivencia va ligada a un mejor control de las complicaciones de la enfer-

medad, como por ejemplo la utilización de inhibidores de la enzima convertidora de angioten-

sina (IECA) en la crisis renal esclerodérmica (CRE); los inmunosupresores para la enfermedad

pulmonar intersticial difusa (EPI) y la terapia vasodilatadora para control de la hipertensión

arterial pulmonar (HAP).

Cuando se evalúa una enfermedad rara como la ES es importante conocer las tendencias en la

presentación e historia natural de la enfermedad, identificar los factores predictores de compli-

caciones y los subgrupos de pacientes de alto riesgo. Estas herramientas ayudan al clínico

a establecer un diagnóstico precoz de las complicaciones viscerales e iniciar un tratamiento

dirigido lo antes posible con un mejor control y pronóstico de las mismas.

Varios estudios clínicos sugieren que la extensión cutánea no predice adecuadamente las

complicaciones viscerales ni el pronóstico en muchos pacientes. Cuando los pacientes se

clasifican en función del perfil serológico, los subgrupos difieren en frecuencia y gravedad de

las afecciones orgánicas, lo que sugiere que los anticuerpos específicos pueden ser mejores

predictores de la enfermedad que el subtipo cutáneo.

A la luz de lo expuesto, el objetivo global de la presente tesis doctoral es profundizar en el

conocimiento de los perfiles clínicos de diferentes subgrupos de pacientes con ES clasificados

en función del anticuerpo específico que presenten, prestando especial atención a las compli-

caciones orgánicas graves.

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64

2 ■ ■ OBJETIVOS

2.2. OBJETIVOS

1. Describir la prevalencia de las características clínicas y epidemiológicas de una larga

cohorte de enfermos con ES controlada en el Hospital Vall d’Hebron y estudiar las

manifestaciones asociadas a los diferentes subtipos cutáneos.

2. Describir las características clínico-epidemiológicas en función del perfil serológico.

3. Determinar si la clasificación en subtipos limitada y difusa es más adecuada para

definir la enfermedad y sus manifestaciones orgánicas que la categorización en

función de los anticuerpos ACA o ATA-I.

4. Estimar la frecuencia de presentación de anti-RNA polimerasa III en una serie amplia

de pacientes con esclerosis sistémica en nuestro medio y establecer un perfil clínico de

los pacientes con positividad para este anticuerpo.

5. Determinar la correlación entre los anticuerpos antiSSa/Ro52 y las características

demográficas, clínicas y pronósticas determinadas en pacientes con ES.

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2 ■ ■ OBJETIVOS

2.2. OBJETIVOS

1. Describir la prevalencia de las características clínicas y epidemiológicas de una larga

cohorte de enfermos con ES controlada en el Hospital Vall d’Hebron y estudiar las

manifestaciones asociadas a los diferentes subtipos cutáneos.

2. Describir las características clínico-epidemiológicas en función del perfil serológico.

3. Determinar si la clasificación en subtipos limitada y difusa es más adecuada para

definir la enfermedad y sus manifestaciones orgánicas que la categorización en

función de los anticuerpos ACA o ATA-I.

4. Estimar la frecuencia de presentación de anti-RNA polimerasa III en una serie amplia

de pacientes con esclerosis sistémica en nuestro medio y establecer un perfil clínico de

los pacientes con positividad para este anticuerpo.

5. Determinar la correlación entre los anticuerpos antiSSa/Ro52 y las características

demográficas, clínicas y pronósticas determinadas en pacientes con ES.

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33Pacientes y Métodos

3. PACIENTES Y MÉTODOS

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33Pacientes y Métodos

3. PACIENTES Y MÉTODOS

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PACIENTES Y MÉTODOS ■ ■ 3

El cuerpo de la investigación de esta tesis doctoral está formado por tres estudios independientes,

diseñados para dar respuesta a los objetivos planteados. Estos estudios son los siguientes:

◀ Patrón clínico en función del subtipo cutáneo y el perfil inmunológico ATA-I y ACA en

esclerodermia. Análisis del poder predictivo de la categorización en subtipos cutáneos

(Difusa y limitada) y en subtipos inmunológicos (ATA y ACA).

◀ Características clínicas de la esclerosis sistémica asociada a anticuerpos anti-RNA

polimerasa III en la cohorte del hospital Vall d´Hebron.

◀ Anticuerpos antiSSa/Ro52 en esclerodermia. Resultados de un estudio observacional

y transversal.

A continuación se ofrece una descripción detallada de cada uno de los estudios.

Se describen en primer lugar los pacientes y métodos que son comunes en los tres y, poste-

riormente, se exponen los resultados de forma secuencial para facilitar su lectura.

3.1. PACIENTES

Se realizó un estudio retrospectivo de una cohorte de pacientes diagnosticados de ES y visitados

en la unidad de Enfermedades autoinmunes del Hospital Vall d’Hebron. Para evitar excluir a

pacientes con un claro diagnóstico clínico de ES que no cumplían los criterios de clasificación de

la ACR de 1980 32, utilizamos la clasificación propuesta por LeRoy and Medsger 42.

◀ En el primer estudio se incluyeron 319 pacientes con ES recogidos en una base de

datos entre los años 1976 y 2009. Se analizaron datos epidemiológicos, clínicos y

serológicos, y se compararon los datos de los grupos de pacientes con ACA y con ATA-I

positivo, y de los grupos con ES cutánea difusa y ES cutánea limitada.

◀ Para el segundo estudio se seleccionaron de la cohorte 24 pacientes que presentaban

anticuerpos RNAp positivos mediante la técnica de inmunoblot en papel o enzimoinmunoen-

sayo, y se compararon con 151 pacientes con negatividad para dichos anticuerpos. Se anali-

zaron las diferentes variables epidemiológicas, clínicas, capilaroscópicas e inmunológicas.

◀ En el tercer estudio se incluyeron los 132 pacientes de la cohorte con determinación

de los anticuerpos antiSSa/Ro52 y se analizaron y compararon los parámetros demo-

gráficos, clínicos y pronósticos dependiendo de la positividad de dicho anticuerpo.

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PACIENTES Y MÉTODOS ■ ■ 3

El cuerpo de la investigación de esta tesis doctoral está formado por tres estudios independientes,

diseñados para dar respuesta a los objetivos planteados. Estos estudios son los siguientes:

◀ Patrón clínico en función del subtipo cutáneo y el perfil inmunológico ATA-I y ACA en

esclerodermia. Análisis del poder predictivo de la categorización en subtipos cutáneos

(Difusa y limitada) y en subtipos inmunológicos (ATA y ACA).

◀ Características clínicas de la esclerosis sistémica asociada a anticuerpos anti-RNA

polimerasa III en la cohorte del hospital Vall d´Hebron.

◀ Anticuerpos antiSSa/Ro52 en esclerodermia. Resultados de un estudio observacional

y transversal.

A continuación se ofrece una descripción detallada de cada uno de los estudios.

Se describen en primer lugar los pacientes y métodos que son comunes en los tres y, poste-

riormente, se exponen los resultados de forma secuencial para facilitar su lectura.

3.1. PACIENTES

Se realizó un estudio retrospectivo de una cohorte de pacientes diagnosticados de ES y visitados

en la unidad de Enfermedades autoinmunes del Hospital Vall d’Hebron. Para evitar excluir a

pacientes con un claro diagnóstico clínico de ES que no cumplían los criterios de clasificación de

la ACR de 1980 32, utilizamos la clasificación propuesta por LeRoy and Medsger 42.

◀ En el primer estudio se incluyeron 319 pacientes con ES recogidos en una base de

datos entre los años 1976 y 2009. Se analizaron datos epidemiológicos, clínicos y

serológicos, y se compararon los datos de los grupos de pacientes con ACA y con ATA-I

positivo, y de los grupos con ES cutánea difusa y ES cutánea limitada.

◀ Para el segundo estudio se seleccionaron de la cohorte 24 pacientes que presentaban

anticuerpos RNAp positivos mediante la técnica de inmunoblot en papel o enzimoinmunoen-

sayo, y se compararon con 151 pacientes con negatividad para dichos anticuerpos. Se anali-

zaron las diferentes variables epidemiológicas, clínicas, capilaroscópicas e inmunológicas.

◀ En el tercer estudio se incluyeron los 132 pacientes de la cohorte con determinación

de los anticuerpos antiSSa/Ro52 y se analizaron y compararon los parámetros demo-

gráficos, clínicos y pronósticos dependiendo de la positividad de dicho anticuerpo.

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3 ■ ■ PACIENTES Y MÉTODOS

El inicio de la enfermedad se consideró la fecha de la aparición de la primera manifestación

clínica relacionada con la ES, incluyendo el FR.

Se recogieron los siguientes datos clínicos y demográficos: sexo, edad del debut de la enfer-

medad (aparición de primera manifestación clínica, incluido FR), edad al diagnóstico, subtipo

cutáneo de ES según la clasificación de LeRoy, afección vascular periférica, afección diges-

tiva, cirrosis biliar primaria, EPI, HAP, afección cardiaca, CRE, patrón capilaroscópico, preva-

lencia de cáncer, muertes y causas de muerte.

3.2. DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES CLÍNICAS

◀ Afeccióncutánea: Se consideraron cuatro subtipos cutáneos basándose en la exten-

sión de la esclerosis cutánea según la clasificación de LeRoy modificada de 2001 42:

1. ES cutánea difusa, que incluye a pacientes con esclerosis cutánea proximal a codos

y rodillas;

2. ES cutánea limitada, que incluye pacientes con esclerosis cutánea distal a codos y

rodillas, incluyendo cara y cuello;

3. ES sine escleroderma, definida por la presencia de FR o equivalentes, afección

visceral característica de la ES y presencia de ANAs; y

4. Preesclerodermia, definida por FR, anticuerpos específicos de la ES y/o alteraciones

capilaroscópicas características de la enfermedad, pero sin esclerosis cutánea ni

afección visceral característica.

Dado que el grupo preesclerodermia carece de afección visceral, los pacientes de este

subgrupo no se incluyeron en el estudio de asociación con las diferentes afecciones.

◀ Afecciónvascularperiférica: Definida como la presencia de FR con o sin úlceras digi-

tales. Incluimos en este apartado las telangiectasias.

◀ Afeccióndigestiva: Los siguientes diagnósticos se consideraron relacionados con la ES: pato-

logía esofágica que se definió como hipomotilidad de los dos tercios inferiores del esófago

y/o disminución de la peristalsis confirmadas en las pruebas complementarias dirigidas

como TEGD, manometría o estudio isotópico, con o sin síntomas; afección gástrica defi-

nida por la presencia de hipotonía gástrica detectada por estudio radiológico o isotópico y/o

71

PACIENTES Y MÉTODOS ■ ■ 3

ectasia vascular gástrica identificada mediante endoscopia; afección intestinal cuando se

confirma una dismotilidad intestinal por manometría o estudio cine-radiográfico, malabsor-

ción intestinal por sobrecrecimiento bacteriano mediante test del aliento de glucosa o pseu-

doobstrucción intestinal diagnosticada por radiografía o tomografía computerizada 39,116.

◀ Afecciónpulmonar: La afección pulmonar se define por la presencia de enfermedad

pulmonar intersticial (EPI) o hipertensión arterial pulmonar (HAP). El diagnóstico de EPI

se estableció si se cumplía uno de los siguientes criterios: 1-patrón restrictivo pulmonar

en las PFR con CVF <80% del valor esperado sin otra causa que la justifique, 2-patrón

intersticial evidenciado por radiografía de tórax o TACAR, o 3-alveolitis confirmada por

lavado broncoalveolar. Se consideró EPI grave si la CVF era <55% 75.

El diagnóstico de HAP se realizó mediante cateterismo cardíaco derecho, definido

como una PAPm ≥25mmHg junto a una PCP <15mmHg y unas RVP > a 3 unidades

Wood 66. La HAP se consideró aislada cuando el paciente no presentaba EPI grave

coexistente (CVF <60%).

◀ Afecciónrenal: Para definir la Crisis renal esclerodérmica (CRE) se utilizaron los criterios

de Traub 79, que se basan en la presencia de hipertensión arterial grave de inicio brusco

y/o insuficiencia renal oligoanúrica.

◀ Afeccióncardiaca: La afección cardiaca se define como pericarditis, cardiopatía isqué-

mica de causa desconocida, defectos reversibles en la perfusión de Talio después de

crioestimulación, alteraciones en la Ecocardiografía-Doppler color, alteraciones elec-

trocardiográficas sin causa aparente, función sistólica del ventrículo izquierdo menor

del 50% o del ventrículo derecho menor de 40% por ecocardiograma o ventriculo-

grafía, todo ello no justificado por factores de riesgo cardiovascular.

◀ Afecciónosteomuscular: Incluye el diagnóstico de artralgias, artritis, roces tendinosos,

miopatía inflamatoria o miopatía no inflamatoria, esta última definida como debilidad

muscular unida a alteración de los enzimas musculares y un patrón miógeno en el EMG

con o sin biopsia muscular.

◀ Patróncapilaroscópico: Se estudió mediante un estereomicroscopio electrónico Wild

M3 con luz fría Intralux 5000 Volpi (Urdorf, Zurich, Switzerland). Se valoraron altera-

ciones cualitativas como el aumento del tamaño capilar (megacapilares, dilataciones),

pérdida capilar, presencia de tortuosidades, ramificaciones y/o hemorragias.

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3 ■ ■ PACIENTES Y MÉTODOS

El inicio de la enfermedad se consideró la fecha de la aparición de la primera manifestación

clínica relacionada con la ES, incluyendo el FR.

Se recogieron los siguientes datos clínicos y demográficos: sexo, edad del debut de la enfer-

medad (aparición de primera manifestación clínica, incluido FR), edad al diagnóstico, subtipo

cutáneo de ES según la clasificación de LeRoy, afección vascular periférica, afección diges-

tiva, cirrosis biliar primaria, EPI, HAP, afección cardiaca, CRE, patrón capilaroscópico, preva-

lencia de cáncer, muertes y causas de muerte.

3.2. DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES CLÍNICAS

◀ Afeccióncutánea: Se consideraron cuatro subtipos cutáneos basándose en la exten-

sión de la esclerosis cutánea según la clasificación de LeRoy modificada de 2001 42:

1. ES cutánea difusa, que incluye a pacientes con esclerosis cutánea proximal a codos

y rodillas;

2. ES cutánea limitada, que incluye pacientes con esclerosis cutánea distal a codos y

rodillas, incluyendo cara y cuello;

3. ES sine escleroderma, definida por la presencia de FR o equivalentes, afección

visceral característica de la ES y presencia de ANAs; y

4. Preesclerodermia, definida por FR, anticuerpos específicos de la ES y/o alteraciones

capilaroscópicas características de la enfermedad, pero sin esclerosis cutánea ni

afección visceral característica.

Dado que el grupo preesclerodermia carece de afección visceral, los pacientes de este

subgrupo no se incluyeron en el estudio de asociación con las diferentes afecciones.

◀ Afecciónvascularperiférica: Definida como la presencia de FR con o sin úlceras digi-

tales. Incluimos en este apartado las telangiectasias.

◀ Afeccióndigestiva: Los siguientes diagnósticos se consideraron relacionados con la ES: pato-

logía esofágica que se definió como hipomotilidad de los dos tercios inferiores del esófago

y/o disminución de la peristalsis confirmadas en las pruebas complementarias dirigidas

como TEGD, manometría o estudio isotópico, con o sin síntomas; afección gástrica defi-

nida por la presencia de hipotonía gástrica detectada por estudio radiológico o isotópico y/o

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PACIENTES Y MÉTODOS ■ ■ 3

ectasia vascular gástrica identificada mediante endoscopia; afección intestinal cuando se

confirma una dismotilidad intestinal por manometría o estudio cine-radiográfico, malabsor-

ción intestinal por sobrecrecimiento bacteriano mediante test del aliento de glucosa o pseu-

doobstrucción intestinal diagnosticada por radiografía o tomografía computerizada 39,116.

◀ Afecciónpulmonar: La afección pulmonar se define por la presencia de enfermedad

pulmonar intersticial (EPI) o hipertensión arterial pulmonar (HAP). El diagnóstico de EPI

se estableció si se cumplía uno de los siguientes criterios: 1-patrón restrictivo pulmonar

en las PFR con CVF <80% del valor esperado sin otra causa que la justifique, 2-patrón

intersticial evidenciado por radiografía de tórax o TACAR, o 3-alveolitis confirmada por

lavado broncoalveolar. Se consideró EPI grave si la CVF era <55% 75.

El diagnóstico de HAP se realizó mediante cateterismo cardíaco derecho, definido

como una PAPm ≥25mmHg junto a una PCP <15mmHg y unas RVP > a 3 unidades

Wood 66. La HAP se consideró aislada cuando el paciente no presentaba EPI grave

coexistente (CVF <60%).

◀ Afecciónrenal: Para definir la Crisis renal esclerodérmica (CRE) se utilizaron los criterios

de Traub 79, que se basan en la presencia de hipertensión arterial grave de inicio brusco

y/o insuficiencia renal oligoanúrica.

◀ Afeccióncardiaca: La afección cardiaca se define como pericarditis, cardiopatía isqué-

mica de causa desconocida, defectos reversibles en la perfusión de Talio después de

crioestimulación, alteraciones en la Ecocardiografía-Doppler color, alteraciones elec-

trocardiográficas sin causa aparente, función sistólica del ventrículo izquierdo menor

del 50% o del ventrículo derecho menor de 40% por ecocardiograma o ventriculo-

grafía, todo ello no justificado por factores de riesgo cardiovascular.

◀ Afecciónosteomuscular: Incluye el diagnóstico de artralgias, artritis, roces tendinosos,

miopatía inflamatoria o miopatía no inflamatoria, esta última definida como debilidad

muscular unida a alteración de los enzimas musculares y un patrón miógeno en el EMG

con o sin biopsia muscular.

◀ Patróncapilaroscópico: Se estudió mediante un estereomicroscopio electrónico Wild

M3 con luz fría Intralux 5000 Volpi (Urdorf, Zurich, Switzerland). Se valoraron altera-

ciones cualitativas como el aumento del tamaño capilar (megacapilares, dilataciones),

pérdida capilar, presencia de tortuosidades, ramificaciones y/o hemorragias.

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3 ■ ■ PACIENTES Y MÉTODOS

Se definieron dos patrones capilaroscópicos según la división de Maricq et al 209:

patrónactivo; con predominancia de pérdida capilar y un patrónlento con presencia,

preferentemente, de dilataciones vasculares y megacapilares, sin pérdida capilar.

3.3. ANÁLISIS INMUNOLÓGICOS

◀ Inmunofluorescencia indirecta: Se utilizó Inmunofluorescencia indirecta (IFI) de Nova

Lite (IFA) ANA en riñón y estómago de ratón (Inova Diagnostics, San Diego CA, Inc) para la

detección de anticuerpos IgG ANA, según instrucciones del fabricante. La dilución de cribado

fue 1:40. Para analizar los títulos de ANA, las muestras positivas se testaron por IFI utili-

zando células HEp 2 (Inova Diagnostics, San Diego CA, Inc) y anti-IgG humana secundaria

(H + L) de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Se analizaron diluciones de suero

en dos veces (de 1/40 a 1/2560) en PBS. Brevemente, las láminas de substrato ANA

HEp-2 se incubaron con muestras de suero del paciente. Después de los apropiados

lavados, se añadió un anticuerpo IgG anti-humano acoplado a FITC. Los resultados se

visualizaron a través de microscopio fluorescente y se compararon con los controles

negativos y positivos proporcionados por el test. Un técnico experto leyó los patrones de

fluorescencia (homogéneo, moteado, centrómero, nucleolar y periférico). Cuando había

dudas, el resultado se contrastó con un segundo técnico.

◀ Inmunoblot en papel: Se utilizó inmunoblot en papel para determinar la presencia

de anticentrómero (ACA), anti PmScl y frente a antígenos extraíbles del núcleo (Ro, La,

RNP, Sm y ATA-I).

◀ Anticuerpos RNAp: Para la detección de los anticuerpos RNAp se utilizaron 2

técnicas diferentes: en los primeros 63 sueros de pacientes con ES se deter-

minaron los anticuerpos RNAp mediante ELISA que utiliza un péptido recom-

binante de RNA polimerasa III (Quanta LiteRNA Pol III ELISA, INOVA Diag-

nostics, San Diego, CA, USA), según las instrucciones del fabricante 161,

y en el resto de enfermos se utilizó Inmunoensayo en línea (Euroline Systemic Scle-

rosis profile, Euroimmun, Lübeck, Ger many) que contiene anticuerpos contra RP11

(RNAP-III) y RP155 (RNAP-III).

3.4. MÉTODOS ESTADÍSTICOS

El análisis estadístico se realizó mediante SPSS 20.0.

73

PACIENTES Y MÉTODOS ■ ■ 3

Se calculó la media y la desviación estándar para las variables cuantitativas (edad, fecha

del debut de la enfermedad y fecha del diagnóstico), y se calculó el porcentaje y las frecuen-

cias para las variables cualitativas.

Para el análisis univariable se utilizaron los tests de Chi-cuadrado, el exacto de Fisher, las odds

ratio y sus límites de confianza 95% para los análisis comparativos de los porcentajes, y se utilizó

la prueba ANOVA (análisis de varianza) y el test de Kruskall-Wallis para las variables cuantitativas,

Los resultados se consideraron significativos cuando el valor de la p era <0.05.

En el primer estudio se realizó, además, un análisis del valor predictivo de los anticuerpos

(ACA y ATA-I como variables dicotómicas) y el subtipo clínico (limitada y difusa) para las

afecciones más prevalentes y/o con más importancia en el pronóstico: EPI, HAP, CRE y afec-

ción esofágica. Se utilizó un proceso de selección por pasos hacia atrás.

Se estimó un modelo de regresión de Cox para EPI, HAP y CRE. Dada la baja prevalencia

observada de esta última patología, el elevado número de tiempos de supervivencia censu-

rados conlleva a la aparición del fenómeno de separación. Se aplicó el método de ajuste

propuesto por Firth adaptado a los modelos de supervivencia para mejorar la estimación de

la razón de riesgos y de su intervalo de confianza 210.

Se utilizó la medida V propuesta por Schemper y Henderson para los modelos de regresión

de Cox 211 para valorar la variación explicada del modelo por cada una de las variables

seleccionadas y la suma de cuadrados R2 ss propuesta por Mittlböck y Schemper para el

modelo de regresión logística 212. Ambas medidas se interpretan de forma análoga al coefi-

ciente de determinación (R2) de la regresión lineal.

Los cálculos se realizaron con el programa SAS 9.1.

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3 ■ ■ PACIENTES Y MÉTODOS

Se definieron dos patrones capilaroscópicos según la división de Maricq et al 209:

patrónactivo; con predominancia de pérdida capilar y un patrónlento con presencia,

preferentemente, de dilataciones vasculares y megacapilares, sin pérdida capilar.

3.3. ANÁLISIS INMUNOLÓGICOS

◀ Inmunofluorescencia indirecta: Se utilizó Inmunofluorescencia indirecta (IFI) de Nova

Lite (IFA) ANA en riñón y estómago de ratón (Inova Diagnostics, San Diego CA, Inc) para la

detección de anticuerpos IgG ANA, según instrucciones del fabricante. La dilución de cribado

fue 1:40. Para analizar los títulos de ANA, las muestras positivas se testaron por IFI utili-

zando células HEp 2 (Inova Diagnostics, San Diego CA, Inc) y anti-IgG humana secundaria

(H + L) de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Se analizaron diluciones de suero

en dos veces (de 1/40 a 1/2560) en PBS. Brevemente, las láminas de substrato ANA

HEp-2 se incubaron con muestras de suero del paciente. Después de los apropiados

lavados, se añadió un anticuerpo IgG anti-humano acoplado a FITC. Los resultados se

visualizaron a través de microscopio fluorescente y se compararon con los controles

negativos y positivos proporcionados por el test. Un técnico experto leyó los patrones de

fluorescencia (homogéneo, moteado, centrómero, nucleolar y periférico). Cuando había

dudas, el resultado se contrastó con un segundo técnico.

◀ Inmunoblot en papel: Se utilizó inmunoblot en papel para determinar la presencia

de anticentrómero (ACA), anti PmScl y frente a antígenos extraíbles del núcleo (Ro, La,

RNP, Sm y ATA-I).

◀ Anticuerpos RNAp: Para la detección de los anticuerpos RNAp se utilizaron 2

técnicas diferentes: en los primeros 63 sueros de pacientes con ES se deter-

minaron los anticuerpos RNAp mediante ELISA que utiliza un péptido recom-

binante de RNA polimerasa III (Quanta LiteRNA Pol III ELISA, INOVA Diag-

nostics, San Diego, CA, USA), según las instrucciones del fabricante 161,

y en el resto de enfermos se utilizó Inmunoensayo en línea (Euroline Systemic Scle-

rosis profile, Euroimmun, Lübeck, Ger many) que contiene anticuerpos contra RP11

(RNAP-III) y RP155 (RNAP-III).

3.4. MÉTODOS ESTADÍSTICOS

El análisis estadístico se realizó mediante SPSS 20.0.

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PACIENTES Y MÉTODOS ■ ■ 3

Se calculó la media y la desviación estándar para las variables cuantitativas (edad, fecha

del debut de la enfermedad y fecha del diagnóstico), y se calculó el porcentaje y las frecuen-

cias para las variables cualitativas.

Para el análisis univariable se utilizaron los tests de Chi-cuadrado, el exacto de Fisher, las odds

ratio y sus límites de confianza 95% para los análisis comparativos de los porcentajes, y se utilizó

la prueba ANOVA (análisis de varianza) y el test de Kruskall-Wallis para las variables cuantitativas,

Los resultados se consideraron significativos cuando el valor de la p era <0.05.

En el primer estudio se realizó, además, un análisis del valor predictivo de los anticuerpos

(ACA y ATA-I como variables dicotómicas) y el subtipo clínico (limitada y difusa) para las

afecciones más prevalentes y/o con más importancia en el pronóstico: EPI, HAP, CRE y afec-

ción esofágica. Se utilizó un proceso de selección por pasos hacia atrás.

Se estimó un modelo de regresión de Cox para EPI, HAP y CRE. Dada la baja prevalencia

observada de esta última patología, el elevado número de tiempos de supervivencia censu-

rados conlleva a la aparición del fenómeno de separación. Se aplicó el método de ajuste

propuesto por Firth adaptado a los modelos de supervivencia para mejorar la estimación de

la razón de riesgos y de su intervalo de confianza 210.

Se utilizó la medida V propuesta por Schemper y Henderson para los modelos de regresión

de Cox 211 para valorar la variación explicada del modelo por cada una de las variables

seleccionadas y la suma de cuadrados R2 ss propuesta por Mittlböck y Schemper para el

modelo de regresión logística 212. Ambas medidas se interpretan de forma análoga al coefi-

ciente de determinación (R2) de la regresión lineal.

Los cálculos se realizaron con el programa SAS 9.1.

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44Resultados

4. RESULTADOS

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44Resultados

4. RESULTADOS

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77

RESULTADOS ■ ■ 4

4.1. PRIMER ESTUDIO

PATRÓNCLÍNICOENFUNCIÓNDELSUBTIPOCUTÁNEOYELPERFILINMUNOLÓGICO

ATA-IYACAENESCLERODERMIA.ANÁLISISDELPODERPREDICTIVODELACATEGO-

RIZACIÓNENSUBTIPOSCUTÁNEOS(DIFUSAYLIMITADA)YENSUBTIPOSINMUNOLÓ-

GICOS(ATAyACA)

Entre 1976 y 2009, se reclutaron 319 pacientes con ES en una base de datos del Hospital Vall

d’Hebron de Barcelona (288 [90,3%] mujeres con una ratio Mujer:hombre de 7:1) (Tabla 13).

La edad media en el momento del diagnóstico fue 51.5±15.1 años, y la edad media del inicio

de la enfermedad fue 43±15.9 años, con un tiempo de evolución en el momento del diagnóstico

de 8.5±10.1 años. Doscientos-catorce pacientes (67%) cumplían los criterios de clasificación

para ES de la ACR de 1980 32. Por subtipos cutáneos: Todos los pacientes con ES difusa frente

al 77.4% de aquellos con ES limitada y 12.8% de los pacientes con ES sine ES cumplieron los

criterios de la ACR de 1980.

Los pacientes con pre-ES no se consideraron para el estudio por no presentar manifesta-

ciones orgánicas.

Características demográficas, subtipos cutáneos y primera manifestación clínica

en función del Anticuerpo

ACA fue el anticuerpo más frecuente, presente en un 39.5% de pacientes de la cohorte, seguido

por el ATA-I (16.5%) (Tabla 12). No hubo diferencias en la edad media de inicio de la enfer-

medad entre los grupos con ACA y ATA-I, aunque los pacientes con ATA-I eran más jóvenes en

el momento del diagnóstico de la enfermedad que los ACA positivos (48±14.5 vs 54.3±12.5

años, respectivamente; p <0.05). Respecto al sexo, no hubo diferencias en la ratio Mujer: Hombre

entre ambos subgrupos. La mayor parte de pacientes con ACA (73%) tenían ES limitada, el 0.8%

presentaban el subtipo difusa y el 17.5% el subtipo ES sine ES. De los pacientes con ATA-I el

59% presentaban ES difusa, el 30% el subtipo ES limitada y el 5.4% el subtipo ES sine ES. Se

encontraron diferencias significativas entre los 2 grupos en el subtipo ES limitada (p=0.000) y

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RESULTADOS ■ ■ 4

4.1. PRIMER ESTUDIO

PATRÓNCLÍNICOENFUNCIÓNDELSUBTIPOCUTÁNEOYELPERFILINMUNOLÓGICO

ATA-IYACAENESCLERODERMIA.ANÁLISISDELPODERPREDICTIVODELACATEGO-

RIZACIÓNENSUBTIPOSCUTÁNEOS(DIFUSAYLIMITADA)YENSUBTIPOSINMUNOLÓ-

GICOS(ATAyACA)

Entre 1976 y 2009, se reclutaron 319 pacientes con ES en una base de datos del Hospital Vall

d’Hebron de Barcelona (288 [90,3%] mujeres con una ratio Mujer:hombre de 7:1) (Tabla 13).

La edad media en el momento del diagnóstico fue 51.5±15.1 años, y la edad media del inicio

de la enfermedad fue 43±15.9 años, con un tiempo de evolución en el momento del diagnóstico

de 8.5±10.1 años. Doscientos-catorce pacientes (67%) cumplían los criterios de clasificación

para ES de la ACR de 1980 32. Por subtipos cutáneos: Todos los pacientes con ES difusa frente

al 77.4% de aquellos con ES limitada y 12.8% de los pacientes con ES sine ES cumplieron los

criterios de la ACR de 1980.

Los pacientes con pre-ES no se consideraron para el estudio por no presentar manifesta-

ciones orgánicas.

Características demográficas, subtipos cutáneos y primera manifestación clínica

en función del Anticuerpo

ACA fue el anticuerpo más frecuente, presente en un 39.5% de pacientes de la cohorte, seguido

por el ATA-I (16.5%) (Tabla 12). No hubo diferencias en la edad media de inicio de la enfer-

medad entre los grupos con ACA y ATA-I, aunque los pacientes con ATA-I eran más jóvenes en

el momento del diagnóstico de la enfermedad que los ACA positivos (48±14.5 vs 54.3±12.5

años, respectivamente; p <0.05). Respecto al sexo, no hubo diferencias en la ratio Mujer: Hombre

entre ambos subgrupos. La mayor parte de pacientes con ACA (73%) tenían ES limitada, el 0.8%

presentaban el subtipo difusa y el 17.5% el subtipo ES sine ES. De los pacientes con ATA-I el

59% presentaban ES difusa, el 30% el subtipo ES limitada y el 5.4% el subtipo ES sine ES. Se

encontraron diferencias significativas entre los 2 grupos en el subtipo ES limitada (p=0.000) y

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78

4 ■ ■ RESULTADOS

en ES difusa (p=0.000), pero no en el subtipo ES sine ES. El FR fue el primer síntoma más común

en ambos grupos, pero fue más frecuente como primera manifestación de la enfermedad en el

grupo ACA positivo que en el grupo ATA-I positivo, con diferencias estadísticamente significativas

(96.8% vs 88.9%, respectivamente; p <0.01).

Diferencias en las manifestaciones clínicas en función del Anticuerpo

Las afecciones orgánicas en los subgrupos con ACA y ATA-I están recogidas en la Tabla 12.

En las siguientes manifestaciones se observaron diferencias estadísticamente significativas

entre los subtipos con ATA-I y ACA: la afección esofágica, presente en 70.4% de pacientes

con ATA-I y en 48.4% de pacientes con ACA (p <0.01), la EPI (75.9 vs 39.7%, respectiva-

mente; p = 0.0001), la EPI grave (24.5 vs 5.6%, respectivamente; p <0.001), y la CRE que

desarrolló el 7.4% de pacientes con ATA-I frente a ninguno de los ACA positivos (p <0.01).

No hubo diferencias en la incidencia de HAP en ambos grupos, tanto en HAP aislada como

en la asociada a EPI. Tampoco se encontraron diferencias en la afección cardiaca entre los

dos grupos de pacientes (Tabla 12).

Respecto a las manifestaciones no orgánicas, también se encontraron diferencias signifi-

cativas entre los grupos de pacientes ACA y ATA-I positivos en: úlceras digitales (42% vs

59.3%, respectivamente; p = 0.034), artritis (9.5% vs 22.2%, respectivamente; p = 0.022) y

roces tendinosos (0% vs 7.4%, respectivamente; p = 0.007).

En resumen, la afección visceral más frecuente en pacientes ACA positivos fue la esofágica;

aproximadamente un 35% de pacientes presentó EPI pero en sólo un 13.6% de éstos se

consideró grave. La HAP aislada se objetivó únicamente en 5.6% de estos pacientes. Los

pacientes ATA-I positivos presentaron prevalencias elevadas de afección esofágica (69.1%)

y EPI (76.3%). Además, de los pacientes que desarrollaron EPI, en casi el 31% fue grave.

Menos de un 10% presentaron CRE.

79

RESULTADOS ■ ■ 4

En el estudio también se han tenido en cuenta otros anticuerpos antinucleares específicos.

Los anticuerpos U1RNP se aislaron en 5 (1.6%) de los 319 pacientes. Sesenta por ciento de

ellos presentaron ES limitada y se observó una prevalencia relativamente alta de artritis

(40%), telangiectasias (80%), cardiopatía isquémica (40%) y EPI (60%). Los anticuerpos

anti Pm-Scl, característicos del Síndrome de superposición Escleromiositis también fueron

positivos en 5 pacientes (1.6%) de la cohorte general. Como era esperado, su presencia se

asoció con una alta incidencia de miositis (80%) y subtipo cutáneo limitada (60%). De forma

llamativa, todos ellos desarrollaron EPI (100%), que fue grave en un solo paciente.

Causas de muerte según Anticuerpo

En la cohorte total de 319 pacientes, fallecieron 73 (22.9%) durante el seguimiento. No

hubo diferencias significativas entre los grupos de enfermos con ACA y ATA-I (19.8% y

25.9%, respectivamente).

En los pacientes ACA positivos, 9 de las 25 muertes fueron debidas a complicaciones directamente

relacionadas con la ES. La causa más frecuente de muerte en este grupo fue la HAP que motivó

casi el 30% de los fallecimientos. Sólo un paciente falleció a causa de EPI y ninguno por CRE.

En el grupo de pacientes con ATA-I la etiología de la muerte estaba directamente relacio-

nada con la enfermedad en 10 de 14 pacientes. La causa más frecuente de muerte en

este grupo fue la CRE (28.6%), seguida por HAP, EPI y HAP asociada a EPI, que motivaron 2

muertes (14.3%) cada una (Tabla 14).

Alteraciones capilaroscópicas según anticuerpo

Se realizó estudio capilaroscópico en 115 (91.3%) pacientes ACA positivos y en 43 (79.6%)

ATA-I positivos. El patrón lento se identificó con más frecuencia en el grupo de pacientes

con ACA que en el grupo de pacientes con ATA-I (87 vs 62.85%, respectivamente; p <0.001).

Contrariamente, el patrón activo fue más frecuente en el grupo ATA-I positivo que en el ACA

positivo (27.9 vs 7.8%, respectivamente; p <0.001).

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78

4 ■ ■ RESULTADOS

en ES difusa (p=0.000), pero no en el subtipo ES sine ES. El FR fue el primer síntoma más común

en ambos grupos, pero fue más frecuente como primera manifestación de la enfermedad en el

grupo ACA positivo que en el grupo ATA-I positivo, con diferencias estadísticamente significativas

(96.8% vs 88.9%, respectivamente; p <0.01).

Diferencias en las manifestaciones clínicas en función del Anticuerpo

Las afecciones orgánicas en los subgrupos con ACA y ATA-I están recogidas en la Tabla 12.

En las siguientes manifestaciones se observaron diferencias estadísticamente significativas

entre los subtipos con ATA-I y ACA: la afección esofágica, presente en 70.4% de pacientes

con ATA-I y en 48.4% de pacientes con ACA (p <0.01), la EPI (75.9 vs 39.7%, respectiva-

mente; p = 0.0001), la EPI grave (24.5 vs 5.6%, respectivamente; p <0.001), y la CRE que

desarrolló el 7.4% de pacientes con ATA-I frente a ninguno de los ACA positivos (p <0.01).

No hubo diferencias en la incidencia de HAP en ambos grupos, tanto en HAP aislada como

en la asociada a EPI. Tampoco se encontraron diferencias en la afección cardiaca entre los

dos grupos de pacientes (Tabla 12).

Respecto a las manifestaciones no orgánicas, también se encontraron diferencias signifi-

cativas entre los grupos de pacientes ACA y ATA-I positivos en: úlceras digitales (42% vs

59.3%, respectivamente; p = 0.034), artritis (9.5% vs 22.2%, respectivamente; p = 0.022) y

roces tendinosos (0% vs 7.4%, respectivamente; p = 0.007).

En resumen, la afección visceral más frecuente en pacientes ACA positivos fue la esofágica;

aproximadamente un 35% de pacientes presentó EPI pero en sólo un 13.6% de éstos se

consideró grave. La HAP aislada se objetivó únicamente en 5.6% de estos pacientes. Los

pacientes ATA-I positivos presentaron prevalencias elevadas de afección esofágica (69.1%)

y EPI (76.3%). Además, de los pacientes que desarrollaron EPI, en casi el 31% fue grave.

Menos de un 10% presentaron CRE.

79

RESULTADOS ■ ■ 4

En el estudio también se han tenido en cuenta otros anticuerpos antinucleares específicos.

Los anticuerpos U1RNP se aislaron en 5 (1.6%) de los 319 pacientes. Sesenta por ciento de

ellos presentaron ES limitada y se observó una prevalencia relativamente alta de artritis

(40%), telangiectasias (80%), cardiopatía isquémica (40%) y EPI (60%). Los anticuerpos

anti Pm-Scl, característicos del Síndrome de superposición Escleromiositis también fueron

positivos en 5 pacientes (1.6%) de la cohorte general. Como era esperado, su presencia se

asoció con una alta incidencia de miositis (80%) y subtipo cutáneo limitada (60%). De forma

llamativa, todos ellos desarrollaron EPI (100%), que fue grave en un solo paciente.

Causas de muerte según Anticuerpo

En la cohorte total de 319 pacientes, fallecieron 73 (22.9%) durante el seguimiento. No

hubo diferencias significativas entre los grupos de enfermos con ACA y ATA-I (19.8% y

25.9%, respectivamente).

En los pacientes ACA positivos, 9 de las 25 muertes fueron debidas a complicaciones directamente

relacionadas con la ES. La causa más frecuente de muerte en este grupo fue la HAP que motivó

casi el 30% de los fallecimientos. Sólo un paciente falleció a causa de EPI y ninguno por CRE.

En el grupo de pacientes con ATA-I la etiología de la muerte estaba directamente relacio-

nada con la enfermedad en 10 de 14 pacientes. La causa más frecuente de muerte en

este grupo fue la CRE (28.6%), seguida por HAP, EPI y HAP asociada a EPI, que motivaron 2

muertes (14.3%) cada una (Tabla 14).

Alteraciones capilaroscópicas según anticuerpo

Se realizó estudio capilaroscópico en 115 (91.3%) pacientes ACA positivos y en 43 (79.6%)

ATA-I positivos. El patrón lento se identificó con más frecuencia en el grupo de pacientes

con ACA que en el grupo de pacientes con ATA-I (87 vs 62.85%, respectivamente; p <0.001).

Contrariamente, el patrón activo fue más frecuente en el grupo ATA-I positivo que en el ACA

positivo (27.9 vs 7.8%, respectivamente; p <0.001).

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80

4 ■ ■ RESULTADOS

Se realizó un subanálisis descriptivo del patrón capilaroscópico de los pacientes fallecidos en nuestra

serie. De los pacientes que presentaban ATA-I y patrón activo en la capilaroscopia fallecieron 7,

aproximadamente el 60%, mientras que de los que presentaban este anticuerpo y patrón lento lo

hicieron un 26% (7 enfermos). Ningún paciente con capilaroscopia estrictamente normal falleció.

Sólo en 2 de los 7 pacientes fallecidos con ATA-I y patrón activo en la capilaroscopia, la

causa estaba relacionada directamente con la ES (1 por CRE y otro por HAP). En el subgrupo

con ATA-I y patrón lento, sin embargo, 4 de los 7 muertes fueron secundarias a complica-

ciones de la enfermedad (1 por CRE y 3 por EPI).

Características demográficas, inmunológicas y primera manifestación clínica en

función del subtipo cutáneo

La distribución por subtipos cutáneos fue la siguiente: 186 (58.3%) pacientes presentaban

ES limitada, 64 (20%) ES difusa, 47 (14.7%) ES sine ES y 22 (6.9%) pre-ES (Tabla 13).

Los pacientes con ES difusa eran más jóvenes en el momento del diagnóstico de la enfer-

medad que los pacientes con ES limitada (43.9±15.3 vs 54±14.16, respectivamente;

p=0.000). No hubo diferencias, por el contrario, en la edad de debut de la enfermedad entre

los 2 grupos, si bien el resultado se encontraba en el límite de la significación estadística

(44±15.9 para ES limitada vs 39.7±14.6 para ES difusa, p=0.05). Tampoco se encontraron

diferencias significativas en el ratio de hombres y mujeres entre ambos grupos.

El FR, como era esperable, fue el primer síntoma de la enfermedad en la mayor parte de

pacientes, con una mayor prevalencia en el subtipo limitada respecto al subtipo difusa

(94.6% vs 71.9%, respectivamente; p=0.001).

En el perfil inmunológico, se observaron diferencias significativas entre los 2 subtipos tanto

en el porcentaje de ACA positivos (49.5% en ES limitada vs 1.6% en ES difusa, p=0.000),

como en el de ATA-I (8.6% vs 50%, respectivamente; p=0.000).

81

RESULTADOS ■ ■ 4

Diferencias en la presentación de la enfermedad en función de los diferentes

subtipos cutáneos

Respecto a las manifestaciones vasculares, el FR fue más frecuente en el grupo ES limitada

que en el grupo ES difusa (96.2% vs 78.1%, respectivamente; p=0.000) y, sin embargo, los

pacientes con ES difusa desarrollaron úlceras digitales con mayor frecuencia que los del

grupo ES limitada (81.3% vs 50.5%, respectivamente; p=0.000).

Las manifestaciones orgánicas de los subtipos ES limitada, ES difusa y sine ES están reco-

gidas en la Tabla 13.

Los pacientes con ES difusa presentaron la prevalencia más alta de EPI y afección renal en

forma de CRE, así como de manifestaciones osteomusculares como artritis y roces tendi-

nosos. La HAP aislada fue más frecuente en los pacientes con ES limitada.

No hubo diferencias entre los grupos ES limitada y difusa en las complicaciones gastroin-

testinales. La patología esofágica fue la manifestación gastrointestinal más frecuente en

ambos grupos.

Respecto a la afección pulmonar, la frecuencia de EPI fue mayor en los pacientes con ES

difusa que en los pacientes con ES limitada (73.4% vs 46.8%, respectivamente; p=000).

Además, para la EPI grave también se encontraron diferencias significativas entre ambos

grupos (36.6% en ES difusa vs 18.8% en ES limitada; p=0.045).

La HAP aislada fue más prevalente en el grupo ES limitada (5.3% vs 0%, respectivamente;

p=0.044); sin embargo, no hubo diferencias entre ambos grupos en la HAP asociada a EPI

y tampoco en la afección cardiaca.

La incidencia de CRE fue mayor en el subtipo ES difusa que en el ES limitada (15.6% vs

1.6%, respectivamente; p=0.000).

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80

4 ■ ■ RESULTADOS

Se realizó un subanálisis descriptivo del patrón capilaroscópico de los pacientes fallecidos en nuestra

serie. De los pacientes que presentaban ATA-I y patrón activo en la capilaroscopia fallecieron 7,

aproximadamente el 60%, mientras que de los que presentaban este anticuerpo y patrón lento lo

hicieron un 26% (7 enfermos). Ningún paciente con capilaroscopia estrictamente normal falleció.

Sólo en 2 de los 7 pacientes fallecidos con ATA-I y patrón activo en la capilaroscopia, la

causa estaba relacionada directamente con la ES (1 por CRE y otro por HAP). En el subgrupo

con ATA-I y patrón lento, sin embargo, 4 de los 7 muertes fueron secundarias a complica-

ciones de la enfermedad (1 por CRE y 3 por EPI).

Características demográficas, inmunológicas y primera manifestación clínica en

función del subtipo cutáneo

La distribución por subtipos cutáneos fue la siguiente: 186 (58.3%) pacientes presentaban

ES limitada, 64 (20%) ES difusa, 47 (14.7%) ES sine ES y 22 (6.9%) pre-ES (Tabla 13).

Los pacientes con ES difusa eran más jóvenes en el momento del diagnóstico de la enfer-

medad que los pacientes con ES limitada (43.9±15.3 vs 54±14.16, respectivamente;

p=0.000). No hubo diferencias, por el contrario, en la edad de debut de la enfermedad entre

los 2 grupos, si bien el resultado se encontraba en el límite de la significación estadística

(44±15.9 para ES limitada vs 39.7±14.6 para ES difusa, p=0.05). Tampoco se encontraron

diferencias significativas en el ratio de hombres y mujeres entre ambos grupos.

El FR, como era esperable, fue el primer síntoma de la enfermedad en la mayor parte de

pacientes, con una mayor prevalencia en el subtipo limitada respecto al subtipo difusa

(94.6% vs 71.9%, respectivamente; p=0.001).

En el perfil inmunológico, se observaron diferencias significativas entre los 2 subtipos tanto

en el porcentaje de ACA positivos (49.5% en ES limitada vs 1.6% en ES difusa, p=0.000),

como en el de ATA-I (8.6% vs 50%, respectivamente; p=0.000).

81

RESULTADOS ■ ■ 4

Diferencias en la presentación de la enfermedad en función de los diferentes

subtipos cutáneos

Respecto a las manifestaciones vasculares, el FR fue más frecuente en el grupo ES limitada

que en el grupo ES difusa (96.2% vs 78.1%, respectivamente; p=0.000) y, sin embargo, los

pacientes con ES difusa desarrollaron úlceras digitales con mayor frecuencia que los del

grupo ES limitada (81.3% vs 50.5%, respectivamente; p=0.000).

Las manifestaciones orgánicas de los subtipos ES limitada, ES difusa y sine ES están reco-

gidas en la Tabla 13.

Los pacientes con ES difusa presentaron la prevalencia más alta de EPI y afección renal en

forma de CRE, así como de manifestaciones osteomusculares como artritis y roces tendi-

nosos. La HAP aislada fue más frecuente en los pacientes con ES limitada.

No hubo diferencias entre los grupos ES limitada y difusa en las complicaciones gastroin-

testinales. La patología esofágica fue la manifestación gastrointestinal más frecuente en

ambos grupos.

Respecto a la afección pulmonar, la frecuencia de EPI fue mayor en los pacientes con ES

difusa que en los pacientes con ES limitada (73.4% vs 46.8%, respectivamente; p=000).

Además, para la EPI grave también se encontraron diferencias significativas entre ambos

grupos (36.6% en ES difusa vs 18.8% en ES limitada; p=0.045).

La HAP aislada fue más prevalente en el grupo ES limitada (5.3% vs 0%, respectivamente;

p=0.044); sin embargo, no hubo diferencias entre ambos grupos en la HAP asociada a EPI

y tampoco en la afección cardiaca.

La incidencia de CRE fue mayor en el subtipo ES difusa que en el ES limitada (15.6% vs

1.6%, respectivamente; p=0.000).

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82

4 ■ ■ RESULTADOS

A modo de resumen, la afección visceral más frecuente en la ES limitada fue la esofágica; la

presencia de EPI fue del 46.8% en estos enfermos, si bien fue grave (CVF <55%) en sólo el 18%.

La HAP aislada fue diagnosticada en menos del 10% de los pacientes con ES limitada (5.3%).

En el subtipo ES difusa la afección visceral más frecuente fue la EPI (73.4%), más de un

tercio de las cuales fueron graves, seguida de la esofágica (64.1%). Ningún paciente de este

grupo desarrolló HAP aislada y el porcentaje de CRE fue del 15%.

Además de los subtipos difusa y limitada, cuarenta y siete pacientes (14.7%) de la cohorte

presentaban el subtipo cutáneo Es sine ES. La mayor parte (93%) eran mujeres y tanto la

edad de inicio como la de diagnóstico de la enfermedad fue similar a la de los enfermos

con el subtipo limitada, con una media de 44.6±15.8 años al debut de la enfermedad y de

53.6±14 años en el momento del diagnóstico. En todos los pacientes a excepción de uno la

primera manifestación de la enfermedad fue el FR (97.9%). El anticuerpo más frecuente-

mente identificado fue el ACA (46.8%).

Respecto a las manifestaciones orgánicas de los enfermos con ES sine ES, sólo 22 pacientes

(46.8%) presentaron afección esofágica, 40.4% desarrollaron EPI, de los cuales un tercio fue

grave, 25.5% cardiopatía isquémica no relacionada con factores de riesgo cardiovascular,

4.3% HAP aislada y un solo paciente (2.1%) CRE. La mayor parte de pacientes (81.4%)

tenían un patrón lento en la capilaroscopia.

De los 5 pacientes con ES sine ES fallecidos (10.6%), 2 lo hicieron por una causa atribuida a

la propia enfermedad (uno por HAP aislada y otro por HAP+EPI).

Causas de muerte según subtipo cutáneo

No hubo diferencias significativas en la incidencia de muertes entre los grupos ES limitada

y difusa (24.2% y 35.9%, respectivamente).

83

RESULTADOS ■ ■ 4

Respecto a la etiología de la muerte, 9 de 45 pacientes (20%) con ES limitada y 16 de 23

pacientes (69%) con ES difusa fallecieron a causa de una complicación directamente rela-

cionada con la ES.

En el grupo de pacientes con ES limitada la etiología más frecuente de la muerte por

complicación orgánica esclerodérmica fue la HAP (26.7%), seguida por HAP asociada a EPI

(6.6%), CRE (6.6%) y EPI (4.4%). En el grupo ES difusa, la más frecuente fue la CRE (34.8%),

seguida de la EPI (17.4%), y posteriormente HAP y HAP asociada a EPI en 2 pacientes cada

uno (8.7%).

Dentro del número total de muertes, la causa secundaria a CRE fue más frecuente en el

subtipo ES difusa que en el subtipo ES limitada (34.8% vs 6.6%, respectivamente; p=0.001).

La muerte por EPI también fue más frecuente en ES difusa (17.4% vs 4.4%; p=0.039).

Alteraciones capilaroscópicas en función del subtipo cutáneo

Se realizó estudio capilaroscópico en 162 (87%) pacientes del subgrupo ES limitada y en 48

(75%) del subgrupo ES difusa (Tabla 13). El patrón lento se identificó con más frecuencia en

el grupo ES limitada que en el de ES difusa (82.7% vs 18.6%, respectivamente; p=0.000), y

el patrón activo, por el contrario, fue más frecuente en el grupo ES difusa (11.1% vs 45.8%,

respectivamente; p=0.000).

Cabe destacar, que existe una correlación evidente entre las prevalencias de las manifes-

taciones clínicas según la presencia del subtipo cutáneo limitada o difusa, y dichas preva-

lencias según la presencia del anticuerpo ACA o ATA-I, respectivamente. Sin embargo, se

han encontrado algunas diferencias en el estudio univariable entre ambas categorizaciones:

el anticuerpo ATA-I presenta una mayor frecuencia de afección esofágica que el subtipo

cutáneo difusa, y, por el contrario, de forma llamativa, los pacientes en el subtipo limitada

es más frecuente la HAP que en los pacientes ACA positivos.

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4 ■ ■ RESULTADOS

A modo de resumen, la afección visceral más frecuente en la ES limitada fue la esofágica; la

presencia de EPI fue del 46.8% en estos enfermos, si bien fue grave (CVF <55%) en sólo el 18%.

La HAP aislada fue diagnosticada en menos del 10% de los pacientes con ES limitada (5.3%).

En el subtipo ES difusa la afección visceral más frecuente fue la EPI (73.4%), más de un

tercio de las cuales fueron graves, seguida de la esofágica (64.1%). Ningún paciente de este

grupo desarrolló HAP aislada y el porcentaje de CRE fue del 15%.

Además de los subtipos difusa y limitada, cuarenta y siete pacientes (14.7%) de la cohorte

presentaban el subtipo cutáneo Es sine ES. La mayor parte (93%) eran mujeres y tanto la

edad de inicio como la de diagnóstico de la enfermedad fue similar a la de los enfermos

con el subtipo limitada, con una media de 44.6±15.8 años al debut de la enfermedad y de

53.6±14 años en el momento del diagnóstico. En todos los pacientes a excepción de uno la

primera manifestación de la enfermedad fue el FR (97.9%). El anticuerpo más frecuente-

mente identificado fue el ACA (46.8%).

Respecto a las manifestaciones orgánicas de los enfermos con ES sine ES, sólo 22 pacientes

(46.8%) presentaron afección esofágica, 40.4% desarrollaron EPI, de los cuales un tercio fue

grave, 25.5% cardiopatía isquémica no relacionada con factores de riesgo cardiovascular,

4.3% HAP aislada y un solo paciente (2.1%) CRE. La mayor parte de pacientes (81.4%)

tenían un patrón lento en la capilaroscopia.

De los 5 pacientes con ES sine ES fallecidos (10.6%), 2 lo hicieron por una causa atribuida a

la propia enfermedad (uno por HAP aislada y otro por HAP+EPI).

Causas de muerte según subtipo cutáneo

No hubo diferencias significativas en la incidencia de muertes entre los grupos ES limitada

y difusa (24.2% y 35.9%, respectivamente).

83

RESULTADOS ■ ■ 4

Respecto a la etiología de la muerte, 9 de 45 pacientes (20%) con ES limitada y 16 de 23

pacientes (69%) con ES difusa fallecieron a causa de una complicación directamente rela-

cionada con la ES.

En el grupo de pacientes con ES limitada la etiología más frecuente de la muerte por

complicación orgánica esclerodérmica fue la HAP (26.7%), seguida por HAP asociada a EPI

(6.6%), CRE (6.6%) y EPI (4.4%). En el grupo ES difusa, la más frecuente fue la CRE (34.8%),

seguida de la EPI (17.4%), y posteriormente HAP y HAP asociada a EPI en 2 pacientes cada

uno (8.7%).

Dentro del número total de muertes, la causa secundaria a CRE fue más frecuente en el

subtipo ES difusa que en el subtipo ES limitada (34.8% vs 6.6%, respectivamente; p=0.001).

La muerte por EPI también fue más frecuente en ES difusa (17.4% vs 4.4%; p=0.039).

Alteraciones capilaroscópicas en función del subtipo cutáneo

Se realizó estudio capilaroscópico en 162 (87%) pacientes del subgrupo ES limitada y en 48

(75%) del subgrupo ES difusa (Tabla 13). El patrón lento se identificó con más frecuencia en

el grupo ES limitada que en el de ES difusa (82.7% vs 18.6%, respectivamente; p=0.000), y

el patrón activo, por el contrario, fue más frecuente en el grupo ES difusa (11.1% vs 45.8%,

respectivamente; p=0.000).

Cabe destacar, que existe una correlación evidente entre las prevalencias de las manifes-

taciones clínicas según la presencia del subtipo cutáneo limitada o difusa, y dichas preva-

lencias según la presencia del anticuerpo ACA o ATA-I, respectivamente. Sin embargo, se

han encontrado algunas diferencias en el estudio univariable entre ambas categorizaciones:

el anticuerpo ATA-I presenta una mayor frecuencia de afección esofágica que el subtipo

cutáneo difusa, y, por el contrario, de forma llamativa, los pacientes en el subtipo limitada

es más frecuente la HAP que en los pacientes ACA positivos.

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84

4 ■ ■ RESULTADOS

Por otro lado, hay una mayor tendencia de EPI grave en pacientes con ATA-I que en pacientes

con ES difusa, y de úlceras digitales en el subtipo ES difusa que en el ATA-I.

Análisis multivariables de los factores independientes

Los resultados obtenidos por el análisis univariable fueron confirmados por análisis multi-

variable para las complicaciones orgánicas de la enfermedad con más implicación en el

pronóstico y más prevalentes: afección esofágica, EPI, HAP y CRE (Tabla 15). Este análisis

muestra que para algunas de las principales manifestaciones orgánicas de la ES, como la

CRE, pesa más el subtipo cutáneo que el tipo de anticuerpo (subtipo difusa, OR 5.06, IC

1.20-29.71, p=0.0267). La afección esofágica, sin embargo, se relaciona con la ausencia de

ACA (OR 1.96, IC 1.13-3.39, p=0.0170).

Para el desarrollo de EPI se encontraron dos factores pronósticos independientes tanto la

ausencia de ACA (OR 1.55, IC 1.03-2.33, p=0.0357) como el subtipo cutáneo difusa (OR

2.16, IC 1.43-3.27, p=0.0003).

El perfil inmunológico justifica, por tanto, 2 de las variables clínicas de mayor implicación

pronóstica, y la categorización por subtipo cutáneo explica también el mismo número de

estas variables.

85

RESULTADOS ■ ■ 4

ACA (%) ATA-I (%) p(ACA vs ATA-I)Pacientes 126 (39 .5) 54 (16 .9)Subtipos de ESDifusa 1 (0 .8) 32 (59 .3) 0.000Limitada 92 (73 .0) 16 (29 .6) 0.000Sine ES 22 (17 .5) 3 (5 .6) 0 .057Sexo (mujer) 118 (93 .7) 49 (90 .7) 0 .535Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD (min-max) 44±14 .8 41 .5±14 .5 0 .291

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 54 .3±12 .5 48±14 .5 0.04

Primera manifestaciónFenómeno de Raynaud 122 (96 .8) 48 (88 .9) 0.009Tumefacción manos/artritis 1 (0 .8) 2 (3 .7) Esclerosis cutánea 0 (0) 1 (1 .9)Artralgias 0 (0) 2 (3 .7)Criterios ARA 1980 72 (57 .1) 46 (85 .2)Otras manifestaciones clínicasAfecciónvascularperiféricaFenómeno de Raynaud 123 (97 .6) 47 (87) 0.009Úlceras digitales 53 (42 .1) 32 (59 .3) 0.034Telangiectasias 89 (70 .6) 37 (68 .5) 0 .777MusculoesqueléticasArtritis 12 (9 .5) 12 (22 .2) 0.022 Calcinosis 28 (22 .2) 8 (14 .8) 0 .255 Roces tendinosos 0 (0) 4 (7 .4) 0.007MNI 3 (2 .4) 5 (9 .3) 0 .054MI 0 (0) 1 (1 .9) 0 .306AfeccióndigestivaEsófago 61 (48 .4) 38 (70 .4) 0.009Estómago 17 (13 .5) 5 (9 .3) 0 .427Malabsorción 4 (3 .2) 1 (1 .9) 1Afecciónpulmonar(EPIy/oHAP)EPI 50 (39 .7) 41 (75 .9) 0.0001EPI grave (CVF <55%) 7 (5 .6%) 12 (24 .5) 0.000HAP 25 (19 .8) 14 (25 .9) 0 .364 Con fibrosis 18 (14 .3) 13 (24 .1) 0 .111 Sin fibrosis 7 (5 .6) 1 (1 .9) 0 .439AfecciónrenalCRE 0 (0) 4 (7 .4) 0.007AfeccióncardiacaPericarditis 4 (3 .2) 2 (3 .7) 1 C.Isquémica (NO FRCV) 28 (22 .2) 8 (14 .8) 0 .255Capilaroscopia (Porcentaje realizado so-bre el total de capilaroscopias realizadas)

115 43

Patrón lento 100 (87) 27 (62 .8) 0.001Patrón activo 9 (7 .8) 12 (27 .9) 0.001Normal 6 (5 .2) 4 (9 .3) 0 .348No realizado 11 11Muertes 25 (19 .8) 14 (25 .9) 0 .364Causas de muerte (Porcentaje realizado sobre el total de muertes)CRE 0 4 (28 .6) 0.007EPI 1 (4 .3) 2 (14 .3) 0 .43HAP 7 (30 .4) 2 (14 .3) 0 .291EPI+HAP 1 (4) 2 (14 .3)Cirrosis hepática 3 (12) 0Insuficiencia Cardiaca 6 (24) 0Neoplasias 2 (8 .7) 2 (14 .3)

Tabla 12: Características clínicas de los pacientes con esclerodermia según anticuerpo. Comparación entre los pacientes ACA positivos y ATA-I positivos.

MI: Miopatía inflamatoria; MNI: Miopatía no inflamatoria; EPI: Enfermedad pulmonar intersiticial difusa;

CVF: Capacidad vital forzada; HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica;

C.Isquémica: Cardiopatía isquémica; FRCV: Factores de riesgo cardiovascular.

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84

4 ■ ■ RESULTADOS

Por otro lado, hay una mayor tendencia de EPI grave en pacientes con ATA-I que en pacientes

con ES difusa, y de úlceras digitales en el subtipo ES difusa que en el ATA-I.

Análisis multivariables de los factores independientes

Los resultados obtenidos por el análisis univariable fueron confirmados por análisis multi-

variable para las complicaciones orgánicas de la enfermedad con más implicación en el

pronóstico y más prevalentes: afección esofágica, EPI, HAP y CRE (Tabla 15). Este análisis

muestra que para algunas de las principales manifestaciones orgánicas de la ES, como la

CRE, pesa más el subtipo cutáneo que el tipo de anticuerpo (subtipo difusa, OR 5.06, IC

1.20-29.71, p=0.0267). La afección esofágica, sin embargo, se relaciona con la ausencia de

ACA (OR 1.96, IC 1.13-3.39, p=0.0170).

Para el desarrollo de EPI se encontraron dos factores pronósticos independientes tanto la

ausencia de ACA (OR 1.55, IC 1.03-2.33, p=0.0357) como el subtipo cutáneo difusa (OR

2.16, IC 1.43-3.27, p=0.0003).

El perfil inmunológico justifica, por tanto, 2 de las variables clínicas de mayor implicación

pronóstica, y la categorización por subtipo cutáneo explica también el mismo número de

estas variables.

85

RESULTADOS ■ ■ 4

ACA (%) ATA-I (%) p(ACA vs ATA-I)Pacientes 126 (39 .5) 54 (16 .9)Subtipos de ESDifusa 1 (0 .8) 32 (59 .3) 0.000Limitada 92 (73 .0) 16 (29 .6) 0.000Sine ES 22 (17 .5) 3 (5 .6) 0 .057Sexo (mujer) 118 (93 .7) 49 (90 .7) 0 .535Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD (min-max) 44±14 .8 41 .5±14 .5 0 .291

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 54 .3±12 .5 48±14 .5 0.04

Primera manifestaciónFenómeno de Raynaud 122 (96 .8) 48 (88 .9) 0.009Tumefacción manos/artritis 1 (0 .8) 2 (3 .7) Esclerosis cutánea 0 (0) 1 (1 .9)Artralgias 0 (0) 2 (3 .7)Criterios ARA 1980 72 (57 .1) 46 (85 .2)Otras manifestaciones clínicasAfecciónvascularperiféricaFenómeno de Raynaud 123 (97 .6) 47 (87) 0.009Úlceras digitales 53 (42 .1) 32 (59 .3) 0.034Telangiectasias 89 (70 .6) 37 (68 .5) 0 .777MusculoesqueléticasArtritis 12 (9 .5) 12 (22 .2) 0.022 Calcinosis 28 (22 .2) 8 (14 .8) 0 .255 Roces tendinosos 0 (0) 4 (7 .4) 0.007MNI 3 (2 .4) 5 (9 .3) 0 .054MI 0 (0) 1 (1 .9) 0 .306AfeccióndigestivaEsófago 61 (48 .4) 38 (70 .4) 0.009Estómago 17 (13 .5) 5 (9 .3) 0 .427Malabsorción 4 (3 .2) 1 (1 .9) 1Afecciónpulmonar(EPIy/oHAP)EPI 50 (39 .7) 41 (75 .9) 0.0001EPI grave (CVF <55%) 7 (5 .6%) 12 (24 .5) 0.000HAP 25 (19 .8) 14 (25 .9) 0 .364 Con fibrosis 18 (14 .3) 13 (24 .1) 0 .111 Sin fibrosis 7 (5 .6) 1 (1 .9) 0 .439AfecciónrenalCRE 0 (0) 4 (7 .4) 0.007AfeccióncardiacaPericarditis 4 (3 .2) 2 (3 .7) 1 C.Isquémica (NO FRCV) 28 (22 .2) 8 (14 .8) 0 .255Capilaroscopia (Porcentaje realizado so-bre el total de capilaroscopias realizadas)

115 43

Patrón lento 100 (87) 27 (62 .8) 0.001Patrón activo 9 (7 .8) 12 (27 .9) 0.001Normal 6 (5 .2) 4 (9 .3) 0 .348No realizado 11 11Muertes 25 (19 .8) 14 (25 .9) 0 .364Causas de muerte (Porcentaje realizado sobre el total de muertes)CRE 0 4 (28 .6) 0.007EPI 1 (4 .3) 2 (14 .3) 0 .43HAP 7 (30 .4) 2 (14 .3) 0 .291EPI+HAP 1 (4) 2 (14 .3)Cirrosis hepática 3 (12) 0Insuficiencia Cardiaca 6 (24) 0Neoplasias 2 (8 .7) 2 (14 .3)

Tabla 12: Características clínicas de los pacientes con esclerodermia según anticuerpo. Comparación entre los pacientes ACA positivos y ATA-I positivos.

MI: Miopatía inflamatoria; MNI: Miopatía no inflamatoria; EPI: Enfermedad pulmonar intersiticial difusa;

CVF: Capacidad vital forzada; HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica;

C.Isquémica: Cardiopatía isquémica; FRCV: Factores de riesgo cardiovascular.

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86

4 ■ ■ RESULTADOS

ES Limitada n (%)

ES Difusa n(%)

ES sine ES n(%)

Pre-ES n(%) Total (%)

Pacientes 186 (58 .3) 64 (20) 47 (14 .7) 22 (6 .9) 319AnticuerposACA 92 (49 .5) 1 (1 .6) 22 (46 .8) 11 (50) 126 (39 .5)ATA-I 16 (8 .6) 32 (50) 3 (6 .4) 3 (13 .6) 54 (16 .9)U1-RNP 3 (1 .6) 1 (1 .6) 1 (2 .1) 1 (14 .6) 5 (1 .6)Pm-Scl 3 (1 .6) 1 (1 .6) 1 (2 .1) 0 (0) 5 (1 .6)Sexo (mujer) 167 (89 .8) 57 (89) 44 (93 .6) 20 (90 .9) 288 (90 .3)Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD(min-max) 44 .6±16 40 .2±14 .7 44 .6±15 .8 33 .9±16 .2 43±15 .9

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 54 .5 44 .3±15 .3 53 .6±14 42 .7±15 .6 51 .5±15 .1

Primera manifestaciónFenómeno de Raynaud 176 (94 .6) 46 (71 .9) 46 (97 .9) 21 (95 .5) 288 (90 .6) Tumefacción manos/artritis 2 (1 .1) 5 (7 .8) 0 (0) 0 (0) 7 (2 .2) Esclerosis cutánea 1 (0 .54) 4 (6 .3) 0 (0) 0 (0) 5 (1 .6) Artralgias 3 (1 .6) 7 (10 .9) 0 (0) 1 (4 .5) 11 (3 .4)Criterios ARA 1980 144 (77 .4) 64 (100) 6 (12 .8) 0 (0) 214 (67 .1)Otras manifestaciones clínicasManifestacionesvascularesFenómeno de Raynaud 179 (96 .2) 50 (78 .1) 46 (97 .9) 22 (100) 296 (92 .8) Úlceras digitales 94 (50 .5) 52 (81 .3) 8 (17) 4 (18 .2) 158 (49 .5) Telangiectasias 141 (75 .8) 48 (75) 30 (63 .8) 6 (27 .3) 225 (70 .5)MusculoesqueléticasCalcinosis 48 (25 .8) 17 (26 .6) 5 (10 .6) 0 (0) 70 (21 .9)Artritis 25 (13 .4) 19 (26 .7) 5 (10 .6) 0 (0) 49 (15 .4)Roces tendinosos 2 (1 .1) 8 (12 .5) 0 (0) 0 (0) 10 (3 .1)MNI 6 (3 .2) 6 (9 .4) 1 (2 .1) 1 (4 .6) 14 (4 .4)MI 6 (3 .2) 3 (4 .7) 1 (2 .1) 0 (0) 11 (3 .4)AfeccióndigestivaEsófago 113 (60 .8) 41 (64) 22 (46 .8) 0 (0) 177 (55 .5)Estómago 24 (12 .9) 9 (14) 6 (12 .8) 0 (0) 40 (12 .5)Malabsorción 6 (3 .2) 6 (9 .4) 1 (2 .1) 0 (0) 13 (4 .1)Afecciónpulmonar(EPIy/oHAP)EPI 95 (51 .1) 49 (76 .6) 19 (40 .4) 0 (0) 155 (48 .6)EPI grave (CVF <55%) 15 (8 .4) 15 (25 .4) 6 (12 .8) 0 (0) 41 (12 .9)HAP 38 (20 .4) 13 (20 .3) 14 (29 .8) 0 (0) 61 (19 .1)Con fibrosis 25 (13 .4) 13 (20 .3) 12 (25 .5) 50 (15 .7)Sin fibrosis 10 (5 .3) 0 (0) 2 (4 .3) 11 (3 .4)AfecciónrenalCRE 3 (1 .6) 10 (15 .6) 1 (2 .1) 0 (0) 14 (4 .1)AfeccióncardiacaPericarditis 5 (2 .7) 1 (1 .6) 0 (0) 0 (0) 6 (1 .9)C .Isquémica 43 (23 .1) 11 (17 .2) 12 (25 .5) 0 (0) 67 (21)

Capilaroscopia (Porcentajes realizado sobre el total de capilaroscopias realizadas)Patrón lento 134 (82 .7) 25 (18 .6) 35 (81 .4) 18 (85 .7) 212 (77 .3)Patrón activo 18 (11 .1) 22 (45 .8) 1 (2 .3) 0 (0) 41 (14 .9)Normal 10 (6 .2) 1 (2) 7 (16 .2) 3 (14 .3) 21 (7 .6)No realizado 24 16 4 1 45Muertes 45 (24 .2) 23 (35 .9) 5 (10 .6) 0 (0) 73 (22 .9)Causas de muerte (Porcentaje realizado sobre el total de muertes)CRE 3 (6 .6) 8 (34 .8) 0 (0) 11 (15)EPI 2 (4 .4) 4 (17 .4) 0 (0) 6 (8 .4)HAP 12 (26 .7) 2 (8 .7) 1 (20) 15 (20 .5)EPI+HAP 3 (6 .6) 2 (8 .7) 1 (20) 6 (8 .4)

Tabla 13: Características clínicas e inmunológicas de los pacientes con esclerodermia según el subtipo cutáneo

ACA: Anticuerpos anticentrómero; ATA-I: Anticuerpos antitopoisomerasa; MNI: Miopatía no inflamatoria;

MI: Miopatía inflamatoria; EPI: Enfermedad pulmonar intersticial difusa; CVF: Capacidad vital forzada;

HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica; C.Isquémica: Cardiopatía isquémica;

87

RESULTADOS ■ ■ 4

Tabla 14: Comparación entre los pacientes con el subtipo cutáneo difusa y el subtipo cutáneo limitada

ACA: Anticuerpos anticentrómero; ATA-I: Anticuerpos antitopoisomerasa; EPI: Enfermedad pulmonar intersticial

difusa; CVF: Capacidad vital forzada; HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica;

ES limitada n (%)

ES Difusa n (%)

p (ES limitada vs difusa)

Número de pacientes 186 (58 .3) 64 (20)AnticuerpoATA-I 16 (8 .6) 32 (50) 0.000ACA 92 (49 .5) 32 (50) 0.000Sexo (mujer) 167 (89 .8) 57 (89 .1) 0 .871

Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD(min-max) 44±15 .93 39 .7±14 .647 0.050

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 54 ±14 .16 43 .9± 15 .3 0.000

Primera manifestaciónFenómeno de Raynaud 176 (94 .6) 46 (71 .9) 0.001Artritis 2 (1 .1) 5 (7 .89)Esclerosis cutánea 1 (0 .54) 4 (6 .3)

Criterios ARA 1980 144 (7 .4) 64 (100)Manifestaciones clínicasManifestacionesvascularesFenómeno de Raynaud 179 (96 .2) 50 (78 .1) 0.000Úlceras digitales 94 (50 .5) 52 (81 .3) 0.000Telangiectasias 141 (75 .8) 48 (75) 0 .868MusculoesqueléticasArtritis 25 (13 .4) 19 (27 .7) 0.007Roces tendinosos 2 (1 .1) 8 (12 .5) 0.000ManifestacionesdigestivasEsófago 110 (59 .1) 41 (64 .1) 0 .554Estómago 24 (12 .9) 8 (12 .5) 1Malabsorción 6 (3 .2) 6 (9 .4) 0 .082

Manifestaciones pulmonaresEPI 87 (46 .8) 47 (73 .4) 0.000EPI Grave (CVF <55%)* *Porcentaje calculado sobre el total de EPI 15 (18 .8) 15 (36 .6) 0.045

HAP 35 (18 .8) 13 (20 .3) 0 .854HAP aislada 10 (5 .3) 0 (0) 0.044EPI+HAP 25 (13 .4) 13 (20 .3)AfecciónrenalCRE 3 (1 .6) 10 (15 .6) 0.000AfeccióncardiacaPericarditis 5 (2 .7) 1 (1 .6) 1Cardiopatía isquémica 43 (23 .1) 11 (17 .2) 0 .467

Capilaroscopia (Porcentajes calculados sobre total de capilaroscopias realizadas)Realizadas 162 48Patrón lento 134 (82 .7) 25 (18 .6) 0.000Patrón activo 18 (11 .1) 22 (45 .8) 0.000Patrón normal 10 (6 .2) 1 (2) 0 .298

Muertes 45 (24 .2) 23 (35 .9) 0 .069Causas de muerte (Porcentaje calculado sobre número total de muertes)CRE 3 (6 .6) 8 (34 .8) 0.001EPI 2 (4 .4) 4 (17 .4) 0.039HAP 12 (26 .7) 2 (8 .7) 0 .529EPI+HAP 3 (6 .6) 2 (8 .7)

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86

4 ■ ■ RESULTADOS

ES Limitada n (%)

ES Difusa n(%)

ES sine ES n(%)

Pre-ES n(%) Total (%)

Pacientes 186 (58 .3) 64 (20) 47 (14 .7) 22 (6 .9) 319AnticuerposACA 92 (49 .5) 1 (1 .6) 22 (46 .8) 11 (50) 126 (39 .5)ATA-I 16 (8 .6) 32 (50) 3 (6 .4) 3 (13 .6) 54 (16 .9)U1-RNP 3 (1 .6) 1 (1 .6) 1 (2 .1) 1 (14 .6) 5 (1 .6)Pm-Scl 3 (1 .6) 1 (1 .6) 1 (2 .1) 0 (0) 5 (1 .6)Sexo (mujer) 167 (89 .8) 57 (89) 44 (93 .6) 20 (90 .9) 288 (90 .3)Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD(min-max) 44 .6±16 40 .2±14 .7 44 .6±15 .8 33 .9±16 .2 43±15 .9

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 54 .5 44 .3±15 .3 53 .6±14 42 .7±15 .6 51 .5±15 .1

Primera manifestaciónFenómeno de Raynaud 176 (94 .6) 46 (71 .9) 46 (97 .9) 21 (95 .5) 288 (90 .6) Tumefacción manos/artritis 2 (1 .1) 5 (7 .8) 0 (0) 0 (0) 7 (2 .2) Esclerosis cutánea 1 (0 .54) 4 (6 .3) 0 (0) 0 (0) 5 (1 .6) Artralgias 3 (1 .6) 7 (10 .9) 0 (0) 1 (4 .5) 11 (3 .4)Criterios ARA 1980 144 (77 .4) 64 (100) 6 (12 .8) 0 (0) 214 (67 .1)Otras manifestaciones clínicasManifestacionesvascularesFenómeno de Raynaud 179 (96 .2) 50 (78 .1) 46 (97 .9) 22 (100) 296 (92 .8) Úlceras digitales 94 (50 .5) 52 (81 .3) 8 (17) 4 (18 .2) 158 (49 .5) Telangiectasias 141 (75 .8) 48 (75) 30 (63 .8) 6 (27 .3) 225 (70 .5)MusculoesqueléticasCalcinosis 48 (25 .8) 17 (26 .6) 5 (10 .6) 0 (0) 70 (21 .9)Artritis 25 (13 .4) 19 (26 .7) 5 (10 .6) 0 (0) 49 (15 .4)Roces tendinosos 2 (1 .1) 8 (12 .5) 0 (0) 0 (0) 10 (3 .1)MNI 6 (3 .2) 6 (9 .4) 1 (2 .1) 1 (4 .6) 14 (4 .4)MI 6 (3 .2) 3 (4 .7) 1 (2 .1) 0 (0) 11 (3 .4)AfeccióndigestivaEsófago 113 (60 .8) 41 (64) 22 (46 .8) 0 (0) 177 (55 .5)Estómago 24 (12 .9) 9 (14) 6 (12 .8) 0 (0) 40 (12 .5)Malabsorción 6 (3 .2) 6 (9 .4) 1 (2 .1) 0 (0) 13 (4 .1)Afecciónpulmonar(EPIy/oHAP)EPI 95 (51 .1) 49 (76 .6) 19 (40 .4) 0 (0) 155 (48 .6)EPI grave (CVF <55%) 15 (8 .4) 15 (25 .4) 6 (12 .8) 0 (0) 41 (12 .9)HAP 38 (20 .4) 13 (20 .3) 14 (29 .8) 0 (0) 61 (19 .1)Con fibrosis 25 (13 .4) 13 (20 .3) 12 (25 .5) 50 (15 .7)Sin fibrosis 10 (5 .3) 0 (0) 2 (4 .3) 11 (3 .4)AfecciónrenalCRE 3 (1 .6) 10 (15 .6) 1 (2 .1) 0 (0) 14 (4 .1)AfeccióncardiacaPericarditis 5 (2 .7) 1 (1 .6) 0 (0) 0 (0) 6 (1 .9)C .Isquémica 43 (23 .1) 11 (17 .2) 12 (25 .5) 0 (0) 67 (21)

Capilaroscopia (Porcentajes realizado sobre el total de capilaroscopias realizadas)Patrón lento 134 (82 .7) 25 (18 .6) 35 (81 .4) 18 (85 .7) 212 (77 .3)Patrón activo 18 (11 .1) 22 (45 .8) 1 (2 .3) 0 (0) 41 (14 .9)Normal 10 (6 .2) 1 (2) 7 (16 .2) 3 (14 .3) 21 (7 .6)No realizado 24 16 4 1 45Muertes 45 (24 .2) 23 (35 .9) 5 (10 .6) 0 (0) 73 (22 .9)Causas de muerte (Porcentaje realizado sobre el total de muertes)CRE 3 (6 .6) 8 (34 .8) 0 (0) 11 (15)EPI 2 (4 .4) 4 (17 .4) 0 (0) 6 (8 .4)HAP 12 (26 .7) 2 (8 .7) 1 (20) 15 (20 .5)EPI+HAP 3 (6 .6) 2 (8 .7) 1 (20) 6 (8 .4)

Tabla 13: Características clínicas e inmunológicas de los pacientes con esclerodermia según el subtipo cutáneo

ACA: Anticuerpos anticentrómero; ATA-I: Anticuerpos antitopoisomerasa; MNI: Miopatía no inflamatoria;

MI: Miopatía inflamatoria; EPI: Enfermedad pulmonar intersticial difusa; CVF: Capacidad vital forzada;

HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica; C.Isquémica: Cardiopatía isquémica;

87

RESULTADOS ■ ■ 4

Tabla 14: Comparación entre los pacientes con el subtipo cutáneo difusa y el subtipo cutáneo limitada

ACA: Anticuerpos anticentrómero; ATA-I: Anticuerpos antitopoisomerasa; EPI: Enfermedad pulmonar intersticial

difusa; CVF: Capacidad vital forzada; HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica;

ES limitada n (%)

ES Difusa n (%)

p (ES limitada vs difusa)

Número de pacientes 186 (58 .3) 64 (20)AnticuerpoATA-I 16 (8 .6) 32 (50) 0.000ACA 92 (49 .5) 32 (50) 0.000Sexo (mujer) 167 (89 .8) 57 (89 .1) 0 .871

Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD(min-max) 44±15 .93 39 .7±14 .647 0.050

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 54 ±14 .16 43 .9± 15 .3 0.000

Primera manifestaciónFenómeno de Raynaud 176 (94 .6) 46 (71 .9) 0.001Artritis 2 (1 .1) 5 (7 .89)Esclerosis cutánea 1 (0 .54) 4 (6 .3)

Criterios ARA 1980 144 (7 .4) 64 (100)Manifestaciones clínicasManifestacionesvascularesFenómeno de Raynaud 179 (96 .2) 50 (78 .1) 0.000Úlceras digitales 94 (50 .5) 52 (81 .3) 0.000Telangiectasias 141 (75 .8) 48 (75) 0 .868MusculoesqueléticasArtritis 25 (13 .4) 19 (27 .7) 0.007Roces tendinosos 2 (1 .1) 8 (12 .5) 0.000ManifestacionesdigestivasEsófago 110 (59 .1) 41 (64 .1) 0 .554Estómago 24 (12 .9) 8 (12 .5) 1Malabsorción 6 (3 .2) 6 (9 .4) 0 .082

Manifestaciones pulmonaresEPI 87 (46 .8) 47 (73 .4) 0.000EPI Grave (CVF <55%)* *Porcentaje calculado sobre el total de EPI 15 (18 .8) 15 (36 .6) 0.045

HAP 35 (18 .8) 13 (20 .3) 0 .854HAP aislada 10 (5 .3) 0 (0) 0.044EPI+HAP 25 (13 .4) 13 (20 .3)AfecciónrenalCRE 3 (1 .6) 10 (15 .6) 0.000AfeccióncardiacaPericarditis 5 (2 .7) 1 (1 .6) 1Cardiopatía isquémica 43 (23 .1) 11 (17 .2) 0 .467

Capilaroscopia (Porcentajes calculados sobre total de capilaroscopias realizadas)Realizadas 162 48Patrón lento 134 (82 .7) 25 (18 .6) 0.000Patrón activo 18 (11 .1) 22 (45 .8) 0.000Patrón normal 10 (6 .2) 1 (2) 0 .298

Muertes 45 (24 .2) 23 (35 .9) 0 .069Causas de muerte (Porcentaje calculado sobre número total de muertes)CRE 3 (6 .6) 8 (34 .8) 0.001EPI 2 (4 .4) 4 (17 .4) 0.039HAP 12 (26 .7) 2 (8 .7) 0 .529EPI+HAP 3 (6 .6) 2 (8 .7)

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88

4 ■ ■ RESULTADOS

Tabla 15: Factores predictores independientes de manifestaciones orgánicas de la Esclerodermia

EPI: Enfermedad pulmonar intersticial; ACA: Anticuerpo anticentrómero; CRE: Crisis renal esclerodérmica;

HAP: Hipertensión arterial pulmonar; Esófago. Afección esofágica de la esclerodermia.

Manifestación clínica Variable predictora OR (IC 95%) p

EPIESdifusa 2 .16 (1 .43-3 .27) 0 .0003

ACAnegativo 1 .55 (1 .03-2 .33) 0 .0357CRE ESdifusa 5 .06 (1 .20-29 .71) 0 .0267HAP -Esófago ACAnegativo 1 .96 (1 .13-3 .39) 0 .0170

4.2. SEGUNDO ESTUDIO

CARACTERÍSTICASCLÍNICASDELAESCLEROSISSISTÉMICAASOCIADAAANTICUERPOS

ANTI-RNAPOLIMERASAIIIENLACOHORTEDEHOSPITALVALLD́ HEBRON

Los resultados obtenidos se recogen en la Tabla 16.

De los 175 pacientes con el anticuerpo RNAp determinado, 24 (13.7%) mostraron reacti-

vidad anti-RNA polimerasa III. En toda la cohorte el sexo femenino (151, 86.3%) fue el más

frecuente. La edad global al debut de la enfermedad fue de 40.3 ± 15.9 años y la edad

global al diagnóstico de 46.6 ± 15.7 años. No hubo diferencias estadísticamente significa-

tivas entre los grupos con RNAp positivo y RNAp negativo en la edad al inicio ni en la edad al

diagnóstico de la enfermedad, aunque sí se observó una tendencia a un menor retraso diag-

nóstico en los pacientes con RNAp (4.6 ± 7.5 vs 6.5 ± 9 años, p=0.06). En cuanto al subtipo

cutáneo, el grupo ES Difusa fue significativamente más frecuente en el grupo RNAp positivo

(70% vs 16.6% p <0.001). Los pacientes con RNAp cumplieron con mayor frecuencia los

criterios diagnósticos ACR/EULAR 2013 (24, 100% vs 118, 78.1% p <0.01).

En cuanto a la primera manifestación de la enfermedad, el FR fue menos frecuente en el

grupo RNAp positivo (13, 54.2% vs 121, 80.1% p <0.01). Se observó una tendencia mayor

a la presencia de úlceras digitales en el grupo con RNAp (15, 62.5% vs 66, 43.7%, p=0.08),

sin embargo no hubo diferencias en la presencia de FR (24, 100% vs 145, 96.7%) ni de

telangiectasias (18, 75% vs 102, 67.5%).

89

RESULTADOS ■ ■ 4

Respecto a las afecciones viscerales, no hubo diferencias respecto a la patología digestiva en

global (21, 87.5 vs 124, 82.1%), ni por separado en la esofágica (19, 79.2% vs 116, 76.8%),

gástrica (7, 29.2% vs. 24, 15.9%), la presencia de ectasias vasculares antrales (2, 8.3% vs 24,

5.9%), alteración intestinal (6, 25% vs 22, 14.6%), ni hepática (2, 8.3% vs 14, 9.3%). En cuanto

a la afección pulmonar tanto en la EPI (13, 54% vs 57, 37.7%) como en la HAP (4, 16.7% vs

36, 23.8%) no se encontraron diferencias significativas. Tampoco se hallaron diferencias en la

afección cardiaca en ambos grupos (9, 37.5% vs 51, 47%). La CRE fue significativamente más

frecuente en los pacientes con RNAp (3, 12.5% vs 3, 1.9% p=0.03).

La prevalencia de cáncer tendió a ser mayor en el grupo con RNAp (4, 16.7% vs 12, 7.9%

p=0.24) sin llegar a la significación estadística. Tampoco hubo diferencias en cuanto a la

mortalidad (2, 8.3% vs 16, 10.6%) entre ambos grupos.

El patrón capilaroscópico tipo lento de Maricq fue el más frecuente, sin encontrar diferencias

entre ambos grupos (20, 83.3% vs 132, 87.4%).

Teniendo en cuenta la expresión de otros autoanticuerpos, la positividad de anti-Ro52 fue

menos frecuente en los pacientes con RNAp (2, 8.2% vs. 14, 9.3% p=0.03).

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4 ■ ■ RESULTADOS

Tabla 15: Factores predictores independientes de manifestaciones orgánicas de la Esclerodermia

EPI: Enfermedad pulmonar intersticial; ACA: Anticuerpo anticentrómero; CRE: Crisis renal esclerodérmica;

HAP: Hipertensión arterial pulmonar; Esófago. Afección esofágica de la esclerodermia.

Manifestación clínica Variable predictora OR (IC 95%) p

EPIESdifusa 2 .16 (1 .43-3 .27) 0 .0003

ACAnegativo 1 .55 (1 .03-2 .33) 0 .0357CRE ESdifusa 5 .06 (1 .20-29 .71) 0 .0267HAP -Esófago ACAnegativo 1 .96 (1 .13-3 .39) 0 .0170

4.2. SEGUNDO ESTUDIO

CARACTERÍSTICASCLÍNICASDELAESCLEROSISSISTÉMICAASOCIADAAANTICUERPOS

ANTI-RNAPOLIMERASAIIIENLACOHORTEDEHOSPITALVALLD́ HEBRON

Los resultados obtenidos se recogen en la Tabla 16.

De los 175 pacientes con el anticuerpo RNAp determinado, 24 (13.7%) mostraron reacti-

vidad anti-RNA polimerasa III. En toda la cohorte el sexo femenino (151, 86.3%) fue el más

frecuente. La edad global al debut de la enfermedad fue de 40.3 ± 15.9 años y la edad

global al diagnóstico de 46.6 ± 15.7 años. No hubo diferencias estadísticamente significa-

tivas entre los grupos con RNAp positivo y RNAp negativo en la edad al inicio ni en la edad al

diagnóstico de la enfermedad, aunque sí se observó una tendencia a un menor retraso diag-

nóstico en los pacientes con RNAp (4.6 ± 7.5 vs 6.5 ± 9 años, p=0.06). En cuanto al subtipo

cutáneo, el grupo ES Difusa fue significativamente más frecuente en el grupo RNAp positivo

(70% vs 16.6% p <0.001). Los pacientes con RNAp cumplieron con mayor frecuencia los

criterios diagnósticos ACR/EULAR 2013 (24, 100% vs 118, 78.1% p <0.01).

En cuanto a la primera manifestación de la enfermedad, el FR fue menos frecuente en el

grupo RNAp positivo (13, 54.2% vs 121, 80.1% p <0.01). Se observó una tendencia mayor

a la presencia de úlceras digitales en el grupo con RNAp (15, 62.5% vs 66, 43.7%, p=0.08),

sin embargo no hubo diferencias en la presencia de FR (24, 100% vs 145, 96.7%) ni de

telangiectasias (18, 75% vs 102, 67.5%).

89

RESULTADOS ■ ■ 4

Respecto a las afecciones viscerales, no hubo diferencias respecto a la patología digestiva en

global (21, 87.5 vs 124, 82.1%), ni por separado en la esofágica (19, 79.2% vs 116, 76.8%),

gástrica (7, 29.2% vs. 24, 15.9%), la presencia de ectasias vasculares antrales (2, 8.3% vs 24,

5.9%), alteración intestinal (6, 25% vs 22, 14.6%), ni hepática (2, 8.3% vs 14, 9.3%). En cuanto

a la afección pulmonar tanto en la EPI (13, 54% vs 57, 37.7%) como en la HAP (4, 16.7% vs

36, 23.8%) no se encontraron diferencias significativas. Tampoco se hallaron diferencias en la

afección cardiaca en ambos grupos (9, 37.5% vs 51, 47%). La CRE fue significativamente más

frecuente en los pacientes con RNAp (3, 12.5% vs 3, 1.9% p=0.03).

La prevalencia de cáncer tendió a ser mayor en el grupo con RNAp (4, 16.7% vs 12, 7.9%

p=0.24) sin llegar a la significación estadística. Tampoco hubo diferencias en cuanto a la

mortalidad (2, 8.3% vs 16, 10.6%) entre ambos grupos.

El patrón capilaroscópico tipo lento de Maricq fue el más frecuente, sin encontrar diferencias

entre ambos grupos (20, 83.3% vs 132, 87.4%).

Teniendo en cuenta la expresión de otros autoanticuerpos, la positividad de anti-Ro52 fue

menos frecuente en los pacientes con RNAp (2, 8.2% vs. 14, 9.3% p=0.03).

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90

4 ■ ■ RESULTADOS

Total RNAp + RNA p - PPacientes, n (%) 175 (100) 24 (13 .7) 151 (86 .3)

Subtipos de EsclerodermiaLimitada, n (%) 94 (53 .7) 6 (25) 88 (58 .3)

Difusa, n (%) 42 (24) 17 (70) 25 (16 .6) <0.001

Sine ES, n (%) 28 (16) 1 (4 .2) 27 (17 .9)

Sexo (mujer), n (%) 151 (86 .3) 19 (79 .2) 132 (87 .4) 0 .334

Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD(min-max) 40 .3a±(15 .9) 38 .7±(14 .2) 40 .5±(16 .2) 0 .636

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 46 .6a±(15 .7) 43 .4±(15 .8) 47 .1±(15 .7) 0 .291

Tiempo debut-diagnóstico (años) med±SD(min-max) 6 .2m±(8 .8) 4 .6250±(7 .5) 6 .5±(9) 0 .066

Primera manifestación

Fenómeno de Raynaud Vs No Raynaud, n (%) 160 (91 .4) 13 (54 .2) 121 (80 .1) 0.005

Dedos en salchicha, n (%) 1 (0 .6) 1 (4 .2) 5 (3 .5)

Artralgia/Artritis, n (%) 17 (10 .2) 6 (25 .2) 10 (7)

Esclerosis cutánea, n (%) 6 (3 .5) 2 (8 .4) 4 (2 .6)

Otros, n (%) 11 (6 .6) 2 (1 .2)

Criterios EULAR/ACR 2013, n (%) 142 (81 .1) 24 (100) 118 (78 .1) 0.005

Otras manifestaciones clínicas

Afecciónvascularperiférica N(%) N(%) N(%)

Fenómeno de Raynaud, n (%) 170 (97 .1) 24 (100) 145 (96 .7) 1

Úlceras digitales, n (%) 81 (46 .3) 15 (62 .5) 66 (43 .7) 0 .08

Telangiectasias, n (%) 120 (68 .6) 18 (75) 102 (67 .5) 0 .46

Musculoesqueléticas N(%) N(%) N(%)

Calcinosis, n (%) 39 (22 .3) 6 (25) 33 (21 .9)

Afeccióndigestiva 145(82.9) 21(87.5) 124(82.1) 0.77

Esofágica, n (%) 135 (77 .1) 19 (79 .2) 116 (76 .8) 0 .799

Gástrica, n (%) 31 (17 .7) 7 (29 .2) 24 (15 .9) 0 .147

GAVE, n (%) 2 (8 .3) 9 (5 .9) 0 .649

Intestinal, n (%) 28 (16) 6 (25) 22 (14 .6) 0 .229

Malabsorción, n (%) 9 (5 .2) 2 (8 .3) 7 (4 .7)

Hepática, n (%) 16 (9 .1) 2 (8 .3) 14 (9 .3) 1

Afecciónpulmonar(EPIy/oHAP),n(%) 89(50.9) 14(58.3) 75(49.7) 0.430

EPI, n (%) 70 (40) 13 (54) 57 (37 .7) 0 .127

HAP, n (%) 40 (22 .9) 4 (16 .7) 36 (23 .8) 0 .437

Neoplasia,n(%) 16(9.1) 4(16.7) 12(7.9) 0.24

Afeccióncardiaca,n(%) 56(32%) 9(37.5) 51(47%) 0.534

Pericárdica, n (%) 15 (8 .6) 3 (12 .5) 12 (7 .9) 0 .437

Isquémica macrovascular NO FRCV, n (%) 10 (5 .7) 0(0) 3 (2)

Isquémica microvascular NO FRCV, n (%) 15 (8 .6) 3 (12 .5) 12 (7 .9)

Alteración en la conducción, n (%) 31 (17 .7) 5 (20 .9) 31 (21 .7)

Disfunción diastólica NO FRCV, n (%) 74 (42 .3) 62 (41 .1)

Fibrosis miocárdica, n (%) 3 (1 .7) 1 (4 .2)

91

RESULTADOS ■ ■ 4

Total RNAp + RNA p - P

Miocardiopatía esclerodérmica, n (%) 1 (0 .6) 1 (0 .7) 1

Afecciónrenal N(%) N(%) N(%)

Crisis renal esclerodérmica, n (%) 6 (3 .4) 3 (12 .5) 3 (1 .99) 0.035

Capilaroscopia N (%) N (%) N (%)Patrón activo, n (%) 23 (13 .1) 4 (16 .6) 19 (12 .8)

0 .527Lento, n (%) 152 (86 .6) 20 (83 .3) 132 (87 .4)

Resultados inmunológicos (Porcentajes calculados sobre total de pacientes realizados)

ANAs, n (%) 171 (97 .7) 24 (100) 147 (97 .4) 1

Antitopoisomerasa I (Scl-70), n (%) 32 (18 .3) 4 (16 .7) 28 (18 .5) 1

Anticentromero, n (%) 57 (32 .6) 0 (0) 57 (37 .7) 0.00

Anti-U3RNP, n (%) 4 (2 .3) 0 (0)

Anti-RNP, n (%) 5 (2 .9) 0 (0) 5 (3 .3)

Anti–Ku, n (%) 2 (1 .1) 0 (0) 2 (1 .3) 1

Anti-Ro 52, n (%) 16 (9 .1) 2 (8 .3) 14 (9 .3) 0.03

Anti-La, n (%) 2 (1 .1) 0 (0) 2 (1 .3)

Anti-Sm, n (%) 1 (0 .6) 0 (0) 1 (0 .7) 1

Anticoagulante lúpico, n (%) 8 (4 .6) 0 (0) 8 (5 .3)

Anti-tiroideos, n (%) 31 (17 .7) 1 (4 .2) 30 (19 .9)

AMA, n (%) 16 (9 .1) 2 (8 .3) 14 (9 .3)

ANCA, n (%) 6 (3 .4) 0 (0) 6 (4)

Jo-1, n (%) 1 (0 .6) 0 (0) 1 (0 .7)

Factor reumatoide, n (%) 45 (25 .7) 3 (12 .5) 42 (27 .8)

Péptido citrulinado, n (%) 4 (2 .3) 1 (4 .2) 3 (2)

Muertes, n (%) 19 (10 .9) 3 (12 .5) 16 (10 .6) 0 .72

RelacionadasconlaES,n(%) N(%) N(%) N(%)

EPI, n (%) 3 (1 .7) 0 (0) 3 (2)

HAP, n (%) 3 (1 .7) 1 (4 .2) 2 (1 .3)

HP+EPI, n (%) 4 (2 .3) 1 (4 .2) 3 (2)

Otros, n (%) 9 (5 .1) 1 (4 .2) 8 (5 .3)

Tabla 16: Características clínicas y epidemiológicas de los pacientes con ES en función de la positividad para el anticuerpo anti-RNA polimerasa III

GAVE. Ectasias vasculares del antro gástrico; EPI: Enfermedad pulmonar intersticial;

HAP: Hipertensión arterial pulmonar; FEVI: Fracción de eyección del ventrículo izquierdo;

FRCV: factor de riesgo cardiovascular,

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4 ■ ■ RESULTADOS

Total RNAp + RNA p - PPacientes, n (%) 175 (100) 24 (13 .7) 151 (86 .3)

Subtipos de EsclerodermiaLimitada, n (%) 94 (53 .7) 6 (25) 88 (58 .3)

Difusa, n (%) 42 (24) 17 (70) 25 (16 .6) <0.001

Sine ES, n (%) 28 (16) 1 (4 .2) 27 (17 .9)

Sexo (mujer), n (%) 151 (86 .3) 19 (79 .2) 132 (87 .4) 0 .334

Edad al debut de la enfermedad (años) med±SD(min-max) 40 .3a±(15 .9) 38 .7±(14 .2) 40 .5±(16 .2) 0 .636

Edad al diagnóstico (años) med±SD(min-max) 46 .6a±(15 .7) 43 .4±(15 .8) 47 .1±(15 .7) 0 .291

Tiempo debut-diagnóstico (años) med±SD(min-max) 6 .2m±(8 .8) 4 .6250±(7 .5) 6 .5±(9) 0 .066

Primera manifestación

Fenómeno de Raynaud Vs No Raynaud, n (%) 160 (91 .4) 13 (54 .2) 121 (80 .1) 0.005

Dedos en salchicha, n (%) 1 (0 .6) 1 (4 .2) 5 (3 .5)

Artralgia/Artritis, n (%) 17 (10 .2) 6 (25 .2) 10 (7)

Esclerosis cutánea, n (%) 6 (3 .5) 2 (8 .4) 4 (2 .6)

Otros, n (%) 11 (6 .6) 2 (1 .2)

Criterios EULAR/ACR 2013, n (%) 142 (81 .1) 24 (100) 118 (78 .1) 0.005

Otras manifestaciones clínicas

Afecciónvascularperiférica N(%) N(%) N(%)

Fenómeno de Raynaud, n (%) 170 (97 .1) 24 (100) 145 (96 .7) 1

Úlceras digitales, n (%) 81 (46 .3) 15 (62 .5) 66 (43 .7) 0 .08

Telangiectasias, n (%) 120 (68 .6) 18 (75) 102 (67 .5) 0 .46

Musculoesqueléticas N(%) N(%) N(%)

Calcinosis, n (%) 39 (22 .3) 6 (25) 33 (21 .9)

Afeccióndigestiva 145(82.9) 21(87.5) 124(82.1) 0.77

Esofágica, n (%) 135 (77 .1) 19 (79 .2) 116 (76 .8) 0 .799

Gástrica, n (%) 31 (17 .7) 7 (29 .2) 24 (15 .9) 0 .147

GAVE, n (%) 2 (8 .3) 9 (5 .9) 0 .649

Intestinal, n (%) 28 (16) 6 (25) 22 (14 .6) 0 .229

Malabsorción, n (%) 9 (5 .2) 2 (8 .3) 7 (4 .7)

Hepática, n (%) 16 (9 .1) 2 (8 .3) 14 (9 .3) 1

Afecciónpulmonar(EPIy/oHAP),n(%) 89(50.9) 14(58.3) 75(49.7) 0.430

EPI, n (%) 70 (40) 13 (54) 57 (37 .7) 0 .127

HAP, n (%) 40 (22 .9) 4 (16 .7) 36 (23 .8) 0 .437

Neoplasia,n(%) 16(9.1) 4(16.7) 12(7.9) 0.24

Afeccióncardiaca,n(%) 56(32%) 9(37.5) 51(47%) 0.534

Pericárdica, n (%) 15 (8 .6) 3 (12 .5) 12 (7 .9) 0 .437

Isquémica macrovascular NO FRCV, n (%) 10 (5 .7) 0(0) 3 (2)

Isquémica microvascular NO FRCV, n (%) 15 (8 .6) 3 (12 .5) 12 (7 .9)

Alteración en la conducción, n (%) 31 (17 .7) 5 (20 .9) 31 (21 .7)

Disfunción diastólica NO FRCV, n (%) 74 (42 .3) 62 (41 .1)

Fibrosis miocárdica, n (%) 3 (1 .7) 1 (4 .2)

91

RESULTADOS ■ ■ 4

Total RNAp + RNA p - P

Miocardiopatía esclerodérmica, n (%) 1 (0 .6) 1 (0 .7) 1

Afecciónrenal N(%) N(%) N(%)

Crisis renal esclerodérmica, n (%) 6 (3 .4) 3 (12 .5) 3 (1 .99) 0.035

Capilaroscopia N (%) N (%) N (%)Patrón activo, n (%) 23 (13 .1) 4 (16 .6) 19 (12 .8)

0 .527Lento, n (%) 152 (86 .6) 20 (83 .3) 132 (87 .4)

Resultados inmunológicos (Porcentajes calculados sobre total de pacientes realizados)

ANAs, n (%) 171 (97 .7) 24 (100) 147 (97 .4) 1

Antitopoisomerasa I (Scl-70), n (%) 32 (18 .3) 4 (16 .7) 28 (18 .5) 1

Anticentromero, n (%) 57 (32 .6) 0 (0) 57 (37 .7) 0.00

Anti-U3RNP, n (%) 4 (2 .3) 0 (0)

Anti-RNP, n (%) 5 (2 .9) 0 (0) 5 (3 .3)

Anti–Ku, n (%) 2 (1 .1) 0 (0) 2 (1 .3) 1

Anti-Ro 52, n (%) 16 (9 .1) 2 (8 .3) 14 (9 .3) 0.03

Anti-La, n (%) 2 (1 .1) 0 (0) 2 (1 .3)

Anti-Sm, n (%) 1 (0 .6) 0 (0) 1 (0 .7) 1

Anticoagulante lúpico, n (%) 8 (4 .6) 0 (0) 8 (5 .3)

Anti-tiroideos, n (%) 31 (17 .7) 1 (4 .2) 30 (19 .9)

AMA, n (%) 16 (9 .1) 2 (8 .3) 14 (9 .3)

ANCA, n (%) 6 (3 .4) 0 (0) 6 (4)

Jo-1, n (%) 1 (0 .6) 0 (0) 1 (0 .7)

Factor reumatoide, n (%) 45 (25 .7) 3 (12 .5) 42 (27 .8)

Péptido citrulinado, n (%) 4 (2 .3) 1 (4 .2) 3 (2)

Muertes, n (%) 19 (10 .9) 3 (12 .5) 16 (10 .6) 0 .72

RelacionadasconlaES,n(%) N(%) N(%) N(%)

EPI, n (%) 3 (1 .7) 0 (0) 3 (2)

HAP, n (%) 3 (1 .7) 1 (4 .2) 2 (1 .3)

HP+EPI, n (%) 4 (2 .3) 1 (4 .2) 3 (2)

Otros, n (%) 9 (5 .1) 1 (4 .2) 8 (5 .3)

Tabla 16: Características clínicas y epidemiológicas de los pacientes con ES en función de la positividad para el anticuerpo anti-RNA polimerasa III

GAVE. Ectasias vasculares del antro gástrico; EPI: Enfermedad pulmonar intersticial;

HAP: Hipertensión arterial pulmonar; FEVI: Fracción de eyección del ventrículo izquierdo;

FRCV: factor de riesgo cardiovascular,

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92

4 ■ ■ RESULTADOS

4.3. TERCER ESTUDIO

ANTICUERPOS AntiSSa/Ro52 EN ESCLERODERMIA. RESULTADOS DE UN ESTUDIO

OBSERVACIONALYTRANSVERSAL

De una cohorte de 408 pacientes con ES, se seleccionaron un total de 132 pacientes a los

que se les había determinado el anticuerpo antiSSa/Ro52. Ciento quince (87.1%) de estos

pacientes eran mujeres y 17 (12.9%) hombres. Sesenta y ocho (51.5%) tenían el subtipo

cutáneo ES limitada, 25 (18.9%) ES difusa, 9 (6.8%) pre-ES y 30 (22.7%) ES sine ES (Tabla 17).

La prevalencia de pacientes con antiSSa/Ro52 fue 35.6%.

No se encontraron diferencias significativas entre pacientes con antiSSa/Ro52 positivo y

antiSSa/Ro52 negativo ni en las características demográficas ni en las clínicas (Tabla 17).

La mayoría de pacientes tenía un patrón capilaroscópico lento (63.6%), independiente-

mente de la presencia/ausencia de anticuerpos antiSSa/Ro52 (OR 0.58, 95% CI 0.16–2.08,

p=0.401).

Se detectaron ANA en el 93.1% del total de pacientes analizados (Tabla 18). Los títulos

más elevados de ANA encontrados fueron 1/2560 en el 3.6% de 84 pacientes antiSSa/

Ro52 negativo, seguidos por un título de ANA 1/1280 (10.6% de 47 pacientes antiSSa/

Ro52 positivo y 4.8% de 84 pacientes antiSSa/Ro52 negativo). Aproximadamente la mitad

de pacientes analizados en cada grupo tenía títulos ANA 1/640 (53.2% de pacientes anti

SSa/Ro52 positivo y 42.9% de pacientes antiSSa/Ro52 negativo). En total, los títulos de ANA

no fueron diferentes estadísticamente entre ambos grupos (p=0.591) (Tabla 18). El patrón

de IFI en las células Hep2 se analizó en 118 del total de pacientes (Tabla 18). La mayoría

de los pacientes presentaba un patrón centromérico (50% de 42 pacientes antiSSa/Ro52

positivo y 27.6% de 76 pacientes antiSSa/Ro52 negativo) y un patrón moteado (38.1% de

pacientes antiSSa/Ro52 positivo y 50% de pacientes antiSSa/Ro52 negativo). No se encon-

traron diferencias significativas en el patrón moteado sobre las células Hep2 entre ambos

grupos (p=0.149).

93

RESULTADOS ■ ■ 4

La Tabla 19 muestra el porcentaje de pacientes con anticuerpos específicos asociados con

ES. Los anticuerpos ACA estaban presentes en el 44.8%, ATA-I en 19%, anti-RNP en 2.2%,

anti-Ro60 en 10.5%, anti-La 1.2% y anti-PmScl en 3.4% de los pacientes. Según la presencia

de antiSSa/Ro52, 61.9% de pacientes presentaban ACA y antiSSa/Ro52 simultáneamente,

mientras que de los pacientes antiSSa/Ro52 negativos el porcentaje de ACA positivos era

35.1%, siendo la odds ratio tres veces mayor en el grupo de pacientes con antiSSa/Ro52

(OR 3.0, 95% IC 1.37-6.57, p=0.05). Diez pacientes presentaban anticuerpos antiSSa/Ro52

en ausencia de ATA-I, ACA o RNP; este subgrupo de pacientes no tenía ninguna asocia-

ción estadística con ninguna manifestación clínica, aunque sí mostraban una tendencia

elevada a presentar miopatía inflamatoria (p=0.056). Adicionalmente, la OR de tener anti-

cuerpos antiSSa/Ro60 fue 25.2 veces mayor en el grupo de pacientes con antiSSa/Ro52

positivo (OR 25.2, 95% CI 3.1– 203.7, p <0.001). Por otro lado, encontramos que la OR de

tener anticuerpos ATA-I era mayor en el grupo de pacientes antiSSa/Ro52 negativo, aunque

este resultado no alcanzó significado estadístico (OR 0.36, 95% CI 0.11–1.14, p=0.074).

El porcentaje de pacientes que presentaban anticuerpos anti-RNP, anti-La (SSB) o anti-

PM-Scl era muy bajo en ambos grupos de pacientes (Tabla 19).

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4 ■ ■ RESULTADOS

4.3. TERCER ESTUDIO

ANTICUERPOS AntiSSa/Ro52 EN ESCLERODERMIA. RESULTADOS DE UN ESTUDIO

OBSERVACIONALYTRANSVERSAL

De una cohorte de 408 pacientes con ES, se seleccionaron un total de 132 pacientes a los

que se les había determinado el anticuerpo antiSSa/Ro52. Ciento quince (87.1%) de estos

pacientes eran mujeres y 17 (12.9%) hombres. Sesenta y ocho (51.5%) tenían el subtipo

cutáneo ES limitada, 25 (18.9%) ES difusa, 9 (6.8%) pre-ES y 30 (22.7%) ES sine ES (Tabla 17).

La prevalencia de pacientes con antiSSa/Ro52 fue 35.6%.

No se encontraron diferencias significativas entre pacientes con antiSSa/Ro52 positivo y

antiSSa/Ro52 negativo ni en las características demográficas ni en las clínicas (Tabla 17).

La mayoría de pacientes tenía un patrón capilaroscópico lento (63.6%), independiente-

mente de la presencia/ausencia de anticuerpos antiSSa/Ro52 (OR 0.58, 95% CI 0.16–2.08,

p=0.401).

Se detectaron ANA en el 93.1% del total de pacientes analizados (Tabla 18). Los títulos

más elevados de ANA encontrados fueron 1/2560 en el 3.6% de 84 pacientes antiSSa/

Ro52 negativo, seguidos por un título de ANA 1/1280 (10.6% de 47 pacientes antiSSa/

Ro52 positivo y 4.8% de 84 pacientes antiSSa/Ro52 negativo). Aproximadamente la mitad

de pacientes analizados en cada grupo tenía títulos ANA 1/640 (53.2% de pacientes anti

SSa/Ro52 positivo y 42.9% de pacientes antiSSa/Ro52 negativo). En total, los títulos de ANA

no fueron diferentes estadísticamente entre ambos grupos (p=0.591) (Tabla 18). El patrón

de IFI en las células Hep2 se analizó en 118 del total de pacientes (Tabla 18). La mayoría

de los pacientes presentaba un patrón centromérico (50% de 42 pacientes antiSSa/Ro52

positivo y 27.6% de 76 pacientes antiSSa/Ro52 negativo) y un patrón moteado (38.1% de

pacientes antiSSa/Ro52 positivo y 50% de pacientes antiSSa/Ro52 negativo). No se encon-

traron diferencias significativas en el patrón moteado sobre las células Hep2 entre ambos

grupos (p=0.149).

93

RESULTADOS ■ ■ 4

La Tabla 19 muestra el porcentaje de pacientes con anticuerpos específicos asociados con

ES. Los anticuerpos ACA estaban presentes en el 44.8%, ATA-I en 19%, anti-RNP en 2.2%,

anti-Ro60 en 10.5%, anti-La 1.2% y anti-PmScl en 3.4% de los pacientes. Según la presencia

de antiSSa/Ro52, 61.9% de pacientes presentaban ACA y antiSSa/Ro52 simultáneamente,

mientras que de los pacientes antiSSa/Ro52 negativos el porcentaje de ACA positivos era

35.1%, siendo la odds ratio tres veces mayor en el grupo de pacientes con antiSSa/Ro52

(OR 3.0, 95% IC 1.37-6.57, p=0.05). Diez pacientes presentaban anticuerpos antiSSa/Ro52

en ausencia de ATA-I, ACA o RNP; este subgrupo de pacientes no tenía ninguna asocia-

ción estadística con ninguna manifestación clínica, aunque sí mostraban una tendencia

elevada a presentar miopatía inflamatoria (p=0.056). Adicionalmente, la OR de tener anti-

cuerpos antiSSa/Ro60 fue 25.2 veces mayor en el grupo de pacientes con antiSSa/Ro52

positivo (OR 25.2, 95% CI 3.1– 203.7, p <0.001). Por otro lado, encontramos que la OR de

tener anticuerpos ATA-I era mayor en el grupo de pacientes antiSSa/Ro52 negativo, aunque

este resultado no alcanzó significado estadístico (OR 0.36, 95% CI 0.11–1.14, p=0.074).

El porcentaje de pacientes que presentaban anticuerpos anti-RNP, anti-La (SSB) o anti-

PM-Scl era muy bajo en ambos grupos de pacientes (Tabla 19).

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4 ■ ■ RESULTADOS

Tabla 17: Características demográficas y clínicas. Comparación entre pacientes antiSSa/Ro52 positivos y antiSSa/Ro52 negativos

MNI: Miopatía no inflamatoria; MI: Miopatía inflamatoria; CBP: Cirrosis biliar primaria;

EPI: Enfermedad pulmonar intersticial; HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica.

Total AntiSSA/Ro52 positivo

AntiSSA/Ro52 negativo OR (95%IC) p

Pacientes, n (%) 132 47 (35 .6) 85 (64 .4)Edad, media(años)±SD 59 .63±15 .41 56 .15±14 .37 0 .99 (0 .96-1 .01) 0 .197Sexo (mujer), n (%) 115 (87 .1) 42 (89 .4) 73 (85 .3) 0 .72 (0 .24-2 .20) 0 .568Subtipo cutáneo 0 .104Limitada, n (%) 68 (51 .5) 31 (66) 37 (43 .5)Difusa, n (%) 25 (18 .9) 6 (19) 19 (22 .4)Pre-Esclerodermia, n (%) 9 (6 .8) 2 (4 .3) 7 (8 .2)Sine Esclerodermia, n (%) 30 (22 .7) 8 (17) 22 (25 .9)

Tiempo desde el debut de la ES media(años)±SD 16 .61±11 .85 16 .46±12 .18 1 .00 (0 .97-1 .03) 0 .947

Tiempo desde el diagnóstico de la ES media(años)±SD 9 .3±6 .78 8 .76±7 .35 1 .00 (0 .94-1 .04) 0 .685

Manifestaciones clínicasManifestacionesvascularesFenómeno de Raynaud, n (%) 124 (94) 43 (91 .5) 81 (95 .3) 1 .88 (0 .45-7 .91) 0 .380Úlceras digitales, n (%) 55 (41 .6) 18 (38 .3) 37 (43 .5) 1 .24 (0 .60-2 .57) 0 .559MusculoesqueléticasArtralgia, n (%) 64 (48 .5) 22 (46 .8) 42 (49 .4) 1 .11 (0 .54-2 .27) 0 .774Artritis, n (%) 19 (14 .4) 7 (14 .9) 12 (14 .1) 0 .94 (0 .34-2 .57) 0 .903MNI, n (%) 9 (6 .8) 4 (8 .5) 5 (5 .9) 0 .67 (0 .17-2 .63) 0 .566MI, n (%) 8 (6 .0) 2 (4 .3) 6 (7 .1) 1 .71 (0 .33-8 .82) 0 .518DigestivasEsófago, n (%) 73 (55 .3) 25 (53 .2) 48 (56 .5) 1 .14 (0 .56-2 .34) 0 .717CBP, n (%) 3 (2 .3) 2 (4 .3) 1 (1 .2) 0 .27 (0 .02-3 .03) 0 .256

CardiopulmonaresEPI, n (%) 44 (33 .3) 15 (31 .9) 29 (34 .1) 1 .1 (0 .52-2 .36) 0 .797HAP, n (%) 22 (16 .6) 5 (10 .6) 17 (20) 2 .1 (0 .72-6 .12) 0 .167Disfunción cardiaca, n (%) 49 (37 .1) 16 (34) 33 (38 .8) 1 .23 (0 .58-2 .59) 0 .586

RenalesDisfunción renal, n (%) 3 (2 .3) 1 (2 .1) 2 (2 .4) 1 .11 (0 .1-12 .56) 0 .934CRE, n (%) 2 (1 .5) 1 (2 .1) 1 (1 .2) 0 .54 (0 .03-8 .96) 0 .668

Síndrome seco, n (%) 36 (27 .3) 15 (31 .9) 21 (24 .7) 0 .7 (0 .3-1 .54) 0 .373Patrón capilaroscópico lento, n (%) 84 (63 .6) 30 (83 .3) 43 (89 .6) 0 .58 (0 .16-2 .08) 0 .401

95

RESULTADOS ■ ■ 4

Tabla 18: Títulos de ANA y patrón de inmunofluorescencia. Comparación entre pacientes anti-SSA/Ro52 positivos y pacientes anti-SSA/Ro52 negativos

Total AntiSSa/Ro52 positivos

AntiSSa/Ro52 negativos p

Títulos ANA (1/x), n(%) 131 47 84 0 .5910 3 (6 .4) 6 (7 .1)40 1 (2 .1) 4 (4 .8)80 1 (2 .1) 5 (6)120 0 (0) 1 (1 .2)160 5 (10 .3) 13 (15 .5)320 7 (14 .9) 12 (14 .3)640 25 (53 .2) 36 (42 .9)1280 5 (10 .6) 4 (4 .8)2560 0 (0) 3 (3 .6)

Inmunofluorescencia (IFI), n 118 42 76 0 .149Centromérico, n (%) 21 (50) 21 (27 .6)Homogéneo, n (%) 2 (4 .8) 5 (6 .6)Moteado, n (%) 16 (38 .1) 38 (50)Nucleolar, n (%) 3 (7 .1) 6 (7 .9)Homogéneo y moteado, n (%) 0 (0) 5 (6 .6)Nucleolar y moteado, n (%) 0 (0) 1 (1 .3)

Tabla 19: Porcentajes de pacientes con anticuerpos específicos asociados a esclerodermia. Comparación entre pacientes anti-SSA/Ro52 positivos y pacientes anti-SSA/Ro52 negativos

TotalAnti-SSA/Ro52 positivos n(%)

Anti-SSA/Ro52 negativos n (%)

OR (95%IC) p

Pacientes, n 132 47 85

ACA, n Positivo, n(%) 11652 (44 .8)

4226 (61 .9)

7426 (35 .1)

3 .0 (1 .37-6 .57) 0.05

ATA-I Positivo, n(%) 11622 (19)

404 (10)

7618 (23 .7)

0 .36 (0 .11-1 .14) 0 .074

U1-RNP, n Positivo, n(%) 1042 (2 .2)

402(5)

640 (0)

Fisher’s exact test

0 .146

Ro, n Positivo, n(%) 11412 (10 .5)

4211 (26 .2)

721 (1 .4)

25 .2 (3 .1-203 .7) <0.001

La, n Positivo, n(%) 1142 (1 .2)

421 (2 .4)

721 (1 .4)

1 .7 (0 .12-28 .4) 0 .697

PmScl, n Positivo, n(%) 582 (3 .4)

171 (5 .9)

411 (2 .4)

2 .5 (0 .15-42 .4) 0 .513

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4 ■ ■ RESULTADOS

Tabla 17: Características demográficas y clínicas. Comparación entre pacientes antiSSa/Ro52 positivos y antiSSa/Ro52 negativos

MNI: Miopatía no inflamatoria; MI: Miopatía inflamatoria; CBP: Cirrosis biliar primaria;

EPI: Enfermedad pulmonar intersticial; HAP: Hipertensión arterial pulmonar; CRE: Crisis renal esclerodérmica.

Total AntiSSA/Ro52 positivo

AntiSSA/Ro52 negativo OR (95%IC) p

Pacientes, n (%) 132 47 (35 .6) 85 (64 .4)Edad, media(años)±SD 59 .63±15 .41 56 .15±14 .37 0 .99 (0 .96-1 .01) 0 .197Sexo (mujer), n (%) 115 (87 .1) 42 (89 .4) 73 (85 .3) 0 .72 (0 .24-2 .20) 0 .568Subtipo cutáneo 0 .104Limitada, n (%) 68 (51 .5) 31 (66) 37 (43 .5)Difusa, n (%) 25 (18 .9) 6 (19) 19 (22 .4)Pre-Esclerodermia, n (%) 9 (6 .8) 2 (4 .3) 7 (8 .2)Sine Esclerodermia, n (%) 30 (22 .7) 8 (17) 22 (25 .9)

Tiempo desde el debut de la ES media(años)±SD 16 .61±11 .85 16 .46±12 .18 1 .00 (0 .97-1 .03) 0 .947

Tiempo desde el diagnóstico de la ES media(años)±SD 9 .3±6 .78 8 .76±7 .35 1 .00 (0 .94-1 .04) 0 .685

Manifestaciones clínicasManifestacionesvascularesFenómeno de Raynaud, n (%) 124 (94) 43 (91 .5) 81 (95 .3) 1 .88 (0 .45-7 .91) 0 .380Úlceras digitales, n (%) 55 (41 .6) 18 (38 .3) 37 (43 .5) 1 .24 (0 .60-2 .57) 0 .559MusculoesqueléticasArtralgia, n (%) 64 (48 .5) 22 (46 .8) 42 (49 .4) 1 .11 (0 .54-2 .27) 0 .774Artritis, n (%) 19 (14 .4) 7 (14 .9) 12 (14 .1) 0 .94 (0 .34-2 .57) 0 .903MNI, n (%) 9 (6 .8) 4 (8 .5) 5 (5 .9) 0 .67 (0 .17-2 .63) 0 .566MI, n (%) 8 (6 .0) 2 (4 .3) 6 (7 .1) 1 .71 (0 .33-8 .82) 0 .518DigestivasEsófago, n (%) 73 (55 .3) 25 (53 .2) 48 (56 .5) 1 .14 (0 .56-2 .34) 0 .717CBP, n (%) 3 (2 .3) 2 (4 .3) 1 (1 .2) 0 .27 (0 .02-3 .03) 0 .256

CardiopulmonaresEPI, n (%) 44 (33 .3) 15 (31 .9) 29 (34 .1) 1 .1 (0 .52-2 .36) 0 .797HAP, n (%) 22 (16 .6) 5 (10 .6) 17 (20) 2 .1 (0 .72-6 .12) 0 .167Disfunción cardiaca, n (%) 49 (37 .1) 16 (34) 33 (38 .8) 1 .23 (0 .58-2 .59) 0 .586

RenalesDisfunción renal, n (%) 3 (2 .3) 1 (2 .1) 2 (2 .4) 1 .11 (0 .1-12 .56) 0 .934CRE, n (%) 2 (1 .5) 1 (2 .1) 1 (1 .2) 0 .54 (0 .03-8 .96) 0 .668

Síndrome seco, n (%) 36 (27 .3) 15 (31 .9) 21 (24 .7) 0 .7 (0 .3-1 .54) 0 .373Patrón capilaroscópico lento, n (%) 84 (63 .6) 30 (83 .3) 43 (89 .6) 0 .58 (0 .16-2 .08) 0 .401

95

RESULTADOS ■ ■ 4

Tabla 18: Títulos de ANA y patrón de inmunofluorescencia. Comparación entre pacientes anti-SSA/Ro52 positivos y pacientes anti-SSA/Ro52 negativos

Total AntiSSa/Ro52 positivos

AntiSSa/Ro52 negativos p

Títulos ANA (1/x), n(%) 131 47 84 0 .5910 3 (6 .4) 6 (7 .1)40 1 (2 .1) 4 (4 .8)80 1 (2 .1) 5 (6)120 0 (0) 1 (1 .2)160 5 (10 .3) 13 (15 .5)320 7 (14 .9) 12 (14 .3)640 25 (53 .2) 36 (42 .9)1280 5 (10 .6) 4 (4 .8)2560 0 (0) 3 (3 .6)

Inmunofluorescencia (IFI), n 118 42 76 0 .149Centromérico, n (%) 21 (50) 21 (27 .6)Homogéneo, n (%) 2 (4 .8) 5 (6 .6)Moteado, n (%) 16 (38 .1) 38 (50)Nucleolar, n (%) 3 (7 .1) 6 (7 .9)Homogéneo y moteado, n (%) 0 (0) 5 (6 .6)Nucleolar y moteado, n (%) 0 (0) 1 (1 .3)

Tabla 19: Porcentajes de pacientes con anticuerpos específicos asociados a esclerodermia. Comparación entre pacientes anti-SSA/Ro52 positivos y pacientes anti-SSA/Ro52 negativos

TotalAnti-SSA/Ro52 positivos n(%)

Anti-SSA/Ro52 negativos n (%)

OR (95%IC) p

Pacientes, n 132 47 85

ACA, n Positivo, n(%) 11652 (44 .8)

4226 (61 .9)

7426 (35 .1)

3 .0 (1 .37-6 .57) 0.05

ATA-I Positivo, n(%) 11622 (19)

404 (10)

7618 (23 .7)

0 .36 (0 .11-1 .14) 0 .074

U1-RNP, n Positivo, n(%) 1042 (2 .2)

402(5)

640 (0)

Fisher’s exact test

0 .146

Ro, n Positivo, n(%) 11412 (10 .5)

4211 (26 .2)

721 (1 .4)

25 .2 (3 .1-203 .7) <0.001

La, n Positivo, n(%) 1142 (1 .2)

421 (2 .4)

721 (1 .4)

1 .7 (0 .12-28 .4) 0 .697

PmScl, n Positivo, n(%) 582 (3 .4)

171 (5 .9)

411 (2 .4)

2 .5 (0 .15-42 .4) 0 .513

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55Discusión

5. DISCUSIÓN

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55Discusión

5. DISCUSIÓN

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99

DISCUSIÓN ■ ■ 5

El presente estudio pretende demostrar la importancia del perfil inmunológico de los

pacientes con ES y su utilidad como herramienta predictora del curso de la enfermedad y

de su pronóstico.

Se han definido las características clínicas y epidemiológicas para cada perfil serológico, estable-

ciéndose una asociación entre los anticuerpos y determinadas complicaciones orgánicas.

Para el desarrollo de los objetivos del presente trabajo se han llevado a cabo 3 estudios

diferentes en una serie histórica de pacientes con ES atendidos en el servicio de Medicina

Interna del Hospital Valld’Hebron de Barcelona. El trabajo se centra en los tres anticuerpos

considerados más específicos de la enfermedad: ACA, ATA-I y RNAp, cuya detección en suero

ha sido incluida como ítem en los últimos criterios de clasificación de la ES consensuados

por el grupo EULAR y de la ACR en 2013 con un valor de 3 puntos. Además, se ha valorado

el papel del anticuerpo anti-Ro52, presente en múltiples enfermedades autoinmunes y cuya

influencia en la patología de la ES todavía es poco conocida.

En un primer estudio, tras realizar un estudio descriptivo de las características clínicas y epide-

miológicas de los pacientes divididos según el tipo de anticuerpo, por un lado y, según el subtipo

cutáneo por otro, se ha utilizado un análisis multivariable para identificar cuál es el mejor

predictor de la clínica y curso de la enfermedad: el perfil inmunológico o la extensión cutánea.

Los resultados obtenidos han confirmado en nuestra serie, de forma concordante con lo

previamente reportado, que el perfil inmunológico del paciente con ES tiene gran valor para

predecir el curso de la enfermedad así como el tipo y gravedad de la afección cutánea y

orgánica, si bien el subtipo cutáneo ha de tenerse siempre en cuenta ya que es evidente su

influencia en la clínica, evolución y pronóstico de los pacientes con ES.

En un segundo lugar, se ha evaluado el anticuerpo RNAp, cuya detección sólo se puede

realizar en un número reducido de centros especializados, lo que limita significativamente

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99

DISCUSIÓN ■ ■ 5

El presente estudio pretende demostrar la importancia del perfil inmunológico de los

pacientes con ES y su utilidad como herramienta predictora del curso de la enfermedad y

de su pronóstico.

Se han definido las características clínicas y epidemiológicas para cada perfil serológico, estable-

ciéndose una asociación entre los anticuerpos y determinadas complicaciones orgánicas.

Para el desarrollo de los objetivos del presente trabajo se han llevado a cabo 3 estudios

diferentes en una serie histórica de pacientes con ES atendidos en el servicio de Medicina

Interna del Hospital Valld’Hebron de Barcelona. El trabajo se centra en los tres anticuerpos

considerados más específicos de la enfermedad: ACA, ATA-I y RNAp, cuya detección en suero

ha sido incluida como ítem en los últimos criterios de clasificación de la ES consensuados

por el grupo EULAR y de la ACR en 2013 con un valor de 3 puntos. Además, se ha valorado

el papel del anticuerpo anti-Ro52, presente en múltiples enfermedades autoinmunes y cuya

influencia en la patología de la ES todavía es poco conocida.

En un primer estudio, tras realizar un estudio descriptivo de las características clínicas y epide-

miológicas de los pacientes divididos según el tipo de anticuerpo, por un lado y, según el subtipo

cutáneo por otro, se ha utilizado un análisis multivariable para identificar cuál es el mejor

predictor de la clínica y curso de la enfermedad: el perfil inmunológico o la extensión cutánea.

Los resultados obtenidos han confirmado en nuestra serie, de forma concordante con lo

previamente reportado, que el perfil inmunológico del paciente con ES tiene gran valor para

predecir el curso de la enfermedad así como el tipo y gravedad de la afección cutánea y

orgánica, si bien el subtipo cutáneo ha de tenerse siempre en cuenta ya que es evidente su

influencia en la clínica, evolución y pronóstico de los pacientes con ES.

En un segundo lugar, se ha evaluado el anticuerpo RNAp, cuya detección sólo se puede

realizar en un número reducido de centros especializados, lo que limita significativamente

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100

5 ■ ■ DISCUSIÓN

su estudio. Hasta hace poco tiempo, el único método para identificar los RNAp era mediante

inmunoprecipitación, una técnica dificultosa para realizar de forma rutinaria. Recientemente

se ha desarrollado un método ELISA para estos anticuerpos, con una alta sensibilidad y

especificidad, que ha facilitado su detección y, con ello, la posibilidad de llevar a cabo estu-

dios sobre la implicación en la clínica y pronóstico en los pacientes con ES que los presentan.

Los resultados de nuestro estudio son acordes a los observados previamente y confirman

la asociación de los RNAp con el subtipo cutáneo difusa y con una mayor incidencia de CRE.

En nuestra cohorte la prevalencia de los anticuerpos RNAp ha sido mayor en comparación a

la observada en otros estudios con cohortes similares: raza predominantemente caucásica

y área geográfica similar.

Finalmente, se ha valorado el papel del anticuerpo Ro52 en la ES, hasta ahora poco cono-

cido, cuya presencia se solapa a la de otros autoanticuerpos en la mayor parte de ocasiones

y del que hay controversia si presenta una asociación independiente con enfermedades

autoinmunes. Se ha demostrado que los anticuerpos antiSSa/Ro52 se encuentran con

frecuencia en pacientes diagnosticados de ES incluso en la ausencia de ACA o ATA-I, y

no hemos encontrado en nuestra serie relación entre estos anticuerpos y manifestaciones

clínicas determinadas.

Para discutir los principales resultados obtenidos en estos estudios se ha dividido la discu-

sión en tres apartados para facilitar su lectura.

Patrón clínico en función del subtipo cutáneo y el perfil inmunológico ATA-I y

ACA en Esclerodermia.

En el primer estudio, se han analizado las características de los pacientes en función del

subtipo cutáneo, según los subtipos definidos en la clasificación de LeRoy y Medsger modi-

ficada (ES difusa, ES limitada, ES sine ES), y en función del anticuerpo aislado, (ACA y ATA-I).

Para identificar el mejor predictor del patrón clínico, se comparó en un análisis multivariable

101

DISCUSIÓN ■ ■ 5

el peso de la contribución del perfil serológico y de los principales subtipos cutáneos (ES

limitada y difusa) en las afecciones orgánicas más importantes.

En nuestra serie de 319 pacientes sólo un 67.1% de pacientes cumplían los criterios de clasi-

ficación de la ACR 1980 32, como ya se ha objetivado en otros registros 213,214, confirmando

la falta de sensibilidad de estos criterios preliminares que excluyen con frecuencia pacientes

con expresión precoz o leve de la enfermedad. Esta falta de sensibilidad de los criterios de

la ACR 1980 es lo que motivó la definición de los nuevos criterios publicados en el 2013,

posteriores a la realización de este estudio.

Patrón clínico en función del anticuerpo:

La proporción de pacientes que presentaban cada anticuerpo ha sido de 39.5% para ACA

y 16.9% para ATA-I, similar a otras publicadas en la literatura 42,46,215. El anticuerpo más

frecuente fue el ACA, hecho esperable dado el mayor predominio de ES limitada y la clara

relación entre este anticuerpo y el subtipo cutáneo limitada. Menos de un 1% de pacientes

con ACA presentó el subtipo difusa.

En el grupo ATA-I positivo, sin embargo, a pesar de una clara predominancia del subtipo

cutáneo difusa, aproximadamente el 30% de pacientes tenía ES limitada, un porcentaje

similar al observado en otras series 46,153,154,213. Esto sugiere la existencia de otros factores

aparte del tipo de anticuerpo que influyen en el grado de afección cutánea.

No se encontraron diferencias en la edad media al debut de la enfermedad entre los pacientes

ACA y ATA-I positivos, sin embargo los pacientes del grupo ATA-I eran más jóvenes en el momento

del diagnóstico que los pacientes con ACA. Por tanto, el intervalo de tiempo entre el debut de la

enfermedad y el diagnóstico fue más corto para los pacientes que presentaban ATA-I que para

los ACA positivos. Este hecho probablemente se relaciona con el mayor porcentaje de pacientes

con subtipo cutáneo difusa en el grupo ATA-I positivo, que presentan un endurecimiento

cutáneo más precoz, como ya se ha descrito en estudios previos 43,46,153.

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100

5 ■ ■ DISCUSIÓN

su estudio. Hasta hace poco tiempo, el único método para identificar los RNAp era mediante

inmunoprecipitación, una técnica dificultosa para realizar de forma rutinaria. Recientemente

se ha desarrollado un método ELISA para estos anticuerpos, con una alta sensibilidad y

especificidad, que ha facilitado su detección y, con ello, la posibilidad de llevar a cabo estu-

dios sobre la implicación en la clínica y pronóstico en los pacientes con ES que los presentan.

Los resultados de nuestro estudio son acordes a los observados previamente y confirman

la asociación de los RNAp con el subtipo cutáneo difusa y con una mayor incidencia de CRE.

En nuestra cohorte la prevalencia de los anticuerpos RNAp ha sido mayor en comparación a

la observada en otros estudios con cohortes similares: raza predominantemente caucásica

y área geográfica similar.

Finalmente, se ha valorado el papel del anticuerpo Ro52 en la ES, hasta ahora poco cono-

cido, cuya presencia se solapa a la de otros autoanticuerpos en la mayor parte de ocasiones

y del que hay controversia si presenta una asociación independiente con enfermedades

autoinmunes. Se ha demostrado que los anticuerpos antiSSa/Ro52 se encuentran con

frecuencia en pacientes diagnosticados de ES incluso en la ausencia de ACA o ATA-I, y

no hemos encontrado en nuestra serie relación entre estos anticuerpos y manifestaciones

clínicas determinadas.

Para discutir los principales resultados obtenidos en estos estudios se ha dividido la discu-

sión en tres apartados para facilitar su lectura.

Patrón clínico en función del subtipo cutáneo y el perfil inmunológico ATA-I y

ACA en Esclerodermia.

En el primer estudio, se han analizado las características de los pacientes en función del

subtipo cutáneo, según los subtipos definidos en la clasificación de LeRoy y Medsger modi-

ficada (ES difusa, ES limitada, ES sine ES), y en función del anticuerpo aislado, (ACA y ATA-I).

Para identificar el mejor predictor del patrón clínico, se comparó en un análisis multivariable

101

DISCUSIÓN ■ ■ 5

el peso de la contribución del perfil serológico y de los principales subtipos cutáneos (ES

limitada y difusa) en las afecciones orgánicas más importantes.

En nuestra serie de 319 pacientes sólo un 67.1% de pacientes cumplían los criterios de clasi-

ficación de la ACR 1980 32, como ya se ha objetivado en otros registros 213,214, confirmando

la falta de sensibilidad de estos criterios preliminares que excluyen con frecuencia pacientes

con expresión precoz o leve de la enfermedad. Esta falta de sensibilidad de los criterios de

la ACR 1980 es lo que motivó la definición de los nuevos criterios publicados en el 2013,

posteriores a la realización de este estudio.

Patrón clínico en función del anticuerpo:

La proporción de pacientes que presentaban cada anticuerpo ha sido de 39.5% para ACA

y 16.9% para ATA-I, similar a otras publicadas en la literatura 42,46,215. El anticuerpo más

frecuente fue el ACA, hecho esperable dado el mayor predominio de ES limitada y la clara

relación entre este anticuerpo y el subtipo cutáneo limitada. Menos de un 1% de pacientes

con ACA presentó el subtipo difusa.

En el grupo ATA-I positivo, sin embargo, a pesar de una clara predominancia del subtipo

cutáneo difusa, aproximadamente el 30% de pacientes tenía ES limitada, un porcentaje

similar al observado en otras series 46,153,154,213. Esto sugiere la existencia de otros factores

aparte del tipo de anticuerpo que influyen en el grado de afección cutánea.

No se encontraron diferencias en la edad media al debut de la enfermedad entre los pacientes

ACA y ATA-I positivos, sin embargo los pacientes del grupo ATA-I eran más jóvenes en el momento

del diagnóstico que los pacientes con ACA. Por tanto, el intervalo de tiempo entre el debut de la

enfermedad y el diagnóstico fue más corto para los pacientes que presentaban ATA-I que para

los ACA positivos. Este hecho probablemente se relaciona con el mayor porcentaje de pacientes

con subtipo cutáneo difusa en el grupo ATA-I positivo, que presentan un endurecimiento

cutáneo más precoz, como ya se ha descrito en estudios previos 43,46,153.

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102

5 ■ ■ DISCUSIÓN

El subgrupo ACA positivo presenta con más frecuencia FR, sin embargo la complicación en

forma de úlceras vasculares fue menos prevalente en este grupo que en el ATA-I positivo,

como ya se objetivó en series previas donde el anticuerpo ATA-I se asoció estrechamente

con una afección vascular digital más grave 42,46,151.

También la clínica osteomuscular, al igual que en cohortes previas 46,151,213,216, fue claramente

más frecuente en los pacientes con ATA-I, en quienes incluso puede ser la forma de debut de la

enfermedad. El subgrupo de pacientes con ATA-I fue el único donde se encontraron pacientes

con roces tendinosos, atribuidos característicamente al subtipo cutáneo difusa 46,111,217.

Respecto a las afecciones orgánicas, la esofágica, predominantemente en forma de dismo-

tilidad esofágica, se ha encontrado en el 48% de los pacientes ACA positivos. Este porcen-

taje es más bajo que el de otras cohortes publicadas donde oscila entre el 59 y el 70%

46,151,216 pero similar al de otras series 43. En nuestra serie la afección esofágica fue clara-

mente más frecuente en los pacientes con ATA-I que en pacientes con ACA (69.1% vs 48%,

p=0.009). También en el grupo RESCLE la prevalencia de patología esofágica fue más alta

en el grupo de pacientes ATA-I positivos, pero sin alcanzar la significación estadística 213.

Este resultado, sin embargo, no se reproduce en otros estudios previos donde el porcentaje

tiende a ser mayor en el grupo ACA positivo, si bien la diferencia tampoco llega en ninguno

de ellos a la significación estadística 43,46,151,216. Este hallazgo podría explicarse por el

hecho de que en nuestro centro se solicita un estudio mediante manometría esofágica a

la mayor parte de pacientes en el momento del diagnóstico, independientemente de que

tengan o no síntomas, que podría diagnosticar alteraciones esofágicas incipientes.

No encontramos diferencias en la frecuencia de HAP aislada en el grupo con ACA positivo

respecto al grupo con ATA-I, a pesar de que la presencia de ACA se considera un factor

predictor del desarrollo de HAP 151,218. Sin embargo, sí hubo una tendencia no significativa en

la asociación entre ACA y HAP aislada, por un lado, y entre ATA-I y HAP asociada con fibrosis

pulmonar, por otro. El grupo EUSTAR en su estudio de una larga cohorte multicéntrica con

103

DISCUSIÓN ■ ■ 5

3656 pacientes, sí encontró una clara prevalencia de HAP aislada en el grupo ACA positivo y

de HAP+EPI en el grupo ATA-I positivo 44. El grupo RESCLE, sin embargo, también evaluó la

HAP aislada en ambos grupos, sin encontrar diferencias significativas 43.

El rasgo distintivo de los pacientes ATA-I positivos es la EPI grave 42,46. En consonancia con

resultados de cohortes previas, en nuestra serie los pacientes con ATA-I presentaron con

mayor frecuencia EPI (75.9%) y también fue claramente más prevalente la EPI grave en

este subgrupo (24.5%).

Como dato a destacar, ninguno de los pacientes del grupo ACA positivo desarrollaron CRE. Merece

la pena mencionar que en la mayor parte de enfermos de la serie que desarrollaron CRE no se aisló

ningún anticuerpo específico de los cuatro que se podían determinar en ese momento en nuestro

laboratorio (ACA, ATA-I, U1-RNP y Pm-Scl). De estos, la mayoría presentaban el subtipo cutáneo

difuso y tenían un patrón en inmunofluorescencia moteado o nucleolar, por lo que sería lógico

pensar que gran parte de ellos podrían presentar el anticuerpo RNAp, no determinado en nuestra

serie, asociado clínicamente con afección cutánea muy extensa y mayor riesgo de crisis renal 167.

En este estudio no se confirmó una mayor mortalidad en el subgrupo de pacientes con ATA-I

respecto a los ACA positivos. Respecto a las causas de la muerte relacionadas directamente

con la ES, sólo se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos en los falle-

cimientos por CRE, que fue la causa más frecuente de muerte en los pacientes con ATA-I.

Hamaguchi et al evaluaron las causas de muerte de una serie japonesa según el perfil

inmunológico: 11 pacientes con ATA-I fallecieron, de los cuales en 6 la causa de la muerte

fue secundaria a EPI y en 3 a CRE; y sólo 2 pacientes con ACA fallecieron, uno de ellos a

consecuencia de HAP y el otro por causa desconocida 219.

Un punto interesante a destacar es que de los pacientes con ATA-I a los que se les había

realizado un estudio capilaroscópico, 63% tenían un patrón lento, con un patrón activo

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

El subgrupo ACA positivo presenta con más frecuencia FR, sin embargo la complicación en

forma de úlceras vasculares fue menos prevalente en este grupo que en el ATA-I positivo,

como ya se objetivó en series previas donde el anticuerpo ATA-I se asoció estrechamente

con una afección vascular digital más grave 42,46,151.

También la clínica osteomuscular, al igual que en cohortes previas 46,151,213,216, fue claramente

más frecuente en los pacientes con ATA-I, en quienes incluso puede ser la forma de debut de la

enfermedad. El subgrupo de pacientes con ATA-I fue el único donde se encontraron pacientes

con roces tendinosos, atribuidos característicamente al subtipo cutáneo difusa 46,111,217.

Respecto a las afecciones orgánicas, la esofágica, predominantemente en forma de dismo-

tilidad esofágica, se ha encontrado en el 48% de los pacientes ACA positivos. Este porcen-

taje es más bajo que el de otras cohortes publicadas donde oscila entre el 59 y el 70%

46,151,216 pero similar al de otras series 43. En nuestra serie la afección esofágica fue clara-

mente más frecuente en los pacientes con ATA-I que en pacientes con ACA (69.1% vs 48%,

p=0.009). También en el grupo RESCLE la prevalencia de patología esofágica fue más alta

en el grupo de pacientes ATA-I positivos, pero sin alcanzar la significación estadística 213.

Este resultado, sin embargo, no se reproduce en otros estudios previos donde el porcentaje

tiende a ser mayor en el grupo ACA positivo, si bien la diferencia tampoco llega en ninguno

de ellos a la significación estadística 43,46,151,216. Este hallazgo podría explicarse por el

hecho de que en nuestro centro se solicita un estudio mediante manometría esofágica a

la mayor parte de pacientes en el momento del diagnóstico, independientemente de que

tengan o no síntomas, que podría diagnosticar alteraciones esofágicas incipientes.

No encontramos diferencias en la frecuencia de HAP aislada en el grupo con ACA positivo

respecto al grupo con ATA-I, a pesar de que la presencia de ACA se considera un factor

predictor del desarrollo de HAP 151,218. Sin embargo, sí hubo una tendencia no significativa en

la asociación entre ACA y HAP aislada, por un lado, y entre ATA-I y HAP asociada con fibrosis

pulmonar, por otro. El grupo EUSTAR en su estudio de una larga cohorte multicéntrica con

103

DISCUSIÓN ■ ■ 5

3656 pacientes, sí encontró una clara prevalencia de HAP aislada en el grupo ACA positivo y

de HAP+EPI en el grupo ATA-I positivo 44. El grupo RESCLE, sin embargo, también evaluó la

HAP aislada en ambos grupos, sin encontrar diferencias significativas 43.

El rasgo distintivo de los pacientes ATA-I positivos es la EPI grave 42,46. En consonancia con

resultados de cohortes previas, en nuestra serie los pacientes con ATA-I presentaron con

mayor frecuencia EPI (75.9%) y también fue claramente más prevalente la EPI grave en

este subgrupo (24.5%).

Como dato a destacar, ninguno de los pacientes del grupo ACA positivo desarrollaron CRE. Merece

la pena mencionar que en la mayor parte de enfermos de la serie que desarrollaron CRE no se aisló

ningún anticuerpo específico de los cuatro que se podían determinar en ese momento en nuestro

laboratorio (ACA, ATA-I, U1-RNP y Pm-Scl). De estos, la mayoría presentaban el subtipo cutáneo

difuso y tenían un patrón en inmunofluorescencia moteado o nucleolar, por lo que sería lógico

pensar que gran parte de ellos podrían presentar el anticuerpo RNAp, no determinado en nuestra

serie, asociado clínicamente con afección cutánea muy extensa y mayor riesgo de crisis renal 167.

En este estudio no se confirmó una mayor mortalidad en el subgrupo de pacientes con ATA-I

respecto a los ACA positivos. Respecto a las causas de la muerte relacionadas directamente

con la ES, sólo se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos en los falle-

cimientos por CRE, que fue la causa más frecuente de muerte en los pacientes con ATA-I.

Hamaguchi et al evaluaron las causas de muerte de una serie japonesa según el perfil

inmunológico: 11 pacientes con ATA-I fallecieron, de los cuales en 6 la causa de la muerte

fue secundaria a EPI y en 3 a CRE; y sólo 2 pacientes con ACA fallecieron, uno de ellos a

consecuencia de HAP y el otro por causa desconocida 219.

Un punto interesante a destacar es que de los pacientes con ATA-I a los que se les había

realizado un estudio capilaroscópico, 63% tenían un patrón lento, con un patrón activo

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104

5 ■ ■ DISCUSIÓN

únicamente en el 28%, cuando clásicamente este anticuerpo se asocia con pérdida capilar

220,221. De los pacientes que presentaban ATA-I y patrón activo en la capilaroscopia falle-

cieron el 50%, mientras que de los que presentaban este anticuerpo y un patrón lento lo

hicieron el 21.4%. Ningún paciente con capilaroscopia estrictamente normal falleció. No hay

estudio estadístico de este subanálisis pero, a raíz de estos resultados, considero un punto

interesante para próximas investigaciones determinar la posible relación entre el patrón

capilaroscópico y el pronóstico y evolución de la ES en los diferentes subtipos inmunológicos.

Simeón etalya habían demostrado un peor pronóstico en pacientes con patrón activo, con

unas cifras de mortalidad del 48% en pacientes con este patrón frente al 9% en pacientes

con patrón lento. En su estudio, sin embargo, no se pudo determinar que el patrón capilaros-

cópico fuese un factor pronóstico independiente de mortalidad 116.

A modo de síntesis se resumen las asociaciones clínicas más relevantes de cada anticuerpo estu-

diado: en nuestra serie se ha encontrado una asociación del ACA con el subtipo limitado de la

enfermedad, pero no con un riesgo aumentado de desarrollar alguna complicación orgánica espe-

cífica; los anticuerpos ATA-I, por el contrario, se asocian claramente con EPI, mayor afección osteo-

muscular con presencia de roces tendinosos y riesgo aumentado de presentar úlceras vasculares.

Patrón clínico según subtipo cutáneo:

La distribución de pacientes de la cohorte según subtipo cutáneo fue la siguiente: 58.3%

tenían ES limitada, 20% ES difusa, 14.7% ES sine ES y 7% pre-ES. Estos resultados se

corresponden con los obtenidos en otras series de la literatura 5,43,151,222,223, en las que el

subtipo ES limitada también era más prevalente que el subtipo ES difusa.

La categorización por subtipos cutáneos en nuestra cohorte demostró una similar eficacia

que la categorización por anticuerpos para determinar las características epidemiológicas y

la prevalencia de las manifestaciones orgánicas (Tablas 12, 13 y 14), si bien se han encon-

trado las siguientes diferencias:

105

DISCUSIÓN ■ ■ 5

- Hemos encontrado que la presencia de ATA-I, más que el subtipo ES difusa, se asocia

con una mayor incidencia de afección esofágica; el subtipo ES limitada, y no el anti-

cuerpo ACA, se asoció con una mayor prevalencia de HAP aislada, y el subtipo ES

difusa presentó una mayor incidencia de muertes secundarias a EPI (Tablas 12 y 14).

- La edad media al debut de la enfermedad fue más elevada en el subtipo ES limitada

que en ES difusa, en el límite de la significación estadística (p=0.05). Sin embargo,

entre los grupos ACA y ATA-I no hubo diferencias significativas.

- Además, aunque no se encontraron diferencias estadísticas, hubo una tendencia a

presentar más EPI grave en el grupo ATA-I que en el grupo ES difusa. El grupo canadiense,

en el estudio en el que comparaba los 4 subgrupos de pacientes en función del subtipo

cutáneo (ES limitada o difusa) y del anticuerpo (ATA-I o ACA), encontró una menor CVF

en los pacientes con ATA-I; observaron que la CVF <70% era más frecuente en los grupos

ATA-I+ES difusa y ATA-I+ES limitada (27.5% y 11.1%, respectivamente), que en los grupos

ACA+ES difusa y ACA +ES limitada (7.2% y 6.4%, respectivamente) 206.

También el subtipo ES difusa presentó mayor tendencia a desarrollar úlceras digitales que

el grupo ATA-I positivo (78.1% vs 59.3%). El grupo RESCLE, en su estudio de una cohorte

de 1326 pacientes con ES, de los que 552 habían presentado úlceras digitales en algún

momento de su enfermedad, encontró que el subtipo ES difusa era un factor indepen-

diente predictor del desarrollo de úlceras digitales 224. En el estudio multivariable del grupo

EUSTAR, sin embargo, el factor independiente de más peso predictor de úlceras digitales

fue el anticuerpo ATA-I 151.

Nuestro estudio ha podido demostrar, por tanto, que la categorización en función de la

presencia de anticuerpos ATA-I o ACA fue casi tan eficiente como la categorización según el

subtipo cutáneo ES difusa y ES limitada, para predecir la frecuencia de las manifestaciones

clínicas de la ES y sus características epidemiológicas.

Análisis multivariable:

En el análisis multivariable para las principales complicaciones orgánicas de la ES encon-

tramos que el perfil serológico y el subtipo cutáneo predecían de forma independiente el

desarrollo de 2 manifestaciones viscerales cada uno.

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

únicamente en el 28%, cuando clásicamente este anticuerpo se asocia con pérdida capilar

220,221. De los pacientes que presentaban ATA-I y patrón activo en la capilaroscopia falle-

cieron el 50%, mientras que de los que presentaban este anticuerpo y un patrón lento lo

hicieron el 21.4%. Ningún paciente con capilaroscopia estrictamente normal falleció. No hay

estudio estadístico de este subanálisis pero, a raíz de estos resultados, considero un punto

interesante para próximas investigaciones determinar la posible relación entre el patrón

capilaroscópico y el pronóstico y evolución de la ES en los diferentes subtipos inmunológicos.

Simeón etalya habían demostrado un peor pronóstico en pacientes con patrón activo, con

unas cifras de mortalidad del 48% en pacientes con este patrón frente al 9% en pacientes

con patrón lento. En su estudio, sin embargo, no se pudo determinar que el patrón capilaros-

cópico fuese un factor pronóstico independiente de mortalidad 116.

A modo de síntesis se resumen las asociaciones clínicas más relevantes de cada anticuerpo estu-

diado: en nuestra serie se ha encontrado una asociación del ACA con el subtipo limitado de la

enfermedad, pero no con un riesgo aumentado de desarrollar alguna complicación orgánica espe-

cífica; los anticuerpos ATA-I, por el contrario, se asocian claramente con EPI, mayor afección osteo-

muscular con presencia de roces tendinosos y riesgo aumentado de presentar úlceras vasculares.

Patrón clínico según subtipo cutáneo:

La distribución de pacientes de la cohorte según subtipo cutáneo fue la siguiente: 58.3%

tenían ES limitada, 20% ES difusa, 14.7% ES sine ES y 7% pre-ES. Estos resultados se

corresponden con los obtenidos en otras series de la literatura 5,43,151,222,223, en las que el

subtipo ES limitada también era más prevalente que el subtipo ES difusa.

La categorización por subtipos cutáneos en nuestra cohorte demostró una similar eficacia

que la categorización por anticuerpos para determinar las características epidemiológicas y

la prevalencia de las manifestaciones orgánicas (Tablas 12, 13 y 14), si bien se han encon-

trado las siguientes diferencias:

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DISCUSIÓN ■ ■ 5

- Hemos encontrado que la presencia de ATA-I, más que el subtipo ES difusa, se asocia

con una mayor incidencia de afección esofágica; el subtipo ES limitada, y no el anti-

cuerpo ACA, se asoció con una mayor prevalencia de HAP aislada, y el subtipo ES

difusa presentó una mayor incidencia de muertes secundarias a EPI (Tablas 12 y 14).

- La edad media al debut de la enfermedad fue más elevada en el subtipo ES limitada

que en ES difusa, en el límite de la significación estadística (p=0.05). Sin embargo,

entre los grupos ACA y ATA-I no hubo diferencias significativas.

- Además, aunque no se encontraron diferencias estadísticas, hubo una tendencia a

presentar más EPI grave en el grupo ATA-I que en el grupo ES difusa. El grupo canadiense,

en el estudio en el que comparaba los 4 subgrupos de pacientes en función del subtipo

cutáneo (ES limitada o difusa) y del anticuerpo (ATA-I o ACA), encontró una menor CVF

en los pacientes con ATA-I; observaron que la CVF <70% era más frecuente en los grupos

ATA-I+ES difusa y ATA-I+ES limitada (27.5% y 11.1%, respectivamente), que en los grupos

ACA+ES difusa y ACA +ES limitada (7.2% y 6.4%, respectivamente) 206.

También el subtipo ES difusa presentó mayor tendencia a desarrollar úlceras digitales que

el grupo ATA-I positivo (78.1% vs 59.3%). El grupo RESCLE, en su estudio de una cohorte

de 1326 pacientes con ES, de los que 552 habían presentado úlceras digitales en algún

momento de su enfermedad, encontró que el subtipo ES difusa era un factor indepen-

diente predictor del desarrollo de úlceras digitales 224. En el estudio multivariable del grupo

EUSTAR, sin embargo, el factor independiente de más peso predictor de úlceras digitales

fue el anticuerpo ATA-I 151.

Nuestro estudio ha podido demostrar, por tanto, que la categorización en función de la

presencia de anticuerpos ATA-I o ACA fue casi tan eficiente como la categorización según el

subtipo cutáneo ES difusa y ES limitada, para predecir la frecuencia de las manifestaciones

clínicas de la ES y sus características epidemiológicas.

Análisis multivariable:

En el análisis multivariable para las principales complicaciones orgánicas de la ES encon-

tramos que el perfil serológico y el subtipo cutáneo predecían de forma independiente el

desarrollo de 2 manifestaciones viscerales cada uno.

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106

5 ■ ■ DISCUSIÓN

De nuestros resultados se obtiene que el subtipo difusa favorece importantes complica-

ciones orgánicas como la EPI y la CRE.

Estos hallazgos son muy similares a los obtenidos en los principales estudios previos: Tanto

en el estudio realizado por el grupo EUSTAR como en el estudio del grupo RESCLE el subtipo

cutáneo difusa también fue el principal factor independiente predictor de CRE 43,151.

Por el contrario, a diferencia de nuestros resultados, en el estudio multivariable del EUSTAR,

el primer factor predictor de la fibrosis pulmonar fue el anticuerpo ATA-I y no el subtipo

difusa. Hay que recalcar que en su cohorte analizan de forma separada la fibrosis pulmonar

y el trastorno respiratorio restrictivo. Este último podría ser un indicador indirecto de EPI y su

principal factor predictor encontrado en el análisis sí fue el subtipo difusa 153.

En los resultados del grupo RESCLE el factor independiente de mayor peso para la presencia de

EPI fue el ser ACA negativo, seguido del subtipo difusa y, en tercer lugar, de la presencia de ATA-1.

El anticuerpo ACA también fue en nuestra cohorte un factor protector independiente del

desarrollo de EPI, al igual que en los estudios de los grupos EUSTAR y RESCLE 43,151.

Respecto a la afección esofágica sí que hay diferencias entre los resultados obtenidos en

los 3 grupos: en nuestra serie el ser ACA negativo fue un factor predictor independiente para

esta manifestación al igual que en el grupo RESCLE, si bien, para este grupo tuvo más peso

el subtipo cutáneo ES difusa. En el grupo EUSTAR no encontraron ningún factor indepen-

diente asociado a la afección esofágica.

No encontramos ningún factor ni cutáneo ni inmunológico que prediga de forma indepen-

diente el desarrollo de HAP. Estos mismos resultados se observaron en el estudio del grupo

RESCLE 213. En el análisis del grupo EUSTAR, sin embargo, el ACA fue un factor predictor de

HAP aislada y el ATA-I de HAP asociada a EPI(151).

107

DISCUSIÓN ■ ■ 5

Por tanto, tras el análisis multivariable se llega a la conclusión que los anticuerpos reflejan la

historia natural y las afecciones orgánicas principales de la ES de una forma similar al subtipo

cutáneo, coincidiendo con los resultados obtenidos en estudios de grupos previos 151,213.

Parece, sin embargo, que algunos patrones serológicos favorecen determinadas e impor-

tantes afecciones viscerales. Así, según los resultados encontrados, los pacientes con el

subtipo limitada que no presentan ACA podrían tener una mayor posibilidad de desarrollar

EPI o afección esofágica que los pacientes con subtipo limitada y ACA positivos.

De esta manera se sugiere que probablemente los anticuerpos puedan ayudar a predecir el

pronóstico de los diferentes enfermos dentro de los subgrupos cutáneos. Bajo esta premisa,

Steen ya propuso hace unos años en un transcendental artículo que la ES se debería consi-

derar como 7 enfermedades diferentes según el anticuerpo presentado, basándose en las

diferentes características de los enfermos dentro de los grupos ES limitada y difusa en

función del perfil serológico.

A modo de sumario, nuestro análisis demuestra que el perfil inmunológico del paciente con

ES tiene gran valor para predecir el curso de la enfermedad pero lo hace de forma similar

al subtipo cutáneo.

Se confirma la importancia de clasificar a los pacientes según el subtipo cutáneo debido a su

asociación con afecciones viscerales determinadas. Los anticuerpos pueden definir, dentro

de cada subtipo, características epidemiológicas y clínicas determinadas, prediciendo el tipo

y gravedad de la afección cutánea y orgánica, como ya describió Steen en 2007 46.

Por tanto, concluimos que el subtipo cutáneo y el perfil serológico se deben usar de forma

combinada para la evaluación del paciente.

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

De nuestros resultados se obtiene que el subtipo difusa favorece importantes complica-

ciones orgánicas como la EPI y la CRE.

Estos hallazgos son muy similares a los obtenidos en los principales estudios previos: Tanto

en el estudio realizado por el grupo EUSTAR como en el estudio del grupo RESCLE el subtipo

cutáneo difusa también fue el principal factor independiente predictor de CRE 43,151.

Por el contrario, a diferencia de nuestros resultados, en el estudio multivariable del EUSTAR,

el primer factor predictor de la fibrosis pulmonar fue el anticuerpo ATA-I y no el subtipo

difusa. Hay que recalcar que en su cohorte analizan de forma separada la fibrosis pulmonar

y el trastorno respiratorio restrictivo. Este último podría ser un indicador indirecto de EPI y su

principal factor predictor encontrado en el análisis sí fue el subtipo difusa 153.

En los resultados del grupo RESCLE el factor independiente de mayor peso para la presencia de

EPI fue el ser ACA negativo, seguido del subtipo difusa y, en tercer lugar, de la presencia de ATA-1.

El anticuerpo ACA también fue en nuestra cohorte un factor protector independiente del

desarrollo de EPI, al igual que en los estudios de los grupos EUSTAR y RESCLE 43,151.

Respecto a la afección esofágica sí que hay diferencias entre los resultados obtenidos en

los 3 grupos: en nuestra serie el ser ACA negativo fue un factor predictor independiente para

esta manifestación al igual que en el grupo RESCLE, si bien, para este grupo tuvo más peso

el subtipo cutáneo ES difusa. En el grupo EUSTAR no encontraron ningún factor indepen-

diente asociado a la afección esofágica.

No encontramos ningún factor ni cutáneo ni inmunológico que prediga de forma indepen-

diente el desarrollo de HAP. Estos mismos resultados se observaron en el estudio del grupo

RESCLE 213. En el análisis del grupo EUSTAR, sin embargo, el ACA fue un factor predictor de

HAP aislada y el ATA-I de HAP asociada a EPI(151).

107

DISCUSIÓN ■ ■ 5

Por tanto, tras el análisis multivariable se llega a la conclusión que los anticuerpos reflejan la

historia natural y las afecciones orgánicas principales de la ES de una forma similar al subtipo

cutáneo, coincidiendo con los resultados obtenidos en estudios de grupos previos 151,213.

Parece, sin embargo, que algunos patrones serológicos favorecen determinadas e impor-

tantes afecciones viscerales. Así, según los resultados encontrados, los pacientes con el

subtipo limitada que no presentan ACA podrían tener una mayor posibilidad de desarrollar

EPI o afección esofágica que los pacientes con subtipo limitada y ACA positivos.

De esta manera se sugiere que probablemente los anticuerpos puedan ayudar a predecir el

pronóstico de los diferentes enfermos dentro de los subgrupos cutáneos. Bajo esta premisa,

Steen ya propuso hace unos años en un transcendental artículo que la ES se debería consi-

derar como 7 enfermedades diferentes según el anticuerpo presentado, basándose en las

diferentes características de los enfermos dentro de los grupos ES limitada y difusa en

función del perfil serológico.

A modo de sumario, nuestro análisis demuestra que el perfil inmunológico del paciente con

ES tiene gran valor para predecir el curso de la enfermedad pero lo hace de forma similar

al subtipo cutáneo.

Se confirma la importancia de clasificar a los pacientes según el subtipo cutáneo debido a su

asociación con afecciones viscerales determinadas. Los anticuerpos pueden definir, dentro

de cada subtipo, características epidemiológicas y clínicas determinadas, prediciendo el tipo

y gravedad de la afección cutánea y orgánica, como ya describió Steen en 2007 46.

Por tanto, concluimos que el subtipo cutáneo y el perfil serológico se deben usar de forma

combinada para la evaluación del paciente.

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108

5 ■ ■ DISCUSIÓN

Características clínicas de la ES asociada a anticuerpos anti-RNA polimerasa III

en la cohorte del Hospital Vall d´Hebron.

El presente estudio tiene como finalidad establecer la prevalencia del anticuerpo RNAp en

una larga cohorte de pacientes con ES, y describir las características clínicas y demográficas

de los enfermos con positividad para este anticuerpo.

Se ha encontrado una elevada prevalencia del anticuerpo RNAp en la cohorte de pacientes

estudiada, muy probablemente debido a que inicialmente se acotaba la determinación de

éste a aquellos pacientes con ES que eran ACA y ATA-I negativos. Hemos confirmado la

asociación del RNAp con el subtipo cutáneo difusa y el desarrollo de CRE, en consonancia

con los resultados de otras series previamente publicados 46,111,124,163,164.

El anticuerpo RNAp, a pesar de ser el tercero en frecuencia en los pacientes con ES, no se

puede determinar de forma habitual en los laboratorios, por lo que su estudio está limitado

a centros especializados que disponen de los test diagnósticos específicos. Por este motivo,

su perfil clínico y epidemiológico no está ampliamente estudiado. Sí existe un consenso

global en la asociación de los RNAp con el subtipo cutáneo difuso y la CRE, pero hay discre-

pancias sobre su prevalencia y otras asociaciones clínicas.

La prevalencia de RNAp en la literatura es muy variable y oscila entre 0 y 41% 225. Las

hipótesis para explicar esta heterogeneidad apuntan al origen geográfico, el tipo de test

diagnóstico utilizado y las características basales de la ES.

En un metanálisis realizado recientemente por un grupo francés, se describió una preva-

lencia global de RNAp del 11% y, por origen geográfico, mientras que en los grupos de

Estados Unidos se encontró el anticuerpo en un 14% de los pacientes, en los grupos euro-

peos este porcentaje fue del 9% 225. En nuestra cohorte la prevalencia fue de 13.7%, más

elevada, por tanto, que la encontrada en otros grupos europeos. Como ya se ha comentado

previamente, probablemente este resultado tiene el sesgo de que las determinaciones de

109

DISCUSIÓN ■ ■ 5

RNAp, inicialmente, sólo se realizaron en aquellos pacientes que eran negativos para ACA y

ATA-I, basándonos en la premisa de que los anticuerpos en la ES son excluyentes entre sí.

Todos estos datos evidencian una alta prevalencia de RNAp en los pacientes con ES,

apoyando el beneficio de incluir de forma sistemática un test de detección del anticuerpo

para aquellos enfermos que presenten negatividad para ACA y ATA-I.

En nuestra cohorte, como en todas las previas, hubo un claro predominio del sexo femenino

en los pacientes RNAp positivos (79.2%). Aunque este porcentaje fue menor que en los

pacientes RNAp negativos, no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos.

Tampoco hubo diferencias en la edad al inicio de la enfermedad ni en la edad al diagnóstico

respecto al grupo de RNAp negativos (Tabla 16).

Emilieycols,sin embargo, sí encontraron en su serie que los pacientes RNAp positivos eran

mayores que los enfermos que presentaban otros anticuerpos 169.

Como era esperable, todos los pacientes con RNAp cumplieron los criterios de la ACR/EULAR de

2013, con una diferencia significativa respecto al grupo de enfermos RNAp negativos (100% vs

78%, respectivamente; p=0.005). Esto se podría explicar porque el subtipo cutáneo difusa fue

significativamente más frecuente en el grupo RNAp positivo (70% vs 16.6%, p <0.001), como ya

se viene observando en series previas 76,111,128,169. En un estudio multivariable realizado hace

unos años por un grupo francés se encontró que los RNAp eran un factor pronóstico indepen-

diente para desarrollar una afección cutánea difusa 169. Se considera que los pacientes con este

anticuerpo son los que desarrollan una afección cutánea más grave 46. Así, Patterson etal en

un reciente estudio de una cohorte australiana encontraron que los pacientes con RNAp eran los

que presentaban un mRSS más elevado 216.

El FR fue menos frecuente como primer síntoma de la enfermedad en el grupo RNAp positivo

que en el RNAp negativo con una significación estadística (54.2 vs 80.1%, respectivamente,

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108

5 ■ ■ DISCUSIÓN

Características clínicas de la ES asociada a anticuerpos anti-RNA polimerasa III

en la cohorte del Hospital Vall d´Hebron.

El presente estudio tiene como finalidad establecer la prevalencia del anticuerpo RNAp en

una larga cohorte de pacientes con ES, y describir las características clínicas y demográficas

de los enfermos con positividad para este anticuerpo.

Se ha encontrado una elevada prevalencia del anticuerpo RNAp en la cohorte de pacientes

estudiada, muy probablemente debido a que inicialmente se acotaba la determinación de

éste a aquellos pacientes con ES que eran ACA y ATA-I negativos. Hemos confirmado la

asociación del RNAp con el subtipo cutáneo difusa y el desarrollo de CRE, en consonancia

con los resultados de otras series previamente publicados 46,111,124,163,164.

El anticuerpo RNAp, a pesar de ser el tercero en frecuencia en los pacientes con ES, no se

puede determinar de forma habitual en los laboratorios, por lo que su estudio está limitado

a centros especializados que disponen de los test diagnósticos específicos. Por este motivo,

su perfil clínico y epidemiológico no está ampliamente estudiado. Sí existe un consenso

global en la asociación de los RNAp con el subtipo cutáneo difuso y la CRE, pero hay discre-

pancias sobre su prevalencia y otras asociaciones clínicas.

La prevalencia de RNAp en la literatura es muy variable y oscila entre 0 y 41% 225. Las

hipótesis para explicar esta heterogeneidad apuntan al origen geográfico, el tipo de test

diagnóstico utilizado y las características basales de la ES.

En un metanálisis realizado recientemente por un grupo francés, se describió una preva-

lencia global de RNAp del 11% y, por origen geográfico, mientras que en los grupos de

Estados Unidos se encontró el anticuerpo en un 14% de los pacientes, en los grupos euro-

peos este porcentaje fue del 9% 225. En nuestra cohorte la prevalencia fue de 13.7%, más

elevada, por tanto, que la encontrada en otros grupos europeos. Como ya se ha comentado

previamente, probablemente este resultado tiene el sesgo de que las determinaciones de

109

DISCUSIÓN ■ ■ 5

RNAp, inicialmente, sólo se realizaron en aquellos pacientes que eran negativos para ACA y

ATA-I, basándonos en la premisa de que los anticuerpos en la ES son excluyentes entre sí.

Todos estos datos evidencian una alta prevalencia de RNAp en los pacientes con ES,

apoyando el beneficio de incluir de forma sistemática un test de detección del anticuerpo

para aquellos enfermos que presenten negatividad para ACA y ATA-I.

En nuestra cohorte, como en todas las previas, hubo un claro predominio del sexo femenino

en los pacientes RNAp positivos (79.2%). Aunque este porcentaje fue menor que en los

pacientes RNAp negativos, no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos.

Tampoco hubo diferencias en la edad al inicio de la enfermedad ni en la edad al diagnóstico

respecto al grupo de RNAp negativos (Tabla 16).

Emilieycols,sin embargo, sí encontraron en su serie que los pacientes RNAp positivos eran

mayores que los enfermos que presentaban otros anticuerpos 169.

Como era esperable, todos los pacientes con RNAp cumplieron los criterios de la ACR/EULAR de

2013, con una diferencia significativa respecto al grupo de enfermos RNAp negativos (100% vs

78%, respectivamente; p=0.005). Esto se podría explicar porque el subtipo cutáneo difusa fue

significativamente más frecuente en el grupo RNAp positivo (70% vs 16.6%, p <0.001), como ya

se viene observando en series previas 76,111,128,169. En un estudio multivariable realizado hace

unos años por un grupo francés se encontró que los RNAp eran un factor pronóstico indepen-

diente para desarrollar una afección cutánea difusa 169. Se considera que los pacientes con este

anticuerpo son los que desarrollan una afección cutánea más grave 46. Así, Patterson etal en

un reciente estudio de una cohorte australiana encontraron que los pacientes con RNAp eran los

que presentaban un mRSS más elevado 216.

El FR fue menos frecuente como primer síntoma de la enfermedad en el grupo RNAp positivo

que en el RNAp negativo con una significación estadística (54.2 vs 80.1%, respectivamente,

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110

5 ■ ■ DISCUSIÓN

p <0.001). Por el contrario, en los pacientes del grupo con RNAp el debut de la enfermedad

en forma de síntomas articulares y esclerosis cutánea fue más habitual. Steen también

hace referencia a una elevada frecuencia en los enfermos con ES y RNAp de artritis, túnel

carpiano o edema de manos y pies, que aparecen a menudo en ausencia de FR 111.

Se observó una mayor tendencia a presentar úlceras digitales en el grupo con RNAp, sin

llegar a una diferenciación estadística (15, 62.5% vs. 66, 43.7%, p=0.08). Patterson etal

también encontraron una frecuencia elevada de úlceras digitales en los pacientes RNAp

positivos, similar a la que presentabn los pacientes con ATA-I de su cohorte 216. En la serie

de Steen 46, sin embargo, los pacientes con RNAp eran, después de los Th/To positivos, los

que presentaron menor incidencia de úlceras digitales.

Hay múltiples estudios que demuestran una asociación entre los anticuerpos RNAp y el

desarrollo de CRE 82,111,160,166,226. También en nuestra serie el compromiso renal en forma

de CRE fue significativamente más frecuente en los pacientes con RNAp (3, 12.5% vs 3, 1.9%;

p=0.03). Se observó, además, que de los 6 pacientes de la cohorte completa que desarro-

llaron CRE, la mitad presentaban RNAp. Estos resultados son similares a los descritos en

algunas series previas como la Japonesa, en la que la frecuencia de CRE en pacientes con

RNAp positivo era de 24% frente a un 1% en los pacientes RNAp negativos 85, o la sueca, en

la que se encontró que 7 de los 16 pacientes que habían presentado CRE eran RNAp posi-

tivos 226. En otras series, sin embargo, el porcentaje de CRE en los pacientes con positividad

para RNAp fue más elevado, como en USA (28%) 111, Francia (38% y 31%(160;169)) y UK

(29.4%) 164.

Nuestro estudio confirma, por tanto, que la presencia de RNAp es altamente predictiva del

desarrollo de CRE.

La CRE es una de las complicaciones más graves de la ES y ocurre frecuentemente en

los primeros años de desarrollo de la enfermedad. A pesar de que no hay posibilidad de

111

DISCUSIÓN ■ ■ 5

prevenirla, es fundamental seleccionar a aquellos pacientes con mayor riesgo de desarro-

llarla para monitorizar de forma más estricta su función renal y tensión arterial. El diag-

nóstico y tratamiento precoz con IECAs en pacientes con CRE es vital, ya que la medicación

es más efectiva cuanto más pronto es administrada, y siempre antes de que el paciente

desarrolle un deterioro grave de la función renal 226.

Hay que recalcar que, desafortunadamente, a pesar del tratamiento con IECAs, de la diálisis,

el trasplante renal y de evolucionados y modernos cuidados de soporte en unidades de

cuidados intensivos, la CRE continua siendo una complicación grave de la ES, tanto a corto

como a largo plazo.

A los pacientes con ES que presentan RNAp positivos, por tanto, se les debería transmitir la

importancia de monitorización en domicilio de la tensión arterial al menos semanalmente

durante los 3 primeros años desde el debut de la enfermedad y se les debería realizar una

analítica para valorar la función renal cada 3 meses.

Respecto a la afección cardiopulmonar, tampoco encontramos diferencias entre ambos

grupos. En otras series, sin embargo, la EPI es menos prevalente en los pacientes con RNAp

111, e incluso en el estudio de una serie francesa de 195 pacientes, Emilieycols encontraron

en el análisis multivariable que los anticuerpos RNAp eran un factor protector independiente

para EPI 169.

No hubo diferencias significativas en la afección digestiva entre los dos grupos, tanto global

como analizada por manifestaciones. A destacar que tampoco hubo significación estadís-

tica en la presencia de GAVE que fue de un 8.3% en el grupo con RNAp frente a un 5.9% en

el grupo RNAp negativo. Está descrito un mayor riesgo de presentar GAVE en los enfermos

con RNAp, si bien es una complicación poco frecuente de la enfermedad y hay pocos datos

en la literatura médica.

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

p <0.001). Por el contrario, en los pacientes del grupo con RNAp el debut de la enfermedad

en forma de síntomas articulares y esclerosis cutánea fue más habitual. Steen también

hace referencia a una elevada frecuencia en los enfermos con ES y RNAp de artritis, túnel

carpiano o edema de manos y pies, que aparecen a menudo en ausencia de FR 111.

Se observó una mayor tendencia a presentar úlceras digitales en el grupo con RNAp, sin

llegar a una diferenciación estadística (15, 62.5% vs. 66, 43.7%, p=0.08). Patterson etal

también encontraron una frecuencia elevada de úlceras digitales en los pacientes RNAp

positivos, similar a la que presentabn los pacientes con ATA-I de su cohorte 216. En la serie

de Steen 46, sin embargo, los pacientes con RNAp eran, después de los Th/To positivos, los

que presentaron menor incidencia de úlceras digitales.

Hay múltiples estudios que demuestran una asociación entre los anticuerpos RNAp y el

desarrollo de CRE 82,111,160,166,226. También en nuestra serie el compromiso renal en forma

de CRE fue significativamente más frecuente en los pacientes con RNAp (3, 12.5% vs 3, 1.9%;

p=0.03). Se observó, además, que de los 6 pacientes de la cohorte completa que desarro-

llaron CRE, la mitad presentaban RNAp. Estos resultados son similares a los descritos en

algunas series previas como la Japonesa, en la que la frecuencia de CRE en pacientes con

RNAp positivo era de 24% frente a un 1% en los pacientes RNAp negativos 85, o la sueca, en

la que se encontró que 7 de los 16 pacientes que habían presentado CRE eran RNAp posi-

tivos 226. En otras series, sin embargo, el porcentaje de CRE en los pacientes con positividad

para RNAp fue más elevado, como en USA (28%) 111, Francia (38% y 31%(160;169)) y UK

(29.4%) 164.

Nuestro estudio confirma, por tanto, que la presencia de RNAp es altamente predictiva del

desarrollo de CRE.

La CRE es una de las complicaciones más graves de la ES y ocurre frecuentemente en

los primeros años de desarrollo de la enfermedad. A pesar de que no hay posibilidad de

111

DISCUSIÓN ■ ■ 5

prevenirla, es fundamental seleccionar a aquellos pacientes con mayor riesgo de desarro-

llarla para monitorizar de forma más estricta su función renal y tensión arterial. El diag-

nóstico y tratamiento precoz con IECAs en pacientes con CRE es vital, ya que la medicación

es más efectiva cuanto más pronto es administrada, y siempre antes de que el paciente

desarrolle un deterioro grave de la función renal 226.

Hay que recalcar que, desafortunadamente, a pesar del tratamiento con IECAs, de la diálisis,

el trasplante renal y de evolucionados y modernos cuidados de soporte en unidades de

cuidados intensivos, la CRE continua siendo una complicación grave de la ES, tanto a corto

como a largo plazo.

A los pacientes con ES que presentan RNAp positivos, por tanto, se les debería transmitir la

importancia de monitorización en domicilio de la tensión arterial al menos semanalmente

durante los 3 primeros años desde el debut de la enfermedad y se les debería realizar una

analítica para valorar la función renal cada 3 meses.

Respecto a la afección cardiopulmonar, tampoco encontramos diferencias entre ambos

grupos. En otras series, sin embargo, la EPI es menos prevalente en los pacientes con RNAp

111, e incluso en el estudio de una serie francesa de 195 pacientes, Emilieycols encontraron

en el análisis multivariable que los anticuerpos RNAp eran un factor protector independiente

para EPI 169.

No hubo diferencias significativas en la afección digestiva entre los dos grupos, tanto global

como analizada por manifestaciones. A destacar que tampoco hubo significación estadís-

tica en la presencia de GAVE que fue de un 8.3% en el grupo con RNAp frente a un 5.9% en

el grupo RNAp negativo. Está descrito un mayor riesgo de presentar GAVE en los enfermos

con RNAp, si bien es una complicación poco frecuente de la enfermedad y hay pocos datos

en la literatura médica.

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

Así, el grupo EUSTAR realizó hace unos años un estudio con 49 pacientes con ES y GAVE,

donde uno de los principales resultados encontrados fue una prevalencia claramente mayor

de RNAp en estos pacientes (48% vs 16%; p=0.01). En el estudio multivariable, de hecho,

la presencia de RNAp fue uno de los factores independientes asociados a GAVE 170. Más

recientemente, en la serie australiana, Patterson etal también evidenciaron una consistente

asociación entre el anticuerpo RNAp y la presencia de GAVE (41% de 39 pacientes con RNAp

fuertemente positivo presentaron GAVE y 12% de los 25 pacientes con RNAp débilmente

positivo), y tanto la CRE como el GAVE se encontraron con más frecuencia en fases precoces

de la enfermedad 216.

El SCOT Trial, a diferencia de los grupos previos, que estudió 103 pacientes con ES de los cuales

23 presentaban GAVE, no encontró asociación entre esta afección y el anticuerpo RNAp 227.

Si analizamos el patrón capilaroscópico, el patrón lento de Maricq fue el más frecuente,

sin encontrar diferencias entre ambos grupos (20, 83.3% vs 132, 87.4%). Este resultado

llama la atención, teniendo en cuenta la alta prevalencia del subtipo cutáneo difusa entre

los pacientes con RNAp y la relación entre este subtipo cutáneo y el patrón capilaroscópico

activo o tardío de Cutolo descrito en series previas 43,228.

La asociación temporal entre la presentación de neoplasias y el debut de la ES sugiere que

en algunos casos la ES representa un síndrome paraneoplásico en el que el sistema inmune

está respondiendo al cáncer.

Según los resultados de diferentes estudios realizados en distintas poblaciones: europea, austra-

liana, japonesa y americana, los pacientes con ES y RNAp desarrollan tumores malignos más

frecuentemente que los pacientes con ATA-I o ACA 172;229-231. Saigusa etal analizaron la rela-

ción de los anticuerpos específicos de la enfermedad (ACA, ATA-I y RNAp) con tumores malignos.

Encontraron que, en aproximadamente un 50% de pacientes con RNAp y cáncer, éste aparece de

forma sincrónica a la ES (desde los 6 meses antes hasta los 12 meses después del debut de la

113

DISCUSIÓN ■ ■ 5

enfermedad). La frecuencia de neoplasias diagnosticadas de forma sincrónica a la enfermedad

fue significativamente mayor en los pacientes con RNAp que en los pacientes con ACA y ATA-I

(13.6%, vs 0.7%, p <0.01 y 0%, p <0.01, respectivamente); Sin embargo, en la incidencia de

neoplasias aparecidas antes de los 6 meses previos al debut de la enfermedad o después del

año posterior, no hubo diferencias significativas entre los 3 grupos 229.

En un reciente estudio realizado por Moinzadeh ycols, con una cohorte de 2177 pacientes

con ES, encontraron que los enfermos con cáncer en comparación con los enfermos sin

cáncer, presentaban con más frecuencia positividad para RNAp que para ACA o ATA-I 172.

Confirmaron que la presencia de RNAp se asocia con un riesgo de al menos 2 HR mayor de

desarrollar cáncer antes o después del debut de la enfermedad que la presencia de otros

anticuerpos. Este riesgo aumentaba a 6 HR si la neoplasia debutaba entre los 36 meses

antes y después del inicio de la enfermedad en pacientes con RNAp positivo.

Hay que destacar que en este estudio se consideró como primer síntoma de la enfermedad

la esclerosis cutánea o una afección orgánica y no el FR, por lo que el intervalo entre la

aparición de FR y el primer síntoma no-FR de la enfermedad, que en pacientes con RNAp es

el más corto, no influyó en el resultado.

En nuestra cohorte de pacientes, a pesar de que la prevalencia de cáncer tendió a ser mayor

en el grupo con RNAp (4, 16.7% vs. 12, 7.9% p=0.24), no se alcanzó una significación esta-

dística, posiblemente por el escaso número de pacientes en el grupo RNAp positivo. El grupo

australiano tampoco encontró asociación entre RNAp y malignidad 216.

La presencia del anticuerpo RNAp podría iniciar una respuesta autoinmune antitumoral que

reaccionaría de forma cruzada contra tejidos específicos resultando en un daño en un tejido

diana. Shahetal evidenciaron que las células tumorales de los pacientes con ES y RNAp

expresaban niveles altos de la proteína RNApIII mientras que esta expresión era indetec-

table en células tumorales de pacientes con ES y otros autoanticuerpos 212.

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

Así, el grupo EUSTAR realizó hace unos años un estudio con 49 pacientes con ES y GAVE,

donde uno de los principales resultados encontrados fue una prevalencia claramente mayor

de RNAp en estos pacientes (48% vs 16%; p=0.01). En el estudio multivariable, de hecho,

la presencia de RNAp fue uno de los factores independientes asociados a GAVE 170. Más

recientemente, en la serie australiana, Patterson etal también evidenciaron una consistente

asociación entre el anticuerpo RNAp y la presencia de GAVE (41% de 39 pacientes con RNAp

fuertemente positivo presentaron GAVE y 12% de los 25 pacientes con RNAp débilmente

positivo), y tanto la CRE como el GAVE se encontraron con más frecuencia en fases precoces

de la enfermedad 216.

El SCOT Trial, a diferencia de los grupos previos, que estudió 103 pacientes con ES de los cuales

23 presentaban GAVE, no encontró asociación entre esta afección y el anticuerpo RNAp 227.

Si analizamos el patrón capilaroscópico, el patrón lento de Maricq fue el más frecuente,

sin encontrar diferencias entre ambos grupos (20, 83.3% vs 132, 87.4%). Este resultado

llama la atención, teniendo en cuenta la alta prevalencia del subtipo cutáneo difusa entre

los pacientes con RNAp y la relación entre este subtipo cutáneo y el patrón capilaroscópico

activo o tardío de Cutolo descrito en series previas 43,228.

La asociación temporal entre la presentación de neoplasias y el debut de la ES sugiere que

en algunos casos la ES representa un síndrome paraneoplásico en el que el sistema inmune

está respondiendo al cáncer.

Según los resultados de diferentes estudios realizados en distintas poblaciones: europea, austra-

liana, japonesa y americana, los pacientes con ES y RNAp desarrollan tumores malignos más

frecuentemente que los pacientes con ATA-I o ACA 172;229-231. Saigusa etal analizaron la rela-

ción de los anticuerpos específicos de la enfermedad (ACA, ATA-I y RNAp) con tumores malignos.

Encontraron que, en aproximadamente un 50% de pacientes con RNAp y cáncer, éste aparece de

forma sincrónica a la ES (desde los 6 meses antes hasta los 12 meses después del debut de la

113

DISCUSIÓN ■ ■ 5

enfermedad). La frecuencia de neoplasias diagnosticadas de forma sincrónica a la enfermedad

fue significativamente mayor en los pacientes con RNAp que en los pacientes con ACA y ATA-I

(13.6%, vs 0.7%, p <0.01 y 0%, p <0.01, respectivamente); Sin embargo, en la incidencia de

neoplasias aparecidas antes de los 6 meses previos al debut de la enfermedad o después del

año posterior, no hubo diferencias significativas entre los 3 grupos 229.

En un reciente estudio realizado por Moinzadeh ycols, con una cohorte de 2177 pacientes

con ES, encontraron que los enfermos con cáncer en comparación con los enfermos sin

cáncer, presentaban con más frecuencia positividad para RNAp que para ACA o ATA-I 172.

Confirmaron que la presencia de RNAp se asocia con un riesgo de al menos 2 HR mayor de

desarrollar cáncer antes o después del debut de la enfermedad que la presencia de otros

anticuerpos. Este riesgo aumentaba a 6 HR si la neoplasia debutaba entre los 36 meses

antes y después del inicio de la enfermedad en pacientes con RNAp positivo.

Hay que destacar que en este estudio se consideró como primer síntoma de la enfermedad

la esclerosis cutánea o una afección orgánica y no el FR, por lo que el intervalo entre la

aparición de FR y el primer síntoma no-FR de la enfermedad, que en pacientes con RNAp es

el más corto, no influyó en el resultado.

En nuestra cohorte de pacientes, a pesar de que la prevalencia de cáncer tendió a ser mayor

en el grupo con RNAp (4, 16.7% vs. 12, 7.9% p=0.24), no se alcanzó una significación esta-

dística, posiblemente por el escaso número de pacientes en el grupo RNAp positivo. El grupo

australiano tampoco encontró asociación entre RNAp y malignidad 216.

La presencia del anticuerpo RNAp podría iniciar una respuesta autoinmune antitumoral que

reaccionaría de forma cruzada contra tejidos específicos resultando en un daño en un tejido

diana. Shahetal evidenciaron que las células tumorales de los pacientes con ES y RNAp

expresaban niveles altos de la proteína RNApIII mientras que esta expresión era indetec-

table en células tumorales de pacientes con ES y otros autoanticuerpos 212.

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114

5 ■ ■ DISCUSIÓN

Todos estos datos sugieren que los pacientes con una ES de debut y positividad para

RNAp se podrían beneficiar de un cribado de neoplasia en el momento del diagnóstico.

Shah et al han propuesto recientemente un algoritmo de cribado de cáncer para los

pacientes con ES en el que recomiendan: una anamnesis y exploración física completa a

todos los pacientes, junto con exploraciones adecuadas a la edad y al sexo del enfermo;

exploraciones complementarias dirigidas en aquellos pacientes con factores de riesgo

específicos y, además, para aquellos enfermos que presentan un mayor riesgo de cáncer

o tienen una “bandera roja” (RNAp positivos, >65 años al debut de la ES, enfermedad

atípica o que no responda al tratamiento, que presenten síndrome constitucional,

síntomas sugestivos o historia familiar de cáncer), un cribado agresivo de neoplasia

mediante: tomografía de tórax, abdomen y pelvis o PET-TAC, inmunofijación en sangre,

citometría de flujo de sangre periférica y marcadores tumorales 232.

Por tanto, según esta recomendación, se debería hacer a los pacientes con RNAp, por ser

pacientes de mayor riesgo de neoplasia demostrado, un cribado activo de malignidad en

el momento del diagnóstico de la ES. Los propios autores afirman, sin embargo, que se

necesitan más estudios para establecer un algoritmo definitivo de cribado de cáncer en

pacientes con ES de debut.

En nuestro estudio, no hubo diferencias significativas en cuanto a la mortalidad en ambos

grupos (2, 8.3% vs. 16, 10.6%), al igual que en otras series 111,169.

Finalmente, teniendo en cuenta la expresión de otros autoanticuerpos, la positividad de

anti-Ro52 fue menos frecuente en los pacientes con RNAp (2, 8.2% vs. 14, 9.3%; p=0.03).

A modo de sumario, los resultados de nuestro estudio confirman que los anticuerpos RNAp

se asocian con el subtipo cutáneo difusa y con una mayor incidencia de CRE.

115

DISCUSIÓN ■ ■ 5

Anticuerpos antiSSa/Ro52 en ES. Resultados de un estudio observacional y

transversal.

En las últimas décadas se ha dado a conocer la presencia de los anticuerpos anti Ro/SSA

en diferentes enfermedades autoinmunes, y, cada vez más, se les atribuye un papel impor-

tante en la clínica. Sin embargo, su papel patológico todavía es poco conocido 233.

En este contexto, evaluamos la asociación entre los anticuerpos antiRo/SSA con las carac-

terísticas clínicas y el perfil inmunológico de nuestra cohorte de pacientes con ES.

Los resultados evidencian que los anticuerpos antiRo/SSA se detectan con frecuencia en

pacientes con ES. En nuestra serie no se relacionaron con ninguna manifestación clínica

determinada, incluida la miopatía inflamatoria.

Un número elevado de pacientes presentaban anticuerpos ACA de forma concomitante con

los anticuerpos antiRo/SSA.

A destacar que encontramos una prevalencia global de antiRo/SSA de 35.6%, similar a la

encontrada en paciente con miositis (35.4%) 234, pero menor que la encontrada en pacientes

con LES-LECS (Lupus eritematoso sistémico-Lupus eritematoso cutáneo subagudo) (53%)

235,236, Síndrome de Sjögren (63.2%) o pacientes con LES 236,236,237

En un estudio que utilizó un consenso de 3 métodos de detección independientes (ELISA,

inmunoblot, ALBIA), la frecuencia de los anticuerpos antiRo52 fue del 19% en una cohorte

de 100 pacientes con ES 237, en la línea con estudios previos 198,238. La frecuencia de anti-

cuerpos antiRo52 aislados fue mayor que la frecuencia de antiRo 60 237,238, como ya descri-

bimos en nuestro estudio utilizando sólo uno de los 3 métodos (inmunoblot). El uso de

solamente un método para determinar los anticuerpos antiRo52 podría explicar el rango

más alto de positividad en nuestra serie.

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

Todos estos datos sugieren que los pacientes con una ES de debut y positividad para

RNAp se podrían beneficiar de un cribado de neoplasia en el momento del diagnóstico.

Shah et al han propuesto recientemente un algoritmo de cribado de cáncer para los

pacientes con ES en el que recomiendan: una anamnesis y exploración física completa a

todos los pacientes, junto con exploraciones adecuadas a la edad y al sexo del enfermo;

exploraciones complementarias dirigidas en aquellos pacientes con factores de riesgo

específicos y, además, para aquellos enfermos que presentan un mayor riesgo de cáncer

o tienen una “bandera roja” (RNAp positivos, >65 años al debut de la ES, enfermedad

atípica o que no responda al tratamiento, que presenten síndrome constitucional,

síntomas sugestivos o historia familiar de cáncer), un cribado agresivo de neoplasia

mediante: tomografía de tórax, abdomen y pelvis o PET-TAC, inmunofijación en sangre,

citometría de flujo de sangre periférica y marcadores tumorales 232.

Por tanto, según esta recomendación, se debería hacer a los pacientes con RNAp, por ser

pacientes de mayor riesgo de neoplasia demostrado, un cribado activo de malignidad en

el momento del diagnóstico de la ES. Los propios autores afirman, sin embargo, que se

necesitan más estudios para establecer un algoritmo definitivo de cribado de cáncer en

pacientes con ES de debut.

En nuestro estudio, no hubo diferencias significativas en cuanto a la mortalidad en ambos

grupos (2, 8.3% vs. 16, 10.6%), al igual que en otras series 111,169.

Finalmente, teniendo en cuenta la expresión de otros autoanticuerpos, la positividad de

anti-Ro52 fue menos frecuente en los pacientes con RNAp (2, 8.2% vs. 14, 9.3%; p=0.03).

A modo de sumario, los resultados de nuestro estudio confirman que los anticuerpos RNAp

se asocian con el subtipo cutáneo difusa y con una mayor incidencia de CRE.

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DISCUSIÓN ■ ■ 5

Anticuerpos antiSSa/Ro52 en ES. Resultados de un estudio observacional y

transversal.

En las últimas décadas se ha dado a conocer la presencia de los anticuerpos anti Ro/SSA

en diferentes enfermedades autoinmunes, y, cada vez más, se les atribuye un papel impor-

tante en la clínica. Sin embargo, su papel patológico todavía es poco conocido 233.

En este contexto, evaluamos la asociación entre los anticuerpos antiRo/SSA con las carac-

terísticas clínicas y el perfil inmunológico de nuestra cohorte de pacientes con ES.

Los resultados evidencian que los anticuerpos antiRo/SSA se detectan con frecuencia en

pacientes con ES. En nuestra serie no se relacionaron con ninguna manifestación clínica

determinada, incluida la miopatía inflamatoria.

Un número elevado de pacientes presentaban anticuerpos ACA de forma concomitante con

los anticuerpos antiRo/SSA.

A destacar que encontramos una prevalencia global de antiRo/SSA de 35.6%, similar a la

encontrada en paciente con miositis (35.4%) 234, pero menor que la encontrada en pacientes

con LES-LECS (Lupus eritematoso sistémico-Lupus eritematoso cutáneo subagudo) (53%)

235,236, Síndrome de Sjögren (63.2%) o pacientes con LES 236,236,237

En un estudio que utilizó un consenso de 3 métodos de detección independientes (ELISA,

inmunoblot, ALBIA), la frecuencia de los anticuerpos antiRo52 fue del 19% en una cohorte

de 100 pacientes con ES 237, en la línea con estudios previos 198,238. La frecuencia de anti-

cuerpos antiRo52 aislados fue mayor que la frecuencia de antiRo 60 237,238, como ya descri-

bimos en nuestro estudio utilizando sólo uno de los 3 métodos (inmunoblot). El uso de

solamente un método para determinar los anticuerpos antiRo52 podría explicar el rango

más alto de positividad en nuestra serie.

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116

5 ■ ■ DISCUSIÓN

De forma similar, la prevalencia de la reactividad para antiSSa/Ro52 fue también signifi-

cativamente más alta que la reactividad para antiRo60 en pacientes con miopatías infla-

matorias idiopáticas, cirrosis biliar primaria, crioglobulinemia mixta esencial y síndrome de

Sjögren primario 239.

Algunos estudios recientes han evidenciado que los anticuerpos antiSSa/Ro52, en ausencia

de los anticuerpos antiSSa/Ro60, son el marcador inmunológico más común en pacientes con

miopatías inflamatorias idiopáticas y enfermedades pulmonares intersticiales 197,239,239,240.

No encontramos diferencias entre ambos grupos en frecuencia de ATA-I, SSB/La y PmScl.

El anticuerpo U1RNP fue positivo sólo en 2 pacientes, ambos del grupo de antiSSa/Ro52

positivo, aunque esto no fue estadísticamente significativo.

Los anticuerpos ACA se asocian clásicamente con la forma limitada de la enfermedad

(60-82%) 234. En un reciente estudio con suero de 863 pacientes con ES los anticuerpos ACA

estaban presentes en un 35.9% de pacientes, y también se describió la presencia conco-

mitante de ACA con los anticuerpos antiSSa/Ro52 (en 92 pacientes) y antiSSa/Ro60 (en

11 pacientes) 238. Como sugirieron los autores de este estudio, aunque las razones de esta

frecuente coexistencia son desconocidas, es probable que los mecanismos etiopatogénicos

determinados por estos anticuerpos tengan componentes comunes, incluyendo predisposi-

ciones genéticas comunes 238.

Basándonos en estos datos, creemos que la asociación descrita entre los anticuerpos ACA y

antiSSa/Ro52 requeriría de estudios adicionales, ya que podría predecir asociaciones espe-

cíficas con manifestaciones clínicas determinadas, similares a las asociaciones observadas

en otros autoanticuerpos 43.

De igual forma, sólo hemos detectado anticuerpos antiU1RNP en pacientes del grupo con

positividad para antiSSa/Ro52 (n=2), aunque la relevancia de este hallazgo todavía está por

117

DISCUSIÓN ■ ■ 5

determinar. Los anticuerpos antifibrilarina (antiU3RNP) se detectan más frecuentemente

en pacientes jóvenes, de sexo masculino y de raza blanca 241, mientras que la detección de

antiU1RNP se asocia sobre todo con LES y EMTC, y es menos frecuente en pacientes con ES 242.

También evaluamos la posible relación entre las manifestaciones clínicas y epidemiológicas

y la detección de anticuerpos antiSSa/Ro52, sin encontrar ninguna diferencia significativa

entre los pacientes con positividad y con negatividad para el anticuerpo. En estudios ante-

riores, se describió una asociación significativa entre la reactividad aislada para antiSSa/

Ro52 y algunos signos clínicos como miositis y EPI 236,240, sin embargo no ha sido demos-

trado completamente en pacientes con ES 198.

En línea con nuestros resultados, en un estudio previo con 1010 pacientes con ES tampoco

se encontró evidencia de que los anticuerpos antiSSa/Ro52 pudieran detectarse con mayor

frecuencia en pacientes con ES que desarrollan miositis. Estos hallazgos apoyan la hipótesis

de que el anticuerpo antiSSa/Ro52 es un marcador serológico que tiene un escaso vínculo con

la miopatía inflamatoria u otras manifestaciones clínicas en la ES 198. Si bien hay que destacar

que, aunque los resultados no fueron significativos, los pacientes con positividad exclusiva para

antiSSa/Ro52 sí mostraron una tendencia a presentar más miopatía inflamatoria.

Por otro lado, un estudio reciente con una cohorte muy amplia de pacientes con ES 195 sí

encontró que la presencia del anticuerpo antiSSa/Ro52 aislado se asociaba de forma inde-

pendiente con el desarrollo de EPI y con un aumento de mortalidad, si bien esta asociación

no estaba presente en los pacientes en los que el antiSSa/Ro52 coexistía con otros anti-

cuerpos específicos de la enfermedad.

Con todos estos datos, no podemos demostrar una clara correlación entre los anticuerpos

antiSSa/Ro52 y la presencia de ciertas manifestaciones clínicas, particularmente EPI o

miopatías. Pero consideramos que se requerirían estudios observacionales de mayor tamaño

usando un mismo método validado y estándar.

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116

5 ■ ■ DISCUSIÓN

De forma similar, la prevalencia de la reactividad para antiSSa/Ro52 fue también signifi-

cativamente más alta que la reactividad para antiRo60 en pacientes con miopatías infla-

matorias idiopáticas, cirrosis biliar primaria, crioglobulinemia mixta esencial y síndrome de

Sjögren primario 239.

Algunos estudios recientes han evidenciado que los anticuerpos antiSSa/Ro52, en ausencia

de los anticuerpos antiSSa/Ro60, son el marcador inmunológico más común en pacientes con

miopatías inflamatorias idiopáticas y enfermedades pulmonares intersticiales 197,239,239,240.

No encontramos diferencias entre ambos grupos en frecuencia de ATA-I, SSB/La y PmScl.

El anticuerpo U1RNP fue positivo sólo en 2 pacientes, ambos del grupo de antiSSa/Ro52

positivo, aunque esto no fue estadísticamente significativo.

Los anticuerpos ACA se asocian clásicamente con la forma limitada de la enfermedad

(60-82%) 234. En un reciente estudio con suero de 863 pacientes con ES los anticuerpos ACA

estaban presentes en un 35.9% de pacientes, y también se describió la presencia conco-

mitante de ACA con los anticuerpos antiSSa/Ro52 (en 92 pacientes) y antiSSa/Ro60 (en

11 pacientes) 238. Como sugirieron los autores de este estudio, aunque las razones de esta

frecuente coexistencia son desconocidas, es probable que los mecanismos etiopatogénicos

determinados por estos anticuerpos tengan componentes comunes, incluyendo predisposi-

ciones genéticas comunes 238.

Basándonos en estos datos, creemos que la asociación descrita entre los anticuerpos ACA y

antiSSa/Ro52 requeriría de estudios adicionales, ya que podría predecir asociaciones espe-

cíficas con manifestaciones clínicas determinadas, similares a las asociaciones observadas

en otros autoanticuerpos 43.

De igual forma, sólo hemos detectado anticuerpos antiU1RNP en pacientes del grupo con

positividad para antiSSa/Ro52 (n=2), aunque la relevancia de este hallazgo todavía está por

117

DISCUSIÓN ■ ■ 5

determinar. Los anticuerpos antifibrilarina (antiU3RNP) se detectan más frecuentemente

en pacientes jóvenes, de sexo masculino y de raza blanca 241, mientras que la detección de

antiU1RNP se asocia sobre todo con LES y EMTC, y es menos frecuente en pacientes con ES 242.

También evaluamos la posible relación entre las manifestaciones clínicas y epidemiológicas

y la detección de anticuerpos antiSSa/Ro52, sin encontrar ninguna diferencia significativa

entre los pacientes con positividad y con negatividad para el anticuerpo. En estudios ante-

riores, se describió una asociación significativa entre la reactividad aislada para antiSSa/

Ro52 y algunos signos clínicos como miositis y EPI 236,240, sin embargo no ha sido demos-

trado completamente en pacientes con ES 198.

En línea con nuestros resultados, en un estudio previo con 1010 pacientes con ES tampoco

se encontró evidencia de que los anticuerpos antiSSa/Ro52 pudieran detectarse con mayor

frecuencia en pacientes con ES que desarrollan miositis. Estos hallazgos apoyan la hipótesis

de que el anticuerpo antiSSa/Ro52 es un marcador serológico que tiene un escaso vínculo con

la miopatía inflamatoria u otras manifestaciones clínicas en la ES 198. Si bien hay que destacar

que, aunque los resultados no fueron significativos, los pacientes con positividad exclusiva para

antiSSa/Ro52 sí mostraron una tendencia a presentar más miopatía inflamatoria.

Por otro lado, un estudio reciente con una cohorte muy amplia de pacientes con ES 195 sí

encontró que la presencia del anticuerpo antiSSa/Ro52 aislado se asociaba de forma inde-

pendiente con el desarrollo de EPI y con un aumento de mortalidad, si bien esta asociación

no estaba presente en los pacientes en los que el antiSSa/Ro52 coexistía con otros anti-

cuerpos específicos de la enfermedad.

Con todos estos datos, no podemos demostrar una clara correlación entre los anticuerpos

antiSSa/Ro52 y la presencia de ciertas manifestaciones clínicas, particularmente EPI o

miopatías. Pero consideramos que se requerirían estudios observacionales de mayor tamaño

usando un mismo método validado y estándar.

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118

5 ■ ■ DISCUSIÓN

Nuestro estudio presenta las limitaciones inherentes a un diseño retrospectivo. Aunque nuestra

cohorte de pacientes con ES es amplia, la detección de antiSSa/Ro52 sólo se pudo realizar en

los pacientes reclutados más tarde de marzo de 2008, por lo que la muestra para el estudio fue

más limitada. Por otro lado, todos los pacientes son evaluados por los mismos médicos expertos

en la enfermedad y la recogida de datos es de buena calidad y fiable.

A modo de sumario, los resultados de nuestro estudio muestran que los anticuerpos

antiSSa/Ro52 se encuentran con frecuencia en pacientes diagnosticados de ES incluso en

la ausencia de ACA o ATA-I. No se encontró en nuestro trabajo relación entre los anticuerpos

antiSSa/Ro52 y manifestaciones clínicas determinadas.

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5 ■ ■ DISCUSIÓN

Nuestro estudio presenta las limitaciones inherentes a un diseño retrospectivo. Aunque nuestra

cohorte de pacientes con ES es amplia, la detección de antiSSa/Ro52 sólo se pudo realizar en

los pacientes reclutados más tarde de marzo de 2008, por lo que la muestra para el estudio fue

más limitada. Por otro lado, todos los pacientes son evaluados por los mismos médicos expertos

en la enfermedad y la recogida de datos es de buena calidad y fiable.

A modo de sumario, los resultados de nuestro estudio muestran que los anticuerpos

antiSSa/Ro52 se encuentran con frecuencia en pacientes diagnosticados de ES incluso en

la ausencia de ACA o ATA-I. No se encontró en nuestro trabajo relación entre los anticuerpos

antiSSa/Ro52 y manifestaciones clínicas determinadas.

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66Conclusiones

6. CONCLUSIONES

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66Conclusiones

6. CONCLUSIONES

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123

CONCLUSIONES ■ ■ 6

1. El perfil inmunológico tiene un poder predictivo similar al subtipo cutáneo para predecir

el curso de la enfermedad en pacientes con Esclerosis sistémica.

2. Se ha demostrado la asociación del subtipo cutáneo difusa con importantes compli-

caciones viscerales como la Enfermedad pulmonar intersticial y la Crisis renal esclero-

dérmica.

3. Los pacientes con el subtipo cutáneo limitada presentan con mayor frecuencia fenó-

meno de Raynaud, un patrón lento en el estudio capilaroscópico y tienen un mayor

riesgo de presentar hipertensión arterial pulmonar aislada.

4. Los anticuerpos Antitopoisomerasa-I se asocian con enfermedad pulmonar intersticial

(frecuentemente grave), mayor afección esofágica y osteomuscular, y riesgo aumen-

tado de presentar úlceras vasculares.

5. Los anticuerpos anticentrómero protegen frente al desarrollo de Enfermedad pulmonar

intersticial y de la afección esofágica, y se asocian con el subtipo cutáneo limitada, el

fenómeno de Raynaud y un patrón lento en la capilaroscopia.

6. Se ha demostrado la asociación de los anticuerpos anti-RNA polimerasa III con el

subtipo cutáneo difusa, el desarrollo de crisis renal esclerodérmica y con formas de

inicio de la enfermedad diferentes al fenómeno de Raynaud.

7. Los anticuerpos antiSSa/Ro52 se encuentran con frecuencia en pacientes diagnosticados

de Esclerodermia incluso en la ausencia de Anticentrómero a antitopoisomerasa I.

8. No se ha demostrado relación entre los anticuerpos antiSSa/Ro52 y manifestaciones

clínicas determinadas, incluyendo la miopatía inflamatoria, en los pacientes con Escle-

rodermia del Hospital Vall d’Hebron.

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CONCLUSIONES ■ ■ 6

1. El perfil inmunológico tiene un poder predictivo similar al subtipo cutáneo para predecir

el curso de la enfermedad en pacientes con Esclerosis sistémica.

2. Se ha demostrado la asociación del subtipo cutáneo difusa con importantes compli-

caciones viscerales como la Enfermedad pulmonar intersticial y la Crisis renal esclero-

dérmica.

3. Los pacientes con el subtipo cutáneo limitada presentan con mayor frecuencia fenó-

meno de Raynaud, un patrón lento en el estudio capilaroscópico y tienen un mayor

riesgo de presentar hipertensión arterial pulmonar aislada.

4. Los anticuerpos Antitopoisomerasa-I se asocian con enfermedad pulmonar intersticial

(frecuentemente grave), mayor afección esofágica y osteomuscular, y riesgo aumen-

tado de presentar úlceras vasculares.

5. Los anticuerpos anticentrómero protegen frente al desarrollo de Enfermedad pulmonar

intersticial y de la afección esofágica, y se asocian con el subtipo cutáneo limitada, el

fenómeno de Raynaud y un patrón lento en la capilaroscopia.

6. Se ha demostrado la asociación de los anticuerpos anti-RNA polimerasa III con el

subtipo cutáneo difusa, el desarrollo de crisis renal esclerodérmica y con formas de

inicio de la enfermedad diferentes al fenómeno de Raynaud.

7. Los anticuerpos antiSSa/Ro52 se encuentran con frecuencia en pacientes diagnosticados

de Esclerodermia incluso en la ausencia de Anticentrómero a antitopoisomerasa I.

8. No se ha demostrado relación entre los anticuerpos antiSSa/Ro52 y manifestaciones

clínicas determinadas, incluyendo la miopatía inflamatoria, en los pacientes con Escle-

rodermia del Hospital Vall d’Hebron.

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77Bibliografía

7. BIBLIOGRAFÍA

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77Bibliografía

7. BIBLIOGRAFÍA

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127

BIBLIOGRAFÍA ■ ■ 7

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