¿al vacío...? n.19

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¿al vacío. . .? ¿al vacío. . .? Revista Literaria y Crónica del Grupo Literario ¿al vacío...? de los Valles del Tuy N° 19. Año VI. Febrero, 2011 ESTA REVISTA CIRCULA CON EL APOYO DEL SISTEMA NACIONAL DE I MPRENTAS, SEDE MIRANDA Capítulo Miranda Eje Valles del Tuy H OMENAJE AL POETA REVOLUCIONARIO SALVADOREÑO R OQUE D ALTON

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Revista literaria y crónica del Grupo Literario ¿Al vacío...?, de los valles del tuy

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Page 1: ¿Al vacío...? N.19

¿al vacío. . .?¿al vacío. . .?Revista Literaria y Crónica del Grupo Literario ¿al vacío...? de los Valles del Tuy

N ° 1 9 . A ñ o V I . F e b r e r o , 2 0 1 1

Esta rEvista circula con El apoyo dEl sistEma nacional dE imprEntas, sEdE miranda

Capítulo MirandaEje Valles del Tuy

Homenaje al poeta revolucionario salvadoreño roque dalton

Page 2: ¿Al vacío...? N.19

¿al vacío...? ___________________________________________________________________________

c o n t e n i d oEditorial, intEgrantEs y colaboradorEs

Pág. -39

litEratura vEnEzolana rEciEntE

Poetas llaneros II: Alexi Gómez Briceño - Manuel Darío Gruber - Ángel Eduardo Acevedo Pág. -38

Unión Nacional de Escritores y artistas de Honduras ante el deceso del compañero escritor Finlander Díaz Chávez Pág. -37

poEtas vEnEzolanos actualEs

Eduardo Mariño Pág. -36

EntrEvista

Una hora con Roque Dalton, por Mario Benedetti (1969) Pág. -34

poEsía dE nuEstros colaboradorEs

Padro Mata - Alexander Ruíz - Héctor Seijas -María Cristina Solaeche - Leandro Blanco - Mirlena Pérez Silva. Pág. -23

narrativa dE nuEstros colaboradorEs

Extracto de la novela Vórtices secretos de Isaac Morales Fernández - Cuento infantil El llanto de la selva de Pedro Mata. Pág. -19

El pasado tuyEro

La concha acústica de Santa Teresa del Tuy (Fotografías cortesía de Grace K. Cervantes) Pág. -14

oficio dE cronista, por JEsús silva irazábal

La Orden “José Félix Ribas” del Municipio Independencia Pág. -13

tuyEdadEs dE lEonardo dElgado

De Burrito de oro a Juguete casi indeseable (origen del Mioncito) - Yo lo que soy es poeta - De tal astilla, tal palo - Cosas de la poesía - Cosas de trabajo - Poetas guías turísticos. Pág. -12

traducción lírica dE michEllE EtiEnnE antoinE

Chalice: An illusion to the temporary real Pág. -10

comEntalibros, por isaac moralEs fErnándEz

Marcelo Seguel Bon: Los paisajes imposibles Pág. -9

V Festival internacional de poesía “Palabra en el Mundo”. Gesto poético en homenaje a Roque Dalton Pág. -8

lEcturas clásicas

Poesía de Roque Dalton. Pág. -6

fotopoética

Roque Dalton y Ernesto Cardenal en una playa de Cuba Pág. -3

“EntrEcomillas”Roque Dalton: La gran burguesía Pág. -2

la caricatura también valE

Carlos Alfredo Ruíz “Ruz” Pág. -1

nuEvos libros publicados por El sni-miranda

Transitando sus huellas de Nilka Subero - Un caballo bien bonito de Jesús Arvelo. Pág. 0

Grupo literario ¿al vacío...?de Santa tereSa del tuyJulio Valderrey, Isaac Morales Fernández, Leonardo Delgado, Leonard Delgado, Daniela Moreno Urdaneta, Magdalena Goncalves, Rosa Anyélica Guevara, Michelle Antoine, Ana Karina Rondón. HiStorial de colaboradoreS: Iván Espinoza, Jen Martínez, Javier Pérez, Ulises Orellano, Angélica Aguilar, Martina Aguilar, Jesús R. Alustiza, Jonny Galué, Omar Villegas H., Alí Rodríguez, Julián Márquez, Roger Herrera, Dannybal Reyes, Ángel Malavé, María Eugenia González, Vicente Alí Flores, Virgilio Flores, Jesús Silva Irazábal, Yrene Fernández, Joel Rojas, Alejandro Silva, Ana Teresa Carmona, José Franquiz, Doris Osorio, Lennys Pérez, José Javier Sánchez, Diego Sequera, Juan Alberto Paz, Usbaldo Volcán, Fulvio Quintana, Susana García, Michelina Flammia, Miguel Bellorín, Luis Alexi Salas, Elleri Chacín, Ariany Rodríguez, Jenny Gugli, Yhonais Lemus, Lenín Santiago Márquez, Omar Requena, Frank Fernández, Francisco Arévalo, José Gregorio Carmona, Metodio Aurely, Annelisa Addolorato, Raday Ojeda, Ricardo Juan Benítez, Gladys Urbina, Luis Vielma, Pedro Mata, Enrique Duarte, Cirilo Gil, Rodolfo Rodríguez, Manuel Vicente Monasterios, Gabriel González Miranda, Gustavo Solórzano, Leandro Blanco, José Jiménez, Marcelo Seguel Bon, Carlos Bravo, Luis Lacave, Héctor Seijas, Juan Emilio Rodríguez, Ernesto Sosa, José Antonio Hernández, Juan Chávez López, Hamlet Marín, Pablo Benítez, Alexander Ruíz, José Luis Araque, Jesús García, María Cristina Solaeche, Grace Kelly Cervantes, Mirlena Pérez Silva.amiGoS cercanoS: Isaac Valderrama, Ruth Celeste Conde, Luis Lares, Rosa Virginia Rodríguez, David Acosta, William Osuna, Elizabeth Verde, Álvaro Trujillo, Mayjuer Mendozz, Evelyn Durán, Nancy González, Iván López, Keny Loaiza, Mabel González, Leonardo Caraballo.

e d i t o r i a lFebrero, mes para nuestro pueblo de levantamientos y re-

beldía como la poesía misma. Mes del nacimiento de ideas incendiarias despertando a un pueblo a tomar conciencia del papel que ejercen en la historia, de la necesidad de acceder al conocimiento. En esto ultimo surge la tarea de la poesía y del poeta entendiendo que todo lo que haga en pos de la poesía y su alrededor termina por aportar cambios importantes a la sociedad. Mes de revolución. ¿Quién niega que la poesía, por excelencia, lleva entre los conductos de las palabras el com-bustible de la revolución? Dice José Manuel Briceño Guerre-ro “el verdadero creador no puede nunca ser querido porque desordena e intranquiliza”. A mi parecer, esto es revolucio-nario por excelencia. El poeta es un cronista de su tiempo, las situaciones políticas no le son ajenas, con la poesía buscamos la belleza, el humanismo, la concepción de una sociedad libre fuera de explotaciones y de miserias. Partimos de un mundo de incongruencias y direccionamos la proa hacia la sabiduría, el amor, la búsqueda de otros estamentos de vida, no teniendo ganancia más que el de la poesía. Buscamos un compromiso, aquel que haga levantar las voces de las piedras y nos lleve al ensueño de la justicia social e intelectual. Así lo cantaban y lo seguirán cantando los Roque Dalton, los Chino Valera Mora, los Roberto Sosa, los García Márquez, los Julio Cortázar, los Reinaldo García Blanco, entre otros. Empuñando siempre el mazo de la historia real, de la poética, de la vida misma. Poesía y revolución, he aquí palabras análogas, que construyen, que edifican. Teniendo acceso al arte se comprueba que se trans-forma la sociedad, que nos volvemos más humanos, más sen-sibles. Ahora tenemos el testigo, el sueño, el compromiso y la obligación desde este pequeño pueblo del Tuy de usar los obu-ses en defensa de la palabra escrita, de la irreverencia, de armar los “campos de belleza armada” y desde aquí ofrecer un nuevo panorama en los huertos de la cultura, un panorama inclusivo y renovador donde se respire arte y conciencia de un pueblo liberado y así trascender, pues los poetas no mueren. “Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre porque se de-tendrá la muerte y el reposo” .

L.D.

para EstE númEro dE ¿al vacío...?:consEJo Editorial: Leonardo Delgado, Julio Valderrey, Daniela Moreno Urdaneta, Rosa Anyélica Guevara, Isaac Morales Fernández columnista fiJo: Jesús Silva IrazábalcolaboradorEs: maría cristina solaEchE, lEandro blanco, alExandEr ruíz, pEdro mata, michEllE EtiEnnE antoinE, gracE KElly cErvantEs, mirlEna pérEz silva

corrEos: [email protected] [email protected]áginas: http://grupoliterarioalvacio.blogspot.com http://imprentademiranda.blogspot.com

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¿al vacío...? ___________________________________________________________________________ ¿al vacío...? ___________________________________________________________________________

LITERATURA VENEZOLANA RECIENTEPoetas llaneros (II)Alexi Gómez Briceñonuevamente

Nuevamente están los hombres habitadosVenidos en el círculo de infinito tiempoNuevamente en el pálpitolos días recobran su infancia y contemplanotras distancias próximas sin nombreque perfilan memorias de antiguos soles con abismos

Y amaneceen el siglo, el milenio, el umbral, la orillapespuntante el mito y los enigmasOtra sangre y la mismaAl cuerpo viene un alma en la raízpedestal sin friso y sin edadEl himno para el panEl gesto incandescente Se vuelve a la semilla

La noche era infinitaVenimos de muerte / con Gerbasi /Neruda / con los otros / la utopía nuevamenterestituye y alumbra para intentar salir del laberintoVuelve la algarabía sobre follajes delirantes y abonos entrañadosRetorna el epicentrocon un salvante diáfano de epopéyico acentoechando con escombros todavíael aire de una voz mas heredada

por usted Su excelenciay su gesta inconclusa / se siente sístole y diástoleen el palpitar de Venezuela / que estremece en adentrosel femenino cuerpo de esta América toda

Manuel Darío Grubercaballo de fueGo

A José León Tapia

I

Los tecnócratas se instalan muelles / en el ultimo piso de la democracia.Entretanto la miseria cabalga / sobre un caballo de fuego / y la esperanza

se asfixia en la retórica. / Solo un puente de luz en lonta-nanza / se yerguedesafiando las sombras / sobre las altas colinas. / Detrás de cada muro de cada piedra / los roedores merodean / los predios margina-les de la metrópolis.

II

Los azules reflejos fulguran a lo lejos / y dan paso al espi-ral bermejo de las furias. / Bajando de sus miserables viviendas / bajando hacia la gris arquitecturade la urbe / solo bajando con sus cascabeles / y los sordos tambores de la guerra / para dejar la piel en las trincheras / para quemar la angus-tia de las horas.

Ángel Eduardo AcevedoSoleS

Te has nutrido de broza y canícula,de matorrales, rozas, lumbre de humaredas.Eres silueta de árboles pesados,bejuqueros, dragales.Las vegetaciones mas recónditas.El llanto que siempre te nombraba.Lunar de cera de colmena.Corazones y copas de acapro.Tenias que ser como tu eras.aun no existías y te nombrabay llevabas maleza en la piel.Por tu cuerpo pasaron candelas.Adentro están los suelos quemadosy el fulgor.No hay paisajes perdidos,no hay cuartadas arcillas,resolanas, que no encierres.Te yergues en lomas de sol,reverberan tus pasosy hueles a él.Comías las frutas a flor de agua,deidad salvaje.Bien pudiste nadar corriente abajo,perderte en los arbustos sumergidos,podrirte como un talloentre la capa vegetal y la greda negra.

UNIÓN NACIONAL DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE HONDURASANTE DEL DECESO DEL COMPAÑERO ESCRITOR

FINLANDER DÍAZ CHÁVEZTegucigalpa, 20 de diciembre de 2010

La Unión de Escritores y Artistas de Honduras (UEAH), ante el desaparecimiento físico del escritor Finlan-der Díaz Chávez se pronuncia de la siguiente manera:

1. Finlander Díaz Chávez fue un compañero de recio y enriquecido trabajo intelectual marxista que ocupó su pensamiento para explicar las condiciones del subdesarrollo hondureño, fue capaz de interpretar el pensa-miento morazanista a la luz de una revolución contemporánea que propone la construcción de un nuevo Estado socialista en donde la equidad, la democracia participativa y la soberanía popular constituyan los ejes centrales de una nueva sociedad, donde gobiernen los pobres, es decir las fuerzas estructurales de la justicia social.

2. Finlander Díaz Chávez cumplió en su momento un extraordinario papel de intérprete académico de la pobreza y el subdesarrollo, y esgrimió argumentos de verdadero aporte al análisis del pensamiento latinoame-ricano de liberación, cuya expresión ideológica pudimos leerla en editoriales mexicanas que difundieron su pensamiento crítico, en los últimos tramos del siglo XX.

3. Su reciedumbre y lucidez ideológica siempre marcó el sendero de las interpretaciones políticas y eco-nómicas certeras y puntuales, al momento de enfrentar la compleja realidad que nos impone el imperio y su vinculación con la oligarquía dependiente y servil que caracteriza a la burguesía hondureña.

4. Rafael Díaz Chávez es el ícono ideológico y político del intelectual comprometido con el decurso his-tórico de la lucha anti-imperialista que se suma a la pléyade de escritores tales como Alfonso Guillén Zelaya, Jacobo Cárcamo, Ramón Amaya Amador, Medardo Mejía y demás compatriotas escritores que han establecido la verdadera ruta crítica del pensamiento morazanista y liberador de la nueva Honduras, por la cual lucha la Re-sistencia Nacional, representada esta fuerza en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), coordinado actualmente por el indiscutible liderazgo político de nuestro ex presidente Manuel Zelaya Rosales.

5. Nuestra organización gremial, la UNIÓN NACIONAL DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE HON-DURAS (UEAH), no puede menos que lamentar profundamente la desaparición física de nuestra amigo, com-pañero y guía ideológico que marcó en nuestra generación, un nuevo pensamiento revolucionario pleno de vitalidades ideológicas y responsabilidades históricas en pro de la transformación de la sociedad nacional y la instalación en su momento, de un nuevo orden político revolucionario y profundamente liberador.

6. Que la vida, obra y pensamiento de Finlander Díaz Chávez constituya nuestra ruta de pensamiento re-volucionario inclaudicable, a fin de que sigamos el ejemplo de su plena vida morazanista, en todo momento y en todo lugar.

Loor a nuestra compañero camarada FINLANDER DÍAZ CHÁVEZ, que su memoria siempre resplandezca en nuestro pensamiento y que su ejemplo represente un sol siempre sereno y liberador en el decurso contempo-ráneo de la literatura hondureña, de la identidad nacional y del Frente Nacional de Resistencia Popular.

LOS ESCRITORES COMO FINLANDER DÍAZ CHÁVEZ JAMAS MUEREN NI DESAPARECEN

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Obras del Finlander Díaz Chávez:

Del fundo a los espacios libres (1965); La revolución morazanista (1965); Las raíces del hambre y de la rebeldía a la explotación (1962); Hacia una dialética del subdesarrollo (1971); Sociología de la desintegración regional (1972); Análisis crítico de las condiciones técnicas de los ferrocarriles de la Standard Fruit Co. (1973); La independencia de Centro América: dilatado proceso de liberación nacional (1973); Carías: el último caudillo frutero (1982); El soplo en la frente (1985); La identidad nacional (1986); Pobre Morazán, pobre (1988); El subdesarrollo del Valle de Sula, una investigación de las causas naturales y artificiales del desbordamiento de sus ríos (1992); Acerca del proceso educativo en la enseñanza primaria: sus contradicciones esenciales y su ley interna de subdesarrollo (1970); Morazán, la pasión por la política (1990); En el frente de la tragedia (1996)

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POETAS VENEZOLANOS ACTUALESEduardo Mariño

San Carlos, Edo. Cojedes, 1972. Escritor y artista plástico. Ha sido coordinador editorial y de literatura del Instituto de Cultura del estado Cojedes, coordinador de unidades técnicas del Mu-seo Casa de La Blanquera y miembro del Consejo de redacción de la revista Tiriguá. Trabajó como Funcionario del Ministerio de Educación. Ha publicado los siguientes títulos: Por si los dioses mueren (poesía, 1995); Cacería (cuentos, 1999); La vida profa-na de Evaristo Jiménez (poesía, 2002), libro con el cual recibió el Premio de Poesía Fernando Paz Castillo 2002; La salvación por el hastío (cuentos, 2005), con el que obtuvo el premio del concurso de cuentos del Ipasme 2004; Del “diario de un cautivo” (cuentos, 2006); y A la salida del fastuoso recital (poesía, 2009). Actualmente es Director del Gabinete Cultural Ministerial del Es-tado Cojedes.

CACERÍA

Hablábamos de ciertas noches en que una cerveza puedecambiarle la ruta al destino: te evade y se aleja parasiempre o arremete contra ti como un caballo ciego de ira.Es la simple razón de los abandonos, macilento letargoque todo lo difumina hasta que de ti mismo, solo una mancha borrosa doliendo menos en el espíritu.

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INTERTEXTUALIDAD SEGÚN EVARISTO JIMÉNEZ

Cierto poema puede ser tan terrible que nadie te obliga.eso sí: no esperes que sea el lector quien asuma tanta culpa.

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PODÉIS IR EN PAZ

Disfruto de la ubicuidad de cierta nada: Las cosas del día me absorben y escupen sin lastima ni brillo, sin oropeles obanderas flameantes. ¿Habíase visto tanta libertad en medio de

la noche?Prepárense ahora, para decir la otra oración.

-.--.--.--.--.--.--.-

DICEN EN EL PUEBLO (¿CUÁL PUEBLO, POR DIOS?)

Miro a Penélope, ya no banco de pino verde, liceo mejor.Vestida en absoluto azul e inocencia, sonriendo abrilesque no ayer, es mil nueve ocho cuatro y en mi, el afán de justificar libros, palabras diciéndose solas, hasta hoy, por siempre.

INSOMNIO SIN PRISAS

Cada noche me duermo pensando en que no debopermitirme otra noche tan ingrata al día siguiente. Con cautela me acerco del modo menos perjudicialal limite de mi propio entresueño, duermevela peligrosaque al menos me asegura uno que otro amanecer agradecido.

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LUNE ROUGEàTRE DES LèVRES

¿Dónde esta el juego inocente? ¿Dónde la perversidad? No lo sé.

Sólo percibo un palabreo incesante que me devora y me deprime,

me hunde y me devuelve como en un dudoso aquelarre de espaldas

contra espaldas al viento, rocas mancilladas por los pasos devueltos,

los pasos atrás, siempre, atrás. Salgo a descampado de este palabreo y

soy presa fácil ¿pueden verlo así?: Pálido rubí de labios perdidos que

somete la palabra a su tacto.

PER SPECULUM, IN AENIgMA

Están los rostros que he usado en anteriores sacrificios, injuriosos desmanes que nombro y aniquilo continuamente en mi espuria perspicacia de fiera, acasoesperando un ritual intuitivo y febril que se desarrollara en las manos que ya no toco.

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NO LLEVARÁS TRAS TUS PASOS TANTA SED

El amanecer es una tarde revertida hasta el hastío,disolución de un tiempo doble poblando de nervio el asombro. Cada día que pasa nos otorga el secreto de un ansia desconocida.El ineludible mañana nos pesa tanto como el ayer.

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UNA HORA CON ROQUE DALTONEntrevista realizada por Mario Benedetti en 1969 con motivo de Dalton haber ganado el Premio Casa de las AméricasMARIO BENEDETTI: ¿Cómo caracterizarías la tra-yectoria de tu poesía?ROQUE DALTON: Al igual que un gran número de poetas lati-noamericanos de mi edad, partí del mundo nerudiano, o sea de un tipo de poesía que se dedica-ba a cantar, a hacer la loa, a construir el himno, con respecto a las cosas, el hombre, las sociedades. Era la poesía-canto. Si en alguna medida logré salvarme de esa actitud, fue debido a la insistencia en lo nacional. El problema nacional en El Salvador es tan complejo que me obligó a plantearme los términos de su expre-sión poética con cierto grado de complejidad, a partir por ejemplo de su mitología. Y luego, cierta visión del problema político, para la cual no era suficiente la expresión admirativa o condenatoria, sino que pre-cisaba un análisis más profundo. Esto me obligó a ir cargando mi poesía de anécdotas, de personajes cada vez más individualizados. De ahí provienen ciertos aspectos narrativos de mi poesía, aunque, llegado a determinada altura, tampoco resultaron suficientes y debieron ser sustituidos por una suerte de racionaliza-ción de los acontecimientos. Viene entonces mi poesía más ideológica, más cargada de ideas.MB:En esta etapa precisa ¿usas también la poesía de personajes?RD: Sí, la sigo usando. Por ejemplo, el libro premia-do está cargado de personajes. A veces se da el caso de que los personajes opinen en contra de lo que yo pienso. Eso lo hago para establecer una contradicción dialéctica, en el seno de la expresión poética. El lector es quien puede resolverla.MB: ¿Y la zona subjetiva?RD: También existe, por supuesto. Incluso para en-frentar la historia hay expresiones de ese tipo: simple-mente opiniones que surgen de una apreciación subje-tiva de la realidad.MB: ¿Cómo calificarías La taberna y otros poemas con respecto a tu obra anterior? ¿Continuidad o rup-tura?RD: Yo diría que ambas cosas. Desde el punto de vis-ta del desarrollo de la expresión, es continuidad. Ahí están presentes la poesía de personajes, la índole na-

rrativa, la utilización de la anécdota, etc. Pero es tam-bién ruptura en la medida en que plantea, y acentúa de una manera nueva, la expresión política, llevando así el conflicto a lo ideológico, y rompiendo con una serie serie de estructuras caducas del movimiento revolu-cionario en el que de algún modo estoy inmerso.MB: Tengo entendido que el primer título fue “Poe-mas problemas”.RD: Exactamente. Ese título tenía para mí dos sig-nificados: por una parte, yo estaba entonces influido por el movimiento de poesía concreta y quería jugar un poco con la tipografía (ahora la poesía concreta ha dejado de interesarme como juego tipográfico): fíjate

que la palabra problemas sólo tiene tres letras más que la palabra poemas. Aparte de eso, reflejaba, desde el punto de vista del contenido, la esencia de lo que yo quería expresar en este libro, es decir: poemas que, al sumergirse en la lucha ideológica, se convertían ellos mismos en problemas.MB: ¿Y por qué le cambiaste el título?RD: La situación planteada en el libro es verdadera-mente problemática: acentuarla más aún desde el títu-lo, hubiera sido repetitivo, tautológico.MB: Creo que el gran poema del libro es el titulado “Taberna”. También fue el que más impresionó a los jurados, a pesar de su inusual extensión. ¿Cuál fue su génesis?RD: “Taberna” es virtualmente una crónica de los esquemas mentales de un sector importante de la ju-ventud checa, en los años 1966 y 1967. El método de trabajo fue el siguiente: hay en Praga una taberna muy famosa, una cervecería que data del siglo XIII, llama-da Ufleku, donde se reúne la juventud checa a beber cerveza y a conversar; también concurren muchos ex-tranjeros residentes en Praga. En varias oportunida-des, escuché allí trozos de conversaciones; eran de tal interés (sobre todo si se considera el marco en que se daban: un país socialista, a veinte años de revolución) que me impulsaron a tomar apuntes. De pronto me di cuenta de que eso era un material sociológico y que yo estaba efectuando una suerte de furtiva encuesta acerca de toda una ideología. Confieso que empecé sin propósitos demasiado definidos, simplemente or-denando lo que recogía; luego pensé que el posible mérito era la propia existencia de ese material, y que el trato más adecuado debía ser una rigurosa objetividad. Me decidí entonces a construir un poema, debido a que las expresiones recogidas tenían suficiente calidad literaria; un poema en el que fuera posible introducir aquellas expresiones, dejando que por sí mismas cons-truyeran sus posibilidades de conflicto. Las yuxtapuse y les di algún tipo de montaje, pero sin intención de jerarquizarlas entre sí. Algo así como un poema-obje-to; sin embargo, la carga política era tal, que dejó de ser un poema-objeto para convertirse en algo eminen-temente político. MB: Desde un punto de vista formal ¿qué diferencia hay entre el procedimiento que utilizaste y el corrien-

temente usado por etnólogos o antropólogos? Pienso en Oscar Lewis, o, para mencionar un ejemplo cuba-no, en Miguel Barnet.RD: En el caso de Barnet, había un propósito origi-nal. No hay que olvidar que Miguel tiene formación científica y trabajó con la intención de reconstruir un período de la historia cubana. En cambio, mi punto de partida fue mucho más ingenuo. Yo partí del asombro político que, como comunista extranjero en Praga, ex-perimenté al enfrentarme con un panorama ideológi-co que no esperaba encontrar en un país que llevaba veinte años de socialismo. Además, la experiencia del socialismo que yo tenía era la cubana, donde el senti-do ele lo heroico, el fervor de la revolución, el orgullo de ser comunista y revolucionario, eran desde luego el pan de cada día para la juventud; en cambio, la proble-mática planteada por los jóvenes praguenses, era una mescolanza de misticismo, religiosidad, anticomunis-mo, esnobismo, nihilismo; o sea una cantidad de for-mas ideológicas que el imperialismo exporta para el consumo de los pueblos que él mismo se encarga de oprimir.MB: Ya sé que hay inevitables distorsiones de la me-moria, y no me refiero a ellas cuando te hago la pre-gunta: ¿nunca pusiste en boca de los jóvenes alguna expresión inventada?RD: Prácticamente no inventé nada. Claro que en la labor ele montaje hubo algunos giros complementa-rios. Y eso daba la continuidad de un pensamiento a otro. A veces, ante la perspectiva de que un pensa-miento pudiera ser mejor entendido con el agregado de una metáfora, hice anotaciones en ese sentido. Por ejemplo, hay un momento en que hablan de Africa en una forma un poco despectiva. Entonces construyo una metáfora cam gala de ese contenido de menospre-cio, y pongo en boca de uno de los muchachos estas palabras: “Africa, ese mercado negro”. Nadie las dijo nunca en la taberna, pero son un afinamiento de lo que querían decir.MB: La sección checa del libro ¿fue escrita an¬tes o después de los acontecimientos de agosto de 1968?RD: Fue escrita en los años 1966 y 1967, o sea cuando viví en Praga.MB: Me parece importante destacarlo, porque los su-cesos de 1968 pueden cargar tus poemas de un senti-

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do muy particular.RD: Desde luego. Mis poemas representan la visión de un latinoamericano, en esos aros, o sea cuando se estaban gestando muchos de los conflictos de hoy. La parte checa es la sección final del libro. La parte inter-media es una visión de mi país, a partir de una mirada extranjera. Otra vez una poesía de personajes. Pongo a hablar a los integrantes de una familia inglesa, muy decadente y aristocrática, que llega a El Salvador con el objeto de rehacer su fortuna, perdida en Inglaterra, y que se enfrenta a las condiciones de un país subdesa-rrollado, con la actitud de la aristocracia inglesa venida a menos. Tuve noticias de esa familia por expresiones que le oí a mi padre (quien, como sabes, era norteame-ricano), refiriéndose a la total incomprensión con que esos ingleses miraban el país. Esbocé esos personajes melancólicos, y construí una serie de poemas que son una manera de reirnos los latinoamericanos de la vi-sión que de nosotros tienen los europeos. Por último, y ya que seguimos un orden inverso, la parte intro-ductoria del libro está compuesta por una colección de poemas sin mayor unidad, acerca de temas varios.MB: Y la línea amorosa, que ha sido bastante impor-tante en tu poesía, ¿prosigue en este libro?RD: Sí. Prosigue en todos los niveles; tanto en los poe-mas sueltos, donde hay problemas amorosos persona-les, como en los referentes a la familia inglesa, donde se tiene en cuenta el conflicto amoroso decadente. Por último, están presentes algunos aspectos del amor en el seno de una sociedad socialista, cuando el amor y la sociedad se enfrentan desde el punto de vista de una conciencia deformada. Es el caso de la decantación del amor sobre la base de una vida común, cimentada en falsos valores. Hay un poema que se titula “His-toria de un amor” y que está integrado por una serie de documentos sobre el destino trágico de una pareja, formada por un extranjero y una muchacha checa que se casan en Praga y empiezan a vivir falsamente el socialismo; finalmente, el matrimonio se destruye de la manera más burguesa posible.MB: Por los fragmentos que conozco de tu libro, y por lo que ahora me cuentas, veo que podría ser consi-derado como poesía comprometida. Ahora bien, ¿qué sentido le das al compromiso?RD: Me parece que para nosotros latinoamericanos

ha llegado el momento de estructurar lo mejor posible el problema del compromiso. En mi caso particular, considero que todo lo que escribo está comprometido con una manera de ver la literatura y la vida a partir de nuestra más importante labor como hombres: la lucha por la liberación de nuestros pueblos. Sin embargo, no debemos dejar que este concepto se convierta en algo abstracto. Yo creo que está ligado con una vía concre-ta de la revolución, y que esa vía es la lucha armada. A este nivel, entiendo que nuestro compromiso es irre-ductible, y que todos los otros niveles del compromiso teórico y metodológico de la literatura con el marxis-mo, con el humanismo, con el futuro, con la dignidad del hombre, etc., deben discutirse y ampliarse, a fin de aclararlos para quienes van a realizar prácticamente ese compromiso en su obra y en su vida; pero en noso-tros, escritores latinoamericanos que pretendemos ser revolucionarios, el problema del compromiso de nues-tra literatura debe concretarse hacia una determinada forma de lucha.MB: Dentro de esa acepción ¿qué lugar dejas a aque-llos autores que escriben cuentos fantásticos, o cuen-tos realistas no referidos a una concreta realidad po-lítica, y que en su actitud personal tienen en cambio una militancia?RD: No creo que este problema se resuelva a nivel de géneros. Un combatiente revolucionario puede hacer magnífica literatura inmediatista, e incluso panfletaria si le viene en gana o si las necesidades de la lucha cotidiana así se lo exigen; pero también sirve a la re-volución si es un excelente escritor de ciencia-ficción, ya que la literatura, entre otras funciones, cumple la de ampliar los horizontes del hombre. En la medida en que el pueblo puede captar los significados, últi-mos o inmediatos, de una gran literatura de ficción, estará más cerca de nuestra lucha, y más todavía si es capaz de analizar la enajenación que el enemigo le im-pone. Por eso no vemos razones para plantear la obli-gación de que el escritor militante se reduzca genérica o temáticamente a una línea muy estrecha. Partamos mejor del otro extremo, o sea de su actitud ante la lu-cha revolucionaria. Una vez que este problema está resuelto, el asunto de los géneros y del rumbo literario servirán para enriquecer la línea revolucionaria que ha escogido en su vida. Por otra parte, y tal como lo cita

la última declaración del comité de colaboración de la revista Casa de las Américas, en la lucha de clases se cumple también el papel de arrebatarle a la burguesía el privilegio de la belleza, como lo sostiene Regis De-bray. En el terreno literario, las relaciones entre la mi-litancia y la literatura como resultado de la creación de un revolucionario, sólo pueden ser positivas. Hay otro terreno en el que sí podría haber conflicto, y es a nivel ideológico. En la medida en que, a través de la lite-ratura, se plantearan ideológicamente posiciones que estuvieran en contradicción con la militancia revolu-cionaria, se originaría un conflicto, del cual no tiene culpa la literatura corno tal; se trataría más bien de un problema ideológico del escritor. Ahí es donde cabe situar el problema de las famosas “desgarraduras” en-tre el poeta y el militante político, cuando ambos son la misma persona. “Desgarradura” es un término que se ha acuitado para ocultar que se trata de nn problema ideológíco; si se le quiere seguir llamando así, habrá que decir que se trata de una desgarradura ideológica, y que por tanto debe solucionarse a nivel ideológico.MB: En tu caso personal, ¿ha habida conflicto entre tu militancia política y tu calidad de escritor?RD: En alguna ocasión me han preguntado eso, y muy a la ligera he dicho que no. Lo que he querido decir es que para mi ha sido posible estructurar mi obra poéti-ca en el seno de una vida de militancia política, o sea que me acostumbré a escribir en la clandestinidad, en condiciones difíciles. Pero evidentemente existe otro nivel, He tenido conflicto cuando he tenido problemas ideológicos. Cada vez que he experimentado una des-garradura, ha sido porque se me planteaba una con-tradicción entre una posición política y una posición ideológica expresada en mi literatura. En la medida en que pude superar mis debilidades en este terreno, di pasos hacia adelante; en la medida en que no los pude superar, tengo aún conflictos. Hay una serie de aspec-tos de la revolución, muchos de ellos planteados a es-cala mundial, frente a los cuales yo posiblemente no tengo conceptos muy claros, y por lo tanto siento que me afectan; pero, como te decía antes, son cuestiones absolutamente resolubles en el plano ideológico. MB: Como sabes, hace tiempo que me vienen pre-ocupando los problemas derivados de las relaciones entre el intelectual y el socialismo, entre el escritor y

la revolución. Muchas veces juzgamos esa relación en base a prejuicios pequeñoburgueses y a un concepto liberal de ciertas palabras claves; también en otras épocas fueron propuestos como soluciones ciertos mé-todos relacionados con el stalinismo. Personalmente creo que la verdadera solución no está en ninguno de esos planteos. Quizá debamos crear una nueva rela-ción entre el escritor y la revolución. O acaso inven-tarla. Me gustaría conocer tu opinión sobre esto.RD: Bueno, tú partes de realidades concretas que nos ahorran definiciones. Por un lado, prejuicios pequeño-burgueses que se interponen entre el escritor y las insti-tuciones del socialismo, entre el artista y la revolución en el poder; y por otra parte las metodologías, desti-nadas a resolver este tipo de relaciones, que otorgara el stalinismo en el pasado. Creo también que usaste una palabra justa para hacer la proposición: hablaste de inventar nuevos métodos y nuevos contenidos en la relación del escritor con el socialismo instituciona-lizado. Desde luego, se trata de una labor muy amplia, que debe ser de invención común, en la cual partici-pen los creadores, los hombres de cultura, el Estado, las instituciones del socialismo, pero todos en relación con el pueblo, que en definitiva es el destinatario últi-mo y el productor primario de toda la materia cultural, en cuya elaboración no somos sino intermediarios. En las grandes perspectivas de esta invención no deben por lo tanto interponerse proposiciones según las cua-les los creadores seamos simples dictadores de viejas opiniones, ni tampoco que se introduzcan por algún resquicio los métodos stalinistas que sentaron juris-prudencia para resolver determinados problemas en este terreno. La cuestión es verdaderamente profunda y tiene que ver con los fines últimos de la revolución. En la actualidad hay que darle particular importancia a este problema; todos estamos obligados a participar en su solución, así como a iniciar la discusión con un nuevo estilo, dispuestos a llamar a los problemas por su nombre y a no perder jamás la objetividad. Debe-mos hacerlo con un criterio revolucionario, marxista, científico, apegado a la experiencia histórica y a las perspectivas concretas del futuro, tal como se trabaja cuando se planifica una zafra, la apertura de una nueva rama industrial o las relaciones internacionales de un Estado. Entiendo que podemos ver estas posibilidades

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con optimismo. En nuestros paises, sobre todo en el lugar donde el socialismo se ha encarnado realmente en nuestro hemisferio (me refiero a Cuba), se abren reales posibilidades de una instauración de nuevas re-laciones y de inventarlas con audacia (precisamente la audacia ha sido una característica de esta revolución), con la mirada puesta en América Latina, ya que Cuba es el inicio de la revolución latinoamericana.MB: Mencionaste la dimensión histórica, y también la audacia de la experiencia cubana. Me parece que si a esa audacia agregamos una modestia verdadera por parte del creador, tal vez encontremos los elementos para resistir a dos de las más riesgosas tentaciones que padece hoy el intelectual: ser fiscal de la historia, o ser víctima de ella. RD: Tocas un problema importante. Los intelectuales tendríamos que concurrir a la elaboración del nuevo tipo de relaciones entre el artista y la revolución, con absoluta conciencia de ese tipo de peligros. La última experiencia histórica nos demuestra que, precisamente por nuestras debilidades ideológicas, por nuestros pre-juicios pequeñoburgueses, por el tipo de sociedad en la que hemos estado inmersos y que tanto nos ha de-formado, tratamos de preservar nuestra individualidad hasta territorios que contradicen las raíces mismas de nuestros ideales humanistas. ¿Qué les ha pasado a los grandes poetas que han tratado de convertirse en fisca-les intocables de la vida pública, o a los escritores que, en nombre de una supuesta libertad intocable, tratan de convertirse en víctimas de la historia? A pesar de lo conmovedores que puedan parecernos sus avatares, debemos reconocer que uno a uno han ido cayendo y han terminado por incorporarse, muchas veces a pesar suyo, a la gran industria del espectáculo editorial, del gran show editorial que, detrás de su apariencia lumi-nosa, tiene intereses concretos que pueden responder al enemigo. Cuando una personalidad que maneja los problemas de la conciencia, de la historia, de la cul-tura, y que muchas veces ha sido portavoz de gran-des inquietudes de nuestras masas, cuando un poeta a quien el pueblo le ha dado su calor, cae n la industria del espectáculo a que aludo, se convierte de inmediato en un elemento más de la enajenación de nuestras ma-sas populares y por lo tanto pasa a cumplir una labor histórica francamente negativa, reaccionaria. Ninguno

de nosotros esta libre de caer en ese riesgo, y por eso la vigilancia sobre nosotros mismos y sobre nuestros compañeros debe mantenerse, en un sentido revolu-cionario, a pesar de que los evidentes errores come-tidos en el pasado por parte de instituciones de esta-dos socialistas, nos pongan muchas veces en guardia contra ciertas palabras. Estamos entre revolucionarios y dejaríamos de serlo en el momento en quo entre-gásemos las armas de la crítica; pero no simplemente corno escritores, sino también como ciudadanos de un país, como revolucionarios de fila. Además, como es-critores, tenemos derecho a la crítica, y a plantear los problemas en el nivel que sea, y con la profundidad que nos imponga nuestra conciencia. Sin embargo, de-bemos estar vigilantes con respecto a la otra situación: seamos responsables ante nosotros mismos de esos peligros que tú has señalado, en la medida en que es-temos dispuestos a no ofendernos por llamarnos servi-dores de nuestros pueblos. Si hay escritores a quienes les parece denigrante servir al pueblo, francamente no vale la pena que hablemos de ellos.MB: Así como decíamos que conviene estudiar la re-lación entre el escritor y el socialismo, dentro de un estado socialista, creo que también deberíamos estu-diar los problemas derivados de la presencia de un escritor revolucionario dentro de una sociedad de impronta capitalista, o sea dentro de un mercado de consumo.RD: Cuando apuntábamos que un escritor inserto en un país socialista puede caer en la tentación de la industria mundial del espectáculo editorial, o sea la industria que persigue la enajenación de las masas populares, estábamos señalando un peligro real pero también excepcional. En cambio el escritor que trabaja en el mundo capitalista, vive inmerso n una situación presidida por un gran aparato que por lo general está al servicio de la ideología del enemigo, y por lo tanto corre el riesgo de convertirse en su víctima inmediata. Aun el escritor que se rebela, aun el escritor que es digno de su papel y lucha contra la enajenación, puede ser una víctima de ese aparataje y ser aludido desde diferentes niveles.MB: Algo así como una “operación seducción”.RD: O una “operación soborno”, que incluye manio-bras destinadas a dotarlo de, una buena conciencia a

pesar de las concesiones que poco a poco se le puedan arrancar. Todo está destinado a un fin último: asimi-larlo al gran aparato de enajenación, montado en con-tra de nuestras masas populares.MB: El mero hecho de neutralizarlo, ¿no es acaso un buen dividendo para el enemigo?RD: Desde luego, en este aspecto el enemigo ejerce una acción cotidiana, costosísima, que se manifiesta en todos los órdenes de la vida cultural: ediciones lu-josas, excelente promoción del libro, gloria efímera, la posibilidad de convertirse en una suerte de prostituta intelectual, muy bien pagada, o un payaso simpático, al servicio de los intereses más inconfesables, aunque a veces, en los mejores y más inocentes de los casos, no se tenga conciencia de ello. Lo que me produce preocupación es que tales maniobras de seducción al-cancen a muchos de nuestros compañeros y que éstos no adviertan que al caer en la falta de seriedad, en la payasada, o en, las concesiones directas al enemigo, están contribuyendo a crear en los pueblos la imagen de que al intelectual promedio sólo le interesa la frivo-lidad, la publicidad, la tontería.MB: Por eso mencionaba la modestia. Dentro de la operación-seducción, uno de los elementos que mejor maneja el enemigo es un fino tratamiento de la vani-dad. Frente a la modestia verdadera, una modestia que es también orgullo, el imperialismo se siente des-armado. Ahora, volviendo a tu poesía, ¿cómo crees que este libro que acaba de ser premiado, y tu poesía en general, se insertan en la literatura salvadoreña?RD: Los orígenes culturales de mi producción, y el hecho de tratar, por medio de la literatura, de volver a mi país, con una visión tal vez enriquecida por la experiencia del exilio, son en realidad contribuciones de mi país a lo que yo hago. Hay además ciertos es-quemas mentales, ciertas estructuras de lenguaje, que desde luego son absolutamente salvadoreñas. Pero en lo que se refiere a mi obra poética, no creo que sea continuación, o que haya recibido influencia decisiva, de quienes han escrito poesía en El Salvador. Por el contrario, en un porcentaje bastante alto he partido de un rechazo con respecto a la poesía que anteriormen-te se había escrito en mi país, poesía muchas veces inofensiva, que rara vez ha ido al fondo. Y esto no es sólo una apreciación personal, sino que es también lo

que dice la crítica salvadoreña respecto de lo que allí se conoce de mi poesía. Precisamente se ha señalado su carácter de ruptura.MB: ¿De cuál de los nuevos poetas salvadoreños te sientes más cerca?RD: Fundamentalmente, de Manlio Argueta. Es un poeta de mi edad, que por cierto se ha convertido úl-timamente en un novelista muy valioso. La poesía de Argueta está dentro de una línea muy renovadora: es desenfadada, de gran amplitud temática. Hay también un muchacho nuevo, muy joven: Alfonso Quijada. No ha publicado ningún libro, pero conozco poemas suel-tos que revelan un auténtico talento. También un poeta católico, David Escobar Galindo, muy joven también pero con grandes posibilidades de desarrollo. Y des-de luego, Roberto Armijo, de mi promoción: no sólo como poeta, también como ensayista nos ha ayudado mucho a todos en el planteo de problemas sobre nues-tra cultura nacional.MB: Está asimismo tu inserción en la. poesía latinoa-mericana actual. Alguna vez escribí que había dos fa-milias de poetas latinoamericanos, la familia Neruda y la familia Vallejo. ¿A cuál de ellas sientes que per-teneces? RD: Mira, yo quisiera ser uno de los nietos de Va-llejo. Con la familia Neruda no tengo nada que ver. Hemos roto nuestras relaciones hace tiempo. De todos aquellos que surgimos impulsados por el clima de Va-llejo (aunque a esta altura no sé si quedará algún rastro en nuestra expresión formal), descarnado y humano, me siento cerca de poetas latinoamericanos como Juan Gelman, Enrique Lihn, Fernández Retamar, Ernesto Cardenal. MB: Y aparte de los latinoamericanos, ¿cuáles son tus poetas mayores?RD: Tal vez un grupo de poetas franceses, muy disí-miles entre sí. De cada uno he tomado algo. Pienso en Henri Michaux, Jacques Prevert, y (a pesar de que nadie me crea) Saint John Perse. Los leí casi simul-táneamente y ejercieron una notable influencia sobre mí. También algunos poetas de lengua inglesa, como Eliot o Pound. Sin embargo, creo que mi poesía, so-bre todo a partir de El turno del ofendido, se nutrió de otros géneros en mayor grado que de la poesía. Por ejemplo: la novela, el cuento, y hasta el cine. Cons-

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cientemente traté de propiciarme climas generadores de una actividad poética.MB: ¿Y cuáles serían esos novelistas?RD: En el caso de El turno del ofendido, hay conexión (testimoniada a veces por epígrafes) con la novelística de Faulkner, e incluso con la de Hemingway, a pe-sar de que por su sequedad no parece el más indicado para darle a uno aliento poético. Quizá ello se haya debido a que ya por ese entonces me estaba orientan-do hacia una poesía de ideas, y lo que encontraba en los novelistas eran precisamente ideas. Creo que ésa fue la mecánica de la influencia. Y luego la novela latinoamericana, con la que me he sentido especial-mente a gusto en los últimos tiempos. Aquellos escri-tores que hicieron novela en tanto poetas, como es el caso de mi ex-amigo Miguel Angel Asturias, nunca ejercieron influencia sobre mí. Yo leía las novelas de Asturias como grandes poemas surrealistas. Distinta es la relación con los novelistas actuales. Para mí ha sido muy estimulante la novelística de Julio Cortázar, con la cual siempre me entendí muy bien. Sobre todo porque Cortázar tiene una literatura de infancia, que de algún modo se unía con mis vivencias. A pesar de haber nacido en El Salvador, yo crecí en la órbita del fútbol, de El Gráfico, Borocotó, Rico Tipo, César Bru-to, etc.; así que pude comprender muy bien esa zona del mundo Cortázar.MB: ¿Qué importancia han tenido, para tu vida y para tu obra, tus prolongadas residencias en Cuba?RD: La experiencia cubana ha sido para mí decisiva en muchos aspectos. Creo que ha sido la experiencia más importante de mi vida. Al principio, porque fue la primera ocasión que tuve de vivir la construcción del socialismo. En las temporadas inolvidables de 1962 y 1963, tuve el privilegio de compartir con el pueblo cubano el dramatismo y la grandeza de aquel momento, y aprendí alborozado que nuestros pueblos pequeños pueden ser capaces de un destino mundial extraordinario. Como poeta, fue en Cuba donde ad-quirí conciencia de lo que significa escribir en serio, de ser (para emplear una palabra ya vieja) un escritor profesional, alguien que escoge la literatura como ofi-cio. No se si ello aconteció porque era simplemente un nivel de desarrollo o porque aquí se dieron las condi-ciones de libertad (material y espiritual) imprescindi-

bles para poder expresar toda una gama de problemas que nunca hubiera podido encarar en mi país. Cuba sigue siendo una experiencia definitiva y definitoria para mí, ya que luego me fue posible vivir en otros sectores del socialismo, y por consiguiente compa-rar, sacar mis conclusiones, y en ese sentido Cuba ha servido para que yo organizara mejor mis propósitos acerca de la revolución en América Latina y concre-tamente en mi país. Ha sido la vivencia cubana la que me ha dado los elementos fundamentales para tomar una perspectiva, un distanciamiento (para decirlo a la manera brechtiana) por cierto muy útil para apreciar el problema concreto de la revolución en mi país.MB: El premio Casa ha tenido este año un colorido especial que lo diferencia de años anteriores. Por otra parte, fue mucho mayor la concurrencia de obras pre-cedentes de América Latina ¿Crees que tales detalles tienen algo que ver con una nueva actitud del escritor latinoamericano, o con nuevos aspectos de la reali-dad continental?RD: En primer lugar, este nuevo colorido, este nuevo nivel de calidad revolucionaria del premio Casa, está espléndidamente sintetizado en el premio de ensayo que le fuera otorgado a Héctor Bejar, preso en las cár-celes peruanas. Quiero decirte también que yo asocié muy curiosamente el premio a dos nombres: el de Re-gis Debray (fue en la Casa de las Américas donde nos encontramos varias veces) y el de mi querido e inolvi-dable hermano, Otto René Castillo, guerrillero guate-malteco, asesinado por el gobierno de su país después de haber sido capturado herido en la montaña. Los poemas de Castillo me llegaron precisamente el día siguiente a la otorgación de los premios. Por eso uno al nombre de Béjar, al de Regis Debray y al recuerdo de Otto René Castillo, el significado del premio Casa. Cuando me dices que en este año han participado más obras latinoamericanas que en años anteriores, inter-preto ese hecho como una señalable radicalización de los escritores revolucionarios de América Latina, que subrayan su adhesión a Cuba debido a que ven en ella la encarnación de sus esperanzas y del futuro de sus pueblos. También es un modo indirecto de apoyar una línea política de la revolución latinoamericana: la lucha armada. Por eso me parece importante el sig-nificado del ensayo de Béjar. Según los extractos de

su libro, aparecidos después del premio, Béjar (no se trata de una cita textual sirio de su sentido esencial) desde la cárcel trata de expresar que nos encontramos en un momento crucial del proceso revolucionario, y al enviar su ensayo a la Casa de las Américas, intenta subrayar la posibilidad, la urgencia, la importancia de-finitiva y la verdadera necesidad histórica, de impulsar y desarrollar la línea de lucha guerrillera en América Latina.MB: ¿Y qué estás preparando ahora?RD: Trabajo en un largo poema, “Los hongos”, que de alguna manera enfoca la pugna que existió en mi juventud entre la conciencia revolucionaria y la con-ciencia cristiana, resuelta (con una manera hasta un poco joyceana) en el centro de un colegio jesuita. Tra-ta de ser tina larga carta a mi profesor de filosofía en ese colegio. En otro terreno, he terminado un ensayo sobre las tesis enunciadas por Regis Debray en ¿Revo-lución en la revolución? Ese ensayo pretende en gran parte ser una defensa y una actualización de tales tesis frente a las posiciones de ciertas organizaciones de iz-quierda latinoamericanas, como por ejemplo los PC argentino y venezolano. Luego lago un balance obje-tivo de lo que ha significado el libro de Debray para la teoría revolucionaria en América Latina, y también algunas apreciaciones críticas sobre ciertos aspectos del texto de Debray.MB: No sé si conoces el reciente libro de Jorge Abe-lardo Ramos, que concluye con un largo ataque a la teoría del foco y otros planteos de Debray.RD: Sí, lo conozco. Me parece un libro interesante, brillante y muy ágil. Es claro que estoy en completo desacuerdo en cuanto a sus conclusiones sobre la lu-cha revolucionaria y sobre la metodología de la acti-vidad revolucionaria, no sólo porque parece evidente que el autor desconoce las realidades actuales de esa lucha a nivel continental, sino también porque hace demasiadas concesiones a su propia brillantez y a su propia ironía, olvidándose del análisis concreto de las posibilidades y de la relación entre las teorías propues-

tas y las realidades de nuestros países. Muchas veces se limita a dejar constancia de sus chistes. Con esa actitud no me parece que lleguemos a ninguna parte. Atacar por ejemplo el foco guerrillero, reduciéndolo a un grupo de atletas que aprenden a sobrevivir en la selva a la manera de Tarzán, me parece una reduc-ción al absurdo de las posibilidades de una polémica seria sobre materia tan compleja. En mi libro sobre Debray tomo una posición contraria a las conclusiones de Ramos. Es curioso anotar cómo, en los hechos, hay una coincidencia casi absoluta entre las posiciones de Jorge Abelardo Ramos y las que, frente al libro de Debray, la expresado el PC argentino. También sobre éstas me permito discrepar. Por otra parte, la enajena-ción de Ramos al problema del anti-stalinismo, le im-pide alcanzar conclusiones valederas con respecto a la polémica sobre la lucha armada. Uno de los exabrup-tos más típicos de los planteamientos de Ramos, es su conclusión de que el foco guerrillero vendría a ser la revitalización del stalinismo en América Latina.MB: Una última pregunta. Es frecuente que en en-trevistas como ésta, se concluya por preguntarle al entrevistado qué consejos daría a los escritores jóve-nes. Pero yo quiero salir de esa rutina, y más bien me gustaría saber qué consejos les darías a los escritores viejos.RD: No soy amigo de dar consejos. Pero ya que me lo preguntas, me permitiría aconsejar a los escritores vie-jos sólo dos cosas. A los que puedan, que rejuvenez-can lo antes posible; a los que sean honestos, que sigan siéndolo, ya que de ese modo nos seguirán enseñando. Pienso en un escritor a quien conocí cuando era rela-tivamente honesto, aunque ya bastante viejo: Miguel Ángel Asturias. Ya que a esta altura no podría conse-guir ni la juventud ni la absoluta honestidad, quisiera aconsejarle que renuncie a la embajada de Guatemala en París. Quizá así podría conservar por lo menos un poquito del decoro que Sartre otorgó al premio más municipal de la tierra.

La Habana, 1969

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EL TIEMPO QUE NOS TOCA:Roque Dalton: poesía y militancia

Preguntarán qué fuimosquiénes con llamas puras les antecedieron,

a quiénes maldecir con el recuerdo.Bien:

eso hacemoscustodiamos para ellos el tiempo que nos toca

Roque Dalton

Intelectuales apolíticos de mi dulce país,no podréis responder nada

os devorará un buitre de silenciolas entrañas

os roerá el alma vuestra propia miseriay callaréis avergonzados de vosotros

Otto René Castillo

ITINERARIOEl episodio es quizá el más conocido de la biografía de

Dalton: una pared cansada, un temblor de tierra y la lluvia ayudaron al poeta a escapar de la cárcel. Una leyenda mal-dita se fue tejiendo en torno de ese hecho. Dalton mismo aborrecerá, tiempo después, que lo siguieran considerando el ungido escapado de la muerte.

Era el año 1964. Dalton había sido capturado una vez más por la policía secreta. Pero en esta ocasión los aparatos po-liciales poseían información de primera mano. Dalton había formado parte de uno de los primeros grupos de salvadore-ños enviados a adiestrarse militarmente a Cuba, a principios de los sesenta. La iniciativa era del Partido Comunista de El Salvador (PCS), extasiado por el triunfo de la revolución cubana. Un infiltrado proporcionó toda la información nece-saria para identificar a los integrantes de aquellos primeros contingentes. Después de ser capturado, Dalton rodó cerca de un año por diferentes cárceles de las zonas aledañas a San Salvador. finalmente decidieron recluirlo en una vieja cárcel de adobe en las afueras de la ciudad. Fue allí donde, como dice Benedetti, abrió “los cerrojos y los odios”.

Lo que ocurrió, según el relato del mismo Dalton, es que el temblor de tierra y la lluvia rajaron la pared de adobe, lo cual le permitió abrir un boquete durante la noche. Luego de salir tuvo que saltar un muro y correr bajo la lluvia hasta alejarse lo suficiente. Ya en la ciudad, ayudado por compa-ñeros universitarios, logró hacer contacto con el PCS. Para ese momento habían transcurrido casi diez años desde su “primera reunión de célula”, una noche de mediados de los

cincuenta cuando también llovía.Si bien su militancia comunista había sido indisciplinada

y desobediente, Dalton era un cuadro político excepcional. Para 1965 había estado en Chile, en la Unión Soviética y en Cuba. Su talento intelectual y su formación política eran so-bresalientes. Había recibido entrenamiento militar y había sido miliciano durante la famosa crisis de los misiles en las cosas cubanas. Había trabado amistad en Moscú con otro joven centroamericano, un nicaragüense, quien décadas después fundaría el Frente Sandinista de Liberación Nacio-nal: Carlos Fonseca Amador. Había compartido espacio vi-tal con poetas como Miguel Ángel Asturias, Juan Gelman, Mario Benedetti, Thelma Nava, Efraín Huerta, Nicolás Guillén, Roberto Fernández Retamar, entre muchos otros intelectuales comprometidos de los procesos revoluciona-rios de América Latina.

Su poesía era ya conocida en Centroamérica y Méxi-co. Antes de publicar La ventana en el rostro (1961) en el D.F., sus poemas habían aparecido únicamente en revistas, periódicos y uno que otro cuadernillo en San Salvador. Sin embargo ya tenía una aura de intelectual rebelde y su voz poética despuntaba como una de las más potentes de la re-gión. En La Habana había empezado también a publicar poemas y comentarios de libros en la revista de Casa de las Américas. Entre 1962 y 1964 publicaría tres libros de poemas en Cuba: El mar, El turno del ofendido y Los tes-timonios.

Con franqueza, Dalton había comenzado un itinerario estético y político lleno de irreverencias y audacias, pero que lo conduciría, subterráneamente, de la poesía a la mili-tancia y de la militancia a la muerte.

POESÍA Y LUCHA ARMADA“Yo llegué a la revolución por la vía de la poesía”, esa

frase es parte de la dedicatoria que Dalton escribió en la primera página del poemario Taberna y otros lugares. Des-pués de haber permanecido en la clandestinidad casi un año y medio en San Salvador baj ola tutela del PCS, Dalton fue trasladado a Praga. El PCS lo nombró su representante ante el Consejo de Redacción de la revista internacional Proble-mas de la paz y el socialismo (revista internacional de los partidos comunistas que se editaba en Praga) e instaló con él a su esposa y a sus dos hijos en la ciudad europea.

La experiencia del socialismo checho caló hondo en Dalton. El abogado y ensayista salvadoreño Jorge Arias Gómez se encontró con él en esa ciudad, en 1966. En los meses siguientes presenciaron el preámbulo de lo que pasa-ría a la historia con el nombre de “Primavera de Praga”.

La saga poética que Dalton desarrolló en este período se abre precisamente con Taberna y otros lugares. La hetero-doxia y la audacia política se revelan sin tapujos. Se trata de un libro “herético”, sobre todo si se le ve desde el lente del “marxismo oficial”.

En efecto, además de las muy logradas experimenta-ciones formales, Taberna plantea las “incongruencias del proyecto socialista” europeo, del checo es específico, y rechaza completamente la intervención militar soviética. Praga se convertirá para Dalton en una ventana al “socialis-mo real” del oriente europeo, a la usanza stalinista. De aquí en adelante su postura estética y política se moverá en los terrenos más salvajes, es decir, que olvidará los tonos almi-donados y ganará en ironía, en provocación, y se embarcará en el enorme movimiento de avanzada revolucionario que construirían los grupos guerrilleros latinoamericanos, ins-pirados en gran medida por Cuba y el Che Guevara.

En diciembre de 1967 Dalton salió de Praga con rumbo a La Habana luego de renunciar a su cargo en Problemas de la paz y el socialismo y de romper lazos con el PCS. Unos meses antes había recibido una invitación del Comandante Fidel Castro para que sentara residencia en Cuba.

El período que va desde su llegada a La Habana hasta 1973 es fundamental. En Cuba, Dalton consolida sus con-tactos con los movimientos guerrilleros de América Latina, especialmente con los movimientos guatemalteco y nica-ragüense. Recibe entrenamiento militar por segudna vez. Gana el premio de poesía Casa de las Américas. Conclu-ye varios proyectos de creación literaria: Los hongos; El amor me cae más mal que la primavera; Miguel Mármol, lo sucesos de 1932 en El Salvador; Historias prohibidas de Pulgarcito; Un libro rojo para Lenín y Doradas cenizas del fénix.

En 1970 Dalton se encuentra en el preámbulo de su re-greso a El Salvador y de su incorporación a las filas guerri-lleras. Una invitación a un congreso de escritores lo lleva

a visitar Corea del Norte y a conocer de cerca esa expe-riencia política. Pasa por París. Visita Chile en el período de Salvador Allende. Estudia el proyecto revolucionario de Vietnam y se inventa una estancia de varios meses en aquel país. Dalton necesita despistar a los servicios de inteligen-cia enemigos. Entonces difunde la noticia de que ha salido de viaje y escribe cartas fechadas y ubicadas en Vietnam, queda constancia de las misivas gracias a Margaret Randall y a Julio Cortázar, quienes aparentemente de tenían idea de que se trataba de un Hanoi falso.

En 1973 Dalton se entrevista por segunda vez en Cuba con Alejandro Rivas Mira, de seudónimo Sebastián Urqui-lla, primero al mando en el Ejército Revolucionario del Pue-blo. Rivas Mira acepta su incorporación a la organización. El partido comunista de Cuba autoriza la salida de Dalton de La Habana, le extiende documentos con otra identifica-ción y le practica un cambio de apariencia física, a cargo de las mismas personas que prepararon al Che Guevara en su salida hacia Bolivia.

Dalton llega a suelo salvadoreño en diciembre de 1973 bajo la identidad de Julio Dreyfus Marín o Julio Delfos Marín. Entra en la clandestinidad, asume los rigores disci-plinarios de la vida guerrillera, hace trabajo organizativo y labor de propaganda política. Su trabajo intelectual se vuel-va por completo hacia los derroteros de la lucha armada, su preocupación determinante pasa a ser como hacérselas con los retos que le presenta en esas condiciones específicas su doble arma de fuego: el fusil y la palabra.

Entre 1974 y 1975 Dalton escribe su último poemario, Historias y poemas de una lucha de clases (que será edita-do como Poemas clandestinos), y varios ensayos políticos.

El excepcional itinerario de Dalton, aunado a su espíritu irredento, le condujo a enfrentar la visión militarista de Ale-jandro Rivas Mira, y a conformar un ala con una perspectiva más abierta, que se identificaba en buena parte con el plan-teamiento vietnamita de guerra popular prolongada. Esa ala se autodenominó Resistencia Nacional, y estableció una pla-taforma de trabajo político que incluía labores de propagan-da bajo modalidades tan poco ortodoxas como la mismísima creación poética. De hecho, en esa cuadratura es que Dalton escribe Historias y poemas de una lucha de clases.

por Pablo Benítez(extraído de la revista digital Pasajeros del Bandido, de la Red de Escritoras y Escritores por el ALBA, 1er semestre de 2010)

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PEDRO MATA

Elsa Morales

Nacida entre trinares y cascadaabrigada por el manto de la naturalezaElsa fuiste mujer de indómita fuerzacon tus piecitos descalzos.

Quemado por el fuego terrible del asfaltoy aquellos tobitos de agua cristalina para calmar la sed de tu garganta resecay tus hermanitos se sumaban a la cuenta.

De la fuente tarea de hacer los mandados de tus padres,de sus cuerpos ya agotados,por la dura faena del campo y su sembrado.

La ciudad fue tu ilusión fueron momentos de angustiaque te partieron el corazónpero fuiste tan fuerte como un león.

con tan sólo 17 primaverasde tu alma inocente y buenapudo Afrodita darte la musa y la fuerzapara plasmar tu linda destreza.

En una hoja blancalo más hondo de tu serlos sentimientos más tristes y hermososque hoy podemos leer y tus dibujos entender.

Elsa te brindo de mi saberla magia de la tinta de mi plumael mar también te brinda la blanca espumay el viento la libertad de la golondrina.

ALEXANDER RUÍZ

Declaraciones detrás del telón

Lo que admiro de muchas personasno es solamente su pensamiento,sino la persistencia de mantenerlosy la valentía de admitir sus erroresasí la idea de un poema que no se agota yel afán de convertirse en libres aún en sus cárceles“Yo surjo entre los palacios y las cenizas”me da igual la solidez de un cuerpoal desmoronamiento de este

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Cálculos

Sería claro decir que no habito dentro de un reino, sino que lo que en mí habita reina. Da igual cuando miro a mis afueras... Tengo poco empeño en rebajar-me ante lo que igual que yo un día morirá. Por eso las cosas aunque pequeñas sean tienen un valor único para mí. Ya vendrán las cosas grandes a posarse en mi entorno, ¿pero si no llegan? Y si en vez de eso ¿llega la muerte? El simple hecho de haber existido debe convertirse en un gozo.

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POESÍA DE NUESTROS COLABORADORESFUTUROMuy en lo profundo, cuando relaciono el nom-

bre propio “Roque Dalton” con el sustantivo co-mún “militancia”, lo que intento exponer, sacar a la luz, es la semilla de futuro que subyace en la lección vital de un poeta centroamericano flaco.

Si una militancia tuvo ese poeta flaco, es la mi-litancia de esperanza desgarradora en lo por-venir; la militancia inexorable de quien ha palpado el es-píritu humano en su máxima potencia; la militan-cia en la esperanza y el futuro.

PRESENTELa muerte llegó el 10 de mayo de 1975. El ala

militarista decidió borrar del mapa a Dalton. Ale-jandro Rivas Mira declaró estado de sitio en la or-ganización y su Estado Mayor condenó a muerte a Dalton junto con otro compañero de seudónimo Pancho y el resto de la Resistencia Nacional, que a partir de ahí se separó y constituyó su propia or-ganización guerrillera.

El cuerpo de Dalton nunca fue encontrado. Se-gún la Misión de Naciones Unidas en El Salvador que investigó los crímenes de guerra, fue en una zona volcánica de las afueras de la capital en don-de el cadáver quedó abandonado, oculto a medias, para luego ser destrozado y devorado por las aves de rapiña.

Aquel muchacho que enfrentó su “primera reunión de célula” bajo el chubasco de la mitad exacta del siglo XX, tuvo la entereza de ser siem-pre un poeta y un sublevado, y por causa de esa entereza ¿podía ser de otro modo?, fue asesinado crudamente.

No se trata, pues, de una pinche militancia partidaria o de un mero trasnocho ideológico el que Dalton fundió con su obra literaria. Era una militancia enraizada en la lucha inclaudicable por un mundo radicalmente distinto y absolutamente posible. Dalton nos lega un deslumbramiento per-manente, nos hereda la lucidez de conocer nuestra más ardua tarea: enfrentar con sensate plena e in-surrecta el tiempo que nos toca.

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POESÍA DE NUESTROS COLABORADORES POESÍA DE NUESTROS COLABORADORES

primera piedra

Yo pertenezco a la generación bulliciosa, febril, deli-rante, psicodélica, contestataria de los años sesenta. Experimenté con drogas por voluntad propia. Ajusta-do a la capacidad de mi pensamiento y la imaginación que despertaba la inquietud de otras visiones, detrás del muro lacerado de la realidad. Entré por un agujero. La boca del orificio se abría en otro orificio y así fue sucediéndome. Al otro lado, el mundo se ahogaba en una lata de gaso-lina. Un frasco de pegamento. El hueco por donde había entrado se convirtió en una avería.El delirio…Un río inescrutable.Una suerte precaria, menuda, inmediata.Invocada en bares, albergues y pensiones.

SeGunda piedra

La multitud se mantenía aferrada a su equipaje. Había sótanos. Galerías. Trenes subterráneos. Descampados. Promontorios.Obreros y prostitutas, como en un poema de Baudelai-re. Padre de The Rolling Stones.Debajo la ciudad: aposento de diablos y reptiles. Ha-cían sombra en la sombra.Usaban corbatas amaestradas. Los diablos comían sopa. Barajaban deudas. Ingresa-ban a los hospitales. Veían la tele. Consumían. Los diablos bailaban al filo de la madrugada. Masca-ban. Bebían. Y continuaban bailando al filo de la ma-drugada. Uno los presentía por el olor a gato. Por la uña y el rabo. Un rabo largo como un rabo de diablo.Hasta que un día comprendí que mi cuerpo se había convertido en objeto de la droga.Yo mi propio objetivo.Yo dividido, según Mister Laing.

tercera piedra

Calles violentas y calles silenciosas. Calles que reem-plazan a la luna en la dieta vegetariana de los poetas. Calles para mujeres trotacalles. Estas desaparecieron de Sabana Grande con los últimos escombros, después de haberse construido la primera etapa del metro, que atra-

viesa la ciudad desde Petare hasta Catia. Coromoto trabajaba en la calle. De la calle pasaba a la cama. En la penumbra húmeda de hoteles que hacen fila en la calle Lincoln. Desplazada de los valles de Barlovento. Ella y su fa-milia. La madre limpiaba oficinas y la hermana menor crecía en la inocencia de un mundo circundante. Coromoto soñaba con tener un diente de oro. Compraba pantaletas de encajes y ceñidos pantalones licra que le remarcaban la totona.Una sanja carnosa. Roja con labios morenos de plie-gues que se abrían en forma de flor.Ella toda se abría como una flor carnal, olorosa a perfu-me de tienda esotérica. Clavo de especie.

cuarta piedra

Llueve. Una gata maúlla lasciva. El asfalto drena peda-citos de papel y vidrio enquistado. Desde los umbrales el día desaparece. El sol permanece oculto mientras el cielo se cierra hasta las cinco de la madrugada. Los gra-nos de la lluvia suenan como maracas. Las moscas y algunos reptiles menores se han retirado a sus agujeros. Todo sucede dentro de las coordenadas de un mar que cae en la dispersión de las aguas.

Quinta piedra

Los fantasmas de Baudelaire recorren la ciudad. Apura-ditos. Apretujados. Fugaces. Nadie de día lo ha visto, pero yo sí. A toda hora. Cuan-do bajo por el bulevar o cuando salgo a la avenida Ba-ralt por la esquina de El Guanábano. Es mentira que sólo deambulaban cuando la ciudad ca-recía de luz eléctrica.Yo los he visto a mediodía.En días de verano.Con el cielo azul y la disposición de las pupilas que reconocen en lo invisible lo visible. Pues, estos fan-tasmas transparentes hacen ósmosis con la vista desde cualquier ángulo.Desde el muro carcomido por el tiempo, la humedad y el abandono. O detrás de la garita que conduce a Mira-flores. Entre ellos reconozco familiares.

Antepasados desaparecidos en el prestigio anónimo del anonimato.Mi abuelo ebrio trovador. Mis tíos todos electricistas. Tías abuelas que se parecen a mi madre. Un loco que se parece a mí y que viene a ser mi primo en segundo grado. Además de loco es supersticioso. La tía Carmen y la abuela Ifigenia y el bachiller Salva-dor Ramírez. Quien siempre, desde la infancia, estuvo pendiente en la relación de libros que enviaba en las navidades. Las Mil y una noches con bellas y generosas ilustraciones. Luego, en la adolescencia, los primeros li-bros de Sartre: La Náusea. Salvador Garmendia. Cuyas novelas leí con pasión y fruición, como antesala textual de la ciudad de cemento. La ciudad concreta.

Sexta piedra

Los fines de semana los suburbios de Caracas, y, desde luego, la mayoría del país, se sumerge en una cantine-la cansina, aliñada con caña, droga, caballos, lotería y delitos de diversa, numerosa y distinta índole. La can-tinela se prolonga desde el jueves hasta la madrugada del lunes, cuando los últimos harapos de la rumba se descuelgan de sus andamios. Entonces recomienza el lunes con el silencio de los cuerpos que yacen exhaus-tos, luego de un julepe de tres días. La contabilidad del delirio se extiende a los días de semana. De la neurosis a la paranoia no existe otro camino. Acompañados del agresor cotidiano.La cocaína no se conocía entre las masas que integran el mapa poblacional de las décadas de los sesenta y princi-pios de los setenta. La consumían, como privilegio, per-soneros de la oligarquía y la pequeña burguesía criolla. Únicamente la marihuana, la yerba de los pobres y el LSD, entre hippies y demás experimentados, en la onda de la beat generation. El poeta Alleng Ginsberg era una especie de gurú. Un enviado interplanetario de los marcianos. Un contacto cósmico. Una palabra emergi-da desde las profundas visiones del yagé y el peyote y la mescalina. En los primeros versos del poema Aullido, el poeta Alleng Ginsberg canta en duelo a las mejores ca-bezas de su generación, jodidas por la droga, la intem-perie, el desamparo. Eran los Ángeles de la desolación, según la novela homónima de Jack Kerouac. Y el poe-ma Aullido. Una honra fúnebre, una elegía kaddish, que entonábamos ebrios, en medio de afrentas y sacrificios.

La calle se perdía bajo una noche que nunca terminaba, que no tenía fin. Una noche mal iluminada. La energía provenía de Sabana Grande. Otra droga que abandoné sin darme cuenta, por circunstancias imperativas. No podía vivir sin Sabana Grande. Ese lugar de la ciudad era para mí, y para muchos otros, la madre del delirio. El vicio dentro del vicio. La bohemia: Pascual Navarro, el “Chino” Valera Mora, la Pandilla Lautreamont, Orlando Araujo, Rafael Fran-chesqui, entre otros ilustres exponentes del callejeo diurno y nocturno: itinerario que transcurría en calles y bares y hoteles de mala muerte. La calle, o las calles de Sabana Grande, tenían, por así decirlo: poder de convo-catoria. Se decía que quienes pasaban por el Triángu-lo de las Bermudas, ubicado entre los bares Camilo´s, La Bajada y el Vecchio Molino, en la calle Francisco Solano, quedaban atrapados, a merced de una fuerza magnética que sumergía navíos y tragaba vidas en un remolino fulgurante. Hasta desaparecer por completo. Y en efecto, la mayoría de los bohemios, por no decir todos, desaparecieron, al menos físicamente. En cam-bio otros, en aquella época jóvenes, continúan por allí, como rúbricas del pasado. Éstos, siempre quisieron ser jóvenes: jóvenes escritores, jóvenes poetas, jóvenes músicos. Y el tiempo vino y ellos querían seguir siendo jóvenes. Pero el tiempo, como dice la canción de Rubén Blades, no se detiene: ni por amor ni dinero. Hoy día puede uno verlos subidos al poyo de la ventana, reu-máticos, adoloridos, adictos al Viagra, luego de haber trasegado caña durante años que parecían siglos. Y es que, según Baudelaire: el trabajo es menos aburrido que la diversión. Un destino que no es trágico ni bufo. Un destino de alma vendida que se vende. El mismo Baudelaire se vio en la necesidad de tener que vender sus escritos a un editor que los publicaría seguramen-te con otro nombre. Una puta del capitalismo, como él mismo dice que se sentía, en una fase de intenso trajín postrevolucionario: la Burguesía había triunfado, des-pués de la masacre de la Comuna de París. Las grandes ciudades se convirtieron en espacios destinados al in-tercambio de mercancías. Inmensos lupanares. Grandes extensiones intrincadas de almacenes y pasajes y ríos de gente que circulan, como en la infartada, arrítmica ciudad de Caracas.

HÉCTOR SEIJASpiedra Sobre piedra

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NARRATIVA DE NUESTROS COLABORADORES-20 -19

3

Jonathan gusta de quedarse muy quieto bajo la re-gadera, levanta un poco la cabeza y deja que el agua le caiga directo a la cara. El líquido, al caer por los la-dos de su cara, crea una especie de cortina sónica que él imagina como una cascada que lo protege del ruido exterior. En su atormentada mente sólo oye algo pare-cido a una lluvia interna que quisiera y no quisiera que cesara y no cesara. Entonces, me imagino que piensa en cómo ha sido creado un monstruo de tal magnitud.

¿Cómo he creado un monstruo de tal magnitud? He leído una frase trágica que dice “preferiría haber pari-do un nido de serpientes”. ¿Por qué no parí un nido de serpientes? ¿Por qué no pude yo haber creado un nido de palomas? Pléyades. No sé porqué me gusta tanto esa constelación. Creo que por ser esa la que noto con más facilidad. En instantes quisiera no sentir estas cosas que siento ni pensar estas cosas que pienso, pero es imposi-ble negarme.

Jonathan, perplejo de sí mismo, ya no resiste las ganas de acudir a su encuentro, al encuentro consigo mismo, al encuentro con su lado más oscuro y secreto. Quisiera violar a quien ama con la misma fuerza que ella lo desprecia sutilmente, como quien se deshace de un mosquito impertinente rondando una oreja. El agua se torna más fría de repente y el cúmulo de agua se amontona junto al de pensares desordenados. La que ha considerado su última conversación con Ariadna, y todo lo que ha vivido en este día tan extraño, por ca-lles desconocidas, lo han dejado con una depresión más fuerte aún.

¿Por qué no puedo abrir los ojos de frente a la llu-via que me cae de la regadera? Los ojos deberían ser más resistentes, deberían ser ambos de duro cristal o de un impasible metal transparente, pero no… los ojos son esta cosa débil, frágil, delicada y despreocupada. A los ojos no les importa lo que siente quien los porta, y

menos aún les importa lo que sufre quien los porta. Mis ojos debieran no haber visto jamás esa perdición de otro mundo, esa belleza enloquecedora. No sé maldecir el amor, no sé cómo no dejarme llevar inconscientemente por él. No quisiera dejarme llevar inconscientemente por nada ni nadie. Pero estos ojos, ¡estos ojos! Estos ojos míos son dos putas, dos regaladas, no hay nada a lo que se nieguen, no discriminan ni editan imágenes. Así vea de reojo, grabo todo lo que veo. ¿Será que ver es la verdadera maldición que nos mandó Dios? De se-guro si Eva no hubiera visto la manzana no se la hubiera comido, aunque de no haber visto el árbol de seguro se lo hubiera tropezado estúpidamente, y hubiera sido hasta mejor. La Biblia relataría el mítico hematoma en la frente de Eva. La raza humana se caracterizaría por tener un cuerno incipiente sobre las cejas. Pero no. Gra-cias a estos ojos he mordido la manzana, y tal parece que no me quedaré tranquilo hasta que Selenia haga y se deje hacer lo que esa sierpe manzanera me dijo que hiciera.

Selenia... Maldita hermosura del más allá, ya parez-co un poeta necio de esos que recitan cualquier cosa en cualquier sitio. ¿Por qué te vi, Selenia? Más me conven-dría haberme arrancado los ojos al verte. Yo no quiero esta locura, pero no puedo apartarla de mí. Maldíceme los ojos, Selenia, yo no debí nunca fijarme en ti, pero ya es muy tarde. Tienes que ser para mí.

Jonathan se reprende y se exalta en su amor propio. Piensa en el dios que le mandó semejante empecina-miento y se burla de sí mismo porque realmente nunca le ha prestado atención, confundido hasta lo incognos-cible por las diferentes religiones en el historial de fes de su madre. ¿Por qué?, se pregunta abismalmente. Una corriente íntima lo arroja a las profundidades de su fran-ca insensatez: no hay ningún dios pendiente de él. Y lo que es peor: Ariadna ha enloquecido. Tal vez la hice irremediablemente loca.

sí, y tú mismo me has hecho esto

ISAAC MORALES FERNÁNDEZvórticeS SecretoS

(extracto de novela inédita)MARÍA CRISTINA SOLAECHE

Aquella despedida

Como si de mí no fueraregala el silenciono entiende mis palabrasflores de tan poco tiempoherrumbre de polensobre la tierra¡Torpeza nuestra!la despedidaacalambra el corazónmientras lo cubren ausenciasse niegan las huellas de los pasosdesquicios en el arcón de los deseosla sal de la voz desnudalame la miradarevienta los sueñosy el cuerpo perfora la pupila del universobengala de luna y oroluminariaes el corazón enloquecido.

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LEANDRO BLANCO

Venus, sol y luna

La cicatriz de tus venas Maldad de las novelas dulces Máscaras al vapor del vientoSol al calor de la Luna Simientes abiertas Empolvado Mapa sin tesoros Castidad abierta a tu adulterio Mirada al sonido de un tambor

MIRLENA PÉREZ SILVA

Confieso tener frío

Las palabras tristes que visitanUn corazón desolado que llora al almaUn suspiro noble que reclamaUna dulce caricia que se vuelve un fantasma…

El sutil karma que me regresa a la décima nocheDos semanas y los días contandoReclamo en la soledad y confieso tener fríoMuero ahogada en lágrimas carmesíSólo pido estar a tu ladoEn un lago congeladoUn frío inminenteLas ganas de salir de este castillo aladoQue me separa de mi realidadMás nunca mirar a un año pasadoDonde tú prometiste no despegarte de míY en la sutil cara del vacío reclamar gritandoYo confieso tener fríoYa sin tiPrefiero vender el alma al diabloQue buscar otro compañeroAquí fuera de mi realidadDonde es posible desaparecer el cieloColoreo en mi mente plasmada en sepiaSólo espero mañana no sea tarde y aún exista tu reflejo…La lágrima rebelde que me ahoga en llantoLa caricia que se vuelve un fantasmaY en este manantial de pesimismo entre mi

desesperado yoConfieso que te amabaY que muero congelada

POESÍA DE NUESTROS COLABORADORES

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NARRATIVA DE NUESTROS COLABORADORES NARRATIVA DE NUESTROS COLABORADORESJonathan cierra la regadera pero aún se siente impu-

ro, además de creerse loco por estar hablando solo en la tina. Cada quien puede reírse. Jonathan sabe que es un problema que no se podrá quitar tan fácilmente. Abre la puerta del baño y sale al mundo de nuevo. De nuevo en el mundo, al salir del baño, recuerda y visualiza situa-ciones similares, como una muy típica en la que veía a su mamá viendo televisión. Recuerda precisamente ha-ber observado otro de los movimientos involuntarios de su pobre madre enferma. Déborah lanza un brazo hacia adelante al tiempo que acerca la cabeza al hombro del mismo brazo. Recordar eso arroja otro velo de tristeza en el ánimo de Jonathan. Aquella vez sintió que quería a su madre, pero con una bondad infinita le hubiera gus-tado matarla para que no sufriera más, aunque tampoco quiere convertirse en un asesino. Jonathan pensaba que quizá el verdadero tabú de las sociedades sea la manera en que cada persona imagina sus mejores asesinatos, a quien ama o a quien odia, y no el sexo. El sexo ha sido siempre muy claro: todo el mundo sabe cómo se hace, aunque sea teóricamente. Todo el mundo sabe cuáles son los huecos que se pueden penetrar, las ociosamente hermosas morbosidades que se pueden inventar y hasta libros se han escrito desde muy antiguo, como el Kama Sutra, leído y curioseado por Jonathan cuando tenía diez años, to-mado furtiva-mente de la biblioteca de su madre en su período Hare Krishna. Todo el mundo sabe qué es el sexo. No es tabú ni jamás lo ha sido, es más bien humo-rístico, y el humor es lo que ha creci-do despropor-cionadamente. Jonathan es un ejemplo de

ello. Lo que más se niega a pensar, lo que más le ho-rroriza de sí mismo es que de vez en cuando... más bien muy a menudo, imagina mil y un maneras de acabar con la pesada e insostenible agonía de su pobre madre viuda, con un hijo muerto, y ahora lejos de su casa.

Déborah, de joven, antes de la fuga de su herma-na Fedora, jamás se hubiera imaginado que su vida se convertiría en algo tan extraño, y Jonathan lo sabe. Su abuela Eleonora acariciaba siempre a su hija menor Dé-borah, y la quería tanto. Por eso cada vez que alguien le acarició la cabeza a Déborah (sólo dos veces en toda su vida después de la muerte de Eleonora), ella se sentía capaz de seguir viviendo, con sus cicatrices endureci-das, y el deseo de aferrarse a la vida que tuvo su madre hasta el último momento. Ahora, “pobre Déborah” (fra-se estupidísima atribuida a Sebastián, afortunadamen-te nunca dicha en voz alta), tener que soportar que su esposo fuera tan loco como para montarse en un sitio tan alto y dejarse caer como un clavadista sobre hielo. Déborah hubiera preferido, quizás, un simple hombre de negocios, hasta un obrero hediondo de edificios mal construidos hubiera sido preferible, no un falso héroe, héroe a costa de falsos triunfos.

Así se le viene la con-cen t rac ión a Jonathan: cientos de maneras de curar defi-nitivamente a su madre, pero ninguna alivia el do-lor de él; y la única cura, la que halló Mehmet, pa-rece estar de-finitivamente vedada para Jonathan.

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no pude evitarlo, Jonathan, ojalá pudieras disculpar-me

hay algunos que se rebelan y...no te rebeles, Jonathan, por favor. Perdóname por

colocarte esta mujer en el camino… matan a quien los nombra...no quiero hacer otro de esos experimentos vanguar-

distas de personajes que se adueñan de su historia y hacen lo que les da la gana. Tú, lamentablemente, no puedes hacer lo que te da la gana, porque si no, la ima-ginación me matará…

tienes razón. Al menos me hubieras convertido en un verdadero monstruo, un mutante extraño con ojos de hierro infundible, de un metal alienígena, de dure-za imperturbable. ¿No te atrae la ciencia ficción?... Ni siquiera puedo ver de frente a la lluvia. Vivo una dura agonía.

tenía que extraerte de allí, Jonathan. Si supieras cuantas cosas haces pasar por mi mente. Yo he llorado por ti…

temo que puedo intuirlo.no es el sino fatal de los griegos, Jonathan. Es sólo

que no puedes endurecer los ojos. No puedes no dejarte llevar por el rojo de la manzana, en condiciones como la tuya, no podemos negarnos a esa intensa vorágine asesina que nos transporta a nuestro peor lado. Aquí es donde aflorará el infierno. No estoy en tu lugar y no sé si lamentarlo o alegrarme. Dime qué piensas…

esta tarde lo haré. Iré para allá y le diré... le diré que toda esta situación me ha hecho sentir...

ojalá no tuviera que decir más nada. No vale la pena, pero no queda remedio. Yo también tengo ojos sin re-sistencia alguna. Sólo tú puedes salvarme. Te entrego mis ojos.

esta lluvia es como un bombardeo incesante, así como también lo es la abominable hermosura de Se-lenia. A lo mejor ante los ojos de cualquier otro es una más del montón, puedo estar seguro de eso, pero para mí es como un paraíso. El paraíso que llevó al infierno a Francesco Petrarca… los ojos de Laura…

a lo mejor el infierno y el paraíso son tan opuestos que son iguales. Los extremos se rozan casi genital-mente.

¿qué será de mí mañana?ni siquiera sé qué será de mí. Algo huele a podrido

hasta en la calle más recóndita de esta ciudad, en esta urbanización en lo más alto de la ciudad. Ahí, justamen-te, es un hedor que se distribuye en todos las distancias a la redonda. Y yo no pude evitar la hipnosis. Estamos maldecidos por nuestros ojos.

los ojos nos pierden.un remolino que nos arroja hasta el cálido interior

de una cloaca, y allí, en los recovecos secretos de la ciudad, el último destino de los cigarros arrojados cerca de las aceras, nacen las ratas como un sarpullido estelar, como miles de erupciones volcánicas. Y las ratas son diminutos monstruos que crecen y luego se multiplican, y cuando se multiplican comienza a parecer que más bien se reproducen dividiéndose, y cada cantidad se do-bla, el infinito se dobla y los dos extremos del universo se tocan: y allí viene la perdición, la peste…

estamos perdidos.hemos avanzado tan alto, que ya dejamos el cielo

atrás, abajo y en lo profundo, y de allí no saldrá jamás otra vez. Pero el cielo está escondido detrás de las puer-tas del infierno, así que hay que descender rapsódica-mente

es una teoría que puedo comprender.disculpa, pero es la verdad. Todo es parte de un mis-

mo proceso.ha sido bueno hablar contigo.lo bueno de las almas podridas, es que disfrutan con

mayor felicidad los tenues momentos de sosiego y pu-reza.

tú me hiciste de alma podrida.sí... creo...pero te comprendo. Nadie puede, realmente, culpar a

sus padres de las insanías propias. Te cedo la palabra… Sólo soy un arrastrado. Después de todo ¿quién se va a creer que un personaje se rebela? ¿A estas alturas de la historia? ¿Después de Unamuno, Borges, Cortázar, Sánchez, Bolaño? Qué va. Ni los niños, ya eso lo han visto millones de veces por televisión. Al de la comiqui-ta, Torivio, se le rebeló una gallina lanzando el libreto al suelo… y eso sólo dio risa, más nada. Yo era un niño entonces, qué íbamos a saber yo y mis contemporáneos de Unamuno. Absolutamente nada. Unamuno me sirvió recientemente para comprender al simpático buey To-rivio y su gallina.

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NARRATIVA DE NUESTROS COLABORADORESPEDRO MATA

el llanto de la Selva

(cuento infantil)Muy cercano a un terreno extenso y muy poblado, de gigantes

árboles con muchos años de vida, con abundantes hierbas, flores con diversos colores, de ricos olores y una sinfonía de hermosos trinares. Distintos manantiales de agua cristalina, que van for-mando riachuelos cargados de peces que nadan al son del canto de las aves ¡que aún quedan con vida!

Allí se encuentra una humilde casita donde vive una madre con su niña y se escucha en las tardes, en las noches y en la leja-nía, un llanto de tristeza que cada día se hace más profundo. La niña le pregunta a su mamá:

—Mami, ¿de dónde viene ese llanto tan triste y conmove-dor?

La madre le contesta: —Ese es el llanto de la selva, hija, porque se esta muriendo

lentamente. Nosotros los seres humanos la estamos destruyendo, ya sus riachuelos se están secando, los grandes árboles se están muriendo, sus animales se están desapareciendo, ya no se escu-chan la alegría de las aves con sus trinares, uno de los conciertos más grandes del ser vivo en este planeta, sus bosques cada día desaparecen como cosa de magia. Los peces mueren por mi-llones, por contaminaciones, nos estamos destruyendo (la raza humana), hija, cada día más, por eso la selva llora tanto del daño inhumano que le estamos causando, y seguirá llorando, mientras nosotros los seres humanos no creamos conciencia. Quizás cuan-do creemos conciencia y lo hagamos será demasiado tarde.

La niña, Carlota, se quedo atónita con todo el relato que le contaba su mamá, y le preguntó:

—¿Mami, también nosotros los niños vamos a morir?Le contesta su mamá: —Los niños son los primeros que están sufriendo toda esta

destrucción que el hombre le esta causando a nuestro ambiente en todo el planeta, entre la pobreza y la contaminación, mis ojos lloran como llora la selva.

Pregunta la niña:—¿Mami que podemos hacer para que la selva deje de llo-

rar?Le contestó su mamá: —No talar los árboles indiscriminadamente, no quemarlos,

no contaminar los ríos ni sus riachuelos, no contaminar la biósfe-

ra. Si nosotros utilizamos o ponemos en práctica todos estos mé-todos, el llanto de la selva no se escuchará tanto como se escucha en este momento.

Dice la niña Carlota:—¡Que injustos somos nosotros los seres humanos, nosotros

lloraremos más de lo que llora nuestra selva! Le contesta su mamá:—Mi niña, existe un tratado de nombre Kyoto, donde se re-

únen varios países, para que cada uno firme un compromiso de reducir la contaminación de la atmósfera, y así podremos vivir de un modo mejor y salvaremos la selva, todos sus árboles, las aves, los peces, las flores, los ríos.

Carlota dice:—Mami, ¿y dejaremos de sufrir todos los niños? Jugaremos,

cantaremos, reiremos, y todos seremos felices, ¿verdad mami?Le responde su mamá:—Bueno, hija, eso esperamos todos. En las manos del hom-

bre esta la salvación de la selva y de todo el planeta. Hija, senté-monos en estos dos tabureticos. Te voy a contar un cuento sobre la tierra. Este cuento me lo contaba mi abuelita cuando yo estaba chiquita y ella me estaba peinando. Ella me contaba que mi abue-lito todo lo sembraba en la tierra. Él cosechaba en abundancia, mi abuelito hablaba con las matas que sembraba y caminaba dentro de la selva, cantando junto con las aves, y cazaba grandes ani-males. Me decía mi abuelita que todo se lo daba la tierra, porque nosotros somos hijos de ella y por eso tenemos que cuidarla y quererla mucho.

La niña carlota dice a su mamá:—¡La tierra y la selva querían mucho a mis abuelitos, mami! A lo que la mamá le contesta: —Sí, mi niña. Por eso yo también la amo tanto.Le contestó la niña: —¡Yo también la quiero, mami! ¡Y todos los niños la va-

mos a querer y los grandes también y cantaremos con la selva así como cantaba mi abuelito!

La madre y la niña se abrazaron quedando muy felices en su humilde casita y la selva con la esperanza de ser más querida…

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OFICIO DE CRONISTApor Jesús Silva IrazábalCronista Oficial del Municipio Independencia

LA ORDEN “JOSÉ FÉLIX RIBAS” DEL MUNICIPIO INDEPENDENCIA

El 12 de febrero del año 2001 se efectuó en Santa Teresa del Tuy un desfile estudiantil con motivo del Día de la Juventud en honor a los jóvenes que parti-ciparon en la batalla de La Victoria ese día en 1814, y donde perecieron en combate estudiantes universi-tarios y seminaristas motivado a la escasez de tropas regulares para enfrentar las de José Tomas Rodríguez Boves, que pretendían tomar esa ciudad aragueña. Di-ría el General José Félix Ribas al inicio del combate: “…en esta jornada que va a ser memorable, ni aun po-demos optar entre vencer o morir: ¡necesario es ven-cer! ¡Viva la República!”

Este desfile de la juven-tud tereseña, motivó al en-tonces Alcalde Dr. Wilmer Salazar a dirigir la palabra al estudiantado en la Plaza Bolívar y preguntar si les gustaría que el municipio creara un reconocimiento para los jóvenes, a lo cual en forma masiva y a viva voz se escuchó un “¡Si!” emocionado de los jóvenes presentes. Acto seguido, el Alcalde Salazar propuso a un invitado especial al acto, Jesús Silva Irazábal, para coordinar la idea pro-puesta, manifestando el in-vitado que se debía consti-tuir el Concejo de la Orden Municipal General en Jefe José Félix Ribas para condecorar en tan magna fecha a jóvenes del Municipio Independencia destacados en Educación, Cultura, Deporte y otros profesionales.

El 19 de abril de 2001 en la sección solemne de dicha fecha se juramentó el Consejo Consultivo de la Orden Municipal “General en Jefe José Félix Ribas”, Presidido por el Topógrafo Jesús Silva Irazábal, el Li-cenciado José Luis Díaz y profesor Eladio Sánchez.

En los años siguientes, hasta el año 2008, el Con-cejo Consultivo de la Orden hizo la selección de los jóvenes a condecorar el Día de la Juventud cada año,

proponiéndolos al Con-cejo Municipal, y siendo aprobados. Entre estos jó-venes se recuerdan, entre otros, a Mariana Fernán-dez Alvarado (Oradora de Orden), Amelia Ruiz (Oradora de Orden), Da-vid Alvarado (Orador de Orden) Maryuri C. Valera, Isaac Morales Fernández, Jéssica Cañongo, Iris Be-tzaida Zerpa, Alexander Alberto Aguilar Vásquez, Carla Belafonte, William José Anteliz Marcano, Ro-mán A. Perales Hernández, Elis Joel Fernández Martí-nez, José Estaba Guerrero, Edgar Alexander Alfonso Chávez, Yohana Vásquez, Norma Ruiz, Cruz Tovar. Hago llegar mi saludo en el Día de la Juventud a los jóvenes tuyeros destacados

en estudios, en deporte, en cultura y como buenos pro-fesionales.

EL PASADO TUYEROLA CONCHA ACÚSTICA DE SANTA TERESA DEL TUY

Fotografías cortesía de la joven amiga Grace Kelly Cervantes, tomada apróximadamente en 2004-2005 (cuando era estudiante del liceo Congreso de Angostura y formaba parte de su banda escolar) en la Plaza Bolívar de Santa Teresa del Tuy, con vista a la ya desaparecida Concha Acústica. Una de las grandes derrotas que sufrió la cultura tereseña ha sido la destrucción de esta concha acústica, que fue destruida durante el gobierno de Wilmer Salazar con la falsa promesa de que se construiría otra en la actual Manga de Coleo para convertir esa zona en área para eventos culturales. ¿Hasta cuándo seguiremos los cultores y artistas tereseños aceptando las pérdidas de nuestros espacios? (En la foto inferior también puede apreciarse la antigua estructura de la Plaza Bolívar).

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TUYEDADESpor Leonardo DelgadoDE BURRITO DE ORO A JUGUETE CASIINDESEABLE(Origen del mioncito)

En Miranda, la sede del Sistema Nacional de Imprentas se encuentra en los Valles del Tuy, es-pecíficamente en Santa Teresa de Tuy, y más espe-cíficamente en la casa de la cultura “Juan España” que queda justo en la plaza Bolívar, donde está el boulevard destinada a los artesanos del municipio pero que lo ocupan los buhoneros. Pues bien, este es el centro de operaciones para planificar cerve-zadas de trabajo, artillería del pensamiento, hablar (bien) de la gente, atender todo tipo de preguntas como por ejemplo, si se sacan cédulas o cuánto cuestan las uñas acrílicas, o buscando la muerte de algún poeta para colocarlo en la sección Epitafios de la revista ¿al vacío…?, aparte de sacar los libros de los escritores de Miranda. He allí el punto de encuentro de los poetas que hacen vida en el mu-nicipio Independencia y municipios aledaños entre amigos colaboradores de los poetas que trabajan en la imprenta. Un día cualquiera estaba todo dado para empezar un bochinche, puesto que el poeta Ju-lio llegó a la imprenta con un bendito juguete en-tre manos. Era un bebé de plástico desnudo que al llenarlo de agua botaba orine por su parte genital. Todos reímos de la ocurrencia del poeta.

— Esto es para joder —nos dijo a todos con son-risa de pillo—. Ese muñeco lo usan los chóferes de busetas dizque para suerte, para chalequear, entre otras cosas.

Llevar ese muñequito a la imprenta fue como la gota que derramó el vaso. Pues los disparos en re-versa no se hicieron esperar, es decir, los chinazos. Aunque ya habían días anteriores dándose chinazos los integrantes del grupo ¿al vacío…? este fue el día en el que más se intensificó todo esto. Ninguno de nosotros podíamos hablar algo porque ensegui-da la agarraban con el que dijera alguna barbaridad. La ocasión fue propicia para que la amiga Yrene Fernández recordara sus tiempos de profesora de matemáticas cuando le daba clase a la poeta Rosa Guevara. Nos comentó que se había ideado un plan para que le entendieran matemáticas: había creado

el premio del Burrito, que ella decía que era de oro, para galardonar al más tapado del salón. La poeta Rosa no escapó de ello, nunca logró entender a la profesora, era la campeona del Burrito de Oro. Pero por su afán de ser la primera en todo casi daña un montón de libros que estaban en proceso de pro-ducción derramando un vaso de agua que tenia al frente. No se me ocurrió otra cosa que volverla a laurear con el Mioncito, nombre que le di al bebé recién llegado hijo del poeta Julio. Ella empezó todo y larga fue la lista de poetas y amigos que re-cibieron tan particular premio, cuando le tocó al poeta Julio empezó a negarse y decir que era injus-to, hablando solo, como suele hacerlo, a tal punto de que lo desaparecieron de la faz de la imprenta. Así termina el calvario del premio en honor a las torpezas, barbaridades y chinazos del grupo ¿al va-cío…? y allegados.

YO LO QUE SOY ES POETA

Terminaba un acto cultural en la plaza Bolívar de Santa Teresa del Tuy, donde había una feria del libro de las librerías del sur, actos de títeres, lecturas dramatizadas, recital de décimas, recital de poesía entre otras cosas. Todos ayudábamos a meter las sillas a la casa de la cultura “Juan Espa-ña” incluso el poeta Isaac tuvo que tumbar a un bo-rracho que se había instalado fielmente a observar todos los actos culturales con los ojos cerrados. Un poco más allá casi haciéndole compañía estaba el poeta Julio que en casi todos los actos lleva debajo de la manga una carterita de chemineaud para hacer honor a los dioses. Miraba para arriba y para abajo viendo como trasladábamos los enseres utilizados en el acto cultural, nos miraba como si estuviera en el cine muy cómodo en su silla, y por supuesto hablando en soliloquio. La poeta Daniela Moreno, que también estaba con nosotros, se percató de que el poeta no ayudaba a cargar las sillas y se le acercó para pedirle que nos ayudara. No sé qué le diría Daniela, pero el poeta le contestó muy seguro.

—Yo lo que soy es poeta, Danielita.

DE TAL ASTILLA, TAL PALO

Es sabido mi afán por enamorar a las mujeres. No puedo andar sino diciéndoles algo que las haga caer redonditas en mis garras. Pero en esta oca-sión no gané la batalla. Saliendo de la universidad me encontré con el poeta Julio. Él me pidió que lo acompañara a hacer una diligencia cerca de la plaza. Fue allí donde me encontré con unas compa-ñeras de la universidad, bien lindas, por cierto. Mi-raba cómo se acercaban a mí, y ya frente a ellas no pude decirles nada, sólo se me ocurrió presentarles al poeta Julio como si fuera mi padre. Muy gusto-sas se presentaron ante el poeta y se despidieron dejándome un besito en la mejilla.

Al día siguiente nos encontramos en el salón de clases, lo primero que escuché apenas llegué, fue:

—Ay, pero tú sí eres igual a tu papá dijeron con tono embelesado. ¿También es poeta? preguntaron muy interesadas.

No me quedó otra cosa que hacerle propaganda al poeta. Admito que no perdí, pero tampoco gané.

COSAS DE LA POESÍA

La última visita de mi hermano Leonard a la im-prenta de los Valles de Tuy ocasionó en el poeta Julio una angustia. Le hizo ver que el tiempo ha pasado. Se encontraban, como de costumbre, realizando sus labores de la imprenta. Después del saludo, el poeta Isaac le comenta que ha sido invitado para el primer encuentro de intelectuales jóvenes del ALBA. Mi hermano, sin entender bien aún, pregunta que cuán-do se iban a ese encuentro. Entonces, el poeta Isaac le aclara que sólo a él lo invitaron, haciendo brotar muy sutilmente de la boca de mi hermano la siguien-te aseveración:

—¡Ah! Es que al poeta Julio lo invitaron fue al de encuentro de intelectuales viejos.

Causando en Julio una casi-sonrisa teatralmente fingida.

COSAS DE TRABAJO

Desde un tiempo para acá, el grupo ¿al vacío…? se reúne para realizar varias actividades como ter-tulias literarias, talleres, lecturas de poesías ocasio-nalmente. Una de las cosas mas importantes que se realiza es la estructuración de la revista homónima del grupo. Pero, nunca falta el condenado pero, el último taller se realizó en una tasca, lo que llama-mos cervezadas de trabajo, lo que trajo como con-secuencia que el grupo se cebara, puesto que los únicos que pagaron fueron los poetas Julio e Isaac. El mismo elixir ha hecho mella en otros actos cul-turales y recitales de poesía. La edición de la revis-ta se ha visto amenazada porque de vez en cuando el licor se hace presente en las reuniones provo-cando la parranda y el olvido del trabajo. La última vez se estuvo planeando donde se haría la próxima reunión para la estructuración de la nueva revista. El poeta Javier Pérez se ofreció gentilmente y dijo.

—¿Y porque no hacen la reunión en mi parcela, aprovechando que es domingo y de una vez hace-mos una sopita.

A lo que de pronto salto el poeta Isaac como asus-tado, interrumpiendo el comentario del poeta Javier.

—¡No, poeta! Si hacemos esa reunión en tu par-cela se nos jode la vaina. Si alguien se atreve a lle-var un centímetro cúbico de licor, la reunión se nos vuelve mierda.

POETAS GUÍAS TURÍSTICOS

Eran como las once de la mañana y el ambiente en la imprenta estaba trabajoso, estaban sacando un libro. Yo sólo observaba como un supervisor. Surgió una conversación entre los poetas Isaac y Julio, donde coincidían en que el baño estaba muy sucio y que no se podía ir al mismo por el hedor. Al rato se asomó en la puerta de la imprenta el, para entonces, director de cultura, el amigo Alexis Salas. Pidió que le prestasen la llave del baño porque se le había quedado la de él, a lo que le respondió el poeta Julio: “Toma, pues, pero no sé si quieras ir a esos océanos de miao”. Y más atrás prosiguió el poeta Isaac casi a coro, continuando con la respuesta, diciendo: “y arrecifes de mierda”.

TUYEDADES

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TRADUCCIÓN LÍRICAcHalice (traducción/versión y notas de Michelle Etienne Antoine)

An Illusion to the temporary real

Chagrined, I lie ensconcedbetween the dreaming and the dead,let my eyes perceivedegrees and not directions.For the sanguine expectationsthat embellished prior years,are the fervent hopes nowlost in imperfections.

The emaciated soul seeksto conceptualize itselfin an illusion to the temporary real.Within, thus beyond, we segregateour spirits from the probing handsthat touch but cannot feel.

Through cognitive dysfunctionaspirations stay utopian,like dying leaves thatto their branch still hold.Unaware their will may yetdelineate futility,they agitate a flame already cold

Plagued with trepidationthrough the volatile states,foreordination links me to the now,for even if I sought escapeI’d only leave despairand my death would beone final awkward bow.

Una ilusión a la realidad temporal

Disgustado, me hallo rendidoentre el sueño y los muertos,deja mis ojos percibirgrados y no direcciones.Por las expectativas optimistasque embellecieron años anteriores,son las esperanzas fervientes ahoraperdidas en imperfecciones

El alma extenuada buscaconceptualizarseen una ilusión a la realidad temporalEn el interior, y así más allá, segregamos nuestros espíritus de las manos indagadoras que tocan pero no pueden sentir.

A través de la disfunción cognitiva,las aspiraciones se mantienen utópicas,como las hojas agonizantes queaún se sostienen a sus ramas.Inconscientes que su voluntad aúndelineará la inutilidad,agitan una llama ya fría.

Plagado con la trepidacióna través de los estados volátilesla predestinación me une al ahora,para que incluso si busqué escapar,sólo dejé desesperacióny mi muerte seríauna última torpe reverencia.

Chalice (Australia, 2001)

Nota: Del álbum An Illusion to the temporary real (Letra de Shiralee Morgan) .

ACLARATORIA: La letra de una canción no puede ser considerada como literatura, al menos eso dice la teoría y la crítica. Sin embargo, en mu-chas de esas letras (o “lyrics”, en inglés, que significa lírica, sinónimo parcial de poesía) puede sentirse cierta literaturi-dad, cierta poesía, y extrayén-dola de su contexto musical, puede funcionar como una in-teresante lectura. Donde suce-de esto tal vez más a menudo es en las lyrics del rock, sea angloparlante o no.

COMENTALIBROSLOS PAISAJES IMPOSIBLES dE marcelo SeGuel bonComentario de Isaac Morales Fernández

Enmarcado en los hechos que rondaron esa mañana te-nebrosa del golpe de estado imperialista contra Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, el chileno-venezo-lano Marcelo Seguel Bon (Santiago, 1963) expone una poética de la angustia en su primer poemario Los paisajes imposibles (El perro y la rana, 2006).

Es que el autor vivió, cuando apenas tenía diez años de edad, ese injusto golpe, por ello las imágenes del poema-rio arrancan con algo parecido a una situación azarosa, en donde el lenguaje empieza a armarse como un gran rom-pecabezas de vivencias que demuestran una cotidianidad interrumpida, producto de un país lamentablemente escin-dido, invadido. Las líneas, porque se trata de poesía en prosa, son constantemente cortadas, dando a la lectura una sensación de zozobra, un “yo, debilitándome” que trata de descifrar esos momentos de incertidumbre de la caída de Allende:

“2.- Hora del té. 2 bailarinas grises sobre el toca-discos. Ecos hacia la profundidad de un diminuto sol. Gritos subterráneos. Despierto en la oscuridad y miro un cielo rojo. Comienza a temblar.

3.- Música de hormigas fornicando en la oscuridad. Enciendo la radio: Radio Nacional, bando #3: ‘Todo in-dividuo que no respete las órdenes del nuevo gobierno será fusilado en el acto’. 6:30a.m.”Inmediatamente la situación azarosa que se plantea en

Los paisajes imposibles nos lleva sorpresivamente a la po-blación venezolana de Guarenas: “Pétalo + pétalo a las 6:30a.m. elevando a Luis al cielo de Guarenas. Sus lágri-mas enloquecieron el color de esta madrugada”.

Quizás es necesario aclarar algo sobre este, para mí, fenomenal libro. Primero, aunque está basado en hechos reales, no es un libro biográfico. Segundo, que si bien tie-ne como telón de fondo una conciencia histórica de las ra-tadas del imperialismo yanqui, no es un mero panfleto de izquierda. Los paisajes imposibles es, como tal vez pue-de avisorarse en las citas que muestro aquí, un poemario repleto de imágenes muy bien logradas y potentes (“UN CIELO COBALTO SOBRE LAS VENTANAS”, “Entre la jauría. El hilo que sostiene el vacío”, “este dolor que se hace luz sobre los árboles de látex”, “puro epitelio de aire y sonido”, etc.). También, como le he comentado al autor en conversaciones amistosas, es muy palpable un estilo

“seguelboniano” que consiste en recurrir a la enumeración de los párrafos, a cortar las frases con puntos y seguidos, emplear desprejuicidamente cualquier clase de signos (+, =, &, etc.) y jugar con las mayúsculas para crear ciertos efectos visuales en la lectura siempre muy asociados a lo que sería la transcripción exacta de un grito de rabia, in-dignación, o incluso hasta de locura (uno de sus párrafos consiste sólo en la repetición desesperante de las sílabas a-e-i-o-u, para terminar luego diciendo “VIVO PERSEGUI-DO POR LA LOCURA DE LA NIEVE”).

También hay interesantes juegos de significados de cierta reminiscencia surrealista o nadaísta en Los días im-posibles, como: “¿Sabías que el heliotropismo eléctrico veloz de tus ojos son los girasoles de tu alma?”, o “vaso viene de flor y de días de olvido” o “los títeres que retum-ban tras los gritos de las vagabundas”. Este último ejem-plo lo tomo del largo poema en prosa El temblor que cierra este fenomenal libro, libro de experimentación, de desga-rramiento, desarraigo, de desahogo y de una vanguardia estética acorde con la vanguardia política que vivimos en Venezuela. Al terminar de leerlo uno siente que tiene un nuevo mejor amigo en la biblioteca. Es menester leerlo.

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Gesto Poético en homanaje a Roque Dalton

Convocamos a la realización del “Gesto Poético” en homenaje al poeta salvadoreño Roque Dalton.Porque la absurda muerte que le propinaron estremeció al mundo en 1975.Porque la impunidad que rodea aquel asesinato estremece al mundo hoy.Porque la memoria hace justicia, Gesto Poético propone unir las voces del mundo para que la Justicia eche luz sobre aquellos sucesos, sobre los asesinos de Dalton, yhecha Justicia, la Paz entonces haga Historia. proponemoS:- Reenviar este mensaje (que incluye brevísima biografía, información sobre la situación de la denuncia y dos poesías) a la mayor cantidad de contactos posibles, entre el 19 y el 24 de mayo 2011, con pedido que a su vez quienes lo reciban lo reenvíen.- Organizar lecturas de la poesía de Dalton (que pueden ir acompañadas por actividades interdisciplinarias) en cada ciudad.- Publicar su poesía – y/o este mensaje- en sitios web, periódicos y revistas gráficas, leer en programas de radio, distribuir copias en la calle, etc.- Enviar síntesis informativa de la actividad desarrollada al correo: [email protected] comunicar a la familia del poeta y difundir por diversos medios. el menSaje:

Roque Dalton garcíaEl Salvador, 14 de mayo de 1935 - asesinado el 10 de mayo 1975. Estudia Derecho y Antropología en las Universi-dades de El Salvador, Chile y México. Desde muy joven se dedica al periodismo y a la literatura, obteniendo diversos premios nacionales y centroamericanos. Publica sus primeros poemas en la revista Hoja (Amigos de la Cultura, San Salvador, 1956) y en el Diario Latino de la misma ciudad. Por su militancia política, sufre cárceles y destierros. Vive emigrado en Guatemala, México, Cuba, Checoslovaquia, Corea, Vietnam del Norte y otros países.

Obra poética:Mía junto a los pájaros (San Salvador, 1957), La Ventana en el rostro (México, 1961), El Mar (La Habana, 1962), El turno del ofendido (La Habana, 1962), Los Testimonios (La Habana 1964), Poemas (Antología, San Salvador, 1968), Taberna y otros lugares (Premio Casa de las Américas, Cuba, La Habana 1969), Los pequeños Infiernos (Barcelona 1970). Ensayos: César Vallejo (La Habana 1963), El intelectual y la sociedad (1969), ¿Revolución en la revolución? y la crítica de la derecha (La Habana 1970), Miguel Mármol y los sucesos de 1932 en El Salvador (1972), Las historias prohibidas del Pulgarcito (México, 1974). Póstumamente se publica su novela Pobrecito Poeta que era yo (1981) y las obras poéticas: Los Hongos, Un libro levemente odioso (1989) y Contra ataque. Juan José Dalton: «El asesinato de Roque Dalton será esclarecido. Sus asesinos quedarán al descubierto. La ver-dad descubierta será el castigo para los criminales impunes y para sus encubridores que quieran protegerlos».

Roque DaltonSea Justicia!

V Festival Internacional de Poesía Palabra en el MundoHechos salientes en el 2010 14 de mayo 2010 - En las oficinas de la Fiscalía General de la República, Juan José Dalton y Jorge Dalton, acom-pañados de la representación legal del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (ID-HUCA) interpusieron una denuncia por el crimen de su padre, el poeta Roque Dalton, cometido el 10 de mayo de 1975, ordenado por la máxima dirección del extinto Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Dalton fue asesinado luego de un cuestionado «juicio político» dentro de la otrora dirección del ERP, integrada por Alejando Rivas Mira, de quien se desconoce su paradero; Joaquín Villalobos Huezo, ahora asesor del presi-dente mexicano Felipe Calderón en la lucha contra el narcotráfico; y Jorge Meléndez, director de Protección Civil del Gobierno de Mauricio Funes. Junto a Dalton fue asesinado otro salvadoreño, Armando Arteaga, conocido como Pancho.Según la familia del poeta, han recabado diversos testimonios donde se evidencia que estos tres dirigentes estu-vieron de acuerdo con la ejecución de Roque Dalton y Armando Arteaga. Y fue Rivas Mira, en ese entonces jefe máximo del ERP, quien ordenó a sus inmediatos subalternos, también al frente de la organización, Joaquín Villa-lobos, Vladimir Rogel y Jorge Meléndez, ejecutarlos sumariamente.Uno de estos testimonios es del mismo Joaquín Villalobos, quien en una entrevista en 1993 para el periódico mexicano Excélsior, dijo que el asesinato del poeta Dalton «fue un tremendo error». En esa entrevista dio un lista-do de los que participaron en la decisión colectiva de desaparecer al poeta: Alejandro Rivas Mira, Jorge Meléndez, Vladimir Rogel, Alberto Sandoval, otro de seudónimo Mateo y el mismo Joaquín Villalobos. En el 2009 la familia decidió impulsar diversas demandas dirigidas al Estado salvadoreño para esclarecer el caso. El 4 de mayo 2010, la familia emitió un comunicado donde demandaron el esclarecimiento del caso y evidencia-ron la incoherencia del Estado, al querer conmemorar al poeta, cuando dentro del gabinete presidencial se encuen-tra uno de los principales sospechosos de la muerte del poeta, Jorge Meléndez, director de Protección Civil. En medio de la polémica, Meléndez, en una entrevista a ContraPunto, dijo no recordar el asesinato de Roque Dalton, sino «un proceso político en el cual salieron muertos varios compañeros, uno de ellos, Roque Dalton». Además afirmó «yo estuve ahí y yo sé lo que pasó», dijo el funcionario. Dentro del mismo marco del natalicio y el aniversario de la muerte de Roque Dalton, el Gobierno de El Salvador esbozó la posibilidad de hacer un acto in memoriam. Sin embargo, la familia del poeta fue contundente y negó toda posibilidad de apoyar este tipo de actividades: «La familia Dalton decide: No participar, apoyar o avalar acto oficial alguno que, dentro o fuera del territorio nacional, realice el actual gobierno relacionado con la conmemora-ción del XXXV Aniversario del asesinato de Roque Dalton, o de otra naturaleza ligado a su figura y su obra».Además, vedaron la oportunidad de publicar sus obras o de usar su figura y su nombre por cualquiera de las ins-tancias del actual Gobierno.

(Síntesis informativa sobre artículo escrito por Teresa Andrade, Periodista y poeta.Encargada de especiales para contrACultura.)

Jorge Meléndez fue nombrado por el Presidente Mauricio Funes como Secretario Presidencial para Asuntos de Vul-nerabilidad, en el mes de enero 2011. Con ello Meléndez pasa a ser miembro del gabinete de gobierno de Funes.

Para más información: http://contracultura.contrapunto.com.sv

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Por qué escribimos

Uno hece versos y amala extraña risa de los niños,el subsuelo del hombreque en las ciudades ácidas disfraza su leyenda,la instauración de la alegríaque profetiza el humo de las fábricas.

Uno tiene en las manos un pequeño país,horribles fechas,muertos como cuchillos exigentes,obispos venenosos,inmensos jóvenes de piesin más edad que la esperanza,rebeldes panaderas con más poder que un lirio,sastres como la vida,páginas, novias,esporádico pan , hijos enfermos,abogados traidoresnietos de la sentencia y lo que fueron,bodas desperdiciadas de impotente varón,madre, pupilas, puentes,rotas fotografías y programas.Uno se va a morir,mañana,un año,un mes sin pétalos dormidos;disperso va a quedar bajo la tierray vendrán nuevos hombrespidiendo panoramas.Preguntarán qué fuimos,quienes con llamas puras les antecedieron,a quienes maldecir con el recuerdo.Bien.Eso hacemos:custodiamos para ellos el tiempo que nos toca.

Pobre lenguaje Mi país es el mundo pero el mundo está que jode loco de sordera funeral agorero como un golpe una pedrada en vez de desayuno San Pablo era más héroe que yo somos antiguos panes vanidosos peregrinos de una misma torre supuran ya los tragos que toméAmo rebelde de una orquesta de agua suculento desastre que retoña en las barbas de Dios trueno capaz de toda palabra menos de la incredulidad.

-.-.-.-

Acta

En nombre de quienes lavan ropa ajena(y expulsan de la blancura la mugre ajena).En nombre de quienes cuidan hijos ajenos(y venden su fuerza de trabajoen forma de amor maternal y humillaciones).En nombre de quienes habitan en vivienda ajena(que ya no es vientre amable sino una tumba ocárcel).En nombre de quienes comen mendrugos ajenos(y aún los mastican con sentimiento de ladrón).En nombre de quienes viven en un país ajeno(las casas y las fábricas y los comerciosy las calles y las ciudades y los pueblosy los ríos y los lagos y los volcanes y los montesson siempre de otrosy por eso está allí la policía y la guardiacuidándolos contra nosotros).En nombre de quienes lo único que tienenes hambre, explotación, enfermedades,sed de justicia y de agua,persecuciones, condenas,soledad, abandono, opresión, muerte.Yo acuso a la propiedad privadade privarnos de todo.

América Latina

El poeta cara a cara con la lunafuma su margarita emocionantebebe su dosis de palabras ajenasvuela con sus pinceles de rocíorasca su violincito pederasta.Hasta que se destroza los hocicosen el áspero muro de un cuartel.

-.-.-.-

Los burócratas

Los burócratas nadan en un mar de aburrimientotempestuoso.

Desde el horror de sus bostezos son los primerosasesinos de la ternura

terminan por enfermarse del hígado y mueren aferrados a los teléfonos

con los ojos amarillos fijos en el reloj.Los burócratas tienen linda letra y se compran

corbatassufren síncopes al comprobar que sus hijas se

masturbandeben al sastre acaparan los baresleen el Reader Digest y los poemas de amor de

Nerudaasisten a la ópera italiana se persignanfirman los pliegos nítidos del anticomunismolos hunde el adulterio se suicidan sin arroganciatienen fe en el deporte se avergüenzanse avergüenzan a maresde que su padre sea un carpintero.

Alta hora de la noche

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombreporque se detendría la muerte y el reposo.Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,sería el tenue faro buscado por mi niebla.Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.No dejes que tus labios hallen mis once letras.Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto:desde la oscura tierra vendría por tu voz.No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre.

-.-.-.-

Hora de la ceniza

Finaliza Septiembre. Es hora de decirtelo difícil que ha sido no morir.Por ejemplo, esta tardetengo en las manos griseslibros hermosos que no entiendo,no podría cantar aunque ha cesado ya la lluviay me cae sin motivo el recuerdodel primer perro a quién amé cuando niño.Desde ayer que te fuistehay humedad y frío hasta en la música.Cuando yo muera,sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,mi bandera sin derecho a cansarse,la concreta verdad que repartí desde el fuego,el puño que hice unánimecon el clamor de piedra que exigió la esperanza.Hace frío sin ti. Cuando yo muera,cuando yo mueradirán con buenas intencionesque no supe llorar.Ahora llueve de nuevo.Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuartocomo hoy.Siento unas ganas locas de reíro de matarme.

LECTURAS CLÁSICASPoesía de Roque Dalton

LECTURAS CLÁSICAS

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Arte poética 1974

PoesíaPerdóname por haberte ayudado a comprenderque no estás hecha sólo de palabras.

-.-.-.-

Desnuda

Amo tu desnudezporque desnuda me bebes con los poros,como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,me abre todas las puertas para que te adivine,me toma de la mano como un niño perdidoque en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbopasa a ser mi universo, el credo que me nutre;la aromática lámpara que alzo estando ciegocuando junto a las sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerradoscabes en una copa vecina de mi lengua,cabes entre mis manos como el pan necesario,cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.

El día en que te mueras te enterraré desnudapara que limpio sea tu reparto en la tierra,para poder besarte la piel en los caminos,trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

-.-.-.-

La cabeza contra el muro

(Conclusión filosófico-moral)La materia es dura, la materia es indestructible: por lo tanto la materia es incomprensiva,la materia es cruel.

-.-.-.-

27 años

Es una cosa seriatener veintisiete años en realidad es una de las cosas más serias en derredor se mueren los amigos de la infancia ahogada y empieza a dudar uno de su

inmortalidad.

-.-.-.-

35 años

IPero la castidad, vieja hedionda, serpiente seca,visita que hemos de esquinar y confundiremos con la muertees una sentencia que al fin y al caboalguien tiene que merecer.Mañana es viernes.No tentarás a tu señor.

IIUna de las caras del amor es la muerte,en el humo de esta época eternamente juvenil.¿Qué me queda ante ti sino la perplejidad de los reyes,los gestos del aprendizaje ante la crecida del río,las huellas de la caída de bruces entre la ceniza?La propia juventud decrecey trota la melancolía como una mula.

LECTURAS CLÁSICAS

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“”

Los que producen el aguardientey luego dicen que no hay que aumentar el sueldoa los campesinosporque todo se lo van a gastar en aguardiente.Los que en la vida familiarhablan exclusivamente en inglésentre cuadros de Dubuffet y cristales de Bohemiay fotografías tamaño naturalde yeguas traídas de Kentucky y de Vienay nos cobran diariamente en sudor y sangresu doloroso despertar cotidianoen este país de indios suciostan lejos de New York y París.Los que han comprendido que Cristosi se miran bien las cosasfue realmente el Anticristo(por todo eso de amaos los unos a los otrossin distinguir entre los pelados y la gente decentey esto de los cristianos primitivos conspirandoen la complicidad de las catacumbasy de la agitación contra el Imperio Romanoy el pez tan parecido al martillo y la hoz)y que el verdadero Cristo nació en este sigloy se llamó Adolfo Hitler.Los que votan en El Salvadorpor el Presidente electo de los Estados Unidos.Los que propician la miseria y la desnutriciónque produce a los tísicos y a los ciegosy luego construyenhospitales tisiológicos y centros de rehabilitación

de ciegospara poderlos explotara pesar de la tuberculosis y la ceguera.Los que no tienen patria ni nación aquísino sólo una fincaque limita al noreste con Guatemala al norte con

Hondurasal sureste con el Golfo de Fonseca y Nicaraguay al sur con el Océano Pacíficoen la cual finca los americanos han venidoa montar algunas fábricasy en donde poco a poco han ido surgiendociudades pueblos villas y cantones

llenas de brutos que trabajany de brutos armados hasta los dientes que no trabajanpero mantienen en su puestoa los brutos que trabajan.Los que dicen a los médicos y a los abogados y a los arquitectosy a los agrónomos y a los economistas y a los

ingenierosque quien a buen palo se arrima buena sombra lo

cobijay que hay que hacer cada año Códigos Penales más

drásticosy hoteles y casinos iguales a los de Miamiy planes quinquenales iguales a los de Puerto Ricoy operaciones civilizadorasconsistentes en eliminarles la mancha azul del culoa los distinguidos señores y señorasy regadíos que lleven la poquita agua de todosexclusivamente hacia la tierra donde creceese buen palo que tan buena sombra dasobre todo a quienes no están profesionalmente

dispuestosa dar vela en el entierro a tanto jediondo y a tanto

descalzo.Los que para tener libertad de prensay derechos constitucionalescompraron diarios y radios y plantas de TVcon todo y periodistas y locutores y camarógrafosy compraron la constitución política con todo yAsamblea Legislativa y Corte Suprema de Justicia.Los que para dormir segurosno pagan el sereno de la cuadra o del barriosino directamente al Estado Mayor Conjuntode las Fuerzas Armadas.Los queefectivamentetienen todo que perder.

“ENTRECOMILLAS”Roque Dalton: “La gran burguesía”

LA CARICATURA TAMBIÉN VALECarlos Alfredo Ruiz “Ruz”, caricaturista salvadoreño.

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Nuevos libros delSNI-Mirandaenero-febrero 2011

Libros por venir:

1) Los pescadores (cuentos). Autor: Cristóbal Martínez. Mun. Baruta.

2) Cristal de miel y tigre / Líneas descalzas (Aforismos)Autor: Carlos Carreño. Mun. Plaza (guarenas)

←Título: Transitando sus huellasAutor: Nilka Suberogénero: AnecdotarioMun.: Sucre (Petare)Fecha: enero, 2011

→Título: Un caballo bien

bonitoAutor: Jesús Arvelo

género: Cuento infantilMun.: Tomás Lander

(Ocumare)Fecha: febrero 2011