a le la arquerÍa sevillanahemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/./emd01/hem/1964/... · 2004. 9....

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419M

Le noticia no deja de tenor une stgntflcacl6n exIreordinaria, por cuanto si bien hasta la fecha eldeporte arquero gozaba de natural expansión en lamayoría de regiones españolas. el anuncio de quenuevas delegaciones formalmente se han incorporado al seno de la Nacional y de pleno, a lo quese ve, ya a la actividad, coIma de mucho las aspi-raciones de los responsables en orientar este de- porte de cara a ma total proyección hacia todoslos sectores impracticados de nuestro territorio nacional.

Lógicamente la incorporación definitiva la han realizado junto a la delegación de Sevilla, la de

. . Cáceres. León, Palencia, Valladolid y Palma deMallorca. Si bien únicamente y por el momentosea la. primera cItada representación la que sedisponga a debutar en el terreno de la actividaddeportiva, por medio de un. Concursó organizadoen el Inicio del año presto a nacer y que correráa cargo del Club Natación Sevilla.

Debemos . resaltar éste y otros hechos, por lo quepueden llegar a representar en el futuro, más quepor lo simple de su noticia, pues justifica que estadisciplina ha superado las eternas barreras del des-conocimiento para sumergirse de pleno en el venenode la práctica.

Y esta futura Federación que se presiente, hade crearse no tardando demasiado, va a su incorporación con plenos conocimientos de las técnicasmodernas ya implantadas y apoyadas por rigurososprecedentes deportivos que la pueden disponer anteotras entidades más encumbradas y de superiorespredicamentos fisicos.

Ha nacido, no sólo en los puntos delimitados pordichas delegaciones de reciente creación, sino entodo el orbe hispano, el ansiado interés hacia estadisciplina, que aunque en España era ya bastanteconocida y con algunas «canas», precisaba de eseacuerdo simultáneo entre distintos ambientes y temperamentos. Pues han- suscrito fe de que sientenesta modalidad centros casi insospechados, éntre losque se cuenta con una joven y bulliciosa FederaciónAsturiana, Inquieta y brillante, . una Vasconavarra,aún. como aquel que dice con los propios pañales yotras que intensifican la relación y que la enrique-cen indiscutiblemente con su concurso inapreciable

. y valioso. .

F Pero . volviendo a lo que hace referencia a la pronto constituida gran cantera arquero-sevillana, ténernos que agregar que • se cuenta con detallesmuy significativos que evidencian la fuerza que haadquirido esta faceta en la ciudad de Sevilla. . Y&Io queda demostrado cofl la petición formal que sehizo hace escasamente cinco.dlas al Pleno Nacional,acerca de poder , contar con la autorización para

organizar el primer Concurso arquero andaluz, endcha ciudad. Y que a lo que se desprende, lacantidad de practicantes es envidiable.

Hay en la delegación de Sevilla de Tiro con Arcouna indiscutible buena semilla, que ya en los primeros albores del año sienten la necesidad de «en-trar» en calor para en breve discutir una suprema-cIa que, o nos equivocamos mucho, o no han detardar en conseguir. Tal es la cantidad y calidadde los nuevos arqueros sevillanos.

Más adelante y cuando los Torneos Triangularesestén en marcha en todas las regiones distribuidaspara llevarlo a cabo, el creciente ambiente de ex-pectación que se respira quedará elevado a alturasinsospechadas, pues no ha de faltar apoyo oficialde parte de las autoridades respectivas ni de . loshabitantes amantes del deporte, por cuanto a esterespecto también hay ciertos ofrecimientos e incondiciona lidad.

Mientras llega el desarrollo de ese primer bri llante paso dado en la disciplina arquera, felicitemosa tan alegre como entusiasta representación anda-tuza y esperemos que pronto se forme en Andalucíael bloque deseado que haga innecesario los máslargos desplazamientos, formando entre sí ese GrupoSur que podría quedar constituido como seguimienfo de otras disciplinas, y en general, para bien deldeporte español.

EL «ARCO DE ORO PARA ARMANDO MENEN-. DEZ. EL ((FAMOSO» DE LA «TELE»

Armando Menéndez, el «famoso» de la «tele», esun jovenque en poco tiempo ha conséguidó hacersepopular en España entera a través de su acertadainterVención en el no menos conocido concurso «Launión hace la fuerza».

Técnicamente, Menéndez ha demostrado estar ala altura de un primerísima categoría, no ya sólopórel hecho de haber logrado rebasar ufl númerodeterminado de impactos — notoriamente impor

. tente — sino por haber puesto de relieve que. poseetenipie de. gran, excepcional campeón.., En términos arqueros, no debe valorarsé el pro-

-medio de unas tiradas exclusivamente, sino la se-gUridad de poder hacerlo regularmente y -no comohecho circunstancial. Ello se logra eficazmente atiavés de un meticuloso control mental que «juzga»la debilidad del arquero y le traciona o no, segúnsean sus dotes de mando simultáneo. y disposición

al lanzamiento. Todo ello, que raramente se puedereunir en un mismo arquero como complemento indispensable, quedó puesto de manifiesto por unexcepcional deportista. El que seguramente hubierapasado desapercibido inconscientemente de no producirse tal coyuntura.

Por ello y a lo largo del experimento, hubo oca-sión de juzgar sin remilgos las calidades técnicasde este arquero. Y, la verdad, le encontramos tanacusadas disponibilidades que nos atrevemos a decirque nadie mejor que él hubiera podido l!egar adonde llegó. Al éxito. Pero un éxito que para valorano hay que estar en el secreto de lo que valecada gesto, cada decisión, todos y cada uno de losmovimientos que acompañan al lanzamiento sistemático y conjunto, distribuido con requerimientofísico, mental y voluntad psicológica del instante.Ese conjunto de factores que forman al perfectoarquero se hallaron presentes en la persona deArmando Menéndez.

Y por encima de todo, hay que resaltar el nuloinfluenciamiento de que los miles y miles de ojosocultos hicieron al deportista, más que otra cosaobligado a controlar las emociones y que éstas nole traicionaran nl en una sola ocasión. Hay queestar en posesión de una formación técnica preparatorla muy superior a la que se podía presentirpodría tener este campeón provincial de la OJEdel Principado de Asturias.

Y corno que lo uno viene ligado con lo otro, elPIeno Nacional de Federaciones Regionales acordépor unanimidad, concederle el premio anual impuesto por la Federación Española al deportista o

. entidad que en el transcurso del ejercicio deportivo,mejor conducta, moral, competitiva, regularidad, etcétera, hubiera demostrado.

Esta distinción es nada menos que un «arco deoro», que además, es el primero que el máximo organismo nacional arquero concede en su historial,dado que tal acuerdo y concesión tuvo su aprobación en la Asamblea del pasado año.

Valiosa distinción, de la que indudablemente seha hecho merecedor . este, de hecho, excepcional,primera serie nacional.

Y si por algún motivo el «Arco de Oro» se hubiera«resistido» a pasar a manos de Armando Menéndez,estamos seguros que su simpatía, su clase y sen-cillez, por sí solos ya hubieran derribado todos losposibles reparos. Muy merecido y enhorabuena. Conello quien más se beneficia es el propio deporte.

Después de haber consumidoel nenú, servido por los encargados de «Can Pobla», un ma-trimonio con dos espigados yatentos hijos — un varóti y unaiiembra —, que además de aten-demos espléndidamente, en elaspecto de trato, cordialidad, ysolicitud, fueron también, a sumanera, coprotagonistas de lossucesos que tendrían lugar enla noche del domingo, día 5 delos corrientes, ocho personas,que éramos el grupo radicado enestas fechas en aquel lugar, concretamos una visita a la ya fa-mosa cueva de «Manel», y quea decir verdad poca gracia hizoa la mayoría — y nos contamosentre los menos decididos a complacer tal sugerencia —- No obstante, como la mayoría tenía decisiva curiosidad por «entrar»

en una cueva, pues ahi nos tienen ustedes, escalando sus buenos trescientos metros de terreno ascendente, muy prolongado,y apareciendo al pie de la enorme roca que da entrada aaquélla.

En la propia puerta nos ha-llamo» a un pequeño colegial —

y lo decimos porque llevaba so-bre sí y cubriéndole el cuerpoel clásico atuendo a líneas ver-ticales —. Nos dirigió la palabra entre continuos movimientosde boca, en la cual tenía unchiclé, asegurando que en el intenor nos encontraríamos contres compañeros suyos que hacíauna media hora que se habíandecidido a entrar. El había que-dado — nos decía el simpáticomuchacho de lentes — cuidandode las mochilas de sus compañeros y porque, la verdad, lehacía cierto respeto aquello tanscuro y complicado.Le saludamos y nos introdu

jimos hasta unos treinta o cua

renta metros, en donde, cierta-me’ite, no había mucha como-ctelad ni espacio para moverse.El criterio unánime del intrépidogrupo de curiosos que formába5-nos, fue volver sobre los pasosy que los más especializadospracticantes 1 o «reconocieran»por nosotros. Cón lo visto ya te-níamos más que suficiente. paradecir que habíamos estado enuna cueva.

A -la salida, seguía masticandochiclé el cuarto de los mucha-chos que se había desplazado,desde Barcelona, para pasar eldía en la montaña.

Para conformarle un poco ledijimos que ya no debían tardardemasiado sus tres amigos enhacer aparición. A lo que nosrespondió que le era igual, peroque, en todo caso se estaba .aburriendo bastante.

Eran sobre las 5.30 de la ter-de cuando estas palabras se cruzaban entre José Luis Adeil ynosotros y, poco después, la no-che caía, como es habitual.

No habrían transcurrido oua-renta y cinco minutos, cuandoel señor Juan Guix, cabeza defamilia de «Can Fobia» y suprimogénito, conducían a nuestra presencia al mencionado ysimpático José Luis, que al ha-berse hecho de noche y no ha-ber salido aún sus compañerosde la cueva, había tenido míe-do — dijo — y se había puestoa gritar para que alguien leoyera y le sacara del «aprieteen que se encontraba.

Afortunadamente para todos,las voces - habían sido es-cuchadas por los citados mora-dores de aquel lugar y le habíanpuesto- al calor del fuego y ala tranquilizadora paz de unacasa y unís- personas que, te-da s sin - excepción, le brindaronaliente.

Viendo que el tiempo pasabay que los tres restantes mucha-chos no aparecían, tomamos ladeterminación de entrar en lacueva para intentar rescatas-los,pues . llegamos a la conclusiónde que algo les había sucedido.

Un voluntario, Mariano Liobety un servidor, provistos de linternas nos introdujimos en la«dicha» y permanecimos por es-pacio de cerca de dos horas porel laberinto rocoso e intranquilizante de la cavidad, lanzando

voces - para inVentar situar endónde e encontraban.

Con ia -garganta congestionada y habiendo recorrido . cuerpoen tierra un buen trecho de lasdistintas galerías, viendo quenada podíamos hacer, pues mllevábamos material adecuadopara profundizar por lugaresmás incór.nodos y con riesgo, yque no conocíamos los i-ecorridos, regresamos al exterior de-salentados.

Después de un descanso, elhijo de los señores Guix, nosacompañó e nuevo al interior.En esta ocasión permanecimostres largas horas, dando seña-les con silbatos y gritando porlos más oscuros rincones, también sin obtener respuesta al-guna que indicara que los tresmuchachos seguían con vida.Nuevamente de regreso a «CanPobla» y nuestra intervenciónpara que se procediera a la de-manda de auxilio competente ydenuncia a las autoridades, ala vista de que nuestra buenadisposición de hacer algo po-sitivo no obtenía ningún . resal-tado satisfactorio.

Tras de una breve espera hicieron acto de presencia las fuer-zas de retén del Parque de Bomberos de Tarrasa que, rápida-mente, y asesorados por nosotros. pusieron manos a la obra,insistentemente, sin obtener taro-poco ningún resultado prácticode cara a la integridad de lasposibles -víctimas de la jornada.

Faltos de material idóneo, también determinaron apelar a me-dios más entendidos y fue cuan-do se movilizaron grupos delFrente de Juventudes de Tarrasa calificados en estos menesteres. Asimismo hicieron su apa-rición médico, auxiliar, ambulancia y el jeep de la GuardiaMunicipal - de retén. Así como laBenemérita Guardia CivU egarense.

En pocos instantes, se habíacreado una verdadera fuerza derescate que se iniciaba aproximadamente a las 6.30 de la ma-drugada del lunes.

En verdad, que los nerviosrotos por la emoción y el can-sancio - de haber permanecido endicha cueva de «Manel» desdelas 7.30 de la tarde del domingohasta las 6.30 de la citada ma-drugada, habían acabado con

nuestras energías. Se nos aconsejó que abandonáramos la cm-presa, pues ya nada podíamoshacer, pues el grupo de eficaces especialistas en breves mo-mentes sacarían a los tres mu-chachos del interior de lacueva.

Sólo sabemos que de día ya.nos comunicaron que los tresaspirantes a espeleúlogos habíansalido con bien de la empresay que a las ocho menos -cuartehabían conversado con el expectente número de personas solicitas que se encontraban en ellugar del suceso. Un suceso que,afortunadamente, no pasó de seruna aventura sin trascendencia.pero que bien pudo costar la vi-da, de no haber sido por losdesvelos de los moradores de«Can Pobla», los clientes quepernoctaban y por la inestimable ayuda de los servicios ypersonal que colaboró en el res-cate.

En el entreacto de la nocheanterior, el pequeño José Luisapelaba a que él había sido máslisto y que no había entrado.Ciertamente que no sólo fue elmás listo, sino que gracías aél haberse quedado fuera, sepudo practicar el rescate de suscompateros.

Una vez transcurridas algunashoras, ya friamente, supimosque se les había terminado laluz de la linterna y que habíanquedado Juan, el mayor, de die

cisiete años, Pedro de once yotro, José, de diez, en un rin-eón, en espera de no sabíanqué.

También se nos comunicó quehabían oído nuestras voces y siIbatos, pero que no habían con-testado. Ellos estarían a pocomás de un centenar de metroede donde nosotros pasamos has-te un total de ocho veces.

Como todas las cosas que aban bien, pronto se olvida eldisgosto, pero conviene recordar a ellos y a sus mayores quepara intentar algo parocio hayque asesorarse por personal en-tendido y responsable. Mañanaserán hombres, pero antes hayque formarse, y las imprudencias son malas consejeras.

Casos similares — nos deciala señora Dolores, de «Can Po-bla» — han sucedido ya variosy todos, afortunadamente, hanresultado con bien. Pero nosotros creemos que el deporte, conestos lamentables inciden-Ves, nohace sino que salir desprestigiado y sin merecerlo. Pongan,pues, atención en lo dicho yque no se produzcan nuevos he-dios como el comentado.

Hay que felicitar, además delos mencionados, a los señoresCuxart y familia Guix, pues nosólo no- descansaron ni un miro»-to, sino que los gastes de con-ferencia y demás aditamentosquedaron de su cargo. Las gracias es lo menos que merecen.

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.!!

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LA ARQUERÍA SEVILLANA- w

se incorpora a la actividad nacionalArmando Menéndez “Arco de Oro” 1964

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Textos y Fotos:

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M. DE LAS HERAS

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ES PiLEOLOGICADE CUATRO “INEXPERTOS”

Siempre hcmos creído que lasmás atrevidas empresas de todotipo deben llevar aparejado elinterés del riesgo, de la aventus-a, para que se repare enellas, si no alcanzan a merecerpor si solas los atractivos máshabituales.

Desde luego que, para todo,debe haber un límite prudencialy no dejas-se llevar por la espectacularidad. Muchas veces nohacen sino que conducir al errortécnico y al lamentable inciden-te, que se convierte, muchas ve-ces, también en irreparable dra-ma.

El preámbulo está orientado adar una simple lección — en loque pueda caber a los protagotosías — también a sus mayo-res principalmente — de unos

- hechos poco agradables tenidoslugar en nuestra región, que ile

. varen el desasosiego y la alar-ma a personas que, sin estar

. --- - afectadas por línea de rongre nitores de entidades montañeras. - - . alguna, con aquéllos, padecieron autorizadas. Los ms bregados- un calvario mientras duró la -in

. . - cógnita de la aventura singular realizaban, posteriormente, e 1- . de cuatro pequeños «aspirantes» esPectacular «rappal» mientras- a espeleólogos. que los principiantes se las veían

La cosa tuvo su inicio en un - y deseaban para llevarlo a cabo- espléndido día de este mismo con meridianas posibilidades téc

_j mes en los aledaños de Matade- . aunque poniendo en el- . pa, en el conocido sector de eiercicio el máximo de interés.

Cari Pobla, al pie del extraordi- Fueron cuarenta y cinco mi-- . nario mirador natural de «la nutos de una emoción jodes ci

Mola». frable, en los que te-do pasabaPrecisamente, a p r ovechando P°” la mente del observador me-

un par de días en que se «cern- nos experimentado en lides monbinó» un fin de semana en di- tañeras. Todo salió a pedir de

- - cho magnífico lugar, hicimos las boca y los «maestros» y losconsabidas excursiones a los «alumnos», tras de conseguir el

- - puntos más característicos obli- propósito deportivo se fundieron:- gados por el montañero. en la esPesura de los alrededo

Desde los puntos fáciles has- res para confeccionar o «ter- , - te cierto punto de acceso, obser- minar» con lo aportado para la

. Á - - vamos las famosas grandes ro- hora de reponer fuerzas.ca del «Esquirol» y «Cavail Ber La alegría y el optimismo más- nat». En ambas paredes y en fundados presidían a estos en

,. tus respectivas cimas se en tusiastas muchachos dispuestos. - centraban en aquellos instantes a «tomar» la alternativa escala

pequeños grupos de escaladores, dora en breve espacio de tiempo. expertamente orientados por mo- Terminado este grato espec

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táculo al aire libre, - guiamosnuestros pasos a otros distintospuntos que reúnen atractivosmuy singulares y de gran mí-portancia recreativa.

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