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8/15/2019 Benítez Rubio, Fco. Javier - La Política en La Edad Media y El Renacimiento
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POLITEIA
LA POLÍTICA ENLA EDAD MEDIA
Y EL RENACIMIENTO
Fco. Javier Benítez Rubio
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Fco. Javier Benítez Rubio
Nada humano es eterno
ÍNDICE:
ANTIGÜEDAD CRISTIANA
El germen de una idea 4
Lo terrenal y lo celestial 13
EDAD MEDIA
Las invasiones bárbaras 26
Oriente y el Islam 34
Imperium Christianum 47
Las dos espadas 57
Epílogo al Medievo 70
RENACIMIENTO
El Renacimiento en la sociedad y la política 81
Nicolás Maquiavelo 90
La Reforma 114
La utopía política 121 A modo de conclusión 145
Bibliografía 153
Foto de portada. Detalle de la primera traducción francesa de La Ciudad de Dios de San Agustín por Raoul de
Presles (1371-1375). Biblioteca Nacional de Francia.
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EL GERMEN DE UNA IDEA
La clausura de la política.
Para el nacionalismo teocosmológico judío, Israel está
gobernado de manera directa por Dios; junto a éste, el mesianismo,
la espera de acontecimientos milagrosos que cambien el estatuto de
su nación para siempre, es el otro rasgo fundamental de lo que
podríamos llamar pensamiento teopolítico judío1. En este contexto
de espera surge, de modo revolucionario y controvertido, la figura
de Jesús de Nazaret2. El hijo de un carpintero autoproclamado hijo
de Dios que niega, además, la vigencia de la ley que el único Dios
verdadero había entregado al pueblo elegido. Esta revolución
teológica y social, sin embargo, supone la clausura de la política;
entendida la política como el intento razonado de organizar la vidahumana entre humanos, esto es, en la Ciudad, en el Imperio. La
frase lapidaria ante Pilatos, poco antes de morir crucificado, ‘ Mi
reino no es de este mundo’3, implica la anulación del pensamiento
político concebido hasta la fecha. La vida en la ciudad no tiene
importancia alguna si la comparamos con la vida eterna en el Reino
1 Pero, ¿qué se lleva el cristianismo del judaísmo, para la posteridad, en el ámbitopolítico? Los dos rasgos fundamentales pero reconvertidos. Para empezar la idea de nación,pero agigantada: el mundo entero será la nación del cristianismo. Y, como piedra angular, elmesianismo concretado y encarnado en el hijo de Dios, Jesucristo.
2 Jesucristo fue un reformador religioso, no un revolucionario político (Küng, 2001:26).Los preceptos específicos de la ley oral mosaica (la halaká o halajá) pasaban a un lugarsecundario y de menor importancia respecto a la Buena Nueva: el amor al prójimo, la salvacióndel hombre o la llegada del reino de Dios. Y esta reforma espiritual que pretendía el nazarenoera vista por las élites religiosas de aquel tiempo como un grave problema político, que no
podían resolver directamente. Sólo Pontius Pilatus, praefectus de la provincia romana de Judea,podía; y es de sobra conocido lo que aconteció.3 Juan 18:36.
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de los Cielos. La Buena Nueva espiritual del nazareno anula todas
las imágenes mundanas y terrestres que hasta la fecha poblaban el
imaginario social del mundo antiguo, también las jerarquías yvalores sociales. Lo que cuenta es lo espiritual, el Reino de Dios, en
el más allá; pero también, en el más acá, el esfuerzo interior, la
caridad, la misericordia, el perdón y el arrepentimiento. El estoico
que pudo haber sido y no fue, Cristo, enseñaba a sus discípulos a
despojarse de sus vestiduras sociales y aparecer ante los demás
únicamente con la ejemplaridad moral de su corazón sincero.
Mientras que llega el Reino de Dios, el ser humano tiene que
vivir en la vida terrena, en lo social y lo político. No parece que
Jesucristo fuera un ingenuo trascendentalista que no entendiera
semejante situación. Y cuando le presionan para comprometerlo,
sale con otra de sus lapidarias sentencias: ‘Pues pagad lo del César al
César, y lo de Dios a Dios’4. Si bien es cierto que el alma humana solo
le concierne a Dios, y que nada puede compararse con la vida
espiritual; Jesucristo, o eso es lo que transmiten los Evangelios,
entiende que hay que someterse a las cuestiones políticas porque,
todas ellas, carecen de valor. Pagar el impuesto al César, el símbolo
más fehaciente de la obediencia civil, no concierne en absoluto aDios, no condena ni salva, en absoluto. Lo civil y político es
contingente, lo espiritual, absolutamente necesario. La verdad,
auténtica y salvadora, no está en lo terrenal ni en lo político; la
verdad pertenece al orden divino. Todos los males que acometen
contra el cuerpo, como la esclavitud o la enfermedad o la pobreza,
4 Mateo 22:21
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autoridades religiosas oficiales, se unieron entorno a la figura de
Jesús. Son muchos los expertos que han tratado de explicar las
razones por las que aquella pequeña asamblea judeocristianaterminó gobernando en Roma, convirtiéndose en la ecclesia catholica6,
el mayor poder sobre la faz de la tierra (Küng, 2001:40).
La apertura a los poderes terrenales.
Pablo de Tarso es el primero que tiene que lidiar con la
ruptura que Jesucristo hace con la política. El éxito del cristianismo
está fuera de toda duda, se expande exponencialmente por todo el
arco mediterráneo hasta llegar al centro del mundo, Roma. Dejar
constancia que una de las razones por las que esto es así, es el
evidente talento de este ciudadano romano7. El nuevo orden
espiritual se inocula, lentamente pero sin pausa, en un orden
político y civil establecido y con muchos siglos a sus espaldas. El
poder civil es ineludible, reflexionar sobre el mismo y cómo hacer
posible la vida en ambos órdenes, en ambas Ciudades, también.
En su obra epistolar, San Pablo invita a los cristianos a cumplir
con los deberes derivados de la pertenencia al orden civil. En
ningún momento parece desaprobar las prácticas civiles del
6 La palabra cristiano (Christianoi o las gentes seguidoras de Cristo) comienza autilizarse en Antioquía, capital de la Siria romana y ciudad más importante del mundoconocido tras Roma y Alejandría. Así queda recogido en el Nuevo Testamento (Hechos de losApóstoles, 11:26). Sin embargo, la palabra católico (katholikos, universal, que lo comprende todo)no aparece en ninguno de los libros que conforman el Nuevo Testamento. Según Küng(2001:42), sería Ignacio, obispo de Antioquía, el que en una de sus epístolas dedicadas a lacomunidad de Esmirna usa este término haciendo referencia a la totalidad del conjunto de la
iglesia cristiana diferenciándola de las distintas iglesias locales. Es el origen de lo que seconvertirá más tarde en ecclesia catholica o ecclesia universalis. 7 Civis Romanus sum.
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Imperio8 y busca siempre la calma social; que no haya
insubordinaciones de los cristianos ante las autoridades. No busca,
desde luego, dar pábulo a los matices e interpretaciones másrevolucionarias y anarquistas de las palabras de Jesucristo. Lo que
podemos leer entrelíneas es que aunque no existe una organización
social exclusivamente cristiana, sí hay, y puede llevarse a cabo, una
forma cristiana del cumplimiento de los deberes civiles. Los
cristianos, a petición del Apóstol de los Gentiles, deben de añadir la
caridad al cumplimiento de las leyes y la obediencia a las
autoridades civiles.
Efectivamente, esto es así si leemos la sentencia de Romanos
13:1: ‘Sométanse todos a las autoridades que ejercen el poder’. Pero esta
importante sentencia tiene una segunda parte que será trascendental
en el futuro de la teología política de un cristianismo en expansión e
imparable: ‘Porque no hay autoridad sino por Dios; y las que existen, por
Dios han sido establecidas’. El poder terrenal, civil y político, también
proviene de Dios; por tanto, el Poder de Dios participa en el mundo,
en el orden político. La puerta que entreabre San Pablo tiene
importantes consecuencias. Tras la lectura de los Evangelios
entendemos que el poder político es una materia indiferente para elcristiano y que como no obstruye la vida espiritual puede éste
dedicarlo el tiempo de su cumplimiento. Ahora, tras las epístolas
paulinas, la actividad política se incorpora al universo cristiano. El
poder, todo el poder, espiritual y político, proviene de Dios, y sólo
8
En la Modernidad ilustrada de los Derechos Humanos puede chocar la recomendaciónde la obediencia de los esclavos: ‘Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos según la carne’ enColosenses 3:22.
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de Dios. Explica Touchard (2008:90) que hemos pasado de ‘ Mi reino
no es de este mundo’ a todos los reinos del mundo son de Dios.
Por último, el estoico que también pudo haber sido y no fue,Pablo de Tarso, invita al hermanamiento y la fuerte solidaridad de
todos los cristianos. Frente al abstracto y exclusivo cosmopolitismo
estoico, el apóstol cristiano aboga por la fundación de la Ciudad de
Dios, también universal, sin fronteras geográficas ni barreras
sociales: el germen de las dos ciudades ha sido plantado por San
Pablo.
El cristianismo se irá difundiendo por los subterráneos y
catacumbas del Imperio, sufriendo persecución y martirio, fieles a la
predicación de Pablo de Tarso9: el verdadero compromiso está en la
vida espiritual alimentada por la salvación que está por venir.
Mientras, como los deberes cívicos no chocan con la moral cristiana,
predica obedecer y ser fieles a los deberes civiles.
De lleno en el mundo terrenal.
A partir del s. II la situación se modifica por la expansión
geográfica y social; el cristianismo continúa su escalada exitosa y ya
9 La situación de San Pablo en el recién nacido movimiento espiritual cristiano escrucial. Y con unos antecedentes que apuntaban a lo contrario. Nunca tuvo contacto directo con Jesucristo. Originario de Tarso (en la Cilicia romana) tenía por nativa la lengua griega. Pero esmás, formó parte de los primeros movimientos persecutorios. Sin embargo, el Espíritu Santotenía grandes planes para este fariseo. Lo que hace decisiva su participación en la iglesiaprimitiva es que abre la puerta de la Buena Nueva a todo el mundo, a todas las personas.Acceder a la fe en el Dios verdadero tiene que ser facilitado a los gentiles sin que estos hayan deconvertirse al judaísmo, sin someterse a la circuncisión y no teniendo que observar losmandamientos de la halaká. Y esto, sin querer abolir la forma de proceder judía de los primeroscristianos. Saulo de Tarso quería reunir a judíos y gentiles en una misma comunidad. Y fuera
por un movimiento estratégico de planificación futura, fuera por mandato divino, el mensajecristiano pudo penetrar en el mundo de la cultura helenista; para dejar de ser una pequeña yestrafalaria secta judía hasta convertirse en una religión mundial (Küng, 2001:43).
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minucia comparada con la deserción y el apartamiento de los
deberes de la vida cívica, especialmente los militares y políticos.
Parece que Celso es el que con mayor contundencia critica lapostura incívica de los cristianos. No se puede servir a dos señores,
dirá el griego, y el Imperio exige convicción, iniciativa y obediencia;
por esto, la abstención de los cristianos es incívica. Pero no sólo esto,
el trascendentalismo fanático de aquellos, el obstinado seguimiento
a un poder oculto, sin domicilio en el ágora pública, con unas reglas
morales distintas a las de la mayoría, no sólo destruye la lealtad
civil, era poco menos que una traición secesionista en el mismo
corazón del Imperio, rompiendo la civilización romana desde
dentro: un Estado dentro del Estado (Touchard, 2008:92).
Unos años más tarde, será Orígenes el que de cumplida
respuesta a las críticas paganas. La obra de este Padre de la Iglesia y
creador de la teología, un inmenso erudito y exégeta de Alejandría,
eleva el nivel del pensamiento especulativo cristiano. Es el primero
en integrar en el patrimonio cristiano una parte de la herencia
pagana: la filosofía griega no es vista como una herejía, sino una
preparación a la enseñanza de Cristo. El alejandrino coloca una
piedra más en la teoría de las dos ciudades que había esbozado SanPablo. El cristiano ha de tener en cuenta a la sociedad civil, porque si
bien a Dios le pertenece el espíritu, el alma es lo que hace del
hombre un ser terrenal. El cristiano tiene dos patrias, dos
comunidades y dos leyes: el Imperio y la Ciudad de Dios, la Iglesia
y la ecclesia política, la ley civil y la ley natural que emana de Dios. El
cristiano no tiene motivos para entrar en conflicto contra el Imperio
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y sus legislaciones; es más, volviendo a los principios paulinos, si la
legitimidad del poder civil ha sido dada por Dios, el cristiano no
tiene que rebelarse ni oponerse a la autoridad y la legislación civil.Esto es, los poderes civiles son auxiliares de dios, los Minister Dei
(Touchard, 2008:95). Y Orígenes da un paso más al afirmar que la
difusión del Evangelio ha sido facilitada por el Imperio.
Efectivamente, la Ciudad del mundo prepara el camino de la
Ciudad de Dios.
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LO TERRENAL Y LO CELESTIAL
El Gran Constantino.
Y llegamos al año 313, al Edicto de Milán. Queda establecida la
libertad de culto religioso para todos los pobladores del Imperio, no
habrá más persecuciones contra los cristianos. Narrar cómo el
Imperio adquiere una iglesia imperial, por la mano de Constantino
el Grande, supera el objetivo del presente trabajo. Eso sí, daremos
unas breves pinceladas de tan trascendente suceso. El Edictum
Mediolanense no trae solo parabienes para la ecclesia. La libertad
religiosa sacó a la luz las tensiones religiosas que latían en el seno
del cristianismo. Y estas controversias dogmáticas sacudían los
cimientos de la Cristiandad, pero también de Roma. En efecto, las
cuestiones espirituales tenían incidencia sobre las políticas, delmismo modo que éstas influyen sobre aquellas. Esta división
ideológica era un problema que podía hacer saltar la por los aires el
status quo establecido por Constantino, toda vez que éste derrota a
Licinio13, que estaba a cargo del Imperio en Oriente. En el año 325, el
Emperador convoca el Concilio ecuménico de Nicea con el fin de
dejar zanjadas una serie de cuestiones doctrinales, y de paso las
políticas, o viceversa. Así, Arrio14 es condenado en el concilio, -ahí
zanja Constantino una cuestión-, y además, asimila la organización
13 Cuando Constantino acaba con Licinio (derrotándolo primero en Adrianópolis yluego en Crisópolis, ambas en el 324), instaura un sistema monárquico y autocrático. Su poderes indivisible y perpetuo; se terminan los gobiernos divididos (Diarquías y Tetrarquías que se
establecieron a partir de Diocleciano a finales del S. III).14 El presbítero alejandrino Arrio defendía que Cristo, el Hijo de Dios, fue creado antede los tiempos (Küng, 2001:62).
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de la iglesia a la organización del estado15. Constantino I, el Pontifex
Maximus, añade al dominio propio de su dignidad política (civil,
judicial y militar) el monopolio de la legislación en asuntoseclesiásticos16 (Küng, 2001:70). Taimado, maquinador, maquiavélico,
calculador oportunista, creador de la Realpolitk, son calificativos que
suelen colocársele a Constantino, seguramente con certeza. Hasta el
final de sus días no se convirtió, sin embargo aprovechó la
coyuntura del Edicto de Milán para obtener grandes apoyos y un
inmenso poder. Es cierto que favoreció a la Iglesia, reconoció a la
Iglesia y concedió privilegios y autoridad a la Iglesia. Pero la Iglesia,
de la mano de Eusebio de Cesarea, también creó al gran y mítico
Constantino, el protegido de Dios, el gran gobernante cristiano,
creando a su alrededor una teología política (Arce, 2002:218).
No cabe duda que Constantino I el Grande coloca al
cristianismo en la primera fila de las fuerzas imperiales: el
cristianismo entra en política, a manejarse en el poder terrenal. Y
será el obispo de Cesarea, Eusebio, el que allane el camino para tal
desembarco. Eusebio apoya a Constantino sin reservas17, es más,
trata de lavar la cara del Imperio afirmando que las persecuciones
de cristianos fueron acciones promovidas por Dios mismo, comoprueba y fortalecimiento de los creyentes, y que los lamentables
15 Las provincias eclesiales pasan a corresponderse con las provincias imperiales (Küng,2001:63).
16 Ius sacris. 17 A través de sus obras: ‘Elogio de Constantino’ del 335 y ‘Vida de Constantino’ del 337.
Pero además de estos panegíricos hiperbólicos del Emperador, Eusebio destaca por que fue el
primer historiador de la Iglesia (‘Historia Eclesiástica’ del 324). Eusebio, si usamos una formaactual de expresión, era el teórico de cabecera del Emperador y se encargó con denuedo de quelas cosas encajaran a la perfección
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soberanos que las llevaron a cabo tuvieron un fin horrible como
pago a sus malas acciones.
La teología política de Eusebio es continuadora de la deOrígenes, con la peculiaridad de añadir elementos neoplatónicos, la
filosofía imperante en aquellos momentos en el Imperio. Entre los
elementos comunes más significativos destacamos la defensa de que
el éxito de la predicación evangélica va asociada al Imperio.
También que el poder político terrenal emana de Dios. Dios reina en
el mundo por intermedio de su Verbo, y éste reina sobre los
hombres a través del soberano, su lugarteniente, su vicerregente. El
Logos divino fortalece e ilumina al Emperador. Si el Imperio es el
reflejo del universo, la corte terrestre será reflejo de la corte celestial.
La Ciudad del mundo existe en paralelo a la Ciudad de Dios, que
permanecen unidas por la cadena de emanaciones desde Dios al
Emperador a través del Verbo18. Queda una idea para la posteridad:
la divinidad no recae sobre el Emperador, desde luego, pero sí traza
una relación necesaria entre Dios y la función monárquica.
Efectivamente, así en la tierra como en el cielo. El Emperador es
representante, servidor e instrumento del poder de Dios. La
auctoritas del gobernante no proviene sino de su comunicación conDios, y no de la moderación o el prestigio o la belicosidad.
18 Si bien es cierto que la Iglesia cristiana obtiene unos beneficios enormes ysignificativos que la convierten en un poder terrenal, no es menos cierto que la autopista entrelas dos ciudades no tarda en incorporan un segundo carril: las autoridades civiles comienzan ainmiscuirse en las designaciones episcopales y en las cuestiones dogmáticas. Pero no toda la
Iglesia cristiana se adhiere a los poderes temporales: durante el siglo IV surge y se consolida elmonacalismo. La disciplina, el sigilo y recogimiento de las comunidades monacales supone elalejamiento de la Ciudad del mundo para centrarse en la espiritualidad de la Ciudad de Dios.
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Y la historia sigue adelante, y el poder en las manos de la
iglesia aumenta y aumenta. En menos de un siglo la iglesia
perseguida se convirtió en una iglesia perseguidora (Küng, 2001:65),y no solo a los paganos19, y a los judíos, sino que por primera vez los
cristianos empiezan a matar a otros cristianos por las diferencias en
su observancia de la fe: en el 385, Prisciliano es ejecutado en Tréveris
por herejía. A finales del siglo IV, Teodosio I, el último emperador
de todo el Imperio unificado, hace del cristianismo la religión oficial
del Imperio mediante el Edicto de Tesalónica (380). Pero, ¿cuál de
ellos, cuál de los cristianismos en liza es el que pasa a ser
cristianismo oficial de obligado cumplimiento? En el Concilio
ecuménico de Constantinopla (382) se define la identidad de la
sustancia del Espíritu Santo junto al Padre y al Hijo. Ahí está, es el
catolicismo, el cristianismo nicenoconstantinopolitano, el que se
convierte en la religión oficial del Imperio. Y desde entonces hasta
hoy en día.
San Agustín y las dos Ciudades.
Cuando Aurelio Agustín, obispo de Hipona, redacta ‘La
Ciudad de Dios’ en el s. V (413-426) ni Roma ni la Iglesia cristianamuestran la estabilidad de antaño20, realmente la estabilidad de
19 Constancio hijo de Constantino, señor de Oriente.20 A la muerte de Flavio Teodosio el imperio se fractura en el Imperio de Oriente y el
Imperio de Occidente. Oriente posee una mayor fuerza económica, cultural y militar. Y tambiéneclesial: los concilios ecuménicos se celebraban allí, los mayores y más importantes centros deenseñanza apostólica también; y el movimiento monacal se desarrollaba de manera fenomenal.El liderazgo espiritual del cristianismo romano no está en Roma sino en Bizancio. La fortaleza
de Oriente contrasta con la galopante debilidad del Imperio latino, acechado por la migraciónpoco amistosa de los pueblos germánicos. Por aquel entonces, la cuestión de la autonomíaepiscopal de la iglesia no parecía un problema ni en Oriente ni en Occidente. Todos los obispos
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hasta no hace mucho. El occidente latino está amenazado por los
bárbaros y la comunidad cristiana mantiene conflictos y tensiones
contra los pensadores y escuelas de pensamiento paganas y en supropio seno21. Para el tema que estamos tratando, no interesa tanto
la primera lectura que podemos hacer, con el diagnóstico político e
intelectual de los acontecimientos de su tiempo; como una segunda,
que trasciende lo coyuntural: las cuestión de las dos ciudades.
Veamos.
En el 410, Alarico y los visigodos saquean Roma y este suceso
supone un profundo impacto en la civilización latina. Los paganos
comenzaron a criticar la cuestión de la inextricable unión de Roma y
el único y solitario Dios de los cristianos: ¿cómo es posible que
estando la capital del Imperio bajo el amparo de Dios mismo, se
produzca el saqueo?, ¿porqué Dios no protegió la Roma Capitolina?,
¿no sería que la impiedad de los cristianos habían irritado a los
dioses verdaderos que castigaba a los romanos? Es cierto y evidente,
que la causa primera de la escritura de ‘La Ciudad de Dios’ fueron
las críticas que los paganos vertían contra los cristianos: se les
culpaba de la caída de Roma y de la decadencia del Imperio, ya que
estos habían prohibido el antiguo culto a los dioses22
. Y la primera
eran fundamentalmente iguales. El obispo de Roma no era la autoridad suprema de la iglesia:ésta era el Concilio Ecuménico (Küng, 2001:84).
21 Multiplicación de sectas y doctrinas heréticas. Las primeras obras de San Agustín,padre de la teología latina, van dirigidas contra el donatismo, el pelagianismo y elmaniqueísmo.
22 Tras el cataclismo del 410, un buen número de patricios romanos dejó Roma en buscade lugares alejados de las hordas bárbaras y sus saqueos. Pensaban que si ponían tierra de pormedio no volvería a afectarles la inseguridad y la violencia. Una buena parte de esta casta noble
se instaló en las prósperas provincias norteafricanas. Frente a estos romanos, paganos y cultos,y sus críticas escribe el obispo de Hipona. La historia nos cuenta que los bárbaros tambiéninvadieron el Norte de África y que los vándalos y alanos de Genserico terminaron por tomar
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parte del texto es el intento de rebatir, y polemizar, los argumentos
de los paganos. De ahí que el subtítulo de la obra sea éste: Contra
Paganos (Aurell, 2011:166).Esta defensa del cristianismo temporal y terrenal, se relaciona
con la defensa de la teología cristiana de carácter trascendental y
providencialista. La tapadera es la circunstancia histórica concreta,
pero el fondo de la caja es otro. La omnipotencia de Dios está por
encima de las estructuras de gobierno, está más allá de las
jurisdicciones imperiales; y éstas no obstaculizan la providencial
acción divina en la tierra.
San Agustín retoma la idea que en su día tuviera San pablo, y
que conserva Orígenes, para terminar de completarla y explicitarla.
La humanidad se divide en dos ciudades, surgidas ambas del amor,
el amor a uno mismo y el amor a Dios. La civitas terrena, el estado
terrenal, es la del poder político, con su moral, su historia, sus
propias exigencias. Junto a esta, desde el origen de los tiempos, la
civitas Dei, la Ciudad de Dios, está compuesta por la comunidad de
cristianos que participan del ideal divino. Aunque construidas sobre
principios contrarios, aparecen confundidas a los ojos de los
hombres; solo Dios puede reconocer la auténtica Ciudad celestial enla tierra. Y la Historia cursa a través de esta dicotomía, por entre las
relaciones de la ciudad terrestre, con el poder temporal, y la ciudad
eterna, con el poder celestial. La tesis central del obispo de Hipona
(Aurell, 2011:165, 168) está en la afirmación de la existencia de una
Providencia, divina, misteriosa, omnisciente, que guía a la
Cartago (430) y convertirla en la capital de su Reino, que logró un cierto poderío en la parte másoccidental del Mediterráneo durante el s. V y parte del VI.
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Humanidad a lo largo de toda su historia. La concepción de lo
político que construye Agustín se inscribe en una gran teoría de la
Historia.¿Cuáles son las consecuencias políticas de esta doble
concepción? Si Pablo de Tarso dispuso que los cristianos habían de
someterse a la autoridad política por deber, sin poner en duda la
legitimidad de ésta; Agustín tampoco la pone en duda, pero pone el
énfasis en la supremacía del orden sobrenatural sobre el terrenal. En
esta ordenación, el orden que tiene siempre una jerarquía, la pax es
fundamental. Explica Aurell (2011:169) que para San Agustín la paz
era el equilibrio interno y externo en el que todo la creación ha de
estar situado en el lugar que Dios le dio en el cosmos. Así, la
armonía y el orden del mundo no se deben a los sacrificios que se
hacen (o dejan de hacerse) a los dioses paganos sino a la Providencia
que, de un modo misterioso que escapa a la comprensión humana,
ha dictaminado en este tiempo que Roma decaiga, si bien la Ciudad
celestial, fundada en la justicia, siga intacta.
Sobre el poder y la autoridad, la esencia del poder viene de
Dios, defiende Agustín. Y es muy sutil lo que plantea aquí el obispo
norteafricano. Porque habla de esencias no de la materialidadconcreta de la organización del poder. Esto es, que Dios no designa
ningún régimen en especial, ni las jefaturas de los mismos. Según el
derecho de la naturaleza (recordemos que Agustín era un ávido
lector de Cicerón), ningún hombre tiene autoridad sobre otro
hombre. Los hombres pueden asociarse y elegir un jefe, que dirigirá
esa asociación. Pero el gobernante no posee el poder sino por
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delegación divina. Si los hombres eligen a nefastos gobernantes o se
asocian en injustos regímenes, es problema y fallo suyo, no de Dios.
Todos esos detalles y concreciones quedan en manos de las causassegundas, esto es, de la Providencia.
La Pronoia divina tiene un plan general para toda la historia,
para cada época, para cada régimen político y para cada uno de sus
regentes, pero también para los ciudadanos cristianos, estos también
habrán de pasar por amargos episodios. Las vicisitudes que pasan
estos regímenes es algo que se escapa al común de los mortales, solo
el impenetrable juicio de la Providencia conoce todo el plan divino.
Los impenetrables y providentes designios divinos se nos escapan al
común de los mortales.
O sea, que si bien es cierto que Dios legitima el poder en sí
mismo, no avala el ejercicio concreto de ese poder. Los cristianos
tienen que tener esto meridianamente claro, han de obedecer a la
autoridad, la pagana inclusive, que procede de Dios. Con lo que los
cristianos obedecen al Emperador pero pueden no comprometerse
ni solidarizarse con las decisiones que estos toman en la realidad
concreta. Y con el plan misterioso y oculto de la Providencia se
puede explicar cada acto concreto de la política, especialmente losmás onerosos: el saco de Roma, por ejemplo, siendo como fue una
catástrofe espantosa, no es responsabilidad moral del cristianismo
porque no fueron actos cristianos. Todos los acontecimientos están
justificados por el manto de la Providencia.
Aquí está el germen del espíritu universal y atemporal del
cristianismo: son ciudadanos del mundo, de Roma, pero no forman
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parte de ninguna forma transitoria de la Historia o de la Política. La
Iglesia no se opone al Imperio, pero desdiciendo a Eusebio y la
tradición oriental, Imperio e Iglesia no coinciden, desde luego. Yapueden darse en la ciudad terrenal todo tipo de catástrofes y
naufragios, que la Ciudad de Dios es verdaderamente eterna
(Touchard, 2008:102). Agustín de Hipona aboga porque el poder
civil esté impregnado por el cristianismo, y que las leyes y
costumbres sean inspiradas por Dios, pero no que a los obispos se le
confíen funciones civiles y políticas, por ejemplo.
La Teología Política de la Cristiandad.
Lo que comenzó con Eusebio, queda establecido firmemente
con Agustín: la teología política, esto es, el origen teológico de toda
política posible23. Pero queda planteada una cuestión de gran
relevancia en un momento de clara ascensión del cristianismo: ¿qué
teología política ha de implementar a partir de entonces, la
eusebiana o la agustiniana? ¿Cómo se ha de relacionar el creyente
con la ciudad terrenal? La formula de dar al César lo suyo y a Dios
lo suyo es tan abierta e imprecisa que no resuelve los casos, los
muchos casos, en los que el servicio civil entra en conflicto con elespiritual. El creyente dividido entre la colectividad cívica a la que
pertenece y a la comunidad de fe a la que se adhiere termina, en no
pocas ocasiones, por mostrar una obediencia civil liviana y poco
23 Añadimos aquí algo de suma importancia, relacionado íntimamente con el espíritumismo del cristianismo: la naturaleza humana está marcada por el pecado original y las
debilidades. Por esta tendencia innata es necesaria la política. El objeto final de la política en SanAgustín, nos dice Aurell (2011:170), “es controlar el conflicto y el desorden que resultan de relacionessociales en el contexto de las circunstancias caracterizadas por la presencia del pecado en la tierra”.
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comprometida. Esta actitud, la del escaso compromiso, solivianta y
exaspera a no pocos intelectuales paganos, que tienen en Celso a su
principal portavoz. Las críticas paganas cunden muy poco, es cierto,-por no decir nada-, entre los creyentes. Los miembros de la
comunidad cristiana hace tiempo que solo se dejan guiar por sus
pastores. Ahora bien, las tornas cambian cuando pasan de ser una
secta clandestina de gentes humildes al poder fáctico más
importante del Imperio. El movimiento de Constantino el Grande a
comienzos del s. IV modifica los planteamientos de tibieza de los
dignatarios cristianos. Ahora la reflexión sobre el poder no puede
ser soslayada. Y por eso repetimos la pregunta.
¿Qué teología política habría de implementar el cristianismo
ahora que ocupa un lugar tan destacado? Para Eusebio, el Imperio
cristiano de Constantino es la misma Ciudad de Dios; para Agustín,
la Roma cristiana es la ciudad terrestre (Arce, 2002:224). La teología
política eusebiana, identifica el Imperio y la sociedad cristiana,
creando un Estado cristiano donde lo temporal y lo espiritual sean
uno y lo mismo. La teología agustiniana separa el orden espiritual y
el orden imperial. Para San Agustín, gobernar, esto es, el ámbito de
la política, no es la manera de establecer un reino celestial en elterreno, sino minimizar el desorden y maximizar la paz y la justicia.
Una aparente encrucijada espera al fortalecido cristianismo en
medio de un Imperio dividido y a punto de derrumbarse por la
pujanza de los bárbaros. La Ciudad de Dios se debate entre la
entrega total al Imperio o la independencia completa. Pero si hay
debate en esto, en lo que no lo hay es en el futuro que espera a los
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cristianos. Hay una idea de Agustín que impregna profundamente
el futuro: el manto de la Providencia. El Imperio latino se derrumba,
la propia Hipona cae en mano de los vándalos de Genserico, peroDios tiene un plan para la Ciudad de Dios, para los creyentes: el
triunfo de la Iglesia en Roma, la gloria de la Ciudad de Dios.
Terminamos respondiendo a la pregunta que se ha repetido
aquí un par de veces respecto a la adopción del Papado de la
teología política. La recepción del pensamiento de Agustín de
Hipona en un cristianismo en ascenso dentro del poder terrenal, se
conoce como agustinismo político que, dicho sea de paso, se aleja
del mismo pensador al que debe su nombre. No encontraremos en
San Agustín un programa político stricto sensu; lo que hay es un
planteamiento teológico y moral que ordena tanto el orden
sobrenatural como el natural, y de ahí sí arrancan unas ciertas
implicaciones políticas. El agustinismo político no es sino una
radicalización de los planteamientos del obispo de Hipona.
Radicalización, ¿a partir de qué? A partir de los expuesto por
Eusebio. La jerarquía, en La Ciudad de Dios, está muy clara pero sin
negar la autonomía de ambos ámbitos ni suprimir los límites. En el
agustinismo, el orden deviene en sumisión y se tratará de trasladaro dar cuerpo temporal a la ciudad celeste con un Papa en su cabeza.
Y eso será trabajo de Gelasio, Gregorio Magno e Isidoro de Sevilla. Y
con el tiempo, desembocará en la plenitudo potestatis, esto es, todo el
poder es de Roma. Por tanto, puede decirse, que Agustín es
adaptado, malinterpretado y distorsionado por los poderes
eclesiásticos posteriores.
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EDAD MEDIA
“Sabes, hijo clementísimo, que, aunque presidas al género humano
por tu rango, debes inclinar la cabeza devotamente antes quienes
administran las cosas divinas… y conoces bien que no debes presidir el
orden de la religión, sino someterte a él”
Gelasio I
“La espada espiritual y la espada material pertenecen a la Iglesia;
pero ésta debe empuñarse para la Iglesia, y aquélla, por la Iglesia; una está
en manos del sacerdote, la otra en manos del soldado, pero a las órdenes delsacerdote y bajo el mando del emperador ”.
Bernardo de Claraval
“ Así como la luna recibe su luz del sol, al que es inferior por sus
dimensiones, por la calidad, por la posición y por el poder, así el poder real
obtiene de la autoridad pontificia el esplendor de su dignidad”.
Inocencio III
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LAS INVASIONES BÁRBARAS
El fin de un Imperio.
Las invasiones germánicas fueron un fenómeno de larga
duración y de mayor complejidad que se consumó a finales del s.V.
El Imperio se desintegra con cada oleada migratoria bélica y un
nuevo orden va surgiendo de la mezcla de los restos del mundo
tardorromano, de la expansión del cristianismo y de los elementos
germánicos que llegan con las invasiones. Es importante destacar
aquí, que cuando las tribus bárbaras entraron al asalto del Imperio,
hacía tiempo que estaban bajo el influjo de la romanización. Estas
realidades tan distintas, Romania y Gothia (Barcala, 2002:233), no
eran desconocidas ni extrañas, por tanto. A pesar de todo, el saqueo
de Roma del 410 provocó un impacto profundo y desconcertante alos romanos, tanto paganos como cristianos. La desconfianza y la
oposición a los bárbaros aumentaba con las invasiones del norte, y
junto al pesimismo reinante crecía la exaltación de la romanidad.
Los germanos estaban asociados en conjuntos tribales, de
tamaño variable, en torno a un caudillo militar de prestigio. Esta
ascendencia se basaba en la capacidad personal del individuo para
la guerra. El jefe protegía al pueblo y se aseguraba de la defensa
externa y la seguridad interna. Los hombres sometidos a su
gobierno estaban obligados a prestarle auxilio. Los gobernantes
eran, ante todo, guerreros y conductores de tropas, no eran ni
legisladores ni mucho menos administradores. La soberanía, por el
contrario, pertenecía al linaje y a la estirpe no al individuo concreto
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ven cómo la Providencia está detrás de las invasiones. Lo cierto es
que la renovación cultural es imparable, y poco a poco vemos como
una amalgama de elementos romanos y germánicos se instituyecomo nueva cultura común.
Los vasos comunicantes.
Los pueblos germánicos jugaron un papel decisivo en el futuro
del Cristianismo en Occidente. Vándalos, suevos, alanos, hunos,
visigodos, alamanes, burgundios y francos invadieron el Imperio
dejando en ruinas sus infraestructuras, edificios estatales y sistemas
de comunicaciones (acueductos, puentes y calzadas). El Imperio se
ve socavado en toda su amplitud, a todos los niveles, cultural,
social, económico y administrativamente. La desaparición de la
actividad económica y comercial intensiva y compleja con moneda y
recaudación de impuestos da paso a una ‘economía natural’ de
campo e intercambio. Este cambio, moneda por trueque, de ciudad
por agricultura, supone una involución de siglos. La decadencia del
espíritu ciudadano, esto es, la renuencia cuando no abandono o
rebeldía frente de las obligaciones públicas, trae graves
consecuencias para el reclutamiento del ejército. Las legiones delúltimo período imperial estaban formadas por mercenarios
extranjeros carente de todo pundonor patriótico (Touchard, 2008:
108).
intelectuales también apoyaron su proyecto político y cultural. Nos referimos a Boecio y,especialmente, a Casiodoro, autor de la Historia Gothorum, en la que se ensalzan las virtudescomo magnífico gobernante del monarca ostrogodo.
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La involución económica, social y cultural fue terrible y
culminó con la despoblación de las ciudades26 y el declive
generalizado en la educación, especialmente en la capacidad paraescribir. El colapso de la civilización antigua supuso una
momentánea pérdida de presencia de la Iglesia, que no su
desaparición. La historia nos cuenta que no tardó en reponerse del
golpe, puesto que en el 499, es bautizado Clodoveo, rey de los
francos, el más grande reino germano de aquel momento se
convertía al catolicismo. La cristianización del mundo germánico
también sería la germanización del cristianismo (Küng, 2002:95). Los
pueblos germánicos aceptaron la creencia sustancial del
cristianismo, un solo Dios, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo;
pero otras cuestiones se vieron alteradas. No podemos ser
exhaustivos en este punto y mencionaremos algunos de los
elementos que fueron cambiándose paulatinamente: el bautismo que
comenzó a celebrarse en recién nacidos, la eucaristía que de ser una
reunión de creyentes que comparten el pan y el vino pasa ser una
liturgia del clero de espaldas al creyente y en un idioma que no
entendía (el latín clásico)27, la superstición germana queda patente
en la creencia en los espíritus y fuerzas de la naturaleza, también enla veneración de reliquias; finalmente, la introducción del celibato y
la abolición del ordenamiento de las mujeres como diáconos (Küng,
2002:96-97).
26 Hans Küng (2002:94) afirma de Roma que en sus mejores momentos albergaba a másde un millón de habitantes se vio reducida a poco más de 20.000 habitantes en el siglo VI.
27 El latín vulgar, el que hablaba el vulgo o el común de la gente, es el que evoluciona
lentamente hasta convertirse en las lenguas románicas, como el francés, el italiano o el español.El latín clásico, por el contrario, elitista, se mantendrá estandarizado y conservado por la Iglesiaen la liturgia y en la inmensa producción literaria en monasterios y abadías.
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La teología política se materializa: los dos Poderes.
El impacto de las invasiones bárbaras va pasando, las
ciudadanías se irán acostumbrando al nuevo status quo, lasmonarquías se irán consolidando; pero algo persiste en su fortaleza:
el cristianismo. El sustrato desde donde emerge la teoría de la
sociedad y su gobierno político28 es el doble convencimiento de que
el cosmos humano tiene un orden jerárquico similar al modelo
divino y de la fe en una futura vida superior. Efectivamente, las
ideas políticas medievales estarán siempre vinculadas a lo religioso,
más aun, a lo eclesiástico; y tendrán al poder, su origen y su ejercicio
correcto, como cuestión central y distintiva. El poder tiene origen y
carácter divino y es ejercido por los príncipes y acatado por los
súbditos; pero este poder, digamos que estatal, se convierte en
súbdito o guardián de la Iglesia.
El carácter divino de los soberanos y gobernantes sigue
vigente gracias al trabajo del pensamiento cristiano. Del mismo
modo que los obispos tienen un carisma para el gobierno de la
Iglesia, los emperadores tienen una carisma especial para el
gobierno de los ciudadanos. Por eso, ser ciudadano y ser cristiano
deviene una y la misma cosa y el cristianismo es el principal vínculode unión del Imperio (Barcala, 2002:239). Desde tiempos de
Constantino I, las intervenciones (o intromisiones) de lo civil en lo
28 Hacer mención a una cuestión difícil, antes de seguir adelante, con la que seencuentran los expertos, y es la de delimitar la propia existencia de un pensamiento políticomedieval, toda vez que asistimos a una amalgama de saberes (filosofía, teología, moral y
derecho) sin que haya una distinción nítida de los mismos. A esto sumamos que es el cleroculto, y su interés catequético, el depositario único y exclusivo de los conocimientos disponibles(Barcala, 2002:228).
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eclesiástico era una constante. Pero a comienzos del s. V unos
importantes cambios aparecen el horizonte.
León I el Magno, es el primer sucesor de Pedro que se adornacon el título que los paganos daban al sumo sacerdote, Pontifex
Maximus, el cargo más honorable en la religión romana. Pero esta
primacía que el papado se arrogaba no era tal en relación a los
asuntos teológicos, como demuestra el revés que recibe en el
concilio de Calcedonia (451). A los legados romanos que acudieron
no se les concertó privilegio alguno sobre el conjunto de la iglesia
(Küng, 2002:88-89). Los argumentos de León I eran que si Pedro
tenía primacía sobre los otros apóstoles, otorgada por el propio
Cristo, los sucesores de Pedro, en Roma, tendrían la misma primacía
sobre el resto de obispos, y Roma tendría el liderazgo de la Iglesia.
Estas ideas no cundieron en Oriente29, pero algo importante sí
consiguió este Papa que marcó el camino a seguir para otros: antes
de ser la comunidad más importante del cristianismo tenía que
conseguir ser el elemento más importante y central del Imperio. Y
los episodios de mediación con los bárbaros30 para que no
destruyeran Roma le granjearon el apoyo incondicional del pueblo
romano. Para tener poder en la Cristiandad tenía que afianzar el
29 No olvidemos que Constantinopla era la capital teológica y política del Mediterráneo,que contaba con la iglesia más grande de toda la cristiandad: la imponente Hagia Sophía mandada a construir por Justiniano I. Los patriarcas y metropolitanos orientales considerabanal obispo de Roma como el patriarca de Occidente. Pero nadie le otorgaba a Roma la influenciateológica y política que otrora llegará a tener. Afirma Hans Kung (2002:92) que “ nadie a lo largodel primer milenio consideraba infalibles las decisiones del Papa".
30
En 451 negocia con Atila en Mantua impidiendo que los hunos saquearan Roma. En el455 no pudo impedir que los vándalos de Genserico la saquearan finalmente pero sí consiguióque se respetara la vida de los romanos y que no fuera incendiada.
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poder dentro de Roma31. Y esa idea cuajó en Gelasio y en Gregorio
Magno, tal y como veremos a continuación.
Los comentadores del obispo de Hipona tomaron laconcepción de las dos ciudades y la convirtieron en una doctrina: el
agustinismo político. Pero en el fondo estaban traicionando al santo
norteafricano, al disponer que el orden natural esté subordinado al
sobrenatural y el Derecho del Estado subsumido dentro del de la
Iglesia (Touchard, 2004:110). El agustinismo político adquiere
notable importancia con Gelasio I, en la carta que dirige al
Emperador Anastasio32. Efectivamente, del papa Gelasio I no has
llegado un primer esbozo de la teoría de los ‘dos poderes’ nacidos
de Dios mismo, que cooperan en el buen gobierno del mundo. Uno
que es espiritual para los que gobiernan a la Iglesia, y otro que es
temporal para los que gobiernan el mundo en su nombre. Y si la
Iglesia se somete a las leyes justas que emanan del Emperador, éste
debe obedecer a la Iglesia en lo concerniente a la fe. El orden político
y civil quedan integrados en un orden superior: al emperador le
corresponde la potestas, el poder del Estado y al Papado la auctoritas.
Poco tiempo después, a finales del s. VI, la sede romana es ocupada
por Gregorio Magno, al que vemos interviniendo activamente en lapolítica, en la defensa y gobierno de los territorio papales. Con este
31 No todas las maniobras que el papado elaboró para extender su poder eclesiástico ycivil fueron dignas y honrosas. Nos referimos al infausto ‘Donación de Constantino’, en el sigloVIII, un decreto imperial atribuido a Constantino I según el cual, al tiempo que se reconocíacomo soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma, las provincias de Italia ytodo el resto del Imperio romano de Occidente, creándose así el llamado Patrimonio de SanPedro (Küng, 2002:92). La falsedad del documento quedó acreditada en el s. XV.
32 “Sabes, hijo clementísimo, que, aunque presidas al género humano por tu rango, debesinclinar la cabeza devotamente antes quienes administran las cosas divinas… y conoces bien que no debes presidir el orden de la religión, sino someterte a él” (Barcala, 2002:240).
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Papa, la doctrina de los ‘dos poderes’ se afianza plenamente: el
poder soberano del emperador está limitado por la ley de Dios;
límite impuesto primeramente por su condición de creyente, perotambién por responsabilidad, al ser Dios el que le ha dado la
potestad de gobernar sobre el reino terrenal. Es más, el soberano
temporal ha de ser el primer defensor y propagado de la fe33. No
quedan dudas, el poder terrenal ha de estar al servicio del poder
divino (Barcala, 2002: 241 y 245 y Touchard, 2004:111).
33
En una de las Epístolas que Gregorio el Grande dirige a Childerico, rey de los FrancosSalios, le dice: “Ser rey nada tiene en sí maravilloso, ya que también otros lo son: lo importante es ser unrey católico” (Touchard, 2004:111).
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ORIENTE Y EL ISLAM
Bizancio El Imperio de Oriente se extendía por Asia, pero también por
Europa. En tiempos de Justiniano I, Bizancio es un Imperio boyante
en lo socioeconómico, brillante en lo cultural y poderoso en lo
militar. Y las relaciones con el patriarcado cristiano le conceden una
estabilidad interior nada desdeñable.
El Emperador de Bizancio detenta todos los poderes y es
ministro de Dios por obra de la Providencia. De ahí la expresión de
cesaropapismo, para hacer referencia a los emperadores de Oriente.
Sin embargo, las relaciones entre el Emperador y el Patriarca son de
solidaridad; una serie de compromisos obligan a ambas partes sin
que ninguna de las dos instancias tenga la necesidad de romperlos.Teniendo claro, eso sí, que el Emperador tiene derecho a opinar
sobre las cuestiones teológicas, y en caso de disputa a zanjar las
discusiones con mano firme. Por ejemplo, Teodosio II convoca en el
431 el Concilio de Éfeso donde se condena al Pelagianismo y al
Nestorianismo. Y en el 451 Marciano convoca el Concilio de
Calcedonia en el que se rechaza el Monofisismo.
Con Justiniano I el Grande (483-565) y su largo reinado de casi
40 años, el Imperio de Oriente vive su mayor esplendor con la
reconquista de parte del Imperio de Occidente. Pero tras su muerte,
los sucesores no pudieron, o no supieron, hacer frente a los peligros
que acechaban a Bizancio. En estos momentos de desorden aparecepor las arenas del desierto arábigo la figura de Mahoma. Y una
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nueva fuerza política, el Islam, se suma al tablero de juegos del
poder. El Imperio de Oriente es el que queda profundamente
conmocionado por esta emergencia. En la segunda mitad del s. VIIconquistan todo el Oriente Medio, posesiones de Bizancio, y el
Norte de África. En Occidente los reinos bárbaros se esfuerzan por
consolidar sus dominios y el Papado se esfuerza por mantener su
influencia dentro de ellos. No será hasta entrado el siglo VIII cuando
lleguen hasta Europa y se percaten de lo que ocurre. El Islam llega,
pero por el Atlántico: en el 711 las tropas de los Omeyas de
Damasco derrotan a los visigodos de Don Rodrigo y fundan Al-
Andalus sobre lo que había sido la próspera Hispania romana. Y
poco después ya aparecen como una amenaza para el centro de
Europa. La victoria de Carlos Martel en Poitiers, en el 732, paralizó
las conquistas en Occidente.
Islam: religión y política en extrema conexión.
El punto de partida del Islam34 es la Hégira, en el año 622 de
nuestra era, cuando Mahoma se retira desde la Meca a Medina. La
34 El Islam es una compleja realidad cuyo núcleo principal es una religión que acepta a
Dios como la única y verdadera realidad de la que todo depende y tiene en la más alta estima alProfeta Muhammad, su Enviado. Pero este núcleo religioso no agota al Islam, que también esuna cosmovisión, esto es, una concepción del mundo en la que están implicadas tanto unaorganización social y política como una civilización material y una cultura espiritual (Guerrero,2004:209). Islam también menciona el ámbito espacial y geográfico en que vive la comunidadislámica, Dar al-Islam o la 'casa del Islam', frente al resto del universo no musulmán, Dar al-Harb o 'casa de la guerra'. El concepto de Dar al-Harb de ‘Casa de la Guerra’ frente a Dar al-Islam, ‘Casa del islam’, ha generado una gran controversia a lo largo de la historia. Los propiosmusulmanes han realizado distintas interpretaciones de la misma, algunas moderadas y otrasmuy radicales. Para algunos autores, estos términos son exclusivamente descriptivos, esto es,durante la época de la expansión del Islam, el Mundo que veían aquellos musulmanes eradoble, su mundo, la casa de los fieles y sumisos a Alá, donde reinaba la paz y la concordia; y el
otro mundo donde reinaba el desconcierto y la disputa entre credos, facciones y confesionesreligiosas, de ahí el término de guerra; no que hay que entrar en guerra contra ellas, sino que enel seno de ese mundo lo que reina es el conflicto, las disputas y la guerra. Otra interpretación
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retirada del Profeta marca el rumbo definitivo del Islam. Mahoma,
el Profeta, enviado de Alá, se convierte en jefe político, militar y
judicial, en el legislador supremo de la Umma, la nueva comunidadislámica, una entidad que aspira a ser supranacional. La nueva fe,
depositada en el Corán35, postula una nueva sociedad, a la que
nunca se habría llegado sin la ayuda de Dios. El Islam es una
teocracia laica, el poder reside en Dios y sin casta clerical. Un
absolutismo divino que tiene como contrapartida la igualdad de
todos los creyentes (Touchard, 2004: 114). La religión es la base del
Poder; hasta el punto de que las esferas religiosa y temporal están
totalmente fusionadas, perpetuándose a través del tiempo. Mahoma
murió, plenamente consciente de su misión universal, el 8 de junio
del año 632. El Islam dará su peculiaridad definitiva a los árabes y
los incorporará definitivamente a la Historia.
La calma en la Umma no dura mucho, y las primeras
discusiones que surgen en el Islam, tras el fallecimiento del Profeta,
distinta, es la que sí determina que el Islam debe imponer su credo a todos los que no creen enAlá y su Profeta, Mahoma.
35 “El Corán es, a su vez, fuente de oración, guía para el comportamiento y objeto ritual. Es leídoy recitado por los musulmanes en el culto comunitario, pero también en el ámbito privado, en las fiestasreligiosas y en las celebraciones familiares. Está en la base de las creencias del Islam de sus leyes y de susrituales. Constituye una guía para la vida, la conducta y la reflexión de los musulmanes ” (Tamayo,
2009:112).La autoría del Corán pertenece a Dios, Al-qur’an significa la recitación o la lectura envoz alta; Mahoma transmite lo que Dios le dicta desde el año 610, en el que recibe la primera delas revelaciones, hasta su muerte en el 632. El Profeta compartió estas palabras con Khadija, suesposa, y con las personas de su entorno familiar; luego, el círculo de los oyentes fueaumentando. El Corán tiene 114 suras (también llamadas azoras) y 6.536 aleyas (tambiénllamados versículos). Se estructura, con excepciones, desde la sura más larga (la 2 con 286aleyas) hasta la más corta (la 108 y la 110 sólo tiene 3 aleyas). Cada una de las suras posee untítulo, comienzan con la basmala (excepto la novena), una fórmula ritual que dice: ‘En el nombrede Dios, el Misericordioso, el Clemente’; y el lugar en el que fue revelada, bien Meca o bien Medina.La primera de las suras, Fatiha, es la oración jaculatoria más importante del Islam:
‘¡En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso! Alabado sea Dios, Señor del Universo,
el Compasivo, el Misericordioso, Dueño del día del Juicio. A Ti sólo servimos y a Ti sólo imploramosayuda. Dirígenos por la vía recta de los que tú has agraciado, no de los que ha incurrido en la ira, no delos extraviados’.
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fueron de tipo político con matices teológicos. Tras la muerte del
Profeta, fueron Cuatro los Califas Ejemplares (khalifah, sucesor) los
que guiaron a la Umma. Tras la muerte del último de ellos, Alí AbuTalib, en el 661, comienzan una lucha para determinar quién será el
guía de los creyentes. Por un lado, tenemos a los seguidores de la
tradición Omeya, y por otro a los partidarios de la Familia del
Profeta. De este conflicto aparecerán tres grandes formaciones: los
Sunníes seguidores de la 'tradición'36 y que apoyaban al Califato, los
Si'íes (Chiíes) o partidarios de la familia del Profeta y los Jariyíes,
separados de unos y otros, y que designan al sucesor por sus
cualidades personales y no por cuestiones de linaje37.
Estos episodios dan cuenta de cómo son de estrechos los
vínculos entre la religión y la política en el Islam. Pero este no es
sólo un problema de política y de sucesión. La cuestión se complica
porque cada facción tiene su particular interpretación religiosa. El
sagrado Corán menciona que Alá deposita en ciertos hombres
insignes su poder en el mundo. Pero no especifica qué tipo de
autoridad debe regir la Umma. De ahí los tempranos
enfrentamientos. Partimos de la base de que para los sunníes el
36 Además del Corán, y como segunda fuente del Islam, está la Sunna, que viene asignificar tradición y costumbre. Su referencia son tanto el modo de vida y actuación que tuvoMahoma como los dichos por él proclamados y que fueron recogidos, en una serie de relatos(hadith en singular), por parte de sus seguidores. Estos hadices constituyen la base de la Shari’a,la ley islámica y juegan un papel fundamental en la ortodoxia actual. Su autoridad es de rangoinferior al Corán, aunque en no pocas veces ha suplantado a éste (Tamayo, 2009:125). Losespecialistas hacen una doble clasificación: una que atiende a sus contenidos (biográficos, jurídicos y dogmáticos o doctrinales) y otra que atiende a la fiabilidad de la isnad o cadena detransmisión (sihad o genuinos, hassan o fiables y da’if o sospechosos).
37 Actualmente, el chiísmo está implantado en Irán (Régimen de los Ayatolás) yminorías en Siria, Libano (Hezbolá), Irak, Azerbaiyán, Afganistán y Pakistán. El Islam Suní
supone el restante 85%. En la actualidad, los Jariyíes conforma la confesión islámica de losIbadíes que está implantada en el Sultanato de Omán y en Zanzíbar (una isla frente a las costasde Tanzania).
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sucesor puede ser cualquier árabe varón miembro de la tribu de
Quraysh (la tribu a la que perteneció Mahoma) y para los chiítas, el
sucesor tenía que ser alguien del linaje del Profeta. Pero estosmovimientos políticos tiene una serie de añadidos teológicos que
tienen que ver con las condiciones de acceso al gobierno de la
comunidad, el estatuto del buen musulmán, y sobre todo el papel
del hombre, su libertad especialmente, en un universo creado y
predeterminado por Dios.
Mahoma dejó una clara misión a los suyos: llevar el mensaje
de Alá a todos los hombres. Esto lanzó a los árabes recién
islamizados desde Arabia hasta los últimos confines del mundo
entonces conocido, desde la India hasta el Atlántico. Los que
piensan que el Islam se mostró cerrado e iracundo frente a las
influencias externas, se equivocan. El recién nacido Islam era
paupérrimo culturalmente, así que era una esponja que iba
absorbiendo infinidad de elementos que ni siquiera sabía de su
existencia previa38. El Islam fue creciendo espiritualmente a la vez
38 Las dos primeras ciencias que se desarrollan en el mundo islámico fueron la ExégesisCoránica y el Derecho. El musulmán tuvo que 'leer' su texto revelado, y cuando se dice esto, esque tuvo que ir más allá del simple ejercicio mecánico de la lectura. Tuvo que darle sentido al
texto, interpretarlo y descubrir lo que aguarda allí dentro. Surgen las dos primeras CienciasTradicionales, la Ciencia de la Interpretación y la Ciencia de la Revelación, que darán lugar a laSharía. Junto a estas encontramos desde muy pronto el desarrollo del Derecho, Fiqh, o elcompendio de normas encaminadas a regular la vida de los creyentes en su relación con Dios yentre sí. Los artífices de este desarrollo fueron las Escuelas de Derecho. Y junto a estas surgieroncomo auxiliares otras ciencias imprescindibles para su desarrollo. Destacan especialmente laGramática y la Historia.
Tiempo después se desarrolla la teología especulativa (kalam) y la teología anti-racionalista (As'aríes) fruto del contacto del Islam con 'lo griego'. La disputas entre ambosmovimientos se saldó con el triunfo de los segundos convirtiéndose en la teología oficial de lasunna. En la órbita de los chiítas, todo el pensamiento se centró en la Profecía. La Profetología oFilosofía Profética, que trata de alcanzar el verdadero significado de la Revelación, tiene su
núcleo en el Imám. Para los partidarios de Alí, el Imam además de recoger todas las funcionessociales y políticas otorgadas por los sunníes al Califa, tiene una serie de cualidades superiores,sobrenaturales incluso, otorgadas por el conocimiento de lo oculto.
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que lo hacía geográficamente, asimilando infinidad de
manifestaciones de las diferentes culturas con las que se fue
encontrando. Especialmente con Alejandría en Egipto, donde desdehacía siglos convivía la filosofía griega con las distintas formas de
cristianismo; la Siria de Antioquía, los sabeos de Harrán, y por
supuesto con Persia. Importa destacar que en el seno de la
comunidad islámica eran aceptados las Gentes del Libro, esto es,
judíos y cristianos.
Todas esas influencias enriquecieron a la civilización
musulmana, pero lo que de verdad contribuyó a consolidar aquella
incipiente civilización fue lo que, de un modo u otro, había de la
Grecia Clásica en todos esos lugares y culturas. El Islam nació a
comienzos del siglo VII extendiéndose sobre el mundo cultural del
Medio y Próximo Oriente en el que había penetrado profundamente
el legado del pensamiento griego. De ahí que los pensadores
musulmanes empezaran recibiendo el sincretismo filosófico-
teológico de los siete primeros siglos de nuestra era. Fueron
necesidades culturales, además de pura curiosidad científica, las que
le obligaron a aceptar aquellos saberes. Conocieron bien a Platón y
Aristóteles y prefirieron a éste último. La asimilación de la sabiduríagriega y, por tanto, de Aristóteles, se produjo tempranamente en
suelo islámico.
El Cristianismo que se desarrolla sobre el orbe grecorromano,
comenzó siendo una religión urbana, cosmopolita, no lo olvidemos.
Su primera difusión fue la de ir sustituyendo la religión civil romana
y la sophía griega. Con la decadencia del Imperio, en las zonas donde
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las ciudades eran minoritarias o poco representativas, el
cristianismo terminó por desaparecer. Precisamente donde más
decayó fue por donde los musulmanes se fueron expandiendo conmayor celeridad: el norte de África. Toda la gran franja litoral del
norte de África, desde Egipto al Magreb, pasando por la Tripolitana,
Cirenaica y Tunicia, desde la costa mediterránea a las estribaciones
del Sahara. El beduino de la gran Arabia tenía muchas vivencias que
compartir con los habitantes del Sahara. La abundante población
nómada que habitaban esta zona pedía una sensibilidad especial y
distinta que el cristianismo urbano del siglo VI d. C. no podía dar. El
Islam sí la dio, entre otras cosas porque Mahoma no era un fino
urbanita, sino un conductor de caravanas por cuyas venas corría
arena del desierto. Mahoma conocía perfectamente el paño que tenía
entre las manos que en nada se parecía a las gentes que habían
poblado el Imperio.
Muchos han querido buscar la razón de la rápida islamización
del Norte de África y de la Península Ibérica en la violencia extrema
y el fanatismo. Aunque la conquista armada arroja puntualmente
datos incontestables, no es menos cierto que hay factores de mucho
más peso. Primero las conveniencias socio-económicas de losconquistadores árabes que reactivaron económicamente el
decadente imperio bizantino. Y además, el peculiar estatuto de
tolerancia para los pueblos del libro. No hubo persecuciones
masivas ni masacres violentas por motivos religiosos durante la
primera expansión del Islam. Y sobre todo, el espíritu beduino que
triunfó hizo imposible que siguiera desarrollándose la cultura
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urbana y ciudadanía grecorromana, ya de por sí tocada en los siglos
finales del Imperio
La teología política del Islam.
El arte de gobernar islámico (Siyāsa)39 es el arte de domeñar al
ser humano; y esto ya nos dice que la política no es tanto un corpus
doctrinal o una filosofía, como un conjunto de destrezas y de
habilidades para gobernar conductas y personas (Viguera, 2002:345).
A esto añadimos que al provenir todo el Poder (incluyendo el poder
de los gobernantes temporales) de Alá, la política no fue nunca una
disciplina independiente, sino una parte de la teología y el Derecho.
A la vez que estos se fueron desarrollando, también lo hizo el
pensamiento político musulmán, que está repartido por diversa
literatura: escritos teológicos, jurídicos, morales, históricos y
filosóficos.
En el s. VIII y IX el problema principal era justificar la sucesión
del Califato (primero de los Omeyas y luego de los Abasíes). Y del
trabajo de los teólogos que hicieron este esfuerzo especulativo iba
saliendo la cuestión de la administración y las competencias del
gobierno. En el siglo X aparecerá el kalam sunní40, que plantea unacierta dimensión racional en la teología (y por ende en la política).
39 El significado etimológico es de claridad meridiana: arte de domesticar y amaestraranimales, caballos especialmente; y por extensión, política como el arte de refrenar a laanimalidad inherente a los seres humanos (Viguera, 2002:345).
40 Aunque la palabra árabe kalâm significa ‘palabra’ o ‘discurso’ y motakallim hacereferencia al que habla, al orador, kalâm designa a la teología y motakallimûm a los teólogos. Lagénesis de este giro la encontramos en el Corán, exactamente en Kalâm Allâh o ‘Palabra deDios’. El kalâm es la escolástica del Islam, y se caracteriza por ser una dialéctica racional pura
que opera con conceptos teológicos. Los motakallimûm, y entre ellos los motazilitas –los másantiguos-, son teólogos especulativos que operan con elementos religiosos. Tratan de sostenermediante la dialéctica teológica el credo tradicional (Corbin, 1994:105-122).
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En este tiempo también aparecieron los falasifa41, Al-Kindi, Al-Farabi
e Ibn Sina (Avicena), en cuyo teorizar teopolítico resuenan los ecos
del sincretismo platónico-aristotélico42
. Todos estos repuntesteóricos llegan en un momento en el que el poder califal ya no goza
de la omnipotencia pretérita y multitud de gobernantes locales
(sultanatos generalmente) se suman al control de la Umma. A
41 El término falâsifa, que es el plural de faylasûf, es la transcripción árabe del griego
philosophos. Falsafa es la transliteración del término griego, Фιλοσοφία, philosophía, y pretenderser la continuación, desde precomprensiones islámicas, de la filosofía griega. 42 En su espectacular difusión geográfica, el Islam entró en contacto con otras culturas,
pensamientos y religiones. Los conocimientos profanos se vieron enriquecidos por la improntapersa e india: la administración, la medicina y las matemáticas. El pensamiento griego influyóen la ciencia y filosofía islámica. El Islam se expandió sobre los territorios conquistados porAlejandro Magno siglos antes y que el Imperio Romano, y luego Bizancio, no modificaronradicalmente. Tuvo contactos con el cristianismo, especialmente monofisita y nestoriano. ElNestorianismo es un movimiento teológico que surge en el s. V, promovido por Nestorio deAlejandría, obispo de Constantinopla. Afirma la doble naturaleza de Jesús, divina y humanapero negando la encarnación. También negaban la divinidad de María. “Derrotados” en elConcilio de Éfeso en el 431 son desterrados del Imperio Romano y declarados como herejía. El
monofisismo es otra corriente teológica antigua, a partir del siglo V, que defiende una únicanaturaleza divina de Jesús. Rechazado en el Concilio de Calcedonia en 451, queda arraigada enAlejandría. Con el tiempo da lugar a las Iglesias Coptas (egipcia, etíope y eritrea), Armenia ySiriaca. Que llegan hasta la actualidad. Los judíos establecidos en Medina se dedicaban alcomercio y al préstamo. Era un grupo de población amplio pero cerrado y ortodoxo en loreligioso. La entrada a su comunidad estaba prohibida para todo el que no fuera judío. No hayun perfil evangélico ni predicativo en el judaísmo, de convencer a otros para que se conviertan asu fe. Sin embargo, entre el cristianismo nestoriano y monofisita, este perfil, era destacadísimo.Hasta el punto de que ese ansía por la conversión tenía más de reclutamiento que de otra cosa;ese proselitismo exacerbado molestaba a los árabes preislámicos.
Existen dos vías de difusión del pensamiento antiguo (Guerrero, 2004:42). Una difusa, através de tradiciones orales, y otra vía directa, a través de las traducciones. El culmen de este
proceso de enriquecimiento y asimilación lo encontramos en el s. IX y X en Bagdad y su Bayt al-hikma o Casa de la Sabiduría, un centro donde los eruditos estudiaban y traducían los textosllegados desde Bizancio.
El mundo filosófico islámico descubrió en Aristóteles a su auténtico maestro. Sinembargo el primer desarrollo de su filosofía tuvo un marcado sesgo neoplatónico. Esto fue asíporque el Islam se instaló en una época en la que el pensamiento filosófico predominante era elneoplatonismo, que era, a su vez, una construcción sincrética de variados elementos: Plotino,pitagorismo, aristotelismo, estoicismo y elementos herméticos. Cuando los primeros pensadoresislámicos profundizaron en el mismo descubrieron con agrado las muchas afinidades quecompartían: la unicidad de Alá con el Uno plotiniano, la creación de la nada y la emanaciónexplicaba su abismo entre Dios y las criaturas. Actualmente sabemos que Aristóteles no dijonada que siquiera se acercara a la emanación o la unicidad. Una serie de obras que fueron
imputadas al de Estagira contenían estas teorías: la ‘Teología’, el ‘Libro de la Causas’, ‘Resumensobre el Alma’, ‘Tratado de la manzana’, ‘Secreto de los Secretos’ y la ‘Tabla de las Esmeraldas’.Estas obras contienen todos los elementos que dieron forma a la filosofía del Islam.
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gobernado por un soberano que aúne el liderazgo espiritual y la
sabiduría para mantener el orden, apoyando su autoridad en la ley
(Shari´a)46
.La política, reiteramos, era una prolongación de la religión y la
moral y consistía en el arte de actuar frente a las circunstancias para
que los asuntos de los hombres, los comunes y los privados, se
el vestido, el trato a los hijos, a la mujer, a la familia, a los invitados, en el comercio, laenseñanza. Todo tiene que estar legislado para que el creyente sepa a qué atenerse. Alá lo es
todo y sus designios deben ser llevados a toda la vida del fiel y sumiso creyente. La comunidadsabía ya a qué atenerse, qué hacer, cómo, qué era lo correcto a los ojos de Alá, y qué no lo era.Por poner un ejemplo, una prohibición expresa dirigida al creyente musulmán es la de
no poder reproducir la imagen plástica de Alá, ni siquiera imaginarla. Representar la imagen dela divinidad es propio del politeísmo y la idolatría, entienden los musulmanes. No puedenhacerse ninguna variante de arte respecto a Dios, ni dibujos o caricaturas, ni pintura, niescultura, ni imaginería, ni videos o películas, tampoco pueden hacerse iconos, alegorías,estereotipos o literatura creativa (caso de Salsman Rusdie). Lo que sí está permitido es escribirsu nombre. En este sentido la caligrafía árabe ha alcanzado cotas de arte, con todomerecimiento. Lo musulmanes pueden, y deben, nombrarlo: los 99 nombres de Alá. El artereligioso musulmán no existe, como sí ocurre en el cristianismo. La forma que tiene el Islam deornamentar sus mezquitas y palacios es mediante figuras geométricas y trigonométricas
(espirales, ángulos, puntas), animales (los leones de la Alhambra por ejemplo), motivos floralesy vegetales y caligrafías cúficas. 46 “La Sahri’a regula la conciencia del creyente en sus tres niveles: la actividad de la mente (parte
dogmática), la del corazón (parte moral) y los actos externos dirigidos a Dios, a cada uno y a los demás(culto). Regula todas las relaciones humanas: económicas, políticas, familiares, conyugales. Incluyeasuntos legales y jurisdiccionales, ritos devocionales, teologías, comportamientos morales, normas dehigiene personal y buen comportamiento” (Tamayo, 2009:132).
Mahoma no fue ni teólogo ni, mucho menos, jurista. Del mismo modo, el Corán ni es uncódigo civil ni es un código penal. El Profeta es un enviado de Dios y el Libro Sagrado unaconvocatoria religiosa y una propuesta ética. ¿Por qué entonces la centralidad absoluta de la leyen el Islam? De las más de seis mil aleyas que podemos leer en el Corán, unas seiscientas tieneque ver con los deberes religiosos del buen creyente y sólo unas ochenta con cuestiones legales:
regulación del comercio, del matrimonio, el divorcio y las herencias y las penas a cinco delitos(robo, fornicación, calumnia, bandidaje y homicidio) (Tamayo, 2009:129).Shari’a deriva del vocablo sharaa que significa aproximadamente ‘recorrer el sendero
que te lleva hasta la fuente’ (Tamayo, 2009:131). Para el Corán significa el camino que lleva aDios, un camino que han de recorrer todos los creyentes. Pero con el paso del tiempo terminópor convertirse (o deformarse) en la serie de interpretaciones jurídicas que intentabanresponder a las situaciones históricas cambiantes. Y es que el Islam tuvo un éxito fulgurante,tanto que en muy poco tiempo se pasó de la duna y la arena a los vergeles de Al-Andalus, delos oasis y las caravanas a los suntuosos palacios califales y de las tribus a las grandes dinastías.Con todo ello, tuvieron los fieles que enfrentarse a problemas con los que el Profeta no pudocontar o plantear.
La Shari’a fue elaborada por los sabios musulmanes que durante los siglos VII al IX
tuvieron que enfrentarse a estos cambios y nuevas situaciones no contempladas por el Corán.Pasó de ser algo trascendente y que marcaba el espíritu del creyente a la letra histórica quehabía que seguir a pies juntillas.
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han de ser las sucesiones de los gobernantes, por herencia dinástica
o por elección?
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IMPERIUM CHRISTIANUM
Empirismo radical teocrático.
Volvemos a Occidente, retomando la acción por donde la
habíamos dejado. No hay ya una idea clara del Estado, pero sí del
poder político, nos explica Barcala (2002:251). Llega un momento en
que no hay vuelta atrás: nunca más Roma, la restauración del
Imperio es en todo punto imposible. Con el viejo Imperio se van las
clásicas ideas políticas, el nuevo status quo trae nuevas formas de
pensamiento que todavía no son abordadas teóricamente. Las
teorías y justificaciones van tras los hechos. Es lo que Touchard
(2008:109) llama empirismo radical, a lo que añade el calificativo de
teocrático ya que serán los intelectuales cristianos los únicos
encargados de elaborarlas48. En el período que va desde el siglo V alVIII se ha de recurrir a los escritos oficiales (Cartas especialmente) y
a los relatos de las hazañas de los grandes hombres de la época, para
entresacar las escasas ideas políticas que manejaban en estos
tiempos.
Efectivamente, no existe una elaboración teórica de la
concepción del poder que la práctica totalidad de las monarquías
bárbaras llevan a la práctica. Es en el gobierno de los francos, por
48 La escasez de brillantez intelectual puede ser una explicación de esto. Oriente no esinvadido por las tribus bárbaras, e irá acogiendo a los intelectuales religiosos más destacados,especialmente alrededor de Justiniano I. Por el contrario, el cristianismo en Occidente quedamaltrecho; y desde Roma, el cristianismo ha de consolidarse de nuevo entre los reinos dereciente creación. Si en Oriente estos intelectuales pueden dedicarse a tareas ‘más elevadas’, en
Occidente, el cristianismo tiene que vulgarizarse para poder acoger a los bárbaros (Touchard,2008: 108). Hasta el llamado Renacimiento carolingio no vemos en esta parte de Europa unintelectualismo consolidado.
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parte de la larga dinastía merovingia49, donde mejor pueden
comprobarse los cambios. Desaparecida la idea de Estado, el poder
es concebido como un privilegio del rey para su propio provecho yuso. Es un patrimonio personal e intransferible, que a la muerte del
monarca ha de ser repartido entre los herederos del finado. La
concepción del poder real de los merovingios es claramente
germánica, el señorío o dominatio; y ya no será romana,
preeminencia o principatus. Porque el rey, en su reino, es como el
señor en su casa: el poder real deviene en doméstico y se convierte
en dueño y señor de todos los súbditos, de toda la servidumbre; se
le debe obediencia y servicio fiel. E incluso las familias nobles y
acaudaladas, los leudes, le debían fidelidad y juramento de adhesión
a su persona, no a la institución. El rey, por su parte, tenía el deber
de proteger a sus súbditos como el padre y amo que es.
El Renacimiento Carolingio.
Con la siguiente gran dinastía franca, la carolingia, estas
cuestiones no cambian; se añaden importantes elementos, de entre
los cuales uno sobresaldrá por la trascendencia futura: la asociación
del imp
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